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Orientaciones para el estudio

,s:¡ Al:im tt'~~ ed 1


e¿ t{é k cÍR de El Abencerraje

4.ma rJ ,f'm/ÜD l?ro} Vf¡a, j,fadud,


{a;faho. { coP Útsle'-lo ~cddckca) 1. La estructura
o?OOO' I
La obra en su composición tiende a estructuras bimembres.
Dos so~ los protago~istas de la obra, como se afirma en la pre-
sentacron: don Rodrigo de Narváez y el moro Abindarráez; dos
son también las historias que en la novela se cuentan: la del al-
caide cristiano y la del Abencerraje. En tomo a dos temas se
desarrolla el argumento de la obra, el heroico y el amoroso, y
en ambos par1:iapan los dos protagonistas.
Gimen o Casalduero, 1 Fn su detallado estudio de la estruc-
tura .~e la obra, divide la acción en cinco núcleos que, a ex-
cepcron del tercero, se dividen en dos momentos cada uno. El
s~guie_nte esquema propuesto por este crítico, aunque algo
sunplificador, puede servimos de guía, pues en él se reflejan
los núcleos, junto con los momentos y los temas de cada uno:

1 presentación y hazañas anteriores (heroísmo)


1) Narváez j
~escaramuza (heroísmo)

1
• J. Gimen o Casalduero, «El Ahencerrtl)e _Y ¡,, hsrmosa Jarifa, composición y sig-
nificado», Nueva Remsta de Filali!gio. Hispánica, 21 (l 972), pp. J-22.

103

104 Orientaciones para el estudio Orientaciones para el estudio !05

Granada: nacimiento (heroismo) - Explíquese, a la luz del argumento, si hay simetría o más bien 1

paralelismo entre la parte primera (núcleos 1 y 2) y la segun-


21 Abindarráez da (núcleos 3 y 4).
{
Cártama: niñez y juventud (amor)

3) Narváez y Abindarráez: libertad y promesa (amor y heroísmo) Sefiala Casalduero que la historia de Rodrigo de Narváez
presenta su conducta a través de cuatro momentos que no son
Abmdarráez Com, matnmonio (amor y heroísmo) cronológicamente consecutivos: hazañas anteriores a la ac-
ción, escaramuza, anécdota de la dama de Antequera, prisión
4) del moro y desenlace. La historia del Abencerraje se desaro-
{
Narváez. dama de Antcquera (amor y heroísmo) lla, sin embargo, ordenada cronológicamente: su nacimiento
en Granada, su adolescencia en Cártama, su matrimonio en
Alora (amor y heroísmo) Coín y la solución de sus problemas en Álora. Así es en líneas
generales, pero creemos que la cuestión no es tan sencilla. Tras
5) Narvaez y Abindarraez la escaramuza en la que participan ambos, las rlos historias in-
{
desenlace (hero1smo y vutud) cluyen una vuelta atrás, lo que en el cine se llama unflash-back,
que rompe la ordenación cronológica de los hechos. Hemos
de advertir aquí que la anécdota de N arváez con la dama de
El núcleo tercero, muy breve, actúa como quicio estructu-
Antequera sólo aparece en la versión de El Abencemge conteni-
rador de las dos partes. Los dos primeros, tras presentar la
da en el Inventario de Villegas, la considerada de mayor calidad
historia de Jos dos protagonistas, llevan la intriga hasta el mo-
entre las conservadas.
mento crucial; los dos últimos significan el desenlace con la
superación de las dificultades y los conflictos. Hay cierto pa-
ralelismo en ambas partes: en cada una de ellas se trata por
separado a los protagonistas, se les reúne para volverlos a se- J ustifiquese en la historia de cada protagonista esa ruptura cro-
parar y concluir con la superación de los problemas. nológica.
Como esquema que es, puede resultar excesivamente sim- ¿Podemos considerar este procedimiento un acierto narrativo'
¿Qué gana el relato alt~rando la cronología de los hechos'
plificador para resumir la complejidad de la acción novelesca.
¿Qué papel cumplen en la novela las dos historias interca-
En la escaramuza, por ejemplo, queda patente el heroísmo de ladas?
lus dos protagonistas aunque salga victorioso don Rodrigo de - ¿Quién es el narrador de cada uno de estos relatos, el del
Narváez. Abencerraje y el de Narváez con la dama de Antequera, en
la acción principal? ¿Cómo se justifica en el curso de la ac-
ción la presencia de estos dos personajes narradores ocasio-
- Jmlifiqucse, con el conocimiento que aporta la lectura, la pre- nales? '
sencia de cada uno de estos cinco núcleos.
101 Orientaciones para el estudio Orientaciones para el estudio 105
Granada; nacimiento (heroísmo) - Explíquese, a la luz del argumento, si hay simetria o más bien
2) Abindarráez paralelismo entre la parte primera (núcleos 1 y 2) y la segun-
{ da (núcleos 3 y 4).
Cártama: niñez y juventud (amor)

3) Narváe;i; y Abindarráez; libertad y promesa (amor y heroísmo)


Señala Casalduero que la historia de Rodrigo de Narváez
presenta su conducta a través de cuatro momentos que no son
Abmdarráez· Com, matnmonio (amor y heroísmo) cronológicamente consecutivos: hazañas anteriores a la ac-
4) ción, escaramu!a, :anécdota de la dama de Antequera, prisión
{
del moro y desenlace. La historia del Abencerraje se desaro-
Nan1áez dama dP Antequera (atnor y hcrofamo)
lla, sin embargo, ordenada cronológicamente: su nacimiento
en Granada, su adolescencia en Cártama, su matrimonio en
Álora (amor y heroísmo) Coín y la solución de sus problemas en Álora. Así es en líneas
5) Narváez y Abindarrácz
{ desenlace (heroísmo y virtud)
generales, pero creemos que la cuestión no es tan sencilla. Tras
la escaramuza en la que participan ambos, las dos historias in-
cluyen una vuelta atrás, lo que en el cine se llama un jlash-back,
que rompe la ordenación cronológica de los hechos. Hemos
El núcleo tercero, muy bteve, actúa como quicio estructu- de advertir aquí que la anécdota de N arváez con la dama de
rador de las dos partes. Los dos primeros, tras presentar la Antequera sólo aparece en la versión de El Abencerra:je conteni-
historia de los dos protagonistas, llevan la intriga hasta el mo- da en el lnuentano de Villegas, la considerada de mayor calidad
mento crucial; los dos últimos significan el desenlace con la entre las conservadas.
superación de las dificultades y los conflictos. Hay cierto pa-
ralelismo en ambas partes: en cada una de ellas se trata por
separado a los protagonistas, se les reúne para volverlos a se- - Justifiquese en la historia de cada protagonista esa ruptura cro-
parar y concluir con la superación de los problemas. nológica.
Como esquema que es, puede resultar excesivamente sim- - ¿Podemos considerar este procedimiento un acierto narrativo'
plificador para resumir la complejidad de la acción novelesca. ¿Qué gana d relato alterando la cronología de los hechos?
En la escaramuza, por ejemplo, queda patente el heroísmo de ¿Qué papel cumplen en la novela las dos historias interca-
los dos protagonistas aunque salga victorioso don Rodrigo de ladas?
Narváez. - ¿Quién es el narrador de cada uno de estos relatos el del
Abencerraje y el de Narváez con la dama de Anteq~era, en
la acción principal? ¿Cómo se justifica en el curso de la ac-
ción la presencia de estos dos personajes narradores ocas10-
- Jusrifiquese, con el conocimiento que aporta la lectura, la pre- nales?
sencia de cada uno de estos cinco núcleos.

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. 1. Primer núcleo - ¿Cómo se justifica, en el curso de la novela, este cambio de voz


narradora para contar los hechos de uno y otro personaje'
Se pretende en un pnmer momento convertir a Narváez - ¿Puede considerarse un acierto técnico este cambio de punto de
en una figura ejemplar. No aparecen detalles de sus hazañas vista, teniendo en cuenta el origen de cada protagonista'
y se produce un distanciamiento del narrador atribuyendo el
relato a una hipotética historia que ya circulaba anterior-
mente: «Dize el cuento que en tiempo del Infante don Fer- 1.2. &gundo núcleo
nando .. .>>
Hay en la obra elementos estructuradores diferentes de, los
cinco núcleos enunciados. Por ejemplo, en el primer epis0dio
¿Mejoran la narración y la semblanza de don Rodrigo con es- Abindarráez entona una canción, de momento enigmá6ca,
te comienzo que aleja los hechos en el tiempo y que alude a que resume y clarifica la materia que se inicia en este nú<tleo
un relato previo' segundo. Decía la canción:

Nacido en Granada,
criado en Cartama,
Podria pensarse que se intenta situar la acción en un tiem- enamorado en Coín 1
po histórico concreto. Sin embargo, ya quedó anotada la ine- frontero de Alora.
xactitud cronológica que supone haber participado Narváez en
la conquista de Antequera, en 141 O, y ser a la vez alcaide de Estos cuatro momentos de ];, historia del Abencerraje están
Álora, ciudad que no fue tomada hasta 1484. vinculados a las cuatro ciudades de la cancioncilla. Las cuatro
se mencionan en este episodio, si bien el matrimonio en Coín
(ahora sólo se dice «enamorado en Coin») y la solución de
-· ¿Cómo se puede explicar literariamente esta inexactitud his- los problemas en Álora ~on materia de los episodios cuarto y
tórica? quinto respectivamente.

Al héroe castellano se le presenta en dos fases: primero como - Deben localizarse en un mapa las cuatro ciudades de la cm-
arquetipo y compendio de virtudes; luego como personaje de ciónl además de Antequera, para reali¿ar con ellas un peque-
carne y hueso, rodeado de los suyos, enfrentándose al héroe ño croquis a escala.
moro. Para caracterizar a éste, se sigue el proceso inverso: en pri- - Con el mapa delante, señálense con cierto detalle los aconteci-
mer lugar le vemos combatir valerosamente; después, por la mientos que en el curso de la acción tienen lugar en cada uno
de estos lugares.
narración del propio Abindarráez, conocemos cómo se va eri-
- Justifiquese la elección dP estos enclaves en razón de su locali-
giendo en modelo de virtud de los Abencerrajes. Los anteceden- zación y distancia.
tes de uno y otro los conocemos por una voz narradora distinta.
JJO Orientaciones para el estudio Orientaciones para el estudio 111

Este matrimonio carece de sentido religioso o sobrenatural. de ellos constituye el clímax de la obra: la breve felicidad de
La ausencia de toda referencia religiosa se justifica bien en.. una los amantes se ha visto interrumpida y su futuro se oscurece
obra anterior a la imposición de la docn1na del Concilio de con la prisión y el temor al padre de Jarifa. El segundo mo-
Trento. Sin embargo, en la historia de Ozmí:n y Daraja, muy pos- mento marca el anticlimax: la solución de los problemas con la
terior, el bautismo de los protagonistas expresa con claridad el ayuda de NaIVáez. Primero, por mediación de éste, consiguen
cambio de mentalidad. Con el matrimonio no terminan los el perdón del padre de Jarifa; luego, el caballero cristiano les
problemas de la pareja: Abindarráez ha de volver a la prisión concede graciosamente la libertad.
de NaJVáez, y Jarifa teme la respuesta de su padre, que en cier- La .fortuna, qu" había marcado las desdicha:; del Abrn-
ta manera ha sido burlado. En la solución del primer proble- ce;~J~" ~a-· caida en desgracia de su familia, su derrota por
ma intervienen la voluntad del moro d~. cumpgf._ ~9.!.1.~~ pfila- Narváez), es "sustituida por In virtud del moro: decisión de
bra y la generosidad de NaIVáez; en la solución del segundo, cumplir su promesa, petición a Narvácz de su intervención pa-
la mediación de Narviez y su ejemplo de virtud. ra obtener el perdón del padre de Jarifa. El papel de NaJVáez
En éste cuarto núdcu vcmm córnu Abmaarr~ez, heroico ca- en la resolu~~QtLdela.s.i;,o_Eili,ctos es fundame11:iá!, pero es la vir-
ballero con las armas, cumpliendo su promesa se pone a la al- ~~-@--m()T()_l</:...q.ue desata. .y resu~l;·e los conflictos plantea-
tura de Narváez en honorabilidad y virtud. Por otro lado, el AP.§, El matrimonio en Coín hizo posible el matrimonio, pero
cuento de la honra del marido defendida por el amante ilumi- no la felicidad de los amantes; en cambio, cuando Abindarráez
na la virtud de Rodrigo de NaJVáez en el campo de la relación se sobr~r:~ _a__lo~ _r_llegos de Jarifa y triurlia s-o¡;;~ -su propia
amorosa. P.rnbos héroes dan• muestras de un amor apasionado, vofüiitad, el orden se restablece y se logra la armonía.
pero ninguno de 1os dos es ciego y ambos son ca_paces de ven- -.E"ri""e'Ste·núcleo quinto-es dohde el mensaje de la obra queda
(~~ E- pr~pia voluntad y anteponeE la kaltad-hi~ia ~l:o~Q:- mejor explicitado. Hemos visto cómo la virtud de Abindarráez
desencadena los hechos. También Narváez, cuando les deja en
libertad, señala que «sola la honra de haberos tenido por mis
- ¿Qué semejanzas y diferencias hay entre ambas historias? prisioneros quiero por rescate de la prisión», y en la carta aJarifa
- La conducta de las damas respectivas, la mujer de Antequera y le declara que «no ha querido Abindarrácz dejarme gozar del
Jarifa, parece no ser tan edific.ante como la de los hombres. verdadero triunfo de su prisión, que consiste en perdonar y
Ambas se mueven por intereses inmediatos: ¿Cómo se justifica
en la narración su manera de actuar? ¿Se puede afirmar a la hacer bien; y como a rrú en esta tierra nunca se me ofresció em -
luz del relato que el hombre es más virtuoso que la mujer? presa tan generosa ni tan digna de capitán español, quisiera
¿Puede desprenderse de estos ejemplos una actitud antifeminis- gozarla toda y labrar de ella una estatua para mi posteridad y
ta por parte dd autur? descendencia».

1.5. Q.uinto núcleo - ¿ Qµé relación tienen estas palabras de Narváez con las que fi-
guran en la presentación de la obra?
La última etapa de la historia presenta también dos momen- - Las últimas palabras de Naxváez en la carta ajanfa se explican
cabalmente a la luz de lo ocurrido con la dama de Antequera,
tos, localizados en Álora: la prisión y el desenlace. El primero

112 Orientaciones para el estudio Orientaciones para el estudw JJ3

pero también están relacionadas con el final de la carta de Abin- de los españoles: «Hizo hechos dignos de perpetua memoria,
darráez a Na.rváez. Explíquense estas relaciones. sino que esta nuestra España til'.ne en tan poco el esfuerzo,
por serle tan natural y ordinario, que le paresce que cuanto
se puede hacer es poco; no como aquellos romanos y grie-
gos ... » Un poco más adelante se compara a Narváez con
2. Los personajes Dario.

'.l. l . Rodrigu de .Narváez


- ¿En qué práctica se le identifica con este héroe persaº ¿Con
Desde el primer momento se intenta que NaJVáez sea visto qué finalidad;¡
como modelo de virtud y de esfuerzo. Como militar de la
frontera, sus méritos son bélicos. Se narran sus conquistas y
se explica su presente como recompensa de sus acciones del En Álora descubrimos al héroe cristiano en su dimensión
pasado. Es alcalde de Antequcra por haber participado en su humana. NaJVáez vela por la seguridad de su ciudad, sin ol-
conquista («pues había sido tanta parte en ganalla, lo fuese en ;;;¡aa_;--;;f;j~rcicio de la:; armas y el mantenimiento de su buen
dcfendclla»). El hecho de ser también alcalde de Álora dice iió"mbré:""S'ii fama militar teridrá· ocasión de manifestarse grá-
mucho de su prestigjo, pero también viene a justificar d espa- ficamente con motivo de la escaramuza con el muro. Rodrigo
cio geográfico donde se producirá la escaramuza, por ser lu- de Narváez desciende voluntariamente al mismo nivel de sus
gar fronterizo de Cártama y Coín. caballeros, y así su heroísmo se presenta como una obligación
En Rodrigo de Narváez se sintetizan los valores del caba- y como un privilegio de todos ..
llero cristiano que se quieren ensalzar en fa ·novelll.__ -La-Vinud
y el esfuerzo son las primeras cualidades que se menci<:i'iian:"El
esfoerzo le obliga a empresas heroicas; la virtud le convierte - ¿En qué expresiones prevías al combate con el moro s~ advier-
en guía de los suyos. te el espíritu democrático y la generosidad del héroe o~stiauu'

.-Cun qué expresiones se destacan estas cualidades de Narvácz? El ámbito de la fama de Rodrigo de NaJVáez gana ~n exten-
sión, de forma indirecta, cuando Abindarráez descubre la iden-
tidad de su captor: «Por cierto, ahora pierdo parte de mi queja,
Para ennoblecer al caballero y convertirlo en arquetipo, se pues ya que mi f0r:una me fi.:e adversa, me puso en vucstr"-5
le equipara a los héroes griegos y romanos. El procedimien- manos, que, aunque nunca os vi sino aho1 a, gran noticia tengo
to no es nuevo. En el siglo XV Juan de Mena, Pérez de de vuestra virtud y expiriencia de vuestro esfuerzo.» La alta con-
Guzmán y Hernando del Pulgar aluden a la escasez de au- dición del vencedor revierte en la del vencido; de ahí que
tores que se ocupen de los héroes castellanos (véase 4). En Abindarráez se sienta profundamente honrado y decida contar
nuestra novela, sin embargo, se atribuye al heroísmo secular su tm;te historia al alcalde de Antequera y Alora. Sin embargo,
vrumiacwnes para et estuaio Orientaciones para el estudio 115

el momento más destacable en cuanto a la caracterización indi-


recta de Narváez llega con el cuento .de la hol!i:..a._<;\tlma_rido - Localícense los pasajes de las Coplas de Jorge Manrique donde
defendida por el amante, breve pieza inserta en la versión del se manifiesta un sentido parecido de la amistad.
lnventarin de Villegas, que resulta imprescindible para ofrecer una
visión global del personaje (véase 27). Si Narváez era valiente y
generoso con el vencido, tan1bién en el resbaladizo ámbito del Las virtudes que cultiva Narváez las va sembrando a su alre-
amor supo anteponer, por encima drl determinismo de las cir- dedor. Su ejemplo es imitado y paso a paso los demás aspiran
cunstancias, su comportamiento honrado, Narváez, en lugar de a corresponderle con un comportamiento similar. El propio
dl.'Jarse caer en los brazos de la mujer por la que había suspira- Narváez había, respondido admirablemente al saber de los elo-
do, supo vencer su propia voluntad, consciente de la deuda con- gios del marido de la mujer de Antequera; Abindarráez segmrá
traíua con el marido de ésta, que habia sabido ver su virtud. su ejemplo, luego Jarifa, y también d rey de Granada se senti-
rá movido por los mismos ideales de virtud y genero~idad; a
continuación el padre de Jarifa; y de nuevo los recién desposa-
- Hágase recuento de los datos indir•ctos que utiliza el autor pa- dos y el propio Narváez devolviendo las doblas. De modo que,
ra caracterizar a Rodrigo de Narváez. como concluye Jarifa, «Quien pensare vencer a Rodrigo de
Narváez de armas y cortesía, pensará mal». El fruto de este
ejemplar comportamiento no podía ser otro: «quedaron los uno>
También se le caracteriza indirectamente cuando Abinda- de los otros muy satisfechos y contentos y trabados con tan es-
rráez revela que su fama llega hasta el mismo rey de Granada, trecha amistad, que les duró toda la vida».
y lo hace con unas palabras bien expresivas: «Bien sé que por
tu virtud te arna el Rey, aunque eres cristiano.» Y no se equi-
vocaba el moro, pues el rey de Granada «sabiendo cúya era, - Enumérense los hechos narrados que atestiguan en Narváez un
se holgó mucho, que a este solo cristiano amaba por su virtud comportamiento virtuoso.
y buenas maneras». - Hágase un retrato completo reuniendo las caracteristicas fisicas
Las actuaciones de Narváez en la obra hacen honor a es- y morales de Rodrigo de Narváez.
ta fama. Su desarrolladísimo concep~o de la amistad rebasa - Redáctesc una breve anécdota, que se pueda intercalar en la
los condicionantes religiosos y sociales pat:r-perpefüar- un senti- novela, donde se haga evidente alguna de las cualidades del hé-
roe cristiano.
miento surgido de manera natural entre los hombres. Con-
tinuando una fructífera linea de la literatura española, iniciada
con Jorge Manrique, Narváez se muestra extraordinariamente
generoso con su cautivo: <<liga» sus heridas, se ofrece paciente y 2 2. Abi.rularráez
atento a escuchar las desgracias de Abindarráez, concede a és-
te una libertad temporal para que vea a su amada, se siente La novela morisca no se puede explicar simplememe como
honrado al recibirles como huéspedes, intercede ante el rey de una poetización de la vida fronteriza del siglo XV. Como ha
Granada, etc. notado Claudia Guillén, en estos relatos encontramos «una

Orientaciones para el estudio Jj 7


116 Orientaciones para el estudio

dolorida conciencia del presente», es decir, la respuesta ímagi-


nativa que era expresión de las expt".riencias compartidas por - ¿Qué recursos utiliza el autor para ponderar las cualidades he·
los lectores de hacia J 560. Con todo, Ja visión de los moros en roicas del Abencerraje?
la novela morisca responde a una idea literaria asentada lue-
go en una rica tradición. La nobleza de sentimientos con que A estas cualidades hay que añadir la rectitud moral del per·
aparecen caracterizados les proporciona una aureola __cle. jrr_~a­ sonaje. Pese a las palabras de su amada, que.tratan efe c~1wen­
lidad. Esta idealización es más notoria en Abindarráez que en cerle para que envíe un rescate a Narváez, el moro manncnc su
los-demás personajes árabes. compromiso sin vacilaciones: <<por cierto que no cai.ré yo. en tan
Primero se nos ofrece una sembLªnzª fisica (<<Vieron venir gran yerro». Hasta ese momento la vida del Abencerraje -la
por donde ellos iban un gentil ~~ro en un caballo ruano; él desgracia de sus antepasados, la se~aración de los amantes, el re-
era grande de cuerpo y hermoso de rostro y parescia muy •ultado de la eocaramuza-~- han '1do resultado de la rw.n fortu-
bien a c"ballon) y 3U rica indumentaria («traía vestida una
na. Narváez, por el cunlrario, desde el principio es dueño de su
.
marlota de carmesí y un alborño~de damasco del mismo co- voluntad y tiene el control sobre los hechos que le afectan. Ahora
lor, todo bordado de oro y plata»). La luna llena es el fondo el Abencerraje se iguala con el héroe cristiano en el ejercicio de
adecuado para delinear la hermosa silueta del moro. Algunos su voluntad y en la práctica de su virtud; pero no sólo actuara
detalles son d.ificiles de justificar, como la labor en el brazo
movido por el ejemplo de Narváez, sino especialmente por hon-
(«traía el brazo derecho regazado y labrada en él una her- rar a su estirpe. Así, los dos héroes se igualan en la virtud, y los
mosa dama ... »). Abencerrajes, por medio de este ilustre descendiente, recuperan
el honor que la fortuna b habja arrebatado.

- ¿Cómo se justifica en el curso de la narración una descripción


tan minuciosa en medio de la noche? ¿Qué significado tendrá Señálense las decisiones que toma Abindarráez en <"i resto ele
luego la herida que recibe Abindarráez en el brazo derecho? la acción.
¿Qué epitctos utiliza el autor para describir al personaje y sus - ¿Con qué argumentos justific.a Abindarráez el envío de pre-
atributos? Adviértase su colocación y el efecto que produce. sentes a Rodrigo de Narvaez >
- Redáctese un retrato completo del moro, que recop todas sus
cualidades.
- Invéntese un breve pasaje, insertable en la novela, que ponga
La novela mo.risca perpetúa Jos valores propiamente caballe- de manrliesto alguna cualidad de Abmdarráez.
rescos. Así, las Vlrtudes de Abindarráez, como las de Amadís de
Gaula, alcanzan a la belleza física, la rica indumentaria, su amor
abnegado y su valor y ma~stria en el uso de las armas. El arro-
jo y destreza quedan patentes en el curso de la escaramuza. Sólo 2.3. Jarifa
al final de la misma Rodrig.o de..~!!!V.á.ez...consigue.d.ablegarle, sin
dejar de señalar que ij_¡¡¡yáe? yeaj;.i__«ge .. i;efr.<:$\:m>~ en tanto que El carácter de este personaje está mucho menos perfilado que
Abindarráez y su caballo estaban heridos. el de Abindarráez. La idea que nos hacemos de Jarifa hasta el
118 Orimtaciones para el estudio Orientaciones para el estudio 119

momento del m¡¡trim()nio es la que nos ofrece su amante. Tam-


bíén de origen aristocrático, se pondera adecuadamente su be- 2. 4. Los demás personajes
lleza física en el curso de una infancia y adolescencia vividas en
En las palabras de presentación el autor señala que «aun-
ambiente idílico. Su amor parece despertarse después que el de
que los dos (Rodrigo de N!lrváez y Abindarráez) formaron y
Abindarrá~ pero luego se revela con todo su apasionarrlicn1o.
dibujaron todo el cuerpo, los demás no dejaron de ilustrar la
Su "desc.oncierto inídal ante los requerimientos Ue:Añiñdáttác:z
tabla y dar algunos rasguños en ella». En efecto, en el cuadro
sirve para presentar dialécticamente el tránsito del amor fra-
ternal al amor platónico por su compañero. Llegado·· d"'mo-
que constituye la novela, Jarifa y los demás personajes secun-
darios contribuyen a <<ilustrar la tabla», es decir, a ser ejem-
meñfo, su -entrega· ·n:a presenta reservas de ningún tipo. La
plos de la lección que se pretende transmitir. Si Narváez y
evolución psicológica de Jarifa, desde la separación hasta el fi-
Abindarráez personifican el cuerpo de este «vivo retrato de
nal de la obra, es muy interesante y no h!l sido suficiente-
virrud, liberalidad, esfuerzo, gentileza y lealtad», los demás se
mente explicada.
sienten impelidos a imitar su manera de proceder.
Ya hemos visto cómo Jarifa irucia un comportamiento cir-
tuoso por influjo directo de Abindarráez e indirecto de Narváez.
\ - ¿Qué pasos da jarifa. desde gue se despierta su amor por Abin- Igualmente, el rey de Granada actuará con liberalidad, gentile-
1
darráez hasta gue se consuma el matrimonio?
J - Señálese cómo evoluciona en su interior el aprecio por Rodri- za y lealtad, ayudando a los recién casados por indicación de
. go de 'farváez desde que tiene noticia de d hasta el final de Narváez. El «rasguño» que él aporta al cuadro y el del padre
la obra. ' de Jarifa son determinantes para el fmal feliz de la historia. El
1!
rey de Granada actúa con diljgencia y determinación; leída la
carta de Narváez declara al padre de Jarifa: «Sábete que nm-
guna cosa me pedirá el alcaide de Álora que yo no lo haga.» El
Algunas de las acciones de Jarifa permiten ver en ella un ca-
rácter fuerte, bien diseñado. Su lucha por lo que más quiere rey asume como personal el encargo del caballero de frontera y
la lleva a poner en peligro las relaciones con su padre y las de promete recompensar al padre de la novia («en pago de este ser-
su amado con Narváez Sll egoísmo no merecería disculpa si vicio, a ellos y a ti haré siempre merced»). El padre de Jarifa
acusó en primera instancia el golpe de la noticia, pero pronto
no fuera porque su pasión le nubla la mente. Sólo cuando
Abindarráez le confiesa los motivos de su tristeza y su com- rectificó su ademán («volvió de buen continente») y se dispuso
promiso de volver a entregarse a Narváez, su comportamien- a cumplir la orden del rey. Cuando fue r~cibido en Álora («con
to se encauza en la senda de la virtud de los protagonistas. En mucho regocijo y alegria»), fue el primero en echar tierra sobre
lo ocurrido y toda su actuación posterior es una demostración
efecto, ct1~90 Jarifa decide acompañar a Abindarráez para
entregarse a Narváez, manifiesta el miedo c!e. haber ofendido de generosidad.
a su padre Luego el moro se lo comunica a N;;-;;.,áeZpar; que
medie junto con el rey de Granada y para que el padre bur-
lado les perdone «por haber hecho esto sin que él lo supiese,
- ¿Qué lección moral imparte el autor mediante la actuación
estos personajes moros? ¡_Por qué no se revelan sus nombres>
:-1
pues la fortuna lo trajo por este camino».

120 OrientacioneJ para el estudio Orientaciones para el estud10 121

Los escuderos de Rodrigo de Narváez son fiel relleJO de las en el presente, aspectos de la vida en la fronlera; el tema amo-
virtudes que adornan a su jefe militar; como si fueran uno so- roso, relacionado con las circunstancias de Abindarráez y
lo, hacen gala de su esfuerzo, lealtad y disciplina a su señor. Jarifa (y en un caso con las de Rodrigo de Narváez), introdu-
ce motivos que presentan el amor y que explican sus efectos.
La función de cada uno de los temas es distinta. Sirve el pri-
- ¿Qué expresiones atestiguan el recto proceder de los escude- mero para iluminar el heroísmo y para suministrar patrones
ros y den1ás personas que sirven a Narváez en la fortaleza de de conducta; el segundo, en cambio, para definir el amor de
Álora? acuerdo con las ideas de la época. Coinciden los temas, sin
embargo, en una función más trascendente tratan los dos de
la virtud y procuran explicarla» (art. cit., pp. l-2).

3. Los temas
3.1. El tema de In generosidad con el venado. Posibles origenes
El tema dominante de la obra, según López Estrada, es la lec-
ción de generosidad que ofrece. Gimeno Casalduero considera La lección de generosidad que se ofrece entre personajes de
que «dos temas, el heroico y d amoroso, sostienen el andamia- diferente religión, generación y patria se presenta como tema
je de la obra,,_ No hay contradic.dón en ambas aseveraciones, central en el preámbulo de la obra. La clemencia con el ven·
aunque lo parezca a primera vista; pues si bien es cierto que los cido y la generosidad en la victoria son motivos muy utiliza-
hechos de amores y de armas sustentan la acción, el mensaje dos en la literatura novelesca de todos los tiempos tanto en los
que se desprende, como tema dominante, es la lección de ge- cuentos folclóricos como en la literatura culta. Por eso mismo
nerosidad. Las primeras palabra~ de presentación («Éste es un la crítica se ha esforzado en buscar los posibles orígenes del te-
vivo retrato de Virtud, liberalidad [...]»), que sin duda presiden ma de nuestra novela. No consta en las crónicas que Rodrigo
la intención del autor, justifican mejor la abstracción de López de Narváez protagonizara una escaramuza con Abindarráez,
Estrada que la formulación binaria de Gimeno Casalduero, re- ni siquiera con ningún otro moro. Ya en la Antigüedad se elo-
ferida más bien a los motivos principales que explican la virtud giaba como virtud de los grandes generales la demencia con
de los protagonistas. el enemigo vencido y con sus familiares. De Alejandro Magno
los historiadores ponderaron su conducta generosa con la ma-
dre, esposa e hijos de Darío. Escipión pasó a la historia como
Discútansc con argumentos la1 propuestas de ambos especialistas. el general que se ganó a sus adversarios más con buenas ac-
ciones que haciéndose temer: fue clemente con las jóvenes car-
taginesas tras la toma de Cartago y, tras vencer a Alicio, jete
Añade Casalduero unas palabras que sintetizan adecuada- celtíbero, dejó en libertad a su prometida sin cobrar el resca-
mente una y otra postura: «el tema heroico, relacionado con te, motivo por el cual este jefe celtíbero le reconoció vencedor
la común actividad de los caballeros, introduce motivos mili- en las armas y en generosidad. La fama de Marco Atilio Rr-
tares: al principio hazañas auteriores a la acción, y después, ya gulo llegó hasta Jorge Manrique, quien l~ presenla como
122 Orientaciones para el estudio Orientaciones para el estudio 123

modelo por «la verdad que prometía», ya que se entregó a los


cartagineses, después de haber obtenido la libertad, para cum- - ¿Qué elementos coincidentes hay entre ambas historias?
plir su palabra.

J. Fradejas postula que El Abencerra;e es una remodelación


~ ¿Hay otras alusiones clásicas en El Abencerraje que nos permitan que vino recordándose oralmente (contada o cantada) desde
pensar que el autor conocía estos ejemplos de la Antigüedad? el siglo XIII y que dio lugar a romances. Pero en d curso del
Met1ciónen.se. siglo XV las ocasiones para mMtrar la generosidad con el mo-
ro tuvieron que multiplicarse. La maurofilia ya se documenta
en la baja Edad Media, como han podido demostrar Amelia
En la dilatada vida de frontera hubo momentos para la ac- G<1rcía Va.ldccasas y Rafad Bdtrán Llavador'. Fernando
ción heroica rnílí\ar y relaciones pacíficas en las treguas. Un del Pulgar, por ejemplo, en la Ceúúca de los Rey., CatólwQJ,
caballero dt frontera como el Cid es siempre clemente y presenta a Rodrigo Ponce de León defendiendo la libertad
moderado con lóS moros, sin que por dlo su condición de de Boabdil tras su prendimiento en 1483. Y en las Relacio-
combatiente cristiano se resiema. Tras la toma de Castejón, nes de Pedro de Gante ( 1520-1524) se cuenta cómo Alonso
en lugar de saquear f'I castillo deja en libertad a sus mora- de Aguilar deja en libertad a un jown moro prisionero al
dores, por lo que «los moros e las moras bendicitndole es- conocer que estaba enamorado. Ésws y otros ejemplos con-
tán» (v. 541 ); una respuestoa similar recibe de los moros firman que la guerra secular entre los pueblos no estaba
cuando a!Jandona Alcocer: «Cuando mio Cid el castillo qui- reñida con la generosidad individual y, por tanto, que lo va-
so quitar, I moros e moras tomáronse a quexar: / -¡Vastc, liente del héroe cristiano no contradecía su comportamirnro
mio Cid; nuestras oraciones váyante delante! / Nós pagados cortés.
fincamos, señor de la ru part» (vv. 851-854). López Estrada menciona argumentos similares en las r1ove-
Aparte de los casos de generosidad en la frontera fruto de lle italianas que se difundieron por Europa en los siglos XV y
una convivencia pacífica, conviene mencionar un caso destaca- XVI4 . La novella 49 de lt Novellino (Nápoles, 14 76), de Mafürcio
do por José Fradejas Lebrero por su semejanza con el argu- Salernitano, cuenta cómo el sultán Saladino apresa a Federi-
mento de nuestra novela 2• F.s la historia de don Muño Sancho co Barbarroja y le trata con generosidad; luego le dep en li-
de Hinojosa que se conserva en unos Milagros romanzados atn- bertad a cambio de un rescate de cincuenta mil ducados; el
buidos a Pedro Marin, clérigo que vivió en d monasterio de cristiano le agradece su benevolencia y le envia el rescate;
Santo Domingo d~ Silos en la segunda mitad del siglo XIII y Saladino recibe al enusario con el dinero y Saladinu se lo de-
fue continuador en cierto sentido de la vida de Santo Domingo vuelve apreciando en más la amistad que había surgido entre
que había metrificado Berceo. El texto puede leerse en el Do-
cumento Il, l.
3
En «La maurofilia como ideal caballeresco en la literatura cronística riel
XIV y XV» (Epos, 5, 1989, pp. 115-140).
2
.J. Fradejas Lebrero, La novela corta dt.i ngfu .n11 Barcelona, Plaza y Janés, 4
En la «Introducción» a El Abencerrq;e (}love/,a .v romancero), Mad.nd, Cátedra.
1985 1o: ed., 1996, pp. 38-43.

124 Orientaciones para el estudio Onentaciones para el estudio 125

ambos. El mismo Saladino es protagonista de una acción vir- P!ramo y Tisbe, él el más bello de los jóvenes, ella la más excel-
tuosa con un adversario cristiano en una novela de Anton sa de las muchachas que en Oriente había, vivíau en casas conti-
Francesco Doni (1513-1574); en este caso el prisionero es el guas, allí donde dicen que Semíramis ciñó con murallas de ladrillo
príncipe de Galilea, Hugo de Tabaria, que no puede pagar el su ilustre ciudad. La vecindad hizo que se conocieran y que su amis-
rescate, pero es puesto en libertad en recompensa por otras tad diera los primeros pasos, el tiempo hizo que creciera su amor.'
virtudes caballerescas. También Saladino, cuya fama fue muy
celebrada en toda Europa, aparece en el cuento L rle FJ Conde
- ¿Podemos considerar acertada la elección de esta fábula>
Lucanor enamorado de la mujer de un súbdito suyo; en este re- - ¿Con qué expresiones se describe el amor fraternal entre
lato de don .Juan Manuel Saladillo acabó por reconocer su Abindarráez y Jarifa?
error y amó a la dama «da!H adellante de amor leal et verda-
dero, qua! <leve aver el buen señor et leal a todas sus gentes».
Como se ve. ¡-ste último ejemplo presenta estrechas semejan- Apoyándose en la fábula de Sálmacis y Hermafrodito (Troco
zas con el relato en el que Narváez renuncia a una aventura en nuestra obra), el amor empieza a presentarse de manera más
amorosa por guardar la honra del marido honesto; lo mismo explícita. La deuda con Ovidio parece haberle llegado a nuestro
cabe decir de otros cuentos citados en la llamada 27 de nues- autor por la traducción de Jorge de Bustamante (ediciones de
tra edición. 1546 y 1551 ), muy utilizada en el Renacimiento español, que co-
piamos seguidamente:

A la '1sra de estos precedentes temáticos, ¿cabe afirmar que El (... ] unas veces peynando sus nivios y dorados cabellos con muv
Abencerraje es un plagio más o menos bien realizado~ ¿Dónde blanco peyne de marfü, otras baüando su alabastrino cuerpo en
debemos buscar la peculiar originalidad de la obra" las claras y limpias aguas [...]; otras se recostava sobre la' blancas
y delicadas hojas, flores y verdes yerbas; y otras de aquella diver-
sa hermosura de mill colores pintadas hazía lindas guirnaldas con
que coronava y componía su cabe~a. b

3.~. El amor
- Compruébense las coincidencias en lm motivos ambientales de
La evolución del sentimiento amoroso es presentada por ambos textos y júzguese si ésta pudo ser la fuente manejada
Abindarráez en el relato que hace de su vida. Nos va mos- por el autor de El Abencerrqje.
trando la progresión <le su amor en una serie de cuadros con-
secutivos: en la niñez, en la adolescencia, en la juventud y en
la separación. Se estudia en cada etapa la naturaleza del amor
y se describen sus efectos. Para describir el amor en la niñez ' Ovidio, Metamorjiw.s (trad. Ely Leonetti Jungl), Madrid, Espa:m f;alp<, Col
se recurre al mundo mitológico grecolatino y, en primer lugar, Austral n.º 354, 1995, p. 165.
' Citado por Maree! Bataíllon en «Salmacis y Trocha dans l'Abencemige»,
a la fa.hula de Píramo y Tisbe, que es sólo aludida. Ovidio nos
Hornmage á Emest Marti.nenche, Paris, 1939, pp. 355-363; recogido en su Varia
la transmite así: l.etción tk cl.dri.c1>.1 es/;año!Ls, Madrid, 1964, pp. 27-38.
126 Orientaciones para el estudín Orientaciones para el estudio 127

El motivo de la dama peinándose los cabellos tiene un sen- Este amor puro de la primera etapa es seguido por un amor
tido erótico en la lírica tradicional. Señala López Estrada que de signo muy diferente: «Esta engañosa vida trajimos mucho
este juego de peinarse la dama y las coronas de flores aparecen tiempo, hasta que ya el amor por vengarse de nosotros nos
en novelas de caballerías. Así, en el Amadís Galaor encuentra descubrió la cautela [...] Aquel amor limpio y sano que nos
en una rica cámara de un palacio a <mna hermosa donzella teníamos, se comenzó a dañar y se convirtió en una daüosa
que sus hermosos cabellos peinava, y como vio a Galaor puso enfermedad que nos durara hasta la muerte.» El amor se
en su cabe<;a una hermosa guirnalda».' manifiesta así en todas sus contradicciones.
Algunas reflexiones de Abindarráez presuponen una idea del
amor muy extendida en el Renacimiento español, la de que el
objetivo dd amante es la unión absoluta con la amada. El - ~Qui: efectos nocivos se asocian a este sentim1ento del amor?
amor logra la transformación dd amante en d objeto amado y ¿Cómo se explica que Abindarráez re5uma su atormentada ex-
é5te a su vez se transforma en el amante (vease 15, donde se periencia como «dulce vida>»
copian unas palabras de los DUíl,o,l!,OS de amor de León Hebreo - ¿Con qrn' e"Presión reveh Abindarráez que Jarifa 3entia lo
que definen así el amor). mismo por élt

- ¿Cómo se interpretan, a la luz de estas ideas snbre el amor, las Un nuevo contratiempo, esta vez externo, viene a obstaculizar
palabras de Abindarraéz: «Donde quiera que volvía la cabeza, la vida de los amantes: la separación. l\bindarrácz hace partíci-
hallaba su imagen, y en mis entrañas, la más verdadera»? pe a Narváez de su desgracia con esta observación: <Juz,¡;ad
- ¿Qué ,entido tiene aquí recordar el mito de Narciso? vos, si algún tiempo fuistes ena,morado.»

Cuando Ja1ifa quita la guirnalda a Abindarráez y se la po- - ¿Tendrá algo que ver la inserción del relato sobre la dama d~
ne a sí misma está aceptando el amor de] moro y manifestán- Antequera con estas palabras del moro'
doselo de manera inequívoca . .Jarifa le pregunta: «¿Qué te pa-
resce ahora de mí, Abindarráez?», y la respuesta es un claro
eco del virgiliano omnin vincit amor (Bucólicas, X, 69): «Parésceme El narrador desplit>ga aquí sus mejores armas retóricas y su
que acabáis de vencer el mundo y que os coronan por reina prosa da cuenta, con toques de poético intimismo. del pro-
y señora de él.» fundo dolor que impregna el corazón de los dos personajes.
El amor es nuevamente causa de confusión y laberinto del
que la razón no logra salir. Sólo se vislumbra un rayo de luz:
- ¿Qué justificación tiene en este pasaje la alusión a Venus? Jarifa promete hacerle llamar, en cuanto tenga oportunidad,
para convertirlo en su esposo. Si en las primeras fases es
Abindarráez quien va por delante en su vivencia del amor,
es Jarifa quien toma la iniciativa en cuanto se entera de la
'Citado por López Estrada en su edición de El Abenc<TT<I)<, pp. 143-144. separación.

128 Orientaciones para el estudio Orientaciones para el estudio 129

- ¿Cómo planifica jarifa su reencuentro y matrimonio con Abin- - ¿Cómo consigue el narrador dibujamos el mérito militar de
darráez? Narváez>
- ¿Qué obstáculos han de salvar los enamorados? - · ¿Con qué expresiones se exalta la valentía de Abindarráez'

El matrimonio y la consiguiente unión sexual no solucionan Tras el enfrentamiento guerrero, son las cualidades mora-
los problemas de los enamorados. El amor es un velúculo pa- les las que ocuparán el primer plano. La virtud de Narvaez
ra la exaltación de otros valores, los que se desencadenan se manifestará luego de muy variadas formas: escuchando al
cuando Abindarráez antepone su palabra de honor a los rue- vencido, dejándole en libertad provisional, procurando cuida-
gos de Jarifa. Precisamente el amor Lriunfará en su plenitud dos médicos al herido, intercediendo ant<> e-1 rey de Granada,
cuando la vi1tud de los hombres vaya moviendo las volunta- siendo hospitalario con sus huéspedes, concediéndoles la li-
des de los demás. ' bertad definitiva, no aceptando sus regalos, etc. Abindarráez
Igualmente el amor había tocado el corazón de Naiváez, tal también está adornado de cualidades morales; primero, de-
como lo cuenta el viejo con el que se encuentran Abíndarraez tallando los méritos de su familia a un adversario político y
y Jarifa al ir a entregarse como prisioneros. También en este ca- militar, revelándole los motivos de su viaje, desoyendo la pro-
so el amor se subordina a la virtud. puesta tentadora de Jarifa y cumpliendo la palabra dada a
Narváez; en fin, enviando un rico presente a quien le ha de-
vuelto la libertad.
Rel:i.tese el cuento de la honra del marido defendida por el

-
amante.
¿Cómo justifica el narrador, ante Narváez y ante el lector, los
cambios en los sentimientos de la dama de Antequera?
¿Hay alguna semejanza entre Jarifa y esta dama>
¿Qué gestos de Narváez, tras la escaramuza con Abindarráez,
nos muestran su comporramiento virtuoso'
1
- ¿Con qué expresiones descnbe el narrador el buen corazón del
moro?

3.3. El hf.rnismn En las palabras de presentación el narrador hace un elogio


de la virtud, recurriendo a la conocida parábola evangélica
El tema heroico debe entenderse en un sentido amplio, in- del sembrador: «la e"encia y efecto de ella es como el grano
cluyendo lo militar y lo moral. Como un héroe en el manejo de que, cayendo en la buena tierra, se acrescienta, y en la mala
las armas se nos presenta Narváez. Abindarráez da claras mues- se perdió». Sin embargo, esta doctrina crisuaua la ponen
tras de heroísmo en el combate desigual que libra en la esca- en práctica tanto persona1es cristianos como musulmanes en
ramuza. nuestra novela.
!30 Orientaciones para el estudio Orientaciones para el estudio 131

de la ética. Es central en esta filosofia c:l concepto de virtud, que


- ¿Cómo va calando en cada uno el ejemplo de generosidad de etimológicamente es la acción propia del <Mn>, la vía para con-
Narváez? seguir el mejor hombre. La juventud de Roma se entusiasmó
- A la luz de las palabras fina:ies de Jarifa, ¿qué personaje se pre- con las obras de Séneca (4 a.C.-65 d.C.); su fama creció mu-
senta como vencedor en la virtud' ¡_ Qu<' mensaje cultural se
cho con los atáques de Calígula, Quintiliano y otros oradores,
quiere transmitir con este final?
y en especial con el aprovechamiento de sus ideas por el cris-
tianismo. La doctrina de Séneca se extendió por Occidente, a
veces muy contaminada, a lo largo de la Edad Media y espe-
El lector de El Abencerraje en la segunda mitad del siglo XVI
cialmente en el Renacimiento europeo, por medio de florilegios
pudo asimilar ambas culturas en lo referente a sus comporta-
y de traducciones de sus obras. López Estrada cita unas de es-
mientos éticos; por otro lado, el orgullo dd Abencerraje imi-
tas <<llores» muy cercanas cronológicamente a El Abencerraje que
tando a sus mayores pudo calar muy hondo entre los cristianos
pudo ser conocida por el autor de la novela; la traducción que
en una época en la que d buen nombre de la familia y la no-
hizo Juan Martín Cordero de las Flores Lucii Annei S1neuu reco-
bleza de estirpe mantienen un gran valor. No en vano, muy
gidas por Erasmo (Arnberes, 1555). Si bien es cierto que fu,...
pronto el tema de la honra, en todas sus formas, sería medular
ron muy numerosas las traducciones <le las obras de Séneca en
en el teatro clásico español.
la primera mitad del siglo XVI.
Tanto López Estrada como Casalduero citan numerosas fra-
- Menciónense obras literarias, en prosa o en verso, en las que ses y situaciones que parecen proceder más o menos directa-
e\ tema de la honra es fundamental. mente de sus libros, aunque no siempre de la misma manera.
Señala Casalduero que Séneca (y luego sus seguidores rena-
centistas) identifica la virtud con el bien supremo, en tanto que
atribuye los bienes inferiores a la fortuna. Por eso divide a los
4. Senequismo hombres en dos grupos: los que buscan la virtud y por eso lo-
gran la felicidad; y los que se encaminan a otros bienes y están
La critica ha descubierto abundantes huellas de la filosofia sometidos a la fortuna.
de Séneca en El Abencerraje. La influencia de este filósofo en la
literatura española desde el siglo xm hasta Quevedo, en cam- - ¿En qué momento o momentos dt:' la acción vemos contra-
pos tan alejados como d de la ética o en el origen de la tra- puesta la virtud a la fortuna~
gedia renacentista, fue determinante.• La filosofia senequista
sigue los principios del estoicismo antiguo y se· ocupa sobre todo
Séneca consideraba que el hombre se engrandecía alabando
los merecimientos ajenos, no dejándose aventajar por la gene-
8 Basta consultar al respecto d libro de Karl Alfi-ed Blüher Séneca en España. rosidad de los demás, venciéndose a si mismo, considerando
Investigaciones sobre la recepr.Um d' S"1Lca en España desdt ti sigi.tJ XIII ho.st,a si sigi.tJ XVll, que la absoluta libertad consiste en tener sobre sí mismo la má-
Madrid, Gredas, 1983. xima potestad.

[Hasta aquí. Omito ya parte del apartado "Senequismo" y otros posteriores]

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