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Dentro de la Biología, la Microbiología es la disciplina que se ocupa del estudio de los microbios o
microorganismos.
Cabe destacarse que estos organismos son plausibles de ser observados únicamente a través del
microscopio. Porque los microbios son organismos vivos microscópicos, es decir, muy pequeños,
que podrán estar conformados por una célula (unicelulares), o en su defecto por mínimos
agregados celulares sin diferenciación celular. En tanto, dentro de estos últimos nos encontramos a
los eucariotas (células más núcleo, tal es el caso de los hongos) y los procariotas (célula pero sin
núcleo, como ser las bacterias).
La microbiología es una disciplina que por su objeto de estudio constantemente está efectuando
nuevos descubrimientos y avanzando en el tema. Incluso, según algunas estimaciones provenientes
de la misma solamente se conoce un muy pequeño porcentaje de los microbios que hay en la
tierra, el 1 %. Esta situación nos indica que a pesar de los avances tecnológicos y del desarrollo de
la ciencia es tan amplio el campo de estudio que todavía tiene mucho camino por descubrir y
recorrer.
Como consecuencia que su estudio está especialmente focalizado hacia aquellos microorganismos
patógenos para el ser humano es que trabaja codo a codo con especialidades de la medicina como
ser: epidemiología, patología e inmunología.
Definición de Bacterias
Las bacterias son microorganismos unicelulares, con movilidad
propia y que ostentan un muy pequeño tamaño y diversidad en su forma: esferas, barras, hélices,
entre otras.
Las bacterias son los organismos que más abundan en el planeta tierra y a los cuales los podemos
encontrar en los más diversos hábitats, incluso en aquellos que suponen las más desfavorables
condiciones para la subsistencia de cualquier organismo vivo.
Desde el suelo, manantiales calientes y ácidos, siguiendo por desechos radioactivos, hasta en las
profundidades de los mares, de la corteza terrestre y en los lugares más inhóspitos del espacio
exterior, son algunos de los lugares en los que muy fácilmente podemos encontrarnos con las
diminutas bacterias.
Aproximadamente y para que se den una idea de la proliferación que hay de estas y que no es puro
cuento, se ha calculado que hay 40 millones de células bacterianas en un gramo de tierra y un
millón en un mililitro de agua dulce.
Por otro lado, en el mismísimo cuerpo humano nos encontramos con que hay diez veces tantas
células bacterianas como células humanas, muchas de ellas con domicilio en el tracto digestivo y la
piel, sin embargo, el sistema inmune del cual disponemos los seres humanos, hace que la acción de
estas sea prácticamente inofensiva e incluso en algunos casos hasta beneficiosas.
En tanto, sí existen algunas bacterias patógenas que son el vehículo de peligrosas infecciones
bacterianas como el cólera, sífilis, lepra, tifus, difteria y escarlatina, pero serán las infecciones
bacterianas respiratorias aquellas que pueden provocarle al ser humano la muerte, como es el caso
de la tuberculosis.
Pero, paradójicamente, las bacterias resultan ser imprescindibles en algunos menesteres como el
reciclaje de ciertos elementos, para algunos procesos industriales, como ser el tratamiento de
aguas residuales y en la industria alimentaria para la producción de quesos, yogures, mantecas,
vinagres, entre otros. Asimismo, la fabricación de algunos medicamentos y otros productos
químicos dependen de la presencia de estos para su realización.
Por el contrario, los organismos pluricelulares o multicelulares son aquellos que se hayan
conformados por dos o más células, tales como los animales, las plantes, entre otros, sin embargo,
es importante mencionar que todos los organismos surgen de una única célula, la cual luego se
multiplicará dando paso al organismo. En este tipo de ser vivo, las células se encuentran
diferenciadas y son capaces de realizar diversas funciones especiales, mientras tanto, se podrán
reproducir a partir de la mitosis.
Los organismos multicelulares se forman cuando las células se identifican y unen a otras, además,
las uniones celulares que generan serán permanentes, o sea, que las células no podrán vivir
aisladas y sí o sí necesitarán de una asociación. Ahora bien, esta conjunción deberá darse en un
marco en el cual los diversos tipos de células desencadenen organización celular en los tejidos,
órganos y sistemas, que luego sean capaces de conformar el organismo completo.
Mayormente, los organismos unicelulares son procariotas, tal es el caso de las bacterias, aunque,
hay algunos eucariotas, tal es el caso de los protozoos.
La circulación en estos organismos se efectúa a través del movimiento del citoplasma, conocido
como ciclosis. Básicamente, este movimiento, provocado por el citoesqueleto o micro filamentos
que lo conforman, facilita el intercambio de sustancias intracelularmente entre la célula y su
exterior.
En otro orden de cosas, este tipo de organismo unicelular está considerado como el más primitivo
dentro de nuestro planeta, incluso supera en este sentido a los pluricelulares y seguramente esta
razón la hallaremos en algo que recién mencionábamos y que es que todos los organismos,
inclusive los pluricelulares, en el momento inicial de su vida fueron una única célula.
Por el contrario, a las células que sí observan núcleo se las designa como eucariotas y
resultan ser, a diferencia de las anteriores, las formas de vida más populares y
complicadas que existen.
Otra gran diferencia que presentan los procariotas respecto de los eucariotas es que
sus metabolismos resultan ser ampliamente variados, llegando a resistir condiciones
ambientales muy adversas en materia de temperatura y acidez.
Existe una fuerte creencia que todos los organismos vivos de hoy en día tienen un
origen unicelular, el cual, a través de los años y por un largo y lento proceso de
evolución derivó en un tipo de células más complejas, como ser las eucariotas, casi con
seguridad como consecuencia de la combinación en una misma célula de dos o más
procariotas.
Entre las formas a través de las cuales estas células se alimentan se destacan la quimio
síntesis, que supone la transformación de moléculas y nutrientes en materia orgánica
mediante el método de oxidación de moléculas inorgánicas. Y la fotosíntesis, que es
aquel proceso a través del cual algunas plantas, algas y bacterias aprehenden y usan la
energía que ostenta la luz, convirtiendo la materia inorgánica en orgánica, algo vital y
esencial para su desarrollo.
En tanto, las células procariotas pueden reproducirse asexualmente, es decir, por
bipartición. Cada célula se partirá en dos, con la previa división del núcleo y la posterior
separación del citoplasma.
Según la forma que manifiestan existen diversos tipos de células procariotas, entre
ellas: coco, bacilos, vibrio, y espirilos.
Las células eucariotas están presentes en la mayor parte de los seres vivos del planeta
ya que su composición permite que hablemos tanto de seres minúsculos hasta los
mamíferos y animales más gigantes del mundo. Todos ellos poseen este tipo de células.
Por el contrario, las células procariotas sólo se hallan presentes en los organismos
conocidos como bacterias y arqueas, mucho más simples aunque se reproduzcan muy
fácilmente. Para los especialistas, la distinción hace millones de años entre las células
procariotas y las eucariotas significó una de las razones por las cuales la vida se volvió
más compleja y avanzada.
El núcleo es la parte más importante de una célula ya que allí se aloja el material o
información genética que hará que el ser vivo sea como sea y no otra cosa. Esta
información se reproduce de igual manera en todas las células del ser vivo y lo
determinará desde el momento de su nacimiento hasta su muerte.
Definición de Microbio
La palabra microbio deriva del
griego: micro, pequeño y bio, vida, por los que un microbio es un ser vivo que solo puede ser
visualizados empleando un microscopio, principal herramienta de la microbiología, ciencia que se
dedica al estudio de los microbios.
Los microbios también se conocen como microorganismos, son de diversos tamaños pudiendo estar
formados por una o por varias células.
Virus. Son las formas vivientes más pequeñas que existen, son microorganismos incompletos ya
que si bien tienen su material genético, que le permite dar origen a nuevos virus, no poseen la
maquinaria para replicarlo, por lo que la única forma de reproducirse es infectando una célula para
usar esta maquinaria. Los virus normalmente no se encuentran en el organismo a menos que exista
una infección, en algunos casos existen infecciones crónicas que no producen síntomas que hacen
que quien la padezca sea denominado portador asintomático, como ocurre en la infección por virus
como el virus de la Hepatitis B.
Bacterias. Son el tipo de forma de vida más abundante en el planeta. Están formadas por una
célula y se denominan según la forma que adoptan, pudiendo tratarse de cocos cuando son
esféricas, bacilos al ser alargadas, vibrios cuando adoptan forma de una coma o espirilos cuando
son similares a un espiral.
Hongos. Son microorganismos que pueden estar formados por una o varias células (levaduras o
hifas respectivamente), que tienen como principal elemento distintivo su capacidad de producir
esporas, forma que les permite sobrevivir en ambientes hostiles. Muchos de ellos son causantes de
enfermedades en el humano, como es el caso del Aspergilus, Histoplasma, Cándida, etc.
Protozoarios. Son organismos unicelulares más complejos que las bacterias, pueden tener uno o
varios núcleos, son capaces de vivir dentro y fuera de sus huéspedes y cuentan con mecanismos de
locomoción propios. Muchos son capaces de producir graves enfermedades en los humanos como
es el caso de las Amibas, Giardias y Tricomonas.
Un tipo de bacteria considerado como beneficioso es el lactobacilo, que forma parte de la flora
intestinal previniendo que el intestino sea invadido por bacterias capaces de producir enfermedades
diarreicas, este tipo de bacterias se suministran como tratamiento médico bajo la forma de
probióticos.