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Tabla de características ecos de la alegría (noche)

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 Mr Emile Barateau
 Metastasio
 Navarrete

Temores de la inocencia, R. Larrañaga


Por mi nial , edad ya tengo
para temer la falsía ,
que el mundo en sus tratos cría
y su torpe adulacion !

Ya sé que el lloro es la herencia


que á la muger ha quedado !
Y soy mujer ! Padre amado ,
guarda tú mi corazon !
♦♦♦
¿ Ves esa nube lluviosa
que fecundiza la tierra?
También en su seno encierra
el rayo de destrucción.

¿Si da su jugo á las plantas


por qué las abrasa luego ?
Guarda , mi padre , te ruego ,
guarda tú mi corazon !
*♦*
¿Ves esa rosa del prado
de hermosura tan divina ?
Oculta crece la espina
junto al fragante botón.

Deslumbra al lejos su encanto ;


me acerco , y me siento herida !
Padre mio de mi vida,
guarda tú mi corazon!
♦♦♦
¿"Vés de los mares sonoros
las verdes ondas serenas ,
y el canto de las sirenas
que vuela por su estension?
Pues ese canto es de muerte ,
y esas ondas un abismo !
Guarda mi padre , tú mismo ,
guarda tú mi corazon"!
***
No ves , en fin , de unos ojos
la dulce y lánguida calma ,
que apenas muestran ; que un alma
dá á su luz emanación ?
Pues , ay ! que esa luz se agita ,
y consume como el rayo !
Padre, en tu sien me desmayo,
guarda un pobre corazón !

Estoy huérfana de madre ,


por. mi mal! Destino impío!
V de que madre , Dios mio !
Cual fué por mi su pasión!
Busco otro amor y otro seno
como el seno de mi madre ,
solo hallo el tuyo , mi padre ;
guarda tú mi corazon !
Agosto 1837.

II. Bonheur a toi, Emile Barateaul


A toi le ciel pur, Para ti el cielo puro,
un ciel sans nuage, a toi, un cielo sin nubes, Para ti,
de ton âge les rêves d’azur… de tu edad los sueños de azur.

A toi tous les charmes, Para ti todos los encantos,


tous les biens, à toi… todos los bienes para ti…
A moi seule les larmes. Para mí sólo las lágrimas.

A toi mille fleurs, les fleurs préferées, Para ti miles de flores, las flores preferidas
tuotes diaprées de belles couleurs… Todas llenas de bellos colores…
A leurs a toi les charmes. Para ellas y para ti los encantos.

A toi bonheur amour et mystére, a toi sur la Para ti felicidad, amor y misterio.
terre un coeur pour ton coeur a toi tous les Para ti sobre la tierra un corazón
charmes. para tu corazón, para ti todos los encantos.
III. La Querella, P. Metasde detasio
Io d’amore, oh dio! Mi moro, Yo de amor, oh dios, me muero
E mi niega il mio timoranno Y me niega mi
Anche il misero ristoro Aunque el mísero consuelo
Di lagnarmi e poi morir. De y después morir.

Che costava a quel crudele Qué le costaba a aquel cruel


l’ascoltar le mie querelle Escuchar mis quejas
E donare a tanto affanno, Y darle a tanto afán
Qual che tenero sospir! Un tierno suspiro!

IV. Plegaria, G. Larrañaga


¿Qué fuera el sol sin fulgores,
ni esos cielos sin colores ,'
ni sin ambiente las flores ?

¿Qué fuera el mundo sin luz?


Lo que sin padre, seria
de nuestra orfandad un dia:
sálvale , ó virgen María ,
por tu amargura en la cruz!

No vea el sol sin fulgores,


Ni esos cielos sin colores,
Ni sin ambiente las flores;
No vea el mundo sin luz?

Sus hijos son los que lloran


y por un padre te imploran:
(por su vida,) por un padre en que atesoran
su encanto y suerte mayor!

Dígnate tú protegrenos
A acoje votos tan tiernos
(Tú, Señora, has de acogernos,
escucha votos tan tiernos ,)
y haz (tú) sus años eternos
Como eterno es nuestro amor.

Hijos son los que te imploran


Por un padre a quien adoran,
Por un padre en que atesoran
Su encanto y suerte mayor.

[Los tiernos hijos te encantan


cuando á sus padres levantan ;
y cuando en su obsequio cantan
ángeles son para ti :

. A ser ángeles llegamos ,


hoy que por él te rogamos :
por esa vida que amamos,
toma cuatro que hay aqui!]
(Octubre.— 1839.)
V .La Partenza, , P. Metastasio
Io fra remote sponde, Ando diciéndoles a las piedras
Mesta volgendo i passi Y mi compañera dónde está?
Andró chiedendo ai sassi
“la mia compagna dov’e?”
De una a otra aurora
Dall’ una all’altra aurora, Te ando llamando ahora
T’andró chiamando ognora: Y su, quien sabe si me amas
E tu, chi sá se mai
Ti sovverai di me!

Soffri che in tracci almeno Sufre en


Di mìa parduta pace De mi paz perdida
Venga il pensier seguace, Viene el pensamiento seguaz
Sull’orme del tuo pié. En la orma de tus pies

A me sarán tormento, Para mí serán tormento


Cento memorie Cientos de recuerdos y cientos
E cento Y tu que sabes si me amas
E tu chi sá se mai
Ti sovverai di me
Il trovatore, G. Larrañaga
Quando sola in notte oscura, Cuando sola en la noche oscura
Tu rammenti il suo natio, Huye, huye en
Ti rammenta ¡ah! Si, ben mio, mormo
dell’ afflitto trovator.

Fuggi, fuggi in qual che sponde


udirai il suo lamento;
mormorar, si crede, il vento
è il sospiro dell’amor.

Nel lontano suon del mare,


Al romor della procella
Ti rammenta la querella
Dell’afflitto trovator.

Nelli rai della luna


Melancolici e dolenti,
Il brillar delle sue ardenti
tristi lagrime d’amor!

Nella pura e bianca stella


Di soavissimo fulgore,
Ti rammenta il puro amore
Dell’afflitto trovator:

Nella fior che languidisce


Al sospiro dell’ auretta,
La sua fronte languidetta,
Che si rende a tanto amor!

VII. Coro de monjas, Ramón Navarrete

Suba a los cielos cual leve incienso


La blanda súplica de nuestra voz.

Acoge plácida Virgen purísima


Los votos sinceros de nuestro amor.

Ecos de alegría
I. El gusto en la Variación
De gustos en el mundo
no hay nada escrito
Dice el autor profundo
de un refrancito.

Esto es cosa probada,


por mi lo veo,
Porque todo me agrada
bonito y feo

Gente hay de opinión


que los gustos consisten
en la variación.

Me gusta una boquita


como una almendra,
porque es una conchita
do amor se engendra.

Mas la ancha sin exceso,


no me disgusta,
Que no hay boca que a un beso
no venga justa.

Azules como el cielo


quiero los ojos,
porque su luz consuelo
de mis enojos.

Y los negros alabo


por su luz pura,
Que un negro nace esclavo
de la hermosura.
II. La Tentación
Cuando unos ojos morenos,
Traydoramente dormidos,
Me miran enardecidos,
De amor y entusiasmo llenos,

Se me quiebra el corazón
Toitico de placer
¡Jesús y qué tentación!

Mucho debió dar que hacer


El Demonio a San Antón
¡Qué tentación, qué tentación!

Cuando un hombre que me quiere,


Suspiros lánguidos lanza,
Mendigando una esperanza
Para un amor que se muere

Se me quiebra el corazón
Cuando en señal de cariño,
Un hombre como una esquina,

Ante mis plantas se inclina


Quejándose como un niño;
Se me quiebra el corazón
III. El Medico Amor
Doctores en medicina,
¡Venid a verme por Dios!
Prometo un beso y aun dos
Si alguien mi mal adivina.

No es pequeño el galardón,
¡Un besito, un besito!
Hay es nada el regalito
Si se da con intención.

Me dice un doctor astuto,


Al observar satisfecho,
Que el corazón en mi pecho
Da cien saltos por minuto.

‘’Del hígado es afección”


¡Vaya un chiste! ¡Vaya un chiste!
En el hígado consiste,
buen doctor, la agitación?

Todo el protomedicato
Me asiste mas sin curarme
Que el que pudiera sanarme
no es médico y es ingrato!

Pero aun que es mal mi pasión


Soy tan fiel, soy tan fiel
que a no curármelo él
quiero enfermo el corazón.

IV. La Jardinera
Un galán me dijo ayer,
“Ven acá jardinerita:
Tú eres la flor más bonita
De cuantas puedo escoger”.

Reíme como una loca,


Y él prosiguió:
“¡Serafín,
si vendes de tu jardín
la esencia que dé tu boca
con el alma pago yo!”

Yo le respondí:
“Mentira”
Tan la rán la rán la rí ra
Tan la rán la rán la ró.

“No debes ir tú a venderlas”


Me dicen muchos señores.
“¡Quien ha de mirar las flores,
Si tu flor va a oscurecerlas!”

¿Yo flor? Del chiste me río;


Si fuera lo que hablan cierto
No hay tanta flor en mi huerto
Como en el semblante mío.

¡Tan florida nací yo,


Infeliz del que me mira!

Un doncel con interés


Díceme con mil amores:
“yo te compraré las flores
Como el corazón me des”

Mostreme a su amor esquiva,


Aunque añadió;
“Jardinera,
mi sangre toda te diera
Por solo una siempre viva”.

¡Esperanza suspiró!
¡No olvidé como supirá!
Tan la rán la rán la r ira
Tan la rán la rán la ri ró.

V. El Fuego sin Fuego


Dicen que el amor es ciego,
Señores, yo no lo sé,
Lo cierto es que prende fuego
En el alma, aunque no ve.

Cuando lo prende, es mucha hoguera


La que se enciende.

Quema el calor de una llama,


Y produce combustión,
Pero al calor del que se ama
Se derrite el corazón.

Sin dar herida,


Tal calorcito quema la vida.

Cuando a la lumbre me siento,


Jamás percibo impresión,
Pero a un soplo de tu aliento
Ya es un horno el corazón.

Ya no lo niego,
El que ama arroja fuego sin fuego.
VI. La Hermosa Desdeñada
La fuente murmuradora
Me retrata encantadora,
El arroyo cristalino
Pinta mi rostro divino

Pero o mienten todos ellos,


O mis ojos no son bellos,
O los hombres ciegos son.

Pues ninguno, aunque embustero,


“Por esos ojos me muero”
me ha dicho por compasión.

Las aves en sus murmullos


Me requiebran con arrullos;
De las brisas los rumores
Me fingen dulces amores:

Mas que importa que me alaben


Si entre todas nunca saben
Arrullarme el corazón

Y ningún hombre me engaña


“Tú eres la perla de España”
Diciendo por compasión!

El estruendo del torrente


Me habla de amor elocuente;
De los árboles el ruido
Murmura amor a mi oído;

Pero sus lánguidos ecos


Sonándome siempre a huecos
No alegran mi corazón:

Y de hombres no hay quien diga


“Morena, Dios te bendiga”
Siquiera por compasión!

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Tabla de características ecos de la alegría (noche)

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 Mr Emile Barateau
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