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O sea que más allá que yo considere que, por ejemplo, respetar alguna norma de tránsito
es injusta, la deberé respetar y observar porque al derecho no le interesan los pensamientos
particulares, sino garantizar el buen funcionamiento de una sociedad. De esta manera, se
admite que la existencia del derecho es relevante para permitir que los derechos de los
ciudadanos como seres individuales se articulen de modo apropiado para lograr la
permanencia de la sociedad en su conjunto.
Lo que nos da el derecho a todos sin excepciones, es la posibilidad de ser iguales ante la
ley, es decir, no importa para el derecho que mi jefe tenga más plata o poder que yo a la
hora de hacerle un reclamo por ese dinero que no se me pagó. Sí es así, el derecho estará
de mi lado, por supuesto. Esta igualdad ante la ley significa que los derechos
constitucionales u otorgados por otras leyes o normativas son valederos para todos los
habitantes de una nación, en forma independiente de su tarea, posición económica o
formación intelectual o académica.
Derecho y estado
1 Concepto de derecho
Para ello, es preciso que la libertad de cada uno sea compatible con la de los demás. Esto
requiere, a su vez, la limitación de la libertad de cada uno, pero una limitación no arbitraria,
sino de acuerdo con una norma o ley general, emanada de la razón, y que sea la condición
formal que haga posible la «exteriorización» de la libertad en la relación de convivencia
social. Pues bien, tal es la tarea que viene a desempeñar el derecho.
Kant lo define así: «Derecho es el conjunto de condiciones bajo las cuales el arbitrio de uno
puede conciliarse con el arbitrio del otro según una ley universal de la libertad» (Kant, I.:
Metafísica de las costumbres, «Introducción a la doctrina del derecho», § B).
2 El estado de naturaleza
Ahora bien, en tal estado «natural» y «jurídico», cada uno es «juez de su derecho»; no se da
una limitación objetiva en el obrar de cada uno ni tampoco hay un orden coactivo. Es, pues,
un «estado» contradictorio: de ahí la necesidad de salir de él y superarlo, y no solo por
razones de carácter «lógico» (de lógica jurídica), sino por exigencia y deber de la razón
práctica.
He aquí cómo caracteriza Kant la constitución del Estado: «El acto por el que el pueblo
mismo se constituye como Estado […] es el contrato originario, según el cual todos
(omnes et singuli) en el pueblo renuncian a su libertad exterior, para recobrarla enseguida
como miembros de una comunidad, es decir, como miembros del pueblo considerado como
Estado (universi); y no puede decirse que el Estado, el hombre en el Estado, haya
sacrificado a un fin una parte de su libertad exterior innata, sino que ha abandonado por
completo la libertad salvaje y sin ley, para encontrar de nuevo su libertad en general,
íntegra, en la dependencia legal, es decir, en un estado jurídico; porque esta dependencia
brota de su propia voluntad legisladora» (Kant, I.: Metafísica de las costumbres, § 47).
Kant ofrece una fundamentación racional del Estado, en el que rige el derecho, con la
división de poderes esenciales al Estado de derecho, y en el que los hombres como
miembros de él son ciudadanos con atributos jurídicos inseparables de su esencia. Una
concepción del Estado al que no se accede desde motivos psicológicos e intereses privados,
sino desde un imperativo racional y ético. Un Estado ético.
«Un Estado (civitas) es la unión de un conjunto de hombres bajo leyes jurídicas. En cuanto
estas, como leyes a priori, son necesarias (no estatutarias), es decir, en cuanto resultan por
sí mismas de los conceptos del derecho externo en general, su forma es la de un Estado en
general, es decir, el Estado en la idea, tal como debe ser según los principios jurídicos
puros, Estado que sirve de norma (norma) a toda unificación efectiva dirigida a formar una
comunidad (por lo tanto, en lo interno).
Cada Estado contiene en sí tres poderes, es decir, la voluntad universal unida en una triple
persona (trias politica): el poder soberano (la soberanía) en la persona del legislador, el
poder ejecutivo en la persona del gobernante (siguiendo la ley) y el poder judicial
(adjudicando lo suyo de cada uno según la ley) en la persona del juez (potestas legislatoria,
rectoria et iudiciaria), como las tres proposiciones de un razonamiento práctico: la mayor,
que contiene la ley de aquella voluntad, la menor, que contiene el mandato de proceder
conforme a la ley, es decir, el principio de subsunción bajo la misma, y la conclusión, que
contiene el fallo judicial (la sentencia), lo que es de derecho en cada caso.
Los miembros de una sociedad semejante (societas civilis) –es decir, de un Estado–, unidos
con vistas a la legislación, se llaman ciudadanos (cives) y sus atributos jurídicos,
inseparables de su esencia (como tal), son los siguientes: la libertad legal de no obedecer a
ninguna otra ley más que a aquella a la que ha dado su consentimiento; la igualdad civil, es
decir, no reconocer ningún superior en el pueblo, solo a aquel al que tiene la capacidad
moral de obligar jurídicamente del mismo modo que este puede obligarle a él; en tercer
lugar, el atributo de la independencia civil, es decir, no agradecer la propia existencia y
conservación al arbitrio de otro en el pueblo, sino a sus propios derechos y facultades como
miembro de la comunidad».
Conjuntos
Un conjunto suele definirse mediante una propiedad que todos sus elementos poseen. Por
ejemplo, para los números naturales, si se considera la propiedad de ser un número primo,
el conjunto de los números primos es:
Un conjunto queda definido únicamente por sus miembros y por nada más. En particular,
un conjunto puede escribirse como una lista de elementos, pero cambiar el orden de dicha
lista o añadir elementos repetidos no define un conjunto nuevo. Por ejemplo:
Los conjuntos pueden ser finitos o infinitos. El conjunto de los números naturales es
infinito, pero el conjunto de los planetas en el Sistema Solar es finito (tiene ocho
elementos). Además, los conjuntos pueden combinarse mediante operaciones, de manera
similar a las operaciones con números.
Los conjuntos pueden tener elementos de cualquier tipo: números, letras, objetos,
personas… Por ejemplo, este conjunto contiene frutas:
Clasificación de conjuntos
Finito: si tiene una colección que se pueda contar, aunque sea difícil. Por ejemplo, el
conjunto de frutas incluye todos los tipos de fruta que hay en el mundo. Aunque sea difícil,
se podrían contar todos los tipos de fruta del mundo, por lo que es finito.
Infinito: si tiene una colección que no se pueda terminar de contar nunca. Por ejemplo, el
conjunto de todos los números pares, que son infinitos, es un conjunto infinito.
Por ejemplo, los conjuntos de frutas y de animales son disjuntos, porque no hay ninguna
fruta que sea un animal, ni ningún animal que sea una fruta:
Conjuntos subconjuntos: se da cuando todos los elementos de un conjunto pertenecen al
otro.
Por ejemplo, el conjunto de frutas rojas y el conjunto de frutas amarillas son subconjuntos
del conjunto de frutas, puesto que todas las frutas rojas son frutas, y todas las frutas
amarillas son frutas también:
El conjunto de los seres vivos es muy grande: tiene muchos subconjuntos, por ejemplo:
Conjunto intersección: a veces, varios conjuntos son distintos pero comparten algunos
elementos comunes. Entonces se define una zona de intersección entre ambos, que contiene
todos estos elementos comunes.
Por ejemplo, tenemos un conjunto de niñas, y otro conjunto de personas con gafas. Como
hay niñas que tienen gafas, forman parte de la intersección de los dos conjuntos:
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subconjuntos?
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Notación
Es habitual usar llaves para escribir los elementos de un conjunto, de modo que:
C = {a, e, i, o, u}
Esta notación mediante llaves también se utiliza cuando los conjuntos se especifican de
forma intensiva mediante una propiedad:
A = {m : m es un número natural, y 1 ≤ m ≤ 5}
En estas expresiones los dos puntos («:») significan «tal que». Así, el conjunto F es el
conjunto de «los números de la forma n2 tal que n es un número natural entre 1 y 10 (ambos
inclusive)», o sea, el conjunto de los diez primeros cuadrados de números naturales. En
lugar de los dos puntos se utiliza también la barra vertical («|») u oblicua «/» .
Igualdad de conjuntos
Un conjunto está totalmente determinado por sus elementos. Por ello, la igualdad de
conjuntos se establece como:
Propiedad de la extensionalidad
Dos conjuntos A y B que tengan los mismos elementos son el mismo conjunto, A =
B.
El orden en el que se precisan los elementos tampoco se tiene en cuenta para comparar dos
conjuntos:
C = {a, e, i, o, u} = {e, i, u, a, o}
Además, un conjunto no puede tener elementos «repetidos», ya que un objeto solo puede o
bien ser un elemento de dicho conjunto o no serlo. Se da entonces que, por ejemplo:
{1, 2} = {1, 2, 1}
En ausencia de alguna característica adicional que distinga los «1» repetidos, lo único que
puede decirse del conjunto de la derecha es que «1» es uno de sus elementos.
Conjunto vacío
El conjunto que no contiene ningún elemento se llama el conjunto vacío y se denota por
Propiedades