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Instituto Universitario Aeronáutico.

Facultad de Ciencias de la Administración

Logística

Derecho en Logística I.

Tutora: Ab. Susana Beatriz Orta

Contratos

Veremos cómo ha sido reformado el Código Civil en lo atinente a los contratos en general.
A tal fin deberemos reemplazar la clásica definición contenida en el art. 1137 del antiguo
código civil, por la del art. 957 del CCC, que de manera similar establece:

“Contrato es el acto jurídico mediante el cual dos o más partes manifiestan su


consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas
patrimoniales”.

Principio de Autonomía de la voluntad:

Como saben el Derecho Civil y el Derecho Comercial parte de la convicción que todos
somos libres e iguales ante la Ley y por lo tanto lo que las partes acuerden tiene validez de
ley teniendo como límite que no sea contrario a las leyes, el orden público, la moral y las
buenas costumbres. Este principio se ve reflejado en los tres artículos siguientes:

Libertad de contratación (art. 958). Las partes son libres para celebrar un contrato y
determinar su contenido, dentro de los límites impuestos por la ley, el orden público, la
moral y las buenas costumbres.

Buena fe (art. 961). Los contratos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena
fe. Obligan no sólo a lo que está formalmente expresado, sino a todas las consecuencias
que puedan considerarse comprendidas en ellos, con los alcances en que
razonablemente se habría obligado un contratante cuidadoso y previsor.

Carácter de las normas legales: Art. 962: Las normas legales relativas a los contratos son
supletorias de la voluntad de las partes, a menos que de su modo de expresión, de su
contenido, o de su contexto, resulte su carácter indisponible.

Clasificación de los Contratos

Contratos unilaterales y bilaterales (art. 966). Los contratos son unilaterales cuando una
de las partes se obliga hacia la otra sin que ésta quede obligada.
Son bilaterales cuando las partes se obligan recíprocamente la una hacia la otra. Las
normas de los contratos bilaterales se aplican supletoriamente a los contratos
plurilaterales.

Contratos a título oneroso y a título gratuito (art. 967). Los contratos son a título oneroso
cuando las ventajas que procuran a una de las partes les son concedidas por una
prestación que ella ha hecho o se obliga a hacer a la otra. Son a título gratuito cuando
aseguran a uno o a otro de los contratantes alguna ventaja, independiente de toda
prestación a su cargo.

Contratos conmutativos y aleatorios (art 968). Los contratos a título oneroso son
conmutativos cuando las ventajas para todos los contratantes son ciertas. Son
aleatorios, cuando las ventajas o las pérdidas, para uno de ellos o para todos, dependen
de un acontecimiento incierto.

Contratos formales (art. 969). Los contratos para los cuales la ley exige una forma para
su validez, son nulos si la solemnidad no ha sido satisfecha. Cuando la forma requerida
para los contratos, lo es sólo para que éstos produzcan sus efectos propios, sin sanción
de nulidad, no quedan concluidos como tales mientras no se ha otorgado el instrumento
previsto, pero valen como contratos en los que las partes se obligaron a cumplir con la
expresada formalidad. Cuando la ley o las partes no imponen una forma determinada,
ésta debe constituir sólo un medio de prueba de la celebración del contrato.

Contratos nominados e innominados (art. 970). Los contratos son nominados e


innominados según que la ley los regule especialmente o no. Los contratos innominados
están regidos, en el siguiente orden, por:
a. la voluntad de las partes;
b. las normas generales sobre contratos y obligaciones;
c. los usos y prácticas del lugar de celebración;
d. las disposiciones correspondientes a los contratos nominados afines que son
compatibles y se adecuan a su finalidad.

Formación del consentimiento

Consentimiento, oferta y aceptación

Formación del consentimiento (art. 971) . Los contratos se concluyen con la recepción
de la aceptación de una oferta o por una conducta de las partes que sea suficiente para
demostrar la existencia de un acuerdo.

Oferta (art 972). La oferta es la manifestación dirigida a persona determinada o


determinable, con la intención de obligarse y con las precisiones necesarias para
establecer los efectos que debe producir de ser aceptada.
Fuerza obligatoria de la oferta (art. 974) La oferta obliga al proponente, a no ser que lo
contrario resulte de sus términos, de la naturaleza del negocio o de las circunstancias del
caso.
La oferta hecha a una persona presente o la formulada por un medio de comunicación
instantáneo, sin fijación de plazo, sólo puede ser aceptada inmediatamente.
Cuando se hace a una persona que no está presente, sin fijación de plazo para la
aceptación, el proponente queda obligado hasta el momento en que puede
razonablemente esperarse la recepción de la respuesta, expedida por los medios usuales
de comunicación.
Los plazos de vigencia de la oferta comienzan a correr desde la fecha

Aceptación (art. 978). Para que el contrato se concluya, la aceptación debe expresar la
plena conformidad con la oferta. Cualquier modificación a la oferta que su destinatario
hace al manifestar su aceptación, no vale como tal, sino que importa la propuesta de un
nuevo contrato, pero las modificaciones pueden ser admitidas por el oferente si lo
comunica de inmediato al aceptante.

Modos de aceptación (art. 979). Toda declaración o acto del destinatario que revela
conformidad con la oferta constituye aceptación. El silencio importa aceptación sólo
cuando existe el deber de expedirse, el que puede resultar de la voluntad de las partes,
de los usos o de las prácticas que las partes hayan establecido entre ellas, o de una
relación entre el silencio actual y las declaraciones precedentes.

Contrato de consumo y el de adhesión

Como novedad debemos comentar el contrato de consumo y el de adhesión a


clausulas predispuestas.

Estos nuevos contratos buscan proteger al consumidor y su grupo familiar con


respecto a bienes y servicios que se han ido presentando en los últimos tiempos,
acompañando las nuevas tecnologías, y que se han constituido en necesidades
básicas para el bienestar general.

Contrato de consumo ( art 1093). Contrato de consumo es el celebrado entre un


consumidor o usuario final con una persona humana o jurídica que actúe profesional u
ocasionalmente o con una empresa productora de bienes o prestadora de servicios,
pública o privada, que tenga por objeto la adquisición, uso o goce de los bienes o
servicios por parte de los consumidores o usuarios, para su uso privado, familiar o social.

Estos contratos de consumo pueden ser:

1. Celebrados fuera del establecimiento comercial que resultan de una oferta del
proveedor sobre un bien o un servicio realizada en el domicilio o lugar de trabajo
del consumidos o en la vía pública o por medio de de correspondencia.
2. Celebrados a distancia sin la presencia física de las partes con el uso de
medios de comunicación a distancias.

En ambos casos se exige que el contrato sea por escrito y para ello es válido
cuando se han utilizado los medios electrónicos mediante los cuales el proveedor
ha informado de los contenidos del contrato y por la misma vía electrónica el
consumidor confirma la aceptación.

Contrato de adhesión. (art. 984). Es aquel mediante el cual uno de los contratantes,
adhiere a clausulas generales predispuestas unilateralmente, por la otra parte o por un
tercero, sin que el adherente haya participado en su redacción.

Este tipo de contrato vino a cubrir una laguna respecto a la compra de líneas de
celulares o similares

En estos contratos la unilateralidad es el rasgo característico ya que la parte


adherente no participa en su elaboración, carece de poder negociador y su única
alternativa es no contratar.

La exigencia es que todas sus cláusulas estén contenidas y no hagan referencia a


otros documentos que las contengan. En este último caso se tendrá como no
válida.

Implica además que se le deberá enviar al adherente la documentación


correspondiente.

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