COMENTARIO SOBRE EL IMPACTO DEMOGRAFICO ACTUAL DE AMERICA
Las grandes transformaciones sociales y económicas que han tenido lugar
en América Latina en los años sesenta y setenta han dejado su impronta en el perfil demográfico de los países. La expansión de las economías ha Permitido el aumento en los ingresos reales de amplios sectores de la población, la difusión y aplicación de los últimos avances médicos, el mejoramiento del estado nutricional de la población y su mayor acceso a la atención de salud y a la educación, lo que, a su vez, ha influido sobre el comportamiento demográfico, en el marco de un acelerado proceso de urbanización y de desarrollo de los medios de comunicación. Esto ha contribuido a mejorar la salud y a prolongar la vida de las personas, así como a modificar valores, creencias y comportamientos referidos a la vida familiar y al número deseado de hijos, creando las condiciones para el descenso de la mortalidad y de la fecundidad. La región en su conjunto incrementó su esperanza de vida de 51.8 a 68.7 años entre aproximadamente 1950 y 1990, mientras que el número de hijos tenidos por las mujeres descendió de 5.9 a 3.1 y la tasa de crecimiento medio anual pasó de 2.7 a 1.8 por ciento en el mismo período. Muchos de estos avances fueron La demanda demográfica hacia los sectores sociales. Al poner en evidencia la estrecha relación entre las variables demográficas y la realidad económico-social, el libro destaca que el hecho de encontrarse en diferentes fases de la transición demográfica presenta a los países desafíos diferentes en el campo de la educación, de la salud, del mercado de trabajo y de la seguridad social. opacados por la crisis de los años ochenta; no obstante, las tendencias demográficas de la región han continuado avanzando en el proceso de transición demográfica, produciendo cambios ligados a la oferta de recursos humanos y a la demanda de bienes y servicios. Una consecuencia fundamental de los cambios demográficos es el cambio de la estructura por edades, que hace que países como Chile y Uruguay, con elevada cobertura educativa, puedan preocuparse menos por el incremento en la población en edad escolar y dedicar sus recursos al mejoramiento de la calidad de la educación. Frente a esto están los casos de países como Guatemala y Paraguay -e incluso Brasil y México-, que pese a haber disminuido su fecundidad, verán todavía incrementarse su población en edad escolar. Estos países deberán al menos durante los próximos diez o quince años- atender una creciente población demandante de educación básica y media y realizar también un esfuerzo para ampliar su cobertura educativa en procura de absorber la demanda históricamente insatisfecha. La experiencia de los países más avanzados en la transición muestra que, en el campo de la salud, será importante tomar en cuenta no sólo el cambio en las causas de muerte en el marco del proceso de transición epidermiología, sino más bien el efecto combinado de este con el de la estructura por edades. Aunque a distinto ritmo, todos los países se verán enfrentados al crecimiento de la población de la tercera edad y al consiguiente incremento de enfermedades cardiovasculares y degenerativas, lo que requerirá reorientar las estrategias de atención hacia tecnologías más especializadas y costosas de diagnóstico y tratamiento, lo que ya constituye un importante desafío para Cuba, Argentina y Uruguay, que tienen entre el 12 y el 17% de su población con 60 años y más. El descenso de la fecundidad, la estabilización y la eventual disminución del número absoluto de nacimientos tendrán también impactos en el ámbito de la salud reproductiva. Este cambio implica la reducción de la fecundidad en las edades de riesgo, una menor presión sobre la atención materno-infantil, la disminución de embarazos no deseados y un menor número de abortos. Esto permitirá la atención particularizada de problemas de salud reproductiva como la fecundidad adolecente, la mortalidad materna y el mejoramiento de la calidad de la atención de salud, especialmente hacia los grupos sociales más vulnerables. En la actualidad, sin embargo, estos Países aún enfrentan una clara coexistencia de demandas provenientes de todos los grupos de edades y deberían incrementar la atención de salud para satisfacer la demanda insatisfecha, agravada por procesos de rápida urbanización y una insuficiente cobertura en las áreas rurales. En cuanto a las relaciones entre población y empleo, una de las características más importantes de la oferta de trabajo en las últimas décadas fue la tendencia hacia la desaceleración de las tasas de crecimiento de la población en edad de trabajar y de la población económicamente activa, aun cuando estas continúan creciendo en términos absolutos. Al mismo tiempo, el mercado de trabajo se caracterizó por dos procesos simultáneos: la creciente participación de las mujeres y la urbanización de la población activa. Si bien las mujeres participan menos que los hombres y muy por debajo de su potencial demográfico, es previsible que continúen aumentando su importancia en el total de la población activa. Se señala que el crecimiento de la oferta de trabajo sigue siendo, posiblemente, uno de los principales desafíos para la región. Otro desafío que se analiza es el impacto del envejecimiento de la población y del envejecimiento individual sobre el financiamiento y La rentabilidad de los sistemas de reparto y capitalización, mostrando que, si bien la cobertura de los sistemas de seguridad social seguirá aumentando, la viabilidad de los sistemas está muy ligada a problemas de orden político, administrativo y económico. En este contexto se advierte que la familia tiene -y seguirá teniendo- un papel importante en el sostenimiento de las personas de mayor edad. Aun cuando las tendencias demográficas pasadas pueden haber tenido algún efecto sobre los problemas ambientales globales o los ecosistemas rurales, sólo serían uno de los muchos factores que han contribuido a ellos. Los problemas del medio ambiente urbano guardan una estrecha relación con la densidad de población, los patrones de producción y consumo y las condiciones de la vida urbana. Sin embargo, los problemas urbanos son resultado de una combinación de factores donde concurren la pobreza, las desigualdades sociales, la falta de recursos públicos y la ausencia de una gestión urbana eficiente. El impacto de estos factores a menudo supera con creces el efecto del ritmo y estilo de crecimiento de las ciudades de América Latina.