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El pensamiento según dewey

El pensamiento se inscribe para Dewey en una relación entre lo que ya


sabemos, nuestra memoria y lo que percibimos. Con esta trilogía damos
significado a las cosas, creamos, inferimos más allá de los que nos viene dado y
eso es el producto “pensamiento”. La inferencia tiene lugar a través de
la Sugerencia de todo cuanto se ve y se recuerda; esa sucesión de ideas es el
pensamiento. Dewey basa todo este proceso en dos recursos básicos e innatos:
la curiosidad y la sugerencia o ideas espontáneas. El pensamiento debe conducir
alguna meta: una acción, un resultado.

Dewey defiende que el resultado requiere un pensamiento reflexivo, es decir,


poner orden a esa sucesión de ideas, que no debe convertirse en una simple
concatenación de ideas en relaciones de consecuencias, sino que poniendo un
cierto orden promueva un pensamiento dirigido hacia alguna meta. Sustentando
la relación entre pensamiento y racionalidad justo esa conducción a un
pensamiento reflexivo por medio de la cuidadosa comparación y equilibrio de
evidencia y sugerencias con un proceso de evaluación de lo que tiene lugar
para llegar a detectar las relaciones más precisas que las relaciones le permitan,
por tanto la racionalidad no se puede quedar solo en la observación sino que se
debe escudriñar la materia, inspeccionar, indagar y examinar la exactitud. Una
idea es un plan de acción que tiene una función constructiva, pues las ideas
surgen para resolver problemas, aceptando como verdadero de entre todas las
ideas la más exitosa. La racionalidad de Dewey se relaciona con el pensamiento
en la idea del método reflexivo (competencia lógica) introduciendo conocimiento
empírico que conduzca a alguna meta desde la iniciativa, la espontaneidad,
trabajo y responsabilidad. Esta construcción lleva a algo por hacer y a un
resultado, afrontando una dificultad mental en cinco fases: 1)aparición de
sugerencias, 2)Intelectualización de la dificultad, 3) elaboración de hipótesis,
4)razonamiento y 5) comprobación de hipótesis. Así pues la racionalidad del
pensamiento reflexivo: hace posible la acción con un objetivo consciente, b) hace
posible el trabajo sistemático y la invención además de enriquecer las cosas
con significados. En el texto menciona esta relación entre pensamiento y
racionalidad como método ”Es probable que sea un buen pensamiento cuando el
sujeto tiene actitudes de cuidado, rigor, etcétera”. Aunque se aparta de la lógica
formal haciendo referencia al pensamiento real que se produce en un contexto
que dicha lógica no tienen en cuenta. "La racionalidad es desembocar en una
armonía operativa entre diversos deseos. la RACIONALIDAD, supone una
revisión del conocimiento a partir del anàlisis crítico, debate, y argumentación,
Para Dewey la racionalidad del pensamiento reflexivo es la capacidad de
aprender, evolucionar en el tiempo. La racionalidad para Dewey es la
correspondencia entre fines y medios. El pensamiento no es un conglomerado
de impresiones sensoriales, ni la fabricación de algo llamado “conciencia”, y
mucho menos una manifestación de un “Espíritu absoluto”, sino una función
mediadora e instrumental que había evolucionado para servir los intereses de la
supervivencia y el bienestar humanos. Esta teoría del conocimiento destaca

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la “necesidad de comprobar el pensamiento por medio de la acción si se
quiere que éste se convierta en conocimiento”. El pensamiento es un instrumento
del hombre para aprender. Dewey trata de aplicar en definitiva lo racional en lo
cotidiano en los social mediante la investigación reflexiva. Dewey instrumentaliza
los modelos descriptivo y explicativo, porque entiende la reflexión en un proceso
natural, pero sobretodo prescriptivo.

La emoción es un factor de nuestro sistema cognitivo de manera que problemas


como el de la relación matrimonial no se puede reducir al estudio
logicomatemático o de un tipo de representaciones mentales. En esta definición:
las emociones se deben considerar como fenómenos complejos multifactoriales
que incluyen, entre otros los aspectos siguientes: una evaluación
cognitiva (¿sería esto la correspondencia a descripción de la
situación?) situación –apreciación; un conjunto muy diverso de cambios
fisiológicos –principalmente, relacionados con el sistema nervioso autónomo–
; ¿Esto no es comparable con la especificación de la situación? una serie de
expresiones manifiestas o conductas visibles –expresiones faciales y
gestuales–; un componente motivacional que se refleja en una intención
o tendencia a la acción ¿Y esto no sería descripción de los recursos que se
pueden emplear o no para alcanzar un objetivo? , y un estado subjetivo-
experiencial o de sentimiento –aspecto hedónico de la emoción.

Los conceptos científicos tienen, por definición, una estructura lógica gran parte
de ellos tienen muy acentuada la naturaleza relacional, es decir que el núcleo o
sentido del concepto determina cuales son sus atributos relevantes.; ahora bien,
está comprobado que la mayor parte de las personas tiene una concepción
errónea o desviada de muchos fenómenos científicos y que esta concepción se
ajusta, en parte a las exigencias de las teorías probabilísticas, quizá por ello se
puede argumentar que los conceptos científicos bien definidos no representan la
forma en que la gente suele conceptuar el mundo. Y quizá por ello no obtenía
respuestas satisfactorias en los debates y se hablaba tan genéricamente de la
experiencia, pensamiento en relación a sentimiento, o en el ser o no ser.
Ahí encontré mi brecha volví a releer mis apuntes de Cognición y Emoción en las
dos emociones básicas del individuo (acercamiento/huida) no están regladas
desde estas teorías donde lo cotidiano está bastante desdeñado o definido
como “mal definido” porque se está obviando el papel de las emociones (proceso
cognitivo más arcaico en la evolución humana y que ha hecho posible la
supervivencia de la especie) a la hora de buscar, explorar y actuar en el
solucionar problemas, o quizá sea lo que haga incurrir en los errores más típicos
del pensamiento deductivo, la lógica formal, la probabilística o cualquier otra
estrategia para solucionar problemas. Sigo pensando que es la interpretación y
la dotación de significado lo que hace hipótesis posibles y una relación entre la
experiencia y conocimientos previos lo que nos capacita para llegar a las
soluciones posibles o como dice el módulo las más exitosas. Aunque estas
pueden, por muy científicas que hayan sido sus comprobaciones llegar a
conclusiones científicas como que la tierra era plana y después redonda.
El dominio de los contenidos creo que ha sido satisfactorio desde la comprensión
de los distintos Modelos tanto explicativos, prescriptitos y normativos, como
formamos los conceptos y los problemas de las distintas teorías y como en
función de la clasificación no son capaces de dar una explicación de cómo
formamos los conceptos. El razonamiento deductivo desde la lógica natural
donde se sostiene la capacidad innata de la mente para realizar las tareas de
determinadas reglas inferenciales – es decir, la competencia - a los modelos
mentales en el que el razonamiento se elabora por representaciones que pueden
derivarse de la percepción y desde el lenguaje. La elaboración y prueba de
hipótesis: analogía como modelo de pensamiento científico; las teorías implícitas
y las teorías de redescripción representacional; la comprobación de hipótesis para
la adquisición de conceptos y como seguimos viendo que incluso los científicos
vean su tarea como la confirmación más que la falsación de hipótesis. En los
juicios de probabilidad y toma de decisiones sus heurísticos y sesgos (anclajes,
correlaciones ilusorias), la accesibilidad de la información. De cómo desde el
razonamiento cotidiano y el formal comparten estructuras equivalentes; o como
desde el razonamiento informal llegamos a solucionar problemas mal definidos y
toma de decisiones en situación de incertidumbre. Por último el pensamiento
descontextualizado, en contexto y la creatividad, diferenciándose en el carácter
normativo del primero de planteamiento metodológicos individualistas de carácter
cerrado y experimental para pasar al presente de la Psicología del pensamiento
actual donde métodos de feed-back, construcción, cooperación y motivación, lo
cultural, lo simbólico, el pensamiento desiderativo, narrativo forman las nuevas
herramientas de este momento.

La reflexión ha estado pues en todo momento, desde como surgen las ideas y
como éstas están mediatizadas por nuestro contexto, como éstas se desarrollan,
cual es su proceso. Y sobre todo hemos aprendido la hilaridad que va desde los
conceptos y sus distintas combinaciones expresadas a través del lenguaje, la
influencia directa que tienen sobre el pensamiento y como se llega a los actos.
Los debates que hemos podido desarrollar son la expresión de la racionalidad,
cómo y desde dónde se argumentan nuestros conocimientos, nuestras
experiencias y como hemos buscado, trabajado para darle no solo nuestra
perspectiva sino trabajando para imbricarlas con las teorías que hemos manejado
en el semestre. Esta dinámica de nuestro proceso cognitivo ordenando y
secuenciado por las normas lógicas, las deducciones, las estrategias y como
cometemos errores. Todo ello ha enriquecido el pensamiento. Sabiendo que la
memoria no reproduce exactamente nuestras anteriores experiencias o
conocimientos y que en base a este conocimiento reproducimos nuevas
realidades, creencias e hipótesis hemos refutado o cambiado. Nuestras ideas
en base a esas reflexiones que los otros nos otorgan y que participan en la
construcción de las propias.

Me mantengo en mi reflexión sobre que la dualidad de lo innato y lo aprendido,


todos los seres humanos (en el contexto en que se ubiquen) participan de una
potencialidad innata que desarrollará en base a las necesidades adaptativas de
su entorno. Y ahí comienza el aprendizaje en utilizar los recursos a su
alcance – incluidos los que interacciona con los otros- para dar soluciones a los
problemas que se le vayan planteando (tanto en lo cotidiano como en lo científico)
máxime en el pensamiento creativo que requiere de unas habilidades y capacidad
de trabajo sin las que el pensamiento creativo no sería posible. El talento y el
entrenamiento no son excluyentes sino que ambos de gran necesidad. El
pensamiento creativo, lleva a experiencias nuevas algunas más desarrolladas
que otras debido a factores culturales y genéticos, entre otros, que actúan de la
forma en que las mismas experiencias se relacionan con los conocimientos
previos y encuentran soluciones nuevas ante las dificultades que se presenten, y
en conjunto con el pensamiento crítico, que complementa el lado derecho del
hemisferio cerebral. En dicho pensamiento influyen los aspectos de la creatividad,
la cual se puede aprender, desarrollar y depende del nivel de importancia que le
asigne cada quien su ampliación de pensamientos James O. Whittaker”.

Se puede aprender a pensar en forma creativa y a incorporar procesos de


innovación. Uno de los puntos más importantes es modificar el papel del
instructor, maestro, profesor como el único sabedor de la materia. Por tanto la
capacidad creativa depende, no de cuan creativas sean las personas, pero sí de
las condiciones que los “Guias” crean para fomentar el espíritu innovador de su
gente. Dando autoconfianza a las preferencias cognitivas de las personas,
siempre transformando la forma en que pensamos y nos comportamos,
motivando y prestando atención a lo emocional con una interrelación a través de
la comunicación. Relativizando la capacidad y la posibilidad de las reglas y
normas. No oponiéndose a los pensamientos o razonamientos reflexivos del otro
sino incorporándolos, aunándolos y transformando, la creatividad
incluye reformular ideas y hacerlo como una expectativa no un riesgo, los
errores nos deben servir para reiniciar el proceso de reflexión, crear nuevas
hipótesis, compartir la imaginación, la intuición, la lógica, el sentido estético. Se
necesita un rico medio que estimule el pensamiento creador, cosa que parece ser
esencial. Es importante mantener la espontaneidad, reconocer los esfuerzos
creadores y reforzar la capacidad creadora.

Barron (1969) nota que "el proceso creativo incluye una dialéctica incesante entre
integración y expansión, convergencia y divergencia, texis y antítesis".

En el artículo “Creativity and Cognition: Producing Effective Novelty”, Arthur J.


Cropley (1999) menciona a varios expertos que explican el pensamiento creativo
contrastando dos estrategias. El primero es Guilford, quien sostiene que el
pensamiento creativo es divergente, es decir, que produce variabilidad (envuelve
producir nuevas y posibles contestaciones múltiples de la información disponible).
En contraposición, el pensamiento convergente produce singularidad (sólo busca
la contestación más correcta). Barlett, por su parte, considera que el pensamiento
puede ser abierto o cerrado. A su vez, la filosofía Gestalt, identifica el
pensamiento reproductivo y el productivo. De Bono establece que el pensamiento
puede ser lineal o lateral. Por otro lado, Rothenburg clasifica el pensamiento en
uno “janusiano”, éste se relaciona con trabajar dos temas de forma simultánea;
también le llama “pensamiento homoespacial”, en el cual une dos ideas
aparentemente conflictivas, o que se excluyen entre sí, para producir la novedad.

El pensamiento humano es en mi opinión un todo que si bien puede ser analizado


por partes en un trabajo experimental funciona en un conjunto de procesos que
separados, sin relación no tendrían capacidad de crear. Esto lo digo desde la
percepción que tengo en gran parte de las asignaturas que nos proponen
análisis de las partes, y tengo la sensación académica (condición necesaria pero
no suficiente) de estar contemplando imágenes de un ser humano cojo o
invalidado de algunas características que están estigmatizadas como poco
controlables y por tanto poco científicas (pero el afecto y el miedo son emociones
que nos condicionan hasta en las situaciones más experimentales, e incluso el
afecto conlleva como hemos visto un elemento potenciador de la creatividad,
reflexión y racionalidad. Y la huida incluso nos produce construcciones
personales como la indefensión aprendida” y entonces esta se convierte en
un “pensamiento obstáculo” de nuestra racionalidad. ¡Qué útil es conocer!

El pensamiento reflexivo surge cuando queremos verificar la solidez, lo racional,


de algo que estamos tratando, es decir probar su veracidad. Salvo en los módulos
de Juicios de probabilidad y Elaboración de hipótesis, donde uno da por
bueno las normas que hay que seguir para llegar a estos conceptos todo ha sido
un continuo reflexionar, y ver como reflexionan en el porqué de los errores con
las teorías de Tversky y Kahneman sobre los heurísticos de representatividad y
accesibilidad, ha sido refrescante, recoloca los conceptos de la lógica formal a
modo de filtro e invita a reflexionar desde cualquier perspectiva, eso si, con un
trabajo ordenado y arduo.
El pensamiento reflexivo

Los valores el pensamiento reflexivo han sido reconocidos y expuestos por uno de sus
grandes estudiosos: Jhon Dewey. Este pensador norteamericano, en un libro titulado
Cómo pensamos, reconoció en el pensamiento reflexivo los siguientes valores:

□ rienta la acción hacia un objetivo consciente


□ Facilita una acción sistemática
□ Anima a buscar significado a las acciones y/o situaciones
□ Facilita el control sobre el pensamiento y la acción

El pensamiento reflexivo se vale de las diversas formas de representación y expresión de


las ideas para hacerlas visibles y esta visibilidad contribuye a mejora la conciencia sobre
nuestro propio proceder, o sobre nuestras propias expectativas, o sobre nuestras
esperanzas. Dicho brevemente, el pensamiento reflexivo anima el registro de nuestras
ideas y su posterior revisión. Este registro y revisión produce un efecto de sistematización
en todo nuestro quehacer.

El pensamiento crítico

El pensamiento crítico actúa de un modo muy singular: pone de manifiesto las diferentes
realidades que se ocultan detrás de la realidad tal y como la pensamos. El pensamiento
crítico nos enfrenta, como si de un juego de espejos se tratara, a la realidad en todas sus
dimensiones: la realidad como decimos que es, la realidad como deseamos que sea, la
realidad vista por todos y cada uno de sus protagonistas, la realidad actual, la realidad
pasada, etc. El pensamiento crítico no nos permite afirmar como es la realidad, pero nos
permite afirmar que estará situada en algún punto en el que se cruzan todas las realidades
posibles.

El pensamiento analítico

El pensamiento analítico nos ayuda a “encuadrar”, o “cuadricular” la realidad para poder


llegar a pensarla mejor. Así pues, el pensador analítico crea una forma de representación
de la realidad basada en “casillas” claramente diferenciadas y homogéneas. Conviene
recordar esto porque con frecuencia la familiaridad con algunas representaciones llega a
provocar que olvidemos que son representaciones y no la realidad. Justo lo que le ocurre
a los niños cuando están aprendiendo y tienen dificultades para reconocer que las líneas
trazadas sobre el mapa son líneas imaginarias.

Así pues, la claridad y precisión de las ideas, tan del gusto del pensamiento analítico, se
obtiene mediante la utilización de algunos recursos sencillos como las “coordenadas
cartesianas”. Ahora bien, el “encasillamiento” de la realidad sólo marca el “lugar” en el
que habrá que profundizar, esto es, el lugar cuyas “variaciones” conviene recoger, por eso
a las “casillas” que marcan ese lugar se les denomina “variables”. Una vez identificadas
las “variables” el pensamiento analítico nos permite obtener “datos”.

El pensamiento lógico

El pensamiento lógico es, ante todo, una forma ordenada de expresar nuestras ideas y es,
precisamente, esa expresión ordenada la que puede llevarnos al convencimiento de que
tenemos razón. Cuando se usan expresiones como “parece lógico” o “no es lógico”, o
“carece de toda lógica”, nuestro deseo es comunicar a otras personas que, en nuestra
opinión, lo que ha ocurrido se corresponde (o no) con nuestras expectativas sobre lo que
se podía esperar: lo ocurrido sigue (o no sigue) un orden. Pensar lógicamente es, ante
todo, obtener nuevas ideas, a partir de ideas existentes, siguiendo unas reglas precisas.
Esto es: razonar. Razonar es conducir el flujo de nuestras ideas siguiendo un orden
preciso, fijado por las reglas que configuran el sistema lógico adoptado. En consonancia
con lo anterior, el razonamiento o inferencia, es un producto del pensamiento lógico.

El pensamiento sistémico

El pensamiento sistémico es la vía por la que accedemos a las realidades complejas, a las
realidades que son irreductibles a sus partes, a las realidades que desaparecen cuando las
fragmentamos. El pensamiento sistémico es el puente hacia otra realidad, que forma parte
de la realidad real, pero que resulta ininteligible para los otros modos de pensamiento.
Una realidad cualquiera puede ser considerada como un sistema cuando sólo es posible
comprenderla como unidad y a partir de las interacciones que se producen entre sus
componentes y de la forma en que esas interacciones llegan a estar organizadas. Un
sistema, según Russel Ackoff, no es la suma de sus partes, sino el producto de sus
interacciones.

El pensamiento analógico

El pensamiento analógico busca permanentemente similitudes entre cosas y situaciones


que aparentemente son diferentes, y busca diferencias entre cosas y/o situaciones que
aparentemente son similares. El pensamiento analógico es un componente esencial en
muchas actividades humanas, especialmente en las actividades relacionadas con el
aprendizaje académico y/o profesional. El pensamiento analógico es el modo de
pensamiento que hace de la búsqueda permanente de analogías, de comparaciones, su
razón de ser. Pensar analógicamente es ordenar nuestras ideas de tal modo que podemos
establecer comparaciones entre ellas y, de este modo, lograr que una parte de la realidad
actúe como metáfora o como modelo de otra.
El pensamiento creativo

El pensamiento creativo mantiene abierta nuestra mente a nuevas ideas, nuevos


acontecimientos, nuevas realidades, porque el pensamiento creativo es ante todo el
pensamiento de lo posible. El pensamiento creativo es el recurso que poseen todas las
personas para ampliar las fronteras de lo real, ya sea lo real ideológico (las ideas realmente
existentes) como lo real material (la realidad que se manifiesta en objetos, acciones o
hechos). Así pues, la mejora en el uso y la comprensión del pensamiento creativo está
estrechamente vinculada a la generación de nuevas ideas, nuevas realidades y nuevos
sucesos. El pensamiento creativo abre siempre una nueva puerta a la realidad dado que
permite ampliar el ámbito de lo posible, por eso siempre resulta un buen ejercicio de
pensamiento reconocer cosas que se consideraban imposibles, pero que luego han sido
posibles.

El pensamiento deliberativo

El pensamiento deliberativo es el modo de pensar que conviene desarrollar en la adopción


de decisiones, cuando estas decisiones, no sólo comportan problemas de racionalidad sino
problemas de bondad, esto es, cuando las decisiones no pueden ser “cálculadas” pero si
“deliberadas”. Esto significa que el pensamiento deliberativo nos conduce hasta la adopción
de una decisión, pero lo hace, habitualmente no con la forma de un “cálculo lógico”, o de
un algoritmo, sino con la forma de un “cálculo de criterios y/o de valores”, esto es con una
forma de proceder mucho más compleja que las anteriores. En el modo de pensar
deliberativo, como en el resto de los modos de pensar, las ideas que alimentan nuestro
pensamiento se ordenan de una forma singular. La singularidad de ese pensamiento reside,
además de en ese ordenamiento, en la incorporación crucial de los valores, los criterios, los
principios, las normas, etc.

El pensamiento práctico

El pensamiento práctico ayuda a superar todas aquellas situaciones en las que parece
necesario y/o conveniente desarrollar alguna acción, ya sea para resolver un problema,
introducir una mejora, o evitar que la situación empeore. El pensamiento práctico persigue
la creación de “rutinas útiles” es decir el encadenamiento de acciones cuyos resultados
finales son deseables.
Muchas veces resumimos todos los procesos mentales relacionados con el intelecto
llamándolos, simplemente, pensamientos. Sin embargo, la realidad es más compleja que este
concepto tan abstracto. En realidad la psicología individual de cada persona está compuesta
por varios tipos de pensamiento.

Cuando tomamos una decisión, cuando realizamos cálculo mental, o cuando reflexionamos
sobre temas que tienen que ver con la política, por ejemplo, estamos utilizando diferentes
procesos mentales, los cuales se guían por distintas lógicas e, incluso, involucran distintas
partes del cerebro.

¿Qué es un pensamiento?

El concepto de pensamiento hace referencia a procesos mentales relativamente abstractos,


voluntarios o involuntarios, mediante los cuales el individuo desarrolla sus ideas acerca del
entorno, los demás o él mismo. Es decir, los pensamientos son ideas, recuerdos y creencias
en movimiento, relacionándose entre sí.

Ahora bien, los pensamientos no existen como actividades intelectuales “puras”, ya que
siempre van de la mano de otros procesos mentales que tienen que ver con las emociones y
que están generados y regulados por una parte del cerebro llamada sistema límbico.

Esto último significa que los pensamientos siempre están “teñidos” por la emocionalidad,
no son ajenos a los sentimientos y las emociones.

Los principales tipos de pensamientos

Con lo que hemos visto hasta ahora ya queda claro que los pensamientos son altamente
complejos y, en muchos casos, tan abstractos que encasillarlos en categorías herméticas
supone caer en el reduccionismo. Sin embargo, conocer una clasificación orientativa de los
tipos de pensamiento ha resultado muy útil para comprender mejor la mente humana.

Teniendo en cuenta esto, y que muchas de las categorías que veremos a continuación se
solapan entre ellas en ciertos aspectos, veamos cuáles son los principales tipos de
pensamiento propuestos y qué características presentan.
1. Pensamiento deductivo

El pensamiento deductivo parte de afirmaciones basadas en ideas abstractas y universales


para aplicarlas a casos particulares. Por ejemplo, si partimos de la idea de que un francés es
alguien que vive en Francia y Francia está en Europa, concluiremos que René Descartes,
que vivía en Francia, era europeo.

2. Pensamiento inductivo

Este tipo de pensamiento no parte de afirmaciones generales, sino que se basa en casos
particulares y, a partir de ellos, genera ideas generales. Por ejemplo, si observamos que las
palomas tienen plumas, los avestruces tienen plumas y las garzas también tienen plumas,
podemos concluir que estos tres animales forman parte de una categoría abstracta llamada
“saurópsidos”.

3. Pensamiento analítico

El pensamiento analítico crea piezas de información a partir de una unidad informacional


amplia y llega a conclusiones viendo el modo en el que interactúan entre sí estos
“fragmentos”.

4. Pensamiento lateral o creativo

En el pensamiento creativo se juega a crear soluciones originales y únicas ante problemas,


mediante el cuestionamiento de las normas que en un principio parecen ser evidentes. Por
ejemplo, una silla de columpio parece “predestinada” a ser utilizada en un tipo de juguete
muy particular, pero es posible transgredir esta idea utilizándola como soporte para una
maceta que cuelga de un porche. Este es uno de los tipos de pensamiento más utilizados en
arte y artesanía.

5. Pensamiento suave

Este tipo de pensamiento se caracteriza por utilizar conceptos con unos límites muy difusos
y poco claros, a menudo metafóricos, y la tendencia a no evitar las contradicciones.
Actualmente es muy característico de corrientes de pensamiento vinculadas a la filosofía
posmoderna o al psicoanálisis. Por ejemplo, puedes ver un ejemplo de este estilo en la
descripción de los conceptos utilizados por Sigmund Freud en la teoría del desarrollo
psicosexual.
6. Pensamiento duro

El pensamiento duro utiliza conceptos lo mas definidos posibles, y trata de evitar las
contradicciones. Es típico del tipo de razonamientos vinculados a la ciencia.

7. Pensamiento divergente

En el pensamiento divergente se establece una división entre dos o más aspectos de una idea,
y se explora las posibilidades de mantener esta “partición”. Por ejemplo, si alguien utiliza
una misma palabra haciendo que cada vez tenga un significado distinto, detectar este error
es un caso de pensamiento divergente en el que se detecta los distintos significados. Puedes
ver ejemplos de esto fijándote en el uso que se hace habitualmente del concepto de “lo
natural” aplicado a productos de alimentación, orientaciones sexuales poco comunes o
tendencias de comportamiento generalizadas en general.

8. Pensamiento convergente

En el pensamiento convergente se da un proceso por el cual nos damos cuenta de que hay
diferentes hechos o realidades que encajan entre sí a pesar de que en un principio parecía
que no tenían nada en común. Por ejemplo, si una familia de monarcas se da cuenta de que
en una guerra les interesa ponerse a favor de uno de los bandos, habrán partido del análisis
de los diferentes actores en conflicto hasta llegar a una conclusión global acerca de la opción
más conveniente.

9. Pensamiento mágico

El pensamiento mágico confiere intenciones a elementos que no cuentan con voluntad ni


consciencia propias, y menos aún capacidad para actuar siguiendo planes. Por ejemplo, una
niña que por su corta edad cree que las olas de la playa tratan de remojarles el pelo está
utilizando el pensamiento mágico.
Jean Piaget es uno de los psicólogos e investigadores más importantes de la historia, y a él
le debemos gran parte de lo que hemos ido descubriendo por medio de la psicología del
desarrollo.

Dedicó gran parte de su vida a investigar el modo en el que evolucionan tanto nuestro
conocimiento acerca del entorno como nuestros patrones de pensamiento dependiendo de la
etapa de crecimiento en la que nos encontramos, y es especialmente conocido por haber
propuesto varias etapas de desarrollo cognitivo por las que pasamos todos los seres humanos
a medida que crecemos.

Jean Piaget y su concepción de la niñez

La idea que planteó Jean Piaget es que, al igual que nuestro cuerpo evoluciona rápidamente
durante los primeros años de nuestras vidas, nuestras capacidades mentales también
evolucionan a través de una serie de fases cualitativamente diferentes entre sí. En un
contexto histórico en el que se daba por sentado que los niños y niñas no eran más que
"proyectos de adulto" o versiones imperfectas de ser humano, Piaget señaló que el modo en
el que los pequeños actúan, sienten y perciben denota no que sus procesos mentales estén
sin terminar, sino más bien que se encuentran en un estadio con unas reglas de juego
diferentes, aunque coherentes y cohesionadas entre sí.

Es por eso que Piaget consideraba que los patrones de pensamiento y comportamiento de los
más jóvenes son cualitativamente distintos con respecto a los de los adultos, y que cada etapa
del desarrollo define los contornos de estas maneras de actuar y sentir. Este artículo ofrece
una breve explicación acerca de estas fases del desarrollo planteadas por Piaget; una teoría
que, si bien ha quedado desfasada, es el primer ladrillo sobre el que se ha construido la
Psicología Evolutiva.

¿Etapas de crecimiento o de aprendizaje?

Es muy posible caer en la confusión de no saber si Jean Piaget describía etapas de


crecimiento o de aprendizaje, ya que por un lado habla sobre factores biológicos y por el
otro de procesos de aprendizaje que se desarrollan a partir de la interacción entre el individuo
y el entorno.
La respuesta es que este psicólogo hablaba de los dos, aunque centrándose más en los
aspectos individuales que en los aspectos del aprendizaje que están ligados a las
construcciones sociales.

Piaget sabía que es absurdo intentar tratar por separado los aspectos biológicos y los que
hacen referencia al desarrollo cognitivo, y que, por ejemplo, es imposible dar con un caso
en el que en bebé de dos meses haya tenido dos años para interactuar directamente con el
ambiente. Es por eso que para él el desarrollo cognitivo informa sobre la etapa de
crecimiento físico de las personas, y el desarrollo físico de las personas da una idea sobre
cuáles son las posibilidades de aprendizaje de los individuos.

Sin embargo, para entender las etapas de desarrollo cognitivo de Piaget es necesario saber
desde qué enfoque teórico parte su autor.

Recordando el enfoque constructivista

Tal y como explicó el psicólogo Bertrand Regader en su artículo sobre la teoría del
aprendizaje de Jean Piaget, el aprendizaje es para este psicólogo un proceso de construcción
constante de nuevos significados, y el motor de esta extracción de conocimiento a partir de
lo que se sabe es el propio individuo. Por lo tanto, para este psicólogo suizo el protagonista
del aprendizaje es el propio aprendiz, y no sus tutores ni sus maestros. Este planteamiento
es llamado enfoque constructivista, y enfatiza la autonomía de la que disponen los individuos
a la hora de interiorizar todo tipo de conocimientos.

Sin embargo, que el motor del aprendizaje sea el propio individuo no significa que todos
tengamos total libertad para aprender ni que el desarrollo cognitivo de las personas se vaya
realizando de cualquier manera. Si así fuese, no tendría sentido desarrollar una psicología
evolutiva dedicada a estudiar las fases de desarrollo cognitivo típicas de cada etapa de
crecimiento, y está claro que hay ciertos patrones que hacen que personas de una edad
parecida se parezcan entre sí y se distingan de gente con una edad muy diferente.

Este es el punto en el que cobran importancia las etapas de desarrollo cognitivo propuestas
por Jean Piaget: cuando queremos ver cómo encaja una actividad autónoma y ligada al
contexto social con los condicionantes genéticos y biológicos que se van desarrollando
durante el crecimiento. Los estadios o etapas describen el estilo en el que el ser humano
organiza sus esquemas cognitivos, que a su vez le servirán para organizar y asimilar de una
u otra manera la información que recibe sobre el entorno, los demás agentes y él mismo.

Cabe destacar, sin embargo, que estas etapas de desarrollo cognitivo no equivalen al
conjunto de conocimiento que típicamente podemos encontrar en personas que se
encuentran en una u otra fase de crecimiento, sino que describen los tipos de estructuras
cognitivas que se encuentran detrás de estos conocimientos.

A fin de cuentas, el contenido de los diferentes aprendizajes que uno lleva a cabo depende
en gran parte del contexto, pero las condiciones cognoscitivas están limitadas por la genética
y la manera en la que esta se va plasmando a lo largo del crecimiento físico de la persona.

Las cuatro etapas del desarrollo cognitivo

Las fases de desarrollo expuestas por Piaget forman una secuencia de cuatro períodos que a
su vez se dividen en otras etapas. Estas cuatro fases principales quedan enumeradas y
explicadas brevemente a continuación.

1. Etapa sensorio - motora o sensiomotriz

Se trata de la primera fase en el desarrollo cognitivo, y para Piaget tiene lugar entre el
momento del nacimiento y la aparición del lenguaje articulado en oraciones simples (hacia
los dos años de edad). Lo que define esta etapa es la obtención de conocimiento a partir de
la interacción física con el entorno inmediato. Así pues, el desarrollo cognitivo se articula
mediante juegos de experimentación, muchas veces involuntarios en un inicio, en los que se
asocian ciertas experiencias con interacciones con objetos, personas y animales cercanos.

Los niños y niñas que se encuentran en esta etapa de desarrollo cognitivo muestran un
comportamiento egocéntrico en el que la principal división conceptual que existe es la que
separa las ideas de "yo" y de "entorno". Los bebés que están en la etapa sensorio-motora
juegan para satisfacer sus necesidades mediante transacciones entre ellos mismos y el
entorno.

A pesar de que en la fase sensoriomotriz no se sabe distinguir demasiado entre los matices
y sutilezas que presenta la categoría de "entorno", sí que se conquista la comprensión de la
permanencia del objeto, es decir, la capacidad para entender que las cosas que no percibimos
en un momento determinado pueden seguir existiendo a pesar de ello.

2. Etapa preoperacional

La segunda etapa del desarrollo cognitivo según Piaget aparece más o menos entre los dos
y los siete años.

Las personas que se encuentran en la fase preoperacional empiezan a ganar la capacidad de


ponerse en el lugar de los demás, actuar y jugar siguiendo roles ficticios y utilizar objetos de
carácter simbólico. Sin embargo, el egocentrismo sigue estando muy presente en esta fase,
lo cual se traduce en serias dificultades para acceder a pensamientos y reflexiones de tipo
relativamente abstracto.

Además, en esta etapa aún no se ha ganado la capacidad para manipular información


siguiendo las normas de la lógica para extraer conclusiones formalmente válidas, y tampoco
se pueden realizar correctamente operaciones mentales complejas típicas de la vida adulta
(de ahí el nombre de este período de desarrollo cognitivo). Por eso, el pensamiento mágico
basado en asociaciones simples y arbitrarias está muy presente en la manera de interiorizar
la información acerca de cómo funciona el mundo.

3. Etapa de las operaciones concretas

Aproximadamente entre los siete y los doce años de edad se accede al estadio de las
operaciones concretas, una etapa de desarrollo cognitivo en el que empieza a usarse la lógica
para llegar a conclusiones válidas, siempre y cuando las premisas desde las que se parte
tengan que ver con situaciones concretas y no abstractas. Además, los sistemas de categorías
para clasificar aspectos de la realidad se vuelven notablemente más complejos en esta etapa,
y el estilo de pensamiento deja de ser tan marcadamente egocéntrico.

Uno de los síntomas típicos de que un niño o niña ha accedido a la etapa de las operaciones
concretas es que sea capaz de inferir que la cantidad de líquido contenido en un recipiente
no depende de la forma que adquiere este líquido, ya que conserva su volumen.

4. Etapa de las operaciones formales


La fase de las operaciones formales es la última de las etapas de desarrollo cognitivo
propuestas por Piaget, y aparece desde los doce años de edad en adelante, incluyendo la vida
adulta.

Es en este período en el que se gana la capacidad para utilizar la lógica para llegar a
conclusiones abstractas que no están ligadas a casos concretos que se han experimentado de
primera mano. Por tanto, a partir de este momento es posible "pensar sobre pensar", hasta
sus últimas consecuencias, y analizar y manipular deliberadamente esquemas de
pensamiento, y también puede utilizarse el razonamiento hipotético deductivo.

¿Un desarrollo lineal?

El hecho de ver expuesto de esta manera un listado con etapas de desarrollo puede dar a
pensar que la evolución de la cognición humana de cada persona es un proceso acumulativo,
en la que varias capas de información se van asentando sobre los conocimientos previos. Sin
embargo, esta idea puede llevar a engaño.

Para Piaget, las etapas de desarrollo indican las diferencias cognitivas en las condiciones de
aprender. Por tanto, aquello que se aprende sobre, por ejemplo, el segundo período de
desarrollo cognitivo, no se deposita sobre todo lo que se ha aprendido durante la etapa
anterior, sino que lo reconfigura y lo expande hacia varios ámbitos de conocimiento.

La clave está en la reconfiguración cognitiva

En la teoría piagetiana, estas fases se van sucediendo una tras otra, ofreciendo cada una de
ellas las condiciones para que la persona en desarrollo vaya elaborando la información de la
que dispone para pasar a la siguiente fase. Pero no se trata de un proceso puramente lineal,
ya que lo que se aprende durante las primeras etapas de desarrollo se reconfigura
constantemente a partir de los desarrollos cognitivos que vienen después.

Por lo demás, esta teoría de las etapas de desarrollo cognitivo no fija límites de edad muy
fijos, sino que se limita a describir las edades en las que son comunes las fases de transición
de una a otra. Es por ello que para Piaget es posible encontrar casos de desarrollo
estadísticamente anormal en las que una persona tarda en pasar a la siguiente fase o bien
llega a ella a una edad temprana.

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