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“CARLOS CASTILLO PERAZA”
MATERIA: INFORMATICA 2
Alumnos:
"Los adultos tenemos que aceptar que vivimos en un mundo con espacios digitales. Los
chicos los usan, pero muchas veces no entienden el concepto de privacidad y de respeto.
Somos nosotros los que debemos pensar hacia el interior de las instituciones, cómo dar
ese salto para poder ayudar a la infancia y a la adolescencia a construir una ciudadanía
digital basada en valores", informó Dada. El especialista en Comunicación estimó que
urgen políticas públicas en torno a esta problemática que no depende tanto del
consentimiento o no de quien fue fotografiado o filmado, sino de un uso responsable y
seguro de las nuevas tecnologías.
"Lo peor que podemos hacer es tratar cada caso en forma aislada y recomendó que los
padres acompañen a sus hijos también en el espacio digital, para que aprendan a
reconocer responsabilidades y roles, atendiendo al uso positivo y riesgos posibles como el
grooming", completó.
Los chicos tienen que entender que cuando publicamos en i estamos construyendo una
identidad que después de publicada "es muy difícil, casi imposible detenerla en su
circulación", explicó Passerón. Para que esto sea posible, añadió el responsable de Faro
Digital, "hace falta que los chicos -que son los que rápidamente se han apropiado de las
tecnologías- reciban por parte de padres y docentes la información necesaria para
construir reglas consensuadas para la convivencia social digital". "Chicos Conectados", una
medición de Unicef, reveló que los chicos entran por primera vez a internet a los 11 años;
9 de cada 10 usan el teléfono celular para navegar; 8 de cada 10 chicos vivieron
El uso de las TIC ha de considerarse como un espacio para la acción positiva, como
oportunidad donde la interactividad, las redes sociales, las culturas emergentes, los
centros y comunidades educativas y las familias han de converger en una experiencia
compartida. Para ello es fundamental la alfabetización digital basada en una ética de las
relaciones. Todo ello se consigue a través de la educación, no limitando el acceso a la
tecnología por razones de edad, discapacidad o una situación económica y social de
vulnerabilidad. Con motivo del Día Mundial de Internet, mañana 17 de mayo, queremos
recordar la importancia de la educación en el uso de las nuevas tecnologías y asegurar que
todos los niños y niñas acceden a ellas en igualdad de condiciones:
4. El acceso a las TIC debe procurarse a todos los niños y niñas como una herramienta
orientada a su desarrollo personal y social. Las oportunidades que brindan internet y las
nuevas tecnologías deben ser aprovechadas especialmente por la infancia en situación
de exclusión y/o de discapacidad. En este sentido es fundamenta(pornografía, bebidas
alcohólicas, etc.) no adecuados para los menores, a que limiten el acceso a dichos
contenidos.
6. Sin duda es necesario promover medidas efectivas y adecuadas para proteger los
derechos de los menores de edad contemplados en la Convención de las Naciones Unidas
para los Derechos del Niño. En estos momentos, la Unión Europea quiere modificar la
política de protección de datos y obligar a los menores de 16 años a contar con el
consentimiento parental para utilizar los servicios de Internet (cuentas de correo
electrónico, redes sociales y descarga de aplicaciones). Hasta la fecha, esta limitación se
aplicaba a los menores de 14 años en España. Esta medida está lejos de dotar de
autonomía al adolescente, ya que ésta se fomenta mediante el empoderamiento de las
niñas y niños, no limitando sus decisiones. Internet ofrece una ventana abierta al mundo y
una amplia gama de oportunidades. De cuantas más oportunidades puedan beneficiarse
los y las adolescentes, mayor será su capacidad de resistencia ante los riesgos
potenciales. Para ello, es necesario educar a los niños y niñas en ciudadanía digital ética
y responsable en el mundo digital. Valores como el respeto a la diversidad y la tolerancia
han de considerarse elementos esenciales de la convivencia e interacción en el entorno
virtual.
l facilitar el acceso temprano y autónomo por parte de éstos a Internet y a las tecnologías
para facilitar su desarrollo personal y educativo.
5. Más allá de la formación para un uso responsable de las TIC y de asegurar un acceso a
las tecnologías y servicios de internet en igualdad de oportunidades, la protección de los
menores de edad en el entorno digital debe procurar que las mismas normas que rigen
offline para el acceso a determinados contenidos sean igualmente respetadas en el
entorno online. Los límites no se establecen prohibiendo el acceso a las tecnologías y los
servicios de Internet, sino que se establecen obligando a los propietarios de tales
contenidos y servicios
No hay que olvidar tampoco, aunque fuera definido hace 20 años, el principio de interés
superior del menor que recoge la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos
del Niño y que nos exhorta a evaluar cualquier intervención, incluida el desarrollo de
Sociedad de la Información, desde un prisma preferente en clave de no colisión con los
intereses de la infancia.
Tenemos que precisar el escenario para el aprendizaje, que se puede realizar tanto de
manera formal como en un contexto informal. Desde luego no son ámbitos excluyentes,
pero dada la importancia de la cuestión todas las recomendaciones apuntan a que se
incluya curricularmente. Hace un par de meses el propio Secretario de Estado para las
Telecomunicaciones, señalaba que el sistema educativo español debería contar con una
asignatura para enseñar a los jóvenes a navegar por Internet con Seguridad. En la misma
línea, Vivian Reding, desde la Comisión Europea, destacaba la necesidad de incluir de
forma sistematizada la formación en el uso seguro de Internet en los centros escolares.
Se venía hablando de los riesgos de Internet y ahora hay que hablar de los riesgos en
Internet. Antes los niños usaban Internet y ahora viven buena parte de su vida en ella. Es
necesario ir evolucionando de una solución de urgencia y adecuada a esos primeros
tiempos hacia una apuesta de futuro. Por lo tanto, aunque sin abandonar el enfoque de
“uso seguro” que sigue siendo necesario y es más adecuado para determinados colectivos
y realidades, hay que abrazar nuevas líneas de intervención con mayor alcance y
proyección en el tiempo. Hay que trabajar con intensidad en la “educación para la
ciberciudadanía”. Hablar de ciberciudadanía activa o de ciberciudadanía responsable es
redundante en sentido estricto pero, en ocasiones conviene cualificar en lo esencial un
sustantivo tan manido como versátil y abstracto.
Focalizar la acción en las personas y sus actitudes y no tanto en las tecnologías que
utilizan. Priorizar actitudes y valores frente a conceptos y procedimientos. Las
personas prevalecen y las tecnologías cambian.
Considerar la seguridad en la red como una condición necesaria pero no suficiente. El
objetivo sobre el desarrollo integral de las personas online debe ir más allá de eludir
ser víctimas de determinados peligros para procurar el desarrollo de competencias
ciudadanas sobre la base de valores sólidos y habilidades para la vida.
¡Qué difícil! Sin que ellos puedan aprender de nuestra actitud, sin que podamos estar
ahí para echar una mano o una reprimenda y con un pleno desconocimiento de qué
es y qué se hace en la Red… se antoja misión muy complicada.
Cuando se habla de los antivalores se hace referencia a todo lo contrario a los valores.
Los antivalores, también conocidos como los valores inmorales, son aquellas actitudes o
prácticas dañinas y negativas que realiza un individuo en su día a día, puede que en un
sentido personal o social. Entonces en el entorno social según la ética y la moral, los
antivalores son posturas o conductas peligrosas que la sociedad no apoya como sanas. por
ende es que a los antivalores se le denomina como lo contrario a los valores ya que estos
últimos son actitudes que son consideradas como correctas y positivas que ayudan a la
buena convivencia de unas personas con otras, de acuerdo a la ética. Valores como la
responsabilidad, el respeto, obediencia, justicia, tolerancia, perdón, honestidad,
humildadetc.
Cuando se hace referencia a una persona inmoral se relaciona a una persona que posee
antivalores, entonces es ese individuo que no le da importancia alguna a los valores y no
los practica, además de poseer una actitud negativa, manipuladora, fría, irresponsable, es
decir que rechaza y viola a toda medida los valores impuestos por una sociedad existente.
Entre los valores más importantes considerados por la iglesia y los sistemas sociales están
la libertad, la solidaridad, la honestidad, la felicidad, la paz, el amor, el compañerismo, la
justicia etc. por ende que si tomamos la senda de los antivalores, que son acciones que
degradan, deshumanizan, y además atraen el desprecio y rechazo de las personas que nos
rodean y de la sociedad misma y puede conllevar hasta un castigo por parte de esta.
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Redes de la ciudadanía digital
La Netiqueta Joven para Redes Sociales ofrece pautas para la convivencia online
y sirve de referente para el ejercicio de la ciudadanía digital. No se trata de una
lista de consejos de seguridad para evitar riesgos propios o ajenos. Sin embargo,
las buenas formas, la cortesía y el respeto por los demás implican también no
perjudicar su seguridad ni privacidad. Al mismo tiempo, es preciso ayudar a los
demás a que sean buenos convecinos online y no nos causen molestias, ni
siquiera de manera involuntaria.
La Netiqueta Joven para Redes Sociales está pensada por y para los
adolescentes y jóvenes que disfrutan de su vida online en redes sociales como
Tuenti, Facebook, Hi5, Bebo, Orkut, Fotolog... Tiene como finalidad mejorar su
experiencia online en estos nuevos entornos de socialización intensiva. Contribuye
a mejorar la ciberconvivencia y a evitar conflictos, potencia el sentimiento de
pertenencia a la comunidad y de corresponsabilidad, y deviene, en definitiva, en el
ejercicio y construcción de la ciudadanía digital activa como garante imprescindible
de los derechos y deberes individuales y colectivos.
Riesgo de la ciudanía digital
Parece obvio que los riesgos más graves son aquellos que afectan a la integridad, tanto física como
emocional, de los menores, en especial el ciberbullying y el grooming. No es fácil evitarlos, no son
infrecuentes y, por último, los adultos son los últimos en enterarse, normalmente, cuando el daño ha sido ya
muy grande.
Se debe tener bien presente que, aunque no se produzca agresión física por parte de los acosadores
(ciberabusones y depredadores sexuales), los efectos sobre la víctima pueden ser tan devastadores como si
la hubiera habido. Las políticas europeas por una Red más segura así lo constatan poniendo estos fenómenos
en su punto de mira.
Por otro lado, constituyen un claro ejemplo de cómo hay problemas transversales, independientes del canal
tecnológico, que se pueden iniciar o desarrollar tanto en Internet como a través del teléfono móvil y los
videojuegos online.
Fuentes bibliográficas
https://www.savethechildren.es/
www.pantallasamigas.ne
https://es.wikipedia.org