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Unidad 1
Las finanzas, la función financiera y el ejecutivo financiero.
Bojorquez, Andres
andresbojorquez@hotmail.com
1.1 ADMINISTRACIÓN FINANCIERA
Weston y Brigham (1994) destacan el hecho que hoy en día, así como en todas
las organizaciones intervienen las finanzas, todo el personal en las diversas áreas dentro
de la empresa debe tener conocimientos financieros para lograr un trabajo satisfactorio
en los respectivos campos
Ortega (2002) define finanzas como una disciplina que interactúa con otras tales
como la contabilidad, derecho y economía, para optimizar el manejo de los recursos de
la organización y obtener beneficios máximos y equilibrados para los socios, trabajadores
y sociedad. Por su parte Gitman (1996) menciona que las finanzas pueden definirse
como el arte y la ciencia de administrar dinero y que se ocupan de los procesos,
instituciones, mercados e instrumentos implicados en el manejo del dinero entre las
personas, organizaciones empresariales y entidades gubernamentales, lo anterior
porque virtualmente todos los anteriormente mencionados ganan u obtienen dinero y lo
gastan e invierten
Para Van Horne (1997) las finanzas están estrechamente relacionadas con el
objetivo de la empresa, el cual este autor establece como la maximización del valor para
los accionistas. Van Horne (1997) destaca como característica principal de las finanzas
actuales, su cambio continuo por nuevas ideas y técnicas, determina que ya no es
solamente obtención de fondos su principal actividad, ahora incluye administración de
activos, asignación del capital y valuación, y describe una evolución de las finanzas de
un análisis externo a un proceso de toma de decisiones.
Ortega (2002) describe esta evolución pasando por varias etapas, en un principio
era obtención de capital para la expansión de empresas, lo cual de inicio era algo
extremadamente complejo en los primitivos mercados de capitales por lo cual la atención
de la comunidad financiera se centró en esta actividad. La siguiente etapa se dio al
presentarse los primeros desastres en la bolsa, el estudio de las finanzas se concentró
en mayor medida en la supervivencia más que en la expansión de las empresas por
medio de financiamiento, sin embargo, continuó enfocándose a situaciones externas. No
fue sino hasta finales de los años cincuenta, cuando el activo del balance financiero se
empezó a tomar en cuenta en las finanzas, lo que significó un vuelco hacia el interior de
la empresa y en la toma de decisiones, dicha tendencia se ha mantenido hasta los últimos
años.
Esta evolución, combinada con otros aspectos que han surgido en los últimos
años, dan a las finanzas su carácter cambiante y dinámico, al día de hoy el área
financiera se enfoca desde financiamiento e inversión, hasta finanzas internacionales,
fusiones, temas sociales, etcétera (Ortega, 2002)
Gitman (1996) menciona que las áreas principales de las finanzas podrán
destacarse mejor resumiendo las oportunidades laborales o de desarrollo que ofrecen.
Dichas oportunidades pueden dividirse en dos categorías: servicios financieros y
administración financiera. Asimismo para Van Horne (1997) y Weston y Brigham (1994)
las finanzas se pueden dividir en mercados de dinero y capitales, inversiones y
administración financiera. Por su lado Mascareñas (1999), integra el estudio de las
finanzas en tres áreas principales: Inversiones, mercados financieros e intermediarios y,
de igual manera, la administración financiera.
La administración financiera es la más amplia de las tres áreas que, según Van
Horne (1997) y Weston y Brigham (1994), componen las finanzas y es la que ofrece el
mayor número de oportunidades de empleo. La administración financiera es muy
importante en todo tipo de empresa, pues incluye bancos y otras instituciones
financieras, así como empresas industriales, servicios y negocios al menudeo (Weston
& Brigham, 1994).
Debido a que hoy en día todas las decisiones dentro de la empresa se basan en
términos financieros y a que todos los directivos de las empresas requieren los
conocimientos del proceso de toma de decisiones financieras en su área para obtener y
justificar los recursos necesarios para las actividades, la importancia de la administración
financiera resulta evidente. (Brighman & Houston, 2005; Gitman, 2007). Una buena
administración financiera es una de las herramientas con la que la compañía cuenta para
alcanzar metas y objetivos, y compita exitosamente en el mercado superando a la
competencia. (Ortega, 2002)
Las tendencias históricas del estudio de las finanzas aumentan de manera notoria
la importancia de la administración financiera. En épocas pasadas, las diversas áreas
determinaban las necesidades y el trabajo del área de administración financiera solo se
encargaban de obtener dinero para satisfacer esas necesidades, hoy en día todas las
decisiones se toman de manera coordinada y el administrador financiero tiene
responsabilidad directa en todo el proceso (Weston & Brigham, 1994).
Tesorero Contralor
Responsable de: Responsable de:
Manejo del efectivo Preparacion de estados financieros
Conseguir capital Contabilidad
Relaciones con los bancos Impuestos
Las empresas más grandes designan un director de finanzas para que supervise
el trabajo del tesorero y el contralor. Brealey et al. (2010) y Moyer, Macguigan y Kretlow
(2005) mencionan que el director de finanzas tiene una gran participación en la política
financiera y en la planeación corporativa. Asume también responsabilidades
administrativas generales que rebasan los asuntos estrictamente financieros y llega a ser
miembro del consejo de administración.
Así mismo Moyer et al. (2005) señalan que dentro del área financiera de una
empresa pueden existir más puestos como son: director de relaciones con inversionistas,
asistente del tesorero, gerente fiscal, analista financiero, entre otros.
Sin embargo un estudio realizado por IBM Corporation (2010) señala que a pesar
de que los directores de finanzas reconocen la necesidad de dedicar menos tiempo a las
actividades transaccionales, para destinarlo al análisis y a apoyar la toma de decisiones,
el área de finanzas dedica en promedio la mitad de su tiempo al procesamiento de
transacciones. Los resultados revelan una brecha creciente entre las ambiciones y las
capacidades para concretarlas.
1.3.1 INVERSIÓN
La tasa de interés es una de las variables que los autores clásicos (Adam Smith,
David Ricardo, Robert Malthus, Jhon Strauss Mill y Juan Bautista Say) han clasificado
como la más determinante en las decisiones de inversión (Maza & González, 1992). Sin
embargo Maza y Gonzalez (1992) indican que esto es dependiendo del nivel de crédito
en el cual se opere, por lo cual no es tan decisiva en todos los casos.
Sandrea et al. (2006) explican que lo que hace atractiva una inversión es que el
rendimiento sea, al menos, igual al interés. Asimismo, para el caso de financiamientos
externos, exponen dos fenómenos relacionados con las tasas de interés. El primero se
refiere a que, si la tasa que cobran los bancos se incrementa, disminuye la tendencia
hacia una decisión de inversión. Y, por otro lado, si las tasas que los bancos otorgan por
inversiones en sus instituciones aumentan, este tipo de inversiones ascienden en
número, sin embargo, lo anterior se da únicamente en las inversiones de tipo financiero,
dado que en las productivas tienden a disminuir.
Por otro lado, el Estado juega un papel motivante, ya que tiene la capacidad de
incrementar el gasto público y de esta manera incentivar a los agentes privados a
incrementar el nivel de inversiones que existen dentro de la economía en cuestión
(Galindo & Malgesini , 1994). En sentido contrario es el mismo Estado el que puede, con
un aumento de impuestos, disminuir las expectativas de rentabilidad que los inversores
esperan, afectando negativamente la inversión (Mcconnell & Brue, 2001).
Sandrea et al. (2006) menciona que las decisiones de inversión deberían ser
tomadas racionalmente por el inversionista, sin embargo algunos elementos cualitativos
diferentes al razonamiento del rendimiento y riesgo, determinan la decisión, por ejemplo,
amor propio, satisfacción, patriotismo o amistad. Para Dombusch y Fischer (1992) la
decisión y el volumen de inversión son volátiles y pueden cambiar de manera fácil, no
existe un fundamento sólido sobre el cual los inversionistas formen expectativas, el
llamado espíritu anímico es esencial, así como la aversión al riesgo que pudiesen tener
los mismos inversionistas.
McConnell y Brue (2001) señalan que otra de las variables que se toman en
cuenta en las decisiones de inversión es la capacidad instalada y utilizada de las
empresas. Esto se explica dado que una capacidad ociosa dentro de una empresa es un
incentivo negativo a la inversión, ya que la empresa no ve la necesidad de invertir en
nuevo capital.
Los costos laborales son otro aspecto a considerar en cuando a inversión, según
Galindo y Malgesini, (1994) los salarios en cuanto menores sean, aumentan los
beneficios netos de las empresas, lo cual a su vez impulsará las decisiones de inversión
en periodos subsecuentes.
1.3.2 FINANCIAMIENTO
Las empresas de tamaño pequeño se ven afectadas en mayor medida por los
problemas de financiamiento externo ya que son más propensas a sufrirlos dado su
tamaño, y en consecuencia afecta a su comportamiento inversor (Romer, 2002). Esto
en general se da debido a que las empresas que conceden crédito, se inclinan más por
darlo a empresas que son sólidas, este fenómeno afecta tanto a empresas pequeñas
como a grandes en las decisiones de inversión (Sachs & Larraín, 1994).
Por el otro lado, se tiene que considerar el papel disciplinador que conlleva
el uso de deuda en el financiamiento de inversiones. De hecho, una forma de disminuir
la discrecionalidad de los administradores en la toma de decisiones es mediante la
adopción de obligaciones. La deuda y los pagos correspondientes a ella son fijados y
tienen que ser atendidos puesto que existirían penalizaciones en caso de no hacerlo que
podrían afectar la continuidad de la empresa. Es decir estas obligaciones procedentes
de una deuda adquirida sirven para tener mayor control sobre la discrecionalidad del
administrador en situaciones de información asimétrica (Czarnitzia & Kraft, 2009). De
acuerdo con Barona, Madrid & García (2013) el uso de deuda asegura que los fondos
que se invierten dentro de la empresa se conduzcan a proyectos viables y que generarán
rentabilidad, disminuyendo la probabilidad de que los recursos se utilicen o inviertan de
acuerdo al beneficio personal del administrador.
Otro beneficio mencionado por autores como Hall (2002) y Auerbach (1985)
corresponde a los bajos costos de la deuda como fuente de financiamiento sobre el
aumento de capital, dado el efecto de la misma sobre la utilidad fiscal y los impuestos,
vía gastos financieros.
Myers (1984) y Aghion & Bolton (1992) mencionan que las diversas empresas
siguen generalmente una jerarquía de preferencias en cuanto a los métodos de
financiamiento. En primer lugar se pueden observar a los recursos generados
internamente, es decir los beneficios obtenidos (Berger & Udell, 1998), dado que, preferir
este método de financiamiento sobre otros, entrega completo control de la toma de
decisiones a los administradores de la empresa. En segundo lugar, la fuente de
financiamiento preferida por las empresas es la que se da vía deuda. Esta fuente de
financiamiento da lugar a un análisis previo de los costos y genera una menor pérdida
de control de la que supone una emisión de acciones. Para finalizar, la fuente de
financiamiento preferida en tercer lugar por los empresarios y administradores es la
emisión de nuevas acciones. Esto se debe a la resistencia de la pequeña empresa a
compartir la propiedad utilizando capital de riesgo y emitiendo nuevas acciones, dado
que se desea mantener la independencia de la administración (Freel, 1999).
1.3.3 OPERACIÓN
Las razones por las que empresas mantienen efectivo son, principalmente, las
transacciones que realizan para sus operaciones de negocio y compensación a los
bancos por el suministro de préstamos y servicios. Con respecto a esto último, el banco
puede exigir al cliente un saldo mínimo en depósito para compensar los costos
resultantes del suministro de sus servicios.
Por otro lado Weston y Brigham (1994) señalan que se pueden presentar
problemas especiales relacionados con la administración y control del efectivo, no solo
por su presencia en muchas de las transacciones de la empresa, sino también por las
siguientes razones: