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ANÁLISIS DE LA ECONOMÍA COLOMBIANA

Por Helber Alejandro González Rodríguez

Para el presente análisis se tomarán como referencia la política fiscal y monetaria,


considerados factores determinantes para establecer las posibilidades de un país,
como Colombia, de direccionarse a un crecimiento económico sostenible.

En el mes de agosto de 2015, José Darío Uribe (Uribe, 2015), gerente del Banco de la
República, reportó que existen condiciones externas que afectan en gran medida el
comportamiento de los indicadores de estabilidad y crecimiento económico del país,
resaltándose la disminución en el precio internacional del producto que representa la
mitad de las exportaciones de Colombia (Ávila, 2016), el petróleo, con la consecuente
reducción de los ingresos por exportación y por inversión extranjera directa, y el
ingreso nacional afectando mayoritariamente el del sector público.

Por otro lado, se ha observado el fortalecimiento del dólar y por ende el incremento de
las primas de riesgo y la elevación de las tasas de interés externas; es importante
observar que en el año 2015 “las ventas de combustibles se redujeron a la mitad,
hasta cerca de los 13.000 millones de dólares; por cada dólar que baja el barril en
forma permanente el país deja de recibir unos 250 millones de dólares anuales, algo
que impulsa el precio de la divisa” (Ávila, 2016). Aunado a esto, los socios comerciales
como Venezuela y Ecuador, han crecido menos siendo mercados importantes para la
exportación.

El panorama internacional presentado obligo a tomar medidas desde el Gobierno que


mantengan los objetivos de crecimiento e inflación del país, por lo que se entró en la
devaluación del peso, incrementando la competitividad de la producción nacional con
el consiguiente consumo de bienes y servicios y haciendo que se incrementarán los
precios de los bienes y servicios importados. Sin embargo, ésta medida permite que la
inflación al consumidor se incremente ya que una parte de la devaluación sería
trasladada a éste; es considerable que el valor de la inflación superó el rango de meta
establecido por el Banco de la República y alcanzó en el 2015 el 6,77%, en lo que
además de la condición mencionada causo gran afectación la época de sequía por el
incremento del valor de los alimentos. Puede decirse entonces que las condiciones
externas llevaron a la disminución del crecimiento del gasto y el producto y a la presión
al alza de la inflación (Uribe, 2015), como se ve en las cifras citadas.

Considerando los factores mencionados y conociendo que la política monetaria


permite “sostener la actividad económica proporcionando a los agentes financieros la
liquidez y los créditos indispensables para consumir, invertir y producir” (Ramírez,
2008), se entiende que si el crecimiento económico observado es inferior al
crecimiento potencial habría lugar a una postura monetaria expansiva que permita
acelerar nuevamente la actividad económica. No obstante, adoptar una postura
monetaria expansiva requiere que la brecha entre inflación y meta de inflación lo
permita, es decir que la inflación y sus expectativas estén alineadas con la meta que,
en el caso colombiano, ha sido establecida como un rango entre 2% y 4%, ésta
postura monetaria requeriría una tasa de intervención baja (Verdugo, 2015), pero
desde el 22 de marzo a la fecha está en 6,5%.

El incremento del valor de la tasa de intervención indica que el factor determinante


para la política monetaria es la inflación que alcanzó un 6,77% en 2015, muy lejos de
la meta propuesta por el Emisor en el rango del 2 a 4%; desestimándose la actividad
económica y sus necesidades de incremento para mejorar el crecimiento, ya que de
ésta forma se ha desestimulado el consumo de bienes y servicios afectando
directamente a los empresarios. Por otro lado, el Banco de la República afirma que el
valor de la tasa de cambio puede incrementar la producción de bienes y servicios
exportables e induciría la sustitución de bienes importados por producción local (El
Tiempo, 2016).

En relación con la tasa de cambio, es bueno mencionar que la principal virtud de su


flotabilidad y de amortiguar sus fluctuaciones a través de estos mecanismos de
opciones es que permite repotenciar la política monetaria, al otorgarle cierta
exogeneidad a esta última; otra virtud que cabe destacar de este arreglo es que
permite entender que frente a choques externos debe ser la tasa de cambio la que
reaccione y no tanto la política monetaria interna (Ramírez, 2008).

Verdugo (2015) afirma que en lo que corresponde al crecimiento económico, el


reciente deterioro de los términos de intercambio ha vuelto a desenmascarar la baja
competitividad de la estructura productiva colombiana por lo que el proceso de aporte
de la devaluación al crecimiento económico del sector transable ha sido más lento de
lo esperado. En la medida en que este efecto se demore en ocurrir o en hacerse
evidente, la tarea de la política monetaria se dificulta pues se mantiene una marcada
desaceleración económica al tiempo que se dificulta el control de la inflación. En cifras
se encuentra que se esperaba una desaceleración a un 2.9% en 2015 y 3.2% en 2016,
aun así manteniéndose el país entre los más altos de la región América Latina y el
Caribe.

Se ha establecido que los sectores industrial, de construcción y agropecuario podrían


tener un incremento productivo, mientras que el sector minero – energético que cerró
en 2015 con una caída del 1,3% tendría una contracción para el 2016.

Respecto a la tasa de desempleo se encuentra que en febrero de 2016 fue de 10,0%


según el reporte del DANE, lo que no representó una variación estadísticamente
significativa respecto a febrero de 2015 cuando se ubicó en 9,9%. Esta cifra indica que
498 mil colombianos encontraron empleo, lo que es determinante para que la tasa de
ocupación para este mismo mes fuera la más alta de los últimos 16 años con 57,9%.

Ante estas situaciones el país deberá propiciar el reanclaje de la inflación y sus


expectativas a la meta, mantener el régimen de flotación cambiaria para contribuir a
reducir el abultado desequilibrio externo, y adelantar cuanto antes la tan invocada
reforma tributaria estructural a fin de asegurar la consolidación fiscal, con el fin de
avanzar en el camino de recuperación económica de manera sostenible en el tiempo,
según lo afirma Carlos Gustavo Cano, codirector del Banco de la República (Morales,
2016).
Referencias

Ávila, R. (2016, 10 de enero) No será un año fácil para la economía, pero tampoco es
el fin. El Tiempo. Recuperado de
http://www.eltiempo.com/economia/sectores/economia-colombiana-para-
2016/16476962

Morales, M. (2016, 6 de marzo) Inflación o desempleo ¿Cuál de estos males elegir? El


Tiempo. http://app.eltiempo.com/economia/sectores/empleo-e-inflacion-en-
colombia/16528853

Ramírez, H. F. (2008) Finanzas Públicas. Recuperado de http://www.eumed.net/libros-


gratis/2008c/465/POLITICA%20CAMBIARIA%20ECONOMICA%20MONETARIA%20Y
%20FISCAL.htm

Uribe, J. D. (2015) Informe de Inflación. Informe de política monetaria y rendición de


cuentas. Banco de la República. Recuperado de
http://www.banrep.gov.co/es/node/39087

Verdugo, G. (2015, 25 de julio) Desafíos de la política monetaria colombiana. Revista


Dinero. Recuperado de http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/opinion-
sobre-desafios-politica-monetaria-colombiana/211291

Banco de la República subió tasa de interés y la situó en 6 por ciento. (2016, 29 de


enero) El Tiempo. Recuperado de
http://www.eltiempo.com/economia/indicadores/suben-tasas-de-interes-al-6-por-ciento-
en-colombia-banco-de-la-republica/16495066

Crecimiento económico del país será menor al estimado. (2015, 24 de diciembre) El


Tiempo. Recuperado de http://www.eltiempo.com/economia/sectores/cifras-sobre-
crecimiento-economico-en-colombia-2016/16466274

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