You are on page 1of 2

or Héctor Osoriolugo

A las indefensas víctimas del tráfico vehicular y del tráfico inmobiliario de la Ciudad de
México les amenaza un nuevo monstruo.

En la de por sí caótica zona de Santa Fe está por decidirse si un terreno dedicado hasta
ahora a otro fin, pasa a convertirse en un megaproyecto exprimiendo a todo lo que den
las posibilidades comerciales del lugar.

¿Y el tráfico?, ¿Y el agua?, ¿Y la movilidad?

Da la impresión de que los que impulsan la conversión del espacio están aplicando el
principio antiético que a la letra reza: “El que venga atrás, ¡que arree!”

… Eso porque existe una coyuntura que hace pensar que a estos últimos les urge llevar a
cabo su plan, por ser “el año de hidalgo” (para nuestros lectores no mexicanos: se llama
así al último año de una administración; la segunda parte forma una rima que
dice: “chingue a su madre el que deje algo”).

¿Será este el caso?

Es actualmente el Campo Militar Núm. 1-F

La Secretaría de la Defensa Nacional tiene asentado allí un campo militar. No es el


número 1 de triste memoria donde fueron a dar algunos detenidos por los hechos del
movimiento estudiantil de 1968 y en especial por los del 2 de octubre, sino que es otro
similar, el 1-F.

El lugar tiene una tentadora proximidad con la zona de más alta plusvalía y poder
adquisitivo de la ciudad: Santa Fe, Bosques de las Lomas, Lomas de Chapultepec.

Para dar idea de su extensión, si el Estadio Azteca mide menos de 6 y media hectáreas, el
campo del que hablamos mide más de 125 hectáreas. Leyó usted bien. Si acaso hay que
decir que el terreno es en parte irregular.

Así las cosas, la Secretaría decidió trasladar esas instalaciones al interior de la repúbli ca
por no ser prioritario que se mantengan donde están. (Aquí hay que recordar cómo en los
últimos años las zonas militares o espacios de ese tipo –más allá de su denominación
militar-, han crecido al doble, prácticamente).

El monstruo inmobiliario de la CdMx

Con el conque de atender la demanda de vivienda en el país, en el sexenio de Vicente Fox


crecieron enormemente los desarrollos habitacionales.

… Y hasta la fecha.
Sólo que ha habido un descontrol: violación del uso de suelo, desapego a las normas,
súbito e insostenible incremento de la demanda de agua, transporte, etcétera.

Las consecuencias más sentidas son: 1) las que se evidenciaron en el 19S, construcciones
fuera de norma que no resistieron, el monstruo dejó en la calle a miles de familias; 2) la
propia híperdemanda de servicios.

La voracidad de las constructoras llega al grado, por ejemplo, de hostigar de todas


formas a propietarios de casas para que se vean forzados a venderles para levantar sus
desarrollos.

Santa Fe

You might also like