You are on page 1of 4

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
PROGRAMA DE FORMACIÓN DE GRADO DE ESTUDIOS JURÍDICOS

Caracas, 17 de octubre de 2017.

Materia: Sistema Económico Financiero y Mundo Productivo Sección: 01NOC-DEM


Elaborado por: Meily Milagros Pérez Núñez C.I.: V-13.992.174
Joel Augusto Barreto Báez C.I.: V-19.198.380
Wuilmary Y. Bravo Colmenares C.I.: V- 20.330.826

1. CAPÍTULO 9: TRABAJO Y VALORIZACIÓN


En el proceso de valorización de las mercancías el capital mercantil en el proceso devalúa el
valor de la fuerza de trabajo para lograr complementar el plusvalor que tendrá la mercancía final y
así se establece el ciclo de acumulación del capital

Además de eso vemos como en el proceso de valorización es cuando se mezclan el capital


constante (maquinaria y materia prima) y el capital variable (fuerza de trabajo) que se da origen a
una nueva mercancía que generara un plusvalor, pero que es encubierto por un sistema de derecho
que excluye a la fuerza de trabajo como sujeto pleno del derecho, ya que el capitalista en el ciclo
mercantil del dinero repondrá los elementos del capital constante, es decir repondrá maquinarias y
materias primas pero no repondrá el deterioro de la fuerza del trabajo.

Es entonces cuando en el proceso la formula M=MP-FT=...P... donde la P representa el


proceso de producción y es por razón cierta el momento donde se fusionan el capital variable y
constante donde la fuerza de trabajo queda excluida del sistema del derecho.

Así es como el derecho inexpugnablemente olvida que para que algo se convierta en
mercancía debe haber una intervención directa del ser humano, ya que no hay otra manera de que
exista mercancía que genere plusvalor, debido a que con la intervención del hombre sobre la
naturaleza es lo que convierte cualquier cosa en trabajo que luego se convertirá en mercancía
cargada posteriormente en con el plusvalor que generara la acusación del capital.
2. CAPÍTULO 10: LA CIRCULACIÓN Y LA PRODUCCIÓN. LA FUNCIÓN SOCIAL DE
LA PROPIEDAD.
Para tratar de abordar la función social de la propiedad el autor lo realiza a través de dos
elementos importantes la circulación: que se da en el mercado y la producción fuera del mercado,
ya que la producción es consumo de valores de uso de medios de producción (MP) y fuerza de
trabajo (FT), que, a diferencia del consumo de otras mercancías, retoma nuevamente al mercado
con otra forma y otro valor.

Ahí entra el derecho no se ocupa del consumo de mercancías; no está interesado en la forma
en que se consumen las mercancías; pero si al derecho absoluto de propiedad donde según el
propietario podía usar y abusar de la cosa, degradarla o destruirla, pero con el surgimiento de la
función social de la propiedad con la teoría el derecho económico se ve que el derecho de propiedad
ya no es absoluto si no que no hay derecho de abusar de ella, puesto que debe usarse de modo que
resulte útil de la sociedad en consecuencia no se puede destruir la propiedad ni siquiera la que nos
pertenece.

Lo que nos quieren decir es que el capital, los medios de producción, no se pueden destruir y
que por el contrario deben usarse conforme con el uso que les es propio; es decir, como capital. Esto
es: el capital debe usarse como capital; por lo tanto, para producir plusvalor, para auto- valorizarse...

Entonces puedo concluir que la función social de la propiedad, es la manera que el


capitalismo utiliza el derecho con el propósito de producir la mayor mercancía posible utilizando la
fuerza del trabajo justificada o amparado en una función social que realmente no existe “Como se
ve, la doctrina de la función social de la propiedad, muy lejos de ser superadora del capitalismo, es
la forma superior de la ideología capitalista”

Ya que la improductividad de las mercancías esta fuera del orden jurídico no porque haya un
respeto a la libertad individual de hacer lo que queramos con ella si no porque no hay circulación
mercantil, que es de lo único que se ocupa el derecho privado.
3. CAPTÍTULO 11: EL CONTRATO DE COMPRAVENTA DE FUERZA DE TRABAJO.

La idea que se tiene del Trabajo es el centro de la discusión de los modelos regulatorios por
los cuales se opta al momento de establecer normas que fijen un marco de funcionamiento en una
sociedad. En efecto, la conceptualización del Trabajo ha ido variando en su valoración en el tiempo,
cuestión que necesariamente es tomada en cuenta al momento de crear las normas jurídicas que
regularán la actuación de los individuos en un momento determinado, particularmente dentro de
la interacción entre el capital y el trabajo en la sociedad actual, lo que queda particularmente claro
al desentrañar los modelos regulatorios de la actividad laboral en las tesis expuestas en los párrafos
anteriores.

Las reflexiones anteriores respecto del trabajo y sociedad, permiten concluir la influencia
decisiva de la ideología y su proyección económica en la modulación del Derecho del Trabajo en
general. En consecuencia, se observa que la evolución del diseño jurídico de lo laboral ha sido un
reflejo de la tensión existente entre una postura liberal política económica y otra paternalista de
carácter socialdemócrata, en la que la primera opta por un mínimo de restricciones, predominando
los derechos políticos o de libertad, respecto de los derechos sociales o de prestación, reconociendo
al mercado como el instrumento necesario para la utilización eficiente de los factores productivos; y
la segunda, que instala una actitud de sospecha frente al mercado, lo que amerita un fuerte control
del mismo, proponiendo con mayor o menos intensidad, la concreción de los derechos sociales o de
prestación con objeto de concretar la anhelada igualdad social.

Por otra parte, si bien en nuestro país los actores políticos convergen en que el mercado es
quien debe responder a la creación de más y mejores empleos y remuneraciones, se reconoce
también la fiscalización y vigilancia del funcionamiento del mercado a través de un sistema de
control estatal, sea por organismos administrativos de control centralizados (Inspección del Trabajo)
o descentralizados (Superintendencias). La discrepancia surge del grado de esa intervención, las
cuales siguen siendo objeto de gran debate, lo que naturalmente da origen a un Derecho del Trabajo
con un marcado en un sentido de provisionalidad, conectado a dos de sus características: su rasgo
politizado e ideológico y su imperfección legislativa.
De esta forma, y dado el actual escenario en nuestro país que enfrenta una gran demanda
social, se hace necesario proponer un marco regulatorio del Derecho del Trabajo, que destierre un
derecho de retórica, introduciendo, aunque gradualmente, una normativa contra hegemónica y
emancipadora a fin de obtener una regulación eficaz y justa que dé una respuesta oportuna al
conflicto entre el capital y la fuerza de trabajo donde le sea reconocido los que genera en el plus
valor del trabajo, logrando de esta manera un desarrollo económico y social más equitativo.

You might also like