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La definición más básica de capital de trabajo lo considera como aquellos recursos que
requiere la empresa para poder operar. En este sentido el capital de trabajo es lo que
comúnmente conocemos como activo corriente. (Efectivo, inversiones a corto plazo, cartera
e inventarios).
La empresa para poder operar requiere de recursos para cubrir necesidades de insumos,
materia prima, mano de obra, reposición de activos fijos, etc. Estos recursos deben estar
disponibles a corto plazo para cubrir las necesidades de la empresa a tiempo.
Uno de los componentes más importantes de los flujos de caja provenientes de operaciones
es el capital de trabajo, y existen dos métodos para calcularlo dentro de los estados de flujos
de efectivo, que son el método directo y el método indirecto. El origen de fondos más
representativo es el cobro a clientes; de la misma forma, las aplicaciones de fondos más
distintivas son: los pagos a proveedores por mercancías o servicios, además de los pagos
por otras partidas de operaciones. El exceso de las partidas de capital de trabajo
mencionadas anteriormente menos el pago a proveedores y el pago de otras partidas
operativas como sueldos, por ejemplo, constituye el capital de trabajo neto operativo.
El gasto por depreciación disminuye el valor en libros de los activos fijos de la empresa y
disminuye además la utilidad neta, pero no influye en el capital de trabajo.
La gestión del ciclo del flujo de efectivo es relevante en la administración del capital de
trabajo, para ello se diferencian dos ciclos: el operativo y el de pagos, que se acoplan para
establecer el ciclo de conversión de efectivo. El ciclo de flujo de efectivo se establece a
través de tres periodos básicos de liquidez: el periodo de transformación de inventarios, el
de transformación de cuentas por cobrar o clientes y el periodo en el que se pagan las
cuentas pendientes. Los primeros muestran la cantidad de tiempo durante la cual se
estabilizan los flujos correspondientes a los activos corrientes de la empresa; esto es, el
tiempo requerido para que el dinero se convierta en inventario, el cual luego pasa a ser en
gran parte las cuentas por cobrar, y finalmente se traduce en el ingreso de efectivo. El
tercero muestra el periodo desde que la empresa obtiene los productos o servicios hasta que
paga el monto a los proveedores correspondientes a estos.
Es importante también considerar el tipo de negocio que tenemos; existen algunos sectores
en los cuáles el capital de trabajo negativo es normal ya que son principalmente financieros
y no tanto circulantes, es decir, en donde los “proveedores cobran más tarde que los
clientes” haciendo que en nuestro balance veamos esta diferencia con el capital de trabajo.
Lo importante al hablar de capital de trabajo son las personas que llevan a cabo el análisis
financiero. Una vez más, lo principal es detectar las debilidades de la empresa para poder
arreglarlas a tiempo y no vernos en una situación de deuda a futuro de la cual no podemos
pagar.
Los tiempos y el manejo de nuestros recursos son vitales para la actividad de la empresa y
su éxito a largo plazo.