You are on page 1of 7

SABER

4.1. Condiciones que deben cumplir las razones de una creencia para que esta sea saber:

-Ser suficientes (concluyentes, completas y coherentes) para creer en sentido fuerte.

-Ser suficientes para garantizar la verdad de la creencia, con independencia del juicio de quien las sustenta. (Y el criterio
seguro para ello es que sean suficientes para cualquier sujeto que las considere).

Pero no para cualquier sujeto posible, sino para cualquiera capaz de tener acceso y entender esas razones à
Comunidades Epistémicas (acceso a la información, comprensión de los principios teóricos, mismo marco conceptual).
Kepler y las órbitas elípticas de los planetas.

4.2. Saber frente a creer:

1] “A está cierto de que p” (aseverado por B) significa

a] A cree que p,

b] A tiene razones para creer que p y negar ahora la posibilidad de no p,

c] A juzga esas razones suficientes.

2] “A sabe que p” (aseverado por B) significa:

a] A cree que p,

b] A tiene razones para creer que p, y negar ahora la posibilidad de no p,

c] Esas razones son objetivamente suficientes. “Saber”: creer algo por razones objetivamente suficientes.

4.3. ¿Un contraejemplo cartesiano?

-En extrema posición solipsista, no estoy en situación de dudar de aquello de que estoy cierto: mi certeza es mi saber.

-Cuando Descartes duda de sus certezas como saber es que las mira desde el otro (genio maligno), que sabe que son
falsas.

-Cuando Descartes prueba sus certezas como saber es que las mira desde el otro (Dios), que las garantiza en su
suprema bondad.

4.4.
“Por ello, la única opción frente al escepticismo es aceptar que las razones para saber son relativas a una comunidad
epistémica históricamente determinada. O no hay saber o todo saber está condicionado socialmente. La historicidad del
saber es la única alternativa válida frente al escepticismo”

Asimismo, sólo se pueden admitir razones públicas. Quedan excluidas evidencias personales privadas incomunicables.
De lo contrario, no habría posibilidad ninguna de saber (de justificación objetiva para una creencia).

4.5.

S tiene razones objetivamente suficientes para creer si y sólo si:

1] Sus razones son suficientes para S; y 2] S puede inferir que ningún sujeto de la comunidad epistémica pertinente tiene
razones suplementarias que revoquen su creencia.

En muchos casos, y para propósitos prácticos, damos por buenas creencias razonables. E incluso el concepto de saber
se puede presentar como un límite del de creencia razonable. Sin que ello quiera decir que podamos abandonar la
distinción entre creencia (razonable) y saber.

4.6. Conclusión

S sabe que p si y sólo si:

1] S cree que p

2] S tiene razones objetivamente suficientes para creer que p

Las razones objetivamente suficientes atan la proposición a la realidad, y por ello garantizan que es verdadera (que
nuestra creencia se halla determinada por la realidad, y que por tanto si nuestra acción se basa en la creencia en ella
será exitosa).

-Mis apuntes

El uso del verbo saber es variado. En teoría del conocimiento, todos los usos del verbo saber son un conocimiento
proposicional: saber + que + proposición (siendo proposición un enunciado con contenido referente a la realidad, como
“sé que ella es Turcochipriota”).

Este estado mental se llama actitud intencional. Una proposición es algo que es aseverado por una frase que dice que
algo ocurre, que algo es el caso. El conocimiento es un estado mental que garantiza que su contenido proposicional es
real, cosa que no pasa con otros verbos (esperar, desear).

Requisitos básicos del conocimiento: para que se pueda decir que sé algo, se requiere que lo crea, que me adhiera a esa
creencia y me comprometa con su verdad; en segundo lugar, la proposición en la que se cree debe ser verdadera, esto
es, debe corresponder con la realidad. El conocimiento implica creencia y requiere verdad.

A veces se dan estos dos requisitos pero no hay conocimiento (un hombre apuesta por un caballo, cree que va a ganar y
gana). Esto solo es casualidad. Conocer es un verbo de logro, porque conocer cuesta un esfuerzo, y consiste en
evidencias y no en casualidades.

La epistemología y la teoría del conocimiento no se encargan de investigar la génesis u origen del conocimiento, sino su
justificación o validez.
Existen conceptos epistémicos, es decir, propios del proceso y del fenómeno del conocimiento, entre los que se pueden
citar: creencia, razón, validez, intención, verdad…

En Platón se ven dos enfoques sobre la creencia y el conocimiento. El presente en el Teeteto, que valida el conocimiento
cuando está basado en buenas razones, y lo considera como una representación mental; y el presente en el Menón, que
lo trata más como una guía para la acción, como la base de la acción.

El conocimiento expresa un hecho o situación en una proposición o enunciado.

Creer es: tener algo por verdadero sin estar seguro de ello; suponer, presumir o conjeturar sin contar con pruebas
suficientes tener por cierto algo inexplicable; aceptar un hecho sin conflicto.

Saber implica creer, pero creer no implica saber. Todo saber necesita: una creencia en algo; que la creencia sea verdad,
es decir, coincida con la realidad; tener razones para creer lo que se cree.

El conocimiento no es puramente intelectual, sino que orienta la práctica y la acción en el mundo. El conocer permite el
surgimiento de la práctica correcta, tiene implicaciones éticas y morales. Así pues, el saber es una creencia verdadera
justificada en razones que es también una guía acertada para la práctica.

La justificación, que es el dar razón de algo, amarra la proposición creída a la realidad. La justificación nos da razones
para creer, y así proveen a la creencia un sustento racional que además enlaza lo creído con la realidad.

Las razones justifican la verdad o probabilidad de una creencia. El justificar implica inferir una proposición de otra para
dar razón de una creencia.

Cualquier creencia se basa en otras creencias y las presupone, de ahí que las creencias se estructuren como sistemas
de creencias.

El tema de este diálogo es la “episteme”, el saber. Saber qué es el saber es algo complejo y paradójico. En Grecia, la
episteme era un saber técnico, como el del arquero. También usaban episteme como sinónimo de ciencia, un
conocimiento fundamentado lógicamente: conocimiento de las cosas que discurren por pautas necesarias. En el Teeteto
aparecen más significados para episteme, como conocimiento por familiaridad. No todos los saberes son científicos.

-Manual de Villoro

6. Creer y saber

-Distintos sentidos

G. Ryle distinguió dos modos distintos de “saber”: 1)Saber proposicional: “saber que…” menciona un hecho que puede
ser verdadero o falso (“sé que la tierra está achatada por los polos”. 2)”Saber hacer”: no se refiere a una proposición que
pueda ser falsada sino a una actividad compleja, ésta puede existir o no (“Sé conducir un coche”, “Sé cuidar a los niños”).

En el saber proposicional pueden darse hechos formales (sé que dos más dos son cuatro), empíricos (sé que él estuvo
allí) y prescriptivos (sabe que no puede hacerlo) y estos funcionan como una especie de creencia (definición creencia
Ortega) y funcionaría con el significado anterior de Platón: saber es tener una creencia verdadera y justificada.

Sin embargo este saber también puede darse en términos de no creencia y significaría “estar al tanto”, “haber
aprehendido algo”, “percatarse” y que implican, más bien, una condición para creer.

Creer y saber en primera persona

-Diferencia entre creer y saber


Creer puede darse en dos sentidos diferentes: 1) Creer en sentido fuerte: creer en algo asegurando la verdad de lo que
se cree, teniendo más razones para asegurar su verdad que para refutarla, siendo incompatible su contradicción.
Sinónimo de “estar en lo cierto”, “estar seguro”. En este sentido, creer tiene la misma validez que saber 2) Creer en
sentido débil o presunción: creer en algo albergando la posibilidad de que lo que creo pueda ser falso, teniendo
posibilidades para afirmar lo que creo al igual que para negarlo. Ej.: “Creo que Juan está allí pero puedo estar
equivocado”. Sinónimo de “supongo que”, “puede que”.

En la primera persona de indicativo del presente, creer en sentido fuerte tiene la misma validez que saber, ya que ambas
significan “estar en lo cierto”.

Creer y saber en segunda y tercera persona

En segunda y tercera persona, “creer en sentido fuerte”, “saber” y “estar en lo cierto”, pueden dejar de tener el mismo
significado. Ej.: Si A cree que p, A sabe que p y está seguro de que no p, pudiendo dar razones para afirmarlo. Sin
embargo, B sabe que A cree que p, y sabe que A está en lo cierto, pero en realidad no sabe, y puede dar razones para
hacer negar a A que p. Por tanto, B, distinguirá entre “creer” y “saber” respecto de A.

Llamaremos, de esta manera, Juicio de primer orden, a un juicio sobre p, y Juicio de segundo orden, a un juicio que se
hace sobre un juicio sobre p.

En otro caso. Si B tiene una creencia diferente a la de A, solo cabría preguntar si A tiene razones objetivamente válidas.
Tener una razón objetivamente válida es admitir que esa razón es suficiente para cualquier sujeto de razón que las
considere, que tienen una validez objetiva. Así, la creencia será verdadera cuando existe el objeto o situación objetiva
creídos. “Razones objetivamente suficientes” son las que garantizan que la creencia está efectivamente basada en la
realidad y no en motivos subjetivos de quienes la creen. Esos motivos serán válidos para todos los sujetos de razón.

En los casos de segunda y tercera persona, la diferencia entre creer y saber, es que saber significa que se tienen
razones objetivamente suficientes para creer en algo.

Vuelta a la primera persona

Así, para saber algo uno debe salir de sí; sus razones deben salir de sí y ser mostradas y, a su vez, aceptadas
públicamente como objetivamente válidas. La diferencia entre “creer” y “saber” solo es pertinente justo cuando puedo
distinguir entre los juicios de un sujeto acerca de sus razones y la validez objetiva de estas razones. Por ello la distinción
es imposible en la primera persona del presente de indicativo pues en ella no puedo salir de mis propios estados
mentales y referirme a un objeto con independencia de ellos.

7. Razones para saber

Comunidades epistémicas

Para que la creencia sea también saber, sus razones deben ser suficientes para creer en sentido fuerte, deben ser
coherentes y deben poder ser compartidas por cualquier sujeto de razón. Pero para que los sujetos puedan
compartirlas deben darse varias condiciones: las razones serán suficientes para aquellos que tengan acceso a los
mismos datos de observación, a los mismos argumentos, interpretaciones y explicaciones teóricas y comparta los mimos
supuestos ontológicos de que se parten.

Así se conformará el “sujeto epistémico pertinente” de la creencia S en tiempo p, ya que le son accesibles las mismas
razones y no otras y se llamará “comunidad epistémica pertinente” al conjunto de sujetos epistémicos pertinentes para
una misma creencia. El sujeto epistémico es un sujeto posible de conocimiento, empírico y enmarcado dentro de un
cuadro histórico.
De esta manera, delimitamos el primer paso para que las razones de una creencia puedan ser objetivamente suficientes:
la “condición de la intersubjetividad”, esto es, la necesidad de compartir esta razón dentro de la misma comunidad
epistémica.

No estaría en condiciones un zapatero de cuestionar la teoría atómica de un físico ni este de cuestionar el resultado de
un zapato; sin embargo, aun estando al margen ambos de ambas comunidades epistémicas, compartirían otra en que sí
podrían decidir qué mejorar en la sociedad para que esta fuera más justa.

Todos estamos fuera de ciertas comunidades epistémicas a las cuales accedemos mediante la educación. La educación
sería la herramienta para adecuar las sociedades epistémicas a la sociedad real para poder hacer llegar todo el saber
humano posible a todos los hombres.

Todo sujeto epistémico lo es en la medida en que ciertas razones le son accesibles. Esta “accesibilidad” es histórica y
social, no lógica. No existe una sociedad intersubjetiva “pura” sino sociedades determinadas por sus progresos
tecnológicos, sociales e históricos capacitadas para juzgar cierto saber de su época. Si la comunidad epistémica la
integran sujetos históricos, la objetividad ¿puede depender de la intersubjetividad, del consenso?

Por intersubjetividad se entiende coincidencia de todos los individuos epistémicos posibles en la verdad de una creencia.
Así, se convierte en garantía de verdad de un juicio y por tanto en criterio de objetividad dentro de la propia comunidad
epistémica.

Por consenso se entiende una coincidencia elegida de todos los individuos en una determinada creencia, sea esta verdad
o no.

Las comunidades epistémicas no son comunidades consensuales. Pero cuando la intersubjetividad se consensua en una
determinada comunidad epistémica, el consenso sirve como modelo de esa intersubjetividad.

Así, vemos como muchas veces el consenso en determinada materia no se justifica en una creencia verdadera sino en
una ideología, que se fundamenta en motivos, no en razones. La crítica de la ideología supone la anulación del consenso
como criterio de objetividad. Esta crítica enfrenta la razón frente al consenso y provoca un pensamiento
disruptivo consecuencia de todo progreso del conocimiento frente a su contrario, un pensamiento reiterativo empeñado
en no progresar hacia la razón.

Razones incontrovertibles

Una razón es objetivamente suficiente siempre que lo sea para un sujeto epistémico y no haya ningún otro sujeto que
pueda rebatirlo. De esta manera, es imposible saber las razones de todos los sujetos de una comunidad epistémica, pero
sí podemos tener acceso a la totalidad de razones suficientes para una creencia.

Solo hay dos razones que imposibiliten la coincidencia entre dos sujetos en sus razones suficientes: 1) que un sujeto
epistémico (B) ante una razón objetivamente suficiente de otro sujeto (A) no pueda coincidir con él porque sus prejuicios
sobre tal conocimiento se lo impiden 2) que el sujeto epistémico B dé nuevas razones ante las de A que muestren que A
esté equivocado y que tan solo cree saber.

Estas nuevas razones que B impugna sobre A se llaman razones suplementarias, ya sean válidas o no y añaden una
nueva condición necesaria (la cuarta) a la definición de saber: la incontrovertibilidad, es decir, para que un conjunto de
razones sean objetivamente suficientes y justifiquen un saber es preciso que no haya otras razones que puedan
revocarla.

La paradoja de la justificación objetiva

Ante la creencia de A sobre p, existen ilimitadas razones que refuten su creencia. Pero introducidos dentro de la
comunidad epistémica, vemos que estas razones quedan limitadas por las condiciones sociales que determinan a la
comunidad epistémica: nivel tecnológico, complejidad del saber heredado, marco conceptual básico.

Así, un sujeto tiene razón objetiva suficiente para creer en algo cuando él tiene la seguridad de que no existe ningún otro
que revoque su creencia: a esto se le llama “paradoja de la justificación objetiva-subjetiva del saber”, porque el problema
de la objetividad, en último término, descansaría en la posibilidad de que el sujeto sepa que sus razones no son
suficientes.

Discriminar razones

1. No podemos calificar una creencia de saber si no podemos rechazar los fundamentos necesarios que pueden
ocurrírseles a los sujetos epistémicos de nuestra comunidad.
2. Tampoco podemos asegurar nuestra creencia de saber si no hemos comprobado las alternativas teóricas de
explicación e interpretación posibles de nuestra comunidad epistémica. No todas las alternativas, sólo las que sean
estrictamente necesarias para asegurar nuestro saber.

 · Pero las alternativas a considerar tienen un límite: el que establecen los supuestos conceptuales básicos de una
comunidad histórica socialmente condicionada. Además, los datos que tienen que manejarse han de ser públicos:
quedan relegados por tanto cualquier tipo de dato incomunicable o inaccesible (éxtasis de Santa Teresa). Por ello, la
única alternativa que queda es aceptar que las razones para saber son relativas a una comunidad epistémica e
históricamente determinada y que puedan manejar todos los integrantes de dicha comunidad

Usos de “saber” para fines prácticos

No nos es posible en nuestra vida diaria comprobar la veracidad de nuestra percepción siempre que observamos algo o
detenernos a examinar y escudriñar los testimonios de los demás al relacionarme. Lo acertado es que dé por
objetivamente suficientes, aunque no lo sean en realidad, las escasas razones en que se basa mi creencia para asegurar
mis prácticas. Lo importante es determinar la situación dependiendo de en qué circunstancia nos encontremos (Si
en Muertilandia 9/10 personas son asesinos las examinaremos más que si estamos en Chupilandia).

Si quiero asegurarme de ello en experiencias más duraderas la justificación es mayor, de acuerdo con que el fin de
nuestra acción esté encaminada más o menos al éxito.

Razones incontrovertibles de la ciencia

Desde la obra de Kuhn sobre las revoluciones científicas (1962), se ha dejado vislumbrar una grave crisis en la doctrina
tradicional que convertía al saber científico en un saber objetivo fundado en razones demostradas.

A la hora de establecer una teoría científica las razones suplementarias en contra que la puedan rechazar por vislumbrar
un gran problema científico siempre son innecesarias a no ser que se maneje una teoría superior que pueda explicar a la
anterior y que consiga rebasarla. ¿por qué este estado de incuestionabilidad de la ciencia? Se ha hecho preciso
mantener la justificación objetiva del saber científico ante la imposibilidad de soportar el vacío de creencias válidas y
renunciar al ideal de consistencia racional e incontrovertible de la ciencia.

Pero este estado de impunidad de la ciencia debe ser cuestionado. Si la ciencia persigue la verdad, la consistencia de
sus teorías en el saber científico debe verse como un problema a resolver y volver la cara a la ciencia como un saber
incompleto.

Análisis de saber

Conclusión de “saber”

Un sujeto A sabe p si y solo si: 1)A cree que p y 2)A tiene las suficientes razones objetivas para creer que p (La
objetividad se define dentro de la comunidad epistémica).

You might also like