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diversas poéticas tratadas -coherente co n rios desde otros puntos del globo, tanto de
el diversificado ritmo de identificació n la metrópoli y países expansionistas euro -
nacional- permite resaltar en unos caso s peos como de procedencia africana, por
cómo muchos artistas elaboran su discur- no mentar las sucesivas inmigracione s
so plástico a partir de determinados suce- centroeuropeas (sobre todo a países com o
sos o acontecimientos políticos . Es inne- Argentina y Brasil) cuyas aportaciones a
la esfera artística asimismo se explicitan Por otro lado, es importante señalar
en el libro. cómo otros asuntos y cuestiones que en el
A propósito de ésto conviene observar imaginario plástico europeo parecen ya
cómo Suliivan justifica la definición de asumidos, han tomado el relevo temático
cultura latinoamericana a partir de países o en el de los países no desarrollados. Así,
acotamientos regionales aludiendo a la lo relativo a la preservación medioam-
convincente postura de Marta Traba sobre biental y otros puntos de reflexión ecoló-
lo que conceptúa como "país abierto" y gica -que en pinturas e instalaciones de
"país cerrado". Algo que permite compro- artistas europeos ya ha dado bastante de sí
bar aquellas naciones que tradicionalmente en la pasada década de los ochenta y prin-
han sido más receptivas a las formas artís- cipios de la actual- parece aquí, en el
ticas europeas, hasta hacerlas suyas, de ámbito americano, centrado en denunciar
aquellos otros países ("cerrados") que pln'sticainerzte la destrucción de selvas,
siguen asimilando más extensa e intensiva- contaminación de aguas y expoliación de
mente los rasgos culturales indígenas que otros tipos de recursos naturales, por no
los han caracterizado desde la época colo- olvidar -asociado con el concepto de pai-
nial. Y a propósito de estas consideracio- saje en sentido amplio- cuanto se enrraiza
nes, no quisiera dejar de hacer hincapié en e inspira, por ejemplo, en leyendas o his-
el acierto -por otra parte lógico si de ser torias de pueblos indígenas que, al igual
rigurosos se trata- de incluir un apartado que éstos, están en trance de desaparecer y
dedicado al arte chicarzo, ejemplo de resis- que, sin embargo, el arte es capaz de res-
tencia en su relación neocolonial con catar estéticamente; así como toda una
EE.UU. mediante peculiares mecanismos serie de aspectos de esta índole (que, cier-
de transformación para la supervivencia tamente, según unas LI otras subáreas cul-
cultural. Algo que en el campo artístico turales detentan rasgos propios) que tanto
toma cuerpo de un modo muy característi- juego dan y vitalidad aportan a la fenome-
co hasta llegar a articularse -como sostiene nología plástico-visual, vienen a ponerse
Zamudio-Taylor- en un esencialismo táci- de manifiesto en algunos de los análisis
to, mezcla de nacionalismo cultural, multi- efectuados.
culturalismo y corrientes postmodernas. Es evidente que el artista del siglo XX
En resolución, todo un rico imaginario, al viajar como jamás se hiciera en el pasa-
pletórico de sígnica y símbolos visuales, do, tanto físicamente como -también en
de fecunda y fecundada temática -que ha estos momentos- virtualmente (publica-
dado lugar a varios repertorios formales ciones ilustradas, video, autopistas y redes
con sus correspondientes apartados- se informáticas ...), le ha permitido no quedar
revisan en la obra de manera tal que la limitado espacio-temporalmente y recabar
concreción de los análisis no impiden o una enorme cantidad de información; de
dificultan, antes al contrario, ofrecernos modo que tanto sus inquietudes y afanes
una panorámica amplia y valiosa de toda temático-ideológicos como, por supuesto,
esa trama de manifestaciones plásticas en lo referente a la instrumentalidad técnica,
que se materializa. no han quedado aislados. De ahí que aun
cuando la zonificación por paises corres- ca. Nos vamos acostumbrando sin embar-
pondientes a otros tantos especialistas go, una vez tras otra, a sus pálpitos y a sus
quede justificada por la forma de concebir ritmos compulsivos y, mal que bien, más
la estructuración de la obra, no por eso el de una vez se eligen en su honor -por los
lector dejará de sacar sus particulares con- políticos, por los historiadores- no sólo los
clusiones al deducir o constatar -los ensa- objetos científicos y los temas sino tam-
yos dan pie a ello- los trasvases y capilari- bién, incluso, la presentación misma de
dades que entre no pocos artistas de unas los resultados provisionales -y oportunos-
y otras regiones existen en el segmento de esa investigación.
propio de nuestra contemporaneidad. Pero la evocación del "98" que se ave-
En fin, si los ensayos de este volumen cina no es (no puede serlo) una conmemo-
propician que se cumpla el famoso lema ración más, una efemérides deudora como
del creador uruguayo Joaquín Torres-Gar- otras, más circunscritas o más particula-
cía -de universalista estética constructiva res, del ritmo escueto del inexorable
y tan inteligente teórico como enjundioso calendario. Al menos, no lo será si se
docente y célebre artista fue- de que comprende bien, por quienes la ejerciten,
"Nuestro norte es nuestro sur", posible- como un vasto ejercicio de introspección
mente ya habrán servido de mucho. y análisis, como una reconsideracibn plu-
ral del corto siglo XX que ya alcanza los
Werzceslao Rambla Zavagozá límites de su cronología -para España
también- en el contexto crítico de una rea-
lidad estatal y nacional no exenta de con-
flictos. Si se entiende, por fin, como una
renovada oportunidad de restaurar -con la
CONOCER Y REVISAR EL 98 razón y de cara al futuro- los trazos y
Consuelo Naranjo Orovio secuencias históricas de un pasado con-
junto.
Miguel Angel Puig-Samper
La rememoración del 98 será útil, tam-
Luis Miguel García Mora (eds.)
bién, si se aprovecha para sacar a flote
La nación soñada: Cuba, desde el nivel freático en que se sumer-
Puerto Rico y Filipinas ante el 98 gieron por el olvido histórico los rasgos
peculiares de cuantas circunstancias y
Actas del Congreso Internacional cele- actuaciones concretas inclinaron a una
brado en Aranjuez del 24 al 28 d e abril España que se sentía en declive, hace casi
d e 1995, Doce Calles, Aranjuez, 1996, ya un siglo, a tratar de conservar, a cual-
893 pp. quier riesgo y precio, los últirpos frag-
mentos de un imperio, aquejados de males
Las coyunturas de celebraciones y efe- y riesgos muy diversos. De que hay histo-
mérides no son siempre, como bien puede riadores suficientes que, discretos y opor-
suponerse, los marcos más adecuados tunos, se dedican a sacar a la luz los hilos
para el avance de la investigación históri- enredados de aquella bien compleja situa-
ción, mucho menos conocida realmente que versan sobre las colonias españolas en
de lo que se supone, dan fe algunos textos vísperas precisas del 98, llegando a con-
colectivos de reciente aparición. clusiones que muchas veces son tan nue-
Entre ellos está, en lugar preeminente, vas como sorprendentes, y escritos con
La Nación Soñada, grueso volumen de frecuencia de manera apretada e intensa.
espléndida edición conteniendo un amplio Habremos de dar cuenta, siquiera sea
espectro de trabajos originales. Son somera, de quiénes son sus sesenta auto-
muchos y valiosos los ejemplos del estado res y, al menos, sobre qué asunto concreto
de la investigación reciente que se reúnen han escrito aquí.
aquí, en este libro denso y apretado que Hay en La Naciórz Soñada textos jugo-
recoge la participación historiográfica sos sobre los nacionalismos antillanos (de
más numerosa, importante y especializada Paul Estrade, Dolores González Ripoll,
que ha sido reunida hasta la fecha en Antonio Elorza, Jorge Ibarra, Luis Agrait,
España, en una reunión científica interna- Ana María Calavera y Miriam Fernández
cional proyectada sobre la intervención Sosa), alguno más escueto sobre el filipi-
colonial no africana de la España contem- no (Héléne Godet-Go~~jat) y uno biográfi-
poránea, en sus últimos años de desplie- co, comprensivo y elegante, sobre el auto-
gue y formulación. nomista Rafael María de Labra, debido al
La Naciórz Soñada: Cuba, Puerto Rico ex-embajador Serrano de Haro. Los cua-
y Filipinas ante el 98 ha sido editado por les quedan incluidos, todos ellos, en la pri-
Consuelo Naranjo en colaboración con mera parte del volumen, rotulada "Cons-
Miguel Angel Puig-Samper y Luis Miguel trucción y consolidación nacional". Ade-
García Mora. Y contiene, a no dudarlo, más, en esa misma parte, aparecen estu-
muestras de calidad historiográfica extra- dios variados sobre un asunto igualmente
ordinaria junto a textos (los menos) que clave, de novedoso planteamiento histo-
sugieren enfoques todavía poco experi- riográfico visto desde España: se trata de
mentados o investigaciones incipientes, la cuestión racial y su incidencia en la
en proceso de contrastación. La mayoría vida política de Cuba, tanto en la década
de los trabajos muestra, no obstante, un anterior como después, inmediatamente,
interés y un atractivo suficientes como de la ruptura definitiva con España. Los
para considerarlos a esta hora -más de un artículos que tratan esta temática se deben
año después de su versión primera, en el a la autoría de Michael Zeuske, Consuelo
Congreso reunido en Aranjuez en abril de Naranjo, Alejandro de la Fuente y Rebec-
1995- un potencial creciente en manos de ca Scott.
quienes les dan firma. Resultaría imposi- La política colonial en sí misma no
ble, sin embargo, particularizar ahora caso viene situada a continuación, sino que se
a caso, uno después de otro, todos esos reserva para una tercera parte del volu-
esfuerzos de interpretación que se desgra- men, en la que se revisan los intereses ide-
nan ordenadamente a lo largo de casi ológicos y políticos en presencia frente a
novecientas páginas de escritos muy la cuestión colonial y las actuaciones
diversos, elaborados sobre ideas y fuentes adoptadas por los protagonistas, al menos
algunos de los más decisivos e importan- pública son los temas prioritarios de la
tes, ya sean colectivos o particulares. De exploración.
ello se ocupan autores como José A. La parte sexta (titulada "Protagonistas
Piqueras, Lnés Roldán o José G. Cayuela. de una guerra") presenta igualmente bas-
Hay también una pormenorizado atención tante unidad y cohesión interior. Aunque
a la presencia de otros varios actores quizá alguno de los textos integrados
subordinados (económica, política o (Luis E. Togores, Lanny Thompson)
socialmente), factores fluctuantes en la pudiera haberse inscrito con mayor cohe-
aplazada confrontación entre España y sus rencia en la última -y séptima- sección, la
colonias (así los trabajos de Joan Casano- destinada a analizar la proyección interna-
vas, Luis Miguel García Mora o Astrid cional y los problemas básicos de índole
Cubano, respectivamente sobre movi- exterior. Importa sin embargo destacar la
miento obrero, autonomismo cubano y tarea de exploración de fuentes y de archi-
puertorriqueño). Dos textos más, situados vos realizada sobre repatriados, deporta-
al final, hablan también de Filipinas (Luis dos y soldados, tanto españoles como
A. Sánchez Gómez) y de las Marianas cubanos (Rafael Núñez, Carmen Barcia,
(Belén Pozuelo). M" Dolores Domingo y Manuel De Paz),
La muy buena salud de la historia eco- además de un estudio sobre el conflicto
nómica en España, en este punto y hora, bélico y la imagen gráfica debido a la
se debe en parte al auge relativo de los pluma siempre experta de Carlos Serrano.
estudios sobre el comercio americano rea- Las partes cuarta y quinta, rotuladas en
lizados en las dos últimas décadas, como la edición quizá un tanto discutiblemente
es reconocido. Historiadores que desde ("Enseñanza y sociedades", de un lado, y
entonces han venido contribuyendo sus- "Pasado y presente. Tradición y moderni-
tancialmente a sentar esas bases (Jordi dad", de otro), contienen textos muy
Maluquer o Josep M" Delgado) tienen diversos en su objeto, metodología y enti-
aquí, en la parte segunda -la sección eco- dad. Para el lector español interesado, sin
nómica- de esta recopilación de trabajos embargo, me atrevo a considerar que
diversos, una representación muy atracti- todos ellos, sin excepción alguna, lograrán
va y rigurosa de sus investigaciones actua- acertar. Hay quien orienta su atención
les en materia de relaciones coloniales. hacia aspectos básicos de la construcción
Una muestra que viene franqueada ade- poliédrica del nacionalismo, tanto en
más, de manera muy satisfactoria, por Cuba (Teresa Muñoz, Carmen Almodó-
otros trabajos importantes de historiado- var, Rolando García, Armando García)
res de la economía procedentes de Cuba como en Puerto Rico, lógicamente enfo-
(Alejandro García Alvarez, M" Antonia cadas las cosas y las situaciones,de diver-
Marqués, Enrique Collazo, Doria Gonzá- sa manera (de Puerto Rico tratan Libia
lez), de la propia España (José R. García González, Carlos Pabón, Annie Santiago,
López, Antonio Santamaría) o, en menor Luis A. Ferrao y Mayra Urrutia). Y hay
proporción, Puerto Rico (Juan A. Giusti). q~lienopta, por último, en estas mismas
Banca, comercio, azúcar, tabaco y deuda páginas, por enfocar aspectos muy distin-
tos de la organización sociopolítica de las ponderativo y crítica respecto a la existen-
diversas realidades implicadas (Alberto J. te historiografía.
Gullón sobre la prostitución cubana a Por último quiero resaltari porque
fines del XIX, -Moisés Llordén sobre el quizá esto ayude al potencial lector a per-
asociacionismo español en Filipinas). filar su visión de conjunto sobre lo que
También hay quien se ciñe en sus relatos esta obra colectiva supone en fin, el hecho
al ámbito de época en su consideración de de que la excepcional activación científica
noticias de prensa (Aurea M. Fernández- y proyección editorial desarrollada a pro-
Muñiz o Tomás lMallo), y quien, muy al pósito del Caribe hispánico por Consuelo
contrario, se aventura en interpretaciones Karanjo con este libro colectivo e impor-
de presente de una realidad críticamente tante vienen precedidas, desde hace unos
dura y permanente (Pablo Tornero sobre años, de otros esfuerzos anteriores de la
la actitud europea y norteamericana ante misma historiadora del Consejo Superior
el 98). de Investigaciones Científicas, también
La parte séptima, para concluir ya esta importantes aunque ninguno, me parece,
enumeración, trata de ponderar globaliza- de la trascendencia y alcance de éste que
damente "Los significados del 98 en el vengo comentando. Alguno de ellos se
contexto internacional". Asunto estrella, halla publicado igualmente -con cuidado
podría sospecharse, de cara a un puñado exquisito en la tipografía-, en años recien-
de nuevos estudios que, en estos años últi- tes, en la misma editorial y dentro de la
mos, se han ido perfilando. Algunos de los misma colección.
textos (enfoques desde México, panora- Cierra el volumen una utilísima biblio-
mas de la situación transicional, como los grafía de las obras citadas en los textos, a
que ofrecen M" Teresa Cortés y Alfredo la que sigue un índice completo de los
Uribe, además de Rosario Rodríguez) autores incluidos en la recopilación.
hablan especialmente de los Estados Uni- Nadie podrá doblar la esquina del 98 ale-
dos, lo mismo que resulta del escrito de gando ignorancia sobre las colonias y,
M" Dolores Elizalde, que presenta precisa mucho menos desde luego, falta de infor-
y documentadamente el interés de la mación.
nueva potencia en expansión por hacerse
con las Filipinas. La mayoría de los traba-
jos aquí inscritos intenta, trascendiendo
sus límites de cronología y contexto espe-
cíficos, globalizaciones y conclusiones
político-internacionales de importancia
(Manuel Espadas, Luis Alvarez, Cristóbal
Robles, Josef Opatrny, Fernando García-
Sanz). Y además, alguna de estas inter-
venciones, de alta calidad media, como el
resto del volumen, resulta de especial uti-
lidad por hallarse inspirada de voluntad
ENTRE LA I N Y LA DEPENDENCIA dan localidades. Dcsde hace tiempo s610
se habla de este encuent~.~. sin embargo
DE HISPANOAMERICA nadie se atre\?c a con\.ociu-10. Cn impre-
\risto ha hecho clile se precipite el singular
Jaime E. Rodríguez O. enfrenta~niento. El equipo se ha divido.
para satisfaccion de sus rivales, en dos. El
IA iildepeildeircia
cornbinado peninsular y el americano.
de Ia Alnirica espaiola M~~ltitild de corresponsales se han acrecli-
El Colegio de México. Fideicomiso tado para narrar las particularidacles del
Historia de las Américas, Fondo de aconteciniiento.
El partido comienza. Los ahorn equi-
Cultura Económica, México, 1996,
pos rivales han sido clurante años compa-
306 pp. ñeros en u n solo ecluipo, el hispano. Se
conocen, son amigos, hay parentescos
familiares, e incluso, han tenido al mismo
entrenador, el Monarca.
Jaime E. Rodríguez O. El partido es narrado, posteriormente
ser8 contado, n18s tarde inventado y des-
Lu indeporlrlcwcaiu puis, s610 después, interpretado. No nos
de 11 AmGric~cespariola sorprende la evoluci6n de este hecho his-
tórico, sino si1 interpretación parcial, dado
que s610 unos pocos se interesan por las
evoluciones de 10s dos equipos, por bus-
car explicaciones dialécticas a esta con-
frontación.
La mayor parte de 10s narradores, 10
hacen pol. separado, explican su historia,
las particularidades de cada jugador, en
especial de 10s m6s importantes a 10s que
se glorifica, las influencias brithnicas,
I'rancesas y norteamericanas, se recrean en
las jugadas m8s destacadas, en 10s regates
prodigiosos, en la resistencia tenaz y
heroica de la defensa y, evidentemente, las
acciones violentas y a tl-clicici~ldel equipo
contrario.
Sin embargo, en casi todos 10s relatos,
Iiay elementos comunes. El oponente
Pcrdonese la licenciu. parece no existir. Tan s610 aparece men-
El partido va a comenzar. En el estudio cionado como reafirmación del equipo
"Imperio", el mayor del mundo, no que- protagonista frente al otro.
Con tanto corresponsal, se cree que el coyuntura temporal corta, a una pluralidad
partido estri analizado desde todos 10s de territorios for~nadosy estructur*dOS en
puntos de vista. Y en cierta medida es asi. la Monarquia hispana, siguc siendo revo-
Si no fuera porque el futbol, al igual que lucionario. Lo es cuestionar 10s rnitos
la independencia de Hispanoamérica, se heroicos construidos por la Historia Ofi-
entiende parcialmente si no se contempla cial, y lo es niAs aún descenderlos de 10s
en la descripci6n del juego 10s dos cqui- altares para historiar-los como l~onibres
I
pos, la relacion dialéctica que imprime representantes de una clase dirigente .
uno sobre el contrario, las respucstas dc Frente a tesis arcaicas y populistas de
uno y la capacidad de reacción del otro, la Historia Oficial, frentc al legado dc la
I
las acciones de 10s agentes externos al historiograSia tradicional cspaiíola del
desarrollo, el apoyo del piíblico, las deci- XIX y XX, superando el ilifl~ijode la tesis
sioncs del Arbitro, la presion de 10s medios de "la revolución atlAnticamdc R.R. Pal-
de comunlcación, etc. mer y J. Godechot, de las divcrsas inler-
Jaimc E. Rodríguez no es ajeno a csta pretacioncs sobre las emancipaciones o
problemritica dialéctica en su estudio mayoria de edad" política y econórnica o
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