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víspera

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petróleo para el perú:


¿ acto aislado o política de conjunto ?
dom helder: . . .
una voz que otros no pueden hacer oír
paulo freire: acción cultural liberadora
modernización / humanización
vr víspera
Un servicio para A m érica Latin a dei M o vim ie nto In te rn a c io n a l de E stu d ia n te s C ató lico s.
P ublica ció n b im e stra l / año 3. N úm ero 10, Mayo de 1969.

R edacción y A d m in is tra c ió n : Canelones 1486, M ontevideo / T e lé fo n o : 4 79 02.

D irección ca b le g rá fica : Paxromana / M onte vid e o .

E ditor: H éctor B orrat.

Secretario de R edacción: L uis A. C a rriq u iry .

Redactores: César A g u ia r (M ontevideo), R olando Ames Cobían (Lim a), C arlos B a ra ib a r (S antiago de C hile), E rnesto Cardenal
(S olentinam e, N icaragua), Guzmán C a rriq u iry (M ontevideo), José C roatto (Buenos Aires), L u ciano D ourado M attos (Santiago
de C hile), E n riq u e Dussel (Mendoza), José G aido (Córdoba), Bayardo José García N úñez (Managua), L u cio Gera (Buenos Aires),
G ilb e rto G im énez (Asunción), Gustavo G u tié rre z M e rin o (L im a ), A lb e rto M ethol Ferré (M ontevideo), José Afonso de Moura
Nunes (B elho H orizonte), Bryan P alm er (M ontevideo), A n to n io Pérez García (M ontevideo), Romeo Pérez (M ontevideo), G u i­
lle rm o Rodríguez M elgarejo (Buenos Aires), Darío U b illa (M onte vid e o ), L u iz E duardo W anderley (Río de Janeiro).

C arátula: P ierre -F ra n g o is M athy.

Precio Suscripción
D is trib u id o re s : de venta anual
U$S U$S
ARGENTINA Buenos A ires: A n to n ia C am izo de N a tie llo , Solís 881 0,80 4,00
C órdoba: H écto r B run o, 9 de J u lio 508
M endoza: F b ro . C arlos P ujol, E spejo 567
Santa Fe: A lb e rto E strub ia, M itre 5099
BRASIL Río de J an eiro: E ditora C iv iliz a c á o B ra sile ira SA, Rúa 7 de S etem bro 97 0,70 3,50
Sao P aulo: L iv ra ria Duas C idades, Rúa B entos F reitas 158
BOLIVIA La Paz: P. C arlos Dahm , c a s illa 1966 0,70 3,50
C ochabam ba: M a rio Suárez, c a s illa 1239
COLOMBIA B ogotá: Pablo E nriq u e Cabal, A partado aéreo 21056 0,70 3,50
Lu is B ern al, L ib re ría Nueva, Carrera 69, N9 12-85
M e d e llín : L ib re ría A g u irre , c a lle 53, N9 49-123
C alí: J u liá n A rbo le da, c a lle 59 A s u r N9 22-103
CHILE S antia go: C arlos B ará ib ar, H uérfanos 714, a p to . 406 0,70 3,50
COSTA RICA San José: E lie th M atam oros, A partado 2715 0,80 3,50
ECUADOR Q uito: P e tro n ilo Espinoza R ., Av 10 de Agosto 427 0,70 3,50
G ua yaqu il: Jorge B ohorquez, A partado 5230
EL SALVADOR San S alvado r: P. Esteban A llie t, A partado 11112 0,80 4,00
MEXICO M é xico : “ L ib ro s de H o y ", S erapio Rendón 43 0,80 4,00
M e x ic a li: R. T izn ado, M a dero 1399 “ F "
M o re iia : P. F ra n c is c o V illa señor, E m ilia n o Zapata 40
C uernavaca: P. Segundo G alilea, Madero 711
NICARAGUA M anagua: B ayardo García, 59 Calle S. O. 1007 0,80 4,00
PARAGUAY A sunción : C arlos A lborn o, Oliva 476 0,80 4,00
PANAMA Panam á: G abriela C andanedo, A partado 1510 0,70 3,50
PERU Lim a: M a rg a rita G iesecke, A n to n io Roca 150 0,80 4,00
PUERTO RICO San Juan: p. José Fontanez, Francisco Sein 398, H ato Rey 1,00 5,00
REP. D O M IN IC AN A Santo D om ingo: JEC, José Reyes 15, 29 altos 0,70 3,50
VENEZUELA Caracas: L ib re ría Nuevo Orden, M ijares a Jesuítas 0,80 4,00
U. S. A. W a shing ton: M icha el Lenaghan, Latín A m erica n B ureau, Tow er B u ild in g , 1,50 6,50
1401 “ K " S treet, N .W . D .C . 20005
CANADA M o n tre a l: P ierre Beem ans, 5145 Cóte S a in t-L u c 1,50 6,50
EUROPA B ru x e lle s : G erardo Bolaños, Av. Legrand 45 1,50 6,50
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URUGUAY M o n te vid e o : L ib re ría A m érica La tina, 18 de J u lio 2043 G 140 750

Los p re c io s señ alado s para s u s c rip c io n e s correspo nde n a envíos por vía te rre s tre desde el d is trib u id o r más pró xim o o desde M ontevideo
p o r la m is m a v ía . .
Por s u s c rip c io n e s aéreas c e rtific a d a s , c o n s u lta r a la a d m in is tra c ió n .
víspera

un servicio para América Latina


del Movimiento Internacional de Estudiantes Católicos
publicación bimestral / año 3, número 10, mayo 1969

redacción y administración: Canelones 1486, Montevideo


dirección cablegráfica: paxromana / teléfono 4 79 02
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Comisión del Papel. Edición amparada en la Ley 13.349, artículo 79.


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D O S L IBR O S IM PO RTA N TES

LA PASTORAL DE LA
IGLESIA EN AMERICA LATINA
por el P. Gustavo Gutiérrez
(C onferencias del P. G u tié rre z en la I S esión de E s tu ­
dios del M o vim ie n to In te rn a c io n a l de E s tu d ia n te s C a tó li­
cos, Toledo, U ruguay, enero de 1967) ........... U$S 1 .—

IGLESIA UNIVERSIDAD:
e le m e n to s para un com p rom iso
universitario

(G. G im énez; C. A g u ia r; G. C a rriq u iry . P o n e n cia s y d o ­


cum entos base del S e m in a rio L a tin o a m e ric a n o d e P a s to ra l
U n iv e rs ita ria , organizado p o r los S e c re ta ria d o s L a tin o a m e ­
ricanos del M IEC y JECI, en M éxico, ju lio de 1967)
................................................................................................ U$S 1 .—

* e d icio n e s del
cen tro de d o cu m e n ta ció n M IEC * JECI
* pedidos e in fo rm e s: C entro de D ocu m e n ta ció n M IE C - JECI
Canelones 1486
M o n te vid e o - U ruguay
APARECE

LA REVISTA LITERARIA DIFERENTE

notas exclusivas de Ed u a r d o h . galeano

ALBERTO PAGANINI
K. S. KAROL
NESTOR GARCIA CANCLINI
MARIO JACOB
JUAN CARLOS SOMMA
GLEY EYHERABIDE

poemas y relatos d e nancy b acelo

ENRIQUE FIERRO
IVAN KMAID
NELSON MARRA
GONZALO ROJAS
HIBER CONTERIS
JORGE MUSTO
ALBERTO PAGANINI

dibujos de DOMINGO FERREIRA (Mingo), abundante material bibliográfico, y la


versión grabada de la mesa redonda sobre DIEZ AÑOS DE TEATRO NACIONAL.

es importante que
“CASA DE LAS AMERICAS”
haya aplaudido la aparición de
“ PRÓLOGO”
_______
De Marx a Cristo 1
por I . L o p p
L a autobiografía da Ignaae Lcpp, publicada por px¡-
nsera vez en castellano aa su versión íntegra sin

Gracia,
Sexualidad realidad y vida
autoridad papal p o r P ie t T ra n se n «- / .

U n libro escrito por el sucesor de Vari Rahuer en la


conciencia
por B. Dolfgaanw
cátedra de Innsbruck para laicos que hacen preguntan»

E l comtsol de 1a vitalidad puede ser problema demo­


gráfico, pero siempre es problema da la conciencia
Fenomenología
personal que aliga «a libertad.
existencial
por W . Luypen

Fenomenología del S obre el supuesto da qua no sa puede formular una


filosofía exclusivamente a partir de una problemática
vieja como la escolástica, Luypen propone una introduc­
derecho natural
p o r W. Lujrpom
ción sistemática a la filosofía actual, clara y didáctica.

E ste l ib io , de una de' los pensadores modernos m ás


originales y sólidos, establece los fundamentos sobre
El hombre en el
las que se daba edificar boy una ética.
antiguo testamento
p o r C . P id o u x
Sociología I ndispensable para comprender el lenguaje y las •*-

de la moda presiones bíblicas y el mensaje de la Revelación,

por Roñó K onig


U n estudio fascinante y claro tanto de las rafees de la-
moda en el pasado como también de los diversos aspectos-
Esa comunidad
del fenómeno en el mundo contemporáneo.
llamada Iglesia
p o r J . L . S e g u n d o y o tro s
Psicología de la P rimero de la obra en cinco tomos independientes
Teología abierta para el laico adulto. Los autores plan­
vida social tean el por qué de la Iglesia hoy e inquieren sobre las
características que ha de tener para ser fiel a sn esen­
cia y al mundo contemporánea.
por A . O ldm ndorff
U na visión directa da eele vasto J múltiple «ampo,
•entrad* es ana perspectiva humanista.
En Chile: D .L L .A .P .S .A ., Moneda 1958, Santiago
La historia de Chile. En Perú: Librería Studium S.A . Camaná 939,
Lima. En México: Ediciones Carlos L ohlk , Berlín 17,
México 6 D.F. y en todas las buenas librerías de Am é­
como progreso rica latina y España, y «*:

p o r B. Dolfgaaum
XJna «m u da gran actualidad donde el autor desarrolla
y fórmala científicamente el pensamiento de Teilhard
de Chardin. Delfgaauw empieza donda Teilhard termina.
EDICIONES
Tomo I: La aparicióa del hombre»
Tomo II: La historia del hombre. CARLOS LOHLÉ
Tomo 111; La eternidad del hombre. V i a m o n t e 795 • T . E. 5 9 2 - 6239
B U E N O S A IR E S
"CRISTIANISMO Y SOCIEDAD"
(Aparece trimestralmente)

necesita obtener el decidido apoyo de los cristianos latinoamericanos que se intere­


sen por el tema de la responsabilidad social cristiana. A tal efecto invitamos a usted a
suscribirse enviando el siguiente formulario a:

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Secretaría Administrativa
Casilla de Correo 179, Montevideo, Uruguay.

Señor Administrador de “ Cristianismo y Sociedad",


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URUGUAY y DESCUENTOS ESPECIALES


ARGENTINA ............... U$S 2.00 Suscripción por 2 años .. 10 %
AMERICA y EUROPA . ” 2.50 Suscripción por 3 años .. 20 %
Número s u e lto ............ ” 0.75
Número atrasado ------- ” 1.00

“ CRISTIANISMO Y SOCIEDAD”

PUBLICA EN SU N? 18:
EN LA SECCION DOCUMENTOS:
i

Pierre Furter — La educación permanente.


Marcos Kaplan — Estado, dependencia externa y desarrollo en América Latina.
Julio Barreiro — Informe sobre una experiencia de educación popular aplicando el
método de Paulo Freire.
carta del editor

Unos veinte católicos de América Latina, convocados por esta revista,


nos reunimos en Montevideo del 15 al 19 de Febrero para el PRIMER
ENCUENTRO VISPERA.
El tema era amplísimo: “la crisis de la conciencia eclesial en Amé­
rica Latina”, que es como decir nuestra propia crisis, puesto que cada
uno de nosotros, de un modo u otro, hace y refleja esa conciencia. Alberto
Methol Ferré abrió a una aproximación filosófica, Luis Alberto Gómez de
Souza a la política, el Pbro. Gustavo Gutiérrez Merino a la teológica.
No arribamos a conclusiones, no redactamos declaración o programa al­
guno. No era ése el propósito que nos movía. Procurábamos, en cambio,
tentar una primera reunión que preparara ulteriores trabajos mediante
la constitución de un equipo Jnterdisciplinario llamado a avanzar en la
búsqueda de cohexiories, interpretaciones, posibles líneas de acción.
Como era previsible, las inspiraciones políticas de una Iglesia cada
día más consciente de su tiempo marcaron el punto de intersección de
teología, ideología y análisis socio-económico, de historia y proyecto, de
reunión y dispersión. El acontecimiento Medellín iluminó varias áreas;
la variedad de especializaciones tanto como de circunstancias locales
alentó la confrontación franca, rompió varios lugares comunes, abrió más
de una dimensión nueva.
Las semanas siguientes, desencadenando un nuevo alud de proble­
mas, llevarían esta crisis de la conciencia eclesial al primer plano de
la atención pública internacional. Alguien tan severo en la adm inistra­
ción de sus propios términos como el propio Pablo VI no vaciló en ad­
vertir, el Jueves Santo, acerca de la existencia de “un fermento prácti­
camente cismático que divide y subdivide la Iglesia”; el día anterior se
había referido con particular severidad a “ciertos eclesiásticos y religiosos
que crucifican la Iglesia”. Si la crisis sacude a todo el ám bito de la
catolicidad, ¿cómo no reconocer que, en más de un sentido, América
Latina aparece como una de sus áreas más afectadas?
Pero esta crisis profunda — si la vivimos en la Iglesia— no ha de
ser sólo ocasión para dilucidar errores y claudicaciones; tam bién es un
poderoso llamado a la continuación renovación de una comunidad que se
sabe llamada por Cristo a “una perenne reforma, de la que la Iglesia
misma, en cuanto institución humana y terrena, tiene siempre necesidad”
(Decreto sobre el Ecumenismo, 6). Es así que, en medio del gravísimo
riesgo de cisma que él mismo señala, Pablo VI, este empecinado en los
gestos significativos, volverá a dar señales de su preocupación por el
Tercer Mundo, por los trabajadores y por la unidad de las iglesias via­
jando a Kampala, Uganda, y visitando en Ginebra la Organización In­
ternacional del Trabajo y el Consejo Mundial de Iglesias. Y que en nues­
tras propias tierras, mientras tantos siguen desertando de la Iglesia, va
incrementándose la acción de aquellos que, fieles a ella, a título indi­
vidual o desde grupos diversos, oponiéndose a viejos autoritarismos o
expresándose desde la propia jerarquía, con eco mayor o menor, con­
cretan cada vez más las rutas que Medellín señaló para todo el continente.
Medellín cargó el énfasis en “ el proceso de liberación y humaniza­
ción”. A la indagación del sentido de este último término y de sus rela­
ciones con la “ modernización" está dedicado el informe de nuestra décima
VISPERA. El trabajo de Luis Alberto Gómez de Souza y el mío propio
fueron presentados originariamente en el Inter-American Forum celebrado
en Enero último en la Columbia University; agradecemos a la institución
organizadora que nos haya autorizado su publicación. Los “ encuentros"
con Dom Helder y Paulo Freire tuvieron lugar en el marco de la Confe­
rencia Anual de CICOP, celebrada también en Enero, también en Nueva
York. La “ perspectiva” sobre “ Protesta en la Zona del Canal" se conecta
a su vez con una demostración efectuada por el Grupo Cuáquero de
Acción, con sede en 20 South 12th Street, Philadelphia, Pa., U.S.A. 19107.
Este grupo envió a trece norteamericanos a Fort Gulick (Zona del Canal),
para realizar una demostración de dos días, mientras otra, de apoyo, tenía
lugar simultáneamente frente al Fort McNair en Washington, DC. Con un
doble propósito: “protestar el uso que hace el militar norteamericano de
la Zona del Canal de Panamá para extender la hegemonía de nuestra
nación sobre América Latina y apoyar a los latinoamericanos que están
trabajando por cambios sociales básicos, en particular aquellos que es­
tán explorando las posibilidades de la acción no-violenta”.
Con la “ perspectiva" sobre Perú, que abre este número, nos es grato
presentar a un nuevo miembro del equipo de redacción, el peruano Ro­
lando Ames Cobián, que enseña en la Pontificia Universidad Católica
del Perú. Junto a él también se incorporan al equipo, enriqueciendo sen­
siblemente las posibilidades de VISPERA, su compatriota el Presbítero
Gustavo Gutiérrez, teólogo y como él, profesor de la Universidad Católica;
el paraguayo Pbro. Gilberto Giménez, director del semanario “ Comuni­
dad” que se publica en Asunción; el Padre José Alfonso de Moura Nunes,
asesor universitario en Belo Horizonte; el teólogo argentino P. Lucio Gera,
ex-decano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argen­
tina, y Guillermo Rodríguez Melgarejo, seminarista en Villa Devoto; el
brasilero Luciano Dourado Mattos, abogado, ex-secretario latinoamericano
de JEC, y el uruguayo Carlos Baraibar, que siguen cursos de especiali-
zación en el ILADES de Santiago de Chile; y desde Nicaragua, el monje
y poeta Ernesto Cardenal y Bayardo García, abogado, ex-miembro del
Secretariado Latinoamericano del MIEC.
V t perspectivas
ROLANDO AMES COBIÁN

Petróleo para el Perú:


¿acto aislado o
política de conjunto?

PRE SE N TA C IO N PETROLEO:
Hace sólo unos meses, el 3 de O ctu b re pasado,
los cables de L im a se abrían lu g a r en la n o tic ia
UNA LARGA HISTORIA
in te rn a c io n a l: " u n golpe m ilit a r " habría derrocado
al P residente Belaúnde. Con esa in fo rm a c ió n e m p e ­
zó una serie. Una serie cuyo c o n te n id o ha d irig id o En 1 9 5 8 avisos pagados y co m e n ta rio s p e rio d ís ­
la a te n c ió n del C o n tin e n te sobre el Perú con in u s i- tico s in fo rm a n al p ú b lic o p e ru a n o que la p ro d u c ­
toda fre c u e n cia . ció n " n a c io n a l" de p e tró le o se acerca a u na c ris is
gra ve . Es im p re scin d ib le , se dice, a u m e n ta r el p re ­
Seis días después trop a s peruanas ocupan la r e f i­ cio del p e tró le o y sus derivados. La d e cis ió n la to m a
nería de p e tró le o de T a la ra , en el N o rte , p ropiedad p rá c tic a m e n te com o su p rim e ra a cció n m in is te r ia l
hasta entonces de una s u b sid ia ria de la Standard — en J u lio de 1 9 5 9 — Pedro B e ltrá n , p ro p ie ta rio
O il de N e w Jersey. de uno de los dos p rin cip a le s p e rió d ic o s de L im a ,
" L a P re n sa ", m e n to r destacado de los sectores de
El D e p a rta m e n to de Estado a d v ie rte de in m e d ia ­
de la a g ric u ltu ra de e xp o rta ció n y de la d e re c h a
to que si el Perú no com pensa la e x p ro p ia ció n se
lib e ra l del país. El clim a p o lític o d el m o m e n to y
le im p o n d ría n sanciones económ icas. El nuevo G o­
la m a g n itu d y los efectos del alza de sa ta n u n a ola
b ie rn o peru a n o no retrocede y el 6 de Febrero da,
de de sco nte n to p o p ula r. En el P a rla m e n to se le ­
al c o n tra rio , un paso más hacia la ra d ic a liz a c ió n
va n ta una d e n un cia poco esperada: el d e c re to de
en su decisión de saldar cuentas a la com pañía e x ­
alza e n cie rra un e le m e n to aún m ás g ra v e : la a d a p ­
tra n je ra : le cobra 6 9 0 m illo n e s de dólares p o r el
ta c ió n de la p rin c ip a l e x p lo ta c ió n de p e tró le o en
v a lo r de los p ro d u cto s que e x tra jo d u ra n te 4 4 años
el país, la In te rn a tio n a l P e tro le u m C o m p a n y, al r é ­
del subsuelo p eruano sin títu lo le g a l. El P residente
g im e n legal de u n a ley de p ro m o c ió n , co n la q ue
N ix o n debe e n via r un representante personal a L i­
se d is m in u irá su trib u ta c ió n y sobre to d o se r e g u ­
ma, con plenos poderes para n e g ocia r el a rre g lo .
la riz a rá la situ a c ió n ilegal en la q u e o p e ra desde
Estábamos entonces a 1 3 de M a rz o . V e in te días des­
su in sta la ció n en el Perú en 1 9 2 4 . "El Comercio",
pués, sin q ue el Perú a lte re sus posiciones, al b o rd e
el o tro d ia rio p rin c ip a l de L im a , da a m p lia ca b id a a
del p la zo a m enazante que él m ism o había u tiliz a d o ,
las denuncias. La co h e re n cia de la línea d e re c h is ta
el G ob ie rn o a m e rica n o a nuncia la p o sterg a ció n , pa ­
de B e ltrá n , fa c ilita su tip ific a c ió n n e g a tiv a a n te el
rece ser que por un m ín im o de 4 meses en la
p ú b lico . La larga h is to ria d e l p e tró le o p e ru a n o de
a p lic a c ió n de las sanciones.
Brea y Pariñas se cu e n ta e n ton ce s p ú b lic a m e n te y
Este m a te ria l de hechos ju s tific a la p ro p o sició n con su re la to u n n u e vo a su n to , u na n u e v a línea
de p re g u n ta s de fo n d o : ¿qué alcance tie n e n y p u e ­ de d iv is ió n y u n n u e vo proceso pasan a o c u p a r d e ­
den te n e r estos cam bios en la p o lític a económ ica te rm in a n te m e n te la v id a p o lític a n a c io n a l de e n to n ­
e in te rn a c io n a l de un país la tin o am e rican o ? , ¿cuáles ces hasta ahora.
las razones y m o tivo s que los han hecho s u rg ir?
¿se trata de un acto aislado o de una política de
conjunto? A través de dos a rtíc u lo s querem os dar
a los lectores de VIS P E R A no sólo nuestras propias
respuestas sino e lem entos q u e las fu n d a m e n te n y
que puedan ayudarlos a e la b o ra r las suyas. En este
uno
n ú m e ro s in te tiz a m o s así la h is to ria del c o n flic to
p e tro le ro hasta el m o m e n to en que la a p lica ció n de El re la to h is tó ric o tie n e los s ig u ie n te s h ito s p r in ­
la Enm ienda H ic k e n lo o p e r ha sido postergada. En cip a le s (1 ) ;
el p ró x im o d e scrib ire m o s la p o lític a del ré g im e n m i­
lita r peruano en sus demás áreas básicas de a cció n . — En 1 9 1 4 el G o b ie rn o d e scu bre q u e la L o n do n
N u e stro s ju ic io s com o observadores y com o p a r ti­ P a c ific £r P e tro le u m , co m p a ñ ía inglesa, que le está
cip a n tes co m p ro m e tid o s en el proceso se irá n p la n ­ p a g a n d o u n a tr ib u ta c ió r t de 3 0 lib ra s peruanas por
te a nd o en el ca m in o de la in fo rm a c ió n y de sus la e x p lo ta c ió n de y a c im ie n to s p e tro lífe ro s en La
co nclusiones. Brea y P ariñas, no tie n e en su p o d e r las 3 0 p e r­
te n e n cia s (d e 4 0 .0 0 0 m .2 cada u n o ) a las que

3
correspondería esa cantidad, sino 42.614 por las
cuales debería tributar 125.000 libras. La remen- dos
sura se logra a pesar de la oposición física inicial
del Gérente de la Compañía. El Gobierno procede
a cobrar por la nueva cantidad. La segunda parte de la Historia es la que ocurre
con la pública difusión y discusión de esos antece­
— La Embajada inglesa protesta airadamente y en dentes. En el Parlamento quienes rompen los fuegos
su comunicación escribe: “el Gobierno verá la ma­ en 1959 son dos figuras de la minoría opositora
nera de anular el Decreto". La Embajada americana, al régimen conservador y tradicional del Presidente
se suma a la protesta y anuncia que la Standard. Prado y de Pedro Beltrán, su nuevo primer Minis­
Oil está directamente interesada en el arreglo del" tró, Uno es independiente, Alfonso Benavidez Cp-
diferendo. rrea; el otro de Acción- Popular, el partido de Be-
laúnde, Alfonso Montesinos.
— En 1918 una Ley del Estado, da un increíble Ellos encuentran apoyo para una de sus tesis prin­
paso atrás: somete a un Tribunal Arbitral, formado cipales en una Resolución Ministerial del propio ré­
por un delegado de cada gobierno y el Presidente gimen pradista. En efecto, en 1957 la International
de la Corte Federal de Suiza, la decisión sobre la Petroleum Company (IPC) había pedido su adapta­
extensión realmente en posesión de la Empresa y en ción a la antes citada Ley promocional de-la inver­
consecuencia sobre el monto del impuesto que debe sión petrolífera. Dos razones explicaban su actitud:
abonar. conjurar para siempre el fantasma del Laudo y ob­
tener ventajas tributarias y posibles autorizaciones
— El Laudo Arbitral es firmado finalmente en de elevación de precios. El Gobierno sin llegar tam­
París el 24 de abril de 1922. Basado erv un pro­ poco a aludir a la primera razón se niega sin em­
tocolo de arbitraje suscrito poco antes, él Laudo bargo por lo inconveniente de la segunda. El acto
de un Ministro pradista anterior pone así en eviden­
burla la Ley peruana que lo había previsto al in­ cia a Pedro Beltrán.
cluir directamente un convenio entre el Gobierno del
Perú y la London sobre el futuro de la explota­ La mayoría gobernista elegida y mantenida con
ción, y redactado por lo demás en los términos más votos y apoyo aprista controlaba totalmente el Con­
perjudiciales al país. Anula así los decretos de co­ greso. Una minoría numéricamente pequeña, sin res­
branza que el Perú había expedido en 1914 y 1915 ponsabilidades de gobierno, se hacía sin embargo es­
condonando de este modo a la Compañía una cuan­ cuchar dentro y fuera del hemiciclo. El velo del acon­
tiosa deuda tributaria (hace esto último a pesar de tecer inmediato comienza a ser descorrido por ella.
que reconoce la exactitud de la remensura perua­ Acciopopulistas ápoyados en la imagen de tribuno
na) ; No fija la participación del Estado o de na­ popular de su jefe Belaúnde, democristianos que es­
cionales peruanos en el mínimo fijado entonces de grimen una crítica ética y lógica del régimen polí­
25 %. Permite la continuidad de la posesión sin tico-social, socialprogresistas que presentan la alter­
la correspondiente nueva denuncia ni las limitacio­ nativa "humana" del socialismo, señalan, aunque
nes a la extensión, ni la clara retención por el Es­ con registros diferentes, la existencia de causas es­
tado de su derecho inalienable a la propiedad del tructurales, permanentes para la miseria y margina-
subsuelo. Fija un canon de superficie inalterable du­ ción de más de la mitad de los peruanos. Desde Ma-
rante 50 años para la London y sus cesionarios fu­ riátegui y el APRA de 30 años atrás el país casi
turos. Exonera a la Empresa de otro impuesto a >a no escuchaba ese lenguaje. Los sectores más sensi­
producción petrolera que la legislación del país obli­ bles de la sociedad (o absorben rápidamente.
gaba y le reduce el monto de la tributación a la
exportación del petróleo. ■ Sin embargo la minoría parlamentaria no podía
obtener otros frutos aparte esta siembra para el fu­
El Ministro peruano de RR. EE. acepta estos cos­ turo de un lado y el dique general de contención
tos y permite con su firma que se materialicen. El al presente de otro, que la hábil flexibilidad del
no tenía sin embargo mandato legal para hacerlo; pradismo aceptaba declarativamente de buen grado.
el objeto del convenio excedía las atribuciones que La denuncia de "entreguismo" que recae sobre Bel­
el Perú había reconocido al Tribunal Arbitral. Más trán, su nuevo aliado, no tenía entonces posibili­
aún, las prerrogativas otorgadas a la Empresa Impli­ dad mayor de obtener satisfacciones concretas; más
caban tales y tantas contravenciones, o excepciones aún cuando Benavidez y Montesinos presentaban co­
legales, que sólo el Parlamento podría haberlas auto­ mo alternativa al alza de combustibles, declarar la
rizado válidamente. El Laudo empero no le fue nun­ nulidad del Laudo, expropiar los pozos y la refinería
ca sometido para su ratificación. Tales las razones y entregar la explotación a la empresa estatal (Pe­
legales que ampararían, muchos años después, la trolera Fiscal). Si Beltrán contaba para la solución
declaración de su nulidad "ipso-jure". de la crisis cambiaría y fiscal con las tributaciones
por adelantado de la IPC y con la significación fi­
nanciera internacional de su simpatía, no era cier­
— En 1 9 3 2 un Congreso Constituyente autoriza tamente fácil pedirle que atendiera con seriedad un
por Ley al Ejecutivo a perseguir la revocación y nu­ pedido de viraje en 180° que ténía que sonarle
lidad del Laudo ante el Tribunal Permanente de demasiado afin al lenguaje de una extrema izquier­
Justicia Internacional de la Sociedad de Naciones. da débil y aborrecida por él.
Poco después acontecimientos imprevistos, una ola
interna de violencia — asesinato de un Presidente Dos actores intervienen entonces decisivamente
militar y enfrentamientos Ejército-APRA— y la in­ en el proceso: ya hemos mencionado el primero, el
minencia de un conflicto internacional con Colom­ diario "El Comercio"; el otro —que toma posición
bia propician el olvido de la Ley. El Laudo persiste sólo meses después es sin embargo muy importan­
así y la International Petroleum Company, subsidia­ te: el Ejército. Con él, de un modo u otro, la Fuerza
ria también de la Standard Oil de New Jersey, que Armada en conjunto entra en escena.
se había hecho cargo de la explotación en 1924
se beneficia intocada de todas las ventajas hasta "El -Comercio" da a la >campaña por la naciona­
1951 en-que-se elevaría relativamente el monto de lización del petróleo el apoyo más caluroso e irres-
su tributación. trícto de que es capaz. Se trata del diario más an-

4
tiguo del país, prestigiado como serio, propiedad de leros" que se enfrentan y la evolución real de po­
una familia aristocrática ^que lo dirige directamente. siciones es mínima. Cambia sólo el lugar que ocu­
Su linea política resiste las clasificaciones conven­ pan-én la red institucional y de poder del Estado.
cionales. Es nacionalista y autoritario, . estatista y La mayoría de lo opositores de antes controlan o
anticomunista, anti-aprista militante, lo importante apoyan ahora al Ejecutivo, el APRA y sus aliados
en todo caso es. la influencia enorme de su com­ derechistas salvan el dominio sobre el Parlamento.
portamiento concreto en casos como el del petróleo. El-desenlace esperado nó se produce sin embargo.
El ■ poder de la Fuerza Armada no necesita natural­
mente explicación. La IPG es contribuyente importante del Fisco,, es
proveedora de' un servicio público indispensable, -es
Ante el surgimiento de tal frente opositor la ma­ re-inversionista potencial, -es- sobre todo una empresa
yoría gobernista tiene inesperadamente que batirse extranjera, norteamericana, subsidiaria de un gigan-,
en retirada. Su primera posición fue neta: el Laudo tesco consorcio internacional. Es importante por ella
era un tratado internacional que obligaba al Perú. misma, por su significación internacional, por el go­
Después pasa a llamarlo situación "tristemente con­ bierno que la apadrina. . Del otro lado de la balanza
solidada" y finalmente casi con los mismos térmi­ una tradición de entrega inerte que un Ministro de
nos iniciales de Benavidez Correa "La Prensa" ha­ R.R.E^E. inició hace 40 ;áños, la realidad de un
blará de "el malhadado Laudo". A mediados de 1960 país urgido de mejorar su producción económica, de
el Gobierno presenta un.proyecto de solución que inversión entonces de capital extranjero, de finan-
comprende: ciamiento para la acción pública prometida -de pro­
moción y de. reforma.... Femando Belaúnde Viendo
— la reivindicación del subsuelo de La Brea y' Pa- así la- encrucijada fue perdiendo lentamente la con­
riñas, fianza-inicial. La oposición en el Parlamento, con la
—el pasaje de una tercera parte del suelo a po­ influencia aprista dominante jugaba a futuro y no
der de la Petrolera Fiscal incluidos algunos po­ tenía deseos de ayudar'al Presidente'triunfante. El
zos, . . tampoco se animó a arriesgar.

• —una nueva: concesión con la IPC, -El itinerario resultante - centrado en los mensa­
jes presidenciales anuales- al Congreso fue entonces
—el cobro de un derecho inicial de explotación el siguiente: ,; .. . .
y de una "prima única" que significaban 40 —a los "90 días" propuesta del Ejecutivo al
millones- de dólares, para el Fisco. Congreso. Alternativa a escoger, aceptada poic todos
; -—Ib participación del Estado en las utilidades en jos grupos políticos la nulidad del Laudo: ¿nuevo
él 50%,’y régimen de explotación con la IPC, ó paso de los
yacimientos a la EPF (Empresa Petrolera Fiscal) y
—-la- obligación para la empresa de re-invertir el cobro-de los impuestos-devengados? . -
50% de su propio porcentaje de utilidades.
-—el Parlamento re-envía el encargo: el 31 de
La Empresa protesta públicamente ante el proyec­ Octubre de 1963 declara solemnemente y por una­
to, pero es evidente que estaba largamente dispues­ nimidad la nulidad del Laudo. Las decisiones prác­
ta 'a aceptado. La exigencia-del robustecido frente ticas que las tome el Presidente.
opositor y ' la 'inminencia de nuevas elecciones ha­
cen empero que-el' Gobierno opte por dejar a su>-su­ — 1964: Belaúnde se explica y sus palabras son
cesor la solución definitiva del problema. el eco indicador de sus conversaciones con la Em­
presa.'Fija-como objetivos compensar con lá expro­
Ej comportamiento del Ejército y de las Fuerzas piación de los yacimientos su escasa contribución
Armadas desafiaba así ya en 1960 en lin problema histórica .al Estado e inscribir la propiedad de la su­
crítico, aunque aislado, una estrategia, político-eco­ perficie...
nómica coherente de la derecha exportadora. Y, al
mismo tiempo, un diario tan fiel a valores tradi­ .—1965: reconoce que. el problema es definir el
cionales déf "establecimiento" social cómo "El Co­ contrató cíe operación. Tácitamente queda claro que
mercio*' resultaba aliado'estrecho'dé sectores radi­ quiere definirlo con la‘propia IPC y qué lá eVasión
calizados- opuéstos a ése establecimiento. Esta com­ de la. respqnsabilidad política del APRA y las pre­
plicación dé la escena política peruana podía ser par­ siones internacionales lo . influencian contradictoria­
cialmente el resultado de la aparición de-nuevos mente.
grupos económicos más innovadores políticamente, — 1966:1a fórmula, de operación "posible" con
los industriales: por ejemplo. Sin embargó ella co­ la IP(Z está casi lista, sólo falta un artículo sobre
rrespondió probablemente también a fenómenos me­ "participación y remuneraciones".
nos ligados inmediatamente-a lo económico y a cau­
sas de . un< cohiportamieOtó lógico menos coherente. '— 1967: otra Ley declarativa: Se inscribe la pro­
piedad dé la superficie de los yacimientos en la re­
serva de bienes nacionales. Se autoriza la posibilidad
de expropiar, todo o parte, incluso de la refinería
tres para, resolver el contrato, de operación. Se mencio­
nan los adeudos. Sé de un plazo de 30 días ( !) .
— 1968: Mensaje Presidencial del 28 de Julio: él
- 'El 1963, luego del anulado proceso anterior, Fer* Estado téma posesión de los yacimientos y los en­
naridofBelaúndé'llegá á la Presidencia y anuncia, én trega a la EPF para sú explotación. La IPC se que­
su .' mensaje ' inaugural, la reivindicación definitiva de da con la refinería de Talara^ La EPF venderá cm-
los yacimientos dé La ’Brea y* Páriñas en un plazo do que la IPC deberá comprar. Generalizada -satis­
de 90' días. Sé abre entonces el tercer capítulo facción nacional, incluso de "El Coméirélo" y secto­
dé la .historia del petróleo que culminaría sólo con res afines. - , : ! ~
el derrocamiento del propio Presidente, cinco años • i * : >* >
después. — 13 de Agosto de Í.968 en Brea y Fariñas, .Be­
laúnde recibe los. yacimientos de manos del Gerente
£on las elecciones no varjan los bloques "petro­ de la |PC: La entrega evita • la- expropiación, ella
es incondicional. Todas las cuestiones pendientes- qué vación de 'Beláúride hacia lá estrategia al parecer
pudieren surgir en relación con la tenencia y ex­ victoriosa dél APRÁ, todos fueron factores que debi­
plotación anteriores quedan "definitivamente termí-r litaron el enrejado de 'Palacio de Gobierno antes
nadas y solucionadas". Se firma en estos términos que el primer tanque lo forzara en la madrugada del
el Acta de. Talara. 3 dé Octubre. €1 Golpe derribó a Betaúnde y al
APRA,' pero en su camino estaba a continuación
En . e l'.contexto de la historia sumariamente' re­ él castillo de luces artificíales del Acta de Talara
compuesta hasta aquí, las fórmulas del Acta de Ta­ con él triunfo efectivo de la empresa americana.
lara' ño resultar» ■ ciertamente extraordinarias para- el Los tanques, una vez iniciada la marcha tenían que
país. La aceptación que: produjeron sin embargo en seguir casi necesariamente. Sólo hubo que esperar
una sociedad 'política de memoria poco sólida fue una. semana.
bastante como para que el asunto hubiese podido
cerrarse al menos Unos años más. Un hecho impre­
visible vino, a hacer saltar el Acta, sus secretos y
con ellos el régimen mismo de Belaúnde.
í . -E|
Presidente de (a Empresa Petrolera Fiscal, hom­
cuatro
bre .próximo a "El Comercio" renuncia a su puesto y
denuncia:, la. desaparición de la última hoja del con­ ' Se abre dé este modo la etapa actual. La marcha
venio ..qué' sobré ;venta de crudos habían firmado la de los tanques ha seguido y ha ¡do cobrando nue­
madrugada del 13 de .Agosto,. la IPC. y la EPF, en vas víctimas incluso entre, miembros del propio ré­
Palacio! de .Gobierno, en presencia le varios Minis­ gimen militar que creyeron que era prudente dete­
tros de.Estado. Tal hoja contenía, según el denun? nerse o que simplemente no comprendieron la ló­
cjante, junto con .su firma, una sumiHa incluyendo gica .interna del -movimiento de irréversibilidad que
correcciones. beneficiosas para su ex-representada. y
que él había añadido a. mano. Al conjura de este esr ellos, mismos hablan desencadenado.
cándalo empiezan a hacerse públicos varios docu­ El conflicto con la IPC se abrió paulafinamente
mentos qué prueban la-'realización de acuerdos -pre­ en 3 frentes. ,£1! primero apareció públicamente al
vios o-^definitivos! éntre el Estado y la ÍPC. Ellós saberse, que la empresa americana no había pagado
significan en conjunto el logro por la :Empresa de á íá- EPF el importe dé los productos de le refine­
condiciones., tan, beneficiosas para su trabajo en el ría, ahora en poder de la empresa estatal^ y que
País, cjue la eritréga dé los 'extenuados' poios de ella había recibido 'éntre Octubre y Diciembre para
Btéa y' Paríñas' resulta un precio módico sirio insig­ su comercialización. El nuevo Presidente de la Petro­
nificante.1 Resulta a£í que el Consejo Nacional dé lera Fiscal y el Ministro de Fomento han pagado
Petróleo habió aprobado ya los siguientes acuerdos’: con su renuncia obligada el descuido o la negligen­
— Adaptar la Refinería de Talara a la ley' pro­ cia que se le imputa por río haber reaccionado an­
mocional del petróleo, tes ante esa -situación; Ella' motivó: én Enero el
primer embargo de bienes de la empresa después de
-^-Autorizar su ampliación de una capacidad de la ocupación de la refinería.
.56 mil a 80 mil barriles.
En segundo lugar se ventila ante los tribunales
— Autorizar la utilización en la refinería del pro­ ordinarios el recurso Interpuesto por la IPC apelan-
cedimiento dé crackeo catalítico. dovdel fallo que de acuerdo al peritaje técnico ava­
luó en 71 millones dé dólares el valor de la expro­
: r—Otorgarle por 40 años una concesión de refi­ piada refinería de Talara. -Esta cantidad ha sido ya
nación. consignada por el Estado como compensación ante
--Otorgarle por el mismo plazo una concesión el Banco de la Nación/ aurique luego embargada,
de manufactura le aceites y lubricantes. dado el tercer procesó que sigue en lo administrativo
por. cobranza de adeudos.
Otorgarle' una concesión también dé 40 años
para la comercialización de productos. El tercer conflicto es el más grave. El fue plan­
teado directamente por el General Velasco Alvarado,
Eh esos términos la IPC quedaba más favorecida Presidente del denominado Gobierno Revolucionario,
que si el proyecto del gobierno pradista de 1960 el 6 de Febrero pasado cuando extrayendo todas las
hubiese sido aprobado. Teniendo en cuenta que la consecuencias de la tesis de ta nulidad del Laudo 'y
reivindicación, de los pozos pudo ser prevista por la de responsabilidad de la IPC por la adquisición en
Erhpresa con 9 años al menos de anticipación puede 1924 y posesión desde entonces sin título legítimo
decirse en realidad, que después de 5 años de ne-r de jos yacimientos de La Brea y Pariñas, planteó la
gociaciones ella lograba del gobierno de Beíaúnde cobranza por adeudos del valor de todos los produc­
prácticamente la aprobación de sus propios objetivos tos extraídos en estos 44 años, hasta el 9 de Octubre
de expansión, planteados cuando pidió en 1957 y le de 1968 y que alcanza la suma de 690.624.283,00
fue negado, ser adaptada al régimen de la ley de dólares.
promoción a la industria del petróleo.
£1 Gobierno Militar ha hecho asi suyas las tesis
Que tal cosa ocurriera 11 años después, luego dé mis radicales planteadas como alternativa frente al
las jornadas de lucha parlamentaria, periodística y problema de la IPC. Las mismas tesis de los primeros
de sensibilización nacional que hemos descrito,, lue­ denunciadores de Beltrán, en el Parlamento de 1959.
go de las explícitas tomas de posición de las Fuer­ Más allá quedan sólo las voces de los grupos sub­
zas Armadas, luego de los ofrecimientos que libre­ versivos que reclamarían la confiscación pura y sim­
mente hizo al país, el propio Presidente, hubiese ple sin abertura de instancias legales de revisión o
sido ciertamente muy difícil una vez que el asunto defensa. Esa, posición -—la del gobierno-^- es en ver­
salió al conocimiento público. Él clima de malestar dad la única plenamente consecuente con la tesis de
general en el país castigado en un año por una pulidad-ipso-jure del Laudo que líricamente procla­
devaluación monetaria del 50%, por la revelación mara el Qongreso por unanimidad en 1963. Sobre
de una ola de contrabando y de inmoralidad pública, todo es la única consecuente con el supuesto en que
desorientado políticamente por evoluciones tales cómo esa tesis reposa, la mala fe que como poseedores
la ruptura del accio-pGputismo y ta paulatina deri­ tuvieron la Lóridori & Pacific Có. primero y su ce-

'<6
I

sionaria posterior, la IPC, ambas ligadas a la Stan­ acto aislado o una política de. .conjunto? tiene por
dard Oil de New Jersey como principal. La historia ello, tanta agudeza é interés. El Gobierno peruano
sucintamente referida, las burlas al Estado peruano sostiene que es un acto aislado, que la IPC era una
en que incurrió la primera, los beneficios ilegales mala compañía extranjera y que no todas son iguales
que obtuvo y luego legó a la IPC, mediante un Lau­ a ella. Sin embargo un problema de fondo en la
do arrancado gracias a la casi desembarazada intro­ situación de subdesarrollo y dependencia ha sido
misión de los gobiernos británico y americano, son tocado y la experiencia puede enseñar que a ese ni­
el telón de hechos de fondo frente al cual el valor vel no se trata sólo de comportamientos morales sino
de los "textos legales" (como el Laudo) tienen que de situaciones económicas establecidas. Hacer .avan­
Apreciarse. La fuerza de la nulidad viene no sólo zar; Ids tanques rio es ciertamente fácil ahora y no
de los reales vicios invalidatorios cometidos por el depende tampoco de un solo acto moral de valentía.
delegado peruano al suscribirlo, sino, con igual im­ La posibilidad misma ;del desarrollo independiente
portancia, por la amenaza y la coerción prepotente para .los países satélites se discute hoy, ante el ahjs-
que rodearon sus antecedentes y su redacción. mo en disponibiliciad de. recursos y eri calidad de
procesos iniciados que parece separarlos ciet país"me­
Tal prepotencia ha estado presente mucho más trópoli. El análisis de las otras dimensiones de la
recientemente además, en los últimos cuatro años política del régimen militar y del juego de fuerzas
por ejemplo cuando sin Enmienda Hickenlooper el al interior que ensayaremos en el próximo número,
Gobierno americano redujo la "ayuda" al Perú, a 11 podrá damos nuevos elementos para avizorar hasta
millones de dólares en 1967, cuando bloqueó o de­ dónde pueden llegar los cambios internos, si los hay,
moró créditos públicos internacionales y propició la así como la política internacional de Perú.
reducción de los privados, todo en un esfuerzo, casi
victorioso en Agosto pasado de torcer la voluntad
de un gobierno a quien pretendidamente se reconoce
soberano y amigo. ‘ '
. La respuesta del Gobierno Militar hace justicia en
términos,reales. Tan ,reales que su acción socava ’el
piso de otras tantas falsas apariencias de igualdad
diplomática en la relación entre Estados Unidos y (1) La mayor parte de datos históricos, consignados
han sido extraídos del. libro "La Historia Secreta del
nuestros países. La prepunta planteada:; ¿es este un Petróleo” de Augusto Zimmermán ¿avala, Lima 1968, .

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GRUPO CUÁQUERO DE ACCIÓN

Protesta en la
Zona del Canal

EL C E N T R O N E R V IO S O trenar a latinoamericanos en espccializaciones té c ­


nicas, técnica* de liderazgo y doctrina tam b ié n a lla ­
En el e x tre m o P a cífico de la Z o n a están e m p la ­ na el camino a la cooperación y el respaldo de las
misiones, attachés, grupos y comisiones de asisten­
z a d o s los c u a rte le s del C o m an d o S ur de las Fuerzas
A rm a d a s de los EE. U U . q u e d irig e todos los p ro ­ cia m ilitar que están operando en A m éric a L a tin a . . .
Hay alumnos ,que han ascendido a posiciones tan
g ra m a s n o rte a m e ric a n o s en A m é ric a L a tin a . Del lado
claves como las de M in is tro de Defensa y J e fe de
A t lá n t ic o está F o rt S h e rm a n , sede de la Escuela
A m e ric a n a d e G u e rra en la Selva. Y en la p ro x im i­ S taff en Colom bia, Jefe de S ta ff en In te lig e n c ia en
Argentina y Subsecretario de G uerra en C h i l e / ' ( 4 )
d a d , F o rt G u llic k , h o g a r de la Escuela de las A m é -
ric a s y el 8 . ° G ru p o de Fuerzas Especiales.
El e n tre n a m ie n to de F o rt S h erm an es p u e s to en
En F o rt S h e rm a n , y en unas 5 5 m illa s cuadradas práctica en V ie tn a m , y las le ccio n e s a p re n d id a s son
de se lva tro p ic a l cerca de é l, la Escuela de Guerra aprovechadas en el e n tre n a m ie n to a n ti- in s u r r e c c io -
e n la S elva o fre c e "d o s semanas de programas de nal en F ort G u lic k . En u n m en sa je a la 8 .a C o n ­
e n tre n a m ie n to intensivo en la sobrevivencia y el com­ fe re n cia de los E jé rcito s A m e ric a n o s , q u e tu v o lu g a r
b ate e n la selva. Desde el com ienzo de la guerra en Río de Ja n e iro en S e tie m b re 1 9 6 8 , el G ra l. W ¡ -
en V ie tn a m , la Escuela ha ido incrementando sus llia m W e s tm o re la n d destacó las "le c c io n e s " a p re n ­
program as de en tre n a m ie n to de moú'o que hacia didas en la g u erra de V ie tn a m q u e p u e d e n se r a p li­
1 9 6 7 asistían anu a lm e n te a los cursos unos 8 . 0 0 0 cadas a "nuestro hem isferio y el M u n d o L ib re " .
soldados. El em p la zam ie n to de Fort Sherman re­
sulta especialm ente atractivo para los oficiales nor­ O tro e le m e n to clave del p ro g ra m a es el C o le g io de
team ericano s por su sim ilitud con las selvas tro pi­ Defensa In te ra m e rica n a en F o rt M c N a ir , W a s h in g ­
cales del Sudeste asiático. Según el Coronel Roy to n , D. C. Fue fu n d a d o en 1 9 6 2 co m o u n a sp e cto
M . Jones, com andante de la Escuela, " N o hay en de la respuesta n o rte a m e rica n a a la re v o lu c ió n c u ­
to d o el m u n do ninguna otra área selvática tan próxi­ bana. De acuerdo a un resum en p re p a ra d o p o r el
m a a la top og rafía y vegetación de Vietnam como C olegio, su "propósito es re a liza r cursos sobre el
esta de a q u í en P a n a m á ." (1 ) sistema interam ericano sobre los factores p olítico s,
sociales, económicos y m ilitares que con stituyen c o m ­
El 8 .o G ru p o de F uerzas Especiales en F ort G u lic k ponentes esenciales de la defensa in te ra m e ric a n a con
es lla m a d o F u e rza de A c c ió n Especial para A m é ­ el fin de impulsar la preparación de un selecto p e r­
ric a L a tin a . La u n id a d co m p re n de unos 8 0 0 Boinas sonal de las fuerzas armadas y de fun c io n ario s de
V e rd e s q u e a su v e z c o n s titu y e n 17 equipos m ó ­ gobierno* civiles" ( 5 ) .
v ile s de e n tre n a m ie n to q u e v ia ja n a través de A m é ­
ric a L a tin a , re fo rz a n d o la obra de las m isiones m i­ El C o le g io e n tre n a s o la m e n te a m ilita re s de a lta
lita re s n o rte a m e ric a n a s q u e operan en el lu g a r al gradación (de te n ie n te co ro n e l para a rr ib a ) o a lto s
o fre c e r in s tru c c io n e s especiales en m ate ria a n t i- in - fu n cio n a rio s de los EE. U U . y A m é ric a L a tin a . Los
s u rre c c io n a l. Desde q u e esta u n id a d fu e form ada, la tin o am e rican o s q u e se g ra d ú a n a llí c o m a n d a n y
en 1 9 6 2 , ta le s e q u ip o s m ó vile s o peraron en cada d irig e n las trop a s y un id ad e s q u e a p lic a n el e n t r e ­
país la tin o a m e ric a n o e xc e p to M é x ic o , H a ití y Cuba. n a m ie n to re a liza d o en F o rt G u lic k .
U n a d e estas u n id a d e s , de 16 Boinas Verdes, fu e
e n v ia d a a B o liv ia en A b r il 1 9 6 7 para e n tre n a r al Los cu a rte le s generales para a c tiv id a d e s d e la rg o
b a ta lló n b o liv ia n o de R angers q ue ca p tu ró a Ernesto alcance de los m ilita re s n o rte a m e ric a n o s en A m é ric a
C h e G u e v a ra . En S e tie m b re 1 9 6 8 , u n equipo de 30 C e n tra l y del Sur es el C o m a n d o d e l S u r, b a jo las
c o n s e je ro s de las F uerzas Especiales lle g ó a Buenos órdenes del G eneral R o b e rt W . P o rte r J r ., s itu a d o
A ir e s p a ra e n tre n a r a soldados a rg e n tin o s en ope­ en Balboa, en la Z o n a d e l C a n a l. A l l í se d ir ig e n y
ra c io n e s a n tig u e r r illa . ( 2 ) supervisan los p ro g ra m a s de e n tre n a m ie n to d e los
m ilita re s n o rte a m e rica n o s, los p ro g ra m a s d e a c c ió n
L a E scuela de las A m é ric a s , ta m b ié n en F ort G u ­ cívica, el e n tre n a m ie n to a n ti-ín s u r re c c io n a l, los p r o ­
lic k , e n tre n a a la tin o a m e ric a n o s en "varias medidas gram as y las m isio ne s de a s is te n c ia m ilit a r e n 1 7
re q ueridas para vencer al insurrecto en el campo países la tin o a m e rica n o s. T a m b ié n se a su m e e l c o ­
d e b a ta lla , ta n to como las funciones de una acción m ando o p e ra cio n a l cu a n do las tro p a s n o rte a m e r ic a ­
c ív ic o -m ilita r en un contorno insurreccional" ( 3 ) . nas van a la a cció n , ta l co m o o c u rr ió en 1 9 6 5
U n a r tíc u lo en el A r m y D ig e s t p u n tu a liz a q ue " e n ­ cuando in te rv in ie ro n en la R e p ú b lic a D o m in ic a n a .

^8
En la Zona hay 14.000 tropas listas para el com­ otras faenas de seguridad han ayudado a contro­
bate. lar desórdenes y revueltas, contuvieron o eliminaron
terroristas y guerrillas y desalentaron aquellos ele­
mentos que están tentados de recurrir a la violen­
IMPORTANCIA ESTRATEGICA cia para derribar al gobierno". (7)
3. Los programas de Asistencia Militar desarro­
Prestando testimonio ante un comité del Congre­ llan más uniformidad en liderazgo, equipo y doc­
so, el Gral. Porter dijo: "La Importancia estratégica trina, y tienden a superar las características diver­
de América Latina abarca consideraciones básicas de sas propias de las fuerzas nacionales.
tipo geográfico, económico, político y militar. Amé­
rica Latina es nuestro flanco defensivo sur. El área 4 . Comandos militares regionales han sido ins­
provee muchos materiales estratégicos y contiene las talados, tales como el Consejo de Defensa Centro­
importantes arterias de tránsito del Canal de Pana­ americano (CONDECA), que el Pentágono espera
má y las rutas marinas asociadas con el cono sur habrán de servir como modelo para otros comandos
de América Latina. América Latina es uno de nues­ regionales.
tros más grandes socios en el comercio — 7.000 mi­
llones de dólares en 1967— y después de Canadá 5. Ejercicios militares, tales como la Operación
y Europa Occidental el área más grande para las Nicarao, tienen un impacto considerable sobre la
inversiones privadas de los EE. UU>, -que ahora to­ teoría y la planificación militar, pero, más que eso,
talizan casi 13.000 millones de dólares. Durante y proveen también de formulaciones ideológicas y teo­
desde la Segunda Guerra Mundial, EE. UU. ha po­ ría política para guiar esas operaciones.
dido contar tradicionalmente con el alineamiento la­ 6. Los programas de acción cívica, emprendi­
tinoamericano con los EE. UU. en cuestiones inter­ dos por fuerzas militares locales, son usados para
nacionales. El continuado apoyo de América Latina elaborar una imagen positiva del militar. A través
a los EE. UU. en reuniones mundiales y regionales de proyectos en campos tales como salud pública,
es de significativa importancia." (6) agricultura, educación, transporte y obras públicas,
El largo record de explotación Económica y polí­ estos programas buscan saltear o socavar la activi­
tica de América Latina no necesita ser nuevamente dad política y económica de resistencia al régimen.
expuesto aquí. La lucha contra esta explotación, y 7 . Conferencias y consultas tienen lugar fre­
sus formas nuevas y más sofisticadas, se ha vuelto cuentemente para promover la "coordinación".
más difícil por^L, nuevo imperialismo político a tra­
vés del cual EE. UU. está reforzando su hegemonía
en la región.
EFECTO ACUMULATIVO
> La finalidad básica de esta politice — una nueva
Pax Americana— .es promover y proteger estructu­ El impacto y el efecto acumulativo de todas estas
ras políticas, relaciones económicas y pautas de de­ actividades sobre sociedades más débiles y diversi­
sarrollo en el hemisferio i que resulten compatibles ficadas es enorme y ..de largo alcance. El general
con las" políticas norteamericanas en su planeamiento Westmoreland, en su discurso de Río, enfatizó una
global. Los Marines todavía pueden ser enviados a de las "lecciones" de Vietnam: "Nada es más im­
un país en ciertas ocasiones, pero más importante portante que la coordinación del esfuerzo de todas
es enredar •la' política y •la infraestructura • de esa las agencias nacionales, civiles y militares."
nación con la política norteamericana y sus amplias
prácticas operacionáles. A pesar de las pretensiones norteamericanas de
que se enseña control civil sobre los militares, he­
mos visto una ráfaga de nuevos golpes militares y
MAS QUE UN ESCUDO un ominoso incremento del militarismo en América
Latina. Si bien un efecto de lá presencia norte­
El principal instrumento para que esta política americana es limitar la capacidad de las élites mi­
avance es el militar norteamericano. La imagen de litares para decidir la política a su propia manera,
un escudo — repeliendo amenazas externas y. pro­ ella ha incrementado la capacidad de modernizar a
tegiendo un desarrollo ordenado—«- es falsa. .La pre­ las élites militares para que ejerzan una influencia
sencia - militar norteamericana funciona como una sobre sus sociedades.
fuerza activa, organizativa. Aunque se la presente Ninguno de estos análisis niega o minimiza el po­
como una -.servidora de la política, en realidad .tien­ der y el rol flagrantemente explotador de capitales
de a hacer política .—a veces en el crudo sentido y compañías norteamericanas, respaldadas por go­
de la diplomacia de los Marines, pero más signifi­ biernos represivos. Esto contribuye a la miseria y a
cativamente por el impacto acumulativo de víncu­ las espantosas circunstancias bajo las cuales millones
los de trabajo: entre fuerzas norteamericanas, misio­ de latinoamericanos viven. Esta historia ha sido re­
nes norteamericanas, establishments militares lati­ petidamente documentada, y la letanía puede ser fá­
noamericanos y los regímenes que tienen detrás. cilmente repetida en temas tales como comercio, de­
Para poner algunos ejemplos: sarrollo retardado, descuido de servicios esenciales,
1; El- equipamiento y las prácticas militares es­ reducción de salarios.y maniobras políticas.
tán siendo estandarizadas; y uno de los efectos de
ello es aümerftár la dependencia ante EE. UU. como Los estilos norteamericanos de modernización fre­
el arsenal y el mentor del estabüshment militar la­ cuentemente conducen al paternali§mo o a la pro­
tinoamericano,. ..... moción de otra clase de-managers y tecnócratas. Rs-
formas en sí válidas y a la larga necesarias para la
2. Escuelas de entrenamiento y colegios de gue­ justicia distributiva, pueden encubrir una relación .qM®
rra convierten a oficiales y personal militar en equi­ es explotadora en un sentido más ampMp: 1Q nación
pos anti-insurreccionales, aliados con las fuerzas de no puede elegir su propio estilo o modelo de desa­
la CIA qué, tomo explica una vez más el general rrollo. Ni es libre de elegir sus aliados en ese
Porter. "actuando en conjunción con la policía y rrollo sin arriesgarse a la ira del coloso del Norte.
9
¿PAZ Y JUSTICIA? Nuestra primera tarea al enfrentar a la crisis la­
tinoamericana es resistir al Leviatán del poder mi­
'América Latina necesita -a la vez paz y justicia. litar norteamericano, que obstaculiza por tantos ca­
Los cambios radicales deben llegar; su posibilidad minos las aspiraciones legítimas del pueblo latino­
está creciendo. ¿Pueden venir sin una nueva ola de americano y defiende ilegítimos intereses norteame­
esa:violencia1'pblítica que ha sido la maldición de la ricanos.
historia latinoamericana? Muchos, que ahora están :Cuando éste poder pretende estar defendiendo la
convencidos: de que la violencia es necesaria han paz, nosotros lo negamos y decimos: lo que ustedes
llegado trabajosamente a esa posición. Ellos saben, llaman paz puede ser descrito mejor como violencia
o sienten, el enorme precio de la guerra y la lucha institucionalizada. Para EE.UU. dejar de sojuzgar al
armada. No desean imponer otra ordalía de lucha pueblo latinoamericano serviría a la vez a la justicia
fratricida y las catástrofes de la guerra sobre aque­ y la paz.
llos'que han sufrido por largo tiempo sus durezas e
indignidades. Nadie puede pretender que todo estaría bien por
el solo hecho de que el poder norteamericano fuera
¿Pero cómo, preguntan, podemos resistir el poder rémovído. Hay otros corruptores de la revolución:
combinado de nuestras oligarquías domésticas y los otros grandes poderes, movimientos oportunistas, lí­
^..Uy.^ Espécialmente, ¿cómo puede pedir eL gobier­ deres aventureros y la persistente capacidad de los
no‘poriéaníéricáno, mientras hace la guerra en Viet- seres humanos de herirse y traicionarse unos a otros.
nahi y mantiene una vasta maquinaria militar, que Sin embargo, ninguno de ellos es una justificación
nosotros esquivemos a la violencia en nuestra lucha? para que EE.UU. extienda o continúe su dominación.
fTSin - embargo,,- el dilema persiste, no en primer A través de las acciones que emprendemos en la
{qg$r como- un debate ideológico, sino como un pro­ Zona del Canal en Fort Guilde, y en el Colegio de
blema existencia! en cuanto a lograr libertad y pro­ Defensa Interamericaha en Washington, deseamos
greso. Enmascaradas y. prolongadas injusticias cons­ afirmar nuestro . apoyo a aquellos latinoamericanos
piran contra la paz, Aquellos que defienden el. pri­ que están considerando las posibilidades de una ac­
vilegio y reprimen, los esfuerzos para lograr la jus­ ción no violenta en su lucha. Están descubriendo,
ticia abren el camino a las rebeliones armadas y ex­ cuando re-exáminan su historia' y cultura, auténticas
plosivas. En taleá situaciones, aquellos que claman tradiciones de no-violencia, y numerosos ejemplos
por la paz éh nombre del "orden" son o ciegos o de acción no-violenta a gran escala — huelgas, pro­
hipócritas, ignorando las semillas de desorden y vio­ testas, marchas, demostraciones. Enfrentan los mis­
lencia que hay en esa explotación y opresión. mos problemas que los revolucionarlos violentos:
"conscientización", teoría, recursos y organización.
Por otra parte, la obra de desarrollo .productivo Ven por lo menos cuatro posibles usos de la acción
y de logro social progresivo tiene su propia lógica. no-violentá ahora o en el futuro próximo:
Requiere no sólo pasión y lucha, sino también per­
severancia, creatividad, experimentación. Estas virtu­ 1 . como un programa de acción para ayudar a
des no pueden crecer y florecer en un clima de odio, desarrollar la voluntad de resistir (conscientización)
fetror e intriga. Exigen una Comunidad que procure
él bienestar de todos, un pueblo que aclame los va­ 2. como un instrumento organizativo para jun­
lores de una mente abierta y un corazón abierto. tar elementos dispersos para un efecto combinado
. Persisten las preguntas: ¿cómo hacer una revolu­ 3. como un programa político para superar la
ción sin hipotecar su potencial ni desfigurar sus lo­ penetración política de América Latina por los gran­
gros? ¿cdbio conducir una lucha por caminos qüe des poderes a través de alianzas militares y seduc­
humanicen á los participantes, incluso a los enemi­ toras promesas de ayuda militar
gó?? ¿cómo romper las viejas cadenas sin forjar
otras nuevas? 4. como un medio posible para la lucha revolu­
cionaria.
fcuíSTkA TAREA Emprendemos estas acciones — siguiendo la prác­
tica cuáquera— en. un espíritu de apertura y ex­
Estamos comprometidos con la no-violencia: como perimentación y con el deseo de ser útiles. Espera­
fe básica, ún instrumento de análisis y toma de mos hallar nuevos caminos de acción en los EE.UU. y
^ancienciá, uña* guíé'éh la acción y la lucha, y una én otras partes, junto a todos aquellos que trabajan
disciplina operacional. Deséámos explorar sus posibiv por Va liberación del pueblo de América Latina.
Hdadés para liberar a los hombres y transformar las
soóieclades y paral revolucionar el’ conéepto y la prác-
tieá dé lá propia' revolución.
' - ^n’ P966 se Constituyó un Grupo dé Acción Cuá­ NOTAS
quero. Auspiciamos los viajes del "Phóenix" a- Vlet- (1) NACLA New sletter (N orth A m erican Commlt-
nam del Norte y Vletnám del Sur con medicinas para tee on L atín America), O ctubre 1968. L a c ita de
aliviar el sufrimiento. Nos unimos en una protesta Jones es de Saga, Enero 1988.
en cuatro capitales del Pacto dé Varsovia contra la r<2) “ Latina oíam e «he United States for M llitary
ocupación soviética dé Checoeslovaquia. En los Coups”, por .John M. Coshko, W ashington Pont, F e ­
brero 5, 1968
EE UU, trabajamos éri la Campaña dé las 'Pobres
Gentes y en la huelga y el’ boycott de los trabaja­ (3) “Eridere of the America**, Arm y Dioest, Se­
tiembre 1968. ,
dores de la uva. Nos oponemos a la conscripción (4) Ibld
como una servidumbre política; ños oponémos á la (5) Resumen publicado por. el Colegio, E nero 1989.
guerra en Víetnam como una ofensa moral y política '.(6) Testim onio' del. Comité de A suntos In te rn a ­
contra el sitiado pueblo vietnamita del Norte y deí cionales, Abril' 14, 1968:
Sur. (7) Ibld

10
JO R G E M EDINA VIDAL

"Macario" de Juan Rulfo

'Podría decirse*que la obra de este eminente na­ mo el único freno a sus "locuras". No estamos fren­
rrador mexicano no pasó por el período de la natural te .a:, la .pura "idiocia" mimética de los tres mons­
expectativa de madurez, porque* su primer título, "El truos de la familia Mazzini-Ferraz, que Horacio
llano en llamas" (1953), constituyó la presencia Quiroga presenta en "La gallina degollada", sino
-de uno de los más serios puntales de la actual na- que en "Macario" el desorden anímico* se drama­
- rrativa hispanoamericana.u> Su presencia fue ex­ tiza con -los "miedos" que pueblan esta conciencia
traña; aportó una suntuosidad- de elementos expre­ - primaria El mundo de- "Macario" es desolado- y
sivos*'y.: de *asociación: conceptual y mágica y un puede en . cierta manera ser simbólico de la "alie-
rigor en el trato de la ficción, que siempre des­ c nación" humana; produce, además, la sensación de
lumbra por las posibilidades sugeridas al lector. - una idiocia castigada' o profanada por el mundo
que lo rodea, como ya afirmamos- anteriormente.
... -Esta espléndida irrupción en el arte contempo­
ráneo-parecería marcarse- más por el extrañísimo Por un extraño simbolismo, el narrador-protago-
cuento que inaugura este libro: "Macario". Aquí ñistá lléve un nombre "significante": Macario. Pro-
se nos ofrece la aparición desolada de un "idiota", Viene dél griego y quiere decir-: "Bienaventurado",
-víctima'idé‘-'mundos plurales y diabólicos, qué-'nos Como si expresara la oscura bienaventuranza- de la
expone su breve vida interior y exterior, durante imbecilidad y recordara, por una ligera asociación
él tiempo q u e ‘dedica, 'a ‘cazar ranas "junto a la 'de ideas, la incorrecta interpretación de la pri­
alcantarilla" mandado por su madrina. Ladesola- mera Bienaventuranza: "Bienaventurados los pobres
.ción.qué produce- la.- "idiocia" del narrador-prota­ • de espíritu, etc." <8), tomando "pobre" en el sen­
gonista,'. no se, deja, esmerar mucho tiempo; las fra- tido de-"carente**. Macario vive en relación directa
- ses- sincopadas, directas; sin subordinaciones o ma­ con fas cosas (aunque trascendidas por fantasmas
tices . yg nos introducen en el rinUndo de un casi y "miedos*') y es un ser deformado por una so-
púber? acuciadd • por instintos primarios, cedad retorcida, violenta y agresiva, que no lo deja
en lá paz de su imbecilidad m, que no le permite
No es necesario llegar a su documentación a vivir apegado a tos instintos primarios. Es también,
través de lo que afirma su madrina cuando* lo lleva .como ya dijimos, una víctima de mundos plurales,
a la iglesia y le ata las manos "con las barbas de representados simbólicamente por dos mujeres, ppr
su rebozo" para que no haga "locuras"; o cuando Felipa especialmente, que, al mismo tiempo que lo
expresa con ingenuidad que te gusta "dar de ca­ conmueve, le da el bálsamo de uh breve cambio en
bezazos contra lo primero que encuentro". el desarrolló monótono de su hambre insaciable. Pe­
ra ella es la encargada de satisfacer otras nece­
. En "Macario" el pensamiento, parecería hacerse sidades, mucho más oscuras y que están originaos
doloroso y su Instrumentó "visible" la cabeza, ju­ a su vez en el mundo personal de Felipa. Ella, en
garía idéntica función que ése asqueante ejercicio cierta manera, es una víctima como Macario; víc­
•al ‘ que se dedica: descabezar ranas, tan pronto co­ tima de sus instintos insatisfechos y de sus "mie­
mo aparecen en la alcantarilla, para que no inte­ dos" personales. Si la "madrina** le da de comer
rrumpan el sueño de su madrina. Pero lo trágico es o lo deja comer de todo, Felipa satisface otras
que "no ha saljdo ninguna en todo este rato que "hambres" distintas. Felipa inicia a Macario en otra
llevo platicando", como si fuera un símil con la oscuridad mayor que ta de su idiocia, y en otra
imposibilidad de desprenderse de su propia cabeza, apetencia mayor que la de golpearse la cabeza con­
que de tiempo en tiempo le trae la extraña sor­ tra los muros y el suelo: ella le "da a chupar de
presa de un tambor resonando "cuando viene la los bultos ésos qué ella tiene donde tenemos sola­
chirimía a la función del Señor". mente las costillas". "Felipa antes iba todas lás
noches al cuarto donde yo duermo, y se arrimaba
La imbecilidad de Macario es castigada, acrecen­ conmigo, acostándose encima de mC o echándose a
tada por " m i e d o s " q u e abarcan toda la gama un ladito.. . Felipa me hacia 'cosquillas por todas
de-lo terrestre y Ib ultraterrestre. "Miedos" en la partes". Y- esta hambre nueva se va a transformar
cálle donde "suceden cesas", por ejemplo, l*s llu­ en una obsesión y cierra el cuento como un deseo
vias de pedradas qúe.lé destrozan la ropa, la cara, mayor, -que* arrastra una levísima intencionalidad:
las rodillas. "Miedos" en su- cuarto y en su cama "De lo qué; más ganas tengo es de volver a probar
donde aparecen "las chinches y cucarachas y ala- algunos tragos. de la leche de Felipa".
'er’anes'" (frase ésta, que arrastra una serte. de pau­
sas ondulantes comunicadas, por la sucesión anafó­ Lá boca cumple én Macario lá función de .gran
rica de copulativas y hace que brillen los sustan­ ¡nstnjmento pata apropiarse dél mundo. Es la puer­
tivos asqueantes con un airé* siniestro y- preciso). ta dé su hambre devoradora, dé la comida qué re­
insectos que lo persiguen en Su noche perenne ,y parte su madrina, de las flores que come, de ja
que introducen simbólicamente otros "miedos" mu­ comida de los puercos, de la leche de "chiva" ty
cho más profundos: los del infierno y las ánimas "también de puerca recién parida" o de la leche
•en pena, V Estosmiedos finales a veces son esgri­ . de- Felipa. -También. la.» boca fue el Instrumenté1con
midos indirectamente por Felipa <4>‘ y Ja. madrina co­ el que le ofreció- la saliva con que untó "toda-la

11
noche" (a nalga de Felipa cuando la picó un ala­ acepta como una de las tantas realidades que lo
crán. Es la boca "freudiama", inconsciente de sus impresionan o atraen. Su mente y su cuerpo sufren
significados sexuales, que en el monólogo de Ma­ la agresión de la sensualidad de Felipa, mezclada
cario se cubre de indirectas picardías o lamentable con un prolijo repertorio de terrores de ultratumba.
inocencia. Como personaje narrativo, Macario es descendiente,
en este aspecto, de los esquemas "simbolistas" y
La boca de Macario es también la puerta de en­ "modernistas"; porque en (a feroz pareja que for­
trada de la gran fuerza que dinamiza su mundo y ma con Felipa se nota una unión idéntica a la que
todo el cuento: el hambre. La acción presente, que encontramos en las escuetas apuntadas, entre la sen­
justifica la introducción tangencial de lo que se va sualidad y los terrores del más allá, con ese infierno
a contar: "Estoy sentado, etc.", nos entrega al co­ a momentos temido y a momentos olvidado.
mienzo de la segunda frase: "Anoche, mientras es­
tábamos cenando etc.", dentro de una secuencia El infierno, el más allá y las tinieblas, ejercen
temporal que pertenece al pasado inmediato. De una misteriosa atracción sobre Macario. Las tinie­
ese pasado inmediato deriva la acción presente y la blas, especialmente, integran en lo exterior lo que
posterior ilación de la fábula. Ese "anoche" precisa proyecta su reducido y oscuro mundo de adentro.
un instante, el de la cena, de innegable relación Las tinieblas lo llevan a recordar una frase "del
con el "hambre", que representa un importante Señor Cura": "El camino de las cosas buenas está
subtema de otro mayor que es la vulnerabilidad del lleno de luz. El camino de las cosas malas es os-
ente humano acrecentada por la idiotez. En Ma­ ouiro"; pero él invierte su sentido, como si se sin­
cario se intensifica su calidad de víctima, porque tiera atraído por la oscuridad, como si viera en ella
no posee la suficiente lucidez para enfrentarse al un sentido más personal o propio. Por eso, cuando
mundo. Distinta hubiera sido su realidad, si se lo sale a barrer la calle lo hace de noche, "y me meto
hubiera mantenido en los límites de lo que lla­ otra vez en mi cuarto antes que me agarre la luz
mamos "normalidad", y menos dolorosa su destruc­ del día". La justificación que da es que en fa calle
ción por sí mismo, o por los demás. "suceden cosas". Las piedras que le arrojan, pero
que dejan en el lector un cierto aire de misterio:
A menudo, los objetos que son nombrados surgen llueven "por todas paites".
en una directa relación con la comida (ranas, flo­
res, otros animales, etc.) y otras veces sirven para También se encierra en la oscuridad para que
hacer precisa la memoria y transmitirla con ob­ los pecados no den con él, ni enciende la luz del
jetividad pictórica: "Las ranas son verdes de todo ocote. Pero los pecados vienen como en un mundo
a todo, menos en la panza. Los sapos son negros kafkiano bajo la figura de cucarachas y alacranes,
etc.". Y otro ejemplo: "es mi madrina la que Ros a acrecentar su terror por el infierno, al que ve
reparte la comida. Después de comer ella, hace con como destino seguro cuando se muera. Se siente
sus manos dos montoncltos, uno para Felipa y otra como un "condenado" y sus noches son un sobre­
para mi". salto entre las "hambres" y los "miedos", con la
La madrina produce en Macario una dependencia vista final puesta en ese infierno (lejos de sus pa­
umbilical; es (a que da la comida: "es mi madrina dres que están en el purgatorio) y del que no lo
la que saca el dinero de su bolsa para que Felipa sacará nada ni nadie, ni Felipa, ni el "escapulario
compre todo lo de la comedera" y se la respeta en que me regaló mi madrina".
su necesidad de primer apoyo, y se te asigna un
carácter de seriedad lejana: "ella nunca anda con NOTAS
mentiras". Pero el amor no la toca, es su primer
apoyo; el narrador-protagonista, en su imbecilidad (1) Y a en 1954, E m m anuel C arballo d e s ta c a su
“voz propia". Cfr. U n iv ersid ad de M éxico vol.
atravesada por "miedos" y magias, presenta una es­ V III N.o 7, m arzo 1954, p. 28s.
cala de valores emocionales que colocan a Felipa T am bién a firm a lo m ism o H u g o R o d rig u e s
en un grado superior: "Yo quiero más a Felipa que Alcalá.: E l a r te de J u a n R ulfo, E d s. de B e
lias A rtes. México, 1965, p. 208.
a mi madrina.. . es muy buena conmigo. Por eso <2) Los "m iedos" de "M acario", que flu c tú a n
la quiero. . Felipa es la que entenebrece y aclara en tre su n a tu ra le z a síq u ica y bu n a tu ra le z a
su mundo, es un ser único y dinámico para su corporal, pod rían v erse como u n le ja n o p r e ­
mentalidad: es la que lo inunda de "miedos", "pero cedente de lo s "m urm ullos" q u e e n la n o ch e
vienen a l en c u en tro de J u a n P reciad o , en
viene Felipa y me espanta mis miedos". P edro P áram o , cuando e n tra en Cóm ala.
En Felipa se da una primitividad y aspiración de (3) Joaeph Som m ers rec u erd a la fu n ció n d e la s
“án im as en p e n a " como "v e rd a d e ra s u s ta n ­
vida similar a la suya. Pero la conciencia y la ani­ cia" de P ed ro P áram o . Cfr. A fte r th e S torm ,
malidad poseen en ella la agresión de lo lúcido. En (L andm ark* ot th e M odera M exlcan N ovel)
Felipa eí placer no surge, como en Macario, a tra­ TJniversity of N ew México P re ss, 1968, p. 88.
vés de un descubrimiento primitivo, casi como un ( 4) "F elip a" p articip a de alg u n o s c a ra c te re s de
desarrollo orgánico que espera tan sólo una exi­ la s m u jeres que a p a rec erán e n P ed ro P á ­
ram o. Cfr. Jo sé de la C olina: "S u san a S an
gencia exterior para salir a luz. En ella el placer Ju a n " (E l m ito fem enino en P e d ro P á ra m o ),
es una búsqueda y un desfallecimiento; no es, como U niversidad de México, ab ril, 1965, p. 19s.
. en el idiota, producto de una iniciación, sino que (5) O tro elem ento d lferen c la d o r q u e n o pode­
ella es la iniciadora^ -Lo maneja con supersticiones mos olv id ar es la d iv e rsa té c n ic a n a r r a tiv a .
M ientras que en H. Q u lro g á h a y u n n a r r a ­
que en cierta manera la dominan a ella. dor-personaje, que es id io ta, com o el B en jy
de E l sonido y la fu ria , de W . F a u lk n e r, a
Felipa trae ál cuento el tema de la sensualidad quien recuerda, B u lto , como es n a tu ra l, d e­
rudimentaria; podríamos decir que representa el pri­ bió d arle a su p erso n aje u n m ínim o g ra d o
de conciencia, que n i rem o tam e n te a p a re c e
mer estrato borroso y ánima! de "Le bló én herbó", en el cuento de H. Q ulroga.
desarrollado, no en una elegante playa de vacacio­ (6) Cfr. S. M at. 5-8,
nes, como en la obra de Coletté, sino en un mundo (7) P a r a Jam es B a st Irb y , este cu en to s e rla e l
sórdido, lleno de promiscuidad, miseria y supers­ d esarro llo de u n a conocida fra s e d e M ac-
tición. * b eth : "L a vid a es un cu en to n a rra d o p o r u n
idiota, etc." Cfr. “L a in flu e n cia de W . F a u lk -
A Macario los demás lo ven como un 'teco: "di­ n er e n c u a tro n a rra d o re s h isp a n o a m e ric a ­
nos", México, U niversidad N acional A u tó n o ­
cen en la «alte qóe yo estoy loco..." , y él lo m a, 1956, p. 187.

12
ALDO J; BÜNTIG

Interpretación motiyacional
del catolicismo popular

tos, prácaicas, devociones.. . ) de la religión en cues­


tión se incorporan estrechamente al mundo socio-
I. INTRODUCCION cultural. Entonces resultaré difícil, en algunos casos,
discernir las motivaciones reales que las sustentan.
Y la tarea imprescindible de rescatar lo rescatable
como de eliminar las escorias que se van depositan­
La elaboración que presentamos sintetiza global­ do insensiblemente exigirá no poca lucidez y energía.
mente la segunda parte del Cuaderno Sociológico, En algunos momentos, nuestro análisis dará la
que integra tina investigación interdisciplinar sobre el impresión de estar matizado con ribetes excesiva­
"Catolicismo Popular en la Argentina". CD mente pesimistas. Quisiéramos evitar esa impresión
Nos proponemos'desarrollar aquí los diversos ele­ porque, vital e intelectualmente, no adherimos a nin­
mentos de un marco teórico de referencia, funcional guna forma de pesimismo. Sin embargo, nos preo­
en orden a detectar lo rescatable y lo perimible en cupa por sobre todas las cosas el ser fieles a lo rea­
los gestos "modelados" del catolicismo popular. (2) lidad. Realidad que se nos presenta, frecuentemente,
con abundantes rasgos negativos.
La elaboración se encuadra en un marco sicoso-
ciológico y se proyecta a una serie de datos empíri­ El espíritu conciliar nos exige, además, una fide­
cos, descubiertos por el autor y otros investigadores. lidad más allá de todo conformismo. Fidelidad que
La preocupación fundamental es totalmente pastoral. es urgida, aún, por una sociedad que, al seculari­
zarse progresivamente, nos apremia a "desmagificar"
En todo este análisis interpretativo subyace una el mundo.
hipótesis de trabajo, que para nosotros se va ha­
ciendo cada vez más evidente, a saber: muchos ges­ "Desmagificar" no significa eliminar al verdadero
tos "modelados" considerados tradicionalmente como Dios y a los gestos auténticamente religiosos. Sig­
católicos, no requieren valores y motivaciones evan­ nifica llevar hasta las últimas consecuencias el im­
gélicos para ser expresados. La explicación socioló­ pacto de la fe bíblica sobre la historia y el mundo.
gica de este vaciamiento de contenido nos parece Tampoco queremos asumir el rol de jueces impo­
obvia» .Se trata de una consecuencia normal del pro­ lutos. Todos hemos sido, de alguna manera, cómpli­
ceso de "popularización" de una religión universal. ces de las deformaciones que criticamos. Como miem­
En efecto, cuando una religión universal —en bros que somos de un universo sociocultural que
este caso el catolicismo— se hace parte connatural nos hace "a su imagen y semejanza", nos resultará
de una sociedad determinada, sus gestos tienden a siempre difícil liberarnos de sus imperativos espon­
perder su originalidad esencial y a convertirse pau­ táneos y de evaluarlo con objetividad crítica.
latinamente en canales espontáneos de los sentimien­
tos religiosos del pueblo. En otras palabras:: la po­ Concientes de esa limitación, nos interesa propor­
blación expresa espontáneamente su vivencia reli­ cionar elementos de juicio que ayuden "a ver más
giosa —o mágica— a través de los gestos institu­ claro para actuar más eficazmente". Tal era la
cionalizados de dicha religión. fórmula etnpleada ya por Pió XII para destacar la
importancia de este tipo de análisis empírico en
Así, por razones histórico-culturales bien conoci­ orden a un ajuste pastoral.
das, esa vivencia religiosa se expresa espontánea­
mente en América Latina a través del catolicismo. Una última aclaración quisiéramos adelantar a los
En los países árabes, en cambio, se manifiesta en lectores. Nos ha preocupado siempre evitar dos ac­
formas Islámicas, como en formas ¡nduístas lo es en titudes simétricamente opuestas: ni "angelistas", ni
la India, etc. " iconoclastas". Tanto unos como otros, al querer
justificar ingenuamente todo o al pretender eliminar
Cuando el proceso de popularización ha llegado a drásticamente todo, parecen ignorar —por ig u a l-
un grado de maduración determinada, los gestos (ri­ ciertos mecanismos de la sicología profunda, de la

13
sociología de grupos y de la antropología cultural. piritual merece un tratamiento especial, no sólo por­
Ni unos ni otros parecen hacer justicia a la com­ que responde a las exigencias de los valores cristia­
plejidad de un fenómeno, al que es preciso acceder nos más auténticos y originales; además, desde el
desde ópticas diversas para lograr una evaluación punto de vista fenomenólogico participan en ella
más moderada. Esta convicción es la que nos ha lle­ elementos de las motivaciones primarias y secun­
vado a iniciar una investigación interdisciplinar, a la darías.
que nos referimos en la nota 1.
Tal es el esqueleto del esquema, al que iremos
Esta preocupación aflorará también en este aná­ dando cuerpo de inmediato.
lisis, no obstante lo limitado de .su óptica. En cada
caso, a pesar de la dureza de algunas afirmaciones,
trataremos de encontrar-los valores rescatables 'que
permitirán llegar a lo ideal, pero partiendo de lo real»

n í. CONTENIDO DEL
MARCO TEORICO
H. ELEMENTOS DEL
MARCO TEORICO A) MOTIVACIONES PRIMARIAS

a) Motivaciones Cosmológicas
Es evidente que cada individuo sustenta su actuar 1 • Significado. Se encuentran frecuentemente
en • un mundo de motivaciones, conscientes unas, en el mundo religioso primitivo. Expresan la sensa­
conscientizables las más. Ahora bien, estas motivacio­ ción profunda de limitación y dependencia que el
nes suponen y exigen valores (verdades, ideas, prin­ hombre — ignorante e impotente — siente ante las
cipios. .. pero-cargados de dinamismo!. Valores que fuerzas misteriosas del Cosmos, concebido como una
^aceptamos, y a los que adherimos más o menos realidad poblada de fuerzas, energía y poder. Fuer­
consciente y plenamente. Sin embargo, cualquiera zas misteriosas que se presentan como algo hiero-
sea la conciencia que tengamos de esos valores, ellos fánico o kratofánico, esto es, manifestaciones de un
actúan como los últimos motores de esos meca­ poder o fuerzas sagradas.
nismos qiie ponen en marcha nuestro obrar. Ellos
constituyen, en. última instancia, las razones de nues­ Lo que caracteriza a esta motivación es la pre­
tra existencia» "Para vivir es preciso tener razones ocupación dé "servirse" de esa Fuerza o poder sa­
de vivir", dice el conocido adagio francés. grado para solucionar los problemas que diariamente
plantea el Cosmos y la vida natural (torrentes, llu­
De' eSa manera, el análisis motivacional tiene una vias, plagas, inundaciones, fecundidad, pan, tra­
riqueza especial para nosotros, especialmente en el bajo .. .).
campo del catolicismo popülar. No sólo nos permite
identificar los mecanismos actuales de nuestro obrar; Su contenido específico pertenece al ámbito de
consiente, además, objetivar los valores que actúan los valores característicos de las religiones llamadas
en lo profundo de nuestra personalidad. "cosmológicas" en diversas ciencias de la religión. (4>
Por lo mismo debieran ser ajenas totalmente al ca­
Tipología Motivacional tolicismo. Sin duda, lo son en el plano doctrinal.
A los efectos de nuestro análisis trabajaremos Sin embargo, ¿qué decir del catolicismo popular,
con tres categorías de motivaciones. Las hemos tipi­ no suficientemente evangelizado? Interiorizado, por
ficado en A) primarias; B) secundarias; C) de trans­ tanto, al nivel de las simples aspiraciones naturales»
formación espiritual. W
- En este caso, tales mecanismos pueden subsistir
Con el nombre de Primarias designamos aque­ bajo formas "católicas". -Encontramos, así, valores
llas que se sustentan en valores propios del indivi­ de este universo religioso reformulados en términos
duo* Según sea este tipo de valores subyacentes ,las cristianos.-
■distinguiremos en: a) cosmológicas; b) sicológicas; De esa manera, ¿podrá decirse que exageramos
c) escatológicas. si decimos que algunos cristianos, especialmente en
Las Secundarias, en cambio, parten de un valor zonas rurales alejadas de centros urbanos, imaginan
clave: él sentido de fidelidad al grupo» Esto es, la a Dios como una "Fuerza Poderosa"? Fuerza a la
persona creyente, por fidelidad al grupo de perte­ cual se acude, fundamentalmente, para satisfacer ne­
nencia, adopta determinadas formas dé comporta­ cesidades bióticas o para .superar limitaciones que
miento reliigoso. Como los grupos de pertenencia surgen de la vida natural. ¿Habrá que extrañarse,
que suscitan esta fidelidad pueden ser diversos, po­ por lo mismo, si tales creyentes ubican junto a esta
demos subclasificarlas en: fuerza poderosa a otras "fuercitas", menores qui­
zás, pero mucho más "especializadas" y próximas?
1 . Sociocutturales: si el tal grupo es de tipo Nos referimos a la utilización que suele hacerse de
natural (el pueblo, el vecindario, la P atria...). Las ciertas devociones mañanas y el recurso casi má­
distinguiremos a su vez, en espontáneas y raciona­ gico a santos de "causas desesperadas".
lizadas.
Si hiciéramos un sondeo entre !?s masas rurales
2. Sociorretigiosas: si el valor que decide lás (y aún entre las urbanas de escasa formación re­
formas de comportamientos es la fidelidad a la Igle­ ligiosa) nos sorprendería encontrar una especie de
sia, como grupo original de pertenencia. reedición del panteón pagano en fórmulas cristianas
Finalmente, la motivación de transformación es­ o católicas»

14
No sería raro encorttrai1. un tipo de jerarquización •En San Cayetano y-Luján, en cambio, los datos
ontológica, en el plano de lo. vivencíal, como la si­ son* más-positivos. La- importancia ontológica del
guiente.: en la cúspide, un Dios Supremo, Fuerza .Señor se destaca claramente. Ello indica —o pare­
Poderosa pero lejana; >.de: escasa 'significación ' para ce.-, indicar-r—r que la cultura, urbana posibilita una
la vida cotidiana (a no. ser a través de interjeccio­ percepción, intelectual más precisa del contenido. va-
nes espontánea^'con sentido cultural más que reli­ íorativo, aunque cultualmente los valores se inviertan.
gioso) .Luego vendría-Jesús, ^preferentemente el Sa­
grado fcorazón de Jesús en 'muchas zonas del país. i 2.. Consecuencias; Señalaremos aquellas que nos
Mqy cerca de Jjesús, a veces-más arriba, encontra- •parecen más dignas .de atención en una perspectiva
ríamos .a la Santísima Virgen, probablemente en al­ .pastoral, por -una- parte -y que pueden servir, por
aguna \ f i e las ..ádvpt^cipnes..local izadas / (Jtatí, del Va­ •otra;,-de Indicadores'objetivos para detectar la pre­
lle,' Guadalupe, Luján. ; .). Finalmente, un poco más sencia :de •esta motivación. ...
abajo deambula un abanico de santos populares,'me­ a) Neutralidad moral de la religión que susten­
nos potentes —quizás— pero más humanos y más tan. Los gestos religiosos (plegarias, ritos, devocio­
especializadas: S. Cayetano, S- Antonio, 5. Roque, nes.!/. .1 "sirven" para obtener los resultados que
Sta. Rita, Ceferino. Santos a quienes se percibe, no más urgen al - protagonista en cada momento* No
táñfó''corno' modelos'-’pifa ; imitar sino como fuerzas :están; oidenados a transformar la vida. Con ello el
-para manipular.. ! mismo' sentido, de:"religión"-.se «desnaturaliza. Le­
*;- No estarnos lejos del mundo de lo mágico. jos de. ser .una. actitud .profunda de servicio a Dios
'y a. los hermanos, se .convierte en una especie de
, i Lá situación se agrava desdé el punto de vista :"magia" .-que pretende someter a Dios. Dios —el
teológico cuando la- "mediación especializada" es Absolutamente Otro— queda reducido a una "ma-
ejercida por. figuras dotadas de presuntos poderes -nuf£ctute" •‘que debe .adaptarse a las limitaciones
extraordinarios/ pero cuyo culto tiene todas las ca­ •eventuales :del hombre. .
racterísticas de una superstición primitiva. Se cuen­ En tai contexto, no .son raros Tos casos de ple-
teó muchos de estos casos especialmente en las zo­ ' garfas destinadas a obtener éxitos en empresas q ó r
nas, dél NE., NO* y Cuyo.; El más importante' de merciales, sentimentales. . . turbias o inmorales. Las
todos, -por ia efervescencia e irradiación.mágico-reli- .prostitutas de Buenos Aires acuden a San Judas Ta-
‘giosa que provoca, es el de la Difunta Correa. Casi .deo, como las .de París, qué jo hacen, en laM ade-
todos estos casos se' sitúan eri, zonas rurales.’ Pero Jeine;' cjertos-, grupos de . ladrones que tienen como
hay también difuntos ilustres que actúan de media­ "patrona" a la, Virgen dé Monserrat.. . Sin nece­
dores en las .ciudades.--Es bien conocido el caso de sidad; dé- llegar a tales extremos, lo importante es
Já Madre-María y de Pancho Sierra, en la Capital .destacar el sentido marcadamente utilitarista de Ja
Federal' y su zona de influencia.. • plegaria. Así. en Itatí y Guadalupe constatamos que
,ej-tipo de grada, que se pide o agradece está vin­
‘ /Ésta afirmación sobre-la. probable jerarquización culado -a .la saríúd, la: prosperidad material, éxito en
reíigiosórpopufar ,podrá parecer exagerada, y. hasta los "exámenes, -trabajo* amor en -un 85.3 % y en
irrespetuosa. Se insinúa ya, sin embargo, en la Pri­ un 91.5 %, respectivamente. Las mismas frecuen-r
mera Encuesta Nacional realizada al -nivel de infor­ cias se repiten prácticamente en San Cayetano y Lu­
mantes-cláve, y se objetiva con. bastante claridad en jan
cuatro encuestas exploratorias, realizadas en lugares
"famosos" de culto de diversas zonas del país. Nos Naturalmente, al criticar, la prevaléncia de este
referimos a los sondeos efectuados en Itatí (Ctes.), ,tipp de . peticiones no dejamos de • valorar la Impor­
Guadalupe (Sta. Fe), San'Cayetano (Capital) y Lu­ tancia d e ja plegaria humilde y confiada, qué ex­
jan (Bs. As.)¡. pone'. á Dios - Jas necesidades sin pretender some­
ter su voluntad. "Hádese tu voluntad..
Las respuestas hablan por sí solas. En efecto, a la ' Es preciso reconocer, además, que muchos cre­
pregunta:’"¿ quién acude más frecuentemente?, res­ yentes que.asi Obran nú tienen conciencia de obrar
pondieron: ' mal: las Fuerzas Superiores están para servir al hom­
En Itatí: a la Virgen dó Itatí: 57% ; al Señor bre, no para transformar la vida. Como se ve, le­
:Crucificado: 16%. jos de ser un consuelo, esta "in-conciencia" cons­
tituye un serió desafio a nuestra acción catequétlca
En Guadalupe: a la Virgen de Guadalupe: 42%; y pastoral
a Jesús: 25,7 %. .
b) Carácter ritualista e individualista de las prác­
£n San Cayetano: a S. Cayetano: 34%; a Jesús: ticas. Los ritos no tienen, en general, un significa­
28,9 %• - do que los trascienda. Hay que realizarlos, pero su
-acción es "misteriosa". Preocupa por tanto muy
En Luján: !a la V. de Luján: 32 %; a Jesús; 34%. poco la comprensión de los gestos y ritos litúrgicos.
Consiguientemente, si se excluye Luján - —donde Al revés, cuando, más incomprensibles — "misterio­
las opciones prácticamente se igualan— en los de­ sos"—, parecieran ser más eficaces. Al respecto,
más casos, la preferencia devocionál es altamente sig- recuerdo .siempre un relato de un sacerdote de la
; ñ í f i c a t l v é . .. 1• . periferia de Buenos Aires. Los feligreses bolivianos
Ahora bien, ¿se repite la misma preferencia en la no^ aceptaban jos. responsos si eran en castellano.
jerarquización ontológica que el fiel realiza con los Desprovistos de esa carga mágica de ese latín in­
■objetos de . su. cultp?. Al respecto,s preguntábame^: comprensible "rio era lo mismo".
'/¿Para, .yñ . cristiano,' quién és . rnls -'Importante?"’ "Se Lo que .interesa principalmente no es participar
ofrecían, alternativas bien conocidas. Las frecuén­ del significado de los ritos; lo importante es ser­
telas las respectivas respuestas se distribuyeron virse de su mediación interpretada como cua$imá^-
‘¿el, siguiente modo:v. • - gica para fines que tienen muy poco que ver coh
’• Eh ftatl: 1á V. d? ,Itatí;! 40,é %; Él Señor Cru­ .el significado profundo del mismo.
cificado 31,7 % .' • c . Así la .Santa Misa '^se oye" .para conseguir uha
r En Guadalupe: ja V. de Guadalupe; 28 %; Je- gracia. Los sacramentos "se reciben" para .poder
;sús: 2?:%. . * óbtfenér determinados favores o liberarse de ciertos
males* materiales:' Una catequista de Formosa nos di-
, VtComo; :se Ve;, la ausencia de una Interiorización . ce, refiriéndose .a. lo que, suele acontecer en-:su Dió­
valoráí ;|ideK:uada «es evidente. cesis: "Al Bautismo le • dan un Carácter mágico -
para que aleje a los diablos. . . o para evitar en­ • Importancia otorgada al culto de los difuntos;
fermedades infantiles: sarampión, mal de ojos... *ello •permite, un contacto evangelizador privilegiado
es decir, actúan como una vacuna". Bien sabemos para nacer ver a ía luz de la Pascua del Señor el
que el uso del Bautismo para que no se enferme, sentido de la vida y de la muerte.
o se sane, es bastante común en todo el país, es­
pecialmente en (as zonas rurales. • La misma preocupación "ritualista" y la im­
portancia hierofánica dada ai sacerdote pueden ser
£1 poder casi automático de los ritos y de los orientadas "llenando los gestos de palabra".
sacramentos se transfiere a ios sacramentales y ob­
jetos sagrados. Es preciso llevar medallas, cruces, o El mismo sentido de dependencia de las Fuer­
encender velas, usar agua bendita (agua de San Ig­ zas Superiores, aunque redunde a veces en un fata­
nacio) . . . porque todo tiene un poder especial que lismo alienante, puede ocultar un verdadero sentido
asegura la protección de las Fuerzas Superiores fu n - religioso.
donaíizadas ai servicio dei hombre.

En un tal contexto, es fácil comprender el ca­ b) Motivaciones Sicológicas.


rácter individualista del cu lto . Lo que interesa es Están muy próximas en su sentido y consecuencias
conseguir lo que se busca, y cada cual busca lo que a fas anteriores. Tienen, sin embargo, elementos
necesita en cada momento. Se supone que los de­ típicos que es necesario retener. Porque incluimos
más, espontáneamente, hacen lo mismo, instrumen­ bajo esta denominación aquellos móviles estricta­
tando los ritos para su necesidad. Esta mentalidad mente sicológicos que sustentan las prácticas de
se reafirma cuando se da una relación contractual quienes buscan en la religión: paz, tranquilidad, so­
individualista entre sacerdote y fiel: el que "paga" siego, seguridad, alivio en las frustraciones. . .
ai Misa, o el Sacramento que recibe, ni dudaré si­
quiera que se trata de algo para su exclusivo pro­ Nadie duda que la religión es capaz de producir ta­
vecho individual. De esa manera el sistema trasno­ les efectos. Todos hemos sentido alguna vez la im­
chado de aranceles se injerta preferentemente en portancia de esta función "latente o manifiesta" de
este contexto. la religión*. Sin embargo, una cosa es que la religión
es capaz de producir tales efectos y otra, muy diver­
c) Ausencia del sentido de pertenencia a la sa, es reducirla a una especie de analgésico para equi­
Iglesia. La Iglesia no es concebida cómo el Pue­ librar tensiones o solucionar frustraciones. Esta úl­
blo de Dios, del que se es miembro por una inser­ tima alternativa es la que aquí enfocamos.
ción vital. Se trata, más bien, de una organiza­
ción del culto que permite al individuo obtener '' Además de esta característica que la identifica con
aquellas cosas de Dios que necesita. Pero una orga­ respecto a las cosmológicas, es necesario destacar tam­
nización que le es totalmente ajena. Pór lo mismo, bién su ambiente sociológico de Inserción. En efec­
el sacerdote podré ser reverenciado como un "agen­ to, sabemos que la búsqueda de seguridad y suer­
te del poder sagrado", cuyo influjo se requiere, te, de paz y sosiego es una de las más transitadas
pero ratamente será querido como "jefe y guía" de nuestro mundo urbano; teatro de tantas tensiones,
un grupo al cual pertenece. crisis nerviosas y 1frustraciones. Por eso, mientras las
motivaciones cosmológicas encuentran su ambiente
Esta ausencia del sentido de Iglesia nos da una entre las masas rurales, es entre las masas urbanas,
pista también para entender esta falta de solidaridad propensas a frustraciones de todo tipo, donde radi­
que se constata, algunas veces, entre clero y fieles. can los móviles sicológicos*
Sociológicamente hablando no forman un grupo con Naturalmente, donde el catolicismo se ha institu­
valores y fines idénticos. La Iglesia y los curas son cionalizado, ios ritos católicos ofrecen múltiples ca­
cosas ajenas. Por eso, no resulta nada contradicto­ nales espontáneos de esa búsqueda. Sin embargo,
rio si encontramos a gente que "no quiere saber
nada con los curas", pero acude de vez en cuando van surgiendo otras formas competitivas y aparen­
a los lugares "famosos" de culto y recurre al sa­ temente más funcionales para las masas: el horós­
cerdote para que bendiga sus "santitos". copo, el espiritismo, recursos parasicológicos. . .
d) Sentido trágico de la Muerte y preponde­ Por tanto, el riesgo de sucumbir ante otras formas
rante culto de los Difuntos. Esta motivación, final­ competitivas más funcionales es evidente en este tipo
mente, no tanto por sí misma cuanto por el complejo de reducción "sicologista". Hay algo más, empero:
de valores religiosos primitivos que la sustenta, va este tipo de motivación puede tener efectos alienan­
acompasada casi siempre de un frondoso culto i los tes. No constituye un elemento dinámico para el
difuntos y de un sentido trágico de la muerte. cambio y la renovación, tanto religiosa como social.
Sentido que pertenece al sustrato de valores huma­ Algunas compulsas empíricas nos indican que se
nos no suficientemente evangelizados por el men­ encuentran preferentemente en el sexo femenino, más
saje de la resurrección. predispuesto a resentir el impacto de (as frustracio­
Conclusiones. Los rasgos intencionalmente oscuros nes y . crisis sentimentales y sicológicas, en general.
de esta descripción no implican un juicio de valor Ciertas devociones de abundante clientela femenina
sobre las actitudes de sus protagonistas. Las defor­ parecieran confirmarlo. Nos referimos a Santa Rita,
maciones objetivas suelen ir mezcladas con una se­ San Antonio, el Sagrado Corazón y últimamente el
rie de elementos positivos. Sobre ellos tendrá que polivalente Ceferino.
insistir la actividad pastoral, para avanzar hacia lo Consecuencias. No obstante tratarse de móviles
ideal partiendo de lo real. absolutamente diversos, hay un parentesco esencial
Mencionamos algunos valores reseatabfes como con las cosmológicas. Fundamentalmente radica en
para sugerir los caminos de una búsqueda más pro­ el sentido último que se otorga a la religión: está
funda: para servir al hombre. Consiguientemente; fácilmen­
te coexiste con una neutralidad moral, con un sen­
• -Una piedad sincera y una gran Confianza en tido individualista y ritualista del culto, con la au­
la Santísima Virgen y en ciertos Santos. Piedad y sencia en uñ sentido de Iglesia, etc.
confianza capaces de grandes sacrificios, ai menos en
aquellos gestos particularmente expresivos pare 61 Como en el caso de las cosmológicas, para mo­
ethos ambiental (peregrinaciones, ofrendas...). torizar estos mecanismos no son necesarios valores
cristianos. Responden a aspiraciones naturales que el
• Firmeza y constancia (6 veces irracional) en hombre, én su impotencia, trata de canalizar me­
cumplir con las promesas realizadas. diante el recurso a Fuerzas Superiores. SI él catolf-
cismo las ofrece —o parece. ofrecerlas-^- serán sus t a . . . todo ello para asegurar la salvación más que
santos o "fuerzas" las metas de la búsqueda. De para transformar la vida. .
lo contrarío, serán otros valores —espiritismo, su­
persticiones. . . — los que brindarán los soportes pa­ Este,ritualismo exacerbado explica;cómo para al­
ra este tipo de recurso funcional* gunos cristianos tiene más importancia la fidelidad
Así y todo, esta búsqueda puede ser-un punto a ciertos gestos rituales que el ejercicio de la jus­
de referencia sumamente útil — generalmente fácil— ticia y él amor. La parábola del Buen Samaritano
para iniciar un proceso de evangelizaclón. se repite.
Algunos valores rescatables coinciden con los ya f) Finalmente, es preciso subrayar el carácter
señalados: piedad sincera, confianza profunda, sen­ individualista concomitante a esta motivación. La
tido de dependencia.. . pertenencia a la Iglesia no interesa mayormente, la
Iglesia pareciera reducirse a una Compañía de Se­
guros en la que, mediante ciertos trámites prolija­
c) Motivaciones Eicatológicas mente establecidos, cada cual consigue su "póliza"
Nadie se sorprenderá si afirmamos que el com­ de manos de agentes sacralmente investidos.
portamiento religioso puede ser motivado también Naturalmente, esta concepción individualista actúa
por la preocupación angustiosa de la salvación eter­ como freno en todo este proceso de renovación li­
na. Pero una salvación "descamada", con caracteres túrgica. con un contenido comunitario.
netamente individualistas y ritualistas. No interesa
casi en absoluto un encuentro con el Señor a tra­ Valores rescatables. Sería incompleta una visión
vés del compromiso con el hombre* Lo importante que no destacara los elementos positivos que supone
es asegurar la propia salvación mediante ritos que se esta motivación. Indicamos algunos que pueden ser
presumen automáticamente salvadores. realmente útiles en una reflexión pastoral:
Campo propicio para generar una religión de eva­ • Un sentido escatológicó agudo y una preocu­
sión seudoespiritualista que, con razón, pudo ser ca­ pación seria por las impilicancias de la inmortalidad*
lificada como "opio del pueblo".
• Una gran sensibilidad para percibir todo aque­
No negamos que el cristianismo sea una religión llo que puede desagradar a Dios.
de salvación. Lo es, pero en sentido mucho más ple­
no y comprometido que el que aquí estamos con­ • Una fidelidad remarcable a ciertos gestos ri­
ceptual izando. Es evidente que el mensaje evangélico tuales, dotados de una presunta virtud escatológica
no viene a anular esta aspiración; la inserta, sin de tipo automático.
embargo, en un contexto de encamación y compro­ • Un sentido marcado de la eficacia sacramen­
miso. Cristo no vino a salvar almas sino hombres* tal. ..
Algunas consecuencias. En nuestro mundo ca­ o La posibilidad de contactos frecuentes con la
tólico, los elementos religiosos que suelen acompa­ Palabra de Dios, en la medida en que a los gestos
ñar á esté tipo de motivación no suficientemente rituales se los llene de Palabra.
evangelizada, son los siguientes:
a) lo que interesa, fundamentalmente, es ''sal­
var el alma". Consiguientemente, la decisión de so­ B) MOTIVACIONES SECUNDARIAS
meterse a las normas morales está condicionada a
esta meta. Por tanto los dos valores teológicos que
actúan como principales motores son el pecado mor­ Parten de un valor-clave: la fidelidad al grupo de
tal y el infierno* Los gestos preferidos son aquellos pertenencia* Se dan cuando la persona del creyente,
que confieren, presumiblemente, cierta seguridad es- especialmente por fidelidad al grupo de pertenencia,
catológica (Primer Viernes, Primer Sábado, escapu­ adopta determinadas formas de comportamiento so-
larios...) cioreligioso.
' b) Existe una concepción personal de Dios, pero Si el grupo es natural (el pueblo, el vecindario, la
frecuentemente alejada y punitiva. La figura del Patria— ), entonces llamaremos socioculturales a
Juez, "que premia y castiga", priva sobre la Ima­ las motivaciones correspondientes. Las subclasificare­
mos, a su vez, en espontáneas y racionalizadas.
gen evangélica del, Padre.
En cambio, si el valor que decide, en última ins­
c) Se percibe un dualismo cuasi-maniqueo subya­ tancia, las formas de comportamiento socioreligioso
cente:'las cpsas profanas .y religiosas no sólo son es el sentido de Iglesia, tendremos las motivaciones
distintas sino separadas. La consecuencia de esta vi­ que hemos identificado como socioreligiosas*
sión dicotómicá es su incapacidad radical para in­
terpretar y ' asumir los valores temporales. Incapaz Pasemos a analizar rápidamente el sentido y el
de hacer penetrar toda la vida por la caridad* Nada alcance de cada una.
extraño entonces, si esta motivación coexiste con
el liberalismo económico, con las injusticias sociales,
con lá' defensa cerrada de un "orden económico- ») .Motivaciones socioculturales espontáneas.
social", privilegio para pocos y desorden para la ' El condicionante sociológico que <permite su pre­
mayoría. sencia^ está dado por las comunidades relativamente
d) Otro elemento- típico es el carácter preferente­ pequeñas, especialmente rurales, culturalmente ho­
mente moralizante que se imprime a la vida cristia­ mogéneas y con un control social rígido. Las normas
na'. Pareciera'que el Evangelio no exigiera una pene­ sociales se imponen -espontáneamente, a través de
tración, progresiva del amor en la vida. Se lo reduce úna presión' estricta. ;
a un código de prohibiciones, como si se tratara de
una serie de semáforos, cuyas luces rojas es preciso En un tal contexto sociocultural,, los miembros deí
evitar .para Salvarse. grupo encuentran su equilibrio sicológico en la adop­
ción espontánea de las costumbres impuestas por el
e) Podríamos agregar también el "ritualismo"; estilo de vida ambiental. 'Ahora bien, como estos
esto es, la Importancia concedida a los ritos al mar­ grupos están todavía marcados con fuertes rasgos de
gen devla yida* La práctica sacramental suele ser sacralidad, Jas prácticas religiosas integran, como ele­
asidua* ría> "asistencia" a la :Misa dominical perfec­ mentos de importancia, esas costumbres que se adop->

17
tari espontáneamente. Puede suceder ^incluso—; que ;Es • evidente; en caso de cambios costará mucho
ciertas prácticas religiosas sean -observadas con mayor á Ios- líderes religiosos vencer la inercia de las cos­
fidelidad, dada la importancia que el ethos ambien­ tumbres arraigadas.
tal- atribuye a lo sacro.
En estos casos la religión se ha "popularizado"
En esta situación, és fácil imaginar que la origi­ plenamente,- pero a costa de su originalidad» £1 ca­
nalidad de los valores y motivaciones cristianos puede rácter estático y cerrado de nuestras comunidades
pasar prácticamente inadvertida» rurales, alejadas- de grandes certos urbanos, colabora
en la permanencia de este tipo dé motivación. Sin
: ‘Conviene tener en cuenta, además, que esta mo­ embargo/ no será por mucho tiempo, dado el avance
tivación va' acompañada frecuentemente de la que dé losv medios'de comunicación social. Este avance,
hemos llamado "cosmológica", dada la similitud, de con la invasión de la mentalidad urbana que le es
condicionamientos sociológicos en los que se realizan. concomitante, obligará a una seria revisión de los
Así se comprende que sea a los ritos y devociones modelos de acción pastoral todavía vigentes.
cristianas, a quienes se acude para solucionar las ne­
cesidades más sentidas por el grupo: lluvias, pestes, -Valoresrrescatables. Indico algunas pistas sola­
plagas, enfermedades. . . De ese modo, resulta to­ mente: >
talmente normal que ciertas advocaciones á la Smá.
Virgen, ciertos santos locales... se conviertan> para • .Aprovechar la solidez de las adhesiones y leal­
muchos, en fuerzas especializadas al servicio de las tades -grupales» Ello podrá dificultar el proceso de
necesidades del grupo social (la Virgen de Itatí, en cambio, pero asegurará la permanencia de la adhesión.
Corireiités; la Virgen del Valle, en Catamarca; San
Nicolás, en .La Rioja; San Roque, én la Zona de ' •- Aprovechar la importancia otorgada a las de­
Córdoba, etc.)'. Nada raro si esta mediación locali­ vociones localesP-ésfteelafmehte si se trata de Basí­
zada -es ejercida, en algunos sitios, por -creaciones licas, Santuarios y otras localizaciones populares. Es
supersticiosas (p- ej. la difunta Correa). preciso Jhácer dé éstos centros de atracción e irra­
dicación ieligioso-popular Verdaderos centros de evan­
-En-este cuadro de referencia, las fiestas patrona­ gelizaron y modelos de renovación litúrgica y pas­
les son las expresiones máximas .de la •vida social y- toral. .iflq será tarea fácil y exigirá para su eficacia
rejigiosa de dichas comunidades. Lo más. normal je ­ una "pastoralde, conjunto especializada". Nos pa­
suíta encontrar programas dé festejos con reclames rece, sin. embargo, dé gran importancia ejemplariza-
como éste: "Bailé y diviértase ‘con motivo de la dóra una acción, lúcida, orgánica y progresiva en di­
Fiesta Patronal". Las Bandas ''amenizan" las proce­ chos lugares de culto, diseminados estratégicamente
siones que resultan algo así- como un desfile.civico- pór. todo é l,país»
réligióso; las comilonas y bailes "prolongan" la ale­
gría ritual de la Fiesta Patronal.
b), Motivaciones, Socioculfurales Racionalizadas.
. Puede darse-el caso que las normas sociorreligio-
Otras características típicas: sas del grupo no sean aceptadas sólo en forma es­
pontánea; se buscan razones de este proceder. Esta
1 ) Esta motivación suele ir acompañada de una justificación podra formularse, más o menos, en los
gran ignorancia doctrinal. Así se explica cómo los térmirios siguientes: '<La Patria tiene necesidad de
Santos y Advocaciones "populares y localizados" ocu­ aquélla Religión ó Iglesia consustanciada histórica­
pan un lugar más dominante que Dios o N» S. Je­ mente con los valores dé la nacionalidad. Rechazar
sucristo erí lá interiorización vaiórativa y en la ex­ sus normas y valores significaría negar la misma na-
presión cultural. Lo observado en Itatí, conforme se citJhalidad.. . ‘Por lo mismo, no es raro encontrar
indicó más arriba, corrobora nuestra afirmación. esta motivación eri las clases tradicionales católicas»
E$' allí -donde Sé encuentran diversas formas de "'na­
2) Las costumbres y tradiciones religiosas no cionalismo religioso", al estilo de "Dios, Patria, Ro­
exigen una conversión. interior. A lo más se subra­ gar". Ultimamente, algunos de estos grupos afines
yan . aquellas normas que coinciden o refuerzan las a esta mentáljdad, se identifican con el lema de
costumbres locales, pero el amor y el. perdón no "Tradición, Familia y Própiédad".
penetran fácilmente la vida cotidiana. "Pueblo chico,
infierno grande", suele decirse con mucho realismo Desde el punto de vista intelectual, se constata
en las zonas del Interior. una .definición más precisa de .los valores religiosos.
Hecho lógico si sé piensa que se trata, casi siempre,
3) Ritualismo: la costumbre ha introducido el de,personas de los estratos cultivados (educados fre­
uso de ciertos ritos y gestos sacraméntales, espe­ cuentemente en nuestros colegios llamados "católi­
cialmente en ciertas oportunidades: Fiestas patro­ cos"). .Así y todo, Suele predominar una actitud
natos, peregrinaciones. . . Su contenido y -exigencias individualista y salvacionista "descarnada". .
vitales no parecen ser percibidos claramente. ¿Po­
demos hablar de hipocresía, falsedad...? Probable­ Algunas consecuencias. En íntima conexión con
mente no: la explicación no radica tanto, en la .ig­ él contenido . señalado .arriba, - podemos destacar las
norancia. Lo que ocurre es que la costumbre ha siguientes; ■
introducido como normal esté divorcio entre ritual y
vida, entre determinadas prácticas y vida cristiana. a) Tampoco se da aquí la preocupación por una
transformación realménte evangélica. Aún más, suele
4) Funcionalidad de los lideras religiosos. En acontecer que tales "católicos" tienen una escala dé
éste cuadro dé referencia habrá que ubicar también valores que no coincide con la evangélica.. Se sub­
la actividad de los líderes religiosos» Serán "buenos" rayan y ¡proclaman aquellas normas y valores real­
y . aceptados en la medida que sepan acomodarse, a mente funcionales para el orden tradicional: respeto
las costumbres locales. No se les considerará, por a la autoridad, inmutabilidad .de la verdad, intransi­
lo general, como transmisores de valores originales, gencia del error, el error no tiene derechos. . . pero
porque no hay más normas y volor que los sancio­ el, amor y el respeto a las personas suele brillar por
nados por las' costumbres locales, incluso én el cam­ su ausencia.
po religioso. De allí la dificultad en aceptar ciertas
reformas, así vinieran indicadas por el Papa 0 él' b) Eh el ámbito dé lo social, esta motivación
Concilio. traducé úna mentalidad paternalista e irimovilista.

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"Todo está bien. . . Siempre habrá ricos y pobres" está de acuerdo»^ Sin embargo, eso sólo .no basta:
- (mientras'yo séáricbí'* Quienes promueven reformas es preciso crear microestructuras de .pertenencia, pe­
‘dé estructuras son 'ma.rxistas, "compañeros de ruta, queñas comunidades ' eclesiales 'de báse: Nadie es
etc.". En una especié de manía persecutoria'lá'con­ miembro* de una masa; nos sentimos miembros so­
signa es luchar contra jos enemigos —que ahora se lamente de aquellos grupos, de dimensión humana,
habrían infiltrado dentro de la Iglesia— o defen­ en los cuales podemos participar activamente.
derse de ellos. Es bien conocida Ta actitud agresiva
. o. defensiva de estos grupos identificados con el ca- De allí la necesidad que tiene la Iglesia — espe­
_toj¡cismo, tradicional. cialmente en nuestra época— de multiplicar dentro
de su macroestructura (organización a nivel mun-
‘ ,c) ' Desde el punto de vista ritual; tal motiva- fial, nacional, diocesano) una red orgánica de mi­
‘ cién 'súelé atribuir'gran importancia a las formas ex­ croestructuras, propias y originales.
teriores. Aquéllas, particularmente, que mejor pare-
-céri sellar y expresar esa unidad sociocultural entre - Podríamos-definir a estas microestructuras -(o co­
iéltgió'n y patria: Te Deum, Misas de Campaña, ben­ munidades eclesiales de base) como "aquellos grupos
diciones á caigo dé las jerarquías religiosas... no intraedesiales, de dimensiones tales que la persona
importa si tales ceremonias son meramente proto­ puede sentirse parte de los mismos, y, a su vez,
colares o se caiga en un triunfalismo antievangélico. pueda sentirse miembro de una sociedad diversa de
d) Tampoco existe un sentido de Iglesia, como las'naturales".
sociedad'original —-"Pueblo de Dios"— diversa de Estos grupos podrán ser territoriales o funciona­
.lá nacional. No existe'más que .úna sociedad, la na­ les (especializados), según las circunstancias. En
cional, dentro de la cual la Iglesia cumple una fun­ cualquier caso, son cada vez más necesarios si no
ción inapreciable de sostén sociocultural. De alli queremos caer en una especie de cartesianismo pas­
que se acuda a lá Iglesia y a sus valores cuando toral infecundo.
ciertos intereses "tradicionales" parecen correr pe­
ligro ("tradición, familia, propiedad"). Por consi­ Ahora bien, esta motivación que surge de un
guiente, una tal motivación se aviene muy mal con sentido de pertenencia a la Iglesia no puede darse
los cambios, tanto re.ligi.osos como sociales, que las sin la motivación_de transformación espiritual. Por­
circunstancias históricas y la .justicia pueden exigir» que el sentido dé pertenencia a la Iglesia no pue­
No debe sorprendernos la desorientación o la opo­ de separarse de un amor transformante. Amor que
sición callada de algunos de estos grupos frente a se nutre de la fe y lleva a realizar no sólo la trans­
los cambios que exige la renovación conciliar, las formación personal; tiende a constituir un grupo ori­
encíclicas sociales o los documentos de Medellín. ginal entre todos aquellos que han decidido incor­
Valores rescatables. Podríamos mencionar: porarse a Cristo, transformando sus vidas. De ahí
que esta motivación alimenta a la socioreligiosa; pero
• El respeto y valoración de la autoridad, corri­ exige ordinariamente, como condicionamiento, la
giendo ciertas deformaciones. presencia de microestructuras eclesiales.
• El grado de información religiosa y cultural; Esto nos sugiere, una vez más, la enorme impor­
. ello .facilita los contactos y las posibilidades de trans­ tancia de las comunidades eclesiales de base en
misión. toda acción pastoral destinada, sea a asegurar la in­
teriorización dq valores auténticos, sea a crear un
• Los frecuentes contactos institucionales exis­ real sentido de pertenencia a la Iglesia.
tentes (Colegios, Universidades, Instituciones...)
que consienten una transmisión sistemática de nue­ Las conclusiones dé Medellín son definitorias tam­
vos valores. bién en esté campo.' Ellas significan, a nuestro en­
tender, la superación definitiva de cierto intelec­
• La preocupación por la ortodoxia y cierto sen­ tual ismo pastoral que parece ignorar — de hecho—
tido de fidelidad a la Iglesia. la importancia de los condicionamientos estructurales.
Así en las'"recomendaciones pastorales" del docu­
mento sobre Pastoral Popular leemos: "Procurar la
C) MOTIVACION SOCIORRELIGIOSA Y DE formación del mayor número de comunidades ecle­
TRANFORMACION ESPIRITUAL siales en las Parroquias, especialmente rurales, o de
marginados-urbanos.. Comunidades que deben basar-
Hasta aquí hemos ido describiendo una serie de se en la Palabra de Dios y realizarse, en cuanto sea
motivaciones, capaces de sustentar gestos' "católi- .posible, en la celebración eucarística, siempre en
' eos", sin que seá necesario recurrir a valores eván- -Comunión y bajo dependencia del Obispo" (Past.
'.gé líeos. AJ contrario, responden, a aspiraciones na­ Pop.' 3 . 4 . ) .
turales del Individuo (primarias) o del grupo .(se­ ■: £>e est& manera, nuestro análisis motivacional ‘ nos
cundarias): En- otras palabras, para justificar nu­ ha ido proporcionando elementos para descubrir los
merosas gestos del catolicismo popular no es nece­ móviles que están sustentando muchos "católicos".
sario recurrir a valores y motivaciones evangélicos. Frente a ello la opción es clara: es preciso purifi­
Por lo mismo, es importante destacar cómo dichos car las motivaciones, anunciando valores que sean
gestos pueden motivarse también en razones real­ capaces de promover una auténtica adhesión. He­
mente eclesiales y evangélicas* Es así que Introdu­ mos repetido insistentemente que es fundamental
jimos las categorías de motivaciones que hemos iden­ llenar los gestos de palabra.
tificado como sociorreligiosas y de transformación es­
piritual, separadas en el análisis pero unidas en (a Sin embargo, hemos llegado también a una con­
realidad. clusión, incuestionable para nosotros como sociólo­
gos: es fundamental crear y promover pequeñas es­
En el primer caso, es el sentido de pertenencia a tructuras de pertenencia, comunidades eclesiales de
la Iglesia, como grupo original, el que decide el base. Lo interesante es que no se trata de ninguna
comportamiento religioso. No es la fidelidad a un novedad.
grupo natural lo que está en juego, sino la fidelidad
a la Iglesia, Cuerpo de Cristo. En efecto, al actuar así no hacemos más que en­
contramos con la metodología del Señor que perdi-
Para crear este sentido de Iglesia es fundamental có a las multitudes, pero formó un "pequeño gru­
una Teología adecuada. Sobre esto todo el mundo po" a quien entregó más directamente la responso-
¥
bilidad del Reino. Tal fue, también, la metodolo­ que la sicología y la sociología contemporáneas nos
gía, de (a Iglesia primitiva y a ello nos invitan in­ enseñan, pero que ya el sentido común nos los su­
sistentemente las conclusiones de Medellín. giere: siempre habrá "élites" que asumirán con más
perfección y profundidad el mensaje evangélico: y
siempre habrá "multitudes" cultas o incultas, que
accederán a él imperfectamente.
Es el precio de toda Iglesia que, por ser tal, está
llamada a la universalidad, con la consiguiente "ins-
titucionalización" en la sociedad global y la "¡n-
culturación" correspondiente. De esa manera, toda
Iglesia encontraremos a nivel de grandes grupos una
REFLEXIONES FINALES disminución de la tensión doctrinal — valorativa y
motivacional— . Ello, empero, no implica necesa­
riamente una adulteración de los valores que tras­
mite.
Eh este último párrafo quisiéramos anudar, de al­ Consiguientemente, el catolicismo popular consti­
guna manera, las ideas dominantes de nuestro estu­ tuye un desafío permanente a nuestra lucidez teo-
dio, alentando, siempre una preocupación pastoral. lógico-sóciológica y ún estímulo apremiante a nues­
tra acción pastoral. Nada más coherente con el espí­
1 V) La 'vivisección minuciosa sobre los móviles ritu de autocrítica y revisión que respira providen­
qué- pueden sustentar diversas formas del catolicis­ cialmente la Iglesia. Además, los gestos del cato­
mo popular debe ser dimensionada en su justo va­ licismo popular constituyen un desafío a nuestra
lor. En efecto, se trata de un "marco teórico" que capacidad de adelantamos al futuro: muchos de ellos
brinda elementos útiles para detectar lo rescatable o no resistirán por más tiempo al avance galopante
no en dichas formas y gestos. Funcional, por tan­ de la secularización que vive la civilización urbana.
to, como instrumento de análisis e interpretación en
Orden a una pastoral más ajustada. El desafío está lanzado. Ojalá sepamos asumirlo
con lucidez y valentía.
2) Las motivaciones no existen al estado ''quí­
micamente puro" Se encuentran mezcladas entre si,
particularmente aquellas que tienen una simpatía
connatural. Y, aún en aquellos que desean actuar
por .ün sincero :deseo de transformación en Cristo,
pueden influir ocasionalmente otras motivaciones.
3) En todo este esfuerzo de purificación de las NOTAS
motivaciones es preciso partir de lo real para llegar (1) I a. E ditorial Bonum (M aipú 860 - B s. A s.) irá.
a lo ideal. Esto no significa, por supuesto, tran­ publicando u n a colección do CUADERNOS so b re e ste
sar y admitir las deformaciones que se dan. Sería tem a. Se tr a ta de un prim er esfuerzo ln terd lscip lln ar
inmoral mantener al pueblo a ese nivel o fomentar sobre el particular, bajo la dirección d el P bro. Lie.
Aldo J. Btlntig, que tiene tam b ién a su carg o el
esas deformaciones, so pretexto de que la gente es Cuaderno Sociológico. Colaboran d estacad o s especia­
ignorante y que, de lo contrario, "va a perder la listas . en A ntropología C ultural y Filosófica, Sicolo­
poca fe que tiene". Partir de lo real significa apro­ gía, H istoria de la Iglesia, Biblia, Teología y P a s ­
vechar los valores rescatables que existen —si exis­ toral. i
ten— para provocar desde allí una maduración y (2) Advertim os a los lectores q u e n u e s tra in sis­
crecimiento en la fe. tencia sobre "catolicism o p o pular" e s d ecididam ente
intencional Desechamos, en efecto, el térm in o de
"religiosidad popular" por la am bigüedad q u e le es
4) De ahí la necesidad permanente de a) evan­ inherente. Optamos por la expresión an te d ic h a e n la
gelizar las motivaciones# llenando los gestos de pa­ que incluimos: "Todos y solos aquellos g esto s "m odela­
labra; b) crear microestructuras ecleSiales, con la fi­ dos —frecuentem ente repetidos en u n determ in ad o
nalidad que arriba le asignáramos. am biente sodocultural— q u e h an sido asu m id o s por
el pueblo católico, como expresiones o rd in aria s y e s ­
pontáneas de su vivencia relig io sa".
5) Existe un criterio importante para discernir (3) E n esta clasificación tra ta m o s d e re e la b o ra r
la capacidad de transformación de las motivaciones un esquema- del R.P. E m ile P in, q u e fu e ra n u estro
religiosas: cuando los gestos modelados están acom­ Profesor en la Pontificia U niversidad G reg o rian a
pañados de un verdadero deseo de conversión mo­ (Roma).! .
ral y conducen a un Compromiso leal con el pró­ (4) - P a ra , ün estudio m ás profundo d e la s m ism as
jimo. véase: M. Elladé, T ra ité d’H istolre des Religions,
Payot, París, 1969; G. V an der Leuw , L a Religión
6) Finalmente, habrá que tener en cuenta algo Dana son Eaence ot sea M anifestatlons, P ay o t, P arís,
1SS5 (H ay versiones castellan as do am b a s o b ras).

M ! ■ *• /

( 20
V tJ encuentros

D O M HELDER

una voz que otros


no pueden hacer oir

“S i no usara sotana seria u n obispo in v isib le'’, —¿Qué le parece el liderazgo que a veces deten­
m e había dicho un antiguo m iem bro de su dióce­ tan en América Latina los curas europeos j nor­
sis aludiendo a la delgadez y la breve esta tu ra teamericanos?
de Don H élder Cámara. A hora que lo veo, en­
— C u a n d o un c u ra n o rte a m e r ic a n o lle g a a l B r a ­
frentando a una jauría de representantes de la
s il, se e n c u e n tr a co n u n a s itu a c ió n e s p e c ia l en
gran prensa norteam ericana con una euforia que
t a n t o q ue el p u e b lo b r a s ile r o m ir a a lo s E E . U U .
parecería estrenar respuestas a interro g a n tes que
T a m b ié n él a p a re c e c o m o un s ím b o lo d e l im p e ­
ha debido escuchar m il veces, m e doy cuenta que,
r ia lis m o a m e ric a n o . P o r eso, p a ra c o r r e g ir e s ta
aún invisible, uno reconocería al gran nordestino
fa ls a im a g e n , él p ie n s a , n o r m a lm e n te , q u e t ie n e
por puro acto de presencia. La cabeza es redonda
q ue s e r el p r im e r o en d e c ir la v e rd a d . P a ra p r o ­
y pequeña, la boca le sonríe, las m anos le son-
b a r q ue él se e n c u e n tr a en la lín e a de lo s p r i ­
ríen, los ojos le sonríen, la cascada de ojeras que
m e ro s , de lo s p r lm e r ís lm o s d ía s d e l p a ís de u s ­
bajan desde ellos tam bién sonríen. te d e s c o m o n a c ió n in d e p e n d ie n te . Y ta m b ié n
Dos curas norteam ericanos que, detenidos, hubie­ p o rq u e re c ib e un t e r r ib le im p a c to co n la r e a li­
ron de abandonar R ecife, se encuentran allí m is­ dad n u e s tr a . SI el c u ra v ie n e de o tr o s p a ís e s ,
mo, en la pequeña pieza del Ñero Yorlcer H otel p o r e je m p lo de F ra n c ia , e s tá t a m b ié n e l p r o b le ­
atestada de periodistas. P rim era pregunta in e v i­ m a de p ro c e d e r de u n a c u lt u r a m á s d e s a r r o lla d a .
table: M u c h o s s a c e rd o te s fr a n c e s e s e s tá n t r a b a ja n d o
co n lo s tr a b a ja d o r e s : la J u v e n tu d O b re r a C a tó ­
—Dom Hélder, ¿qué piensa usted de los curas lic a , u s te d e s s a b e n , c o m o la J O C f r a n c e s a . . .
norteamericanos que trabajan en el Brasil? R e p ito que e s to y m u y c o n te n to co n to d o s e s to s
s a c e rd o te s . E l g ra n e je m p lo lo d a , s ie m p r e , el
— E n m ¡ d ió c e s is te n e m o s o ch o p a rr o q u ia s co n
H ijo de D io s , c u a n d o se e n c a rn a . D io s se e n c a r ­
s a c e rd o te s y h e rm a n a s n o rte a m e r ic a n a s : e s tá n
na p a ra e n te n d e r a lo s h o m b r e s . E l c u r a q u e
t r a b a ja n d o m u y b ie n . C o m o b ra s ile r o s , co m o si
v ie n e a n o s o tro s ta m b ié n t ie n e q u e lle g a r c o n
fu e r a n v e rd a d e ro s b ra s ile r o s . En e sto s m o m e n ­
la p re o c u p a c ió n p o r e n c a rn a rs e . T ie n e n q u e g u s ­
to s d o s de n u e s tro s s a c e rd o te s tie n e n c o m p lic a ­
t a r le el f ú t b o l y n u e s tr o c a r n a v a l; t ie n e q u e e n ­
c io n e s co n e l g o b ie rn o , p o rq u e p u b lic a ro n dos
te n d e r la m a c u m b a . . .
a r t í c u lo s q u e no le g u s ta ro n a l g o b ie rn o . E l p r i­
m e ro p a ra c o n d e n a r la g u e rr a m o d e rn a co m o —¿Cómo va su movimiento por la no-violencia?
in m o r a l. E l s e g u n d o , a c e rc a de n u e s tro D ía de Se pone de pie, para hacerse u n poco m ás v is i­
la In d e p e n d e n c ia , d ic ie n d o q u e es d e m a s ia d o ble; una cruz de palo bam bolea, colgada de un
p ro n to p a ra c e le b r a r lo . Y o e s to y m u y c o n te n to collar m etálico, sobre la so ta n a n e g ra ; el cuello
co n la o b ra de e llo s . blanco apenas deja aso m a r su s bordes sobre la
so ta n a ; brom ea:
H abla un inglés precario, abierto, con frases bre­
ves sobreabundantes de raíces latinas, in v e n ta n ­ — S o y ta n p e q u e ñ o . . . B u e n o , en m i p a ís e x is te
do a veces palabras por transposición del fra n ­ la v io le n c ia d e l s is te m a . L a v io le n c ia de la g e n te
cés, pero todo el m undo lo entiende y acepta sin p o d e ro s a . Y o re s p e to a a q u e llo s la tin o a m e r ic a ­
esfuerzos esta in suficiencia que él tra n sm u ta en n o s q u e , lu c h a n d o c o n tr a e lla , e s tá n p o r la v io ­
un juego, como u n a form a m ás de su jocunda le n c ia r e v o lu c io n a r la . P e ro no c re a q u e e lla sea
cordialidad. p o s ib le en lo s p r ó x im o s d ie z o q u in c e a ñ o s . P o r

r ii
idos razones. Primeraí si •hubiera ahora un mo­ ciones de fin g id a so le m n id a d ) de que todos
vimiento de liberación, EE.UU. no lo aceptaría, nosotros experimentamos la tentación de pensar
jrío admitiría ía presencia de una . segunda Cuba. que aquellos que no están en nuestra lín e a ...
Segunda: "él sübdesarróllo también es conse,- (la catástrofe explota, la ris a de los p e rio d is ta s
cuencia de un cierto subdesarrollo moral, de una tam bién). Es muy importante encontrar obs­
ausencia de coraje. Dos tercios de la población táculos, porque así uno va más lejos de lo que
latinoamericana está viviendo en condiciones quiere, como decía Juan XXIII cuando le lleva­
subhumanas. ban la contra por su iniciativa de llamar a Con­
cilio. “Permanezcan en el amor para permanecer
G ira h a c ia , la pfire d , .hace im a g in a r en ella, .con en Dios", decía él tam bién... Oigo su v o z ...
u ii p a r de m anos •mágicas, que ahora .dibujan ( las manos quedan en suspenso, la m ira d a da
como ‘a nte s.h a b la b a n ,, u i\ t e r c ip a rrib a , y dosrter- cabida a un momento de n o s ta lg ia ).
c ib s d e b a jo .'p a ra v is u a liz a r e í drama. . .—¿Cómo enfoca usted, Dom Hélder, el problema
—Más cerca de los vegetales que de los hom­ " de control dé natalidad?
bres, ellos no son capaces de conjugar el verbo —El problema existe, pero lo más importante no
“querer". Y bien: si las masas están viviendo es la demografía sino la justicia en el comer­
en tal situación, si no tienen una razón para cio internacional. Tenemos que empezar a foca­
vivir, tampoco tienen una razón para luchar. Pe­ lizarlo allí. En el nordeste brasilero, sin duda,
ro ante este hecho, nosotros no tenemos que cru­ también existe el problema de la paternidad res-
zarnos de brazos. Necesitamos una presión mo-r , ponsableí Creó. que la Humanas Vitae coincide
ral liberadora, y ahf está, para eso, lo que hemos ; cón!. niis convicciones, . desde el punto de vista
llamado “Acción, Justicia y Paz". Es ante todo sociológ’co. En los EE.UU., ustedes saben, una
un problema de justicia, porque sin justicia no persona muy importante llegó a decir que más
hay paz. De justicia dentro del país y a~ la~ vez r[válé, Itivérfcír cinco dólares, por cábeza e n 'c o n ­
en las relaciones entre el mundo subdesarj&nkdd' trol dé nátáiidad qué «ien después en. ayuda al
por una parte y el desarrollo por la otra. Noso­ desarrollo... Y bien, para nosotros esa fue una
tros buscamos por ahí obtener un cambio de las posición muy chocante.
estructuras socio-políticas. La Jerarquía lati­
noamericana ha proclamado en Medellín que las —¿Y qué evaluación hace de la conferencia del
estructuras actuales son Inaceptables. Pero el CELAM en Medellín?
problema que se nos plantea es el de los méto­
dos para cambiarlas y en esto hay que ser rea­
listas: ahora, un movimiento violento es Impo­ —Muy importante. Antes de Medellín, cuando en
sible —repito— en América Latina. Pero tene­ América Latina algún obispo se ponía a hablar
mos q u e ;h?cgr ;3(go -y p a ra eso está; la presión de-cambios de estructura, decían que era un co-
liberadora,.. que --ahora pernos llamado - Acción, mühiátá. 'Ahora; ya ho ñe frata sólo delndiytduos,
Justicia y Paz. El movimiento ya; :se ; extiende Slnb .que 68. ja jerarquía la qué ^dlce eso, y ya
por unas cuarenta y dos ciudades; pronto va­ es‘imposible'' qué a uno lo censuren como antes.
mos a reexaminár huestrá posición. ' Lo impor­ Müchó mó alegró ayer saber que el presidente
tante es que ló's norteamericanos, óé dén cuen­ de la Conferencia rde Obispos Norteamericanos
ta de qué Sin úñ cambio de las'estructuras dé otorgó uh fuerte apoyo a Medellín. Ahora nos
ustedes tampoco-se'han de cambiar las nuestras. corresponde a. todos un gran trabajo eh muchos
■Ese es el grart servició que ustedes- podrían- pres­ frentes. El iocal, el regional, el nactonal, el con­
tarnos. tinental/ él tercer mundo, los países desarrolla*
dos. A veces parece que pensáramos que la igle­
^-¿Qué nos . dice: del Obispo de Diamantina? sia es sinónimo de obispos .pero no, es todo el
(.alusión a s u a d ve rsa rio públicam ente mas no - pueblo de Dios el que tiene que ponerse a la
,to r io , D om Sigaud, que le sig u ió los pasos has- obra. Pero hay. Ocasiones en que los láteos no lo
ta M e d e llín y >o coda ra to se despacha u n a con­ hacen así y entonces los obispos tienen que to­
fe re n c ia o u n a rtic u lo en co n tra suyo). marla'posta, aún cuando uno tenga la impresión
de qué están ' rebajando sus funciones. Pero a
—Tengo la impresión (echa la . cabeza hacia veces pienso, también, que los obispos tenemos,
(airás, las¡ Titanos em pienzan a organizar una ca- en América Latina, una voz que otros no pue­
fá stró fe , la --'voz. sé..im posta e» cómicas entona­ den hacer oír...

■>y. :......... •
•• *' fy v ;.

: i;. :

,,.... !'
.. I

. : ....
—Fui un niño' de la dase media que sufrió el conciencia /oprimida.. De lo. que resulta .que.ésta
impacto de 1á crisis del 29 y que tuvo- hambre se constituyo como una concienfcia .dual.E s pija
^recuerda Paulo Freire casi co» alegría, como si y es. íá otra hospedada en eiía.
'esa circunstancia le hubiera cargado depotencias
aún mayores, para comunicarse con el pueblo, co­ — ¿En una suerte de síntesis' dialéctica? • /
nocerlo^ conocerse mejor,-actuar juntos. —Yo —La mía es úná' perspectivá dialéctica y fqrió*>
•sé-lo que es no comer, no sólo cualitativa sino
cuantitativamente. Pesqué en ríos, robé frutas en menólógica. Creo' que á partir de ahf fiay que
.frutales ajenos.- Fui una especie de niño colec­ buscar la superación de esta relación antagónica,
tivo, mediatizador entre-los niños de. mi clase y que ño debe' darse ál nivel Ideal léta. Basta dlag-
los de .los obreros. Recibí el testimonio, cristiano nost'car científicamente este fenómeno para'que
de mis padres, me empapé de vida y de exis­ quede planteada la exigencia d e ' la educación
tencia, entendí a los hombres desde los niños. como'acción cultural de carácter liberador a tra ­
vés de la cual se puede proporcionar la extro-
Su grupo de trabajo en el CIOOP recluta más yección de la. conciencia dominadora que se. halla
gente que ningún otro; apenas se le ve apare­ “habitando” tá conciencia ‘ oprimida. Educación
cer en el 'lobby-delNew YorTcer Hotel, sede de la como acción -cultural liberadora que sea capaz de
conferencia,'O a la salida de las asambleas, una permitir que la conciencia oprimida extro-
■avalancha’de interlocutores se precipita sobre él, .yecte |a conciencia opresora que en ella habita.
•para repetir *casi siempre las preguntas de siem­ — XJna liberación que-comprende a la.vez a cada
pre, Con-algo mucho *más fresco y fuerte que uno, la lucha,de.clases, el enfrentamiento entre
una paciencia, infinita, Paulo los oye,Ies abre ca­ países subdesarrollados y potencias subdesarrú-
minos, encuentra el giro -y el gesto para que, en llantes, entre nuestras- posibilidades latinoame­
cada caso, su lección entre en la.situación del ricanas y los.poderes del norte... .
otro y el-otro, de algún modo, la enriquezca en
. el. diálogo, le diga algo propio. Experto en alum­ —Seria interesante, en tal sentido, llamar ía
bramientos, parecería gozar de cada encuentro sa­ atención' sobre “Los condenados de la tierra”,
biendo que el otro —sea de donde sea— siempre de Frañtz iFánon. Cuando miramos a las Piases
tiene algo qué. aportar a un proceso de liberación campesinas, toda la experiencia histérica en qtfe
en $1 qué todos nos estamos liberando. se constituye, esta conciencia «8 indiscutiblemen­
te de dominio. Lo qué pasa es qué ellos lntro-
-—¿Cuál és*^1 teína de tu nuevo libro? yectan el'dominador en ellos. Por eso, quietan
—Se llama “Pedagogía del Oprimido’’, y ya en la reforma agraria para ser patrones y tener In­
el primer capitulo discuto un tema, que me parece quilinos- bajo sus dominios.. Hay» por- eso, que
fundamental: la constitución-histérica de la con­ desarrollar un tipo de relación, problematlzadora
denóla dominada y su relación dialéctica con. la de las rélaclones hombre-mundo.
conciencia dominadora en la estructura de domi­ — En el campo nacional, pero también énL el In­
nación. Pero cuando hablo de conciencia, para ternacional, iéh? - -: }
que-quede claro que no tengo una..posición. Idea­
lista, estoy refiriéndome- ál hombre como un - —-Evidentemente. América Latina es sociedad ob­
cuerpo consciente. El núcleo central de esté ca- jeto,- ner-para-otro. De ahí' proviene su alienación
- pftüló ‘Intenta comprended el fenójneno de la in- cultural. Ella no se ve con: qu 6ptica¿ aunque
troyecqlén de la conciencia dominadora por la . esté interesada en descubrirse -a. sí misma.
EL PODER Y SUS MITOS rables, "reactivarse”, reapareciendo en sus maní
testaciones típicas. Creo que, como destaca Al
Alguien llama: ni siquiera en su pieza del New thusser, solamente a través de una "dialéctica de
YorJcer lo dejan solo. Es un viejo amigo el que la sobredeterminación” es posible comprender esta
entra a saludarlo y Paulo le muestra fotos de permanencia que en verdad crea tantos problemas
su familia. Su señora, nordestina como él, y co­ y dificultades a los procesos de transformación
mo él sonriente. Sus hijos, con una vitalidad a con los cuales se espera un hombre nuevo. Sólo
flor de piel: Lut, el menor, 10 años; Joaqúim, 12¡ armados de este instrumento metodológico de
Fdtima, 19; Cristina, 20; Magdalena, 22. "Mag­ análisis podremos comprender y explicar las
dalena se ha casado con un sociólogo muy bue- reacciones de los campesinos, de carácter emi
no, Francisco Weffort, y ahora me los voy a nentemente fatalista, frente a los desafíos que
visitar a Essex, donde Francisco enseña por unos la nueva realidad les hace. Como también com­
meses”. prender y explicar que ellos tengan, no raras
El amigo se va, pero ahora es el teléfono el que veces, en el modelo dominador del patrón, su tes­
una y otra vez interrumpe el encuentro.- Fuga­ timonio de humanidad, un ejemplo que deben se­
mos hacia un café próximo: ya es noche, hay un guir. E igualmente que ya como "asentados” les
frió seco, estimulante. Paulo me invita con un parece normal, refiriéndose al patrón, decir que
jugo de naranjas y ese ti de cafó qué se gastan "el verdadero patrón vive más allá”, no perci­
los norteamericanos, tan lejos del impacto de biendo que, al considerar al antiguo patrón como
nuestro expreso... y del nordestino. verdadero, ponen en tela de juicio la validez mis­
ma de su status de "asentados”, «n cuya estructu­
— 'Qué te parece si volvemos a tu concepción ra de transición deben empezar a renacer, a supe­
de la educación como acción cultural liberadora? rar la posición anterior de objetos o "seres para
Buena falta nos hace... otro” y existenciar la de sujetos o seres para sí.
—Bueno, la hemos tratado de aplicar en Chile, Claro que estas reacciones no pueden ser enten­
a propósito de la reforma agraria entendida co­ didas por los mecanic’stas quienes, ingenuamente
mo un proceso glóbal de transformación de la convencidos de la transformación automática de
estructura latifundista hacia la transitoria, la del la supraestructura con el cambio de la infraestruc­
"asentamiento”. Estábamos convencidos —y hoy tura, tienden a explicarlas anticientíficamente,
más que nunca— de que lo que llamamos "cul­ considerando a los campesinos "flojos” e "incapa­
tu ra del silencio”, Introyectada como "Incons­ ces”. De ahí que ellos se inclinen a formas de ac­
ciente colectivo” por los campesinos, no seria ción cultural de naturaleza vertical, paternalista,
mecanici8ta y automáticamente transformada con sustitutiva de las decisiones de los campesinos,
el cambio infraestructura!, realizado por el proceso "reactivando”, de esta manera, ta "cultura del si­
de la reforma agraria. Porque en esta "cultura lencio” y aplastando a los campesinos, mantenién­
del silencio”, tan característica de nuestro pa­ dolos en el estado de dependencia. Con esta forma
sado colonial, se ha constituido la conciencia de proceder en nada ayudan a que la infraestruc­
campesina como "conciencia servil”, para decirlo tura se transforme, en «I sentido de que nuevas
con las palabras de Hegel. Generada en las con­ relaciones entre los hombres y su realidad se
diciones objetivas de una realidad dominadora e desenvuelvan en ella, capaces de ir posibilitán­
Introyectada con sus mitos, esta "cultura del si­ doles a que reemplacen su percepción fatalista
lencio” no solamente condiciona la forma de es­ frente a las "situaciones límite” por jbtra con la
tar siendo los hombres mientras se halla vigente cual pudieran divisar, más allá de estas situacio­
la Infraestructura que la crea, sino que se man­ nes, lo que llamamos "inédito viable”, que es la
tiene condicionándolos por largo tiempo, aun futuridad que debe ser construida por ios hom­
cuando su infraestructura haya sido transfor­ bres.
mada.
— ¿Incluso con una reforma agraria en marcha? — ¿"Inédito viable”? Hermosa expresión como to­
das las que annnclan estrenos...
—81 la adecuación que antes existía entre ta —'En este sentido, me interesaría recalcar que la
estructura dominadora, la "cultura del silencio”
como supraestructura y las formas de percibir conciencia que se encuentra a un nlvet de "in­
la realidad y de actuar sobre ella, por parte de mersión” preponderante en la realidad, como
los campesinos, ya no existe hoy. Esto no sig­ conciencia dual, "hospedera” de los mitos de
nifica, querrfa subrayarlo aqui, que la *cultura la "cultura del silencio*’, es Incapaz de divi­
del silencio" haya agotado ya su fuerza condi­ sar el "inédito viable” más allá de tas "situacio­
cionante con «I cambio infraestructura!. Los mi­ nes límites”. Estas se le presentan como intrans­
tos y el poder inhibidor de la "cultura del si­ feribles, no como desafíos, y por eso, frente a
lencio” permanecen. No exactamente como me­ ellas, .fatalistamente, esta modalidad de concien­
ras reminiscencias Inconsecuentes, sino como cia busca sus razones fuera de las situaciones
realidades, Interfiriendo en el quehacer nuevo mismas. Faltándole una percepción estructural de
que la nueva estructura exige de los hombres. la realidad, apela entonces a las explicaciones
mágicas, encontrando en el destino o en Dios
— ¿Cómo superar entonces esa interferencia, pa­ —en una visión indiscutiblemente distorsiona­
ra que la reforma opere como un efectivo cam­ da de éli— las causas explicativas para la Irre-
bio liberador? versibilidad de tales situaciones. A este nivel, la
—A decir verdad, la "cultura del silencio” sola­ conciencia demasiado "acercada” a la realidad
dominadora no puede tener una percepción es­
mente puede seguir condicionando a los hombres tructural. de los problemas, de la que resultaría
en la medida en que, permaneciendo, sigue tan su "inserción crítica” en el proceso de transfor­
real como antes, y para que deje de serio, es ne­ mación. Esto sólo es pos'ble cuando, superando
cesario que laa nuevas relaciones hombres-hom­ el grado que Luden Goldmam llama de "concien­
bres y hombres-mundo, características de la es­ cia real”, alcanza su opuesto, que es ta "con­
tructura recién instaurada, sean capaces dé orear dénela máxima posible”.
úh estilo de vida radicalmente diferente del an
terior. Y aún así, la “cultura del silencio” puede, — Lo "viable”,lo "posible”: un estreno próximo,
de vez eii cuando-, en función de condiciones favo­ al alcance de nuestras manos.

24
— Es obvio que este paso no se da fuera de la TENER MAS, SER MAS
praxis. Sin embargo, debería ser obvio también
que solamente una praxis liberadora puede pro­ —Se trata pues, a la vez, de producir más y de
porcionarlo. La praxis paternalista, autoritaria, problematizar más, para, en la propia problema-
en la cual algunos, como actores, prescriben sus tización, andar las rutas de la liberación.
opciones a los demás, no viabiliza la afirmación
de éstos como seres de la decisión, y por eso no —El punto de partida de todo quehacer tiene que
les permite incorporarse, también como actores, estar en la dialectización hombres-mundo, que
a| proceso de cambio. En lugar de incorporarse, debe ser problematizada, no importa cuál sea el
son incorporados. Son llevados. Y aunque puedan campo especializado de quienes actúan en un pro­
comer más —algo fundamental, pero no exclu­ ceso de reforma agraria: agrónomos, veterinarios,
sivo—, les falta la libertad de crear y de arries­ cooperativistas, técnicos ganaderos, investigado­
garse en la aventura histórica. Esta modalidad res de la “temática significativa”, alfabetizado-
de acción que, objetivamente, es siempre mani­ res, etc. Uno de los marcos fundamentales de
puladora y que, sin embargo, no toda vez resulta distinción entre los animales y los hombres está
de una decisión consciente de sus actores, im­ en que solamente estos últimos son capaces de
plica, por un lado, como ya vimos, la “reactiva­ ejercer una reflexión crítica sobre su actividad,
ción” de la alienante “cultura del silencio”, y sobre los productos de ésta y sobre sí mismos.
por otro una nueva alienación contenida en la in­ Así, son capaces de separarse de la una y de
vasión cultural de quienes la realizan. Así, la los otros. Los animales, por el contrario, tienen
conciencia campesina, “inmersa”, dual, ambigua, en su actividad una prolongación de ellos sobre
recibe un impacto alienante cuando aún no se la cual no son capaces de reflexionar, como so­
había liberado de los marcos originalmente alie­ bre los productos de ésta y sobre sí mismos.
nados de su cultura. Por esta razón, los animales, rigurosamente, no
trabajan. Su “producción'' es producción para
—¿Qué hacer, entonces, para superar esta nueva nosotros, los hombres, no para ellos. De ahí que
caída? el aumento de su producción sea inducido, no
—Bueno: en todas las dimensiones de nuestro pueden ser sus sujetos. Les falta, a ellos sí, con­
plan de actividades en Chile, está siempre pre­ ciencia de sí y conciencia del mundo. Lo que en
sente la educación, a nivel de la alfabetización el fondo es una misma cosa. Por ello no es po­
funcional o no, como un quehacer dialógico y sible problematizarlos frente a su mundo desde
problematizador. que este mundo suyo, no siendo histórico, es
mero soporte. Los animales no se educan; se
—¡Una educación problematizadora! La inversa, adiestran. Los hombres, en cambio, se educan,
precisamente, de una educación alienante, que no se adiestran. El aumento de su producción
distrae, que simplifica, que anestesia, que lo implica una acción cultural a través de la cual
hace a uno ajeno ante sí mismo y ante su propia se reconocen sus sujetos, percibiendo los elemen­
circunstancia. tos inhibidores de su acción introyectados de la
—Sí, una educación como acción cultural de ca­ “cultura del silencio”.
rácter liberador, a través de la cual, cultural­ —Liberar, problematizar...
mente, se enfrenta la “cultura del silencio” y
se opera la extroyección de sus mitos. Con esta —Hay, sin embargo, otras razones que justifican
modalidad de acción, la realidad que mediatiza una acción cultural liberadora, problematizadora,
sus sujetos, educador-educando por un lado, edu- dialógica, que debe ser intensamente desarro­
cando-leducador por el otro, se da a su “ad­ llada en los procesos de reforma agraria, si nues­
miración”, constituyéndose así como objeto cog­ tra opción es humanista. Una de ellas se aplica
noscible de ambos. En la medida en que inciden frente a la consecuencia inevitable de la trans­
su reflexión crítica sobre la realidad represen­ formación de la estructura rígida del latifundio,
tada en “codificaciones” existenciales. se van que provoca la emergencia de la clase campesina.
adentrando en ella, en su “ontos”, y se tornan Estos momentos de emergencia popular, que se
capaces de percibir como antes la percibían, dan en sociedades, culturas o sub-culturas de na­
cuando actuaban. De esta forma, ejercen una turaleza “cerrada”, que aun apenas sufriendo, por
reflexión crítica sobre su acción y descubren las está o aquella razón, “trizaduras”, entran en
razones de por qué actuaban de esta o de aquella “transición”, condicionan un nuevo estilo de ac­
manera. Esto es, van develando la “cultura del ción política.
silencio” y su poder inhibidor y alienante, al
mismo tiempo que reconocen su inadecuación, —¿Cuál ?
su contradicción, frente a la nueva estruc­ —El populismo. El se caracteriza, entre otras
tura abriéndose, la del “asentimiento”, que rem­ connotaciones, por la manipulacióón que ejercen
plazó la anterior, la del latifundio. Y éste es los líderes populistas sobre las clases populares
un esfuerzo realmente indispensable cuando se emergentes. En la medida, sin embargo, en que sus
tiene una opción científico-humanista, según la reivindicaciones van siendo, aunque en parte,
cual los hombres son vistos como seres histó­ atendidas a través de la mediatización manipu­
ricos y concretos y no como abstracción ideal. ladora del liderazgo populista, el proceso de emer­
Si así son los hombres, toda acción que insista gencia se intensifica y enfatiza hasta que llega un
en dicotomizarlos del mundo que transforman con momento en que se da una nueva transición. El
su praxis, a través de las relaciones dialécticas estilo populista cede, entonces, su lugar a mode­
que con él establecen, implicará su alienación. los rígidos de estado con los que se busca frenar
Ahí está el error o el equívoco de quienes, in­ la emergencia popular. Esta segunda transición,
tentando el indispensable aumento de la produc- sorprendiendo a las clases populares emergentes,
cióón, desconocen u olvidan que ésta no se da pero manipuladas, implica, por lo menos por al­
fuera de estas relaciones. Relaciones de las cua­ gún tiempo, la “reactivación” de la “cultura del
les como ya vimos, resultan productos culturales silencio*' que devuelve a aquellas clases a postu­
que, volviéndose sobre sus propios creadores, ras espectadoras. Esta parece que viene siendo la
los condicionan. característica principal de las sociedades latlno-

25
americanas en cuanto sociedades “seres-para- la creación de nuevos valores culturales propios,
otro”, en su historia política más reciente. Ahora cuya síntesis se lleva a cabo por medio de su
bien, la acción cultural tal como la planteamos acción misma. En este sentido, investigación te­
y la defendemos de carácter dlalógico, liberador, mática y educación, como acción cultural libera­
evita la manipulación populista en la medida dora, son dimensiones de un solo proceso. Cuanto
en que, concientizando, inserta en el proceso his­ más Investigamos el pensamiento-lenguajé-acción
tórico, como sujeto, a la clase campesina emergen­ de los campesinos, tanto más educamos y nos
te. Los campesinos criticizados no pueden ser ma­ educamos. Cuanto más les devolvemos su tem á­
nipulados. Lá concíentizaclón y la manipulación tica significativa, en forma organizada y a tra ­
son inconciliables. La primera, proporcionando vés de la problematización, tanto más seguimos
una praxis auténtica, compromete a los hombres educando, educándonos e investigando.
con la humanización* que es su vocación histó­
rica; la segunda, “domesticándolos”, los cosifica
y asi, los torna menos. En una visión humanista, USTEDE8 Y NOSOTROS
la reforma agraria se hace para que los hombres,
teniendo más, puedan ser más. Tener más y ser — iEducando y educándonos: esa doble dimensión
más. Lo primero, implicando la productividad. Lo me parece absolutamente fundamental pava que
segundo, que no se da sin lo primero, tiene en la acción nuestra sea efectivamente liberadora.
él su “razón eficiente” péro no “suficiente”. Am­ Liberando a otros nos vamos liberando a noso­
bos plantean la misma exigencia de una acción tros mismos: humanizando, nos humanizamos...
cultural conclentlzadora. ¿Podrías acercarnos ahora algún ejemplo con­
creto de esta acción educadora, tal como la vie­
nen realizando en Chile?
LA TEMATICA SIGNIFICATIVA
—{Cómo no! En febrero del año pasado, después
— El proceso chileno,dé. reforma agraria, ¿tiene de haber redactado la primera versién sobre la
en cuenta esta acción cultural concientizadora? investigación de los temas generadores, fue crea­
do, oficialmente, el equipo interdisciplinario que
—Hay una preocupación seria del Gobierno de habría de analizarlo para, en seguida, realizar la
Chile por la ¿bestión dé la educación popular, sin primera investigación: mí compatriota José Luis
lugar a dudas. Frente a lo ya realizado no puedo Flor!, la socióloga María Edy Ferrera, el peda­
silenciar una sana alegría: la de ver que fructi­ gogo Sergio Villegas, el experto de la FAO Odilio
fican los' esfuerzos en que, desde hace cuatro Friedrich, la pslcéloga Margarita Depetris, una
años, nos encontramos empeñados, humilde pero especialista en Teoría de Conjuntos, María Elena
decididamente, en Chile y por Chile. En la me­ dé Jordán, la lingüista francesa Martine Hugues
dida en que los educadores chilenos hagan y y Marcela Gajardo, una joven chilena especiali­
rehagan su experiencia, es legítimo esperar la zada en fundam.entos. sociológicos de la educa­
triutfi’pticación dé los éxitos hasta ahora obteni­ ción. '
dos. En este sentido, yo querría reiterar aquí mi — Todo un equipo interdisciplinario, a decir v«r-
afirmación de siempre: la educación, como acción dád... Felicitacionesporhaber logrado integrarlo,
cultural, si tiene carácter humanista, es eminen­ en esta América nuestra donde, si cualquier tra­
temente dialógica. En ella, a diferencia, de la ac­ bajo en equipo es de por sidifícil, tanto más di­
ción cultural de índole “domesticadora”, no hay ficultades hay cuando se trata de reunir a gente
sujetos que incidan su acción sobre otros honv dedicada a disciplinas tan diversas... Un voto de
bres que son los objetos. La investigación temá­ confianza a tu método, sin lugar a dudas...
tica es una exigencia de su dialoglcidad radical:
¿s a partir de ella, cuya metodología es igual­ —En Julio, después de que el equipo habla estu­
mente dialógica y conclentlzadora, que quienes diado suficientemente el texto provisorio en el
toman la iniciativa de la acción cultural' hu­ cual presentábamos la fundamentaclón y la me­
manista pueden organizar el programa para la todología de la investigación temática, considera­
acción. mos oportuno realizar la primera investigación.
Le pareció al equipo que el área elegida deberla
— ¿Cómo describirías, para quienes todavía no la quedar cercana a Santiago para que el trabajo pu­
conocen, tu famosa “investigación temática”? diera realizarse con mayor facilidad. Así, después
de contactos oficiales con la Corporación de la
—Y bien: creo que en el fondo investigar la te­ Reforma Agraria, que recibió muy bien el pro­
mática significativa es investigar el pensamiento- yecto de investigación propuesto, el equipo dio
lenguaje de los hombres, referido dialécticamente los primeros pasos para su concretlzación. Cupo'
a su realidad. Por ello mismo, ésta no es sola­ a la Corporación de la Reforma Agraria Indicar
mente lo empírico, lo concreto, sino ellos más la el “asentamiento” que atendiera a la condición
percepción que de ellos están teniendo los hom­ prevista por el equipo. Iniclalmente, el equipo
bres.: De ahí que esta Investigación busque al­ Centró su atención en conseguir fuentes secunda­
canzar los temas generadores a través del cono­ rías a través de las cuales fuera posible tener una
cimiento crítico dé cómo se están dando las re­ idea acertada del área, de su geografía, de su
laciones hombres-mundo. Estos temas, Conocidos población, de sus recursos, etc. Para ello estudió
ert su interacción, constituyen el universo temá­ el Informe de una Investigación realizada por asis­
tico que se definé como las orientaciones valora- tentes sociales manteniendo, con sus autores, una
tivas de los hombres, en que se implícita su per­ conversación aclaradora. Además fueron leídas
cepción dél mundo y que condiciona sus formas casi todas las actas de las reuniones de “asenta­
dos”, desde la instalación del “asentamiento”, un
de comportamiento. De esta manera, el movH- año antes. Al mismo tiempo, el equipo establecía
miento dialéctico que anima la acción cultural, relaciones con la Dirección Zonal de CORA, en
de naturaleza humanista, tiene, en la investiga­ cuya jurisdicción se encuentra el asentamiento
ción temática, uno de sus momentos. En la me­ “Él Recurso”.
dida, sin embargo, en que ésta es una forma
Inacabada, la propia comunidad continúa investi­ — Con Ibcual la fase preparatoria ya parecía cul­
gándose y así liega a transformarse a través de minar, ¿no?

26
—Asi es. Fue entonces que el equipo realizó su campesinos a re-verse.a través.de la situación
primera visita al Srea. Aprovechando la reunión codificada. Yo querría aclarar, a esta altura,' que
de asamblea de los asentados, Sergio Villegas, a jlo's “circuios de investigación", en el fondo, en
quien correspondería luego la coordinación de los una 'metodología como la qúe .propongo, funcionan
“círculos de investigación", les expuso clara y como un contexto teórico arcual, por abstracción,
sencillamente la fundamentación y los objetivos se traen los hechos concretos como se dan en la
de la investigación temática. “Esta no es una realidad objetiva. Pero como nó hay realidad que
investigación nuestra sobre ustedes —advirtió ha­ no sea lo concreto en dialectizaclón con ia per*
cia el final-» sino una investigación en que uste­ cepción que de él tengan o estén teniendo los
des y nosotros, en diálogo, nos conoceremos me­ hombres, al “ad-mírar" la codificación de una
jor y a la realidad en que estamos, para trans­ situación objetiva, de ia que' toman parte, re-
formarla mejor". ad-miran su ad-miración anterior. Y de esta
forma, ellos tienen la percepción de la percepción
—Educando y educándonos, liberando y liberán­ anterior.
donos...
—Algo asi como una toma de distancia crítica.
—Aceptada por todos la investigación y la etapa Problematizante. ■ •
que le sigue, el equipo, dividido en grupos de dos i .
y en días diferentes, Inició sus visitas de ob­ —A través de tal operación, expresando su ma­
servación. Nuestra preocupación central, además nera de relacionarse con el mundo y con los otros,
de una aproximación “simpática" a los campesi­ explicitan su pensar referido a la realidad.. Y, en
nos, era la de tomar realmente el asentamiento la expresión de sus relaciones con los otros, me­
como una totalidad cultural-que, no coincidiendo diatizados por el mundo y con el mundo mismo,
con sus fronteras geográficas, abarcaba también exteriorizan sus “temas, generadores". Todo este
los restantes áreas del fundo del cual se había trabajo de descodificación fue grabado en cintas
desmembrado y cuya expropiación total se espe­ magnéticas. Mientras el .coordinador problematí-
raba. Desde luego, como totalidad cultural, el za al grupo de participantes del círculo de In­
asentamiento es parcialidad de una totalidad ma­ vestigación, quienes lo acompañan, registran las
yor que, a su vez, es parcialidad de otra y asi •reacciones del grupo. Estos .rpgíptros son discu­
sucesivamente. De esta manera, el asentamiento, tidos por el equipo y, naturalmente, tienen Im­
en cuanto totalidad cultural, se nos daba como portancia fundamental para la investigación.
una “codificación" lo que, en verdad, es la cul­
tura. —¿Y después qué? >
—Todo el contenido grabado, qué' constituye el
“discurso’’ de los participantes :del círculo de In­
AD-MIRAR, RE-AD-M1RAR vestigación con el cual expresarán‘sú percepción
de| mundo y, en ésta, su temática généradora, es
—¿Cómo observarla entonces? .pasado al papel, “dándose" al equipo como una
codificación. Entramos así en la etapa decisiva de
—En las visitas de observación, teníamos que la investigación, aunque no podría existir, claro,
intentar y realizar la “descodificación" de esta sin las demás. Es que, frente a este “discurso"
totalidad cultural. A partir de la “admiración” tomado como una codificación, cabe al equipo des­
de la realidad cultural teníamos pues que operar codificarlo, escindirlo, para encontrar por esta
en escisión, buscando cada vez más adentrarnos vía los “temas generadores". Esta escisión,
en su comprensión. En la medida en que, uno a para la comprensión del contexto lingüístico, em­
uno, los investigadores iban escindiendo la totali­ papado de la experiencia existencial de los cam­
dad que objetivaban, hacían los registros de sus pesinos, es el momento en qué los investigadores
hallazgos sin que hicieran, con todo, comentarios, buscan “romper" los hechos, para desvelarlos. En
los unos con los otros. Después de algunas vi­ la medida en que se va realizando esta descodí-
sitas, el equipo se reunía para un esfuerzo de re­ ficación o esta escisión, poco a poco, el equipo
totalización de la cultura escindida en la desco­ va retotalizando la totalidad cultural que había
dificación. Lo que importaba era que la cultura en escindido en la primera etapa de la investigación.
análisis empezara, en cierto modo, a develarse En cada vuelta a esta escisión, tal cual pasó en
a| equipo en sus varias dimensiones. Todo retorno la primera etapa, se ve más claro el objeto’de su
al área, después del análisis crítico y retotaliza­ análisis que es, ahora, el “discurso" en ef que
dor de la cultura descodificándose, significaba ad­ están envueltos los temas generadores. En el mo­
mirarla mejor y mejor comprenderla. El equipo mento en que capte esta temática en su totali­
se esforzó entonces por agrupar las contradiccio­ dad, el equipo estará apto para elaborar ej con­
nes fundamentales que fueron aprehendidas du­ tenido programático de la acción cultural que ya
rante la escisión de. la realidad cultural. había empezado en la investigdción. Y este con­
tenido programático es devuelto a los campesinos
•^¿Cuáles eran? codificado para someterse a una nueva descodi­
•¿-Aquí- van: : patrón-inquilino; acción técnica- ficación, en las etapas que se siguen de la acción
acción mágica;. pádres-hijos; inquilino-asentado; cultural.
hombre-mujer; mayordomo (representante del
patrón)*inqUllino; liderazgo-liderados. Me limito a
-enumerar aquí algunas de ellas. . PATRON, DIOS, MAYORDOMO, GURA,
.¿-^¿Y después?¿Quó hacer cbn estas contradiccio- INQUILINO, TRABAJO, ROE^O
¿es fundamentales?
—Bueno: si en la etapa anterior «I equipo, des- -^Códificáción - descodificación - codificación •-
codlficando la totalidad cultural, alcanzaba sus descodificación.... Suena muy dialéctico...
contradicciones, ahora, codificando su descodlfi- —¡Claro! De esta manera, el movimiento dialéc­
cación, representa aspectos parciales de la tota­ tico de la investigación temática comienza con la
lidad descodlflcada que, a su vez, al ser, como descodlficaclón que el equipo hace de la cultura
“totalidades", descodificados por los campesinos como totalidad. A partir de esta primera desco­
en los círculos de investigación, posibilita a los dificación, el equipo crea las codificaciones para

zr
los círculos de investigación. La grabación de las anímales, no pudíendo comprender que estos úl­
descodíficaciones de estas codificaciones, hechas timos no trabajen.
por los campesinos, pasan a constituir, para el
equipo, nuevas codificaciones. Descodlflcadas és­ El trabajo, de todos modos, parece ser uu
tas por el equipo, se encuentran los temas gene­ tema de preocupación especial para ellos,..
radores que, codificados, son propuestos, como
programa de la acción cultural, a ios campesinos, —Sí, aparece como una preocupación constante
que (ais descodifican. en las descodificaciones. Como un “tema genera­
dor , realmente básico. En este proceso de acción
— ¿Podrías concretarlo con algún ejemplo? culturaf, la tarea nuestra no sería propiamente
hablarles del trabajo en térmicos académicos fal­
—Bueno, todavía nos encontramos en la fase fi­ sos, sino plantearlo en situaciones concretas como
nal del análisis^ de la que surgirán ios “temas un problema que los desafía, como un objeto
generadores", por lo cual todavía no estamos en cognoscible que deben conocer. Esto, sin embar­
condiciones de hablar de un universo temático. go, implicaría una discusión anterior, implícita
Podemos hablar eso sí de algunos temas que se igualmente en fas descodificaciones que hicieron
vienen conformando ya en el desarrollo de nues­ y que se centraría en las relaciones hombre-mundo
con que a q u é llo s transforman a éste. Y esta trans­
tros análisis. Son temas que van emergiendo a formación se da a través del trabajo humano,
en la medida en que nos adentramos en la com­ que es praxis. Por eso, en la alfabetización fun­
prensión del pensamiento-lenguaje de los cam­ cional, que no puede realizarse disociando el
pesinos del “asentamiento*' “El Recurso. Se en­ aprendizaje de la lectura y de la escritura del
cuentran, no sólo dialécticamente relacionados en­ trabajo, se torna indispensable develar la signi­
tre sí, sino también envueltos por algo que es ficación verdadera de la praxis humana. Es la
como si fuera una especie de capa protectora. ausencia de una comprensión crítica del trabajo
Como un trasfondo connotador de los temas y de la que lleva, a educadores Incluso, a hablar y peor
fas tareas. Como la concepción general del mun­ aún a ejecutar cursos que llaman de “adiestra­
do que poseen los campesinos. Lo más profundo, miento del personal".
en verdad, de la Introyección de la "cultura del
silencio”. — ¿Alguna otra palabra clave?
— ¿Y cuál es esa visión del mundo? —El robo. He ahí otro aspecto que se
referido permanentemente en el discurso d
—Como visión general del mundo, este trasfondo los campesinos de El Recurso. Tampoco lo per­
implica una visión del hombre, una antropología ciben estructuralmente. Hay una a
filosófica espontánea, cuyo núcleo fundamental es discutible entre Patrón, Dios, Mayordomo, Cura,
el fatalismo, que se prolonga en pesimismo. Ella Inquilino, Trabajo y Rob®*F"
pasa a condicionar fas orientaciones valoratlvas léaico de uno do los contextos fInamíticos estu-
lingüísticos estu
de los hombres y, necesariamente, su acción. Do diados, la soctóloga María Edy sorprende, coinci­
un modo general, frente a una “situación limite”, dentemente con el análisis conjuntural matemá­
estos hombres, en la medida en que no pueden tico hecho por la profesora María Elena y el lin­
tener una percepción estructural de ellas, pero, güístico hecho por la lingüista, en que, en la es­
como hombres que son, necesitan explicarlas, o se tructura del fundo, el mayordomo y el cura apa­
“vuelven” sobre sí para encontrar estas explica­ recen a los campesinos como “auxiliares del po­
ciones en una especie de ortología fatalista, o las der del patrón sobre los Inquilinos”. Mientras el
buscan fuera de sf pero también fuera de la reali­ mayordomo mediatiza las relaciones patrón-inqui­
dad en la que ellas se dan. Así es como, discu­ lino, el cura mediatiza las relaciones Dios-hom­
tiendo una situación codificada, que representa la bres. El primero encauza la represión que ame­
vigilancia ejercida por el mayordomo sobre un naza la sobrevivencia; el segundo frena con san­
grupo de campesinos, durante la Investigación, ciones ético-reilglosas que amenazan la salvación
con el mismo argumente de carácter fatalista, eterna. El robo queda en las dos mediatizaciones.
con el cual justifican al mayordomo, lo niegan. Por un lado, provoca la sanción legal; por el
otro, la sanción ético-religiosa. Robar no signi­
— ¿Be qué manera? fica solamente perder el empleo, sino también la
salvación eterna. De esta fo rm a , la estructura
—“El mayordomo —dicen— es necesario porque “cerrada”, al crear las condiciones objetivas para
hay hombres que nacen para el trabajo y hay el robo, crea, simultáneamente, los medios de re­
hombres que no sirven para el trabajo”. Conti­ presión, tanto más eficientes cuanto Introyecta-
nuando el análisis, en la descodlficaclón afirman: dos por aquellos que se halla inmersos en esta
“los primeros trabajan con o sin mayordomo; estructura. De este modo, la existencia en estruc­
los segundos no”. En el estudio de este contexto turas cerradas, que es simplemente fa subsisten­
lingüístico realizado por la señora Martine desde cia, y abriéndose, que implica ser, constituye un
el punto de vista de su especialidad, se observa tema generador también, a través de cuyo aná­
que, para estos hombres, el trabajo no les signi­ lisis los campesinos percibirán, lúcidamente, la
fica fa praxis transformadora de los hombres con significación humanizante de la reforma agraria
que operan en el mundo sino una entidad mítica, en que el gobierno de su país está empeñado.
más allá de los hombres. Tal vez sea esta percep. Me parece que sin este trabajo previo, que en su
ción del trabajo la que explique, dentro de esta sentido más profundo os ima especie do psico­
visión general del mundo y del hombre, que mu­
chos, entre los campesinos, no encuentren dife­ análisis colectivo, el aumento do la producción
rencias fundamentales entre los hombres y los --como ya he observado— puede no alcanzar la
dimensión humanista que debo tener.

28
situaciones

ig le s ia

confrontaciones y perspectivas
“VISPERA” está cerrando su edición cuando escribimos esta nota: viernes 18
de abril. Lamentablemente, la inexistencia de una estructura de información y
comunicación entre los grupos cristianos de América Latina, no nos permite te­
ner, aún, una información cabal de lo ocurrido. Sabemos, sí, que en Quito, grupos
de sacerdotes y el Arzobispo, Mons. Muñoz Vega, mantuvieron un rico "diálogo
epistolar” a propósito, entre otras cosas, del mecanismo de decisión sobre el
nombramiento de Obispos; sabemos también que, mientras 20 sacerdotes, enca­
bezados por el Arzobispo de Cali, Alberto Uribe Urdaneta, dirigían una carta del
Presidente colombiano, en términos básicamente elogiosos, varios grupos de sa­
cerdotes colombianos iniciaban diversos tipos de movilizaciones —misas, cartas,
declaraciones— y estas movilizaciones desembocaban en conflictos, ya con la
jerarquía (caso del conflicto entre los padres Vicente Mejía y Gabriel Díaz y
el Arzobispo de Medellín, Tulio Botero Salazar, causado por problemas estrecha­
mente relacionados con la inserción de la Iglesia de la lucha social). También
sabemos que en Trujillo, Perú, sacerdotes y seminaristas se rebelaron contra
el Arzobispo, Carlos María Jürgens, al pretender éste ordenar la expulsión de
tres sacerdotes españoles. Se sabe, además, que la Conferencia Episcopal Argen­
tina, que se reúne a partir del próximo lunes, 21 de abril, deberá decidir gra­
vísimos problemas, que volvieron al tapete público luego de un grave conflicto
que obró como catalizador: la renuncia de sacerdotes en Rosario. También nos
enteramos de que en Uruguay dos sacerdotes resolvieron casarse (por cierto
que no son los primeros aunque la prensa atendió a este tema, escandalosamente,
primera vez), que el Episcopado brasileño estaría estudiando la posibilidad de
plantear a Roma transformaciones en la legislación sobre el celibato, que Mario
Cornejo Radavero, ex-Obispo Auxiliar de Lima contrajo matrimonio en Argen­
tina, luego de abandonar su fe católica, y que Gabriel Larraín, ex-Obispo Auxi­
liar de Santiago, se encuentra en Francia, trabajando, licenciado de sus tareas
jerárquicas y en situación todavía indefinida, y que en Botucatu, Brasil, varios
sacerdotes renunciarían en sus tareas ante la confirmación, por el Vaticano, de
un Obispo conservador.
A título de inventario, baste por ahora. Lo lamentable es que de todo esto nos
hemos enterado por la gran prensa, a nivel nacional e internacional: la misma
prensa que ignoró prácticamente Medellín, que tergiversó o explotó interesada­
mente las declaraciones del Papa en Bogotá, que deforma normalmente las
alocuciones de Pablo VI, que olvida y silencia los diversos conflictos entre la
Iglesia y los poderes constituidos.
A esta altura de los hechos algunos de I ob conflictos en cuestión han sido, apa­
rentemente, aclarados. Por lo pronto, en Trujillo, Perú, Mons. Jurgens habría
mantenido en sus cargos a los tres sacerdotes que intentó expulsar. De algún
modo la solución podía preverse. Cuando, luego de organizar una manifestación
contra una lujosa fiesta aristocrática de la ciudad y de respaldar una huelga
de un grupo de trabajadores, los tres sacerdotes fueron intimados a abandonar
sus tareas, la crisis podía preverse. 20 sacerdotes trujillanos anunciaron su dis­
posición a renuncian si la orden no se revocaba; los seminaristas ocuparon el
edificio del Seminario y tomaron de rehén a uno de los sacerdotes cuestionados.
Pero junto con la crisis, advinieron las solidaridades desde diversas regiones
del Perú. En Lima, por lo pronto, un grupo sumamente influyente de padres
hicieron conocer una declaración de apoyo: “ ...manifestam os nuestra total so­
lidaridad y pleno apoyo a la actitud valiente y cristiana que un grupo del clero
trujillano ha asumido en defensa de la justicia y de la liberación del pueblo.
Gestos semejantes, frente a otros de menor significación pero que nos han en­
tristecido y han acaparado la atención pública en estos últimos días, muestran
un Evangelio vivo y renovador, único capaz de responder a las exigencias ac­
tuales de la presencia de la Iglesia en el pais”. En Arequipa, por su parte, 21
sacerdotes anunciaban, también su solidaridad: “Lo ocurrido configura una crisis
29
en la Iglesia. Para nosotros, en todo caso, es una crisis saludable ( . . . ) En l¡a
base de este trance hay una angustia de autenticidad y de sinceridad consigo
mismo, con Dios y con el pueblo al cual nos hemos comprometido a servir”.
La repercusión latinoamericana de la crisis de Trujillo, sin embargo, fue rápi­
damente superada (¿ocultada?) por la publicidad sensacionalista tejida en torno
al caso del ex-Obispo Auxiliar de Lima. "Páginas sensacionalistas e incalificables
de la prensa”, decían, a propósito del mismo caso, los sacerdotes arequipeños
en su declaración, sensacionalismo incalificable que alcanzó, sin duda, su grado
más álgido, en la Argentina, donde los diarios “La Razón” y “Crónica” desarro­
llaron una furibunda batalla periodística en torno al caso Cornejo, quien fue
objeto de los más diversos comentarios. Un largo artículo de United Press
Internacional sobre la situación de la Iglesia (“El Mercurio”, de Santiago, 8 de
abril) hacía objeto al ex-Obispo de la aseveración de Pablo VI en la Se­
mana Santa, sobre “algunos miembros de la Iglesia, seglares y religiosos, que
están hoy crucificando a la Iglesia”. Menos severo fue, sin duda, el nuevo Obispo
Auxiliar de Santiago, Ismael Errázuriz: “Episodios como el de Lima asumen un
carácter enteramente personal, merecedor del respeto que siempre se debe al
santuario de la conciencia” ; o el sacerdote jesuíta Manuel Ossa, Vice-director
de la influyente “Mensaje”, que ,en reportaje a “El Siglo”, señaló: “El hecho
de que un Obispo haya contraído matrimonio es señal del problema personal
y privado de un hombre, más. bien que. un problema de Iglesia. En cuanto a
qué es. problema personal no puedo juzgar si el hecho de casarse es para ól la
jmejpr solución. Lo lamento, porque ■ p ara. la Iglesia con la que él estaba com­
prometido, mejor hubiera sido que- solucionará su problema antes de Su orde­
nación episcopal. En este momento, en .efecto, su* decisión es dañina p a ra . la
Iglesia, porque abandona Juna,tarea que se le había .confiado y con la que estaba
pomprometido”,. . ... ‘ .
La derivación lateral e inesperada dé- la divulgación dél “caso Cornejo” se pro­
dujo en (Chile: El 27 de marzo; en su columna en “El Siglo”; él'periodista comu­
nista Bduardo Labarca da a conocer la renuncia similar del ex-Oblspo Auxi­
liar de Santiago, Gabriel Larraín. Al dia siguiente, a los efectos de aclarar la
situación, el Departamento de Opinión -Pública del Arzobispado de Santiago bacía
publicar un comunicado, señalando: “Don Gabriel ^Larraín Valdivieso se ®""
cuentra Actualmente en París, con las debidas licencias, trabajando en un Insti­
tuto de Desarrollo Internacional. No ejerce, como es obvio, su cargo dé obispo
auxiliar de Santiago, pero no ha renunciado a su .condición de sacerdote (•••)
Su situación actual es de una honrada búsqueda de la 'fe y de definición ce
camino, ajeno a cualquier espectácularismo morboso, y merecedora, por tanto e
respeto que siempre se debe al santuario de la proplá conciencia .La situación
<de Larraín, notoriamente diferente en algunos aspectos sustanciales a la de
Cortijo, quedaba, de este modo, aclarada.
“No podía seguir siendo Jefe dé una Iglesia a la que no comprendía”, señalaba
Cornejo a “lia <Rázón”. En cambio, la causa de la renuncia de más de treinta
sacerdotes rosarinos, desencadenante de la grave crisis actual en la Iglesia ar­
gentina, es, sin duda, manera diversa y aún opuesta de comprender la tarea
dé la Iglesia. Lo cierto os que, si lds conflictos de Trujillo, Cali, etc., adquirie-
dé la Iglesia argentina. El Episcopado, fundamentalmente conservador, de un
alto promedio de edad, relativamente aislacionista en relación a las perspectivas
de trabajo a nivel de toda América Latina, se encuentra, hoy por hoy, enfren­
tado a las consecuencias de sus limitaciones en las formas de encarar su tarea.
Salvo excepciones importantes — como Mons. Pironio, Mons. Quarracino, Móns.
Zaspe, Mons. Devoto, Mons. Perro— , lo previsible es que por mucho tiempo
domine en el Episcopado la tendencia más tradicional. Ante esto la próxima
Conferencia Episcopal se encuentra, sin dtidá, ante un gravísimo desafio. Si
sabrá o no, enfrentarlo, lo sabremos en los -próximos días. Lo cierto — y lo
importante— es que algunos núcleos más dinámicos de la Iglesia no esperan a
que se decidan los Obispos para empezar a actuar. A nivel nacional, los que se
han llamado “sacerdotes del Tercer Mundo” sirven de canal de comunicación y
de centro de coordinación de una estrategia de transformación de la Iglesia. Por
bu parte, los laicos se coordinan en diversas estructuras, a nivel de base, regio­
nal o nacional, que son útiles para vincular a todos aquellos grupos que buscan
transformar la Iglesa. “No bastan declaraciones”, señalan las fuerzas renovado­
ras: “Queremos hechos significativos”.
Hechos significativos: de esto, en definitiva, se trata. En Ecuador, Colombia,
Perú, Chile, Argentina, se trata de crear, de hacer, de comunicar “hechos signi­
ficativos”. La tarea es, sin duda, ardua, porque ¿cuáles son los hechos signifi­
cativos que Importan para el hombre latinoamericano? y ¿cómo comunicar, en
el amplio seno de la Iglesia látinoamericána y, más específicamente, de aquellos
.sectores de la Iglesia qué quieren ser fieles a la tarea .delimitada por Medellín,
los “hechos significativos* en cuestión? Para United Press Internacional, “La
Razón”, “Crónica”, etc., la interpretación escandalosa de la renuncia de Mario
Cornejo es un hecho más significativo que la-protesta de los sacerdotes en Tru­
jillo» oí matrimonio de dos sacerdotes uruguayos es más" .significativo que la
presentación de las conclusiones del trabajo' de pastoral de conjunto de la.arqui-
diócesis de Montevideo en 1968, conclusiones que enjuician duramente la situa­
ción-nacional y la.política gubernamental. ¿Cómo lograr quejas fuerzas de avan­
zada de la Iglesia'latinoamericána*puedan intercambiar, confrontar, discutir, sus
experiencias en- la tarea de creación de “hechos significativos”? La pregunta
queda, por hoy,, sin respuesta! La réópuesta serla, próbablementé, uno'de los
elementos positivos a sacar de toda ésta ebullición. .
Pero no seria el único. Como, se comprende, la situación de la Iglesia es -difícil:
Si por,un.lado, la necesidad de presentar un rostro más o menos- armónico de
la Iglesia es una exigencia de la:eficacia dé-su tarea, no es-menos cierto ’ que el
conflicto y la contradicción son elementos inherentes a su vida misma a-lo largo
de la historia, y, con mucha mayor razón,,en estos duros y ricos tiempos de la
Tglesia latinoamericana en trance* de purificación. Aunque no sea, por cierto) el
problema más grave, la necesidad, a veces, de revisar las estructuras de la
IgleBia, otras veces, de ponerlas realmente en funcionamiento de acuérdo al espí­
ritu de Medellín y el■Concilio, es, por .cierto, un problema ciiya resolución parece
urgente, Si algo tienen en común la crisis de Trújilló, la de la Iglesia Argen­
tina, la de Colombia, la,ocupación de la Catedral de Santiago, la protesté ánte
la‘Catedral dó Barquisimeto' és, sin- lugar a dudas,’que cuestionan los -modos
tradicionales de participación en la vida y en las decisiones que atañen a la tarea
de la Iglesia.. A .nivel nacional, latinoamericano y aún mundial — véase el Sino-
do— ,este problema debe afrontarse con .seriedad y urgencia.
CA

p arag uay

la iglesia, loí presos políticos ystroessner


En ejecución de lo decidido en 4a Asamblea Episcopal Paraguaya s i 27 de
•Eiiéró- Mohs:-Medh;portá,~ en’ su 'calidad de Pfesidénte dé la CEP,:envía una nota
a í Presidente Stroessnen “En ocasión de la última asamblea dé la Conferencia
-ÉpIsCópal-^comiénza— han llegado hasta Nosotros húmérosas y angustiadas vo­
ces, procedentes de Vodos loé sectores del pueblo cristiano, reclamando nuestra
mediación- y nuestra' intervención moral a propósito de la situación de los presos
políticos, en nombre de la defensa de loé derechos humanos. Nuestra misión de
caridad, como Pastores del Pueblo de Dios, nos impide desoír dichos reclamos,
y es así corno- nos ilegamos a Vuestra Excelencia'solicitando se sirva, revisar,
a la luz de las exigencias cristianas de Justicia y de respeto a la persona humana,
ía situación-dé ios que, por orden de-Su- Excelencia y bajo lá invocación de la
Ley de estado de-sitio, se hallan recluidos, sin proceso alguno en diversos locales
policiales, por razones ideológicas o por presuntos delitos de subversión antide­
mocrática". En el plano de exigencias' concretas, la misma nota indicaba; "No
éscapa a nuestro conocimiento, Señor Presidente, que muchos de ellos están cum­
pliendo una condena desmesuradamente larga; otros se hallan en delicado estado
de salud, por haber Intentado formas desesperadas de resistencia pasiva en de­
fensa de su libertad; otros, en fin, guardan reclusión en condiciones francamente
inhumanas. Nos preocupa, de modo singular, la suerte de cierto número de mu­
jeres- que, bajo acusaciones .similares, se hallan detenidas en locales policiales
no habilitados para el efecto. Los Obispos de Paraguay no prejuzgamos la culpar
biltdad o inocencia de los detenidos-en cuestión, entre, otras razones porque care-
cemos.de. toda,, jurisdicción para el efecto. -Sólo reclamamos, en nombre de los
imperativos'dé' la 'civilización cristiana, que se les de oportunidad de defenderse
ante los tribunales de la República o, en. su defecto, .abandonar voluntariamente
el país”.
La nota iba a culkninar en ,una entrevista. Reunida la CEP entre el 5 y el 1)0
.de.Febrero para,tratar fundamentalmente los problemas de la Universidad Cafó-
l Jick.Muestra ’géflpjha de la.Asunción, el Ib los Obispos, se hacen presentes en el
*Paléelo'dérOob&rhó ¿¿fa ser recibidos en audiencia por él Jefe de Estado. Según
up con^unl.cadó^é la,propiaüCÉP^. “La audiencia fue solicitada para volver a afir-
^niárse 6ii los tórnanos, de la.'noté presentada por él Señor Arzobispo de Asunción,
Presidente dé la CEP, en feCh'a 27 dé Enero de 1969 ( . . . ) igualmente expusieron
al Jefe de Estado la necesidad jle encontrar un medio de comunicación de alto
' hlvpl que asegure'un diálogo tospónéable entré los dignatarios de la Iglesia y del
' Estado". La reunión duró una bpra. A Su finalización, la Sub-Secxetaria de
Prensa de lá Presidencia dio a conocer un' comunicado que no <tIene desperdicio:
e n tre v ista, tenia. por objeto • intercambiar ideas sobre la situación de los
presos-políticos >y ofrecer la colaboración de la Conferencia Episcopal a| Qv-
dble/np..iD|e. laoJ^ol.ó.q.^Expuesto -ql primero. de los .piifitqs p o r los recibidos fin
audiencia, elvseñor Presldente.de la .RspúbÜoa subrayóque aquella^situación -Je

.3 1
preocupaba constantemente desde que, siendo los recluidos militantes y peligrosos
comunistas activos, ponerlos en libertad equivaldría a facilitarles nuevamente la
comisión de crímenes, desafueros, atropellos sangrientos, por los que fueran de­
tenidos. Si alguien cuya palabra fuera suficiente caución, si alguien cuyo aval
constituyese por sí solo una indudable garantía de que tales malvados sujetos
no incurrirán otra vez en actos delictivos, ponerlos en libertad cabría dentro de
lo admisible. Agregó el Primer Magistrado que el electorado, al confiarle, una
y otra vez, el mandato de regir los destinos del país, le confería simultáneamente
la misión de salvaguardar el orden y la paz Internos y, lo que es más, la lnte->
grldad física y aún moral de la ciudadanía; que 61, consciente de sus deberes
de gobernante, no declinaría en el cumplimiento de tal misión; que los recluidos,
cuya liberación se peticionaba, son, tos más, criminales natos. A este respecto
el Primer Mandatario pormenorizó los horrorosos crímenes de que fueron autores
algunos de los privados de libertad. Dijo, además, que su Gobierno no priva a
nadie de la existencia y que 61, personalmente, por imperativos de conciencia
y formación moral, repudia crímenes de la naturaleza aludida. Lanzar estos In-
•dlviduos ai seno de la sociedad equivaldría a lanzar verdaderas fieras, y no
resultaría agradable, para contrarrestar la punible acción de los mismos, enfren­
tarlos con otras fieras, exprofesamente escogidas por los correspondientes orga­
nismos del Estado. En sustancia y en resumen —hizo hincapió el Jefe de Estado—
se impone permanentemente preservar al Pueblo, de cuya autoridad emana nues­
tra autoridad, preservarlo, en lo posible, de todo mal. Mismo el Estado de Sitio
es preventivo, no represivo, y es obligación de Gobierno Nacional prever en cuanto
sea posible. Los señores Obispos escucharon atentamente la extensa exposición
del Primer Magistrado interponiendo sugerencias en ciertos pasajes para, final­
mente, reducir la petición original a una variante de la misma: la de que sean
mejor tratados”.
Ante tal comunicado, la reacción oficial y oficiosa de la Iglesia no se hizo espe­
rar. Firmado por Mons. Ramón Bogarln Argafia, vicepresidente en ejercicio de la
CEP, hizo pública una declaración diciendo: “Con relación al Comunicado de
Prensa aparecido en fecha de hoy, bajo la responsabilidad de la S ubsecretaría de
Prensa de la Presidencia de la República ( . . . ) cumplo en Informar a la op,n,.on
pública que, en dicha oportunidad, oída la extensa exposición del Primer Manoa-
tario de la República, los Obispos hemos ratificado íntegramente el contenido ®e
nuestra nota sobre los presos políticos”. A su vez, “Comunidad” indicaba su
editorial: “ ...porque el Comunicado se empeña en presentar, al propio . P r ^
de la República como un Magistrado carente del más elemental 8®¡” ' J ab,eP*
En efecto, según el texto oficial el Presidente Stroessner se ha> ar¡roga ^ b ie r-
tamente atribuciones judiciales, pues no otra cosa significa cal*fl®8*’ c *" j eaal-
-alo. natos” y condenar a pina do prlsMn Indefinida a c |Ud«dano»_qu.J«aal-
mente sólo pueden ser calificados de ese modo y co"d®"®dd J Sub-Secretaría
Tribunales do la Nacldn. ( . . . ) El malhadado comunicado do I» Sun «crerana
coloca al país, sociológicamente hablando, ®n “n ^*n iaQ m£s altas
con nitidez fotográfica, una alarmante mentalidad *" aob?o
esfera, del gobierno nacional. “El Estado soy yo" e s la dlvlra que fw » ^oors
sus expresiones. Un sistema en que la voluntad, el capricho y hasta la ocurrencia
del Principe están por encima de la Constitución y de la íey .
Respecto ac
el “Anexo” uántos
que y quiénes
presentaran enson
unalonote
s dirigida s la CBP*
CEP, la*JKjC^la^OOF^
laJüüia Juw, l*a
JAC la TS5P Secundaria y Universitaria, él MIIC, «1 MFC, el MiJflU, ia dunia
NlSíoínTe A cST católka. y un conjunto do organizaciones y particulares mis.
Allí puede leerse:
“Existen más de den presos políticos que se encuentran distribuidos en p e r s a s
Comisarías de la Capital y en pt Batallón de Seguridad. Los mismos se hallan
encerrados en Inmundos calabozos, donde deben hacer hasta sus necesidades más
elementales, guardados, como en el caso de la Comisaría Torcera, tras doble reja.
La inmensa mayoría de ellos no han sido sometidos a proceso alguno, unos
pocos, que fueron sentenciados por la justicia ordinaria a determinadas pena3
hace años, han cumplido sus condenas con exceso.
El trato que se les da varía según las circunstancias. En la Comisaría 8.a ha
llegado a límites Inconcebibles, tales como el haber permanecido durante un año
y medio sujetes a pesados grillos y a una barra de hierro. En la Comisaría Ter­
cera, los vejámenes han llegado al extremo de que el agua para beber les fuera
Introducida en los mismos recipientes que habían usado para sus necesidades,
pasan meses y meses sin que se les permita salir al sol. En calabozos de dimen­
siones pequeñas y carentes de ventilación yacen amontonados grupos de diez, doce,
quince recluidos. No se les permite leer, y sólo pueden ver a sus familiares du­
rante dos minutos, los domingos, a través de las rejas y bajo rigurosas custodias
Los familiares, llevando comida, deben hacer largas esperas cada domingo, a veces
tres o cuatro horas. Por cualquier motivo la visita les es suprimida.
Como *1 f"®ran, r U« rt? 8epu,ta?08 en vWa» atención médica alguna, muchos
de ellos están idiotizados, moral y físicamente destrozados Varios de «ilTe han
hecho o ésten haciendo huelga de hambre, como u n a p í o t e s ^ para
atraer la atención. Para muchos es mejor la muerte antes que volver a estos

¿2
calabozos. Cuando están en estado de casi inanición, son trasladados al Policlí-
nico Policial, donde les someten a un tratamiento a base de sueros vitaminizados
que los repone.
La inmensa mayoría de estos presos son personas sin ninguna significación polí­
tica. Salvo cuatro o cinco, el resto ha sido detenido por supuestas vinculaciones
con antiguas guerrillas o conexiones con movimientos subversivos de dudosa exis­
tencia. El Presidente ha dicho, como argumento último, que no se trata de presos
políticos, sino de vulgares bandidos que han venido a Incendiar y a matar. Si
así fuere, razún de más para someterlos a la Justicia ( . . . ) La sensación que se
tiene es que estos presos están sometidos a tales tratos más que por ellos mis­
mos, como escarmiento para otros que desde dentro o fuera del país planeen
alguna subversión.
“La última esperanza de estos prisioneros y de sus familiares radica hoy en la
Iglesia. Ellos creen —y con razón— que es la única fuerza moral y social capaz
de conseguir si no la libertad de los detenidos por lo menos un trato humano
y proceso legal."
CA

Cfl. lili.

las amenazas infernas


Junto con otros compañeros de la CLASC estuve varios días en los BE.UTJ. invi­
tado por un movimiento pacifista que integran el Pastor Glenn Smlley (colabo­
rador de Martin Luther Ring) y diversas personalidades de distintas extracciones.
Tuvimos oportunidad, en varios estados, de diálogos y encuentro con las más
diversas organizaciones y militantes, desde los curas expulsados de Guatemala
por su vinculación con la guerrilla, pasando por universitarios, negros, traba­
jadores latinos, .basta los movimientos de mexicanos que luchan por lograr su
propia identidad contra la prepotencia de una sociedad discriminatoria que quiere
integrarlos a la periferia.
Pudimos conocer asi una serie de movimientos de los cuales en América La­
tina tenemos pocaB y malas noticias. Discutimos con los compañeros de .esos
movimientos sobre nuestra situación política, la identidad de intereses existente
entre las oligarquías nacionales y los monopolios norteamericanos, el papel que
entre nosotros desempeña el sindicalismo norteamericano (AíFL-CIO) como ins­
trumento del Departamento de Estado y de la CIA para dividir y controlar el
movimiento sindical, y otras formas de acción del imperialismo. Estos apuntes
intentan reflejar algunas de las impresiones recogidas durante el viaje.

Uno de los temas que más interés despertó fue el de si la revolución en Amé-
rico Latina podía pasar por un camino que no exigiera la violencia. Sustuvimos
nosotros que la violencia es el pan de cada día, que la violencia del sistema
junto con la miseria son los personajes relevantes de nuestro continente y que
nuestros pueblos tienen el derecho y el deber de encontrar su camino aun si para
ello, obligados por el régimen, tienen que enfrentar a esa violencia con la vio­
lencia popular. Pero la mejor respuesta fue la que dio, una noche, en un diálogo
informal con varios militantes que habían visitado América Latina, Tom Mel-
ville, uno de los curas expulsados de Guatemala bajo acusación de trabajar en
el movimiento insurreccional. Apasionado por nuestro continente, y especialmen­
te por los campesinos y por los indígenas, entre quienes trabajó, dio un ejemplo
del estado de disposición del hombre latinoamericano recordando una conver­
sación que habla sostenido con un campesino que vino a verle después de un
sermón suyo sobre el eainaritano.
— Padre, ¿qué hubiera hecho, el samaritano si el burro hubiera sido rápido?
— ¿Cómo? '
— Sí, si el burro hubiera sido más rápido y el samaritano hubiera llegado antes,
cuando todavía los bandoleros no habían derribado a su prójimo, cuando todavía
lo estaban golpeando brutalmente. Dígame Padre. ¿Qué hubiera hecho? ¿Se habría
quedado 'Cón las manos cruzadas mientras golpeaban a su hermano? ¿O lo habría
defendido? y eñ caso de defenderlo, ¿se habría dejado matar o pelearía?
Deslumbrado cónaqUél razonamiento, dé un lnflfgftna analfabeto Tom no pudo
menos que contestar:
— Sí, creo que pelearía. Por lo menos yo habría peleado.
— Eso es lo que háy qué hacer aquí, Padre, porque nos están matando a nues­
tros hermanos, én vez de enterrarlos debemos defenderlos y para defenderlos
tenemos que pelear.
Si pudiera llegar a concretarse la anunciada alianza de la juventud norteame­
ricana con el Tercer Mundo en la lucha anti-imperialista, sería un tremendo ca­
ballo de Troya en pleno imperio, ya que el 50% de la población de EE.XJU. es
menor de 26 años y de ella, £ millones están en.las'universidades y 24 millo­
nes en las escuelas secundarias. -Según varios observadores políticos, la dinámica
mayor dé la juventud-estudiantil radica en buscar una alternativa de izquierda,
aunque en algunos casos resulte equívoco el término y poco claro el accionar.
Lo importante es que la línea de respuesta empieza a tomar ese camino, como
lo prueban los estudiantes negros, los mexico-americanos, y hechos,políticos de
gravitación nacional como,.-por ejemplo, los disturbios estudiantiles en California,
sobre todo en la universidad estatal de San Francisco (rodeada por la policía
periódicamente) que intentó cláusurarSe varias veces en los últimos tiempos, y
el cohtinuó foco de acción en la ciudad universitaria de California (Berkeley).
Tales hechos obligaron a Nixon, a fines de Marzo, a pedir a los Decanos que
"expulsen a los estudiantes que promuevan desórdenes*' y atacar a los que luchan
por dar un nuevo contenido a la universidad: "no sería exagerado declarar que
este es el camino por el cual la civilización comienza a morir".
El 10% de la población está dedicada a la producción de guerra; si ella cesara,
la desocupación alcanzaría al 25 %.
Entre 1945 y 1968 EE.XJU. gastó alrededor de 1 billón de dólares (1.000.000.000.000)
en armamentos. T anualmente está gastando 80.000 millones de dólares, lo que
equivale al producto bruto de toda América Latina. Sólo en Viet-Nam, en una
guerra imperialista que ya han perdido, gastan 32.000 millones de dólares anuales.
En una sociedad de este tipo, donde una carta parte de la. población laboral
vive para asegurar el poder militar, los sindicatos son pieza.,clave del sistema.
Por obra y gracia de una bien montada dictadura sindical, el jefe del sindicato
(boxer) nombra a todos los delegados regionales, seccionales y aún. en cada em­
presa, lo que hace que éstos dependan de;,aquél* El sindicalismo norteamericano
.resulta asi una empresa,tan ‘'libre’’como cualquier monopolio*
Por lo mismo, el sindicalismo nórtéamericáno funciona Cómo-uno de los mejores
instrumentos dél imperialismo para tratar•dé corromper y controlar los movi-
•mientes populares en•él réstev dél-mundo, -a-través':de ese aparato monstruoso
que se llama Instituto Americano para' el- Desarrollo del Sindicalismo Libre
•(4ADSL), cuyas1sucursales en-Ainérica Látina *són ya de triste notoriedad. El
I-AD8L financió-con *?OOÍOÓO¡:dólares:-una huelga-dé 11 semanas en una, tentativa
de derrocar al gobierno de Jagan en Guayana, apoyó la invasión a Cuba y -la
.intervención a Ja. Bep. Dominicana- apoy.a-la -guerra de Vietnam...
Los hipples, ésos protagonistas de úna respuesta difícil de comprender con nues­
tra mentalidad dé lüchá acuciada por el drama del Tercer Mundo, crearon en
BE.UTJ. nn tipd*de protesta que ha ganado mucho terreno basada en el amor,
el pacifismo y el rechazo de lá sociedad de consumo, con la creación de símbo­
los que son utilizados hasta por- gente que no pertenece a esos grupos. En sú
búsqueda de nuevas comunidades humanas que realmente tengan "calor humanó",
como oposición a uña Sociedad donde todo se mide por la rentabilidad, han caído
en las drogas y otras formas de escapismo como consecuencia de que su res­
puesta a una sociedad que rechazan es retirarse.
Contra este “retirarse" de la sociedad, han aparecido nuévos grupos de hippiés
más militantes (pacifistas también), que utilizando los mismos símbolos y par­
tiendo del mismo rechazo a la sociedad, plantean la necesidad de encontrar una
alternativa de lúcha pata cambiar la sociedad y no aceptan el retiro como culmi­
nación de sn protesta.
Y ha/-aparecido asimismo nn tercer grupo- denominado los yippies, de una mili-
tancia ¡más radicalizada, que usando, como los anteriores, los mismos símbolos,
-y coincidiendo -con los-, últimos en la necesidad de ac tuar para cambiar* la
sociedad, hablan de cambios a realizar aún si para ello deben recurrir a la vio­
lencia y buscan integrarse a las comunidades pobres para ayudar a organizarías
y compartir su lucha. •
Seis millones de úorteáméricanos por nacimiento ,y mexicanos por cultura, hi
gringos ni totalmente -mexicanos, con sus propias costumbres, descienden de los
pobladoras: qué habitaban -la parte que-los anglosajones.le quitaron a México
(California, Texas, New México, etc.).
Discriminados «por el color bronceado, de su piel, comienzan hoy a buscar su
..Propia identidad medíante una gran proliferación de movimientoss sindicato de
trabajadores rurales de California (llevan más de 3 años de huelga y boycot con­
tra los productores de uva que quieren desconocer su derecho a organizarse),
centros estudiantiles de mexico-americanos, la Alianza de los Pueblos, los boinas
de bronce, etc. Se integran en un gran movimiento denominado "L a Raza" que
tiene sus propios símbolos, que se expresa oficialmente en español y que, según
sus lideres más notorios, trata de crear nna Identidad para Inego cuestionar
el sistema. -:

34
El sindicato qu mantiene el boycott contra los productores cálifornianos de uva
ha desarrollado grupos de apoyo en todo el país que, entre otras cosas, pique-
tean ante los supermercados de frutas denunciando la explotación a que son
sometidos los trabajadores mexico-americanos, y también filipinos, que trabajan
como asalariados rurales; su líder es Chavez, un méxico-americano actualmente
enfermo como resultado de una huelga de hambre hecha para "dramatizar’’ la
lucha de sus compañeros. En un contacto que realizamos con militantes de este
movimiento comprobamos -su espíritu dé lucha (a pesar de sus vinculaciones
institucionales con la AFL-CIO). Su periódico “El Malcriado”,en español, es otro
instrumento de concientización, y para ayudar a la huelga venden botones y
murales donde aparece Zapata, con sus "mostachos” y un fusil, rodeado de slo­
gans (Viva la huelga, Boycott a las uvas, Viva la Causa).
El movimiento “La Alianza” dirigido por Tijerina, reclama la tierra robada a
México para los méxico-americanos (chícanos, como gustan llamarse a si mis­
mos), tierra que EE.TJU. se habla comprometido a devolver a los mexicanos que
habitaban estos estados, en el protocolo de fin de la guerra con México.
Dentro de esta diversidad de movimientos, hay uno que llama la atención por­
que empieza a plantear los mismos esquemas que los "panteras negras”. Lo for­
man los grupos de militantes denominados “Boinas de Bronce”, nombre que se
debe, según me lo explicó uno de sus miembros, a que “aquf todo está bajo dis­
ciplina militar; para golpear a esta:mentalidadmilitar usamos el nombre Inglés
de “boinas” por su similitud con-boinas- Verdes y el de “bronce” por el color
de nuestra piel; las dos palabras unidas causan miedo aquí”. Estos grupos qjue
pasan a la acción violenta, tratando;de cuidar y defender á los méxico-america­
nos en los barrios contra Iob desmanes dé la policía.'-Sus líderes son veteranos
dé la guerra' de Vietnam; su hérbe, el Che'Guevara. Darán mucho que hablar
dentró-de poco.
Se calcula en alrededor de 30 millones las personas consideradas “pobres”; la
mayoría absoluta de ellos son negra?,.méxico-americanos y puertorriqueños. Los
ghettos en qué muchos pobres viven son realmente horrorosos en una sociedad
con el desarrollo económico de los EE.UU. Por ejemplo, en Chicago, tuve la
oportunidad de visitar los ghettos negros, cerca del centro de la ciudad y en el
que a principios de siglo fuera uno'de los -barrios más elegantes. -Allí se amon­
tonan en cada casa varias familias, ocupando cada una de ellas una pieza. Pude
observar también una reconstrucción municipal en marcha cuyo objetivo es la
discriminación puesto que traslada el ghetto a otros lugares más apartados de
la ciudad. Para ello han puésto en funcionamiento un plan que reconstruye las
casa, habitadas colectivas de tal manera- que‘el precio que resulta luego de la
reconstrucción resulta prohibitivo para las familias, que hasta entonces las habi­
tan, forjándolas a emigrar á otro ghetto: J - . . %-■:-
El programa de Johnson es millonario.y tiene por objeto incorporar á los más
desposeídos a' un nivel mayor de ingreso, financiando actividades de centros
de todo tipo dedicados,a ayudar a estos sectores. Pero el pueblo se burla de él:
“la -guerra de Johnsójn contra la pobreza consiste en' tirarle granadas a los
-pobres”.
“L,a revolución negra es el único.camlnq'que.nos queda para salir de la alter­
nativa fasetstolde”,.oí decir a muchos blancos militantes, que creen que la estra­
tegia del “poder negro” es correcta, porque, como -lo señalan los “panteras”, él
poder negro.crea identidad “y después.como negros organizados, sabiendo donde
vamos, podemos establecer la coordinación con otros movimientos que, aunque
integrados por blancos; también trabajan por cambiar la sociedad”.
Esta búsqueda de identidad de Iob negros está presente en su empecinada afir­
mación de la cultura africana (“nuestro cultura es afronorteamericana”). ¡Exigen,
en universidades y escuelas, que les enseñen la Cultura africana y se desarrollen
los centros Culturales africanos; hasta en la manera de vestirse aparece Africa,
y el pelo, que antes era “planchado”,'hoy se deja largo y con sus motas para
afirmar (como dicen sus carteles): “Dígalo fuerte,soy negro y estoy orgulloso”.
Tres preguntas, para terminar estos apuntes de viaje:
—rsi la lucha, exige, aquí en América Latina, desterrar al imperio fuera de nues­
tras ¿atrías, ello no lo destruye, y también se necesita, por eso, revolución dentro
de la propia cabeza del monstruo. Ante esta convergencia de efectivos ¿segui­
remos permitiendo que nos mantenga)! aislados de los grupos que luchan den­
tro .de Estados Unidos? ...
— ¿EE.JJU. se salvará de?una salida^fa$ci|ta a-la Wsülace, que, con su plantó» del
orden y tranquilidad ha comenzado a dar respuesta a la búsqueda de un régi­
men interno de mayor dureza y control?
— ¿hasta dónde todo esté esfuerzo de respuesta al compiejo económico-militar
•que dirige ‘
EE.TJU. logrará, en un plazo más o menos breve, pesar -en la política
dé éste bala? 1
. -y * 1 MIGUEL CARDOZO
V f l lecturas

lític a d e l " b ig s t ic k " , la " d ip lo m a c ia d el d ó la r " , la


"m á sca ra id e a lis ta " w ils o n ia n a , e tc .
Claude Julien
Pero el m a y o r in te ré s d e l lib ro está en su s e g u n ­
da p a rte , d o n d e tra ta los aspectos e co n ó m ico s, m i­
L’EMFIRE AMERICAN lita re s , c u ltu ra le s , el p apel de la C IA y el g o b ie rn o
del Im p e rio .

Los tem a& e co n óm ico s están tra ta d o s co n m a yo r


Ed. Iiernard Grasset e x te n s ió n en o tro s lib ro s y sólo va le n en este caso
París / 1968 p o r la p re se n ta ció n aislada de a lg u n a s esta dística s,
pues no lle g a el a u to r a d a r una e x p lic a c ió n c o h e ­
re n te de los p ro b le m a s de la e xp a n sió n m o n o p o lis ta .
Los datos m ilita re s están b ie n se le ccio n ad o s d e n ­
tr o de un m a te ria l denso y ric o , e s p e c ia lm e n te o b ­
Una m anera s u til de h a ce r apo log ía es p re se n ta rla te n id o de las A cta s de las Sesiones de la C o m i­
bajo la fa z de una c rític a y m e jo r a ú n , de u n desa­ sión de R elaciones E xte rio re s d e l S e n a d o . E n tre
fío . Jean Jacques S e rva n -S ch re ib e r consigue des­ 1 9 4 0 y 1 9 6 8 , el p re supuesto m ilit a r pasa d el 1 . 5 %
c rib ir el Im p e rio A m e ric a n o a tra vé s de sus aspec­ al 8 . 1 % del P ro d u cto N a c io n a l B r u to . P o r d ive rso s
tos más v is ib le m e n te poderosos y , más que c u e s tio ­ tra ta d o s, los EE. U U . están u n id o s a 4 4 países,
nar al Im p e rio en n o m b re del m u n d o , agranda y y h a n asu m id o así, de a cu e rd o a e x p re s ió n d e l se­
m a g n ifica la fu e rz a del sistem a c a p ita lis ta hasta una n a d o r Eugene M e C a rth y " e l rol que e n tre las dos
d im ensión m o n o p o lís tic a . N o sin razó n , su lib ro guerras cum plían los «m ercaderes de cañones» " .
"E l desafío a m e ric a n o " o b tu v o u n e n o rm e suceso y
sus trad u ccio n e s a varias lenguas ap a re cie ron p re ­ M ás cam inos y sugerencias a bre el c a p ítu lo d e ­
cedidas de enorm e p u b lic id a d . dicado al im p e rio c u ltu ra l, do n de se de staca n las
páginas dedicadas al papel de la USIS ( U n ite d S ta ­
A los lib ros fa vo ra b le s se los ve llenos de " ¡ n - tes In fo rm a tio n S ervice) y a la im p o rta c ió n de " c e ­
s ig h t s " . A los o tro s, com o obras de ensayism o o re b ro s " .
p e rio d is m o . La fa lta de rig o r es, en uno, im a g in a ­
La h is to ria de la C IA pasa a tra vé s de tre s e p is o ­
ció n ; en otros, carencia de e s p íritu c ie n tífic o .
dios m uy b ie n p re se n ta d os: Irá n , G u a te m a la y G u ­
yana .
D ecim os esto porque es fá c il im a g in a r el tip o de
c rític a que se va a hacer sobre este o tro lib ro , de Y te rm in a fin a lm e n te con el p ro b le m a d e l g o b ie r­
este o tro pe rio d ista francés, sobre los Estados U n i­ n o . Poco a poco el Im p e rio sin fro n te ra s n e cesita
d o s. Por el m om e n to , la tá ctica ha sido el s ile n c io . p re p a rar y e n v ia r sus p ro có n su le s. ¿Cóm o e v ita r su
a d m in istra ció n ? ¿Y cóm o m a n te n e rla sin e n tra r en
Claude J u lie n fu e un v ie jo m ilita n te de la J liC fla g ra n te c o n tra d ic c ió n con las in te n c io n e s e x p líc i­
(J u v e n tu d E s tu d ia n til C a tó lic a ) francesa de hace más ta m e n te liberales?
de v e in te añ o s. Corresponsal de "L e M o n d e " en
EE. U U . , d irig e la sección in te rn a cio n a l del m ism o T e rm in a el a u to r: "Su «destino m an ifiesto» y su
p e rió d ic o . Entre sus obras an terio res, hay que des­ <«aiisión providencial» los han llevado a una situa­
ta c a r " L e nouveau nouveau m onde" (2 v o l. , 1 9 6 0 , ción que niega el «sueño am ericano», lo destruye
J u illia r d ) , extenso análisis de los EE. U U . y "L a desde el interior y lo vacía de su su stancia. Su
revolution cubaine" (1 v o l. , 1 9 6 1 , J u illia r d ) . Des­ idealismo se agota delante de las contradicciones
de el in te rio r del país p rim e ro , y desde su más p ró ­ que no habían previsto. Saben que su Im p e rio , q u i­
x im o d e sa fia n te luego, llega ahora a la gran d im e n ­ zás, aún no llegó a su apogeo, pero, que, por h a ­
sión del Im p e rio . ber pervertido el ideal americano, ya avanza hacia
su f in " .
El p u n to de p a rtid a de Claude J u lie n es la cons­
Se podría ha b er esperado m ás del e s tu d io del
ta ta c ió n de la o rig in a lid a d del nuevo Im p e rio . Has­
sistem a ca p ita lista , en sus m ecanism os in te rn o s y
ta él, los Im p e rio s te n ían lím ite s p o lític o s . EE. U U .
exte rn o s de d o m in a c ió n . T a m b ié n se p o d ría h a b e r
será el " Im p e r io sin fr o n te r a s " . Las ju stifica cio n e s
deseado una e x p lo ra ció n más a fo n d o de las c o n ­
son m u ch a s. Jo h n A d a m s escribía en 1 7 6 5 : "C o n ­
trad iccio n e s in te rn a s y sus consecuencias a n iv e l in ­
sidero siempre con más fuerza que la creación de
te rn a c io n a l. Pero el m é rito del lib ro n o se e n c u e n ­
Am érica es un designio de la Providencia, concebido
tra m erm ado p o r esos d é fic it, pues co n siste fu n d a ­
para ilum inar y liberar a la porción de la humanidad
m e n ta lm e n te en d e cir, lisa y lla n a m e n te , q u e de im ­
que se encuentra aún en estado de esclavitud".
p e ria lism o se tr a ta .
Pero ese Im p e rio " a lt r u is t a " tie n e necesidades La década del 5 0 fu e la década d e l d e s a rro llo .
m enos g ra tu ita s . Para el a u to r, básicam ente, nece­ V ivim o s hoy los tie m p o s de la fru s tra c ió n d e l ideal
sidad de m aterias p rim a s . Para m an te n e r su p ro d u c­ desarrollista y descubrim os más y más las d im e n s io ­
c ió n in d u s tria l, los EE. U U . consum en el 33 % nes com plejas de la d e p e n d e n cia . En A m é ric a L a tin a
de la b a u x ita m u n d ia l, el 4 0 % del n íq ue l, el 13 % se vienen haciendo varios e stu dios se ria m e n te o rie n ­
d e l m anganeso, el 3 6 % del crom o, el 2 5 % del tados sobre ese tem a (F e rna n d o H . C a rd o z o , Enzo
tu n g s te n o , d el a m ia n to y del cobre, el 41 % del F alleto, A n íb a l Q u ija n o , Pedro Paz, e t c . ) . H a y in ­
estaño, el 2 3 % del z in c , e tc . Y esos productos se cluso más rig o r en esos tra b a jo s . Pero fa lta b a un
e n c u e n tra n en buena p a rte en Guyana, Jam aca, lib ro panorám ico que a p u n ta ra te n d e n cia s h is tó ric a s
B ra s il, G u in e a, G hana, Indonesia, Yugoeslavia, G re­ y vie ra a la dependencia no desde n u e stra s s itu a ­
cia , C h ile , e tc . ciones de países p ro le ta rio s, sin o b ro ta n d o desde
d e n tro m ism o del " d e s tin o m a n ifie s to " del Im p e r io .
En una p rim e ra p a rte , el a u to r hace la historia
d e l Im p e rio : la p rim e ra fase de la expansión, la p o ­ LAS

3 6
q u iliz a d o ra . En ese se n tid o , C o rtá z a r a p a re ce com o
un ser in q u ie to , p re g u n tó n , c u rio s o , q u e s o la m e n te
Néstor García Canclini e n cu e n tra saciada su an sie da d en el e n c u e n tro con
ese o tro ser q u e está m ás a llá de to d a s las c a te g o ­
rías (y p o r lo ta n to , in d e fin ib le ) : "Q u ie n ha alcan ­
CORTAZAR: UNA zado una experiencia suprem a no p uede segu ir v i­
ANTROPOLOGIA POETICA viendo como cualq uier otro, se trastorna y establece
una relación nueva con las cosas" (p . 5 0 ) ( C f. t a m ­
b ié n p. 1 0 7 / 1 0 8 ) : " Y el propio C o rtá za r lleva el
asunto a sus consecuencias finales cuando se niega
K d . N o v o ji
a estar solo en la creación lite ra ria . Un au to r que
I5ucnos Aires / 1ÍJG8 busca a los lectores como "cam aradas de c a m in o "
renuncia a todo paternalism o y e ntreg a las piezas
sueltas para com partir con los otros la persecución
y el descubrim iento, está diciendo m e jo r q ue sus
Desde hace m u c h o tie m p o antes de que lle g a ra a personajes que la existencia hum ana debe hacerse
se r fa m o s o en el Río de la Plata, J u lio C o rtá za r fraternalm en te. En esta coherencia m ag nífica de to ­
era te n id o en c u e n ta p o r los observadores más a v i­ dos los elementos formales con el propósito c entral
sados de la lite ra tu ra la tin o a m e ric a n a . Sus ensayos, de la obra reside la clave de su im pacto. Si no po­
sus p rim e ro s vo lú m e n e s de n a rra tiv a , el ca rá cte r in ­ demos desoir el llamado a la aute n tic id a d es p or­
s ó lito de sus títu lo s y el c o n te n id o de sus novelas que está pronunciado auté n tic a m e n te , porque el m o ­
lla m a ro n la a te n c ió n en fo rm a cre cie n te . Fue así do a'e decirlo participa de la revolución que p ro ­
c o m o h a cia fin e s de la década del 5 0 ganó la o p i­ c la m a " ). A h o ra b ie n , dado q ue el a b s o lu to está m ás
n ió n p ú b lic a y c o m p a rte , con V a rg a s Llosa, C a rpe n - allá de toda ca te g o ríza cíó n , no pu e de ser e n te n d id o
tie r , O n e tti, C a rlo s F uentes y G arcía M á rq u e z , la com o Dios. Por o tra p a rte se p u e de v iv ir sin este
v a n g u a rd ia de los n a rra d ore s la tin o a m e rica n o s. Sin D ios (p . 1 0 3 ) . El a b so lu to q u e p ro c u ra C o rtá z a r,
e m b a rg o , co m o b ie n lo señala el a u to r de este e x ­ ése q ue lo lleva a una e x is te n c ia fr a te r n a l co n los
c e le n te e s tu d io sobre su ob ra , ésta n o es de fá c il demás, no es o tro sin o el h o m b re m is m o . U n ser
acceso. que está en proceso, p e ro q u e tie n d e a c o n c re ta rs e
g ra d u a lm e n te , a veces busca y re p e n tin a m e n te , g ra ­
cias al e s fu e rz o s o lid a rio de to d o s : "P e ro si lo h u ­
En p rim e r té rm in o , p o rq u e re q u ie re un n uevo tip o mano no es algo hocho, si está realizándose, es ló ­
de le c to r (p . 8 5 ) q u ie n debe e je rc e r co n tin u a m e n te gico que el encuentro e n tre los hom bres — requisito
el a rm a d o de rom pecabezas que le presenta el a u to r indispensable para una hum anidad plena— sea ta m ­
en sus tra b a jo s , a tra vé s de u n a tarea que se ase­ bién una labor inacabada e im p e rfe c ta ." (p . 1 0 7 ) .
m e ja m u c h o a los q u e L e vi Strauss lla m a el "b rie o -
la g e " in te le c tu a l, esto es " la elaboración con m a­
teria les hctcróclitos y residuos de acontecimientos, Resulta e v id e n te , pues, co m o esta b ú sq u e d a m e ta ­
sin un plan único y e s tric to ", sólo co m o " e l resul­ física conduce a la p re o cu p a ció n é tic a . A s í co m o
ta d o con tin g en te <fe todas las ocasiones que se le C o rtá z a r tu v o en el in ic io de su o b ra u n in te ré s
han ofrecido de renovar o de enriquecer sus exis­ p rin c ip a lm e n te e s té tic o , lo c ie rto es q u e la e v o lu ­
tencias o de conservarlas con los residuos de cons­ ció n de la m ism a m arca de m a n e ra n ítid a esa a p e r­
trucciones y de destrucciones anteriores" (p. 8 6 ) . tu ra hacia el p ró jim o , esa senda q u e p e rm ite v is ­
lu m b ra r — a m ed id a q u e nos a d e n tra m o s en e lla —
una h u m a n id a d s o lid a ria (p . 7 4 / 7 8 ) . A h o ra b ie n ,
Lo q u e im p o rta su b ra ya r es que García C a n c lin i algo q ue subraya u n a y o tra v e z G arcía C a n c lin i al
p o n e de re lie v e el h ilo c o n d u c to r de este tra b a jo respecto es q ue ta l a c titu d re q u ie re fu n d a m e n ta l­
de a rm a d o d el p u z z le que expone C o rtá z a r en su m en te una d e fin ic ió n p o r la a u te n tic id a d de q u ie n
o b ra ; en e fe c to , in d ic a que a través de e lla to d o se in te n te re co rre r esos ca m in o s. Esta a u te n tic id a d es
o rie n ta en la b ú squeda de lo h u m a n o : "Su obra con­ la que m ue stra n los personajes claves de C o rtá z a r
voca al hom bro a apoderarse plenamente de sí, asu­ cu a n do se reb e la n c o n tra lo que la m a yo ría , a d o c e n a ­
m ir sólo su libertad y darle un sentido" (p . 1 0 1 ) . d am ente, acepta (p . 1 0 1 / 1 0 2 ) . U n a a u te n tic id a d q u e ,
Es d e c ir, q u e la o rie n ta c ió n de la la b o r lite ra ria de rechazando lo q ue es n o rm a l p a ra los m u ch o s q u e
C o rtá z a r está dada p o r la búsqueda m eta física y p or se c o n fo rm a n con a lg o m en o s q u e el ser d e l h o m ­
la p re o c u p a c ió n é tic a , situ a cio ne s que d e fin e n al ser b re , se lanza a la búsq ue d a de lo a b s o lu to . A u t e n ­
h u m a n o : "Descubrim os su búsqueda metafísica cuan­ tic id a d que p o r o tra p a rte , está e je m p lific a d a e n la
do los monstruos de los primeros trabajos obligaban o b ra m ism a de C o rtá z a r, ta n s in g u la r, ta n h u m a n a .
a los personajes y a los lectores a apasionarse en
su relación con lo desconocido, cuando un músico De a h í el p o d e r de la m is m a : el in c o n fo rm is m o
perseguidor se desgarraba por atrapar lo absoluto, que la c a ra c te riz a , la c rític a al m u n d o " n o r m a l"
cuando M ed ran o afirm ó que la conquista de la popa que la sa lp ica , la re b e ld ía q u e e je rc e , n e c e s a ria ­
(en "L o s P rem io s") era un simbolo de algo más
m e n te tie n e n q u e a tra e r a quienes d e un m odo u
que la conquista de la popa, la conquista de un
o tro e x p e rim e n ta n la v iv e n c ia de lo q u e se ha lla ­
c entro desde el cual cada elemento discordante po­
m ado " la nostalgia del s e r" . Si de a lg u n a m a n e ra ,
día ser visto como un rayo do la rueda. Reveló
en este m u n d o de e s tru c tu ra s d e s h u m a n iz a n te s , t i e ­
tam b ié n su preocupación ética la denuncia de la
ne q u e c a ra c te riz a rs e esta é tic a , G a rcía C a n c lin i con
in a u te n tic id a d que recorre la obra entera, la an­
g ra n a c ie rto la lla m a " é tic a de la transgresión creado­
siedad por inven tar una conducta que sea el camino
ra” : "Es preciso, an te to d o , desplegar una curiosi­
a lo abso luto" (pá g . 1 8 ) .
dad constante por lo desconocido, especialm ente por
lo que puede d ev e la r las claves de la existencia.
A n a lic e m o s , sig u ie n d o los planteos de G arcía C a n ­ Luego, encarar la vida como una creación, sin con­
c lin i, los e le m e n to s que com ponen esta búsqueda sen tir a lo q ue en nosotros y en la sociedad fa v o ­
m e ta fís ic a . P rim o rd ia lm e n te e lla aparece com o la b ú s­ rece al conform ism o. Y com o todos p retenden que
qu e da de lo a b so lu to (p . 4 4 , 4 5 ) , superando a ta l la norm alidad es re p e tir ordenadam ente lo que siem ­
e fe c to to d o tip o de se g u rid a d , toda categoría tr a n ­ pre se ha hecho, ser auté n tic o e qu ivale a v iv ir en

37
transgresión. Lo cual no implica andar a contram a­ H ace un tie m p o (V ÍS P E R A 4 , Enero 1 9 6 8 ) , a
no por el gusto de ser rebelde ( . . . ) La mera in ­ p ro p ó s ito de la e d ic ió n en ca ste lla n o de "Se ha con­
surrección es solitaria y puede ser una excusa del v e rtid o Rom a?", tu v e ocasión de destacar en estas
aislamiento, así como la amistad sirve a veces para m ism as páginas la fir m e a te n c ió n q ue, com o buen
evadirse de uno mismo. La rebeldía, consecuencia m ie m b ro del e q u ip o de " L e M o n d e " , prestaba Fes­
de la búsqueda, desemboca en la solidaridad con los q u e t a las cosas n u e stra s. A h o ra q u e acaba de c r u ­
demás. Por eso las relaciones honestas y profundas z a r hasta aq u í veo hasta d ó n de esa a te n c ió n lle g a :
con los otros son ef tercer rasgo, la culm inación de para ju z g a r desde lo a lto q u e " l a s itu a c ió n g lo b a l"
una existencia auténtica. Podríamos llam ar a la e ti­ de A m é ric a L a tin a es " a y ! hom ogénea" y d ic ta r una
ca de la autenticidad, la ética de la transgresión irre v o c a b le sen ten cia de co n d en a , ba staro n a Fesquet
creadora" (p. 1 0 0 ) . "cin co semanas en A m érica L a tin a " o, para d e c irlo
con la n ó m in a de ciu d a de s cita d a s, c in c o semanas
£1 deslum brante e stu dio de C o rtá z a r q u e c o n tie ­ en Bogotá, M e d e llín , C u e rn a va ca , San C ris tó b a l de
ne este lib ro resulta de la a p lic a c ió n de u n m é to d o Las Casas. J u ic io su m a rísim o y p ro b a n za s ín fim a s no
que García C anclini. ha lla m a d o "an trop olo gía p o é ti­ ob stan a la ina p elab le se ve rid a d del fa llo . A m p a ra d o
c a " , p e rm itié n d o le p o n e r de re lie v e q u e en el es­ en su p re s tig io in te rn a c io n a l ta n to co m o en las d is ­
c rito r a rg e n tin o , "m ás allá de caducas distinciones p o n ib ilid a d e s de un c e n tro e d ito ria l co m o el fran cé s,
entre contenido y form a, su obra se erige como una capaz de dar fo rm a de lib r o a una m era re c o p ila ­
experiencia poética de lo h um an o" (p . 9 5 ) , sie n d o ció n de breves crón ica s escrita s día a día sobre los
tal irru p c ió n la de u n m ensaje, con sus palabras hechos m ism os, este ju e z ú n ic o y s u p re m o no e n ­
proféticas, sus p re m o n ic io n e s , sus sím bo lo s, sus lla ­ saya s iq u ie ra una re le c tu ra d e l e x p e d ie n te para ajus­
mados a la reb e ld ía c o n tra el c o n fo rm is m o . El a u to r ta r resultandos y a fin a r co n sid era n d os. T ra n s c rib ié n ­
de este v o lu m e n e stu dia estos e le m e n to s a travé s dose a sí m ism o, no poda re ite ra c io n e s n i nos a h orra
de un e s tu d io in te rd is c ip lin a rio , con e m p e ñ o to ta l previsiones que ex post fa c to ya suenan a s u p e rflu a s.
de su persona y e n o rm e e fe c to . T o d o e llo le ha
p e rm itid o c o n c re ta r el m e jo r tra b a jo q u e ha sido T estigos, te stim o n io s, te x to s , q u e d a n d is to rs io n a ­
escrito hasta el m o m e n to sobre la obra de C o rtá za r. dos por omisiones claves (p o r ejem p lo, la de Pas­
to ra l de E lites y su c rític a a los d e s a rro llis ta s , o la
J U L IO DE S A N T A A N A de " E l co m p le jo de L ayo ", el lib ro q u e el D r. H e r ­
nán V e rg a ra D elgado e d ita ra en la p ro p ia B ogotá y
que ta n to podría h a b e rle a b ie rto los o jo s sobre la
cuestión d e m o g rá fic a ), p o r e lo g io s in fu n d a d o s (al
D o cu m e n to Básico P re lim in a r — " t a n e q u ilib r a d o " — ,
sin a d v e rtir siq u ie ra que fu e a m p lia m e n te su p e ra d o
.p o r las co nclusiones de la Segunda C o n fe re n c ia G e­
Henri Fesquet neral del C E L A M ) , p o r c o n tra d ic c io n e s (así, p o r
e je m p lo , luego de de staca r co m o lo e sencial en las
palabras de Pablo V I su é n fa sis en " e l derecho de
UNE ÉGLISE EN ÉTAT los pobres a la justicia social", pasa a o b je ta rle "su
DE PECHÉ MORTEL excesiva confianza en la capacidad de conversión de
les hom bres" al "h a c e r un llam ado a la m era buena
voluntad para cam biar las estructuras", esto es, un
Ecl. B ern ard G rasset pa tern a lism o en pugna con a q u e lla r e iv in d ic a c ió n ) .
P a rís / 19G 8 Bien m arcada está, eso sí, la c o n tra p o s ic ió n e n tre
la ne g ativa a la vio le n c ia que Pablo V I a firm a ra en
Bogotá con la fam osa e xce p ció n q ue él m is m o a d ­
m itie ra en P o p u lo ru m Progressio, así co m o las d i ­
ferencias que respecto de a q u e lla n e g a tiv a m a n ife s ­
"Estaba adorm ecido y no lo sabía", escribe H e n ri taría días después la c o n fe re n c ia de M e d e llín . En
Fesquet en un to n o co n fe sio n a l in s ó lito en él. " C in ­ cam bio, no hay ín d ice a lg u n o que in d iq u e la n o ­
co semanas en Am érica Latina, país católico por vedad M e d e llín d e n tro de la p ro p ia tra y e c to ria del
excelencia (¡o h , ironía de las p alab ras!), contri­ C E L A M , n i las resonancias p o lític a s de su e x ig e n c ia
buyeron a abrirnos los ojo9. Las declaraciones de de "lib eració n ".
Pablo V i en Bogotá, la Conferencia Episcopal de A no e x tra ñ a rn o s : F esquet su stra e al c a to lic is m o
M ed ellín y más aún et increíble estado medioeval de su c irc u n s ta n c ia se cu la r, ig n o ra o lím p ic a m e n te las
de una Iglesia en plena descomposición obligan a crecientes te nsiones e n tre p o d e r c iv il y je ra rq u ía
cierto pesimismo, por lo menos en lo inmediato. eclesiástica (sólo M é x ic o y C uba son, se g ú n é l, e x ­
La Iglesia institucional está a punto de morir en cepciones al hecho de q ue " la Iglesia en A m éric a
A m érica Latina y sus sepultureros alardean de un
Latina está demasiado ligada a los poderes p ú b li­
optim ism o desconcertante. ¿Acaso no es necesario
c o s " ), sobreestim a la re sp o n sa b ilid a d de la Ig le sia
ser un inconsciente para a firm ar que la Conferen­
en la o m isió n de los grandes ca m b io s so cia le s a p a r ­
cia de M ed e llín es "u n nuevo Pentecostés"? ¿No
tir , cu rio sa m e n te , de v is ib le s v e s tig io s de una a ñ e ja
es indecente hacer alarde del buen trabajo que pudo
concepción de " c o n tin e n te c a tó lic o " , q u e d is to rs io ­
hacerse a llí cuando se conocen los obstáculos in te ­
nan toda su p e rs p e c tiv a : "A m é ric a L a tin a , país ca­
riores que no se podrán superar?". El fam oso es­
tólico por excelencia (o h ! ironía de las p a la b ra s )" ,
p e c ia lis ta en in fo rm a c io n e s religiosas no vacila en
A m é rica L a tin a , "sociedad de b au tiza d o s ". Desde
s e n te n c ia r: "E vid e n te m e n te , la Iglesia de América
que estas c in c o semanas m u e s tra n a u n F esq u e t ta n
Latina puso al Evangelio bajo el celem ín. Objetiva­
ajeno a nuestras p e cu lia rid a d e s, ta n m a rg in a d o de
m en te ella está en estado de pecado mortal. Pecado
c u a lq u ie r in te n to de an á lisis p o lític o sin el cu a l M e ­
de omisión la mayoría de las veces, pero pecado
d e llín no puede ser e v a lu a d o , es de desear q u e para
positivo tam b ié n . La Iglesia de Am érica Latina es,
la 'p ró x im a re u n ió n d e l C E L A M , " L e M o n d e " p re ­
sociológicam ente hablando, sorda y ciega delante de
fie ra e n via rn o s a un J u lie n o u n N ie d e rg a n g a n tes
la inm ensa piedad de los cuerpos y de las almas y que a este lú c id o de sa cristía .
resu lta cóm plice del cinismo de ios poderes esta­
blecid os". H E C TO R B O R R A T

38
modernización / humanización
de la teoría a la ideología
anfonio pérez garcía

El tema de la modernización ocupa un lugar Si bien transitarem os preferentem ente por el


central en las preocupaciones de quienes obser­ terreno de las ciencias sociales (hasta por de­
van la realidad social, sea que lo hagan con formación profesional), no está de m ás advertir
enfoque científico o no. En efecto, no sólo ofre­ al lector que el estilo periodístico nos impone
ce m ateria para la elaboración de teorías de prescindir de desarrollos excesivamente técnicos
nivel científico o filosófico, sino que se ofrece tanto como del aparato crítico que en ám bito
bajo forma ideológica como remedio para los académico serían exigibles. Y que nuestro com­
males de una parte de las sociedades hum anas promiso político con el tema no será eludido,
(las llamadas subdesarrolladas) o como meta como tal vez se exigiría de ese extraño espé­
siempre abierta para la evolución de las que se cimen que se quiere sea el científico.
consideran a sí mismas cabeza del progreso hu­
mano (las simétricamente denominadas desa­
rrolladas). Basta lo dicho para barrun tar in
limine que el tema ofrece un interés estricta­ TEORIA DE LA MODERNIZACION
mente político, no solamente especulativo, sino
eminentemente práctico. Y que su relación con El término “m odernización” refiere a dos p ro ­
el de la humanización, abordado en el Inter- cesos reales que no por recíprocam ente im pli­
American Forum celebrado en enero de este cados dejan de ser distinguibles. El prim ero de
año en la Universidad de Columbia y en el esos procesos es el que conduce a una sociedad
presente Inform e de VISPERA dista de ser una de una estructura de tipo tradicional a una de
m ajadería intelectual. Es m ás: este abordaje del tipo m oderno (extremos que serán luego defi­
tema nos instala en el corazón de uno de los nidos). El segundo se da en el seno de una
problemas más acuciantes que plantea al hombre sociedad ya de tipo m oderno, consiste en lo
la sociedad en que vive: el de la relación entre que ha sido dado en llam ar “ institucionaliza-
ideología y teoría, entre construcción interesada ción del cam bio” y constituye precisam ente un
y reproducción conceptual objetiva de la reali­ rasgo definitorio del tipo en cuestión. Veremos
dad social y, a nivel psicológico, entre racio­ que caben todavía distinciones ulteriores, pero
nalización y racionalidad. para llegar a fundarlas será necesario exam inar
primero cada uno de los procesos enunciados.
Las consideraciones precedentes justifican el
tratam iento del tema que intentaremos a lo largo
La transición originaria
del artículo. Luego de la presentación de una
teoría de la modernización se acometerá el pro­ El estudio de la m odernización como tran si­
blem a de sus usos ideológicos y, por debajo de ción originaria reposa sobre la construcción de
ellos, de los motivos para semejante utilización, una tipología dicotómica de sociedades totales.
p ara concluir con la consideración de la mo­ Semejantes dicotomías tienen larga vida en las
dernización como tarea, especialmente en lo que ciencias sociales: así, la clásica distinción de los
respecta a nuestra P atria Grande en ciernes, re­ etnólogos (Lévy-Bruhl, F razer) entre pueblos
gión subdesarrollada a justo título. primitivos (de m entalidad “prelógica” ) y civi-

40
lizados; la de Tonnies entre Gemeinschaft (co­ Toda la sociedad se construye alrededor de la
m unidad) y Gesellschaft (sociedad); la de economía y de su carácter relativamente estático.
Durkheim entre solidaridad mecánica y solida­ La. tecnología se mantiene estable por largos
ridad orgánica; la de Cooley entre relaciones períodos, y las modificaciones a veces espectacu­
prim arias y secundarias; la de Weber entre sis­ lares que se introducen son ocasión de extensos
temas de relaciones comunales y asociativas, etc. conflictos que con frecuencia conducen a la
dominación de las sociedades más avanzadas so­
Cada una de estas tipologías, y otras todavía, bre las más arcaicas: el cambio carece de con­
ha contribuido a la que nos interesa, en grado tinuidad autopropulsada. La población como la
que sería prolijo examinar aquí. En todos los economía, se mantiene en régimen de natura­
casos se plantea la duda acerca de si se trata leza: la mortalidad elevada compensa la no me­
de categorías exhaustivas y excluyentes o de nos elevada natalidad, configurando una esta­
los extremos polares de un continuo sobre el bilidad que se transformará en explosión demo­
cual pueden situarse toda clase de situaciones gráfica tan pronto se introduzcan técnicas higié­
intermedias. La duda es mayor para el caso de nicas que disminuyan la mortalidad. La dife­
la dicotomía entre sociedades tradicionales y so­ renciación social es comparativamente incipiente
ciedades modernas, desde qúe refiere á un nú­ y francamente estática. Predominan los grupos
mero relativamente alto de dimensiones del sis­ primarios multifuncionales, y entre ellos tiene
tema social. Veremos después que esta duda no importancia fundamental el sistema parental. El
obedece a un exceso de escrúpulo metodológico, aparato político puede llegar a poseer una ex­
ni mucho menos. tremada complejidad —en los grandes imperios,
por ejemplo— sin perjuicio de la particulari­
dad persistente de las relaciones, aun en esta
esfera, que llega a la privacidad jurídica en el
1. El carácter dominante dé una sociedad tra­ caso límite del sistema feudal.
dicional es su tendencia estructural a la es­
tabilidad. Particularmente, los mecanismos de La visión del mundo traduce a su nivel el
transm isión y mantenimiento de la cultura están carácter natural de la sociedad toda. El mundo
orientados a la permanencia estable de un mo­ aparece en cada momento como terminado y
delo societario arquetípico. Esto no significa, sin estático, y los mismos cambios se legitiman fre­
embargo, la exclusión absoluta del cambio so­ cuentemente como retornos a un estado prístino
cial, ni siquiera del cambio estructural. De he­ de naturaleza, accidentalmente perdido. Aun
cho las sociedades tradicionales se encuentran cuando la sociedad se proyecta hacia un telas
sometidas a cambios de toda escala, a nivel de futuro es al precio de religarlo con un arjé que
cada uno de los subsistemas sociales. Pero la se rehará en el porvenir. Un clima religioso na­
organización social misma no está configurada tural invade todas las esferas de la vida social:
para el cambio: éste sobreviene sin llegar a lo sagrado empapa de numinosidad la entera
constituir un proceso acumulativo en período extensión de lo profano y el mysterium tremens
largo, como se advertirá en cambio en las socie­ acecha la cotidianeidad del hombre común a
dades modernas. - cada pasó.-Los sistemas legitimadores recurren
continuamente a esta visión religiosa de la vida
Las raíces de este tipo de sociedades pueden
entera.
ser rastreadas a nivel de su economía. La re­
lación del hombre y la naturaleza no sobrepasa Predomina el tipo prescriptivo de acción so­
el umbral de la mera subsistencia; en todo caso, cial, recurriendo a la doble vertiente (fines no
cuando el modo de producción lo permite, él empíricos, comportamientos ritualizados) de la
excedente producido no se reinvierte para per­ acción no racional. La ambigüedad m oral queda
m itir una expansión del mecanismo productivo, limitada: la transgresión de la norm a se observa
de tal manera que la economía en su conjunto nítidamente en la m aterialidad del comporta­
no resulta orientada al desarrollo. Sin per­ miento manifiesto. El-tipo de personalidad mo­
juicio de enriquecimientos parciales, el conjunto ral es el que Riesman ha llamado “tradicional­
de la sociedad no se despega de una relación mente dirigido” : construido sobre normas tem­
“natural” con el mundo material. Guando se es­ pranamente internalizadas y sostenido en todos
tablece un modo de producción que, al abrigo los momentos de la vida por un entorno socio-
de circunstancias favorables, es cap&z de capi- cultural cercano e inequívoco. La personalidad
talizár el excedente, se dan las condiciones para desviante puede ser sometida a castigo, aisla­
el salto de lá sociedad tradicional más allá de miento, eliminación; existen sin embargo roles
sus propios límites, y para el comienzo del pro­ en .los cuales tiene un lugar aceptado: el he­
ceso de desarrolló, la faz económica y el motor chicero, el erem ita, el monje, han sido citados
de la modernización. Tales condiciones se dan como ejemplos de este mecanismo de control,
precisamente en la sociedad feudal europea, que desvía una posible fuente de conflicto y
tram polín para la modernización.: Já -pone al servicio del sistema establecido.

41
i\ Él ^ónóontíientcf1socialícente organizado re- sicas del niiévo comercio, echa las bases de la
pos^-sóbré lá'áirtórídád de los-antiguos,"a quie- Europa occidental todavía sobreviviente y hasta
isésse recurre como Verificadores últimos; esto funda las rutas marítimas y el arte náutica que
¡rió'-éxcjüye, por'cierto, una--gran sutileza en--la tanta importancia adquirirán en el futuro. En
relabdfáción del p'enáámiénEo teóricó; Las -apli­ ‘Itá liá 'y 'é n el Mar del Norte se establecen los
caciones del^eónocimiéntó-están restringidas por émpórios comerciales dónde nacen el capitalis­
lascaracterísticaspreviamente anotadas; éiiiodo mo, mercantil y, tras sus exigencias, el finan­
casorjiinto al saber teórico crecé un cuerpo de ciero; la vida urbana se reconstruye sobre nue­
saber experienciál que dará materia para la vas. bases, -que implican la liquidación de la
ciencia que nacerá en él futuro, cuando el ré­ esclavitud y de su forma atenuada, la servi­
gimen mítico-mágico sea sustituido pór un sis­ dum bre feudal, para dar paso a los “hombres
tema autocórrectivoapoyádo sobre verificado- lib.rés” .que serán más adelante burgueses y pro­
res.empíricos. . ; • letarios, los polos del sistema clasista moderno.
„La orientación fundamental de la actividad eco-
.nómica cambia radicalmente: de la tendencia al
atesoramiento ..del excedente se pasa, en el seno
•2 ;* La transición originaria —modernización en de los nuevos circuitos comerciales, a su con­
': lar primera acepción que hemos distingui­ versión en, capital, motor de un desarrollo con­
d o ^ se originóven una sociedad tradicional ya tinuo: La .propia . expansión, mercantil exige
de suyo transicional: la Europa occidental dei desarrollos del sistema productivo que serán
..medioevo,- La costum bre de* considerar' ‘‘Edad facilitados por la concomitante transformación
Oscura” a todo lo ‘que va; desde las invasiones de la tecnología, apoyada cada vez más por, la
bárbaras, basta dos albores: ¡del Renacimiento nos vigorosa ciencia moderna. Las nuevas relacio-
;ha hecho con frecuencia m e teren un .soló, y
confuso canasto fododo que. hay de diverso, de •ttés -de producción; realizadas en planitud en la
.complejo y, sobre todo,rde fermental a lo largo -producción ‘.-industrial - capitalista, -implican la
de úh buen milenio. Si por im lado es legítimo s separación - plena entre los medios de produc-
‘Considerar elrrégiinen feudal como* últímá etápa íción .y:los:.productores‘efectivos -enajenados asi­
de la descomposición del imperio Romano, és mismo del producto. Se consolidan, opuestos y
'd ifícil no ver icómo desde esá misma tierra brota necesarios' la una para .el: otro, burguesía .y
la, sociedad moderna, cuyos legitimadores han proletariado: los propietarios de los medios de
parecido crecer nacida del vacío ó de un salto - producción y racionalizadores del proceso al
‘á través del' tiempo háéta un tiempo clasico servicio de su meta de lucro:y los hombres ju rí­
idealizado por la distanpia. dicamente libres y enajenados de todo bien que
«'no séa su fuerza de trabajo, vuelta mercancía
... Es cierto* sin. duda,, que el. comercio medite­ r én él mercado. Lós saltos hacia adelante de la
rráneo sufrió un apagamiento progresivo; que "producción dejan de responder a necesidades na­
- la moneda'-se envileció a jó largo de .los abúli­ turales, y- más bien empujan constantemente la
cos tiempos merovingios y no 'pudo ser restau­ aparición de necesidades artificiales sobre' las
rada- sólidamente, ni siquiera por los más acti- que se apoya la expansión continua del sistema.
•vós carolingios ¡ que;la ciudad se despolitizó en
E lm edionatural es revestido por una red con­
la medida misma en que las relaciones de poder
tinuamente densificada de productos culturales:
se privatizaban en el homenaje feudal,, formal­
el medio se humaniza, sin que la palabra lleve
mente, contractual, y que los mercados urbanos
. carga alguna de valor sino la mera constatación
se diluyeron, contribuyendo con su caída al ce­ ' de ■la artificialización dpi entorno por el hombre
rramiento de una economía predominantemente
. (fuente, sin duda, de nuevas y más sutiles for-
agraria sobre sí misma. El hundimiento del
Imperio es im hecho incontestable, pero su re* . mas de servidumbre: pero esto es harina de
sulado no es simplemente un abjsmo' en cuya :-otró costal). La crisis deja de ser producida por
- circunstancias naturales desfavorables, y se liga
.otra orilla renacerá la historia. Al contrario,
se han creado', condiciones cuyo despliegue lie* a lá superproducción posible en un sistema com­
i
petitivo de-mercado abierto, El hambre no de­
vara; á través, de una continuidad en cuyo seno
es ingenuo establecer los cortes de eras a que spende y a d é la naturaleza, sino de la ‘organiza­
nos acostumbra' la historia escolar. ción. social-- El estrecho lazo entre hombre y
.;naturáleza qqe. se, mantenía en todos los modos
. Una dóble 'expansión dé pueblos ájenos al de producción tradicionales se rarifica a través
• contexto de la Cristiandad corta en dos el te­ de mediaciones que escapan a la. comprensión
rritorio del imperio y, al mismo tiempo, in­ . del hombre común atrapado pór ellas, y todo el
corpora a la escena las brumosas tierras de proceso se recubre de uñ velo fetichista. La
allende el Rin: mientras el avance mahometano sacralidad de la naturaleza se desplaza, con fre­
rompe la unidad mediterránea, el descenso de cuencia bajo pretexto de naturalidad del sistema
los aventureros vikingos construye' las rutas bá­ económico que el hombre há creado, hacia el

42
dinero, símbolo universal de-valóf confundido óbjetiycsj decidirán, sobre; la: utilidad dé 'la. con­
con el valor mismo. La dinamicid&dde la eco­ ducta elegida ^respecto al fin ultim ó, y servirán
nomía se expresa en la configuración de todo el incluso para diferenciar a un self made:man
sistema social: éste institucionaliza el cambio y de un hombre de negocios.deshonesto. Los con­
los sistemas legitimadores se apoyan en lá reali­ troles e indicadores de orientación comunitarios
zación siempre inacabada de un porvenir, abier­ desaparecen: los desviantes pueden ser hombres
to. El cambio es acumulativo y. autócorrectiyo, de éxito mañana? y la competencia dirá si real-
como el propio sistema científico nuevo. ... .méiife Valen;' al tiempo ‘ que castigará a los
in^eplós. Esto es posible én la medida en que los
La población ingresa a la etapa cultural, pti- vglorés finales sean realmente cómpartidos, y
‘mero con la restricción - de -la mortalidad qué la.'burguesa construye desde él poder legiti*
implica una explosión demográfica proveedora mácionés idéológicas que: procura, imponer a
dél; ejército industrial de-reserva qué teoriza- .toda, la- sociedad. Pero en la misma medida én
ron los carlistas ingleses antes qué Marx. Lttégo qúe Se. le opone objetivamente la condición pro-
se restringirá también la- natalidad, coménzándó jctária; dé la’toma de conciencia de esa condi­
por • los países: más desarrollados,, como resul­ ción .va jiáciéñdo una .visión del mundo, un sis-
tad o de una transformación radical del sistema térpa.de ..valores, contradictores de. lo.s. Lurgue-
de valores,' configurando la llámadk resolución 5ses:...la lucha de olases,, primero económica, se
demográfica occidental, éon su* secuela de erive- politiza y se. desarrolla én uña lucha de ideolo-
jécímiento dé la pirámide p ’oblacional. Adquie­ gías. Á todq .níyel la. nueva sociedad, es. radical-
re n -importancia' suma.los^grumos secundarios y mente coijfficriva,...;. ,, ..2 . . .. v . ..
la s órgánizáciohes^ de.vastáeScálá; .la díferen-
ciációú social crece sin~ce¿ar,'' ■y ías relaciones
!se hacen cada vez 'más ühiversáíistas La: esfera
de; refacióneá públicás .se^éstableée Como fuüda- :3v i El término del proceso, ésta dado, ,para los
m éntaíy crea la ruptura denunciada por Marx . . -'^países que’se colocan a la cabeza del desa-
entre las dimensiones públicas y jpriváaós dé la -íróIlb,-'Ctín el: ¿acimienta del. capitalismo indus-
T jlal: que -desde-Inglaterra irrad ia al resto de
sociedad y dé cada.hom bre. * *' . ’'... ./ '**
ÉuTOpáenei .siglo:XIX. Pero en rigor jno puede
La visión, del mundo se transforma" en conse­ •hablarse de TmtérraÍ3K>> salvo' que se lé entienda
cuencia. El mundo' es ahora, liña taréa abierta •dóiñó inicial. nEn efecto, la característica cen-
para el hombre, donde los marcos de.con viven­ -tral delá-sociedád moderna es la instituciona-
cia se rehacen continuamente La propia natu­ Kzación para el cambie (G erinani), reflejada
raleza —¡cósmica y humana—: es concebida di­ tánto: eri lá llamada movilización social (cons-
námicamente, como un término futuro -mas que •tanté rúptrira de marcos de referencia sociales
cómo un dato adquirido ya. El propio término qué pone á los individuos en disponibilidad para
-ser" resócializádos eñ huevas direcciones, según
final del proceso queda indefinido en la .ima­
gen de un progreso son límites. Lo sagrado pier­ ‘Karl Deutsch) como en la diferenciación cré-
<cieñté siii cesar dé todas las estructuras socia­
de su carácter de separado y.hasta:cierto punto
-se seculariza: no desaparece éLsentimiento:re­ les. La sociedad moderna, una vez en marcha,
es definible por su dinamicidad: aquí aparece
ligioso, pero entra en crisis lá religiosidad na­
él secundo sentido del término modernización,
tural clásica. En su tugar, nace una difusa* reli­
*á cuyo ^análisis nos dedicáremos inmediatamente.
giosidad áñtropocéntrica, tan -allanadora —po*
tencialm entealm enos— como la tradicional. -
Lá modernización continúa
• Predomina el tipo electivo de acción .social, y su contradicción
con una tendencia a la .racipnalidad que. supone
definición, de fines empíricos-y apertura a al­ El hecho de que la transición se haya dado
ternativas: cada vez-más abiertas .de conducta. en un lugar determinado dél mundo y la manera
La creatividad es estimulada* pero el prendo o corpó ocurrió tienen una im portancia funda­
el Castigo se ¡libran., al éxito ..incierto -de las mental. Por uñ . lado, el haber partido antes
conductas 'más qué* a- la. conformidad con nor­ significó p ara Europa occidental -una ventaja,
mas preestablecidas. . • ^que sería heredada por los Estados Unidos cuan­
do las guerras desplazaran el centro dél sis-
La personalidad modal corresponde al tipo tema, económico anglonorteamericano hacia el
“internamente dirigido** de Riesman: temprana Oésté ¿ través del Atlántico. P or otro,.-esa ven­
internalización de valores y orientaciones muy taja no. fué simplemente la que se puede óbte-
generales y firmes, acompañada de libertad de ;.ner’ en. una .carrera,, sino .más bien la que jae
decisión respectó á lasconductas Concretas. La da en tiña competencia de lucha.o boiceo: ir ade­
orientación hacia el éxito —dé suyo no em­ lante: equivale a establecer dominio sobre el ri-
pírica— *deja-todos los" caminos abiertos para ■ val, impidiéndole hacer su propio .juego. La geo-
'la elección deínetás Óetcáñas^-él éxito o fracaso -rnétría dé la modernización ño pareen nn haz

43
de paralelas de distinta longitud, sino un circulo quedará al margen del proceso iniciado: la in­
con un centro dominante y una periferia do- dustrialización y sus secuelas aparece como un
minadá. camino inevitable para todos.
La economia moderna tiende, efectivamente, En el interior del sistema imperial cuyo cen­
a una expansión sin limites. La conquista de tro está en Inglaterra primero y luego en los
fronteras es una de las formas de esa expan­ Estados Unidos se observa una doble dualidad
sión: fronteras científicas, tecnológicas, organi­ estructural. Por un lado, a nivel planetario, las
zativas, sí, pero también fronteras económicas relaciones de poder se polarizan entre los cen­
y políticas. La máquina de producir de una tros y la periferia. Tras la sujeción económica
economía en desarrollo tiene hambre inagotable llegan las presiones políticas, con frecuencia me­
de materias primas y expele sin cesar productos diadas por grupos de poder autóctonos allí don­
acabados. La división del trabajo a escala in­ de las formalidades de una independencia a me­
ternacional se impone entonces: habrá países dias son mantenidas. Con todo, las camarillas
de avanzada industrialización en interdependen­ cipayas no bastan algunas veces y son necesa­
cia con los productores de materias primas y rios los desembarcos, las misiones de ayuda mi­
con los mercados que expandan los límites ad­ litar ,las CIA, los boinas verdes, los Vietnamés.
quisitivos de los propios. El término interde­ El problema no es solamente económico o polí­
pendencia requiere matización: es evidente que tico, sin embargo: los .países centro no sólo
los países industrializados dependen de los pro­ producen exquisitos objetos materiales, sino
ductores de materia prima, pero es una depen­ crean ciencia, tecnología, cultura de masas, y los
dencia muy pintoresca: dominadores de los esparcen a los cuatro vientos a través de efi­
mercados y de los transportes, los centros pro­ caces medios de comunicación. De este modo
ductores imponen precios al comprar y retoman se produce un impacto de la modernización
parte de lo pagado, por los servicios de flete central sobre las muy diversas estructuras tra­
prestados; al retomo, el producto terminado dicionales de la periferia. Las sociedades tra­
lleva valor agregado por trabajo y costos tec­ dicionales, en sentido pleno, se extinguen frente
nológicos, e incluso por los fletes que dan algo al impacto: nacen cada día nuevas expectativas
más de beneficio a los centros. Los términos de que presionan en la dirección del cambio per­
la interdependencia son persistentemente desfa­ manente y permanentemente acelerado. Pero las
vorables a la periferia, en los hechos dependien­ condiciones para una real modernización auto­
tes de los centros. No es éste el único meca­ propulsada están impedidas por el sistema eco­
nismo de dominación: ya analizaremos, poco nómico y político im perial: la dualidad inter­
más adelante, algunos otros. Lo que nos inte­ nacional encuentra entonces su réplica en el
resa mostrar aquí es que las condiciones de po­ interior de cada una de las sociedades naciona­
sibilidad del desarrollo económico de los países les* subdesarrolladas, con modalidades diversas
altamente desarrollados están dadas por la exis­ que reflejan las diferencias preexistentes entre
tencia de una periferia subdesarrollada. En la ellas.
medida en que la modernización continuada es El problema que enfrenta el imperio es pe­
el resultado de ese desarrollo, está sostenida por
liagudo. Por un lado, su propia expansión, espe­
la imposibilidad, para los buenos dos tercios de
cialmente en la diménsión cultural, crea “expec­
la humanidad, de resolver no ya sus problemas
tativas crecientes” que buscan satisfacción por
modernos, sino los más antiguos, los más “tradi­
.cualquier medio. Por otro, su satisfacción no
cionales” : los que hacen a la mera superviven­
puede ser hecha en el marco del sistema impe­
cia. Aquí se va haciendo necesaria una nueva
rial. La cuestión es como lograr una moderni­
distinción, que habíamos previsto casi el co­ zación secundaria y subordinada de las áreas
mienzo del artículo. periféricas sin comprometer la modernización
Hay por un lado un proceso continuo de primaría y autopropulsada y el status de poder
modernización, en los países altamente industria- •dél centro. En la medida en que la conducta de
Iizados, «pie arranca de la modernización tran- individuos y sociedades se rige no tanto por el
sicional eur-opéa. La expansión del sistema re­ mundo real cuanto por el mundo percibido, el
cién nacido bajo el liderato de Inglaterra favo­ problema tiene una dimensión ideológica. A su
recerá a largo plazo a los Estados Unidos, que servicio, la teoría de la modernización se con­
comenzarán por ser una extensión territorial­ vierte en ideología, cuyos términos hemos de
mente transplantada del mismo sistema inglés. examinar á continuación.
En cambio, sujetará' a las condiciones de un
sistema colonial o semicolonial a buena parte
del resto del mundo. La revolución soviética del IDEOLOGIA DE LA MODERNIZACION
17 y la más reciente revolución china crearán
lagunas en el sistema de dominación..a escala ; No es de extrañar que la tarea que empren­
mundial, pero ninguno de los nuevos centros demos suscita reacciones indignadas de algunos

:44
puristas de las ciencias sociales, que pretenden en el dinero, símbolo universal de valor que,
con N athan Glazer que “Ideología es, incuestio­ como anotamos ya, se vuelve —aparan oí«Impn.
nablemente uno de esos términos que, de igual —* valor en sí mismo independientemente de
manera que alienación, deberían ser abandona- su referido real. Esto es, precisamente, lo que
dos en discusiones serias”. Ya hace tiempo que Marx ha llamado el fetichismo del dinero.
Daniel Bell y sus émulos ideologizán a propó­
sito de una pretendida muerte de la ideología. Ahora bien: la sociedad capitalista es una
Sin embargo, pocas veces como hoy la palabra sociedad radicalmente conflictiva, desde que
ha estado en el tapete de las discusiones más crea incesantemente clases sociales que se opo­
serias, como lo ponen de manifiesto, entre otros, nen inevitablemente en el proceso de produc­
los trabajos del marxismo estructuralista fran­ ción. Sobre esta base real se construyen los
cés. Una somera presentación del término pa­ sistemas justificadores. La imagen de la socie­
rece necesaria, en la medida en que su uso es dad ideal (para el burgués) que trae consigo la
hoy por hoy confuso. burguesía ascendente no se compadece con la
réalidád conflictiva y no-humana que la misma
Si bien es cierto que la palabra ideología burguesía construye. Toda la visión .del mundo
puede ser leida en diversos sentidos a lo largo burguesa, símbolo de una sociedad que real­
y a lo ancho de la obra de los fundadores Marx mente nó existe, es tomada por mundo real,
y Engels, no es menos cierto que puede encon­ lo sustituye, y aliena al hombre reificando su
trarse un sentido central que, con sabor peyo­ visión de las relaciones sociales. Lo que obedece
rativo, ,llama ideología a una forma de pensa­ a razones históricas concretas pasa á ser justi­
miento alienado. Podemos reproducir rápida­ ficado como dependiente de la naturaleza; lo
mente las líneas fundamentales de este modo contingente se vuelve necesario.
de usar la palabra. Frente al hecho de la ideología se abre una
Entre individuo y sociedad se da una ines- tarea liberadora de doble vertiente: por un la­
cindible relación dialéctica. La sociedad no es do es necesario denunciar la ilusión y desen­
otra cosa que la tram a de las conductas con­ trañar sus raíces; por otra, es necesario cons­
cretas de hombres de carne y hueso, en tanto tru ir una teoría que reemplace los marcos de
que esas conductas tienen en cuenta la pre­ referencia alienantes por un encuentro objetivo
sencia de otros y Suscitan, a su ves, respuestas y práctico con el mundo real. A proponer pers­
que las tienen en cuenta. Esa trama real se pectivas en esta línea, a propósito de la ideolo­
modela primordialmente sobre las relaciones en­ gía de la modernización, se dedica el resto del
tre el hombre y la naturaleza, mediadas por el presente artículo.
trabajo, y adquiere consistencia objetiva para di
individuo en la medida en que éste es sociali­ Primera época: la ideología del progreso
zado (por utilizar un tecnologismo reciente pro­
veniente de tiendas no marxistas) dentro de La independencia latinoamericana lograda en
un sistema que le preexiste. Esa objetividad de el siglo XIX no fue solamente una gesta he­
la social se da sin perjuicio del hecho radical roica parcialmente frustrada: fue también un
de que lo social es construido continuamente momento crucial en la guerra ideológica en­
por la conducta concreta del hombre individual vuelta en la expansión del imperio a la sazón
real: la oposición entre individuo y sociedad no liderado por Inglaterra. Es bien conocido el pa­
es exclusiva sino dialéctica. Sin embargo, la pel fundamental que jugó la diplomacia b ritá­
aprehensión de lo social se da por la mediación nica, en la. independencia y en la posterior or­
de un sistema simbólico, la Cultura en su sen­ ganización social de las nuevas naciones. Nos
tido propio. Y el símbolo, que abre el camino . interesa destacar aquí, en sus rasgos esenciales,
de la toma de conciencia y por ahí de la hu­ .la ideología que la subtiende.
manización creciente del hombre, trae consigo
un riesgo: el de que la mediación sé oscurézca La dicotomía preferida se construye entre
y el sentido se agote en el objeto significante civilización (modelos: Inglaterra, los pujantes
sin llegar al objeto significado. Puede así el Estados Unidos) y barbarie (nosotros, por su­
hom bre vivir en un mundo fantasmal* mediador puesto). La modernización será el sésamo ábre­
del mundo real que se ha vuelto opaco y no te 'd e un progreso indefinido, en cuyo curso
cumple ya su función, sino qué actúa en reali­ las inmensas riquezas potenciales de América
dad como velo. He aquí 4a fuente primera de Latina le perm itirán alguna vez ponerse a la
alienación'. Lo social abstracto y. objetivo* me­ cabeza. En efecto, el modelo se sostiene sobre la
diador de lo social cóncr^p,rhimiano,'inter8üb- idea de un paralelism o de desarrollos indepen-
•jetivó, se reifica, rse vuelve cosa para la con­ ¿ dientes, tanto como sobre nn<| idea infinita-
ciencia dél hom bre Esta interposición del Sím- •optim ista de una historia *sin ^dramas»
bolo entre el spjeto^y el sigñificado^ se da de •s®*^pie abierta hacia el porvenir ilim itado.
manera privilegiada, eri 'ía sóciédad capitalista,
:modernización-Se articula sobre algunos

45
ejes -intenrelacionados:: centralización y organi­ rico. Entretanto la tecnología ha dado saltos gi-
zación política; .apertura de puertas para la . gantescos que frisan ya en la edad cibernética.
tierra, mediante comunicaciones modernas que •Los sucesivos avances de la modernización me-
vuelquen en los puertos, de exportación la in­ . tropolitana requieren inversiones —financieras
gente producción- agraria; tecnüicación de la y humanas—7 cada día más inimaginables. La
producción de bienes primarios; instrucción pú­ sociedad opulenta corre tras metas de consumo
blica en orden- a- traer dé golpe a la actualidad „ renovadas sin cesar. Entretanto, los suburbios
a las poblaciones retrasadas; sustitución demo­ r del sistema imperial se conmueven: participan
gráfica allí dónde la ineptitud secular de los de las aspiraciones que elabora el centro, pero
nativos parezca-invencible; urbanización; estí­ siguen enfrentadas a los problemas más anti-
mulo al nacimiento de lás clasés medias. . cuados que darse pueda: comer, vivir, por lo
. -menos no morir. Nuevas visiones del mundo
El proyecto imperial recluta cipáyos entre vienen en su auxilio para ofrecerle un marco
lo, más selecto de la intelectualidad, fascinada de referencia contradictorio con el im perial: la
por: el encanto de las comarcas más civilizadas revolución o las revoluciones del Tercer Mundo
del orbe y. disconforme con la medianía sin- re­ echan a andar. A los países más avanzados se
medio de la propia tierra. Se apoya, más hon­ les impone el problema como propio, desde que
damente, en -los intereses de clase de quienes su propio futuro está ligado al mantenimiento
pueden llegar a intelectuales. La colusión de de ese sistema que se resquebraja. El problema
intereses entre el imperio industriálizádor de ma­ es como realizar cambios que satisfagan o ador­
terias prunas y sus productores periféricos hace mezcan las necesidades que presionan, obtenien­
posible la alianza a cuyo través la ideología do de paso mayores beneficios para la propia
arraiga. economía e impidiendo el trastorno sin salida
Los resultados de esta primera moderniza­ de las relaciones de poder establecidas. Como
ción no son fácilmente contabilizares. Si por un respuesta surge una nueva ideología moderni-
lado se cumplieron en parte sus objetivos ex- zadora: el desarrollismo.
. temos (sólo en parte) e n . la misma medida La variable estratégica para el despegue del
se perfeccionaron los instrumentos de domina- desarrollo, latinoamericano se detecta en la fi­
; ción y se introdujo, .libertad de empresa me­ nanciación de semejante esfuerzo. La debilidad
diante, el poder inmediato de grandes corpora­ de la inversión interna, limitada en principio pol­
ciones- metropolitanas, .particularmente en servi­ la exigüidad del producto bruto y, secundaria-
cios públicos fundamentales cuyo costo de
instalación y cuyas técnicas de explotación re­ - mente, por la tendencia al gasto suntuario o a
sultaban inalcanzables para la capacidad eco­ la colocación fuera del área de parte de los po-
nómica y administrativa local. ■ eos capaces de invertir. En auxilio de esa debi­
lid a d se concibe un sistema de ayuda interna-
La gran falla del modelo radica en las con­ . cional al desarrollo: los canales oficiales (de
diciones de partida supuestas para el desarrollo. -. gobierno a gobierno, o por medio de organis­
Fundamentalmente, ya no existen unidades eco­ mos interhácionales que cubren desde progra­
nómicas independientes que puedan iniciar su mas de desarrollo comunal o. vivienda hasta el
camino por esfuerzo propio. Al contrario, los - auxilio en divisas y políticas económicas pre­
recién llegados se integran en un sistema inter­ fabricadas para el sostenimiedto de monedas
nacional unificado por estructuras decisorias tambaleantes) son meras acequias laterales en
cuyo, control es ajeno e inaccesible. Es necesario . comparación con las ingentes inversiones que,
no olvidar- que no -se trata de un simple error congruas contrapiestaciones mediante, está dis-
teórico: debajo de lá visión deformada de la • puesto a. hacer el .capital privado.
realidad ée esconde el interés de quien la for­
mula. No solamente le permite hacerse úna- hue­ TanJta generosidad supone un esfuerzo pro­
na .conciencia sino que, haciendo a los someti­ porcionado de modernización de parte de los
dos partícipes dé su visión los convierte de beneficiarios. Se supone un primer paso indis-
enemigos potenciales en servidores;dispuestos. . pensable a, nivel político: los regímenes deben
Las reales modificaciones que iútrodúpé .en la ' ^asumir lanecésidad de ser eficaces y estables,
periferia, mejoran la capacidad dé servicio de - .Uun-cuando se pierdan ciertas formalidades de-
ésta, pero nq la. hacen más duerna de su propio . mqcnáticaf que al fin y .al cabo pocas veces han
destinó,. !. . ...... pasado del papel constitucional a .ía. vida, cívi-
ca. Un recambio de «lites se hace también .im-
. U modernización desanrollisfra , - ! prescindible*.r*\ dejar paso a da gran empres
. jintemacional,' el viejo negociante periférico pue-
dé la Segunda' Guerra M tndial „ y debe convertirse en .ejecutivo : un manda-
‘se completó & •d e s p lá j^ e n tó - S é la ^ . terio/local «1 seiyicio d ed ej anos y anónimos
decisoria en el sistema economícto anglóamméa- .jíe ciso ies,q u e .cobra , su fidelidad en dolares,
-nq» qPe: residirá ea el .futuro aquende;-§1 ¡Ajlan- . status ,yu ptras cúentas^de colores semejantes.
Las tensiones internas serán controladas: gra­ tinoamericana no puede -ser: construida con co­
cias a la ayuda m ilitar que desvía a los ejércitos locaciones. de capital ajeno y con las sobras de;
de la protección de fronteras físicas a la de una tecnología cuyos donantes saben obsoleta
fronteras ideológicas. Los efectos demográficos para .sí mismos: Esta clase de desarrollo no
de la' prim era modernización —explosión po- apunta a la liberación, sino, en el m ejor de los
blacional por contención'déla mortalidad—.de­ casos, á hacer más confortable la prisión.
ben ser controlados por la adopción de una con­
ducta demográfica racional, más conocida por -Las .modernizaciones instrumentales que de­
el nombre de control de natalidad bajo formas berían complementar el efecto de la inversión
que van desde la célebre píldora hasta la es­ esterna marchan también, .con. un andar que
terilización lisa y llana. Los medios de comuni­ revela bien pronto los intereses a que sirve la
cación masiva desencadenan un proceso -:dc ideología. Los, gobiernos, militares o. civiles,
reemplazo cultural que echa las'bases de la fu­ muestran su eficacia en la entrega de las lla­
tura sociedad de consumo contribuyendo a cons­ ves del poder económico a la free-enterpHsc
tru ir una nueva personalidad modal: el hombre extranjera, mientras reprimen todo- movimiento
“dirigido por otros”, dotado dé un sensible ra­ qpe ponga en riesgo el statu quo. Aun las re­
dar que le perm ite' reorientarse continuamente voluciones en- libertad olvidan hacia dónde debe
hacia nuevos objetivos dé consumó: La ciencia, apuntar él fu sil'y todas sus, víctimas son de
empresa internacional, recluta cerebros en las abajo, de quiénes sé ven forzados á la revo­
áreas subdesarrolladás páira trab ajar' en empre­ lución .para, abrime paso hacia la libertad. Las
sas cuyo costo está al alcance únicamente de nuevas élites no sóló sirven' ál extranjero, smo
los más ricos. Para otros, menos dotados, queda qué se éxtranjérizári 'sin .remedió: su ‘ modelo
el trabajar en la periferia dentro de marcos puede' ser el técnócrata uruguayo que, acusado
teóricos, con objetivos y con metodologías ela­ de pró-yanqui,Lo liego: no ,es.pro, sino yanqui,
borados en los centros.; Se supone que las cien­ así ñómásl Los. ejércitos, cánsados dé servir á
úna casta política ilena dé recovecos, asumen
cias sociales aceptarán su lugar en' el-vastó pro­
grama, interesándose especialmente en los com- más de Una vez las riendas del poder y cp-
plejós problemas de control dél eambio o, como fnwffMn a saber dé sus tentaciones, dé su po>
dice graciosamente Eisenstadt, en lá tarea de tenciá de" desgasté. Las conductas demográficas
establecer “un marco institucional como para tradicionales, arraigadas en estratos culturales
muy'hondos y en último término útiles para
conjurar aquellas condiciones donde pueden sur-
gir casos de «derrumbe» o «regresión» de la un „continente tan despoblado como pobre, se
modernización”. revelan difíciles de. modificar, poniendo al bor­
de dé la histeria a los planificadores fam ilia­
La gran ilusión que subtiende el modelo es res! Él nuevo hombre dirigido por los otros de
la de que será posible producir un cambio que las ingentes urbes' resulta ser receptivo no sólo
liquide las situaciones más agudas de infra-con- a los modelos de consumo (que igual no puede
suino y haga'm ás eficientes las estructuras sub­ realizar), sino también a las corrientes de re­
desarrolladas para cumplir la misión que .el sis­ beldía, útiles o no, que conmueven el mundo
tema les depara, sin qué se resquebrajen al mis­ entero.. La ciencia se vende al m ejor postor o
mo : tiempo las formas de dominación establecí se pauperiza a niveles que lá hacen inútil, pero
das. A las religiones sé reserva un gran pape! lentamente nace uná conciencia nueva que no
como-alentadoras de Un desarrollo que esquivé co'mparte las aspiraciones “universales” de la
la violencia revolucionaria; y no son pocas ni Humanización al modo desarrollado y, compro­
poco importantes las voces jerárquicas qué se metiéndose hondamente ‘con el destino latino­
alistan en semejante reclutamiento. americano, se pone al servicio de una re­
volución orientada a destruir los equilibrios
Sin embargo, el propio sistema genera Con­ importados.
tradicciones .capaces por lo meaos de ponerlo ../La ideología revela así su condición de tal.:
en jáque. La ayuda externa, primprdialmentc,
No sólo es conciencia errónea: es también-con­
restituye a los dadores su -donación cuantiosa-; ciencia. interesada, mala conciencia. En el re­
mente incrementada por servicios, dp deuda,. be-: vés de la máscara queda la huella del rostro
neficios, royalties, etc. Esto significa la frus­
real. Y a la modernización de hechuras ajenas
tración del célebre despegue, yá que la- capita­
sucede el deseo. d e. una modernización libera­
lización propia sigue, siendo insuficiente y la
dora, tarea 'revolucionaria.
plusvalía del trabajo latinoamericano sé evade
para engrosar las arcás de los ya poderosos:
La distancia se ahonda, la sujeción se perfec­
ciona. La ocurrencia de algún boom económico LA. MODERNIZACION COMO
—parcial y desequilibrado, por lo.demás— crea TAREA REVOLUCIONARIA
efímeras esperanzas; -que: un' poco -de ..tiempo■se
encarga de desvanecer. La industrialización 1¿- - 'La utilización ideológica de la .teoría de la
modernización: ha conseguido, entre otros re­ nuestra dependencia (cuándo no) de teorías
sultados, el de desacreditar la idea misma de elaboradas en contexto capitalista y puestas a
modernización. Este resultado es ciertamente la* su servicio, con mala intención o sin ella. P ar­
inentable. El hecho de que los problemas que ticularmente nos ha influido, para mal, el es-
debe resolver América Latina a corto plazo sean tructural-funcionalismo de hechura yanqui, con
muy antiguos,- tanto tal vez como la existencia su modelo. idílico de una sociedad acabada y
de sociedades Humanas, no quita valor a otro en equilibrio consensual. Tal teoría tiene una
hecho que corremos el riesgo de olvidar: el de capacidad legitimadora del sistema capitalista
que las soluciones finales de esa problemática que la lleva á bordear peligrosamente los lím i­
implican la puesta en marcha de una sociedad tes de la ideología. En ella se inspiran los pro­
dinámica, abierta, responsable de su destino, yectos desarrollistas para América Latina. Dado
moderna, en fin, en el noble sentido todavía que el equilibrio de la sociedad se hace depen­
rescatable de .la palabra. La modernización se der del mantenimiento del consenso, la m ulti­
revela en esta perspectiva como una tarea que plicación de las discrepancias se confunde sin
deben asumir los pueblos subdesarrollados, y dificultad con una tendencia a la anomia, a la
como la condición instrumental para la huma­ disgregación social. Se acepta la funcionalidad
nización de estas sociedades confinadas hoy a del conflicto sólo en la medida en que no
una condición marginal en la humanidad. afécte lo vertebral del sistema (sus frecuente­
mente soslayadas estructuras decisorias). De
Pero esta tarea quedará frustrada mientras ahí que la introducción del cambio moderni-
nuestra América pobre siga dependiendo de los zador debe estar sujeta a controles que eviten
proyectos modemizadores ajenos, que no ha­ lo que se confunde con el comienzo del caos.
cen sino apretar un poco más su dogal. Más
radicalmente, no habrá modernización humani­ Una sociología del conflicto se vuelve nece­
zante para América Latina mientras ésta no saria para comprender desde el punto de vista
rompa las estructuras de dominación interna­ científico la tarea de liberación que espera a
cional que la aprisionan. La tarea se revela, América Latina. El marxismo proporciona ele­
bajo esta luz, como una empresa revolucionaria. mentos básicos para una teoría semejante, pero
por desgracia el estrecho dogmatismo de la or­
todoxia comunista ha echado por la borda sus
Es indudable que la .primera conquista a lo­
mejores posibilidades. Dejando de lado el mé­
grar es la del poder perdido en las mallas de
los imperios- q u e . nos han dominado secular­ todo, se ha tendido a convertir en doctrina in­
mente -Perderse. ahora en- discusiones de café falible la lectura de los textos clásicos hecha
acerca del perfil estricto que deberá adoptar la (y mal hecha) por los dueños soviéticos de la
sociedad futura, puede ser la más sutil de las verdad. Las heterodoxias recientes reavivan la
tareas contrarrevolucionarias. Por saberlo ten- esperanza, pero no han conseguido todavía li­
danos a posponer indefinidamentte la reflexión berarse de las dificultades de un pensamiento
sobre nuestra realidad total, urgidos como es­ largamente osificado. La ignorancia de la his­
tamos por una lucha implacable. Pero nada toria real es' tal vez el mayor de los pecados
obsta para- que, sin pérdida de militancia con­ dé los marxismos estériles. Curiosamente han
creta, construyamos las bases de un futuro ha­ recaído en ló peor de la mitología liberal: la
d a el cual se proyecta la etapa inmediata de creencia en una historia única, conducida in­
la revolución. Sobre todo, debemos aprender a equívocamente por una nación mesiánica.
usar las armas que capturemos al enemigo,
como, la experiencia guerrillera nos lo ha en­ Con basé márxista o sin ella, im porta hoy
señado. Estas armas .no son únicamente me­ reevaluar las formas de conflicto social que no
tralletas: la ciencia, la tecnología, lo son a conducen ni a la mejor integración del orden
justo título, y las ideologías que se nos han establecido ni a la disolución anómica, sino a
administrado bien ños lo enseñan. Es revolu­ la ruptura de un orden hecho en favor de una
cionario avanzar por el camino de una ciencia clase- o de una nación para la construcción de
y de una tecnología puestas ál servicio de la un orden nuevo y —si así lo queremos y sa­
liberación. bemos hacerlo—- más humano.
De un ?modelo semejante,: constantemente
Permítasenos avanzar un paso por este ca­ puesto :a prueba por confrontación con los he­
mino, señalando una perspectiva para las cien­ chos, podremos extraer cursos de acción más
cias sociales, que cierta tilinguería de izquierda eficaces. La teoría servirá a la praxis, y será
(en el sentido peyorativo de Lenin) ha puesto continuamente reevaluada por la praxis mismas
en entredicho. Táreá abierta, táreá que yaóom ienza, poro una,
nada más^ efatré las muchas que-nos reserva la
Buena parte de nuestras dificultades para ha­ gran tarea-de ayudar a nacer a nuestra-Patria
cer fecúndas las ciencias sociales, radica en Grande. : :

4*
un problema político
luis alberto gómez de souza
Empezaremos este trabajo buscando lo que cualquier “modernidad”, n i del proceso de hu­
se esconde por detrás de los conceptos de xno- manización en general. Evocan un horizonte
dernización y humanización, y qué oposiciones histórico preciso, que va de los tiempos dél m er­
—si las hay— se pueden detectar entre ellos. cantilismo, del Renacimiento y de las grandes
Después intentaremos ir más allá de las posibles invenciones.. . hasta nuestros días. P or esa ra ­
tensiones y descubrir lo que los conceptos no zón, .creen algunos que ya es una problem ática
dejan ver bien. En el estado actual de las cien­ superada, limitada por el marco histórico del
cias sociales, muchas veces lo más decisivo no liberalismo y del capitalismo, y que estamos en
es aclarar conceptos sino destruirlos o dejarlos las orillas de una nueva era post-humanista y
a un lado. No olvidemos que el abordaje de post-modema. De serlo así, sería al nivel de los
ciertos temas puede ser una forma sutil de nuevos problemas que tendríamos que buscar
hacer que la atención del analista se distancie las tensiones cargadas de futuro y no quedar­
de puntos de mayor interés. La más importante nos con las “tensiones-supervivencia” . A ello
tarea es la de salir de seudoproblemas hacia volveremos más adelante.
problemas reales. Algo semejante ocurre con
respecto a las tensiones: muchas veces no se
trata tanto de superarlas como de negarlas. Por
eso empezaremos preguntándonos: ¿Qué está ¿QUIEN ES MODERNO Y POR QUE?
por detrás de estos conceptos? ¿Hasta qué
punto aceptarlos como parámetros del análisis ¿Qué se entiende por modernización? Hay
no es ya autolimitarnos en los resultados? ¿Hay latente una comparación, en el tiempo, entre
realmente tensiones entre modernización y hu­ ayer y hoy; en el espacio, aquí y allá. E l siglo
manización? ¿No estarán estas preguntas es­ XVI, con sus nuevas herram ientas científicas y
condiendo otras? ¿Cuáles? tpppiVmij mirará al pasado con superioridad. Y
el occidente europeo llegaba, entre sorprendido
H istoriadores y científicos sociales, queriendo y horrorizado, al mundo extraño de /Catay,
poner fecha a ambos temas, los ubican más o Cipango y las dos Indias. Vasco da Gama des­
menos en el mismo tiempo: surgen dél siglo cubría a “nuevos bárbaros”. Lo que no sabía
XV al XVI. Por supuesto, si por moderno en­ era que los requintados m onarcas orientales
tendemos todo lo que es reciente, siempré hubo también tomaban al malvestido alm irante por
algo moderno en relación a algo viejo y siste­ un bárbaro. ¿Quién era moderno y por qué?
máticamente lo moderno fue siendo desplazado. Ese tipo de pregunta, corriente al fin del siglo
También la preocupación por d hombre es per­ XIX en China, llega a nuestros días. Lo más
manente. Hace mucho tiempo ya que se lo con­ fácil es com parar a los otros con un modelo:
sideró “medidas de todas las cosas”; Podamos nosotros mismos. Bastante se ha criticado la
trazar, en el mundo griego, el pasaje dé ló cos­ tendencia de tom ar modernización como antó­
mológico a lo antropológico. Ló mismo en la nimo dé occidentalización. Algunos estudios
tradición judeo-cristiana. Pero los términos- tie­ ‘consisten -en la comparación entre Occidente y
nen un sentido más limitado. No se trata de países '“exóticos” o el esfuerzo de trazar para
\
naciones “jóvenes” (¡India,. Turquía!) una ruta “el mejor proceder parece ser el descarte de la
semejante a la de Europa. Vemos al “paro- vieja terminología y el uso de los conceptos
chialism” del otro, no al que llevamos adentro. más refinados de categorías ocupacionales, es­
Almond y Coleman, en su análisis político, para tratos sociales y grupos de intereses, que han
no hacer comparaciones a partir de modelos sido desarrollados en los últimos años, por los
institucionales de Occidente, buscan plantearlas científicos de la conducta”. (i> Eso nos lleva a
al nivel de “funciones universales”. (1> Pero, preguntarnos si las ciencias sociales contempo­
¿de dónde sacan esas funciones, sino a partir ráneas, tales como se desarrollan en Estados
de su traducción en instituciones occidentales? Unidos, no nos están armando una trampa.
¿Serán verdaderamente universales? ¿Y las ¿Estamos pasando a “conceptos más refinados”
únicas? o bajando de un intento explicativo a una sim­
ple descripción de la realidad? ¿O, lo que es
C. E. Black busca una definición amplia de peor, a una descripción que tiende a legitimar
modernización: “el proceso por el cuál institu­ la situación vigente? ¿Rompemos viejos esque­
ciones nacidas históricamente son adaptadas^ a, mas o nos encerranios dentro de la lógica in­
las funciones rápidamente cambiantés'qUe réfle- ~terna dél sistema capitalista, reforzándolo con
jan el crecimiento sin precedentes del coñoói- nuestros estudios y siii poder trascenderlo ni
miento humano capaz de permitir el control analíticamente ni estratégicamente? No interesa
sobre el. ambiénte,, que acompañó a la revolu- tantoAinvestigar aspectos parciales del proceso
‘ cwn científica. Est& proceso dé adaptación tuvo dé modernización sino entenderlo en su signi­
su origen e influencia inicial en las sociedades de ficación histórica, sus orígenes, desarrollo y
Europa Occidental, pero en los siglos XIX-XX posible ocaso. Deberíamos poder preguntarnos:
estos cambios se han extendido a todas las de- ¿Qué vendrá después? Y, si es posible, ir más
’iiiiáé sociedades- y han dado 'nacimiento a uña - lejos;. ¿Qué hay que Hacer para que el proceso
' transformación;;de:alcance mundial que afecta cambie? O para qué se mantenga, según el
a-todu slas relaeieneshumánas”. (2) <interés de otros. El análisis no solamente busca
, Dayid Ápter .'describe dos enfoques posibles ’predicciones, sino ' también estrategias.
de modernización, .Por vmo,,“la modernidad co- ¿ Todo esto supone que se haga un juicio so-
jmenzó cuando los^ lumbres penetraron reflexi- ’bré* él -proceso -de modernización, como existió
vapiente en $usr economías”. Sin embargo dice Hasta ahora. ¿Está cumpliendo, por lo menos
el autor: “En - mi - opinión, ía modernización eñ los países' desarrollados, una funcáón de
comp un - proceso no-económico nace cuando ■ progreso y liberación del hombre? .¿El sistema
- una. cultura- hace suyq una. actitud de búsqueda socio-económico que lo condiciona es satisfac­
y auc§tipnamionto ~acercq de cómo realizan los torio? *Y más que un juicio normativo, una
hombres sus opciones,, morales (o normativas),
predicción histórica: ¿El proceso seguirá inde­
sociales (o estructurales) y personales (o re­
finidamente, con las mismas características?
ferentes al comportamiento)**. (8)
Estas preguntas se hacen más- comprensibles si,
Pero, ¿son separables las dos dimensiones? La por Un momento, nos desplazamos hacia la di­
nueva capacidad de escoger, ¿no está indiso­ mensión d e' humanización.
lublemente unida ‘a una nueva capacidad de
producir? ¿Y vice-versa? Black, para superar
a la tentación de ver a los aspectos económicos
“a expensas de rasgos más profundos de mo­ ¿EL PIN DEL HUMANISMO?
dernización**,. crea una tipología por la. cual ios
.aspectos políticos (consolidación de un liderazgo ; Empecemos por-la ptoblemática Cultural, para
moderno) preceden a las transformaciones so­ ver después lo que ella está buscando expresar
ciales y económicas y éstas &las psicologías (in­ de la realidad misma. El “mundo moderno”
tegración nacional). La falacia de esta sucesión fue'aquel qué vio al estudio de la naturalea
queda clara con un solo ejemplo. Para el autor, siendo sustituido por el estudio del hombre. A
Inglaterra, el prim er país moderno, habría con­ éste se'* lo pasó a. considerar sujeto de su his­
solidado su liderazgo moderno del 1649 al 1832, toria. Por eso dice Georgyi Lukacs. que pasamos
se habría transformado social y económicamente del'tiem po de la epopeya al dél romance. “El
dél *1832 ál 1945 y 'llegaba a la integración so­ héroe' dé la epopeya, rigurosamente hablando,
cial en el 1045v *¿Gomo olvidar que el proceso nunca fue uñ individuo**. El personaje-transición
fué posible gracias a una revolución industrial sería-Quijote, él ultimó caballero andante y el
que empezó antes del 1832, ya en él siglo XVIII? primér hombre ;moderiio: “el primér gran ro­
¿Y cómo ignorar el pápe! del mercantilismo? mance dé la 'literatura universal aparece en el
¿Hacer la historia de la modernización no es ‘umbral ,del período en que el Dios cristiano,
recordar el proceso mismo del capitalismo? El 'empieza a 'abandonar él mundo, cuando élhom -
fautor qué citamos cree que “parece mejor no bte queda so lo .. ¿Muerte de Dios y na­
■referirse ál capitalismo y al socialismo** y que cimiento 'del hombre? ¿Estaríamos en el umbral

50
i* r -

de un tiempo de libertad? Lo extraño es que al abandonarla la dimensión antropológica, o re­


optimismo renacentista vemos sucederse boy una descubrirla" en nuevo sistéiná social'?
nueva crisis. La sustitución de Dios por el
hombre ¿no fue un simple reemplazo de mitos? Lo que puede haber ocurrido, y con eso uni­
¿No habría hoy, con Michel Foucault, que anun­ mos modernización y humanización, es que el
ciar también la muerte del hombre, concepto mundo moderno,' en algunos aspectos, ya mató
vacío sin contenido real? (G) En los últimos al hombre,1y la reflexión, con retraso, constata
años se viene discutiendo sobre el fin del hu­ esa muerte en la realidad. Así lo sugiere Mikel
manismo. Louis Althusser, reconociendo que el Dufrerine, en reciente estudió dedicado al anti­
humanismo es “necesario bajo' condiciones” al humanismo contemporáneo: “esto filosofía. . .
nivel de la ideología lo niega cómo teoría y caería en una ilusión al querer anunciar la
busca el rigor del análisis en lo- que sería el muerte del hombre, cuando en realidad lo que
“anti-humanismo teórico de ‘ Marx”. Para él, hace es expresarla. .. antes de reflexionar sobré
tendríam os que desplazamos de una idea (hu­ la .muerte r dél hombre, nuestra época la vive.
manismo) a una' realidad (sociedad). La Es fácil demostrarlo, tomando las palabras en
finalidad últim a 'de las ciencias humanas, para su sentido niás literal: el genocidio se desarrolla
Levi-Strauuss es la disolución dél hombre (dis- hoy en Vietham como un hecho corriente y con
soiidre Uhommé) . (8) la buena conciencia de una nación cuyo poder
es simplemente avasallador. Pero el hombre eri-
Esa reacción tiene sus ventajas. Ciertos con1 cüetitra o inventa hoy otra muerte: allí donde
ceptos —hombre, libertad, democracia— Vacia­ lá muerte no sé realiza, al parecer se observa
dos de significación histórica concreta se trans­ un suicidio, o, por. lo menos, una abdicación:
form an en la negación misma de lo -que pre­ el hómbr'é renuncia a ser hombre” . Sin em­
tenden expresar. La defensa del hombre pasa bargó, “hay sitios en la tierra en que el hombre
a ser la m anera -de defender un cierto estilo quiere y puede aún afirmarse como tal; en
aristocrático desarrollado por una “power elite” ; Vietiiam como en América del Sur hay hom­
la libertad, la realización personal de una mino­ bres que aceptan m orir. para que el hombre
ría democrática, los instrumentos Jurídicos con viva. Porque ellos seguramente bichan por el
que la burguesía mantiene su poder. El hombre futuro del hombre, exigiendo, frente a un nuevo
abstracto es el modelo diseñado por los que imperialismo romano de expresiones cambiantes
detentan el control de la sociedad: su “way of (múltiples visages), la independencia y la dig­
life”, la imagen de lo que quieren ser, a costas n id a d ... Más ampliamente, son los países sub-
de otros. No por casualidad, las teorías “mo­ desarrollados los que toman entre sus manos
dernas” de democracia están estrechamente vin­ al querer humano”. Es por eso que cierto po­
culadas a Hobbes y Locke. El hombre que en sitivismo estructuralista, en contradicción con
ellas se expresa busca poder y dominio sobre sus deseos —y con algunas de sus opciones al
otros hombres. De la lucha “democrática” salen nivél de estrategia revolucionaria---, puede ex­
dos grandes grupos: dirigentes y dirigidos. (0) trañamente encontrarse con el otro positivismo
Las sociedades democráticas contemporáneas son tecnócrata qué defiende el “desorden estableci­
sociedades divididas en clases. Esto está lógica­ do”. Por ésa razón, según Dufrenne, el proble­
mente inscrito en el mismo sistema. ma hay que enfrentarlo al nivel político. (10)

Descubrimos entonces el porqué de la crisis


del hombre y del humanismo. Los tiempos mo-
dérnos hablan dé un hombre abstracto sujeto MAS ALLA DE LA MODERNIZACION
de la historia. Pero en eL momento en que eso Y DE LA HUMANIZACION
se puede concretar, sólo algunos acceden a esa
posición: algunos dentro de una nación y algu­ Las reflexiones vistas hasta ahora nos ofre­
nas naciones dentro del mundo. Cómo éso está cen la pista para resolver el problema de las
indisolublemente unido al proceso de moderni­ tensiones entre modernización y humanización.
zación, veremos más adelante. Por el momento,
sigamos con la crisis del humanismo. En primer lugar, no se puede estudiar abs­
tractamente a los dós procesos, sino en su sig­
Aunque el antihumanismo tenga un impor­ nificación histórica precisa. Si modernización
tante papel-de denuncia, ¿podremos.sin' embargo se; inscribe dentro del marco del desarrollo cien­
abandonar al hombre, como centro del análisis tífico-tecnológico de los últimos siglos, no veo
y de la historia? ¿Esta última, -sin él, seguirá cómo analizarla fuera dél cuadro de las fuerzas
teniendo significación? ¿Lo- que es reacción de producción. Si humanización .describe la in­
contra e l>concepto liberal y vacío dé hombre, teracción de los hombres mediatizados por la
no puede engendrar un sistema también1 sin naturaleza, no se la puede separar —lo que no
contenido? ¿Delante de cierta humanización que quiere de ningún modo decir que a eso sé re­
niega libertad - a tantos hombres habrá que duzca—- de las relaciones de producción. Lo
i
m
que significa que, para entender a ambos, hay cuando miramos el abismo que va entre las
que verlos dentro del sistema socio-económico expectativas que abrea a todos los hombres
que los condiciona: en la historia del capita­ (confort, dignidad humana, etc.) y las posi­
lismo. Por supuesto, se niega una causalidad bilidades que ofrecen a pocos. La respuesta a
que viera . cómo variable independiente a . los esta objeción parecería fácil. Se dice que los
modos de producción capitalista y como varia­ países desarrollados ya resolvieron este problema
ble dependiente a los problemas socio-culturales. y que sólo se trataría de extender la expe­
Pero no buscar su . unión dialéctica es desco­ riencia a los otros pueblos. Yo preguntaría si
nocer una modernización y una humanización una sociedad de masas, en que él consumo arti­
específicas., ficial de*bienes es dirigido por la publicidad de
los grandes consorcios, realmente crea hombres
Obra simplificación sería ver al proceso de libres. Pero mismo sin entrar en la discusión
modernización como el desarrollo de la técnica de este punto, ya el análisis al nivel del mundo
y al. otro como el desarrollo del hombre, como subdesarrollado presenta bastantes dificultades.
si fueran dos historias paralelas, la del hombre ¿Será posible que repita el camino que siguió
y la de la máquina, con algunas contradiccio­ la “affluent society**? ¿Son esos procesos in­
nes al nivel de los dos. Se hacen algunas pre­ dependientes, o unos se hacen en perjuicio de
guntas en esa dirección: ¿Corremos el riesgo de otros? Se pretende probar que el desarrollo de
ver el hombre siendo sustituido por la compu­ los Estados Unidos se hizo básicamente con re­
tadora? Y otros, confundiendo “análisis mo­ cursos internos y se lo quiere presentar como
derno** con “science-fiction”, se preguntan si un gran país semiautárquico, independiente, en
no se tendrá que extender los derechos huma­ que las exportaciones sólo representan el 5 %
nos a las máquinas, en un tiempo en que buena del PNB. Los datos globales engañan. Si vemos
parte de la humanidad aún no es sujeto de esos por rubros, descubrimos que para que el pro­
derechos.(U) Estamos aquí delante de falsos di­ ceso de industrialización se mantenga, Estados
lemas qué hay que negar para llegar a los Unidos necesita del mundo, especialmente en
verdaderos problemas del mundo y del hombre lo que se refiere a m aterias primas. Con el
dé hoy. Algo semejante ocurre en el estudio de 6 % de la población m undial,consume el 33 %
las relaciones internacionales, cuando cierta ma­ de la bauxita del mundo (del cual importa el
nera de describir la “brecha tecnológica** es la 8 8 % ), 4 0 % del níquel (im porta 9 2 % ) ,
mejor forma de legitimarlo, ocultando él- hecho 13 % del manganeso (im porta 99 % ), 36 %
central de la dominación que lo hace posible y del cromo (im porta el 100 % ), 25 % del
no dejando con qué se analicen estrategias efi­ tungsteno (im porta 25 % ), etc. (18)
caces para que desapareca. No hay un pro­
ceso científico y otro humano. Hay un único La modernización de unos no podra trasla­
proceso histórico, en él cual el mismo desarrollo darse a otros. Quien ofrece otros datos es el
humano es negado, • no por una técnica abs­ presidente L. B. Johnson. Si todos los habi­
tracta, sino por muy concretos mecanismos eco­ tantes de la tierra llegasen a un nivel de vida
nómicos y políticos. No hay que salvar al hom­ tan abo como el de Estados Unidos, tendrían
bre de la máquina. Hay que salvar al hombre, que producir 20 tníl millones de toneladas de
y a las potencialidades que ofrece la máquina, hierro, 300 millones de toneladas de plomo y
del sistema. Eso solamente será posible ni mi­ 200 millones de toneladas de zinc, eso es, más
ramos más allá de lo que hasta ahora sido de cien veces lo que se produce boy. Y, decía
modernización y humanización. Si hay tensiones el .presidente, “las reservas no son inagota­
básicas, es delante de otro proyecto histórico bles**. <14> La historia de la modernización es,
nuevo. La deshumanización es componente nor­ no solamente la historia de la estratificación
mal de la modernización, tal como se ha mani­ al nivel de los países, sino también, y siempre
festado históricamente. La oposición está entre más, al nivel del mundo. Por eso, muchos au­
“humanismo moderno** y los rumbos de una tores hablan, con mayor frecuencia, de inter­
sociedad futura que hay que hacer posible. Por dependencia e integración. (15> Pero eso puede
eso dijimos antes que' el problema es político y ocultar el hecho de que no hay el relacionamien-
que no se trata solamente de preguntar lo que to entre iguales, sino una radical asim etría entre
vendrá, sino lo que hay que; hacer para que naciones y un proceso de dominación. (1C) Los
venga; además de análisis político, invención peores imperios son los que no se quieren re­
de estrategias. conocer como tales. Sus científicos sociales ha­
blan 4 e interdependencia, para no estudiar la
idependencia. De hecho, ha sido .en América
A LA MJSQURDA DE UNA Latina donde el estudio de la dependencia sé
ESTRATEGIA REVOLUCIONARIA ha desarrollado.mejor, sustituyendo, a fines de
los años 60, los estudios, sobre desarrollo de los
El callejón sin salida de la modermzación y años 50, Hoy se quiere descubrir por qué el
de la humanización actuales se hace bien visible desarrollo no fue posible,; y qué mecanismos im-

52
piden que las ventajas del progreso moderno gar a la crítica del “hum anism o liberal” . P ero
lleguen a todos. (17) Pero sería un error creer eso no quita la responsabilidad de la tom a de
que con eso se busca un “ culpable” a quien conciencia en el mundo desarrollado. P ro b ab le­
carg ar la responsabilidad del fracaso del desa­ mente haya que dar razón a M arcuse cuando
rrollo. El estudio de la dependencia no es el dice que el pensamiento revolucionario tiene su
esfuerzo de encontrar la única causa del estan­ mayor debilidad en “su incapacidad para de­
cam iento en un factor externo (im perialism o), mostrar las tendencias liberadoras dentro de la
sino en la inseparabilidad de factores externos sociedad establecida”. <20> Sucesos recientes en
e internos a los países, dentro de la lógica misma Estados Unidos y en Europa y el enorm e p o ­
del sistem a capitalista a nivel nacional y mun­ tencial de la juventud y su protesta, pueden ser
dial. (18) El subdesarrollo deja de ser una fase señales de que algo está empezando a cam biar,
an terio r al desarrollo para ser el térm ino de una aunque lentamente. Es posible que las nuevas
relación dentro del proceso capitalista interna­ generaciones estén más libres de prejuicios p ara
cional. Con lo que, una vez más, vemos que lo buscar nuevas formas de m odernidad y los cam i­
que hay que superar no son tensiones entre mo­ nos de un nuevo humanismo.
dernización e hum anización sino a las mismas
m odernización y hum anización tal como se dan
dentro del sistema.
EL CRISTIANO EN LA SUPERACION
¿Cóm o hacerlo? Eso exigiría todo un estudio DEL MUNDO MODERNO
al nivel de la acción política que rebasa los
lím ites de este trabajo. El esfuerzo común, que A fines del siglo X IX y principios del siglo
puede u n ir a los hombres del mundo desarro­ XX en la Iglesia Católica, y especialmente en
llado y del subdesarrollado, no será una ingenua Europa, hubo la gran división entre m odernos y
búsqueda de “ desarrollos autosostenidos”, sino antimodemos, como siglos antes el hum anism o
la tare a de rom per las estructuras de domina­ de Erasmo chocó con el conservadorism o de
ción. Eso exige lucidez, coraje e imaginación. muchos de sus contemporáneos. ¿Q uién no re ­
H ay tam bién que hacer una previsión anticipa­ cuerda las polémicas que van de la condenación
da, p or lo menos general de los costos que eso de L’Avenir, pasan por la condenación de Le Si­
im plica. Solam ente harem os referencia a un pro­ llón y su contrapunto en a condenación de la Ac-
blem a p a ra dem ostrar cómo la objetividad se tion Frangaise, para llegar al Concilio V aticano
hace difícil en ese campo. Tomemos el caso de II? Fue un debate con por lo menos un siglo de
la violencia. H ay que negarla como problema retraso, oponiendo a pre-m odernos y los que h a ­
abstracto y verla al nivel de los medios especí­ cían un esfuerzo por entender las “rerum nova-
ficos. P a ra unos, es una estrategia mágica que rum ”. Pero lo trágico de las polém icas trasn o ­
todo lo resuelve, otros la condenan desde un chadas es que giran alrededor de problem as
m oralism o antihistórico. Veamos como la anali­ que la historia de los hom bres superó. Se aceptó
za C. E. Black, autor que liemos comentado y a la democracia y a la república cuando ya se
sobre el cual no recaen sospechas de ciertos buscaban otros sistemas. Se aceptó a lo “ m o­
“ bias” : “ Entre los siglos X V II y X IX , Gran derno” cuando ya iba dejando de serlo. El des-
Bretaña, Francia, Estados Unidos, Alemania e fasaje entre “vanguardias teológicas” del m undo
Italia se vieron todas ellas conmovidas por gran­ desarrollado y las “ vanguardias políticas” del
des revoluciones y guerras civiles y no existen mundo subdesarrollado — como se ha denun­
mayores razones para creer que los estados en ciado en América Latina por ocasión del ex tra­
proceso de modernización más tardío puedan ño debate que suscitó “ H um anae V itae” (21'
ser capaces de evitar la violencia . . . La violen­ proviene en parte de que la teología tra b a ja con
cia que acompaña la modernización política to­ datos de la sociedad de ayer, o con los ele­
ma variadas formas, pero la más común de és­ mentos de la sociedad de hoy que son las m ás
tas es la revolución”. (19) Es curioso ver cómo poderosas bases de su m antenim iento. Así, la
un país que vivió una de las más sangrientas
problemática autoridad-responsabilidad en las
g uerras civiles de los tiempos modernos en su
relaciones dentro de la com unidad cristian a,
proceso de desarrollo tiene cierta dificultad de
reposa en estructuras mentales anteriores al de­
entender lo que es claro para tantos científicos
bate sobre los derechos del hom bre. La proble­
sociales. ¿O será que la sustitución del análisis
m ática de justicia social y de paz está en fu n ­
objetivo por vagas intenciones filantrópicas es­
ción de los problem as del m undo capitalista
conde el miedo de que el cuestionamiento vaya
a la raíz m isma de los problemas y que el sis­ occidental y, por no trascenderlo, opera en su
tem a mismo sea puesto en duda? defensa. Los textos sobre control de natalidad
de cierta “vanguardia” y sobre violencia de
Quizás los países subdesarrollados, por haber una teología pacifista (m ejor sería llam arla
cargado durante siglos con los costos de la ideología), son ejem plos elocuentes.
“m odernización”, puedan más rápidamente lle­ Con eso se llega a la situación absurda de

53
..dáSCatÉ£ ;l©B;' peligros- de -una “vanguardia mo- _, Si el cristiano cree que la historia tiene un
,rdeÉaísUi%_ cuando el "modernismo tim e que ser sentido, tendrá que ser el hombre que siempre
.sapeFadp ..v . por caduco. Así, tantos liberales la niega -en nombre de algo que está más ade­
-sufrep acusaciones de avanzados, cuando, su lante. Ese “más allá** tiene plena significación
posición es, políticamente, la de conservadores. .después del tiempo (dimensión escatológica),
_^|acc^ies Maritain ,a quien, por supuesto, todos . pero se va. realizando parcialmente en el tiem­
r debempsmucho, abandonando su obra de ju- po (construcción del mundo) . Hay un horizon­
, yepfcud' tradicionalista (Antimodeme), llega al te utópico qué perseguimos constantemente. Sin
.. elogio-,-de. la sociedad liberal (“Reflexión on . embargo, no olvidemos que ese proceso está te­
America” Sin embargo, los puntos de contac- jido en contradicciones. Se creó una moda
4-tp¿entep Jog dos polos quedan visibles en su úl­ “teilhardiana”, que simplifica al autor en donde
tima obra^(“Le paysan de Garonne” ) , donde se. origina, y qué lleva a un optimismo ingenuo
r manifiesta su incomprensión de los tiempos que _que no ofrece explicaciones satisfactorias para
. naccn. En América_ Latina los avanzados de los Dachau, Hiroshima, el napalm y el imperialis-
años 40 configuran el neo-conservadorismo . mo. Si la. aceptáramos, tendríamos delante de
contemporáneo. Como una admirable excep­ nosotros una modernización indefinida y una
ción tenemos la figura de Alceu de Amoroso humanización creciente. No olvidemos que una
*Lima (Tristáo de A taide), cuya sensibilidad e liberación real exige negaciones, rupturas, cos­
intuición lo. mantienen abierto a' lo contempo­ tos y riesgos.
ráneo. ¿Cuándo nos daremos cuenta, que al
eremos “aggionarti” por aceptar la “libertad N a d a e s m ásperecedero que lo moderno.
. religiosa.”, no. empezamos aún a luchar por la Mañana es pasado y- de cierta manera, ya lo va
. siendo. Nada más inacabado que el proceso de
^flf^mción- de, íos. hombres? .
..humanización, tantas veces destruido en nom-
¿Cómo ir ínás/ailá. de lo . moderno, cuando cbre de seuÜohumamsmos. Ya se dijo que el
lia rte , dq la, comunidad cristiana aún .no. llegó hombre siempre supera infinjtam enteal hombre.
‘J a el? Quíás. haya' un. camino. El habitante, del Y en el futuro, los. nuevos sistemas, de otros
..tajando súbdesarroP^adpJpuede saltarse ciertas ^“tiempos modernos” y otros “humanismos” ,
Jfases dél prbceso .de modernización capitalista ctambién desaparecerán bajo sus contradiccio-
yendo directamente a su' superación, y por, eso _ n ^ . Hoy, se. lucha, para que vengan. Mañana
. podrá experimentar con más libertad, que su ^para que. pasen. Solamente así. camina la his-
' hermano de la. “affluent society”. De la misma .to ria., Pero esa dimensión hacia adelante no
manera,, ¿no podrá el cristiano saltarse, cierto nos. puede Uévar. a olvidar las urgencias de hoy
momento liberal, tomando, directamente opcio­ . y en qué consiste ahora, el proceso de libera-
nes. radicales? ’ . . . cipn. Por eso, tenemos que enfocar temas rele-
>carites y superar a dilemas secundarios. Moder-
Algunos" textos dél episcopado latinoamerica­ . mización y humanización solamente adquieren
no, ren "su “concilio regional” en Medéllm, en sentido en el momento en que las ubicamos
Agosto dél 68, son bastante.'alentadores y ha­ '.en niveles donde sus conflictos internos tengan
cen disminuir el pesimismo de los párrafos an­ solución. Encerradas dentro de los muros del
teriores. Veamos una parte de un documento ; sistema capitalista, nos presentan un círculo vi*
sobré movimientos de laicos: “el momento ac­ . ciosa: la técnica moderna deshumaniza y la
tual de nuestros pueblos se caracteriza en el deshumanización lleva a que se emplee la téc­
orden social y desde el punto de vista objetivo nica contra él hombre. No aceptemos la tauto­
por una situación de subdesarroüo, delatada logía. Rompámosla a través de un compromiso
por fenómenos masivos de margináUdad, alie­ ven la acción, que rechace al sistema. Y que em­
nación y' pobreza y condicionada, en última piece el proceso de liberación al nivel de todo
instancia, por estructuras de dependencia eco­ ..el mundo y.todos los hombres.
nómica, política y cultural con respecto a las
' metrópolis industrializadas que detentan el mo­ ' ' Todo esto solamente se puede afirm ar si ba­
nopolio dé la tecnología y de ía ciencia (neo- sado, implícita o explícitamente, en la Espe­
colonialismo, cf. Pópuíorutn Progressio 3 ). Y ranza. Con el poeta brasileño Murilo Mendes
"desde el punto de vista subjetivo, por la toma ios decir: - -
de. conciencia de esa misma situación que pro­ “0 hom¡em. é um ser futuro.
voca ¡en amplios sectores de la población latino- I .Um.día. aeremos visiveis**.
americana actitudes dé protesta y aspiraciones
: de. liberación, desarrollo y justicia Social. Esta
compleja realidad sitia históricamente a los lái-
•• eos latinoamericanos ante el desafío dé un com­ NOTAB
promiso ~liberador y humanizado/*. Según el " (í)’'Aburad and Coletiaán, The. Política of De-
texto, el laico debe ser “un signo de liberación, Ueloping Aereas, Pxinceton Unlv. Press, Prlnce-
de humanización y de desarrolla**. ton, 1960, pp. 8-11..
(2) C. E. Black, The Dynamics of Modemi este libro con el de la cita anterior. Dos perio­
zation, Harper Torchbooks, N.Y., 1967, p. 7. distas franceses enfrentan problemas semejantes
(3) David E. Apter, The Politics of Moderniza- desde distintos niveles de la realidad y con con­
tion, Unir, of Chicago Press, Chicago, 1966, pp. clusiones bastante distanciadas.
9-10. (14) Cit. in Jullen, p. 223.
(4) Black, op. cit. pp. 19, 78, 90, 51, 52-63. (15) Karl Deutsch, “The price of integration”,
(5) Georgyi Imkacs, La Théorte du Román, in Deutsch et al., The Integration of Political
Ed. Gonthler, Ginebra, 1963, pp. 69, 99. Communities, Ldppincott, Bhil., 1964, pp. 143-
179. Cf. Black, op. cit. pp. 29, 132, 153.
(6) Michel Foucault, Les Mota et lea Ohoses, (16) Frangote Perroux, UEconomie du XXé-
Gallimard, París, 1966, pp. 351-369. me siécle, P.U.F., Parte 1964, Segunda Parte,
(7) iLouis Althusser, La Revolución teórica de "Les poles de croissance”,pp. 123-276.
Marx, trad. esp. de Pour Marx, Siglo XXI, Mé­ (17) Para una buena reseñabibliográficasobre
xico, México, 1967, pp. 191, 202. el tema ver Gonzalo Arroyo s.j. “Pensamiento
(8) Claude Levi-Strauss, La Penaée Savvoge, latinoamericano sobre subdesarrollo y dependen­
Pión, Paris, 1962, p. 338. cia", en Mensaje, Santiago, octubre 1968 N.° 163,
(9) Jack Walker, “A critique of fhe tsutist ■ pp. 516-520.
Theory of Democracy”, The American Politicol (18) Fernando Henrique Cardóse y Enzo TPn-
Science Review, Vol. ¿X Ñ.° 2, Junio 1966¿ pp.« letto, “Dependencia y desarrollo en América Da-
285-295. tina" in Helio Jaguaribe et al., La dominación
(10) Mikel Dufrenne, Pour Vhommé, Seuil, en América Latina, Francisco Mondoa Ed., Lima
París, 1968* pp. 229* 239-240* 1968, p. 193. Cf. Andrew Gunder Frank, Oapita-
(11) Harold Lasswell, World Politics and Per- liam and Underdevelopement in Latín America,
sonal Insecurity, Free Press, N.Y. 1965, p. Xm. Monthly Review Press, N.Y., 1967.
(12) Por eso un libro aparentemente de denun­ (19) Black, op. cit. p. 66 Cf. pp. 150, 161,.
cia como The American Challenge (Le Défi Amé- 166.
ricain) 'de J. J. Servan-Schreiber, sé transformé (20) Herbért MárcUse, One Dimensional Man,
en instrumento de apología del sistema y así se Beacon Press, Boston, 1968, p. 254.
io difunde por todo oí mundo y en todas las len­ (21) Ver Alberto Methol Ferré, “Pablo VI, o
guas, con enorme publicidad. el Honor de Dios”; en Vispérá, Montevideo; octu­
(13) Claude Jullen, L'Émpire Américain, bre 1968, año 2 N.° 7, pp. 75-85.
Grasset. París, 1968, pp; 222-223. Vale comparar
de la posibilidad al poder
héctor borrat
LA RESPUESTA DEL FARISEO lidad”, en “compromiso temporal”, en “opcio­
nes”. Rico en una identidad consciente de sí
¿Qué es la humanización? misma que se autoconsidera libre de la rapa­
cidad y la injusticia y el adulterio que cometen
Quizás la respuesta más rápida y directa ven­ los otros y se autosatisface en sus distancias
dría del fariseo de Le 19, 9-14: “Dios mío, te ante el hombre promedial, ese frívolo súbdito
doy gracias porque no soy como el resto de los de la sociedad de consumo (si m ira al N orte),
hombres, que son rapaces, adúlteros, o como este esa resentida víctima del efecto demostración
pubücano. . . ” Te doy gracias porque no soy (si mira al Sur), ese despolitizado.
como los otros, es decir, porque soy como soy:
“Ayuno dos veces por semana, doy el décimo La respuesta del fariseo daría por sobreen­
de todos mis ingresos”. Te doy gracias porque tendido que, naturalmente, él es un poderoso
sé lo que debo hacer, y lo hago, para cumplir agente del proceso de humanización —y de
tu ley. Porque puedo cumplirla. Porque mirán­ ningún modo su destinatario. Más todavía, que
dome a mí mismo descubro lo que es la huma­ él es el agente ideal para conducir el proceso
nización. Porque el publicano y todos los otros, hacia un modelo único. Porque ese modelo no
para humanizarse, tendrían que copiar mis téc­ eá otro que él mismo.
nicas, seguir mis métodos, plasmar m i propio
modelo.
PO SIB ILID A D VS. PODER
Me temo que si intentamos trasponer la pa­
rábola a este siglo y este hemisferio, el fariseo
bien podría ser un latinoamericano de izquierda. Me parece que, para alcanzar una respuesta
más ajustada, tendríamos que empezar por re­
Al fin y al cabo, también el fariseo de veinte
conocer los fortísimos vínculos existentes entre
siglos atrás, políticamente hablando, luchaba por
la humanización y las famosas estructuras: el
la liberación de su patria, y eso hacia de él
un ardiente anti-imperialista. La inversa dt£ pu­ proceso de humanización alcanzaría, en princi­
pio, niveles más o menos altos según fuese ma­
blicarlo, precisamente, que esquilmaba a sus
yor o menor la justicia expresada por esas
propios compatriotas para dilatar las arcas del
estructuras.
Imperio ganándose por ello su suculenta comi­
sión. El fariseo tenía sobrados motivos para De lo cual se deduce, sin mayor esfuerzo, que
detestar a este rico alienado, a este miembro cuanto más injustas las estructuras, tanto mayor
de las oligarquías entreguistas.. . la urgencia de acelerar la humanización— mo­
dificándolas profunda y rápidamente.
Económicamente, es muy probable que el pu­
blicano fuera mucho más rico que él. Pero él Ello implica una aventura de liberación por
fariseo estaba enfermo de la peor riqueza. Se cierto urgentísima. No deja de ser significa­
creía rico ante Dios. Pretensión suprema, es­ tivo, en tal sentido, que en la II Conferencia
tupidez máxima: se consideraba a sí mismo General del Episcopado Latinoamericano reuni­
rico en “obras”, en “méritos”, en “espiritua­ da en Medellín, Agosto-Setiembre 1968, a la
par que se levanta como palabra clave —y co­ realizarse, esto es, para devenir poder, y desde
mo proclama— la “liberación” de nuestras tie­ éste nuevo poder crear estructuras humanizan­
rras, más de una vez se la coloreá con el tér­ tes, no puede sino hacer frente a aquel poder.
mino “humanización”. Así, según el CELAM, ’ La posibilidad latinoamericana no puede des­
los laicos latinoamericanos nos encontramos, por plegarse sino a través de una lucha. Una lucha
la “compleja realidad” de estos países, “ante el de liberación.
desafío de un compromiso liberador y human!-
zadór”. Nuestro compromiso como laicos ha de
ser “un signo de liberación, de humanización ¿HUMANIZACION VS.
y de desarrollo”. La Iglesia ha de promover MODERNIZACION?
“con especial énfasis y urgencia lá creación de
equipos apostólicos o de movimientos seglares • Sin duda, es en la así llamada “modemiza-
en los ambientes o estructuras funcionales so­ >cióñ” -dé la sociedad norteamericana donde más
bre todo donde se elabora y decide el proceso directamente' se manifiesta el choque entre po­
de liberación y humanización de la sociedad a der del Norte y posibilidad del Sur. También
que pertenece” (“Movimientos de seglares” ). Pe­ puede .darse, es claro, en la modernización de
ro habría que destacar también que él mismo los sectores opulentos de nuestras propias so­
térm ino está circulando en América Latina desde ciedades,, que suelen vivir a su imagen y se­
años atrás en el ámbito m inoritario pero muy mejanza. Pero este fenómeno es menor y par­
significativo de un par de movimientos ecumé­ cial comparado con él primero, de manera que
nicos impulsados por el Consejo Mundial de vamos a preferir, de aquí en adelante, polarizar
Iglesias: “Iglesia y Sociedad en América La­ los términos .del conflicto entre él poder EE. UU.
tina” (ISAL) y “Movimiento Estudiantil Cris­ y la posibilidad América Latina. (La misma
tiano** (M EC). Se íe puede rastrear en sus va­ necesidad dé concentramos en el problema bá­
rios documentos y publicaciones, así como en sico excluye también de este trabajo las refe­
la lección de un cristiano del Norte de fecunda rencias a la opulencia del otro lado del Atlán­
actuación eii América Latina: él Dr. Richard tico, .que- por cierto no deja de tener sus efectos
Shaüll.' Y últimamente es teína de tesis de un .distorsionantes- sobre.nuestras propias estruc-
cristiano del Sur, el Dr. Riibem Alves, que turas.) ..
después de una experiencia académica en Prínce-
ton al lado de Shaull, précisámente, ha pasado • La modernización de los- £ £ . UU. pesa, pues,
a desempeñar en ISAL el cargo de. secretario como un -poder subdesarróllante con relación a
de estudios. La búsqueda de la humanización, la posibilidad dé América Latina subdesarro­
pues, aparece ya como tema y tarea central llada. No caigamos aquí en él demagógico sim­
para el encuentro ecuménico.* en estos países. plismo de explicar nuestro subdesarrollo sola­
mente por influencia de este poder ajeno: sería
P ara decirlo en'térm inos de Médellín: inves- ' ignorar nuestras propias y no pequeñas ca­
tig a r e l sentido y los cauces del “proceso de dencias como sujetos hipéricos; autojustificar-
liberación .y humanización*' resulta tarea im­ nos, .como el fariseo, con .los males que vemos
prescindible, hoy,, paré enfrentar di “desafío**, tan sólo en los otros.- Pero nadie va a negar
jugarse en., el “compromiso”, dar forma al .el rol decisivamente negativo. que EE. UU. ha
“signo” . Puesto que se trata de. un procesó en jugado y sigue jugando. Bastaría con memori-
el cuál sé decide üuéstra propia liberación en­ zar a California, - Texas - ,y New México, o a
tendida colmó una lqcha en ése doblé frente Puerto Rico, Panamá,, Guatemala, Santo Do-
que el CELÁM subráya con particular fuer­ .mingo, Cuba. Ó,-si se prefiere, abarcar en una
za: las “tensiones entre clases y colonialismo rápida panorámica desde la organización de los
interno” y las- “tensiones internacionales y neo- .mecanismos de ayuda exterior hasta la asim ila­
colonialismo externo” .(“Paz*'). Contrallas oli­ ción de. nuestros ejércitos a la condición de
garquías criollas y el. imperialismo yankee,-ten­ m érasfuerzas. auxiliares d é la s norteamericanas,
dríam os que decir si todavía hace falta sér más pasando por-la-puesta-en escena de tantos golpes
explícitos. • . . de -estado y e l sostenimiento de tantas dicta­
duras,- el. descoyuntamiento de nuestras inci­
EÉ. UU. y nuestras .clases dirigentes —ha­ pientes industrias o su entera captación por ce*
bitualmente tan soUdanzadas, con los intereses .pitares . norteamericanos,; el bloqueo arancelario
de Washington como antes lo estuvieran coa .y.-lraVprecios ^irrisorios .que .sofocan a nuestras
los de Londres y antes aún con los de Madrid .ejqjortaciones, la gendarm ería organizada con-
y- Lisboa1— aparecén - en' este Sentido como el *ra.^ í? ^ . m ? pretenda poner en jaque.;el
ámbito dél poder i' América Latina^ Como 'él de statu quo, la avasallante propagación de un
lá posibiliciad. -Puesto jqüé áquél poder oprime American way of life que no es n i tiene por
« ‘•está posibilidad - méaiahté la" dóblé cóMpul- que ser el nuestro. Y hahrÍA.!qué desembocar
sióñ deí’ Ia& ésfefüctUras ÍMperiélistas: y óligár- en ese paroxismo subdesarrollante que implica
q ü icáá/'' lé iposibilidád ^lafiüdám'éricána, piará Há prétéñéíón dé loé Johnsóñ y los McNamara
,de imponfiraos,. eomo"_condición básica . para los humanización. Pregunta inevitable: ¿contamos,
planes' de; ayúda, un..sistema de control de la .para llevaría- a cabo, con un modelo de hom­
natalidad que vendría- a extrangular científica bre que permita orientar el proceso, dándonos
y metódicamente nuestra propia' posibilidad, de las pautas para evaluar los grados mpyores o
.vida: r ~*j ,r:vc: ’ al- -J menores de humanización que vamos alcan­
Quizás el conflicto crucial del neócolonialis- zando?- Gunga D in copiaba al soldado inglés,
mo quede expresado a través de la distorsión .nuestros oligarcas im itan al gentleman británico
existente entre estos dos términos: la moderni­ o- al ejecutivo internacional, nuestros jóvenes
zación del Imperio t$e realiza a expensas de •suelen modelarse sobre los modelos beat o hip-
la humanización de las colonias. O m ejor: lp .pie, o sobre, el Che; y Camilo. ¿Acaso podremos
modernización, expresión de poder en el Norte, nosotros -sustituir aquella. imagen autosatisfe-
se abastwe :del. £m¿(p4Íjamiento, jde. las posibi­ cha del fariseo por otra tomada, ya no de noso­
lidades dé una. mayor humanización .a través ,de tro s mismos, sino de un auténtico hombre mo­
Ja propia tuodepiización en. el §ur«.\ delo?- - -. ,
’- Porque —m e parece importante subrayarlo Si abrimos la Biblia en busca de una res­
fahtebf^ humanización y modernización no fun­ puesta, empezamos por encontrar que el pri­
cionan cómo términos antitéticos: No -se trata, mer modelo posible no es un hombre sino Dios,
'de modo.alguncr, de-que nuestros peones de los nada menos: %tDios dijo: eHagamos al hombre
látifündios o -nuéstros subalimentados de las a nuestra imagen; como nuestra semejanza
íaVelas y lasr villas miseria detenten, en su pri­ (Gn 1,26)
mitivismo;; an a m ayor humanización que los . Imagen de Dios, el prim er hombre, el primer
'obreros de Detroit, o lbs:; agricultores del Medio Adán (adán significa precisamente éso: hom­
■Oeste: Tampoco, de *contrastar un “idealismo?* bre,. y presentado «orno el antepasado común
‘latinoamericano conr n n “pragmatismo” yankee incluye en sí a toda Su descendencia), hecho
que .se estimaría' •deshumanizado ~a fuerza de de la tierra para dominar sobre ella, hubo de
'tóbeles-y computadoras.'También nosotros ne­ -obedecer, en el ejercicio, de este poder, la vo­
cesitamos:nuestras tesúnópolis; Nuestra- liberación luntad de Dios, único poder absoluto y por ello
‘pasa por d camino ^de nuestra industrialización único Señdr de todos los posibles: “Tú puedes
y de la tecnificación de todos los sectores de .comer de todos los árboles del jardín. Pero del
nuestra producción. Exige el desarrollo, para árbol del conocimiento del bien y del mal no
que nuestras .posibilidades se hagan efectivo po- . comerás, pues el día, en que comieres por cierto
.¡der. t Hay- .que romper, de una vez por. todas, qu¡e morirás”. (G n.2,16)
.con .los mitos del, retom o al paraíso perdido,
. de. una paz bucólica o arteanal, de pequeñas AI 'rebelarse contra este poder supremo, el
comunidades.ideales al margen de la multitudi­ primer Adán dilapida sus mejores posibles. Pre­
naria sociedad,, dé hombres naturalmente buenos. tendiendo para sí el status de dios o de semi­
diós,’en lugar dél de lá humanización plena que
La humanizáción no puede desplegarse de es­
le-, había sido gratuitamente conferida por el
paldas a este tiempo. No modernizarse es que­
único Dios, llama sobre sí el juicio de Dios,
darse detrás de él, como un no contemporáneo
'que "lo castiga con la pérdida de este status
de •los modernos, -un fósil' o un demorado en
de plenitud. Y rota la relación con Dios, quedan
im mundo que cada día más. aprisa nos hace
rotas las relációnes del hombre consigo mismo
más Vecinos, pero también más desiguales. Es y con los otros. Deshumanizándose a sí mismo,
quedar a la intemperie para que la moderni­ se convierte en un agente de deshumanización
zación de- la metrópoli siga-cobrando su abu­
dé los demás.
sivo precio- en .nuéstro propio, desvalido ana­
cronism o. O invente para consumo nuestro si­ - De. esta manera, lá historia de las generacio­
mulacros dé Modernización. O ños invite a go­ nes bíblicas-será, como la de Adán, una su­
zar; en" el cine o la televisión, en “Ufe” o en cesión de . enemistades,' rupturas, dispersiones,
“Visión*?, con morbosidad -de voyeurs, los es­ servidumbres, conflictos deshumanizantes, en
plendores del Norte. A nosotros latinoamerica­ tanto los hombres quedan librados a su propia
nos nos urge hacer nuestra propia moderniza­ condición, en tanto las renovadoras intervencio­
ción que, por nuestra,-sin perjuicio de utilizar nes de Dios no los vayan humanizando con la
las formidables conquistas técnicas que ya lo­ misma creadora gratuidad con que humanizó a
gró el Norte, tierie que asumir y acelerar núes- Adán.
fta propia historia, afirmando nuestra indivi­
dualidad, expresando nuestro estilo de vida.- - ; El prim er modelo posible está roto. Más to­
ldaría, con él, al pecar Adán, esto es, al des-
humapizarse, comenzó parp todos los hombres
EL MODELO ROTO .la necesidad de humanización. A partir de all£
.la historia, de salvación podría leerse, entera,
Tarea de liberación, de modernización, dp .como uña liberación en proceso, y por eso.comp

5$
una humanización que aún no ha alcanzado su neraciones- de la- Antigua 'Alianza seguirán lan­
estatura plena. Toda ella va volcándose a un zándose hacia'nuevos posibles que Dios irá de­
futuro cada vez más rico en promesas de jus­ lineando en una serie de propuestas que suenan
ticia y paz. Como preparando el estreno del como interpelaciones. Ello no obstante, cada vez
hombre nuevo, y no meramente renovado, dé que esos posibles —por gracia de Dios y por
la tierra nueva, y no del edén recuperado, va obediente y activa respuesta ' de su Pueblo—
abriéndose cada vez más hacia posibles más devienen poderes, estos poderes, revelando sus
concretos en la esperanzada certeza de que limites, su precariedad, convocan a nuevos po­
devendrán poderes. sibles, despertando así un . cúmulo de expec­
tativas nuevas. Todavía no ha llegado la libe­
En la Antigua Alianza, los dos ejes de esos ración completa. Todavía la humanización está
posibles orientan la liberación al precio de su en proceso. Todavía la meta queda lejos. /
propia entrega: Moisés y el Siervo de Yahvé.
P ara el patriarca, ser elegido para conducir al El movimiento profético va a radicalizar lá
Pueblo de Dios en la ruta del éxodo ,significa pluralidad de promesas eú una promesa supre­
la pérdida del status que detentaba mi la corte ma y absolutamente Renovadora, ese climax pro­
del Faraón. .Pero no —como en. Adán— por metido del .que quedarán pendientes todas las
castigo de Dios, sino por propuesta divina que expectativas' de Israel Más .atentos que ninguno
encuentra en él la respuesta adecuada. Como én lá implacable‘denuncia de los poderes des;
comentará después el autor de la. epístola a humánizárites y én él gozéso anuncio de posibles
los Hebreos: “Por la fe, Moisés; que devino hümánizadores, el “compromiso social*' de los
grande, rehusó ser Uamado hijo de una hija profetas'queda inextricablemente ligado á la es­
de. un. faraón; prefiriendo ser maUratado con peranza puesta en un pleno poder donde todos
el pueblo de Dios a conocer el .gozo, efímero loa posibles justos tendrán su realización con
del pecado, estimando corno una riqueza supe- íá humanización' to tal Esé poder im par, defi­
rior a los tesoros de Egipto e l oprobio de nitivo; irrum pirá eñ d Día dé Yahvé (Am'5,18;
Cristo<” (H ebr ll,2 4 s.). Para el varón de do­ Is 2,12) como Cielos nuevos, , tierra nueva, Je-
lores, se trata nada menos qiie.de ser “tras­ rusalén alegría "fls 64^17-19) Con la entrada en
pasado a causa de nuestrospecados, aplastado lá historia-de) Mesías davídico (Éz 37,25), del
a causa de nuestros crímenes. El castigo que nos Hijo del hombRe (Dn 7,13), del Siervo de Yah­
trae la paz está sobre el y es gradas a sus vé, precisamente. • ...
plagas que somos curados” (Is 53,5). £1 uno
y el otro, pues, se hacen agentes de ún proyecto
de humanización tan vasto y radical como que
es economía de salvación' mitrando mi Una pa­ HE AQUI AL HOMBRE
radójica situación de .mayores riesgos y con­
flictos al servicio de los otaos. 'Más que en ; Y el Siervo,-el Hijo del hombre, el Mesías;
Moisés, es en el Siervo donde esta situación ahora sabemos, se.llam a Jesús de Nazaret.
está llevada hasta extremos de anonadamiento En él, Dios pronuncia de una vez por todas
que implican su propia muerte en lugar de y su Palabra decisiva (Hb.r' 1,1-3). Pero ello no
paró los otaos. significa que haya sobrevenido en la historia
Pero n i Moisés n i él - Siervo • (respecto de con la espectacularidad triunfal, ostensible a
qu ien ,. incluso, se discute si es un individuo todos, que esperaba la mayoría d e sus com­
o el Pueblo de Dios o el resto fiel), comptK patriotas. Jesús aproxima decisivamente la plena
recen con los precisos rasgos que reclamamos humanización del Reino inaugurando la Nueva
de un posible hombre modelo. Lo más. que se Alianza. Pero esta aproximación, a Un tiempo,
sabe de ellos tiene que ver, no con sus tempe? es anticipo y demora del Remo. La escatología
ramentos o sus características personales, sino no seagpta én un instante triunfal; padece lá
con su situación, y la acción que en ella des­ Cruz, deviene historia. La historia, a p artir de
pliegan. Lo arquetípico es su obediencia a Dios Cristo, se'.hace escatología, historia de “los úl­
enteramente actuada en la situación en que Dios timos. días” (Hbr l,ls ) . La parusia vendrá des­
lo s 'h a puesto. No sus máscaras de protago­ pués, imprevisible, “como el relámpago” , “como
nistas. los días de Noé”, “a la hora que ustedes no
piensen” (Mt 24-25). Y recién con ella, resu­
Moisés muere en ruta, sin llegar a la Tierra
Prometida. Otros, en cambio, la alcanzarán. citados para la tierra nueva, la humanidad ha­
Vivirán en ella. Liberados ya del imperio, bus­ brá colmado todos sus posibles. Recién enton­
carán ahora, en la libertad, créar estructuras ces él Hombre nuevo tendrá su defini­
nuevas para afirm ar sú identidad nacional. Péro tivo;' La plena justicia y la -paz entera. T^
tierra nueva.
en este propio logro tendrán la expenéüéia dé
que tampoco esa es la liberación definitiva, la •Si todo esto nos acaece por la acción —la
humanización plena. Una y otaa vez, las ge­ pásion—- d6 u n h o m b re ta n a í n ^ l q y nnm n q u é

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.esn ad a- menos, que- el Hijo del hombre, ¿no en el mayor escándalo al referirse ahora a
quería decir acaso que, por fin, encontramos Dios hecho hombre, en el anonadamiento para
configurado en él aí hombre modelo? los otros. Pero precisamente por tratarse de un
anonadamiento queda al alcance nuestro acep­
Atención, aquí, con una ^imitación de Cristo'* tar la insólita exhortación de Fil 2: “Tengan
demasiado fácil y sentimental. Gracias a Dios, entre ustedes los mismos sentimientos que hubo
no tengo duda alguna sobre la existencia del en Cristo Jesús’*. Porque lo que se nos pide no
Jesús histórico* sü resurrección, su actual se­ es im itar la inexplorable “vida sentimental” de
ñorío, su futura parusía. No cuestiono ninguno Jesús, esa intimidad suya que en el Evangelio
de los artículos de fe de mi Iglesia, que es apenas asoma en algunos relámpagos que no
k dé R oáa. Tampoco pretendo disolver al llegan a luminaria como p a re ser copiada, sino
Jesús histórico en su mensaje, puesto que este míiiy otra cosa: que cada uno vaya vaciándose
mismo mensaje se apoya, se expresa y se re­ dé uno mismo, esto es, apeándose de su propio
mite a su nacimiento-acción-pasión-resurrección, status para alcanzar al de los más necesitados
ésto es a su historia, Pero creo que los evan­ y entregar allí la propia vida por ellos. “Se
gelios nó .'nos permiten diseñar un “hombre anonadó a sí mismo, tomando condición de es­
modelo” Cristo. El hombre Jesús, en su singu­ clavo; y deviniendo semejante a los hombres.
laridad psicológica, en su textura humana, en Habiéndose comportado como un hombre, se
sus rasgos definitorios, escapa a esas diversas humilló más todavía, obediente hasta la muerte,
apróxunacionés que son los cuatro evangelios, y la muérte en úna cruz!’’ La acción que Jesús
así como al intento , nuestro de combinar datos emprende se hace pasión, acción padecida. Lo
y superar esa diversidad. El H ijo del hombre, lleva a ésa situación de total desamparo que
revelación suprema en medio de la historia, no es la de un condénódo a muerte. La realiza —la
se re-vela a-sí mismo del todo. El gran interpe­ padece-— a escala humana. Más todavía: al
lante no sé agota en, su interpelación.. Es el nivel más bajo, más desguarnecido, al que pue­
Señor, y como tal irrepresentable mientras dure den Uegár los hombres. Por eso puede ser tam­
ñüestra condición de m ortales; ,E1 que viene, bién-nuestra propia ruta para la humanización.
y tom o tál,',visiblemente ausente de esta tierra.
Sá imagen se refractaren muchos haces mien­ . ■- “£ / que .quiera devenir grande entre ustedes,
tras haga faltá segúir anunciando la Buena Nue­ se.hprá e í servidor, de ustedes, y. él .que. quie­
va de un Reinó qué todavía ño. es poder pleno ra, ser. él primero, entre ustedes, se hará el
aquí en este tiempo. Nos busca, nos llama, y esclavo de- Ustedes. Es así que el Hijo del
al mismo tiempo se nos escapa. Pero es la hojnbre.no pino para ser. servido, sino para
Buena Nueva, y no el retrato, lo que más im­ servir y dar. su vida en . rescate por., una muir
porta a los evangelistas^ M ostrar a Jesús como titüd*’ (M t20,26,28).
cumplimiento de esa promesa larga de siglos
••' -Sitúátíióñ'y tarea: he ahí lo que importa,
que es_ la Antigua VUianzá 'y .a la vez cómo
si aáumimoS cristólógicaméntenuestra búsqueda.
novedad absoluta, comp propuesta; de salvación
Tare» éñ situación, y no esa farisaica gimnasia
en busca de la respuesta activa de todos los
espiritual' qüe:buscaríaM uestra “elevación” ha-
hombres. Anunciarlo como gracia,' á la vez que
como , radical exigencia. ' ¿ cid é l 'f<hdinbfe modelo” Cristo. Tarea que, en
el anonadamiento, nos humaniza a nosotros mis-
píos. a . la vez que humaniza a otros.
H A C ER O N Ó HACER El fariseo; quería los primeros bancos; Jesús
se a-no-nada hasta la Cruz, muerte infamante.
Y, sin embargo, “he aquí al hombre**, indica El fariseo se veía como dadivoso agente de
Éilatós (Jn 19,5). He aquíeT “Hombre Nuevo’* un proceso qué tendría a otros por destinata­
dirá Pablo. (E f 2,15) • He aquí “el. Principio, rios ; íok cristianos sé saben a un tiempo agentes
Primogénito de entre los muertos** (Col 1,18). y destinatarios dé éste proceso.
He aqiií eí “segundo Adán** _(1 Co 15,45) : UY , Pero podría preguntarse todavía: a falta de
del. mismo modo qué revestimos la imúgeri del Cristo modelo* .¿habrá acaso en el Evangelio
terrestre# nos es necesario revestir también la algún cristiano, modelo que oriente nuestro pro­
imagen' d e l celeste” (1 Co 15,49), Los hijos ceso de humanización? . *í :
del “prim er Adán”, de aquél que rompió su
misma fisonomía hecha ,a .imagen y.'semejanza : Me parece. que, aquí también, la respuesta
dé D ios,-han de humanizarse ahora a imagen ya a ser negativa. Fijémonos por ejemplo en
de Cristo. Es Cristo quien devuelve, enrique­ los bienaventurados* esos súbditos privilegiados
ciéndola, e sta . posibilidad humanizante. Pero del Reino.. (Mt_5 ,l- I 2 ; Le 6,20-23), ¿Acaso los
esta imagen no es su retrato. ... .. . “pobres”: 0 . I9 S “perseguidos por causa de la
justicia” responden a un definido tipo humano ?
¿Q uehacer,; entonces? La paradója que ya No, viven' una situación, aceptada o buscada* ya
advertíamos en Moisés y en el Siervo, .remata por -propia- condición- social, ya por vocación*
y sufren por ella. Recordemos a los discípulos por Dios, escapa por ello a cualquier modelo
y sobre todo a los apóstoles, el núcleo más con que queramos esquematizarla o preverla o
íntim o que Jesús escoge para regir a la futura anunciarla.
Iglesia. Pedro, Juan, Santiago, J u d a s .. . ¿Puede
Cambiando nuestro status ante Dios, esta h u ­
pedirse m ayor heterogeneidad? ¿Quién de ellos
manización radical implica asimismo un cam bio
podría erigirse en m odelo? No es por sus rasgos
radical respecto de uno mismo y de su propio
arquetípicos sino por el llamado que Jesús les
contorno. En lugar del hom bre viejo, el hom ­
hace p ara com partir su tarea en situación que
bre nuevo. En pugna con el “m undo”, el Reino.
van integrándose en torno suyo. Pasemos de Hombre viejo y “m undo” tienen que ser cues­
ahí a los m iem bros de las prim eras comunida­ tionados, más aún, negados, para que nazca el
des cristianas, a los que Lucas describe en su­ hombre nuevo a la anticipada novedad <lel
m arios m uy apretados (por ej. Ac 2,42ss). Reino.
¿A caso esas crónicas se hacen en función de
un tipo hum ano ideal? De ningún modo. Otra Pero este nacimiento y este anticipo acce­
vez, es un haz de funciones, y no un arquetipo, den, ellos mismos, a una inevitable lucha, puesto
lo que los define: “Se mostraban asiduos a la que el pecado también acecha al hom bre nuevo
enseñanza de los apóstoles, fieles a la comunión y el mundo también quiere destrozar al an ti­
fraterna, a la fracción del pan y a las oracio­ cipo. Desátase así una guerra perm anente en
nes”. Veamos, en fin, aquellos que, Jesús anun­ medio de la cual aquellos que ya dieron el
cia, serán absueltos en el juicio (Mt 25,31ss): gran salto advierten — como los judíos en la
cuestión fundam ental. ¿Cómo nos los presenta Antigua Alianza— que todavía no han llegado
el Señor? Ningún retrato. Todo está referido a a la meta. También para los convertidos, pues,
su acción: “en la medida en que lo han hecho ésta es una humanización en proceso. H um ani­
a uno de éstos, los más pequeños de mis her­ zándose pero no del todo hum anizados.
manos, es a mí que me lo han hecho”. Hacer o
Sacudido por tantas fuerzas contrarias, el
no hacer, esa es la alternativa. Vivir o no para
tránsito de la conversión no es lineal n i com ­
los otros. P ara los m ás pequeños entre los otros.
prende a todos por igual. Conoce avances y re ­
Servirlos en la situación de ellos. Anonadarse
trocesos que operan a distinto ritm o y con dis­
eficazmente, para atender las necesidades de
tinta fuerza en cada historia personal. Sigue y
ellos.
seguirá sujeto al choque Reino-“m undo” , que
sólo será definitivamente superado cuando el
Reino sea plenitud y no anticipo; victoriosa
realidad ostensible a todos, y no sacram ento,
EL GRAN SALTO signo a discernir entre tantos antisignos.
El gran salto hacia el hom bre nuevo puede
En Jesucristo le llega gratuitamente a cada efectuarse incluso en situaciones de extrem a
hom bre la oferta del gran salto humanizante, injusticia estructural, puesto que, iniciativa de
del prim ero al segundo Adán, del hombre viejo Dios, no está condicionado por ninguna estruc­
al hom bre nuevo, del pecado a la gracia, del tura humana. Pero ha de reflejarse necesaria­
“m undo” a las prim icias del Reino (perm íta­ mente en el cuestionamiento de toda estructura,
sem e entender de aquí en adelante al término desde las más injustas a las que m ás se acer­
“m undo” , cada vez que lo cito así, entre co­ quen a nuestras propias concepciones de ju s ti­
m illas, en una de sus acepciones bíblicas hoy cia, puesto que ninguna ciudad secular puede
p or hoy m ás olvidadas: como economía satá­ confundirse con la Jerusalén alegría, n i ninguna
nica, como ám bito sometido al poder del pe­
tierra actual con la tierra nueva, puesto que
cad o : 2 Co 4,4; Jn 7,7; 15,18s; 17,9.14; 14,30;
ningún presente ha de detener o de servir de
1 Jn 5 ,1 9 ). Y bien: la respuesta plena a tal
norm a a quienes todo lo apuestan al fu tu ro :
oferta no es otra que esa humanización radical
“no se modelen sobre el tiempo presente , sino
que im plica la conversión, tomando a este tér­
que la renovación del juicio de ustedes los trans­
m ino en toda su dinám ica revolucionaria. Es
forme y los haga discernir cuál es la voluntad
la prim erísim a exigencia que lanza el protago­
de Dios, lo que es bueno, lo que le complace,
nista de todo proceso de humanización: “Con­
lo que es perfecto” (Rm 12,2).
viértanse, porque el Reino de los cielos está
cerca” (M t 4,1 7 ). Más aún que un cambio ra ­ Pasajero en tránsito, el cristiano tiene que
dical en la propia mentalidad, en la propia ac­ comprometerse así en una perm anente lucha de
titud, en el estilo de vida del convertido, la liberación, humanizándose en la m edida en que
conversión exige un re-ajuste, de parte del con­ humaniza a los otros y a su propio contorno.
vertido, a la alianza entre Dios y el hombre que No instalándose en ningún poder, ten d rá que
el hom bre unilateralm ente había infringido. Re­ ir siempre a la caza de posibilidades nuevas,
presenta un hecho nuevo. Estrena, en cada uno, porque el pleno poder del Reino todavía no h a
al hom bre nuevo, con una novedad que, creada traído la paz y la justicia plenas. P o r eso es

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„.q ae Jteúu*”' Porque no lo goza . como “desafío”, “compromiso”, “signo”, como
tqdayía.- ¿ r ~jrz‘. :r r.- •: ; ■ quiere'M edellín. Porque la nuestra no es ruta de
armónicos desarrollos y atractivas evoluciones
r.sino de liberación, esto es, de revolución, con
toda la carga-de-dram a que conlleva esta pala­
CONTRA ¿L DIALOGO IGLESIA-MUNDO b ra; no de convergencias sino de divergencias
-profundas; no de diálogos mullidos sino de
Creo q u eeá Básico, en éstos momentos, re- arduas polémicas; no de optimismos satisfechos
. cuperár este sentido de lucha .permanente que sino de una dura, m ilitante esperanza. No por
implica la' fe en Cristo. Quizás, aquí a aquellos casualidad los obispos del CELAM empiezan a
‘qtífé, áM chadóspoí él poder de otros, no con­ hablar el léxico de la acción política —“libera­
tamos como propias sino las'posibilidades, nos ción”— y prefieren el tipo de cristiano “revo-
corresponda recuperar y renovar, en lá Cruz i. kicionario” al “conservador” y al “desarrollis-
pascual,-.el. doble signo, de contradicción y re* , ta” en un tiempo en el cual ya nadie se acuerda
. conciliación qiié señala precisamente en la con­ de los cantos de sirena de la Alianza para el
tradicción la riitá para la reconciliación. ,“¿Us- Progreso y. todo el mundo -dictam ina el fracaso
.tedés'[piensan q u e jo ' aparecí para establecer la .. de la “década del-desarrollo” y los escándalos
^ z/sobrelaH erT a? No, les digo, sino la divi- ..de. la ÓEA estallan en cadena y la “revolución
s¿on” {Lc l2 ,5 l) . Contradicción en el seno de ..en..libertad” es zarandeada por los propios co-
la p ro p iaíam ilia ’y del_ propió., país, más aún, . rreligionarios del- presidente Frei y la persecu-
" dentro de cada uno y ,dentro de toda la historia. , sión a católicos por el gobierno de Costa e Silva
Contradicción éntre e l. Reino .y . el “mundo**.. eg-cosa.de todos los días y hasta en el Uruguay
, hay- estudiantes, muertos por la policía, deten-
’i ‘* Se me ocurre qüe' múchas veces cuando, si­ aciones ep masa por motivos gremiales y poli-
guiendo' modas importadas dél Atlántico Norte, uticos y abundantes mordazas contra la libertad
"do§- latinoamericanos'nos ponemos eufóricos con ..de .expresión; . . ,
..-el-así llamado “diálogo 1iglesia-mundo”, además
. del- doble j.uego .de equívocos que resulta-por *r- A nosotros porresponde, pues, reconocer esta
lado de enfrentar' la- Iglesia con: el mundo ; coyuntura- nuestra como tiempo urgido de una
•.*(en él sentido corriente: del-térm ino) -como si Bbferaciónhumánizadora, esto es, como un mo­
v no formara, parte 'd e - él,- ^ p o r-el‘ otro- de ig­ mento de agonía creadora, de una lucha sin
norar las y a ria sy i a vecesópuestas acepciones tregua que, de algún modo misterioso pero
- que -el vocablo- mundo- tiene .en la Escritura (re­ cierto, está sirviendo al gran parto del hombre
cuérdese- da que acabo; de'énfatizar áqúi, por nuevo en la tierra nueva. Tiempo para levantar
ejemplo)-, ños ponemos a.-soñar un'interlocutor la Cruz bien alto y saberla signo de contrá-
globalmente bienqueriente, deseoso de tender dicción, de crisis, de oposiciones, de rupturas.
puéútés y .d e-proveer signos, armónicamente im- Y signo de reconciliación a través de la lucha,
• pulsado *por; una “evolución” o im “progresó” en esa dialéctica pascual muerte-resurrección que
’ que escalaría una suerte de crescendo triunfal; récprre- toda la historia.
• con un mito, vamos. El propio uso indiscrimi­
nado dél vocablo “diálogo” responde a cir- .
cunstancias muy otras que la nuestra. Se puso
UN a n o n a d a m i e n t o in s o s l a y a b l e
dé moda, no olvidemós, cuando una nueva “en­ • •*:» ; / : r *-■ t r ; .*
tente cordíale” pareció suceder a la guérra fría
a párfir de Kruschéy y Kennedy, del auge del ¿Pero como resolver esta lucha? Habíamos
Mercádo Común Europeo, del ecuménismo via- “ salido a la búsqueda de modelos y, en su lugar,
: je tó y ecuménico, dél teilbardismo difuso' y res­ descubrimos ía necesidad de tareas en situa­
plandeciente. ' Pero Rruschev fue depuesto, Ken­ c ió n , dirigidas'hacia los más necesitados, con
n e d y ' asesinado, el Mercado Común bloquea ‘/quiénes hemos de convivir su anonadamiento.
*nuestras tradicionales . exportaciones agrbpecua- - ' íS i volvemos la mirada hacia aquellas tareas
‘ rías y la-paz ruso-americana da forma y sostén .que exige: el “hacer 0 Uo hacer” de M t 25,3ss,
a' un statu quo tan opresivo para'A m érica La­ -,lp primero r que llama la atención es la índole
tina. cóinó puede serlo, desde el otro gran cen­ -restrictamente' secular que ellas revisten. En efec-
tro del poder, para Checoeslovaquia o para cual- i to-, ninguna tiene qué ver con cargos o funóio-
qiiiqr p a ís.del. Éste. , -• •jtes internas -de la Iglesia. Ninguña m anifiesta
-:1a especificidad de los. hombres de fe. No hace
-,,;A nosotrosnós correspondería ahora navegár falta' tener fe, alcanza con una conciencia recta
contra esas corrientes de “espiritualidad” tribu- rparé.dar de comer al‘hambriento y de’beber al
, (arias del optimismo de los estados ricos. Tén- : sediento, recibir al -extranjero, vestir al des-
dríamoa que rectificarlas* devolviéndolas a sus . .ilude» -visitar-:al' enfermo y al prisionero;. Aquí
verdaderos cauces, si queremos que nuestra hu- t-nos .enceráramos, evidentemente, ante formas de
rngnázacrón .sea Un hed ió y 1?, to n u p o a en tíenp. - 6¡eryi$ici qué Cualquier hom bre -puede pteatárí
Tam poco se tra ta de tareas que elijan o pre­ y laicos que con él trabajan. H om bre en diás-
fieran, como destinatarios, a los cristianos ne­ pora, Camilo mantiene sin em bargo, aun b ajo
cesitados. C uaquiera puede ser el hambriento, la presión de una jerarq u ía reaccionaria que
sediento, extranjero, desnudo, enfermo, prisio­ trató de detener su lucha, esa sufriente fid eli­
nero. Y a ese cualquiera — sin preguntarle por dad a la institución, que da una de las dim en ­
su pertenencia o no a la asamblea de fe— es siones más hondas de su tragedia. Cabeza de
a quien hay que ayudar, de inmediato, por el su diócesis, Dom Helder no se encierra en ella,
solo hecho de necesitar tal servicio. saliendo hacia los otros en búsqueda de un
frente más amplio, com prendiendo cabalm ente
El “h acer” aquí exigido, pues, moviéndose en que la..Iglesia es parte de la vida pública y
una esfera totalm ente secular, nada tiene que no un además privilegiado, no un refugio p ara
ver con un program a de acción presuntamente consuelos momentáneos.
“cristian o ” . P o r otra parte, a nadie se le va
a o c u rrir que en las acciones aquí descriptas La humanización no se hace por un solo ca­
se agota todo “ hacer” posible. El Evangelio des­ mino, y aquí están el cura de la diáspora y
truye aquellos catálogos taxativos de “ obras el pastor con su grey p a ra m ostrarlo. Cam ilo
buenas” que llenaban de satisfacción al fariseo eligió la guerrilla, Dom Helder los m étodos no
y le im pedían reconocerse pecador llevándole a violentos. Uno y otro no se detienen ante las
descargar unilateralm ente sobre los otros, sólo implicaciones políticas de una fe que, afirm ando
los otros, la necesidad de humanización. Hom­ un soló Señor — que és el Señor Jesús y no el
bres de su tiem po, los autores del Nuevo Tes­ Señor Presidente— necesariam ente tiene que lu­
tam ento aprecian las necesidades de sus próji­ char ' contra cualquier pretensión de señorío,
mos no sólo a la luz de su fe sino también venga de donde vengá. Los dos se juegan en
— inevitablem ente, puesto que su fe no los sus­ la gran aventura secular, pero a distinto títu lo :
trae de la histo ria— de las perspectivas científi­ opción individual en Camilo, opción institucio­
cas, filosóficas, incluso ideológicas desde las nal en la diócesis de Dom Helder. Los dos,
cuales cada uno se asom aba en su propio con­ procurando tom ar en cuenta, con el m ayor rigor
texto cultural. Forzaríam os esa inmersión en de que son capaces, los datos de las ciencias
su tiem po si les pidiéram os que program aran sociales, y no rehuyéndole a la ideología, que
las tareas de hoy. reclama una estratega y una táctica p ara estas
empresas de liberación, ni a ese duro, in q u ie­
N uestro “h acer” , por ello, puede revestir m u­ tante amor evangélico que no provee de solu­
chas otras form as. Pero sigue siendo, hoy como ciones ni puede confundirse con un p ro g ram a
entonces, un “hacer” secular. Apuesta a posi­ político sino que es voluntad cargada de lucidez
bles que entran en el cuadro de nuestras pre­ y exigencia humanizante tanto p ara quienes lo
visiones. Y por ello, nos m anifiesta la im por­ ponen en acción como para aquellos hacia los
tan cia extrem a que alcanza aquella humaniza­ cuales va dirigido.
ción m ediante el logro de estructuras más justas
en la que están empeñados creyentes tanto como Toda la vanguardia del catolicismo latinoam e­
agnósticos y ateos. ricano — que no es “izquierda católica” sino
católicos en la izquierda— acepta con en tu ­
siasmo las opciones individuales de las que C a­
milo dio inolvidable testim onio. ¿P ero qué d irá
CAMILO Y DOM HELDER ahora, cuando la lección de Dom H elder se hace,
en Medellín, mensaje del episcopado latinoam e­
¿P ero cuándo la tarea fuera de su propio ricano, acerca de estas otras que, operando en
ám bito ha de ser em prendida por la Iglesia el mismo espacio secular, gestando proyeccio­
«.reunida, cuándo por la Iglesia dispersa? nes políticas, son decididas ya no por c ris tia ­
nos aislados o grupos de cristianos sin repre-
La cuestión dista aún de haber sido resuelta, sentatividad institucional sino p o r la institución
y quizás no haya dos nom bres más adecuados Iglesia? ¿Cómo reaccionarán cuando esta in sti­
p ara individualizar a uno y otro término de la tución com unitaria, con su pastor a la cabeza,
alternativa, en Am érica Latina, que los de esos arriesga a posibles hum anizantes co n tra pode­
dos em pecinados en la humanización que son el res deshumanizadores desde una perspectiva
O bispo Dom Ilelder Cám ara y el Padre Camilo que, desde luego, no surge directam ente de la
T orres. Palabra revelada, sino de las previsiones y las
pasiones de los hom bres? ¿Q ué estructuras h a ­
Cam ilo es la apuesta del hombre de fe dis­ brá que crear, dentro de la Iglesia, p a ra que
perso entre los no creyentes; Dom Helder, la ella responda a un consenso y no sólo a la
respuesta de esa institución llamada Iglesia, decisión de su obispo? ¿Cómo ligar, en una
articulándose en la voz y la acción de uno de unidad de respuesta personal, en cada creyente,
ssu pastores y de la com unidad de sacerdotes su propia e irremplazable opción individual con

63
la opción de esta institución que es su co­ dan, estaría proyectando sobre m i contorno la
m unidad de fe? estúpida autosatisfacción del fariseo; me cerra­
ría a esa irrupción de estrenos que implica la
hum anización. La lucha de liberación no puede
com partim entarse. No es mero rubro exporta­
A LA CAZA DE POSIBLES ble. Comienza en m i propio medio, puesto que
tam bién él tiene que ser sede de m ayores y
Acabo de referirme a una alternativa que m ejores realizaciones de los posibles hum ani­
no sé en qué medida llega a plantearse tam bién zantes.
en los EE. UU. Pero hay otra gran cuestión En segundo térm ino, am ericanos del Sur y
pendiente y no puedo menos que form ularla am ericanos del N orte hemos de abocarnos con­
aquí: ¿Cómo llevar adelanté el proceso de h u ­ juntam ente a la caza de posibles comunes. P or
manización en las relaciones interam ericanas? cierto que en esta búsqueda el choque entre
Me parece que el cam ino es doble. posibilidad y poder se vuelve todavía m ás es­
tridente. ¿D ónde encontrar los puntos de con­
En prim er lugar, am ericanos del Sur tanto tacto fraterno entre el Im perio y sus colonias,
como am ericanos del N orte tenemos que lan­ entre la opulencia m ayor del m undo y estos
zarnos de lleno a la realización de nuestros pueblos proletarios?
respectivos posibles hum anizantes. Ello im plica
que la lucha de liberación no es sólo cosa de La respuesta no puede ser otra que en la
común necesidad de hum anización. C ontra los
latinoam ericanos. Tam bién en los EE. UU. debe
mitos del panam ericanism o, el proceso inter­
librarse y está librándose en una creciente va­
americano de hum anización tendrá que encon­
riedad de niveles. No es por casualidad que
tra r y fortalecer sus propias estructuras para
quienes de un modo u otro cuestionan los po­
deres actuales de la G reat Society, la geopolí­ la acción. Sus agentes no han de encontrarse,
tica del Pentágono y de las grandes compañías, por cierto, en los titulares del poder político,
la escala de valores de un W asp, el ideario ra ­ en tanto ellos sustenten, al N orte y al Sur, es­
cista de un W allace, la guerra de Vietnam, el tas estructuras neocolonialistas y oligárquicas
bloqueo de Cuba, la com pulsión tecnificada a que tenemos que rom per. Se los halla, en cam ­
través de los canales propagandísticos, y más bio. en quienes, viviendo a fondo sus propias
ampliam ente las propias estructuras de un Im ­ posibilidades hum anizantes, en ellas descubren
perio que tam bién cobra sus víctimas en el los lazos que las ligan con las posibilidades de
frente interno, acudan con creciente frecuencia los otros americanos.
a la expresión “poder” para nom brarse a sí Tarea de autocríticos, de críticos, de rebel­
mismos: Black Power, Youth Power, Student des. Pero sobre todo, tarea para aquellos que
Power, Flower P o w e r ... Invocar el poder que quieren actuar su rebeldía en la situación de
no se tiene es una m anera de aguijonear la los más pequeños, los .más jjftcesitados; aquellos
posibilidad, hacerla potencia. Es comprender, o que, ante el “hacer o no hacer” , eligen hacer. ®*
por lo menos sentir, que la opresión de los Tarea de quienes se liberan a sí m ism os de
negros o la insatisfacción universitaria o in­ la instalación en, o el ascenso a, los prim eros
cluso las m ás rom ánticas formas de rebelión puestos del statu quo, para procurar los cam ­
sólo se resolverán por la conquista del poder. bios liberadores, en una lucha común junto a
Esto es: por la política. Y por cierto que la quienes más sufren a las actuales estructuras
hum anización requiere ante todo una profunda deshumanizantes.
politización si quiere desplegarse en la historia,
no quedarse en un ideal lejano de esta tierra. Toda humanización, en este sentido, se p a­
rece a un anonadamiento. La hum anización r a ­
En este prim er aspecto, la lucidez autocrítica dical tiene que serlo, y ha de re-conocerlo, como
nos resulta tan necesaria como la voluntad de dinámica de cruz, como energía pascual. P o r
acción. En la crítica a mis propias estructuras ello, las iglesias de las dos Am éricas están lla­
— sean ellas las neocolonizadas o las m etropo­ madas a convertirse en sedes privilegiadas de
litanas— empieza m i servicio a los otros. De esta humanización en proceso. ¿Cuándo han de
lo contrario, si las aceptara tal como se me hacer su común respuesta?

64
UNA EDITORIAL- URUGUAYA
PARA LATINOAMERICA

(jj3 N AR R ATIVA - COLECCION CARABELA

ASI EN L A PAZ COMO EN LA


GUILLERMO CABRERA IN FAN TE
GUERRA n

LQS PRADOS DE LA CONCIENCIA CARLOS M ARTINEZ MORENO

ju n ta c a d a v e r e s JUAN CARLOS ONETTI

LOS h a b it a n t e s MARIA DE M ONTSERRAT

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LA FOSA TRADUCCION EUGEN BARBU

CON CIERTO ASOMBRO FERNANDO A IN S A

EL JUEGO CON LA MUERTE TRADUCCION Z A H A R IA STA'NCU

DE INM INENTE APARICION

B A R C ELO N A TRADUCCION GERMANO LO MB ARDI

ENSAYO. - COLECCION CARABELA

LA ETICA EN EL CONTEXTO
CRISTIANO TRADUCCION P. L. LEH M AN N

SOBRE ARTES Y OFICIOS MARIO BEN ED ETTI

DE INM INENTE APARICION

EL URUGUAY DE VERAS W ASHINGTON LQCKHART

ENSAYO - COLECCION MUNDO ACTUAL

EL C AS TE LLA N O DE ESPAÑA Y
ANGEL R O SEM BLAT
EL C ASTELLAN O DE AMERICA

LA ERA TECNOLOGICA TRADUCCION raym qnd ARON

EDITORIAL ALFA
OI UDADELA 1389
TELEFONO 98-12-44
tas vísperas sig u ien tes

capitalismo,
doctrina social de la iglesia
“ Sin ser demasiado optim ista, hay signos de que las élites cris­
tianas del fu tu ro aceptarán trabajar en forma de participación
más bien que de "in s p ira c ió n ” o en la búsqueda de modelos so­
ciales "cristia n o s” . No se trata sim plem ente de un "diá lo go” ,
forma determ inada por el enfrentam iento o la coexistencia pa­
cífica, sino de una verdadera participación. Desde luego, no será
muy cómodo para los dogm áticos (cristianos o marxistas), pues
el hecho de la participación no suprim e el pensam iento crítico.
Pero sí im plica una participación no sólo en la reflexión, sino
tam bién en la praxis, y es allí que supera las form as hasta ahora
realizadas del diálogo (con "e l otro” ) y de la crítica desde afuera.
La crítica capaz de producir un cam bio es la que se realiza des­
de adentro, no por socialistas cristianos, sino por socialistas que
son cristianos” .
JORDAN BISHOP (Bolivia)

concientizacián y religiosidad popular


"Se supone que la mayoría de los lectores de VISPERA no hacen
mandas ni prenden velas ni mandan a decir responsos. Se con­
sideran secularizados y piensan que han superado una fe alie­
nante. Sus santos patrones no son Don Bosco y San Antonio sino
el Che y C am ilo.
Todo esto subraya el problema. "Religiosidad popular” quiere de­
c ir el espíritu religioso, la cosmovisión religiosa, de nuestros pue­
blos. No podemos preguntarnos, entonces, si en cuanto nos dis­
tanciam os de esta religiosidad, tanto nos estamos distanciando de
nuestro pueblo que somos alienados de nuestra propia cultura?” .
Cuando la crítica abre al misterio.

FELIPE BERRYMAN (Panamá).


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CIENCIAS POLITICAS Y SOCIA­ Panfleto y profecía, esta j
obra de Paupert, aparece O -G il
w _
c itlO 2 .U U U
LES - ECONOMIA - GEOGRAFIA como un libro colérico
donde el autor fustiga
duram ente a los

E ABRIL* MES DE integristas y a los


M B I U L . APARICION «ancianos de cristiandad»*
aterrorizados ante la
renovación de la Iglesia.
PRIMEROS CINCO
Obra colérica, violenta,
TITULOS: polémica, es, ante todo,
una obra de esperanza,
El Movimiento fidelidad y alegría.
Sindical
Germán D’Elía
o El Significado secular del
• mam El Borde del Mar Evangelio
Klappenbach-
Scarabino

Relieves y Costas
Chebataroff Paul M. van Burén
o ¿Cómo puede un cristiano
— que es hombre
El Uruguay Indígena
secular— comprender el
Renzo Pf evangelio de una forma '

m
secular?
El Sistema Educativo COLECCION PENSAMIENTO CRISTIANO

m
y la Situación
Nacional
Las cinco llagas de la Santa
Mario Otero Iglesia________ _
El pasado debe a y u d a rn o s A ntonio R osm inl
3
a c o m p re n d e r n u e s tro p re ­ Una obra, que escrita

c hace más de un siglo,


s e n te ; p e ro s ó lo é s te y su
e s tu d io , p ro y e c ta d o s al fu ­ continúa siendo de
tu ro , nos in t e g r a r á n com o palpitante actualidad.
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índice,en 1843, ha sido
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RICA, Prof. Daniel Vidart. — CRONOLOGIA COMPARADA DE LA HISTORIA DEL URU­
GUAY, 1830-1915, Profs. B. Paris de Oddone, Roque Faraone y Juan A. Oddone (ediciones
de la Universidad de la República). — EL DESARROLLO CULTURAL EN LA LIBERA­
CION DE AMERICA LATINA, Sergio Bagú y Humberto Gussoni. — VIDA Y CULTURA
EN LA SOCIEDAD DE MASAS, Jorge Gracia rena, E. Butelman, B. Rosenberg y Gomes
Machado, L. Portnoy, Jiménez de Asúa y De León. — LAS RELIGIONES EN EL MUNDO
ACTUAL, Del Campo, Cappelletti, Santa Ana, Cetrulo, Bentancourt Díaz y Pilosof. —
SINDICATO Y SOCIEDAD EN EL URUGUAY, Alfredo Errandonea y Daniel Costábile.
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Y TAMBIEN DISCOS — La nueva s e c u la rid a d — Luis Maldonado
v.) ’t'm J "
* ' 'V IptJjT

m Q
1 *?
sumario
1 Carta del Editor
■»

perspectivas
3 Petróleo para el Perú,
¿acto aislado o política de conjunto? R o la n d o A m es C o b iá n

8 Protesta en la Zona del Canal G ru p o C u á q u e ro de A c c ió n

11 "M acario" de Juan Rulfo J o rg e M e d in a V id a l

13 Interpretación motivacional del catolicism o popular A ld o J. B ü n tig

encuentros
21 "Una voz que otros no pueden hacer oir" Dom H e ld e r C á m a ra

23 "Acción cultural liberadora" P a u lo F r e ir e

situaciones
29 Iglesia: Confrontaciones y perspectivas ( C A ) — Paraguay: La Iglesia, los presos polí­
ticos y Stroessner ( C A ) — EE. UU .: Las amenazas internas ( M i g u e l C a r d o z o )

lecturas
38 Claude Julien: “ L’ Empire Americain" ( L A S ) — Néstor García Canclini: "Cortázar, una
antropología poética" ( J u l i o d e S a n t a A n a ) — Henri Fesquet: "Una Eglise en état
de péché mortel (MB)

informe: modernización - humanización


40 De la teoría a la ideología ' A n to n io P é re z G a rc ía

49 Un problema político L u is A lb e r to G om es de S ouza

55 De la posibilidad al poder H é c to r B o rra t

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