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27°C
Que llueva y se inunde Tabasco no es nada nuevo, siempre ocurre en las tierras tropicales,
así consta desde hace 123 años. Se tienen registros de los primeros fenómenos que
normalmente ocasionaban precipitaciones en los meses de agosto, septiembre, octubre y
noviembre, sin contar con la temporada invernal de “nortes”.
Mucho antes que el territorio fuera habitado, el agua creó en los Altos lo que hoy se conoce
como Cuenca Hidrográfica, un sistema de drenaje natural que fluye hacia el mar a través de
un río principal y otros cauces que lo alimentan, partiendo de una línea de cumbres, en este
caso las elevaciones del territorio chiapaneco.
La región hidrológica “Coatzacoalcos” está constituida por las cuencas de los ríos
Coatzacoalcos -que prácticamente constituye una sola unidad hidrológica- y Tonalá, la
mayor parte de su desarrollo se encuentra en territorio de Veracruz y Oaxaca.
En Tabasco esta región hidrológica está representada por una parte de la cuenca del río
Tonalá y las lagunas del Carmen y Machona.
La corriente principal de esta cuenca nace en la Sierra Madre de Chiapas, a 1,000 metros de
altitud y en la mayor parte de su recorrido sirve como límite entre Veracruz y Tabasco. Su
dirección es generalmente al noroeste y es navegable en la época de estiaje en gran parte de
su extensión, lo mismo que sus afluentes.
El río Tonalá en su curso superior es conocido como río Tancochapa, los afluentes
principales de esta corriente en territorio tabasqueño son los ríos Zanapa, Blasillo y
Chicozapote, de éstos, el primero es el más importante.
Las subcuencas intermedias son: “Lagunas del Carmen-Machona”, “Río Santa Ana”, “Río
Cocajapa”, “Río Tonalá”, “Río Tancochapa Bajo” y “Río Pozacrispín” .
Uno de los aspectos que caracteriza a los ríos del territorio tabasqueño -considerado una
llanura costera de levantamiento- es la formación de meandros (cursos sinuosos), debido al
terreno plano y al abundante acarreo de materiales. Esta particularidad está íntimamente
ligada con las inundaciones provocadas por la continuidad de las lluvias a lo largo de más
de ocho meses. En virtud de lo anterior, una extensión considerable del estado da la
apariencia de estar compuesto por una serie de lagos con islas.
AGUAS SUPERFICIALES
Un documento de dicho instituto revela que el estado de Tabasco merece especial atención
desde el punto de vista hidrológico, ya que en él se desarrolla un sistema de escurrimiento
complejo, que vincula entre sí una serie de fenómenos de carácter geológico, climático y
biológico, los cuales tienen respuesta en una variedad de procesos geomorfológicos
complicados.
La llanura costera del sureste del Golfo de México cuenta con una saturada red de
escurrimientos, llanuras deltaicas, sistemas lagunares, esteros, marismas, etc., que se
extienden a lo largo del litoral en una distancia de más de 160 kilómetros, entre los ríos
Tonalá y San Pedro y San Pablo. En esta área quedan incluidos tres de los ríos más
importantes del país, el Mezcalapa, el Grijalva y el Usumacinta; así como los sistemas
lagunares de El Carmen -Pajonal-, Machona y Mecoacán.
Las diferentes formaciones en la llanura costera son consecuencia unas de otras, como es el
caso de los meandros de los ríos Usumacinta, Grijalva y Mezcalapa que han formado
extensas zonas de marismas y a la vez el tipo de desembocadura deltaica, que está
relacionada con los sistemas lagunares.
Los cursos sinuosos en los escurrimientos que han dado origen a los llamados meandros y
cauces abandonados, se deben en parte a las características topográficas del terreno, que
generalmente no presenta elevaciones o desniveles, los cuales condicionen el curso de los
ríos; así como a los fenómenos de deposición que han ido rellenado los propios cauces
provocando que los escurrimientos divaguen e invadan los terrenos adyacentes a su curso
original.
En estas condiciones, los ríos Usumacinta y Grijalva principalmente, han llegado a un
grado de equilibrio entre la pendiente y su caudal -evidencia de su madurez- originando
extensas llanuras de inundación.
“Río Usumacinta”
La corriente principal de esta cuenca, el Río Usumacinta, tiene como afluente derecho al río
San Pedro, la cuenca se desarrolla en parte de México, Guatemala y Belice, a éste último le
corresponde una porción mínima.
Las corrientes más importantes del Usumacinta son los ríos Chixoy y Lacantún. La mayor
parte de la cuenca del primero se desarrolla en Guatemala y la del segundo en México.
Las subcuencas que integran esta región en territorio tabasqueño son: “Río Usumacinta”,
“Río San Pedro”, “Río Palizada”, “Río San Pedro y San Pablo” y “Río Chacaljáh”.
“Laguna de Términos”
Esta cuenca es la que menor área abarca en Tabasco (951.66 km2) y por consiguiente la
captación es mínima. La corriente principal de la cuenca, el río Palizada, se localiza
principalmente en Campeche, dicho escurrimiento se deriva del Usumacinta al noreste de
Jonuta, lugar de donde se dirige al norte hasta la población de Palizada, a partir de ésta
continúa hacia el noroeste hasta su desembocadura en la Laguna de Términos.
La historia de Tabasco establece que desde hace 400 años vivían aquí comunidades
descendientes de mayas y olmecas dedicados a labrar la tierra, cazar y pescar.
Hace 100 años la población de Tabasco era netamente local, menos de 50 mil habitantes
debido a lo inhóspito de la geografía, desde los diversos grupos indígenas adaptados a los
humedales o avenidas en zonas altas, hasta los mestizos y comerciantes de origen europeo
que trajeron esclavos. Aquí sólo encontraron agua para navegar por todos lados, selva y
diversidad de flora y fauna en cantidades inmensas.
Una tormenta en 1898 impacta en el Triunfo Balancán, otra más afecta a Macuspana en
1902 y la primera tormenta con nombre “San Cipriano” ocurre en 1932 en el Triunfo,
seguida por otro fenómeno de la misma magnitud en 1936 sobre Paraíso.
Para 1941 el registro documental histórico señala que en Buenavista una tormenta causa
daños y en 1960 la depresión “Abby” inunda Macuspana y Tenosique. Luego siguió otro
fenómeno también en categoría de depresión para 1965 sobre Tenosique.
“Lauree” ocasiona en 1969 sobre Paraíso daños severos y de ahí hasta 1973 cuando el
huracán “Brenda”, del cual aún se acuerdan algunos viejos tabasqueños, impacta sobre
Frontera con vientos de 148 kilómetros por hora generando una inundación mayúscula en
todo el estado y sobre todo en la ciudad de Villahermosa.
OPAL Y ROXANNE
El 3 de octubre de 1995, con las lagunas y ríos llenos por las lluvias que le antecedieron en
todo septiembre, se dio aviso del acercamiento del huracán Opal, no impactó al estado, pero
su permanencia durante 7 días frente a las costas de Tabasco y Campeche provocaron
intensas lluvias que afectaron durante el gobierno de Roberto Madrazo Pintado a 180 mil
personas en 50 comunidades, se contabilizaron 12 ahogados y 72 millones de pesos en
infraestructura y sector productivo. Los daños principales en la costa tabasqueña, la
situación entonces obligó la visita del director de la CNA Guillermo Guerrero Villalobos, el
subsecretario de Protección Civil Juan Romero Robledo, al subsecretario de salud José
Narro Robles, entre otros para hacer recorridos de evaluación con el mandatario.
Cuando se creía que todo había pasado, aun sin recuperarse de “Opal”, el 9 de octubre el
Servicio Meteorológico Nacional advirtió que el huracán “Roxanne” iba sobre la
Península, territorio que atraviesa en categoría 1 en dirección al Golfo no sin antes impactar
Cozumel, se degradó a tormenta pasando a 120 kilómetros de Centla con vientos de más de
120 kilómetros por hora.
Tabasco era afectado por 2 sistemas en 8 días y Roberto Madrazo junto con la CNA ya
hablaba de construir las bases de un Plan Hidráulico, anunciaban el ahorcamiento de un
brazo del Mezcalapa a la altura de la ranchería El Macayo.
El día 14 que Roxanne” se alejaba hacia el centro del Golfo ubicándose a 175 kilómetros de
la costa tabasqueña con categoría 1 de huracán, llegó el presidente Ernesto Zedillo con 121
millones de pesos, pero horas más tardes se advirtió que el fenómeno tropical
sorpresivamente daba la vuelta debido a un frente frío, su dirección: Tabasco y Campeche
con vientos de hasta 160 kilómetros por hora, pero no hubo impacto, sino más lluvias.
Para el 17 un nuevo balance de daños hablaba de 13 muertos, 159 casos de cólera, el
huracán se alejaba nuevamente para no regresar, salía el sol después de nublados en una
semana, pero la emergencia no sería declarada sino hasta el 27 de octubre para iniciar la
reconstrucción.
Al iniciar octubre de 1999 la interacción del frente frío con la depresión tropical número 2
causan lluvias intensas de 187.9 milímetros en presa Malpaso y 257.7 milímetros en
Peñitas, ésta última alcanzó su máxima capacidad por lo que hubo que turbinar 1,400
metros cúbicos por segundo y así tanto el Samaria como el Carrizal alcanzaron niveles
históricos.
La situación empeoró cuando tres intensas lluvias hacen que la CFE y CNA tomen la
decisión el 22 del mismo mes de abrir un vertedor de Peñitas generando un gasto de 2 mil
323 metros cúbicos por segundo durante una semana.
Villahermosa se inundó en un 40% sobre todo las colonias Carrizal, los Espejo, Multi 80s,
fraccionamiento Carrizal y conjuntos residenciales de Tabasco 2000 a una profundidad de 1
y 3 metros por casi dos semanas.
EL 2002
AÑO 2003
Sin embargo, para el 27 de noviembre de 2003 el frente frío 17 con lluvias y vientos fuertes
de “norte” de más de 80 km/h derriban árboles, espectaculares y techos en Macuspana,
Teapa y Jalapa, las lluvias en Tapijulapa fueron de 970 milímetros cuando el promedio era
de 330 milímetros. Iniciaba diciembre y los ríos de la Sierra hacen que el Grijalva, sin
desbordar sobre Villahermosa, forme un tapón al Carrizal que inundó el sector el Mangal
de la colonia Tierra Colorada donde hubo que evacuar a 85 familias.
En total sumaron 2 mil 500 los afectados y un sinnúmero de hectáreas de cultivos anegados.
Esta fue la razón para que se creara el Plan Integral contra Inundaciones (PICI) que arrancó
con 350 millones de 2 mil 600 millones que se invertirían de 2003 a 2009 en la
construcción de 108.5 kilómetros de bordos y drenes durante el gobierno de Manuel
Andrade.
De ahí cada año en las zonas bajas de Tabasco los ríos han desbordado por escurrimientos
de la Sierra o las lluvias en la planicie han causado lo mismos efectos, sin necesidad de que
haya un ciclón tropical.
Ahora cada que hay inundaciones los tabasqueños se asustan, particularmente desde el
2007 que trascendió a todo el mundo la inundación histórica sobre el centro de
Villahermosa gran parte del estado con estragos de más de 35 mil millones de pesos, le
siguió en 2008 en los municipios de la Región de los Ríos al desbordar el Usumacinta por
lluvias de Guatemala, en 2009 en la región de Cárdenas y Huimanguillo por desborde de
ríos Tonalá y Coatzacoalcos, en 2010 parte de Villahermosa ya con bordos de protección y
otras obras hídricas en el río Carrizal, resiste, pero las comunidades de siempre se inundan
lo hacen nuevamente sobre todo río abajo del Grijalva donde la Conagua apertura 4 canales
de alivio para despresionar a la ciudad, muchos campesinos, como siempre, los afectados.
El presente reportaje es con el fin de que los lectores estén enterados de que las
inundaciones son parte de la naturaleza de Tabasco, sólo que el agua busca los espacios que
en otros tiempos han sido suyos y hoy muchos humanos los han ocupado.