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Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
///////////////////////N.º16
C i u d a d Va g a , E d i c i ó n N º 1 6 • ////////////
P. 8
P. 26 P. 104
Heridas
:::: Por:
• Nicole Tatiana Bravo G. •
P. ccc
Gorgona,
la melancolía del delito
:::: Por:
• Lina Marcela Isaza López •
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////ed123ciii00**0N
cONTENiDØ ///////
/// REPORTAJE
INTERNACIONAL /// FOTOREPORTAJES
P. 158 P. 10
Maus Jaripeo
:::: Por: :::: Por:
• Maus • • Lina Lasso •
P. 94
Sereia
:::: Por:
• Alexandra García •
P. 180
La magia de la cultura
en su fiesta
:::: Por:
• Daniel Arteaga •
C o l ab o r a d o r e s
CO— LABO
3 14
1 9
4 15
2 10
1. Abrahán Gutiérrez N.
2. Alejandra Galvez 5 16
3. Alexandra Córdoba
4. Alexandra García
5. Álvaro Coral
11
6. Angélica Bohórquez
7. Christian Leal
8. Daniel Arteaga 6 17
9. Daniel Zaya
DØ— RES.
22 33
20 28
23 34
21 29
PISTAS
PARA NARRAR
:::: Kevin García
Director
Uno de los escritores que más valoró el lugar de la nuestro presente que un día busca las condiciones para
memoria para una vida y una sociedad fue García Márquez. hacerse las preguntas e indagar los temas que en otras
Solía decir que “La vida no es la que uno vivió, sino la épocas por fuerzas e intereses hicieron parte del olvido.
que recuerda y cómo la recuerda para contarla”. Al acto
mismo de vivir anteponía el recuerdo de lo vivido. Construimos una imagen del pasado para afectar
acontecimientos del presente y del futuro, porque la
La memoria es una forma organizada de conciencia que se memoria permite ligar lo que fuimos con lo que que
relaciona directamente con los hechos del pasado, no es el seremos. Por esto, es lamentable que mediante un decreto
pasado mismo. La memoria es plástica, flexible, fluctuante. el gobierno haya modificado la estructura del Centro
Cuando construimos un recuerdo es el presente que se da Nacional de Memoria Histórica para incluir en su Consejo
a sí mismo un pasado. La memoria no es una copia exacta Directivo un delegado del Ministerio de Defensa. Incluir
de lo ocurrido y modifica con cada experiencia su propio a uno de los actores del conflicto en la organización
objeto de recuerdo. que construye la memoria del conflicto mismo, pone en
entredicho la imagen que en adelante construirá esta
Su construcción es un acto subjetivo. Lo que llamamos organización del pasado de nuestro de país.
pasado es una forma organizada de la conciencia de
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
LA MEMORiA //////////////
¿De qué forma alterará la incursión de un funcionario del Para Pierre Nora “La memoria de las sociedades modernas
Ministerio de Defensa el sentido de nuestro pasado? Aún no es una memoria registradora, que delega en el archivo la
lo sabemos, pero de entrada pondrá en cuestión la autonomía preocupación de recordar por ella y multiplica los signos
para indagar con imparcialidad las razones de nuestra de los que se despoja, como la serpiente lo hace con su
atrocidad. ¿Será este delegado una instancia de decisión para piel muerta”. Para trascender la conmemoración como
los hechos claves de nuestra violencia o modificará la agenda espectáculo y atender el sentido del acto de recordar, un
y el campo de visión de lo ocurrido? ¿Cómo serán recordados grupo de periodistas y editores escribimos “Pistas para
en adelante los instantes decisivos? No lo sabemos pero narrar la memoria”, un libro que busca compartir claves,
es casi seguro que afectará la instauración del relato del contextos y metodologías para indagar en el pasado y
Conflicto en las generaciones futuras. narrar nuestra historia. Todo su contenido está disponible
en internet, en la página de la organización Consejo de
Hoy somos el futuro de nuestros tiempos pasados. Frente a Redacción. Su lectura puede sugerir horizontes para que
las amenazas que se ciernen sobre la memoria institucional, la memoria de lo ocurrido en este país más que una voz
estamos llamados a dinamizar la narración del pasado, a institucional sea un relato coral, una creación colectiva.
instalar las memorias individuales en la memoria colectiva.
~
J
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
~ARiP~eo
:::: Por:
• Lina Lasso •
S
anta Ana del Valle es un municipio localizado en los Valles Centrales del
del país, y consiste en montar al animal hasta apaciguarlo. Antes de salir al ruedo
al toro se le amarran los testículos para que sus movimientos sean más bruscos.
espectadores. Es una actividad a la que asisten todos los miembros de las familias.
Fo to r e p o r t a j e : J a ri pe o
Edición·Nº 16 // marzo·2017
Edición·Nº 16 // marzo·2017
Fo to r e p o r t a j e : J a ri pe o
Edición·Nº 16 // marzo·2017
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Fo to r e p o r t a j e : J a ri pe o
C a r t a s d e a m ø r d e s de un camp4me nt o gue rri ll3r o
:::: Por:
• Santiago Blandon •
-La palabra más significativa para mí es amor -dice Ismael y reconoce que se
le pegan las palabras- porque amor encierra todo. Digamos que uno aquí ama a
todos. Créame que cuando alguien muere uno lo siente, porque uno ya siente
amor por esa persona, uno ya no lo ve como un cualquiera sino que aquí todos
somos como miembros de una sola familia.
Según Nelson, la mayoría está muy lejos de resolver su Cuatro años después, el 26 de septiembre del 2016, el
despecho con un asesinato o un suicido, pero hay otras heredero de Manuel Marulanda, Timoleón Jiménez, y el
medidas extremas: solicitar la baja, pedir traslado o presidente de la república, Juan Manuel Santos, firmaron
desertar, son algunas de las más comunes. De ahí que en unos acuerdos que implicaban, entre otras cosas, el desar-
la guerrilla existan normas involucradas con el amor. Las me de las FARC. Pero el proceso –que duraría seis meses y
relaciones sentimentales con civiles están prohibidas, contaría con el respaldo de la comunidad internacional-
cada año les realizan exámenes para descartar enfermeda- no podía iniciar hasta que se refrendaran los acuerdos.
des de transmisión sexual y para convivir con una pareja
deben solicitar el permiso del comandante. El 2 de octubre salieron a votar trece millones de colom-
bianos y, contra todo pronóstico, el NO obtuvo una venta-
De todas maneras, con el avance de la reconciliación, ja de 50 mil votos. Un resultado tan catastrófico que al día
algunas normas se han abolido: desde que anularon la siguiente la moneda colombiana cayó 2,6%, sin mencio-
prohibición del embarazo, en menos de once meses, las nar las repercusiones políticas.
parejas de las FARC han concebido 300 bebés.
Sin embargo, los guerrilleros expresaron su voluntad de
52 años de guerra continuar con el proceso de “reincorporación a la vida
civil”, el cese de hostilidades se prolongó hasta el 31 de
Durante cuarenta y cuatro años fue el principal enemigo diciembre y Juan Manuel Santos recibió –cuando todos lo
del ejército colombiano. Cuando murió –de muerte na- daban por descartado- el premio Nobel de Paz.
tural- era el guerrillero más viejo del mundo y uno de los
más legendarios. Sin duda, la historia de Tiro Fijo resume Ese mismo día, Timoleón Jiménez escribió en su cuenta
la historia de las FARC. Pero sabemos poco de él. de Twitter un mensaje donde felicitó al presidente Santos
y declaró que el único premio –al que aspiran los guerri-
Sabemos que era un campesino como cualquier otro hasta lleros- es la paz de Colombia.
que los conservadores lo desterraron y entonces se con-
virtió en guerrillero liberal. Sabemos –gracias a un texto La lluvia no da tregua
de Eduardo Galeano- que se llamaba Pedro Antonio Marín
hasta que heredó el nombre de un compañero muerto y Inunda los techos de las caletas, las cocinas, los baños y
entonces empezó a llamarse Manuel Marulanda. Sabemos el aula; inunda los caminos anegados de barro, inunda
que fue guerrillero liberal hasta que los políticos liberales la cancha de fútbol que los guerrilleros construyeron a
se aliaron con los conservadores y entonces fundó una escasos metros de la entrada y los árboles que camuflan el
guerrilla comunista. Sabemos que esa guerrilla se llama campamento. Las zanjas no evitaron que el barro ensucie
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y que el el piso de madera y ahora intentan limpiarlo con una es-
ejército colombiano no consiguió derrotarla tras 52 años coba, pero la lluvia no cede: golpea con fuerza los techos
de confrontación. Sabemos que el conflicto armado dejó de plástico, se mezcla con la tierra de la selva y su ruido
ocho millones de víctimas –entre desplazados, secuestra- monótono ahoga las carcajadas del loro. También, por
dos y muertos- y que las dos partes enfrentadas se sen- momentos, impide mi conversación con Alberto, guerri-
taron a dialogar en noviembre del 2012, después de otros llero del Frente Jaime Pardo Leal.
intentos fallidos, para “detener el baño de sangre”.
C a r t a s d e a m ø r d e s de un camp4me nt o gue rri ll3r o
La tristeza irreparable
No existen palabras –ni en la jerga guerrilla ni en ninguna otra jerga- para des-
cribir la tristeza irreparable de ciertas pérdidas.
C a r t a s d e a m ø r d e s de un camp4me nt o gue rri ll3r o
Las cartas son nobles sus cartas a Nora Barnacle están más cerca de la suciedad
erótica que del amor romántico:
Escribieron cartas de amor Edgar Allan Poe y Lord Byron,
Ernest Hemingway y Martha Gellhorn, Frida Kahlo y Diego Te habrán impresionado las cosas sucias que te escribo.
Rivera, Juan Carlos Onetti e Idea Vilariño, Jean Paul Sartre Quizás pienses que mi amor es una cosa sucia. Lo es,
y Simone de Beauvoir, Harper Lee y Truman Capote. Es querida, en algunos momentos. Te sueño a veces en posi-
difícil concebir a un artista sin cartas de amor. Y las cartas ciones obscenas. Imagino cosas muy sucias.
de ciertos artistas valen su peso en oro. El año pasado, un
coleccionista neoyorkino pagó 137 mil dólares por las car- Las otras cartas, la mayoría, me parecen demasiado
tas que Frida Kahlo le escribió a Josep Bartolí, su amante prudentes. Pero siempre habrán vistosas excepciones:
español. Sólo eran 25. Ciertamente costaron mucho más la carta en que Frida Kahlo insulta a Diego Rivera por sus
que su peso en oro. frecuentes infidelidades. La carta en que Simone de Beau-
voir le explica al escritor Nelson Algren, su amante, por
Los medios también saben sacarle jugo a las cartas de qué nunca dejará a Sartre –ni a París- para vivir con él en
personajes famosos. El Diario de Mendoza titula “Ama- Estados Unidos. O la carta que Antoine de Saint-Exupéry
da mía”. El Cosmopolitan, “Cartas de amor de grandes le dirige, pocos días antes de morir, a un amor imposible:
personajes”. Arcadia, “10 famosas cartas de amor”. BBC, “No hay más Principito, hoy día ni jamás. El Principito
“Cartas que han hecho historia”. Clarín, “Las 10 cartas más está muerto o se volvió totalmente escéptico. Un Principi-
sorprendentes de la historia”. En casi todos los artículos to escéptico no es más un Principito. Estoy resentido con
mencionan escritores como Ernest Hemingway, Gustave usted por estropearlo”.
Flaubert y Franz Kafka. En casi ninguno mencionan al
genio de la literatura irlandesa, James Joyce, quizá porque El escritor argentino Ignacio Uranga dijo que para sobre-
vivir había que aferrarse a las palabras como a un salva-
vidas. Quizá por eso se han escrito tantas cartas desde los
campamentos guerrilleros y desde cualquier campo de
batalla: la BBC publicó cuatro de las doscientas treinta mil
cartas que dejaron los soldados caídos durante la primera
guerra mundial. Y la nobel de literatura, Svetlana Aleksié-
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
vich, cuenta que los soldados soviéticos, durante la guerra cartas de amor a cualquier hora. Cartas de negocios y car-
de Afganistán, escondían dos copias de una misma carta, tas de suicidas de 8.30 a.m. a 3.00 p.m.”- y desde entonces
una en la pierna derecha y la otra en el pecho, porque no ha parado de recibir encargos, incluso desde el extran-
no sabían qué parte del cuerpo les dejarían las bombas jero. Esto significa que las cartas son nobles, pero también
enemigas. son universales.
Los libros son pretensiosos: se escriben con la esperan- Los guerrilleros las escribían durante las pausas de la gue-
za de perdurar, más allá de la muerte, en la memoria de rra. Cuando el secretariado las prohibió -porque podían
múltiples generaciones. Las cartas son nobles: se escriben facilitarle información al enemigo- los más desesperados
con la esperanza de perdurar, más allá de la muerte, en la las escribían a escondidas o con la secreta complicidad de
memoria de una única persona: la persona que amamos. sus mandos. Yo encontré 27 cartas de amor en un campa-
En octubre del 2015, el reportero sueco Aylan Kurdi en- mento de las FARC. Casi todas escritas a mano, probable-
contró una carta en el Mar Egeo, protegida por una bolsa mente con las mismas manos que empuñaron un fusil.
hermética, escrita en árabe iraquí y firmada dulcemente Y en muchas cartas, como Nelson, hablan de la paz con
por Hamody (diminutivo de Mohamed). Todo indica que el esperanza. Casi podría decirse que con ilusión.
remitente, antes de morir en las aguas del mediterráneo,
quiso salvar su última carta de amor: El tiempo va de prisa, hace 11 años que tú partiste y nues-
tra beba ignoraba en qué mundo vivíamos, eran tiempos
Rosa es maravillosa cuando ríe, cuando me hace sentir duros, la guerra rondaba en todo el país como aligerando
celos, cuando se arregla el cabello, cuando me da un el viaje de la muerte. Mi amada Deisy, te comunico que
beso. Para aquella a quien le entrego mi secreto y por todo indica que la guerra va a terminar, por ahora es la
quien muero. Éste es un beso mío. Del humilde y amoro- noticia del año y nuestras familias están muy felices.
so Hamody.
A
LA PRISIÓN ATRAPA AL INDIVIDUO ERRANTE Octavio Becerra, como a los 349
reclusos, debían cobrarle cada mes
Y OLVIDA SUS DERECHOS FUNDAMENTALES cincuenta mil pesos para dormir en
el patio 1A de la cárcel Villahermo-
BAJO LA SEVERIDAD DE LA LEY. NO REPARA EN sa. Caía la madrugada del tres de
febrero de 2010 y sus compañeros
DESCOMPONERLE AL SABER QUE EL PODER LE permanecían acostados sobre el frío
concreto de las celdas, insomnes,
ASISTE. CUSTODIA Y DESHUMANIZA, CASTIGA imaginando sin angustia la próxima visita de los reclusos
jefes, “Los Pluma”, encargados de recaudar el dinero en
Y REPRIME, OCULTA Y ASECHA. EN LUGAR todos los patios de la cárcel. Y mientras Becerra intentaba
acomodarse a mitad del corredor para leer los salmos de su
DE CONSTRUIR PROCESOS DE REPARACIÓN, biblia recién adquirida, alias “Ramplón” –el fornido Pluma
de tez caucásica- irrumpió furioso en el lugar.
LAS VIDAS RECLUIDAS SE APAGAN EN LA
—En el baño, hombre, déjeme dormir en el baño hasta la
OSCURIDAD DE LAS PRISIONES COLOMBIANAS. visita del domingo—, insistió Octavio.
***
“Patirrucios”, la banda, mi familia. ¿Sabe? En ellos encon- del conflicto. La bala perdida pertene-
tré paz y protección. Porque mi mamá, ¡ja!, nunca supe cía al arma de Octavio.
nada de ella después que abandonó la casa cuando tenía
cinco años. La calle, mi refugio, ayudó a curar mi soledad. —Uno es muy de malas. Varios tes-
tigos y estudiantes me reconocieron
Sus años de adolescencia los pasó en el barrio Comune- cuando maté a la niña sin querer.
ros, un territorio marcado por las fronteras invisibles y la Pero, qué va, pensé escapar lejos y
lucha por el micro-tráfico. Los “Patirrucios”, conformados olvidarlo todo. Lo único que me daba
entonces por más de 40 jóvenes, controlaban la distribu- tristeza era dejar a mi abuela tirada. Y
ción de droga y a inicios del 2000 empezaron a consoli- la niña, qué dolor, yo no podía quedar
darse como una de las bandas más grandes del Distrito de tranquilo…
Aguablanca. Hasta Octavio se convirtió en un pandillero
cuando percibió en ellos el calor de hogar que en su infan- Mientras Becerra intentaba conciliar
cia no había recibido. el sueño la noche del siete de julio del
2001, un grupo de agentes policiales
-A mí me iniciaron con una prueba para ganarme la con- irrumpió en la casa de Octavio. Sin
fianza de los Patirrucios. Tenía que cobrar un impuesto a alternativa alguna, decidió escapar
la carnicería “La perla verde”. Las instrucciones del viejo por el tejado de su casa. Confundido y
“Araña” fueron “cobrá, me llamás y traes los 20.000 pesos; alarmado, trató de saltar a la casa ve-
de lo contrario, saqueas la caja”. Con 14 años logré encarar cina, pero en un rápido movimiento
al dueño del local y sacarle la plata. Menos mal logré la los agentes lo detuvieron. Pruebas a
vuelta con éxito, porque, bendito Dios…Qué hubiera pasa- su favor no existían, y sin recursos de
do si obtenía un “no” de respuesta. apelación, fue encontrado culpable
de la muerte de la niña. Los días de
Un año después de su iniciación, su tarea principal calle habían terminado y la libertad
consistía en caminar el barrio y reportar —y si era el caso, de Octavio se extinguía en sus manos.
disparar— a los distribuidores “no autorizados”. Así le
tocó el día en que observó a un hombre vender droga a las Octavio Becerra vivió dos constantes
afueras de un colegio, sin permiso alguno, desconociendo en la cárcel Villahermosa: la depre-
que aquél era el lugar de mayores ganancias para la banda. sión y la soledad, aunque permaneció
En medio de una batalla de fuego cruzado entre Octavio y rodeado por miles de internos que
el distribuidor aparecido, Aurora Tristancho, niña de diez se hacinaban hasta en los pasillos
años que caminaba desprevenida, cayó muerta en la calle más estrechos del patio 1A. El 30 de
enero de 2010, la biblia de 82.000
FOLIO
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
La cárcel retratada
FOLIO
Cam1n0 3ntre rej4s
Siete años después de su accidente, La mirada de Octavio apunta al piso enlosado. Inclinado
Octavio se encuentra tranquilo en el sobre su asiento, junta las manos para tocarse la frente.
barrio El Poblado, un lugar donde los
altos índices de desempleo se traducen —Me llovían golpes de todo lado. Hasta intenté cubrirme
en “galladas” de jóvenes que se refugian con el cartón sobre el que dormía, pero a “Ramplón” le
en esquinas. En cada calle observo su fastidió mi ofrecimiento de pagarle el sitio de descanso
pasado: pequeños de doce años se pier- sólo por dos noches.
den como las balas que disparan; otros
poseen habilidades para maniobrar El mediodía del 14 de marzo del 2015 llega con 3l grados.
cuchillos frente a su grupo de amigos. Un sol opaco se filtra en diagonal por la ventana de la
casa, pasa a las paredes y roba destellos al cuadro del Sa-
La residencia de Octavio queda grado Corazón que yace tras Octavio.
bajo un palo de mango, a mitad de
una cuadra sin pavimentar. Y en el —A mí me llevaron unos compañeros a la sección de sani-
antejardín conformado por matas dad, inconsciente, después del zapatazo que me pegaron.
de sábila y pimentón, Andrea, joven Desperté sobre una camilla con la lengua adormilada. No
caucásica de 25 años, me deja pasar podía hablar. Cuando vi mi ropa ensangrentada, intenté
con una sonrisa. ponerme de pie, pero el médico me detuvo. “Su caso hay
que remitirlo al hospital de su área de residencia”, me de la mandíbula se me había formado una masa que ter-
dijo. Entonces me dio una orden de operación para enviar minó descuadrando mi mordida. Sentía un aprieto en la
a la sección en la que estaba y así autorizar el procedi- garganta… Por las noches, con ayuda de un guarda que se
miento quirúrgico. compadecía al verme lagrimear del dolor, salía al estan-
que del patio 1A a humedecer una camiseta vieja que ya
El maxilar inferior es el hueso encargado de la mordida. no usaba. Mientras alzaba mi vista al cielo, me la aplicaba
Cuando “Ramplón” pateó con fuerza a Octavio, causó una con cuidado en el rostro.
fractura que a su vez laceró los tejidos blandos.
La noche en que llegó la contestación del derecho de peti-
—Con antinflamatorios no era suficiente. La hinchazón ción, Octavio se había dormido en posición fetal, rodeado
era terrible y el médico sólo me practicaba limpieza con por unos setenta reos que también descansaban en el
unas cuantas gasas que quedaban. Un día fingí un des- pabellón 1A.
mayo en el consultorio, porque me ardía la quijada y me
empecé a desesperar. Si no lo hacía, la ayuda del médico “Se envió su caso a cirujano reconstructor en Hospital Carlos
para remitir el derecho de petición a las administrativas Holmes Trujillo. Espere asignación de la cita”.
de la cárcel no hubiese existido. A la mañana siguiente,
con ayuda de un Pluma y el médico de turno, logré enviar La carta que me muestra en la sala tiene fecha de 22 de
un derecho de petición. marzo de 2010. Con la firma de la dirección de la cárcel y
la secretaría de Caprecom, respectivamente, fue obligado
Cuando Octavio llevaba seis años privado de la libertad, la a esperar por tiempo indefinido. La sección de sanidad
Ley 1122 de 2007 había reglamentado el servicio de salud debía notificarle el día de la cita.
para la población reclusa. Miles de presos quedaron vincu-
lados al Sistema General de Seguridad Social en Salud en los Octavio acomoda el almohadón sobre el que está sentado,
establecimientos penitenciarios a cargo del INPEC, como la toma limonada y cambia su postura.
cárcel Villahermosa. La ley dictaminaba que personas sin
afiliación a ninguno de los regímenes -como Octavio-, y sin —Conseguí con los Plumas un ungüento frío para los
ningún tipo de seguridad en salud, debían ser afiliadas al dolores de los músculos faciales. Porque el área de sani-
subsidiado a través de un auxilio total de una EPS nacional. dad sólo tenía medicamentos genéricos que ni siquiera
No obstante, sólo después del 3 de febrero del 2010 Capre- cubría a pacientes más graves. A mí me daba miedo sufrir
com empezó a atender a Octavio de manera recurrente en el una infección, o que en las noches, alguien, dormido, me
área de sanidad de la cárcel Villahermosa. pateara. Porque en el pasillo del 1A sólo cabían 52 perso-
nas; pero nosotros éramos 70, apretados como latas de
—Cada semana las curaciones del doctor, aunque me sardina, tirados en el piso. Algunos se la pasaban sentados
daban moral, me servían de momento. En la parte inferior contra la pared, con la cabeza entre las piernas o sobre las
Cam1n0 3ntre rej4s
En otra foto de álbum, la abuela de Octavio busca en la carpeta negra la contestación de la tutela.
Octavio luce radiante. Alza una regadera —Con decirme que mi caso no era urgente me dieron la
en sus brazos y sonríe con un aire de espalda. Era la infamia más grande. Ni el sometimiento
amabilidad. de “Los Pluma” me cabreó tanto. Me informaban que sin
observaciones prequirúrgicas, la cirugía no podía reali-
—Aquí habrá tenido unos 34 años, zarse y que, por tanto, no tenía pruebas suficientes. Me
casi mi edad. Ella fue la única familia negaron la tutela en la cara. Y lo peor es que me recomen-
que conocí en realidad; su cuidado daban seguir un “tratamiento” en el área de sanidad de la
valió el doble…Mi padre es un des- cárcel mientras el hospital estudiaba mi caso y asignaba la
conocido y mi madre se fue con un cita. Cuando lo único que me prestaron fue un servicio de
hombre cuando era un desdentado primeros auxilios a través de un médico que me atendía
niñito. Desde que empecé a buscar como a un paciente con rasguños.
problemas en la calle, mi abuela me
seguía viendo como su pequeño. Era Andrea trae otra jarra de limonada y la pone sobre la mesa.
el carisma en pasta. Pero se me murió Octavio se levanta y abre las ventanas de par en par. El
un año antes de salir de la cárcel. ventilador se ha dañado. El aire entra cálido y se pierde
entre los pocos enseres de la sala. La indignación sobreco-
La mirada de Octavio se torna vidrio- ge a Octavio.
sa. Seca el sudor que venía bajando
por su frente y aprieta el entrecejo. La cena está lista.
—Traté de calmarla cuando me vio —En casa de mi abuela, la mazamorra y los fríjoles no
el abultamiento en la parte baja de faltaban. Acá, en cambio, nos figura comer licuados y ge-
la cara. Duré como media hora en latina. —Octavio sólo puede ingerir comidas blandas.
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
—Él llegó muy enfermo a El Poblado. Octavio sale de la mesa en silencio. Se queda de pie en
Tocó la puerta por un aviso sobre el la puerta de su casa y observa las sombras cambiar de
arrendamiento de un cuarto. Tenía posición. Un grupo de chicos descalzos corre tras un
una fiebre por el cielo cuando entró. balón que cae a diez metros delante de la casa. La arena se
Yo lo senté en la sala y le pregunté si levanta y cubre el horizonte.
tenía Sisbén. Me contó que necesita-
ba una cirugía que la cárcel le había - ¿Adónde vas? - pregunta Andrea a Octavio.
negado. Pero con sus documentos
de identificación, una copia de la -A comprar marihuana.
M 4 r c h a P a t r 1 ó t i c4. S 3 re pi 7e la h15t ori a
Marcha
Patriótica ¿Se repite la historia?
—Los abusos de autoridad son los más fuertes, pero también hay otros proce-
sos de denuncia de restitución de tierras, que se hacen en el sur del Valle y en
el Cauca —comenta Alejandro desde un país tropical, vía Skype.
—Yo pensaba: ¿es por mí, no es por mí? Me van a dejar ti-
Según datos de Marcha Patriótica en los rado y a mi mamá le va a tocar recogerme. A la final no era
conmigo el asunto, pero ese miedo siempre está latente y
últimos cinco años -hasta enero 18 de 2017-
cualquier cosa lo dispara.
han sido asesinados 129 de sus miembros.
Dejar a su familia, aplazar sus estudios, aprender otro
En promedio, un muerto cada 18 días
idioma e incluso rebuscarse la vida haciendo manteni-
-sin contar amenazados y víctimas de miento de computadores, son algunos de los cambios que
ha hecho para proteger su vida. Al golpe emocional se le
atentados-.
suma el económico, ya que Niño y su familia han asumi-
do la totalidad de los gastos; salvo por el hospedaje que
le brinda un amigo. No ha querido solicitar la figura de
exilio pues considera que puede ser contraproducente ya
que esa medida genera estigmatización.
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
Según datos de Marcha Patriótica en los últimos cinco denuncia y se nos asignó un esquema de emergencia: un
años -hasta enero 18 de 2017- han sido asesinados 129 de carro manejado por un ex agente del Departamento Admi-
sus miembros. En promedio, un muerto cada 18 días -sin nistrativo de Seguridad (DAS) -entidad estatal clausurada
contar amenazados y víctimas de atentados-. 129 hombres por múltiples escándalos de seguimientos ilegales-.
y mujeres, que creían en una Colombia mejor, que defen-
dían sus ideales y que en su lucha por la justicia cayeron a Como Alejandro y Marcela se encuentran muchos militan-
manos de aquellos que ven inoportuna su convicción. La tes de Marcha Patriótica y de otras agrupaciones que, debi-
cifra continúa en aumento y el Gobierno se niega a acep- do a su postura política, han visto reducidos sus derechos
tar la conexión de los asesinatos. y su libertad.
Claudia Marcela Urrea Ballesteros, líder estudiantil de la Sobre el tema varios funcionarios de la Defensoría del
Universidad del Valle y Ex vocera departamental de Mar- Pueblo, Regional Valle, declararon no contar con la autori-
cha Patriótica también ha recibido panfletos en su contra zación para pronunciarse al respecto; sin embargo, fuera
en reiteradas ocasiones. Según ella, lo más preocupante de registro uno de ellos precisó que este tipo de casos se
son las deficientes medidas adoptadas por el Estado para llevan de forma independiente a la colectividad a la que
su protección. pertenezcan las víctimas. Esta institución recibe la copia
de la denuncia en la Fiscalía y toma los datos, luego los re-
Sentada en su oficina en un edificio de la Universidad del mite a la policía y a la Unidad Nacional de Protección. Esta
Valle, Marcela recuerda detalles de varias amenazas que última entidad después realiza la clasificación de riesgo y
ha sufrido. En el 2014, cuando organizaba con sus compa- finalmente determina acciones.
ñeros el cuarto congreso de la Federación de Estudiantes
Universitarios (FEU), fue amenazada por grupos autode- Marcela, con sonrisa irónica, cuenta que su caso fue clasi-
nominados antisubversivos. ficado como riesgo extraordinario por la Unidad Nacional
de Protección, y que desde el 2015, le asignaron un celular
—La constante es señalarlo a uno de insurgente, obvia- con minutos, un chaleco antibalas y un auxilio de trans-
mente en otros términos de ‘guerrillero hijueputa’ y eso; porte que esta entidad no le consigna.
en ese momento La Red de Derechos Humanos puso la
M 4 r c h a P a t r 1 ó t i c4. S 3 re pi 7e la h15t ori a
D
aniel tiene dieciocho años, sus ojos revelan la dureza con
la que ha vivido a su escasa mayoría de edad. Tiene la ex-
presión de quien ha visto esta ciudad desde lo más oscuro
y peligroso y deja ver, con su apariencia y corporalidad,
que no es un joven cualquiera.
:::: Por
• Alexandra García Manzano •
L a p i 3 l d e u n n i ñ o que s 3 hi z o s i car1o
-Aquí empezamos,
moviendo droga,
trayendo droga… yo
estaba re chinga,
parce, mucho cólico.
(Se ríe mientras se levanta del lugar).
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
“Pilas,
fotos no,
no me
vas a
calentar”.
Disparé tres
veces sobre
la torre de en
frente y guar-
dé la cámara.
Entramos al apartamento, no había nadie, según Daniel
todos estaban en la casa de la mamá de su padrastro pero
segurísimo habían dejado almuerzo. Yo me senté en un
sofá en L que había en la sala mientras me recuperaba de
la asoleada; él entró a la cocina a destapar ollas.
L a p i 3 l d e u n n i ñ o que s 3 hi z o s i car1o
A Oliver aún no lo ve, dice que pre- Daniel arma otro porro. Me dice que
fiere que las cosas se calmen para no necesita dormir, que fuma y fuma
ponerlo en peligro. Tiene un celular para ver si le da sueño, pero que no
con minutos que sólo gasta en él y, lo logra. Me pone una mano en el
claro, en su novia, que como Daniel cuello y me hace saltar, estaba helada.
dice, ella estuvo más en las malas Dice que se duerme quince minutos
que en las buenas. y se despierta con pesadillas de que
lo van a matar, que es casi igual que
Daniel se levanta de la mesa, se pone cuando estaba encerrado en la oficina
el saco y me dice que lo acompañe escondiéndose. Sueña con los que
al parque, que no quiere estar más ha matado y con los que lo quieren
encerrado. Llevo los platos a la co- matar, sueña que lo persiguen, nunca
cina, él limpia la mesa de los restos sueña algo bonito.
de marihuana y salgo al balcón de
la torre. Bajamos los cuatro pisos A este parque traía a mi hijo antes
calmadamente aunque él mueve de meterme en tanta vuelta, me dice,
sus dedos con insistencia igual que y besa su mano, la misma con la que
cuando lo vi caminar en el colegio. apretó el gatillo muchas veces atrás
Esta vez Daniel lleva el canguro con y donde tiene tatuado el nombre
la marihuana en su cintura. Llegamos de su hijo. Le pregunto si no le da
al parque, no muy lejos de la casa miedo que por ese tatuaje, que es el
de su mamá, y nos sentamos en una único que no se cubre, lo reconozca
banca de cemento pintada de blanco. alguien y lo maten; Daniel fuma un
El parque está solo, hay unas cuantas poco más de marihuana, traga el
bancas más y todas están vacías, es humo y me responde:
un espacio realmente silencioso.
Por él es por el
único que doy la
vida, ni por mí
doy la vida.
Desaloja el humo de sus pulmones
y lo bota en dirección al cielo.
L a s m u j e r e s e n l a me s a v i v i amos e n un i nf i 3rn o
:::: Por:
• José Gregorio Pérez •
*
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
M irian
Rojas*
caminaba segura con unas sandalias doradas por el co-
rredor de la cafetería. Su vaporosa blusa amarilla y jeans
se meneaban al compás de sus caderas. Con un bolso pe-
queño se sentó diagonal a una mesa donde yo estaba. Sus
ojos miraban a la puerta con curiosidad como si estuviera
esperando a alguien. Tenía la intuición de que era ella. De
facciones finas, ojos color miel y piel trigueña, se inclinó
para recoger un papel que había caído de sus manos.
–Yo conozco a una pelada que se llama Mirian. Vive cerca del
corregimiento, no sé si quiera hablar. Ella tenía 17 años cuan-
do le ocurrió eso. Yo apenas tenía 15 y estábamos en el colegio.
Ella quedó marcada entre las peladas del pueblo, aunque hubo
otras, solo que guardan lo que saben por pena y no dicen nada,
porque aquí después de la desmovilización hubo gente que
decía que a las muchachas les gustaba subir a los campamen-
tos de los ‘paras’ por plata.
L a s m u j e r e s e n l a me s a v i v i amos e n un i nf i 3rn o
– Yorlei me comentó que usted quería saber sobre lo que Por el vidrio se ve la imponencia de los picos de las
nos ocurrió a varias de nosotras cuando estuvieron los montañas de la Sierra del Valle de Upar, tan trajinadas por
‘paras’ en La Mesa. la violencia que ha azotado a la población del Cesar, en
municipios, veredas y corregimientos.
Un cierto nerviosismo se apodera de la joven, que empie-
za a jugar con el pitillo y no deja de mirar hacia la puerta. El recorrido dura quince minutos. Llegamos al parque que
rodea al ancestral río, donde por estas fechas muchas fa-
– ¿Sobre qué vamos a hablar? ¿Esto para quién es o qué? milias se van a bañar y hacen paseo de olla. Nos sentamos
en una banca.
*
Mirian me mira fijamente con cuidado. En su rostro se
nota la lucha que ha tenido que librar para quitarse una Le hago una broma para distensionarla y su sonrisa revela
estigma que ronda a las jóvenes de región. Sobre todo para unos dientes blancos perfectamente alineados que ilumi-
desvirtuar los comentarios de los adultos, convencidos nan su rostro.
de que las muchachas se les ofrecieron a los paras para
cocinarles y lavarles la ropa. – Yo no pude estudiar. Esa violencia frenó muchos pro-
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
Mira hacia el horizonte donde se ven las montañas despejadas, sus ojos se
humedecen y se lleva las manos al rostro tratando de detener las lágrimas. Para
ella, los recuerdos del abuso son como sombras que la acompañan y por años
ha tratado de sobreponerse a eso que llama su pesadilla.
– He luchado por superar lo que me pasó porque físicamente quedé muy mal.
Estropeada, llena de moretones. Todavía tengo la sensación de su peso enci-
ma de mí, con armas y proveedores que apretaban mi estómago, mientras me
obligaba a moverme. Me golpeó el rostro tratando de evitar que lo alejara con
mis brazos. Fue inútil, era muy fuerte. Aun así lo arañé en el rostro y traté de
patearlo con mis pies. Lo que hizo no se lo deseo a ninguna mujer, porque eso
te marca para toda la vida y te vuelve prevenida con los hombres. Los dolores
en el estómago pasaron, pero los que quedaron en el alma no se van a borrar
nunca. La violación envenenó mi cuerpo. No olvido su rostro, jadeando y
sonriendo como si hubiera sido un juego. Eso golpeó mi vida por mucho tiem-
po. Siempre que iba a salir tenía susto de volvérmelo a encontrar. Por eso es
injusto que ahora digan que muchas muchachas eran las mozas de esos tipos,
sin saber qué pasó y tenerlos que ver todos los días. Restablecer el nombre de
uno es tan difícil.
– ¿Cómo fue
que Piter dio
con usted?
– Estábamos en el colegio. Recuerdo que permanecía en el retén a la entrada
del pueblo y me había echado el ojo. Cuando pasábamos por allí él estaba con
un compañero, controlando a la gente que iba a entrar en el pueblo. Una vez
me vio y le dijo a uno que montaba motocicleta que lo reemplazara. Yo iba con
otra compañera de camino a casa. ‘Piter’ empezó a echar piropos, que de las
dos la que le gustaba era yo. Nos decía que nos podía acompañar hasta la casa
cuando saliéramos del colegio, para no que no nos pasara nada. Como no le
hacíamos caso, él siguió molestando hasta que se quedaba en la carretera y se
devolvía al retén. Mi amiga llegó a decirme que ese tipo le daba miedo.
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
Cada día, John Fredy se quedaba cerca al colegio donde Mirian salía con la
compañera del colegio para acompañarla hasta su casa por la polvorienta ca-
rretera. ‘Piter’ empezó a conocerlo y se dio cuenta de que John Fredy y Mirian
empezaron a salir.
– “Al ‘para’ no le gustó ni cinco que John nos esperara. Me contó que un día le
dijo que no se molestara en ir hasta el colegio por mí, que él nos cuidaba y que
se ahorrara ir hasta allá. Mi amiga me decía que el tipo empezó a obsesionarse
conmigo y era peligroso. Igual le pasó a otras muchachas del colegio, varios
paras empezaron a molestarlas y a acosarlas cuando salían de estudiar, a la
una de la tarde”.
L a s m u j e r e s e n l a me s a v i v i amos e n un i nf i 3rn o
La
violaciÓn
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
– Me puse a llorar
yme dolía
todo el
Él se levantó y empezó a arreglarse el pan-
talón camuflado que tenía en los tobillos, hasta se le cayó
la pistola. Los tres tipos que se llevaron a John Fredy lle-
cuerpo.
garon al sitio donde yo estaba. “La pasó bien, no, jefe, —le
dijeron— con está sardinita” y se reían. ‘Piter’ les preguntó
dónde dejaron el cuerpo y le respondieron que más abajo,
“por una cañada”. Yo me incorporé y me subí el pantalón.
Sentía asco. Los tipos se reían y decían que “eso me pasaba
por andar con noviecito del pueblo”. El cabello y la ropa
quedaron impregnados con hierba seca y chamizos; los
paracos se alejaron de allí y ‘Piter’ me gritó que si contaba
algo mataba a mi papá y a mis hermanos por guerrilleros.
Yo sentía que me estaba ahogando y empecé a caminar.
Me senté en un tronco y lloraba escandalosamente, mal-
decía a ‘Piter’, me sentía sucia, siempre tengo en mi cabeza
esos momentos. Salí a buscar el cuerpo de John Fredy y lo
encontré bien abajo, estaba boca arriba y tenía dos tiros
en el pecho y uno en la frente. Su camisa estaba empapada
de sangre, me devolví para pedir auxilio. Salí a la carre-
tera y me encontré con un señor que pasaba a caballo. Le
dije que abajo en la cañada había un muchacho muerto y
que la familia vivía cerca de la vuelta, donde hoy está la
estación de Policía. El señor dijo que le avisaba a la familia
cuando pasara por allí, me preguntó que cómo sabía, yo le
dije que había escuchado varios tiros por la cañada. Yo no
quería dejarlo solo. Esperé cerca de allí hasta que llegara
alguien de su familia.
Mirian esperó por casi media hora sentada al borde la Él me amenazó que si decía algo yo
carretera. El papá de John Fredy bajó al sitio con el hermano también me moría, porque en este pue-
mayor, lo reconoció y se puso a llorar. Mandó a traer una blo las mujeres sobraban. No les diga
mula y como pudo lo cargó para llevárselo. Adolorida nada, ¿sí?, que sea entre las dos. Los
regresó a su casa. Cuando llegó, el instinto de su mamá le matan si usted les cuenta sobre esto.
avisó que había pasado algo y le preguntó si estaba bien.
Tenía ganas de vomitar y fue al baño. Después se dirigió Su madre aceptó el acuerdo. Lo que
a su cuarto. Su mamá la siguió y le preguntó si le había quedó en el aire fue qué iban a hacer si
pasado algo. ella quedaba embarazada.
– Mirian, mija, dígame ¿qué le pasó? Cuénteme. Usted
tiene algo. Mirian siguió asistiendo al colegio.
Después de la violación, su compor-
En medio del llanto le dijo que un paramilitar la había tamiento cambió. Casi no comía ni
violado, pero no le dio muchas explicaciones. Solo que dormía. Vivía atemorizada de volver
cuando se dirigía a la casa de su compañera Viviana, los a encontrar a ‘Piter’ en el retén. Para
‘paras’ la subieron a una camioneta y se la llevaron monte sentirse segura le dijo a uno de sus
arriba. La mamá le preguntó si lo conocía, ella le dijo que hermanos que la esperara fuera del
lo había visto cerca del colegio y que la seguía cuando colegio y la acompañara hasta la casa.
caminaba de regreso a la casa. Le contó a su amiga lo que había
pasado y esta le dijo que a una vecina,
– Mamita, no le vaya a decir nada a mi papá, porque lo ma- que se llamaba Paola*, también la
tan y matan a mis dos hermanos, se lo ruego por favor. había violado otro paramilitar, que
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
*
Un día sintió náuseas y salió del salón para ir al baño,
tenía ganas de vomitar. La situación se repitió durante va-
rios días y su amiga le dijo que estaba embarazada. Sintió
miedo, sobre todo pensando en la reacción de su papá y
sus hermanos. * * * * * * * * * * * * * * * * *
El
embarazo – Eso fue terrible. Mi mamá compró uno de esos test de embarazo que venden
en las farmacias y examinó la orina. Tenía tres semanas. Yo le conté que me
daban mareos y náuseas y me advirtió que debía hacer algo. ¿Que si quería
tenerlo? Para mis amigas debí haber tomado una pastilla para no quedar em-
barazada, pero quise tener al niño. Me tuve que retirar del colegio, ya estaba
terminando bachillerato. Mi mamá me envió a donde una tía en Pueblo Bello
cuando empezó a crecer la barriga, con todas las historias posibles, a pesar de
la oposición de mi papá. Eso fue un drama. La gente empezó a decirle a él que
yo me había metido con un paramilitar, que este me había dejado preñada y
por eso había salido corriendo de allá. Cargué con el estigma de que yo, como
otras muchachas, nos habíamos convertido en las ‘mozas’ de los hombres de ‘39’.
El
estigma
– Unas amigas, aunque no tienen niños, quedaron emba- a ver dónde estaban Táchira y Maracaibo para explicarle
razadas de los paracos y nunca dijeron qué hicieron con al niño el sitio donde estaba su papá. Tocaba echarle un
el bebé o si abortaron. Algunas todavía viven en el pueblo cuento para poder responder las preguntas que hacía.
y cuando nos vemos prefieren callar sobre lo que ocurrió.
Quizás ver a mi niño les recuerda que iban a ser madres – ¿Qué ha sido lo más difícil para usted?
adolescentes como yo.
– Lidiar con mi familia. Sobre todo la de mi papá, para que
En La Mesa hubo mucha cobardía. Las familias sabían que no lo miren a uno feo. Algunas de las muchachas violadas
sus hijas eran el trofeo de los hombres de alias ‘39’, pero se han salido para Valledupar a trabajar como aseadoras,
hacían las que no sabían nada. Por miedo, y después por como empleadas de servicio doméstico o como meseras
vergüenza. No querían que les dijeran que su hija era la de restaurantes. Allá nadie lo mira a uno mal ni lo seña-
moza de tal o cual paramilitar. lan. Uno ya entiende lo que pasó y el niño es una muestra
de eso, pero él no tiene la culpa, por eso no aborté. Toca
Para algunos, especialmente los viejos de hoy, no había seguir viviendo y salir adelante. Todas las noches cuando
muchacha de allá sana. Todas subieron a los campamen- lo acuesto le doy gracias a Dios por dármelo.
tos a prostituirse, a lavarles los uniformes. Éramos sus
cocineras, sus lavanderas y sus objetos sexuales, cuando En La Mesa no se sabe el número exacto de las mujeres
en realidad muchas mujeres eran sus esclavas. Sin em- abusadas durante los siete años que duró el sometimiento
bargo, algunas de ellas venían de Valledupar, las traían al de sus pobladores, por parte del frente Mártires del Valle
corregimiento o las contrataban en el Valle, y a ellos les de Upar de las AUC. Como Mirian, muchas jóvenes quisie-
quedaba fácil decir que eran de La Mesa. Quedamos con ran tener acompañamiento y entrar a uno de los progra-
dos estigmas: frente al pueblo, como las ‘amigas’ de los mas de Reparación de la Unidad de Víctimas del gobierno,
violadores, y frente a los paras como sus mozas. Para la pero tienen miedo.
gente del pueblo era fácil señalarnos como ‘las fáciles’ y
para ellos como sus ‘objetos’. Y no éramos ni lo uno ni lo
otro, cuando en realidad nos secuestraban para violarnos
y humillarnos. Otras se iban con ellos por miedo a que las
– Es que si visibi-
mataran o desaparecieran a sus papás o hermanos. No te-
níamos salida: ni para la gente de allá ni para los parami-
lizamos lo que nos
litares. Las mujeres de La Mesa vivíamos en un infierno. A
las que nos atrevimos a tener los niños, a no abortar, nos
ocurrió tenemos
tocó decirles que sus papás se fueron de viaje por trabajo
a Venezuela. Eso lo hice yo. Un día fui a un café Internet vergüenza que nos
señalen como las
‘putas’ de los paras.
H3ridas
/////////////
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
Las casas en Tuluá le permitían a Arturo estar cerca a Nidia, por su parte, era la “Tata” de su hermano, como él
sus hermanos y convidar a los de Cali a que lo visitaran, le decía. Cuando Arturo pasaba días sin hablar y a veces
incluso compró una finca en Yotoco para estar cerca a sin comer, su hermana lo seguía por horas intentando que
Noel. A veces con su ruana café iba donde su hermano probara bocado, ambos sabían que ella no iba a desistir y
o lo invitaba a su casa y se sentaban en la noche a beber. él no iba a negarle el plato de comida. Nidia era la única
Si tomaban Whiskey, lo hacían sin hielo como acostum- capaz de sacarlo del silencio y el ayuno al que nunca supo
braban; si era cerveza, Noel se la pasaba al clima como por qué recurría. Como si fuera parte de un trato, Arturo
sabía que le gustaba a su hermano; y si era aguardiente, le dejaba un poquito de comida a su Tata, no importaba
por ley, lo servían en un vaso. si ella estaba o no, o si él comía por fuera o en casa, ella
siempre iba a encontrar su porción en la cocina.
***
H3ridas
Cinco años antes de morir, la familia Seis meses antes de ser asesinado fue
organizó una velada sorpresa para èl la última vez que la familia completa
en Yotoco. Comida, trago, cantantes, estuvo reunida, fueron casi 100 perso-
palabras y placas conmemorativas nas a visitar al tío que estaba en Tuluá.
fueron el resultado del único home- No lo planearon, todos coincidieron.
naje en vida que ha hecho la familia. Algunos, después de 23 años, lo ven
Sólo a Frederman le fue imposible como una despedida a uno de los
viajar por un retraso del vuelo; desde integrantes del Colegio de Abogados
Bucaramanga lo llamaba llorando y de Tuluá, al profesor de latín y derecho
disculpándose por no haber asistido. romano de la Unidad Central del Valle
Ese día, los hermanos le dedicaron del Cauca (UCEVA), su jefe de investi-
una canción a Arturo que se convir- gación, el abogado reconocido y pres-
tió en su himno y que los seis le can- tante del pueblo, el amigo, el padre, el
taron en coro: “Tú eres mi hermano esposo, el tío y el hermano.
del alma, realmente el amigo…”. El
único recuerdo negativo que tienen ***
de él es su muerte.
En la carrera 33 con calle 25, la Fune-
raria Sercofun, en el barrio Alvernia
de Tuluá, no da abasto. Esta maña-
na, las personas no han parado de
llegar desde que la muerte de Arturo
retumbó en el pueblo. Cinco buses
esperan parqueados al costado de la
calle. Tuluá está militarizada. Cuatro
calles alrededor de la funeraria están
cerradas por la cantidad de asisten-
tes al velorio. Una calle de honor se
abre para darle paso a los familiares
que van llegando.
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
***
H3ridas
***
***
Entre susurros y a grandes rasgos, No es la tristeza lo que quiero retratar, ni la huella de una
mi madre me contó sobre mi tío bala en un cuerpo, ni el frío mortal que entra por una
Arturo, si tocábamos el tema de- herida, ni la sangre en la tierra; son los rastros de la vio-
lante de mi abuela Melba, se iba de lencia en quienes sufren la partida. En las noticias abunda
donde estuviera. Empecé a llamar la muerte por armas y venganza, un pequeño resumen
a los hermanos de Arturo, a sus so- de quien mató a quién y cómo; a veces, la opinión de un
brinos. Algunos decían “no fui muy familiar… y todo parece quedar ahí, siguiente noticia,
cercano a él”, “no tengo muchos siguiente programa y en ocasiones un “qué pesar”. Pero el
recuerdos”, pero terminaban llo- dolor se queda, se aloja. Alguien, sin derecho alguno, arre-
rando. Cuando decidí escribir esta bató esa vida y dejó a una familia viviendo de ausencias.
historia mi abuela me dijo:
Tal vez la familia pensaba que era suficiente con no ser ac-
tores directos del narcotráfico para no verse involucrados,
pero todos pagamos los platos rotos cuando la violencia y
el narcotráfico permea la cotidianidad de los que nos cree-
mos alejados de esa realidad. Ningún Sepúlveda ni Muriel
llegó a imaginar un final así para Arturo. Parecía que con
estudiar y actuar lo mejor posible cualquiera puede vivir
tranquilo. Pero la violencia le gana a las buenas intencio-
nes. Aquí, hacer el bien o intentar hacerlo, sale caro.
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
***
Siempre me pregunté por Aunque las sobrinas de Arturo, las hijas de Olga por las
que veló, viven en Tuluá, ni ella ni sus hermanos que
qué no contaban la historia están en Cali, Bogotá y Dagua, lo han visitado en los últi-
de mi tío, luego supe que era mos años. La maleza ha cubierto la lápida y ni siquiera su
nombre se alcanza a leer. En vida, Arturo pasaba horas en
su manera de llevar el dolor. el Cementerio los Olivos, se sentaba frente a la banca del
sepulcro de sus padres y empezaba a reír:
¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬
¬¬¬
G o r g ó n a,
la
¬
melan ¬
colí¬
a del delito ¬
::::Por:
• Lina Marcela Isaza-López •
¬ —A los
muros se
los come la
s e lv a
–le dije al
Capi mientras las botas
pantaneras se hundían
entre las hojas.
—No sólo la
selva, l o s
lamen¬- Al pasar la reja me detengo a mirar
al cielo. Tiene la forma de las hojas
¬
Llegamos a Buenaventura después 60% de las actividades portuarias del país pero más del 80% de su población
de pasar por los Tubos, un famoso es pobre, según cifras del Dane; sin lugar a duda, esta desigualdad es el motor
balneario a la orilla del río Dagua, los de la violencia: grupos armados heredados del paramilitarismo, comúnmente
desvíos para Sabaletas y San Cipriano, llamadas Bacrim, las rutas del narcotráfico en la región y la ubicación geoes-
pueblitos pequeños donde se puede tratégica del puerto son detonantes claves del conflicto, que busca manejar los
disfrutar del húmedo pacífico bañado negocios rentables de las armas, las drogas y la siembra de cultivos ilícitos.
por ríos y abrazado por calor. El tráfi-
co se torna pesado, las motos esqui- Hay dos muelles además del turístico. De ahí zarpan barcos de carga y barcos
van carros, busetas y volquetas; los medianos que acondicionan para transportar víveres, encargos y personas.
pitos ya no dejan dormir y el bochor- Son barcos de tablas viejas con nombres peculiares: Discovery, Karen Vanessa
no, ese característico calor mezclado I, Karen Vanessa II, Amazonas... Por lo regular viajan con torres de canastas de
con humedad, nos dan la bienvenida cerveza en la proa que llegarán a varios pueblos del sur de la costa pacífica. La
al puerto más importante del Pacífico mayor parte se queda en Guapi y Tumaco, y de ahí se distribuyen a varios luga-
Colombiano, que de pacífico no tiene res del Cauca como Sanquianga, Negritos, Timbiquí y Bocas de Satinga.
tanto, Buenaventura es una de las ¬
—Sus
¬
nombres y
¬
pletamente notoria: manejan más del ¬
apellidos,
¬
niña
¬
¬
–dice la señora al otro
¬ lado del vidrio, encerra-
da en una caja de tablas
¬
¬
de madera de las que
¬
¬
transportan en los bar-
¬ cos de carga, transporte
¬
¬
tratados casi por igual.
¬
¬
G ø r g ó n a l a m e l a 4 ncolí a de l De l1t o
¬
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
—¿Cuánto
la sal se siente en la piel, entre los vellitos de los brazos,
en la cara y en los labios. El barco enciende sus motores
y después de la acostumbrada revisión de la policía, se
puede salir de Buenaventura con dirección al sur, pasando
del Valle del Cauca al departamento del Cauca.
A eso de las 11 o 12 de la noche, los pasillos se atiborran de
caminamos?
cuerpos por entre los que hay que saltar, de un lado y del —Como dos horas…
otro, para no pisar un pie, una mano, o incluso un bebé. —me contesta el Capi.
Al amanecer, llega la lancha de Parques Nacionales
Naturales, con dos funcionarios del parque. Agarramos
las maletas, hacemos una cadena para pasarlas hasta el
primer piso y, ya todo abajo, se pone en la lancha. En diez
— ¿Y esto Es?
minutos, después de casi 12 horas en mar abierto, estamos
en tierra.
— Sí, ya
llegamos.
esto es.
¿fea no?
—Son muros, nada más.
G ø r g ó n a l a m e l a 4 ncolí a de l De l1t o
El suelo está húmedo, como todo en la costa Pacífica. El Mientras nos adentramos por los pasillos de la cárcel,
agua es abrumadora, la humedad entra por los poros y se pequeños cuadros van recreando la historia. En la entrada
pega en las costillas, en los intestinos, en los huesos. El de la enfermería el recuadro, de cemento y letras grises,
aire caliente y húmedo entra por la nariz y por la boca, y cuenta las “crueles curas” a los que debían ser someti-
se revuelve con la sensación de desahucie, dolor, pena y dos los internos de la cárcel. “¿Tratamientos imposibles?
abandono que genera el lugar. El monte se devora el tiem- El doctor Bernardo Ocejo practicó cirugías de cabeza y
po, los recuerdos, la memoria. amputaciones mayores con segueta y cuchillo como único
material quirúrgico”.
Bien lo dice la primera placa en la entrada de la prisión:
“Oh, vosotros, los que entráis. Dejad toda esperanza”. Des- Pasamos por pasillos y pasillos. Muros de ladrillos, repe-
de que cruzamos la reja que marca el inicio de la Alcatraz llados con cemento gris, están dispuestos, formando casi
colombiana, el ambiente se torna oscuro; homicidas y un laberinto de lamentos; algunos con pequeñas entradas
violadores, en su mayoría, eran recluidos en la isla. Desde de luz, otros completamente oscuros. Las enredaderas se
que cruzaban esa misma reja perdían su identificación trepan por las paredes, parecen brazos que se extienden
personal y prácticamente el nombre. Se les asignaban desde la tierra para alcanzar el cielo, brazos que salen des-
códigos para ser identificados dentro de la cárcel, y eran de el purgatorio queriendo alcanzar las nubes.
sometidos a constantes abusos por parte de las autorida-
des, e incluso, de los mismos reclusos. Debían convivir Sus hojas grandes y verdes recubren el suelo, los mosaicos
con la selva, las serpientes y los mosquitos transmisores de los baños, la panadería y el comedor. Una pequeña reja
de enfermedades, que acababan, de cierta manera, el su- separaba al cocinero del resto de la prisión; cuentan que
plicio de la soledad. muchos fueron apuñalados por no conceder indulgencias
a los prisioneros; los presos tomaban venganza, algunas
Desde la entrada el lugar es abrumador. Los pasos se tor- veces con los guardas de seguridad como cómplices. Ali-
nan pesados, la selva murmurante. Los últimos rayos del mentaba más de 1500 personas, entre reclusos y funcio-
día entran por los espacios que dejan las hojas y las ramas. narios, con fríjoles, arroz y papa todos los días, cada día,
El suelo y las paredes mohosas asienten el tiempo que hasta el último del funcionamiento de la prisión.
anda a paso lento. La salida de la isla es igual que la entrada. Las maletas y
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
¬
— sí,
acá la
hume-
dad es
brava,
acaba
con todo.
los equipos se montan a la lancha, a eso de las 5 o 6 de la
tarde, y se espera hasta que el barco llame por radio teléfo- Se lo lleva todo -.
no a la Isla. No se puede escoger el barco, ni mucho menos
los camarotes. Los barcos tienen asignados días de zarpe
y tardan prácticamente tres días en ir y volver al puerto
de Buenaventura: el día que zarpan, un día completo de
navegación (según el último lugar que visitan), y el día de
regreso. Descargan las bodegas, y las personas abordan
lanchas, o canoas, que los llevan hasta sus destinos. Para
los lugareños, los viajes en barco no tienen mayor trajín;
viejos y chicos conviven con el mar, se arrullan con el
sonido de la ola al romper en la playa, con el barco, con la
lancha, con el mangle y las canoas.
:::: Por:
• Alexandra García •
El precio del
La educación superior
en Colombia
:::: Equipo de investigación:
• Alejandra Gálvez • Daniel Zaya • Edward Valencia • Jennifer Córdoba •
Manuela Riveros • Jhonatan Galeano
Nathaly llegó allí sin mucha fe. Junto con sus padres,
La sede del Icetex en Cali está ubicada evaluó los riesgos de realizar el préstamo. No quería que
le sucediera lo mismo que a una de sus primas, quien ter-
sobre la carrera 100, justo enfrente de la
minó de pagar el crédito ocho años después de graduarse.
Universidad del Valle. Tiene unas paredes A pesar de la explicación del asesor, nunca les quedó claro
a cuánto ascendería la deuda con los intereses y mucho
de vidrio oscuro que permiten ver el
menos cuánto tardarían en pagarla. Abandonaron el lugar
interior: el mismo ajetreo discreto de esperando que la vida no los pusiera allí de nuevo, allí
donde tantos han aceptado el peor de los contratos.
un banco, solo que todos los clientes son
estudiantes que poco saben de finanzas.. Sin embargo, para muchos no sucede igual. El crecimien-
to y la presencia continua del Icetex desde su fundación
en 1950 se debe, entre otras razones, a que los estudian-
tes de las universidades en Colombia son mayoritaria-
mente de las clases populares. Según el “Informe Nacio-
nal de Educación Superior”, hasta junio de 2015, el 80%
pertenece a núcleos familiares con ingresos iguales o
inferiores a tres salarios mínimos. No tienen otra opción
que endeudarse para estudiar.
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
Colombia prefiere fortalecer los recursos para préstamos En su artículo “¿Ser Pilo Paga? No nos confundamos”, Ro-
antes que encaminarse hacia una educación superior berto Behar, estadístico y doctor en Ciencias Matemáticas
con cobertura plena y gratuita. Esto se debe, en parte, al de la Universidad del Valle, se pregunta si los más pobres de
seguimiento ciego de las recomendaciones hechas por la verdad consiguen el puntaje exigido por el programa, sien-
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Econó- do ellos los que reciben la educación básica y media de peor
mico (OCDE) y el Banco Mundial. En el documento Eva- calidad. Según él, el Gobierno situó el punto de corte en 310
luaciones de las Políticas Nacionales - Educación Superior porque es lo que puede cubrir el presupuesto. Es decir, ¿qué
en Colombia (2012), estos organismos le recomiendan sucedería si se duplica la cantidad de estudiantes que cum-
al país, entre otras cosas, el aumento de recursos para plen los requisitos para aplicar al programa?, Behar afirma
préstamos estudiantiles como el primer paso para mejorar que subirían la línea de corte a 345. En efecto, en la tercera
el sistema de financiamiento, y la asignación de presu- versión, lanzada el 21 de octubre de 2016, Juan Manuel San-
puesto basada en resultados, es decir, la competencia por tos anunció que el puntaje mínimo para los preselecciona-
incentivos financieros. dos sería de 342. Behar se pasó por tres puntos.
La respuesta de Colombia a dichas sugerencias se ha ma- Los problemas en el sistema de educación superior no se
terializado en el fortalecimiento del Icetex, considerada deben únicamente a la falta de voluntad política, en reali-
una de las mejores instituciones de préstamos educativos dad, existen motivos económicos de fondo. El artículo 67
a nivel mundial, y en la implementación de Ser Pilo Paga, de la Constitución establece educación gratuita sólo hasta
un programa de créditos-beca para quienes obtengan los la secundaria. Esta falta de compromiso con el acceso a la
mejores puntajes en las Pruebas Saber 11, el cual otorga universidad es también falta de compromiso con la inves-
beneficios personales a los estudiantes, pero afecta el tigación y la ciencia.
sistema de educación superior público. Según el Observa-
torio de la Universidad Colombiana, hasta la segunda ver- En un país que camina hacia una mayor demanda de ope-
sión de Ser Pilo Paga, las universidades privadas recibie- radores, es decir, de personas con conocimientos útiles
ron el 98,4% de los recursos del programa, mientras que a para la vida laboral, la formación universitaria no es una
las públicas tan sólo les correspondió el 1,6%. Esto indica prioridad. Así lo demuestra el Acuerdo por lo Superior
una clara desviación de los recursos estatales. Dinero 2034, donde el escenario ideal planteado por el Consejo
público en manos de privados. Nacional de Educación Superior es aquel en el que la for-
mación universitaria deje de representar el 65% de las ma-
trículas en pregrado, como sucedió hasta 2015, para que
sea la educación técnica y tecnológica la que ocupe ese
porcentaje en el 2034. Es evidente que la educación supe-
rior es un negocio muy rentable, en especial para el Icetex,
los bancos y las instituciones privadas. Que lo digan Paola
y Nathaly, quienes vivieron un caos económico y emocio-
nal a causa de las deudas y las altas tasas de interés.
D o ss i e r x x : n ø b o r d3rs
*No
bor-
⁄⁄⁄⁄ders
::::Equipo de trabajo:
• Juan Rueda González
• Sarah Sánchez
• Diana Ríos
• Sofía Chazatar Hernández
• Estefanía Giraldo Muñoz
• Fabián Eraso
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
y
Yadira y Odeiky atravesaron la selva amazónica del Brasil, antes de llegar a Colombia.
Al caminar por una larga vía, con más “Hemos hecho un recorrido muy
huecos que pavimento, se llega al ba- grande… hubo momentos difíciles”
rrio Obrero. Las casitas están amonto- recordaba Odeiky cuando hablaba
nadas. Al fondo de la calle se avista el de su travesía hasta Turbo. El primer
mar oscuro, una bahía, las balsas que suelo extranjero que pisaron fue
descargan madera y el cruce a una Guyana. Caminaron por dos días. A
última calle embarrada por comple- su alrededor sólo veían selva, sentían
adira es una cubana corpulenta to. Al final de esta, ropas coloridas la humedad y los acosaban insectos.
con un rostro de almendra, sobre colgaban de improvisadas cuerdas. Así atravesaron hasta Brasil.Vivieron
su piel se mezclan el color rojizo Sobre baldes o troncos se sentaban hacinados en una bodega que un
dejado por el sol y su tez clara natu- los cubanos. Jugaban dominó, con- comerciante de Turbo puso a disposi-
ral; un vestido largo se ajustaba a su versaban, escuchaban música. Todos ción de más de 200 migrantes, en su
imponente figura y su panza redonda se ocupaban para matar el tiempo. mayoría cubanos.
revelaba seis meses de embarazo. Su
esposo Odeiky es delgado, moreno, Colombia es el principal centro de conexión migratoria entre Sur y Centro
su camiseta colgaba de sus hombros, América. Turbo debido a su cercanía con Panamá ha sido un punto de paso
como si aún estuviera en un gancho. obligado para migrantes de varios países. Pero la situación no es reciente,
Compartían en su expresión cier- Emélides Muñoz, secretario de gobierno, aseguró que “el tema de migrantes
ta pesadez, sus rostros reflejaban es histórico en el municipio”.
intranquilidad. Salieron de Cuba el 2
de noviembre del 2015 con el propó-
sito de llegar a los Estados Unidos. En A principios de junio, había más de cuatrocientos
junio de 2016 se encontraban varados
migrantes hacinados en una bodega de 240 metros
en una bodega de Turbo junto a cien-
tos de cubanos más. cuadrados.
Hileras de colchonetas copaban los pocos espacios por los que se podía apenas
caminar. Había además cuerdas con ropa extendida y maletas de viaje. Pero
esta espera de los migrantes también se repetía en otras zonas del continente;
según el gobierno ecuatoriano, en su territorio había alrededor de 5.000 cuba-
nos esperando continuar.
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
En Brasil, Yadira y Odeiky pensaron que no llegarían lejos. ra y de la misma manera planeaban llegar a su destino si
“Estuve cinco días ensuciando solo sangre” recordaba no lograban acceder a un puente aéreo (un acuerdo entre
Odeiky. Gracias a la caridad de indígenas brasileños logró dos gobiernos que facilita el paso de los migrantes en
recuperarse. Ahí permanecieron casi ocho meses, reu- avión desde el país en que se encuentran represados hacia
niendo dinero. el país que los recibe).
La migración irregular va acompañada de un negocio En 2014 se detectó que el 45% de las víctimas de tráfico
lucrativo e ilegal, el tráfico de personas. Algunos mi- humano, en Colombia, fueron de nacionalidad cubana. En
grantes pagan por ser trasladados, corriendo el riesgo de el paso por Brasil a Yadira y Odeiky les arrebataron todo;
convertirse en víctimas de “coyotes”, delincuentes que se es una escena que evitan mencionar.
dedican al tráfico de personas. A menudo, a los migran-
tes les quitan su dinero y sus pertenencias, después los En la última década, hasta finales del 2016, el flujo migra-
abandonan en medio de la selva. Son golpeados, violados torio a través de Colombia se había disparado. En el 2012
e incluso entregados para la trata de personas. el entonces presidente estadounidense Barack Obama
anunció sus intenciones de reestablecer las relaciones
Hay quienes prefieren no arriesgarse. Kelys Alvarez, una con Cuba. Fue evidente que eso podría significar la desa-
morena de labios gruesos y ojos grandes, viajó con sus dos parición de los beneficios que cobijaban a los cubanos en
hijos y su madre. “No me sometí a los peligros de la selva, Estados Unidos. Ante esa posibilidad, el éxodo cubano se
estaba viajando con dos niños pequeños” relataba Kelys. multiplicó. Mientras en el 2006 se detectaron 43 migran-
Intentaron establecerse en Ecuador, allí les negaron la tes irregulares en Colombia, en el 2012 fueron 700 y en el
visa profesional. Su segunda opción era probar suerte en 2015 se llegó a 8.855. Sin embargo, otro gran número de
EEUU. Para llegar a Turbo cruzaron dos países por carrete- migrantes no fueron detectados por las autoridades.
Los espacios que los cubanos compartían en la bodega, eran bastante limitados.
D o ss i e r x x : n ø b o r d3rs
Hasta Turbo, Yadira y Odeiky habían atravesado Guyana, manera ilegal por más de un año. Siguió hasta Colombia,
Brasil, Ecuador, Perú y Colombia. No lo creían fácil, pero vivió y trabajó en Medellín. “Cuando me enteré de que el
no lo imaginaban tan difícil. Yadira pensaba que nunca cuello de botella se había formado acá en Turbo, decidí
tendría hijos. Es diabética y ha sufrido tres abortos invo- venirme. Unirme a estos cubanos”. Como ella, cientos de
luntarios. “No podía tener bebés, diosito me lo mandó en migrantes llegaron a Turbo, conociendo la situación de
el camino”, recordaba mientras acariciaba su panza. En precariedad y hacinamiento que estaban viviendo sus
Brasil supo que estaba embarazada, de inmediato fue in- compatriotas, con la esperanza de que el gobierno de Co-
ternada en un hospital. Con Odeky planeaban que el bebé lombia abriera un puente aéreo hacia México.
fuera ciudadano americano, por eso continuaron el viaje.
El grupo de migrantes amontonados en la bodega creció
con los días. Los más recientes llegaban satisfechos por
el avance. Los más antiguos los recibían con aplausos y
Hasta Ecuador caminaron por el Amazonas abrazos. Aunque no se conocían, se comprendían.
y enfrentaron la selva con las maletas al
hombro. No tuvieron comida por tres días.
Durante la crisis Emélides Muñoz,
secretario de gobierno de Turbo, dijo que
Los pies de Yadira se hinchaban. “Vivimos una experien- el número de ocupantes de ese albergue
cia dolorosa, triste. Decirle al grupo: avancen, sigan, no
provisional había aumentado hasta las mil
podemos seguir así”, relataba Odeiky.
cien personas y que habían ocupado hasta
Hacinamientos similares al sufrido en Turbo, se vivieron
patios de casas vecinas.
en Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Los tres países termi-
naron por cerrar sus fronteras y negociar puentes aéreos
con México para agilizar el tránsito de los cubanos.
“No sólo con golpes se maltrata, aquí nos están maltratan-
El gobierno panameño cerró la frontera con Colombia el 9 do” afirmaba Odeiky. Los mosquitos, el calor que cientos
de mayo de 2016 para evitar una nueva oleada de inmi- de cuerpos intensificaban y la humedad, fueron algunas
grantes. Su presidente, Juan Carlos Varela, aseguraba que condiciones de la bodega que ponían en riesgo la salud
el país no se encontraba en condiciones de afrontar el de estas personas. En la parte trasera, a metros del lugar
flujo migratorio. La frontera fue militarizada ante los ojos en que por semanas prepararon sus alimentos, se pueden
de cientos de migrantes. Otros, como Yadira y Odeiky, se ver y oler, tan oscuras como espesas, las aguas residuales
enteraron al llegar a Turbo. estancadas. Un paraíso para la proliferación de mosquitos
y roedores.
Aylin Gari Cruz, una fotógrafa de 28 años, salió de Cuba el
31 de agosto del 2014. Pensaba radicarse en Ecuador. La alimentación, el hospedaje y los enseres de los migran-
No logró conseguir la visa profesional y permaneció de tes fueron asumidos por los habitantes de Turbo, sin ayu-
da del gobierno. “La mayoría de nuestros habitantes son
víctimas de conflicto armado interno, y entienden qué
es vivir en situación de vulnerabilidad”, cuenta Emélides
Muñoz.
gratorias, se establece que el gobierno dición, la recibieron de nuevo. Aseguraba que mientras
debe asumir el cubrimiento de las estuvo internada nunca recibió alimentos y tampoco se
necesidades básicas de los migrantes le permitió ver a su esposo. Decidió pedir el alta volunta-
y tratarlos de manera digna y justa. ria. Al hacerlo, tomaba total responsabilidad sobre lo que
pudiera ocurrir con su salud y la de su bebé. Más adelante
“Hicimos cartas, firmamos todos los fue atendida en el albergue por el equipo interdisciplina-
cubanos para que llegaran al canci- rio del Hospital Francisco Valderrama.
ller, o al presidente. Sin embargo, las
cartas se quedaron guardadas”; sin Kellys Álvarez, llegó al albergue con su madre y sus dos hi-
embargo, Emélides Muñoz aseguraba jos que se encontraban enfermos. El mayor tenía bronqui-
que no había diligenciado la carta tis. En Turbo lo atendieron, le recetaron antibióticos y otras
debido a que no estaba seguro de que medicinas. A Samuel, el bebé, se le empezaron a ver puntos
fuese escrita por los cubanos, ya que rojizos sobre toda la piel. Lloraba, no se calmaba por la co-
se la entregó alguien del pueblo. mezón. Era sarpullido producido por el cambio brusco de
temperatura sumado al calor excesivo de la bodega.
Cuando Yadira y Odeiky llegaron a
Turbo ella alcanzaba los 40° de fiebre. Los migrantes se pasaban los días en la puerta o en la
Fue ingresada al hospital de urgencia, zona trasera, temían salir y ser capturados por oficiales
pero su ingreso fue tan veloz como su de Migración Colombia. Temían ser deportados, perder
expulsión. Yadira no tenía documen- el dinero que habían invertido y el tiempo y esfuerzo de
tos ni dinero. Consideraba que por la travesía. Debían reducirse a la estrechez de la bodega.
eso le habían negado la atención. Días “Yo lo llamo un secuestro. Aquí dicen que los cubanos no
después, a causa de su delicada con- podemos salir a la calle”, denunciaba Odeiky.
Jornada de salud, en la imagen se encuentra Kelys Alvarez quién baja con sus hijos y su madre.
D o ss i e r x x : n ø b o r d3rs
Los cubanos que se vararon en Turbo, Antes del 9 de mayo, fecha del cierre
en su mayoría, ingresaron al país de la frontera con Panamá los mi-
sin reportarse con las autoridades. grantes salían a través de ella, sin
Los que se reportaron, al ingresar necesidad de comprobar que fuera
recibieron un documento de libre su lugar de entrada al país. A diario
circulación con una fecha de ven- se veían migrantes por las playas de
cimiento que suele ser de diez días. Capurganá y Sapzurro. Anthony Cor-
Para la mayoría estos documentos ya tés explicaba que eso sucedía porque
habían caducado. Migración Colombia no verificaba la
salida del migrante al que le entrega
Se dice que los cubanos tenían libre un “documento de deportación”.
movimiento en Turbo. Anthony
Cortés, integrante de la veeduría Algunos de los cubanos que no tenían
ciudadana del municipio, comentaba smartphone ni internet, no hablaron
: “si un oficial de migración detiene con sus familias en meses. “El único
a un migrante en la calle, lo lleva al teléfono que existe en Turbo para
departamento de migración y le da un llamadas internacionales, supues-
documento de deportación”, después tamente, está al lado de la oficina
no hay acompañamiento o verifica- de migración” manifestaba Odeiky
ción de su salida. recordando a sus hijas de 12 y 15 años
que dejó en Cuba y de las que no sabía
nada desde dos meses atrás. El inter-
net que algunos habitantes de Turbo
podían facilitarle era inútil porque en
Cuba la conexión es difícil y costosa.
Odelky realiza una video llamada para comunicarse con un familiar en Miami.
También hay 35 puntos de conexión en su país. “En Cuba el salario es muy Las relaciones diplomáticas entre
toda la isla, ahí se cobran 7 centavos por bajo, no tenemos posibilidad de aho- Cuba y Estados Unidos han sido con-
la hora. La gente se amontona. La cone- rrar” comentaba Juana Lina Torres, la flictivas desde la revolución cubana
xión es lenta y se cae con frecuencia. madre de Kellys. Ella vendió su casa de 1959, cuando el gobierno de Cuba
y todo lo que tenía en Cuba para reu- expropió las compañías y propieda-
Las presiones económicas son uno nirse con su hija en Ecuador. Desde des que pertenecían a estadouniden-
de los principales motivos de una el 2011 que se levantó la prohibición ses. Un año después Estados Unidos
emigración. Los cubanos se sienten de compraventa de casas en Cuba, levantó un bloqueo comercial contra
obstaculizados para progresar. Aun los precios y el mercado inmobiliario la isla.
siendo profesionales ven que sus crecieron de forma acelerada.
aspiraciones no son realizables en
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Don Ignacio Leal, un hombre de piel Antes de irse, los migrantes compartieron sus números de
clara y 56 años a cuestas, a quien lo WhatsApp y crearon un grupo para mantener el contacto
identifican sus cejas y bigote espesos, entre los que se quedaban y los que partían. Al grupo lo
comentaba: “Los cubanos tenemos llamaron “No Borders”. Lo escribieron en inglés porque es
una ventaja sobre los demás, el pue- el idioma que para ellos simboliza la libertad, el idioma
blo norteamericano nos espera con del país al que sueñan llegar y pertenecer.
los brazos abiertos”.
Algunos migrantes escribieron desde Panamá y Costa
Desde 1966 todo cubano que llegue Rica. En los mensajes, quienes pasaron mencionaban
a Estados Unidos sin importar cómo que es el trayecto más difícil que han hecho, debido a las
puede estar en ese país bajo palabra; piedras, montañas y ríos que debieron atravesar. Uno de
recibe un seguro social y un permiso los migrantes relataba que caminaron por casi siete días
de trabajo que puede tardar varios en medio de la selva, durmiendo en cualquier lugar y con
meses. Los migrantes esperan a que escasa comida. En el chat les recomendaron a los cubanos
pase un año y un día para ser benefi- que no tomaran esa ruta, porque tenían niños y personas
ciados por la “Ley de Ajuste Cubano”, mayores que no la resistirían. Una historia sobresale en
y solicitar su residencia permanente. los mensajes: dice que seis personas murieron ahogadas
intentando cruzar un río, entre ellos un niño de dos años;
iba con su padre, ambos fueron arrastrados por la corriente.
Para el 10 de agosto de 2016, por primera vez en cuatro En inmensas caravanas, cientos de
meses, el albergue estaba prácticamente vacío. Los más cubanos que usaron el salvoconducto
de 1.000 cubanos que estaban hacinados, salieron agrade- para avanzar en la ruta hacia Estados
ciendo a los turbeños que les auxiliaron. Unidos se amontonaban en peque-
ñas lanchas para llegar a Capurganá,
Muchos migrantes decidieron regresar a los países que primer destino a mar abierto que los
pisaron antes de estancarse en Turbo, como Ecuador y enrutaría en la selva sin naufragar.
Venezuela; algunos recién llegados que se hospedaban en
hoteles cerca al muelle fueron deportados a Cuba; Y otros Ignacio Leal y veinte cubanos más,
cientos decidieron emprender la ruta por la selva, desco- contrataron a un coyote que les cobró
nocida por sus ojos, pero retratada y contada por el chat 200 dólares para emprender la travesía
de No Borders. por la selva del Darién. El 11 de agosto
a las ocho de la noche, partieron hacia
la selva espesa. Caminaron durante
cinco días hasta llegar a Panamá.
Les tomó cinco horas subir la montaña. En el trayecto se Finalmente, en septiembre de 2016
encontraron con muchos cadáveres, especialmente africa- Ignacio llegó a Puerto Laredo donde
nos que tenían entre sus pertenencias pasaportes, biblias lo acogió la “Ley de pies secos, pies
y fotos familiares. mojados”. Después de hacer la respec-
tiva documentación tomó un avión
En el séptimo día de su travesía, a las cinco de la mañana, con destino a Miami para reencon-
Ignacio con los pies en llagas y deshidratado, descendió trarse con su familia.
la loma. Su condición hizo que no fuera al ritmo de sus
compañeros y se quedara solo. Después de cuatro horas Actualmente, Ignacio se encuentra
de camino, se encontró con un indígena a quien le pagó a la espera de su licencia de trabajo.
80 dólares para que lo llevara en caballo a Bajo Chiquito, Después de un año y un día de su lle-
el primer caserío embera en territorio panameño. Los gada a los Estados Unidos podrá pe-
indígenas de la aldea lo bañaron, le curaron los pies, le dir la residencia permanente. Como
regalaron ropa, comida y dinero para continuar el viaje. él, Yadira, Odeiki y Kelys lograron
cruzar la frontera en el 2016. Yadira
En la frontera con Panamá cogió un bus hacia Costa Rica. tuvo a su bebé en Panamá, en este
En ese país estuvo una semana en un hotel, allí se hizo momento vive en Houston, así como
amigo del dueño del lugar quien lo ayudó a salir por Gol- Kelys y su familia.
fito en medio de un retén por parte de las autoridades de
migración. En Los Chiles se encontró con más cubanos. El giro
En ese lugar contrataron a un coyote que los ayudó a atra-
vesar Nicaragua. Alquilaron burros y caballos para pasar El 17 de diciembre de 2014 el pre-
ríos, montañas y carreteras. sidente Raúl Castro y el entonces
presidente Barack Obama anunciaron
Cuando llegaron a Managua rentaron un taxi para que la decisión de restablecer relaciones
los llevara a la frontera con Honduras; sin embargo, el diplomáticas entre ambos países. El
coyote los dejó a catorce metros de la guardia fronteriza. 20 de julio de 2015, la reapertura de
Estuvieron cuatro días presos, los devolvieron a Managua la Embajada de Cuba en Washington
y después a La Cruz. En ese lugar estuvieron una semana, marcó el inicio oficial de una nueva
allí les dieron una ruta a través de la playa, dónde tenían etapa diplomática. En enero de 2017
que subir una montaña y coger un bus para, finalmente, dos empresas de Cuba y Estados Uni-
llegar a la frontera con Honduras. dos firmaron un acuerdo que permite
la exportación de carbón vegetal
En ese país se entregaron a migración, una semana des- cubano a Estados Unidos, siendo la
pués les devolvieron su pasaporte para seguir la ruta. En primera exportación efectiva que
Guatemala contrataron a unas personas que se dedica- Cuba realiza al país norteamericano
ban a pasar migrantes hasta la frontera con México. Allí en las últimas cinco décadas.
hicieron contacto con el cartel de “Los Zetas” quienes les
cobraron dos mil dólares para llevarlos hasta Hidalgo. “Hoy, EE UU está dando pasos impor-
tantes para avanzar hacia la normali-
zación de relaciones con Cuba y darle
una mayor consistencia a nuestra
política migratoria”.
Aylin Gary Cruz, emprendió su viaje sola y con seis meses un grupo de nueve cubanos y tres nepalís que encontró en
de embarazo hacia Estados Unidos, el 19 de diciembre el camino. Estuvo caminando durante varios días. “El día
de 2016, en vísperas de navidad. “Estuve trabajando en 24 llegué a Bajo Chiquito (Darién, Panamá) y estuve con
un restaurante de mesera en Envigado, vivía con el papá unos indígenas de esa zona, con ellos pasé nochebuena”.
del niño. Volví a Medellín porque en Turbo me quedé sin
dinero. Cuando logré juntar lo suficiente, salí de nuevo”.
Logró salir de la selva bastante débil, y
Pidió el salvoconducto en Medellín para salir de Colom-
como ella misma lo expresa, sin uñas en
bia. Al padre de su hijo, colombiano, le tomó por sorpresa
su decisión. “Desde que salí de Cuba en el 2014, llegar los pies.
a Estados Unidos y unirme a los integrantes del Partido
Republicano de Cuba en Miami (partido opositor de Cuba
al que pertenece), es mi anhelo. Intentar liberar a Cuba A pesar del cierre de la frontera de Panamá con Colom-
desde adentro no es posible”. bia, Aylin y las personas con las que iba en tránsito no
tuvieron inconvenientes con las autoridades panameñas,
El 20 de diciembre llegó a Turbo. No pagó coyote para “debió ser porque era época de navidad. El 25 de diciembre
adentrarse en la selva colombiana. El 21 de diciembre es- nos llevaron en una piragua hasta un lugar en Panamá que
tuvo en Capurganá. El 22 se adentró en la espesa selva con se llama Metetí”.
Ayleen Gary Cruz, primera cubana en pasar la frontera después de la eliminación de la ley de ajuste cubano.
D o ss i e r x x : n ø b o r d3rs
Los migrantes llegan a la bahía de turbo, de ahí parten en lancha a la frontera con Panamá para atravesar la selva del Tapón del Darién.
Pasó Panamá sin contratiempos, siguió por Costa Rica y En México, Aylin, ya no sentía can-
Nicaragua. El último día del año a las dos de la tarde esta- sancio, y pensaba que lo que había
ba en Managua. “Ahí me quedé una semana, entre el 31 de vivido hasta el momento solo lo
diciembre y el 6 de enero, buscando la forma de salir. Tuve repetiría en pesadillas. Sentía que era
que pagar un Coyote para que me sacara de Managua para poco lo que faltaba para culminar. El
llegar a Honduras”. En moto y caballos, el 6 de enero llegó 12 de enero, día en que derrocaron
a Choluteca, primer pueblo en la frontera con Honduras. la ley, ella estaba pidiendo el Salvo-
conducto en migración en Tapachula
“El lunes 9 de enero me devolvieron mi pasaporte, y ese para seguir hacia la frontera. Fue allí
día salí a Guatemala en un bus directo por todo Hondu- que se enteró de la noticia.
ras hasta la frontera. El día 10 llegué a Guatemala, seguí y
viajé toda la noche; y a las 5 de la mañana del 11 de enero Como si se repitiera la misma historia
ya estaba cruzando el río para México, y allí nuevamente vivida en Turbo, Aylin, no podía creer
pagué Coyote para que me llevara a Tapachula”. que eso estuviese pasando. “Fue terri-
ble, había mucha desesperación,in-
certidumbre y desconsuelo. Esa era la
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meca, después de pasar por tantas cosas, uno llegaba aquí y era bien recibido
y acogido. Que Obama haya quitado la ley sin más ni menos, sin dejar elección
al que viene en camino, ni a mí, ni a nadie, es de las peores cosas que me han
podido pasar, no se compara ni siquiera con todo lo que viví en el camino, mi
ilusión era llegar, y lo logré”.
:::: POR:
• Kelly Sánchez •
EN EL PARLANTE
SE CONOCE AL
CANTANTE
D o ss i e r x x : 3 n e l p4rlant e s e con0c3 al cant 4n te
***
Jay —¿Querés correr con nosotros?
Dreela
Antes de decir que sí, ya corremos en medio de los peato-
nes que esperan la ruta del Mio en la estación de la Unidad
Deportiva. Son las 10 de la mañana de un viernes caluroso.
Suena la alarma de cierre de puertas y alcanzamos a entrar
Jay por la pronunciación a un bus. Apenas se acomodan los últimos pasajeros,
Frank y Diego sacan un bafle, encienden el micrófono y
de la J en inglés, homenaje saludan sonrientes a su público. Algunos voltean la mira-
a su amigo Jeison que da, otros murmuran en tono desganado “más cantantes…”.
En un trayecto completo de una ruta del Mio, pueden
mataron hace un tiempo. subirse hasta seis vendedores de dulces, de lapiceros, de
Dreela (drila) le llaman a las cartillas, cantantes y hasta magos.
trenzas en Buenaventura. Una vez Frank empieza a cantar, acompañado de los rit-
mos que brotan de su parlante –algo así como un hip hop
de la costa pacífica-, las miradas se enfocan en él. Frank es
El Kirios; Tiene 28 años, es un moreno delgado, de cresta
afro, luce un blazer oscuro.
Kirios
Su seudónimo lo escuchó alguna
vez en la iglesia a la que va,
significa señor, dueño y amo.
Llegamos a la estación Pampalinda, justo al frente de la Hoy como casi todos los días, Diego se levantó a las 5:40
Universidad Santiago de Cali. Jóvenes estudiantes entran de la mañana, en su pequeña habitación alquilada en el
y salen de la universidad, futuros profesionales. Es proba- barrio los Chorros. Salió de su casa a las 6:30 hacia una
ble que ninguno de esos chicos tenga que trabajar en un panadería cercana a la estación Caldas. Frank se levantó a
bus para pagar sus estudios. Estudiar allí es más de lo que las 5:30 en el barrio El Vallado. Se dirigió a la casa de su ex
Diego y Frank podrían costearse. esposa en los Chorros para llevar al colegio a una de sus
tres hijas a las 6:30. A las 7:00 Frank y Diego se encontra-
Un joven con su parlante pretende subirse a la ruta de la ron en una panadería. Oraron antes de salir a trabajar. Para
que nos estamos bajando. Al ver a Frank y a Diego se detie- que su Dios los fortalezca contra los gestos despectivos
ne y no sube “¡tey quisiri, menor!” (take it easy) —le dice con los que tienen que lidiar en los buses.
Frank al joven y se ríen—. El chico —le llaman albino por
su piel despigmentada— sabe que no puede subirse al bus ***
porque acaban de trabajar en él.
Es jueves a las 2 de la tarde, pleno sol en Cali. Diego y yo
Mientras Frank vendía golosinas en los buses, Diego era vamos en un alimentador del Mio. Esta vez no canta, solo
vigilante de un edificio. Cuando renunció al trabajo, un está sentado a mi lado esperando a que lleguemos a nues-
D o ss i e r x x : 3 n e l p4rlant e s e con0c3 al cant 4n te
***
Además de este detalle, los buses que Monedas de todas las denominacio-
abordan deben cumplir otras con- nes, billetes de mil y dos mil, los de
diciones: no deben ir muy llenos, ni cinco mil son escasos, alguna vez les
muy vacíos; no debe haber alguien dieron uno de cincuenta mil,
trabajando en él; no puede ser una
ruta que pare en todas las estaciones —El Jorge Isaacs del billete de cin-
y si es una de esas la toman en una cuenta no más picó el ojo —, dice
estación donde tengan tiempo de Frank giñando un ojo en una mueca
hacer su presentación sin que pare graciosa y se carcajea.
tantas veces. A veces puede pasar has-
ta una hora sin que puedan abordar Se acerca el medio día. Nos dirigimos ha-
una ruta. cia el sur al restaurante donde almuerzan
todos los días. Es un espacio pequeño de
Según las últimas cuentas del DANE paredes blancas, techo de tejas, mesas de
en el 2016, Cali, después de seis años, manteles verdes y azules.
dejó de tener la tasa de desempleo
más alta entre las principales ciuda- Diego se ha quedado en camisilla y en
des del país. Sin embargo, aunque la sus brazos descubiertos sobresalen
desocupación disminuyó, el trabajo varios tatuajes. El primero está en el
informal subió un punto porcentual. brazo izquierdo, se lo hizo a sus 15
En una población de más de dos años, antes de saber cómo se escribía
millones quinientos mil habitantes, su seudónimo, por eso tiene escrito
alrededor de seiscientos mil trabaja- Jey Drila en lugar de Dreela. Un poco
dores informales —casi la cantidad más arriba en el mismo brazo se tatuó
de personas que toda la flota del Mio notas musicales, aún sin mucha
podría movilizar durante dos días—, idea de pentagramas. También tiene
entre artistas urbanos, vendedores la D de Diego en llamas. En el brazo
ambulantes, empleadas de servicio derecho tiene la palabra Hip Hop en
doméstico, albañiles, recicladores, colores y otro tatuaje que más bien
transportadores ilegales, prostitutas y parece un error del tatuador.
hasta paseadores de perros, buscan la
forma de sobrevivir el día a día. Frank cuenta el dinero que han reco-
gido. Separa las monedas en peque-
Nos enrutamos en un E31 que viaja ñas torres por denominación.
hacia el norte. A la velocidad que lleva
el articulado, la ciudad se dibuja bo- —Todo lo pagamos con monedas, a
rrosa a través de los ventanales. Allá veces la gente se enoja —dice Frank
fuera cada quien se dedica a lo suyo, riéndose.
el ejecutivo que va para su trabajo, el
malabarista del semáforo, los corta- En otro lado acomoda los billetes
dores de césped, el empresario en su arrugados. Luego separa el dinero
oficina. Mientras tanto aquí, dentro
de estas paredes de lata, estos chicos
soñadores desgastan sus voces inten-
tando que los noten, que se interesen
en ellos, que los consideren verdade-
ros artistas. Luchan por sobreponerse
a la muchedumbre que engulle cada
día el azulado animal metálico.
***
en dos pequeñas bolsas transparentes. Diego y Frank se —Es un tema con los golpes del dance
dividen el dinero en partes iguales. En promedio pueden soul y comenzamos a agregarle ma-
ganar treinta mil pesos al día trabajando de 7 de la maña- rimba, congas, un bajo, tamboras afri-
na a 12 del mediodía y de 5 de la tarde a 8 de la noche. Una canas, algo del pacífico, un poquito de
vez en un día de diciembre cada uno se quedó con ciento salsa y guitarra eléctrica. Es una fusión
cincuenta mil, pero también han llegado a irse a casa con con mucho sabor. Queremos tener
diez mil pesos cada uno. Hace algún tiempo se propusie- nuestro sello propio —dice Diego con
ron ahorrar diez mil pesos diarios para la grabación de un propiedad, explicándome el tipo de
álbum, pero las cuentas no dan. Cuando pueden ahorran canción que están a punto de grabar.
veinte mil mensuales. A veces trabajan separados, las Es la octava canción de su álbum.
ganancias no alcanzan para los dos.
Jay Dreela y el Kirios cantan al ritmo
Diego enciende el bafle y me muestra algunas canciones de la pista para ajustar los últimos
que han grabado del álbum Esto está claro o no está claro arreglos antes de entrar a la cabina de
en el que están trabajando. Suena muy bien. Grabar cada grabación.
canción con Samy, un amigo productor, les cuesta dos-
cientos mil pesos. Les falta grabar unas cinco canciones ***
para tener listo su primer álbum. Por ahora ahorran para
la octava canción. En la estación Tequendama, Frank
y Diego, saludan a un joven de baja
estatura, lleva facturas de servicios en
la mano —¿Y esta vez estás pidiendo
para pagar los servicios o qué? —le
dice Diego en tono dicharachero. El
joven de los recibos no contesta, solo
ríe y sube a un bus. Me cuentan que
también suben a los buses muchos
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
***
Te
llamarías
Helena
::::Por:
• Angélica María Bohórquez
Anotaciones infantiles
que escapan al espacio que comparten los dos, silencios de verlo y voltear la cara, de estar ahí, enamorada, que-
que hablen de conflictos, evasiones que tracen otro cami- riendo, pero con la identidad a medio hacer, tratando de
no deseado, pasos que lo siguen y se alejan. Cuidar de al- descubrir quién soy. Todo es sencillo porque ahí termina,
guien tan vulnerable debe ser como cuidar de mí misma, cuando me dice “andá, descubrite”, y entonces me voy.
de salir lastimada. El intento por interpretar esos movi-
mientos da origen a una paranoia permanente y manías,
extrañeza, equivocaciones y momentos que se arruinan
en medio de ese esfuerzo. Así que ni porque intente
sobredimensionarlo podría entender lo
Lorena es la mamá de Elisa. El papá de Elisa se llama
Jonathan. Lorena y Jonathan se conocieron en la uni- que es vivir con alguien o tener un corazón
versidad, primer semestre de Comunicación Social en el
latiendo en el útero o cuidar a un ser que
Politécnico Grancolombiano de Bogotá. Tenían dieciocho
y diecinueve años cuando empezaron a salir. Hoy tienen respira por la cabeza.
treinta cuatro y treinta cinco. Elisa apenas cinco y cuando
Lorena le alza la voz, llora y grita “Quiero a mi papá”, pero
Jonathan siempre llega tarde, entonces Lorena la duerme
antes, para evitar líos. A Jonathan no le gusta que la re- Carta a un niño que nunca nació
gañe, tampoco hablar de su mal comportamiento, hablar
del hogar, llegar al hogar, que Lorena le pida plata para el Oriana Fallaci, periodista y escritora italiana, había publi-
mercado, que le diga que necesita el carro. Él merca, él cado seis obras a sus cuarenta años. En 1969, con Nada y
maneja, porque él trabaja. Y aunque ella se quede en casa, así sea, un reportaje sobre la Guerra de Vietnam, obtuvo
todos los días Elisa quiere a su papá. reconocimiento internacional y empezó a consagrarse
como una de las mejores del oficio. Auténtica feminista
3. Vivir con alguien, es decir, con una pareja y formar una con una carrera brillante, dos aspectos que hicieron que
familia debe ser tan engorroso como tener una pareja, sus allegados y colegas se sorprendieran cuando les dio la
pero hay que sobredimensionarlo, lo que resulta difícil noticia de que esperaba un bebé, en los dos sentidos que
pues en mi caso siempre llega el tiempo de encerrarme, encierra el verbo esperar.
Te l l a m a r í a 5 H e l 3 n4
Había tantos juicios, porque era una nidad: la de vacío y fin de las certezas. Es una discusión
profesional brillante y porque no era difícil esa sobre el inicio de la vida:
“señora”. La hostilidad hacia la futura
madre se podía atrapar en las manos: “Yo odio esa palabra que aparece por todas partes y en
cuando iba a consulta médica y decía todos los idiomas. Amo-caminar, amo-beber, amo-fumar,
que era “señorita”, cuando el padre amo-la-libertad, amo-a-mi amante, amo-a-mi-hijo. Trato
del bebé anunciaba que sólo pondría de no usarla nunca, de no preguntarme siquiera si aquello
la mitad del dinero necesario para que perturba mi mente y mi corazón es lo que llaman
arreglar semejante lío, cuando su jefe amor. Pienso en ti en términos de vida”.
la despojaba de toda humanidad para
recordarle que era una productora de
textos para publicación.
El anverso
***
Ella, como Oriana y tantas mujeres, sólo necesitó un par de días de retraso para
entender lo que pasaba: llevaba un niño adentro. Entonces se sentó en la cama
estrecha, tendida de blanco raído, y se golpeó el vientre tan fuerte como pudo.
Cuando entendió, con la misma claridad con que supo que estaba embarazada,
que no era la manera de resolverlo, clavó la mirada en el piso de tierra y pensó
en quién podría ayudarla, poner la mitad del dinero para resolver el problema.
El novio no era una opción, tenía diecisiete años.
Salió de su casa procurando guardar la zozobra en el bolsillo para que sus pa-
dres no la vieran. Luego corrió al colegio. Era miércoles.
4. Estar embarazada sin desearlo debe ser como enfermar de repente por
tiempo indefinido en el momento en que más te gusta salir de casa. Hay días
en los que es mejor quedarse y ver los canales nacionales, embeberse de esos
programas de la tarde que muestran “casos de la vida real”. Pero una dosis
diaria de eso es letal. La mayoría de los días es mejor pasarlos entre calles y
salones. Arreglarte cada mañana, esperar el bus, caminar hasta la universidad,
las clases, el almuerzo, dormir en el pasillo, comer helado, reír y mancharse de
helado, andar de la mano con alguien, besar, follar, follar, comer más helado,
volver a casa sin nada en los bolsillos.
Te l l a m a r í a 5 H e l 3 n4
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El desencanto
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Fin
Vivirsin agua
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
:::: Por:
• Abrahán Gutiérrez N. • Lorena Ceballos •
D o ss i e r x x : v i v 1 r s i n agu4
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Victoria Hernández -27 años, trigue- del 2016 sufrió los embates del racionamiento: «¡Era
ña, cabello negro y liso- vive desde terrible! Por lo general, quitaban el agua en la madrugada,
hace año y medio en el sector de los niños no podían bañarse antes de ir a la escuela y por
Meléndez, en el conjunto de apar- eso, a veces, no había guardería».
tamentos Madrigal Campestre, 20
torres erguidas en la parte media del ***
lomerío. Es madre de dos infantes -de
ocho y un año y medio- que despide Pocos científicos advierten, de forma reiterada, las con-
todas las mañanas con besos y abra- secuencias futuras de no recuperar el río Cauca como la
zos. Su esposo, Eduardo, es el encar- investigadora del Cinara Inés Restrepo Tarquino, que lleva
gado de llevarlos a la escuela y guar- veintiséis años desarrollando alternativas en torno a la
dería, respectivamente. A comienzo gestión sostenible de recursos hídricos. Según esta exper-
ta, tres cuartos de Cali se abastecen con agua del río Cau-
ca, sin embargo, el afluente sufre una gran contaminación
en su trayecto desde el norte del Cauca. Los caleños somos
parte del problema porque descargamos todas las aguas
residuales y de lluvia a cuatro kilómetros de la bocatoma
de la planta de Puerto Mallarino –justo en donde se recoge
al agua para potabilización-. Cuando mengua el caudal del
río la proporción de contaminantes que vacían las pobla-
ciones “de aquí a la salvajina” se incrementa a niveles tan
alarmantes que se debe cerrar la toma.
D o ss i e r x x : v i v 1 r s i n agu4
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Esteban Riascos -46 años, delgado, bigote y nariz aguileña- llega a su casa, en
las inmediaciones de Polvorines, escurriendo agua. Es un miércoles lluvioso
de junio, nueve y cinco de la noche. Su domicilio queda en un sector llamado
“El ocho”. En la puerta metálica de la vivienda hay un agujero redondo de unos
cuantos milímetros. Si se mira hacia el interior, el caos reina en el recinto:
una mesa de madera sin pulir, una poltrona y algunas sillas Rimax, están
esparcidas sin orden aparente. El agujero está ahí desde hace dieciséis años,
desde el día en que asesinaron a uno de sus hermanos. Estaba en estado de
alicoramiento cuando se recostó en la puerta para escapar de sus verdugos. El
boquete en el metal recuerda tiempos difíciles. Esteban, tecnólogo del Sena, es
“cristiano”; aunque ahora cree en el perdón, defiende la idea de salir a tapar las
calles cuando lo dejan sin agua.
***
***
¿Qué hacer sin el río Cauca? El agotamiento de las cuencas hidrográficas está relacio-
nado de forma directa con la preservación de los páramos.
El vertido de contaminantes -desagües de fábricas y Según la investigadora del Cinara, el cambio climático
lixiviados provenientes de rellenos sanitarios- en el río genera incrementos de temperatura intolerables para los
Cauca, causa alarma en los expertos. A Inés Restrepo páramos: ‘muchos estiman que, en menos de un siglo, los
Tarquino la perturba la inoperancia de la legislación am- páramos y glaciares desaparecerán’. El fin de estos sis-
biental en estos casos: ‘‘Aunque existe la normatividad, la temas implica el fin de los ríos. «El macizo colombiano,
Resolución 0631, que pone límite a los vertimientos, y las un páramo gigantesco, es el que bota el agua para el río
autoridades ambientales (en el Cauca, la CRC; en el Valle Cauca, el río Magdalena, el río Putumayo, el río Caquetá...
la CVC y en Cali, el DAGMA), los organismos de control no El fin de la vegetación de páramos es un problema gravísi-
cuentan con la capacidad técnica para hacer control de mo, un problema que podría secar cualquier río. Muchos
esos vertimientos’. Flota en el aire su preocupación: de los afluentes que caen al Cauca desaparecerán».
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
Son alarmantes estas proyecciones. recinto goza de un pequeño tragaluz sobre el lavamanos
El día en que los extremos climáticos y, en la parte superior de la entrada, un crucifijo “exorciza
se extiendan y la contaminación del los malos tiempos”. La anciana, encorvada por efecto del
río Cauca se agudice, debido a nuestra tiempo, afirma que desde hace treinta años habita en El
Cauca-dependencia, el problema del Alto Jordán. Cuando habla del terruño en el que construyó
desabastecimiento no se limitará a una familia con Hernando Restrepo, su amor de toda la
las zonas de ladera, sino que afectará vida, se le quiebra la voz. A menudo interrumpe el relato
a toda Cali. No habrá agua en ningún cuando lanza un manotazo para aplastar un zancudo con-
grifo y las personas desesperadas tra la pared. Los zancudos abundan en la temporada de
podrían volcarse a las calles a exigir calor, los meses calurosos suelen advertir ‘que se vienen
el recurso mediante bloqueos –como días sin agua’.
el pasado-. El día en que el páramo
muera por la desidia administrativa, Esteban Riascos conoció a Yolanda García Calero en una
no habrá protesta que traiga el agua fila para acceder al líquido de un carrotanque en el 2012:
de vuelta. Padeceremos sed, Cali se «Como nos quitaban el servicio y a veces allá arriba no
peleará por agua, mientras lo único llegaban los tanques, veníamos en el motocarro con el que
que arrastren los ríos será un flujo trabajo para subir los baldes. En esos días doña Yolanda
continuo de sustancia tóxicas. me contrató para llevarle unos timbos hasta la casa». Son-
ríe. Fue por esa fecha cuando se unieron para protestar,
*** bloquear calles y exigir. Llegó ese instante en el que todos
empezaron a planificar “mecanismos de presión”, cuando
El baño de Yolanda García Calero se agotaron, desesperaron, y emergió una suerte de sen-
tiene un metro de ancho por metro tido de justicia, de reclamo por la falta de soluciones a un
y medio de largo. Desde el exterior problema de décadas.
se puede ver el reflejo de la anciana
en el espejo embadurnado por las
salpicaduras de crema dental. El
D o ss i e r x x : v i v 1 r s i n agu4
***
En agosto del 2015, los niveles de agua”. Ahora camina ágilmente loma
los ríos Cali y Meléndez disminu- abajo, su piel de brea contrasta con el
yeron –otra vez- de forma crítica y pavimento gris. No hay brisa, no hay
Julián Lora, gerente de Acueducto y árboles, el resplandor del sol sobre la
Alcantarillado de Emcali, garantizó el carretera es enceguecedor. Mientras
suministro de agua, a la Comuna 18, baja la pendiente con “agilidad de
mediante la prestación del servicio muchacho” comenta que, si este año
cada día de por medio: martes, jueves vuelve a haber sequía, los habitantes
y sábados. El Fenómeno del Niño, del sector deberán subir la montaña
un patrón climático que genera en el con tarros al hombro. «Ojalá siga
Valle del Cauca el incremento de la lloviendo, mijo… Ojalá».
temperatura y sequía de los acuíferos,
se extendió hasta enero del 2016. Los Sin embargo, la escasez no ocurre
ciudadanos de a pie suelen recordar sólo por la temporada de calor y eso
la escasez en época de calor, cuando bien lo sabe Inés Restrepo Tarquino,
este fenómeno somete la capital va- con veintiséis años en busca de ase-
llecaucana a temperaturas que sobre- gurar el futuro hídrico de las gene-
pasan los 35 grados Celsius dentro de raciones venideras de Cali a partir
las casas revestidas con tejas de zinc. de sus investigaciones. Si alguien le
pregunta cómo terminar para siem-
*** pre con los cortes de agua en Cali,
respira profundo y con veredicto
Los fines de semana, Yolanda García inapelable afirma:
Calero enciende un fogón frente a su
casa. Las cenizas ascienden conforme La solución ideal sería que se descon-
abanica y abanica y abanica una tapa taminaran los ríos que llegan al Cauca,
sobre los leños. Es una trabajadora in- se controlara la contaminación directa
fatigable. Durante los primeros meses y la reforestación de las cuencas hi-
del 2016 soportó el calor asfixiante drográficas del departamento del Cau-
y la agonía de su negocio de sába- ca y el Valle. Pero nadie quiere darse la
do: “los tamalitos no se cocinan sin pela política que esto requiere.
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
Esc u e l a d e R e p o r t aje : Maus
Edición·Nº 16 // marzo·2017
Esc u e l a d e R e p o r t aje : Maus
A
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LA MAGIA DE
LA CULTURA EN
SU FIESTA
Edición·Nº 16 // mayo·agosto·2017
:::: Por
• Daniel Arteaga
E
s detenerse un segundo a contemplar. Del rincón marginado por la lucha
nace la gota de sudor que hace de prisma, y se resbala por la frente repar-
repliega por el cuello para dar frescura con la brisa del Pacífico. Es mirar con