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NOMBRE: ANY MAYERLIN BEDOYA GARCIA

¿INFERIORIDAD O DIFERENCIA?
LA REALIDAD COLOMBIANA BASADA EN SUS RAICES

Colombia, país pluriétnico y pluricultural dado que se caracteriza por sus diversas
etnias, por ende, usos y costumbres, los cuales permiten distinción de cada lugar del
territorio nacional; también basado en el espacio geográfico y las características naturales,
que facilitan la diferencia entre costeños, paisas, cuyabros, opitas, vallunos, indios y
afrodescendientes, entre muchos otros. Sin embargo, la historia de nuestro país refleja que
lo que para unas personas es identificado como una riqueza cultural, para otros no lo es
formando situaciones inequitativas; por tanto, surge un cuestionamiento ¿Cuáles son los
factores primordiales que ha influenciado las diversas oleadas de violencia que ha vivido el
país?.

Es claro que para acercarse a una respuesta a dicho cuestionamiento, se debe


indagar el campo político, social y cultural del país, frente a esto en el libro del autor
William Ospina, se mencionan diferentes situaciones donde se ha invisibilizado el pueblo,
solo por el hecho de no pertenecer a las elites o clases altas de la sociedad, generando
brechas sociales e ideológicas, que hace varias décadas desencadenaron diferentes oleadas
de violencia como fue la oposición liberales/conservadores -la cual se reducía a estas
lógicas-, la aparición de las Guerrillas, forjando consecuencias que afectaron a la misma
comunidad, quedándose en el anonimato y la impunidad, la toma del Palacio de Justicia, la
masacre de la Unión Patriótica y las diferentes bombas colocadas en establecimientos
públicos y comerciales. No obstante dichas clases altas también fueron víctimas de dichos
actos violentos, la diferencia fue que dichos casos se dieron a conocer y fueron alarmantes,
según el fin de los medios de comunicación de la época; seguramente dichas diferencias se
dieron a causa de las mismas brechas e inequidad social, y “la mayor importancia que
tienen estos personajes de elite” para el gobierno nacional.
En la historia colombiana se puede observar cómo debido a las diferencias sociales,
políticas y económicas, se fue generando la estratificación social propendiendo aún más por
aquellas brechas que se mencionaban anteriormente, y la posterior aparición de la oposición
política a través de acciones y grupos violentos. Como menciona Ospina W. (2013) “la
cultura política en Colombia no se basa en la “democracia” que tanto proclamamos, puesto
que una democracia verdadera procura “integrar a las mayorías a unos modelos de salud, de
higiene, de construcción de rituales compartidos”. Situación que en Colombia no se
cumple, pues las personas con más recursos económicos son las que reciben las mejores
atenciones institucionales, académicas, vivienda y salud. En tanto, todos estos aspectos
hasta el momento mencionados se insertan en la categoría de violencia que ha enmarcado la
historia del territorio nacional.

Ahondando sobre la real situación del país, a través de la historia se observan


hechos victimizantes hacia la población como ha sido la discriminación, la cual no ha sido
solo por raza sino también por etnia y lugar ocupado en la sociedad; basados en todos unos
rituales ancestrales que probablemente, para las altas clases sociales impide el “desarrollo”
del país, en comparación con las grandes potencias mundiales, las cuales siempre han sido
los principales referentes para los avances arquitectónicos, de infraestructura, viales, entre
otros; con el supuesto de establecer un Estado incluyente y equitativo, teniendo como
ideales forjar la unidad nacional, tan deseada pero a la vez tan esquiva.

No se puede dejar de lado, la época de la colonia donde los indígenas habitantes del
territorio fueron despojados de todos sus bienes materiales, además de sus riquezas
culturales, sociales y contextuales, dando pie a reconocer que desde este momento
histórico, Colombia se encuentra sujeto a la violencia interna, ésta como la herramienta
para amedrentar al más “débil”, al “subordinado” desde lo estipulado desde el gobierno
estatal, es decir, aquellos grupos sociales con mayores índices de necesidades.

Con base a esto, los colombianos en muchas ocasiones han participado o sido
testigos de protestas o marchas, donde se exige por medio de la libertad de expresión,
igualdad de derechos para todos los ciudadanos, dejando de lado, las marcadas diferencias
sociales y clasistas, no obstante, aquellas personas que exigen sus derechos, por muchos
otros son reconocidos como “tira piedra”, “delincuentes”, “malandros”, “revolucionarios”,
“inconformes”. Referente a esto, una inconformidad por la falta de oportunidades y
satisfacción de necesidades del grupo social mayoritario de la nación: la clase baja y media-
baja.

Por tanto, se puede establecer como la historia colombiana -desde la época


Colonial- ha inscrito a todo un país en una categoría, que es identificada como Violencia, la
cual se ha presentado a través de diversos fenómenos, pero que hasta la actualidad se
continua presentado de diferentes maneras, reforzando aún más los desfases sociales, que
son característica del territorio nacional, y favorecen únicamente a la clase alta de la
sociedad, encontrando cada vez más apoyo del Gobierno permitiéndose fortalecer su poder
en la nación. Dejando de lado a la ciudadanía que necesitada busca otras maneras de
resolver las dificultades económicas, de comida, vivienda y salud que se presentan; en
muchas ocasiones esto se da a través de actos no permitidos desde los parámetros legales,
generando nuevamente el ciclo de violencia que ha acompañado a Colombia a lo largo de
estas décadas.

Finalmente, se puede identificar como la población civil en la actualidad es


indiferente a tantos actos atroces de violencia vividos en el país, donde lo más perjudicados
son los campesinos, indígenas y afrodescendientes. Quizá estas actitudes y
comportamientos se presentan por el conformismo y costumbre que puede acompañar a la
ciudadanía frente a la violencia, dado que ésta ha estado presente durante la mayor parte de
historia del país. Por tanto, el llamado es para que toda la población construya una postura
crítica en relación al gobierno y sus gobernantes, como han manejado un tema que
involucra a todo un pueblo.

BIBLIOGRAFIA

Ospina W. (2013) Pa que se acabe la vaina. Oronet.

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