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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN CRISTÓBAL DE HUAMANGA

FACULTAD DE INGENIERÍA DE MINAS, GEOLOGÍA Y CIVIL

ESCUELA DE FORMACION PROFECIONAL DE INGENIERÍA DE MINAS

TOPOGRAFIA

MINERA

ALUMNO : VILCA ZAMORA José luis

CODIGO: 15139289

AÑO Y SEMESTRE ACADÉMICO: 2017-I

FECHA DE ENTREGA: 11 – 05- 2017

Ayacucho – Perú

2017
LEYES MINERAS
LEY GENERAL DE MINERIA

TITULO 1

DISPOSICIONES GENERALES

CAPITULO 1

OBJETO Y NATURALEZA DE LA LEY

Articulo (1).- La presente Ley tiene por objetivo normar las actividades
mineras y metalúrgicas en el país; por tanto, es de orden público, interés
general y de aplicación obligatoria.

Artículo (2).- El Estado de Honduras ejerce dominio eminente, inalienable


e imprescriptible, sobre todas las minas y canteras que se encuentren en el
territorio nacional, plataforma marítima continental, zona económica
exclusiva y zona contigua.

En ejercicio de su derecho de dominio, el Estado regula las actividades


mineras y metalúrgicas y fiscaliza el aprovechamiento técnico y racional de
los recursos minerales.

El aprovechamiento de los recursos minerales se realiza mediante el


régimen de concesiones.

TITULO II

DE LOS RECURSOS MINERALES

CAPITULO 1

DE LA CLASIFICACION DE LOS RECURSOS MINERALES

Artículo (3).- Para los efectos de esta Ley se define como recursos
minerales todo depósito natural de sustancias inorgánicas que se encuentre
en la superficie o en las capas de la corteza terrestre.

Los recursos minerales, se clasifican en:


1. Metálicos:
2. No-Metálicos; y,
3. Gemas o piedras preciosas.

Los depósitos de minerales metálicos se denominan minas y los de


minerales no metálicos y de gemas preciosas, canteras.
Los residuos o pequeñas cantidades a granel de metales o piedras preciosas
existentes en terrenos de acarreo, cauces, playas, lechos de ríos y cuencas,
se denominan yacimientos detríticos.

Corresponde a la Autoridad Minera determinar la clasificación de las


sustancias minerales, en caso de duda sobre sus características.

TITULO III

ACTIVIDADES MINERAS

CAPITULO I

DE LA DEFINICION DE LA ACTIVIDAD MINERA

Artículo (4).- Son actividades mineras la prospección, exploración y


explotación de minas y canteras, el beneficio de sustancias minerales y la
comercialización de ellas.

CAPITULO II

PROSPECCION

Artículo (5).- La prospección tiene por objeto la investigación de un


prospecto con el fin de determinar indicios de depósitos minerales.

Artículo (6).- La prospección es libre en todo en territorio nacional, con


excepción de los perímetros en que, previo el procedimiento legal, el Estado
de Honduras haya otorgado un derecho minero y el mismo esté vigente o
cuando una solicitud para este último derecho, se encuentre en trámite ante
la autoridad minera.

Cuando se trate de terrenos de propiedad privada, deberá obtenerse


autorización escrita del propietario o poseedor legal; en caso de negatoria,
a petición de parte, la autoridad minera sumariamente resolverá lo
pertinente.

CAPITULO III

DE LA EXPLORACION Y EXPLOTACION

Articulo (7).- La exploración comprende todo el conjunto de trabajos para


la localización, determinación de la estructura de la mina, la morfología,
dimensiones y condiciones de la yacencia del cuerpo mineral, la tectónica de
la zona que lo contiene, el calculo de las reservas y el contenido y calidad
de la clase de minerales existentes en el mismo, determinando las
características geofísicas y geoquímica del perímetro explorado.
Artículo (8).- La explotación comprende las operaciones, trabajos y
labores mineras destinadas a la preparación y desarrollo de las minas y
canteras, para la extracción técnica y racional de los minerales, su
comercialización, incluyendo el beneficio, mismo que constituye un derecho
accesorio de la Concesión Minera, es decir, un proceso metalúrgico
complementario, regulado por esta Ley.

Artículo (9).- Las actividades de exploración y explotación se realizan bajo


el título de la Concesión Minera.

La Concesión Minera otorga a su titular el derecho a la exploración y


explotación de las sustancias minerales concedidas que se encuentran
dentro de un sólido de profundidad indefinida limitado por planos verticales
correspondientes a los lados de un cuadrado, rectángulo o polígono cerrado,
cuyos vértices están referidos a coordenadas Universales Transversales
Mercators (UTM).

La concesión minera constituye un derecho real distinto y separado de la


propiedad del predio donde se encuentra ubicada.

La concesión minera es un inmueble y sus partes integrantes y accesorias


siguen tal condición aunque se ubiquen fuera de su perímetro.

Son partes integrantes de la concesión minera, los recursos minerales


contenidos dentro de su perímetro según el tipo de concesión, y las labores
ejecutadas para aprovecharlos.

Son partes accesorias de la concesión minera, todos los bienes de propiedad


del concesionario minero que estén aplicados de modo permanente al fin
económico de la concesión, y que el concesionario identifique expresamente
con tal carácter para cualquier relación con terceros.

Artículo (10).- La unidad básica de medida superficial de las concesiones


mineras que se otorguen a partir de la vigencia de la presente Ley, es una
figura geométrica, delimitada por coordenadas Universales Transversales
Mercators (UTM), con una extensión de cien hectáreas según el Sistema de
Cuadrículas que oficializará la autoridad minera.

Las concesiones mineras se otorgarán en extensiones de 100 a 1,000


hectáreas, en cuadrículas o conjunto de cuadrículas colindantes al menos
por un lado, salvo en la plataforma marítima continental donde podrán
otorgarse en cuadrículas de cien a diez mil hectáreas.

El área de la concesión minera podrá ser fraccionada a cuadrículas no


menores de cien hectáreas.

Artículo (11).- Cuando dentro del área encerrada por una cuadrícula
existan licencias de exploración o concesiones de explotación peticionadas u
otorgadas con anterioridad a la vigencia de esta Ley, las nuevas solicitudes,
si bien se solicitarán por la integridad de la cuadrícula, solo comprenderán
las áreas libres de la cuadrícula o conjunto de cuadrículas.
Artículo (12).- Las concesiones mineras se clasifican en metálicas, no-
metálicas y de gemas o piedras preciosas.

Artículo (13).- El concesionario de sustancias metálicas adquiere el


derecho exclusivo de explorar y explotar todas las sustancias minerales
metálicas y no metálicas que se encuentren dentro del área de concesión.

Articulo (14).- El concesionario de gemas o piedras preciosas, adquiere el


derecho exclusivo de explorar o explotar los referidos recursos que se
encuentren dentro del área de concesión, así como las sustancias no
metálicas.

Articulo (15).- El concesionario de sustancias no metálicas adquiere el


derecho exclusivo de explorar y explotar todas las sustancias no metálicas
que se encuentren dentro del área de la concesión.

No se otorgaran concesiones no metálicas cuando sobre la misma área pre-


existe una concesión metálica o una de gemas o piedras preciosas.

Articulo (16).- El caso que hubiere solicitado una concesión metálica sobre
una previa de gemas o piedras preciosas o por el contrario, una de esta
ultima clase sobre una previa metálica, las concesiones podrán subsistir
siempre que se demuestre, a juicio de la autoridad minera, la factibilidad de
conducir ambas operaciones sin mayor interferencia entre ellas.

Sino es posible conducir simultáneamente ambas operaciones el nuevo


solicitante deberá acreditar que su concesión tiene mayor importancia
económica, en función del mayor valor útil de las reservas probado -
probables, y en cuyo caso se cancelara la concesión otorgada, previa
indemnización justipreciada a cargo del nuevo solicitante y se otorgara la
nueva solicitud de concesión. Por el contrario, si el nuevo solicitante no
acreditase la mayor importancia, se denegara su solicitud.

Articulo (17).- no se otorgara concesiones no metálicas dentro de los


quinientos metros medidos desde el eje de las carreteras nacionales.

Articulo (18).- Por excepción, los residuos o pequeñas cantidades de


metales o piedras preciosas a que se refiere el articulo 3, podrán ser
aprovechados libremente por personas naturales siempre y cuando las
operaciones se realicen de manera manual. Cuando un yacimiento detritico,
se explote por medios mecánicos sencillos, deberá obtenerse permiso de la
autoridad minera.

La autorización para la explotación de depósitos aluviales no metálicos, de


arcillas superficiales, arena, roca y demás sustancias aplicables
directamente a la construcción, será de competencia exclusiva de las
municipalidades correspondientes cuando la extracción no exceda de 10
metros cúbicos diarios, la explotación de volúmenes superiores requerirán
de la autorización de concesión minera.
En ningún caso estos trabajos podrán realizarse mediante minado
subterráneo dentro de concesiones mineras, ni tampoco interfiera con los
trabajos que realicen titulares de concesiones mineras.

CAPITULO IV

DEL BENEFICIOS

Articulo (19).- Beneficio es el conjunto de proceso físico, químicos y/o


fisicos-quimicos que se realizan para extraer o concentrar las partes
valiosas de los minerales y/o para purificar, fundir o refinar metales;
comprenden las etapas siguientes:

1. preparación mecánica. Proceso por el cual se reduce de tamaño se


clasifica y/o lava un mineral.

2. Metalurgia. Conjunto de procesos físicos, químicos y/o fisicoquímicos


que se realizan para concentrar y/o extraer las sustancias valiosas de los
minerales, y,

3. Refinación. Proceso para purificar los metales de los productos


obtenidos, de los procedimientos metalúrgicos anteriores.
Articulo ( 20 ).- La concesión de beneficio otorga a su titular el derecho a
extraer o concentrar la parte valiosa de un agregado de minerales
desarraigado y/o a fundir, purificar o refinar metales, ya sea mediante un
conjunto de procesos físicos, químicos o fisico- químicos.

La obtención de esta concesión será obligatoria para que aquellos que, no


siendo titulares de una concesión minera, capten minerales o productos
intermedios minerales de terceros con el fin de beneficiarios.

CAPITULO V
DE LA COMERCIALIZACION

Articulo ( 21 ).- El concesionario minero y el de beneficio, en su caso,


como personas autorizadas tienen la libre disposición de sus productos. La
comercialización de productos minerales es libre, interna y externamente y
para su ejercicio no se requiere el otorgamiento de una concesión.

Articulo ( 22 ).- los productos minerales comprados a personas


autorizadas para disponer de ellos no so reinvindicables. La compra hecha a
persona no autorizada, sujeta al comprador de la responsabilidad
correspondiente. El comprador esta obligado a verificar el origen de las
sustancias minerales.
TITULO IV

DE LOS DERECHOS COMUNES DE LOS TITULARES DE CONCESIONES

CAPITULO I

DE LAS BENEFICIOS Y GARANTIAS A LOS TITULARES DE


CONCESIONES

Articulo ( 23 ) .- Los titulares de concesiones gozan de los beneficios


siguientes:

1.- Al uso gratuito de la superficie de la concesión cuando se trate de


terrenos improductivos del Estado, para el fin propio de la concesión, sin
necesidad de la solicitud adicional alguna;

2.- Solicitar a la autoridad minera el derecho de uso gratuito de los terrenos


improductivos del Estado para el mismo fin, ubicados fuera de la concesión.

3.-Solicitar a la autoridad minera, autorización para establecer


servidumbres de terrenos de terceros que sean necesarios para la racional
utilización de la concesión. La servidumbre se establecerá previa
indemnización justipreciada , si fuere el caso, misma que será a cargo del
solicitante.

De oficio o a petición del propietario, la autoridad minera, previa


indemnización justipreciada, dispondrá la expropiación si la servidumbre
afecta el derecho de propiedad.

4.- Solicitar autorización para establecer servidumbres, en su caso, sobre


los terrenos superficiales de otras concesiones, siempre que no se impida o
dificulte la actividad minera de sus titulares.

5.- Construir en las concesiones vecinas, las labores que sean necesarias al
acceso, ventilación y desagüe de sus propias concesiones mineras,
transporte de los minerales y seguridad de los trabajadores, previa a la
indemnización correspondiente si causa daño y sin gravamen alguno por las
concesiones sirvientes, dejando en el sitio libre de costos para estas
concesiones, los minerales resultantes de las labores ejecutadas. Los
titulares de las concesiones sirvientes, podrán utilizar estas labores pagando
la respectiva compensación, cuyo monto fijara la autoridad minera a falta
de convenio de las partes.

6 .- Usar las aguas, dentro o fuera de la concesión, para el servicio


doméstico del personal de trabajadores y para las operaciones de
concesión, de conformidad con las disposiciones legales sobre la materia.

7.- Aprovechar las sustancias minerales contenidas en las aguas que


alumbren con sus labores.
8.- Solicitar a la autoridad minera inspeccione las labores de concesiones
mineras vecinas o colindantes, cuando sospeche internación o cuando tema
inundación, derrumbe o incendio, contaminación ambiental por el mal
estado de las labores de los vecinos o colindantes o por el desarrollo de los
trabajos que se efectúen en estos.

9.- Realizar sus operaciones directamente o por medio de terceros. En este


caso, la responsabilidad por la conducción de las operaciones es solidaria;

10.- Presentar solicitudes a la autoridad minera y obtener respuestas dentro


de los plazos legales. De no producirse respuesta de la autoridad dentro del
plazo señalado en la norma legal correspondiente, se considera de pleno
derecho que la solicitud a merecido aprobación tácita de la autoridad.

11.- Gozar de confidencialidad en lo atinente a la información técnica o


financiera que suministre a la autoridad minera, exceptuando los
requerimientos de la autoridad competente;

12.- A las franquicias, beneficios y garantías consignadas en esta ley; y,

13.- Suspender temporalmente operaciones cuando las condiciones de


mercado nacional o internacional no permitan continuar con las operaciones
mineras, así como, por motivos de caso fortuito o fuerza mayor. En ambos
casos el titular deberá dentro del mes siguiente a la suspensión, dar aviso
expreso a la autoridad minera indicando las razones que los motivaron.

La suspensión no exonera el pago del canon territorial.

Articulo (24).- Las concesiones mineras y de beneficio son irrevocables en


tanto el titular abone el canon territorial establecido en el articulo 35 y, en
su caso, la penalidad a que refiere el articulo 36 de la presente ley.

Articulo (25) .- Las concesiones mineras y de beneficio son transferibles,


transmisibles, renunciables, divisibles y gravables con arreglo al derecho
común y deberán escribirse en el registro correspondiente.

CAPITULO II

DEL REGIMEN DE TENENCIA DEL PROMEDIO SUPERFICIAL

Articulo (26) .- Sin menoscabo de la garantía de propiedad privada que


establece la Constitución de la República y que desarrolla el Código Civil en
lo que respecta al suelo comprendido en éste las capas inferiores y la del
espacio superior dentro de los planos verticales levantados en los linderos
de los inmuebles, hasta donde exige el interés del propietario, el derecho
minero concedido por el Estado constituye un título legal de carácter
completo y con la misma naturaleza jurídica real del dominio o propiedad.

Articulo (27) .- El titular de un derecho minero, de común acuerdo con los


dueños del terreno, o con la autoridad minera en caso de que el predio sea
un bien del Estado, podrá establecer sobre los terrenos superficiales en que
se ubiquen las concesiones mineras y de beneficios, las servidumbres
indispensables para desarrollar la actividad minera inherente a su derecho.

Articulo (28).- Las servidumbres de que trata esta Ley, por principios,
serán convenciones escritas otorgadas por los dueños del predio superficial
y el titular del derecho minero, pero en caso de que los interesados no se
pusieran de acuerdo, las servidumbres serán impuestas por la autoridad
minera, la que previamente, convocara a una audiencia de conciliación de
intereses y fracasada ésta constituirá la servidumbre.

Articulo (29).- Las servidumbres convenidas o impuestas en todo caso,


contendrá la obligación del concesionario de indemnizar al dueño del
terreno de los danos y prejuicios que causen a los predios provenientes del
uso y disfrute de la servidumbre, previa evaluación pericial ordenada por la
autoridad minera.

Articulo (30).- La acción judicial que se promoviera para oponerse a la


constitución de una servidumbre o para evitar el uso y disfrute de las
misma, no impedirá ni suspenderá los trabajos mineros propios del derecho
otorgados por la autoridad minera.

Articulo (31).- Las servidumbres que se constituyan conforme al presente


titulo deberá inscribirse en el Registro correspondiente y a partir de su
inscripción se consideraran parte integral de la concesión minera.

Articulo (32).- Los titulares de un derecho minero, comprobada la


imposibilidad de ejecutar los beneficios de la concesión o de usar una
servidumbre convenida o impuesta, por acciones provenientes directa o
indirectamente del propietario del predio superficial, podrán solicitar ante la
autoridad competente la expropiación forzosa por causa de utilidad y
necesidad publica en los términos y procedimientos que señale la Ley.

TITULO V

DE LAS OBLIGACIONES DE LOS TITULARES DE CONSECIONES

CAPITULO I

DE LA PRODUCCION MINERA Y EL CANON TERRITORIAL

Articulo (33).- La concesión minera obliga a la ejecución del proyecto de


inversión para la producción de sustancias minerales, en los términos
previstos en la misma.

La producción no podrá ser inferior al equivalente en moneda nacional a


QUINIENTOS DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA (US$
500.00) por año y por hectárea otorgada, tratándose de sustancias
metálicas y del equivalente en moneda nacional a CIENTO CINCUENTA
DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS (US$ 150.00) por año y por hectárea
otorgada, tratándose de sustancias no metálicas o de gemas o piedras
preciosas.

La producción deberá iniciarse no más tarde del vencimiento del octavo


año, contando a partir del año en que se hubiere otorgado la concesión, con
excepción de las concesiones mineras de sustancias no metálicas y de
gemas o piedras preciosas en las cuales las producciones mínimas deberá
de obtenerse no más tarde del vencimiento del cuarto año en que se otorgó
la concesión.

La producción deberá acreditarse con liquidaciones de venta otorgada con


las formalidades exigidas por las regulaciones comerciales y tributarias.

Dichas liquidaciones de venta deberán presentarse ante la autoridad minera


juntamente con la Declaración Anual Consolidada de que trata el artículo 42
de la presente ley.

Articulo (34).- Para el computo de la producción mínima a que se refiere


el articulo anterior, el titular de más de una concesión minera podrá
consolidar, formando parte del conjunto de la producción, la que hubiere
obtenido y comercializado de las concesiones mineras de las que sea titular,
agrupadas en un cuadrado de cinco Kilómetros por cada lado. Para este
efecto, se considera titular al concesionario o al tercero que aproveche las
sustancias minerales, por contrato con el concesionario.

Articulo (35).- A partir del año en que se hubiere formulado la solicitud, el


concesionario minero estará obligado al pago del Canon territorial.

El canon territorial se abonará de la manera siguiente:

1. El equivalente en moneda nacional a VEINTICINCO CENTAVOS DE


DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA (US$ 0.25) por año y por
hectárea o fracción, otorgada o solicitada, tratándose de concesiones
metálicas durante lo primeros cuatro (4) años.

2. El equivalente en moneda nacional a SETENTA Y CINCO CENTAVOS DE


DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA (US$ 0.75) por año y por
hectárea o fracción otorgada o solicitada, tratándose de concesiones
metálicas durante el quinto y sexto año.

3. El equivalente a moneda nacional a UNO CINCUENTA DE DÓLAR DE


LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA (US$ 1.50) por año y por hectárea o
fracción otorgada o solicitada, tratándose de concesiones metálicas durante
el séptimo y octavo año.

4. El equivalente en moneda nacional a TRES DOLARES DE LOS ESTADOS


UNIDOS DE AMERICA (US$ 3.0) por año y por hectárea o fracción otorgada
o solicitada, tratándose de concesiones metálicas a partir del noveno año.

5. El equivalente a moneda nacional a VEINTICINCO CENTAVOS DE


DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA (US$ 0.25) por año y por
hectárea o fracción otorgada para concesiones no metálicas o de gemas o
piedras preciosas durante el primer y segundo año.

6. El equivalente en moneda nacional a UNO CINCUENTA DE DÓLAR (US$


1.50) por año y por hectárea o fracción otorgada para concesiones no
metálicas o de gemas o piedras preciosas a partir del tercer año.

El canon territorial correspondiente al año en que se formulen las solicitud


de la concesión minera, deberá abonarse y acreditarse con motivo de la
formulación de la misma, en todo caso y para el evento que la solicitud
fuese denegada el valor abonado no será reembolsable.

El canon territorial correspondiente al segundo año, computado a partir del


uno de Enero del año siguiente a aquel en que se hubiere formulado la
solicitud de la concesión minera, deberá abonarse en la primera quincena
del mes de Enero del año siguiente. Igual regla se aplicará para los años
que siguen.

Los permisionarios y concesionarios de derechos mineros, otorgados antes


de la vigencia de esta ley, abonarán el canon minero en los valores que se
establecen en este Artículo. En este caso se computará como primer año, el
año en que entre en vigencia la presente ley.

Articulo (36).- En caso no se cumpliese con lo dispuesto con el artículo 33


de la presente Ley, a partir del noveno año computado desde aquel en que
se hubiere otorgado la concesión minera, el concesionario deberá abonar,
adicional al canon territorial una penalidad equivalente en moneda nacional
a SEIS DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS (US$ 6.00) por año y por
hectárea, tratándose de concesiones metálicas y de US$ 3.00 por
concesiones no metálicas y de gemas o piedras preciosas. Esta penalidad se
duplicará anualmente mientras que el concesionario no alcance la
producción mínima establecida en el articulo 33 de la presente ley.

Articulo (37). La sustentación del pago del canon territorial y de la


penalidad, en su caso, se efectuará con la Declaración Anual Consolidada de
que se trata el articulo 42 de la presente ley.

Articulo (38). Aquellos concesionarios mineros que, luego de haber


iniciado la etapa de explotación, dejaran de producir según el parámetro
establecido según el Artículo 33 de la presente ley, pagarán además del
canon territorial, la penalidad establecida en el Artículo 36, salvo que la
misma obedezca a lo establecido en el numeral 13), del articulo 23 de la
presente ley, en cuyo caso solo continuará pagando el canon territorial.
CAPITULO II

DE LAS CONCESIONES POR BENEFICIO

Articulo (39 ).- A partir del año en que se hubiere iniciado el beneficio de
minerales, el titular de una concesión de beneficio, estará obligado al pago
equivalente en moneda nacional, del Canon de Beneficio, en un monto
anual según su capacidad instalada, del modo siguiente:

Hasta 300 toneladas métricas


US$ 250.00
por día (TM/día)
Mas de 300 toneladas métricas
por día y hasta 500 toneladas US$ 500.00
métricas por día (TM/día)
Mas de 1,000 toneladas
métricas por día y hasta 5,000
US$ 2,500.00
toneladas métricas por día
(TM/día)
Mas de 5,000 toneladas
US$ 5,000.00
métricas por día TM/día
CAPITULO III

OBLIGACIONES COMUNES

Articulo (40).- Todo titular de derechos mineros esta obligado a ejecutar


las labores propias de su actividad de acuerdo a sistemas, métodos y
técnicas que tiendan al eficiente desarrollo de la actividad con sujeción a las
normas de seguridad e higiene y ambientales aplicables a la industria
minera, según normas aceptadas internacionalmente.

Si en el desarrollo de tales actividades se causaren daños a terceros queda


el titular de la concesión obligado a indemnizarles por el perjuicio que les
cause.

Articulo (41).- Los titulares de derecho mineros están obligados a facilitar


en cualquier tiempo, el libre acceso a la autoridad minera o la entidad que
esta designe, para la fiscalización de las obligaciones que les correspondan
quienes tendrán a tal efecto el carácter de agentes de autoridad pública.

Articulo (42).- Todo titular de derechos mineros está obligado a presentar


anualmente y dentro de los tres primeros meses del año siguiente, ante la
autoridad minera un informe técnico, económico y ambiental de las
operaciones mineras desarrolladas en el año inmediatamente anterior que
se denomina Declaración Anual Consolidada, solo podrá ser suministrada
por la Autoridad Minera.

La información contenida en la Declaración Anual Consolidada, será


proporcionada por la Autoridad Minera a otros Organismos del Estado, de
oficio a petición de estos, de manera que cualquier información contenida
en la Declaración Anual Consolidada, solo podrá ser suministrada por la
Autoridad Minera.

Articulo (43).- Cuando durante la ejecución de las labores propias de su


concesión o de los trabajos y obras accesorias, el titular se introdujere en
área o concesión ajena sin autorización, queda obligado a paralizar sus
trabajos tan pronto tenga conocimiento del hecho y a devolver al dueño el
valor de los minerales extraídos, sin deducir costo alguno y a pagarle una
indemnización si además hubiere causado daño.

TITULO VI

DE LOS PROCEDIMIENTOS DE CONCESIONES MINERAS Y


BENEFICIOS

CAPITULO I

DEL ORDEN DE PRIORIDADES

Articulo (44).- El estado garantiza que los procedimientos mineros


responden a principios de certeza, simplicidad, publicidad, uniformidad y
eficiencia.

Articulo (45).- En caso de 2 o más peticionarios de concesión minera


soliciten la misma área, se amparará al que primero presento su solicitud,
salvo lo previsto en los artículos 13 al 16 de la presente Ley.

Articulo (46).- Mientras se encuentre en trámite una solicitud de


concesión minera y no haya sido resuelta definitivamente, no se admitirá
ninguna solicitud sobre la misma área, cualquiera que fuere el peticionario
ni aún condicionada a la resolución denegatoria, salvo lo previsto de los
artículos del 13 al 16 de la presente Ley.

Articulo (47).- Si al presentarse el trámite una solicitud minera se


advirtiese que se superpone totalmente sobre otra anterior será denegada
la petición, y archivado su expediente sin ulterior trámite.

Si la superposición es parcial, la Autoridad Minera requerirá un nuevo


solicitante para que reduzca la petición respetando el área de la solicitud
anterior.
CAPITULO II

INHABILIDADES PARA ADQUIRIR DERECHOS MINEROS

Articulo (48 ). Ostentan capacidad para los efectos de titularidad de


concesiones mineras y de beneficios, toda persona natural o jurídica
constituida en el país o autorizada para ejercer el comercio en Honduras,
que conforme a las disposiciones de la Legislación Nacional vigente, sean
legalmente capaces y sujetos de derechos y obligaciones.

Se exceptúan:

1) El presidente de la República designados presidenciales, Diputados al


Congreso Nacional, magistrados y jueces, secretarios y sub-secretarios de
Estado, procurador y sub procurador de la República, Fiscales del Ministerio
Público y Directores Generales. Quedan inhabilitados los parientes en el
cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad;

2) Los Gobernadores Políticos Departamentales, Alcaldes y Regidores


miembros de las Fuerzas Armadas y Policiales en el territorio en donde
ejerzan jurisdicción. Asimismo, queda inhabilitados los parientes en el
cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad;

3) Los funcionarios y empleados públicos que directa o indirectamente,


intervienen, dictaminan o resuelven en la materia minera. Esta
inhabilitación se extiende hasta dos (2) años de haber finalizado sus
funciones; y,

4) Los insolventes con el estado de Honduras que en lo atinente a


obligaciones mineras o relacionadas con éstas.

Quienes no podrán solicitar adquirir o poseer directa o indirecta derechos


mineros mientras ejerzan sus funciones o duren en los cargos para los que
fueron electos o nombrados o mientras persista la situación que los
inhabilite.

La adquisición de derechos por personas inhabilitadas en esta ley es nula


ipso-jure y lo adquirido se sujetará a lo dispuesto en el Capitulo VII del
presente título.

Los accionistas, socios, directores, gerentes, administradores, trabajadores


y contratistas de titulares de una concesión minera, no podrán solicitar para
sí concesiones en un radio de 10 kilómetros de cualquier punto del
perímetro que encierre el área en donde se ubique las concesiones de las
personas a las cuales están vinculadas, salvo autorización expresa del
titular. Las personas afectadas tienen el derecho de personarse en la
solicitud respectiva dentro de 30 días de efectuada la publicación a que se
refiere el artículo 54. Si la persona afectada no hiciese uso de este derecho
en el plazo señalado, desaparecerá el impedimento.
CAPITULO III

DEL OTORGAMIENTO DE CONCESIONES MINERAS

Articulo (49) .- El procedimiento para el otorgamiento de concesiones


mineras, se establece a través de una jurisdicción nacional, a cargo de la
autoridad minera a que se refiere él titulo XII de la presente Ley.

Para tal efecto, la autoridad minera deberá llevar un sistema de cuadriculas


de cien hectáreas cada una, dividiendo el territorio nacional con arreglo a
coordenadas Universales Trasversales Mercators (UTM) e incorporara en
dichas cuadriculas a las solicitudes que se vayan formulando.

Articulo (50).- El interesado deberá presentar la solicitud de concesión


ante la Autoridad Minera, abonando al canon territorial correspondiente al
año en que se hubiere formulado la solicitud, debiendo acompañar los
documentos y cumplir los requisitos que se establezcan en esta Ley y su
Reglamento.

En caso de que la solicitud sea formulada por dos o más personas, deberá
asignar un apoderado común.

La solicitud deberá indicar los coordenadas Universales Transversales


Mercators (UTM) de la cuadricula o conjunto de cuadrículas colindantes, al
menos por un lado, sobre las que se solicite la concesión respetando
derechos preexistentes.

Articulo (51).- En caso de que se advirtiera las existencias de solicitudes o


concesiones mineras, sobre la misma cuadrícula o conjunto de cuadrículas,
la autoridad minera, denegará la nueva solicitud y ordenará la reducción a
la cuadricula o conjunto de cuadriculas libres.

Articulo (52).- En caso de que se advirtiera la existencias de concesiones


mineras ya otorgadas o solicitadas con anterioridad, en parte de la misma
cuadricula o conjunto de cuadriculas la nueva solicitud solo comprenderá el
área libre cubierta por la cuadricula o conjunto de cuadriculas solicitadas.

Articulo (53).- Si se presentan simultáneamente solicitudes sobre una o


varias cuadriculas, se rematará el área entre los peticionarios. La Autoridad
Minera, señalará el día y hora del remate, que no podrá ser antes de diez
(10) días ni después de treinta (30) días a partir de la fecha de
presentación de las solicitudes.

Con la presencia de los interesados que concurran a la hora señalada, la


autoridad minera recibirá las ofertas de los postores que deberán
entregarse en sobres cerrados, adjudicándose el derecho al postor que
hubiere presentado la oferta más alta.

El adjudicatario del remate deberá pagar el monto de su oferta dentro del


plazo de tres (3) días hábiles siguientes a la adjudicación, bajo
apercibimiento de tenerse por abandonada y adjudicarse la concesión al
postor que hubiere hecho la oferta más alta.

Si no presentaren postores se declarará desierto el remate, procediéndose a


publicar el área como denunciable.

Articulo (54).- Admitida que sea la solicitud, dentro de los quince (15)
días calendario siguiente a su admisión, la autoridad minera ordenará de la
publicación por una sola vez y a cargo del peticionario del Diario Oficial " LA
GACETA " y otro diario de amplia circulación en el país, de un extracto del
contenido de la solicitud.

Articulo (55).- Dentro de los quince (15) días calendario contados a partir
de la publicación, establecida en el artículo anterior, de no mediar
oposición, se evaluara la solicitud de la perspectiva técnica y legal. Si
mediare oposición, la evaluación de la solicitud se efectuará una vez
agotado el procedimiento de oposición, si esta fuera denegada.

Emitidos los dictámenes técnicos y legal, la autoridad minera resolverá


otorgando el titulo de concesión en un término no mayor de diez (10) días y
procederá a inscribirla en su partida registral, si se reúnen los requisitos si
se para su otorgamiento o denegará la petición.

A partir de la fecha de inscripción de la concesión, el titular estará en


aptitud de ejercer sus derechos.

Articulo (56).- Por el titulo de la concesión, el Estado reconoce al


concesionario minero el derecho de ejercer exclusivamente, dentro de una
superficie debidamente delimitada, las actividades inherentes a la
concesión, así como, los demás derechos y obligaciones, que le reconoce
esta ley.

CAPITULO IV

DE LAS CONCESIONES DE BENEFICIO

Articulo (57 ).- El solicitante de una concesión de beneficio, deberá


presentar su solicitud ante la autoridad minera acompañando la siguiente
información técnica:

1. Una memoria descriptiva de la planta y de sus instalaciones


principales, auxiliares y complementaria, indicando la clase de mineral que
será tratado, capacidad de toneladas métricas por día, procedimientos de
beneficio, reactivos, naturaleza de los productos finales de desecho y forma
como se acumularán los relaves y la devolución de las aguas de
decantación, capacidad de depósito de relaves, su distancia a poblaciones o
zonas agrícolas más próximas, instalaciones para el almacenamiento de
agua necesaria y distribución de agua necesaria a los fines industriales y
domésticos y el diagrama de flujo de la planta.
2. Plano topográfico a escala 1/500 con indicación del o de los perímetros
escogidos para realizar las instalaciones, señalando las ares agrícolas,
cultivadas o de vocación agrícolas, trazado esquemático de redes de agua,
desagüe y eléctrica, proyección de edificaciones, vías de acceso,
campamentos, patios de desmonte y colas, canales de conducción de
relaves y en general, toda aquella obra que modifique el paisaje original.
Adicionalmente se indicará los linderos de los propietarios del terreno
superficial.

3. Cortes longitudinales y secciones topográficas del terreno, indicando


muros de contención, obras de represamiento, tuberías de decantación,
acequías de desviación. Además, se indicará la distribución vertical de las
instalaciones de la planta, desde la tolva de recepción del mineral hasta la
evacuación de los productos finales.

4. La sección vertical del muro de contención y tubería de decantación de


la presa de las colas.

5. Informes sobre las medidas de seguridad e higiene en las instalaciones


principales auxiliares y complementarias;

6. Esquema del tratamiento, control y muestreo de los afluentes que


pudieran afectar el medio ambiente; y,

7. Autorización de uso de aguas.

Los requisitos anteriores también le serán exigidos a todo titular de


concesión minera que pretenda realizar actividades de beneficio; de igual,
manera deberá observar lo dispuesto del articulo 59 de la Ley.

Articulo (58).- Admita que sea la solicitud, dentro de los quince (15) días
calendario siguientes a su admisión, la Autoridad Minera ordenará la
publicación, de un extracto del contenido de la misma, por una sola vez y a
cargo del peticionario, en el Diario Oficial "LA GACETAíí y otro diario de
amplia circulación en el país.

Dentro de los quince (15) días calendarios siguientes a la publicación de que


trata el párrafo anterior y de no mediar oposición, se evaluara la solicitud
desde la perspectiva técnica y legal. Si mediare oposición, la evaluación de
la solicitud se efectuará una vez agotado el procedimiento de oposición, si
ésta fuera denegada.

Emitidos los dictámenes técnico y legal y agotado el trámite, si se cumplen


los requisitos ordenados en esta Ley, la Dirección Ejecutiva de Fomento a la
Minería (DEFOMINH) dictará resolución para que se celebre el contrato
respectivo entre el Secretario de Estado en los Despachos de Recursos
Naturales y Ambiente y el Peticionario término no mayor de diez (10) días.

A partir de la fecha de inscripción de la concesión, el titular estará en


facultad de ejercer sus derechos.
Articulo (59). Concluidas la construcción e instalación de la planta, el
interesado dará aviso a la autoridad minera para que proceda a ordenar una
inspección a fin de comprobar que la obra se ha efectuado de conformidad
con el proyecto original, en lo que se refiere a seguridad e higiene minera e
impacto ambiental.

La diligencia de inspección deberá de iniciarse dentro de los treinta (30)


días hábiles siguientes a la fecha en que fue solicitada.

Si el informe de la inspección fuera favorable, la autoridad minera


procederá a la inscripción en la partida registral.

En el caso que el informe de la inspección resultare desfavorable, la


autoridad minera concederá un plazo prudencial acorde a la obra, para
efectuar las correcciones necesarias, realizándose una nueva inspección al
efecto. Si el informe de esta nueva inspección resultare desfavorable se
denegará la concesión de mérito, pero el solicitante tendrá derecho a pedir
por una sola vez y con las debidas justificaciones, es un término no mayor
de cinco (5) días hábiles contados a partir de la notificación; un plazo
extraordinario de ciento ochenta (180) días máximo, a efecto de subsanar
las deficiencias a satisfacción de la autoridad minera, en caso contrario se le
denegará la concesión.

CAPITULO V

DE LA OPOSICION A LA CONCESION MINERA O DE BENEFICIO

Articulo (60). La oposición es un procedimiento administrativo para


impugnar la validez de la solicitud de una concesión minera a concesión de
beneficio; procedimiento que podrá ser formulado por cualquier persona
natural o jurídica que se considere legítimamente afectada en su derecho.

La oposición se presentará ante la Autoridad Minera, dentro del término de


quince (15) a partir de la publicación de la solicitud para el otorgamiento del
contrato de concesión, debiéndose acompañar con el primer escrito toda la
prueba pertinente.

Presentada la oposición, la autoridad minera citara las partes a una


audiencia que se efectuará a más tardar diez (10) días después de la
notificación a ambas partes. Si el opositor no concurre a la audiencia, se
tendrá por abandonada la oposición. Si fuere la otra parte la que no
concurre, se citará a una nueva audiencia dentro del plazo de seis días,
contados a partir de la notificación, bajo apercibimiento de continuarse el
trámite de su rebeldía.

Si las parte se ponen de acuerdo en la audiencia se levantara acta, y la


autoridad minera expedirá la resolución que corresponde. En caso de
desacuerdo o de rebeldía, de oficio o a petición de parte, la Autoridad
Minera ordenará las pruebas que se consideren necesarias, que se
ejecutarán dentro del plazo máximo de treinta (30) días transcurrido este
plazo se expedirá la resolución que corresponda, con arreglo a derecho.

Articulo (61). Las cuestiones contenciosas que no tienen tramitación


especial señalada en la presente Ley, se sujetarán en lo pertinente al
procedimiento establecido en el artículo anterior y como norma supletorias
inmediatas la Ley de Procedimiento Administrativo, en lo que conducente.

CAPITULO VI

EXTENSION DE CONSECIONES A SU DESTINO

Articulo (62). Las concesiones se extinguen por cancelaciones, nulidad y


renuncia.

Articulo 63). Es causal de cancelación de las concesiones mineras y de


beneficio, en no pagar oportunamente el canon territorial, el canon de
beneficio o la penalidad según sea el caso, durante dos (2) años
consecutivos.

Articulo (64). Se cancelara de oficio o a petición de partes de las


solicitudes o concesiones que se superpongan a derechos adquiridos
previamente.

Articulo (65). Es causal de anualidad de las concesiones haber sido


solicitado por persona inhábil, según el articulo 48 de la presente ley.

Articulo (66). Por resolución de la autoridad minera se declarará la


cancelación, nulidad y renuncia de los derechos mineros, efectuándose la
inscripción pertinente en el Registro respectivo.

Articulo (67). La renuncia total o parcial de un derecho minero solo podrá


hacerlo el titular del mismo, ante la Autoridad Minera.

Articulo (68). Las áreas correspondientes a solicitudes o concesión


canceladas, anuladas o renunciadas, no podrán solicitarse mientras no se
halla publicado como denunciables.

Articulo (69). En el primer trimestre de cada año se publicara una vez en


el Diario Oficial LA GACETA, por dos veces consecutivas y en un diario de
amplia circulación en el país, las áreas de concesiones mineras que se
hubieren extinguido en el año calendario anterior por cancelación, nulidad y
renuncia, con indicación de las coordenadas Universales Transversales
Marcators(UTM) de sus vértices.

Dichas áreas podrán ser nuevamente solicitadas, a partir del primer día
hábil del mes de Mayo del año que se hubiere efectuado la publicación a lo
que se refiere el Artículo anterior.
Articulo (70). Por la nueva concesión su titular adquiere, sin gravamen
alguno, las labores mineras que hubiesen sido ejecutadas dentro del área
de la concesión minera por el anterior concesionario así mismo, el nuevo
concesionario podrá:

1. Usar los terrenos superficiales aledaños a la concesión que usó el


anterior concesionario.

2. Continuar con el uso del terreno que hubiere expropiado el titular


anterior, sin costo; y,

3. Mantener las servidumbres que se hubieren establecido para el fin


económico de la concesión, en los mismos términos y condiciones en que se
constituyeron.

Articulo (71). El anterior concesionario dispondrá de un plazo de seis (6)


meses, desde que se hubiere publicado la libre denunciabilidad del área de
su concesión extinguida, para retirar las partes accesorias, que se
encontraren en el área de ella. De no hacerlo en ese plazo, el nuevo
concesionario estará autorizado a removerlos o disponer de ellos previa
resolución de la Autoridad Minera.

TITULO VII

DEL REGIMEN TRIBUTARIO

CAPITULO I

NORMAS ESPECIALES

Articulo (72). Las actividades mineras y metalúrgicas están sujetas


exclusivamente al régimen tributario siguiente:

1. Al Impuesto Sobre la Renta. La determinación de la renta gravable se


sujetará a las normas de la Ley del Impuesto sobre la Renta y las Especiales
del Artículo 73 de la presente Ley;

2. Al Impuesto Sobre Ventas que no se aplica a las exportaciones ni a las


transacciones que internamente se realicen para tal propósito, incluyendo la
tradición de productos mineros a un beneficiador con propósitos de
exportación, y,

3. Al Impuesto Municipal que se crea según el artículo 105 de esta ley y a


las tasa por servicios administrativos y públicos que presten al municipio.

Articulo (73). Las siguientes normas especiales se aplicarán para la


determinación del Impuesto Sobre la Renta de la actividad minera y
metalurgia:
1. La tasa de depreciación de activos fijos es de veinte por ciento (20%)
anual como tasa global;

2. Los gastos de exploración se castigan en el ejercicio en que se realizan,


o se difieren para ser amortizados en función al plazo estimado de
explotación de las reservas probables de la mina, determinadas al inicio de
la actividad de explotación a elección del contribuyente.

3. El valor de adquisición de derechos mineros, de parte de particulares,


se amortiza de acuerdo a la segunda alternativa contemplada en el numeral
anterior,

4. Los gastos de desarrollo y preparación, podrán deducirse íntegramente


en el ejercicio en que se incurra o mediante amortizaciones anuales en los
períodos subsiguientes.

5. Las perdidas acumuladas podrán compensar totalmente con las


utilidades que se generen a partir del primer año en que estas se produzcan
en los tres (3) años siguientes; y,

6. El impuesto sobre los activos no es aplicable a las empresas pre


operativas y a aquellas operativas durante los cinco (5) primeros años
contados desde el inicio de las actividades productivas.

Articulo (74). Todo equipo, maquinaria, repuestos y materiales necesarios


utilizados en el desarrollo eficiente y económico de las operaciones mineras,
con excepción de derivados del petróleo y vehículos de carácter no
productivo en la actividad minera, podrán importarse exentos del pago de
impuestos de importación y derechos aduaneros mientras se mantengan en
vigencia la concesión, para tal fin el Reglamento de esta Ley señalará el
procedimiento de exoneración.

TITULO VIII

DEL REGIMEN DE ESTABILIDAD TRIBUTARIA

CAPITULO I

DEL PROGRAMA DE INVERSION Y GARANTIAS

Articulo (75). Las empresas que inicien actividades mineras o


metalúrgicas, con inversiones superiores o equivalente a DIEZ MILLONES
DE DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA (US$10,000,000) o
las empresas que encontrándose en producción amplíen sus actividades
minero metalúrgicas, con inversiones superiores en moneda nacional
equivalentes a VEINTE MILLONES DE DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS
DE AMERICA (US$ 20,000,000) gozarán del régimen tributario que les
garantizará mediante contrato suscrito con el Estado, por un plazo de diez
(10) años contados a partir del año siguiente a aquel en que se acredita la
ejecución de la inversión.

En nuevos proyectos minero-metalúrgicos o en empresas que


encontrándose en producción amplíen sus actividades minero-metalúrgica
con inversión que se exceda los TREINTA MILLONES DE DOLARES (US$
30,000,000), el plazo de estabilidad tributaria se le otorgará por quince
(15) años.

El efecto del régimen de estabilidad tributaria recaerá exclusivamente en la


actividad que se desarrolle la empresa en una concesión minera o en un
conjunto de concesiones mineras determinando según la regla del Artículo
34 de esta Ley o en la actividad que desarrolle a través de una concesión de
beneficio.

Articulo (76). El régimen de estabilidad tributaria a que se refiere el


Artículo anterior de esta ley, garantiza al titular de actividad minera lo
siguiente:

1. Estabilidad tributaria, por la cual la empresa quedara sujeta


únicamente al régimen tributario vigente a la fecha de aprobación del
programa de inversión, no siéndole de aplicación ningún tributo que se cree
con posterioridad. Tampoco le será de aplicación los cambios que pudieren
introducirse en el régimen de determinación y pago de los tributos que le
sean aplicables, cuando estos impliquen un incremento; y,

2. Libre comercialización interna y externa de sus productos minerales.

Articulo (77). Los titulares de la actividad minera, comprendidos en los


alcances del Artículo 75 de la presente Ley, para gozar los beneficios
señalados en el Artículo anterior, presentarán ante la autoridad minera con
carácter de declaración jurada, un programa de inversiones con plazo de
ejecución.

El programa deberá ser aprobado dentro de cuarenta y cinco (45) días


hábiles, transcurridos estos y de no haber pronunciado de la autoridad, se
tendrá por automáticamente aprobado en este ultimo día.

El cumplimiento del programa se acreditara con declaración jurada


refrenada por auditor externo.

Articulo (78). Los beneficios establecidos en el presente Título son de


carácter opcional, y los que clasifiquen para ellos serán inscritos por la
Autoridad Minera en sus registros, entregándoles un certificado que acredite
su condición, los modelos serán elaborados por la autoridad minera.

Dichos certificados deberán incorporar todas las garantías establecidas en


ese Título.
TITULO IX

DE LA REGULACION AMBIENTAL

CAPITULO I

DEL ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL

Articulo (79).- Los titulares de concesiones que proyecten el inicio de


actividades de explotación o beneficio, deberán presentar ante la autoridad
minera un cronograma de actividades propuestas que definan en el tiempo
las etapas a desarrollar en la fase de explotación o beneficio de minerales,
los titulares de concesiones tendrán un plazo de dieciocho meses contados a
partir de la finalización de la etapa de factibilidad para presentar ante la
Autoridad Minera un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) preparado por
profesionales ambientalistas y aprobado por la Autoridad Minera, fijando de
manera clara, coherente y posible, las medidas de prevención y mitigación
del ecosistema afectado por la explotación o el beneficio de minerales.

El concesionario deberá ajustarse totalmente a las normas ambientales y a


las contenidas en el Estudio de Impacto Ambiental aprobado.

El estudio de impacto ambiental deberá contener como mínimo:

1. Resumen Ejecutivo, será la suma del contenido del Estudio del Impacto
Ambiental (EIA);

2. Antecedentes; será la descripción resumida de los aspectos legales de


la actividad a realizar;

3. Introducción; contendrá la descripción del proyecto y costos estimados


del mismo.

4. Descripción del área del proyecto.

5. Descripción de las actividades a realizar;

6. Efectos previsibles de la actividad en relación a la salud humana, flora


y fauna, ecosistema, recursos hídricos, vías de comunicación y otros
aspectos del entorno del área de proyecto;

7. Control de los efectos;

8. Evaluación y control ambiental.

Articulo (80).- El titular de una concesión minera que ejecute las labores
de explotación esta obligado al cumplimiento de las medidas de mitigación
establecidas por la Autoridad Minera de consumo con la Dirección General
de Evaluación y Control Ambiental.
Articulo (81).- El titular de una concesión minera que ejecute labores de
exploración está obligado al cumplimiento de las medidas de mitigación
establecidas en el Acuerdo Ejecutivo 070-95 de fecha 1 de Julio de 1995 ,
en relación con el Acuerdo Ejecutivo número 015-96 de fecha 22 de
noviembre de 1996. Hasta tanto la autoridad minera ponga en vigencia el
Manual de Política Ambiental Minera.

Articulo (82).- En caso de contravención del Artículo anterior, la autoridad


minera requerirá por escrito al titular de derecho minero para que cumpla
con las regulaciones ambientales impuestas, o en su caso para que se
abstenga de la utilización de medios o prácticas inadecuadas en el proceso
minero, otorgándole un tiempo prudencial para que realice los cambios
necesarios; si no lo hiciere, la autoridad minera, previa investigación podrá
establecer la sanción que corresponda.

Articulo (83).- La autoridad minera fijara por los procesos mineros, los
factores que considere causan impacto negativos en el ambiente, las
disposiciones de prevención de la contaminación del medio o de la
degradación de los recursos naturales, fijaran los estándares ambientales
en la actividad minera y los contenidos mínimos del Estudio de Impacto
Ambiental. Con dichos elementos creará el Manual de Política Ambiental
Minera, como parte de la Política Ambiental Nacional.

Articulo (84).- Cualesquiera denuncia contra titulares de derechos mineros


por incumplimientos de normas ambientales, exigirá para su tramitación la
evaluación previa de las mismas por la autoridad minera.

TITULO X

DEL BIENESTAR Y SEGURIDAD LABORAL


CAPITULO I

DE LAS MEDIAS DE PREVENCION, HIGIENE Y SEGURIDAD LABORAL

Articulo (85).- Las empresas podrán convenir con sus trabajadores


jornadas de trabajo que significan la acumulación de varios días de trabajo
por varios días continuos de descanso.

Asimismo, podrán establecer sistemas de operación y contratación


relacionados con la vivienda, servicios educativos, de salud, sociales,
distintos al concepto tradicional de campamento minero.

Articulo (86).- Las personas naturales o jurídicas dedicadas a las


actividades de la industria minera tienen la obligación de proporcionar las
condiciones de prevención, higiene y seguridad en el trabajo. Coordinado
por un profesional competente.
Articulo (87).- Los trabajadores están obligados a observar rigurosamente
las medidas preventivas y disposiciones que acuerden las autoridades
competentes y las que establezcan los empleadores sobre seguridad.

Articulo (88).- Anualmente los empleadores deberán presentar a la


Dirección ejecutiva de Fomento al a Minería (DEFOMIN) el Programa Anual
de Prevención, Seguridad e Higiene para el siguiente año. Asimismo, los
concesionarios presentarán con la Declaración Anual Consolidada a que se
refiere el articulo 42 de esta ley, un informe de las actividades efectuadas
en este campo durante el año anterior.

Articulo (89).- En cada centro de trabajo se organizará un Comité de


Seguridad e Higiene en el que estarán representados los trabajadores.

Articulo (90).- Los empleados están obligados a desarrollar Programas de


Educación y Capacitación para el trabajo en las diferentes áreas de las
actividad minera.

Articulo (91).- El incumplimiento de las obligaciones a cargo de las


empresas que ejerzan, actividades mineras en los aspectos de prevención,
seguridad, higiene y medio ambiente, serán sancionado, de acuerdo a la
gravedad de la falta, con amonestaciones escritas, multa o suspención de
actividades de acuerdo a los criterios que establezca el Reglamento de esta
Ley sin perjuicio de enmendar la falto o reparar el daño.

TITULO XI

DE LA AUTORIDAD MINERA

CAPITULO I

DE LA CREACION DE LA AUTORIDAD MINERA

Articulo (92).- Crease La Dirección Ejecutiva de Fomento a la Minería que


se identificará con las siglas (DEFOMIN); como una entidad desconcentrada
de la Secretaria de Estado en los Despachos de los Recursos Naturales y
Ambiente, respecto de la cual funcionará con absoluta independencia
técnica, administrativa, presupuestaria y de gestión.

La Dirección Ejecutiva de Fomento a la Minería (DEFOMIN); constituye la


Autoridad Minera con jurisdicción nacional para conocer y agotar en vía
administrativa todos los asuntos que se señalan en la presente Ley.

En consecuencia, todas las funciones mineras incluyendo las que


actualmente ejercen otras autoridades en el resto del país constituyen
competencia privativa de la Dirección Ejecutiva de Fomento a la Minería
(DEFOMIN). Se exceptúa la aprobación de la política minera del país que es
responsabilidad del Presidente de la República por medio de la Secretaría de
Recursos naturales y Ambiente.
Articulo (93).- Son atribuciones de la Dirección Ejecutiva de Fomento a la
Minería (DEFOMIN):

1. Dirigir, coordinar, supervisar y ejecutar la política minera nacional.

2. Otorgar, modificar o extinguir concesiones mineras y de beneficio, y


otros derechos y obligaciones mineras de conformidad a esta ley;

3. Consolidar en un sistema de cuadriculas el área cubierta por las


concesiones mineras, permisos generales de exploración y permisos
especiales de explotación de canteras otorgados bajo el régimen del
Decreto Nº 143 de fecha 26 de Octubre de 1968;

4. Fiscalizar en coordinación con los Organismos competentes de las


Secretaría de Estado en los Despachos de Trabajo y Seguridad Social; y,
Salud, el cumplimiento de las normas de seguridad e higiene de las
empresas que realicen actividades mineras.

5. Fiscalizar, en coordinación con los organismos competentes de la


Secretaria de Estado en los Despachos de Recursos Naturales y Ambiente,
el cumplimiento de las normas de protección, restauración y manejo
sostenible del ambiente, por las empresas minero-metalúrgicas.

6. Consolidar, sistematizar, divulgar y mantener disponibles en un banco


de datos permanentes y actualizado información sobre los recursos
minerales del país, a través de un plan de publicaciones, biblioteca abierta y
disponibilidad de archivos magnéticos.

7. Elaborar y ejecutar el Manual de Política Ambiental Minera.

8. Las demás que le confiere la Ley y su Reglamento.

CAPITULO II

DE LA ESTRUCTURA ORGANIZATIVA DE LA DIRECCION EJECUTIVA

Articulo (94 ).- La estructura orgánica mínima de la Dirección Ejecutiva de


Fomento a la Minería (DEFOMIN) será la siguiente:

1. Un órgano de Dirección Superior que comprende la Dirección Ejecutiva


con la asistencia de un Sub director;

2. Un Registro Público de Derechos Mineros; y,

3. Los Departamentos y demás dependencias que establezca el


Reglamento de la presente Ley.
Artículo (95).- La dirección Superior de la Dirección Ejecutiva de Fomento
a la Minería (DEFOMIN) estará a cargo de un director ejecutivo, el cual será
de libre remoción y nombramiento del Poder Ejecutivo por medio de la
Secretaría de Estado en Los Despachos de Recursos Naturales y Ambiente.
Deberá ser profesional universitario, con experiencia y competencia
gerencial.

Artículo (96).- Son atribuciones del Director Ejecutivo:

1. Ejercer la representación legal de la Dirección Ejecutiva de Fomento a


la Minería (DEFOMIN).

2. Dirigir y ejecutar las atribuciones que en esta Ley se le atribuyen a la


Dirección y de sus conducción técnica administrativa y financiera;

3. Nombrar y remover el personal bajo su dependencia.

4. Formular, aprobar e implementar el Plan Nacional Minero.

5. Aprobar e implementar los diferentes Manuales Operativos de la


Dirección.

6. Ejercer y asumir las responsabilidades administrativas que le competen


en relación con la formulación, ejecución y control del presupuesto a su
cargo.

7. Proponer por medio de la Secretaria de Estado en el Despacho de


Recursos Naturales y Ambiente la emisión de Decretos, Acuerdos Ejecutivos
y otras normas administrativas concernientes a la minería;

8. Proponer para su aprobación, al Presidente de la república por medio


de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente, el manual de Política
Ambiental Minera;

9. Elaborar el Reglamento que regula el sistema de nomenclatura,


clasificación, y de remuneración de cargos, disposiciones disciplinarias y
contratación administrativa; y,

10. Las demás que señalen las leyes y reglamentos.

CAPITULO III

DE LA SUB DIRECCIÓN EJECUTIVA

Artículo (97).- Habrá un Sub-Director que será el sustituto legal del


Director Ejecutivo y ejercerá por delegación o en caso de ausencia temporal
o impedimento del Director Ejecutivo, las funciones que a éste le
correspondan; será nombrado y removido en la misma forma que el
Director Ejecutivo y deberá reunir las mismas condiciones de idoneidad para
el cargo.
CAPITULO IV

DEL REGISTRO DE DERECHOS MINEROS

Articulo (98).- Adscrito a la Dirección Ejecutiva de Fomento a la Minería


(DEFOMIN) funcionará el Registro Público de Derechos Mineros el que tiene
exclusiva competencia para la Inscripción de los títulos o documentos
sujetos a este registro, con el objeto de que conste públicamente los
derechos, actos y contratos consignados en resoluciones, títulos y
documentos que tengan como finalidad crear, modificar o extinguir
derechos y obligaciones mineras.

Las resoluciones, títulos y documentos públicos, que conforme la Ley y su


Reglamento deban inscribirse en el Registro Público de Derechos Mineros,
solo producirá efecto respecto a terceros a partir de la fecha de su
inscripción en el Registro.

Articulo (99).- Para el caso de varias inscripciones relativas a un mismo


derecho u obligación minera, se preferirá la primera y si fueren de una
misma fecha, se atenderá a la hora de presentación del título en el registro.
Salvo que se refiera a obligaciones o derechos proindiviso y que así conste
en el documento público respectivo, en cuyo caso todas ellas tendrán la
misma fuerza, y/o habrá preferencia alguna.

Articulo (100) - A fin de asegurar la publicidad de las inscripciones, el


Registro facilitará medios para que toda persona pueda acceder la
información contenida en las fichas registales y obtener copias certificadas
de ellas.

Articulo (101).- El Registro estará a cargo de un registrador, que deberá


ser profesional del Derecho de competencia y experiencia en legislación
minera y registral.

CAPITULO V

DEL REGIMEN ECONOMICO Y ADMINISTRATIVO DE LA DIRECCION

Artículo (102).- Son recursos de la Dirección Ejecutiva de Fomento a la


Minería (DEFOMIN):

1. Los montos asignados en el Presupuesto General de Ingresos y Egresos


de la República, para el ejercicio fiscal, a cuyo efecto de la Secretaría de
Estado en los Despachos de Recursos Naturales y Ambiente, incorporará en
su presupuesto el que formule la Dirección;

2. Las tasas y multas provenientes de la aplicación de la presente Ley.

3. Las donaciones, legados y otras contribuciones de personas naturales y


jurídicas, nacionales o extranjeras de conformidad con la ley le hagan a la
Dirección.
4. Los que se originen como retribuciones por los servicios que presta la
Dirección a particulares;

5. Los recursos provenientes del cumplimiento del pago del canon


territorial, canon de beneficio y, en su caso, de la penalidad de que tratan
los artículos 35 al 38 de esta Ley.

6. Cualesquiera otro que se le asigne.

Artículo (103): No podrán ser funcionarios de la Dirección Ejecutiva de


Fomento a la Minería quienes:

1. Tengan cuentas pendientes con el Estado;

2. Sean directamente contratistas en materia de minería;

3. Quienes desempeñen cargos o empleos públicos remunerados; y,

4. Quienes sean socios o administradores de empresas cuya finalidad sea


la de prestación de servios a personas naturales o jurídicas dedicadas a la
minería;

Artículo (104): Los funcionarios de la Dirección y empleados de ésta que


divulguen en forma indebida cualquier información sobre los asuntos que
aquel maneje o que se aprovechen de la misma para fines personales o en
año de la entidad del Estado o de terceros, incurrirán en responsabilidad
civil y penal.

TITULO XII

DISPOSICIONES FINALES

CAPITULO I

DEL IMPUESTO MUNICIPAL

Artículo (105): Créase un impuesto Municipal único aplicables a la


actividad minera y que sustituye para dicha industria al impuesto de
extracción o explotación de recursos. Este impuesto es del uno por ciento
(1%) sobre el valor total mensual de las ventas o exportaciones.

Es contribuyente de este Impuesto Municipal quien realice ventas brutas


internas o exportaciones de productos minerales.

Este impuesto Municipal deberá ser pagado dentro de los cinco (5) días del
mes siguiente en la Tesorería Municipal mediante liquidaciones que se harán
el día 30 del mes anterior. Se devenga al realizarse la venta interna o la
exportación y es deducible como gastos para la determinación del Impuesto
Sobre la Renta
La recaudación de este impuesto Municipal constituye renta del municipio
de la comprensión territorial de donde se hubieren extraído los recursos
minerales, objeto de las operaciones de venta interna o exportación. Para el
caso que la extracción proviniese de dos o más municipios este impuesto
municipal se distribuirá a prorrata entre ellas.

El Reglamento de la presente Ley establecerá las medidas complementarias


para la aplicación de este impuesto municipal. Las municipalidades deberán
verificar las ventas y exportaciones en cualquier momento, en horas y días
hábiles, debiendo los contribuyentes exigir toda la documentación necesaria
para establece el monto del tributo.

Las autoridades fiscales están obligadas a prestar a las municipalidades


todo la documentación que requieran para este propósito.

Artículo (106).- Los derechos mineros que se hayan adquirido o contraído


antes de la vigencia de esta ley, continuarán vigentes bajo el imperio de la
presente Ley.

Las solicitudes que se encuentren en trámite deberán ajustarse a las


disposiciones de la presente Ley.

Artículo (107).- La Dirección Ejecutiva de Fomento al a Minería


(DEFOMIN) designará personal, a efecto de verificar el cumplimiento de los
programas de trabajo, planes de inversión y declaraciones de producción
formulados por los titulares de permisos especiales de explotación de
canteras y permisos generales de exploración de conformidad a los
expedientes administrativos y a los permisos y contratos correspondientes.
En tal sentido y para el evento que, de los informes rendidos por los
inspectores, resultará que ha habido incumplimiento, La Dirección Ejecutiva
de Fomento a la Minería (DEFOMIN), procederá sin más trámite a decretar
la cancelación del permiso de que se trate sin perjuicio de la responsabilidad
civil o criminal correspondientes.

Para verificar el cumplimiento de las obligaciones, los inspectores podrán


requerir la exhibición de parte de los permisionarios. Los libros contables,
los que deberán estar con arreglo a las formalidades del Código del
Comercio, cuando se trate de planes de inversión, y declaraciones de
exportación o comprobantes de venta cuando se verifiquen informes de
producción; cuando se fiscalicen los programas de trabajo o labores
ejecutadas en el área de permiso podrán efectuarse inspecciones in situ y
se constatará la información que debe obrar en poder de los titulares de los
derechos.

Artículo (108).- Todos aquellos permisos especiales de explotación de


cantera, permisos generales de exploración y concesiones de explotación,
adquiridos con anterioridad a esta Ley y que continúen vigentes, con
posterioridad al procedimiento señalado en el artículo 107 de la presente
Ley, deberán ajustarse a la misma en la forma siguiente:
1. Los permisos especiales de explotación de canteras tendrán que
alcanzar, más tarde el 31 de Diciembre de 1999, la producción mínima
exigida en el artículo 33 de la presente Ley; caso contrario, la autoridad
minera procederá de oficio a decretar la cancelación de los mismos, sin que
por ello se pueda exigir indemnización alguna. El área de los derechos que
se extingan no constituirá antecedente ni título para efectos del Sistema de
Cuadricula a que se refiere el Artículo 10 de esta Ley.

2. Las concesiones de explotación minera tendrán que alcanzar no más


tarde del 31 de Diciembre del año 2001, la producción mínima exigida en el
artículo 33 de la presente Ley. Caso contrario comenzará a aplicarse la
penalidad establecida en el artículo 36 de la presente Ley; y,

3. Todos los permisos de exploración minera deberán ajustarse a la regla


establecida en el artículo 33 de ésta Ley, para lo cual deberá computarse
los ocho años a que se refiere ese Artículo a partir de la fecha en que se
hubiese otorgado el permiso original de exploración minera. Si al
vencimiento del octavo año no se cumpliese con la producción mínima
exigida, se comenzará a aplicar la penalidad establecida en el Artículo 36 de
la presente Ley.

Artículo (109).- Los casos no previstos en la presente Ley serán resueltos


por la autoridad minera por aplicación de las Leyes Administrativas o en su
defecto por las normas del derecho común que le fuere aplicable.

TITULO XIII

DISPOSICIONES TRANSITORIAS

Artículo (110).- La Dirección pondrá a disposición de los permisionarios y


concesionarios planos indicativos de la ubicación territorial del área de sus
derechos, refiriendo los vértices de ellos en coordenadas Universales
Transversales de Mercator (UTM) y publicará, por una sola vez, en el diario
oficial La Gaceta, la relación de tales derechos y de las coordenadas que
atribuye a los vértices de cada uno de ellos.

Dentro de sesenta (60) días calendario de la fecha en que se hubiese


publicado las coordenadas de los vértices de los derechos mineros, los
propios permisionarios y concesionarios o aquellos que sean o se consideren
vecinos o colindantes o con interés común y legítimo, podrán objetar las
coordenadas presentando al efecto y a su costo un informe pericial de un
ingeniero civil colegiado o profesional análogo legalmente reconocido. La
objeción se hará conocer al titular del derecho cuyas coordenadas se
hubiesen cuestionado, quien podrá allanarse o controvertir el informe. En
este último caso, el titular del derecho objetado deberá acompañar también
una pericia igualmente sustentada por un ingeniero civil o profesional
análogo legalmente reconocido. Luego, la Autoridad Minera abrirá la
objeción a Prueba nombrando un tercer perito, cuyos costos se dividirán a
prorrata entre las partes involucradas, quién realizará una diligencia de
campo para constatar la información obtenida en los títulos del permiso o
concesión con las pericias efectuadas.
Con lo actuado la Autoridad Minera emitirá resolución determinando las
coordenadas definitivas de los vértices de la concesión, sin que pueda caber
recurso alguno contra dicha resolución.

En caso no se produzcan objeciones dentro de los sesenta días de


Publicadas las Coordenadas de los vértices del permiso de concesión, estas
se considerarán definitivas e inimpugnables.

Los permisos y concesiones que sean observados y cuyo titular se hubiere


allanado a la observación, serán nuevamente publicados determinando las
nuevas coordenadas que se atribuyan a los vértices, y, de no ser
nuevamente objetadas en los treinta días calendario siguientes a la
publicación, las coordenadas se considerarán definitivas y firmes.

Los titulares de concesiones de explotación o permisos generales de


exploración vigentes, cuyas coordenadas no fueren publicados por la
Autoridad Minera, deberán personarse ante este organismo dentro de los
noventa días calendario siguientes a la publicación de coordenadas, dando
información sobre la inscripción de la concesión en el la Dirección ejecutiva
de Fomento a la Minería, y acompañando un informe pericial de un
ingeniero civil o profesional análogo legalmente reconocido que contenga el
cálculo de coordenadas Universales Transversales Mercator (UTM) de los
vértices de la cuadratura del derecho minero. Contando con esta pericia, la
Dirección ejecutiva de Fomento a la Minería publicará las coordenadas del
derecho minero, siguiéndose en lo demás las regulaciones precedentes para
el caso que terceros objeten las coordenadas o ellas no merezcan objeción
alguna.

Artículo (111).- Suspéndese la admisión de solicitudes para nuevas


concesiones mineras y de beneficio, salvo la tramitación de las concesiones
de explotación a que diere lugar los permisos de exploración otorgados
hasta la fecha, según lo dispuesto en el artículo 31 del Código de Minería de
1968.

Las disposiciones contenidas en este artículo serán efectivas durante ocho


(8) meses contados a partir de la vigencia de la presente ley y son, por lo
tanto, de carácter temporal.

Artículo (112).- Por excepción, el la Dirección ejecutiva de Fomento a la


Minería queda autorizado para que, en un plazo no mayor de un año
contado a partir de la vigencia de esta Ley, convoque a un Concurso
Internacional para la adjudicación de áreas libres con fines mineros bajo el
Sistema de Cuadrículas.

A este concurso deberán ser invitadas exclusivamente empresas mineras o


subsidiarias de empresas mineras cuyas ventas anuales en el quinquenio
precedente hayan estado por encima de los CUARENTA MILLINES DE
DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA (US$ 40,000,000.00). La
adjudicación de las áreas se efectuará a través de ofertas simultáneas en
sobre cerrado por cuadrícula o cuadrículas libres, a través de licitación
pública.
Se entiende por empresas subsidiarias aquellas personas jurídicas en las
cuales las empresas que califican para el concurso, posean no menos del
sesenta por ciento (60%) del capital social en los últimos seis (6) meses
previos al concurso.

Artículo (113).- en tanto no se realice el concurso internacional se


mantendrá la suspención para la admisión de concesiones mineras a que se
refiere el Artículo 111 de la presente Ley.

Realizado el concurso y adjudicadas las cuadrículas correspondientes a los


postores favorecidos, entrará en aplicación el régimen previsto en el
Artículo 69 de la presente Ley.

Artículo (114).- El Manual de Política Ambiental Minera y los reglamentos


correspondientes a esta Ley, serán elaborados por la Dirección ejecutiva de
Fomento a la Minería (DEFOMIN) en un plazo no mayor de treinta (30) días
hábiles a partir de la vigencia de esta Ley.

Artículo (115).- Los bienes, recursos financieros presupuestarios y


patrimonio de la Dirección General de Minas e Hidrocarburos pasarán a
formar parte del patrimonio la Dirección Ejecutiva de Fomento a la Minería
(DEFOMIN) a partir de la vigencia de esta Ley.

Artículo (116).- El personal de dicha dirección podrá formar parte de la


Dirección ejecutiva de Fomento a la Minería si cumple con los requisitos que
se establezcan, conservando los derechos adquiridos conforme a Ley.

Artículo (117).- Mientras se crea la Dirección Ejecutiva de Fomento a la


Minería (DEFOMIN) que regulará la prospección hasta la comercialización de
los productos, todo lo que concierne a hidrocarburos que correspondía a la
Dirección General de Minas e Hidrocarburos se transfieren ipso- jure a la
Dirección General de Energía dependiente de la Secretaría de Estado en los
Despachos de Recursos Naturales y Ambiente.

Queda igualmente autorizada la Secretaría de Estado en los Despachos de


Recursos Naturales y Ambiente para transferir a favor de la Dirección
Ejecutiva de Fomento a la Minería los bienes, recursos financieros y
presupuestarios de la Dirección General de Minas e Hidrocarburos.

Artículo (118).- Se derogan los artículos 84 literal f), 86 párrafo segundo,


en lo que concierne a la Dirección General de Minas e Hidrocarburos y 87
numeral 2) del Decreto Ejecutivo número PCM 008-97 de fecha 2 de junio
de 1997.

Artículo (119).- Quedan derogado el Decreto Nº 143, A de fecha 26 de


octubre de 1968, que contiene la Ley de Minería y todas sus reformas, así
como todas aquellas disposiciones que se opongan a la presente Ley.

Artículo (120).- La presente ley entrará en vigencia a partir de su


publicación en el Diario Oficial "La Gaceta".
Dado en la ciudad de Tegucigalpa, Municipio del Distrito Central, en el salón
de Sesiones del Congreso Nacional, a los treinta días del mes de noviembre
de mil novecientos noventa y ocho.

RAFAEL PINEDA PONCE

PRESIDENT

Las nuevas leyes y acuerdos de minería y su


impacto en la actividad minera nacional
Dr. Edmundo Catalano

El tema elegido para esta disertación por el órgano ejecutivo del Primer
Congreso de Autoridades Mineras de la República, que aquí celebramos, es el
impacto producido en la actividad minera argentina por las nuevas leyes y
acuerdos mineros sancionados en épocas recientes en el ámbito nacional y se
relaciona con el motivo central de esta convocatoria que celebra, a la vez, el
180° aniversario de la creación del primer registro oficial de los derechos
mineros en la República. La iniciativa del Gobierno de la Provincia de La
Rioja, la Subsecretaria de Minería de la Nación y el Consejo Federal de
Minería, de reunir en un Congreso a la comunidad minera argentina, con ese
propósito, no puede sino llenar de satisfacción a quien, como es mi caso, tiene
una larga militancia en el quehacer minero nacional.

Hace unos años, mientras hurgaba entre los documentos existentes en el


Archivo General de la Nación en busca de antecedentes sobre la actividad
minera en la época de la Colonia y durante los primeros gobiernos patrios,
descubrí la existencia de un Registro de Pedimentos Mineros para la zona de
Chilecito, Provincia de La Rioja, mandado a abrir por el virrey Baltasar
Hidalgo de Cisneros en el año 1810, poco antes de la Revolución y que
comenzó a funcionar unos días después de ese suceso, es decir, ocho años
antes del que hoy celebramos. Este registro regional se conserva en perfecto
estado y revela cómo se registraban las minas en ese entonces, sin mayores
formalidades administrativas, bastando indicar la denominación del lugar
donde se encontraba la veta y la clase de mineral descubierto, conforme lo
prevenían las disposiciones de las viejas Ordenanzas de Minería de Méjico,
puestas en vigencia en el Virreinato en el año 1783. La presentación de los
pedimentos, en esos años, no despertaba las disputas y oposiciones que
ocurren ahora, ni tampoco daba origen a una actividad burocrática y
papelesca ante la autoridad minera representada por los alcaldes, jueces y
diputados de minas, como aconteció después. Los denuncios mineros, sin
mencionar puntos de partida, distancia y ángulos del lugar del
descubrimiento, ni indicarse coordenadas ni cuadrículas, como se exige en
los códigos de los tiempos modernos, definían de buena fe y sin formulismos
legales, la zona que el minero deseaba reservarse para la explotación. Los
pedimentos mineros se registraban en el libro y el original se devolvía al
interesado con la constancia de la inscripción, pero no se archivaban en
legajos. ~

Un Código de vetas

En 1887 fue puesto en vigencia en la República el Código de Minería,


elaborado por el doctor Enrique Rodríguez, quien había desarrollado durante
largos años su profesión de abogado de minas en los estrados de la ciudad de
Copiapó, República de Chile, en la época del florecimiento de las ricas minas
de plata de la Provincia de Atacama.. Este Código, que todavía rige con
algunas reformas sancionadas en el curso del presente siglo fue concebido, en
su estructura básica, como un código de vetas, a igual que lo fueron las
antiguas Ordenanzas coloniales, en las que se inspiró, aunque ya al tiempo de
su sanción, a fines del siglo pasado, eran conocidos los yacimiento de
minerales de baja ley, denominados entonces yacimientos "pobres", como lo
pusieron de manifiesto en su informe los reformadores designados en el año
1889 por el Gobierno Nacional, es decir, a tos dos años de puesto en vigencia
el Código de Rodríguez, para introducir reformas al texto recién sancionado,
con el objeto de adaptarlo a las necesidades de la minería a gran escala, no
contemplada entonces en su normativa. Este intento de reforma novedosa y
avanzada que, en el fondo, se proponía cambiar el sistema rígido del Código,
por uno más flexible y adelantaba un siglo las modificaciones introducidas en
su texto, a partir de 1993, por iniciativa del entonces Secretario de Minería
de la Nación, Dr. Angel Eduardo Maza, lamentablemente se frustró en aquel
momento, ya que sobrevino la Revolución de 189Q, y perdimos desde
entonces 100 años, que hubieran sido muy provechosos para el desarrollo
minero del país, si se hubiera adoptado en aquella oportunidad un sistema
legal de concesión minera más abierto y elástico, como ya lo indicaban las
tendencias de la época. Nos mantuvimos, en esa época, aferrados al marco
legal de una minería artesanal, heredada de las viejas Ordenanzas coloniales,
formada de pequeños espacios o pertenencias, tanto para la exploración y
explotación minera, e incapaz de dar cabida a las grandes fuerzas de la
industria que habían comenzado a desatarse en el mundo.
El cambio del sistema de amparo

Los primeros treinta años que transcurrieron desde la ` sanción del Código,
no trajeron ninguna expansión de las actividades mineras en el país. La
minería de esa época quedó relegada, como en el pasado, a la explotación de
canteras y de algunas minas de cobre, oro y sal, en muy pequeña escala. Más
aún, las viejas minas de cobre y oro de Famatina y Capillitas, en La Rioja y
Catamarca, que desde mediados del siglo pasado forjaron la ilusión de que
podíamos transformarnos en un país minero, cesaron en su actividad a
principios del presente siglo y los establecimientos de fundición instalados en
esas Provincias para beneficiar dichos minerales, cerraron sus puertas, frente
a la competencia introducida en los mercados, por los minerales de baja ley.
En un análisis muy parcial del problema, entonces atribuimos al sistema de
amparo, a la sazón vigente, representado por el trabajo obligatorio con
operarios o "pueble", como mecanismo para conservar la propiedad de las
minas, la causa del atraso y retroceso de la actividad minera en el país, lo
que era una verdad a medias. El sistema llamado del "pueble", que importaba
tener afectado un número de operarios obligatorio, aplicado a los trabajos
mineros, como condición para mantener la vigencia de la concesión, sin duda
generaba mucha inseguridad jurídica porque daba lugar a las denuncias de
caducidad por "despueble", lo que mantenía en vilo la propiedad minera,
pero ésta no era la causa real de la falta casi total de actividad minera en el
país. Recién treinta años después de sancionado el Código, en el año 1917, el
legislador encaró la reforma del sistema de amparo , sustituyendo el antiguo
sistema del trabajo obligatorio con operarios, por un sistema mixto del pago
de un canon y la inversión de capital. La reforma resultaba indispensable,
porque el sistema anterior, era tiránico , constituía una reminiscencia de la
mita o trabajo obligatorio de los indios en las minas, no otorgaba garantía de
permanencia al inversor en la propiedad de las minas y aparecía como un
instrumento inapropiado para la época moderna, en que el trabajo humano
había sido reemplazado en gran parte por las máquinas. Pero este cambio del
sistema de conservación de los derechos, en el cual confiaron mucho los
legisladores para movilizar nuestras minas inactivas, nada resolvió porque
los males de la minería no estaban solamente ahí, eran sin duda más
profundos y residían en el propio sistema legal de concesiones, es decir, ` en
la forma cómo se conceden los territorios mineros a los particulares, más que
en la manera cómo se amparaban o conservaban los derechos , después de
otorgados. Varias décadas más tarde, con la misma errónea, se realizo otra
reforma de fondo, en los años 1979 y 1980, incrementando los valores del
canon de la inversión de capital que habían quedado inmovilizados durante
largos años, desde el año 1917, y a los cuales se atribuían, también, por su
falta de estímulo a los trabajos, las causas del estado de postración de la
actividad minera nacional. Ninguna de estas dos modificaciones al texto del
Código, la de 1917 y la de 1979-1980, dieron los resultados esperados, ya
que no atacaban, como dijimos, la verdadera raíz del problema, y la minería
permaneció en igual grado de estancamiento, pese a los sucesivos intentos
para estimularla, llevados a cabo a través de los diversos planes de
promoción minera, ensayados desde el año 1970 y del crédito de fomento
oficial, mucho más antiguo. Eran varias las provincias, en este período de la
historia, que de un padrón de 800 0 1000 minas registradas como tales, sólo
mantenían en actividad la cantidad de 2 0 3, situación ésta que, si analizamos
bien, no ha experimentado grandes cambios en la época actual, tratándose de
la minería mediana y pequeña.

Crisis del sistema legal

Este estado crónico de paralización e inmovilización de los recursos, que se


prolongó durante muchos años, con cortos períodos de expansión provocados
por las dos guerras mundiales, hizo crisis a principios de la década de 1990.
Teníamos en nuestros padrones, más de 13.000 minas registradas, bajo el
régimen del Código, de los más variados minerales, pero no existía una
industria minera verdadera y activa. Había una evidente contradicción entre
las cifras de los padrones de minas y la realidad económica. Era necesario
actuar precisamente sobre el sistema legal que sólo había servido, hasta
ahora, para dibujar el mapa minero de la República, esto es, para presentar
el muestrario de los recursos minerales existentes pero, de ningún modo, para
construir una industria minera de desarrollo consistente y aceptable. El país
necesitaba con urgencia habilitar nuevas fuentes de riqueza hasta entonces
relegadas en su extenso territorio, hasta ahora apenas explorado, ya que esos
miles de supuestas minas registradas constituían una simple promesa de la
existencia de mineral en el terreno, pero no una realidad demostrada. Era
necesario actuar con decisión, dar un salto, abandonar los estrechos
esquemas del pasado, recuperar los 100 años insumidos en las tareas de la
microexploración llevadas a cabo por los particulares a través de esas
supuestas minas otorgadas bajo el añejo sistema del Código, que poca
información habían proporcionado, hasta ahora, para el conocimiento de
nuestros recursos; y de los planes de prospección geológica y minera,
ejecutados durante cerca de 30 años por el Estado, sobre grandes áreas de
terreno. o sea, de la macroexploración, desarrollada paralelamente a la
acción de los particulares, sin objetivos precisos, muchas veces interrumpida
y habitualmente mal financiada.

La Argentina fue presentada, en este momento, como "la última frontera


minera del mundo" y esto era una gran verdad porque muy poco y sólo en
forma aislada y no coordinada se había investigado su extenso y rico
territorio, en casi los dos siglos de vida independiente. Esos miles de minas
registradas, ese muestrario de nuestros recursos mineros, eran solo indicios
de la existencia de "mineralización", esto es, de la presencia de mineral y no
de la existencia de verdaderos "yacimientos", aptos para construir una
industria minera activa y permanente. Era necesario actuar, encarando los
cambios que fueran indispensables, con un nuevo concepto y enfoque de la
actividad minera, ante el fracaso de los sistemas de concesión y explotación
hasta entonces vigentes, cuyos resultados negativos estaban a la vista. La
minería del pasado, la minería de pequeña escala, de tipo artesanal, que se
había fomentado en las décadas anteriores con resultados tan poco
satisfactorios, sólo había servido para detectar la presencia de áreas
mineralizadas en el territorio, formar una suerte de mapa metalogenético o
mineralogenético del país, si se quiere, pero no para construir una industria
minera permanente y verdadera. Su aporte efectivo al conocimiento y a la
circulación de la riqueza había sido siempre escaso o prácticamente nulo.

Reemplazo de la Ley de promoción minera

Fue así que en el año 1992, en que comienza este proceso acelerado de
cambios, el último estatuto de promoción minera puesto en práctica en el
país, que era el de la ley 22.095, fue reemplazado por la ley 24.196, de
Inversiones Mineras. Se encaró, con un nuevo enfoque económico, la
promoción de las actividades mineras en el país. Parecía inútil, también en
este aspecto, insistir sobre los esquemas del pasado. En sustitución de las
formas de crédito directo o financiación oficial, a favor de las pequeñas y
medianas explotaciones mineras, que era el principal soporte de promoción
del anterior sistema. se fomentó la inversión privada mediante un sistema
objetivo, a través de facilidades arancelarias, la desgravación impositiva de
las inversiones, la capitalización de las reservas mineras , el beneficio de la
estabilidad fiscal por el término de 30 años y la fijación de un tope a las
regalías mineras que pudieran percibir las Provincias. Esta ley innovó
respecto a los mecanismos anteriores, cambiando el papel del Estado, como
director de los programas de fomento. Sin interferir ni marcar rumbos a la
actividad privada a través de una actitud dirigista, se la dejó actuar con
libertad, dentro del marco de los beneficios otorgados por la ley, lo que en los
pocos años de vigencia, demostró ser más positivo. Existe, ahora, un marco
económico y financiero, objetivo y estable , para el desenvolvimiento de la
actividad minera en el país, dejándose a las empresas la tarea de programar
y asumir libremente la actividad, y al Estado la función de controlarlas en el
uso que se haga de los beneficios. El esquema adoptado por la ley, que ha
significado liberalizar las inversiones de la tutela del Estado, ha venido
funcionando bien y está cumpliendo su función de promoción y estímulo, sin
los contratiempos y desencuentros que motivaron los sistemas del pasado. La
inversión minera, desde que se puso en marcha la nueva ley, se centuplicó, o
más, en los pocos años transcurridos.

Fallas en el sistema legal

Una ley de inversiones ,sin embargo, debía considerarse insuficiente por si


misma frente a la presencia de un sistema legal regulatorio de la propiedad
minera que mantenía muchas normas antiguas y caducas, como era el Código
de Minería, de corte netamente colonial e inadecuado para la época actual.
Esta industria, en todos los países, como sabemos, tiene una fuerte
dependencia de la ley, ya que es ésta la que instituye la propiedad minera
particular y fija las condiciones para su desenvolvimiento. Una ley rígida,
como eran las normas del Código de Minería, entones vigentes, que imponía
al minero un modelo industrial determinado, que limitaba las áreas de
exploración a espacios reducidos, que también fijaba el tamaño máximos de
las concesiones de explotación en pequeños espacios o pertenencias de
dimensiones arbitrarias y que establecía imperativamente el monto mínimo de
los capitales a invertir para mantener la vigencia del derecho,
independientemente de los requerimientos reales del yacimiento, no constituía
un instrumento apto para promover las inversiones, dentro de un cuadro de
condiciones técnicas y económicas aceptable. La industria minera, como
ninguna otra actividad económica, requiere un clima de libertad para
desarrollarse, libertad técnica para planear la investigación en los espacios
que se consideren necesarios, libertad para explotar los terrenos en las
dimensiones que resulten convenientes y para elegir los tiempos, formas
montos cómo deben encararse los trabajos y las obras que se juzguen
apropiadas, sin sujeción a ningún modelo legal preestablecido, libertad en
suma para producir y actuar en los mercados cuando se den las condiciones
necesarias. Cada proyecto minero tiene requerimientos especiales y no puede
pretenderse que se ajuste a un modelo industrial y a un cronograma general,
creado por el arbitrio de la ley, cuando es ésta la que debe adaptarse a las
necesidades y características de la industria.

Cambios en el tamaño de las concesiones

Las reformas en las instituciones del Código, para lograr su modernización y


liberalización de este régimen legal rígido, heredado de las leyes coloniales,
debió comenzar, entonces, como lo intentaron los viejos reformadores de
1889, por el tamaño de las concesiones, donde el país registraba,
comparativamente, un gran atraso. Las superficies de los permisos de
exploración, eran estrechas y habían sido fijadas originariamente por el
Código en un área máxima de 2.000 hectáreas por _ permiso. En 1980, se
incrementó esa área hasta 10.000 hectáreas, pero se ` mantuvo la prohibición
de la colindancia de los permisos de un mismo dueño. En 1993, por la ley
24.224, de reordenamiento minero, se introdujeron reformas más
substanciales y se ampliaron las áreas admitidas que podía reunir cada
persona, por provincia, las que habían sido limitadas por la reforma de 1980,
a 50.000 hectáreas, como máximo, llevándolas a 100.000, pero manteniendo
aún la inapropiada prohibición de colindancia de los permisos .Se multiplicó,
a la vez, por 10, por 5 y por 2, según la clase de mineral, el número de
pertenencias o lotes de explotación que concesionario puede tomar en cada
yacimiento descubierto. De este modo, una mina que, por lo común, podía
abarcar en el viejo Código, como máximo posible, 42 hectáreas, a partir de la
reforma de 1993 podrá alcanzar a 420 hectáreas y si se trata de mineral
diseminado de la primera categoría de minas, de una superficie anterior de
700 hectáreas, podrá obtener ahora hasta 3.500 hectáreas. Pero, además,
una nueva reforma realizada en 1995, mediante la ley 24.498, de
actualización minera, intensificó los cambios, y la superficie máxima que
puede reunir cada explorador, por provincia, se ha elevado de 100.000
hectáreas a 200.000 y se ha eliminado la prohibición de colindancia, último
resto éste de las limitaciones existentes, con lo cual una empresa podrá
prospectar y explorar ahora un gran área de terreno por métodos modernos y
a gran escala, en una superficie equivalente a 2000 km2, por provincia. Esta
superficie no es exagerada ni monopólica ya que está sujeta al pago de un
canon anticipado, proporcional a su extensión, y á reducciones o liberaciones
parciales a medida que transcurre el plazo legal de la exploración que, en
nuestro Código, todavía es relativamente breve, con un máximo de algo más
de tres años.

No existen, por lo tanto, después de estas reformas, las estrechas limitaciones


de antaño en cuanto al tamaño de las concesiones de exploración y de
explotación. Las superficies concesibles son, ahora, suficientemente amplias y
generosas para encarar la minería a gran escala y, también, la minería de
pequeños y medianos espacios, que no está excluida de sus disposiciones.
Todos los tamaños de empresas tienen cabida ,ahora, en las nuevas áreas
autorizadas. Aquel modelo compulsivo del Código, que limitaba las superficie
de estas concesiones de exploración y las de explotación, ahora resulta
extendido y liberalizado y puede acoger a todo tipo de empresa, sea que se
proponga explotar un gran yacimiento, de mineralización compacta o
diseminada, o un pequeño o mediano yacimiento, ya que las áreas
autorizadas resultan abarcativas de todas formas de exploración o
explotación existentes y para todo tamaño de empresa. Incluso, en virtud de la
reforma instaurada en t995, se admiten permisos de reconocimiento aéreo del
territorio, con fines mineros, de duración breve y en extensiones de hasta
20.000 o 40.000 km2, por provincia. En este punto se ha dado un paso
fundamental, se ha registrado un gran avance tanta en materia de
exploración como de explotación que, como sabemos, son las instituciones
vivas y dinámicas del Código. Nos colocamos, en este punto, a la cabeza del
mundo, eliminando las limitaciones mezquinas e impropias a la naturaleza de
los trabajos mineros. Nos falta aun, eso si, ajustar los términos o plazos de
las exploraciones que, en una aplicación sana y rigurosa de los
procedimientos concesibles fijados por la ley y en la escala de los trabajos
pueden resultar. en ciertos casos, insuficientes.

En torno a la labor legal


Un tema que no aparece resuelto todavía en la ley y que constituye uno de los
muchos rastros que aún perduran de la legislación colonial y que ha sido
totalmente eliminado de las leyes mineras latinoamericanas contemporáneas,
es el de la denominada "labor legal" que, como sabemos, es el pozo, galería,
trinchera o perforación cuya ejecución, a los ojos de la ley, prueba la
existencia del criadero o yacimiento denunciado y sus principales caracteres
técnicos, sin la cual la supuesta mina descubierta ,en el sistema del Código,
no puede ser concedida, por no estar demostrada su existencia. Resulta
evidente que una labor de 10 metros, que es el máximo requerido por el
Código para esta labor singular, sólo puede constituir prueba de la existencia
de la mineralización, pero no de la presencia de un yacimiento o criadero,
como lo exige taxativamente la ley. Son dos conceptos distintos y que no
deben inducirnos a error. En la minería antigua colonial, donde tiene su
origen esta exigencia, como sabemos, se explotaban sólo las vetas
superficiales o poco profundas y este pozo o labor podía ser útil para una
actividad artesanal y de pequeña escala., ya que era una labor más que
descubría o ponía en evidencia la veta denunciada. En la minería moderna, la
labor legal, como elemento de prueba de la existencia de una mina verdadera
, ha sido eliminada de las leyes. En realidad, su valor informativo es tan
insignificante que no prueba mucho más que los datos que aporta el propio
descubrimiento. Más aún, existen labores legales que se labran con unos
pocos centímetros de hondura para cumplir con el requisito legal, ya que de
no hacerlo no se tiene por probada la existencia del criadero y la denuncia es
eliminada o cancelada del registro. En los yacimientos de tipo diseminado, en
que la mineralización se encuentra repartida en un área extensa y en
cantidades cuya prueba es dificultosa, la labor legal difícilmente puede
cumplir su función demostrativa del yacimiento, salvo que se labren varias y
en distintos puntos de la formación geológica, la que resulta aconsejable.
Este es un tema pendiente de discusión técnica, ya que dada la función poco
informativa que cumple esa labor , deberá establecerse ,en una futura
reforma de la ley, la conveniencia de mantenerla como exigencia técnico-
legal del Código o reemplazarla por otra prueba más idónea y convincente,
Pero, por el momento, la exigencia legal se mantiene en forma rigurosa y la
labor debe ser cumplida estrictamente, ya que es la base en que está edificado
nuestro sistema legal de concesiones y no puede ser sustituida por
inducciones geológicas o especulaciones técnicas de otro tipo. La labor legal,
en todos los casos, deberá proporcionar la información necesaria para que se
tenga la evidencia de la existencia de un verdadero criadero o mina.
condición "sine qua non" de la concesión legal, en el sistema estricto del
Código.

El área de reconocimiento exclusivo

Vinculada al objeto de la labor legal, está el área de reconocimiento


exclusivo, creada por la reforma de 1995, para proteger las tareas de
reconocimiento del criadero y la correcta ubicación de la mina. Esta área ha
sido objetada porque se la utiliza en reemplazo de los permisos de
exploración con la ventaja, sobre éstos, que no debe abonar canon alguno. La
objeción no tiene fundamento, ya que el área afecta los terrenos vecinos al
descubrimiento sólo por el plazo de 100 días y sus prorrogas, concedido para
la ejecución de la labor legal. Si la autoridad minera hace cumplir
estrictamente el procedimiento de la manifestación ;: registro, publicación de
edictos, plazo de la labor legal y el de la mensura, que le suceden, no puede
causar perjuicio a la libertad de la zona y ,en cambio, resulta útil ya que la
exclusividad temporal que otorga para el reconocimiento y ubicación de la
mina, descarta toda disputa entre mineros vecinos que pretendan mejor
derecho sobre el terreno superpuesto. Recordemos que antes de la reforma, el
minero contaba con una prioridad en la extensión de 5 km, a lo largo de la
veta, lo que era objeto de disputas e incertidumbre respecto a I terreno dónde
ubicar la mina. La zona de reconocimiento exclusivo, creada por la reforma
de 1995, protege al descubridor y le permite situar convenientemente su mina,
sin la interferencia de terceros.

El uso de las coordenadas

Otra medida trascendente y de impacto positivo para la seguridad de los


derechos, que ha traído la reforma, ha sido el uso del sistema de coordenadas
para ubicar los pedimentos mineros. Nos manteníamos, hasta entonces, con
un sistema de georeferenciamiento antiguo de los pedimentos, que la técnica
había superado. E1 cambio en el sistema de localización de los derechos
mineros era reclamado por las autoridades mineras de las provincias, desde
hacía varios años, y algunas de ellas pusieron en práctica el sistema de las
coordenadas Gauss-Kruger, antes de que la reforma del Código, en 1995,
implantada por la ley 24.498, lo autorizara. Las normas del Código, hasta
entonces vigentes, habían impuesto el sistema de la distancia y ángulos, a
partir de un punto fijo e indiscutido del terreno, para esa localización. Este
sistema era obligatorio, ya que así lo había determinado el Código y la
Nación incluso, había prohibido, en su ámbito, el uso de métodos como el de
coordenadas, para la localización inicial de los pedimentos. Ocurría,
frecuentemente, que el empleo del antiguo sistema de distancia y rumbos
exigido por el Código era causa de frecuentes errores en la ubicación de los
pedidos, por las dificultades en determinar los puntos fijos de partida, más
próximos o más convenientes, o por la designación o toponimia duplicada de
los mismos en las regiones, o la falta de exactitud en la determinación de los
ángulos o de las distancias y otros errores que llevaban a la superposición de
los pedimentos, o que éstos quedaran ubicados en lugares no previstos. El
sistema de coordenadas Gauss-Kruger, implantado por la ley 24.498, en su
reemplazo, ya no admite la posibilidad de estos errores y los terrenos
solicitados mediante este sistema deben coincidir necesariamente con los que
la autoridad asigna en sus registros gráficos o planos catastrales, ya que
ambos parten de la misma base cartográfica. Se ha descartado, así, para el
futuro, la posibilidad de litigios por superposiciones o errores en la P~
ubicación que, en la actualidad, por esta causa, mantiene paralizados a
importantes distritos mineros dei país, por las diferencias de posicionamiento
registradas con el uso del sistema hasta entonces vigente y ,también, por
errores existentes en los planos oficiales.

El catastro minero

Particularmente relacionado con esta materia de la gratificación o ubicación


de los pedimento en los planos oficiales, se encuentra el tema del catastro
minero, cuya organización en cada provincia ha dispuesto en el año 1995 la
ley 24.498, de reforma al Código, ya citada. Esta es otra importante
innovación que traído la reforma. El catastro minero es de organización
obligatoria y será el sustituto técnico del registro gráfico, hasta ahora en uso
y no institucionalizado por el Código. Lo reemplazará con enormes ventajas.
Constituirá una obra jerarquizada que permitirá dar la seguridad jurídica a
los títulos mineros, desde que las constancias del catastro deben ser un fiel
reflejo de la cosa física existente en el terreno. Un catastro computarizado,
como el que se prevé y se está poniendo en práctica en las distintas
jurisdicciones mineras del país, en virtud de lo dispuesto por el Código,
otorga seguridad y rapidez en los trámites, al punto de que el minero
obtendrá una respuesta sobre el estado de ocupación de la zona al instante o
en contados minutos y tendrá .. oportunidad de informarse de ese estado
anticipadamente a la formulación de sus pedimentos, evitando incurrir en
gastos innecesarios y pérdidas de tiempo. Además, el catastro llevará la
matrícula de cada derecho minero concedidos, la que no sustituye sino que
complementa el registro protocolar, dispuesto por el Código y, además,
acumula en el respectivo legajo toda la información geológica, económica y
legal y el historial de cada mina o cateo de la región. La obra del catastro es
importante y producirá un gran impacto y cambio en nuestras costumbres
mineras, más con vista al futuro que al pasado. En el pasado, con respecto a
las concesiones otorgadas, la mayoría de las cuales no tiene un valor
económico verdadero, o por lo menos demostrado, permitirá corregir errores
deslizados en los títulos, o en el terreno, replantear las mensura, corregir la
posición de los mojones, reponer los deteriorados o desaparecidos y fijar
definitivamente la posición real de los derechos y estado final de ocupación
de la zona y la que queda libre para otros pedimentos. Esto. en el aspecto
estrictamente legal, ya que en este mismo Congreso se expondrán las grandes
ventajas técnicas y de otro tipo que aporta el sistema de catastro. Un paso
adelante en la perfección del catastro, será llegar al sistema de las
cuadrículas, o división del territorio y en lotes, para la concesión de los
derechos mineros, por cuadrículas predeterminadas, como lo vienen haciendo
las modernas leyes mineras España, Bolivia y Perú.
Nuevos avances legales

La reforma de 1995, por otra parte, entre otros cambios importantes a la


vieja estructura del Código, ha eliminado los remates de minas por deudas de
canon, disponiendo su caducidad y vacancia directa, cuando no se abona la
patente en término, evitándose las demoras y gastos que originaba el anterior
sistema de la subasta pública 1 obligatoria, previa a la declaración de
vacancia.

Se ha dispuesto, asimismo, la eliminación del registro de aquellas minas que


se mantienen inscriptas como caducas y vacantes por más de tres años
continuos. con el objeto de despejar los distritos mineros de la perturbación
que crean estas supuestas minas carentes ,en su gran mayoría, de todo interés
industrial Se ha sancionado, además, en el mismo año, para ser incorporada
al Código, la ley de protección ambiental de la actividad minera, siendo la
primera industria del país que tiene, a este respecto, un estatuto propio en la
materia y también una de las primeras en América Latina. El sistema, a pesar
de ser nuevo, y con pocos antecedentes en cuanto a su aplicación, funciona
sin mayores inconvenientes, con el necesario aprendizaje que requiere esta
materia novedosa, y ya son cerca de 2.500 los informes de impacto ambiental
presentados, en cumplimiento de la norma legal establecida. Se han
extendido, por otra parte, los plazos contractuales para los arrendamientos y
usufructos mineros, con el objeto de facilitar la instalación , bajo ese tipo de
contratos, de actividades mineras en el largo plazo y a gran escala. Dentro
del programa del Proyecto PASMA. de apoyo al sector minero argentino,
financiado por el Banco Mundial, que se viene ejecutando en el país para la
modernización del sector público minero, desde el año 1997, se ha
respaldado la iniciativa de las Provincias del Nuevo Cuyo, de armonizar sus
códigos de procedimientos mineros provinciales y actualmente se encuentra
en revisión el proyecto definitivo, por las 23 provincias componentes del
Consejo Federal de Minería, el cual deberá compatibilizarse con el sistema
de catastro, lo que permitirá contar a la brevedad con un Código procesal
único en todo el país, agilizar los trámites y completar algunos vacíos
existentes en la legislación, perfeccionando el proceso actual, además, con el
uso de formularios para conducir las principales etapas del proceso , lo que
dará mayor certeza y agilidad a los trámites. El nuevo código de
procedimientos que se elabore no será la panacea que corrija los defectos del
sistema de concesión de los derecho mineros dispuesto por el Código de
fondo, pero contribuirá a mejorarlo y unificarlo, particularmente mediante el
uso de los formularios previstos, que estandarizarán las peticiones y los
principales trámites del proceso. También, se sancionó en el año 1997 el
ordenamiento del Código de Minería, previsto por la ley 24.498. El
ordenamiento del Código constituía una medida necesaria dado el desorden
metodológica que se observa en su texto y requiere una etapa de adaptación,
acostumbrados, como estamos, a la vieja secuencia del Código, pero estoy
seguro que contribuirá al mejor entendimiento de la ley, el cual se había
hecho muy dificultoso, a todo lector, tanto por los defectos de origen del
Código, que son numerosos, como por las sucesivas reformas que se
implantaron a su texto

La tarea realizada, en estos últimos años, en materia de reformas legislativas,


como se advierte, ha sido muy intensa y proficua, aunque todavía no bastante.

Los yacimientos de frontera

No quiero concluir esta exposición. sin hacer una referencia al Tratado de


Integración Minera Argentino-Chileno, suscripto a fines del año 1997, en
curso de aprobación por los Parlamentos de ambos países y que forma
también parte de nuestro contenido de reformas legales necesarias para
expandir el ámbito de la minería a las zonas de frontera, utilizando I~
ventajas geográficas existentes a uno y otro lado de los límites
internacionales. Se trata de un tratado totalmente innovador que tal vez no ~
tenga antecedentes en el mundo y que traerá grandes beneficios a ambas
naciones. Su origen se encuentra en el Acuerdo de Complementación
Económica y en diversos protocolos de cooperación e integración celebrados
por Argentina y Chile en el campo de la minería, a partir del año 1991. Los
yacimientos mineros, así como no siguen el trazado de las propiedades
superficiales, tampoco respetan las fronteras de los países. máxime en
regiones tan ricas como es la de nuestra vasta Cordillera.

Muchas de las obras auxiliares de la explotación minera, por otra parte,


como los caminos, mineroductos, acueductos, línea de alta tensión y otras
servidumbres necesarias , normalmente exceden los limites de las concesiones
y penetran en los terrenos vecinos o próximos. En los yacimientos aledaños a
las fronteras, debe asegurarse el tránsito transfronterizo de personas,
vehículos y cargas destinados a la explotación minera, el depósitos de los
materiales, la salida del mineral a los puertos o puntos de embarque más
próximos o más convenientes, el pago de aranceles y tributos que devenga la
explotación y estas operaciones, entre países vecinos y fraternos, no deben
tener obstáculo para su cómodo desarrollo. La exploración de la extensa
Cordillera, que en estos momento se desenvuelve a buen ritmo, sin duda
aportará en el curso de los próximos años un número de yacimientos
transfronterizos o ubicados en los bordes internacionales, que podrán dar
lugar a empresas conjuntas con nuestros vecinos de Chile. El trato que se
dispensa a estas explotaciones, al movimiento de personal o de equipos en
cada uno de los países, al tránsito transfronterizo, a las cargas tributarias y a
las servidumbres, en general, debe ser el mismo que se otorga a la empresa
nacional, para lo cual el tratado contiene la previsiones necesarias, en un
ejemplo de madurez y convivencia, porque la frontera es un vínculo que nos
une y nos separa. Ya el pensamiento inspirador y unificador del tratado en
curso ha tenido principios de ejecución, en algunos de los puntos especiales
de la frontera que han planteado problemas particulares para el desarrollo
de la actividad minera, a través de protocolos o pactos específicos, como los
referidos al yacimiento El Pachón y al proyecto Pascua-Lama, en San Juan,
que son anticipos de los problemas que, en definitiva, corresponderá al
tratado resolver.

Necesidad de completar las reformas

Todos estos factores positivos que hemos reseñado, todo este conjunto de
normas nuevas establecidas para corregir el panorama de atraso legal en que
se ha debatido la actividad minera en las últimas décadas, no deben hacernos
olvidar que todavía, pese a los avances registrados, tenemos problemas
institucionales severos y mantenemos una legislación de fondo anticuada,
como es el Código de Minería. cuya elaboración principió en el año 1876.
Este Código, por su contenido y características, constituye la ley fundacional
de la industria, generadora de la propiedad minera . De sus virtudes o
defectos ha de depender, en mucho, la suerte de la actividad. Existe, a este
respecto, un evidente contraste entre los arrestos de la legislación moderna,
implantados con toda visión de futuro, en los años 1993 y 1995, y el
remanente del Código, que se mantiene intacto, en su versión colonial. Hemos
modernizado una tercera parte de su texto, realizando las aperturas
necesarias e impostergables, pero el resto del Código permanece en su
versión antigua, propia de una minería de otra época. Esto es una realidad
que no podemos disimular. El sistema legal basado en el descubrimiento, la
labor legal y la mensura, permanece en crisis. Ha demostrado que resulta
inapropiado para constituir verdaderas minas. Lo demuestran las 13.000
registradas a su amparo, prácticamente inactivas, en su casi totalidad. La
pertenencia minera, su forma y distribución de sus líneas, es una institución
totalmente superada. La reforma de 1993 ha arrasado, en la práctica, con
esta concepción geométrica antigua. El procedimiento sustancial para la
concesión y pérdida de los derechos, es incompleto y debió ser suplido en
parte por los códigos de procedimientos provinciales invadiendo un campo
que no les pertenece; el sistema de amparo de las concesiones a la larga
resulta discrecional en punto a las exigencias de inversión y activación,
exigidas por los arts. 2l6, 217 y 225 del Código, resultando incompatible con
el genuino sistema de la concesión legal, y el régimen de los contratos
pertenece al siglo pasado, o antes, y está totalmente desactualizado. Se
mantienen, por otra parte, en los distritos mineros, conflictos planteados
como consecuencia de la obsolescencia de la legislación, que resultan
difíciles de solucionar mientras no se modifiquen ciertas prácticas mineras
perniciosas que encuentran su apoyo en una legislación atrasada que, en la
parte pertinente, permanece sin cambio desde hace más de 100 años, por no
haberse armonizado las reformas con los textos existentes, dada la urgencia
con que aquellas fueron planteadas. Nuestro sistema legal de concesiones, en
general, resulta caduco, no se ajusta a los requerimientos de una minería
moderna y será necesario, a corto plazo, modificarlo, para adaptarlos y
armonizarlos con los cambios que plantean los nuevos métodos de
exploración y explotación minera. Ninguna nación de América, cuya
legislación de minas deriva de la misma raíz hispánica, como la nuestra,
conserva normas de este tipo, con ese grado de atraso. El esfuerzo para crear
una minería de avanzada que viene realizando el país en estos últimos años,
con una gran inversión de capital, tanto público como privado, sea en los
trabajos propios de la minería, o en beneficios fiscales, obras de
infraestructura e información de base, modernización de sus autoridades
mineras y organización catastral, puede verse frustrado otra vez, como h~
ocurrido en el pasado, si al mismo tiempo no se lo armoniza y complementa
con una reforma coherente de las viejas instituciones del Código que las libre
de procedimientos engorrosos e innecesarios, haga

más rápida y transparente la asignación de los derechos mediante el empleo


de las tecnologías modernas y de la informática y unifique la concesión de los
derechos, en un solo trámite, con una concesión única de exploración-
explotación, donde se desarrolle toda la actividad del inversor y con un solo
mecanismo de amparo, sencillo y objetivo. El nuevo sistema debe otorgar a
los operadores un clima de mayor libertad , para decidir, con flexibilidad, la
forma y tiempo de las inversiones que deben realizar en la mina y, a la vez,
garantizar que se haga cierto el principio de la seguridad jurídica que otorga
la figura denominada "concesión legal ", inserta en el Código, pero no
respetada en su desarrollo práctico, o sea, la concesión como obra exclusiva
de la ley, que fija taxativamente, para garantía del inversor, las condiciones
estrictas para su otorgamiento y conservación, no correspondiendo dejar al
arbitrio de la administración, discrecionalidad alguna para juzgar los
motivos de la vigencia o caducidad, como en última instancia y en forma
inapropiada resulta de las actuales disposiciones de amparo contenidas en
los arts. 216, 217 y 225 del Código, antes señaladas, producto de reformas
anteriores a las que comentamos. Todos estos cambios necesarios, de ser
realizados a tiempo para fortalecer y consolidar una actividad que recién
comienza a instalarse sobre bases reales en el país; que debe crecer
libremente, sin tropiezos, con reglas claras y objetivas, en el mismo clima de
franquicias y libertad que se asigna a las otras actividades económicas del
suelo, y dentro del marco especial impuesto por el interés público y el bien
común que presiden su desenvolvimiento y lo acompañan en todas partes del
mundo.

No otro tratamiento del legislador merece esta actividad azarosa, instalada


generalmente en la soledad del desierto, de naturaleza compleja, que se
desenvuelve en el largo plazo y que aporta tantos bienes necesarios al
progreso y riqueza de la sociedad.
MINERÍA DE ORO A CIELO
ABIERTO Y SUS IMPACTOS
AMBIENTALES
(Preparado por AECO-AT para el Frente Naconal de Oposición a la Minería de Oro a
Cielo Abierto, Costa Rica)

1.1. QUÉ ES LA MINERÍA A CIELO ABIERTO

1.1.1. Definición y Caracterización de la Minería a Cielo Abierto


y sus Impactos

En lo fundamental, el tipo de minería que se desarrollaría en las explotaciones de oro


que se pretenden implementar en Costa Rica es el de "minería a cielo abierto por
lixiviación con cianuro". Por las implicaciones que tiene este tipo de minería, se tratará
de ser exhaustivo en su descripción.

La minería a cielo abierto es una actividad industrial de alto impacto ambiental, social y
cultural. Es también una actividad industrial insostenible por definición, en la medida en
que la explotación del recurso supone su agotamiento.

Las innovaciones técnicas que ha experimentado la minería a partir de la segunda mitad


del presente siglo han modificado radicalmente la actividad, de modo que se ha pasado
del aprovechamiento de vetas subterráneas de gran calidad a la explotación --en minas a
cielo abierto-- de minerales de menor calidad diseminados en grandes yacimientos.

La minería a cielo abierto remueve la capa superficial o sobrecarga de la tierra para


hacer accesibles los extensos yacimientos de mineral de baja calidad. Los modernos
equipos de excavación, las cintas transportadoras, la gran maquinaria, el uso de nuevos
insumos y las tuberías de distribución permiten hoy remover montañas enteras en
cuestión de horas, haciendo rentable la extracción de menos de un gramo de oro por
tonelada de material removido.

Existe consenso en la literatura sobre el tema en el sentido de que ninguna actividad


industrial es tan agresiva ambiental, social y culturalmente como la minería a cielo
abierto (MCA).

La minería a cielo abierto utiliza, de manera intensiva, grandes cantidades de cianuro,


una sustancia muy tóxica, que permite recuperar el oro del resto del material removido.
Para desarrollar todo este proceso, se requiere que el yacimiento abarque grandes
extensiones y que se encuentre cerca de la superficie. Como parte del proceso, se cavan
cráteres gigantescos, que pueden llegar a tener más de 150 hectáreas de extensión y más
de 500 metros de profundidad.

Vaughan (1989) considera que "en términos ambientales y sociales, ninguna actividad
industrial es más devastadora que la minería superficial" (a cielo abierto).
Según Kussmaul (1989), el impacto ambiental provocado por cualquier actividad
minera está relacionado con cuatro factores principales:

1. Tamaño de la explotación, que se refiere al volumen de producción de la explotación,


el cual tiene como consecuencia una determinada dimensión de actividades y
producción de desechos y aguas residuales.

2. Localización, que se refiere al sitio en el que se lleva a cabo la explotación, las


poblaciones que puedan aledañas y la naturaleza de la topografía local.

3. Métodos de explotación, que dependen del tipo de yacimientos a explotar y que están
directamente relacionados con la naturaleza y extensión del impacto. Se utilizan tres
métodos principales:

a. Minería a cielo abierto (o minería superficial),


b. Minería subterránea,
c. Minería por lavado y dragado.

4. Características de los minerales y de su beneficio, que se refiere al hecho de que la


naturaleza del mineral determina el tratamiento a sufrir. Los minerales se pueden dividir
en:

a. Minerales no metálicos (como los materiales de construcción), que requieren poco


tratamiento físico, como por ejemplo trituración y molienda, y que no requieren ningún
tratamiento químico.

b. Minerales metálicos, que requieren generalmente un alto nivel de procesamiento, así


como el empleo de muchos reactivos químicos, y que generan grandes cantidades de
desechos finos.

1.1.2. Impactos de la Minería

Las actividades mineras comprenden diversas etapas, cada una de las cuales conlleva
impactos ambientales particulares. En un sentido amplio, estas etapas serían las
siguientes:

* prospección y exploración de yacimientos,


* desarrollo y preparación de las minas,
* explotación de las minas,
* tratamiento de los minerales obtenidos en instalaciones respectivas con el objetivo de
obtener productos comerciables.

Salinas (1993) cita las siguientes actividades individuales como posibles causas de
impacto ambiental durante la fase de EXPLORACIÓN:

* preparación de los caminos de acceso,


* mapeos topográficos y geológicos,
* montaje de campamentos e instalaciones auxiliares,
* trabajos geofísicos,
* investigaciones hidrogeológicas,
* aperturas de zanjas y pozos de reconocimiento,
* tomas de muestras.

Durante la fase de EXPLOTACIÓN, los impactos que se producen están en función del
método utilizado. Según diversos autores (Vaughan (op. cit.), Salinas (op. cit.),
Elizondo (1994)), los principales impactos ambientales causados por la minería a cielo
abierto (MCA) en su fase de explotación son los siguientes:

* Afectación de la superficie: la MCA devasta la superficie, modifica severamente la


morfología del terreno, apila y deja al descubierto grandes cantidades de material estéril,
produce la destrucción de áreas cultivadas y de otros patrimonios superficiales, puede
alterar cursos de aguas y formar grandes lagunas para el material descartado.

* Afectación del entorno en general: la MCA transforma radicalmente el entorno, pierde


su posible atracción escénica y se ve afectado por el ruido producido en las distintas
operaciones, como por ejemplo en la trituración y en la molienda, en la generación de
energía, en el transporte y en la carga y descarga de minerales y de material estéril
sobrante de la mina y del ingenio.

* Contaminación del aire: el aire puede contaminarse con impurezas sólidas, por
ejemplo polvo y combustibles tóxicos o inertes, capaces de penetrar hasta los pulmones,
provenientes de diversas fases del proceso. También puede contaminarse el aire con
vapores o gases de cianuros, mercurio, dióxido de azufre contenidos en gases residuales,
procesos de combustión incompleta o emanaciones de charcos o lagunas de aguas no
circulantes con materia orgánica en descomposición.

* Afectación de las aguas superficiales: los residuos sólidos finos provenientes del área
de explotación pueden dar lugar a una elevación de la capa de sedimentos en los ríos de
la zona. Diques y lagunas de oxidación mal construidas o mal mantenidos, o inadecuado
manejo, almacenamiento o transporte de insumos (como combustibles, lubricantes,
reactivos químicos y residuos líquidos) pueden conducir a la contaminación de las
aguas superficiales.

* Afectación de las aguas subterráneas o freáticas: aguas contaminadas con aceite


usado, con reactivos, con sales minerales provenientes de las pilas o botaderos de
productos sólidos residuales de los procesos de tratamiento, así como aguas de lluvia
contaminadas con contenidos de dichos botaderos, o aguas provenientes de pilas o
diques de colas, o aguas de proceso contaminadas, pueden llegar a las aguas
subterráneas. Además, puede haber un descenso en los niveles de estas aguas
subterráneas cuando son fuente de abastecimiento de agua fresca para operaciones de
tratamiento de minerales.

* Afectación de los suelos: la MCA implica la eliminación del suelo en el área de


explotación, y produce un resecamiento del suelo en la zona circundante, así como una
disminución del rendimiento agrícola y agropecuario. También suele provocar
hundimientos y la formación de pantanos en caso de que el nivel de las aguas
subterráneas vuelva a subir. Además, provoca la inhabilitación de suelos por
apilamiento de material sobrante.
* Impacto sobre la flora: la MCA implica la eliminación de la vegetación en el área de
las operaciones mineras, así como una destrucción parcial o una modificación de la flora
en el área circunvecina, debido a la alteración del nivel freático. También puede
provocar una presión sobre los bosques existentes en el área, que pueden verse
destruidos por el proceso de explotación o por la expectativa de que éste tenga lugar.

* Impacto sobre la fauna: la fauna se ve perturbada y/o ahuyentada por el ruido y la


contaminación del aire y del agua, la elevación del nivel de sedimentos en los ríos.
Además, la erosión de los amontonamientos de residuos estériles puede afectar
particularmente la vida acuática. Puede darse también envenenamiento por reactivos
residuales contenidos en aguas provenientes de la zona de explotación.

* Impacto sobre las poblaciones: la MCA puede provocar conflictos por derechos de
utilización de la tierra, dar lugar al surgimiento descontrolado de asentamientos
humanos ocasionando una problemática social y destruir áreas de potencial turístico.
Puede provocar una disminución en el rendimiento de las labores de pescadores y
agricultores debido a envenenamiento y cambios en el curso de los ríos debido a la
elevación de nivel por sedimentación. Por otra parte, la MCA puede provocar un
impacto económico negativo por el desplazamiento de otras actividades económicas
locales actuales y /o futuras.

* Cambios en el microclima: la MCA puede causar cambios en el microclima y puede


provocar una multiplicación de agentes patógenos en charcos y áreas cubiertas por
aguas estancadas.

* Impacto escénico posterior a la explotación: la MCA deja profundos cráteres en el


paisaje. Su eliminación puede conllevar costos tan elevados que puedan impedir la
explotación misma.

1.2. MINERÍA DE ORO A CIELO ABIERTO POR


LIXIVIACIÓN CON CIANURO

El creciente interés por la explotación de oro de parte de muy diversas compañías


mineras se origina tanto en los aumentos en los precios del oro (una onza se cotiza
actualmente a un precio cercano a los 395 dólares), que brindan un alto margen de
utilidad, como en la reciente creación de métodos rentables en función de los costos de
producción, para la extracción de oro en yacimientos sumamente pobres, gracias a la
tecnología de extracción de oro por lixiviación con cianuro.

Según la DuPont Corporation (citado por Alberswerth), es económicamente viable


extraer minerales con solamente 0.01 onzas de oro por cada tonelada de mineral. Esta
tecnología ha venido a substituir a la recuperación de oro por amalgamación con
mercurio, proceso ineficiente en términos de recuperación, ya que permite solo un 60%
de recuperación del mineral, en comparación con más de un 97% en caso de extracción
con cianuro. (La amalgamación es el proceso mediante el cual el mineral se une con la
sustancia utilizada, en este caso mercurio, para efectos de separarlo del resto del
material.)

Según el Instituto del Oro (Gold Institute, citado por Young, 1993), la producción de
oro por el proceso de extracción por lixiviación con cianuro aumentó de 468,284 onzas
en 1979 a 9,4 millones de onzas en 1991. Para alcanzar el nivel de producción de 1991,
se trataron más de 683 millones de toneladas de mineral con cianuro.

1.2.1. La Tecnología de Extracción de Minerales por Lixiviación con Cianuro (Cyanide


Heap Leach Mining)

Las operaciones mineras que utilizan la tecnología de extracción por lixiviación con
cianuro (cyanide heap leach mining) en minas a cielo abierto se componen de seis
elementos principales, que son:

* la fuente del mineral (an ore source),


* la plataforma (the pad) y el cúmulo (the heap),
* la solución de cianuro,
* un sistema de aplicación y recolección,
* los embalses de almacenamiento de solución (solution storage ponds),
* una planta para la recuperación de metales.

La mayoría de las operaciones que utilizan la extracción por lixiviación con cianuro
usan la minería a cielo abierto para conseguir el mineral. La minería a cielo abierto
trastorna grandes extensiones de tierra. Sin embargo, varias operaciones también usan
material de desecho previamente extraído. Se trituran las menas (rocas que contienen el
mineral) y se les amontona en un cúmulo que se coloca sobre una plataforma de
lixiviación (leach pad).

Los cúmulos de material triturado varían en su tamaño. Un cúmulo pequeño puede estar
constituido por 6 mil toneladas de mineral, mientras que un cúmulo grande puede tener
hasta 600 mil toneladas, llegando a medir cientos de pies de alto y cientos de yardas de
ancho. Las plataformas de lixiviación pueden variar en tamaño. Pueden tener
aproximadamente entre uno y 50 acres (1 hectárea equivale a 2.471 acres). El tamaño de
la plataforma depende de la magnitud de la operación y la técnica de lixiviación.
Generalmente, las plataformas de lixiviación tienen un forro (liner) de materiales
sintéticos y/o naturales que se usan para "tratar" de evitar filtraciones. A veces, las
operaciones utilizan forros dobles o triples. El uso de varios forros efectivos es
económicamente viable y ventajoso para el ambiente, dado que una plataforma con
filtraciones pueden contaminar los recursos hídricos con cianuro.

Una vez que el mineral triturado es apilado en la plataforma de lixiviación, se le rocía


uniformemente con una solución de cianuro. Un sistema de regaderas dispersa la
solución de cianuro a 0.005 galones por minuto por pie cuadrado (típicamente). Para un
cúmulo pequeño (de 200 por 200 pies), esta velocidad equivale a 200 galones por
minuto. La solución de cianuro contiene entre 0.3 y 5.0 libras de cianuro por tonelada de
agua (entre 0.14 y 2.35 kg de cianuro por tonelada de agua), y tiene una concentración
promedio de 0,05 por ciento (alrededor de 250 miligramos por litro de cianuro libre). La
solución de cianuro lixivia (lava y amalgama) las partículas microscópicas de oro del
mineral mientras se filtra por el cúmulo. Los ciclos de lixiviación duran desde unos
cuantos días hasta unos cuantos meses, dependiendo del tamaño del cúmulo y de la
calidad del mineral. La solución de cianuro que contiene el oro --llamada la solución
"encinta"-- fluye por gravedad a un embalse de almacenamiento. Desde el embalse de
almacenamiento se usan bombas o zanjas con forros para llevar la solución hacia la
planta de recuperación de metales.
Los métodos más usados para la recuperación del oro contenido en la solución "encinta"
de cianuro son la precipitación con zinc (método Merrill - Crowe) y la absorción con
carbón. En el proceso de precipitación con zinc, se agrega zinc en polvo y sales de
plomo a la solución "encinta". El oro se precipita (se separa) de la solución mientras el
zinc en polvo se combina con el cianuro. Luego se funde el precipitado para recuperar el
oro. Los productos finales de este proceso son el oro en barras (gold ore bullion) y una
solución de cianuro "estéril" (sin oro) (barren solution), la cual se transfiere con bombas
a un embalse de almacenamiento. También se origina material de desecho (slag
material) que consiste en impurezas, incluyendo metales pesados. Normalmente se
descargan estas escorias en un cúmulo de material de desecho.

La alternativa preferida por la mayoría de las operaciones es la absorción con carbón,


sobre todo en las operaciones más pequeñas y en aquellas en las que las cantidades de
plata que viene asociada con el oro en la solución "encinta" son menores. En este
proceso, la solución encinta es impulsada por bombas a través de columnas de carbón
activado. El oro y la plata de la solución se adhieren al carbón, y la solución "estéril",
que todavía contiene cianuro, se lleva a un embalse de almacenamiento. El oro y la plata
son separados del carbón por un tratamiento con soda cáustica caliente. Después, la
solución pasa por una célula que contiene un ánodo de acero inoxidable y un cátodo
para chapar el metal. El carbón gastado Se reactiva en un horno para poder reutilizarlo.

En las operaciones de extracción por lixiviación se utilizan los embalses de


almacenamiento para almacenar la solución de cianuro que luego se rociará sobre el
cúmulo, sobre la solución "encinta" lixiviada del cúmulo y sobre la solución "estéril"
que resultan del procesamiento del oro. Por razones ambientales y económicas, todos
los embalses de almacenamiento tienen forros para evitar escapes de la solución de
cianuro.

Las operaciones de extracción por lixiviación con cianuro pueden usar un sistema
"cerrado" o "abierto" para el manejo de la solución de cianuro. En un sistema "abierto",
se trata o se diluye la solución "estéril" que queda después de recuperar el oro, para
cumplir con las normas aplicables de calidad de agua para concentraciones de cianuro y
luego se descarga al ambiente. En un sistema "cerrado" se reutiliza o se recicla la
solución de "estéril" para minimizar la necesidad de más cianuro, y para cumplir con las
normas ambientales que pueden ser aplicables en el sitio minero. Varias operaciones
grandes en tierras federales (de Estados Unidos) están valiéndose del sistema "cerrado".

1.3. IMPACTOS AMBIENTALES DE LA EXTRACCIÓN DE ORO


POR LIXIVIACIÓN CON CIANURO

Las operaciones mineras que utilizan la tecnología de extracción con cianuro llevan
implícitos altos impactos ambientales, que en muchos casos pueden ser catalogados de
desastre ambiental.

1.3.1. Acerca de la documentación relativa al tema

El considerable y muchas veces hasta dramático impacto ambiental y social de este tipo
de minería está ampliamente documentado. Entre otros, se recomienda consultar a los
siguientes autores: Alberswerth et al (op.cit.); AMIGRANSA (op.cit.); Bliss & Olson
(op.cit.); Bravo (1994); Danuron Dickson (op.cit.); Emberson-Bain (op.cit.); Hartley
(1995); Hocker (1989); Knudson (1990); Mineral Policy Center (1988); Mineral Policy
Institute (op.cit.); Moody (op.cit.); Panos Institute (1996), Reece (1995); Sartorio de
Ponte (op.cit.); U.S. Department of Labor (1981,), Young (1993).

Para el caso de Costa Rica, la única mina que ha operado con técnicas de cielo abierto
ha sido la mina Macacona, por lo cual representa el único caso del que se pueden
documentar impactos ambientales y sociales. Sobre este caso, se recomienda consultar
los siguientes documentos: ICEA (1989) y Umaña (1990).

1.3.2. Sobre el uso de cianuro en la minería que utiliza la extracción por lixiviación

Dada la alta toxicidad y reactividad natural del cianuro, la contención de esta sustancia
es una de las preocupaciones primordiales de las minas en las que se utiliza la
extracción por lixiviación. Se han documentado los efectos perjudiciales del cianuro en
los peces, la vida silvestre y los humanos.

a. Toxicidad del cianuro

Para las plantas y los animales, el cianuro es extremadamente tóxico. Derrames de


cianuro pueden matar la vegetación e impactar la fotosíntesis y las capacidades
reproductivas de las plantas. En cuanto a los animales, el cianuro puede ser absorbido a
través de la piel, ingerido o aspirado. Concentraciones en el aire de 200 partes por
millón (ppm) de cianuro de hidrógeno son letales para los animales, mientras que
concentraciones tan bajas como 0.1 miligramos por litro (mg/l) son letales para especies
acuáticas sensibles. Concentraciones subletales también afectan los sistemas
reproductivos, tanto de los animales como de las plantas.

Las dosis letales para humanos son, en caso de que sean ingeridas, de 1 a 3 mg/kg del
peso corporal, en caso de ser asimilados, de 100-300 mg/kg, y de 100-300 ppm si son
aspirados. Esto significa que una porción de cianuro más pequeña que un grano de arroz
sería suficiente para matar a un adulto. La exposición a largo plazo a una dosis subletal
podría ocasionar dolores de cabeza, pérdida del apetito, debilidad, náuseas, vértigo e
irritación de los ojos y del sistema respiratorio. Hay que tener mucho cuidado al
manejar el cianuro, para efectos de prevenir el contacto dañino de parte de los
trabajadores. Sin embargo, según la industria, no hay ningún caso de fatalidades
humanas en las minas que usan las técnicas de lixiviación con cianuro.

Ante este hecho, utilizado frecuentemente como un argumento por las compañías
mineras, Philip Hocker (op.cit.) señala: "limitar nuestra preocupación por el cianuro al
hecho de que no hayan sido reportadas muertes humanas es caer en lo que los
bioquímicos llaman en la teoría de toxicología "los muertos en las calles": la actitud
según la cual, si no se ven cadáveres, todo está en orden. A pesar de la ausencia de
cadáveres humanos, hay evidencia de que no todo está en orden".

Los trabajadores mineros suelen tener contacto con el cianuro, sobre todo durante la
preparación de la solución de cianuro y la recuperación del oro de la solución. Para los
trabajadores mineros, los riesgos son el polvo de cianuro, los vapores de cianuro (HCN)
en el aire provenientes de la solución de cianuro y el contacto de la solución de cianuro
con la piel.
1.3.3. Acerca del impacto sobre la vida silvestre y las aguas

Aunque son rentables para las compañías mineras, las minas que utilizan la extracción
por lixiviación con cianuro son bombas de tiempo para el medio ambiente, tal y como lo
indica el amplio estudio de la National Wildlife Federation de los Estados Unidos
(Alberswerth et al, 1992), del cual citamos a continuación las principales
preocupaciones:

* A la vez que se extraen millones de toneladas de mineral de minas a cielo abierto y se


les trata con millones de galones de solución de cianuro, las operaciones que utilizan la
extracción por lixiviación con cianuro trastornan los hábitats de la vida silvestre y las
cuencas hidrográficas, y pueden redundar en una multitud de riesgos para la salud y el
ambiente. Estos impactos pueden manifestarse durante varias fases de la operación.

* Los estanques de cianuro seducen a la vida silvestre. Ha sido registrada


frecuentemente la muerte de animales silvestres, en especial aves, atraídos por el
señuelo de los espejos de agua de esos estanques. La extensión generalizada de la
mortalidad de animales silvestres en las instalaciones que utilizan dicho proceso ha
provocado la preocupación del Servicio de Vida Silvestre y Pesquerías de los Estados
Unidos, a pesar de que existen técnicas para evitar la muerte de animales silvestres, por
ejemplo cercas y redes que cubren las plataformas de lixiviación y los embalses de
almacenamiento, para impedir que las aves y los mamíferos entren en contacto con la
solución venenosa.

* Después de la lixiviación, el cúmulo de mineral ya procesado contiene todavía


vestigios de la altamente tóxica solución de cianuro, así como de metales pesados
concentrados que han sido precipitados del mineral. Muchas operaciones optan por
tratar los desechos contaminados con cianuro enjuagando con agua fresca el cúmulo
hasta que la concentración de cianuro baje a un nivel inferior al máximo permitido (este
nivel varía entre los estados y países). Una vez que la concentración de cianuro baja al
nivel permitido, normalmente se deja en el lugar el material ya procesado, se compacta
y puede que se haga o no se haga el esfuerzo de reconstruir ecológicamente el sitio.

* Si no se enjuaga totalmente el mineral usado y la roca de desecho, o si se le deja sin


tratar, el cianuro puede seguir filtrándose al medio ambiente. Tanto el cianuro como los
metales pesados liberados por él (entre ellos se encuentran arsénico, antimonio, cadmio,
cromo, plomo, níquel, selenio, talio) y otras sustancias tóxicas que se encuentran en el
cúmulo y los lixiviados (por ejemplo sulfuros), son una amenaza para las quebradas,
ríos o lagos, para las fuentes subterráneas de agua y para los peces, la vida silvestre y a
las plantas (citado también por Hartley,1995).

Otros autores llaman la atención sobre lo siguiente:

* Las soluciones de cianuro utilizadas en la minería pueden filtrarse a las aguas


subterráneas (freáticas) (Engelhardt, 1989, citado por Hocker, 1989; Hilliard, 1994).

* Los problemas a largo plazo derivados de la lixiviación de metales pesados de los


cúmulos de desechos de las operaciones que utilizan la extracción por lixiviación con
cianuro probablemente exceden el impacto directo del cianuro en sí (Hocker, 1989).
Aún en los Estados Unidos, las actuales regulaciones federales y estatales no abordan de
manera adecuada los impactos de la minería que utiliza la extracción por lixiviación con
cianuro. A pesar del gran aumento en el número de actividades mineras de extracción de
oro y de los impactos conocidos de estas actividades, los organismos reguladores a nivel
federal y estatal no se han apresurado a abordar estos problemas.

1.3.4. Acerca de los accidentes propios de la minería de oro a cielo abierto por
lixiviación con cianuro

1.3.4.1. Sobre los escapes de cianuro al medio ambiente

El cianuro utilizado en el proceso de extracción por lixiviación puede ocasionar -- y


ocasiona-- daños ambientales. Las dos clases más comunes de escapes de cianuro al
medio ambiente en operaciones de extracción por lixiviación resultan de:

a. Forros (geomembranas colocados debajo de los cúmulos y los estanques) que


permiten filtraciones debido a un diseño inadecuado, a defectos de manufactura, a
inadecuada instalación y/o a daños (agujeros) producidos durante el proceso de
operación.

En su excelente reseña sobre los forros (geomembranas) utilizadas por la minería de


oro, Reece (op.cit.) afirma: "Todos los forros tienen escapes. Esa es la cosa más
importante a comprender acerca de las geomembranas usadas en la minería que utiliza
la extracción por lixiviación con cianuro. La única diferencia entre ellas es que algunas
han tenido filtraciones y otras las tendrán" (en cursiva en el original).

b. Soluciones que se desbordan de los embalses de almacenamiento. Estos escapes


causan daños a las plantas y a los animales que tienen contacto con concentraciones
letales de la solución de cianuro, y representan una amenaza a largo plazo para las aguas
subterráneas (freáticas).

Generalmente, los embalses de almacenamiento son diseñados para resistir grandes


tormentas y crecidas. Sin embargo, no siempre impiden los desbordamientos. Los
metales pesados y el agua contaminada con cianuro que escapan de un embalse de
almacenamiento ocasionan mayores daños cuando fluyen directamente a cursos
naturales de agua. La solución que escapa puede ser suficiente para matar peces y otras
formas de vida acuática, o para contaminar recursos de agua potable.

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