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 Definir el lenguaje: se le llama desarrollo del lenguaje o adquisición de la lengua materna

al proceso cognitivo por el cual los seres humanos adquieren la capacidad de comunicarse
verbalmente usando una lengua natural, es visto como un instrumento de la capacidad
cognoscitiva y afectiva del individuo, lo que indica que el conocimiento lingüístico
depende del conocimiento del mundo.
Los procedimientos de aprendizaje
Los procedimientos fundamentales que emplea el niño para aprender la lengua son dos:
- la imitación,
- la creatividad.
Esta afirmación se erige como principio que comparten muchos psicolingüistas.
Por imitación el niño logra constantes aproximaciones a las distintas formas de hablar que
pululan a su alrededor. Se pone así en contacto con variedad de modelos lingüísticos y de
casos en que la lengua opera con lógica aplastante. Por creatividad va descubriendo lo que
hay de común entre unos casos y otros, con lo cual vislumbra el sistema de la lengua.
Descubierto o, mejor dicho, intuido el sistema de la lengua, aunque el niño no tenga
capacidad para formularlo ni explicar por qué hace las cosas, lo aplica. Esto le permite
seguir avanzando en la adquisición de la lengua por creatividad, especialmente por
analogía.
Algunos de los errores frecuentes en el lenguaje infantil son demostración palmaria de
que el niño conoce el sistema de la lengua y es consecuente con él. Si de comer deriva
comido, es lógico, para él, que de romper derive rompido; si de camión dice camionero,
por lógica, de avión dirá avionero; si de correr dice corrí, de hacer dirá naturalmente hací;
y así podríamos multiplicar los ejemplos.
Para RUWET hay un hecho capital en la lengua del adulto, que, sin duda, se fragua desde la
infancia. Para este autor, toda persona que habla una lengua es capaz de percibir,
comprender y emitir palabras y frases que nunca anteriormente ha oído, entendido ni
pronunciado. Es evidente que esta capacidad se debe más que a la imitación a la
creatividad.
Por la imitación el niño aprende palabras y frases, por la creatividad es capaz de
inventarlas.
Hay que considerar que cuando se habla del aprendizaje lingüístico del niño estamos ante
una expresión que se refiere a dos realidades distintas que no conviene mezclar ni
confundir.
El conocimiento de la lengua implica:
- una capacidad activa, mediante la cual el niño se expresa.
- una capacidad pasiva, mediante la cual el niño comprende.
Es evidente que el dominio pasivo de la lengua precede y supera al dominio activo, y que
la relación entre ambas capacidades encierra a menudo bastante complejidad. Por
consiguiente, las respuestas que demos a las tres cuestiones anteriores exigirán bastantes
matizaciones. Al no quedar más que insinuadas, tendrán que ser completadas por la
reflexión y la experiencia del educador.
 Biológico
FACTORES DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE • Los factores que vamos a tratar a
continuación se presentan siguiendo un orden de localización, y no por orden de
importancia: factores internos y externos, presentando en primer lugar los factores
internos (biológicos y cognitivos), y después los factores externos o aquellos que se
encuentran en el ambiente. • Los factores internos necesitan de su propia maduración
para desarrollarse, cosa posible gracias a la presencia de factores externos o ambientales.
También es cierto que el desarrollo tampoco es posible si no existen unas condiciones
biológicas y madurativas adecuadas. WWW.YOUR-SCHOOL-URL.COM Factores biológicos •
Aunque los factores biológicos, por sí solos, no son suficientes para que se desarrolle el
lenguaje, si son una condición necesaria para ello. • Los factores biológicos que más
directamente intervienen en el desarrollo del lenguaje son: – El cerebro humano – El
conducto vocal – El oído – La vista – Coordinación intersensorial
 EL CEREBRO HUMANO • El cerebro y el lenguaje humano se han modelado mutuamente:
Los niños tienen que tener cerebros capaces de aprender el lenguaje, y el lenguaje es el
tipo de actividad que sólo puede ser aprendida por un cerebro humano. El cerebro consta
de dos partes simétricas: elhemisferio izquierdo y el hemisferio derecho; en cada zona
reside el control de diferentes funciones y actividades humanas. En la mayoría de las
personas, el habla depende del hemisferio izquierdo del cerebro. Toda la información que
llega al hemisferio derecho procedente de un órgano receptor izquierdo, tiene que
transferirse al hemisferio izquierdo a través del conducto que une ambos hemisferios, el
cuerpo calloso, para que pueda expresarse verbalmente...
 EL CEREBRO HUMANO • Las predisposiciones innatas que capacitan al niño para el
lenguaje, además de ser genéticamente especializadas, son el resultado de la dotación
genética y las condiciones en que se produce el desarrollo. Gracias a la especialización de
los mecanismos nerviosos que controlan los movimientos motores necesarios para la
emisión de los sonidos articulados del habla, los seres humanos poseen una conexión
especial entre el sistema auditivo y el generador del habla. Esto explica que la
comunicación no dependa de los movimientos musculares en sí mismo sino de sus
consecuencias acústicas. De ahí la importancia de la información auditiva.

 Broca y Wernicke: Donde se ubica el lenguaje


 Una de las características más peculiares del ser humano es, sin duda el lenguaje. La
complejidad y diversidad del lenguaje humano no ha visto similar en la naturaleza, pese
a que los animáles se comunican más de lo que pensábamos [zoosemiótica].
 Obviamente, tal capacidad está ubicada en el cerebro. Pero... ¿que conocemos de las
áreas del cerebro que se ocupan del lenguaje? Pues estas áreas tienen nombres
propios: área de Broca y área de Wernicke.

 Área de Broca
 Ubicada en la tercera circunvolución frontal (circunvolución frontal inferior), en las
secciones opercular y triangular del hemisferio izquierdo, es la encargada de, de forma
resumida, convertir los conceptos en palabras. Aunque quizá los más puristas preferirían
decir que:

 "El área de Broca se divide en dos sub-áreas fundamentales: la triangular (anterior), que
probablemente se encarga de la interpretación de varios modos de los estímulos
(asociación plurimodal) y de la programación de las conductas verbales; y la opercular
(posterior), que se ocupa de sólo un tipo de estímulo (asociación unimodal) y de
coordinar los órganos del aparato fonatorio para la producción del habla, debido a su
posición adyacente a la corteza motora."

 Para explicarlo de forma sencilla, se puede decir que es donde se forman las palabras
que nosotros decimos.

 Área de Wernicke

 Pues si, como hemos comentado, el área de Broca, es donde reside el lenguaje que
nosotros emitimos, el área de Wernicke convierte las palabras en conceptos, es decir,
es la responsable de que comprendamos aquello que nos dicen.

 situada en la corteza cerebral en la mitad posterior del circunvolución temporal superior,
y en la parte adyacente del circunvolución temporal media. Pertenece a la corteza de
asociación o córtex asociativo, específicamente auditiva, situada en la parte postero-
inferior de la corteza auditiva primaria área de Heschl.
 CONCLUSIONES
 Unidos por mediante un haz de fibras nerviosas llamado fascículo arqueado, es su
combinación la que conforma nuestro lenguaje y nos permite hablar y comprender lo
que nos dicen. Es, en gran medida, uno de los hechos diferenciales con el resto de
especies animales y responsables directos de nuestro desarrollo cultural como seres
humanos.

 EL CONDUCTO VOCAL • La emisión de los sonidos y su control dependen de un mecanismo


generador de la voz que consta de varios elementos: los pulmones, la laringe, la faringe, la
boca y la nariz. El conducto vocal, compuesto de boca y faringe, es una caja de resonancia,
cuya forma determina los sonidos vocales o del habla. Esta forma puede modificarse
mediante cambios en la posición de los labios, la mandíbula, la lengua y la laringe. • La
fuente de sonido más importante se encuentra en la laringe. Aquí, las cuerdas vocales
pueden juntarse con la tensión estrictamente necesaria para vibrar. Pero no todos los
sonidos del habla depende de esta emisión laríngea (de ahí la existencia de sonidos
"sonoros" y "sordos").
 EL CONDUCTO VOCAL La fuente del sonido es la vibración de las cuerdas vocales. El
conducto vocal se considera como un tubo acústico que, en función de su forma y tamaño,
filtra el material procedente de la fuente de distintas maneras. Para que se produzca una
emisión adecuada de los sonidos del habla y que éstos sean aptos para comunicarse, hace
falta que: Todos los elementos del dispositivo de emisión de la voz. El cerebro, del que
depende el control voluntario de la emisión de sonidos. La audición y el sistema auditivo.
Capacidades superiores (imitación y memoria).
 EL OIDO • Necesitamos oír para poder usar adecuadamente la voz y poder emitir los
sonidos del habla. Esta capacidad es previa a otras de necesarias e imprescindibles para el
desarrollo del lenguaje: lamemoria verbal y la imitación verbal. El oído humano necesita
del cerebro para procesar los estímulos sonoros. En el caso del lenguaje ha de
identificarlos como habla. La memoria permite la tarea de almacenaje y organización de
los sonidos, ya convertidos en palabras, en el diccionario mental.
 EL OIDO • Desde el nacimiento, los niños muestran una clara predilección por la voz
humana de entre todos los sonidos que oyen a su alrededor. Esto nos lleva a afirmar que
la capacidad para percibir el habla no reside sólo en la dotación específica del sistema
auditivo humano. Incluso en ausencia de contacto corporal o incluso sin ser visto, es
sorprendente el poder tranquilizador que ejerce la voz del adulto para un bebé. Esto nos
lleva a plantear la importancia e influencia de la intervención de otros factores en el
propio funcionamiento de los factores biológicos en lo que respecta al desarrollo del
lenguaje verbal.
 LA VISTA • Las características visuales que más atraen la mirada del bebé se refieren al
movimiento, el brillo, el color, el contraste y el sonido. De todos los objetos que pueda
haber a su alrededor, muestra una clara preferencia por el rostro humano. Los bebés
escuchan y miran la voz humana, por ello buscan con la mirada la fuente del sonido. Y
cuando oyen la voz del adulto sin verle, le buscan orientados por el sonido. WWW.YOUR-
SCHOOL-URL.COM LA VISTA • Un niño ciego no puede desarrollar la coordinación entre la
vista y el oído, ni buscar con la vista el sonido. Para descubrir el mundo que le rodea
necesita desarrollar al máximo su capacidad auditiva y compensar la falta de visión ocular
a través del tacto. Desarrolla así más intensamente las coordinaciones audio-táctiles. En el
aprendizaje del habla, la vista es importante en la medida en que el niño observa
atentamente el movimiento de la boca y los gestos del adulto y además mira los objetos a
los que se refieren los sonidos y las palabras que dicen los otros. WWW.YOUR-SCHOOL-
URL.COM COORDINACIÓN INTERSENSORIAL • El hecho de que un bebé de pocas horas sea
capaz de volver su cabeza hacia la fuente de un sonido muestra la existencia de una
coordinación entre los sentidos de la vista y el oído. Cómo argumentar la importancia de
este hecho en la adquisición del lenguaje: WWW.YOUR-SCHOOL-URL.COM • Predilección
de los bebés por el rostro y la voz humanos. • Atracción experimentada por todas las
combinaciones posibles del movimiento, gestos y sonidos humanos. • Capacidad del niño
para percibir algunas cadenas silábicas repetitivas de la lengua de los adultos que lo
rodean. • Interés por mirar al adulto que habla y por los recurso gestuales, de prosodia,
repetición,… que éste pueda usar. WWW.YOUR-SCHOOL-URL.COM FACTORES
COGNITIVOS • Dejando a un lado la discusión acerca de si el lenguaje es la expresión por
excelencia de la función simbólica, lo cierto es que utilización de las palabras como signos
lingüísticos con significado nos remite necesariamente a una serie de capacidades
intelectuales o cognitivas que hacen posible el acceso el lenguaje. A continuación vamos a
estudiar los factores o procesos que constituyen la estructura cognitiva o intelectual,
también denominadas funciones psicológicas superiores, las cuales desempeñan un papel
esencial en la adquisición y el desarrollo del lenguaje: –La percepción –La atención –La
memoria –La imitación WWW.YOUR-SCHOOL-URL.COM LA PERCEPCIÓN • Durante la
primera infancia, las capacidades relacionadas con los procesos cognitivos están muy
relacionadas con el desarrollo de la percepción, y en concreto con la percepción visual. En
el caso de la adquisición del lenguaje, el papel determinante es de la percepción auditiva.
En este período, aún ha de desarrollar y progresar en su interpretación de lo que se
percibe. Hablando de la adquisición del lenguaje, es necesario garantizar el adecuado
funcionamiento del oído y la vista para iniciar el proceso de percepción. Éste continúa con
el procesamiento de lo percibido: el registro, la organización y la interpretación de las
sensaciones recibidas. WWW.YOUR-SCHOOL-URL.COM LA PERCEPCIÓN • En este proceso
intervienen otros factores: el cerebro, como primer responsable y depositario de la
información sensorial y de la coordinación intersensorial; así como otros procesos
relacionados con las funciones psicológicas superiores, en especial la atención y
la memoria, que a su vez tienen una base neurológica (en la corteza cerebral), pero que
también requieren su propio proceso de maduración. La maduración es maduración
orgánica y también maduración producto de la experiencia y el aprendizaje. WWW.YOUR-
LA PERCEPCIÓN A medida que la percepción se va desarrollando, los niños van siendo
capaces de mirar y escuchar cada vez con una mayor intencionalidad, durante más
tiempo, de manera más selectiva y con mayor éxito en sus interpretaciones perceptivas. Es
en este proceso de desarrollo y perfección de la percepción donde juega un papel básico
la atención.
 Social: El lenguaje como una herramienta social Carece de sentido analizar y estudiar el
lenguaje fuera del marco que proporciona la comunicación. Si bien el lenguaje no es algo
esencial para la comunicación, ésta sí constituye un elemento esencial y definitorio del
lenguaje. Incluso lenguas largo tiempo extinguidas tales como el sánscrito, continúan
estudiándose con el fin de averiguar información sobre las personas que una vez las
utilizaron. El lenguaje es un código compartido que permite a sus usuarios transmitir ideas
y deseos. Los usuarios lo compartimos porque estamos deseando comunicarnos. Nadie
aprendería un sistema tan complicado sin tener un objetivo importante. En definitiva, el
lenguaje sólo tiene un propósito: servir como código de transmisión entre las personas.
Como tal, el lenguaje resulta influido por el entorno y, a su vez, influye sobre éste. En
general, el lenguaje refleja el pensamiento colectivo y la cultura e influye sobre ese
pensamiento. En la Europa de nuestros días, por ejemplo, ciertas palabras como
democracia, reflejan significados y emociones que influyen sobre nuestra concepción de
otras formas de gobierno. Probablemente, la noción de democracia de los antiguos
griegos fuera algo diferente de la nuestra, e influyera de forma diferente sobre su forma
de pensar. De esta manera, el lenguaje que se usa está influido por lo que le precede, e
influye sobre lo que le sigue. La oración «¿Cómo está mi niña pequeña esta mañana?» sólo
resulta apropiada en ciertas situaciones y no en otras. A su vez, la niña enferma a quien se
le ha dirigido esa frase, sólo tiene unas cuantas opciones de respuesta. Respuestas como
«Señor hablante, cedo la palabra al distinguido senador del grupo popular», aunque son
perfectamente apropiadas desde un punto de vista gramatical, no resultan adecuadas a
esa situación. La razón es que no continúan el proceso comunicativo, sino que lo
interrumpen. Por lo tanto, considerar el lenguaje en ausencia de comunicación, supondría
asumir que el lenguaje puede tener lugar en el vacío. Significaría, en realidad, eliminar la
razón de ser del lenguaje.
 Línea de tiempo del desarrollo del lenguaje:

• Adquisición del lenguaje de 0-6 años


• Habla: en el desarrollo del lenguaje existen dos grandes fases o etapas, las cuales
surgen atraves de diferentes edades y cada una marca desarrollos necesarios al paso de
cada mes del individuo.
Pre-lingüística 0-11 meses: este comprende los primeros 10 a 12 meses de edad, se
caracteriza por la expresión bucofonadora, es en esta etapa donde se presenta la
interrelación entre el niño y sus padres, mas todo lo que se genera entre ellos y como
adapta e integra los estímulos dados por el medio, Es de tipo afectivo y gestual
La palabra debe acompañar el gesto
Influye de manera determinante el desarrollo posterior de la comunicación lingüística.

Lingüística de 12 meses-12 años


Se inicia con la expresión de la 1° palabra su aparición esta diversamente fijada
Aproximadamente se inicia al año o 12 meses. Las niñas empiezan antes que los varones.
Pasa de las emisiones fónicas a la adquisición de fonemas, perfeccionándose en el aspecto
semántico y sintáctico.

Primer nivel de 12 meses a 4 años:

Monosilavo intencional de 12 a 18 meses

Palabra frase de 1 a 2 años

Palabra yuxtapuesta de 2 a 3 años

De 12 a14 meses el niño comienza a producir secuencias de sonidos y bastante próximos a los
elementos lexales de la lengua adulta, o sea las palabras.

Entre los 13 y 14 meses el niño inicia la conocida etapa “ holofrastica” = palabra frase, en la que
emite frases de una sola palabra o elementos con varios segnificados, como por ejemplo la palabra
abe( abrir) lo utiliza para diferentes acciones, abre la puerta, pela la naranja.

De los 15 a los 18 meses el niño se encuentra en plena etapa holofrastica, su repertorio léxico
cuenta con 5 a 15 o 2º palabras y cada vez demostrara mayor incremento de su vocabulario, ya
desde los 17 meses hasta los 2 años de edad, hara cada vez mas frecuentemente el uso de
combinaciones espontaneas de palabras.

De los 18 a los 24 meses la mayoría de los niños cuentan con un vocabulario mayor a 50 palabras,
pasando a combinar 2 a 3 palabras en una frase, dándose inicio al habla sintáctica, es decir el niño
comienza a articular palabras en frases y oraciones simples, como por ejemplo zapato papa
(poseedor y objeto), sopa silla(relación fortuita)

Frase simple de 2 a 4 años

Entre los 2 y los 3 años se produce un incremento rápido del vocabulario, el niño en sus
expresiones verbales ya emplea verbos auxiliares “haber” “ser” y da cierta prevalencia al artículo
determinado.

De 4 a 5 años el niño domina virtualmente la gramática, pero comienza a expresarse de acuerdo a


un estilo retorico propio, ya cuenta con un vocabulario de 1500 y a los 5 años 2300 palabras
aproximadamente.

Segundo nivel de 5 a 12 años


Primera subetapa de 5 a 6 años: se integra el instrumento locutivo fonológico y
gramatical, además del dominio semántico y el sintáctico.
Se inicia la etapa escolar en la cual el niño manifiesta una madures neuropsicológica para
el aprendizaje y un lenguaje cada vez mas abstracto, también supera el periodo de
egocentrismo y su pensamiento de torna lógico concreto, ya tendría la capacidad de tener
conciencia de si mismo, asumiendo un autoconcepto y una autoimagen adecuada o
inadecuada, lo que influirá en su adaptación y desarrollo de personalidad
Segunda subetapa de 7 a 12 años: se produce el enriquecimiento del lenguaje interior y un
mayor dominio y ampliación sintáctico y semántico.
 Lectura
¿Cuándo conviene empezar la enseñanza de la lectura?
A menudo se hace una identificación excesivamente simple, según la cual, la prelectura
correspondería a la educación preescolar, o sea, antes de los 6 años, y la lectura, a la
escuela, es decir, a partir de los 6 años.
El esquema, válido para muchos casos, es excesivamente rígido. Es evidente que en la
actualidad, y con la educación preescolar en expansión, -231- lo habitual es empezar por
la prelectura, pero el momento de iniciación a la lectura depende del desarrollo de cada
niño. De manera que el niño que responda con facilidad a su preparación prelectora
empiece ya a leer, cualquiera que sea el nivel en que se encuentre. Es más, por este
procedimiento cada vez es mayor el número de niños que empiezan a leer
espontáneamente en preescolar.
Por otra parte, el aprendizaje precoz de la lectura, a partir de los 2 años, es un hecho
experimentado y defendido por G. DOMAN (1967) y R. CO HEN (1973), entre otros.
En cualquiera de estos casos parece que lo pretendido es que el niño pueda iniciar la E. G.
B. sabiendo leer. Aun aceptando las ventajas, sobre todo organizativas, que esto puede
suponer, la mayor parte de psicólogos y pedagogos se inclina por la necesidad de respetar
los ritmos de cada niño.
Concepto de prelectura
La prelectura siempre está asociada a un planteamiento de la maduración del niño. La
prelectura, por tanto, se sitúa en el momento predispositivo a la formación de aptitudes
para la lectura.
En realidad, se trata de aptitudes que no están sujetas a la enseñanza, aunque implican
capacidad para descifrar símbolos gráficos, y, en este sentido, son cultivables y
susceptibles de desarrollo. En definitiva, la prelectura va en busca del momento propicio a
partir del cual se puede intentar iniciar en la lectura sin esfuerzos extraordinarios.
La actividad prelectora debe tener en cuenta el ritmo y los intereses del niño, dentro de
los cauces de la educación personalizada.
Las prácticas prelectoras no deben perder de vista que tratan de desarrollar las
capacidades previas y necesarias para acometer el aprendizaje sistemático de la lectura.
Para ello hay que tener presentes dos factores:
1º La motivación. De nada serviría fomentar las aptitudes adecuadas a la lectura, si no se
suscitara la actitud favorable a la misma. Por eso B. BETTELHEIM y K. ZELAN (1982) insisten
en que cuando llegue el momento de iniciar en la lectura, los textos propuestos sean
gratificantes para el niño, para estimular así su afán de leer. Algunos educadores, en
período prelector, aprovechan para ello la lectura pública de cuentos. Estos tienen la
ventaja de ampliar el vocabulario y la capacidad expresiva del niño, a la vez que le ofrecen
la atracción de los contextos nuevos, a menudo inéditos para él.
2º El método de aprendizaje lector que se prevé. Esta previsión plantea a veces problemas
delicados, por cuanto el niño puede cambiar de centro y porque, a veces, no es fácil
coordinar secuencialmente la actividad conjunta de un centro. No obstante, los centros
tienen la obligación de hacer -232- un esfuerzo en este sentido en beneficio de todos,
especialmente de los niños.
En cuanto a la posible simultaneidad del aprendizaje de la lectura y de la escritura, es
cierto que ha sido defendida durante algún tiempo por el conocido método leo-escribo.
Pese a las opiniones favorables (RADICE,1950), en la actualidad está abandonada esta
teoría por la mayoría. El rechazo actual se basa en que lectura y escritura tienen exigencias
motrices distintas. Mientras la lectura entraña una función sensoperceptiva, la escritura,
más lenta, requiere coordinación óculo-manual y psicomotricidad fina.
Cierto que ambos procesos pueden darse en paralelo y con ventaja para la lectura. No
obstante, siempre habrá un cierto retraso de la escritura respecto a la lectura.
.
Para todos estos ejercicios existe material preparado y a disposición en el comercio, pero
también es conveniente que el educador se construya y organice el suyo.
Es importante que el niño quede atendido polisensorialmente y que se dé a los ejercicios y
actividades un ritmo adaptado a su capacidad.
Los métodos de lectura
Los métodos existentes plantean la enseñanza de la lectura desde supuestos que se
pueden reducir a dos lineas: analítica y sintética.
Los llamados genéricamente métodos analíticos parten de las unidades significativas para
descender, por desglose, a las unidades mínimas. Dicho de otra forma, van del todo a la
parte. Así, por ejemplo, se aprende primero la lectura de palabras y frases que se van
desmontando luego en sílabas y letras.
Los llamados métodos sintéticos tienen marcha inversa. Conocidas las unidades mínimas, -
letras- se asocian hasta formar unidades mayores -sílabas- que luego se integran en
palabras y frases. Siguiendo el símil anterior, diremos que van de la parte al todo.
Los métodos sintéticos son los más antiguos. Entre ellos se encuentra el descrito por
Dionisio de HALICARNASO (siglo I antes de Cristo) en su libro De la composición de las
palabras. En él se han inspirado la mayor parte de cartillas y silabarios. Y han contado con
refrendos tan importantes, con variaciones, como los de COMENIO (siglo XVII) o
PESTALOZZI (siglo XVIII-XIX).
Mientras que los métodos analíticos, posteriores, han contado para su desarrollo con la
colaboración del propio COMENIO, de RANDOVILLIERS (siglo XVIII), ADAMS (siglo XIX) o
DECROLY (siglo XX). El método analítico recibe también el nombre de método global.
El método global tiene tres etapas de aplicación:
1º Iniciación: En ella el niño establece fuerte asociación entre la expresión escrita y una
acción que es su significado. A ella le siguen juegos de reconocimiento entre frases y
dibujos. La frase propuesta, lógicamente, ha de despertar el interés del niño.
2º Elaboración: En ella se pasa a elaborar frases nuevas que el niño compara con las
conocidas, lo cual le permite construir nuevas formas.
3º Análisis: Para algunos el análisis tiene que ser promovido por el profesor, sin esperar a
que el niño lo realice por vía natural. O, por lo menos, tiene que ser estimulado.
 Escritura
Aprendizaje de la escritura
La actividad gráfica es el resultado de la confluencia de dos actuaciones:
- la visual, que conduce a la identificación del modelo;
- la psicomotriz, que permite la reproducción de dicho modelo.
Al igual que en la lectura, en el acto de la escritura, desde los inicios del aprendizaje hasta
su realización, se pasa con facilidad de una actitud consciente en la realización de cada
letra y de cada rasgo a la automatización que permite la realización espontánea y la
plasmación de la expresión gráfica del pensamiento.
Para que el niño pueda realizar la escritura necesita (TERRADELLAS, 1986):
a) Maduración global y segmentaria de sus miembros.
b) Buena organización del espacio, el tiempo y el ritmo.
c) Desarrollo del tono muscular, entendiendo como tal el postural o axial, que interviene
en la postura, y el de los miembros, que actúa en las manifestaciones motrices.
d) Desarrollo de la prensión que, según GESELL, va desde la localización del objeto -a las 16
semanas- hasta la prensión controlada para poder coger, dejar y construir -a los 15 meses-
.
e) Dominancia lateral, por la que el niño manifiesta predilección por una mano o la otra.
Esta preferencia se manifiesta hacia los 2 años y se reafirma entre los 3 y 4 años. Tiene su
origen en el dominio cerebral. La prevalencia de la derecha se debe al dominio del
hemisferio izquierdo y viceversa.
Es importante que el niño realice la escritura con la parte dominante de su organismo.
Evolución de los primeros trazos
Los primeros trazos del niño son espontáneos. Basta con que tenga el material adecuado a
su alcance. En cuanto descubre que esto le produce una sensación agradable, continúa
haciéndolos. Estos primeros trazos aparecen regularmente hacia los 18 meses.
En la evolución de estos trazos hay que considerar tres fases sucesivas:
- fase motora en la que el niño fija la atención preferentemente en el movimiento;
- fase perceptiva durante la cual el niño desplaza su atención del movimiento y el gesto
hacia el trazo al que confiere mayor importancia;
- fase representativa, en la que, a través de la función simbólica, atribuye significado a los
distintos trazados. A esta fase le corresponde la diferenciación entre el dibujo y la
escritura.
Preescritura
La preescritura abarca un conjunto de actividades predispositivas para la escritura. En este
conjunto de ejercicios se integran:
- ejercicios de manipulación: como picar, recortar, pegar dibujos, juegos de plastilina;
- completar figuras punteadas,
- ejercicios para el dominio del esquema espacio-temporal;
- ejercicios perceptivos: establecer semejanzas y diferencias entre figuras y
representaciones.
Todas estas actividades tienen su ámbito propicio en la educación preescolar, y muchas de
ellas están vinculadas también a la prelectura.
Métodos como el de MONTESSORI abundan en ejercicios que tienen carácter de
preescritura antes de llegar al trazado de letras y palabras.
Así, de los 3 a los 5 años recomienda que se fije la atención en:
a) Ejercicios de la vida diaria, como abrochar botones, lavarse las manos, cortar flores,
verter agua o arena sin derramarlas.
b) Ejercicios con materiales sensoriales que amplían la preparación del niño, como jugar
con cilindros sólidos, jugar con campanas y con cilindros huecos para estimular la
percepción auditiva.
c) Ejercicios con materiales concretos para la escritura, entre los cuales se señalan:
- tableros de tacto, con tiras de papel de lija. Se alternan así las superficies lisas con las
ásperas;
- encajes metálicos, compuestos de piezas que se pueden encajar unas en otras. El niño
además dibuja sus formas y las encaja.
- el alfabeto hecho con letras de papel esmerilado. El niño así, al tocarlas, percibe la forma
de las letras.
AJURIAGUERRA y AUZIAS proponen el uso de técnicas pictográficas y escriptográficas para
demostrar que la motricidad gráfica evoluciona a partir de factores de orden interno que
empujan hacia el aprendizaje y el autoentrenamiento pasando, naturalmente del dibujo al
trazado de los signos de la escritura.
Perre VAYER intenta que el niño entre los 2 y los 5 años supere tres -237- etapas que
diseña escrupulosamente y que van desde la mancha al trazo, pasando por el control del
trazo para llegar a la coordinación y precisión de la escritura.
En cuanto a las manchas y trazos, va pasando progresivamente de la pintura con los
dedos, que exige grandes tiras de papel pegadas sobre la pizarra, a los ejercicios
grafomotores en horizontal con los instrumentos propios de la escritura.
Párrafo aparte merece FREINET, cuyo método natural, en este caso situado más en el
ámbito del Ciclo Inicial que en la educación preescolar, no constituye propiamente un
método de escritura ni propone ninguna aportación en este sentido. Lo que hace FREINET
es intentar motivar al niño que ya escribe para que escriba. Y a ello se encaminan sus
conocidas técnicas de la correspondencia escolar, el texto libre y la imprenta.
 Definir aspectos



 Morfológicos
La morfología

El niño puede llegar a los 5 años sin haber conseguido entender la separación de las
palabras. Esto plantea una dificultad léxico-morfológica que tiene que superar, de lo
contrario no podrá distinguir la terminación de las palabras, ni las palabras aisladas,
cuestiones decisivas para la morfología.
Esto resulta particularmente difícil cuando se trata de hacerle entender la separación
entre el nombre y el artículo.
En esta adquisición de la morfología entra en juego la analogía más que la imitación.
Gracias a la capacidad generalizadora del niño, puede formar palabras por derivación,
cuando se trata de terminaciones frecuentes, como las de oficio -ero- o las de diminutivos
y aumentativos. Aunque -226- es evidente que otras menos frecuentes tiene que
aprenderlas individualmente y no puede crearlas. Ese el caso de los verbos irregulares -
soy, vine, sé, huelo- de notable dificultad. La tendencia del niño a la regularización de las
palabras lo lleva a la hiperregularización, y, en consecuencia, a los clásicos errores
infantiles ya aludidos, como rompido, morido, hací...
La confusión de tiempos y modos de los verbos es todavía frecuente a los 5 años.

 Semánticos
Organización léxico-semántica
El lenguaje es la expresión más compleja y diferenciada de la función simbólica. Por ello la
dimensión semántica del aprendizaje de la lengua no -222- puede reducirse al ámbito de
la comunicación. Participa también de la elaboración de conceptos y de la plasmación en
comportamientos.
La producción de las primeras palabras por el niño supone un logro muy interesante: las
palabras son el resultado de la fusión de secuencias fonéticas y de significados.
Es evidente que el niño estructura la organización semántica a través de la representación
del mundo que lo rodea y de la comunicación que establece con dicho mundo o sus
intermediarios que son los adultos de su entorno. E, incluso, es idea general que el niño
realiza la captación del mundo a través de los modelos lingüísticos que le son transmitidos.
La lengua se le ofrece al niño como una realidad preexistente en la que, poco a poco, va a
penetrar y que acabará conquistando mediante el acoplamiento de significantes y
significados. El niño aprende la relación entre significante y significado en un determinado
contexto. Es sugestiva la teoría de los rasgos semánticos elaborada por CLARK (1974),
según la cual el significado de una palabra no se adquiere de una sola vez. Primero el niño
captaría el más general de sus rasgos, pero uno solo, después, sucesivamente, iría
adquiriendo los rasgos más específicos hasta completarlos de acuerdo con el lenguaje
adulto.
«Por otro lado, desde que el niño comprende y usa una palabra en un contexto dado,
hasta que es capaz de dominar los rasgos de esa palabra y usarla en otros contextos existe
una progresión léxico-semántica significativa del desarrollo lingüístico del niño». (S.
FERNÁNDEZ, 1980).
El procedimiento que emplea el niño para las adquisiciones léxico semánticas forma parte
del procedimiento general para todo el aprendizaje de la lengua:
- su tendencia a imitar el vocabulario del adulto,
- su capacidad para crear palabras y dotarlas de significado. Esta capacidad se logra en
gran parte por la asistencia de recursos morfológicos, como se verá luego.
 Sintácticos
La sintaxis

Dado que las primeras palabras del niño se han considerado como holofrases, ya que se
interpretan como la expresión de deseos, es evidente que no pueden tomarse como
manifestaciones sintácticas. La sintaxis y la morfosintaxis tendrán su razón de ser cuando
el niño tenga capacidad para unir dos palabras. Y, para su comprensión, habrá que tener
presente el contexto en que se pronuncian estas frases elementales. Así, mamá, agua,
dicho en el ambiente familiar, puede significar: mamá, quiero agua. Pero mamá, agua,
ante una fuente o un río, puede significar: mamá, veo agua.
Según R. TITONE (1976) la sintaxis se desarrolla con anterioridad a la morfología. Lo que
supone prioridad psicológica de la primera sobre la segunda en busca del significado de la
frase.
Aunque N. CHOMSKY pusiera el acento en la naturaleza sintáctica del lenguaje, en la
actualidad el reconocimiento de la prioridad del significado sobre la forma es general.
Para McCARTY (1957) el proceso de desarrollo sintáctico del lenguaje se condensa en
cuatro fases:
1ª La oración reducida a una sola palabra, que tiene lugar entre los 9 y los 15 meses.
2ª La oración principal, con predominio de nombres y ausencia de determinantes,
preposiciones, conjunciones y verbos auxiliares. Entre los 12 y los 27 meses.
3ª Las oraciones de cuatro o cinco palabras, con las mismas características que la anterior,
pero atenuadas. Existe en ellas escaso dominio de la flexión, y aparecen algunas oraciones
subordinadas. Sucede esto entre los 2 y los 3 ó 4 años.
4ª La oración completa de seis a ocho palabras, con mayor complejidad de elementos
relacionantes y más dominio de la flexión. Sucede esto entre los 5 y 6 años, período en el
que el niño realiza las estructuras básicas de la lengua.
Antes de los 4 años, una o dos palabras pueden asumir todas las funciones de la oración.
Ciertamente se trata de una sintaxis diferente de la del adulto.
En la actualidad está abandonada la teoría de las gramáticas infantiles.
 Pragmáticos
Pragmática
Cuando utilizamos el lenguaje con la intención de influir sobre los demás o de transmitir
información, estamos haciendo uso de la pragmática. La pragmática constituye un
conjunto de reglas relacionadas con el uso del lenguaje en el seno de un contexto
comunicativo. Así pues, la pragmática se refiere a la manera en que se utiliza el lenguaje
para comunicarse, y no tanto a la forma en que dicho lenguaje está estructurado. Cada
uno de los enunciados hablados se denomina acto de habla. Un acto de habla debe
cumplir ciertas condiciones para que tenga validez. Debe involucrar a las personas y
circunstancias apropiadas, estar completo y correctamente realizado por todos los
participantes, y
recoger sus intenciones. «¿Puedo coger un donut, por favor?», sólo constituye una
expresión válida cuando se dirige a una persona que puede darte un donut, y estás en un
sitio donde hay alguno de estos dulces. Si te limitas a decir «puedo» sin realizar siquiera
alguna otra comunicación no verbal, el acto de habla está incompleto y es incorrecto. Por
último, el enunciado codifica mi intención, que es obtener un donut. Algunos actos,
denominados ejecutivos, se realizan por el mero hecho de haber sido pronunciados. Cada
una de las oraciones siguientes es un acto de habla ejecutivo: Pido disculpas por mi
conducta Bautizo este barco con el nombre de «marinero» Os declaro marido y mujer En
estos casos también es necesario que se cumplan ciertas condiciones para que dichos
actos de habla tengan validez. Si alguien pide disculpas mientras demuestra que no puede
ocultar su alegría por el daño que ha causado, o cuando un niño pequeño o un adulto
seglar declara marido y mujer a una pareja, estos actos quedan invalidados. Por otra parte,
no todos los actos de habla son ejecutivos. Por ejemplo, si decimos «Juan debería pedir
disculpas por su conducta», no es en realidad una disculpa, sino más bien una opinión. Los
actos de habla pueden ser directos o indirectos. Los actos de habla directos tienen una
forma sintáctica específica. «Contesta al teléfono» constituye una orden directa para que
se realice esa acción. Por otra parte, la forma sintáctica que adopta un acto de habla
indirecto no refleja necesariamente la intención subyacente. Por ejemplo, «¿Puedes
contestar al teléfono?» supone una forma indirecta de pedirlo. Uno sabe que lo que se
espera de nosotros es que cojamos el teléfono, y no que respondamos a la pregunta que
nos están haciendo. Así pues, si la pregunta parece solicitar una acción, más que una
respuesta verbal, entonces lo más probable es que nos encontremos ante un acto de
habla indirecto. Estas formas indirectas suelen utilizarse normalmente para fórmulas de
cortesía. Desde otro punto de vista, los actos de habla pueden ser literales, no literales, o
ambas cosas simultáneamente. Cuando nos encontramos ante un acto de habla literal, el
hablante quiere decir exactamente lo que está diciendo. Tras una caminata de 20 km, es
posible que un excursionista diga «¡Vaya un dolor de pies que tengo!», y sin duda será
verdad. Por el contrario, los actos de habla no literales no significan exactamente lo que
expresan las palabras que se dicen. Tras descubrir que se le ha escapado el último autobús
del día, es posible que ese mismo excursionista diga de manera sarcástica: «Justo lo que
estaba deseando, andar un poco más». Por otra parte, podemos encontrar un significado
literal y otro no literal de manera simultánea, en el comentario de una madre que se
arriesga a asomar la cabeza en el desordenado cuarto de su hijo: «me encanta encontrar
ordenada tu habitación». Existen tres categorías generales de reglas, que son la
alternancia, la coincidencia y la secuencia. Las reglas de alternancia tienen que ver con la
elección de la forma lingüística. Las variables contextuales y las intenciones del hablante
influyen sobre la elección de una frase como «Dame una galleta» o «¿Puedo coger una
galleta, por favor?», o incluso entre la elección de un acto de habla directo o indirecto. La
primera elección resulta más apropiada para dirigirme a mi compañero de clase, mientras
que la segunda es más adecuada para dirigirme a mi profesor. Las características del
oyente que pueden influir sobre la conducta del hablante son el sexo, la edad, la raza, el
estilo, el dialecto, el estatus social y el papel social. Las reglas de coincidencia ponen
límites a las formas verbales que pueden utilizarse cuando los hablantes asumen papeles
diferentes, o utilizan dialectos distintos. Por ejemplo, si usted tiene un
papel poco dominante en la conversación, probablemente tienda a utilizar con frecuencia
fórmulas de cortesía. Por su parte, las reglas secuenciales regulan la utilización de ciertas
secuencias rituales propias de diversas situaciones sociales. Todos recordaremos alguna
ocasión donde a pesar de que nos encontrábamos hechos polvo, respondimos a un saludo
estándar del tipo «¿Cómo estas?» diciendo «Muy bien, gracias». Una conversación está
dirigida por el «principio de cooperación» (Grice, 1975), que establece que los
interlocutores cooperan entre sí. Las cuatro máximas principales de este principio se
refieren a la cantidad, la calidad, la relación y la manera. La cantidad consiste en lo
informativa que resulta la contribución de cada participante: ningún interlocutor debería
proporcionar demasiada información, pero tampoco ser excesivamente parco en ella.
Además, la calidad de cada contribución debería ser veraz y estar basada en una evidencia
suficiente. El principio de la relación establece que cada contribución debería ser relevante
respecto al tema de conversación. Por último, cada participante debería ser relativamente
directo y evitar la ambigüedad y la imprecisión. Dado que el lenguaje se transmite
fundamentalmente de manera hablada, las reglas pragmáticas rigen sobre todo la
interacción que tiene lugar durante la conversación: la organización y la coherencia de la
misma, la rectificación de errores, el papel y los actos de habla (Rees y Wollner, 1981). La
organización y la coherencia de las conversaciones incluyen la adopción de turnos; la
apertura, mantenimiento y finalización de una conversación; el establecimiento y el
mantenimiento de un tema; y la aportación de contribuciones relevantes a esa
conversación. La rectificación implica dar y recibir retroalimentación, y corregir los errores.
El oyente intenta mantener al hablante informado del estado de la comunicación. Si no
comprende algo o está confuso, puede adoptar una expresión de perplejidad o también
decir algo como «¿Eh?». La capacidad para adoptar papeles supone el establecimiento y el
mantenimiento de un papel determinado y la utilización flexible de códigos lingüísticos
relacionados con cada papel. En algunas conversaciones quizá tenga un papel dominante,
como cuando habla con un niño pequeño, pero en otras probablemente tenga que
adoptar un papel más cercano al del niño pequeño, por lo que debería ser lo
suficientemente hábil como para elegir el tipo de lenguaje más apropiado a cada una de
las situaciones. Por último, los actos de habla incluyen la codificación de las intenciones en
relación con el contexto comunicativo.
 Fonológicos
Organización fonológica
Para MONFORT y JUÁREZ (1980), a quienes seguimos en parte, el aprendizaje fonético
está marcado por tres características fundamentales:
1º La globalidad del proceso, según la cual el niño adquiere los fonemas globalmente y no
como una serie de unidades que se agregan unas a otras analíticamente. Es decir, el niño
no aprende a pronunciar letras, sino palabras y frases.
Esto tendrá su importancia a la hora de aprender a leer también, de acuerdo con el uso de
los métodos analíticos y los sintéticos.
2º El desfase entre el sistema perceptivo y el reproductivo. Es decir, que hay que distinguir
entre lo que el niño percibe, y que es motivado por las emisiones del adulto, y lo que el
niño emite y nosotros percibimos.
El niño dice Tetesa en vez de Teresa, o paya, en vez de playa. Si nosotros le decimos Tetesa
y paya, lo desorientamos y no nos entiende.
Es importante, por consiguiente, que el adulto no incurra en la autocorrección en
beneficio del niño.
Por otra parte, el proceso productivo del niño es mejor conocido, puesto que el adulto lo
puede analizar con facilidad; mientras que el perceptivo es peor conocido, porque se
resiste más al análisis.
3º Existe un orden de aparición y unas estructuras de desarrollo muy definidos; casi
iguales en todos los países, aunque con rapidez variable entre los distintos niños.
El niño procede por oposiciones fundamentales. Y a través de ellas va afinando su
capacidad articulatoria.
Así,
- a la apertura máxima /a/ se opone la apertura mínima /b, p, m/,
- a la pronunciación oral /p/, la pronunciación nasal /m/,
- al punto de articulación labial /p/, el punto de articulación dental /t/.
Estas oposiciones básicas están presentes ya en el balbuceo.
Conclusiones
a) La adquisición de un fonema supone la adquisición previa de otros que le son
anteriores. Es decir, que no se puede producir un fonema, si antes no se ha producido
otro.
Esto lo confirma también ERVIN-TRIPP (1966):
- El primer contraste se da entre vocal y consonante.
- En posición inicial las oclusivas /p/ preceden a las fricativas /f/.
- La dental /t/ precede a la sibilante /s/ y a la gutural /k/.
- La nasal /n/ precede a la dental /d/.
- Los grupos consonánticos o combinaciones generalmente aparecen tarde.
- Los contrastes consonánticos en posición inicial aparecen antes que los intermedios o
finales.
b) El sistema productivo del niño es un sistema cerrado y completo, aunque no coincida
con el del adulto.
En consecuencia el niño atribuye, por ejemplo, a una letra dos sonidos distintos. La /t/, por
ejemplo, le sirve para realizar la /t/ y la /s/. Así el niño dice pata, correctamente y cata y
meta, por casa y mesa.
c) Cada nueve adquisiciones del niño modifica la totalidad del sistema -221- fonológico
anterior, y, en consecuencia, se inicia un período de crisis en el que el niño, para dar
cabida al nuevo fonema, incurre en una serie de fluctuaciones que puedan dar la
impresión de regresión, hasta que llega a la fijación definitiva de las adquisiciones
precedentes y de las posteriores. El niño fluctuará entre casa y cata; o entre pata y pasa,
para acabar diciendo casa y pata, formas correctas.
Desde el punto de vista didáctico
Habida cuenta de que hay una adaptación progresiva:
1º Al hablar al niño no debemos imitar su pronunciación, porque lo desorientamos, como
hemos dicho antes. Lo más adecuado es el uso del lenguaje bebé.
2º Hay que insistir en la repetición, aunque para evitar la monotonía, haya que introducir
variaciones de palabras en las que aparezcan las mismas dificultades y además echar
mano de expansiones y extensiones.
3º Hay que tener presente que hasta los cinco años, y a veces hasta los seis, el niño
encontrará dificultades ante sílabas complejas como pla, ter, gru... y ante el fonema /r/.
Así serán palabras difíciles para él tigre, madrastra...
4º Es frecuente a esta edad la geminación, lleval.lo, el cambio de líquidas, r y l, por
ejemplo almario, en vez de armario.
5º A menudo las dificultades articulatorias proceden más de pereza, comodidad o prisa
que de deficiencias reales o articulatorias.
6º El contexto geográfico y sociocultural a menudo es causa de dificultades y de su
pervivencia, aunque suelen desaparecer entre los 6 y 7 años por influencia de la escuela y
del lenguaje escrito.
7º El hablar hacia adentro o el hablar mimoso suele tener causas psicoafectivas: mimos,
celos, vergüenza, hábito...
8º El orden de producción de los fonemas está presidido por leyes relacionadas con
elementos portadores de significado. Por consiguiente el niño puede incurrir en errores,
principalmente bajo la forma de metátesis, que en modo alguno tienen que relacionarse
con dislexias. Para el niño, por ejemplo, es más fácil cerdito que crédito, porque la primera
de estas palabras tiene significado para él.
 Principales patologías del lenguaje
Disfemia o tartamudez
La disfemia o el tartamudeo es un trastorno del habla en el cual los sonidos, sílabas o
palabras se repiten o duran más tiempo de lo normal y causa una falta de fluidez en el
lenguaje.
Disfasia
También conocida como el Impedimento Específico del Lenguaje,es el trastorno que
obstruye la capacidad del niño para desarrollar las habilidades del lenguaje: errores graves
de gramática, vocabulario casi nulo, dificultades fonológicas, etc.
Dislexia
Las personas con dislexia no solo tienen dificultades en la lectura, la escritura y la
ortografía, sino también pueden tener problemas para hablar.
Quienes la padecen, encuentran dificultades para procesar la información verbal, realizan
inversiones y rotaciones de palabras en frases o letras en palabras y la velocidad lectora es
lenta, entro otros problemas.
Afasia
Es un trastorno causado por lesiones en las zonas del cerebro que controla el lenguaje y
que puede afectar la lectura, la escritura y la expresión.
Disartria
Es una afección que dificulta a una persona producir palabras debido a problemas con los
músculos que le ayudan a hablar.
Y la lista de trastornos continua.
¿Cuándo surgen?
"Los problemas del lenguaje existen desde que los niños nacen y generalmente se
mantienen a pesar de intervención y de terapia", asegura la doctora Claudia Rinaldi a BBC
Mundo.
Sin embargo, acudir al especialista ante las primeras señales es fundamental.
"En la etapa inicial no es fácil saber si esa dificultad será pasajera o permanente, por eso
es importante que tempranamente se haga una consulta"

SEÑALES DE ALERTA
en el retraso del lenguaje
• 10 meses Ausencia o pobreza del balbuceo.
• 18-24 meses Emisión de menos de 10 palabras diferentes.
• 24-30 meses Ausencia de enunciados con dos palabras.
• 30 meses Ausencia de enunciados de dos palabras de las cuales una es verbo.
• 36 meses Lenguaje ininteligible.No puede mantener una conversación.
• 48 meses Errores fonéticos.

 Actividades de promoción desarrollo del lenguaje


Actividades válidas para la prelectura
Podemos asociarlas en torno a algunos centros de interés. Entre ellas podemos distinguir:
a) Actividades relacionadas con el lenguaje:
- todas las que supongan comprensión y ampliación de vocabulario;
- nombrar objetos;
- utilizar frases para describir acciones y objetos;
- contestar a preguntas: ¿Para qué sirve la nariz, la boca...?
- realizar ejercicios de vocabulario sobre el entorno del niño;
- establecer relaciones de causa a efecto y describirlas;
- referir experiencias pasadas;
- contar cuentos;
- explicar el contenido de dibujos, láminas, fotografías;
- iniciar en juegos de palabras: adivinanzas, letrillas, trabalenguas.
b) Ejercicios de percepción.
- reconocer semejanzas y diferencias entre objetos;
- distinguirlos por la forma, el tamaño, la posición;
- distinguir colores;
- jugar con rompecabezas;
- buscar un personaje o un objeto en un dibujo amplio;
- identificar formas completas e incompletas;
- encajar u ordenar cubos de distintos tamaños;
- identificar rimas de palabras;
- distinguir sonidos y descubrir los objetos e instrumentos que los producen;
- reconocer semejanzas y diferencias en los sonidos iniciales, intermedios y finales de
palabras;
- reconocer semejanzas y diferencias en la forma de las letras.
c) Ejercicios de motricidad.
- distinguir y tomar distintas posturas;
- hacer ejercicios articulatorios y de fonación;
- completar siluetas punteadas;
- reproducir onomatopeyas;
- reproducir palabras de distintas sonoridades;
- imitar posiciones de labios y producir los efectos sonoros correspondientes;
- cantar y dramatizar o escenificar algunas canciones.
d) Ejercicios de espacio.
- reconocer en sí mismo posiciones de arriba-abajo; delante detrás; derecha-izquierda;
- reconocer respecto a sí mismo: arriba, abajo, delante... lejos, cerca;
- reconocer entre objetos sus posiciones relativas;
- distinguir las posiciones que pueden ocupar los objetos;
- ejercitarse en grafismos en distintas direcciones;
- completar figuras simétricas...
e) Ejercicios de ritmo y temporalidad.
- dibujar frisos;
- continuar series de dibujos;
- imitar mediante el movimiento de un ritmo;
- danzar una canción;
- saltar a la comba;
- ordenar historietas gráficas;
- ordenar objetos por tamaños de forma ascendente o descendente;

- producir ritmos representados gráficament

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