You are on page 1of 2

“Música como Proceso Gradual”, por Steve Reich

No me refiero al proceso de composición, sino más bien a piezas musicales que son,
literalmente, procesos.

El rasgo distintivo de los procesos musicales es que ellos determinan todos los detalles,
Nota-a-Nota (Sonido-a-Sonido), y la totalidad de la forma simultáneamente. (Piensa en un
canon infinito o redondo).

Estoy interesado en procesos perceptibles. Quiero poder escuchar el proceso sucediendo


durante el acontecer de la música.

Para facilitar una escucha muy detallada, un proceso musical debe suceder en forma
extremadamente gradual.

Tocar y escuchar un proceso musical gradual se parece a:

jalar hacia atrás un columpio, soltarlo, y observarlo gradualmente volver al reposo;

voltear un reloj de arena y mirar a la arena caer lentamente hacia el fondo;

colocar tus pies en la arena a la orilla del mar y mirar, sentir y escuchar las olas
cubriéndolos gradualmente.

Aunque quizás yo tenga el placer de descubrir procesos musicales y de componer el


material musical para recorrerlos, una vez que el proceso es echado a andar, éste funciona
por sí mismo.

El material puede sugerir el tipo de proceso al que debe ser sometido (el contenido sugiere
la forma), y los procesos pueden sugerir el tipo de material que debe ser sometido a ellos (la
forma sugiere el contenido).

Sí el zapato te queda, póntelo.

El que un proceso musical sea realizado a través de una ejecución humana en vivo o a
través de algún medio electro-mecánico, no es, finalmente, el asunto principal. Uno de los
conciertos más bellos que he escuchado fue el de cuatro compositores tocando sus cintas
en una sala oscura. (Una cinta es interesante cuando es una cinta interesante).

Es bastante natural el pensar sobre procesos musicales si uno trabaja frecuentemente con
sistemas de sonido electro-mecánicos. Toda música termina siendo música étnica.

Los procesos musicales pueden darnos un contacto directo con lo impersonal y también
una especie de control completo, y uno no siempre piensa que lo impersonal y el control
completo vayan juntos. Por “una especie” de control completo me refiero a que al someter a
este material al proceso, yo controlo completamente todo aquello que obtengo como
resultado, pero también que yo acepto todo aquello que obtengo como resultado, sin
alteraciones.

John Cage ha usado procesos y ciertamente ha aceptado sus resultados, pero los procesos
que el usó son procesos de composición que no pueden ser escuchados cuando la pieza es
ejecutada. El utilizar el I Ching como proceso, o el determinar parámetros musicales a través
de las imperfecciones en un papel, no pueden ser oídos al escuchar la música compuesta
de tal forma. Los procesos de composición y la música que suena no están conectados
audiblemente. De manera similar, en la música serial, raramente son audibles. (Esta es una
diferencia básica entre la música serial (principalmente Europea) y el arte serial
(principalmente Estadounidense), en que la percepción de las series es usualmente el punto
focal de la obra).

En lo que estoy interesado es en un proceso de composición y una música sonando que


son una misma cosa.

James Tenney dijo en conversación, “entonces el compositor no deja nada oculto”. Yo no


conozco ningún secreto sobre la estructura que tú no puedas escuchar. Todos escuchamos
el proceso juntos pues es bastante audible, y una de las razones por las que es bastante
audible es porque el proceso sucede de manera extremadamente gradual.

El uso de dispositivos estructurales escondidos en la música nunca me ha agradado. Aún


cuando todas las cartas están sobre la mesa y todos escuchan lo que sucede gradualmente
en un proceso musical, existen misterios suficientes para satisfacer a cualquiera. Estos
misterios son los sub-productos psico-acústicos, impersonales e inadvertidos del proceso
mismo. Pueden incluir sub-melodías escuchadas dentro de patrones melódicos repetidos,
efectos estereofónicos causados por la ubicación del escucha, pequeñas irregularidades en
la ejecución, armónicos, tonos diferenciales, etc.

Escuchar un proceso musical extremadamente gradual abre mis oídos a ello, pero ello
siempre se extiende más allá de lo que puedo escuchar y eso hace que el escuchar
nuevamente dicho proceso musical sea interesante. Esta zona de cada proceso musical
gradual (completamente controlado), en que uno escucha detalles del sonido alejándose de
la intencionalidad, sucediendo por sus propias razones acústicas, es ello.

Comienzo a percibir tales detalles diminutos cuando puedo sostener una escucha cercana y
un proceso gradual me invita a una atención sostenida. Por “gradual” quiero decir
extremadamente gradual; un proceso sucediendo tan lento y gradualmente que el
escucharlo asemeja el mirar la manecilla de los minutos en un reloj –puedes percibir su
movimiento tras mantener la atención por algún tiempo.

Varias músicas modales populares actualmente como la música clásica India y el Rock and
Roll relacionado con las drogas nos puede hacer conscientes de detalles sonoros diminutos
porque al ser modal (con un centro tonal constante, un zumbido (drone) hipnótico y
repetitivo) naturalmente se enfocan en estos detalles más que en las modulaciones
armónicas, el contrapunto y otros dispositivos peculiarmente Occidentales. De cualquier
manera, estas músicas modales son marcos más o menos estrictos para la improvisación.

El rasgo distintivo de los procesos musicales es que ellos determinan todos los detalles,
Nota-a-Nota y la totalidad de la forma simultáneamente. No se puede improvisar dentro de
un proceso musical –los conceptos se excluyen mutuamente.

Mientras se ejecuta y se escucha un proceso musical gradual, uno puede participar en una
especie de ritual particular, liberador e impersonal. El concentrar la atención en el proceso
musical hace posible ese cambio de atención del él y ella y tú y yo hacia ello.

You might also like