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INTRODUCCIÓN
Bioética y pediatría
Para el adecuado tratamiento del niño por parte del personal médico y paramédico,
se crearon en muchos países las disciplinas de pediatría social, pediatría integral y más
recientemente medicina del adolescente. Todas ellas con gran contenido de ética, moral,
derechos humanos, psicología del desarrollo, conducta infantil, familia y sociedad, sin
olvidar claro está de un actualizado y completo conocimiento científico sobre la salud y las
enfermedades de los niños y adolescentes.
En los últimos tiempos la práctica de la pediatría ha sufrido cambios significativos,
adaptándose a los nuevos tiempos, en los cuales, el niño o adolescente pasó de ser un
ente pasivo a un ente activo de la consulta, donde se les ha involucrado en el proceso de
la recuperación de la salud y prevención de enfermedades, así como se les ha tomado en
cuenta su opinión en la aplicación de los tratamientos e intervenciones médico-quirúrgicas,
esto constituye el consentimiento informado en pediatría (asentimiento del menor +
permiso informado de los padres).
Los principios bioéticos hacen hincapié además en la importancia que tiene la gestión de
las instituciones de cuidados y la interrelación entre organización, usuarios y profesionales.
La organización y la gestión de los centros sanitarios también debe regirse por los mismos
principios que los profesionales sanitarios, y a su vez también debe tener como objetivo
primordial la persona o personas usuarios.
Los principios bioéticos se definen como guía para la actuación diaria y para el
abordaje de situaciones de conflicto de valores.
● Desde la autonomía; por la dificultad entre la ley, los padres y el niño. Considera
que todas las personas son capaces de tomar decisiones respecto a la aceptación
o el rechazo de todo aquello que se relaciona con su salud. Todas las personas son
capaces de tomar sus propias decisiones mientras no se demuestre lo contrario,
este principio obliga a los profesionales a proporcionar la información suficiente
para que el paciente pueda tomar sus decisiones. En caso de tratarse de un niño,
es lógico suponer que son sus padres, tutores o encargados quienes detentan este
defecto.
En el caso de la adolescencia aún entre miembros de una misma comunidad son tan
profusas y nuevas las situaciones que se producen que podría no existir coincidencia
sobre los criterios por emplear.
Todas las personas, por el mero hecho de serlo, tienen la misma dignidad,
independientemente de cualquier circunstancia, y por tanto, son merecedoras de
igual consideración y respeto.
• Hay que luchar por una distribución justa y equitativa de los siempre limitados
recursos sanitarios para conseguir el máximo beneficio en la comunidad, evitando
desigualdades en la asistencia sanitaria.
El personal de salud que quiera conseguir una correcta atención a este tipo de usuarios
debe ir encaminado a dar solución a cada una de estas demandas.
Lamentablemente, hay varias circunstancias que orientan a que muchas veces no se
aplican estos cuatro principios en su totalidad, en especial los principios de autonomía y
justicia.
LA RESPONSABILIDAD PROFESIONAL
formulados como una recomendación, cada país la traduce en leyes específicas que
obligan a los ciudadanos y/o recomiendan formas de convivencia social de acuerdo a esos
tres elementos básicos de la vida humana. El cumplimiento, fomento de los derechos
humanos es un requerimiento legal y ético a la vez, personal y profesional.
¿Cual tendría que ser el modelo ético para la atención al adolescente?. La relación
entre el personal de salud y el adolescente debe basarse en el respeto por su autonomía,
buscando siempre su beneficio, desde del principio de la justicia. En nuestra relación
profesional con el adolescente se pueden presentar situaciones en las que se plantee un
conflicto entre los principios de responsabilidad de los padres y el respeto por la autonomía
del paciente.
Ejemplo: cuando un paciente ha confiado conflictos importantes que, sin representar una
situación de riesgo vital, creo que deberían ser puestos en conocimiento de sus padres.
5. El personal de salud no debe actuar como moralista, ni tiene que exponer, plantear
o comparar sus propios criterios con los del adolescente.
7. Dentro del actual pluralismo moral, será necesario estar suficientemente abiertos
para ejercer nuestras responsabilidades con tolerancia hacia personas de ideas y
creencias muy diversas.
Aun cuando los escolares hayan sido preparados para la hospitalización, pueden
creer que son la causa de su propia enfermedad o la maldicen en alguna forma. Es
importante que la enfermera modifique sus creencias erróneas y responda a sus
necesidades para convertir la experiencia hospitalaria en positiva.
Entre los 6 y 8 años, los niños se adaptan o rebelan en forma alternativa contra la
autoridad del adulto. Los que se rebelan sentirán culpa y esperaran ser castigados. Un
niño hospitalizado como resultado de rebelión puede considerar el tratamiento como
castigo. Los escolares pequeños experimentan renovada ansiedad de separación
cuando están lejos de sus padres. Su ansiedad puede manifestarse por enuresis,
terrores nocturnos, insomnio u onicofagia durante la hospitalización.
que los niños hagan ejercicios exagerados cuando los adultos no están presentes,
agregándose la posibilidad de mayor traumatismo. Si están completamente inmóviles,
estos pacientes pueden sentirse indefensos y deprimidos, volviéndose resignados y
sumisos a cualquier tratamiento.
Están además los cambios de horario, la separación de su familia, el malestar que
siente por su enfermedad, las restricciones para desplazarse, el reposo obligado, los
ruidos y otras incomodidades, que contribuyen a explicar porqué para muchos niños la
experiencia de la hospitalización llega a convertirse en un verdadero trauma.
Los niños de 10 a 12 años ya han experimentado la tensión en el colegio y es más
probable que logren manejar los problemas de hospitalización. Sin embargo, la falta de
privacidad suele ser perturbadora, en especial si los niños son conscientes de los
cambios corporales que acompañan a la pubertad. También pueden estar preocupados
por su ausencia del colegio, la pérdida de amigos y el daño corporal permanente que
puede ocurrir como resultado de enfermedad o lesión.
Debido a que los niños hospitalizados sienten amenazada su imagen corporal, necesitan
estimulación física y pueden masturbarse. El empleo de figuras o dibujos de cuerpos
Los temores a la mutilación y muerte son muy reales para los escolares. La vida
real o las experiencias de ficción pueden aumentar estos temores. El temor a morir durante
el sueño es una preocupación verbalizada con frecuencia. Es importante ser sensible a
estos temores y aclarar los conceptos erróneos con explicaciones y sinceridad. Los niños
pueden utilizar palabras y acciones mágicas para neutralizarse ansiedad con respeto al
temor a la muerte, así como los sentimientos agresivos. Pueden cruzar los dedos de
manos y pies antes de los procedimientos médicos para que no les ocurra ningún daño.
INTRODUCCION
Hay momentos del ciclo vital relativamente apacibles y estables alternados con otros
donde aparecen nuevas exigencias y demandas, necesitándose un periodo de transición
entre los periodos o estadios del ciclo vital para adecuarse a estas. Se necesita tiempo
para desprenderse de una situación pasada y adaptarse a otra nueva.
CRISIS
CRISIS DEL DESARROLLO: son situaciones predecibles que sobrevienen cuando una
persona cumple o pasa por ciertas etapas de su vida, desde la niñez a la senectud.
La crisis de esta fase consiste en hacer una elección compatible consigo mismo y
con las oportunidades que ofrece su sociedad. Erikson afirma que el adolescente
tiene una existencia transitoria y que, por lo tanto, es existencialista por naturaleza.
Esta etapa no constituye una afirmación sino una crisis normativa. “No hay otra
fase del ciclo de vida en la cual la promesa de hallarse y la amenaza de perderse
estén tan estrechamente unidas”. El joven va hallando su fidelidad, la continuidad
progresiva entre lo que ha sido durante los prolongados años de su niñez y lo que
promete ser en el futuro previsible: “No soy lo que debería ser, no soy lo que seré,
pero no soy lo que fui”. La pregunta por el sentido de la vida, en esta etapa, va de
la mano de la pregunta por la identidad.
Durante esta etapa seria condición la "elaboración" de tres duelos para arribar a la
madurez según lo teorizo Arminda Aberasturi: Los duelos:
2. Por la identidad y el rol infantil, el niño aún depende de los padres, ellos deben
hacer cosas que él no puede y el niño acepta esto, En el adolescente esta
situación es dilemática ya que no puede mantener la dependencia infantil, pero
tampoco puede sostener la independencia adulta, "para algunas cosas es chico
y para otras es grande". Se describe así una etapa necesaria y transitoria, ya
Una de las maneras de elaborar este duelo es proyectando estos padres ideales
en otros ídolos, maestros, actores, deportistas, etc.
Ejemplo de los jóvenes involucrados en el accidente automovilístico puede crear una crisis
para las víctimas del accidente y sus familias, muerte de un miembro de la familia,
hospitalización, separación, embarazos no deseados, cambios de status socioeconómicos,
fracaso escolar, ausentismo laboral/ escolar, inadaptación laboral/escolar, conflictos
permanentes entre padres e hijos, etc. Las crisis accidentales, generalmente, no son
anunciadas con anticipación, pero a menudo necesitan una respuesta inmediata
Por otro lado en la infancia, se presenta la conflictiva edípica, es una etapa esencialmente
crítica y decisiva para el desarrollo posterior del psiquismo.
El objetivo es ayudar a los individuos, familia a abordar las situaciones de crisis mediante
un apoyo emocional inmediato, posteriormente se ayuda a estas personas a que
desarrollen mecanismos de afrontamiento nuevos o más eficaces, lo que a su vez le da
tiempo para reorganizar sus recursos y sistemas de apoyo.
1. Se requiere una atención inmediata, hay que adoptar medidas para reducir sus
niveles de ansiedad, garantizando la seguridad y evitar cualquier riesgo.
Intervenciones que no requieren más que unos pocos minutos pueden producir
efectos duraderos en el paciente.
4. Disposición del paciente, se debe plantar una estrategia terapéutica que ayude al
paciente a enfrentarse a los problemas que desencadenaron la crisis, estos van
ayudar a que los pacientes solucionen las cosas por sí mismos, o sea deben
enfrentarse a sus problemas de manera más eficaz.
Conclusiones
● Una valoración completa permitirá tener una base sobre la cual intervenir,
permitiendo por un lado, prevenir los problemas de salud del niño y su familia, tanto
como facilitar el reconocimiento y solución de los problemas presentados.
● La familia es el pilar fundamental del desarrollo del individuo, por lo cual el apoyo
que los profesionales de la salud ofrezcan, debe ser abordado desde un enfoque
integrador, globalizador, a la vez que personalizado, respecto a cada uno de sus
miembros y su influencia en el sistema familiar
DIAGNÓSTICO DE ENFERMERÍA:
críticos.
Intervención de enfermería:
• Estar abierto a las expresiones del niño de soledad e impotencia (según edad).
Favorecer una relación terapéutica basada en la confianza, respeto con la familia,
mostrando simpatía, calidez y autenticidad.
• Ayudar a la familia a identificar red de apoyo, determinando su conveniencia o
barreras y el grado de apoyo
• Identificar la naturaleza del apoyo espiritual para la familia y proporcionar estos
recursos.
• Proporcionar los objetos espirituales deseados, de acuerdo con las preferencias del
niño y/o familia
• Facilitar el uso de la meditación, oraciones y demás tradiciones y rituales religiosos
por parte del niño y la familia.
• Asegurar al niño que el cuidador estará disponible para apoyarle en los momentos
de sufrimiento. Ofrecer una esperanza realista
• Determinar la carga psicológica que tiene el pronóstico para la familia
• Aceptar, valores familiares sin emitir juicios. Respetar y apoyar los mecanismos de
adaptación utilizados por la familia para resolver problemas, reforzando sus
estrategias de enfrentamiento efectivo.
• Proporcionar a la familia información frecuente, objetiva y clara acerca de los
progresos del niño.
• Contactar con otros miembros del equipo de salud que participan en el cuidado del
niño. Sensibilizar al personal de salud para que faciliten que los padres atiendan al
niño, delegando los cuidados de lo más simple a lo más complejo.
• Implicar a la familia en los cuidados y la planificación, dando a conocer los cuidados
que se le brindarán.
• Apoyar a la familia en la reorganización familiar, evitando el descuido de otros
familiares o hijos. Proporcionar a la familia el conocimiento necesario acerca de las
opciones que les puedan ayudar en la toma de decisiones sobre los cuidados del
niño
• Realizar a los padres educación planificada de alimentación y cuidados del niño.
Reconocer la compresión de la decisión familiar acerca de los cuidados posteriores
al alta, y proporcionar conocimientos, habilidades, técnicas y equipos para apoyar
su decisión
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
1. Whaley Wong. Enfermería Pediátrica. Editorial Mosby Doyma Libros. España.
2004
2. Texto de Apoyo a la Docencia. “Enfermería del Niño y Adolescente Enfermo”.
Blanca Picón. Cortés. Antofagasta Chile. 2003
3. www.unicef.cl/unicef/public/archivos_documento/6/Derechos_ninho_hospitalizado.ppt