La légica de la defeccién estratégica: relaciones entre la Corte Suprema y el Poder Ejecutivo en
Ja Argentina en los periodos de Ia dictadura y la democracia
Author(s): Gretchen Helmke and Leandro Wolfson
Source: Desarrollo Econémico, Vol. 43, No. 170 (Sul. - Sep., 2003), pp. 179-201
Published by: Instituto de Desarrollo Econémico y Social
Stable URL: hiip:Twww jstor-orgistabIerS455820
Accessed: 28/03/2011 23:17
Your use ofthe JSTOR archive indicates your acceptance of
bipivAvwwjstor org/page/infovabout/policiesiterms.jsp. JSTOR's Terms and Conditions of Use provides, in part, that unless
‘You have obtained prior permission, you may not download an entire issue ofa journal or multiple copies of articles, and you
‘may use content in the JSTOR archive only for your personal, non-commercial use
STOR's Terms and Conditions of Use, available at
Please contact the publisher regarding any further use ofthis work. Publisher contact information may be obtained at
upi/hvwwjstor.org/action/showPublisherpublisherCode~ides,
Each copy of any part of JSTOR transmission must contain the same copyright notice that appears on the sereen or printed
page of such transmission
JSTOR is a not-forprofit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of
content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to inerease productivity and facilitate new forms
of scholarship. For more information about JSTOR, please contact support@stor.or.
Instinuto de Desarrollo Econémico y Socials collaborating with ISTOR to digitize, preserve and extend acess
{0 Desarrollo Beondmico. > * muvee
butpsavwwjtor-orgDesarrollo Econémico, vol. 43, N® 170 (juio-setiembre 2003)
LA LOGICA DE LA DEFECCION ESTRATEGICA
RELACIONES ENTRE LA CORTE SUPREMA
Y EL PODER EJECUTIVO
EN LA ARGENTINA EN LOS PERIODOS
DE LA DICTADURA Y LA DEMOCRACIA*
GRETCHEN HELMKE**
“Todos los jueces son politicos, lo sepan o no”.
ENRIQUE PETRACCHI, juez de la Corte Suprema argen-
tina desde 1983 hasta la fecha (Abramovich, 1992).
4Por qué los jueces toman medidas contrarias al gobierno? Las respuestas
habituales a esta pregunta destacan que los jueces sdlo proceden de ese modo
cuando son independientes (Larkins, 1998; Stotzky, 1993). Los estudiosos contem-
poraneos no se han puesto de acuerdo en cuanto a la forma de definir y medir la
independencia judicial’; no obstante, desde la elocuente observacién de Hamilton
([1787] 1961, pag. 471), seguin la cual los jueces que carecen de independencia rara
vez “se arriesgaran a ganarse la antipatia” de los gobernantes, la premisa de que
ésta es una condicién necesaria, aunque insuficiente, para que funcione el sistema
de controles y equilibrios entre los poderes nunca ha sido cuestionada. Sin embargo,
basta observar la conducta del poder judicial en contextos caracterizados por la
inseguridad institucional para advertir que los hechos no sustentan del todo esta
afirmacién. Desde la Espafia autoritaria de Franco, donde era comun que los jueces
* Con eltitulo “The Logic of Strategic Defection: Court-Executive Relations in Argentine under Dictatorship
‘and Democracy", este articulo ue publicado originalmente en la American Political Science Review, 96(2): 291-
303 (June 2002), American Poltical Science Association. Desarrollo Econémicoagradece ala Cambridge University
Press la autorizacién exclusiva para la presente versién en espafl.
**Protesora adjunta, Departamento de Ciencia Politica, Universidad de Notre Dame, (3217 O'Shaughnessy
Hall /South Bend /1N 46556 / E-mail: ghelmke@latte. harvard. edu). La autora agradece el apoyo brindado porla
"National Science Foundation (SBR-9617896) y el Social Science Research Council. Asimismo, manifiesta su
profunda gratitud a Jim Alt, Carlos Acufla, Martin Bohmer, Delia Boylan, Daniel Brinks, Gregory Caldeira, Pedro
Cavallero, Mark Chaves, Lee Epstein, Russ Faeges, Barry Friedman, Andy Gould, Scott Mainwaring, Jonathan
Katz, Jack Knight, David Laitin, Stove Levitsky, Douglass North, Gerry Rosenberg, Mitch Sanders, Catalina
‘Smulovitz, Rich Snyder, Lyn Spillman, Susan Stokes, Neal Tate, Georg Vanberg, Ashutosh Varshney, Jennifer
\Widhner, Jakub Zielinsk, asi como a los comentaristas andnimos de versiones anteriores del articulo por las opinio-
nes y estimulo que le hicieron llegar, y & Pablo Lafuente por su excelente labor como asistente de investigacion,
* Sehallaran estudios sobre otras definiciones de la independencia del poder judicial y sobre los proble-
‘mas de madicién en Larkins (1996), Rosenberg (1992) y Tate y Haynie (1994),180 GRETCHEN HELMKE
manifestasen opiniones discrepantes con las del gobierno, pasando por paises como
Guatemala y Peru, en los que se negaron a legitimar “autogolpes” planeados por las
autoridades, hasta la Argentina, donde enviaron a prisién a los mismos politicos que
los habian designado, las evidencias disponibles indican que las decisiones judicia-
les son muy vatiadas aun alli cuando estan notoriamente ausentes los requisitos
institucionales basicos para la independencia de la justicia.
Si la bibliogratia existente nos ayuda poco para comprender por qué los jueces
dependientes del ejecutivo contribuyen a veces a controlar a los jefes de gobierno,
goémo entender este comportamiento? A continuacidn propondré una serie de res-
puestas a esta pregunta basandome en el incipiente enfoque de la separacion de los
poderes aplicado ala politica norteamericana. En contraste con los enfoques legalistas,
que presumen el apoiiticismo de los jueces, y con aquellos otros que se centran en
las actitudes politicas 0 ideologias de los jueces, el enfoque de la separacién de los
poderes considera que los jueces adoptan decisiones racionales y estan limitados
por otros actores institucionales (véase Epstein y Knight, 1996, 1998; Ferejohn y
Weingast, 1992; Spiller y Gely, 1990). En la bibliografia politica norteamericana, los
enfoques estratégicos han sido criticados argumentando que los jueces estan relati-
vamente aislados de las supuestas presiones que les impondrian otros actores (Segal,
1997); pero en los paises en vias de desarrollo, precisamente porque esa proteccién
institucional es muy escasa, el enfoque de la separacién de los poderes es, en mi
opinién, muy apropiado para analizar el comportamiento judicial
La aplicacién del enfoque de la separacién de los poderes a un nuevo medio
institucional permite formular varias predicciones intuitivas pero novedosas acerca
de la reaccién de los jueces ante su entorno politico. Y hay algo aun mas fundamen-
tal: en claro contraste con el saber convencional antes esbozado, sostendré que en
ciertas circunstancias la misma falta de independencia motiva a los jueces a cues-
tionar a las otras ramas del gobierno. Especificamente, cuando un gobierno en ejer-
cicio comienza a perder poder y debilitarse, los jueces carentes de seguridad
institucional se ven estimulados a incrementar sus medidas contrarias al gobierno a
fin de poner distancia con respecto a él. Denomino a este fenémeno “defeccién
estratégica’. Teniendo en cuenta factores tales como el grado de seguridad
institucional que poseen los jueces, el nimero de actores politicos relevantes y la
oportunidad politica de las medidas adoptadas, la teoria de la defeccién estratégica
prevé que se establecera un ciclo juridico-politico inverso, por el cual al final de!
mandato de un gobierno débil los mismos jueces que éste habia nombrado anterior-
mente tomaran decisiones contrarias a él. La ldgica de la defeccién estratégica nos
brinda un mecanismo importante para analizar una variedad de conductas
interinstitucionales tanto en las dictaduras como en las democracias, mecanismo del
que hasta ahora la teoria no se ocup¢ lo suficiente,
La Corte Suprema argentina constituye un ejemplo paradigmatico para el exa-
men de la teoria de la defeccién estratégica. Pese a que segun la Constitucién Nacio-
nal los jueces que la integran pueden permanecer en sus cargos de por vida, la
inestabilidad politica que dominé la Argentina durante varias décadas, entre la de
1980 y la de 1980, tuvo como consecuencia de facto que los miembros de la Corte
Suprema fueran removidos de sus cargos y reemplazados en cada cambio de régi-
men politico. Dentro del periodo aqui examinado, la Corte fue destituida en masa porLAS RELACIONES ENTRE LA CORTE SUPREMA Y EL. PODER EJECUTIVO EN LA ARGENTINA 181
los militares luego del golpe de 1976, y nuevamente cuando Raul Alfonsin asumié el
gobierno democratico del pais en 1983. Mas adelante, a pesar de la consolidacién
democratica, esta inseguridad institucional persistié. En fecha tan reciente como
1990, el nuevo presidente electo, Carlos Saul Menem, logré controlar a la Corte gra-
cias a un esquema de reestructuracién del Alto Tribunal que le permitié en definitiva
designar a seis de sus nueve miembros.
El enfoque de la separacién de los poderes en una perspectiva
comparada: la teoria de la defeccién estratégica
Alaplicar el enfoque de la separacién de los poderes a otros paises distintos de
Estados Unidos, parto de tres observaciones. Primero, en muchos paises del mundo
en desarrollo, los jueces entrentan peligros mucho mayores que la anulaci6n de sus
decisiones. En tales contextos, pueden sufrir sanciones que van desde el juicio poli-
tico, la remocién de sus cargos y el nombramiento de nuevos jueces, hasta acusacio-
nes penales, agresiones fisicas violentas y atin la muerte. En comparacién con lo que
sucede con los jueces norteamericanos, que permanecen en sus cargos 16,3 arios
en promedio, en la Argentina posterior al gobierno peronista de 1973-76 duraron
apenas 5,6 arios en promedio (ver cuadro 1). Aunque en cada uno de los tres gobier-
Nos que siguieron los jueces dejaron sus cargos por diversas razones, la acumula-
cidn de renuncias al final del periodo de los militares y del primer gobierno democra-
tico de Alfonsin ha puesto de manifiesto que en este pais es habitual, pese a las
garantias constitucionales, que los gobiernos entrantes se desembaracen de los
jueces nombrados por sus predecesores.
‘Segundo, en muchos paises en desarrollo la concentracién de facto del poder
en el ejecutivo eclipsa los poderes institucionales formalmente otorgados a la legis-
latura para imponer sanciones a los jueces. Esto es particularmente cierto en Améri-
ca Latina, donde a pesar de las garantias constitucionales, la separaci6n funcional
de los poderes es claramente escasa 0 inexistente, y el poder se concentra fuerte-
mente en el ejecutivo (O ‘Donnell, 1994). Asi pues, la debilidad de las demds institu-
ciones tiende a incrementar muchisimo los peligros que corren los jueces, ya que es
‘muy poco probable que las medidas que se tomen contra ellos puedan ser eficaz-
mente bloqueadas por otros actores politicos, como la legislatura
Una tercera diferencia es que en muchos paises en desarrollo la principal ame-
naza contra los jueces no proviene del gobierno en ejercicio sino del que habra de
sucederlo . Esta conclusién se desprende del hecho de que quienes tienen mayores
incentivos para sancionar a los jueces no son los que los designaron, sino los que
suceden a los que los designaron. Desde el punto de vista tedrico, esto significa que
e1 “conflicto intertemporal de intereses", como lo liaman Ferejohn y Weingast (1992),
no se da entre el gobierno anteriory el actual, sino entre el poder ejecutivo actualy el
futuro, el del préximo gobierno. Ante este nuevo escenario, los jueces tienen motivos
para congraciarse no con el gobierno en ejercicio, sino con el que vendra.
En su conjunto, los dos primeros atgumentos indican que los incentivos de los
jueces para adoptar un comportamiento estratégico es potencialmente mucho mayor
en las demooracias en vias de desarrollo que en las desarrolladas. El tercer argu-
mento introduce una diferencia que no es de grado, sino que se deriva mas bien del182 GRETCHEN HELMKE
CUADRO1
Mandatos de los jueces de la Corte Suprema, 1976-1995
Nombre del juez Periodo Presidencia.__-Resignacin _Duracién del man-
de del cargo por___dato (meses)
Horacio Heredia 1976-1978 Videla* Fallecimionto 24
Federico Escalada 1976 Videlat Renuncia 9
‘Adolfo Gabriel 1976-1983 Videla* Renuncia’* 94
Alejandro Caride 1976-1977 Videla Renuncia 21
Abelardo Rossi 1976-1983 Videla” Renuncia** 94
Pedro Frias 1976-1981 Videla* Renuncia 69
Elias Guastavino 4978-1983 Videla” Renuncia** 72
Emilio Daireaux 197-1980 Videla* Fallecimiento 36
César Black 1980-1982 Videla* Renuncia 24
Carlos Renom 1982-1983 Galtier" Renuncia 24
Julio Martinez Vivot 1983 Bignone* —_Renuncia 12
Emilio Gnecco 4983 Bignone* —_Renuncia™* 1
Genaro Carrié 1983-1985 Afonsin Renuncia 24
José Caballero 1983-1990 Alfonsin Renuncia"* 84
‘Augusto Belluscio 1983- Afonsin 192
Carlos Fayt 1983- Afonsin 192
Enrique Petracchi 4983- Afonsin 192
vorge Bacqué 1985-1990 Alfonsin Renuncia"* 60
Julio Oyhanarte 4990-1991 Menem Renuncia 12
Ricardo Levene 1990-1995 Menem Jubilacién 6?
Mariano Cavagna Martinez 1990-1993 Menem Renuncia 36
Rodolfo Barra 1990-1993 Menem Renuncia 36
Julio Nazareno 1990- Menem 108
Eduardo Moliné O'Connor 1990- Menem 108
Antonio Boggiano 4991. Menem 96
Gustavo Bossert 1993- Menem 72
Guillermo Lopez 1993- Menem 72
Adotto Vazquez 1995- Menem, 48
Duracién promedio en meses = 67.5
* Jueces designados durante la dictadura
** Jueces que renunciaron durante una etapa de transicién politica,
Fuente: Elaborado a partir de datos de Carré (1996), Miller, Gell y Cayuso (1995), Poder Ciudadano (1997).
particular repertorio de conductas estratégicas resultantes. Si los jueces piensan
que se verdn mas limitados en su accionar por el futuro gobierno que se opone al
actual, su reaccién mas apropiada tal vez sea no apoyar al gobierno actual (Epstein
y Knight, 1996), sino defeccionar de éste.
La figura 1 presenta un marco estratégico basico que ejemplifica la l6gica dela
defeccién estratégica. Describe una secuencia de decisiones en la cual la primera
es adoptada por el gobierno actual (G1), le sigue una de la Corte (C), a continuacién
sucede algo en el entorno politico (EP), y en cuarto lugar acttia el gobierno futuro
(G2). En la primera fase de la secuencia el gobierno actual designa a los jueces
integrantes de la Corte. En la segunda fase los jueces se pronuncian sobre las medi-
das de ese gobierno, ya sea apoydndolas o rechazandolas®. En la tercera fase el
? La premisa de que las decisiones de la Corte son dicotémicas simplifica demasiado la cuestion, ya que
‘a veces los jueces no se pronuncian estrictamente ni a favor ni en contra del gobierno. Parto de la base de que
todo gobierno tiene preferencias estables, de valor nico y bien definidas en un espacio unidimensional de polticas,LAS RELACIONES ENTRE LA CORTE SUPREMA Y EL PODER EJECUTIVO EN LA ARGENTINA 183
entorno politico elige al préximo gobierno, con una probabilidad p de que continuen
las mismas autoridades y una probabilidad 1 ~ p de que lleguen al poder los oposi-
tores. Ena cuarta y ultima fase, el gobierno futuro resuelve si habra de sancionar ala
Corte basandose en los fallos que emitié durante el gobierno saliente.
FIGURA 1
Juego de seleccién y sancién del poder ejecutivo
at c EP G2
Seleccién de Fallo favorable —_Eleccién de! Sancién
los jueces Jeontrario —_—_préximo gobiemo —_—_de los jueces.
En aras de la simplicidad, supongamos que la regla basica que rige las eleccio-
nes de los actores es que si la Corte resolvié los casos en forma congruente con lo
que sostiene el gobierno entrante, es menos probable que éste sancione a sus miem-
bros; pero si los resolvié en forma contraria a lo que opinan las nuevas autoridades,
es mas probable que lo haga’. El primer corolario que se sigue de estos supuestos
es que sdlo en dos circunstancias es poco probable que el nuevo gobierno sancione
a los jueces que siguen favoreciendo con sus fallos al gobierno anterior. La primera
es que el gobierno actual sea fuerte y capaz de continuar en el poder, o sea, G1 =
G2. La segunda circunstancia es que gane la oposicién, pero la situacién ideal del
nuevo gobierno es tal que prefiere a G1 y no al statu quo (SQ) (ver figura 2A). Esta
circunstancia podria darse, por ejemplo, si hubiera pocas diferencias en cuanto a las
politicas publicas que proponen las autoridades salientes y las entrantes. En esas
condiciones, las entrantes tendrén pocos incentivos para castigar a la Corte de sus
adversarios, aunque ésta continue pronunciandose en favor de estos ultimos.
FIGURA 2
A) Preferencias politicas sin conflicto intertemporal
1 G2
B) Preferencias politicas con conflicto intertemporal
> Politica
-SQ- Gs
En cualquier otra situacién, el gobierno futuro se veré estimulado a sancionar
alos jueces que siguen favoreciendo a las anteriores autoridades. Si el nuevo gobier-
no se opone a las medidas de su predecesor a punto tal que prefiere que éstas no se
conviertan en leyes, puede decirse que en la practica favorece el statu quo (vale
decir, el estado de cosas que prevalece cuando no se aplican las medidas del go-
bierno actual). En suma, toda vez que SQ esté entre G1 y G2 (ver figura 2B), los
3 Un supuesto mas general es que los jueces no tienen certeza respecto del tipo de gobierno que va a
‘asumir mas adelante. Sial gobierno entrante le preocupa su legitimidad, tal vez no sancione alos jueces més alla
{de lo que éstos hagan. Pero silos jueces no saben con certeza cémo sera el préximo gobierno, la defeccién
estratégica nunca puede perjudicarios y sia veces beneficiarlos,184 GRETCHEN HELMKE
futuros gobernantes tendrén incentivos para sancionar alos jueces leales a las auto-
tidades previas (los jueces cuyos fallos se situan entre G1 y SQ).
Llegados a este punto del argumento ya estamos en condiciones de proponer
un nuevo conjunto de respuestas a la pregunta de por qué motivo, en qué momento
yen qué casos es probable que los jueces carentes de independencia se pronuncien
en contra del gobierno. Suponiendo que los jueces quieran evitar sanciones, su leal-
tad al gobierno actual no es, a todas luces, la mejor estrategia. Por el contrario,
cuando el gobierno en ejercicio comienza a perder poder, los jueces se veran estimu-
lados a practicar la defeccién estratégica*, Enunciada como hipétesis verificable, la
primera prediccién es que:
HipOTEsis 1; Los jueces incrementardn sus decisiones contrarias al gobierno
actual cuando vislumbren que éste perder poder.
Por otra parte, en la medida en que los jueces recurren ala defeccién estraté-
gica para mitigar las sanciones que se tomen contra ellos, de esto se desprende que
las defecciones seran mayores en los casos judiciales que mas preocupan ala opo-
sicin. Por lo tanto, puede enunciarse esta segunda prediccién:
HIPOTESIS 2: A igualdad de todos los demas factores, los jueces centraran sus
defecciones en los casos que consideran mas importantes para el
futuro gobierno.
Casos inconsistentes y contradictorios con estas hipétesis serian aquellos en
los que los jueces que prevén ser sancionados permanecen de todos modos fieles al
gobierno saliente, 0 en los que las decisiones contrarias a éste se limitaran a casos
judiciales relativamente secundarios.
Los datos y el disefio de investigacion
En otro trabajo (Helmke, sf.) he puesto a prueba la teoria de la defeccién estra-
tégica tomando en consideracién casos judiciales muy resonantes, como el de la
reeleccién de Menem para un tercer mandato en 1999. Aqui utilizaré nuevos datos
individuales sobre los fallos de los jueces de la Corte Suprema entre 1976 y 1995,
incluidos en la Argentine Supreme Court Decisions Database (ASCD) (Base de datos
sobre los fallos de la Corte Suprema argentina], que yo misma he elaborado®. En este
trabajo habré de comparar el comportamiento de los jueces tanto en periodos de
relativa seguridad como en periodos de relativa inseguridad institucional. Por lo tan-
to, las interencias que extraeré sobre la defeccién estratégica no se basaran simple-
mente en el porcentaje total de fallos contrarios al gobierno, porcentaje en el que
pueden influir gran cantidad de factores, sino que procuraré averiguar si la disposi-
cidn de los jueces a pronunciarse contra el gobierno cambia como consecuencia de
* Alli donde las preferencias de la comunidad juridica diferen de las del gobierno entrante, las futuras
Investigaciones sobre las motivaciones de los jueces (v. gr. si su propésito es tavorecer su reputacién profesio-
nal) deberan examinar su comportamiento. Los jueces que pretendan favorecer su reputacién profesional apela-
ran ala comunidad jurdica independientemente de lo que sostenga el entorno politico.
5 La base de datos ASCD es la primera recoleccién sistematica de informacion vinculada a las decisiones
judiciales que se lleva a cabo en la América Latina contempordnea. Se encontraran datos adicionales en Molineli
Palanza y Sin (1999), los que son analizados en laryczower, Spiller y Tomass! (2000).LAS RELACIONES ENTRE LA CORTE SUPREMA Y EL PODER EJECUTIVO EN LA ARGENTINA 185
los cambios que tienen lugar en su entorno politico. En la presente secci6n describiré
brevemente el proceso organizativo y decisorio de la Corte Suprema, explicando
cémo se reunieron los datos indispensables para verificar las hipdtesis y analizando
cémo se operacionalizan las diversas variables fundamentales.
EI poder judicial argentino y la base de datos ASCD
La Corte Suprema de Justicia de la Nacién es el maximo organismo del poder
judicial establecido por la Constitucion Nacional de 1853, recientemente reformada
‘en 1994, y que tomé como modelo la Constitucién de Estados Unidos. Es el tribunal
‘supremo del pais, con competencia para resolver casos en los que se planteen cues-
tiones federales si se cumplen ciertos requisitos procesales. En 1887, la Corte esta-
blecié por medio de su propia jurisprudencia el poder de revision judicial; la Corte no
puede resolver cuestiones abstractas. Cada caso que llega a la Corte circula entre
‘sus nueve integrantes®, quienes pueden firmar el borrador de sentencia que est en
circulacién o pronunciarse en disidencia o concurrencia con un voto que se aparte
del de la mayoria. El orden en que los jueces reciben los casos depende del tipo de
apelaci6n planteada’. Los jueces se reunen habitualmente una vez por semana en
sesiones que se denominan “acuerdos", en especial para poner su firma alas sen-
tencias u, ocasionalmente, para discutir los casos. Por regia no hay juicios orales y
las actas de las sesiones de la Corte no se dan a conocer al publico, Ademas, la
norma es que si bien el fallo de la mayoria es firmado por todos los que estan de
acuerdo, su “autor” real permanece anénimo (Carrid, 1996). Sin embargo, en todas
las sentencias® se consignan al final los nombres de los jueces que comparten el
voto de la mayoria y también se deja constancia de los jueces que hacen votos
concurrentes o disidentes; ello me ha permitido clasificar las posiciones de cada juez
en forma individual.
Una de las principales dificultades para construir la base de datos fue desarro-
llar un método confiable y sistematico de seleccién de los casos en los que el gobier-
no tenia un interés particular. A diferencia de lo que ocurre con la Corte Suprema de
Estados Unidos, la de la Argentina dicta miles de fallos por afio®. Muchos de ellos son
comparativamente poco importantes tanto en el aspecto juridico como politico, lo
cual plantea el problema de escoger los casos mas apropiados para evaluar el com-
6 La cantidad de integrantes de la Corte Suprema la decide el Congreso. Durante la época de los militares
y de Alfonsin fueron cinco, y nueve con Menem. En 1990 renunciaron a sus cargos dos de los jueces designados
por Alfonsin, o cual le permitio a Menem nombrar seis jueces nuevos (mayoria sobre el total de nueve) tan pronto
‘asumié la presidencia,
7 En los casos que llegan a la Corte mediante “recurso extraordinario" el juez que habré de redactar el
primer borrador de sentencia se establece al azar ("sistema de sorteo’). En los casos en que el tribunal de alzada
riega la apelacién (y el caso llega ala Corte va “recurso de queja") 0 en los que estén eh juego sumas de dinero
‘superiores a los 800,000 pesos y el estado nacional es parte (‘recurso ordinario"), el primer borrador de senten-
cia es redactado por secretarias judiciales (existen siete secretarlas judiciales con competencia segin el area
del derecho de que se trate) [entrevista anénima realizada en Buenos Ares en julio de 2001),
® Todas las decisiones del tribunal se toman por acuerdo general o por votacin en disidencia. Sin embar-
{g0. como los jueces no firman cuando votan en disidencia, s6l0 es posible clasificar los votos individuales para
los casos en que hubo acuerdo general,
Entre 1974 y 1994, la cantidad de casos que ingresaron ala Corte fue en promedio de 4.000 a 6.000 por
affo, pero esa citra se elev6 a mas de 36.000 a partir de 1997 (FORES, 1988: 1/3; Corte Suprema de Justicia de
laNacién, Secretaria Letrada de Estadisticas, 1998; Molinell, Palanza y Sin, 1999, pag. 710). Normalmente, cada
juez recibe en promedio unos 50 casos por dia [entrevista andnima realizada en Buenos Aires en julio de 2001),186 GRETCHEN HELMKE
portamiento estratégico de los jueces. Tras considerar diversas alternativas", resolvi
utilizar los indices incluidos al final de cada volumen de los Fallos de la Corte Supre-
‘ma de Justicia de la Nacién, de modo de obtener una lista completa de casos que
satisficieran uno de los dos criterios siguientes, o ambos: 1) el estado era una de las.
partes, y/o 2) el caso mencionaba un decreto del poder ejecutivo en ejercicio. El
empleo de este método tuvo la ventaja de asegurar que fuesen seleccionados todos
aquellos casos en los que el gobierno tenia un interés particular. Clasificando otros.
datos relacionados con el tipo de casos, las apelaciones realizadas por el gobierno
y la clase de problemas a que se referian los casos (todo lo cual se describe mas
adelante), pude abordar la cuestién de si el gobierno tiene o no el mismo interés en
ganar todos los casos en que é! es una de las partes 0 en que esta en juego la
legalidad de un determinado decreto. El numero total de votos individuals basados
en estos casos es de 7.562"" y se los clasific6 en forma dicotémica seguin que el juez
votase a favor o en contra del gobierno’.
Régimen, gobierno y oportunidad politica
Para verificar la tesis de la defeccién estratégica se requiere, en primer lugar y
fundamentalmente, medir las expectativas de los jueces respecto de las amenazas
que entrentan y de la capacidad del gobierno en ejercicio para permanecer en el
poder. Dado que es imposible medir de modo directo las creencias de los jueces
sobre su propio futuro y el del gobierno, estableci medidas sustitutivas de las expec
tativas de los jueces partiendo de las descripciones primarias y secundarias de los.
sucesos politicos en los tres periodos examinados. Cada entrada de la base de
datos ASCD registra la fecha exacta en que se emitié el fallo. Con esta informacién,
creé una serie de variables de oportunidad politica, clasificadas dicotomicamente en
dos periodos de tiempo, que me permitieron establecer un modelo de los cambios
habidos en las percepciones de los jueces relativas a su entorno politico. Durante el
periodo de los militares, la fecha de inicio mas admisible del lapso de transici6n en el
que los jueces podian suponer que los militares comenzarian a perder poder era dos
afios antes del cambio de régimen', En los dos perlodos democraticos examinados,
el punto de corte para establecer dicha etapa de transicién fue la fecha en que se
llevaron a cabo las elecciones legislativas de mitad del mandato, dos afios antes de
*® La clasificacion de todas las decisiones y la seleccidn aleatoria de los casos lev6 a determinar que en
‘muchos de ést0s no fuera posible identificar el interés que pudieran tener para el gobierno. Los esfuerz0s real:
Zados por reproducir el método de Dani (1957) también fracasaron, ya que no existe una coincidencia necesaria
entre los casos de problemas constitucionales y aquellos en que es dable identificar dicho interés (sin embargo,
ver Molineli, Palanza y Sin, 1996).
"Se registraron los votos individuales de los jueces en un total de 932 casos: 325 del periodo militar, 278
el periodo de Alfonsin y 329 del periodo de Menem,
"2 Las decisiones contrarias al gobierno que hacian importantes concesiones a éste fueron clasificadas
‘como “parcialmente contrarias”. Las favorables al gobierno que hacian importantes concesiones a otras partes
ltigantes fueron clasificadas como “parciaimente favorables”. Dado que sélo un porcentaje interior al 1% de los
‘casos contenian estas votaciones parciales, reclasifiqué las “parcialmente contrarias” como “contrarias” y las,
“parciaimente favorables” como “tavorables"
18 Si bien existia gran incertidumbre sobre la transicién ala democracia (Munk, 1998; O"Donnell y Schrriter,
1986), hacia 1981 varios elementos sugerian que el régimen militar podria estar perdiendo poder: la iniciacion del
dilogo con los opositores, las masivas manifestaciones de protesta en favor de los derechos humanos, el golpe
alaciego contra el general Viola y las dficultades econdmicas (Nino, 1996)LAS RELACIONES ENTRE LA CORTE SUPREMA Y EL PODER EJECUTIVO EN LA ARGENTINA, 187
las elecciones presidenciales"*. A partir de ese punto de corte de los dos afios, fjé lo
sucedido en cada etapa de transicién mediante una serie de variables dummy con
puntos de corte ajustados a los dieciocho, doce, seis y tres meses. Estos diferentes
puntos de corte generaron un conjunto de variables de la Transicién, a saber: Uitimos
24 meses, Ultimos 18 meses, Ultimos 12 meses, Ultimos 6 meses, Ultimos 3 meses.
Estas variables me permitieron evaluar de qué manera se modificé la conducta de los
jueces al aproximarse una eleccién y a medida que se iba volviendo cada vez mas
probable un cambio de gobierno. Le asigné un valor “1” a todos los fallos emitidos
durante los periodos de transicién, y “0” a los restantes'®,
Variables de control adicionales: importancia de! caso, composicién de la Corte,
categorias de problemas judiciales
‘Todos los votos individuales analizados en este articulo se basan en acuerdos
generales del cuerpo. Por io tanto, los datos sobre los fallos individuales ya compren-
den el subconjunto de los casos que los jueces estimaron suficientemente relevantes
como para merecer un acuerdo general. A fin de agregar una medida de la importan-
cia de cada caso, elaboré cuatro variables dummy’®. La primera, denominada De-
cretos, es una medida aproximada de la importancia politica, mas que juridica, de!
caso. Como estos casos sélo se refieren a decretos emitidos por el gobierno en ejer-
icio, esta medida distingue los fallos vinculados con cuestiones politicas de! momen-
to, de aquellos otros en los que el gobierno esta involucrado como litigante y que,
debido a la acumulacién de casos pendientes, para la época en que llegan ala Corte
‘Suprema ya pueden haber perdido importancia. La segunda variable, Decretos rele-
vantes, da cuenta del hecho de que no todos los decretos emitidos por el gobierno
tienen necesariamente la misma importancia (Ferreira Rubio y Gorretti, 1998). A fin
de ocuparme de esta cuestién, seleccioné un subconjunto de los casos de decretos
que se ocupaban de cuestiones consideradas particularmente relevantes por cada
uno de los tres gobiernos, entre ellas la declaracién de inconstitucionalidad, los am-
paros’” y los habeas corpus. Para abordar la posibilidad de que al gobierno no le
interesara en la misma medida ganar todos los casos, construi la variable dicotémica
Apelaciones, que diferencia aquellos casos en que un tribunal inferior se expidio
contra el gobierno pero éste apelé para que fueran resueltos por la Corte Suprema.
Por tiltimo, con el objeto de medir, como indicador de importancia, el grado de estuer-
4 En gus dos titimos arios (1987-1989), el gobierno de Alfonsin estuvo asediado por las huelgas obreras
(McGuire, 1997), las manifestaciones masivas, las rebeliones militares y varios ciclos sucesivos de hiperinfiacién,
En as elecciones de mitad del mandato, en 1987, los radicales perdieron bancas legislativas y los indices de
‘opinién publica favorables al gobierno cayeron dei 42% en abril de 1987 al 9% antes de las elecciones de 1989
(Catterberg, 1991). Durante el primer periodo de gobierno de Menem, su popularidad fue en aumento (Levitsky,
‘en prensa; Stokes, 2001), y en 1993 o! Partido Justicialista arras6 con ias elecciones legislativas intermedias. La
reforma constitucional de 1994 disminuyé de seis a cuatro afos el mandato presidencial y permitié a Menem ser
reelecto en 1995 (Acuna, 1995).
* Lajustificacion te6rica de considerar dicot6micas las variables de oportunidad politica es que fo que
Incrementa la probabilidad de decisiones de los jueces contrarias al gobierno no es el paso del tiempo per se,
sino la percepcién que ellos tengan de la pérdida de poder del gobierno. Las variables ficticias muestran que
este cambio de percepcién de los jueces es discontinuo.
'® £1 cuadro 3 presenta los estadisticos descriptivos para cada una de estas variables ficicias,
7 “tecurso de amparo” acelera a revision judicial para corregir un abuso del gobierno en materia de
.
REGISTRO BIBLIOGRAFICO
“La légica de la deteccién estratégica: relaciones entre la Corte Suprema y el Poder Ejecutivo en la
‘Argentina en los periodos de la dictadura y la democracia‘. DESARROLLO ECONOMICO - REVISTA
DE CIENCIAS SOCIALES (Buenos Aires), vol. 43, N? 170, julio-setiembbre 2003 (pp. 179-201).
Descriptores: <‘Defeccién