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MATERIAL DE ESTUDIO

Análisis e Interpretación de los Estados Financieros

Unidad 1
Las finanzas, la función financiera y el ejecutivo financiero.

Bojorquez, Andres
andresbojorquez@hotmail.com
1.1 ADMINISTRACIÓN FINANCIERA

1.1.1 CONCEPTO DE FINANZAS

El campo de las finanzas es amplio y dinámico, ya que interviene directamente en


la vida de las personas y organizaciones, financieras o no financieras, privadas o
públicas, grandes o pequeñas, lucrativas o no, (Gitman, 1996).

Weston y Brigham (1994) destacan el hecho que hoy en día, así como en todas
las organizaciones intervienen las finanzas, todo el personal en las diversas áreas dentro
de la empresa debe tener conocimientos financieros para lograr un trabajo satisfactorio
en los respectivos campos

Es decir, prácticamente todas las decisiones en todos los negocios contienen


implicaciones financieras, y todas las personas involucradas en el proceso de toma de
decisiones deben poseer una preparación suficiente en el área financiera para poder
incluir estas implicaciones en los análisis respectivos. (Weston & Brigham, 1994; Gitman,
1996)

Ortega (2002) define finanzas como una disciplina que interactúa con otras tales
como la contabilidad, derecho y economía, para optimizar el manejo de los recursos de
la organización y obtener beneficios máximos y equilibrados para los socios, trabajadores
y sociedad. Por su parte Gitman (1996) menciona que las finanzas pueden definirse
como el arte y la ciencia de administrar dinero y que se ocupan de los procesos,
instituciones, mercados e instrumentos implicados en el manejo del dinero entre las
personas, organizaciones empresariales y entidades gubernamentales, lo anterior
porque virtualmente todos los anteriormente mencionados ganan u obtienen dinero y lo
gastan e invierten

Las finanzas, como anteriormente se estableció, persiguen la finalidad última de


alcanzar el mejor aprovechamiento del uso del dinero, y para alcanzar esta finalidad unos
de los objetivos parciales es la de tomar decisiones acertadas, coordinar inversiones y
captar fondos y recursos financieros, entre otros (Ortega, 2002).
Dicho en otras palabras, hacer finanzas es la función que realizan los entes
socioeconómicos, para poder satisfacer la constante necesidad de proveerse con
recursos para continuar con su operación (Ortega, 2002).

Para Van Horne (1997) las finanzas están estrechamente relacionadas con el
objetivo de la empresa, el cual este autor establece como la maximización del valor para
los accionistas. Van Horne (1997) destaca como característica principal de las finanzas
actuales, su cambio continuo por nuevas ideas y técnicas, determina que ya no es
solamente obtención de fondos su principal actividad, ahora incluye administración de
activos, asignación del capital y valuación, y describe una evolución de las finanzas de
un análisis externo a un proceso de toma de decisiones.

Ortega (2002) describe esta evolución pasando por varias etapas, en un principio
era obtención de capital para la expansión de empresas, lo cual de inicio era algo
extremadamente complejo en los primitivos mercados de capitales por lo cual la atención
de la comunidad financiera se centró en esta actividad. La siguiente etapa se dio al
presentarse los primeros desastres en la bolsa, el estudio de las finanzas se concentró
en mayor medida en la supervivencia más que en la expansión de las empresas por
medio de financiamiento, sin embargo, continuó enfocándose a situaciones externas. No
fue sino hasta finales de los años cincuenta, cuando el activo del balance financiero se
empezó a tomar en cuenta en las finanzas, lo que significó un vuelco hacia el interior de
la empresa y en la toma de decisiones, dicha tendencia se ha mantenido hasta los últimos
años.

Esta evolución, combinada con otros aspectos que han surgido en los últimos
años, dan a las finanzas su carácter cambiante y dinámico, al día de hoy el área
financiera se enfoca desde financiamiento e inversión, hasta finanzas internacionales,
fusiones, temas sociales, etcétera (Ortega, 2002)

Gitman (1996) menciona que las áreas principales de las finanzas podrán
destacarse mejor resumiendo las oportunidades laborales o de desarrollo que ofrecen.
Dichas oportunidades pueden dividirse en dos categorías: servicios financieros y
administración financiera. Asimismo para Van Horne (1997) y Weston y Brigham (1994)
las finanzas se pueden dividir en mercados de dinero y capitales, inversiones y
administración financiera. Por su lado Mascareñas (1999), integra el estudio de las
finanzas en tres áreas principales: Inversiones, mercados financieros e intermediarios y,
de igual manera, la administración financiera.

1.1.2 CONCEPTO DE ADMINISTRACIÓN FINANCIERA

La administración financiera es la más amplia de las tres áreas que, según Van
Horne (1997) y Weston y Brigham (1994), componen las finanzas y es la que ofrece el
mayor número de oportunidades de empleo. La administración financiera es muy
importante en todo tipo de empresa, pues incluye bancos y otras instituciones
financieras, así como empresas industriales, servicios y negocios al menudeo (Weston
& Brigham, 1994).

Para Ortega (2002) la administración financiera es una fase de la administración


general que tiene como objetivos:

1. Optimizar el patrimonio, es decir, racionalizar los recursos para obtener un


máximo rendimiento.
2. Coordinar el capital de trabajo, las inversiones y los resultados.
3. Recopilar, estudiar e interpretar los datos e información del pasado
mediante el análisis financiero, para pronosticar y evaluar tanto el
desempeño como el futuro financiero de la empresa.

Asimismo Mascareñas (1999) menciona que al enfocarse en administración


financiera es importante recalcar los hecho actuales, principalmente los grandes cambios
del entorno que han derivado en una rápida evolución de la administración, haciendo
mayor énfasis en la estrategia de la empresa. La administración financiera se ha
enfocado más a la toma de decisiones en tres aspectos: inversión, financiamiento y
administración de activos.

Diversos autores definen la administración financiera de acuerdo a las funciones


y responsabilidades de los administradores financieros: inversión, financiamiento y
decisiones de dividendos (Van Horne & Wachowicz, 2002; Weston & Copeland, 1994;
Block, Stanley, & Hirt, 2001; Weston & Brigham, 1994). Ésta definición incluye la
ejecución de actividades relacionadas con la planeación y preparación de pronósticos y
la interrelación del administrador financiero con los demás administradores de la
empresa; Besley y Brigham (2000) enfocan a la administración financiera en las
decisiones que toman las empresas, respecto de los flujos de efectivo. Por su lado
Gitman (2007) la relaciona con el análisis y la planeación financiera, las decisiones de
inversión y financiamiento y los efectos de los flujos de efectivo sobre el valor de la
empresa.

Debido a que hoy en día todas las decisiones dentro de la empresa se basan en
términos financieros y a que todos los directivos de las empresas requieren los
conocimientos del proceso de toma de decisiones financieras en su área para obtener y
justificar los recursos necesarios para las actividades, la importancia de la administración
financiera resulta evidente. (Brighman & Houston, 2005; Gitman, 2007). Una buena
administración financiera es una de las herramientas con la que la compañía cuenta para
alcanzar metas y objetivos, y compita exitosamente en el mercado superando a la
competencia. (Ortega, 2002)

Por lo tanto, la función financiera es fundamental para el éxito empresarial y se


encuentra muy cerca de los niveles altos de decisión empresarial. (Weston & Copeland,
1994). Otros autores como Bernardello, Gotelli y Tapia (2008), le asignan tareas a la
administración financiera basadas en el valor económico-social de la organización, y que
se encaminan al cumplimiento de la misión, objetivos y visión de la empresa, es decir,
también le dan una importancia dentro de las decisiones estratégicas. Por lo tanto las
finanzas y estrategia se deben alinear debido a que el éxito de la estrategia de la empresa
se encuentra ligado al alcance de metas financieras y también por la necesidad de
recursos financieros para lograr las metas empresariales (Leon, 2009). De igual manera,
la administración financiera se involucra con la creación de políticas en todas las áreas
donde se maneje capital, tanto propio, de inversionistas o de terceros. (Ortiz, 2005)

Las tendencias históricas del estudio de las finanzas aumentan de manera notoria
la importancia de la administración financiera. En épocas pasadas, las diversas áreas
determinaban las necesidades y el trabajo del área de administración financiera solo se
encargaban de obtener dinero para satisfacer esas necesidades, hoy en día todas las
decisiones se toman de manera coordinada y el administrador financiero tiene
responsabilidad directa en todo el proceso (Weston & Brigham, 1994).

1.2 FUNCIONES DEL ÁREA FINANCIERA

Gitman (1996) menciona que el director financiero es la persona que tiene la


responsabilidad de tomar decisiones importantes de inversión o financiamiento y por
ende ocupa un alto cargo dentro de la jerarquía de la empresa debido a esta
responsabilidad. En la actualidad, la crisis económica mundial ha hecho que los
directores en finanzas se vuelvan el centro de la atención, ya que la volatilidad y la
incertidumbre se convirtieron en temas frecuentes en las reuniones de directorio, así
como los desafíos que se han presentado en materia de aumento de capital, flujo de caja
e ingresos. Esto ha significado una mayor influencia del director financiero en el mundo
empresarial. (IBM Corporation, 2010)

El administrador financiero está relacionado directamente con las decisiones de


inversión y financiamiento y con las interacciones entre ellas. En términos generales, las
empresas que alcanzan un crecimiento satisfactorio requieren inversiones. En este caso
los administradores financieros deben de determinar la tasa de crecimiento y priorizar las
oportunidades de inversión, así como las respectivas fuentes y fondos de financiamiento.
De igual manera tienen que decidir entre fondos externos, internos y a largo o corto plazo.
(Weston & Brigham, 1994)

En compañías pequeñas el departamento de contabilidad es el que generalmente


desempeña la función financiera, lo cual varía dependiendo del tamaño de la empresa.
Conforme la empresa va creciendo, la importancia de la función financiera culmina con
la creación de un departamento separado a cargo de un funcionario ejecutivo financiero.
La trascendencia e importancia de la función administrativa financiera depende el tamaño
de la empresa. (Gitman, 1996) Respecto a este tema Brealey, Myers y Allen (2010)
señalan que en una empresa pequeña el tesorero es el único financiero laborando, y que
es la única persona responsable de todas las decisiones relativas a la administración
financiera. Sin embargo, también mencionan que en empresas de mayor tamaño la
responsabilidad es compartida en casi todos los casos, ya que es toda la alta dirección
la que toma continuamente decisiones financieras. En este sentido Weston y Brigham
(1994) opinan que una de las funciones del administrador financiero es ayudar a la
empresa a operar de la forma más eficiente posible, ya que todas las decisiones dentro
de los negocios tienen efectos financieros y todos los administradores, financieros o no,
deben tenerlo muy en cuenta.

La figura 2 muestra cómo se conforma por lo general la función financiera.

Figura 1. Funciones Financieras

Director de Finanzas (CFO)


Responsable de:
Politica Financiera
Planeacion corporativa

Tesorero Contralor
Responsable de: Responsable de:
Manejo del efectivo Preparacion de estados financieros
Conseguir capital Contabilidad
Relaciones con los bancos Impuestos

Fuente: Brealey, Myers y Allen (2010)


Como se mencionó anteriormente es el tamaño y complejidad de la empresa de
lo que depende la presencia de estas funciones dentro de la misma (Brealey et al. 2010).
Brealey et al. (2010) y Bodie y Merton (2003) señalan que es el contralor quien prepara
los estados financieros, lleva la contabilidad interna de la empresa y se encarga de las
obligaciones fiscales y que el tesorero es responsable de vigilar el efectivo de la empresa,
recaudar capital nuevo y establecer relaciones con banco, accionistas y otros
inversionistas que tiene poder sobre los valores de la compañía.

Cabe recalcar que el contralor y el tesorero tienen funciones diferentes: la


responsabilidad principal del tesorero es obtener y manejar el capital de la empresa,
mientras que el contralor verifica que el dinero sea empleado adecuadamente. (Brealey
et al. 2010)

Las empresas más grandes designan un director de finanzas para que supervise
el trabajo del tesorero y el contralor. Brealey et al. (2010) y Moyer, Macguigan y Kretlow
(2005) mencionan que el director de finanzas tiene una gran participación en la política
financiera y en la planeación corporativa. Asume también responsabilidades
administrativas generales que rebasan los asuntos estrictamente financieros y llega a ser
miembro del consejo de administración.

Por otro lado el director de finanzas también se encarga de organizar y supervisar


el proceso de presupuesto de capital. Debido a que todos los proyectos importantes de
inversión de capital están ligados tan íntimamente a los planes de desarrollo de producto,
producción y marketing, es inevitable que el director de finanzas tenga que coordinar a
los administradores de esas áreas para que los proyectos se planeen y analicen en
conjunto. (Brealey et al. 2010). De la misma manera una de las actividades principales
que destaca Weston et al. (1994) es la planeación y presupuesto y coincide en la
necesidad de trabajar con ejecutivos de otras áreas para llevar a cabo esta tarea.

Para llevar a cabo la tarea de planeación y presupuesto, el administrador


financiero debe tomar en cuenta que el rendimiento que se obtenga de cualquier
inversión debe ser superior a los costos de financiamiento; que las necesidades
permanentes de capital de trabajo y activo fijo se deben financiar con financiamiento de
largo plazo, las necesidades temporales con financiamiento de corto y por último que
cuando se tenga la necesidad de financiamiento de largo plazo implicará costos mayores
debido al riesgo de no pago (Weston & Brigham, 1994).

Así mismo Moyer et al. (2005) señalan que dentro del área financiera de una
empresa pueden existir más puestos como son: director de relaciones con inversionistas,
asistente del tesorero, gerente fiscal, analista financiero, entre otros.

Brealey et al. (2010) concluyen que dentro de la empresa los empleados


involucrados dentro del área de finanzas tienen la responsabilidad primordial de obtener
los recursos que necesita una organización y dirigirlos a proyectos que maximicen el
valor de la empresa para los propietarios. Asimismo para Weston y Brigham (1994) las
principales tareas de los administradores financieros son planear, obtener y utilizar los
fondos para maximizar el valor de una empresa.

Sin embargo un estudio realizado por IBM Corporation (2010) señala que a pesar
de que los directores de finanzas reconocen la necesidad de dedicar menos tiempo a las
actividades transaccionales, para destinarlo al análisis y a apoyar la toma de decisiones,
el área de finanzas dedica en promedio la mitad de su tiempo al procesamiento de
transacciones. Los resultados revelan una brecha creciente entre las ambiciones y las
capacidades para concretarlas.

En resumen las responsabilidades primordiales de los administradores


financieros, están claramente relacionadas con la toma de decisiones de inversión y con
los correspondientes métodos de financiamiento. Estas responsabilidades impactan de
manera directa a la maximización del valor de la empresa (Weston & Brigham, 1994).

1.3 TOMA DE DECISIONES

1.3.1 INVERSIÓN

Según Sandrea (2005) la inversión se define como el desembolso de medios


financieros para la compra, creación, mejora y mantenimiento de activos así como de
infraestructura de producción, que se realiza con la esperanza de un rendimiento en
tiempo futuro.

Hablando de cuestiones económicas se puede decir que la inversión para un país


es un tema crucial ya que se encuentra vinculada estrechamente con el crecimiento y
desarrollo, e incluso se encuentra ligada al empleo, mejoras en los niveles de vida y
productividad. Llevar el estudio de la inversión a nivel micro económico, es decir a la
empresa, permite conocer cómo se asignan los recursos generados dentro de un período
a la adquisición de activos y nuevas tecnologías, lo cual sirve de plataforma de impulso
a la producción nacional de un país y el recurso humano del mismo (Galindo & Malgesini
, 1994). Asimismo, las decisiones dentro de una empresa se ven afectadas por el
entorno, diversos factores de origen político, económico-financiero, técnico y social
influyen en la toma de decisiones dentro de una organización. (Sandrea, Boscán , &
Romero, 2006)

Dentro de los factores económicos, como antes se mencionó, se comprende la


situación económica del país, que según Sandrea et al. (2006) constituye uno de los
factores más importantes que se toman en cuenta al planear la toma de decisiones de
inversión, ya que esta variable suele ser muy cambiante dependiendo si se encuentra en
un tiempo de bonanza o de recesión. No es necesario que estos ciclos de crecimiento o
recesión económica se conviertan en realidad, basta con las expectativas que los
empresarios tengan como para que se afecte su proceso de toma de decisiones (Maza
& González, 1992).

La tasa de interés es una de las variables que los autores clásicos (Adam Smith,
David Ricardo, Robert Malthus, Jhon Strauss Mill y Juan Bautista Say) han clasificado
como la más determinante en las decisiones de inversión (Maza & González, 1992). Sin
embargo Maza y Gonzalez (1992) indican que esto es dependiendo del nivel de crédito
en el cual se opere, por lo cual no es tan decisiva en todos los casos.

Posterior a los clásicos, surgen aportes más completos e integrales acerca de la


toma de decisiones de inversión, entre los cuales Keynes representa mejor estas
corrientes post-clásicas, (Sandrea et al, 2006). De acuerdo con la corriente keynesiana
son dos los principales factores que inciden sobre la toma de decisiones de inversión:
los tipos de interés y la demanda presente. También considera la oferta, la confianza, la
actitud hacia la liquidez y la masa monetaria en la economía como factores influyentes
(Keynes, 1976)

Sandrea et al. (2006) explican que lo que hace atractiva una inversión es que el
rendimiento sea, al menos, igual al interés. Asimismo, para el caso de financiamientos
externos, exponen dos fenómenos relacionados con las tasas de interés. El primero se
refiere a que, si la tasa que cobran los bancos se incrementa, disminuye la tendencia
hacia una decisión de inversión. Y, por otro lado, si las tasas que los bancos otorgan por
inversiones en sus instituciones aumentan, este tipo de inversiones ascienden en
número, sin embargo, lo anterior se da únicamente en las inversiones de tipo financiero,
dado que en las productivas tienden a disminuir.

A partir de la teoría Keynesiana, Galindo et al. (1994) concluyen que la población


juega un papel importante dentro de la toma de decisiones de inversión debido a que, al
aumentar los gastos de consumo dentro de la población los empresarios son impulsados
a desarrollar e incrementar su actividad y en consecuencia la inversión se incentiva.

Por otro lado, el Estado juega un papel motivante, ya que tiene la capacidad de
incrementar el gasto público y de esta manera incentivar a los agentes privados a
incrementar el nivel de inversiones que existen dentro de la economía en cuestión
(Galindo & Malgesini , 1994). En sentido contrario es el mismo Estado el que puede, con
un aumento de impuestos, disminuir las expectativas de rentabilidad que los inversores
esperan, afectando negativamente la inversión (Mcconnell & Brue, 2001).

Sin embargo, independientemente de la creación o eliminación de los impuestos,


una inestabilidad del sistema tributario desestimula a la inversión, dado que los
inversores se vuelven incapaces de predecir con certeza el costo tributario de hacer
negocios dentro del sistema, y esta incertidumbre afecta negativamente las decisiones
de inversión. No obstante, este efecto puede llegarse a considerar ambiguo o de doble
efecto, debido a que mientras más sea el monto recaudado por el Estado, más inversión
pública se puede llevar a cabo, lo cual a largo plazo puede impulsar la inversión privada
(Sachs & Larraín, 1994).
Las expectativas que tienen los empresarios son otro tema de gran importancia
dentro de las decisiones de inversión de los mismos; crecimiento, demanda e ingresos
netos son expectativas clave para determinar la adquisición e inversión en bienes de
capital. Por ejemplo, debido a la naturaleza prolongada de la vida útil de los bienes de
capital , las decisiones con respecto a ellos generalmente se puede aplazar, es decir, los
inversionistas pueden optar por comprar nuevos y reemplazar los bienes de capital
existentes o reparar y dar solamente mantenimiento, esta decisión depende en gran
medida en las expectativas del empresario, reemplazar por completo instalaciones
requerirá expectativas optimistas hacia el futuro (Mcconnell & Brue, 2001).

Sandrea et al. (2006) menciona que las decisiones de inversión deberían ser
tomadas racionalmente por el inversionista, sin embargo algunos elementos cualitativos
diferentes al razonamiento del rendimiento y riesgo, determinan la decisión, por ejemplo,
amor propio, satisfacción, patriotismo o amistad. Para Dombusch y Fischer (1992) la
decisión y el volumen de inversión son volátiles y pueden cambiar de manera fácil, no
existe un fundamento sólido sobre el cual los inversionistas formen expectativas, el
llamado espíritu anímico es esencial, así como la aversión al riesgo que pudiesen tener
los mismos inversionistas.

McConnell y Brue (2001) señalan que otra de las variables que se toman en
cuenta en las decisiones de inversión es la capacidad instalada y utilizada de las
empresas. Esto se explica dado que una capacidad ociosa dentro de una empresa es un
incentivo negativo a la inversión, ya que la empresa no ve la necesidad de invertir en
nuevo capital.

Los costos laborales son otro aspecto a considerar en cuando a inversión, según
Galindo y Malgesini, (1994) los salarios en cuanto menores sean, aumentan los
beneficios netos de las empresas, lo cual a su vez impulsará las decisiones de inversión
en periodos subsecuentes.

Pindyck (1988) y Velásquez (2001) hacen mención del concepto de


“irreversibilidad de la inversión”, en términos generales, se refiere a que dependiendo del
proyecto, una desinversión podría ser más costosa y en algunas ocasiones imposible, ya
que el valor de reventa o deshecho es prácticamente nulo.
Todas las decisiones de inversión privada contienen en mayor o menor medida
un componente inmodificable, esto significa que de toda inversión que se decida invertir
una parte es irreversible y no se recuperará en el corto plazo, por lo que una mala
decisión podría significar un exceso de capital y la imposibilidad de deshacerse de él.
(Velásquez, 2001)

El concepto de irreversibilidad comentado previamente, realza la relación entre el


riesgo, tiempo y expectativas involucradas con el retorno del capital que se invierte, esto
debido a la falta de conocimiento que se pudiera tener sobre el comportamiento futuro
de todas las variables que se involucran durante una toma de decisión. Esta
incertidumbre aunada con la irreversibilidad de la inversión influye ampliamente en el
proceso inversión de la empresa, (Ulloa, 2000).

Este tipo de decisiones que involucran características de irreversibilidad


configuran decisiones de tipo estratégico, complicando la labor del estratega ya que se
ve obligado a predecir el futuro incierto en aspectos tales como tecnología, demanda y
competencia (Ghemawat, 1991; Del Sol, 1999).

Para Quezada y Andalaft (2001) este tipo de decisiones, en diferentes grados de


irreversibilidad, se toman en todas las empresas y es por este hecho que es imperante
la necesidad de contar con procesos de mejora que contribuya y facilite las decisiones
sobre inversiones.

1.3.2 FINANCIAMIENTO

El principal problema que perciben las empresas de Iberoamérica para su


desarrollo es la situación financiera de la empresa, dada la insuficiencia de un sistema
bancario que les permita desarrollar con normalidad su gestión financiera (CIPI, BID,
Universita di Bologna, INEGI y Secretaría de Economía, 2003; Fundación para el análisis
estratégico y desarrollo de la pequeña y mediana empresa, 2009; Rojas, 2010). Este
hecho está provocando una seria limitación para la competitividad y supervivencia de las
micro, pequeñas y medianas empresas.
En relación con la inversión, dentro de la teoría Keynesiana, ésta se ve afectada
por la calidad, condiciones y volumen de los fondos que se prestan dentro del sistema
económico. Una subida de tasas de interés ocasionadas, por ejemplo, por una política
expansionista del gasto púbico del Estado, afectaría negativamente e impediría las
inversiones privadas. (James, 1974)

Las empresas de tamaño pequeño se ven afectadas en mayor medida por los
problemas de financiamiento externo ya que son más propensas a sufrirlos dado su
tamaño, y en consecuencia afecta a su comportamiento inversor (Romer, 2002). Esto
en general se da debido a que las empresas que conceden crédito, se inclinan más por
darlo a empresas que son sólidas, este fenómeno afecta tanto a empresas pequeñas
como a grandes en las decisiones de inversión (Sachs & Larraín, 1994).

Hablando de condiciones de financiamiento, éstas varían de acuerdo a los


antecedentes financieros de las empresas, existen diferencias entre las tasas de interés
cobradas a las grandes empresas y a las pequeñas (Sandrea et al. 2006). Para Van
Horne (1997) es justificado, ya que las tasas de interés varían de acuerdo a la posición
financiera del prestatario, significando que las empresas sólidamente colocadas son
capaces de obtener tasas menores a las que no tienen solidez. Por otro lado, en algunos
países, sin importar la solidez, las altas tasas son cobradas a la pequeña y mediana
empresa y de igual manera los trámites son interminables y complicados, este tipo de
situaciones afecta negativamente a la inversión privada (Sandrea et al. 2006).

Por el otro lado, se tiene que considerar el papel disciplinador que conlleva
el uso de deuda en el financiamiento de inversiones. De hecho, una forma de disminuir
la discrecionalidad de los administradores en la toma de decisiones es mediante la
adopción de obligaciones. La deuda y los pagos correspondientes a ella son fijados y
tienen que ser atendidos puesto que existirían penalizaciones en caso de no hacerlo que
podrían afectar la continuidad de la empresa. Es decir estas obligaciones procedentes
de una deuda adquirida sirven para tener mayor control sobre la discrecionalidad del
administrador en situaciones de información asimétrica (Czarnitzia & Kraft, 2009). De
acuerdo con Barona, Madrid & García (2013) el uso de deuda asegura que los fondos
que se invierten dentro de la empresa se conduzcan a proyectos viables y que generarán
rentabilidad, disminuyendo la probabilidad de que los recursos se utilicen o inviertan de
acuerdo al beneficio personal del administrador.

Otro beneficio mencionado por autores como Hall (2002) y Auerbach (1985)
corresponde a los bajos costos de la deuda como fuente de financiamiento sobre el
aumento de capital, dado el efecto de la misma sobre la utilidad fiscal y los impuestos,
vía gastos financieros.

Myers (1984) y Aghion & Bolton (1992) mencionan que las diversas empresas
siguen generalmente una jerarquía de preferencias en cuanto a los métodos de
financiamiento. En primer lugar se pueden observar a los recursos generados
internamente, es decir los beneficios obtenidos (Berger & Udell, 1998), dado que, preferir
este método de financiamiento sobre otros, entrega completo control de la toma de
decisiones a los administradores de la empresa. En segundo lugar, la fuente de
financiamiento preferida por las empresas es la que se da vía deuda. Esta fuente de
financiamiento da lugar a un análisis previo de los costos y genera una menor pérdida
de control de la que supone una emisión de acciones. Para finalizar, la fuente de
financiamiento preferida en tercer lugar por los empresarios y administradores es la
emisión de nuevas acciones. Esto se debe a la resistencia de la pequeña empresa a
compartir la propiedad utilizando capital de riesgo y emitiendo nuevas acciones, dado
que se desea mantener la independencia de la administración (Freel, 1999).

Sin embargo, en el caso particular de las microempresas y PYMES los recursos


generados internamente pueden no estar disponibles debido a las fluctuaciones de
beneficios obtenidos o la política de reparto de dividendos (Casson, Martin , & Nisar,
2008) (Barona-Zuluaga & Rivera-Godoy, 2013) por lo que la deuda puede considerarse
en el primer puesto de preferencia en esta jerarquía anteriormente expuesta (Barona ,
Madrid, & Garcia, 2013).

1.3.3 OPERACIÓN

La administración del efectivo es de suma importancia dada las características de


este activo, que se define a menudo como un activo que no genera utilidades. La
necesidad del efectivo es primordial dado que sirve para el pago de mano de obra y
materia prima, compra de activos, pago de impuestos, etc. Sin embargo, una de sus
características es que no genera ningún tipo de interés, lo cual conlleva a la necesidad
de minimizar la cantidad de este siempre y cuando tenga lo suficiente para aprovechar
descuentos, mantener reputación crediticia y satisfacer necesidades inesperadas.

Las razones por las que empresas mantienen efectivo son, principalmente, las
transacciones que realizan para sus operaciones de negocio y compensación a los
bancos por el suministro de préstamos y servicios. Con respecto a esto último, el banco
puede exigir al cliente un saldo mínimo en depósito para compensar los costos
resultantes del suministro de sus servicios.

Por otro lado Weston y Brigham (1994) señalan que se pueden presentar
problemas especiales relacionados con la administración y control del efectivo, no solo
por su presencia en muchas de las transacciones de la empresa, sino también por las
siguientes razones:

Se puede convertir inmediatamente en otro activo, es fácil de ocultar y transportar


y es universal mente deseado. En consecuencia, es necesario que se establezcan
controles para cerciorarse que el efectivo de la empresa no sea mal utilizado para fines
no relacionados con el negocio por personas que trabajan en la empresa

La cantidad de efectivo que se mantiene debe ser cuidadosamente controlada,


para que no se tenga efectivo en exceso o insuficiente, se debe mantener una cantidad
adecuada que no limite los recursos de la compañía. El efectivo presenta dos
características que obliga a tener cuidado con la cantidad que se mantiene. La primera
es que, el efectivo, es el medio de intercambio para pagar todos los bienes, servicios y
obligaciones. Por tanto, el desembolso ocurre todos los días y se debe mantener una
cantidad suficiente para satisfacer estas necesidades. Por otra parte, el efectivo, no
produce utilidades, el efectivo adicional al necesario para cubrir las necesidades de la
empresa debe ser invertido para que se generen rendimientos o en activos que sean
productivos.
El departamento de contabilidad tiene dos responsabilidades en cuando al
efectivo. La primera es establecer los controles suficientes para impedir que los
empleados y funcionarios realicen operaciones que no hayan sido autorizadas, y
segunda suministrar la información indicada a los directores y administradores acerca
del efectivo y transacciones.

En la mayoría de las compañías la cuenta general de cheques es la más


importante y con frecuencia es la única en los negocios pequeños, en esta cuenta se
deposita efectivo y de ella se retira, dado que todas las transacciones van dentro del
mismo ciclo. Los depósitos y retiros de todas las demás cuentas bancarias se hacen a
través de la cuenta general de cheques. Para que una empresa alcance sus objetivos de
control se debe limitar la diversidad de cuentas bancarias, y de bancos, con las se
trabaje.

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