Competencias docentes claves para la

enseñanza de una lengua extranjera

Aldair Torres Aguilar

Universidad Siglo XXI

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 Competencias docentes claves para la enseñanza de una lengua extranjera

En el presente documento, se analizaran dos de las cinco competencias

mencionadas por Philippe Perrenoud en su obra «Diez nuevas competencias
docentes para enseñar»las cuales, de acuerdo a la experiencia obtenida en
el salón de clases, son trascendentales para el docente y deben ser aplicadas
de manera correcta tanto en instituciones públicas como en instituciones
privadas.
Si bien, el arte de educar y/o transmitir el conocimiento de cualquier tipo
a quienes se encuentran dentro del salón de clases es una tarea que dista de
ser sencilla, el transmitir algo que tiende a ser sumamente complejo, como
lo es un idioma, tiene ciertos retos que, si bien es apremiante que se resuel-
van de manera adecuada, muchas veces son dejados al aire por los docentes,
sin que se les dé una solución satisfactoria: Organizar y animar situa-
ciones de aprendizaje y Elaborar y hacer evolucionar dispositivos
de diferenciación. Para poder entender la importancia de estas competen-
cias, debemos analizar la situación, tanto en academias de idiomas como en
escuelas públicas.
Primero que nada, tomemos en cuenta la situación de las academias de
idiomas: espacios donde una gran mayoría de los alumnos se inscriben y
van a clases por voluntad propia. Muchas veces, en ese tipo de instituciones,
puede parecer que el docente solo se debe encargar de impartir la clase,
sin preocuparse por aspectos clave. El primero de estos progresión de los
alumnos, ya que, tal y como lo menciona Perrenoud (2004) la institución
está organizada para que la progresión de los aprendizajes vaya a un objetivo:
cumplir lo establecido por el programa. [1]
Aunado a lo anterior, la exigencia de usar un de estudio universal en

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academias de idiomas pertenecientes a franquicias (con el objetivo de ho-

mogeneizar la experiencia en todas las franquicias) puede provocar que el
profesor no tome en cuenta aspectos importantes como el trasfondo de ca-
da alumno, sus conocimientos previos, sus intereses, sus capitales culturales,
entre otros.
Para finalizar y complementar el punto anterior, dos situaciones adicio-
nales que se llegan a presentar en una academia de idiomas son:

1. El hecho de que los grupos tienden a ser sumamente heterogéneos, no

solo en lo mencionado anteriormente, sino también en las edades de
los alumnos: Adolescentes o pre-adolescentes que tienen que compartir
experiencias, gustos y perspectivas con personas de 20, 35 o mas años
de edad.

2. El uso de actividades, temas y currículos que estan enfocados a personas

adultas, son utilizados con pre-adolescentes cuando se cumplen ciertos
requisitos de progresión establecidos por la institución, sin tomar en
cuenta la madurez de los alumnos y si los temas pueden resultar o no
interesantes para ellos.

Pasemos a analizar la situación encontrada en los espacios destinados

a idiomas en una institución pública, principalmente las universidades
públicas. Aun cuando en los diferentes programas educativos, se asume que
los grupos de alumnos son homogéneos debido a que los alumnos eligieron
la misma carrera, un análisis rápido durante el primer día de clases nos
permite encontrar que su motivación para elegir el programa educativo, sus
ilusiones, ambiciones, capital cultural, y otros aspectos que pueden influenciar

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de manera positiva o negativa la manera que el conocimiento es percibido es

totalmente distinto.
El punto mencionado anteriormente da pie a una situación única que se
da frecuentemente en las aulas de clase de las universidades públicas: El nulo
interés de los alumnos por los idiomas, ya que los consideran innecesarios o
de poca importancia con respecto a las materias especializadas de su grado.
Los puntos analizados anteriormente nos llevan a preguntarnos ¿Cómo
podemos aplicar las competencias docentes descritas en el punto
anterior para atacar de manera efectiva estos problemas?
Primero que nada, aplicar las competencias docentes implica el que, quie-
nes estamos frente a grupo, debemos bajarnos de ese pedestal imaginario,
esa nube falsa que hace que nos sintamos por encima de los alumnos. Tal y
como es mencionado por Perrenoud (2004), el sistema educativo se constru-
ye por arriba [1] y desde arriba, sin conocer a las piezas fundamentales en
el proceso educativo: Los estudiantes. La labor docente, además de la parte
del conocimiento, debe preocuparse por conocer a fondo al estudiante, para
comprender si hay alguna situación que pueda afectar de buena o mala ma-
nera al alumno, para saber el punto de vista y expectativas del alumno sobre
el curso a iniciar.
El punto anterior nos lleva a lo siguiente: Para promover situaciones de
aprendizaje, el docente también debe aplicar la psicología educativa y conocer
los estilos de aprendizaje de cada alumno. Tal y como lo menciona Gomez-
Navas Chapa (2004), «las últimas investigaciones en la neurofisiología y en
la psicología han dado como resultado un nuevo enfoque sobre cómo los seres
humanos aprendemos: no existe una sola forma de aprender, cada persona

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tiene una forma o estilo particular de establecer relación con el mundo y por
lo tanto para aprender.»[2]
Para concluir, el conocer de manera adecuada a nuestros alumnos, tanto
en el aspecto emocional, cultural como el psicológico, permite aplicar de
manera adecuada las dos competencias mencionadas anteriormente: Al tener
estos datos clave sobre nuestros alumnos, es posible elaborar los dispositivos
de diferenciación adecuados, para evitar homogeneizar la clase y explotar
de manera adecuada las competencias con las que cuenta cada alumno. Para
lograr aplicar los dispositivos de diferenciación de manera efectiva, el docente
debe fomentar las situaciones de aprendizaje adecuadas.

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Referencias
[1] Perrenoud, P. (2009). Diez nuevas competencias docentes para enseñar.
Cataluña: Graó Educació.

[2] Gómez-Navas, C. L. et al. (2004). Manual de estilos de aprendizaje.

Ciudad de México: Secretearía de educación pública.