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BOLETÍN Nº 17

ÁREA ACADÉMICA
28 de marzo de 2011

A. REPORTES 3. La sentencia del Tribunal


Constitucional del 15 de marzo de
1. El asalto a una cafetería. 2011, expediente nº 0428-2010
2. Incidentes en Tía María. PHC/TC Junín (caso Durand Pánez).
Procedencia del hábeas corpus.
B. NOVEDADES LEGISLATIVAS

1. Proyecto de ley nº 3922/2009-CR: se F. COMENTARIO A LA


propone modificar el tipo penal de JURISPRUDENCIA
extorsión.
Sobre la necesidad de obtener
2. Proyecto de ley nº 4205/2010-CR: se elementos objetivos para
propone incorporar la pena de muerte fundamentar la responsabilidad
para delitos graves. penal.

C. LAS NORMAS DE LA SEMANA G. CONSULTA DESDE EL


CÓDIGO PROCESAL PENAL
D. PREGUNTAS Y RESPUESTAS
DESDE LA JURISPRUDENCIA Declinatoria de competencia.

Fines de la pena. H. RECOMENDACIONES


BIBLIOGRÁFICAS
E. ÚLTIMAS JURISPRUDENCIAS
La responsabilidad penal de las
1. La sentencia del Tribunal personas jurídicas.
Constitucional del 5 de enero de 2011,
expediente nº 03863-2010 PHC/TC I. ÚLTIMAS ADQUISICIONES
Apurímac (caso Romero Donayre). La BIBLIOGRÁFICAS
prueba ilícita.
2. La sentencia del Tribunal 1. El control constitucional en la etapa
Constitucional del 6 de enero de 2011, de calificación del proceso penal.
expediente nº 02534-2010 PHC/TC James Reátegui Sánchez.
Callao (caso De La Cruz Salcedo). 2. Las audiencias en el sistema penal
Fuero Militar y el ne bis in ídem. acusatorio. Luis Fernando Ramirez.
A. REPORTES

1. ASALTO A UNA CAFETERÍA

Para mayor detalle hacer click aquí:


http://elcomercio.pe/lima/731594/notici
a-delincuentes-armados-asaltaron-
starbucks-san-isidro

EL CASO

El pasado 22 de marzo, a
horas de la noche, un grupo
de cinco individuos
ingresaron armados al local
de la cafetería Starbucks,
ubicado en la cuadra cinco
de la avenida
Conquistadores, en San
Isidro.

Los asaltantes amenazaron con armas de fuego a los concurrentes de la


cafetería para que les entreguen sus pertenencias. Además, luego de neutralizar
al vigilante del local con un golpe en la cabeza, exigieron todo el dinero a la
cajera del local.

Así, los asaltantes se apoderaron de una gran cantidad de dinero, además de


joyas y ordenadores personales.

EL ANÁLISIS

En el presente caso se identifican los elementos básicos para imputar el tipo


penal de robo: apoderamiento indebido de los bienes, sustracción, violación o
amenaza y el elemento subjetivo, fin de lucro.

El apoderamiento de los asaltantes se identifica en el acto de haber logrado


conseguir el mínimo de disponibilidad de los bienes ajenos sustraídos del local
del Starbucks. Es más, no hubo ningún acto de defensa que haya
interrumpido el proceso de ejecución del apoderamiento.

Por otro lado, la sustracción se resalta con el traslado de los bienes ajenos de
los consumidores y del cajero fuera de sus respectivos ámbitos de custodia.

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El medio empleado para lograr el apoderamiento fue la amenaza, concretizado
con el empleo por parte de los asaltantes de armas de fuego, para intimidar a
los consumidores y empleados de la cafetería a no realizar ningún tipo de
defensa y doblegar la voluntad de entregar los bienes.

Además, es necesario establecer las agravantes que cualifican la imputación del


robo (artículo 189 del Código Penal). Consideramos que en el presente caso
concurren las siguientes: a mano armada (numeral 3), concurso de dos o más
personas (numeral 4), en restaurantes (numeral 5). Asimismo, podría plantarse
la agravante del numeral 7, consistente en que el robo es cometido en agravio
de menores de edad o ancianos, si se acredita la concurrencia de éstos en
calidad de consumidores de la cafetería.

Por consiguiente, la pena a imponerse a los asaltantes sería de privación de


libertad no menor de diez ni mayor de veinte años. De comprobarse que la
pluralidad de sujetos activos corresponde a una banda u organización
delictiva, podría aplicarse la cadena perpetua.

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2. INCIDENTES EN TÍA MARÍA

Para mayor detalle hacer click aquí:


http://www.youtube.com/watch?v=XQC3MpR
KtmA

EL CASO

Ante el cuarto día de


protestas de los
pobladores de Islay contra
el proyecto minero Tía
María, se han dado una
serie de actos violentos
entre los efectivos
policiales y los
protestantes.

Lo más resaltante de la noticia se basa, en el momento, cuando un grupo de


efectivos policiales pretendía despejar la plaza San Francisco de Cocachacra,
fueron atacados por una turba desconocida efectuándose una gresca. Uno de
los policías, que no pudo huir de la arremetida, JONATHAN FERNANDO PINTO
CONCHA, lo atraparon y sustrajeron su arma de reglamento. Lo mantuvieron
retenido por quince minutos aproximadamente y luego lo liberaron sin que le
devuelvan su arma.

EL ANÁLISIS

Ante este tipo de casos, el tipo penal de extorsión (artículo 200 del Código
Penal) contiene una serie de supuestos que permiten entender que existe una
política criminalizadora de los paros y protestas populares.

Así, se cuenta con la siguiente modalidad delictiva: “el que mediante violencia o
amenaza (…) obstaculiza vías de comunicación o impide el libre tránsito de la ciudadanía”.
Inclusive, se agrava la modalidad si la conducta genera el retener rehenes.

En ese sentido, podría imputarse el delito de extorsión a los protestantes que


retuvieron tan solo por quince minutos a un efectivo policial en pleno
desarrollo del paro en Islay. Adviértase que la pena aplicable es privativa de
libertad no menor de veinte ni mayor de treinta años.

Sin embargo, para sostener la adecuación típica por extorsión es también


necesario corroborar la concurrencia del elemento “beneficio o ventaja

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económica indebida” que exigen los sujetos activos. Pues, cualquier petición
colectiva de derechos reconocidos por la Constitución no constituye ninguna
exigencia indebida. Por ello, en el presente caso, es menester verificar este
elemento típico a fin de establecer si nos encontramos o no ante un caso de
extorsión.

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B. NOVEDADES LEGISLATIVAS

1. PROYECTO DE LEY Nº 3922/2009-CR: SE PROPONE MODIFICAR


EL TIPO PENAL DE EXTORSIÓN

GENERALIDADES

El presente proyecto de ley ha sido presentado el 23 de marzo de 2010 por el


grupo Alianza Parlamentaria atendiendo la propuesta del congresista DAVID
WAISMAN RJAVINSTHI.

PLANTEAMIENTO

Atendiendo la última modificatoria del artículo 200 del Código Penal


conforme al Decreto Legislativo n. º 982 del 22 de julio de 2007, el presente
proyecto de ley busca superar las falencias de la vigente estructura típica de la
extorsión. A continuación se puede apreciar, mediante el presente cuadro
comparativo, las modificatorias legales que se proponen:

Artículo 200 del Código Penal (vigente) Propuesta del Proyecto de Ley nº. 3922/2009-CR
El que mediante violencia o amenaza obliga a una El que mediante violencia o amenaza obliga a una
persona o a una institución pública o privada a persona o a una institución pública o privada a
otorgar al agente o a un tercero una ventaja otorgar al agente o a un tercero una ventaja
económica indebida u otra ventaja de cualquier económica indebida u otra ventaja de cualquier otra
otra índole, será reprimido con pena privativa de índole, será reprimido con pena privativa de libertad
libertad no menor de diez ni mayor de quince no menor de diez ni mayor de quince años.
años. La misma pena se aplicará al que, con la finalidad de
La misma pena se aplicará al que, con la finalidad contribuir a la comisión del delito de extorsión,
de contribuir a la comisión del delito de extorsión, suministra información que haya conocido por
suministra información que haya conocido por razón o con ocasión de sus funciones, cargo u oficio
razón o con ocasión de sus funciones, cargo u o proporciona deliberadamente los medios para la
oficio o proporciona deliberadamente los medios perpetración del delito.
para la perpetración del delito. El que mediante violencia o amenaza, toma locales,
El que mediante violencia o amenaza, toma obstaculiza vías de comunicación o impide el libre
locales, obstaculiza vías de comunicación o impide tránsito de la ciudadanía o perturba el normal
el libre tránsito de la ciudadanía o perturba el funcionamiento de los servicios públicos o la
normal funcionamiento de los servicios públicos o ejecución de obras legalmente autorizadas, con el
la ejecución de obras legalmente autorizadas, con objeto de obtener de las autoridades cualquier
el objeto de obtener de las autoridades cualquier beneficio o ventaja económica indebida u otra
beneficio o ventaja económica indebida u otra ventaja de cualquier otra índole, será sancionado
ventaja de cualquier otra índole, será sancionado con pena privativa de libertad no menor de cinco ni
con pena privativa de libertad no menor de cinco mayor de diez años.
ni mayor de diez años. La pena será no menor de quince ni mayor de
El funcionario público con poder de decisión o el veinticinco años si la violencia o amenaza es

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que desempeña cargo de confianza o de dirección cometida:
que, contraviniendo lo establecido en el artículo a) A mano armada;
42º de la Constitución Política del Perú, participe b) Participando dos o más personas; o,
en una huelga con el objeto de obtener para sí o
c) Valiéndose de menores de edad.
para terceros cualquier beneficio o ventaja
económica indebida u otra ventaja de cualquier
otra índole, será sancionado con inhabilitación Si el agente con la finalidad de obtener una ventaja
conforme a los incisos 1) y 2) del artículo 36º del económica indebida o de cualquier otra índole,
Código Penal. mantiene en rehén a una persona, la pena será no
menor de veinte ni mayor de treinta años.
La pena será no menor de quince ni mayor de
veinticinco años si la violencia o amenaza es La pena será privativa de libertad no menor de
cometida: treinta años, cuando en el supuesto previsto en el
párrafo anterior:
a) A mano armada;
b) Participando dos o más personas; o, a) Dura más de veinticuatro horas.
c) Valiéndose de menores de edad. b) Se emplea crueldad contra el rehén.
c) El agraviado ejerce función pública o
privada o es representante diplomático.
Si el agente con la finalidad de obtener una ventaja
d) El rehén adolece de enfermedad grave.
económica indebida o de cualquier otra índole,
mantiene en rehén a una persona, la pena será no e) Es cometido por dos o más personas.
menor de veinte ni mayor de treinta años. f) Se causa lesiones leves a la víctima.

La pena será privativa de libertad no menor de La pena será de cadena perpetua cuando:
treinta años, cuando en el supuesto previsto en el a) El rehén es menor de edad o mayor de setenta
párrafo anterior: años.
a) Dura más de veinticuatro horas. b) El rehén es persona con discapacidad y el agente
b) Se emplea crueldad contra el rehén. se aprovecha de esta circunstancia.
c) El agraviado ejerce función pública o privada o c) Si la víctima resulta con lesiones graves o muere
es representante diplomático. durante o como consecuencia de dicho acto
d) El rehén adolece de enfermedad grave.
e) Es cometido por dos o más personas.
f) Se causa lesiones leves a la víctima.

La pena será de cadena perpetua cuando:


a) El rehén es menor de edad o mayor de setenta
años.
b) El rehén es persona con discapacidad y el
agente se aprovecha de esta circunstancia.
c) Si la víctima resulta con lesiones graves o muere
durante o como consecuencia de dicho acto

Se observa del cuadro comparativo la eliminación del supuesto típico de


extorsión en circunstancias de huelga para los funcionarios con poder de
decisión, funcionarios de confianza o de dirección.

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Si bien se resalta que estos funcionarios conforme al artículo 42 de la
Constitución no tienen derecho al ejercicio de la huelga, el proyecto de ley
pretende calificar esta forma de criminalización como un atentado a la libre
expresión y participación en asuntos públicos.

No obstante esta discusión legal, en los actuales casos debería analizarse la


imputación conforme a las causas de justificación de ejercicio legítimo de un
derecho del artículo 20.8 del Código Penal.

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2. PROYECTO DE LEY Nº 4205/2010-CR:

GENERALIDADES

El presente proyecto de ley ha sido presentado el 12 de agosto de 2010, por el


congresista ISAAC MEKLER NEIMAN, integrante del grupo parlamentario
Alianza Nacional.

PLANTEAMIENTO

El presente proyecto pretende modificar el artículo 140 de la Constitución


Política del Estado con el siguiente tenor:

“Art 140.- La pena de muerte solo puede aplicarse por el delito de


traición a la patria en caso de guerra, de terrorismo, y en el caso
de delitos comunes graves que causen la muerte de
un menor de edad o de una persona adulta mayor”.

Creemos que debemos observar con sigilo las propuestas legislativas que
reinciden en la incorporación constitucional de la pena de muerte para los
“delitos comunes graves”; puesto que no se puede recurrir hacia el
endurecimiento irracional del derecho penal como remedio al desmesurado
crecimiento de la criminalidad.
Las sensaciones de inseguridad en la sociedad deben encontrar la solución no
en el incremento desmedido de las penas y la reaparición de la pena capital,
sino en la corrección del sistema de administración de justicia y en una política
de Estado acorde con el respeto de los Derechos Fundamentales de las
personas, a fin de no enervar la supremacía de la Constitución que define en
su primer artículo: “La defensa de la persona humana y el respeto de su
dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”.
En efecto, el reconocimiento de la dignidad de la persona, se hace palpable
con el derecho y/o principio Constitucional que tiene toda persona a ser
resocializado1 y reinsertado en la sociedad, derecho reconocido por nuestro
sistema normativo nacional y supranacional que resultaría lesionado ante la
imposición de la pena de muerte.

1
Art. 139 inc. 22 de nuestra Constitución: “(…) El régimen penitenciario tiene por
objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad”.

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C. LAS NORMAS DE LA SEMANA

DEL 19 AL 25 DE MARZO

DÍA NORMA TEMA


domingo Ley 29670 Ley que autoriza al Poder Judicial a
(20 de modificar el bono por función
marzo) jurisdiccional.

lunes Resolución Destituyen al magistrado César


o
(21 de Administrativa n. Guillermo Herrera Cassina por su
marzo) 220-2010-PCNM actuación como juez del 25º Juzgado
Penal de Lima de la Corte Superior de
Justicia de Lima.

martes Resolución Designan a María del Pilar Gómez Arias


o
(22 de Administrativa n. y Marilyn Valega Acosta como fiscales
marzo) 440-2011-MP-FN adjuntas Provinciales Provisionales del
Pool de Fiscales de Lima.

viernes Resolución Dan por concluida la designación de


o
(25 de Administrativa n. Edgardo Eugenio Santillán del Águila en
marzo) 478-2011-MP-FN el despacho de la 5ª Fiscalía Provincial
de Prevención del Delito de Lima.

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D. PREGUNTAS Y RESPUESTAS DESDE LA
JURISPRUDENCIA

LOS FINES DE LA PENA

1. ¿Cuál es el papel que debe cumplir el Derecho penal y la pena de


un Estado social y democrático de Derecho?

“En un Estado social y democrático de derecho, el Derecho Penal debe


procurar, fundamentalmente, servir a todos los ciudadanos, evitando que la
pena se convierta en un fin en sí mismo, y que desconozca el interés por una
convivencia armónica, el bienestar general o las garantías mínimas que la
Norma Fundamental le reconoce a toda persona. Conforme a ello, el Derecho
Penal debe orientar la función preventiva de la pena con arreglo a los
principios de culpabilidad, de exclusiva protección de bienes jurídicos o de
proporcionalidad, entre otros”.

Fundamento 9, STC del 15 de diciembre de 2006, Exp. 00012-2006-AI

2. ¿Debe asumirse la teoría absoluta de la pena en un Estado como


el nuestro?

“Este Colegiado ya ha descartado que se conciba a la retribución absoluta


como el fin de la pena. Ello, desde luego, no significa que se desconozca que
toda sanción punitiva lleva consigo un elemento retributivo. Lo que ocurre es
que la pretensión de que ésta agote toda su virtualidad en generar un mal en el
penado, convierte a éste en objeto de la política criminal del Estado, negando
su condición de persona humana, y, consecuentemente, incurriendo en un
acto tan o más execrable que la propia conducta del delincuente”.

Fundamento 37, STC del 21 de julio de 2005, Exp. 0019-2005-PI/TC Lima

3. ¿Qué se busca con la función preventiva de la pena?

“La pena tiene función preventiva, protector y resocializadora como lo prevé


el artículo noveno del título preliminar del código penal, teniendo en cuenta
que la prevención tanto positiva como negativa es de procurar que el penado
se inserte al seño de la sociedad, como el de proteger a la sociedad inutilizando
al penado, todo ello en concordancia con el inciso veintidós del artículo ciento
treinta y nueve de la Constitución Política que establece que el régimen
penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación
del penado a la sociedad”.

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Ejecutoria Suprema del 17 de junio de 2004, expediente 296-2004
Lambayeque.

4. ¿En qué consisten los alcances de la teoría de la prevención


general de la pena?

“La teoría de la prevención general circunscribe su análisis, antes que en el


penado, en el colectivo, de forma tal que considera que la pena tiene por
finalidad influir en la sociedad a través de la efectividad de la amenaza penal y
su posterior ejecución en aquellos que, mediante una conducta antijurídica,
atentan contra valores e intereses de significativa importancia en el
ordenamiento jurídico y que, por tal motivo, son objeto de protección por el
Derecho Penal. Hoy se reconoce una vertiente negativa y otra positiva a la
teoría de la prevención general. La primera establece como finalidad sustancial
de la pena el efecto intimidatorio que genera la amenaza de su imposición en
aquellos individuos con alguna tendencia hacia la comisión del ilícito. Sin
embargo, es discutible sustentar la tesis conforme a la cual todo individuo
proclive a la criminalidad genere el grado de reflexión suficiente para
convertirlo en objeto del efecto intimidatorio. En algunos supuestos, dicho
efecto es resultado, antes que de la gravedad de la pena preestablecida, del
grado de riesgo de ser descubierto, durante o después de la comisión del
delito. Por ello, son los efectos de la vertiente positiva de la prevención
general los que alcanzan mayor relevancia”.

Fundamento 32, STC del 21 de julio de 2005, expediente 0019-2005-PI/TC


Lima.

5. ¿Es posible rescatar alguna utilidad en el carácter rehabilitador


de la pena?

“El carácter rehabilitador de la pena tiene la función de formar al interno en el


uso responsable de su libertad. No la de imponerle una determinada
cosmovisión del mundo ni un conjunto de valores que, a lo mejor, puede no
compartir. Pero, en cualquier caso, nunca le puede ser negada la esperanza de
poderse insertar en la vida comunitaria. Y es que al lado del elemento
retributivo, ínsito a toda pena, siempre debe encontrarse latente la esperanza
de que el penado algún día pueda recobrar su libertad”.

Fundamento 188, STC del 3 de enero de 2003, expediente 010-2002-AI/TC


Lima.

“Se debe ser coherente con la finalidad teleológica ya que la pena sirve para la
reinserción social del acusado que es en definitiva lo que se pretende, ello
acorde con lo dispuesto en el artículo ciento treinta y nueve, inciso veintidós

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de la Constitución Política del Estado, que establece que el régimen
penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación
del penado a la sociedad”.

Sentencia de la Segunda Sala Penal de Reos en Cárcel del Cono Norte de


Lima. Corte Superior de Justicia del Cono Norte de Lima, expediente 2000-
232.

6. ¿Qué se busca con la aplicación de penas privativas de libertad?

“Las penas, en especial la privativa de libertad, por estar orientadas a evitar la


comisión del delito, operan como garantía institucional de las libertades y la
convivencia armónica a favor del bienestar general. Dicha finalidad la logran
mediante distintos mecanismos que deben ser evaluados en conjunto y de
manera ponderada. En primer lugar, en el plano abstracto, con la tipificación
de la conducta delictiva y de la respectiva pena, se amenaza con infligir un mal
si se incurre en la conducta antijurídica (prevención general en su vertiente
negativa). En segundo término, desde la perspectiva de su imposición, se
renueva la confianza de la ciudadanía en el orden constitucional, al convertir
una mera esperanza en la absoluta certeza de que uno de los deberes
primordiales del Estado, consistente en “(...) proteger a la población de las
amenazas contra su seguridad; y promover el bienestar general que se
fundamenta en la justicia (...)” (artículo 44º de la Constitución), se materializa
con la sanción del delito (prevención especial en su vertiente positiva); con la
consecuente vigencia efectiva del derecho fundamental a la seguridad personal
en su dimensión objetiva (inciso 24 del artículo 2º de la Constitución).
Asimismo, la grave limitación de la libertad personal que supone la pena
privativa de libertad, y su quantum específico, son el primer efecto reeducador
en el delincuente, quien internaliza la seriedad de su conducta delictiva, e inicia
su proceso de desmotivación hacia la reincidencia (prevención especial de
efecto inmediato). Finalmente, en el plano de la ejecución de la pena, ésta
debe orientarse a la plena rehabilitación y reincorporación del penado a la
sociedad (prevención especial de efecto mediato, prevista expresamente en el
inciso 22 del artículo 139º de la Constitución)”.

Fundamento 40, STC del 21 de julio de 2005, expediente 0019-2005-PI/TC


Lima.

7. ¿Es incompatible la cadena perpetua con la dignidad humana?

“Este Colegiado considera que la cadena perpetua es incompatible con el


principio-derecho de dignidad humana, puesto que detrás de los fines
constitucionales de la pena –reeducación, rehabilitación y reincorporación–

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también se encuentra necesariamente una concreción del derecho-principio de
dignidad de la persona (artículo 1º de la Constitución) y, por tanto, éste
constituye un límite para el legislador penal. Precisamente, dicho derecho-
principio, en su dimensión negativa, impide que los seres humanos sean
tratados como cosas o instrumentos, sea cual fuere el fin que se persiga
alcanzar con la imposición de determinadas medidas, pues cada persona,
incluso la que delinque, debe ser considerada como un fin en sí mismo, por
cuanto el hombre es una entidad espiritual moral dotada de autonomía”.

Fundamento 15, STC 9 de agosto de 2006, Exp. 0003-2005-PI/TC.

8. ¿Es posible rescatar la aplicación de los fines de la pena ante un


Derecho Penal del enemigo?

“Por ello, la política de persecución criminal de un Estado constitucional


democrático no puede distinguir entre un Derecho penal de los ciudadanos y
un Derecho penal del enemigo; es decir, un Derecho penal que distinga, en
cuanto a las garantías penales y los fines de las penas aplicables, entre
ciudadanos que delinquen incidentalmente y desde su status en tanto tales, de
aquellos otros que delinquen en tanto se ubican extramuros del Derecho en
general y son, por ello, considerados ya no ciudadanos sino más bien
enemigos. Para los primeros son aplicables los fines constitucionales de las
penas, mientras que para los segundos, no cabe otra alternativa más que su
total eliminación. Evidentemente, esta concepción no puede ser asumida
dentro de un Estado que se funda, por un lado, en el derecho-principio de
dignidad humana y, por otro lado, en el principio político democrático”.

Fundamento 16, STC 9 de agosto de 2006, Exp. 0003-2005-PI/TC.

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E. ACTUALIDAD JURISPRUDENCIAL

1. La sentencia del Tribunal Constitucional del 5 de enero del 2011,


expediente 03863-2010 PHC/TC Apurímac (caso ROMERO DONAYRE),
analiza, entre otros temas, la prueba ilícita. A continuación,
identificamos algunos conceptos:

¿Un auto de apertura sustentado en medios probatorios ilícitos


puede ser cuestionado a través de un hábeas corpus?

“Que sobre el cuestionamiento de la resolución de auto de apertura de


instrucción en el proceso penal que se le sigue al actor ante el Tercer
Juzgado Penal de Abancay por la comisión del delito contra la
administración pública en la modalidad de colusión (Expediente 409-
2010), si bien el demandante invoca la vulneración a la debida motivación
de resoluciones judiciales, en realidad se refiere a que la cuestionada
resolución estaría basada en pruebas obtenidas de manera ilícita. Al respecto este
Tribunal se ha pronunciado sobre la obtención ilícita de medios
probatorios en el sentido de que este sólo se puede evaluar a través de un
hábeas corpus contra resoluciones judiciales cuando exista una sentencia
que defina la situación jurídica de un procesado, para lo cual será
necesario “examinar en abstracto el conjunto del proceso penal a fin de verificar la
afectación del derecho al debido proceso, y si la decisión sobre la situación jurídica del
demandante se fundamenta, o no, en pruebas prohibidas. (STC N.º 00655-2010-
PHC/TC). Por lo que en el presente caso este extremo debe ser
rechazado por prematuro” (fundamento 4).

2. La sentencia del Tribunal Constitucional del 6 de enero del 2011, exp. n.o
02534-2010-PHC/TC (caso De la Cruz Salcedo), analiza, entre otros
temas, el fuero militar y ne bis in ídem. A continuación, identificamos
algunos conceptos:

¿El delito de homicidio calificado puede ser juzgado en el fuero


militar por ser un delito de función?

“Respecto a la alegada vulneración al principio ne bis in ídem, este


Tribunal ha señalado que los delitos contra el bien jurídico “vida” no
pueden ser competencia del fuero militar, toda vez que no constituye
un bien institucional, propio o particular de las fuerzas armadas, ni la
Constitución Política del Estado ha establecido un cargo especifico a su
favor. De este modo, el bien jurídico “vida” no puede ser protegido por
el Código de Justicia Militar sino por la legislación ordinaria. (Cfr.
Expediente n. º 0012-2006-PI/TC, fundamento 38). Es por ello que el
delito de homicidio calificado no puede constituir un delito de función,

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y en consecuencia no puede ser competente el fuero militar para su
juzgamiento” (fundamento 5).

¿Si se produjo un doble juzgamiento, pero uno de ellos se llevó


ante un juez incompetente, se infringió el principio ne bis in
ídem?

“Habiendo el Tribunal Constitucional determinado que no resulta


vulneratorio del ne bis in ídem el doble juzgamiento si el primer proceso
se llevó a cabo ante un juez incompetente ratione materiae, quien dispuso
el sobreseimiento de la causa (f. 26); en el presente caso, en tanto el
fuero militar era incompetente para conocer del homicidio que se le
imputa al accionante, se habilitó el nuevo juzgamiento ante el fuero
común por los mismos hechos, lo que no constituye vulneración del ne
bis in ídem” (fundamento 6).

3. La sentencia del Tribunal Constitucional del 15 de marzo de 2011,


expediente 04285-2010-PHC/TC Junín (caso Durand Páñez), analiza,
entre otros temas, la procedencia del hábeas corpus. A continuación,
identificamos algunos conceptos:

¿Se puede interponer un hábeas corpus contra una resolución de


primera instancia que declara improcedente la prescripción de la
acción penal?

“Que el Código Procesal Constitucional establece en su artículo 4° que


el proceso constitucional de hábeas corpus procede cuando una
resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad
personal y la tutela procesal efectiva. Ello implica que antes de
interponerse la demanda de hábeas corpus, es preciso que se agoten los
recursos legalmente previstos contra la resolución cuestionada al
interior del proceso [STC 4107-2004-HC/TC, caso Leonel Richie Villar
de la Cruz].

Que en cuanto a la alegada prescripción de la acción penal, de los


actuados y demás instrumentales que corren en autos, como la
Sentencia N.º 085-2010, de fecha 8 de septiembre de 2010, a fojas 37,
no se acredita que la excepción de prescripción de la acción penal
formulada por el recurrente y que fuera declarada improcedente haya
obtenido un pronunciamiento en doble instancia, es decir, que haya
adquirido la calidad de firme exigida en los procesos de libertad,
conforme al artículo 4º, segundo párrafo, del Código Procesal
Constitucional, por lo que debe ser declarada improcedente”
(fundamento 3 y 4).

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F. COMENTARIO A LA JURISPRUDENCIA

¿CUÁNDO ESTAMOS ANTE UN ERROR DE PROHIBICIÓN?

Exp. Nº 97-17273
Chiclayo, 5 de agosto de 1999

VISTOS; en audiencia pública del día y hora señalados para la vista de la


causa por los señores vocales que suscriben, los actuados relacionados con la
presente instrucción; oídos los informes orales de la defensa técnica; de
conformidad con lo opinado por el señor Fiscal Superior en su dictamen
precedente; y CONSIDERANDO: Que, para declarar a una persona como
responsable de un delito el Derecho Penal Garantista dentro de un Estado de
Derecho Social y Democrático considera insuficiente la existencia de un
hecho típico y antijurídico ya que para la imposición de una pena es necesario
afirmar la culpabilidad; que en la actualidad la culpabilidad está normada en el
artículo sétimo del Título Preliminar del Código Penal que señala que "la pena
requiere de la responsabilidad penal del autor", entendiéndola como un juicio
de valor, una valoración dialéctica engarzada con sus presupuestos que son la
tipicidad y la antijuridicidad; que en el caso de autos si bien la conducta
imputada a los encausados López Landi y Ramal Pesantes aparece como típica
y antijurídica por el hecho de que en forma arbitraria se negaron a
proporcionar a los agraviados las copias certificadas de las expedientes que
motivaron la declaración de nulidad del contrato de concesión de peaje así
como se negaron a entregar copias de otros informes relacionados con el
asunto vulnerándose normas del ordenamiento jurídico nacional como son el
artículo cincuenticinco de las Normas Generales de Procedimiento
Administrativo y el inciso “f” del artículo tercero del Reglamento de la Ley de
Simplificación Administrativa conculcándose los derechos que todo
ciudadano tiene ante la administración pública sin embargo Ramal Pesantes ha
declarado como argumento exculpatorio que su proceder estuvo determinado
por el Informe de Asesoría Legal número cero uno - noventiocho -CTAR-
RENOM suscrito por los letrados Gerardo Guerrero Franco y Amador
Mondoñedo Valle y en igual sentido declara López Landi al sostener que su
comportamiento estuvo sustentado en el Informe de Asesoría Legal número
ciento dos - noventisiete- RENOM donde se pronunciaban sobre la
improcedencia de la entrega de las copias certificadas solicitadas por los
agraviados; que en efecto a folios trescientos cuarenticinco a trescientos
cuarentisiete corren los informes aludidos lo que permite deducir que al
momento en que los encausados suscribieron los oficios denegatorios de
expedición de copias lo hicieron en la creencia de que su conducta era lícita
pues siendo funcionarios públicos que no tienen la condición de abogados,
precisamente requieren de permanente asesoría jurídica, dándose en el caso la
presencia de la figura del error de prohibición contenida en el segundo párrafo

Página 17
del artículo catorce del Código sustantivo el que se presenta cuando el autor
cree que actúa lícitamente o cuando ni siquiera se plantea la licitud o ilicitud de
su acto por confiar en los informes de tos especialistas consultados, como lo
dice el jurista Roy Freyre, refiriéndose al error de prohibición, "el autor sí sabe
lo que hace, pero cree erróneamente que le está permitido desde que no
conoce la norma jurídica, o no la conoce bien, o por creer que le asiste una
causa de justificación", por tanto, la atribución de culpabilidad sólo tiene
sentido frente a quien conoce que su hacer está prohibido y como ello no
fluye del comportamiento de los procesados nos encontramos ante una de las
causas de exclusión de responsabilidad que permite sustraerlos de la
pretensión punitiva del Estado; razones por las cuales; REVOCARON la
sentencia apelada de folios mil veintiocho a mil treintitrés, su fecha veintiocho
de abril del año en curso, en el extremo que declara la exención de la pena a
los encausados César Alejandro Ramal Pesantes y Alvaro Rómulo López
Landi por el delito de abuso de autoridad, en agravio del Estado y de
Construcciones Villasol Sociedad Anónima y Pavimentadora Jordán Sociedad
Anónima y fija en mil nuevos soles la reparación civil; REFORMÁNDOLA
ABSOLVIERON a los mencionados Ramal Pesantes y López Landi de los
cargos que le resultan de la acusación fiscal por el delito y agraviados
precisados; la confirmaron en lo demás que contiene dicha sentencia; y los
devolvieron. - Interviene la Dra. González Vidal quien estuvo presente
durante la vista de la causa.- (SIC)

SS.
GONZÁLES VIDAL
PONTE DURANGO
RODRÍGUEZ TINEO.

EL ANÁLISIS

En el ámbito de la imputación subjetiva del delito de abuso funcionarial


(artículo 376, Código penal), el agente cuando ejecuta el acto arbitrario debe
conocer que está extralimitándose de sus funciones, y asimismo debe quererlo,
por eso la imputación es a título de dolo. A efectos de constatar los
conocimientos mínimos se entiende que el agente conoce los alcances de sus
atribuciones y las funciones que puede efectuar o, por lo menos, tiene el deber
de captarlos antes de ejecutar funciones públicas. La primacía del mencionado
conocimiento es imperante también en la jurisprudencia: “Si bien es cierto los
encausados en forma coherente han manifestado que actuaron de acuerdo al reglamento de su
institución, por cuanto el documento presentado por la agraviada no estaba registrado a su
nombre y que ésta se habría portado en forma altanera, no es menos cierto que la agraviada
sustento la procedencia de su mercadería con la declaración simplificada de importación , y en
un acto arbitrario, no le devolvieron el documento antes señalado ni mucho menos le

Página 18
consignaron su nombre en la elaboración del acta de recojo, cuando tenían pleno conocimiento
que en toda intervención se debe anotar el nombre de la persona a quien se interviene, más
allá de que ella suscriba o no el acta respectiva, hecho aunado a que tampoco le entregaron
notificación alguna a efectos de que pueda formular sus descargos respectivos ante instancias
respectivas, debiendo agregar además que en dicha intervención no se encontraba presente el
representante del Ministerio Público a efectos de dar fe que la intervención que se venía
realizando era respetando los derecho que les asiste a las personas”2.

Bajo este marco conceptual, es menester resaltar que el caso motivo de la


resolución sub judice despierta una singular problemática que quizá la Sala que
la emitió no se ha percatado y que es razón del título del presente comentario.
Así, se ha invocado error de prohibición (artículo 14, Código Penal) en la
conducta de los funcionarios “de que en forma arbitraria se negaron a
proporcionar a los agraviados las copias certificadas de las expedientes que
motivaron la declaración de nulidad del contrato de concesión de peaje así
como se negaron a entregar copias de otros informes”. No obstante, haberse
vulnerado normatividad extrapenal reguladora del parámetro de riesgo de sus
funciones que quizá por los conocimientos especiales que contaban los
procesados era de difícil percepción cognitiva. Aún así, los procesados se han
comportado satisfaciendo sus dudas actuando preventivamente al absolver sus
dudas contando previamente con el informe de asesoría legal donde se
pronunciaban sobre la improcedencia de la entrega de las copias certificadas
solicitadas. Por ende, se entiende “que al momento en que los encausados
suscribieron los oficios denegatorios de expedición de copias lo hicieron en la
creencia de que su conducta era lícita pues siendo funcionarios públicos que
no tienen la condición de abogados, precisamente requieren de permanente
asesoría jurídica”.

En principio, la conducta denegatoria de las copias se encuadra en la


modalidad “cometer” del abuso funcionarial. Así, la situación de acreditación
de los conocimientos es más dificultosa que la modalidad “ordenar”, más aún
si se trata de funcionarios ejecutores que reciben la orden de su superior, ya
que actuarían con una supuesta confianza. Para estos casos es requerido
percatarse de que el agente contaba con los conocimientos suficientes posibles
para advertir lo arbitrario de la conducta funcionarial verificando que la
materia de la función era entendida por el agente porque sus conocimientos
especiales le permitía advertir el abuso funcionarial. Por ende, el dolo con
conocimiento de lo arbitrario, en cualquiera de las modalidades conductuales,
requiere que el agente capte los alcances normativos de sus funciones, que
asimile el parámetro de la norma de sus funciones, y con ello apreciar cuándo
se está extralimitando funcionarialmente.

2
Ejecutoria Superior de abril de 2006, Exp. 1023-2005 Sexta Sala penal para Procesos con Reos Libres de la
Corte Superior de Justicia de Lima.

Página 19
Se entiende que el momento del conocimiento de lo arbitrario se circunscribe previa
y durante el ejercicio del acto arbitrario, siendo irrelevante el cambio de
conocimiento por motivo de impugnación o revisión por una instancia
superior (aun cuando para la modalidad de comisión, se entendería siempre
que sea la elevación sin efectos suspensivos).

Además del conocimiento, el agente-funcionario tiene que ejercer el acto con


voluntad de lograr el acto arbitrario, sin que sea necesario que esté abarcado
también el perjuicio. En este último caso, conlleva muchas veces a afirmar que
el modelo de tipo subjetivo es el de dolo con consecuencias accesorias, puesto que
además de buscar afectar la irregularidad de las funciones, la afectación a
intereses ajenos aparece como consecuencia necesaria e inevitable.

Conforme a nuestro caso, existen problemas en la identificación de las formas


de error. Siendo que el conocimiento de los parámetros de actuación
funcionarial implica realizar un juicio de legitimidad de la conducta en
atención a la ley y la Constitución, es cierto que su ausencia afecta también a la
conciencia de la antijuridicidad. Más aún, si el concepto de acto arbitrario que
emplea la norma constituye un elemento normativo típico, cómo decidir si se
trata de error de tipo o error de prohibición. Cuestión que no se ha percatado
en la ejecutoria que comentamos. Para nosotros solo queda interpretar la
figura en lo que sea más favorable para el imputado, esto es, el error de tipo3.
Ello porque se carece de una análogo imprudente, primando la exclusión de la
imputación, debiéndose remitir el análisis a la inevitabilidad del resultado. Sin
embargo, la ejecutoria ha pretendido entender que la figura se trataría de un
error de prohibición, pues conforme a sus argumentos, entiende que “el autor
cree que actúa lícitamente o cuando ni siquiera se plantea la licitud o ilicitud de
su acto por confiar en los informes de los especialistas consultados”. Pero, si
fuera así, nos preguntamos cómo definiría la Sala un error en el conocimiento
del un elemento del tipo objetivo, acto arbitrario, acaso ¿también entendería
que el autor cree actuar lícitamente? La ejecutoria ha obviado está
problemática y aun cuando de todas maneras la suerte procesal de los
encausados es la absolución, técnicamente la sala debía de haberse
pronunciado por el error de tipo bajo los argumentos que hemos señalados
supra.

Como cuestión complementaria, cabe señalar que no hay error cuando el


texto normativo regulador de la función es claro y preciso, de ingresarse a la
confusión o imprecisión, dudas del mismo que lleven a la aplicación o
interpretación errónea, el error se genera por la misma ley y lo hace inevitable.
De darse la situación de inconstitucionalidad de la ley, no se puede alegar
inevitabilidad de salir del error cuando se cuenta con algún medio jurídico ex
3
ABANTO VÁSQUEZ, Manuel, Los delitos contra la administración pública en el código penal peruano, Idemsa, Lima,
2002, p. 235.

Página 20
professo que permita evitar la arbitrariedad, lo contrario confirma la exclusión
de la responsabilidad. Como ejemplo, se tiene el control difuso como
mecanismo de los magistrados para poder salir del error, si pueden percatarse
de la inconstitucionalidad de las facultades que le brinda una ley, más aún
cuando ello constituye un deber (artículo VI, Título Preliminar, Código
Procesal Constitucional; artículo 138 Constitución).

Así también el error puede generarse en las interrelaciones del agente-


funcionario en el ámbito de división de funciones. Cuando se trate de emitir
órdenes, la autoridad saldría del error si contaba con conocimientos especiales
sobre la materia a tratar. Lo que no ha sucedido en el presente caso, pues los
funcionarios no contaban con los conocimientos jurídicos suficientes para
poder advertir el deber de emitir copias certificadas. De no contar con dichos
conocimientos, no obstante contar con otros medios que le permitan
percatarse de la legalidad de sus actuaciones (v. gr. asesoría o consulta
profesional) y emplearlos, aun cuando persistiera el error, la responsabilidad ya
no recae en la autoridad por encontrarse en una situación de inevitabilidad, si
no agota los otros medios también existiría irresponsabilidad ya que solo cabe
identificar negligencia. En el supuesto de quien cometa un acto arbitrario,
puede advertirse dicha calidad y salir del error si contaba con conocimientos
especiales y evitó la ejecución de la orden o función, salvo que se trate de
obediencia jerárquica. A contrario sensu, de no contar con los conocimientos
especiales y menos de los medios para salir del error (v. gr. se confía de los
fundamentos de su superior), se excluye de la imputación penal. Situación
clara que encajaría en el proceder de los encausados, ya que antes de denegar
la emisión de las copias, se han valido de un informe de asesoría legal.

Página 21
G. CONSULTA DESDE EL CÓDIGO PROCESAL PENAL

DECLINATORIA DE COMPETENCIA

1. ¿Cuándo se puede solicitar la declinatoria de competencia de un


Juez?

Según el artículo 34, inciso 1, del Código Procesal Penal, la declinatoria de


competencia de un Juez se puede solicitar durante la investigación
preparatoria.

2. ¿Quiénes pueden solicitar la declinatoria de competencia de un


Juez?

La declinatoria de competencia de un Juez lo podrán solicitar el imputado,


el actor civil o el tercero civil (artículo 34, inciso 1, del Código Procesal
Penal).

3. ¿Cuándo procede la petición de declinatoria de competencia de un


Juez?

La petición procede cuando el Juez se avoca al conocimiento de un


delito que no le corresponde por razón de la materia, de jerarquía o de
territorio (artículo 347, inciso 2, del Código Procesal Penal).

4. ¿Cómo se resuelve la petición de declinatoria de competencia de un


Juez?

La solicitud de declinatoria de competencia, el Juez la resolverá de


conformidad con el trámite previsto –en lo pertinente– en el artículo 8 del
Código Procesal Penal, mediante resolución fundamentada (artículo 34,
inciso 2, del Código Procesal Penal).

5. ¿Cuál es la oportunidad que tienen las partes de un proceso para


solicitar la declinatoria de competencia de un Juez?

El imputado, el actor civil o el tercero civil la petición de declinatoria


competencia lo podrán interponer dentro de los diez días de formalizada
la investigación preparatoria (artículo 35 del Código Procesal Penal).

6. ¿Qué sucede una vez que queda consentida la resolución que


declara fundada la petición de declinatoria de competencia?

Página 22
Consentida la resolución que declara fundada la petición de declinatoria de
competencia de un Juez, el proceso será remitido a quien corresponda,
con conocimiento de las partes (artículo 35 del Código Procesal Penal).

7. ¿Procede recurso de apelación contra la resolución que resuelve la


petición de declinatoria de competencia?

Contra la resolución que resuelve la petición de declinatoria de


competencia procede apelación ante la Sala Penal Superior, quien
resolverá en última instancia (artículo 37 del Código Procesal Penal).

8. ¿Los actos procesales realizados antes de la declinatoria conservan


su eficacia?

Según el artículo 38 del Código Procesal Penal, los actos procesales


válidamente realizados antes de la declinatoria conservan su eficacia.

Página 23
H. RECOMENDACIONES BIBLIOGRÁFICAS

LA TENTATIVA

La tentativa es la interrupción del proceso ejecutivo del delito, ya sea por


factores internos o externos, sin lograr la consumación formal. El artículo 16
del Código Penal señala que “en la tentativa el agente comienza la ejecución
de un delito, que decidió cometerlo sin consumarlo”. Para mayor profundidad
del tema, recomendamos la siguiente bibliografía especializada:

- CUELLO CONTRERAS, Joaquín, “Iter criminis”, en: La ciencia del Derecho


penal ante el nuevo siglo. Libro Homenaje al profesor doctor don José
Cerezo Mir, Tecnos, Madrid, 2003.

- CURY URZUA, Enrique, Tentativa y delito frustrado, Editorial Jurídica de


Chile, Santiago, 1977.

- FARRÉ TREPAT, Elena, La tentativa de delito. Doctrina y jurisprudencia,


Bosch, Barcelona, 1986.

- GARRIDO MONT, Mario, Etapas de ejecución del delito. Autoría y participación,


Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1984.

- HIRSCH, Hans Joachim, “Acerca de la regulación de la tentativa en el


Código Penal peruano, en: Revista peruana de ciencias penales N° 13,
Idemsa, Lima, junio-2003.

- SERRANO-PIEDECASAS FERNÁNDEZ, José Ramón, “Fundamentación


objetiva de la tentativa en el Código Penal español”, en: Nuevas
formulaciones en las Ciencias Penales. Homenaje al profesor Claus Roxin, Lerner,
Córdoba, 2001.

- REVILLA LLAZA, Percy, “Tentativa de delito”, en: Código Penal comentado,


T. I, Gaceta Jurídica, Lima, 2004.

- ROJAS VARGAS, Fidel, Actos preparatorios, tentativa y consumación del delito.


Dogmática penal y fase externa del delito, Grijley, Lima, 1997.

- ROXIN, Claus, “Acerca de la tentativa en el Derecho penal”, en:


Problemas actuales de dogmática penal, Trad. de Manuel A. Abanto Vásquez,
Derecho penal contemporáneo, Ara editores, Lima 2004; Sobre el
desistimiento de la tentativa inacabada en Problemas básicos de derecho
penal. Trad. de Diego Manuel Luzón Peña, Reus S. A., Madrid 1976.

Página 24
I. ÚLTIMAS ADQUISICIONES BIBLIOGRÁFICAS

1. EL CONTROL CONSTITUCIONAL EN LA ETAPA DE CALIFICACIÓN DEL


PROCESO PENAL

CLASIFICACIÓN
DERECHO PROCESAL PENAL

LA OBRA

Se trata de un estudio de los mecanismos de


control constitucional en la etapa de
calificación del proceso penal. Uno de sus
principales aportes radica en el estudio a la
tutela de la libertad personal. Al respecto, se
desarrolla que este derecho puede verse
afectado, al margen de los casos de aplicación
de medidas preliminares o mandatos de
detención o comparecencia restringida, con la
sola existencia de una imputación penal
levantada por la fiscalía y/o acepta por el Juez
de la causa mediante el inicio del proceso
penal.

En la primera parte del libro, se estudia el principio de imputación


necesaria, dentro del cual se desarrolla el derecho a obtener una resolución
con una imputación penal concreta, y no genérica e impersonalizada que
impide al procesado un pleno y adecuado ejercicio constitucional del
derecho de defensa. Asimismo, el autor estudia como es desarrollado este
principio en el Código de Procedimientos Penales de 1940, en la
jurisprudencia de Tribunal Constitucional, en la jurisprudencia
constitucional del Poder Judicial y en el procedimiento congresal.

En la segunda parte, se analiza el control constitucional en la investigación


preliminar y en la formalización de denuncia penal realizado por el
Ministerio Público, dentro del cual desarrolla el principio de imputación
necesaria en la actuación de Ministerio Público y su recepción en los fallos
del Poder Judicial.

En la tercera parte, analiza el quantum esencial de la motivación de las


resoluciones como criterio confrontacional al principio de imputación
necesaria, dentro del cual desarrolla los requisitos de la motivación de las
resoluciones, el quantum esencial de la motivación y su aplicación en el
auto de inicio del proceso penal.

Página 25
Finalmente, en la última parte de la obra, se desarrolla el control del
principio de imputación necesaria vía acción del hábeas corpus.

EL AUTOR

JAMES REÁTEGUI SÁNCHEZ, abogado por la Universidad Peruana los


Andes de Huancayo, concluyó sus estudios de doctorado en la
Universidad de Buenos Aires, Argentina, así como el curso de postgrado
“Problemas de Saber Pena Contemporáneo”, en la misma universidad,
donde también se desempeñó como auxiliar docente en el Departamento
de Derecho Penal y Criminología. Ha sido profesor invitado en la
Universidad Particular de San Martín de Porres; Universidad Nacional
Mayor de San Marcos y en la Universidad Nacional Federico Villarreal.

Página 26
2. LAS AUDIENCIAS EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO

CLASIFICACIÓN
DERECHO PROCESAL PENAL

LA OBRA

Ante un nuevo sistema procesal penal que


rige en Colombia, el autor desarrolla de
forma teórico-práctica cómo se desarrollan
las audiencias en el sistema penal acusatorio.

A tal efecto, el autor atiende, en primer


lugar, a la estructura y función del proceso
en el nuevo sistema penal acusatorio (Ley
906). Luego, analiza las audiencias
nominadas e innominadas en control de
garantías, los tipos de audiencias y modelos
de actas; así también se examina las
audiencias de examen al allanamiento a la imputación y la sentencia,
audiencia de examen a acuerdos de aceptación o negociaciones, audiencia
de preclusión, de acusación, preparatoria, de juicio, de incidente de
reparación integral, de segunda instancia en decisiones de conocimiento.

En la obra, también, se desarrollan algunos problemas suscitados en la


implementación del sistema y solucionados gracias al aporte de la
jurisprudencia de las cortes colombianas. El libro incluye como anexo un
CD que contiene sentencias de la Corte Constitucional y de la Corte
Suprema del país cafetero.

EL AUTOR

LUIS FERNANDO RAMÍREZ CONTRERAS, abogado por la Universidad


Nacional de Colombia, se ha especializado en resolución de conflictos,
derecho penal y casación penal. Actualmente es Juez del 18º Juzgado
Penal del Circuito de Bogotá y profesor universitario.

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