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LAS SEMILLAS
DIRECCION GENERAL DE AGRICULTURA
LAS SEMILLAS
POR
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b) Fenómenos fisiológicos.
Para estudiar la fisiología propia del período
germinativo, se acostumbra a fijar, algo arbitra-
riamente, como término de esta fase, la aparición
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de la clorofila en los cotiledones o en las hojitas
de la gémula, para evitar la complicación resul-
tante de sumar a dichos procesos las funciones
de la asimilación del carbono y transpiración a la
luz: c1orovaporización.
Es evidente que cuando el embrión, al iniciarse
la germinación, abandona su periodo de vida la-
tente, se encuentra francamente imposibilitado pa-
ra nutrirse como lo hacen las plantas, ya que
carece de raíces por donde absorber la savia del
suelo y de hojas verdes capaces de asimilar el
anhídrido carbónico del aire. El embrión se nutre
exclusivamente, como antes de ahora hemos in- .
dicado, de materias alimenticias acumuladas en
los cotiledones o en el albumen y endospermo.
Estas reservas, de naturaleza variable: almidón,
cuerpos grasos, granos de aleurona, celulosa, etc.,
no pueden ser utilizadas por el protoplasma del
embrión mientras no están en la misma fonna
química que si hubieran de ser consumidas por
las células animales. Para adquirirla, sufren fenó-
menos digestivos análogos a los que experimen-
tarían en el tubo digestivo de aquéllos. Fermentos
especiales producidos en las células de los coti-
ledones o en las del albumen, atacan a las mate-
rias nutritivas y las transforman en productos lí-
quidos y asimilables.
Un ejemplo: en los granos a base de almidón
-albumen del trigo, cotiledones de las judías-
se desarrolla una diastasa: amilasa, que actúa so-
bre el almidón análogamente a como procede la
arnilasa de la saliva o del jugo pancreático, y le
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I
Por su acción los alimentos almacenados en las
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A. Semilla con albumen : e, cotiledones; a, albumen;
t, tegumento.-B. Semilla sin albumen: e, cotiledones;
t, tegumento.s-C. Semilla de almendro: e, cotiledones
voluminosos, comprendiendo entre ellos el resto del
embrión.-D. Semilla de adormidera, donde se apre-
cia el embrión e curvado sobre el albumen.
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o, Semilla de amapola ("Papaver Rhoeas") j b, remi-
lla de "Corydalis'"; e, semillas aladas.
IMPUREZAS
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f) La identidad botánica.
Dichos ensayos culturales son asurusmo pode-
rosos auxiliares, según antes decíamos, para in-
vestigar la "identidad botánica" de una semilla.
Es corriente, en el capítulo de fraudes, mezclar
semillas caras con otras que se les parecen mucho
por su forma y su tamaño, pero de valor agríco-
la y precio muy inferior a los de aquéllas. Y
también, dar una por otra, sin molestarse siquie-
ra en hacer la mezcla. En estos casos el ensayo
cultural, si es factible, puede descubrir el enga-
ño. Pero en muchos otros no cabe aquél o no da
esta prueba ninguna luz. LlS semillas base del
fraude no germinan porque antemano se des-
(1('
Gcrminador Stainer.
82 X 95
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a) Cambio de simientes.
Tanta importancia tiene para el éxito del cul-
tivo la calidad de la simiente, que es dicho vulgar
"de tal semilla tal cosecha", expresando así la
estrecha dependencia que existe entre una y otra.
El cambio de simientes, o sea la renovación pe-
riódica de semillas de la variedad cultivada en el
lugar, mediante otras procedentes de sitios donde,
por circunstancias de medio, cuidados culturales,
etcétera, resultan más productivas, obedece a ese
afán de mejora sentido por los agricultores de
todas las épocas y es práctica que, aunque de
resultados poco estables, tiene, no obstante, efica-
cia y valor temporal cuando la semilla traída de
otra zona es adecuada al clima v el terreno en
que vivirá en lo sucesivo. •
b) Importación.
La importación de semillas extranjeras si, como
excepción, puede admitirse, como sistema, como
proceder general, no la juzgamos recomendable.
Dicha importación debe quedar limitada a aque-
llos Centros oficiales o entidades para los que no
signifique gasto sensible el ensayo, y decimos "en-
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ElIsayonúm. 1 :
Ensayo IIltm. 2:
d) Selección metódica.
Otro fácil sistema de contar para las siembras
con semillas elegidas es el llamado de selección
metódica. Para explicarlo, supongamos que se tra-
ta del trigo y que ha llegado el momento de co-
menzar la siega. Cada labrador, dentro de la
zona dedicada a este cereal, tendrá corros, suer-
tes, amelgas, donde las plantas, a simple vista,
parecerán mejores; donde también, por el em-
plazamiento, naturaleza del terreno, etc., la gra-
nazón se habrá realizado más normalmente.
Dicho agricultor, días antes de empezar a se-
gar, visitará esos pagos favorecidos; se fijará en
las plantas que por circunstancias di versas : estar
en la orilla del campo, caer sobre un rodal donde
hubo estiércol, quedar más clara la simiente y
más espaciadas las matas, etc., etc., sean más
vigorosas, de tallos más fuertes y de más largas
y voluminosas espigas; cortará de estas últimas
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las mejores por lo sanas y densas y por haber
cuajado más flores de cada espiguilla. Con ellas
formará varios haces-2.ooo a 3.()(X) espigas pue-
den ser suficientes-y los trasladará a la finca.
De las espigas reservadas se cogen luego las
mejores simientes. Es interesante a este objeto
saber dónde podrán hallarse. Para el trigo, di-
chos granos, cuyo emplazamiento se relaciona con
el modo de fecundarse las flores, se hallan en el
segundo tercio del largo de la espiga; para la
avena, en la extremidad de los ejes; para ciertas
leguminosas, como la esparceta y la alfalfa, el
mejor grano está en la base de las inflorescencias,
por lo que se suprimirán los de arriba, etc., etc.
Volviendo al trigo, ya hemos indicado que han
de tomarse de las espigas apartadas como mejo-
res los granos de las zonas centrales. Y éstos son
los que, previa una ligera separación a mano de
los manifiestamente peores, se destinarán a la
siembra, que ha de ser punto de partida del mé-
todo en cuesti6n.
De no haberse realizado en el campo, en mo-
mento oportuno, la expresada separación de las
mejores espigas, cabe recurrir a las cribas selec-
cionadoras para escoger, en cualquier momento
anterior a la siembra, los granos de más peso y
volumen. De una u otra manera dispondremos
de semilla adecuada para iniciar nuestro trabajo.
Supongamos que un año con otro, la hoja que
. el agricultor siembra de trigo es de unas rs hec-
táreas-fácilmente se referirán estos sencillos
cálculos al caso particular que sea-o Nuestro pro-
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Limpiadora "He lios " de tri ple tami zado y dobJ-: as pi-
ra ción, capaz de gran des rendimientos.
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