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Luego, la clasificación sufrió cambios por las modificaciones que implementó Kaiser y se la
llamó Hinchey modificada.
Hinchey modificada:
Las hemorroides se consideran internas cuando estas se presentan arriba de la línea pectínea y
las externas se encuentran debajo de esta línea.
Grado II: Cuando se prolapsan a través del canal anal durante la maniobra de defecación, se
observan en el margen anal, pero desaparecen al cesar el esfuerzo defecatorio.
Grado III: Cuando el prolapso desciende por debajo del margen anal y sólo desaparece con
maniobras de reducción digital
Grado IV: Cuando el prolapso se mantiene de forma continua por debajo del margen anal o se
reproduce inmediatamente tras su reducción.
El tratamiento para combatir las hemorroides consiste en tratamiento quirúrgico o no
quirúrgico.
No quirúrgico - Médico
Antibióticos y antimicóticos
Antinflamatorios y antiflojísticos
Cicatrizantes
Analgésicos-antiespasmódicos
Hemostáticos-antitrombóticos
Régimen dietético
Laxante-fibra
Astringentes
No quirúrgico - Instrumental
Ultroid-Bicap: Aparatos que actúan mediante corriente unipolar o bipolar. Efectos parecidos a
los infrarrojos, controlando la temperatura y la profundidad de su aplicación.
Diatermia: Tratamiento mediante calor que relaja la musculatura, evitando los espasmos y
contracturas, solucionando así los problemas ocasionados por ello. No daña los tejidos.
Láser médico: Es un láser de reducida potencia. Se emplea como antiinflamatorio en casos de
trombosis perianal y hemorroidal externa e interna, y como cicatrizante en los casos de
rágades, fisuras, grietas por exceso de humedad, etc.
Quirúrgico
En aquellos casos de hemorroides grado III y IV, más sintomáticas, es cuando se iniciará el
tratamiento quirúrgico.
El postoperatorio de las hemorroides es más doloroso que otras zonas de la anatomía humana,
ya que la región anogenital presenta una rica inervación sensitiva. En los últimos años, debido
a los progresos en las técnicas quirúrgicas y métodos utilizados, la disponibilidad de mejores
analgésicos y medicación antiinflamatoria se ha conseguido que el postoperatorio sea más
llevadero.
La cirugía puede llevarse a cabo de forma ambulatoria, es decir, sin ingreso, o bien de corta
estancia (una sola noche en clínica).
Técnica de Longo o mucosectomía con grapadora mecánica: Con esta técnica se elimina el
prolapso hemorroidal y mucoso mediante la resección circunferencial de una banda de
mucosa rectal, quedando la herida a un nivel interno menos doloroso que se traduce en un
postoperatorio más confortable.
Grado II: presencia de nódulos o cordones moderadamente protruidos que ocupan dos
cuadrantes, rectos o en rosario, calibre pequeño o mediano.
Grado III: várices ocupan tres cuadrantes, tortuosas, tamaño mediano o grande, protrusión
compromete hasta la mitad de la luz esofágica, pueden tener signos de color rojo.
Grado IV: várices ocupan cuatro cuadrantes tortuosos, grandes, gruesos que ocupan más de la
mitad de la luz esofágica y usualmente tienen signos de color rojo.
Técnicas endoscópicas:
Escleroterapia: Técnica más utilizada, reduce la frecuencia y gravedad de la recurrencia del
sagrado. La inyección esclerosante se realiza dentro de la várice para conseguir una trombosis
venosa inicialmente y luego una inflamación proliferativa con la consiguiente obliteración de la
várice por fibrosis.
Ligadura con bandas: La várice es aspirada hacia el interior de la cámara de bandas, la cual
desaloja una banda elástica que liga la várice atrapada. Necrosis isquémica de la mucosa y
submucosa.
Una vez ha sido diagnosticado se le administrará el tratamiento, que tiene como objetivo:
curar la infección, y, por otra parte, evitar que se produzca un deterioro en la función de los
riñones. Para curar la infección, como en otras infecciones producidas por bacterias, se le
administrará un antibiótico por vía intravenosa, generalmente cefotaxima, que pertenece a la
misma familia que la penicilina, y consigue la curación de la infección en más del 95% de los
casos, debiendo mantener su administración durante un tiempo que no será superior a cinco
días y siempre que la respuesta haya sido buena. En caso de presentar alergia a penicilina, se
sustituirá el antibiótico por otro llamado ciprofloxacino. También es posible, en pacientes muy
concretos, el tratamiento por vía oral con otro antibiótico, ofloxacino. Para saber si está
respondiendo bien al tratamiento, conviene realizar una segunda paracentesis tras 48 horas
del diagnóstico y que determinará, según los resultados del análisis, si es apropiado mantener
el antibiótico o bien cambiarlo e incluso si es necesario realizar otras pruebas radiológicas
complementarias.
Síndrome de Mirizzi
Criterios de Ramson
Criterios de Balthazar