El estrés es la respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante las situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes. Nuestra vida y nuestro entorno, en constante cambio, nos exigen continuas adaptaciones; por tanto, cierta cantidad de estrés es necesaria. Cuando la respuesta de estrés se prolonga o intensifica en el tiempo, nuestra salud, nuestro desempeño académico o profesional, e incluso nuestras relaciones personales o de pareja se pueden ver afectadas. Hay muchos factores pre disponentes para que se genere el estrés, pero el que tiene mayor relevancia es la forma en que nosotros interpretamos las situaciones de estos agentes estresantes, para considerarlos favorables o desfavorables para nosotros y por ende aparecerá el estrés ya sea bueno o malo. El estrés puede afectar a personas de cualquier edad, género y circunstancias personales y puede dar lugar a problemas de salud tanto física como psicológica. El manejo del estrés puede resultar complicado y confuso porque existen diferentes tipos de estrés: estrés agudo, estrés agudo episódico y estrés crónico. Cada uno cuenta con sus propias características, síntomas, duración y enfoques de tratamiento. Este aumento de estrés no siempre es dañino en algunos casos es una respuesta de nuestro organismo a ciertos factores externos de peligro o amenaza haciendo que su efecto sea combatir el peligro o escapar de él. Este tipo de mecanismo lo único que busca es proteger el organismo ya que en algunos casos una dosis de estrés puede prevenir grandes daños físicos al organismo. La mejor manera de prevenir y hacer frente al estrés es reconocer cuándo aumentan nuestros niveles de tensión y ante qué estímulos o situaciones. En cualquier momento de la vida se generan ciertas tensiones las reacciones lógicas son eliminarlas por completo, en el cual es muy probable que lo único que consiga es estresarse aún más, por lo que como seres humanos racionales lo inteligente y positivo es saber controlar las tensiones para canalizarlas luego de manera positiva. En este punto existen diferentes tipos de reacciones en cada individuo ya que cada persona tiende a reaccionar de diferentes maneras, mientras que a unas personas este tipo de experiencias resultan agotadoras, difíciles o con un fortísimo efecto negativo sobre el organismo, para otras personas estas vivencias resultan solo ligeramente alteradores y no ocasionan daños en el sistema nervioso y en ninguna parte del organismo. Para cada persona el estrés los afecta de manera diferente en algunos casos puede llegar a ser demasiado dañino porque, aunque lo hayan tratado y manejado son mas susceptibles a no poder tolerar la ansiedad normal y tienden a recaer en los mismos síntomas. Manejar el estrés es muy importante ya que esto ayudaría a controlar y reducir la tensión que ocurre en la diferente situación de estrés para la sociedad. Existen prácticas que nos podría ayudar a prevenir el estrés ante cualquier situación si las llevamos a cabo en nuestra vida cotidiana como por ejemplo la práctica de ejercicio físico, hábitos alimenticios saludables, lapsos de descanso tanto mental como físico, igualmente la relajación es una herramienta útil, ya sea utilizada sola o en conjunto con otras estrategias para la reducción del estrés. El uso de estas diferentes practicas de manejo del estrés es una gran ayuda para superarlo y saber controlar ciertas emociones que lo provocan.