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UNIDAD 3 – Escudé, Carlos: “El boicot norteamericano a la Argentina en la década del 40’”

Introducción

El autor realiza un análisis sobre los vínculos entre Argentina, EEUU y GB durante la década del 40’. Hace hincapié en la
apertura de ciertos archivos británicos y estadounidenses que dan cuenta de una política norteamericana de boicot
económico y desestabilización política para Argentina, neutralizada por GB hasta 1947, y luego compartida por ambos de
1947 a 1949.

Menciona dos dimensiones: 1) la de la política argentina, principalmente con la neutralidad no pro-eje (retorica
norteamericana) sino pro-británica, y según el autor, adoptando una actitud poco racional en busca de un interés
nacional; 2) la política anglo-norteamericana, que en cierto periodo se evidencia un grave para generar un grave daño a
la Argentina.

Durante los 50 años previos a la 1GM Argentina experimenta uno de los más veloces desarrollos de la historia, de la
mano de su relación de interdependencia con GB. Luego de la depresión se da la recuperación para lo que se llevó a cabo
el Pacto Roca-Runciman, y se mantuvieron constantes negociaciones con EEUU intentando abrir su mercado.

A pesar de la rápida recuperación, Argentina se vio sometida a vulnerabilidades: conservar el vínculo con GB, y
resguardarse de la política estadounidense; el hecho de ser una economía competitiva a la de EEUU, y la oposición
sistemática que mantuvo con la diplomacia estadounidense; entre otras. Con respecto al porvenir de Brasil, existían dos
desventajas: 1) que era una economía complementaria con EEUU; y 2) que, en parte por el temor al poderío militar
argentino, estaba estableciendo relaciones diplomáticas con EEUU en el mismo momento en que comenzaba la rivalidad
argentino-estadounidense. Dado el sistema de desventajas frente a los competidores naturales de Argentina, la 2GM y
sus consecuencias generaron un impacto negativo sobre el futuro desarrollo argentino. El desafío de la hegemonía
americano, y la respuesta estadounidense a ante esa actitud de rivalidad, magnifican dichas consecuencias.

El autor pretende abordar las causas de la declinación argentina pos-guerra; y la importancia de las alianzas
transnacionales en el desarrollo de los estados periféricos. En este sentido, hace hincapié en que no solo se debe
observar la política de las potencias hacia tales países, sino también considerar el grado de pragmatismo de la periferia
en sus relaciones con el centro, es decir, la adaptabilidad de ellos a las metas globales impuestas por las potencias.

La desestabilización política de la Argentina por los EEUU

Hacia 1939 el gobierno argentino analizaba la idea de abandonar la neutralidad, y , ante la falta de respuestas británicas,
recurrieron a EEUU. La propuesta del presidente Ortiz era que ambos países abandonaran la neutralidad para unirse a los
Aliados, pero sin volverse beligerantes. Dicha iniciativa fue rechazada por EEUU; y publicada por la prensa generando
terribles consecuencias, obligando a las autoridades argentinas a declarar la imparcialidad estricta que seguiría la nación.

Sin embargo, en 1940 Roosevelt expresa que su objetivo era proveer suministros a Francia y a GB, proclamando la “no-
beligerancia” que Argentina había sugerido previamente. Dadas las características de la cultura política Argentina, y ante
el rechazo estadounidense que había avergonzado al gobierno argentino, era poco probable que Argentina siguiera la
conducción de EEUU. Luego de Pearl Harbor, EEUU se referiría a la “amenaza fascista” de Argentina. La acción de EEUU
contra Argentina fue más severa que las acciones contra otros neutrales, debido a varios factores: la personalidad de Hull
(secretado de Estado), la larga rivalidad entre ambos, la relativamente poca importancia de Argentina para EEUU, etc. Por
su parte, Argentina aplicaba presiones económicas contras sus países vecinos para generar una oposición
antiestadounidense; mientras que EEUU presionaba a GB para que se una al embargo con Argentina.

Hacia 1945, la agresión de los EEUU se apaciguó un poco. Unos meses después de que Argentina declare la guerra, fue
admitida a la Conferencia de San Francisco y la Organización de las Naciones Unidas . Se nombra a Braden como
embajador en Argentina, y con su accionar tuvo fin corto periodo de tranquilidad en la relación EEUU-Argentina. Se elevó
al punto máximo el boicot económico, generó continuos ataque al régimen Perón-Farrell; denunció a la Argentina por
una supuesta conexión con el Eje. Braden llevó a cabo una política antiargentina , hasta que es nombrado embajador
Messersmith, quien logra demostrar que la vinculación entre Argentina y el Eje había sido en gran medida inventada, y
hacia 1947 normaliza las relaciones entre EEUU y Argentina. Sin embargo, el embargo económico continuó.

El boicot económico de EEUU a Argentina

Comenzó en 1942 y continúa con distintas intensidades hasta 1949. Durante la guerra, el objetivo era privar a Argentina
de provisiones vitales, y que EEUU se convirtiera en la única fuente. Se rechazaron licencias para la exportación de
máquinas de acero, productos químicos, materiales para los ferrocarriles, hiero, etc, con la clara intención de acrecentar
las vulnerabilidades argentinas. Se complementó con la continua interferencia estadounidense en el comercio de
Argentina en Latinoamérica. También se presionó a GB para que limitara sus exportaciones a Argentina, que tuvo su éxito
en la limitación de ciertos ítems estratégicos (como el acero), aunque GB se opuso ante la propuesta de realizar un
embargo total a las exportaciones argentinas. Durante toda la guerra EEUU boicotearon las negociaciones que
afianzaban la relación GB-Argentina, conduciendo a la ruptura del lazo. Consiguieron la sumisión de GB a cambio de que
EEUU les garantizara que mantendría a todos los compradores lejos del mercado argentino. EEUU después de la guerra
se opuso a invitar a Argentina a la Organización de Comercio Internacional.

La normalización de las relaciones EEUU-Argentina se dio en 1947, aunque persistió un boicot económico encubierto
ilegal, a través de operaciones de la Administración para la Cooperación Económica (ECA), que adoptó una política para
prevenir las compras europeas con dólares del Plan Marshall en Argentina, mientras le permitía a Canadá y Australia,
competidores naturales de Argentina. Un memorándum secreto de 1949 documenta 33 casos de discriminación de la
ECA contra Argentina, siendo el objetivo formar una combinación de países europeos contra Argentina, posicionándola
de manera desfavorable frente al mercado mundial.

El cambio de política británica

Hacia 1947, las reservas de dólares de GB estaban cerca de agotarse, y debe recurrir a declarar la inconvertibilidad de la
libra. Dicha inconvertibilidad violaba un acuerdo con EEUU (infracción que ellos permitieron); y el Acuerdo Eady-Miranda
con Argentina, mediante el cual GB garantizaba la convertibilidad y Argentina aceptaba invertir capital en ferrocarriles
argentino de propiedad inglesa. Esta infracción no fue consultada con Argentina, y generó una delicada situación.
Argentina solicitó una cuota en dólares para poder continuar con su tradicional comercio triangular comprando en EEUU
los productos que no podía conseguir en GB.

Escudé sostiene que Argentina no era el único país con este tipo de comercio triangular. Canadá también dependencia de
él para su bienestar económico, y si bien pudo comerciar con GB exclusivamente en dólares, no había para Argentina la
ración de dólares. Esto significó el fracaso del ambicioso plan de industrialización de Perón, que dependía de la compra
en EEUU de bienes de capital no disponibles en GB.

La negativa de Gb de pagarle dólares, hizo que se esforzara por obtener la cooperación estadounidense y de países
continentales europeos. En ese sentido, para 1948 se lleva a cabo un acuerdo informal de cooperación con EEUU para
negarle dólares a Argentina y manipulaciones en el mercado para mantener bajos los precios argentinos.

Está claro que a partir de 1947, y luego de la crisis de convertibilidad, la política de GB respecto a Argentina cambió
radicalmente, y se apoyó en la antipatía de EEUU, en lugar de neutralizarla, como había hecho desde 1942 a 1947.

Durante los años de posguerra, Argentina adoptó tercamente una política que se oponía a los intereses combinados de
EEUU, GB y Europa continental. El mundo estaba menos dependiente de sus provisiones de alimentos, y el plan de
industrialización era una molestia para el equilibrio de pagos británico y la recuperación europea, por lo que Argentina, si
bien sólo estaba ejerciendo su derecho, estaba a la vez siguiendo una política autodestructiva.

La política de EEUU para con Brasil durante la guerra y la temprano posguerra

Existen ciertos factores que hacían a la relación conflictiva entre Argentina-EEUU: historia previa de confrontación entre
ambos; ausencia de economías complementarias entre Argentina y EEUU; falta de relevancia de Argentina para EEUU; el
nacionalismo argentino, que estaba más orientado hacia el prestigio y que era más de carácter anti-estadounidense que
proeje.
Hasta la 2GM Argentina tenía una inserción, aunque periférica y dependiente de la economía mundial, que era favorable
a su desarrollo social y económico. Los cambios producidos por la guerra, fueron desventajosos para Argentina, sumados
a las políticas estadounidenses para con ella. Los factores económicos y políticos generaron una inserción de posguerra
en la economía mundial que ahora era desfavorable para su desarrollo. Si bien su dependencia de por si lo hacía más
vulnerable a los cambios, otros países dependientes pasaron por el proceso opuesto, (Canadá, Brasil).

El trato preferencial de EEUU a Brasil se remitía a muchos antes de la guerra. Durante la misma, dieron ayuda financiera y
también ayudaron a desarrollar nuevas industrias. Gracias a su apoyo el gobierno de Vargas pudo comenzar el desarrollo
de la industria siderúrgica nacional. EEUU dio sucesivos préstamos, facilitó transferencias de tecnología. Los funcionarios
brasileños estaban sorprendidos por la buena predisposición de EEUU en la exportación de equipos y materias primas;
aunque esto respondía al veto de EEUU a la industria pesada de Argentina. También lo que refiere al suministro de
petróleo, EEUU colocó a Brasil en 1942 en la misma categoría de GB. En general, existía cierta incredulidad por parte de
las autoridades brasileñas: EEUU había decidido potenciar a Brasil para que ocupara en Sudamérica la posición que EEUU
en el Norte. Hacia 1944, el objetivo de romper el equilibrio militar entre Argentina y Brasil en favor de este último se
convirtió en la política oficial de EEUU. Durante la posguerra, Brasil lamentaba el abandono de EEUU, cuyos esfuerzos
estaban invertidos en la reconstrucción de Europa.

El autor menciona que son frecuentes ciertos síndromes de irracionalidad en el proceso de tomar de decisiones de
países periféricos frente a estados centrales, como de EEUU frente a algunos países periféricos. Muchas veces el orgullo
nacional se usa como excusa para confrontaciones no pragmáticas y autodestructivas. La irracionalidad estadounidense
frente a Argentina se alimentaba de la irracionalidad argentina y viceversa, generando un círculo vicioso que para
Argentina solo podía ser perjudicial.

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