You are on page 1of 2

EL RETO DE ENSEÑAR A LOS COLOMBIANOS SOBRE LA LECTURA

"Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos
insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría". Mario Vargas Llosa,
Premio Nobel de Literatura.

No es un secreto que en Colombia no existe el hábito de lectura, un país en el que el ocio


supera a la razón, en el que los espacios que pierden las bibliotecas lo ganan las cantinas y
donde se disminuyen las competencias intelectuales, todo esto gracias a los elevados precios
de los libros que los hacen inalcanzables para una considerable parte de la población; la
masificación del internet (un arma de doble filo que si no se usa conscientemente es más el
daño que produce que lo que beneficia); la extensa tradición oral; la falta de competencia
académica, en el país los estudiantes no leen, escriben mal y escasamente comprenden lo que
leen, convirtiendo el análisis en decodificación.
Ha sido necesario que en Colombia se diera un largo proceso forzosamente traumático, para
que apenas hoy se entendiera el verdadero sentido de leer, que no es lo mismo decodificar
que comprender, hoy sabemos que el lector no es alguien que descifra letras, es quien es
capaz de dialogar, desarrollar un pensamiento analítico, quien entiende más allá de lo que se
presenta, crea conceptos previos y realiza críticas, ya que la mera lectura literal o inferencial
de un texto ¡no es suficiente! es necesario formar lectores críticos y competentes, ver la
lectura como un proceso en el que la primera fase sea formular hipótesis, la segunda verificar
dicha hipótesis realizada y por último lograr integrar la información para llegar a la
comprensión.
El filósofo colombiano Estanislao Zuleta habla del “Afán del hombre moderno”, es decir,
aquel que pretende informarse lo más rápido posible, ya que para él, como se dice
popularmente, el tiempo es oro, pero no se da cuenta de que el verdadero oro es aprender por
medio de lecturas lentas y cuidadosas que ofrezcan un verdadero conocimiento, Zuleta
“rechaza toda concepción naturalista o instrumentalista de la lectura: leer no es recibir,
consumir, adquirir, leer es trabajar”. El colombiano debe convertir la lectura en un hábito y
no en una obligación, dice Estanislao en su discurso “Sobre la lectura” citando a Friedrich
Nietzsche, que existe la ilusión de haber leído, cuando todavía no se ha interpretado el texto,
esto se evidencia al momento de realizar lecturas como “Así habló Zaratustra”, “La
metamorfosis”, “El Capital”, “Don Quijote de la Mancha”, entre otros, donde el lector se ve
obligado a descifrar, analizar e interpretar los mensajes que estas le ofrecen.
"La lectura hace al hombre completo; la conversación lo hace ágil, el escribir lo hace
preciso". Francis Bacon. Para llegar a un conocimiento integral y empírico, es necesario que
el hombre desarrolle tres cualidades complementarias; la lectura que brinda experiencia y
conocimiento a través de procesos mentales; la conversación que permite desarrollar agilidad
y rapidez mental, compartir ideas, debatir, comunicar y por último, pero no menos
importante, la escritura que brinda precisión al momento de elegir las palabras adecuadas
para definir conceptos y ayuda a afianzar la exactitud para emitir ideas.
EL RETO DE ENSEÑAR A LOS COLOMBIANOS SOBRE LA
LECTURA

COMPETENCIAS COMUNICATIVAS EN
LENGUA CASTELLANA I

PROFESORA: INÉS MARÍA D’VERA ROCHA

ESTEFANÍA ARRIETA SÁNCHEZ


PSICOLOGÍA I
UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
BARRANQUILLA-ATLÁNTICO
2018

You might also like