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ACTITUD CORRECTA
Luciano M. Montes
TEXTO MEMORIAL:
"Unánimes entre vosotros; no
altivos, sino asociándoos con
los humildes. No seáis sabios en
vuestra propia opinión" (Ro. 12:16)
I. ARMONÍA
II. HUMILIDAD
A continuación Pablo nos dice, "no
altivos". Necesitamos cultivar una
actitud de humildad. Este es un
amable recordatorio de que ningún
creyente es superior a ningún otro
creyente. Aquí es donde
necesitamos seguir muy de cerca el
ejemplo de nuestro Señor
Jesucristo (Filipenses 2:5-8). Jesús se sujetó a la
voluntad del Padre. Él se hizo siervo y fue
obediente hasta la muerte. Eso es humildad, y es
la actitud que debemos desarrollar. El orgullo es
muy destructor. Cuando uno que canta en el coro
empieza a pensar que sus habilidades son
superiores a las de los demás, las dificultades
están a la puerta. Cuando un ministro o líder siente
que lo que él hace es lo más importante en la
iglesia, prepárese. Cuando el Espíritu vino y la
iglesia nació, todas las distinciones fueron
eliminadas. "Ya no hay judío ni griego; no hay
esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque
todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Gálatas
3:28).
III. HONRADEZ
"No seáis sabios en vuestra propia opinión ",
quiere decir que no seamos presuntuosos o
engreídos. A nadie le cae bien el "sabelotodo",
pero tampoco agradan los ignorantes. Dios ha
dado a algunos talentos para usarlos en
glorificarle, y cuando una persona con un talento
así nos es de bendición a nosotros, deberíamos
agradecérselo. Dios dio el talento y deberíamos ser
abiertos en nuestro aprecio. Los dones de Dios no
deben ser menospreciados en otros. Debemos
reconocer con honradez los dones que Dios ha
dado a todos, dar gracias por ellos, y usarlos para
su gloria. Tener una actitud de honradez significa
que está dispuesto a someter sus ideas y planes a
otros cristianos para evaluación. Dice un proverbio
que hay sabiduría en el consejo de muchos.
Muchos cristianos han evitado fracasar o quedar
avergonzados porque estuvieron dispuestos a
escuchar críticas honestas.