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redactores: César Aguiar, Guzmán Carriquiry, Luis Carriquiry, José Croatto, Enrique Dussel, José Gaido, Alberto Methol Ferré,
Bryan Palmer, Antonio Pérez García, Luis Osvaldo Roggi, Daría Ubilla
caratulista: Julio Navarro
impresores: Comunidad del Sur
redacción y administración: Canelones 1486, Montevideo
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SAN SAl.NADOR Esteban Alliet, Apartado Postal 1112, El Salvador: unaño u$s 2,70 / un ejemplar u$s 0,70
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EUROPA Fernando Baños, SEUL, 45, Av. Legrand, Bruxelles: un año, u$s 4.50 / un ejemplar, u$s 1.25
•
v1spera
Forma de piel
La segunda novela de un joven autor uru-
guayo que alcanzó notable renombre aJ pu-
blicar, en 1963, Clonis.
Ernesto Contreras
La tierra prometida
Perteneciente a la nueva generación de es-
critores españoles inconformistas, Ernesto
Contreras se vale de un estilo tenso para
exponer el drama de sus personajes, en los
que alienta la inextinguida violencia que
comenzó en los años de la Guerra Civil.
Los Aborígenes
El autor se ha revelado como uno de los
mayores narradores uruguayos.
Mario Benedetti
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Una de las primeras y más exitosas nove-
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D.E.C. DEPARTAMENTO DE EDUCACION DEL CELAM
(CO.NSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO}
ENSEf;iANZA-EDUCAClON-CULTURA..
Informes:
La fenomenología.
es un humanismo
por W. Luypen
UNA SÍNTESIS vigorosa y lúcida sobre la esencia. pro·
hlemas y actualidad del pensamiento· fenomenológico.
La filosofía
de Carlos Marx
por Remy C. Kioant
No PODEMOS prescindir de Marx, ni tampoco de com·
prenderlo y criticarlo. Kwant nos facilita· la tarea en
este libro que condensa el pensamiento de Marx.
Psicoanálisis
de la muerte
por lgnace Lepp
EL ll!IEDO a la muerte es fuente de angusti11. que pa-
raliza el gozo de vhir. ¿Podemos vencer ese miedo?
¿La muerte puede tener sentido? El último libro, apa·
recido póstumo, del eminente escritor lgn11ee Lepp.
La filosofía
del siglo XX
por Bernard DelfgaauUJ
QUIEN <;!UIEM tener una idea concreta de lo que. está
en juego en la filosofía de nuestro siglo, encontrará
aquí una exposición didáctica uequible .ll todo. lector..
La persona,
el mundo y Dios
·par Arturo de Paoli
ACUSAMOS a los marxistas por no respetar la diferen·
cía entre personas y estructuras, pero nosotros para
salvar. la persona de la estructura la aislamos en el
cielo de las abstracciones. Un libro vivo y váliente.
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perspectivas
5 Populorum Progressio: de la "animación" de la sociedad
al análisis de situación Ricardo Cetrulo SJ.
11 Chile en ebullición Romeo Pérez
17 La Revolución verde oliva, Debray y la OLAS Alberto Methol Ferré
40 El verde crece Pablo Otero
encuentros
42 En el centro de la ciudad Parisse
45 Más que para un diálogo ideológico, para acciones comunes Palma-Muñoz
47 La no violencia es acción, aunque no lo parezca Metz Rollins Jr.
situaciones
50 Vitrina de la democracia: plebiscito puertorriqueño.
51 Sobre el poder en el Perú.
51 La crisis en la Universidad Católica de Chile.
52 "Superando la perspectiva desarrollista {. .. ) en una perspectiva pluralista".
53 Los MECs del Cono Sur.
55 La Iglesia peruana levanta una basílica de esperanza social.
lecturas
57 "Forma de piel" Héctor Borrat
Dario Ubilla SJ
Y en buena hora. Puesto que es a través del disenso que iremos ela-
borando, a variados ritmos, de varios modos y maneras, ese auténtico con-
senso que sabe avanzar sobre las afirmaciones individuales para hacerse
expresión de comunidad, y de comunidad suficientemente fortalecida en
las afirmaciones comunes como para admitir las divergencias que subsis-
tan entre sus miembros, trascendiéndolas en el común propósito y la ta-
rea común.
Populorum Progressio:
de la "animación" de la sociedad
al análisis de situación
Hay muchas maneras de leer esta encíclica. Un Por esto parece importante una reflexión previa
primer nivel de lectura superficial da origen a co- al estudio detallado del texto que nos permita situar
mentarios por o contra ella a partir de párrafos ais- la encíclica en la .perspectiva en que fue escrita y
lados sacados del contexto. Así el Wall Street Joumal en su significación dentro de la evolución de la doc-
la califica de "manlismo recalentado" mientras que trina social de la Iglesia. En efecto, la doctrina so-
el Nouvel Observateur viene a decir en substancia cial cristiana constituye, como veremos luego más
que es un mensaje para los ricos de una Iglesia que en detalle, una continuidad dentro de un pensamien-
no sabe hablar a los pobres. Es ésta una mala lec- to que se desarrol!a y explicita a medida que se en-
tura de la encíclica. frentan nuevas situaciones históricas. La Populorum
Progressio no es una excepción. Ella se sitúa en la
Otro nivel de lectura, propio más bien de ciertos prolongación de la línea comenzada en 1891 por León
medios renovadores comprometidos en una acción po- XI 11. Pero a la vez asume y explicita la originalidad
lítica radicalizada, consiste en analizar el texto para de la constitución pastoral Gaudium et Spes, de tal
ver en qué medida Pablo VI avanza sobre las encí- modo que es imposible comprender la encíclica sin
clicas precedentes o innova, en sus tomas de posi- analizar el cambio de perspectiva que significa la
ción sobre problemas tan candentes como la evalua- constitución conciliar dentro del pensamiento de la
ción del sistema capitalista, y en particular sobre la Iglesia y en particular de su doctrina social. ( 1 )
propiedad privada, la justificación o no justificación
de la revolución violenta, etc., problemas todos que Una pregunta general dominará nuestro análisis:·
el militante cristiano enfrenta de una manera parti- ¿por qué la Iglesia ha tomado y toma posición fren-
cularmente aguda en nuestro continente y en cuya so- te a problemas temporales (sociales, políticos, eco-
lución desea confrontarse con el pensamiento oficial nómicos) que aparentemente no son de su incum-
de la Iglesia, con su Magisterio. bencia? Esta pregunta tiene una importancia capital.
En efecto, la Iglesia se ha definido siempre cerno una
Tal preocu.pación es absolutamente legítima. Pero sociedad sobrenatural, con una función específica res-
es de temer que una tal lectura en la encíclica pase pecto a la marcha de los hombres hacia Dios, y no es
por alto un hecho fundamental: la Populorum Pro- obvia, por lo tanto, la razón por la cual ella habla
gressio, primera encíclica social post-conciliar, cons- con autoridad en materias que corresponden a la or-
tituye un documento único dentro del Magisterio so- ganización de la ciudad terrestre.
cial de la Iglesia. Ella no pretende ser sólo ni pri-
mordialmente un documento doctrinal sino pastoral De hecho, esa razón no ha sido siempre la mis-
-en un sentido que será explicitado más adelante-- ma, y es precisamente la evolución en la respuesta a
precisamente por situarse dentro de la inspiración nuestra pregunta, la que nos va a permitir detectar
del Concilio. un cambio fundamental -en el sentido de acceso a
5
un nivel de mayor profundidad- en la conciencia tomada por Juan XXII!) tiene el derecho y el deber
cristiana respecto a sus relaciones con el mundo, y de esclarecer la conciencia de sus hijos sobre las
por ende, al sentido de la acción temporal del cris- implicaciones morales de su acción temporal; y tie-
tiano. ne el derecho y el deber de preocuparse por las si-
tuaciones globales en fas cuales la moralidad está
Señalemos tres períodos dentro de esa evolución comprometida.
general: desde León XI 11 a Pío XI 1 inclusive; un
breve período de transis:ión que 5e manifiesta en las dos Pero obsérvese que esta intervención de la Iglesia
encíclicas de Juan XXI 11 -Mater et Magistra y Pa- en materias sociales o económicas no difiere de su
cem in Tcrris-- y se abre a través del discurso de función general normativa en virtud de su poder de
apertura del Concilio al tercer período, la constitu- jurisdicción y de su Magisterio. Es decir que si en
ción Gaudium et Spes cuya inspiración recoge la 189í surge un primer documento social -la encí-
Popu!o;um Progressio. clica Rerum Novarum- ello no se debe a la toma
de conciencia por parte de la Iglesia de una nueva
Es obvio que, en la brevedad de este artículo, nos función en el mundo y de una valoración positiva ele
limitaremos a señalar las grandes líneas de este pro- él, sino a que la creciente complejidad de las tran-
ceso sin entrar en puntos tan importantes como los sacciones económicas en la así llamada 11 revolución
matices que introduce en la doctrina de sus prede- industrial", hacía particularmente difícil a la con-
cesores el pensamiento de Pío XI 1, quien a pesar de ciencia cristiana el percibir las implicaciones morales
no haber escrito ninguna encíclica social, elaboró un de una acción en un contexto histórico nuevo.
cuerpo de doctrina muy vasto en innumerables ra-
óio-mensajes, alocuciones y discursos. ¿De qué complejidad se trata? Precisamente de la
complejidad de las nuevas estructuras económicas que
surgen en el siglo XIX. Mientras los sistemas de
producción se mantienen al nivel artesanal, relativa-
l . DE LEON XIII A PIO XII (2) mente simple, mientras las transacciones económicas
se realizan dentro de una economía de mercado en
estado embrionario, la conciencia moral del cristiano
La intervención del Magisterio en los problemas no se ve abocada a ningún problema particularmente
socio-económicos de este período está dominada por difícil. De hecho el problema de la usura dominó casi
una afirmación incuestionada: La Iglesia tiene el exclusivamente la preocupación moral de la Iglesia
derecho y el deber de pronunciarse sobre estos pro- en materias económicas durante un largo período.
blemas. "Animosos, v con derechos claramente nues- Pero la transformación radical del sistema artesanal,
tros, entramos a tr~tar de esta materia ... " decía progresivamente desplazado por la gran industria (y
León XI 11 en su encíclina Rerum Novarum. ( 3) Y la concentración de capitales que ella supone), el en-
Pío XI: "Antes de ponernos a explanar estas cosas, frentamiento de la clase burguesa con el proletariado
estable::r;camos como principio.•• el derecho y el deber que ella engendra y explota, crea nuevas formas de
que nos incumbe de juzgar con autoridad suprema relaciones humanas dentro de situaciones cada vez
estas cuestiones sociales y económicas. . . Tanto el mzs complejas. En esas circunstancias León XI 11 y
orden social como el económico, están sometidos y posteriormente sus sucesores, señalan y explicitan las
sujetos a Nuestro supremo juicio". (4) dimensiones sociales de la moral cristiana que res-
Nos interesa analizar el fundamento de esta afir- ponden a la nueva situación.
mación de derechos. Una primera referencia de tipo El resultado de esas intervenciones del Magisterio
pragmático mencionada en los documentos pontifi- es la elaboración progresiva de un cuerpo de moral
cios, retoma una vieja idea de Santo Tomás: por social fruto de la confrontación de "los principios de-
debajo de ciertas condiciones sociales y económicas rivados de la recta razón y del tesoro de la revela-
mínimas, la vida religiosa, salvos casos excepcionales ción" ( 9) con las cambiantes situaciones históricas.
de heroísmo, no puede ser vivida. En este sentido se La evolución se va dando en el sentido de una expli-
expresa Po XI 1: "El acrecentamiento y fortalecimien- citación de la doctrina exigida por los nuevos pro-
to de la vida religiosa suponen una cierta medida de blemas que reclaman fa atención de la Iglesia ( l O),
sanas condiciones económicas y sociales". (5) Es ob- pero ella se da dentro de una unidad de perspectiva
vio que condiciones insalubres de vivienda, promis- respecto a la respuesta a nuestra pregunta inicial so-
cuidad, alimentación insuficiente, inseguridad, etc., bre el por qué de la intervención de la Iglesia en
polarizan de tal modo las energías del hombre que la materias sociales y económicas: la tarea de la Iglesia
preocupación religiosa tiende a desaparecer del ho- consiste en ar.imar el orden social con los principios
rizonte humano. (6) morales así elaborados.
Esto es obvio pero no suficiente para fundamentar Ahora bien, ¿cuáles serían los e'ementos comunes
el derecho de la Iglesia a intervenir en materias so- subyacentes a esa unidad de perspectiva señalada?
ciales. De ahí que una referencia más profunda se-
ñalada por el Magisterio, relaciona los conflictos y En primer lugar una concepción del universo que
perturbaciones sociales con el abandono de fa ley ignora la evolución. Existe sí en los documentos una
moral, y, recíprocamente, ve en los principios mora- conciencia de cambios: los señala Pío XI comparan-
les b so 1ución por excelencia de la "cuestión so- do la situación en 1931 con la que dio origen 40
ciaf'. (7) Si los problemas sociales y económicos im- años antes a la encíclica Rerum Novarum ( 1O), y
plican en último término determinadas formas de Pío XI 1 en sus múltiples radio-mensajes. Sin embar-
relaciones humanas, la moralidad será, en definitiva, go, una perspectiva evolucionista supone además la
la clave para al superación de los conflictos. Esto al percepción de una dirección de ese cambio y una
nivel de la sociedad global. Y en cuanto al nivel in- c1erta fe en que la humanidad avanza, a través de
dividual, es claro que la acción del hombre en sus crisis y conflictos, hacia la madurez. En los docu~
transacciones económicas, en sus relaciones sociales, mentas de este período, por el contrario, se inter-
etc., nunca es n1oralmente neutra sino necesariamen- pretan las perturbaciones sociales como síntomas de
te buena o mala. Y bien, en ambos sentidos se jus- una descomposición moral que la Iglesia debe de-
tifica la intervención de la Iglesia en materias apa- nunciar dando directivas para su restablecimiento:
rentemente ajenas a su jurisdicción: ella en cuanto ... "cuestión es ésta a la cual no se hallará solución
"guardiana de la moral" ( 8) y por su función de ninguna aceptable si . no se acu::le a la Religión y a
"madre y educadora" (expresión de León XIII re- la Iglesia". ( 11 )
6
En segundo lugar, la elaboración de la doctrina tes que conducirán a las formulaciones conciliares.
social de la Iglesia se realiza dentro de un contexto
anterior o concomitante (en el caso de Pío XI() a Entre los primeros debemos señalar la misma pers:..
la polémica sobre la noción de sobrenatural y su re- pectiva dualista, a pesar del cambio. de )enguáje:"
lación con lo natural. ( 12) "La Santa Iglesia, aunque tiene como misió11 princi-
pal el santificar las almas y hacerlas partícipes de los
bienes del orden sobrenatural, sin embargo se
Lo temporal, en el lenguaje de la doctrina social, preocupa con solicitud de las exigencias del vivir
es concebido como una estructura natural en la cual diario de los hombres". ( 15) Por lo demás, es obvio
el hombre actúa y cuyo valor para el cristiano está en Mater et Magistra el interés de Juan XXI 11 en
dado únicamente por la relación existente entre la afirmar la continuidad de su pensamiento con el de
observancia de la ley natural y la tendencia al fin sus predecesores: los primeros 46 números de esa
sobrenatural ( 13) en frase de Pío XII, o como diría encíclica están dedicados a resumir el contenido de
Pío XI, buscamos el fin supremo (sobrenatural) a la Rerum Novarum, de la Quadragessimo Anno y del
través de los fines particulares propios de nuestra radio-mensaje de Pío XI 1 en Pentecostés de 1941.
actividad en los diferentes dominios, fines natura-
les que se transfinalizan en otro orden mediante la A pesar de esto, el resto de la encíclica se des-
subordinación al fin supremo: "Si fielmente guarda- arrolla en una perspectiva nueva que podríamos ca-
mos la ley moral, los fines peculiares que se pro- racterizar por una percepción aguda de un uni-
ponen en la vida económica, ya individuales, ya so- verso en cambio acelerado ( 16) y por una valoración
ciales, entrarán convenientemente dentro del orden positiva de los aportes de un mundo que se cons-
universal de los fines, y nosotros subiendo por ellos truye. El análisis de la socialización (nn. 59-68), que
como por grados, conseguiremos el fin último de to- el Concilio retoma en la constitución Gaudium et
das las cosas que es Dios". ( 14) Spes, es significativo a este respecto.
Por tanto la doctrina social -es obvio para quien El sentido histórico de Juan XXI 11 se advierte tam-
lee atentamente los textos- se elabora con un con- bién en el conocido pasaje de su encíclica Pacem in
texto dualista según el cual el mundo adquiere su Terris: "Se ha de distinguir cuidadosamente entre las
valor como desde fuera, por las connotaciones mo- teorías filosóficas. . . y las iniciativas de orden eco-
rales que comporta toda acción humana. nómico, social, cultural o político, por más que tales
iniciativas hayan sido originadas e inspiradas en ta-
les teorías filosóficas. Porque las doctrinas una ves
Y un último presupuesto teológico común es la elaboradas y definidas ya no cambian, mientras que
concepción de Iglesia tributaria aun del régimen de tales iniciativas encontrándose en circunstancias histó-
cristiandad. Mientras éste, en la realidad histórica ricas continuamente va!iables, están forsosamente su-
desaparece progresivamente en un clima de virulencia jetas a los mismos cambios". ( 17)
anti-eclesiástica por un lado, y de autodefensa de
parte de la Iglesia por otro, ella sigue definiéndose
en términos de poder, poseedora exclusiva de la úni- Pero donde aparece con más claridad en Juan
ca verdad que puede salvar al mundo de sus ten- XX 111 la conciencia de un cambio de perspectiva que
siones. Este punto será más explicitado en la 3.a se expresará más totalmente en la Gaudium et Spes,
parte de nuestro artículo. es en algunos pasajes de su discurso de apertura a la
primera sesión del Concilio: "Nuestro deber no es
sólo custodiar este tesoro precioso -de la doctrina
católica- como si nos ocupásemos únicamente de la
antigüedad, sino también dedicarnos con voluntad dili-
2. JUAN XXIII Y LA TRANSiCION gente, sin temores, a la labor que exi!::¡e nues-
tro tiemoo, prosiguiendo el camino que la Iglesia
HACIA El CONCILIO recorre desde hace veinte siglos. Una cosa es el depósi-
to de la fe, es decir, las verdades que contiene nuestra
venerada doctrina, y otra la manera como se expresa;
Juan XI 11 percibe la distancia que existe entre un
y de ello ha de tenerse gran cuenta, con paciencia,
mundo que ha avanzado cinco siglos y una Iglesia
si fuese necesario, ateniéndose a las normas y .exi-
que sigue pensada y estructurada sobre una con-
gencias de un magisterio prevalentemente pastoral".
cepción de cristiandad. Su palabra, ya clásica en la
( 18).
Iglesia, de "aggiornamento", puesta al día, es \.ll'la
invitación a una confrontación con un mundo en El sentido histórico de Juan XXI 11, su valoración
rápida evolución, que ya no es unánimemente cris- de un mundo que se construye y a cuyos aportes la
tiano sino pluralista, que sufre el impacto de la se- Iglesia debe estar abierta, su distinción entre con-
cularización, que tiende a una progresiva socializa- tenido de la fe y el modo de expresión, lo llevan a
ción, y cada vez más consciente de su unidad. In- pasar de un magisterio que podríamos llamar con el
útil entonces soñar con un pasado definitivamente P. Rahner, prevalentemente doctrinal a un magiste-
desaparecido. Inútil pretender el restablecimiento de rio prevalentemente pastoral. Aunque no son exclu-
una unanimidad cristiana. Inútil mante:-ier la actitud sivos el uno del otro, el primero acentuará más -en
de "profetas del desastre" y no querer oir el lla- el caso de fa doctrina social- el aspecto de confron-
mado de Dios a través de los signos de los tiempos. tación de los principios morales con la situación his-
tórica, mientras que el segundo, por su valoración
El intuyó el camino pero no pudo ver su realiza- misma de los "signos de los tiempos" de un mundo
ción definitiva. Su misión fue la de poner en juego el en evolución, insistirá más en el análisis y discerni-
mecanismo que debía operar en la lnlesia la trans- miento de la situación histórica que afecta al hombre,
formación, y abrió en sus dos encíclicas ciertas H- en vistas a suscitar decisiones concretas. Decisiones de
neas fundamentales para la reflexión posterior. las cuales no estarán ausentes los principios qenera-
les, pero que no consisten solamente en la aplicación
de lo general a casos particulares. ( 19)
Juan XXI 11 marca, pues, una transición sobre el
período precedente y el Concilio. En sus documentos La explicitación de lo que en Juan XXIII fue intui-
encontraremos, por lo tanto, elementos que corres- ción de su genio personal insinuada aquí y allá en sus
ponden a la perspectiva de sus predecesores, y apor- escritos, corresponde al Concilio.
7
3. GAUDIUM ET SPES Y za juntamente con toda la humanidad, experimenta
la suerte terrena del mundo y su razón de ser es ac-
POPULORUM PROGRESSIO tuar como fermento y como alma de la sociedad que
debe renovarse en Cristo y transformarse en familia
de Dios". <GS, 40J.
Para comprender mejor la originalidad de Gáudium
et Spes y el cambio de perspectiva que representa en Iglesia y mundo no son, en esta perspectiva, dos
la respuesta a nuestra pregunta inicial: ¿por qué la poderes potencialmente conflictuales, dos realidades
Iglesia toma posición sobre problemas sociales, eco- substancialmente distintas de las cuales una informa
nómicos o políticos que aparentemente no son. de su a la otra (analogía de la unión alma-cuerpo) sino una
incumbencia? permítasenos comparar la concepción realidad parcial <la Iglesia visible) englobada en la
de Iglesia en el período pre-conciliar analizado en el realidad total (Ja humanidad) y con una función de
capítulo 1. 0 con la concepción formulada en el Con- servicio respecto a ella ("formar en la propia his-
cilio. toria del género humano la famtlia de los hijos de
Dios", "actuar como fermento") •
Para ello analizaremos dos textos. El primero, to-
Esta visión unificada de la historia de los hombres,
mado de la encíclica de León XIII lmmortale Dei,
en la cual - y no fuera de ella- la Iglesia realiza su
"Sobre la Constitución Cristiana de los Estados", es
particularmente interesante, porque, como lo indica función de servicio, cambia radicalmente la perspec-
el título, está refiriendo la Iglesia a un aspecto im- tiva de su intervención en el orden social y econó-
portante del mundo: su organización política, y re- mico. Porque esa historia de los hombres -con sus
presenta la concepción implícita en los documentos tensiones y conflictoS-:- no será ya sólo percibida bajo
sociales del Magisterio anterior al Concilio. El se- el aspecto de síntomas de descomposición moral, pa-
gundo, tomado de Gaudium et Spes, nos permitirá ra la cual la Iglesia tiene su solución en su cuerpo de
por comparación, captar el nuevo paso de la con- doctrina social, sino que, en un sentido más pro-
ciencia éristiana en su rnanera de concebir sus rela- fundo, esa historia será rica en significación para la
ciones con el mundo. tarea misma evangelizadora de la Iglesia. Porque en
esa historia se está desarrollando, lo sepan los hom-
b~es o no, el misterio de un Dios que se comunica,
Y bien, en el primero se define a la Iglesia como se da, y ante el cual los hombres optan en cada una
" .•. una sociedad. . . sobrenatural y espiritual ..• de sus relaciones humanas. Porción de la humanidad
completa en su género, y perfecta jurídicamente". consciente de ese misterio ("sacramento o signo e
( n. 0 9 J Asume el la un poder sobre todos los hom- instrumento de la íntima unión con Dios y de la uni-
bres en cuanto que, o bien pertenecen en realidad dad de todo el género humano" LG, 1 J, la Iglesia
a ella, o bien, por vocación están llamados á ella; debe auscultar esa marcha de la humanidad de la
y ese poder es tal, que por la misma finalidad sobre- cual forma parte, para discernir lo que en esa mar-
natural de la Iglesia, está por encima de todo poder cha común es "signo" auténtico de la preparación a
civil. (n. 0 9) En esta concepción --que supone co- la recepción de la Palabra. ( 21 )
mo se ve, una sociedad unánimemente cristiana, al
menos como desideratum,- todo hombre es súbdito Por lo tanto, animar lo temporal con princ1p1os
de dos poderes: la Iglesia y el poder civil y en cuanto cristianos (primera perspectiva) y discernir los sig-
tal, puede verse comprometido en un conflicto de nos de los tiempos (segunda perspectiva) suponen en
fidelidad a una u otra sociedad. Precisamente al eva- la Iglesia y en el cristiano dos actitudes muy distin-
luar la posibilidad de esta alternativa, Leó'1 XII 1 ex- tas en sus relaciones con el mundo.
presa su concepción de las relaciones Iglesia-mundo.
En el primer caso, la justificación de la interven-
Señala en primer lugar, que esos conflictos van con-
ción de la Iglesia en los problemas sociales podría
tra la sabiduría de Dios quien, aun "en el mundo
sintetizarse así: Aunque la finalidad de la Iglesia es
físico. . . atemperó las fuer:z:as naturales. . . con tan
sobrenatural, con todo ella tiene el derecho y el de-
§reglada moderación y maravillosa armonía, que ni
ber de intervenir en los problemas sociales, por las
las unas impidan a las otras, ni dejen todas de con-
implicaciones morales de la acción del cristiano en lo
currir a la hermosura cabal y perfección excelente
temporal.
del universo". (n. 0 11 J Si eso es así en el mundo
físico, a fortiori, no puede haber conflictos entre la En el segundo caso, el cambio de lenguaje es sig-
Iglesia y el Estado. Esto lleva a León XI 11 a pensar nificativo: "La misión que Cristo confió a la Iglesia
las relaciones entre ambos por analogía con la unión no es de orden p:>lítico, económico o social. El fin
del alma con el cuerpo, y explica: "Para juzgar c¡ue le asignó es de orden religioso. Pero precisa-
cuánta y cuál sea aquella unión, forzoso se hace mente de esta misión religiosa derivan tareas, lu-
atender a la naturaleza de cada una de las dos so- ces y energías que pueden servir para establecer y
beranías, relacionadas así como es dicho, y tener en consolidar la comunidad humana"... CGS, 42)
cuenta la excelencia y nobleza de los objetos para
que existen, pues que la una tiene por fin próximo y Es importante reflexionar sobre la diferencia apa-
principal el cuidar de los intereses caducos y de- rentemente banal entre el "aunque" y el "preci-
leznables de los hombres, y la otra, el de procurar samente" subrayados en cada párrafo. El "aunque"
los bienes celestiales y eternos". (n.º 12) (20). expresa una oposición entre la Iglesia y su misión por
un lado, y el mundo por otro, oposición superada
luego no por una valoración del mundo sino por una
Comparemos este lenguaje, significativo de una motivación extrínseca a él. Mientras que el "pre-
concepción del mundo y de la Iglesia, con el siguiente c:s-amente de esta misión". . . expresa lo que el P.
pasaje dé Gaucfium et Spes: "Nacida del amor del Chenu llama "la ley de coherencia. entre un mundo
Padre Eterno, fundada en el tiempo por Cristo Re- que se construye. y l¡J. Iglesia en evangelización"
dente>r, reunida en el Espíritu Santo, la Iglesia tiene ( 22) . "La. promoeión efe fa unidad -di.ce la Gau-
una finalidad escatológica y de salvación que sólo en dium et Spes aludiendo a uno de los signos de· los
el siglo futuro podrá alcanzar plenamente. Está tiempos- concuerda con la misión íntima de la Igle-
presente ya aquí en la tierra, formada por hombres, sia" . . . La rázón la encontramos en· una profundiza-
es dedr, .por miembros de la ciudad térrena ción de la teología· de la gracia: es una misma gra-
que tienen la vocación de formár en la propia cia Ja que actúa en la. historia de los hombres como
historia del género humano tá familia de los dinamismo de •.su evolución y la. que la Iglesia debe
hijos de Dios. . . De esta forma la Iglesia. . . avan- por misión significar y discenir en esa historia a tra~
8
vés de las aspiraciones, gozos y esperanzas de los la historia ella (la Iglesia l debe escrutar los signos
hombres. de los tiempos e interpretarlos a la lu:z; del Evangelio
( GS, 4) . Tomando parte en las mejores aspiraciones
Según esto, la primera perspectiva su.pone la apli-
de los hombres y sufriendi> al no verlas satisfechas,
cación de principios morales a un mundo cambiante.
desea ayudarles a conseguir su pleno desarrollo, y es-
El Magisterio prevalentemente doctrinal tiene como
to precisamente porque ella les propone lo que ella
función. denunciar y condenar el error, señalando, a
posee como propio: una visión global del hombre y
la vez, las exigencias de los principios morales que
de la humanidad".
el cristiano debe aceptar y aplicar.
Es, por tanto, un humanismo lo que está a la base
Mientras que en la segunda perspectiva, un Ma-
de la concepción del desarrollo de Populorum Pro-
gisterio prevalentemente pastoral realiza un análisis
gres-sio: "Es un humanismo pleno el que hay que
de una situación rica en contenidos cristianos y ex-
promover" (n. 0 42l, "un humanismo nuevo". (n.o
horta a los miembros de la Iglesia a comprometerse
20) Pero notémoslo, un humanismo que resulta de
en la búsqueda común con la humanidad no-cristiana
la convergencia de algo que proviene de la huma-
de una verdad a realizar en la construcción deÍ
nidad -sus aspiraciones profundas- y de la refle-
mundo. (23)
xión cristiana que, conocedora del misterio que opera
Es obvio que sólo en esta segunda perspectiva se en el mundo, puede discernir a través de esas aspi-
dan las condiciones para una Iglesia en diálogo con raciones, la auténtica verdad de la existencia del hom-
el mundo. En primer lugar, la valoración posi- bre, y consiguientemente, señalar la tarea a que se
tiva de un mundo en evolución: "La Iglesia en vir- debe abocar el cristiano para servirlo.
tud del evangelio que se le ha confiado ... recono-
Ahora bien, ¿en qué sentido podemos hablar de un
ce y estima mucho el dinamismo de la época ac-
tual" (GS, 41 ) . . . "sobre todo la evolución hacia humanismo como fundamento de la concepción del
la unidad, el proceso de una sana sociali:ación civil desarrollo en esta encíclica?
y económica". (GS, 42)
El P. Dondeyne define el humanismo como "la ma-
En segundo lugar, la conciencia de poder aportar nera con que el hombre de un período histórico y de
algo a ese mundo en virtud de su función específica una cultura determinada experimenta su ser-con-otro-
(no a pesar de ella). Aporta, en efecto al hombre en-el-mundo, y luego valori:a y expresa esta ex-
individual: "el sentido de su propia existencia ... , la periencia en sus comportamientos e instituciones".
verdad más profunda acerca del ser humano" (GS, (25) Así podríamos decir que el sistema medieval
41). Aporta a la sociedad: el ser "signo e instru- de castas es la expresión institucionalizada de una
mento ... de la unidad de todo el género humano", manera determinada de experimentar el ser-con-otro-
( LG, 1) y la posibilidad "por no estar ligada a nin- en-el-mundo de ese período: el orden social consti-
guna forma particular de civili:ación humana, ni a tuye una jerarquía, y el lugar que cada uno ocupa
sistema político, económico o social" (GS, 42) de en ella está determinado por el nacimiento. El orden
una actitud crítica con respecto a toda realización his- social es un orden natural.
tórica, o sea, al orden existente.
Y bien, ¿cómo podríamos caracterizar el humanis-
Y en tercer lugar, la conciencia de lo que ella mo propio de nuestro período actual? En nuestro
recibe del mundo <GS, 44), en definitiva, 'lU1 cono- mundo que se unifica aceleradamente (26), emerge
cimiento más profundo del hombre que avanza, en -porque no es algo definitivamente adquirido- una
la evolución, hacia la madurez, evolución promovida conciencia de solidaridad humana universal en la que
ella misma por la acción de Dios en la realización el sentido de responsabilidad de cada uno por la to-
de su designio, y que recíprocamente condiciona la talidad se agudiza.
existencia cristiana, y la expresión misma de la ver-
Sin embargo, esta nueva forma de percibir las re-
dad revelada.
laciones humanas no ha dado aun origen a institu~
Un párrafo de la Gaudium et Spes resume todos cienes en el orden económico, político o social, que
los elementos de esta perspectiva original que se abre la expresen. Todo lo contrario, las instituciones del
paso en la Iglesia y cuyas implicaciones estamos aun mundo occidental siguen siendo expresión de otro
lejos de desentrañar plenamente (24) : "La Iglesia tipo de humanismo caracterizado por el individua-
necesita de modo muy peculiar la ayuda de quie- lismo y el auto-interés, que consagra de hecho las
nes, p.or vivir en el mundo, sean o no creyen- desigualdades entre los hombres -aunque teórica-
tes, conocen a fondo las diversas instituciones y dis- mente proclame la igualdad de posibilidades para to-
ciplinas y com.prenden con claridad la ra:ón íntima dos- e impide la realización de las aspiraciones
de todas ellas. Es propio de todo el pueblo de profundas tanto al nivel del individuo como de los
Dios ... , auscultar, discernir e interpretar, con la pueblos.
ayuda del Espíritu Santo, las múltiples voces de
nuestro tiempo y valorarlas a la lu:z; de la palabra La encíclica constituye, pues, un análisis de esta
divina, a fin de que la verdad revelada pueda ser contradicción entre un humanismo que emerge y las
mejor percibida, mejor entendida y expresada en instituciones -en este caso el sistema capitalista-
forma más adecuada". (GS, 44) que traban la eclosión de esa aspiración de solidari-
dad universal ya señalada.
En consecuencia, la doctrina social cristiana no
constituye ya un capítulo especializado dentro de la Y juntamente con el análisis, la encíclica consti-
doctrina de la Iglesia, sino que se sitúa en el centro tuye un llamado urgente al compromiso de los cris-
mismo de la actividad de toda la comunidad por la tianos, no para la aplicación de una "receta" ya ela-
cual ella reflexiona sobre la Palabra de Dios que in- borada, sino par.'!! una búsqueda junto con los demás
terpela constantemente a los hombres, no al margen, hombres, en primer lugar de ese humanismo nuevo
sino en la tarea misma de la construcción del mundo. que debe aun ser analizado y profundizado, y en se-
gundo lugar de "las transformaciones audaces, pro-
La encíclica Populorum Progressio se sitúa de lle- fundamente innovadoras'' (n. 0 32) que restablez-
no en esta línea conciliar que acabamos de analizar can la coherencia entre las aspiraciones de todos los
sumariamente. El párrafo n.o 13 puede considerarse hombres "a ser más" (n.o 6l y las instituciones
como la carta magna de la nueva perspectiva en que -sistema económico, social, político- que las ex-
se elabora la doctrina social cristiana: "Viviendo en presen.
9
Nuestro análisis se detiene aquí, dejando el lugar ésta, difícilmente se puede pensar esa alternativa y
al segundo tipo de lectura que analiza los textos, esa solución de facilidad, en la perspectiva que he-
busca el alcance de ellos, objeta o aprueba, de todo mos analizado. Porque la acción en la cual se hallan
lo cual VISPERA nos ofreció en su número anterior comprometidos, es una exigencia del Cristianismo que
un intererante dossier. profesan, no una exigencia más lateral, que se agrega
a otras más importantes, sino que surge del centro
Ciertamente que esta primera lectura que propo- mismo de la misión del cristiano en un mundo sub-
nemos en n·uestro artículo, lejos de simplificar la ta- desarrollado. Pero por esto mismo la acción del cris-
rea del cristiano latinoamericano, la hace más com- tiano así concebida, no al margen del Cristianismo
pleja. Si bien es cierto que existe en grupos cristia- sino como fidelidad a él, se hace infinitamente más
nos que buscan una transformación radical de las es- compleja y supone opciones mucho más difíciles que
tructuras, una tensión entre las exigencias de la ac- las del que, so pretexto de exigencias de la acción o
ción política y la fidelidad a la Iglesia, tensión· que de incomprensiones de la Iglesia concreta en la C\lal
se resuelve en mucho:o casos por el abandono de él vive, abandona esta última.
Todos Jos subrayados de Jos textos del Magisterio 16. Juan XXIII, Op. cit. n.o 46.
son nuestros.
17. Juan XXIII, Enc!clica Pacem in Terrís, n. 0
3.L.eón XI 11, Encíclica Rerum Novarum, n.o 11, VI, 9.
CEP p. H8.
18. Juan XXXIII, Discurso de apertura del Con-
4. Pío XI, Encíclica Quadragessimo Anno, n.o li, cilio Vaticano 11, 11 de Octubre 1962, N. 0 14. Ed. BAC
CEP p. 1279. p. 757. Texto retomado en parte por Pablo VI en su
discurso de apertura de la segunda sesión del Con-
5. Pío XII, Discurso a la Acción Católica Italiana, cilio, 29 de setiembre 1963, n. 0 7, Ed. BAC p. 764.
3 de Mayo 1951, AAS !3 (1951) p. 377.
19. Ver Karl Rahner, "L'Église dans le monde de
6. Ver J. Y. Calvez y J". Perrin, "Église et Societé ce temps" (en colaboración) Pa.r!s. Mame, 1967, p 22.
Economique". Aubler. París. 1958, :i;>. 32.
20. Fácil es constatar que, aunque escrita en 1885,
7. "Cuestión es ésta a la cual no se hallará solu- esta encfclica refleja una teologta que respond-e a una.
ción alguna aceptable si no se acude a la Religión y situación de cristiandad, situación sociológica.mente ya
a la lg.esia ( ... ) Porque la Iglesia es la que saca sup-erada, pero que permaneció en la conciencia cris-
del Evangelio doctrinas tales que bastan a dirimir tiana como un ideal a reconquistar.
completamente esta contienda o, por lo menos, a qui-
tarle toda aspereza y hacerla así más suave". Notemos además que si bien es cierto que el len-
guaje de P!o XII en su encfclica Mystici Corporis es
León XIII, Op, cit. n.o 11, CEP J;>. 478. V-er también muy difer-ente al de León XIII, y si bien nos da una.
n.º 13, CEP pp. 4í~-480. visión muy rica de la vida intima de la Iglesia, sin
embargo, esa enctclica no nos hace avanzar un solo
"Creemos oportuno... aprovechar la ocasión... pa- paso con respecto a las relaciones de la IglesiSJ con
ra descubrir tras un diligente examen del moderno el mundo. El problema tal como lo vemos hoy, estaba.
régimen económico y del socialismo, la raíz de la pre- aun fuera de las perspectivas conscientes de la Iglesia.
sente perturbación social y mostrar al mismo tiempo
el único camino de salvadora restauración, o ¡¡ea, la
reforma cristiana de las costumbres," 21. Ver el análisis del P. Chenu sobre los signos de
Pío XI, O:i;>. cit., n.o 8, CEP :i;>. 1273. Jos tiempos en "L'Église dans le mond"' de ce temps".
pp. 98-99.
8. La e:x;presión es de Pio X: "Siendo la religión
guardiana ce;osa de la moral, fundamento del oraen 22. lb.
social, se si11ue que para restablecer el ord<:in en la 23 "Gaudium et Spes no trata de dar una doctrina
sociedad revolucionada nada es más necesario que el social a aplicar sino de determinar en profundidad el
honrar los principios religiosos." Carta a los directo- principio y las leyes de una existencia de la Iglesia
res de la Unión Económica y Social para los católi-
cos de Italia, 18 de Enero 1901, AAS (1901) p. 389. en el mundo y en la Historia." Chenu, Op. cit.
:P· 389.
::!4. Para. algú.n lector puede resultar ofensiv!I! est&
9. P!o XI, Op. cit. n.o 3, CEP P. 1272. confrontación de dos etapa.s del Magisterio. Al ha-
cerlo no pretendemos criticar el pasado desde nuestra
10 La percepción de este cambio de situación es perc-epción actual. Queremos sr señalar ·que la con-
precisamente lo que origina la. apa;rición de nuevos ciencia cristiana ava.nza constantemente hacia nuevos
documentos. Ver por ejemplo, la. expresión de Pfo XI: niv-eles de profundidad, lo.cual le permite :vercibir en Ja
"Grandes cambios han sufrido desde los tiempos de revelación -elementos nuevos, y realizar nuevas s!nte-
León XI 11, tanto la organización económica como el sis. Ignorar este serfa condenarse a ignorar los apor-
socialismo." O:i;>. ci,t. III,º CEP, 1292. tes del Concilio Vaticano II.
11. León XIII, Op. cit. n.o 11, CEP p. 4711. 25. A. Dondeyne. "L'Église dans le monde de ce
temps", :P· 214.
rn. La enc1clica Humani Generis de Pío XII es un
testimonio de un momento de crisis teológica aun no 26. La unificación del mundo constituye el signo
resu·e1ta. En ella se hace mención (n.o 13) de la :i;>ol~ de los tiempos más importante :vara la enc!clica Po-
mica entonces en curso: "Otros desvirtúan el concep- pu lorum Progressío. "
10
ROMEO PEREZ
Chile en ebullición
18
general tampoco tenemos un alto grado de claridad y hasta. de signo contrario? ¿Nación en Francia tiene
sobre el propio pasado común. Pero el punto de vista el mismo sentido que en Panamá o en cualquiera de
de Debray es en este aspecto de lo más raquítico. nuestros países? c:No será aquí la forma jurídica de
Y no le exime de ello el ser consciente que su vi- la alienación de la semicolonias, incapacitadas de un
sión es incompleta; podríamos decir que esa incom- verdadero proceso de formación nacional? Debray ni
pletez es demasiado completa. Es en "América La- imagina que esto se pueda plantear. Es disculpable,
tina: algunos problemas de estrategia revolucionaria" pues en casi medio siglo tampoco lo han imaginado
donde más indicios hay para que se pueda exhibir los "científicos" de la historia del Partido Comunista
su concepto fundamental. en América Latina que, por lo contrario, no satisfe-
chos con la veintena de presuntas naciones, haciendo
una caricatura de Lenin, se han puesto a inventar
El hecho primordial que rompe los ojos es la di-
nuevas "minorías nacionales'' en América Latina.
visión de América Latina en una veintena de países.
¿Qué significa esto? c:Cómo ha acaecido? ¿Hay vein- Por lo menos así fue hace unos años. ¿Qué diablos
entiende Debray con su concepto de nacional? Que-
te países por sí o balcanizados? Esta es una cuestión
damos en tinieblas. Y además ¿cree Debray seria-
esencial, que decide ,todo el resto. Toda la estrategia
mente en las vías propias al socialismo de cada paíS
y táctica política radica en la hondura de la com-
prensión histórica de América Latina. Debray sólo latinoamericano por separado, cuando el nivel de las
enuncia algunas generalidades vagorosas pero sufi- fuerzas productivas de nuestro tiempo, la tecnolog1a
cientes para determinar con precisión su concepto e industria modernas hacen anacrónica como unidad
rector. ¿Qué es eso de la balcanización? Debray da económica a la propia Francia que debe abrirse al
una respuesta sumaria y curiosa: "la ba!cani::ación, Mercado Común Europeo y proyectarse políticamente
herenda objetiva de las guerras intracontinentales en una 'Unidad superior, so pena de muerte? O de
del siglo XiX y principios del XX". (2) Por lo de marginalidad histórica, que es lo que queremos decir.
"intracontinental" se deduce que los latinoamerica- />,sí es: "Pero ni el retorno purista a la letra de la
nos nos hemos "autobalcanizado" por determina- h:s:·oria pasada, ni la evocación de un porvenir mí-
ción propia, lo que da un sesgo singularísimo e in- rico (c;>mo lo es hoy en día los Estados Unidos de
vertido al concepto mismo de balcanlzación, que América), pueden disolver el hecho presente de la
supone la intervención decisoria de potencias ex- balcani:::adón, a menos que se quiera tra!c:onar las
tranjeras. Pareciera que si algo hubo, lo fue por luch::s actuales de cada nación remitiéndolas sin ce-
parte de Estados Unidos, con lo que se revela 'Una s<?~ a la unidad ausente de todas las naciones ame-
gigantesca laguna no sólo acerca del ciclo emanci- rican2s". (5) Aparte que, suponemos, Debray quiso
pador latinoamericano, una falta total de verdadera C:ecir Estados Unidos de América Latina, nos asom-
conceptualización al respecto, sino en relación al bra q"ue le baste esgrimir a la "ausencia" como ar-
proceso histórico de formación y deformación en los gumento. Eso es más bien propio de conservadores.
siglos anteriores a estos últimos cuarenta años. No ¿Acilso los revolucionarios no luchan por una gran
basta para subsanar esto su escueta y generalísima iJUsencia? Debray para convencernos debería hacer-
referencia al Pacto Colonial. Así, nos explica luego nos entender lo específico e histórico de esa ausen-
mejor: "Y si el subdesarrollo no es, a su ve::, un cia. Pero además, si Debray cree que "la ba!cani::a-
producto natural, sino el resultado de la historia, ción facilita así la colonización de los pequeños paí-
América del Sur e:ttrae entonces su unidad de se ses bajo las formas más cínicas? (6) ¿Cómo se
hist:;ria. Si para liberarse del yu90 español tuvo que, atreve entonces a calificar de traición al planteo de
mi!ita~mente, "existir en conjunto", hoy ta~bién de- la cuestión nacional de nuestra Latin'.:lamérica? ¿Aca-
be ponerse a "existir en conjunto" para liberarse so porque Lenin no estudió el asunto? Porque lo
de los yam;i.:is". (3) De tal mar.era, lo que aquí que é! enfrentó fue la realidad de 'Un Estado mult1-
surge con claridad no es la unidad oriainal sino lo ncicior.al como el zarista, en tanto que nosotros so-
contrario, la multiplicidad de comportamlentos estan- mos al revés, es decir una nación dividida en una
cos original: éramos ya una veintena de naciones veintena óe Estados, justamente por nuestra situa-
completas, y sólo a los efectos instrumentales de li- cién semicolonial. ¿Acaso no hay una ligazón esen-
be'a'nos del yugo español, nos procuramos una oca- cial e indestructible entre la posibilidad de la rea-
sional y restrictiva unidad puramente mHitar. Esta lización del socialismo y la posibilidad de fa unidad
enunciación hace patente que Debray malentiende nacional inconclusa y frustrada de América Latina?
tod0 el proceso independentista y, por su.!)uesto, no c:Son tareas separables? ¿La una previa de la otra?
puede sino darnos una imagen teraiver5ada y empo- Debray ni se molesta en formularse seriamente la
brecida de Bolívar, al que se refiere en ese falso pregunta decisiva, la rechaza sin examen, despecti-
c'.:lntexto. ¿El existir en conjunto latinoamericano fue vrimerte y nos amenaza con el estigma de "trai-
y será estrictamente militar? Nadie tenaa la osadía dores" en pes de un "bel!o sueño".
de poner en duda el alcance de esta a~tobalcaniza
ción latinoamericana, pues Debray nos advierte: "En-
t;:n¿ámonos la existencia de naciones americanas Para Debray no hay cuestión nacional latinoame-
s-zparadas, y hasta hostiles las unas a las otras, es ricana. No hay auténtico replanteo global de nues-
un hecho irreversible, y la lucha revolucionaria no tra historia, que prosigue en los moldes alienados de
puede ser sino un combate por la liberación nacio- las semicolonias caricaturas de naciones, y sólo hay
nal". (4) Seguramente, el imperialismo coincidirá en ccordinación militar. Piensa al respecto lo que su an-
esto con Debray. Debray entiende por "nacional" la típoda, los Estados Unidos con su FIP. Y tan ensa-
índole de los veinte países, dogmáticamente y sin ñado está con la idea de la unidad nacíonal latino-
el menor atisbo que es exigible un análisis más serio. americana, que se extrema y nos dice: "Améric:a del
Y esto le lleva a no cuestionar críticamente las Sur no es tcdavía un continente" !¡?) (7) ¡Valdría
bases mismas de la dominación imperialista, y a per- la consulta a cua!qu.ier manual de geografía! Sin
manecer dentro del terreno propio del adversario embargo Debray, como la OLAS y tantos otros, nos
que quiere combatir. ¿Acaso ignora el significado de habla de Revolución Continental. Esta es tam-
las formaciones nacionales europeas y cree que se bién consigna ahora común de los Partidos Co-
pueden equiparar lisa y llanamente con la formación munistas, ellos también tributarios de la balcaniza-
de los países semicoloniales latinoamericanos? ¿No ción, y donde un Rodney Arismendi tiene la opor-
barrunta que juega con acepciones equívoc?s del con- tunid2d de informarnos con esa grotesca idea de
cepto "nación"? ¿Acaso no sirve para encubrir, iden- "Revo1ución Continental" de cómo un concepto geo-
tificando procesos históricos totalmente heterogéneos gráfico se trasmuta por no se sabe qué alquimia en
19
un concepto político. Pues Revolución Continental tamente y sin tapujos, la Revolución Latinoa-
evoca más bien terremotos geológicos que políticos. mericana, a Ja orden del día, trascendiendo los
límites parroquiales de cada país y poniendo, a
pesar suyo, a Ja luz la cuestión nacional de la uni-
Por lógica consecuencia de sus premisas iniciales,
dad latinoamericana, a la que acepta y evacúa a la
Debray puntualiza que "Si con derecho se puede ha-
vez con el seudo-concepto de "Revolución Continen-
blar de "la" Revolución Latinoamericana, no es cau-
tal", que sólo es una frágil y espúrea transición
s~ de la América Latina, sino dialéctic:amente, a cau-
sa de Estados Unidos su enemigo común". (8) De hacia el de Ja Revolución Nacional Latinoamericana.
Pero también la Revolución Cubana nos aporta otras
tal modo la unidad de América Latina es absoluta-
originalidades, ya no a pesar ~uyo, sino por voluntad
mente extrínseca, foránea, .pues de suyo es mera
expresa.
colección. Hay la· causalidad externa de los yanquis,
no hay causalidad interna sino mera respuesta me-
cánica. ¡No cabe menos dialéctica en un profesio-
nal de la dialéctica! y prosigue siempre reafirmando
sú punto de partida extrinsecista: "Ahora bien, el
retraso y la división de los partidos revolucionarios en
América Latina resultan dramáticos, pues quiéranlo
p no, están unificados por la fuer:a, desde afuera,
en su situación y su estrategia. La Revolución Cu-
bana ba sellado, a pesar suyo, y de ellos, sea uni- 111. - La Revolución verde
dad". ( 9) ¡Siempre el más desenfrenado mecanicis-
mo! 1La multiplicación de los "afueras" que miste-
riosamente se hacen "dentro".
oliva: ¿Medida o Excep-
En suma: Debray refuerza en su enfoque la bal- ción?
canización de América Latina y se opone explícita-
mente a todo planteo de la cuestión nacional. Esa
congelación del status imperial no le impide clamar
por la unidad y cooperación continental de los lati-
n0americ2nos. Es oue la miserable idea de "continen-
tal" nos p::me al filo de la navaja, es ambigua, pues
si por un lado niega la cuestión nacional latinoame-
1 - El Modelo Cubano
ricana, por otro lado pone de relieve, enmascarada-
mimte, la madurez del proceso de unificación na- Cuba es un hito fundamental: el primer régimen
ci0r.al latinoamericano, que nos empuja inexorable- socialista latinoamericano. Con ella, las revoluciones
mente a plantearlo con plena conciencia. Aquí, las socialistas han pasado de Europa, Asia y Africa a
premisas de Debray son contradictorias e ingenuas. América Latina. El socialismo ha abierto su camino
Lo grave es que este círculo vicioso no sea sólo de concreto en América Latina y se ha elevado a foco
Debray sino también, hasta hoy, de la revolución irradiante desde la isla caribeña. ¿Cuál es su. men-
cubana. Esta no plantea la cuestión nacional latino- saje? ¿Cuál la originalidad cubana? No es difícil en-
americana como esencial, y queda a mitad de cami- terarse, a pesar del encubrimiento que efectúan la
no. Afortunadamente, aquí y allá se levantan otras leyenda negra y la leyenda dorada, presurosas corti-
voces, incluso dentro del castrismo. Así el venezo- nas· de humo de distinto signo que se alían en des-
lano Douglas Bravo, jefe de las FALN, en un exten- figurar el perfil cubano. Ambas operan sin cesar,
so reportaje publicado el 17 de diciembre de 1966 pero quien se aferre a la verdad como condición de
en la revista mejicana "Su:esos", enuncia claramen- to:::!a acción justa, debe preocuparle aventar tanto
te: "Ya Bolívar veía la necesidad de unificar a to- una como otra leyenda. Dejemos retóricas y ro-
dos los países de Amé"ica Latina, veía la necesidad manticismos de un lado, y procuremos una visión
de c~nst,uir una sola república. . . Diremos en pri- despejada y desmitificada, a través de la exposición
r.,c? !M;'ar, que la América Latina tiene -la nación objetiva de Debray, para tentar una aproximación
('.,,, ,\~.~fa1ca l..atba, la gran república de América más directa a la realidad.
l..é:ti::;;-- ... ". Que esa ceguera cubana (la de los
?C tiene otro origen) tiene sus razones profundas
n0 hav duda, pues quizá radiqu.e en la propia histo-
¿Qué nos dice de sí, a través de Debray, la revo-
r'a de Cuba, cue fue marc;inal al gran proceso de lución verde oliva? "La Revoiución Cubana ofrece a
la prir.-iera emancioación latinoamericana de comien- los países hermanos una respuesta c¡ue hay que estu-
zos del siglo XIX, y sólo logró su independencia diar en los éetal!es de su h;storia: mediante la cons-
cuando la balcanización latinoamericana estaba ya trucción más o menos lenta, a través de la guerra de
coagulada en varias décadas. En tanto que Douglas guerrH:as lib5"a~a en :as zon~s rus·a;es más propicias,
Br.avo es de Venezuela, que fue uno de sus epicen- de una fuer:z;a móvil estratégica, núcleo del Ejército
tros creadores. Es la diferencia que media entre te- popular y del futmo Es:·ado S:ltlalista". ( 1O) Aquí
ner a sus propias espaldas a Bolívar o a Martí. Cuba está ya resumido lo fundamental: foco guerrillero y
debe elevarse de Martí a Bolívar. Oscuramente, a campo, avalados por el éxito de la toma del poder
tanteos, lo está haciendo. No estamos aún frente a y la realización del socialismo. "Cuba ha recordado
un planteo en profundidad, pero sí en el buen prin- en primer lugar que la revolución socialista es el
cipio del camino. Los términos básicos comienzan a resultado de una lucha armada contra el poder del
ponerse. Estado burgués". ( 1 1 ) "Históricamente, Cuba ha da-
do la arrancada a la revolución armada en América
Latina. Esa arrancada, irreversiblemente efectuada a
·La historia de América Latina en la década del 60 partir de una línea justa en lo esencial". ( 12) Así,
está d;:Íminada por el hecho insólito de la Revolu- Cuba reflexiona sobre sí misma y acuña el Modelo
ción Cubana. Sus repercusiones convu.!sionan todos del proceso revolucionario latinoamericano: su aporte
los viejos esquemas y situaciones. El estremecimien- específico es la teoría y práctica del foco guerrille-
to colectivo ocasionado ha sido el paso más fuerte ro en el ámbito rural. Y ese aporte específico se con-
p.3ra la toma de conciencia común de Jos países la- vierte en lo esencial del proceso revolucionario. El
tinoamericanos, arrójando sobre el tapete, direc- castrismo define su ser por la esencialidad del foco
20
guerrillero, y Debray rubrica: "Como táctica revolu- nesuela y Guatemala, después de 1959, fecha a par-
cionaria, el castrismo ha sido sometido al test de la tir de la cual América entró en una fase intensiva
práctica y ba dado su prueba irreversible: Cu- de guerrillas de las que emerge hoy, dolorida y en-
ba". ( 13) Cuba es el paradigma que asienta y veri- riquecida, capaz de crear las bases de una lucha
fica las tesis de Debray. Por eso es Cuba Modelo y armada victoriosa". ( 14) Debray hace el recuento
no Excepción. La demostración cabal de las tesis exi- de las diferentes frustraciones, a las que cabría agre-
giría pues dos etapas: 1) que Cuba verifica realmen- gar ahora las de Camilo Torres, De la Puente Uceda,
te esas tesis y 2) que é$tas no se restringen a la Turcios y tantos otros. ¿Qué enseñanzas extrae De-
situación cubana, sino que es lícito proyectarlas so- bray de esas experiencias negativas, prolongando así
bre el resto de América Latina, en razón de 'Una en nuevo nivel las formulaciones de Guevara? Tra-
analogía radical de situaciones. Pero vayamos por taremos de hacer primeramente un resumen objetivo
partes. de los puntos básicos. Es necesario discernir con pre-
cisión la índole y las condiciones de foco guerrilleTo.
Establecer sus implicaciones políticas, que son nume-
La originalidad cubana no es por cierto meramen- rosas e importantes.
te una apología de la violencia, ni el reconocimiento
obvio que una revolución social implica de suyo un
punto crítico de pasaje violento. Nadie puede dudar
que los tránsitos globales de un sistema social a
otro son siempre en la historia tránsitos pletóricos
de violencia, que desborda la violencia habitual del
statu quo. La originalidad cubana reside en la con-
cepción política del "foco guerrillero". Y la verdad 2 - ¿Qué es el Foco Guerri-
de esa concepción, se nos dice, está atestiguada por
el hecho de la propia Cuba. Aquí está toda la cues-
tión La medida cubana, es la medida del foco gue-
llero?
rrillero. Y así, toda conducta revolucionaria será me-
dida, considerada revolucionaria o no, en función del En primer lugar, Debray muestra que la teoría del
foco guerrillero ¿Qué vale la identidad revolución- foco no tiene relación alguna con las posiciones de
foco guerrillero? No es esto igual a revolución-vio- Blanqui, socialista revolucionario europeo del siglo
lencia, porque el foco guerrillero es sólo una forma pasado, teórico de la minoría decidida y férrea que
particular, específica de violencia. ¿Qué significa? toma por asalto el poder. "El error más grave seria
¿Cuáles sus consecuencias? ~Cuáles sus verdaderas considerar el foco como el resurgimiento de cierto
raíces? blanquismo". "El foco no tiende de manera a!guna
a conquistar el poder ¡>4)r sí solo mediante un golpa
La teoría cubana, a pesar de las grandes transfor- de audacia. No intenta tampoco conquistar!o median-
maciones y vicisitudes políticas del régimen revolu- te la guerra, o por una derrof'a militar del enemigo:
cionario, se ha ido manHestando con una rara con- cuenta sólo con poner a las masas en condiciones
tinuidad y perseverancia desde principios de 1959, de derrocar por sí mismas el poder establecido. Cier-
desde el embrión de 'Unos artículos del Che Guevara, tamente, es minoría pero a diferencia de las rnlnó-
como "Proyecciones sociales del Ejército Rebelde" rías ac~uantes del b!anq¡¡isrno, no pretende unir a
(Humanismo, enero-abril 1959) hasta su libro "La las niasas después de la conquista del poder, sino
Guerra de Guerrilla:t", escrito en su mayor parte en antes, y hace de esa unión previa la condición sine
1959 y publicado en 1960, es decir, antes del pe- qua non de la conquista final". "La segunda carac-
saje a la definición socialista (abril 1961 ) y luego terística del foco que lo opone rad'.calmente al b!an-
de marxista-leninista (diciembre 1961 ) . Se ha ido quismo, ccnsiste en que no ap1.mta a una victoria
reiterando una y otra vez, con nuevas connotacio- relámpago, ni tampoco a un resi!ltado ráp-ido -de la
nes y a la luz de nuevas experiencias. Decía el Che gi.:erra revolucionaria. E! foco quiere conquis~ar el
Guevara en su libro "l.a Guerrn de Guerrillas": poder con y por las masas". ( 15)
"Consideramos que tres aportaciones fundamenta- "Evidentemente, no hay otra vía revolucionana
les hizo la revolución cubana a la mecánica de los c¡ue la que pasa por la incorporación consciente de
movimientos revolucionarios en América Latina, son las masas a la lucha, vale decir, por su educación
ellas: revolucionaria". ( 16) Esto, como bien señala De-
bray, es una perogrullada, es decir simplemente que
la vía revolucionaria pasa necesariamente por arraigar
J.o Las fuerzas populares puedan ganar una gue- en el pueblo. Lo que importa, subraya Debray, es
rra contra el ejército. cémo "educar a las masas". Sin duda, las formas
son innumerables y situacionales. Pero ¿no habrá una
2.o No siempre hay que esperar a que se den forma privilegiada e indispensable? La respuesta es
todas las condiciones para la revolución; el afirmativa: la forma ejemplar es el "foco". Todo
foco insurrecciona! puede crearlas. debe estar subordinado o en función del foco. Pues,
ante la realidad actual de América Latina, que De-
bray define, ante todo y sobre todo, como caracte-
3.o En la América subdesarrollada, el terreno de
rizada por la expansión y perfeccionamiento militar
la lucha armada debe ser fundamentalmente del imperialismo norteamericano, de sus métodos co-
el campo".
activos y represivos que obligan a preguntar ~qué
hacer?, Debray responde, buscando 'Una cierta analo-
Conocido es el profundo estrépito guerrillero acaeci- gía con la situación bajo la autocracia zarista rusa:
do, y que aún persiste, decayendo y, como Anteo, re- "En un régimen "autocrático" sólo una organización
tomando fuerzas a cada caída en tierra. Han corrido minoritaria de "revolucionarios profesionales" teóri-
más de ocho años y podemos preguntar con Debray: camente muy capacitados y prácticamente entrenados
"¿Qué queda de !a teoría del foco? ¿Ha sido invalidada "según todas las reglas del arte", puede ha~r triun.,.
por los hechos o por el contrario, se ha templado, se far la lucha revolucionaria de las masas. En térmi-
ha fortificado en la prueba? El primer examen evi- nos castristas: es la teoría del foco, del centro in-
dencia un fracaso casi completo, exceptuadas Ve- surreccional del cual el Che Gue-fara ha expuesto las
21
condicione¡ de desarrollo en "La Guerra de Guerri- ·¡:tués de las cuale~ deberá volver a la atm~ra
llas". ( 17) Y bien, con la perspectiva del tiempo normal de la vida ur!>ana, con todas las facilidades
pasado y la serie de trágicos fracasos acumulados, a las que lo ha habituado la vieja sociedad, el gue-
así como una visión cubana, m.is rica del conjunto rriilero en el campo estará sumergido en un con-
de América Latina, pues se ha proyectado incesan- tacto permanente y directo con el mundo exterior,
temente más allá de la isla, ¿qué conclusiones ex- ctin los campesinos y con la naturaleza, y la opera-
traer? Debray enumera ocho, de desigual importan- ción propiamente militar sólo será un detalle o un
cia, pero todas de alcance y en conexión profunda memento más. Dicho de otro modo, la acción urba-
fas unas con las otras. Fla es discontinua; para el guerrillero urbano cada
ope:ación se basta a sí misma. Por el contrario, lo
esencial de un campamento campesino es crear sin
J.o El reclutamiento, el entrenamie:;to militar y
cesar sus cond!ciones de vida. En la p"imera y más
la preparación política del primer núcleo combatien-
larga etapa de lucha, es y será su actividad princi-
te debe11 ser mucho más severos que en el pasado.
pal '! no el combate mmtar que debe, por el con-
trario evitar. Sembrar, cazar, cosechar, recolectar, en
2..o La lucha armada como arte, sólo tiene sig- f:n, sobrevivir, es en la selva americana un trabaio
nificado dentro del marco de una política concebida sacrificado y heroico. De este modo, en sus comie~
corno ciencia. O sea que "a) el estallido de un foco ~os, el foeo r.o podrá sobrevivir sino en la medida
de guerrilla rural está subordinado a un aná!isis po- en que obtenga e! apo"o campesino, el foco está
lítico rigurcso y b) el foco no excluye por definición ~oldado al medio congenitalmente. . . Estas condi-
las luchas pacificas de masas reali:adas por los sin- ciones materiales llevan ineludiblemente al foco a
dicatos, en el parlamento, en la prensa, aunque la p•oleta:ia~se moralmente y a proletari:i:ar su ideolo-
experiencia de Venezuela demuestra que las formas gía. Así sus miembros sean campesinos o pequeños
de lucha legales, precarias, no pueden durar largo burgueses, el foco guerrille•o se convierte en un
riempo después del comien:z;o de la lucha armada, o ejército de ¡noletarios. Es así como la guerra de gue-
pueden aspirar a segrega~se del foco y desarrollar rri!!as opera siempre una mutación profunda de los
vida p.-opia con vistas a prescindir de la lucha ar- hombres y de su ideología, eso es po• eiem9lo, el
mada". (1 8) por'1ué hubo en Cuba un desnivel político entre los
dirigentes de las organi:aciones urbanas del propio
3.o La organi:i:ación político militar no puede ser 26 de Julio, del Directorio 13 de Mar:o y hasta con
los dirigentes del Partido Socialista Popular, que no
diferida. No se puede dejar al desarrollo mismo de
podían imaginar que la revolución fuera tan rápida
!a lucha el cuidado de ponerla en marcha. "Según
y hl'c'a el S"CÍ<!!ismo ( ... ) "Por el contra•io, el
pa~ece, las condiciones post-cubanas --disminución
combatiente de la guerrilla urbana tiende a vivir en
del efecto sorpresa en favor de la guerrilla y mayor un medio abstracto de su medio natural (la ciudad,
preparación político militar de los enemigos- no el trabajo ordinario, los amigos, las mujeres, etc l
permiten en este punto el mismo empirismo que en en obseouio a su seguritfad v de la seg1.1ridad de la
Cuba". ( 19) Desde el foco se hará la pirámide que
organización. . . La soledad necesaria, la fugacidad
establecerá los necesarios contactos del campo y la de las relaciones humanas, el mutismo, el enclaus-
ciudad. "Esta pirámide no se dará nunca antes de tramiento, todo aquello está simboli:i:ado por la no-
111 instalación del foco pues sería entonces necesario
che, el momento por excelencia de la acción urbana.
esperar mil años para comen:ar la revolución". (20)
Distinción del día y de la noche, extraña en gran
medida al guerrillero del foco que vive día y noche
4.o La necesaria subordinación de la lucha arma- en la montaña, es decir, ni en el día ni en la no-
da a una dirección política central no debe provocar che, sino en la penumbra, sin sol, tibio y protegido,
la separación de los aparatos político y militar. "To- donde la columna permanecerá invisible de día y de
dos los dirigentes castristas, a la manera de Fidel, noche, tanto P'ara el avión como para el tránsito
han dirigida en persona el foco guerrillero. No hay del sendero vecino". ( 23)
movimiento castrista en abstracto, hay dirigentes re-
vslucionarios que en cada país retoman la tradición G.o En la América subdesarrollada sólo se puede
indeleble del caudillismo, imprimiendo su estilo a propagar de manera duradera la ideología revolucio-
una organización nacional, después de haberse proba- naria entre las masas campesinas a partir de un foco
d9 a los ojos de todos los militantes". "La decisión insurrecciona!.
castrista de fundir la dirección política y la dirección
militar, análoga en esto a la tradición bolchevique y
aún más a la china, resulta inesquivable". ( 21 ) Y bien, hemos alcanzado ya seis de los enuncia-
dos esenciales de Debray, v nos faltan dos, los más
significativos y que dan pleno sentido a los ya ex-
5.o 'La lucha armada sólo es realizable en el puestos.
campo. En la ciudad se degrada. "Ya se conocen los
argumentos irrefutables del Che Guevara a este res-
pecto: como quiera que un foco insurrecciona! ataca Cabe anotar, antes de seguir adelante, que el aná-
el eslabón más débil, debe cuidarse de las xonas ur- lisis de Debray para dar razón de ocho años de fra-
banas como de los eslabones más fuertes de la cadena, caso guerrillero en América Latina, se localiza exclu-
es decir, de los lugares donde están concentrados sivamente en la consideración de la guerrilla misma
todos los cuerpos represivos y administrativos del y no en el análisis de los diferentes contextos so-
Estado y donde las clases más desamparadas están ciales en que intentaron operar. Pareciera que la
más o menos integradas a la sociedad". (22) Luego historia es en la guerrilla, y no la guerrilla en la
Debray hace una comparación entre la guerrilla ur- historia. Pareciera que la historia en que se inserta la
bana y la rural, donde el primitivismo de los modos guerrilla como tal, no es considerada como esencial,
de vida se convierten en la raíz moral de la concien- sino presupuesta siemore como relativamente homo-
cia proletaria, lo que no deja de ser una teoría por génea. Debray hace entonces una apreciación de la
lo menos paradoja! e insólita: "Un joven combatien- guerrilla y su mecánica en sí, abstracta de las rea-
te· de un foco rural se formará políticamente mucho lidades en que ha operado. Sólo señala que las en-
más rápido que un guerrillero urbano. Si para este señanzas recoqidas nos dicen que la guerrilla deberá
último todo puede reducirse a una serie de operacio- mejorar su reclutamiento y entrenamiento militar. Y
nes "heroicas", aisladas de su contexto, antes y des- que la preparación política debe ser más rigurosa,
22
"científica", lo que conduce necesariamente a la falso dilema que en la_ práctica, r~rasa en Jos•- he-
pregunta acerca de la riqueza. y exactitud teórica chos_ el comprometerse seriamente en)a lucha con-
del marxismo-lenrnismo en su comprensión de la creta de un frente unido antiimperi~Ísta 0 .:, En po-
realidad latinoamericana. Aquí surgirán luego gran- cas palabras, parece que en Améric_a ~el ~ur I¡¡ etapa
des dudas, pues Debray, como veremos, tiene opinio- democrática burguesa. de la rév_oluc_ión_ supone la
nes bastante negativas en cuanto al valor ideológico destrucción previa del aparato del Estado burgués, ••
del marxismo latinoamericano. Sin embargo, esto pa- Estas polémicas incansables_ no._ sirven más. que para
rece no preocuparle demasiado, por cuanto finalmen- dividir al movimiento revolu_cionario_ y. ocultar a las
te nos enteramos que las más primitivas condicio- muas el problema_ que condiciona todos los .otros:
nes de vida rural son raíz y explicación de cómo la conquista del poder y la eliminación" del ejéréito
el foco actuará en la línea justa, pues "esas condi- burgués".
ciones materiales llevan ineludiblemente al foco a
proletari:arse moralmente y a proletari:ar su ideolo-
"Si bien ~s mucho más difícil, "después de Cu-
gía". Desconocíamos esas virtudes mágicas de la vi-
ba", integrar una fracción importante de la burgue-
da guerrillera, que pondrían en cuestión el sentido
sía nacional a un frente antiimperialista, este último
urbano-industrial del "proletario". Es que Debray pa-
puede y debe ser todavía el objetivo número uno.
rece contraponer, al modo de los viejos conservado-
Pero al parecer este frente no puede constituirse· más
res pero al revés, la antigua e ignara- letanía acerca
que en la práctica de una lucha revolucionaria y,
de la mayor salud de la vida campestre en relación
lejos de contradecir la existencia de un foco armado
a la corrupta vida urbana. Pero ahora los fines son
y resuelto a luchar, implica una vanguardia agitado-
revolucionarios. Sabemos sí que el campesinado tie-
ra que en ningún caso puede esperar que ese frente
ne en América L.,atina una importancia inmensa, que
esté plenamente constituído en el papel, entre los or-
los PC han sido incapaces de penetrarlo, y que el
ganismos de dirección, para desatar una lucha ar-
foco intenta una respuesta en ese sentido. Pero des-
mada. Tal es quiii:ás la más grande paradoja del cas-
conocíamos todas esas extraordinarias "mutaciones"
trismo: su carácter a la veii: radical (condicionar
y connotaciones. Sin embargo, el asunto no es tan
todo a la toma del poder) y antisectario (nadie, nin-
sencillo, y si hay errores no son tal como aparecen, gún partid:i o ningún hombre puede monopoli:ar la
pues debemos calar más hondo, ir más hondo en los
revolución) . Evidentemente, la paradoja deja de ser-
términos políticos que están aquí implicados.
lo cuando se toma a la práctica como criterio y re-
ferencia fundamental de la verdad teórica". (24)
Para eso, debemos pasar a los dos últimos enun-
ciados: el relativo al castrismo como nacionalismo
'Llegamos aquí a la determinación esencial del cas-
revolucionario y el de sus relaciones con los Partidos trismo. La teoría del foco es la teoría del castrismo,
Comunistas, presuntas vanguardias.
la teoría de la propia historia refleja del castrismo,
y a la vez el castrismo, elevado a arquetipo a tra-
vés de la teoría del foco se proyecta hacia América
Latina. Lo singular que la teoría del castrismo es
como una antiteoría, un pragmatismo elevado a teo-
r!a o una pura praxis de suyo teórica. Es la con-
fianza en que la .práctica del foco de suyo generará
3 - El Nacionalismo Revo· la teoría correcta, y que esa teoría correcta será inevi-
tablemente el marxismo leninismo. "Históricamente,
lucionario lo que se llama castrismo es una acción revoluciona-
ria empírica y consecuente, que ha encontrado en
su camino al marxismo como su verdad". (25)
7.o Revolución democrática burguesa o revolu- "Lo que da tanta fuer:a a la Revolución Cubana
ción socialista: un falso dilema. "Una de las polé- es la ausencia de ruptura entre lo que es socialista,
micas que dividen a las organi:aciones revoluciona- y lo que ha sido nacionalista. Asimismo puede de-
rias es la que plantea el problema de la naturale:a cirse del "castrismo" que el hecho de no haberse
de la revolución. En una palabra, a la tesis sectaria separado de sus raíces históricas y americanas le
de influencia trotskista de la revolución socialista in- asegura, al mismo tiempo, un lugar dentro del mar-
mediata, sin etapa previa, se opone la tesis tradicio- xismo y al lado del leninismo. Fidel Castro jamás ha
nal en ciertos partidos comunistas, de la revolución renegado de sus orígenes ni de lo que ha hecho,
agraiia antifeudal, llevada a cabo con la ayuda pero él ha interpretado su trayectoria pasada de revolucio-
en realidad bajo la dirección de la burguesía nacio- nario no marxista, prolongándola y transformándola
nal. Por encima de las dos tesis, muchos piensan que desde adentro". (26)
la revolución es un proceso indefinido, sin etapas
separables, que aunque no parte de una reivindica-
ción socialista, conduce inevitablemente a ella cuando "Al descubrir a todos que el nacionalismo latino-
la vanguardia del proceso revolucionario representa americano implica la caída final del estado semico-
sinceramente a las clases explotadas. Tal parece ser lonial y por tanto la destrucción de su ejército y
la enseñanii:a de la Revolución Cubana". la instauración del socialismo, el castrismo bien me-
rece la definición de "nacionalismo revolucionario",
sin agotar con esto su contenido". (27l
"Pero la Revolución Cubana enseña también que
el nudo del ·problema no está en el programa inicial
sino en el hecho de que ella ha resuelto práctica- "Una dialéctica superficial haría entonces del cas-
mente el problema del poder del Estado antes de la trismo una síntesis a posteriori de las dos corrientes
etapa democrático burguesa y no después. Cuba pudo nacional e internacional, nacionalista y comunista.
convertirse en un Estado Socialista sólo porque en Pero este juego correría el riesgo de dar al castris-
el momento de reali:ar sus reformas democráticas mo una ideología, el castrismo no es un título, una
nacionales el poder político ya estaba en manos del vanguardia constituída, un partido o una sociedad
pueblo Es por eso que la discusión actual respecto de conspiradores ligada a Cuba. El castrismo no ea
al programa de la revolución -revolución democrá- más que el proceso de recreación del marxismo le-
tico burguesa o revolución socialista- plantea un ninismo a partir de las condiciones latinoamericanas
23
y a partir de las conclicie•es "nteriores" de cada indiferenciada de las etapas. Es decir, que un mo-
país. No tendrá, por lo tanto, nunca dos vecK el vimiento nacionalista popular, aún con propósitos ini-
mismo rostro. De país a país, sólo puede vencer con ciales democrático-burgueses, como ser la reforma
la condición de sorprender. Deseamos incluso que el agraria, o con consignas de independencia nacional,
rótulo desaparezca. Porque el castrismo o el leni- puede y debe en la dinámica de un proceso con-
nismo redescubierto y adaptado a las condiciones his- secuente trasmutarse desde sí mismo en revolución
tóricas de un continente que Lenin desconocía, está socialista. Que bajo las condiciones actuales de Amé-
en vías "de pasar, se quiera o no, a la realidad de rica Latina, un nacionalismo popular consecuente de-
las estrategias revolucionarias". (28) semboca lógicamente en plantees socialistas. Y esto
sí se hace más evidente. Y es sobre este punto que
gira el auténtico pensamiento de Debray y el cas-
Recapitulemos. Debray dice que las etapas clási- trismo, mucho más que en las fórmulas estereotipa-
cas de la conceptualización marxista no se distinguen das, sustitutivas y falaces como las anteriormente ex-
en el proceso castrista, y por ende no es preciso puestas, que sólo sirven para embrollar la verdadera
distinguirlas en el proceso general latinoamericano. cuestión planteada: que el nacionalismo revolucio-
El castrismo configuraría un continuo, "indefinido, sin nario por su propia lógica requiere y apunta, para
etapas separables", lo que haría falso el dilema de su propio desarrollo, el socialismo. Y en esto esta-
tareas democrático-burguesas y socialistas. Sin em- mos de acuerdo.
bargo esta afirmación no resiste el más fugaz análi-
sis, puesto que, no hay duda, la revolución verdeoli-
va se desplaza entre 1958 y 1960 en una fase ne- Es así como se traslada la cuestión de las etapas,
tamente democrático-burguesa y luego, desde el po- no a las etapas mismas, sino al sujeto realizador; a
der se genera su metamorfosis hacia el socialismo. que pueden ser efectuadas por un mismo movimien-
Este presunto continuo indiferenciado tiene fases per- to nacionalista que sufre las mutaciones requeridas
fectamente discernibles, aunque es obvio no están por dentro: y no para perder su identidad, sino para
"separadas". La separación no es condición para que salvarla como nacionalista. De tal modo, el castris-
se puedan o no distinguir esas dos fases principales mo afirma la necesidad de los movimientos naciona-
del proceso. Así parece totalmente desprovisto de les como más esencial y anterior a la pura e inme-
fundamento y mero acertijo decir que la etapa de- diata proclamación de la revolución socialista. Esta
mocrático burguesa de la revolución "supone la des- es su diferencia tanto con las teorizaciones "socia-
trucción previa del aparato del Estado burgués". listas" de la Monthly Review o algunos despistados
Afirmación gratuita, que denota graves confusiones: trotzkystas, que nada tienen que ver con Trotzky,
supone que la destrucción del Ejército mercenario como con los enfoques tradicionales de los Partidos
de Batista se identifica sin más con el "aparato del Comunistas latinoamericanos. Veremos luego qué
Estado burgués", y olvida además que la liquidación consecuencias tiene con los P. C. el replanteo verde-
de ese ejército se produjo porque éste perdió pie, oliva. En suma: que una revolución nacionalista de
casi de go!pe, en todas las clases sociales cubanas, suyo tiende a trasmutarse en socialista, es muy cla-
e incluso todo respaldo norteamericano. Fue así ani- ro, salvo que se resigne a empantanarse y frustrarse.
quilado por desfonde, casi sin combatir. Este hecho Pero que ese socialismo sea pura y simplemente el
notorio y singularísimo no puede escamotearse: por materialismo marxista-leninista, ya no nos parece en
lo menos es exigible un análisis previo de las cir- absoluto necesario. Lo que fue no es norma eterna
cunstancias, para avalar tan increíbles afirmaciones, de lo que será. ¿No ha ocurrido ya, además, en los
antes de aventurarse a generalizaciones temerarias. procesos de socialización, por ejemplo, de las revo-
Porque hay que dejar bien en claro qué tipo de re- luciones nacionales egipcia y argelina?
volución fue la que destruyó al ejército batistiano,
y no esconder las cartas en la manga y luego venir
con prestidigitaciones pueriles, para inocentes incau-
El castrismo se descubre a sí mismo como nacio-
tos. La Revolución Cubana. demostró sí que cuando
nalismo revolucionario. Y bien, ¿cómo se considera
un ejército pierde pie en todas las clases y en el
en relación a los otros nacionalismos latinoamericanos
imperio dominante, ese ejército se disgrega. Lo que
que han hecho sus experiencias en las últimas déca-
es muy distinto a postular, como lo hacen el Che
Guevara y Debray, que el ejército fue destruído por das? ¿Cuáles sus continuidades y rupturas?
la guerrilla. Esto es pura mitología, apta para causar
estragos en cerebros juveniles. Fue además un ejér-
cito que cayó porque aún la revolución verde oliva
no tenía un pelo de comunista, al punto tal que
luego esto permitió, a los que el vertiginoso proceso
de radicalización revolucionaria fue dejando por el
camino, clamar por la "traición a la revolución".
Claro, se referían a la primera etapa y no querían a) Foco contra Golpe - Diferencia
la segunda. De tal modo no es dirimir el dilema
propuesto saltar por sobre él y tomar un pseudo- de Método
problema como en sí, condicionante de todos los
otros: "la conquista del peder y la eliminación del
ejército burgués". Abstraccionismo mágico del peor.
Debray nos dice que el "golpe" es la manera
habitual de resolver la cuestión primordial del poder
Pero lo realmente importante, aunque no afecte en América Latina, y que "la primera negación del
el dilema clásico de las etapas de la revolución de- castrismo es el golpe de Estado". "Esta negación
mocráticoburgués-socialista, es lo referente al nacio- que parece elemental adquiere un relieve capital en
nalismo revolucionario. El castrismo no niega las eta- un Continente en el cual la importancia del Poder
pas, sino que pone a luz que un mismo sujeto puede y la ausencia de otro poder aparte del estatal, han
asumir ambas etapas, aunque con obvias mutacio- instaurado desde el comienzo de su independencia
nes internas. Que las dos etapas no requieren dos ese rito latinoamericano por excelencia: el golpe".
sujetos actores separados. Eso es lo que confunde ¿Qué es el golpe? "Una acción relámpago en la cum-
Debray, la continuidad del sujeto con la continuidad bre, allí donde el Ejército generalmente cumple el
24
papel de actor principal o de árbitro". ¿Y por qué b) Comparación de los naciona-
no el golpe? Debray contesta: porque "tiende nece-
sariamente hacia la derecha". "La violencia organi- lismos
sada pertenece a la clase dominante. El Golpe de
Estado, que manipula dicha violencia lleva el sello
de esa clase". (29)
Pero retomemos la pregunta. "¿Qué relación exis-
te entonces entre el castrismo y las ideologías na-
cionalistas? Hay varias".
Así, sobre el presupuesto que el golpe de Estado,
aún ligado a sectores nacionales, tiende necesaria-
mente hacia la derecha, Debray termina: "Teniendo "Tomemos primero el caso del nacionalismo bur-
en cuenta estas formas habituales de acción revolu- gués que reclama el desarrollo industrial nacional y
cionaria constituye, pues, una verdadera pequeña re- la construcción del Estado Nacional ora por la vía
volución la que cumple el castrismo al rechazar como de un proteccionismo comercial, ora por vía de la
método de acción el golpe de Estado, la insurrección construcción de una industria pesada, ora por la in-
militar o el putsch, aun cuando ellos estén ligados tegración y consiguiente ampliación de los mercados
a una organisación civil". (30) nacionales al nivel de varios o de la totalidad de los
países latinoamericanos (mercado común latinoame-
ricano, ALALC, etc.), tendencias todas ellas clásicas
de las burguesías nacionales ( Frigerio en Argentina;
La contraposición Foco-Golpe es como la colisión
Jaguaribe en Brasil; Zabaleta en Bolivia).
de dos abstracciones herméticas y endurecidas. Dos
mazacotes. Esa lucha de ideas platónicas en la ca-
beza de Debray, poca relación tienen con la reali- Relación con el castrismo: la misma que entre el
dad. ¿Cree acaso que con el concepto genérico de capitalismo y socialismo, aunque Cuba es admirada
Golpe agota la naturaleza propia e individual de los por esos ideólogos por ser el único país que ha po-
acaecidos en Siria, 1ray, Egipto, Argentina, Brasil, dido liquidar el feudalismo, al que ellos sueñan com-
Venezuela, etc.? ¿Cree que puede eximirse del aná- batir". ( 31 )
lisis de cada golpe, de su contexto histórico-social y
sus contenidos, que son siempre cambiantes? Debray La segunda, se refiere al "gobierno nacionalista
nos remite a sumarios análisis de los procesos enca- y democrático" que reclaman en su programa la ma-
bezados por Getulio Vargas y Perón, donde llega a yor parte de los PC". ( ... ) A la verdad, concep-
afirmaciones como estas: fa naturaleza reaccionaria tualmente uno no puede percibir la diferencia con
del Estado Novo o que Perón hacia el fin de su el primer tipo de nacionalismo que Debray expone.
mandato parecía reconociliarse "con la oligarquía na- eCuáles serían si no? Debray aquí no pone ejemplos.
cional" ( !? ) ¡Del mandato que terminó con la Re- Y de lo que en realidad trata es de la diferente ac-
volución Libertadora! Semejantes lagunas respecto a titud ante esas tendencias del castrismo y los PC.,
Argentina y Brasil, países decisivos en América La- a las que compara así: "Relación con el castrismo
tina, invalidan de cuajo especulaciones un tanto errá- (de los PCl : la misma casi que entre la 11 y 111 In-
ticas. ternacionales, haciendo los cambios necesarios". (32)
Nos deja en ayunas en cuanto a cuáles son esos
"cambios necesarios".
A ninguna política puede ocurrírsele proclamar ni
negar la vía del golpe de Estado como panacea o
infierno. Todo depende siempre de la circunstancia rLa tercera, que es en realidad la segunda: "Mu-
concreta, de las fuerzas que lo respalden, de la cho más estrechas son las relaciones del castrismo
ideología que lo mueva, etc. Golpe de Estado es un con las dos formas históricamente más importantes
concepto formal, pero en los hechos puede revestir del nacionalismo sudamericano, designadas hoy con
múltiples contenidos y desplegarse o precipitar una el nombre de nacionalismo bonapartista: el peronis-
revolución social o todo lo contrario. ¿Qué es eso de mo en la Argentina y el populismo de Vargas en el
que tienden necesariamente a la derecha? La histo- Brasil. Hoy, ambas ideologías han comensado su de-
ria desmiente tal dogma, y entonces esa ritualidad cadencia y han dejado en el lugar que ocuparon un
habitual de que nos habla Debray está más en su vacío que el castrismo va llenando poco a poco, su-
cabeza que en la realidad, pues para entender hay que biendo también aquí de las organisaciones juveniles
ir siempre más allá de los rituales. Pero esto está hacia los organismos de dirección". (33)
ligado a una idea simplista del Ejército, lo que se
conecta con una idea aún más simplista del Estado. Ese nacionalismo bonapartista tiene un comporta-
al que presenta lisa y llanamente como el monopolio miento vacilante. Nos dice que Perón y Vargas ca-
e instrumento de violencia de la clase dominante, pitularon ante el imperialismo, lo que no es tan claro,
exonerándoles de alentar en su propio seno las ma- y los envuelve en una "tragicomedia" ( 34) común
yores contradicciones de la sociedad que pretenden a los populismos. Pues aquí podemos incluir a diver-
regir, en razón de su esencia desgarrada. Estado y sos movimientos nacionales como el PIR mejicano, la
Ejército no son pura y simple identidad con la clase Acción Democrática Venezolana, el MNR boliviano,
dominante. El asunto es mucho más complejo, pero etcétera, a los que vincula más directamente a "la
no vamos a internarnos ahora en sendas reflexiones pequeña burguesía progresista". Aquí Debray anota
sobre el Ejército y el Estado: basta lo dicho para un fenómeno interesante: "Esta pequeña burguesía
revelar la visión infantil y ultraizquierdista del Esta- progresista, sin la infraestructura de un poderío eco-
do y el Ejército de Debray. Contraponer Foco y Golpe, nómico preexistente a su predominio político, trans-
nos parece así propio de una logomaquia. ¿Quiere forma entonces el Estado no sólo en instrumento de
acaso Debray reemplazar la "ritualidad latinoameri- dominación política, sino también en fuente de poder
cana" del golpe con una nueva ritualidad? La idea económico. El Estado, culminación de las relaciones
de ritualidades políticas como formas y condición de sociales de explotación en la Europa capitalista, se
cambio, poco tiene que ver con la política. La com- vuelve en cierto modo el instrumento de su instaura-
paración formal de foco-golpe es una primera dife- ción. De expresión jurídica de las relaciones de pro-
rencia, según Debray, entre el nacionalismo revolu- ducción dadas en una sociedad, el Estado, en virtud
9ionario cubano y los otros. Pero hay que ir más a de un corto circuito característico de los países semi-
loe contenidos. Veamoa. eolenialas, se transforma en instrumento ele produc-
c1on, en alguna medida, de las relaciones no dadas Debray nos dice luego que las burguesías son aliadas
de producción. La proliferación de las funciones pú- del feudalismo agrario y el capital extranjero, y que
blicas única fuente de empleo para millares de cua- sólo aparentan ser nacionales y antiimperialistas.
dros sin trabajo, sirve de sustituto al desarrollo de Aparentan, pero no son. Lo que hace del concepto
un aparato de producción. Sin el control del aparato mismo burguesía nacional la cuadratura del círculo.
estatal, esta burguesía no es nada económicamente: La burguesía nacional entonces no existe como na·
el poder político lo constituye todo para ella, y en cional. Pero por otro lado. Debray se corre al otro
efecto, ella es capa: de todo para conservarlo. Su extremo y nos dice lo contrario. Pues no se explica
conciencia de clase tiene como forma propia la vi- que Debray juzgue que la "integración de una frac-
gilancia policíaca. No se penetra en las funciones ción de la burguesía nacional a un frente antiimpe-
públicas si no es con un carnet del partido" ( ... ) rialista" sea de una importancia tal que "puede y
"Al final de esta historia los regímenes de "demo- debe ser todavía el objetivo número uno". ¿En qué
cracia nacional" dan a lu:r: un monstruo (excepto quedamos? ¿Para qué una "fracción" de una apa-
esto, no hay teratología en historia) que bien pu- riencia? El que lo adivine buen adivino será.
diera llamarse fascismo demo-burgués, suprema trans-
formación de las contradicciones en que entra un Lo que ocurre es que Debray tiene una idea fluc-
régimen burgués sin clase burguesa, un liberalismo tuante y oscura de "burguesía nacional" que le im-
sin liberales". 135) pide comprender las fluctuaciones de esa clase so-
cial. Su encierro entre la contrariedad con las fuer-
Nacionalismo bonapartista y pequeño burgués, di- zas populares y su contrariedad con el capital ex-
fícil clasificación de Debray, de fronteras borrosas y tranjero. Su política vacilante, pero vacilante según
peculiaridades casi intransferibles de país a país, han las coyunturas y presiones, lo que no es lo mismo a
cerrado su ciclo. ¿Por qué? "¿De dónde procede la que esté definitivamente alienada ni sea mero agente
alternativa? De la situación explosiva que en América en una factoría. Las burguesías nacionales resisten,
Latina ha actualizado la revolución cubana, que ha pero temen las consecuencias de una resistencia con-
hecho la prueba con ella misma y por ende para todo secuente, que les plantea problemas directos con las
el mundo". (36) Hay síntomas que puedan desarro- reivindicaciones populares, lo que las arroja a políti·
llarse nuevos nacionalismos revolucionarios, como cas alternativas. Pero además hay otro aspecto que
Brizola en Brasil. Pero en general, el vacío que de- Debray, a partir de sus premisas, no está en condi-
jan los "nacionalismos pre-cubanos" sólo puede ser ciones ni siquiera de evaluar para plantearse nuevos
llenado por el castrismo. Tal la creencia de Debray. problemas. Y es qué puede significar que la expan-
Pues la burguesía nacional . "lejos de mostrarse in- sión industrial necesite la "integración" y la "am-
consecuente consigo misma, no hace con. esto (es- pliación'' del mercado interno, lo que nos llevaría
trangular a sus propios nacionalistas consecuentes l de mano a las cuestiones del Mercado Común lati-
otra cosa que denunciar la distancia que separa lo noamericano y su conexión con el proceso nacional,
que ella es -burguesía y aliada del feudalismo agra- de latinoamericanización de los fragmentos balcáni-
rio y del capital extranjero ~e lo que ella afirma cos. Debray carece de instrumentos para el análisis
ser- nacional y antiimperialista. (37) Así, la alter- de este complejo fenómeno, tan lleno de contrarie-
nativa áel momento actual no es entre la revolución dades, y a la vez tan significativo e importante. No
burguesa (pacífica) y la revolución socialista (vio- entra en el horizonte de su problemática, y puede
lenta), como han querido hacer creer los promotores darse el lujo de pasar a su costado, ignorándolo. Es
de la Alianza 1para el Progreso, de acuardo con eso una ceguera que padece la mayor parte de la izquier-
con los reformistas, sino entre la revolución a secas da latinoamericana.
y contrarrevolución, tal como lo confiesan hoy en
día". (38)
Finalmente, es de apuntar la creencia de Debray
respecto a que las burguesías nacionales están alia-
Algo es heredable del nacionalismo bonapartista, das con el "feudalismo agrario'' y que muchos ad-
pues a pesar de sus ambigüedades, eso no impidió miran a Cuba por la liquidación de su feudalismo.
que "inmediatamente después de la Segunda Guerra, Habría que abundar sobre ese problemático feudalis-
ese bonapartismo fuera aceptado y sentido como re- mo en América Latina, que en realidad no es tal,
volucionario por los trabajadores argentinos y brasi- aunque haya en zonas amplias aún relaciones de ser-
leños que lo hicieron suyo. En ambos países estos vidumbre. Pero es el colmo que Debray crea que
regímenes han creado las condiciones subjetivas irre- en Cuba la revolución liquidó al feudalismo, senci-
versibles a partir de las cuales deberá desarrollarse llamente porque en Cuba no había feudalismo, y lo
la historia. El nacionalismo bonapartista ha retarda- esencial, que eran los ingenios azucareros, tenía una
do el advenimiento de un nacionalismo revoluciona- explotación perfectamente moderna y capitalista, in-
rio de tipo castrista, engañando a la casi totalidad trínsecamente dependiente del extranjero. Debray pa-
del proletariado, pero no lo ha hecho imposible. Pues rece tener un concepto de feudalismo también pe-
una ve: dividido el frente unido burguesía-proleta- ligrosamente fluctuante, y de una amplitud que de-
riado, éste com!en:z;a a modificar su ideología y sus vora todo lo que tenga que ver con el agro en Amé-
reivindicaciones, abandonando poco a poco las di- rica Latina. Lo que es insostenible. ¿Latifundio, mo-
recciones políticas o sindicales heredadas de los re- nocultivo, agroexportación, miseria campesina, es
gímenes anteriores, que hoy están en quiebra". (39) feudalismo?
Se hace necesario aquí un alto, pues las pregun- Segundo: El vacío de los nacionalismos bonapar-
tas asaltan nuevamente. Vayamos por partes. tista y pequeño burgués. Debray nos dice que han
terminado su ciclo. ¿Por qué? Porque los proletariados
Primero: El castrismo es a las burguesías naciona- se han escindido, en el caso del nacionalismo bona-
les, lo que el socialismo al capitalismo. ¿Qué quiere partista, de sus burguesías, lo que aún por cierto no
decir Debray? Si el castrismo es socialista y fas bur- ha ocurrido. ,:Que no se puedan repetir? No hay du-
guesías son burguesías, la conclusión es una tauto- da, nada se repite, y el nacionalismo fatalmente to-
logía. De lo que se trata es qué relación concreta mará formas más radicales. Lo que no quiere decir
puede haber entre un nacionalismo y otro. Si pueden que se haga castrista. El propio Debray reconoce que
tener sólo relaciones negativas, o las puede haber el castrismo será poliforme, que no tendrá nunca
positivas en la lucha contra la opresión imperialista. el mismo rostro, aunque a la vez les exija la identi-
26
dad unívoca de la "teoría del foco". ¿Para ser na- Si los análisis de Debray sobre los nacionalismos
cionalismos revolucionarios tendrán que pasar por el latinoamericanos son insuficientes, y no logra des-
foco como condición sine qua non? Equivale a decir prender y justificar al castrismo como su continua-
que por ejemplo en las condiciones estructurales de ción necesaria generalizada en un ,plano superior,
la sociedad argentina no habrá nunca nacionalismo denotan empero la voluntad expresa del castrismo de
revolucionario, pues nadie podrá ver ahí qué posibi- asumir y trascender esas tradiciones nacionales, Jo
lidad tenga la teoría del foco. Pero hay otra razón, que es altamente positivo. Más aún, señalan un gi-
acota Debray, a su apreciación de que antes los pro- gantesco paso adelante en la formación de la con-
lerariados fueron "engañados" (lo que es psicologis- ciencia histórica y política latinoamericana. Pues, si
mo barato) ,por el bonapartismo y ahora ya no. La no estoy equivocado, es la primera vez que un mo-
razón es el hecho Cuba. La irrupción de Cuba en vim:ento poi ítico nacional en América Latina quiere
la historia latinoamericana. poner en claro su propia situación y relación, de
modo viviente y en continuidad, con el conjunto del
¡::receso nacional latinoamericano. El castrismo tiene
una pretens:ón abarcadora, quiere romper de raíz su
Nadie podrá negar nunca la importancia decisiva encierro isleño y para ello emprende una intensa y
del hecho Cuba, y que esto ha redoblado la vigilan- g:obal reflexión histórico-política, lo que es virtud
cia del Imperio Yanqui. Nadie puede negar que es excepcional e inigualada. Ningún movimiento nacio-
un hecho que repercute en la intimidad de cada
nalista antes del castrismo sintió como necesidad
sociedad latinoamericana. j Pero no tanto como para
vital esa proyección global. En tal sentido, sus insu-
cambiar de suyo todas las relaciones sociales! Si esas
ficiencias son las insuficiencias de un adelantado.
sociedades no modifican su estructura por el hecho
¡ De un adelantado! Se ha planteado a nivel latino-
Cuba, sólo desde el análisis de esas estructuras y de
americano, y ese nivel no podrá ser ya perdido. El
las fuerzas actuantes se podrá dictaminar la viabili-
castrismo está plagado de insuficiencias teóricas pa-
dad de tal o cual tipo de nacionalismo. Cuba alcan-
rroquiales, pero rompe con los encierros parroquia-
za para mucho, pero no tanto como para modificar
les. Es esto de suyo un aporte fundamental que de-
las relaciones de las fuerzas sociales, sus contradic-
nota la verdadera altura de nuestro tiempo en Amé-
ciones y necesidades. Decretar sin más desde Cuba
rica Latina. Es una profunda señal de la latinoameri-
que porque aconteció Ja revolución cubana sólo es
canización conjunta del proceso de los países de
viable el castrismo·, parece totalmente desproporciona-
América 1Latina.
do y demasiado fácil y mecánico, al nivel de toda
América Latina. Las cosas no son tan maravillosa-
mente sencillas, y en cada país se tendrá que ir ela- Corresponde ahora un nuevo paso. Si el castrismo
borando, al compás de Jos acontecimientos, desde critica a los nacionalismos latinoamericanos desde po-
sí mismo, su propia estrategia y sus propias tácticas, siciones ultraizquierdistas, manteniendo su condición
para generar los nacionalismos revolucionarios que de nacionalismo, por otro lado critica las posiciones
América Latina i:iecesita. Que hoy haya un gran va- de los partidos comunistas no sólo desde un enfoquE¡
cío por la caída de los nacionalismos bonapartistas ultraizquierdista, sino también nacionalista. El ca·s-
de Perón y Vargas, es indiscutible. Pero eso no con- trismo lucha en dos frentes con m&dio-hermanos.
duce a que el vacío será llenado necesariamente por
la teoría y práctica del foco. Los nacionalismos no
empezaron por el foco ni terminarán por el foco.
El verde crece,
crece despacio. Ajeno es quien no toca
Desde entonces se viene la frente de la bestia
creciendo como ajeno ni el dorso de la hoja.
a que zumbe de lejos
la abeja y la tierra. Ajeno es quien no unta
Es de todos crecer, el silencio que tiene
pero más de silencio que espera.
del que libre crece Ajeno es quien no turba
porque no es aJeno la rama del otoño
al aire que tiñe con otra primavera.
esa abeja,
Todo es así. No tanto
al dolor que sostiene
que alcance a responder.
esta tierra.
Este verde -esta hierba- Todo es así. No tanto
es para que puedan que alcance a redimir.
pisarlo de repente, Todo es así y con todo
por locura de Dios. por la tierra y la abeja
Por presente. se resuelve la miel.
40
:& de todos crecer
.
OJO
.
por OJO,
entre un guiño del día y un cuidado.
Es de todos crecer
boca por boca,
entre el digo de hoy y el don pasado.
Es de todos subirse hasta más alto.
Pero más es ceder
entre dos leños
las armas de la frente
y el costado.
Miserere
por tanto
y tanto andar
tan ajustado.
Esto es presente:
exceder la gloria
- la frente al sol
y la certeza al viento -
Amapola
Esto es presente:
Todo es de aquel que usa exceder la gloria,
el azar que rebulle el sol a ti
en cada abeja. y el viento a la campana.
Todo es de aquel que expía Entera
la certeza que estalla Esto es presente:
en mediodía. exceder la gloria,
Todo es de aquel que iguala tú al azar
lo que de antes trae y la campana al hueco.
y en ser se deja. Medianera
El orden es así. Así la guía: Esto es presente:
el de aquí y el de allá exceder la gloria,
no se le mueren todo el azar,
pues de tiempo le eximen. el hueco a mi manera.
Tiempo quieren. Verdadera.
41
•
LUCIANO PARISSE
En el centro de la ciuda.d
43
Esto es importante para que mantengan un con- -Recién comienzan a leer este año; hasta aho-
tacto con el mundo. Podemos decir que por pri- ra puede decirse que no tenían leído nada. El
mera vez entran en la vida de la ciudad aque- clero brasilero no lee. Son poquísimos los que
llos que antes se formaban apartándose de ella. habitualmente leen la única revista teológica que
Algunos incluso habitan en apartamentos for- :;e edita en el país, la REB, Revista Eclesiástica
mand? "repúblicas" como se dice en el Br~sil y Brasileira, publicada por los franciscanos de Pe-
trabajando para pagar sus estudios. Casi todos trópolis.
los seminaristas trabajan, dando clase o asu-
miendo otros empleos. Y también participan de -¿Qué ha leido usted, a su vez, como trabajos.
las actividades sociales de la ciudad: conferen- teológicos con autores brasileros?
cias, películas, encuentros con estudiantes, etc.
Hoy el equilibrio de vida del seminarista es
muy difícil porque pasó de una situación de pri- -"Igreja sem fronteiras", de Frai Bernardo Ca-
sionero, de un mundo autártico con todos los tao... En Brasil la comunicación es esencial-
servicios que precisaba, a una vida dispersa. Los mente oral, tanto en base a conferencias como
programas de estudios siguen siendo los mismos, cha.rlas informales. Así, por ejemplo, hoy puede
las exigencias de vida de las congregaciones tener éxito un ciclo de conferencias sobre la
prosiguen iguales, pero el seminarista de hoy es Populorum Progressio. Se llama a algunas ve-
un hombre desgarrado. El problema es tanto más dettes de la teología para que hablen muy su-
difícil de solucionar cuanto que el seminarista perficialmente. Porque el estudio y la reflexión
hoy es un hombre a la búsqueda de su vocación. son dos cosas bastante desconocidas, aún cuan-
La mayoría perdió su motivación inicial, si la do haya excepciones.
tuvo, y las propias congregaciones religiosas han
perdido una clara visión de su especificidad en -¿Qué otrOi teólO!:OS brasilermi conoce, aparte
la Iglesia. ¿Por qué ser domínico o salesiano de Catao!
hoy, en este mundo, en esta iglesia? En nues-
tro Instituto se encuentran seminaristas de con-
gregaciones diversas. ¿Cómo no preguntarse en- -Hugo As3mann en Porto Alegre, y también De
tonces ¡::,or qué pertenecer a la Consolata y no Lima Vaz, q~:e ahora reside en Befo Horizonte.
al Sagrado Corazón, o a la inversa? ¿Por qué
conservar hoy el cuadro de vida religiosa tra- --¿Hay muchos brasileros en el cuerpo docente
dicional? ¿Por qué los votos, la repartición en de su Instituto?
casas de la congregación, las actividades de la
congregación? Los seminaristas no se reconocen
dn los padres más antiguos de sus respectivas -Casi todos. Yo soy uno de los pocos "imperia-
congregaciones. Son ahora hombres totalmente listas" extranjeros, pero más brasilero que mu-
sin raíces. Las tenían antes, pero míticas ... chos brasileros - puesto que nunca cito a extran-
jeros cuando puedo citar a brasileros. Aunque
los alumnos, muchas veces, no conocen la edi-
-¿Cómo se organizan los cursos de teología? ción en su propia lengua sino la francesa. Así
ocurre con "Concilium", por ejemplo, que es re-
cibida en su versión francesa aún cuando haya
-Según el esquema del Credo para los tres pri- otra en portugués.
meros años: el Padre en el primero, el Hijo en
el segundo, el Espíritu Santo en el tercero. El
cuarto año trata de problemas teológicos actua- -¿Mantienen contacto con los teólogos protes-
les, tales como el desarrollo, la tecnología, etc. tantes'!
C.A. - Me dicen que recientemente, en Santiago, CA. - En realidad, ¿cuáles fueron los aspectos
el Presidente de AUC participó en una marcha pluralistas de la marcha?
organizada por las Juventudes Comunistas. ¿Me
pueden explicar el problema?
JCM. - Bien, las Juventudes Comunistas pidie-
ron participar en la marcha, con carteles y ora-
OP. - Verás. Todos los años, tradicionalmente, dores. Se les dijo que la participación era abier-
los estudiantes católicos chilenos organizan una ta, pero que ellos no podrían participar como
marcha, en la cual se reflexicna sobre un tema partido político. Exactamente lo mismo se hubie-
particular. En años anteriores, los temas se re- ra respondido a cualquier otro grupo, político o
lacionaron con el Concilio, la Unidad, etc. Este no, que hiciera esta exigencia. La proposición
año, en cambio, el tema fue "La Paz". Te das parecía justa, pero no cabía en la intención de
cuenta que si bien la marcha no se define por esta -SL!br§.yalo por favor, "esta"- marcha. De
ser pluralista, en realidad, con un tema como el todos modos, participaron algunos comunistas a
planteado, se abren las perspectivas. La Paz in- título individual.
teresó por ser intención del Papa, y por la rea-
lidad de violencia que vive el mundo actual. Pese
a ser confesional en su motivo original, a me- CA. - Pero no fue esta la marcha organizada
dida que se organizaba la marcha el tema se fue por las Juventudes Comunistas, ¿no?
ampliando, aunque no puede decirse que se haya
convertido en un tema pluralista. Esto, natural-
mente, produjo una situación ambigua: presentar DP. - Ahora verás. A fines cle Junio las JJ. CC.
la marcha como una intención que nos unía con lanzaron la idea de una marcha contra la inter-
los hombres de buena voluntad, pero su estruc- vención del imperialismo yankee en Viet-Nam.
tura seguía siendo para cristianos. Ante esta iniciativa, la Federación de Estudian-
45
tes de Chile (FECH), trató de asumir Ja Idea de CA; ~ ¿Y desde ahi a la realización concreta
fa marcha, y sacó afiches anunciándola, y lla- de ía ttiaféha?
mando a manifestar contra el imperialismo, aun-
que el soldado que aparecía en el afiche era cla-
ramente un "marine". JCM. - Bien, la marcha empieza el sábado 8 tle
j!Jlio, y termina el miérc.olés 12•. Se realiz¿¡ ~ntre
Valparaíso y Santiago, y concurren aproximáda-
A esta marcha adhirió inmediatamente la Unión mente 2.000 personas; entre ellas, senadores so-
de Federaciones Universitarias de Chile (U. F. U. cialistas y comunistas, diputados ldem, además
CH.). Ante esta adhesión general de todos los de diputados democristianos; algunos democrata-
estudiantes, la AUC sintió que debería sacar una cristianos, pocos universitarios, poca Juventud
declaración, ya que también los cristianos oc. Ahora bien, si bien el comienzo fue apolíti-
estaban solicitados por esa adhesión. Si acepta- co, al entrar a Santiago se tornó sumamente. po:-
ban o no, debían hacerlo responsablemente, por lítica. Al terminar la marcha, habló el Présldente
una decisión que viniera de sopesar todas las de AUC - Santiago. Al empezar citando a
opiniones, absolutamente libres de prejuicios. En Don Manuel Larrain, fue desaprobado p~r grupos
Ja declaración se expresa que "como miembros de partidistas; fuego1 fue aplaudido y felicitado.
una Iglesia abierta y comprometida con la his-
toria de Jos hombres, tenemos el deber de apun-
tar nuestro pensamiento y nuestra acción al res- CA. - ¿Y cuáles piensa que sean lo!!! frutos, las
pecto", y se señala que "ningún hombre de bue- conclusiones de este hecho que creo sumamente
na voluntad puede permanecer indiferente ante original en América Latina?
1011 hechos de inusitada rrueldad que aquejan al
pueblo de Viet-Nam", por lo cual "adherimos a DP. - Bueno, creo que fue una buena experien-
la juventud que marcha en favor de los valores cia para conocer el marxismo real, vivido por
humanos atropellados en Viet-Nam del Norte", hombres concretos, en quienes la ideología ha
"adherimos a aquellos que persiguen metas que dejado de ser consigna y ha pasado a su valor
los unan por encima de intereses partidistas, ad- motivador. Esto es sano, porque nosotros cono-
herimos a la protesta contra la polftica de vio- cemos mucho el marxismo en libros -general-
lencia del gobierno norteamericano, porque esta- mente explicado por no marxistas-, lo que nos
mos contra toda violencia que limite a los pue- ubica en una posición más bien Idealista.
blos en la búsqueda de sus propios destinos'',
aunque esta marcha "no nos expresa totalmente
porque a nuestro juicio la guerra en Viet-Nam Me parece que salimos confirmados en nuestro
no es sólo el producto de la intervención norte- ser cristiano; estamos perdiendo el complejo
americana sino también de intereses chino-so- ante los marxistas, y nos encontramos con que a
viéticos, ajenos a la autodeterminación del pue- ellos también los cristianos tenemos algo que de-
blo vietnamita", pese a Jo cual, "hacemos un lla- cir. Nos escucharon cuando simplemente nos pre-
mado a Jos cristianos de la Universidad, para sentamos como Pablo VI, como "expertos en hu-
participar en esta marcha unidos en la fraterni- manida<l", con una mirada y una palabra que
dad y la esperanza con todos aquellos que creen busca encontrar al hombre más allá de las par-
en el hombre, en su dignidad y en sus derechos". cializaciones partidistas, uná. palabra que 1:ireten-
de ahondar y enriqueéer todás las ideologías.
JCM. - Posteriormente, eJ Presidente de AUC
-Santiago concurre a la Central Unica c!e Tra- Estamos contentos de habernos arriesgado -aun-
bajadores (CUT), donde ofrece un orador por que sea en un pequeño compromiso- a ser con-
parte de AUC. Dado que en CUT no se estaba de secuentes con lo que pregonamos: creer que las
acuerdo con la referencia a "intereses chino-so- fuerzas de la vida son más potentes que las de
viéticos", no quisieron arriesgarse, y le entrega- la dispersión, que hay más razones para unir a
ron un papel programático en que se determina- los hombres que para oponerlos, creer en el valor
ban los cinco puntos que definían la razón de de un ideal para realizar el encuentro. Haber
ser de la marcha. creído que la fuerza de Amor y Vida es una rea-
lidad, y haber descubierto entonces de manera
Esa noche, nos reunimos algunos laicos y sacer- muy vital que sin traicionar nuestras afirmacio-
dotes, entre los cuales había varios teólogos, para nes podemos dar la mano a otros que se han en-
analizar el problema. Después de una larga dis- contrado con la realidad de modo distinto.
cusión se entendió conveniente participar, por lo
que significaba como rostro de la Iglesia. Frente
al hecho de que había que hablar de acuerdo a Ante Ja cpm1on pública esta marcha era comu-
lo que se señalara por parte de Ja Comisión Or- nista. Ellos no agitaron como podían haberlo he-
ganizadora de Ja Marcha, se entendió que los cho la presencia de católicos. Se perdió el pre-
cinco puntos de la referida Comisión nos inter- juicio paralizante de que nos van a utilizar. Se
pretaban, por lo cual resolvimos preparar un dis- abrió así una nueva puerta, más que para un diá-
curso en torno a esos puntos, que no amputara logo ideológico, para acciones comunes, reunidos
ni trastocara nuestro pensamiento. Si ellos acep- en torno a tareas que para ellos son de la his-
taban ese discurso, ocuparíamos la tribuna. Si no toria y que para nosotros, siendo de la historia,
aceptaban, no hablaríamos. son solicitaciones de Dios.
METZ ROLLINS
La no violencia es
. ,
acc1on,
aunque no lo parezca
Mientras la lucha racial estallaba en las calles de Newark y varios negros pagat>an
con su vida la tarea por la integración, un estrecho colborador de Martín Luther
King, largo y elástico como un Globetrotter, J. Metz Rollins jr., 4() juveniles años,
ministro negro de la Iglesia Presbiteriana Unida de los EE. UU., abogaba por la no
violencia en el acogedor Centro Emmanuel de Colonia Valdense, Uruguay. Otros dos
campeones del mismo principio habfan venido con él, el italiano Danilo Dolci y el
francés Jean Goss. La audiencia era reducida y evangélica: un par de viejos pastores,
·.~!! profesor y varios alumnos del Seminario Menonita que funciona en Montevideo,
algunos jóvenes estudiantes y empleados. Pero esta pequeña asistencia estaba de
acuerdo con el carácter del encuentro: no una asamblea ni una conferencia, sino un
"seminario de la no-violencia", con especial énfasis en los métodos no violentos de
lucha más que en la ideología que suele respaldarlos.
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de los acontecimientos lo forzó a pronunciarse él opina. También he conversado con Richard
sobre esta situacién, porque todavía en EE. UU. Shaull, una voz muy reconocida.
hay quienes creen que puede mantenerse la gue-
rra y la segregación. . . La guerra del Viet Nam La Conferencia de San Pablo sobre la no violen-
ha detenido la solución de ciertos problemas do- cia fue realmente muy buena, porque por lo me-
mésticos, a la vez que contribuye a "aclarar" los nos la mayoría de las personas que asistieron
problemas de los negros en mi país, puesto que tenían una gran preocupación por las personas y
muchos de ellos han ingresado al ejército no por los problemas de esas personas con quienes con-
puro patriotismo sino por una buena alimenta- viven. El público estaba compuesto por muchí-
ción, un hospedaje decente, dinero, ropa, y sobre simos sacerdotes católicos, estudiantes de teolo-
todo porque el ejército es un lugar donde son tra- gía también católicos y, por supuesto, protestan-
tados como hombres. Es por causa del tratamien- tes. Había por ejemplo un estudiante de teología
to igualitario que hay tan alto porcentaje de ne- católico negro que nos dijo que en Brasil se pro-
gros en el Viet Nam. Muchos se han vuelto a ducían problemas raciales; va a ser ordenado sa-
alistar para mantener esa posición, porque viven cerdote en Roma a fines de este año, y mostró
mejor allí que en un slum de Chicago. La me- mucho interés en venir a los EE. U U. a estudiar
jor declaración de King en el largo discurso que el problema racial. Voy a procurarle los medios
usted recuerda fue, para mí, la que insistió en necesarios para ello. Estaba también una señora
subrayar que quienes estamos comprometidos con en representación de las empleadas domésticas,
la no violencia debemos llegar a ser ciudadanos negra, Terezinha Queirós. Por supuesto, lucha
del mundo, por lo cual nuestra preocupación tie- muchísimo para conseguir condiciones mejores
ne que ir más allá de las barreras, de cualquier para su gremio. Y el doctor Mario Hazel, un per-
tipo que ellas sean ... sonaje clave. Había también profesores de facul-
tades, incluso un sacerdote católico que es pro-
-¿Qué opina usted del caso Clay? ¿No cree que fesor en la Universidad. Como ve, un grupo muy
se ha jugado a extremos de perder el título mun- heterogéneo, ¿no? Hasta podía encontrar en él
dial por su rechazo a luchar en Viet Nam? a un representante del partido de oposición al
gobierno.
-Creo que hay que ver el caso Clay en dos par-
tes. La primera, como un joven negro que salió -¿Qué pudo observar usted de la situación bra-
de la pobreza por medios violentos. Porque el silera?
box es ciertamente un deporte violento, ¿no? y
un deporte que ha sido un medio de ascenso para
1·os grupos minoritarios, como los portorriqueños -Mis dificultades de lengua me hacían bastante
y los negros. Bueno, en esta primera parte de su difícil la lectura de los diarios e incluso la con-
carrera, Cassius Clay no hizo la menor declara- versación con personas fuera de la conferencia,
ción sobre ninguna cuestión social. La segunda donde había traductor. Y además, al encerrarme
etapa se da ahora, desde que comenzó a relacio- cinco días en una conferencia que era más que
narse con los musulmanes negros. Este es un nada para organizar el movimiento, no me quedó
grupo que por cierto no representa al Islam. Es tiempo para hacerme una idea muy clara de ese
una distorsión, una herejía del Islamismo, con al- complejo Brasil, pero sin embargo pude saber
gunas de sus ideas y sus símbolos. Este grupo ~u~ se sufre mucha represión por parte de la po-
en parte reacciona contra el hecho de que el llc1a, sobre todo en el Nordeste. Además, a raíz
cristianismo es una religión de blancos. Pero abo- de nuestro conocimiento de la persecución que se
hac~ ele los estudiantes, nos suscribimos a un
ga por la separación de los negros, en una tierra
manifiesto al gobernador de San Pablo, Roberto
que el gobierno norteamericano les dé para que de Abreu Sodre. Como él no estaba en ese mo-
vivan juntos con su gobierno propio, su propia mento en San Pablo, sino en Catumbia, no sé el
cultura, su sociedad cerrada. Clay se convirtió y eco que tuvo.
cambió de nombre, quiso llamarse Mohamed Alí
y no Cassius Clay porque éste, dijo, era un ncm-
bre que le habían dado los amos blancos. Se hizo -¿Conoció al ya famoso Chico, el superior de
ministro de esa religión. Intervino en público por los dominicos?
primera vez en su ciudad natal, reclamando igua-
les viviendas. Pero no participó en marcha algu- -Sí, como no. Nos hizo un programa de dos ho-
na. Como ministro está contra la guerra y por ras por televisión. Es un tipo notable este hom-
eso no va a Viet Nam. Pero no es un objetor de bre, un dominico católico muy en la línea. Está
concie11cia sino que simplemente quiere evadir el organizando una gran huelga por la paz para
reclutamiento obligatorio. Y de eso se le acuca. Setiembre.
-Bueno. Ante todo, usted no debe oivldar que -No, absolutamente, no. Había muy pocos.
este es mi primer viaje. Y que todo lo que sé
sobre América Latina me lo han contado o les
misioneros de mi iglesia o gente que ha estado -¿Y qué nos dice de Chile?
aquí antes. Por ejemplo, un amigo mío, John
Horn, que estuvo en 1966 en Brasil, aunque al- -Trataré de ser lo más justo posible. Por mi
gunas personas no están de acuerdo con lo que parte, creo que la conferencia fue todo un éxito.
48
Había u·n público muy diverso, obreros, gente jo- -¿Tiene usted contactos con ellos, trabajan
ven de grupos de acci6n. juntos?
-¿A qué le llama usted "grupos de acción"? -Francamente, no, par lo menos no siempre. Cla-
ro que ellos participan muchas veces de marchas
-A la juventud dem6crata cristiana, la comunis- o incluso de grupos por la paz, heterogéneos,
ta, la socialista. donde hay un poco de todo, pero no en el mío
específicamente. Conozco bastante a Carml-
-¿Participaron ustedes de alguna reunión con chael, que pertenece a uno de estos grupos con
estos grupos? el que hemos trabajado por los derechos civiles.
-Fue estupendo, porque el miércoles 12 fuimos, -¿Qué otra cosa hace usted en EE. UU.?
o más bien ellos nos vinieron a invitar, a una
marcha por la paz de Valparaíso a Santiago. Da-
nilo y yo, bueno, Danilo Dolci, se entiende, nos -Yo trabajo full time para la iglesia presbiteria-
unimos a ellos y caminamos 17 kms. na, en lo que llamaría eufemísticamente "relacio-
nes de razas". ·
-:¿Con qué fin?
-¿Y qué alcances llega a tener este eufemismo?
-Por la paz en Viet Nam. Durante esta marcha,
tuvimos oportunidad de diversos diálogos entre -Eso es acción, participación, convivencia. Mi
comunistas muy comprometidos y estudiantes ca- iglesia no es un templo. Es gente. Yo he partici-
tólicos sobre la guerra, el imperialismo de Es- pado de miles de marchas y otras demostracio-
tados Unidos, el futuro de América Latina, etc. nes de no violencia, eso es "relaciones de razas".
Se mostraron muy sorprendidos de que se estu- Me acuerdo una vez en una marcha en Mississi-
viera realizando una conferencia de la no violen- pi, que nos tiraron gases lacrimógenos. Eramos
cia y nos preguntaron muchas cosas sobre los unas cuatrocientas personas. Yo me dije: "No es
métodos que nosotros utilizábamos, tanto en Es- posible que un gas cualquiera nos derrote", y
tados Unidos como en Sicilia. Este diálogo fue me saqué la camisa y me envolví la cara y pre-
para nosotros muy importante, pues quedamos tendí seguir adelante. A los pocos minutos esta-
vinculados con una cantidad de gente y además ba sofocado.
creemos haber despertado entusiasmo por la no
violencia entre estos jóvenes.
-¿Cómo así?
-¿Por qué no habían sido invitados estos grupos -Sí, no se crea que gases lacrimógenos quiere
a la conferencia? ¿O habían sido invitados y no
concurrieron? decir "lágrimas". Es algo mucho más horroroso.
A medida que uno los va respirando le oprimen
el pecho y uno se siente mareado y ahogado,
-Al preguntar nosotros a los que organizaron la tiene que retirarse. Y así fue, me fui. A las pocas
conferencia, tuvimos la desagradable sorpresa de cuadras, me encontré con alguien que estaba ha-
saber que la gente de iglesia prefería evitar todo ciendo grandes aspiraciones, mirando al cielo. Era
contacto con gente comunista o tildada de comu- Martín Luther King.
nista.
-¿Y qué hacen entre marcha y marcha?
-¿A qué "gente de iglesia" se refiere usted?
-Bueno, para tratar de eliminar la discrimina-
-Bueno, en este caso en Chile la mayoría eran ción racial damos conferencias gratis, viajamos,
recorremos el país, firmamos manifiestos, nos pa-
metodistas y pentecostales. Hubo por suerte dos
ramos en silencio con carteles. Por ejemplo, para
sacerdotes católicos que participaron toda la se-
lograr que nos dejaran ir al cine a nosotros, ne-
mana, y un laico que representaba a un cardenal
gros, durante casi dos meses, a determinada hora,
del sur de Chile. El viernes 14, el último día,
unas 75 personas en cada uno de los grandes
acudieron también unos ocho o diez sacerdotes cines se ponían a la cola de cada cine, empeza-
de Santiago.
ban a pedir entradas, eran rechazadas, y cada
uno de. los rechazados se volvía a poner en la
cola y así sucesivamente durante dos horas, en
"MI IGLESIA NO ES UN TEMPLO" todos los cines grandes.
-¿Qué contactos tiene usted con la Nueva Iz- -Toda esta acción proporciona una gran oca-
quierda? sión para el ecumenismo, ¿no es verdad?
-¿La New Left? Sí, hay varios grupos muy nue- -En general trabajamos este problema ecumé-
vos de gente joven como el Free Speech Move- nicamente con protestantes de otras denomina-
ment en Berkeley. ciones, católicos, etc. Al mismo tiempo, la preocu-
pación de todo el clero de cualquier iglesia por
Viet Nam por ejemplo, es grandísima. Un grupo
-¿Qué juicio le merecen? ecuménico por la no violencia fue el que orga-
nizó el discurso más importante entre los que
-Creo que estos grupos de la New Left no están pronunció Martín Luther King por la paz en Viet
basados ni en la vieja ideología de Marx ni en el Nam. En cuanto a Viet Nam, para ser más con-
socialismo. Más bien es un radicalismo que pro- cretos, hemos mandado al Viet Nam del Norte
mueve una New Left propiamente americana. Ge- acopios de medicina, hemos hecho jornadas de
neración o revoluci6n. oposición en muchos estados ...
49
Vitrina de la democracia:
• situaciones
plebiscito puertorriqueño
En Agosto, el profesor Bourricaud -tantas veces Cual sea la razón de esta "inhibición" de los pe-
visitante del país- llega a Lima. De tres reuniones ruanos, el libro de Bourricaud -primer trabajo de
llevadas a cabo du.rante su presencia, la última es conjunto sobre el tema- sigue siendo motivo de
sobre el libro en cuestión. La organiza el Institu- estudio y de discusión. VISPERA dedicará a él una
to de Estudios Peruanos. En la noche misma de la lectura en su próximo número.
mesa redonda, un número crecido de asistentes llena Luis H. Pásara
el local. Bourricaud habla locuazmente durante más (Lima)
La Crisis en la
Universid~d católica de Chile
La crisis que desde hace algunos meses venían nuevo Reglamento, en el cual tengan participación
afrontando las Universidades Católicas en Chile cul- los profesores universitarios.
minó, finalmente, el 23 de Agosto próximo pasado.
cuando el Cardenal Raúl Silva Henríquez puso tér- A lo largo de la ocupación, el país vivió una apa-
mino al conflicto, apoyando las posiciones sostenidas sionada polémica entre las partes en pugna, que se
por la Federación de Estudiantes de la Universidad realizó a través de la prensa oral, escrita y· tele-
Católica ( FEUC), que desde hacía 1O días ocupaba visada. Más repercUsiones del problema llegaron hasta
la totalidad de los recintos universitarios. la Presidencia de la República, qÚien intercedió ante
el Cardenal Silva Heinriquez para que interviniera
en el conflicto para finalizarlo; hasta la Santa Sede,
Desde la noche del 11 de Agosto los estudiantes quien autorizó al Cardenal a intervenir de acuerdo al
santiagueños -que definían la UC como monárqui- espíritu de los documentos aprobados en Buga sobre
ca, desvinculada del momento histórico nacional e Misión de la Univers'dad Católica en América Lati-
inorgánica, determinada en la mayoría de los casos na; a la Organización de Universidades Católicas de
por intereses extranjeros y clasistas- ocupaban ·los América Latina (ODUCAU, que en su próximo Con-
recintos universitarios, en lucha por una real demo- greso deberá tratar los acuerdos de Buga. Finalmente,
cratización de la UC, con una plataforma en la que la intervención del Cardenal en actitud de mediador
se incluían los siguientes puntos: 1) Nombramiento puso fin al conf 1icto, abriendo nuevos caminos. para
de un Pro-Rector bajo acuerdo de profesores y es- reflexionar sobre el papel de la Universidad Católica
en América Latina.
tudiantes, con atribuciones especiales para constituir
un Claustro Pleno que dé garantías de representati- El problema, del cual damos simplemente una su-
vidad para una elección democrática del nuevo Rec- maria información por problemas de espacio, pasa
tor; 2) Realización del Claustro Pleno en un plazo de ser una mera "si:tuación" para deber analizarse
de 3 a 6 rrieses, con un 25 % de participación es- como "perspectiva". Y como tal será tratado en pró-
tudiantil; 3) Caducidad del Reglamento recién apro- xima VISPERA.
bado por el Consejo Superior y elaboración de un ~ - LC
Sl
"Superando
la perspectiva desarrollista (... )
en una perspectiva pluralista"
Ciudad de México (NAl - Sólo con la con- pete contribuir a lograr la autonomía cultural de
quista de la autonomía cultural, América Latina po- nuestros pueblos a través de un fuerte incremento
drá romper con los centros de poder a los que se en- del saber científico y tecnológico, superando la pers-
cuentra sometida, viviendo un imperialismo en los ni- pectiva desarrollista, encarando el planeamiento de
veles cultural, económico y social, afirmaron los di- modo integral y utilizando la autonomía técnica, ad-
rigentes del Secretariado Latinoamericano del Movi- ministrativa y docente -en aquellos casos en que
miento Internacional de Estudiantes Católicos, al clau- todavía los gobiernos oligárquicos y militaristas del
surarse el Seminario sobre Pastoral Universitaria (ju- continente no han arrasado con esa autonomía- co-
lio 15-26), en el que participaron representantes de mo instrumento en la búsqueda de esa autonomía
Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chi- cultural",
le, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nica-
ragua, Paraguay, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Ve-
nezuela. "En aquellos· países -añade- es de fundamen-
tal importancia el compromiso ideológico de los cris-
tianos en una perspectiva pluralista como medio de
Al finalizar el evento, que se realizó en la casa superación del subdesarrollo a través de la acción po-
de ejercitaciones Por un Mundo Mejor, el paragua- lítica".
yo Luis Meyer, que preside el Secretariado Latino-
americano del MIEC, acompañado de otros líderes
universitarios católicos de diferentes países, conce- "A los efectos de asumir las exigencias que esta
dió una entrevista de prensa para dar a conocer las realidad plantea a la universidad latinoamericana y
conclusiones generales a las que se llegaron. a los cristianoS' en ella comprometidos, se realizó una
reflexión teológica que fundamentara seriamente la
En materia de análisis de la realidad latinoame- línea del compromiso temporal y la revisión de vida
ricana se concluyó que "la realidad del subdesarro- en equipo por parte de los militantes cristianos. A
llo constituye una profunda alienación que debe ser partir de una concepción antropológica, se realizó
superada en la búsqueda de una mayor humani:a- una reflexión sobre las relaciones entre la Iglesia y
ción del mundo y del hombre. En esta tarea de lu- el mundo, la fe y la cultura, las relaciones entre la
cha contra el subdesarrollo, a la Universidad le com- fe, el amor y la esperanza de los cristianos, y se
5Í
trató de superar las alienaciones espiritualistas de una proporciona a sus militantes elementos de juicio pa-
Fe separada del mundo, que tanto sufre la Iglesia ra que cada uno en lo particular escoja la icleología
de hoy". que mejor le parezca.
Precisa además que "se analizaron aspectos pasto- Acerca de los cambios sociales que deben operar-
rales concretos y se constató con dolor, las dificul- se en América 'Latina, el presidente del MIEC expre-
tades que la Jerarquía eclesiástica plantea en mu- só que mientras el hombre latinoamericano esté alie-
chos de nuestros países a la acción salvífica de los nado por el hambre y el analfabetismo, no puede ha-
laicos". ber proceso de desarrollo y por tanto se hace necesa-
rio un cambio de estructuras para acabar con situa-
Después, respondiendo a preguntas de los perio- ciones de injusticia y miseria y en algunos países la-
distas, los líderes estudiantiles dijeron, respi?cto a la tinoamericanos el único que les queda es la toma del
autonomía universitaria, que cualquier tipo de pre- poder por la violencia. Puntualizó que la tarea a rea-
sión, ya sea económica a través de subsidios o por lizar es responder a esa urgencia de liberación cul-
la fuerza del Estado, es inaceptable. Informaron que tural, económica y social en América Latina.
en varios países de América Latina la fuerza militar
interviene las universidades en cuanto éstas, en su Interrogado acerca de si consideraba que el co-
labor de promoción social, afectan las estructuras munismo representa un problema para América La-
existentes. Precisaron que la Universidad no debe ser tina, Meyer le cedió la palabra al dirigente colom-
un lugar en donde deba darse una determinada for- biano Eduardo Barragán, quien respondió que el pro-
mación ideológica, incluso en aquellos centros de es- blema del continente no es el comunismo, sino el
tudio patrocinados por la Iglesia. hambre, el subdesarrollo y la injusticia, y los par-
tidos marxistas han dado una aportación evidente en
Como el presidente del MIEC dijera que es de vital la búsqueda de Ja liberación y ese es un hecho que
importancia la búsqueda de una ideología en Amé- no puede desconocerse.
rica Latina para acelerar el cambio social, se le pre-
guntó si la cristiana sería esa ideología. Respondió Finalmente los dirigentes del MIEC expresaron que
el líder paraguayo que el cristianismo es una fe que el universitario católico no tiene que buscar otras
supera todas las ideologías y que el MIEC no se in- ideologías, sino analizar las que existen y ver cuál
clina por ninguna ideología determinada, sino que le satisface más.
( •) Con fecha de 10 de .tl.goslo del Presente año, el Carden,,/, Juan Landá:uri, .tl.r:obupo de LJma,
s• 1#rigió por carta --dada a publicidad en lodos los órganos tk prens,,__ al Alcalde de Uma 1 la Pre-
sidenta de un Comité de Señoras Pro Basílica de Santa Rosa de Lima, seña./.4mlo la incomeniencia de
tlicha comtrucción multimillonar•a en el acJua/ momenlo 1 sugiriendo se limitaIB el homenaie " la erec-
csón del Centro .tl.si!lencial, incluido ea •I coniunto Mq1'#ectónico proP1'eJlo.
Aplaudimos al Señor Carde- echar sombras a las figuras de llega a comprender el misterio de
nal, porque en su actitud de di- Juan XXI 11 y Pablo VI, o en- la pobreza y se convierte en un
ferir a un futuro imprevisible, contrar vericuetos idiomáticos insulto a quien va d'rigida. No
pero deseablemente cercano, la para debilitar el impacto de Po- estamos le jos de las asociaciones
erección de la Basílica de Sta. pulorum Progressio, debemos re- pías que tenían "sus pobres", o
Rosa de Lima, hay testimonio y conocer el gesto valiente de la más recientemente "su barriada".
hay enseñanza. Testimonio a los Jerarquía Peruana. La Iglesia no Sin el menor respeto a la persona
pobres del país, de que a los avala más la buena voluntad, por o a la comunidad, sin la menor
agravios que diariamente se les piadosamente desorientada que consideración a los sentimientos,
infiere (en la economía primiti- esté, si con ello se atenta -al a las necesidades reales, al orgu-
va del latifundio y en la moder- desvirtuar la escala cristiana de llo personal legítimo o a la deci-
na del sub-empleo y el tugurio), valores- contra el pobre, o más sión íntima, se les "ha ayudado".
no se 'Unirá, con beneplácito de claro aún, contra la comprensión
la Iglesia, su perpetuación en de los conceptos de caridad y
piedra o en cemento, que sería justicia social. Comúnmente, no se da dinero,
escándalo y no alegría de la hu- porque es "malacostumbrarlos" o,
milde Santa. presumiblemente, ha de ser "mal-
Hay _profunda enseñanza y gastado". Se les obsequia vesti-
voluntad de encauzar, en las bre- dos, o juguetes, o se les constru-
Nos felicitamos de conocer es- ves líneas de los mensajes dirigi- ye algo. Gracias a la Iglesia
ta determinación, respaldada y dos por el Cardenal al Alcalde de -consciente de la deforma-
hecha colectiva por la Asamblea Lima y al Comité de Señoras. El ción- nos hemos librado de que
Episcopal, que equilibra y abre dinamismo no está en las pala- "se nos construya" una basílica.
las puertas a un mercado de es- bras, sino en el hecho que en-
peranzas para este pueblo sub- carnan. Con un solo gesto se al-
desarrollado, que por largo tiem- canzan dos objetivos: el primero, Esta "caridad" que analizamos
po y sin que muchos quisieran frenar y reorientar una caridad exige ser denunciada, porque
entenderlo, ha dado múltiples benevolente, deformada por el desgraciadamente, no es en mu-
pruebas de su fe en Cristo y de paternalismo, que aún se mantie- chos casos sino el reverso de una
ru desconfianza en no pocos de ne reacia a entender lo que sig- actitud que encubre hechos más
sus representantes. nifica justicia social, y que toda- serios. La incomprensión del au-
vía habla de "dar" o "donar", téntico desarrollo y promoción del
sin querer aceptar oue devuelve hombre, que implica en palabras
Cuando los intereses del poder o reintegra. Confundida desde. el del Cardenal, su paso, "Jl'llra cada
político y económico intentan inicio, esta caridad aparente no uno y para todos. . . a condiciio-
55
nes más humanas". Esconde re- vivimos, que urgentemente re- compartida- también llega fa
mordimientos pero también mu- quiere instituciones rectoras. En enseñanza contenida en el gesto
chas veces explotación. Ay de esta ciertos casos la protección contra del Cardenal. "Cualquier sacrifi-
"caridad" de los patronos que el abuso existe en la letra de la cio" para alcanzar la meta del
pagan bajos salarios o recortan ley, aunque ésta no se cumpla. En desarrollo humano, invita a nues-
los beneficios, preguntándose otros, sólo el respeto al hombre, tros pueblos serranos, a nuestras
"qué va a hacer 'esta gente' con que para el cristiano es "imagen barriadas costeñas, al conjunto de
tanta plata?" para luego cual de Dios", puede ser invocado. los desposeídos en el Perú, a
beatíficos Reyes Magos distribuir reorientar también su escala de
agradecidos regalos en el fin de valores y conformarla a la meta
Dijimos al inicio que en la ac-
año. Y la participación en las colectiva, puesta por la Iglesia
titud de la Iglesia Peruana había
utilidades, ese ve sustituída por Peruana bajo las directivas y
enseñanza. Estamos convencidos
unos juguetes para los niños o la orientaciones del Concilio. Ahora
de ello. Enseñanza por la vía del
construcción de una cafetería pa- deberá entenderse en la fe rústi-
ejemplo, a toda la comunidad.
ra el personal? Es grave ofensa ca pero profunda del campo y el
A los ricos objeto de preferente
sustituirse en la decisión personal tugurio, que las prioridades son
atención de la Iglesia- rectifi-
y "hacer el bien" con lo que le- otras y que no se ofende a Dios,
cando un erróneo y heredado con-
gítimamente es de otros. Ay de sino al contrario, se le honra, si
cepto de caridad, como ya vimos.
las señoras, buenas amas de casa, Paralelamente, desarrollando se- primero se atiende a las urgentes
que pagan salarios de hambre a necesidades del hombre. Así tam-
renamente el concepto de respe-
su personal doméstico, inferiores bién, se postergarán la torre del
to al pobre por la vía de la aus-
al salario mínimo, les rechazan templo, la nueva campana, los
teridad. "No es oportuno y debe
indignadas los beneficios sociales, muros del cementerio, las andas
postergarse, para tiempos venide-
nunca se preocupan de inscribir- de la Virgen y tantas otras pe-
ros, cuando las condiciones socio-
las en el Seguro Social, conside- queñas basílicas, para abrir paso
económicas de la colectividad así
ran normal una jornada de 12 o a la inversión en la tierra, la
lo permitan" no sólo la Basílica,
14 horas, refutan un atentado compra de semillas y fertilizan-
como ha querido entenderse, sino
contra el sistema que haya dis- tes, el equipamiento de los talle-
también toda otra ostentación. No
minuído el servicio "cama aden- res y la educación de los hijos.
es oportuno importar y consumir
tro", se quejan de que "ahora "Todos los recursos" se deberán
al nivel de fa clase media norte-
exigen ir al colegio", y luego, volcar "para lograr una sociedad
americana, cuando nuestras ma-
tranquilizan su conciencia rega- más justa".
yorías viven por debajo del nivel
lándoles sus vestidos usados y
de subsistencia. Debe postergarse,
comentando: "que más quieren, La comunicación del Cardenal
no el auto, pero sí el deslumbre;
nada les falta, tienen casa, co- no la casa, pero sí la mansión, sienta una sólida base a la so-
mida". ¿Hay muestra más clara lidaridad en la caridad verdadera,
no la comida, pero sí el sibaritis-
de la violación de la justicia en mo; no la diversión, pero sí el des- que es amor y es justicia. Hay
nombre de la caridad? pilfarro; no el centro asistencial, esperanza para el Perú. De nues-
pero sí la Basílica. tra parte, hay respaldo a la va-
lentía y agradecimiento por la en-
Lo anterior desgraciadamente no
es una caricatura de la realidad. Y a los menos ricos -que la señanza.
Es sí, en gran parte, consecuencia verdadera pobreza, que significa Hélan Jaworski
del rápido proceso de cambio que desapego, puede ser ampliamente (Lima)
56
"FORMA DE PIEL" A DOS VOCES
• lecturas
A mitad de •
camino
"Está el amor, pero tam-
bién está la vida", dice la
frase de Jean Anouilh que
abre las páginas de "Forma
de piel". Qué, la vida, ¿un
"pero" al amor?
"La vida" transcurre esti- "Qué es, en serio, mi vida" ranciado, "tan iguales". Has-
val, instalada, sosegada para -se pregunta Verónica en el ta que descubre a Anselmo,
Verónica, protagonista en pri- diario íntimo que nutre a la "un tipo distinto". Tranquilo,
mera persona del singular de mayor parte del texto- "ade- seguro, toca el tamboril con
esta segunda novela -o nou- más de esta epidérmica ma- los otros pero no tan bien co-
velle--- de Juan Carlos Som- nera de sentirme cómoda?" mo ellos: hijo de un contra-
ma. Aunque innominado, no es Hasta que "algo" comienza a bandista, no nació en el con-
difícil identificar al balneario "interferir en el aire tibio, sa- ventillo sino que ha llegado a
donde se levanta su casa de lado y perfumado de nuestra él cuando su padre fue a pa-
verano. Es seguramente el felicidad": un grupo de "mu- rar a la cárcel; mecánico, es
más triste entre toda esa lar- chachos pobres" que son "di- al mismo tiempo un lector
ga serie de playas en las que rigidos por un sacerdote que empedernido, que accede sin
de enero a marzo, inevitable, no conozco - ( ... ) D.eben ser esfuerzo alguno a los niveles
rutinariamente, se despereza obreros. Son raros. El sacer- culturales de Verónica y' se
la burguesía media a partir dote también". Vienen de un convierte pronto en su inter-
de Montevideo, cuando el Río conventillo montevideano, re- locutor.
de la Plata todavía sabe a río, vestidos de sus signos más
cuando todavía no estallan la folklóricos, los mates al aire Anselmo interpela a Veró-
sal y el viento oceánico de libre y los tamboriles a coro. nica: "Me acorraló a pregun-
Punta del Este. Estamos en "Molestaban". "Casi me gus- tas. ( ... ) Después habló de
La Floresta, aislado reducto tan: siempre se está!J. riendo. religión. Le pregunté si era
del catolicismo tradicional, le- Parece que nunca tuvieran católico y no hizo caso a mi
vantado en tiempos en que la miedo". "Me gustan y me mo- pregunta. ( ... ) Se sent-0, es-
respuesta a la creciente secu- lestan". peró que me calmara un poco
larización del Uruguay' no iba y me dijo, mirándome fijo:
más allá de un repliegue de Verónica empieza por ver- "¿Y usted?" "¿Usted qué?"
los católicos sobre si mismos. los como un conjunto indife- "Usted . . . esta vida ... , las
57
cosas que cree que hace ..• mún unión, y sin vínculos es- ha prohibido otra posibilidad".
¿~ué busca?, ¿en qué cree tables con una institución que
realmente, aparte de toda es- sea su sede; la "comunión" Y siguen sucediéndose los
ta manera de creerse .impor- como emoción de vez en cuan- símiles bíblicos, no sé si por
tante cuando está. acompa- do, privada e individualista, expresa voluntad del autor:
ñada ?" como acceso forzado a una junto al anonadamiento, un
alegría oscura, evasiva, irreal. nuevo nacimiento. Lo señala
La "comunión" a espaldas de Anselmo: "Verónica. Acabas
Pero, ¿a titulo de qué .An- su circunstancia individual y de nacer". Lo confirma Veró-
selmo se convierte en el in- social. Evadiéndose de la his- nica: "Hay que nacer de nue-
terpelame? Un primer, exten- toria. vo".
so paréntesis al diario de Ve-
rónica (recurso que será re-
petido cada vez que otro texto ¿Pero cómo? ¿Qué, más allá
tome el lugar de esta confe- "HAY QlJE A.MAR, de la ruptura? Verónica con-
sión escrita de la protagonis- VERONICA" fiesa su desconcierto, -~nsel
ta) incorpora un largo dis- mo le advierte los riesgos que
curso de Anselmo ante la está corriendo, y le exige:
muchacha. Y, curiosamente, "Está. el amor ... "· Veró- "Hay que amar, Verónica".
el interpelante no hace más nica se siente liberada por es-
uue responder a la pregunta ta interpelación, "como si de
repente vislumbrara una ale- Otra vez resuena aquí la
que, de rebote, le dirigiera el ambigüedad de perspectivas
día anterior la interpelada: gría o una seguridad cuya
existencia ni siquiera sospe- que abre Anselmo (y el autor)
"Ayer me preguntó si soy ca- a la protagonista. No alcanza
tólico y cambié de tema. Me chaba".
con afirmar el amor: hay que
molestó la pregunta; parecía darle contenidos concretos.
como que me estaba pidiendo Pero esta "liberación" se
Pero estos contenidos se agol-
la libreta de conductor o el hace al precio de una ruptu- pan aquí primordialmente del
carnet de buena conducta. La ra con los suyos. Con su ma- lado de las rupturas, y' aún
iglesia ... ¿qué es la iglesia? dre, caricatura gruesa del cle-
allí se quedan cortos: la crí-
¿esa acumulación de estupi- ricalismo más clasista y' ce-
tica a la clase social de Ve-
deces en que ustedes la han rrado. Con Roberto, el novlo rónica no parte de una ideo-
ido convirtiendo de a poco? rico, el fils a papa que en el logía ni desemboca en una ac-
Supongo que me cuento entre fondo no es más que otra pro- ción política. Rezonga, pero
sus mejores enemigos, hasta piedad del padre estanciero. no cambia el orden estable-
que no vea suficientemente Con el Padre Eduardo, el cu-
arrasada toda esa mojigatería cido.
ra del balneario que siempre
bendita y sacramentada. Lás- aparece antes y después de
tima que no pueda hacer tan cada decisión materna, como Al respecto, hay dos decla-
poca cosa. Ustedes los católi- inspirador o ejecutor, como raciones especialmente signi-
cos con carnet, hablan de igle- comensal frecuente, como con- ficativas, que llegan directa-
sia y me hacen doler el estó- fesor impiacable, como for- mente a Verónica cuando el
mago, créame; y me dan risa, mando una pareja con la ma- "amor" parece alcanzar su
pobres. ( ... ) ¿Hasta cuándo dre (y así aparecerá en una climax. Las dos expresan a
se van a estar creyendo bue- pesadilla posterior) y pruvo- Anselmo, aunque la primera
nos y seguros?" Pero también: cando juntos, en Verónica, no sea suya sino del Padre
"La iglesia es un estado de una misma rebeldía, un des- Ignacio, el cura que fue con
amor que se apodera de uno, precio por el catolicismo tra- los conv'entilleros. 'Llegamos
o es un modo perfumado de dicional que se identifica con a la primera luego que este
vomitar a Cristo en cada nue- el desprecio por la madre que gran critico del clericalismo
va comunión." ¿Cuál es, en- la incrustó y la quiere man- tradicional se revela no me-
tonces, la respuesta de Ansel- tener en él. Una ruptura, en nos clerical, no menos pen-
mo? "No, no soy católico". fin, con todos los que están diente de una personalidad
"seguros en su costumbre" r del clero: el Padre Ignacio,
por eso "No saben. No ven. su "mejor amigo", "te dice
No obstante lo cual, este No oyen". las cosas nada más que como
no católico confeso tiene son, sin miedo, con una es-
hambre de comunión, y más pecie de seguridad absoluta,
de una vez comulga él mismo: Esta ruptura parecería con- impersonal, cariñosa, como re-
"Yo comulgo por la misma ducir a un anonadamiento. pitiendo palabras de otro que
razón por la que toco el tam- Verónica lo barrunta: "Voy no te dejaran lugar a dudas.
boril. Cuando mi pensamiento cayendo en una especie de va- Sólo por él" -sólo por este
está. a punto de estallar, cuan- cío y no encuentro nada a qué cura, pues- "entiendo al res-
do estoy a punto de no en- aferrarme. ( ... ) Es preciso to de la gente, el traba.fo, to-
tender nada, voy, me arrodi- quedarse vacíos de golpe". Pe- do ... ". Y entonces todos los
llo y comulgo, hambriento. ro también lo advierte en el conventilleros cantan a coro
Son mis dos únicas evasiones, propio Anselmo: "No termino "la última canción que les en-
o Uámelas usted. como quiera; de entender cómo Anselmo señó" -adelante con el cle-
por ellas entro, a empujones, ha llegado a conformar su ricalismo- "el Padre Igna-
en el cuarto oscuro de la ale- vida con la de los conventi- cio". Vale la pena transcribir-
gría. Creo que esto puede en- lleros, sin serlo; a intervenir la íntegra:
tenderlo". Quizás Verónica, en las inquietudes de esa gen-
tan A la page, las habría lla- te, sin haber nacido allí; có-
mado alienaciones. La comu- mo es, en cierto modo, para " ... En el medio de la noche
nición como evasión, la co- mí al menos, su portavoz, hay por casualidad una llama.
munión como alienación: es cuando en realidad vive entre En el medio de la noche
decir, la "comunión" sin co- ellos porque la necesidad le ya se puede caminar
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ya se puede dar la mano. preceptual. . . ( ... ) de re- antiguo novio y se ha queda-
En el medio de la noche pente te diste cuenta que que- do quieto, en silencio.
uno sabe que a su la.do está rer a Anselmo era una forma
[su hermano de comulgar o preparar la co-
ya se puede empezar a cantar munión, y que al comulgar te "¿Quién existe, en realidad,
ya se sabe quién es el que lo comías también, de alguna cuando uno no sabe quién es?
[llama manera. ( ... ) Y tú habías Apenas, tal vez, esta forma de
porque todos descubrimos comulgado y eras dueña de piel. . . y de tristeza ... ". Son
porque todos descubrimos un Dios que te esperaba en las últimas palabras del dia-
que en el medio de la noche silencio, un Dios católico y no rio de Verónica. Pero la nou-
hay por casualidad una llama". católico, mientras el padre te velle no concluy'e aquí. Hay
hablaba y te hablaba". Sexo espacio todavía para un pa-
y religión van identificándose réntesis tangencial por el pro-
Aquí hay un encuentro, pio Anselmo.
pues, y un comienzo de fra- en una misma entrega emocio-
ternidad, de reconocimiento nal: "Señor, yo no soy digna.
mutuo, de común puesta en Por aqní entrará Anselmo; ca-
da forma de amor es todo el Verónica ha quedado sola,
marcha. Pero un encuentro :sin com~letar su aproxima-
fortuito, "por casualidad", sin amor; y por aqní arriba en-
traste tú, Dios mío, esta ma- ción a Anselmo ni su ruptura
una anterior tarea que apro- con su propio medio burgués.
xime a los hombres. Sólo uno ñana. Todo el amor se intro-
duce en mí por donde puede. Anselmo, por su parte, queda
de los encuentros posibles. incrustado, también él, en su
Yo me abro a todo el amor,
el único que se puede desear. circunstancia social. Y a la es-
La otra declaración perte- Te quiero, Anselmo, ¿qué es- taba marcando constantemen-
nece directamente a Anselmo. peras? Dios está adentro y te te d~sde el comienzo, pero
Si el canto del Padre Ignacio espera también. ( ... ) Ansel- ella no le impedía iniciar una
tiene, aunque parcializado, un mo, ven; Dios mío, te amo". aproximación a Verónica, un
tono solidario que parece amor con vocación de en-
abarcar en comunidad a los cuentro. Ahora, al término de
muchos que estaban disper- Ello no obstante, Verónica este itinerario frustrado, aque-
sos, estas otras palabras, de parece tan obsesionada por el lla circunstancia aparece a sus
Anselmo, padecen un indivi- sexto mandamiento como la ojos como una distancia in-
dualismo escéptico de grupos, generación de sus mayores. franqueable. "Porque Ansel-
como si el anonadamiento del "Mañana tal vez tenga que mo es del otro grupo". Ansel-
hijo del contrabandista que confesarme. Es un pecado mí- mo queda paralizado en un in-
devino conventillero no hubie- rarse así". Enteramente des- dividualismo que sólo toma
se tocado la "nada" entera, nuda, no se ha despojado de conciencia de grupo para una
como si -al igual que con el todas sus viejas costumbres, declaración de impotencia, no
tamboril- se hubiese queda- sus antiguas inhibiciones; de para una tarea a realizar, no
do a mitad de camino: "Tú la "espiritualidad" de su m11.- para una acción política.
sabes que yo no pertenezco dre y del Padre Eduardo. Co-
realmente a ese grupo. Nadie mo Anselmo, sigue a mitad
pertenece realmente a un gru- de camino. Me parece que la neurosis
po cuando se da cuenta". religiosa de Verónica cobra
mucho mayor interés que la
critica social de Anselmo, por-
Con lo cual se explica, me "PORQUE ANSELMO ES que la muchacha es un perso-
parece, que el encuentro de DEL OTRO GRUPO" naje entero en sus propias
Verónica y Anselmo no vaya contradicciones, hasta en su
más allá de la pareja, de un indecisión final, mientras es-
corto "nosotros" de dos ce- "pero también está la vida"
te intelectual mecánico resul-
rrados a los otros, de una co- El "pero" se precipita, ta un híbrido que no llega a
munidad mínima que ni si- fracturando la fluidez de es- funcionar como contrafigura.
quiera llegará a plasmarse. critura y la adecuación de los Pero tanto Verónica como An-
"Los zapatos embarrados y tiempos narrativos que hasta selmo parecen afectados por
llenos de agua, marcaban, me este momento habían distin- una misma obsesión: el recha-
imagino, una huella leve que guido a "Forma de piel". Por zo asqueado del catolicismo
la lluvia borraba enseguida, un recurso burdo, Verónica se conservador más torpe, más
como para que nadie pudiera entera del escándalo público rutinario. Y esta actitud co-
seguirnos. ¿Dónde estaban los que rodea a su encuentro con mún -en ambos casos más
demás? ¿Quién más podía Anselmo. Se siente "estafa.da" emocional que analítica- em-
existir fuera de nosotros? Na- por los suyos, pero a la vez parenta a ambos personajes
die. Todos". Nadie. O a lo más, se pregunta si no será ella con aquel seminarista que da-
todos atrás, sin comunicación mi~ma la que está "equivoca.-
ba título a la primera novela
posible, sin rastro a seguir. da'', la que está "estafando" de Somma, "Clonis", publica-
a los demás. Su madre la da en el 62. Sin duda, el ins-
El paréntesis siguiente per- arrastrará a Montevideo. Pero trumento novelístico -excep-
tenece a Verónica, y' no, co- ella decide volver a La Flo- ción hecha de los diálogos, to-
mo el primero, al propio An- resta, volver a Anselmo. davía forzados y ajenos al ha-
selmo. Desvistiéndose sola, bla local- se ha afiatado en
delante de un espejo, Veró- ¿Un final feliz? Verónica, "Forma de piel". Pero "Clo-
nica hace suya la "comunión" que viene por Anselmo, en- nis", al centrar el drama re-
emocional que le había pro- cuentra a Roberto y se deja ligioso en un protagonista ab-
puesto Anselmo: "Querías lo- poseer por él. Y se decide a sorbente, ganaba en concen-
camente a Anselmo, el que no regresar a Montevideo, sin tración lo que "Forma de
tenía nada que ver con tu bal- Roberto y también sin Ansel- piel" pierde por duplicación,
neario católico, tradicional y mo, que la ha visto con su por continua insistencia a dos
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voces, por exceso de subraya- penoso diálogo entre los dos transición, que quiere romper
dos. curas, donde el Padre Ignacio con el conservadorismo pero,
se revela como un simple de- como él, otorga el primado al
¿Una obra de denuncia? Si magogo del "amor" y' un an- juicio moral sobre la perspec-
se la quiere encarar así, "For- ticuado exégeta. La falta de tiva teológica, se margina de
ma de piel", como Verónica, compromiso social desvincula la urgencia de cambios tanto
cómo Anselmo, se queda a a Ja pareja protagónica de los en la iglesia como en el país
mitad de camino. Y no sólo típicos católicos de vanguar- en que vive y habla mucho
en su falta de entonación po- dia y de la problemática más más de "Dios", "la Iglesia",
lítica, sino también en la "es- frecuente en estos momentos. "el Catolicismo" que de Jesús
piritualidad" que parece pro- Pero sus temas favoritos no el ¡cristo, el Señor, El que
porcionar al lector, que tiene dejan de ser representativos viene.
su explicitación mayor en el de cierta "espiritualidad" de Héctor Borrat
Es posible rastrearla en esta se- de una ideología o fe mal asimi- libertad interior. La descubre por-
gunda novela ( 1 ) a través de ladas como, precisamente, lo po- que se enamora. Advierte cómo
monólogos con un lejano - a ve- ne de manifiesto cierta polémica hasta ahora se mantuvo encerra-
:es irreceptivo--- destinatario. La superficial en el semanario MAR- da en una piel ajena, en vesti-
revelan apreciaciones de unos CHA. Allí, "defensores del cato- dos ajenos, en cánones sociales
personajes con respecto a otros; licismo" reprueban con números prestados. Será preciso despojar-
se la percibe en la óptica de los canónicos la denuncia de inauten- se de todo esto y hacerse al rit-
grupos distanciados por la vida ticidad que hace Somma. (2). mo carnaval ero de los "reos";
aunque geográficamente próximos desvestirse hasta la desnudez.
y aun bañándose en las mismas El tema del relato, o anécdo- Pero los convencionalismos pesan
aguas. Somma ha afinado su esti- ta, es mu.y simple. Una chica de en su vida. Como un destino. Y
lo, de suerte que esas cercanías, la sociedad uruguaya que vera- aunque en lo exterior --de gru-
esas distancias, se encuentran en nea en cierto balneario católico, po a grupo-- la oposición de ex-
sus símbolos. Y estos van más allá rodeada de sus amigos, protegi- tremos es sólo tibia, en el cora-
de una mera -mutua- acusa- da por su madre y el confesor de zón de la chica traza una fron-
ción de sectores humanos: sub- ésta, pseudoenamorada de su no- tera absoluta. Ella quedará del
rayan la dispersión de cada per- vio, llega a conocer a un mu- lado del más fuerte que lo será
sona que se debate en un mun - chacho de otro grupo veranean- por el a·uxilio que le preste su
do prehecho donde la unidad in- te -popular éste- asesorado por opción personal bamboleante "co-
terior está constantemente blo- un eclesiástico de ideas renova- mo una lámpara mal colgada que
queada por el maniqueismo de la doras y actitudes nada conformis- caerá. . . no sé en qué momento
soeiedad. Diríamos: la piel, le- tas. Verónica descubre en el re- ni deshaciéndose contra qué rin-
jos de ser una subjetividad, es el cién llegado Anselmo y en sus cón (p. J J3) . Y eso pudiera ser
forro en serie de una clase. O compañeros una nueva forma de lo imprevisible.
LA SEPARACION DE que en el medio de la noche gado, que ahora me recuerda la
LOS GRUPOS hay por casualidad una llama caricia de la lluvia y el manso
Toda alianza resultará imposi- [p. 66) ." vaivén de los árboles casi quie-
ble entre los dos grupos mientras tos?" (p. 79). Si la lluvia uni-
Se podría criticar este ritual pri- fica las posibles diferencias, si
uno de ellos no eche abajo el mu-
mitivo ,discutir las formas cua- acomoda los pasos dispares "a un
ro divisor: la conciencia de sa-
si orgiásticas de la danza. Mas, ritmo común, parejo, tenso, libre,
berse -¿saberse?- distinto. En
es necesario afirmar que su con- como si fuera uno solo el que
los largos paseos por la playa, en
tenido es dudoso por lo ambiguo. avanzara" (p. 80), es evidente
los bailes más o menos apretados
La sensibilidad puede rebelarse que su valor simbólico es el de
del "parador", se descubre el sig-
ante una estética que no expresa lo uno, como el del fuego y el
no, el estilo de una clase de la
nuestras concepciones culturales, de la noche. Realidades que con-
que resulta difícil escapar, preci- pero en el convencionalismo de
samente por las seguridades vivi- sumen, cubren, penetran, dejan
los símbolos es imposible no ver libre fuerzas que sólo arriesgadas,
das. Visto por los jóvenes refi-
la unidad expresada al nivel que perdidas pueden dar energías; só-
nados, el conjunto de los mu.cha- se quiera. Y de eso se trata en
chos de la barriada no es otra co- lo entregadas en el "sueño" co-
este momento expresivo. Desde mo quería Peguy, llegarán a ser
sa que una invasión de advene- luego, esto es incomprensible pa-
dizos. O a lo sumo, el espectácu- luminosas ( 3) o transidas por lo
ra los amigos de Verónica. Aun- que iguala al hombre, al otro
lo curioso -"interesante"- de que se acerquen y formen "otra
un mundo desconocido. Por aña- hombre, ser válidas para la exis-
rueda alrededor del fuego, alre- tencia. Hasta adquirir la traba-
didura aportan a veces su fasti- dedor de los tamborileros, en si-
dioso ritmo candombero y la ex- zón única, precisa, casi agresiva:
lencio y como a la espera de que la solidez unificadora de la pie-
traña liturgia del "fogón'' en la
todo terminara de alguna mane- dra.
noche. Uno se atreve a escribir ra" (p. 72). Aunque sean "ca-
"liturgia" para oponerla a la otra Este parece ser el símbolo fun-
paces de aplaudir cuando todo
eclesiástica en la que participa la termine" (p. 70), no se habrán damental de toda la novela; el
sociedad del balneario. A riesgo unido ni entre sí ni con los otros. más puro estilísticamente, por lo
de parecer "impío" se establece que tiene de gratuito, de ajeno a
En una actitud muy cómoda, la
la comparación. ¿Qué posibilida- toda preocupación sociológica di-
del espectador no comprometi-
des de comunión real ofrece una recta. Fuera de su estructura sig-
do, "regresarán a sus casas co-
y otra liturgia? ¿Dónde empie- mentando el espectáculo" (p. nificativa no implicaría otra co-
zan a reconocerse de veras las 70). Tal vez sólo el novio, gol- sa que la rigidez muda de un
personas, con una voluntad de peado por la anarquía de su chi- guijarro. Dentro del proceso se-
aceptarse de, en cierta manera, ñalador, en el juego de los gestos
ca, herido en su sentido indivi-
fundirse? ¿Junto a la hoguera, a y palabras que lo describen, lo
dualista, preparará su tristeza
pleno aire igualador o en la for- dinamizan y lo refieren a las per-
final. La incapacidad de borrar
ma atildada y secular de la re- sonas, alcanza una calidez que
fronteras, de arriesgar segurida-
uníón de fieles coincidentes en suplanta las grandes frases y qui-
des, permanece.
una capilla? Sin entrar a expo- zá la ternura misma de una ca-
ner lo que uno piensa -lo que ricia: "dame la piedra de tu ma-
piensa Somma- del valor sacra- no aunque no sepa qué decirte"
mental cristiano, descubrimos la LOS SIMBOLOS (p. 79). En la plenitud de la
inoperancia de un rito que allí entrega como la de "un pájaro",
en la misa -de hecho-- parece es el mismo Anselmo quien se da.
haber degradado su significación. Volviéndose al mundo de los El trozo de sílice vale por lo que
Es curioso la referencia constante símbolos, quizá sea posible ha- significa, por el valor que le da
a la "comunión". Directa o alu- llar la pista de una comunión. el donante y la conciencia de
diendo a lo que se ha llamado Quedan medianamente comenta- quien lo recibe y lo recuerda:
preparación o disposiciones a ella. dos los del fuego y la noche: co- "apoyó sus manos rígidas en el
Junto a la crítica del despliegue muniones "naturales" las llama- hueco de las mías v las fue se-
de un culto que no traduce la ríamos para darles algún nombre. parando hasta entregarme la pie-
auténtica unidad de personas. Anchas y comprehensivas, fáciles dra mojada, tibia, dura, blanda
Así, Verónica al recordar a su no- también por obedecer a una es- única" (p. 80). Sería pobre re-
vio y las relaciones que pudie- pontaneidad sentimental. Mucho ducirlo al símbolo erótico. Es la
ran unirla a él, se confiesa a sí más vigoroso es el de la lluvia figura de lo que no puede de-
misma: "y después de comulgar en uno de los pasajes literaria- formarse y tiene ya consistencia
agradecías y agradecías y no sa- mente logrados de la novela. Un propia, objetiva a fuerza de tras-
bías que habías comulgado. Ro- mediodía relatado por Verónica: pasarse de sentido subjetivo:
berto y tu comunión no tenían "bajo la ll'Uvia me besó y mis "apoyó sus labios trémulos y du-
nada que ver (p. 87)". Esa dis- manos empapadas parecían una ros en mi mano y en mi piedra.
yunción entre gesto y sentido, paloma acurrucada entre las su- Mi mano era la suya. Mi piedra
entre liturgia y vida, no vige en yas" {p. 76). Sólo estas pági- también" (p. 82'. Algo que pue-
la "comunión" de la noche "cuan- nas bastarían para un análisis li- de invertirse en valores recípro-
do un tamborileo seco, acompa- terario extenso. La lluvia, toda cos anudados en una realidad que
sado y alegre, parecía ponerle la lluvia que parece una "fies- Verónica formula así: "la fuerza
alas al fuego de la hoguera y ta del agua" y dice "que tu con que ·te quiero es la misma
veinte cuerpos seguros y ajenos presencia es verdadera y que por que sostiene tu existencia ... "
se adherían al ritmo de un cálido eso tu sonrisa está ahora en mi (82). Otros símbolos, como el del
vaivén fascinador (p. 69). Co- boca y la mía en tus ojos asom- mar donde uno se sumerje des-
mo momentos antes -la "pre- brados" (p. 79). Somma alude nudo, o el de la arena o la ve-
paración"- parecían "cosidos uno a esa experiencia de "ser perdi- locidad, o el de los árboles que
al otro por el hilo fuerte de al- do" que se vive frente a unos se aprietan, revelan actitudes
gún juego en el que todos par- "ojos asombrados". Y no se análogas.
ticipaban al mismo tiempo {p. equivoca. Pues ante una recep-
64) entonando ese pagano can- tividad sin límites queda ya res-
to a la obscuridad luminosa: pondida la pregunta siguie.nte:
"En el medio de la noche "¿será posible que el tiempo lle-
LA UNIDAD DE LA PERSONA
uno sabe que a su lado está sµ gue un día a desdibujar este re-
[hermano cuerdo que no se parece a los Desde una experiencia de am-
... porque todos descubrimos otros, que es algo vivo, prolon- bigüedad, Somma hace conscien-
61
te a la protagonista de su pro- rno de vaciamiento y lograr así de estos fosos sin puentes leva-
funda división interior. La de sen- que el amor se introduzca por to- dizos, ha creado o acentuado las
tirse hambrienta de vida paradó- dos los poros, de todas las for- divisiones internas de los indi-
jica por encima de formalidades mas, empezando por las que son viduos que padecieron o pade-
rnonccordes o, si se quiere, de posibles a cada uno según su si- cen una pedagogía dispersiva. A
sabores insípidos, rutinarios: "ten- tuación y al nivel de su grado de tal punto que se puede decir:
go ganas de cerner algo dulce y ascenso humano. Ya que "cada "de un lado, el amor. . . del
salado al mismo tiempo" (p. 18) . forma de amor es todo el amor", otro. . . todo lo que hay de con-
Porque en realidad "no sucede na- sólo a partir de esa experiencia servador, de falso, de dulzón. Y
da" y la ausencia de vida se ha- individualmente incomunicable, se yo en el medio (p. 60). Esqui-
ce más perceptible al no sen- hace posible decir con Verónica: zofrenia que puede llevar a
tirse vibrar con el mundo, al ha- "ahora sabes que no entreveras amarguras inútiles y que ha de
llarse encerrado en su propia las cosas, porque conoces dónde ser denunciada en símbolos.
campana interior presintiendo que se unen y se completan" (p. 90). Es verdad que uno desearía -
el eco aguarda, si se es capaz Con tal que no empiecen a en- vaya esto como crítica- que se
de lanzarse fuera, lejos. Otra si- redarse de nuevo en los espinillos reorientara esta disgregación,
tuación, también inicial, es la de del monte. con actitudes más valerosas que
encontrarse sola corno lo declara la titubeante y c'Y;scarnada de
Verónica en una deliciosa frase En conclusión, uno puede di- los personajes de la novela. Al-
juvenil y muy femenina: "la so- sentir de Sornrna en muchos pun- guien aconsejaría a Somma que
ledad es fea, sobre todo cuando tos. Desde su exageración - a ve- hiciera más saludablemente car-
una está sola" (p. 53). Ya que ces caricatura deforrnante de per- nales a sus agonistas: cabellos,
la extensa piel de otros sólo sir- sonas y gru.pos- hasta ciertas eu- muslos, sentimientos, audacia
ve para forrar su soledad y es- forias de un amor más utópico para romper la fatalidad por la
conderla adentro. Así, llega a la que eficaz. Uno puede ver refle- acción No esconder la cabeza ig-
convicción de que es preciso des- jado esos extremismos en la flo- norando la hipocresía, pero
pojarse de todo, desnudarse para ja y maniquea construcción de al- tampoco volver a vestirse las ro-
ser auténticamente, ser, sin más. gunos relatos que cargan de pas que un día se abandonó. Es
La operación despojo frente al es- sombras a una madre formalista preciso conocerse y obrar en
pejo de su cuarto -otro de los y a un P. Eduardo demasiado pa- consecuencia. Aún literariamen-
pasajes claves y estéticamente vá- ternal mientras enaltecen, con in- te. "Porque ¿quien existe en
lidos del libro- ofrece la verifi- genuidad aun estilística, al P. Ig- realidad cuando uno no sabe
cac1on de 'Una urgencia. Cada nacio o a la sirvienta. Uno puede quién es?" . . . apenas una for-
prenda desprendida anula un pre- lamentar la mecánica forzada de ma "de tristeza". Quizá tam-
juicio, viejos formulismos atávi- diálogos corno el de los eclesiás- bién de miedo.
cos. Abandonar el miedo, el aho- ticos, o el poco acertado estilo
go, el temor de perderse en otro, epistolar de Verónica cuando le
hasta deponer el "dios" del clan Darío Ubilla.
escribe a su sirvienta una "sabia"
que bien puede ser la última de- carta que felizmente no envía y
fensa, hasta decirse a sí misma: que aquella no entendería aunque
"estás desnuda, Verónica, eres tuviera la capacidad dramática de
dueña, eres libre, ahora puede ele- ciertas empleadas domésticas. Pe-
gir, aunque la tristeza te siga en- ro el valor evocativo de los mo- NOTAS1
volviendo corno toda esa piel" (p. nólogos -reales o fictos- sigue
89) . Pero va a resultar difícil no (*) Juan Carlos Somma - FOR·
apuntando a la unidad siempre MA DE PIEL - Editorial Alfa. Mon·
ser "nada más que Verónica" y buscada y nunca -o por ahora tevi deo 1967.
es allí donde no se ve a qué tevídeo.
- visible, a que nos habituó
apunta el autor luego de ese des- Sornrna en sus dos novelas. Con-
pojo, si acaso no quiere señalar- flicto de la sociedad en que vi- (1) La primera CLONIS, refiere el
lo corno una etapa. proceso de un seminarista que no
vimos, de las clases sociales que logra alcanzar la unificación de su
se encuentran cada verano para ser y se hunde en la locura y en
En el ligero original conven- bañarse juntas sin reconocerse. el suicidio.
cionalismo del pasaje, se intuye el Contrasentido - y esto tal vez
fondo de la búsqueda enunciada lo siente el autor muy en la piel (2) Cfr. MARCHA de agosto 11
al principio de estas reflexiones. - de una Iglesia que no logra y 26, Nos. 1365 y 1367.
Para encontrar su propia unidad unir eficazmente su mensaje y
es preciso lanzarse a un dinarnis- sus formas de vida. La hondura (3) Cfr. Peguy "La Noche".
62
• informe
º con
@;QOZO
y
esperanza~
LOS GOZOS
ARTURO PAOLI LAS TRISTEZAS
''l.o5 gozos y las esperanzas, las tristezas y las ciones de entender el momento histórico del conti-
angustias de los hombres de la época actual, sobre nente, si puede entrar como factor determinante en
tot!o de los pobres y afligidos de toda dase, son el proceso de cambio que inevitablemente debe dar-
también los gozos y las esperanzas, las triste:as y se, si el americano que toma conciencia del camino
an9ustias de los discípulos de Cristo ... ". por recorrer puede ver a la Iglesia, a los "discípulos
de Cristo", no sólo como aliados, sino francamente
como guías.
Si un continente existe donde encuentra motiva-
ción esta reacción afectiva del hombre que la Cons-
titución llama en este cuadrilátero "gozo y espe- Trataremos de responder, centrando la atención
r;inza", "tristeza y angustia", es el continente la- sobre tres puntos:
tinoamericano. Me resonaban en la mente estos com-
pases de la Constitución, al pasar recientemente por
las ciudades del Brasil con su. arquitectura moder- a) visión antropológica;
nísima, colmadas expresiones visibles del "go:o" y b) visión política;
de la "esperanza". Y el Carnaval, que derramaba e) v1s1on espiritual de la Iglesia; aquella v1s1on
una agitación plena de alegría por las grandes ave- que tiene peso e importancia y que podría ser lla-
nidas de Río, ¿qué podía insinuar más que gozo y mada la "Weltanschauung" oficial de la Iglesia la-
esperanza? Y en lo íntimo, el estado de pobreza, la tinoamericana. Es esta visión la que recorta los con-
pasividad inerme frente a la explotación, la acepta- trastes profundos con los movimientos de élite que
ción de la miseria como condición fatal por falta existen y poseen vitalidad, el alejamiento de pro-
de cultura, ¿cómo no haría pensar en "las tristezas testa de muchos sacerdotes que pierden la esperanza
y las angustias"? de modificar la estructura institucional para poder
hacerse presente en el proceso histórico de América
¿Está la Iglesia latinoamericana preparada para es- Latina.
ta explosión de gozo y de esperanza y para com-
prender las tristezas y angustias que nuestros tiem-
pos descubren cada vez más realísticamente? ¿Está
de veras unida con la "humanidad" y sobre todo FUERA DEL TIEMPO
con su "historia"?
Se propone una visión del hombre, de su digni-
La respuesta a estas interrogantes equivaldría a dad y de su grandeza, estática, idealista: el hombre
decir si la Iglesia en América Latina está en condi- como debería ser y no como es. La visión iluminista
64
y la católica, luego de un largo combate de siglos, y para ninguno, ferozmente nacionalista en política
se han puesto en paz y han aceptado una visión por individualista en la visión religiosa y educada en
del hombre cargado de dignidad, sujeto de derechos, una espiritualidad disciplinaria y moralística. La élite
capaz de libertad, con un núcleo sustancial de igual- católica que ciertamente existe, por no haberse em-
dad permanente bajo las diferencias accidentales de peñado bastante en el quehacer político, en general
raza, de renta y de cultura. Pero este hombre es capta la importancia de una antropología historiciza-
pensado "in vitro", no en sus implicaciones históri- da, por así decirlo, con cierto desapego filosófico,
cas. Tratándose de países pobres de cultura filosófica, en lugar de defenderla sobre el terreno ardiente de
no se advierte en la filosofía cristiana el aporte del la vida. Hace algún tiempo escribí que el catolicis-
laicado, dado que el laicado acepta en las univer- mo argentino era adolescente, y la frase impresionó
sidades católicas una enseñanza filosófica que está mal a algunos. Sin embargo, estoy cada día más con-
por lo menos un poco superada en los seminarios, vencido de ello, viendo cómo la religiosidad de algu-
en la sustanci;i aunque no en sus -ordenamientos nas personas responsables políticamente -religiosi-
jurídicos. Me sorprende ver, en el diálogo con laicos dad sin duda muy sincera- no llega a expresarse
que estudian en universidades católicas que no han en una visión política coherente e histórica desde
asimilado nada de la enseñanza filosófica o han que se ven obligados a expresarla con añadidos tales
aceptado un método y una visión que la cultura mo- como levantar cruces o estatuas, proteger la morali-
derna ha superado. dad del pueblo, presenciar públicamente con inten-
ción ejemplarizante actos de culto o cosas por el
estilo, de las cuales no es mi intención burlarme,
"De esta forma la humanidad pasa de una con- al contrario, sino apenas valorarlas en su justa me-
cepción más estática de la realidad a otra más di- dida.
námica y evolutiva". Esta advertencia de la Consti-
tución, que no hace más que asumir una posición
evidentísima de la cultura moderna, no es para nada "No obstante la esperanza de una tierra nueva
aceptada por la cultura católica, que sigue pensán- no debe amortíguar, sino más bien avivar, las preocu-
dose fuera del tiempo. "Et entendimiento humano paciones por perfeecionar esta tierra, donde se desa-
ensancha también sus dominios en cierto modo sobre rrolla el cuerpo de la nueva familia humana que
el tiempi>: sobre el pasado por el conocimiento de puede de alguna manea ofrecer un esbo:o del siglo
la historia y sobre el futuro por la técnica prospec- nuevo" (n. 0 39). Pero el perfeccionamiento de esta
tiva y la planificación" ( n. 0 5). La prospectiva his- tierra no puede ser fijado solamente estableciendo
tórica es verdaderamente Ja característica de la Gau- una definición abstracta de perfección, sino com-
dium et Spes, y es justamente aquello de lo cual prendiendo profundamente cuál es la actual etapa de
carece casi completamente la antropología católica. perfeccionamiento de la tierra, y cuáles son los me-
Como si fuera posible entender al hombre, acompa- dios -esto es, las estructuras- que mejor repre-
ñarlo en sus esperanzas, pensándolo fuera del tiempo. sentan esta etapa de perfeccionamiento. Los católi-
cos preparados nada más que metafísicamente --esto
es, abstractamente- no captan los valores posibles
La defensa de la ignorancia y de la pereza filo- de la persona.
sóficas está hecha como siempre de adjetivos que no
dicen nada pero que suenan infamantes, tales como
"hegeliano" o "marxista", tal como ayer se decía
"maritenista". Hace falta una élite filosófica sufi- EN CLAVE POLITICA
cientemente importante en el mundo católico como
para saber liberar ¡¡ estos adjetivos del clima pan-
fletario de la calle y contemplarlos en el más rigu- Lo antedicho conduce al problema político. La
roso clima científico. Creo que la filosofía católica Constitución parece .pronunciarse más bien a favor
latinoamericana puede ser definida con estos térmi- de los católicos comprometidos en política, que de
nos: una ociosa repetición de la escolái;tica sin ningún una poiítica católica. La Constitución amonesta a los
aporte original, defendida por un ejército panfleta- católicos en el sentido de que "recono:-can las di-
rio a veces de grueso boletín parroquial, otras litera- versas opiniones legítimas y discrepantes entre sí
riamente de tono mayor con pretensiones de imitar sobre e! orden de las cosas temporales y tengan
a Bloy, concretada en una posición científicamente respeto a los ciwdadanos aún asociados, que las de-
falsa y sin peso alguno en la historia de la cultura. fienden honradamente. Deben promover también los
partidos políticos que se requieren a su juicio para
el bien común; pero nunca es lícito anteponer la
Esta "ahistoricidad" filosófica se refleja inmedia- propia uti!idad al bien común" (n. 0 75l.
tamente sobre la ;antropología e indu.ce a la Iglesia
a permanecer en posiciones maniqueas, de rechazo No m<' parece honesto deducir de la Constitución
sistemático de la cultura moderna, posiciones neta- un parecer de la Iglesia desfavorable respecto a las
mente superadas por el Concilio. agrupaciones políticas con denominación cristiana,
pero es cierto que la Iglesia quiere .preparar al
"Pero ia lg!esia -dice uno de los pasajes de la cristiano a una sociedad moderna que es histórica-
Constitución- aunque rechaza absolutamente el mente pluralista.
ateísmo, cree sincaramente que todos los hombres,
creyentes y no creyentes, deben cooperar en la justa Una de las deficiencias de la educación política
edificación de este niundo en que viven en común; es la escasa o nula formación de una conciencia
lo cual no podrá reali:-arse sin un diálogo prudente y política. El Concilio, hablando de la educación, dice
sincero" ( n. 0 21 ) . Este "pnidente y sincero" ador- de la necesidad de preparar a los jóvenes "para que
mece la conciencia de aquellas autoridades que lo todos los ciudadanos puedan llevar a cabo su tarea
traducen así: entonces, nunca. en la vida política de la comunidad ( ... ) • Prepá-
rense los que pueden ser aptos para la ciencia polí-
De la educación religiosa impartida en América tica, difícil y nobilísima". No me canso de repetir
Latina emerge una persona educada, inocente, bas- este adjetivo a los amigos que me escuchan hablar
tante consciente de sus deberes respecto a Dios, re- del compromiso político del cristiano con aire escan-
lacionada con el prójimo por un vínculo genérico y dalizado: "difícil y nobilísimo". En la práctica,
atemporal de caridad válido para todos los tiempos ¿dónde se encarnan la justicia, el amor a los hom-
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bres, el espíritu .de servicio a los demás sino en es- congrua maduración de las personas y unas re-
tructuras políticas? laciones verdaderamente personales (personali:z:a-
ción)" {n. 0 129). El mundo no va hacia un
La huella más honda del colonialismo reciente de individualismo. La historia se abre hacia formas
América Latina es el agnosticismo político, y el na- cada vez más socializadas. Evidentemente, esta
cionalismo feroz. Me decía un insigne jurista que apertura de la que huyen cristianos que tienen
participó hace un par de años en un congreso de el gusto de la persona, presenta el peligro de
juristas sudamericanos realizado en Santiago de Chi- ser factor de despersonalización. Pero un cris-
le, encaminado a la unificación de los procedimien- tiano habituado a pensar en la comunión, en la
tos judiciales, que era ya un enorme éxito el haberse comu.nidad y en la comunicación, solamente en
reunido para poner sobre el tapete el problema. El un cuadro sentimental o litúrgico, ,:no puede ver
no esperaba llegar a conclusiones concretas precisa- toda la posibilidad que presenta hoy la historia
mente por la defensa a ultranza del propio senti- de traducirlas en estructuras económicas y polí-
miento patriótico, pero estaba contento por el paso ticas? Debemos reconocer que es la primera vez
que se daba. que la Iglesia, de manera tan sistemática y casi
diré sinfónica, descubre los valores espirituales
en la realidad histórica. En verdad todo está es-
Ahora bien: la Constitución no da normas preci- trechamente ligado: si no se enciende en el cris-
sas, pero descubre orientaciones de la historia actual tiano la pasión de la comunidad y si no se ha-
que no han sido extraídas de un pensamiento polí- bitúa a pensar que esta "pasión" debe hacerse
tico escolástico sino de la visión de la historia con- proyecto y traducirse en estructuras políticas y
temporánea. económicas, el cristiano será siempre 'Un alienado
de la historia. Sería cómico -si no fuese triste
por sus consecuencias- escuchar a católicos de
Es la Iglesia profética, más que la Iglesia metafí-
estrechísima observancia defender los sistemas
sica, quien descubre. ¿Y qué descubre? económicos liberales que no son ni cristianos ni
históricos, y por ello son antivalores espirituales
al "que el mundo está sintiendo con tanta vive:z:a y antivalores de eficacia política. La experiencia
su propia unidad y la mutua interdependencia política de muchos católicos en América Latina
en una solidaridad necesaria" ( n.º 4) . En una lo ¡>robará ampliamente.
reunión de políticos, como europeo, he tenido que
escuchar todas las lamentaciones y todas las in-
vectivas contra el Mercado Común, pero cuando e) que el proceso que se da en el mundo del tra-
me aventuré a decirles por qué no se podía tra- bajo y en el mundo político debe conducir a una
tar de hacer algo similar en América Latina revisión del derecho de propiedad que "se funda
precisando que hablaba a un nivel que ellos po~ en la ley común de los bienes. Olvidada esta
día11 juzgar sentimental más que técnico, he índole social, la propiedad se vuelve muchas ve-
sentido que me decían que esto es impensable ecs motivo de ambiciones y de graves perturba-
en América Latina. Sin embargo, ninguno me ciones" {n. 0 71 ) . A una participación del obre-
daba razones verdaderamente científicas. No ha ro: "la participación de todos en la dirección de
surgido todavía el grupo de los visionarios, que la empresa" !n. 0 68). A que no es necesario
suelen preparar la meditación científica de un tener miedo del concepto de "comunitario" y
problema. Me parece que si existen "visionarios no ver siempre detrás de él el espectro del co-
d~ la unificación", soñadores obstinados y uto- munismo: "En los pueblos económicamente me-
pistas de la unificación, ellos deben ser los cris- nes desarrollados se satisface a las necesidades
tianos. ¿Por qué, en cambio, son los más fero- no pt>cas veces con un destino comunitario de
ces nacionalistas? Porque el amor a la patria es los bienes ( ... l. Igualmente en las naciones
enseñado como virtud abstracta genérica; porque superóesarrolladas un cierto cuerpo de institu-
reoresenta una especie de descargo de la mala ciones sociales, atendiendo a la seguridad y pre-
conciencia proveniente de no h11ber aceptado vi- visión pueden reali:z:ar por su parte un destino
ril Y maduramente la tarea política, porque el común de los bienes" (n. 0 69).
nacionalismo permite una disciplina formalista.
En la Argentina cada plazoleta tiene su monu-
dl que un cristiano no debe ¡>ermanecer con los
mento a la madre, lo cual es una manera oculta brazos cruzados y debe "tomar parte activa en
de descargar la conciencia de no haber descu-
el actual proceso económico-social y propugnar
bierto a la mujer como compañera y colabora-
la justicia y la caridad ... ". Haciendo esto "pue-
dora; De esa . manera, el patriotismo retórico y den hacer mucho por la prosperidad de la Hu-
sentimental alimentado como una virtud religio- manidad y por la pa:z: del mundo" (n.º 72).
sa, r;pres; nta la liberación de una "mauvaise Y que la sociedad de mañana presentará una es-
c~nsc1ence
1
de no haber afrontado la vida polí-
trucf'u.ra ¡>luralística y no será un bloque único,
t1;a. El amor a la madre es más fácil y más y por lo tanto el cristiano deberá prepararse para
comedo, es u~ todo recibir sin dar nada, y el
amor a la patria que no es amor político es mi1s este tipo de estructura. La Constitución define
fácil, algo que sale a acoger a uno, a templarlo la actitud cristiana frente a la políica como "de-
v hacerlo vibrar. Es la manera de paaar barato mocrática": "Obren con prudencia e integridad de
la relación con la propia comunidad étnica. Sin costumbres contra las opresiones, contra et do-
embargo, este tipo de amor admirativo y depen- minio arbitrario de un solo hombre o de un
diente a la madre después de los catorce años partido político". Deben ser tolerantes: ¿qué di-
indica una inmadurez patológica, y del mismo ,.;,,n los católicos americanos que son secuaces
modo este tipo de amor a la patria es una prue- rle la swástica y quieren resucitar la intoleran-
ba más de la adolescencia del pueblo. cia fascista que ha llenado de cadáveres a toda
Europa? "Y contra la intolerancia" -quede cla-
ro y fuerte- "entréguense al bien universal con
b) que "las relaciones del hombre con sus semejan- sinceridad y equidad, más aún, con caridad y
tes se multiplican sin cesar, y simultáneamente fortale:z:a política". Esta expresión "fortale:z:a po-
esta misma sociali:z:ación crea nuevas relacione-' lítica" es ciertamente más grávida de significado
sin que a pesar de todo promueva siempre un~~ de lo que aparece a primera vista, porque se
habla de una fortaleza que no se da sólo en el "El cristiano que desprecia sus deberes temporales,
plano individual, sino que se manifiesta en de- descuida sus deberes para con el prójimo, más. aún,
cisiones políticas, en la resistencia a las difi- se descuida del mismo Dios y pone en peligro su
' cultades que presenta la lucha política para alcan- salvación eterna" (n. 0 43).
zar los bienes y la liberación propuestos. Es ne-
cesario exhortar a los cristianos a llegar hasta
las últimas consecuencias, a no abandonar la ¿Qué tiene q~e ver esto con la integración de la
causa porque la atención está demasiado con- mujer? Pienso que la misión específica de la mujer
centrada en las luchas del espíritu, en los en- es la formación de la persona: la personalización.
frentamientos interiores, hacerlos responsables El hombre (varón) sabe formar obras gigantescas y
de la traición a causas humanas nobilísimas y técnicamente perfectas, pero desprovistas de vida, y
esenciales como estructuras subyacentes del Rei- esta integración entre la vida y la religiosidad, es
no de los cielos. decir, el dar un alma cristiana a la actividad y el
pensar la religiosidad como motivación profunda y
como elemento de unificación de la actividad polí-
tica y laboral del hombre es la gracia de la mujer.
LA GRACIA DE LA MUJER Si hubiera que denunciar una laguna básica en esta
Constitución con respecto a la renovación cristiana,
yo denunciaría ésta: no se ha insistido bastante en
Esperemos que estas exhortaciones del Concilio la integración de la mujer y en la visión cristiana de
inspiren una reflexión en clave política acerca de la promoción de la mujer como clave de todo el
la justicia, de la caridad, y, en cierto sentido, hasta problema. Los dualismos Iglesia-Mundo, religiosidad-
de la pastoral. De la acción litúrgica -si la pen- actividad temporal, espíritu-materia, tienen su raíz
samos con profundidad y lealtad- desciende un im- en la ruptura de la unidad primordial de la imagen
perativo que llega en sus últimas articulaciones al terrestre de la Trinidad: Hombre-Mujer. La cultura
compromiso político. Personalmente creo que el es- latinoamericana se encuentra en posición favorable
caso sentido de responsabilidad del latinoamericano preéisamente por la adolescencia de que hablé an-
frente a su compromiso político sea la consecuencia tes. Diría en general que la promoción de la mujer
de dos deficiencias que se reducen a una: no haber no se ha encaminado por vías erradas: estamos en
descubierto la tierra donde arraigar y formar la per- todo caso en una fase de retraso más que en una de
sinalidad en el abrazo con la naturaleza, y no haber demasía o de error. Pero es necesario que los hombres
resuelto la relación fundamental hombre-mujer. de Iglesia no insistan sobre esquemas viejos y li-
brescos y que vean la realidad histórica. Es cierto
que la mujer debe ser madre, pero para llegar a ser
A propósito de esto la Constitución dice: "Las mu-
jeres trabajan ya en casi todoS' los campos de la madre debe empezar por ser esposa. Me ha llamado
vida, pero conviene que puedan asumir plenamente mucho la atención el Evangelio de San L·ucas, que
nos dice que María es una madre virgen, pero no
su papel conforme a su propio modo de ser. Todos
deberán procurar que sea reconocida y promovida soltera. San José la asume tal cual, pero comparte
la propia y necesaria participación de la mujer en todo con ella como con una verdadera esposa. Y a
la vida cultural" (n. 0 60). Para que esto se rea- esto se debe que María sea una madre exquisita-
mente "equilibrada". A los doce años Jesús puede
lice en América Latina, como lo exige la historia,
es necesario que cambie rápidamente la actitud del estar las doce horas del día jugando con sus amigos
sin que la madre se preo·cupe. ¡Qué lejos estamos
hombre frente a la mujer. Por muchos motivos los
de la maternidad maníaca y posesiva de la madre no
países latinoamericanos están atrasados en el descu-
brimiento del rol particular de la mujer. Se podrían esposa! En estas regiones latinoamericanas (un poco
citar entre estos motivos el hecho de que la con- por todas partes) es necesario insistir para que el
c¡uista está cercana en el tiempo, y conquista quiere hombre descubra la compañera y !a haga partícipe
decir alud de hombres sin mujer propia que pasan en todo de su vida; y que la mujer se despierte y
sobre las mujeres conquistadas y las hacen madres. aspire conscientemente a esta coparticipación: la
Se ha formado una raza "sin padre" nacida de mu- medida de esta aspiración será la medida de su hu-
jeres sin marido, lo cual pesa indudablemente sobre manidad.
la cultura de estos países. La tradición indígena fue
deglutida por la tradición hispánica en un tiempo en
que España llevaba aún visibles los signos de la do-
minación islámica. De aquí el "culto a la madre" en EN LA VIDA, EN EL MUNDO
detrimento del "culto a la esposa". Como motivo de
esperanza resta que la profunda humanidad del la-
De la Constitución surge una visión de la espm-
tinoamericano pueda orientarlo a dar el paso con ma- tua!idad que quiere desarrollarse en la vida y en el
yor claridad y verdad, aunque no más rápidamente,
mundo: "Se apartan de la verdad todos aquelloS' que
que otros países. No se trata de una participación conscientes de que nosotros no tenemos aquí una
de la mujer en la vida pública que sea como una patria permanente, sino que buscalTHls la venidera,
concurrencia y rivalidad con el hombre, sino de una ju:z:gan por tanto que pueden descuidar sus obliga-
integración de la mujer, porque solamente así los ciones terrenales" (n. 0 43). Antes de encontrar
cristianos de América Latina pueden llegar a poseer esta espiritualidad de encarnación o espiritualidad
una visión religiosa de la vida o a integrar la religión
del acontecimiento son inevitables tanteos, exagera-
con la vida.
ciones, posiciones extremis•Js. La oración está hoy
en crisis, en crisis profunda. Muchos se preguntan
Porque, en síntesis, el panorama cultural latino- para qué sirve, si no equivale a alienarse, si no es me-
americano presenta un fenómeno trágico de desinte- jor amar que rezar, como si se pudiese amar en verdad
gración: por un lado, una religión de culto de fór- sin rezar. Serán inevitables reacciones polémicas:
mulas moralísticas; por otro, una vida sin ideales y "queremos al fin y al cabo sacerdotes espirituales;
por lo mismo sin unidad. La vocación está por con- qu.e el cura se dedique a lo que es propio: lo espi-
siguiente sujeta a alienarse en lo genérico, sin pro- ritual". "Hábleme de espiritualidad en el retiro -me
fundidad y por lo mismo sin respeto por la jerar- dice una señora- y no de economía política". Y se
quía de los valores. Y el leit-motiv de la Constitu- trata evidentemente de un sentido maniqueo de la
ción Gauóium et Spes es precisamente la integración. espiritualidad, es decir, de lo espiritual que no tiene
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nada que ver con la vida, que es únicamente rela- tas presentaciones de la caridad, del serv1c10 a los
ción con lo invisible. Es una polémica que se resol- otros, del ponerse al nivel de todos sin excluir a
verá solamente a nivel existencial cuando existan ninguno, que parecen exhibicionistas, demasiado so-
hombres y movimientos que, viviendo intensamente lemnes para ser de acuerdo con la verdad y la sim-
esta espiritualidad, sean capaces de hacer la espiri- plicidad del Evangelio. Esto se manifiesta en el deseo
tualidad de la Iglesia en nuestro tiempo. Una espi- y en la tentativa de adoptar formas religiosas más
ritualidad que quiere llegar a una verdadera expe- simples, más terrenales, más íntimas, que hagan sen-
riencia personal. El Decreto sobre el apostolado de tir verdaderamente la intimidad humana a los hom-
los laicos, que completa y enriquece la Constitu- bres, en lugar de signos solemnes y grandiosos que
ción, proporcionando un método para la acción en el hombre de hoy no puede comprender. A este mo-
el mundo, dice: "Solamente con la lu:r; de la fe y vimiento podrá unirse eficazmente la América La-
la meditación de la palabra divina puede uno cono- tina en la medida en que sepa liberarse de formas
cer siempre y en todo lugar a Dios ( .•• ) buscar religiosas solemnes y barrocas, no nacidas de su his-
su voluntad en todos los acontecimientos, contem- toria sino importadas de Europa como formas vacías
plar a Cristo en todos los hombres ( .•• ) y ju:r;gar de genuina inspiración religiosa.
sobre el sentido y el valor de las cosas materia-
les ( ... ) " (n. 0 4). Esto es un llamado a una "per-
sonalización" de la vida interior, que se presenta Todo nuestro discurso parecería encaminarse a una
cada vez más como un descubrimiento y una expe- conclusión pesimista, pero el pesimismo no se refiere
riencia personal que se enriquece día a día con la solamente a la América Latina. Por lo que concierne
realidad vivida, más que como una recitación de fór- a este gran continente rico de esperanzas y donde
mulas. Una espiritualidad que se aleja del individua- se esconden muchas esperas y muchos temores, he
lismo y trata de expresarse en formas de vida co- tratado de subrayar aspectos que la Iglesia ofrece
munitaria. particularmente a nuestra meditación en la Consti-
tución. El pesimismo nos tienta cuando pensamos en
todo un pasado que debemos superar, una mentali-
Hemos despertado y estamos de acuerdo en que dad a cambiar y no pocas resistencias por vencer.
la religión más comunitaria se había hecho terrible-
mente individualista, en la moral, en la liturgia, en Pero si el Espíritu Santo ha guiado a la Iglesia
sus expresiones de espiritualidad. Ya hace algunos a descubrir sus deficiencias y a descubrir la urgen-
años que la Iglesia realiza un esfuerzo, para atraer cia de ponerse en diálogo con el mundo, sabrá tam-
la atención sobre el valor de la comunidad a todos bién inspirar las personas y los movimientos y co-
los niveles. Los cristianos, abolida la división polémi- rrientes que darán esta dimensión de un diálogo a
ca con los no-cristianos, están descubriendo formas la Iglesia, haciéndola factor de cambio en un centro
simples, ordinarias, de vida común, de solidaridad con geográfico y en un momento histórico que exige este
los otros, de coparticipación, que contrastan con cier- proceso con urgencia.
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HEaOR BORRAT
'ESPERANZAS
SECULARES
y
ESPERANZA
ESCATOLOCilCA
69
Aunque forma parte de un mensaje de salvación fundamentales o las perciben con mayor agudeza:
propuesto a todos los hombres, no se trata ya de una ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido del dolor,
,esperanza compartida por todos, sino de otra, diver- del mal, de la muerte, que a pesar de tanto- progre-
sa, característica de una comunidad determinada, la so si:Juen existiendo? ¿Para qué sirven los triunfos
que integran los cristianos. No una esperanza secular, pagadcs a precio tan caro? ¿Qué puede aportar el
sino la esperanza del Reino, que es como decir la hombre a la sociedad y qué puede esperar de ella?
esperanza en la venida o presencia gloriosa de Cris- ¿Qué vendrá después de esta vida terrestre?"
to en su Parusía (palabra griega que significa pre- (n. 0 101 l.
cisamente eso: presencia o venida gloriosa, como la
de un rey o un guerrero que irrumpe en triunfo en Para buscar una respuesta, vamos a utilizar el mé-
una ciudad). Esta nueva perspectiva sobre el futuro todo de exposición que la propia Gaudium et Spes
solamente es vivida por aquellos que, en respuesta sigue cuando pasa a tratar,· .al nivel más general,
a la Palabra de Dios, se haben ya en los últimos "ia condición del hombre en el mundo de hoy". La
días --que empezaron a correr desde que Dios nos Iglesia tiene el deber de escrutar los signos de los
dijera su Palabra definitiva en su Hijo, hace veinte tiempos y de interpretarlos a la luz del Evangelio,
siglos (He l, 1 ) - pero todavía no en el Día de advierte el n. 0 4. Comencemos, pues, por el escru-
Nuestro Señor Jesucristo-- que ilegará recién con su. tinio y hagamos luego la interpretación.
Parusía ( 1 Co 8).
Vamos a escrutar los signos de 'Un mundo én el
cual "muchísimos hombres abandonan la práctica re-
Puesto que la Eseatología (o estudio de las últi-
ligiosa" y donde "como nunca había sucedido an-
mas cosas) abarca todos estos últimos días que re-
tes, no es ya algo insólito y ocasional la negación
matan en el Día de la Parusía, a esta segunda es-
peranz¡i bien podemos llamarla (como la propia Cons- de Dios y de la Religión" (n. 0 7). No ha de extra-
ñar, entonces, que estos signos apunten en abruma-
titución lo hará más adelante) esperanza escatoló-
gica. ( 1) dora mayoría hacia la esperanza secular, la más fre-
cuente, la más notoria:
Y aquí salta la paradoja: Es también por esta es- -"Se busca asiduamente un más perfecto orden
peranza escatológica ("Por lo cual. .. "), y no sólo temporal, sin que progrese igualmente el espíritu"
por la secular, compartida con los demás hombres, es (n. 0 4).
también por esta segunda esperanza propia y exclu-
siva de los cristianos que la comunidad cristiana
-"Muchos contem.poráneos nuestros están pri-
"se siente en verdad íntimamente unida con el gé-
vados de conocer realmente esos valores perennes y
r.ero humano y su historia". de armonizarlos de manera adecuada con los nuevos
descubrimientos. Así, agitados entre la esperanza y
¿De qué manera? ¿Cómo se traba esta fortísima la angustia, se interrogan acerca del curso presente
conexión entre una y otra esperanza? ¿Qué relacio- de las cosas, oprimidos por la inquietud. Y el cur-
nes guardan la esperanza secular y la esperanza es- so de las cosas provoca la respuesta de los hombres;
catológica? más aún, la exige" (n.o 4).
Esta es una gran cuestión que se plantea ante todo, -"También sobre los tiempos extiende su domi-
naturalmente, para aquellos que son sujetos de las nio la inteligencia humana: ( ... ) hacia el futuro,
dos esperanzas. Pero que también puede interesar a en virtud de la técnica prospectiva y de la planifi-
los no cristianos, que sólo son sujetos de la prime- cación" (n. 0 5).
ra, la secular, si no como un dato de fe, por lo
menos como una referencia necesaria para conocer -"La suerte de la comunidad humana se unifica
las perspectivas últimas que mueven o deberían mo- y ya no se dispersar más en diversas historias"
ver a los cristianos. ( 2) El Vaticano 11 abre estas (n. 0 5).
interrogantes a unos y a otros, puesto que la Gau- -"El género humano pasa de una concepción
dium et Spes quiere por lectores no sólo a "los más estática del orden de las cosas a una concepción
hijos de la Iglesia" sino también a "todos los hom- más dinámica y evolutiva" (n. 0 5).
bres" (n. 0 2), a la vez que comprueba que "el
género humano" -todos, pues, y no sólo los creyen-
tes- "en nuestros días, admirado de sus propios des- -"Las personas y las comunidades tienen sed de
cubrimientos y de su propia potencia, a menudo plan- una vida plena, libre, digna del hombre" (n.º 5).
tea también preguntas ansiosas acerca de la evolu-
ción del mundo actual, del lugar y la función del -"Las naciones además procuran cada ve: con
hombre en el universo, del sentido de su esfuerzo in- mayor energía la formación de una cierta comuni-
dividual y colectivo y, finalmente, acerca del fin de dad universal'' (n. 0 9).
todas las cosas y de los hombres" (n. 0 3). Desde
que la escatología ofrece la respuesta última que los
hombres de fe pueden proporcionar a estas interro- -Algunos "esperan la verdadera y plena libera-
gantes de todos los hombres, nos estamos asomando ción del género humano solamente del esfuerzo del
al tema central del diálogo entre la Iglesia y el hombre, y están persuadidos de que el reino del
mundo ( 3 J y por eso mismo a una afirmación bá- hombre sobre la tierra habrá de colmar todos los de-
sica que la Iglesia tiene que proponer al mundo. seos de su corazón" ( n. 0 1O).
Alcanza con echar una ojeada sobre esta América -"Surgen también grandes discrepancias ( ... )
nuestra para comprobar, de inmediato, que las cosas entre las naciones opulentas y las menos pudientes y
se presentan de manera mucho más compleja. las pobres" (n. 0 8).
Hay, es cierto, un creciente proceso de unificación -"Las naciones en vías de desarrollo, así como las
de las esperanzas, en cuanto un número cada vez ma- que han obtenido recién su independencia, ansían
yor de latinoamericanos -por imperativo de la co- participar de los bienes de la civili:ación actual, tan-
71
to en el campo político cuanto en el econom1co y sibil1dades de realización de las esperanzas secula-
desempeñar libremente su papel en el mundo, mien- res. La palabra aquí citada corresponde al Mt 24, 13,
tras, sin embargo, aumenta cada día la distancia y es decir, a un texto y a un contexto plenamente es-
también a menudo la dependencia económica respecto catológico que nos está llevando de lleno, por fin, a
de las naciones más ricas, más rápidamente adel.:in- la consideración de la otra gran esperanza, la esca-
tadas. Los pueblos oprimidos por el hambre inter- tológica.
pelan a lc>s pueblos opulentos" (n. 0 9).
UN YACIO DE ESPERANZA
"ENTRE LA ESPERANZA Y LA ANGUSTIA"
¿Qué nos dice al respecto la Constitución Pastoral?
Hasta aquí el escrutinio inicial. ¿Cuál será su in- Recordemos que, sin usar todavía el adjetivo, el
terpretación a la luz del Evangelio? O dicho de otro n.º 1 daba entrada ya a la esperanza escatológica,
modo: ¿Cómo encara la Iglesia a esta situación ac- conectándola con la secular. Pero observemos asi-
tual? ~Qué significados descubre para estos signos? mismo que aquel primer escrutinio no registraba nin-
Aquí cambia la clave: ya no es la descripción com- gún signo escatotógico que se hubiere hecho osten-
pletamente secular, como hasta ahora, sino Ja eva- sible a nuestros contemporáneos. La mayoría de los
luación teológica a partir de la Palabra. Escrutados signos --como ya hemos apuntada-- corresponden a
los signos de los tiempos, el método enunciado por las esperanzas seculares. El que tiene que ver con la
el n. 0 4 exige su interpretación a la luz del Evan- fe, a la vez que comprueba el abandono de la prác-
gelio. Dura luz reveladora, pero a la vez plena luz tica religiosa "por muchísimos hombres" y "la ne-
escatológica, que no puede evacuar a la Cruz de la gación de Dios y de la religión" como algo que ya no
Historia- porque la Cruz está aquí y estará aquí es insólito ni ocasional, describe como aspectos posi-
como el signo de Cristo a lo largo de los últimos tivos, "una capacidad más aguda de juicio" en la vi-
días- pero que tampoco puede callar el gozo único da religiosa, que "la purifica de una concepción má-
y la justicia plena de la futura irrupción, aquí en la gica del mundo y de las supersticiones todavía circu-
tierra, de "un cielo nuevo, una tierra nueva" (Ap lantes exigiendo cada ve:z: más una adhesión personal
21, 1 ) , una tierra nueva y, en medio de ella, una y activa a la fe, en virtud de lo cual no pocos al-
Ciudad Santa, "la morada de Dios con los hombres" can:z:an un más vivo sentido de Dios" (n. 0 7). Pero
(Ap 21,3). no hay una sola precisión acerca de en qué consiste
ese más vivo sentido de Dios: nada, por consiguiente,
La clave para esta evaluación está dada por un sobre la esperanza escatológica.
cierto dualismo, ya desde el arranque de nuestro tex-
to, donde al lado de "el gcn:o y la esperan:z:a", apa- Y a decir verdad, la esperanza escatológica en
recen "el dolor y la angustia" de los hombres de este cuanto hecho comunitario, en cu.anta visible y noto-
tiempo (n. 0 1 ) • Estos hombres, dirá después, se en- ria actitud de las iglesias, difícilmente podría figurar
cuentran "agitados entre la esperan:z:a y la angustia" como un signo de estos tiempos. Es cierto que quie-
(n. 0 4). Y luego, como razón última de "los des- nes se reúnen en nombre de Cristo piden "venga tu
equilibrios que padece el mundo de hoy", señalará Reino" y profesan "y de nuevo vendrá con gloria
que "el desequilibrio más fundamental reside en el para ju:z:gar a vivos y muertos y su Reino no tendrá
cora:z:ón del hombre, pues en el mismo hombre mu- fin ( ... ) Esperamos la Resurrección de los muertos
chos elementos pugnan entre sí. Mientras que por y la vida del mundo futuro. Amén". Es claro que la
una parte, en cuanto creatura, se encuentra limitado perspectiva escatológica nunca ha dejado de estar
en muchos aspectos, por la otra se siente ilimitado presente en los símbolos de la fe o en los tiempos
en sus aspiraciones y llamado a una vida superior. litúrgicos o en los tratados de teología. Pero una co-
Atraído por muchas solicitaciones, se ve obligado sa es la verdad de la Revelación y otra -como ob-
constantemente a elegir entre unas y otras y a re- serva Ranher- su "existencialidad" en la práctica
nunciar a algunas. Más todavía~ débil y pecador, ha- de la vida cotidiana del hombre. Por eso hay ver-
ce a menudo lo que no quiere y lo que querría ha- dades que, consideradas en este último sentido, que-
cer, no hace. Padece así una división en sí mismo, dan relegadas, como marginadas, y una de ellas es
de la cual brotan muchas y graves discordias en la precisamente, según él, la resurrección de la carne.
sociedad" (n. 0 1Ol. (4) Que es como decir: la escatología en su mo-
mento culminante, el de la Parusía. Coincidentemente,
otro teólogo europeo, Alois Winklhofer, estima que
De allí las dos vertientes del progreso, sometido él "la segunda venida de Cristo y los acontecimientos
mismo a este dualismo. Si por un lado es "inmenso ligados a ella apenas despliegan sobre la vida cris-
bien de los hombres", por el otro "lleva consigo una tiana una fuer:z:a mareante y orientadora" (5).
gran tentación: perturbado el orden de los valores,
confundidos el maí y el bien, los individuos y los
grupos sólo atienden a lo que es propio de cada A la misma comprobación llegaríamos nosotros
uno, no de los otros, de manera que el mundo no es apenas exploráramos a nuestras propias comunida-
ya el ámbito de la fraternidad verdadera: la potencia des, en ·un medio cultural mucho más propicio al
inmensa de la humanidad amena:z:a destruir el mismo olvido de la escatología (por una difusión mucho
género humano" (n. 0 37). menor de la Biblia, por ausencia de todas aquellas
imágenes, que, sobre todo en el románico y el gó-
tico, anuncian a tantos europeos la Parusía de El
Al fin y al cabo esta es una lectura de los signos que viene). Todas las distancias que nos separan
en clave bíblica, con la plena certeza de que "toda de la esperanza escatológica podrían expresarse ca-
la historia de los hombres está llena de la lucha te- balmente en ese terror fúnebre con que amenaza un
na: contra el poder de las tinieblas que, comen:z:ada buzón para colectas plantado frente a la Iglesia Fran-
desde el principio del mundo, ha de perseverar, se- ciscana de lpanema, la Virgen de Fátima y los pas-
gún la Palabra del Señor, hasta el último día". Sí, torcitos sonriendo sus bienaventuranzas en el cielo y
es imposible evacuar a la Cruz de nuestra Historia, algunas almas sudando sus culpas en el fuego del
por mayor que sea el progreso y más fuertes las po- mosaico, mientras
72
"Nossa Senhora de Fatima "no voy a ir así que no me espere ( ... )
pecíe as vossas esmolinhas me consta que allí están los delatores
para, pela Santa Missa, si delataron por la buena causa
livrar do fogo as alminhas. y los torturadores si invocaron
As alminhas sao de todos, a Dios, la democracia y la familia" ( 9)
pois quem é que lá nao tem
um parente ou um amigo, un cielo clasista de una iglesia clasista:
um boí pai ou santa mae.
Socorreir, ó almas pías,
as tristas almas fieis; "son estos los pitucos ( ... )
lembrai-vos que em breves días y van al paraíso
no mesmo fogo estareis." y claro
el paraíso
es también una rambla" ( 1Q)
O en aquella caricatura de la esperanza que can-
tábamos hasta hace poco en nuestras iglesias:
a imagen y semejanza de la rambla de los pitucos
"Al cie!o quiero ir, montevideanos.
al cielo quiero ir,
Oh Reino Eterno,
Te quiero c;onquistar, "CON NUEVOS MOTIVOS"
Te quiero conquistar."
No ha de extrañarnos, por eso, que la Gaudium
Era un cielo al cual subir y no una nueva tierra;
et Spes no sólo no compute un sólo signo de espe-
cada un reino a conquistar por el hombre y no el Reino
ra01za escatológica sino que apunta el recnazo agre-
que nos vendrá grrituitamente por un acto soberano
sivo de una imagen deformada de ella, precisamen-
de Dios; un individuo, coreando junto a otros indi-
te entre aquellos que buscan la liberación social del
viduos, atrincherado cada uno en su inexpugnable
primera persona del singular, y no el nosotros diná- hombre:
mico del Pueblo de Dios. La espera de una nueva
tierra habría escandalizado a aquel nostálgico de su- "Entre las formas del ateísmo contemporáneo no
blimidades celestes que tenía por aspiración supre- se debe pasar por alto aquella que espera la libe-
11a el encuentro de su alma con Dios, a aquel hijo ración del hombre, sobre todo de su emancipación
de su esfuerzo que creía convertirse, a fuerza de económica y social. Según esta forma, la religión
obras buenas, en un acreedor de Dios y que engan- por su naturaleza misma es un obstáculo a tal
chaba su individualismo a ·un evanescente espiritua- emancipación, en cuanto dirige la esperanza del
lismo para olvidarse de su cuerpo, de su prójimo, de hombre hacia una vida futura y falaz, y así fo
su tierra, de su tiempo. ( 6) aparta de la construcción de la ciudad terrestre. Por
lo cual los promotores de tal doctrina, cuando llegan
a dirigir la cosa pública, luchan con veheméncia con-
Era un cielo o -para los que veían esta seudo-
tra la religión difundiendo el ateísmo por los medios
escatología desde afuera- un infierno, aquel que
de presión, sobre todo en la educación de los jóve-
afloraba una y otra vez en el tango:
nes, de los que dispone el Estado" (n. 0 20).
N o t a s
(1) Para una primera aproximación a Ja -escato- justa valcración, debido al peso de la tradición teo-
logfa, Karl Rahner y Herbert Vorgrimler, art!culos lág ica y a la situación social de la cristiandad. Este
"Eschatologie", "Basileia", ºParusie", "Tag des ateísmo en busca de un futuro sin Dios ha avanzado
Herrn", "Auferstehung", "Gericht", "Geschichts- en una dirección que había sido descuidada por la
theologie", en "Kleines Theologisches Worterbuch" teología cristiana, obligando así a ésta al desarrollo
(Freiburg im Breisgau, 1962); MicheJ Join-Lambert de la "responsabilidad de la esperanza" (1 P 3, 15)
y Pierre Grelot, art!cu'.o "Temps" en "Vocabulaire que en e la se encierra. ¿Cómo podría esto realizarse
de Théo!cgie BibliqL:e" (París, 1962); E. Trocmé, ar- C:e otro modo que no fu·ese elevar a su principio
tfcuio "Temps" en "Vocabulaire Biblique", (Neu- aquella atrofiada disciplina que se encontraba al fi-
chil.tel/Paris, 1956); Juan Straubinger, "Espirituali- nal de la teología, haciendo de la escatología el cen-
dad Bíblica" (Buenos Aires, 1949). tro de su pensamiento? No se trata, en este sentido,
Ce una nueva formulación c!el artículo c!e los noví-
Con mucha mayor extensión, R. H. Charles, "Es- simos, sino de Ja infusión de esa ucorriente cálida"
chatology" (New York, First Schocken Paperback de la esper<:nza en to:ios los artículos d·e la fe cris-
Edition, 1963); Alois Winklhofer, "Das Kommen sei- tiana. Si se llega a conseguir que en el pensamiento
nes Reiches" (Frankfurt am Main, 1959); Osear Cull- vayan unidos Dios y el futuro, tal como lo hace po-
mann . "Christ et ie Temps" (Neuchatel/Paris, 1957) sible la reflexión sobre la historia bíblica, podre-
y "Christoiogie du Nouveau Testament" (Neuchatel/ mos reconocer el futuro en el pasado, el "eschaton"
Paris, 195'1); Hans Urs von Balthasar, "Escatolog!a", a! que tendemos como existente en ·el principio, la
en "Panorama de la Teología Actual" (Madrid, 1961), transformación en el seno de la redenc'ón, el reino de
'La escatología, t-eologfa de las realidades ültimas", Dios dentro de la resurrección de Cristo y la prome-
en "Teología Actual" (Madrid, 196ú), "Teología de s~ en cI evnn~elio. Una ontología escato"ógica recon-
la Historia" (::Uadrid, 1959), Para Ja aparición y el ciliará entoncé-s a la materia efímera con su futuro:
desarrollo de la promesa <-scatológica en la Antigua igualmente una antropología escatológica logrará
Alianza, Gerhard von Rad, "Theologie des Alten conjugar el ser humano mortal con su glorificación,
Testaments'', t II <1iünchen, 1965, p. lVS s::;,i; Pierr~ porc:ue en ambos - y esto me parece lo más impor-
Grelot, ';Sens Chrétíen de l'Ancíen Testament" t<1n~e- puede l'.egar a adquirir plena validez el po-
(Tournai, 1962, p. 327 ss); Bernhard W. Anderson, der del futuro de Dios sobre la nada''. (Jürg-en llíolt-
"The Living World of the Old Testament" (London, mann, "Esperanza sin fe?", en "Concilium", n. 16,
1964). juri'.o 196G).
(2) Así como los cristianos, rec!procamente, co- (3) Tema central y -a Ja vez- escándalo lnevi·
mienzan a tomar en cuenta a Jo que podrla llamarse tab:e, que ninguna expresión c0nte;np0ránea del
un hun1an!Fn10 -escatológico sin Dios, como el sus• n1·en~a.ie nuer"'e ~oslayar. Tiene raz()n von Balthasar
tentado por el "marxismo esotérico" de Ernest Bloch. cuando afirma que en ning{m otro terreno Ja teologla
Esta atenci&n mutua resulta fund¡:,mental para el diá· mue~tra tan. o su c::-~rácter- peculiar y paradójico co-
lago y al n1isn10 tiernpo -enriquece a una teología mo en la escatologfa. Porque -explica- aqu! se tra-
que toclavfa no ha prestado toda la atención debida ta de ref:e·donar sobre realldades que por su misma
a la p-erspectiva e:::cato1ógica cristiana. HAunque es esenc:a e~capan al dom;n~o interno de nue::-tra ra ..
claro que en el Antiguo y en el Nuevo Testamento zén y en 1P..s cunl~s ha.y que creer P'QrQue las dice el
la fe en Dics y la esperanza del futuro se hallan Dios viYo, rea1iclades que super2n de manera escan-
estrechamente vinculadas, e'1 la teología cristiana se C.a!o~·a. las fronteras de lo naturalmente cognoscible
ha reflexionado muy poco sobre el futuro como for- y que ~in embargo reclaman el puesto supremo en
ma de ser de Dios. Los descubrimientos de la exége- el saber humano teórico y práctico. "Lo desagrada-
sis acerca del carácter escatológico propio del pri· ble para nuestro pensar natural es que este proble-
mítivo mensaje cristiano no han conseguido aún su ma de los eskata, de las realidades últimas del hom-
7S
bre, .de la .humanidad y del mundo, no puede resol- falsamente, las actividades profesionales y sociales
verse empíricamente, no puede ser puesto simplemen- por una parte y la vida religiosa por la otra. El cris-
té entre paréntesis ni eliminado, ya que el proble- tiano, negligente en sus compromisos temporales
ma del fin del hombre, de la humanidad y del mundo descuida sus deberes para con el prójimo, más aún,
es al mismo tiempo el problema de su sentido". descuida al mismo Dios y pone en peligro su salva-
"Teología actual", (p. 179 s.). ción eterna. Deben más bien resocijarse los cristia-
nos, siguiendo el ejemplo de Cristo, que trabajó como
obrero, de poder ejercer toda su actividad terrestre,
(4) "Escritos de Teología", t II (Madrid, 1961, combinando en una síntesis vital los esfuerzos hu-
p 209). manos, domésticos, profesionales, científicos o téc-
nicos, con los bienes religiosos, en los cuales, según
un orden supremo, todo se une para gloria de Dios."
(5) "Das Kommen seines Reiches" (p 7).
(12) La escatologla resulta tan fuerte en la Gau-
(6) Por otra parte, la escatologla b1blica es vi- di um et Spes que marca desde el primer a·rt!culo a
gorosamente reivindicada por algunas sectas que, los dos términos de la relación Iglesia-Mundo. Con
para particular irritación de nuestros católicos tra- relación a la Iglesia, ya hicimos la cita pertinente
dicionales, se ·permiten reclutar buena parte de sus al comienzo de nuestro trabajo, Con respecto al mun-
adeptos entre los "católicos" no evangelizados, ab- do, se le describe creado y conservado por el amor
solutamente ignorantes de la Palabra de Dios hasta del Creador, caído bajo el pecado pero liberado por
que algún miembro de esas sectas se las proclama, Cristo crucificado y resucLtado que ha "quebrado el
mal que bien, abriéndoles una deslumbrante pers- poder del Maligno, a fin de c¡ue sea transformado
pectiva blblica que hasta ese momento desconoclan. conforme al designio de Dios y llegue a su consu-
Y, ya se sabe, lo que afirman los herejes suele pa- mación". Después, el n. 0 40 insiste en la "finalidad
sar a segundo plano en una, pastoral de contrapesos salvífica y escatológica" de la Iglesia, que "sóio podrá
que opera a la defensiva, que quiere cerrarse a los ser plenamente conseguida en el mundo futuro".
riesgos. Si el mensaje escatológico transfiere a: tan- Y el 45, en una apretada sfntesis de presente y fu-
tos a las sectas ¿no es esa una prueba -razona:!! Jos turo de la Iglesia y el mundo, dice que "la Iglesia,
representantes del tradicionalismo blblico-- de los mientras ayuda al mundo y es ayudada por él, tien-
tremendos extrav!os a que puede conducir a los de sólo a una cosa: que venga el Reino de Dios y se
"cristianos no formados"? Para mayor complicación, realice la salvación de todo el género humano. (. .. )
todavla, en más de una tierra latinoamericana esos El Señor es el fin de la historia humana, el pu·nto
"extravlos" hablan operado también dentro de las al cual convergen las ansias de la civilización y de
iglesias católicas, cuando prendieron ciertos focos de la his.toria, el centro del género humano, la felicidad
milenarismo rápidamente sofocados por las autori- de todos los corazones y la plenitud de todos sus
dades respectivas. Un eco de estos ültimos proble- deseos. ( ... ) Vamos en peregrinación hacia la con-
mas puede rastrearse en el "Diccionario de la Bi- sumación de la historia humana, que responde plena-
blia" de Haag-van den Born, completado en la ver- mente al propósito de su amor: "restaurar todo en
sión española por de Ausejo, donde el articulo sobre Cristo, las cosas celestiales y las terrest!'es" (Ef 1,
"~filenarismo" concluye recordando que "una espe- 10). El Señor dice: 'Ved que vengo pronto y traigo
cie de m. mitigado, propagado en ciertos ambientes conmigo la recompensa, para dar a cada uno lo que
católicos sudamericanos, fue desaprobado en 19141 merece. Yo soy el Alfa y el Omega, el primero y
por la autoridad eclesiástica". (Barcelona, 1963, p. el último, el principio y el fin" (Ap 22, 12-13).
1256).
El cont·exto conciliar sobreabunda en citas que
confirman el continuo interés del Vaticano II por
(7) "Cambalache". la esca,tologla. Por ej. cuando la Constitución sobre
la Sagrada Liturgia expone cómo la iglesia se en-
tiende a si misma, señala entre sus ca:racterfsticas
(8) "Adiós muchachos", la de estar "presente en el mundo y, sin embargo,
peregrina", precisando ·enseguida que "lo presente''
debe estar "ordenado y subordinado ( ... ) a la ciu-
(9) "Inventario" (:Montevideo, 2.ª ed., 1965, p. 25 s.). dad futura que buscamos" (n.º 2). La Constitución
Dogmática sobre la Iglesia destina un capitulo en-
tero ai la "índole escatológica de la Iglesia peregri-
(10) "Inventario" (p 86 ss). nante y su unión con la Iglesia celestial", y sitüa
en la Parus!a el momento de la definitiva perfec-
ción de la Iglesia, del género humano y de todo el
(11) Más adelante, el n.o 43 ampl!a el enfoque uni,·erso (n.o '.48). Aün antes de ese capitulo, ya
critico a dos actitudes opuestas entre si pero igual- desde los comienzos de este otro documento fun-
mente falsas: "El Concilio exhorta a los cristianos, damental del Concilio se subraya que la Iglesia
ciudadanos de ambas ciudades, a que cumplan fiel- "constituida en los últimos tiempos, fue manifesta-
mente sus deberes terrestres, guiados por el espíritu da por la efusión del Espíritu Santo y alcanzará la
del Evangelio. Yerran los que, conscientes de que plenitud gloriosa al final de los siglos" ín.º 2). El
no tenemos aquí una ciudad estable, sino que bus- Pueblo de Dios, puesto en primerlsimo plano por
camos la futura creen por eso poder descuidar sus este texto, "es el nuevo Israel que va avanzando
deberes temporales, sin considerar que la misma fe en este mundo hacia la ciudad futura y permanen-
los obliga más a cumplirlos, conforme a la propia te ( ... ) hasta que por la cruz llegue a la luz sin
vocación de cada cual. Pero no se equivocan menos ocaso" (n. 0 9). Los laicos "se muestran como hijos
aquellos que, al contrario, creen poder sumergirse de la promesa cuando fuertes en la fe y la esperan-
hasta tal punto en las ocupaciones terrestres, como za, aprovechan el tiempo presente ( ... ) y esperan
si éstas fueran del todo ajenas a la vida religiosa, con paciencia la gloria futura", haciéndose "valio-
pues de e!la piensan que consiste solamente en los sos anunciadores de la fe y de las cosas que espe-
actos del culto y en la observancia de ciertas obli- ramos (cf He 11, 1) si asocian, sin desmayo, la pro-
gaciones morales. Semejante divorcio entre la fe que fesión de la fe con la vida de fe" (n.o 35).
profesan Y la vida cotidiaRa, debe ser contado como
uno de los más graves errores de nuestro tiempo. Texto y contexto, pues, sitúan a la escatologfa en
Los profetas en el Antiguo Testamento ya reprendían el centro el mensaje conciliar.
con vehemencia este escándalo, y mucho más en el
Nuevo Testamento el mismo Jesucristo conmina con- (13) "Escatologla" en "Panorama de fa Teologfa
tra él grandes penas. No se contrapongan, entonces, Actual" (p 499).
76
HACIA
UNA
EXEGESIS
JUAN LUIS SEGUNDO S J DINAMICA
Es un hecho que se ha puesto de moda en la cac1on del Concilio, hay que seguir llamando la
Iglesia la distinción entre personas preconciliares y atención sobre problemas nuevos, que surgirán de él
conciliares. Se caracteriza a fulano como preconci- o que están ya planteados en el mismo Concilio. ,:No
liar, a otro como conciliar, y lo mismo ocurre con dice acaso la constitución Gaudium et Spes: "com-
las ideas. Yo creo que, en realidad, existen tres gru- prende la Iglesia cuánto le queda aún por madurar,
pos bien diferenciados sociológicamente: personas y por su experiencia de siglos, en la relación que de-
pensamientos preconciliares, conciliares y post-con- be mantener con el mundo"? (n. 0 43).
ciliares.
Así por ejemplo, Shillebeeck destaca que el es-
Por una parte, personas (y pensamientos) pre- quema XI 11 le comunica a los fieles una inspira-
conciliares, caracterizados por una cierta reticencia ción cristiana fundamental, de la cual tienen necesi-
frente a los cambios introducidos por el Concilio. dad para ejercer por sí mismos su papel de hombres
Por otra parte, personas conciliares, aquellas para en este mundo, en lugar de suministrar un progra-
las cuales el Concilio fue un choque, una sorpresa, ma elaborado que proponga !'.'Oluciones ya concretas.
pero que, con suficiente agilidad mental por un
lado y suficiente fidelidad por otro, se pusieron a Más explícito todavía es Rahner, cuando dijo en
tono con ese salto. ;Lo que más los caracteriza es la un coloquio franco-alemán el año pasado: "El se-
aplicación del Concilio. Para ellos el Concilio es un gundo Concilio Vaticano es ciertamente muy impor-
cambio que hay que aplicar. Y finalmente, personas tante y estimulará sin duda alguna la teología de
postconciliares, es decir, personas que preparan un las próxima décadas. Pero .en la Iglesia, como en
nuevo concilio. Porque los concilios no surgen de la el mundo, lo mejor tiene sus peligros, y la teolo-
nada, de modo que sí hay un nuevo concilio habrá gía del Concilio, material y formalmente, representa
que prepararlo desde que termina el anterior. En un grave peligro para la teología viva (es decir, para
este tercer grupo se encuentran los que leen en el la teología que tiene que estar ¡>ensando de acuer-
Concilio mismo problemas nuevos que la Iglesia se do con la realidad que le pregunta) • El peligro
plantea hoy y que necesitan pensamiento y vida re- estaría en que se considere ese estilo de la teolo-
fleja en la Iglesia para ser resueltos. gía conciliar como un modelo acabado y que bas-
taría continuar honradamente sin preocupación y
Es importante hacer notar que las grandes per- sin crítica".
sonalidades, los grandes teólogos que prepararon el
Concilio, son también los que hoy insisten más so- Chenu tiene también unas indicaciones que nos
bre el hecho de que hay que preparar la Iglesia para van a servir todavía más para la introducción a
el Concilio. Sostienen que, sin dejar de lado la apli- nuestra exégesis: "Se impone por tanto no mante-
77
nene en una interpretación puramente literal y ma- La misma opos1c1on aparece cuando el Concilio
terial de los textos del Concilio con todas las pe- define su intención en el n. 0 3: "el pueblo de Dios,
4ueñecés de una exégesis abstracta y estática". Me congregado por Cristo, no puede dar mayor prueba
parece muy importante ese último adjetivo, estática. de solidaridad, respeto y amor a toda la familia
Justamente lo que diferencia a los conciliares de humana que la de dialogar con ella acerca de to-
los postconciliares es, en los primeros, una exége- dos estos problemas (del hombre), aclarárselos a la
sis estática, que sólo ve las soku::iones que el Con- lu: del Evangelio". Hubiera sido extremadamente
cilio presenta, y, en los segundos, una exégesis di- fácil y lo más natural escribir: "dialogar con toda
námica, que observa hacia dónde apunta el Concilio. la familia humana". ¿Hábito de estilo, o teología
En otras palabras, dónde se quedó el Concilio y ha- subyacente?".
cia dónde iba. Esto significa ver en sus textos, más
que un punto de llegada, una dirección y el mo- En el n. 0 12 se usa otra oposición y justamente
mento en que la Iglesia dejó de caminar en esa su tenor ayuda a reflexionar sobre la teología sub-
orientación, sin duda por una dificultad que con- yacente a esa oposición Iglesia-mundo. Allí se dice:
viene examinar seriamente, porque por ahí, en la "creyentes y no creyentes están generalmen-
lucha frente a esos puntos críticos se va a realizar te de acuerdo en este punto" (en que todas las
y se está realizando el progreso de la Iglesia en el cosas deben centrarse en el hombre). Aquí sí hay
período postconciliar. una oposición lógica: prácticamente la familia hu-
mana está dividida en creyentes y no creyentes, es
El Concilio tiene una lógica: de los princ1p1os decir en cristianos y no cristianos. Aquí sí existe
propuestos por él parecería que debían salir ciertas un diálogo con interlocutores bien definidos. La
conclusiones. Pero a veces esas conclusiones no apa- oposición es lógica, clara, comprensible. Pero ¿por
recen, a veces aparecen en forma demasiado am- qué no se utilizó desde el principio o en la mayo-
bigua y hasta en oposición con conceptos o imáge- ría de los casos esta oposición cristiano-no cristiano?
nes que parecen venir de otras premisas. Pues bien, Creo que por una razón teológica subconciente.
en lugar de considerar al Concilio simplemente co- Si se utilizó mundo, fue porque es una palabra más
mo una lucha entre progresistas y reaccionarios, co- neutral, con respecto a la fe o a la Iglesia. Es más
s;;i que evidentemente también se dio en él, y pre- fácil, teológicamente hablando, atribuirle cosas bue~
sentar los textos actuales como lo que resultó al fi- nas al mundo como base neutral de todo lo humano,
nal de esa lucha, lo interesante es ver que si no que atribuírselas específicamente a los no cristianos.
se llegó a las conclusiones previsibles en ciertas di- Es más fácil decir que la Iglesia depende del mun-
recciones fue porque subsistían aún problemas. La do, algo así como el pensamiento del hombre de-
tarea de la Iglesia, la tarea de todos nosotros, va pende de su estómago que decir, hasta cierto pun-
a estar relacionada con esos problemas en los pró- to, que depende del error.
'<imos años.
Por de pronto están esas palabras, Gaudium et Algo de esto aparece aún ciertamente en algunas
Spes, con las que comienza la Constitución Pasto- expresiones del Concilio: "la Iglesia pone a disposi-
ral: "l.os go:os y las esperan:as, las triste:as y ción del género humano el poder salvador que la
las angustias, de los hombres de nuestro tiempo, Iglesia, conducida por el Espíritu Santo, ha recibido
sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son de su Fundador" (n. 0 3). Esta afirmación, hecha
a la vez go:os y esperan:as, triste:as y angus- en diálogo con el mundo, equivale a afirmar que,
tias de los discípulos de Cristo". Evidentemente, sin más averiguaciones, la Iglesia posee ya en sí todo
un espíritu crítico notaría aquí cierta falta de ló- lo que importa: el poder salvador. En efecto, ¿qué
gica: si son de los hombres no es necesario de- queda fuera de esto? Lo no importante, lo no tras-
cir que a ia ve: son de los cristianos, porque ¿qué cendente, lo no decisivo. Así, a pesar de que el Con-
son los cristianos sino hombres? Más adelante apa- cilio afirme explícitamente la reciprocidad entre Igle-
rece esto todavía má!; claro: "tiene pues ante sí la sia y Mundo, ciertas expresiones tienden a atribuirle
Iglesia al mundo". Pero ¿qué es entonces la Igle- prácticamente a la Iglesia todos los medios para rea-
sia? ~Desde dónde, desde qué otro planeta mira lizar su función sin el mundo. También en el n.º 3
al mundo la iglesia? ~Desde "lo eterno'' o "lo sobre- aparece lo mismo: La Iglesia está para servir. Pero
natural"? El mismo título general "La iglesia y el ¿cómo? Salvando. Es una manera muy especial de
mundo mode,.-no", sobre todo cuando se prescinde servir. esta de salvar, y sobre todo muv independien-
del adjetivo moderno, ya que en la mayor parte de te. Quien alarga una mano no necesita de aquel a
la Constitución se contrapone la Iglesia a mundo quien sirve. Así dice el texto que la Iglesia realiza
en general, nos hace preguntarnos por qué se eli- la misma obra de Cristo, que vino para salvar y no
gió esa oposición que no es una oposición estricta- para juzgar, para servir y no para ser servido. La
mente lógica. palabra "salvar" parece pues indicar que hay un
78
mundo que se pierde y que la Iglesia posee todo lo Iglesia, es recibir "en cierto modo el reflejo de su
necesario para impedir su pérdida. ¿Qué reciprocidad lu:z:", es decir las sobras de la función propia que
puede haber entonces entre el salvador y el salvado? la Iglesia realiza sin ayuda de nadie?
Así la misma palabra "servicio" que, aplicada a A juzgar por los textos aducidos hasta aquí se
la Iglesia con respecto al resto de la humanidad, ten- podría pensar que hemos inventado nosotros eso de
dería a romper la imagen de una sociedad perfecta y la mutua interdependencia, pero no es así. Comen-
completa ya en sí misma, recae en la ambigüedad cemos por uno qtk otro texto más o menos tímido
cuando se asocia sin más, hasta parecer identificarse, de los muchos que. la afirman. "Tiene (la Iglesia
con la palabra "salvación". Cató! ica) asimismo la firme 'Persuasión de que el
mundo, a través de las P'ersonas individuales o de
toda la sociedad humana, con sus- cualidades y ac-
Hay, sin embargo, textos más precisos, donde la tiv.dades, puede ayudarla mucho y de múltiples ma-
asociación entre servicio y salvación subsiste, pero neras en la preparación del Evangelio. Expónense a
en forma más compleja que esa aparente identidad continuación algunos principios generales para pro-
"servir es salvar". Así por ejemplo en el n. 0 1: mover acertadamente este mutuo intercambio y esta
"!a comunidad cristiana está i-ntegrada por ~mbres mutua ayuda en todo aquello que en cierta manera
que, reunidos- en Cri~to, son guiados por el Espíritu es- común a la Iglesia y al mundo" (n. 0 40).
Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y
han recibido la buena noticia de salvación para co-
municársela a todos". No dice el texto que han re- Veamos otro texto más explícito todavía, aunque
aún ambiguo: "La Iglesia reconoce agradecida que,
cibido la salvación para comunicársela a todos, sino
tanto en el conjunto de su comunidad como en cada
la buena noticia de la salvación. Aquí hay una dife-
uno de sus hijos, recibe ayuda variada de parte de
rencia s:gnificatlva. El Concilio utiliza pues dos len-
los hombres de toda clase o condición. Porque todo
guajes: por un lado, la Iglesia estaría para salvar al
el que promueve la comunidad humana en el orden
mundo, y por otro lado su servicio consistiría en co-
de la familia, de la cultura, de la vida económico
municar al mundo la buena noticia de la salvación.
seda!, de la vida política, así nacional como inter-
nacional, proporciona no pequeña ayuda, según el
En el n. 0 40 vuelve a aparecer la misma ambi- plan divino, también a la comunidad eclesial, ya
güedad. "Nacida del amor del Padre Eterno, fundada c¡ue ésta depende asimismo de las realidades ex-
en el tiempo por Cris-to Redentor, reunida en el ternas-. Más aún, la Iglesia confiesa que le han
Espíritu Santo, la Iglesia tiene una finalidad escato- sido de mucho provecho y le pueden ser todavía
lógica y de salvación, que sólo en el siglo futuro po- de provecho la oposición y aún la persecución de
drá alcan:z:ar plenamente. Está presente ya aquí en sus contrarios". (n.o 44 l .
la tierra formada por hombres, es decir, por miem-
bros de la ciudad terrena que tienen vocación de En el n. 0 12 se dice: "El pueblo de Dios movido
formar en la propia historia del género humano la por la fe, que le impulsa a creer que quien lo con-
familia de los hijos de Dios que ha de ir aumen- duce es el Espíritu del Señor que llena el Universo,
tando sin cesar hasta la venida del Señor. Unida procura discernir en los acontecimientos, exigencias
ciertamente por ra:z:ón de los- bienes eternos y enri- y deseos, de los cuales participa juntamente con sus
quecida con ellos, esta familia ha sido constituída contemporáneos, los signos verdaderos de la pre-
y organi:z:ada por Cristo como sociedad en este mun- sencia o de los planes de Dios. La fe todo lo ilu-
do y está dotada de los medios adecuados propios mina con nueva luz y manifiesta el plan divino so-
de una unión visible y social. De esta forma, la bre la ente•a vocación del hombre. Por ello orienta
Iglesia, entidad social y visible y comunidad espi- la mente hacia soluciones plenamente humanas". Y
ritual, avan:z:a conjuntamente con toda la humani- si es así, puede decirse que ese servicio sólo vale
dad". Toda esta exoresión es ambigua, no sólo por en lo externo, cuando "la persona humana, en lo
el ·uso del término salvación, sino porque la Iglesia toc:inte al cumplimiento de su vocación, incluida la
parece como otra sociedad aparte de la humanidad, religiosa, recibe mucho de esta vida en sociedad"
aunque avanza junto con ella. Es cierto que en ese (n. 0 25).
marchar juntos hav ya el comienzo de una recipro-
cidad reconocida. Pero ~es una verdadera reciproci-
dad o no? "Avan:z:a juntamente con toda la huma- Resumiendo lo dicho hasta aquí, el primer pro-
nidad -continúa el texto citado-- experimenta la blema al que nos enfrentamos en la lectura de los
suerte terrena del mundo y S1J ra:z:ón de ser es ac- textos conciliares de la Constitución sobre Iglesia y
tuar como fermento y como alma de la sociedad". Mur.do moderno es que por una parte se afirma cla-
Aquí hay ya algo más que el comienzo de una reci- ramente la mutua interdependencia entre Iglesia y
procid.o.d. El fermento es algo que no actúa sin la mundo, y por otra, se sigue usando un lenguaje que
masa, el alma no obra sin el cuerpo. presenta a aquella sociedad perfecta inscrita en un
mundo que, con su actividad, más bien pone obs-
táculos o por lo menos distrae su atención de lo
Pero subsiste un va1ven y una ambigüedad. Pro- esencial.
sigamos con el texto del Concilio: "Al buscar su
propio fin de salvación, la Iglesia no sólo comunica
la vida divina a los- hombres, sino que además di-
funde sobre el universo mundo en cierto modo el LA INTERDEPENDENCIA DEL DIALOGO
reflejo de su lu:r:, sobre todo curando y elevando
la dignidad de la persona". Ahora bien, si la Igle- Pero la Iglesia va más lejos que los textos aduci-
sia comunica la vida divina a los hombres, ¿qué dos. Uno de los puntos concretos de esa reciproci-
reciprocidad puede haber, hablando con propiedad? dad afirmado indudablemente en el Concilio es el
Y si la Iglesia sola se basta para esa tarea, enton- que dice relación con la verdad. Precisamente aquí
ces ¿qué es esa otra ciudad terrena? ¿qué interés se va a notar más por qué se pone "mundo" y
tiene? ¿qué valor posee, no sólo en sí, sino para "no cristianos" frente al término "Iglesia". En efec-
la Iglesia? ¿No surge de este texto, sobre todo de to, la interdependencia, mundo-iglesia, afecta la ver-
las últimas frases, la impresión de que lo unico dad misma. Pero ¿existe interdependencia, no sólo
que puede hacer el mundo, fuera de ingresar en la con el mundo, que es neutro con respecto a la ver-
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dad, sino concretamente con Jos no-cristianos, es de- mente de otras tantas deformaciones?
cir con "el error"?
No obstante, en el mismo caso del ateísmo apare-
En el n. 0 4 se dice que para cumplir su misión ce la misma ambigüedad. Por una parte, parece que
"es dii!ber permanente de la Iglesia escrutar a fon- el ateísmo con su crítica de la deformación cristia-
dó· todos los signos de la época e interpretarlos a la na, tuviera un sentido indispensable para el mismo
lu:z: del Evangelio, de forma que, acomodándose a cristianismo. Pero en otros textos aparececía sin sen-
cada generación, pueda la Iglesia responder a los tido positivo alguno. Por ejemplo, frente a la críti-
perennes interrogantes de la humanidad sobre el sen- ca que hace el ateo de la religión, Ja Iglesia afirma
tido de la vida presente y de la vida futura y so- en el Concilio que el reconocimiento de Dios no se
bre la mutua relación de ambas". Quien lee este opone en modo alguno a la dignidad humana, y que
p.:isaje, y a pesar de alusión a la dependencia his- es falso que el reconcer a Dios signifique rebajar
tórica que su.pone "escrutar los signos de los tiem- esa dignidad, ya que ella "tiene en el mismo Dios
pos", vuelve a tener la impresión de una sociedad su fundamento y perfección. Es Dios Creador el que
perfecta que posee ya las respuestas y las va sacan- constituye al hombre inteligente y libre en ia so-
dó para cada generación. En ese caso, la interdepen- ciedad. Y, sobre todo, el hombre es llamado como
dencia no existe o puede ser solamente muy pe- h1jo a la unión con Dios y a la participación de
queña. su felicidad" (n. 0 21). Esto está muy bien dicho
como frase, pero, concretamente el cristiano ¿lo
En el n. 0 11, el Concilio da un paso más frente vive así o no? La moral del cristiano ¿es una mo-
a una serie de cuestiones: ¿cómo tiene que levan- ral de hijo o es una moral de esclavo donde todas
tarse el edificio de la sociedad actual? ¿qué senti- las cosas están catalogadas en prohibidas o permi-
do tiene la vocación humana en el universo?: "He tidas y donde hay que preguntarle al sacerdote, ya
aquí ias preguntas que agua~dan respuesta. Esta ha- que Dios no está presente, si cada cosa está permi-
rá ver con claridad que el pueblo de Dios y la tida o no? Y eso ¿no rebaja la dignidad humana?
humanidad de la que aquél forma parte se presta
mutuo servicio". Hay pues un mutuo servicio en la Cabe pues preguntarse: ¿qué clase de respues-
verdad. Pero ¿cuál es?. Es muy difícil verlo. Hay ta tiene la Iglesia, nominal o real? Por supuesto
aquí un estilo ambiguo. El que escribió una frase que creemos que esa respuesta es verdadera. Pero
no escribió la sif;uiente, la que lógicamente debía se- ¿qué es esa verdad que la Iglesia posee? Pues bien,
guir. Una vez más ¿por qué? No porque hubiera cuanto más a lo hondo vayamos en esta cuestión,
en el Concilio una mayoría y una minoría, sino vamos a encontrar relaciones cada vez mayores de
porque existía un problema . .:Cuál? reciprocidad entre el cristiano y el no cristiano.
¿En qué depende la verdad de la Iglesia de Ja Un segundo ejemplo, siempre referente a la rela-
búsqueda de los no-cristianos? Es interesante esru.- ción entre el cristiano y el ateo. Enseña la Iglesia:
diar esto en un caso particular, el problema del "ia e;peran:z:a escatológica no merma la importancia
ateísmo. En el n. 0 19 y siguientes se trata de las de las tareas temporales". Sin duda que ello es así,
formas y raíces del ateísmo. Por de pronto, hay pero cuando concretamente se le dice en otra parte
aquí una afirmación muy valiente que indica hasta que en la Iglesia está la posibilidad de tener la vida
qué punto la misma verdad que la Iglesia posee de- divina y que además algún reflejo de esta vida va
pende, con::retamente, de los ateos mismos. No se tra- a iluminar la sociedad y volverla más humana, es
ta de un principio general, es cierto, pero es un evi¿ente que la escatología así concebida merma la
ejemplo clave e ilustrativo. Se dice en el n. 0 19 importancia de las tareas sociales ya que para el
lo siguiente: "El ateísmo considerado en su total in- no-cristiano de buena voluntad ellas constituían lo
tegridad, no es un fenómeno originario (es decir, absoluto. Pero si esto es una deformación ¿de dón-
prácticamente nadie es ateo simplemente por serlo) , de puede venir su corrección, hasta que el mismo
s;no un fenómeno derivado de varias causas, entre cristiano reconquiste su propia verdad cristiana? De
las que se debe contar también la reacción crítica que hay otros no-cristianos de buena voluntad que
co:ttra las religiones ciertamente y en algunas :z:onas le obligan a reconocer que su actitud era inauténti-
de! mundo, sobre todo contra la religión cristiana. ca y, por Jo tanto, tenía que deberse a una mala
Por lo cual en esta génesis del ateísmo pueden te- comprensión del mensaje.
ner parte no pequeña los propios creyentes en cuan-
to c¡ue, con el descuido de la educación religiosa o
con la exposición inadecuada de la doctrina o inclu- Hay allí, pues, una ambigüedad: por una parte la
so con los defectos de su vida religiosa, moral y afirmación de que ya se posee la verdad; por otra
socia!, han velado más bie:t que reve'ado el mis- parte la afirmación de que esta verdad está mal po-
mo rostro de Dios y de la religión". Y no s:ila- seída, y por Jo tanto, requiere la advertencia que
mente se lo han velado a los otros, sino que se lo brota de un diálogo sincero frente a los mismos pro-
velan a sí mismos, puesto que si los cristianos han blemas de la realidad humana. Y esto nos lleva a
velado a los ateos la noción de Dios, como que no otro tema. AJ analizar este problema de si la Igle-
van a comunicar otra de la que tienen, es señal sia ha de concebirse como una sociedad perfecta en
de que la que poseen no es la cristiana. En posesión orden a la verdad, hallamos el tema de la impor-
de la verdad cristiana hay así algo indispensable tancia del diálogo y de la convivencia.
que viene de alguien que no es cristiano, y aún del
ateo. Principio de reciprocidad, por lo tanto, cuan-
En el n. 0 21 se dice que es necesario la convi-
do antes parecía simplemente que la Iglesia tenía va
vencia y el diálogo, no solamente con los cristianos
todas las respuestas para los problemas de la h~.
manidad. sir.o también con los que no lo son: "La Iglesia,
aunque rechaza en forma absoluta el ateísmo, recono-
ce sinceramente que t::,dos les hombres, creyente y no
Esto que se dice en el caso de los ateos, pode- creyentes, deben colaborar en la edificación de este
mos suponer que es igualmente verdadero en todos ce s!nce·amente que todos los hombres, creyentes y no
los demás, porque si el error del ateo se debe en cesariamente un diálogo sincero y prudente". La
parte a haber los cristianos deformado su doctrina, versión castellana de la BAC qu.iere acentuar la pru-
los demás errores ¿no dependerán también parcial- dencia frente a la lealtad en el diálogo. Y por eso
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pone "prudente" antes que "sincero". El latín oficial en el cual estamos todos comprometidos. El segun-
pone "sincero y prudente". Pero, de todos modos, do problema es si ese mundo ante el cual está la
es evidente que aquí hubo una orientación que acen- Iglesia, para hablar como el Concilio, es un mundo
tuó la necesidad de la lealtad del diálogo y otra realmente redimido o por redimir.
que acentuó la prudencia, porque consideraba en
el diálogo el aspecto peligro. Claro que hay un ries- Pues bien, la primera impres1on sobre esto la
go en el diálogo leal, porque en él va siempre en tenemos en el mismo n. 0 2. Dice allí el Concilio que
alguna forma implicada una interdependencia con el "tiene ante sí la Iglesia al mundo, es decir, la en-
interlocutor respecto a la verdad. tera familia humana ( ... ) el mundo, teatro de
la historia humana". Justamente sobre esta historia
Pero si el diálogo es peligroso ¿por qué se lo humana nos preguntamos. ¿La Iglesia está frente a
necesita? Alguna .verdad debe surgir de ese diálo- ella? ¿es ella una historia meramente humana?
go y justificar así el que se exponga al cristiano a
ese peligro. Si la Iglesia tuviera todo lo que nece-
sita en orden a la verdad, no tendría necesidad de El texto conciliar prosigue así: " ... el mundo que
exponerse a un diálogo peligroso. los cristianos creen fundado y conservado por el amor
del Creade>r, esclavisado por la servidumbre del pe-
cado, pero liberado por CristOí crucificado y resuci-
En el n. 0 16 tenemos una de las frases más es- tado, roto el poder del demonio, para que el mundo
candalosas del Concilio para una mentalidad con- se transforme según el propósito divino y llegue a
servadora: "Es la conciencia . la que de modo admi- su consumación". Ante este texto, es lógico pre-
rable da a conocer esa ley cuyo cumplimiento con- guntarnos hasta qué punto podemos, con respecto al
siste en el amor de Dios y del prójimo. La fideli- mundo, es decir, con respecto a los hombres no bau-
dad a esta conciencia une a los cristianos con los tizados y a toda la historia de la humanidad hecha
demás hombres para buscar la verdad". La frase por los no cristianos, hablar de mera naturaleza o
es demasiado fuerte para quien había comprendido del mundo de lo natural. Y no solamente esto, sino
que tenía ya todas las respuestas, ya que sólo fal- hasta qué punto podemos hablar de un mundo en
taba distribuírlas a cada generación. Aquí en cam- estado de pecado original o sujeto a él. En otras pa-
bio se dice que hay que buscar, y junto a los no- labras, teológicamente no está claro en qué medida
cristianos y ateos, esa verdad. ¿De qué verdad, se podemos hablar de hombres con posibilidad con-
trata? creta de nacer y actuar en un estado de pecado ori-
ginal, o si concretamente de hecho esa situación
fue rota para todos. Y si todos estamos en un es-
Evidentemente, el texto conciliar no pretende po- tado de redención "original", es decir que el mun-
ner en duda una cierta verdad, como esa de que do cayó en el pecado, pero en un pecado cuyo po-
Dios, por ejemplo, es fundamento de la dignidad der fue roto al ser el mundo redimido por Cristo.
de la persona humana. No se trata de que tenga-
mos que ir a buscar simplemente con el no-cris-
tiano si eso es verdad o no. La verdad de que Estamos habituados a considerar el pecado como
aquí se habla está en un plan más concreto, como una realidad física que se adhiere a cada uno quie-
se ve por lo que sigue: " ... buscar la verdad y re- ras que no, mientras que la redención de ese pe-
solver con acierto los numerosos problemas mora- cado la concebimos como una posibilidad jurídica, a
les que se presentan al individuo y a la sociedad". la cual cada uno de los hombres se acoge o no. Co-
mo uno se acoge a la jubilación, o la deja perder.
Sin embargo, la redención según San Pablo tuvo un
Pero, por otro lado, esta concreción no quiere efecto tan universal, tan total como el pecado. Es-
decir una mera aplicación de la verdad general in- to no la principió, sino en sus "consecuencias y
mutable. El Concilio no dice: b'Uscar las verdades, efectos" (Romanos 5, 12-21. Y así: "Allí donde
como con minúscula, las de poca importancia, las el pecado existió, la gracia fue más abundante to-
concretas, sino buscar la verdad, en singular. Esto davía"). Evidentemente, la expresión "redención ori-
significa que esa construcción del mundo a la cual ginal" no es exacta, porque la redención nunca es
se refería antes, para la cual tenían que dialogar los tan original en el orden del concepto, como el pe-
hombres, constituye, en su sentido pleno, la verdad. cado del cual Cristo nos redimió. Pero en el orden
No es simplemente la posesión de unas cuantas del tiempo ¿no nos enseña el Concilio que los hom-
verdades accesorias, reflejos, por decirlo así, de la bres todos estamos en un mundo redimido y que
verdad salvadora. La verdad que interesa funda- todos nacen en un mundo donde el pecado ha sido
mentalmente al hombre es no tener un enunciado, vencido por la gracia y .donde el demonio ha perdi-
sino haber qué hacer, y qué hacer todos juntos. Y do su poder gracias a Cristo? Esto no está totalmen-
para llegar a esa verdad la Iglesia tiene algo que te claro, aunque el Concilio dice que la Iglesia está
decir y tiene algo que aprender. frente a un "mundo esclavisado bajo la servidum-
bre del pecado, pero liberado p0r Cristo". Esta fra-
Ahí la Iglesia aporta y la Iglesia recibe. La ·reci- se parecería indicar que todos los hombres no están
procidad en orden a la verdad aparece así clara aun- sólo frente a una liberación posible, sino que fueron
que brevemente indicada. liberados exactamente com fueron esclavizados.
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"revista
mensual
de actualidad
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y orientacion
Número 41:
LA INTERVENCION Y LA UNIVERSIDAD NACIONAL,
por Minás M. Marangós y Carlos Leyba.
LA SOLUCION DEL SECTOR EXTERNO, por. Antonio Cofiero.
LA CULTURA NACIONAL, por Leopoldo Marechal.
Número 42:
LA GUERRA ARABE - ISRAELI, por Arturo Jauretche.
LO ANTINACIONAL EN ARTURO CORTAZAR por Tomás Saraví.
LAS DENUNCIAS DE RAMPARTS CONTRA LA CIA.
Lea en nuestros números anteriores artículos claves para la interpretación de los hechos
y el análisis de las ideas.
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bibliografía
índice de los números 1 a ·15
11
Publicación editada por el Movimiento
IGLESIA Y SOCIEDAD EN AMERICA LATINA CISALl
P AIS - UNIVERSIDAD
- libros sí, Alpargates también.
CULTURA:
Emanuel Mounier.
número 2:
DIC. - ENERO - FEBR..
¡CAMBIA LA IGLESIA!
- Lo permanente y lo mudable.
1967 - Cultura y cristianismo.
- Evolución de la conciencia en la Iglesia.
- Autoridad en la Iglesia.
TRIBUNA LIBRE:
Mesa Redonda: Iglesia y Cambio en la Argentina.
ACTUALIDAD:
La verdad sobre el problema portuario.
CULTURA:
Semblanza de Marie-Joseph TeHhard de Chardin.
MARZO - ABRIL
número 3:
LmERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD
¿Lbertad para qué?
1967 - Condicionamientos políticos en el proceso de
liberación argentino.
- Condicionamientos socio-económicos.
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ACTUALIDAD:
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