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1yIcSex and Love Addicts
Anonymous
Este libro contiene la traducción de varios
documentos
Libro de A.S.A.A.
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Fellowship-Wide Services 1550 NE Loop 410, Ste
118 San Antonio, TX 78209
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+1 210-828-7900
Grupo Aceptación y Cambio de Adictos al Sexo y al Amor Anónimos 1
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Es decisión del Grupo usar esta traducción hasta que A.S.A.A. tenga el material en
español aprobado por la conferencia.
A.S.A.A.
A.S.A.A. se fundó en Boston en 1976. Los miembros fundadores eran personas que
habían llegado a la conclusión de que el sexo, el coqueteo, el amor romántico y la
dependencia emocional estaban afectando a sus vidas de la misma forma en la que el
alcohol y las drogas lo habían hecho. Su experiencia les mostraba que ni la promiscuidad
sexual ni el cultivo habitual de relaciones destructivas se podían vencer empleando
solamente la fuerza de voluntad. Muchas historias típicas tienen como protagonistas a
personas que visitaban asiduamente ciertos lugares, pese a repetidos contagios de
enfermedades venéreas y el miedo a ser descubiertos por sus familias. A otros les
resultaba imposible dejar las relaciones destructivas y si lo hacían se encontraban al poco
tiempo en otras igual de perjudiciales.
Utilizamos cuatro recursos básicos para combatir las consecuencias perniciosas que la
adicción al sexo y al amor produce:
Establecemos una relación con un poder superior a nosotros mismos, el cual puede
guiarnos y sostenernos durante el proceso de recuperación.
Como fraternidad, S.L.A.A. no opina sobre temas ajenos y evita las controversias. No
está vinculada a ninguna otra asociación, movimiento o causa, religiosa o secular. Nos
une, sin embargo, un objetivo común: recuperarnos de la adicción al sexo y al amor:
Encontramos un común denominador en el carácter obsesivo y compulsivo de nuestras
conductas, lo que convierte las diferencias de sexo o de orientación sexual en algo
secundario. Necesitamos proteger con especial cuidado el anonimato de nuestros
miembros. Además, tratamos de evitar atraer la curiosidad indebida de los medios de
comunicación hacia S.L.A.A. en su conjunto.
1. Admitimos que nos sentíamos impotentes ante la adicción al sexo y al amor y que
habíamos perdido el control de nuestras vidas.
2. Llegamos a la conclusión de que un Poder Superior a nosotros mismos podía
devolvernos al sano juicio.
3. Decidimos poner nuestra voluntad y nuestras vidas en manos de Dios o nuestro
Poder Superior, tal como cada uno de nosotros lo concibe.
4. Hicimos una búsqueda y un minucioso inventario moral de nosotros mismos sin
miedo.
5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano, la naturaleza
exacta de nuestros errores.
6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros
defectos.
7. Humildemente le pedimos a nuestro Poder Superior que nos liberase de nuestros
defectos.
8. Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos herido y
estuvimos dispuestos a reparar el daño que les habíamos causado.
9. Reparamos directamente el daño causado a los demás, siempre que nos fue posible,
excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otras personas.
10. Continuamos haciendo un inventario personal y cuando nos equivocamos, lo
admitimos inmediatamente.
11. Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestra relación con
Dios, tal como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su
voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
12. Al lograr un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar
el mensaje a otros adictos al sexo y al amor y de practicar estos principios en todas las
áreas de nuestra vida.
Las siguientes preguntas están pensadas para ayudarle a identificar posibles síntomas
de la adicción al sexo y al amor. No pretenden ser un método de diagnóstico infalible, ni
pueden las respuestas negativas a las mismas proveer seguridad absoluta de ausencia de
la enfermedad. Muchos adictos al sexo y al amor obedecen a modelos de conducta muy
diferentes entre sí, lo que puede resultar en formas diferentes de enfocar o responder a
las mismas. A pesar de esto, hemos encontrado que las preguntas concisas y precisas,
son tan útiles para el autodiagnóstico como las explicaciones extensas a la hora de dar a
conocer en qué consiste la adicción al sexo y al amor. Somos conscientes que el
diagnóstico es un asunto muy serio y a la vez muy personal. Esperamos que estas
preguntas le resulten útiles.
Las siguientes son sugerencias de miembros con cierto tiempo y sobriedad en este
programa. Son solamente sugerencias, pero son las técnicas que hemos trabajado
muchos de nosotros. Estas sugerencias no están en ningún orden en particular.
1. Asista a las reuniones: Muchos de nosotros han encontrado que asistir a noventa
reuniones en noventa días ha demostrado ser de inestimable valor al principio de nuestra
recuperación y también cuando se tiene una etapa dura en nuestro programa. Es una
gran manera de comenzar su recuperación y poner un pie firme en el grupo.
2. Utilice la lista Telefónica: Tenemos una lista de teléfonos con los números de los
miembros del grupo que están dispuestos a hablar por teléfono con usted. No podemos
hacer este programa solos, y la lista de teléfono es un mecanismo para asegurar que
nunca tenemos que estar solos. Utilícela. Llame a los compañeros. Incluso si usted no le
conoce, llámele. Poner nuestros nombres en la lista del teléfono significa que estamos
dispuestos a aceptar llamadas de recuperación de cualquier persona en el grupo. No se
preocupe de que la llamada nos incomodará; es nuestra experiencia que las llamadas de
recuperación de alguien necesitado son uno de los regalos más grandes del programa. Su
llamada nos ayuda tanto cómo a usted. Estaremos contentos de hablar con usted,
ayudarle en períodos difíciles, a contestar a sus preguntas, para acompañarlo y evitar las
situaciones que le conducían a practicar la adicción.
3. Trabaje los pasos: Los doce pasos son un programa de acción. Usted conseguirá los
regalos de la recuperación en proporción directa a la cantidad de tiempo y energía que
usted pone en el trabajo de los pasos. Nuestra experiencia es, que es virtualmente
imposible trabajar estos pasos solos: consiga un padrino, forme un grupo de estudio de
los pasos. Haga ambos.
4. Encuentre al Dios de su comprensión: Esto es un programa espiritual. Si el concepto
de Dios le preocupa, créanos cuando le decimos que usted no es el primero que ha
tenido esta reacción al aspecto espiritual de los doce pasos. Lea el capítulo cuarto
Los miembros que nos recuperamos de la adicción al sexo y al amor, de acuerdo con
nuestra experiencia, te recomendamos lo siguiente:
A. Definen en qué consisten sus actividades adictivas. Empiezan por lo que saben
ahora mismo y añaden más tarde si lo consideran necesario. Es en esto en lo
que consiste la definición de sobriedad.
B. No se dejan arrastrar por la adicción—hoy, en este momento, pase lo que pase.
C. Asisten a las reuniones con regularidad. Otras reuniones de grupos que
practican los doce pasos pueden resultar útiles.
D. Se integran en un grupo de S.L.A.A. o fundan uno nuevo.
E. Participan activamente en su grupo y en S.L.A.A. en su conjunto.
F. Saben qué miembros han permanecido sobrios cierto periodo de tiempo, se
tratan con ellos y se benefician de su experiencia, fortaleza y esperanza.
G. Tienen padrino o se ven frecuentemente con otro miembro durante el periodo
de duración del síndrome de abstinencia.
H. Le piden diariamente ayuda a un Poder superior a ellos mismos, sean creyentes
o no.
I. 1) Dedican un periodo de tiempo a la oración cada mañana, diciendo: "Ayúdame
a mantenerme alejado durante el transcurso de este día de_____________". 2)
Dedican un periodo de tiempo a la oración por la noche en el que agradecen la
ayuda recibida durante el día.
Al asistir a SLAA en busca de ayuda, usted probablemente esté dando el paso más
importante de su vida. Este folleto ha sido elaborado, para ayudarle a superar los
primeros días en esta hermandad. En las siguientes páginas, usted encontrará consejos
prácticos que fueron usados y probados en el correr del tiempo por muchos adictos al
Sexo y al Amor Anónimos.
La única cosa que pedimos a usted es que mantenga una mente abierta al leer las
páginas de este folleto.
En este preciso momento, su vida (si usted es como nosotros) ha sido ingobernable,
dirigida por su incontrolable patrón de comportamiento adictivo. El patrón que su vida
está siguiendo, solamente le ha traído los siguientes resultados:
Miseria, vacío interior, ansiedad, dolores de cabeza y grandes pérdidas económicas
para usted y para las personas más cercanas a usted.
Evidentemente que, la manera de vivir en SLAA le parecerá diferente. Quién sabe si le
cause un poco de miedo, pero lo que le podemos asegurar, es que la manera de vivir de
SLAA le traerá resultados como: Felicidad, paz interior y dignidad.
Todo lo que se requiere es una mente abierta y un auténtico deseo de mantenerse
alejado de la práctica de los comportamientos adictivos anotados en nuestra lista
personal de nosotros mismos, sobre una base diaria.
¡Le damos la Bienvenida! Si hay algo que no entienda, pregúntenos que con mucho
gusto le explicaremos.
¡Usted no está solo! ¡Acepte una mano amiga!
APRENDIENDO A ESCUCHAR
Para muchos Adictos al Sexo y al Amor, los primeros días de su recuperación son una
lucha constante y de mucho sufrimiento. Al mirar su vida pasada, se torturan con sus
sentimientos de culpa, remordimiento, dinero perdido, oportunidades pasadas, la falta de
progreso en su carrera profesional y otros cosas más.
Nuestra experiencia nos enseña que si queremos recuperarnos, todas esas cosas
deben de quedar en el pasado y debemos seguir adelante.
La Culpa y el Remordimiento nos paralizan: Se asemejan a la compasión por uno
mismo. Debemos de esforzarnos, reiniciar con la aceptación de nuestra responsabilidad y
hacer los reparos en las áreas en las que las podamos hacer.
Lo que fue perdido: Debemos de aceptar que está perdido. Ya hemos gastado mucho
tiempo y energía tratando de recuperarnos, sin resultados. Todo lo que hemos
conquistado es miseria y dolor.
Oportunidades Pasadas: Si llegamos a aceptar una manera más fácil y prudente de
vivir, tendremos más oportunidades y así nos mantendremos distanciados de nuestra
adicción al sexo y al amor, viviendo una vida útil podemos aprovechar esas
oportunidades cuando se nos presenten. Las oportunidades pasadas ya se fueron, mire
más adelante y no deje de pasar las nuevas.
Falta de Progreso en su Trabajo: Lo que se puede hacer en esta área depende mucho
de la edad y habilidad de cada miembro. De cualquier forma, independientemente de la
edad y la habilidad, cualquier miembro puede mejorar y ser mejor empleado.
Probablemente, por primera vez en mucho tiempo, podemos concentrarnos en lo que
nuestro patrón nos exige.
LLENANDO EL VACÍO
Hacen algunos días y algunas semanas que hemos dejado de practicar nuestros
comportamientos adictivos básicos (aunque con mucho dolor) la vida comienza a dejar
de importarnos, comenzamos a ver una luz al final del túnel.
De repente nos encontramos con un vacío muy grande en nuestras vidas, ¿qué
hacemos ahora con el tiempo que antes lo ocupábamos para satisfacer nuestra adicción
al sexo y al amor? No es una tarea fácil, pero tenemos que enfrentarla.
En los primeros días, pocos Adictos Compulsivos poseen una idea clara de la cantidad
de tiempo que ocupaban en practicar su adicción o las mentiras que se decían a los seres
queridos para explicar dónde estaban.
En todo momento nuestra adicción dominaba cada acción de nuestra vida. Ahora
debemos llenar ese vacío. Cada miembro debe buscar una manera más apropiada para sí
mismo, pero es muy importante buscar la manera apropiada. Algunos pasan a
interesarse por algún hobby casi olvidados. Otros vuelven a practicar deportes de su
agrado. Otros vuelven a la escuela, (esto es algo que se puede hacer
independientemente de la edad). Le sugerimos a usted, que dedique el tiempo para
reconstruir su vida familiar, sus relaciones con familiares, parientes y amigos, que en
algún momento sufrieran o se vieran perjudicados por nuestra adicción al sexo y al amor.
Estas son apenas sugerencias. Esperamos que cada miembro haga un esfuerzo especial
para llenar su propio vacío y al hacerlo, reforzará y alentará su proceso de recuperación.
DISFRUTE
La adicción al sexo y al Amor es una enfermedad emocional que nunca puede ser
curada, puede ser detenida “día a día”.
Como adictos compulsivos, muchas veces expresamos o deseamos de dejar de
practicar para siempre nuestros patrones de conductas dependientes fundamentales,
pero inevitablemente volvimos a recaer en las mismas acciones.
Muchos de nosotros pasábamos días, hasta meses, sin practicar algunos de nuestros
comportamientos adictivos y acabábamos estando seguros de que teníamos el control. A
estos intervalos inevitablemente seguían largos períodos de práctica incontrolables,
durante los cuales el deterioro progresivo y evidente en casi todas las áreas de nuestra
vida. Este deterioro es más agudo en las relaciones con nuestras mujeres, amigos,
parientes y padres.
Así mismo, la aceptación de nuestra dolencia es su naturaleza progresiva es vital para
que podamos recuperarnos y regresar a una vida normal, productiva y digna de ser
disfrutada.
Durante los primeros noventa días usted está muy vulnerable. Comenzamos a entrar
en contacto con la verdadera situación en que nos encontramos, y es muy fácil caer en la
falsa creencia de que una vez más, nuestra adicción al sexo y al amor podrá resolver
nuestros problemas rápidamente. Esa ilusión es mucho más fácil de ser alimentada si
estuviéramos en contacto con los viejos compañeros o locales de actividad sexual, y eso
es un paso certero para que volvamos a encontrarnos sobre la base de nuestra adicción.
Hemos aprendido por experiencia propia en situaciones tentadoras, a usar las
sugerencias de los miembros de SLAA. Cuando nuestra familia ve el verdadero esfuerzo y
que estamos siguiendo las sugerencias básicas, entretanto, se sentirán mejor y la
situación en casa comenzará a mejorar. Como ya fue dicho antes por medio de la
experiencia, nos hemos dado cuenta de que el apoyo de nuestra familia y la asistencia a
las reuniones de SLAA son muy importantes y reconfortantes durante las primeras
etapas del camino de recuperación.
Otro consejo que le damos en las primeras reuniones de SLAA, es que debemos
olvidar el pasado y comenzar todo de nuevo. Confíe en su esposa(o) o compañera(o)
sentimental. Le podrá parecer imposible en el principio, quien sabe hasta doloroso, pero
es de gran valía para poder lograr la recuperación.
Es increíble como esta enfermedad nos controla y distorsiona nuestro sano juicio.
Garantizamos que es la enfermedad que mantiene a su víctima presa del vicio. En
cuanto a usted, mantener una vida secreta estará alimentando una justificación para
practicar su adicción. Es lo que afirma nuestra experiencia.
Tenga siempre en mente que no se puede hacer un programa de recuperación realista
sin la “confección de la lista de personal de patrones de conducta adictivas”. Es muy
difícil hacerla sin recurrir a la experiencia de los miembros y demás amigos, encontrados
en las reuniones y en el estudio de la literatura de SLAA.
La mayoría de los miembros, cuando llegan a SLAA ya habían pasado por tragos
amargos resultantes de su dependencia al sexo y al amor. Estos efectos pueden ser
muchos y variados, pero el más común es el terrible sentimiento de soledad.
Durante tantos años de adicción al sexo y al amor, formamos barreras a nuestro
alrededor. Nos aislamos de la familia y de los amigos. Llegamos a pensar que ninguna
persona podía sentir afecto por nosotros, mucho menos querernos, y este sentimiento
puede aislarnos una vez más y más en nuestro mundo de fantasías: la adicción.
Después de asistir por un cierto tiempo a la Hermandad (si seguimos las sugerencias
nos son dadas) un poco de orden comienza a volver a nuestras vidas y nuestra mente
comienza a limpiarse. Nos enfrentamos con nosotros mismos y no siempre nos gusta lo
que vemos.
Pero lo que tiene esta Hermandad es que está formada por Adictos al Sexo y al Amor,
es inevitable que alguien pueda recaer.
Desafortunadamente, existen estas ocasiones donde algún miembro se vea en esta
situación y nunca más regrese a la Hermandad. Quién saber por qué, se siente
avergonzado o por que sintió que engañó o decepcionó a alguien o por muchas otras
razones, es obvio que algo contribuyó para que su decisión de nunca más regresar a la
Hermandad....
Si por cualquier razón usted tuviera un desliz o una recaída (de corazón deseamos que
eso no pase), corra hacia una reunión y procure hablar con un compañero lo más rápido
posible. Tenga la certeza que nadie lo verá como un fracaso y que no le dirán nada.
Estamos aquí para ayudarlo y no para juzgarlo.
Es una realidad que la Hermandad de SLAA esta llena de personas que en algún
momento u otro hallan recaído en alguno de sus patrones de conducta adictivas. Ellos
son los más afortunados. La mayoría de ellos viven felices, libres de la adicción y de los
horrores que esta misma le causaban. Los más desafortunados siguen envueltos en las
garras de la adicción, practicándola y sufriendo.
Siendo asimismo, si usted recae (y no vamos a disculparnos si lo hace una y otra
vez), no vacile en correr a buscar una reunión o telefonear al compañero más cercano.
Los Adictos al Sexo y al Amor, surgen de las más diferentes clases sociales, de ambos
sexos y edad. No tenemos la menor duda que usted, como un adicto al sexo y al amor,
conoce a alguien a su alrededor que está sufriendo las consecuencias de la adicción de
usted. El sufrimiento de estas personas es muy diferente del sufrimiento del adicto al
sexo y al amor. Estas personas no poseen control alguno sobre nuestra adicción.
Tristemente, en algunos casos donde existía el amor, hoy existen solamente
resentimientos. Unido a eso, confusión y un sentimiento de desilusión, y es claro que se
ve en la necesidad de ayudar a estas personas.
Al darnos cuenta de hasta qué punto la adicción domina nuestras vidas, descubrimos
cuán necesitados estamos de la sabiduría colectiva y del programa que los doce pasos
encarnan.
Los patrones individuales de la adicción al amor y al sexo varían.
Los patrones de recuperación también.
Normalmente la recuperación de nuestras conductas adictivas significa recobrar la
posibilidad de elegir, la salud y la dignidad personal al seguir el programa de
recuperación de A.A.S.A.
A medida que damos los pasos y nos beneficiamos de los instrumentos del
programa, (tales como las reuniones, el apadrinamiento, las publicaciones de
A.A.S.A., el contacto telefónico y el servicio), comenzamos a observar algunos de
los siguientes síntomas en el camino que nos conduce a la recuperación.
1. Tratamos de establecer una relación diaria con un Poder Superior, ya que nos
damos cuenta de que no estamos solos en los esfuerzos por curarnos de
nuestra adicción.
2. Estamos dispuestos a arriesgarnos a que nos hieran, ya que nuestra fe en un
Poder Superior nos ha devuelto la confianza.
3. Renunciamos, día tras día, a nuestra estrategia vital y a nuestra obsesión por la
búsqueda de coqueteo sexual y romántico y de dependencia emocional.
4. Aprendemos a evitar situaciones que puedan ponernos en peligro físico, moral,
psicológico o espiritual.
5. Aprendemos a aceptarnos y a querernos, a responsabilizarnos de nuestras vidas
y a ocuparnos de satisfacer nuestras necesidades antes de involucrarnos con
otros.
6. Estamos dispuestos a pedir ayuda, nos atrevemos a arriesgarnos a que nos
hieran y aprendemos a confiar y aceptar a los demás.
7. Tratamos de elevar nuestra escasa autoestima y de eliminar el malestar que se
deriva de ésta, así como el miedo a que nos abandonen y a la responsabilidad.
Aprendemos a sentirnos cómodos con nosotros mismos en soledad.
8. Comenzamos a aceptar nuestras imperfecciones y errores como algo propio del
ser humano, corregimos nuestra vergüenza y perfeccionismo al tratar de
corregir nuestros defectos.
9. Comenzamos a sustituir las formas autodestructivas de expresar emociones y
sentimientos por la sinceridad.
10. Somos sinceros al expresar quiénes somos, incorporamos una intimidad
auténtica a nuestras relaciones con nosotros mismos y con los demás.
11. Empezamos a valorar el sexo como resultado de la comunicación,
compromiso, confianza y cooperación que se dan en el seno de la relación con
nuestra pareja.
12. A medida que participamos en el proceso de restablecimiento, día tras día,
vamos recuperando el sano juicio.
A medida que seguimos los pasos del programa de A.A.S.A. aumenta la esperanza de
que las promesas del programa se harán realidad en nuestra vida.
La experiencia del programa nos dice que el paso noveno es decisivo para nuestra
recuperación. A medida que participamos de lleno en el proceso de reparación de daños,
de confiar en Dios y de limpieza de nuestro interior, podemos comprobar como nuestros
esfuerzos se ven recompensados.
LA RECOMPENSA
(pasajes del libro Adictos al Amor y al Sexo Anónimos)
Llegamos a conocer lo que es la intimidad con nosotros mismos, con Dios y con los
demás.
Descubrimos en nuestras relaciones estables una experiencia nueva y sana de
sexualidad, libre de elementos adictivos.
En nuestras relaciones con los demás, abandonamos la búsqueda egoísta de poder y
la consecución de prestigio, verdaderos motores de nuestros actos.
Dejaron de atraernos las carreras y los trabajos a través de los cuales habíamos
buscado básicamente la seguridad material a costa de nuestro desarrollo personal.
Tanto las experiencias de nuestro periodo de enfermedad como las de nuestro
periodo de recuperación, hicieron de nosotros útiles instrumentos transmisores de
salud y curación.
Descubrimos que podíamos consolidar nuestra recuperación ayudando a otros
adictos al amor y al sexo.
¿Qué es la Anorexia?
En ASAA somos adictos al sexo, al amor, a las relaciones, fantasías, romance y
codependencia. No obstante, algunos de nosotros tenemos otra adicción: la anorexia.
Como desorden alimenticio, la anorexia es definida como el rechazo compulsivo hacia
la comida. En el área del sexo y del amor, la anorexia tiene una definición similar: es un
rechazo compulsivo de dar y recibir nutrición social, sexual y emocional.
Los doce pasos fueron originalmente formulados por Bill W., uno de los co-fundadores
de Alcohólicos Anónimos en 1938. Cultivaron los principios expuestos en ese entonces
por los Grupos Oxford (una asociación religiosa que patrocinó los principios de A.A. en
Akron, Ohio), atenuado por las experiencias prácticas que eran el común denominador en
la recuperación del alcoholismo de los miembros de A.A. en ese momento. Estos pasos
fueron publicados por primera vez en Alcohólicos Anónimos (1939) y recibieron un
tratamiento más detallado en Doce Pasos y Doce Tradiciones (1953), ambos libros
escritos por Bill W.
Al presentar aquí la versión de S.L.A.A de los doce pasos, deseamos hacer lo que A.A.
tenía en mente cuando presentó inicialmente el libro en Alcohólicos Anónimos. Muchos de
nosotros trabajamos estos doce pasos de manera que surgió una experiencia común de
recuperación de la adicción al sexo y al amor. Sin embargo la asociación todavía es
pequeña, pero parece haber muchas personas que desesperadamente necesitan de la
esperanza que un programa de Doce Pasos ofrece. Honestamente esperamos que las
familias y otras personas que se encuentran sufriendo la destrucción causada por un
adicto activo al sexo y al amor, dejen de culparse después de leer nuestra experiencia en
este libro. Sin embargo, nuestro propósito primordial es que el adicto al sexo y al amor
que aún sufre pueda encontrar el camino, a través de un programa de Doce Pasos, para
salir de la autodestrucción de esta enfermedad, y que construya las bases para la
recuperación espiritual y emocional.
Nuestra presentación no pretende ser un tratamiento completo de los Doce Pasos
desde la perspectiva de S.L.A.A. Sin embargo, hacemos lo posible para presentarlos con
suficiente detalle para indicar las posibilidades de recuperación de la adicción al sexo y al
amor que hemos experimentado. Si a medida que lees este libro, estás pensando que
S.L.A.A. es una asociación que merece una seria consideración para resolver tus propios
problemas, también recomendamos que leas los libros Alcohólicos Anónimos
(especialmente los capítulos 5-7) y Doce Pasos y Doce Tradiciones. Hemos encontrado
que estos libros, a pesar de sus ocasionales ideas de la época y del lenguaje, son
increíblemente apropiados y útiles para nosotros al aplicar los Doce Pasos a la adicción al
sexo y al amor. Sustituimos palabras incluidas en estos libros con referencia directa al
Los Doce Pasos originales de Alcohólicos Anónimos difieren de esta versión adaptada, que se usa aquí con el permiso de
Alcoholic Anonymous World Services Inc. De las siguientes maneras: hemos substituido en los pasos 4 y 12 las palabras
“alcohol” y “alcohólicos” por “adicción al sexo y al amor” y “adictos al sexo y al amor”, respectivamente. También hemos
evitado el uso del pronombre “el” en los pasos 3, 7 y 11, y hemos cambiado en el paso 12 “en todas las áreas de nuestras
vidas” por “en todos nuestros actos”. Esta versión adaptada de los doce pasos (con la excepción del cambio de
vocabulario en el Paso 12) fue adoptada por la asociación S.L.A.A. después de un extenso debate el 8 de julio de 1981. El
cambio de vocabulario en el Paso 12 fue aprobador a través de un referéndum de un Grupo Fellowship-Wide de S.L.A.A. el
15 de mayo de 1984.
Los doce pasos de Alcohólicos Anónimos, como a continuación se exponen: (1) Admitimos que éramos impotentes ante la
adicción al sexo y al amor, y que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables. (2) Llegamos al convencimiento de que
sólo un Poder Superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio. (3) Decidimos poner nuestra voluntad y
nuestras vidas al cuidado de Dios tal como nosotros lo concebimos. (4) Sin ningún temor hicimos un minucioso inventario
moral de nosotros mismos. (5) Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza exacta de
nuestros defectos. (6) Estuvimos enteramente dispuestos a que Dios eliminase todos estos defectos de carácter. (7) Le
pedimos humildemente que nos liberase de nuestros defectos. (8) Hicimos una lista de todas las personas que habíamos
ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les habíamos causado. (9) Reparamos directamente a cuantos nos
fue posible el daño causado, salvo en aquellos casos en que el hacerlos les perjudicaría a ellos o a otros. (10) Continuamos
haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente. (11) Buscamos a
través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, tal como nosotros lo concebimos,
pidiéndole solamente que nos permitiese conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
(12) Habiendo obtenido un despertar espiritual de estos pasos, tratamos de transmitir este mensaje a los adictos al sexo y
al amor y de practicar estos principios en todos nuestros actos. Doce Pasos, Copyright 1976 por A.A. World Services, Inc.
Primer Paso
Admitimos que éramos impotentes ante la adicción al sexo y al amor, y que
nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.
La palabra “impotencia” evoca en nuestra mente diferentes ideas que, sin embargo,
guardan relación entre sí. En primer lugar, significa que carecemos del poder necesario
para tomar decisiones sensatas en el terreno sexual y emocional. Éramos esclavos del
sexo y del amor (que experimentábamos como dependencia emocional o juegos
románticos de intriga). El hecho de que éstos nos llegaran a esclavizar, indicaba que
existía algo extremadamente importante y poderoso en nuestros patrones sexuales y
emocionales que producía una satisfacción que nosotros considerábamos necesaria.
A veces, al intentar tomarnos unas vacaciones románticas y sexuales, lo que en
realidad estábamos tratando de hacer era aliviar la pesada carga de nuestras culpas y
frustraciones. A veces pretendíamos llenar el vacío de nuestro interior con una persona.
O quizás ocultábamos el miedo al compromiso tras la idea de que estábamos viviendo
nuevos modelos de moralidad basados en el sexo sin culpa, en el amor libre o en el sexo
lúdico. Pero todos nosotros estábamos utilizando nuestro poder sexual y nuestra
capacidad de acoso sentimental, bien para disminuir el dolor o bien para aumentar el
placer. Estos eran los motivos profundos que dominaban nuestras intenciones y nuestras
acciones sexuales y románticas.
En un momento determinado, nuestro comportamiento comenzó a adoptar las
características compulsivas de la adicción. Las aventuras, antes raras, comenzaron a
ocurrir mensual y más tarde semanalmente. Sucedían cuando eran menos convenientes,
cuando perturbaban el trabajo o las obligaciones familiares. El ensueño del placer
ocasional se transformó en una obsesión constante que destruyó nuestra capacidad para
concentrarnos en cosas más cotidianas e importantes. Una tras otra, disminuían las
satisfacciones derivadas del trabajo, la amistad y las actividades sociales; mientras que
veíamos como una sola persona absorbía, cada vez más, nuestro tiempo y nuestros
pensamientos. El alivio ocasional de la tensión sexual que la masturbación proporcionaba
se convirtió en una necesidad para la que había que buscar la ocasión. Habíamos perdido
el control sobre el grado y la frecuencia (o ambos) con la que buscábamos una “solución”
sexual o romántica a los problemas de la vida.
La intensidad hipnótica de los encuentros o relaciones sexuales o románticas se
apoderó de algunos de nosotros, haciendo que nos fusionáramos con nuestros amantes o
cónyuges. Estas experiencias se volvieron increíblemente compulsivas, dominándonos,
eufóricamente en un principio, y menos de nuestro grado más tarde. Implacablemente,
la fuerza con la cual nuestras escapadas sexuales y románticas, o la preocupación por
nuestra pareja, se apoderaban de nosotros, nos condujo a una dependencia continua de
nuestras necesidades sexuales y románticas: un auténtico anhelo que no podíamos
negar.
La búsqueda originaria de escape de las tensiones y responsabilidades de la vida, de
alivio de las culpas del pasado y de la frustración del presente, ahora nos conducía a
querer perder la conciencia. Los “mundos felices” en los que reinaba la moralidad de
“todo vale” porque “¿qué más da?”, se volvieron contra nosotros y nos dejaron sumidos
en la búsqueda de algún sentido residual de significado o de realidad en la vida al que
Tercer Paso
Cuarto Paso
Sin ningún temor hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
Quinto Paso
Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la
naturaleza exacta de nuestros defectos.
Muchos de nosotros reconocíamos que una de las características de nuestra adicción al
sexo y al amor era la división de nuestras vidas en compartimentos estancos,
mantenidos a base de secretos y confidencias. Así era, con independencia de si habíamos
sido promiscuos o si habíamos mantenido vínculos románticos-emocionales con más de
una persona al mismo tiempo, o de que nuestro problema fuera la dependencia de una
sola persona. La verdad era que incluso nos enorgullecíamos de nuestra habilidad para
guardar secretos, relatar historias que nos habíamos inventado sin contradecirnos,
Octavo Paso
Hicimos una lista de todas las personas a las que habíamos ofendido y
estuvimos dispuestos a reparar el daño que les habíamos causado.
En el paso octavo nos encontramos de nuevo en un proceso de examen de nosotros
mismos y de limpieza interior semejante al del cuarto. En esta ocasión se trataba de los
problemas, más difíciles y de índole más emocional, de nuestras relaciones con los
demás. A menudo, la lista que hicimos era muy larga, ya que ahora éramos conscientes
de cómo nuestros defectos habían afectado de hecho a todas y cada una de las
relaciones que habíamos mantenido. Las examinamos con sumo cuidado, incluso aquellas
que se remontaban a la infancia.
Noveno Paso
Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño que les habíamos
causado, salvo en aquellos casos en que el hacerlo les perjudicara a ellos
mismos o a otros.
La materialización práctica de nuestra disposición a reparar los daños causados, como
en otros pasos de nuestra recuperación en los que la acción era necesaria, encerraba
algunos peligros intrínsecos. En lo que se refiere a la enmienda de los daños, nuestra
experiencia nos dice que hemos de actuar con mucha precaución. Cuando éramos nuevos
en S.L.A.A. y oíamos por primera vez hablar de los pasos, algunos, dominados por la
ansiedad, sentíamos deseos de lanzarnos a reparar los daños inmediatamente,
Décimo Paso:
Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos
equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.
Habíamos alcanzado una libertad increíble del peso de las culpas y de las ansias de
volver al pasado. Sin embargo, para continuar el proceso vital de reconciliación e
intimidad con nosotros mismos y con los demás, necesitábamos aprender a procesar la
vida a medida que la íbamos viviendo, día tras día. Se había despejado el bloqueo que
había mantenido el veneno de nuestro pasado encerrado en nuestro interior, pero
necesitábamos estar al tanto de nuestras emociones y de nuestras necesidades, o
volvería a estancarse allí y a envenenarnos.
Muchos sentimientos y formas nuestras de reaccionar hacia los demás o en
determinadas circunstancias de la vida nos seguían ocasionando problemas. Un enfado
podía apoderarse de nosotros de repente, provocado por algo que alguien había dicho o
hecho, y con frecuencia llegábamos incluso a pensar que eran los demás los que trataban
de provocar esta respuesta. O nos parecía que la gente con la que teníamos contactos
ocasionales daba señales, sutiles o evidentes, de interés romántico que podía llegar al
Duodécimo Paso
CAPITULO 5
EL SÍNDROME DE ABSTINENCIA
Si has leído hasta aquí, y has llegado a la conclusión, aunque sea de mala gana, que la
adicción al sexo y al amor es el problema al que te enfrentas, es probable que estés
asustado y receloso. Quizás hasta trates de negar todavía que eres un adicto al sexo y al
amor, incluso mientras te relatamos nuestras experiencias. Quizás te dices a ti mismo
que somos unos extremistas o por lo menos unos aguafiestas.
A pesar de todo, a pesar de tus esfuerzos por negar la realidad de lo que hemos
intentado decirte, oyes las campanas tocar y sabes que tocan para ti. Recordamos
perfectamente lo terrible que nos resultaba lo desconocido, que se presentaba ante
nosotros mientras nos escapábamos de las garras de la adicción y nos dirigíamos hacia el
aparente vacío de la abstinencia. ¡Con que fuerza rechazábamos la idea de que nuestras
vidas sexuales y emocionales estuvieran bajo el poder de la adicción!
¿Y ahora qué?. Si por ejemplo, tu patrón de adicción al sexo y al amor incluye la
masturbación, ¿cómo puedes estar seguro de que si la dejas, la lujuria no va a ser tan
fuerte que te va a hacer escalar las paredes?. ¿Cómo puedes saber que parar no te va a
producir senilidad prematura, con atrofia de tu potencia sexual (o de los órganos), junto
con la muerte?. Si dejas de iniciar, de responder o de alimentar de cualquier otra forma
la energía magnética procedente de otros (esa comunicación casi telepática que advierte
que uno está a disposición del receptor), ¿cómo puedes estar seguro de que no te vas a
convertir en un eunuco emocional y sexual, sin vitalidad? ¿Cómo puedes estar seguro, si
tratas de liberarte de una dependencia prolongada y enfermiza con respecto a otra
persona, una a la que desde hace mucho tiempo has entregado el gobierno de tu vida,
que puedes encontrar los recursos internos necesarios para hallar la estabilidad por tu
cuenta?.
Son dos las respuestas que podemos dar a estas dolorosas preguntas. Primero, en
cuanto a lo que es probable que te digan tus sentimientos, la respuestas es que no
puedes estar seguro de nada de lo anterior. Segundo, sin embargo, es posible que
nuestra experiencia, tal como te la comunicamos a través de las páginas de este libro,
pueda servir para darte la esperanza de que eres capaz de atravesar y de sobrevivir el
síndrome de abstinencia. Quizá llegues a comprender que el síndrome de abstinencia nos
ha dejado mucho mejor de cómo nos encontrábamos al momento de comenzarlo.
CAPÍTULO SEIS
EL ENCUENTRO CON OTROS ADICTOS AL SEXO Y AL AMOR Y EL COMIENZO
DEL TRABAJO EN GRUPO
Una de las ironías que resultaba de estar en abstinencia, era la diferencia que se
producía en nuestras propias reacciones al momento de encontrarnos con alguien que
sólo algunas semanas atrás hubiera sido el blanco perfecto de nuestra conducta
compulsiva. Ahora, en lugar de ir en busca de una cita, nos encontrábamos evaluando a
esas personas de acuerdo a las señales de adicción que ellas mismas tenían. Incluso a
veces, hasta tratábamos de transmitirles el mensaje, ¡Menudo cambio respecto a
nuestros viejos comportamientos! Sin embargo, con mucha frecuencia, la revelación de
nuestra identidad como adictos al sexo y al amor también era impulsiva, y nacía de una
necesidad de autodefensa. Esa incomodidad que nos producían aquellas personas ante
las cuales nos sentíamos susceptibles, nos empujaba a hablar de ello abiertamente, con
la esperanza de que al hacerlo se alejara la posibilidad de caer en una conducta adictiva.
De hecho era lo que pretendíamos lograr.
Ya desde los primeros tiempos de ASAA se había gestado la expresión "con tal de
mantener la sobriedad, tenemos el derecho a comportamos como unos pesados. Estas
abiertas manifestaciones de adicción destruían las ilusiones románticas y sexuales, a la
vez que constituían una continua afirmación del nuevo sentido que le estábamos dando a
nuestra vida. Así estas aseveraciones se iban convirtiendo en sentimientos más positivos
hacia nosotros mismos. En algunas ocasiones encontrábamos que figurar, en la lista de
adictos parecía atraer a otros adictos que buscaban la posibilidad de "encontrar pareja".
Sin embargo, estas situaciones, si bien, nos resultaban tentadoras, gradualmente se
volvían menos difíciles de manejar y nos permitían ver claramente cómo la ineptitud de
los demás en dar fe a nuestras palabras era una evidencia de cuán distorsionada
resultaba su propia percepción. En verdad éramos capaces de reconocer en sus
reacciones las mismas lecturas erróneas que antes hacíamos nosotros de las intenciones
de los demás.
Este firme propósito de estropear una posible aventura adictiva conllevaba una
sensación de aislamiento muy dolorosa, pero poco a poco y con perseverancia, nos
íbamos acostumbrando a manejar esas situaciones. El deslumbrante atractivo que antes
tenían estas propuestas de aventuras sexuales y románticas y que, en otro momento,
nos hubieran conducido a meses o años de esclavitud emocional, se convertía en una
circunstancia casual con la cual aprendíamos a convivir, cotidianamente.
CAPÍTULO 7
EL COMIENZO DE UN GRUPO DE S.L.A.A.
Aquí están las doce tradiciones de los Adictos al Sexo y al Amor Anónimos:
1. Nuestro bienestar común esta primero; la recuperación personal depende de la
unidad de S.L.A.A. como un todo.
2. Para el propósito de nuestro grupo solo existe una autoridad absoluta –un Dios
amoroso cuyo poder puede ser expresado a través de la conciencia de nuestro
grupo.
3. El único requisito para ser miembro de S.L.A.A. es el deseo de detener los
patrones de la adicción al sexo y al amor. Dos o más personas que se reúnan
para ayudarse mutuamente en la recuperación de la adicción al sexo y al amor
pueden denominarse un grupo de S.L.A.A., teniendo en consideración que como
grupo no tienen ninguna otra afiliación.
4. Cada grupo debe ser autónomo excepto en cuestiones que afecten a otros
grupos o a S.L.A.A. como un todo.
5. Cada grupo tiene un propósito primordial –llevar el mensaje al adicto al sexo y
al amor que todavía sufre.
6. Un grupo de S.L.A.A. como un todo nunca debe patrocinar, financiar o prestar el
nombre de S.L.A.A. para ningunas instalaciones o empresas externas, a fin de
Para tener una perspectiva general de las Doce Tradiciones de A. A. y las experiencias reconstructivas que dieron como
resultado su codificación, ver Los Doce Pasos y las Doce Tradiciones.
Reimpreso para la adaptación con el permiso de Alcoholics Anonymous World Services Inc. Seguimiento de Las Doce
Tradiciones de Alcohólicos Anónimos.
1. El/la coordinador/a anuncia: “Esta es una reunión regular del grupo ______
Adictos al Sexo y al Amor Anónimos; comenzaremos la reunión con un
momento de silencio seguido del preámbulo de S.L.A.A..”
Este tipo de dinámica para una reunión de S.L.A.A., es sólo una sugerencia, ya que no
existe una única estructura aprobada oficialmente. Es posible encontrar modificaciones
que resulten útiles, como por ejemplo dividir el grupo en dos cuando el número de
miembros que concurren se haga demasiado grande.
Una de las cosas que hemos tratado de evitar, con gran fatiga, y ya dentro de las
pautas establecidas, ha sido el exceso de ritualización. Si se imponen unas pautas muy
firmes sobre como debe llevarse a cabo una reunión, es posible que se desarrollen, dentro
del mismo grupo, líneas de pensamiento que traten de establecer lo que es admisible y lo
que no. Estos intentos de “achatar” la idiosincrasia de un grupo, podrían tomar la forma de
códigos de lenguaje determinados o de una reinterpretación de los comentarios para
amoldarlos a un determinado punto de vista. La consecuencia de este tipo de intromisión
es que se establece un común denominador en la forma de compartir que conduce a una
estructura homogénea, de inferior calidad, sin vuelo. En cambio una estructura vital,
personal, siempre implica cierto grado de variación, que en general había sido, implícita o
explícitamente, desalentada y, consecuentemente, perdida. Un grupo que caiga en este
Reuniones Especiales
A medida que pasaba el tiempo, descubrimos que la única reunión semanal que
teníamos debía cumplir demasiadas funciones. Primero y primordial, ofrecía al recién
llegado un ambiente adecuado en el cual era posible hablar de la adicción al sexo y al
amor honestamente y sin engaños; y esto es, y siempre ha sido, de primordial
importancia. Sin embargo, y dado que constituimos una Asociación de Doce Pasos,
comenzamos a sentir la necesidad de tener un espacio donde poder explorar y
desarrollar más profundamente el proceso de recuperación que los Doce Pasos proponen.
Esto condujo a la decisión de destinar la primera reunión de cada mes al tratamiento de
los Doce Pasos. Durante dicha reunión se leería uno de los pasos del capítulo 4 de este
libro o del libro Los Doce Pasos y las Doce Tradiciones de AA, luego de lo cual se
compartirían las experiencias personales relacionadas con ese paso siempre desde la
perspectiva de la adicción al sexo y al amor. De todas formas en estas reuniones se
continuaba con la práctica del “inventario diario”.
A medida que nueva gente llegaba a S.L.A.A. y comenzaba su período de abstinencia,
se hizo cada vez más imperiosa la necesidad de reuniones regulares de los Doce Pasos
que permitieran un comienzo gradual y ordenado de los Pasos, por lo que al poco tiempo
surgió un grupo suplementario dedicado a cubrir exclusivamente esta necesidad.
Este período de nuestra Asociación fue increíblemente armonioso. Fuimos testigo de la
recuperación de mucha gente y de la formación de muchos nuevos grupos en distintos
estados de EE.UU. Sin embargo, la creación de un nuevo grupo dedicado a los Doce
Pasos, el segundo en nuestra zona, quitó un gran peso de encima al primer grupo, que
pudo entonces volver a la actividad que mejor desempeñaba, es decir ofrecer al recién
llegado la posibilidad de iniciar un camino de recuperación y ser testigos de ejemplos de
dicha recuperación.
Contábamos entonces con dos grupos firmemente establecidos que cubrían diferentes
necesidades; la siguiente división importante, en cuanto a funcionamiento, se produjo
cuando la asistencia a ambos grupos se hizo tan grande que la parte dedicada a
compartir el inventario debió acortarse debido a cuestiones de tiempo.
Esto condujo a la creación de un grupo especial dedicado exclusivamente a compartir
el inventario diario. La necesidad de contar con este espacio era constante, por lo que la
creación de un grupo dedicado sólo a “ponernos al día” era la justa alternativa ante la
falta de tiempo en las otras reuniones. En las otras reuniones dicho espacio se
mantendría sólo para casos de “emergencia”. Esta decisión funcionó sumamente bien a
través del tiempo.
Aquí se hace necesario mencionar otro aspecto importante en la evolución de los
grupos de S.L.A.A., y está referido al hecho de que, con tres grupos funcionando en el
área de Boston, surgía la necesidad de realizar un encuentro mensual de la Asociación,
que tratara todas las cuestiones relevantes que interesaban a la Asociación como
colectivo.
Obviamente cuando sólo existía un grupo y un tipo de reunión, la conciencia individual
del grupo y la de la Asociación eran una sola, pero esto dejó de ser así desde el momento
en que comenzaron a proliferar otros grupos. Debimos soportar varios desafíos a los
propósitos establecidos por nuestra Asociación en cuanto al funcionamiento de los grupos
y a otras cuestiones relacionadas, por ejemplo, con el funcionamiento de S.L.A.A. fuera
de los Doce Pasos y de las Doce Tradiciones.
Grupos Especiales
Ahora querríamos abordar un tema sobre el que probablemente muchos de vosotros
querríais más información. Puede pareceros extraño que, con relación a las experiencias
Doce Pautas Recomendadas para Tratar con los Medios de Comunicación y las
Relaciones Públicas
En Septiembre de 1985, la Junta Administrativa de la Asociación Augustine, Adictos al
Sexo y al Amor Anónimos, FWS Comité de Servidores, S.A. (es decir la rama de S.L.A.A.
dedicada a los servicios sin fines de lucro) formuló una serie de pautas a seguir en
relación con los medios de comunicación y las relaciones públicas, las cuales constituyen
actualmente la política de S.L.A.A.. Estos conceptos se basan en los 9 años de
experiencia de la asociación (desde su creación hasta la fecha).
Enunciamos a continuación las Doce Pautas Recomendadas para Tratar con los Medios
de Comunicación y las Relaciones Públicas –para ser usadas en todos los niveles de la
asociación:
1. Considerando a S.L.A.A. como colectivo, tratamos de evitar atraer la atención
indebida de los medios de comunicación.
2. Del Preámbulo de S.L.A.A.: S.L.A.A. carece de opinión sobre asuntos ajenos a sus
actividades, por lo que el nombre de S.L.A.A. no deberá nunca verse involucrado en
controversias públicas.
3. De la Décima Tradición de S.L.A.A.: Nuestra política de Relaciones Públicas se basa
en la atracción y no en la promoción (no “cortejamos” a la publicidad).
4. De la Undécima Tradición de S.L.A.A.: Se recomienda expresamente evitar cualquier
acción individual que, llevada a cabo por un miembro de S.L.A.A. que actúa por
cuenta propia, ponga en evidencia a S.L.A.A. ante los medios de comunicación.
5. De la resolución de la reunión de trabajo sobre la conciencia de grupo mantenida el
14 de Octubre de 1981 por el Comité de Servidores: Las decisiones basadas en la
conciencia grupal siempre deberán ser tomadas considerando la conveniencia de
aceptar o rechazar alguna o todas las oportunidades de publicidad y relaciones
públicas; y si alguna de estas ocasiones es aceptada, la respuesta siempre ha de ser
acorde al espíritu de estas normas.
6. Derivada de la Segunda Tradición de S.L.A.A.: Deberá rechazarse cualquier oferta de
publicidad que reciba S.L.A.A. donde exista una condición de aceptación con una
Ahora me doy cuenta de que mis padres eran padres estrictos, jóvenes e inaccesibles,
producto del baby boom. Cuando era niño ellos parecían muy infelices. Mi valiente y rara
vez “amable” madre, era algunas veces hostil y otras distante y depresiva. El problema
de mi padre con la bebida y con el trabajo empañaron las buenas intenciones de un
hombre triste. La atmósfera en casa casi siempre era tensa y llena de discusiones; sólo
me sentía a salvo cuando mi abuelo venía de visita. Entonces mis padres actuaban como
los padres de la televisión.
A menudo mi abuelo me llevaba de paseo y eso me encantaba. Murió cuando yo
todavía estaba en el jardín de infancia y me sentí aislado, asustado y solo. En ese
momento supe que si iba a crecer y llegar a ser normal, yo tendría que hacer que esto
ocurriera así. Al mismo tiempo tenía una actitud protectora hacia mis padres y hacia mi
hermano menor, y me sentía tan responsable como un padre adulto.
Como mi casa era tan inestable, desarrollé una gran capacidad para predecir lo que
iba a pasar. Tenía una especie de radar con el cual “percibía” cuando un malentendido
estaba próximo a convertirse en una terrible pelea. Me convertí en un observador de
personas, por lo cual prestaba más atención a los ojos y a las acciones que a las
palabras. Aprendí a ver qué ocurriría entre las personas.
Alrededor de esta época me di cuenta de que cuando le contaba a los adultos lo que
realmente ocurría en mi vida y en mi casa, sus caras se tornaban serias y preocupadas.
Estas miradas mi hicieron consciente de que tendría que inventar o agregar experiencias
“normales” a mi infancia, de las cuales pudiera hablar en esos momentos y también
cuando me convirtiera en adulto. Así que concientemente subí árboles, jugué en la Liga
Infantil, me uní al coro de la iglesia y me convertí en Niño Explorador, que más tarde se
llamaron los Boy Scout, para así poder ser “normal” – y más adelante salté de los trenes
de mercancía, me tiré de puentes de autopista y me convertí en una persona temeraria
para poder sobresalir.
Ya en el cuarto grado los chicos me llamaban “El Profesor” porque sabía mucho con
respecto al sexo. Estaba realmente obsesionado. Había ido a la biblioteca y había
aprendido como encontrar información al respecto. En el séptimo grado hacíamos fiestas
en las que “se apagaba la luz” y aunque no eran tan “excitantes”, estas fiestas eran lo
mejor que pasaba. Ocasionalmente tenía relaciones sexuales sin orgasmos con otros Boy
Scout. Eran situaciones experimentales que me gustaban mucho más de lo que me
gustaba reconocer. En realidad las encontraba excitantes y divertidas, y a veces eso me
preocupaba.
Bienvenidos a una reunión del Grupo DASA – Dependientes de Amor y Sexo Anónimos.
Mi nombre es ______ adicto al sexo y al amor en recuperación y voy a ser el coordinador
por el día de hoy.
Rendir Cuentas:
Esta parte de la reunión la vamos a dedicar a RENDIR CUENTAS. Aquellos compañeros
que creen que están en peligro de dejarse arrastrar por las actuaciones compulsivas o
por la anorexia pueden expresar cómo se sienten y lo que piensan. Pueden hablar de
situaciones o personas que están amenazando la sobriedad. Les pedimos a cada uno que
nos cuenten como van a aplicar el programa para enfrentar estas situaciones.
Puede utilizarse las siguientes preguntas como una guía de trabajo para el Primer
Paso. Mientras está trabajando el Primer Paso le exhortamos a mantenerse en contacto
estrecho con su padrino / madrina y otras personas con mayor experiencia en el
programa. Obtendrá la fortaleza, experiencia y esperanzas de un compañero y dará los
pasos necesarios para salir de la culpa por los secretos y los comportamientos
compulsivos.
Recuerde que el primer paso no es una actividad que deba hacerse en soledad. Nadie
puede darlo por Usted, pero no puede darlo solo.
1. ¿Qué actividades específicas han sido parte de su adicción al sexo y/o al amor o
a la anorexia sexual, social o emocional? ¿Cuáles fueron sus rituales que lo
llevan a consumir (como procura su droga) o rituales para restringirse
(anorexia)?
2. ¿De qué manera se ha preocupado por el sexo y/o por una relación o por
evitarlas? Describa obsesiones, fantasías, engaños y el tiempo que le llevaron
que debiera haber dedicado a la familia, amigos, trabajo, etc.?
3. ¿De que manera no ha sido capaz de controlar sus conductas de actuación o de
restricción a pesar de promesas e intentos por detenerse? ¿Se ha visto
repitiendo comportamientos en instancias no planeadas, como decidir ir al
supermercado y terminar yendo a un video porno, ir solamente “de paso” y
desviarse para ir a ver a alguien?
4. ¿De que manera se ha visto atrapado/a por escapadas sexuales, intrigas
románticas, o aislamientos anoréxicos, cuando de golpe se ve enfrentado a un
objeto, persona, imagen, que desencadena la conducta adictiva cuando usted
estaba planeando hacer otra cosa?
5. ¿En que forma ha tratado de negar, racionalizar, explicar o justificar sus
comportamientos adictivos a usted mismo, a su familia, amigos, o a los demás?
6. ¿Qué mentiras ha tenido que contar para mantener se secreto su actividad
sexual, emocional o su anorexia?
7. ¿De qué manera ha sido irrespetuoso o abusivo con los demás al llevar a cabo
sus comportamientos adictivos?
8. ¿Puede dar ejemplo de momentos eufóricos (pensamientos o sentimientos de
sobre-excitación o “intoxicación”) cuando tuvo sus experiencias compulsivas?
1
Adaptado de: SAA (2000). Una Guía para Trabajar el Primer Paso. (12 Ed.). Ed: ISO of SAA
Introducción a la Presentación del Primer Paso (Para ser leído en voz alta
antes de que el miembro presente su Primer Paso).
_________, estas a punto de compartir con nosotros tu Primer Paso. Reconocemos y
afirmamos tu valentía al dar este paso. Deseamos aclarar algunas cosas acerca de esta
experiencia para cada uno de nosotros.
El principal propósito en dar esta presentación formal del Primer Paso es la de
ayudarte en tu programa de recuperación.
Necesitas hacerlo no para complacer al grupo, ni para obtener un reconocimiento. No
hay una forma correcta o incorrecta para dar el Primer Paso. Cualquier esfuerzo que
hagas es legítimo.
Estas son algunas sugerencias que otros que han dado ese paso antes que vos han
encontrado de ayuda. Te pedimos que seas específico acerca de tu conducta y a hablar
desde el fondo de tu corazón para que estés en contacto con el dolor y la realidad de tu
adicción. Trata de no hundirte en la culpa. Deja que te escuchemos hablar a vos y no al
adicto.
Guía:
Definir en cada punto:
En las primeras _____ citas, el / ella no va a ir a mi casa
Necesito un aviso de al menos _____ días, previos a una cita, para aceptar la
misma
No voy a besar intensamente en las primeras ________ salidas
No efectuar llamadas telefónicas a él / ella con una duración mayor a _________
minutos
No mas de ________ llamadas telefónicas en una misma semana
Las llamadas o chats con la persona no deberán interferir con
____________________
___________________________________________________________________
_
No nos vamos a acariciar íntimamente por ________ días / meses
No voy a revelar historias de mi pasado durante los primeros ______ encuentros
No mas de ______ citas a la semana por las primeras ______ semanas
Nunca tener sexo durante los primeros _____ días / meses.
Definir los comportamientos que reitero en una relación tras otra, que me provocan
desarmonía, me mantienen engañado, atrapado, infeliz o no son saludables.
Normalmente hay indicios o “Banderas rojas” que me advierten que estoy en un patrón
adictivo, por ejemplo:
Pensar que todas las personas con las que salgo tienen los mismos defectos.
Pensar que cada cita es un/a cónyuge potencial
Apresurar las relaciones para mantener la emoción
Salirme de mi escala de valores con el fin de continuar manteniendo una relación
Necesitar estar en una relación todo el tiempo, estableciendo una nueva sin
culminar adecuadamente con las anteriores.
relacionamiento
Victimiza a alguien
Amenaza la vida o la
Problemas legales
Daña
Daño Financiero
Amenaza al trabajo
Daño a la autoestima
Daño espiritual
Otros:
“Admitimos que éramos impotentes ante la adicción al sexo y al amor, que nuestras
vidas se habían vuelto ingobernables”. Paso 1.
Los comportamientos adictivos son las actividades que definimos nosotros mismos y que
las interrumpimos con el propósito de experimentar la integridad física, mental,
emocional, sexual y espiritual.
Folleto de bienvenida
Los comportamientos adictivos constituyen la frontera entre nuestras vidas adictivas y
una nueva vida plena, rica y misteriosa que seguramente esperamos alcanzar en la
medida que nos conducimos a la sobriedad.
Libro de SLAA, página 159: “Según la experiencia de DASA, los miembros que se
recuperan de la adicción al sexo y al amor son los que definen en qué consisten sus
actividades adictivas. Empiezan ahora y luego van agregando cosas si es necesario. No
se dejan arrastrar por la adicción, solo por hoy, en esta hora, en este momento, sin
importar lo que pase. En esto consiste su propia definición de sobriedad.”
Obsesión
Vergüenza Rituales
Actuación adictiva
Las obsesiones (por ejemplo las fantasías) nos conducen a rituales, que a su vez
nos llevan a las actuaciones compulsivas. Estas tres etapas nos provocan un estado
de euforia, una embriaguez o adormecimiento por el cual no sentimos el dolor.
Luego llega la vergüenza por lo realizado, la infelicidad y tenemos miedo de que nos
descubran. Queremos olvidar el dolor e ignoramos las consecuencias, por lo que nos
obsesionamos otra vez y el círculo comienza de vuelta.
Los comportamientos en los que caemos son nuestros patrones adictivos, los que
sabemos que debemos detener.
Si actuamos alguno de ellos, se llama recaída, un corte en nuestra definición personal
de sobriedad de DASA.
4. Metas
Decida qué cosas le gustaría que ocupen el lugar de las conductas adictivas
destructivas (trabajando el programa de recuperación).
Las metas deben ser comportamientos creativos, enriquecedores, saludables.
Describen la forma en que, queremos vivir, mejorando nuestra calidad de vida.
Comprometernos con estos comportamientos nos ayudan a crecer sobre una base
espiritual.
Algunos ejemplos son:
5. 10 Minutos
Tómese 10 minutos y complete el Plan de Recuperación. No lo tiene que hacer
perfecto.
Hoy está escribiendo acerca de dónde está usted y a dónde se quiere dirigir.
Empiece a evaluarse a usted mismo según lo que haya escrito. La ayuda de un padrino
/ madrina es vital.
Muchos de nosotros fuimos modificando el Plan (agregando o quitando ítems) a
medida que fuimos creciendo en nuestra recuperación. Llegado el caso siga esta misma
pauta.