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Nos referimos a ese México que aún no se integraba como nación, se trataba en
todo caso, de un conglomerado de civilizaciones, perfectamente organizadas e
interrelacionadas unas con otras. Civilizaciones que lograban dominio sobre el
resto o sufrían bajo el yugo de otras más poderosas.
Este compendio de leyes fue integrándose a lo largo de los 300 años de dominio
español. Su aplicación se vio afectada por diversas circunstancias pero, en todo
caso, la intención es de reconocerse: “no puede negarse a éstas el mérito de ha-
berse adelantado, por varios siglos, a lo que ahora... nos parece excelente. Llegar,
de nuevo, a soluciones legislativas semejantes, exigió un tributo inconmensurable,
de libertad, de sufrimientos y de vida...”.
Otras personas describen mejor la situación de los peones. La situación era tan
complicada que originó sendos movimientos de huelga en las minas de Cananea,
Sonora, y las fábricas textiles de Río Blanco, Veracruz; ambas brutalmente repri-
midas.
Cabe mencionar también, en este periodo histórico, al programa del Partido Libe-
ral Mexicano, base ideológica de la Revolución y, en gran medida, precursor del
artículo 123 constitucional.
b) Salario mínimo de $1.00 para la generalidad del país y más en las regiones en
que la vida fuera más cara.
La lucha armada estuvo plagada de conflictos y caudillos que asumían sus ideales
como la bandera única de la Revolución. Esos caudillos, muchos de ellos hoy re-
conocidos como héroes, aportaron ideas y voluntad, pero se enfrascaron en inter-
minables luchas armadas en las que, como siempre, los más perjudicados fueron
los más pobres: esos miles de campesinos y obreros que luego de luchar por lo
que creían justo, terminaron regresando a casa a padecer la miseria en la que
quedó sumido el país. Los sectores obrero y campesino tuvieron una participación
importante. El sindicalismo, a través de la Casa del Obrero Mundial integró los
“Batallones Rojos”, que se unieron al Ejército Constitucionalista, apoyando a Ca-
rranza, quien terminó disolviéndolos el 13 de enero de 1916.
• Se negaba al derecho de huelga a los obreros de las fábricas militares del go-
bierno de la República.
Inicialmente, era facultad de las legislaturas de los estados expedir leyes en mate-
ria laboral. Durante el periodo de 1891 a 1926 se promulgaron diversas leyes esta-
tales, entre las que destacan la Ley de Trabajo de Veracruz, del 14 de enero de
1918, y las Leyes de Trabajo de Yucatán, de 1918 y 1926.
Las luchas entre el trabajo y el capital seguían a la orden del día, los salarios y las
condiciones de trabajo continuaban siendo precarios y, las autoridades, poco o
nada hacían por colaborar con la causa obrera.
En 1918, los obreros decidieron unirse buscando mayor fuerza sobre el Estado y
el capital, por lo que formaron la Confederación Regional Obrera Mexicana
(CROM) y teniendo como fines: lograr una mayor distribución de la riqueza social y
una descentralización de la propiedad de la tierra.
La primera reforma al artículo 123 se dio por iniciativa del presidente Emilio Portes
Gil (1928-1930), quien federalizó las leyes laborales, es decir, ya no eran las legis-
laturas estatales quienes tenían la facultad de expedir leyes en la materia, sino el
Congreso de la Unión.
Antes de la expedición de la Ley Federal del Trabajo en 1970, el artículo 123 fue
reformado en diferentes puntos, destacándose:
Los primeros intentos por reformar la Ley de 1931 fueron obra del presidente Ló-
pez Mateos, quien integró una comisión para elaborar un proyecto en 1960. Este
proyecto, aunque no logró traducirse en ley, inspiró las reformas constitucionales
de 1962.
En 1967, el presidente Díaz Ordaz integró una segunda comisión, la cual concluyó
un nuevo proyecto en 1968. Díaz Ordaz remitió el proyecto a los sectores intere-
sados para que hicieran las observaciones correspondientes.
A partir de esa época, el obrero mexicano ha tenido que enfrentar varias crisis in-
flacionarias, con la consabida pérdida de poder adquisitivo: los salarios mínimos
cada vez alcanzan para comprar menos bienes y servicios.
Esta propuesta de reforma provocó diversas reacciones entre los sectores obre-
ros, políticos y en la sociedad en general. La pluralidad política en el Congreso de
la Unión impidió su aprobación.
El derecho laboral en México enfrenta nuevos retos, en tiempos en los que se ha-
bla de globalización, integración económica y empresas transnacionales, se hace
obligatoria la renovación del mismo. Por supuesto, esa “renovación” habrá de con-
siderar a todos los sectores involucrados y, en todo caso, no deberá perderse de
vista que uno de los objetivos del derecho laboral es el equilibrio entre trabajado-
res y patrones, además de la justicia social.
Méndez, Cruz José Ricardo, edit. Mc Graw Hill, México 2009, derecho laboral un
enfoque práctico.