Conservación cognitiva:
Uno de los conceptos más
fundamentales en la psi-
cología es que nosotros
tratamos, donde sea po-
sible, de no pensar de-
masiado. Aunque nuestros
cerebros son sin duda
capaces de tremendas tar-
eas, todos somos testigos
de que sólo nos podemos
concentrar en pocas cosas
a la vez. Si tenemos mucho
que manejar en nuestras
mentes tendemos a apa-
recer como distraídos, a
cometer errores, confun-
dir las palabras y terminar
haciendo café en el bol del
cereal y haciendo el cereal
en nuestro tazón de café.
De modo que, además
de los aparatos que nos
ahorran trabajo y que
inventamos para salvar
nuestra energía física para
cosas más importantes,
a lo largo del curso de
nuestras vidas desarrol-
lamos artefactos mentales
para salvar nuestra en-
ergía mental. La diferencia
mayor entre principiantes
y expertos es que los ex-
pertos han desarrollado
esos artefactos que les
ahorran trabajo mental
para la habilidad en la que
son expertos, mientras el
resto de nosotros sigue
luchando con cada tor-
tuoso paso.
Todo eso también es un montón de información para retener
en la mente, pero una vez que has estado manejando por algún
tiempo, esas acciones comienzan a volverse automáticas y ya
no necesitas revisarlas en tu mente mientras las realizas. Llegas
a la etapa en la que te ordenas a ti mismo “partir el auto”, y las
actividades de presionar el embrague, girar la llave y soltar el
freno de mano, todas siguen automáticamente al acto de “partir
el auto”. No necesitas pensar más en ellas, debido a que han
sido automatizadas.
Así que después de un tiempo, tu interminable lista se ha re-
ducido a la más manejable
Encender el auto.
Poner primera.
Poner segunda.
Poner tercera.
Y con más práctica aún, esta lista simplemente se transforma en
“manejar hacia la tienda.” Ya que todos los pasos involucrados en
“manejar hacia la tienda” han sido automatizados, no necesitas
revisar cada paso individual mientras los completas. Porque no
estás pensando tanto en lo que haces, eres capaz de pensar en
otras cosas, escuchar la radio y conversar con otras personas en
el auto. Cuando recién estás aprendiendo a conducir, antes de
que automatices esas actividades, cualquiera de esas distrac-
ciones puede enviarte a una zanja: tu mente simplemente no
puede hacerle frente a tanta información a la vez.
Cada vez que inventamos un procedimiento mayor que
agrupe un montón de trabajos menores, aliviamos un poco la
carga de nuestro pobre cerebro. Ya no necesitamos mantener
cada instrucción en el frente de nuestra mente, en vez de eso
tenemos una instrucción que apunta a todas las instrucciones
más pequeñas que están convenientemente almacenadas en
nuestra memoria. Si nuestra colección de instrucciones mayores
se vuelve poco manejable, la podemos agrupar bajo un enca-
bezado más amplio para luego esconderlas de la misma forma,
descansando en esta aún mayor instrucción para que acceda a
la información que necesitamos, cuando lo necesitemos.
Esta habilidad para eventualmente automatizar una actividad
hasta que requiera pensar relativamente poco para ejecutarla
se conoce como elaboración de procedimientos, y el proceso
de agrupar los componentes de una habilidad en bloques pro-
gresivamente mayores se conoce como enlace por bloques..
Una buena colección de bloques constituye un artefacto que
ahorra trabajo mental, como se mencionó anteriormente. En
el próximo capítulo discutiremos el enlace por bloques en
más profundidad, para darte luego maneras para reconocer,
construir y enlazar tus propios bloques.
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