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DISCIPLINA

En (Proverbios 15: 32), leemos: " El que tiene en poco


la disciplina menosprecia su alma; más el que escucha
la corrección tiene entendimiento".

En (Hebreos 12:1-11), dice: "Por tanto, nosotros también,


teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,
despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y
corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el
cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz,
menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono
de Dios.

Considerando a aquel que sufrió tal contradicción de


pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se
canse hasta desmayar. Porque aún no habéis resistido hasta
la sangre, combatiendo contra el pecado; y habéis ya olvidado
la exhortación que como hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío,
no menosprecies la disciplina del Señor , ni desmayes cuando
eres reprendido por él ; porque el Señor al que ama,
disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.

Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque


¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se
os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes,
entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a
nuestros padres terrenales que nos disciplinaban , y los
venerábamos.
¿Por qué no obedecemos mucho mejor al Padre de los
espíritus, y viviremos? Y aquellos, ciertamente por pocos
días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para
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lo que nos es provechoso, para que participemos de su


santidad.

Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa


de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de
justicia a los que en ella han sido ejercitados".

La Disciplina en la Iglesia la dividimos en dos


grandes formas:

1. Disciplina Formativa: es la que se usa para introducir a


una persona en el camino cristiano y guiarla en el
crecimiento hasta que sea formada perfectamente
conforme a la imagen del Señor Jesucristo.

2. Disciplina Correctiva: esta se refiere a las actitudes y


medidas que se asumen o toman, individual y/o
colectivamente, para volver al hermano al camino del
cristianismo.

Debe anotarse que la aplicación de ambas formas, que debe


obedecer y apoyarse sobre el texto Bíblico, pues, "Toda la
Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a
fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra"
(2Timoteo 3:16-17).

El Nuevo Testamento emplea por lo menos unos 16 pasajes


con clara referencia de la Disciplina Correctiva, y con
excepción de uno solo de estos, pasajes, todos los demás se
los debemos al Apóstol San Pablo, y en ellos se tratan cuatro
clases de temas fundamentales sobre cuestiones que requiere
de una acción disciplinaria:

1).Las ofensas personales (Mateo 18:15-22)


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2)Los desórdenes sociales (1 Tesalonicenses 2:11-12;


4:11-12;5:14; 2 Tesalonicenses 3:6-15).

3) La inmoralidad sexual (1Corintios 5:1-13; 2 Corintios 2:5-


11).

4) Los problemas doctrinales (Gálatas 1:6-9; 6:1; Romanos 16:


17-20; 1 Ti 1:18-20; 5:19-20; 6.3-5: Ti 4:14; Tito 1:9-16; 3:10).

Es de notar con atención que los problemas que reciben


mayor atención o tratamiento son los desórdenes sociales y
los problemas doctrinales.
Estaremos observando cada uno de estos aspectos de la
Disciplina Correctiva para la Iglesia, guiándonos
exclusivamente por el texto bíblico a fin de dar lugar al
Espíritu Santo. Que él sea tratando a través de estas
reflexiones con cada uno de nosotros.

A. OFENSAS PERSONALES

El texto básico para la disciplina correctiva es (Mateo 18:15-


22, y el pasaje paralelo de Lucas 17:1-4)
En (Mateo 18), Jesús mismo establece para su Iglesia el
poder, propósito y procedimiento para corregir a un hermano
que yerra.
Lo que tenemos en (Mateo 18:15-22), es la preocupación
del Señor Jesús por la armonía y pureza de su iglesia, virtudes
que son destruidas por el pecado.

¿Qué puede o debe hacerse en un caso semejante? El


procedimiento presentado por Jesús es sabio y práctico.
"Cuanto tu hermano peca contra ti" es la frase que
establece la necesidad de la Disciplina correctiva.
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Primer paso: Contrario a la disposición natural. Jesús


manda que el ofendido, o el que está enterado, tome la
iniciativa para subsanar el problema. Generalmente
pensamos que la responsabilidad de corregir la ofensa
corresponde al que la cometió . Por lo menos por dos razones,
el ofendido debe tomar la iniciativa:

1) Porque muchas veces el que ofende no se dá cuenta del


hecho;
2) Por otro lado, si ofendió con intención, es de esperar que el
hermano ofendido esté en mejores condiciones espirituales
para iniciar la solución.

Es un concepto falso aquello de que todo el proceso de la


Disciplina correctiva debe estar en manos del Pastor, o de la
Junta Local.
Lo que Jesús enfáticamente indica es que todo hermano es
responsable por esta etapa de la Disciplina en la Iglesia.
La actitud con que uno cumple el "repréndelo" es decisiva.
El mandato es urgente y debe cumplirse antes que se
aumente o se extienda el problema; pero el ofendido debe
estar siempre completamente seguro que posee la disposición
de ánimo adecuada para lograr una solución y no para ir a
"echar leña al fuego" . Debe examinar en oración sus propios
motivos. La palabra "repréndelo" significa más bien "exponer
a la luz con el fin de corregir".

En (Lucas 17:3), se emplea un término más fuerte:


"reprochar". Entonces es claro que el ofendido debe ir para
exponer a la luz, en amor, lo que a él le parece sea el caso.
Debe admitir la posibilidad de un error en su interpretación de
los hechos. Debe ir como un hermano que tiene sus propios
pecados y no con una actitud de superioridad espiritual.

Las circunstancias que uno escoge para cumplir el


"repréndele", también son importantes.
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En vez de aprovechar una ocasión en presencia de otros


hermanos o familiares, esta entrevista debe cumplirse en un
ambiente tranquilo y a solas los dos, pues de ese modo habrá
menos riesgo que se presente una reacción "defensiva" o
beligerante del hermano ofensor.

El propósito de este primer paso es bien claro.


"Ganar a tu hermano". Esto puede significar ganarle como
amigo, como miembro y compañero en el reino de Dios, o
como un salvado de la ruina moral. Si es necesario realizar
varias visitas en privado para lograr el propósito, y habiendo
buena disposición de parte del que ofendió, se debe
aprovechar al máximo esta etapa antes de pasar a la
siguiente. Entre hermanos que aman al Señor, la vasta
mayoría de los problemas deben encontrar su solución aquí.

Segundo paso: No habiendo logrado una reacción favorable


del hermano ofensor, y teniendo la seguridad de que él obró
con mala intención, Jesús recomienda el segundo paso a
tomar.
La compañía de "dos o tres testigos", hermanos en la fe,
ayudará al hermano que ofendió a comprender la gravedad
del caso. Aquí cabe citar a (Deuteronomio 19:15), "No se
tomará en cuenta a un solo testigo contra ninguno en
cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con
cualquiera ofensa cometida. Sólo por el testimonio
de dos o tres testigos se mantendrá la acusación".
Por otro lado, si el que ofendió no responde favorablemente,
habrá testigos para acompañar al hermano ofendido cuando
el asunto llegue a la Iglesia.

Tercer paso: Habiendo agotado toda posibilidad de una


solución en las dos etapas anteriores, ya el asunto reviste
suma gravedad. Se llega al último tribunal de apelación
para el creyente, que es la Iglesia. No es el pastor, ni la junta
local los que tienen la última palabra en la aplicación de la
disciplina, sino la totalidad de los miembros de la Iglesia. Si
el cuerpo total de los hermanos, con el peso de su influencia
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moral no logra reconocimiento y arrepentimiento del error,


queda una sola opción: Considerarlo como uno no convertido
es decir "tenle por gentil" y publicano".

B. DESORDENES SOCIALES

Con relación a la necesidad de tomar medidas disciplinarias


cuando se presentan desordenes sociales en la Iglesia,
tenemos las enseñanzas del Apóstol Pablo en sus dos Cartas a
los Tesalonicenses.

Parece que un mal entendimiento en cuanto al retorno del


Señor Jesús había resultado en el abandono de sus empleos
por parte de muchos hermanos en Tesalónica, y por lo tanto,
el descuido de sus responsabilidades diarias, queriendo
pasársela de casa en casa, con chismes, y comiendo de la
mesa de otros, etc.

Desde luego que si ya no estaban ocupados en nada tampoco


recibían ningún sueldo para su propio mantenimiento y por
tanto, llegaron a constituirse en una carga para los hermanos
en la fe y llegaron a ser motivo para que los inconversos
criticaran el evangelio y por ende a la Iglesia misma como
causa de desorden. Pero, aparentemente una sola carta no
fue suficiente para resolver el problema.
Citaremos cuatro pasajes para que notemos cómo de manera
progresiva, que va desde simples sugerencias hasta mandatos
específicos y detallados; el Apóstol trata este asunto a los
Tesalonicenses en sus dos cartas que les dirigió .

(1 Tesalonicenses 2: 11-12), tenemos que decir que el


ministerio de Pablo a los Tesalonicenses se resume en tres
expresiones que implica una relación final: "como el padre
a sus hijos..."
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1) El primer término empleado por el Apóstol aquí es:


"exhortábamos", y significa: exhortar, animar, consolar.

2) El segundo término es la palabra "consolábamos" y


significa. Animar, consolar, hacer feliz

3) El tercer término es la palabra "encargábamos", y


significa: testificar, insistir, implorar.

Todo ministerio del Apóstol se dirigía a los Tesalonicenses de


manera doble: Individualmente; es decir "a cada uno de
vosotros", y colectivamente, con el fin de que "anduvieseis
como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria". El
Apóstol indica que la relación del creyente con Dios debe
determinar su conducta, y este pasaje sirve como
introducción a todos los consejos de Pablo respecto de la
Disciplina Correctiva.

En (1 Tesalonicenses 4:11-12), en este pasaje el Apóstol


muestra mas claramente la naturaleza del problema de los
Tesalonicenses y les exhorta a hacer tres cosas con una meta
en mente bien definida:

a) Les exhorta a esforzarse sinceramente, a estar quietos, o a


vivir pacíficamente, pues le fe cristiana debe producir un
ánimo tranquilo y pacífico.

b) Luego, les exhorta también a dedicarse a sus propios


asuntos sin molestar o inquietar a otros, pues, quienes
descuidan sus propias responsabilidades generalmente
terminan molestando a los demás.

c) La tercera exhortación que el Apóstol les hace es que


formen el buen hábito de trabajar "con sus manos". El
mismo Apóstol les había dado ejemplo cuando estuvo
viviendo entre ellos y ahora él lo recomienda como remedio
a tan grande mal como es éste que produce desordenes
sociales: el no ocuparse en nada útil.
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La preocupación más grande del Apóstol es por la Iglesia, por


el testimonio de ella en primer lugar, pensando en lo que
pudieran decir contra ella los inconversos; por tanto, los
miembros de la Iglesia han de conducirse "honradamente", es
decir, en forma decente, atrayente y honesta.
En segundo lugar, él se preocupaba por los problemas que
algunos que no querían trabajar suscitaban dentro de la
Iglesia. El trabajo manual podría resolver también ese
problema, eliminando de paso las necesidades materiales.

En (1 Tesalonicenses 5:14) Esta es la tercera mención que


sobre Disciplina Correctiva se hace en esta Epístola, siempre
con relación a los ociosos. Y, otra vez el Apóstol Pablo se
dirige a la Iglesia con la exhortación fraternal: "como el
padre a sus hijos". Pero, en esta oportunidad lo hace por
medio de cuatro amonestaciones, cada una de ella con un
imperativo:

1) El primer imperativo es: "que amonestéis", y significa


amonestar, advertir, exhortar, instruir. Es un término
fuerte usado por el Apóstol en esta epístola. Encomienda a
los creyentes de la Iglesia la responsabilidad de advertir a
los "ociosos". El término "ociosos" es sumamente gráfico.
Siendo un término militar, quiere decir "romper el orden
militar" , y en su uso se refiere a los soldados que salían de
las filas, o que se quedaban por el camino, indisciplinados,
rebeldes e insubordinados. El término describe a los
miembros ociosos que habían abandonado el orden
fraternal para vivir desordenadamente, todo por razón de
su concepto distorsionado de la segunda venida del Señor.
Pero, estas personas "ociosas" no eran inactivas, ni mucho
menos; por el contrario agitaban e inquietaban a los
demás hermanos, trayendo vergüenza al Evangelio .

Como no resultara lo que se esperaba; que hubiera un


cambio de actitud en los amonestados, entonces ha de
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emplearse los términos amonestativos e imperiosos


siguientes.

2) El segundo imperativo es: " que alentéis", el cual quiere


decir dar ánimos a quien los ha perdido. La actitud
persistente de ociosidad producía en algunos hermanos
un decaimiento en su estado de ánimo cristiano por la
molestia que traía para sus vidas el verse presionados a
tener que proveer para las necesidades diarias de otros que
podían trabajar con sus propias manos y no ser así una
carga para nadie. A quienes sufrían por causa de dichas
personas había que alentarlos en su ánimo.

3) El tercer imperativo es: "que sostengáis", y quiere decir


colocarse al lado de uno que está para caer. El problema
de los "ociosos" puede llegar a constituirse en tropiezo para
la vida cristiana de muchos, y por eso hay que estar
vigilantes para dar atención inmediata a todo aquel que es
hecho víctima de esa clase de personas.

4) El cuarto imperativo es: " que seáis pacientes", eso significa


que debe tenerse consideración de alguien. Aún con los
"ociosos", habrá que mostrarse pacientes; quizás esta
actitud resulte en el tan anhelado cambio que se espera del
ocioso.

Seguramente Pablo pensaba que con estas exhortaciones


sería suficiente y pronto aquellos problemas quedarían
resueltos. Sin embargo, las nuevas noticias provenientes de
Tesalónica demostraban que el problema persistía. De modo
que había que tomar medidas más terminantes.

En (2 Tesalonicenses 3: 6-15), los versículos 4-5 de este


capítulo es como una introducción al pasaje que
consideramos; y, con esos versos el Apóstol expresa confianza
en que los hermanos obedecerán sus instrucciones, y los
encomienda a la dirección y amor del Señor.
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Inmediatamente entra en el tema que le preocupa: el de los


"ociosos", que ya se muestran rebeldes. Por eso, notamos un
tono autoritativo que contrasta con las exhortaciones
fraternales anteriores.
La expresión "os ordenamos" es un término militar fuerte y
se encuentra cuatro veces en este capítulo:

a) Versículo 4 "...Haréis lo que os hemos mandado..."


b) Versículo 6 "Pero os ordenamos..."
c) Versículo 10 "...Cuando estábamos con vosotros, os
ordenábamos esto..."
d) Versículo 12 "A los tales mandamos..."

El tono severo del Apóstol obedece a que no logró lo que


deseaba con términos más suaves, sus enseñanzas y ejemplo,
estando en Tesalónica y posteriormente el envío de la primera
carta. Al igual que el Señor Jesús, Pablo esperaba que sus
discípulos siguieran su ejemplo (2 Tesalonicenses 3: 6-10).
A su autoridad Apostólica, Pablo agrega ahora la autoridad
máxima: "En el Nombre de nuestro Señor Jesucristo".
Respaldado por esta autoridad les manda que eviten todo
compañerismo íntimo con los "ociosos", los cuales andan
desordenadamente. Dos veces en este pasaje (Versos 6-11)
Pablo usa la palabra "desordenadamente" para enfatizar la
condición actual de los ociosos ante la Iglesia y los
inconversos.

Ahora el propósito de esta medida con los "ociosos" es para


comunicarles el desagrado y desaprobación de la Iglesia en
cuanto a su conducta desordenada con la esperanza que se
produzca un cambio, tanto en la actitud como en el proceder
de tales hermanos.
El verso 11 Pablo describe más detalladamente la naturaleza
del error de los "ociosos", literalmente, "no trabajando en
absoluto", pero estando ocupados trabajando en lo ajeno".
Hay aquí un cierto juego de palabras: ellos no trabajaban en
nada; pero, en cambio querían vivir del trabajo, del producido
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del trabajo de los demás hermanos. Eso es lo que indica


claramente el Apóstol aquí .

En el Verso 12 Pablo se dirige, por primera vez, directamente


a los hermanos desordenados. Y, otra vez su tono es
autoritativo, "mandamos", expresando claramente lo que
esperaba de ellos. Han de "trabajar en quietud y paz", para
que ganen lo suficiente para mantenerse a sí mismos.

Pero, en el supuesto que nada resulte en el cambio de los


"ociosos" ¿qué debe hacerse? , Dos cosas específicamente, se
deben hacer:
"Señalarlo, marcarlo, o llamar la atención a tal persona"; y ,
"no os juntéis con él", "no os asocies con él".
Finalmente, el Apóstol señala la actitud de los hermanos hacia
aquella clases de creyentes: "Más no lo tengáis por enemigo,
sino amonestadlo como hermano (verso 15).
A pesar de su error, un "ocioso" es todavía un hermano en la
fe. Cuando se le niega el compañerismo íntimo, fraternal, es
con el fin de hacerlo reaccionar positivamente y que desea y
espera.

C. INMORALIDAD SEXUAL

Entre los muchos problemas que inquietaban a la Iglesia en


Corinto y que motivaron al Apóstol Pablo para escribirles las
dos cartas que conocemos y probablemente una tercera
quizás anterior que se perdió, figuraba un problema de
incesto. Pero, el Apóstol antes de ocuparse de este problema,
dio prioridad a otro : el partidismo entre los hermanos, pues,
una Iglesia dividida entre sus miembros está incapacitada
para resolver un problema como tal, irregularidad sexual, ya
que requiere la aplicación de una fuerte Disciplina correctiva.
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(1 Corintios 5:1-13). La Disciplina correctiva es el tema de


todo el capítulo 5 de 1 de Corintios.
El capítulo se divide en cuatro secciones:

1. El problema (Versos 1y 2).


2. El método de disciplina (versos 3-5).
3. Los objetivos de la disciplina (Versos 5 y 8).
4. Los límites de la disciplina (Versos 9 y 13).

Tratemos de examinar el asunto en el orden que acabamos de


señalar.

1) El problema (Versos 1 y 2)
La práctica de la inmoralidad sexual por parte de por lo menos
un miembro de la Iglesia ya era noticia pública. Más todavía:
era una clase de fornicación que aún "los gentiles", o
inconversos, incrédulos, se avergonzaban de ella.
Concretamente era un caso de incesto. Parece ser que un
hombre, miembro de la Iglesia, hacía vida marital con su
madrastra. La ley Griega y la Romana consideraban este acto
como una gran infamia.

El concepto cristiano sobre el incesto se basa sobre las


prohibiciones de la ley Mosaica. Por ejemplo:
En (Levíticos 18), presenta una lista de relaciones
conyugales prohibidas. Hasta donde se sabe existen
solamente dos clases de males reconocidos universalmente,
esto es: acciones desaprobadas por todas las sociedades,
estas son:
El homicidio y el incesto.

La noticia del incesto en la Iglesia escandalizaba al Apóstol;


pero, lo que parece que más lo molestaba de la Iglesia al
respecto,
(verso 2), y como si esto fuera poca cosa, había algunos
hermanos que se jactaban, se felicitaban, por su criterio
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"amplio y liberal" frente al caso. Aunque es de suponer que


no todos los hermanos de la Iglesia compartían tal punto de
vista, sí es claro que la mayoría de los miembros de la
Iglesia pensaban que eran poseedores de una "sabiduría"
superior (verso 2), con base en la cual juzgaban el asunto,

o la situación como cosa "normal", cuando la actitud correcta


es exactamente la opuesta humillarse, lamentar el mal y
tomar medidas para corregirlo.

2) El método de la Disciplina (Versos 3 y 5), ante tal


indiferencia por parte de la Iglesia el Apóstol se adelanta
para juzgar el caso esperando que la Iglesia lo imite en su
ejemplo. Considera válido su juicio, aunque ausente en
cuerpo, porque está místicamente unido a la Iglesia.
Menciona tres fuentes de autoridad para la aplicación de la
disciplina:

- Su autoridad apostólica
- La autoridad de la Iglesia
- Y la autoridad del Señor mismo.

Como en Mateo 18 y en los pasajes de las cartas a los


Tesalonicenses, aquí también el Apóstol asigna a la Iglesia el
ejercicio de la Disciplina. Notemos las cuatro condiciones
para que la Disciplina sea efectiva;

a) Verso 4: "En el Nombre de nuestro Señor Jesucristo"


b) Reunidos vosotros (en asamblea general)
c) Y mi espíritu (es decir, conscientes de la enseñanza y
consejos del Apóstol)
d) Y, con el poder de nuestro Señor Jesucristo (el poder real
por la presencia del Señor en su Espíritu).

El mandato: " el tal sea entregado a satanás (verso 5),


significa expulsión inmediata de la Iglesia. El tal ha escogido
un proceder satánico, por lo tanto, debe ser entregado al
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dominio de satanás. Esta sentencia es corroborada por los


versos (2, 7 y 13).

3) Los objetivos de la disciplina (verso 5-8).


La disciplina correctiva tiene dos objetivos:

 Lograr la restauración del hermano pecador a la fidelidad


cristiana;
 Limpiar de influencias negativas la Iglesia.

El Apóstol recuerda de nuevo la increíble jactancia de los


miembros de la Iglesia de Corinto. Luego pasa a ilustrar el
peligro que encierra la actitud de hacer caso omiso a las
influencias que contaminan a la Iglesia. Una pequeña porción
de levadura mezclada en la masa, extiende su influencia
corruptora en forma realmente sorprendente. Un caso de
inmoralidad sexual, tolerada por un tiempo, afectará a toda la
Iglesia directa o indirectamente.

Alma a almas son como manzanas, sin una está podrida pudre
las demás.
La metáfora de la levadura ilustra poderosamente lo que debe
ser la vida moral de los creyentes (verso 7). Antes de comer
la pascua, los judíos cumplían un rito de buscar
cuidadosamente por todos los rincones de la casa por alguna
migaja de levadura que hubiese caído al piso. Era un rito que
simbolizaba la limpieza moral del pueblo de Dios en
preparación para la celebración de la pascua. Aplicando la
figura a la Iglesia de Corinto, Pablo les recuerda que el tiempo
para la limpieza ya pasó , pues, el "Cordero Pascual" fue
sacrificado hace ya mucho tiempo.

El pueblo cristiano es una "nueva masa", y por tanto debe


estar seguro que toda la vieja levadura, influencias que
contaminan, ya ha sido limpiada, quitada. Los judíos
celebraban siete días comiendo pan sin levadura después de
la cena pascual. La Iglesia debe celebrar la obra redentora
del Señor Jesús, no una semana por año, sino todos los días.
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En esa celebración no hay lugar para "levadura, malicia y


maldad". Esta limpieza y celebración deben ser resultado de
un hecho histórico, "nuestra pascua es Cristo, ya fue
sacrificada por nosotros (versos 7).

4) Los límites de la disciplina (versos 9 y 13)


En esta sección Pablo explica que las medidas disciplinarias
cristianas no se aplican a los que están fuera de la Iglesia. En
medio de esta explicación les recuerda una medida
disciplinaria que les había encomendado antes de decir, de
no "juntarse, ni comer con alguno que llamándose hermano",
lleve una vida de testimonio contraproducente.
El compañerismo íntimo con tales "hermanos", sean
miembros o no de alguna Iglesia, tendrán dos resultados
indeseables:

a) Se le dará a ese "hermano" una falsa seguridad en cuanto


a su condición espiritual.
b) Y, comprometerá nuestro testimonio y tenderá a
contaminar nuestra vida espiritual.

El verso 13 Pablo termina con una afirmación y un mandato.


En cuanto los de mal vivir fuera de la Iglesia, Dios se
encargará de ellos en el juicio final. En cuanto al " hermano"
culpable de incesto, la Iglesia tiene una responsabilidad
ineludible para el bien de él y de la Iglesia misma: "quitarle"
de entre su medio cuanto antes.

D. PROBLEMAS DOCTRINALES.

Esta es la sección que nos ocupará más exactamente por la


importancia que reviste y por ser de una constante
actualidad.
Los problemas de carácter doctrinal, o que afectan la doctrina
de la Iglesia, generalmente se dan de manera triple:
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1) El problema de predicadores heréticos


2) El problema de elementos (personas, divisionistas)
3) El problema de alejarse, dejar la sana doctrina, abandonarla
o cambiarla.

Miraremos de manera rápida lo dos primeros, casos y


trataremos de centrar nuestra mayor atención en el tercero.

Los resultados tan positivos obtenidos por el Apóstol Pablo en


sus dos primeros viajes misioneros parece que despertó una
reacción feroz por parte de algunos cristianos legalistas, los
judaizantes; Ellos consideraban que el Apóstol violaba la ley
de Moisés e interpretaba erróneamente la enseñanza de
Jesús.

Pero no estaban dispuestos a confrontarlo cara a cara, sino


que lo perseguían de lejos, visitando las Iglesias que él había
establecido y sembrando dudas entre sus miembros. Fueron
estos maestros falsos quienes provocaron a Pablo a emitir
algunas de las expresiones más crudas que encontramos en
sus cartas, observemos (Gálatas 5:12). El Apóstol procuró
contrarrestar los errores doctrinales de los judaizantes por
medio de consejos, exhortaciones y mandatos a las Iglesias y
a sus colaboradores.
Así que, vamos a ver estos asuntos.

1). Los predicadores herejes (Gálatas 1: 6-9 y 6: 1)


Pablo recibió la triste noticia de que creyentes en algunas
Iglesias de la provincia romana de Galacia (Antioquia de
Pisidia, Iconio, Listra, Derbe), fundadas por él en su primer
viaje misionero, se
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encuentra ahora bajo la influencia de las enseñanzas de los


judaizantes, y estaban considerando la posibilidad de agregar
la circuncisión al evangelio de "justificación" por la fe" que
habían< recibido del Apóstol. Los judaizantes atacaban a
Pablo usando tres armas poderosas:

a) Ponían en duda su autoridad apostólica


b) Afirmaban que su evangelio era falso
c) Aseguraban que los resultados morales de la justificación
por la fe, serían desastrosos.

La carta a los Gálatas es la respuesta de Pablo a semejante


situación.

Gálatas 1: 6-9, se divide en dos secciones:

Primera: Los versos 6-7 presentan la naturaleza y gravedad


del error de los Gálatas. La angustia espiritual que
experimentaba Pablo respecto de los Gálatas se reflejan en la
corta introducción y en la expresión "estoy maravillado" .
Esta es una expresión de desilusión y sorpresa que se basa
sobre el grave desvío doctrinal que "tan pronto"
experimentaron aquellos hermanos.

La naturaleza de su error tiene implicaciones funestas, seguir


a los judaizantes, era exactamente abandonar no un mero
agente humano, Pablo en este caso, sino que era abandonar
al mismo Señor Jesús.
La palabra "otro", se refiere a otro evangelio de una clase
distinta; y "ese otro evangelio" es el que predicaban los
judaizantes. Realmente era distinto en todas las formas. Tan
radical era su diferencia que en el verso 7 , el Apóstol aclara
que no hay otro evangelio que pueda ser de la "misma clase"
del "evangelio de Cristo" . La labor de los judaizantes
produciría dos cosas malas: por un lado perturbaban a los
hermanos de la Iglesia; y por otra parte, de manera
deliberada pervertía el evangelio.
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"Pervertir el evangelio" significa "convertirlo en otra cosa". La


sentencia que el Apóstol pronuncia contra los judaizantes
indica la gravedad del error que ellos habían cometido al
alterar el evangelio.

Segunda: Los versos 8 y 9 presentan la reacción de Pablo


ante la obra sutil de los judaizantes. Ninguna autoridad, sea
entre los ángeles del cielo (verso 7), o entre los hombres de la
tierra.
(Verso 8), tiene el derecho de predicar "otro evangelio
diferente". Pablo estaba tan seguro que el evangelio que él
mismo predicaba era el único y verdadero, el inspirado
divinamente, que debe ser la norma para juzgar toda
enseñanza y predicación. La sentencia "sea anatema", que el
Apóstol pronuncia sobre los judaizantes es el polo opuesto a
la bendición de Dios. Pablo invoca la maldición de Dios sobre
tales personas. Es que nada es tan vital para el reino de Dios
en la tierra como la pureza de su Evangelio.
(Gálatas 6:1) es una presentación sintética de todas las
formas de la Disciplina correctiva. Realmente es la aplicación
práctica de (Gálatas 5:22-23.)

El caso que está en la mente del Apóstol es el de un hermano


que sin darse cuenta, o sin haberlo meditado de repente se
encuentra en una "falta, o paso falso". Notemos los agentes,
el objetivo y la actitud que corresponden en la ministración de
un hermano caído.
Los agentes activos en la recuperación del hermano "caído"
son los "hermanos espirituales." En (Gálatas 5:16-18),
estos son los hermanos "guiados por el Espíritu" y los que
"andan en el Espíritu". Son hermanos de madurez espiritual,
mental y llenos del Espíritu Santo.

El objetivo de la acción disciplinaria es la restauración del


hermano "caído". La palabra que emplea el Apóstol,
"restauradle", se usa en la relación con "reconciliar facciones
separadas o divididas por conceptos u opiniones encontradas
o diferentes; fijar huesos fracturados; hacer que vuelvan a su
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lugar miembros descoyuntados; corregir a una persona;


hacer volver al camino".
La actitud con que los agentes de la disciplina correctiva
deben cumplir su cometido es: "mansedumbre", que es uno
de los elementos del fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:23),
y una humilde autoexaminación. Tal actitud evitará
expresiones cortantes, legalistas y faltas de misericordia;
evitará el gozo secreto y sentido de superioridad en relación
con el hermano "caído"; lo levantará en amor, y si hay
reacción favorable de parte del hermano "caído", lo restaurará
al compañerismo cristiano del Cuerpo de Cristo, que es la
Iglesia.

3) Elementos Divisionistas (Romanos 16:17-20).


Estos versos del capítulo de la Epístola a los Romanos que
entramos a considerar, son como un paréntesis, un
pensamiento que le vino al Apóstol en medio de sus saludos
finales a los creyentes en Roma. Aquí, el Apóstol exhorta a los
hermanos a poner su atención, fijar los ojos en aquellos
miembros de la Iglesia que suscitaban (causaban) problemas.
La naturaleza o clase del problema se expresa en dos
palabras:

a) Causaban "divisiones"
b) "Tropiezos, en contra de la doctrina.

Las divisiones dentro de la Iglesia producen una situación


contraria a la unidad de compañerismo que debe caracterizar
a sus miembros.
Hay una segunda exhortación del Apóstol a que los creyentes
se abstengan de todo compañerismo con los elementos,
personas divisivos.

Esta determinación se explica en el verso 18, en el cual se


describe la naturaleza y efecto de la obra de los falsos
maestros.
20

Que uno se sirva a sí mismo (esclavo de sí mismo) en vez de


servir a Jesús, es en todos los tiempos la esencia de toda
doctrina falsa.
El método de trabajo de los falsos maestros que se servían a
sí mismos, es sutil, con palabras de encomio y agradables,
pero sin sinceridad. De esa forma ganaban el favor y la
lealtad de los hermanos inocentes, que no sospechaban sus
verdaderos motivos e intenciones. Si los divisionistas son
miembros de la Iglesia, y si no se arrepienten, deben
privárseles de la comunión de la Iglesia. Si no son miembros
de la Iglesia Dios mismo se encargará de ellos (Verso 20).
El Apóstol considera a tales personas representantes
personales de Satanás. Ciertamente una Iglesia unida y en
paz tiene a satanás "bajo sus pies".

4) Alejamiento de la Sana Doctrina (1 Timoteo 1:18-20; 5:19-


20;
6:3-5; 2 Timoteo 4:14-15; Tito 1:9-16; 3:9-11).
Como esta sección es tan importante, la trataremos por cada
una de las porciones que la integran.

A) (1 Timoteo 1:18-20), El término a destacar en este


contexto es "fe", que aquí tiene un sentido completamente
objetivo.
Objetivo, es una realidad; algo cuyo sentido o significado no
puede ser supuesto o imaginario. En filosofía lo "objetivo" se
dice que aquello que realmente existe fuera o aparte del
sujeto que lo conoce.
Lo "objetivo" es relativo al "objeto": Una realidad objetiva. El
sentido objetivo de fe, en este pasaje de la Escritura, implica
un sistema bien definido de enseñanzas que servían, y aún
sirve , como norma, o regla para juzgar, para sopesar
enseñanzas erróneas. De ahí esta frase del verso 19
"manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la
cual naufragaron en cuanto la fe algunos". Esto quiere
decir que, hay que mantener una " buena conciencia en
cuanto a la fe". Y, una "buena conciencia" se relaciona
vitalmente con la sana doctrina.
21

El Apóstol Pablo hace mención específicamente de dos


personas que habían violado su propia conciencia respecto a
la fe: "Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a satanás
para que aprendan a no blasfemar (verso 20), esta sentencia
del Apóstol es severísima,

indéntica a la de (1 Corintios 5:5), donde dice "el tal sea


entregado a satanás".... Lo que significa esta sentencia en
ambos pasajes es "entrega al dominio de satanás", o sea ser
cortados de la comunión de la Iglesia. Pero, el gran propósito
de una acción así no es el de destruir, sino el de lograr que
"sean disciplinados, aprendan a no blasfemar".

B) (1Timoteo 5: 19-20), aquí, en este pasaje tenemos


principios relacionados con la disciplina para los "ancianos".

1. Se requiere dos testigos para poder considerar seriamente


la acusación contra "ancianos". Y, este es un principio que
ya se registra en el Antiguo Testamento, (Deuteronomio
19:15), "No se tomará en cuenta a un solo testigo contra
ninguno en cualquier delito, ni en cualquier pecado, en
relación con cualquiera ofensa cometida. Sólo por el
testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la
acusación" También Jesús lo tomó en cuenta en
(Mateo 18:16), " Mas si no te oyere, toma contigo a
uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos
conste toda palabra". Y, el Apóstol bajo la inspiración
del Espíritu Santo adoptó esta forma disciplinaria para la
Iglesia (2 Corintios 13:1), "Esta vez que voy a vosotros".
Por boca de dos o tres testigos se decidirá todo asunto".
De modo que, ésta no es una medida arbitraria ni mucho
menos.

2. El método a seguir para la aplicación de disciplina en el


caso que nos ocupa, es el de una "represión pública", ante
toda la Iglesia, para el "anciano" que continúa practicando
22

algún pecado. De esta forma de disciplina correctiva no


están exentos ni aún los líderes principales de la Iglesia si
se dan los motivos que la ameriten. "Repréndlos"
significa "traer a la luz, exponer a luz o convencer", Y, el
término "pecar", aquí se refiere específicamente a la
predicación y las enseñanzas falsas, pues, es de eso que se
trata en la porción: "los ancianos que trabajan en
predicar y enseñar" (1 Timoteo 5:17), está implícito aquí
el propósito de corregir por el efecto sano que tendrá en
toda la Iglesia: "para que los demás también teman",
(verso 20).

C) (1Timoteo 6:3-5), la cuestión que se aborda en este


pasaje es referente a la naturaleza y consecuencias de la
herejía como también lo que debe hacerse, la acción que se
debe tomar; cuando la herejía se presenta en la Iglesia. El
verso 3 nos muestra tres aspectos de la naturaleza del
problema:

"Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las


sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la
doctrina que es conforme a la piedad".

Veamos cada una de estas expresiones.

 "Otras Cosas. Se refiere a "otras cosas de una clase


distinta. Y, aquí el significado de la expresión es
exactamente el mismo de la que Pablo usó en (Gálatas
1:6), "Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis
alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir
un evangelio diferente.

 "Las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo". Esta es


una referencia directa a las enseñanzas del Señor Jesús. El
dijo lo que dijo, no lo que sus enemigos le atribuyeron. Es
por eso que ante los que le interrogaron, él respondió: a
Anás, según (Juan 18:19-23); y a Pilato, (Juan 18:33-37).
A los discípulos les advirtió, acerca de la herejía de los
23

fariseos, (Mateo 16: 5-12). Por esta razón, oíd y poned


por obra" las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo ",
es señal de perfecta salud espiritual.

"¿Por qué me llamáis Señor, Señor y no hacéis lo que os


digo?, todo aquél que viene a mi, y oye mis palabras y las
hace, os indicaré a quien es semejante. Semejante es al
hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el
fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación,
el río dio con ímpetu contra aquella casa, fundada sobre la
roca. Más el que oyó y no hizo semejante es al hombre
que edificó su casa sobre la tierra, sin fundamento; contra
la cual el río dio con ímpetuo, y luego cayó, y fue grande la
ruina de aquella casa", (Lucas 6:46-49).

 "La doctrina que es conforme a la Piedad". Las


características de quien enseña y/o apoya las falsas
doctrinas están descritas en (1Timoteo 6:4): es orgullos,
ignorante, presuntuoso y su fruto es divisiones y
corrupción moral, según las palabras del verso 5. Esta
es una triste condición resultante de no "conformarse a
las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la
doctrina que es conforme a la piedad".

1) Sus características:

- "Está envanecido". La vanidad es la clase de orgullo más


bajo en que puede caer una persona.

- "Nada sabe". La ignorancia de este tipo de persona es de


la clase llamada "ignorancia supina", que procede de
desconocer voluntariamente y por negligencia lo que se
puede y debe saberse.

- "Delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras". La


presunción lo hace ser una persona petulante por su manía
24

de querer aparecer siempre ante los demás como


"sabihondo". La presunción hace que uno tenga un
desmedido concepto de sí mismo, y es un defecto de
necios.

2) Su fruto.

- "Envidias, pleitos,... malas sospechas". Divisiones


sembradas en el seno de la comunidad y que carcome
poco a poco, como un cáncer maligno, y al final destruyen,
matan.

- "Blasfemias .... disputas necias de hombres corruptos de


entendimiento y privados de la verdad, que toman la
verdad como fuente de ganancia". Todo esto está
implicado en una palabra: "corrupción". La corrupción
puede ser espiritual, moral, material. Corrupción
espiritual: "blasfemias", que es prostituir lo sagrado, ya sea
de palabra o de obra. Corrupción moral, material:
"hombres corruptos de entendimiento... que toman la
piedad como fuente de ganancia", es algo que se explica
por sí solo; su campo de acción y sus formas son bastante
extensos y variados.

La sentencia ante la persistencia de continuar en esta actitud


es: "apártate de los tales".
¿Qué más puede hacerse al final?.

D) (2Timoteo 4:14-15), este es un caso bastante particular.


Además no existe ninguna evidencia, o referencia que haga
pensar que el Alejandro mencionado en este pasaje sea el
mismo que el Apóstol menciona en (1Timoteo 1:20) o que
Lucas menciona en (Hechos 19:33). El Alejandro de
(1Timoteo 1:20), fue quizás un creyente, ¿y hasta
25

predicador?., que no se mantuvo en "la fe y buena


conciencia", sino que violó esa buena conciencia
desechándola; por lo cual naufragó "en cuanto a la fe", como
ocurrió con otros más.
Alejandro de (Hechos 19:33), era un Judío, escriba y gran
orador, quien intervino con su elocuencia para calmar los
ánimos de los Efesios, adoradores de la diosa Diana.
El Alejandro del pasaje que tenemos ante nosotros (2Timoteo
4:14-15) ni siquiera era miembro de la Iglesia, según se
deduce de las palabras del Apóstol Pablo: "en gran manera se
ha opuesto a nuestras palabras", Verso 15; residente en
Troas, adonde Timoteo debía ir por encargo de Pablo, para
tomar y llevar al Apóstol, a su prisión en Roma, algunas de sus
pertenencias: "el capote... y los libros... los pergaminos" (2
Timoteo 4:13); pero este hombre, Alejandro el calderero
(herrero, según una versión católica), era un hombre malo, de
quien Timoteo debía cuidarse: "Guardate tú también de él
(verso 15). La particularidad de este caso consiste en que,
aún sin ser miembro de la Iglesia, cuando una persona se
constituye en enemigo, opositor de los cristianos por causa de
la fe y de los mensajeros de esta fe, la forma disciplinaria para
estas personas es de la fe de: "El Señor te reprenda", " el
Señor le pague conforme a sus hechos".

La suerte de una persona como ésta debe dejarse en manos


del Señor.
La sentencia no es nueva. El ángel que se veía de parte de
Dios en la visión del profeta Zacarías, la usó contra el diablo,
(Zacarías 3:12): "Me mostró al sumo Sacerdote Josué, el cual
estaba delante del ángel de Jehová, y satán estaba a su mano
derecha para serle adversario (acusarlo, oponérsele). Y dijo
Jehová a satán: Jehová te reprenda, oh satán; Jehová que ha
escogido a Jerusalén, te reprenda".

El Apóstol Judas hace mención de un hecho asombroso en el


verso 9 de su carta: "Pero cuando el Arcángel Miguel
contendía con el diablo, disputando sobre el cuerpo de
Moisés, no se atrevió de usar de juicio de maldición contra él,
26

sino que dijo: El Señor te reprenda". Acerca de las naciones


que se colocan frente al pueblo de Dios, Israel, como sus
adversarios u oponentes, (Isaías 17:13-14) dice " Los
pueblos harán estrépito como el ruido de muchas aguas; pero
Dios los reprenderá.....
Esta es la parte de los que nos aplastan, y la suerte de los que
nos saquean, (Salmo 9:5) , dice "reprendiste a las naciones,
destruiste al malo, borraste el nombre de ellos eternamente y
para siempre". Y, el Apóstol Pablo nos enseña : "Mas bien os
escribí que no os junteís con ninguno que, llamándose
hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o
borracho, o ladrón; con el tal ni aún comaís.
Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están
fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están fuera, Dios
Juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros", (1
Corintios 5:11-13). La actitud de dejar que sea el Señor el
que actúe en la vida de quien se opone de quienes se oponen
y resisten, a la verdad para hacer lo que Él desee hacer con
ellos, en ellos; es la actitud correcta de parte de la Iglesia. Así
se establece una postura de disciplina antes los incrédulos y
enemigos de la fe.

E) (Tito 1:7-16), aquí tenemos el caso de disciplina para un


líder importante en la Iglesia. Primero está la lista de
requerimientos (requisitos) para el líder.

a) "irreprensibles": sin crimen.


b) "no soberbios": sin orgullo
c) "no iracundo": que no sea iracundo, es decir, violento,
cascarrabias, que no se deje llevar por la ira.
d) "no dado al vino": que no sea amante del vino, alcohólico.
e) "no pendenciero": que no ande involucrado en riñas,
peleas, pleitos, y contiendas, que no sea amigo de estas
cosas.
f) "no codicioso": que no ame al dinero, que no desee obtener
ganancias torpes o deshonestas.
27

g) "hospedador": que tenga disposición de ánimo para recibir


en su casa a los santos y atenderlos con amor.
h) "amante de lo bueno": que sea puro en pensamientos,
palabras y obras.
i) "sobrio": que sea templado; moderado en todo.
j) "justo": que obre según la justicia y la razón; que viva
conforme al mandato de Dios; exacto y cabal.
k) "santo": que sea consagrado a Dios, bueno, recto y limpio,
apartado de todo mal y pecado.
l) "dueño de sí mismo": que sabe contenerse: tiene
continencia: dominio propio, que no pierde la compostura y
se abstiene de toda práctica pecaminosa e inconveniente
para su vida y conducta.
m) "retenedor" de la palabra fiel tal como ha sido
enseñada": que conserva los fundamentos de la doctrina y
los que se compadecen con ella, sin contradicción de su
parte hacia ella, ni reproche, ni dudas, ni el mínimo asomo
de rechazo hacía esa doctrina: sano doctrinalmente y
seguro respecto de ella.

Todo este requerimiento se hace con un propósito, el cual es


doble, y que debe cumplirse en ese "obispo";
- Que pueda exhortar con sana enseñanza , doctrina.
- y convencer a los que contradicen (verso 9).

¿Por qué debe esto ser así? Porque hay todavía muchos
contumaces (porfiados, tercos), habladores de vanidades, y
también hay aún muchos engañadores (verso 10), y a esas
personas no se les debe dar ninguna oportunidad de decir
cosas: "a los cuales es preciso tapar la boca"; porque cuando
tienen, o creen tener algo que decir en contra de los líderes
de la Iglesia "trastornan casas enteras; enseñando lo que
conviene por torpe (deshonesta) ganancia
(verso 11).

De modo que, si el gran líder de la comunidad, se ve que ha


caído en semejante error, entonces, a él hay que amonestarlo,
disciplinarlo así:
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"repréndelos duramente"; pero esto lleva un propósito bueno,


positivo: "para que sean sanos en la fe" (verso 13). Cuando
a un hombre se le corrompe su mente y su conciencia, todo
lo que él ve y conoce le parecerá que también está
corrompido. (verso 15), profesará, dirá, asegurará ser un
conocedor de Dios, pero sus hechos lo desmentirán, "siendo
abominables y rebeldes, reprobados para toda buena obra",
es decir: no puede hacer nada bueno (verso 16).
Si un líder olvida estas cosas para caer en tal actitud, debe ser
reprendido "duramente" para que vuelva a ser sano "en la fe".

F) (Tito 3:9-11), En este último pasaje encontramos que


deben evitarse, es decir cosas que deben esquivar, rehuirlas,
huir de ellas, evadirlas, estar prevenidos hacia ellas. Estas
cosas son:

- "Cuestiones necias": sin sentido ni importancia


- "Genealogías": largos listados, nombres.
- "contenciones": contiendas, litigios
- "Discusiones": enfrentamientos de palabras acerca de
asuntos que son temas de polémicas innecesarias
- "porque son vanas y sin provecho" (verso 9). Esto es algo
muy específico relacionado con la actitud del ministro.

Pero, cuando este hombre se enfrasca en estas cosas,


fácilmente se constituye en un elemento divisivo dentro de la
Iglesia, y : "Al hombre que cause divisiones después de una y
otra amonestación deséchalo", Verso 10. Esta es la fórmula
disciplinaria a seguir:

a) Debe ser amonestado una vez, primero, y luego, cuantas


veces se considere conveniente o necesario; esto con el
fin de convencerlo de su error y ganarlo.

b) Pero si eso no da los buenos resultados que se buscaron,


entonces: "deséchalo ", es la sentencia final; la máxima
sentencia.
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La razón que obliga a esta severa y determinante actitud


hacia tal persona, es ésta "sabiendo que el tal:

a) Se ha pervertido
b) Y peca
c) Y está condenado.
¡por su propio juicio" Nadie lo condenó, el se auto condenó !.
Es que obstinarse en la persistencia de la práctica de una
actitud que divide a la Iglesia y menoscaba el ministerio,
tanto de un hombre como la Iglesia, es evidencia de una
perversión pecaminosa. Esa persona debe ser reprendida,
exhortada, y si no hace caso a esto, debe ser
"desechada", está condenada por sí misma.

En conclusión, todo esto que es la Disciplina correctiva tiene


un lugar importante dentro de la Doctrina Bíblica para la
Iglesia, pero procurando que en su aplicación , en el caso de
hacerse efectiva, se procure el logro de los siguientes tres
propósitos:

- La restauración del hermano que erró


- La protección de la vida de la Iglesia
- El mantener el testimonio cristiano de la Iglesia ante el
mundo de manera clara y limpia.
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