El proceso de desalojo tiene por objeto lograr la recuperación del uso y goce del
inmueble, cuando media una obligación de restituir exigible. El desalojo presupone la
existencia de un acto vinculante del que dimane la calidad de tenedor emplazado y su consiguiente obligación de restituir esa relación real con la cosa, que debe aparecer exigible. COMPETENCIA La acción de desalojo, es personal, por cuanto persigue una prestación de ese carácter: la obligación de restituir.-Al respecto Palacio sostiene que es menester distinguir según que las partes estén o no vinculadas por una relación contractual. En el primer caso y salvo convención en contrario, el Juez competente el del lugar de la ubicación del inmueble (art. 5 inc.3 CPCN). En el segundo caso, la competencia corresponde al Juez del lugar del domicilio del demandado.-Morillo, Sosa y Berizonce señalan que, salvo convención en contrario, la demanda debe ser promovida ante el Juez del lugar de la situación del inmueble. Siendo éste el criterio que ha adoptado la Jurisprudencia. Si bien es una acción personal, es aplicable la norma que regula el ejercicio de las acciones reales.- (S.C. B.A.; A y S – 1965 – II-795). EL JUICIO DE DESALOJO Y EL CONTRATO DE LOCACION El juicio de desalojo, es la vía adecuada para demandar la restitución de la tenencia y en ella puede estar el ocupante de un inmueble por haberla tomado sin sustento convencional (intruso) o en virtud de contratos de locación, comodato, depósito, trabajo. Lo cierto es que el caso más típico por el que determinadas personas entran en la tenencia de un inmueble, es el contrato de locación.-Ley 23.091 regula las locaciones, es así que en su art. 1 establece que los contratos de locaciones urbanas, así como tambien sus modificaciones y prórrogas, deberán ser formalizados por escrito, pero como no puede ignorar la circunstancia de que bien pudo un locatario entrar en la tenencia por un contrato verbal, establece que cuando el contrato verbal haya tenido principio de ejecución, se considerará como plazo mínimo el.- LA FALTA DE PAGO Al respecto el art. 1507 del Cod. Civil establece que el beneficio del plazo legal mínimo del contrato de locación cesa por falta de pago. En estos casos se presenta una situación particular con la notificación previa que establece el art. 5 de la Ley 23.091 en el caso de que la causal de desalojo resulte de la falta de pago de los cánones por parte de locatario. En esos casos la ley prevé una intimación previa especial – por diez días – al locatario, a fin de que regularice la situación planteada. Sin embargo, se ha interpretado que la misma no constituye un requisito inexcusable para la viabilidad de la demanda que se tenga que promover. Así se ha resuelto que: “La finalidad del art. 5º de la Ley 23091 no es la de constituir en mora al inquilino, pues ésta se produce en forma automática por el mero vencimiento del término (sic), sino que es la de anoticiar al deudor la voluntad del acreedor de acudir a la vía jurisdiccional para satisfacer su pretensión. Las omisiones o defectos de la intimación prevista en el art. 5 de la Ley 23.091 no obstan al progreso de la acción de desalojo por falta de pago si el locatario no prueba haber abonado los alquileres ni ofrece pagarlos en el proceso, en el cual la notificación de la demanda, suple con holgura esa intimación fehaciente. Máxime si aquél habría incurrido en mora por el mero hecho del vencimiento del plazo establecido en el contrato de locación.”(CNCiv. Sala H, 17/09/99, “Góngora, Héctor Julian Pascual c/ Deutsch, Oscar S. – Desalojo por falta de pago”, ED 11/8/00 – p.8.) CAUSALES DE PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE DESALOJO Las causales para la procedencia del desalojo pueden ser de distinta índole, surgiendo las mismas básicamente de la letra del Código Civil y de la legislación especial. En todos los casos estamos frente a una acción de tipo personal que en la mayoría de los casos provoca la resolución del contrato (locación), que puede obedecer a distintas razones, en algunos casos atribuible a culpa del locador, en otros a la responsabilidad del locatario, ej. No mantener al locatario en el uso y goce de la cosa (arts. 1520, 1524 entre otros del Cód. Civil) o en otro sentido el locatario no usa la cosa dada en arrendamiento de acuerdo al uso convenido (art. 1529 C. Civil), sin perjuicio que también procede contra tenedores precarios, intrusos u otros ocupantes.Es así que nuestro código procesal provincial establece un tratamiento diferenciado en el caso de no encontrarse fijado el plazo de restitución del inmueble, haber vencido el plazo establecido o en el caso de falta de pago de canones locativos, donde la base probatoria es el mismo contrato escrito, instrumentado, permite una trámite abreviado como es el sumarísimo. En el caso que no existe principio de prueba por escrito por ejemplo, comodato de carácter verbal debe tramitarse por el proceso sumario que posee mayor amplitud probatoria y plazos procesales más amplios que permite mayor debate.-