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ENSAYO: El Líder-Siervo
Nuevo paradigma para una administración de éxito
Néstor Cayra
Alumno de Doctorado en Gestión Educativa 2018-I, UPeU (2018).

En el libro de Marcos 9:35 encontramos el principio de este “Nuevo Paradigma” que ha


revolucionado la historia y la concepción de líder que aún ahora muchos no dejan de
alardear a diferencia del PODSCORB (Dunbebin, 2000). El mismo dice: “Entonces Jesús
se sentó, llamó a los doce y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de
todos y el servidor de todos”. Que significa ser el primero o el último, que responsabilidad
involucra estar en el podio o ser sólo miembro del grupo, será únicamente un lugar de
confort, o será el campo de batalla, la arena, donde se impone el compromiso y el trabajo
en equipo.
Si consideramos a profundidad el mensaje de Dios, debemos saber que, aún siendo siervo,
el líder debe ejercer en su equipo la reprensión, la disciplina combinado con un fuerte
compromiso de servicio.
A diferencia del paradigma bíblico, vemos hasta hoy, que muchos que se catalogan como
líderes, son simples organizadores y en mejor de los casos jefes, pues siempre tiene la
corbata bien pues y los zapatos siempre limpios.
En ese sentido es necesario que el líder comprenda que es uno más del equipo, que
aprenda a ceder autoridad y poder a sus liderados, que baje al llano, que sude la camiseta,
que se mezcle entre ellos, y que los colaboradores vean en él un modelo digno de imitar.
Así, podemos mencionar algunas marcas o cualidades que debe poseer un líder siervo
para que sea considerado como tal:
1. Un líder siervo busca la gloria de su amo. Y su Amo no es su reputación o la
empresa en la cual labora; es Dios. Jesús dijo: “El que habla de sí mismo busca su
propia gloria; pero Aquél que busca la gloria del que Lo envió, Él es verdadero y
no hay injusticia en Él” (Juan 7:18). Un líder cristiano es un siervo de Cristo
(Efesios 6:6), y demuestra a lo largo del tiempo que Cristo y no la aprobación del
público, la posición, o la seguridad financiera tiene su lealtad primaria.
2. Un líder siervo no está preocupado por tener visibilidad o reconocimiento
personal. Como Juan el Bautista, un líder siervo se ve a sí mismo como un “amigo
del novio” (Juan. 3:29), y no se preocupa por la visibilidad de su propio rol. Él no
considera aquellos con funciones menos visibles como menos importantes, ni

ENSAYO: El núcleo estratégico como modelo de gestión ante la complejidad


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codicia roles más visibles como más significativos (1 Co. 12:12-26). Él busca
administrar el cargo que ha recibido de la mejor manera posible, y gustosamente
deja la asignación de los roles a Dios (Juan. 3:27).
3. Un líder siervo se anticipa y gentilmente acepta el momento de su descenso. Todos
los líderes sirven solamente durante una temporada. Algunas temporadas son
largas, algunas cortas; algunas son abundantes, algunas austeras; algunas son
registradas y recordadas, la mayoría no. Pero todas las temporadas terminan.
Cuando Juan el Bautista reconoció el final de su temporada, dijo: “Y por eso, este
gozo mío se ha completado. Es necesario que El crezca, y que yo disminuya”
(Juan 3:29-30). Además, un líder siervo, ejerce su liderazgo para influenciar y
preparar a otros líderes que lo sucederán en el largo caminar de la vida. (Bloom,
2018)
Ningún líder cristiano terrenal es la encarnación perfecta de estas marcas fundamentales
de un siervo. Solo Jesús tiene esa distinción. La gran mayoría de nuestros líderes son
siervos imperfectos que tratan de ser fieles. Si un líder necesita ayuda para reconocer el
final de su temporada, que sus amigos fieles le den un apoyo amoroso, amable, gentil y
paciente, y si es necesario, también un llamado de atención o reprimenda.
Como líder-siervo y mayordomo de Dios, tenemos una gran responsabilidad, bien dijo el
Señor en el evangelio según Mateo 25:23, “Bien, líder-siervo bueno y fiel; en lo poco
fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”
Es menester de los portadores de este llamado a ser fieles en las acciones y decisiones
que toma, en lograr que cada miembro del equipo llegue a ser un futuro líder-siervo y
sobre todo un candidato para yacer en el cumplimiento de la maravillosa promesa de
nuestro señor Jesús -único modelo a seguir-, que nos llevará a morar eternamente en las
mansiones de los cielos.

Referencias
Bloom, J. (18 de julio de 2018). TGC Coalición. Obtenido de
https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/5-caracteristicas-de-un-lider-siervo/

Dunbebin, C. (2000). El líder-siervo: Nuevo paradigma para una administración de éxito.


Revista de Educación Adventista, 24-28.

ENSAYO: El núcleo estratégico como modelo de gestión ante la complejidad

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