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ETAPA PREESCOLAR

DESARROLLO PRAGMATICO
- Los niños aprenden el lenguaje en un contexto conversacional. La mayor parte de sus
conversaciones tienen lugar con sus madres. Las vocalizaciones simultáneas son
frecuentes entre los bebés y sus madres, este solapamiento disminuye de una forma clara
hacia los 2 años.
1 año:
- ya tienen mucha habilidad para plantear algunos temas, siempre y cuando estén
limitados a objetos y situaciones físicamente presentes aunque el tema sólo se mantenga
durante uno o dos tumos. Lo normal es que se limiten a imitar al adulto. El mantenimiento
de un tema más allá de dos o tres turnos, sólo suele ocurrir en el ámbito de rutinas bien
establecidas, como el baño o el vestido.
2 años:
- ya son capaces de responder a su interlocutor
- aparece el discurso social, se integran en pequeños diálogos de unos cuantos tumos,
pueden iniciar o cambiar el tema de conversación aunque la cantidad de temas que suelen
tratar todavía es muy limitada
- ya han aprendido la adopción de tumos y a adoptar la perspectiva de su oyente.
Manifestaciones y gestos no verbales de los adultos estimulan la participación del niño.
A esta edad no se percatan de que la otra persona tiene necesidad de aclarar más
información.
- Utilizan los pronombres sin haber identificado a qué se están refiriendo y empiezan una
conversación sin aclarar de qué van a hablar.
- Utilizan el lenguaje de una manera muy imaginativa y como expresión de sentimientos.
- Utilizan más imperativos cuando hablan con sus compañeros, pero más peticiones
indirectas cuando se dirigen a niños mayores y adultos
- Utilizan peticiones contingentes o de clarificación con carácter no verbal por ejemplo
recurriendo a una expresión facial de confusión y son capaces de responder a las
peticiones de clarificación, no lo hacen de manera coherente y tampoco resuelven el
problema con demasiada eficacia. La capacidad para clarificar la información de una
manera más sistemática no se desarrollará hasta la mitad de la primaria.
- ya son capaces de mantener un mismo tema durante pares de emisiones, que siguen un
patrón determinado, como por ejemplo pregunta/respuesta por ejemplo preguntas que
incluyen una elección, como ¿te gusta el helado o el chocolate? O con preguntas directas,
dar instrucciones, etc.
- Entre los 2 y 3 años los niños adquieren la habilidad para mantener un tema de
conversación coherente
- son capaces de utilizar algunas palabras para llamar la atención, junto con gestos y una
entonación ascendente, sin embargo, aún no suelen tener mucho éxito, tienden a utilizar
formas poco específicas de llamar la atención, como «¡Oye!,, que suelen ser ignoradas
por los adultos. Se utilizan escasísimas peticiones indirectas.
- los niños de 2 años y medio son capaces de comprender y de producir términos deícticos
como yo, tú y él.
- ya son capaces de hablar de las cosas que les suceden, empiezan a ser capaces de
organizar los acontecimientos prácticamente sin necesidad de ayuda por parte de los
adultos, la organización general de una narración se denomina nivel narrativo. Los niños
recurren a dos estrategias para organizar una narración: el centrado y el encadenamiento.
El centrado consiste en vincular entidades hasta establecer un núcleo temático. El
encadenamiento consiste en una secuencia de sucesos que comparten ciertos atributos y
conducen directamente de uno a otro. Los niños empiezan a contar narraciones ficticias e
inventadas entre los 2 y los 3 años de edad. La mayoría de las historias que cuentan los
niños de 2 años, se organizan mediante el centrado. Sus narraciones generalmente se
centran en ciertos momentos relevantes de la vida del niño, el terna principal suele ser
algún suceso que preocupa al niño, o también alguna situación de carácter extraordinario.
Sus historias suelen carecer de planteamiento, nudo y desenlace.
3 años:
- Importante incremento en la tendencia a charlar, muchos niños de 3 y 4 años hablan y
hablan casi sin detenerse a respirar, la mayor parte de su habla está orientada socialmente.
- pueden participar en diálogos relativamente largos, evidentemente el habla espontánea
resulta una tarea más sencilla que la necesidad de conectar tumos en una conversación.
- Entre los 3 y 4 años, los niños van tomando cada vez más conciencia de los aspectos
sociales de una conversación, intentan utilizar frases claras, bien construidas y adaptadas
al oyente.
- pueden variar su forma de comunicarse cuando se dirigen a personas mayores mediante
reglas de cortesía, con palabras adecuadas como Por favor, gracias, un tono de voz más
bajo y peticiones indirectas ejemplo ¿Podría darme una galleta?, en vez de peticiones
directas como Dame una galleta. Son capaces de utilizar estos términos pero hasta los 5
años no se dan cuenta de manera clara de que es más educado hacer peticiones indirectas.
- hacia los 3 años y medio, las emisiones de los niños giran alrededor de un tema
preestablecido, los temas perduran durante mas turnos, si están en juego sociodramático,
describiendo algún objeto o solucionando un problema.
- no suelen tener problemas para determinar la cantidad de información que necesita un
oyente para poder participar convenientemente en la conversación, son capaces de adaptar
sus respuestas a lo que ellos consideran que su interlocutor sabe o no sabe, con relación
al tema de conversación y también son capaces de distinguir entre las implicaciones de
usar el artículo definido o el indefinido. Ellos mismos suelen utilizar ambos tipos de
artículo con un 85% de precisión.
- ya utilizan tanto el centrado como el encadenamiento en sus narraciones, los niños no
se preocupan por algunos aspectos importantes de una narración, tales como la
identificación de los personajes, el momento en que ésta ocurre o el lugar en que sucede,
esto puede deberse, al hecho de que la mayor parte de las historias se refieren a personajes
que tanto el niño como sus oyentes conocen bien, por lo que los niños no sienten la
necesidad de identificarlos. Tampoco sienten la necesidad de establecer un marco
temporal, este aspecto mejora en el momento en que empiezan a utilizarse los términos
temporales, como ayer o la semana pasada, incluso aunque se empleen de manera
inapropiada.
- Entre los 3 y los 7 años, las narraciones de los niños van avanzando en el uso de la prosa
y de los argumentos.
- Entre los 3 y los 5 años, van apareciendo las elaboraciones temporales de la narración.
Las narraciones temporales primitivas se organizan alrededor de un núcleo central
rodeado de acontecimientos complementarios: Fuimos al desfile. Había un elefante muy
grande. Y tanques (moviendo los brazos como si fueran un cañón), aunque exista una
secuencia temporal, todavía no puede observarse un argumento ni algún tipo de
causalidad en la secuencia de acontecimientos.
- Hacia los 3 años de edad, los niños son capaces de describir una serie de acontecimientos
encadenados que suelen tener lugar en el ámbito de situaciones conocidas, tales como una
fiesta de cumpleaños
4 años:
- Monólogos o conversaciones consigo mismo, guían la actividad que están desarrollando
los niños. Ejemplo: el monólogo antes de dormir con una variedad de canciones, sonidos,
palabras sin sentido.
- Posteriormente producen el monólogo cuando hay otras personas cerca y después
comparten ese tema con el oyente. Durante los años preescolares los monólogos en voz
alta disminuyen en frecuencia y aumenta el habla privada inaudible, la misma que
disminuye a partir de los 10 años pero no desaparece por completo.
- tienden a utilizar más respuestas elípticas, esto es, respuestas que omiten información
ya compartida. Por ejemplo, si su madre les pregunta ¿Qué estás haciendo los niños
simplemente responden Jugando, en vez de Yo estoy jugando.
- Utilizan el doble de emisiones afectivas que a los 3 años, y les encanta discutir sobre
sentimientos y emociones.
- los intercambios entre el niño y su interlocutor están caracterizados por el intento de los
niños de controlar la conducta o de obtener información de su interlocutor.
- muestran su habilidad para ocultar sus intenciones y utilizar peticiones indirectas. El
intercambio de información va convirtiéndose en la función más importante durante esta
etapa.
- pueden adoptar diversos papeles, especialmente cuando están jugando. Estos papeles
exigen diferentes estilos lingüísticos, que se denominan registros. El mamaés es un tipo
de registro. Uno de los registros más precoces es que el que expresa alguno de los roles
familiares, como por ejemplo el de mamá. Las primeras variaciones que utilizan los niños
para delimitar los diversos roles que están jugando, se basan en el tono y la intensidad,
por ejemplo, los niños hablan con voz más alta cuando adoptan el papel de un hombre
adulto. Las niñas asumen más roles, hablan más, los niños parecen ser más cuidadosos a
la hora de adoptar roles que se adapten a su propio sexo.
- Verbos como saber, pensar, olvidar y recordar que ya se usan correctamente desde el
punto de vista presuposicional.
- hacia los 4 años y medio se produce un brusco incremento en la utilización de formas
indirectas de petición de este estilo de petición, a esta edad los niños también ofrecen
más explicaciones y justificaciones para sus peticiones, son más conscientes del punto de
vista de su-interlocutor, así como de la forma más apropiada de hacer la petición. Los
niños de esta edad también son capaces de responder adecuadamente a peticiones
indirectas del tipo podrías o me gustaría.
- Los contrastes yo/tú y mi/tu se desarrollan relativamente pronto, términos como delante
de y detrás de ya se dominan a los 4 años. Sin embargo, otros términos menos precisos,
como junto a y al lado, se desarrollan más tarde.
- Tras cada historia que cuentan estos niños es posible hallar una cadena de
acontecimientos que incluyen acciones, estados físicos, como la posesión y la atribución,
y estados mentales como emociones, disposiciones, pensamientos e intenciones, que se
relacionan de una manera causal con motivaciones, provocaciones y consecuencias.
- A los 3 años los niños entienden los 4 tipos de narración, pero a los 4 o 5 años ya crean
narraciones con coherencia, haciendo uso de la rememorización cuando la narración hace
referencia a una experiencia pasada, la escenificación de un acontecimiento o situación
que se trata de la expresión de un deseo, la descripción en la que el niño narra una
experiencia desconocida por el interlocutor y la historia que es una narración con carácter
ficticio.
5 años:
- usan la repetición y las imitaciones para proporcionar cohesión, pueden llegar a tratar
una media de 50 temas diferentes en 15 minutos.
- los niños comprenden la forma de utilizar otros verbos como me gustaría o supongo.
Estos verbos presuponen que la cláusula siguiente es falsa.
- se incrementa el uso de justificaciones y explicaciones, sobre todo cuando los niños
perciben la posibilidad de que su oyente se muestre reacio a sus peticiones
- utilizan funciones de control como: son la prohibición, la expresión de una intención, la
petición de permiso, la sugerencia, la justificación, la oferta y la petición indirecta.
- utilizan funciones expresivas como: la exclamación, el estado expresivo y el
acompañamiento verbal.
- utilizan el lenguaje para controlar a otros, llamar la atención, mantener turnos
conversacionales, expresar sentimientos y emociones, ampliar la información cuando se
le pide aclaraciones.
6 años:
- pueden producir un lenguaje complejo con diferentes finalidades, no usan frases pasivas,
sin embargo las entienden y usan coherentemente los adverbios y conjunciones
- tienen la capacidad de situarse en la perspectiva del otro, aumentando y aclarando la
información cuando percibe dificultades del interlocutor para entenderle.
- pueden reformular su enunciado si se percata que el otro presenta dificultades de
comprensión

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