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JP Poulain1
La madre: - « Zanahorias ralladas, una hamburguesa con puré y una mus de chocolate!».
Este corto diálogo banal que todo niño intercambia con u madre va a permitirnos situar
algunas características del modelo alimentario. Para poner énfasis sobre la dimensión
social de la alimentación, decimos a menudo: « los hombres no comen nutrientes, pero
sí alimentos». Si comen a veces alimentos, esta situación es relativamente rara. Los
hombres se nutren sobretodo de platos: zanahorias ralladas, hamburguesa, puré, mus de
chocolate… Es decir, alimentos combinados entre ellos en el seno de las preparaciones
culinarias. Incluso un plato tan simple como las zanahorias ralladas presupone ciertas
preparaciones (pelar, lavar, rallar…) y la adjunción de una vinagreta (que asocia formas
variables, vinagre o zumo de limón, aceite, sal, pimienta, mostaza…). Para añadir, estos
platos están asociados a otros platos para formar las comidas. Los hombres no comen ni
nutrientes, ni alimentos, comen alimentos cocinados, de forma más habitual,
combinados entre ellos en el marco de las comidas preparadas.
Comer es un acto vital que permite mantenerse en buena salud, renovar nuestra energía.
Lo que la madre no dejará de decir al niño, para que hacer que se acabe la ensalada
de tomates o la hamburguesa. «Es buenos para tu salud! Da fuerzas! Hace crecer!... ».
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Las asociaciones entre alimentos y salud se apoyan en representaciones simbólicas y
conocimientos nutricionales.
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Profesor des Universités, sociólogo y antropólogo en la Universidad de Toulouse 2
2
Esto, es verdad si es consumido en soledad ya que el comensal respeca siempre un cierto número de reglas aún si en
el contexto estas pueden relajarse.
Comer es también un acto de deseo, deseo de vivir, deseo del mundo, deseo de los
demás, un acto necesario para vivir pero sostenido por el placer. El primer placer y el
último que le quedan al hombre « cuando todos los demás han desaparecido», escribía
el célebre gastrónomo Brillat-Savarin. Y nuestra madre de familia no dudará en hacer
de un mus de chocolate una recompensa a una comida donde todo se ha acabado. « Si
no te acabas tu puré, no tendrás postre». La estatización del placer alimentario puede
llegar a ser un arte verdadero que exprime los valores los más fundamentales de una
cultura: su relación con la vida y la muerte, con lo sagrado, con el sentido de la vida. En
Francia, país de gastronomía, el placer es incluso la primera finalidad consciente de la
alimentación
El consumo de una comida es un acto social, que teje los lienzos entre los comensales
también cada sociedad reglamenta precisamente las modalidades. ¿Quién puede
participar en la comida? ¿Cómo nos instalamos alrededor de una mesa? ¿En qué orden
se organiza el servicio? ¿A quién se sirve primero? ¿En qué condiciones invitamos a los
padres, amigos, extranjeros? ¿Cómo ofrecer una invitación? Existen tantas cuestiones
que definen la comensalidad.
¿Hay que comer una, dos, tres o cuatro veces al día? ¿Hay que comer entre comidas?
Enfrente de las mutaciones contemporáneas de las formas de las tomas alimentarias, hay
que promocionar el modelo francés de las tres comidas estructuradas? Y, si seguimos
por esta vía, qué éxito cabe esperar? Por último, que tiene este «modelo francés» que es
tan evidente que se nos olvida hacer la pregunta sobre su génesis, sobre su edad? Ya
que hasta el punto que somos sensibles a la diferencia entre nuestro modelo alimentario
y el de los demás, en otras culturas tantas variaciones en el tiempo de nuestro propio
modelo se nos escapan. Veremos así, en la segunda parte de este capítulo, que lo que se
considera hoy como el modelo alimentario «francés tradicional» no es una tradición
muy antigua; que se trate de la estructura, contenido o numero de comidas durante la
jornada.
Los modelos alimentarios3 son conjuntos socio- técnico y simbólico que articulan a un
grupo humano hacia su medio, fundan su identidad y aseguran la puesta en marcha del
proceso de diferenciación social interno. Son un cuerpo de conocimientos tecnológicos,
acumulados de generación en generación, que permiten seleccionar recursos de un
espacio natural, prepararlos para hacer alimentos y después platos y consumirlos. Pero
son al mismo tiempo, sistemas de códigos simbólicos que ponen en marcha los valores
de un grupo humano que participa en la construcción de identidades culturales y
procesos de personalización. El estatus de omnívoro da al hombre posibilidades de
adaptación considerablemente superiores a las de los comedores especializados como
los herbívoros. Es capaz de nutrirse con una infinidad de productos diferentes. Esto es
lo que le ha permitido colonizar la casi totalidad del planeta. A esta posibilidad de variar
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les fuentes de alimentación, se suma el hecho que la mecánica fisiológica, que soporta la
función alimentaria, se controla por mecanismos en doble, triple control (ver mas). Esto
incrementa aun más la capacidad de adaptación del hombre. Estas coacciones de la
mecánica biológica son pues relativamente flojas y le dejan un vasto espacio de libertad
en el cual lo social y lo cultural pueden jugar sin consecuencias vitales determinantes,
para crear a la vez identidad y diferenciación social.
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Claude Fischler utiliza a veces expresiones del «sistema culinario» o aún «cocinas » (Fischler 1990 y 1996).
« Una cocina es mucho más y otra cosa en lo que se refiere a la acepción corriente: concierne no sólo a un grupo de
ingredientes y técnicas puestos en funcionamiento para transformar y preparar alimentos pero sobretodo de un sistema
complejo de normas y reglas implícitas que estructuran las representaciones y los comportamientos » (Fischler 1996).
Preferimos sin embargo reservar la expresión del sistema culinario para designar el conjunto de principios de
preparación de los alimentos y hablar de modelo alimentario, el sentido amplio del conjunto de reglas de selección, de
preparación, de servicio, de consumo…
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Para un informe sistemático de las dimensiones del espacio social alimentario ver Poulain 2002
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El espacio del comensal.
El sistema alimentario.
Claude Lévi- Strauss a puesto en evidencia que la cocina es un lenguaje en el cual cada
sociedad codifica sus mensajes que le permiten significar al menos una parte de lo que
es ( Lévi- Strauss 1968). Para el sociólogo, la cocina es un conjunto de acciones
técnicas, de operaciones simbólicas y rituales que participan a la construcción de la
identidad alimentaria de un producto y lo hacen consumible. El espacio de lo culinario
es a la vez un espacio en el sentido geográfico del término, de la distribución en los
lugares, esto será por ejemplo de la posición de la cocina, sitio donde se realizan las
operaciones culinarias dentro o fuera de la casa, un espacio en el sentido social que
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tiene en cuenta la repartición sexual y social de las actividades de la cocina pero
también un espacio en el sentido lógico del término, de espacio de relaciones formales y
estructuradas, el triángulo de Claude Lévi- Strauss siendo el ejemplo más conocido
(Lévi- Strauss 1968 y Poulain 1985).
Cuarta dimensión del «espacio social alimentario», recubre el conjunto de rituales que
envuelven el acto alimentario en sentido estricto. La definición de comida, su
organización estructural, la forma de la jornada alimentaria (número de tomas, formas,
horarios, contextos sociales…), las modalidades de consumo (comer con la mano, con
palillos, con cuchillo y con tenedor…), la localización de las tomas, las reglas de
colocación de los comensales… varían de una cultura a otra, según los grupos sociales
( Fishler 1990, Poulain 1998 y Corbeau 1995).
La temporalidad alimentaria.
Comer marca también las fronteras identitarias entre grupos humanos de una cultura a
otra, pero también en el interior de una misma cultura entre los subgrupos que la
constituyen. En el interior de una misma sociedad, la alimentación dibuja los contornos
de los grupos sociales. Tal alimento es un atributo para un grupo social y será rechazado
por otro ( Herpin 1988 , Griñon 1980, Poulain 1998 y Lambert, 1987).
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expresión de Claude Fischler, que se despliegan de la razón alimentaria. Sin embargo en
multitudes de reglas a diferentes niveles, muchas son implícitas. Y no tomamos
consciencia de su existencia que partir que las transgredimos. Este carácter «yendo de
sí» constituye el primer obstáculo epistemológico en el estudio de los modelos
alimentarios. Es lo que lo hace tan difícil desde el momento que el investigador
pertenece al espacio social alimentario que desea estudiar. Desde este punto de vista, el
etnólogo posee una posición considerablemente más confortable, ya que entonces los
desajustes con su propio modelo alimentario le pueden servir de guía.
Las comidas se combinan entre ellas para formar jornadas alimentarias cuya etnología
nos muestra la extrema diversidad ( Bataille- Benguigui y Cousin 1996, Flandrin y
Cobbi, 1999). Existen culturas en las cuales sólo se come una vez al día, otras donde el
número de comidas diarias es dos, en otras aún se consumen tres, cuatro, cinco
comidas… En el universo asiático, en Vietnam por ejemplo, las tomas alimentarias
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socializadas como comidas alternan con una serie de tomas que llamaríamos al picoteo
y que se designan allí con la bonita expresión de «comer para divertirse».
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Comiendo según una forma socialmente definida, el niño aprende el sentido de lo
intimo y de lo público, (es lo que tiene que enseñar con la mecánica alimentaria y
digestiva y lo que tenemos que esconder), las reglas de partición y la pre senescencia
que reflejan la jerarquización social, en fin el sentido de lo «bueno», más exactamente
en aquello que es bueno para su grupo de pertenencia. Comiendo, interioriza los valores
centrales de su cultura que se expresan mediante las formas de mesa. Paralelamente el
cuerpo del comensal y los ritmos de la «mecánica » biológica se forman por los ritmos
sociales.
Esta oposición permite distinguir para la alimentación: los modelos alimentarios que
son un conjunto de prácticas culinarias y de mesa socializadas (el equivalente de
lengua) y las maneras de tal o tal domestica del cocinero, las maneras particulares de tal
o tal individuo para de comer y de apreciar lo que es comible y bueno de su cultura de
pertenencia (el equivalente a la palabra) (Poulain 1985). En la analogía planteada, los
modelos alimentarios corresponden pues a la lengua y a las prácticas del individuo con
la palabra; ellas son una manera particular de utilizar la lengua para posicionarse
socialmente. « Separando la lengua de la palabra, separamos de golpe: lo que es social
de lo que es individual; lo que es esencial de lo que es accesorio, y más o menos
accidental» ( de Saussure 1930). De este modo la alimentación es el soporte de un vasto
sistema de comunicación que permite a los grupos humanos las diferenciaciones
externas entre las culturas e internas, entre grupos sociales o individuos que pertenecen
a un mismo espacio cultural.
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comunicación y el intercambio sin los cuales no puede existir la sociedad humana» ( De
la Garine 1979).
¿Todos los modelos alimentarios tienen las mismas consecuencias sanitarias a largo
plazo? Para responder a tal cuestión, convendría, partiendo de la constatación de
variabilidad orientada a partir de datos etnológicos para aplicar los estudios
pluridisciplinares comparativos, que permiten comprender mejor las formas de
interacción y de «incrementación» de lo cultural y lo biológico y evaluar la interacción
de los ritmos culturales y de los ritmos biológicos.
¿Como es preferible organizar su jornada alimentaria?¿ Es mejor hacer uno, dos, tres o
cuatro comidas al día?¿Desde el punto de vista de la salud, existe una forma ideal de
organizar su jornada alimentaria?¿ El número de comidas cotidianas es importante?¿
Vale más hacer uno, dos , tres comidas al día? Desde hace algunos años, investigaciones
buscan la respuesta a esta pregunta desde el punto de vista de las ciencias de la nutrición
( Bellisle, Schutz, Louis Sylvestre), sin que ningún argumento decisivo emerja a favor
de una forma particular de combinación de tomas alimentarias ni bajo el punto de vista
del impacto de la pérdida de peso, ni parece ser bajo el punto de vista de los efectos
sobre la salud. « Los argumentos experimentales y clínicos no permiten actualmente
promover o desaconsejar un número mas grande de comidas si el aporte energético es
idéntico» ( Bellisle et al.1997). «Frente a esta ausencia de argumentación biológica,
numerosos son los especialistas de la nutrición que están tentados de promover el
modelo de las tres comidas que se designa a veces como el modelo burgués o aún como
el modelo francés ». (Apfelbaum 1984). La ciencia viene pues de confirmar la tradición!
El problema no puede ser tan simple.
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12 El modelo de las tres comidas francesas
Tres comidas al día y comidas estructuradas, esta es la definición que se da
corrientemente al modelo alimentario francés, el modelo tradicional, presentado a veces
como el modelo que más se adapta a los ritmos fisiológicos del hombre. Conviene
alejarse de de este modelo etnocenttrado e históricocentrado Los trabajos históricos y
socio-históricos enseñan en efecto que, para el periodo que se extiende desde la Edad
Media hasta el fin del siglo XIX, no hay un modelo alimentario uniformemente
compartido y puesto en escena por el conjunto de los grupos sociales que constituyen
esta entidad muy fluctuante que se denomina, en lenguaje moderno, la comunidad
nacional (Flandrin y Cobbi, 1999).
Variaciones históricas
Si la cocina burguesa puede parecer más marcada por una inscripción regional, es en el
Antiguo régimen donde depende mucho del modelo aristocrático que no cesa de copiar.
La burguesía provinciana tiene el gusto pegado hacia las prácticas históricas parisinas.
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Sólo las prácticas populares campesinas, puesto que son más dependientes en relación a
la necesidad, tienen una firma regional. Los campesinos comen ante todo pan y cuando
el sol no permite un cultivo de trigo o de centeno, los cereales no panificables bajo
formas de torta o de papilla. Los platos se componen ante todo de sopas en las cuales el
pan remojado juega un rol central. Las legumbres varían según las estaciones y de una
región a otra.
Desde la Edad Media a la Revolución, las élites comen « a la francesa». Pero el servicio
la francesa no tiene nada que ver con las comidas francesas contemporáneas. La
primera diferencia se sostiene en el hecho que se no cuenta el número de comensales
sino de platos. Hoy en día, todos los comensales tienen derecho a una ración de todos
los platos servidos durante el curso de una comida. En el servicio a la francesa, la
unidad que se cuenta es el plato: la 5 pierna de ciervo, la gallina cebada =poularde, le
train de côtes… Cuando el nombre de comensales aumenta, es el nombre de platos lo
que aumenta y no el nombre de raciones de un plato.
Las comidas a la francesa se organizan en varios servicios en el curso de los cuales uno
de los platos se presenta simultáneamente. Existen de tallas diferentes por ejemplo los
potajes (ragú), los grandes entrantes y los pequeños platos que se instalan alrededor que
se llaman en esta época los entremeses. Los invitados comen o más bien picotean, se
pasan los platos… y después a la mesa se recoge y llega un segundo servicio, luego un
tercero.
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dignen a pasarle otros platos. Imagínense la humillación, si a aquellos que hacen ver que
olvidan a sus invitados de segundo orden, se les obliga a pedir a ellos mismos que
hagan el favor de pasarles un plato. Más aún, la discusión y los intercambios que
acompañan la comida también dependen de la organización geográfica de la mesa. Las
posiciones centrales permiten hablar con un número más grande de personas, de ser el
centro de atención de la comida, de brillar, deslumbrar. El servicio a la francesa es una
puesta en escena de manera conjunta de la abundancia y de la jerarquía social (Poulain
1995 y Neinrick 2000).
Si nos referimos a las categorías definidas por Lévi- Strauss, el « gran servicio a la
francesa» combina un estructura espacial (sincrónica) donde una serie de platos
diferentes se disponen simultáneamente sobre la mesa y una estructura espacial
(diacrónica) que organiza la sucesión de varias « mesas» o «servicios», tres en la época
clásica y hasta cinco en la revolución, seis ver en la Edad Media y el Renacimiento.
Jean Paul Aron (1976), ha mostrado como, durante el siglo XIX, hemos pasado del
servicio a la francesa al servicio a la rusa, en el cual todo el mundo come lo mismo y
donde los platos se suceden unos después de los otros. En este servicio, el mito
igualitario se deslumbra. Las humillaciones se acaban, de ahora en adelante hay una
ración para cada uno, y son los que sirven quienes garantizan de la repartición. La
comida « a la rusa» aparece en los restaurantes después de la Revolución, y se impone
definitivamente hacia 1850. Este cambio es el resultado de una serie de
transformaciones de organizaciones sociales y sobretodo de un sistema de valores. En
esta transformación de las reglas del servicio se lee con la mutación del sistema de
valores: importancia de la jerarquía social en el servicio a la francesa e igualdad en el
servicio a la rusa ( Poulain 1985 y Poulain y Neirinck 2000).
«El modelo tradicional al cual nos referimos en los estudios sociológicos actuales, es un
modelo de tres comidas: el de la mañana, el del medio día y el de la noche, ahora bien
los textos anteriores al siglo XIX nos hablan, unas veces de cuatro comidas cotidianas,
otras de dos, ver de una sola y verdadera comida, pero raramente de tres.»,constata Jean
Louis Flandrin(1996,2000) . Por consiguiente, la jornada alimentaria comprende dos
comidas: una comida que se consume al final de la mañana y una cena al final de la
tarde. En el siglo XVIII se toman tres comidas: el desayuno al inicio de la mañana, la
comida hacia el mediodía y la cena por la noche. En 1770, después de un
desplazamiento del desayuno aparece el almuerzo, el desayuno se denomina desde
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entonces «desayuno al tenedor, las comidas se desplazan hacia la tarde y la cena hacia la
mitas de la noche».
« El nombre de las comidas no ha cambiado pero la hora en las que tienen lugar se hace
cada vez mas tardia.El desayuno, que era la gran comida de la mañana ,se sitúa hoy en
Francia alrededor del mediodía o, mas exactamente las trece horas; la comida que era la
comida del ,mediodía se sitúa por la tarde(…la cena que por excelencia la comida de la
tarde ,es a lo mejor una ligera colación después de un espectáculo».(Leo
Moulin,1988,167).
Si prolongamos esta reflexión Jean Louis Flandrin constata que hay un desplazamiento
continuo de los horarios de las tomas de las comidas de las elites francesas desde 1100
hasta el final del siglo XVIII. El análisis detallado evidencia una relativa autonomía de
los procesos de transformación de los horarios. Cada horario conoce fases de
desplazamiento, de evolución y periodos de estabilidad sin embargo a escala de las
largas duraciones, sobre varios siglos, las curvas aparecen como vagamente paralelas.
(Flandrin 1996,209).En el esquema siguiente hecho a partir de lo constatado por Jean
Louis Flandrin, se ha completado con la evoluciones del siglo XIX a partir de la historia
de la alimentación y de los trabajos de Leplay
Figura 1: Los horarios de las comidas de las élites francesas según Flandrin, Leplay y
Poulain
En el siglo XIX en los medios obreros nos encontramos gran diversidad de situaciones
que han estado estudiadas por Leplay y sus discípulos en numerosas monografías. Las
jornadas alimentarias de los obreros están ampliamente determinadas por la
organización del trabajo por coacciones del sistema de producción. Claude Grignon ha
completado este trabajo a través de los reglamentos interiores de las fabricas (Grignon
1993).Nos enseña como la posibilidad de volver a casa a comer y de trabajar partido ha
sido una conquista social que ha acompañado a la reducción del tiempo de trabajo antes
los obreros trabajaban considerablemente mas tiempo y se traían su fiambrera o su cesta
de comida a los sitios de trabajo.
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millassou y ensalada. Un pastel de cerezas o una flaugnarde, tomada en un plato girado
concluye esta comida. Cuatro horas más tarde, llega un tentempié: el merindet, cuyo
tourtou es la comida central. Cuando cae la noche, la ultima comida del día, el sopar. Se
compone de de nuevo de sopa y de un plato ( Poulain 1984,98-99). En invierno, esta
estructura se simplifica y los horarios se desplazan. Al levantarse, sobre las siete de la
mañana, nos reencontramos con el dejeunar; la sopa se toma hacia las diez y se
completa de castañas escaldadas y de leche. Le miejournat se desplaza hacia las
catorce horas. Se suprime el merendet pero la comida de la noche, lo sopar, que tiene
lugar entre las seis y las siete de la tarde, le da cuerpo. La sopa se sigue de una plato y
después viene el l’ouda de castañas y de nabos que se comen durante toda velada, y se
riega la con sidra.
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Les tourtous son unas galletas de sarraceno( trigo negro), la cailhade de queso fresco (leche cuajada) y el millassou una torta de
patatas ralladas. Ver Poulain de 1984 y 2000).
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13 Cómo el modelo de las tres comidas se impone como norma
francesa del siglo XX.
¿Cómo vamos a pasar de una alimentación fuertemente diversificada a un modelo único
normalizado para el conjunto de la sociedad francesa? tres mecanismos están en fuego:
el proceso de la distinción social, el mito igualitario y la ascensión.
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La Revolución francesa y el mito igualitario.
La antigua comida a la francesa, que ponía en escena a la jerarquía, va poco a poco siendo
abandonada en provecho de la comida a la Rusa, más igualitaria, en la cual todo el mundo
comparte el mismo menú. En una fase intermediaria, la estructura es aun bastante compleja
(entremeses, entrantes, picantes, asados…), pero es de ella que saldrá por simplificación, la
cocina francesa contemporánea: entrante, plato con guarnición, queso y postre).
Esta forma de comer no linda aun que a las capas medias y superiores de la sociedad. ¿Cómo va
ella ahora a difundirse en los otros grupos sociales?«Es a favor de un verdadero cambio de la
ideología dominante que el modelo burgués de la comida acaba por imponerse y por volverse un
trazo de cultura común a todas las clases. Con el restablecimiento duradero de la republica, el
modo de vida del cual es un elemento y un símbolo, cesa de ser considerado exclusivamente
como un privilegio instintivo, resevado a la élite, para constituir un modelo universal, que
conviene de dar un ejemplo a todos» (Grignon, 1996).Es primero en los medios obreros, que el
modelo de las tres comidas va a desarrollarse.
El éxito del modelo de las tres comidas se apoya en una serie de fenómenos más amplio que
participa, después de la revolución a la construcción de la identidad francesa. El uso del francés
sobre el conjunto del territorio, el desarrollo de una serie de institución que tiene por misión
encarnar en la sociedad el gran mito igualitario, en el primer rango del cual se encuentra la
escuela republicana. Como los explica Claude Grignon, una vez la tormenta revolucionaria ha
pasado, «la voluntad de integración social y de asimilación la lleva entonces sobre la actitud
segregacionista heredada del antiguo régimen, que apunta al contrario a mantener al
campesinado y al pequeño pueblo de las ciudades en su sitio, dentro de su «orden» y a contener
las clases peligrosas rechazándolas de la «sociedad» y de la «civilización» (Grignon1996, 298).
Pero es el ejercito quien contribuirá mas a la difusión del modelo burgués en las poblaciones
campesinas. Inicialmente la comida del ejército se componía esencialmente de sopa después,
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bajo la influencia de los médicos militares, se reemplazara por los platos cocinados: el rancho.
«No es sopa, pero es rancho, no es mierda, pero llegara»,se cantaba en el dormitorio colectivo
en recuerdo de este cambio que parecía no haber afectado la calidad de la comida en ella misma
y ser apreciada de manera por el mínimo matiz.
Ella reposa ms ampliamente sobre la difusión de los valores de universalidad. «La voluntad de
popularizar las practicas dominantes, su nacionalización, van de la mano con el triunfo
intelectual y político del ideal universalista heredado de las luces y de la revolución y
transmitido por los San Simonianos y los filántropos»(Grignon,1996,298).Este ideal sostendrá
el pensamiento higienista. Los éxitos de la biología difunden una concepción del hombre
sometido a las leyes universales .Poco a poco la idea que existe una buena manera de
alimentarse ,una manera que respecta la leyes de funcionamiento del cuerpo nace. Esto será el
modelo de las tres comidas.´
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2-Las herramientas disponibles.
« A pesar de todos los progresos realizados en
nutrición humana, es importante reconocer que la
medida de lo que los individuos realmente comen
queda como lo más difícil a realizar en esta
disciplina.» JF Desjeux , 1996.
El primero señala que la naturaleza de los datos sobre los cuales trabaja el investigador.
¿Que tipo de datos hay que recolectar? ¿Hay que interesarse a lo que hacen realmente
los individuos? ¿A lo que dicen que hacen? ¿A sus opiniones, sus posturas, sus valores
respecto a la alimentación en general o respecto a algunos productos alimentarios? Estos
diferentes datos son todos interesantes y permiten conducir análisis sociológicos pero no
tienen en cuenta al mismo nivel la realidad del hecho social alimentario. Los datos de
las representaciones justifican lo que piensa el individuo pero no forzosamente lo que
hace. En consecuencia, no se los puede considerar como datos de conducta. Conviene
pues, estar atento al estatus de las variables utilizadas, sobretodo cuando se manejan
comparaciones entre encuestas o se realizan trabajos multidisciplinares que cruzan
variables biológicas con variables sociológicas.
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21 Las prácticas observadas en las representaciones sociales.
Los datos que nos permiten describir y comprender el fenómeno alimentario pueden
distribuirse sobre un continuo que vaya de lo más objetivo a lo más subjetivo. Partiendo
del primer polo, nos encontramos con las prácticas observadas, las prácticas objetivadas
por sus huellas, las prácticas reconstruidas gracias a la ayuda de la herramienta de
anamnesis o rememoración, las prácticas reportadas de manera espontánea, las normas
sociales expresadas por un individuo, las opiniones, las posturas, los valores y las
representaciones simbólicas.
La espesura de los hechos sociales se despliega entre dos polos que pueden aparecer
como las extremidades de un continuo: las prácticas que corresponden a los
comportamientos que verdaderamente son puestos en práctica por los comensales y las
representaciones, los discursos que se les asocian, les acompañan, los determinan y los
justifican. Entre estos dos polos pueden señalarse diferentes categorías de datos
distintos:
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aquí son deliberadamente menos precisas para la toma de datos de prácticas
reconstruidas, ya que nos interesamos al modo como la encuesta va a estructurarse,
organizar el espacio de imprecisión de la cuestión. En relación a las prácticas puestas
realmente en práctica por el individuo las respuestas suelen ser objeto de
transformaciones, de deformaciones consecuencia de fenómenos cognitivos como la
reestructuración semántica, el olvido o aún la denegación. Tanto que ellas, y bajo
reserva de no considerarlas como datos objetivos, éstas presentan el interés de conducir
hacia paradojas que sostienen las prácticas.
-Las normas: estas son reglas, modelos de conductas ampliamente seguidas en una
sociedad o un grupo social dado. Corresponden a prácticas consideradas
como«conveniente» con una connotación moral ya que la no- observación de una
norma acarrea por parte de los otros miembros del grupo, sanciones difusas o explicitas.
Las normas alimentarias están sometidas a una serie de influencias de principios
gastronómicos, culinarios, dietéticos y simbólicos.
Hay que distinguir en primer lugar la «norma social» de la «norma dietética» esta última
esta constituida por un conjunto de prescripciones que se fundamenta sobre los
conocimientos científicos nutricionales y se difunde por medio medico y sus relevos.
Más o menos fluctuante, a la conveniencia de los descubrimientos científicos, describe
en términos cuantitativos y cualitativos lo que debe ser una alimentación susceptible de
mantener al comensal en un estado de buena salud. La «norma social» reenvía en cuanto
a ella, a un conjunto de convenciones relativas a la composición estructural de la toma
alimentaria-en comidas y fuera de comidas-y a las condiciones y a los contextos de su
consumo. La norma social y dietética se influencia mutuamente.
- Los valores. Son las representaciones positivas o negativas asociadas a una práctica o
un objeto social.
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- Las actitudes. Corresponden al conjunto de predisposiciones individuales respecto a
un objeto o una práctica. Stoetzel define la actitud como objetos de valor , « la manera
en que una persona se sitúa respecto a los objetos de valor ». No podemos estudiar las
actitudes solamente de forma indirecta. Se diferencian de la opinión por el hecho que
no siempre son ni verbalizables ni incluso conscientes. Pero ellas nonos determinan
menos que los comportamientos. La actitud se estudia proponiendo a un individuo una
serie de prácticas que le pedimos que evalúe mediante escalas que van desde lo
aceptable a lo no aceptable.
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esencial de nuestros conocimientos sobre la alimentación contemporánea de los
franceses se adquiere a través de múltiples cuestionarios, cuya presentación puede
sugerir que se trata de observaciones directas de hechos materialmente objetivos. No es
nada de eso y este genero de acercamiento no puede sustituir a un análisis objetivo y
cuantificado de la producción y del consumo alimentario, sólo apto a establecer sino al
precio de alguna minuciosidad, los hechos»(1980).
Cuadro I: Los niveles del hecho social alimentario. Definiciones y ejemplos
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22 Las herramientas de recolección y metodología
La recolección de datos sociológicos se puede hacer gracias a seis grandes técnicas.
La observación participativa
La observación «armada».
Aquí se trata de entrar en un contexto social con cuadros de lectura muy precisos que
permiten contrastar los hechos cuando se producen localizando los contextos y los
eventos que los han precedido y los que los siguen. La técnica del itinerario de las
practicas de Dominique Desjeux consiste por ejemplo en reconstituir mediante la
observación«el camino que sigue un alimento…desde la casa (preparación de las
compras),el sitio de compra, los lugares sucesivos donde se guarda y se utiliza ,después
por ejemplo el refrigerador, el microondas, el plato delante de la televisión ,hasta la
basura»(Desjeus1996).
El cuestionario.
Por entrevista (cara a cara): es el método más fiable mientras esté hecho por
encuestadores preparados. Esto permite utilizar un gran abanico de preguntas y
sobretodo de cuestiones más complejas. Permite sin embargo una atención
particular por dominar el impacto y el estatus de los encuestadores. El hecho
por ejemplo de ser enfermera, dietista, sociólogo, desde que conducimos una
encuesta puede en ciertos casos inducir a sesgar relacionados a las
representaciones que el encuestador asocia a estos estatus profesionales.
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Varios artículos de síntesis justifican el inventario de los métodos utilizadosen epidemiología y en nutrición ( Romon
2001, Thomson 57, Galand y Hercberg , Méjean 97).
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Mediante entrevista telefónica: este método conviene para la recolección de
datos simples y bien estructurados, es muy utilizada por los institutos de sondeo
presenta los intereses de costes evidentes, pero esta bastante mal adaptada a
algunas formas de cuestiones propias a las encuestas alimentarias, en particular
las cuestiones asistidas en las cuales hay que mostrar ya sea una lista de ítems o
sean fotos de alimentos.
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- Las entrevistas (semi o no directas).
Las entrevistas pueden ser individuales o colectivas (focus group), permiten estudiar las
representaciones de los comensales y del sentido que dan a sus acciones. La técnica de
la entrevista semidirecta consiste en « hacer hablar» a las personas interrogadas sobre
un tema, reformulando de vez en cuando para reactivar el discurso sin tener
estrictamente al sujeto de partida. Las digresiones son importantes ya que permiten
introducir las representaciones en el contexto de referencia más o menos conscientes en
los cuales se despliegan las lógicas de actor.
Se trata aquí de utilizar los datos ya utilizados con otros fines, con otras lógicas de
investigacipon: económicas, demográficas, sicológicas, etnológicas…para ya sea
positivizar los hechos sociales ya sea para producir reinterpretaciones.
Están diferentes técnicas no nos permiten recolectar con la misma eficacia el conjunto
de los tipos de dato. Esta es la razón por la cual los programas de investigación asocian
frecuentemente varios métodos de colecta.
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23 Las vías de acceso al espacio social alimentario.
231-Las disponibilidades en la escala de un estado
La FAO (Food and Agricultural Organisation) a puesto a punto un método para evaluar
las disponibilidades alimentarias a escala de los Estados. Están calculadas a partir de un
cálculo «recurso- empleo» por país. « Indica para cada producto alimentario, las
cantidades producidas, las importadas y el stock. Para conocer las cantidades utilizadas,
se distinguen las cantidades exportadas, las que afectan a alimentación animal, a las
semillas, a los usos industriales alimentarios y no alimentarios. Se estiman las perdidas
por almacenamiento y de transporte, finalmente obtenemos un saldo, las cantidades en
la entrada de las casas, disponibles para la alimentación humana». (Perisse
1996,17).Estos valores se dividen en seguida por la población del país y obtenemos así
la«ración alimentaria media » de un habitante que permite las comparaciones
internacionales. También es posible consolidar el conjunto de estos datos para calcular
la ración «del ciudadano del mundo».
Este tipo de datos pone en evidencia a los modelos agronutricionales (MAN) muy
diferenciados de un país a otro, de una región del mundo a otra. Una tipología de MAN
ha sido propuesta por la FAO apoyándose sobre la importancia relativa de las diferentes
categorías de alimentos en la ración media (FAO1969 y Malassis y Padilla 1987).Se
establece a partir de los alimentos básicos, es decir aquellos que aportan la parte
principal de la ración energética y distingue así bajo este criterio seis grandes tipos de
MAN.
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Cuadro III: tipología de modelos agronutricionales según la FAO
Modelos agronutricionales
1- Productos animales 2- Cereales de trigo 3- Cereales de maíz 4- Cerealos de mil/ sogho 5- Cereales de arroz 6- Raíces de
tubérculos
Número de 30 52 20 6 43 14
países
Población 664 942 319 165 3067 120
afectada ( en
millones)
Necesidades 2620 2520 2340 2350 2390 2390
energéticas
diarias teóricas
Calorías/día
Calorías/día 3505 3026 2426 2088 2531 2072
Proteínas 105 85,9 63,2 50,1 62,0 43,3
(g/día)
Proteínas 65,7 33,6 19,1 9,0 15,1 9,3
animal (g/ día)
Lípidos (g/día) 149,7 87,3 57,7 49,2 48,3 35,2
Lípidos de 93,0 43,6 21,2 8,3 19,6 6,3
origen animal
(g/ día)
Fuente: FAO y Pérrisé, 1996
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El primer MAN se centra sobre productos de origen animal (carnes y productos
lácteos).Esta presente en una trentena de países occidentales para la mayor parte y que
corresponde al 13% de la población mundial. El segundo tiene como alimento principal
los productos derivados del trigo (pan, pastas y sémola…).En uso en los 52 países se
reagrupa el 18% de la población mundial.
En fin, el sexto y ultimo modelo agronutricional tiene como base la raíz de los
tubérculos (taro, patata y mandioca) lo encontramos en 14 países, que representan solo
el 2% de la población del globo.
Es posible afinar estos modelos agronutricionales apuntando hacia perfiles que tienen en
cuenta el peso relativo de las diferentes categorías de alimentos (Malassis y Padilla
1987).
Sin embargo estos datos presentan un cierto nombre de dificultades y de puntos ciegos:
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El segundo problema esta ligado al uso de este tipo de información .En efecto estos
datos se utilizan para calcular las ayudas internacionales, algunos países en vías de
desarrollo tiene interés a sobrevaluar su población y a infravalorar sus producciones.
Fuentes: según Toutain , 1971; OCDE, Estadísticas del consumo de los productos
alimentarios.
Estos datos más finos que las disponibilidades, permiten hacer cruzamientos con
variables sociológicas: sexo, edad, Profesiones y categorías socioprofesionales(PCS) ,
actitudes, opiniones, normas, valores o según loa cuadros teóricos, las variables de
integración como el habitus (Bourdieu), el tipo de vida(Juan 1991), el estilo de vida
( Cathelat) o más aún en las lógicas de acción.
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En el análisis de los paneles de consumo, el primero concierne a la modificación de
valor simbólico de algunos productos que transforma mas rápido los comportamientos
de uso que las practicas de compra .Volvamos acoger el ejemplo del pan. El análisis de
los flujos económicos muestra lo que consumimos hoy en dia, mucho menos pan que
hace 50 años: 125 gr por día y por persona en 1950 y solamente 60 gr en 1995, después
del anuario estadístico de Francia de 19999.Pero la aproximación por las compras
canibaliza parcialmente la anchura del fenómeno ya que mas de la mitad del pan que
compramos acaba en la papelera, lo que era imposible antes a causa del estatus
simbólico y de los valores asociados a este producto. De una manera mas general, el
estudio de los restos es un lugar de lectura privilegiado de la modificación del estatus
simbólico de los alimentos, al mismo tiempo que un contrapunto necesario a la
aproximación por las compras, para objetivizar las practicas.
Veamos otro ejemplo, los que tienen más de 65 años aparecen como
sobreconsumidores de fresas. Pero una aproximación un poco mas fina muestra que si
compran mas fresas que otras franjas de edad ,no tienen que ser forzosamente ellos
quienes las consumen; las fresas en cuestión se transforman en confitura o juegan como
postre cuando hay una visita de niños pequeños. Si comercializamos fresas, la
información es interesante, ya que aquí hay un target privilegiado, por el contrario si
queremos comprender en qué lógicas se compran cómo o por quien son consumidas hay
que poner la vista sobre el aval del negocio.
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Sobre el fondo de la crisis con «las vacas locas», estas prácticas se desarrollan hoy en
día al margen de la normativa sobre el sacrificio de las carnes de carnicería.
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Para profundizar sobre los problemas de la estadística ver Jean – Louis Lambert (1992)
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La reconfiguración actual de las compras de ciertos hogares, que se traduce por una
bajada en el valor del puesto alimentario dentro de la parte del presupuesto, no significa
siempre una degradación cualitativa del consumo como podría dejar pensar el resumen
de un análisis económico pero explica que en contextos donde el tiempo no es un dato
extraño ( jubilación o situación de desempleo parcial o total por ejemplo) por un
»desplazamiento de las compras sobre los productos brutos a cocinar sin incluir los de
valor añadido.
El consumo de las preparaciones culinarias puede estar igualmente diferida. Así pues las
conservas, los platos cocinados congelados se comerán ulteriormente y quedan inscritos
en una gestión del tiempo a largo plazo o serán dados o aun cambiados dentro de la
lógicas de solidaridad. No siempre los hogares que compran y que cocinan son los que
consumen. Varios estudios recientes muestran como los trabajos domésticos, entre ellos
la preparación de la comida, que es una de las formas de expresión de la solidaridad
familiar (Déchaux 1994, Poulain 1988).
En los años ochenta, el INSEE inició un programa de investigación cuyo objetivo era
preparar la aplicación de una « encuesta permanente sobre en las alimentación en los
hogares»cuyo objetivo era prolongar los estudios ya iniciados». Esto ha dado lugar a
una serie de trabajos previos. Inicialmente, se condujo una reflexión semántica sobre las
nociones de comidas, de los constituyentes de las comidas y de la tomas alimentarias
fuera de las comidas, que preparara la aplicación de los descriptores sobre los
comportamientos alimentarios susceptibles de localizar el desarrollo de un hipotético
fenómeno de desestructuración(Herpin1988).Después una encuesta exploratoria
desarrollada sobre una pequeña muestra de 251 hogares del Nord Pas de Calais permitió
validar este primer trabajo y de afinar la puesta a punto de las herramientas de entrada
(Herpin 1988).En fin un estudio cualitativo sobre la relación en la cocina y las lógicas
de acción de los hogares se confió a sociólogos de géneros (Chaudron1983 y Chaudron
Sluys y Zaidman 1990 y 1995).A pesar que la institucionalización de la encuesta sobre
la alimentación de los hogares no ha tenido lugar ,estos diferentes trabajos han
permitido la creación de descriptores de comportamientos alimentarios susceptibles de
localizar las evoluciones de las practicas alimentarias y una reflexión semántica sobre la
noción de comida , de los constituyentes de las comida y de las tomas alimentarias fuera
de las comidas.
Los limites de este tipo de investigación son de tres ordenes, en primer lugar, las
practicas de mesa no derivan siempre de lo verbal y no pueden a lo mejor que ser que
datos reconstruidos cuya calidad depende de la herramienta de recolección. En segundo
lugar, el espacio domestico no es el único lugar de consumo: mas del 20% de las
comidas de los franceses se consumen fuera de casa .En fin ,una parte importante de la
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alimentación fuera de las comidas escapa al análisis ,por eso están ausentes en los
estudios de compra. Estas no figuran en las categorías de las estadísticas francesas
(Lambert1992) como los análisis domésticos ya que no se realizan en el hogar, puesto
que representan para la población activa francesa cerca del 60% de las tomas fuera de
las comidas (Poulain1996-3).
Los estudios buscan actualizar y comprender las formas de tomas alimentarias. Se trata
de localizar aquí las estructuras de la diferentes comidas y la organización de las
jornadas alimentarias (Grignon1994 y 2000, Poulain et al.1996, 1998,1999).
Existen algunas encuestas que abordan el restaurante como lugar de «consumo» (GIRA
1997). Pero si estas se acercan alas practicas alimentarias, extraen mas bien de la
primera categoría«entrada por las compras» ya que en el restaurante la compra es
inmediatamente seguida del consumo .Este acercamiento entre el fenómeno alimentario
con garantía y adopta un punto de vista susceptible de tener en cuenta las lógicas de
comportamiento en la perspectiva del comportamiento social de la alimentación; las
interacciones de los actores, la representación simbólica de los alimentos y de las
practicas, decodificación de las marcas del pasaje de los productos por los diferentes
canales…
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235 El método de los «itinerarios de consumo»
Puesta a punto por un antropólogo del consumo Dominique Desjeux, este método tiene
por objetivo comprender los usos que se han hecho de un producto. Consiste en seguir a
un actor a través del itinerario que va desde la preparación de las compra hasta el
consumo de producto o servicio. « Partiendo más de las prácticas de los actores que de
sus motivaciones o de sus intenciones; permite reconstruir lo que condiciona sus
elecciones, es decir, las estructuras de lo cotidiano. Lo que investiga es, en el seno de
estas estructuras, los márgenes de maniobra de los actores, la parte de rutina y de los
cambios que organizan los usos domésticos» (Desjeux 1998,54). La técnica consiste en
observar las modalidades de decisión, de elección, de orden, de preparación…
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Figura 5: El método de los itinerarios según Desjeux. (Traducción en orden
descendente de la figura)
Escalas
Espacio tiempo
Objetos
Actores, gestos
Imaginario.
ARBITRAJE
Fuente: D.Desjeux
Nicolas Herpin en el estudio preparatorio del INSEE ya citada había localizado cinco
dimensiones de las practicas alimentarias: la concentración, la implantación temporal ,la
sincronización social, la localización y la ritualización (Herpin 1998);que pueden
servirnos como punto de partida.
Inicialmente la Ritualización nos parece una macrodimension que traduce a la vez las
lógicas de funcionalidad social y de contexto a las cuales corresponden las formas
particulares del aparato normativo alimentario (Corbeau1992, Rivière 1995)y no puede
ser incluso utilizada como descriptor simple.Despues,la concentración comprende a la
vez la idea de estructura de la comida y del numero de tomas alimentarias diarias y se
puede dividir en toma de comida y toma fuera de comida.
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Nos parece en principio necesario distinguir dos unidades empíricas y semánticas
definidas por los sujetos ellos mismos:
1-Las comidas: desayuno, almuerzo y comida que son las tomas alimentarias
fuertemente institucionalizadas, sobre las cuales pesan las reglas sociales bastante
claramente definidas.
2- Las tomas fuera de comidas, mucho menos institucionalizadas que son sea
tentempiés, meriendas o de aperitivos, que algunos denominan las pequeñas comidas
( Herpin), pero también de los consumos alimentarios no codificados que pueden ser
sólidos o líquidos y que reagrupamos a veces bajo el término de«picoteo» con una
fuerte connotación negativa en Francia.
Es posible distinguir, para una toma alimentaria, seis dimensiones que se pueden
descomponer en factores que se descomponen a su vez y sobre las cuales construimos
los descriptores que podrán estar dotados con el estatus de variables.
-La estructura de la toma. Comprende para las comidas el numero de tomas y sus
combinaciones, por ejemplo entrante/plato con guarnición/ queso y postre o plato con
guarnición y postre y para fuera de las comidas el numero y la naturaleza de la toma
solida, liquida o combinada.
-La dimensión social. Una primera distinción social opera entre las tomas fuera de cas
ay en su casa que las mismas son objeto de subcategorización: tipo de restaurantes para
el fuera de casa y natural (personal, pariente, amigo…) para el domicilio.
-El entorno social. La toma alimentaria puede tener lugar en un contexto solidario o
socializado en cuyo caso estudiaremos la naturaleza y el número de personas en
presencia.
-La posición corporal. Durante el acto de consumo, el comensal puede estar de pie y
en este caso móvil o inmóvil sentado en una mesa o agachado o también estirado o sin
movilidad.
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El conjunto de estos descriptores nos permite estudiar la alimentación en el interior de
una misma cultura pero también dentro de una perspectiva comparativa y localizar las
diferencias de una cultura a otra.
Hora mañana
Hora noche
Duración Número de minutos
Fuera de comidas Número de tomas
Lugar de trabajo
Personal o ascendente si es
menor
En el domicilio
De un padre
De un amigo
…
En una oferta cerrada
A un próximo
A un profesional de salud
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Sólo
Sin
Amigos
Colegas de trabajo
5- Ambiente social
Naturaleza Padres
Pareja
Numero Grupo
Grupo grande
Móvil
Inicio Inmóvil
En cuclillas
6- Posición corporal
Sentado En una silla
De pie/ en la barra
Con movilidad
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Tabla III: Vías de entrada y de nivel de observación de los fenómenos alimentarios
Las practicas Observación Análisis de Desarrollo Que Que es una Comer Escalas de Valores Símbolos
alimentarias, etnográfica de los restos. de la jornada comió verdadera entre actitudes positivos o asociados al
la las prácticas Prácticas alimentaria usted ayer comida? comidas relativas a negativos principio de
incorporación alimentarias alimentarias de la víspera. por la es?(escala) las prácticas asociados a incorporación.
eventualmente observadas. tarde? alimentarias. las practicas
son asistidas alimentarias.
por sistema de
video.
Fuente: Jean-Pierre Poulain
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