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Aunque el rol básico de la burocracia soviética como regulador y expresión del poder
público político se mantuvo como una constante durante toda la historia de la URSS, en
cada uno de los tres períodos en que se pudiera dividir metodológicamente, este estrato
social asumió rasgos, encarno intereses e influyó de manera distinta.
1
Se entenderá por protocapitalismo soviético el conjunto de prácticas, esencialmente económicas,
dirigidas a la búsqueda de la ganancia y el beneficio material, utilizando lógicas de intercambio de
mercado, fuera de los mecanismos centralizados establecidos y controlados por el Estado.
2
A los efectos del presente estudio, los años comprendidos entre 1917 y 1928 se entienden como de
génesis del sistema, donde este solo está en proceso de gestación. Por otra parte, aunque marcamos el
fin del período en 1953, realmente los primeros indicios de cambio de paradigma en las relaciones
burocracia-mando central comenzaron a darse con el fin de la II Guerra Mundial.
médicos”, el “caso de Leningrado” el fortalecimiento del aparato gubernamental en
detrimento del partidista, la rotación de cuadros en los máximos órganos legislativo y
político) fueron intentos de frenar el empuje de la burocracia.
Los únicos límites que podía encontrar la nomenclatura en las sociedades de tipo
soviético eran, el control popular, desde abajo, o el mando político central, desde arriba.
En la URSS, el primero fue aniquilado prácticamente desde el desmantelamiento de los
soviets en la década del veinte. Solo un mando central fuerte podía, entonces, fungir
como mecanismo de control a la autonomía de la burocracia.
El debilitamiento del centro político fue una constante desde la muerte de Stalin.
Durante el segundo período jruscheviano, se dieron los primeros pasos de acciones
autónomas y por lo general ilegales de la burocracia sectorial territorial, intercambiando
porciones de sus prerrogativas de poder a cambio de beneficio material. La
reproducción de un mando central de características similares al estaliniano no fue
posible, tomando en consideración su lógico debilitamiento tras la muerte del líder
carismático, su fragmentación reflejada en el triunvirato de Jruschev, Beria y Malenkov
y el desgaste resultante de la pugna entre ellos. Al mismo tiempo, los procedimientos
coactivos y coercitivos que resultaron eficaces durante el industrialismo, no lo fueron en
el contexto de un sistema cada vez más complejo en todas las instancias.
4
Ver en: Fursov Andrei: obra citada.
5
Ver: La URSS entre 1965 y 1984. La vida socio-política, en: http://aleho.narod.ru/book2/ch24.htm
manifestaron en el marco de, y conformaron una lógica de doble “corporativismo”:
sectorial (ramas y tipos de actividad económica) y territorial (repúblicas y regiones).6
Estas alianzas entre la alta y media burocracia y los llamados “teneviki” (actores de la
economía sumergida, comúnmente dirigentes de estructuras productivas y/o
representantes del mundo criminal) comenzó a expresarse de manera organizada
primero en el Cáucaso, después en Asia Central, hasta que en la década del setenta se
convirtió en un fenómeno generalizado en todas las repúblicas soviéticas. 7 En muchas
ocasiones, algunas de las circunstancias que propiciaban el mercado negro, como la
escasez de productos o los errores en las normas de cumplimiento, eran reproducidas
deliberadamente por los mencionados agentes económicos.
6
La bibliografía y las referencias sobre estos procesos son en extremo abundantes, existiendo un alto
consenso entre los sovietólogos, pudiéndose destacar profusos análisis, datos y testimonios en las obras
de Andrei Fursov, Georgi Dergulian, Mijail Khazin, Boris Kagarlitskiy, Manuel Castells, Roy Medvediev,
entre muchos otros.
7
En el caso de Georgia, proliferó bajo la dirección de su Primer Secretario Mzhavanadze (1953-1971). En
Azerbaiyán, durante la dirección del Primer Secretario Geidar Aliev, nombrado en 1969. Ver: Khazin
Mijail: obra citada.
8
Una de las “evidencias” de dicho enriquecimiento fue el importante aumento de los depósitos en los
Bancos de Ahorro de la URSS. Ver: Khazin Mijail: obra citada.
9
Ver: Khazin Mijail: obra citada.
10
Ver Fursov Andrei: obra citada
Otro elemento que incidió en el debilitamiento del mando político central y que propició
el desarrollo del protocapitalismo soviético y después el cambio de régimen, fueron los
diferentes procesos de “reformas” económicas y políticas que tuvieron lugar en la URSS
en la década del sesenta. Como ya se mencionó, las reformas económicas de Kosigyn, al
margen del breve impacto positivo que tuvieron en el PNB11, legitimaron la
“mercantilización de las conciencias” y las prácticas de diferentes grupos sociales,
incluyendo a la masa trabajadora.
11
El Producto Nacional Bruto es el indicador fundamental por el cual el Comité de Estadística de la URSS
medía la actividad económica del país.
12
La promoción de asesores con determinados grados de libertad de pensamiento comenzó en los
Departamentos de Relaciones Internacionales del Comité Central del PCUS en la década de los
cincuenta, uno de los cuales estaba presidido por Yuri Andropov. Después se extendió a otros
departamentos y a los equipos de apoyo de las más altas figuras del país. Ejemplos concretos de
asesores de renombre y de orientación más o menos liberal, fueron F. Burlatskiy, G. Arbatov, G.
Shajnazarov, A. Bovin, A. Beliakov, entre muchos otros. Detallados análisis y testimonios sobre la
influencia de las “reformas” de Jruschev en los cambios de orientación ideológica en la URSS, y
particularmente sobre los asesores u consultantes, se pueden encontrar en: Burlatskiy Fiodor: Líderes y
consejeros. М.: Politizdat, 1990., Krausz Tamash: La perestroika y el reparto de la propiedad en la
URSS. Lecturas políticas e interpretaciones histórica, en: www.scepsis.net/library/id_2612.htm;
Medvediev Roy: Lo desconocido sobre el conocido Yuri Andropov. Edit. Vremia, Moscú, 2004.; Monro
G. La lucha por el poder entre los occidentalistas y los antioccidentalistas en la URSS. (1964-1985) en
http://www.bramaby.com/forum/viewtopic.php?f=29&t=860; Sheviakin Aleksander: Ocho pasos para
el derrumbe de la URSS, en: http://www.x-libri.ru/elib/shevk002/00000031.htm; y La KGB contra la
URSS: diecisiete instantes de una traición.M.; Eksmo, 2011.
Resumiendo, a principio de la década de los ochenta, en la URSS se desarrolló un
sistema de relaciones socio-económicas protocapitalistas, expresado en la actividad de
grupos de la burocracia sectorial y territorial, (con la presunta participación de sectores
de la KGB, no documentada, pero si defendida por muchos autores)13 en estrecha
relación con los directivos de estructuras económicas y grupos del crimen organizado.
En términos ideológicos, tuvo como contraparte el desarrollo de una cosmovisión
liberal en diferentes sectores de la nomenclatura y la intelectualidad. Estos procesos,
engarzados en una recíproca relación de causa y efecto con la crisis del modelo
industrialista y la capitulación del mando político central, trazaron el explosivo camino
del derrumbe de la URSS.
Sin embargo, como condicionantes tanto del protocapitalismo soviético como del
posterior derrumbe, actuaron también dos grandes procesos de matriz exógena: la crisis
de la “desconexión” y el retorno de la URSS al sistema mundo, y la influencia de la
Guerra fría y la acción de los actores políticos internacionales sobre la formación social
soviética.
Durante varias décadas han tenido lugar importantes debates sobre la pertenencia o no
de la URSS y los países del Bloque Oriental al sistema-mundo capitalista. Muchos
autores de la Escuela del Sistema-Mundo y de los que caracterizan como Capitalismo de
Estado a la formación social soviética, sostienen que esta siempre formó parte del
sistema-mundo, por el carácter de este último, que es capitalista y totalizador. En esta
investigación se parte de premisas teóricas distintas, aunque sí se toman como base
muchos de los fundamentos teóricos y categoriales de la mencionada escuela, que, en un
sentido amplio, es heterodoxa y contiene varias líneas explicativas del sistema
capitalista global. (Ver anexo).
13
Para un análisis más detallado de las tesis sobre la participación de la KGB en el desarrollo del
protocapitalismo ruso y en el derrumbe de la URSS ver: Fursov Andrei: Andropov violó las reglas, en:
http://www.nakanune.ru/articles/17126/, octubre 2011; Ostrovskii Aleksander: La concepción del
reparto de la propiedad en la URSS estaba lista en la primavera de 1985, en: http://www.km.ru/front-
projects/belovezhskoe-soglashenie/kontseptsiya-peredela-sobstvennosti-byla-gotova-k-vesne-1985,
junio de 2013; Rishkov Nikolai: Las iniciativas de Gorbachev fueron precedidas por un gran trabajo
previo,en:http://www.ng.ru/ng_politics/2010-04-20/9_ryzhkov.html, abril de 2010; Sheviakin
Aleksander: obras citadas; El plan Andropov-Putin. Como la KGB obtuvo logró el control sobre Rusia,
en: http://politikan.com.ua/8/0/0/76024.htm, noviembre 2012.
14
Se refiere a Samir Amin, Boris Kagarlitskiy, Andre Gunder Frank, Charles Levinston, Andrei Fursov y en
parte, David Lane.
mercados internacionales de bienes. 15 La reproducción económica comenzó a tributar,
cada vez en mayor medida, al proceso de acumulación en el centro capitalista.
Durante los años sesenta y sobre todo, setenta, tuvo lugar un importante crecimiento del
intercambio comercial (10.1 mil millones de rublos en 1960, 22.1 mil millones en 1970
y 94.1 mil millones en 1980) que sí reflejó cambios cualitativos en las relaciones de la
URSS con el sistema-mundo capitalista. Si en 1950, con los países no socialistas, la
URSS realizaba el 20% de su intercambio comercial y en 1970, el 35%, en 1980 estos
países participaban del 46.20% del comercio soviético. Entre 1950 y 1981, el comercio
con los países socialistas creció diez veces, mientras que con los desarrollados y en
desarrollo creció veintiséis y cuarenta y ocho veces, respectivamente.17
Se puede concluir que la URSS, en sus últimas dos décadas de existencia, se reinsertó
en el mercado mundial de bienes, con una participación en el total de las exportaciones
mundiales del 4% en 1970 y el 4,6% en 1980. Si bien esto no refleja posiciones de
liderazgo internacional en términos absolutos, es similar a la participación que tuvo la
Rusia zarista en las exportaciones globales en 1913 (4.5%) y muy superior al que tuvo
la Federación Rusa (FR) en 2011 (2.86%).18
15
Se hace referencia sobre todo al comercio con los países desarrollados y del tercer mundo. Los datos
referidos al intercambio comercial con los países del CAME se ponderan de manera distinta, tomando
en consideración que este, al menos hasta la década del sesenta, constituía un sistema en sí mismo, con
un alto grado de independencia de la división internacional del trabajo imperante en el sistema-mundo
capitalista.
16
Con independencia de las modificaciones en el valor del rublo en diferentes épocas, los datos por
décadas son ilustrativos de los cambios cualitativos en el crecimiento del comercio.
17 Ver anuarios estadísticos de la URSS de los años 1956, 1981 y 1982.
18 Ver: Blindul Aleksei: ¿Potencia o colonia energética?, en: http://ablindul.livejournal.com/29093.html
Esto adquirió la forma de prestaciones por compensación, según la cual, la URSS
recibía créditos de estos países, dirigidos a desarrollar la producción y transportación de
petróleo y gas, incluyendo la infraestructura conexa y la tecnología asociada al sector, al
tiempo que la URSS “compensaba” dichos gastos con suministros energéticos.
Durante los años sesenta la URSS comenzó a exportar gas a Austria, y en la década del
setenta este proceso se extendió a Finlandia (1971), RFA (1973), Italia (1974), Francia
(1976). En 1982, más de un tercio de las importaciones de hidrocarburos italianas
provenían de la URSS, el 15% de las de la RFA y Francia, el 67% de las austriacas y el
100% de las de Finlandia.19
Esta aparente paradoja (estructura socio-económica de tipo industrial, por una parte, y
estructura de las exportaciones de tipo periférica, por otra) será tan solo el comienzo de
un proceso que se desarrollará con más fuerza en las décadas posteriores. Por primera
ocasión en la historia soviética, los recursos naturales y los energéticos en particular, no
actuaban esencialmente como variable de la acumulación interna, sino también, y en
importante medida, de las necesidades del capital y la industria foránea.
19 Ver Kagarlitskiy Boris, El Imperio periférico. Ciclos de la historia rusa. Moscú: Eksmo: 2009, p. 418.
52% de las maquinaria para la industria textil y alimentaria, el 56% de las maquinarias
de la industria poligráfica y química y el 73% de las de la industria de calzado y
pieles.20 Además, si bien desde el inicio de la industrialización acelerada, hasta la
década del sesenta, se importaban maquinarias y tecnologías de las ramas líderes del
paradigma tecnológico dominante, para ser asimilados y reproducidos internamente, a
partir del “boom” petrolero, la dinámica asumió una dirección diferente.
20
Ver: Khazin Mijail: obra citada.
21
Elaboración del autor utilizando los datos de los anuarios estadísticos soviéticos de 1956 y los relativos
a los años comprendidos entre 1981 y 1989.
22
Ídem
23
Ver: Slavkina M. “El desarrollo del sector de los hidrocarburos entre los años sesenta y ochenta en la
URSS. Grandes éxitos y oportunidades perdidas”, en www.hist.msu.ru/Science/LMNS2002/24.htm .
24
Ver: Kagarlitskiy Boris, El Imperio periférico. Ciclos de la historia rusa. Moscú: Eksmo: 2009, p. 426.
25
Ídem
importación de maquinarias para la industria y de bienes de consumo para la población,
todo lo cual deterioró la situación social en estos países en la segunda mitad de los
ochenta. Como consecuencia, durante el gobierno de Mijaíl Gorbachov, se asumieron
empréstitos por un valor superior a los 50 mil millones de dólares, al tiempo que fue
utilizada casi la totalidad de las reservas en oro del país para el pago de la deuda y el
mantenimiento de los niveles de importación.26
El deterioro de su cohesión a partir de los ochenta del pasado siglo, fue otro factor que
incidió en la retorno de la URSS al sistema-mundo capitalista. Por razones tanto
históricas como sistémicas, la reinserción de las llamadas “democracias populares” en
los flujos comerciales y financieros internacionales fue anterior a la de la URSS (a
modo de ejemplo, en fecha tan temprana como 1975, el 22% de los productos de la
industria de maquinarias de la RFA se realizaba en los países del este europeo),27 lo cual
fue minando la integridad del CAME.
Sin embargo, estos procesos deben entenderse con todos los matices y peculiaridades
que imponía el carácter de la estructura socio-económica de la URSS (industrial,
urbana, y con un relativamente elevado nivel de vida) de su discurso ideológico y de sus
proyecciones e impactos geopolíticos, sobre todo en los países de la periferia y la
semiperifería, donde el capital occidental libraba una batalla de vida o muerte.
26
Ver: Kagarlitskiy Boris, El Imperio periférico. Ciclos de la historia rusa. Moscú: Eksmo: 2009, p. 431.
27
Ver: Kagarlitskiy Boris, El Imperio periférico. Ciclos de la historia rusa. Moscú: Eksmo: 2009, p. 421.
28
Ver Grant Ted: Rusia de la revolución a la contrarrevolución. Un análisis marxista. Madrid: Fundación
Federico Engels, 1997, p 257.
29
Ver anuarios estadísticos soviéticos correspondientes a los años comprendidos entre 1981 y 1989.
En términos geopolíticos, es cierto que la URSS propició, aunque no de manera
unilateral, la “distención” de los setenta. Igualmente, y como se profundizará más
adelante, la Segunda Guerra Fría30 fue resultado, sobre todo, de la fortísima presión que
ejercieron los EE.UU. con el objetivo de hacer perecer a la formación social soviética.
También es cierto que, desde el punto de vista geoeconómico, la URSS fue estrechando
lazos con los países europeos y especialmente con Alemania.31 Sin embargo, política,
militar e ideológicamente, la URSS continuó siendo, hasta la Perestroika, una fuerza
alternativa y de contrapeso a las tendencias unipolares promovidas por los EE.UU. y la
OTAN, siendo esta, de hecho, una de las condicionantes de la despiadada presión que
ejercieron los EE.UU. sobre ella.
Durante la década del setenta y especialmente a raíz del auge neoliberal de los ochenta,
los procesos internos en la URSS encontraron en las tendencias que se desarrollaban en
el sistema-mundo capitalista un fuerte y eficaz complemento, como condicionante, tanto
del aumento de su dependencia de los mercados internacionales, como del posterior
derrumbe y cambio de régimen. Como se verá, las proyecciones e influencias tuvieron
matices distintos, respondiendo a los tipos de procesos y actores (económicos-políticos,
UE - EE.UU.).
En segundo lugar, y como un medio también para el logro del objetivo anterior, se
imponía una nueva “arremetida” contra la periferia, un ensanchamiento del sistema-
mundo capitalista, mediante la inclusión de nuevas formaciones sociales, muchas de
ellos no capitalistas, en su lógica de funcionamiento. Con el fin último de corregir la
curva de la tasa de ganancia, se buscaban destinos para la exportación de los capitales
“sobrantes” (proceso que se extendió hasta los ochenta), y sobre todo, que brindaran una
mano de obra barata para el traslado hacia esas zonas de las ramas de la industria
tradicional, concentrando el centro capitalista el control sobre aquellas más intensivas
en tecnología y la actividad financiera. Con este movimiento se perseguía, también, la
desindustrialización en los países del centro, y de esa manera un debilitar y
desestructurar el movimiento obrero y sindical.
32
La crítica, desde la derecha, a la “democracia” occidental, había sido enunciada ya con anterioridad,
en 1975, en el informe Crisis de la Democracia, elaborado por Samuel Huntington, Michael Crozier y
Joji Watanuki, por encargo de la Comisión Trilateral.
división global del trabajo ni en los flujos comerciales internacionales, y de esta manera
no determinaban, por ejemplo, el valor de la mano de obra en el resto del sistema-
mundo, su cada vez mayor participación en estos intercambios (incluyendo exportación
de bienes de la manufactura), con una mano de obra mejor remunerada que la de las
periferias asiáticas, podía amenazar la reproducción del monopolio socio-económico de
Occidente, en la medida en que la URSS y los países del este europeo se insertaran con
más fuerza y efectividad en el sistema económico internacional.
Un proceso similar ocurría con el potencial industrial soviético y del Bloque Oriental en
general. A pesar de todas sus limitaciones estructurales y aún tomando en consideración
el carácter limitado de su participación en la división global del trabajo, la capacidad
industrial de estos países, que en 1980 concentraban el 40% de la producción global33,
podía afectar el mencionado reajuste en la división internacional global del trabajo
(desindustrialización en el centro capitalista e industrialización, intensiva en mano
barata, en las periferias). Una liberalización controlada y bien dirigida del sistema
soviético hubiera podido significar un inaceptable ensanchamiento del centro capitalista,
encareciendo la mano de obra tanto en el centro como en las periferias, limitando las
ganancias de los agentes capitalistas en Occidente.
Por otra parte y como se vio en epígrafes anteriores, los países del Bloque Oriental
fueron, durante la crisis de los setenta, activos receptores de los capitales occidentales
“sobrantes”, con las consecuencias negativas que ello generó en la mayoría de los casos.
La trampa de la deuda externa afectó a estos países años antes de que esta emergiera
como un problema generalizado para las periferias.
33
Ver anuario estadístico de la URSS de 1989.
disolución de los autóctonos), ideo-políticos (Consenso de Washington, unipolaridad), y
militares (Guerra preventiva, capacidad de control militar sobre cualquier espacio del
sistema). Al decir de Samir Amin, en referencia a las características distintivas del
imperialismo contemporáneo,… Hoy, para existir solamente, una multinacional
moderna necesita de un mercado de 600 millones de compradores. Y cuando uno dice
600 millones de compradores uno dice el mundo... Necesitan acceder a un mercado
mundial donde prevalezca el interés común en la gestión del acceso a ese mercado, por
sobre los conflictos generados por la competencia.34
En estos dos planos es, quizás, donde con más claridad se manifestó el carácter
contradictorio de las relaciones entre la URSS y el sistema capitalista en su fase
neoliberal, en primer lugar, por qué fue la confrontación política entre este país y los
EE.UU. su cara más visible y notoria y, en segundo, por qué fue en la esfera geopolítica
donde el sistema soviético logró desarrollar sus mayores fortalezas a nivel internacional.
La URSS y el Bloque Oriental constituían un importante obstáculo para la nueva ola
expansiva del capitalismo - condición sine qua non del proyecto neoliberal, y no solo
por la mencionada necesidad de su periferización y la asimilación de sus recursos
naturales, financieros y laborales. El libre flujo de información, de los recursos
financieros y productivos, la universalización de los referentes culturales anglosajones
y, de manera especial, la necesidad de concentración del control político-militar en
EE.UU. y la condición imperativa de su alcance global, eran abiertamente incompatibles
con la existencia misma de la URSS, del carácter alternativo de sus proyecciones ideo-
simbólicas y de muchas de sus prácticas políticas.
Estos factores explican la “segunda guerra fría”, iniciada por EE.UU. contra la URSS
desde el advenimiento presidencial de Ronald Reagan. Esta se expresó en el aumento de
la presión político-diplomática sobre la URSS y otros países,36 en el más que agresivo
fomento de la propaganda antisoviética y la subversión interna y en una abierta guerra
económica37. Los éxitos de dicha empresa fueron notorios. EE.UU. logró influir en la
disminución del precio del petróleo38 y retrasar durante dos años la construcción del
34 Rauber Isabel: Entrevista a Samir Amin El imperialismo colectivo: Desafíos para el tercer mundo, en:
http://fisyp.org.ar/article/entrevista-a-samir-amin-el-imperialismo-colectivo-/, 19 agosto de 2013.
35
Se entenderá como la confluencia de intereses y el carácter colectivo de la gestión política global por
parte de EE.UU., UE y Japón, principales centros de acumulación global de capital.
36
Como ejemplos pudieran mencionarse la presión ejercida por Reagan sobre el Canciller de la RFA,
Helmut Schmidt, en Ottawa en 1981, para que este país desistiera de la construcción conjunta con la
URSS del gasoducto “Urengoi-6”, o la que se ejerció sobre Arabia Saudita en los ochenta, buscando
asestar un duro golpe a la URSS mediante la caída de los precios del petróleo.
37
Como plataformas programáticas de la arremetida antisoviética y en particular de la guerra
económica, se asume lo contenido en los dos Proyectos de Harvard y en el Proyecto de Houston, los
cuales quedaron plasmados en las directivas NSDD-32, NSDD-72, NSDD-166, firmadas por Ronald
Reagan a partir de 1982.
38
Aunque se cuestiona el verdadero aporte de este país en la disminución de los precios de los
hidrocarburos en la segunda mitad de los ochenta, ponderando más los propios intereses
económicos de Arabia Saudita, son muchas las fuentes que confirman las presiones que EE.UU.
gasoducto “Urengoi-6”. Solo como resultado de esto último y de la disminución de la
cotización del dólar, el presupuesto de la URSS se afectó en más de dieciséis mil
millones de dólares. Otros importantes éxitos fueron la disminución a la mitad de la
capacidad transportadora del mencionado gasoducto, el bloqueo de la participación de
Japón en la asimilación de importantes yacimientos gasíferos y petroleros en la región
de soviética de Sajalín, y utilizando la plataforma del CoCom,39 la reducción de la
exportación de alta tecnología desde los EE.UU. hacia la URSS, desde los 219 millones
de dólares en 1975 hasta los 39 millones de dólares en 1983. Así mismo, se logró el
nocivo aumento del gasto militar soviético, así como una efectiva utilización de la
desinformación tecnológica, que conllevó a la toma de decisiones tecno-económica
erradas y costosas.
Esta efectiva arremetida en todos los frentes se da, sin sombra de coincidencia, cuando
el capital transnacional estadounidense logra imponerse y dominar abiertamente no solo
la escena política de su país, sino la agenda política global. También, en un contexto
interno en la URSS y el Bloque Oriental, donde se hacían cada vez más claras las
lagunas estructurales de sus economías, mayor el nivel de imbricación en los procesos
económicos internacionales, marcada la existencia de fuerzas internas proclives al
cambio de régimen y de la mano de Mijail Gorbachev y la Perestroika, en plena crisis
económica y política, haciendo, en relación con estos últimos procesos, un aporte no
despreciable.
ejerció en este sentido, incluyendo innumerables testimonios de diversos altos funcionarios de ese
país.
39
Organización creada en 1949 con el objetivo de controlar el comercio de sus países miembros con la
URSS.
40
Ver Lane David: El capitalismo global y la transformación del socialismo estatal,
http://www.isras.ru/files/File/Sociologymagazin/Socmag_01_2005/04_Lane.pdf y El papel de las
clases, las élites y la sociedad en las transformaciones sociales en Ucrania, en: http://i-
soc.com.ua/journal/02_Lane.pdf
nivel, al tiempo que se delimitaron los elementos de la formación social soviética que
impactarían en el posterior desarrollo del capitalismo ruso.
Este proyecto solo podía ser realizado mediante la modificación del régimen socio-
político, lo cual requería, al mismo tiempo, la agudización, la elevación a rango
sistémico del conjunto de serias contradicciones estructurales de la formación social
soviética, específicamente, la crisis del modelo de desarrollo extensivo, y sobre todo, la
debilidad del mando central, la crisis de legitimidad político-ideológica y los latentes
conflictos de raíz étnico-nacional.
Como se mencionó, las pretensiones reformistas de las fuerzas más liberales de la élite
política soviética datan de la década del sesenta, sin embargo, sus posibilidades de
influencia eran limitadas y la debilidad del mando político central y del sistema en su
41
Ver, por ejemplo, las argumentaciones del historiador y sovietólogo Stephen Cohen en su libro, La
gran pregunta. ¿Por qué desapareció la URSS? Edit. AIRO-XXI, San Petersburgo, 2007.
conjunto, todavía no alcanzaban los niveles necesarios. Hoy existen múltiples
testimonios y evidencias de historiadores y partícipes directos de que, Yuri Andropov,
durante su breve estancia al frente del país, concibió una importante liberalización
económica que buscaba convertir a la URSS en una economía mixta, siendo este el
antecedente más directo de la vertiente económica de la Perestroika.
42
Pikoja Rudolf: Porqué la nomenclatura no defendió a la URSS, en http://www.russ.ru/Mirovaya-
povestka/Rudol-f-Pihoya-Pochemu-nomenklatura-ne-stala-zaschischat-Sovetskij-Soyuz, febrero de 2012;
Rizhkov Nikolai: obra citada; Ostrovskiy Aleksandr: ¿Ingenuidad o traición? Una investigación de la
“muerte” de la URSS; ¿Quien puso a Gorbachov?, en Biblioteca electrónica Royalib.ru:
http://royallib.ru/read/ostrovskiy_aleksandr/glupost_ili_izmena_rassledovanie_gibeli_sssr.html#0
Sin embargo, el lugar central en esa lista lo ocupa el Centro Soviético de Estudios
Sistémicos del Comité Estatal de Ciencia y Técnica, (CSES) que fuera la filial soviética
del Instituto Internacional de Estudios Sistémicos Aplicados, IIASA por sus siglas en
ingles. Dicha institución estuvo presidida por Djermen Gvishiani, quien también fuera
yerno del Primer Ministro soviético, Andrei Kosigyn. Esta figura, que en la
nomenclatura soviética ocupaba el discreto cargo de Vicepresidente del Comité
Soviético de Ciencia y Técnica, tuvo un rol de primer orden en el fomento de las
relaciones encubiertas de parte de la élite soviética con Occidente. Desde ese modesto
cargo, siempre como súbdito soviético y sin haber realizado aportes científicos
destacables, no solo fue designado para dirigir las labores del CSES, sino que también
fungió como Presidente de la Asociación soviética para el fomento de la actividad del
Club de Roma, miembro del Club de Roma, de la Real Academia Sueca de Ciencias de
la Ingeniería, de la Academia de Dirección de EE.UU., de la Academia Internacional de
Dirección y de la Academia Finesa de Ciencias Técnicas, así como Miembro de Mérito
de la Escuela de Altos Estudios Económicos de Praga y Doctor Honoris Causa de
Escuela Económica de Helsinki.
En dicho centro, creado en fecha tan temprana como 1976, fueron “educados” muchos
de los principales artífices del cambio de régimen, entre ellos, el que fuera el primer jefe
de gobierno de la FR y responsable de la implementación de la terapia de choque en ese
país, Egor Gaidar y Stanislav Shatalin, asesor de Gorbachev y uno de los creadores del
Programa de los 500 días para la reforma en Rusia. En total, entre el CSES-IIASA y el
Grupo de Anatoly Chubais (en su gran mayoría miembros del IPSE), los cuales, a
mediados de los ochenta trabajaban de manera coordinada, “aportaron” al nuevo
capitalismo ruso un jefe de gobierno, 8 vicepresidentes del gobierno, 10 ministros y 14
vice ministros.43 Aunque no se han presentado fehacientes pruebas documentales, pocas
dudas caben del papel fundamental de los órganos de inteligencia, tanto occidentales
como de la KGB, en la puesta en funcionamiento y promoción de las actividades de
dicho centro, en todo orden anómalas para la sociedad soviética.
43
Son profusos los testimonios y análisis del papel de la intelectualidad liberal y los centros de
pensamiento en el derrumbe de la URSS. En este sentido, se recomienda como consulta: Sheviakin
Aleksander: Ocho pasos para el derrumbe de la URSS. En: http://www.x-
libri.ru/elib/shevk002/00000031.htm; Kurginian Sergei: Quien preparó y cuales fueron las causa del
derrumbe de la URSS, en: http://dokumentika.org/lt/pasaulio/kto-gotovil-i-prichini-razvala-sssr-chast-1,
enero de 2011; Filin Georgii: El derrumbe de la URSS. ¿Quien estuvo detrás?, en:
http://versia.ru/articles/2011/apr/18/raspad_sovetskogo_souza, julio de 2011.
central, fungiendo el terreno republicano como el marco espacial básico para la fragua
de las nuevas relaciones socio-políticas.
Ciertamente, fue marcada la tendencia al cada vez mayor debilitamiento del sistema
político soviético, modificándose de manera destructiva tanto la estructura como la
eficacia funcional de los órganos de gobierno y, especialmente, del aparato partidista.
En este sentido, fue una constante la “limpieza” de la élite política soviética, en
ocasiones acompañada por la promoción de figuras allegadas a Gorbachev. Solo durante
1985-1986 se modificó en dos tercios la composición del Buro Político y en un 40% la
del Comité Central y, fueron removidos de sus cargos el 60% de los máximos dirigentes
partidistas de nivel regional. Un hito en este sentido lo constituyó el Pleno del PCUS de
abril de 1989, donde las cifras ascendieron a 74 miembros y 24 candidatos a miembros
del Comité Central, siendo esta la mayor modificación en la composición de ese órgano
desde los tiempos de Stalin.
44
Otras medidas, como la supresión en 1987 de los departamentos económicos en los comités del PCUS o
el establecimiento en junio de 1988 de relaciones de trabajo de la URSS con el FMI y el BM, evidencian
la cada vez menos disimulada tendencia a la modificación de los elementos básicos del régimen socio-
económico soviético.
En el marco de la Perestroika y siguiendo la línea cronológica de los mencionados actos
normativos, la conversión capitalista de la nomenclatura soviética tuvo dos fases: en una
primera instancia, la monetarización de los privilegios (1986-1989) y con posterioridad,
el comienzo de la apropiación privada de los medios de producción y las riquezas del
país (1989 – 1991).
Referido al primer proceso, como demuestra la principal experta rusa en los estudios
sobre las élites, Olga Krishtanovskaya,45 durante los primeros años de la Perestroika y
como parte de su lógica interna, se modificó el sentido y alcance de los privilegios de la
burocracia soviética. Esta se confirió la facultad de realizar acciones que al resto de los
agentes económicos y sociales les estaban legalmente vedadas. Las tradicionales
prerrogativas para la apropiación de bienes materiales y el disfrute de servicios, dieron
paso a los privilegios para la obtención de ganancias resultantes de actividades
económicas. Todos los procesos que se analizarán a continuación, se llevaron a cabo
bajo la autorización y, en muchos de los casos, la conducción directa de la élite
partidista y gubernamental.
Uno de los principales protagonistas de esta primera etapa de las reformas fue el
Komsomol. La élite de dicha organización, al amparo del Comité Central, utilizando la
forma institucional de cooperativas y los Centros de Creación Científica y Técnica de la
Juventud, creados como verdaderas unidades productivas y/o comerciales, fue la
pionera en recibir facilidades extraordinarias para la realización de las mencionadas
actividades y su verdadero impulsor a nivel nacional48. Además de las actividades
45
Krishtanovskaya Olga: La transformación de la nomenclatura soviética en la nueva élite rusa, en:
http://ecsocman.hse.ru/data/080/910/1231/005_Kryshtanovskaya.pdf
46
Los pioneros en este sentido fueron los consorcios BUTEK, MNTK y las fábricas de automóviles KAMAZ
y VAZ.
47
Kara-Murza Sergei: La Civilización rusa. Algoritm. Moscú, 2008, p. 798.
48
Solo entre 1987 y 1989 fueron creadas cuatro mil nuevas unidades económicas subordinadas a la
dirección del Komsomol, que realizaron actividades por un valor de más de 2 mil millones de rublos.
“propias”, de producción y exportación-importación, fueron facultados para convertir a
efectivo el dinero de las empresas y otros sujetos económicos, que hasta ese momento
no podía ser utilizado fuera de los rígidos marcos de las transacciones contables. Para
ello, actuaban como mediadores, cobrando por estos “servicios” entre un 15% y un 30%
de las ganancias, Esto generó no solo una importante inflación durante los últimos dos
años de la Perestroika, sino que creo los cimientos de algunas de las más importantes
fortunas y carreras políticas de la Rusia postsoviética. (Ver Anexo)
También al amparo de dicha organización fueron creadas más de 17 mil cooperativas. Ver en B.A.
Ruchkin: La élite del Komsomol en durante la Perestroika y el período postsoviético de desarrollo del
país, en: http://www.zpu-journal.ru/e-zpu/2010/6/Ruchkin_Komsomol_Elite/
del capitalismo ruso contemporáneo, fueron bancos, como Menatep, Oneksimbank,
Inkombank, Kredobank y Crédito Ruso, muchos de los cuales nacieron “facultados”, es
decir, al amparo directo de instituciones y figuras estatales y partidistas de alto nivel,
gozaban de privilegios excepcionales, como los de operar con las cuentas de dichas
instituciones. Esto, tomando en consideración la alta inflación de aquellos años y la
volatilidad del curso del rublo, garantizaba ganancias extraordinarias. Además, el peso
relativo de estos actores en la economía y su ascendente en la estratificación social de la
transición, aumentaba proporcionalmente con la desarticulación de los procesos
productivos y el debilitamiento del aparato estatal y partidista.
El aparato político soviético fungió como condición sine que non de la privatización,
utilizando las dispensas inherentes a los diferentes cargos, otorgando las prerrogativas
asociadas a la capitalización de la economía, creando o reproduciendo un vínculo
directo y personal. Al mismo tiempo, echó abajo su capacidad patronal y el ascendente
de la fuerza burocrática sobre la instancia económica, en la misma medida en que
destruía el régimen político soviético y mutaba en “clase” capitalista.50
Por otra parte, la situación socio-económica en la URSS se fue agravando cada vez más,
hasta alcanzar niveles críticos en 1990, como resultado de las limitaciones estructurales
de la economía, los cambios en el funcionamiento de los agentes económicos, el
impacto de factores externos (disminución de los precios de los hidrocarburos y el pago
de la deuda), así como de la invalidez del mando central. La inflación creció
sobremanera y la escasez de productos se generalizó. El déficit fiscal fue de 13,9 mil
millones de rublos en 1985, 41,4 en 1990, mientras que, tan solo en los primeros nueves
meses de 1991, alcanzó la cifra de 89 mil millones de rublos. La deuda gubernamental
interna creció de 142 mil millones de rublos en 1985 hasta los 890 durante los primeros
nueve meses de 1991. Las reservas de oro disminuyeron de 2000 toneladas en 1985
hasta las 200 toneladas en 1991, al tiempo que la deuda externa, que en 1985 había sido
49
Aún así, la generalización en este sentido no permite absolutizar. Se debe reconocer el carácter
complejo del proceso, el sentido diferenciado de la participación de los diferentes grupos de la
nomenclatura y la oposición a las reformas de Gorbachev por parte de muchos de sus miembros.
50
Se matiza deliberadamente el carácter de clase social de la nueva élite política y sobre todo
económica de Rusia, al menos en lo que se corresponde con el período de gobierno de Boris Yeltsin,
como forma de recalcar los rasgos periféricos que inevitablemente asumió.
sufragada casi totalmente, creció nuevamente, alcanzando los 120 mil millones de
dólares en 1991.51
Por último, como parte de la gran ola reformista en la URSS, la política exterior durante
la Perestroika fue una orgánica continuación de las transformaciones internas,
constituyendo, desde el mismo momento de la llegada al poder de Gorbachov, una
ruptura de los principios que caracterizaron las proyecciones externas soviéticas durante
todo el período post bélico.
A pesar de las objetivas limitaciones internas que afectaban al país, este giro sorprendió
sobremanera a la comunidad internacional. Si bien es cierto que las proyecciones
externas soviéticas estuvieron marcadas por errores tácticos y estratégicos
(intervencionismo militar en Europa del Este, guerra en Afganistán,), posturas rígidas y
en ocasiones dejos de fundamentalismos ya obsoletos a fines de los ochenta, no lo es
menos que la confrontación con EE.UU. nació y la mayoría de sus picos de radicalismo
fueron resultado de premeditadas y no azarosas proyecciones de este país y la OTAN.
51
Kara-Murza Sergei: Obra citada, p 799.
52
Nombre por el cual se conocen los cambios acaecidos en la política exterior soviética durante el
gobierno de Gorbachov.
de la post guerra ponía en entredicho la propia sobrevivencia de la formación social
soviética.