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DIFICULTADES PARA LA OBTENCION DE FINANCIAMIENTO DE LAS

PYMES

Resumen
Un sistema financiero sólido y eficiente es imprescindible para alcanzar tasas
de crecimiento económico adecuadas y sostenidas. En México, a partir del año
2000, alrededor de dos terceras partes de la inversión total se financió a través
de fuentes alternativas, entre las que destacan: créditos de proveedores y
clientes, reinversión de utilidades y préstamos de la oficina matriz. El objetivo
de este trabajo de investigación es el de dar a conocer las diferentes fuentes de
financiamiento que existen en nuestro país, así como las alternativas que
ofrecen las Instituciones Bancarias y las Organizaciones Auxiliares de Crédito
del Sistema Financiero Mexicano (SFM) a las pequeñas y medianas empresas
(PyMES. En los últimos años y a pesar de ser de vital importancia para el
desarrollo económico de México, las PyMES se han visto privadas de uno de
los principales motores para su desarrollo, el financiamiento.

Palabras clave
Sistema Financiero, Financiamiento, Inversión, Banca Múltiple, Banca de
Desarrollo, Organizaciones Auxiliares de Crédito, PyMES y Proveedores.

Planteamiento del problema


Actualmente se clasifica a las empresas por su tamaño en micro, pequeñas,
medianas y grandes empresas, en algunos países esta clasificación depende
exclusivamente del número de empleados, en otros se considera también el
monto de sus capitales y/o de sus ingresos o utilidades. Por esto, al querer
comparar las estadísticas de las empresas de diferentes países, existe una
gran confusión en cuanto a su clasificación pero en general se les llama
MIPyMES al conjunto de las micro, pequeñas y medianas empresas o bien
PyMES a las pequeñas y medianas empresas, englobando en estos términos a
todas las empresas que no son grandes negocios corporativos, entendiendo
como tales a aquéllos con más de 100 ó 500 empleados.
“A nivel internacional, en la mayoría de los países, las MIPyMES representan
mas del 95% del total de empresas, proporcionan entre el 60 y 70% del empleo
y contribuyen entre el 50 y 60% del Producto Interno Bruto” . Bajo este
contexto, es indispensable promover la investigación acerca de estas
empresas, sus principales problemas y sus posibles soluciones.
Es claro que, con dinero se puede hacer casi todo: mientras más recursos
financieros tenga la empresa y mejor los maneje, más factible será que resista
algún problema que se le presente o que le sean redituados mayores
beneficios. Al contar con dinero y un buen manejo de éste, un empresario en
pequeño podrá responder acertadamente a las necesidades y expectativas del
mercado.
Sin embargo, es común que las pequeñas empresas empiecen sus
operaciones sin capital suficiente para asegurar su éxito a futuro.
Generalmente, al preguntar a un empresario que es lo que más necesita,
probablemente su respuesta estará ligada con el requerimiento de recursos,
con las dificultades en la obtención de financiamiento para iniciar, desarrollar y
conservar su empresa, entre otros problemas con los que se enfrenta como
pequeño empresario, por ejemplo; si existe mercado para su producto. Aún
cuando existan numerosas instituciones que apoyan financieramente a este
sector, es bien sabido que pocas veces el pequeño empresario es sujeto de
crédito. Ni su historial crediticio ni su solvencia económica le permiten hacerse
de más capital.
Por lo anterior, la falta de financiamientos adecuados para la subsistencia de
las PyMES, destaca como uno de los problemas principales a los que se
enfrentan. Más grave aún es el hecho de que cuando existen fuentes de
financiamiento, los empresarios no llegan a utilizarlas por falta de promoción o
por desconfianza de las instituciones que los proporcionan, por
desconocimiento o falta de interés por parte de los empresarios, o bien, no son
sujetos de crédito por falta de historial crediticio, solvencia económica o
garantías suficientes.
Analistas del tema señalan que más del 50 por ciento de las pequeñas
empresas mueren a los dos años de vida o antes, ciclo en que un negocio
demuestra su capacidad para permanecer en el mercado. Hay problemas que
se deben vencer: la cultura del pequeño empresario, que tiene que ver con la
falta de formación profesional; la ausencia de una visión de negocios, y; el
empirismo en el manejo del mismo (Salazar y Martiarena, 2002).

Metodología
El trabajo de investigación realizado en este espacio, se centra principalmente
en la investigación documental, que incluye la revisión y consulta de libros,
revistas y periódicos, así como de páginas disponibles en Internet. En lo que
respecta a esta investigación, también se analizan los resultados obtenidos por
las principales encuestas relativas al tema tratado, que son realizadas por el
Banco de México (Banxico), así como, las declaraciones emitidas por
particulares, a través de las organizaciones editoriales.
Este trabajo se centra en empresas del sector formal, legalmente constituidas y
registradas en la SHCP y el IMSS, por lo que no se incluye al sector informal de
empresas y que conforman lo que se conoce como economía subterránea y
que por su misma condición, no son sujetos de crédito en las alternativas
mencionadas en este trabajo.
No se consideran las alternativas de financiamiento interno, vía capitalización o
bolsa de valores, que pertenecen al Sistema Bursátil del mismo sistema
financiero, debido a que además de ser más propias de las grandes empresas
y de una minoría de las medianas, por su misma complejidad y extensión
requieren de una investigación adicional más especializada que no forma parte
del trabajo presentado.
Las llamadas fuentes alternativas de financiamiento que pueden llegar a utilizar
las empresas como son las ofrecidas por Organismos No Gubernamentales
(ONG’s) nacionales o internacionales, no forman parte importante ni medular
de este trabajo, debido a la posibilidad de que sean motivo de futuros trabajos
de investigación.

Marco conceptual
Las fuentes de recursos en las empresas pueden ser internas, cuando los
propietarios aportan directamente su patrimonio o el de los socios, y; externas,
cuando los recursos son proporcionados por otras entidades diferentes que
prestan esos recursos a cambio del pago de intereses y comisiones, pero sin
intervenir en la toma de decisiones de la empresa receptora de los recursos.
El siglo XXI inició con un entorno mundial caracterizado por las nuevas
relaciones globales entre los países, la internacionalización de las finanzas, la
producción, el comercio, el modo de vida y los patrones de consumo, han
integrado las actividades de negocios a escala mundial. En un México
enfrentado al reto de la globalización, es indispensable el replanteamiento de
las grandes empresas para hacerlas competitivas, pero también exige la
creación de pequeñas empresas como detonador del desarrollo nacional, como
generador de empleos tan necesarios en nuestro país y como factor de
equilibrio de las riquezas humanas y materiales.
Los aspectos que se han venido produciendo desde la década de los 80 en
nuestro país y que más han impactado en el replanteamiento de las empresas
han sido:

 La amplía apertura comercial del país, realizado por medio de la disminución


de la protección arancelaria de productos importados y la firma de tratados y
acuerdos comerciales con un significativo número de países.
Reducción del tamaño y del papel del Estado en la economía.
La desregulación de la economía, lo cual, entre otros aspectos, comprende
la disminución de las restricciones para la participación de particulares,
nacionales y extranjeros, en esferas económicas anteriormente vedadas a ellos
o de competencia exclusiva del Estado, a la expansión del porcentaje del
capital extranjero permitido en las empresas mexicanas y el otorgamiento de
facilidades a la inversión de cartera para moverse hacia México y al exterior.
La institución de las exportaciones manufactureras como el eje central de la
nueva política económica. (García, 2002)

Las empresas más afectadas han sido aquellas que por su tamaño y falta de
reservas de capital no han podido sostener un agresivo nivel de competencia y
han sucumbido y quebrado.
“La pequeña empresa constituye una de las grandes oportunidades para los
países que, como México, quieren competir y exportar. En Taiwán, por ejemplo,
la mayoría de las empresas son empresas familiares o pequeñas que han
alcanzado elevados estándares de competitividad gracias a la manera en que
son administradas con técnicas sencillas y eficientes, pero a su vez logrando la
calidad”.
Más del 90% de las empresas en Latinoamérica son pequeñas, abarcan todos
los sectores de la economía y su crecimiento y desarrollo sostenido puede
asegurar un cambio radical en cualquier país, con un potencial para aumentar
realmente su riqueza.
Para poder preservar a estas empresas sin la protección de los aranceles de
importación, es necesario hacer cambios estructurales en todos los niveles,
fortaleciendo las políticas públicas regionales, sectoriales, institucionales y
especiales que se formulan en todos los ámbitos de gobierno federal, estatal y
municipal, así como las promovidas por los sectores privado y social, para
fomentar el desarrollo de las PyMES.
Las PyMES se caracterizan en general por tener un alto grado de adaptabilidad
ante cambios en su entorno, principalmente ante los efectos nocivos en el
ambiente macroeconómico.
Pero las PyMES debido a sus propias características, también enfrentan
grandes desventajas, que son:
 Participación limitada en el comercio exterior.
Acceso limitado a fuentes de financiamiento.
Capacitación deficiente de sus recursos humanos.
 Falta de vinculación con el sector económico.
Falta de cultura de innovación de procesos y desarrollo tecnológico.

FUENTES DE FINANCIAMIENTO
En México las PyMES pueden recurrir a diversas fuentes de financiamiento
cuando requieren recursos económicos para su crecimiento o subsistencia.
Normalmente se piensa en la obtención de un crédito bancario o en aportación
de su patrimonio. Pero además existen muchas otras opciones para obtener los
recursos necesarios que les permitirán operar rentablemente o impulsar sus
proyectos de expansión.
Si consideramos que en los últimos años, específicamente desde la crisis
económica que se presentó a finales de 1994, los bancos han limitado y casi
eliminado los créditos a las empresas, pensaríamos que la economía del país
debería haber decrecido en la misma proporción, pero no fue así, el
financiamiento bancario fue sustituido por fuentes alternativas y de hecho la
economía ha crecido.
Aún cuando las alternativas de financiamiento son poco utilizadas por los
empresarios en México -salvo el crédito de proveedores-, la importancia de
enunciarlas resulta del mismo hecho de su existencia y posibilidad de
crecimiento como alternativas viables para las PyMES.
No nos extrañe que a falta de créditos de la banca, las alternativas observadas
y las ofrecidas por las instituciones auxiliares de crédito del SFM, puedan lograr
el milagro de reactivar el desarrollo de la economía en nuestro país. (García, V.
2001).
Las fuentes alternativas de financiamiento a las que pueden recurrir las
PyMES, son:
a) El crédito de proveedores.
b) Las tarjetas de crédito de las tiendas departamentales.
c) La venta o renta de activos obsoletos o no estratégicos.
d) Arrendamiento de activos del fabricante.
e) Patrocinio, subsidios y apoyos de proveedores.

A continuación se hará una breve descripción de cada una.

a) El crédito de Proveedores
Las empresas grandes y exportadoras, al tener acceso a fuentes de recursos
externos, han logrado obtener condiciones de financiamiento más favorables
que las alcanzadas por las empresas pequeñas, orientadas al mercado interno,
estas últimas se han visto obligadas a financiar su expansión o a sobrevivir con
recursos propios y con crédito de proveedores.

MEXICO

Fuente: Banxico: Encuesta de Evaluación Coyuntural del Mercado Crediticio.

Una de las principales fuentes de recursos de las PyMES en México, ha sido el


crédito de los proveedores. Según el Banco de México, de acuerdo a la
“Encuesta de Evaluación Coyuntural del Mercado Crediticio” que realiza
trimestralmente, el porcentaje de empresas que recurren a esta fuente de
financiamiento en México, es de 69% para las pequeñas, de 58% para las
medianas y de casi 53% para las grandes. En las grandes corporaciones, el
45% de las empresas recibe apoyo de sus proveedores.

Fuente: Banxico: Encuesta de Evaluación Coyuntural del Mercado Crediticio.

De los resultados de la Encuesta se observa que el 24% de las empresas ha


recibido algún financiamiento bancario, el 62% para capital de trabajo y sólo el
15% para inversión.
De las empresas que no han utilizado crédito bancario, el 30% fue porque
considera que las tasas de interés son altas, el 12% por el rechazo de
solicitudes y el 8% por la negativa de la banca comercial para otorgar el crédito
solicitado.
MEXICO-2005

Fuente: Banxico: Encuesta de Evaluación Coyuntural del Mercado Crediticio.


Cifras al 4º. Trim. de 2005.

“A falta de crédito bancario, se ha desarrollado el financiamiento entre clientes


y proveedores, hasta llegar a la situación en que todo mundo le debe a todo
mundo. La mayor parte inicia con negociaciones directas de postergación de
pagos, de créditos a la palabra, la aceptación de cheques sin fondos o
posfechados, todo con tal de seguir operando. Aunque funcione la cadena, no
se puede comenzar un nuevo ciclo de producción si no se ha cerrado el
anterior. Aunque funcione la cadena, no se puede comenzar un nuevo ciclo de
producción si no se ha cerrado el anterior. En esos casos excepcionalmente se
recurre al sistema financiero. También se debe tener claro que no es una
opción formal y tiene como defecto que pone en riesgo a todos los que deben,
porque si el último no cobra, se cae toda la cadena.”
Algunas de las ventajas que ofrece se enuncian a continuación: es uno de los
financiamientos más económicos; es un financiamiento directo al capital de
trabajo de la empresa; la única condición para obtenerlo es comprar el producto
o servicio a determinado proveedor.
Sin embargo también tiene algunas desventajas: El proveedor puede inflar los
precios del producto para recuperar el costo del crédito; la empresa debe
comprar exclusivamente a ese proveedor; se limita el destino del
financiamiento.

b) Las tarjetas de crédito de las tiendas departamentales

Otra de las fuentes alternas de financiamiento que se pueden obtener en las


empresas es a través de las tarjetas de crédito no bancarias que las grandes
cadenas de tiendas departamentales como Wal-Mart, Sam’s, Liverpool, Elektra,
Soriana, etc. han puesto al servicio de los consumidores y que pretenden
promover sus ventas con créditos de 6 a 36 meses para pagar, aun cuando se
consideran créditos al consumo, dada la variedad de productos que manejan
estas tiendas, puede ser utilizado por las empresas en compra de activos y
materiales como equipos de oficina, de computo y de papelería para sus
operaciones.
Poniendo como ejemplos: una empresa de servicios de jardinería, que puede
comprar sus equipos como podadoras y herramientas o fertilizantes; los
restaurantes o negocios de comida que puedan adquirir sus equipos (estufas,
refrigeradores), enseres y utensilios, además de los mismos ingredientes para
la preparación de platillos; las tiendas de abarrotes que puedan surtir sus
inventarios en tiendas como Sam’s, y en general; cualquier empresa que en su
operación utiliza equipos de computo, escritorios, mesas, sillas, papelería,
artículos de oficina, fertilizantes, alimentos, etc.. El uso de las tarjetas de
crédito de las tiendas departamentales, representa una interesante opción de
financiamiento al capital de trabajo.
Esta opción tiene como ventajas, sobre el uso de las tarjetas de crédito
bancarias, el hecho de que las tiendas puedan absorber el costo del
financiamiento, sacrificando parte de sus márgenes de utilidad en busca del
volumen de ventas, además de que tienen precios competitivos por sus
volúmenes de compras, generalmente mantienen el precio de contado en sus
ventas con tarjetas de crédito de sus empresas.
El caso mas conocido de las cadenas comerciales que ofrecen crédito a sus
clientes es el de Elektra, convertida en el 2002 en Banco Azteca, con un fuerte
concepto de “banca de nicho” totalmente enfocada en la clase baja, con 828
filiales convertidas en sucursales, esta tienda ha aprovechado la tecnología de
informática, con comunicación en tiempo real entre ellas (mediante enlace
satelital) y un centro de manejo de datos en el corporativo. Con sus bases de
datos más de 2.6 millones de clientes, de quienes sabe no solo datos
personales, tiene además datos registrados uno a uno a todos los integrantes
de su familia, ha visitado su casa, recabado opiniones de sus vecinos, sabe
cuánto y cómo ganan de acuerdo al empleo y la colonia en que viven, (un dato
importante, teniendo en cuenta que 60% de su cartera de clientes vive de
empleos informales).
El perfil de un cliente promedio de Banco Azteca es un hombre o mujer de
entre 25 y 35 años con un ingreso medio familiar de $ 6,000.00 dólares
anuales, el saldo promedio que posee en Elektra es de $ 2,500.00. Su
recuperación crediticia es envidiable: 97% de lo que presta. La principal
diferencia con los demás bancos es el tiempo, mientras la mayoría de ellos
cobran los créditos en forma mensual a sus clientes, éste sólo opera pagos
semanales, por lo que en un máximo de siente días, la corporación detecta la
falta de pagos en las sucursales y pone a andar su maquinaria de cobro,
llegando a cobrar directamente al domicilio. La firma contabiliza un promedio de
1.2 millones de operaciones diarias. (Anderson, 2002)

c) Venta o renta de activos obsoletos o no estratégicos


Representa una fuente muy efectiva para hacerse de recursos frescos, ya que
además de significar un financiamiento, aumenta la productividad de las
empresas al deshacerse de los bienes muebles o inmuebles que no utiliza y
que podría significar un gasto innecesario.
También se puede rentar la capacidad sobrada de la empresa, por ejemplo, en
los almacenes. Es ideal que los empresarios que hagan uso de esta estrategia
utilicen los fondos como capital de trabajo, por ejemplo para comprar
inventarios y aprovechar descuentos por pronto pago con sus proveedores.
Las ventajas de utilizar este tipo de créditos: hace más productiva la empresa y
economiza costos de almacenamiento y mantenimiento de activos no
indispensables; el financiamiento es mas barato, no tiene costos financieros; se
obtienen recursos frescos de un bien que no se usa y que por lo tanto no es
indispensable para la empresa; permite actualizar nuestros activos obsoletos.
Existen algunas desventajas: no es común que las empresas cuenten con
exceso de activos para vender o rentar; y los equipos obsoletos se venden
generalmente a muy bajo precio.
Sin importar el tamaño de una empresa, una eficiente administración no debe
de ignorar esta opción de financiamiento al revisar sus activos y posibilidad de
actualizarlos, al mismo tiempo, al mantener una infraestructura reducida,
permite optimizar su productividad. Se debe recomendar al empresario que
evite adquirir activos que no sean los absolutamente indispensables para la
operación del negocio y a mantener la mente abierta a la compra de activos
que por su avance tecnológico, permiten reducir costos.

d) Arrendamientos de activos del fabricante


Además de las instituciones auxiliares de crédito del SFM, conocidas como
arrendadoras financieras, que tienen como único objetivo el prestar el servicio
de arrendamiento financiero a las empresas, algunas medianas y pequeñas
empresas mexicanas y extranjeras, manufactureras o importadoras de
productos como equipos de computo, maquinaria, de fotocopiado, de
comunicación y equipos especializados, además de vender sus productos al
contado y o a plazos, ofrecen estos productos directamente a sus usuarios con
una alternativa diferente, por el método de arrendamiento financiero, es decir,
en lugar de venderles el bien se los rentan.
Contrario a la creencia de que es caro y limitado a ciertos equipos, el
arrendamiento se extiende en México a casi todo tipo de bienes, por citar un
ejemplo: Desde hace 25 años, el Camino Resources Ltd, otorgaba en
arrendamiento equipos de computo, de redes y comunicaciones, elementos
vitales para la operación de cualquier negocio, actualmente ha ampliado sus
servicios al arrendamiento de maquinaria para uso industrial, camiones,
traileres, autos, camionetas, grúas, montacargas, excavadoras y hasta aviones.
Algunas otras empresas, distribuidoras de equipos de computo de las marcas
Dell, Hewlett Packard (HP) y Compaq, así como de equipos de fotocopiado
(XEROX de México), han establecido convenios y contratos de arrendamiento
de sus equipos con empresas de todo tipo, desde pequeños propietarios y
profesionistas por montos que van de $ 30,000.00 - a $ 200,000.00 - hasta las
grandes empresas, públicas y privadas, por montos de millones de pesos.
El arrendamiento es también el mecanismo ideal para las empresas con
necesidad de una flotilla importante de automóviles o bienes inmuebles, pues la
renta de dichos bienes se considera contablemente como un gasto y se deduce
de los impuestos, también es muy usado para la adquisición de equipos de
computo que por su alto grado de evolución tecnológica, son de rápida
obsolescencia y difíciles de revender.
Este tipo de crédito ofrece ventajas: preserva el capital para emplearlo en otras
inversiones; los pagos son deducibles de impuestos, lo que representa ventajas
fiscales; se evita el pago de enganches y elimina pagos de contado; la empresa
puede comprar bienes muebles o inmuebles cuyas alternativas de
financiamiento son limitadas; se obtiene pronta respuesta; y los pagos se
adaptan a las necesidades (flujos de efectivo) de la empresa. Pero además es
necesario considerar sus desventajas: el costo de los recursos puede parecer
alto; se limita solo a adquirir o usar bienes muebles o inmuebles; y controla el
destino del financiamiento.

e) Patrocinio, subsidios y apoyos de los proveedores


Es común que las marcas, en todos sectores, ofrezcan patrocinios o diversos
servicios a los negocios que distribuyen sus productos y su marca, como
estrategias de mercadotecnia, ya sean embotelladoras, cerveceras,
panificadoras, empresas de botanas, lácteos o de ropa y automóviles, por
mencionar algunos.
Los patrocinios, dependiendo de la marca, pueden ser préstamos en dinero o
en artículos promocionales que se obsequian en convenciones, ferias, corridas
de toros, juegos deportivos, entre otros eventos que concentran gran público.
Por otro lado, existen los apoyos a comercios, para algunas marcas, servicios
considerados medios de publicidad, mas que patrocinios, como tiendas,
supermercados o restaurantes, los cuales consisten en dar la pintura de la
fachada, toldos, prestamos de mobiliario como mesas, sillas, hieleras u objetos
promocionales.
Tanto patrocinios como apoyos, en muchos casos son las mismas marcas las
que ofrecen, normalmente como respuesta a una necesidad o estimulo
específicos: la acción de un competidor, un mercado geográfico débil o con
ocasión de la introducción de un producto nuevo.
Todas estas estrategias persiguen despertar el interés de la gente, informarla
sobre los productos e involucrarla. Con ello, las marcas logran reconocimiento
en los mercados y, al final, el aumento de las ventas. (Torres y López, 2003)

LAS INSTITUCIONES FINANCIERAS


De acuerdo a la estructura organizacional del SFM, las instituciones que
otorgan financiamiento a las empresas se agrupan en dos sectores, el Sector
Bancario y las Organizaciones Auxiliares de Crédito, regulados y supervisados
por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
La participación del sistema financiero en el financiamiento de la inversión
productiva ha recrudecido las diferencias entre empresas grandes y pequeñas.

EL SECTOR BANCARIO
El Sector bancario lo componen la banca múltiple (comercial), la banca de
desarrollo (de fomento), las sociedades financieras de objeto limitado (Sofoles),
los fideicomisos públicos que otorgan financiamientos al público en general, el
Banco del Ahorro Popular y Servicios Financieros (Bansefi) que promueve el
ahorro entre la ciudadanía y las empresas y por último, las Sociedades de
Información Crediticia (buró de crédito) que brindan información a los
prestadores de financiamiento acerca de los solicitantes de los créditos.
Para estudiar las alternativas de financiamiento que tienen las empresas en
México, se analiza cada una de estas agrupaciones por separado, mostrando
la situación general de operación.

La Banca Múltiple o Banca Comercial


Las funciones básicas de la banca no han cambiado a lo largo del tiempo.
Entre las operaciones vitales de cualquier banco se encuentran, la función de
captación de recursos y la función de préstamos o de inversión en valores; una
empresa de este tipo que no lleva a cabo estas funciones no se puede llamar
banco en el verdadero sentido de la palabra. El préstamo se puede considerar
como la esencia y vida de las instituciones bancarias. Todo banco moderno
busca su crecimiento sobre la base de empréstitos juiciosos y una política
sólida y estudiada.
Los bancos son los intermediarios financieros con los que la persona promedio
entra en contacto con más frecuencia, cuando necesita un préstamo para la
compra de casa, automóvil, compra de mercancías o equipo para su negocio,
suele obtenerlo del banco de su localidad.
México vive un acelerado proceso de renovación jurídico-financiero; primero
derivado de la estatización de la banca que se decretó en 1982, luego como
consecuencia de la reprivatización de la banca en 1990 y después por la
inclusión de México en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y
Canadá (TLC). Como resultado de estos factores, el proceso de intermediación
financiera ha experimentado profundos cambios, tanto en su regulación al
emitirse nuevos ordenamientos jurídicos, como en la reestructuración de las
instituciones que componen el Sistema Financiero Mexicano.
La banca comercial mexicana ha cambiado de ser privada y casi cien por
ciento mexicana, a una banca estatizada (1982-1990) y actualmente otra vez
privada, pero con participación de capital extranjero, producto de la
desregulación en inversiones en las instituciones bancarias.
México y América Latina han carecido de capital suficiente durante muchos
años, debido a varias razones como problemas climatológicos que repercuten
en su producción agrícola y ganadera, como la inestabilidad en sus
exportaciones de minerales e hidrocarburos y una balanza comercial negativa
en sus intercambios con otras naciones. Estos factores han provocado que las
tasas de interés sean más altas que en los países desarrollados, lo cual
aunque sirve para atraer capital extranjero también encarece las tasas de
interés a las que se pueden obtener los empréstitos.

La Banca de Desarrollo y las PyMES


El apoyo al establecimiento y evolución de las PyMES, a través de
financiamiento y asesoría técnica, se han convertido en la meta primordial de la
banca de desarrollo y en especial de sus principales instituciones, Nafin, y
Bancomext, que absorben aproximadamente el 90% de la cartelera de créditos.
Tres instituciones, Banjército, Banobras e Hipotecaria Nacional que forman
parte de la Banca de Fomento en México, tienen como objeto atender sectores
muy diferentes a las PyMES, por lo que no se analizan en este trabajo. Nafin
atiende el 40% de la cartelera de crédito de la banca de fomento.

LAS ORGANIZACIONES AUXILIARES DE CRÉDITO


La Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito
(LGOAAC) reglamenta a estas instituciones y de acuerdo al artículo 3º, se
consideran como tales, las siguientes: Almacenes Generales de Depósito;
Arrendadoras Financieras; Sociedades de Ahorro y Préstamo; Uniones de
crédito; Empresas de Factoraje Financiero; las demás que otras leyes
consideren como tales (casas de cambio).

Situación actual de las empresas de factoraje financiero


Después de la crisis de 1995, en que los bancos dejaron de ofrecer créditos a
las empresas, una de las organizaciones auxiliares de crédito que sobresalió
fue precisamente la del factoraje financiero, que después de tocar fondo logró
capitalizarse y entro en recomposición, del centenar de empresas del sector
quedaron únicamente 20, las que estaban bien posicionadas, mantenían
controles y prácticas sanas en la compra de deudas. (García, V., 2001, julio 21)
De acuerdo con la SHCP actualmente se tienen registradas 33 empresas de
factoraje, de las cuales nueve han sido revocadas, tres están intervenidas por
la CNBV, tres han sido fusionadas por grupos financieros y el resto están en
operación.
Hasta ahora sólo menos de 5,000 compañías en México cuentan con algún
servicio de factoraje, un numero muy pequeño en comparación con las casi tres
millones de empresas que existen en el país. Actualmente, el volumen anual de
financiamiento es apenas una quinta parte de los 22,000 millones de dólares
que llegó a tener el sector.
Pero el futuro es promisorio pues tiene un mercado potencial muy amplio
constituido por las PyMES que ahora no son sujetos de crédito de la banca.
La gran ventaja de este tipo de financiamiento es que no genera pasivos y el
trámite, una vez que son autorizados los primeros contratos, se vuelven líneas
de crédito revolventes de acuerdo a las necesidades de cada cliente en
particular con los que puedan ir descontando los documentos que considere
necesarios o bien toda su cartera de cuentas por cobrar.
El Factoraje se ha popularizado a nivel mundial como un método aconsejable
que permite al vendedor cobrar antes del vencimiento, proporciona un alto
grado de eficiencia en la empresa pues en todo momento se produce un
incremento de su activo líquido.
Se calcula que en conjunto, las PyMES generan ventas por $ 415,000 millones
de dólares y la mayoría califica para obtener liquidez a través de sus cuentas
por cobrar. Al contrario con lo que sucede con el financiamiento tradicional, el
factoraje se especializa en las firmas pequeñas o medianas que comúnmente
tienen una situación financiera débil, un nivel de endeudamiento alto y que no
tienen mucho capital.
Es un método abarcador, ya que se presentan 14 tipos comunes de Factoraje,
lo que permite su utilización de acuerdo a las características de la empresa, es
una solución ideal que le permite a la empresa, si se utiliza oportunamente,
librarse del trabajo contable y legal en relación con las Cuentas por Cobrar.

Principales resultados
Las empresas han tenido dificultad para obtener recursos a través del sistema
financiero nacional por la escasa disponibilidad de los mismos, en particular por
el tamaño del sistema financiero mexicano, que medido en proporción del PIB,
alcanzó prácticamente el mismo nivel que tenia en 1994, ubicando al sistema
financiero mexicano en un nivel de desarrollo bajo con relación a los
estándares internacionales.
Una de las propuestas más importantes del sexenio anterior, fue la de
implementar las medidas de regulación al sistema financiero mexicano y de
aumentar los recursos para proyectos productivos a través de la banca de
desarrollo, si la banca comercial no presta dinero a los emprendedores
mexicanos, dueños de las PyMES, entonces lo haría el Gobierno Federal.
La dificultad para obtener recursos se debe principalmente a que la mayor
parte de dichos recursos son absorbidos por el sector público. Entre 1995 y
2000 los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), representaron
más del 55% del flujo de ahorro financiero de la economía.
“El ahorro financiero se define como agregado monetario M4a menos la suma
de billetes y monedas en poder del público. Considerando el M4a como el
tamaño del sistema financiero medido como porcentaje del PIB.”
El deficiente desarrollo del SFM más la fuerte absorción de recursos por parte
del sector público, se tradujeron en una cantidad muy limitada de recursos
disponibles para el financiamiento de proyectos de inversión privada.
No obstante que el ahorro financiero, en proporción al PIB, se mantuvo
constante entre 1995 y 2000, en ese lapso se ha logrado avanzar en el
saneamiento del sector. A raíz de la crisis de 1995, las autoridades
gubernamentales concentraron sus esfuerzos en la estabilización del sector
financiero, fortaleciendo los mecanismos de supervisión y regulación, apoyando
a los usuarios del sistema para evitar la pérdida de sus ahorros y promoviendo
una reforma integral del sistema financiero, para ampliar la disponibilidad de
recursos financieros al sector privado en condiciones más eficientes y
competitivas.
La falta de créditos tradicionales ha convertido a los diferentes tipos de
financiamiento alternativo mencionados en este capitulo (especialmente el
crédito de los proveedores), en el principal motor de la economía nacional, pero
como en toda cadena, si se revienta un eslabón, se rompe toda la cadena.
Cuando uno de los integrantes de la cadena de créditos del proveedor no paga,
los demás integrantes no tendrán recursos para pagar a sus propios
proveedores y esa cadena se derrumba. Los negocios, con esta base de
crédito alternativo, están sujetos a una situación muy precaria y tienden a
cerrar sus puertas cuando la falta de crédito se extiende por mas de 90 días.
Los profesionistas que ofrecemos nuestros servicios a las empresas, debemos
de conocer éstas y todas las alternativas posibles de financiamiento, con el
propósito de promover su utilización y aprovechar todas las ventajas posibles
para que las PyMES puedan desarrollarse y crecer.
El mismo Banco de México en su Informe Anual, reconoce que mientras hace
una década el 65% del financiamiento a empresas era otorgado por la banca,
actualmente sólo representa el 35%, lo que equivale al 8.9% del Producto
Interno Bruto (PIB), nivel similar al observado a mediados de la década de los
ochenta.
A falta de crédito bancario tradicional, las fuentes alternativas de financiamiento
salen a relucir y toman fuerza en las empresas, convirtiéndose en parte de su
cultura organizacional. El riesgo es para los bancos que cuando quieran ofrecer
el crédito necesario, el cliente les diga “no muchas gracias, ya me he dado
cuenta que no lo necesito” y siga basando su crecimiento en endebles
estructuras de crédito a la palabra.

CONCLUSIONES
Las PyMES son de vital importancia para el desarrollo económico de México,
durante los últimos años se han visto privadas de uno de los principales
motores para su desarrollo, el financiamiento.
La banca múltiple que debía apoyar a las empresas y proporcionar los recursos
financieros necesarios para el desarrollo de proyectos productivos, se vio
paralizada por los efectos de la crisis económica de 1994-95, sus deudores no
les pagaron por que no tenían dinero y casi hacen quebrar a los bancos, el
gobierno mexicano realizó un rescate multimillonario a través del Fondo
Bancario de Protección al Ahorro, pero el daño ya estaba hecho, los bancos
sólo se atreven a prestarle dinero al gobierno y a las grades empresas, por
temor a que se repitan los hechos.
La mayor parte de los recursos financieros de la banca múltiple es prestada al
gobierno, otra parte a las grandes empresas, otra parte son créditos al
consumo, dirigido al publico en general y que destinan mayormente para la
compra de bienes y servicios, y el resto, muy poco por cierto, es utilizado en
programas y proyectos generadores de empleo y enfocados a las PyMES.
Las empresas que sobrevivieron lo hicieron con el crédito concedido por los
proveedores mejor capitalizados, en un afán de no perder a su clientela, de por
si mermada y en franca situación de cierre. Otras opciones fueron las ofrecidas
por la banca de fomento, las sociedades de objeto limitado y las instituciones
auxiliares de crédito que cobraron fuerza en estos años.
A partir del año 2000, las PyMES contaron con la posibilidad de mejorar su
situación, el gobierno les ofreció atención y recursos a través de más de 120
programas de apoyo financiero y de capacitación, repartidas entre múltiples
Secretarias Federales y los Estados. Pero estos apoyos no siempre llegan y no
son suficientes. La banca múltiple está renuente a colaborar abiertamente y
siegue siendo muy cautelosa, condicionando los créditos con múltiples
requisitos, como la aprobación del buró de crédito y garantías adicionales,
inclusive cuando los créditos son garantizados por la banca de fomento.
Recientemente, la banca múltiple, ahora en manos de capital extranjero,
parece estar reaccionando favorablemente, abriendo programas de
financiamiento a la PyMES, disminuyendo los requisitos y aceptando los
programas de garantías del gobierno federal.
Por otra parte, varios elementos impiden que las PyMES acudan a solicitar los
recursos financieros que le son tan necesarios para su desarrollo: la falta de
información tecnológica y administrativa fuertemente arraigada en los
mexicanos; la falta de capacitación en cuanto a la administración de los
recursos y sobre todo; la desconfianza de los propietarios para endeudarse,
aún cuando los intereses sobre los préstamos han disminuido hasta en 50%
desde 2003.
Deben emprenderse acciones encaminadas a mejorar la condición y
circunstancia de estas empresas, ofreciendo en forma viable, alternativas de
financiamiento, capacitación técnica y asesoría administrativa, tal y como lo
hacen en otros países más desarrollados.
Para poder cambiar estos elementos es necesario que el sector educativo se
vincule fuertemente al sector productivo. Por una parte, promover una cultura
de emprendedores creadores de empleos entre los estudiantes, y por otra
parte; ofreciendo cursos entre los empresarios para capacitarlos en las áreas
administrativas, técnicas y proporcionando información acerca de los
programas de apoyo del sistema financiero mexicano. Estos cursos deben ser
modificadores de conducta de los empresarios, con un enfoque innovador y
tecnológico que optimice sus recursos.
El gobierno, mediante la implementación de un marco jurídico más acorde con
el nuevo entorno económico, globalizado y competitivo, deberá vigilar y
controlar a los oferentes de crédito y proteger, tanto a los ahorradores como a
los solicitantes de los créditos. Además deberá proporcionar, de forma
adecuada y masiva, sus programas de capacitación y financiamiento.
Las instituciones oferentes deberán cambiar sus condiciones y requisitos de
acuerdo a la realidad del mercado de las PyMES, depurar y disminuir los
requisitos del buró de crédito y proporcionar también en forma masiva, sus
programas de crédito a proyectos productivos enfocados a este sector, tal y
como proporcionan sus créditos al consumo.
Son necesarios más trabajos de investigación relacionados con el tema, con
enfoques específicos por sector, región y actividad, así como darlos a conocer
a las cámaras de las empresas y a las asociaciones de profesionistas para que
difundan los contenidos entre los empresarios de las PyMES.

Problemas generales para acceder al crédito


Aunque fue un problema siempre, las dificultades para acceder a financiamiento
se agudizaron tras la crisis del 2001/2002. Hoy siguen siendo escasas las PyMEs
que están trabajando con los Bancos, salvo en líneas como los descubiertos en
cuenta corriente. La mayoría recurre al financiamiento de sus proveedores y,
fundamentalmente, al capital y utilidades propias.
En las empresas pequeñas el financiamiento se compone en un 55% de capital
propio y utilidades retenidas, mientras que se reduce al 36% para aquellas
empresas medianas.
A la hora de buscar financiamiento las cosas no resultan tan simples para las
Pymes, dado que se enfrentan con tasas de interés extremadamente elevadas.
Además, la cantidad de firmas que pueden acceder a un crédito bancario apenas
supera el 25%.
Un estudio que fuera realizado por la consultora Nielsen indica que sólo el
10,6% de las Pymes tiene cuenta corriente en un Banco.
Si nos preguntamos si el sistema bancario argentino prefiere a las PyMES,
podemos afirmar que ello no es así, puesto que sólo el 10% del total de los
créditos del sistema bancario es otorgado a las pequeñas y medianas empresas.
Además, las pocas empresas de ese tipo que logran obtener un crédito deben
pagar excesivas tasas de interés.
Merece destacarse que se aprecia una deficiente coordinación entre los distintos
niveles de organismos vinculados con las PyMEs. Como la información no está
unificada, no llega a todos los potenciales beneficiarios. Resultado: finalmente
son las empresas más preparadas, que menos necesidad tienen de reconvertirse,
las que acceden a los fondos, y ello termina aumentando la heterogeneidad que
caracteriza a este segmento de empresas.
Las estadísticas disponibles muestran que sólo una de cada diez empresas
pequeñas tiene buen acceso al sistema financiero (combina financiamiento de
corto y largo plazo y opera con más de dos bancos), menos de un diez por ciento
exporta y los vínculos asociativos son mínimos: un 86% de las firmas realiza sus
compras en forma individual, según un estudio realizado entre 1.500 empresas.
Se ha podido determinar que siete de cada diez firmas pequeñas y medianas
tienen necesidades de financiamiento para capital de trabajo insatisfechas.
Además, sólo un 8% de las empresas registra un buen acceso al sistema
financiero, considerando como "bueno" a operar con más de dos bancos, tener
una estructura de deuda importante de corto y largo plazo y enfrentar tasas
inferiores a las del promedio.
La mayor parte de las necesidades se satisfacen con fondos de corto plazo, para
cubrir descalces del negocio. Una encuesta entre 1.000 PyMEs mostró que el
financiamiento vía proveedores es, por lejos (con un 37%), la herramienta
más utilizada por las PyMEs locales.
La mayoría de las firmas consultadas señaló que las tasas, los plazos y las
garantías exigidas por los bancos condicionan el acceso al financiamiento y
limitan la evolución de sus negocios.
Pese a todo lo expuesto, hacer recaer toda la culpa sobre los bancos o sobre las
PyMEs, depende del lugar en el que esté situado. Desde las entidades, se repite
que la subdeclaración impositiva y la difusión de la economía negra que
está presente en el sector atentan contra la presentación de carpetas para
solicitar créditos. Para colmo, una vez sorteado este obstáculo, aparece la falta
de información de siempre: los bancos no tienen estudios de seguimiento
sectorial para la heterogeneidad del mundo PyME. Y analizar una carpeta de
crédito para un préstamo chico vale lo mismo que para uno de varios millones.
¿Cuánto, exactamente?; el costo de análisis inicial de una carpeta de crédito está
en los 15.000 pesos. Este monto, en una operación por 150.000 pesos a un año
representa un costo fijo del 10% anual, mientras que en una de tres millones a
dos años implica uno del 0,25%.
El alto grado de aislamiento es otra de las dificultades centrales que los
economistas identifican entre las PyMEs locales, es decir, hay muy poca
vinculación interempresarial para abordar acciones asociativas, tanto en
los mercados de venta de sus productos como en los de compras de sus equipos
o insumos. Son escasas las firmas medianas o chicas que realizan sus compras
en forma asociada.
El Gobierno quiere estimular distintas formas de cooperación entre empresas.
Para ello, pretende alentar consorcios de exportación, motorizar las SGR,
fomentar la interacción a través de las agencias regionales y promover la
formación de cadenas de proveedores.

Herramientas de financiación
El reducido y oneroso acceso al crédito de las PyMES se debe a que los Bancos
consideran a las firmas riesgosas, y además estas instituciones financieras
tratan de reducir el costo administrativo de sus fondos concentrando los
préstamos que otorgan en firmas grandes como se expresara anteriormente.
Esto plantea un problema para el financiamiento comercial de las empresas
chicas, y naturalmente para sus posibilidades de aumentar sus inversiones.
En resumen, debe tenerse en cuenta la importancia económica de apuntalar el
desempeño de las firmas menores, cuyo progreso contribuirá, además, a
ampliar la base imponible y consecuentemente las posibilidades recaudatorias
de impuestos del Estado.
El preconcepto de ser cumplidores es el principal condicionante para acceder a
fuentes de financiamiento. De hecho, los bancos comerciales no miran a este
segmento (Pymes) por considerarlo de alto riesgo, al tiempo que la exigua
demanda de dinero los convierten en poco rentables.
Encontrar un crédito a la medida de un microemprendimiento no es tarea
sencilla. Sus pequeñas estructuras no sirven para ser usadas en garantía y su
carácter de economía "informal", se convierte en la principal traba para que los
bancos lo cuenten entre sus clientes.
Las instituciones que apoyan este segmento saben que el riesgo es grande. Sin
embargo en la práctica sus niveles de morosidad no superan el 5%.
Veamos ahora por qué las Pymes son reacias a solicitar créditos en los Bancos:
La respuesta a esta pregunta no es simple. Una gran mayoría de Pymes, por la
crisis que atravesó el país (2001/2002) posee un stock de deuda fiscal todavía
imposible de regularizar sino a través de un plan que ate la reactivación y el
crecimiento al pago de dicha deuda. El primer requisito exigido por los Bancos
es estar al día con la AFIP por lo que este grupo de Pymes ya se encuentra
descartado.
Vamos a suponer que este punto se hubiere cumplido, si en algún momento a la
Pyme se le rechazó un cheque por falta de fondos, aparecerá "tachado" en el
requisito número dos, que consiste en no figurar en ninguna Base de Datos
Comerciales (tipo Veraz u otras).
Para aquellos que pudieron sortear estos dos primeros escollos, el Banco le
exigirá, además, que no sólo exhiba su proyecto, sino que le demuestra cómo
sobrevivió y como piensa sobrevivir en
el futuro. Por ello, en ese instante se le solicitará un Balance Proyectado y un
Flujo de Fondos a 36 meses como mínimo.
Pero, aunque todo esto sea preparado, son pocos los Bancos que se "animan" a
dar un crédito a mediano plazo y a una tasa de interés baja. Por esa razón,
muchas de estas Pymes reciben la misma respuesta: "el comité de crédito de
este Banco considera que su idea es buena pero que su plan a tres años no
cierra; por eso únicamente le podemos dar un adelanto en su cuenta corriente
por 180 días a la tasa del mercado".
Así, la Pyme abandona su ilusión y continúa trabajando con lo que tiene, es
decir, sin un verdadero desarrollo industrial y con alto atraso tecnológico.
Podemos observar a continuación lo difícil que resulta acceder a un crédito
bancario, en función del volumen de documentación exigida:
4.1 Requisitos exigidos por las instituciones financieras para el otorgamiento
de créditos.
 Copia certificada por el Consejo de Ciencias Económicas de los últimos tres
balances.
 Copia autenticada del Estatuto Social
 Copia autenticada de Acta de Asamblea con designación de autoridades
(última)
 Copia autenticada de Acta de Asamblea con distribución de cargos (última).
 Copia autenticada de Acta de Asamblea que aprueba la distribución de
utilidades del último ejercicio.
 Fotocopia de los comprobantes de pago del IVA de los últimos seis meses.
 Fotocopia de los comprobantes de pagos de aportes jubila torios, cargas
sociales y Obra Social de los últimos seis meses.
 Declaración Jurada del Impuesto a las Ganancias del último año.
 Reseña breve de la actividad y destino de los fondos solicitados.
 Detalle de las contragarantías a ofrecer.
 Deuda bancaria actualizada.
 Manifestación de bienes de los socios/directores de las empresas.
 Flujo de caja estimado que acompañe el plazo del crédito solicitado

DIFICULTADES

La falta de información acerca de las empresas (a causa de un escaso mantenimiento


de registros o de un historial insuficiente) y los altos costos de transacción (el costo
unitario administrativo para efectuar pequeños préstamos es mucho más alto que para
los grandes préstamos).
El desafío, entonces, es concebir instrumentos para encarar estos problemas. La
solución debe tomar en cuenta algunas importantes diferencias entre dos tipos de
pequeñas empresas, puesto que pueden requerir soluciones diferentes a sus
problemas de financiamiento. Las pequeñas empresas de los sectores tradicionales
pueden ser financiadas por instituciones existentes (bancos e intermediarios no
bancarios), pero los emprendimientos de alta tecnología pueden requerir fondos
semejantes al capital de riesgo en los países desarrollados. Una vez más, se requieren
políticas para promover y completar los mercados.
DIFICULTADES

La falta de información acerca de las empresas (a causa de un escaso mantenimiento


de registros o de un historial insuficiente) y los altos costos de transacción (el costo
unitario administrativo para efectuar pequeños préstamos es mucho más alto que para
los grandes préstamos).
El desafío, entonces, es concebir instrumentos para encarar estos problemas. La
solución debe tomar en cuenta algunas importantes diferencias entre dos tipos de
pequeñas empresas, puesto que pueden requerir soluciones diferentes a sus
problemas de financiamiento. Las pequeñas empresas de los sectores tradicionales
pueden ser financiadas por instituciones existentes (bancos e intermediarios no
bancarios), pero los emprendimientos de alta tecnología pueden requerir fondos
semejantes al capital de riesgo en los países desarrollados. Una vez más, se requieren
políticas para promover y completar los mercados.

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