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La persona debe de adaptarse al ambiente físico que le rodea durante el trabajo para evitar riesgos
en cuanto a su salud física y psíquica. Una persona que trabaja en un ambiente muy caluroso, si
además su trabajo implica un esfuerzo físico considerable, corre el riesgo de sufrir estrés térmico,
que está basado en la pérdida de agua y sales minerales,
simultáneamente a la acumulación de calor en el cuerpo. Esto provoca un aumento de la temperatura
interna, que debe permanecer constante sobre 36-37oC. Para contrarestar esta situación, el individuo
de diversos sistemas de defensa.
Existen detectores sensibles, que son los termoreceptores, en la piel y en otras zonas del cuerpo,
que informan al cerebro de los cambios de temperatura. Entonces el cerebro ordena una serie de
reacciones para compensar esos cambios. De esta manera aumenta el ritmo cardíaco y el flujo de
sangre que va hacia la piel (vasodilatación periférica). Esa sangre transporta calor desde el interior
del organismo y lo cede al ambiente. Para que la cesión de calor sea máxima se produce un aumento
dela sudoración. Cuando el sudor se evapora disminuye la temperatura por absorción de calor en la
superficie de paso de líquido a gas y disminuye así el calor de la piel, manteniéndose la temperatura
en niveles seguros.
El número de puestos de trabajo que conlleven riesgos de estrés térmico es pequeño frente a
múltiples situaciones laborales inconfortables. Cuando se estudian las condiciones de trabajo
adecuadamente desde el punto de vista de la confortabilidad térmica se deben clasificar en dos
grupos: condiciones ambientales (temperatura del aire, temperatura radiante media, humedad
relativa, corrientes de aire) y condiciones individuales (consumo metabólico durante el trabajo y
atuendo).
1. CONDICIONES AMBIENTALES.
Temperatura del aire: Es la temperatura a la que se encuentra el aire que rodea al individuo. Se
mide por termómetro de mercurio que debe estar situado en el mismo lugar que ocupa la persona
expuesta. La diferencia entre esta temperatura y la temperatura de la piel del individuo determina el
intercambio de calor entre el individuo y el aire. Como la temperatura de la piel no varía mucho el
intercambio de calor por convección depende de la velocidad a la que el aire se mueva alrededor del
individuo. Si aumenta la velocidad, aumenta el intercambio de calor.
Temperatura radiante media. Todos los cuerpos absorben y emiten calor a través de radiaciones
electromagnéticas. El intercambio entre unos y otros dependen de la temperatura de los mismos. Si
la temperatura de la piel de un individuo es mayor a la temperatura radiante media, ese individuo
cede calor al ambiente por radiación. Si es al revés, la persona recibe calor del medio.
Humedad relativa. La evaporación del agua del sudor es el sistema más efectivo para eliminar el
calor del organismo. Para que ello ocurra el sudor en estado líquido debe pasar a vapor y formar
parte del aire que rodea al individuo. Eso exige que la concentración de vapor de agua en las
inmediaciones de la piel sea más elevada que la concentración de vapor de agua en el aire. Por eso
cuando la concentración de vapor de agua en el aire es elevada es difícil que el individuo evapore el
sudor y se desprenda de calor.
En la industria existen procesos y máquinas que desprenden vapor de agua y generan alta humedad
relativa. En esos ambientes escasea la confortabilidad térmica.
Corrientes de aire. La velocidad del aire que incide en el individuo interviene un su sistema térmico.
El intercambio de calor por convección es por tanto mayor cuanto mayor es la velocidad del aire que
incide en el individuo. Lo mismo ocurre con la evaporación del sudor si las condiciones la favorecen,
aumenta si aumenta la velocidad del aire. La velocidad del aire es un parámetro que se debe de
medir para conocer el nivel de confort del puesto de trabajo. La velocidad del aire se mide con el
anemómetro.
2.CONDICIONES INDIVIDUALES.
Consumo metabólico durante el trabajo. El cuerpo necesita energía para desarrollar sus
funciones. Esta energía se consigue de la oxidación de sustancias alimentarias. De esas reacciones
químicas se desprende mucha energía, de la que sólo una parte se aprovecha como tal. El resto de
esa energía es la que se cede al ambiente para que no aumente la temperatura corporal.
En la actividad laboral el consumo de metabólico se estima como la suma del metabolismo basal y
el consumo metabólico del trabajo.
Metabolismo basal. Energía necesaria para desarrollar las funciones vitales. Está en función del
peso, la altura, la edad y el sexo.
Consumo metabólico del trabajo. Es la energía necesaria para desarrolla una tarea. Se puede
estimar mediante tablas que asignan valores de consumo de oxígeno según el tipo de trabajo, la
posición de cuerpo y el tiempo empleado. Estos sistemas no son precisos, pero tienen la ventaja de
que se puede determinar sin aparatos y en la práctica se suele hacer. También se puede determinar
utilizando parámetros fisiológicos: frecuencia cardiaca y consumo de oxígeno. Estos métodos son
más precisos, pero son más difíciles de aplicar porque se requiere un material sofisticado como el
ergonómetro y la intervención directa del individuo realizando su actividad laboral normal.
Vestido. El confort térmico se alcanza cuando hay cierto equilibrio entre el calor que se genera y el
que se puede ceder o recibir del ambiente. Así que tiene interesante saber como influye la ropa y
concreto su capacidad aislante del calor. Esa capacidad de aislar térmicamente se le denomina
“resistencia térmica del vestido”. Esta resistencia se mide en una unidad llamada CLO. Cuanto mayor
es la resistencia térmica del vestido más difícil será para el organismo desprenderse del calor que
genera.
Desde 1973, año en el que se publicaron estudios referentes al confort térmico, se sabe que es
incorrecto hablar de situación térmicamente confortable para todos, ya que intervienen variables
individuales.
Las recomendaciones de confort térmico están fijadas para que el porcentaje de personas que se
sienta insatisfechas con esta situación térmica sea menor al 10%.
· Condiciones invernales
· Condiciones veraniegas
Para estar confortable en el lugar de trabajo hay que controlar las variables ambientales e
individuales.
El resto de las variables ambientales se pueden modificar con las limitaciones lógicas des coste que
puedan representar. La instalación de aire acondicionado permite situar esos parámetros
ambientales dentro de los deseables.
Las superficies acristaladas ofrecen poco aislamiento al calor. Esto se puede reducir mediante la
instalación de persianas que son más eficaces si están colocadas en el exterior. Los cristales tintados
ofrecen más protección frente a radiaciones solares.
En ambientes industriales donde existen focos importantes de calor y un local de mucho volumen,
no se puede climatizar. Algunas de las posibles soluciones son:
- Apantallamiento o aislamiento de los focos de calor radiante, como las superficies de las máquinas
y las superficies calientes.
- Ventilación general de la nave, aportando aire del exterior si la temperatura es menor a la del
recinto.
- Extracción localizado, eliminando el aire caliente en las proximidades de los focos caloríficos.
- Extracción del aire y eliminación de la humedad que generan las máquinas.
influencia del ambiente térmico en el trabajo. Introducción
Los ambientes térmicos requieren un estudio, conocimiento y adecuado tratamiento
desde la perspectiva en el campo de la Seguridad Industrial, debido a los efectos que
altas o bajas temperaturas y la aportación incontrolada de calor pueden provocar en el
individuo y en su actividad laboral, dando lugar a riesgos profesionales.
La influencia de ambientes con temperaturas alejadas de las habituales en los locales
de trabajo, se aprecia en los índices de productividad, y en la tasa de siniestros y, es-
pecialmente, en las consecuencias sobre la salud de las personas.
Su cuantificación en general y en especial para una actividad concreta son difíciles de
definir y se basan generalmente en evaluaciones teóricas o de laboratorio, además de
estadísticas y datos experimentales, deduciéndose una relación directa o causal entre
la temperatura y los efectos producidos.
Está demostrado que a temperaturas elevadas hay una disminución de la atención y
del estado de conciencia y, como consecuencia, una alteración en la efectividad y en
la seguridad de la operación. Como ejemplo experimental la Figura 1 corresponde a
estudios realizados por Belding relativos a la influencia de la temperatura en la sinies-
tralidad en una acería, donde la curva inferior se refiere a temperaturas en ºC y la su-
perior a accidentes por millón de horas hombre trabajadas
n el post de hoy, vamos a tratar otra de las disciplinas auxiliares en las que
se apoya la Ergonomía, se trata de la Fisiología. Desde este punto de
vista, la Fisiología del Trabajo estudia y analiza el metabolismo energético del
ser humano a la hora de realizar un determinado trabajo. Dicho de otra manera,
estudia el consumo metabólico del cuerpo humano durante la realización
de un trabajo. La Fisiología también se ocupa de analizar y explicar
las modificaciones y alteraciones que se dan en el organismo humano por
el efecto del trabajo realizado y determinar las capacidades máximas de los
operarios para diversas tareas, permitiendo la realización de un trabajo de
forma eficiente y sin aparición de fatiga.
Antes de adentrarnos más en las particularidades de la Fisiología,
debemos tener clara la siguiente definición de Energía, considerándola
como “la capacidad de realizar un trabajo”. Para la realización de cualquier
trabajo es necesario que exista un movimiento corporal, dicho movimiento
tiene lugar gracias a la utilización por parte de los músculos de la energía
química transformada, aportada por los alimentos. Llegados a este punto
hay que tener en cuenta que, cada trabajo y cada tarea conlleva un gasto
energético o un consumo metabólico distinto. Algunos trabajos exigen
consumos muy bajos (trabajos ligeros y sedentarios) y otros requieren
consumos enormemente altos (trabajos pesados, en condiciones
climáticas adversas o que exijan una gran movilidad).
De Calorimetría Directa
En la Fisiología del Trabajo, la calorimetría directa mide el calor producido
durante la realización de una actividad concreta. El procedimiento es el
siguiente, el sujeto de estudio se coloca en un calorímetro, que es una
habitación herméticamente cerrada en la cual hay una entrada y una salida
de aire.
El sujeto debe realizar una determinada tarea, la que es objeto de estudio,
y el calor producido e irradiado por el sujeto es absorbido por el aire
circulante. La diferencia de temperatura entre el aire que entra y el que
sale representa la cantidad de calor producido por el organismo.
De Calorimetría Indirecta
Otra forma de determinar el metabolismo energético en la Fisiología del
Trabajo, es medir el consumo del oxígeno del sujeto en la realización de una
determinada tarea. Entre todos los equipos que pueden analizar este
parámetro está la famosa Bolsa Douglas. La bolsa consiste en una pinza
en la nariz y una boquilla ajustada a la boca provistas de una válvula
respiratoria que va a través de un tubo a una bolsa, que recoge todo el aire
espirado durante un período de tiempo determinado.
Posteriormente el volumen total de aire espirado se mide por medio de
un gasómetro, analizándose una muestra para hallar el contenido de
oxígeno, anhídrido carbónico y nitrógeno. Este método es muy fiable, pero
las mediciones están limitadas a períodos cortos y las cargas máximas son
difíciles de estudiar.
En la práctica, el empleo de estos instrumentos en la Fisiología del
Trabajo, es posible solamente en situaciones más o menos estáticas. Cuando
se quiere estudiar una actividad laboral en la que el sujeto se mueve
continuamente o no puede llevar las mascarillas de registros de gases se
acude a la medida indirecta del consumo de oxígeno a través de
la Frecuencia Cardíaca (FC).
Al realizar cualquier tipo de actividad, existe una relación progresiva lineal
entre la FC y el consumo de oxígeno, por tanto si se recogen
las Frecuencias Cardiacas de una actividad laboral y se establece
posteriormente su correlación con el consumo de oxígeno, se puede hacer
una extrapolación a la actividad laboral y obtener así el gasto energético
aproximado de la misma.
En las próximas semanas veremos métodos específicos de medición del
gasto metabólico y de la carga física, relacionados con la fisiología y la
actividad laboral.