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LA
DECISIÓN FISCAL
EN EL NUEVO
CÓDIGO PROCESAL
PENAL
GACETA
PRIMERA EDICIÓN
JUNIO 2013
5,660 ejemplares
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. Nº 822
ISBN: 978-612-311-060-4
REGISTRO DE PROYECTO EDITORIAL
31501221300453
DIAGRAMACIÓN DE CARÁTULA
Martha Hidalgo Rivero
DIAGRAMACIÓN DE INTERIORES
Henry Marquezado Negrini
Impreso en:
Imprenta Editorial El Búho E.I.R.L.
San Alberto 201 - Surquillo
Lima 34 - Perú
Presentación
El presente estudio busca ser una contribución a la labor que día a día de-
sarrollan nuestros colegas fiscales en el marco del sistema procesal penal acu-
satorio, aunque sin duda también puede resultar de utilidad para los demás ac-
tores del proceso.
Para ello se ha dividido la obra en dos partes; la primera contiene tres es-
tudios sobre temas que entendemos resultan cruciales en la eficacia de la labor
fiscal –aunque somos conscientes de que quedan en el tintero otros de también
mucha importancia–; la segunda, disposiciones y requerimientos que, habién-
dose emitido en casos reales, son una muestra de las decisiones que vienen to-
mando los colegas en la aplicación del nuevo sistema procesal penal.
Se inicia la primera parte con el estudio “El proceso del Código Procesal
Penal de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema (sentencias de ca-
sación, autos de calificación y acuerdos plenarios)”.
Tal vez algunos puedan objetar que un libro sobre la decisión fiscal in-
cluya un estudio sobre los criterios que viene adoptando la máxima instancia
jurisdiccional de nuestro país en materia de la aplicación del Código Proce-
sal Penal de 2004; sin embargo, creemos que es sustancial para que el fiscal
tome sus decisiones en el proceso y para el éxito de sus casos, que conozca el
contexto jurisprudencial en que aquellas se incardinan, a fin de tenerlas como
guía, no contradecirlas o, previo análisis crítico –en caso de que las posicio-
nes asumidas por la Corte Suprema fueran insostenibles–, fundamentar sufi-
cientemente los motivos de su apartamiento; igualmente para cuando el fiscal
tenga que litigar ante el órgano jurisdiccional.
El segundo estudio “Selección y gestión fiscal de casos en el Código Pro-
cesal Penal de 2004”, busca llamar la atención sobre la necesidad e importan-
cia de racionalizar el manejo de la carga procesal, sin malgastar esfuerzos y re-
cursos en casos que no tienen futuro, brindándose algunos criterios para ello.
El tercer estudio “Formulación de cargos penales e imputación necesa-
ria”, aborda las exigencias derivadas del derecho a la imputación necesaria
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
en la formulación de cargos por parte del fiscal en cada uno de los estadios
del proceso –que no son las mismas–; debiendo resaltarse ya en este momen-
to que de su lectura se podrá apreciar que la forma intuitiva con que se recla-
ma el respeto de dicho derecho por parte de los abogados defensores –y que
en la práctica hemos podido apreciar– en no pocas ocasiones va más allá de
su real contenido.
Finaliza el trabajo con una recopilación de decisiones fiscales –disposi-
ciones y requerimientos– que se vienen emitiendo en los distritos judiciales
donde ya se aplica el Código Procesal Penal de 2004, lo que si bien no es
tradicional –pues lo común es recopilar resoluciones judiciales–, creemos que
debería reconocérsele mayor importancia por ser el fiscal el “señor de la in-
vestigación preparatoria” –como lo indica la doctrina alemana– y el responsa-
ble del éxito de la persecución.
No queremos terminar sin agradecer la colaboración que hemos recibido
de nuestros colegas fiscales que, desde diferentes partes del país, nos han ayu-
dado remitiéndonos las disposiciones y requerimientos de los cuales seleccio-
namos los que finalmente se publican; especialmente a Lisdey Bueno Flores y
a mis queridos amigos Luis Tisnado Solís y Daniel Cerna Salazar.
Finalmente, agradezco la colaboración que en mis proyectos académicos
siempre me brinda de modo desinteresado mi muy querido hermano, el abo-
gado Eddy Alexander Avalos Rodríguez.
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PRIMERA PARTE
CAPÍTULO PRIMERO
El proceso del CPP de 2004
según la jurisprudencia
de la Corte Suprema
(Sentencias de casación, autos de
calificación y acuerdos plenarios)
El proceso del CPP de 2004 según la
jurisprudencia de la Corte Suprema
(Sentencias de casación, autos de
calificación y acuerdos plenarios)
I. Introducción
Las decisiones de las Salas de la Corte Suprema de Justicia se encuentran
llamadas a cumplir una trascendental función de ilustración de como se debe
aplicar el Derecho en nuestro país.
Esta función es más necesaria en un instrumento como el CPP de 2004
que en estos casi siete años de puesta en vigencia escalonada en la mayoría
de distritos judiciales ha presentado y presenta aún no pocos e importantes
problemas en la interpretación de sus normas por parte de los órganos ju-
risdiccionales de primera y segunda instancia; que han llegado incluso a as-
pectos tan básicos y medulares como el de la relación entre oralidad y es-
crituralidad en la construcción del proceso, con una ilegal e incorrecta ex-
pansión del primero; así como al hecho de que una misma situación proce-
sal sea resuelta de modo bastante distinto dependiendo del distrito judicial
en que nos encontremos.
El CPP de 2004 ha establecido el recurso de casación para cautelar la ade-
cuada interpretación de las normas y procurar la uniformidad de la jurispru-
dencia; prescribiendo además en el numeral 3 de su artículo 433 la posibili-
dad de que la Suprema de oficio o a pedido de la Fiscalía pueda decidir, aten-
diendo a la naturaleza del asunto objeto de decisión, que lo resuelto constituye
doctrina jurisprudencial vinculante a los jueces de inferior instancia.
Por otro lado, se ha vuelto ya tradicional la realización anual de los ple-
nos jurisdiccionales de las salas penales de la Corte Suprema con la finalidad
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[1] “Estos principios deben ser invocados por los Magistrados de todas las instancias judiciales, cualquiera
que sea su especialidad, como precedente de obligatorio cumplimiento. En caso que por excepción
decidan apartarse de dicho criterio, están obligados a motivar adecuadamente su resolución dejando
constancia del precedente obligatorio que desestiman y de los fundamentos que invocan”.
[2] Pues en ningún momento se refiere a la necesidad de observancia obligatoria de los acuerdos plenarios,
sino a que: “Los integrantes de las Salas Especializadas, pueden reunirse en plenos jurisdiccionales
nacionales, regionales o distritales a fin de concordar jurisprudencia de su especialidad, a instancia de
los órganos de apoyo del Poder Judicial”.
[3] La situación criticada ha empezado a cambiar con la publicación que ha hecho la Secretaría Técnica
de la Comisión Especial de Implementación del Código Procesal Penal del libro: Casaciones y Acuer-
do Plenarios. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Lima, 2012, p. 412; sin embargo, en una
muestra de la corrección de lo que decimos, respecto de la dificultad del acceso al conocimiento de las
sentencia de casación por parte del público, ni siquiera esta obra contiene la totalidad de sentencias de
casación dadas a noviembre de 2012 –su fecha de edición–; en ello, por ejemplo y entre otras, no con-
templa las sentencias de la Casación N° 03-2007-Huaura, Casación N° 11-2001-Huaura, Casación
N° 06-2009-La Libertad, Casación N° 55-2009-La Libertad, Casación N° 150-2010-La Libertad.
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[4] El principal que hemos conocido es el “Casaciones y Acuerdo Plenarios”, publicado por la Secretaría
Técnica de la Comisión Especial de Implementación del Código Procesal Penal; sin embargo, hemos
hecho un propio trabajo de revisión y sumillado de las decisiones ahí publicadas que ha llevado a que
en no pocas ocasiones exista una gran diferencia entre ambos trabajos, con una mayor glosa de líneas
interpretativas a favor del presente.
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un resumen y la necesidad de que el acta tenga que ser suscrita por quien di-
rige la audiencia.
“CUARTO.- Que es evidente, así expuestas las incidencias del caso, que las ac-
tuaciones que se han elevado a esta Sala de Casación Penal están incompletas,
por lo que es de rigor disponer tanto su subsanación como la corrección de deter-
minados actos procesales para la debida calificación del recurso de casación.
En efecto, se advierte que no solo no se han elevado los audios de ambas audien-
cias, sino que las resoluciones orales no aparecen transcritas íntegramente en el
acta correspondiente, y el acta de apelación solo está suscrita por un asistente ju-
dicial sin intervención del Presidente de la Sala.
No se discute, por cierto, la necesidad y realidad de las denominadas “resolucio-
nes orales”, estas, simplemente, expresan la efectividad del principio procedi-
mental de oralidad, y se dictan cuando la propia ley lo permite o se deduce de la
naturaleza de la diligencia que la precede –así, por ejemplo, artículos ocho, apar-
tado cuatro; doscientos sesenta y seis, apartado dos; doscientos setenta y uno,
apartado dos; trescientos cincuenta y dos, apartado uno, primera frase; trescien-
tos sesenta y uno, apartado cuatro, entre otros, todos del Código Procesal Penal–.
Se trata pues de aquellas “(…)disposiciones especiales(…)” a que hace referen-
cia el artículo ciento veinticinco del Código Procesal Penal, que exige un trata-
miento distinto en relación a las clásicas resoluciones escritas.
Sin embargo, el problema que se observa en el trámite seguido en la Corte Supe-
rior de La Libertad es, sin duda, el contenido del acta, sus formalidades, de cara
al control recursal y a la necesidad ulterior del registro y archivo de las resolu-
ciones orales para garantizar su debida ordenación interna, así como su acceso
para la crítica jurídica y social conforme al inciso veinte del artículo ciento trein-
ta y nueve de la Constitución. El apartado dos del artículo ciento veinte del Có-
digo Procesal Penal estipula que el acta debe contener una relación sucinta o in-
tegral –según el caso–, sin perjuicio de la reproducción audiovisual de la actua-
ción procesal.
QUINTO.- Que las resoluciones judiciales están sometidas a determinados pre-
supuestos formales, fijados genéricamente en el artículo ciento veintitrés, apar-
tado uno, del Código Procesal Penal. Cuando estas entrañan un pronunciamien-
to sobre el objeto procesal o resuelven un cuestión incidental referida a la regu-
laridad o viabilidad del procedimiento penal, cuya motivación es indispensable,
el principio de seguridad jurídica y la propia noción de escrituralidad que incor-
pora la Constitución para el supuesto de resoluciones judiciales –artículo ciento
treinta y nueve, inciso cinco– exige que se consignen o transcriban íntegramente
en el acta, sin perjuicio de que consten, si fuera el caso, en la reproducción audio-
visual –concordancia de los artículos ciento veinte, numeral dos, y ciento veinti-
trés, numeral uno, del Código Procesal Penal–. Además, como ya se dejó anota-
do, deben archivarse en un documento escrito o electrónico, de suerte que permi-
ta su ordenación, sistematización, revisión y registro estadístico.
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penal, el Código Procesal Penal –en adelante, NCPP–. Este último Código, en su
Título Preliminar, no solo reconoce como derechos procesales el juicio previo y
público –de directa relevancia constitucional (artículo 139. 4 y 10); también es-
tablece que el enjuiciamiento ha de ser oral y contradictorio (artículo I.2)–”.
Señala que en todos los casos –salvo en el proceso por faltas– la senten-
cia y el auto que da por retirada la acusación deben darse por escrito; siendo
sí orales las demás resoluciones del juzgamiento, pero su contenido y el dis-
currir de las audiencias debe quedar documentado en actas.
“7°. El artículo 123 del NCPP clasifica las resoluciones judiciales según su obje-
to –entendido desde una perspectiva material– en: decretos, autos y sentencias.
Los autos se dictan, siempre que lo disponga el citado Código, previa audiencia
con intervención de las partes; las sentencias, por su lado, tienen un régimen pro-
pio fijado en los títulos correspondientes –todas, a excepción de la sentencia en el
proceso por faltas que autoriza las denominadas sentencias in voce u orales, son
escritas (vid.: artículos 394-396, 425, 431.4, 468.5, 477.4 y 484.6 del NCPP)–.
El conjunto de las resoluciones judiciales, salvo los decretos, deben contener la
exposición de los hechos debatidos, el análisis de la prueba actuada, la determi-
nación de la ley aplicable y lo que se decide, de modo claro y expreso. Por lo
demás, sin perjuicio de las disposiciones especiales y de las normas estipuladas
en la LOPJ, las resoluciones serán firmadas por los jueces respectivos (artículo
125.1 del NCPP).
El régimen de la oralidad del procedimiento principal: la etapa de enjuiciamien-
to o del juicio oral, está desarrollado en el artículo 361 del NCPP. El apartado 4)
prevé claramente que en el curso del juicio las resoluciones serán dictadas y fun-
damentadas verbalmente, cuyo registro debe constar en el acta. Ahora bien, las
referidas resoluciones orales o verbales, que se expiden en el curso de la audien-
cia y se centran, según los casos, en los decretos y los autos deben documentar-
se en el acta –salvo excepciones, tal como el auto que da por retirada la acusa-
ción fiscal y dispone el sobreseimiento definitivo de la causa (artículo 387.4.b),
que por su propia naturaleza al disponer la conclusión del juicio exige su estruc-
turación escrita–. Sin perjuicio de la existencia del acta –escrita, por su propia
naturaleza, y que recoge una síntesis de lo actuado en la sesión del juicio (ar-
tículo 361.1 del NCPP)–, se autoriza que la audiencia también pueda registrarse
mediante un medio técnico (grabación, que puede ser por audio o video) –la pri-
macía del acta como documento siempre presente en el juicio es, pues, inobjeta-
ble–. En tales casos, el acta y, adicionalmente, la grabación demostrarán el modo
como se desarrolló el juicio, la observancia de las formalidades previstas para él,
las personas que han intervenido y los actos que se llevaron a cabo”.
Precisa que la oralidad es un principio que tiene su predominio –razona-
ble no absoluto– en sede de las audiencias.
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4. Motivación
La sentencia de la Casación N° 70-2010-Lambayeque (veintiséis de
abril de dos mil once) deja sentado que para satisfacer el mandato de motiva-
ción se requiere cumplir exigencias de motivación interna –coherencia lógica
del razonamiento– y externa –justificación jurídica–.
“Décimo: Que, el contenido esencial del derecho a la motivación de las resolu-
ciones judiciales alude a que tanto en las sentencias como en los autos se encuen-
tre expresado, en lo fundamental, el proceso mental que ha llevado a la decisión
de una controversia de intereses jurídicamente relevantes.
El razonamiento judicial debe estar constituido por una motivación interna y una
motivación externa, siendo que la primera alude a la coherencia lógica del razo-
namiento mientras que la segunda se refiere a su justificación jurídica, estando la
motivación interna basada en el uso de la lógica formal, cuyo razonamiento por
excelencia sobre el cual se construyen los argumentos judiciales es el silogismo”.
El Acuerdo Plenario N° 6-2011/CJ-116 (seis de diciembre de dos mil
once) puntualiza que las resoluciones judiciales deben motivar tanto la acre-
ditación del hecho como la aplicación del Derecho; precisándose los aspectos
sobre los que debe recaer la motivación en la sentencia condenatoria.
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[5] Esta posibilidad fue abordada también en la Sentencia de la Casación N° 75-2010-Arequipa (catorce
de abril de dos mil once).
[6] Esta inexigibilidad fue asumida ya en la Sentencia de la Casación N° 05-2007-Huaura (once de octu-
bre de dos mil siete) y en la Sentencia de la Casación N° 70-2010-Lambayeque (veintiséis de abril de
dos mil once).
Habiendo sido abordada conjuntamente con la posibilidad de una motivación escueta y por remisión en
la Sentencia de Casación N° 03-2007-Huaura (siete de noviembre de dos mil siete); en la Sentencia de
la Casación N° 09-2010-Huaura (trece de octubre de dos mil diez) y en la Sentencia de la Casación
N° 19-2010-La Libertad (tres de noviembre de dos mil diez).
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Y, que hay casos en que juez de grado puede integrar o corregir la falta de
motivación en que ha incurrido la sentencia de primera instancia, que para la
nulidad por defecto en la motivación es necesario que se haya generado una
efectiva indefensión y que los errores en la motivación solo tendrán trascen-
dencia cuando constituyan el soporte único o básico de la resolución.
“La jurisdicción ordinaria, en vía de impugnación, puede incluso integrar o co-
rregir la falta de motivación de la sentencia recurrida en tanto se trata de un de-
fecto estructural de la propia decisión impugnada, siempre que aun faltando ex-
presa nominación de la razón, la sentencia contenga, en sus hechos y en sus fun-
damentos jurídicos, todas las circunstancia acaecidas.
Es palmario, por lo demás, que la nulidad procesal requiere como elemento con-
sustancial que el defecto de motivación genere una indefensión efectiva –no ha
tratarse de una mera infracción de las normas y garantías procesales–.
Esta únicamente tendrá virtualidad cuando la vulneración cuestionada lleve apa-
rejada consecuencias prácticas, consistentes en la privación de la garantía de de-
fensa procesal y en un perjuicio real y efectivo de los intereses afectados por ella,
lo que ha de apreciarse en función de las circunstancias de cada caso (principio
de excepcionalidad de las nulidades de decisiones de mérito en concordancia con
el principio de conservación de los actos procesales –artículos 152 y siguientes
del NCPP–).
Por otro lado, los errores –básicamente jurídicos– en la motivación, son irre-
levantes desde la garantía a la tutela jurisdiccional; solo tendrán trascendencia
cuando sean determinantes de la decisión, es decir, cuando constituyan el sopor-
te único o básico de la resolución, de modo que, constatada su existencia, la fun-
damentación pierda el sentido y alcance que la justificaba y no puede conocerse
cuál hubiese sido el sentido de la resolución de no haber incurrido en el mismo.
12°. En función a lo anterior, es evidente que, la motivación (sic.), desde la pers-
pectiva del deber de exhaustividad –decisión razonada del derecho vigente con
relación a la pretensión esgrimida, de todos los puntos litigiosos, y en función de
los hechos probados en el proceso–, tendrá lugar cuando la resolución judicial:
1. Carece llanamente de motivación, es decir, omite pronunciarse sobre las pre-
tensiones y resistencias relevantes formuladas por las partes e impide conocer el
desarrollo del juicio mental realizado por el juez y cuya conclusión es el fallo
que pronuncia. 2. Es notoriamente insuficiente, vale decir, no se apoya en razo-
nes que permitan conocer cuáles han sido los criterios jurídicos esenciales que
la fundamentan, cuya apreciación está en función al caso concreto. 3. Es arbitra-
ria por ilógica, incoherente, incomprensible o contradictoria (supuestos de moti-
vación aparente) –desconexión entre motivación y decisión, o ausencia de cohe-
rencia interna de la resolución–. En vía de impugnación, la sentencia de vista o
la de casación exige una contestación individualizada a la motivación del recur-
so o a la pretensión impugnativa, aunque la motivación por remisión o implícita
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5. Inmediación
La sentencia de la Casación N° 09-2007-Huaura (dieciocho de febrero
de dos mil ocho) consigna la función de la inmediación y que esta hace que se
deba preferir la prueba personal por sobre la escrita.
“La inmediación garantiza que el juez encargado de sentenciar tenga contacto
directo con todas las pruebas. Si el juez no oye directamente la declaración del
testigo sino que la lee de un acta, no está en condiciones –por capaz que sea– de
realizar un juicio de credibilidad respecto de lo que el testigo ha dicho, además,
tal declaración no puede ser contraexaminada y por tanto sometida al test de la
contradictoriedad.
Sin inmediación la información ostenta una bajísima calidad y no satisface un
control de confiabilidad mínimo, de ahí, que debe protegerse la inmediación del
juez, pues la escritura no permite conocer directamente la prueba. (…)
CUARTO: Que el Colegiado de segunda instancia al rechazar la prueba ofreci-
da por la actora civil, en cuanto al examen de la agraviada K.N.A.R., vulneró no
solo el derecho a la prueba de la parte afectada sino principalmente el principio
de inmediación, pues fundamentó la sentencia con información que no fue sus-
ceptible de ser contraexaminada –y que sometida a la contradictoriedad quizás
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6. Impugnación
El Auto de Calificación de la Casación N° 15-2009-Huaura (doce de ju-
nio de dos mil nueve), reconoce expresamente que el sistema de recursos se
rige por el principio de legalidad.
“Si bien es cierto que los justiciables tienen derecho a la interposición de los re-
cursos pertinentes, conforme lo reconoce el artículo ocho de la Declaración Uni-
versal de los Derechos Humanos y el artículo ciento treinta y nueve, inciso seis,
de nuestra Constitución Política, al establecer el derecho a la pluralidad de ins-
tancias, también es cierto que el sistema de recursos es de configuración legal por
lo que solo pueden ser concedidos en los supuestos en que la ley expresamente lo
prevé”.
7. Imparcialidad
La sentencia de la Casación N° 106-2010-Moquegua (tres de mayo de
dos mil once) acoge la –a estas alturas ya clásica– distinción entre imparciali-
dad objetiva e imparcialidad subjetiva.
“De otro lado, conforme a lo establecido por el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos (Caso Piersack C. Bélgica), respecto al Magistrado que habrá de co-
nocer y resolver un caso concreto, deben verificarse dos tipos de condi-
ciones: i) imparcialidad subjetiva; que se refiere a su convicción personal res-
pecto del caso concreto y las partes; siendo que la imparcialidad personal de un
Magistrado se presume hasta que se pruebe lo contrario, por tanto, para dar lugar
al apartamiento del juez del conocimiento del proceso en dicho caso, tiene que
haberse corroborado que este adoptó posición a favor de alguno de los intereses
en conflicto; y, ii) imparcialidad objetiva; referido a si el juzgador ofrece las ga-
rantías suficientes para excluir cualquier duda razonable respecto de la correc-
ción de su actuación; siendo que para que el juez se aparte del conocimiento del
proceso en dicho caso, tendrá que determinarse si existen hechos ciertos que, por
fuera de la concreta conducta personal del juez, permitan poner en duda su im-
parcialidad, no exigiéndose la corroboración de que el juez haya tomado partido
por alguno de los intereses en conflicto, basta la corroboración de algún hecho
que haga dudar fundadamente de su imparcialidad, dado que, un juez cuya obje-
tividad en un proceso determinado está puesta en duda, no debe resolver en ese
proceso, tanto en interés de las partes como para mantener la confianza en la im-
parcialidad de la administración de justicia”.
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8. Igualdad procesal
La sentencia de la Casación N° 54-2009-La Libertad (veinte de julio de
dos mil diez) establece que la igualdad de armas tiene su principal plasmación
en la actividad probatoria y que esta no se infringe cuando por justificadas ra-
zones se conceden facultades distintas a las partes.
“Que el principio de igualdad de armas, previsto en el apartado 3) del artículo I
del Título Preliminar NCPP incide en la exigencia de que las partes cuenten con
los mismos medios de ataque y defensa e idénticas posibilidades y cargas de ale-
gación, prueba e impugnación, a efectos de evitar desequilibrios entre sus res-
pectivas posiciones procesales. El principio de igualdad de armas es una pro-
yección del genérico principio de igualdad, el cual hay que estimarlo vulnera-
do cuando el legislador crea privilegios procesales carentes de fundamentación
constitucional alguna o bien el legislador, o bien el propio órgano jurisdiccional
crean posibilidades procesales que se le niegan a la parte contraria.
En tal virtud, no debe invocarse su vulneración en todo acto procesal, pues exis-
ten casos en los que justificadas razones establecidas por la ley, reconocen a de-
terminada parte procesal, como es el caso del fiscal cuando hace uso de la facul-
tad asignada por la Constitución de ejercitar la acción penal. Tal ejercicio”.
9. Ne bis in idem
La Sentencia de la Casación N° 215-2011-Arequipa (doce de junio de
dos mil doce) establece que no existe infracción al principio del ne bis in idem
cuando dentro del mismo proceso el órgano jurisdiccional considera que los
hechos pueden adecuarse a un tipo penal distinto al que ha sido materia de for-
malización de investigación preparatoria.
“5.4. Que, siendo necesario para su aplicación se dé una triple identidad: sujeto, he-
cho y fundamento, ya que de no existir esta triple identidad, no procedería esta ga-
rantía; se aprecia en el caso de autos, que la misma no se presenta, por cuanto el re-
currente no ha demostrado que se le haya procesado por estos mismos hechos, ni
tampoco constituye ne bis in dem el hecho de que la Sala Superior considere que
los hechos materia de investigación puedan encontrar amparo en los tipos penales
de los artículos trescientos setenta o trescientos setenta y dos del Código Penal, ya
que de ser así el proceso se enmarcaría dentro de otros tipos penales; por lo que so-
bre este extremo, el recurso de casación interpuesto no puede ser amparado”.
10. Prueba
La sentencia de la Casación N° 09-2007-Huaura (dieciocho de febrero
de dos mil ocho) señala las condiciones para el ejercicio eficaz del derecho a
la prueba pertinente.
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1. Cuestión previa
El Auto de Calificación de la Casación N° 02-2010-Lambayeque (seis
de abril de dos mil diez) precisa que los requisitos de procedibilidad –cuyo
incumplimiento habilita la interposición de las cuestiones previas– deben en-
contrarse expresamente establecidos en la ley.
“Los requisitos de procedibilidad son elementos que condicionan el ejercicio de
la acción penal y sin cuya presencia no es posible promoverla; que es requisito
de procedibilidad solo aquel expresamente requerido en el texto del tipo penal;
si la condición no se encuentra expresamente establecida en la ley no es posible
afirmar la concurrencia de requisito de procedibilidad”.
2. Cuestión prejudicial
La sentencia de la Casación N° 11-2011-Huaura (nueve de noviembre
de dos mil once) señala que no procede la cuestión prejudicial cuando el he-
cho denunciado no se encuentra vinculado a cuestiones de carácter civil o
administrativo que previamente deban ser resueltos para la continuación del
proceso judicial penal.
“QUINTO: Si bien el citado Convenio reguló que cualquier controversia que
surja entre ESSALUD y la ONP se ventilaría en la vía arbitral; sin embargo, se
debe tener en cuenta que el objeto de dicho Acuerdo fue de “ejecutar y desarro-
llar con la mayor claridad y eficiencia el servicio de Evaluación Médica, tenien-
do como objetivo fundamental la elaboración de Informes Médicos que pue-
dan determinar el estado de incapacidad del asegurado, pensionistas y beneficia-
rio, por parte de las Comisiones Médicas Evaluadoras y calificadoras de ESSA-
LUD”. En tal sentido dichas controversias deben versar sobre derechos disponi-
bles y que tengan contenido patrimonial conforme lo establece el artículo dos del
Decreto Legislativo número mil setenta y uno, Nueva Ley General de Arbitra-
je; asimismo, del análisis de los actuados se verifica que la discrepancia en cues-
tión versa sobre el contenido de dos certificados realizados uno por el Ministerio
de Salud y el otro por ESSALUD lo que significa que en puridad el desacuerdo
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GARCÍA CAVERO: Derecho Penal Económico – Parte Especial, Tomo II, Edi-
torial Grijley, Lima, 2007, páginas 693 y 698] y, como tal, con entidad para con-
fluir con los fines de la pena –tanto en la retribución como en la prevención [FE-
LIPE VILLAVICENCIO TERREROS: Derecho Penal– Parte General, Editorial
Grijley, Lima, 2006, página 80].
En tanto se trata de una causa material de exclusión de punibilidad ex post fac-
tum sus efectos liberatorios de la sanción penal necesariamente alcanzan o be-
nefician a todos los intervinientes en el delito –autores y partícipes–. Destaca la
perspectiva objetiva de la regularización tributaria, esto es, el ámbito de aplica-
ción, los requisitos y los efectos de la regularización, como resulta evidente, se
refieren al hecho o injusto culpable, no al autor. Tal consideración es, por cier-
to, compatible con el propio tenor literal del artículo 189 del CT, que a final de
cuenta impide toda posibilidad de someter a proceso penal por los hechos puni-
bles objeto de regularización”.
Señala que la regularización excluye, además, la punibilidad de las irre-
gularidades contables y otras falsedades instrumentales que se hallen en rela-
ción necesaria con los delitos tributarios.
“10°. La regularización tributaria, en aras de alentar la regularización tributaria
y su propia eficacia, y acudiendo a un argumento “a fortiori” [FERMÍN MORA-
LES PRATS: Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, Segunda Edi-
ción, Editorial Aranzadi, Pamplona, 1999, páginas 791/792], abarca tanto el con-
junto de delitos comprendidos en la LPT (artículos 1/5), en tanto en cuanto per-
judiquen la Hacienda Pública: omisión del pago de tributos debidos u obtención
efectiva de beneficios tributarios –entendidos ampliamente, en cuya virtud se
comprende a todos los mecanismos que por el resultado disminuyen o eliminan
la carga tributaria [CARMEN DEL PILAR ROBLES MORENO y otros: Código
Tributario, Doctrina y Comentarios, Pacífico Editores, Lima, 2005, página 671]–,
como, por imperio del tercer párrafo del artículo 189 CT, “(…) las posibles irre-
gularidades contables y otras falsedades instrumentales que se hubieran cometi-
do exclusivamente en relación a la deuda tributaria objeto de regularización”. La
extensión de la impunidad, en estos casos, solo puede admitirse en la medida en
que estas carezcan de autonomía punitiva frente a los delitos tributarios; es decir,
aquellas irregularidades contables y falsedades realizadas con finalidad y efectos
exclusivos de tipo tributario [J. BOIX REIG y otros: Derecho Penal - Parte Es-
pecial, Tercera edición, Editorial Tirant lo Blanch, Valencia, 1999, página 592]”.
Precisa que la voluntariedad y el pago total constituyen requisitos esen-
ciales de la regularización tributaria que excluye la punibilidad del delito; de-
sarrollándose estos requisitos.
“11°. La regularización tributaria está sujeta a dos requisitos esenciales: actua-
ción voluntaria a través de una autodenuncia y pago total de la deuda tributaria o
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devolución del reintegro, saldo a favor o cualquier otro beneficio tributario obte-
nido indebidamente.
A. Regularización voluntaria. Se expresa en la frase: “(…) se regularice la situa-
ción tributaria (…) antes de que se inicie la correspondiente investigación fiscal
o a falta de este, el Órgano Administrador del Tributo notifique cualquier reque-
rimiento en relación al tributo y periodo en que se realizaron las conductas seña-
ladas” (artículo 189, segundo párrafo, CT). Esta exigencia o condicionante tem-
poral plantea que la regularización se realice en forma voluntaria o espontánea,
la que debe concretarse antes de la intervención de la autoridad tributaria o penal.
En este último supuesto no hace falta una disposición fiscal de formalización de la
investigación preparatoria (artículo 7.1 de la LPT en concordancia con el artículo
336 del NCPP), cuyo equivalencia en el ACPP será la denuncia formalizada del
Ministerio Público y el respectivo auto de apertura de instrucción; solo se requie-
re del inicio de actuaciones de investigación, que muy bien pueden tratarse de di-
ligencias preliminares en tanto en cuanto exista suficiente precisión de los cargos,
de su presunta relevancia delictiva. De otro lado, la regularización no necesaria-
mente debe ser obra del obligado; además, los motivos internos que determinan la
regularización no son relevantes, solo lo es el momento en que tiene lugar.
B. Pago total de la deuda tributaria o devolución íntegra del beneficio tributario.
Se precisa en el cuarto párrafo del artículo 189 del CT, que dice: “Se entiende por
regularización el pago de la totalidad de la deuda tributaria o en su caso la devo-
lución del reintegro, saldo a favor o cualquier otro beneficio tributario obtenido
indebidamente. En ambos casos la deuda tributaria incluye el tributo, los intere-
ses y las multas”. No solo se trata de que se formule una autodenuncia a través de
una declaración rectificatoria, sino de que pague efectivamente la deuda tributa-
ria o efectúe la devolución correspondiente. Frente a montos dudosos o de nece-
saria determinación administrativa –que traen causa en la comisión de delitos tri-
butarios–, es posible que la autoridad cuestione la rectificación y exija un mon-
to mayor, oportunidad en que debe establecerlo –con inclusión a los tributos, de
los intereses y las multas– y el obligado a pagar inmediata e íntegramente el di-
ferencial respectivo”.
Precisa el límite temporal de la regularización para que pueda surtir efec-
tos excluyentes de punibilidad y, además, que el requerimiento de la adminis-
tración tributaria debe ser específico, vinculado a un delito tributario concre-
to y enmarcado temporalmente.
“12°. El delito tributario, desde la reforma de la LPT por el NCPP –en especial
del artículo 8–, es un delito de persecución pública a cargo del Ministerio Pú-
blico, aunque con la necesaria intervención de la autoridad administrativa tribu-
taria. A partir de esas modificaciones tiene sentido que la regularización pueda
realizarse: (i) antes que la Fiscalía inicie diligencias preliminares de averigua-
ción sobre la posible comisión de un delito tributario –no necesariamente, como
era antes de la reforma, una denuncia por delito tributario debe ser de previo
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4. Excepción de prescripción
El Acuerdo Plenario N° 1-2010/CJ-116 (dieciséis de noviembre de dos
mil diez) señala que la duplicación del plazo de prescripción en los delitos
contra el patrimonio del Estado cometidos por funcionarios o servidores pú-
blicos opera respecto de los delitos del Capítulo II, Título XVIII, del Libro Se-
gundo del Código Penal (“Delitos contra la Administración Pública cometi-
dos por Funcionarios Públicos”) cuyos tipos penales posean un contenido pa-
trimonial y siempre que el agente tenga una vinculación funcionarial directa
con el patrimonio estatal.
“Debe entenderse que la opción normativa, de carácter especial, descrita en el
último párrafo del artículo 80 del Código Penal se orienta al Capítulo II, Título
XVIII, del Libro Segundo del mismo cuerpo legal, “Delitos contra la Adminis-
tración Pública cometidos por Funcionarios Públicos”, atendiendo a dos aspec-
tos concretos:
A. En este Capítulo se regulan los delitos cometidos por funcionarios y servido-
res públicos.
B. Dicho Capítulo protege además el patrimonio público vulnerado por esos su-
jetos especiales, que es lo que exige la norma sustantiva de acuerdo a la inter-
pretación con la norma constitucional prevista en el artículo cuarenta y uno de la
Constitución que contiene como mandato concreto que el plazo de prescripción
se duplica en caso de delitos cometidos contra el patrimonio del Estado por fun-
cionarios y servidores públicos. Es de resaltar que no todos los delitos compren-
didos allí tienen contenido patrimonial, por lo que en cada tipo legal se tiene que
analizar si se cumple con el presupuesto establecido para prolongar el plazo de
prescripción en función a la afectación de los bienes jurídicos tutelados vincula-
dos directamente con el patrimonio público o solo afectan el correcto funciona-
miento de la Administración Pública propiamente dicha, vulnerando el ejercicio
de funciones y servicios públicos bajo pautas de corrección y sometimiento a la
legalidad, la observancia de los deberes del cargo como empleo, regularidad y
desenvolvimiento normal de tal ejercicio, el prestigio y dignidad de la función,
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una modalidad de reincidencia ficta que no exige que se haya cumplido en todo
o en parte la pena impuesta.
B. La reincidencia en faltas determina modificaciones en la pena conminada para
la nueva falta cometida. En tal sentido, el máximo de pena originalmente estable-
cido por la ley se convertirá en mínimo y se configurará un nuevo límite máximo
que será equivalente a la mitad por encima del máximo original.
C. Para que se configure la reincidencia la nueva falta debe ser cometida en un
plazo no mayor a dos años de quedar firme la condena anterior. De esa manera la
reincidencia será compatible con los plazos ordinarios de prescripción de la ac-
ción penal y de la pena estipulados en la segunda parte del inciso 5 del artículo
440”.
Y, la legitimidad de la norma que establece que la disposición de formali-
zación y continuación de investigación preparatoria suspende el cómputo del
plazo de prescripción.
“23°. Tercer tema. El apartado uno del artículo 339 del nuevo Código Procesal
Penal prescribe que ‘la Formalización de la Investigación Preparatoria suspende
el curso de la prescripción de la acción penal’. Entonces la discusión de ese pá-
rrafo está centrada en las cuestiones de legitimidad, legalidad y razonabilidad.
24°. La ‘suspensión’ de la prescripción prevista en el artículo 84 del Código Pe-
nal consiste en la creación de un estado en el cual el tiempo deja de correr porque
se presenta una situación particular determinada por la Ley que impide la perse-
cución penal –constituye la excepción al principio general de la continuidad del
tiempo en el proceso–. La continuación del proceso dependerá de la decisión de
una autoridad extra penal, que puede ser un juez del ámbito civil, administrati-
vo, comercial, de familia y en todos los casos se paraliza el inicio o la continua-
ción del proceso desde que se presenta la circunstancia que amerita la imposibi-
lidad de su prosecución y se reiniciará cuando se resuelva esa cuestión. Por con-
siguiente, el término de la prescripción sufre una prolongación temporal.
25°. La consecuencia más significativa es que el tiempo transcurrido con ante-
rioridad al momento en que se presentó la causa que suspendió el proceso no se
pierde y se sumará al que transcurra después de su reiniciación, pero el tiempo
cumplido durante la vigencia de la suspensión no se computa para los efectos de
la prescripción extraordinaria.
26°. Sin embargo, la literalidad del inciso 1 del artículo 339 del Código Procesal
Penal evidencia que regula expresamente una suspensión “sui géneris”, diferente
a la ya señalada, porque afirma que la Formalización de la Investigación Prepa-
ratoria emitida por el fiscal, como director y coordinador de esta etapa procesal –
quien adquiere las funciones de las que actualmente goza el juez de instrucción–,
suspende el curso de la prescripción de la acción penal. Con la formulación de
la imputación se judicializa el proceso por la comunicación directa entre el fis-
cal y el Juez de la Investigación Preparatoria y culmina la etapa preliminar de
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[inciso 1 y 5] –“si no fuera posible realizar el debate en un solo día, este conti-
nuará durante los días consecutivos que fueran necesarios hasta su conclusión y
no podrá realizarse otros juicios hasta su culminación”–. Es evidente que el nue-
vo sistema procesal busca simplificar, descongestionar, acelerar y hacer más efi-
ciente la Administración de Justicia penal, asegurando una mayor eficiencia y
eficacia en tanto en cuanto a la decisión de los jueces solo se someten las causas
que están en capacidad de resolver oportunamente.
G. Por otro lado, la propia norma procesal en los artículos 334 [inciso 2] y 343
regula las situaciones en las que el plazo de la investigación preliminar y prepa-
ratoria exceda su duración y reconoce al afectado el derecho de acudir al Juez
de la Investigación Preparatoria –Juez de Garantías considerado como el custo-
dio de la legalidad del procedimiento de investigación que realiza el Ministerio
Público y tiene como función esencial tutelar las garantías del imputado– para
que resuelva el conflicto y ordene la culminación de esas etapas procesales cuan-
do las considere excesivas –se materializa por medio de una audiencia de con-
trol de plazos–. Es evidente el interés y voluntad del legislador de someter a con-
trol el plazo del proceso por el juez que ejerce las funciones del control de garan-
tías –y reglado en el sistema procesal penal– en virtud del principio medular del
Estado de Derecho para no dejar a completo arbitrio del fiscal la duración de la
investigación.
32°. En ese contexto, es claro que el plazo de la suspensión del proceso se produ-
ce dentro del marco impuesto por la Ley, no es ilimitado y eterno y se correspon-
de con la realidad legislativa de la nueva norma procesal y el marco de política
criminal del Estado. Por tanto, con los límites racionales regulados no habría un
exceso de tiempo hasta la culminación del proceso con un pronunciamiento que
ponga término del modo más rápido posible a la situación de incertidumbre por-
que con la previsión de la ley fijando pautas de duración de los procesos no de-
bería existir menoscabo a un juicio justo en un tiempo razonable y donde el de-
recho de la sociedad a defenderse del delito se armoniza con el del imputado, de
modo que no se sacrifica a ninguno de ellos a favor del otro. Con esto debe resal-
tarse que si bien los actos del procedimiento suspenden el curso de la prescrip-
ción de la acción persecutoria, no obstante lo hacen hasta cierto límite”.
El Acuerdo Plenario N° 2–2011/CJ–116 (seis de diciembre de dos mil
once) señala que no procede la duplicación del plazo de prescripción en los
delitos contra el patrimonio del Estado para quienes no tienen la calidad de
funcionarios o servidores públicos.
“13°. Con base a las explicaciones anotadas y las normas generales sobre acce-
soriedad de la participación, es preciso determinar si las reglas de la dúplica de
los plazos de prescripción previstas en el artículo 80 del CP, y aplicables a los
“Delitos contra la Administración Pública cometidos por Funcionarios Públicos”
que afectan el patrimonio del Estado, también alcanzan a los sujetos –extraneus–
que no ostentan el deber especial.
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18°. En suma, los extraneus se regirán por la pena correspondiente al delito eje-
cutado por el autor –dentro de los comprendidos en el Capítulo II, Título XVIII,
del Libro Segundo del CP–, pero para los efectos del cómputo de la prescripción
no se les extenderá el término del plazo previsto para los autores, pues a ellos no
les alcanza la circunstancia agravante que solo corresponde al autor.
19°. Se estima que lo precedentemente desarrollado es la forma correcta de abor-
dar la cuestión. No se puede desconocer que los partícipes que no ostentan los
deberes especiales, solo responden por el delito de infracción deber en calidad
de inductores o cómplices –sin que ello implique la ruptura del título de imputa-
ción, como ya se explicó–, en tanto, no pueden realizar materialmente la conduc-
ta por un defecto esencial a nivel de imputación como autor.
En tal virtud, el extraneus no infringe ningún deber jurídico especial que se co-
rresponda con el bien jurídico que es objeto de tutela penal. El principio de pro-
porcionalidad demanda que esa diferencia se justifique en un trato distinto de los
plazos de prescripción de la acción penal”.
El Acuerdo Plenario Extraordinario N° 3-2012/CJ-116 (veintiséis de
marzo de dos mil doce) ratifica la posición asumida en el Acuerdo Plenario
N° 1-2010/CJ-116 respecto de la legitimidad de la norma que establece que
la disposición de formalización y continuación de investigación preparatoria
suspende el cómputo del plazo de prescripción, adicionando nuevas razones.
“§ 1. El Acuerdo Plenario N° 1-201O/CJ-116y la suspensión de la prescrip-
ción de la acción Penal por formalización de la investigación Preparatoria.
6°. El Acuerdo Plenario N° 1-2010/CJ-116, del 16 de noviembre de 2010, al ana-
lizar la naturaleza y efectos de la configuración del artículo 339 inciso 1 ‘La for-
malización de la investigación suspenderá el curso de la prescripción de la ac-
ción penal’ declaró expresamente en su fundamento jurídico 27 lo siguiente: “La
redacción y el sentido del texto es claro, en cuanto regula la institución de la
‘suspensión’ con todas las consecuencias y matices que conlleva y no es posi-
ble deducir que el legislador quiso reglamentar un supuesto de ‘interrupción’ de
la prescripción, porque la voluntad fue establecer que ese acto del fiscal es moti-
vo de suspensión. En la práctica, el principal efecto de esta norma es la prolon-
gación del tiempo necesario para considerar extinguida la responsabilidad pe-
nal por un determinado hecho y, en ese o sentido, cuando existe actividad pro-
cesal del fiscal –formalizando la investigación– el plazo de prescripción deja de
computarse desde que se declara”.
7°. Sin embargo, con posterioridad a este Acuerdo Plenario un sector minorita-
rio de la doctrina y de la judicatura nacional ha vuelto a insistir en la convenien-
cia de asumir que lo previsto en dicha norma como suspensión debe ser entendi-
do como interrupción y que, incluso, procede a apartarse de lo establecido en el
Acuerdo Plenario sobre la materia (Cfr. Sentencia de Apelación del 21 de mar-
zo de 2011, recaída en el Expediente N° 00592-2008-49-1302-JR-PE-01. Corte
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Superior de Justicia de Huaura, fundamentos 4.1 a 4.10 y Voto Singular del Juez
Superior Reyes Alvarado. Asimismo, comentario a dicha sentencia de José Da-
vid Burgos Alvarado: “La Formalización de la Investigación Preparatoria ¿Sus-
pensión o interrupción de la acción penal”? En: Gaceta Penal y Procesal Penal.
Tomo 22. AbriI 2011, p. 261 y ss.).
Entre estas posturas también se ha afirmado, sin mayor detalle argumental y de
modo reiterado, que la disposición del artículo 339 inciso l del Código Procesal
Penal, ha derogado las reglas sobre interrupción y suspensión de la prescripción
de la acción penal que contienen los artículos 83 y 84 del Código Penal sustanti-
vo. Frente a ello, otro calificado sector de la doctrina ha ratificado la coherencia
y validez de lo establecido por las Salas Penales de la Corte Suprema de Justicia
(Cfr. Raúl Pariona Arana. “La Prescripción en el Código Procesal Penal de 2004
¿Suspensión o interrupción de la prescripción”? En: Gaceta Penal y Procesal
Penal. Tomo 23. Mayo 2011, p. 221 y ss.), Las ponencias presentadas en la Au-
diencia Pública Preparatoria del 12 de marzo han puesto también de manifiesto
estas discrepancias con diferentes argumentos en uno y otro sentido, siendo co-
mún a todas la ausencia de un análisis del origen histórico y comparado del inci-
so 1 del artículo 339 y que resulta imprescindible para esclarecer definitivamen-
te la función y alcances dogmáticos así como prácticos de tal disposición legal.
§ 2. La fuente legal extranjera del artículo 339 inciso 1 valida la posición
hermenéutica asumida en el Acuerdo Plenario de 2010.
8°. La influencia directa de la reforma procesal penal chilena en la redacción del
artículo 339 inciso 1 es plena y evidente. En efecto, al igual que la norma nacio-
nal, el literal a) del artículo 233 del Código Procesal Penal de Chile también es-
tablece que ‘La formalización de la investigación preparatoria producirá los si-
guientes efectos: a) Suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal en
conformidad a lo dispuesto en el artículo 96 del Código Penal’. Ahora bien, en
el artículo aludido del texto fundamental del Derecho Penal sustantivo del ve-
cino país del sur los efectos y causales de la suspensión de la prescripción de la
acción penal están claramente diferenciados de los que corresponden a la inte-
rrupción: “Esta prescripción se interrumpe, perdiéndose el tiempo transcurrido,
siempre que el delincuente comete nuevamente crimen o simple delito, y se sus-
pende desde que el procedimiento se dirige contra él”. Esto significa, sencilla-
mente, que en Chile siempre la incoación de un proceso contra el autor de un he-
cho punible es causal de suspensión de la prescripción de la acción penal y no de
interrupción. Lo mismo ocurre ahora en el Perú desde la puesta en vigencia del
Código Procesal Penal de 2004. Por tanto, la interpretación hecha por el Acuer-
do Plenario es correcta y tiene plena validez técnica y práctica.
§ 3. La suspensión e interrupción de la prescripción de la acción penal en
el Derecho Penal histórico peruano han regulado siempre causales y efectos
distintos.
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9°. En el Derecho Penal histórico nacional, también los efectos y las causales de
interrupción y suspensión de la acción penal han estado claramente estipulados
sin que haya posibilidad alguna de confundirlos.
Remitiéndonos únicamente al Código Penal de 1924 podemos constatar inclu-
so que los artículos 121 sobre interrupción y el 122 sobre suspensión ponían en
evidencia tales diferencias. Es más, en el segundo de los artículos citados, inclu-
so se estipulaba que los efectos de la suspensión no alcanzaban a los plazos de
la prescripción extraordinaria de la acción penal prevista en el párrafo in fine la
primera de dichas normas: “Si el comienzo o la terminación del proceso depen-
diese de cualquier cuestión que deba resolverse en otro procedimiento, se con-
siderará en suspenso la prescripción hasta que esté concluido, salvo lo prescrito
en la última parte del artículo anterior”. Importante salvedad que no fue repro-
ducida por el actual artículo 84 del Código Penal vigente, demostrando con ello,
una vez más, que no existe en la legislación vigente ninguna relación de identi-
dad ni dependencia residual entre la interrupción y la suspensión de la prescrip-
ción de la acción penal. De esta manera, desde el plano histórico, se vuelve a ra-
tificar la pertinencia y solidez hermenéutica de lo acordado en el Acuerdo Plena-
rio N° 1-2010/CJ-116.
§ 4. Las relaciones intrasistemáticas entre los artículos 83 y 84 del Código
Penal de 1991, con el artículo 339 inciso 1 del Código Procesal Penal de 2004
son de plena compatibilidad funcional.
10°. Frente a la ya demostrada autonomía de las reglas y efectos de la suspensión
en relación a las que gobiernan la configuración y eficacia de la interrupción de
la prescripción de la acción penal, cabe concluir señalando que el artículo 339 in-
ciso 1 del Código Procesal Penal de 2004 no ha derogado ni modificado, direc-
ta o indirectamente, las reglas contenidas en el artículo 83 de Código Penal vi-
gente. El artículo 84 del Código Penal tampoco ha sido derogado ni mediatiza-
do en sus efectos por el inciso 1 del artículo 339 del Código Procesal Penal. Fun-
damentalmente porque ambas disposiciones son independientes aunque aludan a
una misma institución penal como lo es la suspensión de la prescripción de la ac-
ción penal.
Se trata solamente de disposiciones compatibles que regulan, cada una, causales
distintas de suspensión de la prescripción de la acción penal que pueden operar
de modo secuencial, paralelo o alternativo.
Efectivamente, la prejudicialidad considerada por la norma sustantiva puede pa-
ralizar incluso la continuación de un proceso penal en trámite y donde la Forma-
lización de la Investigación Preparatoria que considera la norma adjetiva, ya de-
cretó la suspensión del plazo de prescripción de la acción penal. Es más, a ello se
refiere también de modo expreso el artículo 5 en sus incisos 1 y 2:
‘1. La cuestión prejudicial procede cuando el fiscal decide continuar con la In-
vestigación Preparatoria, pese a que fuere necesaria en vía extra-penal una decla-
ración vinculada al carácter delictuoso del hecho incriminado.
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Por tanto, el único momento donde puede estar justificado su análisis e injeren-
cia es al determinar judicialmente la pena.
13°. Situación distinta se presenta en el caso de la denominada agravante por plu-
ralidad de personas perjudicadas por el delito continuado –delito masa–, porque
si bien se la cataloga como una circunstancia agravante específica del delito con-
tinuado, debe tenerse en cuenta que por la forma como ha sido regulada en el ar-
tículo 49 del CP, constituye ya un delito en sí –delito masa–. Por consiguiente, en
su regulación se ha creado un nuevo marco penal abstracto –la pena correspon-
diente al delito más grave más el incremento de un tercio de la máxima prevista
para dicho delito–, por lo que para determinar la prescripción de la acción penal
en esta clase de delitos debe tomarse como base dicho marco punitivo abstracto”.
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“15º. Siendo ello así, el Juez de la Investigación Preparatoria está obligado a con-
vocar a audiencia de tutela si se presenta una solicitud para la tutela del respe-
to a un derecho fundamental que no tiene vía propia. No obstante, debe de reali-
zar una calificación del contenido de la solicitud porque eventualmente el agra-
vio puede constituirse en irreparable si se cita a audiencia, por lo que en este caso
excepcionalmente puede resolver de manera directa y sin audiencia. Asimismo,
no está obligado a convocar a audiencia de tutela en los casos que aprecie mani-
fiesta intención del imputado o de su abogado defensor de obstruir la labor de in-
vestigación de la fiscalía en vez de debatir sobre la existencia de un agravio de
derechos. El juez, por tanto, está habilitado para realizar un control de admisibi-
lidad de la petición respectiva y, en su caso, disponer el rechazo liminar, cuidan-
do siempre de verificar cada caso en particular para no dejar en indefensión al
imputado”.
Señala la procedencia de la tutela para solicitar la exclusión del material
probatorio ilícitamente obtenido.
“17º. Asimismo, a través de la audiencia de tutela se podrá solicitar la exclusión
del material probatorio obtenido ilícitamente –en los casos en que esta sea la base
de sucesivas medidas o diligencias– siempre que no exista una vía propia para al-
canzar este propósito y que tenga que ver con la afectación o vulneración de al-
guno de los derechos fundamentales del imputado reconocido en el artículo 71
del NCPP. La posibilidad de atacar el material probatorio obtenido ilegalmente
deriva del reconocimiento del principio de legitimidad de la prueba –axioma que
instruye que todo medio de prueba será valorado solo si ha sido obtenido e incor-
porado al proceso por un procedimiento constitucionalmente legítimo, y que ca-
recen de efecto legal las pruebas obtenidas, directa o indirectamente, con viola-
ción del contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona– que se
encuentra establecido en el artículo VIII del Título Preliminar del NCPP y de la
utilización de la prueba –regulado en el artículo 159 del acotado Código– que es-
tablece que el juez no podrá utilizar, directa o indirectamente, las fuentes o me-
dios de prueba obtenidos con vulneración del contenido esencial de los derechos
fundamentales de la persona.
Lo anotado hace viable que en la audiencia de tutela se cuestionen los elementos
probatorios obtenidos mediante procedimientos ilegales o viciosos y que una vez
comprobada su ilicitud el juez determine su exclusión, como medida correctiva
o de protección”.
Y, la ineficacia de la tutela para cuestionar la disposición de formaliza-
ción y continuación de investigación preparatoria.
“18º. Otro de los problemas recurrentes que es del caso abordar en el presen-
te acuerdo es el relativo al cuestionamiento de la Disposición de Formalización
de la Investigación Preparatoria a través de la Audiencia de Tutela, es decir, si
es posible activar –desde la defensa– una vía de control judicial de la referida
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2. Persona jurídica
El Acuerdo Plenario N° 7-2009/CJ-116 (trece de noviembre de dos mil
nueve) señala la necesidad de respetar los derechos de la persona jurídica in-
corporada como sujeto procesal con la pretensión de imponerle consecuencias
accesorias, nombrándose algunos de ellos.
“20°. En lo que atañe a nuestro sistema jurídico las consecuencias accesorias, por
su efectividad sancionadora, deben, también, aplicarse en el marco de un proceso
penal con todas las garantías. La persona jurídica, entonces, tiene que ser empla-
zada y comparecer ante la autoridad judicial por su apoderado judicial con abso-
luta capacidad para ejercer plenamente el conjunto de los derechos que dimanan
de las garantías de defensa procesal –derecho de conocimiento de los cargos, de
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4. Tercero civil
La sentencia de la Casación N° 79-2010-La Libertad (veinticuatro de
mayo de dos mil once) señala que es procedente la constitución judicial del
tercero civil durante la etapa intermedia cuando la solicitud se ha presentado
antes de la conclusión de la investigación preparatoria.
“Sexto: Que, por lo antes sostenido, podemos inferir que la solicitud de incor-
poración de los terceros civilmente responsables fue realizada con fecha ante-
rior, esto es, seis días antes de la conclusión definitiva de la etapa de investiga-
ción preparatoria, y atendiendo a que el artículo ciento once del Código Proce-
sal Penal regula la solicitud o el pedido formal de la misma y no su aceptación
por parte del órgano judicial; más aún, cuando el inciso en comentario hace men-
ción que la “forma y oportunidad” se hará de conformidad a lo previsto en los
artículos cien, ciento uno y ciento dos de la norma procesal antes mencionada, y
no como erróneamente lo considera la Sala Penal de Apelaciones al entender que
no comprende al numeral ciento uno, pues lo cierto es que los numerales cien y
ciento dos únicamente se refieren a la forma de constitución, mientras que el nu-
meral ciento uno determina la oportunidad de dicha constitución; por lo demás,
cuando el guión se utiliza entre números sean estos arábigos o romanos, debe in-
terpretarse como una combinación, dicho en otros términos, para designar el es-
pacio comprendido entre uno y otro numeral o expresar periodos.
De otro lado, la remisión al Acuerdo Plenario número seis - dos mil nueve / CJ -
ciento dieciséis, de fecha trece de noviembre de dos mil nueve, como fundamento
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V. Nulidad
La sentencia de la Casación N° 22-2009-La Libertad (veintitrés de ju-
nio de dos mil diez) señala que la declaratoria de nulidad de los actos procesa-
les debe sujetarse a los principios de taxatividad y trascendencia.
“Las nulidades procesales están sometidas al principio de taxatividad (artículo
ciento cincuenta del nuevo Código Procesal Penal), en cuya virtud solo cabe de-
clararlas cuando lo autorice la ley procesal, y siempre que produzcan un efecti-
vo perjuicio cierto e irreparable o una efectiva indefensión. Esta última preven-
ción no es sino el reconocimiento del principio de trascendencia en materia de
nulidades procesales, por lo que se ha de requerir que el órgano jurisdiccional
con su conducta procesal menoscabe irrazonablemente el entorno jurídico de las
partes privándolas, real y efectivamente, de intervenir, de uno u otro modo, en
el proceso o alterando el sistema de garantías reconocidas por la legislación. Tal
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ineficacia, por lo demás, solo puede declararse cuando es imputable, de modo in-
mediato y directo al órgano jurisdiccional, de modo que haga imposible que la
parte afectada pueda utilizar en la instancia los medios que ofrece el ordenamien-
to jurídico para superarla”.
La sentencia de la Casación N° 14-2010-La Libertad (cinco de julio de
dos mil once) señala que no es causal de nulidad –por sí misma– la emisión
de una resolución judicial fuera del plazo legalmente previsto.
“Si bien en la audiencia de fecha veinte de enero de dos mil diez, cuya acta co-
rre a fojas sesenta y seis, luego de escuchar a las partes procesales, el Colegiado
dispuso dar por cerrado el debate y suspendió la audiencia para el día veintisiete
de enero de dos mil diez a fin de expedir la resolución que corresponda, esto es,
después de siete días, situación que contraviene el apartado cuatro del artículo
setenta y uno del nuevo Código Procesal Penal –que establece que la solicitud
del imputado se resolverá inmediatamente a la realización de la audiencia–, sin
embargo, dicha inobservancia no puede ser causal de nulidad de los actos proce-
sales subsiguientes, pues esta contingencia en el contexto del proceso no está re-
vestida de una especial relevancia como sustentar tal consecuencia, sobre todo
si como se tiene dicho en lo actuado no aparecen indicadores que evidencien la
vulneración de derechos fundamentales, aparte que la situación suscitada resulta
convalidable en armonía con el inciso uno punto c) del artículo ciento cincuenta
y dos del acotado Código Procesal”.
La sentencia de la Casación N° 08-2007-Huaura (tres de febrero de dos
ocho) señala que es causal de nulidad la falta de coherencia entre los hechos
que se tienen por acreditados y las conclusiones a las que se arriban en la
resolución.
“Que, en el caso sub materia, el Colegiado Superior sostiene en la parte pertinen-
te como argumento de su decisión, entre otros, que la resolución del a quo no fue
impugnada por el representante del Ministerio Público, sino por la parte agravia-
da; asimismo que en esta instancia el Fiscal Superior no se hizo presente a la au-
diencia, lo que implícitamente significa la conformidad con el sobreseimiento
dictado por el juez; también esgrime que en la denuncia de los agraviados no se
indica fecha en la que habrían ocurrido los hechos; y finalmente, que la conducta
incriminada no tiene relevancia penal al faltar el elemento subjetivo correspon-
diente al dolo para que se configuren los delitos de usurpación, en la modalidad
de perturbación en el uso de aguas y daños agravados, por lo que resulta de apli-
cación la causal eximente de responsabilidad penal, por haber obrado el impu-
tado en ejercicio legítimo del cargo conforme a lo previsto por el inciso octavo
del artículo veinte del Código Penal.
QUINTO: Que, respecto a la garantía de motivación, es necesario señalar que el
numeral cinco del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución Política del
Perú establece como uno de los principios y derechos de la función jurisdiccional
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VI. Prueba
1. Pericia
La sentencia de la Casación N° 03-2007-Huaura (siete de noviembre de
dos mil siete) señala que no son de recibo los cuestionamientos a la imparcia-
lidad del perito cuando este explica de modo razonable su hallazgo pericial y
responde preguntas sobre el origen del mismo.
“Llama la atención que se indique que las explicaciones del perito en el acto de la
audiencia denotan falta de imparcialidad. Precisar su hallazgo pericial y respon-
der preguntas acerca del origen del mismo, sin que ellas en modo alguno puedan
calificarse de arbitrarias o fuera de contexto, desde luego no perjudica lo validez
y solvencia de la prueba pericial”.
Y, en la sentencia de la Casación N° 14-2010-La Libertad (cinco de ju-
lio de dos mil once) que no existe obligación de correr traslado a las partes so-
bre el resultado de la pericia oficial cuando el plazo de las diligencias preli-
minares ha vencido, conservando su validez la disposición de formalización
y continuación de investigación que se fundamenta en el solo resultado de la
pericia.
“En el presente caso, conforme a los fundamentos jurídicos precedentes se ha de-
terminado que el representante del Ministerio Público durante la investigación
preliminar no ha vulnerado la norma procesal penal –específicamente el artículo
ciento ochenta del Código Procesal Penal–, debido a que los plazos ya se habían
vencido, por lo que no cabía correr traslado de las observaciones realizadas a la
pericia oficial, tanto más, si en dicha fase solo se recaban indicios reveladores de
la comisión del delito y algún cuestionamiento al mencionado informe pericial
lo puede efectuar en la investigación preparatoria o incluso en el juzgamiento”.
2. Reconocimiento
La sentencia de la Casación N° 03-2007-Huaura (siete de noviembre de
dos mil siete) señala que la diligencia de reconocimiento de personas en rueda
tiene por finalidad la identificación del imputado, posee carácter subsidiario
respecto de otros medios de prueba que cumplan la misma función y se debe
realizar inmediatamente después de producido el hecho.
“Se cuestiona la corrección jurídica del reconocimiento realizado por la menor
agraviada porque no se cumplió el artículo ciento ochenta y nueve del nuevo Có-
digo Procesal Penal. Si bien no se trató, propiamente, de un reconocimiento en
rueda, y aun cuando es de entender que el reconocimiento es, por su propia na-
turaleza –de identificación de la persona del imputado cuando no se sabe con
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mil ocho que dan cuenta de la captura del encausado Maldonado Flores en don-
de informan que sería uno de los autores del delito que se investiga en el presente
caso, también lo es, que resulta subjetivo afirmar que dicha circunstancia motivó
que el testigo Samuel Leonidas Espino Benavente haya sindicado al referido en-
causado como autor del disparo con arma de fuego al agraviado Willy Benavente
y de la sustracción de la cartera de la agraviada Alicia Guillén Pilco, por cuanto,
es de precisar que un día antes la testigo Teresa Basy Espino Benavente ya había
reconocido y sindicado a dicho encausado como autor de los referidos hechos de-
lictivos, sin perjuicio de indicar que ambos testigos, en los meses anteriores, ya
habían reconocido fotográficamente al encausado Maldonado Flores como autor
de los hechos ilícitos investigados; por tanto, las actas de reconocimiento foto-
gráfico y físico que cuestiona la defensa técnica no vulneran garantías constitu-
cionales de carácter procesal”.
3. Incautación
La sentencia de la Casación N° 57-2010-La Libertad (diecinueve de
abril de dos mil once) ratifica los criterios asumidos como doctrina legal en
el Acuerdo Plenario N° 5-2010-CJ-116 en relación con los regímenes de in-
cautación que prevé el CPP 2004, la necesidad de su confirmatoria judicial
cuando se ha realizado por la Policía o Fiscalía sin autorización previa del ór-
gano jurisdiccional y los efectos de no hacerlo dentro del plazo legal.
El Acuerdo Plenario N° 5–2010/CJ–116 (dieciséis de noviembre del
dos mil diez) se señala que en el CPP 2004 la incautación posee una natura-
leza dual con específicas funciones para cada una de ellas, por un lado es una
medida de búsqueda de pruebas y, por el otro, una medida de coerción.
“7º. La incautación, en cuanto medida procesal, presenta una configuración jurí-
dica dual: como medida de búsqueda de pruebas y restricción de derechos –pro-
piamente, medida instrumental restrictiva de derechos– (artículos 218 al 223 del
Nuevo Código Procesal Penal –en adelante, NCPP–), y como medida de coer-
ción –con una típica función cautelar– (artículos 316 al 320 del NCPP)–. En am-
bos casos es un acto de autoridad que limita las facultades de dominio respecto
de bienes o cosas relacionadas, de uno u otro modo, con el hecho punible.
En el primer caso, su función es primordialmente conservativa –de aseguramien-
to de fuentes de prueba material– y, luego, probatoria que ha de realizarse en el
juicio oral. En el segundo caso, su función es substancialmente de prevención del
ocultamiento de bienes sujetos a decomiso y de impedimento o la obstaculiza-
ción de la averiguación de la verdad.
Aun cuando en la identificación de los bienes sujetos a una u otra medida exis-
ten ámbitos comunes –pueden cumplir funciones similares–, lo esencial estriba
en la función principal que cumplen, básicamente de cara a la posibilidad de una
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
consecuencia accesoria de decomiso, con arreglo al artículo 102 del Código Pe-
nal –en adelante, CP–”.
8º. La incautación instrumental (artículo 218 del NCPP) recae contra (i) los bie-
nes que constituyen cuerpo del delito, o contra (ii) las cosas que se relacionen
con el delito o que sean necesarias para el esclarecimiento de los hechos investi-
gados. El objeto de esta medida de aseguramiento es amplio y, por su propia na-
turaleza investigativa, comprende una extensa gama de bienes u objetos relacio-
nados, de uno u otro modo, con el delito.
En estricto sentido se entiende por;
A.‘Cuerpo del delito’, además de la persona –el cadáver en el delito de homici-
dio– comprende al objeto del delito, es decir, aquel contra el que recae el hecho
punible o que ha sufrido directamente sus efectos lesivos –la droga en el delito
de tráfico ilícito de drogas–.
B. Las ‘cosas relacionadas con el delito o necesarias para su esclarecimiento’,
son tanto las ´piezas de ejecución´: medios u objetos a través de los cuales se lle-
vó a cabo la comisión del delito, como las denominadas ‘piezas de convicción’:
cosas, objetos, huellas o vestigios materiales, que pueden servir para la compro-
bación de la existencia, autoría o circunstancias del hecho punible.
9º. La incautación cautelar (artículo 316.1 del NCPP) incide en los efectos pro-
venientes de la infracción penal, en los instrumentos con los que se ejecutó y en
los objetos del delito permitidos por la ley.
A. Los efectos del delito o producto scaeleris son los objetos producidos median-
te la acción delictiva, como el documento o la moneda falsa, así como las ven-
tajas patrimoniales derivadas del hecho punible, como el precio del cohecho, el
del delincuente a sueldo, o la contraprestación recibida por el transporte de dro-
ga, etcétera.
B. Los instrumentos del delito o instrumenta scaeleris son los objetos que, pues-
tos en relación de medio a fin con la infracción, han servido para su ejecución,
tales como el vehículo utilizado para el transporte de la mercancía, los útiles para
el robo, el arma empleada, maquinarias del falsificador, etcétera.
C. Los objetos del delito son las cosas materiales sobre las que recayó la acción
típica, como por ejemplo las cosas hurtadas o robadas, armas o explosivos en el
delito de tenencia ilícita de las mismas, la droga en el delito de tráfico ilícito de
drogas, los bienes de contrabando en dicho delito, etcétera, para lo que se requie-
re una regulación específica.
En estos casos la incautación como medida procesal precede al decomiso como
consecuencia accesoria que se dictará en la sentencia (artículo 102 del CP).
10º. Como se advierte de los parágrafos precedentes, los bienes y objetos que
pueden incautarse –privación de la posesión de un bien u objeto y su consecuen-
te indisponibilidad y ocupación por la autoridad penal– cumplen en la mayoría
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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
de los casos una doble función: garantiza su eventual decomiso como consecuen-
cia accesoria del delito conforme a las disposiciones del artículo 102 y siguientes
del CP, y permite su eficaz control para la acreditación del hecho punible –asegu-
ra su utilización por las partes y el juez como objeto de prueba–.
Como ya quedó expuesto, la función que prima en el caso concreto será la deter-
minante, aunque desde luego una distinción radical es, por lo menos, particular-
mente complicada. A estos efectos, se ha de tener en cuenta el estado de la cau-
sa –específicamente, de la investigación– al momento de su imposición, y la evi-
dencia de que se trata de un bien u objeto destinado, sin dificultad alguna, a la
consecuencia accesoria del decomiso”.
Señala las circunstancias que legitiman a la Policía, Fiscal y Juez para de-
cidir la incautación.
“11º. La incautación, instrumental o cautelar, es una medida que la realiza, en
primer término, la Policía o la Fiscalía, pero a continuación requiere de la deci-
sión confirmatoria del Juez de la Investigación Preparatoria.
A. En los casos de flagrancia delictiva –en las modalidades reconocidas por el
artículo 259 del NCPP– o de peligro inminente de su perpetración, por su propia
configuración situacional, es obvio que la Policía debe incautar los bienes o co-
sas relacionadas, de uno u otro modo, con el hecho punible. La necesidad de la
ocupación de bienes u objetos vinculados al delito, a fin de ponerle término y ga-
rantizar su probanza efectiva, a la par que consolidar la razonabilidad de la inter-
vención policial, está fuera de discusión. En estos casos la comisión del delito se
percibe con evidencia –se da una relación directa del delincuente con el bien o
cosa relacionada con el delito– y exige de manera inexcusable una inmediata in-
tervención de la autoridad.
B. Fuera de ambos supuestos, la incautación en el curso de la investigación pre-
paratoria –en especial durante las denominadas “primeras diligencias”– requie-
re de una decisión del fiscal. A su vez, la legalidad de la orden o autorización fis-
cal se centra, sin perjuicio de la presencia de indicios de criminalidad mínimos,
en lo que se denomina “peligro por la demora”, en tanto fin constitucionalmente
legítimo. El juicio de necesidad de la medida es básico. Es el riesgo fundado de
que de no incautarse o secuestrarse un bien o cosa delictiva haría ineficaz la ave-
riguación de la verdad –obstrucción de la investigación y del proceso en gene-
ral– y en su caso las medidas de ejecución penal pertinentes. La incautación, pre-
cisamente, garantiza que no se desaparezcan u oculten tales bienes o cosas, con
lo que se dificultaría su apreciación judicial como objeto de prueba o se frustra-
ría el ulterior decomiso, si correspondiera –la efectividad de la tutela que pudie-
ra otorgarse en una eventual sentencia se pondría en crisis–.
C. Se requerirá previa orden judicial cuando el peligro por la demora, no es que
sea inexistente, sino que en él no confluya la noción de urgencia y siempre que
se trate de bienes objeto de decomiso (artículo 317 del NCPP).
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1. Prisión preventiva
La sentencia de la Casación N° 01-2007-Huaura (veintiséis de julio de
dos mil siete) señala que no es requisito para la realización de la audiencia de
prisión preventiva la previa y material detención del imputado.
“No constituye presupuesto material de dicha medida personal (de la prisión pre-
ventiva), como claramente fluye del artículo doscientos sesenta y ocho del Nue-
vo Código Procesal Penal, que el imputado se encuentre sujeto a la medida pro-
visionalísima de detención, en cualquiera de sus modalidades. La Ley solo exige
implícitamente, por la propia naturaleza de una medida de coerción procesal de
intensa limitación de derechos fundamentales, de presupuestos materiales más
rigurosos, y de efectos temporales más intensos, como es la prisión preventiva,
que solo pueden tener lugar en los ámbitos de una investigación preparatoria for-
mal, vale decir, que se haya dictado la Disposición de Formalización y Continua-
ción de la Investigación Preparatoria a que hace referencia el artículo trescien-
tos treinta y seis del Nuevo Código Procesal Penal [solo por esa circunstancia es
lógico que el artículo doscientos sesenta y cuatro, apartado uno, del Nuevo Có-
digo Procesal Penal, insista que luego de la detención policial de oficio o preli-
minar judicial el pedido de prisión preventiva está condicionada a la “(...) conti-
nuación de las investigaciones (...)”, esto es, como no puede ser de otra forma, a
la mencionada Disposición Fiscal]; y, además, para que el fiscal pueda obtener
una decisión favorable del Juez de la Investigación Preparatoria, se debe probar
la concurrencia de los presupuestos establecidos en el apartado uno, y en su caso
el dos, del artículo doscientos sesenta y ocho del Nuevo Código Procesal Penal.
No existe, ni puede configurarse pretoriana o judicialmente, presupuesto adicio-
nal, al que dicha norma prevé.
Por consiguiente, el imputado contra quien se solicita mandato de prisión pre-
ventiva puede encontrarse en muy diversas situaciones procesales. Así, puede es-
tar detenido policialmente en los supuestos de flagrancia delictiva o por previo
arresto ciudadano o detenido preliminarmente por orden judicial, conforme a los
artículos doscientos cincuenta y nueve, doscientos sesenta y doscientos sesenta
y uno del Nuevo Código Procesal Penal. Asimismo, puede encontrarse, de fac-
to, en la condición de no habido –sea que se hubiera fugado antes de ser captura-
do en flagrancia por la policía o que esta, pese al mandato judicial de detención
preliminar, no haya podido capturarlo– o sin medida coercitiva personal alguna
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“18°. El NCPP identifica cinco medidas de coerción real, que muy bien pueden
ser aplicadas a los procesos por delito de lavado de activos: 1) inhibición; 2) em-
bargo –el primero y el segundo, inmovilizan bienes del patrimonio del imputado
o responsable civil–; 3) incautación; 4) medidas anticipativas; 5) medidas pre-
ventivas contra las personas jurídicas, que son anticipativas en su esencia.
Si bien el NCPP solo reconoce las medidas anticipativas genéricas (artículo 312
del NCPP) e incorpora algunas medidas anticipadas específicas: desalojo pre-
ventivo y pensión anticipada de alimentos (artículos 311 y 314 del NCPP), no
existe obstáculo, a partir del poder cautelar genérico de que está investida la au-
toridad jurisdiccional y de aplicación supletoria de la Ley Procesal Común: el
Código Procesal Civil, de incorporar las denominadas medidas innovativas y de
no innovar, que apuntan a provocar un cambio de la situación existente al tiem-
po de peticionarlas. Las primeras, reponen el estado de hecho o de derecho cuya
alteración sería el sustento del delito cometido en agravio de la víctima; y, las se-
gundas conservan la situación de hecho de derecho presentada al incoarse el pro-
ceso (artículos 682 y 687 del CPC)”.
Precisa la forma en que se configuran el fumus delicti comissi y el
periculum in mora en las medidas de coerción reales para justificar su
imposición.
“19°. Como es sabido, los presupuestos de las medidas de coerción real son dos:
A. El fumus delicti comissi, consiste en la existencia de indicios racionales de cri-
minalidad –es la denominada ‘apariencia y justificación del derecho subjetivo’–
que en el proceso penal importa, como acota GIMENO SENDRA, una “(…) ra-
zonada atribución del hecho punible a una persona determinada” [Derecho Pro-
cesal Penal, 2ª edición, Editorial Colex, Madrid, 2007, p. 501]). Ha de existir una
imputación formal contra una persona determinada. El juicio de probabilidad de-
lictiva es mencionado específicamente por el artículo 303.3 del NCPP, aun cuan-
do se refiera solo al embargo y, por extensión expresa, a la orden de inhibición.
El fumus debe referirse, de un lado, a un delito que haya ocasionado un daño o
perjuicio material o moral; y, de otro, a que los referidos indicios –ciertamente,
‘procedimentales’– evidencien una relación de causalidad con el sujeto contra el
que se adoptan: imputado o tercero civil.
No es necesaria una acreditación específica cuando se dicte sentencia condenato-
ria, aun cuando fuera impugnada.
B. El segundo presupuesto, periculum in mora, es el peligro o daño jurídico deri-
vado del retardo del procedimiento. Consiste en el riesgo de daño para la efecti-
vidad de la tutela judicial pretendida en el proceso principal. Se debe acreditar la
concreta probabilidad de que se produzcan, durante la pendencia del proceso, si-
tuaciones que impidan o dificulten la efectividad del procedimiento penal y civil
de condena, que pueda incorporar la sentencia penal –peligro de infructuosidad–.
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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
1. Finalidad
La sentencia de la Casación N° 14-2010-La Libertad (cinco de julio de
dos mil once) señala la finalidad de las diligencias preliminares de investiga-
ción y los requisitos para formalizar investigación.
“Las diligencias preliminares es una fase pre-jurisdiccional, porque se encuen-
tra en el contexto que el fiscal ya conoció la noticia criminal, pero aún no ha re-
suelto formalizar la investigación y dar inicio a la investigación preparatoria; en
ella se busca verificar si el conocimiento que se tiene de la sospecha de un deli-
to –sea de oficio o por la parte denunciante– tiene un contenido de verosimilitud
y ver si existen elementos probatorios suficientes para continuar con la persecu-
ción de delitos y sus autores, se funda en la necesidad de determinar los presu-
puestos formales para iniciar válidamente la investigación judicial y por ende el
proceso penal; que, además, la investigación preliminar que realiza el fiscal en
su despacho o la policía bajo su supervisión, la realiza con el fin de establecer:
i) si el hecho denunciado es delito, ii) si se ha individualizado a su presunto au-
tor, y iii) si la acción penal no ha prescrito. Si no existe alguno de esos requisi-
tos el fiscal debe archivar provisionalmente o definitivamente los actuados. Las
diligencias preliminares son importantes en tanto aseguran el cuerpo del delito,
esto es, los elementos de prueba que por su naturaleza y característica son consi-
derados actos urgentes e irreproducibles, de ahí que estas diligencias se constitu-
yan luego en prueba preconstituida que entrará al proceso para ser valorada por
el Tribunal”.
La sentencia de la Casación N° 318-2011-Lima (veintidós de noviembre
de dos mil doce) señala que durante las diligencias preliminares de investiga-
ción no podrán realizarse actos que puedan ser postergados o no sean urgen-
tes; precisando también los fines de dichas diligencias.
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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
2. Plazos
La sentencia de la Casación N° 66-2010-Puno (veintiséis de abril de dos
mil once) señala, en calidad de doctrina jurisprudencial, que el plazo de las
diligencias preliminares se computa en días naturales.
“QUINTO: Que, la regla para el cómputo del plazo, se encuentra regulado en el
artículo ciento ochenta y tres del Código Civil, que establece que se computará
conforme al calendario gregoriano, estableciéndose en su inciso primero que el
plazo señalado por días se computará por días naturales, salvo que la ley o el acto
jurídico establezca que se haga por días hábiles.
SEXTO: Que, el considerando décimo primero de la resolución casatoria núme-
ro cero dos guión dos mil ocho, pronunciado el tres de junio de dos mil ocho, es-
tableció que el plazo para las diligencias preliminares es de veinte días naturales.
81
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
(…)
ESTABLECIERON de conformidad con lo previsto en el inciso cuarto del ar-
tículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal, como doctrina
jurisprudencial, que los plazos para las diligencias preliminares son de días natu-
rales y no hábiles”.
Y, que el plazo de las diligencias preliminares de investigación se inicia a
contar desde que el fiscal toma conocimiento del hecho delictivo
“SÉTIMO: Que, el cómputo de plazo de las diligencias preliminares se inicia a
partir de la fecha en que el fiscal tiene conocimiento del hecho punible, y no des-
de la comunicación al encausado de la denuncia formulada en su contra.
OCTAVO: Que, la Policía Nacional del Perú remitió el informe Policial núme-
ro cero dos guión dos mil nueve guión XII guión DTP guión DPH guión C guión
PNP guión H guión SIAT, a la Fiscalía Provincial de Huancané, con las actuacio-
nes realizadas por dicha dependencia con intervención del Fiscal Provincial ad-
junto, por el hecho ocurrido el día cuatro de octubre de dos mil nueve, relativo al
accidente de tránsito, informe que fue recepcionado el dieciocho de noviembre
de dos mil nueve, tal como se aprecia de fojas cincuenta y nueve, por lo que des-
de esa fecha debe computarse el plazo para la investigación preliminar”.
La sentencia de la Casación N° 02-2008-La Libertad (tres de junio de
dos mil ocho) señala, en calidad de doctrina jurisprudencial, que el plazo de
las diligencias preliminares de investigación es independiente del plazo de la
investigación preparatoria formalizada.
“ESTABLECIERON: de conformidad con lo previsto en el inciso cuarto del
artículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal, como doctrina
jurisprudencial, que los plazos para las diligencias preliminares, de veinte días
naturales y el que se concede al fiscal para fijar uno distinto según las caracterís-
ticas, complejidad y circunstancias de los hechos objeto de investigación son di-
ferentes y no se hallan comprendidos, en los ciento veinte días naturales más la
prórroga a la que alude la norma pertinente, que corresponden a la investigación
preparatoria propiamente dicha”.
Y, que el plazo de las diligencias preliminares no puede ser mayor al pla-
zo de la investigación preparatoria formalizada que contempla el artículo 342
del CPP 2004.
“Décimo Segundo: Que, finalmente es necesario precisar que si bien los plazos
referidos son distintos, es fundamental establecer que el plazo de las denomi-
nadas diligencias preliminares y fundamentalmente el plazo adicional al de los
veinte días que el artículo trescientos treinta y cuatro le autoriza al fiscal en casos
que por sus características revistan complejidad, no debe ser uno ilimitado y, si
bien es cierto, en este extremo de la norma no se precisa de manera cuantitativa
82
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
cual es su límite temporal, también es verdad que ello no puede afectar el dere-
cho al plazo razonable que constituye una garantía fundamental integrante del
debido proceso; que por lo demás, deben entenderse como excepcionales, ponde-
rándose el plazo máximo de duración atendiendo a criterios de orden cualitativos
conforme a los principios de razonabilidad y proporcionalidad, debiendo tener-
se siempre presente que las diligencias preliminares tienen como finalidad inme-
diata realizar los actos urgentes o inaplazables conforme dispone el artículo tres-
cientos treinta de la ley procesal penal y que por estas consideraciones, la fase de
diligencias preliminares no podría, en la hipótesis más extrema, ser mayor que el
plazo máximo de la Investigación Preparatoria regulado en el artículo trescientos
cuarenta y dos de la ley procesal penal”.
La sentencia de la Casación N° 14-2010-La Libertad (cinco de julio de
dos mil once) señala que la duración excesiva de la investigación preliminar
no acarrea la nulidad de las diligencias realizadas fuera del plazo.
“Se debe tener en cuenta que en la investigación preliminar se dieron plazos no
previstos en la norma procesal y en la jurisprudencia –en la investigación preli-
minar se estableció sesenta días [pese a que el inciso dos del artículo trescientos
treinta y cuatro del Código Procesal Penal solo fija veinte días], luego dicho pla-
zo se amplió por treinta días más–, pero dicha situación no fue cuestionada por
ninguna de las partes intervinientes en la citada investigación policial por lo que
a estas alturas del proceso no resulta operante considerar una eventual nulidad
por este motivo, más aún si a tenor del inciso dos del artículo ciento cuarenta y
cuatro del Código Procesal Penal, los plazos que solo tienen como fin regular la
actividad de jueces y fiscales serán observados rigurosamente. Su inobservancia
solo acarrea responsabilidad disciplinaria”.
La sentencia de la Casación N° 318-2011-Lima (veintidós de noviembre
de dos mil doce) señala que, en cualquier caso, el plazo máximo de las dili-
gencias preliminares es de ciento veinte días.
“2.15. Bajo dicho criterio, resulta importante señalar habiéndose establecido la
distinción entre diligencias preliminares e investigación preparatoria, las mis-
mas que guardan una finalidad distinta, queda claro entonces que si bien se es-
tableció que la investigación preparatoria en casos complejos deberá de contar
con un plazo mayor a aquellos que se denominan casos ‘ordinarios’; sin embar-
go, ello no obliga a que dicha distinción de plazos se efectúe también para las di-
ligencias preliminares, por una sencilla razón y es que la investigación prepara-
toria tiene por finalidad reunir todos los elementos probatorios suficientes, a fin
de poder sustentar su acusación; esto es, probar su teoría del caso, por ello que
en casos complejos sí resulta de suma importancia un plazo más extenso –y no
así ilimitado– para la investigación propiamente dicha; lo cual resulta innecesa-
rio y fuera de la finalidad que arriba las diligencias preliminares, pues conforme
se estableció en la Ejecutoria Suprema número dos guión dos mil ocho guión La
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
Libertad el plazo es de veinte días, con un máximo de ciento veinte días en to-
tal, según el criterio del fiscal, sin pretender propiciar de alguna forma la impu-
nidad en los casos denominados ‘complejos’, en tanto que para estos como para
los casos ‘ordinarios’ se rige la misma finalidad descrita en el considerando 2.9.
de la presente Ejecutoria Suprema (i) Realizar actos urgentes solo (…); ii) ase-
gurar la escena del crimen y la evidencia sensible (…), iii) individualizar al pre-
sunto imputado (…) finalidad que alcanza a todas las diligencias preliminares en
general –distinto a la investigación preparatoria que lleva a cabo una investiga-
ción concreta para cada caso– razón por la cual resulta innecesario establecer un
plazo distinto en casos que evidencien ser complejos teniendo en cuenta que con
puntuales y concretas diligencias se alcanzaría la finalidad de dicha etapa proce-
sal; siendo así debe mantenerse la decisión establecida por la Sala Superior”.
3. Acusación directa
El Acuerdo Plenario N° 6–2010/CJ-116 (seis de diciembre del dos mil
once) señala que la formulación de acusación directa no requiere de la previa
formalización de investigación preparatoria.
“10º. La Disposición de formalización de la investigación preparatoria es la co-
municación formal que el fiscal dirige al imputado para efectos de hacer de su
conocimiento la imputación clara y precisa de los hechos que se le atribuyen,
la correspondiente calificación jurídica específica y, por ende, que se va a rea-
lizar una investigación formalizada en su contra, posibilitándole, a través de su
abogado defensor, aportar los medios de investigación y de prueba que estime
pertinentes.
Asimismo, este acto fiscal fija las diligencias que se actuarán en la etapa de in-
vestigación preparatoria propiamente dicha. Es decir, que si el Ministerio Públi-
co considera que las diligencias actuadas preliminarmente establecen la suficien-
cia fáctica y probatoria del hecho y la vinculación del imputado al mismo, dis-
pondrá la formalización de la Investigación Preparatoria, estableciendo las dili-
gencias que de inmediato deban actuarse.
11º. En el caso de que el fiscal ha decidido no continuar con las diligencias de in-
vestigación y acusar directamente –como una de sus facultades como director de
la investigación– el imputado solo solicitaría la realización de elementos de con-
vicción durante las diligencias preliminares porque no se produciría la etapa de
Investigación Preparatoria, por ser innecesaria, ni tampoco una formalización de
la Investigación Preparatoria en ese sentido.
Además, el artículo 336.4 del NCPP estipula que la acusación directa podrá for-
mularse por el fiscal, si concluida las diligencias preliminares o recibido el infor-
me policial considera que los elementos obtenidos en la investigación establecen
suficientemente la realidad del delito y la intervención del imputado en su comi-
sión. Acusación directa, cuyos requisitos están previstos en el artículo 349 del
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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
1. Formalización de investigación
La sentencia de la Casación N° 14-2010-La Libertad (cinco de julio de
dos mil once) señala que la formalización de investigación no significa la de-
terminación de la comisión del delito y/o responsabilidad penal del imputado
“Cuando el imputado Sánchez Paredes realiza las observaciones al informe peri-
cial oficial –el veinticinco de noviembre de dos mil nueve– y solicita se proceda
conforme al artículo ciento ochenta del nuevo Código Procesal Penal, los plazos
procesales ya habían terminado en exceso –luego de la ampliación respectiva el
plazo se cumplió el veinticinco de octubre de dos mil nueve–, por lo que el fis-
cal –luego que reuniera los elementos indiciarios o elementos reveladores de la
comisión del delito y la participación de Sánchez Paredes– dispuso formalizar la
investigación preparatoria, que no significa la determinación de la comisión del
delito y/o la responsabilidad penal del imputado, sino solo la existencia de indi-
cios o sospecha de tales eventos, porque tal situación se determinará luego del
desarrollo de la etapa de juzgamiento”.
La sentencia de la Casación N° 01-2011-Piura (ocho de marzo de dos
mil doce) señala, como doctrina jurisprudencial, que no es posible cuestionar
judicialmente la disposición de formalización de investigación.
“ESTABLECIERON de conformidad con el inciso cuatro del artículo cuatro-
cientos veintisiete del Código Procesal Penal, como doctrina jurisprudencial, que
no es posible cuestionar la Disposición de Formulación y Continuación de la In-
vestigación Preparatoria”.
Y, que no corresponde a la tutela de derechos el control sobre la valora-
ción de los elementos de convicción que hace el fiscal –quien debe actuar con
independencia de criterio y sujetándose a la Constitución y la Ley– para deci-
dir la formalización de investigación preparatoria.
“Cuarto: Que, por tanto, si bien es cierto el inicio de la investigación preparatoria
es decisión unilateral del Ministerio Público a través de la disposición de forma-
lización y continuación de la investigación preparatoria, conforme a lo estableci-
do en el artículo trescientos treinta y seis del Código Procesal Penal, también lo
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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
es, que para dicho efecto debe actuar con independencia de criterio y sujetándo-
se a la Constitución y la Ley (debida motivación de las resoluciones judiciales),
lo cual se cumplió en el presente caso respecto a la Disposición de Formaliza-
ción de la Investigación Preparatoria en cuestión formulada contra Elmo Alejan-
dro Carbajal Chong por el delito de lavado de activos en agravio del Estado (sus-
tentada concretamente en que el veintisiete de diciembre de dos mil ocho adqui-
rió la embarcación denominada ‘Esperanza en Cristo II’ por la cantidad de no-
venta mil dólares americanos, pese a que en un proceso penal por difamación en
donde declaró en calidad de testigo, manifestó que se dedicaba a la labor de al-
bañilería y por lo cual percibía mil nuevos soles mensuales, por tanto, sus ingre-
sos no justificarían la capacidad económica para adquirir dicho bien inmueble);
empero la Sala de Apelaciones consideró lo contrario, sustentando la revocato-
ria que se cuestiona, en que no se había merituado los documentos aportados por
el imputado mediante el derecho de defensa y principio de contradicción que le
asiste (ver considerando quinto de la resolución de vista de fecha dos de noviem-
bre de dos mil diez, obrante a fojas cuarenta y ocho), efectuando así una labor
de valoración de los elementos de convicción sobre su suficiencia y credibilidad,
que no corresponde al acto procesal de tutela de derechos, sino a la etapa inter-
media o sentencia”.
2. Actos de investigación
La sentencia de la Casación N° 80-2010-Piura (veintiocho de abril de
dos mil once) señala que no se vulnera el debido proceso cuando el fiscal
omite pronunciarse sobre una petición de acto de investigación del imputado,
pues su realización puede ser ofrecida como prueba para el juicio.
“Cuarto: Respecto al agravio a la inobservancia de las garantías constituciona-
les de carácter procesal o material –establecida en el inciso uno del artículo cua-
trocientos veintinueve del Código Procesal Penal–, promovido por el recurrente
en su recurso de casación, al sostener que la resolución de vista recurrida, vulne-
ra el principio del debido proceso (que integran el derecho de la prueba, el dere-
cho al medio de investigación y de defensa) y el derecho a la tutela jurisdiccio-
nal efectiva (que integran el derecho del plazo razonable y derecho de petición),
los cuales han sido inobservados; debemos indicar lo siguiente, que de autos se
aprecia que la defensa técnica del encausado Carlos Arturo Gonzáles Toledo, con
fecha veinte de abril de dos mil diez a fojas veintiocho (dentro del plazo de los
ciento veinte días del plazo de investigación preparatoria, la misma que dio ini-
cio el once de enero de dos mil once, conforme se aprecia de la carpeta fiscal nú-
mero mil setecientos treinta y tres - dos mil nueve a fojas dos), presentó su escri-
to al señor Fiscal de la Segunda Fiscalía Provincial –quien era el Director de la
investigación preparatoria–, ofreciendo la declaración testimonial del ciudadano
Juan Enrique Chávez Moscol, medio de prueba que no tuvo pronunciamiento al-
guno por parte del señor fiscal, al emitir su requerimiento de acusación de fecha
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
veintinueve de abril de dos mil diez, siendo que ante tal situación, el recurren-
te presentó ante el juez de la investigación preparatoria, su pretensión de tutela
de derecho, la misma que fue declarada infundada mediante resolución de fojas
treinta de fecha doce de mayo de dos mil diez, y confirmada por la Sala Penal de
Apelaciones a fojas cincuenta y siete, de fecha catorce de junio de dos mil diez
–en donde señala que no se vulneró derecho constitucional alguno al recurrente
al no pronunciarse el señor fiscal respecto al medio de prueba presentado, soste-
niendo además que el procesado puede presentarla en la subsiguiente etapa del
proceso–.
Quinto: Asimismo, se observa que el señor fiscal al concluir con la investigación
preparatoria conforme obra a fojas seis, señala que ha cumplido con lo estableci-
do en el artículo cuatrocientos treinta y dos del Código Procesal Penal –que esta-
blece los ciento veinte días para la investigación preparatoria–; sosteniendo ade-
más, que en el presente caso se ha cumplido con el objeto de la investigación,
habiéndose realizado dentro del plazo las diligencias necesarias para el esclare-
cimiento de los hechos, por lo que de conformidad con los artículos trescientos
cuarenta y tres inciso uno y trescientos cuarenta y cuatro del Código Procesal Pe-
nal, da por concluida la investigación preparatoria. Por ello, el presente análisis,
se enmarcará, en dilucidar si la actuación del señor fiscal al concluir con la in-
vestigación preparatoria, emitiendo la respectiva acusación, sin efectuar pronun-
ciamiento alguno sobre el medio de prueba presentado por la defensa técnica del
recurrente, vulneró los derechos aludidos, en tal sentido esta actuación debe ser
sometida a un trato de doctrina jurisprudencial, conforme lo establece el inciso
cuatro del artículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal. (…).
Octavo: Por ello, al referirnos que el señor fiscal como director de la investiga-
ción preparatoria, tiene la facultad de realizar las diligencias necesarias, las mis-
mas que dentro de su facultad establecerá indicios de responsabilidad penal, las
mismas que podrán ser admitidas en la etapa intermedia, mediante una audien-
cia preliminar, ello no quiere decir que los medios de pruebas presentados por las
partes, no serán admitidos y mucho menos tomadas en cuenta, ya que, conforme
lo establece el inciso dos artículo ciento cincuenta y cinco del Código Procesal
Penal, las pruebas se admiten a solicitud del Ministerio Público o de los demás
sujetos procesales, el juez decidirá su admisión mediante auto específicamente
motivado y solo podrá excluir las que no sean pertinentes y prohibidas por la ley.
Por ello, al señalarse que el señor fiscal, al no verificar todas las pruebas aporta-
das en la etapa de investigación preparatoria, y por ende no tenerlo presente al
momento de emitir su requerimiento fiscal, no llega esta decisión a vulnerar el
principio del debido proceso y mucho menos el derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva, ya que como se expuso párrafos arriba, el medio de prueba ofrecido por
la defensa técnica, podrá ser admitido por el Juzgado de la Investigación Prepa-
ratoria, finalmente en una audiencia preliminar, conforme lo regula el inciso cin-
co numeral a) –la petición contenga la especificación del probable aporte a obte-
ner para el mejor conocimiento del caso– y b) –el acto probatorio propuesto sea
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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
3. Plazos
El Auto de Calificación de la Casación N° 112-2010-Huaura (veinte de
enero de dos mil once) señala que es procedente que el fiscal solicite la pró-
rroga de una investigación preparatoria compleja después que se ha vencido
el plazo inicial de ocho meses y que el plazo máximo para ello es antes que se
disponga la conclusión de la investigación preparatoria, sea que lo disponga el
propio fiscal o el juez a consecuencia de declarar fundado un control de plazo.
“Del análisis realizado se advierte que al tema propuesto (si procede o no que
el fiscal, en el caso de investigaciones complejas solicite al juez la prórroga de
la investigación preparatoria, después que se ha vencido el plazo primigenio
–el cual es de ocho meses de acuerdo al artículo trescientos cuarenta y dos, inciso
dos, del Código Procesal Penal– y en el caso que ello sea factible, hasta que tiem-
po después se puede solicitar dicha prórroga) no se presentan supuestos de con-
trariedad o vacío legal que dificulten la aplicación y determinación del momen-
to en que el fiscal debe requerir al juez la prórroga del plaza de una investigación
preparatoria declarada compleja, que amerite que este Supremo Tribunal asuma
excepcionalmente competencia funcional en el caso expuesto, y ello es así, pues
es perfectamente permisible que, en principio, el fiscal solicite la prórroga aludi-
da después del vencimiento del plazo originario de ocho meses, en efecto, el inci-
so uno del artículo ciento cuarenta y cuatro del Código Procesal Penal señala: “El
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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
X. Etapa intermedia
El Acuerdo Plenario N° 6–2009/CJ–116 (trece de noviembre del dos
mil nueve) señala que es deber del órgano jurisdiccional controlar la validez
de la acusación fiscal.
“La acusación fiscal debe cumplir determinados requisitos que condicionan su
validez, y que corresponde controlar al órgano jurisdiccional. Con independencia
de los presupuestos procesales, cuya ausencia impide al órgano jurisdiccional en-
trar a examinar el fondo de la pretensión, la acusación fiscal debe expresar, de un
lado, la legitimación activa del fiscal como tal –cuya intervención solo es posible
en los delitos de persecución pública y la legitimación pasiva del acusado, quien
desde el Derecho Penal debe tratarse no solo de una persona física viva sino que
ha debido ser comprendido como imputado en la etapa de instrucción o investi-
gación preparatoria y, por ende, estar debidamente individualizado. De otro lado,
desde la perspectiva objetiva, la acusación fiscal ha de respetar acabadamente los
requisitos objetivos referidos a la causa de pedir: fundamentación fáctica y fun-
damentación jurídica, y al petitum o petición de una concreta sanción penal.
Por otro lado, la acusación fiscal, ante la acumulación del proceso civil al proce-
so penal (artículo 92 del Código Penal, –en adelante, CP–), también importa la
introducción de la pretensión civil, basada en los daños y perjuicios generados
por la comisión de un acto ilícito. En función a su característica singular, la acu-
sación fiscal ha de señalar tanto la cantidad en que se aprecien los daños y perjui-
cios en la esfera patrimonial del perjudicado causados por el delito o la cosa que
haya de ser restituida, como la persona o personas que aparezcan responsables
–que han debido ser identificadas en una resolución judicial dictada en la etapa
de instrucción o investigación preparatoria– y el hecho en virtud del cual hubie-
ren contraído esa responsabilidad”.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
la acusación fiscal, según los artículos 350/352 del NCPP, pueden concretarse
luego del trámite de traslado a las demás partes –nunca antes– (fase escrita) y de
la realización de la audiencia preliminar (fase oral, que plasma la vigencia cali-
ficada de los principios de oralidad y concentración). El juez decide luego de es-
cuchar a las todas las partes procesales, nunca antes”.
Señala que la subsanación de los defectos de la acusación solo implica-
rá la suspensión de la audiencia cuando se requiera un nuevo análisis del Mi-
nisterio Público.
“13°. El artículo 350.1 del NCPP autoriza a las partes proponer motivadamente
ocho cuestiones o mociones específicas. Ahora bien, el control formal de la acu-
sación fiscal, que incluso puede promoverse de oficio por el juez de la investiga-
ción preparatoria –la revisión del cumplimiento de los requisitos legales de un
acto procesal trascendente y la validez de la serie procesal constituye una facul-
tad judicial inherente a la potestad jurisdiccional, enraizada en garantía misma de
tutela jurisdiccional efectiva–, está contemplado en el literal a) del citado apar-
tado 1) del artículo 350 del NCPP. Este comprende los supuestos descritos en el
párrafo 9° en relación con el artículo 349 del NCPP. Los defectos denunciados,
en caso que se acojan, requerirán, conforme al artículo 352.2 del NCPP, una de-
cisión inmediata de devolución de las actuaciones al fiscal, con la necesaria sus-
pensión de la audiencia, siempre que se requiera de “(…) un nuevo análisis del
Ministerio Público”.(…)
La decisión de formular observaciones a la acusación es una causal de suspen-
sión de la audiencia, que será del caso instar solo cuando el defecto detectado re-
quiera de un nuevo análisis del Ministerio Público. De no corresponder la sus-
pensión, siempre será del caso decidirla y proseguir con la audiencia para dar
paso a la discusión de las demás observaciones”.
Señala que el juez solo puede dictar sobreseimiento (incluso de oficio,
pero habiendo instado previamente el pronunciamiento de las partes) cuando
se presenta alguna causal legal expresa.
“14°. El control sustancial de la acusación está en función al mérito mismo del
acto postulatorio del fiscal.
Negar la validez de la acusación y la consecuente procedencia del juicio oral
–con independencia de la aplicación de un criterio de oportunidad, circunscrip-
to a los supuestos del artículo 2 del NCPP, y de la deducción de excepciones–
solo es posible si se presentan los requisitos que permiten el sobreseimiento
de la causa, los que están taxativamente contemplados en el artículo 344.2 del
NCPP.
Este control, por imperio del artículo 352.4 del NCPP, puede ser realizado de ofi-
cio. Al juez de la investigación preparatoria le corresponde decretarla, cuando la
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Por otro lado, el apartado 1) del citado artículo 144 del NCPP debe ser entendi-
do como todos aquellos plazos establecidos en la ley que no se encuentran com-
prendidos en la excepción antes detallada, como son los plazos para impugnar,
para ofrecer pruebas, para interponer excepciones, entre otros, todos los cuales
se dan dentro de la propia dinámica del proceso penal.
DÉCIMO: Que es cierto que la Ley establece un plazo para la formulación de la
acusación (quince días, según lo dispuesto en el artículo 344.1 del NCPP). El re-
querimiento fiscal, acusatorio o no acusatorio, sin embargo, tiene lugar no como
el ejercicio de una facultad discrecional del Ministerio Público sino como la eje-
cución de una obligación indispensable o necesaria para la continuación del pro-
ceso, sea para definir la clausura de la causa a través del sobreseimiento o para
abrir la etapa principal de enjuiciamiento.
La caducidad es una sanción procesal. Supone, según doctrina consolidada, una
facultad procesal atribuida a un sujeto procesal, y consiste en la pérdida o pri-
vación de la misma por efecto del tiempo transcurrido sin haberla ejercitado.
Se funda en el comportamiento procesal del sujeto y su efecto es la preclusión,
en cuya virtud aquel pierde la facultad procesal de que se trate y no puede ya
ejercitarla. La caducidad consumada impide la realización del acto (EUGENIO
FLORIAN. Elementos de Derecho Procesal Penal. Bosch, Barcelona, 1934,
pp. 133-134).
El requerimiento fiscal –acusatorio o no acusatorio–, como ha quedado expues-
to, es la expresión de un deber funcional ineludible: el proceso penal no se conci-
be sin su ejercicio. Por tanto, el incumplimiento de los plazos legalmente previs-
tos para su emisión, por su carácter de acto necesario para el proceso, solo aca-
rrea responsabilidad disciplinaria como lo establece el artículo 144.2 del NCPP;
tienen que ser cumplidos aunque se hubiese producido su término final.
Por otro lado, el carácter expreso o la exigencia de una específica autorización
legal para imponer una sanción procesal, tal como ha sido establecido por el
artículo VII, apartado 3), del NCPP, a la que se une su interpretación restrictiva,
impide ‘deducir’ del ordenamiento un supuesto de caducidad y consiguiente pre-
clusión. La norma establecida en el artículo 144 del NCPP, en el caso de la acti-
vidad del fiscal, no permite que se declare la caducidad del ejercicio de la acusa-
ción por vencimiento del plazo. Tal situación, además, importaría, primero, crear
pretorianamente un supuesto adicional de sobreseimiento de la causa, al margen
de lo dispuesto en el artículo 344.2 del NCPP; y segundo, instituir una causal de
cese de la acción penal fuera de los casos establecidos por la ley, vulnerándose
los principios de oficialidad y de obligatoriedad del ejercicio de la acción penal”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 60-2009-La Libertad (cinco
de marzo de dos mil diez) señala que las defensas de la etapa intermedia con-
tra la acusación –como el pedido de sobreseimiento– deben plantearse den-
tro del plazo de ley.
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implica la postergación del momento de resolución del recurso a una fase ulte-
rior desvinculada del de la interposición.
En lo sustancial, el fundamento del recurso diferido consiste en evitar las con-
tinuas interrupciones del procedimiento principal y la elevación de la causa en
procura de la celeridad procesal, que es parte de la dinámica del nuevo mode-
lo Procesal Penal, lo que es concordante con la garantía constitucional del de-
bido proceso amparado en el inciso tres del artículo ciento treinta y nueve de la
Constitución Política. Por ello es que el trámite del recurso queda reservado por
el juez para que sea resuelto por el Superior jerárquico conjuntamente con la ape-
lación de la sentencia o el auto definitivo que ponga fin a la instancia procesal.
QUINTO: Que la resolución del Juez del Segundo Juzgado de Investigación Pre-
paratoria definió, de un lado, la situación jurídica de los procesados respecto de
los delitos de omisión de acto funcional y colusión, y, de otro lado, dispuso que
se continúe el juzgamiento de estos mismos encausados y otro respecto del deli-
to de peculado doloso así como de otro injusto penal. Esta resolución fue la so-
lución jurídica al planteamiento de los acusados recurrentes, quienes en la eta-
pa intermedia dedujeron excepciones de improcedencia de acción que tuvieron
como fin el sobreseimiento del proceso por esos delitos, por lo que su impugna-
ción debe ser objeto procesal del recurso de apelación sin efecto suspensivo y
con calidad de diferida.
Si bien posteriormente el órgano jurisdiccional superior se pronunció sobre una
situación jurídica especial y declaró respecto de lo resuelto por el a quo –con re-
lación a la calidad del concesorio de apelación– la nulidad de la remisión de au-
tos al órgano superior en grado en tanto el recurso impugnatorio debe ser resuel-
to conjuntamente con la apelación de la sentencia o el auto definitivo, a efectos
de evitar interrupciones del procedimiento principal y pronunciamientos contra-
dictorios, con ello no se afecta el derecho a la libertad personal de los imputa-
dos y menos causa grave perjuicio a alguna de las partes impugnantes no es apli-
cable el supuesto previsto en el artículo cuatrocientos dieciocho del acotado Có-
digo Procesal Penal, pues esa situación obedece a autos de sobreseimiento que
pongan fin a la instancia sin que quede pendiente la solución de la situación jurí-
dica de los otros procesados”.
XI. Juzgamiento
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cargos; que si bien la testigo de descargo Ana María Álvarez Culqui negó haber
visto a alguien subir al segundo piso del inmueble el día de los hechos, tal ase-
veración quedó desvirtuada con la visualización de los videos filmados con oca-
sión de la inspección en el lugar de los hechos y el proporcionado por la defen-
sa del acusado; que, finalmente, está descartado que el acusado padeciera de li-
mitaciones físicas que le impidieran cometer los ilícitos que se le atribuyen –no
solamente por lo explicado por el médico Díaz Calvo sino también por lo obser-
vado en los videos incorporados en la que se aprecia al acusado movilizándose
perfectamente por las escaleras del segundo piso, traspasa una tranca de madera
de setenta y ocho centímetros de alto, por lo declarado por el mismo acusado en
el sentido que subía agua en una tina azul al segundo piso y por lo observado por
los magistrados que intervinieron en la audiencia de apelación–.
Así expuestos, los medios de prueba invocados y el elemento probatorio que
aportan cumplen el requisito de suficiencia probatoria”.
La sentencia de la Casación N° 14-2009-La Libertad (cinco de febrero
de dos mil diez) señala la posibilidad de reconocerle valor probatorio a una de
las varias versiones expuestas por un testigo durante el proceso.
“Desde luego, es del caso puntualizar que el hecho de que una testigo en el cur-
so del proceso haya expuesto varias versiones en modo alguno inhabilita al órga-
no jurisdiccional a optar por una de las versiones, siempre que explicite los mo-
tivos por los que asume una de ellas”.
La sentencia de la Casación N° 62-2010-Lambayeque (diez de febrero
de dos mil once) señala que la importancia y valor de la vida humana consti-
tuyen hechos notorios que no requieren de probanza.
“SEXTO: El recurrente también indicó que no se había motivado adecuadamente
la determinación referida al monto de reparación civil fijada; no obstante, del no-
veno fundamento jurídico de la sentencia de primer grado se verifica que si bien
el actor civil no postuló ningún medio de prueba que acredite los daños patrimo-
niales o materiales que hubieran sufrido como producto de la muerte de la agra-
viada; empero, en la sentencia objeto de casación se tomó en cuenta que el deli-
to cometido afectó una vida humana, cuya importancia y valor constituyen he-
chos notorios que no requieren de probanza; además, el juzgador, tuvo en cuen-
ta que la víctima tenía ochenta y cinco años de edad circunstancia que tiene in-
cidencia en el proyecto de vida, fijando una suma que resulta razonable en fun-
ción a la naturaleza de los hechos, por lo que en relación a esta materia tampoco
se observa defectos en la motivación”.
El Acuerdo Plenario N° 1-2011/CJ-116 (seis de diciembre de dos mil
once) establece reglas para la valoración de la declaración de la víctima en los
delitos contra la libertad sexual, especialmente en cuanto a su retractación.
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sobre esta por la familia y por el abusador, todo lo cual explica una retractación
y, por tanto, una ausencia de uniformidad.
25°. Por tanto, en esta línea la persecución de los delitos sexuales escapa de la
esfera privada. La voluntad familiar no puede impedir o limitar la intervención
penal, pues las consecuencias de estos delitos trascienden dicho ámbito y su tra-
tamiento es de autonomía pública. Lo propio ocurre si el agente es también cer-
cano a la víctima por motivos de confianza –vecino–, o haber tenido una rela-
ción de autoridad –padrastro, profesor, instructor, etcétera–; o también por mó-
vil de temor a represalias en caso de residencia próxima del agente respecto de la
víctima.
26º. La validez de la retractación de la víctima está en función de las resultas tan-
to de una evaluación de carácter interna como externa. En cuanto a la primera,
se trata de indagar: a) la solidez o debilidad de la declaración incriminatoria y la
corroboración coetánea –en los términos expuestos– que exista; b) la coheren-
cia interna y exhaustividad del nuevo relato y su capacidad corroborativa; y, c) la
razonabilidad de la justificación de haber brindado una versión falsa, verifican-
do la proporcionalidad entre el fin buscado –venganza u odio– y la acción de de-
nunciar falsamente. Respecto de la perspectiva externa, se ha de examinar: d) los
probados contactos que haya tenido el procesado con la víctima o de su objeti-
va posibilidad, que permitan inferir que la víctima ha sido manipulada o influen-
ciada para cambiar su verdadera versión; y, e) la intensidad de las consecuencias
negativas generadas con la denuncia en el plano económico, afectivo y familiar.
A estos efectos, el propio relato de la víctima se erige en la herramienta más só-
lida para advertir estos indicadores, al igual que la información que puedan pro-
porcionar sus familiares cercanos.
27°. Cabe puntualizar, conforme lo establecido en el literal d) de la Regla 70 de
las Reglas de Procedimiento y Prueba de la Corte Penal Internacional, la credibi-
lidad, la honorabilidad o la disponibilidad sexual de la víctima o de un testigo no
podrán inferirse de la naturaleza sexual del comportamiento anterior o posterior
de la víctima o de un testigo. El juicio de atendibilidad o credibilidad, por tanto,
no puede sustentarse únicamente en la conducta de la víctima. Con razón ha se-
ñalado la Corte Constitucional Colombiana, en su Sentencia T-453/05, del dos
de mayo de 2005: “(…) de la experiencia sexual anterior de la víctima no es po-
sible inferir el consentimiento a un acto sexual distinto y ajeno a los contextos y
a las relaciones que en ella pudiere haber consentido a tener contacto sexual con
personas diferentes al acusado”.
Por otro lado, en reglas que se explican por sí solas, cuya legitimidad fluye de lo
anteriormente expuesto, es del caso insistir en la aplicación de los literales a) al
c) de la Regla 70 de las Reglas de Procedimiento y Prueba de la Corte Penal In-
ternacional. Son las siguientes:
A. El consentimiento no podrá inferirse de ninguna palabra o conducta de la víc-
tima cuando la fuerza, la amenaza de la fuerza, la coacción o el aprovechamiento
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edad, aquella que no pudo consentir jurídicamente el incapaz porque sufre ano-
malía psíquica, grave alteración de la conciencia o retardo mental.
31º. El juez atenderá, en concreto, las particularidades de cada caso para estable-
cer la relevancia de la prueba como consecuencia de la declaración de la víctima
o testigo, y la adecuará a la forma y circunstancias en que se produjo la agresión
sexual (unida a su necesidad –aptitud para configurar el resultado del proceso y
a su idoneidad –que la ley permite probar con el medio de prueba el hecho por
probar–). A manera de ejemplo, si para el acceso carnal medió únicamente gra-
ve amenaza –en cuyo caso ni siquiera requiere algún grado de resistencia– no es
exigible que el examen médico arroje lesiones paragenitales que evidencien re-
sistencia física por parte de la víctima. Se ha de acudir a otros medios de corro-
boración, tal es el caso de la pericia psicológica, u otras que se adecuen a las pe-
culiaridades del hecho objeto de imputación.
32º. Las variadas combinaciones que la multiplicidad de conductas reguladas
puede arrojar y aplicarse en la praxis a un supuesto determinado de la realidad
exige al juzgador valerse de los distintos medios de prueba actuados en la causa
que por su naturaleza puedan corroborar una incriminación. Así la problemática
que advierte respecto a la indebida valoración de la pericia médico-legal que no
consigna lesiones paragenitales y/o himeneales, se despeja sin más a través de
una atenta aplicación del principio de idoneidad de la prueba penal en relación
a las circunstancias y medios empleados por el agresor para conseguir el quie-
bre de la voluntad de la víctima. Si los medios delictivos consisten en la amena-
za, la penetración vaginal fue incompleta, o la agresión sexual radicó en la prác-
tica genitalica-bucal, resulta absurdo admitir a trámite la referida prueba técnica,
actuarla y, menos, valorarla. Será la declaración de la víctima la que, finalmen-
te oriente la dirección de la prueba corroborativa. De este modo, se desmitifica
la prueba médico-forense como una prueba de actuación obligatoria ante la sola
mención del tipo legal imputado.
33º. Lo expuesto no importa disminuir el alcance probatorio de la pericia médi-
co-legal, sino identificar el contexto en la que sus conclusiones adquieren real
vinculación y potencialidad con la acción delictiva objeto de imputación. Dicha
prueba pericial será trascendente cuando se atribuya –usualmente por parte de
la propia víctima– el empleo de agresión física, penetración violenta o sangrado
producto de los hechos, las que de no evidenciarse, pese a la inmediatez de la ac-
tuación de la pericia, será relevante para debilitar el alcance de la declaración de
la víctima o considerar la ausencia de corroboración.
34º. El principio de pertinencia y el derecho constitucional de la víctima a que
se proteja su derecho a la intimidad transforman las pruebas solicitadas para in-
dagar respecto a su comportamiento sexual o social, anterior o posterior al even-
to criminal acaecido, en pruebas constitucionalmente inadmisibles, cuando im-
pliquen una intromisión irrazonable, innecesaria y desproporcionada en su vida
íntima. Este sería el caso cuando se indaga genéricamente sobre el comporta-
miento sexual o social de la víctima, previo o posterior a los hechos objeto de
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2. Desvinculación
El Auto de Calificación de la Casación N° 62-2009-Tacna (cinco de mar-
zo de dos mil diez) señala que el hecho histórico precisado por la acusación
fiscal enmarca las posibilidades del juez en la sentencia.
“Quinto: Que el derecho a la prueba y a ser informado con certeza de los car-
gos integran la garantía constitucional de defensa procesal, toda vez que el ob-
jeto del proceso lo fija el Ministerio Público que se concreta en el dictamen acu-
satorio que introduce la pretensión penal, que a su vez está definida en su aspecto
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es, la capacidad legalmente reconocida que tiene una persona para autodetermi-
nar lo que estime en tal ámbito, toda vez que, es la expresión cardinal de la liber-
tad personal vinculada de manera directa con el principio ético y jurídico del res-
peto de la dignidad de la persona humana; todo ello conforme se explicó y desa-
rrolló en el Acuerdo Plenario número cero cuatro guión dos mil ocho oblicua CJ
guión ciento dieciséis.
3.4.- El Supremo Tribunal consideró que dicho dispositivo legal era contradicto-
rio con algunas disposiciones del Código Civil y también con otras normas que
configuran el propio Código Penal integrante del denominado Derecho Penal se-
xual. Partiendo de los fundamentos jurídicos del Acuerdo Plenario número cua-
tro - dos mil ocho / CJ – ciento dieciséis, de dieciocho de julio de dos mil ocho,
emitido por las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial de la Corte Su-
prema de Justicia de la República, en que se estableció que el Estado tiene el de-
ber de criminalizar conductas asociadas a la vulneración de la indemnidad se-
xual, que en el caso peruano acontece cuando el sujeto pasivo del delito cuenta
con menos de catorce años de edad, y que los mayores a dicha edad cuentan con
la capacidad jurídica para disponer del bien jurídico –libertad sexual–; estando a
lo dispuesto en el inciso once del artículo ciento treinta y nueve de la Constitu-
ción Política del Perú, resulta aplicable a la conducta imputada al encausado re-
currente, que no afectó la indemnidad sexual sino la libertad sexual de una ado-
lescente, en el primer párrafo del inciso primero del artículo ciento setenta del
Código Penal (vigente por ser el correspondiente) debiendo por tanto conside-
rarse los márgenes punitivos de este tipo penal, por tanto, resulta necesario en el
presente caso, reconducir la tipificación hecha en el tipo penal del inciso tres del
artículo ciento setenta y tres –primer párrafo– del Código Penal, al regulado en
la primera parte del primer párrafo del artículo ciento setenta del propio Código;
debiendo puntualizarse, a la luz, de la sentencia del 6 de febrero de 2009, Exp.
N° 00286-2008-PHC/TC -Ayacucho, no se afecta principios constitucionales”.
La sentencia de la Casación N° 09-2010-Tacna (trece de octubre de dos
mil diez) señala, que no existe infracción al principio acusatorio cuando se ab-
suelve por el tipo penal materia de acusación y además se absuelve por uno
que no ha sido contemplado en el requerimiento fiscal cuya necesidad de pro-
nunciamiento judicial aparece porque la exclusión de uno de los elementos
fácticos del tipo materia de acusación puso al colegiado ante la posibilidad de
la aplicación de un tipo alternativo.
“En el caso sub júdice, el señor Fiscal Provincial acusó al encausado Calmett
Velásquez por delito contra la Libertad Sexual - violación sexual de menor edad
–artículo ciento setenta y tres, inciso dos, del Código Penal–; imputación respec-
to de la que se realizó la audiencia preliminar de control de la acusación –fojas
ciento treinta y cuatro–, y el Juzgado Penal Colegiado llevó a cabo el juicio oral
correspondiente –ver acta de fojas noventa y cuatro y siguientes–.
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3. Sentencia y motivación
La sentencia de la Casación N° 159-2011-Huaura (veintidós de mayo
de dos mil once) señala que no se debe extender el plazo de ocho días que se
prevé para la lectura de las sentencias a las demás resoluciones del proceso.
“Como regla, el momento de emisión de la fundamentación, en el modelo proce-
sal penal peruano, es el momento mismo de la emisión de la decisión, salvo en
los casos de sentencias fruto de juicio oral en una materia completa o de impe-
dimento temporal de redactarla, en que se ha previsto la lectura de la parte dis-
positiva (inciso segundo del artículo trescientos sesenta y dos del Código Pro-
cesal Penal), lo que [a] su vez conlleva el deber de convocar a las partes para
una lectura integral en el plazo máximo de ocho días; no corresponde extender
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4. Derecho material
La sentencia de la Casación N° 11-2007-La Libertad (catorce de febre-
ro de dos mil ocho) señala que en los delitos contra el patrimonio la grave-
dad del hecho, de cara a la determinación de la pena conforme al principio de
proporcionalidad, no está determinada solo por el contenido patrimonial de lo
sustraído.
“SÉTIMO: Que, en el caso de autos, la Sala de apelaciones sin existir ninguna
circunstancia excepcional de atenuación redujo la pena impuesta por el Juzgado
Colegiado y le impuso una por debajo del mínimo legal previsto en el segundo
párrafo del artículo ciento ochenta y nueve del Código Penal, si se tiene en cuen-
ta que en dicha hipótesis jurídica se subsumió la conducta desplegada por el en-
causado Siccha Hurtado, la que además quedó perfectamente acreditada; que, en
efecto, si bien el encausado proviene de un medio social con carencias económi-
cas y sociales, registra antecedentes judiciales y penales por similar delito –véa-
se manifestación policial– no se advierte siquiera la admisión básica de los he-
chos que se le atribuyen ni es sujeto de responsabilidad restringida; que, por con-
siguiente, al evaluar no solo dichos criterios y factores sino además la intensi-
dad de su participación en el delito –véase acta de reconocimiento personal con
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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
portaban - tipifica, sin lugar a dudas, el delito de robo agravado. Se empleó vio-
lencia contra las personas apoderándose en esa perspectiva de las armas de fue-
go que portaban la violencia, como se sabe, puede usarse por el agente hasta en
tres supuestos: para vencer la resistencia, para evitar que la víctima resista la sus-
tracción y para vencer la oposición para fugarse del lugar de la sustracción –en
todas ellas se presenta una conexión causal–; la violencia ha de ser el medio idó-
neo para perpetrar o consolidar el apoderamiento”.
La sentencia de la Casación N° 145-2011-Lambayeque (diez de no-
viembre de dos mil once) precisa las diferencias entre los delitos de robo y
extorsión; así como las características que los hacen excluyentes.
“Segundo: Que, de la evaluación de lo actuado, se advierte que las sentencias de
primera y segunda instancia han sido resueltas con arreglo a ley; pues los hechos
descritos en la acusación fiscal de fojas uno, constituyen delito de secuestro en su
modalidad agravada, conforme a lo descrito en el quinto párrafo, literal b) del ar-
tículo doscientos del Código Penal, al haberse cometido los hechos con la parti-
cipación de dos o más personas. En ese sentido, estando a la forma y circunstan-
cias de la comisión de los acontecimientos, se llega a establecer que concurren
los elementos objetivos y configurativos del delito de extorsión, habida cuenta
que los encausados Víctor Ricardo Cueva Jibaja y Eduardo Enrique Bazán Sa-
lazar, usando como modos facilitadores la vis compulsiva o intimidación obli-
garon con amenazas a la agraviada Dora Silvia Díaz Gutiérrez a hacer la entre-
ga de ventaja patrimonial económica, consistente en suma de dinero y la compra
de un celular. Que, a diferencia del delito de robo, la acción se consuma cuando
se produce el apoderamiento en forma ilegítima de un bien mueble, sustrayéndo-
lo del lugar donde se encuentra, e igualmente concurren los medios facilitadores
vis compulsiva y vis absoluta, pero en este caso, el apoderamiento es entendido
como arrebato y posterior huida del agente del delito, usando igualmente la vio-
lencia para doblegar la capacidad defensiva de la víctima, situación que no con-
curre en el delito de extorsión, puesto que en este ilícito el sujeto activo usa la
coacción como medio, por lo que el verbo rector es el ‘obligar a otro’, de donde
se colige que estos delitos son excluyentes entre sí”.
La sentencia de la Casación N° 150-2010-La Libertad (cinco de mayo
de dos mil once) señala que el delito de falsedad ideológica es un delito de pe-
ligro (no de resultado) y no posee condición objetiva de punibilidad alguna.
“Sexto: Que, debe resaltarse además que no es necesario el desarrollo de la doc-
trina jurisprudencial para establecer si en el delito de falsificación ideológica la
expresión ‘(...) si de su uso puede resultar algún perjuicio (...)’ es un elemento
objetivo o es una condición objetiva de punibilidad de este tipo penal, por las si-
guientes razones: a) Que, el delito de falsedad ideológica, tipificado en el artículo
cuatrocientos veintiocho, primer párrafo del Código Penal, sanciona al que ‘in-
serta o hace insertar, en instrumento público declaraciones falsas concernientes a
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
hechos que deban probarse con el documento, con el objeto de emplearlos como
si de la declaración fuera conforme a la verdad, será reprimido si de su uso puede
resultar algún perjuicio (...)’; b) Este tipo penal no es un delito de resultado sino
un delito de peligro, por lo que la técnica legislativa utilizada en este tipo penal,
responde a esta clase de delitos. En este sentido, la naturaleza jurídica referida a
la técnica ‘si de su uso puede resultar algún perjuicio’ o, también denominada,
‘la posibilidad de causar perjuicio’, pertenece a los elementos objetivos de este
delito. El fundamento radica en que dicho elemento objetivo tiene como finali-
dad configurar la idoneidad de la creación de un riesgo no permitido materiali-
zado en la falsificación, que debe reunir antes del ingreso al tráfico jurídico, esto
es, que el riesgo creado esté en condiciones y en la aptitud de producir un deter-
minado daño, de lo que se concluye que la función que cumple la posibilidad de
perjuicio, ‘se encuentra íntimamente relacionado con la acción típica de crear un
documento falso o adulterar uno verdadero’ (véase, expresamente, Castillo Alva,
José Luis. La Falsedad Documental. Editorial Jurista, Lima, dos mil uno, página
ciento noventa y cuatro y doscientos)”.
XII. Impugnación
1. Generalidades
La sentencia de la Casación N° 33-2010-Puno (once de noviembre de
dos mil diez) señala que los autos dictados en audiencia solo pueden ser ape-
lados en esta –de modo oral– reservándose en todo caso el hacer la fundamen-
tación por escrito y dentro del plazo legal, que la voluntad de impugnar debe
manifestarse de modo expreso, y que no puede condicionarse la fundamenta-
ción de la impugnación oralizada en audiencia con asistencia de la parte im-
pugnante a la previa entrega de la resolución o de su audio.
“Primero: Que es materia del recurso de casación el auto superior de fojas cua-
renta y cuatro, del dieciséis de octubre de dos mil nueve, que declaró infunda-
do el recurso de queja de derecho promovido por la señora Fiscal Provincial de
Puno contra la resolución del Juez de la Investigación Preparatoria de fojas trein-
ta y tres, del seis de octubre de dos mil nueve, que declaró improcedente el re-
curso de apelación que planteó contra la resolución oral registrada en la audien-
cia de fojas veintisiete, del uno de octubre de dos mil nueve, que declaró funda-
do el requerimiento de tutela de derechos a favor de María Cahui Coila y Merce-
des Mamani Coila.
El Juzgado de la Investigación Preparatoria rechazó el recurso de apelación de la
señora Fiscal Provincial, porque no se interpuso recurso en forma oral en el mis-
mo acto de la audiencia. Esta decisión desestimatoria fue confirmada por la Sala
Penal Superior, que estimó que contra las resoluciones dictadas en el curso de
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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
una audiencia el recurso que se interpone debe ser oral, conforme al artículo 405,
apartado 2, del nuevo Código Procesal Penal.
Segundo: Que el artículo 405 del nuevo Código Procesal Penal, salvo los supues-
tos específicos, regula los presupuestos subjetivos y formales de los recursos im-
pugnativos en general. En cuanto a la forma del acto de interposición, el literal
b) del apartado 1 del artículo 405 del nuevo Código Procesal Penal, estipula que
este puede ser por escrito u oral. La interposición oral del recurso de la parte pro-
cesal legitimada solo cabe respecto de resoluciones expedidas en el curso de la
audiencia, supuesto en el que el recurso se interpondrá en el mismo acto en que
se lee la resolución que lo motiva. El apartado 2 del citado artículo estipula que
en estos casos, de tratarse de resoluciones finales expedidas en la audiencia, el re-
curso se formalizará por escrito en el plazo de cinco días, salvo disposición dis-
tinta de la Ley.
Tercero: Que (i) es evidente que no es viable impugnar oralmente una resolución
escrita, pues la regla es que esta modalidad de resolución solo se recurre por es-
crito y en el plazo previsto por la Ley. También (ii) es incuestionable que el nue-
vo Código Procesal Penal en el caso de decisiones expedidas oralmente o leídas
en audiencia, como consecuencia de la concordancia de dos principios que la in-
forman: oralidad y concentración, introduce dos reglas clarísimas: (a) acto de in-
terposición oral en esa misma audiencia, y (b) ulterior formalización escrita del
recurso en fecha posterior. Solo en el caso de expedición de sentencias, por im-
perio del artículo 401, apartado 1, del nuevo Código Procesal Penal, es posible la
reserva del acto de interposición.
Cuarto: Que, en el acto de la audiencia, expedida la resolución oral cuestionada,
la señora Fiscal Provincial expresó: “(...), no estando conforme, solicitamos se
nos notifique y se nos haga llegar los audios correspondientes a fin de evaluar las
medidas y acciones correspondientes que tomará el Ministerio Público, en rela-
ción a los hechos materia de audiencia’’ (fojas veinticinco).
Al respecto cabe una precisión y dos aclaraciones.
1. La señora Fiscal Provincial no impugnó expresamente el auto judicial de tutela
de derechos. No hay una voluntad impugnativa claramente consignada. No bas-
ta decir “no estando conforme”, se requiere que la parte legitimada se pronuncie
clara y contundentemente sobre la impugnación, si recurre o no recurre.
2. La decisión oral se da por notificada en el mismo momento de su expedición
en presencia de las partes que asistieron a la audiencia –las características del
principio de oralidad así lo imponen–.
3. No puede condicionarse un acto procesal de parte –ni menos la suspensión del
tiempo del proceso– a que se le haga entrega del audio de la audiencia o se noti-
fique una decisión oral –que en este último caso no es viable– (para evaluar, se-
gún anotó, las medidas y acciones correspondientes), puesto que el Ministerio
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
“Tercero: Que conforme se verifica del acta de la sesión de fojas doscientos vein-
tiuno, la sentencia de vista que confirmó la de primera instancia, se emitió el sie-
te de junio de dos mil once, oportunidad en la que se dejó constancia que el abo-
gado defensor se retiró de la Sala de Audiencia sin motivo justificado. Pese a esta
contingencia debe señalarse que conforme al inciso cuatro del artículo trescien-
tos sesenta y uno del Código Procesal Penal se entenderán notificadas desde el
momento que se emite la sentencia, por lo que el plazo para interponer recurso de
casación se debe contabilizar desde el ocho de junio de dos mil once; sin embar-
go, el recurrente interpuso recurso de casación el veintitrés de junio de dos mil
once, esto es, en forma extemporánea, si se tiene en cuenta que solo tenía diez
días para interponer dicho medio impugnatorio”.
El auto de Calificación de la Casación N° 57-2009-Arequipa (ocho de
junio de dos mil diez) señala que el CPP de 2004 no requiere de vista fiscal
antes del pronunciamiento de la segunda instancia sobre la resolución que de-
claró el sobreseimiento de la causa.
“La agraviada sustenta el recurso de casación que interpuso a fojas doscien-
tos cuarenta y dos en el artículo cuatrocientos veintisiete apartado cuatro del
Código Procesal Penal. Solicita se forme o consolide un adecuado desarrollo
jurisprudencial respecto del procedimiento que el juez debe observar antes de
pronunciarse por el sobreseimiento de la causa. Considera, al respecto, que re-
sulta indispensable que el fiscal emita opinión antes de dictarse el auto de sobre-
seimiento, pues de lo contrario se vulneraría la pluralidad de la instancia y la au-
tonomía del Ministerio Público; que, en el presente caso, al no haberse procedi-
do de esa forma en el caso de la Fiscalía Superior en segunda instancia, se aplicó
indebidamente la garantía de la doble instancia; que el artículo trescientos cua-
renta y seis del nuevo Código Procesal Penal debe aplicarse conforme a la Cons-
titución, pues si el Fiscal no interviene el Poder Judicial será quien en definitiva
decida y controle al Ministerio Público. (…).
Quinto: Que el casacionista insta una interpretación distinta del artículo tres-
cientos cuarenta y seis del nuevo Código Procesal Penal. En verdad, en el pre-
sente caso el Fiscal Provincial solicitó el sobreseimiento de la causa y el Juez de
la Investigación Preparatoria, realizada la audiencia preliminar de control, aceptó
sobreseerla. En sede de apelación, la Sala Superior cumplió con el procedimien-
to previsto en el artículo cuatrocientos veinte del nuevo Código Procesal Penal,
es decir, previo trámite de traslados a las partes recurridas, citó para la audiencia
de apelación, que se realizó cumplidamente conforme aparece del acta de fojas
ciento noventa y cuatro, en la que intervinieron el fiscal, los abogados de la par-
te encausada y del agraviado. Como se advierte de autos, el cuestionamiento, en
todo caso, es al artículo cuatrocientos veinte del nuevo Código Procesal Penal, en
cuanto regula la intervención del Ministerio Público en el procedimiento de ape-
lación de autos. No es posible imponer, vía interpretación, un trámite no previs-
to legalmente e incompatible con su sistemática: la institución de la vista fiscal y
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
del dictamen fiscal previo, no es propia del modelo reconocido por el nuevo Có-
digo Procesal Penal –su imposición vulneraría el principio de legalidad procesal
penal–. El juez, en estos casos, ha de cautelar la vigencia de los principios pro-
cesales de contradicción e igualdad; esto es, de que, con plena correspondencia o
simetría, sin privilegios irrazonables para cualesquiera de las partes, se les reco-
nozca la oportunidad, en tanto pueden ver afectados sus derechos, intereses legí-
timos o expectativas procesales con una determinada resolución judicial, de po-
der intervenir en su formación, mediante la posibilidad de intervenir en las actua-
ciones, alegar y desarrollar, en su caso, actividad probatoria consistente. El prin-
cipio procedimental de oralidad del nuevo Código Procesal Penal se consagra,
en sede de apelación, mediante el sistema de audiencias –con abierta preponde-
rancia de la palabra hablada– y, entre otros aspectos, con la primacía de la inme-
diación en la valoración de las pruebas personales. La norma cuestionada por el
casacionista no necesita de una interpretación distinta de la realizada por la Sala
de Apelación. La claridad de su texto no ofrece dificultades interpretativas que
reclaman la atención de esta Sala de Casación. La institución de la vista fiscal
no es consustancial a los principios de contradicción e igualdad de armas y a la
garantía de un debido proceso, en tanto en cuanto el trámite procesal de apela-
ción afirma precisos principios procesales que evitan la indefensión material de
la fiscalía”.
La sentencia de la Casación N° 215-2011-Arequipa (doce de junio de
dos mil doce) señala, en calidad de doctrina jurisprudencial, que la autoridad
jurisdiccional que conoce un medio impugnatorio debe circunscribirse a los
agravios aducidos por las partes, en su recurso impugnatorio presentado.
“Sexto: Que, con respecto a la doctrina jurisprudencial solicitada, debe indi-
carse, que se encuentra amparada en el inciso cuatro del artículo cuatrocientos
veintisiete del Código Procesal Penal. 6.1. El principio de congruencia o conoci-
do también como de correlación, importa un deber exclusivo del juez, por el cual
debe expresar los fundamentos de una respuesta coherente en su resolución que
dicta, basado en las pretensiones y defensas traducidas en agravios formulados
por los justiciables en su recurso impugnativo, y que de esa manera no se pue-
da justificar la decisión arribada en razones diversas a las alegadas por las partes.
Este principio tiene una cierta vinculación con el derecho a la tutela jurisdiccio-
nal efectiva, al principio acusatorio y al contradictorio. 6.2. El Tribunal Consti-
tucional afirma que el principio de congruencia, forma parte del contenido cons-
titucionalmente protegido del derecho de motivaciones de las decisiones judicia-
les, y este principio garantiza que el juzgador debe resolver cada caso concreto
sin omitir, alterar o exceder las pretensiones formuladas por las partes. 6.3. Que,
el agravio o gravamen es el perjuicio real e irreparable que presenta una parte
afectada por una decisión jurisdiccional, y por lo tanto, limitan y racionalizan la
potestad represiva del Estado en el proceso. Esta viene a ser el núcleo central de
un recurso impugnativo. 6.4. Cuando se produce discordancia entre el pronun-
ciamiento judicial con el contenido de los agravios efectuados por las partes en
126
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
forma oportuna, se produce el vacío de incongruencia. Esto puede ocurrir por ex-
ceso (ultra petita), por defecto (citra o infra patita) o por exceso o defecto (ex-
tra patita). En la primera, se conceda más de lo pedido, en la segunda, omitiendo
injustificadamente pronunciarse sobre alguna de las cuestiones decisivas del de-
bido, y el tercero, cuando se sale del tema litigioso para de esa manera, otorgar o
denegar lo que nadie le ha pedido, y al propio tiempo no responder a lo que se le
ha pedido. 6.5. Que, en el caso de autos la Sala de Mérito incurrió en un pronun-
ciamiento extra patita, por cuanto fue más allá de lo deducido por la parte recu-
rrente, vulnerando de esa manera el principio de congruencia recursal a que esta-
ba obligado a cumplir. 6.6. Que, siendo así, en el caso de autos el tema planteado
por el recurrente reviste interés casacional a criterio de este Supremo Tribunal,
toda vez que al interponerse un recurso impugnatorio este debe ser atendido en
función a los agravios invocados por quien lo interponga, precisándose que en el
caso de autos la Sala Superior excedió su función revisora al entrever en los fun-
damentos de la recurrida que los hechos investigados podrían configurarse den-
tro de los alcances de lo contenido en los artículos trescientos setenta o trescien-
tos setenta y dos del Código Penal; siendo ello el fundamento principal para re-
vocar la resolución que declaró fundada la excepción de improcedencia de ac-
ción, no habiéndose enmarcado la resolución materia de casación en los hechos
que constituyen la presente investigación y la calificación jurídica invocada por
el Ministerio Público, circunstancia que afecta el debido proceso y la tutela juris-
diccional efectiva, mas si se tiene en cuenta que ninguno de los apelantes –parte
agraviada ni Ministerio Público– fundamentaron como agravio una posible nue-
va calificación del hecho denunciado los artículos trescientos setenta o trescien-
tos setenta y dos del Código Penal. 6.7. Que, a mayor abundamiento, es de preci-
sar que el numeral uno del artículo cuatrocientos nueve del Código procesal Pe-
nal señala que la impugnación confiere del Tribunal competencia solamente para
resolver la materia impugnada, así como para declarar la nulidad en caso de nu-
lidades absolutas o sustanciales no advertidas por el impugnante”.
La sentencia de la Casación N° 22-2010-Cuzco (veintitrés de setiembre
de dos mil diez) señala que el órgano jurisdiccional de segunda instancia no
puede inferir el desistimiento del Fiscal Superior, pues este debe ser expreso
y canalizarse conforme a su trámite específico.
“Tercero: Que si bien es cierto, por la especial configuración orgánica del Mi-
nisterio Público y los principios institucionales y de actuación que lo informan,
específicamente el principio de unidad en la función, el Fiscal Superior en gra-
do no está sujeto a la posición procesal asumida por el Fiscal inferior –esta no
le es vinculante– y, por tanto, puede adoptar un planteamiento jurídico distinto
–el aludido principio de unidad en la función compromete, en todo caso, a los
Fiscales del mismo oficio, mas no al Superior en grado (la Fiscalía Superior)–,
es de precisar que el desistimiento siempre es expreso y está sujeto a un trámite
específico, conforme establece el artículo 341 y siguientes del Código Procesal
Civil. En consecuencia, no es posible sostener que el Fiscal Superior se desistió
127
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
del Código acotado–, que incide puntualmente en los alcances del cumplimien-
to de las normas procesales por el órgano jurisdiccional causantes de nulidad del
auto de vista, por lo que, en aras de hacer efectivo el derecho a la tutela jurisdic-
cional, que obliga a una interpretación no formalista de los requisitos de todo re-
curso impugnatorio, cabe entender que el recurso en cuestión tiene como motivo
específico el previsto en el inciso dos del citado artículo cuatrocientos veintinue-
ve del nuevo Código Procesal Penal”.
La sentencia de la Casación N° 52-2009-Arequipa (trece de julio de dos
mil diez) señala que la inasistencia del apelante de un auto a la audiencia de
segunda instancia para sustentar oralmente su pretensión no puede ocasionar
la inadmisibilidad del recurso.
“TERCERO: Que, ahora bien, el procedimiento del recurso de apelación en el
Tribunal Superior ha sido regulado separadamente según la resolución impugna-
da se trate de auto o de sentencia (así, artículos 420 y 424 del NCPP, respectiva-
mente). Tratándose de autos, como el presente que se recurre una decisión sobre
prisión preventiva, el apartado cinco del artículo 420 del NCPP es claro y defi-
nitivo, no deja lugar a dudas ni puede invocarse siquiera una laguna normativa
que requiera acudir a la integración jurídica, en concreto a la aplicación supleto-
ria de otra norma similar. Inicia el texto de la citada norma con la siguiente frase:
‘A la audiencia de apelación podrán concurrir los sujetos procesales que lo esti-
men conveniente’. A su vez, precisa que la audiencia de apelación ‘(...) no podrá
aplazarse por ninguna circunstancia (...) y (...) se oirá al abogado de la parte re-
currente y a los demás abogados de las partes asistentes’.
Ambas frases no admiten, dentro de su sentido literal posible, otra opción que en-
tender que la asistencia a la audiencia de apelación de autos de los sujetos pro-
cesales, incluyendo por cierto a sus abogados –que tienen una función específica
dentro del proceso y su actividad se integra al de la parte que defiende–, es facul-
tativa, y que los esclarecimientos y el propio debate de alegaciones, con la con-
currencia incluso del acusado, que tiene derecho a la última palabra, es potesta-
tiva o discrecional. En este supuesto se considera suficiente el mérito del acto de
interposición, respecto del cual la ley exige su debida fundamentación por escri-
to (artículo 405, apartado uno, literales b) y c), del NCPP), y se privilegia la ne-
cesaria absolución del grado bajo el entendido de que la argumentación y la pre-
tensión impugnativa constan en autos.
La asistencia a la audiencia de apelación desde la perspectiva del derecho a la re-
visión de una resolución de primera instancia de carácter interlocutoria, institui-
da legalmente, no trae consigo la inadmisibilidad de la apelación, su decadencia.
Es obvio que desde una perspectiva general la concurrencia a la audiencia es, por
cierto, un derecho constitucional de las partes –base del principio de contradic-
ción y de la garantía de defensa procesal, de hacerse oír por el órgano jurisdic-
cional antes de una decisión–. El deber u obligación procesal de asistencia, por
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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
“Es claro, por lo demás, sostener que la sentencia de segunda instancia no vulne-
raría la garantía de motivación –en concreto, de motivación suficiente– cuando
utiliza la técnica denominada del ‘fallo por remisión’, es decir, cuando el Tribu-
nal Superior se remite a la sentencia de primera instancia, siempre y cuando esta
resuelva con rigor y motivadamente la cuestión planteada. En todo caso, los mo-
tivos del recurso deben haber sido respondidos cabalmente y de los argumentos
del fallo de vista puede inferirse válidamente que se pronunció acerca de las ale-
gaciones del recurrente”.
Pero, puntualizando la improcedencia de la motivación por remisión
cuando la causa de impugnación es un cuestionamiento de la completitud en
la exposición y valoración de la prueba en la resolución de primera instancia,
caso en que nos encontraríamos ante un supuesto de motivación insuficiente.
“OCTAVO. En el presente caso el Tribunal de Apelación ha entendido que la
apreciación del Tribunal de Primera Instancia, en orden a la valoración de la
prueba personal, no puede ser revisada, es inmodificable, tanto más si no se ac-
tuó prueba en segunda instancia. Sin embargo, no apreció, pese a que integraba el
motivo de la impugnación, el otro ámbito de fiscalización de la prueba personal:
la coherencia y persistencia de los principales testigos de cargo, en suma (desde
luego, es del caso puntualizar que el hecho de que una testigo en el curso del pro-
ceso haya expuesto varias versiones en modo alguno inhabilita al órgano juris-
diccional a optar por una de las versiones, siempre que explicite los motivos por
los que asume una de ellas); si el relato incriminador era atendible en función a
las reglas de la experiencia: si este era suficiente, a partir del conjunto de la prue-
ba apreciada por a quo; si el razonamiento del Tribunal de Primera Instancia era
en sí mismo sólido y completo.
Por otro lado, en el presente caso no es aceptable la técnica de la remisión, pues
existe un cuestionamiento a la completitud de la prueba –tanto testifical
como pericial–, y una invocación a la necesidad de apreciar el conjunto de decla-
raciones de la agraviada y a lo que del testigo de cargo anotó el recurrente, datos
o precisiones no consolidados en la sentencia de primera instancia.
En tal virtud, es de estimar que la sentencia de segunda instancia no absolvió de-
bidamente los motivos del recurso de apelación centrados en un error en la apre-
ciación de la prueba de cargo. Vulneró, en consecuencia, la garantía de motiva-
ción, en concreto el principio de razón suficiente. No justificó la razón de la pre-
tensión impugnativa del imputado”.
El Acuerdo Plenario N° 10-2009/CJ-116 (trece de noviembre de dos mil
nueve) señala que la pena de inhabilitación no se ejecuta hasta que la senten-
cia que la impone quede firme.
“Si se examina el régimen del NCPP, podrá advertirse, en el caso de la senten-
cia condenatoria, la inclinación por el primer modelo: la impugnación no tiene
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
efecto suspensivo –así lo dispone el artículo 402.1 del NCPP como regla espe-
cífica frente a la genérica del artículo 412.1 del NCPP–, con la excepción de la
imposición de las penas de multa o limitativas de derechos, una de las cuales es,
por cierto, conforme al artículo 31.3 del Código Penal, la pena de inhabilitación.
Ello significa, entonces, que solo las sentencias que imponen penas de privativas
de libertad y restrictivas de libertad que consignan los artículos 29 y 30 del Códi-
go Penal –en adelante, CP– se cumplen provisionalmente pese a la interposición
de un recurso impugnatorio contra ellas. Por tanto, si el condenado estuviera en
libertad y se impone pena o medida de seguridad privativa de libertad de carácter
efectivo, el Juez Penal, interpuesto el recurso, según lo autoriza el artículo 402.2
del NCPP, podrá optar por su inmediata ejecución o por imponer alguna restric-
ción de las previstas en el artículo 288 del NCPP.
A su turno, el Tribunal de Revisión, en caso se hubiera optado por la inmediata
ejecución de la pena impuesta, podrá suspenderla, atendiendo a las circunstan-
cias del caso, según el artículo 418.2 del NCPP. Tal efecto suspensivo concluirá
cuando la sentencia queda firme.
En consecuencia, la pena de inhabilitación conforme a las disposiciones perti-
nentes del NCPP no se ejecuta hasta que la sentencia condenatoria adquiera fir-
meza. Rige plenamente, en este dominio, el denominado sistema suspensivo”.
2. Apelación de sentencia
El Auto de Calificación de la Casación N° 16-2007-Huaura (dieciocho
de enero de dos mil ocho) señala que el plazo para presentar medios probato-
rios, corre no obstante que el impugnante no se haya apersonado aún ante el
órgano de segunda instancia.
“Que respecto a la trasgresión del debido proceso, denuncia que no se le notificó
con arreglo a ley con el concesorio de apelación de la sentencia a efecto de pre-
sentar nuevos medios probatorios, es del caso señalar que conforme se advier-
te de la resolución de fojas dieciséis del cuaderno de Impugnación y Debate, del
seis de agosto de dos mil siete, el impugnante no tenía señalado domicilio proce-
sal en segunda instancia, pero se indicó la posibilidad de subsanar dicha omisión;
que el Actor Civil, recién el veintinueve de agosto de dos mil siete se apersona
y señala domicilio procesal –véase fojas treinta y nueve del indicado cuaderno–,
esto es cuando el plazo de ley para presentar medios probatorios había vencido;
que, por tanto, no se advierte vulneración a su derecho de defensa (componente
de la garantía genérica del debido proceso), pues tenía perfecto conocimiento –a
partir de la impugnación que efectuó de la sentencia de primera instancia– que
los autos se encontraban en segunda instancia y que debía apersonarse señalan-
do domicilio procesal conforme a ley”.
La Sentencia de la Casación N° 56-2010-La Libertad (veintiocho de fe-
brero de dos mil once) señala que no se infringe el derecho de defensa cuando
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4.1.2. Que, asimismo, el inciso dos del citado dispositivo legal y que habría sido
vulnerado, según alega el recurrente, con el proceder del Colegiado Superior, es-
tipula: ‘(...) Es obligatoria la asistencia del fiscal y del imputado recurrente, así
como de todos los imputados recurridos en caso la impugnación fuere interpues-
ta por el fiscal (...)’– en efecto, dicha norma en principio establece la obligatorie-
dad de la asistencia del imputado recurrido ante la impugnación efectuada por el
fiscal, sin embargo, dicha norma debe ser comprendida y aplicada no de manera
aislada y literal, sino que debe interpretarse en forma sistemática con las demás
disposiciones que guarden relación con dicha premisa inicial dentro del marco
jurídico vigente, así se tiene que el inciso cuatro del artículo cuatrocientos vein-
titrés de la norma acotada, señala: ‘(...) Si los imputados son partes recurridas –
se entiende no recurrentes– su inasistencia no impedirá la realización de la au-
diencia (...)’, entonces, resulta razonable establecer que no obstante la obligato-
riedad anotada, el legislador ha previsto casos en los que no concurra el impu-
tado recurrido, en tales supuestos la fórmula legal a seguir por el juzgador no es
suspender el juicio, sino por el contrario en esos casos la audiencia se debe llevar
a cabo, tanto más si concurre el abogado defensor del procesado.
4.1.3. Que, al respecto el inciso uno del artículo setenta y uno del Código Proce-
sal Penal establece: ‘(…) el imputado puede hacer valer por sí mismo, o a través
de su abogado defensor los derechos que la Constitución y las Leyes le conce-
den (…)’, como vienen a ser la tutela jurisdiccional efectiva, derecho de defen-
sa, igualdad ante la Ley, a la doble instancia, entre otros; asimismo, se ha dejado
anotado en el Recurso de Apelación número cero dos - dos mil nueve de La Li-
bertad, fundamento octavo, lo siguiente: ‘(…) pese a que la audiencia de apela-
ción, en este caso, en atención a los motivos del recurso y al ámbito de sus obje-
ciones no requiere de modo necesario la presencia del imputado (...) La audien-
cia de apelación, por tanto, puede realizarse con la sola presencia de su abogado
defensor, a quien debe reconocerse, analógicamente, la representación del impu-
tado y, por tanto, los derechos de intervención en todas las diligencias y de ejer-
cicio de todos los medios de defensa que la ley reconoce (artículo setenta y nue-
ve, apartado tres del Código Procesal Penal) (…)’. Asimismo, se ha dejado esta-
blecido en la Casación número uno - dos mil siete - Huaura, de fecha veintiséis
de julio de dos mil siete, lo siguiente: ‘(…) Es particularmente importante, a to-
dos los efectos, la regla incorporada en el penúltimo extremo del apartado dos
del examinado artículo doscientos setenta y uno del nuevo Código Procesal Pe-
nal: ‘Si el imputado se niega por cualquier motivo a estar presente en la audien-
cia será representado por su abogado defensor o el defensor de oficio, según sea
el caso’. No es pues, absoluta la necesidad de presencia del imputado en la au-
diencia de prisión preventiva; es sí necesaria, su debida citación en su domici-
lio real o procesal –si lo hubiere señalado–, o su conducción al juzgado cuando
esté efectivamente detenido [con ello se cumple el principio de contradicción,
se hace efectiva la garantía de tutela jurisdiccional –en cuanto acceso al proce-
so– y se afirma, a su vez, la garantía de defensa procesal]. Si el imputado se nie-
ga a asistir, sea porque huyó, porque no es habido –lo que denota imposibilidad
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dictadas por este poder del Estado, en tal sentido, debería ser una premisa general
e inicial que tales publicaciones deban realizarse a través de los medios de difu-
sión idóneos y legalmente autorizados y reconocidos para dicha finalidad, como
resultan ser las páginas electrónicas de las diversas Cortes Superiores de Justicia;
sin embargo, resulta ser un hecho evidente en nuestro país que en muchos casos
no existe la logística necesaria ni la cultura de la publicidad que tienda a la difu-
sión por tales medios informáticos de las sentencias dictadas, en consecuencia, si
tomamos en cuenta que en la actualidad se está llevando a cabo en nuestro país
el proceso de reforma en materia procesal penal de manera progresiva, no resulta
equivocado ni irrazonable disponer la difusión de las decisiones judiciales, a tra-
vés de otros mecanismos –como pueden ser otras direcciones electrónicas des-
tinadas obviamente a la difusión de noticias y temas de interés de índole jurídi-
ca–, en tanto se vayan estableciendo las condiciones técnico-operativas y logís-
ticas óptimas para alcanzar los fines publicísticos que enarbola el Código Proce-
sal Penal.
Quinto: Que en dicho orden de ideas, si bien los actos realizados por el Colegia-
do Superior en cuanto no realizó la diligencia de lectura de sentencia y dispuso
únicamente la notificación de su decisión en los domicilios procesales de las par-
tes, afectan lo dispuesto en los artículos cuatrocientos veinticinco, inciso dos, del
Código Procesal Penal, sin embargo, solo por esta vez este Supremo Tribunal
considera que resultaría inapropiado y poco práctico retrotraer el procedimiento
al momento en que se cometió el vicio, tanto más si en los casos de defectos re-
lativos, el artículo ciento cincuenta y dos del Código Procesal Penal, señala que
los vicios quedarán convalidados: ‘(…) Si no obstante su irregularidad, el acto
ha conseguido su fin respecto de los interesados o si el defecto no ha afectado los
derechos y las facultades de los intervinientes (…)’”.
La sentencia de la Casación N° 153-2010-Huaura (veintidós de noviem-
bre de dos mil once) señala que el órgano jurisdiccional de grado no puede va-
riar el sentido de la valoración de los medios probatorios que hizo el órgano
jurisdiccional de primera instancia, salvo que en la audiencia de apelación se
haya actuado nueva prueba; únicamente es posible efectuar un control de la
estructura racional del contenido de la prueba.
“Tercero: Es precisamente por permitirse actuar determinados medios de prueba
en la etapa recursal del proceso penal, es que estamos frente a un modelo de ape-
lación limitado modulado, este radica en la posibilidad de introducir nuevos me-
dios probatorios.
Al respecto, el inciso 5 del artículo 422 del NCPP establece la posibilidad de citar
a aquellos testigos que han declarado en primera instancia, siempre que la Sala,
por exigencias de inmediación y contradicción, considere indispensable su con-
currencia para sustentar el juicio de hecho de la sentencia, a menos que las par-
tes no hayan insistido en su presencia. Así también, la regla general es que en la
valoración de prueba personal la Sala de revisión no le puede otorgar diferente
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valor probatorio, salvo que el mismo haya sido cuestionado por un medio de
prueba actuado en segunda instancia.
Cuarto: La regla general referida en el considerando anterior se produce como
consecuencia de los principios de inmediación y oralidad, que priman en mate-
ria de actuación y ulterior valorabilidad y valoración de la prueba personal, por
lo que el Tribunal de segunda instancia no está autorizado a variar la conclusión
o valoración que de su contenido y atendibilidad [que] realice el órgano jurisdic-
cional de primera instancia, estos casos son identificados como las ‘zonas opa-
cas’. No obstante, existen ‘zonas abiertas’ que sí permiten el control de aspec-
tos relativos a la estructura racional del propio contenido de la prueba, ajenos en
sí mismos a la percepción sensorial del Juzgador de primera instancia, que pue-
den ser fiscalizados a través de las reglas de la lógica, la experiencia y los cono-
cimientos científicos.
Quinto: En el presente caso, se advierte que la Sala de Apelaciones no actuó
prueba, salvo la declaración del sentenciado, por lo que solo podía valorar las
actuaciones realizadas en primera instancia, en tanto existan ‘zonas abiertas’; es
decir, solo podía efectuar un control de la estructura racional del contenido de la
prueba; situación que no se observa en el presente caso; puesto que, se limita a
enumerar una serie de vicios de valoración; es decir, transgresión del derecho a la
prueba en cuanto no se habría admitido medios de prueba necesarios para el pro-
ceso y la falta de actuación de oficio de otros - tales como la citación de Médicos
que determinen de manera concreta el tratamiento médico y sus efectos de la en-
fermedad venérea de la cual sufría el sentenciado; siendo el caso que, dichos ar-
gumentos ameritan más que una absolución, la nulidad de la sentencia de segun-
da instancia.
Sexto: En consecuencia, la resolución cuestionada mediante el recurso de casa-
ción no está fundada en derecho, pues no existe en el presente caso las denomi-
nadas ‘zonas abiertas’ que permitan la valoración de los medios de prueba actua-
dos en la primera instancia, produciendo la obligación de anularla y ordenar al
Tribunal Superior emita una decisión conforme a lo expresado en esta Suprema
Instancia”.
La sentencia de la Casación N° 05-2007-Huaura (once de octubre de
dos mil siete) señala que, si bien el órgano jurisdiccional de segunda instan-
cia no está autorizado a modificar la valoración de la prueba personal realiza-
da por el de primera instancia, existen ‘zonas abiertas’ que son accesibles al
control de grado.
“Sétimo. Es exacto que con arreglo a los principios de inmediación y de orali-
dad, que priman en materia de la actuación y ulterior valorabilidad y valoración
de la prueba personal, el Tribunal de Alzada no está autorizado a variar la conclu-
sión o valoración que de su contenido y atendibilidad realice el órgano jurisdic-
cional de primera instancia. Ello, desde luego, reduce el criterio fiscalizador del
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“Sexto: Que, en el caso sub examine los Magistrados de la Sala Penal de Ape-
laciones (integrado por los doctores De Amat Peralta, Laura Espinoza y Carpio
Medina) en un primer momento –mediante resolución de fecha veintisiete de oc-
tubre de dos mil nueve–, declararon fundada la queja interpuesta por el repre-
sentante del Ministerio Público contra la resolución del juez de la Investigación
Preparatoria que declaró improcedente el recurso de apelación contra la resolu-
ción de sobreseimiento, y dispuso se conceda dicho recurso impugnatorio; lue-
go –mediante resolución de fecha seis de enero de dos mil diez–, declararon nula
la resolución del Juez de la Investigación Preparatoria de fecha veinticinco de
setiembre de dos mil nueve que declaró de oficio el sobreseimiento de la causa,
sustentado en que en la acusación fiscal existían proposiciones fácticas que sub-
sumían la conducta del encausado Elvis Elisban Gutiérrez Celis en el tipo penal
incriminado, como lo es, la existencia del perjuicio ocasionado, esto es, el haber
llenado la letra de cambio con una suma mayor a lo adeudado (de mil quinien-
tos a cinco mil ochocientos cincuenta dólares) que incluso ha sido puesta a co-
bro judicialmente, y el elemento subjetivo con el cual habría actuado el referido
encausado (dolo), disponiéndose que se realice la audiencia de control de acusa-
ción correspondiente; y finalmente –mediante sentencia de vista de fecha dieci-
séis de julio de dos mil diez–, revocaron la sentencia absolutoria de primera ins-
tancia, y reformándola, condenaron al encausado recurrente Elvis Elisban Gutié-
rrez Celis por el delito contra el Patrimonio - defraudación, en la modalidad de
abuso de firma en blanco, a dos años de pena privativa de libertad, suspendida
condicionalmente por el mismo término, bajo determinadas reglas de conducta,
con lo demás que contiene.
Sétimo: Que, siendo ello así, al ser los mismos Magistrados (doctores De Amat
Peralta, Laura Espinoza y Carpio Medina) los que revocaron la resolución del
Juez de la Investigación Preparatoria que declaró de oficio el sobreseimiento de
la causa, (lo que implicó la revisión del control de los elementos de la teoría del
delito en el presente caso, entre ellos la tipicidad, debido a que concluyeron que
los hechos denunciados se subsumían en el tipo penal imputado, conforme a los
artículos trescientos cuarenta y cuatro y trescientos cuarenta y cinco del Código
Procesal Penal), y los que luego en segunda instancia emitieron la decisión final
condenatoria (revocando una sentencia absolutoria, para lo cual también incidie-
ron en la tipicidad), en el presente caso no se cumplió con la imparcialidad ob-
jetiva que debe tener todo Juez o Tribunal para resolver un caso concreto, dado
que, antes de que emitieran su decisión final ya tenían una posición respecto a
los hechos investigados, lo cual resulta ser un hecho concreto que genera duda
de imparcialidad en perjuicio del encausado”.
La sentencia de la Casación N° 56-2010-La Libertad (veintiocho de fe-
brero de dos mil once) señala que no procede la nulidad de la sentencia de gra-
do que confirma la condena cuando el coacusado y la agraviada –no ofreci-
dos como testigos– no concurrieron al juicio de segunda instancia al ser inco-
rrectamente notificados.
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más aún cuando de dicha determinación dependía la fijación de los márgenes mí-
nimo y máximo de pena entre los que el Tribunal Juzgador debía fijar judicial-
mente la pena.
En tal virtud, es de estimar que la sentencia de segunda instancia ha incurrido en
flagrante vulneración de la garantía de motivación de las resoluciones judiciales,
prevista en el inciso cinco del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución”.
Y, que es nula la sentencia de grado que no absuelve de manera precisa,
clara y coherente el motivo impugnatorio.
“El encausado Rosado Chiri en su recurso de apelación de fojas ciento sesenta y
ocho, al impugnar la sentencia de primera instancia, protestó inocencia; y, en pu-
ridad, alegó error en la apreciación de los hechos, en tanto el Juzgado Penal Co-
legiado se desvinculó totalmente de lo precisado en la audiencia preliminar de
control de la acusación en la que se indicó que la imputación estaba referida di-
rectamente, en el caso de la menor de iniciales K.L.R.A., a los hechos ocurri-
dos el veintiséis de febrero de dos mil ocho y, en el caso de la menor de iniciales
M.G.R.A., a mediados del año dos mil seis y no desde que dichas menores tenían
ocho y nueve años de edad, respectivamente; que en consecuencia fue sentencia-
do por delito de violación sexual ‘continuado’.
Noveno: El Juzgado Penal Colegiado señaló las razones por las que concluyó
que se trataba de una pluralidad de acciones que tuvieron lugar en diferentes mo-
mentos –desde que las menores tenían ocho y nueve años de edad–, los mismos
que fueron cometidos por el mismo acusado y en agravio de las mismas meno-
res, por lo que se trataba de un delito continuado y en virtud de ello le aplicó la
ley penal más severa correspondiente al último acto delictivo. Los fundamentos
ocho punto dos ‘a’, ‘b’ y ‘c’ y doce de la sentencia apelada son amplios al respec-
to –fojas ciento cuarenta y cuatro–.
La sentencia de vista, ante dicho motivo de apelación puntualizado en el funda-
mento jurídico anterior, se ha limitado a sostener de manera genérica que: ‘no
se advierte que la sentencia recurrida haya incurrido en lo señalado por el ape-
lante, por cuanto los puntos de la decisión a los que se refiere la impugnación
se trata del resumen de los hechos imputados por el representante del Ministe-
rio Público, no se trata de las consideraciones del Colegiado, en que se susten-
ta la sentencia materia de impugnación, no existiendo en consecuencia ninguna
desvinculación’.
Es evidente que dicha argumentación no cumple con la garantía de motivación
constitucionalmente exigible al Superior Tribunal, ya que ante los términos de la
impugnación, debía responder de manera precisa, clara y coherente a ese moti-
vo impugnatorio; más aún cuando según se advierte del Dictamen Acusatorio y
de la transcripción de la Audiencia de control de la acusación, la imputación es-
taba referida directamente a los hechos ocurridos el veintiséis de febrero de dos
mil ocho y a mediados del año dos mil seis –fojas cuatro y dieciocho–.
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3. Casación
El Auto de Calificación de la Casación N° 51-2009-Moquegua (cuatro
de marzo de dos mil diez) se ha referido a la naturaleza y límites funcionales
del recurso de casación.
“Tercero: Que la casación no es propiamente un medio impugnatorio sino un re-
medio excepcional de tutela, de modo que no tiene por finalidad que se continúe
revisando una sentencia judicial firme, sino evaluar si está incursa en las causa-
les previstas en el artículo cuatrocientos veintinueve del Nuevo Código Procesal
Penal, por lo que no puede ser utilizada para replantear una controversia resuel-
ta por los órganos de instancia; que, en ese sentido, de los argumentos esgrimi-
dos por el recurrente que se describen en los puntos i), ii) y iii) del segundo fun-
damento jurídico de esta resolución se infiere que la verdadera significación del
agravio se traduce en su inconformidad con la eficacia y el valor probatorio otor-
gado a los medios de prueba, lo que es ajeno al recurso de casación, que no pue-
de provocar un nuevo examen crítico de los medios probatorios que sirvieron de
base a la sentencia, quedando excluido todo lo que se refiera a la valoración de
los elementos de prueba y a la determinación de los hechos, por lo que de nin-
gún modo puede efectuarse una revaloración de la prueba, ni juzgar los motivos
que formaron la convicción del Tribunal; por tanto, resulta inadmisible la casa-
ción cuando se discute la eficiencia probatoria de los elementos de convicción o
se presenta disentimiento con la valoración de la prueba efectuada”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 10-2009-La Libertad (veinti-
dós de mayo de dos mil nueve) señala que cuando es interpuesto en audiencia
el recurso de casación se tiene cinco días de plazo para su formalización, de-
clarándose su inadmisibilidad en caso de no formalizarlo.
“Cuarto: El nuevo Código Procesal Penal, prevé en el artículo cuatrocientos cin-
co, inciso segundo, que el plazo que tienen las partes para formalizar por escri-
to su recurso de casación, cuando este ha sido interpuesto oralmente en la Au-
diencia, es de cinco días. Quinto: Que de la revisión de autos se advierte lo si-
guiente: I) Que la Audiencia de expedición y Lectura de Sentencia en el proceso
que nos ocupa se realizó el dos de febrero de dos mil nueve, fecha en la que oral-
mente el encausado Víctor Manuel Luciano Serín interpuso recurso de casación
–véase fojas ciento ochenta y cinco–; II) que el escrito de formalización del cita-
do recurso fue presentado el dieciséis de febrero de dos mil nueve, esto es, al dé-
cimo día contado a partir del siguiente a la expedición de la sentencia; por lo que
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su recepción se ha realizado fuera del plazo de cinco días que prevé la Ley, devi-
niendo en extemporáneo y por lo tanto inadmisible”.
El Auto de Calificación del Recurso de Queja N° 85-2010-La Libertad
(veintiséis de noviembre de dos mil diez) señala que el análisis de admisibili-
dad de la casación por las salas superiores se halla limitado solo a realizar ve-
rificaciones formales.
“Segundo. Que el Tribunal Superior está facultado para realizar el juicio del ad-
misibilidad del recurso de casación de conformidad con el inciso dos del artículo
cuatrocientos treinta del Código Procesal Penal, y examinar, entre otros presu-
puestos, si la resolución recurrida es pasible de ser cuestionada a través de ese re-
curso, si la parte que recurre se encuentra autorizada para hacerlo, si tiene interés
jurídico en la impugnación, y si concurren los presupuestos formales de modo,
lugar, tiempo y motivación que debe cumplir el acto de interposición del recur-
so. En tal sentido, su actuación en el trámite de admisibilidad se restringe solo a
las verificaciones formales para la procedencia del recurso”.
El Auto de Calificación del Recurso de Queja N° 133-2010-La Liber-
tad (siete de febrero de dos mil once) señala que no se puede subsanar en la
queja los errores en que se ha incurrido al formular el recurso de casación.
“La recurrente debió indicar taxativamente en su recurso de casación la referen-
cia de su recurso respecto del inciso cuatro del artículo 427 del Código Procesal
Penal, pretendiendo subsanar esta omisión al señalarlo en su recurso de queja, lo
cual no es admisible”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 40-2009-La Libertad (cuatro
de setiembre de dos mi nueve) señala que el que se haya declarado fundada
una queja por denegatoria de casación no implica que necesariamente se ten-
ga que admitir el recurso.
“Cuarto: Que aunque se haya declarado fundado el recurso de queja por dene-
gatoria de casación –véase el cuaderno de queja a fojas treinta–, ello no implica
que esta Suprema Sala declare la fundabilidad del recurso de casación, pues solo
tiene como efecto procesal ordenar al juez de la causa envíe el expediente para
un pronunciamiento positivo o negativo sobre la concesión del precitado recur-
so, según lo prescribe el inciso sexto del artículo cuatrocientos treinta del Códi-
go Procesal Penal”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 41-2010-La Libertad (cator-
ce de octubre de dos mil diez) señala, como muchos otros autos, que la casa-
ción no busca una nueva valoración de los medios probatorios.
“Sexto: Que en el caso concreto, lo alegado por el recurrente constituye una so-
licitud de valoración de prueba –se discute su valor y el criterio de apreciación
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“Tercero: Que, al respecto es del caso anotar, que el artículo cuatrocientos veinti-
siete, apartado uno del nuevo Código Procesal Penal establece que procede el re-
curso de casación contra los autos que pongan fin al procedimiento, requisito que
no aparece cumplido si se tiene en cuenta que el pronunciamiento se trata sobre
una articulación de nulidad de actuados”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 72-2009-La Libertad (cinco
de febrero de dos mil diez) señala que es inadmisible el recurso de casación
contra la resolución de segunda instancia que revoca el auto de sobreseimiento y
ordena la prosecución del proceso.
“Segundo: Que la admisibilidad del recurso de casación se rige por lo normado
en el artículo cuatrocientos veintiocho y sus normas concordantes del citado Có-
digo Procesal Penal; que un presupuesto objetivo del recurso es que se refiera a
resoluciones impugnables en casación, a cuyo efecto es de precisar que es mate-
ria de recurso un auto expedido en apelación por la Sala Penal Superior que re-
voca el sobreseimiento de la causa dictado en primera instancia y ordena que el
juez competente prosiga con el trámite correspondiente [no se trata de una reso-
lución que pone fin al procedimiento penal]”.
El Auto de Calificación del Recurso de Queja N° 89-2010-La Libertad
(treinta de noviembre de dos mil diez) señala que es improcedente la casación
contra la sentencia de vista que declaró nula la de primera instancia.
“Primero: Que la defensa del encausado Gonzáles Sare O Gonzáles Rodríguez
en su recurso de queja de derecho de fojas dos alega que se vulneró la garan-
tía del debido proceso y la motivación de las resoluciones judiciales porque la
sentencia de vista se encuentra dentro de los alcances del literal b), inciso dos,
del artículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal de dos mil cua-
tro para la procedencia del recurso de casación; que el Fiscal Provincial efec-
tuó solo un relato táctico, es por ello que culminada la investigación preparato-
ria formuló un requerimiento mixto –acusó por el delito de secuestro y sobrese-
yó por el delito de violación sexual en grado de tentativa–, sustentados ambos en
el mismo hecho. Segundo: Que un presupuesto procesal de carácter objetivo de
todo recurso impugnatorio, que condiciona su admisibilidad, está referido al ob-
jeto impugnable; que, al respecto, el artículo cuatrocientos veintisiete, (aparta-
do uno, del Código Procesal Penal de dos mil cuatro, prescribe que el recurso de
casación procede contra las sentencias definitivas, los autos de sobreseimiento,
y los autos que pongan fin al procedimiento, extingan la acción penal o la pena
o denieguen la extinción, conmutación reserva o suspensión de la pena, expedi-
dos en apelación por las Salas Penales Superiores; que, en el caso sub examine,
la sentencia de vista que se impugnó en casación no está incursa –en los supues-
tos que la autorizan, corresponde a una resolución que no pone fin a la instancia
–conforme a lo normado en el artículo cuatrocientos veintisiete del nuevo Código
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de Riego Santa Rosa–; que, sin embargo, tal resolución de vista no cumple el pre-
supuesto objetivo del recurso en tanto no es una resolución impugnable en casa-
ción conforme a lo prevenido por el apartado uno del artículo cuatrocientos vein-
tisiete del nuevo Código Procesal Penal”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 20-2010-Huaura (quince de
junio de dos mil diez) señala que es inadmisible el recurso de casación con-
tra la resolución de segunda instancia que declara infundado el pedido de li-
beración condicional.
“Cuarto.- Que, en consecuencia, la resolución que declaró infundado el pedido
de liberación condicional es ajena a esos supuestos señalados –númerus clausus–
en la norma procesal como objeto impugnable, por no revestir el carácter de de-
cisión definitiva y tampoco comprende el otro aspecto de esta vía de impugna-
ción –el referente a los autos que ponen fin, deniegan la extinción, conmutación,
reserva o suspensión de la pena–, en cuanto se trata de un solicitud de beneficio
penitenciario. Por tanto, en principio, escapa a la competencia casacional de este
Tribunal Supremo”.
La Sentencia de la Casación N° 49-2009-Tacna (veintitrés de abril de
dos mil diez) señala la improcedencia de la casación cuando el impugnante no
ha manifestado el agravio al formular su apelación.
“En cuanto a la supuesta vulneración del principio de legitimidad de prueba
alegado por el encausado, en razón a que el disco compacto ofrecido como me-
dio probatorio de cargo habría sido obtenido en forma irregular con vulneración
de su derecho a la intimidad; se observa que el encausado al interponer su recur-
so de apelación a fojas ciento sesenta y ocho no manifestó agravio relacionado
con el valor probatoria de dicho disco compacto; que, en consecuencia, en apli-
cación del artículo cuatrocientos veintiocho del nuevo Código Procesal Penal,
dicho cuestionamiento debe rechazarse”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 68-2009-Huaura (cuatro de
febrero de dos mil diez) señala que es inadmisible la casación cuando no se ha
precisado ni fundamentado separadamente cada causal.
“Tercero: Que, por otro lado, si bien el imputado, en principio, ha citado como
motivos del recurso los incisos uno y cuatro del artículo cuatrocientos veinti-
nueve del Código Procesal Penal –esto es, por inobservancia de garantías cons-
titucionales: vulneración de los principios de presunción de inocencia e in du-
bio pro reo, y por manifiesta ilogicidad de la motivación–, se tiene que no los ha
precisado ni fundamentado separadamente como exige el apartado uno del ar-
tículo cuatrocientos treinta de la Ley Procesal Penal cuando taxativamente esti-
pula que: ‘el recurso de casación, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo cua-
trocientos cinco, debe indicar separadamente cada causal invocada. Asimismo,
citará concretamente los preceptos legales que considere erróneamente aplicados
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prueba y rebasa los límites de racionalidad–. Por tanto, el reproche que se formu-
la no tiene entidad casacional”.
Y, que no se puede controlar en casación el mayor o menor rigor o la in-
correcta valoración de las circunstancias previstas en el artículo cuarenta y
seis del Código Penal para la medición de la pena, salvo que se haya aplicado
la pena fuera de los límites establecidos por la Ley, por motivos no admitidos
por la norma sustantiva o se haya aplicado sin fundamento legal.
“Sétimo: Que en cuanto al cuestionamiento de la pena, es de enfatizar que la de-
terminación de la misma corresponde a una facultad discrecional, aunque jurídi-
camente configurada, del Tribunal de mérito, pues debe realizar una valoración
individualizada de un caso concreto probado, apreciar las circunstancias de he-
cho e imponer la sanción dentro de los márgenes señalados en la norma penal
para el caso enjuiciado. En este contexto, en principio no se puede controlar en
casación su mayor o menor rigor o la incorrecta valoración de las circunstancias
previstas en el artículo cuarenta y seis del Código Penal –individualización de
la pena– porque todo lo relativo a su medida depende exclusivamente de una se-
rie de elementos y apreciaciones de hecho, como son entre otros, la edad, educa-
ción, móviles o fines, medios empleados, confesión sincera, antecedentes, situa-
ción económica, medio social del imputado, que solo puede ser evaluado por el
Tribunal de mérito en el debate, salvo que se haya aplicado fuera de los límites
establecidos por la Ley, por motivos no admitidos por la norma sustantiva o se
haya aplicado sin fundamento legal”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 11-2007-Huaura (cinco de
noviembre de dos mil siete) señala que los errores jurídicos en la aplicación
de las reglas de medición judicial de la pena, deben denunciarse vía casación
por errónea interpretación o falta de aplicación de la ley.
“Quinto: Que, sin embargo, los errores jurídicos derivados de la aplicación
de las reglas de medición de la pena, por su propio alcance y naturaleza, en
tanto en cuanto no se cuestione la constitucionalidad de las normas en que
se sustente: las del propio tipo legal o las que establecen las circunstancias o
factores de individualización o determinación de la pena, y en la medida en
que el Código Penal disciplina razonablemente y desde el principio de pro-
porcionalidad las pautas necesarias para fijar la sanción punitiva, no pueden
denunciarse al amparo de la casación por vulneración de precepto constitu-
cional sino de la casación por errónea interpretación o falta de aplicación de
la Ley penal: apartado tres del artículo cuatrocientos veintinueve del nuevo
Código Procesal Penal”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 02-2007-Huaura (cinco de
julio del dos mil cinco) señala la inadmisibilidad de la casación cuando el
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otorgadas por las instancias inferiores a los argumentos de defensa del recurren-
te se encuentran arregladas a derecho”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 01-2007-Huaura (diecisiete
de mayo de dos mil siete) señala que el motivo casacional de ilogicidad de la
motivación solo procede respecto de la valoración de la prueba.
“Quinto: Que, de otro lado, se ha alegado como segundo motivo de casación la
manifiesta ilogicidad de la motivación del auto recurrido resaltando la incorrec-
ción del razonamiento del órgano jurisdiccional en orden a las exigencias jurídi-
cas para dictar el mandamiento de prisión preventiva; empero, ese motivo casa-
cional solo procede respecto de la valoración de la prueba, es un control externo
de la exigencia de motivación racional de la prueba, por lo que no cabe extenderla al
examen de las normas jurídico-procesales, a cuyo efecto el cauce idóneo, ya he-
cho valer incluso, es el de ‘indebida aplicación, errónea interpretación o una fal-
ta de aplicación’ de la norma procesal”[12].
El Auto de Calificación de la Casación N° 07-2009-Huaura (veinticua-
tro de abril de dos mil nueve) señala que los errores de ausencia y de ilogici-
dad de la motivación resultan excluyentes.
“Las causales referidas a la falta o manifiesta ilogicidad de la motivación de la
sentencia condenatoria, resultan implicantes y excluyentes entre sí, pues la pri-
mera se refiere a la negación de su motivación y la segunda hace alusión a una
incongruente fundamentación para sostener la condena cuya existencia se consi-
dera omitida”.
La Sentencia de la Casación N° 19-2010-La Libertad (tres de noviem-
bre de dos mil diez) ha precisado el contenido de la causal de casación “ilogi-
cidad de la motivación”.
“Cuarto: Que el apartado cuarto del artículo cuatrocientos veintinueve del nuevo
Código Procesal Penal precisa como motivo autónomo de casación, ‘si la senten-
cia o auto ha sido expedido con falta o manifiesta ilogicidad de la motivación’.
Este motivo puede resumirse en la ausencia notoria de motivación, en la motiva-
ción incompleta –que no responde a todos los agravios relevantes para una deci-
sión razonada del caso–, y en la motivación incongruente, oscura o que vulnera
las reglas de la lógica, la ciencia o la experiencia.
La ilogicidad de la motivación, conforme a su fuente italiana, está residenciada
en vicios ilógicos en la fundamentación del fallo, que lo hacen irrazonable”.
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1. Proceso inmediato
El Acuerdo Plenario N° 6-2010/CJ-116 (dieciséis de noviembre de dos
mil once) define y justifica el proceso inmediato, y señala que cuando exista
vacío normativo se aplicará supletoriamente las normas del proceso común.
“7º. El proceso inmediato es un proceso penal especial y además una forma de
simplificación procesal que se fundamenta en la facultad del Estado de organi-
zar la respuesta del sistema penal con criterios de racionalidad y eficiencia, so-
bre todo en aquellos casos en los que, por sus propias características, son innece-
sarios mayores actos de investigación. Su regulación, en sus aspectos esenciales,
se encuentra desarrollada en el Libro V, Sección I, artículos 446/448 del NCPP
correspondiente a los procesos especiales.
Por tanto, siguiendo la línea fijada en el Acuerdo Plenario Nº 05-2009/CJ-116, la
regla hermenéutica que es del caso utilizar será aquella que establece la aplica-
ción supletoria del proceso común u ordinario siempre que exista un vacío nor-
mativo, en tanto en cuanto la norma objeto de integración jurídica no vulnere los
principios que sustentan el proceso inmediato o las disposiciones y su estructura
procesal [Acuerdo Plenario 05-2009/CJ-116 de la Corte Suprema de la Repúbli-
ca, del 13 de noviembre de 2009, Fundamento Jurídico 6]”.
Señala que es al juez de juzgamiento al que le corresponde realizar el con-
trol de la acusación, de la admisión de los medios probatorios y de la consti-
tución de los sujetos procesales no necesarios.
“En el caso que el juez admita el requerimiento emitirá un auto que dispone la
procedencia de este proceso especial, luego de lo cual el fiscal formulará acusa-
ción y lo remitirá al juez competente para que dicte acumulativamente el auto de
enjuiciamiento y de citación a juicio. Al ser el proceso inmediato distinto al pro-
ceso común y no haber etapa intermedia, será el Juez de Juicio Oral quien contro-
le la acusación y evaluará la admisión de los medios probatorios que podrán pre-
sentar los demás sujetos procesales, de constitución en parte procesal, así como
otros requerimientos”.
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inicio del juicio oral, en virtud del artículo 373 del NCPP, lo que se condiciona única-
mente a determinados supuestos, tales como: i. Que la prueba sea nueva y que haya
sido conocida con posterioridad a la audiencia de control. ii. Que la prueba no haya
sido admitida a nivel de la audiencia de control en la etapa intermedia.
21º. De ello se tiene que en el proceso inmediato resulta válida la realiza-
ción de este acto al inicio del juicio oral bajo la conducción del mismo juez de
juzgamiento, quien ha de realizar un control de los medios de prueba ofrecidos
para el Juicio Oral como por las demás partes que debe cumplir los principios de
legalidad, pertinencia, utilidad y conducencia. Así, la actuación probatoria, eje
central del juicio oral, será desarrollada respetando los principios de igualdad, le-
galidad y contradicción, que integran las garantías del debido proceso y defensa
procesal.
22º. Estas consideraciones no afectan el principio de imparcialidad, que garan-
tiza que el juez sea un tercero entre las partes, toda vez que la regla en base a la
cual el ofrecimiento y admisión probatoria debe realizarse en la etapa interme-
dia no puede ser entendida como absoluta y menos aún en el contexto de un pro-
ceso especial que, como se tiene expuesto, se rige por pautas propias. Por lo de-
más, queda garantizado el respectivo contradictorio a que se someterán las prue-
bas ofrecidas al poder ser actuadas en el juicio oral.
23º. Función que se realiza, siguiendo la misma lógica empleada para la aporta-
ción de los medios probatorios, al no existir investigación preparatoria, ni la
etapa intermedia, los sujetos procesales tendrán, al inicio del juicio oral, opor-
tunidad para solicitar su constitución en el proceso, y tanto en el rol previsto en
el parágrafo 21 como en el presente, la mayor garantía de imparcialidad se com-
probará con la resolución debidamente motivada que expedirá el juez penal al
respecto”.
2. Proceso de seguridad
La Sentencia de la Casación N° 16-2009-Huaura (doce de marzo de dos
mil diez) señala que la nulidad del juicio no afecta la resolución –no relacio-
nada con el defecto que generó la nulidad– dictada en su ínterin que ordenó la
transformación del proceso de uno de seguridad a uno común.
“La particularidad del presente caso es que, precisamente, como lo manda el ar-
tículo 458.1 del NCPP, luego de la instalación del juicio oral de un proceso de se-
guridad se dictó un auto, ya firme, que transformó el proceso y lo derivó al pro-
ceso común, a partir del cual se reordenó la audiencia y se siguió íntegramente
bajo sus reglas. Así las cosas, ¿la anulación del juicio por defecto estructural de
la sentencia comprende esa resolución firme? La respuesta es negativa, en tanto
en cuanto lo que se cuestionó no es esa premisa sino el resultado del juicio oral
por proceso común: la sentencia. La nulidad no puede alcanzar a esa decisión
pues el vicio declarado no la afecta”.
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4. Terminación anticipada
El Acuerdo Plenario N° 5-2008/CJ-116 (trece de noviembre de dos mil
ocho) señala que es de aplicación supletoria las normas del proceso común en
caso de vacios en la regulación de la terminación anticipada.
“6°. La terminación anticipada es un proceso penal especial y, además, una for-
ma de simplificación procesal, que se sustenta en el principio del consenso. Es,
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Señala que el control que hace el juez del acuerdo presentado por las par-
tes no puede dar lugar a la absolución imputado.
“12°. El análisis que corresponde al juez Penal para homologar el acuerdo que
le presentan las partes procesales concernidas es ciertamente distinto a la valora-
ción y examen jurídico penal que hace el juez en el proceso común luego del jui-
cio oral.
En este último el Juez aprecia y valora los actos de prueba y puede aplicar crite-
rios como el in dubio pro reo para absolver al imputado, lo que en cierta medida
no es posible en el proceso de terminación anticipada, en atención a los mecanis-
mos reconocimos para su conformación sobre la base del consenso procesal.
Es claro, atento a lo expuesto, que el juez debe desaprobar el acuerdo si advier-
te la inexistencia de los hechos, la atipicidad de la conducta atribuida u otra si-
tuación similar. Lo correcto en estos casos es que, rechazado el acuerdo, los car-
gos se diluciden en el proceso común. Es un contrasentido, en atención al ámbi-
to del control jurisdiccional del acuerdo, que se busque una absolución o una de-
cisión que resuelva un objeto distinto al juicio sobre la validez y eficacia jurídi-
ca del acuerdo objeto de control jurisdiccional”.
Señala que la confesión a que se refiere el artículo 471 del CPP de 2004
es la confesión sincera de su artículo 161.
“14°. El artículo 471 del NCPP estipula una reducción adicional acumulable de
la pena de una sexta parte. Cabe puntualizar que la última frase del citado dis-
positivo legal precisa que el beneficio en cuestión es adicional y se acumula-
rá al que reciba por confesión. esta última es una circunstancia modificativa de
la responsabilidad de carácter genérica y excepcional, en tanto permite dismi-
nuir la pena hasta en una tercera parte por debajo del mínimo legal (artículo 161
de NCPP), que lo que hace es redefinir el marco penal correspondiente, de ahí
que es lógica la disposición procesal que la diferencia del beneficio por el aco-
gimiento a la terminación anticipada y, por tanto, no encuentra obstáculo a su
acumulación”.
Señala que la reducción de un sexto de la sanción que otorga la termina-
ción anticipada se realiza partiendo de la pena final.
“La aplicación del beneficio de una reducción de una sexta parte se refiere a la
pena concreta o final. Sobre esta, una vez definida, es que ha de operar la reduc-
ción en una sexta parte –es una pauta de disminución fija y automática, es decir,
tasada–. El acuerdo podrá consignarla, pero en todo caso siempre diferenciándo-
la de la pena concreta y final, del resultado final como consecuencia del benefi-
cio aludido, a efecto de que el juez pueda definir con seguridad y acierto la reali-
dad del beneficio premial y su exacta dimensión”.
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aceptación obligaría a fijar otra audiencia, con serio desmedro del principio de
aceleramiento procesal.
Desde la perspectiva de los demás sujetos procesales también se producen in-
convenientes. Al no ser obligatoria la presencia de ellos no se podrían oponer a
la realización de esta audiencia, pues como señala el artículo 468.3 del NCPP el
requerimiento fiscal o la solicitud del imputado será puesta en conocimiento de
todas las partes por el plazo de cinco días, quienes se pronunciarán acerca de la
procedencia del proceso de terminación anticipada y, en su caso, formular sus
pretensiones. Empero, al aplicar la terminación anticipada en la etapa intermedia
tal trámite, indispensable, no será posible.
21°. De lo expuesto en los párrafos anteriores se colige que la incorporación pre-
toriana de la terminación anticipada en la etapa intermedia afecta gravemente el
principio estructural de contradicción procesal, reconocido en el artículo I.1 del
Título Preliminar del NCPP, comprendido a su vez en la garantía de defensa pro-
cesal reconocida en el artículo 139.14 de la Constitución, desarrollada en el ar-
tículo IX del Título Preliminar del NCPP. El indicado principio y la garantía pro-
cesal aludida integran el Programa procesal penal de la Constitución, que po-
drían afectarse seriamente si se permite tan insólito proceder, ausente de base le-
gislativa y sustento jurídico procesal”.
La Sentencia de la Casación N° 37-2008-La Libertad (diez de marzo
de dos mil diez) señala que es legítima la incorporación del tercero civilmen-
te responsable, como obligado con la sentencia de terminación anticipada en
la sentencia de grado, cuando por error el juez de primera instancia omitió
consignarlo.
“Sexto: En lo atinente al Tercero Civilmente Responsable es correcta la actua-
ción del Superior Colegiado, pues al advertir la existencia de un tercero civil res-
ponsable, de acuerdo a la concordancia de lo dispuesto en los artículos noventa
y tres y noventa y cinco del Código Penal –norma última que señala que la repa-
ración será solidaria entre los responsables del hecho punible y los terceros ci-
vilmente responsables– incorporó a la Empresa Agregados Servicios y Proyec-
tos Sociedad de Responsabilidad Limitada - ASERPO S.R.L. para que conjunta-
mente con el procesado Tello Pretell cumpla con el pago de la pretensión econó-
mica fijada por concepto de reparación civil, no solo porque por error involunta-
rio el Juez de la Investigación Preparatoria omitió pronunciarse al respecto, sino
también porque constituyó uno de los argumentos invocados por la agraviada en
su escrito de fojas setenta y ocho: “el imputado no solo era socio y gerente de la
citada empresa, sino también poseía gran parte de dichas acciones”. No existió
indefensión material al incorporarlo como tal, y la necesidad de su concurrencia
como obligado civil surge del artículo noventa y cinco del Código Penal, por tan-
to, teniendo en cuenta los lineamientos de la norma sustantiva antes acotada –ar-
tículo noventa y tres del referido cuerpo legal– y de acuerdo a los fundamentos
jurídicos precedentes, debe disminuirse prudencialmente”.
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“Quinto: De otro lado, el artículo veintinueve del Código Procesal Penal prevé
en su inciso cuarto que es competencia de los juzgados de la investigación pre-
paratoria, conducir la etapa intermedia y la ejecución de la sentencia. Al respec-
to cabe precisar, que el artículo cuatrocientos ochenta y ocho del Código aludi-
do establece que, corresponde al Ministerio Público el control de la ejecución de
las sanciones penales en general, instando las medidas de supervisión y control
que correspondan, y formulando al juez de la Investigación Preparatoria los re-
querimientos que fueren necesarios para la correcta aplicación de la ley. Así tam-
bién, el inciso segundo del artículo cuatrocientos ochenta y nueve del Código ad-
jetivo, señala que el Juez de la Investigación Preparatoria está facultado para re-
solver todos los incidentes que se susciten durante la ejecución de las sanciones,
hará las comunicaciones dispuestas por la Ley y practicará las diligencias nece-
sarias para su debido cumplimiento.
Sexto: De lo expuesto precedentemente, tenemos que el Juez de la Investigación
Preparatoria es competente para ejecutar las sentencias; y, el Ministerio Públi-
co es competente para controlar la ejecución de las sanciones impuestas en una
sentencia; siendo así, podemos inferir que según el Diccionario de la Lengua Es-
pañola el verbo controlar significa examinar y observar con atención para hacer
una comprobación; y, ejecutar significa realizar una cosa o dar cumplimiento a
un proyecto, encargo u orden; en consecuencia ambas palabras tienen un signifi-
cado distinto.
Sétimo: Del motivo casacional: Falta de aplicación de la ley penal y procesal pe-
nal: Cabe señalar, que, el Colegiado Superior al confirmar la sentencia de fecha
veintiuno de julio de dos mil diez, argumentó que tras la vigencia del Código
Procesal Penal de dos mil cuatro, se ha derogado tácitamente el artículo cincuen-
ta y ocho del Código Penal; lo cual carece de veracidad, pues se encuentra vigen-
te; toda vez que en el se describen cada una de las reglas que puede imponer el
juez en una condena condicional; asimismo, no consideró lo establecido en el ar-
tículo veintinueve del Código Procesal Penal, que contempla al Juez de la Inves-
tigación Preparatoria como competente para ejecutar las sentencias; artículos que
son aplicables al caso, en concordancia con los artículos cuatrocientos ochenta y
ocho, y cuatrocientos ochenta y nueve del Código adjetivo; siendo así, se advier-
te que el a quem inaplicó el artículo cincuenta y ocho del Código Penal y veinti-
nueve del Código Procesal Penal; aunado a ello, realizó una errónea interpreta-
ción de lo previsto en el artículo cuatrocientos ochenta y ocho del precitado Có-
digo; al considerar como función del Ministerio Público dar cumplimiento de las
reglas de conducta impuestas al sentenciado; cuando dicha función le correspon-
de únicamente, al Juez de Investigación Preparatoria, conforme a las normas an-
tes citadas; más aún, cuando el propio artículo cincuenta y ocho del Código Pe-
nal en su numeral tercero, señala que la comparecencia del sentenciado para in-
formar y justificar sus actividades se realiza ante el juzgado –que en vigencia del
Código Procesal Penal de dos mil cuatro correspondería al Juzgado de Investiga-
ción Preparatoria–.
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del inmueble usurpado a favor del agraviado. En tal sentido, el juez de ejecución
debe ejecutar la sentencia de vista sin el extremo que dispone la desocupación y
restitución del bien inmueble al agraviado, es decir, en los términos que fue con-
firmado por la sentencia de vista; por consiguiente, este mismo extremo consig-
nado en la sentencia del juez sentenciador de fojas diecisiete, del trece de no-
viembre de dos mil ocho, debe declararse nula”.
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CAPÍTULO SEGUNDO
Selección y gestión fiscal de
casos en el CPP de 2004
Selección y gestión fiscal de
casos en el CPP de 2004
CASO N° 01
Un día de turno, se ha presentado la ciudadana Carla solicitando que se le reci-
ba verbalmente una denuncia; el fiscal encargado ha escuchado pacientemente su
narración, luego de lo cual ha puesto por escrito los hechos y la demás informa-
ción requerida por el formato correspondiente.
Los hechos denunciados consisten en: “hace dos meses le entregué en préstamo
dos mil nuevos soles a mi colega de trabajo Juan, quien se comprometió a devol-
verme la misma cantidad hace una semana, pero a pesar de mis requerimientos,
al inicio verbales y luego por medio de carta notarial, hasta la fecha no ha cum-
plido, no dándome ninguna explicación al respecto, incluso ha manifestado su
molestia frente a mi insistencia en que me entregue el dinero”.
CASO N° 02
Un día de turno, se ha presentado la ciudadana Carla solicitando que se le reci-
ba verbalmente una denuncia; el fiscal encargado ha escuchado pacientemente su
narración, luego de lo cual ha puesto por escrito los hechos y la demás informa-
ción requerida por el formato correspondiente.
Los hechos denunciados consisten en: “hace cinco meses le entregué en alquiler
tres computadoras a mi colega de trabajo Juan, firmando el contrato correspon-
diente y acordando que me las devolvería luego de tres meses y que me habría
de cancelar la suma de mil nuevos soles al finalizar cada mes; sin embargo, solo
cumplió con dicho pago los dos primeros meses, luego de lo cual no ha hecho
pago alguno y, además, pese a mi insistencia no cumple con devolver las compu-
tadoras a pesar de habérselo requerido de modo reiterado”.
CASO N° 03
La ciudadana María se ha presentado a la Fiscalía señalando haber sido víctima
de una estafa; narrando que la han llamado por teléfono, haciéndose pasar por su
hijo que se encontraba en la ciudad de Iquitos, para decirle que había atropellado
a un niño; tratándose de una voz sollozante; pidiéndole ella que se calme, que no
parecía su voz y que si no se calmaba no le iba a entender; tomó en seguida el te-
léfono una persona que se hizo pasar por un Comandante de la Policía Nacional
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
del Perú, quien le refirió que su hijo había atropellado a un menor que en esos
momentos se debatía entre la vida y la muerte y que se necesitaba 3,000 nuevos
soles para no poner en conocimiento de la fiscalía el hecho, para que su hijo no
sea detenido.
Desesperada María llamó insistentemente al celular de su hijo, pero solo obtuvo
por respuesta el mensaje de la contestadora.
Convencida por la llamada la denunciante depositó en el Banco que se le indi-
có la suma requerida. Pero, no quedó ahí el asunto sino que con posterioridad le
llamaron para decirle que el menor había muerto y que ahora era necesario un
pago de 6,000 nuevos soles más, porque el Fiscal de Maynas se había enterado y
era necesario darle su parte. Por fortuna, antes del segundo depósito fue contac-
tada por su hijo quien se encontraba en tránsito de Iquitos a Trujillo, que le acla-
ró que no había realizado ninguna llamada y tampoco había atropellado a perso-
na alguna.
I. Introducción
Tal vez porque la persecución penal tiene en nuestro país naturaleza pú-
blica, oficial y obligatoria –es una excepción el caso de los delitos de ejerci-
cio privado de la acción penal–, la cultura tradicional del sistema procesal in-
quisitivo –que tenía su texto normativo básico en el C de PP de 1940– gene-
ró un contexto adecuado para que se tenga como una práctica permitida el que
las notitias criminis que llegaban a conocimiento del representante del Minis-
terio Público tengan que dar lugar, por lo menos, a una investigación prelimi-
nar; sin que antes de ordenar la misma se realice un análisis riguroso respec-
to de las reales implicancias jurídico-penales y procesales de los hechos ma-
teria de denuncia.
Esta forma de hacer las cosas habría hecho que en los tres casos con que
se inicia el presente trabajo la respuesta del Ministerio Público hubiese sido
ordenar diligencias preliminares de investigación, emitiéndose la disposición
correspondiente y ordenándose, con dicha finalidad, una serie de actividades
que, por muy sencillas que pudieran resultar en los dos primeros casos –no así
en el tercero–, habrían de requerir de la atención, tiempo y trabajo de los fun-
cionarios encargados de la realización personal de las indagaciones prelimi-
nares –policías o fiscales– además de consumir los recursos necesarios para
operativizarlas –p. ej. el uso de personal para emitir y efectuar las citaciones
a declarar–.
Lo cierto es que el primer caso, analizado desde las exigencias de la tipi-
cidad penal, no resulta uno que tenga naturaleza penal.
198
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
El primer párrafo del artículo 190 del Código Penal sanciona como deli-
to el apropiarse, en provecho propio o de tercero, indebidamente de un bien
mueble, una suma de dinero o un valor que ha recibido en depósito, comi-
sión, administración u otro título semejante que produzca obligación de en-
tregar, devolver, o hacer un uso determinado; y si bien la suma de dinero está
contemplada en dicha descripción normativa entre los objetos sobre los que
puede recaer la acción típica de apropiación, cuando alguien entrega en mu-
tuo una suma de dinero no lo hace para que le sea devuelto el mismo bien
–los mismos billetes o monedas– que entregó, sino para que el beneficiario
disponga del mismo como propietario –dicho en términos sencillos, para que
el beneficiario del mutuo gaste el dinero– con la sola obligación de devolver
una suma igual, la misma cantidad de dinero[14].
De esta manera, si bien en este primer caso nos hallamos ante un hecho
claramente ilícito, dicha ilicitud es exclusivamente de naturaleza civil, mas no
penal –por falta de tipicidad–.
Las cosas así, no constituye ningún acierto ordenar diligencias prelimi-
nares para esclarecer este tipo de hechos; pues, por más que queden absoluta-
mente esclarecidos, llegándose a la certeza de que son ciertos; ello carece del
menor significado para el sistema de justicia penal, pues al ser atípicos –al no
tener relevancia penal– no pueden ser materia de persecución.
Dicho proceder ni siquiera puede calificarse de un desacierto inocuo, sino
que le produce un grave daño al sistema de justicia penal y a la capacidad ope-
rativa del Ministerio Público.
El sistema de justicia queda desacreditado ante la sociedad, pierde credi-
bilidad, cuando a consecuencia de no haberse realizado una adecuada califi-
cación jurídica de los hechos se ingresan casos en que un tiempo después son
archivados por el Fiscal –disponiendo improcedente formalizar y continuar la
investigación preparatoria– o, en su momento, por el juez –declarándose fun-
dada una excepción de improcedencia de acción, sobreseyéndose o absolvién-
dose el caso–.
Es honesto reconocer que para los ciudadanos resulta difícil entender
–generándose incluso sospechas respecto de la pulcritud del proceder de los
operadores del Derecho– cómo es que un caso que se halla suficientemente
[14] De acuerdo al artículo 1648 del Código Civil: “Por el mutuo, el mutuante se obliga a entregar al mutua-
tario una determinada cantidad de dinero o de bienes consumibles, a cambio de que se le devuelvan
otros de la misma especie, calidad o cantidad” (resaltado nuestro).
199
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
1. El hecho no es típico
La Constitución de 1993 prescribe en el literal d del numeral 24 de su ar-
tículo 2 como derecho fundamental que:
[15] DUCE, Mauricio y RIEGO, Cristian. Introducción al nuevo sistema procesal penal. Santiago, Univer-
sidad Diego Portales, 2002, pp. 125-126.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
“Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de come-
terse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca,
como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”.
Por su parte, en el numeral 1 del artículo 329 del CPP de 2004 –para no
citar las normas del Código Penal que también receptan el principio de lega-
lidad– se establece que:
“El Fiscal inicia los actos de investigación cuando tenga conocimiento de la sos-
pecha de la comisión de un hecho que reviste los caracteres de delito” (resal-
tado nuestro).
Las cosas así, iniciar una investigación preliminar cuando el hecho
–como hipótesis fáctica o narración histórica de lo que supuestamente habría
ocurrido– no se adecúa a ninguna de las figuras que se hallan penalmente pro-
hibidas en una norma legal no solo resulta contraproducente para el fiscal, por
el uso inadecuado de sus –generalmente escasos– recursos, sino que inclu-
so representa una infracción de los derechos fundamentales de los ciudada-
nos –y que, en tal sentido, le puede generar responsabilidades–, además de ser
una práctica ilegal, pues, según el CPP de 2004 el Fiscal inicia los actos de in-
vestigación cuando el hecho materia de sospecha reviste caracteres de delito.
No obstante aconsejarse la utilización intensa de este filtro, debe adver-
tirse que su empleo requiere de un manejo solvente y cuidadoso de las nor-
mas jurídicas, de los criterios de su interpretación y de los instrumentos con-
ceptuales que proporcionan la teoría del Derecho Penal y la jurisprudencia, lo
que presupone una rigurosa capacitación en dichas materias por parte del re-
presentante del Ministerio Público; pues la idea no es rechazar por rechazar,
irracionalmente, los casos materia de notitia criminis.
En este sentido, por ejemplo, si bien en el primer caso de los que inician
el presente artículo no nos hallamos ante un hecho jurídico-penalmente re-
levante, debe quedar claro que cosa distinta ocurre en el segundo; la perso-
na que recibe en arrendamiento un bien, como son las tres computadoras, tie-
ne la obligación de devolverlo según lo acordado (de acuerdo al artículo 1681
del Código Civil: “El arrendatario está obligado (…) 10. A devolver el bien al
arrendador al vencerse el plazo del contrato en el estado en que lo recibió, sin
más deterioro que el de su uso ordinario”); y ello se adecúa al primer párra-
fo del artículo 190 del Código Penal que sanciona como delito el apropiarse,
en provecho propio o de tercero, indebidamente de un bien mueble (las com-
putadoras son bienes muebles), una suma de dinero o un valor que ha recibi-
do en depósito, comisión, administración u otro título semejante que produzca
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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
[16] De acuerdo al artículo 1351 del Código Civil: “El contrato es el acuerdo de dos o más partes para crear,
regular, modificar o extinguir una relación jurídica patrimonial”.
[17] De acuerdo al artículo 1351 del Código Civil: “El contrato es el acuerdo de dos o más partes para crear,
regular, modificar o extinguir una relación jurídica patrimonial”.
[18] GARCÍA CAVERO, Percy. Lecciones de Derecho penal, Parte general. Grijley, Lima, 2008,
pp. 92-93.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
[19] No solo ello, sino que como enseña ROXIN, Claus. Derecho penal Parte general. Madrid, Civitas,
1997, p. 67, “la idea de subsidiariedad deja abierto un amplio margen de juego al arbitrio del legislador.
Es cierto que teóricamente el principio de proporcionalidad es un principio constitucional básico, por lo
que la punición de una infracción insignificante podría ser nula por vulnerar la prohibición de exceso;
pero en la práctica hay que negar la inconstitucionalidad mientras el legislador tenga disponibles para
infracciones de escasa gravedad penas correlativamente benignas. Y si no hay certeza sobre si otros
medios más leves (como las meras sanciones civiles) prometen o no un éxito suficiente, al legislador le
está atribuida además una prerrogativa de estimación. Por ello, el principio de subsidiariedad, es más
una directriz políticocriminal que un mandato vinculante” (resaltado nuestro).
[20] Es en este sentido que, por ejemplo, en el R.N. N° 2090-2005-Lambayeque (siete de junio de dos mil
seis) se señala: “Sexto: Que el principio de ne bis in idem contempla el contenido material y procesal y
debe contener como presupuesto un mismo hecho, siempre que se trate del mismo sujeto y fundamento;
que, además, se admite la acumulación de sanciones provenientes de diferentes órdenes cuando ellas
obedecen a diferente fundamento, es decir, si son bienes jurídicos distintos, si el interés jurídicamente
protegido por la infracción administrativa sea distinto al de la infracción penal, que, en este supuesto,
la responsabilidad penal es independiente de la responsabilidad administrativa en que incurrió el fun-
cionario por haber cometido graves irregularidades en el desempeño de sus funciones, la existencia de
un proceso penal no enerva la potestad de la Administración para procesar y sancionar administrati-
vamente al servidor o funcionario que ha incurrido en falta disciplinaria porque ambos ordenamientos
jurídicos cumplen distintos fines o sirven a la satisfacción de intereses o bienes jurídicos diferentes
–posibilidad que admite el artículo doscientos cuarenta y tres de la Ley número veintisiete mil cua-
trocientos cuarenta y cuatro–; el procedimiento administrativo tiene por objeto investigar y, de ser el
caso, sancionar una conducta funcional, mientras que el proceso penal conlleva una sanción punitiva
que puede incluso derivar en la privación de la libertad, siempre que se determine la responsabilidad
penal, como así lo reconoce también el Tribunal Constitucional en sus sentencias de fechas dieciséis
de abril de dos mil tres, veinticuatro y veinticinco de noviembre y veintiocho de diciembre de dos mil
cuatro, emitidas en los expedientes números veinte cincuenta dos mil dos - AA/TC, veintiocho sesenta
y ocho - dos mil cuatro -AA/TC, veintitrés veintidós – dos mil cuatro - AA/ TC, treinta y uno noventa
y cuatro - dos mil cuatro - HC/TC, respectivamente. Sétimo: Que, en el contexto expuesto cabe indicar
que la sanción disciplinaria impuesta al encausado Víctor Miguel Carrillo Gonzáles, Administrador
de la Municipalidad Distrital de Pítipo, se debió al incumplimiento de sus funciones y a la comisión
de graves faltas administrativas que incluso no son materia de acusación fiscal –conforme se aprecia
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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
de la Resolución de Alcaldía de fojas setecientos catorce–; que, en cambio, en el presente caso se juzga
hechos con contenido penal –véase acusación fiscal de fojas setecientos veinticinco–, distintos a los que
originaron la medida disciplinaria que se le impuso, razón por la cual de autos no aparece acreditada
vulneración alguna al principio de ne bis in idem”.
[21] GRACIA MARTÍN, Luis en ÉL MISMO (Dir.). Las consecuencias jurídicas del delito en el nuevo Có-
digo Penal español. Valencia, España, 1996, p. 31.
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[22] Discurso por el Día del Abogado. Colegio de Abogados de Piura. Abril 2009 (texto proporcionado por
el autor).
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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
habrá que formalizar la investigación contra aquellos funcionarios que son com-
petentes por los aspectos del acto que le dan incidencia penal. Implicar en el pro-
ceso penal a todos los que, de una u otra manera, han intervenido causalmente en
el hecho constituye un proceder que solo lleva a procesos penales innecesaria-
mente complejos y engorrosos. La utilización de la teoría del delito para identi-
ficar a los que serían competentes por un hecho delictivo concreto, es una herra-
mienta básica para el adecuado dimensionamiento del proceso penal”.
Precisamente, el manejo de la dogmática contemporánea puede permitir
un afronte adecuado del tercer caso planteado al inicio de este trabajo, en el
que un abordaje inicial y poco preocupado –influenciado, además, por el im-
pacto social que produce– puede llevar a concluir fácil e incontrovertiblemen-
te en la tipicidad del delito de estafa en el hecho materia de notitia criminis.
Si bien el artículo 196 del CP describe el delito de estafa señalado: “El
que procura para sí o para otro un provecho ilícito en perjuicio de tercero, in-
duciendo o manteniendo en error al agraviado mediante engaño, astucia, ar-
did u otra forma fraudulenta”; la ciencia jurídica contemporánea ha dejado en
claro ya hace algún tiempo que cuando se trata de atribuir responsabilidad pe-
nal a una persona por un delito de resultado –como lo es la estafa– no solo se
debe verificar la existencia de una relación naturalística de causa efecto (en el
caso materia del presente pronunciamiento, que a raíz de algún medio frau-
dulento se haya inducido a una persona a un error generador de una disposi-
ción patrimonial perjudicial a sus intereses), sino que es necesaria la verifica-
ción de una determinada relación normativa (ello en razón a que para atribuir
responsabilidad penal a una persona lo que se requiere es un juicio de imputa-
ción jurídico-normativa propio del “deber ser”, que es característica consus-
tancial del Derecho, no la mera aplicación de las leyes causales del “ser” de
la naturaleza).
Las cosas así, uno de los varios modelos teóricos de análisis de casos que
nos proporciona la dogmática jurídico-penal nos dice que para establecer la
relación normativa a la que se viene haciendo referencia es necesario que con
la conducta materia de análisis: 1) el autor haya creado o aumentado un riesgo
para el bien jurídico protegido, en el sentido de un riesgo adecuado y no per-
mitido; que 2) esa situación de peligro adecuado y no permitido se realice en
un resultado lesivo; y que 3) el resultado producido esté abarcado por el fin de
protección de la norma específica.
En el presente caso interesa detenerse en la última de las exigencias apun-
tadas, que tiene lugar cuando el resultado si bien se produce como efecto del
riesgo de la acción, en la forma o modo como se ha producido no contiene
un desvalor de resultado que la norma jurídica que fundamenta el tipo penal
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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
2. El hecho no es punible
La fundamentación normativa de esta causal se encuentra también en el
literal d del numeral 24 del artículo 2 de la Constitución (que requiere una “in-
fracción punible” para que una persona pueda ser procesada); pero, ahora en
conjunción con el numeral 1 del artículo 334 del CPP de 2004, que prescribe:
“1. Si el fiscal al calificar la denuncia o después de haber realizado o dispues-
to realizar diligencias preliminares, considera que el hecho denunciado no cons-
tituye delito, no es justiciable penalmente, o se presentan causas de extinción
previstas en la Ley, declarará que no procede formalizar y continuar con la In-
vestigación Preparatoria, así como ordenará el archivo de lo actuado” (resaltado
nuestro).
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[23] Así, NEYRA FLORES, José Antonio. Manual del nuevo proceso penal y de litigación oral. Lima,
IDEMSA, 2010, p. 296.
[24] En contra MIR PUIG, Santiago. Derecho penal, parte general. Buenos Aires - Montevideo, reim-
presión de la octava edición, B de F, 2009, p. 143 (n° marg. 32); sosteniendo que: “Las condiciones
objetivas de punibilidad afectan el carácter penal de la antijuridicidad del hecho y de ellas depende,
pues, el injusto penal. La antijuridicidad de un hecho no puede, ciertamente, condicionarse a que sea
penal, pero sin este carácter es evidente que no será penal”; adicionando que en tanto “el tipo penal es
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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
el concepto que sirve para seleccionar los hechos que son penalmente relevantes, lo más oportuno parece
incluir todos los elementos que condicionan la objetiva punibilidad de un hecho –tanto si afectan a la gra-
vedad del injusto, como si obedecen a otras razones políticocriminales– en el tipo penal. Este aparecerá,
entonces, no solo como ‘tipo de injusto’, sino como ‘tipo de injusto penal’” (p. 144, n° marg. 34).
No piensa lo mismo, sin embargo, respecto de las excusas absolutorias, señalando que estas “tienen el
carácter de causas personales de exclusión o levantamiento de la pena y no empecen, por ello, al signi-
ficado penal del hecho, sino solo a la posibilidad de castigar a ciertos sujetos por su realización (p. 170,
N° marg. 65).
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tercer día hábil previsto para los delitos de libramiento indebido en el último
párrafo del artículo 215 del CP; que es posterior a la consumación del delito.
Mientras que las condiciones objetivas de punibilidad tienen un carácter
positivo, son requisito para la pena, las excusas absolutorias tienen un carác-
ter negativo, impiden la imposición de la pena[25].
Es de advertir que los presupuestos generales (como la no concurrencia
de las causales de extinción de la acción penal previstas en los artículos 78 y
79 del CP) o particulares de perseguibilidad conocidos comúnmente como re-
quisitos de procedibilidad (como el informe previo del Indecopi en los deli-
tos contra la propiedad industrial o el requerimiento judicial de pago de la li-
quidación de pensiones devengadas en los delitos de incumplimiento de obli-
gación alimentaria) quedan fuera de la punibilidad, puesto que, en sentido es-
tricto, no dicen de la posibilidad de imponer o no la sanción penal, sino de las
condiciones procesales para iniciar o proseguir un proceso penal[26].
Se debe advertir también que si bien ante la seguridad de la ausencia de
los presupuestos generales de perseguibilidad de un hecho –como se verá más
adelante– efectivamente cabe el rechazo liminar de la notitia criminis, no ocu-
rre lo mismo cuando se trata de sus presupuestos particulares.
En el caso de la falta de cumplimiento del requisito de procedibilidad no
cabe declarar ningún tipo de improcedencia, sino que el fiscal debe ordenar lo
que resulte necesario para su satisfacción; salvo que dependa del denunciante
(por ejemplo, la doctrina nacional ha entendido del tenor del párrafo final del
artículo 215 del CP que el legislador ha constituido un requisito de procedibi-
lidad, en el sentido de que el fiscal se encuentra impedido de proceder con la
promoción de la acción penal si es que previamente a ello no ha formulado el
ciudadano un requerimiento de su pago escrito y fehaciente, sea en forma di-
recta, notarial, judicial o por cualquier otro medio con entrega fehaciente que
se curse al girador), caso en que dispondrá la reserva provisional de la inves-
tigación y le notificará para que proceda a la subsanación correspondiente.
[25] Cfr. BUSTOS RAMÍREZ, Juan y HORMAZÁBAL MALARÉE, Hernán. Lecciones de Derecho
Penal (Volumen I). Editorial Trotta, Madrid, 1997, p. 241.
[26] No obstante aceptar que, en efecto, solo se encuentran referidas a la perseguibilidad del delito en
el proceso penal, las estudian dentro del apartado dedicado a la “penalidad”: MUÑOZ CONDE,
Francisco y GARCÍA ARÁN, Mercedes. Derecho Penal, Parte general. cuarta edición, Tirant lo
Blanch, Valencia, 2000, p. 463.
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[27] HORVITZ LENNON, María Inés y LÓPEZ MASLE, Julián. Derecho procesal penal chileno. Tomo I,
Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2002, p. 486.
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La facultad descrita se explica por el hecho de que, en la práctica, todos los siste-
mas de justicia criminal reciben una altísima cantidad de denuncias de parte del
público y, de ellas, un porcentaje importante está constituido por una relación de
hechos que aportan muy pocos datos. En estos casos, la experiencia muestra que
no tiene mucho sentido conducir una investigación porque la policía no cuenta
con elementos mínimos que le permitan seguir alguna pista para la obtención de
resultados. Por otra parte, tampoco se trata de hechos lo suficientemente graves
que justifiquen una investigación demasiado compleja, como la que podría mon-
tarse aún sin muchos antecedentes si se considera que el hecho lo amerita”[28].
Lo dicho puede suceder en el caso del agraviado que pone en conoci-
miento de la autoridad de un hurto, narrando que dejó estacionado su automó-
vil taxi en una calle del centro de la ciudad por un momento para ingresar a
una oficina y cuando regresó, a los pocos minutos, encontró la puerta delan-
tera correspondiente al pasajero sin el seguro y faltando el equipo de música;
siendo que al preguntar a las personas que se hallaban por el lugar ninguno se
percató de alguien que se hubiera acercado al vehículo.
Lo mismo ocurre en el caso de quien mientras camina por una calle poco
transitada es atacado por la espalda, por una persona que aprisionando su cue-
llo con su brazo –método conocido popularmente como “cogoteo”– lo deja
sin respiración hasta desmayarlo, luego de lo cual las personas que acompa-
ñaban al agresor le sustraen sus pertenencias de valor y huyen; siendo que al
reponerse el agraviado no puede dar razón de las características de las perso-
nas que le asaltaron sin que además se pueda contar con testigos.
En estos supuestos –en los que no se puede contar con ningún tipo de da-
tos que permitan orientar la investigación– no resulta racional ordenar dili-
gencias preliminares de investigación, por lo que han sido denominados por
un sector de la doctrina como ininvestigables.
Debiendo advertirse que si bien lo dicho es así como regla general, como
indican Duce y Riego:
“Por lo general esta facultad no debiera ser ejercida en casos muy graves o muy
complejos, en donde siempre debiera intentarse una investigación para tomar
una decisión respecto de su futuro. La idea es que, como se trata de una evalua-
ción de casos dentro del contexto de restricciones del sistema de justicia crimi-
nal, resulta lógico que tratándose de los delitos más graves estemos en condicio-
nes, como sociedad, de invertir más recursos y agotar todas las instancias para in-
tentar esclarecerlos, ya que ellos representan los atentados más graves en contra
[28] DUCE, M y RIEGO, C. Introducción al nuevo sistema procesal penal. pp. 201-202.
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[29] DUCE, M y RIEGO, C. Introducción al nuevo sistema procesal penal. pp. 201-202.
[30] BURGOS MARIÑOS, Víctor. La implementación del nuevo Código Procesal Penal en la ciudad de
Trujillo y sus retos. p. 5, aunque tratándolo como un caso de “archivo provisional en casos sin evidencia
mínima”. cfr. <http://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/articulos/a_20080521_41.pdf> (consultado en
mayo 6 de 2011).
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IV. CONCLUSIÓN
El CPP de 2004 plantea una cambio refundacional en la justicia penal pe-
ruana. Para ello estructura un proceso en el que el fiscal es el titular y respon-
sable de la persecución eficaz del delito.
Esta decisión legislativa lleva aparejada la asignación de un número im-
portante de nuevas obligaciones al representante del Ministerio Público, las
que no se podrán cumplir con un mínimo de eficiencia si no se toma debida
conciencia –y actúa en tal virtud– de la necesidad de seleccionar y gestionar
adecuadamente –siendo la idea clave el manejo racional y eficiente de los re-
cursos– la carga que se halla bajo su responsabilidad.
Para ello es necesario una adecuada utilización por parte del fiscal de las
herramientas normativas y conceptuales pertinentes, para que no ingresen al
sistema –generando un dispendio de recursos– aquellos casos que no tienen
relevancia penal y para que aquellos que sí la tienen transiten por los caminos
más breves hacia la resolución jurídica definitiva del conflicto.
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de Talara), confiando en su palabra, le entregó la suma de dos mil nuevo soles para que le agilizara
sus trámites, pero hasta la fecha el denunciado no ha realizado la entrega de la mencionada tarjeta.
II. DE LA IRRELEVANCIA PENAL DE LA CONDUCTA MATERIA DE IMPUTACIÓN
Los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución
penal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación por un conjunto de principios jurídicos
que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima.
De estos principios, uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la persecución
penal solo se pueda iniciar si los comportamientos puestos en conocimiento de la Fiscalía son exac-
tamente los mismos que se encuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza de sanción
criminal en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho.
Es tal la importancia de lo señalado que la Constitución Política del Estado de 1993 ha consagrado
expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni condenado por
acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa
e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”; exigencia que
ha sido desarrollada en términos muy similares en el artículo II del Título Preliminar del Código
Penal, que prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta por la ley
vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se encuentren
establecidas en ella”; siendo, además, de reconocimiento unánime tanto en la jurisprudencia del Tri-
bunal Constitucional como de la Corte Suprema de la República; así como por parte de los órganos
jurisdiccionales que se ocupan de decidir en materia de derechos humanos.
Es en este contexto que se debe señalar que el artículo 196 del Código Penal describe el delito de estafa
señalado: “El que procura para sí o para otro un provecho ilícito en perjuicio de tercero, induciendo
o manteniendo en error al agraviado mediante engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de seis años”.
Habiéndose encargado la doctrina de resaltar la importancia del engaño (astucia, ardid u otra forma
fraudulenta) para la perpetración de dicho delito en el sentido que: “En la estafa el engaño es el
elemento típico que origina la cadena de sucesos que acaba produciendo el perjuicio patrimonial, y
en particular es el motivo de la actuación de la víctima”[1].
Ahora bien, la ciencia jurídica contemporánea ha dejado en claro hace algún tiempo ya que cuando
se trata de atribuir responsabilidad penal a una persona por un delito de resultado (como lo es el de
estafa) no solo se debe verificar la existencia de una relación naturalística de causa efecto, sino que
es necesaria la verificación de una determinada relación normativa (ello en razón a que para atribuir
responsabilidad penal a una persona lo que se requiere es un juicio de imputación jurídico-normativa
propio del “deber ser”, que es característica consustancial del Derecho, no la mera aplicación de
las leyes causales del “ser” de la naturaleza). Siendo que los requisitos para afirmar esta reclamada
relación normativa se han aglutinado en la categoría de la dogmática penal que se conoce como
“imputación objetiva”.
Es por ello que León Alva[2] ha señalado: “De la mano del desarrollo de los criterios de imputación
objetiva la doctrina trata de conceptuar al engaño como la falta a la verdad en lo que se hace o dice
de modo bastante para producir error e inducir al acto de disposición patrimonial (Bajo Fernández).
En este sentido, el tipo básico de estafa restringe el número de engaños típicos, exclusivamente,
[1] PÉREZ MANZANO, Mercedes en: BAJO FERNÁNDEZ, Miguel (Dir.). Compendio de Derecho penal, parte especial II. Ceura,
Madrid, 1998, pp. 439-440.
[2] LEÓN ALVA, Eduardo. “Los deberes de autoprotección de la víctima en la configuración del engaño en el delito de estafa”. En:
AVALOS RODRÍGUEZ, Constante / QUISPE VILLANUEVA, Alejandro (Coords.). Dogmática penal del tercer milenio. Libro
homenaje a los profesores Eugenio Raúl Zaffaroni y Klaus Tiedemann. ARA Editores, Lima, 2008, p. 1216.
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aquellos que sean ‘bastantes’ para producir error de otro. Lo que permite reconducir la capacidad
de idoneidad del engaño a la exigencia de su adecuación: ‘solo al engaño que genere un riesgo
jurídico-penalmente desaprobado de lesión del bien jurídico, esto es del patrimonio ajeno, le puede
ser imputado el resultado posterior que, además, deberá ser, precisamente, la realización concreta
de ese riesgo’ (Gonzales Rus). Se niega, por otra parte, de manera unánime, que la simple mentira
llegue a configurar el ardid o el engaño idóneo propio del delito de estafa, puesto que ella supone
una falsedad, cuya creencia queda librada a la buena fe del tercero, en tanto que en el engaño se da
algo más: (…) ‘cierta entidad objetiva que permite reconocer la existencia del nexo causal entre
el engaño y el error, de modo que este no pueda ser atribuido a la credulidad únicamente’ (Fontán
Balestra). Bajo Fernández, a efectos de encuadrar la simple mentira como una modalidad de engaño
típico exige que esta al menos vaya acompañada de una maquinación o maniobra fraudulenta que
pueda por sí misma producir el error y la consiguiente disposición patrimonial”.
Es que como manifiesta Gonzáles Rus: “siempre ha sido una constante de la interpretación doctrinal
y jurisprudencial la idea de que la ley penal no puede ser el instrumento utilizado para reprimir todos
los fraudes que abusan de la buena fe de otros, por lo que no todo engaño puede ser constitutivo
de estafa”[3].
Las cosas como han quedado expuestas se debe señalar que en los hechos que alega la persona de
Luis Eduardo Aldana Fiestas no se advierte la menor referencia a que el denunciado Henry Antonio
Vargas Bocanegra haya realizado algún tipo de maquinación o maniobra fraudulenta dirigida a in-
ducir a error a su persona, sino que lo único que se puede verificar es la presencia de mentiras, que
como ya se expresó, por sí mismas no están en capacidad de satisfacer la exigencia del tipo penal
de que en el origen de la estafa haya habido un engaño; recuérdese que el propio agraviado señala
únicamente en su escrito de denuncia conversaciones como el medio por el cual se le convenció
para la entrega de los dos mil nuevos soles con que fue perjudicado, lamentándose “haber confiado
en la palabra del denunciado”.
Pero, no solo lo dicho, sino que manteniéndonos en las exigencias que formula la imputación
objetiva para la atribución de responsabilidad penal debe ponerse atención también en que el
denunciante no realizó ninguna actividad mínimamente diligente dirigida a verificar por sí mismo
la información que le fue proporcionada por la persona de Vargas Bocanegra. Esto es importante
en razón a que según señala la doctrina contemporánea en los delitos contra el patrimonio (como
la estafa) la protección penal se limita a los casos en que la acción del autor ha vencido los me-
canismos de defensa dispuestos por el agraviado. Desde este punto de vista, el tipo penal de la
estafa protege el patrimonio en la medida en que su titular haya observado el comportamiento
exigible en orden a su protección, pero no en el caso en que se haya relajado en la observancia
de los deberes de autotutela primaria. Es por eso que se ha señalado que cuando se infringen los
deberes de autotutela la lesión patrimonial no es imputable objetivamente a la acción del autor,
por mucho que el engaño pueda ser causal –en el sentido de la teoría de la equivalencia de las
condiciones– respecto al perjuicio patrimonial.
De acuerdo con el criterio de la imputación objetiva denominado fin de protección de la norma,
no constituye fin del tipo de la estafa evitar las lesiones patrimoniales fácilmente evitables por el
titular del patrimonio que con una mínima diligencia hubiera evitado el menoscabo, pues, el tipo
penal cumple solo una función subsidiaria de protección de un medio menos gravoso que el recurso
a la pena como lo es sin duda, la autotutela del titular del bien. La dogmática penal contemporánea
establece entonces restricciones teleológicas en la interpretación de los tipos penales, de modo que la
conducta del autor queda fuera del alcance del tipo cuando la víctima no se ha comportado conforme
[3] GONZALES RUS, Juan José en COBO DEL ROSAL, Manuel (Dir.). Curso de Derecho Penal Español, Parte Especia. Tomo I.
Marcial Pons, Madrid, 1996, p. 659.
228
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
[4] YUBERO, Julio. El Engaño en el delito de estafa. Editorial Jurídica Cono Sur, Santiago de Chile. p. 109.
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de una relación de causa-efecto (conforme a las leyes de la naturaleza, referidas al ser de las cosas),
sino que es necesaria la verificación de una determinada relación normativa (ello en razón a que la
atribución de responsabilidad penal es un problema que no se encuentra propiamente en el ámbito
del “ser” y de la aplicación de las reglas científicas o de experiencia que lo rigen e interpretan, sino
que pertenece al ámbito del “deber ser”, que es la característica básica de las reglas o normas del
Derecho), pues la atribución de responsabilidad penal encuentra su fundamento y también sus límites
en la capacidad de actuación de las normas jurídicas.
Se ha denominado imputación objetiva a la relación normativa en mención señalándose que es ne-
cesario que con la conducta materia de análisis: 1) el autor haya creado un riesgo de resultado para
el bien jurídico protegido, en el sentido de un riesgo adecuado y no permitido; que 2) esa situación
de peligro adecuado y no permitido se realice en un resultado lesivo; y que 3) el resultado producido
esté abarcado por el fin de protección de la norma específica.
En el presente caso interesa detenerse en el primero de los niveles de análisis, en tanto de los hechos
materia de imputación y de las diligencias de investigación avanzadas se puede establecer que el
imputado Marino Bruno Vásquez Requena ha mantenido su actuación dentro de los márgenes del
riesgo permitido que corresponden a la conducción de vehículos automotor.
Ha explicado la doctrina que la vida en sociedad necesita de ciertas conductas que importan un de-
terminado nivel de riesgo, siendo por ello que social y jurídicamente se admite la realización de las
mismas en tanto se mantengan dentro de ciertos márgenes en los que todavía resulten controlables
en su peligrosidad para los bienes jurídicos.
Una de estas actividades es el tráfico automotor, el cual de manera general representa una actividad
riesgosa para los bienes jurídicos vida (homicidios) e integridad personal (lesiones) e incluso patri-
monio (daños), pero se admite por los beneficios (de comunicación) que representa para la sociedad
contemporánea, estableciéndose eso sí un conjunto de exigencias de deber objetivo de cuidado para
controlar que los riesgos en cuestión se concreten en resultados.
En el caso materia del presente pronunciamiento no existen elementos de convicción para afirmar que
el investigado ha infringido algún deber objetivo de cuidado o ha superado los márgenes del riesgo
permitido propios de la conducción de vehículos motorizados; por el contrario, venía conduciendo
en una vía destinada al tránsito de automóviles y a una velocidad que –si nos atenemos al que solo
causó lesiones de mínima intensidad a la agraviada– puede considerarse moderada; siendo que más
bien la menor Gonzales Olivares, como ha narrado la testigo de excepción Marquita Doraliz López
Cerín, cruzó la pista –sin esperar a la menor de edad que la estaba cuidando– por delante de la combi
que se había detenido en medio de la pista para que ambas bajen.
POR LO EXPUESTO
SE DISPONE IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
contra Marino Bruno Vásquez Requena por la comisión del DELITO DE LESIONES CULPOSAS
(previsto en el artículo 124 del Código Penal) en agravio de Nattielly Yaquelyn Gonzales Olivares
representada por Hilda Martínez Barreto. Notifíquese a las partes.
Trujillo, octubre 26 de 2009
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo
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007 EN LOS DELITOS DE USURPACIÓN (ART. 202 DEL CP), LA VIOLENCIA DEBE
RECAER SOBRE LA PERSONA
“Durante muchos años la posición mayoritaria de parte de la jurisprudencia
nacional ha sido considerar que en las usurpaciones la violencia también
puede ser penalmente relevante cuando se da sobre las cosas; sin embargo
la doctrina de vanguardia ha puesto en cuestión esta afirmación y el propio
suscrito en anteriores oportunidades se ha pronunciado ya en el sentido que
la violencia como medio típico de comisión de los delitos de usurpación solo
puede ser penalmente relevante cuando recae sobre la persona (por ejemplo,
en SALINAS SICCHA se puede encontrar: ‘La modalidad delictiva aparece
cuando el agente haciendo uso de la violencia o fuerza física sobre su víctima
le turba o altera la posesión pacífica que tiene sobre un inmueble’ en Derecho
penal, Parte especial. Lima, IDEMSA, reimpresión de la primera edición, 2005,
p. 874). En la autorizada opinión de Castillo Alva: ‘Un repaso general de la
bibliografía y jurisprudencia peruana arroja como un balance provisional a
tener en cuenta que bastaría para la consumación del delito que se utilice
la violencia o fuerza dirigida contra las cosas o el mismo bien inmueble, sin
que sea necesario que la violencia o fuerza se desarrolle contra las personas.
Empero, una lectura constitucional y atenta al sentido mismo de los verbos
típicos del delito de usurpación por despojo lleva a una conclusión
completamente opuesta a la interpretación ligera que se realiza a veces de
la letra de la ley. En tal sentido, creemos que se debe exigir que la violencia,
la amenaza, el engaño o el abuso de confianza se dirijan a doblegar la libertad
o la voluntad de disposición del sujeto pasivo o en, general, de la víctima en
base en las siguientes razones: a) Desde el punto de vista estructural y de la
lógica elemental del lenguaje la utilización de los verbos típicos como la
amenaza, engaño o abuso de confianza lleva a la conclusión que dichos
verbos solo se puede cometer y ejecutar siempre que el destinatario sea una
persona, debido a que solo estas pueden ser amenazadas, engañadas o
pueden soportar un abuso de confianza. En efecto, normativamente y desde
el punto de vista del contexto lingüístico solo se puede amenazar, engañar
y abusar de la confianza de una persona, ya que las cosas carecen de la
conciencia y libertad para ser engañadas o amenazadas. Nadie discute que
se puede amenazar a una persona con un bien o una cosa, pero esta
afirmación es distinta al hecho de que dichos comportamientos puedan
dirigirse específicamente contra los bienes. En tal sentido, la sola concurrencia
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poderes y órganos constitucionales del Estado. Pero también es necesario que se reconozca su au-
tonomía interna, lo cual implica que las funciones que desempeñan conforme a Derecho, han de
realizarse dentro de un marco exento de intervenciones ilegítimas de parte de otros funcionarios o
particulares, e incluso de fiscales de mayor jerarquía” y que si bien “De acuerdo con el artículo 5 de
la Ley Orgánica del Ministerio Público, se reconoce también un principio de jerarquía, según el cual
los Fiscales pertenecen a un cuerpo jerárquicamente organizado y deben sujetarse a las instrucciones
que les impartan sus superiores. Tal disposición, si se quiere que sea conforme a la Constitución,
solo se justifica si de lo que se trata es de dotar de coherencia y unidad al ejercicio de las funciones
constitucionales que establece el artículo 159 de la Constitución. De ahí la necesidad de que se es-
tablezcan también relaciones de coordinación conjunta entre los Fiscales de los distintos niveles, en
atención a que la política de persecución criminal no puede ser definida por cada fiscal o juez en
particular, pues ello corresponde al propio Estado. Pero ese principio de jerarquía no puede llevar a
anular la autonomía del Fiscal de menor jerarquía en el ejercicio de sus atribuciones. De ahí que se
debe señalar que el artículo 5 de la Ley Orgánica del Ministerio Público no puede implicar, de nin-
guna manera, que los Fiscales de menor jerarquía se conviertan en una suerte de ‘mesa de partes’ de
sus superiores”; CUARTO: Es en este contexto que es necesario dejar establecido que si bien el
caso ha llegado originariamente a nuestro conocimiento después de haber sido calificado por un
Fiscal de Decisión Temprana en su relevancia jurídica y en su acreditación fáctica como uno que
merece que se emita una disposición de formalización y continuación de la investigación, el suscri-
to no puede sin el menor análisis emitir una disposición en dicho sentido, cuando existen al estudio
del caso datos que dicen que hacerlo implicaría claramente incurrir en un acto de naturaleza arbitra-
ria. En ese sentido se debe mencionar 1) No se dice –no se describe fácticamente– en la disposición
que cita a principio de oportunidad –que es en la que el Fiscal de Decisión Temprana analiza am-
pliamente las virtudes o defectos del caso para su continuación persecutoria– cuál sería la violencia
(elemento normativo del tipo penal de turbación de la posesión) en que se ha incurrido; lo mismo
ocurre en el escrito de denuncia de parte, solo se hace referencia a que la perturbación ha ocurrido
con violencia, pero no se expresa un concreto acto de la vida social que pueda ser calificado de
violento. Puede advertirse acá una confusión en los niveles del razonamiento; una cosa es la des-
cripción del suceso real que bajo el análisis del Derecho resulta siendo penalmente relevante y otra
es la descripción normativa del suceso prohibido; la violencia es un elemento perteneciente a la
descripción normativa de lo penalmente prohibido y, por tanto, no se debe incluir en el nivel de la
descripción fáctica del suceso; a la descripción fáctica del suceso pertenecen afirmaciones como
dando de puñetes, dando patadas, tirando una piedra, golpeado con un palo; etcétera; 2) No
solo es que no se menciona en que ha consistido la violencia, sino que el análisis que el suscrito ha
hecho de los elementos de convicción le permite afirmar que la investigación no ha individualizado
cuál sería el concreto acto violento en que habría incurrido la investigada para perturbar la posesión
de la agraviada, lo que hace que no se pueda cumplir con el requisito inmanente al derecho de de-
fensa de la descripción suficiente del hecho materia de imputación. Explica Vélez Mariconde: Así
como el demandado en proceso civil no se podría defender si no existiera esa concreta y clara ma-
nifestación de voluntad que debe estar contenida en la demanda, el imputado no se podría defender
si el proceso penal no reposara en una imputación formal que describa el hecho delictuoso que se le
atribuye. Nadie puede defenderse debidamente de algo que ignora (en Derecho procesal penal II.
Córdoba, Marcos Lerner, reimpresión de la tercera edición, 1982, pp. 216-217); la investigación
tendría que haber logrado especificar un concreto acto que analizado jurídicamente pueda ser cali-
ficado como violento, pero ello no ha ocurrido; siendo las cosas así sería arbitrario formalizar y
continuar investigación preparatoria faltando la expresión fáctica de este elemento; cómo podría la
investigada ejercitar su derecho de defensa a acreditar –solicitando los actos de investigación co-
rrespondientes– que no incurrió en un determinado acto (violento) si no se le dice en qué ha consis-
tido dicho acto; del mismo modo como podría plantear su defensa técnica cuestionando el que no
se puede calificar jurídicamente al acto en que incurrió como violento si –como venimos diciendo–
238
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
no se conoce en que habría consistido dicho acto. Debe puntualizare que el qué se haya quitado el
servicio eléctrico a la agraviada no es el acto violento que venimos reclamando, sino el concreto
acto perturbatorio de la posesión, que es un elemento normativo del tipo distinto al de la violencia;
3) El suscrito considera arbitrario (recordemos que el Tribunal Constitucional en el Exp. N° 6167-
2005-PHC/TC-Lima. Fernando Cantuarias Salaverry señaló: “En un sentido moderno y concre-
to, la arbitrariedad aparece como lo carente de fundamentación objetiva; como lo incongruente y
contradictorio con la realidad que ha de servir de base a toda decisión”) que después de haberse
emitido una disposición de improcedente formalizar investigación preparatoria por falta de elemen-
tos de convicción se haya concluido en que estos sí existen como consecuencia de la ampliación de
las diligencias de investigación preliminar que se consignan en el considerando cuarto de la dispo-
sición de fecha 19 de noviembre de 2010 cuando la totalidad de las que aparecen mencionadas en
dicho considerando resultan siendo favorables a la investigada. En realidad la única razón que
aparece mencionada –y ello en el considerando sexto– como sustentatoria de la imputación de res-
ponsabilidad penal que se formula a la investigada en la disposición de fecha 19 de noviembre de
2010 es la de que no ha ordenado la reposición del servicio eléctrico a pesar del tiempo transcurrido,
de lo que se deduciría que ella mandó cortar la luz; pero, con esto no solo no se supera el problema
de la falta de precisión respecto a en qué ha consistido el acto violento, sino que se infringe reglas
básicas de la valoración de los elementos de convicción propios del razonamiento indiciario, pues
se llega a una conclusión determinada cuando la inferencia lógica aplicada no permite una sola
conclusión; es que el que no se reponga el servicio eléctrico no puede deberse tan solo a que en
efecto la investigada haya sido quien personalmente ha cortado el servicio eléctrico o lo haya orde-
nado, sino que puede perfectamente deberse a que se encuentra molesta por la denuncia que se ha
formulado en su contra o, incluso, deberse a que simple y llanamente no tiene interés alguno en
reponer el servicio a pesar de no haber sido ella la que lo ha ordenado cortar o lo ha cortado perso-
nalmente; 4) Podría ingresarse a formular otros cuestionamientos menores a la decisión tomada por
el Fiscal de Decisión Temprana; como por ejemplo, que tratándose de la usurpación de un delito
común –sin sujeto agente determinado o especial– la responsabilidad penal es de naturaleza perso-
nal –le corresponde a quien con su comportamiento ha realizado la conducta prohibida descrita en
una norma penal– y no es necesario imputarla –trasladar las condiciones especiales de autoría bajo
el amparo de la cláusula de actuación en lugar de otro que contiene el artículo 27 del Código Penal–
por haber actuado en calidad de representante legal de una persona jurídica, como se deja sentado
en el considerando sexto de la disposición que venimos analizando; pero las tres mencionadas son
las principales razones por las que el suscrito no puede hacer suyos los razonamientos realizados
por el Fiscal de Decisión Temprana que tuvo originalmente la investigación bajo su cargo; QUINTO:
Ya en el análisis propio del caso, el suscrito debe iniciar señalando que los representantes del Mi-
nisterio Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución penal, encontramos limitada
nuestra capacidad de actuación por un conjunto de principios jurídicos que hacen que el poder
sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima. De estos principios,
uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la persecución penal solo se pueda
iniciar si los comportamientos puestos en conocimiento de la Fiscalía son exactamente los mismos
que se encuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza de sanción criminal en una norma
legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho. Es tal la importancia de lo señalado
que la Constitución Política del Estado de 1993 ha consagrado expresamente en su artículo 2, inci-
so 24, parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de
cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción
punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”; exigencia que ha sido desarrollada en térmi-
nos muy similares en el artículo II del Título Preliminar del Código Penal, que prescribe: “Nadie
será sancionado por un acto no previsto como delito o falta por la ley vigente al momento de su
comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se encuentren establecidas en ella”;
siendo, además, de reconocimiento unánime tanto en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional
239
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
como de la Corte Suprema de la República; así como por parte de los órganos jurisdiccionales que
se ocupan de decidir en materia de derechos humanos. Es en este contexto que se debe analizar si
el hecho materia de imputación puede adecuarse al que se encuentra descrito en la norma jurídica
como delito de turbación de la posesión en el artículo 202 del Código Penal en los términos de: “Será
reprimido con pena privativa de libertad (…) 3. El que, con violencia o amenaza, turba la posesión
de un inmueble”; SEXTO: Puestos en dicho análisis se debe puntualizar que durante muchos años
la posición mayoritaria de parte de la jurisprudencia nacional ha sido considerar que en las usurpa-
ciones la violencia también puede ser penalmente relevante cuando se da sobre las cosas; sin em-
bargo la doctrina de vanguardia ha puesto en cuestión esta afirmación y el propio suscrito en ante-
riores oportunidades se ha pronunciado ya en el sentido que la violencia como medio típico de co-
misión de los delitos de usurpación solo puede ser penalmente relevante cuando recae sobre la
persona (por ejemplo, en SALINAS SICCHA se puede encontrar: “La modalidad delictiva aparece
cuando el agente haciendo uso de la violencia o fuerza física sobre su víctima le turba o altera la
posesión pacífica que tiene sobre un inmueble” en: Derecho Penal, Parte especial. Lima, IDEMSA,
reimpresión de la primera edición, 2005, p. 874). En la autorizada opinión de Castillo Alva: “Un
repaso general de la bibliografía y jurisprudencia peruana arroja como un balance provisional a
tener en cuenta que bastaría para la consumación del delito que se utilice la violencia o fuerza diri-
gida contra las cosas o el mismo bien inmueble, sin que sea necesario que la violencia o fuerza se
desarrolle contra las personas. Empero, una lectura constitucional y atenta al sentido mismo de los
verbos típicos del delito de usurpación por despojo lleva a una conclusión completamente opuesta
a la interpretación ligera que se realiza a veces de la letra de la ley. En tal sentido, creemos que se
debe exigir que la violencia, la amenaza, el engaño o el abuso de confianza se dirijan a doblegar la
libertad o la voluntad de disposición del sujeto pasivo o en, general, de la víctima en base a las si-
guientes razones: a) Desde el punto de vista estructural y de la lógica elemental del lenguaje la
utilización de los verbos típicos como la amenaza, engaño o abuso de confianza lleva a la conclusión
que dichos verbos solo se pueden cometer y ejecutar siempre que el destinatario sea una persona,
debido a que solo estas pueden ser amenazadas, engañadas o pueden soportar un abuso de confian-
za. En efecto, normativamente y desde el punto de vista del contexto lingüístico solo se puede
amenazar, engañar y abusar de la confianza de una persona, ya que las cosas carecen de la concien-
cia y libertad para ser engañadas o amenazadas. Nadie discute que se puede amenazar a una perso-
na con un bien o una cosa, pero esta afirmación es distinta al hecho de que dichos comportamientos
puedan dirigirse específicamente contra los bienes. En tal sentido, la sola concurrencia de violencia
contra las cosas genera de manera automática la impunidad por atipicidad de la conducta ya que los
hechos no pueden encuadrarse en el delito de usurpación. La usurpación no violenta o la usurpación
con violencia sobre las cosas queda excluida del ámbito penal y el afectado debe buscar la protección
en el campo del Derecho privado. La doctrina expresamente se pronuncia por la atipicidad en el
delito de usurpación en los casos de romper la cerca que rodea la casa, la violencia ejercida sobre la
cerradura, etc. b) Queda claro que no hay razón suficiente ni explicación normativa y /o legal para
que se entienda que la violencia o el empleo de la fuerza no se dirige o se aplique exclusivamente
contra una persona [argumento a pari], más aún si los demás medios típicos justamente se caracte-
rizan por actuar contra la libertad de las personas. Sería un verdadero contrasentido y una grave
fractura en el razonamiento jurídico que se entienda que en tres de los medios típicos de la usurpa-
ción por despojo se exija que se refieran y apliquen contra una persona y el medio típico restante [la
violencia] se dirijan solo contra las cosas [argumento ad absurdum]. c) Asimismo, resulta arbitrario
desde una perspectiva teleológica y sistemática que el resultado descrito en el injusto penal [despo-
jo] se produzca respecto a otra persona y los medios típicos justamente no se encuentren dirigidos
o implementados contra ella. Un planteamiento semejante olvida que no se puede desconectar de
manera antojadiza el disvalor del resultado del disvalor de la acción, más aún cuando se encuentran
profunda y estrechamente relacionados. d) Con ello, se ignora sin razón que dentro de la sistemáti-
ca del Código Penal peruano y en particular la regulación de los delitos contra el patrimonio en los
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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
casos en los que la ley describe una serie de medios típicos, estos cumplen un papel indiscutible-
mente instrumental respecto al resultado o al bien jurídico. Justamente, cuando se desvincula el
despojo con los medios típicos como si los mismos no se refirieran a él se pasa por alto la naturale-
za instrumental de dichos medios tanto respecto al resultado como frente a su concreto empleo
contra la víctima del delito. e) Una de las razones más importantes que abonan la interpretación de
que los medios típicos deben dirigirse contra la persona y no contra las cosas lo constituye la apli-
cación del principio de intervención mínima o de extrema ratio del sistema penal que conduce a
sostener que de todos los comportamientos al Derecho Penal le interesa únicamente a los que en-
cierran un mayor significado lesivo y que mientras existen otros medios jurídicos y sociales menos
aflictivos se debe propender su uso antes que el recurso de la pena. Llevadas estas premisas al ám-
bito de la usurpación por despojo resulta claro que el tratamiento de las conductas que suponen el
empleo de mecanismos o medios que afecten directamente las cosas configuran ilícitos civiles o en
el peor de los casos injustos penales de menor entidad como, por ejemplo, el delito de daños, pero
de ninguna manera el delito de usurpación. En efecto, se atentaría flagrantemente contra el principio
de intervención mínima si se pretende dar cobijo dentro de un delito grave como es la usurpación a
conductas que solo implican un despojo o turbación de la posesión que no encierran un significado
lesivo directo e inmediato contra la libertad de disposición de la persona, ya que se estaría sobrecri-
minalizando y cargando de manera excesiva el contenido del delito. f) La estimación de que el de-
lito de usurpación por despojo implica únicamente el empleo de la violencia o la fuerza contra las
cosas –y no contra las personas– ignora que una interpretación semejante vacía de contenido a esta
modalidad comisiva debido a que en la inmensa mayoría de casos bastaría aplicar el complejo con-
cursal entre el delito de violación de domicilio y el delito de daños, siendo prescindible la existencia
del delito de usurpación por despojo. g) El criterio que apunta la posibilidad de restringir el uso de
la violencia o la fuerza a las cosas y prescinde de trasladar dicha exigencia a las personas ignora de
la manera más burda y escandalosa la sistemática histórica y orgánica de los delitos contra el patri-
monio en donde se puede verificar que cuando la ley en las diversas figuras [robo, extorsión] alude
al empleo de la violencia o la amenaza parte y supone que dichos medios típicos se dirijan especí-
fica y concretamente contra una persona y no contra una cosa o bien. Existe aquí, por tanto, un
completo y total abandono al método de interpretación sistemático que obliga a reparar que cuando
la ley alude a la violencia o a la amenaza pretende denotar que dichas conductas se ejerzan de ma-
nera efectiva y real contra las personas y no contra las cosas” (“Breves apuntes sobre la usurpación
por despojo. La necesidad de que los medios típicos se dirijan contra la personas y no contra las
cosas” en: JUS); si bien estas razones han sido dadas en el marco del análisis del delito de despojo
resultan muy ilustrativas y útiles en el proceso de interpretación sistemática del término violencia
en los delitos de usurpación, siendo que al concordarse sistemáticamente el numeral 2 con el nume-
ral 3 del artículo 202 resulta que en esta última prescripción la violencia también puede referirse
únicamente a aquella que se ejecuta sobre la persona. Ello es así en tanto el “injusto típico in exa-
mine (de la perturbación) importa un menor disvalor en comparación del comportamiento anterior
(…) porque no se produce la desocupación –total o parcial– del inmueble por parte del sujeto pasi-
vo, no obstante advertirse también el empleo de violencia y/o amenaza” (PEÑA CABRERA FREYRE,
Alonso Raúl. Derecho Penal, Parte especial. Tomo II. Lima, Idemsa, 2010, p. 476); puesto que no
resultaría coherente que siendo el despojo contemplado en el numeral 2 una conducta más grave que
la de la perturbación contemplada en el numeral 3, la violencia contemplada en este último abarca-
ra mayor cantidad de supuestos (violencia contra las cosas) que los del primero. Es por estas razones
que el suscrito considera que el hecho objeto de pronunciamiento resulta ser atípico, pues según se
describe y se ha acreditado no ha existido violencia contra la persona, sino que incluso en el mero
nivel de hipótesis fáctica materia de denuncia en el peor de los casos se habría producido solo sobre
las cosas –sin que por esto se cambie nuestra opinión fijada supra de que no se ha precisado un
concreto hecho social que a su calificación jurídica pudieran considerarse como violento–; lo dicho
además de las razones que se consignaron inicialmente para considerar arbitraria la posibilidad de
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[5] SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos contra la Administración Pública. Editora Jurídica Grijley, 2009. pp. 353/354.
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al servicio usa o permite que otro use vehículos, máquinas o cualquier otro instrumento de trabajo
pertenecientes a la Administración Pública o que se hallan bajo su guarda, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de cuatro años“; TERCERO: Los representantes del Ministerio
Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución penal, encontramos limitada nuestra
capacidad de actuación por un conjunto de principios jurídicos que hacen que el poder sancionador
del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima. De estos principios, uno de los más
importantes es el de legalidad, que garantiza que la persecución penal solo se pueda iniciar si los
comportamientos puestos en conocimiento de la Fiscalía son exactamente los mismos que se en-
cuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza de sanción criminal en una norma legal de
jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho; siendo en muestra de su importancia que la
Constitución Política del Estado de 1993 ha consagrado expresamente en su artículo 2, inciso 24,
parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de come-
terse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción
punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley” y, en términos muy similares, en el artículo
II del Título Preliminar del Código Penal ha prescrito: “Nadie será sancionado por un acto no pre-
visto como delito o falta por la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medi-
da de seguridad que no se encuentren establecidas en ella”; CUARTO: No obstante, la doctrina
contemporánea ha dejado claro que el mencionado no es el único criterio para establecer la necesi-
dad de actuación del Derecho Penal, sino que además se debe reparar en el grado de antijuridicidad
material de la conducta, conocida también como lesividad u ofensividad; de modo tal que en oca-
siones habrá un grupo de comportamientos que si bien resultan formalmente típicos no habrán de
reunir una gravedad mínima para que el Derecho Penal se encargue de su prevención, persecución
y sanción. Esto ocurre en los casos de que se adecuan al artículo IV del T.P. del Código Penal de
1991, donde se ha previsto de forma expresa, como norma rectora del ordenamiento penal peruano,
que en el momento de pronunciarse por la existencia de un delito no solo es necesario constatar la
adecuación de la conducta a la descripción legal, sino, que se debe además, verificar la lesión o al
menos, la puesta en peligro del bien jurídico [nullum crimen sine iniuria]; pero también en los su-
puestos de insignificancia; QUINTO: Lo dicho en el considerando anterior no es solo una exigencia
legal, sino que incluso tiene profundas raíces constitucionales fundadas en el principio de propor-
cionalidad, que hace que se tengan que excluir del ámbito del Derecho Penal aquellos comporta-
mientos que por su insignificancia o escasa gravedad no pudieran tener la relevancia suficiente para
ameritar su intervención. El máximo intérprete de nuestra Norma Fundamental ha reconocido la
trascendencia del principio de proporcionalidad en la sentencia recaída en el Exp. Nº 0012-2006-PI-
TC-Lima, Colegio de Abogados de Lima, señalando: “El principio de proporcionalidad se constitu-
ye en un mecanismo jurídico de trascendental importancia en el Estado Constitucional y como tal
tiene por función controlar todo acto de los poderes públicos en los que puedan verse lesionados los
derechos fundamentales, entre otros bienes constitucionales. Como tal, el principio de proporciona-
lidad se encuentra contenido en el último párrafo del artículo 200 de la Constitución, por lo que
teniendo en cuenta los principios de unidad de la Constitución y de concordancia práctica, según los
cuales la interpretación de la Constitución debe estar orientada a considerarla como un todo armó-
nico y sistemático a partir del cual se organiza el sistema jurídico, evitándose en todo caso las
contradicciones, entonces debe entenderse que cuando los poderes públicos pretendan la limitación
de los derechos fundamentales o la imposición de sanciones, entre otros aspectos, deben observar
el principio de proporcionalidad. Debido a la propia naturaleza del principio de proporcionalidad
(es un mecanismo de control), su afectación siempre va a estar relacionada con la afectación de un
derecho fundamental o un bien constitucional (en tanto estos últimos son fines en sí mismos). En
otros términos, si se determina que una medida estatal es desproporcionada no se está afectando
solamente el principio de proporcionalidad, sino principalmente el derecho fundamental o bien
constitucional comprometido en la referida medida estatal. El principio de proporcionalidad, en
tanto presupuesto de necesaria evaluación por parte de los poderes públicos cuando pretendan
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[6] SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos contra la Administración Pública. Editora Jurídica Grijley, 2009. pp. 353/354.
[7] <www.pj.gob.pe>. Jurisprudencia Sistematizada. Corte Suprema de la República.
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Penal, no hay hasta el momento reglas que sean indiscutibles para la determinación del carácter
evitable o inevitable del error y, sin embargo, nadie discute lo correcto de su utilización en el aná-
lisis de la teoría del delito. Porque siempre es el juez quien, con su tarea interpretativa, no solo de
las normas sino también de las pruebas, conforma y dice cuál ha de ser el hecho objeto del proceso
y cuál la norma aplicable al caso. Sin despreciar las capacidades técnicas de los juzgadores, es obvio
que cualquier conocimiento estará influido de subjetividad y, por tanto, la pretensión de seguridad
absoluta y estática, es una quimera, impropia de las ciencias sociales como del Derecho”[8]; del
mismo modo que la resolución del Tribunal de la Corte Nacional de Casación Penal, sala 3ª (8 de
junio de 2004) que señalando: “En efecto, enseña Mir Puig que ‘(...) la falta de tipicidad penal
puede desprenderse de la mera redacción literal de los tipos –cuando la conducta no encaja en la
letra de ningún tipo penal– pero también de una interpretación restrictiva que excluya la conducta
del tipo pese a caber literalmente en ella. Ello sucede, según la doctrina actual, cuando se trata de
hechos que, aun cabiendo en la literalidad típica, no implican una afectación suficiente del bien
jurídico, por no ser imputable su lesión a una conducta suficientemente peligrosa (falta de imputación
objetiva), por consistir el bien jurídico típico en la facultad de disponer de algo por parte de su titu-
lar y existir conformidad de este, o por ser los hechos adecuados socialmente (adecuación social) o
insignificantes (principio de insignificancia). Se habla en estos casos de causas de exclusión de la
tipicidad (...)’ (conf. “Derecho Penal” cit., p. 161). Esta última doctrina es aplicable al caso que nos
ocupa, ya que “(...) el valor gramatical de las palabras, los accidentes de lugar y tiempo, las circuns-
tancias personales y estado de ánimo de los sujetos y la situación ambiental son datos que sirven
para determinar la gravedad objetiva de las conductas (...)” (conf. Castiñeira Palou, María T., “Áni-
mo de injuriar, exceptio veritatis y libertad de expresión” [comentario a la sentencia del Tribunal
Supremo de 21/2/1989] ADPCP., 1989, p. 692). En este mismo sentido, se ha dicho en particular, y
en relación con el delito de injuria, que “(...) la acción consiste en una manifestación de menospre-
cio que sea idónea para afectar el honor en las circunstancias concretas en que es utilizada. En este
sentido, el significado objetivo de las expresiones no es solo un problema idiomático, sino también
un problema contextual. El contexto, el marco social y la situación no pueden quedar fuera de con-
sideración en la valoración del significado injuriante de un determinado acto verbal o comunicativo
de otra especie (...) En la jurisprudencia esta problemática –perteneciente al tipo objetivo– se ha
tratado, por lo general, bajo uno de los aspectos del animus que se considera elemento de este deli-
to. El resultado en este tratamiento del problema no es el mejor (...)” (conf. Bacigalupo, Enrique,
“Para una revisión dogmática de los delitos contra el honor”, ADPCP., 1995, pp. 53/55). La exclusión
del injusto penal no hace desaparecer el carácter antijurídico del hecho –lo que podría tener efectos
en otros sectores del derecho, como en orden a la responsabilidad civil–, pero sí su naturaleza penal.
Del mismo modo que el tipo penal no se refiere a todo el posible injusto, sino solo a los que alcanzan
la gravedad suficiente para ser contemplados por el Derecho Penal, no sería preciso tampoco una
plena justificación del hecho típico para que dejara de ser punible. No todo injusto ha de ser penal,
porque el injusto penal ha de ser un injusto cualificado. Ello puede fundarse en el principio de in-
significancia, ya ampliamente admitido como criterio interpretativo limitador de los tipos penales y
que, a su vez, se basa en principios más generales como el de proporcionalidad de la intervención
penal (conf. Mir Puig, Santiago, “Derecho Penal” cit., p. 419). En el marco de aplicación de este
principio, “(...) será necesario confrontar el peligro que ex ante se crea con la conducta y la utilidad
social de esta, sin que sea posible una respuesta generalizada sobre la eficacia del riesgo permitido
en cada una de estas actividades, ni aun en el caso de que sean de la misma clase. En el supuesto de
que de este examen se deduzca la existencia de un riesgo no permitido, cabe acudir al estudio de la
`cantidad’ de riesgo. La mayor o menor probabilidad objetiva de que el peligro se convierta en lesión
[8] <http://www.iestudiospenales.com.ar/parte-general/jurisprudencia-nac-y-prov/196-alcances-tipicos-de-la-insignificancia-.html>
(consultado: 6 de junio de 2011).
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
del bien jurídico permitiría, en determinadas circunstancias, negar la relevancia típica del riesgo,
pese a su ‘cualidad’ de no permitido, con base en el principio de insignificancia (...)” (conf. Corcoy
Bidasolo, Mirentxu, “La distinción entre causalidad e imputación objetiva y su repercusión en el
proceso –presunción de inocencia e in dubio pro reo–”, en “La ciencia del Derecho Penal ante el
nuevo siglo. Libro homenaje al Prof. Dr. José Cerezo Mir”, 2003, Ed. Tecnos, Madrid, p. 609). En
este sentido, el principio de insignificancia se distingue como subespecie de la adecuación social
porque no supone la total aprobación social de la conducta, sino solo una relativa tolerancia de la
misma por su escasa gravedad (conf. Mir Puig, Santiago, “Derecho Penal” cit., p. 512)[9]; OCTAVO:
Lo dicho no quiere decir que la conducta bajo análisis sea jurídicamente correcta; sino que aprecia-
da desde el Derecho penal –por la gravedad de este– no resulta significante; sin embargo resulta
claro que se trata de una práctica ilícita –a lo que se debe sumar el tiempo que le paga a la investi-
gada que no es efectivamente trabajado– que debe ser administrativamente sancionada con el rigor
correspondiente a este ámbito del Derecho; pero ello le corresponde a autoridad distinta al suscrito
del mismo modo que tampoco es competencia de la autoridad jurisdiccional penal; POR LO QUE
SE DISPONE: IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN
PREPARATORIA contra Heddy Salome Bartra Rodríguez por DELITO DE PECULADO DE
USO (previsto en el artículo 388 del Código Penal) en agravio del Estado peruano. Notifíquese a la
denunciante y a la Procuraduría Anticorrupción.-
OTROSÍ DIGO: Remítase copias a la Superintendencia Nacional de Registros Públicos para que
inicie las investigaciones administrativas dirigidas a identificar, perseguir y sancionar a quien,
infringiendo sus deberes de función, ha incurrido en los hechos objeto de pronunciamiento en la
presente disposición.-
Trujillo, junio 06 de 2011
* (Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de La
Libertad)
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6978/88, Ponente: Bacigalupo Zapater –en la que se declaró que “el derecho
penal, no debería de constituirse en un instrumento de protección patrimonial
de aquellos que no se protegen a sí mismos”; asimismo, en la sentencia de
fecha 18 de julio de 1991- Causa Número 4914/1989-Ponente: García Miguel
que considera inaplicable en tipo de la estafa en un supuesto de falta de
diligencia de la entidad bancaria al no comprobar la situación patrimonial
del prestatario: ”si no se comprueba la veracidad de lo que en ella se dice
respecto a la realidad o existencia de los bienes comprendidos en la
declaración , así como su titularidad, es claro, que el error motivador del acto
de disposición no se produce por la declaración mendaz sino por la confianza
que el cliente inspiraba el banco debiéndose pues el perjuicio sufrido no a
la declaración mendaz sino a una absoluta falta de diligencia para comprobar
la solvencia del prestatario”; la reciente sentencia del Tribunal Supremo
español de 24 de marzo de 1999- causa Número 523/1998. Ponente: Marañón
Chávarri- declara al respecto “que no se estimaran suficientes los artificios
engañosos, si el sujeto pasivo del mismo hubiese podido descubrir el fraude
mediante una actividad de comprobación de la realidad de las prestaciones
entregadas o prometidas fraudulentamente por el promotor del engaño, y
si tal actividad de comprobación le era exigible por su cualificación
empresarial”. Estas menciones se hacen en razón a que incluso en caso que
en el hecho materia del presente pronunciamiento hubiese tenido lugar un
engaño penalmente relevante –que ha sido descartado supra–, concurre una
segunda circunstancia que hace que tampoco se pueda afirmar la existencia
de un delito de estafa; el daño patrimonial producido a la Empresa de
Transportes y Comercializaciones Gianina es imputable a la infracción de los
elementales deberes de autoprotección de su patrimonio por parte de la
propia víctima. Ello es así en razón a que a fojas 225 se puede constatar que
el Contrato N° 08-C-108218 celebrado entre La Oficina de Servicios para
Proyectos de las Naciones Unidas (UNOPS) y la firma “La Torre Contratistas
Generales SAC” correspondiente a la Licitación Pública Internacional OSP/
PER/190/939-1 establece como cláusula Décimo Sexta que ”El CONTRATISTA
bajo ningún título podrá ceder, transferir o subrogar, total o parcialmente
el presente contrato ni los trabajos relativos a la ejecución de la OBRAS, sin
el previo consentimiento y autorización escrita de UNOPS en acuerdo con la
ENTIDAD. Durante la ejecución de la obra, no estará permitida la
subcontratación, salvo autorización escrita de UNOPS, se permitirá la
subcontratación hasta un 20% de los trabajos”; siendo que a fojas 234 se
puede constatar que en la cláusula Vigésimo Tercera se señala como causal
de resolución del contrato: ‘f) Subcontratación de una parte de la OBRA, sin
contar con la autorización escrita de UNOPS en acuerdo con EL GOBIERNO
REGIONAL DE LA LIBERTAD’. De los hechos objeto de denuncia y de los
elementos de convicción acopiados durante la investigación preliminar se
puede apreciar que ‘La Torre Contratistas Generales S.A.C.’ infringiendo las
cláusulas del Contrato N° 08-C-108218 subcontrató –sin contar con
autorización de UNOPS y por la totalidad de la obra– a la empresa ‘INGESUR
S.A.C.’ la que a su vez subcontrató a ‘Los Alpes E.I.R.L.’ siendo que a estas
dos últimas ha prestado servicios Transportes y Comercializaciones Gianina.
De este modo la representada de la denunciante –en el mejor de los casos–
ha ingresado a entablar relaciones contractuales sin previamente haber
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de su denuncia, afirma Evelyn Gianina Odar Egúsquiza que los denunciados se han apoderado del
dinero del Estado peruano y la sociedad y no han ejecutado la obra ”Rehabilitación a nivel de asfal-
tado de la carretera departamental 12-102 Emp. R-IN, Chicama Sausal – Baños Chimú - Límite
Departamento, Sunchubamba Tramo Chicama Sausal” –sin embargo, no se hacen mínimas preci-
siones de cómo es que ello se habría producido–; para posteriormente hacer referencia a que no se
ha hecho un debido control del avance de la obra por parte de personal de la UNOPS y el Gobierno
Regional de La Libertad, dándose lugar a que la misma no se haya ejecutado en su integridad ni de
forma satisfactoria; QUINTO: Los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios
responsables de la persecución penal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación por un
conjunto de principios jurídicos que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de
manera arbitraria, abusiva o ilegítima. De estos principios, uno de los más importantes es el de le-
galidad, que garantiza que la persecución penal solo se pueda iniciar si los comportamientos puestos
en conocimiento de la Fiscalía son exactamente los mismos que se encuentran contemplados como
prohibidos bajo amenaza de sanción criminal en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de
manera previa al hecho. Es tal la importancia de lo señalado que la Constitución Política del Estado
de 1993 ha consagrado expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo d, que: “Nadie será
procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente califi-
cado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena
no prevista en la ley”; exigencia que ha sido desarrollada en términos muy similares en el artículo
II del Título Preliminar del Código Penal, que prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no
previsto como delito o falta por la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o
medida de seguridad que no se encuentren establecidas en ella”; siendo, además, de reconocimien-
to unánime tanto en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional como de la Corte Suprema de la
República; así como por parte de los órganos jurisdiccionales internacionales que se ocupan de
decidir en materia de derechos humanos; SEXTO: En este contexto, y de inicio, se debe precisar
que en el escrito de denuncia, en la declaración a nivel de investigación preliminar de Evelyn Gia-
nina Odar Egúsquiza y en el escrito denominado “reiteramos denuncia por actos de corrupción,
falta de pago a empresas, deuda de salarios y beneficios sociales a trabajadores, constante nega-
tiva de entrega de información pública e irregularidades en construcción de carretera Chicama –
Sausal” se puede apreciar claramente que lo que motiva básicamente la denuncia es la falta de pago
del servicio de alquiler de maquinaria prestado por Empresa de Transportes y Comercializaciones
Gianina para la ejecución de la obra “Rehabilitación a nivel de asfaltado de la carretera departamen-
tal 12-102 Emp. R-IN” (por ejemplo, en el escrito de denuncia a fojas 06 se dice “he tratado en todo
momento que el pago se efectivice”, “se niegan a pagarme”; en la carta notarial dirigida al Presi-
dente del Gobierno Regional de La Libertad José Murgia Zanier a fojas 69 vuelta se menciona
“nuestra situación de adeudo” señalándose además que de no atenderse su carta con puntualidad se
recurriría al fuero civil; en el Acta de Compromiso de fojas 107 entre el representante de Ingesur
SAC y Evelyn Gianina Odar Egúsquiza en donde se da cuenta de la entrega de letras en garantía y
“se acuerda pagar la deuda contraída por los trabajos realizados una vez…”); sin embargo, el
Derecho Penal peruano no se ha configurado para mediante la amenaza de pena buscar el cobro de
deudas ni tampoco para sancionar la mera falta de cumplimiento de los compromisos contractuales
asumidos por las partes, se trate de contratos entre particulares o entre particulares y el Estado; ello
es consecuencia de los efectos protectores del literal c del numeral 24 del artículo 2 de la Constitu-
ción Política del Estado (“No hay prisión por deudas. Este principio no limita el mandato judicial
por incumplimiento de deberes alimentarios”). Lo dicho no quiere decir que el Derecho Penal no
pueda intervenir cuando se trata de actividades contractuales, pero para ello es necesario circuns-
tancias especiales que digan que nos hallamos ante algo más que el mero y simple incumplimiento
de un compromiso contractual, además de obviamente adecuarse el hecho a alguna de las descrip-
ciones de comportamiento delictivo que contempla nuestro Derecho Positivo; SÉTIMO: En el
marco de referencia corresponde analizar si los hechos se adecuan a los tipos penales materia de
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
denuncia; para lo cual comenzaremos nuestro análisis por el delito de estafa contemplado en el ar-
tículo 196 del Código Penal en los siguientes términos: “El que procura para sí o para otro un pro-
vecho ilícito en perjuicio de tercero, induciendo o manteniendo en error al agraviado mediante en-
gaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta, será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de uno ni mayor de seis años”; y si bien se ha encargado la doctrina de resaltar la importancia del
engaño (astucia, ardid u otra forma fraudulenta) para la perpetración de dicho delito (por ejemplo,
en el sentido que: “En la estafa el engaño es el elemento típico que origina la cadena de sucesos que
acaba produciendo el perjuicio patrimonial, y en particular es el motivo de la actuación de la
víctima”[10]) se ha ocupado también de explicar que no basta la concurrencia de este elemento, sino
que es necesario que se dé una relación concatenada de engaño-error-voluntad viciada-disposición
patrimonial. De ahí que, por ejemplo, en dicho sentido la Corte Suprema haya señalado que el de-
lito de estafa tiene entre sus requisitos que: “El agente tiene la conciencia y la voluntad de realizar
los elementos objetivos del tipo, engañar para inducir o mantener en error a la víctima para que esta
disponga de su patrimonio”[11]. Pero, además la ciencia jurídica contemporánea ha dejado en claro
hace algún tiempo ya que cuando se trata de atribuir responsabilidad penal a una persona por un
delito de resultado (como lo es el de estafa) no solo se debe verificar la existencia de una relación
naturalística de causa efecto entre los componentes del tipo penal, sino que es necesaria la verifica-
ción de una determinada relación normativa (ello en razón a que para atribuir responsabilidad penal
a una persona lo que se requiere es un juicio de imputación jurídico-normativa propio del “deber
ser”, que es característica consustancial del Derecho, no la mera aplicación de las leyes causales del
“ser” de la naturaleza); siendo que los requisitos para afirmar esta reclamada relación normativa se
han aglutinado en la categoría de la dogmática penal que se conoce como “imputación objetiva”. Es
a partir de estas exigencias que León Alva[12] ha señalado: “De la mano del desarrollo de los criterios
de imputación objetiva la doctrina trata de conceptuar al engaño como la falta a la verdad en lo que
se hace o dice de modo bastante para producir error e inducir al acto de disposición patrimonial
(Bajo Fernández). En este sentido, el tipo básico de estafa restringe el número de engaños típicos,
exclusivamente, aquellos que sean “bastantes” para producir error de otro. Lo que permite recondu-
cir la capacidad de idoneidad del engaño a la exigencia de su adecuación: ‘solo al engaño que ge-
nere un riesgo jurídico-penalmente desaprobado de lesión del bien jurídico, esto es del patrimonio
ajeno, le puede ser imputado el resultado posterior que, además, deberá ser, precisamente, la reali-
zación concreta de ese riesgo’ (Gonzales Rus). Se niega, por otra parte, de manera unánime, que la
simple mentira llegue a configurar el ardid o el engaño idóneo propio del delito de estafa, puesto
que ella supone una falsedad, cuya creencia queda librada a la buena fe del tercero, en tanto
que en el engaño se da algo más: (…) ‘cierta entidad objetiva que permite reconocer la existencia
del nexo causal entre el engaño y el error, de modo que este no pueda ser atribuido a la credulidad
únicamente’ (Fontán Balestra). Bajo Fernández, a efectos de encuadrar la simple mentira como una
modalidad de engaño típico exige que esta al menos vaya acompañada de una maquinación o
maniobra fraudulenta que pueda por sí misma producir el error y la consiguiente disposición
patrimonial”. Es que como manifiesta Gonzales Rus: “siempre ha sido una constante de la inter-
pretación doctrinal y jurisprudencial la idea de que la ley penal no puede ser el instrumento utiliza-
do para reprimir todos los fraudes que abusan de la buena fe de otros, por lo que no todo engaño
[10] PÉREZ MANZANO, Mercedes en: BAJO FERNÁNDEZ, Miguel (Dir.). Compendio de Derecho penal, parte especial II. CEU-
RA, Madrid, 1998, pp. 439-440.
[11] ROJAS VARGAS, Fidel. Jurisprudencia penal. Gaceta Jurídica, Lima, 1999, pp. 431-432.
[12] LEÓN ALVA, Eduardo. “Los deberes de autoprotección de la víctima en la configuración del engaño en el delito de estafa”. En:
ÁVALOS RODRÍGUEZ, Constante / QUISPE VILLANUEVA, Alejandro (Coords.). Dogmática penal del tercer milenio. Libro
homenaje a los profesores Eugenio Raúl Zaffaroni y Klaus Tiedemann. ARA Editores, Lima, 2008, p. 1216.
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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
puede ser constitutivo de estafa”[13]. Las cosas así, se debe señalar que ni en la denuncia ni en los
actos de investigación preliminar se puede apreciar algo más que la afirmación de que a Transportes
y Comercializaciones Gianina se le ha contratado para que preste servicios de alquiler de maquina-
ria pesada en la obra “Rehabilitación a nivel de asfaltado de la carretera departamental 12-102 Emp.
R-IN”; servicio que esta ha prestado sobre la base de la buena fe (la denuncia dice textual “he
creído en la BUENA FE de los funcionarios de las diferentes empresas”, fojas 05); razón por la que
no se puede postular la relevancia típica de los hechos materia de investigación. Es menester hacer
una aclaración, si bien se puede apreciar que, por otro lado, la denunciante alega que su representa-
da ha sido reiteradamente engañada cuando con posterioridad a los servicios prestados ha requerido
sin éxito la cancelación de la suma que se le adeuda (véase a fojas 107 el Acta de Compromiso de
fecha 24 de noviembre de 2009 entre el representante de INGESUR SAC y Evelyn Gianina Odar
Egusquiza en donde se da cuenta de la entrega de letras en garantía y “se acuerda pagar la deuda
contraída por los trabajos realizados una vez (…)” y a fojas 212 el escrito presentado por la denun-
ciante en donde se dice ¿Por qué el Gobierno Regional y la UNOPS, a través de sus funcionarios
mintieron a la empresa Comercializaciones Gianina, diciéndoles que se les pagaría una vez que se
apruebe la última valorización entregada por el trabajo en las adicionales”), como ya mencionamos
supra “en la estafa el engaño es el elemento típico que origina la cadena de sucesos que acaba pro-
duciendo el perjuicio patrimonial, y en particular es el motivo de la actuación de la víctima”; siendo
necesario para su perpetración que se dé una relación concatenada de engaño-error-voluntad vicia-
da-disposición patrimonial; no existiendo estafa cuando el engaño es posterior al desplazamiento
patrimonial (la prestación de servicios) por parte del agraviado; OCTAVO: Pero, no solo lo dicho,
sino que la doctrina contemporánea enseña que no se puede afirmar la relevancia penal de una con-
ducta –también por falta de imputación objetiva– cuando el resultado lesivo se explica principal-
mente en la infracción por parte del agraviado de los elementales deberes de autoprotección de su
patrimonio. En este sentido, quien más ha trabajado en nuestro país el tema León Alva[14] señala:
“No merece protección alguna del derecho penal, la víctima que no se ha comportado de modo
responsable en el cuidado de sus bienes patrimoniales. Así en un primer momento el Derecho Penal
aparecería imponiendo a todo ciudadano la obligación de desplegar una “mínima diligencia” a
efecto de proteger sus bienes jurídicos patrimoniales, de tal manera que cuando el ciudadano refle-
ja en su comportamiento un “relajamiento” de sus deberes de autoprotección o autotutela no mere-
cería protección penal alguna. Ya Groizard señalaba al respecto: “(...) una absoluta falta de perspi-
cacia, una estúpida credulidad o una extraordinaria indolencia para enterarse de las cosas puede
llegar a ser causa de la defraudación más que producto de un engaño debe de considerarse como
efecto de censurable abandono como falta de la debida diligencia”. En suma, cuando se infringen
los deberes de autotutela la lesión patrimonial no es imputable objetivamente a la acción del autor,
por mucho que el engaño pueda ser causal –en el sentido de la teoría de la equivalencia de las con-
diciones– respecto del perjuicio patrimonial. De acuerdo con el criterio del fin de protección de la
norma, no constituye fin del tipo de la estafa evitar las lesiones patrimoniales fácilmente evitables
por el titular del patrimonio que con una mínima diligencia hubiera evitado el menoscabo, pues, el
tipo penal cumple solo una función subsidiaria de protección y un medio menos gravoso que el
recurso a la pena es, sin duda, la autotutela del titular del bien. Se imponen, pues, necesaria restric-
ciones teleológicas en la interpretación de los tipos penales, de modo que la conducta del autor
quede fuera del alcance del tipo cuando la víctima no se ha comportado conforme al principio de
autorresponsabilidad, cuando la evitación de la lesión del bien jurídico se encontraba en su propio
[13] GONZALES RUS, Juan José en COBO DEL ROSAL, Manuel (Dir.). Curso de Derecho Penal Español, Parte Especial. Tomo I.
Madrid, Marcial Pons, 1996, p. 659.
[14] LEÓN ALVA, Eduardo. “El engaño en el delito de estafa” (Portal de Alerta Informativa <http://www.lozavalos.com.pe/alertain-
formativa/index.php?mod=documento&com=documento&id=476>).
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
ámbito de competencia”; refiriendo también León Alva que, por ejemplo, en la jurisprudencia penal
española el Tribunal Supremo ha tenido en cuenta que la actitud de la víctima incide en el alcance
del delito de estafa, entre otras en las importantes sentencias de 21 de septiembre de 1998- Causa
Número 6978/88, Ponente: Bacigalupo Zapater –en la que se declaró que “el Derecho Penal, no
debería de constituirse en un instrumento de protección patrimonial de aquellos que no se protegen
a sí mismos”; asimismo, en la sentencia de fecha 18 de julio de 1991- Causa Número 4914/1989-Po-
nente: García Miguel que considera inaplicable en tipo de la estafa en un supuesto de falta de dili-
gencia de la entidad bancaria al no comprobar la situación patrimonial del prestatario: “si no se
comprueba la veracidad de lo que en ella se dice respecto a la realidad o existencia de los bienes
comprendidos en la declaración , así como su titularidad, es claro, que el error motivador del acto
de disposición no se produce por la declaración mendaz sino por la confianza que el cliente inspi-
raba el banco debiéndose pues el perjuicio sufrido no a la declaración mendaz sino a una absoluta
falta de diligencia para comprobar la solvencia del prestatario”; la reciente sentencia del Tribunal
Supremo español de 24 de marzo de 1999– causa Número 523/1998. Ponente: Marañon Chavarri–
declara al respecto “que no se estimaran suficientes los artificios engañosos, si el sujeto pasivo del
mismo hubiese podido descubrir el fraude mediante una actividad de comprobación de la realidad
de las prestaciones entregadas o prometidas fraudulentamente por el promotor del engaño, y si tal
actividad de comprobación le era exigible por su cualificación empresarial”. Estas menciones se
hacen en razón a que incluso en caso que en el hecho materia del presente pronunciamiento hubie-
se tenido lugar un engaño penalmente relevante –que ha sido descartado supra–, concurre una se-
gunda circunstancia que hace que tampoco se pueda afirmar la existencia de un delito de estafa; el
daño patrimonial producido a la Empresa de Transportes y Comercializaciones Gianina es imputa-
ble a la infracción de los elementales deberes de autoprotección de su patrimonio por parte de la
propia víctima. Ello es así en razón a que a fojas 225 se puede constatar que el Contrato N° 08-C-
108218 celebrado entre La Oficina de Servicios para Proyectos de las Naciones Unidas (UNOPS)
y la firma “La Torre Contratistas Generales SAC” correspondiente a la Licitación Pública Interna-
cional OSP/PER/190/939-1 establece como cláusula Décimo Sexta que “El CONTRATISTA bajo
ningún título podrá ceder, transferir o subrogar, total o parcialmente el presente contrato ni los tra-
bajos relativos a la ejecución de la OBRAS, sin el previo consentimiento y autorización escrita de
UNOPS en acuerdo con la ENTIDAD. Durante la ejecución de la obra, no estará permitida la
subcontratación, salvo autorización escrita de UNOPS, se permitirá la subcontratación hasta un
20% de los trabajos”; siendo que a fojas 234 se puede constatar que en la cláusula Vigésimo Terce-
ra se señala como causal de resolución del contrato: “f) Subcontratación de una parte de la OBRA,
sin contar con la autorización escrita de UNOPS en acuerdo con EL GOBIERNO REGIONAL DE
LA LIBERTAD”. De los hechos objeto de denuncia y de los elementos de convicción acopiados
durante la investigación preliminar se puede apreciar que “La Torre Contratistas Generales S.A.C.”
infringiendo las cláusulas del Contrato N° 08-C-108218 subcontrató -sin contar con autorización de
UNOPS y por la totalidad de la obra- a la empresa “INGESUR S.A.C.” la que a su vez subcontrató
a “Los Alpes E.I.RL.” siendo que a estas dos últimas ha prestado servicios Transportes y Comercia-
lizaciones Gianina. De este modo la representada de la denunciante –en el mejor de los casos– ha
ingresado a entablar relaciones contractuales sin previamente haber tomado conocimiento de las
condiciones de ejecución del Contrato N° 08-C-108218 (“Rehabilitación a nivel de asfaltado de la
carretera departamental 12-102 Emp. R-IN, Chicama Sausal – Baños Chimú - Límite Departamen-
to, Sunchubamba Tramo Chicama Sausal”), cosa que sí lo hubiese hecho –aplicando una mínima
diligencia– se hubiese percatado perfectamente que se encontraba prohibida la subcontratación o la
cesión del contrato sin autorización expresa y escrita de UNOPS –en el peor de los casos Transpor-
tes y Comercializaciones Gianina contrató a pesar de saber que estaba prohibida la subcontratación,
supuesto que menos aún puede proteger el Derecho penal-; por lo que no puede pretender la repre-
sentada de la denunciante reclamar la protección del Derecho penal si ingresa al tráfico jurídico-
económica asumiendo una posición que se encuentra expresamente prohibida. La mejor muestra de
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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
que poniendo un mínimo de diligencia podía haber conocido el contenido del Contrato N° 08-C-
108218 se tiene en el hecho de que Evelyn Gianina Odar Egusquiza ofreció como recaudo de su
denuncia dicho documento; NOVENO: En lo que corresponde al delito de peculado se debe seña-
lar que se encuentra previsto en el artículo 387 del Código Penal en los siguientes términos: “El
funcionario o servidor público que se apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí o para otro,
caudales o efectos cuya percepción, administración o custodia le estén confiados por razón de su
cargo, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de ocho años. Cons-
tituye circunstancia agravante si los caudales o efectos estuvieran destinados a fines asistenciales o
a programas de apoyo social. En estos casos, la pena privativa de la libertad será no menor de cua-
tro ni mayor de diez años. Si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe por otra persona la
sustracción de caudales o efectos será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años
o con prestación de servicio comunitario de veinte a cuarenta jornadas. Constituye circunstancia
agravante si los caudales o efectos estuvieran destinados a fines asistenciales o a programas de
apoyo social. En estos casos, la pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de cinco
años” (versión vigente en el momento de los hechos); habiéndose encargado la Corte Suprema del
Perú en el Acuerdo Plenario N° 04-2005/CJ-116 de señalar –con calidad de precedente vinculante–
que para “la existencia del delito de peculado no es necesario que sobre los bienes que se le haya
confiado por razón de su cargo en cualquiera de las formas y que constituyan el objeto material del
hecho ilícito, el agente ejerza un tenencia material directa. Es suficiente que el sujeto activo tenga
la llamada disponibilidad jurídica, es decir, aquella posibilidad de libre disposición que en virtud de
la ley tiene el funcionario o servidor público; debe tener, por tanto, competencia funcional espe-
cífica. La disponibilidad a que se hace referencia se encuentra íntimamente ligada a las atri-
buciones que el agente ostenta como parte que es de la Administración Pública”; quedando
corroborado de esta manera que únicamente se puede incurrir en delito de peculado cuando quien
ha realizado la conducta penalmente prohibida ha actuado en calidad de servidor o funcionario
público; debiendo ser el autor parte de la Administración Pública peruana. Pero, es del caso que los
denunciados Ernesto Vladimir La Torre Sánchez, Félix Enrique Chambi Quispe, Rafael Edgardo
Guerra Vargas, Ramón Muñoz Vargas, Giuseppe Mancinelli, Javier Arteaga Alvarado, Antonio
Santa Cruz Alvarado, Julio César Ramírez Zamora no tienen la calidad ni de servidores ni de fun-
cionarios públicos del Estado peruano; la cual únicamente ostentan José Murgia Zannier, Alvaro
Bazán Cabellos, Susanita Tantaleán Regalado y Nery Alberto Acuña Idrogo; sin embargo, respecto
de estas personas, fuera de una atribución general de no haber contribuido a que se le pague los
adeudos que las personas jurídicas de Derecho privado que contrataron a Transportes y Comercia-
lizaciones Gianina le tienen por el alquiler de maquinaria pesada y de que no habrían ejercido una
labor de supervigilancia en la ejecución por parte de los ganadores de la buena pro del Contrato N°
08-C-108218, no se ha formulado en la denuncia ni se han llegado a establecer como consecuencia
de la investigación preliminar cargos específicos que digan que alguno o algunos de ellos se han
apropiado o utilizado, en cualquier forma, para sí o para otro, de caudales o efectos cuya percepción,
administración o custodia le estén confiados por razón de su cargo o de que por culpa hayan dado
ocasión a que se efectúe por otra persona la sustracción de dichos caudales o efectos. Es que del
mismo modo que ocurre con el principio de legalidad, existen otros principios dirigidos a evitar que
la actuación del Estado en la persecución de los ciudadanos sea arbitraria; en ello también resulta
de suma importancia el que dice de la necesidad de respetar el ejercicio del derecho de defensa de
los justiciables en su expresión de descripción suficiente del hecho materia de imputación; cuya
capacidad de vinculación jurídica viene impuesta ya por el artículo 14, inciso 3, literal b, del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que señala: “Durante el proceso, toda persona acusa-
da de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: a) A ser infor-
mada, sin demora, en un idioma que comprenda y, en forma detallada, de la naturaleza y causas
de la acusación formulada contra ella”; del mismo modo que por el artículo 8, numeral 2, literal a,
de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos que señala: “Durante el proceso, toda
259
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
persona tiene derecho, en plena igualdad, a las garantías mínimas: (...) b) Comunicación previa y
detallada de la acusación formulada”; normas ambas que si bien se hallan redactadas empleando el
término acusación, la doctrina es concorde en que dicho término debe interpretarse en un sentido
material y no formal, entendiéndose como imputación de responsabilidad penal; pero, por si se
quisiera discutir o cuestionar esta interpretación, el Código Procesal Penal de 2004 zanja toda dis-
puta en nuestro sistema jurídico cuando entre sus normas rectoras señala de modo expreso: “Toda
persona tiene derecho inviolable e irrestricto a que se le informe de sus derechos, a que se le comu-
nique de inmediato y detalladamente la imputación formulada en su contra y a ser asistida por un
Abogado Defensor de su elección o, en su caso, por un abogado de oficio, desde que es citada o
detenida por la autoridad. También tiene derecho a que se le conceda un tiempo razonable para que
prepare su defensa; a ejercer su autodefensa material; a intervenir, en plena igualdad, en la actividad
probatoria; y, en las condiciones previstas por la Ley, a utilizar los medios de prueba pertinentes”;
siendo que amén de la mención expresa de que al imputado “se le comunique de inmediato y deta-
lladamente la imputación formulada en su contra” la mayoría de los demás derechos mencionados
(v. gr. a la autodefensa material o a utilizar los medios de prueba pertinentes) requiere para su pleno
y adecuado ejercicio que necesariamente se encuentre precisado con suficiencia y detalle el hecho
materia de atribución. Para complementar lo dicho se puede citar a Tiedemann, Klaus[15] cuando
refiere que una condición previa absolutamente necesaria para toda defensa es la de conocer el
contenido de la imputación en el primer interrogatorio, sea policial o judicial (cosa que recoje el
numeral 1 del artículo 87 del CPP 2004 cuando señala: “Antes de comenzar la declaración del
imputado, se le comunicará detalladamente el hecho objeto de imputación, los elementos de con-
vicción y de pruebas existentes, y las disposiciones penales que se consideren aplicables. De igual
modo se procederá cuando se trata de cargos ampliatorios o de la presencia de nuevos elementos de
convicción o de prueba”). Omitir esta información al inculpado es lo mismo que tratarle como ob-
jeto del proceso, que se desarrolla sin su activa participación y sin contradicción posible. Es sola-
mente con el conocimiento de la imputación cuando el inculpado puede decidir si se defiende de
manera activa o guarda silencio o a Vélez Mariconde, Alfredo[16] cuando señala: Así como el deman-
dado en proceso civil no se podría defender si no existiera esa concreta y clara manifestación de
voluntad que debe estar contenida en la demanda, el imputado no se podría defender si el proceso
penal no reposara en una imputación formal que describa el hecho delictuoso que se le atribuye.
Nadie puede defenderse debidamente de algo que ignora. Teniendo implicancia incluso lo dicho con
el deber de motivación de las disposiciones fiscales, pues no puede considerarse debidamente mo-
tivada una disposición de formalización y continuación de investigación preparatoria sino se preci-
sa de modo suficientemente detallado el hecho materia de imputación, siendo que dicha falta de
motivación implica una afectación al ejercicio del derecho de defensa tal y como lo ha señalado el
Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Exp. Nº 07030-2005-PHC/TC-Ucayali. Raúl
Marden Contreras Ramírez cuando afirma que la debida motivación debe estar presente en toda
resolución que se emita en un proceso. Este derecho implica que cualquier decisión cuente con un
razonamiento que no sea aparente o defectuoso, sino que exponga de manera clara, lógica y jurídi-
ca los fundamentos de hecho y de derecho que la justifican, de manera que los destinatarios, a partir
de conocer las razones por las cuales se decidió en un sentido o en otro, estén en la aptitud de rea-
lizar los actos necesarios para la defensa de su derecho. El derecho a la motivación es un presupues-
to fundamental para el adecuado y constitucional ejercicio del derecho a la tutela procesal efectiva;
DÉCIMO: En lo que respecta a los delitos de falsificación de documentos y falsedad ideológica
que aparecen referidos en el escrito de denuncia a través de la mención de los artículos 427 y 428
del Código Penal se debe señalar que del mismo modo que en el caso anterior no se han precisado
[15] TREDEMANN, Klaus, Constitución y Derecho Penal. Palestra Editores, Lima, 2003, p. 185.
[16] VÉLEZ MARICONDE, Alfredo. Derecho Procesal Penal II. Marcos Lerner, reimpresión de la tercera edición, Córdoba, 1982, pp. 216-217.
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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
hechos en la misma que puedan tener alguna conexión de sentido con dichas figuras delictivas, ni
tampoco se ha encontrado ello como consecuencia de las diligencias de investigación preliminar.
En este sentido, no se señala que se haya hecho en todo o en parte, un documento falso o adulterado
uno verdadero que pueda dar origen a derecho u obligación o servir para probar un hecho, con el
propósito de utilizar el documento; o que se haya insertado o hecho insertar, en instrumento público,
declaraciones falsas concernientes a hechos que deban probarse con el documento, con el objeto de
emplearlo como si la declaración fuera conforme a la verdad; DÉCIMO PRIMERO: Finalmente,
en lo que respecta al delito de asociación ilícita para delinquir previsto en el artículo 317 del Códi-
go Penal en los siguientes términos: “El que forma parte de una organización de dos o más personas
destinada a cometer delitos será reprimido por el solo hecho de ser miembro de la misma” se debe
señalar que ni la parte denunciante ha aportado ni se han recolectado elementos de convicción que
permitan acreditar aunque sea en un grado mínimo algún hecho que se relacione con este ilícito;
más aun cuando, por ejemplo, Castillo Alva ha señalado: “la idea central sobre la que reposa el
sentido jurídico de la asociación para delinquir es la de ‘organización’, concepto normativo, que
no se limita a la ordenación, distribución de funciones entre las personas que la integran, sino que
se vincula a la administración y organización adecuada de medios, estrategias y recursos. El con-
cepto de organización constituye el núcleo del injusto del delito. En efecto, la asociación ilícita está
lejos de ser un conglomerado humano o una simple forma numérica en la que solo basta un concier-
to más o menos ordenado de voluntades superpuestas entre si sin ningún criterio rector o sin un
sentido último. En realidad, ella supone en su acepción jurídica una determinación clara y definida
de los objetivos a alcanzar [económicos, sociales, políticos, religiosos, etc.] y una adecuada selección
de los medios y procedimientos; para lo cual se dispone de una elemental distribución de funciones
–ya que no todos los miembros van a realizar la misma tarea– y un necesario principio jerárquico
tanto en el mando, en la toma de decisiones y en la ejecución de las mismas. La doctrina y jurispru-
dencia comparada establecen la necesidad de distinguir entre asociación y grupo, diferencia que no
estriba en un punto de vista cuantitativo como el referido al mayor o menor número de integrantes
en uno y otro caso, sino más bien a criterios cualitativos que se relacionan con el grado de estruc-
tura y de organización de la asociación. Mientras el grupo solo exige una pluralidad de personas que
se juntan de modo temporal y ocasional, sin una estructura organizativa propia, la asociación requie-
re una estabilidad y permanencia en el tiempo, una estructura con división de funciones y la impo-
sición de un sistema de reglas de naturaleza disciplinaria que marcan las relaciones de sus integran-
tes. No hay asociación ilícita que pueda prescindir de una elemental o mínima organización, pues
solo así se logra distinguir de los simples conglomerados humanos o de las simples iniciativas para
delinquir en la que participan sin orden y control alguno un número determinado de individuos. La
organización distingue a la asociación ilícita de la autoría y participación y de la conspiración para
delinquir, ya que no basta la intervención de un número plural de personas en la fase preparatoria
del delito para que pueda hablarse de asociación. La exigencia de la organización es una caracteris-
tica distinta a la existencia del acuerdo, del vínculo y del programa criminal. Puede haber un acuer-
do criminal, puede haber un vínculo permanente, pero puede faltar la existencia de una organización.
La gravedad de los métodos, medios [delictivos] y estrategias empleadas por un grupo de personas
por más inclementes y duros que sean, no convierten a este automáticamente en una asociación
criminal. Asimismo, la peligrosidad, inteligencia y habilidad de un grupo de personas no basta para
construir el delito de asociación criminal, sino cuenta con otros requisitos v. gr. permanencia, esta-
bilidad, distribución de funciones, idoneidad, etc. para conseguir sus objetivos. La idea de organi-
zación queda satisfecha cuando la asociación criminal logra establecer una distribución material
de funciones entre sus miembros [plano horizontal], determinando los deberes y derechos de cada
uno de ellos como la actividad que han de cumplir y, además, exista –por lo menos– una elemental
estructura jerárquica entre los asociados [plano vertical], señalando un cierto mando y rango
entre los mismos, ya sea personal o colegiado, y una determinada línea de acción vertical basada en
el compromiso, elemental lealtad y obediencia respecto a los acuerdos comunes. Se alude a una
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
distribución jerárquica de funciones”; siendo que no existe en los hechos alegados en la denuncia
ni como consecuencia de las diligencias preliminares de investigación se ha podido determinar la
existencia de una relación de “organización” en los términos en que acabamos de referir; DÉCIMO
SEGUNDO: Las cosas como han sido expuestas, no resulta atendible continuar con las indaga-
ciones –estando además el plazo de la investigación preliminar vencido– en los términos en que
fueron iniciadas por la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Ascope; y en ello, estando orien-
tadas principalmente a acreditar los servicios prestados por Transportes y Comercializaciones
Gianina y la falta de pago de que viene siendo objeto, las declaraciones ofrecidas por la denun-
ciante mediante escrito de fecha 28 de abril de 2011 resultan impertinentes por no decir de un
hecho con relevancia jurídico-penal; por lo que deben declararse improcedentes; DÉCIMO
TERCERO: El estudio de la carpeta ha permitido que el suscrito tome conocimiento de hechos
específicos que no han sido abarcados por la denuncia ni abordados por la investigación prelimi-
nar materia del presente pronunciamiento que requieren ser materia de indagación por parte de
este Ministerio para determinar la posible existencia de hechos de relevancia penal que importen
algún delito de corrupción de funcionarios. Tratándose principalmente de: a) Las condiciones en
que el Gobierno Regional de La Libertad contrató con UNOPS para la ejecución de la obra “Re-
habilitación a nivel de asfaltado de la carretera departamental 12-102 Emp. R-IN, Chicama Sau-
sal – Baños Chimú - Límite Departamento, Sunchubamba Tramo Chicama Sausal”; b) Las cir-
cunstancias y forma en que “La Torre Contratistas Generales SAC” se hizo acreedor de la buena
pro de la Licitación Pública Internacional OSP/PER/190/939-1 y firmó el Contrato N° 08-C-108218
con la Oficina de Servicios para Proyectos de las Naciones Unidas; c) El monto total de pagos
realizados por el Gobierno Regional de La Libertad a UNOPS y de esta hacia “La Torre Contra-
tistas Generales SAC”; así como si se encuentran debidamente justificadas las entregas de dinero
realizadas; d) Acciones posteriores de supervigilancia y protección del patrimonio estatal –recu-
peración de posibles sumas indebidamente pagadas, imposición de multas y ejecución de las
garantías otorgadas por “La Torre Contratistas Generales SAC”–; DÉCIMO CUARTO: El sus-
crito considera que existen razones para afirmar que el Gobierno Regional de La Libertad ha
omitido brindar información que ha sido requerida por la denunciante; sin embargo, no tiene
competencia para iniciar persecución penal por solo dicho delito (por tratarse de un incumpli-
miento de funciones previsto en el artículo 377 del Código Penal); por lo que en este extremo se
deben remitir copias de las piezas correspondientes a la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de
Trujillo de Turno para que proceda conforme a sus atribuciones, al ser este el lugar donde se ha
hecho el pedido de información y donde tiene su sede el mencionado Gobierno Regional; POR
LO QUE: SE DISPONE: 1) IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PRE-
PARATORIA contra Ernesto Vladimir La Torre Sánchez, Félix Enrique Chambi Quispe,
Rafael Edgardo Guerra Vargas, Ramón Muñoz Vargas, Giuseppe Mancinelli, Javier Artea-
ga Alvarado, Antonio Santa Cruz Alvarado, Julio César Ramírez Zamora, José Murgia
Zannier, Alvaro Bazán Cabellos, Susanita Tantaleán Regalado Y Nery Alberto Acuña Idro-
go por la comisión de los delitos de PECULADO (artículo 387 del CP), ESTAFA (artículo 196
del CP), FALSEDAD DOCUMENTAL (artículo 427 del CP), FALSEDAD IDEOLÓGICA
(artículo 428 del CP) y ASOCIACIÓN ILÍCITA PARA DELINQUIR (artículo 317 del CP)
en agravio de Empresa de Transportes y Comercializaciones Gianina y del Estado peruano. No-
tifíquese a las partes indicándoles que cuentan con cinco días hábiles a partir de notificados para
solicitar la elevación de actuados y la revisión de lo resuelto por el superior jerárquico; 2) IM-
PROCEDENTE EL PEDIDO DE RECEPCIÓN DE DECLARACIONES TESTIMONIALES
presentado con fecha 28 de abril de 2011 por la representante de la agraviada Transportes y
Comercializaciones Gianina; 3) TÓMESE COPIAS CERTIFICADAS DE LA PRESENTE
CARPETA, INGRÉSESE POR EL SISTEMA Y ASÍGNESE para iniciar investigación preli-
minar por los hechos referidos en el considerando décimo tercero; 4) TÓMESE LAS COPIAS
PERTINENTES y REMÍTASE A LA FISCALÍA PROVINCIAL PENAL CORPORATIVA DE
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encontramos limitada nuestra capacidad de actuación persecutoria por un conjunto de principios ju-
rídicos que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o
ilegítima. De estos principios, uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la
persecución penal solo se pueda iniciar y continuar si los comportamientos puestos en conocimiento
de la Fiscalía son exactamente los mismos que se encuentran contemplados como prohibidos bajo
amenaza de sanción criminal en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al
hecho. Es tal la importancia de lo señalado que la Constitución Política del Estado de 1993 ha con-
sagrado expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni conde-
nado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de
manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”.
Exigencia que ha sido desarrollada en términos muy similares en el artículo II del Título Preliminar
del Código Penal, que prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta
por la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se
encuentren establecidas en ella”. Siendo, incluso, de reconocimiento unánime tanto en la jurispru-
dencia del Tribunal Constitucional como de la Corte Suprema de la República; así como por parte de
los órganos jurisdiccionales que se ocupan de decidir en materia de derechos humanos; SEGUNDO:
Sin embargo, para dar inicio a dicha persecución de manera formal –con la disposición de formali-
zación y continuación de investigación preparatoria correspondiente– debe verificarse además que el
caso objeto del proceso este en condiciones de superar la valla de acreditación que impone el princi-
pio de presunción de inocencia. Es que entre los principios sobre los que se estructura el proceso
penal de los estados occidentales contemporáneos, uno de los más importantes es el de presunción
de inocencia [habiéndose llegado a decir que se trata de la “primera y fundamental garantía que el
procedimiento asegura al ciudadano”], tan es así que ha sido reconocido expresamente en la Consti-
tución de 1993 como derecho fundamental de la persona humana, entendiéndose, por tanto, su ob-
servancia como una condición indispensable para el respeto de la dignidad humana [fin supremo de
la sociedad y el Estado]. En este sentido, el artículo 2, inciso 24, apartado e), de la Constitución Po-
lítica del Estado de 1993, prescribe expresamente: “Toda persona es considerada inocente mientras
no se haya declarado judicialmente su responsabilidad”. Que se trata de una de las garantías más
importantes del proceso penal contemporáneo, queda en evidencia cuando se repara en que la pre-
sunción de inocencia es uno de los pocos derechos que se reconocen de manera uniforme en las
normas procesales penales del mundo occidental y que se encuentra reconocido en la generalidad de
Instrumentos Internacionales de Derecho Humanos. Por exigencia de esta garantía, el imputado in-
gresa al proceso penal con la condición jurídica formal de inocente, la que únicamente podrá ser
enervada o destruida, propiciándose una condena legítima, cuando se haya realizado una actividad
probatoria mínima que genere en el juzgador un estado intelectual de certeza [como consecuencia de
la valoración empleando el método de la sana crítica, criterio de conciencia o crítica racional de los
medios probatorios recogidos] respecto a que efectivamente se han producido en la realidad los hechos
que se encuentran descriptos en una norma penal como criminales por parte de los sujetos que duran-
te el proceso han tenido la calidad de imputados; TERCERO: En este contexto y de conformidad
con la lógica del nuevo proceso penal, el Ministerio Público solo debe emitir disposición de forma-
lización y continuación de investigación preparatoria cuando se encuentre convencido de que va a
poder acopiar durante la investigación preparatoria formalizada elementos de convicción que permi-
tan formular la acusación que, posteriormente, posibilite el enjuiciamiento exitoso del caso. En los
supuestos en que ello no sea posible, un proceder respetuoso de los derechos fundamentales de las
personas es no formalizar investigación. Esta exigencia ha sido denominada como “necesidad de un
pronóstico positivo de éxito” o, en su formulación negativa, que impide la continuación de la perse-
cución, “inexistencia de un pronóstico negativo de éxito”; siendo consecuencia de la proyección que
en la época contemporánea realiza el principio de proporcionalidad sobre las posibilidades que tiene
el Estado para concretar sus injerencias en el plexo de los derechos de las personas; CUARTO: Si
bien no existe norma constitucional alguna que consagre de manera expresa una exigencia de
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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
proporcionalidad en la actuación de los funcionarios jurisdiccionales penales (como parte del Estado
que son), el Tribunal Constitucional ha señalado en repetidas oportunidades la necesidad y obligato-
riedad de que el poder estatal, y en él el de naturaleza penal, deba ser ejercido con proporcionalidad.
Por solo mencionar un ejemplo, la exigencia de proporcionalidad ha sido desarrollada ampliamente
por el máximo intérprete de nuestra Norma Fundamental en la Sentencia recaída en el Exp. Nº 0012-
2006-PI/TC-Lima. Colegio de Abogados de Lima, en la cual señala: “El principio de proporcionali-
dad se constituye en un mecanismo jurídico de trascendental importancia en el Estado Constitucional
y como tal tiene por función controlar todo acto de los poderes públicos en los que puedan verse le-
sionados los derechos fundamentales, entre otros bienes constitucionales. Como tal, el principio de
proporcionalidad se encuentra contenido en el último párrafo del artículo 200 de la Constitución, por
lo que teniendo en cuenta los principios de unidad de la Constitución y de concordancia práctica,
según los cuales la interpretación de la Constitución debe estar orientada a considerarla como un todo
armónico y sistemático a partir del cual se organiza el sistema jurídico, evitándose en todo caso las
contradicciones, entonces debe entenderse que cuando los poderes públicos pretendan la limitación
de los derechos fundamentales o la imposición de sanciones, entre otros aspectos, deben observar el
principio de proporcionalidad. 32. Debido a la propia naturaleza del principio de proporcionalidad
(es un mecanismo de control), su afectación siempre va a estar relacionada con la afectación de un
derecho fundamental o un bien constitucional (en tanto estos últimos son fines en sí mismos). En otros
términos, si se determina que una medida estatal es desproporcionada no se está afectando solamen-
te el principio de proporcionalidad, sino principalmente el derecho fundamental o bien constitucional
comprometido en la referida medida estatal. El principio de proporcionalidad, en tanto presupuesto
de necesaria evaluación por parte de los poderes públicos cuando pretendan limitar un derecho fun-
damental, exige examinar adecuadamente los siguientes subprincipios: a) si la medida estatal que
limita un derecho fundamental es idónea para conseguir el fin constitucional que se pretende con tal
medida; b) si la medida estatal es estrictamente necesaria; y, c) si el grado de limitación de un derecho
fundamental por parte de la medida estatal es proporcional con el grado de realización del fin cons-
titucional que orienta la medida estatal”. Habiéndose explicado en la misma Sentencia respecto del
requisito de idoneidad que esta: “Exige, en primer término, la identificación de un fin de relevancia
constitucional, y, una vez determinado tal fin, verificar si la medida legislativa es idónea o adecuada
para lograr tal fin. En cuanto a lo primero, se debe verificar la existencia de un fin de relevancia
constitucional en la medida legislativa penal que limita un derecho fundamental (…). Sobre lo se-
gundo, este Colegiado ha sostenido que la idoneidad consiste en la relación de causalidad, de medio
a fin, entre el medio adoptado, a través de la intervención legislativa, y el fin propuesto por el Legis-
lador. Se trata del análisis de una relación medio-fin“; QUINTO: Es en este marco que se debe se-
ñalar que formalizar investigación preparatoria a pesar de existir un pronóstico negativo de éxito en
la persecución resultaría contradictorio con la exigencia de idoneidad contenida en el principio de
proporcionalidad, en tanto significa dar lugar a la serie de restricciones para el imputado que implica
la investigación formalizada cuando de inicio se sabe con certeza que no se habrá de conseguir los
elementos de acreditación que permitan formular una acusación exitosa. En este caso –el de falta de
pronóstico positivo de éxito–, si bien efectivamente nos encontramos ante un fin de relevancia cons-
titucional, la decisión fiscal no resulta idónea para lograr el fin de una persecución penal eficaz, sino
que se muestra como una injerencia estatal en los derechos de los imputados carente de utilidad; y
por lo tanto jurídicamente inadmisible; SEXTO: En el tema de los datos fácticos que en el presente
caso hacen que se tenga que concluir en la falta de pronóstico positivo de éxito en la persecución
penal se debe mencionar como de gran importancia: 1) De la revisión de las copias xerográficas de
los elementos de convicción que obran en la Carpeta Fiscal N° 4771-2010 –incorporada a la presen-
te carpeta por hallarse referida a hechos conexos a los que fundan la presente denuncia- se puede
concluir que se encuentra suficientemente acreditado que en la noche del sábado 20 de noviembre
de 2010 hubo una intervención policial en inmediaciones del domicilio de la denunciante Gloria
Amelia Otiniano Saavedra; pero es falso que la persona intervenida sea un desconocido –tal y como
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
menciona en la página 2 de su escrito de denuncia–, sino que se trataba de su hermano Dulanto Abad
Otiniano Saavedra; debiendo puntualizarse que el día en que Gloria Amelia Otiniano Saavedra inter-
pone su denuncia ya había sido ampliamente informada de que la persona intervenida por la Policía
Nacional del Perú y que fugó de la acción de la justicia era su hermano; 2) Lo anterior debe concor-
darse con la versión policial de que tres personas que lo acompañaban y se encontraban en el frontis
del domicilio mencionado en el punto anterior fueron en apoyo de Dulanto Abad Otiniano Saavedra,
cuando era intervenido por la policía y luego salieron del domicilio sus familiares quienes trataron
de ayudarle y hacerle ingresar; siendo identificadas como quienes trabaron la intervención policial,
las personas de, precisamente, Gloria Amelia Otiniano Saavedra y otros familiares del intervenido;
3) Se ha podido constatar por intermedio de tomas fotográficas que en el domicilio de la denuncian-
te se han roto puertas por parte del personal policial; pero no se han podido constatar ni se han ale-
gado destrozos mayores e irracionales, ni tampoco se ha podido acreditar la existencia de lesiones
corporales de alguna consideración en los familiares de Dulanto Abad Otiniano Saavedra por parte
del personal policial interviniente; 4) De los actuados correspondientes al mismo día de los hechos
se puede apreciar una actitud beligerante para con la autoridad policial por parte de los familiares de
Dulanto Abad Otiniano Saavedra que han llevado a que se nieguen a la firma de las actas de registro
personal, a la acta de lectura de derechos del imputado; incluso, en el caso de Gloria Amelia Otinia-
no Saavedra a firmar su propia declaración indagatoria; 5) Pero, lo más importante es que corre la
declaración de José Steve Carazas Salazar quien es el dueño del arma que se le incautó a Dulanto
Abad, refiriendo efectivamente habérsela encargado; además, que este último le informó que el 20
de noviembre fue intervenido por la policía con ella en las afueras de su casa cuando se la enseñaba
a sus amigos; lo que confirma pues que el intervenido con el arma fue dicha persona; del mismo modo
que logró repeler –las máximas de experiencia nos dicen que con el apoyo de terceros– su detención;
SÉTIMO: Las cosas como han sido expuestas, nos encontramos con dos tesis en conflicto, una la de
la autoridad policial, cuyos actos por mandato de la ley –en presunción iuris tantum– gozan de fe
pública y son expresión de la actuación de un funcionario objetivo y neutral; y la de la denunciante,
que debería indicar actos de investigación suficientes para poder controvertir la tesis de la autoridad
policial cosa que no ha ocurrido y que al análisis en este momento de los actos de investigación que
se podrían ordenar realizar aparece como que no habrá de ocurrir; OCTAVO: No obstante lo dicho,
se debe advertir que el artículo 335 del CPP 2004 prescribe: “1. La Disposición de archivo prevista
en el primer y último numeral del artículo anterior, impide que otro Fiscal pueda promover u ordenar
que el inferior jerárquico promueva una Investigación Preparatoria por los mismos hechos. 2. Se
exceptúa esta regla, si se aportan nuevos elementos de convicción, en cuyo caso deberá reexaminar
los actuados el Fiscal que previno”; por lo que en el supuesto de poder brindar el agraviado con
posterioridad información para la persecución penal que permita formularse un pronóstico positivo
de éxito, el Fiscal a cargo del caso habrá de revisar la pertinencia de mantenerlo cerrado o de reabrir-
lo (disponiendo, en consecuencia, la correspondiente formalización de investigación preparatoria);
POR LO QUE SE DISPONE: IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PRE-
PARATORIA contra César Suárez Balbín, Dayan Alva Cuba, Luis Pérez Ruiz y una persona
identificada como CAPITÁN VILLACORTA por la comisión del delito de ABUSO DE AUTO-
RIDAD (artículo 376 del CP); HURTO AGRAVADO (artículo 186 del CP), VIOLACIÓN DE
DOMICILIO (artículo 159 del CP), y LESIONES LEVES (artículo 121 del CP) en agravio de
Gloria Amelia Otiniano Saavedra; NOTIFÍQUESE y ARCHÍVESE en su oportunidad.-
Trujillo, enero 10 de 2011.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo
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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
361, 362, 376 y 407 del Código Penal; 5) Los decanos de los colegios profesionales de las ciudades
de Lima y Trujillo por los delitos de falsificación y uso de documento público falso, previstos en el
artículo 427 del Código Penal; SEGUNDO: Los hechos en que se sustenta la denuncia de parte se
hacen consistir en que: Con fecha 12 de noviembre de 1991 se crea la Universidad Privada César
Vallejo por Ley N° 25350. Mediante Resolución N° 084-99-ANR de fecha 29 de marzo de 1999 se
da por concluido el proceso de evaluación y se declara que la Universidad se encuentra en condi-
ciones de constituir sus órganos de gobierno de acuerdo al estatuto y las leyes. Luego de quince
meses de haber funcionado de manera correcta la Universidad, con fecha 21 de julio de 2000, fue
irrumpida por los accionistas y socios de la Empresa de Conocimiento SAC que violando la auto-
nomía universitaria procedieron a elegir Rector. Los accionistas de la persona jurídica Empresa del
Conocimiento SAC han procedido bajo el pretexto de que la Universidad se habría adecuado al
régimen de sociedad anónima cerrada, de conformidad a lo que dispone el Decreto Legislativo
N° 882; para lo cual utilizan la Resolución N° 715-2000-CONAFU de fecha 25 de enero de 2000.
No obstante lo cierto es que la Asociación Civil Ingeniería era la verdadera promotora de la Univer-
sidad Privada César Vallejo y la que solicitó el proceso de adecuación, no así la Empresa del Cono-
cimiento SAC, muestra de lo cual es que esta última no aparece para nada en la Resolución
N° 715-2000-Conafu de fecha 25 de enero de 2000. No solo lo dicho, sino que se han revisado los
Registros de Asociaciones y Sociedades de los Registros Públicos de La Libertad y en ninguno de
ellos aparecen inscritos ni la Resolución N° 715-2000-CONAFU ni el nuevo modelo institucional
de la Universidad Privada César Vallejo ni tampoco los estatutos de la nueva forma societaria de
dicha Casa Superior de Estudios. Es por estos hechos que cuestiona el que la mencionada Univer-
sidad realice actos académicos y administrativos, pues no se contaría con la autorización de la
CONAFU. Pero no solo ello, sino que con fecha 9 de marzo de 2001, el Consejo Nacional para la
autorización de Funcionamiento de Universidades mediante Resolución N° 055-2001-CONAFU
decidió por segunda vez declarar concluido el proceso de adecuación al Decreto Legislativo N° 882,
señalando que la Empresa del Conocimiento SAC y la Universidad Privada César Vallejo de Truji-
llo han quedado integradas en la persona jurídica denominada Universidad César Vallejo SAC. La
Asamblea Nacional de Rectores en lugar de intervenir de oficio para investigar las irregularidades
señaladas a partir del año 2003 ha venido creando filiales de la universidad solicitadas por la Em-
presa del Conocimiento SAC, sino que viene registrando en su Base de Datos del Registro Nacional
de Grados y Títulos que tiene a su cargo los títulos expedidos por la Empresa del Conocimiento. Por
su parte los decanos de los colegios profesionales denunciados han procedido a inscribir los títulos
profesionales –calificados como falsos– expedidos con las irregularidades ya señaladas; TERCERO:
En razón los hechos mencionados en el considerando anterior el denunciante concluye señalando:
1) La nueva forma societaria otorgada mediante Resolución N° 715-2000-CONAFU nunca fue
inscrita en el Registro de Personas Jurídicas así como tampoco su estatuto social; 2) La Universidad
Privada César Vallejo no tiene personería jurídica; 3) Desde el 21 de julio de 2000 los accionistas y
socios de la Empresa del Conocimiento SAC vienen eligiendo autoridades, autorizando exámenes
de ingreso; otorgando grados académicos y títulos profesionales a nombre de la Nación con la de-
nominación Universidad Privada César Vallejo de Trujillo; 4) César Acuña Peralta durante los años
2007 y 2008 usurpando el cargo de Rector que no ejerce, en ceremonias de graduación, públicamen-
te procedió a entregar títulos universitarios; CUARTO: En el curso de las investigaciones realizadas
por el Ministerio Público, el abogado del imputado César Acuña Peralta informó que sobre los hechos
objeto de la presente investigación ya había existido una investigación a consecuencia de una de-
nuncia del propio Jorge Luis Bernabé Ramírez que concluyó con resolución definitiva de improce-
dente formalizar denuncia contra su patrocinado y otros; frente a lo cual, en respeto del telos del
artículo 335 (“La Disposición de archivo prevista en el primer –“Si el Fiscal al calificar la denuncia
o después de haber realizado o dispuesto realizar diligencias preliminares, considera que el hecho
denunciado no constituye delito, no es justiciable penalmente, o se presentan causas de extinción
previstas en la Ley, declarará que no procede formalizar y continuar con la Investigación
270
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
Preparatoria, así como ordenará el archivo de lo actuado– y último numeral del artículo anterior,
impide que otro Fiscal pueda promover u ordenar que el inferior jerárquico promueva una Investi-
gación Preparatoria por los mismos hechos; 2. Se exceptúa esta regla, si se aportan nuevos elemen-
tos de convicción”); el suscrito orientó la investigación también a recolectar información respecto
de dicha anterior denuncia; y si bien no ha sido posible encontrar la carpeta fiscal y sus actuados
pese a los esfuerzos desplegados sí se ha podido recabar copia de la resolución que declara impro-
cedente formalizar denuncia (de fecha 14 de febrero de 2006) la cual –como se verá infra– resulta
de mucho interés para el análisis jurídico del presente caso; QUINTO: El Tribunal Constitucional
ha señalado en la sentencia recaída en el Exp. Nº 1567-2006-PA/TC-Lima. Compañía de Explo-
raciones Algamarca S.A. que la interpretación que realiza del contenido de los derechos fundamen-
tales resulta de obligatoria observancia para los operadores de nuestro sistema de justicia; señalan-
do para ello: “Si bien es cierto que los precedentes vinculantes establecidos por este Colegiado (de
conformidad con el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional) tienen
carácter normativo y son de obligatorio cumplimiento), también lo es que de acuerdo con el artículo
VI del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, ‘los jueces interpretan y aplican las
leyes o toda norma con rango de ley y los reglamentos según los preceptos y principios constitucio-
nales, conforme a la interpretación de los mismos que resulte de las resoluciones dictadas por el
Tribunal Constitucional’. Ello quiere decir que los jueces también deben tener en consideración la
doctrina jurisprudencial establecida por este Colegiado que, en tanto órgano supremo de interpreta-
ción, integración y control de la constitucionalidad, orienta el cabal cumplimiento del principio de
supremacía jurídica de la Constitución, previsto en su artículo 51”; por lo tanto en el presente caso
ni siquiera es tan importante el artículo 335 del CPP 2004 como determinar el contenido que el
Tribunal Constitucional ha dado al derecho al ne bis in idem en sede de investigación fiscal; SEXTO:
En ello es crucial la Sentencia recaída en el Exp. Nº 2725-2008-PHC/TC-Lima. Roberto Boris
Chauca Temoche y otros; en la que ha señalado: “El accionante pretende que el Tribunal Consti-
tucional ordene la nulidad de la resolución fiscal que dispone el inicio de una investigación prelimi-
nar contra él y los beneficiarios, por la presunta comisión del delito de asociación ilícita para delin-
quir y otros, así como la nulidad de todos los actos que se deriven de esta decisión fiscal, porque la
misma se fundamenta en hechos que anteriormente fueron investigados por el Ministerio Público,
que no halló mérito para formular denuncia penal, y, consecuentemente, dispuso su archivamiento
definitivo. Tal situación configuraría un atentado al principio constitucional Ne bis in idem y una
amenaza al derecho a la libertad personal de los afectados. (…) Una cuestión que merece conside-
ración en el presente caso, es si las investigaciones preliminares fiscales que arriban a una resolución
conclusiva de archivo, puede generar la aplicación de la garantía. Al respecto, si bien el Tribunal
Constitucional ha señalado en precedente sentencia (Cf. Exp. N° 6081-2005-PHC/TC. f. j. 7. Caso:
Alonso Leonardo Esquivel Cornejo), que “una resolución emitida por el Ministerio Público en la
que se establece no hay mérito para formalizar denuncia no constituye cosa juzgada, por lo que la
presente sentencia no impide que la demandante pueda ser posteriormente investigado y, de ser el
caso, denunciado penalmente por los mismos hechos”. No obstante, dicho criterio merece una ex-
cepcional inaplicación cuando los motivos de la declaración de “no ha lugar a formular denuncia
penal” por parte del fiscal, se refieren a que el hecho no constituye delito, es decir, carecen de ili-
citud penal. Este Tribunal afirma que la decisión fiscal de “No ha lugar a formalizar denuncia penal”
en los términos precisados anteriormente, genera un estatus de inamovible. (…) Lo mencionado
anteriormente, resulta plenamente aplicable al presente caso, en que la Décimotercera Fiscalía Pro-
vincial Penal de Lima, mediante resolución de fecha 1 de octubre de 2007, archivó definitivamente
la denuncia interpuesta por la Compañía Minera Casapalca contra don Salvador Gubbins Granger,
don Daniel Carlos Villanueva Ortiz (Presidente Ejecutivo y Gerente General de la Sociedad Minera
Corona, respectivamente), Andrés Edilberto Silva Chan, y los que resulten responsables, porque los
hechos que se les imputaban no constituían delito. (…) Distinto sería el caso, si el motivo de archi-
vamiento fiscal de una denuncia, se decidiese por déficit o falta de elementos de prueba, por cuanto
271
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
272
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
ser estimada al haberse acreditado la vulneración del derecho constitucional de los beneficiarios de
esta demanda, referido al principio constitucional ne bis in idem, poniendo en grave peligro su de-
recho a la libertad individual, resultando de aplicación el artículo 2 del Código Procesal Constitu-
cional”; OCTAVO: En este contexto es que se debe analizar y contrastar los hechos materia de la
presente denuncia con aquellos contenidos en la resolución de no haber mérito para ejercitar acción
penal de fecha 14 de febrero 2006; para lo cual se debe empezar señalando que el pronunciamiento
anterior del Ministerio Público en su estructura básica se hallan referidos a que “el denunciante
imputa que los denunciados vienen usando la cobertura formal de la Empresa del Conocimien-
to SAC y a través de la resolución número 001-2000/EC-CAC de fecha 21 de julio del año dos mil
de encargatura del cargo de rector de la Universidad Privada César Vallejo de Trujillo (emitida por
la Junta General de Accionistas) vendría realizando actos académicos y administrativos, así como
de gestión, los cuales no serán reconocidos como válidos, así como tampoco los diplomas con
los grados académicos y títulos profesionales otorgados por el falso rector (refiriéndose al denun-
ciado Orbegoso Venegas) a nombre de la Nación, pues refiere que la referida sociedad carece de
la resolución de autorización expedida por la Conafu” y a que “los referidos denunciados en la
resolución N° 001-2000/EC-CAC de fecha 21 de julio del año 2000 emitida por la Junta General de
Accionistas de la Empresa del Conocimiento SAC se consigna la Resolución N° 715-2000-Conafu
de fecha 25 de enero de 2000 en donde se simula que es el referido órgano social el que solicita la
adecuación de la Universidad al régimen empresarial, lo cual es falso”. Como puede verse, del
mismo modo que en el caso materia del presente pronunciamiento el denunciante cuestiona el que
la Empresa del Conocimiento SAC haya asumido la dirección de la Universidad Privada César
Vallejo y ambas se hallan integrado en la persona jurídica Universidad César Vallejo SAC, el que la
referida persona jurídica no cuente con autorización del Conafu; del mismo modo que la validez de
los actos que se viene realizando bajo la denominación Universidad Privada César Vallejo; NOVE-
NO: Es del caso que en la indica resolución de no haber mérito para ejercitar acción penal de fecha
14 de febrero 2006 la fiscal a cargo del caso hace un análisis jurídico de los hechos (en el conside-
rando segundo) respecto del delito de estafa para concluir que “la Universidad Privada César Valle-
jo, como es de conocimiento de la ciudadanía en general, viene ofertando carreras profesionales a
las personas que han concluido estudios escolares, los mismos que después de efectuar los pagos
por concepto de estudios y al concluir los mismos, obtienen el grado académico de bachiller y pos-
teriormente el título profesional de la carrera que estudiaron; los cuales a la fecha mantienen plena
validez y vigencia que permite que los egresados puedan ejercer la profesión que estudiaron; por lo
que los hechos descritos no reúnen los elementos del tipo penal analizado”; analizando la rele-
vancia penal de la conducción de la Universidad Privada César Vallejo por la Empresa del Conoci-
miento SAC en el sentido que: “efectivamente la Empresa del Conocimiento SAC se formó con el
objeto de dedicarse a la promoción de actividades en el sector educación, así como para dirigir y
administrar el funcionamiento de la Universidad César Vallejo (la cual resulta ser la propietaria de
la Universidad César Vallejo de Trujillo) y que en su oportunidad solicitaron ante el Consejo Nacio-
nal para la Autorización de Funcionamiento de Universidades –Conafu– dar por concluido el pro-
ceso de adecuación de la Universidad Privada César Vallejo al Régimen de la Sociedad Anónima
Cerrada en aplicación del Decreto Legislativo N° 822 (Ley de Promoción de la Inversión en Edu-
cación); siendo que efectivamente mediante Resolución N° 715-2000-CONAFU de fecha 15 de
enero del año 2000 se declara ‘Concluido el proceso de adecuación al Decreto Legislativo N° 822
respecto de la Empresa del Conocimiento SAC y la Universidad César Vallejo, las cuáles han que-
dado integradas en la persona jurídica denominada Universidad César Vallejo SAC’, no pudiéndo-
se entonces afirmar que los fundadores y socios de la referida Universidad están proporcio-
nando datos falsos respecto a la situación jurídica de la empresa”; para luego de hacer otros
análisis de menor importancia para el presente caso finalizar declarando no haber mérito para
ejercitar acción penal y, en consecuencia, que se proceda al archivo definitivo de la investigación;
DÉCIMO: Las cosas como han sido expuestas y a pesar de no haberse empleado los nomen iuris
273
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
274
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
275
CAPÍTULO TERCERO
Formulación de cargos penales
e imputación necesaria
Formulación de cargos penales
e imputación necesaria
I. Introducción
En los últimos tiempos es cada vez mayor la importancia que se reconoce
al derecho a la imputación necesaria dentro del proceso penal peruano, tanto
es así que la conciencia de la máxima judicatura sobre la necesidad de su ade-
cuada protección ha llevado a que se cambie la posición tomada en el Acuer-
do Plenario N° 4-2010/CJ-116, en el que se negaba la posibilidad del empleo
de la tutela judicial de derechos para su protección en el ámbito de las dispo-
siciones fiscales de formalización y continuación de investigación preparato-
ria, para pasar a admitirlo en el Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116.
Explica el derecho a la imputación necesaria el maestro Julio B. J.
Maier[31], señalando:
“Para que alguien pueda defenderse es imprescindible que exista algo de qué de-
fenderse: esto es, algo que se le atribuya haber hecho u omitido hacer, en el mun-
do fáctico, con significado en el mundo jurídico, exigencia que en materia proce-
sal penal se conoce como imputación.
El núcleo de esa imputación es, según ya se ha observado, una hipótesis fácti-
ca –acción u omisión según se sostenga que lesiona una prohibición o un man-
dato del orden jurídico– atribuida al imputado, la cual, a juicio de quien la for-
mula, conduce a consecuencias jurídico-penales, pues contiene todos los ele-
mentos, conforme a la ley penal, de un hecho punible. La imputación correcta-
mente formulada es la llave que abre la puerta de la posibilidad de defenderse
eficientemente, pues permite negar todos o alguno de sus elementos para evitar
o aminorar la consecuencia jurídico-penal a la que, se pretende, conduce o, de
279
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
otra manera, agregar los elementos que, combinados con los que son afirmados,
guían también a evitar la consecuencia o a reducirla. Pero, para que la posibili-
dad de ser oído sea un medio eficiente de ejercitar la defensa, ella no puede repo-
sar en una atribución más o menos vaga o confusa de malicia o enemistad con el
orden jurídico, esto es, en un relato impreciso y desordenado de la acción u omi-
sión que se pone a cargo del imputado, y mucho menos en una abstracción (co-
metió homicidio o usurpación), acudiendo al nombre de la infracción, sino que,
por el contrario, debe tener como presupuesto la afirmación clara, precisa y cir-
cunstanciada de un hecho concreto, singular, de la vida de una persona. Ello sig-
nifica describir un acontecimiento –que se supone real– con todas las circunstan-
cias de modo, tiempo y lugar que lo ubiquen en el mundo de los hechos (tempo-
ral y espacialmente) y le proporcionen su materialidad concreta; el lenguaje se
debe utilizar como descriptivo de un acontecimiento concreto ya ocurrido, ubi-
cable en el tiempo y en el espacio, y no para mentar categorías conceptuales. De
otro modo, quien es oído no podrá ensayar una defensa eficiente, pues no podrá
negar ni afirmar elementos concretos, sino, a lo sumo, le será posible afirmar o
negar calidades o calificativos (no soy homicida, no soy malo, soy bueno, etc.)”.
1. Internacional
El derecho a la imputación necesaria halla su principal fundamento nor-
mativo en los dos instrumentos internacionales de derechos humanos de ma-
yor importancia en nuestro contexto jurídico-cultural.
Nos referimos al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que
prescribe en el num. 3) de su art. 14: “Durante el proceso, toda persona acu-
sada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garan-
tías mínimas: a) A ser informada, sin demora, en un idioma que comprenda y,
en forma detallada, de la naturaleza y causas de la acusación formulada con-
tra ella; b) A disponer del tiempo y de los medios adecuados para la prepara-
ción de su defensa”; y a la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
que prescribe en el num. 2) de su art. 8: “Durante el proceso, toda persona
tiene derecho, en plena igualdad, a las garantías mínimas: [...] b) Comunica-
ción previa y detallada de la acusación formulada; c) concesión al inculpado
del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa”[32].
[32] Un sector de la doctrina europea –sin desconocer su sustantividad para el derecho de defensa– vincula
los lits. a y b del num. 3 del art. 6 de la Convención Europea de Derechos Humanos, de sentido idéntico
a las prescripciones que acabamos de glosar, al principio de igualdad de armas (por todos AMBOS K.
Principios del proceso penal europeo, pp. 72 a 82).
280
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
[33] “El derecho a ser informado de la acusación tiene como presupuesto normativo el que haya una acusa-
ción y/o imputación. Sin la existencia de una acusación y/o una imputación previa no puede cumplirse
con el mandato de notificar o poner en conocimiento”. CASTILLO ALVA, J. “El derecho a ser infor-
mado de la imputación”, p. 191.
[34] No obstante, el que exista una imputación previa no implica necesariamente que esta sea puesta en co-
nocimiento del investigado –lo que ocurriría, por ejemplo, si para garantizar el éxito de las diligencias
preliminares de investigación se ordena el secreto de estas, con la no comunicación al imputado de los
cargos fácticos ni de las diligencias a realizar–. Por lo que no coincidimos con quienes como BONI-
FACIO MERCADO, C. La necesidad de una imputación concreta, p. 183 identifican el contenido de
ambos derechos.
Nuestro Tribunal Constitucional ha reconocido sin ambages la capacidad de vinculación jurídica di-
recta y con jerarquía constitucional tanto de los Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos
como de la jurisprudencia que le es propia; por ejemplo, en la Sentencia del Exp. Nº 0005-2007-PI/
TC-Lima. Colegio de Abogados de Lambayeque, cuando señala: “Los tratados internacionales so-
bre derechos humanos de los que el Estado peruano es parte integran el ordenamiento jurídico. En
efecto, conforme al artículo 55 de la Constitución, los ‘tratados celebrados por el Estado y en vigor
forman parte del derecho nacional’. En tal sentido, el derecho internacional de los derechos huma-
nos forma parte de nuestro ordenamiento jurídico y, por tal razón, este Tribunal ha afirmado que los
tratados que lo conforman y a los que pertenece el Estado peruano, ‘son Derecho válido, eficaz y, en
consecuencia, inmediatamente aplicable al interior del Estado’ [05854-2005-PA/TC FJ 22]. Esto sig-
nifica en un plano más concreto que los derechos humanos enunciados en los tratados que conforman
nuestro ordenamiento vinculan a los poderes públicos y, dentro de ellos, ciertamente, al legislador. /
Los tratados internacionales sobre derechos humanos no solo conforman nuestro ordenamiento sino
que, además, detentan rango constitucional. El Tribunal Constitucional ya ha afirmado al respecto que
dentro de las ‘normas con rango constitucional’ se encuentran los ‘Tratados de derechos humanos’
[00047-2004-AI/TC FJ 61 y 00025-2005-AI/TC FFJJ 25 y ss.]. / Asimismo, cabe mencionar que este
Colegiado ha sostenido en anteriores oportunidades que los derechos fundamentales reconocidos por
nuestra Constitución deben ser obligatoriamente interpretados de conformidad con los tratados y los
convenios internacionales sobre derechos humanos ratificados por el Perú y en concordancia con las
decisiones adoptadas por los tribunales internacionales sobre derechos humanos constituidos según
tratados de los que el Perú es parte (Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Constitución y artículo
V del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional) [Exp. Nº 05854-2005-AA/TC FJ 23]”; en
la Sentencia del Exp. Nº 0217-2002-HC/TC-Ica. Alfredo Crespo Bragayrac, cuando sostiene: “De
281
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
las sentencias de los casos Barreto Leiva Vs. Venezuela[35] (27 de noviembre
de 2009) y Fermín Ramírez vs. Guatemala[36] (20 de junio de 2005)[37], de
cuyo contenido nos ocupamos con amplitud infra.
2. Nacional
La Constitución Política de 1993 no posee una norma que consagre de
modo expreso el derecho a la imputación necesaria, ni tampoco tiene algu-
na norma de contenido similar a los literales a) y b) del num. 3 del art. 14 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos o a los literales b) y c)
del num. 2 del art. 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
No obstante, en tanto existe pacífico consenso en la doctrina y en la ju-
risprudencia respecto a que la imputación necesaria es una exigencia sustan-
cial del derecho de defensa[38], debemos ubicar su fundamento normativo de
conformidad con la IV Disposición Final y Transitoria de la Constitución Política del Estado, los dere-
chos y libertades reconocidos en la Constitución deben interpretarse de conformidad con los tratados
internacionales en materia de derechos humanos suscritos por el Estado Peruano. Tal interpretación,
conforme con los tratados sobre derechos humanos, contiene, implícitamente, una adhesión a la inter-
pretación que, de los mismos, hayan realizado los órganos supranacionales de protección de los atri-
butos inherentes al ser humano y, en particular, el realizado por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, guardián último de los derechos en la Región” y en la Sentencia del EXP. Nº 0006-2006-PI/
TC-Lima. Colegio de Abogados de Lima, cuando establece: “El ejercicio interpretativo que realice
todo órgano jurisdiccional del Estado (o que desempeñe funciones materialmente jurisdiccionales),
para determinar el contenido constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales, debe estar
obligatoriamente informado por las disposiciones de los tratados internacionales de derechos humanos
y por la interpretación de las mismas realizada por los tribunales internacionales sobre derechos hu-
manos a través de sus decisiones”.
[35] Puede consultarse en: <http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_206_esp1.pdf>.
[36] Puede consultarse en: <http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_126_esp.pdf>.
[37] Existen otras que abordan el tema (v. gr. las de los casos López Álvarez vs. Honduras, de 1 de febrero
de 2006; Palamara Iribarne vs. Chile, de 22 de noviembre de 2005; Acosta Calderón Vs. Ecuador,
de 24 de junio de 2005; Tibi vs. Ecuador, de 7 de setiembre de 2004), pero estas las dos sentencias
referidas supra son las de mayor importancia.
[38] Por todos: ORÉ GUARDIA, A. Manual Derecho procesal penal, p. 175; CASTILLO ALVA, J. “El
derecho a ser informado de la imputación”, p. 199; MAIER, J. Derecho procesal penal, p. 553; JAU-
CHEN, E. Derechos del imputado, p. 360; CAROCCA PÉREZ, A. El nuevo sistema procesal penal,
p. 142; GUERRERO PERALTA, O. Fundamentos teórico-constitucionales del nuevo proceso penal,
p. 266; SERRANO HOYOS, G. La prohibición de indefensión, p. 131; CORDÓN MORENO, F. Las
garantías constitucionales del proceso penal, p. 145; FERNÁNDEZ LEÓN, W. Procedimiento penal
acusatorio y oral, p. 46; ASENCIO MELLADO J. Sistema acusatorio y derecho de defensa en el pro-
ceso penal, p. 139; BURGOS MARIÑOS, V. Derecho Procesal Penal, pp. 95 - 96; NEYRA FLORES,
J. Manual del nuevo proceso penal, p. 196; RAMÍREZ BASTIDAS, y Sistema acusatorio colombiano,
p. 266; CERDA SAN MARTÍN R. / FELICES MENDOZA M. El nuevo proceso penal, p. 203; REÁ-
TEGUI SÁNCHEZ J. El control constitucional en la etapa de calificación, p. 17; TABOADA PILCO,
G. Tutela de derechos para controlar la imputación en la disposición de formalización de investigación
preparatoria, p. 2.
282
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
[39] No parece correcto el planteamiento de quienes como REÁTEGUI SÁNCHEZ J. El control constitu-
cional en la etapa de calificación, p. 17 sostienen que la imputación necesaria es una manifestación del
principio de legalidad consagrado en el lit. d) del num. 24 del art. 2 de la Constitución Política de 1993
en los términos de: “Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse
no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni
sancionado con pena no prevista en la ley”.
No solo porque la imputación necesaria no forma parte de las exigencias que de modo tradicional
y absolutamente mayoritario deriva la doctrina de este principio (por todos: GARCÍA CAVERO, P.
Derecho penal, p. 142: “La doctrina penal acepta de forma prácticamente unánime que el principio
de legalidad tiene cuatro formas de manifestación: La reserva de ley, el mandato de certeza o deter-
minación, la ley previa y la prohibición de analogía”), sino porque, además, no se puede advertir de la
lectura del lit. d) del num. 24 del art. 2 de la Constitución ni de los desarrollos que a partir de él hace
la doctrina como es que dicha prescripción haría jurídicamente exigible la descripción detallada y cir-
cunstanciada de los hechos materia de persecución del mismo modo que la indicación de los elementos
de acreditación que lo sustentan –que como veremos más adelante, según ha indicado la propia Corte
Interamericana de Derechos Humanos, son exigencias de la imputación necesaria–.
[40] Ha señalado la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la Sentencia del Caso Chocrón Cho-
crón vs. Venezuela (1 de julio de 2011): “Las decisiones que adopten los órganos internos que puedan
afectar derechos humanos deben estar debidamente fundamentadas, pues de lo contrario serían de-
cisiones arbitrarias. En este sentido, la argumentación de un fallo y de ciertos actos administrativos
deben permitir conocer cuáles fueron los hechos, motivos y normas en que se basó la autoridad para
tomar su decisión, a fin de descartar cualquier indicio de arbitrariedad. Asimismo, la motivación de-
muestra a las partes que estas han sido oídas y, en aquellos casos en que las decisiones son recurribles,
les proporciona la posibilidad de criticar la resolución y lograr un nuevo examen de la cuestión ante las
instancias superiores. Por todo ello, el deber de motivación es una de las “debidas garantías” incluidas
en el artículo 8.1 para salvaguardar el derecho a un debido proceso” (puede consultarse en: <www.
corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_227_esp.pdf>). Habiendo señalado nuestro Tribunal Consti-
tucional en la Sentencia del Exp. Nº 01321-2010-PA-TC-Ancash. Florencio Jesús Navarro Sánchez:
283
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
“Uno de los derechos que conforman el derecho al debido proceso es el derecho a la debida motivación
de las resoluciones fiscales”.
[41] Parafraseando a CASTILLO ALVA, J. “El derecho a ser informado de la imputación”, p. 196, debemos
señalar que: La imputación necesaria permite evitar una actividad inquisitiva general e indiscriminada
sobre la vida de una persona, o destinada a investigar de manera genérica los comportamientos de
miembros de un grupo social. Asimismo, se opone a la intervención policial, fiscal o judicial como
pretexto para conocer las faceta íntimas o privadas de una persona, más allá de si se trata de alguien
que ha cometido o no un delito. Debemos advertir, sin embargo, que esta virtud es solo una de sus
consecuencias y no su fundamento básico, que es el derecho de defensa.
284
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
285
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
Del mismo modo que con el num. 1 del artículo 87, que prescribe: “1. An-
tes de comenzar la declaración del imputado, se le comunicará detalladamen-
te el hecho objeto de imputación, los elementos de convicción y de pruebas
existentes, y las disposiciones penales que se consideren aplicables. De igual
modo se procederá cuando se trata de cargos ampliatorios o de la presencia de
nuevos elementos de convicción o de prueba”.
No solo ello, sino que el CPP de 2004 requiere para el inicio de las inda-
gaciones de la necesaria descripción de un hecho relacionado en correspon-
dencia con una norma penal, cuando en el num. 1 de su artículo 329 establece:
“1. El fiscal inicia los actos de investigación cuando tenga conocimiento de la
sospecha de la comisión de un hecho que reviste los caracteres de delito”[42].
Relación de correspondencia que también se exige para la disposición de
formalización y continuación de investigación preparatoria (el num. 2 del art.
336 establece que esta contendrá: “b) Los hechos y la tipificación específica
correspondiente”) y para el requerimiento acusatorio (el num. 1 del art. 349
prescribe: “La acusación fiscal será debidamente motivada, y contendrá:(…)
b) La relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado, con sus
circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores. En caso de conte-
ner varios hechos independientes, la separación y el detalle de cada uno de
ellos;(…) f) El artículo de la Ley penal que tipifique el hecho”; y su num. 2:
“La acusación solo puede referirse a hechos y personas incluidos en la Dispo-
sición de formalización de la Investigación Preparatoria, aunque se efectuare
una distinta calificación jurídica”).
Por su parte, el artículo 374 del CPP de 2004, al prever la posibilidad de
la modificación de la calificación jurídica y de los hechos – como veremos más
adelante de modo no sustancial– contemplados originalmente en la acusación
fiscal escrita, ha señalado: “1. Si en el curso del juicio, antes de la culmina-
ción de la actividad probatoria, el Juez Penal observa la posibilidad de una ca-
lificación jurídica de los hechos objeto del debate que no ha sido considerada
por el Ministerio Público, deberá advertir al fiscal y al imputado sobre esa po-
sibilidad. / Las partes se pronunciarán expresamente sobre la tesis planteada
por el Juez Penal y, en su caso, propondrán la prueba necesaria que correspon-
da. (…) 2. Durante el juicio el fiscal, introduciendo un escrito de acusación
complementaria, podrá ampliar la misma, mediante la inclusión de un hecho
[42] Según el art. 64: “1. El Ministerio Público formulará sus Disposiciones, Requerimientos y Conclusio-
nes en forma motivada y específica, de manera que se basten a sí mismos, sin remitirse a las decisiones
del Juez, ni a Disposiciones o Requerimientos anteriores. / 2. Procederá oralmente en la audiencia y en
los debates, y por escrito en los demás casos”.
286
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
[43] Reconociendo el poco tradicional componente de los elementos de acreditación que sustentan la impu-
tación penal: REYNA ALFARO L. “Derecho de defensa”, p. 82; VANEGAS VILLA P. “La imputa-
ción”, p. 242.
287
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
“28. Para satisfacer el artículo 8.2.b convencional el Estado debe informar al in-
teresado no solamente de la causa de la acusación, esto es, las acciones u omi-
siones que se le imputan, sino también las razones que llevan al Estado a formu-
lar la imputación, los fundamentos probatorios de esta y la caracterización legal
que se da a esos hechos. Toda esta información debe ser expresa, clara, integral y
suficientemente detallada para permitir al acusado que ejerza plenamente su de-
recho a la defensa y muestre al juez su versión de los hechos. La Corte ha consi-
derado que la puntual observancia del artículo 8.2.b es esencial para el ejercicio
efectivo del derecho a la defensa”.
Posición que ha sido acogida por nuestro Tribunal Constitucional, por
ejemplo, en la sentencia del Exp. Nº 00801-2010-PHC-TC-Arequipa. Teó-
filo Mario Ochoa Vargas:
“7. Por esta razón, se considera que el auto de apertura de instrucción es incons-
titucional cuando contiene una acusación genérica e impersonalizada, que limita
o impide al procesado un pleno y adecuado ejercicio de su derecho constitucio-
nal de defensa.
Consecuentemente, en el auto de apertura de instrucción no basta la plena indi-
vidualización de los autores o partícipes si es que no se incluye la conducta con-
creta que se imputa y el material probatorio en que se fundamenta”.
En la sentencia de Acosta Calderón vs. Ecuador[44] (24 de junio de 2005)
la Corte Interamericana había dicho ya con anterioridad respecto de la necesi-
dad de precisar la calificación jurídica:
“118. El artículo 8.2.b de la Convención Americana ordena a las autoridades ju-
diciales competentes notificar al inculpado la acusación formulada en su contra,
sus razones y los delitos o faltas por los cuales se le pretende atribuir responsa-
bilidad, en forma previa a la realización del proceso. Para que este derecho ope-
re en plenitud y satisfaga los fines que le son inherentes, es necesario que esa
notificación ocurra antes de que el inculpado rinda su primera declaración. Sin
esta garantía, se vería conculcado el derecho de aquel a preparar debidamente su
defensa.
119. En el caso sub judice quedó demostrado que la presunta víctima no tuvo co-
nocimiento oportuno de la acusación formulada en su contra, al no estar mencio-
nada en el auto cabeza del proceso la legislación que contenía el tipo penal apli-
cable en su caso (supra párr. 50.5). Por lo tanto, el Tribunal considera que el se-
ñor Acosta Calderón no fue notificado de la acusación formulada en su contra,
ya que en el auto cabeza del proceso de 15 de noviembre de 1989, dictado por el
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“Poder ejercerse desde que se señala a una persona como posible autor o partíci-
pe de un hecho punible y solo culmina cuando finaliza el proceso (…). Sostener
lo opuesto implicaría supeditar las garantías convencionales que protegen el de-
recho a la defensa, entre ellas el artículo 8.2.b, a que el investigado se encuentre
en determinada fase procesal, dejando abierta la posibilidad de que con anterio-
ridad se afecte un ámbito de sus derechos a través de actos de autoridad que des-
conoce o a los que no puede controlar u oponerse con eficacia, lo cual es eviden-
temente contrario a la Convención”[45].
Criterio asumido por nuestro Tribunal Constitucional, por ejemplo, en la
sentencia del Exp. Nº 03987-2010-PHC/TC-Lima. Alfredo Alexander Sán-
chez Miranda y Otros:
“18. En cuanto a la alegada violación del derecho de defensa, consistente en no
haber explicitado los hechos imputados, cabe señalar que este Tribunal ya se ha
pronunciado en otras oportunidades sobre la relación entre derecho de defensa y
el conocimiento de los cargos imputados. Así, por ejemplo, para el caso del auto
de apertura de instrucción (Cfr. Exp. N° 8125-2005-PHC/TC). Del mismo modo,
para el caso de una sentencia, se exige una adecuada motivación de los hechos,
lo que permitirá, entre otras cosas, hacer un efectivo uso de los recursos. Sin em-
bargo, queda claro que el grado de explicitación de los hechos que se exige a una
sentencia no es el mismo que se le exige a un auto de apertura de instrucción. Lo
mismo ocurre con la apertura de investigación preliminar respecto del auto de
apertura de instrucción (acto procesal para el que la ley exige individualización
del procesado e indicios mínimos de su presunta responsabilidad). Sin embargo,
una exigencia ineludible de la apertura de investigación consistirá en un sustento
fáctico del hecho imputado, es decir, señalar el hecho que motiva la apertura de
investigación”.
[45] Buena cuenta de que se trata de la posición dominante en el ámbito internacional –perteneciente a los
países que de algún modo comparten a nuestra cultura jurídica– lo da la Directiva 2012/13/UE del
Parlamento Europeo y del Consejo de 22 de mayo de 2012 relativa al derecho a la información en los
procesos penales, que señala en su considerando (28): “Debe facilitarse con prontitud a la persona sos-
pechosa o acusada la información acerca de la infracción penal que se sospecha ha cometido o de cuya
comisión se le acusa, a más tardar antes de su primer interrogatorio oficial por parte de la policía o de
otra autoridad competente, y sin perjuicio del desarrollo de las investigaciones en curso” y en el num.
1 de su art. 2: “La presente Directiva se aplica desde el momento en que las autoridades competentes
de un Estado miembro ponen en conocimiento de una persona que es sospechosa o que se le acusa de
haber cometido una infracción penal, hasta la conclusión del proceso, es decir, hasta la decisión defini-
tiva que determina si la persona sospechosa o acusada ha cometido o no la infracción penal, incluidas,
cuando proceda, la imposición de la condena y la resolución de cualquier recurso”; estableciendo en el
num. 1 de su art. 6: “Los Estados miembros garantizarán que toda persona sospechosa o acusada reciba
información sobre la infracción penal que se sospecha ha cometido o está acusada de haber cometido.
Esta información se facilitará con prontitud y con el grado de detalle necesario para salvaguardar la
equidad del proceso y permitir el ejercicio efectivo de los derechos de defensa”.
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Del mismo modo que ocurre con la doctrina[46]. De ahí que, por ejemplo,
el nacional Neyra Flores[47] haya señalado: “Es preciso que desde el más pre-
maturo inicio del proceso se le comunique de inmediato y detalladamente la
imputación formulada en su contra para que pueda dirigir su defensa en ese
sentido” y, por su parte, la española Armenta Deu[48] que dicho derecho al-
canza “situaciones anteriores a la propia formulación de la acusación, lo que
permite hablar con más propiedad de un (…) concepto más amplio llamado
imputación”.
Nuestro CPP de 2004 ha seguido este criterio en tanto el num. 1 de su ar-
tículo 329 obliga a la autoridad responsable de la persecución penal a contar
con un hecho que se adecua a una norma penal desde el momento en que se
decide iniciar diligencias preliminares de investigación y el art. IX de su T.P.
le impone comunicarlo apenas se establezca un imputado[49].
Está claro que no siempre que se inicien las diligencias preliminares de
investigación vamos a tener un imputado; podría suceder, por ejemplo, que el
Ministerio Público reciba la noticia de un robo en el cual todas las personas
que participaron se encontraban con pasamontañas o reciba la noticia de que
se ha encontrado a una persona tendida en la calle muerta por atropellamien-
to habiendo huido el conductor del vehículo que la impactó; pero, a partir que
se logre identificar al autor o a alguno de los intervinientes en el delito y, con-
siguientemente, atribuirle el mismo, surge la necesidad de comunicarle su ca-
lidad de imputado[50].
Eso sí, la Corte Interamericana ha establecido en el Caso Barreto Lei-
va vs. Venezuela:
“45. Es admisible que en ciertos casos exista reserva de las diligencias adelanta-
das durante la investigación preliminar en el proceso penal, para garantizar la efi-
cacia de la administración de justicia. Asiste al Estado la potestad de construir un
[46] Cfr. CASTILLO ALVA, J. “El derecho a ser informado de la imputación”, p. 205; JAUCHEN, E.
Derechos del imputado, p. 360; SERRANO HOYOS, G. La prohibición de indefensión, p. 131; COR-
DÓN MORENO, F. Las garantías constitucionales del proceso penal, p. 145; FERNÁNDEZ LEÓN,
W. Procedimiento penal acusatorio y oral, p. 46; GUERRERO PERALTA, O. Fundamentos teórico-
constitucionales del nuevo proceso penal, p. 266.
[47] NEYRA FLORES, J. Manual del nuevo proceso penal, p. 200.
[48] ARMENTA DEU, T. “¿Hacia una reforma del proceso penal?”, pp. 89-90.
[49] No es de recibo, entonces, el planteamiento de BONIFACIO MERCADO, C. “La necesidad de una
imputación concreta”, p. 182, cuando sostiene que es a partir de la disposición de formalización de
investigación que empieza a custodiarse el principio de imputación necesaria.
[50] Por eso dice CASTILLO ALVA, J. “El derecho a ser informado de la imputación”, p. 191: “La imputa-
ción se entiende en sentido material o amplio como la atribución, más o menos fundada, a una persona
de un acto presuntamente punible”.
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[51] Es en este sentido que el num. 3 del artículo 68 del CPP 2004 ha señalado: “El fiscal decretará, de ser
el caso, el secreto de las investigaciones por un plazo prudencial que necesariamente cesará antes de
la culminación de las mismas”; para que, una vez que cese el secreto, en el periodo que queda hasta la
culminación el investigado pueda tomar conocimiento de la imputación y realizar lo que considere más
adecuado para su defensa.
[52] Esta mínima razonabilidad viene impuesta tanto por criterios de funcionalidad del sistema como de no
arbitrariedad. En el primer caso, porque el Ministerio Público no debe malgastar sus recursos investi-
gando notitias criminis carentes de sentido. En el segundo, porque no se puede someter, sin que exista
arbitrariedad, abuso o injusticia, a una persona –con las molestias que usualmente estas conllevan– a
investigaciones también sin sentido.
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El razonamiento contrario implica exigir que para que fiscal pueda empe-
zar a investigar preliminarmente tenga antes que investigar preliminarmente,
con la contradicción que en ello existe.
El CPP de 2004 muestra compatibilidad con lo que acabamos de afirmar
en tanto señala en el num.1 de su artículo 329 que el fiscal inicia diligencias
preliminares de investigación “cuando tenga conocimiento de la sospecha de
la comisión de un hecho que reviste los caracteres de delito” sin establecer
ningún tipo de requisito de acreditación para proceder en ese sentido.
En coherencia, el CPP de 2004 tampoco establece ningún requerimiento
de elementos de acreditación –ni acompañándolos, ni indicando cuáles pue-
den ser o donde se pueden hallar– para la interposición válida –como genera-
dora de las diligencias preliminares de investigación– de una denuncia[53]. Del
mismo modo, que tampoco lo hace para el inicio de oficio, por el iniciativa del
propio fiscal y sin denuncia ciudadana, de las indicadas diligencias.
V. Contenido material
La idea base del derecho a la imputación necesaria es la adecuada des-
cripción de los cargos penales.
Pero, debe precisarse de inicio que si bien –como se ha señalado supra– la
imputación necesaria desempeña un importante rol ya desde que el momento
en que el representante del Ministerio Público decide el comienzo de las dili-
gencias preliminares, las exigencias que formula este derecho no son las mis-
mas a lo largo de todas las etapas del proceso.
En este sentido, por ejemplo, se ha pronunciado el Tribunal Constitucio-
nal en la sentencia recaída en el Exp. Nº 04726-2008-PHC/TC-Lima. Robert
Michael Haber, cuando señala:
“Debe tomarse en cuenta que la finalidad de dicha resolución (el auto de apertura
de instrucción) es simplemente dar inicio al proceso penal, por lo que no puede
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[54] Dice además: “De la lectura del cuestionado auto de apertura de instrucción ampliatorio, obrante de
fojas 177 a 257, se desprende que se imputa al beneficiado la presunta comisión del delito de lavado
de activos provenientes del delito de tráfico ilícito de drogas (forma agravada), bajo la modalidad de
conversión y transferencia, así como ocultamiento y tenencia, delito tipificado en los artículos 1 y 2
de la Ley Nº 27765, por el hecho de ser titular, en su calidad de socio de la persona jurídica Freeman,
Butterman & Haber - Trust Account, de la cuenta bancaria Nº 0115134578 en el Espirito Santo Bank,
ubicado en la ciudad de Miami, en Estados Unidos, ya que en dicha cuenta bancaria se habrían concen-
trado los pagos a las empresas off-shore constituidas por disposición de Fernando Melcíades Zevallos
González, sentenciado como autor del delito de tráfico ilícito de drogas en virtud de la sentencia del
19 de noviembre de 2005 expedida por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la
República, con la finalidad de ocultar los recursos ilícitos provenientes de dicha actividad. Asimismo,
se le imputa al favorecido el hecho de haber participado, en su calidad de socio del estudio de abogados
Freeman, Butterman, Haber, Rojas & Stanham LLP, en la constitución de dichas empresas off-shore”.
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[57] En el diseño del CPP 2004, la Policía debe dar cuenta inmediata al fiscal de las noticias de comisión de
delito (art. 67); quien debe iniciar los actos de investigación –mediante una disposición de diligencias
preliminares– cuando tenga conocimiento de la sospecha de la comisión de un hecho que reviste los
caracteres de delito (art. 329); siendo que la Fiscalía debe asumir la conducción de la investigación des-
de su inicio, conduciendo y controlando jurídicamente los actos de investigación que realiza la Policía
(art. IV del T.P.).
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42. Con todas estas precisiones, tanto normativas como jurisprudenciales, que-
da claro que el inicio de toda investigación, sea cual fuere su carácter, ha de te-
ner como presupuesto la existencia de un suceso material verificable en el tiem-
po y en el espacio; es decir, el inicio de una investigación contra una persona ten-
drá validez constitucional únicamente si es posible individualizar su conducta y
verificar que la misma tenga contenido penalmente relevante; lo contrario sería
aceptar la preponderancia de la presunción de culpabilidad sobre el derecho fun-
damental a la presunción de inocencia.
43. Llevada dicha exigencia al caso de autos, se puede concluir que la resolución
fiscal de inicio de la investigación, en contra de los favorecidos, no precisa el car-
go concreto y específico referido al delito de lavado de activos, es decir no se les
señala de modo concreto y circunstanciado el suceso fáctico o evento material
que permita sostener la imputación; esto es, no se les ha señalado cuál es la tran-
sacción comercial y/o financiera de apariencia delictiva que se les imputa, situa-
ción que termina por contaminar el normal ejercicio del derecho de defensa y en
concreto el derecho a ser informado de la imputación. En dicha resolución solo
se alude a un evento criminal ocurrido el 11 de diciembre de 1987 (delito prece-
dente) en donde en México resultó muerto un pariente de los favorecidos, pero
no se precisa cuál o cuáles son los actos concretos y precisos que bajo la moda-
lidad de conversión, transferencia u ocultamiento habrían realizado cada uno de
los favorecidos; deslegitimando con ello, desde la perspectiva constitucional, la
investigación preliminar.
44. Es más, del estudio de las documentales incorporadas al proceso por la propia
defensa del demandado, se concluye que ni siquiera en el transcurso de la inves-
tigación preliminar, la misma que ha durado aproximadamente dos años, el re-
presentante del Ministerio Público ha cumplido con precisar el o los hechos ma-
teria de incriminación; circunstancia que ha sido corroborada por el propio Pro-
curador del Ministerio Público, el mismo que al ser requerido por los magistra-
dos de este Colegiado durante la vista de la causa, a fin de que precise si el fis-
cal demandado ha señalado y comunicado de modo expreso y taxativo el hecho
que permite incluir a los favorecidos en la investigación preliminar, este optó por
guardar silencio.
45. Evidentemente, el fiscal no debe investigar al azar, para ver que se encuentra,
sino se debe partir de una hipótesis basada en hechos específicos para determinar
su verosimilitud o no a la largo de la investigación.
46. En un Estado Constitucional no se debe tolerar pesquisas e indagaciones (fis-
cales o policiales) indeterminadas o sin hechos precisos. Como ha señalado este
Tribunal Constitucional en la STC Nº 5228-2006-PHC/TC: “(….) el contenido
principal de la presunción de inocencia comprende la interdicción constitucio-
nal de la sospecha permanente. De ahí que resulte irrazonable el hecho que una
persona esté sometida a un estado permanente de investigación fiscal o judicial.
Ello es así en la medida que si bien es cierto que toda persona es susceptible de
ser investigada, no lo es menos que para tal efecto se exija la concurrencia de dos
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elementos esenciales: 1) que exista una causa probable y 2) una búsqueda razo-
nable de la comisión de un ilícito penal (cita incorrecta).
47. Todo lo expuesto en el presente acápite permite a este Colegiado concluir que
este extremo de la demanda debe ser estimado por haberse corroborado la vulne-
ración del derecho de defensa, específicamente el derecho a ser informado de la
imputación de manera detallada y precisa”.
En contra de la fundamentación que se acaba de transcribir se debe preci-
sar que, en realidad, la Corte Interamericana no dedica la sentencia del Caso
Fermín Ramírez vs. Guatemala a tomar posición respecto de la clase de
descripción de los hechos que se requiere para iniciar de modo jurídicamente
válido las diligencias preliminares de investigación ni, mucho menos, exige
en algún momento que para ello el fiscal tenga que –parafraseando a Álvarez
Miranda y Eto Cruz– relatar e informar de modo detallado, claro y expre-
so las circunstancias de modo, lugar y tiempo del hecho considerado como
delictivo.
Lo que es objeto de análisis en Fermín Ramírez vs. Guatemala[58] es la
validez convencional de una sentencia de condena que es consecuencia de la
[58] Dice la sentencia: “70. En el presente caso, la imposición de la pena de muerte(…) se basó en la aplica-
ción del artículo 132 del Código Penal de Guatemala, que tipifica y sanciona el asesinato. La sentencia
fue dictada luego de un debate oral y público, posterior a la acusación formulada contra el señor Fermín
Ramírez por el delito de violación calificada, previsto en el artículo 175 del Código Penal y sancionado
con pena privativa de libertad de hasta 50 años de prisión. Esta imputación sirvió de base para el inicio
del juicio oral y público ante el Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Am-
biente. Durante el primer día de debate, el Tribunal advirtió a las partes sobre la posibilidad de cambiar
la calificación jurídica del delito, pero no especificó a qué delito pudiera dirigirse el cambio, lo cual no
es irrelevante, en modo alguno, para el ejercicio de la defensa y la decisión judicial sobre la sanción
aplicable. En sentencia del 6 de marzo de 1998, el Tribunal de Sentencia Penal resolvió, invocando el
artículo 388 del Código Procesal Penal, que “del análisis de la prueba producida en el debate […] el
Tribunal estima que el hecho delictivo imputado al procesado encuadra en la figura contemplada en el
artículo 132 del Código Penal, [(…) ] por lo que, por imperativo legal debe cambiarse la tipificación ju-
rídica formulada en la acusación y en el auto de la apertura de juicio, de violación calificada al delito de
asesinato”. En consecuencia, condenó al señor Fermín Ramírez a la pena de muerte (supra párrs. 54.5
a 54.18). (…) 73. El Tribunal de Sentencia fundó su actuación en el artículo 374 del Código Procesal
Penal, que prevé la ‘advertencia de oficio’ sobre una ‘modificación posible de la calificación jurídica’.
Ahora bien, el presidente del Tribunal se limitó a advertir a las partes que ‘en el momento oportuno’
podía darse una calificación jurídica distinta de la contemplada en la acusación y en el auto de apertura
a juicio, pero no especificó cuál sería esa nueva calificación legal, y mucho menos se refirió a la posibi-
lidad de que el cambio de calificación proviniera, en realidad, de una modificación en la base fáctica del
proceso y, en su hora, de la sentencia. El presidente del Tribunal de Sentencia no ofreció al inculpado la
oportunidad de rendir una nueva declaración en relación con los últimos hechos que se le atribuyeron.
Estas omisiones privaron a la defensa de certeza acerca de los hechos imputados (artículo 8.2.b) de la
Convención) y, en consecuencia, representaron un obstáculo para preparar adecuadamente la defensa,
en los términos del artículo 8.2.c) de la Convención”. (…) / 75. Al respecto, la Corte observa que, en la
sentencia de 6 de marzo de 1998, el Tribunal de Sentencia no se limitó a cambiar la calificación jurídica
de los hechos imputados previamente, sino modificó la base fáctica de la imputación, inobservando el
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Formulación de cargos penales e imputación necesaria
modificación en juicio –por parte del juzgador– del hecho contemplado ori-
ginalmente en la acusación, que conllevó, además, a una modificación de la
calificación jurídica contemplada en dicho documento fiscal; respecto de los
cuáles el procesado no tuvo la posibilidad de ejercitar su derecho de defen-
sa, por no haber sido oportuna y formalmente noticiado de las variaciones
producidas.
En este contexto, sus argumentaciones se centran en la necesidad de una
adecuada descripción de la acusación fiscal y en la congruencia que debe
guardar con ella la sentencia condenatoria; abordando también la posibilidad
de modificación legítima –bajo ciertas condiciones– en el juicio de los hechos
y de la calificación jurídica originalmente contempladas en aquella[59].
En la Sentencia del Caso Tibi vs. Ecuador[60] (7 de setiembre de 2004)
tampoco se analiza la clase de descripción de los hechos que se requiere para
dar inicio a las diligencias preliminares, sino el que el ciudadano francés Da-
niel Tibi no haya tenido conocimiento oportuno y completo de los cargos
que se le imputaban en el auto jurisdiccional de procesamiento –obviamente,
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
[61] La Sentencia señala como hecho probado: “90.18. El 4 de octubre de 1995 el Juez Primero Penal del
Guayas, señor Ángel Rubio Game, emitió orden de prisión preventiva contra el señor Daniel Tibi y
el resto de los imputados en el Operativo ‘Camarón’, e inició el proceso penal con el auto cabeza de
proceso, el cual no le fue notificado. El señor Tibi se enteró del contenido del auto cabeza del proceso
algunas semanas después, por medio del abogado de otro detenido. El señor Daniel Tibi no fue llevado
de manera inmediata ante el Juez de la causa, ni interrogado por este”.
[62] En la Sentencia de Fermín Ramírez vs Guatemala se consigna: “69. En el caso Pélissier y Sassi vs.
Francia, la Corte Europea de Derechos Humanos determinó que los peticionarios no tuvieron oportu-
nidad para preparar su defensa respecto del nuevo cargo que se les imputaba, ya que solo a través de
la sentencia del tribunal de apelaciones se enteraron de la recalificación de los hechos. En particular,
estimó que el cambio acogido en la sentencia alteraba los términos de la acusación inicial. Al respecto,
hizo las siguientes consideraciones: (…) La Corte observa que los preceptos del tercer párrafo, inciso
a), del artículo 6 [de la Convención Europea de Protección de los Derechos Humanos y de las Liber-
tades Fundamentales] apuntan a la necesidad de brindar especial atención a la debida notificación de
la acusación al imputado. Las particularidades del delito juegan un rol crucial en el proceso penal,
desde que el momento de la comunicación de aquellas es cuando el sospechoso es formalmente puesto
en conocimiento de la base fáctica y legal de los cargos formulados en su contra (ver Kamasinki vs.
Austria, sentencia de 19 de diciembre de 1989, Serie A, N° 168, pp. 36-37, párr. 79). El artículo 6.3.a)
de la Convención [Europea] reconoce al imputado el derecho a ser informado no solo de la causa de la
acusación, es decir, de los actos que supuestamente ha cometido y sobre los que se basa la acusación,
sino también de la calificación legal dada a esos actos. Dicha información debe ser detallada, tal como
correctamente sostuvo la Comisión. / (…) El alcance del precepto anterior debe ser determinado, en
particular, a la luz del derecho más general referente a un juicio justo, garantizado por el artículo 6.1
de la Convención (ver, mutatis mutandis, las siguientes sentencias: Deweer vs. Bélgica, Sentencia de
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27 de febrero de 1980, Serie A, Nº 35, pp. 30-31, párr. 56; Artico vs. Italia, sentencia de 13 de mayo de
1980, Serie A, Nº 37, p. 15, párr. 32; Goddi vs. Italia, Sentencia de 9 de abril de 1984, Serie A, Nº 76,
p. 11, párr. 28; y Colozza vs. Italia, Sentencia de 12 de febrero de 1985, Serie A, Nº 89, p. 14, párr. 26).
La Corte considera que, en cuestiones penales, el precepto concerniente a una información completa
y detallada de los cargos formulados contra el imputado y, consecuentemente, a la calificación legal
que el tribunal pueda adoptar al respecto, constituye un prerrequisito esencial para asegurar que los
procedimientos sean justos. / (…) Finalmente, respecto de la queja formulada bajo el artículo 6.3.b)
de la Convención, la Corte considera que los sub-párrafos a) y b) del artículo 6.3 están conectados y
que el derecho a ser informado sobre la naturaleza y la causa de la acusación debe ser considerada a
la luz del derecho del imputado de preparar su defensa. (…) 77. En el citado caso Pélissier y Sassi, la
Corte Europea de Derechos Humanos declaró que el Estado era responsable por violación del derecho
de los peticionarios a ser informados de manera detallada sobre la acusación, así como del derecho de
aquellos a disponer del tiempo y las facilidades necesarias para la preparación de su defensa (artículos
6.1 y 6.3 incisos a) y b) de la Convención Europea de Protección de los Derechos Humanos y de las
Libertades Fundamentales), considerando que: (…) al hacer uso del derecho que incuestionablemente
tenía para recalificar hechos sobre los cuales tenía jurisdicción propiamente, la Corte de Apelaciones
de Aix-en-Provence debió haber provisto a los peticionarios de la posibilidad de ejercer sus derechos de
defensa respecto de dicha cuestión de manera práctica y efectiva y, en particular, de manera oportuna.
En el presente caso, la Corte no encuentra algún elemento capaz de explicar los motivos por los cuales,
por ejemplo, la audiencia no fue aplazada para recibir ulterior argumentación o, alternativamente, los
peticionarios no fueron requeridos para presentar observaciones escritas mientras la Corte de Apela-
ciones deliberaba. Por el contrario, del expediente del caso ante la Corte surge que los peticionarios
no tuvieron oportunidad para preparar su defensa respecto de la nueva calificación, ya que fue solo
a través de la sentencia de la Corte de Apelaciones que conocieron del cambio de calificación de los
hechos. Ciertamente, para ese momento fue demasiado tarde”.
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[63] Principalmente en lo que corresponde a la cláusula de congruencia de la imputación fáctica del num.
2 del artículo 349 del CPP 2004: “La acusación solo puede referirse a hechos y personas incluidos en
la Disposición de formalización de la Investigación Preparatoria, aunque se efectuare una distinta
calificación jurídica”, en tanto presupuesto de la cláusula de congruencia del art. 397: “1. La sentencia
no podrá tener por acreditados hechos u otras circunstancias que los descritos en la acusación y, en su
caso, en la acusación ampliatoria, salvo cuando favorezcan al imputado. 2. En la condena, no se podrá
modificar la calificación jurídica del hecho objeto de la acusación o su ampliatoria, salvo que el Juez
Penal haya dado cumplimiento al numeral 1) del artículo 374”.
[64] Por ejemplo, el CPP chileno requiere en el lit. b de su artículo 259 de: “La relación circunstanciada de el
o los hechos atribuidos y de su calificación jurídica” en el momento de la formulación de la acusación;
sin embargo, establece en su artículo 232 para la formalización de investigación que: “En la audiencia
(en el ordenamiento procesal penal chileno la comunicación de la decisión fiscal de formalizar inves-
tigación preparatoria se hace en una audiencia), el juez ofrecerá la palabra al fiscal para que exponga
verbalmente los cargos que presentare en contra del imputado” y –de modo complementario– en su
art. 231 que en la solicitud de realización de dicha audiencia el fiscal tiene la obligación de consignar
“la individualización del imputado, la indicación del delito que se le atribuyere, la fecha y lugar de su
comisión y el grado de participación del imputado en el mismo”. Precisando el “Instructivo General
Nº 27: sobre la audiencia de formalización de la investigación y el juicio inmediato” (1 diciembre de
2000) de la Fiscalía Nacional que en ella el fiscal procederá “describiendo sucintamente los hechos
que constituyan las infracciones penales imputadas”; siendo que de acuerdo a la REAL ACADEMIA
ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, p. 1428, “sucinto” significa “breve, compendioso”.
Cosa similar ocurre en el CPP colombiano, que el num. 2 de su art. 288 requiere para la formulación
de la imputación solo la “relación clara y sucinta de los hechos jurídicamente relevantes, en lenguaje
comprensible”.
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[65] “La acción penal se ejercita con la Disposición de Formalización y Continuación de la Investigación
Preparatoria (artículos 3 y 336 del NCPP) –que puede ser ampliada cuantas veces corresponda en esta
fase procesal si los actos de averiguación revelan la comisión de otros hechos o la intervención de otras
personas–, pero la pretensión sigue un proceso escalonado, que empieza con la aludida Disposición
–que da inicio a la investigación preparatoria formalizada–, pasa por la acusación escrita (artículo 349
inciso 1 del NCPP) y culmina con la acusación oral (artículo 387 inciso 1 del NCPP)” SAN MARTÍN
CASTRO, C. “Constitución, Código Procesal Penal y correlación”, p.12.
[66] Cfr. DEL RÍO LABARTHE, G. La etapa intermedia, p. 140; SAN MARTÍN CASTRO, C. “Consti-
tución, Código Procesal Penal y correlación”, p. 14; YAIPÉN ZAPATA, V. “El iura novit curia en el
proceso penal peruano”, p. 31.
[67] CERDA SAN MARTÍN, R. / HERMOSILLA IRIARTE, F. El Código Procesal Penal, p. 255.
[68] YAIPÉN ZAPATA, V. “El iura novit curia en el proceso penal peruano”, p. 31. En el mismo sentido:
SAN MARTÍN CASTRO, C. “Constitución, Código Procesal Penal y correlación”, p. 13; DEL RÍO
LABARTHE, G. La etapa intermedia, p. 140.
[69] En relación con estas posibilidades de variación del hecho materia de imputación, ha señalado con razón
ASENCIO MELLADO J. Sistema acusatorio y derecho de defensa en el proceso penal, p. 141: “El derecho a
la información de la acusación no se agota en el solo y único acto de la primera comunicación, sino que debido
a que el proceso es algo vivo y cambiante y que su objeto es perfectamente variable siempre dentro de sus
estrictos límites, el acusado deberá ser informado a lo largo de todo el proceso, y en cualquier fase del mismo,
de aquellas mutaciones sufridas por el objeto en tanto que estas puedan afectar a su derecho de defensa”.
306
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
[70] ¿Cómo en el ejercicio del derecho de defensa, se podrían plantear y discutir racionalmente una excep-
ción de improcedencia de acción si el fiscal no ha expresado como mínimo cuál es el hecho que a su
entender cumple con las exigencias de la tipicidad penal?
[71] En este sentido, por ejemplo, la Directiva 2012/13/UE del Parlamento Europeo y del Consejo señala
en su considerando (28): “Debe facilitarse una descripción de los hechos constitutivos de infracción
penal incluyendo, si se conocen, el lugar y la hora así como la posible tipificación jurídica, de forma
suficientemente detallada” (resaltado nuestro).
307
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
[72] Ha señalado de modo correcto el Tribunal Constitucional en la sentencia del Exp. Nº 00099-2010-
PHC/TC-Junín. Henry Villar Herrera a favor de Mehmet Yildiz: “Este Colegiado en la sentencia
recaída en el Exp. Nº 03875-2008-PHC/TC señaló que: ‘El requisito de un juicio con las debidas garan-
tías tampoco obliga a los Estados Partes a proporcionar servicios de interpretación a una persona cuya
lengua materna no sea el idioma oficial del Tribunal si esa persona puede expresarse adecuadamente
en el idioma oficial y comprender ese idioma. solo es obligatorio proporcionar servicios de interpre-
tación si al acusado o a los testigos de descargo les resulta difícil comprender el idioma del Tribunal
o expresarse en ese idioma’ (Comité de Derechos Humanos, caso Cadoret y otros c. Francia, párr. 5.6
-1991). / 5. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido: ‘(…). El derecho a conocer
los motivos del procedimiento se ha ensanchado con el derecho a disponer de traductor cuando no se
conoce el idioma en el que aquel se desarrolla’ (Opinión consultiva OC-16/99 de 1 de octubre de 1999.
El Derecho a la Información sobre la Asistencia Consular en el Marco de las Garantías del Debido
Proceso Legal). Así mismo establece: ‘c) Derecho de Defensa: incluye varios derechos; contar con el
tiempo y los medios para preparar la defensa, tener intérprete o traductor, ser oído, conocer la acu-
sación e interrogar y presentar testigos’ (Opinión Consultiva OC-17/2002, de 28 de agosto de 2002,
solicitada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos). STC Nº 4719-2007-PHC/TC. / 6. En
el presente caso, el accionante alega la vulneración de los derechos al debido proceso y de defensa por
no habérsele proporcionado un traductor oficial del idioma turco durante las etapas del proceso penal
que se siguió en su contra. Al respecto, es preciso señalar que, tal como consta en el Acta de Registro
Personal, Decomiso e Incautación de Especies y Documentos (f. 47), así como en la diligencia referida
al Acta de Registro del minidepartamento e incautación (f. 49), participó un representante del Minis-
terio Público, así como el traductor en el idioma alemán Armando Jacinto Yrala Elías; asimismo, que
en la declaración preliminar del beneficiario, participó como intérprete en el idioma alemán Guillermo
Eloy Pino Infante (f. 40-47). De la manifestación del beneficiario (f. 40), se desprende que radica en
Alemania desde hace aproximadamente 30 años, pues trabajó en la compañía Bayer Química, y en la
actualidad percibe un seguro de desempleado; de otro lado, vive en dicho país con su conviviente y sus
dos hijos; por lo que el procesado puede entender y expresar su voluntad no solo en turco sino también
en el idioma alemán. / 7. Que durante la etapa judicial en el proceso penal seguido contra el ciudadano
turco aquí favorecido, se garantizó su derecho de defensa ya que, como obra en autos, se le asignó un
intérprete, respetándose de esta manera lo estipulado por el artículo 122 del Código de Procedimientos
Penales; prueba de ello es que el 26 de mayo de 2006 se suspendió la declaración instructiva al no haber
un intérprete que lo asista: ‘En este estado se suspende la presente diligencia, en razón que la suscrita
al preguntar al procesado si entiende el idioma castellano; para no recortársele el derecho de defensa
se le nombra un perito traductor por intermedio de la Corte Superior de Justicia de Lima, motivo por
el cual se suspende la presente diligencia’ (f. 62). Por otro lado, en la continuación de la instructiva se
consignó la presencia del intérprete en idioma alemán Sandor Ternyk Ternyk, de nacionalidad húngara
y del intérprete en idioma turco Saim Ozlurger, de nacionalidad turca, quienes cumplieron con el jura-
mento y la promesa de honor dispuestos por el artículo 134 del Código de Procedimientos Penales; así
mismo, en las demás actas de continuación de la declaración instructiva del beneficiario se contó con la
presencia de un intérprete en idioma turco, elegido por voluntad propia del favorecido. / 8. Finalmente,
en las actas que dan inicio a la Audiencia Pública y a la continuación de la misma, ‘se da cuenta la con-
currencia del intérprete Saim Ozlurger’; asimismo, del estudio de autos se desprende que dicha persona
había actuado como intérprete en la instrucción que se llevó a cabo, por lo que se tiene por cumplido
lo dispuesto en el artículo 258 del Código de Procedimientos Penales (f. 190). / 9. Por consiguiente, a
lo largo de proceso penal, el favorecido tuvo derecho a denunciar la imposibilidad de comunicación
y de hacer uso de los mecanismos procesales y constitucionales previstos si consideraba que un vicio
308
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
procesal venía transgrediendo su derecho de defensa. Por lo tanto, el procesado mantuvo una comuni-
cación efectiva con el intérprete en idioma turco designado por su propia voluntad, máxime si como se
evidencia en los actuados del expediente el procesado es capaz de entender el idioma alemán”.
[73] En palabras de FERRAJOLI, L. Derecho y razón, p. 125: “El uso de palabras equívocas y de juicios de
valor en la descripción de los hechos imputados(…) representa más bien una técnica de vaciamiento de
las garantías penales”.
[74] Del mismo modo que debe cuestionarse la práctica de limitarse a la transcripción, sin discriminación
alguna, del hecho contenido –como fuere que haya sido formulado– en la denuncia o en el informe
policial. “El fiscal debe hacer un estudio del caso que le permita detectar que la historia es penalmente
relevante y esto es lo que deberá comunicarle al imputado, precisando los actos que de esos hechos a él
se le atribuyen”, VANEGAS VILLA, P. “La imputación”, pp. 241-242.
[75] Ha señalado para el Derecho colombiano VANEGAS VILLA, P. “La imputación”, p. 242, en una cons-
trucción que resulta mutatis mutandi aplicable al nuestro: “Es preciso aclarar que también para los
primeros peldaños del proceso, como cuando se decide formular imputación, se requiere cierto sustento
probatorio. Lo mínimo para poder convocar a una persona con el propósito de comunicarle su calidad
de imputado, es que existan motivos suficientes que indiquen su posible participación en el hecho y
que tal inferencia esté originada y sustentada en elementos serios y objetivos que en realidad existen
en investigación y que ellos hayan sido incorporados en debida forma con anterioridad a la decisión de
formular un cargo. De no contarse con este fundamento, es improcedente el llamamiento a una audien-
cia de formulación de imputación”.
309
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
[76] No es cierto, entonces, que como señala BONIFACIO MERCADO, C. “La necesidad de una imputa-
ción concreta”, p. 184: “Solo es legítimo imputar, cuando se cuente con suficiente información de la que
se infiera razonablemente que aquel es el posible autor o partícipe de la conducta”.
[77] En sentido similar: VANEGAS VILLA, P. “La imputación”, p. 240: “(respecto a la inferencia razona-
ble de la imputación), esta no es arbitraria, ni discrecional del fiscal. Ella solo habrá de ser admisible
cuando exista un mínimo probatorio debidamente obtenido y allegado a la indagación. Para formular
imputación, el fiscal debe estimar cumplida la misión de la fase de indagación”.
[78] Con cargo a discriminar los casos en que, excepcionalmente, resulta utilizable la prueba ilícita, debe re-
conocérsele razón a VANEGAS VILLA, P. “La imputación”, p. 243, cuando señala que. “La inferencia
310
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
razonable, que exige el nuevo sistema procesal penal, como grado de conocimiento para imputar, no
puede estar basada en información ilegalmente obtenida”.
En nuestro país, en sentido similar, BONIFACIO MERCADO, C. “La necesidad de una imputación
concreta”, p. 185.
[79] Podría pasar que el fiscal no se haya dado cuenta de su error o que, incluso, tenga claro el mismo, pero
esté manipulando la calificación jurídica para tener mayores posibilidades de injerencia en los derechos
de los ciudadanos en tanto en algunos casos la restricción de derechos para la búsqueda de pruebas
requiere que se trate de un delito sancionado con pena superior a los cuatro años de privación de liber-
tad –por ejemplo, para la intervención, grabación o registro de comunicaciones telefónicas o de otras
formas de comunicación–.
311
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
razonables –los que, según prescribe la norma, deben ser expresamente con-
signados en la disposición de formalización– para proceder en dicho sentido.
Esta posibilidad se explica en que en algunas ocasiones se tiene que de-
cidir la formalización cuando el estado todavía incipiente de las investigacio-
nes hace que se tengan elementos de convicción que sustenten la existencia
de un delito, pero no las totales características de su perpetración (en los ca-
sos en que existe arbitrariedad en la calificación jurídica, en cambio, el hecho
sí se encuentra precisado en sus características).
Piénsese, por ejemplo, en quien es sorprendido por el encargado y la poli-
cía en un cuarto de hotel sobre su menor hija –desnudos ambos– ante los gri-
tos desgarradores de auxilio de esta, la que al ser entrevistada depone seña-
lando que su padre puso su órgano sexual en contacto con el suyo, lo que le
causó un gran dolor; siendo que no se pudo realizar el reconocimiento médico
legal dentro de las 24 horas de plazo de detención en flagrancia por la fuerte
inflamación micótica que presentaba su vagina, la cual hacía que la explora-
ción para el reconocimiento sea muy dolorosa; quedando por determinar, en-
tonces, si nos encontramos ante actos contrarios al pudor o una tentativa de
violación sexual.
3. En el requerimiento acusatorio
En este estadio, al haber finalizado la investigación preparatoria, el fis-
cal debe estar ya en condiciones de describir de modo detallado y circunstan-
ciado el hecho materia de imputación; siendo por ello que el lit. b del num. 1
del artículo 349 del CPP de 2004 establece que la acusación deberá contener
una “relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado, con sus
circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores. En caso de contener
varios hechos independientes, la separación y el detalle de cada uno de ellos”.
Ha señalado Sancinetti[80] que se trata de:
“Cumplir con el requisito de ‘individualizar’ el hecho, es decir, darle una identi-
dad tal que se pueda decir que solo un suceso histórico, un recorte del acontecer
fáctico y no cualquier otro, va a ser juzgado como hecho imputable al acusado”.
Y, citando a Puppe[81], que:
312
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
“La descripción del hecho en el escrito de acusación (…) tiene que ser inequívo-
ca, en el sentido de que, según las reglas generales de la lógica, de las ciencias
naturales y de la experiencia restante, será prácticamente imposible que diver-
sos hechos cumplan con esta descripción (…). El texto de la acusación tiene que
aportar aquellas propiedades de un hecho y tantas de ellas como para que efecti-
vamente él sea cumplido por un hecho individual y solo uno, en el sentido de ese
concepto de hecho. Esta llamada descripción de especificidad es la condición ge-
neral de una correcta descripción individual”.
Debemos anotar, sin embargo, que si bien la “individualización” del he-
cho a que se refiere el maestro argentino es esencial para la validez de la acu-
sación fiscal, en nuestro derecho positivo ello no basta, sino que –como seña-
la expresamente el CPP de 2004– la descripción debe contener, además, las
circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores; no limitándose úni-
camente al supuesto fáctico que satisface las exigencias de la específica ti-
picidad penal materia de la acusación, sino también describiendo otros da-
tos o circunstancias que siendo precedentes, concomitantes o posteriores sean
relevantes.
Eso sí, el empleo de “con sus circunstancias” que hace el CPP de 2004
indica que solo resulta necesaria e importante la descripción de aquellas que
aparezcan conectadas al hecho como suyas, no de cualquier tipo de circuns-
tancia por más que haya coincidido temporalmente con aquel.
Si bien el lit. b del num. 1 del artículo 349 no lo señala expresamente,
tampoco se trata de consignar circunstancias carentes de trascendencia jurídi-
ca. De esta manera, las circunstancias precedentes, concomitantes o posterio-
res que deben expresarse en la acusación son aquellas que conforman el he-
cho penal, civil y/o administrativo que en cada caso concreto es objeto –prin-
cipal en el caso del primero y accesorio en el caso de los dos últimos– del pro-
ceso; las que dicen de su gravedad, según las reglas que le son propias a cada
una de dichas formas de responsabilidad; o que dicen de la específica medida
de la consecuencia jurídica –pena o medida de seguridad en la infracción pe-
nal; consecuencias accesorias en la infracción administrativa o reparación en
la infracción civil– que se debe aplicar.
Del mismo modo, en tanto la demostración mediante prueba indiciaria
requiere de la acreditación –como consecuencia de los actos de prueba del
juzgamiento– en grado de certeza de los hechos indicantes en los que se basa
la inferencia realizada; respecto de los cuales el imputado tiene pleno derecho
a ejercitar su derecho de defensa y, particularmente, su derecho a la prueba
(de descargo). Cuando sea necesario recurrir a dicho mecanismo de prueba los
hechos indicantes de los que parte la inferencia deberán también encontrarse
313
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
[82] DEL RÍO LABARTHE, G. La etapa intermedia en el nuevo proceso penal, p. 143.
[83] CASTILLO ALVA, J. “El derecho a ser informado de la imputación”, p. 210; añadiendo luego que
más bien: “El derecho a ser informado de la imputación y el derecho de acceso al expediente son de-
rechos que se complementan y armonizan entre sí, en la medida en que su reconocimiento afianza la
preparación y organización de la defensa como mecanismo instrumental de la eficacia de la misma. Su
distinción teórica no merma el hecho de que, desde el punto de vista funcional y operativo, coincidan,
permitiendo una mejor optimización en la protección de los derechos fundamentales” (p. 211).
314
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
315
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
[84] El artículo 374 deja en claro que no obstante la importancia de la adecuada fijación del hecho en la acu-
sación escrita de la etapa intermedia, como presupuesto para la orientación de la actividad probatoria
en el juzgamiento y para el ejercicio del derecho de defensa del procesado, no es en dicho requerimiento
–aunque generalmente así ocurra en la práctica– en el que necesariamente se fija de manera definitiva y
sin posibilidad de mutaciones el objeto de proceso, aquel sobre el que habrá de recaer la sentencia, pues
dicho objeto siempre puede ser materia de modificaciones no sustanciales durante el juzgamiento –con
la presentación de una acusación complementaria–.
“La acusación oral es la que fija definitivamente la pretensión punitiva (artículo 387 inciso 1 del NCPP)
–así lo ha establecido la Corte Suprema de Justicia en la Ejecutoria Suprema RN° 1882-2006/Lima,
del 6.8.2007, FJ 15°.11–, pues como consecuencia de la actuación probatoria, y en virtud de una previa
acusación complementaria, puede incluir un hecho nuevo o una nueva circunstancia, con entidad para
modificar la calificación legal o integrar un delito continuado (artículo 374 inciso 2 del NCPP), a la
vez que puede variar la pena solicitada e instar una medida de segundad, así como incluir alguna cir-
cunstancia que no modifique esencialmente la imputación sin la entidad necesaria para una acusación
complementaria –respeto al principio de singularidad del objeto procesal– (artículo 387 incisos 2 y 3
del NCPP)”. SAN MARTÍN CASTRO, C. “Constitución, Código Procesal Penal y correlación”, p. 13.
Incluso, el artículo 387 del CPP 2004 establece que en los alegatos finales: “2. Si el fiscal considera
que del juicio han surgido nuevas razones para pedir aumento o disminución de la pena o la reparación
civil solicitadas en la acusación escrita, destacará dichas razones y pedirá la adecuación de la pena
o reparación civil. De igual manera, en mérito a la prueba actuada en el juicio, puede solicitar la im-
posición de una medida de seguridad, siempre que sobre ese extremo se hubiera producido el debate
contradictorio correspondiente” y que “3. El fiscal, en ese acto, podrá efectuar la corrección de simples
errores materiales o incluir alguna circunstancia, siempre que no modifique esencialmente la imputa-
ción ni provoque indefensión y, sin que sea considerada una acusación complementaria”; siendo claro
que la introducción de dichas “nuevas razones” o “alguna circunstancia” importa la modificación de la
acusación –no sustancial está claro, pero modificación al fin y al cabo–.
316
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
[85] SAN MARTÍN CASTRO, César. “Constitución, Código Procesal Penal y correlación”, pp. 9-10: “Para
determinar si se está ante un elemento esencial o uno accidental, es de establecer si el elemento en cues-
tión tiene entidad para conformar un proceso independiente, es decir, si está o no dotado de autonomía
(…). El elemento accidental, que muy bien puede variar sin merma de la identidad del hecho punible
al no poder conformar el objeto de un proceso autónomo, está referido a las circunstancias eximentes
y a las modificativas de la responsabilidad penal, a la variación de las formas de intervención en el
hecho, a los grados de desarrollo del delito y a la tipicidad subjetiva (dolosa o culposa) del hecho puni-
ble (…). La Sala Nacional de Casación Penal de Argentina en la Sentencia N° 419, Asunto Funes, del
04/11/1996, incorporó un método para verificar la existencia o no de un hecho diverso, al que siempre
debe apreciarse según la regla de esencialidad o accidentalidad del elemento diferencial. Señaló que el
procedimiento consiste en suprimir mentalmente el hecho acreditado en el debate, el núcleo esencial
del contenido en la acusación. Si a pesar de ello aquel comportamiento subsiste, se estará realmente
frente a un hecho diverso. La diversidad del hecho acreditado en el debate debe necesariamente derivar
de su independencia del descrito en la acusación”.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
[86] En este sentido, nos manifestamos también en contra de las prácticas de algunos operadores del sis-
tema criticada por RUBIO AZABACHE, C. “Principio de imputación mínima y control de la forma-
lización de la investigación preparatoria”, p. 2 (nota de pie 3): “Existe la creencia que la protección
de la víctima de violencia sexual mayor de edad, exonera al fiscal de recabar mayores elementos en el
interrogatorio practicado a la víctima durante la investigación. Así llegan a juicio acusaciones tan ge-
néricas que omiten circunstancias, fechas, modo de la comisión del delito, en pro de evitar una segunda
victimización. Esta práctica conlleva un grave peligro pues termina por afectar el derecho a conocer
los cargos concretos que se imputan y en esas condiciones difícilmente el imputado podrá defenderse
eficientemente, como es lógico, cuando no sabe exactamente de qué”; siendo que para estos casos es
necesario un trabajo muy cuidadoso y detallista por parte del personal del Ministerio Público a efectos
de que las declaraciones de los agraviados no tengan que repetirse.
318
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
–según la tesis acusatoria– luego de haber sido sacados de sus casas vivos tres
de los occisos e intervenido en la calle el cuarto fueron conducidos hacia un
lugar alejado de la zona poblada por el personal policial; siendo lo siguien-
te que se conocía el ingreso de las cuatro personas en un hospital heridos de
bala, llegando muertos tres de ellos y muriendo al poco tiempo el cuarto.
Esta falta de precisión llevó en algún momento a la juez de la etapa inter-
media a declarar el sobreseimiento de la causa[87], aunque luego dicha decisión
fue anulada por la Sala Superior Penal de Apelaciones y el nuevo juez a cargo
del control de la acusación concedió su pase a juzgamiento.
El que en este último caso corran entre los elementos de acreditación: el
acta de intervención policial donde firman los acusados señalando que aca-
ban de dar muerte a los agraviados en un enfrentamiento; innumerables ver-
siones de testigos que niegan la tesis del enfrentamiento, señalando que más
bien tres de los occisos fueron sacados vivos de sus casas por el personal po-
licial y el cuarto fue intervenido en la calle para luego ser llevados con rumbo
[87] Fundamentando su decisión en que: “El fiscal al no haber precisado correctamente los hechos fácticos
y al no haber señalado la participación que se le atribuye a cada uno de los acusados como lo exige el
numeral 1 acápite b) del artículo acotado, ha continuado manteniendo en error la acusación; más aún,
que en el marco de la responsabilidad penal se distingue la persona del autor de los partícipes, esto
quiere decir que el autor solo será aquel que tenía el dominio del hecho y partícipe aquel que, sin tener
dicho dominio fáctico, contribuye de manera decidida en la realización típica, para ser coautores varios
deben ostentar el dominio del hecho, haber efectuado una contribución esencial para la perpetuación
delictiva, materializada en la etapa de la ejecución, pues si fue realizada en la etapa preparatoria solo
podrá responder a título de complicidad, pero como el fiscal ha manifestado que los acusados respon-
den como coautores sin precisar en qué consiste el dominio del hecho de cada uno de los acusados y
siendo en la fase intermedia donde se determina que los juicios deben ser preparados convenientemente
y se debe llegar a ello luego de una actividad responsable, es por ello que se debe realizar un doble con-
trol, por una parte un control formal y de otra un control sustancial de los requerimientos fiscales o de
los actos judiciales conclusivos; por lo que el juez tendrá interés en que la decisión judicial no contenga
errores o en que estos no se trasladen a la etapa del juicio donde pueden generar mayores perjuicios o
invalidar la totalidad del propio juicio, es así que la fase intermedia no agota su función en el control
formal, sirve también y principalmente para realizar un control sustancial sobre esos actos conclusivos
y si no se admite la acusación se dicta el sobreseimiento porque el fiscal durante la investigación preli-
minar y preparatoria no ha podido recopilar los medios de prueba de cargo para sostener válidamente
la imputación delictiva que recae sobre cada uno de los acusados, determinando la forma de comisión
del delito, los medios utilizados para su perpetración, los móviles, el grado de perfección delictiva y
la individualización de los involucrados de conformidad con la relevancia de su participación en el
evento criminoso tal como lo señala el artículo 321 del Código Procesal Penal y al no haberse cumplido
con los fines de la investigación preparatoria se debe proceder a sobreseer; como se tiene indicado, el
fiscal hizo apreciaciones genéricas cuando, ha señalado que todos los acusados son coautores y no ha
indicado cuál ha sido el dominio del hecho de cada uno de ellos”.
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[88] Está claro que en algunas ocasiones no se podrá llegar a certezas, precisamente porque no se podrá
establecer las concretas circunstancias de perpetración del hecho; por ejemplo, cuando en la agresión
sexual no exista fruto de la concepción y el procesado acredita que en varios de los días del mes en
que aproximativamente se ubica la comisión del delito no se encontraba en la ciudad o era imposible
que haya visto o estado a solas con la víctima; o en el caso de un delito de peculado doloso cuando no
se hizo acta de transferencia de bienes y el faltante es descubierto por una auditoria que se hace meses
después al nuevo funcionario. En estos y otros casos similares, continuar con la persecución efectiva-
mente carece del menor sentido.
[89] Ha señalado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la Sentencia de Mattoccia vs. Italia: “71.
En conclusión, la Corte es consciente del hecho de que los juicios por violación plantean cuestiones
muy sensibles, importantes y de gran preocupación para la sociedad y que los casos relativos a los muy
jóvenes o los discapacitados mentales a menudo se presentan a las autoridades y a los tribunales con
serias dificultades probatorias en el curso de las actuaciones. Se considera, sin embargo, que en el pre-
sente caso la defensa se enfrentó a dificultades excepcionales. Teniendo en cuenta que la información
contenida en la acusación se ha caracterizado por la vaguedad en cuanto a detalles esenciales sobre
el tiempo y lugar, se contradijo en varias ocasiones y modificado en el curso del juicio, y teniendo en
cuenta el largo periodo transcurrido entre el sometimiento a juicio y la del juicio en sí mismo (más de
tres años y medio) en comparación con la velocidad con que se llevó a cabo el juicio (menos de un mes),
la justicia requiere que al solicitante se le haya brindado mayores oportunidades y facilidades para
defenderse de una manera práctica y eficaz”.
[90] Recuérdese que la Directiva 2012/13/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de mayo del
2012, relativa al derecho a la información en los procesos penales, señala: “Debe facilitarse una des-
cripción de los hechos constitutivos de infracción penal incluyendo, si se conocen, el lugar y la hora así
como la posible tipificación jurídica, de forma suficientemente detallada, teniendo en cuenta la fase del
proceso penal en la que se facilite esa descripción, a fin de salvaguardar la equidad del procedimiento
y permitir el ejercicio efectivo de los derechos de la defensa”.
[91] Precisa el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la Sentencia de Mattoccia vs. Italia: “60. Si
bien el alcance de la ‘detallada’ información contemplada en esta disposición varía en función de las
circunstancias particulares de cada caso, el acusado debe en todo caso, contar con suficiente informa-
ción como sea necesaria para comprender plenamente el alcance de las acusaciones contra él con miras
a preparar una defensa adecuada”.
[92] En este sentido, por ejemplo, en la Sentencia de Casación N° 04-2009-La Libertad se ha establecido:
“El recurrente señala que se ha vulnerado el artículo trescientos noventa y siete del nuevo Código
Procesal Penal en tanto que la condena impuesta habría modificado la calificación jurídica del hecho
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Formulación de cargos penales e imputación necesaria
objeto de la acusación, al respecto se evidencia que no existe tal vulneración de la norma antes citada,
por cuanto, si bien es cierto, existe acusación escrita y auto de enjuiciamiento por delito de actos contra
el pudor en menor de edad, tipificado en el artículo ciento setenta y seis parte in fine del Código Penal;
también es cierto que se desprende de la sentencia de vista, que en el audio de registro de juicio oral y
conforme a lo manifestado en la audiencia de apelación por la defensa del procesado el representante
del Ministerio Público, en los alegatos de apertura, solicitó se imponga una pena de cinco años para el
acusado Licerio Saldaña por el delito de actos contra el pudor en menor de edad en agravio de la menor
J.J.S.G, calificando los hechos en el artículo ciento setenta y seis - A inciso tres del Código Penal; en
ese sentido, se tiene que al inicio del juicio oral el señor fiscal fijó los hechos con su correspondiente
calificación jurídica y ofreció los medios probatorios para acreditar la imputación en contra del pro-
cesado, como es el caso del examen del perito que elaboró el examen psicológico a la menor, que fue
presentado como prueba nueva al inicio del juicio oral, lo mismo ocurrió con la defensa del procesado;
por lo tanto, en los alegatos de apertura, actuación probatoria y alegatos finales, se ha discutido, cues-
tionado y argumentado en relación al delito de actos contra el pudor en menor de edad, tipificado en el
artículo ciento setenta y seis - A inciso tres del Código Penal, en consecuencia resulta sin fundamento
lo alegado en tanto la sentencia guarda correspondencia con todo lo actuado en juicio oral”.
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[93] La acusación y la sentencia condenatoria de primera instancia versaban sobre dos delitos; el uno, an-
tecedente, de defraudación tributaria y, el otro, de lavado de activos de las ganancias indebidas obte-
nidas con la defraudación. La acusación escrita describía los hechos que constituiría lavado de activos
señalando: “La suma de dinero ascendente a S/. 1,668.857.00 nuevos soles y que el Estado ha dejado
327
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
de percibir, es considerada como un ingreso ilegal, que no ha ingresado a las arcas al Estado, dinero
que ha sido insertado en el circuito económico nacional, siendo reinvertido en las diversas actividades
comerciales del acusado, compra y mejoras de propiedades, todo ello para ocultar o disfrazar su origen
ilícito confundiendo el origen de dichos recursos mezclándolo con actividades aparentemente lícitas
para evitar ser vinculados con el delito de donde se obtuvo tales ganancias ilegales”; siendo en estos
términos que se plantearon los cargos en los alegatos de apertura y en los alegatos finales del Ministerio
Público así como en la sentencia; debiéndose señalar que al momento pronunciarse oralmente el fiscal
hizo referencia a que los cargos los acreditaba con los medios probatorios ofrecidos por su parte como
los informes de los analistas financieros, la pericia contable y el informe motivado de la Sunat.
[94] Estos cuadros, fechas y datos se encuentran en la acusación escrita describiendo los cargos por el delito
de defraudación tributaria.
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1. Aspectos positivos
A. Delimitación progresiva del objeto del proceso
No obstante ser un tema que no se encuentra estrictamente relacionado
con la tutela de derechos, en tanto existe una importante –por el número de
sus partidarios– línea de pensamiento en los operadores de justicia de los dis-
tritos judiciales de nuestro país donde ya se encuentra en vigencia el CPP de
2004 que postula lo contrario, ha hecho bien la Corte Suprema en dejar sen-
tado que el objeto del proceso no permanece exactamente inmutable durante
el curso de la investigación preparatoria, sino que es materia de una delimita-
ción progresiva.
Indica el Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116:
“Una de las características del hecho investigado es su variabilidad durante el
curso de la etapa de investigación preparatoria –o, mejor dicho, ‘delimitación
progresiva del posible objeto procesal’–, y que el nivel de precisión del mismo
–relato del hecho histórico y del aporte presuntamente delictivo de los implica-
dos por la Fiscalía– tiene (en la disposición de formalización y continuación de
investigación preparatoria) un carácter más o menos amplio o relativamente di-
fuso. No es lo mismo un delito flagrante, que uno referido a sucesos complejos y
de determinación inicial algo incierta y, por tanto, de concreción necesariamente
tardía”.
Debe añadirse eso si –conocimiento que entendemos no es ajeno a la Cor-
te Suprema sino que no se encuentra relacionada con la imputación necesaria
en la formalización de investigación preparatoria– que esta delimitación pro-
gresiva del objeto del proceso penal no solo puede ocurrir durante la investi-
gación preparatoria formalizada, sino también –de lo que hemos dado cuenta
supra– en momentos posteriores del proceso, hasta antes de los alegatos fina-
les del Ministerio Público –pero en estos casos con importantes limitaciones–.
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[95] Dice su artículo 77 (modificado por la Ley N° 28117 del 10/12/2003): “Recibida la denuncia y sus
recaudos, el Juez Especializado en lo Penal solo abrirá instrucción si considera que de tales instru-
mentos aparecen indicios suficientes o elementos de juicio reveladores de la existencia de un delito,
que se ha individualizado a su presunto autor o partícipe, que la acción penal no ha prescrito o no
concurra otra causa de extinción de la acción penal. El auto será motivado y contendrá en forma pre-
cisa los hechos denunciados, los elementos de prueba en que se funda la imputación, la calificación
de modo específico del delito o los delitos que se atribuyen al denunciado (…) Si el Juez considera que
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no procede el inicio del proceso expedirá un auto de No Ha lugar. Asimismo, devolverá la denuncia si
estima que le falta algún elemento de procedibilidad expresamente señalado por la ley”.
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[98] Había señalado antes de la realización del I Pleno Jurisdiccional Extraordinario de las Salas Penales
de la Corte Suprema ESPINOZA GOYENA, J. “¿Es posible y conveniente una audiencia de tutela para
controlar la observancia del principio de imputación necesaria en la Disposición de Formalización de
la Investigación Preparatoria?”, pp. 2-3: “No puede descartarse que puedan existir casos en los que el
Ministerio Público emita una DFCIP sin cumplir con las exigencias mínimas de motivación requeridas
por el artículo 336 del CPP. Por ejemplo, cuando no describa o individualice mínimamente los hechos
imputados, sobre todo cuando hay pluralidad de investigados; en aquellos casos parece razonable que
el imputado pueda reclamar la vulneración de su derecho de defensa que, según el artículo 71.2 a) con-
lleva, entre otros aspectos, el derecho a conocer los cargos imputados en su contra”.
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recursos” igual el fiscal emite una disposición de formalización y continuación de investigación prepa-
ratoria con infracción de la imputación necesaria.
Del mismo modo que no resulta satisfactorio su planteamiento de que bastarían los cuestionamientos
que se pudieran hacer a la formulación de la imputación en otras audiencias como de medidas caute-
lares o de restricción de derechos para la obtención de pruebas; pues no da respuesta a los procesos en
que no se solicita ninguna de esas injerencias en los derechos de la persona; pero, sobre todo, porque
la protección de los derechos del imputado no puede depender de –o al menos esperar a– que el fiscal
solicite una medida restrictiva de derechos.
[101] Por ejemplo, en el caso del derecho a: “Ser examinado por un médico legista o en su defecto por otro
profesional de la salud, cuando su estado de salud así lo requiera” lo que, obviamente, corresponde al
amparar la tutela es ordenar la revisión médica del imputado. En cambio, cuando lo que se ha infringido
es el derecho al ne bis in idem, reabriendo un caso –disponiendo la formalización de una investigación
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preparatoria– que había sido archivado por la atipicidad de los hechos, no existe otra alternativa que
declarar la nulidad de la indicada disposición de formalización.
[102] Por ejemplo, VANEGAS VILLA P. “La Imputación”, p. 239, dice: “Tanta es su importancia, que la
omisión en el ordenamiento jurídico colombiano de la imputación, como acto previo a la acusación,
genera nulidad de lo actuado por violación al debido proceso”.
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2. Aspectos negativos
A. Construcción judicial de un requisito de admisibilidad para la tra-
mitación de la tutela[104]
Precisa el Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116:
“11°. Muy excepcionalmente, ante la desestimación del Fiscal o ante la reitera-
da falta de respuesta por aquel –que se erige en requisito de admisibilidad–(…)
cabría acudir a la acción jurisdiccional de tutela penal” (el resaltado es nuestro).
De esta manera, para la Corte Suprema, el procesado que considere que
una disposición fiscal de formalización y continuación de investigación pre-
paratoria infringe su derecho a la imputación necesaria no puede recurrir di-
rectamente a la autoridad judicial en búsqueda de la tutela del mismo; y en
caso de que lo hiciera deberá declararse la inadmisibilidad de su solicitud.
Lo que debería hacer, según el Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116,
es plantear previamente ante el fiscal un pedido de corrección del vicio que
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[105] Se pronuncia también respecto de la necesidad de precisar cuando la falta de respuesta es reiterada
BENAVENTE CHORRES, H. “El conocimiento de los cargos formulados en contra del imputado”
p. 61.
[106] En tanto el significado de “reiterada” es “que se hace o sucede repetidamente” (REAL ACADEMIA
ESPAÑOLA. Diccionario de la Lengua Española, p. 1313) y el de “repetidamente” es “con repetición,
varias veces (p. 1322), la opción de menor lesividad para los derechos del investigado sería tener por
cumplida dicha reiteración a partir de dos pedidos no contestados.
[107] Llama la atención que en otros acuerdos plenarios la Corte Suprema se haya mostrado muy crítica respecto
de las prácticas carentes de sustento normativo (por ejemplo, en cuanto a la extendida práctica de incoar la
terminación anticipada en la etapa intermedia que critica el Acuerdo Plenario N° 5-2008/CJ-116).
[108] También en contra de la posición asumida por el acuerdo RUBIO AZABACHE, C. “Principio de impu-
tación mínima y control de la formalización de la investigación preparatoria”, pp. 7-8.
[109] TABOADA PILCO, G. “Tutela de derechos para controlar la imputación”, p. 3.
[110] No se debe olvidar que el art. X del T.P. del CPP de 2004 prescribe: “Las normas que integran el pre-
sente Título prevalecen sobre cualquier otra disposición de este Código. Serán utilizadas como funda-
mento de interpretación”.
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[111] ESPINOZA GOYENA, J. “¿Es posible y conveniente una audiencia de tutela para controlar la obser-
vancia del principio de imputación necesaria en la Disposición de Formalización de la Investigación
Preparatoria?”, p. 3.
[112] El mismo ESPINOZA GOYENA, Julio refiere en su intervención en la sesión de participación ciu-
dadana –12 de marzo de 2012– del I Pleno Jurisdiccional Extraordinario Penal que en el primer año
de aplicación del CPP 2004 de 514 casos ingresados en el sistema solo en 42 casos se han presentado
tutelas de derechos (en general), esto es, en no más del 8% (cfr. <http://www.youtube.com/watch?v=yi
lFVHjqlsA&list=UUVcy1Qngc–8cyVMW_gvQGGA&index=8>).
[113] Cfr. AVALOS RODRÍGUEZ, C. “Tutela judicial de derechos”, pp. 301 a 303.
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[114] También BENAVENTE CHORRES, H. “El conocimiento de los cargos formulados en contra del
imputado como materia de la acción de tutela”, p. 61 y RUBIO AZABACHE, C. “Principio de impu-
tación mínima y control de la formalización de la investigación preparatoria”, p. 8.
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[115] CASTILLO ALVA, J. “El derecho a ser informado de la imputación”, p. 196. En el mismo sentido,
BONIFACIO MERCADO, C. “La necesidad de una imputación concreta en la construcción de un
proceso penal acusatorio”, p. 188.
[116] RUBIO AZABACHE, C. “Principio de imputación mínima y control de la formalización de la investi-
gación preparatoria”, p. 8.
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[117] ESPINOZA GOYENA, J. “¿Es posible y conveniente una audiencia de tutela para controlar la obser-
vancia del principio de imputación necesaria en la Disposición de Formalización de la Investigación
Preparatoria?”, p. 3.
[118] “El deber de información no se entiende cumplido por la inicial comunicación de los hechos, sino
que habrá de comprender todo aquello que pueda afectar al derecho de defensa. / Resulta unánime la
inclusión en la información de la calificación jurídica de los hechos imputados (…). La jurisprudencia
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Más aún, en tanto los hechos también pueden ser objeto de modifica-
ción durante el curso del proceso[119] –siendo una oportunidad para corregir
los errores de adecuada descripción en que se hubiera podido incurrir–, quien
quiera utilizar el argumento de la improcedencia de la tutela por la posibilidad
de modificar la calificación jurídica, para ser coherente, tendrá que negar tam-
bién su procedencia en el caso de la deficiente descripción del aspecto fáctico.
No solo lo dicho, el cuestionamiento de la calificación jurídica a través de
la excepción de improcedencia de acción –que es el único medio técnico de
defensa que resulta pertinente para ello–, según lo señala expresamente el lit.
b del num. 1 del artículo 6 del CPP de 2004, solo procede “cuando el hecho no
constituye delito o no es justiciable penalmente”; tratándose, en tal sentido, de
un problema de falta de relevancia jurídico-penal del hecho por el cual se ha
formalizado investigación preparatoria –porque bien aplicado el Derecho po-
sitivo se debe llegar a la conclusión de que este no es delito o no es sanciona-
ble penalmente–[120]; no de un problema de no haberse especificado cuál es el
tipo penal aplicable al caso.
Más bien, el pleno ejercicio del derecho de defensa, mediante la deduc-
ción de una excepción de improcedencia de acción, requiere que se encuen-
tre expresamente consignada en la disposición de formalización de investiga-
ción la específica tipicidad que el fiscal asigna al hecho; pues la tipificación
que esta autoridad haya realizado delimita el objeto de análisis y crítica –para
demostrar la falta de correspondencia entre el hecho y el tipo penal al que su-
puestamente se adecua– de la defensa en el momento de interponer dicho me-
dio técnico de defensa; mal se haría en exigir que la defensa del investigado
tenga que argumentar su excepción respecto de todos los tipos penales posi-
blemente aplicables al hecho y no especificados por el Ministerio Público en
la disposición cabeza de la persecución penal formal.
del TEDH ha declarado con rotundidad que la calificación jurídica del hecho punible forma parte
imprescindible de la información”. PERELLÓ DOMÉNECH, I. “El derecho a ser informado (a) de la
acusación”, p. 432.
[119] El propio Acuerdo Plenario N° 2–2012/CJ–116 deja sentado expresamente que “una de las caracterís-
ticas del hecho investigado es su variabilidad durante el curso de la etapa de investigación preparatoria
–o, mejor dicho, ‘delimitación progresiva del posible objeto procesal’–, y que el nivel de precisión del
mismo –relato del hecho histórico y del aporte presuntamente delictivo de los implicados por la Fisca-
lía– tiene (en la disposición de formalización y continuación de investigación preparatoria) un carácter
más o menos amplio o relativamente difuso”.
[120] Ni siquiera se encuentra dirigida este medio técnico de defensa a solucionar los casos en que el error en
la calificación jurídica en que ha incurrido el fiscal ha llevado a que se califique un hecho como típico
de un específico delito cuando en realidad el hecho sí es penalmente relevante, pero le corresponde la
tipicidad de otro.
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ha generado que se apruebe una liquidación de pensiones alimenticias devengadas por el importe
de 4,024.74 nuevos soles.
Habiéndose emitido la resolución aprobatoria concediéndosele el plazo de 3 días para que cumpla
bajo el apercibimiento de iniciar acción penal por delito de omisión a la asistencia familiar, el
imputado fue notificado en su domicilio real sin que haya cumplido incluso hasta el momento en
que se emite la presente.
Habiéndose emitido la correspondiente resolución aprobatoria concediéndosele el plazo de 3 días
para que cumpla bajo el apercibimiento de iniciar acción penal por delito de omisión a la asistencia
familiar, el imputado fue notificado en su domicilio real sin que haya cumplido.
II. DE LA RELEVANCIA PENAL DE LA CONDUCTA MATERIA DE IMPUTACIÓN
Los hechos materia de notitia criminis se adecuan al tipo legal contenido en el artículo 149 del Có-
digo Penal que prescribe: “El que omite cumplir su obligación de prestar los alimentos que establece
una resolución judicial será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años, o con
prestación de servicio comunitario de veinte a cincuentidós jornadas, sin perjuicio de cumplir el
mandato judicial”.
III. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN QUE FUNDAMENTAN LA IMPUTACIÓN
Las copias certificadas del Expediente N° 1859-2008 seguido ante el Sétimo Juzgado de Paz Letrado
de Trujillo, en donde principalmente se puede apreciar, la demanda, la contestación de demanda, la
sentencia, la liquidación de pensiones, la resolución que la aprueba y ordena el pago bajo aperci-
bimiento, los cargos de notificación de esta última resolución en el domicilio real del demandado.
IV. LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR COMO POSIBILIDAD DE EJERCICIO DEL
DERECHO DE DEFENSA
El artículo 336 del CPP 2004 señala en su numeral 4: “El Fiscal, si considera que las diligencias
actuadas preliminarmente establecen suficientemente la realidad del delito y la intervención del
imputado en su comisión, podrá formular directamente acusación”; razón por la cual es de crucial
importancia el apersonamiento del imputado a la presente investigación preliminar a efectos de que
pueda ejercitar su derecho de defensa, prestando su declaración y solicitando la realización de actos
de investigación.
Debe advertirse que el hecho de que el susodicho no concurra a la investigación preliminar, a la
citación que se le realiza o no ejercite materialmente su derecho de defensa, no impide la continua-
ción de persecución penal.
IV. DE LAS DILIGENCIAS DE INVESTIGACIÓN PRELIMINAR
Declaración del investigado a horas 09:00 a.m. del 28 de febrero de 2011 quien deberá concurrir en
compañía del abogado defensor de su elección o en su defecto se le asignará un abogado de oficio.
V. DEL PLAZO DE DURACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR
De conformidad con el numeral 2 del artículo 334 del CPP 2004 el plazo de las Diligencias Preli-
minares es de veinte días, salvo que se produzca la detención de una persona.
Trujillo, febrero 8 de 2011.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo
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El imputado Everth Eduardo Eustaquio Guevara ha infringido los deberes de cuidado de ir a exceso
de velocidad en una zona urbana-céntrica; del mismo modo que de no reducir la velocidad al tran-
sitar por una zona en la que se encuentran hasta dos instituciones educativas (la primera de ellas en
la cuadra de Alfonso Ugarte que acababa de superar y la segunda de ellas en la propia intersección
en donde se produjo la colisión); del mismo modo que de no haberse cerciorado al llegar a una
intersección que realmente tenía la posibilidad de paso.
El imputado Edinson Juan Alva Gutiérrez ha infringido los deberes de cuidado de ir a exceso de
velocidad en una zona urbana-céntrica; del mismo modo que de no reducir la velocidad al transitar
por una zona en la que se encuentra una institución educativa (en la propia intersección en donde se
produjo la colisión); del mismo modo que de no haberse cerciorado al llegar a una intersección que
realmente tenía la posibilidad de paso.
Es de señalar también que la persona de Everth Eduardo Eustaquio Guevara se alejó del lugar del
accidente luego que el mismo se produjo a pesar de tener plena conciencia de los resultados lesivos
para los agraviados que había producido la colisión, sin siquiera haberse preocupado de poner en
conocimiento de las autoridades ni de ningún servicio de salud o auxilio que dicho hecho se había
producido.
NORMAS PENALES MATERIA DE INFRACCIÓN
El hecho imputado a Edinson Juan Alva Gutiérrez se adecua a la norma de prohibición contenida en
el primer párrafo del artículo 111 del Código Penal en concordancia con el segundo párrafo del mismo
artículo, en tanto ha existido pluralidad de víctimas fallecidas; adecuándose también en concurso ideal a
la norma de prohibición contenida en el primer párrafo del artículo 111 del Código Penal en concordancia
con el segundo párrafo del mismo artículo, en tanto el delito ha resultado de la inobservancia de reglas
técnicas de tránsito (concretamente infracción de las reglas contenidas en los artículos 160, 161 y 162
del Decreto Supremo N° 033-2001/MTC); del mismo modo que se adecua en concurso ideal a la norma
de prohibición contenida en el primer párrafo del artículo 124 del Código Penal en concordancia con
el tercer párrafo del mismo artículo, en tanto ha existido pluralidad de víctimas fallecidas; y también
en concurso ideal a la norma de prohibición contenida en el primer párrafo del artículo 124 del Código
Penal en concordancia con el tercer párrafo del mismo artículo, en tanto el delito ha resultado de la
inobservancia de reglas técnicas de tránsito (concretamente infracción de las reglas contenidas en los
artículos 160, 161 y 162 del Decreto Supremo N° 033-2001/MTC).
El hecho imputado a Everth Eduardo Eustaquio Guevara se adecua a la norma de prohibición conte-
nida en el primer párrafo del artículo 111 del Código Penal en concordancia con el segundo párrafo
del mismo artículo, en tanto ha existido pluralidad de víctimas fallecidas; adecuándose también en
concurso ideal a la norma de prohibición contenida en el primer párrafo del artículo 111 del Código
Penal en concordancia con el segundo párrafo del mismo artículo, en tanto el delito ha resultado de la
inobservancia de reglas técnicas de tránsito (concretamente infracción de las reglas contenidas en los
artículos160, 161 y 162 del Decreto Supremo N° 033-2001/MTC); del mismo modo que se adecua en
concurso ideal a la norma de prohibición contenida en el primer párrafo del artículo 124 del Código
Penal en concordancia con el tercer párrafo del mismo artículo, en tanto ha existido pluralidad de víc-
timas fallecidas; y también en concurso ideal a la norma de prohibición contenida en el primer párrafo
del artículo 124 del Código Penal en concordancia con el tercer párrafo del mismo artículo, en tanto el
delito ha resultado de la inobservancia de reglas técnicas de tránsito (concretamente infracción de las
reglas contenidas en los artículos 160, 161 y 162 del Decreto Supremo N° 033-2001/MTC).
Respecto de esta persona se debe señalar que su conducta de alejarse del lugar de los hechos sin dar
aviso a las autoridades, a pesar de haberse percatado de la existencia de personas muertas y heridas,
se adecua en concurso real a la norma penal contenida en el artículo 408 del Código Penal; del mismo
modo que en concurso ideal a la norma contenida en el artículo 126 del Código Penal.
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a realizar el traslado iba a ser Gálvez Rondinel; retirando dos tractores, dos
arados, dos rastras y una barreta.
Finalmente, con fecha 11 de diciembre de 2010 se retira de la sede de la
Gerencia Regional de Agricultura - Trujillo, por autorización de Luis García
Alarco el tractor shangai de serie de chasis 012506. Para ello, el día anterior
García Alarco se acerca al vigilante Carlos Antonio Urbina Farías y le pregunta
si va a trabajar el sábado, señalándole que iban a ir a sacar un tractor al día
siguiente entregándole un documento y diciéndole que lleven, además, un
arado.
Es del caso que todos los bienes así retirados de provincias por Gálvez
Rondinel nunca fueron ingresados a las instalaciones de la Gerencia Regional
Agraria de La Libertad, ni en su oportunidad se tomó ningún tipo de medida
o acción por parte de García Alarco o Cabrera Merino para requerir dicho
ingreso (siendo que hicieron un remedo de preocupación cuando su ilícito ya
se había hecho público y después que con fecha 20 de diciembre de 2010
el Gerente General de la Región Cristóbal Napoleón Vilca García les había
convocado y exigido explicaciones respecto de los tractores; ante lo cual los
tres investigados respondieron simplemente ya los vendimos. Este último
hecho va a ser de suma importancia, pues como se verá más adelante a partir
de verse descubiertos los investigados empiezan a realizar actos dirigidos a
encubrir su participación, a supuestamente contribuir con la determinación
de las responsabilidades administrativas y penales que existían y a culparse
los unos a los otros).
La participación de Luis Felipe García Alarco y Juan Carlos Cabrera Merino
en la disposición de los bienes acabados de señalar tuvo lugar a pesar que
sabían perfectamente y desde un inicio que el contrato con Loleksar SRL no
era válido porque el segundo de los nombrados no tenía facultades para
contratar por la Gerencia Regional Agraria de La Libertad; no solo ello, sino
que incluso de haber sido válido dicho contrato –cosa que se debe negar
enfáticamente– existían en su ejecución una serie de irregularidades –se omi-
tió la publicación de la venta de los bienes, no existen constancias de algún
tipo de invitación, se omitió la elaboración y aprobación de las bases admi-
nistrativas, etc.– que tendrían que haber hecho que García Alarco y Cabrera
Merino no contribuyan al perjuicio que se le causó al Gobierno Regional.
No solo lo dicho, sino que no han denunciado los hechos –más bien los
han continuado por un periodo temporal significativo– ni han pedido la
intervención de sus superiores jerárquicos para poner coto a su perpetración
–en el ejercicio de su defensa De La Cruz Villacorta admite haber tomado
conocimiento de las ventas y sostiene que lo único que hizo fue molestarse–,
los que se hubieran quedado ocultos si no fuera por las denuncias perio-
dísticas que los sacaron a la luz y los pedidos de aclaración de la venta por
parte del Gerente General.
Continuando con los hechos imputados, se debe señalar que mediante Carta
de fecha 6 de diciembre de 2010, la empresa Loleksar SRL remite al Director
de la Oficina de Administración, Juan Carlos Cabrera Merino, el Expediente
Técnico de Tasación y Lotización de Bienes en desuso –que fueron recogidos
con anterioridad de las Agencias Provinciales y que nunca fueron ingresados
en los almacenes de la Gerencia Regional en Trujillo– para su venta, señalando
que por el Estado en que se encuentran esos bienes, que es totalmente malo,
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soles por la venta del lote N° 002 de maquinaria agrícola – un tractor chasis
más implementos y dos tractores sin implementos.
- Depósito por parte de Victoria Gutiérrez Acosta con DNI N° 20036674
(siendo que no existe a simple vista coincidencia entre la firma estampada
en el depósito de cuenta corriente y la que figura en la impresión de ficha
RENIEC) en la Cuenta Corriente de la Gerencia Regional de Agricultura, con
recibo N° 44941829 del 7 de diciembre de 2010 por la suma de 8,500 nue-
vos soles por la venta del lote N° 003 de maquinaria agrícola - dos tractores
chasis más implementos.
- Depósito por parte de Julio Rojas Coronel con DNI N° 09910176 (siendo
que en realidad el número de DNI corresponde, según consulta en línea a
RENIEC a Raúl Elías Vidal Valladolid, no existiendo tampoco a simple vista
coincidencia entre la firma estampada en el depósito de cuenta corriente y
la que figura en la impresión de ficha RENIEC) en la Cuenta Corriente de la
Gerencia Regional de Agricultura, con recibo N° 44941840 del 7 de diciembre
de 2010 por la suma de 9,500 nuevos soles por la venta del lote N° 004 de
maquinaria agrícola - dos tractores chasis más implementos.
- Depósito por parte de Alexander Gálvez Rondinel con DNI N° 41445680
en la Cuenta Corriente de la Gerencia Regional de Agricultura, con recibo
N° 44941830 del 7 de diciembre de 2010 por la suma de 5,000 nuevos soles
por la venta del lote N° 005 de maquinaria agrícola – dos tractores chasis
sin implementos.
Pero no solo eso, sino que en las “actas de entrega-recepción. bienes muebles
dados de baja (tractores Shangai - otros)” se puede apreciar las siguientes
irregularidades: en todas no existe firma sino únicamente del adjudicatario,
sin que firme nadie por la Gerencia Regional de Agricultura; las firmas que
figuran estampadas por los adjudicatarios difieren a simple vista de las que
aparecen consignadas en la consulta en línea de fichas RENIEC; en el caso
de Julio Rojas Coronel con DNI N° 09910176, el número de DNI corresponde,
según consulta en línea a RENIEC en realidad a Raúl Elías Vidal Valladolid.
Finalmente, de la copia xerográfica del estado de cuenta al 31 de diciembre –
CTAR La Libertad Dirección Regional Agraria Fondos Rotativos, N° de cuenta
0741-041820 hecha llegar a este Despacho por García Alarco, se tiene que
con fecha 09 se dispuso de 39,285.00 nuevos soles, siendo reintegrados con
fecha 21 de diciembre de 2010; luego que el Gerente General del Gobierno
Regional Cristóbal Napoleón Vilca García cuestionara a los investigados De
La Cruz Villacorta, García Alarco y Cabrera Merino por el hecho materia de
la presente acusación”.
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Formulación de cargos penales e imputación necesaria
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
decisión de repotenciar o no la maquinaria agrícola si bien requería un informe técnico previo, pasaba
por una decisión política-administrativa de la Gerencia Regional.
Es en días anteriores al 24 de noviembre de 2010 que se incorporan a la realización del hecho cri-
minal, Luis Roberto Romero Ribbeck –quien actuaba en calidad de Gerente General de la empresa
Loleksar SRL–, Juan Carlos Cabrera Merino, Director de la Oficina de Administración de la Ge-
rencia Regional de Agricultura, y Luis Felipe García Alarco, responsable de las Oficinas de Control
Patrimonial y accidentalmente de Logística; siendo que quien convoca e introduce a la ejecución del
hecho al extraneus Romero Ribbeck fue De La Cruz Villacorta; de lo que dan buena cuenta Cabrera
Merino y García Alarco en sus declaraciones.
Para evitar aparecer documentalmente inmiscuido en el hecho criminal, De La Cruz Villacorta
convence para que con fecha 24 de noviembre de 2010, Cabrera Merino, sin contar con alguna
delegación que le permitiese hacerlo y sin que haya existido previamente un proceso de selección
ni orden de servicio, celebre contrato privado de prestación de servicios con el Gerente General
de Loleksar SRL, Luis Roberto Romero Ribbeck, señalándose en su contenido que la Gerencia de
Agricultura requería los servicios de una empresa especializada para que realice los servicios de
tasación, lotización, acondicionamiento y otros que se considere necesarios para sus bienes a su-
bastarse y dados de baja consistentes en tractores agrícolas Shangai e implementos de procedencia
China; comprometiéndose según el documento la empresa a elaborar el Expediente Técnico de
Venta, Bases Administrativas y apoyar en la realización del proceso de venta, así como también en
la entrega de dichos bienes a satisfacción del adjudicatario y el contratante. Es de señalar que este
contrato se encuentra visado por Luis Felipe García Alarco.
En ejecución de su aporte, con fecha 26 de noviembre de 2010 García Alarco, emite Informe
Técnico Legal de 11 tractores de procedencia china marca Shangai modelo 504 con sus respec-
tivos implementos, para su baja y disposición final; concluyendo y recomendando que se tramite
“la baja y posterior disposición final de los bienes en mención”, anexando los Informes Técnicos
N°s 004-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 005-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 006-GRLL-GGR/GRSA-
LOG-CP, 007-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 008-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 009-GRLL-GGR/
GRSA-LOG-CP, 010-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 011-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 012-GRLL-
GGR/GRSA-LOG-CP, 013-GRLL-GGR/ GRSA-LOG-CP y 014-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP;
todos los informes con la misma fecha 26 de noviembre de 2010 y suscritos por García Alarco.
En ejecución de su aporte, mediante Memorándum Múltiple N° 264-2010-GRLL-GGR/GRSA, de
fecha 29 de noviembre de 2010, el Gerente Regional de Agricultura De La Cruz Villacorta se dirige
a los Directores de las Agencias Agrarias de Otuzco, Julcán, Santiago de Chuco y Sánchez Carrión,
haciéndoles de conocimiento que el área de Control Patrimonial se encuentra efectuando la dispo-
sición final de la Maquinaria Agrícola Shangai e implementos, por lo que señala que deberán hacer
entrega de dichos bienes para su traslado a Trujillo, en la condición en que figuran en los inventa-
rios actuales. Este memorándum es visado por García Alarco como titular de Control Patrimonial
y Cabrera Merino como titular de la Oficina de Administración. Ello a pesar que la normativa que
regula la venta directa establece que esta se deberá hacer en el lugar donde se encuentren los bienes.
El 1 de diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Santiago de Chuco García Alarco
–acompañado de Jesús Gálvez Rondinel, quien se presentó como representante del Ministerio de
Agricultura de la ciudad de Lima– para entregar el Memorándum Múltiple N° 264-2010-GRLL-GGR/
GRSA-AASCH y la Papeleta N° 00056 de Autorización para el Desplazamiento Interno - Externo
de Bienes Patrimoniales firmada por su persona en calidad de responsable de Control Patrimonial
(hallándose visada por el propio Luis García Alarco, en calidad de responsable del área de Logística,
y por Juan Carlos Cabrera Merino, en su calidad de responsable de la Oficina de Administración)
que indicaba que quien iba a realizar el traslado iba a ser Gálvez Rondinel, retirándose dos tractores
y sus implementos de los almacenes.
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Formulación de cargos penales e imputación necesaria
No solo eso, sino que García Alarco hace que se le entregue una motobomba color rojo, naranja y
ámbar, serie 2655, mod. L75AE-DP4ST manifestando que sería utilizada para riego al interior del
vivero de la Gerencia Regional de Agricultura.
El 1 de diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Sánchez Carrión García Alarco -acom-
pañado de Jesús Gálvez Rondinel- para entregar el Memorándum Múltiple N° 264-2010-GRLL-GGR/
GRSA-AASCH y la Papeleta N° 00057 de Autorización para el Desplazamiento Interno – Externo
de Bienes Patrimoniales firmada por su persona en calidad de responsable de Control Patrimonial
(hallándose visada por el propio Luis García Alarco, en calidad de responsable del área de Logística,
y por Juan Carlos Cabrera Merino, en su calidad de responsable de la Oficina de Administración),
siendo que por ser avanzada la tarde se hizo entrega al día siguiente 2 de diciembre de 2010 de un
tractor e implementos, el mismo que se encontraba en estado de operatividad y, en tal sentido, salió
rodando de su cochera, impulsado por su propio motor.
El 2 de diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Ascope Jesús Alexander Gálvez
Rondinel para presentar la Papeleta N° 00058 de Autorización para el Desplazamiento Interno -
Externo de Bienes Patrimoniales firmada por García Alarco en calidad de responsable de Control
Patrimonial (hallándose visada por el propio Luis García Alarco, en calidad de responsable del área
de Logística, y por Juan Carlos Cabrera Merino, en su calidad de responsable de la Oficina de Ad-
ministración) que indicaba que quien iba a realizar el traslado iba a ser Gálvez Rondinel; retirando
un tractor agrícola y sus implementos.
El 3 de diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Otuzco Jesús Alexander Gálvez
Rondinel para entregar el Memorándum Múltiple N° 264-2010-GRLL-GGR/GRSA-AASCH y la
Papeleta N° 00059 de Autorización para el Desplazamiento Interno - Externo de Bienes Patrimoniales
firmada por García Alarco en calidad de responsable de Control Patrimonial (hallándose visada por
el propio Luis García Alarco, en calidad de responsable del área de Logística, y por Juan Carlos
Cabrera Merino, en su calidad de responsable de la Oficina de Administración) que indicaba que
quien iba a realizar el traslado iba a ser Gálvez Rondinel; regresando nuevamente con fecha 6 de
diciembre de 2010 para retirar tres tractores, dos rastras y un arado agrícola.
En diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Julcán Jesús Alexander Gálvez Rondinel
para presentar la Papeleta N° 00060 de Autorización para el Desplazamiento Interno - Externo de
Bienes Patrimoniales firmada por García Alarco en calidad de responsable de Control Patrimonial
(hallándose visada por el propio Luis García Alarco, en calidad de responsable del área de Logística,
y por Juan Carlos Cabrera Merino, en su calidad de responsable de la Oficina de Administración)
que indicaba que quien iba a realizar el traslado iba a ser Gálvez Rondinel; retirando dos tractores,
dos arados, dos rastras y una barreta.
Finalmente, con fecha 11 de diciembre de 2010 se retira de la sede de la Gerencia Regional de
Agricultura - Trujillo, por autorización de Luis García Alarco el tractor shangai de serie de chasis
012506. Para ello, el día anterior García Alarco se acerca al vigilante Carlos Antonio Urbina Farías
y le pregunta si va a trabajar el sábado, señalándole que iban a ir a sacar un tractor al día siguiente
entregándole un documento y diciéndole que lleven, además, un arado.
Es del caso que todos los bienes así retirados de provincias por Gálvez Rondinel nunca fueron in-
gresados a las instalaciones de la Gerencia Regional Agraria de La Libertad, ni en su oportunidad
se tomó ningún tipo de medida o acción por parte de García Alarco o Cabrera Merino para requerir
dicho ingreso (siendo que hicieron un remedo de preocupación cuando su ilícito ya se había hecho
público y después que con fecha 20 de diciembre de 2010 el Gerente General de la Región Cristóbal
Napoleón Vilca García les había convocado y exigido explicaciones respecto de los tractores; ante
lo cual los tres investigados respondieron simplemente ya los vendimos. Este último hecho va a ser
de suma importancia, pues como se verá más adelante a partir de verse descubiertos los investiga-
dos empiezan a realizar actos dirigidos encubrir su participación, a supuestamente contribuir con
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
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Formulación de cargos penales e imputación necesaria
- Depósito por parte de Jesús Alexander Gálvez Rondinel con DNI N° 41445680 en la Cuenta
Corriente de la Gerencia Regional de Agricultura, con recibo N° 44939686 del 6 de diciembre de
2010 por la suma de 9,500 nuevos soles por la venta del lote N° 001 de maquinaria agrícola - dos
tractores chasis más implementos.
- Depósito por parte de Raúl Patiño Gutiérrez con DNI N° 19831114 (siendo que no existe a simple
vista coincidencia entre la firma estampada en el depósito de cuenta corriente y la que figura en la
impresión de ficha Reniec) en la Cuenta Corriente de la Gerencia Regional de Agricultura, con recibo
N° 44941828 del 7 de diciembre de 2010 por la suma de 9,000 nuevos soles por la venta del lote N°
002 de maquinaria agrícola - un tractor chasis más implementos y dos tractores sin implementos.
- Depósito por parte de Victoria Gutiérrez Acosta con DNI N° 20036674 (siendo que no existe a
simple vista coincidencia entre la firma estampada en el depósito de cuenta corriente y la que figura
en la impresión de ficha RENIEC) en la Cuenta Corriente de la Gerencia Regional de Agricultura,
con recibo N° 44941829 del 7 de diciembre de 2010 por la suma de 8,500 nuevos soles por la venta
del lote N° 003 de maquinaria agrícola - dos tractores chasis más implementos.
- Depósito por parte de Julio Rojas Coronel con DNI N° 09910176 (siendo que en realidad el número
de DNI corresponde, según consulta en línea a RENIEC a Raúl Elías Vidal Valladolid, no existiendo
tampoco a simple vista coincidencia entre la firma estampada en el depósito de cuenta corriente y
la que figura en la impresión de ficha RENIEC) en la Cuenta Corriente de la Gerencia Regional
de Agricultura, con recibo N° 44941840 del 7 de diciembre de 2010 por la suma de 9,500 nuevos
soles por la venta del lote N° 004 de maquinaria agrícola – dos tractores chasis más implementos.
- Depósito por parte de Alexander Gálvez Rondinel con DNI N° 41445680 en la Cuenta Corriente
de la Gerencia Regional de Agricultura, con recibo N° 44941830 del 7 de diciembre de 2010 por
la suma de 5,000 nuevos soles por la venta del lote N° 005 de maquinaria agrícola - dos tractores
chasis sin implementos.
Pero no solo eso, sino que en las “actas de entrega-recepción. Bienes muebles dados de baja (trac-
tores Shangai - otros)” se puede apreciar las siguientes irregularidades: en todas no existe firma
sino únicamente del adjudicatario, sin que firme nadie por la Gerencia Regional de Agricultura;
las firmas que figuran estampadas por los adjudicatarios difieren a simple vista de las que aparecen
consignadas en la consulta en línea de fichas Reniec; en el caso de Julio Rojas Coronel con DNI
N° 09910176, el número de DNI corresponde, según consulta en línea a Reniec en realidad a Raúl
Elías Vidal Valladolid.
Finalmente, de la copia xerográfica del estado de cuenta al 31 de diciembre - CTAR La Libertad Di-
rección Regional Agraria Fondos Rotativos, N° de cuenta 0741-041820 hecha llegar a este Despacho
por García Alarco, se tiene que con fecha 9 se dispuso de 39,285.00 nuevos soles, siendo reintegrados
con fecha 21 de diciembre de 2010; luego que el Gerente General del Gobierno Regional Cristóbal
Napoleón Vilca García cuestionara a los investigados De La Cruz Villacorta, García Alarco y Cabrera
Merino por el hecho materia de la presente acusación.
ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
- Informe Técnico Nº 001-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA –y anexos–, fecha 11 de marzo del 2011, de
la comisión de investigación para esclarecer los hechos sobre supuesta venta irregular de maquinaria
agrícola por parte de la gerencia regional de agricultura de La Libertad, que corre de fojas 03 a 86.
- Actas de inspección ocular, a las agencias agrarias de Sánchez Carrión, Santiago de Chuco, Otuzco
y Julcán, que corre a fojas 310 a 313.
- Oficio Nº 9489-2010/SBN-GG, fecha 15 de octubre de 2010, del gerente general de la Superin-
tendencia de Bienes Estatales (SBN) Raúl Rivera Bustamante al gerente regional de agricultura,
en el que recomienda la baja y venta de bienes muebles de propiedad estatal, que corre a fojas 316.
- Memorándum Múltiple Nº 227-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 26 de octubre de 2010, del gerente
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
regional de agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta a los directores de las agencias agrarias y jefes
de las oficinas agrarias, requiriendo el inventario de los bienes correspondientes a la maquinaria
agrícola y agroindustrial de procedencia China que se encuentran en la Agencia a su cargo, que
corre a fojas 317.
- Oficio Nº 102-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 2 de noviembre de 2010, del director de la agencia
agraria de Bolívar Néstor Canchachi Vásquez al gerente regional de agricultura, en el que remite el
inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 318 a 319.
- Oficio Nº 234-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAO-D, fecha 4 de noviembre de 2010, del director de
la agencia agraria de Otuzco Luis Vergara al gerente regional de agricultura, en el que remite el
inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 320 a 321.
- Oficio Nº 320-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAJ, fecha 5 de noviembre de 2010, del director de la
agencia agraria de Julcán Gunther López Vela al gerente regional de agricultura, en el que remite el
inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 322 a 324.
- Oficio Nº 452-2010-GRLL-GGR-GRSA/AAA, fecha 8 de noviembre de 2010, del director de
la agencia agraria de Ascope Héctor Gonzales Puelles al gerente regional de agricultura, en el que
remite el inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 325 a 326.
- Informe Nº 022-2010-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP, fecha 22 de noviembre de 2010, del asesor
legal del PMAAP Elmer Daniel Vásquez Nicho al coordinador del PMAAP, en el que recomienda
repotenciar la maquinaria que es materia de esta decisión que corre inserta en el Oficio Nº 9489-2010/
SBN-GC y de no ser así se debe de optar por la disposición final del material materia de la presente
propuesta, que corre de fojas 999 a 1000.
- Contrato de prestación de servicio entre la gerencia regional de agricultura del gobierno regional
La Libertad y la empresa corporación de negocios Loleksar S.R.L., fecha 24 de noviembre de 2010,
entre el Director de la Oficina de Administración Juan Carlos Cabrera Merino y el señor Luis Romero
Ribbeck, siendo visado por la Oficina de Administración (Director), Logística y Control Patrimonial,
que corre de foja 1001 a 1002.
- Informe Nº 005-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA-LOG-CP, fecha 26 de noviembre de 2010, del res-
ponsable del área de control patrimonial Luis García Alarco a la oficina de administración, en el que
eleva informe técnico legal de 11 (once) tractores Shangai e implementos para baja y su disposición
final, que corre de fojas 331 a 343.
- Oficio N° 365-2010-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP, fecha 23 de noviembre de 2010, del coordinador
de la gerencia regional de agricultura Pedro Morales Salazar al gerente regional de agricultura, en
el que pone en conocimiento el Oficio N° 9489-2010/SBN-GC y el Informe N° 022-2010-GRLL-
GGR-GRSA/PMAAP, que corre a fojas 344.
- Memorándum Múltiple Nº 264-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 29 de noviembre de 2010, del ge-
rente regional de agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta a los Directores de las Agencias Agrarias,
en el que requiere la entrega de maquinaria agrícola Shanghai que se encuentren a su cargo, para su
traslado a la ciudad de Trujillo, que corre a fojas 345.
- Carta s/n –y anexos–, fecha 6 de diciembre de 2010, del gerente de la corporación LOLEKSAR
S.R.L. Luis Romero Ribbeck al director de la oficina de administración de la gerencia regional de
agricultura Juan Carlos Cabrera Merino, en el que remite el expediente técnico de tasación y loti-
zación de bienes en desuso para su venta firmado por el ing. Valeriano Máximo Huamán Adriano,
que corre de fojas 346 a 371.
- Resolución Gerencial Nº 295-2010-GRLL-GGR/GRSA –y anexo–, fecha 7 de diciembre de 2010,
firmado por el gerente regional de agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta, en el que resuelve
DISPONER LA BAJA, por razón de obsolescencia técnica y en desuso, de los bienes descritos en
el anexo 01 que forman parte de la presente Resolución, que corre de fojas 372 a 373.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
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Formulación de cargos penales e imputación necesaria
del área de control Patrimonial TAP. Luis Felipe García Alarco al gerente regional de agricultura
con copia al gerente general del gobierno regional, en el que rechaza contundentemente imputación
de ser responsable de desplazamiento irregular de tractores Shangay y otros, que corre a fojas 409.
- Informe Técnico Nº 001-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA, fecha 30 de diciembre de 2010, del admi-
nistrador de la GRSA Juan Carlos Cabrera Merino al gerente general regional , en el que presenta
informe sobre baja y disposición final de bienes en desuso por obsolescencia y siniestro consistente
en maquinaria agrícola (tractores Shangai e implementos), que corre de fojas 410 a 412.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000056,
fecha 1 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de
control patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia
agraria de Santiago de Chuco de dos tractores agrícola Shangai 504, motobomba e implementos
agrícolas, que corre a fojas 413.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000057,
fecha 1 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de control
patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia agraria de
Sánchez Carrión de un tractor agrícola Shangai 504 e implementos agrícolas, que corre a fojas 414.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000058,
fecha 2 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de control
patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia agraria de
Ascope un tractor agrícola Shangai 504, motobomba e implementos agrícolas, que corre a fojas 415.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000059,
fecha 3 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de
control patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia
agraria de Otuzco de tres tractores agrícola Shangai 504 e implementos agrícolas, que corre a fojas 416.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000060,
sin fecha, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de control patrimonial y
logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia agraria de Julcán de dos
tractores agrícola Shangai 504 e implementos agrícolas, que corre a fojas 417.
- Oficio N° 087-2007-MDL/B, fecha 11 de setiembre de 2007, del alcalde de la municipalidad de
Longotea Wilson Araujo Sánchez al director regional de la dirección regional agraria de La Libertad,
en el que solicita convenio de afectación en uso de tractor agrícola Shangai 504, que corre a fojas 422.
- Convenio de cesión en uso y rehabilitación de maquinaria agrícola, fecha 7 de noviembre de 2007,
entre la dirección regional agraria La Libertad y la municipalidad distrital de Longotea, en el que la
dirección regional agraria se compromete a entregar un tractor agrícola Shangai y la municipalidad
a rehabilitarla para su uso, por un periodo de 12 meses, que corre a fojas 423.
- Oficio N° 001-2009-GRLL-GGR-GRSA-OA/OCP, fecha 8 de enero de 2009, del director de
administración de la gerencia regional de agricultura Luis Capristán Justiniano al coordinador del
programa de maquinarias agrícolas, agroindustriales y pesadas, en el que pone en conocimiento el
término de convenio de afectación en uso del tractor Shangai 504, que corre a fojas 424.
- Memorándum N° 014-2009-GRLL-GGR/GRSA, fecha 9 de enero de 2009, del gerente regional
de agricultura Walter Novoa Miranda al director de agencia agraria Bolívar, en el que requiere la
recuperación del tractor Shangai 504 con código N° 092 e implementos, que corre a fojas 425.
- Informe N° 010-2009-RLL-GGR-GRSA-AA-BOL/D, fecha 20 de febrero de 2009, del director de
la agencia agraria de Bolívar Marco Antonio Guevara Gonzales al gerente regional de agricultura,
en el que informa sobre el tractor Shangai 504-C-GGR-092, que corre a fojas 426.
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Valeriano Máximo Huamán Adriano efectúa la tasación de los tractores y en el Acta de Evaluación
N° 10 y N° 11 consigna información que resulta siendo falsa.
CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD
En el análisis efectuado por este representante del Ministerio Público no se verifican en el caso
concreto.
TIPO PENAL MATERIA DE IMPUTACIÓN NORMATIVA
Wilfredo Enrique De La Cruz Villacorta, Luis Felipe García Alarco y Juan Carlos Cabrera Merino
han incurrido en delito de colusión, de conformidad con la versión vigente en el momento de los
hechos prevista en el artículo 384 del Código Penal en los siguientes términos: “El funcionario o
servidor público que, en los contratos, suministros, licitaciones, concurso de precios, subastas o
cualquier otra operación semejante en la que intervenga por razón de su cargo o comisión especial
defrauda al Estado o entidad u organismo del Estado, según ley, concertándose con los interesados en
los convenios, ajustes, liquidaciones o suministros será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de tres ni mayor de quince años”, pues se han concertado con Luis Roberto Romero Ribbeck
para dar de baja a los 11 tractores shangai y demás implementos a un precio inferior del que se habría
obtenido en el mercado, incluso pasando por malo un tractor que se encontraba en operatividad;
reconociéndose en estos hechos la participación en complicidad primaria, de acuerdo a lo que esta-
blece el párrafo primero del artículo 25 del Código Penal de Luis Roberto Romero Ribbeck, Jesús
Alexander Gálvez Rondinel y Valeriano Máximo Huamán Adriano, quienes a pesar de ser extraneus
han aportado esencialmente al hecho principal conforme a lo expuesto en la descripción de los hechos.
Debiendo plantearse como calificación jurídica alternativa, para el caso que no se acredite perjuicio
patrimonial, la de delito de negociación incompatible (previsto en el artículo 399 del Código Penal,
en los siguientes términos: “El funcionario o servidor público que indebidamente en forma directa o
indirecta o por acto simulado se interesa, en provecho propio o de tercero, por cualquier contrato u
operación en que interviene por razón de su cargo, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de seis años e inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36
del Código Penal”), con los mismos grados de participación de todas las personas hasta el momento
señaladas. Esto es Wilfredo Enrique De La Cruz Villacorta, Luis Felipe García Alarco y Juan Carlos
Cabrera Merino en calidad de coautores y Luis Roberto Romero Ribbeck, Jesús Alexander Gálvez
Rondinel y Valeriano Máximo Huamán Adriano en calidad de cómplices primarios.
En tanto Juan Carlos Cabrera Merino ha asumido la función de representación de la Gerencia Re-
gional de Agricultura de La Libertad al firmar con fecha 24 de noviembre de 2011 contrato privado
de prestación de servicios con el Gerente General de Loleksar SRL, Luis Roberto Romero Ribbeck,
ha incurrido en el tipo penal de usurpación de funciones previsto en el artículo 361 del Código Pe-
nal que prescribe: “El que, sin título o nombramiento, usurpa una función pública, o la facultad de
dar órdenes militares o policiales, o el que hallándose destituido, cesado, suspendido o subrogado
de su cargo continúa ejerciéndolo, o el que ejerce funciones correspondientes a cargo diferente del
que tiene, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de siete años,
e inhabilitación de uno a dos años conforme al artículo 36, incisos 1 y 2”. Debe postularse en estos
hechos la complicidad primaria de Luis Romero Ribbeck que ha aportado para el perfeccionamiento
de la usurpación de funciones al confeccionar el documento e intervenir para su firma, del mismo
modo que la inducción, de conformidad con el artículo 24 del Código Penal, de Wilfredo Enrique
De la Cruz Villacorta.
En tanto Luis Felipe García Alarco ha redactado el Informe Técnico Legal de 11 tractores de proce-
dencia china marca Shangai modelo 504 conteniendo información falsa, su conducta se adecua al
tipo penal de falsedad ideológica previsto en el primer párrafo del artículo 428 del Código Penal y
en tanto lo ha introducido al tráfico jurídico su conducta se adecua al tipo penal de uso de documento
con contenido falso previsto en el segundo párrafo del artículo 428 del Código Penal, en tanto se
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prescribe: “El que inserta o hace insertar, en instrumento público, declaraciones falsas concernientes a
hechos que deban probarse con el documento, con el objeto de emplearlo como si la declaración fuera
conforme a la verdad, será reprimido, si de su uso puede resultar algún perjuicio, con pena privativa
de libertad no menor de tres ni mayor de seis años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco
días-multa. / El que hace uso del documento como si el contenido fuera exacto, siempre que de su
uso pueda resultar algún perjuicio, será reprimido, en su caso, con las mismas penas”.
En tanto Valeriano Máximo Huamán Adriano ha dejado constancia en la Acta de Evaluación
N° 10 que el tractor agrícola de la sede de Sánchez Carrión tenía la condición de malo y en la Acta
de Evaluación N° 11 que ha evaluado un tractor agrícola siniestrado de la Agencia Agraria de Bolívar
su conducta ha perfeccionado el tipo penal de falsedad genérica previsto en el artículo 438 del CP,
que prescribe: “El que de cualquier otro modo que no esté especificado en los Capítulos precedentes,
comete falsedad simulando, suponiendo, alterando la verdad intencionalmente y con perjuicio de
terceros, por palabras, hechos o usurpando nombre, calidad o empleo que no le corresponde, supo-
niendo viva a una persona fallecida o que no ha existido o viceversa, será reprimido”.
DETERMINACIÓN DE LA PENA QUE SE SOLICITA
Para Wilfredo Enrique De La Cruz Villacorta, Luis Felipe García Alarco y Juan Carlos Cabrera Merino
por el delito de colusión que se les tribuye, que tiene un marco penal de pena privativa de libertad
no menor de tres ni mayor de quince años se solicita en atención a la continuidad en la comisión del
hecho, a que su comisión conllevó a que se fragüe un documento público –el oficio falso–, a que se
trajeran varios tractores desde diversos sitios, estando además a la gravedad del daño al bien jurídico
penal objeto de protección se solicita una sanción de 7 años de pena privativa de libertad; a lo que
se deberá agregar por imperio del artículo 425 del Código Penal la sanción de inhabilitación en las
modalidades previstas en los incisos 1 y 2 del artículo 36 por el lapso de 3 años.
Para Luis Roberto Romero Ribbeck y Jesús Alexander Gálvez Rondinel por haber aportado al hecho
principal debe solicitarse una sanción de la misma entidad, 7 años de pena privativa de libertad;
reduciéndola en dos años para Valeriano Máximo Huamán Adriano, por haber sido de menor entidad
y muy puntual su aporte, se solicita finalmente 5 años de pena privativa de libertad.
En lo que corresponde a la calificación alternativa de delito de negociación incompatible que tiene
previsto un marco penal de pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años e
inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal; se requiere para Wilfredo
Enrique De La Cruz Villacorta, Luis Felipe García Alarco y Juan Carlos Cabrera Merino en razón a
la continuidad en la comisión del hecho, a que su comisión conllevó a que se fragüe un documento
público –el oficio falso–, a que se trajeran varios tractores desde diversos sitios, estando además a
la gravedad del daño al bien jurídico penal objeto de protección se solicita una sanción de 5 años
de pena privativa de libertad; a lo que se deberá agregar por imperio del artículo 425 del Código
Penal la sanción de inhabilitación en las modalidades previstas en los incisos 1 y 2 del artículo 36
por el lapso de 5 años.
Requiriéndose para Luis Roberto Romero Ribbeck y Jesús Alexander Gálvez Rondinel por haber
aportado al hecho principal una sanción de la misma entidad, 5 años de pena privativa de libertad;
reduciéndola en un año para Valeriano Máximo Huamán Adriano, por haber sido de menor entidad
y muy puntual su aporte, se solicita finalmente 4 años de pena privativa de libertad.
Para Juan Carlos Cabrera Merino por la comisión del delito de usurpación de funciones que tiene
prevista un marco de sanción de pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de siete años,
e inhabilitación de uno a dos años conforme al artículo 36, incisos 1 y 2, debe solicitarse, en atención a
que se trató de un hecho puntual y que su contexto es materia ya de la desvaloración correspondiente al
delito de colusión, la sanción de cuatro años de pena privativa de libertad y dos años de inhabilitación
conforme al artículo 36, incisos 1 y 2; misma sanción que debe ser impuesta por su esepcificas formas
de contribución a Luis Romero Ribbeck y Wilfredo Enrique De la Cruz Villacorta.
376
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
Para Luis Felipe García Alarco por haber redactado el Informe Técnico Legal de 11 tractores de
procedencia china marca Shangai modelo 504 y, por ende, haber incurrido en el delito de falsedad
ideológica previsto en el primer párrafo del artículo 428 del Código Penal y, en tanto lo ha introducido
al tráfico jurídico, el delito de uso de documento con contenido falso previsto en el segundo párrafo
del artículo 428 del Código Penal, que tiene un marco penal de pena privativa de libertad no menor
de tres ni mayor de seis años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa; se debe
solicitar en atención de haberse actuado con una misma voluntad criminal la sanción de cuatro años
de pena privativa de libertad y de doscientos días-multa a razón del 50% de sus ingresos diarios.
Para Valeriano Máximo Huamán Adriano por el delito de falsedad genérica previsto en el artículo
438 del CP, que tiene un marco de sanción de pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor
de cuatro años se solicita una pena que represente el grado de medio de gravedad del hecho más un
adicional por tratarse de una falsedad en que se ha incurrido en la actuación del acusado en calidad
de perito; por lo que se requiere 3 años con 6 meses de pena privativa de libertad.
DETERMINACIÓN DE REPARACIÓN CIVIL QUE SE SOLICITA
El artículo 93 del Código Penal prescribe:
“La reparación comprende:
1. La restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor; y
2. La indemnización de los daños y perjuicios”.
Es en este contexto y teniendo en cuenta que la reparación civil se rige por el daño efectivamente
producido en los bienes jurídicos de terceros con motivo de la comisión del delito se debe requerir
un monto de reparación civil que sea proporcional al daño que se ha causado al Estado con la venta
de los tractores a un precio subvaluado y a los intereses que el monto perjudicado reporta a la fecha
como al daño que se ha producido al funcionamiento de la administración pública con la defraudación
de las expectativas sociales del comportamiento adecuado de sus funcionarios y servidores; por lo
que se debe requerir una reparación que sea proporcional a la inconducta y descrédito generado por
cada uno de los funcionarios lo que asciende a la suma de setenta mil nuevos soles que debe ser
asumida de manera solidaria por los acusados y cancelada a favor del Estado.
MEDIOS DE PRUEBA PARA SER ACTUADOS EN JUICIO
Testimoniales:
- Juan Alfonso Tam Córdova, director de la agencia agraria de Sánchez Carrión, quien será notificado
en su domicilio de Pekín N° 438-Urb. San Salvador-Trujillo.
- Carlos Antonio Urbina Farías, vigilante de la agencia agraria de La Libertad sede Trujillo, quien
será notificado en su domicilio de Montevideo N° 352-Urb. Sánchez Carrión-Trujillo.
- Florencio Gílmer Ramos García, responsable de tesorería de la Gerencia Regional Agraria, quien
será notificado en su domicilio de Manzana F lote 15- Urb. Huerta Bella-Trujillo.
- Gunther López Vela, director de la agencia agraria de Julcán, quien será notificado en su domicilio
de avenida Ramón Castilla Manzana C lote 6-Huanchaco.
- Héctor Gonzales Puelles, director de la agencia agraria de Ascope, quien será notificado en su
domicilio de Manzana A-9 lote 45-III Etapa de Manuel Arévalo.
- Luis Alberto Vergara Tuset, director de la agencia agraria de Otuzco, quien será notificado en su
domicilio de Túpac Yupanqui N° 608-Urb. Santa María-Trujillo.
- Jorge Emerso León Cedrón, administrativo de la agencia agraria de Ascope, quien será notificado
en su domicilio de José Tadeo Monagas N° 1124-Esperanza.
- Majer Ysaul Rivas Rodríguez, director de la agencia agraria de Santiago de Chuco, quien será
notificado en su domicilio de Avenida Gran Chimú N° 1390-Esperanza.
377
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
- Víctor Raúl Rodríguez Grados, administrativo de la agencia agraria de Santiago de Chuco, quien
será notificado en su domicilio de Mariscal Castilla N° 641-Santiago de Chuco.
- Claudia Gianina Silva Bringas, asesora legal de la gerencia regional de agricultura, quien será
notificado en su domicilio de Avenida Ricardo Palma N° 989-Urb. El Bosque-Trujillo.
- Joselito Concepción Ortiz Mostacero, responsable de la oficina de almacén de la gerencia regional de
agricultura, quien será notificado en su domicilio de edificio N° 09 dpto. 204-Urb. Monserrate-Trujillo.
- Elmer Daniel Vásquez Nicho, asesor legal del PMAAP, quien será notificado en su domicilio de
Ortega y Gasset N° 603-II etapa de la urb. Rázuri.
- Pedro Otoniel Morales Salazar, coordinador del PMAAP de la gerencia regional de agricultura,
quien será notificado en su domicilio de Las Esmeraldas N° 350 dpto. 401-Urb. Santa Inés-Trujillo.
- José Luis Julca Hashimoto, gerente regional de recursos naturales y gestión ambiental, quien será
notificado en su domicilio de Avenida 9 de octubre N° 533-Urb. Las Quintanas.
- Róger Nicolás Muguerza Plasencia, responsable de personal quien será notificado en su domicilio
de Leandro Albiña N° 363-Urb. San Fernando-Trujillo.
- Víctor Hugo Angulo Ugarte, auditor supervisor del gobierno regional de La Libertad, quien será
notificado en su domicilio de Callao N° 301-Urb. Víctor Larco-Buenos Aires.
- Shirley Nataly Collas Sagástegui, auditor del gobierno regional de La Libertad, quien será notificado
en su domicilio de Avenida Larco N° 1633 dpto. 502-Urb. Fátima.
- Sandra Ruiz Castañeda, auditor del gobierno regional de La Libertad, quien será notificado en su
domicilio de Manzana H lote 14-Urb. Los Cedros.
- Walter Chumbe Pisco, mecánico de la gerencia regional de agricultura, quien será notificado en su
domicilio de Lucio Seneca N° 129-Urb. La Noria.
- Clara Victoria Gutiérrez Acosta, supuesta compradora de tractores, quien será notificado en su
domicilio de Avenida Taylor N° 1379-Huancayo.
- Mayer Alcides Haro Rafael, consejero del Concejo Regional de La Libertad, quien será notificado
en su domicilio legal del local del Gobierno Regional de La Libertad.
- Badwer Santa Cruz Pardo, consejero del Concejo Regional de La Libertad, quien será notificado
en su domicilio legal del local del Gobierno Regional de La Libertad.
- Carlos Eduardo Guibert Gallardo, consejero del Concejo Regional de La Libertad, quien será
notificado en su domicilio legal del local del Gobierno Regional de La Libertad.
- Domingo Confesor Mauricio Ramos, que participó en la diligencia administrativa que determinó
el faltante de los tractores, y será notificado por intermedio de este Despacho.
- Javier Vilca Valverde, que participó en la diligencia administrativa que determinó el faltante de los
tractores, y será notificado por intermedio de este Despacho.
- Eulogio Jr. Pisfil Reátegui, que participó en la diligencia administrativa que determinó el faltante de
los tractores, y será notificado en su domicilio de Jr. Da Silva Nº 625 de la urbanización Primavera.
- César Augusto Guerra Chilón, que participó en la diligencia administrativa que determinó el faltante
de los tractores, y será notificado en su domicilio de la avenida 28 de julio Nº 213 del Distrito de Julcán.
- Jesús Alfredo Tello Moncada, por haber sido quien habría firmado el oficio requiriendo la remisión
de los tractores, y será notificado en su domicilio de Pedro Murillo Nº 1591 en el Distrito de La
Esperanza.
Documentales:
- Informe Técnico Nº 001-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA –y anexos–, fecha 11 de marzo de 2011, de
la comisión de investigación para esclarecer los hechos sobre supuesta venta irregular de maquinaria
378
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
agrícola por parte de la gerencia regional de agricultura de La Libertad, que corre de fojas 03 a 86.
- Actas de inspección ocular, a las agencias agrarias de Sánchez Carrión, Santiago de Chuco, Otuzco
y Julcán, que corre a fojas 310 a 313.
- Oficio Nº 9489-2010/SBN-GG, fecha 15 de octubre de 2010, del gerente general de la Superin-
tendencia de Bienes Estatales (SBN) Raúl Rivera Bustamante al gerente regional de agricultura,
en el que recomienda la baja y venta de bienes muebles de propiedad estatal, que corre a fojas 316.
- Memorándum Múltiple Nº 227-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 26 de octubre de 2010, del gerente
regional de agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta a los directores de las agencias agrarias y jefes
de las oficinas agrarias, requiriendo el inventario de los bienes correspondientes a la maquinaria
agrícola y agroindustrial de procedencia China que se encuentran en la Agencia a su cargo, que
corre a fojas 317.
- Oficio Nº 102-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 2 de noviembre de 2010, del director de la agencia
agraria de Bolívar Néstor Canchachi Vásquez al gerente regional de agricultura, en el que remite el
inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 318 a 319.
- Oficio Nº 234-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAO-D, fecha 4 de noviembre de 2010, del director de
la agencia agraria de Otuzco Luis Vergara al gerente regional de agricultura, en el que remite el
inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 320 a 321.
- Oficio Nº 320-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAJ, fecha 5 de noviembre de 2010, del director de la
agencia agraria de Julcán Gunther López Vela al gerente regional de agricultura, en el que remite el
inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 322 a 324.
- Oficio Nº 452-2010-GRLL-GGR-GRSA/AAA, fecha 8 de noviembre de 2010, del director de
la agencia agraria de Ascope Héctor Gonzales Puelles al gerente regional de agricultura, en el que
remite el inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 325 a 326.
- Informe Nº 022-2010-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP, fecha 22 de noviembre de 2010, del asesor
legal del PMAAP Elmer Daniel Vásquez Nicho al coordinador del PMAAP, en el que recomienda
repotenciar la maquinaria que es materia de esta decisión que corre inserta en el Oficio Nº 9489-2010/
SBN-GC y de no ser así se debe de optar por la disposición final del material materia de la presente
propuesta, que corre de fojas 999 a 1000.
- Contrato de prestación de servicio entre la gerencia regional de agricultura del gobierno regional
La Libertad y la empresa corporación de negocios Loleksar S.R.L., fecha 24 de noviembre del
2010, entre el Director de la Oficina de Administración Juan Carlos Cabrera Merino y el señor Luis
Romero Ribbeck, siendo visado por la Oficina de Administración (Director), Logística y Control
Patrimonial, que corre de fojas 1001 a 1002.
- Informe Nº 005-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA-LOG-CP, fecha 26 de noviembre de 2010, de res-
ponsable del área de control patrimonial Luis García Alarco a la oficina de administración, en el que
eleva informe técnico legal de 11(once) tractores Shangai e implementos para baja y su disposición
final, que corre de fojas 331 a 343.
- Oficio N° 365-2010-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP, fecha 23 de noviembre de 2010, del coordinador
de la gerencia regional de agricultura Pedro Morales Salazar al gerente regional de agricultura, en
el que pone en conocimiento el Oficio N° 9489-2010/SBN-GC y el Informe N° 022-2010-GRLL-
GGR-GRSA/PMAAP, que corre a fojas 344.
- Memorándum Múltiple Nº 264-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 29 de noviembre de 2010, del ge-
rente regional de agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta a los Directores de las Agencias Agrarias,
en el que requiere la entrega de maquinaria agrícola Shanghai que se encuentren a su cargo, para su
traslado a la ciudad de Trujillo, que corre a fojas 345.
379
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
- Carta s/n –y anexos–, fecha 6 de diciembre de 2010, del gerente de la corporación LOLEKSAR
S.R.L. Luis Romero Ribbeck al director de la oficina de administración de la gerencia regional de
agricultura Juan Carlos Cabrera Merino, en el que remite el expediente técnico de tasación y loti-
zación de bienes en desuso para su venta firmado por el ing. Valeriano Máximo Huamán Adriano,
que corre de fojas 346 a 371.
- Resolución Gerencial Nº 295-2010-GRLL-GGR/GRSA –y anexo–, fecha 7 de diciembre de 2010,
firmado por el gerente regional de agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta, en el que resuelve
DISPONER LA BAJA, por razón de obsolescencia técnica y en desuso, de los bienes descritos en
el anexo 1 que forman parte de la presente Resolución, que corre de fojas 372 a 373.
- Memorándum Nº 099-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA, fecha 7 de diciembre de 2010, del director
Juan Carlos Cabrera Merino al responsable de la unidad de tesorería, en el que requiere recepcionar
por Caja, el importe correspondiente de la venta, según anexo adjunto, que corre de fojas 374 a 375.
- Comprobante de depósito N° 44939686, fecha 6 de diciembre de 2010, depositante Alexander
Gálvez Rondinel, por un monto de S/. 9 500 nuevos soles, que corre a fojas 376.
- Recibo de ingresos N° 0333, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Alexander Gálvez Ron-
dinel por la venta del Lote Nº 01-Ubicación: Agencia Agraria de Julcán, por un monto de S/ 9 500
nuevos soles, que corre a fojas 895.
- Comprobante de depósito N° 44941828, fecha 7 de diciembre de 2010, depositante Raúl Patiño
Gutiérrez, por un monto de S/. 9 000 nuevos soles, que corre a fojas 378.
- Recibo de ingresos N° 0334, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Raúl Patiño Gutiérrez por
la venta del Lote Nº 02- Ubicación: Agencia Agraria de Otuzco, por un monto de S/. 9 000 nuevos
soles, que corre a fojas 896.
- Comprobante de depósito N° 44941829, fecha 7 de diciembre de 2010, depositante Victoria Gu-
tiérrez Acosta, por un monto de S/. 8 500 nuevos soles, que corre a fojas 380.
- Recibo de ingresos N° 0335, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Victoria Gutiérrez Acosta
por la venta del Lote Nº 03- Ubicación: Agencia Agraria de Ascope-Sede, por un monto de S/. 8 500
nuevos soles, que corre a fojas 897.
- Comprobante de depósito N° 44941840, fecha 7 de diciembre de 2010, depositante Julio Rojas
Coronel, por un monto de S/. 8 500 nuevos soles, que corre a fojas 382.
- Recibo de ingresos N° 0336, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Julio Rojas Coronel por
la venta del Lote Nº04- Ubicación: Agencia Agraria de Santiago de Chuco, por un monto de S/. 8
500 nuevos soles, que corre a fojas 899.
- Comprobante de depósito N° 44941830, fecha 7 de diciembre de 2010, depositante Alexander
Gálvez Rondinel, por un monto de S/. 5 000 nuevos soles, que corre a fojas 384.
- Recibo de ingresos N° 0337, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Alexander Gálvez Rondinel
por la venta del Lote Nº 05- Ubicación: Agencia Agraria de Huamachuco-Bolívar, por un monto de
S/. 5 000 nuevos soles, que corre a fojas 898.
- Memorándum Nº 528-2010-GR-LL-PRE/GGR, fecha 20 de diciembre de 2010, del gerente general
regional Napoleón Vilca García al gerente regional de agricultura, en el que requiere, en término de
24 horas, un informe completo relacionado con la venta de chatarra efectuada por la gerencia que
dirige, que corre a fojas 620.
- Oficio Nº 030-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA, fecha 20 de diciembre de 2010, del responsable del
control patrimonial Luis García Alarco al gerente general empresa corporación de negocios y servi-
cios LOLEKSAR Luis Romero Ribbeck, en el que solicita se apersone a la gerencia regional, a fin
de que se sirva informar sobre la venta de tractores Shangai 504, que corre a fojas 387.
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Formulación de cargos penales e imputación necesaria
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Formulación de cargos penales e imputación necesaria
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputado) del numeral 2 del artículo 344 del CPP
2004; REQUIERO EL SOBRESEIMIENTO DE LA CAUSA formalizada contra WILFREDO
ENRIQUE DE LA CRUZ VILLACORTA en calidad de AUTOR del delito de USO DE DOCU-
MENTO PÚBLICO FALSIFICADO (previsto en el segundo párrafo del artículo 427 del Código
Penal) en agravio del Estado; lo cual hago en razón de los siguientes fundamentos:
PRIMERO
HECHOS IMPUTADOS Y CALIFICACIÓN JURÍDICA
Se atribuyó a Wilfredo Enrique De La Cruz Villacorta haber utilizado el Oficio N° 9489-2010/
SBN-GG –cuyo contenido no es verdadero–, incurriendo en el delito de uso de documento público
falsificado, de acuerdo a la descripción típica prevista en el segundo párrafo del artículo 427 del
CP en concordancia con el primero, que prescribe: ”El que hace, en todo o en parte, un documento
falso o adultera uno verdadero que pueda dar origen a derecho u obligación o servir para probar un
hecho, con el propósito de utilizar el documento, será reprimido, si de su uso puede resultar algún
perjuicio, con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de diez años y con treinta a noventa
días-multa si se trata de un documento público, registro público, título auténtico o cualquier otro
trasmisible por endoso o al portador y con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de
cuatro años, y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa, si se trata de un documento
privado. El que hace uso de un documento falso o falsificado, como si fuese legítimo, siempre que
de su uso pueda resultar algún perjuicio, será reprimido, en su caso, con las mismas penas”.
SEGUNDO
PRESUNCIÓN DE INOCENCIA, PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD
Y EXIGENCIAS DE ACREDITACIÓN DEL HECHO PARA EMITIR DICTAMEN
ACUSATORIO
Entre los principios sobre los que se estructura el proceso penal de los estados occidentales contem-
poráneos, uno de los más importantes es el de presunción de inocencia [habiéndose llegado a decir
que se trata de la “primera y fundamental garantía que el procedimiento asegura al ciudadano”], tan
es así que ha sido reconocido expresamente en la Constitución de 1993 como derecho fundamental
de la persona humana, entendiéndose, por tanto, su observancia como una condición indispensable
para el respeto de la dignidad humana [fin supremo de la sociedad y el Estado].
En este sentido, el artículo 2, inciso 24, apartado e), de la Constitución Política del Estado de 1993,
prescribe expresamente: “Toda persona es considerada inocente mientras no se haya declarado
judicialmente su responsabilidad”.
Que se trata de una de las garantías más importantes del proceso penal contemporáneo, queda en
evidencia cuando se repara en que la presunción de inocencia es uno de los pocos derechos que
se reconocen de manera uniforme en las normas procesales penales del mundo occidental y que
se encuentra reconocido en la generalidad de Instrumentos Internacionales de Derecho Humanos.
Por exigencia de esta garantía, el imputado ingresa al proceso penal con la condición jurídica formal
de inocente, la que únicamente podrá ser enervada o destruida, propiciándose una condena legítima,
cuando se haya realizado una actividad probatoria mínima que genere en el juzgador un estado
intelectual de certeza [como consecuencia de la valoración empleando el método de la sana crítica,
criterio de conciencia o crítica racional de los medios probatorios recogidos] respecto a que efecti-
vamente se han producido en la realidad los hechos que se encuentran descriptos en una norma penal
como criminales por parte de los sujetos que durante el proceso han tenido la calidad de imputados[1].
[1] Por todos, ASENCIO MELLADO, José María. “La prueba. Garantías constitucionales derivadas del artículo 24.2”, en Poder Judi-
cial Nº 04. Madrid, 1986, p. 34.
386
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
En este contexto y de conformidad con la lógica del nuevo proceso penal, la doctrina contemporánea
señala que el Ministerio Público solo debe formular acusación cuando se encuentre convencido de
que cuenta con los medios probatorios que resulten necesarios y suficientes para en su día, en
sede de acto de juzgamiento, convencer al órgano jurisdiccional que el hecho objeto del proceso
penal se ha producido; obteniendo, a consecuencia de ello, una sentencia condenatoria. En los
casos en que ello no sea posible, en un proceder respetuoso de los derechos fundamentales de
las personas es no formular acusación. Siendo así que algún autor ha señalado que el fiscal “no
puede ir a juicio de pesca”.
En este sentido, el literal d. del numeral 2 del artículo 344 del CPP 2004 prescribe como una de
las causales del requerimiento de sobreseimiento que el fiscal haya llegado a la convicción de que:
“no existe razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos datos a la investigación y no haya
elementos de convicción suficientes para solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputado”.
Esta fórmula, que consagra como causal de sobreseimiento el “pronóstico negativo de éxito” en
sede de juzgamiento es consecuencia de las exigencias que le formula a la persecución penal formal
el principio de proporcional (en su manifestación de requisito de idoneidad), de trascendental im-
portancia para nuestro ordenamiento jurídico y para los modelos de sociedad y Estado que nuestra
Constitución Política de 1993 propugna.
Es que si bien no existe norma constitucional alguna que consagre de manera expresa una exigencia de
proporcionalidad en la actuación de los funcionarios jurisdiccionales penales (como parte del Estado
que son), el Tribunal Constitucional ha señalado en repetidas oportunidades la necesidad y obligato-
riedad de que el poder estatal, y en él el de naturaleza penal, deba ser ejercido con proporcionalidad.
Por solo mencionar un ejemplo, la exigencia de proporcionalidad ha sido desarrollada ampliamente
por el máximo intérprete de nuestra Norma Fundamental en la sentencia recaída en el Exp. Nº 0012-
2006-PI/TC-LIMA. COLEGIO DE ABOGADOS DE LIMA, en la cual señala:
“El principio de proporcionalidad se constituye en un mecanismo jurídico de trascendental impor-
tancia en el Estado Constitucional y como tal tiene por función controlar todo acto de los poderes
públicos en los que puedan verse lesionados los derechos fundamentales, entre otros bienes consti-
tucionales. Como tal, el principio de proporcionalidad se encuentra contenido en el último párrafo
del artículo 200 de la Constitución, por lo que teniendo en cuenta los principios de unidad de la
Constitución y de concordancia práctica, según los cuales la interpretación de la Constitución debe
estar orientada a considerarla como un todo armónico y sistemático a partir del cual se organiza el
sistema jurídico, evitándose en todo caso las contradicciones, entonces debe entenderse que cuando
los poderes públicos pretendan la limitación de los derechos fundamentales o la imposición de
sanciones, entre otros aspectos, deben observar el principio de proporcionalidad. 32. Debido a la
propia naturaleza del principio de proporcionalidad (es un mecanismo de control), su afectación
siempre va a estar relacionada con la afectación de un derecho fundamental o un bien constitucional
(en tanto estos últimos son fines en sí mismos). En otros términos, si se determina que una medida
estatal es desproporcionada no se está afectando solamente el principio de proporcionalidad, sino
principalmente el derecho fundamental o bien constitucional comprometido en la referida medida
estatal. El principio de proporcionalidad, en tanto presupuesto de necesaria evaluación por parte
de los poderes públicos cuando pretendan limitar un derecho fundamental, exige examinar adecua-
damente los siguientes subprincipios: a) si la medida estatal que limita un derecho fundamental es
idónea para conseguir el fin constitucional que se pretende con tal medida; b) si la medida estatal
es estrictamente necesaria; y, c) si el grado de limitación de un derecho fundamental por parte de
la medida estatal es proporcional con el grado de realización del fin constitucional que orienta la
medida estatal”.
Habiéndose explicado en la misma Sentencia respecto del requisito de idoneidad que esta: “Exige, en
primer término, la identificación de un fin de relevancia constitucional, y, una vez determinado tal fin,
387
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
verificar si la medida legislativa es idónea o adecuada para lograr tal fin. En cuanto a lo primero, se
debe verificar la existencia de un fin de relevancia constitucional en la medida legislativa penal que
limita un derecho fundamental (…). Sobre lo segundo, este Colegiado ha sostenido que la idoneidad
consiste en la relación de causalidad, de medio a fin, entre el medio adoptado, a través de la interven-
ción legislativa, y el fin propuesto por el Legislador. Se trata del análisis de una relación medio-fin”.
Es en este marco que se debe señalar que ordenar peticionar la realización de un juicio oral contra
los imputados a pesar de existir un pronóstico negativo de éxito en la persecución resultaría con-
tradictorio con la exigencia de idoneidad contenida en el principio de proporcionalidad, en tanto
significa dar lugar a la serie de restricciones para el imputado que implica el juzgamiento (contando
en ello el ser sometido al escarnio público) cuando de inicio se sabe con certeza que no se habrá de
conseguir los elementos de acreditación que permitan que el juez de juzgamiento pueda emitir una
sentencia condenatoria. En este caso –el de pronóstico negativo de éxito–, si bien efectivamente
nos encontramos ante un fin de relevancia constitucional, la decisión fiscal no resulta idónea para
lograr el fin de una persecución penal exitosa, sino que se muestra como una injerencia estatal en
los derechos de los imputados carente de utilidad; y por lo tanto inadmisible.
En el tema de los datos fácticos que hacen que se tenga que concluir en la falta de pronóstico positivo
de éxito en la persecución penal se debe mencionar como de gran importancia el hecho de que no se
haya logrado recolectar medios probatorios que más allá de las sospechas existentes acrediten que
fue específicamente De La Cruz Villacorta quien hizo uso del documento.
Trujillo, junio 25 de 2011
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
Público
388
SEGUNDA PARTE
Decisiones fiscales
INADMISIBILIDAD DE DENUNCIA
391
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
392
Decisiones fiscales
393
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
brinde especialmente el nombre de las personas que efectuaron depósitos en las cuentas que los in-
vestigados tuviesen, del mismo modo que los lugares días y horas en que se cobraron los cheques
emitidos por dichas personas o por Agroinversiones Libertad S.R.L. y la Municipalidad Provincial
de Pataz; 2) Requerir al alcalde de la Municipalidad Provincial de Pataz para que de modo urgen-
te remita a este despacho informe documentado respecto de las actuales condiciones de operativi-
dad de los camiones volquetes adquiridos mediante la Adjudicación por Exoneración N° 001-2008
CE-MPP; 3) Requiérase los antecedentes judiciales y penales de los investigados; 4) Recíbanse las
declaraciones de los investigados Flaviano Guillermo Sandoval Córdova y Nelson Grover Angulo
Vereau en este despacho a las 07:30 y 09:30 del lunes 4 de julio de 2011 en las instalaciones de la
oficina 602 del local del Ministerio Público - Sede Trujillo, quienes deberán concurrir con el abo-
gado defensor de su selección; haciendo de su conocimiento que: a) la denuncia y sus recaudos se
encuentran a su disposición en este Despacho para la consulta de su parte o del abogado defensor
que acredite; así como para la obtención de las copias xerográficas que le permitan preparar con la
debida antelación su defensa; b) el artículo 336 del CPP 2004 señala en su numeral 4: “El Fiscal, si
considera que las diligencias actuadas preliminarmente establecen suficientemente la realidad del
delito y la intervención del imputado en su comisión, podrá formular directamente acusación”; por
lo que es de crucial importancia su apersonamiento a la presente a efectos de que pueda ejercitar
realmente su derecho de defensa, prestando su declaración y solicitando la realización de los actos
de investigación que considera favorezcan su posición; c) Que el investigado no concurra a la inves-
tigación preliminar, a la citación que se le realiza o no ejercite su derecho de defensa no impide la
continuación de persecución penal; siendo que en este estadio del proceso el Ministerio Público no
se encuentra obligado a realizar nuevas citaciones; 5) Recíbanse las declaraciones testimoniales de
Agapito Sánchez Romero, Genaro Gámez Iparraguirre y Mamerto Villanueva Infante en este des-
pacho a las 10:00, 12:30 y 14:30 p.m. del lunes 4 de julio de 2011 en las instalaciones de la oficina
602 del local del Ministerio Público - Sede Trujillo; haciendo de su conocimiento que de acuerdo al
numeral 1 del artículo 163 del CPP 2004: “Toda persona citada como testigo tiene el deber de con-
currir, salvo las excepciones legales correspondientes, y de responder a la verdad a las preguntas
que se le hagan. La comparecencia del testigo constituirá siempre suficiente justificación cuando
su presencia fuere requerida simultáneamente para dar cumplimiento a obligaciones laborales, edu-
cativas o de otra naturaleza y no le ocasionará consecuencias jurídicas adversas bajo circunstancia
alguna”; que el numeral 3 del artículo 337 del mismo cuerpo normativo prescribe que: “El fiscal
puede: a) Disponer la concurrencia del imputado, del agraviado y de las demás personas que se en-
cuentren en posibilidad de informar sobre circunstancias útiles para los fines de la investiga-
ción. Estas personas y los peritos están obligados a comparecer ante la fiscalía, y a manifestarse
sobre los hechos objeto de investigación o emitir dictamen. Su inasistencia injustificada determi-
nará su conducción compulsiva”; siendo que el numeral 1 del artículo 66 establece: “En caso
de inconcurrencia a una citación debidamente notificada bajo apercibimiento, el Ministerio
Público dispondrá la conducción compulsiva del omiso por la Policía Nacional”; no solo ello,
sino que el Código Penal considera como delito el hecho de no obedecer el mandato emitido por un
funcionario en ejercicio de sus atribuciones; POR LO QUE LA CITACIÓN A Agapito Sánchez
Romero, Genaro Gámez Iparraguirre y Mamerto Villanueva Infante SE HACE BAJO APERCIBI-
MIENTO DE SU CONDUCCIÓN COMPULSIVA Y DE INICIAR PERSECUCIÓN PENAL
EN SU CONTRA en caso de no acatar el presente mandato fiscal; 6) Requiérase por intermedio de
Secretaría de Fiscalía de la Nación reporte de los bienes, acciones y derechos que tienen inscritos
los investigados y Agroinversiones Libertad S.R.L. desde marzo de 2008 hasta la fecha en la Su-
perintendencia de Registros Públicos.-
Trujillo, junio 9 de 2011
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
de La Libertad
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Dado cuenta: Con la denuncia por acción popular presentada por Santiago Elías Miñano Pérez en
contra Pedro Cenas Casamayor, en calidad de alcalde de la Municipalidad Distrital de Cachicadán, y
Jorge Enrique Ferro Córdova, en calidad de Gerente Municipal; y CONSIDERANDO: PRIMERO:
Del análisis de los hechos que se exponen en el escrito materia del presente pronunciamiento se pue-
den identificar diversos hechos necesitados de esclarecimiento a efectos de confirmar preliminarmen-
te o desvirtuar los cargos que se han formulado contra los denunciados, hallándose además la posible
comisión de comportamientos delictivos por personas que no han sido mencionadas expresamente
como denunciados, pero respecto a los cuales el Ministerio Público tiene facultad y obligación cons-
titucionales de inicio de oficio de la persecución penal; SEGUNDO: Los hechos que deben ser ma-
teria de investigación son: 1) Omisión de denuncia por parte de Pedro Cenas Casamayor frente a las
irregularidades en que habría incurrido Jorge Enrique Ferro Córdova en su calidad de Gerente Mu-
nicipal; 2) Usurpación de funciones en que habrían incurrido Jorge Tello Gutiérrez, Valdemar Vera
Velásquez y Omar Eusebio Gonzales Aguilar e inducción a dicho delito por parte de Pedro Cenas
Casamayor al haber, respectivamente, participado en y conformado la Comisión Especial de Proce-
dimientos Administrativos Disciplinarios que se encargó de la determinación de responsabilidades
de Jorge Enrique Ferro Córdova, cuando lo que correspondía era la conformación de una Comisión
Especial de Regidores; 3) Colusión y negociación incompatible por parte de Jorge Enrique Ferro Cór-
dova al haber fraccionado y sobrevaluado la compra de útiles de escritorio; ilícito en que habría par-
ticipado en calidad de cómplices primarios Paul Jiménez Farfán y el representante legal de Computer
Express SAC –cuyo nombre se deberá determinar en el curso de las indagaciones–; 4) Colusión en
la elaboración del perfil y expediente técnico para la “Construcción de trocha carrozable Huacaz-
Cuchuguay” por funcionarios y personas privadas –representante legal de Staff D’Consultores SRL–
a determinar en las indagaciones; 5) Colusión en la contratación del servicio de consultoría para la
evaluación del sistema de electrificación de los caseríos La Victoria, San Martín, Huacaz y Paccha
por funcionarios y personas privadas a determinar en las indagaciones; 6) Peculado de uso por fun-
cionarios o servidores a determinar en las indagaciones en tanto se permitió la sustracción de auto-
partes de la camioneta de Placa de Rodaje EGE-062; 7) Peculado doloso por Jorge Enrique Ferro
Córdova, Pedro Cenas Casamayor y otros funcionarios o servidores a determinar en las indagaciones
en tanto se han otorgado y recibido incentivos mensuales adicionales al sueldo; 8) Colusión por Jorge
Enrique Ferro Córdova y la persona que contrató con el Estado en la compra de 4 llantas de cargador
frontal para la Municipalidad Distrital de Cachicadán; 9) Usurpación de funciones del regidor distin-
to al teniente alcalde que es designado para reemplazar al alcalde cuando se ausenta de la localidad
y del propio Pedro Cenas Casamayor por inducción a dicho delito; POR LO QUE SE DISPONE:
INICIAR DILIGENCIAS PRELIMINARES DE INVESTIGACIÓN por el PLAZO DE 60 DÍAS
HÁBILES; debiéndose realizar los siguientes actos de investigación: 1) Recibir la declaración de
los investigados que figuran expresamente en el considerando segundo de la presente disposición y
de todos aquellos que resulten identificados como consecuencia de las indagaciones, con la partici-
pación necesaria de su abogado defensor, haciendo de su conocimiento que la documentación y sus
recaudos se encuentran a su disposición para la consulta de su parte o del abogado defensor que acre-
dite; así como para la obtención de las copias xerográficas que le permitan preparar con la debida
antelación el ejercicio de su derecho de defensa; 2) Recibir las declaraciones testimoniales de Víctor
Cotrina Cortez, Jaime Uema Rivas, César Enrique Durand Vallejos, Clever Alayo Flores, Rosmery
Aguilar Quispe, Ricardo Chambergo Arbulú, Cornelio Ascate Murga, Luis Jara Quezada y otros cuya
necesidad de su declaración surja de las indagaciones; a quienes se les deberá informar que de acuer-
do al numeral 1 del artículo 163 del CPP 2004: “Toda persona citada como testigo tiene el deber de
concurrir, salvo las excepciones legales correspondientes, y de responder a la verdad a las preguntas
que se le hagan. La comparecencia del testigo constituirá siempre suficiente justificación cuando su
presencia fuere requerida simultáneamente para dar cumplimiento a obligaciones laborales, educati-
vas o de otra naturaleza y no le ocasionará consecuencias jurídicas adversas bajo circunstancia algu-
na”; que el numeral 3 del artículo 337 del mismo cuerpo normativo prescribe que: “El fiscal puede:
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a) Disponer la concurrencia del imputado, del agraviado y de las demás personas que se encuentren
en posibilidad de informar sobre circunstancias útiles para los fines de la investigación. Estas perso-
nas y los peritos están obligados a comparecer ante la fiscalía, y a manifestarse sobre los hechos ob-
jeto de investigación o emitir dictamen. Su inasistencia injustificada determinará su conducción com-
pulsiva”; siendo que el numeral 1 del artículo 66 establece: “En caso de inconcurrencia a una citación
debidamente notificada bajo apercibimiento, el Ministerio Público dispondrá la conducción compul-
siva del omiso por la Policía Nacional”; no solo ello, sino que el Código Penal considera como deli-
to el hecho de no obedecer el mandato emitido por un funcionario en ejercicio de sus atribuciones;
POR LO QUE LA CITACIÓN SE DEBE HACER BAJO APERCIBIMIENTO DE SU CON-
DUCCIÓN COMPULSIVA Y DE INICIAR PERSECUCIÓN PENAL EN SU CONTRA en caso
de no acatar el presente mandato fiscal; precisándose que las citaciones que haga la autoridad policial
serán en ejecución del mandato fiscal del suscrito; 3) ordénese al actual alcalde de la Municipalidad
Distrital de Cachicadán para que, en el plazo de 5 días hábiles a partir de notificado con la presente,
remita al Departamento Desconcentrado contra la Corrupción de la Policía Nacional del Perú - Tru-
jillo copia certificada de: 3.1. El informe N° 001-2011de la Comisión Especial de Procedimientos
Administrativos y Disciplinarios; 3.2. La Resolución de Alcaldía N° 197-2011-MDC; 3.3. El informe
N° 013-2011-CDC-CR; 3.4. En su totalidad –incluida la fase de ejecución y el pago– los expedientes
de compra de útiles de escritorio a los que se refieren las C/P 358, 359 y 723; 3.5. En su totalidad
–incluida la fase de ejecución y el pago, los expedientes de los procesos de contratación para la ela-
boración del perfil y expediente técnico de la “construcción de trocha carrozable Huacaz-Cuchuguay”;
3.6. En su totalidad –incluida la fase de ejecución y el pago– los expedientes de los procesos de con-
tratación de consultoría para la evaluación del sistema de electrificación de los caseríos La Victoria,
San Martín, Huacaz y Paccha; 3.7. En su totalidad, las planillas de pagos de los años 2010 y 2011 y
la documentación que sustentan los incentivos adicionales otorgados; 3.8. En su totalidad, los expe-
dientes de compra de llantas para cargador frontal en el año 2011; 3.9. Las resoluciones de delegación
de funciones políticas suscritas por su persona durante el año 2011; debiendo informársele con tal
finalidad que: El numeral 2 del artículo 322 del CPP 2004 prescribe: “Para la práctica de los actos de
investigación (el fiscal) puede requerir la colaboración de las autoridades y funcionarios públicos,
quienes lo harán en el ámbito de sus respectivas competencias y cumplirán los requerimientos o pe-
didos de informes que se realicen conforme a la Ley”. Por su parte, el numeral 3 del artículo 337 del
CPP 2004 establece: “3. El fiscal puede: (…) b) Exigir informaciones de cualquier particular o fun-
cionario público, emplazándoles conforme a las circunstancias del caso”. Lo que debe concordarse
con el artículo 368 del Código Penal, que señala: “El que desobedece o resiste la orden impartida por
un funcionario público en el ejercicio de sus atribuciones, salvo que se trate de la propia detención,
será reprimido”; y además el numeral 1 del artículo 270 del CPP 2004 establece que para determinar
el peligro de obstaculización se tendrá en cuenta el riesgo razonable de que el imputado oculte me-
dios de prueba; por lo que es necesario precisar que el presente mandato fiscal se expide BAJO
APERCIBIMIENTO DE INICIAR ACCIONES LEGALES EN SU CONTRA en caso de hacer-
se caso omiso; además de constituir un elemento de acreditación de su voluntad de ocultar medios
probatorios al acceso de la justicia; 4) Las además que aparezcan como necesarias del desarrollo de
las investigaciones, debiendo previamente para ello la autoridad policial que sea designado para la
investigación coordinar con el fiscal responsable del mismo.-
OTROSÍ DIGO: Deléguese la realización de la presente investigación en el Departamento Des-
concentrado contra la Corrupción de la Policía Nacional del Perú - Trujillo; debiéndose devolver la
carpeta con los resultados de la investigación al vencimiento del plazo.-
Trujillo, diciembre 28 de 2011
* Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de La
Libertad
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público”; el numeral 2 de su artículo 328 establece: “La denuncia podrá formularse por cualquier
medio. Si es escrita, el denunciante firmará y colocará su impresión digital. Si es oral, se sentará el
acta respectiva”; SEGUNDO: En el caso materia del presente pronunciamiento, no obstante tener
la condición de abogado, habiendo firmado y estampado su sello en el escrito por el que se traslada
la notitia criminis, no se ha cumplido con el requisito contenido en el numeral 2 del artículo 328 del
CPP 2004; estos es la impresión de la huella digital del recurrente; lo que ocasiona la inadmisibili-
dad de la denuncia y el que no se pueda tener a la persona de Alejandro Merino Huamán en la con-
dición jurídica formal de denunciante con los derechos que dicha condición le permitirían dentro
de las investigaciones; TERCERO: A pesar de lo dicho, debe señalarse que el Ministerio Público
tiene un deber constitucional y legal de investigar y perseguir los comportamientos criminales que
lleguen a su conocimiento independientemente de la forma en que ello se produzca y de que la per-
sona que traslade las notitias criminales tenga algún interés jurídicamente amparable o la posibili-
dad de incorporarse como sujeto procesal en alguna de las etapas del proceso; habiéndose señalado
por ello que la responsabilidad penal es pública y debe efectuarse de oficio; CUARTO: En aten-
ción a lo dicho se debe expresar que en el presente caso, independientemente de las incorrecciones
técnicas en que podría haber incurrido el denunciante, debe reconocerse que los hechos materia de
noticiamiento sí resultan penalmente relevantes –sin que se deba discutir a este nivel su califica-
ción jurídica definitiva hay que indicar que conforme han sido planteados y en cuanto a hipótesis
de trabajo, de hechos que deben ser investigados para determinar si se han verificado en la realidad
o no, se puede apreciar su adecuación al tipo penal del delito de negociación incompatible–; siendo
necesario, eso sí, investigar no solo la posible comisión de infracción penal por parte de la persona
de Franco Ricardo Abanto Rodríguez, sino también de las personas de Segundo Celis Mostacero,
Oscar Lorenzo Delgado Olano, Jaime Tomás Quiroz Núñez, Chris Noelia Felipe Llorca y Miguel
Enrique Sandoval Ruiz, al haber aprobado estas personas la declaratoria de emergencia del servi-
cio de saneamiento y la autorización de exoneración del proceso de selección para la ejecución y
supervisión de la obra “Mejoramiento y Ampliación de los Subsistemas de Almacenamiento y Dis-
tribución de Agua Potable y Alcantarillado de la ciudad de Pacasmayo”; POR LO QUE SE DIS-
PONE: Iniciar DILIGENCIAS PRELIMINARES DE INVESTIGACIÓN por el plazo máximo
de 40 días hábiles; señalándose: 1) RECÍBASE la declaración de los investigados: Franco Ricardo
Abanto Rodríguez, Segundo Celis Mostacero, Oscar Lorenzo Delgado Olano, Jaime Tomás Quiroz
Núñez, Chris Noelia Felipe Llorca y Miguel Enrique Sandoval Ruiz; quienes deberán concurrir a
esta Fiscalía Provincial Especializada (oficina 602 del edificio del Ministerio Público - sede Tru-
jillo) en compañía del abogado defensor de su elección a las 07:15, 08:45, 10:00, 11:00, 12:00 y
13:00 horas, respectivamente, del martes 13 de diciembre de 2011; haciéndose de su conocimiento
que: a) La carpeta fiscal se encuentra a su disposición en este despacho para la consulta de su parte
o del abogado defensor que acredite; así como para la obtención de las copias xerográficas que le
permitan preparar con la debida antelación su defensa; b) El artículo 336 del CPP 2004 señala en su
numeral 4: “El fiscal, si considera que las diligencias actuadas preliminarmente establecen suficien-
temente la realidad del delito y la intervención del imputado en su comisión, podrá formular direc-
tamente acusación”; por lo que es de crucial importancia su apersonamiento a la presente a efectos
de que pueda ejercitar realmente su derecho de defensa, prestando su declaración y solicitando la
realización de los actos de investigación que considera favorezcan su posición; c) Que el investiga-
do no concurra a la investigación preliminar, a la citación que se le realiza o no ejercite su derecho
de defensa, no impide la continuación de persecución penal; siendo que en este estadio del proceso
el Ministerio Público no se encuentra obligado a realizar nuevas citaciones; 2) REQUERIR al al-
calde de la Municipalidad Distrital de Pacasmayo o a quien ejerza sus funciones al momento de la
recepción de la presente para que en el plazo de 7 días a partir de notificado con la presente remita
a este despacho copia certificada de 2.1. La totalidad de la documentación que dio lugar al Acuer-
do de Consejo N° 045-2011-MDP y la documentación posterior que esté relacionada con el mismo;
2.2. La totalidad de la documentación relacionada con la obra “Mejoramiento y Ampliación de los
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objetiva, mientras que el error hace referencia al sujeto pasivo y es de naturaleza subjetiva. El error
ha de ser provocado por el engaño[1]. En suma, la acción engañosa consiste en crear la apariencia de
que lo que sucede objetivamente es coincidente con las representaciones del disponente, aunque, en
realidad, se oculta que esa concordancia no se da. Por tanto, existe un diferente conocimiento de la
situación por parte del sujeto activo y el sujeto pasivo: mientras el autor aprehende la situación de
acuerdo con un conocimiento preciso de la realidad, en cuanto él se encarga de desfigurarla en su
comunicación con el disponente, este se presenta equivocadamente la situación, ignorando el riesgo
de lesión patrimonial que conlleva a la disposición en la situación correcta[2]. Sin embargo, se podrá
generar la posibilidad de negar la imputación objetiva del resultado directamente provocado por la
disposición patrimonial, si es que el error, lejos de ser causa del comportamiento engañoso, aparece
como consecuencia de la propia negligencia o falta de cuidado del sujeto[3]. Dicho engaño debe ser
suficiente y debe revestir características serias para hacer o inducir a error y, consecuentemente, al
acto de disposición; en suma, se debe determinar si el error ha sido consecuencia del engaño o, por el
contrario, consecuencia de alguna actitud negligente reprochable a la víctima, vale decir, si entre
el engaño y el error ha existido la relación de causalidad necesaria para el delito de estafa, de modo
que el engaño haya sido una condición cuantitativamente dominante, y si el error procede de una
actitud negligente o de censurable abandono o por motivos distintos al engaño, este no será
relevante, negándose la relación de causalidad y, por tanto, el carácter idóneo y eficaz del engaño[4].
No se requiere, pues, cualquier tipo de engaño, artificio, ardid o argucia para estar ante el elemento
que exige el delito de estafa. Se requiere lo que la doctrina española denomina como engaño bas-
tante. Es decir, suficiente para producir el error e inducir al sujeto pasivo a desprenderse de parte o
del total de su patrimonio. El operador jurídico al momento de calificar la conducta deberá verificar
si el mecanismo fraudulento utilizado por el estafador fue idóneo, relevante y suficiente para pro-
piciar que su víctima caiga o se mantenga en error. El acto fraudulento deberá ser lo suficientemen-
te idóneo y capaz de vencer las normales previsiones de la víctima. Debe verificarse una relación
de causalidad entre el mecanismo fraudulento y el error. En esa línea, si el error no es generado
por algún fraude sino por ignorancia o negligencia de las personas, no es posible la estafa[5].
Cuarto: En ese orden de ideas, se debe tener presente que de los hechos que alega el denunciante
Jemiry Javier Narro Soria no se advierte la menor referencia a que se haya realizado algún tipo de
maquinación o maniobras fraudulentas por parte del denunciado Luis Enrique Castillo Nureña di-
rigidas a inducir a error a su persona, sino que lo único que se puede comprobar es la presencia de
mentiras, que por sí mismas no están en capacidad de satisfacer la exigencia del tipo penal de que
en el origen de la estafa haya habido un engaño. Pero, no solo lo dicho, sino que manteniéndonos en
las exigencias que formula la imputación objetiva para la atribución de responsabilidad penal, debe
ponerse atención también en que el denunciante no realizó en ningún momento ninguna actividad
mínimamente diligente dirigida a verificar por sí mismo la información que le fue proporcionada
por el denunciado. Recuérdese que este manifiesta que luego de que el denunciado le requiriera la
suma de S/. 500.00 nuevos soles para proceder con los trámites para la constitución de la presunta
empresa en la que le iba a conseguir un trabajo, el denunciante al siguiente día procedió a realizar,
primero, un depósito de S/, 100.00 nuevos soles y, posteriormente los S/. 400.00 nuevos soles res-
tantes, lo cual denota una evidente actitud negligente y falta de cuidado de este, pues lejos de tomar
[1] GONZALES RUS, J.J. “Delitos contra el patrimonio y contra el orden socioeconómico (V) Las defraudaciones. La estafa”.
En: COBO DEL ROSAL, M. Compendio de Derecho Penal/Parte Especial. Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales S.A.,
Madrid, 2000, p. 432.
[2] CHOCLÁN MONTALVO, J. El delito de estafa. Bosch, Barcelona, 2000, p. 87.
[3] Ejecutoria Superior del 14/09/98, Exp. N° 2618-98-Lima.
[4] Ejecutoria Suprema del 19/07/01, R.N. 773-2001-Lima. En: PÉREZ ARROYO, M. La evolución de la jurisprudencia en el Perú
(2001-2005). Tomo II, Iuris Consulti, Editorial San Marcos, Lima, 2006, p. 1125.
[5] SALINAS SICCHA, Ramiro. Derecho Penal. Parte Especial. Vol. II, Editorial Iustitia, Lima, 2010, pp. 1081-1083.
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artículo 3, es de veinte días, salvo que se produzca la detención de una persona. No obstante ello, el
fiscal podrá fijar un plazo distinto según las características, complejidad y circunstancias de los he-
chos objeto de investigación. Quien se considere afectado por una excesiva duración de las diligen-
cias preliminares, solicitará al fiscal le dé término y dicte la disposición que corresponda. Si el fiscal
no acepta la solicitud del afectado o fija un plazo irrazonable, este último podrá acudir al juez de la
investigación preparatoria en el plazo de cinco días instando su pronunciamiento. El juez resolverá
previa audiencia, con la participación del fiscal y del solicitante” y que, en efecto, a la fecha se en-
cuentra vencido el plazo distinto que este despacho especializado fijó para las indagaciones preli-
minares corresponde pronunciarse respecto del fondo del asunto; por lo que CONSIDERANDO:
PRIMERO: La presente investigación se inicia por la derivación que hace a esta Fiscalía Provincial
Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios Públicos de La Libertad
- sede Trujillo la Presidencia (e) de la Junta de Fiscales Superiores de La Libertad de la comunica-
ción cursada por el director editorial de la revista Poder David Rivera del Águila solicitando inves-
tigar los supuestos hechos delictivos mencionados en un informe especial publicado en la edición
de abril de la revista Poder, para lo cual se adjuntaba un ejemplar de la revista y también copias xe-
rográficas de la documentación utilizada para realizar el susodicho informe; SEGUNDO: El infor-
me en mención se encuentra contenido en las páginas 30 a 39 de la edición 38 de la revista Poder,
correspondiente al mes de abril de 2012, el cual se titula “Acuña mete la uña. El alcalde de Trujillo
consolida un modelo de corrupción municipal” y en su contenido se pueden advertir las siguientes
imputaciones generales referidas a la existencia de “un sistema de desvío de fondos establecidos por
el alcalde de Trujillo, César Acuña Peralta, para financiar su base de apoyo político, mediante sub-
sidios que autoriza para militantes de su partido y la celebración de múltiples fiestas para los sindi-
catos de la comuna, entre otras modalidades. Aunque el burgomaestre no se benefició personalmen-
te con las operaciones, estas lo habrían hecho incurrir en los delitos de peculado y malversación de
fondos, de acuerdo con opiniones jurídica recogidas para esta investigación. Durante más de un año,
INFOS revisó un millar de documentos y entrevistó a más de treinta personas, comprobando cómo
el burgomaestre e incipiente candidato presidencial, dispuso y dispone de una partida especial pro-
veniente de las cuentas del municipio, de la que, a sola firma, destina recursos públicos a fines aje-
nos a la misión municipal. El desvío de fondos benefició la campaña reeleccionista de Acuña a la
alcaldía en el 2010. Decenas de militantes de Alianza para el Progreso (APP), su partido, recibieron
cientos de miles de soles que solicitaron a una partida de ‘subvenciones sociales’ del gobierno local.
También con dinero público, el municipio financió irregularmente hasta treinta fiestas de los traba-
jadores ediles. Tres millones de soles, un poco más de la tercera parte de los fondos entregados de
esta partida durante la primera gestión de Acuña, no fueron justificados por los beneficiarios”; TER-
CERO: En el desarrollo más pormenorizado del informe periodístico, se encuentra cinco cuestio-
namientos específicos: 1° La partida de subvenciones se encuentra destinada a instituciones benéfi-
cas, sociales o culturales, tratándose de recursos que –por la naturaleza de sus funciones– estas ins-
tituciones no logran captar del Sector Privado; que “mediante las subvenciones una municipalidad
hace que otros provean los servicios que ella no brinda”; dándose ejemplos de cómo ha sido utili-
zada la mencionada partida en otras municipalidades; que el artículo 60 de la Ley General del Sis-
tema Nacional de Presupuesto regula la planificación y administración de las subvenciones en los
presupuestos anuales de los gobiernos regionales, municipalidades e incluso en el Consejo de Mi-
nistros, siendo requisitos que los fondos provengan de recursos directamente recaudados por la ins-
titución pública y que las subvenciones sean aprobadas por “acuerdo respectivo”, en este caso, por
acuerdo del concejo municipal, integrado por regidores oficialistas y de la oposición; siendo que
desde el 2008 hasta el 2012 –por unanimidad en los años 2008, 2009 y 2012– el Concejo ha resuel-
to “otorgar al señor alcalde la facultad de disponer de los fondos presupuestados para otorgar sub-
venciones de apoyo social”; 2° La emisión del Decreto de Alcaldía N° 031-08 por el que se aprobó
la directiva “Procedimientos para la emisión y control de las subvenciones sociales en la Municipa-
lidad Provincial de Trujillo”, la cual establece que además de las instituciones o entidades
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no públicas, como potenciales beneficiarias, podrían también recibir dinero personas naturales, con
necesidades disímiles; cuestionando el informe que este Decreto contraviene abiertamente las di-
rectivas del MEF, el cual solo menciona a “personas jurídicas no públicas” como beneficiarias de
una subvención; se señala que a partir de lo dicho se ha producido la entrega de las subvenciones a
particulares y sobre todo algunas de las más altas sumas de dinero entregadas por la municipalidad
fueron a parar a manos de afiliados al partido del alcalde; siendo que incluso sus afiliados recibieron
dinero más de una vez y por diferentes motivos, como en los casos de Perpetua Elena Jaico Paredes,
Mayer Adamir Cabrera Guevara y Jeannette Flores Gutiérrez; se acompaña además al informe un
cuadro con los nombres de las personas afiliadas al partido político Alianza para el Progreso que han
sido beneficiados con las subvenciones sociales, pudiéndose apreciar que se trata de Segundo Cha-
morro Valderrama, Nidia Elena Carrasco de Cavero, Rómulo Torres Bautista, Perpetua Elena Jaico
Paredes, Walter Javier Vásquez Carranza, Jeannette Flores Gutiérrez, Mayer Ademir Cabrera Gue-
vara juntamente con Wilmer Minchola Escobar y María Isabel Soberon Tocas; cuestionándose el
que se haya fortalecido la Gerencia de Desarrollo Social, a cargo de Tania Baca Romero, que se ha-
bría convertido en principal maquinaria política de César Acuña Peralta; 3° El 30 de julio de 2010,
sobre un tabladillo instalado en la Plaza de Armas de Trujillo, César Acuña Peralta rodeado de de-
cenas de madres de familia representantes de comedores populares de once distritos de la ciudad
anunció que cada una de ellas recibirían cheques de entre mil a tres mil nuevos soles para mejorar
las instalaciones de las organizaciones que lideraban, cuestionándose en el informe que la reunión
haya tenido vigencia apenas tres días antes que entrara en vigencia el plazo de tres meses previos al
día de la elección, en el que las autoridades postulantes a la reelección no pueden encabezar activi-
dades que pudieran influir en el voto; sin embargo, la autorización para la distribución del dinero
ahí prometido llegó en plena campaña electoral, mediante la Resolución de Alcaldía N° 995-10, fir-
mada por Acuña Peralta, por la que se distribuyó cheques por casi medio millón de soles entre 251
organizaciones sociales de base el 13 de septiembre de 2010, apenas tres semanas antes del 3 de
octubre, día de las elecciones municipales que ganó; cuestionado el informe que –de la revisión de
las letras usadas– se aprecia que las solicitudes no han sido llenadas por las representantes de las
organizaciones sociales de base sino por solo tres personas y que hayan sido ingresadas todas un
domingo 27 de junio de 2010 y en un solo bloque, como si 251 mujeres provenientes de 11 distritos
llegaran un domingo no laborable a las oficinas municipales a ingresar solicitudes por subvenciones;
siendo peor que en el archivo digital de la mesa de partes aparezca como que las solicitudes fueron
ingresadas en realidad el 26 de junio; adiciona a los cuestionamientos efectuados el informe el que
se haya beneficiado en el año 2010, especialmente sensible por la contienda electoral, a casi 300
colegios de Trujillo, quienes recibieron cheques de cinco mil nuevos soles cada uno para la compra
de computadoras (el cuadro que se acompaña da cuenta de 292 colegios beneficiados con un impor-
te total de millón cuatrocientos setenta y cinco mil nuevos soles); 4° El empleo de casi medio millón
de soles destinado a pagos de fiestas para los trabajadores de la municipalidad como consecuencia
de los pactos colectivos a los que el alcalde llegó con los representantes de las organizaciones sin-
dicales, lo que se tuvo que hacer para lograr una paz laboral que desde el inicio de su gestión le fue
esquiva; 5° Del total de dinero entregado por concepto de subvenciones, existen tres millones de
soles respecto de los cuales no se ha rendido cuenta y, además, Acuña Peralta ha firmado la Reso-
lución de Alcaldía N° 946-10 dando por liquidadas las subvenciones menores de mil nuevos soles
emitidas en el 2008 y 2009 que no hayan sido rendidas; siendo que pese a los saldos a los que se
acaba de hacer referencia ascendió al que fue su asesor jurídico, Luis Valdez Farías, al cargo de ge-
rente municipal y a la subgerente de Programas Alimentarios y una de sus principales operadoras
políticas; CUARTO: Planteados así los cargos, corresponde analizar la información acopiada por
esta fiscalía especializada durante las diligencias preliminares de investigación –que de conformi-
dad con el numeral 2 del artículo 330 del CPP 2004, “tienen por finalidad inmediata realizar los ac-
tos urgentes o inaplazables destinados a determinar si han tenido lugar los hechos objeto de cono-
cimiento y su delictuosidad, así como asegurar los elementos materiales de su comisión,
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
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Decisiones fiscales
N° 371-2008-MPT de fecha 7 de mayo de 2008 (corre a fojas 114 de la carpeta fiscal) por la que se
otorga una subvención a Nidia Elena Carranza de Cavero por el monto de treinta y siete mil nuevos
soles para la celebración del Día de la Madre por las organizaciones sociales de base, establecién-
dose la obligación de rendición de cuentas para la responsable de la administración del dinero; 3.4.
La Resolución de Alcaldía N° 857-2008-MPT de fecha 27 de agosto de 2008 (corre a fojas 115 y
116 de la carpeta fiscal) por la que se otorga una subvención al Comité de Desarrollo y Progreso del
Parque Vicente Cerro Cabrián de la urbanización San Fernando debidamente representado por su
presidente el señor Rómulo Torres Bautista por el monto de veinte y dos mil ochocientos cuarenta
y nueve nuevos soles con veinte y cuatro céntimos para la construcción de un arco de ingreso a la
urbanización estableciéndose la obligación de rendición de cuentas a la institución beneficiaria y la
obligación de devolución en caso de no emplear el dinero para el acto para el que fue solicitado y
encargándose a la Gerencia de Obras Públicas la supervisión de la ejecución del acto; 3.5. La Reso-
lución de Alcaldía N° 296-2009-MPT de fecha 5 de marzo de 2009 (corre a fojas 117 y 117v de la
carpeta fiscal) por la que se otorga una subvención a Flor Maritza Tacanga Ponce, Elsa Dorolisa Al-
cantara Castillo y Perpetua Elena Jaico Paredes en calidad de representantes de las organizaciones
sociales de base por el monto de treinta y dos mil nuevos soles para la celebración del Día Interna-
cional de la Mujer estableciéndose la obligación de rendición de cuentas para la institución benefi-
ciaria y la obligación de devolución en caso de no emplear el dinero para el acto para el que fue so-
licitado y encargándose a la Gerencia de Desarrollo Social la supervisión de la ejecución del acto;
3.6. La Resolución de Alcaldía N° 467-2009-MPT de fecha 21 de abril de 2009 (corre a fojas 118 y
118v de la carpeta fiscal) por la que se otorga una subvención a la Asociación Civil Pro Salud y Vida
TBC-M.D.R. y SIDA-TBC representada por su presidente el señor Segundo Juan Chamorro Valde-
rrama por el monto de veinte y cuatro mil nuevos soles para solventar gastos de alimentación para
afectados de TBC y TBC-MDR estableciéndose la obligación de rendición de cuentas para la insti-
tución beneficiaria y encargándose a la Subgerencia de Programas Alimentarios la supervisión de la
ejecución del acto; 3.7. La Resolución de Alcaldía N° 597-2009-MPT de fecha 03 de mayo de 2009
(corre a fojas 119 y 119v de la carpeta fiscal) por la que se otorga una subvención al Comité de Ges-
tión de Obras y Desarrollo del Sector Apóstol Santiago del Barrio 09 del Distrito de Florencia de
Mora representado por el Presidente de su Junta Directiva señor Walter Javier Vásquez Carranza
por el monto de doce mil ochocientos noventa y un nuevos soles para la culminación del local co-
munal del sector estableciéndose la obligación de rendición de cuentas para la institución beneficia-
ria y la obligación de devolución en caso de no emplear el dinero para el acto para el que fue soli-
citado y encargándose a la Sub Gerencia de Participación Vecinal la supervisión de la ejecución del
acto; 3.8. La Resolución de Alcaldía N° 596-2010-MPT de fecha 15 de junio de 2010 (corre a fojas
120 y 120v de la carpeta fiscal) por la que se otorga una subvención al Comité Pro-Construcción
Capilla San José de la Campiña de Moche representado por el Presidente señor Salomón Zarate Ca-
ballero por el monto de diez mil nuevos soles para la construcción del techo de la capilla en men-
ción estableciéndose la obligación de rendición de cuentas para la institución beneficiaria y la obli-
gación de devolución en caso de no emplear el dinero para el acto para el que fue solicitado y en-
cargándose a la Gerencia de Obras Públicas la supervisión de la ejecución del acto; 3.9. La Resolu-
ción de Alcaldía N° 829-2009-MPT de fecha 1 de julio de 2009 (corre a fojas 121 y 121v de la car-
peta fiscal) por la que se otorga una subvención a la Junta Directiva del Comité de Apoyo a los Jar-
dines Municipales representada por su Presidenta Jeannette Aurora Flores Gutiérrez por el monto
de cincuenta y ocho mil cuatrocientos cincuenta nuevos soles para la adquisición de buzos de los
niños de los jardines municipales estableciéndose la obligación de rendición de cuentas para la ins-
titución beneficiaria y la obligación de devolución en caso de no emplear el dinero para el acto para
el que fue solicitado y encargándose a la Sub Gerencia de Educación la supervisión de la ejecución
del acto; 3.10. La Resolución de Alcaldía N° 992-2010-MPT de fecha 10 de septiembre de 2010 y
anexos (corren de fojas 122 a fojas 132 de la carpeta fiscal) por la que se otorga subvenciones a ins-
tituciones educativas de la Provincia de Trujillo por el monto de ciento sesenta y cinco mil nuevos
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
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Decisiones fiscales
vínculo con el partido político Alianza para el Progreso y que no le pidieron nada a cambio de la
subvención; 7.2. Manuela Calderón Campos (que corre a fojas 235 y 236 de la carpeta fiscal) cuya
solicitud de subvención aparece igualmente publicada en el informe periodístico como una de las
que han sido presentadas el 27 de junio de 2010 junto con otras 251 un día domingo y llenadas por
las letras de tan solo tres personas; declarando esta persona que presentó su solicitud ante la mesa
de partes de la municipalidad y hace más o menos un año, que era Presidenta del Club Santa Rosa
de Lima, que pidieron ayuda para implementar comprando mesas, bancos, pintura; que fueron las
mismas integrantes de su organización quienes hicieron la solicitud, que siempre la municipalidad
y el gobierno regional les han apoyado, que desde la gestión del alcalde Santa María Calderón ha
pedido, que no le condicionaron el apoyo, que le dieron la subvención por el mes de octubre, que
no tiene ningún vinculo con el partido político Alianza para el Progreso y que no le pidieron nada a
cambio de la subvención; 7.3. Segundo Juan Chamorro Valderrama (que corre de fojas 237 a 239
de la carpeta fiscal) quien depone declarando que era presidente de la Asociación Nacional por Sa-
lud y Vida que agrupa a afectados por la tuberculosis, que la subvención que se le otorgó fue para
alimentos de dichos afectados, que no fue en época de elecciones, que el condicionamiento que le
hicieron fue que remita los documentos sustentatorios de los gastos, siendo por ello que hizo llegar
a la municipalidad las actas de entrega a cada centro de salud firmadas por los jefes de cada centro,
que el pedido de subvención fue iniciativa de la Junta Directiva de la Asociación; 7.4. Nidia Elena
Carranza Cavero (que corre de fojas 243 y 244 de la carpeta fiscal) quien depone señalando que la
subvención que se le otorgó fue para la celebración del Día de la Madre como representante de los
clubes de madres, siendo que ella era Presidenta del Club San Pedro Nolasco, que elaboró la solici-
tud conjuntamente con la Presidenta del Vaso de Leche de Razuri y otras presidentas de clubes de
madres, que su solicitud fue presentada en mesa de partes de la municipalidad siguiendo un curso
regular, que la solicitud fue presentada el 6 de mayo de 2008, que es miembro del partido político
Alianza para el Progreso desde hace tres años, pero que no se encuentra inscrita; 7.5. Rómulo Torres
Bautista (que corre de fojas 245 y 246 de la carpeta fiscal) quien depone señalando que la subven-
ción se le otorgó en calidad de representante de un Comité de Desarrollo y Progreso de San Fernan-
do, donde es presidente mencionando a varias personas como miembros de la junta, que la solicitud
la presentaron al alcalde por mesa de partes, sin recordar la fecha, que fue a iniciativa propia, que
la condición fue que rinda cuentas, que no es de ningún partido político que el dinero fue destinado
a la construcción del arco de ingreso a la urbanización; 7.6. Walter Javier Vásquez Carranza (que
corre de fojas 247 a 249 de la carpeta fiscal) quien depone señalando que la subvención fue para
culminar la construcción de su local comunal en el sector Apóstol Santiago donde se desempeñaba
como presidente del Comité de Gestión de Obras y Desarrollo, que su solicitud la presentó en mesa
de partes a fines de 2008, que no le condicionaron el apoyo económico, que es miembro del partido
político Alianza para el Progreso a partir del 23 de octubre de 2009, que para la construcción de su
local comunal ha recibido apoyo también del señor Murgia Zannier cuando este era alcalde de la
Municipalidad de Trujillo y de la Municipalidad Distrital de Florencia de Mora; hay que precisar
que esta persona presenta numerosa documentación (que corre de fojas 250 a 279 de la carpeta fis-
cal) entre la que llama especialmente la atención del suscrito resoluciones de alcaldía de las muni-
cipalidades de Florencia de Mora y de Trujillo anteriores a la gestión del investigado Acuña Peralta
donde se le reconoce su calidad de integrante de la Junta Directiva del Comité de Gestión de Obras,
Desarrollo y Progreso del Sector Apóstol Santiago - Barrio 09 del Distrito de Florencia de Mora y
resoluciones de alcaldía de los años 2003, 2004, 2005 y 2006 de la Municipalidad de Florencia de
Mora haciendo donaciones para la construcción de su local comunal y del año 2004 de la Munici-
palidad Provincial de Trujillo (que corre a fojas 267 y 267v) firmada por José Murgia Zannier por
la que la autoridad edil de reconocida filiación aprista autoriza la adquisición de materiales de cons-
trucción para ser entregadas al presidente del Comité de Gestión de Obras, Desarrollo y Progreso
del Sector Apóstol Santiago - Barrio 09 del Distrito de Florencia de Mora; habiendo referencia en
sus considerandos a que mediante Decreto de Alcaldía N° 10-2004-MPT del 27 de mayo de 2004
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
se aprobó la Directiva: Apoyo a las Juntas Vecinales Municipales, Distritos y Centros Poblados para
la ejecución de obras comunales que norma el procedimiento para el apoyo a la comunidad organi-
zada en la ejecución de obras comunales; 7.7. Jeannette Aurora Flores Gutiérrez (que corre de fojas
529 a 530 de la carpeta fiscal) quien depone señalando que ha recibido subvenciones de la Munici-
palidad Provincial de Trujillo en 2009 en calidad de miembro de la Junta Directiva de los Jardines
Municipales, para la compra de buzos para niños de escasos recursos de la provincia, en 2011 para
la compra de dos aulas prefabricadas para un Jardín Municipal, y en 2011 como presidenta del Vaso
de Leche de un Club de Madres para la compra de bienes para dicho club; que sus solicitudes han
sido presentadas a la mesa de partes de la municipalidad como cualquier trámite a la misma que ha
rendido oportunamente cuenta y que no tiene nada que ver con el Partido Político Alianza para el
Progreso; 7.8. Wilmer Minchola Escobar (que corre de fojas 536 a 537 de la carpeta fiscal) quien
depone señalando que ha recibido subvenciones de la Municipalidad Provincial de Trujillo en 2010
en calidad de miembro del Núcleo Ejecutor de Agua y Alcantarillado del Asentamiento Humano
Alan García de El Porvenir para la ejecución de un proyecto de agua y alcantarillado y que no tiene
ninguna relación con el Partido Político Alianza para el Progreso; 8° En el curso de las diligencias
preliminares de investigación se han recibido las declaraciones de los investigados: 8.1. César Acuña
Peralta quien –al ser preguntado sobre si solicitó que se le autorice la disposición de modo discre-
cional de las subvenciones– señaló que no, que fue el Pleno, que fueron los regidores, que, además,
si es que el hubiera pedido en último caso dicha autorización quien define es el Pleno del Concejo;
que en diciembre de 2011 solicitó a Contraloría General de la República para que haga el seguimien-
to o el control en lo que se refiere a la asignación de las subvenciones y Contraloría de la República
a propósito de ese pedido implementa la verificación; –al ser preguntado sobre si le da cuenta a al-
guna persona o al Pleno del Concejo del uso que ha hecho de las subvenciones– señaló que cuando
se hace de modo anual el cierre de pliego ahí se indica en qué se ha gastado el presupuesto; infor-
mación que se remite anualmente a la Contraloría y al Ministerio de Economía y Finanzas; que ha
revisado la Ley General de Presupuesto en la parte del uso que se le puede dar a las subvenciones y
que además hay un Reglamento del Ministerio de Economía que se refiere al tema de las subven-
ciones y en ese Reglamento se establece que hay la posibilidad de otorgar subvenciones a personas
naturales; existiendo también un reglamento que han dado en la municipalidad respecto del uso de
las subvenciones, indicando que todas las subvenciones han sido otorgadas de acuerdo a la norma-
tiva que rige la materia; que para obtener una subvención se presenta una solicitud que entra a la
mesa de partes, luego ingresa a la Secretaría General de la Municipalidad donde el Dr. Falcón Gó-
mez-Sánchez es quien deriva a las áreas comprometidas con el pedido; esto es a las gerencias com-
prometidas con el pedido; las que hacen los informes de si se recomienda o no atender la subven-
ción; con ese informe luego hay un informe de presupuesto sobre si hay o no dinero para atender
esa subvención, luego hay un informe legal; del informe legal va de nuevo a Secretaría General
donde se proyecta la resolución; con ese proyecto recién firma la resolución; que no interviene en
ninguna de las áreas; al final de todos estos controles solo interviene para firmar la resolución que
aprueba la subvención; que una vez que sale la resolución se va a la parte de contabilidad para el
firmado del cheque correspondiente; de ahí el beneficiario llega a la Oficina de Contabilidad y re-
coge el cheque; que cuando se le da el cheque se le informa que tiene la obligación de rendir cuen-
tas; luego de ello las áreas correspondientes son las que hacen el seguimiento de las personas bene-
ficiarias para que rindan cuentas; que no conoce a las personas de Segundo Chamorro Valderrama,
Nidia Elena Carrasco de Cavero, Rómulo Torres Baustista, Perpetua Elena Jaico Paredes, Walter
Javier Vásquez Carranza, Jeannette Flores Gutiérrez, Mayer Adamir Cabrera Guevara y Wilmer Mi-
chola Escobar ni tampoco sabe si son miembros del partido que preside; –al ser preguntado para que
explique en qué se fundamenta la entrega de dinero del fondo de subvenciones para la celebración
de fiestas de los sindicatos de trabajadores de la municipalidad– señaló que ello se ha acordado por
pacto colectivo anterior al inicio de mi gestión y se ha otorgado de acuerdo a la existencia de pre-
supuesto y de acuerdo a la disponibilidad económica de la municipalidad; señalando que la gestión
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Decisiones fiscales
municipal anterior también ha otorgado este tipo de subvenciones a los trabajadores; –al ser pregun-
tado respecto a que la denuncia señala que el 30 de junio de 2010 realizó un mitin en la plaza de ar-
mas en que anunció que entregaría a cada una de las madres mil o tres mil nuevos soles para mejo-
rar las instalaciones de las organizaciones que lideraban– señaló que fue una actividad organizada
por la municipalidad donde se reunieron las señoras miembros de las organizaciones de base y ahí
fue cuando manifestó que como política de gobierno municipal va a existir un plan de mejoramien-
to de la infraestructura de los locales de la organizaciones de base, a todas sin excepción a las aproxi-
madamente 260 organizaciones de base que existen en la provincia se les iba a asignar de dos a tres
mil nuevos soles a cada organización y que en esa época todavía no había decidido postular a la
reelección; de tal modo que el anuncio que hizo no tenía fines políticos, que sus decisiones como
alcalde no las toma pensando en obtener beneficios políticos; señalando que se trataba de las orga-
nizaciones que estaban legalmente constituidas; que no dirigió personalmente la entrega del dinero
para mejoramiento de infraestructura, que como alcalde fija la política y quien implementa es el
aparato administrativo; que quien fue la persona encargada de operativizar la entrega del dinero en
mención fue Tania Baca Romero en su calidad de gerente de Desarrollo Social, quien es la que emi-
te el informe y verifica que se cumplan los requisitos necesarios para la asignación de las subven-
ciones; que no tiene ningún conocimiento respecto de la forma en que fueron presentadas las soli-
citudes para la entrega de dichas subvenciones; que no conoce quién o quienes tienen capacidad de
acceso a la administración del sistema de la mesa de partes de la municipalidad, pero que existe ahí
un responsable, que tiene que ser la persona encargada de mesa de partes; que no ha existido ningún
condicionamiento de su parte o de sus funcionarios de confianza a la entrega de subvenciones; –al
ser preguntado respecto de si dentro de este proceso de entrega y control de subvenciones, recibía
alguna información respecto del uso por parte de los clubes de madres– señaló que no, porque todo
estaba normado y cada funcionario tenía sus propias competencias y responsabilidades; que no re-
cibía información sobre los casos concretos y los estados de necesidad que las personas beneficia-
rias con las subvenciones afrontaban, siendo que de las evaluaciones y corroboraciones se encarga-
ba el área pertinente y que él recibía ya el expediente completo; –al ser preguntado sobre el presun-
to sobredimensionamiento en la contratación de trabajadores para su gestión– señaló que no, lo hay
que el personal contratado de la municipalidad es de acuerdo a sus necesidades de funcionamiento;
que en la gestión anterior los servicios de limpieza pública parques y jardines y policía municipal
eran vía services donde a la municipalidad se le cobraba mil doscientos nuevos soles en promedio
y al trabajador se le daba aproximadamente quinientos nuevos soles, siendo que en su gestión se ha
contratado cerca de mil trabajadores para el Segat y se ha creado la policía de seguridad ciudadana,
todos con todos sus beneficios, que en la gerencia de educación se tiene ochenta jardines municipa-
les; en la subgerencia de salud se tiene cerca de cuarenta trabajadores de salud y aparte de eso se
tiene cerca de quinientos trabajadores CAS que colaboran en las distintas áreas y que en la medida
en que hay más necesidades se ha contratado más recursos humanos; 8.2. Tania Soledad Baca Ro-
mero quien –al ser preguntada sobre cuál ha sido su participación en la aprobación de las subven-
ciones sociales entregadas por el ingeniero César Acuña en los años 2008 a 2012– señaló que ha
participado solo en los temas que son competencia de su Gerencia, que cada vez les trasladan dentro
del procedimiento establecido un pedido de subvención el expediente pasa a la subgerencia que re-
sulta competente, la que cuenta con los profesionales que le dan trámite y verifican que reúnan las
condiciones necesarias y suficientes para opinar favorablemente por la asignación de la subvención;
ello, por ejemplo, informe de asistenta social, verificación de la real situación de necesidad de la
entrega; luego de ello el subgerente hace un informe y queda listo para que ella después de revisar
el cumplimiento de los requisitos formales –que es lo que le compete y puede revisar, porque los
materiales corresponden a cada uno de los trabajadores que se hace responsable de lo que ha hecho
o verificado– da el visto bueno y el pedido con ello sigue su trámite; que no ha participado en la en-
trega del dinero, siendo el área competente tesorería, pero en el control del uso de las subvenciones
sí, pues en el año 2008 salió una directiva que señalaba que era obligación del área a la que
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Decisiones fiscales
de ellas y porque se tenía que hacer un control minucioso de las solicitudes y de los requisitos que
tenían que cumplirse para la aprobación final por parte del alcalde y, en ocasiones, las solicitudes
no cumplían con los requisitos y se les hacía observaciones por Secretaría General a cargo del doc-
tor Falcón, quien es una persona muy detallista y cuidadosa en que todo tenga su debido recaudo;
requiriéndose de tiempo para que las solicitantes puedan subsanar los requisitos y en todo ello se
demoró; de ahí se tenía que pasar al control no solo documental sino también respecto de la realidad
de las necesidades de apoyo que se requería, las que fueron verificadas por la asistenta social y por
la Subgerencia; 9° Mediante escrito que corre a fojas 298 a 300 el abogado defensor de César Acuña
Peralta presenta a este despacho documentales (que corren de fojas 301 a 522 de la carpeta fiscal)
relacionados con la investigación siendo de poner especial atención en: 9.1. El Acta de sesión ordi-
naria del Concejo N° 04-2012-MPT (corre a fojas 303 de la carpeta fiscal) bajo la presidencia de la
teniente alcaldesa Gloria Edelmira Montenegro Figueroa donde el regidor Pablo Penagos Ruzo so-
licita “Aprobar la autorización al señor Alcalde para que este, mediante Resolución de Alcaldía dis-
ponga de los fondos presupuestados para otorgar estas subvenciones a personas naturales y personas
jurídicas sin fines de lucro para cubrir gastos de índole asistencial, social, cultural, deportivo y otros
de la misma naturaleza”, la cual es aprobada por unanimidad incluyéndose entre los regidores que
votan a favor a los señores del Partido Aprista Peruano –el que es reconocido públicamente como
oposición y contrario a los intereses políticos de Alianza para el Progreso– Edward Patricio Berro-
cal Gamarra, Luis Carlos Santa María Mecq y Róger Augusto Obeso Acevedo; 9.2. El Acta de se-
sión ordinaria del Concejo N° 04-2011-MPT (corre a fojas 305 de la carpeta fiscal) bajo la presiden-
cia de la teniente alcaldesa Gloria Edelmira Montenegro Figueroa, donde el regidor Pablo Penagos
Ruzo solicita también aprobar la autorización al alcalde para que este, mediante resolución de al-
caldía, disponga de los fondos presupuestados para otorgar subvenciones a personas naturales y
personas jurídicas sin fines de lucro para cubrir gastos de índole asistencial, social, cultural, depor-
tivo y otros de la misma naturaleza la cual es aprobada por mayoría; 9.3. El Acta de sesión ordinaria
del Concejo N° 07-2010-MPT (corre a fojas 307 de la carpeta fiscal) bajo la presidencia del alcalde
César Acuña Peralta donde el regidor Pablo Penagos Ruzo solicita aprobar la autorización al alcal-
de para que disponga de los fondos presupuestados para otorgar subvenciones a personas naturales
y personas jurídicas sin fines de lucro para cubrir gastos de índole asistencial, social, cultural, de-
portivo y otros de la misma naturaleza la cual es aprobada por mayoría; 9.4. El Acta de sesión ordi-
naria del Concejo N° 02-2009-MPT (corre a fojas 308 y 309 de la carpeta fiscal) bajo la presidencia
del alcalde César Acuña Peralta donde la regidora Gloria Montenegreo Figueroa solicita la disposi-
ción discrecional administrativa de las subvenciones del año 2009 justificando en que se está apo-
yando a centro de promoción de salud e instituciones educativas entre otras; siendo de mencionar
que al hacer uso de la palabra el regidor del Partido Aprista Peruano Róger Augusto Obeso Aceve-
do señala estar de acuerdo con la intención de la regidora y del alcalde, en el propósito de ayudar a
sectores sociales menos favorecidos, que hace objeciones no de fondo sino solo procedimentales
respecto a la necesidad de informes o propuesta técnica de la oficina de presupuesto, pero reitera su
acuerdo con que se incremente y que se contemple también el rubro de apoyo comunal; pudiéndose
apreciar que realizada la votación se aprobó por unanimidad lo solicitado, votando a favor incluso
los señores regidores del Partido Aprista Peruano Edward Patricio Berrocal Gamarra, Luis Carlos
Santa María Mecq, Róger Augusto Obeso Acevedo y Luis Fernando Calderón Carvajal; 10° El In-
forme Pericial de Análisis Digital N° 031-2012 (corre de fojas 679 a 698 de la carpeta fiscal) que se
dispuso realizar a la base de datos del sistema de trámite documentario de la Municipalidad Provin-
cial de Trujillo - Unidad de Trámite Documentario y Gerencia de Sistemas a fin de determinar las
circunstancias de ingreso de las solicitudes que se generaron entre el 26 y 27 de junio de 2010 de
los expedientes a que se refiere la Resolución de Alcaldía N° 995-2010-MPT señalándose en el cuer-
po de este informe pericial que en el rango de fecha del 26 al 27 de junio de 2010 se encontraron
404 expedientes, siendo que de ellos en 343 solicitudes que figura como fecha de ingreso el 26 de
junio de 2010 pero señala como hora de inicio de ingreso de la solicitud las 00:00:00 lo que puede
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
ser atribuido al “truncamiento del almacenamiento del registro de sucesos, operaciones (log)” que
en la fecha de realizarse la diligencia no estaban habilitadas en la base de datos –siendo que según
refiere el administrador de la base de datos dicho registro ocupaba grandes cantidades de espacio,
razón por la que fue “inhabilitada” por sentencia SQL; señalando también “se ha comprobado que
el tiempo destinado para ‘recibir y registrar’ una solicitud le demandó a los ‘usuarios’ u tiempo pro-
medio de 2 minutos; lo que permite inferir que las 343 solicitudes que aparecen con hora de registro
‘oo:oo:oo’ se ingresaron el mismo día 26 de junio de 2010, por el tiempo restante y disponible exis-
tente entre las ‘14:05:41’ y las ‘24:00:00’ horas”; indicando este informe pericial en sus conclusio-
nes que “los sistemas informáticos pueden ser violados, para el caso de estudio no se encontraron
evidencias de que esto haya sucedido; y tampoco se detectaron accesos no permitidos”; 11° En aten-
ción del requerimiento formulado al director editorial de la revista Poder para que remita a este des-
pacho las documentales que sirvieron como fuente para la publicación del reportaje que constituye
la denuncia presentada por su persona con fecha 19 de abril de 2012, del mismo modo que para que
proporcione copias de los registros fílmicos de las entrevistas que –según se hace referencia en di-
cho reportaje– fueron realizadas a las personas beneficiarias de las subvenciones materia de inves-
tigación se ha recibido en este despacho las documentales que corren de fojas 1055 a 1231, mas no
las copias de los registros fílmicos solicitados; respecto de esta documentales se debe mencionar
especialmente –pues la gran mayoría de ellas ha sido ya incorporada a carpeta fiscal– las listas de
personas que laboran en la Municipalidad de Trujillo, relacionadas muchas de ellas con la Univer-
sidad Privada César Vallejo de propiedad del investigado César Acuña Peralta –interpretando la hoja
que corre a fojas 1099: 145 en total contra 103 de la Universidad Nacional de Trujillo y 92 de la
Universidad Privada Antenor Orrego–; las subvenciones correspondientes a las Resoluciones de Al-
caldía N° 932-2009-MPT y 872-2010-MPT y otras siete más –que corren de fojas 1157 a 1166– que
corresponden a subvenciones por montos importantes (por ejemplo, 28,348.16, 142,915.00, 58,574.23
nuevos soles) que no han sido rendidas en su oportunidad; finalmente, la hoja que corre a fojas 1145
de la carpeta fiscal donde se puede apreciar “precisiones a las recomendaciones formuladas”, firma-
da por los que fueron regidores de la Municipalidad Provincial de Trujillo durante la gestión del
exalcalde José Murgia Zannier, señores Napoleón Vilca García, José Miranda Prado y Tula Benitez
Vásquez con fecha 24 de marzo de 2004 donde se da como recomendación 10 “con el rubro de sub-
venciones diversas no se podrá otorgar nuevos aportes económicos a la misma institución o persona
natural que ya ha sido considerada como beneficiaria en el subgrupo de instituciones benéficas o
culturales”; 12° En la intención de un adecuado esclarecimiento del hecho materia de investigación
el suscrito ha investigado en Internet sobre la pertenencia o no de las personas de Segundo Chamo-
rro Valderrama, Nidia Elena Carrasco de Cavero, Rómulo Torres Bautista, Perpetua Elena Jaico Pa-
redes, Walter Javier Vásquez Carranza, Jeannette Flores Gutiérrez, Mayer Ademir Cabrera Guevara
y María Isabel Sobero Tocas, corriendo los resultados de esta indagaciones en la página web del
Jurado Nacional de Elecciones impresas como consulta detallada de afiliación de fojas 1232 a 1241
de la carpeta fiscal, siendo el resultado que todas las personas que se ha señalado en efecto aparecen
como inscritos al partido político Alianza para el Progreso; del mismo modo que ha indagado en la
Internet sobre posibles regulaciones de la entrega de subvenciones por otras municipalidades de
nuestro país pudiendo encontrar las que corresponde a las de Distrital de Ventanilla, Provincial de
Piura, Distrital de Castilla y Provincial de Hualgayoc-Bambamarca –las que corren impresas de fo-
jas 1243 a 1263 de la carpeta fiscal– siendo que en estas se puede apreciar que establecen la posibi-
lidad de otorgar subvenciones a personas naturales además de a personas jurídicas, existiendo solo
la diferencia de que en los casos de Hualgayoc y Piura se establece que una organización social debe
avalar a la persona natural; QUINTO: Las cosas así planteadas corresponde analizar ahora los
hechos materia de notitia criminis en contrastación con los elementos de convicción que se han
recogido a efectos de determinar la existencia o no de hechos que resulten jurídico-penalmente
relevantes y necesitados de persecución; para lo cual se debe partir explicando y dejando debida-
mente sentado que en calidad de representante del Ministerio Público –institución que tiene
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
en su artículo 139, inciso 9 el principio de: “Inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las
normas que restringen derechos”; y, por su parte, el artículo III del Título Preliminar del Código Pe-
nal prescribe que: “No es permitida la analogía para calificar el hecho como delito o falta, definir un
estado de peligrosidad, o determinar la pena o medida de seguridad que corresponde”. Explicando
el profesor KLUG que: “Tradicionalmente se habla de aplicación analógica de enunciados jurídicos
cuando uno de estos, que se ha formulado para un supuesto determinado, se aplica a un supuesto
distinto, que coincide con el primero en los aspectos esenciales”( KLUG, Ulrich. Lógica jurídica.
Bogotá, Temis, traducción de la cuarta edición alemana, 1998, p. 139); el profesor MAGGIORE que
en la aplicación de las normas por analogía se trata de: “La aplicación de un principio jurídico que
establece la ley para un hecho determinado, a otro hecho no regulado, pero jurídicamente semejan-
te al primero” (MAGGIORE, Giuseppe. Derecho Penal. Tomo I, Bogotá, Temis, traducción de la
edición italiana, 1985, p. 176) y los profesores MAURACH / ZIPF que: “La aplicación por analogía
abandona el ámbito demarcado por el precepto jurídico, al someter a la regla jurídica también cier-
tos hechos de la vida ubicados fuera de dicho ámbito, por ser similares en sentido [paralelos] con el
hecho tenido en vista por el precepto jurídico” (MAURACH, Reinhart / ZIPF, Heinz. Derecho Pe-
nal, Parte general 1. Astrea, traducción de la sétima edición alemana, Buenos Aires, 1994, p. 160,
n° marg. 15). En caso de que se pretenda sustentar la afirmación de la tipicidad del supuesto de he-
cho que conforma el objeto de investigación no en la exactitud que exige el principio de legalidad,
por intermedio del requisito de la tipicidad, sino en “su parecido” con la descripción del hecho pro-
hibido que realiza la norma jurídica se estará incurriendo en una aplicación por analogía del Dere-
cho Penal material, la que, como ya referimos, se encuentra proscrita tanto por el Código Penal como
por la Constitución Política del Estado. Fijado este marco de legalidad corresponde el análisis de
los hechos denunciados –contrastados y precisados en su configuración como consecuencia de las
diligencias preliminares de investigación– y los cuestionamientos jurídicos que se les ha formulado
para determinar: 1° ¿Es posible tipificar los hechos materia de denuncia como delito de malver-
sación de fondos? Para ello debemos expresar de inicio que el delito de malversación se encuentra
contemplado en su fórmula básica en el primer párrafo del artículo 389 del Código Penal, siendo
que ahora y en el momento de los hechos se encontraba vigente la versión introducida por la Ley
N° 27151, del siete de julio de 1999 según la cual: “El funcionario o servidor público que da al di-
nero o bienes que administra una aplicación definitiva diferente de aquella a los que están destina-
dos, afectando el servicio o la función encomendada, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de uno ni mayor de cuatro años” (la versión original prescribía: “El funcionario o servidor
público que da al dinero o bienes que administra, una aplicación diferente de aquella a la que están
destinados, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años”). La Corte Supre-
ma se ha ocupado de la interpretación de los elementos típicos del delito en mención señalando –en
resoluciones que se puede consultar en la página web del Poder Judicial– en la Sentencia recaída en
el EXP. N° 21-2003-A.V. - SALA PENAL ESPECIAL (fecha veintiséis de octubre de dos mil sie-
te) “Bien jurídico. El delito de malversación, estima el Tribunal, tiene como bien jurídico protegi-
do –u objeto jurídico de tutela–, uno de carácter supraindividual y de tipo funcional, concretado en
el eficaz desarrollo de la Administración Pública, referida específicamente a la integridad del fun-
cionamiento de la actividad patrimonial del Estado –con un claro sentido instrumental– para que
esta pueda cumplir los fines que le son propios –correcta gestión del patrimonio público–. Se tutela,
en suma, que el dinero o los bienes públicos que se pone a disposición del funcionario público sean
administrados conforme a las finalidades previstas en la ley y a sus deberes de objetividad e im-
parcialidad, de acuerdo a los principios del Estado de Derecho. B. Objeto material del delito.
Aún cuando el tipo legal no lo menciona expresamente; solo hace referencia a que el dinero o los
bienes deben ser aquellos que administre el funcionario o servidor público, es de entender que
estos –dinero o bienes– deben ser públicos, tanto por la colocación del tipo entre los delitos con-
tra la Administración Pública cuanto por el carácter de la función del agente sobre ellos [CREUS,
Carlos. Derecho Penal. Parte Especial. Tomo II, Editorial Astrea, Buenos Aires, mil novecientos
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Decisiones fiscales
noventidós, página doscientos ochenticuatro] (…) C. Sujeto activo. El delito de malversación exi-
ge que el sujeto activo reúna dos cualidades concretas. En primer lugar, ha de ser un funcionario
o servidor público, a cuyo efecto debe estarse a las definiciones legales del artículo 425 del Código
Penal, modificado por la Ley número 26713, del veintisiete de diciembre de mil novecientos noven-
tiseis. En segundo lugar, ha de tener a su cargo, por razón de sus funciones, la administración del
dinero o bienes que se malversan; esto es, el manejo y disposiciones del dinero y bienes para apli-
carlos a los fines que están determinados legalmente, aunque no tenga la posesión material de ellos
[así, DONNA, Edgardo Alberto. Delitos contra la Administración Pública, Rubinzal - Culzoni Edi-
tores, Buenos Aires, dos mil dos, página doscientos sesentisiete] (…)El comportamiento típico del
delito de malversación consiste en dar una aplicación pública diferente y definitiva al dinero o bie-
nes públicos. El resultado típico que debe ocasionar es la afectación del servicio o función enco-
mendada (…) “B. Resultado típico. La conducta típica ha de afectar el servicio o la función enco-
mendada. No hace falta, por cierto, una lesión patrimonial, solo se requiere la generación de un in-
conveniente en la prestación del servicio o función encomendada, cuyo origen es precisamente la
indebida aplicación del dinero o bienes”; la Sentencia de la Sala Penal Permanente en el R. N.
N° 817-2009-San Martín (fecha cuatro de junio de dos mil diez) en la que se ha indicado “El delito
de malversación de fondos en nuestro ordenamiento penal requiere que el funcionario o servidor
público le dé al dinero o bienes que administra un aplicación definitiva diferente de aquella o de las
que están destinadas, afectando el servicio o la función encomendada; que, en tal sentido, este in-
justo penal exige, en primer lugar, un cambio de destino del patrimonio –siempre dentro del ámbito
público–; en segundo lugar, que el cambio sea definitivo; y, en tercer lugar, como resultado típico,
que esta conducta dañe el servicio o la función encomendada. Cuarto: Que se debe precisar que en
el presente caso no se discute si con el dinero de doscientos mil nuevos soles obtenido vía préstamo
del Banco de la Nación, que fue cancelado con capital del Fondo de Compensación Municipal, se
ejecutó íntegramente la obra denominada “Pavimentación de la calles aledañas de la Plaza de Armas
del Distrito de Soritor”, como equivocadamente lo pretende orientar la defensa de los encausados
al presentar medios de prueba a efectos de informar que en el proceso constructivo de la indicada
obra civil se realizó una mayor construcción de la inicialmente proyectada, así como indican que no
existió perjuicio alguno, pues lo que es materia de análisis jurídico penal es si el capital del Fondo
de Compensación Municipal fue utilizado debidamente en los gastos de inversión. Quinto: Que, en
tal sentido, los encausados Dositeo Montenegro Guevara –alcalde de la Municipalidad de Soritor–,
Eloy Santillán Bocanegra, Juan Fernando Pérez Quispe y Elizabeth Sánchez Vallejo –regidores– en
su condición de funcionarios públicos al haber empleado solo la cantidad de ciento trece mil cua-
trocientos noventa y siete nuevos soles con sesenta céntimos no debieron destinar el saldo de dine-
ro restante a otros fines de los propios del Fondo de Compensación Municipal, pues al disponer de
la cantidad de cuarenta y cuatro mil diecinueve nuevos soles con treinta y siete céntimos para que
sean transferidos a la cuenta corriente de ingresos propios para ser utilizados en gastos corrientes se
perjudicó el destino de ese fondo especial, debido a que solo estaban presupuestadas para gastos de
inversión; que, de igual manera, al haber dispuesto mediante Acuerdo de Consejo número ciento
diecinueve, del diecisiete de octubre de dos mil uno, transferir cincuenta y seis mil ochocientos se-
senta y cuatro nuevos soles con veintiséis céntimos de la cuenta del Fondo de Compensación Mu-
nicipal - Foncomún hacia la cuenta corriente de Ingresos Propios para efectuar pagos por la utiliza-
ción de maquinaria de la propia municipalidad, préstamos internos, pagos de servicios y adquisición
de bienes, se perjudicó el correcto empleo de ese fondo que tenía la calidad de intangible pues ya se
había dispuesto del treinta por ciento del monto del que si tenían liberalidad para utilizar”; la Sen-
tencia de la Sala Penal Permanente recaída en el R. N. N° 91-2009-APURÍMAC (fecha cuatro de
marzo de dos mil diez) en la que se señala que “Para su configuración no solo basta que el dinero
sea destinado a fines distintos a los programados, sino que ese desvío debe ser definitivo y que afec-
te el servicio o función encomendada; que, en el presente caso, si bien los acusados usaron el dine-
ro de la construcción de la carretera Hatumpata-Rontoccocha para el pago de las planillas de los
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trabajadores; empero, después la municipalidad alquiló maquinarias para trabajos en dicha obra por
el monto de más de treinta y cuatro mil nuevos soles, cantidad de la que se dedujo dinero que fue
objeto de transferencia; que aunado a ello, la construcción de la indicada carretera se realizó con-
forme al proyecto inicial, es decir, se llegó a terminar y entregar sin inconvenientes, y fue recepcio-
nada por la autoridades competentes sin ninguna observación; que en tal sentido el servicio enco-
mendado –que fue la culminación de la carretera en mención– no llegó a alterarse, razón por la cual
no se puede sostener que se haya configurado el delito de malversación de fondos. Sexto: Que, en
tal sentido, el solo desvío de los fondos no puede ser calificado de delito” y la Sentencia de la Sala
Penal Transitoria en el R. N. N° 105-2010-APURÍMAC (fecha cinco de abril de dos mil once) en
la que se señala “para la materialización del delito de malversación de fondos –figura delictiva es-
tipulada en el artículo trescientos ochenta y nueve del Código Penal–, se exige un cambio del des-
tino público de un bien, esto es, que el agente le otorgue un fin distinto al cual estaba dirigido, afec-
tando con ello el servicio o la función encomendada; y, con relación al delito de peculado –tipifica-
do en el artículo trescientos ochenta y siete del citado cuerpo legal– se requiere que el funcionario
público se apropie o utilice, para sí o para un tercero, caudales o efectos cuya administración le es-
tén confiados por razón de su cargo. Sexto: Que de la pericia contable de fojas setecientos cuatro,
se evidencia un análisis del cúmulo de obras materia de acusación, y con relación a la obra “La Casa
del Maestro” se determinó que: “de acuerdo al expediente técnico la obra se presupuestó en cuaren-
ta y nueve mil seiscientos treinta nuevos soles con setenta y nueve céntimos y se gastó dos mil cua-
trocientos setenta y uno nuevos soles con cuarenta y dos céntimos demás de lo presupuestado (...)”;
que, asimismo, se precisó que las copias que aparejan el sustento se encuentran incompletas, sin
embargo, en la ampliación de la citada pericia se argumentó que: “se justificó la observación que se
efectuó” –véase fojas novecientos diecinueve–; que, es más, en la ratificación que se realizó en el
plenario por parte de los peritos suscriptores se aseveró que: “no se debe nada porque se ha gastado
todo el presupuesto en las obras materia de proceso” –véase fojas novecientos veintinueve–. Sépti-
mo: Que, asimismo, del informe pericial que efectuaron los ingenieros civiles a fojas setecientos
sesenta y uno se advierte que igualmente se pronunciaron sobre la totalidad de las obras materia de
acusación y para ello concluyeron que: “las obras materia del presente peritaje valorativo se encuen-
tran ejecutadas en buen estado de conservación y en actual uso excepto el proyecto rehabilitación
de agua potable Checcasa –que requiere su rehabilitación por obstrucción del sistema– y la carrete-
ra Pisquicocha/Ccasahuasi –que requiere mantenimiento para garantizar una adecuada transitabili-
dad–; la ejecución de los trabajos se realizaron con la asistencia y/o dirección técnica conforme se
evidencia de los expedientes técnicos de cada una de las obras inspeccionadas, acuerdos de sesión
de concejo, convenios según corresponde, informes de valorización final de obra (...); los costos de
cada una de las obras valorizadas a la fecha de su ejecución son los mostrados en cada una de las
obras en cuadros valorativos, observándose que son razonables y se encuentran dentro de los már-
genes de ejecución de los tipos, calidad y demás características físicas verificadas (...)”; pericia que
fue ratificada en el plenario por sus suscriptores ocasión en la que indicaron que no existió ninguna
sobrevaloración –véase fojas novecientos cuatro–; que es más, con relación a la obra La Casa del
Maestro precisaron que: “la decisión de asignar recursos presupuestales se dio por acuerdo en una-
nimidad de sesión extraordinaria de concejo de regidores de la gestión dos mil tres a dos mil seis”.
Octavo: Que, siendo así, no se acreditó que el encausado Mallma Cahuana en su calidad de alcalde
de la Municipalidad Provincial de Aymaraes se haya apropiado o utilizado bienes de la Comuna que
representa en beneficio propio o de un tercero para que se configure así el delito de peculado; que,
por otro lado, si bien con recursos de Foncomun se continuó con la ejecución de la obra que se cues-
tiona, debe valorarse que para que se materialice el delito de malversación de fondos se requiere que
se afecte el servicio o la función para la cual estaba encomendada, lo que tampoco se acreditó en
autos, por lo que válidamente se logra colegir que no se dan los presupuestos que exigen los referi-
dos tipos penales, en consecuencia, lo resuelto por el Colegiado se encuentra arreglado a ley”. En
este marco es de señalar que si bien se puede afirmar que César Acuña Peralta, en su calidad de
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alcalde de la municipalidad Provincial de Trujillo, ha dado una aplicación definitiva a dinero que
administraba, como es el de las subvenciones, no es necesario aquí ingresar siquiera a discutir si la
aplicación que se le ha dado resulta ajena al que debía corresponder al de la partida de subvenciones
o a una finalidad pública –a lo que nos referiremos ampliamente al analizar la posibilidad de comi-
sión del delito de peculado– cuando ni en la denuncia se afirma ni en las diligencias de investigación
preliminar se ha podido constatar que haya existido algún cuestionamiento referido a la afectación
de servicios o funciones relacionadas con las subvenciones sociales, esto es, requerimientos socia-
les que no se hayan podido atender por falta de presupuesto; por lo que debe negarse la posibilidad
de imputar la comisión del delito de malversación de fondos. 2° ¿Es posible tipificar los hechos
materia de denuncia como delito de peculado doloso? Para lo cual debemos empezar expresando
que durante el tiempo en que han ocurrido los hechos materia de denuncia han estado vigentes las
siguientes versiones del párrafo primero del artículo 387 del Código Penal: a consecuencia de la
modificatoria de la Ley N° 26198 (publicada el 13/06/93): “El funcionario o servidor público que
se apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí o para otro, caudales o efectos cuya percepción, ad-
ministración o custodia le estén confiados por razón de su cargo, será reprimido con pena privativa
de la libertad no menor de dos ni mayor de ocho años”; a consecuencia de la modificatoria de la Ley
N° 29703 (publicada el 10 junio de 2011): “El funcionario o servidor público que se apropia o uti-
liza en cualquier forma, o consiente que un tercero se apropie o utilice caudales o efectos públicos,
cuya percepción, administración o custodia le estén confiados por razón de su cargo, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años”; a consecuencia de la Ley
N° 29758 (publicada el 21 julio de 2011): “El funcionario o servidor público que se apropia o utili-
za, en cualquier forma, para sí o para otro, caudales o efectos cuya percepción, administración o
custodia le estén confiados por razón de su cargo, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de ocho años”. En tanto las formulaciones típicas no han sufrido mayor
variación como consecuencia de las modificaciones de las que se acaba de dar cuenta y siendo que
las redacciones primera y tercera en realidad coinciden –debiendo postularse en todo caso la apli-
cabilidad general de la tercera versión al tener una materia de prohibición más estrecha que la se-
gunda, salvo para los casos producidos durante la vigencia de la primera por tener esta un marco
penal más favorable– el suscrito considera ilustrativo para la resolución del caso el Acuerdo Plena-
rio N° 4-2005/CJ-116 que establece doctrina jurisprudencial respecto de la definición y estructura
típica del delito de peculado en los siguientes términos: “Para la existencia del delito de peculado
no es necesario que sobre los bienes que se le haya confiado por razón de su cargo en cualquiera de
las formas y que constituyan el objeto material del hecho ilícito, el agente ejerza una tenencia ma-
terial directa. Es suficiente que el sujeto activo tenga la llamada disponibilidad jurídica, es decir,
aquella posibilidad de libre disposición que en virtud de la ley tiene el funcionario o servidor públi-
co; debe tener, por tanto, competencia funcional específica. La disponibilidad a que se hace referen-
cia se encuentra íntimamente ligada a las atribuciones que el agente ostenta como parte que es de la
Administración Pública. Todo ello nos lleva a sostener que tratándose el peculado de un delito plu-
riofensivo, el bien jurídico se desdobla en dos objetos específicos merecedores de protección jurí-
dico-penal: a) garantizar el principio de la no lesividad de los intereses patrimoniales de la Admi-
nistración Pública; y b) evitar el abuso del poder del que se halla facultado el funcionario o servidor
público que quebranta los deberes funcionales de lealtad y probidad. 7. Es necesario tener en cuen-
ta los comportamientos típicos que la norma en análisis nos señala a efectos de limitar o restringir
la relevancia penal de los actos del delito de peculado. La norma, por consiguiente, al describir la
acción dolosa utiliza dos supuestos para definir los comportamientos típicos del sujeto activo: apro-
piar o utilizar, los mismos que deben contener ciertos elementos para su configuración; estos son,
en tal virtud, los elementos materiales del tipo penal: a) Existencia de una relación funcional entre
el sujeto activo y los caudales y efectos. Se entiende por relación funcional el poder de vigilancia y
control sobre la cosa como mero componente típico, esto es, competencia del cargo, con-
fianza en el funcionario en virtud del cargo, el poder de vigilar y cuidar los caudales
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la Oficina de Presupuesto o la que haga sus veces de la entidad. 60.3 Los documentos sustentatorios
de las subvenciones con cargo a cualquier fuente de financiamiento, a favor de personas jurídicas
nacionales del Sector Privado, deben ser presentados anualmente, dentro de los primeros treinta (30)
días de entrada en vigencia de la Ley de Presupuesto del Sector Público. Los documentos son los
siguientes: a) declaración jurada de las subvenciones que recibe del Sector Público; b) rendición de
Cuenta correspondiente a la asignación percibida en el año fiscal anterior, cuando corresponda; c)
metas y presupuestos de gastos debidamente fundamentados; d) cronograma mensual de ejecución
física y financiera; y, e) evaluación y análisis costo beneficio de la subvención. 60.4 La Oficina de
Presupuesto o la que haga sus veces de la entidad debe informar dentro de los cuarenta y cinco (45)
días de finalizado el año fiscal, a la Comisión de Presupuesto y Cuenta General de la República del
Congreso de la República, a la Contraloría General de la República y a la Dirección Nacional del
Presupuesto Público, los resultados alcanzados y el costo beneficio de las subvenciones otorgadas”,
no encontrando que la norma en trascripción tenga por finalidad excluir la posibilidad del otorga-
miento de subvenciones a personas jurídicas del Sector Público o a personas naturales sino solo re-
gular el otorgamiento de las mismas a las personas jurídicas no pertenecientes al Sector Público –
siendo la mejor muestra de lo dicho el propio título que el legislador le ha dado al artículo y el inicio
de su primer párrafo que dice: “Las subvenciones que se otorguen a personas jurídicas, no pertene-
cientes al Sector Público (…)”. Este entendimiento se encuentra reforzado por el hecho de que la
Séptima Disposición Transitoria de la referida Ley N° 28411 prescriba: “1. Déjese sin efecto toda
disposición legal que establezca la distribución porcentual con cargo a fondos públicos, para el otor-
gamiento de subvenciones a personas naturales, incentivos y estímulos económicos, bajo cualquier
denominación, al personal del Sector Público, manteniéndose los montos que sirvieron de base para
efectuar el último pago por subvenciones, incentivos o estímulos económicos, en el marco del De-
creto Legislativo N° 847”, de lo que se puede sostener que si esta disposición transitoria establece
que se mantienen los montos que sirvieron de base para efectuar el último pago por subvenciones,
incentivos o estímulos económicos, en el marco del Decreto Legislativo N° 847 es porque es per-
fectamente posible asignar subvenciones por fuera del supuesto de personas jurídicas no pertene-
cientes al Sector Público. Pero no se trata solo de lo prescribe esta norma, si no que supra hemos
señalado que corren en la carpeta fiscal en calidad de elementos de convicción: A. El Acta de sesión
ordinaria del Concejo N° 04-2012-MPT, bajo la presidencia de la teniente alcaldesa Gloria Edelmi-
ra Montenegro Figueroa donde el regidor Pablo Penagos Ruzo solicita “Aprobar la autorización al
señor alcalde para que este, mediante resolución de alcaldía disponga de los fondos presupuestados
para otorgar estas subvenciones a personas naturales y personas jurídicas sin fines de lucro para
cubrir gastos de índole asistencial, social, cultural, deportivo y otros de la misma naturaleza” la cual
es aprobada por unanimidad incluyéndose entre los regidores que votan a favor a los señores
del Partido Aprista Peruano –el que es reconocido públicamente como oposición y contrario a los
intereses políticos de Alianza para el Progreso– Edward Patricio Berrocal Gamarra, Luis Carlos
Santa María Mecq y Róger Augusto Obeso Acevedo; misma expresión de subvenciones para perso-
nas naturales que se puede encontrar en las actas de sesión ordinaria del Concejo N° 04-2011-MPT
y de sesión ordinaria del Concejo N° 07-2010-MPT que contienen las aprobaciones de los requeri-
mientos para que se autorice al investigado Acuña Peralta a que disponga administrativamente de
los fondos presupuestados para otorgar subvenciones; B. La hoja de “Precisiones a las recomenda-
ciones formuladas”, firmada por los que fueron regidores de la Municipalidad Provincial de Trujillo
durante la gestión del Exalcalde José Murgia Zannier, señores Napoleón Vilca García, José Miranda
Prado y Tula Benitez Vásquez con fecha 24 de marzo de 2004 donde se da como recomendación 10
“Con el rubro de subvenciones diversas no se podrá otorgar nuevos aportes económicos a la misma
institución o persona natural que ya ha sido considerada como beneficiaria en el subgrupo de ins-
tituciones benéficas o culturales”; C. Los reglamentos de subvenciones de las municipalidades Dis-
trital de Ventanilla, Provincial de Piura, Distrital de Castilla y Provincial de Hualgayoc-Bambamar-
ca en las que se puede apreciar que establecen la posibilidad de otorgar subvenciones a personas
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naturales. Hecha esta precisión –que importa negar el indicio consistente en la existencia de una
infracción administrativa– corresponde continuar dilucidando lo que es verdaderamente importante
en materia penal a efectos de afirmar o negar la comisión de un delito de peculado, esto es, si el di-
nero de las subvenciones se ha gastado en temas relacionados con los fines de la Administración
Pública o no. Para ello se debe tener como principal referente la Ley N° 27972 –Ley Orgánica de
Municipalidades– en tanto obviamente es la norma que se encarga de regular la estructura y funcio-
namiento de los gobiernos municipales. De las normas de esta que resultan relevantes para el pre-
sente caso debemos comenzar apuntando que su Título Preliminar señala en su artículo I “los go-
biernos locales son entidades básicas de la organización territorial del Estado y canales inmediatos
de participación vecinal en los asuntos públicos, que institucionalizan y gestionan con autonomía
los intereses propios de las correspondientes colectividades; siendo elementos esenciales del go-
bierno local, el territorio, la población y la organización. Las municipalidades provinciales y distri-
tales son los órganos de gobierno promotores del desarrollo local, con personería jurídica de
derecho público y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines”; en su artículo II: “Los
gobiernos locales gozan de autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de
su competencia. La autonomía que la Constitución Política del Perú establece para las muni-
cipalidades radica en la facultad de ejercer actos de gobierno, administrativos y de adminis-
tración, con sujeción al ordenamiento jurídico”; y en su artículo VIII: “Los gobiernos locales
están sujetos a las leyes y disposiciones que, de manera general y de conformidad con la Constitu-
ción Política del Perú, regulan las actividades y funcionamiento del Sector Público; así como a las
normas técnicas referidas a los servicios y bienes públicos, y a los sistemas administrativos del Es-
tado que por su naturaleza son de observancia y cumplimiento obligatorio”, de las cuales se debe
concluir que se le reconoce a las municipalidades una amplia autonomía para establecer los servicios
y objetivos que pretendan brindar y obtener a favor de su población, siempre y cuando ellas no im-
pliquen una infracción clara del ordenamiento jurídico y no carezcan de utilidad social eviden-
te –como ocurriría, por ejemplo, cuando se pretenda favorecer indebidamente a las empresas que
contratan con el Estado pagándoles precios mayores a los que corresponden–. Para en seguida re-
parar en que dicha Ley prescribe en su artículo VI: “Los gobiernos locales promueven el desarrollo
económico local, con incidencia en la micro y pequeñaempresa, a través de planes de desarrollo
económico local aprobados en armonía con las políticas y planes nacionales y regionales de desa-
rrollo; así como el desarrollo social, el desarrollo de capacidades y la equidad en sus respectivas
circunscripciones”; en su artículo X: “Los gobiernos locales promueven el desarrollo integral, para
viabilizar el crecimiento económico, la justicia social y la sostenibilidad ambiental. La promoción
del desarrollo local es permanente e integral. Las municipalidades provinciales y distritales promue-
ven el desarrollo local, en coordinación y asociación con los niveles de gobierno regional y nacio-
nal, con el objeto de facilitar la competitividad local y propiciar las mejores condiciones de vida de
su población”; siendo que de modo específico el artículo 73 establece: “Las municipalidades, to-
mando en cuenta su condición de municipalidad provincial o distrital, asumen las competencias y
ejercen las funciones específicas señaladas en el Capítulo II del presente Título, con carácter exclu-
sivo o compartido, en las materias siguientes: (…) 1.4. Saneamiento físico legal de asentamientos
humanos. (…) 1.9. Patrimonio histórico, cultural y paisajístico (…) 2.1. Saneamiento ambiental,
salubridad y salud (…) 2.3. Educación, cultura, deporte y recreación. 2.4. Programas sociales, de-
fensa y promoción de derechos ciudadanos (…) 2.8. Promoción del desarrollo económico local para
la generación de empleo (…) 5.1. Promover, apoyar y reglamentar la participación vecinal en el de-
sarrollo local (…) Administrar, organizar y ejecutar los programas locales de lucha contra la pobre-
za y desarrollo social. 6.2. Administrar, organizar y ejecutar los programas locales de asistencia,
protección y apoyo a la población en riesgo, y otros que coadyuven al desarrollo y bienestar de la
población”. En este marco, corresponde reparar en que, como hemos señalado supra, corren en la
carpeta fiscal como elementos de convicción: A. La relación de subvenciones económicas otorgadas
por la Municipalidad Provincial de Trujillo entre los años 2011 a 2007, en la que se puede apreciar
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Decisiones fiscales
que entre las subvenciones que se podrían calificar como importantes (fijando como criterio de dis-
tinción el suscrito aquellas que superan los diez mil nuevo soles) en realidad se puede contar un
aproximado de 163 subvenciones otorgadas a distintas personas, no solo a las personas que se dice
son miembros del partido de Acuña Peralta y, además, y con mucha importancia, que las subvencio-
nes cuestionadas no se han brindado para fines personales de los solicitantes –como, por ejemplo,
consta a fojas 05 y 06 respecto del dinero entregado a Perpetua Elena Jaico Paredes, Jeannette Flo-
res Gutiérrez, Mayer Ademir Cabrera Guevara y María Isabel Soberón Tocas para compra de aulas
prefabricadas para jardines municipales de niños; lo que también se indica en el informe periodís-
tico, cuando se cuestiona la entrega de subvenciones a militantes de Alianza para el Progreso para
cubrir déficit alimentario de enfermos, arco de ingreso a una urbanización, culminación de local
institucional, adquisición de buzos para niños, agua y alcantarillado para un AA. HH. y apoyo a Jar-
dín Municipal–. No solo ello, sino que también figuran subvenciones merced a solicitudes realiza-
das por prominentes líderes de otras tiendas políticas rivales a la del investigado Acuña Peralta, como
en el caso de los señores Miriam Alicia Pilco Deza, Elías Rodríguez Zavaleta y Roberto Angulo Al-
varez; B. La Resolución de Alcaldía N° 651-2010-MPT de fecha 25 de junio de 2010 por la que se
otorga subvenciones a instituciones educativas de la Provincia de Trujillo por el monto de un millón
trescientos diez mil nuevos soles, la Resolución de Alcaldía N° 1197-2010-MPT de fecha 29 de oc-
tubre de 2010 por la que se otorga subvenciones a organizaciones sociales de base para el mejora-
miento de la infraestructura e implementación de sus organizaciones, la Resolución de Alcaldía
N° 371-2008-MPT de fecha 7 de mayo de 2008 por la que se otorga una subvención a Nidia Elena
Carranza de Cavero por el monto de treinta y siete mil nuevos soles para la celebración del Día de
la Madre por las organizaciones sociales de base, la Resolución de Alcaldía N° 857-2008-MPT de
fecha 27 de agosto de 2008 por la que se otorga una subvención al Comité de Desarrollo y Progreso
del Parque Vicente Cerro Cabrián de la urbanización San Fernando debidamente representado por
su presidente el señor Rómulo Torres Bautista por el monto de veinte y dos mil ochocientos cuaren-
ta y nueve nuevos soles con veinte y cuatro céntimos para la construcción de un arco de ingreso a
la urbanización, la Resolución de Alcaldía N° 296-2009-MPT de fecha 5 de marzo de 2009 por la
que se otorga una subvención a Flor Maritza Tacanga Ponce, Elsa Dorolisa Alcántara Castillo y Per-
petua Elena Jaico Paredes en calidad de representantes de las organizaciones sociales de base por el
monto de treinta y dos mil nuevos soles para la celebración del Día Internacional de la Mujer, la
Resolución de Alcaldía N° 467-2009-MPT de fecha 21 de abril de 2009 por la que se otorga una
subvención a la Asociación Civil pro salud y Vida TBC-M.D.R. y SIDA-TBC representada por su
presidente el señor Segundo Juan Chamorro Valderrama por el monto de veinte y cuatro mil nuevos
soles para solventar gastos de alimentación para afectados de TBC y TBC-MDR, la Resolución de
Alcaldía N° 597-2009-MPT de fecha 3 de mayo de 2009 por la que se otorga una subvención al Co-
mité de Gestión de Obras y Desarrollo del Sector Apóstol Santiago del Barrio 09 del Distrito de
Florencia de Mora representado por el presidente de su Junta Directiva, señor Walter Javier Vásquez
Carranza por el monto de doce mil ochocientos noventa y un nuevos soles para la culminación del
local comunal, la Resolución de Alcaldía N° 596-2010-MPT de fecha 15 de junio de 2010 por la
que se otorga una subvención al Comité Pro Construcción Capilla San José de la Campiña de Mo-
che representado por el presidente señor Salomón Zarate Caballero por el monto de diez mil nuevos
soles para la construcción del techo de la capilla, la Resolución de Alcaldía N° 829-2009-MPT de
fecha 1 de julio de 2009 por la que se otorga una subvención a la Junta Directiva del Comité de Apo-
yo a los Jardines Municipales representada por su presidenta Jeannette Aurora Flores Gutiérrez por
el monto de cincuenta y ocho mil cuatrocientos cincuenta nuevos soles para la adquisición de buzos
de los niños de los jardines municipales, la Resolución de Alcaldía N° 992-2010-MPT de fecha 10
de setiembre de 2010 por la que se otorga subvenciones a instituciones educativas de la Provincia
de Trujillo por el monto de ciento sesenta y cinco mil nuevos soles, la Resolución de Alcaldía
N° 995-2010-MPT de fecha 13 de setiembre de 2010 por la que se otorga subvenciones a organiza-
ciones sociales de base –mayoritariamente clubes de madres, pero también vaso de leche y otros
437
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
similares– de la Provincia de Trujillo, con un total de 251 expedientes, por el monto de cuatrocien-
tos treinta y un mil nuevos soles para el mejoramiento de la infraestructura e implementación de sus
organizaciones; C. El Acta de sesión ordinaria del Concejo N° 04-2012-MPT donde se acuerda por
unanimidad, con el voto a favor de los señores del Partido Aprista Peruano Edward Patricio Berro-
cal Gamarra, Luis Carlos Santa María Mecq y Róger Augusto Obeso Acevedo, “Aprobar la autori-
zación al señor Alcalde para que este, mediante Resolución de Alcaldía disponga de los fondos pre-
supuestados para otorgar estas subvenciones a personas naturales y personas jurídicas sin fines de
lucro para cubrir gastos de índole asistencial, social, cultural, deportivo y otros de la misma
naturaleza”, las actas de sesión ordinaria del Concejo N° 04-2011-MPT y N° 07-2010-MPT donde
en términos muy similares se autoriza al alcalde para que disponga de los fondos presupuestados
para otorgar subvenciones y principalmente el Acta de sesión ordinaria del Concejo N° 02-2009-
MPT donde la regidora Gloria Montenegreo Figueroa solicita la disposición discrecional adminis-
trativa de las subvenciones del año 2009 justificando en que se está apoyando a centros de promo-
ción de salud e instituciones educativas entre otras y al hacer uso de la palabra el regidor del Parti-
do Aprista Peruano Róger Augusto Obeso Acevedo señala estar de acuerdo con la intención de la
regidora y del Alcalde, en el propósito de ayudar a sectores sociales menos favorecidos y solicita
que se contemple también el rubro de apoyo comunal, votando a favor incluso los señores regi-
dores del Partido Aprista Peruano Edward Patricio Berrocal Gamarra, Luis Carlos Santa María Mecq,
Róger Augusto Obeso Acevedo y Luis Fernando Calderón Carvajal; D. Las documentales presen-
tadas por Walter Javier Vásquez Carranza, habiendo señalado al rendir su declaración que para la
construcción de su local comunal ha recibido apoyo también del señor Murgia Zannier cuando este
era alcalde de la Municipalidad de Trujillo y de la Municipalidad Distrital de Florencia de Mora
pone a disposición de este despacho resoluciones de alcaldía de las municipalidades de Florencia
de Mora y de Trujillo anteriores a la gestión del investigado Acuña Peralta donde se le reconoce su
calidad de integrante de la Junta Directiva del Comité de Gestión de Obras, Desarrollo y Progreso
del Sector Apóstol Santiago - Barrio 09 del Distrito de Florencia de Mora y resoluciones de alcaldía
de los años 2003, 2004, 2005 y 2006 de la Municipalidad de Florencia de Mora haciendo donacio-
nes para la construcción de su local comunal y del año 2004 de la Municipalidad Provincial de Tru-
jillo firmada por José Murgia Zannier por la que mencionada exautoridad edil autoriza la adquisición
de materiales de construcción para ser entregadas al Presidente del Comité de Gestión de Obras,
Desarrollo y Progreso del Sector Apóstol Santiago - Barrio 09 del Distrito de Florencia de Mora,
habiendo referencia en sus considerandos que mediante Decreto de Alcaldía N° 10-2004-MPT del
27 de mayo de 2004 se aprobó la Directiva: Apoyo a las Juntas Vecinales Municipales, Distritos y
Centros Poblados para la ejecución de obras comunales que norma el procedimiento para el apoyo
a la comunidad organizada en la ejecución de obras comunales. Las cosas así, en este nivel de tipi-
ficación de los hechos, no se puede sostener válidamente que César Acuña Peralta con la participa-
ción de los demás investigados hayan hecho suyos caudales que pertenecen al Estado apartándolos
de la esfera de la función de la Administración Pública –o como señala el informe periodístico: haya
destinado recursos públicos a fines ajenos a la misión municipal–, pues para ello es necesario que
las materias para las que se han concedido las subvenciones se hayan encontrado nítidamente ale-
jadas de las misiones municipales a las que se ha hecho referencia en las citas de la Ley Orgánica
de Municipalidades; sin embargo, como se ha podido apreciar de los elementos de convicción que
se acaba de citar respecto de las subvenciones cuestionadas en el informe periodístico –que consti-
tuyen la denuncia del presente caso y respecto de las cuáles está obligado el suscrito a un pronun-
ciamiento expreso– e incluso de la revisión aleatoria y general –por su alto número– de las subven-
ciones que no han sido materia de cuestionamiento específico –que no han sido objeto de denuncia
y, por tanto, no existe obligación de pronunciamiento expreso por parte del suscrito–, las subven-
ciones otorgadas están efectivamente relacionadas con los fines del gobierno municipal. Debiendo
adicionarse que no ha encontrado el suscrito –más allá de lo cuestionable o no que podría resultar
políticamente y sobre lo cual no le corresponde pronunciarse– ningún impedimento normativo de
438
Decisiones fiscales
relevancia jurídico-penal para que dentro de las subvenciones que se puedan otorgar a los ciudada-
nos u organizaciones de nuestra provincia resulten beneficiadas, entre otras, personas vinculadas u
organizaciones que tengan como representantes a personas pertenecientes al partido político de go-
bierno (cosa distinta ocurriría si estas personas fueran las únicas o mayoritaria y exprofesamente
beneficiadas); pues lo verdaderamente importante son las justificaciones o fines con que se autorizan
las subvenciones y si estas están conectadas con aquellas que han sido referidas supra como inte-
grantes de la misión municipal. No alcanza a entender el suscrito cómo podrían hallarse desvincu-
ladas de los fines municipales las subvenciones relacionadas con Segundo Chamorro Valderrama,
Nidia Elena Carrasco de Cavero, Rómulo Torres Bautista, Perpetua Elena Jaico Paredes, Walter Ja-
vier Vásquez Carranza, Jeannette Flores Gutiérrez, Mayer Ademir Cabrera Guevara juntamente con
Wilmer Minchola Escobar y María Isabel Sobero Tocas si, como ya dijimos, fueron entregas de di-
nero para compra de aulas prefabricadas para jardines municipales de niños, para cubrir déficit ali-
mentario de enfermos, arco de ingreso a una urbanización, culminación de local institucional, ad-
quisición de buzos para niños, agua y alcantarillado para un AA. HH. y apoyo a Jardín Municipal;
lo mismo se debe decir cuando se trata de la entrega de dinero a organizaciones sociales de base para
mejora de sus comedores o de los servicios que prestan –respecto de si en ello se ha cometido un
delito electoral nos pronunciaremos infra y respecto de si resulta políticamente correcto o reproba-
ble hacerlo estando cerca un proceso eleccionario, como hemos dejando ya sentando, no nos corres-
ponde pronunciarnos–; igual con el hecho de que se haya beneficiado a casi 300 colegios de Trujillo,
quienes recibieron cheques de cinco mil nuevos soles cada uno para la compra de computadoras
–respecto de si ello era políticamente correcto o reprobable en un año electoral no corresponde pro-
nunciamiento por parte del suscrito–. Merecen fundamentación distinta las subvenciones entregadas
a los trabajadores de la Municipalidad Provincial de Trujillo que, como refiere la propia denuncia,
fueron consecuencia de los pactos colectivos a los que el alcalde llegó con los representantes de las
organizaciones sindicales –que se tuvieron que hacer para lograr una paz laboral que desde el inicio
de su gestión le fue esquiva–; pues, a criterio del suscrito, estas no encuentran mayor conexión con
los fines que deben cumplir las subvenciones sociales; sin embargo, en el delito de peculado ello no
es relevante, lo relevante –como ya se expresó supra– es que se haya hecho uso de caudales que
pertenecen al Estado apartándolos de la esfera de la función de la Administración Pública; cosa que
a pesar de lo cuestionable de la entrega del dinero al que nos venimos refiriendo bajo el rubro de
subvenciones no ha ocurrido, pues como la propia denuncia señala, dichas entregas han sido conse-
cuencia de pactos colectivos a los que el alcalde llegó con los representantes de las organizaciones
sindicales para lograr una paz laboral que desde el inicio fue esquiva, pudiendo inferirse de ello que
se trató de entregas de dinero necesarias para el funcionamiento del aparato municipal. Debe recor-
darse en este sentido que la Constitución Política de 1993 señala en su artículo 28 que: “El Estado
reconoce los derechos de sindicación, negociación colectiva y huelga. Cautela su ejercicio demo-
crático: 1. Garantiza la libertad sindical. 2. Fomenta la negociación colectiva y promueve formas
de solución pacífica de los conflictos laborales. La convención colectiva tiene fuerza vinculante
en el ámbito de lo concertado” y el Texto Único Ordenado de la Ley de Relaciones Colectivas de
Trabajo - Decreto Supremo N° 010-2003-TR señala en su artículo 41 que la “convención colectiva
de trabajo es el acuerdo destinado a regular las remuneraciones, las condiciones de trabajo y pro-
ductividad y demás, concernientes a las relaciones entre trabajadores y empleadores, celebrado, de
una parte, por una o varias organizaciones sindicales de trabajadores o, en ausencia de estas, por re-
presentantes de los trabajadores interesados, expresamente elegidos y autorizados y, de la otra, por
un empleador, un grupo de empleadores, o varias organizaciones de empleadores” y el artículo 42
que: “La convención colectiva de trabajo tiene fuerza vinculante para las partes que la adoptaron.
Obliga a estas, a las personas en cuyo nombre se celebró y a quienes les sea aplicable, así como a
los trabajadores que se incorporen con posterioridad a las empresas comprendidas en la misma, con
excepción de quienes ocupan puestos de dirección o desempeñan cargos de confianza”. Podría que-
dar la duda que siendo las cosas así como se acaban de exponer si bien los hechos no se adecuan al
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
delito de peculado más bien podrían adecuarse al tipo penal de malversación de fondos por haberse
dado un uso distinto a dinero presupuestado para subvenciones, pero debemos recordar que la ver-
sión actualmente vigente de dicho tipo penal establece que: “El funcionario o servidor público que
da al dinero o bienes que administra una aplicación definitiva diferente de aquella a los que están
destinados, afectando el servicio o la función encomendada, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años” siendo que, como ya expresamos, ni en la de-
nuncia se ha expresado ni en las diligencias de investigación preliminar se ha podido observar que
se hayan afectado las finalidades perseguidas bajo el rubro subvenciones sociales; por lo que tam-
bién debe negarse la adecuación de los hechos al tipo penal vigente de malversación de fondos. 3°
¿Es posible tipificar los hechos materia de denuncia como delito de inducción al voto? Recor-
demos que la denuncia refiere que el 30 de julio de 2010 sobre un tabladillo instalado en la Plaza de
Armas de Trujillo César Acuña Peralta rodeado de decenas de madres de familia representantes de
comedores populares de once distritos de la ciudad anunció que cada una de ellas recibirían cheques
de entre mil a tres mil nuevos soles para mejorar las instalaciones de las organizaciones que lidera-
ban, cuestionándose que la reunión haya tenido vigencia apenas tres días antes que entrará en vi-
gencia el plazo de tres meses previos al día de la elección, en el que las autoridades postulantes a la
reelección no pueden encabezar actividades que pudieran influir en el voto; sin embargo, la autori-
zación para la distribución del dinero ahí prometido llegó en plena campaña electoral, mediante la
Resolución de Alcaldía N° 995-10, firmada por Acuña Peralta, por la que se distribuyó cheques por
casi medio millón de soles entre 251 organizaciones sociales de base el 13 de septiembre de 2010,
apenas tres semanas antes del 03 de octubre, día de las elecciones municipales que ganó; cuestiona-
do también el informe que la solicitudes no hayan sido llenadas por las representantes de las orga-
nizaciones sociales de base sino por solo tres personas y hayan, además, sido ingresadas todas un
domingo 27 de junio de 2010 y en un solo bloque, como si 251 mueres provenientes de 11 distritos
llegaran un domingo no laborable a las oficinas municipales a ingresar solicitudes por subvenciones;
siendo peor que en el archivo digital de la mesa de partes aparezca como que las solicitudes fueron
ingresadas en realidad el 26 de junio. Incluso debe agregarse aquí que el informe afirma haber re-
cogido declaraciones de las madres beneficiadas y cita textualmente una de ellas, en el sentido de
“Yo no pedí la plata. Me la ofrecieron. Me hicieron firmar y luego me afiliaron al partido del alcal-
de - dice a INFOS Juana López Mallqui, del sector Buenos Aires, narrando como recibió un subsi-
dio de S/. 1,000 autorizado a dos semanas de las elecciones municipales del 3 de octubre de 2010”.
El análisis de si esta conducta imputada a Acuña Peralta se adecua o no al delito de inducción al
voto pasa por fijar previamente la construcción típica que de dicho delito hace el artículo 356 del
Código Penal, que prescribe: “El que, mediante dádivas, ventajas o promesas trata de inducir a un
elector a no votar o a votar en un sentido determinado, será reprimido”. Las cosas así, se debe poner
atención en primer lugar en que las testigos que han concurrido a declarar han negado cualquier tipo
de condicionamiento para la entrega de las subvenciones, pero no solo ello sino que en la cita que
se ha hecho de la declaración de Juana López Mallqui en el informe periodístico no se afirma nin-
gún condicionamiento para que se vote a favor del candidato Acuña Peralta en las elecciones muni-
cipales. Debe considerarse, además, el hecho de que si bien se podría tratar de un hecho política-
mente cuestionable –cosa sobre la cual hemos señalado reiteradamente no estamos habilitados para
emitir pronunciamiento– la entrega de subvenciones en un tiempo tan próximo a las elecciones en
tanto se ha producido en marcos temporales para los que la ley no ha establecido restricciones por
sí solas no pueden ser consideradas una inducción al voto; más aún cuando la doctrina penal al ex-
plicar la categoría de la inducción –en la parte general del Derecho Penal, es cierto, pero nada obs-
ta para que se aplique mutatis mutandi al tipo penal en referencia– ha señalado: “La instigación (o
inducción) tiene que estar constituída por actos dirigidos específica y claramente a lograr, influen-
ciando su psiquis, que el instigado cometa el delito por cualquier medio (puede ser verbal o escrito,
aun simbólico o gráfico); por ello, no basta la mera insinuación, o las sugerencias ambiguas (Zaffa-
roni), ni siquiera la creación de una situación de hecho que favorezca la opción del sujeto por el
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Decisiones fiscales
delito (Bacigalupo)” (CREUS, Carlos. Derecho Penal, Parte general. Buenos Aires, Astrea, tercera
edición, 1992, p. 423); por lo tanto, para que haya una inducción al voto, también tiene que tratarse
de actos dirigidos específica y claramente a lograr, influenciando su psiquis, que el instigado vote o
no vote en un sentido determinado; no bastando la mera insinuación, o las sugerencias ambiguas, ni
siquiera la creación de una situación de hecho que favorezca la opción del sujeto por un candidato
determinado; razones estas que ya en el nivel de la tipicidad llevan a negar la adecuación típica de
los hechos con el delito de inducción al voto. 4° ¿Es posible tipificar los hechos materia de de-
nuncia como delito de peculado culposo? Recordemos también que la denuncia refiere que en el
que del total de dinero entregado por concepto de subvenciones existen tres millones de soles res-
pecto de los cuales no se ha rendido cuenta y que además Acuña Peralta ha firmado la Resolución
de Alcaldía N° 946-10 dando por liquidadas las subvenciones menores de mil nuevos soles emitidas
en el 2008 y 2009 que no hayan sido rendidas. Esta imputación abre la necesidad de pronunciarse
respecto a –dado que ya quedó esclarecido que las entregas de dinero por parte de la Municipalidad
Provincial de Trujillo sí tenían fines compatibles con la Administración Pública– si la conducta de
los investigados se adecua o no al tipo penal de peculado culposo contemplado en el artículo 387
del Código Penal en su versión original como: “Si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe
por otra persona la sustracción de caudales o efectos será reprimido con pena privativa de libertad
no mayor de dos años o con prestación de servicio comunitario de veinte a cuarenta jornadas”, mo-
dificada por la Ley N° 26198 (publicada el 13/06/93) para configurarse como “Si el agente, por cul-
pa, da ocasión a que se efectúe por otra persona la sustracción de caudales o efectos será reprimido
con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación de servicios comunitarios de
veinte a cuarenta jornadas. Constituye circunstancia agravante si los caudales o efectos estuvieran
destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo social. En estos casos, la pena privativa de
libertad será no menor de tres ni mayor de cinco años”; modificada por Ley N° 29703 (publicada el
10 junio de 2011) para configurarse como “si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe por
otra persona la sustracción de caudales o efectos, será reprimido con pena privativa de libertad no
mayor de dos años o con prestación de servicios comunitarios de veinte a cuarenta jornadas. Si los
caudales o efectos, independientemente de su valor, estuvieran destinados a fines asistenciales o a
programas de desarrollo o apoyo social, la pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor
de cinco años”; para prescribir en su versión actual, fruto de la modificatoria de la Ley N° 29758
(publicada el 21 julio 2011) que: “Si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe por otra per-
sona la sustracción de caudales o efectos, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de
dos años o con prestación de servicios comunitarios de veinte a cuarenta jornadas. Constituye cir-
cunstancia agravante si los caudales o efectos estuvieran destinados a fines asistenciales o a progra-
mas de apoyo social. En estos casos, la pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de
cinco años”. Ello en razón a que, en todo caso, se les podría atribuir el haber permitido –con su fal-
ta de cuidado al exigir las rendiciones o al darlas por liquidadas– que los beneficiarios de las sub-
venciones se apropien de las mismas dándole un destino distinto a aquel que justificó su otorgamien-
to; sin embargo, si se repara en la redacción actual del tipo penal del peculado culposo –que por
imperio de la garantía constitucional de retroactividad benigna es suficiente para realizar el análisis,
pues de ser atípico el hecho según este de nada serviría que sí lo sea respecto de redacciones ante-
riores– se debe señalar que la conducta penalmente prohibida no se construye sobre la base del apo-
deramiento, sino sobre la base de la sustracción, cosa que en el presente caso no se puede afirmar
porque está sumamente claro que el dinero no fue sustraído por los beneficiarios de las subvencio-
nes, sino entregado por la municipalidad. De este modo tampoco se puede afirmar en este caso la
existencia de un comportamiento típico por parte de los investigados; POR LO QUE SE DISPO-
NE: IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN PREPARATO-
RIA CONTRA CÉSAR ACUÑA PERALTA, TANIA SOLEDAD BACA ROMERO, LUIS
VALDEZ FARÍAS, MARIELENA NEYRA FLORES y FRANCISCO FALCÓN GÓMEZ-
SÁNCHEZ por la comisión de los delitos de MALVERSACIÓN DE FONDOS (primer párrafo
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
del artículo 389 del Código Penal), PECULADO DOLOSO (primer párrafo del artículo 387 del
Código Penal), INDUCCIÓN AL VOTO (artículo 356 del Código Penal) y PECULADO CUL-
POSO (cuarto párrafo del artículo 389 del Código Penal) todos en agravios del Estado peruano re-
presentado por el Procurador Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios; debiendo
archivarse la presente investigación en su oportunidad y conforme a Ley.
OTROSÍ DIGO: En tanto el artículo 392 del Código Penal establece que: “están sujetos a lo pres-
crito en los artículos 387 a 389, los que administran o custodian dinero perteneciente a las entida-
des de beneficencia o similares, los ejecutores coactivos, administradores o depositarios de dinero
o bienes embargados o depositados por orden de autoridad competente, aunque pertenezcan a par-
ticulares, así como todas las personas o representantes legales de personas jurídicas que ad-
ministren o custodien dinero o bienes destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo
social”; requiérase a la Gerencia de Administración de la Municipalidad Provincial de Trujillo para
que remita a este despacho informe documentado respecto de las subvenciones otorgadas a favor
de organizaciones sociales –de madres, vaso de leche, comunales, etc.– que hasta la fecha de noti-
ficación con la presente no hayan sido rendidas a efectos de determinar la posible comisión de de-
litos de peculado por extensión.
SEGUNDO OTROSÍ: No puede dejar de apuntar el suscrito la existencia de contradicción entre
los resultados del Informe Pericial de Análisis Digital N° 031-2012 y las fechas que figuran estam-
padas por el personal de mesa de partes de la Municipalidad Provincial de Trujillo en los sellos de
recepción de las solicitudes de subvenciones –de los expedientes incautados por este despacho por
estar referidos a la Resolución de Alcaldía N° 995-10– que no tienen una sola fecha, sino varias,
entre ellas 26, 27 y 28 de junio y 02, 07, 08, 09, 12 de julio, ambos del año 2010, cuando no de me-
ses diferentes a estos; por lo que es necesario remitir copias de los actuados relacionados y los ori-
ginales de las solicitudes incautadas a la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Turno para que
se inicie las indagaciones destinadas a determinar la comisión de posibles delitos contra la fe pú-
blica o alguno similar.
TERCER OTROSÍ: En las diligencias preliminares de investigación se ha obtenido de la consulta
a la página web del Jurado Nacional de Elecciones que las personas de Segundo Chamorro Valde-
rrama, Nidia Elena Carrasco de Cavero, Rómulo Torres Bautista, Perpetua Elena Jaico Paredes, Wal-
ter Javier Vásquez Carranza, Jeannette Flores Gutiérrez, Mayer Ademir Cabrera Guevara y María
Isabel Sobero Tocas se encuentran inscritas en el partido político Alianza para el Progreso; habien-
do negado ello estas personas al rendir sus declaraciones; por lo que es necesario remitir copias de
los actuados relacionados y los originales de las solicitudes incautadas a la fiscalía provincial penal
corporativa de turno para que se inicie las indagaciones destinadas a determinar la comisión de po-
sibles delitos contra la fe pública o alguno similar.
CUARTO OTROSÍ: En el curso de las diligencias preliminares han surgido denuncias sobre un
incremento indebido y direccionamiento de las plazas laborales de la Municipalidad Provincial de
Trujillo hacia personas relacionadas con la Universidad Privada César Vallejo; por lo que, no habien-
do sido materia de la preste investigación y en la necesidad de esclarecer dichos cuestionamientos,
tómese copias de las piezas relacionadas que corran en la presente, fórmese la carpeta correspon-
diente y asígnese para su investigación.
Trujillo, 6 de agosto de 2012
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
de La Libertad
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realizar los elementos objetivos del tipo, engañar para inducir o mantener
en error a la víctima para que esta disponga de su patrimonio’ (ROJAS
VARGAS, Fidel. Jurisprudencia penal. Lima, Gaceta Jurídica, 1999, pp. 431 -
432). Manifestando CALDERÓN-CHOCLÁN: ‘El desplazamiento patrimonial
debe producirse como consecuencia del error o vicio de la voluntad experi-
mentada por el sujeto pasivo’ (CALDERÓN CEREZO, Ángel y CHOCLÁN
MONTALVO, José. Derecho Penal, parte especial II. Barcelona, Bosch, segun-
da edición, 2001, p. 251). Todo lo dicho hasta acá hace que el hecho mate-
ria de notitia criminis resulte atípico del delito de defraudación previsto en
el inciso 4 del artículo 197 del CP”.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
con fecha 27 de diciembre de 2006 (cfr. fojas 70 del expediente original); la contestación de la de-
manda por parte de los investigados esta fechada 24 de enero de 2007 y según la resolución núme-
ro dos expedida con fecha 26 de enero, dicha contestación se presentó dentro del plazo de 05 días
que señala la ley para realizar la absolución del traslado (cfr. fojas 79 y 80 del expediente original),
apreciación esta última que resulta necesaria por no hallarse entre las copias remitidas a este despa-
cho la que se refiere a la fecha en que se notificó con la demanda a los investigados; QUINTO:
Siendo que la realización del tipo previsto en el inciso 4 del artículo 197 del CP necesita además de
la presencia de elementos objetivos la presencia de elementos subjetivos, siendo el principal de ellos
el dolo; debe señalarse que el hecho que el bien materia de venta haya tenido objetivamente y de
alguna manera la calidad de litigioso cuando se trasladó a las personas de Pedro Alejandro Solar
Nacarino e Ivonne Columbia Gaudeamus de Solar no puede bastar para afirmar la presencia de un
delito de estelionato (inciso 4 del artículo 197 del CP), pues para que se perfeccione dicho tipo pe-
nal se requiriere, además, la presencia del conocimiento de la calidad de “litigioso” que poseía dicho
bien inmueble, lo que no puede haber ocurrido en tanto los investigados dispusieron del inmueble
antes de haber sido notificados con el auto admisorio de la demanda incoada por Rodolfo Cabada
Paz, en su calidad de Gerente General de la Empresa Roaya S.A. Contratistas Generales. Esto es así
pues, como se refiere en el considerando anterior, de las copias certificadas del Expediente N° 9933-
2006 se tiene que el auto número uno (admisorio de la demanda) se encuentra fechado 28 de diciem-
bre de 2006 y el contrato de compraventa del bien materia de litis se encuentra suscrito con firmas
legalizadas ante el notario Manuel Anticona Aguilar, con fecha 27 de diciembre de 2006, esto es,
antes de expedirse el auto admisorio de la demanda. Por lo dicho, se debe reiterar que en la fecha
en que se realizó la venta a los señores Pedro Alejandro Solar Nacarino e Ivonne Columbia Gaudea-
mus de Solar los investigados desconocían el carácter litigioso del bien cuyo dominio trasladaban,
careciendo, por tanto, del dolo que exige el tipo penal para su perfeccionamiento; SEXTO: Podría
pensarse en la comisión del delito de estelionato no en relación a que el bien inmueble haya tenido
la condición de litigioso, sino en razón a que en el momento de su venta se habría encontrado gra-
vado (a través de una garantía hipotecaria); pero en este caso tampoco nos encontramos ante un
comportamiento que se adecue al tipo penal consagrado en el inciso 4 del artículo 197 del CP, pues
el estelionato es una modalidad de defraudación y en tal calidad requiere que el vendedor se apro-
veche de los compradores (quienes hubiesen sido los directamente agraviados) para que con volun-
tad viciada realicen un desplazamiento patrimonial en su favor, cosa que no ha ocurrido, pues como
los mismos señores Pedro Alejandro Solar Nacarino e Ivonne Columbia Gaudeamus de Solar refie-
ren en su escrito presentado (con sus firmas y huellas digitales) con fecha 22 de junio ante esta fis-
calía, dichas personas verificaron la situación del inmueble en Registros Públicos antes de decidir y
ejecutar su compra y conocían que el bien se encontraba gravado; SÉTIMO: Para desentrañar el
pleno sentido de la modalidad de defraudación conocida como estelionato se debe tener en cuenta
que el artículo 197 junto con el artículo 196 forman parte del Capítulo V (estafa y otras defrauda-
ciones) del Título V (Delitos contra el Patrimonio) del Libro Segundo (Parte especial, Delitos) del
Código Penal. Hecho ello, se debe reparar que los incisos del artículo 197 no contienen por sí mis-
mos la descripción de lo que es materia de prohibición. Por ejemplo, el inciso 1 de dicho artículo
solo hace referencia a “se realiza con simulación de juicio o empleo de otro fraude procesal”, pero
no indica cuál es la acción penalmente prohibida (lo que en la doctrina clásica se denominaba “ver-
bo rector”), esto es, no dice “cuál es el comportamiento que se realiza con simulación de juicio” o
“cuál es el comportamiento que se realiza con empleo de otro fraude procesal”. El sentido de los
incisos del artículo 197 recién se complementa cuando se repara en que en el primer párrafo de di-
cho precepto se señala “la defraudación será reprimida con pena (…) CUANDO:”. Esto quiere de-
cir que la conducta penalmente prohibida es una defraudación, la cual tendrá como marco penal
el conminado en el primer párrafo del artículo 197 cuando dicha defraudación tenga lugar en algu-
na de las circunstancias contempladas en los incisos 1, 2, 3 o 4 de dicho artículo. Pero, hacer refe-
rencia a que la conducta penalmente prohibida es una “defraudación” así, tal cual, quebrantaría lo
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que se conoce como mandato de determinación o de certeza que es parte ineludible del principio de
legalidad (cfr. CUELLO CONTRERAS, Joaquín. El Derecho Penal español, parte general. Madrid,
Dykinson, tercera edición, 2002, p. 212), puesto que tampoco así se conocería cuál es la materia de
prohibición. Por fortuna, esa no ha sido la intención de nuestro legislador de 1991 sino que cuando
titula el Capítulo V de los Delitos contra el patrimonio “estafa y otras defraudaciones” está dejan-
do en claro que tanto el artículo 196 como el artículo 197 tipifican defraudaciones, explicándose la
referencia expresa que se hace a la ESTAFA en dicha titulación en que en nuestro Código Penal el
artículo 196 contiene la fórmula básica de las defraudaciones. Lo que se confirma cuando se repara
en que –de los dos artículos que conforman el Capítulo V– es el precepto legal contenido en el ar-
tículo 196 del CP el único que posee un sentido entendible por sí mismo, siendo también el único
que describe de manera completa lo que es materia de prohibición penal. Es por lo dicho que al re-
ferirse a las defraudaciones, maestros de la talla de Juan BUSTOS RAMÍREZ señalan: “La doctri-
na y la jurisprudencia tienden a señalar que han de darse los requisito de la estafa” (BUSTOS
RAMÍREZ, Juan. Manual de Derecho Penal, parte especial. Barcelona, Ariel, segunda edición,
1991, p. 201). Por su parte, Carlos FONTÁN BALESTRA manifiesta: al lado de la figura genéri-
ca de la estafa se describe conductas que reúnen los elementos característicos de ese delito, es
decir, el fraude y el perjuicio, a las que se tipifica independientemente, ya en virtud de la modalidad
fraudulenta empleada, ya en razón a la naturaleza del objeto. Es necesario destacar, sin embargo,
que estas figuras especiales están subordinadas a la figura básica o genérica de la estafa. Olvi-
dándolo, se corre el riesgo de configurar el delito con las circunstancias específicas, sin requerir los
elementos genéricos (FONTÁN BALESTRA, Carlos. Tratado de Derecho Penal, parte especial VI.
Buenos Aires, Abeledo-Perrot, reimpresión, 1990, p. 69); GONZÁLEZ RUS señala: No se hace
“sino recoger supuestos específicos de engaño, sin añadir ni quitar nada a la estructura gene-
ral del delito, cuyos elementos deben concurrir en todo caso para considerar el hecho delicti-
vo” (GONZÁLEZ RUS, Juan José en: COBO DEL ROSAL, Manuel (Dir.). Curso de Derecho Pe-
nal español, parte especial I. Madrid, Marcial Pons, 1996, p. 688); SALINAS SICCHA manifiesta:
“El artículo 197 del Código Penal regula conductas especiales de estafa que merecen sanción me-
nor a la prevista para aquellos que realizan alguna conducta del tipo básico, por lo que no pueden
considerarse circunstancias agravantes de la estafa sino minorantes” (SALINAS SICCHA, Ramiro.
Derecho Penal, parte especial I. Lima, Idemsa, 2004, p. 811). Por lo dicho, la defraudación del in-
ciso 4 del artículo 197 constituye una fórmula circunstanciada de la materia de prohibición conte-
nida en el artículo 196, la cual describe la fórmula básica de la defraudación penalmente prohibida
(a la que se ha denominado “estafa”) señalando: “El que procura para sí o para otro un provecho
ilícito en perjuicio de tercero, induciendo o manteniendo en error al agraviado mediante engaño,
astucia, ardid u otra forma fraudulenta, será reprimido”. De esta manera, nos encontraremos ante un
comportamiento típico del inciso 4 del artículo 197 cuando alguien: se procure para sí o para otro
un provecho ilícito en perjuicio de tercero, induciendo o manteniendo en error al agraviado median-
te engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta, en los casos en que el acto consista en vender o
gravar, como bienes libres, los que son litigiosos o están embargados o gravados, así como cuando
se veda, grave o arriende como propios los bienes ajenos. Que lo dicho sea así no solo es fruto del
respeto al principio de legalidad penal (en cuanto necesidad de precisar cuál es la materia de prohi-
bición) y una hermenéutica basada en consideraciones teleológicas conjuntamente con las sistémi-
cas que resultan pertinentes para el caso, sino que incluso tiene profundar raíces históricas, habida
cuenta que fue precisamente en la intención legislativa de hacer frente a los casos previstos en el
inciso 4 del artículo 197 de nuestro Código Penal que se origina en el Derecho Romano la conside-
ración como hechos criminales de lo que ahora conocemos como estafas, lo que confirma una vez
más que el estelionato es una modalidad de defraudación, que, por lo cual, debe cumplimentar los
elementos típicos previstos en el artículo 196. En este sentido, se puede encontrar en SALINAS
SICCHA: “Es lugar común sostener en la doctrina que el origen de la tipificación de la estafa se en-
cuentra en el Derecho Romano. En aquel sistema se habría previsto el crimen stellionatus como el
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
hecho punible en que se obtenía provecho indebido a causa del engaño. El italiano Carrara enseñó
que el estelión o salamandra, animal de colores indefinibles que varían ante los rayos del sol, habría
sugerido a los romanos el nombre de stellionatus como título del delito aplicable a todos los hechos
cometidos en perjuicio de la propiedad ajena, hechos que no constituyen ni verdaderos hurtos, ni
verdaderos abusos de confianza, ni verdadera falsedad pero que tiene elementos del hurto pues ata-
can injustamente la propiedad ajena, del abuso de confianza debido a que se abusa de la buena fe de
otros y de la falsedad porque a ella se llega mediante engaños y mentiras” (SALINAS SICCHA, R.
Derecho Penal, p. 798). En el marco fijado se debe señalar que si bien el delito de estelionato es un
delito en el que se tutela el patrimonio, dicha protección no tiene lugar de cualquier manera, sino
que únicamente puede darse en el marco de la materia de prohibición fijada por el legislador; por lo
que al analizar el hecho materia de investigación se debe señalar que no ha existido disposición pa-
trimonial por parte de Roaya y la disposición patrimonial por parte de los esposos Pedro Alejandro
Solar Nacarino e Ivonne Columbia Gaudeamus de Solar no ha tenido como origen el engaño, astu-
cia, ardid u otra forma fraudulenta en tanto medio para inducir o mantener en error al agraviado,
pues, como ha referido dicho matrimonio en su escrito presentado con fecha 22 de junio de 2007,
ellos hicieron verificación de la situación del inmueble y conocían de la existencia de la hipoteca.
Es que, como explica PÉREZ MANZANO: “En la estafa el engaño es el elemento típico que origi-
na la cadena de sucesos que acaba produciendo el perjuicio patrimonial, y en particular es el motivo
de la actuación de la víctima” (PÉREZ MANZANO, Mercedes en: BAJO FERNÁNDEZ, Miguel
(Dir.). Compendio de Derecho Penal, parte especial II. Madrid. CEURA, 1998, pp. 439-440); se-
ñalando SALINAS SICCHA: “Una vez verificado el error provocado por el engaño utilizado por
el agente, se verificará si tal error originó que la víctima se desprenda en su perjuicio de parte o el
total de su patrimonio. Por disposición patrimonial debe entenderse el acto por el cual el agravia-
do se desprende o saca de la esfera de su dominio parte o el total de su patrimonio y lo despla-
za o entrega voluntariamente al agente. En doctrina se grafica este aspecto afirmando que el es-
tafador alarga la mano, no para coger las cosas como ocurre con el ladrón, sino para que la
víctima se las ponga a su alcance. La víctima a consecuencia del error provocado por el acto frau-
dulento, en su directo perjuicio, hace entrega o pone a disposición del agente su patrimonio”
(SALINAS SICCHA, R. Derecho Penal, p. 806). Regresando a PÉREZ MANZANO: “El error ha
de analizarse como motor del acto de disposición de la víctima, de manera que delimita la clase
de actos de disposición que tienen relevancia típica” (PÉREZ MANZANO, M. Compendio de De-
recho Penal, p. 448). Por lo dicho es que la Corte Suprema señala que el delito de estafa (como for-
ma básica de las defraudaciones) tiene entre sus requisitos que: “El agente tiene la conciencia y la
voluntad de realizar los elementos objetivos del tipo, engañar para inducir o mantener en error a la
víctima para que esta disponga de su patrimonio” (ROJAS VARGAS, Fidel. Jurisprudencia pe-
nal. Lima, Gaceta Jurídica, 1999, pp. 431-432). Manifestando CALDERÓN-CHOCLÁN: “El des-
plazamiento patrimonial debe producirse como consecuencia del error o vicio de la voluntad expe-
rimentada por el sujeto pasivo” (CALDERÓN CEREZO, Ángel y CHOCLÁN MONTALVO, José.
Derecho Penal, parte especial II. Barcelona, Bosch, segunda edición, 2001, p. 251). Todo lo dicho
hasta acá hace que el hecho materia de notitia criminis resulte atípico del delito de defraudación
previsto en el inciso 4 del artículo 197 del CP; OCTAVO: No solo lo dicho, sino que de conformi-
dad con el artículo 1097 del Código Civil la garantía hipotecaria otorga al acreedor los derechos de
persecución, preferencia y venta judicial del bien hipotecado; por lo que la Empresa Roaya S.A.
Contratistas Generales deberá ejercitar sus pretensiones ante el órgano jurisdiccional civil compe-
tente, mas no ante la vía penal que solo se ocupa de hechos que se adecuen exactamente a los com-
portamientos descritos expresamente como delitos en la ley penal; NOVENO: Si bien el fiscal a
cargo del caso había citado a audiencia de acuerdo reparatorio por considerar la probable existencia
de un delito de estelionato (por venta de bien litigioso), ello fue porque en la fecha de confección
de la resolución de su propósito no se habían recepcionado todavía las copias de certificadas
del expediente N° 9933-2006 (recibidas en esta fiscalía con fecha 3 de julio de 2007); por lo que a
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Ramírez, por los presuntos delitos de omisión, rehusamiento o demora de actos funcionales, co-
rrupción pasiva, corrupción de auxiliares jurisdiccionales y aprovechamiento indebido de cargo.
1.2. Ahora bien, por otro lado, el denunciante hace alusión también, a la comisión de comporta-
mientos delictivos que se enmarcarían en diversas hipótesis normativas ubicadas dentro de la sec-
ción IV “Corrupción de funcionarios” del citado cuerpo legal y cuyo conocimiento por razón de
la especialidad es exclusividad de este subsistema legal anticorrupción, siendo los hechos materia
de la imputación, que en fecha 07/09/12 presentó la declaración de vacancia del cargo de alcalde
de la Municipalidad del Distrito de Morales de la Región de San Martín, ante el Jurado Nacional
de Elecciones[6], cuyo procedimiento administrativo –a criterio del denunciante– ha venido siendo
maliciosamente dilatado o aplazado, con la clara intención de favorecer al titular –cuestionado por
él– de la comuna distrital. Así, por ejemplo, no se le proporcionó el nombre del abogado a cargo
del expediente N° 1483-2012.
1.3. Los actos de dilación que se habrían materializado con ocasión al procedimiento de vacancia
postulado, involucrarían a la persona de Roger Augusto Bravo Basaldua, quien aparentemente sería
funcionario del JNE; Edilberto Pezo Carmelo: titular de la comuna de Morales (San Martín); Jorge
Saavedra Ramírez: Gerente de la citada entidad edil. Asimismo, incoa su denuncia contra “el Órga-
no Administrativo Jurisdiccional, del Órgano de la Función Jurisdiccional Electoral, en la calidad
del abogado a cargo del Expediente N° 1483-2012”, hechos todos estos, que a decir del denuncian-
te involucran actos de corrupción, motivo por el cual hace necesaria la intervención de esta fiscalía
especializada, en tanto y en cuanto –a tenor de la denuncia de parte– se entendería que se trataría de
la presunta comisión de algún delito de nuestra competencia especializada.
II. CONSIDERANDO
2.1. Resulta propicio enfatizar, conforme hemos reiterado en precursoras disposiciones, que forma
parte del debido proceso –con especial énfasis en un proceso penal–, el pronunciamiento sobre to-
dos los ilícitos penales que en un hecho denunciado se pueda observar, ya sea en una denuncia ver-
bal o escrita, a fin de garantizar la tutela judicial efectiva de los denunciantes, en tanto emerge como
obligación del Ministerio Público[7], cual ente persecutor e investigador de un ilícito penal, luego
de analizar los hechos denunciados, otorgarle una debida calificación jurídica, pues solo así será
posible proyectar diligencias idóneas con miras a obtener un caso que pueda resultar victorioso en
juzgamiento, reflejado esto último en la correspondiente sanción a los responsables del hecho punible.
2.2. En ese sentido, en primer lugar corresponde analizar si el relato fáctico expuesto es posible de
ser ubicado en las figuras del catálogo de ilícitos que el Código Penal contempla en la sección IV
“Corrupción de funcionarios”. En efecto, la conducta atribuida a los denunciados –a la sazón, to-
dos ellos funcionarios y/o servidores públicos– estriba en haber contribuido con su inactividad (no
[6] Cuyo fundamento –en resumen– eran diversas dádivas de nivel administrativo que el titular de la comuna venía otorgando para
dilatar (aun cuando el término exacto utilizado por el actor es “demorar”, Véase así, la misiva remitida a la congresista Luisa María
Cuculiza Torre con similar sustento fáctico que corre de folios 37 a 38) el procedimiento de vacancia promovido por el actor, como
vendrían a ser no remitir el recurso de apelación, la copia certificada de la Constancia de Convocatoria de Sesión Extraordinaria
en la alcaldía del Distrito de Morales (San Martín).
[7] Tal como señala Pablo Sánchez Velarde, en su obra “El control constitucional de la investigación preliminar y del auto de apertura
de instrucción”; publicado en Gaceta del Tribunal Constitucional N° 2, abril-junio 2006: “¿Qué interesa en una investigación preli-
minar?, ¿Cuál es el aspecto central de la investigación? En una investigación dirigida por el fiscal o dirigida por la policía pero con
intervención del fiscal, que se reúnan los elementos básicos, idóneos para que luego se pueda calificar esta investigación y luego
sustentar el ejercicio de la acción ante el Poder Judicial. Lo más importante en una investigación preliminar es actuar con objeti-
vidad, buscar elementos objetivos, elementos de prueba, que esto le sea útil al fiscal para que pueda hacer una debida calificación,
el fiscal puede encontrar en una investigación preliminar los elementos suficientes para hacer su denuncia, quizás los elementos
contundentes del hecho delictuoso y la responsabilidad y con eso puede promover la acción penal ante el juez conforme al sistema
vigente”.
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hacer), esto es retardo, dilación y retraso[8] –del trámite administrativo del Expediente N° 1483-12
cuya materia es apelación de vacancia (del alcalde) la cual se postula ante el JNE; cuya inactividad
y mora en el procedimiento –a criterio del actor–, obedecería a motivos subalternos y espurios con
el único fin de beneficiar al titular de la comuna distrital.
2.3. Cuando menos, lo expuesto en el considerando precedente es lo que humanamente ha sido po-
sible establecer –o desentrañar– del escrito de denuncia presentado, el cual es confuso, ambiguo,
además de poseer una pésima composición (ilogicidad en la exposición de hechos) y una redacción
carente de coherencia y cohesión textual, lo cual ciertamente complica poder delimitar el centro de
imputación y la participación criminal de cada uno de los denunciados, máxime si se tiene en cuen-
ta que en ningún extremo de la denuncia se precisa el nexo causal que permita engarzar las impu-
taciones formuladas con los delitos de conocimiento exclusivo de este despacho especializado. He-
chos todos estos que este despacho no puede dejar de resaltar –en forma negativa, claro está–, en
tanto el documento por el cual se incoa la denuncia, se encuentra autorizado por letrado colegiado.
2.4. En efecto, el denunciante no circunscribe su ámbito de imputación (exposición fáctica), esto
es: no aporta o precisa el sustento medular que vincule con los delitos de omisión, rehusamiento o
demora de actos funcionales, corrupción pasiva, corrupción de auxiliares jurisdiccionales y aprove-
chamiento indebido de cargo. En buena cuenta, a partir de los fundamentos fácticos que sustentan
una imputación, debe plasmarse un razonamiento jurídico a la que esta le ha llevado, para concluir
en forma expresa con la ley aplicable –respetando los principios de jerarquía de normas y de con-
gruencia–, esto en consonancia con lo preceptuado en el artículo 328.1 del CPP (2004). Entiéndase
que así toda denuncia de parte que se promueve se espera que contenga una exposición de hechos
(imputación) de acuerdo a criterios de racionalidad y razonabilidad, es decir, respetando las reglas
de la lógica formal y ajustándose a lo previsto por el Derecho y las conductas sociales aceptadas.
Lo contrario –como ocurre en el presente caso–, no solo rebasa y vulnera el principio lógico de con-
gruencia[9], sino que además conlleva a enarbolar una imputación difusa y poco correcta, dejando
la sensación que la denuncia promovida obedece a fines protervos.
2.5. En tal sentido, en materia jurídico penal, lo que determina el contenido de una imputación
no es la sola invocación de uno o varios delitos, sino por el contrario, la descripción detallada
y veraz de la conducta delictiva incurrida, hecho que por lo demás –en el presente caso– no se
presenta. Sin embargo, lo más saltante son los medios probatorios que se anexan en la denuncia,
los cuales a partir del análisis efectuado, es posible concluir que la conductas denunciadas (en for-
ma nebulosa) revistan siquiera ribetes delictivos y que, por tanto, amerite continuar con la inves-
tigación preparatoria ejerciéndose la respectiva acción penal. Así, por ejemplo, a partir del acervo
documentario incorporado, este despacho fiscal ha accedido a verificar a través del portal web del
Jurado Nacional de Elecciones <www.jne.gob.pe>, la información relacionada al Exp. N° 1483-
2012, pudiéndose establecer lo siguiente:
a) Se trata de un expediente por apelación de vacancia del alcalde del Consejo Distrital de Morales,
Sr. Edilberto Pezo Carmelo, siendo la causal: restricciones de contratación;
b) El portal web ofrece una búsqueda detallada e información actualizada (consulta de expedientes
jurisdiccionales) a la cual cualquier ciudadano puede acceder sin costo alguno;
c) El Exp. N° 1483-2012 a la fecha se encuentra en trámite;
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d) Tiene como antecedente el Exp. N° 1154-2012 promovido contra el antes citado burgomaestre por
el mismo solicitante, peticionando su vacancia por sobrevenir los impedimentos de la LEM (causal).
e) El 13/11/12 el JNE emitió el Oficio N° 4623-2012-SG/JNE donde se le hace de conocimiento al
actor que se está dando curso a su solicitud de traslado de vacancia (Exp. N° 1154-2012) y se le re-
quiere fijar domicilio procesal. Dicha comunicación epistolar fue recepcionada por Norith Dávila
Meléndez (prima del solicitante) en fecha 15/11/12.
f) El 19/11/12 el alcalde de la Municipalidad Distrital de Morales suscribe el Oficio N° 515-MDM-
2102 mediante el comunica al JNE que el Expediente N° 1154-2012 de 560 folios acompañando
el recurso de apelación presentado por el actor Flores López contra el Acuerdo de Consejo Distri-
tal de Morales que rechazó el pedido de vacancia formulado, fue elevado mediante Oficio N° 277-
2012-GM/MDM[10];
g) El 05/12/12 –notificado al actor el 12/12/12–, el pleno del Jurado Nacional de Elecciones emite
el Auto N° 02 mediante el cual da por archivado (concluido) el Expediente N° 1154-2012, ordenán-
dose que el mismo sea agregado como acompañado al Exp. N° 1483-2012;
h) De la notificación N° 11045-2012-SG/JNE se observa que el solicitante Flores López no cum-
plió con señalar domicilio procesal en Lima, siendo notificado con el Auto N° 02 el 12/12/12 (Exp.
N° 1154-2012);
i) El Secretario General del Jurado Nacional de Elecciones es el Dr. Roque Augusto Bravo Basaldúa.
2.6. Así las cosas, queda claro que los hechos que se denuncian guardan estrecha relación con un
procedimiento administrativo promovido por el actor y que se viene tramitando ante el intérprete
supremo en materia electoral –JNE–, cuya pretensión es lograr a vacancia del burgomaestre de su
distrito. Ergo, y a tenor de las propias documentales anexadas en calidad de acervo probatorio[11], es
evidente la existencia de un conflicto de índole personal y es ello lo que motiva al denunciante contra
la autoridad edil, que involucra también a toda persona o institución que –a criterio de aquel–, favo-
rezca al denunciado Pezo Carmelo. Solo de esa forma puede entenderse que se formule imputación
penal contra el Secretario General del Jurado Nacional de Elecciones y el Gerente Municipal de
Morales, aduciendo que se le ha otorgado al procedimiento instaurado un trámite indebido e ilícito,
lo cual sin duda, es una falsa aseveración. A mayor abundamiento: la consulta efectuada vía web[12]
del Exp. N° 1483-2012 además de precisar que el mismo se encuentra en trámite, indica que se ha
programado Audiencia Pública para el 29/01/2013 a horas 9:00 a.m.[13], a efectos de que el actor (o
su abogado, si lo considera pertinente), pueda sustentar ante el pleno del JNE su pretensión por el
término de cinco minutos, comunicación que fuera notificada al denunciante en fecha 22/01/2013,
situación que de ser desconocida por el actor Flores López, es por cuanto no señaló domicilio pro-
cesal conforme el máximo ente electoral le solicitara.
2.7. Dicho esto último, y estando a que la pretensión del actor en instancia electoral (Exp. N° 1483-
2012 - Apelación de Vacancia del Alcalde del Consejo Distrital de Morales, Sr. Edilberto Pezo Car-
melo) viene experimentando un trámite regular y acorde al procedimiento establecido por ley, esta-
mos frente comportamientos y actuaciones funcionales que de modo alguno permiten ser encapsu-
ladas por el Derecho Penal dado su carácter fragmentario y de última ratio. De otra parte el análisis
efectuado, genera la certeza de la no omisión de funciones o actos de corrupción, y por ende, la no
responsabilidad de los funcionarios denunciados e intervinientes. Consecuentemente, mal haría la
[10] El Oficio N° 277-2012-GM/MDM fue suscrito por el Gerente Municipal Ing. Mg. Sc. Jorge Saavedra Ramírez, en fecha 30/10/2012,
siendo la fecha de recepción el 05/11/2012 según consta del sello de la Oficina de Servicios al Ciudadano del JNE.
[11] Véase así, por ejemplo, las misivas cursadas a las legisladoras Anicama Ñañez y Cuculiza Torre, insertas de folios 35 a 38 de la
carpeta fiscal.
[12] Y cuyos actuados se anexan a la carpeta fiscal por considerarlos necesarios.
[13] Notificación N° 0783-2013-SG/JNE.
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[14] Convertida por Resolución de Fiscalía de la Nación N° 1833-2012-MP-FN de fecha 19/07/2012 en Primera Fiscalía Provincial
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima.
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1.4. En adición a la imputación generada contra el denunciado Calle Vidal, se le atribuye también
la comisión del delito de omisión de funciones (artículo 377 del Código Penal) en tanto no aplicó la
citada Directiva N° 003-2011-MTC/21 que establece los parámetros: forma y modalidad para dis-
poner del acervo documentario de Provias Descentralizado.
1.5. Fluye también la denuncia ampliatoria presentada por Miguel Ysaac Céspedes Bravo quien la
formula en su condición de auditor técnico III del Órgano de Control de Provias[15], generada contra
las personas de Ana Alinda Rojas Fuentes (Gerente de la Unidad Gerencial de Administración de
Provías); Baldomero Moyano Piscoya (Jefe de Personal, Abastecimiento y Servicios de Provias); y
Wilfredo Alberto Bazalar Romero (reemplazante del Jefe de Personal, Abastecimiento y Servicios
de Provias), a quienes se les incrimina la comisión de los delitos de abuso de autoridad, peculado y
falsedad ideológica. De la misma forma se comprende en la ampliación de denuncia a los señores
Mario Manuel Fernández Villalobos y Jorge Armando Gonzales Santillán (agentes de seguridad de
Provías) a quienes se les imputa la comisión del delito de falsedad material; igualmente se com-
prende a Claudia Ulloa Oliva (secretaria de la gerente de la Unidad Gerencial de Administración
de Provias y miembro titular de Cafae) atribuyéndosele la comisión del delito de peculado y false-
dad ideológica; denuncia contra Miguel Ernesto Palacios Chávez y Katty del Carmen Freire Pinedo
(presidente y miembro de la Comisión Permanente de Procesos Investigatorios, respectivamente)
por la presunta comisión del delito de abuso de autoridad.
II. CONSIDERANDO
Primero: Resulta propicio enfatizar, conforme hemos reiterado en precursoras disposiciones, que
forma parte del debido Proceso –con especial énfasis en un proceso penal–, el pronunciamiento sobre
todos los ilícitos penales que en un hecho denunciado se pueda observar, ya sea en una denuncia ver-
bal o escrita, a fin de garantizar la tutela judicial efectiva de los denunciantes, en tanto emerge como
obligación del Ministerio Público[16], cual ente persecutor e investigador de un ilícito penal, luego
de analizar los hechos denunciados, otorgarle una debida calificación jurídica, pues solo así será
posible proyectar diligencias idóneas con miras a obtener un caso que pueda resultar victorioso en
juzgamiento, reflejado esto último en la correspondiente sanción a los responsables del hecho punible.
Segundo: En ese sentido, en primer lugar, corresponde analizar si la conducta atribuida a los impu-
tados se encuentra inmersa dentro del catálogo de ilícitos que el Código Penal contempla en la sec-
ción IV “Corrupción de funcionarios”. En efecto, la conducta atribuida a los denunciados –a la sa-
zón, todos ellos funcionarios y/o servidores públicos–, tiene como sustento medular haber partici-
pado en el irregular e ilegal retiro de documentación considerada como innecesaria (papel en des-
uso), la cual posteriormente fue vendida con el fin de obtener fondos destinados al Cafae, siendo
que el accionar cometido en realidad pretendía desaparecer documentos provenientes del Archivo
Central de Provias, que entre otros documentos –contenidos en diversas cajas de cartón– obraban
“(…) los expedientes técnicos –concluidos y no concluidos– de las obras que la institución ejecuta
en el interior del Perú (…) asimismo, los contratos, las adquisiciones y los pagos a proveedores”[17],
desaparición acaecida el 28/07/2011 fecha en la cual tuvo lugar la “ceremonia de cambio de man-
[15] También ostenta el cargo de Secretario de Organización y Bienestar Social del Sindicato de Provías.
[16] Tal como señala Pablo Sánchez Velarde, en su obra “El control constitucional de la investigación preliminar y del auto de apertura
de instrucción”; publicado en Gaceta del Tribunal Constitucional N° 2, abril-junio 2006: “¿Qué interesa en una investigación preli-
minar? ¿Cuál es el aspecto central de la investigación? En una investigación dirigida por el fiscal o dirigida por la policía pero con
intervención del Fiscal, que se reúnan los elementos básicos, idóneos para que luego se pueda calificar esta investigación y luego
sustentar el ejercicio de la acción ante el Poder Judicial. Lo más importante en una investigación preliminar es actuar con objeti-
vidad, buscar elementos objetivos, elementos de prueba, que esto le sea útil al fiscal para que pueda hacer una debida calificación,
el fiscal puede encontrar en una investigación preliminar los elementos suficientes para hacer su denuncia, quizás los elementos
contundentes del hecho delictuoso y la responsabilidad y con eso puede promover la acción penal ante el juez conforme al sistema
vigente”.
[17] Extracto de la nota periodística publicada por el diario Peru21 en fecha 01/09/11, que da cuenta de la supuesta sustracción acaecida.
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do presidencial”, situándonos dentro de un contexto en el cual de una parte había escaso control
policial por encontrarse abocados a cubrir las actividades oficiales programadas, y en el caso de las
instituciones públicas y privadas, una marcada ausencia de personal, escenario que facilitó la desa-
parición denunciada periodísticamente.
Tercero: Pues bien, teniendo en cuenta los aspectos señalados en el considerando precedente, se hace
necesario dejar sentado que el enfoque de este despacho fiscal, hará énfasis en los aspectos medula-
res de la proposición fáctica y su encuadramiento –o no– en el tipo penal de exclusiva competencia
funcional del subsistema legal y por el cual esta fiscalía asume el conocimiento de los hechos de-
nunciados, esto es el delito de peculado. Así, es oportuno establecer que este delito constituye uno
de carácter especial y cuenta con los siguientes elementos materiales: a) existencia de una relación
funcional entre el sujeto activo, los caudales y los efectos; b) la percepción, administración o custo-
dia; c) las modalidades de comisión: apropiación o utilización en cualquier forma; d) el destinatario:
para sí o para otro; y e) el objeto de la acción: los caudales o efectos; de lo que se colige que este
tipo penal, supone un desplazamiento patrimonial de los caudales o efectos de la esfera de dominio
del Estado a la esfera de dominio personal del funcionario público o de tercero. Por lo tanto, salta a
la vista que el principal análisis a efectuar se centrará en determinar si los expedientes administra-
tivos presuntamente desaparecidos, pueden calzar como objeto de la acción del delito denunciado.
Cuarto: Efectivamente, cuestión relevante en el peculado y que conforma la tipicidad objetiva de
este ilícito es el patrimonio público, el cual está representado por los caudales o efectos –referidos
precisamente en el artículo 387 del Código Penal–. En ese sentido, se entiende por caudales a toda
clase de bienes, en general con la única exigencia que estén dotados de valor económico; vale de-
cir, todos los bienes muebles o inmuebles que sean susceptibles de valoración económica[18], lo que
significa que necesariamente el bien deba poseer una magnitud que posibilite medir y comparar su
utilidad, expresado este en instrumentos monetarios. Íntimamente ligado –en el presente caso– a la
cuantía o valor económico, está la certeza de los bienes y/u objetos que supuestamente fueron ile-
gal e irregularmente retirados del Archivo Central de Provias, lo cual fuera ordenado como parte de
la investigación promovida y plasmado también en la acción de control recomendada en el Infor-
me de Actividad N° 029-2011-5403. En tal sentido, nos remontamos precisamente a la información
obrante a folios 1749, de fecha 10/07/12[19], brindada por la propia dependencia administrativa de la
institución, esto es el Órgano de Control Institucional de Provias Descentralizado, donde informan
que recién para inicios del año 2013 se tiene programada la ejecución de un “Examen Especial al
Archivo Central de Provias Descentralizado”, programa de auditoría que incluirá el caso del “Retiro
de Documentos de los Archivos del Provias Descentralizado denunciado por el Diario Peru21”, vale
decir que no se tiene certeza de la clase o tipo de documentación que fue retirada, que a la postre
significa que a certidumbre no se sabe si el contenido de aquellos sacos retirados y posteriormente
vendidos “al peso”, fueron expedientes técnicos o “papel en desuso”.
Quinto: Por otro lado, en lo referido al concepto de efectos, debe considerarse que ello se refiere
a todo tipo de documentos de crédito negociables, susceptibles de ser introducidos en el tráfico co-
mercial y emitidos por la administración pública: valores en papel, títulos, sellos, estampillas, bo-
nos, etc. Consecuentemente, entiéndase por ello que no todo tipo de documento que se encuentre
incorporado al inventario estatal puede y deba ser considerado y/o asimilado dentro del concepto
de efecto, sino tan solo aquellos que puedan ser factibles de ser introducidos en el tráfico comer-
cial, precisamente así quedo establecido mediante criterio jurisprudencial, cuando la Corte Suprema
se pronunciara en sentido que los libros o documentos contables de las empresas estatales no son
[18] SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos contra la Administración Pública. Segunda edición, Grijley, 2011, p. 315 y ss.
[19] Requerida por este despacho fiscal como parte de los actos de investigación desplegados y canalizada por el Ministerio de Trans-
portes y Comunicación a través de su Secretario General.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
caudales ni efectos[20], debido a que no son factibles de ser introducidos al tráfico comercial, situa-
ción esta última que constituye un referente cardinal para el presente caso. En esta línea interpreta-
tiva –aun cuando fuese cierto que los expedientes técnicos sustraídos del Archivo Central de Provias
y vendidos como “papel en desuso” contenían documentación de las obras que la institución ejecuta
en el interior del país, incluyendo los contratos, las adquisiciones y los pagos a proveedores–, este
despacho fiscal no concibe cómo toda esta documentación podría haber sido introducida en el
tráfico comercial o tener el carácter de negociable, en la medida que solo son de utilidad para
las propias empresas contratistas y/o para Provias.
Sexto: Lo expuesto en el considerando precedente, afecta directamente al objeto material del delito,
el cual se erige como requisito sine qua non del mismo y que conforma la tipicidad objetiva, lo cual
imposibilita formalizar investigación preparatoria contra los denunciados por el delito imputado
(peculado); en mérito a la inconcurrencia de los elementos objetivos del tipo penal, en concreto
el objeto de la acción; asimismo, no se evidencia conducta dolosa alguna, agregando a lo ex-
puesto que, si bien se aprecian irregularidades en el procedimiento a seguir (establecido en la Di-
rectiva N° 003-2011-MTC/21), estos devienen en irregularidades de carácter administrativo, sin
ningún contenido penal, basamento por el cual es que es meritorio disponer la improcedencia de
formalizar investigación preparatoria por el delito de exclusiva competencia del subsistema le-
gal de anticorrupción.
Sétimo: Sin embargo, de ser el caso que efectivamente la documentación retirada de la institución
se tratara de los expedientes técnicos de las obras que la institución ejecuta en el interior del país,
ello tampoco implicaría un tipo penal que lesione la Administración Pública, pues el cuerpo pu-
nitivo contempla dentro de los delitos contra la fe pública, la hipótesis normativa del artículo
430, que prevé el ilícito de supresión, destrucción u ocultamiento de documentos y, por lo tan-
to, el delito de peculado –denunciado e investigado preliminarmente– no se configuraría, habida
cuenta que los supuestos que este último ilícito penal establece, más bien podrían ser factibles de
subsumirse en aquel.
Octavo: Dicho esto último, y estando a que no se vislumbran actos de corrupción de funcionarios,
cuyo conocimiento e investigación son de exclusiva competencia funcional especializada, empero
quedando pendiente pronunciamiento –y eventualmente investigación– sobre los demás ilícitos de-
nunciados, es que deviene en necesario derivar los actuados a la Mesa Única de Partes de las fisca-
lías provinciales penales de Lima, para su distribución y su pronunciamiento de acuerdo a sus atri-
buciones legales, por parte del despacho competente.
Noveno: Finalmente, previo al presente pronunciamiento, el suscrito quiere dejar sentado que tuvo
presente tanto la Disposición N° 02 de fecha 20/02/12 como la Disposición REA N° 025-2012-5°FS-
PDCF-MP-FN de fecha 28/03/12, dejando en claro que esta última se generó debido a una elevación
de actuados por la no formalización de investigación preliminar que estableciera aquella, debien-
do dejar sentado también que el pronunciamiento evacuado por la fiscalía provincial –de aquel en-
tonces– estribaba y hacia especial énfasis en la no concurrencia de causa probable y elementos de
convicción (Vide folios 296 y 299) susceptibles de enarbolar una investigación preliminar; en tanto
que la disposición expedida por el superior jerárquico y que declarara Nula la Disposición N° 02,
hacía mención a una “defectuosa motivación” de la recurrida, motivo por el cual ordenó la emisión
de un nuevo dictamen fiscal; situaciones estas diametralmente ajenas y distintas al actual pronun-
ciamiento que este despacho fiscal tiene y que determina la no promoción de la acción penal sobre
el delito denunciado: peculado.
[20] Exp. N° 4174-96-Junín (ROJAS VARGAS. Jurisprudencia penal comentada. Ob. cit., p. 668).
462
Decisiones fiscales
463
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
464
Decisiones fiscales
2.1. Las empresas constructoras para ser beneficiadas de la ley - Pymemicro y pequeña em-
presarios, tiene que estar registrada e inscrita en el Registro Nacional de Micro y Pequeña
Empresa (Remype) del Ministerio de Trabajo
2.1.1. La denuncia de parte hace énfasis que la entidad edil y la Empresa RMC Constructora SAC
suscriben en fecha 17 de mayo de 2010 el Contrato N° 355-2010-O/MDA, de adjudicación directa
selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA, respecto de la obra “Mejoramiento de pistas y veredas
en el Jr. Basilio Rocabado y Pasaje José Ugarteche de la Urbanización Grumete Medina, distrito de
Ate - Lima”. Indican que la empresa contratista al momento de suscribir el contrato, en la cláusula
octava presenta una declaración jurada del 14 de mayo de 2010, solicitando se le retenga el 10 % del
costo total de la obra por concepto de garantía de fiel cumplimiento, ello en atención a que la empre-
sa se encontraría dentro de los alcances de la Ley N° 28015 Ley de Promoción y Formalización de
la Micro y Pequeña Empresa, sin embargo, la empresa aludida al momento de la firma del contrato
no se encontraba registrada en el Registro Nacional de la Micro y Pequeña empresa del Ministerio
de Trabajo, y no se encontraría comprendida dentro de los alcances de la Ley N° 28015, por ello
no sería beneficiaria de la retención del 10 % del monto total de la obra, por ello estaría obligada a
presentar la carta fianza de fiel cumplimiento, equivalente al 10 % del monto total de la obra, ello
de conformidad al artículo 155 del D.S. N° 184-2008-EF Reglamento de la Ley de Contrataciones.
2.1.2. Siendo así, a criterio de la dependencia denunciante, existiría una confabulación entre los
exfuncionarios y/o servidores y la empresa señalada, y habrían hecho participar como postor a
la citada y favoreciéndola presuntamente con la adjudicación directa selectiva antes mencionada.
2.2. Los contratistas solo son beneficiarios de la pyme cuando el plazo de ejecución de la obra
sea igual o mayor a 60 días
2.2.1. Precisan que según el artículo 1 de la Ley N° 29034, establece que en los contratos de obra que
celebran las Mypes pequeñas y Micro empresas con el Estado, para que puedan otorgar la retención
del 10 % del monto total del contrato, en sustitución de presentar la garantía de fiel cumplimiento
mediante carta fianza, solo sería procedente cuando el plazo de ejecución de la obra sea igual o ma-
yor a sesenta días calendarios. La empresa mencionada y la entidad edil pactan que el plazo de la
ejecución de la obra es de 45 días calendarios.
2.2.2. Según la incriminación efectuada, se tendría que la Empresa RMC Constructora SAC que
cuando celebró el contrato N° 355-2010-O/MDA, por el plazo de ejecución de 45 días calendarios,
no se encontraría presuntamente con el beneficio de la retención del 10 % porque la obra no era
igual o mayor a 60 días calendarios.
2.2.3. Por ello los funcionarios denunciados y el contratista al haber firmado el contrato habrían in-
fringido presuntamente la Ley Nº 28015 y contra el texto expreso de la Ley N° 29034, habrían ac-
tuado todos presuntamente en contubernio para que la empresa mencionada sea presumiblemente
favorecida con la adjudicación directa selectiva antes indicada.
2.2.4. Igualmente se hace mención a un accionar doloso en modalidad agravada, en la medida que
el exalcalde denunciado no ha comunicado a la Contraloría General de la República, respecto del
contrato de ejecución de la obra donde se ha optado por la retención del 10% en sustitución de la
obligación de presentar la carta fianza de fiel cumplimiento, con su actuar el exburgomaestre habría
infringido lo dispuesto por la disposición complementaria de la Ley Nº 29034.
2.3. Los metrados de obra ejecutados serán formulados y valorizados para los pagos corres-
pondientes conjuntamente por el contratista y el inspector o supervisión
2.3.1. Se hace mención que al revisar los metrados y las valorizaciones de la obra para los pagos co-
rrespondientes, solo estaría firmado por el contratista gerente general de la empresa señalada Alex
Armando Lora La Rosa y no se encontrarían firmadas las valorizaciones por el inspector o super-
visor de la obra, como lo exigiría el artículo 197 del D.S. N° 184-2009-EF Reglamento de la Ley
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
de Contrataciones del Estado. Agregando en el escrito de denuncia que las valorizaciones efectua-
das no estarían refrendadas con firma y posfirma por el ingeniero residente y el ingeniero inspector.
2.3.2. Indican que todos los denunciados incumplieron presuntamente con las formalidades prescri-
tas por la ley y habrían actuado concertadamente para favorecer a la empresa contratista y obtener
presuntamente beneficios a su favor y con perjuicio de la entidad.
2.4. Liquidación de conformidad de la obra y devolución del fondo de garantía
2.4.1. El inspector de obra, Ing. Julio César Olazabal Padilla, mediante Informe Nº 0108-2010/JOP-
SGEOP-GOP/MDA del 15 de octubre de 2010, informa que la empresa señalada ha presentado la
liquidación final de la obra materia de contrato, informando que estaría conforme, por lo que le co-
rrespondería la devolución de S/. 23,694.14 producto de la retención del 10 % del monto contrata-
do, en atención a la Ley N° 28015.
2.4.2. Asimismo, señalan en la denuncia que con el Comprobante de Pago N° 6929 del 18 de octubre
2010, se habría realizado un libramiento indebido e ilegal de la devolución del fondo de garantía a
favor de la empresa contratista indicada. Adicionando que no existiría la solicitud de la empresa ad-
juntando copia de la resolución de alcaldía que apruebe la liquidación técnica financiera, requisito
para la liberación del fondo de garantía.
2.4.3. Señalan que al haberse devuelto el fondo de garantía con una carta simple del inspector, con-
cluyen presuntamente que la administración municipal habría estado coludido y concertado para
librar el fondo de garantía mencionado, por lo que existiría un agravio económico en contra de la
comuna por el monto de S/. 23,694.14. Los denunciados no habrían cumplido con lo dispuesto en
los artículos 211 y 212 del D.S. N° 184-2008-EF reglamento de la Ley de Contrataciones.
2.4.4. Agregan a su escrito de denuncia que vía web del Sistema Integrado de Administración Fi-
nanciera (SIAF) - MEF, habrían obtenido datos de los años 2007, 2008, 2009 y 2010 relacionado a
la obra materia de contrato y habrían encontrado que las valorizaciones presuntamente se hicieran
fuera de los plazos técnicos y habrían encontrado comprobantes de pago indebido.
2.4.5. También, señalan que para retirar el fondo de garantía, la empresa en mención, debería requerir
el desembolso adjuntando copia simple de la resolución de alcaldía consentida, siendo el último acto
administrativo de la ejecución de la obra, hecho que no se habría presentado. Asimismo, imputan al
Jefe de la Oficina de Tesorería - Mario Osores Suito presuntamente responsabilidad administrativa
y penal, quien no habría solicitado la resolución de alcaldía debidamente consentida para proceder
a la devolución del fondo de garantía. Del mismo modo, imputan al denunciado Mario Ticona Hua-
can - jefe de la Oficina de Contabilidad, presuntamente no haber verificado la existencia de la do-
cumentación adecuada y, sin embargo, habría dispuesto mediante memorando la devolución de la
retención del fondo de garantía del 10 % indicado, con lo que habría incurrido en responsabilidad
administrativa y penal. Por otro lado, también se incoa denuncia contra el extitular de la comuna,
siendo parte de la concertación ilegal, haber designado personal de confianza a todos los denunciados
III. DILIGENCIAS ACTUADAS A NIVEL PRELIMINAR
Realizadas las diligencias preliminares para determinar si han tenido lugar los hechos materia de
incriminación e individualizar a las personas involucradas en su comisión –conforme ya se precisó
en el punto precedente– mediante Disposición N° 01-2012, del 12 de julio del 2012[21], se dispone
abrir investigación preliminar en sede fiscal[22], contra Juan Enrique Dupuy García, Luís Umezawa
Yokoyama, Ruth Acosta Zevallos, Mario Ticona Huacán, Mario Osores Suito, Angélica Juárez
Mera, Eduardo Martín Lecaros Chávez, Julio César Olazabal Padilla y Moisés Molina Gavilano por
la comisión de los delitos de malversación de fondos, colusión ilegal y peculado. Asimismo, con-
466
Decisiones fiscales
tra Renzo Rafael Cabrera Matos (gerente general de la Empresa RMC CONSTRUCTORA SAC)
como cómplice primario.
Mediante declaración testimonial de fecha 03 de agosto del 2012[23], el denunciante Julio Martín
Magino Suyón, se ratificó en todos los extremos de su denuncia interpuesta. Con fecha 27 de agosto
del 2012 obra el Oficio N° 01141-2012-CG/SGE[24] de la Contraloría General de la República me-
diante el cual informa que el Órgano Superior de Control y el Órgano de Control Institucional de la
Municipalidad de Ate durante el periodo 2010-2012 no han realizado labores de control en el que se
comprenda el proceso de selección. Adjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA,
de fecha 17 de mayo de 2010, respecto a la obra de “Mejoramiento de pistas y veredas en el Jr. Basi-
lio Rocabado y Pasaje José Ugarteche de la Urbanización Grumete Medina, distrito de Ate - Lima”.
Mediante Oficio N° 1346-2012/SG[25] el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado emi-
te informe en el que detalla los procesos de selección en los que la empresa RMC Constructora SAC
haya ejecutado (adjudicado y/o contratado), que según relación adjunta, son un total de 36 procesos.
Con fecha 27 de septiembre del 2012 el ente edil en la persona de su procurador Público Municipal,
Dr. Julio Martín Magino Suyón presenta documental –considerada a su criterio como “prueba privi-
legiada”– el Informe Técnico N° 035-MDA/2012[26] emitido por el Ing. civil Rolando Andrés Luque
Contreras, mediante el cual haciendo un recuento de los hechos materia de imputación, procede a
efectuar una calificación jurídica (tipificación), ratificando los ilícitos incriminados y denunciados,
adicionando el de usurpación de funciones y asociación ilícita para delinquir.
Con fecha 9 de octubre de 2012 se recibe la declaración indagatoria de la investigada Ruth Mery
Acosta Zevallos[27] quien niega los cargos imputados, aduciendo no haber participado en el proceso
de selección (Adjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA) y que si se procedió
con la liberación de la retención del fondo de garantía fue por cuanto la Subgerencia de Obras Pú-
blicas mediante Informe N° 645-2010-MDM-GOB-SGEOP, precisó que la obra se encontraba con-
forme y consentida, ello en merito al Memorando N° 620-2010-MDA/OGA-OC.
Con fecha 10 de septiembre del 2012 obra la declaración indagatoria del investigado Luis Heichi
Umezawa Yokoyama[28], en la cual niega enfáticamente la imputación efectuada, señalando además
que el área encargada de la liquidación de las obras, entre las que destaca el proceso de selección
(Adjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA) fue la Subgerencia de Obras Pú-
blicas, al igual que la liberación de la retención del fondo de garantía depende de la autorización de
dicha misma dependencia.
IV. CONDUCTA ATRIBUIDA Y TIPIFICACIÓN
Conforme ya se expuso en su oportunidad, mediante Disposición N° 01 este despacho fiscal, proce-
dió a abrir investigación preliminar contra Juan Enrique Dupuy García, Luís Umezawa Yokoyama,
Ruth Acosta Zevallos, Mario Ticona Huacán, Mario Osores Suito, Angélica Juárez Mera, Eduardo
Martín Lecaros Chávez, Julio César Olazabal Padilla y Moisés Molina Gavilán; asimismo, contra
el gerente general de la empresa RMC Constructora SAC Renzo Rafael Cabrera Matos como cóm-
plice primario. Que previa calificación y juicio de tipicidad, se descartaron algunos ilícitos de la
amalgama de delitos incoados por el denunciante, atribución de la cual está facultado este Minis-
terio Público cual titular de la acción penal y garante de la legalidad que constitucionalmente se le
467
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
ha conferido. Ergo, los delitos materia de investigación únicamente son: malversación de fondos,
peculado y colusión ilegal.
Delimitado el espectro analítico que se hará de los comportamientos denunciados con los delitos
materia de investigación, toca hacer un recuento sucinto de los elementos constitutivos del delito
de malversación de fondos, el cual a la sazón de los alcances del artículo 389 del cuerpo punitivo
vigente al momento que se suscitaron los hechos (modificado por Ley N° 27151 del 07 de julio de
1999), sanciona que:
“El funcionario o servidor público que da al dinero o bienes que administra una aplicación defi-
nitiva diferente de aquella a los que están destinados, afectando el servicio o la función encomen-
dada, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años.
Si el dinero o bienes que administra corresponden a programas de apoyo social, de desarrollo o
asistenciales y son destinados a una aplicación definitiva diferente, afectando el servicio o la fun-
ción encomendada, la pena privativa de libertad será no menor de tres años ni mayor de ocho años”.
Queda claro que el objeto específico de tutela penal, es “(...) preservar la correcta y funcional apli-
cación de los fondos públicos; es decir, la racional organización en la ejecución del gasto y en la
utilización y/o empleo del dinero y bienes públicos. En suma, se trata de afirmar el principio de le-
galidad presupuestal, esto es, la disciplina y racionalidad funcional en el servicio”. Consecuente-
mente, el sujeto agente en este tipo penal puede ser tan solo el funcionario o servidor público que
administra el dinero o bienes que le han sido confiados en razón del cargo que desempeña al inte-
rior de la Administración Pública (relación funcional), dándole a estos, “sin sacarlos de la Adminis-
tración”, “(...) un destino diferente al previamente establecido; lesionando o poniendo en peligro el
servicio o la función pública encomendada (...)”; cabe destacar que dicha afectación constituye una
condición objetiva de punibilidad, siendo que para que esta sea merecedora de sanción penal, es ne-
cesario advertir una lesividad real que comprometa seriamente la funcionalidad de los servicios y la
función pública encomendada; ya que si esta afectación o lesión no ocurre, el delito no se configura.
El delito submateria es de carácter eminentemente doloso, vale decir, que el sujeto infringiendo sus
deberes, actúa con conocimiento del fin o destino indebido y definitivo que está dando a los bienes
y dinero; la ley penal nacional no castiga las formas culposas de malversación; y “se consuma ins-
tantáneamente al producirse o verificarse la aplicación o empleo definitivo de los bienes en destinos
distintos a los previstos...Naturalmente, que es presupuesto del delito que los bienes o dinero hayan
tenido un destino establecido previamente, pues de no ser así el acto de disposición oficial distinto
que realiza el sujeto público será atípico de malversación de fondos”.
El ilícito en mención se configura “cuando el agente, siempre funcionario o servidor público, de
modo definitivo, otorga o da al dinero o bienes del Estado que funcionalmente administra un desti-
no diferente al previamente establecido, lesionando o poniendo en peligro el servicio o la función
pública encomendada”. De la estructura de este delito aparecen diversos elementos objetivos, por lo
que, el supuesto fáctico a que se refiere la denuncia debe contener tales elementos a efecto de ade-
cuarse en el tipo penal, caso contrario no se configurará.
Uno de los elementos objetivos del tipo está referido al dinero o bienes del Estado. En cuanto a los
bienes, estos están referidos a aquellos que tienen valor económico, aun cuando sea ínfimo. Este
dinero o bien del Estado debe estar confiado al agente, o tenerlo este bajo su posesión mediata o
inmediata, en razón del cargo que desempeña al interior de la Administración Pública, a lo que se
denomina la relación funcional.
Por otro lado, el artículo 387 del Código Penal, en sus cuatros párrafos, comprende el tipo penal de
peculado en sus distintas modalidades (doloso simple, culposo, agravado), el cual fue modificado
por el artículo único de la Ley N° 26198, publicada el 13 de junio de 1993, cuyo texto es el siguiente:
468
Decisiones fiscales
“El funcionario o servidor público que se apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí o para otro,
caudales o efectos cuya percepción, administración o custodia le estén confiados por razón de su
cargo, será reprimido con pena privativa de la libertad no menor de dos ni mayor de ocho años.
Constituye circunstancia agravante si los caudales o efectos estuvieran destinados a fines asisten-
ciales o a programas de apoyo social. En estos casos, la pena privativa de la libertad será no me-
nor de cuatro ni mayor de diez años.
Si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe por otra persona la sustracción de caudales o
efectos será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación de
servicios comunitarios de veinte a cuarenta jornadas. Constituye circunstancia agravante si los
caudales o efectos estuvieran destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo social. En
estos casos, la pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de cinco años”.
Así, pues, a la luz del plano doctrinario, Luís Miguel Reyna Alfaro, considera que en su forma básica
el delito de peculado doloso simple, se puede expresar a través de dos diversas acciones: Apropia-
ción y utilización (de cualquier forma); configurándose el mismo cuando el funcionario o servidor
público se apropia o utiliza en su beneficio personal o de terceros, de caudales o efectos públicos
que le hayan sido confiados, en razón del cargo que desempeña dentro de la Administración. Aho-
ra bien, no basta con verificar los comportamientos típicos apropiar o utilizar, sino que, los mismos
que deben contener ciertos elementos para su configuración; estos son, en tal virtud, los elementos
materiales del tipo penal:
a) Existencia de una relación funcional entre el sujeto activo y los caudales y efectos. Se entiende
por relación funcional el poder de vigilancia y control sobre la cosa como mero componente típico,
esto es, competencia del cargo, confianza en el funcionario en virtud del cargo, el poder de vigilar
y cuidar los caudales o efectos.
b) La percepción, no es más que la acción de captar o recepcionar caudales o efectos de proceden-
cia diversa pero siempre lícita. La administración, que implica las funciones activas de manejo y
conducción. La custodia, que importa la típica posesión que implica la protección, conservación y
vigilancia debida por el funcionario o servidor de los caudales y efectos públicos.
c) Apropiación o utilización. En el primer caso estriba en hacer suyos caudales o efectos que perte-
necen al Estado, apartándolo de la esfera de la función de la Administración Pública y colocándose
en situación de disponer de los mismos. En el segundo caso: utilizar, se refiere al aprovecharse de
las bondades que permite el bien (caudal o efecto), sin tener el propósito final de apoderarse para
sí o para un tercero.
d) El destinatario: para sí. El sujeto activo puede actuar por cuenta propia, apropiándose él mismo
de los caudales o efectos, pero también puede cometer el delito para favorecer a terceros. Para otro,
se refiere al acto de traslado del bien, de un dominio parcial y de tránsito al dominio final del tercero.
e) Caudales y efectos. Los primeros, son bienes en general de contenido económico, incluido el di-
nero. Los efectos, son todos aquellos objetos, cosas o bienes que representan un valor patrimonial
público, incluyendo los títulos valores negociables.
El primer párrafo describe dos conductas típicas, por tanto, habrá peculado por apropiación, cuan-
do el agente se apodera o apropia de caudales o efectos que le fueron confiados para su percepción,
administración o custodia; en ese caso el sujeto activo no aplica los bienes a la función para la que
han sido destinados, sino que dispone de ellos como si formaran parte de su propio y exclusivo pa-
trimonio. Habrá peculado por utilización cuando el agente usa, emplea, aprovecha, disfruta o se be-
neficia de los caudales o efectos públicos, sin el propósito de apoderarse de ellos. En el agente no
hay ánimo de o propósito de quedarse o adueñarse, sino simplemente de servirse del bien público
en su propio beneficio o de terceros. Esta es la diferencia entre el peculado por apropiación y por
469
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
utilización, pues mientras en el primero, el agente obra con animus rem sibi habendi, es decir, con
la intención de incorporarlos a su patrimonio; mientras, que en el segundo, el agente tan solo obra
con el ánimo de aprovechar o disfrutar del bien. La jurisprudencia nacional clarifica lo antes seña-
lado “la modalidad de peculado por distracción o utilización implica una separación del bien de la
esfera pública y una aplicación privada temporal del mismo sin consumirlo para regresarlo luego a
la esfera pública, lo que no es posible tratándose de dinero”.
Respecto al bien jurídico que se protege en este tipo penal, conforme señala el mismo autor, existen
cuatro diversas posiciones en torno al mismo: el patrimonio público (a), la lealtad en el ejercicio de
la función pública y en la gestión de los recursos públicos (b), el patrimonio público en concurrencia
con el ejercicio regular de la función pública (c) y el correcto funcionamiento de la Administración
Pública y el principio de imparcialidad.
A las cuatro posturas anteriormente expuestas, habría que incorporar una quinta posición de orden
jurisprudencial: aquella adoptada por la Corte Suprema de Justicia de la República mediante Acuer-
do Plenario N° 4-2005/CJ-116 (e) la cual observa que la protección penal que se proporciona a tra-
vés del artículo 387 del Código Penal se encuentra dirigida a dos objetos específicos: a) garantizar
la no festinidad de los intereses patrimoniales de la Administración Pública; y b) evitar el abuso de
poder del que se halla facultado el funcionario o servidor público que quebranta los deberes funcio-
nales de lealtad y probidad.
Por su parte, Fidel Rojas Vargas, señala que el objeto genérico de la tutela penal es proteger el nor-
mal desarrollo de las actividades de la Administración Pública, agregando también que por tratarse
el peculado, de un delito pluriofensivo, el bien jurídico se desdobla en dos objetos específicos me-
recedores de protección jurídico-penal: a) Garantizar el principio de no festividad de los intereses
patrimoniales de la Administración Pública, y b) Evitar el abuso del poder del funcionario o servidor
público, que quebranta los deberes funcionales de lealtad y probidad, asegurando el principio cons-
titucional de fidelidad a los intereses públicos al que están obligados los funcionarios y servidores,
coincidiendo en este sentido con la jurisprudencia señalada previamente.
Manuel A. Abanto Vásquez, precisa que en este tipo penal, adicional al ya conocido bien jurídico
“correcto funcionamiento de la Administración Pública en un Estado social y democrático de de-
recho, también se encuentra el patrimonio”: el patrimonio de la Administración Pública, la fe y la
confianza pública depositada en el funcionario encargado de percibir, administrar o custodiar bienes
de la Administración Pública, la seguridad con que la Administración Pública, la seguridad con la
Administración Pública quiere preservar los bienes públicos, lo cual es equivalente al cumplimien-
to de deberes del funcionario para con el Estado.
Finalmente, Ramiro Salinas Siccha, señala que respecto al bien jurídico en este tipo penal, se identi-
fica tres posiciones bien definidas: la primera que considera que se protege el patrimonio del Estado,
la segunda sostiene que se protege el regular ejercicio de las funciones del funcionario o servidor
público y la última, que sostiene que el delito de peculado es pluriofensivo, citando la ejecutoria
suprema del 23 de enero de 2003, en el que se afirma que “en el delito de peculado el bien jurídico
es el normal desarrollo de las actividades de la Administración Pública, garantizando el principio
de no lesividad de los intereses patrimoniales de dicha administración y evitando el abuso de poder
de poder del que se halla facultado el funcionario o servidor público que quebranta los deberes de
lealtad y probidad. (Exp. N° 3630-2001-Ucayali).
Ahora bien, ya llegado a este punto, corresponde presentar un desarrollo a la luz de la doctrina y la
jurisprudencia de otro delito perteneciente a la misma familia delictiva: Colusión, preceptuado en
el artículo 384 del Código Penal, el mismo que sanciona:
“El funcionario o servidor público que, en los contratos, suministros, licitaciones, concurso de pre-
cios, subastas o cualquier otra operación semejante en la que intervenga por razón de su cargo o
comisión especial defrauda al Estado o entidad u organismo del Estado, según ley, concertándose
470
Decisiones fiscales
con los interesados en los convenios, ajustes, liquidaciones o suministros será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de quince años”.
Así entonces, la acción típica se delimita por el verbo “defraudar” al Estado, a través de una acti-
vidad colusoria con los interesados, donde deviene indispensable la concurrencia de las dos partes
intervinientes. Es un delito de resultado, condicionado a la concertación. La intervención penal es
subsidiaria y complementaria a los procesos administrativos de control. Por lo que, también se afir-
ma: “Los principios de legalidad, eficiencia y economía tienen un plausible contenido constitucional-
administrativo, pero no pueden ser promovidos por el Derecho Penal, sin que ello deje de importar
la violación al principio de intervención mínima”.
El bien jurídico protegido, es múltiple: “a) Preservar el patrimonio público”; “b) Garantizar la in-
tangibilidad de los roles especiales”, y “c) Asegurar los deberes de lealtad institucional y probidad
funcional”. En resumen, el bien jurídico genérico “es el normal y recto funcionamiento de la Ad-
ministración Pública que resulta manifestación material del Estado”, el bien jurídico protegido es-
pecífico “es la regularidad, el prestigio y los intereses patrimoniales de la Administración Pública”.
El término “interesados” es “una locución que engloba a todos quienes contratan (…) con el Esta-
do, sean estos contratistas extraneus absolutos (extraños a la administración pública) o relativos”.
Aquellos pueden adquirir la calidad de cómplices primarios, con mayor razón si el tipo penal está
redactado de modo que requiere de estos concurrentes necesarios para perfeccionar la conducta tí-
pica. En el caso que el particular que contrata con el Estado, se admite “la teoría de la unidad del
título de imputación, castigándolo como partícipe extraneus”.
V. FUNDAMENTOS DE HECHO Y DE DERECHO QUE SUSTENTAN EL ARCHIVO
Sobre el delito de malversación de fondos
5.1. Es conveniente recalcar que la atribución fundamental del Ministerio Público en el presente
caso consiste en analizar, ante una imputación como la propuesta por el procurador municipal de-
nunciante, si esta satisface las exigencias mínimas de orden fáctico, jurídico y probatorio que el ar-
tículo 336.1 del vigente Código Procesal Penal, consagra como presupuestos del ejercicio público
de la acción penal vía formalización de investigación preparatoria.
5.2. Deviene en pertinente también, puntualizar ciertos criterios en relación al ámbito de interven-
ción delictiva en el ilícito denunciado. A saber, criterio uniforme resulta ser la categorización del
delito de malversación de fondos como un delito especial propio –o conocido también como delito
de infracción de deber–, por lo que, es importante asumir como un parámetro rector la cualidad par-
ticular del sujeto activo, es decir que, este debe ser un funcionario o servidor público. Sin embargo,
no basta con que el sujeto tenga la cualidad de funcionario, sino que aquel además debe mantener
una relación funcionarial con el dinero o bienes, en calidad de Administración[29] (así lo exige el tipo
penal analizado). En consecuencia, solo se puede imputar como autor (a) del delito de malversación
de fondos a la persona que tenga el deber de administrarlos. Así, en el presente caso, este deber co-
rrespondía al gerente municipal de la Municipalidad de Ate[30], Luis Umezawa Yokoyama, quien, al
final de cuentas, es el único que podrá responder (de ser el caso) como autor del delito denunciado.
[29] En palabras de ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A. “Se trata de un funcionario público con la función de administrar bienes y de
darles una aplicación pública determinada”. Ver en: Los delitos contra la Administración Pública en el Código Penal peruano.
Palestra Editores, Lima, 2003, p. 381.
[30] De conformidad al Manual de Organización y Funciones - MOF, así como del Reglamento de Organización y Funciones - ROF,
de la Municipalidad Distrital de Ate, aprobados mediante Ordenanza N° 178-MDA (ROF) y Ordenanza N° 198-MDA (CAP)
insertos en copias de folios 230 a 302; en cuya virtud, se atribuye como función específica, al gerente municipal (cargo ostentado
en su momento por el denunciado Umezawa Yokoyama), entre otras: d) Planificar, organizar, dirigir y controlar las funciones de la
administración y los servicios municipales, siendo responsable del cumplimiento de sus objetivos y metas.
471
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
5.3. Siendo ello así, la imputación contra Juan Enrique Dupuy García, Ruth Acosta Zevallos, Mario
Ticona Huacán, Mario Osores Suito, Angélica Juárez Mera, Eduardo Martín Lecaros Chávez, Julio
Cesar Olazabal Padilla y Moisés Molina Gavilano, así como a Renzo Rafael Castañeda Matos[31], en
condición de exalcalde de la Municipalidad Distrital de Ate, jefe de la Oficina General de Adminis-
tración, jefe de la Oficina de Contabilidad, jefe de la oficina de Tesorería, jefe de la Oficina de Lo-
gística, subgerente de Ejecuciones de Obras Públicas, Inspector de Obra, jefe de la Oficina de Presu-
puestos y gerente general de la Empresa RMC Constructora SAC, respectivamente –limitadamente–,
deberá efectuarse a título de participación, cuya naturaleza accesoria comunica la dependencia que
su conducta tiene respecto de la conducta del presunto autor. En este sentido, de corroborar –luego
del análisis a efectuar– que la conducta desplegada por el denunciado Umezawa Yokoyama es típi-
ca, recién se procederá a analizar la conducta del o los partícipes, ello, en aplicación del principio
de accesoriedad. Caso contrario, de verificar la atipicidad de la conducta de la primera, carecerá de
relevancia emitir pronunciamiento por los segundos[32].
5.4. Y bien, teniendo en cuenta los aspectos señalados en los considerandos precedentes, queda claro
que el enfoque de este despacho fiscal se materializará en los aspectos medulares de la proposición
fáctica y su encuadramiento o no en el tipo penal denunciado. De esta forma, como punto de partida,
es oportuno establecer que este delito, según señala la doctrina[33], se sintetiza en cuatro conductas
específicas: a) dar aplicación oficial diferente a aquella destinada; b) comprometer sumas superio-
res a las fijadas; c) invertir en forma no prevista; y d) utilizar los fondos en forma no prevista. Sin
embargo, la conducta para que sea categorizada como delito, no se agota en el cumplimiento taxa-
tivo de las modalidades descritas, sino que, además, implica la existencia de elementos que doten
de sustantividad a dicho injusto, como la afectación al servicio público, la misma que debe im-
portar una significativa afectación a la actuación ordinaria de la administración. Así también, debe
existir una relación normativa entre la conducta constitutiva de tipicidad penal con la perturbación
del servicio público, en el entendido de que dicho estado de afectación no sea consecuencia de otro
factor causal o concomitante, lo que implicaría la falta de necesidad y merecimiento de pena de la
conducta típica en cuestión[34].
5.5. Dicho lo anterior, es de ver que, el delito de malversación de fondos constituye un abuso de la
función pública, con el cual además de lesionar los intereses del fisco (ataque directo al patrimo-
nio del Estado), se lesiona también los de la administración en sentido amplio (atentado contra la
regularidad con que los caudales públicos deben administrarse)[35], aun cuando en el presente caso,
en el escrito de denuncia se exponen diversas actuaciones y omisiones en torno al Proceso de Ad-
judicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA (Contrato N° 355-2010-O/MDA so-
bre la obra Mejoramiento de pistas y veredas en el Jr. Basilio Rocabado y Pasaje José Ugarteche de
la Urbanización Grumete Medina, distrito de Ate - Lima), sin embargo, en ningún extremo se pre-
cisa el nexo causal que permita engarzar las imputaciones formuladas con el delito (malversación
472
Decisiones fiscales
de fondos); sin embargo, ello no es óbice para que este despacho fiscal no efectúe un análisis de la
incriminación efectuada.
5.6. En efecto, en tanto la presente investigación tiene como núcleo central de imputación, el Pro-
ceso de Adjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA, se ha procedido a cotejar,
compulsar y analizar la documentación referida al mismo, de lo cual se concluye en forma feha-
ciente –en primer lugar–, que la obra se encontró presupuestada y aprobada. Así, por ejemplo: el
expediente de contratación estuvo debidamente aprobado por el jefe de la Oficina de Contabilidad
según Memorando N° 219-2010-MDA/OGA-OC de fecha 14 de abril de 2010, el mismo que inclu-
ye el expediente técnico[36] debidamente aprobado por Resolución de Gerencia de Obras Públicas
N° 0022 de fecha 12 de abril de 2010, la declaración de viabilidad de proyecto de inversión pública
Mejoramiento de pistas y veredas en el Jr. Basilio Rocabado y Pasaje José Ugarteche de la Urba-
nización Grumete Medina, distrito de Ate - Lima, debidamente declarado viable mediante Código
SNIP 148742 y el Formato SNIP 15 expedido por la Unidad Formuladora de fecha 12 de abril del
2010; asimismo, en mérito al documento de bases integradas de la ejecución de la obra (obrante a
folios 401 a 498) establece en forma meridiana la disponibilidad presupuestal para dar inicio a la
ejecución de la obra, esto es revela un valor referencial de S/. 236,941.38 y cuya fuente de finan-
ciamiento es: Fuente 5, Recursos Determinados, Rubro 07, Fondo de Compensación Municipal, se
rigió por el sistema a Precios Unitarios.
5.7. En adición a lo antes expuesto, una vez ejecutada la obra y al verificarse que la misma estuvo
conforme y consentida, se procede a emitir el Informe N° 645-2010-MDA/GOP-SGEOP (obrante a
folios 39)[37], lo cual en concordancia con el Memorando N° 620-2010-MDA/OGA-OC fue la razón
por la cual la Oficina de Contabilidad procede a aprobar la devolución del importe correspondiente
depositado como garantía de fiel cumplimiento.
5.8. Siendo así, queda claro que no existen los presupuestos objetivos para considerar que se dio
una aplicación definitiva diferente a los recursos públicos de la Municipalidad Distrital de Ate por
parte del exgerente de dicha comuna: Luis Umezawa Yokoyama –y que por ende– vincule a alguno
de los exfuncionarios públicos también denunciados. Consecuencia necesaria, sería también que la
misma situación sería aplicable al investigado en grado de complicidad primaria Renzo Rafael Ca-
brera Matos en su calidad de Gerente General de la Empresa RMC Constructora SAC.
Sobre el delito de peculado
5.9. Conforme ya se expuso (Vide. 5.5.) el denunciante al momento de circunscribir su ámbito de
imputación (exposición fáctica) no aporta o precisa el sustento medular que vincule con el delito de
peculado. En buena cuenta, escrito de denuncia no señala en forma expresa la ley que aplican con el
razonamiento jurídico a la que esta les ha llevado, así como los fundamentos fácticos que sustentan
su imputación, respetando los principios de jerarquía de normas y de congruencia.
5.10. Así, por ejemplo, es de verse que el procurador recurrente interpuso la presente denuncia,
realizando una incriminación contra los denunciados (funcionarios o servidores públicos), empero
los hechos que imputados resultan genéricos y vagos respecto a la circunstancias cómo se habrían
suscitado los mismos. Lo propio se repite en su declaración testimonial (folios 118 a 121) pese a
habérsele requerido –conforme fluye del punto 1.1. de la parte dispositiva de la apertura de inves-
tigación preliminar– que comparezca ante este despacho a efecto de aclarar y/o precisar los hechos
denunciados, con lo cual queda claro la abierta oposición a lo preceptuado en el artículo 328.1 del
CPP (2004). Entiéndase que así toda denuncia de parte que se promueve, se espera contenga una
exposición de hechos (imputación) de acuerdo a criterios de racionalidad y razonabilidad, es decir,
[36] Que obra a folios 513 de la carpeta fiscal y que fuera presentado por la Municipalidad Distrital de Ate a requerimiento de este
despacho fiscal en el marco de la investigación desplegada.
[37] Documento que precisamente la procuraduría municipal anexa en calidad de medio probatorio que acompaña la denuncia incoada.
473
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
respetando las reglas de la lógica formal y ajustándose a lo previsto por el Derecho y las conduc-
tas sociales aceptadas. Lo contrario –como ocurre en el presente caso–, no solo rebasa y vulnera el
principio lógico de congruencia[38], sino que además conlleva a una imputación difusa y poco co-
rrecta, dejando la sensación que la denuncia promovida obedece a fines protervos y vindicativos.
5.11. En tal sentido, en materia jurídico penal, lo que determina el contenido de una imputación
no es la sola invocación de uno o varios delitos, sino por el contrario, la descripción detallada
y veraz de la conducta delictiva incurrida, hecho que por lo demás –en el presente caso– no
se presenta. Sin embargo, lo más saltante son los elementos de convicción, por lo menos a nivel
indiciario, que sugieran que efectivamente la conducta denunciada es de carácter delictivo y, por lo
tanto, ameritaría continuar con la investigación preparatoria ejerciéndose la respectiva acción pe-
nal, situación una vez más ausente.
5.12. Por el contrario, de los actos de investigación realizados en la investigación preliminar, queda
sí acreditada la inexistencia de apropiación de alguna forma para sí o para un tercero de los cauda-
les o efectos cuya percepción, administración o custodia le hayan sido confiados a los imputados
en mención por razón de su cargo. A mayor abundamiento, fluye del expediente técnico Mejora-
miento de pistas y veredas en el Jr. Basilio Rocabado y Pasaje José Ugarteche de la Urbanización
Grumete Medina, distrito de Ate - Lima obrante de folios 513 a 626, que la obra fue declara viable
mediante Código SNIP del PIP: 148742 y el Formato SNIP 15 expedido por la Unidad Formuladora
de fecha 12 de abril de 2010; asimismo en mérito al documento de bases integradas de la ejecución
de la obra (inserto a folios 401 a 498) establece en forma meridiana la disponibilidad presupuestal
para dar inicio a la ejecución de la obra, por un valor referencial de S/. 236,941.38 y cuya fuente de
financiamiento es: fuente 5, recursos determinados, rubro 07, fondo de compensación municipal y
sistema a precios unitarios.
5.13. Conforme se corrobora, el expediente técnico de la tantas veces referida obra fue aprobado
mediante Resolución de Gerencia N° 00022 su fecha 12 de abril de 2010 –que fluye en copia cer-
tificada a folios 511–, cuya buena pro fuera otorgada a la Empresa RMC Constructora SAC, cele-
brándose con fecha 17 de mayo del 2010 el Contrato N° 355-2010-O/MDA, documento en el cual
se detallan las precisiones y especificaciones contractuales, quedando claro también que la obra fue
concluida satisfactoriamente, ello en mérito al Acta de Recepción de Obra, obrante a folios 24 y 25
de la propia carpeta fiscal e incorporado por el actor como acervo probatorio de su escrito de de-
nuncia, y es precisamente en mérito a determinar que la obra estuvo conforme y consentida, es que
el área de la entidad edil (Oficina de Contabilidad) procede a aprobar la liberación de la retención
depositada como garantía de fiel cumplimiento.
5.14. Anotada así la inferencia a la que este Despacho ha llegado, implica también asegurar que la
imputación no genera vulnerabilidad capaz de demoler el principio de presunción constitucional de
inocencia. Ya la jurisprudencia anota que “para enervar la inicial presunción constitucional de ino-
cencia que ampara a todo procesado debe constatarse la objetividad de la prueba y que esta haya
sido válidamente adquirida y practicada; además, ella debe ser suficiente, ya que no basta que se
hayan utilizado medios de prueba sino que es preciso que del empleo de tales medios se llegue a un
resultado probatorio que permita sustentar racionalmente la culpabilidad y a su vez fundar razona-
blemente la acusación”[39].
[38] VILLAVICENCIO RÍOS, Alfredo. “(In)Validez y Alcances de la Resolución de la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema
de Justicia, en el caso de la Falsificación del Millón De Firmas”. En: [<www.justiciaviva.org.pe/informes/2.pdf>] del Consorcio
Justicia Viva.
[39] Sala Penal Consulta N° 217-99-Callao. Tomado de ROJAS VARGAS, Fidel. Jurisprudencia Penal Patrimonial. Biblioteca de
Jurisprudencia, Grijley, 1998-2000, p. 55.
474
Decisiones fiscales
5.15. Estando a lo antes expuesto, resulta evidente que la mera sindicación no es suficiente para sos-
tener la acusación. Así lo estatuyo la Corte Superior de Justicia del Callao, siguiendo el criterio de la
máxima instancia judicial: “Al existir contra el acusado la sola sindicación del agraviado responsa-
bilizándolo del arrebato del bien mueble, no existiendo otra prueba que corrobore tal afirmación ni
siquiera acta de incautación de lo presuntamente robado, por lo que siguiendo el criterio de la Corte
Suprema de Justicia de la República materializado en numerosas ejecutorias, no puede condenarse
con la sola sindicación de la parte agraviada”[40].
5.16. Incluso el propio Tribunal Constitucional ha convenido en el fundamento jurídico N° 22 de la
sentencia recaída en el Exp. N° 0618-2005-HC/TC: “La doctrina establece que la garantía se asienta
en ideas fundamentales, cuales son: el principio de libre valoración de la prueba en el proceso penal
que corresponde actuar a los jueces y tribunales; que la sentencia condenatoria se fundamente en
auténticos hechos de prueba, y que la actividad probatoria sea suficiente para generar en el tribunal
la evidencia de la existencia no solo del hecho punible, sino también la responsabilidad penal que
en él tuvo el acusado y así desvirtuar la presunción”[41].
5.17. Así las cosas, del examen de la documentación recopilada en la presente investigación y de
las declaraciones recepcionadas, podemos arribar a la conclusión de que no concurren los elemen-
tos objetivos y menos subjetivos exigidos por el tipo penal de peculado, subsistiendo únicamente
la sola sindicación del denunciante (procurador público municipal de la Municipalidad Distrital de
Ate), que no ha sido escoltada con elemento objetivo alguno que permita siquiera asumir que, a par-
tir de la incriminación es posible verificar presunciones fundadas, indicios razonables o elementos
suficientes –referentes y exigencias necesarias– que hagan viable la formalización de investigación
preparatoria por parte de ente persecutor del delito: el Ministerio Público.
Sobre el delito de colusión
5.18. Ahora bien, no obstante lo anteriormente precisado, cabe anotar que en el escrito de denun-
cia el actor hace alusión a diversos actos que denotarían una concertación ilegal entre los exfuncio-
narios denunciados y Renzo Rafael Cabrera Matos en su calidad de gerente general de la Empresa
RMC Constructora SAC:
“Este actuar del contratista de presentar de declaración jurada solicitando retención del 10 % del
monto de la obra, sin estar registrado en el Registro Nacional de la Micro y Pequeña Empresa
del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, hace concluir que tanto los funcionarios de-
nunciados y el gerente general de la empresa también denunciada, actuaron en contubernio para
favorecer a la empresa contratista (…) En consecuencia, se tiene que concluir que todos los fun-
cionarios denunciados de la Municipalidad de Ate y el contratista, actuaron en contubernio y con-
certaron dolosamente para beneficiar con el contrato al contratista (sic), y beneficiarse así con la
utilidad generado (sic) por la obra (…) Una simple carta del inspector de obra no es suficiente
para liberar el fondo de garantía, por el contrario la actuación dolosa de la administración muni-
cipal y de todos los funcionarios denunciados hace concluir que los denunciados han actuado en
contubernio para favorecer al contratista y favorecerse de la misma, porque de otro modo no se
explica la razón del porqué actuaron contra el texto expreso y claro de la ley, infringiendo el
artículo 211 del D.S. Nº 184-2008-EF - Reglamento de la ley de Contrataciones del Estado (…)”.
5.19. Queda claro que la figura penal bajo análisis en su estructura típica, requiere que el funcio-
nario público que interviene por razón de su cargo o comisión especial, concierte con los particu-
lares en la adquisición o contratación pública de bienes, obras o servicios, concesiones o cualquier
operación similar, con la finalidad de defraudar los intereses del Estado, o que ese acuerdo, resulte
[40] Sentencia de la Corte Superior de Justicia del Callao (Primera Sala Penal) del 22/11/99, Exp. N° S/N. Tomado de ROJAS VARGAS,
Fidel. Jurisprudencia Penal Patrimonial. Grijley, Lima, 2000, p. 269.
[41] Exp. N° 0618-2005-HC/TC, Fundamento Jurídico N° 22.
475
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
defraudatorio para los intereses del mismo. En consecuencia, en la comisión del delito de colusión,
estamos ante un comportamiento engañoso al interés público, por parte del funcionario público, que-
brantando su rol asumido y violando el principio de confianza depositado en él.
5.20. Estando al tipo penal denunciado, el mismo que exige como requisito típico para ser autor del
mismo tener la calidad de funcionario o servidor público y también como participe al extraneus. Con-
secuentemente, queda claro que todos los denunciados, al momento de la comisión de los supuestos
hechos delictivos, se encontraban integrados dentro de la función pública, en tanto que la persona de
Renzo Rafael Cabrera Matos, en tanto Gerente General de la Empresa RMC Constructora SAC cuyo
grado de participación ha sido comprendido a nivel de cómplice primario, será el sujeto extraneus.
5.21. Estando que todos los denunciados calzan perfectamente dentro de los presupuestos que exi-
ge el tipo objetivo (sujeto activo) del delito de colusión, queda claro también como consecuencia
de la exigencia típica antes precisada, que aquellos deben haber intervenido en la operación defrau-
datoria, lo que significa que a partir de sus atribuciones funcionales o competencia funcional, ha-
yan accedido a participar en los contratos, suministros, licitaciones, concurso de precios, subastas o
cualquier otra operación semejante, cuyo corolario –dentro de un comportamiento criminal–, haya
sido la concertación con los interesados en los convenios, ajustes, liquidaciones o suministros con
el consecuente latrocinio al erario estatal.
5.22. Estando a la delimitación típica ya señalada, y según los hechos materia de investigación,
advirtiéndose que las imputaciones por este delito se circunscriben en la celebración del Contrato
N° 355-2010-O/MDA de fecha 17 de mayo de 2010, se concluye que los actos colusorios se resu-
mirían en: a) Que se le ha permitido al contratista acogerse al beneficio de la retención del 10 % del
monto total de la obra como garantía, pese a no estar, según refiere el denunciante, inscrita en el Re-
gistro Nacional de la Micro y Pequeña Empresa del Ministerio de Trabajo y Promoción de Empleo,
habiendo estado obligada en consecuencia, a presentar la carta fianza de fiel cumplimiento equi-
valente al 10 % de la obra; y b) Que se le haya otorgado dicho beneficio, pese a que ello solo sería
posible cuando el plazo de ejecución de la obra sea igual o mayor a 60 días calendarios, cuando el
presente proceso Adjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA, tuvo como plazo
de ejecución 45 días calendario.
5.23. Asimismo, conforme ya se viera en el punto 5.2. en cada delito incriminado debe delimitarse
la imputación a quien únicamente sea fáctica y jurídicamente sindicar como autor del delito de Co-
lusión. Estando a lo antes expuesto, el juicio de tipicidad en el delito materia de análisis, recaería
únicamente en el exalcalde[42], los miembros del Comité Especial[43] a cargo la elaboración, organi-
zación, conducción y ejecución del Proceso de Selección de Adjudicación Directa Selectiva
N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA, la Gerencia de Obras Públicas[44] dependencia encargada de la ce-
lebración del Contrato N° 355-2010-O/MDA y la Oficina de Contabilidad[45] que es el área que de-
vuelve el 10 % de la retención por concepto de garantía de fiel cumplimiento.
5.24. Pues bien, las funciones del alcalde se encuentran delimitadas en el artículo 20 de la Ley or-
gánica de municipalidades y en el manual de organización y funciones, donde en ninguno de ambos
cuerpos normativos se precisa o se otorga facultades para participar en alguna etapa de los procesos
de contratación, suministros, licitaciones, etc., a favor del Estado; por ello, no es posible imputarle
participación alguna en la adjudicación materia de cuestionamiento. Más aun, se ha determinado,
que el comité especial encargado del Proceso deAdjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA,
fueron quienes procedieron a revisar el Expediente de contrataciones de la obra Contrataciones de
476
Decisiones fiscales
la Ejecución de la Obra “Mejoramiento de pistas y veredas en el Jr. Basilio Rocabado y Pasaje José
Ugarteche de la Urbanización Grumete Medina, distrito de Ate - Lima”.
5.25. Es más, el mencionado Comité luego de realizar todo el procedimiento de contrataciones te-
niendo en cuenta las bases integradas y luego de evaluar las propuestas técnicas y financieras, otor-
ga la buena pro a la empresa RMC Constructora SAC, estando meridianamente acreditado, que el
imputado Dupuy García no participó en el proceso de contrataciones, ni en la respectiva suscripción
del contrato (folios 14 al 20), documento que fuera firmado por Eduardo Martín Lecaros Chávez
en representación de la comuna distrital, y de otra parte Renzo Rafael Cabrera Matos, en represen-
tación de la antes aludida empresa. Por ende, el referido extitular de la comuna quedaría fuera del
espectro de imputación formulada.
5.26. Por otro lado, los miembros del comité especial a cargo del Proceso de Selección de Adjudi-
cación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA tenían asignadas funciones y competen-
cias determinadas por el artículo 31 el Reglamento de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del
Estado, es decir, conducir el proceso encargándose de su la elaboración, organización, conducción
y ejecución, desde la preparación de las bases, integración de las bases, registro de postores, aper-
tura de propuestas técnicas y económicas, hasta el consentimiento de la buena pro, conforme a las
copias del proceso de selección y adjudicación que obran de folios 228 a 704.
5.27. Queda claro, entonces, que según lo prescrito por la Ley de Contrataciones y Adquisiciones
del Estado y su Reglamento, las funciones de dicho comité especial culminarían luego de otorgada
la Buena pro, no siendo requisito para el otorgamiento de la misma, o siquiera para participar en el
citado proceso de selección, estar inscrito en el Registro Nacional de la Micro y Pequeña Empresa
del Ministerio de Trabajo y Promoción de Empleo, conforme consta en las bases integradas, con
lo que se tiene que el referido proceso de contrataciones fue llevado con normalidad y regularidad.
Consecuentemente, los integrantes del comité especial, habiéndose sujetado al rol asignado dentro
de la Administración Pública hacen imposible poderles reprochar la infracción de la especial posi-
ción de garante que es el delito de colusión (delito de dominio), en tanto y en cuanto no se denota
acto de concertación alguno con el extraneus, máxime si se tiene en cuenta la atipicidad absoluta de
sus conductas en tanto y en cuanto no intervinieron en la suscripción del contrato.
5.28. En lo que respecta a la Gerencia de Obras Públicas encargada de la suscripción del Contrato
N° 355-2010-O/MDA, tenemos que es parte de la imputación formulada, que la empresa ejecutora
de la obra presentó una declaración jurada autorizando se le retenga el 10 % del monto total de la
obra como garantía de fiel cumplimiento, cuando no se encontraba registrada como Remype, de-
biendo este despacho precisar al respecto debemos indicar que de acuerdo al documento obrante
a folios 334 se tiene la acreditación Remype de la citada contratista empresa RMC Constructora
SAC, certificado expedido el 1 de abril de 2010 figurando también que dicha empresa postulo su
inscripción en el Registro Nacional de la Micro y Pequeña Empresa el 23 de abril del 2009. Ergo,
es claro que para la fecha de postulación a la obra Mejoramiento de pistas y veredas en el Jr. Basi-
lio Rocabado y Pasaje José Ugarteche de la Urbanización Grumete Medina, distrito de Ate - Lima
la referida persona jurídica si se encontraba facultada para solicitar los beneficios de micro y pe-
queña empresa ante cualquier entidad pública. Este punto llama la atención, en tanto el documento
de acreditación ha sido proporcionado por la propia entidad edil, es decir, queda claro que la impu-
tación formulada por el despacho del procurador público municipal de Ate falta a la verdad o lo que
es peor, deviene en maliciosa.
5.29. De otro lado, con respecto a la devolución del 10 % monto total del contrato, se reitera lo ya
expuesto en el punto 5.13, esto es que la obra fue concluida satisfactoriamente, ello en mérito al
Acta de Recepción de Obra (folios 24 y 25), y es precisamente por cuanto la obra estuvo conforme
y consentida, es que el área de la entidad edil (Oficina de Contabilidad) procede a aprobar la libe-
ración de la retención depositada como garantía de fiel cumplimiento.
477
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
5.30. En cuanto al extremo referente a no haber sido tomado en cuenta que para que la empresa
contratista ganadora de la buena pro, se acoja a la retención del 10 % del monto total, el plazo de
ejecución de la obra debe ser igual o mayor a 60 días, es necesario invocar el principio de subsidia-
riedad del Derecho Penal, toda vez que este despacho no encuentra o verifica lesión alguna –cuando
menos alguna que pueda ser medida cuantitativamente– que afecte al bien jurídico protegido en el
presente delito, al haber otorgado dicho beneficio y no haber tomado en cuenta lo establecido en el
artículo 1 de la Ley N° 29034 (Ley que establece la homologación de los contratos de obra con los
contratos de bienes y servicios que celebren las Mype con el Estado para poder otorgar la retención
del 10 % del monto total del contrato como garantía de fiel cumplimiento), máxime, si dicha norma
también señala en su artículo 2: “(...) Prompyme facilita el acceso de las Mype a las contrataciones
del Estado. En las contrataciones y adquisiciones de bienes y servicios, así como en la ejecución y
consultoría de obras, las entidades del Estado prefieren a los ofertados por las Mype, siempre que
cumplan con las especificaciones técnicas requeridas”, situación que enfrentaríamos a lo sumo, como
una infracción de índole administrativo, para lo cual existen otras instancias de control distintas al
Derecho Penal que puedan confluir.
5.31. Un punto adicional y que es tenido en cuenta por este despacho fiscal, y es precisamente por
ello que empezamos analizando los delitos de peculado y malversación de fondos, los cuales una
vez descartados, tienen directa incidencia en el de colusión y es que, debido a la inexistencia de ele-
mentos de convicción que den sustento a una posible defraudación patrimonial al Estado, elemen-
to objetivo necesario para su configuración, abonan también para determinar que no se configura
el delito de colusión.
5.32. Con respecto a la participación (complicidad primaria) de la persona de Renzo Rafael Cabrera
Matos en su calidad de gerente general de la empresa RMC Constructora SAC, deviene en inexora-
ble evocar lo expuesto por el insigne Percy García Cavero: cuando varios sujetos toman parte de un
delito, no es correcto diferenciar, como hace la teoría de la participación como ataque accesorio al
bien jurídico, entre un injusto del autor y un injusto del partícipe, sino que se trata de un solo injusto
penal. En este sentido, lo primero que debe determinarse es si el injusto común ha entrado en un es-
tadio punible para poder hacer responsable a los distintos intervinientes. No obstante, no basta una
simple intervención en la etapa previa o en la ejecución del delito para responder penalmente, sino
que es necesario que normativamente se considere a los intervinientes componentes para la realiza-
ción del injusto común. Sin embargo, al no existir un hecho típico atribuible a un autor o autores,
resulta en consecuencia también atípica cualquier conducta referida a título de cómplice como se da
en el presente caso, debiéndose tener en cuenta los considerandos precedentes.
5.33. Del mismo modo, respecto al delito de asociación ilícita para delinquir, el hecho que se haya
descartado un acuerdo ilícito para favorecer a la empresa contratista, y de otro lado la inexistencia
de fundadas presunciones que permitan avizorar conductas delictivas de peculado y malversación
de fondos, tenemos que también refleja la carencia de una estructura compleja, con un proyecto que
va más allá del hecho denunciado; así también, al no haberse acreditado un perjuicio al ente edil, no
se afirma la tipicidad de los hechos denunciados como abuso de autoridad; y, finalmente, la inexis-
tencia de un dato fáctico que revele la omisión de denuncia, permite desvirtuar su configuración.
5.34. Finalmente, conforme ya se expuso en los numerales precedentes, los hechos expuestos en
el escrito de denuncian instauran imputaciones difusas (Vide. 5.5., 5.10. y 5.11.) y por otro lado se
ha comprobado a tenor de los propios medios probatorios aportados (Vide. 5.6., 5.7. y 5.28) por la
dependencia denunciante[46], que el actor conocía la falacia de sus argumentos –y en algunos casos
tergiversó los hechos–, situación que este despacho no puede pasar por alto, tanto más si queda claro
[46] Procuraduría Pública Municipal de la Municipalidad Distrital de Ate, Jefaturada en aquel entonces por el Abog. Julio Martín
Magino Suyón.
478
Decisiones fiscales
que el propio espíritu del ordenamiento procesal asumido por el subsistema anticorrupción (CPP
2004) es que no en cualquier caso el Ministerio Público debe promover la acción penal –vía forma-
lización de investigación preparatoria–, debiendo descartar aquellos que obedecen fines protervos,
como ocurre en el presente caso, donde es evidente el perjuicio causado para el propio sistema de
justicia penal; ello por cuanto, innecesariamente se destinaron esfuerzos, recursos, personal y tiem-
po –dicho en otras palabras: a partir de la denuncia incoada se echó a andar todo el engranaje esta-
tal–, para una investigación, en la cual la imputación primigenia conforme ya se precisó es difusa,
falaz y maliciosa; en desmedro de otros casos más importantes y que requieren especial atención.
Colateralmente con tal proceder se promueve la lenidad y la sobrecarga procesal, lastres que más
agobian al sistema de justicia. A mayor abundamiento, en este mismo Despacho se desarrollaron
02 (dos) investigaciones preliminares Caso N° 79 y 95-2012, ambas con similar relato fáctico y ju-
rídico a la materia de análisis, lo que importa un indicio adicional que se ha pretendido incoar una
denuncia penal motivada por un ánimo vindicativo o un afán de perjudicar políticamente a los de-
nunciados, circunstancias todas estas que no pueden ser asumidas a nivel de peccata minuta, sino
que por el contrario ameritan que el despacho fiscal correspondiente y llamado por ley se avoque a
investigar estos hechos que presumiblemente configurarían el delito de denuncia calumniosa,
ilícito previsto y penado en el artículo 402 del cuerpo sustantivo vigente.
VI. DECISIÓN FISCAL
Por estas consideraciones, el Tercer Despacho de Investigación de la Segunda Fiscalía Provincial
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima DISPONE:
1. No procede formalizar y continuar con la investigación preparatoria, contra JUAN ENRIQUE
DUPUY GARCÍA; LUIS UMEZAWA YOKOYAMA; RUTH ACOSTA ZEVALLOS; MARIO
TICONA HUACAN; MARIO OSORES SUITO; ANGÉLICA JUAREZ MERA; EDUARDO
MARTÍN LECAROS CHÁVEZ; JULIO CÉSAR OLAZABAL PADILLA y MOISÉS MOLI-
NA GAVILANO, quienes presuntamente habrían en forma concertada incurrido en los delitos de
Asociación ilícita para delinquir y contra la Administración Pública en su modalidad de malversa-
ción de fondos, colusión, peculado, abuso de autoridad y omisión de denuncia; y contra RENZO
RAFAEL CASTAÑEDA MATOS - gerente general de la empresa RMC Constructora SAC en su
calidad de cómplice primario de los antes citados ilícitos, en agravio del Estado.
2. REMÍTASE copias certificadas de los principales actuados de la presente carpeta fiscal y DE-
RÍVENSE a la Mesa Única de Partes de las Fiscalías Provinciales Penales de Lima Este; a efecto
que el despacho fiscal correspondiente actúe de acuerdo a sus prerrogativas y atribuciones, de con-
formidad a lo expuesto en la parte considerativa (5.34.) de la presente disposición; Oficiándose a la
Oficina de Coordinación de este Despacho Corporativo.
3. ARCHÍVESE los actuados en el modo y forma de ley, haciéndole saber a la denunciante, que en
caso no estuviese conforme con la presente disposición, puede solicitar dentro del plazo conferido
por ley (artículo 334.5 del CPP); asimismo se le hace saber que en caso aporte nuevos elementos de
convicción, puede solicitar se reexamine los actuados conforme lo dispone el artículo 335.2 del CPP.
4. NOTIFICAR la presente disposición a las partes procesales, así como al denunciante, con arre-
glo a ley.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Fun-
cionarios de Lima
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
CRITERIOS DE OPORTUNIDAD
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Decisiones fiscales
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
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Decisiones fiscales
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
DERÍVESE INVESTIGACIÓN
FALTA DE COMPETENCIA POR RAZÓN DE LA MATERIA
Código de Carpeta Fiscal N° 30-2011
Fiscal responsable: Constante Carlos Avalos Rodríguez
Disposición:
Dado cuenta: Con la Disposición N° 01-2011-MP-2FPPC-2DI/SR-J y las copia certificadas que se
anexan; Y CONSIDERANDO: PRIMERO: El Segundo Despacho de Investigación de la Segun-
da Fiscalía Provincial Penal Corporativa de San Román - Juliaca ha ordenado mediante Disposición
N° 01-2011-MP-2FPPC-2DI/SR-J remitir copias certificadas de los actuados a las fiscalía provin-
ciales penales corporativas de Chiclayo y Trujillo a efectos de que se investigue una serie de delitos
atribuidos a funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario que se habrían cometido en las sedes
de Chiclayo y Trujillo; SEGUNDO: Es del caso que por haber la referencia en la mencionada dis-
posición de que se tiene que investigar un delito de cohecho pasivo propio se han remitido los ac-
tuados a esta Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funciona-
rios; sin embargo, de la revisión y análisis de las fojas que conforman la carpeta fiscal se tiene que
la única referencia fáctica que se hace a una posible comisión del delito en mención se halla en fojas
17, donde afirmando su realización se cuestiona el no traslado del interno José Eusebio Santamaría
Damián hacia el establecimiento penitenciario de Juliaca de la Oficina Regional Altiplano - Puno;
siendo que las conductas que habrían tenido lugar en la Provincia de Trujillo no se adecuan a dicho
tipo legal sino más bien –de haberse efectivamente perpetrado, tal y como lo refiere la denuncia de
parte– se adecuarían a los ilícitos penales de abuso de autoridad y de falsedad genérica; TERCE-
RO: El artículo 21 del CPP 2004 prescribe: “La competencia por razón del territorio se establece
en el siguiente orden: 1. Por el lugar donde se cometió el hecho delictuoso o se realizó el último
acto en caso de tentativa, o ceso la continuidad o permanencia del delito; 2. Por el lugar donde se
produjeron los efectos del delito; 3. Por el lugar donde se descubrieron las pruebas materiales del
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Decisiones fiscales
delito; 4. Por el lugar donde fue detenido el imputado; 5. Por el lugar donde domicilia el imputado”;
siendo que de la simple lectura de la norma materia de glosa se puede advertir con facilidad que los
criterios que otorga para determinar la competencia por razón del territorio han sido establecidos
guardando una relación de prelación; por lo que el criterio plasmado en el numeral 1 del artículo en
mención ha sido fijado por el legislador de 2004 como regla y primera opción de determinación de
competencia; razón por la cual la investigación del delito de cohecho pasivo propio compete por
razón del territorio a la Fiscalía Provincial Penal de Chiclayo; habiendo indicado incluso la
Disposición N° 01-2011-MP-2FPPC-2DI/SR-J emitida por el Segundo Despacho de Investigación
de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de San Román - Juliaca la remisión de copias
certificadas de los actuados para tal finalidad, por lo que no resulta necesario que el suscrito ordene
remisión alguna; CUARTO: Las cosas como han quedado expuestas en la parte final del conside-
rando segundo de la presente disposición, no hay razones para que esta Fiscalía Provincial Penal
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios conozca de la presente carpeta
pues la investigación se habrá de referir a delitos que se hallan fuera de su ámbito de competencia
por razón de la especialidad; POR LO QUE SE DISPONE: REMITIR la presente carpeta fiscal
a la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de la Provincia de Trujillo de Turno.-
Trujillo, marzo 25 de 2011.
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
de La Libertad
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
criminis– existen tres fiscalías que poseen vocación de competencia por razón
del territorio, las de Santiago de Chuco, La Esperanza y Trujillo, pues en estos
tres lugares se estarían perpetrando los hechos materia de la denuncia de
parte; resultando necesario, por tanto, determinar cuál de estas tres fiscalías
finalmente tiene que, por mandato legal, asumir la investigación del delito.
Para ello debe repararse en que el CPP 2004 establece en su artículo 31:
‘Existe conexión de procesos en los siguientes casos: 1. Cuando se imputa
a una persona la comisión de varios delitos; 2. Cuando varias personas apa-
rezcan como autores o partícipes del mismo hecho punible; 3. Cuando va-
rias personas vinculadas por una misma voluntad criminal hayan cometido
diversos hechos punibles en tiempo y lugar diferentes; 4. Cuando el hecho
delictuoso ha sido cometido para facilitar otro delito o para asegurar la im-
punidad; 5. Cuando se trate de imputaciones recíprocas’.
La glosa realizada permite percatarnos que en el presente caso nos halla-
mos ante un supuesto de conexión procesal y que se trata del previsto en el
numeral 1 del artículo 31 del Código. Para esta afirmación debe partirse se-
ñalando que si bien la denuncia de parte hace referencia a diversos delitos
que vendrían cometiendo un total de catorce ciudadanos, en ningún mo-
mento se hace mención a que todos estos hayan venido actuando en deci-
sión conjunta, debiéndose entender entonces, a contrario sensu, que cada
una de dichas personas han actuado de manera individual (idea que se for-
talece cuando se repara en que pese a haber contado con asesoría de abo-
gado defensor en la referida denuncia, no se menciona que la misma se in-
terponga por el delito de asociación ilícita, lo que en atención a los hechos
sí expresamente precisados resultaría ineludible en caso de que se tratase
de una actuación en decisión conjunta de los denunciados).
Lo dicho hace que no resulten aplicables las causales de conexión consisten-
tes en ‘2. Cuando varias personas aparezcan como autores o partícipes del
mismo hecho punible’ o en ‘3. Cuando varias personas vinculadas por una
misma voluntad criminal hayan cometido diversos hechos punibles en tiem-
po y lugar diferentes’. Resultando, como señalamos supra, de aplicación la
causal de ‘1. Cuando se imputa a una persona la comisión de varios delitos’,
en razón a que lo que la denuncia de parte hace en sus fundamentos de he-
cho es imputar varios delitos a cada uno de los denunciados.
Establecidas así las cosas queda por señalar que el artículo 32 del CPP 2004
prescribe que: ‘En los supuestos de conexión previstos en el artículo 31,
la competencia se determinará: 1. En el numeral 1), le corresponde al juez
que conoce del delito con pena más grave. A igual gravedad, corresponde
al juez que primero recibió la comunicación prevista en el artículo 3’; por
lo que se debe concluir que, por razón del territorio, la llamada a conocer y
perseguir es la Fiscalía Provincial de Santiago de Chuco. El fundamento de
lo dicho se halla en que los hechos más graves materia de denuncia son los
referidos a la presunta comisión de delitos de hurto y de tenencia y uso ilí-
cito de explosivos que se habrían producido en la Provincia de Santiago de
Chuco, siendo de mucho menor gravedad el de receptación (recuérdese que
en la fundamentación fáctica de la denuncia se dice que los bienes extraí-
dos son transportados hacia la ciudad de Trujillo para ser almacenados en
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Decisiones fiscales
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
En este sentido, el criterio plasmado en el numeral 1 del artículo en mención ha sido fijado por el
legislador del 2004 como regla y primera opción, pudiendo recurrirse al criterio contenido en el nu-
meral 2 únicamente en los casos en que no sea posible determinar con certeza “el lugar donde se
cometió el hecho delictuoso o se realizó el último acto en caso de tentativa, o ceso la continuidad o
permanencia del delito”, siendo que si ello sí es posible no resulta necesario recurrir al criterio de
“el lugar donde se produjeron los efectos del delito”.
Lo mismo habrá de ocurrir cuando se trate de la aplicación de los numerales 3 y 4, esto es, solo se
podrá emplear el criterio fijado en el numeral 3 cuando no sea posible determinar con certeza los
lugares a que hacen referencia los numerales 1 y 2; y, por su parte, solo se podrá emplear el criterio
fijado en el numeral 4 cuando no sea posible determinar con certeza los lugares a que hacen refe-
rencia los numerales 1, 2 y 3.
En el contexto normativo fijado, en el caso materia del presente pronunciamiento se debe indicar
que –del análisis de los hechos materia de notitia criminis– existen tres fiscalías que poseen voca-
ción de competencia por razón del territorio, las de Santiago de Chuco, La Esperanza y Trujillo[47],
pues en estos tres lugares se estarían perpetrando los hechos materia de la denuncia de parte; resul-
tando necesario, por tanto, determinar cuál de estas tres fiscalías finalmente tiene que, por mandato
legal, asumir la investigación del delito.
Para ello debe repararse en que el CPP 2004 establece en su artículo 31: “Existe conexión de pro-
cesos en los siguientes casos: 1. Cuando se imputa a una persona la comisión de varios delitos; 2.
Cuando varias personas aparezcan como autores o partícipes del mismo hecho punible; 3. Cuando
varias personas vinculadas por una misma voluntad criminal hayan cometido diversos hechos puni-
bles en tiempo y lugar diferentes; 4. Cuando el hecho delictuoso ha sido cometido para facilitar otro
delito o para asegurar la impunidad; 5. Cuando se trate de imputaciones recíprocas”.
La glosa realizada permite percatarnos que en el presente caso nos hallamos ante un supuesto de
conexión procesal y que se trata del previsto en el numeral 1 del artículo 31 del Código. Para esta
afirmación debe partirse señalando que si bien la denuncia de parte hace referencia a diversos deli-
tos que vendrían cometiendo un total de catorce ciudadanos, en ningún momento se hace mención a
que todos estos hayan venido actuando en decisión conjunta, debiéndose entender entonces, a con-
trario sensu, que cada una de dichas personas han actuado de manera individual (idea que se forta-
lece cuando se repara en que pese a haber contado con asesoría de abogado defensor en la referida
denuncia no se menciona que la misma se interponga por el delito de asociación ilícita, lo que en
atención a los hechos sí expresamente precisados resultaría ineludible en caso de que se tratase de
una actuación en decisión conjunta de los denunciados).
Lo dicho hace que no resulten aplicables las causales de conexión consistentes en “2. Cuando va-
rias personas aparezcan como autores o partícipes del mismo hecho punible” o en “3. Cuando va-
rias personas vinculadas por una misma voluntad criminal hayan cometido diversos hechos punibles
en tiempo y lugar diferentes”. Resultando, como señalamos supra, de aplicación la causal de “1.
Cuando se imputa a una persona la comisión de varios delitos”, en razón a que lo que la denuncia
de parte hace en sus fundamentos de hecho es imputar varios delitos a cada uno de los denunciados.
Establecidas así las cosas, queda por señalar que el artículo 32 del CPP 2004 prescribe que: “En los
supuestos de conexión previstos en el artículo 31, la competencia se determinará: 1. En el numeral
1), le corresponde al juez que conoce del delito con pena más grave. A igual gravedad, corresponde
al juez que primero recibió la comunicación prevista en el artículo 3”; por lo que se debe concluir
que, por razón del territorio, la llamada a conocer y perseguir es la Fiscalía Provincial de Santiago
[47] Es de puntualizar que la fiscalía de esta última provincia resulta territorialmente competente para los delitos de receptación, pero
no para los delitos de hurto y de tenencia y uso ilícito de explosivos que fueron denunciados como que se habrían producido en la
Provincia de Santiago de Chuco.
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Decisiones fiscales
de Chuco. El fundamento de lo dicho se halla en que los hechos más graves materia de denuncia
son los referidos a la presunta comisión de delitos de hurto y de tenencia y uso ilícito de explosi-
vos que se habrían producido en la Provincia de Santiago de Chuco, siendo de mucho menor grave-
dad el de receptación (recuérdese que en la fundamentación fáctica de la denuncia se dice que los
bienes extraídos son transportados hacia la ciudad de Trujillo para ser almacenados en los grandes
depósitos que existen en el Parque Industrial, La Esperanza, El Porvenir, Alto Moche, la avenida
Federico Villarreal).
Finalmente, se debe señalar que si bien las normas citadas en la argumentación efectuada por el sus-
crito han sido construidas para determinar la competencia judicial, resultan aplicables analógica-
mente en el presente caso para resolver el problema de competencia fiscal planteado por la denuncia
de parte, al tratarse esta última de una situación que no ha sido expresamente regulada en nuestro
nuevo ordenamiento procesal penal.
POR LO EXPUESTO:
ESTA FISCALÍA PROVINCIAL PENAL CORPORATIVA RESULTA INCOMPETENTE PO
RAZÓN DEL TERRITORIO PARA CONOCER DE LA DENUNCIA presentada por el ciuda-
dano Juvenel Arístides Castro Gálvez por los delitos de HURTO AGRAVADO y de TENENCIA
ILÍCITA DE EXPLOSIVOS (previstos en los artículos 186 y 279 del Código Penal); del mis-
mo modo que resulta INCOMPETENTE POR RAZÓN DE CONEXIÓN respecto del delito de
RECEPTACIÓN (previsto en el artículo 194 del Código Penal); debiendo derivarse a la Fiscalía
Provincial Mixta de Santiago de Chuco.-
Trujillo, agosto 14 de 2009.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
490
Decisiones fiscales
Expresando, finalmente, que la persona de Víctor Manuel Pereda Manay ha amenazado con matar-
le y desalojarle de la propiedad donde vive y que con gente desconocida ronda la propiedad donde
vive para intimidarle y no dejarle desenvolverse libremente.
II. DE LA FALTA DE UN PRONÓSTICO POSITIVO DE ÉXITO RESPECTO DE UN SEC-
TOR DE LAS CONDUCTAS MATERIA DE IMPUTACIÓN
Los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución pe-
nal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación por un conjunto de principios jurídicos
que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima.
Es en este contexto que se debe señalar que si bien los hechos consistentes en que los denunciados,
con fecha 23 de setiembre de 2009 a horas 12 p.m. aproximadamente, con osadía y amenazas de
muerte al hijo y pareja del agraviado, intimidándolos, armados de hierros y alicates, han violenta-
do, roto y destrozando el candado de la puerta de pasadizo de ingreso a su domicilio; siendo que
en horas de la tarde cuando fue a constatar los hechos con la compañía de un efectivo policial con
palabras soeces y amenazas de muerte no le dejaron ingresar a su domicilio, en tanto hipótesis de
trabajo (esto es, sin ingresar al tema de los elementos de convicción que podrían sustentarlos) pue-
den resultar siendo jurídico-penalmente relevantes; sin embargo, de los elementos de convicción
acompañados por el propio denunciante para su acreditación se puede apreciar uno (la copia cer-
tificada de la Denuncia Policial N° 2366) que hace que necesariamente se tenga que formular un
pronóstico negativo de éxito para la persecución penal que podría iniciarse como consecuencia de
la emisión de la disposición fiscal que ordene la realización de diligencias preliminares de investi-
gación respecto de los mismos.
No obstante que la fórmula del pronóstico negativo de éxito de la persecución, como causal de im-
procedencia de la formalización y continuación de investigación preparatoria (en esta ocasión, ya
desde el mismo momento en que recién se recibe la notitia criminis por parte del denunciante), no
es tradicional en nuestro ordenamiento procesal penal resulta una consecuencia ineludible de las
exigencias que le formula a la persecución penal formal –en tanto esta implica siempre la restric-
ción de derechos fundamentales, incluso ya desde las diligencias preliminares de investigación– el
principio de proporcional en su manifestación de requisito de idoneidad.
Es que si bien no existe norma constitucional alguna que consagre de manera expresa una exigencia de
proporcionalidad en la actuación de los funcionarios jurisdiccionales penales (como parte del Estado
que son), el Tribunal Constitucional ha señalado en repetidas oportunidades la necesidad y obligato-
riedad de que el poder estatal, y en él el de naturaleza penal, deba ser ejercido con proporcionalidad.
Por solo mencionar un ejemplo, la exigencia de proporcionalidad ha sido desarrollada ampliamen-
te por el máximo intérprete de nuestra Norma Fundamental en la Sentencia recaída en el
Exp. Nº 0012-2006-PI/TC-Lima. Colegio de Abogados de Lima, en la cual señala: “El principio de
proporcionalidad se constituye en un mecanismo jurídico de trascendental importancia en el Estado
Constitucional y como tal tiene por función controlar todo acto de los poderes públicos en los que
puedan verse lesionados los derechos fundamentales, entre otros bienes constitucionales. Como tal,
el principio de proporcionalidad se encuentra contenido en el último párrafo del artículo 200 de la
Constitución, por lo que teniendo en cuenta los principios de unidad de la Constitución y de concor-
dancia práctica, según los cuales la interpretación de la Constitución debe estar orientada a conside-
rarla como un todo armónico y sistemático a partir del cual se organiza el sistema jurídico, evitándose
en todo caso las contradicciones, entonces debe entenderse que cuando los poderes públicos preten-
dan la limitación de los derechos fundamentales o la imposición de sanciones, entre otros aspectos,
deben observar el principio de proporcionalidad. 32. Debido a la propia naturaleza del principio de
proporcionalidad (es un mecanismo de control), su afectación siempre va a estar relacionada con la
afectación de un derecho fundamental o un bien constitucional (en tanto estos últimos son fines en sí
mismos). En otros términos, si se determina que una medida estatal es desproporcionada no se está
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Decisiones fiscales
por parte de la autoridad policial y más bien se dejó tan solo sentado “es el caso que desde el día
23SET09 a eso de las 12:00 del mismo día los hijos de la Sra. antes indicada Víctor y Carlos Pere-
da Manay habían roto el candado de seguridad y cambiado por otro candado, toda vez que cuando
se trató de abrir la puerta con sus llaves, dicha puerta no se abría, impidiendo de esa forma el libre
acceso a su domicilio; es más, cuando se le ha reclamado a los antes mencionados han indicado ser
los propietarios de dicho pasadizo y es por eso que lo han cerrado”, esto es solo la existencia de re-
clamos o, en todo caso, conatos posteriores.
Debiendo también mencionarse como fundamento del pronóstico negativo de éxito al que veni-
mos haciendo referencia el hecho de que la Corte Suprema de la República en su Acuerdo Plenario
N° 2-2005/CJ-116 haya dejado sentado de manera ilustrativa para determinar la fuerza de convic-
ción de las testimoniales que las malas relaciones que pudieran tener los agraviados o testigos con
las partes afectan la credibilidad subjetiva de sus declaraciones (de manera expresa se ha consigna-
do como garantías de certeza en la declaración del agraviado: “a) Ausencia de incredibilidad sub-
jetiva. Es decir, que no existan relaciones entre agraviado e imputado basadas en el odio, resenti-
mientos, enemistad u otras que puedan incidir en la parcialidad de la deposición, que por ende le
nieguen aptitud para generar certeza”); siendo que precisamente el denunciante afirma tácitamente
dichas malas relaciones en su escrito materia del presente pronunciamiento y referencia como su
origen los hechos que son objeto de la Carpeta Fiscal N° 4393-09, los mismos que incluso mencio-
na en buena parte de la fundamentación fáctica de su escrito de denuncia (manifestando, además,
que en la misma no se le ha formalizado investigación preparatoria –“y la fiscalía erróneamente lo
ha absuelto”– a Víctor Manuel Pereda Manay y solicitando que se le incluya en el proceso que se
sigue contra sus demás denunciados); ofreciendo también como la mayor parte de los recaudos de
su denuncia documentales de la carpeta referida supra.
Finalmente, también en esta línea del pronóstico negativo de éxito, se debe mencionar el hecho de
que según consta de la copia certificada de la Denuncia Policial N° 2366, que da cuenta de la cons-
tatación efectuada por el efectivo policial SOT2 Rolando Zavaleta Gastañudi a solicitud del denun-
ciante Ever Narváez García, la misma se habría realizado recién el 26 de septiembre de 2009 y no
el mismo 23, conforme se indica en el escrito de denuncia. Del mismo modo que se debe mencionar
que la denuncia ante el Ministerio Público fue presentada recién con fecha 01 de octubre de 2009.
III. DE LA FALTA DE RELEVANCIA PENAL DE LOS HECHOS QUE PUEDEN SER
MATERIA DE ACREDITACIÓN
Habíamos dicho supra que los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios respon-
sables de la persecución penal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación por un con-
junto de principios jurídicos que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera
arbitraria, abusiva o ilegítima.
Pues bien, de estos principios, otro –además del de proporcionalidad, cuyos efectos para el presente
caso ya fueron desarrollados– y uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la
persecución penal solo se pueda iniciar si los comportamientos puestos en conocimiento de la Fis-
calía son exactamente los mismos que se encuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza
de sanción criminal en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho.
Es tal la importancia de lo señalado que la Constitución Política del Estado de 1993 ha consagra-
do expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni condenado
por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera
expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”; exi-
gencia que ha sido desarrollada en términos muy similares en el artículo II del Título Preliminar del
Código Penal, que prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta por
la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se en-
cuentren establecidas en ella”; siendo, además, de reconocimiento unánime tanto en la jurisprudencia
493
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
del Tribunal Constitucional como de la Corte Suprema de la República; así como por parte de los
órganos jurisdiccionales que se ocupan de decidir en materia de derechos humanos.
Es en este marco que se tiene que señalar que lo más que se podría llegar a acreditar en grado de
certeza en la presente causa es que los denunciados han roto el candado de seguridad de la puerta
del pasadizo del inmueble del agraviado y lo han cambiado por otro candado, impidiendo de esa
forma el libre acceso a su domicilio por dicha puerta; sin embargo, así precisados los hechos estos
resultan siendo penalmente irrelevantes, por atípicos.
Lo que sucede es que las figuras penales que más podrían aproximarse a dichos hechos son las pre-
vistas en los numerales 2 y 3 del artículo 202 del Código Penal, las que describen los delitos de des-
pojo y perturbación de la posesión señalado: “Será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de uno ni mayor de tres años: (…) 2. El que, por violencia, amenaza, engaño o abuso de confianza,
despoja a otro, total o parcialmente, de la posesión o tenencia de un inmueble o del ejercicio de un
derecho real. 3. El que, con violencia o amenaza, turba la posesión de un inmueble”; sin embargo,
en los casos previstos en los numerales en mención la doctrina contemporánea más desarrollada ha
señalado que la infracción de la norma penal requiere de la existencia de violencia sobre las perso-
nas, no bastando con la simple violencia sobre las cosas para su configuración. Es en este sentido
que cuando se trata de describir la violencia en la usurpación se señala, por ejemplo, que “La vio-
lencia, conocida también como vis absoluta, vis corporalis o vis phisica, está representada por la
fuerza material que actúa sobre el cuerpo de la víctima para arrebatarle o despojarle de su inmue-
ble. Consiste en una energía física ejercida por al autor sobre la víctima. El autor o agente recurre
al despliegue de una energía física para vencer con ella, por su poder material, la voluntad opuesta
de la víctima”, SALINA SICCHA, Ramiro. Derecho Penal, Parte General. Reimpresión de la Pri-
mera edición, Idemsa, Lima, 2005, p. 871).
En lo que respecta a la imputación de que la persona de Víctor Manuel Pereda Manay ha amenazado
al denunciante con matarle y desalojarle de la propiedad donde vive y que con gente desconocida
ronda la propiedad donde vive para intimidarle y no dejarle desenvolverse libremente, se debe decir
que no existe la menor conexión de sentido entre dicho hecho con ninguno de los dos tipos penales
aludidos por la persona de Ever Narváez García en su escrito de denuncia (lesiones y violación de
domicilio); pero, además, el suscrito tampoco encuentra conexión de sentido entre estos hechos y
algún otro tipo penal, pues incluso en el delito de coacción, previsto en el artículo 151 del CP 1991
se establece “El que, mediante amenaza o violencia, obliga a otro a hacer lo que la ley no manda
o le impide hacer lo que ella no prohíbe será reprimido con pena privativa de libertad no mayor
de dos años”. Esto es, no basta con simples amenazas para su perpetración sino que se requiere que
las mismas se encuentre dirigidas a obtener o evitar un comportamiento determinado de parte del
agraviado (no exigido o permitido por el ordenamiento jurídico), cosa que no ha sido en ningún mo-
mento alegada por el denunciante en el escrito materia de la presente disposición.
IV. DE UN SECTOR DE LOS HECHOS SOBRE LOS CUALES EL SUSCRITO CARECE
DE COMPETENCIA PARA EMITIR PRONUNCIAMIENTO
La notitia criminis se encuentra referida también a hechos que según indica expresamente el denun-
ciante son materia de la Carpeta Fiscal N° 4393-09, reclamando que en la misma no se le ha forma-
lizado investigación preparatoria a Víctor Manuel Pereda Manay; solicitando que se incluya a esta
persona en el proceso que por intermedio de dicha carpeta se sigue contra los demás denunciados.
Sobre esta pretensión se debe señalar que el artículo 335 del CPP 2004 prescribe: “1. La disposición
de archivo prevista en el primer y último numeral del artículo anterior, impide que otro fiscal pue-
da promover u ordenar que el inferior jerárquico promueva una investigación preparatoria por los
mismos hechos. 2. Se exceptúa esta regla, si se aportan nuevos elementos de convicción, en cuyo
caso deberá reexaminar los actuados el fiscal que previno. En el supuesto que se demuestre que la
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Decisiones fiscales
denuncia anterior no fue debidamente investigada, el fiscal superior que previno designará a otro
Fiscal Provincial”.
Por tanto, el suscrito se encuentra impedido de pronunciarse al respecto, siendo a quien en todo
caso –de existir nuevos elementos de convicción– le corresponde decidir a la fiscal provincial penal
adjunta Ana Cristina Guerrero Gil.
POR LO EXPUESTO:
SE DISPONE IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA contra
ROSA MANAY DE PEREDA, JAVIER PEREDA PÉREZ, VÍCTOR MANUEL PEREDA MA-
NAY y CARLOS PEREDA MANAY por la comisión de los DELITOS DE LESIONES (previsto
en el artículo 122 del Código Penal), VIOLACIÓN DE DOMICILIO (previsto en el artículo 159
del Código Penal), DESPOJO (previsto en el numeral 2 del artículo 202 del Código Penal), PER-
TURBACIÓN DE LA POSESIÓN (previsto en el numeral 3 del artículo 202 del Código Penal)
y COACCIÓN (previsto en el artículo 151 del Código Penal) en agravio de Ever Narvaez García.
Notifíquese a las partes. Archivándose conforme a Ley en su oportunidad.
Trujillo, octubre 7 de 2009.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
del Distrito Judicial de La Libertad, resulta que dicha profesional hace algu-
nos meses dejó de pertenecer al sistema fiscal, por haber superado el lími-
te de edad permitido para ello; por lo que ya no existiendo fiscal cuya vo-
cación se encuentre legalmente reservada, el suscrito va a pasar en seguida
a pronunciarse respecto de los hechos que constituyen la notitia criminis”.
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Decisiones fiscales
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
trescientos sesenticinco días-multa”, pues en el caso materia de denuncia lo que ocurrió es que los
denunciados han hecho insertar un información falsa (la referida a la traslación de dominio de los
bienes inmuebles a favor de Olga Amelia Rimarachín Sánchez) en un documento público (la escri-
tura). No se trata de las figuras contenidas en el artículo 427 en razón a que este prescribe: “El que
hace, en todo o en parte, un documento falso o adultera uno verdadero que pueda dar origen a dere-
cho u obligación o servir para probar un hecho, con el propósito de utilizar el documento, será repri-
mido, si de su uso puede resultar algún perjuicio, con pena privativa de libertad no menor de dos ni
mayor de diez años y con treinta a noventa días-multa si se trata de un documento público, registro
público, título auténtico o cualquier otro trasmisible por endoso o al portador y con pena privativa
de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años, y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco
días-multa, si se trata de un documento privado”; y del caso planteado no parece que se haya hecho
un documento falso ni se haya adulterado uno verdadero, sino que, como la propia agraviada refiere
en los fundamentos de hecho de su escrito de denuncia, efectivamente esta concurrió ante la oficina
del notario público y suscribió los documentos materia de cuestionamiento, lo que habría ocurrido,
sin embargo, es que la información que se consignó en los mismos no se adecuaba a la realidad ni
a la información que se le dio para que ella los suscriba.
El que no se trate de haber hecho un documento falso o adulterado uno verdadero se corrobora si se
repara en el elemento de convicción ofrecido por la propia denunciante como recaudo de su escrito
materia del presente pronunciamiento denominado declaración jurada notarial, en el que la hoy de-
nunciante afirma: “con la persona de Olga Amelia Rimarachín Sánchez celebré acto jurídico simu-
lado de compra venta de dos bienes inmuebles por insinuación de su hermano, mi abogado Napo-
león Rimarachín Sánchez quien utilizaría estas escrituras en proceso judiciales de desalojo y otros
contra mis inquilinos (…)”, lo cual hace con certificación notarial de su firma.
Realizado el análisis de los hechos sobre la base de este elemento de convicción –que resulta de
trascendental importancia– resultaría incluso que la propia denunciante habría incurrido en respon-
sabilidad por haber conjuntamente con las personas a las que ahora denuncia brindado información
falsa a un notario para que este la inserte en una escritura pública. Y en ello, el que la denunciante
haya intervenido a indicación de una tercera persona no la libraría de responsabilidad penal.
No obstante lo dicho se debe reparar en que desde la fecha en que sucedieron los hechos objeto de
notitia criminis –que la denunciante los ubica en el 11 de octubre de 1999– hasta la fecha en que se
ha presentado ante el Ministerio Público –6 de octubre de 2009– la denuncia materia del presente
pronunciamiento han transcurrido casi 10 años (faltando solo 05 días para ello), lo que hace que la
acción penal se haya encontrado extinguida al momento en que se produjo la intervención del Mi-
nisterio Público.
Ello es así en razón que el numeral 1 del artículo 78 del Código Penal establece que la prescripción
es una causal de extinción de la acción. Precisando el artículo 80 que: “La acción penal prescribe
en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito, si es privativa de libertad”.
Prescribiendo el artículo 82: “La prescripción de la acción se interrumpe por las actuaciones del
Ministerio Público o de las autoridades judiciales, quedando sin efecto el tiempo transcurrido. Des-
pués de la interrupción comienza a correr un nuevo plazo de prescripción, a partir del día siguiente
de la última diligencia. Se interrumpe igualmente la prescripción de la acción por la comisión
de un nuevo delito doloso. Sin embargo, la acción penal prescribe, en todo caso, cuando el
tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción”. Por lo
que siendo la pena máxima del delito de estafa, según el artículo 196, de 6 años de privación
de libertad, y la misma más su mitad la cantidad de 9 años de privación de libertad; y siendo
la pena máxima del delito de falsedad ideológica, contenido en el artículo 428, también de
seis años de privación de libertad; en la fecha de presentación de la denuncia ante el Ministe-
rio Público habían transcurrido más de los 9 años en que ha fijado el Código Penal la prescripción
extraordinaria (“en todo caso”) de la acción penal.
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Que, respecto de las otras personas detenidas, Carlos Antonio Sánchez Girón, José Leoncio Apa-
ta Ruiz, y José Natividad Machado Ipanaque, no han sido reconocidos ni por la agraviada ni por el
testigo del hecho. Asimismo, respecto de ellos no existen elementos de convicción suficientes que
permitan a este Ministerio Público concluir que tuvieron participación en el robo realizado a la Pos-
ta del AH Chiclayito, por lo que en lo que respecta a ellos, serán llamados a fin de que rindan su
declaración en calidad de testigos.
Con respecto a los sujetos sindicados por el investigado, su hermano Edwin David Imán Zeñas, y
su primo Deybi Junior Preciado Espinoza, este despacho fiscal considera pertinente aperturar in-
vestigación preliminar en su contra con el fin de establecer la autoría respecto de los hechos mate-
ria de investigación.
SÉPTIMO: Presupuestos procesales
Que, en el presente caso se verifica que existen indicios reveladores de la existencia del delito, ade-
más que la acción penal no ha prescrito y que se ha individualizado al imputado, además que se han
satisfecho los requisitos de procedibilidad de la acción penal, por lo que corresponde la aplicación
de lo prescrito por el artículo 336 del Código Procesal Penal, esto es, formalizar la investigación
preparatoria.
POR ESTAS CONSIDERACIONES
El Despacho de Investigación de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa del Distrito de
Castilla, con las atribuciones conferidas por el artículo 159 incisos 1, 4 y 5 de la Constitución Polí-
tica del Estado, concordante con el artículo 94, incisos 1 y 2 de la Ley Orgánica del Ministerio Pú-
blico - Decreto Legislativo N° 052, concordante con lo establecido en el artículo 336 y siguientes
del Código Procesal Penal DISPONE: -------------------
PRIMERO: DECLARAR QUE NO PROCEDE FORMALIZAR Y CONTINUAR, la presente
investigación contra: CARLOS ANTONIO SÁNCHEZ GIRÓN, JOSÉ LEONCIO ZAPATA
RUIZ Y JOSÉ NATIVIDAD MACHADO IPANAQUÉ, como presuntos autores de los delitos
contra el Patrimonio en la modalidad de ROBO AGRAVADO, en agravio de MARÍA AMELIA
SOSA LÓPEZ; y,
SEGUNDO: FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA contra:
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Como AUTOR del delito Contra el Patrimonio en la modalidad de AGRAVADO en agravio de MA-
RÍA AMELIA SOSA LÓPEZ, identificado con documento nacional de identidad DNI N° 02777327,
domiciliado en Av. Ignacio N° 206 Ah Chiclayito - Castilla. Domicilio Laboral en Posta Médica
del AH Chiclayito.
En consecuencia realícense los siguientes actos de investigación:
1. Recábese los antecedentes penales del imputado, debiendo oficiarse al Registro Nacional de Con-
denas de la Corte Superior de Justicia de Piura.
2. Recíbase la declaración de CARLOS ANTONIO SÁNCHEZ GIRÓN, JOSÉ LEONCIO
ZAPATA RUIZ, JOSÉ NATIVIDAD MACHADO IPANAQUÉ, para el día 28/11/2011 a horas
08:00, 09:00, y 10:00.
3. Las demás diligencias que sean necesarias para el esclarecimiento de los hechos.
TERCERO: PÓNGASE la presente en conocimiento del juez de Investigación Preparatoria de
Catilla, conforme a lo previsto en el artículo 3 concordante con el artículo 336, inciso 3) del Códi-
go Procesal Penal; NOTIFÍQUESE la presente a las partes procesales conforme a ley, haciendo
de conocimiento del Despacho Judicial que la persona que encuentra Detenida en la Carceleta de
la Comisaría de Castilla.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Castilla
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Segundo.- Antecedentes
a. De las copias certificadas derivadas del Expediente N° 2006-0438-87-0601-JR-CI-03 remitidas
por el juez del Tercer Juzgado Civil de Cajamarca, sobre acción contencioso-administrativa seguida
por Roberto Quiroz Cruzado contra la Oficina de Normalización Previsional, se tiene que mediante
Resolución número treinta de fecha diecinueve de julio del año dos mil once, dicho juzgado impuso
a la demandada en la persona de su representante legal una multa equivalente a diez unidades de re-
ferencia procesal y ordenó “cumpla con expedir a favor del demandante la resolución que reconozca
el pago de la pensión mínima y abone las pensiones devengadas a intereses; bajo apercibimiento de
duplicarse la multa impuesta en caso de incumplimiento, sin perjuicio de remitirse copias del pre-
sente proceso a la fiscalía penal de turno de esta ciudad para la formalización de la denuncia penal
correspondiente”. Es así que mediante Resolución número treinta y uno de fecha once de agosto del
presente año, se resuelve “formar el cuaderno de multas y remitir a la Secretaría de Cobranzas de
Multas de la Corte Superior de Justicia, asimismo se impone a la demandada Oficina de Normali-
zación Previsional, en la persona de su representante legal, una multa equivalente a veinte unidades
de referencia procesal”, y finalmente se dispone “remitir copias del proceso a la fiscalía de turno
para la formalización de la denuncia penal”.
b. Sin embargo, la fiscalía a cargo de la investigación, al advertir que la orden contenida en el reque-
rimiento emitida por el órgano jurisdiccional no era expresa y clara, sino genérica (sin precisar el
tipo penal por el cual iba ser denunciado en caso de incumplimiento), así como bajo los principios
de fragmentariedad y subsidiariedad, existe una vía menos gravosa para la solución de los hechos,
en el sentido de que los mismos aún vienen siendo materia de conocimiento en el Tercer Juzgado
Civil donde se han aplicado multas reiterativas, se dispuso el archivo; pronunciamiento que fue re-
vocado por el Superior Jerárquico por considerar que existe un mandato cierto y expreso emitido por
una autoridad en ejercicio de sus funciones y además existe evidencia manifiesta de que el mismo
no ha sido cumplido por el emplazado, no obstante haber sido requerido judicialmente bajo aper-
cibimiento de que el incumplimiento acarrearía la remisión de copias al Ministerio Público para la
formalización de la denuncia penal y que el fundamento que subyace a los procesos contencioso
administrativo y penal son distintos como distinta es la pretensión que se persigue en ambos, ya que
no es posible que en el proceso contencioso-administrativo se dilucide si los hechos configuran o
no el delito de desobediencia y resistencia a la autoridad.
Tercero: Elementos de convicción
Como elementos de convicción que sustentan la imputación y, por ende, la presente disposición,
lo constituye las copias certificadas el Expediente N° 2006-0438-87-0601-JR-CI-03 sobre acción
contencioso-administrativa seguida por Roberto Quiroz Cruzado contra la Oficina de Normalización
Previsional, en el cual obra la Resolución N° 30 por la cual se requiere al investigado cumpla con
expedir a favor del demandante la resolución que reconozca el pago de la pensión mínima y abone
las pensiones devengadas a intereses, que según el superior jerárquico acreditaría el conocimiento
por parte del investigado de la orden impartida.
Cuarto: Calificación Jurídica
Los hechos cuya comisión se le atribuye al imputado José Luis Alfredo Chirinos Chirinos en calidad
de Jefe de la ONP, se adecuan al delito contra la Administración Pública - violencia o resistencia a
la autoridad en su modalidad de DESOBEDIENCIA A LA AUTORIDAD previsto por el artículo
368 del Código Penal, que textualmente señala “El que desobedece o resiste a al orden legalmente
impartida por un funcionario público en ejercicio de sus atribuciones, salvo que se trate de su pro-
pia detención, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis meses ni mayor de dos
años (…)”. En este sentido, el tipo penal exige el agente desobedezca o resista una orden imparti-
da por un funcionario público en ejercicio de sus atribuciones, por lo que al tratarse de un delito de
acción negativa tiene que quedar claramente expresada; esto es debe acreditarse la existencia de
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
una orden concreta y directa y expedida por un funcionario público en cumplimiento de sus
atribuciones, la misma que para que tenga efectividad debe haber sido debidamente notifica-
da a su destinatario no solo en su domicilio procesal, sino especialmente en su domicilio real o
legal a efectos de establecer la existencia del elemento subjetivo - DOLO; asimismo la orden
debe llevar consigo una conminación previa expresada en una resolución judicial, en el caso
concreto, el apercibimiento de ser denunciado por el delito de resistencia y desobediencia a la
autoridad en caso de incumplimiento, solo así dicha orden podrá tener efectos penales exigidos
por el tipo penal.
Quinto: Valoración
A criterio del superior jerárquico, con las copias certificadas del Expediente N° 2006-0438-87-0601-JR-
CI-03 remitidas por el juez del Tercer Juzgado Civil de Cajamarca, existen suficientes elementos
de convicción que acreditarían la existencia del delito objeto de imputación y vincularían al inves-
tigado como presunto autor, sobre todo con la resolución N° 30 de fecha 19 de julio de 2011, me-
diante la cual se le impuso a la ONP una multa de diez(10) unidades de referencia procesal por no
haber cumplido con el requerimiento, asimismo se le apercibe nuevamente con duplicarle la multa
impuesta, así como con remitir copias certificadas al Ministerio Público en caso de incumplimien-
to; cumpliéndose de esta manera con los elementos objetivos y subjetivos del tipo penal atribuido.
Sexto: Determinación del objeto de prueba
Sobre este punto cabe señalar que el Ministerio Público, por prescripción de lo establecido por el
artículo 159 de la Constitución Política del Estado, concordante con el artículo 60 del Código Pro-
cesal Penal, es el titular de la acción penal, correspondiéndole, por ende, la dirección de la inves-
tigación de un evento delictivo, disponiendo para ello la realización de diferentes actos de investi-
gación a fin de reunir los diferentes medios de prueba, regidos, en todas las etapas procesales, por
los principios de legalidad, utilidad, pertinencia y conducencia[48], rechazando aquellos que no
se adecuen a dichas exigencias. En tal sentido, corresponde señalar que serán objeto de prueba en
el presente caso los siguientes:
- Determinar si el imputado José Luis Alfredo Chirinos Chirinos en calidad de jefe de la ONP, es
autor del delito de desobediencia a la autoridad.
- Establecer si el investigado ha tenido pleno conocimiento de la orden impartida por el juez del
Tercer Juzgado en lo Civil de Cajamarca, así como la posibilidad de cumplimiento de dicha orden.
- Determinar la existencia o no de causas agravantes, eximentes o atenuantes de responsabilidad
penal del investigado.
Séptimo: Presupuestos de ejercicio de la acción penal
Conforme a lo prescrito por el artículo 336, inciso 1 del Código Procesal Penal, para el ejercicio
válido de la acción penal, a través de la formalización de la investigación preparatoria, el fiscal de-
berá verificar: a) Que aparezcan indicios reveladores de la existencia del delito: Que en el caso
son los expuestos en el considerando “tercero” de la presente; b) Que la acción penal no haya pres-
crito: Que en el caso de autos no ha sucedido, por cuanto desde la fecha de ocurrencia del hecho de-
lictivo hasta la actualidad no ha operado aún la prescripción ordinaria ni extraordinaria de la acción
penal, conforme a lo previsto por el artículo 80 cuarto párrafo del Código Penal concordado con
el artículo 83 último párrafo del mismo texto legal; c) Que se haya individualizado al imputado:
en este caso es José Luis Alfredo Chirinos Chirinos en calidad de jefe de la ONP; d) Requisitos de
procedibilidad: Que en el presente se han cumplido todos.
[48] Cabe señalar, que estos principios se concretan finalmente en lo prescrito por los artículos 155 y 352, inciso 5, literal b. del Código
Procesal Penal.
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de turno llega a tomar conocimiento del caso, lo cual, como es lógico, sería
de imposible realización dado todo el tiempo transcurrido hasta la fecha.
Sexto: Sin embargo, a fin de no ver incumplido el mandato de la Tercera
Fiscalía Superior Penal en cuanto al continuar con el desarrollo de la presente
investigación, que constituye el espíritu de la resolución que emitiese, lo que
resultaría pertinente, teniendo en cuenta además que según la Disposición
superior existen indicios de la comisión del delito, sería el disponer la for-
malización de la investigación preparatoria dadas las fechas transcurridas a
las que ya se ha aludido en el considerando anterior, toda vez que la inves-
tigación preparatoria persigue reunir los elementos de convicción, de car-
go y de descargo, que permitan al fiscal decidir si formula o no acusación y,
en su caso, al imputado preparar su defensa. Tiene por finalidad determi-
nar si la conducta incriminada es delictuosa, las circunstancias o móviles de
la perpetración, la identidad del autor o partícipe y de la víctima, así como
la existencia del daño causado (artículo 321. 1), por lo que su propia natu-
raleza nos permitirá seguir dentro de la etapa de investigación propiamen-
te dicha. Por lo que, habiéndose verificado los presupuestos para la investi-
gación preparatoria, esto es, la existencia de indicios reveladores de la exis-
tencia del delito, que la acción penal continúa vigente y se ha individualiza-
do e identificado al imputado con su Ficha de Reniec, conforme lo prevé el
artículo trescientos treinta y seis y siguientes del Código Procesal Penal. EN
CUMPLIMIENTO A LO DISPUESTO POR LA TERCERA FISCALÍA SUPERIOR
PENAL DEL DISTRITO JUDICIAL DE CAJAMARCA: SE DISPONE: PRIMERO:,
FORMALIZAR LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA”.
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[49] MORY PRÍNCIPE, Fredy. La investigación del delito. El Policía, el fiscal y el juez. Derechos fundamentales del imputado.
Editorial Rodhas, Lima, 2011, pp. 67-70.
[50] Casación N° 02-2008-La Libertad.
[51] MORY PRÍNCIPE, Fredy. La investigación del delito. El Policía, el fiscal y el juez. Derechos fundamentales del imputado.
Editorial Rodhas, Lima, 2011, pp. 78-79, 84.
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tener elementos de convicción –no medios probatorios, como incorrectamente los denomina en su
escrito– que aportar los debe presentar mediante el escrito correspondiente; TERCERO: Entiende
el suscrito que en realidad el recurrente no pretende aportar nuevos elementos de convicción –aun-
que si quisiera hacerlo, tiene expedito su derecho– sino –como su mismo escrito dice– ilustrar al
fiscal sobre las razones que hay para formalizar investigación preparatoria; lo cual técnicamente no
debe hacerse vía ampliación de declaración sino en alegatos orales o escritos –según lo considere
pertinente la parte– para lo cual se habrá de señalar fecha y hora en su oportunidad; CUARTO: El
artículo 95 del CPP 2004 prescribe: “1. El agraviado tendrá los siguientes derechos: a) A ser infor-
mado de los resultados de la actuación en que haya intervenido, así como del resultado del procedi-
miento, aun cuando no haya intervenido en él, siempre que lo solicite; b) A ser escuchado antes de
cada decisión que implique la extinción o suspensión de la acción penal, siempre que lo solicite; c)
A recibir un trato digno y respetuoso por parte de las autoridades competentes, y a la protección de
su integridad, incluyendo la de su familia. En los procesos por delitos contra la libertad sexual se
preservará su identidad, bajo responsabilidad de quien conduzca la investigación o el proceso. d) A
impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria. 2. El agraviado será informado sobre sus de-
rechos cuando interponga la denuncia, al declarar preventivamente o en su primera intervención en
la causa. 3. Si el agraviado fuera menor o incapaz tendrá derecho a que durante las actuaciones en
las que intervenga, sea acompañado por persona de su confianza”. Bajo el presunto amparo de este
artículo el recurrente solicita que se le informe cuáles han sido las razones para designar un nuevo
fiscal y el por qué se ha paralizado la investigación preliminar por un mes; QUINTO: De la simple
lectura del artículo 95 del CPP 2004 –es por eso que ha sido glosado en su integridad por el suscri-
to en el considerando anterior– resulta claro que el recurrente no tiene los derechos que alega; sin
embargo, a efectos de mantener la transparencia con que debe proceder este Ministerio Público y
por única vez –en razón a que, por ejemplo, la decisión de asignar el caso a un fiscal distinto corres-
ponde estrictamente a la forma en que el Ministerio Público del Distrito de La Libertad ha decidido
organizarse, dividiéndose entre fiscalías de decisión temprana y de investigación preparatoria; orga-
nización que es incluso de conocimiento público, y que, por tanto, no tiene que ir explicándose en
cada caso para satisfacer el desconocimiento que pudieran tener los litigantes– se debe señalar que
las razones por las que dejó el caso el Dr. Carlos Trelles Romero aparecen suficientemente expresa-
das en su disposición de fecha doce de julio; siendo que desde la fecha en que ello ocurrió hasta la
fecha en que incluso se emite la presente todavía no ha transcurrido un mes; SEXTO: En cuanto a
los pedidos de solicitar copias certificadas al Conafu de los expedientes que dieron lugar a las Re-
soluciones N°s 715-200-Conafu (fecha 25 de enero de 200) y 055-2001-Conafu (fecha 9 de marzo
de 2001); del mismo modo que de las dos esquelas de observación a la inscripción del nuevo mode-
lo institucional de la Universidad Privada César Vallejo, cuyos títulos archivados son los números
098382 de fecha 26 de septiembre y 113279 de fecha 6 de septiembre, ambos del año 2000; POR
LO QUE SE DISPONE: 1) IMPROCEDENTE la solicitud de ampliación de declaración del
denunciante; 2) IMPROCEDENTE su solicitud de que se le informe las razones para desig-
nar un nuevo fiscal y paralizar la investigación por un mes; 3) SOLICÍTENSE LAS COPIAS
a que se refiere el considerando sexto de la presente disposición. Notifíquese conforme a Ley.-
Trujillo, agosto 6 de 2010
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REQUERIMIENTOS ACUSATORIOS
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Expediente N° : 229-2012
Especialista : Dr. Miranda.
Escrito N° : 06
REQUERIMIENTO ACUSATORIO
SEÑOR JUEZ DEL SEGUNDO JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA ESPE-
CIALIZADO EN DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS DE LIMA
DANIEL ERNESTO CERNA SALAZAR, fiscal de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corpo-
rativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima, con domicilio procesal en
Jr. Lampa N° 597 (esquina de Jr. Lampa con Miroquesada) - Cercado de Lima, ante usted con res-
peto me presento y digo:
I. REQUERIMIENTO
De conformidad con lo preceptuado en el artículo 349 del Código Procesal Penal, procedo a formu-
lar acusación fiscal; la que deberá entenderse en los siguientes términos:
ACUSADO: David Antonio Vizcarra Domínguez, identificado con DNI N° 08618675, de 52 años
de edad, natural de Lima (Lima), estado civil casado, hijo de Luis y Greta, con domicilio real
en Jr. Juan Luis Hague N° 3146 - Condevilla, distrito de San Martín de Porres, provincia y depar-
tamento de Lima; y domicilio procesal en Jr. Miroquesada N° 376, oficina 206, Cercado de Lima.
ACUSADO: Luis Alejandro Cornejo Urbano, identificado con DNI N° 06064762, de 54 años
de edad, natural de Lima (Lima), estado civil casado, hijo de Alejandro y Rubelinda, con domici-
lio real en Av. 13 de Enero 1859 - Urb. Flores 78, distrito de San Juan de Lurigancho, provincia y
departamento de Lima y domicilio procesal en Casilla 11366 de la Central de Notificaciones de la
Corte Superior de Justicia de Lima.
II. HECHOS MATERIA DE INCRIMINACIÓN
2.1. Conforme fluye de la carpeta fiscal, en fecha 11 de octubre de 2012, Maribel Roxana Quezada
Salinas y Alberto Bradi Ruiz Espinoza, presentaron una denuncia verbal ante este despacho fiscal
(Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima), formulada contra Luis Alejan-
dro Cornejo Urbano y David Antonio Vizcarra Domínguez –quienes a partir del presente requeri-
miento fiscal ostentarán la condición jurídica de acusados–, los cuales en su condición de funciona-
rios del Ministerio Público - Medicina Legal/Psicología Forense con sede dentro del Ministerio de
la Mujer y Poblaciones Vulnerables, le solicitaron la suma de S/. 200.00 a efectos de favorecer al
denunciante en un examen psicológico requerido por la Comisaría PNP del Rímac, en mérito a una
investigación por violencia familiar.
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2.2. Ante la situación antes descrita, el denunciante Ruiz Espinoza, comunicó a su conviviente –la
también denunciante– Roxana Maribel Quezada Salinas, quien labora como agente de seguridad en
el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables sobre el examen ordenado, la misma que con-
sultó con el psicólogo David Antonio Vizcarra Domínguez y el asistente administrativo Luis Ale-
jandro Cornejo Urbano, la posibilidad de practicarse el examen de evaluación psicológica en dicha
entidad gubernativa (Mimp), mas no el Instituto de Medicina Legal, debido a que podía ser obser-
vado, toda vez que le correspondía pasar dicho examen en el local de Medicina Legal ubicado cer-
ca del C.C. Polvos Azules, habiéndose obtenido receptividad por parte del primero de los citados,
quien además agregara que el resultado le podría ser favorable, a condición que se efectúe un pago
de la suma de S/. 200.00[52], lo que implica un acto de corrupción.
2.3. Así las cosas, resulta evidente que en el presente caso ambos investigados, valiéndose de las fa-
cultades conferidas en razón de sus cargos, pretendían influir en el resultado de la evaluación psico-
lógica que se le debía practicar al denunciante –pese a que este debió de realizarse en el Instituto de
Medicina Legal–, por lo cual el psicólogo Forense David Antonio Vizcarra Domínguez, condicionó
su desempeño funcional a la entrega de un acto de corrupción (cohecho), ascendente a la suma de
S/. 200.00 el cual fuera formulado por el propio encartado y comunicado por vez primera al denun-
ciado Ruiz Espinoza vía telefónica, a través del celular móvil de aquel, lo que se demuestra de ma-
nera indubitable con el flujo o tráfico de llamadas entrelazado entre los denunciantes y el acusado
Vizcarra Domínguez. Siendo así, queda evidenciada la génesis del espurio requerimiento efectuado.
2.4. Evacuada conforme corresponden tanto la disposición de investigación preliminar, como la de
formalización y continuación preparatoria, este despacho fiscal anticorrupción ordenó la organiza-
ción y preparación de determinados actos de investigación, de lo cual ha llegado a establecerse con
meridiana claridad el entroncamiento con la función pública, conforme así lo han reconocido en sus
respectivas declaraciones y de acuerdo a los contratos sujeto a la modalidad por servicio específico
de fecha 27/09/06 y 04/01/10, los mismos que a la fecha de ocurridos los hechos se encontraban vi-
gentes, toda vez que habían sido renovados mediante Addendas.
2.5. Habiendo asumido el conocimiento este despacho fiscal de los hechos denunciados, de mane-
ra coordinada y conjunta con efectivos policiales de la Dircocor - PNP, se llevó a cabo el operativo
de revelación del delito el 12/10/2012. En dicho operativo, se procedió a fotocopiar y certificar la
cantidad de S/. 200.00 (doscientos nuevos soles), en billetes de denominaciones y series siguien-
tes: Un (01) billete de denominación de cien nuevos soles (S/. 100.00) con número de serie
A5343019G; Un (01) billete de denominación de cien nuevos soles (S/. 100.00) con número de
serie A5343020G, los cuales fueron impregnados el reactivo compatible con luz alógena, dejando
constancia de ese acto en el acta fiscal correspondiente. Posteriormente, el día del operativo los acu-
sados fueron encontrados en flagrancia delictiva, levantándose el acta de intervención policial y el
acta de ejecución de diligencia corporal - Prueba de Contraste de Reactivo UV-203 en polvo amari-
llo fluorescente invisible; siendo que los billetes marcados fueron encontrados en una mesa metálica
ubicada en la parte posterior del escritorio de Luis Alejandro Cornejo Urbano, el cual formaba parte
del mobiliario asignado al intervenido; asimismo, sometido este a la prueba de reactivo UV, se ob-
tuvo como resultado positivo para reacción fluorescente en la cara interna de los dedos de la mano
derecha e izquierda, así como en la zona dorsal de las mismas manos. Hechos que demuestran que
el acusado Cornejo Urbano recibió los dos billetes de cien nuevos soles.
2.6. En el caso del acusado Vizcarra Domínguez el resultado obtenido fue “(…) escasa fluorescen-
cia en las palmas de las manos; la fluorescencia es muy tenue, color anaranjado. Luego se proce-
dió a pasar la luz ultravioleta UVE a las prendas de vestir del intervenido en mención y no se halló
[52] Inicialmente, el acto corruptor que se le formulara a los denunciantes, ascendía a la suma de S/. 500.00 (quinientos y 00/100 nuevos
soles).
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Decisiones fiscales
fluorescencia alguna - negativo en prendas de vestir para fluorescencia color anaranjado”. En cuan-
to a la nimiedad de la sustancia aplicada, esta debe entenderse que ella es así, por cuanto el citado
tuvo por breve tiempo –en su poder– los billetes cuerpo del delito, además conforme se visualiza
en el Archivo de video M2U10335 (12/10/12)[53] dicho encartado ya durante la intervención susci-
tada, en forma subrepticia y disimulada (bajo la mesa) limpiaba con papel higiénico ambas manos,
ello por cuanto procuraba quitar los rastros del reactivo UV impregnado en sus manos, los cuales
solo pudieron ser atenuados.
2.7. Es evidente entonces que en el presente caso ambos acusados, valiéndose de las facultades con-
feridas en razón de sus cargos, pretendían influir en el resultado de la evaluación psicológica que se
le debía practicar al denunciante Alberto Bradi Ruiz Espinoza, por lo cual el Psicólogo Forense Da-
vid Antonio Vizcarra Domínguez, condicionó el resultado a emitir, a la entrega de un requerimiento
espurio, ascendente a la suma de S/. 200.00; conforme así lo ha reconocido en su declaración. Con-
secuentemente, tal como es de apreciarse que el hecho delictivo atribuido al acusado, consiste en ha-
ber solicitado a la denunciante Quezada Salinas la suma de S/. 200.00, condicionando sus funciones
–entre las que destacan las evaluaciones y expediciones de informes y protocolos psicológicos– al
pago de un acto de corrupción (cohecho), a efectos de favorecer en un examen psicológico al con-
viviente de esta, lo que implica una lesión al aparato estatal (deber de lealtad) y un incumplimiento
de sus funciones como funcionario público. Es de entender, y queda meridianamente establecido,
que dicho profesional se valió de la complicidad y cooperación del asistente administrativo, quien
se encargaría de recibir el dinero por parte de la denunciante.
2.8. En cuanto a la persona del asistente administrativo Luis Alejandro Cornejo Urbano, era el en-
cargado de recepcionar la documentación y programar las fechas de evaluación de los requirentes,
aceptando este último su plena colaboración en los hechos denunciados, esto es: el haber solicitado
al denunciante inicialmente la suma de S/. 500.00 para la realización de dicho examen[54].
2.9. Por las consideraciones antes expuestas, este despacho fiscal, cumpliendo su función de titular
de la acción penal y ente persecutor del delito[55], procede a enarbolar el correspondiente requeri-
miento acusatorio –solicitando la aplicación del ius puniendi estatal–, en tanto no solamente esta-
mos convencidos de la responsabilidad de ambos encartados, sino que a la luz de los actos sustan-
ciados durante la investigación preparatoria, la presunción de inocencia que le asistieran a ambos
ha devenido en anulada, a la par de emerger suficientes elementos de convicción que vislumbran
la responsabilidad penal de los hoy acusados David Antonio Vizcarra Domínguez y Luis Alejan-
dro Cornejo Urbano como autores de delitos contra la Administración Pública en la modalidad de
cohecho pasivo específico y cohecho pasivo propio respectivamente, ambos en agravio del Estado.
III. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
Los elementos de convicción que sustentan el presente requerimiento obran en la carpeta fiscal, pro-
cediendo a detallarlos a continuación:
a) Acta de denuncia verbal y declaración de Maribel Roxana Quezada Salinas, del 11 de octubre de
2012, donde narra con detalles la forma y modo con la cual se le formulara el requerimiento ilícito
[53] Indicios/Evidencias de elementos recogidos (en cadena de custodia). DVD marca KCK - MT (4.6 bg/120 min 18x numero de serie
MAHNO70K17150733 donde obra la carpeta de nombre “Intervención_ 12OCT12”. Acta de deslacrado, escucha y reconocimento
de voz obra a folios 462 a 465 de la carpeta fiscal.
[54] Conforme así lo reconoce en su declaración, que obra de folios 37 a 42 de la carpeta fiscal.
[55] Así por ejemplo, el maestro Roxin, para quien el Ministerio Público es “una autoridad de la justicia jerárquicamente estructurada,
un actor encargado de exigir al juez la aplicación de la ley y que participa en el proceso de aplicación de normas jurídicas y en la
función política del Estado, que es la pretensión de ejercer sobre un determinado territorio el monopolio de la violencia legítima”.
ROXIN, Claus. “Posición jurídica, tareas futuras del Ministerio Público” glosado en El Ministerio Público en el Proceso Penal.
Editorial Ad-Hoc, 1993, p. 48.
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Decisiones fiscales
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psicológicos a los beneficiarios. A partir del cargo desempeñado, formuló el ofrecimiento de favo-
recer en el examen psicológico a practicar al denunciante Alberto Bradi Ruiz Espinoza, condicio-
nando su función y el propio resultado del mismo a un acto de corrupción, esto es una retribución
indebida de su actuación, materializado en el pago de S/. 200.00. Siendo así, en el presente acusado,
resulta evidente la comisión a título de autor del ilícito contemplado en el artículo 395 del Código
Penal vigente: cohecho pasivo específico.
Luis Alejandro Cornejo Urbano, servidor público, quien en su condición de asistente adminis-
trativo (notificador) del Ministerio Público - Fiscalía de la Nación, destacado a la División Médico
Legal I Mimdes - Lima, coadyuvó al ilícito proceder del psicólogo forense y coacusado Vizcarra
Domínguez en la solicitud formulada a los denunciantes Alberto Bradi Ruiz Espinoza y Maribel
Roxana Quezada Salinas, esto es una retribución indebida (S/. 200.00) y a partir de ello favorecerle
en el resultado del examen a practicársele al primero de los citados. El acusado Cornejo Urbano era
el encargo de captar a las víctimas (beneficiarios) y de recepcionar el dinero. Siendo así, en el pre-
sente acusado, resulta evidente la comisión a título de autor del ilícito contemplado en el segundo
párrafo del artículo 393 del Código Penal vigente: cohecho pasivo propio.
V. CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD
No se verifican.
VI. TIPO PENAL MATERIA DE IMPUTACIÓN NORMATIVA
Los hechos imputados a David Antonio Vizcarra Domínguez se adecuan a la descripción típica del
delito contra la Administración Pública en modalidad de cohecho pasivo específico, previsto en el
párrafo segundo del artículo 395, cuyo texto es el siguiente:
Artículo 395.- Cohecho pasivo específico
(…)
“El Magistrado, Árbitro, Fiscal, Perito, Miembro del Tribunal Administrativo, o cualquier otro aná-
logo a los anteriores que bajo cualquier modalidad solicite, directa o indirectamente, donativo, pro-
mesa o cualquier otra ventaja o beneficio, con el fin de influir en la decisión de un asunto que esté
sometido a su conocimiento, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho ni ma-
yor de quince años e inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal y
con trescientos sesenta y cinco a setecientos días-multa”.
De tratarse de la figura delictiva reservada para el acusado Luis Alejandro Cornejo Urbano, la des-
cripción típica se encuentra contenida en el segundo párrafo del artículo 393 del cuerpo punitivo,
que contempla el siguiente texto:
Artículo 393.- Cohecho pasivo propio
(…)
“El funcionario o servidor público que solicita, directa o indirectamente, donativo, promesa o cual-
quier otra ventaja o beneficio, para realizar u omitir un acto en violación de sus obligaciones o a
consecuencia de haber faltado a ellas, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
6 (seis) ni mayor de 8 (ocho) años e inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del
Código Penal”.
VII. DETERMINACIÓN DE LA PENA QUE SE SOLICITA
Para la graduación de la pena debe tenerse en cuenta los principios de lesividad y proporcionalidad,
previstos en los artículos cuarto y octavo del Título Preliminar del Código Penal, de manera que la
sanción penal esté acorde no solo con la culpabilidad por el hecho, sino también con la trascenden-
cia social que ocasionó el delito, contribuyendo para esta determinación, además, otros factores de
punibilidad como la forma y circunstancias del delito, así como las condiciones personales confor-
me a los artículos 45 y 46 del Código Penal.
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Decisiones fiscales
En el presente caso, considerando la infracción del deber que tiene que todo funcionario y servidor
público de garantizar el adecuado desenvolvimiento de la Administración Pública; la lesión y des-
merecimiento a la función publica a través de espurios y subalternos actos, que además trascienden
al ámbito delictivo, genera sin duda una situación que merece ser sancionada. Teniéndose en cuenta
también la repercusión negativa de la conducta de los acusados en el ámbito social, que incremen-
ta la falta de confianza en los funcionarios y servidores públicos, este despacho fiscal requiere para
el ciudadano David Antonio Vizcarra Domínguez OCHO AÑOS DE PENA PRIVATIVA DE
LIBERTAD y OCHO AÑOS DE INHABILITACIÓN conforme al artículo 395 del Código Pe-
nal, numerales 1 y 2 del artículo 36 del mismo cuerpo punitivo.
En tanto para Luis Alejandro Cornejo Urbano se le debe imponer la sanción de SEIS AÑOS DE
PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD por la comisión del delito de cohecho pasivo propio (artículo
393, segundo párrafo del Código Penal), al haber facilitado la captación de víctimas, ensayando la
propuesta ilícita en forma ambigua en los beneficiarios y servir como canal a quien se le entregaba
el acto de cohecho; y como consecuencia accesoria SEIS AÑOS DE INHABILITACIÓN en con-
cordancia con el artículo 36.1 y 2 del texto sustantivo.
VIII. DETERMINACIÓN DE REPARACIÓN CIVIL QUE SE SOLICITA
En tanto es el Estado peruano el agraviado en los delitos materia de acusación –cohecho pasivo es-
pecífico y cohecho pasivo propio–, vendría a ser la Procuraduría Pública Especializada en Delitos
de Corrupción de Funcionarios la llamada a plantear el monto estimado por concepto de reparación
civil del daño ocasionado. En efecto, es de verse que en debida oportunidad el procurador público
especializado en delitos de corrupción se constituyó como actor civil en el Expediente Judicial
N° 229-2012, señalando domicilio procesal en avenida 28 de julio N° 215 distrito de Miraflores
(Lima) por lo que se considera que, de conformidad con los artículos 11.1 y 98 del Código Procesal
Penal, en concordancia con lo puntualmente establecido por el Acuerdo Plenario N° 5-2011/CJ-116,
le corresponde al actor civil debidamente constituido ejercitar como corresponde la pretensión civil
dentro del proceso penal y, como consecuencia de ello, proponer el monto de la reparación y, en su
caso, los daños producidos por el delito, así como el modo y forma de cumplimiento de la obligación
reparatoria. Consecuentemente, al haberse constituido en actor civil la procuraduría pública especia-
lizada ha cesado la legitimación del Ministerio Público para intervenir en el objeto civil del proceso.
III. IX. MEDIOS DE PRUEBA PARA SER ACTUADOS EN JUICIO
A) Declaraciones testimoniales de:
10.1. Maribel Roxana Quezada Salinas, quien domicilia en Av. Las Mercedes N° 218, Pueblo
Joven Los Ángeles, distrito de Rímac (Lima), quien en su condición de denunciante, depondrá so-
bre los detalles la forma y modo con la cual se le formulara el requerimiento ilícito a efecto de exa-
minar a su conviviente, precisándosele que el resultado le sería favorable, condicionando ello al
pago de un acto corruptor.
10.2. Alberto Bradi Ruiz Espinoza, quien domicilia en Av. Las Mercedes N° 218, Pueblo Joven Los
Ángeles, distrito de Rímac (Lima), quien en su condición de denunciante, depondrá sobre la forma
y modo con la cual se le efectuó el acto de cohecho, punto a destacar de dicha declaración es que
el requerimiento ilícito y propuesta corruptora la generó el encartado Vizcarra Domínguez, para lo
cual procedió a comunicarse con el denunciado, desde su propio teléfono celular.
10.3. Comandante PNP Arturo Valverde Inga, quien domicilia en la Dircocor (Dirección Contra la
Corrupción de la PNP), sitio en Jr. Los Mogaburos N° 216, distrito de Jesús María, dicho oficial es-
tuvo a cargo del Operativo de revelación del delito y depondrá el modo y forma como fueron in-
tervenidos los acusados, así como el procedimiento a seguir en sede policial.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
10.4. Comandante PNP Luis Alberto Sánchez Laos[56], quien domicilia en la Dircocor (Dirección
Contra la Corrupción de la PNP - DIVIDCAP), sitio en Jr. Los Mogaburos N° 216, distrito de Jesús
María, dicho oficial fue el instructor durante la toma de declaración del acusado Vizcarra Domín-
guez con motivo de su intervención con motivo del operativo de revelación del delito y depondrá
el modo y forma como fueron intervenidos los acusados, el procedimiento seguido en sede policial,
con especial énfasis en la declaración y el trato que se le brindó al referido encartado.
B) Examen de acusados de:
10.5. David Antonio Vizcarra Domínguez, quien se encuentra bajo los alcances limitativos de la me-
dida coercitiva de prisión preventiva, habiendo sido internado por mandato judicial en el Estable-
cimiento Penitenciario de Lurigancho, sitio en Av. El Sol s/n, debiendo ser considerado este como
su domicilio real. Como ultimo domicilio procesal señalado está el ubicado en Jr. Miroquesada
N° 376, oficina 206, Cercado de Lima.
10.6. Luis Alejandro Cornejo Urbano, quien se encuentra bajo los alcances limitativos de la medida
coercitiva de prisión preventiva, habiendo sido internado por mandato judicial en el Establecimiento
Penitenciario de Lurigancho, sitio en Av. El Sol s/n, debiendo ser considerado este como su domi-
cilio real. Como domicilio procesal ha señalado el ubicado en Casilla 11366 de la Central de Noti-
ficaciones de la Corte Superior de Justicia de Lima.
C) Pericia de:
10.7. SO Superior PNP Palomino Castro Odilón Ciro CIP N° 30178813 (Perito de Inspección Cri-
minalística) Perito de la DIRCRI - PNP quien domicilia en la Dircocor (Dirección Contra la Corrup-
ción de la PNP), sitio en Jr. Los Mogaburos N° 216, distrito de Jesús María. Dicho oficial intervino
en la Diligencia de Examen Corporal - Prueba de Contraste de Reactivo UV-203 en polvo amarillo
fluorescente invisible, debiendo deponer sobre la vigencia del reactivo; la forma y procedimiento
del examen aplicado; el resultado de la prueba de la sustancia encontrada en los acusados Cornejo
Urbano y Vizcarra Domínguez.
D) Documentales de:
10.8. Acta de denuncia verbal y Declaración de Maribel Roxana Quezada Salinas, del 11 de octu-
bre de 2012.
10.9. Acta de denuncia verbal y Declaración de Alberto Bradi Ruiz Espinoza, del 11 de octubre de
2012.
10.10. Copia fotostática de dos billetes cada uno del valor de S/. 100.00 (cien nuevos soles), con las
series A5343019G y A5343020G.
10.11. Acta fiscal de Verificación de reactivo, impregnación y reactivo de billetes de fecha 12 de
octubre de 2012.
10.12. Informe N° 1985-2012-DIRCOCOR-PNP/DIVIDCAP-D1 emitido por la Dirección contra
la Corrupción de la PNP - DIRCOCOR PNP.
10.13. Declaración de Luis Alejandro Cornejo Urbano acaecida en fecha 12/10/2012.
10.14. Declaración de David Antonio Vizcarra Domínguez acaecida en fecha 12/10/2012.
10.15. Constancia de Buen trato en la persona del intervenido David Antonio Vizcarra Domínguez.
10.16. Declaración de Alberto Bradi Ruiz Espinoza, del 12/10/2012.
10.17. Declaración testimonial de Maribel Roxana Quezada Salinas, del 12/10/2012.
[56] A la fecha de la realización del citado operativo, dicho oficial ostentaba el grado de Mayor PNP.
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Decisiones fiscales
10.18. Acta de Registro Personal de fecha 12/10/2012 en la cual obran las pertenencias del encar-
tado Vizcarra Domínguez.
10.19. Acta de Registro Personal e Incautación del imputado Luis Alejandro Cornejo Urbano, de
fecha 12/10/12.
10.20. Acta Fiscal de Contrastación de Billetes, de fecha 12/10/12.
10.21. Acta de Ejecución de Diligencia de Examen Corporal - Prueba de Contraste de Reactivo
UV-203 en polvo amarillo fluorescente invisible.
10.22. Formato A-6 Rótulo de Indicios/evidencias elementos recogidos (en cadena de custo-
dia) debidamente llenados. En su interior se encuentra DVD marca KCK - MT (4.6 bg/120min
18x número de serie MAHNO70K17150733, de cuyo soporte se encuentra la carpeta de nombre
“Intervención_12OCT12”.
10.23. Fotocopia de Contrato de Trabajo Sujeto a modalidad por Servicio Específico de David An-
tonio Vizcarra Domínguez.
10.24. Fotocopia de Contrato de Trabajo Sujeto a modalidad por Servicio Específico de Luis Ale-
jandro Cornejo Urbano.
10.25. Acta de Entrega de Especies en la persona de David Antonio Vizcarra Domínguez de fecha
12/10/12.
10.26. Acta de Deslacrado, Escucha y Reconocimiento de Voz, copia de audio para su transcripción
y lacrado, de fecha 27/02/2013, mediante el cual se procede al deslacrado del sobre de manila con
el formato A-6 Rótulo de Indicios/evidencias elementos recogidos (en cadena de custodia) debida-
mente llenados.
10.27. Carta TSP-83030000-FLY-287-2013 de la Gerencia de Seguridad Corporativa de Telefónica,
recibida en fecha 08/04/2013.
10.28. DVD sobre el reportaje referente a la “Intervención a psicólogo forense y su asistente cuan-
do pretendían cobrar una coima en el Ministerio de la Mujer” transmitido en el programa América
Noticias - Edición Sabatina del día 13/10/2012.
OTROSÍ DIGO: Cumplo con precisar a vuestro despacho que ambos acusados se encuentran re-
cluidos, bajo el régimen y los alcances de la medida coercitiva de Prisión Preventiva.
POR LO EXPUESTO:
Solicito a usted señor juez, en los términos expuestos procedemos a dar cumplimiento a lo estipu-
lado por el artículo 349 del Código Procesal Penal, solicitando a vuestra judicatura dar el trámite
correspondiente al presente requerimiento acusatorio.
Lima, 3 de mayo de 2013
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Fun-
cionarios de Lima
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
EXP. N° : 01133-2011-0-2301-JR-PE-02
CASO N° : 2906010612-2010-1406-0
FISCAL : EDUARDO ELÍAS REJAS CLAROS
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Decisiones fiscales
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
su dos carriles, tanto de subida como de bajada, y después de percatarse que se encontraban libres
los dos carriles; recién ingresar a la misma, lo cual no hizo; por el contrario, ingreso y aceleró a
una velocidad, que no le permitió frenar a tiempo, sin tener en cuenta el deber objetivo de cuidado
y las reglas generales de tránsito, pese a que tuvo la vista panorámica adecuada para observar que
el vehículo menor (mototaxi) de placa NG-83097, se encontraba transitando por dicha Av. Princi-
pal preferente, y cruzó dicha intersección; lo que originó el impacto con el mototaxi en el lado
delantero izquierdo, produciendo que este se volteara quedándose atrapados su conductor y
su pasajera, y producto del accidente de transito, sufrió lesiones culposas graves la agraviada
Vicentina Anastacia Blancos de Chambi.
CIRCUNSTANCIAS POSTERIORES:
Que producto del accidente de tránsito suscitado entre las dos unidades vehiculares, sufrió el delito
de lesiones culposas graves la pasajera agraviada Vicentina Anastacia Blancos de Chambi, quien se
encontraba a bordo de la mototaxi de placa NG-83097, lo que se corrobora con el Certificado Mé-
dico Legal N° 007603-LT, y el Certificado Médico Legal Ampliatorio N° 009418-PF-AR, (Frac-
tura transversa completa a nivel del tercio distal del cúbito derecho con pérdida de su alinea-
miento longitudinal, cierto grado de osteopenea por inmovilización); otorgándole en TOTAL
100 DÍAS DE INCAPACIDAD Médico LEGAL.
III. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN QUE FUNDAMENTEN EL REQUERIMIENTO:
Estando a lo expuesto, EXISTEN los siguientes elementos de convicción:
1. El Acta de Inspección Técnico Policial por Accidente de Tránsito (véase fs. 08); realizada en
el lugar de los hechos, ubicada en la Intersección formada por la Avenida Simón Bolívar y el Pasaje
Encinas; vías en buen estado de asfalto, configuración recta ambas vías.
2. El Dosaje Etílico N° 002397 (véase fs. 17); realizado a Fidel Pilco Pilco, cuyo resultado es
NORMAL
3. El Dosaje Etílico N° 002397 (véase fs. 18); realizado a Adolfo Cornelio Calderón Núñez, cuyo
resultado es NORMAL.
4. El Certificado Médico Legal N° 007603-LT de fecha 04/09/2010 (véase fs. 16); practicado a la
agraviada Vicentina Blancos de Chambi, donde se Concluye que la agraviada presenta “signos de
lesiones traumáticas recientes” y según informes médicos requiere 5 días de atención facultativa y
50 DÍAS DE INCAPACIDAD MÉDICO LEGAL.
5. El Certificado Médico Legal Ampliatorio N° 009418-PF-AR de fecha 03/11/2010 (véase fs.
60); practicado a la agraviada Vicentina Blancos de Chambi, donde se le amplia a la agraviada en
5 días más de atención facultativa y 50 DÍAS MÁS DE INCAPACIDAD MÉDICO LEGAL.
6. El Oficio N° 730-2011-XXI-DIRTEPOL-TM/OFICIR-Ant. (véase fs. 154 a 155); que contiene
la CONSULTA N° 730 DE ANTECEDENTES POLICIALES A NIVEL NACIONAL Y LOCAL
EFCTUADA A LA RED CORPORATIVA DE DATOS DE LA PNP (DATAPOL) POSITIVO para
Adolfo Cornelio Calderón (contrabando).
7. El Oficio N° 078-2011-SGFT-GGT-MPT (véase fs. 194 a 195); que contiene el récord del con-
ductor Adolfo Cornelio Calderón Núñez; quien conforme al Sistema Informático registra 03
infracciones de tránsito, las cuales han sido canceladas.
8. El Oficio N° 079-2011-SGFT-GGT-MPT (véase fs. 197); que contiene el récord del conduc-
tor Fidel Pilco Pilco, quien conforme al Sistema Informático; NO registra infracciones de tránsito.
9. El Certificado Médico Legal N° 005431-L de fecha 09/06/2011 (véase fs. 246); practicado al
imputado Fidel Pilco Pilco, donde se concluye que: (…) 3. Reflejos neurológicos evaluados pre-
sentes y conservados.
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Decisiones fiscales
10. El Certificado Médico Legal N° 005387-L de fecha 08/06/2011 (véase fs. 249); practicado al
imputado Adolfo Cornelio Calderón Núñez, donde se concluye que: (…) 3. Reflejos neurológicos
evaluados presentes y conservados.
11. Copia Fedateada del Parte de Ocurrencias de fecha 03/07/2010 (véase fs. 265); realizada en
la avenida Simón Bolívar y el pasaje Encinas lugar donde se suscitaron los hechos; y se detalla a
las personas intervinientes en el accidente de tránsito, que guarda relación con lo declarado con el
testigo presencial de los hechos de nombre Rodolfo Lora Murga.
12. La declaración de la agraviada Vicentina Blancos de Chambi (fs. 14 a 15); la cual señala
que el accidente de tránsito se produjo en circunstancias que se encontraba al interior de la mototaxi
de placa NG-83097 y fue en ese entonces que apareció un vehículo color blanco el cual impactó la
mototaxi y consecuentemente sufrió diversas lesiones, siendo auxiliada por el conductor de la uni-
dad vehicular de placa SK-6223.
13. La declaración del imputado Adolfo Cornelio Calderón Núñez (véase fs. 10 a 11); quien re-
fiere que el día en que se suscitaron los hechos se encontraba circulando del pasaje Encinas y que al
ingresar a la avenida Simón Bolívar fue impactado por la mototaxi en la parte del parachoque ante-
rior y direccional del lado delantero. Es así que al sentir el impacto detuvo su unidad y se aproximó
a la mototaxi en donde pudo advertir la presencia de una persona a quien socorrió llevándola a la
Posta San Francisco y posteriormente al Hospital Hipólito Unanue.
14. La declaración de la persona de Fidel Pilco Pilco (véase fs. 12 a 13); quien refiere que los he-
chos se suscitaron en circunstancias que manejaba su mototaxi de placa NG-83097 en cuyo interior
se encontraba la pasajera Vicentina Blancos Amachi. Es así que al circular por la avenida Simón
Bolívar, fue impactado por el vehículo de placa SK-6223, el cual ingresaba del Pasaje Encinas, y
como consecuencia la agraviada sufrió diversas lesiones.
15. La declaración ampliatoria de la persona de Fidel Pilco Pilco (véase fs. 211 a 212); quien
refiere que el día de los hechos se encontraba circulando a una velocidad normal por la Av. Simón
Bolívar y cerca del pasaje Encinas observó que el taxi del otro imputado Adolfo Cornelio Calderón
Núñez estaba parado y al momento de cruzar el Pasaje Encinas sintió el impacto en el lado izquier-
do de su mototaxi, volteándose la mototaxi para el lado derecho, entonces le reclamó al imputado
Adolfo Cornelio Calderón Núñez, quien le ofreció la cantidad S/. 200.00 nuevos soles para arreglar
el problema, es decir, los daños materiales que sufrió su mototaxi, lo cual no acepto, y el imputado
Fidel Pilco Pilco procedió a socorrer a la agraviada al Puesto de Salud San Francisco. Asimismo,
agrega que ha venido ayudando a la agraviada agilizando los trámites del SOAT de su mototaxi.
16. La declaración del testigo presencial Rodolfo Lora Murga (véase fs. 241 a 242); quien re-
fiere que conoció a los imputados y a la agraviada el día en que se suscitaron los hechos en la
Av. Simón Bolívar con la calle Encinas, en donde se encontraba caminando por el lado derecho de la
mencionada avenida con dirección al establecimiento de uno de sus clientes, ya que en ese entonces
trabajaba como preventista de la empresa Direcsur, en esas circunstancias presenció el accidente de
tránsito suscitado entre el vehículo del señor Adolfo Cornelio Calderón Núñez y el vehículo moto-
taxi del señor Fidel Pilco Pilco, observando que el primero venía a velocidad y antes de ingresar a
la intersección desaceleró un poco pero no frenó, y por el contrario aceleró, por lo que el vehículo
(Station Wagon) logró impactar al mototaxi ocasionando que este se volteara quedándose atrapados
su conductor y su pasajera, por lo que las personas que se encontraban en el lugar los ayudaron; sin
embargo, sostiene que presenció que el imputado Adolfo Cornelio Calderón Núñez no ayudó a so-
correrlos, solo le ofreció S/. 200.00 nuevos soles al mototaxista, pero que este no acepto, entonces
se presentó un efectivo de seguridad ciudadana motorizado de la Municipalidad Distrital de Grego-
rio Albarracín para ayudar a trasladar a la agraviada al Puesto de Salud San Francisco.
17. La declaración del testigo José Eduardo Linares Alayza (véase fs. 267 a 268); quien refiere
que conoció a los imputados y a la agraviada el día en que se suscitaron los hechos en la Av. Simón
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
Bolívar con la calle Encinas donde participó como efectivo de Seguridad ciudadana de la Munici-
palidad Distrital de Gregorio Albarracín, en circunstancias que se encontraba patrullando por el re-
ferido lugar percatándose de un accidente de tránsito, encontrando un vehículo Station Wagon de
propiedad de Adolfo Cornelio Calderón Núñez y una mototaxi de propiedad de Fidel Pilco Pilco,
quien llevaba como pasajera a la señora Vicentina Blancos de Chambi quien resultó con golpes en
el brazo izquierdo y en el antebrazo derecho; además, agrega que en el lugar se encontraba la per-
sona de Rodolfo Lora a quien conoce anteriormente por tener una amistad y quien le dijo que había
presenciado el accidente de tránsito, pero él respondió que la Policía se iba a encargar.
IV. LA PARTICIPACIÓN QUE SE LE ATRIBUYE AL IMPUTADO
El acusado Adolfo Cornelio Calderón Núñez, tiene calidad de autor, pues este ha realizado; la
conducta típica que se subsume en el delito de lesiones culposas graves, tipo base previsto en el
primer párrafo del artículo 124 del Código Penal con la circunstancia agravante prevista en el se-
gundo párrafo del acotado artículo que establece: “(…) La pena será privativa de libertad no menor
de uno ni mayor de dos años y de sesenta a ciento veinte días-multa, si la lesión es grave, de con-
formidad a los presupuestos establecidos en el artículo 121. (…)”. Habiendo causado lesiones cul-
posas graves, por su actuar imprudente a la agraviada en su integridad física, bien jurídico tutelado
por el ordenamiento jurídico. Por lo que debe ser juzgado en calidad de autor; autoría que se deter-
mina de conformidad con lo establecido en el artículo 23 del Código Penal acotado, que prescribe
que: “El que realiza por sí o por medio de otro el hecho punible y los que lo cometan conjuntamente
serán reprimidos con la pena establecida para esta infracción” en cuyo caso, el imputado debe ser
juzgado en calidad de autor.
V. CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL
IMPUTADO
Al momento de la comisión de los hechos, el imputado Adolfo Cornelio Calderón Núñez; tenía
más de 21 años y menos de 65 años por lo que NO ES SUJETO de responsabilidad restringida.
Asimismo, no concurre causa de exclusión de responsabilidad u otras circunstancias atenuantes.
VI. EL ARTÍCULO DE LA LEY PENAL QUE TIPIFIQUE QUE EL HECHO ASÍ COMO
LA CUANTÍA DE LA PENA QUE SE SOLICITE
La conducta incriminada al acusado Adolfo Cornelio Calderón Núñez, se encuentra prevista en
el segundo párrafo del artículo 124 del Código Penal lesiones culposas graves: que precisa “La
pena será privativa de libertad no menor de uno ni mayor de dos años y de sesenta a ciento veinte
días-multa, si la lesión es grave, de conformidad a los presupuestos establecidos en el artículo 121
(…) inciso 3. Las que infieren cualquier otro daño a la integridad corporal, o a la salud física
o mental de una persona que requiera treinta o más días de asistencia o descanso, según pres-
cripción facultativa. Lesiones que se encuentran debidamente acreditadas, conforme al Certifi-
cado Médico Legal N° 007603-LT de fecha 04/09/2010 (véase fs. 16); practicado a la agraviada
Vicentina Blancos de Chambi, donde se concluye que la agraviada presenta: “Signos de lesiones
traumáticas recientes, fractura distal del cubito derecho” y según informes médicos requiere in-
capacidad medico legal de 05 días de atención facultativa y 50 días de incapacidad médico-legal; y
el Certificado Médico Legal Ampliatorio N° 009418-PF-AR de fecha 03/11/2010 (véase fs. 60); prac-
ticado a la agraviada Vicentina Blancos de Chambi, donde se señala: “Fractura transversa completa
a nivel del tercio distal del cubito derecho con perdida de su alineamiento longitudinal, cierto grado
de osteopenea por inmovilización”; por lo que se le amplia a la agraviada en 05 días más de aten-
ción facultativa y 50 días más de incapacidad médico-legal. Haciendo un TOTAL DE 100 DÍAS
DE INCAPACIDAD MÉDICO-LEGAL.
VII. LA CUANTÍA DE LA PENA
Este despacho fiscal solicita para el acusado ADOLFO CORNELIO CALDERÓN NÚÑEZ;
02 AÑOS DE PENA PRIVATIVA DE LA LIBERTAD SUSPENDIDA en su ejecución, por el
538
Decisiones fiscales
mismo periodo de tiempo, conforme a lo previsto en el Segundo Párrafo del artículo 124 del Có-
digo Penal; y sujeta a reglas de conducta que la judicatura estime por conveniente. Y sesenta (60)
días multa, que asciende a la suma de S/. 250.00 (doscientos cincuenta nuevos soles), conforme
a lo previsto en el Segundo Párrafo del artículo 124 del Código Penal, que deberá abonar al Estado
peruano, importe que se deduce, con arreglo al porcentaje del ingreso mensual que percibe el acu-
sado (véase pregunta N° 01 de su declaración de fs. 10 a 11).
VIII.- EL MONTO DE LA REPARACIÓN CIVIL
De conformidad con los artículos 92 y 93 del Código Penal la reparación civil se rige por el princi-
pio del daño causado, cuya unidad procesal civil y penal protege el bien jurídico en su totalidad, así
como a la víctima; y estando a la gravedad de los hechos, y al amparo de la normativa acotada so-
licitó que el acusado ADOLFO CORNELIO CALDERÓN NÚÑEZ; abone por REPARACIÓN
CIVIL, la suma de S/. 4.000.00 (CUATRO MIL NUEVOS SOLES); a favor de la agraviada
VICENTINA ANASTACIA BLANCOS DE CHAMBI. Al haberse causado lesiones culposas gra-
ves de envergadura “Fractura transversa completa a nivel del tercio distal del cubito derecho con
pérdida de su alineamiento longitudinal, cierto grado de osteopenea por inmovilización” en su inte-
gridad física, bien jurídico protegido por el ordenamiento penal.
IX.- LOS MEDIOS DE PRUEBA QUE OFREZCA PARA SU ACTUACIÓN EN LA
AUDIENCIA
Ofrezco como medios de prueba las siguientes:
TESTIMONIALES
01. DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE LA AGRAVIADA VICENTINA ANASTACIA
BLANCOS DE CHAMBI; con domicilio real en la Asoc. De Viv. Los Próceres Mz. 67 Lote 14
del distrito de Gregorio Albarracín; quien declarará sobre el modo y forma como fue víctima de
lesiones culposas graves, por parte del acusado.
02. DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE FIDEL PILCO PILCO; con domicilio real en la
Asoc. de Viv. 22 de Julio Mz. 310 Lote 06 VIÑANI del Distrito de Gregorio Albarracín; quien
declarará sobre el modo, forma, y circunstancias de cómo presenció que la agraviada fue víctima de
lesiones culposas graves, por parte del acusado.
03. DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE RODOLFO LORA MURGA; con domicilio real
en la Asoc. AAPITAC Mz. H Lote 08 del Distrito de Pocollay; quien declarará sobre el modo,
forma, y circunstancias, de cómo presencio que la agraviada fue víctima de lesiones culposas gra-
ves, por parte del acusado.
04. DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE JOSÉ EDUARDO LINERES ALAYZA; con do-
micilio real en el Conj. Hab. Alfonso Ugarte I Etapa Mz. L-4 Lote 07 del Distrito de Gregorio
Albarracín; quien declarará sobre el modo, forma, y circunstancias, en que tomo conocimiento de
como la agraviada fue víctima de lesiones culposas graves, por parte del acusado.
PERITOS
01. PAMELA DE LOS MILAGROS CÁCERES CÁCERES, MÉDICO LEGISTA, CMP
N° 37972; con domicilio laboral en la División Médico Legal de Tacna; a fin que sea examina-
da, sobre el Certificado Médico Legal N° 007603-LT y el Certificado Médico Legal Ampliatorio
N° 009418-PF-AR, pertenecientes a la agraviada Vicentina Anastacia Blancos de Chambi, respecto
al objeto de la pericias, fundamentos, y las conclusiones que sostiene.
DOCUMENTALES
01. El Acta de Inspección Técnico Policial por Accidente de Tránsito (véase fs. 08); realizada en
el lugar de los hechos, ubicada en la intersección formada por la Avenida Simón Bolívar y el Pasaje
Encinas; vías en buen estado de asfalto, configuración recta ambas vías.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
02. El Dosaje Etílico N° 002397 (véase fs. 17); realizado a Fidel Pilco Pilco, cuyo resultado es
NORMAL.
03. El Dosaje Etílico N° 002397 (véase fs. 18); realizado a Adolfo Cornelio Calderón Núñez, cuyo
resultado es NORMAL.
04. El Certificado Médico Legal N° 007603-LT de fecha 04/09/2010 (véase fs. 16); practicado a
la agraviada Vicentina Blancos de Chambi, donde se CONCLUYE que la agraviada presenta “sig-
nos de lesiones traumáticas recientes” y según informes médicos requiere 05 días de atención fa-
cultativa y 50 DÍAS DE INCAPACIDAD MÉDICO LEGAL.
05. El Certificado Médico Legal Ampliatorio N° 009418-PF-AR de fecha 03/11/2010 (véase fs.
60); practicado a la agraviada Vicentina Blancos de Chambi, donde se le amplía a la agraviada en
05 días más de atención facultativa y 50 DÍAS MÁS DE INCAPACIDAD MÉDICO LEGAL.
06. El Oficio N° 730-2011-XXI-DIRTEPOL-TM/OFICIR-Ant. (véase fs. 154 a 155); que contie-
ne la CONSULTA N° 730 DE ANTECEDENTES POLICIALES A NIVEL NACIONAL Y LO-
CAL EFCTUADA A LA RED CORPORATIVA DE DATOS DE LA PNP (DATAPOL) POSITIVO
para Adolfo Cornelio Calderón (contrabando).
07. El Oficio N° 078-2011-SGFT-GGT-MPT (véase fs. 194 a 195); que contiene el récord del con-
ductor Adolfo Cornelio Calderón Núñez, quien conforme al Sistema Informático registra 03 infrac-
ciones de tránsito, las cuales han sido canceladas.
08. El Oficio N° 079-2011-SGFT-GGT-MPT (véase fs. 197); que contiene el récord del conduc-
tor Fidel Pilco Pilco, quien conforme al Sistema Informático; NO registra infracciones de tránsito.
09. El Certificado Médico Legal N° 005431-L de fecha 09/06/2011 (véase fs. 246); practicado al
imputado Fidel Pilco Pilco, donde se concluye que: (…) 3. Reflejos neurológicos evaluados pre-
sentes y conservados.
10. El Certificado Médico Legal N° 005387-L de fecha 08/06/2011 (véase fs. 249); practicado al
imputado Adolfo Cornelio Calderón Núñez, donde se concluye que: (…) 3. Reflejos neurológicos
evaluados presentes y conservados.
11. Copia Fedateada del Parte de Ocurrencias de fecha 03/07/2010 (véase fs. 265); realizada en
la avenida Simón Bolívar y el pasaje Encinas lugar donde se suscitaron los hechos; y se detalla a
las personas intervinientes en el accidente de tránsito, que guarda relación con lo declarado con el
testigo presencial de los hechos de nombre Rodolfo Lora Murga.
12. La declaración de la agraviada Vicentina Blancos de Chambi (fs. 14 a 15); donde declaró
sobre el modo, forma, y circunstancias de como fue víctima de lesiones culposas graves, por par-
te del acusado.
13. La declaración de la persona de Fidel Pilco Pilco (véase fs. 12 a 13); donde declaró sobre el
modo, forma, y circunstancias de cómo presenció que la agraviada fue víctima de lesiones culposas
graves, por parte del acusado.
14. La declaración ampliatoria de la persona de Fidel Pilco Pilco (véase fs. 211 a 212); donde
declaró ampliatoriamente sobre el modo, forma, y circunstancias de cómo presenció que la agravia-
da, fue víctima de lesiones culposas graves, por parte del acusado.
15. La declaración del testigo presencial Rodolfo Lora Murga (véase fs. 241 a 242); donde de-
claró sobre el modo, forma, y circunstancias de cómo presenció que la agraviada, fue víctima de
lesiones culposas graves, por parte del acusado.
16. La declaración del testigo José Eduardo Linares Alayza (véase fs. 267 a 268); donde declaró
sobre el modo, forma, y circunstancias de cómo tomó conocimiento que la agraviada, fue víctima
de lesiones culposas graves, por parte del acusado.
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Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL cumpla con los requisitos necesa-
rios ha firmado contrato con ella y sin que haya prestado servicio alguno
al que se refieren las cláusulas del ‘Contrato de Servicios de Consultoría en
Fiscalización y Recaudación Tributaria’ de fecha 5 de marzo de 2008 ha emi-
tido la Resolución de Alcaldía N° 470-2008-MDM mediante la cual ha resuel-
to aprobar el pago a la Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL de
98,693.00 (noventiocho mil seiscientos noventitrés) nuevos soles.
La intervención de Juan Juvencio Vallejos Goicochea en calidad de titular ge-
rente de Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL se adecua al tipo
penal ampliado de complicidad primaria (artículo 25 del CP) en delito de co-
lusión (artículo 384 del CP), pues es está persona quien careciendo de los
requisitos necesarios, concertándose con Roger Emilio Quispe Rosales, ha
firmado contrato con la Municipalidad Distrital de Moche y sin haber pres-
tado el servicio objeto del contrato se ha visto beneficiada con el pago de
98,693.00 nuevos soles.
La intervención de José Wilfredo Rodríguez Azabache y de Roberto Javier
Martínez Soles se adecua al tipo penal ampliado de complicidad primaria
(artículo 25 del CP) en delito de colusión (artículo 384 del CP) al haber dado
su conformidad para la ejecución del pago a pesar que el jefe de la Unidad
de Administración Tributaria de Moche nunca dio conformidad al supues-
to servicio prestado por la Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL.
La intervención de Johnny Mallap Rivera se adecua al tipo penal amplia-
do de complicidad primaria (artículo 25 del CP) en delito de colusión (ar-
tículo 384 del CP) al haber confeccionado el ‘Contrato de Servicios de
Consultoría en Fiscalización y Recaudación Tributaria’ de fecha 5 de mar-
zo de 2008 conteniendo información falsa, principalmente, que la presta-
ción se encontraba dentro del objeto social de la Empresa Vallejos Service
Ingeniería Digital EIRL”.
544
Decisiones fiscales
JUAN JUVENCIO VALLEJOS GOICOCHEA, con DNI N° 26675667, de 52 años de edad, na-
tural de Pacasmayo-Pacasmayo-La Libertad, estado civil soltero, hijo de Octavio y Margarita, naci-
do el 8 de febrero de 1960, de 1.62 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
JOSÉ WILFREDO RODRÍGUEZ AZABACHE, con DNI N° 18012612, de 47 años de edad,
natural de Moche-Trujillo-La Libertad, estado civil casado, hijo de José y Yolanda, nacido el 02 de
mayo de 1965, de 1.68 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
ROBERTO JAVIER MARTÍNEZ SOLES, con DNI N° 41057026, de 31 años de edad, natural
de Trujillo-Trujillo-La Libertad, estado civil soltero, hijo de Víctor y Claudina, nacido el 07 de ju-
nio de 1981, de 1.70 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
JOHNNY MALLAP RIVERA, con DNI N° 33670402, de 44 años de edad, natural de Bagua Gran-
de-Utcubamba-Amazonas, estado civil soltero, hijo de Deciderio y María, nacido el 18 de febrero
de 1968, de 1.65 metros de estaturas (se acompaña ficha Reniec).
HECHOS MATERIA DE IMPUTACIÓN
Mediante carta de fecha 14 de enero de 2008, la persona de Juan Juvencio Vallejos Goicochea en
representación de Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL da a conocer al Alcalde de la
Municipalidad Distrital de Moche –Róger Emilio Quispe Rosales– que se dedica a la formalización
de predios tanto rústicos como urbanos y que conocedores que existía un litigio de límites entre los
distritos de Moche y Trujillo ofrecía su trabajo a realizar, consistente en que si alguna persona cuya
propiedad haya evadida o pretenda realizar dichos pagos en una jurisdicción distinta a la que Quis-
pe Rosales representaba, era posible que a través de su empresa dichos impuestos fueran cancela-
dos en la Municipalidad de Moche, los que habrían de ser calculados y notificados para los cobros
respectivos incluyendo las moras e intereses conforme a ley.
En sesión extraordinaria de fecha 23 de enero de 2008 el Consejo de la Municipalidad Distrital de
Moche, conformado por sus regidores María Elena Sánchez De la Cruz, Valentín Fernández Neyra,
Hernán Cruz Pachamango, Edwin Ulises Gutiérrez Castillo y Aníbal Rojas Armas[57]; sin contar
con informe legal previo; sin que se verifique una particular experiencia y especialidad –cosa que
no podía ocurrir porque se trataba de una EIRL conformada únicamente como personal permanente
por un ingeniero no de un profesional en Derecho– en la materia por parte de la empresa contratada
y sin que la misma se haya encontrado inscrita en el Registro de Proveedores del Estado; acordó la
contratación directa –sin que se haya tratado en ningún momento exoneración alguna– de la Em-
presa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL consignándose como objeto de dicha aprobación en
el acta de su propósito que las personas cuya propiedad hayan evadido o pretendan realizar pagos
en una jurisdicción distinta de la que representa la Municipalidad, realicen el pago de sus impuestos
en la Municipalidad de Moche; los cuales seran calculados y notificados para los cobros respectivos
incluyendo las moras e intereses conforme a Ley.
En consecuencia, con fecha 24 de enero de 2008 se redacta el Acta de Acuerdo de Concejo N° 007-
2008-MDM –firmada por Quispe Rosales– en el que en el artículo único se señala: “Aprobar la
propuesta presentada por el señor Gerente Juan Vallejos Goicochea representante de la Empresa
Vallejos Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL mediante el cual la empresa en referencia se
compromete a formalizar los predios tanto rústicos como urbanos –cosa que no figura en el acta de
sesión del Concejo, como materia de aprobación–, así como también se compromete a que las perso-
nas cuyas propiedades hayan evadido o pretendan realizar pagos en una jurisdicción distinta de la
que representa la municipalidad, realicen el pago de sus impuestos en la Municipalidad Distrital de
Moche, los cuales serán cancelados y notificados por los cobros respectivos incluyendo las moras e
[57] Con el voto en contra del regidor José Bruno Cépeda Ruiz.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
intereses conforme a ley; por lo que la Empresa Vallejos Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL
tendrá el beneficio del 30% de lo recaudado, por única vez”.
En supuesta ejecución de dicho acuerdo es que –con el visado del gerente municipal José Wilfredo
Rodríguez Azabache y el jefe de Asesoría Jurídica Johnny Mallap Rivera, quien además redactó el
contrato– al alcalde de la Municipalidad Distrital de Moche Róger Emilio Quispe Rosales suscribe
con fecha 5 de marzo de 2008 el “Contrato de Servicios de Consultoría en Fiscalización y Recau-
dación Tributaria” - contrato por servicios personalísimos con Juan Juvencio Vallejos Goicochea
en calidad de Titular Gerente de Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL señalándose en
el mismo que la empresa era una persona jurídica cuyo objeto social era entre otros, dedicarse a la
prestación de servicios de consultoría en fiscalización tributaria y cobranzas de dudas tributarias y
no tributarias a diversas entidades públicas y privadas; cosa que es falso porque revisada la parti-
da registral de dicha persona jurídica no figura como su objeto social la prestación de servicios de
consultoría en fiscalización tributaria y cobranzas de dudas tributarias y no tributarias a diversas
entidades públicas y privadas; se señala que con fecha 24 de enero del 2008 mediante Acuerdo de
Consejo N° 07-2008-MDM se había tomado la decisión de contratar los servicios de la empresa
para que “preste el servicio de consultoría en fiscalización y recaudación tributaria de los principa-
les contribuyentes de la Municipalidad Distrital de Moche, el cual incluirá recuperación de tributos
atrasados o dejados de pagar, de todos los tributos de competencia de esta municipalidad” y –en su
cláusula cuarta– que el servicio comprendía: “a) La recaudación tributaria del impuesto predial, al-
cabala y otros tributos a cargo de la municipalidad, b) La fiscalización de licencias de construcción
y licencias funcionamiento comercial; c) Control y ejecución de pagos de indemnizaciones y mul-
tas sobre contaminación ambiental, conforme a la Ley de Municipalidades y el Código del Medio
Ambiente”, todo lo cual no se ajusta a lo que fue materia de aprobación por parte del Consejo Muni-
cipal, es decir, es falso que la autorización del Consejo haya sido dada para dicho tipo de servicios.
El contrato señala en su cláusula quinta que, por su parte, “La municipalidad se compromete a entre-
gar a la empresa la información y/o documentación para iniciar los servicios descritos en la cláusula
anterior, en un plazo de de cinco días naturales posteriores a la firma del contrato y son: a) Arance-
les, planos del distrito, padrones de contribuyentes, credenciales para el personal de campo, base de
datos en tape backup, incluyendo el control de pagos, elementos indispensables para que la Empresa
cumpla con el servicio”; señalándose en la cláusula sexta que “la empresa se compromete a iniciar
el servicio de consultoría de conformidad con la cláusula cuarta, responsabilizándose de cumplir sus
funciones con responsabilidad, eficiencia y profesionalismo, siendo de su cuenta la contratación de
servicios profesionales especializados que se requiera” –cuando se trataba de un contrato que su-
puestamente se justificaba por tratarse de servicios personalísimos–.
Mediante Resolución de Alcaldía N° 249-2008-MDM, Roger Emilio Quispe Rosales con fecha 5 de
marzo, señalando haber visto el contrato y que siendo conforme con la Ley de Contrataciones del
Estado y su Reglamento, resuelve aprobarlo.
Es del caso que pese a no haberse prestado el servicio que tenía por objeto el contrato referido
supra con fecha 7 de abril de 2008 Róger Emilio Quispe Rosales emite la Resolución de Alcaldía N°
470-2008-MDM mediante la cual resuelve aprobar el pago a la Empresa Vallejos Service Ingeniería
Digital EIRL de 98,693.00 (noventiocho mil seiscientos noventitrés) nuevos soles.
Para concretar dicho pago, mediante Informe N° 021-2008-GM-MDM con fecha 10 de abril de 2008
José Wilfredo Rodríguez Azabache en su calidad de gerente municipal le requiere a Roberto Javier
Martínez Soles, en su calidad de jefe de Logística, para que dé cumplimiento a lo ordenado por el
alcalde en su Resolución de Alcaldía N° 470-2008-MDM; quien a su vez remite a Lorgio García
Vergara –por ser jefe del área usuaria– el “Informe N° 150-2008-LOG-MDM” de trabajo y/o con-
formidad realizado por la Empresa Vallejos Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL de fecha 10
de abril de 2008; siendo que finalmente se produce con aprobación de estas personas el pago a pe-
sar que García Vegara nunca dio la conformidad a dicho pago, pues no le constaban los servicios.
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Decisiones fiscales
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
Goicochea, del predio matriz de Unidad Catastral N° 15643 –predio Santa Rosa– de propiedad de
la Cooperativa Agraria Mochica Ltda. y con área de 138.4129 ha, que corre de fojas 440 a 448.
- Contrato de servicios de consultoría en fiscalización y recaudación tributaria, fecha 5 de marzo del
2008, entre la Municipalidad Distrital de Moche –representado por el Alcalde Roger Emilio Quispe
Rosales– y la empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL –representada por el gerente ing.
Juan Juvencio Vallejos Goicochea, por la prestación de servicios de consultoría en fiscalización tri-
butaria y cobranza de deudas tributarias y no tributarias a diversas entidades públicas y privadas por
un plazo de duración de un año, que corre a fojas 455.
- Disposición de formalización y continuación de investigación preparatoria y otros N° 03-2011,
fecha 19 de diciembre de 2011, que corre de fojas 475 a 488.
- Acto de investigación preparatoria, Disposición N° 04, fecha 12 de enero del 2012, que corre de
fojas 524 a 527.
- Carta del 11 de enero de 2012 –y anexos–, del subg. asesoría legal de la Municipalidad Distrital de
Moche Johnny Mallap Rivera, en el que remite informe, que corre de fojas 544 a 570.
- Carta del 10 de diciembre de 2009, del jefe de Asesoría Legal Lucio Collazos Olazo de Corpo-
ración José R. Lindley S.A., en el que informa que su representada efectuó coordinaciones con la
empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL antes de la suscripción de la minuta de compra
venta; pero, que no efectuó pago alguno derivado de dichas coordinaciones, que corre a fojas 588.
- Carta del 12 de noviembre de 2009, del jefe de asesoría legal Lucio Collazos Olazo, en el que in-
forma que su representada no ha efectuado coordinación alguna con la empresa Vallejos Service
Ingeniería Digital EIRL respecto a si el pago del impuesto de alcabala debía realizarse ante la Mu-
nicipalidad Distrital de Moche o ante la Municipalidad Provincial de Trujillo y que la razón por la
cual optó por cancelar el citado impuesto en la Municipalidad de Moche se sustentó en lo señalado
por el artículo 29 del decreto supremo N° 156-2004-EF (Texto Único Ordenado de la Ley de Tribu-
tación Municipal), que corre de fojas 589 a 590.
- Oficio N° 100-2012-MP-FPCEDCF-LL-CF.420-11-CCAR, fecha 13 de enero de 2012, del fiscal
provincial titular Constante Carlos Ávalos Rodríguez, en el que reitera el oficio N° 2023-2011-MP-
FPCDCF-LL-CF.420-11-CCAR de 20 de diciembre de 2011, al alcalde la Municipalidad Distrital
de Moche para que se sirva remitir en el plazo de 05 días hábiles de notificado los documentos re-
queridos, que corre de fojas 649 a 650.
- Oficio N° 16-2012-SG-MDM –y anexos–, fecha 3 de febrero de 2012, de la Secretaria General
Kelly Marino Aguilar de la Municipalidad de Moche, en el que remite información solicitada por
oficio N° 100, que corre de fojas 653 a 686.
- Escrito del 14 de febrero de 2012 –y anexos–, de Luis Noriega Montenegro abogado defensor de
Jonny Robinson Lindley Suárez, en el que adjunta una declaración jurada, en la cual el Sr.
Lindley declara respecto a la no vinculación comercial o contractual de su corporación con la em-
presa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL o con su representante Vallejos Goicochea, que co-
rre de fojas 687 a 689.
- Escrito del 16 de enero de 2012 –y anexos–, de Héctor Chávez Vallejos abogado defensor de Juan
Juvencio Vallejos Goicochea, en el que remite la Partida Registral N° 11055867 conteniendo la es-
critura pública de la empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL, que corre de fojas 818 a 824.
PARTICIPACIÓN QUE SE ATRIBUYE A LOS IMPUTADOS
Del modo descrito ampliamente en los “hecho materia de imputación”, Juan Juvencio Vallejos
Goicochea se ha coludido con Róger Emilio Quispe Rosales para defraudar patrimonialmente al
Estado logrando que se le haga pago de un importe económico por un trabajo que no ha realizado
y que tampoco no era necesario.
548
Decisiones fiscales
Para lograr sus propósitos han hecho que se apruebe la contratación por exoneración de la empre-
sa de Vallejos Goicochea sin contar con informe legal previo; sin que se verifique una particular
experiencia y especialidad –cosa que no podía ocurrir porque se trataba de una EIRL conformada
únicamente como personal permanente por un ingeniero no de un profesional en Derecho– en la
materia por parte de la empresa contratada y sin que la misma se haya encontrado inscrita en el Re-
gistro de Proveedores del Estado.
El gerente municipal José Wilfredo Rodríguez Azabache y el jefe de asesoría jurídica Johnny
Mallap Rivera –quien además redactó el contrato– aportan al “Contrato de Servicios de Consul-
toría en Fiscalización y Recaudación Tributaria” con su visación; señalándose en dicho documento
que la empresa era una persona jurídica cuyo objeto social era entre otros, dedicarse a la prestación
de servicios de consultoría en fiscalización tributaria y cobranzas de dudas tributarias y no tributa-
rias a diversas entidades públicas y privadas; cosa que es falso porque revisada la partida registral
de dicha persona jurídica no figura como su objeto social la prestación de servicios de consultoría
en fiscalización tributaria y cobranzas de dudas tributarias y no tributarias a diversas entidades pú-
blicas y privadas.
Pese a no haberse prestado el servicio que tenía por objeto el contrato referido supra con fecha 7 de
abril de 2008 Róger Emilio Quispe Rosales emite la Resolución de Alcaldía N° 470-2008-MDM
mediante la cual resuelve aprobar el pago a la Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL de
98,693.00 (noventiocho mil seiscientos noventitrés) nuevos soles; siendo que para concretar dicho
pago, mediante Informe N° 021-2008-GM-MDM con fecha 10 de abril de 2008 José Wilfredo Ro-
dríguez Azabache en su calidad de gerente municipal le requiere a Roberto Javier Martínez So-
les, en su calidad de Jefe de Logística, para que dé cumplimiento a lo ordenado por el alcalde en su
Resolución de Alcaldía N° 470-2008-MDM; quien a su vez remite a Lorgio García Vergara –por ser
Jefe del área usuaria– el “Informe N° 150-2008-LOG-MDM” de trabajo y/o conformidad realizado
por la Empresa Vallejos Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL de fecha 10 de abril de 2008;
siendo que finalmente se produce con aprobación de estas personas el pago a pesar que García Ve-
gara nunca dio la conformidad a dicho pago, pues no le constaban los servicios.
No solo eso, sino que en su oportunidad, mediante Informe N° 060-2008-UAT-MDM de fecha 09 de
abril de 2008 García Vergara –en un párrafo final– puso formalmente de conocimiento del Gerente
Municipal José Wilfredo Rodríguez Azabache que a la fecha no se había acercado ningún repre-
sentante de la Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL a solicitar documentación alguna
para que realicen los trabajos definidos en la Resolución de Alcaldía N° 249-2008; frente a lo cual
la persona de José Wilfredo Rodríguez Azabache le pidió que cambiará el contenido de dicho in-
forme, eliminando su párrafo final, por lo que García Vergara tuvo que ingresar un nuevo informe,
con la misma numeración, pero ya sin dicha advertencia.
CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD
En el análisis efectuado por este representante del Ministerio Público no se verifican en el caso
concreto.
TIPO PENAL MATERIA DE IMPUTACIÓN NORMATIVA
La intervención de Roger Emilio Quispe Rosales se adecua al tipo penal de colusión previsto en
el artículo 384 del Código Penal: “El funcionario o servidor público que, en los contratos, sumi-
nistros, licitaciones, concurso de precios, subastas o cualquier otra operación semejante en la que
intervenga por razón de su cargo o comisión especial defrauda al Estado o entidad u organismo
del Estado, según ley, concertándose con los interesados en los convenios, ajustes, liquidaciones
o suministros será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de quince
años” (versión vigente en el momento de los hechos) en razón a que sin que la Empresa Vallejos
Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL cumpla con los requisitos necesarios ha firmado contra-
to con ella y sin que haya prestado servicio alguno al que se refieren las cláusulas del “Contrato de
549
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
550
Decisiones fiscales
del dinero indebidamente perjudicado de las arcas municipales (S/. 98,693.00), como que importe la
indemnización del daño causado, que se calcula a razón del 2 % mensual y que a la fecha de formu-
lación de la presente acusación –habiendo transcurrido 50 meses– hace 98,693 mil nuevos soles; lo
que hace un MONTO TOTAL de 197,386.00 NUEVOS SOLES a pagar por concepto de reparación
civil a favor del Estado peruano representado por la procuraduría especializada Anticorrupción.-
MEDIOS DE PRUEBA PARA SER ACTUADOS EN JUICIO
Testimoniales:
- Juan Miguel de Zela Pereyra, integrante de la Contraloría General de la República, quien será
notificado en Colibríes P lote 15-Urb. Los Pinos y depondrá sobre su participación en la elaboración
del Informe Especial N° 470-2010-CG/ORTR-EE.
- Silvia Roxana Pajares Sáenz, integrante de la Contraloría General de la República, quien será
notificado en Colibríes P lote 15-Urb. Los Pinos y depondrá sobre su participación en la elaboración
del Informe Especial N° 470-2010-CG/ORTR-EE.
- Aníbal Alfonso Rojas Armas, regidor de la Municipalidad de Moche, quien serán notificado en
avenida La Marina L-13-Curva Sun-Moche y depondrá sobre las reales condiciones de aprobación
de la contratación de Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL.
- Hernán Cruz Pachamango, regidor de la Municipalidad de Moche, quien serán notificado en
Federico Geldres Mz. G lote 5-Urb. Mochica-Trujillo y depondrá sobre las reales condiciones de
aprobación de la contratación de Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL.
- Leonel Sánchez Aliaga, Gerente de Planta en la Región Norte de Corporación Lindley, quien se-
rán notificado en Tulipanes N° 625-Urb. San José de California-Víctor Larco y depondrá respecto
de que Corporación Lindley en ningún momento autorizó al acusado Vallejos Goicochea para de-
terminar en dónde iban a inscribir el bien a adquirir.
- María Elena Sánchez de la Cruz, regidora de la Municipalidad de Moche, quien serán notificada
en Inclán N° 202-Moche y depondrá sobre las reales condiciones de aprobación de la contratación
de Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL.
- Johnny Robinson Lindley Suárez, representante de Corporación Lindley, quien serán notificado
en avenida Angamos N° 1358 - urbanización Miraflores y depondrá respecto de que Corporación
Lindley en ningún momento autorizó al acusado Vallejos Goicochea para determinar en dó
nde iban a inscribir el bien a adquirir.
Documentales:
- Informe Especial N° 470-2010-CG/ORTR-EE –y anexos– “Contratación irregular y pago indebido
de S/. 98 693,35 en el año 2008 por servicios de fiscalización y recaudación tributaria no realizado,
han generado un perjuicio económico a la Municipalidad Distrital de Moche por el mismo importe”,
fecha 2 de noviembre de 2002, de la Oficina Regional de Control Trujillo de la Contraloría General
de la República, que corre de fojas 15 a 188.
- Certificado de la Municipalidad Distrital de Moche, fecha 25 de agosto de 2005, del Jefe de Desa-
rrollo Urbano de la Municipalidad Ricardo Rodríguez Asmat, en el que, a solicitud de Leonel Sán-
chez Aliaga –Gerente Administrativo Planta Trujillo–, certifica que el área ubicado en el sector El
Palmo con U.C. 10896 y 10896-A no cuenta con habilitación urbana y puede ser usado como zona
industrial, que corre a fojas 415.
- Solicitud del 20 de agosto de 2009, del representante de corporación José R. Lindley Leonel Sán-
chez Aliaga –Gerente Administrativo de Planta Trujillo, en el que solicita certificación que el pre-
dio El Palmo, con un área de 10,540.00 m2, no cuenta con habilitación urbana y además puede ser
usada como zona industrial, que corre a fojas 417.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
552
Decisiones fiscales
por el artículo 29 del Decreto Supremo N° 156-2004-EF (Texto Único Ordenado de la Ley de Tri-
butación Municipal), que corre de fojas 589 a 590.
- Oficio N° 100-2012-MP-FPCEDCF-LL-CF.420-11-CCAR, fecha 13 de enero de 2012, del fiscal
provincial titular Constante Carlos Avalos Rodríguez, en el que reitera el oficio N° 2023-2011-MP-
FPCDCF-LL-CF.420-11-CCAR del 20 de diciembre de 2011, al alcalde la Municipalidad Distrital
de Moche para que se sirva remitir en el plazo de 05 días hábiles de notificado los documentos re-
queridos, que corre de fojas 649 a 650.
- Oficio N° 16-2012-SG-MDM –y anexos–, fecha 3 de febrero de 2012, de la Secretaría General
Kelly Marino Aguilar de la Municipalidad de Moche, en el que remite información solicitada por
Oficio N° 100, que corre de fojas 653 a 686.
- Escrito del 14 de febrero de 2012 –y anexos–, de Luis Noriega Montenegro abogado defensor de
Jonny Robinson Lindley Suárez, en el que adjunta una declaración jurada, en la cual el Sr. Lind-
ley declara respecto a la no vinculación comercial o contractual de su corporación con la empresa
Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL o con su representante Vallejos Goicochea, que corre de
fojas 687 a 689.
- Escrito del 16 de enero de 2012 –y anexos–, de Héctor Chávez Vallejos abogado defensor de Juan
Juvencio Vallejos Goicochea, en el que remite la Partida Registral N° 11055867 conteniendo la es-
critura pública de la empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL, que corre de fojas 818 a 824.
OTROSÍ DIGO: Los acusados se encuentra sometidos a comparecencia simple.
SEGUNDO OTROSÍ: Por las razones expuestas en los fundamentos de la acusación respecto de la
plena acreditación de los hechos materia de imputación, de la gravedad de la pena probable a impo-
ner en sede de sentencia condenatoria y en razón de ello, conjuntamente con la falta de reparación
espontánea del daño causado, al haberse incrementado el peligro procesal de rehuir a la acción de
la justicia; REQUIERO LA VARIACIÓN O MODIFICATORIA DE LA MEDIDA DE COER-
CIÓN ORDENADA INICIALMENTE PARA QUE SE IMPONGA A LOS ACUSADOS EL
DEBER DE CONCURRIR CADA QUINCE DÍAS A CONTROLAR SUS ACTIVIDADES ME-
DIANTE LA FIRMA DEL CUADERNO RESPECTIVO y UNA CAUCIÓN ASCENDENTE
AL 15 % DEL DAÑO PRODUCIDO AL PATRIMONIO DEL ESTADO.
Trujillo, julio 9 de 2012
553
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
554
Decisiones fiscales
entregados; siendo el mismo gerente el que llevó el cheque girado, comprometido y devengado por
la Oficina de Presupuesto y Planificación. Indicando también que no se aplicó la penalidad corres-
pondiente porque no había de donde retener el monto que manda la ley.
De acuerdo al contrato –y la carta de compromiso de plazo de entrega– los dos camiones serían
entregados a los diez días calendarios de la firma del contrato –que ocurrió en fecha 11 de abril de
2008– en la Municipalidad Provincial de Pataz (cláusula quinta), el pago se habría de realizar luego
de la recepción de los bienes y su conformidad a la satisfacción de la municipalidad (cláusula cuar-
ta), y en caso de retraso injustificado se aplicaría una penalidad por cada día hasta el monto equi-
valente al 10 % del monto contractual (cláusula novena); habiendo sido pagados a pesar de ello los
vehículos no solo de manera antelada, poniendo en riesgo el patrimonio estatal, sino que fueron en-
tregados con retraso y en la ciudad de Trujillo el 17 de mayo de 2008, siendo ingresados en la Mu-
nicipalidad Provincial de Tayabamba recién el 20 de mayo de dicho año. Por lo que a la fecha de la
entrega real se había producido ya un retraso que equivalía al 10 % del precio pactado; siendo que
al omitir su cobro se ha causado un perjuicio en el patrimonio de la municipalidad ascendente a la
suma de 100,000.00 nuevos soles.
De todos estos datos se puede inferir claramente que las personas de Flaviano Guillermo Sandoval
Córdova y Nelson Grover Angulo Vereau se han puesto de acuerdo para defraudar el patrimonio es-
tatal; asumiendo riesgos innecesarios el funcionario público para el patrimonio del Estado e incluso
renunciando al cobro de la penalidad para favorecer los intereses del particular.
ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
Informe Especial N° 094-2011-CG/ORTR-EE. Examen Especial a la Municipalidad Provincial de
Pataz, Región la Libertad y sus correspondientes anexos que son principalmente las copias del Pro-
ceso de Adjudicación por Exoneración N° 001-2008-MPP-CE (que corren a fojas 11 a 156 de car-
peta fiscal).
Declaración de Agapito Sánchez Romero, quien fuera tesorero de la Municipalidad Provincial de
Pataz y ha declarado señalando las irregularidades en que se incurrió por mandato y parte del acu-
sado Flaviano Guillermo Sandoval Córdova.
El informe sobre levantamiento de secreto bancario –y sus anexos– remitido por la Agencia de Ta-
yabamba del Banco de la Nación, donde se puede apreciar el estado de cuenta de ahorros de Fla-
viano Guillermo Sandoval Córdova y Nelson Grover Angulo Vereau del mes de marzo a mayo de
2008 (que corren a fojas 261 a 269 de la carpeta fiscal)
PARTICIPACIÓN QUE SE ATRIBUYE A LOS IMPUTADOS
Las personas de Flaviano Guillermo Sandoval Córdova y Nelson Grover Angulo Vereau se han
puesto de acuerdo para defraudar el patrimonio estatal; asumiendo riesgos innecesarios el funcio-
nario público para el patrimonio del Estado y renunciando al cobro de la penalidad para favorecer
los intereses del particular.
Flaviano Guillermo Sandoval Córdova ha ordenado al tesorero de la Municipalidad Provincial
de Pataz girar un cheque a nombre de Agroinversiones Libertad SRL por el importe total de la ad-
quisición de los dos volquetes (1’000,000.00 nuevos soles) pagando por adelantado los mismos en
contra de las cláusulas del contrato –sin que los bienes fueran efectivamente entregados– no exi-
giendo garantía alguna al vendedor e impidiendo con el pago adelantado que la municipalidad se
haga cobró de la penalidad de 100,000.00 nuevos soles por el retraso en la entrega de los bienes.
Nelson Grover Angulo Vereau ha recibido el pago por adelantado infringiendo las cláusulas del
contrato, no pagando la penalidad que manda la ley, beneficiándose económicamente y perjudican-
do el patrimonio del Estado.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
556
Decisiones fiscales
lo que hace un monto total de 198,000 nuevos soles a pagar por concepto de reparación civil a favor
del Estado peruano representado por la Procuraduría Especializada Anticorrupción.-
MEDIOS DE PRUEBA PARA SER ACTUADOS EN JUICIO
Testimoniales:
- Gerald Luis Flores Morán, auditor encargado del Informe Especial N° 094-2011-CG/ORTR-EE.
Examen Especial a la Municipalidad Provincial de Pataz, Región la Libertad sobre el cual depondrá
y que será notificado por intermedio de esta fiscalía especializada y/o sede de la Contraloría Gene-
ral de la República - Trujillo.
- Silvia Roxana Pajares Sáenz, supervisora del Informe Especial N° 094-2011-CG/ORTR-EE. Exa-
men Especial a la Municipalidad Provincial de Pataz, Región la Libertad sobre el cual depondrá y
que será notificado por intermedio de esta Fiscalía Especializada y/o sede de la Contraloría General
de la República - Trujillo.
- Agapito Sánchez Romero, quien depondrá sobre las irregularidades en que se incurrió por mandato
y parte del acusado Flaviano Guillermo Sandoval Córdova y deberá ser notificado en su domicilio
de Jirón César Vallejo s/n en Tayabamba.
Documentales:
Informe Especial N° 094-2011-CG/ORTR-EE. Examen Especial a la Municipalidad Provincial de
Pataz, Región la Libertad y sus correspondientes anexos que son principalmente las copias del Pro-
ceso de Adjudicación por Exoneración N° 001-2008-MPP-CE (que corren a fojas 11 a 156 de car-
peta fiscal).
El informe sobre levantamiento de secreto bancario –y sus anexos– remitido por la Agencia de Ta-
yabamba del Banco de la Nación, donde se puede apreciar el estado de cuenta de ahorros de Fla-
viano Guillermo Sandoval Córdova y Nelson Grover Angulo Vereau del mes de marzo a mayo de
2008 (que corren a fojas 261 a 269 de la carpeta fiscal)
OTROSÍ DIGO: Los acusados se encuentra en libertad, sin que se haya realizado hasta la fecha la
audiencia de su propósito a pesar que esta fiscalía ha solicitado en escrito ingresado en su despacho
con fecha 23 de noviembre de 2011 (MÁS DE SIETE MESES) las medias de restricción corres-
pondientes. Por lo que, para no perjudicar el logro de los fines del proceso, solicito se proceda a la
programación de la audiencia de modo inmediato.
SEGUNDO OTROSÍ: Mediante escrito de fecha 23 de noviembre de 2011 (también hace MÁS DE
SIETE MESES) se ha presentado ante su despacho escrito solicitando integración-ampliación de
requerimiento de levantamiento de secreto bancario, sin que hasta la fecha se haya tenido respuesta
sobre el mismo. Por lo que, para no perjudicar el logro de los fines del proceso, solicito resuelva el
mismo y remita los oficios correspondientes de modo inmediato.
Trujillo, julio 3 de 2012
557
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
Expediente N° : 358-2011
Especialista :
Miguel Ángel Guevara
Fiscal Responsable : Lisdey Magaly Bueno Flores
Carpeta Fiscal N° 206-2011
FORMULA ACUSACIÓN
SEÑOR:
ORLANDO TAPIA BURGA
JUEZ DEL PRIMER JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE CAJAMARCA.
558
Decisiones fiscales
EBELIT MARALYN VÁSQUEZ SÁNCHEZ, Fiscal Provincial Penal de la Segunda Fiscalía Pro-
vincial Penal Corporativa de Cajamarca - Cuarto Despacho de Investigación, con domicilio proce-
sal en Jr. Sor Manuela Gil S/N - Urb. La Alameda, Cajamarca; a usted con el debido respeto digo:
Con la autoridad conferida por el artículo 159 numerales 1 y 5 de la Constitución Política del Perú,
concordante con los artículos 11 y 94 numeral 2 de la Ley Orgánica del Ministerio Público; y con-
forme a lo establecido en los artículos 343 y 349 del Código Procesal Penal, procedo a formular la
siguiente ACUSACIÓN contra SEGUNDO MANUEL RAMOS ACUÑA como presunto autor del
delito contra la libertad sexual, en la modalidad de VIOLACIÓN SEXUAL DE PERSONA EN
INCAPACIDAD DE RESISTIR en agravio de ISAU CUEVA POMPA, en los siguientes términos.
I. IDENTIFICACIÓN DEL ACUSADO
SEGUNDO MANUEL RAMOS ACUÑA, 27 años de edad, identificado con DNI N° 43070749,
natural del Distrito de Hualgayoc, Provincia de Hualgayoc y Departamento de Cajamarca, soltero,
nacido el 2 de diciembre de 1983, un metro cuarenta y cinco de estatura, hijo de don Manuel y de
doña María, con grado de instrucción primaria, con domicilio real según ficha del Reniec en la Av.
13 de Julio 1000 - AA. VV. El Molino, Distrito, Provincia y Departamento de Cajamarca, y con do-
micilio procesal en el Jr. Los Sauces N° 508 - Urb. El Ingenio (Abog. Gino Paúl Álvarez Cabrera),
de esta ciudad.
Asimismo, el imputado durante la investigación preparatoria ha sido notificado mediante edictos,
toda vez que se desconoce de su paradero y al haberse notificado en la dirección que se señala en su
Ficha Reniec, las cédulas han sido devueltas, indicando la propietaria, que no conoce al imputado
y que nunca ha vivido en dicho domicilio.
II. IDENTIFICACIÓN DEL AGRAVIADO
ISAU CUEVA POMPA, con domicilio real en el Pasaje Santa Anita N° 169, distrito, provincia y
departamento de Cajamarca.
III. DESCRIPCIÓN DEL HECHO MATERIA DE ACUSACIÓN, CIRCUNSTANCIAS PRE-
CEDENTES, CONCOMITANTES Y POSTERIORES
Del acta de denuncia verbal, se tiene que don Exaltación Félix Cueva Alegría denunció que su hijo
Isau Cueva Pompa hace un mes ha tenido un cambio notorio en su comportamiento, es decir, esta-
ba triste y deprimido, siendo que el día trece de febrero del año en curso, le confesó que Segundo
Manuel Ramos Acuña lo había tocado y violado, aprovechándose que tenía confianza con su hijo y
que era cliente de su taller. Igualmente, el agraviado Isau Cueva Pompa indica que hace dos meses
el denunciado ha empezado a tocarle partes de su cuerpo, abusando sexualmente de él, hecho que
se ha repetido en cuatro oportunidades, y que la última vez ha sido hace una semana en el cuarto
del denunciado, donde incluso trató de defenderse diciéndole que lo dejara, pero le tapó la boca y le
dijo “cállate no le cuentes a tu papá”. Agrega el padre del agraviado que este sufre de retardo men-
tal. Asimismo, se desprende del Certificado Médico Legal N° 000589-H que el agraviado presenta
signos de acto contranatura antiguos. Posteriormente, y durante la investigación, al recibirse la de-
claración del agraviado Isau Cueva Pompa, este ha precisado, que los hechos cometidos en su agra-
vio se han suscitado en tres oportunidades, siendo la primera vez en la casa del hermano, Gilberto
Javier Quispe Julca, en una habitación ubicada en el segundo piso, donde había un colchón y dos
frazadas, la segunda vez fue un día sábado, cuando había asistido a la iglesia con motivo de los Jue-
gos Sociales, luego que se dirigía a su domicilio el acusado lo llamó, para invitarle comer un pollo,
donde le dijo que lo acompañará a su cuarto, en el tercer piso, que estaba ubicado por el mercado
por Chanchamayo, la última vez fue cuando sus padres y sus hermanos salieron a cancelar la luz y
se quedó solo en el taller de su padre, llegó el acusado, cerró la puerta y como había un colchón en
el suelo se echó, empezó a tocarlo, le bajo su pantalón, le dijo que mirara hacia la pared, se bajó su
pantalón y abuso sexualmente, luego como ya venía su madre, le dijo que se vistiera, esto fue el día
del cumpleaños de su hermana Maria Kelita Cueva Pompa, es decir el 3 de febrero del año 2011.
559
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
560
Decisiones fiscales
12. Un CD, conteniendo fotografía del domicilio ubicado en el Jr. Huancavelica N° 217-219 - Ba-
rrio San José - Cajamarca. Pág. 56.
V. PARTICIPACIÓN QUE SE LE ATRIBUYE AL ACUSADO Y CIRCUNSTANCIAS
QUE MODIFICAN LA RESPONSABILIDAD PENAL
El acusado SEGUNDO MANUEL RAMOS ACUÑA, a través de su conducta, ha cometido el de-
lito contra la libertad sexual, en la modalidad de VIOLACIÓN SEXUAL DE PERSONA EN
INCAPACIDAD DE RESISTIR en agravio de Isau Cueva Pompa; y, en consecuencia, tiene la ca-
lidad de AUTOR DIRECTO, de conformidad con lo prescrito por el artículo 23 del Código Penal.
VI. TIPO PENAL MATERIA DE ACUSACIÓN Y PENA SOLICITADA
Los hechos que son objeto de acusación se subsumen en el supuesto típico del delito de VIOLA-
CIÓN SEXUAL DE PERSONA EN INCAPACIDAD DE RESISTIR, prescrito en el artículo
172, el cual precisa: “El que tiene acceso carnal con una persona por vía vaginal, anal o bucal o rea-
liza otros actos análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo por alguna de las dos primeras
vías, conociendo que sufre anomalía psíquica, grave alteración de la conciencia, retardo mental o
que se encuentra en incapacidad de resistir, será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de veinte ni mayor de veinticinco años”.
Este delito se configura objetivamente cuando el agente, teniendo pleno conocimiento del estado
psicológico o físico disminuido o anulado del sujeto pasivo, le practica algunas modalidades del
acceso sexual. En otros términos, este ilícito penal se perfecciona cuando el sujeto activo con pleno
conocimiento que su víctima sufre de un estado permanente o parcial de anomalía psíquica, grave
alteración de la conciencia, retardo mental o se encuentra en incapacidad de resistir, se aprovecha
de tal situación y le practica el acceso carnal sexual vía vaginal, anal o bucal o le introduce vagi-
nal o analmente objetos o partes del cuerpo, todo ello con la finalidad concreta de satisfacer alguna
apetencia de carácter sexual.
En este sentido, las circunstancias que se han tenido en cuenta para solicitar el quántum de la pena
son: a) Naturaleza de la acción: en el presente caso, el comportamiento del acusado ha sido emi-
nentemente doloso, siendo que este ha actuado con animus vulnerandi y/o laendendi al momento
de vulnerar la indemnidad sexual de su víctima, esto es, ha evidenciado un dolo de lesionar, de me-
noscabar tal bien jurídico protegido, tomando conocimiento del peligro concreto de la lesión que su
accionar podría generar; b) Medios empleados: el acusado, para la comisión del evento delictivo,
ha empleado únicamente medios violentos, como es el uso de la fuerza para tener acceso car-
nal sexual con el agraviado, así como el aprovechamiento de su retardo mental, c) Importancia de
los deberes infringidos: la infracción del bien jurídico protegido consiste en la vulneración abier-
ta a la indemnidad o intangibilidad sexual, entendida como protección del desarrollo normal en el
ámbito sexual de quienes aún no han alcanzado el grado de madurez suficiente, como sucede con
los menores de edad, así como la protección de quienes debido a anomalías psíquicas, grave altera-
ción de la conciencia o retardo mental carecen de capacidad para llegar a tomar conciencia del al-
cance y significado de una relación sexual. Este delito protege la indemnidad sexual de las personas
que, por su incapacidad mental para comprender el sentido y consecuencia de una práctica sexual,
no pueden disponer jurídicamente su realización, concibiéndose la tutela en términos de intangi-
bilidad[58]. d) Extensión del daño causado: un daño cierto, real y efectivo para el agraviado Isau
Cueva Pompa, el mismo que tras la violación sexual de la que fue víctima por parte del acusado,
presentó un profundo cuadro de transtorno de estrés postraumático, además de la existencia de sín-
tomas de ansiedad y depresión, ello según el informe psicológico que se le practicara al agraviado (págs.
16-19). e) Circunstancias de tiempo, lugar, modo y ocasión: los hechos se produjeron hasta en
[58] SALINAS SICCHA, R. Derecho Penal. Parte especial. Vol. I, Editorial Iustitia, Lima, 2010, p. 728.
561
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
tres oportunidades, siendo que el acusado se aprovechó del estado mental del agraviado y la soledad
del lugar para vulnerar su indemnidad sexual, siendo la última vez el día 03 de febrero del presen-
te año, en el que el agraviado se encontraba solo en el taller de sus padres; f) Los móviles y fines:
conforme ocurrieron los hechos, tenemos que existió un móvil absolutamente egoísta en el acusado,
teniendo como única finalidad satisfacer sus apetitos sexuales en contra del agraviado, a sabiendas
de su incapacidad mental; g) Edad, educación, situación económica y medio social: el acusado
cuenta con primaria completa y cuenta con 27 años de edad, lo cual le posibilitó poder internalizar
el mandato normativo, así como para motivarse con él y sus exigencias sociales; h) Reparación
espontánea que hubiera hecho del daño: no ha existido una reparación espontánea del daño;
i) Confesión sincera antes de haber sido descubierto: no ha existido confesión sincera antes de
haber sido descubierto, por el contrario cuando tomó conocimiento que había sido denunciado, se
ha dado a la fuga, desconociendo hasta la fecha cual es su paradero.
En tal sentido, y entendida la individualización de la pena como el establecimiento de la pena con-
creta, acomodándola en lo posible a las condiciones individuales de la personalidad del acusado y su
conducta delictiva en función a la forma de aparición del delito y las circunstancias en él concurren-
tes, atendiendo, además, a que no existen circunstancias atenuantes que justifiquen una disminución
de la pena y de conformidad con el artículo 45 inciso 3 del Código Penal, referido a los intereses de
la víctima, y en el artículo 46, incisos 1 y 3, del Código Penal, referidos a la naturaleza de la acción
y a la importancia de los deberes infringidos, así como la reparación espontánea que hubieren he-
cho del daño, respectivamente; este despacho solicita para el acusado: SEGUNDO MANUEL RA-
MOS ACUÑA, VEINTICINCO AÑOS DE PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD EFECTIVA.
VII. MONTO DE LA REPARACIÓN CIVIL
Todo delito acarrea como consecuencia no solo la imposición de una pena, sino que también da lu-
gar al surgimiento de la responsabilidad civil por parte del autor; es así, que en aquellos casos en que
la conducta del agente produce un daño reparable corresponde fijar junto a la pena, el monto de la
reparación civil, de acuerdo a lo previsto en los artículos 92 y 93 del Código Penal, monto que será
fijado en atención a la magnitud del daño irrogado, así como al perjuicio producido, lo que implica
la valoración del daño económico y moral –daño emergente y lucro cesante– causado al agraviado.
La reparación civil, tal como se encuentra regulada den nuestro Código Penal, presenta dos moda-
lidades: la restitución de la cosa y la respectiva indemnización de daños y perjuicios. En cuanto a la
indemnización de daños y perjuicios, si bien, desde el punto de vista teórico la restitución constituye
la forma más genuina de reparación, en la práctica la indemnización de daños y perjuicios constitu-
ye la forma más frecuente y tradicional de reparación civil del delito. Se coloca incluso por encima
de la restitución, dado que el daño no siempre recae sobre bienes materiales u objetos, como suce-
de con el daño moral, o recayendo sobre cosas[59]. Los daños morales son aquellos que afectan la
esfera psíquica de la víctima, es decir, afectan los bienes inmateriales del ofendido, se trata de una
lesión a los sentimientos y que tienen eminentemente carácter reparatorio o de satisfacción. El he-
cho de ser objeto de una agresión criminal, no solo significa una afectación material al bien jurídico
objeto de tutela, al trascender un plano de materialidad, penetrando en un plano de plena espiritua-
lidad, tanto del sujeto ofendido como de sus familiares más cercanos. En la esfera del daño moral,
se comprende una distinción, entre aquellos que afectan directamente el patrimonio, susceptibles de
valuación económica; y, aquellos que no tienen incidencia alguna sobre el patrimonio, pues, tienen
una incidencia espiritual. El daño psíquico, es aquel que se imbrica, en la esfera anímica de la per-
sona humana, que se adscribe a un examen de plano psicológico y a su vez psiquiátrico; este daño
presupone una perturbación y alteración de la personalidad, mareos, desvanecimientos, pérdida de la
memoria, ausencia de aprehensión de datos, bloqueos, etc. Para determinar el grado de afectación al
562
Decisiones fiscales
plano subjetivo de la víctima, se necesitará la realización de una pericia psicológica y de una pericia
psiquiátrica, amén de establecer un cuadro clínico (patológico) que defina la magnitud del daño[60].
En ese sentido, ha quedado plenamente establecida la gravedad de la afectación psicológica oca-
sionada al agraviado por la violación sexual de la que fuera víctima por parte del acusado, lo cual
le ha ocasionado, según se puede concluir del informe psicológico que se le practicara al agraviado
(págs. 16-19) y que a la letra señala que padece “(...) un trastorno de estrés postraumático, presencia
de embotamiento emocional, falta de capacidad de respuesta al medio, evitación de estímulos que
le puedan hacer revivir el trauma, como estar en el lugar de los hechos acontecidos, presencia de
síntomas vegetativos como cefáleas, reacciones de sobresalto e insomnio. Además de la presencia
de síntomas de ansiedad y depresión. Todos estos síntomas están relacionados con el abuso sexual
experimentado”. Siendo así y tomando atención a todo el padecimiento psicológico que ha experi-
mentado el agraviado desde el momento de la comisión del delito, se hace necesario resarcir toda
la aflicción experimentada por el agraviado así como por parte de sus familiares más cercanos que
tuvieron que soportar ver al agraviado en ese estado, por lo que corresponde fijar como monto de
reparación civil a favor del agraviado Isau Cueva Pompa, la suma de S/. 3000.00 (tres mil nuevos
soles), POR CONCEPTO DE REPARACIÓN CIVIL.
VIII. MEDIOS DE PRUEBA QUE SE OFRECEN PARA SU ACTUACIÓN EN JUICIO
TESTIGOS:
1. Isau Cueva Pompa, con DNI N° 46334465 y domicilio real en el Pasaje Santa Anita N° 169,
distrito, provincia y departamento de Cajamarca, quien narrará la forma y circunstancias en que su-
cedieron los hechos, describiendo además las características de los lugares en los cuales el impu-
tado habría abusado de él.
2. Exaltación Félix Cueva Alegría, con DNI N° 26689787, padre del agraviado, con domicilio real
en el Pasaje Santa Anita N° 169, distrito, provincia y departamento de Cajamarca, quien narrará
cómo su hijo le contó que había sido víctima de abuso sexual por parte del acusado y el comporta-
miento que este evidenciaba después de ocurrido los hechos.
3. Bremilda Miranda Escobar, con DNI N° 42662152 y domicilio real en Jr. Miguel Iglesias
N° 744 - Barrio San José, distrito, provincia y departamento de Cajamarca, quien declarará si el acu-
sado llegó a su bodega cuando el agraviado se encontraba ahí presente, así como si es que le invitó
una gaseosa y si en alguna oportunidad se retiraron juntos.
4. Gilberto Javier Quispe Julca, con DNI N° 26733608 y domicilio real en Jr. Huancavelica
N° 217-219-Barrio San José-Cajamarca, quien declarará si ha dejado al cuidado de su domicilio al
acusado, hasta qué fecha lo hizo y cuáles fueron los motivos para hacerlo.
5. Isidoro Herrera Flores, con DNI N° 26697683 y domicilio en el Jr. Los Cedros N° 382 - Urb.
Santa Rosa, quien declarará si es que el acusado tenía un cuarto alquilado en su domicilio.
6. Juan Miguel Aponte Sáenz, con DNI N° 40338449 y domicilio real en el Jr. Los Sauces N° 203-
Cajamarca, quien declarará, si el acusado y el agraviado asistían a la Iglesia de la cual es pastor y si
en alguna oportunidad los ha visto juntos.
EXAMEN PERICIAL:
Peritos:
- Examen pericial en conjunto de los médicos legistas Alindor Torres Moreno y Carlos Enrique
Horna Chafo, ambos con domicilio laboral en el Jr. Los Dogos N° 270- Urb. El Ingenio - Cajamarca,
quienes depondrán sobre el Certificado Médico Legal N° 000589-L, sobre sus fundamentos y con-
clusión emitido en dicho certificado.
[60] PEÑA CABRERA FREYRE, A. R. Derecho Penal. Parte General. Tomo II, Idemsa, Lima, 2011, pp. 654-656.
563
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
- Examen pericial del psiquiatra, Gustavo Caipo Aguero, con domicilio laboral en el Hospital
Regional de Cajamarca, quien depondrá sobre el Informe Médico N° 024-PSIQUIATRIA-HRC-2011,
sobre sus fundamentos y diagnóstico emitidos en dicho protocolo.
DOCUMENTALES:
1. Certificado Médico Legal N° 000589-H (pág. 06), de fecha 14 de febrero del año 2011, en el que
se concluye que el agraviado tiene signos de acto contranatura antiguos.
2. Protocolo de Pericia Psicológica N° 000707-2011-PSC. (págs. 16-19), con el que se acreditará que
el agraviado se encuentra pasando un estrés post traumático motivo de la violación y que, además,
es una persona que puede desenvolverse en ciertas situaciones bajo supervisión, logra integrarse a
algunos grupos sociales y que a pesar que sufre retardo mental no lo imposibilita para indicar a su
agresor, es decir, lo reconoce y explica claramente los sucesos ocurridos.
3. Acta de declaración del agraviado Isau Cueva Pompa (págs. 25-28), en la que narra la forma y cir-
cunstancias en que sucedieron los hechos, sindicando al acusado Segundo Manuel Ramos Acuña como
la persona que abuso sexualmente de él, aprovechándose que era su amigo, describiendo además las
características de los lugares en los cuales el referido acusado habría abusado de él.
4. Acta de declaración testimonial de Exaltación Félix Cueva (págs. 29-31), quien narra la forma
cómo su hijo, el agraviado, le contó que había sido víctima de abuso sexual por parte del acusado, a
quien consideraban en su casa como un amigo y hermano de la iglesia a la cual asistían.
5. Acta de declaración testimonial de Bremilda Miranda Escobar (págs. 32-33), quien refiere que el
acusado, así como el agraviado, llegaban juntos a su bodega, tomaban gaseosa y se retiraban y que
un día llegó el agraviado a su casa, después que el imputado, quien le invitó una gaseosa, estuvieron
un rato y se fueron (versión que coincide con la manifestado por el agraviado).
6. Acta de declaración testimonial de Gilberto Javier Quispe Julca (págs. 52-53), quien ha referido
que el día 08 de enero del año 2011, viajó con su familia a la ciudad de Chiclayo, dejando al cui-
dado de su domicilio al acusado hasta su retornó que ocurrió el día 14 de enero del año en curso,
siendo la única vez que le había encargado por motivo que en esas fechas se encontraba realizando
trabajos, colocando cerámicos entre otros.
7. Acta de verificación fiscal en el inmueble ubicado en el Jr. Huancavelica N° 217-219 - Barrio San
José - Cajamarca (págs. 54-55), con lo que se corrobora los datos proporcionados por el agraviado,
con relación a que ahí habría sido el lugar donde el acusado abuso sexualmente de su persona; asi-
mismo, la habitación que indicó el agraviado donde habrían sucedido los hechos, es el mismo que
refiere el propietario Gilberto Javier Quispe Julca, le dio al imputado para que ahí descansara, ha-
biéndole prestado para ello un colchón y frazadas.
8. Un CD, conteniendo 07 fotografías del domicilio ubicado en el Jr. Huancavelica N° 217-219 -
Barrio San José - Cajamarca. Pág. 56.
9. Acta de verificación fiscal en el inmueble ubicado en el Jr. Los Cedros N° 382 - Urb. Santa Rosa -
Cajamarca (págs. 57-58), en donde el agraviado señaló el cuarto(ubicado en el tercer piso) donde
habrían sucedido los hechos, el mismo que refirió el propietario, Isidoro Herrera Flores, le fue al-
quilado al acusado, quien ya no vive ahí, pero que ha dejado sus pertenencias y que actualmente
esta siendo habitado por el hermano del acusado.
10. Un CD, conteniendo fotografías del domicilio ubicado en el Jr. Los Cedros N° 382 - Urb. San-
ta Rosa. Pág. 59.
11. Partida de nacimiento de la menor María Kelita Cueva Pompa (pág. 60), de la cual se advier-
te que la fecha de su nacimiento es el 3 de febrero de 2009, fecha que indicó el agraviado, que el
imputado, había ido a su taller y en circunstancias que no había nadie, abuso sexualmente de él.
12. Acta de declaración testimonial de Juan Miguel Aponte Sáenz (págs. 118-120), quien ha refe-
rido que es pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, denominada “Maranatha”, desde el 15
564
Decisiones fiscales
de mayo del año 2008, ubicada en el Jr. Las Petuñas N° 382- Urb. Los Jardines, y que el acusado
concurrió a dicha Iglesia hasta la primera semana de febrero del presente año, asimismo, los juegos
sociales los realizan una o dos veces al mes, el día sábado (versión que coincide con lo manifesta-
do por el agraviado).
13. Acta de constatación domiciliaria (pág. 124), en el inmueble ubicado en el Pasaje Santa Anita
cuadra uno, en el cual funciona el taller de servicios de llanta, de don Exaltación Félix Cueva Ale-
gría, siendo que en el interior se aprecia equipos de llante y desenllante, un petate, colchón y fraza-
das, así como varias mantas.
14. Informe Médico N° 024-PSIQUIATRA-HRC-2011, en el cual se concluye el siguiente Diagnós-
tico. “Transtorno de estrés postraumático F 43.1, retraso mental leve F10 y Transtorno dependiente
de la personalidad. F 60.7”, emitido por el médico psiquiatra Edwin Santos Huaccha.
IX. MEDIDAS DE COERCIÓN
Se hace conocer que existe MANDATO DE PRISIÓN PREVENTIVA en contra del acusado
SEGUNDO MANUEL RAMOS ACUÑA, desde el 3 de mayo del año 2011. Se ha girado las res-
pectivas ordenes para su ubicación y captura a nivel nacional, no habiendo sido posible hasta la fecha.
POR LO EXPUESTO:
Solicito a usted señor juez, tramitar la presente conforme a ley, y en su momento se emita auto de
enjuiciamiento, admitiendo las pruebas ofrecidas por este despacho fiscal para su actuación en juicio.
Cajamarca, 15 de setiembre de 2011
565
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
Por eso es que Peña-Cabrera Freyre refiere: ‘Las acciones, como tal, que
dan lugar a una pluralidad de infracción normativa, deben dirigirse a la ob-
tención del resultado lesivo esperado, de perjudicar a un gran número de
personas”.
No habiendo existido en los hechos materia de acusación una pluralidad
significativa de agraviados es que no resulta procedente aplicar los efectos
del delito masa, debiendo darse el tratamiento que corresponde al delito
continuado simple; quedando, por lo tanto, el marco penal concretado en
una pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor de veinte años.
- Determinado el marco penal concreto es necesario, dentro de sus límites,
cuantificar la pena que los hechos delictivos materia de comisión merecen
imponer.
En el presente caso, si bien los acusados se han apoderado de dos vehícu-
los taxis, habiendo perpetrado su ilícito en grupo y con la ventaja que da la
oscuridad, dado que no concurren circunstancias que hagan especialmente
grave el hecho (dentro de la escala de gravedad que fija el legislador para
los delitos de robo agravado), pues para realizar la amenaza se utilizó un
arma de juguete y en ningún momento se ha ejercido violencia física rele-
vante contra los agraviados, sino que los acusados se limitaban a reducirlos
y pasarlos al asiento trasero, para luego abandonarlos en lugares desiertos;
la pena que responde a la exigencia de proporcionalidad con la culpabilidad
del sujeto en el hecho resulta siendo la de 15 años de pena privativa de li-
bertad, que es la media que ha previsto el legislador para los casos en que
no concurren circunstancias significativas de agravación o atenuación del
delito, dado que la concurrencia de dos agravantes (realización en grupo y
durante la noche) y dos hechos criminales (robo de dos taxis) se encuentra
compensada por la aceptación que desde un primer momento han hecho
los acusados de su hecho criminal, habiendo incluso el acusado Víctor Nino
Urquiza Cotrina proporcionado información valiosa para la intervención de
sus otros dos coacusados”.
Expediente N° 1187-2007
Especialista Carlos R. Macchiavello Barriga
FORMULA ACUSACIÓN
SEÑOR JUEZ DEL TERCER JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE
TRUJILLO
CONSTANTE CARLOS ÁVALOS RODRÍGUEZ, fiscal provincial del Quinto Despacho de Inves-
tigación preparatoria de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo, con domicilio
procesal en la esquina de las avenidas Nazareth con Carrión, oficina 503; ante usted digo:
De conformidad con el artículo 349 del CPP 2004 procedo a emitir la presente acusación; la que de-
berá entenderse en los siguientes términos:
ACUSADOS
- VÍCTOR NINO URQUIZA COTRINA: individualizado mediante su DNI N° 80240023 (adjun-
tándose ficha Reniec).
- DANTE RAMOS CHACÓN: individualizado mediante su DNI N° 43117775 (adjuntándose fi-
cha Reniec)
566
Decisiones fiscales
567
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
América y Vallejo; encontrándose en su poder la tarjeta de propiedad del vehículo de placa de ro-
daje SD-4526 (fojas 38 - 39).
- El acta policial de verificación en la cochera ubicada en la avenida Honorio Delgado Manzana Q
Lote 4 (su fecha 14 de abril de 2007) de la presencia de los vehículos de placa de rodaje SD-4526 y
CD-6915, que según versión del guardián Wilson Rubén Ávila Navis fueron ingresados por el acu-
sado Victor Nino Urquiza Cotrina (fojas 40).
- El acta de intervención policial, en la que se da cuenta de la forma en que se intervinieron a los
acusados y se recuperaron los vehículos de placa de rodaje SD-4526 y CD-6915 (fojas 41 a 43).
- El acta de reconocimiento de persona, de fecha 14 de abril de 2007, que da cuenta de la diligencia
en que el agraviado José Luis Rafael Reyes reconoce a Víctor Nino Urquiza Cotrina como quien
condujo el vehículo después que le redujeron; a Carlos Alberto Alvarado Huamán como quien le
apuntó con un arma de fuego a la altura de la sien y le dijo ya perdiste, pasándolo al asiento poste-
rior y diciéndole que no se levante si no quería morir; y a Dante Ramos Chacón como quien le sacó
sus documentos personales y conjuntamente con los otros le llevaron para abandonarle por unos ca-
ñaverales de Buenos Aires (fojas 44 - 45).
- El acta policial de recepción de documentos, de fecha 14 de octubre de 2007, mediante la cual la
conviviente (el acusado la reconoce como tal al dar su declaración) de Víctor Nino Urquiza Cotri-
na, la señora María Elena Ulloa Zavaleta entrega a la Policía la tarjeta de propiedad del vehículo de
placa de rodaje CD 6915, así como el SOAT y la tarjeta de circulación, conjuntamente con la licen-
cia de conducir de Lyndon Leyton Flores Palacios (fojas 48).
- La declaración del agraviado Lindon Leyton Flores Palacios en la que narra la forma en que se
produjo el robo de su vehículo de placa de rodaje CD 6915 (fojas 54 - 55).
- La declaración del testigo Wildo Rubén Avila Navis guardián de la cochera, quien depone indican-
do que la persona de Víctor Nino Urquiza Cotrina fue quien llevó a la cochera ubicada en la avenida
Honorio Delgado Manzana Q Lote 4 los vehículos de placa de rodaje SD-4526 y CD-6915, indican-
do también las circunstancias de la intervención policial (fojas 56 - 58).
- La declaración del agraviado José Luis Rafael Reyes en la que narra la forma en que se produjo el
robo de su vehículo de placa de rodaje SD 4526 (fojas 59 - 60).
- Las declaraciones de los acusados Víctor Nino Urquiza Cotrina (fojas 67 - 71), Carlos Alberto Al-
varado Huamán (fojas 72 - 76) y Dante Ramos Chacón (fojas 78 - 82) que aceptan los hechos ma-
teria de imputación.
- El Dictamen Pericial de Balística Forense N° 205-2007 que en sus conclusiones especifica que la
arma incautada era una arma de juguete en mal estado de conservación e inoperativa en su funcio-
namiento (fojas 122).
- Las declaraciones de los policías que intervinieron en la ubicación de los vehículos robados y la
captura de los acusados: SOS Martín Luis Vega Ruiz (fojas 138 - 141); SOB Brigadier Edwin Ma-
nuel Delgado García (fojas 161 - 162); Capitán José Orlando Vilela Ávalos (fojas 163 - 164).
PARTICIPACIÓN QUE SE ATRIBUYE A LOS IMPUTADOS
En cada uno de los robos perpetrados, la persona de Carlos Alberto Alvarado Huamán ha sido el
que apuntó con un revólver de juguete a los agraviados, logrando reducirles; Dante Ramós Chacón
ha contribuido para reducir a los agraviados, rebuscarles los bolsillos (sustrayéndoles los bienes de
valor que portaban) y pasarles al asiento trasero. Por su parte, Víctor Nino Urquiza, si bien no apun-
taba ni tenía un contacto directo significativo con los agraviados se ocupaba, conforme al plan pre-
viamente diseñado, de conducir los vehículos materia de apoderamiento a la cochera donde fueron
encontrados por personal policial.
568
Decisiones fiscales
Encontrándonos, por tanto, ante una participación a título de coautoría; pues los acusados han coeje-
cutado el hecho, con codominio funcional del mismo, procediendo de acuerdo al plan criminal pre-
viamente diseñado. Siendo el artículo 23 del Código Penal el que fundamenta jurídicamente dicha
forma de participación criminal.
CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD
No existen.
TIPO PENAL MATERIA DE IMPUTACIÓN NORMATIVA
Cada uno de los dos hechos materia de imputación se adecua, de manera plena, a la hipótesis nor-
mativa del delito de robo agravado por haberse perpetrado durante la noche y con el concurso
de personas; previstos como agravantes en los incisos 2 y 4 en la primera parte del artículo 189
del Código Penal (fórmula agravada del delito de robo descrito en el artículo 188).
El artículo 188 prescribe: “El que se apodera ilegítimamente de un bien mueble total o parcialmen-
te ajeno, para aprovecharse de él, sustrayéndolo del lugar en que se encuentra, empleando violencia
contra la persona o amenazándola con un peligro inminente para su vida o integridad física será re-
primido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de ocho años”.
El tipo penal ha sido realizado en codominio funcional del hecho por los acusados Víctor Nino Ur-
quiza Cotrina, Carlos Alberto Alvarado Huamán y Dante Ramos Chacón, quienes se han apodera-
do de los vehículos de placa de rodaje SD-4526 y CD-6915 sustrayéndolos del lugar hasta donde
habían sido conducidos por sus legítimos poseedores, utilizando para ello un medio (una arma) que
si bien era de juguete, analizado ex ante constituía una amenaza de peligro inminente para la vida e
integridad física de los sujetos pasivos del delito.
El delito se ha consumado, pues según indican la jurisprudencia y la doctrina contemporáneas para
la consumación del robo no es necesario que se materialice el aprovechamiento patrimonial que
gobernaba la acción, ni tan siquiera que se haya dispuesto del bien; sino que es necesaria la mera
“intencionalidad” (el tipo penal dice “para aprovecharse de él”) y la mera posibilidad de disponer.
La primera parte del artículo 189 del CP prescribe: “La pena será no menor de diez ni mayor de
veinte años, si el robo es cometido: (…) 2. Durante la noche o en lugar desolado. (…) 4. Con el
concurso de dos o más personas”.
Habiéndose realizado los dos hechos materia de proceso aprovechándose de la noche y con la eje-
cución de cuatro personas.
Es de precisar que no concurre la agravante de mano armada en razón a que, como ha quedado en
evidencia durante la investigación preparatoria, la arma incautada es de fogueo.
DETERMINACIÓN DE LA PENA QUE SE SOLICITA
El marco penal que el artículo 189 prevé para cada uno de los delitos de robo agravado materia de
perpetración es de una pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor de veinte años.
Precisado el marco penal abstracto, se debe explicitar el proceso de determinación de la pena a
imponer de conformidad con las reglas que el Derecho Penal peruano contempla. En tal sentido:
- En primer lugar es necesario establecer si concurre alguna causal o circunstancia que pueda oca-
sionar la modificación del marco de sanción penal inicialmente previsto, para convertirlo en el mar-
co penal concreto aplicable al caso[61].
[61] El Código Penal peruano ha establecido como causas de modificación del marco penal: la tentativa (art. 16 del CP), la concurrencia
de eximentes imperfectas (art. 21 del CP en concordancia con el art. 20 del CP), la imputabilidad relativa (art. 22 del CP), el error de
prohibición vencible (art. 14 del CP), especiales condiciones del sujeto activo (art. 46-A del CP), la reincidencia (art. 46-B del CP),
la habitualidad (art. 46-C del CP), el concurso ideal (art. 48 del CP), el delito continuado y delito masa (art. 49 del CP), el concurso
real (art. 50 del CP), el concurso real retrospectivo (art. 51 del CP). Existiendo también en el CPP 2004 una importante causa de
569
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
En este contexto, debemos señalar que en el caso materia de acusación si bien pareciera concurrir de
inicio un concurso real homogéneo, las reglas del concurso aparente de normas (a consecuencia de
la aplicación del principio de especialidad) llevan a postular –por la forma en que se han perpetrado
los dos hechos– la existencia de un solo delito continuado[62] de robo agravado (por el concurso de
personas y cometerse durante la noche).
Debido a que su judicatura desaprobó el acuerdo de terminación anticipada celebrado entre el Mi-
nisterio Público y los investigados sustentándose para ello en que no podía afirmarse la existencia
de un delito continuado porque en el presente caso existía pluralidad de agraviados; dedicaremos
algunos párrafos para explicar por qué la unidad de sujeto pasivo no constituye un requisito para la
existencia de un delito continuado. En este sentido:
El artículo 49 del Código Penal prescribe:
“Cuando varias violaciones de la misma ley penal o una de igual o semejante naturaleza hubieran
sido cometidas en el momento de la acción o en momentos diversos, con actos ejecutivos de la misma
resolución criminal, serán considerados como un solo delito continuado y se sancionarán con la pena
correspondiente al más grave. Si con dichas violaciones, el agente hubiera perjudicado a una plurali-
dad de personas, la pena será aumentada en un tercio de la máxima prevista para el delito más grave.
La aplicación de las anteriores disposiciones quedará excluida cuando resulten afectados bienes ju-
rídicos de naturaleza eminentemente personal pertenecientes a sujetos distintos”.
La doctrina entiende que la institución del delito continuado se encuentra consagrada en el primer pá-
rrafo del artículo 49 glosado. Delito continuado que puede adoptar dos configuraciones; 1) Un delito
continuado simple; o 2) un delito continuado “masa”, denominado también “colectivo”, (que tiene
lugar cuando –prescribe el código– “el agente hubiera perjudicado a una pluralidad de personas”).
Es por ello que el penalista más renombrado de la actualidad en nuestro país señala:
“El delito colectivo, regulado por el artículo 49 del Código Penal en su primer párrafo in fine, se pre-
senta como una derivación del delito continuado, lo cual debe llevar a la conclusión de que también
en el delito colectivo deben estar presentes los elementos del delito continuado. La particularidad
se encuentra en la pluralidad de personas perjudicadas”[63].
Del mismo modo, Villavicencio Terreros señala:
“La base de esta figura son los requisitos del delito continuado con la particularidad que se presente
una pluralidad de sujetos pasivos (sujeto pasivo-masa). Ejemplo: diversas estafas cometidas contra
un grupo de personas a quienes se les ofrece viviendas en urbanizaciones inexistentes”[64].
Queda claro, entonces, que sí se puede configurar un delito continuado cuando existen varios suje-
tos pasivos del delito.
Lo dicho queda en mayor evidencia cuando el párrafo final del artículo 49 señala que no se aplican
las disposiciones del delito continuado “cuando resulten afectados bienes jurídicos de naturaleza
eminentemente personal pertenecientes a sujetos distintos”.
Esto es, para que no proceda calificar los hechos como delito continuado no solo se requiere que
se trate de sujetos distintos, sino que además es imprescindible que se trate de bienes jurídicos
modificación del marco penal, prevista en el artículo 161, cuando se le concede a la confesión sincera y espontánea la posibilidad
de ampliar el marco penal hacia abajo.
[62] El delito continuado “permite una ficción para rehuir de las reglas del concurso de delitos” (GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho
Penal económico. Parte general. Segunda edición, Grijley, Lima, 2007, p. 864). En el mismo sentido VILLAVICENCIO TERRE-
ROS, Felipe. Derecho Penal. Parte general. Grijley, Lima, 2005, p. 688 (“El delito continuado supone una pluralidad de realiza-
ciones típicas y, por ende, de concurso de delitos”).
[63] GARCÍA CAVERO, P. Derecho Penal económico. p. 872.
[64] VILLAVICENCIO TERREROS, F. Derecho Penal. p. 695.
570
Decisiones fiscales
de naturaleza eminentemente personal. Es esta conjunción lo que hace que no se pueda aplicar
las reglas del delito continuado.
Como refiere García Cavero[65]:
“En caso de bienes jurídicos altamente personales (vida, integridad corporal y libertad), se requiere
además la identidad del sujeto”.
En el mismo sentido, refiere Peña Cabrera:
“Del último párrafo del artículo en mención se desprende que no se aplicará el delito continuado
cuando resulten afectados bienes jurídicos de naturaleza eminentemente personal, pertene-
cientes a sujetos distintos”[66].
En el caso materia de la presente acusación, los bienes jurídicos afectados no tienen naturaleza emi-
nentemente personal, consecuentemente, a pesar de existir pluralidad de agraviados, no existe nin-
gún impedimento para recurrir a las reglas del delito continuado.
Es de resaltar que cuando el juzgador desaprobó el acuerdo a que habían arribado el fiscal y los in-
vestigados en el procedimiento especial de terminación anticipada, refirió que lo hacía basándose
en lo que ilustran los profesores Hurtado Pozo, Peña Cabrera y Villavicencio Terreros, quienes con-
siderarían –a decir del juzgador– que no procede hablar de delito continuado cuando existe plura-
lidad de agraviados.
Pero es del caso que Hurtado Pozo no hace en ningún momento la afirmación por la cual el juz-
gador le cita al fundamentar su resolución desaprobatoria. Este autor señala como requisitos para
afirmar la existencia de un delito continuado, la necesidad de verificar factores objetivos y subjeti-
vos; expresando:
“Los factores objetivos son la pluralidad de acciones, la pluralidad de violaciones de la misma ley
o de igual o semejante naturaleza y el contexto temporal de realización de las acciones. De carácter
subjetivo es la unidad de resolución criminal”[67].
En el mismo sentido, Villavicencio Terreros ha señalado:
“En nuestra legislación penal el artículo 49 acepta como elementos del delito continuado: circuns-
tancias de naturaleza subjetiva y objetiva: son de naturaleza objetiva: la pluralidad de acciones la
pluralidad de violaciones de la mismas ley, el contexto temporal de la realización de las acciones.
Son de carácter subjetivo: la unidad de la resolución criminal”[68].
Puede haber sido quizás malentendido Villavicencio Terreros, cuando señala:
“a.4. Unidad o pluralidad del sujeto pasivo
Se admitirá la continuación cuando se lesione al mismo titular o sujeto pasivo en el caso de los de-
litos que afectan bienes jurídicos altamente personales (v. gr. violación, lesiones, secuestro).
Por el contrario, no se admite delito continuado cuando los actos parciales inciden sobre diferentes
sujetos pasivos. Ejemplo: homicidio de distintas personas, violación de distintas mujeres. También
es diferente el caso de una generalidad de sujetos pasivos que caracteriza el delito masa”[69].
Pero de una lectura cuidadosa del párrafo glosado se puede inferir fácilmente que Villavicencio Terreros
se refiere a los supuestos en que se lesionen bienes jurídicos altamente personales (de ahí que
utilice en sus ejemplos la violación, las lesiones y el secuestro), en cuyos casos, tal como dispone
571
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
el párrafo final del artículo 49, efectivamente no cabe aplicar las reglas del delito continuado
cuando existe pluralidad de agraviados.
Por su parte, si recordamos que Peña Cabrera sostiene en el desarrollo de su libro (página 546):
“Del último párrafo del artículo en mención se desprende que no se aplicará el delito continuado
cuando resulten afectados bienes jurídicos de naturaleza eminentemente personal, pertene-
cientes a sujetos distintos”.
Se debe tener por un error (no hay otra explicación para una contradicción tan grosera) lo que des-
pués sostiene (pág. 548), de que:
“Las diversas acciones con la misma resolución criminal deben lesionar el mismo bien jurídico.
No hay delito continuado cuando se lesiona bienes jurídicos de distintos titulares”.
Debemos concluir, entonces, que en el caso materia de la presente acusación nos encontramos ante
un delito continuado.
Nos queda únicamente determinar si nos encontramos ante un delito continuado simple o un delito
continuado masa o colectivo.
En este sentido, si como refiere la doctrina penal de manera absolutamente mayoritaria “la creación
del delito masa responde a la necesidad de imponer una pena de cierta gravedad a los denominados
fraudes colectivos”[70].
Por eso es que Peña-Cabrera Freyre refiere:
“Las acciones como tal, que dan lugar a una pluralidad de infracción normativa, deben dirigirse
a la obtención del resultado lesivo esperado, de perjudicar a un gran número de personas”[71].
No habiendo existido en los hechos materia de acusación una pluralidad significativa de agraviados
es que no resulta procedente aplicar los efectos del delito masa, debiendo darse el tratamiento que
corresponde al delito continuado simple; quedando, por tanto, el marco penal concretado en una
pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor de veinte años.
- Determinado el marco penal concreto es necesario, dentro de sus limites cuantificar la pena que
los hechos delictivos materia de comisión merecen imponer.
En el presente caso, si bien los acusados se han apoderado de dos vehículos taxis, habiendo perpe-
trado su ilícito en grupo y con la ventaja que da la oscuridad, dado que no concurren circunstancias
que hagan especialmente grave el hecho (dentro de la escala de gravedad que fija el legislador para
los delitos de robo agravado), pues para realizar la amenaza se utilizó una arma de juguete y en nin-
gún momento se ha ejercido violencia física relevante contra los agraviados, sino que los acusados
se limitaban a reducirlos y pasarlos al asiento trasero, para luego abandonarlos en lugares desiertos;
la pena que responde a la exigencia de proporcionalidad con la culpabilidad del sujeto en el hecho
resulta siendo la de 15 años de pena privativa de libertad, que es la media que ha previsto el legisla-
dor para los casos en que no concurren circunstancias significativas de agravación o atenuación del
delito, dado que la concurrencia de dos agravantes (realización en grupo y durante la noche) y dos
hechos criminales (robo de dos taxis) se encuentra compensada por la aceptación que desde un pri-
mer momento han hecho los acusados de su hecho criminal, habiendo incluso el acusado Víctor Nino
Urquiza Cotrina proporcionado información valiosa para la intervención de sus otros dos coacusados.
DETERMINACIÓN DE REPARACIÓN CIVIL QUE SE SOLICITA
El artículo 93 del Código Penal prescribe:
“La reparación comprende:
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Decisiones fiscales
El proceso de selección del Concurso Público N° 001-2008-MDG fue realizado por el Comité Espe-
cial Permanente conformado por Juan Segundo Ramos Castañeda, Franco Ricardo Abanto Rodríguez
y Julio Carlo Omar Ahumada Fernández, quienes pese a tener conocimiento que Manuel Luciano
Carranza Ibáñez había elaborado el perfil del proyecto, indebidamente, con fecha 21 de febrero de
2008 otorgaron la buena pro –comunicada mediante Oficio N° 01-2008-MDG/CEP– a Consorcio
Guadalupe que era conformado y, además, expresamente representado por Carranza Ibáñez; cuando
lo que se debió hacer era declarar desierto el proceso al tener por no presentada la propuesta técni-
ca y económica al hallarse impedido dicho ingeniero de participar en el proceso, de conformidad al
literal h) del artículo 9 de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, que señala expre-
samente que está impedido de ser postor y/o contratista la persona natural o jurídica que ha parti-
cipado en la elaboración de los estudios o información técnica previa que da origen al proceso de
selección y sirve de base para el objeto del contrato.
Esto ha ocurrido no obstante que las personas de Juan Segundo Ramos Castañeda y Franco Ricardo
Abanto Rodríguez han participado como miembros del Comité Especial en la Adjudicación Directa
Selectiva N° 002-2007-MDG y que, además, Consorcio Guadalupe adjuntara a su Propuesta Téc-
nica presentada en el Concurso Público N° 001-2008-MDG, para sustentar la experiencia de sus
servicios de consultoría, el contrato para la elaboración del estudio de preinversión a nivel de perfil
con contenido mínimo según R.M. N° 559-2006-EF/15 del Proyecto Mejoramiento del Servicio de
Agua Potable y Alcantarillado de la Localidad de Guadalupe - Pacasmayo - La Libertad de fecha 5
de septiembre de 2007 por S/. 98,820.00 nuevos soles que fue suscrito entre el alcalde de la Muni-
cipalidad Distrital de Guadalupe, Edwin Eric Mora Castillo, y el ingeniero Manuel Luciano Carran-
za Ibáñez para la elaboración del Perfil del mismo proyecto; contrato que aparece visado por Juan
Segundo Ramos Castañeda y Franco Ricardo Abanto Rodríguez; habiéndose adjuntado además a
dicha propuesta el certificado de conformidad del servicio emitido.
No solo lo dicho, sino que el Comité Especial Permanente conformado por Juan Segundo Ramos
Castañeda, Franco Ricardo Abanto Rodríguez y Julio Carlo Omar Ahumada Fernández aceptó como
válida la propuesta técnica y otorgó la buena pro a Consorcio Guadalupe en el referido Concurso
Público N° 001-2008-MDG a pesar que el otro de los consorciados César Alberto Vera Alvarado se
encontraba inscrito en el Registro Nacional de Proveedores - Capítulo de Consultores de Obras en
la especialidad de “consultoría en obras menores”; por lo que solo podía participar en adjudicacio-
nes directas selectivas y de menor cuantía, más no en concursos públicos; con lo que sea infringido
el artículo 37 de la Ley de Contrataciones.
Esto ha ocurrido no obstante que el certificado de inscripción en el Registro Nacional de Proveedo-
res de fecha 11 de abril de 2007 emitido nombre de César Alberto Vera Alvarado adjunto a la Pro-
puesta Técnica presentada al Concurso por Consorcio Guadalupe se aprecia claramente que el ci-
tado profesional se encuentra inscrito en el capítulo de Consultores de Obras en la especialidad de
“Consultoría en Obras Menores”.
Debe señalarse que el numeral 6.12 de la Directiva N° 003-2003/CONSUCODE/PRE - “Disposi-
ciones Complementarias para la participación de postores en Consorcio en las contrataciones y ad-
quisiciones del Estado” aprobada por Resolución N° 063-2003-CONSUCODE/PRE establece: “Si
uno de los integrantes del Consorcio se encontrase impedido de ser postor o contratista de acuerdo
a lo dispuesto por el artículo 9 de la Ley, la propuesta se tendrá por no presentada, bajo responsa-
bilidad del comité especial. El incumplimiento de lo señalado conlleva la nulidad del proceso y la
responsabilidad de los funcionarios y autoridades intervinientes. Los contratos celebrados en contra-
vención de lo dispuesto en la citada disposición son nulos sin perjuicio de las acciones a que habría
lugar”; siendo que dicha directiva se consigna en el literal e) del acápite Documentos Obligatorios
del numeral 2.8.2.1. Sobre N° 1 - Propuesta Técnica de las Bases Administrativas del Concurso Pú-
blico N° 001-2008-MDG, lo que denota su conocimiento.
577
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
Segundo hecho
De conformidad con lo dispuesto en el acápite VII Metodología de Trabajo, del capítulo IV Términos
de Referencia de las Bases del Concurso Público N° 001-2008-MDG, le correspondía al Consultor
elaborar el Expediente Técnico del Proyecto Desarrollar el P.E.A. (Proyecto de Evaluación Arqueo-
lógica) para obtener el C.I.R.A. (Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos), entre otros.
Asimismo, de acuerdo con lo dispuesto en el acápite XI Plazo de Ejecución, del capítulo IV Térmi-
nos de Referencia, de las citadas bases –que forman parte del contrato suscrito el 14 de marzo de
2008– el plazo total para la presentación del informe final del servicio era de cuarenta y cinco días
calendarios; por lo que la presentación del citado expediente debió efectuarse el 28 de abril de 2008.
No obstante, Consorcio Guadalupe solicitó al ingeniero Carlos Alberto Chuquilín Cabanillas, Super-
visor del Expediente Técnico, una ampliación del plazo argumentando demora en la aprobación de
los informes por parte del Instituto Nacional de Cultura; lo que originó la Carta N° 019-2008-CHC/C
remitida por dicho ingeniero al alcalde de la Municipalidad Distrital de Guadalupe señalando que
el Consorcio ha adjuntado a su carta N° 204-2008-CG/MCI de solicitud de ampliación la documen-
tación sustentatoria requerida.
El pedido en mención fue evaluado por el jefe de la División de Desarrollo Territorial y Medio Am-
biente, Juan Ramos Castañeda, el que por Informe N° 323-2008-D.D.T.M.A./MDG de fecha 28 de
abril de 2008 comunica al alcalde Edwin Eric Mora Castillo sobre la ampliación del plazo que esta-
ba pidiendo Consorcio Guadalupe, derivándose a la Gerencia de Asesoría Jurídica a cargo de Fran-
co Ricardo Abanto Rodríguez, quien viso –además que la visó Ramos Castañeda– la Resolución de
Alcaldía N° 526-2008-MDG/A de 29 de abril de 2008 otorgando indebidamente Mora Castillo la
ampliación del plazo del servicio de consultoría al consorcio por treinta días calendario adicionales.
Es de señalar que el indicado Mora Castillo conocía perfectamente las bases, pues fueron aprobadas
por su persona en su condición de alcalde de la Municipalidad Distrital de Guadalupe.
Pero, ocurre que la ampliación del plazo carece de sustento legal –contraviniendo el artículo 42 de
la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado– puesto que no se sustentó en atrasos y/o pa-
ralizaciones ajenos a la voluntad del contratista, atrasos en el cumplimiento de sus prestaciones por
causas atribuibles a la entidad contratante, o a un caso fortuito o fuerza mayor, mucho menos cum-
plió con documentar su pedido de ampliación de plazo.
Las indagaciones realizadas por Contraloría han permitido determinar que los supuestos trámites en
el Instituto Nacional de Cultura que fueron el sustento del pedido de ampliación, en la fecha en que
fue solicitada esta ni siquiera se habían iniciado, conforme se aprecia del Oficio N° 961-2009-DR-
CLL/INC del 17 de agosto de 2009 de la Dirección Regional de Cultura de La Libertad, del Oficio
N° 2879-2009-DA/DREPH/INC de 28 de agosto de 2009 y de la Resolución Directoral Nacional
N° 1594 del 04 de noviembre de 2008 de las cuales se advierte que el trámite para la aprobación del
INC del Proyecto de Evaluación Arqueológica se presentó recién el 12 de mayo de 2008 por el Con-
sorcio Guadalupe; lo que deja claro que no encuentra sustento el argumento señalado en la solicitud
de ampliación y por el supervisor de la elaboración del expediente técnico, pues dicha ampliación
se solicitaba por la demora en la aprobación de los informes ante el Instituto Nacional de Cultura.
Esta ampliación fraudulenta generó que la Municipalidad Distrital de Guadalupe omita aplicar al
contratista las penalidades correspondientes a la entrega fuera de plazo del servicio contratado as-
cendente a la suma de 65 620.00 nuevo soles de conformidad con la cláusula décimo segunda del
contrato de servicios del 14 de marzo de 2008.
No solo lo dicho, sino que al expediente técnico se le hicieron observaciones que fueron comuni-
cadas al alcalde de la Municipalidad de Guadalupe mediante Carta N° 031-2008-CHC/C de fecha
17 de junio de 2008 y recibida el 19 de junio de 2008; y comunicadas al Consorcio Guadalupe con
fecha 26 de junio de 2009; las que fueron subsanadas y el expediente fue entregado finalmente en
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Decisiones fiscales
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
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Decisiones fiscales
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
lo indicado es la imposición de la pena de 05 años de pena privativa de libertad; a lo que debe aña-
dirse la pena de 03 años de inhabilitación de conformidad con los numerales 1 y 2 del artículo 36.
En el caso de los acusados Manuel Luciano Carranza Ibáñez y César Alberto Vera Alvarado al
haber contribuido a la infracción de los deberes funcionariales de Juan Segundo Ramos Castañeda,
Franco Ricardo Abanto Rodríguez y Julio Carlo Omar Ahumada Fernández se requiere la imposición
de la sanción de 05 años de pena privativa de libertad; a lo que debe añadirse la pena de 03 años de
inhabilitación de conformidad con los numerales 1 y 2 del artículo 36.
En lo que corresponde a Edwin Eric Mora Castillo el marco penal concreto es una pena privativa
de libertad no menor de tres ni mayor de quince años de pena privativa de libertad. Si como indi-
ca la doctrina el extremo mínimo del marco penal se ha previsto para los casos de absoluta mínima
gravedad y el extremo máximo se ha previsto para los casos de absoluta máxima gravedad, encon-
trándose en el punto medio aquel caso –normativamente construido– carente de agravantes o ate-
nuantes significativas para el que se debería imponer una pena media; lo razonable es entender que
siendo el presente un caso en el que no se presentan ni relevantes circunstancias de agravación ni
de atenuación lo indicado es la imposición de la pena de 09 años de pena privativa de libertad; a lo
que debe añadirse por imperio del artículo 426 del Código Penal la pena de 03 años de inhabilita-
ción de conformidad con los numerales 1 y 2 del artículo 36.
En el caso de los acusados Carlos Alberto Chuquilín Cabanillas, Juan Ramos Castañeda y
Franco Ricardo Abanto Rodríguez dado a que si bien no tienen la calidad de autores los deberes
infringidos son de la misma naturaleza funcionarial que Edwin Eric Mora Castillo se requiere la
imposición de la sanción de 09 años de pena privativa de libertad; a lo que debe añadirse por impe-
rio del artículo 426 del Código Penal la pena de 03 años de inhabilitación de conformidad con los
numerales 1 y 2 del artículo 36.
En el caso de Manuel Luciano Carranza Ibáñez y César Alberto Vera Alvarado han contribui-
do a la infracción de los deberes funcionariales del autor y además han sido las personas que se ha
beneficiado ilícitamente con el delito, por lo que se requiere la imposición de la sanción de 09 años
de pena privativa de libertad; a lo que debe añadirse por imperio del artículo 426 del Código Penal
la pena de 03 años de inhabilitación de conformidad con los numerales 1 y 2 del artículo 36.
DETERMINACIÓN DE REPARACIÓN CIVIL QUE SE SOLICITA
El artículo 93 del Código Penal prescribe:
“La reparación comprende:
1. La restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor; y
2. La indemnización de los daños y perjuicios”.
Es en este contexto que se debe requerir un monto de reparación civil que sea proporcional al daño
que se ha causado al patrimonio de la Municipalidad Distrital de Guadalupe. De esta manera:
Respecto del primer hecho referido a que se otorgó de forma indebida la buena pro del Concurso
Público N° 001-2008-MDG ascendiendo a 656,200.00 (seiscientos cincuenta y seis mil doscientos)
nuevos soles el monto de lo contratado; debe fijarse una reparación civil ascendente al 10 % de di-
cho monto que es la ganancia indebidamente obtenida por los contratistas, esto es 65,620.00 nuevos
soles; a lo que debe sumarse el 100 % a razón de 2 % mensual de cada mes de los por lo menos cin-
cuenta meses –hasta el momento de la sentencia– que los contratistas tuvieron en su poder la referi-
da ganancia indebida lo que hace una reparación civil total de 131,240.00 nuevos soles que deberán
pagar solidariamente las personas de Juan Segundo Ramos Castañeda, Franco Ricardo Abanto Ro-
dríguez, Julio Carlo Omar Ahumada Fernández, Manuel Luciano Carranza Ibáñez, César Alberto
Vera Alvarado a favor del Estado representado por la Procuraduría Especializada Anticorrupción.
Respecto del segundo hecho referido a la ilegal ampliación del plazo que generó que la Municipa-
lidad Distrital de Guadalupe omita aplicar al contratista la penalidad ascendente a la suma de 65
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Decisiones fiscales
620.00 nuevo soles a lo que debe adicionarse el 100 % a razón de 2 % mensual de cada mes de los
por lo menos cincuenta meses –hasta el momento de la sentencia– que se ha producido el mencio-
nado daño al patrimonio del Estado lo que hace una reparación civil total de 131,240.00 nuevos so-
les que deberán pagar solidariamente las personas de Edwin Eric Mora Castillo, Manuel Luciano
Carranza Ibáñez, César Alberto Vera Alvarado, Carlos Alberto Chuquilín Cabanillas, Juan Ramos
Castañeda y Franco Ricardo Abanto Rodríguez a favor del Estado representado por la Procuraduría
Especializada Anticorrupción.
MEDIOS DE PRUEBA PARA SER ACTUADOS EN JUICIO
Testimonial
· Gerald Luis Flores Morán auditor de la Contraloría General de la República, que será notificado
en su domicilio laboral y depondrá sobre el Informe Especial N° 213-2011-CG/ORTR-EE - Exa-
men Especial a la Municipalidad Distrital de Guadalupe, Provincia de Pacasmayo, La Libertad -
“Irregularidades en el Proceso de Selección para Proyecto de Agua Potable” Periodo 01 de enero
de 2008 a 31 de diciembre de 2008 (y sus anexos) y las irregularidades que fueron detectadas en
los hechos materia de acusación.
· Alfredo Martín Valle-Riestra Laos Especialista abogado de la Contraloría General de la Repú-
blica, que será notificado en su domicilio laboral y depondrá sobre el Informe Especial N° 213-
2011-CG/ORTR-EE - Examen Especial a la Municipalidad Distrital de Guadalupe, Provincia de
Pacasmayo, La Libertad - Irregularidades en el Proceso de Selección para Proyecto de Agua Po-
table Periodo 1 de enero de 2008 a 31 de diciembre de 2008 (y sus anexos) y las irregularidades
que fueron detectadas en los hechos materia de acusación.
Documentales
· El Informe Especial N° 213-2011-CG/ORTR-EE - examen Especial a la Municipalidad Distrital
de Guadalupe, Provincia de Pacasmayo, La Libertad - Irregularidades en el Proceso de Selec-
ción para Proyecto de Agua Potable Periodo 1 de enero de 2008 a 31 de diciembre de 2008 (y
sus anexos)
· Copia de la Carta N° 032-MCI-CONSUL del 04 de septiembre de 2007 del Ing. civil Manuel
Carranza Ibáñez, en el cual hace llegar el certificado original de habilitación del colegio de inge-
nieros del personal asignado al servicio de la ADS N° 002-2007-MDG-CEP “Mejoramiento del
servicio de agua potable y alcantarillado de la localidad de Guadalupe, provincia de Pacasmayo-
La Libertad, que corre a fojas 4857.
· Copia de la Carta N° 001-2008-CG del 4 de marzo de 2008 del representante legal del consorcio
Guadalupe Ing. Manuel Luciano Carranza Ibáñez, en la cual hace alcanzar el certificado de ha-
bilidad de los profesionales asignados a desarrollar el servicio de consultoría: proyecto de agua
potable y alcantarillado de la localidad de Guadalupe-Pacasmayo-La Libertad, que corre a fojas
4864.
· Memorando N° 066-2012/SIR/FPP del 20 de enero de 2012 de la Subdirección de Información
Registral del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado en la cual informa que
Víctor Hermes Ibáñez Olivares, Caduce Consultores S.A., Aquatem Ingenieros S.A., Serconsult
S.A., Paradizo Contratistas y servicios generales no se encuentran inscritos en el RNP, que corre
de fojas 5135 a 5136.
· Carta N° 007-2012-GAJ/MDG –y anexos–, del 9 de febrero de 2012, en el cual la Municipali-
dad Distrital de Guadalupe remite el Expediente del proceso de selección del Concurso Público
N° 001-2008-MDG en sus diversas etapas de fojas 5261 a 5865
· Las bases del Concurso Público N° 001-2008-MDG y propuesta de Consorcio Guadalupe.
· El contrato del Concurso Público N° 001-2008-MDG.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
584
Decisiones fiscales
REQUERIMIENTOS DE SOBRESEIMIENTO
Expediente N° : 04836-2011-0-2001-JR-PE-01
Especialista :
Caso N° : 244-2011
Fiscal a cargo : Ricardo Huancas Ronceros
REQUERIMIENTO DE SOBRESEIMIENTO
SEÑOR JUEZ DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE CATACAOS:
RICARDO HUANCAS RONCEROS, fiscal provincial de la Primera Fiscalía Provincial Penal
Corporativa de Catacaos, con domicilio procesal en el Jr. Ica N° 699, de esta ciudad; a usted con el
debido respeto digo:
I. REQUERIMIENTO FISCAL
La Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Catacaos, a tenor de lo establecido en el Ar-
tículo 344, inciso 2, literal d) del Código Procesal Penal, requiere el SOBRESEIMIENTO DE LA
CAUSA, respecto al imputado JESÚS CARDOZA JUÁREZ, por la presunta comisión del delito
de VIOLACIÓN SEXUAL, tipificado en el artículo 170 (primer párrafo) del Código Penal, en
agravio de LEONARDA NAVARRO YARLEQUÉ.
585
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
II. ANTECEDENTES
Fluye de los actuados remitidos por la Fiscalía Civil y Familia de Catacaos, que con fecha 06 de di-
ciembre de 2010, se presentó ante la Comisaría de La Arena, la señora Leonarda Navarro Yarlequé,
con la finalidad de denunciar que ha sido víctima de Violencia Familiar, por parte de su pareja Jesús
Cardoza Juárez, haciendo referencia la denunciante en su declaración que el día 28 de noviembre de
2010 el imputado Jesús Cardoza Juárez la obligo a mantener relaciones sexuales contra su voluntad.
III. FUNDAMENTOS DE HECHO
PRIMERO: Conforme a las diligencias preliminares en la presente investigación, se recabaron los
siguientes elementos indiciarios demostrativos de delito como:
1. Certificado Médico Legal N° 002236-L, practicado a la persona de Leonarda Navarro Yarle-
qué, sobre las lesiones sufridas, diagnosticando un día de atención médica y seis días de descanso
Médico, señalando en sus conclusiones “lesiones traumáticas de origen contusas” y “signos de acto
contranatura antiguo y reciente”.
2. Declaración de la agraviada Leonarda Navarro Yarlequé, realizada ante la Fiscalía Civil y
Familia de Catacaos el día 6 de diciembre de 2010, quien señala que el día 28 de noviembre de
2010, al promediar las 18:00 horas, el imputado Jesús Cardoza Juárez, quiso llevarla a su casa pero
como ella no quiso ir la llevo a la chacra del prima de ella, donde comenzó a exigirle que tuvieran
relaciones sexuales, y como se opuso, el imputado la mordió en el brazo izquierdo, con insultos;
asimismo, señala que ha mantenido una relación sentimental con el imputado hasta el día 02 de di-
ciembre, por lo que la había maltratado.
3. Declaración de la agraviada Leonarda Navarro Yarlequé, realizada ante la Fiscalía Civil y
Familia de Catacaos el día 4 de marzo de 2011, quien señala que el día 28 de noviembre de 2010,
al promediar las 18:00 horas, en circunstancias que la agraviada venía de la casa de su hermana,
de pronto salió de un maizal completamente borracho el imputado Jesús Cardoza Juárez, la tumbó
y con insultos la hizo tener relaciones por adelante y luego por atrás, y sangró, pasados tres días le
comento lo sucedido a sus hermanos, quienes le dijeron que ponga la denuncia; asimismo, señala
que han sido enamorados con el imputado.
4. Resolución N° 20-2011-MP-FPCyF-CATACAOS, emitido por la Fiscalía Civil y Familia de
Catacaos, resolviendo no ha lugar interponer demanda sobre violencia familiar, por cuanto las par-
tes involucradas serian “enamorados”, sin mediar vínculo de familiaridad, ni convivencia alguna.
5. Declaración de la agraviada Leonarda Navarro Yarlequé, realizada ante este despacho fiscal
el día 17 de abril de 2012, quien señala que aun mantiene una relación sentimental con el imputado
Jesús Cardoza Juárez, pero a escondidas ya que los hijos de la agraviada no aprueban esto, además
indica que el día 28 de noviembre de 2010 acordaron con el imputado encontrarse en una chacra en
Alto de La Cruz - La Arena, donde tuvieron relaciones sexuales de manera voluntaria por delante y
por detrás, y en pleno acto sexual el imputado lo piñizcaba y mordía, pero se asustaron cuando em-
pezó a sangrar por lo cual el imputado la limpiaba con un trapo, luego la acompañó y la dejó por un
comedor, por temor a que los hijos de la agraviada le hagan algo; asimismo, indica que interpuso
la denuncia el día 6 de diciembre de 2010 porque estuvo presionada por sus hijos y como se habían
dado cuenta que había tenido relaciones sexuales con el imputado, se molestaron; precisando que
no existió violación ya que las relaciones sexuales fueron voluntarias.
SEGUNDO: Sobre el delito de violación sexual, tipificado en el artículo 170 del Código Penal, en
cuanto al bien jurídico protegido, la doctrina señala que “el bien jurídico es la libertad sexual, en
su doble vertiente positivo-dinámica, esto es, la capacidad de la persona de libre disposición de su
cuerpo a efectos sexuales, o la facultad de comportarse en el plano sexual según sus propios deseos;
desde un aspecto negativo, el derecho de impedir intromisiones a dicha esfera, cuando no media
su consentimiento. Ahora bien, la modificación efectuada a esta capitulación por la Ley N° 28261,
586
Decisiones fiscales
importa también la realización de actos sexuales activos hacia la esfera sexual del sujeto activo, en
cuanto el ejercicio de una violencia física o psicológica para que ingrese el miembro viril, en las
cavidades vaginal, anal o bucal; o, ingrese partes del cuerpo y/o objetos únicamente a las dos pri-
meras vías antes anotadas; inclusive para que las realice sobre tercera persona”[72]. Asimismo, de
los actuados en la presente investigación, conforme al Certificado Médico N° 002236-L, se observa
que efectivamente existieron signos de actos contranatura antiguo y recientes en la agraviada Leo-
narda Navarro Yarlequé, asimismo, presenta lesiones traumáticas como equimosis de color oscura
en cara anterior de antebrazo izquierdo y otra de color verdosa en el muslo derecho; sin embargo,
también es de observarse la incongruencia en las declaraciones realizadas a nivel de Fiscalía Civil
y Familia, en relación al relato de los hechos, no siendo posible corroborar dicha versión de los he-
chos ante la ausencia de testigos; del mismo modo, en la declaración realizada por la agraviada en
este despacho fiscal, manifiesta que lo anteriormente declarado es falso y que si bien es cierto man-
tuvieron relaciones sexuales con el imputado Jesús Cardoza Juárez el día de los hechos, no fue con-
tra su voluntad y mediando amenaza o violencia, por el contrario fue voluntario, y que inicialmente
denuncio el hecho por presión de sus hijos quienes se oponen a su relación sentimental con el impu-
tado. En conclusión, con los medios probatorios recabados en la presente investigación, se observa
la sindicación de la propia agraviada contra el imputado que no ha sido corroborada o sustentada
con otro medio probatorio, adoleciendo de insubsistencia, máxime si las declaraciones realizadas
por la propia agraviada, las versiones de los hechos no resultan coherentes; en este sentido, no se ha
llegado a quebrantar el principio de presunción de inocencia que reviste a toda persona investigada,
y tampoco a determinar su responsabilidad en la presente investigación, por lo cual se deberá pro-
ceder sustentar el requerimiento de sobreseimiento al no existir razonablemente la posibilidad de
incorporar nuevos datos a la investigación y no haya elementos de convicción suficientes para
solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputado.
IV. FUNDAMENTOS JURÍDICOS
Señor juez, amparo el presente requerimiento en lo establecido en el artículo 344, inciso 2, literal
d) del Código Procesal Penal, ya que, conforme a lo precedentemente expuesto, y a los actuados
mencionados, con relación a la conducta delictiva por la presunta comisión del delito de violación
sexual contra Jesús Cardoza Juárez, no existe razonablemente la posibilidad de incorporar nue-
vos datos a la investigación y no hay elementos de convicción suficientes para solicitar funda-
damente el enjuiciamiento del imputado.
EN CONSECUENCIA, este Ministerio Público, en su calidad de titular de la acción penal,
REQUIERE: EL SOBRESEIMIENTO de la causa seguida contra JESÚS CARDOZA JUÁREZ,
por la presunta comisión del delito contra la libertad sexual - VIOLACIÓN SEXUAL, tipificado
en el artículo 170 (primer párrafo) del Código Penal, en agravio de LEONARDA NAVARRO
YARLEQUÉ; y solicita a vuestra judicatura se sirva dictar el auto de sobreseimiento de la causa en
su oportunidad, ordenándose el ARCHIVO DEFINITIVO del proceso.
OTROSÍ DIGO: Este despacho fiscal remite a su Judicatura los actuados originales en la presente
investigación a folios (...)
Catacaos, 25 de mayo de 2012
[72] PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Delitos contra la libertad e intangibilidad sexual. Idemsa, Lima, 2007, pp. 116-117.
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Decisiones fiscales
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
antes indicada le ha solicitado la suma de diez nuevos soles con el fin de conseguir plaza laboral en
la UGEL de Ascope para sus familiares (hijos y sobrinos); siendo que el 14 de mayo de 2009, en
circunstancias que la señora Carmen Rosa Díaz León se constituyó a la Institución Educativa Jesús
Nazareno con el fin de justificar la inasistencia de su menor hijo se encontró con el director de la ins-
titución, de nombre Wilder Iparraguirre López a quien le contó el motivo de su presencia así como
también el hecho que hijo César Augusto Montoya Díaz no tenía trabajo, y ante la pregunta del di-
rector de “¿que había estudiado?” Le dijo que profesor de primaria en el Pedagógico de Chepén pero
que aún no tenía el título, para luego retirarse de la institución; sucediendo que al día siguiente, 15
de mayo de 2009 la señora Carmen Rosa Díaz León acudió a la Institución Educativa Jesús Nazare-
no por motivo que su menor hijo Walter Jhamir Montoya Díaz le dijo que el director Wilder Iparra-
guirre López, quería hablar con ella; que al entrevistarse con el director, este le propuso una plaza
laboral de auxiliar de educación para su hijo Augusto Montoya en el Colegio Jesús Nazareno pero
que debería pagar la suma de S/. 2,000.00 nuevos soles; y, al día siguiente le entregó dicha suma. Sin
embargo, al día siguiente el director Wilder Iparraguirre la vuelve a llamar para ofrecerle otra pla-
za de auxiliar de educación en la misma institución en mención para su sobrino Fredy Alberto Alva
Díaz para lo cual también debería pagar la suma de S/. 2,000.00 nuevos soles, dinero que la señora
Carmen Díaz entregó el mismo día. Al día siguiente, la llamó telefónicamente para ofrecerle plazas
para su sobrina Heydi Araceli Sipirán Díaz, su hijo Jonatan Montoya Díaz y su nuera July Ponce
Medina, todas por la suma de S/. 2,000.00 nuevos soles cada una, por lo que Carmen Díaz quedó
en consultar con los presuntos beneficiarios; empero, a la semana aproximadamente nuevamente
recibe la llamada telefónica del director acordando reunirse en la Plaza de Armas de Trujillo, donde
le entrega la suma de S/. 5,000.00 nuevos soles; luego le ha entregado en la institución educativa la
suma de S/.1,000.00 nuevos soles; quedando el director en llamarla para decirse cuando trabajarían
sus hijos y sobrinos. Frente al transcurso de un año es que la denunciante Carmen Díaz decidió gra-
bar las conversaciones telefónicas sostenidas con el imputado en las cuales le solicitaba el cumpli-
miento de las plazas ofrecidas; puesto que el director les hizo aperturar cuentas y tarjetas de Multi-
rred diciéndoles que les abonarían sueldos sin haber trabajado, hecho que tampoco se ha cumplido.
Si embargo, al hacerse la comparación de estos hechos con la descripción del delito de cohecho pa-
sivo propio que hace el artículo 393 en su segundo párrafo, que señala: “El funcionario o servidor
público que solicita, directa o indirectamente, donativo, promesa o cualquier otra ventaja o
beneficio, para realizar u omitir un acto en violación de sus obligaciones o a consecuencia de
haber faltado a ellas, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor
de ocho años e inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal”
(resaltado nuestro) a la luz del esclarecimiento de los hechos a consecuencia de los actos de inves-
tigación preparatoria formalizada se debe señala que –sin dejar de ser un acto moral y administrati-
vamente reprobables; y, en el segundo caso, ilícito– no se encontraba dentro de las atribuciones del
investigado la contratación del personal para que labore como auxiliar en la Institución Educativa
Jesús Nazareno, sino más bien de otros estamentos de la UGEL-Ascope por lo que no puede asu-
mirse que el dinero que se solicitó lo haya sido “para realizar u omitir un acto en violación de sus
obligaciones o a consecuencia de haber faltado a ellas”.
Provéase conforme a Derecho.
Trujillo, mayo 10 de 2012
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Decisiones fiscales
Especialista:
Expediente N° 116-2010
Escrito:
REQUIERE SOBRESEIMIENTO
SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO MIXTO DE CHEPÉN
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
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Decisiones fiscales
De conformidad a lo acá expuesto, ha señalado Salinas Siccha, Ramiro (Delitos contra la Adminis-
tración Pública. Lima, Grijley, 2009, p. 276) que “resulta claro que el agente actúa abusando del
cargo público que ostenta. El agente conociendo de su condición especial, utiliza tendenciosamente
o abusivamente sus cualidades en el orden social para privilegiar a particulares”.
Las cosas así los hechos materia de pronunciamiento resulta siendo atípicos.
Provéase conforme a Derecho.
Trujillo, julio 4 de 2011
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REQUERIMIENTOS VARIOS
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Decisiones fiscales
que realizó el día 24 de abril con el agraviado y su amigo Jacinto Arturo, se-
ñala que al enterarse el día 25 de abril a las 19:00 horas que su amigo David
Saldaña Rodríguez había desparecido y luego de conversar con sus familiares,
a empezado a buscarle y a llamar reiteradamente a su celular N° 976362801,
siendo que a las 20:00 horas aproximadamente contestaron el teléfono del
occiso, contestó la voz de una persona de sexo masculino quien al parecer
se encontraba tomando, diciendo “NO JODAS” y luego cortó la comunica-
ción y apagó el celular; a partir de ese momento hasta la actualidad ya no
contestan el celular y suena como apagado.
2.5. Asimismo se ha recibido la declaración de Fátima María Magdalena
Teatino Briones (enamorada del agraviado), quien señala que conoció recién
a las personas de Juan Carlos Vásquez Reyes y Jacinto Arturo Revilla Moncada
el día domingo 24 de abril del 2010 cuando les presentó su enamorado (oc-
ciso), además de relatar las actividades y recorrido que realizaron el 24 de
abril con el agraviado y sus dos amigos antes señalados, refiere que estan-
do en el bar conocido como 3 x 10, se retiraron del mismo a las 18:00 ho-
ras y se dirigieron en un taxi hasta el Jr. Del Comercio a un cajero del Banco
de Crédito donde el agraviado pretendió retirar dinero del cajero pero no lo
hizo, en esos momentos le hizo de conocimiento que tenía que asistir a una
misa a las 19:00 horas en la iglesia San Francisco, pero le respondió que no
podía acompañarlo porque se iba con sus amigos al local Full Skey en el Jr.
Amazonas, por lo que se despidió de ellos, luego de la misa que terminó
a las 20:30 horas, trató de comunicarse con el agraviado pero no contesta-
ba, por lo que se dirigió al local Full Skey pero estaba cerrado, procediendo
a retirarse a su cuarto de donde insistió en varias oportunidades en comu-
nicarse con David realizando la última llamada a las 23:00 horas sin haberle
contestado. Al día siguientes (lunes 25 de abril), y como no pudo comunicar-
se con el agraviado procedió a ubicar a la enamorada de Juan Carlos cono-
cida como Crosty para que le proporcione el número de Juan Carlos, luego
preguntó a este por David contestando que lo había dejado con Arturo, por
lo que solicitó que le diera el número de Arturo, con quien al comunicarse le
contestó que luego de despedirse lo había enviado en un taxi a su casa, pos-
teriormente a las 23:00 horas toma conocimiento que su cadáver se encon-
traba en la Morgue; agrega que cuando estaba con el agraviado, este tenía
en su poder un celular color negro, táctil marca BlackBerry N° 976352801.
2.6. Asimismo, el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, ha orde-
nado el levantamiento del secreto de comunicaciones del teléfono celular
Black Berry N° 976362801 de la empresa Claro que cuenta con GPS, ha-
biendo informado al empresa Claro, que la última llamada telefónica reali-
zada del equipo celular BlackBerry con su número de Chip 976362801 fue
el día 24 de abril de 2011 a las 18:26:16 horas, llamada que realizó al nú-
mero 978522813 y que duró 2.12 minutos; luego al equipo celular del agra-
viado a las 20.34.32 horas ingresa el Chip N° 976394231 que pertenece a
Fátima María Magdalena Teatino Briones quien se comunica al N° 976394230
que también se encuentra registrada a nombre de Fátima María Magdalena
Teatino Briones, durando la llamada 9.92 minutos, a partir de ese momento
dicho equipo no registra llamadas entrantes ni salientes.
2.7. Posteriormente, el día 25 de abril de 2011 a las 06:29:55 horas ingresa
al equipo celular del agraviado el chip N° 976399300 que pertenece a Beder
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CASO N° 691-2011
FISCAL RESPONSABLE: Dr. JUAN MANUEL ROMERO ROBLES
REQUERIMIENTO DE DETENCIÓN PRELIMINAR
SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE CAJAMARCA:
LISSETE MABEL VELÁSQUEZ DÁVILA, Fiscal Provincial del Segundo Despacho de Inves-
tigación de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Cajamarca, con domicilio procesal
en Jr. Sor Manuela Gil S/N Urb. La Alameda de esta ciudad; a usted digo:
1. PETITORIO
De conformidad con lo previsto por el artículo 261, inciso 1 del Código Procesal Penal, formulo
ante su Despacho REQUERIMIENTO DE DETENCIÓN PRELIMINAR JUDICIAL contra
las personas identificadas como:
A) FÁTIMA MARÍA MAGDALENA TEATINO BRIONES, identificada con DNI N° 44384147,
de 23 años de edad, nacido el 24 de junio de 1987, soltera, natural de Cajamarca, grado de instruc-
ción superior, sus padres Cesar Serapio Teatino Salazar y Hermila Brisaid Briones Gallardo, domi-
ciliada en Jr. Magdalena N° 369 y Jr. Junín N° 826 Barrio San Pedro - Cajamarca. Características
físicas: Piel trigueña, cabello negro lacio, cara poco ovalada, nariz poco ancha, ojos regulares, cejas
semi pobladas, labios medianos y de 1.60 aproximadamente de estatuta.
B) BEDER IZQUIERDO ALVARADO, identificado con DNI N° 46463510, de 20 años de edad,
nacido el 5 de agosto de 1990, soltero, natural del Distrito de Sorochuco, Provincia de Celendín - Ca-
jamarca, grado de instrucción secundaria completa, sus padres Emiterio y Teodocia, domiciliado en
Caserío El Tingo, Distrito de Sorochuco, Provincia de Celendín - Cajamarca. Características físicas:
Su piel entre trigueña y morena, pelo corto lacio color negro, cara delgada, nariz ancha, ojos medio
achinados, cejas semi pobladas largas, labios medianos, de 1.55 mts de estatuta aproximadamente.
En consecuencia, se GIRE LA ORDEN DE CAPTURA CORRESPONDIENTE, ordenándose a
la Policía Nacional la ubicación y captura de las personas antes referidas.
2. HECHOS QUE FUNDAMENTAN EL REQUERIMIENTO
2.1. La investigación se inicia el día 25 de abril de 2011, cuando en horas de la mañana personal
policial de Cajamarca ubicó el cuerpo de la persona que en vida fue David Saldaña Rodríguez, en
posición decúbito dorsal en medio de la corriente de agua del río Mashcon del CP Santa Bárbara a
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una distancia aproximada de 200 metros del Puente Venecia, realizándose la diligencia de levan-
tamiento de cadáver y traslado del cuerpo a la morgue de la División de Medicina Legal de esta
ciudad para la Autopsia de ley a efectos de poder establecer la causa de la muerte. Al realizarse el
examen ectópico del cadáver, se evidenció que presentaba lesiones múltiples en diversas partes del
cuerpo, como golpes y cortes en la cabeza, diversos golpes en la espalda y rodillas y rotura de hue-
so a nivel del brazo derecho.
2.2. Durante los iniciales actos de investigación se ha recibido la declaración de Juan Carlos Saldaña
Rodríguez, hermano del occiso, quien refiere que a su hermano antes de victimarlo le han sustraído su
billetera conteniendo DNI y tarjetas de crédito, un reloj de agujas sin número correa azul, un par de
zapatillas y un teléfono celular marca Blackberry N° 976362801, precisando que el equipo celular
le fue enviado de España pero el CHIP está a su nombre y corresponde al N° 976362801 de la línea
Claro y cuenta con el sistema de GPS, celular que ha venido siendo utilizado por su hermano - occiso.
2.3. Asimismo se ha recibido la declaración testimonial de Jacinto Arturo Revilla Moncada, amigo
del occiso, quien refiere que el día domingo 24 de abril de 2011, se reunió a medio día con el David
Saldaña Rodríguez, la enamorada de este (Fátima María Magdalena Teatino Briones) y otro amigo
Juan Carlos Vásquez Reyes y se fueron a comer un ceviche y tomar cerveza en el local conocido
como La Palabritas, luego se dirigieron al bar conocido como 3 x10 donde continuaron tomando
cerveza, posteriormente se fueron a comer a una pollería y seguidamente ingresaron al bar conoci-
do como “Cowboy” para continuar libando cerveza, luego se trasladaron al grifo El Amigo donde
han continuado tomando cerveza, lugar de donde se retiró su amigo Juan Carlos Vásquez Reyes,
continuando con David libando cerveza en el Nigth Club El Faraón, luego, y como ya era de ma-
drugada, han abordado un taxi con destino a su casa, sin embargo, faltando tres cuadras para llegar
se bajaron del taxi debido a la negativa de David Saldaña Rodríguez para ingresar y descansar en
la casa del declarante, optando por tomar un taxi para dirigirse a su casa, anotando con un lapicero
en su brazo la placa de rodaje del taxi, la misma que corresponde al N° BQH-162, luego de ello se
fue a su domicilio hasta las 07:00 horas del día 25 de abril en que se dirigió a su trabajo ubicado en
la provincia de San Pablo.
2.4. Se ha recibido también la declaración del testigo Juan Carlos Vásquez Reyes, amigo del occiso,
quien además de relatar las actividades y recorrido que realizó el día 24 de abril con el agraviado
y su amigo Jacinto Arturo, señala que al enterarse el día 25 de abril a las 19:00 horas que su amigo
David Saldaña Rodríguez había desparecido y luego de conversar con sus familiares, a empeza-
do a buscarle y a llamar reiteradamente a su celular N° 976362801, siendo que a las 20:00 horas
aproximadamente contestaron el teléfono del occiso, contestó la voz de una persona de sexo
masculino quien al parecer se encontraba tomando, diciendo “NO JODAS” y luego cortó la
comunicación y apagó el celular; a partir de ese momento hasta la actualidad ya no contestan el
celular y suena como apagado.
2.5. Asimismo, se ha recibido la declaración de Fátima María Magdalena Teatino Briones (enamora-
da del agraviado), quien señala que conoció recién a las personas de Juan Carlos Vásquez Reyes
y Jacinto Arturo Revilla Moncada el día domingo 24 de abril de 2010 cuando les presentó su
enamorado (occiso), además de relatar las actividades y recorrido que realizaron el 24 de abril con el
agraviado y sus dos amigos antes señalados, refiere que estando en el bar conocido como 3 x 10, se
retiraron del mismo a las 18:00 horas y se dirigieron en un taxi hasta el Jr. Del Comercio a un cajero
del Banco de Crédito donde el agraviado pretendió retirar dinero del cajero pero no lo hizo, en esos
momentos le hizo de conocimiento que tenía que asistir a una misa a las 19:00 horas en la iglesia
San Francisco, pero le respondió que no podía acompañarlo porque se iba con sus amigos al
local Full Skey en el Jr. Amazonas, por lo que se despidió de ellos, luego de la misa que terminó
a las 20:30 horas, trató de comunicarse con el agraviado pero no contestaba, por lo que se dirigió al
local Full Skey pero estaba cerrado, procediendo a retirarse a su cuarto de donde insistió en varias
oportunidades en comunicarse con David realizando la última llamada a las 23:00 horas sin haberle
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Decisiones fiscales
contestado. Al día siguientes (lunes 25 de abril), y como no pudo comunicarse con el agraviado,
procedió a ubicar a la enamorada de Juan Carlos conocida como Crosty para que le proporcione el
número de Juan Carlos, luego preguntó a este por David contestando que lo había dejado con Ar-
turo, por lo que solicitó que le diera el número de Arturo, con quien al comunicarse le contestó que
luego de despedirse lo había enviado en un taxi a su casa, posteriormente a las 23:00 horas toma
conocimiento que su cadáver se encontraba en la Morgue; agrega que cuando estaba con el agra-
viado, este tenía en su poder un celular color negro, táctil marca BlackBerry N° 976352801.
2.6. Asimismo, el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, ha ordenado el levantamiento del secreto
de comunicaciones del teléfono celular BlackBerry N° 976362801 de la empresa CLARO que cuen-
ta con GPS, habiendo informado al empresa Claro, que la última llamada telefónica realizada del
equipo celular BlackBerry con su número de Chip 976362801 fue el día 24 de abril del 2011 a
las 18:26:16 horas, llamada que realizó al número 978522813 y que duró 2.12 minutos; luego al
equipo celular del agraviado a las 20.34.32 horas ingresa el chip N° 976394231 que pertenece
a Fátima María Magdalena Teatino Briones quien se comunica al N° 976394230 que también
se encuentra registrada a nombre de Fátima María Magdalena Teatino Briones, durando la llama-
da 9.92 minutos, a partir de ese momento dicho equipo no registra llamadas entrantes ni salientes.
2.7. Posteriormente, el día 25 de abril del 2011 a las 06:29:55 horas ingresa al equipo celular
del agraviado el chip N° 976399300 que pertenece a Beder Izquierdo Alvarado, quien realiza
una llamada al N° 987400655 que pertenece a Cristian Eduardo Rojas Castañeda con una duración
de 0.30 segundos, luego esta persona a las 06:30:49 horas le devuelve la llamada durando la mis-
ma 1.90 minutos.
2.8. A las 07:19:55 horas del 25 de abril ingresa al equipo celular del agraviado el Chip de Fátima
María Magdalena Teatino Briones (N° 976394231) quien se comunica con el N° 976226091
que pertenece a la Unidad de Medio Ambiente de Minera Yanacocha y luego a las 08:26:17 lo
hace al N° 976221893 que pertenece a Roberto Pérez Sánchez, precisando que ambas llamadas
se realizaron del sector Carretera a Yanacocha Km. 24, lugar donde trabaja Fátima María Magdalena
Teatino Briones. A partir de esa fecha, del equipo celular del agraviado y con el chip de Fátima se
han realizado gran cantidad de llamadas a diferentes números entre ellos a Juan Carlos Vás-
quez Reyes (19 llamadas), hasta el día 27 de abril del 2011 a las 17:48.24 horas cuando el chip se
Fátima es cambiado a otro equipo celular con código EMAIL N° 35605803891000.
2.9. De esta manera, se establece que luego del fallecimiento del agraviado David Saldaña Rodrí-
guez, su equipo celular BlackBerry ha sido utilizado con los chips N° 976394231 y N° 976399300
cuyos titulares según el levantamiento de secreto de comunicaciones son Fátima María Magda-
lena Teatino Briones y Beder Izquierdo Alvarado, lo cual nos permite concluir que dicho equipo
celular se encuentra en su poder.
2.10. Se concluye que el equipo celular del agraviado se encuentra en poder de Fátima María
Magdalena Teatino Briones, por lo siguiente:
a) Porque de su declaración se advierte que la última vez que estuvo con el agraviado y sus amigos
fue el 24 de abril hasta antes de las 19:00 horas, refiere que se había retirado porque a esa hora te-
nía que asistir a una misa en la iglesia San Franciso, sin embargo según el informe remitido por le
empresa Claro a las 20.34.32 horas al equipo celular del agraviado ingresa el chip N° 976394231
que pertenece a Fátima María Magdalena Teatino Briones y que se comunica con el N° 976394230
que también se encuentra registrada a su nombre por un espacio de 9.92 minutos, en este sentido
se advierte que Fátima esta faltando a la verdad en el sentido que a las 19:00 horas ya no se encon-
traba con el agraviado, máxime si el testigo Jacinto Arturo Revilla Moncada ha referido que cuan-
do se encontraba con el agraviado (entre las 22:00 y 23:00 horas) tomando cerveza en el grifo El
Amigo, el agraviado se ha encontrado con su equipo celular ya que intentó llamar a Fátima, pero
ya no tenía batería.
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b) Porque Fátima María Magdalena Teatino Briones, está faltando a la verdad, ya que afirma en su
declaración que luego de salir de misa ha realizado una serie de llamadas al celular del agraviado
hasta las 23.30 horas (24 de abril), sin embargo, del reporte de llamadas se evidencia que no
realizó llamada alguna, asimismo afirma que el día 25 de abril se comunicó con Jacinto Arturo Re-
villa Moncada, sin embargo del reporte de llamadas no se advierte ninguna llamada que haya reali-
zado al teléfono de Jacinto Revilla (970009665).
c) Porque Fátima María Magdalena Teatino Briones ha ocultado totalmente haber tenido en su po-
der el equipo celular del agraviado luego que fue objeto de robo y asesinato, lo que hace evidente
que tenga participación en los hechos que se investiga, incluso, según es de verse del reporte de le-
vantamiento de secreto de comunicaciones, ha realizado llamadas desde el lugar de su centro labo-
ral (Carretera a Yanacocha Km. 24).
d) Porque Fátima María Magdalena Teatino Briones ha mantenido permanente comunicación te-
lefónica con su número de chip y desde el equipo de celular del agraviado con la persona de Juan
Carlos Vasquez Reyes, han sido en total 19 llamadas telefónicas que realizó, pese haber señalado
en su declaración que recién lo había conocido el 24 de abril a medio día cuando se reunieron en la
cevichería La Palabritas y los presentó el agraviado, de lo que se advierte que esta negando haberlo
conocido con anterioridad.
2.11. Por los fundamentos expuestos, se establece que las únicas personas que han utilizado el equipo
celular del agraviado luego de su fallecimiento, han sido Fátima María Magdalena Teatino Briones y
Beder Izquierdo Alvarado, de quienes se presume han tenido participación en los hechos que se inves-
tiga y tienen en su poder dicho equipo celular, por lo que deberá declararse fundado el requerimiento.
3. DELITO ATRIBUIDO
ROBO AGRAVADO con subsecuente causación de lesiones graves y muerte, previsto por el ar-
tículo 189 último párrafo del Código Penal señala que “La pena será no menor de doce ni mayor
de veinte años, si el robo es cometido cuando (…). La pena será de cadena perpetua cuando (…)
como consecuencia del hecho, se produce la muerte a la víctima o se le causa lesiones graves a su
integridad física o mental”.
4. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
4.1. Acta del estudio de la escena y levantamiento del cadáver, realizado al occiso David Saldaña
Rodríguez.
4.2. Protocolo de Autopsia N° 802-2011.
4.3. Acta de identificación del cadáver NN.
4.4. Acta de Intervención Policial N° 944
4.5. Declaración testimonial de Jacinto Arturo Revilla Moncada.
4.6. Declaración testimonial de Juan Carlos Vásquez Reyes.
4.7. Declaración de Juan Carlos Saldaña Rodríguez, hermano de occiso.
4.8. Declaración testimonial de Fátima María Magdalena Teatino Briones.
4.9. Levantamiento de secreto de comunicaciones del teléfono celular BlackBerry N° 976362801
de la empresa Claro que cuenta con GPS, celular que tenía en su poder el agraviado y fue robado
antes de ser asesinado.
4.10. Informe preliminar emitido por la divincri Cajamarca.
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Decisiones fiscales
[73] Señala el artículo 261, inciso 1 del Código Procesal Penal: El juez de la investigación preparatoria a solicitud del fiscal, sin trámite
alguno y teniendo a la vista las actuaciones remitidas por aquel, dictará mandato de detención preliminar cuando: a) No se presente
un supuesto de flagrancia delictiva, pero existan razones plausibles para considerar que una persona ha cometido un delito sancio-
nado con pena privativa de libertad superior a cuatro años y, por las circunstancias del caso puede desprenderse cierta posibilidad
de fuga.
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Expediente :
Caso N° : 46-2012
Especialista : Dr.
Escrito N° : 01
REQUERIMIENTO DE PRISIÓN PREVENTIVA
SEÑOR JUEZ DE TURNO DEL JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA ES-
PECIALIZADO EN DELITOS DE CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS DE LIMA
DANIEL ERNESTO CERNA SALAZAR, fiscal provincial de la Segunda Fiscalía Provincial
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima, a usted con respeto
me presento y digo:
I. REQUERIMIENTO
De conformidad con lo establecido en el artículo 268 del Código Procesal Penal, solicito SE
DICTE MANDATO DE PRISIÓN PREVENTIVA, contra los imputados DAVID ANTONIO
VIZCARRA DOMÍNGUEZ y LUIS ALEJANDRO CORNEJO URBANO como presuntos au-
tores del delito Contra la administración pública - Corrupción de funcionarios en la modalidad de
cohecho pasivo específico, en agravio del Estado peruano; delito previsto y sancionado en el se-
gundo párrafo del artículo 395 del Código Penal.
II. DE LA IDENTIFICACIÓN DE LOS IMPUTADOS
Nombres y apellidos : DAVID ANTONIO VIZCARRA DOMÍNGUEZ
Documento de identidad : 08618675
Nombres y apellidos : LUIS ALEJANDRO CORNEJO URBANO
Documento de identidad : 06064762
III. FUNDADOS Y GRAVES ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
Primero: En fecha 11 de octubre de 2012, las personas de Maribel Roxana Quezada Salinas y
Alberto Bradi Ruiz Espinoza, presentaron una Denuncia Verbal ante el Tercer Despacho de la Se-
gunda Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de
Lima, contra Luis Alejandro Cornejo Urbano y David Antonio Vizcarra Domínguez, quienes en su
condición de funcionarios del Ministerio Público - Medicina Legal/Psicología Forense con sede
dentro del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, le solicitaron la suma de S/. 200.00 a
efecto de favorecerle al denunciante en un examen psicológico requerido por la Comisaría PNP del
Rímac, en mérito a una investigación por Violencia Familiar.
Segundo: Ante la situación descrita en el considerando precedente, el denunciante Ruiz Espinoza, co-
municó a su conviviente –la también denunciante– Roxana Maribel Quezada Salinas, quien labora
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los actos iniciales (como el fotocopiado, prueba de reactivo e intervención policial), por personal de
Ministerio Público y personal de la Oficina de Inteligencia de la Dircocor-PNP.
IV. LA SANCIÓN A IMPONERSE SUPERA CUATRO AÑOS DE PENA PRIVATIVA DE
LIBERTAD
En este punto, es necesario precisar que, de acuerdo al hecho narrado y la tipificación penal des-
crita, se imputa:
(…)
El magistrado, arbitro, fiscal, perito, miembro del Tribunal Administrativo, o cualquier otro
análogo a los anteriores que bajo cualquier modalidad solicite, directa o indirectamente,
donativo, promesa o cualquier otra ventaja o beneficio, con el fin de influir en la decisión de
un asunto que esté sometido a su conocimiento, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de ocho ni mayor de quince años e inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del
artículo 36 del Código Penal y con trescientos sesenta y cinco a setecientos días-multa”.
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Decisiones fiscales
se les imputa, todo lo cual conlleva a establecer la falta de arraigo laboral en esta ciudad y ante la
gravedad de la pena a imponérsele el peligro de fuga se objetiviza de manera más que razonables.
Debe señalarse además que estando los imputados en libertad entorpecerán la actividad investigatoria.
1. INDICADOR: PELIGRO DE FUGA
1.1. SUBINDICADOR: ARRAIGO
§ Domicilio: no
§ Residencia habitual: no
§ Asiento de la familia: no
§ Negocios: no
§ Trabajo: no
§ Facilidades para abandonar el país: sí
§ Facilidades para permanecer oculto: sí
1.2. SUBINDICADOR: GRAVEDAD DE LA PENA: segundo párrafo del artículo 395 del CP
1.3. SUBINDICADOR: EL DAÑO
§ Importancia del daño resarcible: Administración Pública
§ Actitud del imputado: no
§ Actitud voluntaria del imputado: no.
1.4. SUBINDICADOR: COMPORTAMIENTO
§ Durante el procedimiento: no
§ Otro procedimiento anterior: no
§ Sometimiento a la persecución penal: no
2. INDICADOR: PELIGRO DE OBSTACULIZACIÓN
2.1. SUBINDICADORES:
§ El imputado destruirá elementos de prueba: sí
§ El imputado modificará elementos de prueba: sí
§ El imputado ocultará elementos de prueba: sí
§ El imputado suprimirá elementos de prueba: sí
§ El imputado falsificará elementos de prueba: sí
§ El imputado influirá para que su coimputado informe falsamente: sí
§ El imputado influirá para que testigos informen falsamente: sí
§ El imputado influirá para que peritos informen falsamente: sí
§ El imputado influirá para que sus coimputados se comporten de manera desleal: sí
§ El imputado influirá para que testigos se comporten de manera desleal: sí
§ El imputado influirá para que peritos se comporten de manera desleal: sí
§ El imputado influirá para que sus coimputados se comporten de manera reticente: sí
§ El imputado influirá para que testigos se comporten de manera reticente: sí
§ El imputado influirá para que peritos se comporten de manera reticente: sí
§ Inducirá a otros a para que informen falsamente: sí
§ Inducirá a otros a para que se comporten de manera desleal: sí
§ Inducirá a otros a para que se comporten de manera reticente: sí
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
OTROSÍ DIGO: Se pone a su competencia a los imputados David Antonio Vizcarra Domínguez y
Luis Alejandro Cornejo Urbano quienes se encuentra en la calidad de detenidos. TÉNGASE PRE-
SENTE.
SEGUNDO OTROSÍ: Se pone en conocimiento que el domicilio procesal señalado de los imputa-
dos ha señalado los siguientes domicilios procesales, así como abogados defensores:
· David Antonio Vizcarra Domínguez, con domicilio procesal en Av. Paseo de la Republica
N° 291, Oficina 602 - Cercado de Lima, abogado defensor Dr. Tiberio César Martínez Rivera.
· Luis Alejandro Cornejo Urbano, con domicilio procesal en Casilla N° 11366 de la Central de No-
tificaciones de la Corte Superior de Justicia de Lima, abogado defensor Dr. Edgard Roger Aré-
valo Astudillo.
Se hace de conocimiento que los citados abogados defensores al amparo de los artículos 84.7 y 138
del Código Procesal Penal han tenido acceso a la carpeta fiscal y todos los actuados que ella contienen.
TERCER OTROSÍ: Se pone en conocimiento que el domicilio procesal señalado del agraviado Es-
tado peruano representado por el Procurador Público Anticorrupción Dr. Julio César Roca Fernández
es: Avenida 28 de Julio 215 Miraflores, Lima.
CUARTO OTROSÍ: Se requiere que la notificación a efectuar de la resolución judicial que provea
el presente requerimiento se realice en el domicilio procesal de en Jirón Lampa 597, con esquina de
Jirón Miró Quesada 309 Cercado Lima.
POR LO EXPUESTO:
Solicito a usted, señor juez, señalar fecha para la oralización de los argumentos del requerimiento.
Lima, 13 de octubre de 2012
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Fun-
cionarios de Lima
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Decisiones fiscales
[74] NEYRA FLORES, José. Manual del Nuevo Proceso Penal y de Litigación Oral. Idemsa, Lima, 2010, p. 526.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
5. Por otro lado, debemos considera lo establecido por el Acuerdo Plenario N° 02-2008 de la Cor-
te Superior de Justicia de la Libertad, sobre prisión preventiva, plazo de investigación, repa-
ración civil y reglas de conducta, que señala “la prisión preventiva puede prolongarse de nueve a
dieciocho meses –sin la previa declaración del proceso como complejo–, cuando concurran circuns-
tancias que importen una especial dificultad o prolongación de la investigación y que el imputado
pueda sustraerse a la acción de la justicia (Art. 274.1 del CPP). Esta segunda forma de extensión
de la prisión preventiva, contiene una fórmula abierta “especial dificultad” que puede estar
referida a cualquiera de los supuestos taxativos del artículo 342.3 del CPP o cualquier otra si-
tuación que en forma excepcional justifique la continuación de la privación cautelar de la li-
bertad ambulatoria del imputado, a efectos de asegurar la sujeción para todo el proceso, enten-
dido desde la investigación preparatoria hasta el mismo juzgamiento” (el resaltado es nuestro).
6. Siendo así, lo expuesto por el artículo 274 del Código Procesal Penal debe interpretarse y/o apli-
carse concordadamente con el fin que persigue la prisión preventiva según lo dispuesto por el ar-
tículo 253 del mismo texto legal. En este sentido, si tenemos en cuenta que la finalidad de la pri-
sión preventiva es asegurar la presencia (sujeción) del imputado en el proceso penal, a efectos
de garantizar una debida investigación de los hechos, hacer posible el juzgamiento y asegu-
rar la ejecución de la pena (cumplimiento de la sanción estatal); de ninguna manera debe en-
tenderse que la prolongación de la prisión preventiva procedería únicamente cuando la causa penal
se encuentre en etapa de investigación preparatoria, sino su procedencia se refiere a cualquier etapa
del proceso, pero sobre todo en la etapa del juicio oral, que constituye la etapa más importante del
proceso penal, por cuanto es donde se ha de actuar los diferentes medios de prueba ofrecidos por el
Ministerio Público con el objeto de lograr la imposición de una pena.
7.- En el caso concreto, tenemos que se han admitido para su actuación en juicio oral abundantes
medios de prueba, entre ellos testimoniales, documentales y principalmente el examen de peritos
del Departamento de Química y Toxicología Forense de la Dirección de Criminalística de Lima,
quienes tienen que trasladarse desde la ciudad de Lima; por ello es razonable que el juicio oral ne-
cesariamente tiene que realizarse en varias cesiones, siendo para ello imprescindible se garantice la
presencia física del acusado Elmer Américo Arribasplata Vargas.
8.- Es evidente, señor juez, que con el inminente vencimiento del plazo de la prisión preventiva sin
que se haya llevado a cabo la audiencia de juicio oral se corre el riesgo de que el acusado se vea fa-
vorecido con la libertad procesal, situación que debe evitarse, tanto más si la acusación se encuen-
tra sustentada en graves y fundados medios de prueba que evidencian en grado de alta probabilidad
la existencia del grave hecho delictuoso y la responsabilidad penal del acusado, lo cual traerá como
consecuencia la imposición de una pena privativa de libertad.
9.- Respecto al segundo presupuesto –la posibilidad de que el imputado pueda sustraerse a la ac-
ción de la justicia de encontrarse en libertad– es evidente en el presente caso, debido a que sub-
siste el supuesto de gravedad de la pena ya que el delito por el cual se ha formulado acusación tie-
nen como pena privativa de libertad entre 15 y 25 años, situación que hace muy evidente la evasión
de la acción de la justicia por parte del acusado en caso de verse favorecido con la libertad procesal.
10. Por lo demás, debemos considerar que el presente requerimiento (prolongación de prisión pre-
ventiva) tiene como fundamento los principios de proporcionalidad y necesariedad que rigen las
medidas de coerción procesal, pues hay que merituar el grave hecho por el cual se ha formulado
acusación, que hace que la prisión preventiva sea proporcional a dicho hecho, aunado a que, como
ya se ha anotado, existen graves y fundados elementos de convicción que pesan contra el acusado
en calidad de autor del evento criminal, siendo inminente que sean condenados a pena privativa de
la libertad efectiva. De modo que, la prórroga del plazo de la prisión preventiva tiene como finalidad
hacer efectivo el ius puniendi estatal, es decir, persigue hacer efectiva una de las finalidades del pro-
ceso penal: imponer condena a quien se le ha demostrado su responsabilidad penal. Aunado a ello,
se debe precisar que pese a la complejidad en los actos de investigación realizados, el Ministerio
610
Decisiones fiscales
611
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
Expediente N° 540-2012
Especialista:
Escrito:
REQUIERE LEVANTAMIENTO DE SECRETO DE COMUNICACIONES
SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE PACASMAYO
CONSTANTE CARLOS ÁVALOS RODRÍGUEZ, coordinador de la Fiscalía Provincial Penal
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de la Libertad - Sede Truji-
llo, ante usted digo:
Bajo el amparo del num. 10 del artículo 2 de la Constitución y el artículo 230 del CPP 2004 recurro
solicitando el levantamiento de secreto de comunicaciones de los teléfonos domiciliarios y móviles
correspondientes a la MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE JEQUETEPEQUE, PABLO MAR-
TÍN ÁLVAREZ CASTAÑEDA, RICHARD DANY MONTEZA SÁNCHEZ, AUGUSTO JOSÉ
PÉREZ RAMÍREZ, EDGAR JAVIER QUISPE CRUZ, CONSTRUCCIONES Y SERVICIOS
GENERALES CIXS EIRL E INCO CONTRATISTAS GENERALES SAC; para que se informe
a este despacho respecto del lapso que va desde enero de 2010 hasta la fecha sobre: 1. Los números
correspondientes a cada uno de los teléfonos; 2. Las comunicaciones que hubieran manteni-
do entre ellos, su fecha y duración, precisando en el caso de los teléfonos móviles los lugares
en que se encontraba cada uno de los interlocutores; 3. El nombre de los titulares de las lí-
neas con los que los teléfonos de la Municipalidad Distrital de jequetepeque, Pablo Martín
Álvarez Castañeda, Richard Dany Monteza Sánchez, Augusto José Pérez Ramírez, Edgar Ja-
vier Quispe Cruz, Construcciones y Servicios Generales Cixs Eirl e Inco Contratistas Gene-
rales SAC Han establecido comunicación; lo cual hago en razón de los siguientes fundamentos:
1
ELEMENTOS DE CONVICCIÓN QUE SUSTENTAN LA IMPUTACIÓN
Hecho imputado
Mediante Informe N° 077-2011/MDJ/JDU de fecha 16 de junio de 2011, la Jefatura de Desarrollo
Urbano solicita la ejecución del servicio “elaboración de perfiles de proyectos de inversión pública”
para 6 obras a ejecutarse en ese mismo año 2011.
612
Decisiones fiscales
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
mil soles. La experiencia se probará con comprobantes de contratación, con la debida conformidad
y cancelación, con un máximo de 10 servicios prestados a uno o más clientes.
Experiencia en la especialidad: durante los último 05 años en elaboración de estudios de pre inver-
sión o consultorías similares por un monto total de 2 veces el valor referencial (25,000 mil soles) =
50 mil soles. La experiencia se probará con comprobantes de contratación, con la debida conformi-
dad y cancelación, con un máximo de 10 servicios prestados a un solo cliente.
Sin embargo, se observa que la experiencia a acreditar es demasiado exigente para el proceso de se-
lección más simple de todos; se exige demostrar experiencia con contratos dentro de los últimos 5
años anteriores cuando no había ningún problema en que hayan sido hasta 15 años; se exige en total
acreditar un monto total de 7 veces el valor referencial (S/. 175,000.00 nuevos soles), siendo estos
montos los máximos posibles. Más aún, si se tiene en cuenta que estas exigencia son para las con-
sultoría de obras y no para simples servicios como es el presente caso (art. 45 y 46 del Reglamento).
Por otro lado, dentro del capítulo III referente a los Requerimientos Técnicos Mínimos se exige la
siguiente relación de profesionales:
Un jefe del proyecto (8 años de experiencia - Ing. civil).
Un especialista en estudios en general (8 años de experiencia - Ing. civil).
Un especialista en medio ambiente (3 años de experiencia - Ing. civil o ambiental).
Un especialista en mecánica de suelos o geotecnia (8 años de experiencia - Ing. civil o afín a suelos).
y un especialista en SNIP (8 años de experiencia - Ing. civil/ arquitecto - economista).
Sin embargo, estas exigencias no son consideradas como requisitos técnicos mínimos ni por la ley de
contrataciones ni por su reglamento como exigencias para la admisión de una propuesta, sino como
factores de evaluación de una propuesta técnica ya admitida (art. 46 del Reglamento).
Aunado a ello está el hecho de que se incluye como factores de evaluación: la propuesta técnica e
innovación tecnológica y el plazo de servicio, sin embargo, ni la ley ni su reglamento establecen
como estos como factores de evaluación.
Es en estas condiciones, que únicamente se registra como participante el investigado Víctor Augus-
to Fernández Carranza en representación del “Consorcio Moche” conformado también por Marco
Antonio Aldea Jaime; consorcio al que al final el comité especial permanente le otorga la buena pro
el 06 de julio de 2011 a pesar de que tampoco cumplía con las exigencias necesarias para ello; ha-
biendo más bien irregularidades.
En este sentido:
- Fernández Carranza Víctor Augusto está registrado en el RNP como proveedor de servicios (2 de
julio de 2011 al 2 de julio de 2012) donde se constata que no tiene profesión u ocupación específica,
en cambio, el otro consorciado Marco Antonio Aldea Jaime esta registrado en el RNP como consul-
tor de obras (19 de junio de 2011 al 10 de junio de 2012), cuya profesión es ingeniero y se dedica
a la actividad en ingeniería y arquitectura; por ello, no se cumple con lo exigido en el Reglamento
de Contrataciones del Estado; teniendo en cuenta que en realidad este proceso no tiene por objeto
la prestación de servicios sino más bien la consultoría de obra, por lo que ambos consorciados de-
bieron estar inscritos en el RNP como consultores de obras.
- El investigado Víctor Fernández que no tiene profesión tiene el 99 % de participación en un proceso
netamente técnico, y por el contrario Marco Antonio Aldea Jaime que es ingeniero y quien presenta
todos los contratos para acreditar la experiencia, solo tiene el 1 % de participación.
- Para acreditar la experiencia en la actividad se presenta 5 contratos de consultoría de obra, sin em-
bargo, según las bases, el objeto de esta convocatoria no es de consultoría de obras sino de servicios.
Además de los 5 contratos dos de ellos: N° 3 y 4 de fecha 2007 (marzo - mayo) y años 2005-2006
respectivamente, son de una antigüedad mayor a los últimos 5 años a la fecha de postulación, de tal
614
Decisiones fiscales
forma que no cumplía con lo exigido en las bases, y no debió otorgarse la buena pro. No solo eso,
sino que en el caso del contrato N° 2 solo se presenta el contrato y no el acta de conformidad, sino
solo unos recibos por honorarios donde se verifica que no está fehacientemente comprobado la can-
celación por parte de la municipalidad contratante, como lo exige las bases.
De esta manera, los dos contratos restantes no suman el monto exigido por las bases, esto es, de
5 veces el valor referencial (S/. 125,000.00 soles) sino solo S/. 52,000.00 soles.
- Respecto de la acreditación en la experiencia en la especialidad, se observa que se presenta 3 con-
tratos referente también a consultorías de obras y no a servicios como exige las bases; además los
contratos N° 2 y 3 de fecha diciembre 2004 - febrero de 2005 y años 2005-2006, respectivamente
tiene una antigüedad mayor de los últimos 5 años a la fecha de postulación; y respecto del contra-
to que resta no cumple con lo exigido en las bases, en el sentido de que debe sumar un monto de 2
veces el valor referencial.
- Incluso respecto del personal propuesto se observa que no se cumplió con lo exigido en las bases,
así tenemos que:
El jefe del proyecto (Marco Antonio Aldea Jaime), no acredita su experiencia de 8 años que exige
las bases con constancias ni certificados de trabajo, sino solo con ficha de buena pro.
El especialista en estudios en general (José Sebastián Huertas Polo) tampoco acredita 8 años de ex-
periencia, y los certificados presentados están a nombre de Ingeotec EIRL pero no hay documento
que acredita que el es gerente general de esta empresa, solo en CV lo menciona.
El especialista en mecánica de suelos o geotecnia (Roberto Carlos Castillo Velarde) no acredita 8
años de experiencia sino solo 5 años.
No se propone a ningún especialista en medio ambiente como exige las bases.
Elementos de convicción
- Resolución de Alcaldía N° 063-2011-MDJ/A de fecha 21 de junio de 2011 que aprueba expedien-
te de contratación.
- Resolución de Alcaldía N° 064-2011-MDJ/A de fecha 21 de junio de 2011 aprueba las bases a so-
licitud del comité de selección.
- Convocatoria de fecha 04 de julio subido al Seace para el proceso de selección de Menor Cuan-
tía N° 006-2011-MDJ/CEP - segunda convocatoria para la ejecución del servicio de elaboración de
perfiles de inversión pública.
- Bases administrativas del proceso de selección de Menor Cuantía N° 006-2011-MDJ/CEP - se-
gunda convocatoria.
- Registro de participantes de fecha 5 de julio de 2011
- Acta de otorgamiento de la buena pro de fecha 6 de julio de 2011.
- Expediente de propuesta técnica y económica del consorcio Moche.
2
CALIFICACIÓN JURÍDICA
La intervención de Pablo Martín Álvarez Castañeda, Richard Dany Monteza Sánchez, Augusto José
Pérez Ramírez y Edgar Javier Quispe Cruz se adecua al tipo penal de negociación incompatible ti-
pificado en el artículo 399 del Código Penal en los siguientes términos: “El funcionario o servidor
público que indebidamente en forma directa o indirecta o por acto simulado se interesa, en provecho
propio o de tercero, por cualquier contrato u operación en que interviene por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años e inhabilitación
conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal”, en razón a que han direccionado el
otorgamiento de la buena pro para la contratación del Consorcio Moche.
615
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
La intervención de Víctor Augusto Fernández Carranza y Marco Antonio Aldea Jaime debe ser ca-
lificada como complicidad primaria (primer párrafo del artículo 25 del CP) en el delito de negocia-
ción incompatible, pues de no haber presentado su propuesta en las condiciones en las que lo hizo,
sin cumplir con los requisitos, no se le hubiera otorgado la buena pro de la manera claramente di-
reccionada como se ha expuesto en los hechos materia de imputación.
3
PENA PROBABLE A IMPONER
En tanto los hechos se adecuan al tipo penal del delito de negociación incompatible que se encuen-
tra sancionado con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años e inhabilita-
ción conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal; la pena media que se debería
imponer para todos los procesados es una de cinco años de pena privativa de libertad e inhabilita-
ción de dos años.
4
JUSTIFICACIÓN DE LA MEDIDA
De acuerdo a los hechos materia de imputación los funcionarios investigados de la Municipalidad
de Jequetepeque se han interesado en beneficiar con las contrataciones –direccionándolas– al con-
sorcio conformado por Víctor Augusto Fernández Carranza y Marco Antonio Aldea Jaime por lo
que el levantamiento del secreto de comunicaciones se encuentra dirigido a establecer las relacio-
nes previas –conocimiento o frecuencia de llamadas– entre los funcionarios y los representantes de
la contratista; en las que se ha incluido a las personas jurídicas Construcciones y Servicios Gene-
rales Cixs EIRL e Inco Contratistas Generales SAC en razón a que Aldea Jaime ha señalado al
rendir su declaración que son de su propiedad.
Anexo:
Copia de elementos de convicción hasta el momento recabados.
Provéase conforme a Derecho.
Trujillo, enero 15 de 2013
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
de La Libertad
616
Decisiones fiscales
617
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
Expediente N° : 229-2012
Caso N° : 46-2012
Especialista : Dr. Miranda
Escrito N° : 01
REQUERIMIENTO DE MEDIDA LIMITATIVA DE DERECHOS
SEÑOR JUEZ DEL SEGUNDO JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA ESPE-
CIALIZADO EN DELITOS DE CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS DE LIMA
DANIEL ERNESTO CERNA SALAZAR, fiscal provincial del Tercer Despacho de la Segunda
Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima,
a usted con respeto digo:
I. REQUERIMIENTO
En mérito a la autoridad conferida por los artículos 159.1 y 159.5 de la Constitución Política del
Perú, concordante con los artículos 11 y 94.2 de la LOMP, y en virtud a lo estatuido en los artículos
618
Decisiones fiscales
218, 226, 230 y 233 del Código Procesal Penal, procedemos a requerir que vuestro Despacho dicte
la MEDIDA LIMITATIVA DE DERECHOS - CONTROL DE COMUNICACIONES con el
objeto que las empresas operadoras del servicio de telecomunicaciones América Móviles - Claro y
Movistar - Telefónica del Perú S.A.A. informen a este Ministerio Público lo siguiente:
a) Informar los titulares de las líneas de telefonía celular; así como nos remitan un cuadro con-
teniendo información acerca de los usuarios y/o abonados y/o clientes de los siguientes números
telefónicos:
§ 948 114 229 : presuntamente de David Antonio Vizcarra Domínguez.
§ 999 894 908 : presuntamente de Luis Alejandro Cornejo Urbano.
§ 997 323 242 : presuntamente de Maribel Roxana Quezada Salinas.
§ 991 949 075 : presuntamente de Alberto Bradi Ruiz Espinoza.
b) Detallar el tráfico de llamadas que hayan acaecido el día 11 de octubre de 2012 entre los 04
teléfonos celulares indicados en el literal a). Esto es: informar el detalle de llamadas entrantes y
salientes, con indicación de duración e imei, con indicación de fecha, hora y tiempo de duración de
las llamadas, así también dirección donde se encontraban físicamente los celulares al momento de
producirse las citadas llamadas, con ubicación de celdas activas, sms e imei, los chips que fueron
insertados en dichos aparatos telefónicos, la localización al tiempo real de las líneas telefónicas e
imei, los mensajes de texto y e-mail entrantes y salientes y la ubicación de IP de dichos celulares.
II. FUNDAMENTOS QUE SUSTENTAN EL REQUERIMIENTO
1. Hechos materia de imputación
1.1. Conforme fluye de la denuncia verbal que contiene la notitia criminis los denunciantes Maribe
Roxana Quezada Salinas y Alberto Bradi Ruiz Espinoza precisan que con fecha 11 de octubre del
2012 acudieron a la sección de Medicina Legal ubicado en las instalaciones del Ministerio de la Mu-
jer y Poblaciones Vulnerables, a efectos de que se le practique la evaluación psicológica al segundo
de los citados –ello por cuanto refiere haber sido víctima de violencia familiar–, siendo atendidos
por el asistente administrativo –el hoy encartado– Luis Alejandro Cornejo Urbano, quien mostra-
ra su aquiescencia para el examen requerido, sin embargo, también le refirió que ello estaría supe-
ditado a un ilegal requerimiento: acto de corrupción ascendiente a S/. 500.00 (quinientos y 00/100
nuevos soles), lo que incluía además el ingreso de dicho informe, a la comisaría correspondiente.
1.2. El espurio requerimiento fue ratificado por el psicólogo del Instituto de Medicina Legal del Mi-
nisterio Público y coinvestigado David Vizcarra Domínguez al momento en que este conferenciara
con la denunciante. Es así que el propio encartado profesional de la salud le confirma el cohecho
formulado, aduciendo que cobraban más, sin embargo, harían una excepción por tratarse de ella –
conocida por ser trabajadora del Mimp–, habida cuenta que, cuando un abogado pretende un simple
trámite el costo ascendente oscila entre los S/. 300.00 a S/. 350.00, con lo cual “quinientos soles no
era nada por el trámite que le iba a hacer”. La denunciante en contraparte, precisó no contar con la
suma requerida, aun así hizo la salvedad que consultaría con su pareja, ante lo cual el psicólogo fo-
rense solicitó le facilite el numero del móvil de su pareja (991949075), efectuando el funcionario
denunciado, la llamada de su propio celular (948114229), indicándole al denunciante Ruiz Espinoza
que ante el Oficio N° 873-12-Region-Policial-Divter-Norte-3-CR-VF, debía presentarse a las instala-
ciones de Medicina Legal del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, “porque ahí lo estaba
esperando”; siendo presenciado todo ello por la propia denunciante, quien luego procedió a retirarse.
1.3. Minutos más tarde, y ya habiéndose retirado del consultorio psicológico, la denunciante pro-
cedió a comunicarse con su pareja, viéndose sorprendida cuando del lado receptor le contestara el
propio denunciado Vizcarra Domínguez, quien le refirió que “baje porque la estaban esperando”.
Una vez retornara a la citada oficina, efectivamente encontró tanto al psicólogo forense como a su
pareja, indicando el primero que “le cobrarían doscientos soles porque eran de condición económica
619
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
baja y que no se trataba de un cobro sino de un reconocimiento”, asimismo, refirió que en un futu-
ro, le prestaría ayuda en caso tengan problemas, conviniendo la denunciante que previo a dar una
respuesta (positiva o negativa) consultaría con su pareja, ante lo cual el denunciado Vizcarra Do-
mínguez le preciso que “toda coordinación la haga con el señor Alejandro”. Posteriormente, ambos
denunciantes se acercaron al asistente administrativo –Cornejo Urbano–, quien adujo que el dine-
ro solicitado debía ser entregado el mismo día y que además “le estaban cobrando bien cómodo”.
Asimismo, precisó la denunciante que el investigado le mencionó que “si se iba directo a Medicina
Legal, no regrese”, ello por cuanto le estaban cobrando cómodo por tratarse de ella.
1.4. En misma fecha –y asumiendo la competencia por el turno–, este despacho fiscal toma cono-
cimiento de los hechos plasmados en la denuncia verbal efectuada, por lo que procedió a emitir las
correspondientes disposiciones de investigación preliminar y de formalización y continuación pre-
paratoria, respectivamente. Asimismo, se ordenó la organización y preparación de determinados ac-
tos de investigación, entre los que destaca el operativo de revelación del delito el cual fuera progra-
mado para el 12/10/2012 el cual fuera desplegado de manera coordinada y conjunta con efectivos
policiales de la Dircocor - PNP. Fotocopiados y certificados la cantidad de S/. 200.00 en 02 billetes
de cien nuevos soles, con números de series A5343019G y A5343020G, siendo impregnados con
reactivo compatible con luz alógena, siendo los investigados encontrados en flagrancia delictiva,
obteniéndose como resultado positivo para reacción fluorescente en la cara interna de los dedos de
la mano derecha e izquierda, así como en la zona dorsal de las mismas manos, hechos que demos-
trarían que el investigado Cornejo Urbano recibió los dos billetes de cien nuevos soles, y en el caso
del imputado Vizcarra Domínguez el resultado obtenido fue “escasa fluorescencia en las palmas de
las manos; la fluorescencia es muy tenue, color anaranjado”.
1.5. Así las cosas, queda evidente que en el presente caso denunciado, queda evidenciado que los
investigados requeridos, valiéndose de las facultades conferidas en razón de sus cargos, pretendían
influir en el resultado de la evaluación psicológica que se le debía practicar al denunciante –pese
a que este debió de realizarse en el Instituto de Medicina Legal–, por lo cual el psicólogo foren-
se David Antonio Vizcarra Domínguez condicionó su desempeño funcional a la entrega de un acto
de corrupción (cohecho), ascendente a la suma de S/. 200.00 el cual fuera formulado por el propio
encartado y comunicado por vez primera al denunciado Ruiz Espinoza vía telefónica, a través del
celular móvil de aquel, por lo cual este despacho fiscal considera pertinente establecer el flujo de
llamadas entre denunciantes e investigados, con lo que quedaría evidenciado la génesis del espurio
requerimiento efectuado.
2. Imputación penal efectuada
En este punto, es necesario precisar, que de acuerdo al hecho narrado y la tipificación penal des-
crita, queda claro que, de acuerdo a los hechos materia de la imputación, que en el comportamien-
to desplegado por ambos investigados se daría por configurado el germen de la ilicitud, encajando
la hipótesis normativa ubicada en el segundo párrafo del artículo 395 del Código Penal - Cohecho
pasivo específico, para la persona de DAVID ANTONIO VIZCARRA DOMÍNGUEZ; en tanto
que al encartado LUIS ALEJANDRO CORNEJO URBANO le seria atribuible el tipo penal resi-
dente en el segundo párrafo del artículo 393 del cuerpo punitivo - Cohecho pasivo propio, ambas
conductas en agravio del Estado.
3. PRESUPUESTOS PROCESALES PARA ATENDER LA MEDIDA SOLICITADA
3.1. Razonabilidad de la medida
Se entiende por principio de razonabilidad que la medida restrictiva que se requiera se justifique en
la necesidad de preservar, proteger o promover un fin constitucionalmente valioso. Es la protec-
ción de fines constitucionalmente relevantes la que, en efecto, justifica una intervención estatal en el
seno de los derechos fundamentales. Desde esta perspectiva, la restricción de ese derecho satisface
620
Decisiones fiscales
el principio de razonabilidad cada vez que esta persiga garantizar un fin legítimo y, además, de ran-
go constitucional. Exp. N° 2235-2004-AA/TC.
En este punto, se precisa, que tal como es de apreciarse que el hecho delictivo atribuido consiste
en que el imputado David Antonio Vizcarra Domínguez solicitó a la denunciante Quezada Salinas
S/. 200.00, condicionando sus funciones –entre las que destacan las evaluaciones y expediciones de
informes y protocolos psicológicos– al pago de un acto de corrupción (cohecho), a efecto de favo-
recer en un examen psicológico al conviviente de esta, lo que implica una lesión al aparato estatal
(deber de lealtad) y un incumplimiento de sus funciones como funcionario público. Es de entender,
y queda meridianamente establecido, que dicho profesional se valió de la complicidad y coopera-
ción del asistente administrativo Luis Alejandro Cornejo Urbano quien se encargaría de recibir el
dinero por parte de la denunciante.
3.2. Proporcionalidad de la medida
En la medida que las decisiones judiciales tienen una permanente incidencia sobre los derechos
fundamentales, la invocación del principio de proporcionalidad resulta plenamente válida también
tratándose del control de este tipo de decisiones. El presupuesto para su aplicación es siempre la
presencia de dos principios constitucionales en conflicto y una decisión que afecta alguno de estos
principios o bienes constitucionales. De este modo, la aplicación del principio de proporcionalidad
debe suministrar elementos para determinar si la intervención en uno de los principios o derechos
en cuestión es proporcional al grado de satisfacción que se obtiene a favor del principio o valor fa-
vorecido con la intervención o restricción. El test está compuesto por tres subprincipios: idoneidad,
necesidad y ponderación o proporcionalidad en sentido estricto.
En cuanto al procedimiento que debe seguirse en la aplicación del test de proporcionalidad, hemos
sugerido que la decisión que afecta un derecho fundamental debe ser sometida, en primer término,
a un juicio de idoneidad o adecuación, esto es, si la restricción en el derecho resulta pertinente o
adecuada al fin propuesto; en segundo lugar, superado este primer análisis, el siguiente paso consis-
te en analizar la medida restrictiva desde la perspectiva de la necesidad; esto supone como hemos
señalado, verificar “si existen medios alternativos al optado”, en este caso por el Juez, que es quien
ha tomado la medida. Se trata del análisis de relación medio-medio, esto es, de una comparación
entre medios; el medio elegido por quien está interviniendo en la esfera de un derecho fundamental
y el o los hipotéticos medios que hubiera podido adoptar para alcanzar el mismo fin. Finalmente, en
un tercer momento y siempre que la medida haya superado con éxito los test o pasos previos, debe
proseguirse con el análisis de la ponderación entre principios constitucionales en conflicto. Aquí
rige la ley de la ponderación, según la cual “cuanto mayor es el grado de la no satisfacción o de la
afectación de un principio, tanto mayor tiene que ser la importancia de la satisfacción del otro”.
Juicio de idoneidad o adecuación: La decisión de limitar el derecho de las comunicaciones en el
delito de corrupción de funcionarios en las modalidades de cohecho pasivo específico y cohecho pa-
sivo propio, corresponde al juicio de legitimidad que el juez debe hacer de la modalidad empleada,
esto es, a que los agentes del delito habrían empleado las comunicaciones telefónicas para solicitar
y/o ofrecer beneficios económicos recíprocamente, a sabiendas que es realizado con el objeto
de influir en un resultado favorable en el examen psicológico a practicársele al denunciante
Alberto Bradi Ruiz Espinoza, a cambio de un beneficio económico para ambos encartados.
La necesidad: En este acápite traeremos a colación la jurisprudencia nacional que nos dice que “el
Derecho Penal es objetivo, real, cierto concreto y su aplicación está en función de realidades mate-
riales, no de ficciones formales o subjetivas apreciaciones que puedan resultar como consecuencia
de la interpretación de las normas en un plano meramente abstracto o teórico, en esas condiciones,
el Derecho Penal no es útil y ningún derecho es útil, sino en la medida que se adecua y se basa en
una realidad material real” [Expediente N° 45-2001, Segunda Sala Penal Especial Anticorrupción
de la Corte Superior de Justicia de Lima]; para ello debe armonizarse el Derecho Procesal Penal
621
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
con el cumplimiento de los fines de la Política Criminal del Estado para evitar la impunidad [R.N.
N° 3651-2006-Lima, Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema]. Es por eso que, no existe
entonces otra necesidad que el logro de los fines de la investigación y del proceso penal mismo, es
decir, recabar los elementos de convicción necesarios para determinar la culpabilidad o inocencia
de los imputados. No existiendo otra medida alternativa que la solicitada, porque no puede pedirse
a alguien que entregue las pruebas del delito que comete cuando este lo hizo en la clandestinidad
más absoluta, con la intención y el cuidado de no dejar pruebas de ninguna clase [Exp. N° 10-2001
/Acumulado N° 45-2003-A.V., Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia de la República].
La ponderación: diversos pronunciamientos judiciales han tenido en cuenta el juicio ponderación
que debe hacerse entre derechos fundamentales y medidas procesales tendientes a recabar la prue-
ba del delito. En ese orden de ideas, es imperativo para la investigación: a) Identificar a los titulares
de las series de celulares; b) Determinar el tráfico o flujo de llamadas de los celulares precisados.
Finalmente, en cuanto a la proporcionalidad (análisis del equilibrio entre las ventajas de la acción y
las desventajas), se debe señalar que el artículo 230 del CPP señala que la medida limitativa de co-
municaciones procede cuando existen graves elementos de convicción que prevén la comisión de
un delito sancionado con una pena superior a cuatro años; en el caso en examen el delito de corrup-
ción de funcionarios - cohecho pasivo específico y cohecho pasivo propio previstos en los artículos
395 y 393, tipos penales que sancionan al agente con penas, no menor de 8 ni mayor de 15 años, y
no menor de 6 ni mayor de 8 años, respectivamente.
IV. AMPARO LEGAL DE LA MEDIDA
El artículo 2.10 de la Constitución Política del Estado, establece que toda persona tiene el derecho
al secreto de la inviolabilidad de sus comunicaciones. A su vez, el artículo VI del Título Preliminar
del CPP prescribe que las medidas que limitan derechos fundamentales, salvo las excepciones pre-
vistas en la Constitución, solo podrán dictarse por la autoridad judicial, en el modo, forma y con las
garantías previstas por la ley. Se impondrán mediante resolución motivada, a instancia de la parte
procesal legitimada. La orden judicial debe sustentarse en suficientes elementos de convicción, en
atención a la naturaleza y finalidad de la medida y al derecho fundamental objeto de limitación, así
como respetar el principio de proporcionalidad.
El artículo 230 del CPP Penal vigente en este Distrito Judicial, tiene como presupuesto para soli-
citar la intervención o grabación o registro de comunicaciones telefónicas o de otras formas de co-
municación, que el delito investigado sea sancionado con pena superior a los cuatro años de pena
privativa de libertad, así como también que la intervención con fines de reporte sea absolutamen-
te necesaria para proseguir las investigaciones; presupuestos que en el presente requerimiento se
cumplen, por cuanto el delito materia de investigación es sancionado con pena privativa de libertad
superior a los cuatro años.
V. NOMBRE Y DIRECCIÓN DE LOS AFECTADOS POR LA MEDIDA
5.1. El imputado DAVID ANTONIO VIZCARRA DOMÍNGUEZ, con domicilio procesal en Ca-
silla N° 4568 del Colegio de Abogados de Lima, Sede Palacio de Justicia (Lima), siendo que en el
Acta de Registro Personal y en el Acta de Entrega de Especies, ambas de fecha 12 de octubre del
2012, levantadas al momento de su intervención durante el operativo desplegado con participación
de agentes policiales y durante las diligencias llevadas a cabo en las instalaciones de a Dircocor
–obrantes a folios 65 y 93, respectivamente de la carpeta fiscal– precisa que entre otras especies en
posesión del intervenido se le encontró: un celular marca motorola, cuyo número telefónico pro-
porcionado fue: 948 114 229.
5.2. El imputado LUIS ALEJANDRO CORNEJO URBANO, con domicilio procesal en Casilla
N° 11366 de la Central de Notificaciones de la Cortes Superior de Lima (Lima), siendo que en el
Acta de Registro Personal e Incautación del 12 de octubre de 2012, levantada al momento de su in-
tervención durante el operativo desplegado con participación de agentes policiales –obrante a folios
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Decisiones fiscales
67 a 69 de la carpeta fiscal– precisa que entre otras especies en posesión del intervenido se le en-
contró: un equipo telefónico celular color plateado y blanco marca Blackberry, cuyo número
telefónico proporcionado fue: 999 894 908.
5.3. La denunciante MARIBEL ROXANA QUEZADA SALINAS, con domicilio real en Av. Las
Mercedes N° 218, Pueblo Joven Los Ángeles, distrito de El Rímac, siendo que en el Acta de De-
nuncia Verbal y Declaración, recibida en este Despacho de investigación –obrante a folios 01 a 03
de la carpeta fiscal–, proporciona como teléfono celular de contacto: 997 323 242.
5.4. El denunciante ALBERTO BRADI RUIZ ESPINOZA, con domicilio real en Av. Las Mer-
cedes N° 218, Pueblo Joven Los Ángeles, distrito de El Rímac, siendo que en el Acta de Denuncia
Verbal y Declaración, recibida en este Despacho de investigación –obrante a folios 04 a 06 de la
carpeta fiscal–, proporciona como teléfono celular de contacto: 991 949 075.
VI. DE LA FORMA DE LA MEDIDA LIMITATIVA DE DERECHOS - CONTROL DE CO-
MUNICACIONES
a) Informar los titulares de las líneas de telefonía celular; así como nos remitan un cuadro con-
teniendo información acerca de los usuarios y/o abonados y/o clientes de los siguientes números
telefónicos:
§ 948 114 229 : presuntamente de David Antonio Vizcarra Domínguez.
§ 999 894 908 : presuntamente de Luis Alejandro Cornejo Urbano.
§ 997 323 242 : presuntamente de Maribel Roxana Quezada Salinas.
§ 991 949 075 : presuntamente de Alberto Bradi Ruiz Espinoza.
b) Detallar el tráfico de llamadas que hayan acaecido el día 11 de octubre de 2012 entre los 04
teléfonos celulares indicados en el literal a). Esto es: informar el detalle de llamadas entrantes y
salientes, con indicación de duración e imei, con indicación de fecha, hora y tiempo de duración de
las llamadas, así también dirección donde se encontraban físicamente los celulares al momento de
producirse las citadas llamadas, con ubicación de celdas activas, sms e imei, los chips que fueron
insertados en dichos aparatos telefónicos, la localización al tiempo real de las líneas telefónicas e
imei, los mensajes de texto y e-mail entrantes y salientes y la ubicación de IP de dichos celulares.
c) Debiendo disponer que la información se remita al Tercer Despacho de la Segunda Fiscalía
Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima, con
domicilio procesal en jirón Lampa 597, con esquina de jirón Miró Quesada 309 Cercado de Lima,
a fin de viabilizar la respuesta de las entidades telefónicas, disponiendo que la diligencia sea ejecu-
tada por las mencionadas instituciones en el término de SETENTA Y DOS HORAS con el aperci-
bimiento indicado del artículo 230.4 del CPP.
VII. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
Los elementos de convicción que sustentan el presente requerimiento obran en la carpeta fiscal, pro-
cediendo a detallarlos a continuación:
a) Acta de denuncia verbal y Declaración de Maribel Roxana Quezada Salinas, del 11 de octubre
de 2012.
b) Acta de denuncia verbal y Declaración de Alberto Bradi Ruiz Espinoza, del 11 de octubre de 2012.
c) Dos billetes cada uno del valor de S/. 100.00 (cien nuevos soles), con las Series A5343019G y
A5343020G.
d) Declaración del imputado Luis Alejandro Cornejo Urbano, quien reconoce los hechos denuncia-
dos por Doña Maribel Roxana Quezada Salinas.
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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
e) Declaración del imputado David Antonio Vizcarra Domínguez, quien reconoce haber solicitado
conjuntamente con el imputado Cornejo Urbano la suma de S/. 200.00 para favorecer en la evalua-
ción psicológica a la pareja de la denunciante Quezada Salinas.
f) Declaración del denunciante Alberto Bradi Ruiz Espinoza.
g) Declaración de la denunciante Maribel Roxana Quezada Salinas.
h) Acta de Intervención Policial N° 01-2012-DIRCOCOR PNP, de fecha 12/10/12, practicada al
imputado Luis Alejandro Cornejo Urbano.
i) Acta de Registro Personal de David Antonio Vizcarra Domínguez, de fecha 12/10/12 en la cual
señala como numero de celular 948114229.
j) Acta de Registro Personal e Incautación del imputado Luis Alejandro Cornejo Urbano, de fecha
12/10/12, quien acepta haber recibido por parte de la denunciante Quezada Salinas la cantidad de
S/. 200.00 en dos billetes cada uno de S/. 100.00 de series A5343019G y A5343020G.
k) Dos billetes cada uno del valor de S/. 100.00 de series A5343019G y A5343020G, debidamente
lacrado en un sobre manila y en cadena de custodia.
l) Acta Fiscal de Contrastación de Billetes, de fecha 12/10/12, mediante la cual se ha llegado a co-
tejar que los billetes incautados al imputado Luis Alejandro Cornejo Urbano.
m) Acta de Ejecución de Diligencia de Examen Corporal - Prueba de Contraste de Reactivo UV-203
en polvo amarillo fluorescente invisible, cuyo resultado para el imputado Cornejo Urbano es posi-
tivo para reacción fluorescencia en la cara interna de los dedos de las manos derecha e izquierda,
observándose reacción fluorescencia color anaranjado; asimismo; en la zona dorsal de las mismas
manos en la cual tiene fluorescencia en las zonas distales de los dedos; en tanto que para la persona
de Vizcarra Domínguez, el resultado es escasa fluorescencia en las palmas de las manos, fluorescen-
cia tenue en el color anaranjado, y negativo en prendas de vestir del intervenido.
n) Acta Fiscal, de fecha 12/10/12, sobre los contratos de trabajo de los imputados Luis Alejandro
Cornejo Urbano y David Antonio Vizcarra Domínguez, con la cual se logra demostrar que los impu-
tados tienen la calidad de funcionario y servidor público respectivamente.
o) Acta de Entrega de Especies en la persona de David Antonio Vizcarra Domínguez de fecha 12/10/12
donde se hace precisión del celular Motorola de número telefónico 948114229.
POR LO EXPUESTO:
Solicito a usted, señor Juez de Investigación Preparatoria, acceder al presente requerimiento.
Lima, 26 de febrero de 2013
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Fun-
cionarios de Lima
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dinero y bienes a la agraviada y su madre teniendo en cuenta que el imputado ha sido el único sus-
tento económico de estas, además durante la investigación preliminar se ha puesto en manifiesto los
actos de manipulación por parte del imputado, así por ejemplo como lo ha referido la propia agraviada
en la entrevista fiscal, luego que el investigado abuso sexualmente le pidió que no cuenta a su madre
ya que si lo hacía tenía que irse a la ciudad de Lima para que no le metan a la cárcel y no les iba dar
nada, situación que generó que la menor no comente inicialmente lo sucedido a su madre y que se
resista a contarle cuando esta le insistía que le diga lo que le pasaba por advertir un comportamiento
distinto, hecho que se corrobora con la propia declaración de Yolanda Raico Aguilar (pregunta N° 03).
5. FUNDAMENTOS JURÍDICOS
• Artículo 242 inciso 1 parágrafo a) del CPP, que señala que durante la investigación preparatoria,
el fiscal puede instar al juez de investigación preparatoria la actuación de una prueba anticipada, en
los siguientes casos: testimonial, cuando requiera ser actuado con urgencia ante la presencia de un
motivo fundado para considerar que no podrá hacerse en juicio oral por ofertas o promesas de dine-
ro u otra utilidad para que no declaren o lo hagan con falsamente.
• Artículo 243 del CPP, que establece los requisitos que debe cumplirse para requerir prueba anticipada.
• Artículo 244 del CPP, que señala el trámite que debe seguir el Juez en los requerimientos de prue-
ba anticipada.
6. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
• Acta de entrevista.
• Acta de declaración de Yolanda Raico Aguilar.
• Acta de declaración de Víctor Chilón Durand.
• Acta de inspección técnico-policial
• Acta de entrevista única a la menor agraviada.
• Certificados Médicos Legales N°s 000407 y 000408 practicados a la menor agraviada.
• Acta de nacimiento de la menor agraviada.
POR LO EXPUESTO:
Solicito a Ud. señor juez, acceda al presente requerimiento y proceda a darle el trámite correspon-
diente.
Cajamarca, 1 de febrero de 2012
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Cajamarca.
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ÍNDICE GENERAL
Presentación............................................................................................. 5
PRIMERA PARTE
CAPÍTULO PRIMERO
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
(Sentencias de casación, autos de calificación y acuerdos plenarios)
I. Introducción........................................................................................ 11
II. Título Preliminar................................................................................. 13
1. Oralidad vs. escrituralidad............................................................. 13
2. Legalidad vs. oralidad.................................................................... 21
3. Debido proceso y garantía de averiguación lícita de la verdad..... 22
4. Motivación..................................................................................... 23
5. Inmediación................................................................................... 26
6. Impugnación.................................................................................. 27
7. Imparcialidad................................................................................. 27
8. Igualdad procesal........................................................................... 28
9. Ne bis in idem................................................................................ 28
10. Prueba............................................................................................ 28
III. Medios técnicos de defensa............................................................... 29
1. Cuestión previa.............................................................................. 29
2. Cuestión prejudicial....................................................................... 29
3. Excepción de improcedencia de acción......................................... 30
4. Excepción de prescripción............................................................. 36
IV. Sujetos procesales.............................................................................. 49
1. Imputado y tutela judicial de derechos.......................................... 49
2. Persona jurídica.............................................................................. 54
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Índice general
CAPÍTULO SEGUNDO
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
I. Introducción........................................................................................ 198
II. Selección de casos............................................................................... 201
1. El hecho no es típico...................................................................... 201
2. El hecho no es punible................................................................... 209
3. El hecho típico no constituye delito............................................... 213
4. La acción penal se ha extinguido................................................... 214
III. Gestión de casos................................................................................. 215
1. El rechazo de los casos que carecen de pronóstico positivo de
éxito............................................................................................... 215
2. Empleo intensivo de salidas alternativas y mecanismos de sim-
plificación....................................................................................... 220
IV. Conclusión......................................................................................... 222
Modelos de decisiones fiscales de selección de casos........................ 123
001 Improcedente formalizar investigación preparatoria en el de-
lito de apropiación ilícita cuando el bien se ha perdido por ne-
gligencia del denunciado........................................................... 223
002 Improcedente formalizar investigación preparatoria en el deli-
to de estafa cuando no se verifica un engaño por parte del au-
tor sino simples mentiras.......................................................... 225
003 Improcedente formalizar investigación preparatoria en el deli-
to de lesiones por haberse actuado dentro del riesgo permitido
del tráfico rodado...................................................................... 229
004 La decisión de formalizar investigación preparatoria no puede
ser arbitraria.............................................................................. 233
005 Arbitrariedad de formalizar investigación cuando anulada por
el fiscal superior una disposición de archivo la totalidad de
elementos de convicción recolectados durante la investiga-
ción ampliatoria favorecen al investigado................................ 233
006 La imputación de responsabilidad penal en los delitos comu-
nes no requiere de recurrir a la cláusula del actuar en lugar de
otro (art. 27 de CP).................................................................... 234
007 En los delitos de usurpación (art. 202 de CP), la violencia
debe recaer sobre la persona..................................................... 234
008 Improcedente formalizar y continuar investigación preparato-
ria cuando el injusto es insignificante....................................... 242
633
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
CAPÍTULO TERCERO
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
I. Introducción........................................................................................ 279
II. Marco normativo................................................................................. 280
1. Internacional.................................................................................. 280
2. Nacional......................................................................................... 282
III. Contenido formal............................................................................... 287
IV. Marco temporal................................................................................... 289
V. Contenido material.............................................................................. 293
1. En la disposición de inicio de diligencias preliminares................. 295
2. En la disposición de formalización y continuación de investiga-
ción preparatoria............................................................................ 304
3. En el requerimiento acusatorio...................................................... 312
VI. Casos problemáticos.......................................................................... 318
VII. Consecuencias de la infracción del Derecho.................................... 323
VIII.Imputación necesaria y Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116......... 329
1. Aspectos positivos......................................................................... 331
A. Delimitación progresiva del objeto del proceso..................... 331
634
Índice general
SEGUNDA PARTE
DECISIONES FISCALES
Inadmisibilidad de denuncia............................................................... 391
017 Inadmisibilidad de denuncia por ausencia de una narración
mínimamente detallada de los hechos....................................... 391
635
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
636
Índice general
637
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal
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