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Constante Carlos AVALOS RODRÍGUEZ

LA
DECISIÓN FISCAL
EN EL NUEVO
CÓDIGO PROCESAL
PENAL

GACETA

& procesal penal


LA DECISIÓN FISCAL EN EL NUEVO
CÓDIGO PROCESAL PENAL

PRIMERA EDICIÓN
JUNIO 2013
5,660 ejemplares

© Gaceta Jurídica S.A.


© Constante Carlos Avalos Rodríguez

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. Nº 822

HECHO EL DEPÓSITO LEGAL EN LA


BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ
2013-08113

LEY Nº 26905 / D.S. Nº 017-98-ED

ISBN: 978-612-311-060-4
REGISTRO DE PROYECTO EDITORIAL
31501221300453

DIAGRAMACIÓN DE CARÁTULA
Martha Hidalgo Rivero
DIAGRAMACIÓN DE INTERIORES
Henry Marquezado Negrini

Gaceta Jurídica S.A.


Angamos Oeste 526 - Miraflores
Lima 18 - Perú
Central Telefónica: (01)710-8900
Fax: 241-2323
E-mail: ventas@gacetajuridica.com.pe

Impreso en:
Imprenta Editorial El Búho E.I.R.L.
San Alberto 201 - Surquillo
Lima 34 - Perú
Presentación
El presente estudio busca ser una contribución a la labor que día a día de-
sarrollan nuestros colegas fiscales en el marco del sistema procesal penal acu-
satorio, aunque sin duda también puede resultar de utilidad para los demás ac-
tores del proceso.
Para ello se ha dividido la obra en dos partes; la primera contiene tres es-
tudios sobre temas que entendemos resultan cruciales en la eficacia de la labor
fiscal –aunque somos conscientes de que quedan en el tintero otros de también
mucha importancia–; la segunda, disposiciones y requerimientos que, habién-
dose emitido en casos reales, son una muestra de las decisiones que vienen to-
mando los colegas en la aplicación del nuevo sistema procesal penal.
Se inicia la primera parte con el estudio “El proceso del Código Procesal
Penal de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema (sentencias de ca-
sación, autos de calificación y acuerdos plenarios)”.
Tal vez algunos puedan objetar que un libro sobre la decisión fiscal in-
cluya un estudio sobre los criterios que viene adoptando la máxima instancia
jurisdiccional de nuestro país en materia de la aplicación del Código Proce-
sal Penal de 2004; sin embargo, creemos que es sustancial para que el fiscal
tome sus decisiones en el proceso y para el éxito de sus casos, que conozca el
contexto jurisprudencial en que aquellas se incardinan, a fin de tenerlas como
guía, no contradecirlas o, previo análisis crítico –en caso de que las posicio-
nes asumidas por la Corte Suprema fueran insostenibles–, fundamentar sufi-
cientemente los motivos de su apartamiento; igualmente para cuando el fiscal
tenga que litigar ante el órgano jurisdiccional.
El segundo estudio “Selección y gestión fiscal de casos en el Código Pro-
cesal Penal de 2004”, busca llamar la atención sobre la necesidad e importan-
cia de racionalizar el manejo de la carga procesal, sin malgastar esfuerzos y re-
cursos en casos que no tienen futuro, brindándose algunos criterios para ello.
El tercer estudio “Formulación de cargos penales e imputación necesa-
ria”, aborda las exigencias derivadas del derecho a la imputación necesaria

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

en la formulación de cargos por parte del fiscal en cada uno de los estadios
del proceso –que no son las mismas–; debiendo resaltarse ya en este momen-
to que de su lectura se podrá apreciar que la forma intuitiva con que se recla-
ma el respeto de dicho derecho por parte de los abogados defensores –y que
en la práctica hemos podido apreciar– en no pocas ocasiones va más allá de
su real contenido.
Finaliza el trabajo con una recopilación de decisiones fiscales –disposi-
ciones y requerimientos– que se vienen emitiendo en los distritos judiciales
donde ya se aplica el Código Procesal Penal de 2004, lo que si bien no es
tradicional –pues lo común es recopilar resoluciones judiciales–, creemos que
debería reconocérsele mayor importancia por ser el fiscal el “señor de la in-
vestigación preparatoria” –como lo indica la doctrina alemana– y el responsa-
ble del éxito de la persecución.
No queremos terminar sin agradecer la colaboración que hemos recibido
de nuestros colegas fiscales que, desde diferentes partes del país, nos han ayu-
dado remitiéndonos las disposiciones y requerimientos de los cuales seleccio-
namos los que finalmente se publican; especialmente a Lisdey Bueno Flores y
a mis queridos amigos Luis Tisnado Solís y Daniel Cerna Salazar.
Finalmente, agradezco la colaboración que en mis proyectos académicos
siempre me brinda de modo desinteresado mi muy querido hermano, el abo-
gado Eddy Alexander Avalos Rodríguez.

En Trujillo, junio 7 de 2013.

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PRIMERA PARTE
CAPÍTULO PRIMERO
El proceso del CPP de 2004
según la jurisprudencia
de la Corte Suprema
(Sentencias de casación, autos de
calificación y acuerdos plenarios)
El proceso del CPP de 2004 según la
jurisprudencia de la Corte Suprema
(Sentencias de casación, autos de
calificación y acuerdos plenarios)

I. Introducción
Las decisiones de las Salas de la Corte Suprema de Justicia se encuentran
llamadas a cumplir una trascendental función de ilustración de como se debe
aplicar el Derecho en nuestro país.
Esta función es más necesaria en un instrumento como el CPP de 2004
que en estos casi siete años de puesta en vigencia escalonada en la mayoría
de distritos judiciales ha presentado y presenta aún no pocos e importantes
problemas en la interpretación de sus normas por parte de los órganos ju-
risdiccionales de primera y segunda instancia; que han llegado incluso a as-
pectos tan básicos y medulares como el de la relación entre oralidad y es-
crituralidad en la construcción del proceso, con una ilegal e incorrecta ex-
pansión del primero; así como al hecho de que una misma situación proce-
sal sea resuelta de modo bastante distinto dependiendo del distrito judicial
en que nos encontremos.
El CPP de 2004 ha establecido el recurso de casación para cautelar la ade-
cuada interpretación de las normas y procurar la uniformidad de la jurispru-
dencia; prescribiendo además en el numeral 3 de su artículo 433 la posibili-
dad de que la Suprema de oficio o a pedido de la Fiscalía pueda decidir, aten-
diendo a la naturaleza del asunto objeto de decisión, que lo resuelto constituye
doctrina jurisprudencial vinculante a los jueces de inferior instancia.
Por otro lado, se ha vuelto ya tradicional la realización anual de los ple-
nos jurisdiccionales de las salas penales de la Corte Suprema con la finalidad

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de concordar la jurisprudencia de su materia, que tiene como resultado la emi-


sión de Acuerdos Plenarios con pretensión de constituir doctrina legal tam-
bién vinculante para los jueces de inferior instancia.
No obstante que en los últimos años los propios acuerdos plenarios re-
cuerdan expresamente la posibilidad de apartarse de ellos –como consecuen-
cia de la aplicación extensiva del segundo párrafo del artículo 22 del TUO de
la LOJP[1]–; que algún sector de la doctrina nacional se ha pronunciado cues-
tionando –entendemos correctamente– la legalidad de establecer doctrina le-
gal vinculante bajo el amparo del artículo 116 del TUO de la LOPJ[2]; que el
principio de independencia judicial nos dice que los órganos jurisdiccionales
de inferior instancia se pueden apartar también de la doctrina jurisprudencial
vinculante fijada en las casaciones, con las condiciones de un uso razonable
de las reglas de la interpretación jurídica y una motivación reforzada de las
causales del apartamiento; en ningún caso se pierde el trascendental carácter
ilustrativo de las decisiones del máximo tribunal.
En este contexto, el estado ideal de cosas debería ser un fácil acceso de
los operadores del Derecho a los criterios interpretativos adoptados por la
Corte Suprema. Esto ocurre con los acuerdos plenarios, los que año a año son
muy publicitados, tanto en su proceso de formación como en su resultado fi-
nal, y presentados a la comunidad jurídica en un acto protocolar y en bloque.
Pero, no sucede lo mismo con las sentencias de casación, las que no solo se
encuentran dispersas, sino que buena parte de ellas han sido durante tiem-
po de difícil acceso al conocimiento público y algunas de ellas lo son toda-
vía hoy en día[3].

[1] “Estos principios deben ser invocados por los Magistrados de todas las instancias judiciales, cualquiera
que sea su especialidad, como precedente de obligatorio cumplimiento. En caso que por excepción
decidan apartarse de dicho criterio, están obligados a motivar adecuadamente su resolución dejando
constancia del precedente obligatorio que desestiman y de los fundamentos que invocan”.
[2] Pues en ningún momento se refiere a la necesidad de observancia obligatoria de los acuerdos plenarios,
sino a que: “Los integrantes de las Salas Especializadas, pueden reunirse en plenos jurisdiccionales
nacionales, regionales o distritales a fin de concordar jurisprudencia de su especialidad, a instancia de
los órganos de apoyo del Poder Judicial”.
[3] La situación criticada ha empezado a cambiar con la publicación que ha hecho la Secretaría Técnica
de la Comisión Especial de Implementación del Código Procesal Penal del libro: Casaciones y Acuer-
do Plenarios. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Lima, 2012, p. 412; sin embargo, en una
muestra de la corrección de lo que decimos, respecto de la dificultad del acceso al conocimiento de las
sentencia de casación por parte del público, ni siquiera esta obra contiene la totalidad de sentencias de
casación dadas a noviembre de 2012 –su fecha de edición–; en ello, por ejemplo y entre otras, no con-
templa las sentencias de la Casación N° 03-2007-Huaura, Casación N° 11-2001-Huaura, Casación
N° 06-2009-La Libertad, Casación N° 55-2009-La Libertad, Casación N° 150-2010-La Libertad.

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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

En la intención de contribuir a paliar en algo esta situación, este trabajo


ofrece una sistematización de los principales criterios jurídicos relacionados
con la aplicación del CPP de 2004 adoptados por las Salas de la Corte Supre-
ma, tanto en sus acuerdos plenarios como en sus sentencias de casación e, in-
cluso, en sus autos de calificación de casación; si bien estos últimos no son
tan valorados en el foro como los anteriores no dejan de contener interpreta-
ciones de las normas del nuevo texto procesal por parte de la máxima instan-
cia jurisdiccional de nuestro país y, por tanto, de cumplir una importante fun-
ción ilustrativa.
Para finalizar debemos dejar constancia que, principalmente en cuanto a
las sentencias de casación, la dispersión y escasa publicidad a la que hemos
hecho referencia supra hacen que sea muy aventurado creer que la totalidad
de las resoluciones casatorias a las que hemos tenido acceso sean todas las
que se han emitido hasta el momento; no obstante, sí podemos estar seguros
que representan un importante número de ellas y que, en todo caso, el reper-
torio que se ofrece es más completo que los hasta el momento publicados[4].
Debemos dejar constancia, también, que el presente es un trabajo neta-
mente descriptivo respecto del estado actual de las cosas en la jurisprudencia
suprema respecto del CPP de 2004; sin que suscribamos necesariamente las
posiciones por ella asumidas.

II. Título Preliminar

1. Oralidad vs. escrituralidad


Frente a la preponderancia desmedida que en algunos distritos judiciales
se ha dado a la oralidad –con pretensiones de desconocer cualquier tipo de rol
de la escrituralidad–, en el Auto de cinco de marzo de dos mil diez emitido de
modo previo a la calificación del recurso en la Casación N° 61-2009-La Li-
bertad, se han precisando los casos en que se puede dictar resoluciones ora-
les, la necesidad de trascribir en el acta el contenido de la resolución dicta-
da en audiencia, los casos en que la transcripción debe ser completa o solo de

[4] El principal que hemos conocido es el “Casaciones y Acuerdo Plenarios”, publicado por la Secretaría
Técnica de la Comisión Especial de Implementación del Código Procesal Penal; sin embargo, hemos
hecho un propio trabajo de revisión y sumillado de las decisiones ahí publicadas que ha llevado a que
en no pocas ocasiones exista una gran diferencia entre ambos trabajos, con una mayor glosa de líneas
interpretativas a favor del presente.

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

un resumen y la necesidad de que el acta tenga que ser suscrita por quien di-
rige la audiencia.
“CUARTO.- Que es evidente, así expuestas las incidencias del caso, que las ac-
tuaciones que se han elevado a esta Sala de Casación Penal están incompletas,
por lo que es de rigor disponer tanto su subsanación como la corrección de deter-
minados actos procesales para la debida calificación del recurso de casación.
En efecto, se advierte que no solo no se han elevado los audios de ambas audien-
cias, sino que las resoluciones orales no aparecen transcritas íntegramente en el
acta correspondiente, y el acta de apelación solo está suscrita por un asistente ju-
dicial sin intervención del Presidente de la Sala.
No se discute, por cierto, la necesidad y realidad de las denominadas “resolucio-
nes orales”, estas, simplemente, expresan la efectividad del principio procedi-
mental de oralidad, y se dictan cuando la propia ley lo permite o se deduce de la
naturaleza de la diligencia que la precede –así, por ejemplo, artículos ocho, apar-
tado cuatro; doscientos sesenta y seis, apartado dos; doscientos setenta y uno,
apartado dos; trescientos cincuenta y dos, apartado uno, primera frase; trescien-
tos sesenta y uno, apartado cuatro, entre otros, todos del Código Procesal Penal–.
Se trata pues de aquellas “(…)disposiciones especiales(…)” a que hace referen-
cia el artículo ciento veinticinco del Código Procesal Penal, que exige un trata-
miento distinto en relación a las clásicas resoluciones escritas.
Sin embargo, el problema que se observa en el trámite seguido en la Corte Supe-
rior de La Libertad es, sin duda, el contenido del acta, sus formalidades, de cara
al control recursal y a la necesidad ulterior del registro y archivo de las resolu-
ciones orales para garantizar su debida ordenación interna, así como su acceso
para la crítica jurídica y social conforme al inciso veinte del artículo ciento trein-
ta y nueve de la Constitución. El apartado dos del artículo ciento veinte del Có-
digo Procesal Penal estipula que el acta debe contener una relación sucinta o in-
tegral –según el caso–, sin perjuicio de la reproducción audiovisual de la actua-
ción procesal.
QUINTO.- Que las resoluciones judiciales están sometidas a determinados pre-
supuestos formales, fijados genéricamente en el artículo ciento veintitrés, apar-
tado uno, del Código Procesal Penal. Cuando estas entrañan un pronunciamien-
to sobre el objeto procesal o resuelven un cuestión incidental referida a la regu-
laridad o viabilidad del procedimiento penal, cuya motivación es indispensable,
el principio de seguridad jurídica y la propia noción de escrituralidad que incor-
pora la Constitución para el supuesto de resoluciones judiciales –artículo ciento
treinta y nueve, inciso cinco– exige que se consignen o transcriban íntegramente
en el acta, sin perjuicio de que consten, si fuera el caso, en la reproducción audio-
visual –concordancia de los artículos ciento veinte, numeral dos, y ciento veinti-
trés, numeral uno, del Código Procesal Penal–. Además, como ya se dejó anota-
do, deben archivarse en un documento escrito o electrónico, de suerte que permi-
ta su ordenación, sistematización, revisión y registro estadístico.

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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

Por lo demás, el artículo veintisiete, apartado dos –aplicable a todo el sistema


de audiencias ante Jueces de Investigación Preparatoria, Jueces Penales y Jueces
de Apelación: artículos treinta y uno, treinta y tres–, del Reglamento General de
Audiencias bajo las normas del Código Procesal Penal, aprobado por Resolución
Administrativa número 096-2006-CE-PJ, del veintiocho de junio de dos mil seis,
estipula que: “Si el juez resuelve en el acto de la audiencia, se consignará com-
pletamente el contenido de su decisión (…)”.
De otro lado, las actas deben ser suscritas por quien dirige la actuación procesal,
que sin duda es el juez o el presidente del órgano colegiado, sin perjuicio de la in-
tervención del auxiliar jurisdiccional que tiene reconocida la fe pública judicial.
Tratándose de audiencias es aplicable, extensivamente, el artículo trescientos se-
senta y uno, apartado uno, del Código Procesal Penal”.
El Acuerdo Plenario N° 6-2011/CJ-116 (seis de diciembre de dos mil
once) señala que la oralidad constituye una exigencia de carácter legal ordi-
nario, mas no constitucional.
“6°. La Constitución Política del Perú, en su artículo 139, que en pureza recoge
las principales garantías-derechos fundamentales de carácter procesal y los prin-
cipios del proceso y del procedimiento, solo menciona –en cuanto al ámbito ob-
jeto de análisis en esta sede: oralidad y motivación– dos disposiciones esencia-
les: a) la motivación escrita de las resoluciones judiciales (artículo 139.5) –que
es de incorporarla en la garantía genérica de tutela jurisdiccional–; y, b) el debi-
do proceso (artículo 139.3), al que es de rigor asociar como uno de sus derechos
primordiales la publicidad de los procesos –sin perjuicio de otros derechos pro-
cesales claves, tales como la independencia judicial, la imparcialidad del juez, la
pluralidad de la instancia, la prohibición de condena en ausencia–.
Cabe destacar que la Ley de Leyes no se refiere, expresamente, a la oralidad
como principio procesal de relevancia constitucional. Sin embargo, es posible
derivarla, para determinados momentos y actos procesales, de los principios pro-
cedimentales de publicidad, inmediación y concentración, siendo en buena cuen-
ta la oralidad y la publicidad los principios rectores en este ámbito: de ambos de-
rivan los anteriores [JUAN MONTERO AROCA: Derecho Jurisdiccional I. Ti-
rant lo Blanch, Madrid, 2007, p. 382]. Empero, en estricto derecho y por lo ante-
rior, la vulneración de la oralidad no constituye un vicio de inconstitucionalidad
–como es el caso de la publicidad–, sino de mera legalidad ordinaria.
El desarrollo de las normas constitucionales antes citadas, en tanto cabe enfati-
zar que el proceso es una institución de configuración legal, se encuentra plas-
mada en las leyes procesales: el Código Procesal Civil –que es la norma procesal
común de todo el sistema procesal–; la Ley Orgánica del Poder Judicial –en ade-
lante, LOPJ–, que tiene muy diversas normas procesales y que informan, en se-
gundo orden y frente al silencio de la Ley procesal común y de las leyes procesa-
les específicas, todo el proceso jurisdiccional; y, en lo que corresponde al ámbito

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

penal, el Código Procesal Penal –en adelante, NCPP–. Este último Código, en su
Título Preliminar, no solo reconoce como derechos procesales el juicio previo y
público –de directa relevancia constitucional (artículo 139. 4 y 10); también es-
tablece que el enjuiciamiento ha de ser oral y contradictorio (artículo I.2)–”.
Señala que en todos los casos –salvo en el proceso por faltas– la senten-
cia y el auto que da por retirada la acusación deben darse por escrito; siendo
sí orales las demás resoluciones del juzgamiento, pero su contenido y el dis-
currir de las audiencias debe quedar documentado en actas.
“7°. El artículo 123 del NCPP clasifica las resoluciones judiciales según su obje-
to –entendido desde una perspectiva material– en: decretos, autos y sentencias.
Los autos se dictan, siempre que lo disponga el citado Código, previa audiencia
con intervención de las partes; las sentencias, por su lado, tienen un régimen pro-
pio fijado en los títulos correspondientes –todas, a excepción de la sentencia en el
proceso por faltas que autoriza las denominadas sentencias in voce u orales, son
escritas (vid.: artículos 394-396, 425, 431.4, 468.5, 477.4 y 484.6 del NCPP)–.
El conjunto de las resoluciones judiciales, salvo los decretos, deben contener la
exposición de los hechos debatidos, el análisis de la prueba actuada, la determi-
nación de la ley aplicable y lo que se decide, de modo claro y expreso. Por lo
demás, sin perjuicio de las disposiciones especiales y de las normas estipuladas
en la LOPJ, las resoluciones serán firmadas por los jueces respectivos (artículo
125.1 del NCPP).
El régimen de la oralidad del procedimiento principal: la etapa de enjuiciamien-
to o del juicio oral, está desarrollado en el artículo 361 del NCPP. El apartado 4)
prevé claramente que en el curso del juicio las resoluciones serán dictadas y fun-
damentadas verbalmente, cuyo registro debe constar en el acta. Ahora bien, las
referidas resoluciones orales o verbales, que se expiden en el curso de la audien-
cia y se centran, según los casos, en los decretos y los autos deben documentar-
se en el acta –salvo excepciones, tal como el auto que da por retirada la acusa-
ción fiscal y dispone el sobreseimiento definitivo de la causa (artículo 387.4.b),
que por su propia naturaleza al disponer la conclusión del juicio exige su estruc-
turación escrita–. Sin perjuicio de la existencia del acta –escrita, por su propia
naturaleza, y que recoge una síntesis de lo actuado en la sesión del juicio (ar-
tículo 361.1 del NCPP)–, se autoriza que la audiencia también pueda registrarse
mediante un medio técnico (grabación, que puede ser por audio o video) –la pri-
macía del acta como documento siempre presente en el juicio es, pues, inobjeta-
ble–. En tales casos, el acta y, adicionalmente, la grabación demostrarán el modo
como se desarrolló el juicio, la observancia de las formalidades previstas para él,
las personas que han intervenido y los actos que se llevaron a cabo”.
Precisa que la oralidad es un principio que tiene su predominio –razona-
ble no absoluto– en sede de las audiencias.

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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

“8°. Si se atiende a la clásica distinción entre proceso y procedimiento, esto es,


entre el objeto de las actuaciones procesales y las actuaciones propiamente di-
chas o conjunto de actos procesales que, tanto el juez como las partes han de rea-
lizar, se tiene que distinguir entre (1) principios del proceso –que determinan el
régimen de entrada de la pretensión y de su resistencia, oposición o defensa en el
procedimiento, así como los poderes de las partes en la conformación del objeto
procesal y los del juez en su enjuiciamiento– y (2) principios del procedimiento
–que encausan el régimen de actuación formal de dicha pretensión hasta que pue-
da obtener satisfacción por el órgano judicial en forma de sentencia– [VICENTE
GIMENO SENDRA: Introducción al Derecho Procesal. Editorial Constitución y
Leyes, Madrid, 2007, p. 41].
El principio de oralidad está referido, primordialmente, a la forma de los actos
procesales. estos han de ser realizados verbalmente –predominio de lo hablado
sobre lo escrito–. Además, vista su importancia y si se insta su incorporación car-
dinal en las actuaciones procesales –como lo hace razonable, que no radicalmen-
te, el NCPP–, se erige en un modo de hacer el proceso, pues facilita la aplicación
de los principios de investigación, inmediación, concentración y publicidad, aun-
que, como es obvio –situación que no puede desconocerse en modo alguno–, no
condiciona la estructura del proceso, la formación del material fáctico y la valo-
ración de la prueba.
Lo decisivo para la configuración institucional del principio de oralidad es el mo-
delo de audiencias orales, que es la sede procesal donde tiene lugar este princi-
pio, escenario insustituible de su concreción procesal.
En estas el juez se pone en relación directa con las pruebas personales y con las
partes –lo determinante en este principio, es pues, su fase probatoria–, sin perjui-
cio de que la audiencia haya sido preparada por una serie de actos escritos, en los
cuales incluso puede haberse interpuesto la pretensión y opuesto la resistencia”.
Clasifica las resoluciones judiciales en: a) las que el CPP de 2004 obli-
ga se dicten en audiencia; b) las que permite dictarlas en audiencia o dentro
de un plazo determinado; y c) las que obliga se dicten por escrito; señalando
además que la resolución será dictada oralmente si se dicta antes de finalizar
la audiencia y que esta última no se puede suspender para otro día con el solo
propósito de dictar una resolución oral o de realizar un acto procesal intras-
cendente que muy bien pudo hacerse en el curso de la audiencia.
“9°. Sin perjuicio del procedimiento principal o etapa de enjuiciamiento, que
tiene reglas específicas a las que es del caso atenerse, en los diversos procedi-
mientos que instaura el NCPP tiene lugar la expedición, indistinta, de resolucio-
nes orales tras las correspondientes audiencias preliminares ordenadas por la ley
procesal.
Así se tiene que, por ejemplo, en cuatro supuestos la resolución –en los procedi-
mientos de investigación preparatoria– debe expedirse en forma inmediata, antes

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de la clausura de la audiencia (artículos 71.4, 266.2, 271.1 y 2, y 343.2 del NCPP).


En otros casos –en cincuenta y cinco supuestos aproximadamente–, autoriza al
juez a dictar la resolución inmediatamente, de suerte que la resolución será oral,
o dentro un plazo determinado (2 o 3 días), generalmente impropio (artículos 2.5,
2.7, 8, 15.2.c), 34.2, 74.2, 75.2, 76.1, 91.2, 102.1 y 2, 203.2, 203.3, 204.2, 224.2,
224.3, 225.5, 228.2, 229, 231.4, 234.2, 245, 254.1, 274.2, 276, 279.2, 283, 293.2,
294.1, 296.1, 296.2, 296.4, 299.2, 301, 305.2, 319.c), 334.2, 352.1, 450.6, 451.1,
453.2, 478.1 y 3, 480.1, 480.2.b), 480.3.b), 484.1, 3 y 6, 486.2, 491.2, 491.3, 491.4,
491.5, 492.2, 521.3, 523.6, 544.3, 557.4 del NCPP: “(…) de forma inmediata o
dentro de […] días después de realizada la audiencia). También, el NCPP determi-
na que la resolución necesariamente ha de dictarse después de la audiencia, lo que
exige su expedición escrita en ocho supuestos aproximadamente –se utiliza la fór-
mula: hasta dentro de […] horas o días después de realizada la audiencia (artículos
45.2, 468.1 y 5, 477.3, 420, 424, 431.2, 521.4, 526.2)–. Asimismo, en otros casos
utiliza una expresión distinta –en ocho supuestos aproximadamente–: la resolución
se emitirá en el plazo de […] días: 255.3, 345.3, 493.3, 539.2, 543.1, 544.3, 563.2,
557.5 del NCPP, de la que desprende su forma escrita.
Más allá de las diversas expresiones lingüísticas utilizadas por el NCPP las reso-
luciones orales están, pues, reconocidas legalmente. En varias situaciones proce-
sales es obligatoria una resolución oral, mientras que en otras, pese a la existencia
de una audiencia previa, la expedición de una resolución escrita es obligatoria.
Fuera de estos casos, es de adoptar una regla o criterio rector que permita decidir
si la resolución será oral o escrita. El punto se aclara, sin duda, desde la vigencia
de otros principios consustanciales a la audiencia misma, en especial el de con-
centración, puesto que exige que los actos procesales se realicen en una ocasión
[VÍCTOR MORENO CATENA y VALENTÍN CORTÉS DOMÍNGUEZ: Dere-
cho Procesal Penal. 3ª edición, Editorial Tirant lo Blanch, Madrid, 2008, p. 231]
y en el que se privilegia la memoria como elemento clave para una correcta deci-
sión. Si las audiencias se llevan a cabo bajo una lógica de concentración y, ade-
más, de continuidad –en las denominadas “audiencias preliminares”, fuera de la
audiencia principal o de enjuiciamiento, por su propia naturaleza, no se permite
su suspensión, aunque es obvio que es posible admitir excepciones fundadas en
una causa objetiva y razonable–, es inevitable concluir que la resolución será oral
si se dicta antes de finalizar la audiencia. esta no puede suspenderse para otro día
con el solo propósito de dictar una resolución oral o de realizar un acto procesal
intrascendente que muy bien pudo hacerse en el curso de la audiencia; un pro-
nunciamiento diferido exige, entonces, una resolución escrita”.
Establece que las resoluciones que se emitan de modo oral en audiencia
tienen que ser necesariamente transcritas en los casos en que se formulen con-
tra ellas recursos impugnatorios.
“10°. Un punto distinto, aunque vinculado, es el referido a la documentación de
la resolución oral, de suerte que sea posible garantizar tanto la seguridad jurídica

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El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

y la inalterabilidad de la misma, como su revisión en sede de impugnación res-


pecto del cumplimiento de sus presupuestos materiales y formales.
La respuesta, sin duda, desde una perspectiva sistemática, se encuentra en la co-
rrecta interpretación de los artículos 120 y 361 del NCPP. Los autos, atento a sus
exigencias formales, requieren de una documentación –no sucinta– sino integral,
y esta se concreta en el acta. La reproducción audiovisual está referida a las ac-
tuaciones procesales, a las diligencias que se realizan en la audiencia. La resolu-
ción judicial es un acto procesal sujeto a sus propias regulaciones.
Si se admite, desde la perspectiva del NCCP –principio de legalidad procesal–
la primacía del acta (parágrafo 8°) frente a la reproducción audiovisual o al me-
dio técnico o grabación respectiva, es ineludible como pauta general que la re-
solución oral debe constar en el acta y transcribirse de modo integral. No obs-
tante ello, es evidente asimismo, si se asume criterios razonables de economía y
celeridad procesal, que si el auto jurisdiccional no es impugnado, no será nece-
sario que se transcriba integralmente –basta que conste su sentido y, desde lue-
go, lo que decida o resuelva con absoluta claridad–. La reproducción integral de
la resolución oral, por consiguiente, solo será necesaria cuando esta es recurri-
da en el modo y forma de ley y sea patente su admisión. Se trata de suprimir
tareas inútiles y de la reducción de todo esfuerzo (cualquiera sea su índole)
que no guarda adecuada correlación con la necesidad que se pretende satisfacer;
y de que el proceso se tramite y logre su objeto en el menor tiempo posible”.
Y, la compatibilidad con la Constitución del dictado y motivación oral de
las resoluciones.
“13°. El artículo 139.5 de la Constitución expresamente menciona que la moti-
vación de las resoluciones se expresa a través de su forma escrita. Empero, la in-
terpretación de esta norma constitucional no puede ser meramente literal, pues
de ser así se opondría al principio de oralidad y a la lógica de un enjuiciamiento
que hace de las audiencias el eje central de su desarrollo y expresión procesal.
En la medida en que se permita conocer el cumplimiento de los presupuestos ma-
teriales y formales de una resolución jurisdiccional, que se impida la manipula-
ción de las decisiones judiciales y que se garantice un mecanismo idóneo y razo-
nable de documentación, las resoluciones orales en modo alguno afectan las fi-
nalidades que cumple la motivación: 1. Controlar la actividad jurisdiccional por
parte de la opinión pública, cumpliendo así con el requisito de publicidad. 2. Ha-
cer patente el sometimiento del juez al imperio de la ley. 3. Lograr el convenci-
miento de las partes sobre la justicia y corrección de la decisión judicial, elimi-
nando la sensación de arbitrariedad y estableciendo su razonabilidad, al cono-
cer el porqué concreto de su contenido. 4. Garantizar la posibilidad de control de
la resolución judicial por los Tribunales Superiores que conozcan de los corres-
pondientes recursos [JOAN PICÓ I JUNOY: Las Garantías Constitucionales del
Proceso. Editorial Bosh, Barcelona, 1997, p. 64].

19
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

En tanto la resolución oral –con las particularidades antes citadas– se documen-


ta en el acta y, adicionalmente, la audiencia en la que se profiere es objeto de una
grabación por medio de audio o de video, su reconocimiento no importa vulne-
ración constitución alguna”.
La sentencia de la Casación N° 159-2011-Huaura (veintidós de mayo de
dos mil doce) vuelve sobre la necesidad de documentar por escrito los autos
orales que son materia de impugnación; fijándose este criterio como doctrina
jurisprudencial vinculante.
“3.11 El nuevo modelo procesal penal, no implica la liquidación de la transcrip-
ción de las resoluciones judiciales oralmente pronunciadas; sino mas bien, den-
tro del marco constitucional, armoniza lo oral y lo escrito (que se halla normati-
vamente limitado –referencia a la síntesis en las actas, prohibición de la presen-
tación de escritos en casos específicos–), tanto más que el acuerdo del pleno ju-
risdiccional de la judicatura superior realizado en Arequipa se concreta al decan-
tamiento en pro de una opción preferencial por lo oral, mas no una eliminación
de los marcos legales de lo escrito.
3.12 Por ende, las resoluciones emitidas en las incidencias (los autos), han de es-
tar íntegramente documentadas por escrito, con excepción de los casos que refie-
re el numeral décimo del Acuerdo Plenario número seis guión dos mil once dia-
gonal “CJ” guión ciento dieciséis de seis de diciembre de dos mil once con la
precisión hecha en el numeral décimo tercero de dicho Acuerdo, sin perjuicio de
la oralización de la decisión, como ya se ha establecido en el pronunciamiento
casacional número sesenta y uno guión dos mil nueve, ya referido”.
Establece que la parte impugnante tiene derecho a contar con una copia
oficialmente transcrita de la decisión judicial emitida oralmente para decidir
la estrategia defensiva a seguir
“3.9 El derecho fundamental del imputado –extendido por igualdad ante la ley a
las partes legitimidades en la causa judicial– a contar con el tiempo y los medios
para organizar su defensa, o diseñar su actuar posterior implica el particular de-
recho a obtener una copia oficialmente transcrita de la decisión emitida oralmen-
te para estudiarla detalladamente y pormenorizadamente, con la finalidad de de-
cidir cabalmente la estrategia a seguir frente a la decisión emitida y a la conno-
tación del sustento de lo decidido, sin que se presuma que el interesado recuer-
da en toda su dimensión la determinación, por el hecho de haber asistido al acto
procesal de su emisión o que está en capacidad de transcribirla por cuenta propia
a partir del registro audible que se le proporcione (…).
3.17 Es pertinente tener en cuenta que los interesados legalmente pueden pedir
al juzgado emisor (cualquier que fuere) que supla las omisiones de pronuncia-
miento y/o haga, dentro del plazo pertinente, las precisiones o correcciones de
los errores materiales, de ser el caso, lo que se facilita si los interesados cuentan

20
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

con la transcripción de la determinación emitida oralmente, por lo que la Ley los


ha habilitado a exigir al órgano judicial emisor les otorgue copias escritas de la
decisión que debieron emitir oralmente y por escrito, sea que asistan o no al acto
público en que se produjo, sea que impugnaron o no la decisión pronunciada.
3.18 Con la negativa a la expedición de la copia escrita de la decisión, el órgano
judicial a quo ha obstaculizado innecesariamente la actuación fiscal, dificultan-
do la materialización de uno de los medios para el diseño o reajuste de su estra-
tegia de actuación frente a la materia concreta, según el estado procesal en cuan-
to correspondiere”.
Señala la necesidad de que en el acta de la audiencia conste por escrito
una síntesis de lo ocurrido, con la pauta horaria correspondiente a cada uno de
los sucesos que la conforman.
“3.13 Es claro que además de escribir o transcribir la decisión final de la materia
de la incidencia, en los casos que corresponda, resulta deber funcional de la judi-
catura que en el acta respectiva conste por escrito la síntesis de lo ocurrido, con
la referencia horaria pertinente (pauta, bitácora o cronometración), para guiar a
los interesados directos y a los indirectos en la audición del contenido registra-
do (grabación del íntegro del acto procesal correspondiente por medios tecnoló-
gicos, perennizando las diligencias desarrolladas en la audiencia), haciendo fac-
tible que los interesados directos accedan a la información judicial pautada con-
tenida en el soporte audible, con la finalidad de facilitar el análisis de plenitud y
coherencia entre lo actuado y decidido; ello facilita también el acceso de los in-
teresados indirectos a la misma información, como plasmación del derecho de la
sociedad (asistente o no al acto procesal ) a vigilar la actuación judicial que en
nombre del Pueblo se realizó en el caso concreto y por tanto, encarna el deber de
transparencia judicial, que no se agota con la publicidad de la audiencia, y que
trasciende los límites de espacio físico, lugar o tiempo”.
Y, que la obligación de transcripción de las resoluciones y la consigna-
ción de resúmenes no afecta de modo alguno la plasmación del principio de
oralidad en nuestro sistema procesal.
“3.15 Con ello, no se afecta la plasmación de la oralidad en la emisión de las re-
soluciones judiciales finales, que el orden procesal penal ha previsto, sino en que
una vez expedidas, deben ser en principio transcritas y suscritas (requisitos cons-
titutivos de validez de los pronunciamientos judiciales) y con ello atender la se-
guridad jurídica, así como la inalterabilidad de la motivación, aunque por moti-
vos pragmáticos se han establecido excepciones”.

2. Legalidad vs. oralidad


Frente al culto desmedido que en algunos distritos judiciales se ha hecho
de la oralidad, incluso en contra de lo que el mismo CPP de 2004 ha establecido

21
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

expresamente, la sentencia de la Casación N° 52-2009-Arequipa (trece de


julio de dos mil diez) puntualiza la trascendencia del principio de legalidad y
su preponderancia respecto de la oralidad.
“Que un principio determinante, y base del debido proceso, es el de legalidad
procesal, reconocido en el artículo I, apartado dos, del Título Preliminar del
NCPP. La ley es la que en primer lugar informa y es la fuente primordial del or-
denamiento procesal penal. Si esta define acabadamente la situación procesal
pertinente, si no existen lagunas jurídicas, entonces, no cabe acudir a otra norma
en vía supletoria o de integración analógica.
Los principios del proceso penal nacional, siempre derivados de la Constitución
y del propio Código, –entre ellos los de contradicción, oralidad y publicidad–,
desde luego, han de ser utilizados como fundamento de interpretación de las nor-
mas procesales y, en defecto de norma, pueden aplicarse directamente. En el pre-
sente caso es cierto que el principio de oralidad se plasma en el régimen de au-
diencias, cuyo desarrollo está previsto legalmente. Tal régimen, sin embargo, no
es absoluto, de suerte que la oralidad es solo preponderante. Su aplicación direc-
ta solo es posible dentro de las previsiones de la ley o, si esta guarda silencio,
cuando resulte indispensable y razonable, para afirmar las garantías de jerarquía
constitucional de tutela jurisdiccional, defensa procesal y debido proceso. No es
el caso respecto del artículo 420 apartado cinco del NCPP en relación con el ar-
tículo 423 apartado tres del citado Código”.
De modo similar se ha pronunciado la sentencia de la Casación
N° 159-2011-Huaura (veintidós de mayo de dos mil doce).
“3.7 Las razones subjetivas de los integrantes de la Sala Superior a quo, se ex-
presan al argumentar en clave de la necesidad de afirmar el cambio cultural de la
realidad en la oralidad; ello no resulta suficiente sustento para justificar el aparta-
miento del deber de acatar la ley y las orientaciones de doctrina jurisprudencial,
en cuanto no colisionan con el sentido de la norma fundamental”.

3. Debido proceso y garantía de averiguación lícita de la verdad


La sentencia de la Casación N° 14-2009-La Libertad (cinco de febrero
de dos mil diez) señala que el debido proceso no incluye las cláusulas de ga-
rantías específicas ya contenidas en la Constitución.
“SÉTIMO: Esta garantía se encuentra reconocida, conjuntamente con la de tute-
la jurisdiccional, en el inciso tres del artículo ciento treinta y nueve de la Consti-
tución Política, y por ser una garantía general dota de rango constitucional a to-
das aquellas garantías específicas no reconocidas expresamente en la Carta Polí-
tica, pero que están destinadas a asegurar que el proceso penal se configure como
un proceso justo. Por ello se dice que se trata de una cláusula de carácter resi-
dual o subsidiario, en cuya virtud comprende fundamentalmente las garantías

22
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

de justicia específicas previstas en la legislación ordinaria y en los Instrumentos


Internacionales de Derechos Humanos.
No resulta por tanto correcto, incluir en el derecho al debido proceso a las cláu-
sulas de garantías específicas ya contenidas en la Constitución”.
Por su parte, la sentencia de la Casación N° 22-2009-La Libertad (vein-
titrés de junio de dos mil diez) señala que la averiguación lícita de la verdad
forma parte del contenido del debido proceso.
“El artículo ciento cincuenta del nuevo Código Procesal Penal establece las cau-
sales de nulidad absoluta, que por ser tales pueden ser declaradas de oficio. Un
motivo específico es la inobservancia del contenido esencial de los derechos
y garantías previstos por la Constitución (literal “d” del citado artículo ciento
cincuenta).
Sin duda una de las garantías específicas, compatibles con el principio de justicia
material que exigen los artículos cuarenta y tres y cuarenta y cuatro de la Cons-
titución y se incardina en la garantía genérica del debido proceso (artículo ciento
treinta y nueve, inciso tres, de la Ley Fundamental), es la averiguación lícita de
la verdad que garantiza una sentencia justa –el derecho material se realiza com-
probando la verdad material–, lo que en modo alguno se cumple cuando se asu-
me una concepción de mera “justicia de procedimiento”, esto es, que se limite a
garantizar la justicia de las condiciones de combate entre las partes”.

4. Motivación
La sentencia de la Casación N° 70-2010-Lambayeque (veintiséis de
abril de dos mil once) deja sentado que para satisfacer el mandato de motiva-
ción se requiere cumplir exigencias de motivación interna –coherencia lógica
del razonamiento– y externa –justificación jurídica–.
“Décimo: Que, el contenido esencial del derecho a la motivación de las resolu-
ciones judiciales alude a que tanto en las sentencias como en los autos se encuen-
tre expresado, en lo fundamental, el proceso mental que ha llevado a la decisión
de una controversia de intereses jurídicamente relevantes.
El razonamiento judicial debe estar constituido por una motivación interna y una
motivación externa, siendo que la primera alude a la coherencia lógica del razo-
namiento mientras que la segunda se refiere a su justificación jurídica, estando la
motivación interna basada en el uso de la lógica formal, cuyo razonamiento por
excelencia sobre el cual se construyen los argumentos judiciales es el silogismo”.
El Acuerdo Plenario N° 6-2011/CJ-116 (seis de diciembre de dos mil
once) puntualiza que las resoluciones judiciales deben motivar tanto la acre-
ditación del hecho como la aplicación del Derecho; precisándose los aspectos
sobre los que debe recaer la motivación en la sentencia condenatoria.

23
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

“11°. La motivación de las resoluciones es una exigencia constitucional específi-


ca reconocida por el artículo 139.5 de la Ley Fundamental, y a la vez es un dere-
cho que integra el contenido constitucionalmente garantizado de la garantía pro-
cesal de tutela jurisdiccional, que impone al juez la obligación de que las deci-
siones que emita han de ser fundadas en derecho. Las resoluciones judiciales de-
ben ser razonadas y razonables en dos grandes ámbitos: 1) En la apreciación –in-
terpretación y valoración– de los medios de investigación o de prueba, según el
caso –se ha de precisar el proceso de convicción judicial en el ámbito fáctico–.
2) En la interpretación y aplicación del derecho objetivo. En este último ámbi-
to, si se trata de una sentencia penal condenatoria –las absolutorias requieren de
un menor grado de intensidad–, requerirá de la fundamentación (i) de la subsun-
ción de los hechos declarados probados en el tipo legal procedente, con análisis
de los elementos descriptivos y normativos, tipo objetivo y subjetivo, además de
las circunstancias modificativas; y (ii) de las consecuencias penales y civiles de-
rivadas, por tanto, de la individualización de la sanción penal, responsabilidades
civiles, costas procesales y de las consecuencias accesorias”.
Señala que extensión de la motivación dependerá de la complejidad del
caso, pudiendo ser escueta o concisa, e incluso hacerse por remisión[5] y sin
que sea necesario que se ingrese a examinar todas y cada una de las razones
jurídicas alegadas por la parte[6].
“La motivación, por cierto, puede ser escueta, concisa e incluso –en determi-
nados ámbitos– por remisión. La suficiencia de la misma –analizada desde el
caso concreto, no apriorísticamente– requerirá que el razonamiento que conten-
ga, constituya lógica y jurídicamente, suficiente explicación que permita cono-
cer, aún de manera implícita, los criterios fácticos y jurídicos esenciales funda-
mentadores de la decisión. Basta, entonces, que el órgano jurisdiccional exterio-
rice su proceso valorativo en términos que permitan conocer las líneas generales
que fundamentan su decisión. La extensión de la motivación, en todo caso, está
condicionada a la mayor o menor complejidad de las cuestiones objeto de reso-
lución, esto es, a su trascendencia. No hace falta que el órgano jurisdiccional en-
tre a examinar cada uno de los preceptos o razones jurídicas alegadas por la par-
te, solo se requiere de una argumentación ajustada al tema en litigio, que propor-
cione una respuesta al objeto procesal trazado por las partes”.

[5] Esta posibilidad fue abordada también en la Sentencia de la Casación N° 75-2010-Arequipa (catorce
de abril de dos mil once).
[6] Esta inexigibilidad fue asumida ya en la Sentencia de la Casación N° 05-2007-Huaura (once de octu-
bre de dos mil siete) y en la Sentencia de la Casación N° 70-2010-Lambayeque (veintiséis de abril de
dos mil once).
Habiendo sido abordada conjuntamente con la posibilidad de una motivación escueta y por remisión en
la Sentencia de Casación N° 03-2007-Huaura (siete de noviembre de dos mil siete); en la Sentencia de
la Casación N° 09-2010-Huaura (trece de octubre de dos mil diez) y en la Sentencia de la Casación
N° 19-2010-La Libertad (tres de noviembre de dos mil diez).

24
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

Y, que hay casos en que juez de grado puede integrar o corregir la falta de
motivación en que ha incurrido la sentencia de primera instancia, que para la
nulidad por defecto en la motivación es necesario que se haya generado una
efectiva indefensión y que los errores en la motivación solo tendrán trascen-
dencia cuando constituyan el soporte único o básico de la resolución.
“La jurisdicción ordinaria, en vía de impugnación, puede incluso integrar o co-
rregir la falta de motivación de la sentencia recurrida en tanto se trata de un de-
fecto estructural de la propia decisión impugnada, siempre que aun faltando ex-
presa nominación de la razón, la sentencia contenga, en sus hechos y en sus fun-
damentos jurídicos, todas las circunstancia acaecidas.
Es palmario, por lo demás, que la nulidad procesal requiere como elemento con-
sustancial que el defecto de motivación genere una indefensión efectiva –no ha
tratarse de una mera infracción de las normas y garantías procesales–.
Esta únicamente tendrá virtualidad cuando la vulneración cuestionada lleve apa-
rejada consecuencias prácticas, consistentes en la privación de la garantía de de-
fensa procesal y en un perjuicio real y efectivo de los intereses afectados por ella,
lo que ha de apreciarse en función de las circunstancias de cada caso (principio
de excepcionalidad de las nulidades de decisiones de mérito en concordancia con
el principio de conservación de los actos procesales –artículos 152 y siguientes
del NCPP–).
Por otro lado, los errores –básicamente jurídicos– en la motivación, son irre-
levantes desde la garantía a la tutela jurisdiccional; solo tendrán trascendencia
cuando sean determinantes de la decisión, es decir, cuando constituyan el sopor-
te único o básico de la resolución, de modo que, constatada su existencia, la fun-
damentación pierda el sentido y alcance que la justificaba y no puede conocerse
cuál hubiese sido el sentido de la resolución de no haber incurrido en el mismo.
12°. En función a lo anterior, es evidente que, la motivación (sic.), desde la pers-
pectiva del deber de exhaustividad –decisión razonada del derecho vigente con
relación a la pretensión esgrimida, de todos los puntos litigiosos, y en función de
los hechos probados en el proceso–, tendrá lugar cuando la resolución judicial:
1. Carece llanamente de motivación, es decir, omite pronunciarse sobre las pre-
tensiones y resistencias relevantes formuladas por las partes e impide conocer el
desarrollo del juicio mental realizado por el juez y cuya conclusión es el fallo
que pronuncia. 2. Es notoriamente insuficiente, vale decir, no se apoya en razo-
nes que permitan conocer cuáles han sido los criterios jurídicos esenciales que
la fundamentan, cuya apreciación está en función al caso concreto. 3. Es arbitra-
ria por ilógica, incoherente, incomprensible o contradictoria (supuestos de moti-
vación aparente) –desconexión entre motivación y decisión, o ausencia de cohe-
rencia interna de la resolución–. En vía de impugnación, la sentencia de vista o
la de casación exige una contestación individualizada a la motivación del recur-
so o a la pretensión impugnativa, aunque la motivación por remisión o implícita

25
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

es tolerable en la media en que la parte de la decisión objeto de remisión esté ra-


zonablemente fundamentada –criterio establecido en la Casación N° 05-2007/
Huaura–”.
La sentencia de la Casación N° 159-2011-Huaura (veintidós de mayo
de dos mil doce) establece que el que la motivación no tenga que ser necesa-
riamente abundante no implica que pueda ser-raquítica, desordenada, deses-
tructurada o diletante.
“3.4 La motivación de las decisiones trascendentes (justificación externa de las
premisas normativa y fáctica), debe ser completa, coherente y estricta; no nece-
sariamente abundante o extensa, pero tampoco raquítica, desordenada, deses-
tructurada o diletante; el deber constitucional de fundamentación debe ser razo-
nablemente atendido, tomando como base las particularidades y la naturaleza del
caso concreto”.
La sentencia de la Casación N° 09-2010-Huaura (catorce de octubre de
dos mil diez) puntualiza que la motivación debe sujetarse al sistema de fuen-
tes normativas establecido.
“La motivación de las resoluciones judiciales que exige la Constitución requiere
de una argumentación que fundamente la declaración de voluntad del órgano ju-
risdiccional y que atienda al sistema de fuentes normativas establecido”.

5. Inmediación
La sentencia de la Casación N° 09-2007-Huaura (dieciocho de febrero
de dos mil ocho) consigna la función de la inmediación y que esta hace que se
deba preferir la prueba personal por sobre la escrita.
“La inmediación garantiza que el juez encargado de sentenciar tenga contacto
directo con todas las pruebas. Si el juez no oye directamente la declaración del
testigo sino que la lee de un acta, no está en condiciones –por capaz que sea– de
realizar un juicio de credibilidad respecto de lo que el testigo ha dicho, además,
tal declaración no puede ser contraexaminada y por tanto sometida al test de la
contradictoriedad.
Sin inmediación la información ostenta una bajísima calidad y no satisface un
control de confiabilidad mínimo, de ahí, que debe protegerse la inmediación del
juez, pues la escritura no permite conocer directamente la prueba. (…)
CUARTO: Que el Colegiado de segunda instancia al rechazar la prueba ofreci-
da por la actora civil, en cuanto al examen de la agraviada K.N.A.R., vulneró no
solo el derecho a la prueba de la parte afectada sino principalmente el principio
de inmediación, pues fundamentó la sentencia con información que no fue sus-
ceptible de ser contraexaminada –y que sometida a la contradictoriedad quizás

26
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

habría revelado matices o detalles importantes–, por tanto, la oralización o lec-


tura de la declaración de la agraviada K.N.A.R. no ofrecía garantías mínimas de
calidad que sirvan para sostener un juicio de racionalidad, y es que solo el tribu-
nal que ha visto y oído la prueba practicada en su presencia está en condiciones
de valorarla y determinar la fiabilidad y verosimilitud de su testimonio”.

6. Impugnación
El Auto de Calificación de la Casación N° 15-2009-Huaura (doce de ju-
nio de dos mil nueve), reconoce expresamente que el sistema de recursos se
rige por el principio de legalidad.
“Si bien es cierto que los justiciables tienen derecho a la interposición de los re-
cursos pertinentes, conforme lo reconoce el artículo ocho de la Declaración Uni-
versal de los Derechos Humanos y el artículo ciento treinta y nueve, inciso seis,
de nuestra Constitución Política, al establecer el derecho a la pluralidad de ins-
tancias, también es cierto que el sistema de recursos es de configuración legal por
lo que solo pueden ser concedidos en los supuestos en que la ley expresamente lo
prevé”.

7. Imparcialidad
La sentencia de la Casación N° 106-2010-Moquegua (tres de mayo de
dos mil once) acoge la –a estas alturas ya clásica– distinción entre imparciali-
dad objetiva e imparcialidad subjetiva.
“De otro lado, conforme a lo establecido por el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos (Caso Piersack C. Bélgica), respecto al Magistrado que habrá de co-
nocer y resolver un caso concreto, deben verificarse dos tipos de condi-
ciones: i) imparcialidad subjetiva; que se refiere a su convicción personal res-
pecto del caso concreto y las partes; siendo que la imparcialidad personal de un
Magistrado se presume hasta que se pruebe lo contrario, por tanto, para dar lugar
al apartamiento del juez del conocimiento del proceso en dicho caso, tiene que
haberse corroborado que este adoptó posición a favor de alguno de los intereses
en conflicto; y, ii) imparcialidad objetiva; referido a si el juzgador ofrece las ga-
rantías suficientes para excluir cualquier duda razonable respecto de la correc-
ción de su actuación; siendo que para que el juez se aparte del conocimiento del
proceso en dicho caso, tendrá que determinarse si existen hechos ciertos que, por
fuera de la concreta conducta personal del juez, permitan poner en duda su im-
parcialidad, no exigiéndose la corroboración de que el juez haya tomado partido
por alguno de los intereses en conflicto, basta la corroboración de algún hecho
que haga dudar fundadamente de su imparcialidad, dado que, un juez cuya obje-
tividad en un proceso determinado está puesta en duda, no debe resolver en ese
proceso, tanto en interés de las partes como para mantener la confianza en la im-
parcialidad de la administración de justicia”.

27
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

8. Igualdad procesal
La sentencia de la Casación N° 54-2009-La Libertad (veinte de julio de
dos mil diez) establece que la igualdad de armas tiene su principal plasmación
en la actividad probatoria y que esta no se infringe cuando por justificadas ra-
zones se conceden facultades distintas a las partes.
“Que el principio de igualdad de armas, previsto en el apartado 3) del artículo I
del Título Preliminar NCPP incide en la exigencia de que las partes cuenten con
los mismos medios de ataque y defensa e idénticas posibilidades y cargas de ale-
gación, prueba e impugnación, a efectos de evitar desequilibrios entre sus res-
pectivas posiciones procesales. El principio de igualdad de armas es una pro-
yección del genérico principio de igualdad, el cual hay que estimarlo vulnera-
do cuando el legislador crea privilegios procesales carentes de fundamentación
constitucional alguna o bien el legislador, o bien el propio órgano jurisdiccional
crean posibilidades procesales que se le niegan a la parte contraria.
En tal virtud, no debe invocarse su vulneración en todo acto procesal, pues exis-
ten casos en los que justificadas razones establecidas por la ley, reconocen a de-
terminada parte procesal, como es el caso del fiscal cuando hace uso de la facul-
tad asignada por la Constitución de ejercitar la acción penal. Tal ejercicio”.

9. Ne bis in idem
La Sentencia de la Casación N° 215-2011-Arequipa (doce de junio de
dos mil doce) establece que no existe infracción al principio del ne bis in idem
cuando dentro del mismo proceso el órgano jurisdiccional considera que los
hechos pueden adecuarse a un tipo penal distinto al que ha sido materia de for-
malización de investigación preparatoria.
“5.4. Que, siendo necesario para su aplicación se dé una triple identidad: sujeto, he-
cho y fundamento, ya que de no existir esta triple identidad, no procedería esta ga-
rantía; se aprecia en el caso de autos, que la misma no se presenta, por cuanto el re-
currente no ha demostrado que se le haya procesado por estos mismos hechos, ni
tampoco constituye ne bis in dem el hecho de que la Sala Superior considere que
los hechos materia de investigación puedan encontrar amparo en los tipos penales
de los artículos trescientos setenta o trescientos setenta y dos del Código Penal, ya
que de ser así el proceso se enmarcaría dentro de otros tipos penales; por lo que so-
bre este extremo, el recurso de casación interpuesto no puede ser amparado”.

10. Prueba
La sentencia de la Casación N° 09-2007-Huaura (dieciocho de febrero
de dos mil ocho) señala las condiciones para el ejercicio eficaz del derecho a
la prueba pertinente.

28
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

“El derecho a la prueba pertinente está ligado al derecho de defensa. No se puede


ejercer tal derecho si no se permite a las partes llevar al proceso los medios que
puedan justificar los hechos que han alegado; siempre que a) la prueba haya sido
solicitada en la forma y momento procesalmente establecido, b) sea pertinente,
es decir, debe argumentarse de forma convincente y adecuada el fin que persigue,
y c) que la prueba sea relevante”.

III. Medios técnicos de defensa

1. Cuestión previa
El Auto de Calificación de la Casación N° 02-2010-Lambayeque (seis
de abril de dos mil diez) precisa que los requisitos de procedibilidad –cuyo
incumplimiento habilita la interposición de las cuestiones previas– deben en-
contrarse expresamente establecidos en la ley.
“Los requisitos de procedibilidad son elementos que condicionan el ejercicio de
la acción penal y sin cuya presencia no es posible promoverla; que es requisito
de procedibilidad solo aquel expresamente requerido en el texto del tipo penal;
si la condición no se encuentra expresamente establecida en la ley no es posible
afirmar la concurrencia de requisito de procedibilidad”.

2. Cuestión prejudicial
La sentencia de la Casación N° 11-2011-Huaura (nueve de noviembre
de dos mil once) señala que no procede la cuestión prejudicial cuando el he-
cho denunciado no se encuentra vinculado a cuestiones de carácter civil o
administrativo que previamente deban ser resueltos para la continuación del
proceso judicial penal.
“QUINTO: Si bien el citado Convenio reguló que cualquier controversia que
surja entre ESSALUD y la ONP se ventilaría en la vía arbitral; sin embargo, se
debe tener en cuenta que el objeto de dicho Acuerdo fue de “ejecutar y desarro-
llar con la mayor claridad y eficiencia el servicio de Evaluación Médica, tenien-
do como objetivo fundamental la elaboración de Informes Médicos que pue-
dan determinar el estado de incapacidad del asegurado, pensionistas y beneficia-
rio, por parte de las Comisiones Médicas Evaluadoras y calificadoras de ESSA-
LUD”. En tal sentido dichas controversias deben versar sobre derechos disponi-
bles y que tengan contenido patrimonial conforme lo establece el artículo dos del
Decreto Legislativo número mil setenta y uno, Nueva Ley General de Arbitra-
je; asimismo, del análisis de los actuados se verifica que la discrepancia en cues-
tión versa sobre el contenido de dos certificados realizados uno por el Ministerio
de Salud y el otro por ESSALUD lo que significa que en puridad el desacuerdo

29
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

y/o controversia suscitado se produciría entre estas dos instituciones y no entre


ESSALUD y la ONP.
SEXTO: La cuestan prejudicial es un medio técnico de defensa que resulta ope-
rante cuando fuera necesaria una declaración en vía extrapenal acerca del carác-
ter delictuoso del hecho incriminado, lo que supone que el factum denunciado se
encuentre vinculado a cuestiones de carácter civil o administrativo que previa-
mente deban ser resueltos para la continuación del proceso judicial penal. En el
presente caso los cargos efectuados por el representante del Ministerio Público
se refieren a los delitos de “cohecho pasivo propio, usurpación de funciones y ex-
pedición de certificado médico falso”, relacionados con la expedición de Certi-
ficado Médico supuestamente falso, hecho atribuido a los imputados quienes se-
gún la tesis incriminatoria expidieron el certificado médico de invalidez de fecha
ocho de enero de dos mil cinco, en el contexto delictual ya enunciado con la fi-
nalidad de favorecer a Carlos Fidel Chagray Navarro, además de haber emitido
el certificado médico sin que hubiesen sido designados de manera oficial para tal
cometido, hipótesis que no se vinculan a ningún tipo de condicionamiento extra-
penal para la configuración típica de los indicados ilícitos.
SÉTIMO. En el contexto expuesto debe estimarse que la decisión jurisdiccional
objeto de casación al condicionar indebidamente el ejercicio de la acción penal a
la vía arbitral, afecta directamente la jurisdicción predeterminada por ley para la
persecución del delito y al mismo tiempo inobserva las regulaciones procesales
de la materia que por su naturaleza de orden público tienen el carácter de obli-
gatorias bajo sanción de nulidad. Teniendo en cuenta lo expuesto, planteando el
tema suscitado como un asunto de puro derecho y no siendo necesario un nuevo
debate, corresponde decidir sobre el fondo de la materia controvertida dictando
el fallo correspondiente en armonía con el inciso uno y dos del artículo cuatro-
cientos treinta y tres del Código Procesal Penal”.

3. Excepción de improcedencia de acción


La sentencia de la Casación N° 128-2010-Arequipa (dieciséis de agos-
to de dos mil once) ratifica los criterios asumidos como doctrina legal en el
Acuerdo Plenario N° 02-2009-CJ-116 en relación con la regularización ad-
ministrativa como excusa absolutoria –cuya concurrencia habilita deducir la
excepción de improcedencia de acción– en los delitos tributarios.
El Acuerdo Plenario N° 2-2009/CJ-116 (trece de noviembre de dos mil
nueve) señala que los efectos excluyentes de punibilidad de la regularización
tributaria se extienden a todos los intervinientes en el delito.
“9°. La finalidad de política tributaria de la regularización se encuentra en el ob-
jetivo estatal de conseguir que los tributos dejados de pagar efectivamente se re-
cauden, y su fundamento dogmático reside en la reparación del daño [PERCY

30
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

GARCÍA CAVERO: Derecho Penal Económico – Parte Especial, Tomo II, Edi-
torial Grijley, Lima, 2007, páginas 693 y 698] y, como tal, con entidad para con-
fluir con los fines de la pena –tanto en la retribución como en la prevención [FE-
LIPE VILLAVICENCIO TERREROS: Derecho Penal– Parte General, Editorial
Grijley, Lima, 2006, página 80].
En tanto se trata de una causa material de exclusión de punibilidad ex post fac-
tum sus efectos liberatorios de la sanción penal necesariamente alcanzan o be-
nefician a todos los intervinientes en el delito –autores y partícipes–. Destaca la
perspectiva objetiva de la regularización tributaria, esto es, el ámbito de aplica-
ción, los requisitos y los efectos de la regularización, como resulta evidente, se
refieren al hecho o injusto culpable, no al autor. Tal consideración es, por cier-
to, compatible con el propio tenor literal del artículo 189 del CT, que a final de
cuenta impide toda posibilidad de someter a proceso penal por los hechos puni-
bles objeto de regularización”.
Señala que la regularización excluye, además, la punibilidad de las irre-
gularidades contables y otras falsedades instrumentales que se hallen en rela-
ción necesaria con los delitos tributarios.
“10°. La regularización tributaria, en aras de alentar la regularización tributaria
y su propia eficacia, y acudiendo a un argumento “a fortiori” [FERMÍN MORA-
LES PRATS: Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, Segunda Edi-
ción, Editorial Aranzadi, Pamplona, 1999, páginas 791/792], abarca tanto el con-
junto de delitos comprendidos en la LPT (artículos 1/5), en tanto en cuanto per-
judiquen la Hacienda Pública: omisión del pago de tributos debidos u obtención
efectiva de beneficios tributarios –entendidos ampliamente, en cuya virtud se
comprende a todos los mecanismos que por el resultado disminuyen o eliminan
la carga tributaria [CARMEN DEL PILAR ROBLES MORENO y otros: Código
Tributario, Doctrina y Comentarios, Pacífico Editores, Lima, 2005, página 671]–,
como, por imperio del tercer párrafo del artículo 189 CT, “(…) las posibles irre-
gularidades contables y otras falsedades instrumentales que se hubieran cometi-
do exclusivamente en relación a la deuda tributaria objeto de regularización”. La
extensión de la impunidad, en estos casos, solo puede admitirse en la medida en
que estas carezcan de autonomía punitiva frente a los delitos tributarios; es decir,
aquellas irregularidades contables y falsedades realizadas con finalidad y efectos
exclusivos de tipo tributario [J. BOIX REIG y otros: Derecho Penal - Parte Es-
pecial, Tercera edición, Editorial Tirant lo Blanch, Valencia, 1999, página 592]”.
Precisa que la voluntariedad y el pago total constituyen requisitos esen-
ciales de la regularización tributaria que excluye la punibilidad del delito; de-
sarrollándose estos requisitos.
“11°. La regularización tributaria está sujeta a dos requisitos esenciales: actua-
ción voluntaria a través de una autodenuncia y pago total de la deuda tributaria o

31
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

devolución del reintegro, saldo a favor o cualquier otro beneficio tributario obte-
nido indebidamente.
A. Regularización voluntaria. Se expresa en la frase: “(…) se regularice la situa-
ción tributaria (…) antes de que se inicie la correspondiente investigación fiscal
o a falta de este, el Órgano Administrador del Tributo notifique cualquier reque-
rimiento en relación al tributo y periodo en que se realizaron las conductas seña-
ladas” (artículo 189, segundo párrafo, CT). Esta exigencia o condicionante tem-
poral plantea que la regularización se realice en forma voluntaria o espontánea,
la que debe concretarse antes de la intervención de la autoridad tributaria o penal.
En este último supuesto no hace falta una disposición fiscal de formalización de la
investigación preparatoria (artículo 7.1 de la LPT en concordancia con el artículo
336 del NCPP), cuyo equivalencia en el ACPP será la denuncia formalizada del
Ministerio Público y el respectivo auto de apertura de instrucción; solo se requie-
re del inicio de actuaciones de investigación, que muy bien pueden tratarse de di-
ligencias preliminares en tanto en cuanto exista suficiente precisión de los cargos,
de su presunta relevancia delictiva. De otro lado, la regularización no necesaria-
mente debe ser obra del obligado; además, los motivos internos que determinan la
regularización no son relevantes, solo lo es el momento en que tiene lugar.
B. Pago total de la deuda tributaria o devolución íntegra del beneficio tributario.
Se precisa en el cuarto párrafo del artículo 189 del CT, que dice: “Se entiende por
regularización el pago de la totalidad de la deuda tributaria o en su caso la devo-
lución del reintegro, saldo a favor o cualquier otro beneficio tributario obtenido
indebidamente. En ambos casos la deuda tributaria incluye el tributo, los intere-
ses y las multas”. No solo se trata de que se formule una autodenuncia a través de
una declaración rectificatoria, sino de que pague efectivamente la deuda tributa-
ria o efectúe la devolución correspondiente. Frente a montos dudosos o de nece-
saria determinación administrativa –que traen causa en la comisión de delitos tri-
butarios–, es posible que la autoridad cuestione la rectificación y exija un mon-
to mayor, oportunidad en que debe establecerlo –con inclusión a los tributos, de
los intereses y las multas– y el obligado a pagar inmediata e íntegramente el di-
ferencial respectivo”.
Precisa el límite temporal de la regularización para que pueda surtir efec-
tos excluyentes de punibilidad y, además, que el requerimiento de la adminis-
tración tributaria debe ser específico, vinculado a un delito tributario concre-
to y enmarcado temporalmente.
“12°. El delito tributario, desde la reforma de la LPT por el NCPP –en especial
del artículo 8–, es un delito de persecución pública a cargo del Ministerio Pú-
blico, aunque con la necesaria intervención de la autoridad administrativa tribu-
taria. A partir de esas modificaciones tiene sentido que la regularización pueda
realizarse: (i) antes que la Fiscalía inicie diligencias preliminares de averigua-
ción sobre la posible comisión de un delito tributario –no necesariamente, como
era antes de la reforma, una denuncia por delito tributario debe ser de previo

32
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

conocimiento de la autoridad tributaria, aunque su ulterior intervención es pre-


ceptiva–; y, en su defecto –ante la inexistencia de la intervención de la Fiscalía,
del inicio de actuaciones de averiguación–, (ii) el Órgano Administrador del Tri-
buto notifique un requerimiento en relación al tributo y periodo en que se reali-
zaron las conductas presuntamente delictivas señaladas.
El requerimiento de la administración tributaria debe ser específico, vinculado a
un delito tributario concreto, enmarcado temporalmente. El bloqueo a la regula-
rización necesita de un requerimiento expreso en cuanto al delito presuntamente
cometido o la referencia a las conductas delictivas que le dan por su naturaleza
relevancia penal [JORGE SANTISTEVAN DE NORIEGA: Regularización Tri-
butaria, Actualidad Jurídica número 115, Lima, Junio 2003, Lima, página 20]”.
Y, que el fraccionamiento o sinceramiento tributario carecen de efectos
excluyentes de punibilidad.
“13°. Con carácter general, el artículo 36 del CT estatuye que: “Se puede conce-
der aplazamiento y/o fraccionamiento para el pago de la deuda tributaria con ca-
rácter general, excepto en los casos de tributos retenidos o percibidos, de la ma-
nera que establezca el Poder Ejecutivo.- En casos particulares, la Administración
Tributaria está facultada a conceder aplazamiento y/o fraccionamiento para el
pago de la deuda tributaria al deudor tributario que lo solicite, (…), siempre que
dicho deudor cumpla con los requerimientos o garantías que aquella establezca
mediante Resolución de Superintendencia o norma de rango similar y con los si-
guientes requisitos: (…).- El incumplimiento de las condiciones bajo las cuales
se otorgó el aplazamiento y/o fraccionamiento, conforme a lo establecido en las
normas reglamentarias, dará lugar automáticamente a la ejecución de las medi-
das de cobranza coactiva por la totalidad de la amortización e intereses corres-
pondientes que estuvieran pendientes de pago”.
Como se advierte de su texto, el citado artículo 36 CT reconoce la posibilidad de
que el deudor tributario se acoja al aplazamiento y/o fraccionamiento de su deu-
da tributaria, siempre sujeto a una serie de condiciones y garantías que la Admi-
nistración Tributaria ha de valorar para su aceptación o rechazo. Sin embargo, el
hecho de reconocer la deuda tributaria y su imposibilidad de pago oportuno, al
igual que la emisión de la correspondiente autorización administrativa que acep-
ta el aplazamiento y/o el fraccionamiento de su pago, en modo alguno tiene re-
levancia jurídico-penal cuando el incumplimiento de la obligación tributaria trae
su causa en la comisión de delitos tributarios, a menos que el legislador por me-
dio de una norma con rango de ley así lo decida, clara e inequívocamente. Razo-
nes de prevención general explican esta conclusión, en tanto que ya se produjo la
conducta delictiva y la consiguiente afectación a la Hacienda Pública.
Por lo demás, la única causa material de exclusión de punibilidad es aquella, ya
analizada, referida a la regularización tributaria y esta importa no el aplazamien-
to o el fraccionamiento del pago sino su total cancelación. Esta exigencia es com-
patible con la finalidad de política fiscal de toda regularización tributaria, que

33
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

persigue que se paguen los tributos, no solo que espontánea o voluntariamente se


indique el faltante, única posibilidad que haría cesar la necesidad de pena.
En tal virtud, el acogerse a un sistema especial de fraccionamiento o de since-
ramiento tributario, como lo fue en su día los adoptados por las leyes número
27344 –Ley del régimen especial de fraccionamiento tributario– y 27681 –Ley
de reactivación a través del sinceramiento de las deudas tributarias (RESIT)–, ca-
rece de relevancia como presupuesto para excluir la pena”.
La sentencia de la Casación N° 128-2010-Arequipa señala, además, que
no es impedimento para que el funcionamiento como excusa absolutoria de la
regularización tributaria la notificación de una resolución de determinación de
deuda originada en declaraciones rectificatorias del contribuyente.
“Cuarto: Que, en concreto, es de relevancia precisar que el Acuerdo Plenario nú-
mero 2-2009/CJ-116 determina que la regularización tributaria (pago total de la
deuda tributaria) es causal de exención de pena respecto a la comisión de un de-
lito tributario, si se realiza voluntariamente (autodenuncia) y antes que la Fiscalía
inicie diligencias preliminares de averiguación sobre la posible comisión de un
delito tributario o que el Órgano Administrador del Tributo notifique un requeri-
miento específico, vinculado a un delito tributario concreto, enmarcado tempo-
ralmente o en cuyo requerimiento se realice referencia a las conductas delictivas
que le dan por su naturaleza relevancia penal.
Quinto: Que, el sustento fáctico de imputación fiscal respecto al acusado Víctor
Enrique Linares Silva, está referido a que mediante formularios ciento cincuenta
y ocho, números 3771809 y 607772 correspondientes a los periodos tributarios
de abril y octubre de mil novecientos noventa y ocho, respectivamente, la em-
presa A & D Ingenieros E.I.R.L. (de la cual es el Gerente), declaró y usó el crédi-
to proveniente de las facturas emitidas por la Asociación Villa Médica números
001-72 y 001-77, presentadas el veintidós de mayo de mil novecientos noventa
y ocho; y las facturas números 001-133, 001-134, 001-136, 001-139 y 001-141,
presentadas el dieciséis de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, factu-
ras que corresponden a alquiler de maquinaria y asesoría técnica, beneficiándose
de crédito fiscal indebidamente; conducta que ha sido encuadrada en los artícu-
los uno y cuatro del Decreto Legislativo número ochocientos trece –Ley Penal
Tributaria–, concordante con el artículo veintisiete del Código Penal, en agravio
del Estado.
Sexto: Que, revisado el auto de vista cuestionado, se advierte que se consigna el
esquema del historial del proceso de fiscalización en vía administrativa efectua-
do por Sunat a la empresa A & D Ingenieros E.I.R.L., de donde se advierte lo si-
guiente: i) el treinta y uno de enero de dos mil, se le notificó a la empresa la orden
de fiscalización por el periodo de enero a diciembre de dos mil ocho, así como se
le exigió la exhibición de documentos; ii) el dos de febrero de dos mil, se le co-
municó a la empresa que la intervención se efectuará en su domicilio fiscal, y se

34
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

exigía la presentación de documentación adicional; iii) el dieciséis de febrero de


dos mil, la empresa presenta la declaración rectificatoria correspondiente al mes
de abril de mil novecientos noventa y ocho; iv) el dieciocho de febrero de dos
mil, la empresa presenta la declaración rectificatoria correspondiente al mes de
octubre de mil novecientos noventa y ocho; v) el tres de marzo de dos mil, me-
diante resolución número 052-03-0000689, se le notifica a la empresa la Resolu-
ción de Determinación, en la que se señala que esta se emite por utilizar compro-
bantes de pago que corresponden a operaciones no reales; y mediante resolución
número 052-02-0000706 se le multa por haber incluido datos falsos en la decla-
ración tributaria; vi) el catorce de abril de dos mil, mediante Resolución de In-
tendencia número 051-4-01492 se declaró procedente la solicitud de fracciona-
miento de la deuda por un total de noventa y cuatro mil doscientos veinte nuevos
soles, la que fue fraccionada en setenta y dos cuotas; vii) el veintiuno de diciem-
bre de dos mil uno, mediante Resolución de Intendencia número 051-4-04013,
se resuelve considerar válido el acogimiento al Régimen Especial de Fracciona-
miento (REFT) por un número de ciento veinte cuotas; viii) el catorce de enero
de dos mil tres, mediante Resolución de Intendencia número 051-4-05174, se re-
solvió declarar válido el acogimiento a la Ley de Reactivación a través del since-
ramiento de las Deudas Tributarias (RESIST), por un total de ciento veinte cuo-
tas; y ix) el treinta y uno de octubre de dos mil siete, la empresa cumple con la
cancelación total de la deuda tributaria.
Sétimo: Que, siendo ello así, de los actos de administración tributaria anota-
dos, no se advierte que antes de que la empresa haya realizado el total del pago
de la deuda tributaria –treinta y uno de octubre de dos mil siete–, se le haya no-
tificado requerimiento específico, vinculado a un delito tributario concreto, en-
marcado temporalmente o en el que se realice referencia a las conductas delicti-
vas que le dan por su naturaleza relevancia penal, o se haya iniciado la investi-
gación penal respectiva; por tanto, corresponde en el presente caso, la aplicación
de la exención de pena prevista en el artículo ciento ochenta y nueve del Códi-
go Tributario; sin perjuicio de indicar, que el fundamento del auto de vista por el
cual se concluye que no es aplicable al caso in comento la exención de pena, re-
sulta contrario a la doctrina legal establecida en el Acuerdo Plenario número 02-
2009/CJ-116, por cuanto, la Resolución número 052-03-0000689 de fecha tres
de marzo de dos mil, está referida a una resolución de determinación de deuda,
emitida debido a las declaraciones rectificatorias de la empresa A & D Ingenieros
E.I.R.L. correspondientes a los meses de abril y octubre de dos mil ocho (perio-
dos tributarios cuestionados), por cuya razón se precisa en la misma, que es emi-
tida por utilizar comprobantes de pago que corresponden a operaciones no rea-
les, lo cual, no constituye un requerimiento con la forma legal previamente ano-
tada; más aún, si se tiene en cuenta, que como se ha referido anteriormente, en
aras de alentar la regularización tributaria y su propia eficacia, y acudiendo a un
argumento ‘a Fortiori’, abarca tanto el conjunto de delitos comprendidos en la
Ley Penal Tributaria, en tanto y en cuanto perjudiquen la Hacienda Pública: omi-
sión del pago de tributos debidos u obtención efectiva de beneficios tributarios

35
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

–entendidos ampliamente, en cuya virtud se comprende a todos los mecanismos


que por el resultado disminuyen o eliminan la carga tributaria, como por impe-
rio del tercer párrafo del artículo ciento ochenta y nueve del Código Tributario
‘(...) las posibles irregularidades contables y otras falsedades instrumentales que
se hubieran cometido exclusivamente en relación a la deuda tributaria objeto de
regularización’. La extensión de la impunidad, en estos casos, solo puede admi-
tirse en la medida en que estas carezcan de autonomía punitiva frente a los deli-
tos tributarios; es decir, aquellas irregularidades contables y falsedades realiza-
das con finalidad y efectos exclusivos de tipo tributario, lo cual aconteció en el
caso sub examine”.

4. Excepción de prescripción
El Acuerdo Plenario N° 1-2010/CJ-116 (dieciséis de noviembre de dos
mil diez) señala que la duplicación del plazo de prescripción en los delitos
contra el patrimonio del Estado cometidos por funcionarios o servidores pú-
blicos opera respecto de los delitos del Capítulo II, Título XVIII, del Libro Se-
gundo del Código Penal (“Delitos contra la Administración Pública cometi-
dos por Funcionarios Públicos”) cuyos tipos penales posean un contenido pa-
trimonial y siempre que el agente tenga una vinculación funcionarial directa
con el patrimonio estatal.
“Debe entenderse que la opción normativa, de carácter especial, descrita en el
último párrafo del artículo 80 del Código Penal se orienta al Capítulo II, Título
XVIII, del Libro Segundo del mismo cuerpo legal, “Delitos contra la Adminis-
tración Pública cometidos por Funcionarios Públicos”, atendiendo a dos aspec-
tos concretos:
A. En este Capítulo se regulan los delitos cometidos por funcionarios y servido-
res públicos.
B. Dicho Capítulo protege además el patrimonio público vulnerado por esos su-
jetos especiales, que es lo que exige la norma sustantiva de acuerdo a la inter-
pretación con la norma constitucional prevista en el artículo cuarenta y uno de la
Constitución que contiene como mandato concreto que el plazo de prescripción
se duplica en caso de delitos cometidos contra el patrimonio del Estado por fun-
cionarios y servidores públicos. Es de resaltar que no todos los delitos compren-
didos allí tienen contenido patrimonial, por lo que en cada tipo legal se tiene que
analizar si se cumple con el presupuesto establecido para prolongar el plazo de
prescripción en función a la afectación de los bienes jurídicos tutelados vincula-
dos directamente con el patrimonio público o solo afectan el correcto funciona-
miento de la Administración Pública propiamente dicha, vulnerando el ejercicio
de funciones y servicios públicos bajo pautas de corrección y sometimiento a la
legalidad, la observancia de los deberes del cargo como empleo, regularidad y
desenvolvimiento normal de tal ejercicio, el prestigio y dignidad de la función,

36
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

la imparcialidad en el desenvolvimiento decisional, y otros, desvinculados total-


mente de la afectación del patrimonio del Estado como tal y excluidos.
15°. Si el fundamento esencial de la duplicidad de la prescripción es la lesión
efectiva del patrimonio del Estado realizada por los funcionarios o servidores pú-
blicos, es necesario que exista una vinculación directa entre estos. Tal fundamen-
to exige el concurso de tres presupuestos concretos:
A. Que exista una relación funcionarial entre el agente infractor especial del de-
lito –funcionario o servidor público– y el patrimonio del Estado.
B. El vínculo del funcionario o servidor público con el patrimonio del Estado im-
plica que este ejerza o pueda ejercer actos de administración, percepción o cus-
todia sobre bienes públicos.
C. Puede servir como fuente de atribución de dicha posición y facultad funcio-
narial una orden administrativa y, por tanto, es posible que a través de una dispo-
sición verbal se pueda también transferir o delegar total o parcialmente el ejer-
cicio de funciones concretas de administración, percepción o custodia sobre bie-
nes públicos al funcionario o servidor que originalmente por su nivel y faculta-
des específicas no poseía.
16°. Una interpretación distinta sería irrazonable y vaciaría de contenido la gra-
vedad de la conducta de los funcionarios y servidores públicos respecto del pa-
trimonio del Estado y asimilaría el hecho a delitos comunes sin ninguna diferen-
ciación que le otorgue sentido a la disposición legal”.
Señala que los bienes sobre los que debe recaer la acción material pueden
ser del Estado, parcialmente del Estado o de propiedad privada; debiendo cau-
sar un perjuicio patrimonial real y efectivo en la entidad estatal.
“17°. Debe destacarse que los bienes sobre los cuales puede recaer la acción ma-
terial pueden ser del Estado, parcialmente del Estado o de propiedad privada.
A. En cuanto a la primera modalidad, se trata de bienes íntegramente del Estado.
B. La segunda modalidad se refiere a bienes de Sociedades de economía mixta
donde el Estado tiene parte por estar integrado con capital proveniente tanto del
sector público como del sector privado y se comparte la propiedad de los bie-
nes. Este tipo de Régimen Económico está reconocido en el artículo 40 y 60 de
la Constitución Política del Perú y en el artículo 2 del Decreto Legislativo núme-
ro 674, del 27 de setiembre de 1991, que contiene las normas sobre la promoción
de la inversión privada en las empresas del Estado.
C. La tercera modalidad se refiere a bienes de propiedad privada que se encuen-
tren en posesión directa del Estado, que ejerce la administración temporal para
fines institucionales o de servicio a través de un acto jurídico legalmente válido.
18°. El patrimonio del Estado, parcialmente del Estado o privado está constitui-
do por bienes muebles o inmuebles con valor económico, como los caudales y

37
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

efectos, lo que se traduce en la presencia de un perjuicio patrimonial real y efec-


tivo en la entidad estatal”.
Señala que en las faltas la prescripción extraordinaria de la acción opera
al cumplirse un año y seis meses de cometida la infracción y si existe reinci-
dencia en el plazo de tres años.
“19°. El Libro Tercero del Código Penal está dedicado a las faltas. Esta clase de
infracciones penales no incluyen en su penalidad conminada penas privativas de
libertad. Ellas son sancionadas solo con penas principales de multa o de presta-
ción de servicios a la comunidad. En lo que respecta al plazo ordinario de la pres-
cripción de la acción penal y de la pena en las faltas, el inciso 5 del artículo 440
señala de manera específica en un año. Además, dicha disposición consigna tam-
bién que ‘la acción penal y la pena prescriben en caso de reincidencia a los dos
años’.
20°. Sin embargo, el citado artículo no ha precisado cuáles son las reglas espe-
ciales sobre los plazos extraordinarios de prescripción de la acción penal ni so-
bre los presupuestos que identifican la reincidencia en las faltas. Por consiguien-
te, dado que el mismo numeral 440 ab initio establece que: ‘Son aplicables a las
faltas las disposiciones contenidas en el Libro Primero (…)’, es pertinente deli-
near los alcances de esa regulación supletoria para tales casos.
21º. Al respecto cabe asumir, sin mayor contradicción ni implicancias normati-
vas, que para efectos de definir los plazos de la prescripción extraordinaria en las
faltas deberá de observarse lo dispuesto en el artículo 83 in fine. Esto es, incre-
mentar en una mitad el plazo ordinario. Por tanto, en las faltas la prescripción ex-
traordinaria de la acción penal opera al cumplirse un año y seis meses de come-
tida la infracción.
22°. Ahora bien, el artículo 440, inciso 5, señala también que en caso de reinci-
dencia el plazo ordinario de prescripción de la acción penal y de la pena para las
faltas es de dos años, por lo que en tales supuestos el plazo extraordinario será
de tres años. No obstante, dicho artículo no identifica en su contenido los presu-
puestos y requisitos que posibilitan la configuración de la reincidencia en las fal-
tas. Es en el artículo 46 B del Código Penal en donde luego de regular los reque-
rimientos legales para la reincidencia en los delitos dolosos, se alude, con escasa
claridad, a la reincidencia en faltas en los términos siguientes: ‘Igual condición
tiene quien haya sido condenado por la comisión de faltas dolosas’. Correspon-
de, pues, sobre la base de las disposiciones legales mencionadas desarrollar fór-
mulas de interpretación que las hagan compatibles y funcionales. Para tales efec-
tos se adoptan los siguientes criterios:
A. La reincidencia en faltas se produce cuando quien habiendo sido condenado
como autor o partícipe de esta clase de infracción penal, incurre luego de que la
condena adquiere firmeza en la comisión de una nueva falta. Se trata, pues, de

38
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

una modalidad de reincidencia ficta que no exige que se haya cumplido en todo
o en parte la pena impuesta.
B. La reincidencia en faltas determina modificaciones en la pena conminada para
la nueva falta cometida. En tal sentido, el máximo de pena originalmente estable-
cido por la ley se convertirá en mínimo y se configurará un nuevo límite máximo
que será equivalente a la mitad por encima del máximo original.
C. Para que se configure la reincidencia la nueva falta debe ser cometida en un
plazo no mayor a dos años de quedar firme la condena anterior. De esa manera la
reincidencia será compatible con los plazos ordinarios de prescripción de la ac-
ción penal y de la pena estipulados en la segunda parte del inciso 5 del artículo
440”.
Y, la legitimidad de la norma que establece que la disposición de formali-
zación y continuación de investigación preparatoria suspende el cómputo del
plazo de prescripción.
“23°. Tercer tema. El apartado uno del artículo 339 del nuevo Código Procesal
Penal prescribe que ‘la Formalización de la Investigación Preparatoria suspende
el curso de la prescripción de la acción penal’. Entonces la discusión de ese pá-
rrafo está centrada en las cuestiones de legitimidad, legalidad y razonabilidad.
24°. La ‘suspensión’ de la prescripción prevista en el artículo 84 del Código Pe-
nal consiste en la creación de un estado en el cual el tiempo deja de correr porque
se presenta una situación particular determinada por la Ley que impide la perse-
cución penal –constituye la excepción al principio general de la continuidad del
tiempo en el proceso–. La continuación del proceso dependerá de la decisión de
una autoridad extra penal, que puede ser un juez del ámbito civil, administrati-
vo, comercial, de familia y en todos los casos se paraliza el inicio o la continua-
ción del proceso desde que se presenta la circunstancia que amerita la imposibi-
lidad de su prosecución y se reiniciará cuando se resuelva esa cuestión. Por con-
siguiente, el término de la prescripción sufre una prolongación temporal.
25°. La consecuencia más significativa es que el tiempo transcurrido con ante-
rioridad al momento en que se presentó la causa que suspendió el proceso no se
pierde y se sumará al que transcurra después de su reiniciación, pero el tiempo
cumplido durante la vigencia de la suspensión no se computa para los efectos de
la prescripción extraordinaria.
26°. Sin embargo, la literalidad del inciso 1 del artículo 339 del Código Procesal
Penal evidencia que regula expresamente una suspensión “sui géneris”, diferente
a la ya señalada, porque afirma que la Formalización de la Investigación Prepa-
ratoria emitida por el fiscal, como director y coordinador de esta etapa procesal –
quien adquiere las funciones de las que actualmente goza el juez de instrucción–,
suspende el curso de la prescripción de la acción penal. Con la formulación de
la imputación se judicializa el proceso por la comunicación directa entre el fis-
cal y el Juez de la Investigación Preparatoria y culmina la etapa preliminar de

39
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

investigación practicada por el fiscal. En consecuencia, queda sin efecto el tiem-


po que transcurre desde este acto fiscal hasta la culminación del proceso con una
sentencia o resolución judicial que le ponga fin o en su caso hasta que sea acep-
tada la solicitud de sobreseimiento del fiscal.
27°. La redacción y el sentido del texto es claro, en cuanto regula la institución de
la “suspensión” con todas las consecuencias y matices que conlleva y no es posi-
ble deducir que el legislador quiso reglamentar un supuesto de “interrupción” de
la prescripción, porque la voluntad fue establecer que ese acto del fiscal es moti-
vo de suspensión. En la práctica, el principal efecto de esta norma es la prolon-
gación del tiempo necesario para considerar extinguida la responsabilidad penal
por un determinado hecho y, en ese sentido, cuando existe actividad procesal del
fiscal –formalizando la investigación– el plazo de prescripción deja de compu-
tarse desde que se declara.
28°. Esta previsión legal tiene que ser analizada desde dos aspectos concretos:
A. Que es obligación del Estado proveer de los mecanismos necesarios para la
realización de la pretensión punitiva derivada de un delito, pues los intereses tu-
telados por las normas penales son eminentemente públicos, y en ese contexto
preordena el proceso penal para asegurar la persecución del delito contra todo
ilegítimo obstáculo.
B. El Estado, por medio del Ministerio Público, ejerce la pretensión punitiva que
se deriva de un delito, promueve la aplicación de la sanción correspondiente y
solicita que se ejecute el fallo.
29°. Desde esta perspectiva el fundamento de la posibilidad de suspender el pla-
zo de prescripción dirigiendo el procedimiento contra el presunto culpable cons-
tituye el instrumento que tiene el Estado y ejecuta el órgano judicial para poner
de manifiesto que aún se vislumbran posibilidades de éxito en la investigación
del presunto delito y que la infracción pueda ser castigada –el acto del fiscal que
constituye la formalización del proceso se realiza después que se identificó e in-
dividualizó plenamente al imputado, se describió los hechos, se tipificó la con-
ducta en la norma correspondiente y se reunió indicios reveladores de la comi-
sión del delito, valorando adecuadamente todas las circunstancias del caso– para
evitar la sensación de impunidad en la sociedad, como marco de la política cri-
minal del Estado.
30°. Por tanto, la suspensión del plazo de prescripción significa que la ley otorga
más tiempo a la autoridad para que persiga el delito. Constituye la manifestación
de voluntad objetivamente idónea del Estado para asegurar el éxito en la perse-
cución del hecho delictivo y contribuye a consolidar el principio constitucional
de obligatoriedad en el ejercicio de la persecución penal que tiene el Ministerio
Público prescrita en el artículo 159 de la Carta Política.
31°. La aplicación de esta regulación legal no vulnera el derecho fundamental
del imputado a un proceso sin dilaciones indebidas programado en el inciso tres

40
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

del artículo 139 de la Constitución –inserto en la garantía del debido proceso– y


tampoco se afecta el derecho a que la causa se resuelva por el Juez Penal en un
tiempo razonable, por lo siguiente:
A. El fenómeno de la prescripción regulado en la norma constitucional y sustan-
tiva está determinado esencialmente por una autolimitación del Estado para ejer-
cer su potestad represiva cuando no ejerce la acción eficaz y oportunamente en
un tiempo determinado. Por tanto, el legislador es el que decide si los actos que
se realizan para iniciar la persecución penal, como “la Formalización de la Inves-
tigación Preparatoria” es una causa que suspende el curso de la prescripción.
B. Dicha institución sustantiva está inspirada en el interés de la sociedad de que
no haya delitos impunes, pero limitando a los órganos encargados de la persecu-
ción penal. Una interpretación distinta, supone aceptar que la prescripción es un
derecho establecido a favor del imputado y el rechazo a la existencia de causas
procesales que suspendan el curso de la prescripción. Sin embargo, esto implica
olvidar el interés social en la persecución de los delitos.
C. La suspensión del plazo de la prescripción no origina un problema de con-
diciones de desigualdad entre el Ministerio Público y el imputado por la crea-
ción de una posibilidad que afecta derechos fundamentales, pues cuando el he-
cho imputado de carácter delictivo conserva su contenido de lesividad, es nece-
sario una sanción a su autor por ser legítima. En ese sentido, no se puede soste-
ner la existencia de desigualdad –relevante jurídicamente– cuando se persigue y
castiga una infracción punible.
D. No puede concebirse que los imputados tengan derecho a la resolución del
proceso en un plazo razonable en los que el retraso pueda ser provocado por su
propia actitud procesal para evitar el avance del procedimiento y prescribir el de-
lito, lo que debe evitarse.
E. La reforma del sistema procesal implicó cambios radicales e importantes
constituyendo uno de los más significativos relevar a los jueces de las labores de
investigación dentro del proceso penal –propio de un sistema acusatorio– y por
otro lado, la reforma de la aplicación de instituciones dentro del nuevo sistema.
En ese contexto, en el ordenamiento procesal la “suspensión de la prescripción”
se forja en un proceso estructurado que respeta las garantías del debido proceso,
promueve valores constitucionales medulares y definitivos para la protección ju-
risdiccional efectiva.
F. En el Nuevo Código Procesal Penal las etapas del proceso tienen un plazo es-
tablecido: La Investigación Policial o Fiscal veinte días, la Investigación Prepa-
ratoria ciento veinte días, ampliado a sesenta días y para casos complejos hasta
ocho meses y si bien el juzgamiento no tiene plazo definido, no obstante una de
sus características principales como innovación del nuevo modelo procesal es su
celeridad y continuación ininterrumpida hasta su conclusión, evitando dilacio-
nes y pérdida de concentración, como la propia Ley lo señala en el artículo 360

41
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

[inciso 1 y 5] –“si no fuera posible realizar el debate en un solo día, este conti-
nuará durante los días consecutivos que fueran necesarios hasta su conclusión y
no podrá realizarse otros juicios hasta su culminación”–. Es evidente que el nue-
vo sistema procesal busca simplificar, descongestionar, acelerar y hacer más efi-
ciente la Administración de Justicia penal, asegurando una mayor eficiencia y
eficacia en tanto en cuanto a la decisión de los jueces solo se someten las causas
que están en capacidad de resolver oportunamente.
G. Por otro lado, la propia norma procesal en los artículos 334 [inciso 2] y 343
regula las situaciones en las que el plazo de la investigación preliminar y prepa-
ratoria exceda su duración y reconoce al afectado el derecho de acudir al Juez
de la Investigación Preparatoria –Juez de Garantías considerado como el custo-
dio de la legalidad del procedimiento de investigación que realiza el Ministerio
Público y tiene como función esencial tutelar las garantías del imputado– para
que resuelva el conflicto y ordene la culminación de esas etapas procesales cuan-
do las considere excesivas –se materializa por medio de una audiencia de con-
trol de plazos–. Es evidente el interés y voluntad del legislador de someter a con-
trol el plazo del proceso por el juez que ejerce las funciones del control de garan-
tías –y reglado en el sistema procesal penal– en virtud del principio medular del
Estado de Derecho para no dejar a completo arbitrio del fiscal la duración de la
investigación.
32°. En ese contexto, es claro que el plazo de la suspensión del proceso se produ-
ce dentro del marco impuesto por la Ley, no es ilimitado y eterno y se correspon-
de con la realidad legislativa de la nueva norma procesal y el marco de política
criminal del Estado. Por tanto, con los límites racionales regulados no habría un
exceso de tiempo hasta la culminación del proceso con un pronunciamiento que
ponga término del modo más rápido posible a la situación de incertidumbre por-
que con la previsión de la ley fijando pautas de duración de los procesos no de-
bería existir menoscabo a un juicio justo en un tiempo razonable y donde el de-
recho de la sociedad a defenderse del delito se armoniza con el del imputado, de
modo que no se sacrifica a ninguno de ellos a favor del otro. Con esto debe resal-
tarse que si bien los actos del procedimiento suspenden el curso de la prescrip-
ción de la acción persecutoria, no obstante lo hacen hasta cierto límite”.
El Acuerdo Plenario N° 2–2011/CJ–116 (seis de diciembre de dos mil
once) señala que no procede la duplicación del plazo de prescripción en los
delitos contra el patrimonio del Estado para quienes no tienen la calidad de
funcionarios o servidores públicos.
“13°. Con base a las explicaciones anotadas y las normas generales sobre acce-
soriedad de la participación, es preciso determinar si las reglas de la dúplica de
los plazos de prescripción previstas en el artículo 80 del CP, y aplicables a los
“Delitos contra la Administración Pública cometidos por Funcionarios Públicos”
que afectan el patrimonio del Estado, también alcanzan a los sujetos –extraneus–
que no ostentan el deber especial.

42
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

14°. En el Acuerdo Plenario Nº 1-2010/CJ-116, del 16 de noviembre de 2010, se


afirmó lo siguiente: “la duplica de la prescripción obedece a una mayor valora-
ción por tratarse de un atentado contra el normal funcionamiento de la Adminis-
tración Pública, la seguridad de los bienes pertenecientes a la Administración Pú-
blica y la inobservancia del deber de fidelidad del funcionario o servidor público
hacía el patrimonio público desde la perspectiva de las obligaciones del cargo o
función que ejerce y abusa (…) el ataque contra el patrimonio público es ejecu-
tado por personas que integran la Administración Pública a las que se le confió
el patrimonio y se colocó al bien en una posición de especial vulnerabilidad por
estos sujetos. Esto implica un mayor desvalor de la acción (…) y resultado deri-
vado de la específica función de protección que tienen esas personas respecto del
patrimonio del Estado, de la lesión que proviene de la acción desvalorada y de la
mayor posibilidad que tienen para encubrir sus actividades ilícitas”.
15°. Ahora bien, el Código Penal al regular el término de prescripción de la ac-
ción penal en el artículo 80 del CP, estipuló que se duplica el plazo de la pres-
cripción para el funcionario o servidor público que en el ejercicio de sus funcio-
nes realice una conducta punible que atente contra el patrimonio del Estado o de
organismos sostenidos por este.
16°. De la lectura de estas dos proposiciones es evidente que la calidad de fun-
cionario o servidor público del autor ha sido prevista como una condición espe-
cial de que fundamenta la mayor extensión del término de la prescripción, por la
distinta posición que estos ocupan en la sociedad y porque de ellos se espera una
actitud de compromiso especial frente a la Administración Pública. Ello implica
deberes de protección, ausencia de defraudación de la confianza pública deposi-
tada en él y compromiso real con el ente estatal por la situación de mayor riesgo
para el bien jurídico que tienen por el poder que ostentan.
En consecuencia, los que no detentan esas condiciones, no infringen el deber ju-
rídico especial que vincula al funcionario o servidor público y, en ese sentido, no
son merecedores de un mayor reproche penal en vinculación con la extensión del
plazo de la prescripción. Es ese contexto, el marco concretado para el autor de
un delito de infracción de deber, en términos de prescripción, no puede sostener
una mayor extensión de los mismos para el extraneus.
17°. Desde esta perspectiva y al amparo de los principios de proporcionalidad y
razonabilidad, es necesario que exista una diferenciación entre el intranei y ex-
traneus derivada de la diferente condición y ausencia del deber jurídico especial.
Esta distinción entre intervenciones principales y accesorias tiene el efecto de la
escisión del término de la prescripción, pues con ello se va conseguir una justi-
cia justa y un equilibrio punitivo en función a la real magnitud de la participa-
ción del agente. Esta posición, asimismo, guarda absoluta coherencia con la re-
gulación prescrita en el artículo 88 del CP que estatuye: “La prescripción corre,
se suspende o se interrumpe separadamente para cada uno de los participes del
hecho punible”.

43
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

18°. En suma, los extraneus se regirán por la pena correspondiente al delito eje-
cutado por el autor –dentro de los comprendidos en el Capítulo II, Título XVIII,
del Libro Segundo del CP–, pero para los efectos del cómputo de la prescripción
no se les extenderá el término del plazo previsto para los autores, pues a ellos no
les alcanza la circunstancia agravante que solo corresponde al autor.
19°. Se estima que lo precedentemente desarrollado es la forma correcta de abor-
dar la cuestión. No se puede desconocer que los partícipes que no ostentan los
deberes especiales, solo responden por el delito de infracción deber en calidad
de inductores o cómplices –sin que ello implique la ruptura del título de imputa-
ción, como ya se explicó–, en tanto, no pueden realizar materialmente la conduc-
ta por un defecto esencial a nivel de imputación como autor.
En tal virtud, el extraneus no infringe ningún deber jurídico especial que se co-
rresponda con el bien jurídico que es objeto de tutela penal. El principio de pro-
porcionalidad demanda que esa diferencia se justifique en un trato distinto de los
plazos de prescripción de la acción penal”.
El Acuerdo Plenario Extraordinario N° 3-2012/CJ-116 (veintiséis de
marzo de dos mil doce) ratifica la posición asumida en el Acuerdo Plenario
N° 1-2010/CJ-116 respecto de la legitimidad de la norma que establece que
la disposición de formalización y continuación de investigación preparatoria
suspende el cómputo del plazo de prescripción, adicionando nuevas razones.
“§ 1. El Acuerdo Plenario N° 1-201O/CJ-116y la suspensión de la prescrip-
ción de la acción Penal por formalización de la investigación Preparatoria.
6°. El Acuerdo Plenario N° 1-2010/CJ-116, del 16 de noviembre de 2010, al ana-
lizar la naturaleza y efectos de la configuración del artículo 339 inciso 1 ‘La for-
malización de la investigación suspenderá el curso de la prescripción de la ac-
ción penal’ declaró expresamente en su fundamento jurídico 27 lo siguiente: “La
redacción y el sentido del texto es claro, en cuanto regula la institución de la
‘suspensión’ con todas las consecuencias y matices que conlleva y no es posi-
ble deducir que el legislador quiso reglamentar un supuesto de ‘interrupción’ de
la prescripción, porque la voluntad fue establecer que ese acto del fiscal es moti-
vo de suspensión. En la práctica, el principal efecto de esta norma es la prolon-
gación del tiempo necesario para considerar extinguida la responsabilidad pe-
nal por un determinado hecho y, en ese o sentido, cuando existe actividad pro-
cesal del fiscal –formalizando la investigación– el plazo de prescripción deja de
computarse desde que se declara”.
7°. Sin embargo, con posterioridad a este Acuerdo Plenario un sector minorita-
rio de la doctrina y de la judicatura nacional ha vuelto a insistir en la convenien-
cia de asumir que lo previsto en dicha norma como suspensión debe ser entendi-
do como interrupción y que, incluso, procede a apartarse de lo establecido en el
Acuerdo Plenario sobre la materia (Cfr. Sentencia de Apelación del 21 de mar-
zo de 2011, recaída en el Expediente N° 00592-2008-49-1302-JR-PE-01. Corte

44
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

Superior de Justicia de Huaura, fundamentos 4.1 a 4.10 y Voto Singular del Juez
Superior Reyes Alvarado. Asimismo, comentario a dicha sentencia de José Da-
vid Burgos Alvarado: “La Formalización de la Investigación Preparatoria ¿Sus-
pensión o interrupción de la acción penal”? En: Gaceta Penal y Procesal Penal.
Tomo 22. AbriI 2011, p. 261 y ss.).
Entre estas posturas también se ha afirmado, sin mayor detalle argumental y de
modo reiterado, que la disposición del artículo 339 inciso l del Código Procesal
Penal, ha derogado las reglas sobre interrupción y suspensión de la prescripción
de la acción penal que contienen los artículos 83 y 84 del Código Penal sustanti-
vo. Frente a ello, otro calificado sector de la doctrina ha ratificado la coherencia
y validez de lo establecido por las Salas Penales de la Corte Suprema de Justicia
(Cfr. Raúl Pariona Arana. “La Prescripción en el Código Procesal Penal de 2004
¿Suspensión o interrupción de la prescripción”? En: Gaceta Penal y Procesal
Penal. Tomo 23. Mayo 2011, p. 221 y ss.), Las ponencias presentadas en la Au-
diencia Pública Preparatoria del 12 de marzo han puesto también de manifiesto
estas discrepancias con diferentes argumentos en uno y otro sentido, siendo co-
mún a todas la ausencia de un análisis del origen histórico y comparado del inci-
so 1 del artículo 339 y que resulta imprescindible para esclarecer definitivamen-
te la función y alcances dogmáticos así como prácticos de tal disposición legal.
§ 2. La fuente legal extranjera del artículo 339 inciso 1 valida la posición
hermenéutica asumida en el Acuerdo Plenario de 2010.
8°. La influencia directa de la reforma procesal penal chilena en la redacción del
artículo 339 inciso 1 es plena y evidente. En efecto, al igual que la norma nacio-
nal, el literal a) del artículo 233 del Código Procesal Penal de Chile también es-
tablece que ‘La formalización de la investigación preparatoria producirá los si-
guientes efectos: a) Suspenderá el curso de la prescripción de la acción penal en
conformidad a lo dispuesto en el artículo 96 del Código Penal’. Ahora bien, en
el artículo aludido del texto fundamental del Derecho Penal sustantivo del ve-
cino país del sur los efectos y causales de la suspensión de la prescripción de la
acción penal están claramente diferenciados de los que corresponden a la inte-
rrupción: “Esta prescripción se interrumpe, perdiéndose el tiempo transcurrido,
siempre que el delincuente comete nuevamente crimen o simple delito, y se sus-
pende desde que el procedimiento se dirige contra él”. Esto significa, sencilla-
mente, que en Chile siempre la incoación de un proceso contra el autor de un he-
cho punible es causal de suspensión de la prescripción de la acción penal y no de
interrupción. Lo mismo ocurre ahora en el Perú desde la puesta en vigencia del
Código Procesal Penal de 2004. Por tanto, la interpretación hecha por el Acuer-
do Plenario es correcta y tiene plena validez técnica y práctica.
§ 3. La suspensión e interrupción de la prescripción de la acción penal en
el Derecho Penal histórico peruano han regulado siempre causales y efectos
distintos.

45
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

9°. En el Derecho Penal histórico nacional, también los efectos y las causales de
interrupción y suspensión de la acción penal han estado claramente estipulados
sin que haya posibilidad alguna de confundirlos.
Remitiéndonos únicamente al Código Penal de 1924 podemos constatar inclu-
so que los artículos 121 sobre interrupción y el 122 sobre suspensión ponían en
evidencia tales diferencias. Es más, en el segundo de los artículos citados, inclu-
so se estipulaba que los efectos de la suspensión no alcanzaban a los plazos de
la prescripción extraordinaria de la acción penal prevista en el párrafo in fine la
primera de dichas normas: “Si el comienzo o la terminación del proceso depen-
diese de cualquier cuestión que deba resolverse en otro procedimiento, se con-
siderará en suspenso la prescripción hasta que esté concluido, salvo lo prescrito
en la última parte del artículo anterior”. Importante salvedad que no fue repro-
ducida por el actual artículo 84 del Código Penal vigente, demostrando con ello,
una vez más, que no existe en la legislación vigente ninguna relación de identi-
dad ni dependencia residual entre la interrupción y la suspensión de la prescrip-
ción de la acción penal. De esta manera, desde el plano histórico, se vuelve a ra-
tificar la pertinencia y solidez hermenéutica de lo acordado en el Acuerdo Plena-
rio N° 1-2010/CJ-116.
§ 4. Las relaciones intrasistemáticas entre los artículos 83 y 84 del Código
Penal de 1991, con el artículo 339 inciso 1 del Código Procesal Penal de 2004
son de plena compatibilidad funcional.
10°. Frente a la ya demostrada autonomía de las reglas y efectos de la suspensión
en relación a las que gobiernan la configuración y eficacia de la interrupción de
la prescripción de la acción penal, cabe concluir señalando que el artículo 339 in-
ciso 1 del Código Procesal Penal de 2004 no ha derogado ni modificado, direc-
ta o indirectamente, las reglas contenidas en el artículo 83 de Código Penal vi-
gente. El artículo 84 del Código Penal tampoco ha sido derogado ni mediatiza-
do en sus efectos por el inciso 1 del artículo 339 del Código Procesal Penal. Fun-
damentalmente porque ambas disposiciones son independientes aunque aludan a
una misma institución penal como lo es la suspensión de la prescripción de la ac-
ción penal.
Se trata solamente de disposiciones compatibles que regulan, cada una, causales
distintas de suspensión de la prescripción de la acción penal que pueden operar
de modo secuencial, paralelo o alternativo.
Efectivamente, la prejudicialidad considerada por la norma sustantiva puede pa-
ralizar incluso la continuación de un proceso penal en trámite y donde la Forma-
lización de la Investigación Preparatoria que considera la norma adjetiva, ya de-
cretó la suspensión del plazo de prescripción de la acción penal. Es más, a ello se
refiere también de modo expreso el artículo 5 en sus incisos 1 y 2:
‘1. La cuestión prejudicial procede cuando el fiscal decide continuar con la In-
vestigación Preparatoria, pese a que fuere necesaria en vía extra-penal una decla-
ración vinculada al carácter delictuoso del hecho incriminado.

46
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

2. Si se declara fundada, la Investigación Preparatoria se suspende hasta que en


la otra vía recaiga resolución firme. Esta decisión beneficia a todos los imputa-
dos que se encuentren en igual situación jurídica y que no la hubieren deducido’.
Por consiguiente, desde el dominio de las relaciones intrasistemáticas de las nor-
mas sustantivas o adjetivas, vinculadas a la interrupción o prescripción de la ac-
ción penal en la legislación nacional vigente, no se configura ni se condiciona la
presencia de una antinomia legal que demande la modificación o complementa-
ción del Acuerdo Plenario N° 1-2010/CJ-116”.
Y establece como límite temporal en dicho caso que la suspensión de la
prescripción no podrá prolongarse más allá de un tiempo acumulado equiva-
lente al plazo ordinario de prescripción más una mitad de dicho plazo.
“§ 5. Necesidad de un plazo razonable para la suspensión de la prescripción
en el caso del artículo 339 inciso 1 del Código Procesal Penal de 2004.
11°. Es pertinente y oportuno establecer un límite temporal para la duración de la
suspensión de la prescripción de la acción penal, generada por la Formalización
de la Investigación Preparatoria. Tal requerimiento fue también reiteradamente
planteado en las ponencias sustentadas durante la Audiencia Pública preparato-
ria del I Pleno Jurisdiccional Extraordinario por lo que expresan una fundada de-
manda de la comunidad nacional.
Pero, además, ella guarda estricta coherencia con las exigencias, límites y efectos
que derivan del principio de plazo razonable para la realización de la justicia. En
ese contexto, pues, y atendiendo a los antecedentes históricos de la suspensión
de la prescripción en nuestra legislación, cabe asimilar, para satisfacer tal expec-
tativa social, el mismo límite temporal que contenía el derogado artículo 122 del
Código Penal de 1924.
Esto es, en adelante debe entenderse que la suspensión de la prescripción en el
caso del artículo 339 inciso 1, no podrá prolongarse más allá de un tiempo acu-
mulado equivalente al plazo ordinario de prescripción más una mitad de dicho
plazo. Por lo demás este mismo criterio se mantuvo en los Proyectos de Códi-
go Penal de setiembre de 1984 (art. 96), de octubre de 1984 (art. 83), de agosto
de 1985 (art. 89) y de abril de 1986 (art. 88) que precedieron al Código Penal de
1991 por lo que su razonabilidad es admisible”.
El Acuerdo Plenario Extraordinario N° 8-2009/CJ-116 (trece de no-
viembre de dos mil nueve) señala que la circunstancia de determinación de la
pena prevista en el artículo 46-A del Código Penal no genera modificación del
plazo de prescripción de la acción, precisando, en cambio, que ello sí sucede
con el delito continuado previsto en el artículo 49.
“Para efectos de determinar la prescripción de la acción penal nuestra legisla-
ción ha optado por tomar en cuenta la pena abstracta fijada para el delito, esta se

47
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

configura como la respuesta preconstituida a un conjunto de hechos que coinci-


den en construir un determinado tipo de injusto penal, culpable y punible, en el
que se contienen los elementos que fundamentan el merecimiento y necesidad de
aquella pena-marco. Por ende, su determinación sucede en un estadio previo al
hecho delictivo mismo, propio de un sistema penal garantista, regido por el prin-
cipio de legalidad. Este principio constituye una garantía básica de todo ciudada-
no en un Estado de Derecho, que abona el derecho a saber no solo qué está pro-
hibido: conductas que constituyen delito, sino las consecuencias que tendrá la
realización de la conducta delictiva: forma y característica de la reacción penal,
lo que deriva en dos garantías puntuales: la criminal –que exige que la conducta
este prevista en la ley con suficiente precisión o determinación– y la penal –que
exige la previsibilidad de las penas en la ley y que sean determinadas–.
La pena concreta, por el contrario, sucede en un estadio posterior y final. Por ello
se señala que la determinación judicial de la pena es el acto por el cual el juez
pondera la infracción a la norma y la transforma en una medida de pena determi-
nada (pena concreta), y su magnitud es siempre expresión de la ponderación del
ilícito culpable (cuantificación de la culpabilidad) [PATRICIA S. ZIFFER. En:
Determinación judicial de la pena, (CLAUS ROXIN, MARY BELOFF, MARIO
MAGARIÑOS, PATRICIA S. ZIFFER, EDUARDO ANDRÉS BERTONI y RA-
MÓN TEODORO RÍOS), Editores del Puerto, Buenos Aires, 1993, página 91].
Es recién en este momento en el que actuarán las denominadas “circunstancias”
(agravantes o atenuantes), siempre y cuando por sí mismas no constituyan ya un
delito (un injusto), sean cofundantes del injusto, y en general no estén ya descri-
tas en el tipo penal, puesto que de ser así, debe entenderse que ya habrían servi-
do al legislador para fijar el marco penal abstracto; y, por tanto, no podrían nue-
vamente ser consideradas para la medida de la pena concreta.
12°. En este sentido, la circunstancia prevista en el artículo 46-A del CP viene a ser
una agravante genérica del delito por la condición del sujeto activo –funcionario
público– y, como tal, se trata de un elemento accidental dentro de la estructura del
delito, que influye en la determinación judicial de la pena –pena concreta–, mas no
en la pena abstracta. Su carácter accidental implica que no constituye el injusto ni
la responsabilidad del sujeto. Por eso hay que diferenciarla de aquellas circunstan-
cias que han pasado a formar parte del injusto del respectivo delito.
Sin duda, el artículo 46-A CP prevé un incremento punitivo que mira las espe-
ciales calidades del sujeto activo de la conducta típica y antijurídica, a quien se
ha investido de especiales deberes de lealtad para con la organización social, lo
cual implica un mayor desvalor de acción, que se traduce, al mismo tiempo, en
un más elevado desvalor de resultado. Empero, tal incremento punitivo solo se
expresa al momento de la determinación de la pena por el juez, específicamen-
te cuando corresponde verificar la presencia de circunstancias que concurren al
caso concreto. De modo que el incremento de pena que implica dicha agravante
no puede ser adicionada para efectos de determinar el plazo de prescripción de la
acción penal.

48
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

Por tanto, el único momento donde puede estar justificado su análisis e injeren-
cia es al determinar judicialmente la pena.
13°. Situación distinta se presenta en el caso de la denominada agravante por plu-
ralidad de personas perjudicadas por el delito continuado –delito masa–, porque
si bien se la cataloga como una circunstancia agravante específica del delito con-
tinuado, debe tenerse en cuenta que por la forma como ha sido regulada en el ar-
tículo 49 del CP, constituye ya un delito en sí –delito masa–. Por consiguiente, en
su regulación se ha creado un nuevo marco penal abstracto –la pena correspon-
diente al delito más grave más el incremento de un tercio de la máxima prevista
para dicho delito–, por lo que para determinar la prescripción de la acción penal
en esta clase de delitos debe tomarse como base dicho marco punitivo abstracto”.

IV. Sujetos procesales

1. Imputado y tutela judicial de derechos


El Acuerdo Plenario N° 4-2010/CJ-116 (dieciséis de noviembre de dos
mil diez) señala que el objeto de protección de la tutela son los derechos con-
templados en el num. 2 del artículo 71 del CPP 2004.
“10º. Los derechos fundamentales deben gozar de mayor protección y por ello es
que a nivel procesal la Audiencia de tutela es uno de los principales aportes del
nuevo sistema procesal. Los derechos protegidos a través de esta Audiencia son
los que se encuentran recogidos taxativamente en el artículo 71 del NCPP. Son
los siguientes: (i) conocimiento de los cargos incriminados, (ii) conocimiento de
las causas de la detención, (iii) entrega de la orden de detención girada, (iv) de-
signación de la persona o institución a la que debe avisarse de la detención y con-
cretización inmediata de esto, (v) posibilidad de realizar una llamada, en caso se
encuentre detenido, (vi) defensa permanente por un abogado, (vii) posibilidad de
entrevistarse en forma privada con su abogado, (viii) abstención de declarar o de-
claración voluntaria, (ix) presencia de abogado defensor en la declaración y en
todas las diligencias que requieran su concurso, (x) no ser objeto de medios coac-
tivos, intimidatorios o contrarios a la dignidad, ni ser sometidos a técnicas o mé-
todos que induzcan o alteren la libre voluntad, (xi) no sufrir restricciones ilega-
les, y (xii) ser examinado por un médico legista o por otro profesional de la Sa-
lud, cuando el estado de salud así lo requiera. En salvaguarda de su efectiva vi-
gencia, de esta audiencia de tutela pueden emanar resoluciones judiciales que co-
rrijan los desafueros cometidos por la Policía o los Fiscales, así como también
protejan al afectado”.
Señala que la tutela procede solo frente a la infracción ya consumada de
los derechos del imputado, teniendo mejor capacidad funcional reparadora
que el proceso de hábeas corpus.

49
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

“12º. Un aspecto vital que es de destacar es que la tutela de derechos es un meca-


nismo eficaz tendiente al restablecimiento del statu quo de los derechos vulnera-
dos, que encuentra una regulación expresa en el NCPP, y que debe utilizarse úni-
ca y exclusivamente cuando haya una infracción –ya consumada– de los dere-
chos que asiste al imputado. Como puede apreciarse, es un mecanismo o instru-
mento procesal que se constituye en la mejor vía reparadora del menoscabo su-
frido, y que incluso puede funcionar con mayor eficiencia y eficacia que un pro-
ceso constitucional de hábeas corpus”.
Señala que la tutela es un mecanismo de protección de carácter residual,
no procede cuando las infracciones a los derechos del imputado tienen vía
propia para su denuncia o control judicial.
“13º. Dicho de otro modo, la Tutela de derechos es un instrumento idóneo para
salvaguardar las garantías del imputado y, a su vez, regular las posibles desigual-
dades entre perseguidor y perseguido. Esta institución procesal penal es por tanto
uno de los principales mecanismos para realizar el control de legalidad de la fun-
ción del fiscal, quien deberá conducir y desarrollar toda su estrategia persecuto-
ria siempre dentro del marco de las garantías básicas, siendo consciente que cual-
quier acto que traspase el marco de los derechos fundamentales podrá ser con-
trolado por el Juez de la Investigación Preparatoria. Queda claro entonces que en
el nuevo modelo procesal penal es fundamental la idea de control en el ejercicio
del ius puniendi estatal.
En este sentido, aquellos requerimientos o disposiciones fiscales que vulneren
derechos fundamentales constitucionales pero que tienen vía propia para la de-
nuncia o control respectivo, no podrán cuestionarse a través de la audiencia de
tutela. En efecto, ocurre que el NCPP ha establecido en varios casos mecanismos
específicos para ventilar asuntos relativos a los derechos básicos del imputado,
como sucede con las audiencias de control de plazo de las diligencias prelimina-
res o de la investigación preparatoria formalizada (artículos 334.1, 343.2) o con
aquella que sustancia el reexamen de la intervención de las comunicaciones tele-
fónicas o análogas (artículo 231.3). Por ello no es errado afirmar que la audien-
cia de tutela es residual, esto es, opera siempre que el ordenamiento procesal no
especifique un camino determinado para la reclamación por un derecho afectado
[RODRÍGUEZ HURTADO, Mario, Ponencia presentada para la Audiencia Pú-
blica del VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales de la Corte Suprema]. En
esa misma línea, no podrá cuestionarse a través de la tutela la inadmisión de dili-
gencias sumariales solicitadas por la defensa durante la investigación, pues, para
este efecto rige lo dispuesto en el artículo 337.4 del NCPP”.
Señala que el juez puede resolver el pedido de tutela sin convocar a au-
diencia cuando convocarla genere un agravio irreparable así como lo puede
rechazar liminarmente cuando resulte manifiestamente malicioso.

50
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

“15º. Siendo ello así, el Juez de la Investigación Preparatoria está obligado a con-
vocar a audiencia de tutela si se presenta una solicitud para la tutela del respe-
to a un derecho fundamental que no tiene vía propia. No obstante, debe de reali-
zar una calificación del contenido de la solicitud porque eventualmente el agra-
vio puede constituirse en irreparable si se cita a audiencia, por lo que en este caso
excepcionalmente puede resolver de manera directa y sin audiencia. Asimismo,
no está obligado a convocar a audiencia de tutela en los casos que aprecie mani-
fiesta intención del imputado o de su abogado defensor de obstruir la labor de in-
vestigación de la fiscalía en vez de debatir sobre la existencia de un agravio de
derechos. El juez, por tanto, está habilitado para realizar un control de admisibi-
lidad de la petición respectiva y, en su caso, disponer el rechazo liminar, cuidan-
do siempre de verificar cada caso en particular para no dejar en indefensión al
imputado”.
Señala la procedencia de la tutela para solicitar la exclusión del material
probatorio ilícitamente obtenido.
“17º. Asimismo, a través de la audiencia de tutela se podrá solicitar la exclusión
del material probatorio obtenido ilícitamente –en los casos en que esta sea la base
de sucesivas medidas o diligencias– siempre que no exista una vía propia para al-
canzar este propósito y que tenga que ver con la afectación o vulneración de al-
guno de los derechos fundamentales del imputado reconocido en el artículo 71
del NCPP. La posibilidad de atacar el material probatorio obtenido ilegalmente
deriva del reconocimiento del principio de legitimidad de la prueba –axioma que
instruye que todo medio de prueba será valorado solo si ha sido obtenido e incor-
porado al proceso por un procedimiento constitucionalmente legítimo, y que ca-
recen de efecto legal las pruebas obtenidas, directa o indirectamente, con viola-
ción del contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona– que se
encuentra establecido en el artículo VIII del Título Preliminar del NCPP y de la
utilización de la prueba –regulado en el artículo 159 del acotado Código– que es-
tablece que el juez no podrá utilizar, directa o indirectamente, las fuentes o me-
dios de prueba obtenidos con vulneración del contenido esencial de los derechos
fundamentales de la persona.
Lo anotado hace viable que en la audiencia de tutela se cuestionen los elementos
probatorios obtenidos mediante procedimientos ilegales o viciosos y que una vez
comprobada su ilicitud el juez determine su exclusión, como medida correctiva
o de protección”.
Y, la ineficacia de la tutela para cuestionar la disposición de formaliza-
ción y continuación de investigación preparatoria.
“18º. Otro de los problemas recurrentes que es del caso abordar en el presen-
te acuerdo es el relativo al cuestionamiento de la Disposición de Formalización
de la Investigación Preparatoria a través de la Audiencia de Tutela, es decir, si
es posible activar –desde la defensa– una vía de control judicial de la referida

51
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

disposición fiscal. Sobre el particular y, en principio, debemos descartar esta po-


sibilidad, fundamentalmente porque, como se ha enfatizado, la vía de la tutela
solo está habilitada para aquellos casos en los que se vulnere algunos de los de-
rechos esenciales asociados en términos amplios a la defensa. Por lo demás debe
quedar claro que la Disposición en cuestión es una actuación unilateral del Mi-
nisterio Público y no puede ser impugnada ni dejada sin efecto por el Juez de la
Investigación Preparatoria. Cumple una función esencialmente garantista: infor-
ma al imputado de manera específica y clara acerca de los hechos atribuidos y su
calificación jurídica, esto es, el contenido de la imputación jurídico-penal que se
dirige en su contra.
Además, ya en el proceso formalmente iniciado, las partes pueden hacer uso de
los medios de defensa técnico para evitar un proceso en el que no se haya verifi-
cado los presupuestos esenciales de imputación. Piénsese por ejemplo en la de-
claración de atipicidad a través de la excepción de improcedencia de la acción o
en la de prescripción ordinaria, si es que antes de la Formalización de la Investi-
gación Preparatoria se cumplió el plazo correspondiente”.
El Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116 (veintiséis de marzo de dos mil
doce) parte de afirmar la validez de las decisiones tomadas en el Acuerdo Ple-
nario N° 4-2010/CJ-116.
“6. Los rasgos generales o características esenciales de la acción de tutela juris-
diccional penal, normada en el artículo 71 del Nuevo Código Procesal Penal –en
adelante, NCPP– han sido abordados en el Acuerdo Plenario N° 4-2010/CJ-116”.
Y en ello expresa que resulta entendible que el parágrafo 18° del Acuer-
do Plenario N° 4-2010/CJ-116 fije como criterio base la irrecurribilidad de
las disposiciones de formalización y continuación de investigación preparato-
ria; sin embargo, finaliza sosteniendo que resulta procedente la tutela de dere-
chos contra dicho tipo de disposiciones cuando lo que se cuestione es la insu-
ficiente descripción de los hechos, siempre y cuando de modo previo a recu-
rrir al órgano jurisdiccional se haya recurrido al Ministerio Público para que
este corrija los vicios denunciados.
“Así las cosas, se entiende que (…) el parágrafo 18° fije como criterio base la
irrecurribilidad de la DFCIP.
10°. Ahora bien, la garantía de defensa procesal, desarrollada por el artículo IX
del Título Preliminar del NCPP, incluye, aparte de los llamados ‘derechos instru-
mentales’ (derecho a la asistencia de abogado, utilización de medios de prueba
pertinente, a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable), los deno-
minados ‘derechos sustanciales’, que son presupuestos básicos de su debido ejer-
cicio, entre ellos la comunicación detallada de la imputación formulada contra el
imputado. Su efectividad; sin duda, como correlato del conocimiento de los car-
gos (artículo 72.2, ‘a’ NCPP), requiere inexorablemente de que los hechos objeto

52
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

de imputación en sede de investigación preparatoria (vide artículo 342.1 NCPP)


tengan un mínimo nivel de detalle que permita al imputado saber el suceso his-
tórico que se le atribuye y la forma y circunstancias en que pudo tener lugar.
Tal dato es indispensable para que pueda ejercer una defensa efectiva, la cual no
puede quedar rezagada a la etapa intermedia o a la etapa principal de enjuicia-
miento: la defensa se ejerce desde el primer momento de la imputación (vide ar-
tículo 139.14 de la Constitución), que es un hecho procesal que debe participar-
se a quien resulte implicado desde que, de uno u otro modo, la investigación se
dirija contra él, sin que haga falta un acto procesal formal para que le reconozca
viabilidad.
Es evidente, a partir del modelo procesal asumido por el NCPP, que el imputado,
en un primer momento, deberá acudir al propio fiscal para solicitar las subsana-
ciones correspondientes en orden a la precisión de los hechos atribuidos –este de-
recho de modo amplio lo reconoce el artículo 71.1 del NCPP–.
11°. Muy excepcionalmente, ante la desestimación del fiscal o ante la reiterada
falta de respuesta por aquel –que se erige en requisito de admisibilidad–, y siem-
pre frente a una omisión fáctica patente o ante un detalle de hechos con entidad
para ser calificados, de modo palmario, de inaceptables por genéricos, vagos o
gaseosos, o porque no se precisó el aporte presuntamente delictivo del imputado,
cabría acudir a la acción jurisdiccional de tutela penal.
En este caso la función del Juez de la Investigación Preparatoria –ante el incum-
plimiento notorio u ostensible por el fiscal de precisar los hechos que integran los
cargos penales– sería exclusiva y limitadamente correctora –disponer la subsana-
ción de la imputación plasmada en la DFCIP, con las precisiones que luego de la
audiencia sería del caso incorporar en la decisión judicial para evitar inútiles de-
moras, pedidos de aclaración o corrección, o cuestionamientos improcedentes–.
Bajo ningún concepto el auto judicial puede ser anulatorio y, menos, de archivo
o sobreseimiento anticipado de la investigación”.
También señala en dicho acuerdo que el nivel de precisión de los hechos
tiene un carácter más o menos amplio o relativamente difuso, debiendo ser
compatible con un grado de sospecha inicial simple; produciéndose dentro del
proceso una “delimitación progresiva del posible objeto procesal”.
“7°. Es evidente, por lo demás, que el nivel de precisión de los hechos –que no
de su justificación indiciaria procedimental–, atento a la propia naturaleza jurí-
dica de la DFCIP y del momento procesal de ejercicio o promoción de la acción
penal por el fiscal, debe ser compatible –cumplidos todos los presupuestos pro-
cesales– con el grado de sospecha inicial simple, propia de la necesidad de abrir
una instancia de persecución penal –es decir, que impulse el procedimiento de
investigación–. Tal consideración, como se sabe, ha de estar alejada de las me-
ras presunciones, y fundada en puntos de partida objetivos y asentada en la expe-
riencia criminalística de que, en pureza, existe un hecho de apariencia delictiva

53
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

perseguible –presupuesto jurídico material– atribuible a una o varias personas


con un nivel de individualización razonable y riguroso.
Lo expuesto explica que una de las características del hecho, investigado es su
variabilidad durante el curso de la etapa de investigación preparatoria –o, mejor
dicho, ‘delimitación progresiva del posible objeto procesal’–, y que el nivel de
precisión del mismo –relato del hecho histórico y del aporte presuntamente de-
lictivo de los implicados por la Fiscalía– tiene un carácter más o menos amplio
o relativamente difuso. No es lo mismo un delito flagrante, que uno referido a
sucesos complejos y de determinación inicial algo incierta y, por tanto, de con-
creción necesariamente tardía. En iguales términos, como no podía ser de otro
modo, se ha pronunciado la STC N° 4726-2008- PHC/TC, del 19 de marzo de
2009, aunque es de aclarar que el nivel de detalle del suceso fáctico está en fun-
ción a su complejidad y no necesariamente a su gravedad”.
Y que no puede cuestionarse mediante la tutela la fuerza indiciaria de los
elementos de convicción que sirven de sustento a la disposición de formalizar
y continuar investigación preparatoria.
“9°. Es evidente, asimismo, que no puede cuestionarse en vía de tutela jurisdic-
cional penal el nivel de los elementos de convicción o su fuerza indiciaria para
anular la DFCIP, puesto que se trata de un presupuesto procesal –bajo cargo ex-
clusivo de la jurisdicción ordinaria (así, STC Nº 4845-2009-PHC/TC, del 7 de
enero de 2010)–, cuyo control está reservado al requerimiento fiscal que da por
conclusa la fase de investigación preparatoria e inicia la etapa intermedia, en
cuyo caso se exige, ya no sospecha inicial simple, sino ‘sospecha suficiente’
–se ha de esperar una condena con fuerte probabilidad, sospecha que a su vez al-
canza a un convencimiento por el órgano jurisdiccional de la existencia de los
presupuestos procesales y de la punibilidad de la conducta imputada–, plena-
mente controlable en este caso (vide artículos 344.1, 346.1, 350.1,‘a’ y 352.2 y
4 del NCPP)”.

2. Persona jurídica
El Acuerdo Plenario N° 7-2009/CJ-116 (trece de noviembre de dos mil
nueve) señala la necesidad de respetar los derechos de la persona jurídica in-
corporada como sujeto procesal con la pretensión de imponerle consecuencias
accesorias, nombrándose algunos de ellos.
“20°. En lo que atañe a nuestro sistema jurídico las consecuencias accesorias, por
su efectividad sancionadora, deben, también, aplicarse en el marco de un proceso
penal con todas las garantías. La persona jurídica, entonces, tiene que ser empla-
zada y comparecer ante la autoridad judicial por su apoderado judicial con abso-
luta capacidad para ejercer plenamente el conjunto de los derechos que dimanan
de las garantías de defensa procesal –derecho de conocimiento de los cargos, de

54
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

asistencia letrada, de defensa material o autodefensa, de no autoincriminación y


al silencio, de prueba, de alegación, y de impugnación– y de tutela jurisdiccional
–en especial, derecho a una resolución fundada y congruente basada en el dere-
cho objetivo y derecho a los recursos legalmente previstos–”.
Señala que para el imputado y la persona jurídica la formulación de car-
gos y requerimientos deben ser diferenciados:
“Al respecto, el NCPP ya considera a la persona jurídica como un nuevo suje-
to pasivo del proceso penal en el Título III, de la Sección IV, del Libro Primero.
Pero ya no para afrontar únicamente eventuales responsabilidades indemnizato-
rias, directas o subsidiarias, sino para enfrentar imputaciones directas o acumula-
tivas sobre la realización de un hecho punible y que pueden concluir con la apli-
cación sobre ella de una sanción penal en su modalidad especial de consecuen-
cia accesoria [PABLO SÁNCHEZ VELARDE: El nuevo proceso penal, Edito-
rial Idemsa, Lima, 2009, página 80].
Esta orientación legislativa, además, dispone, para todo ello, la realización de un
proceso penal de corte unitario que comprenderá tanto a personas naturales como
jurídicas, aunque con formulación de cargos y requerimientos diferenciados en
atención a la naturaleza particular del sujeto imputado y de las necesidades es-
pecíficas del thema probandum que le conciernen [JULIO CÉSAR ESPINOZA
GOYENA, Obra Citada, página, 314]”.
Señala que el actor civil se encuentra legitimado para solicitar la incorpo-
ración de la persona jurídica –como sujeto pasivo– cuando pretende la aplica-
ción de la consecuencia accesoria del artículo 104 del CP:
“A. El artículo 90 del NCPP identifica a las personas jurídicas que pueden ser
partes procesales y objeto de emplazamiento por la autoridad judicial. En él se fi-
jan los presupuestos necesarios para el emplazamiento y la incorporación formal
de una persona jurídica en un proceso penal. Al respecto, el presupuesto esencial
que exige dicha norma se refiere a la aplicación potencial sobre el ente colectivo de
alguna de las consecuencias accesorias que contemplan los artículos 104 y 105 del
CP. Esta disposición también concede al fiscal legitimación exclusiva para reque-
rir ante la autoridad judicial dicho emplazamiento e incorporación procesal.
Tal norma, por lo demás, no obsta a que, respecto del artículo 104 del CP y en
sus estrictos marcos, el actor civil tenga legitimación activa conforme a la con-
cordancia de los artículos 11, 104 y 105 del NCPP”.
Señala que la rebeldía de la persona jurídica en ningún caso puede gene-
rar la suspensión del proceso:
“E. El apartado 2 del artículo del 93 del NCPP regula una situación especial de con-
tumacia o rebeldía de la persona jurídica procesada la cual, sin embargo, en ningún
caso, puede generar que se afecte o suspenda la continuación del proceso”.

55
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Y, que la pretensión fiscal acusatoria contra la persona jurídica debe ser


expresada y motivada de modo específico; rigiendo respecto de ella el control
judicial de la audiencia preliminar; del mismo modo que los principios acu-
satorio y de congruencia procesal o correlación.
“D. La acusación fiscal, si correspondiere, debe pronunciarse específicamente
acerca de la responsabilidad de la persona jurídica. En su caso, solicitará motiva-
damente la aplicación específica de las consecuencias accesorias que correspon-
da aplicar a la persona jurídica por su vinculación con el hecho punible cometi-
do. En todo caso, corresponderá al órgano jurisdiccional el control de la acusa-
ción fiscal en orden a la intervención en el juicio oral de la persona jurídica.
E. La persona jurídica deberá ser emplazada con el auto de enjuiciamiento, pero
su inasistencia no impide la continuación del juicio oral. El juez o Sala Penal
competente, de ser el caso, impondrá la consecuencia accesoria que resulte per-
tinente al caso con la debida fundamentación o la absolverá de los cargos. Rige
en estos casos el principio acusatorio y el principio de congruencia procesal o
correlación”.

3. Agraviado y actor civil


El Acuerdo Plenario N° 5-2011/CJ–116 (seis de diciembre de dos mil
once) reconoce la posición fijada por el CPP 2004 de que la legitimación del
Ministerio Público para intervenir en el objeto civil del proceso cesa definiti-
vamente cuando el actor civil se apersona al proceso.
“7º. El Código Procesal Penal de 2004 establece que el ejercicio de la acción ci-
vil derivada del hecho punible corresponde al Ministerio Público y, especialmen-
te, al perjudicado por el delito; además, estipula que si este último se constitu-
ye en actor civil, cesa la legitimación del Ministerio Público para intervenir en el
objeto civil del proceso: artículo 11, apartado 1), del citado Código adjetivo. En
tal virtud, la participación del Ministerio Público será por sustitución, esto es, re-
presenta un interés privado. Por ello, su intervención cesa definitivamente cuan-
do el actor civil se apersona al proceso”.
Reconoce también la posición fijada por el CPP de 2004 de la proceden-
cia de la imposición de la reparación civil a pesar de la absolución o sobresei-
miento de la causa; especificándose que ello podría ocurrir incluso cuando el
ilícito carezca de contenido penal.
“Sin lugar a dudas, la modificación más importante del Código Procesal Penal en
el ámbito de la acción civil incorporada al proceso penal se ubica en el artículo
12, apartado 3), del referido Código, que estipula que la sentencia absolutoria
o el auto de sobreseimiento no impedirán al órgano jurisdiccional pronunciar-
se sobre la acción civil derivada del hecho punible válidamente ejercida, cuando

56
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

proceda. Esto significa, en buena cuenta, que cuando se sobresee la causa o se


absuelve al acusado no necesariamente la Jurisdicción debe renunciar a la repa-
ración de un daño que se ha producido como consecuencia del hecho que consti-
tuye el objeto del proceso, incluso cuando ese hecho –siempre ilícito– no puede
ser calificado como infracción penal”.
Señala que la reparación tiene naturaleza civil.
“8º. El Código Penal –Título VI, Capítulo I, Libro I– regula el instituto de la
reparación civil. El Código Procesal Penal –Libro I, Sección II–, por su parte,
prescribe el procedimiento necesario para su persecución eficaz. Con indepen-
dencia de su ubicación formal, la naturaleza jurídica de la reparación civil es in-
cuestionablemente civil, y que aun cuando exista la posibilidad legislativamente
admitida de que un Juez Penal pueda pronunciarse sobre el daño y su atribución,
y en su caso determinar el quántum indemnizatorio –acumulación heterogénea
de acciones–, ello responde de manera exclusiva a la aplicación del principio de
economía procesal.
Gimeno Sendra sostiene, al respecto, que cuando sostiene que el fundamento de
la acumulación de la acción civil a la penal derivada del delito es la economía
procesal, toda vez que dicho sistema permite discutir y decidir en un solo pro-
ceso, tanto la pretensión penal, como la pretensión civil resarcitoria que pudiera
surgir como consecuencia de los daños cometidos por la acción delictuosa y que,
de ser decidida con absoluta separación en un proceso civil produciría mayores
gastos y dilaciones al perjudicado por el delito, debido a la onerosidad, lentitud
e ineficacia de nuestro ordenamiento procesal civil [Derecho Procesal Penal, 2a
edición, Editorial Colex, Madrid, 2007, p. 257]”.
Señala que la acumulación de la acción civil al proceso penal responde
sencillamente a un supuesto de acumulación heterogénea de pretensiones con
fines procesales estrictos.
“10º. Como se advierte, nuestro sistema procesal penal se ha adherido a la opción
de posibilitar la acumulación de la pretensión resarcitoria, de naturaleza civil, en
el proceso penal. En tal sentido Gómez Colomer expresa que una vez aceptada la
existencia de la permisibilidad de la acumulación al proceso penal de uno civil,
toca determinar el objeto del proceso civil acumulado, que no es otro que la pre-
tensión y la resistencia, siendo el contenido de la referida pretensión, casi siem-
pre, de naturaleza patrimonial [Derecho Jurisprudencia Nacional Casaciones y
Acuerdos Plenarios Jurisdiccional III. Proceso Penal. El objeto del proceso. 12ª
edición, Editorial Tirant lo Blanch, Valencia, 2003, p. 110). En otras palabras, la
acumulación de la acción civil al proceso penal, responde sencillamente a un su-
puesto de acumulación heterogénea de pretensiones, con fines procesales estric-
tos. Esta tendencia encuentra un beneficio en el hecho de que, con el menor des-
gaste posible de jurisdicción, se pueda reprimir el daño público causado por el
delito y reparar el daño privado ocasionado por el mismo hecho”.

57
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Señalan que para constituirse en actor civil el agraviado debe individua-


lizar el tipo y alcance de los daños cuyo resarcimiento pretende y cuánto co-
rresponde a cada tipo de daño que afirma haber sufrido.
“14º. Ahora bien, para poder constituirse en actor civil (el agraviado que actúa
procesalmente para hacer valer su derecho a la reparación civil por el daño cau-
sado con el delito) deben reunirse los requisitos puntualizados en el artículo 100
del Código Procesal Penal. En efecto, ocurre que el citado cuerpo de leyes ha es-
tablecido lo siguiente:
1. La solicitud de constitución en actor civil se presentará por escrito ante el Juez
de la Investigación Preparatoria.
2. Esta solicitud debe contener, bajo sanción de inadmisibilidad:
a) Las generales de Ley de la persona física o la denominación de la persona ju-
rídica con las generales de Ley de su representante legal; b) La indicación del
nombre del imputado y, en su caso, el tercero civilmente responsable, contra
quien se va a proceder; c) El relato circunstanciado del delito en su agravio y ex-
posición de las razones que justifican su pretensión; y d) La prueba documental
que acredita su derecho conforme al artículo 98.
15º. Como se advierte del parágrafo precedente, si bien se está frente a una pre-
tensión de índole resarcitoria, la Ley procesal exige que el perjudicado –que ejer-
ce su derecho de acción civil– precise específicamente el quántum indemnizato-
rio que pretende. Ello conlleva a que individualice el tipo y alcance de los daños
cuyo resarcimiento pretende y cuánto corresponde a cada tipo de daño que afir-
ma haber sufrido. Con esta medida la norma procesal persigue dar solución a un
problema sumamente grave en nuestro ordenamiento judicial pues con el trans-
currir del tiempo la práctica tribunalicia revela que los montos dinerarios que se
establecen por concepto de reparación civil en sede penal son relativamente me-
nores y no guardan relación ni proporción con el hecho que forma parte del ob-
jeto procesal”.
Señala que no se puede solicitar la constitución en actor civil durante las
diligencias preliminares de investigación.
“16º. Otro de los problemas recurrentes que es del caso abordar en el presente
Acuerdo Plenario es el relativo a la oportunidad para constituirse en actor civil.
El artículo 101 del Código Procesal Penal expresa que la constitución en actor ci-
vil deberá efectuarse antes de la culminación de la Investigación Preparatoria.
En este punto lo que cabe dilucidar es si la petición de constitución en actor ci-
vil puede hacerse en la fase de diligencias preliminares –que integra la investi-
gación preparatoria–, o si resulta necesario que se haya formalizado la continua-
ción de la Investigación Preparatoria.

58
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

17º. Es de descartar la primera posibilidad fundamentalmente porque, como bien


se sabe, al momento que se vienen realizando las diligencias preliminares el Mi-
nisterio Público aún no ha formulado la inculpación formal a través de la respec-
tiva Disposición Fiscal; esto es, no ha promovido la acción penal ante el órgano
jurisdiccional, por lo que mal podría acumularse a ella una pretensión resarcito-
ria en ausencia de un objeto penal formalmente configurado. Por lo demás, debe
quedar claro que con la formalización de la Investigación Preparatoria propia-
mente dicha el fiscal recién ejerce la acción penal, acto de postulación que luego
de ser notificado al Juez de la Investigación Preparatoria (artículos 3 y 336.3 del
Código Procesal Penal) permite el planteamiento del objeto civil al proceso pe-
nal incoado”.
Y, que el procedimiento de constitución de actor civil debe hacerse nece-
sariamente con audiencia, sin que sea imprescindible la concurrencia del so-
licitante a la misma. No obstante, la falta de audiencia no ocasiona necesaria-
mente la nulidad de la constitución en actor civil.
“18º. Por otro lado, en lo que respecta al trámite jurisdiccional para la constitu-
ción en actor civil del perjudicado por el hecho punible, el artículo 102 del Códi-
go Procesal dispone lo siguiente: ‘1. El juez de la Investigación preparatoria, una
vez que ha recabado información del fiscal acerca de los sujetos procesales aper-
sonados en la causa y luego de notificarles la solicitud de constitución en actor
civil resolverá dentro del tercer día. 2. Rige en lo pertinente, y a los solos efectos
del trámite, el artículo 8’. Lo más importante, además del trámite previsto en el
referido artículo 102 del aludido Código que establece la obligación del juez de
recabar información de los sujetos procesales apersonados y correr traslado de
la petición, a fin de resolver dentro del tercer día, es el hecho de analizar si este
procedimiento de constitución en actor civil debe hacerse obligatoriamente con
la celebración de audiencia.
19º. La lectura asistemática del artículo 102, apartado 1), del Código Procesal
Penal puede sugerir a algunas personas que el juez dictará la resolución sin otro
trámite que el haber recabado la información y la notificación de la solicitud de
constitución en actor civil. Empero, el segundo apartado del indicado artículo
precisa que para efectos del trámite rige lo dispuesto en el artículo 8 –se trata,
como es obvio, de una clara norma de remisión–. Esta última disposición estatu-
ye que el procedimiento requiere como acto procesal central que el juez lleve a
cabo una audiencia con la intervención obligatoria del fiscal y, debe entenderse
así, con la participación facultativa de las otras partes procesales. No es el caso,
por ejemplo, del artículo 15.2.c) del Código Procesal Penal, que autoriza al juez,
bajo la expresión: ‘(…) de ser el caso’, resolver un incidente procesal determina-
do solo si se producen determinados presupuestos.
Resulta entonces que el trámite de la constitución en actor civil tendría que rea-
lizarse necesariamente mediante audiencia, en cumplimiento de los principios

59
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

procedimentales de oralidad y publicidad, y el principio procesal de contradic-


ción establecidos en el artículo I.2 del Título Preliminar del Código Procesal
Penal.
Debe entenderse, desde esta perspectiva, que el plazo de tres días fijado en el ar-
tículo 202.1 de la Ley Procesal Penal se refiere al paso de expedición de la reso-
lución correspondiente –que en el caso del artículo 8 es de dos días de celebrada
la audiencia como plazo máximo–, pero esta debe proferirse, como paso poste-
rior, de la realización de la audiencia.
Por consiguiente, no es posible deducir de la ley que la audiencia solo se lleva-
rá a cabo ante la oposición de una parte procesal, pues tal posibilidad no está re-
conocida por el Código Procesal Penal y sería contraria al principio de legalidad
procesal. No obstante ello, la vulneración del derecho objetivo no necesariamen-
te produce nulidad de actuaciones, pues esta tiene como presupuestos no solo la
vulneración de la ley sino principalmente la generación de una indefensión ma-
terial a las partes procesales o la absoluta desnaturalización del procedimiento le-
siva a los principios y garantías que le son propios e insustituibles.
La nulidad, pues, está condicionada a las infracciones de relevancia constitucio-
nal que se anotan”.

4. Tercero civil
La sentencia de la Casación N° 79-2010-La Libertad (veinticuatro de
mayo de dos mil once) señala que es procedente la constitución judicial del
tercero civil durante la etapa intermedia cuando la solicitud se ha presentado
antes de la conclusión de la investigación preparatoria.
“Sexto: Que, por lo antes sostenido, podemos inferir que la solicitud de incor-
poración de los terceros civilmente responsables fue realizada con fecha ante-
rior, esto es, seis días antes de la conclusión definitiva de la etapa de investiga-
ción preparatoria, y atendiendo a que el artículo ciento once del Código Proce-
sal Penal regula la solicitud o el pedido formal de la misma y no su aceptación
por parte del órgano judicial; más aún, cuando el inciso en comentario hace men-
ción que la “forma y oportunidad” se hará de conformidad a lo previsto en los
artículos cien, ciento uno y ciento dos de la norma procesal antes mencionada, y
no como erróneamente lo considera la Sala Penal de Apelaciones al entender que
no comprende al numeral ciento uno, pues lo cierto es que los numerales cien y
ciento dos únicamente se refieren a la forma de constitución, mientras que el nu-
meral ciento uno determina la oportunidad de dicha constitución; por lo demás,
cuando el guión se utiliza entre números sean estos arábigos o romanos, debe in-
terpretarse como una combinación, dicho en otros términos, para designar el es-
pacio comprendido entre uno y otro numeral o expresar periodos.
De otro lado, la remisión al Acuerdo Plenario número seis - dos mil nueve / CJ -
ciento dieciséis, de fecha trece de noviembre de dos mil nueve, como fundamento

60
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

de la decisión de la Primera Sala de Apelaciones, tampoco resulta amparable, en


tanto, que los criterios sostenidos en dicho plenario se refieren a los requisitos
que condicionan la validez de la acusación fiscal y la facultad de su control por
el Juez de Investigación Preparatoria, siempre que no medie el pedido de sobre-
seimiento de la causa y que en nada se relacionan con la oportunidad o el plazo
para solicitar la incorporación del tercero civilmente responsable.
Sétimo: Que, el impulso negligente o la falta de respuesta en su oportunidad del
órgano jurisdiccional a la solicitud de una de las partes procesales, no puede in-
cidir en perjuicio del actor civil, quien llegó a realizar su pedido antes que con-
cluya definitivamente la etapa de investigación preparatoria, en ese sentido, la
conducta procesal omisiva del operador judicial no puede afectar al agraviado en
su pretensión de ver resarcido económicamente el perjuicio que se le pudo ha-
ber causado; máxime, si como se ha señalado precedentemente el nuevo modelo
procesal penal tiene como pilar fundamental la oralidad y contradicción garanti-
zado en el juzgamiento donde las partes procesales pueden hacer valer su dere-
cho a la defensa y en todo caso, tampoco se ha vulnerado el principio de preclu-
sión de los actos procesales, toda vez, que la solicitud de incorporación de terce-
ro civilmente responsable como ya se ha sostenido se hizo en la oportunidad pro-
cesal correspondiente.
Octavo: Que, la decisión del Colegiado Superior al incorporar a los casacionistas
como responsables civiles ha sido acertada y en puridad, ha rectificado una gra-
ve omisión de parte del Juez de Investigación Preparatoria que no puede reper-
cutir en la pretensión del actor civil y tampoco restringe el derecho de defensa de
los sujetos incorporados al proceso penal, pues tienen expedito su derecho a con-
tradecir la pretensión civil durante el juzgamiento; que siendo así, no se eviden-
cia inobservancia de normas legales de carácter procesal, por tanto, la resolución
de vista está fundada en derecho”.

V. Nulidad
La sentencia de la Casación N° 22-2009-La Libertad (veintitrés de ju-
nio de dos mil diez) señala que la declaratoria de nulidad de los actos procesa-
les debe sujetarse a los principios de taxatividad y trascendencia.
“Las nulidades procesales están sometidas al principio de taxatividad (artículo
ciento cincuenta del nuevo Código Procesal Penal), en cuya virtud solo cabe de-
clararlas cuando lo autorice la ley procesal, y siempre que produzcan un efecti-
vo perjuicio cierto e irreparable o una efectiva indefensión. Esta última preven-
ción no es sino el reconocimiento del principio de trascendencia en materia de
nulidades procesales, por lo que se ha de requerir que el órgano jurisdiccional
con su conducta procesal menoscabe irrazonablemente el entorno jurídico de las
partes privándolas, real y efectivamente, de intervenir, de uno u otro modo, en
el proceso o alterando el sistema de garantías reconocidas por la legislación. Tal

61
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

ineficacia, por lo demás, solo puede declararse cuando es imputable, de modo in-
mediato y directo al órgano jurisdiccional, de modo que haga imposible que la
parte afectada pueda utilizar en la instancia los medios que ofrece el ordenamien-
to jurídico para superarla”.
La sentencia de la Casación N° 14-2010-La Libertad (cinco de julio de
dos mil once) señala que no es causal de nulidad –por sí misma– la emisión
de una resolución judicial fuera del plazo legalmente previsto.
“Si bien en la audiencia de fecha veinte de enero de dos mil diez, cuya acta co-
rre a fojas sesenta y seis, luego de escuchar a las partes procesales, el Colegiado
dispuso dar por cerrado el debate y suspendió la audiencia para el día veintisiete
de enero de dos mil diez a fin de expedir la resolución que corresponda, esto es,
después de siete días, situación que contraviene el apartado cuatro del artículo
setenta y uno del nuevo Código Procesal Penal –que establece que la solicitud
del imputado se resolverá inmediatamente a la realización de la audiencia–, sin
embargo, dicha inobservancia no puede ser causal de nulidad de los actos proce-
sales subsiguientes, pues esta contingencia en el contexto del proceso no está re-
vestida de una especial relevancia como sustentar tal consecuencia, sobre todo
si como se tiene dicho en lo actuado no aparecen indicadores que evidencien la
vulneración de derechos fundamentales, aparte que la situación suscitada resulta
convalidable en armonía con el inciso uno punto c) del artículo ciento cincuenta
y dos del acotado Código Procesal”.
La sentencia de la Casación N° 08-2007-Huaura (tres de febrero de dos
ocho) señala que es causal de nulidad la falta de coherencia entre los hechos
que se tienen por acreditados y las conclusiones a las que se arriban en la
resolución.
“Que, en el caso sub materia, el Colegiado Superior sostiene en la parte pertinen-
te como argumento de su decisión, entre otros, que la resolución del a quo no fue
impugnada por el representante del Ministerio Público, sino por la parte agravia-
da; asimismo que en esta instancia el Fiscal Superior no se hizo presente a la au-
diencia, lo que implícitamente significa la conformidad con el sobreseimiento
dictado por el juez; también esgrime que en la denuncia de los agraviados no se
indica fecha en la que habrían ocurrido los hechos; y finalmente, que la conducta
incriminada no tiene relevancia penal al faltar el elemento subjetivo correspon-
diente al dolo para que se configuren los delitos de usurpación, en la modalidad
de perturbación en el uso de aguas y daños agravados, por lo que resulta de apli-
cación la causal eximente de responsabilidad penal, por haber obrado el impu-
tado en ejercicio legítimo del cargo conforme a lo previsto por el inciso octavo
del artículo veinte del Código Penal.
QUINTO: Que, respecto a la garantía de motivación, es necesario señalar que el
numeral cinco del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución Política del
Perú establece como uno de los principios y derechos de la función jurisdiccional

62
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

la motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, ex-


cepto los de decretos de mero trámite, con mención expresa de la Ley aplicable
y de los fundamentos de hecho en que se sustentan; norma que concuerda con el
artículo doce del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
modificado por el artículo único de la Ley número veintiocho mil cuatrocientos
noventa, en cuya observancia se debe proceder a la fundamentación de las reso-
luciones correspondientes.
Que en ese sentido, las decisiones jurisdiccionales que correspondan, deben ser
adecuadamente fundamentadas mediante un razonamiento jurídico que exprese
el porqué de lo que se decide. Analizados los fundamentos esgrimidos por el Su-
perior Colegiado, en la resolución recurrida, si bien es cierto no se advierte fal-
ta o aparente motivación, sin embargo se evidencia deficiente e incoherente mo-
tivación, situación que se refleja en lo que a continuación se señala:
a) En el punto segundo, se señalan los presupuestos materiales para dictar la pro-
cedencia del auto de sobreseimiento, remitiéndose al artículo trescientos cuaren-
ta y cuatro del Código Procesal Penal y seguidamente señala que la defensa del
imputado solicitó el sobreseimiento respectivo, sin indicar específicamente en
cuál de los presupuestos indicados se sustenta su petición; pese a ello ampara su
petitorio en virtud de lo establecido en el literal ‘a’ del inciso segundo del artículo
trescientos cuarenta y cuatro del citado cuerpo de leyes.
b) Asimismo el Colegiado Superior sostiene como punto fundamental de la recu-
rrida, que los hechos imputados al encausado Oscar Talavera Gallegos no tienen
relevancia penal al faltar el elemento subjetivo correspondiente al dolo para que
se configuren los delitos de usurpación y daños agravados, al haber actuado en
su condición de funcionario de la Empresa Sedapal, en cumplimiento de una re-
solución administrativa, aludiendo a la eximente de responsabilidad penal conte-
nida en el inciso octavo del numeral veinte del Código Penal. Que al respecto, la
propia Sala no obstante reconocer en el punto seis de los fundamentos, que dicha
resolución quedó sin efecto ante la interposición de una reconsideración por la
parte agraviada, en forma no coherente concluye que el imputado actuó en cum-
plimiento de aquella resolución.
c) Que, sobre este particular es preciso puntualizar, que de autos se aprecia que
la aludida resolución administrativa número doscientos cincuenta y nueve guión
dos mil tres guión INRENA-IRH-ATDRM fue expedida por el Administrador
Técnico del Distrito de Riego Mantaro con fecha dieciséis de octubre de dos mil
tres, en la que autoriza a Sedapal a realizar obras de rehabilitación de diques de
regulación en las lagunas comprendidas en el circuito de la cuenca del Río Man-
taro; sin embargo dicha resolución administrativa fue dejada sin efecto por la
misma autoridad en mérito a una reconsideración formulada por los agraviados,
mediante Resolución número cero cero tres guión dos mil cuatro guión INRE-
NA/ATDR de fecha dieciséis de enero de dos mil cuatro, por no existir un expe-
diente técnico o proyecto que lo sustente; habiéndose comunicado a Sedapal me-
diante el documento denominado Notificación número doscientos sesenta y ocho

63
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

guión dos mil tres-INRENA-IRH/ATDR, de fecha dieciséis de diciembre de dos


mil tres, a fin de retirar los diques de tierra y restablecer el curso normal de las
aguas; evidenciándose en consecuencia ilogicidad en la motivación de la recurri-
da, así como apreciarse falta de coherencia entre lo expuesto en la parte conside-
rativa y lo decidido, dado que el propio Colegiado reconoció que dicha resolu-
ción administrativa había quedado sin efecto como precedentemente se tiene ex-
puesto; concluyendo sin embargo que se habría actuado en cumplimiento de una
resolución, tanto más que al expedirse la Resolución Ministerial número ciento
setenta y nueve guión AG de fecha diecinueve de febrero de dos mil cuatro, dejó
subsistente la notificación antes aludida”.
Y, la sentencia de la Casación N° 06-2009-La Libertad (cuatro de di-
ciembre de dos mil nueve) que no procede la nulidad de la declaración refe-
rencial de una menor en la que se consigna la presencia de una persona su con-
fianza que no firma el acta correspondiente cuando en la declaración ha parti-
cipado y firmado el acta el fiscal, que garantiza el trato adecuado a la menor.
“TERCERO. Respecto de la causal de falta de aplicación de la ley penal, que se
sustenta esencialmente en cuanto la manifestación referencial de la menor agra-
viada de fojas seis, se consignó la presencia de su hermana mayor cuando en el
documento no aparece su firma ni su huella digital, sin embargo esta sostuvo que
si firmó e imprimió su impresión dactilar.
La defensa plantea la ilegalidad del documento y se entiende su nulidad. La nu-
lidad como institución está regulada en el Título III –artículos ciento cuarenta y
nueve a ciento cincuenta y cuatro– del Código Procesal Penal, según la misma,
en este caso concreto, no estaríamos ante una nulidad absoluta por cuanto no se
encuadra en ninguno de los supuestos que observa el artículo ciento cincuen-
ta, así como a lo previsto en el artículo ciento veintiuno que regula la invalidez
del acta, pues en este caso sí hay certeza sobre las personas que han intervenido
–la hermana aunque no firmó, luego ratificó su participación–, está firmado por el
fiscal que participó en dicha diligencia garantizando el trato adecuado de la menor
de edad –en el literal b), segundo párrafo del artículo ciento cuarenta y cuatro del
Código de los Niños y Adolescentes, que indica que es obligatoria la presencia del
Fiscal de Familia ante la policía en las declaraciones que se actúen en casos de vio-
lencia sexual contra niños o adolescentes, bajo sanción de nulidad y responsabili-
dad funcional–. La nulidad que denuncia carece de defectos absolutos.
Asimismo quedó convalidado, no solo con la ratificación de la hermana, sino
también por cuanto no fue invocada en la audiencia de control preliminar, de la
etapa correspondiente. Por otro lado, dicha manifestación no preconstituye prue-
ba, sino que como testimonial es un medio de prueba que tiene que actuarse en el
juicio oral y así se hizo. Su valor subyace a que fue actuado ante el juez, expresó
oralmente su versión de los hechos y fue sometido al examen de la defensa”.

64
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

VI. Prueba

1. Pericia
La sentencia de la Casación N° 03-2007-Huaura (siete de noviembre de
dos mil siete) señala que no son de recibo los cuestionamientos a la imparcia-
lidad del perito cuando este explica de modo razonable su hallazgo pericial y
responde preguntas sobre el origen del mismo.
“Llama la atención que se indique que las explicaciones del perito en el acto de la
audiencia denotan falta de imparcialidad. Precisar su hallazgo pericial y respon-
der preguntas acerca del origen del mismo, sin que ellas en modo alguno puedan
calificarse de arbitrarias o fuera de contexto, desde luego no perjudica lo validez
y solvencia de la prueba pericial”.
Y, en la sentencia de la Casación N° 14-2010-La Libertad (cinco de ju-
lio de dos mil once) que no existe obligación de correr traslado a las partes so-
bre el resultado de la pericia oficial cuando el plazo de las diligencias preli-
minares ha vencido, conservando su validez la disposición de formalización
y continuación de investigación que se fundamenta en el solo resultado de la
pericia.
“En el presente caso, conforme a los fundamentos jurídicos precedentes se ha de-
terminado que el representante del Ministerio Público durante la investigación
preliminar no ha vulnerado la norma procesal penal –específicamente el artículo
ciento ochenta del Código Procesal Penal–, debido a que los plazos ya se habían
vencido, por lo que no cabía correr traslado de las observaciones realizadas a la
pericia oficial, tanto más, si en dicha fase solo se recaban indicios reveladores de
la comisión del delito y algún cuestionamiento al mencionado informe pericial
lo puede efectuar en la investigación preparatoria o incluso en el juzgamiento”.

2. Reconocimiento
La sentencia de la Casación N° 03-2007-Huaura (siete de noviembre de
dos mil siete) señala que la diligencia de reconocimiento de personas en rueda
tiene por finalidad la identificación del imputado, posee carácter subsidiario
respecto de otros medios de prueba que cumplan la misma función y se debe
realizar inmediatamente después de producido el hecho.
“Se cuestiona la corrección jurídica del reconocimiento realizado por la menor
agraviada porque no se cumplió el artículo ciento ochenta y nueve del nuevo Có-
digo Procesal Penal. Si bien no se trató, propiamente, de un reconocimiento en
rueda, y aun cuando es de entender que el reconocimiento es, por su propia na-
turaleza –de identificación de la persona del imputado cuando no se sabe con

65
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

certidumbre quién es ese imputado–, una diligencia sumarial de carácter pre-


constituido que se debe realizar inmediatamente de cometido el hecho –con lo
que se evita un cambio de apariencia del presunto autor, así como probables dis-
torsiones en la memoria o recuerdo del testigo como consecuencia del transcurso
del tiempo o la concurrencia de influencias ilícitas sobre él–, es de resaltar que,
en el caso de autos, el imputado era conocido por la agraviada y los testigos de
cargo, y que el examen probatorio que se llevó a cabo no descansa únicamente en
esa diligencia [el reconocimiento, como acto procesal singularizado, no excluye
su consideración de prueba testifical, pues sirve para que quien presenció los he-
chos lleve al órgano jurisdiccional un dato concreto que él pudo percibir, esto es,
la identidad del delincuente, que es, precisamente, lo que se ha hecho en el pre-
sente proceso]. Su carácter subsidiario –por ser tal, existen incluso otras medidas
de identificación–, en tanto corren en autos otras fuentes de prueba, ya incorpo-
radas a través de las testificales antes anotadas, revela la falta de necesidad de su
actuación y, por ende, no permite la aceptación de la denuncia de vulneración de
la presunción de inocencia”.
La sentencia de la Casación N° 87-2010-Huaura (veintiocho de abril de
dos mil once) señala la necesidad de que quienes participan de la diligencia
de reconocimiento describan previamente al imputado.
“CUARTO: En el caso concreto, se advierte que la agraviada Lauren Cristina
Tong Contreras; una vez perpetrado el ilícito en su agravio, se constituyó a la Co-
misaría de Barranca a fin de interponer su denuncia, habiendo precisado las ca-
racterísticas físicas de los presuntos autores; aunado a ello el hermano de la agra-
viada, Dan Nacor Tong Contreras, al percatarse de los hechos siguió en su bici-
cleta a los implicados; dando con ello referencias a la policía, razón por la cual
se realizó un operativo en la que se logró capturar a los encausados.
Que, los encausados al ser intervenidos, fueron llevados a la Comisaría de Ba-
rranca, en donde fueron plenamente reconocidos por la agraviada, conforme se
advierte de las declaraciones sobre reconocimiento en rueda de los encau-
sados –realizados por separado–. Es importante resaltar que dichos documentos
se emitieron de acuerdo a los parámetros establecidos en la norma procesal antes
aludida, pues, la agraviada previamente señaló las características físicas de los
sujetos que participaron en el evento delictivo, y posterior a ello se le puso a la
vista a cinco personas dentro de las cuales se encontraban los encausados; proce-
diendo la víctima en reconocerlos.
Cabe precisar que, de la misma manera se han llevado a cabo cada una de las
declaraciones sobre reconocimiento en rueda de imputados; de los agraviados
José Andrés Velásquez Díaz y Geraldine Santa Coveñas Garro; con las forma-
lidades que la ley establece; y respecto a la versión del testigo Dan Nacor Tong
Contreras, es relevante, pues es quien persiguió a los encausados; y por quien se
logró la intervención de los mismos; quien además reconoció plenamente a los

66
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

encausados en su declaración; por lo que su versión corrobora el reconocimien-


to realizado inicialmente por la agraviada”.
La sentencia de la Casación N° 78-2010-Arequipa (veintiséis de abril de
dos mil once) señala que no es exigible la participación del abogado defensor
en la diligencia de reconocimiento fotográfico cuando en el momento de rea-
lización de la misma no existe aún un imputado individualizado.
“Tercero: Que, la defensa técnica del encausado Maldonado Flores invoca la
causal de casación referida a la inobservancia de garantías constitucionales de
carácter procesal, prevista en el inciso uno del artículo cuatrocientos veintinue-
ve del Código Procesal Penal, a efectos de cuestionar concretamente las diligen-
cias de reconocimiento fotográfico y reconocimiento físico que acreditarían que
su patrocinado sería el responsable de haber descendido de una motocicleta para
sustraer el dinero a los agraviados, y en dichas circunstancias haberle disparado
con arma de fuego al agraviado Willy Benavente, lo cual produjo su muerte; ale-
gando en concreto en su recurso de casación, que la diligencia de reconocimien-
to fotográfico realizado por Samuel Leonidas Espino Benavente de fecha treinta
de setiembre de dos mil ocho se encuentra viciada, debido a que solo se le mos-
tró al referido testigo la ficha única del Registro Nacional de Identificación y Es-
tado Civil del encausado Maldonado Flores, mas no, las otras fichas del aludido
registro de identificación que se consignan en dicha acta, lo cual se infiere debi-
do a que estas últimas a diferencia de la primera tiene como fecha de impresión
el tres de noviembre de dos mil ocho, esto es, la fecha en que se terminó el in-
forme de la policía, esto es, fueron adjuntadas al final para regularizar indebida-
mente dicha diligencia; de igual forma, refiere que la mencionada diligencia de
reconocimiento fotográfico hacia el encausado Maldonado Flores vulnera el de-
bido proceso, por cuanto, no estuvo presente su abogado defensor. De otro lado,
indica que el reconocimiento físico hacia el encausado Maldonado Flores es nulo
debido a que se sustenta en un reconocimiento fotográfico realizado de manera
irregular; asimismo vulnera el debido proceso, por cuanto fue realizado luego de
que la autoridad policial convocó a una rueda de prensa y lo presentó como au-
tor del delito investigado, induciéndose al testigo a sindicarlo como responsable,
más aún, si en la referida diligencia de reconocimiento físico fue colocado entre
varios efectivos policiales que no fueron elegidos por su abogado defensor y que
no guardaban similitud con él. (…)
Quinto: Que, revisadas las actas de reconocimiento fotográfico realizadas por
los testigos Samuel Leonidas Espino Benavente y Teresa Basy Espino Benaven-
te de fechas treinta de setiembre y veintiuno de octubre de dos mil ocho, res-
pectivamente, no se advierten irregularidades o vicios procesales en las mis-
mas, por cuanto, sin perjuicio de que ambas diligencias fueron realizadas en pre-
sencia de los representantes del Ministerio Público, debe indicarse, que se cum-
plió con la formalidad de previamente describir las características físicas del pre-
sunto autor del hecho delictivo investigado, así como se procedió en cada caso,

67
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

a mostrárseles cuatro fotografías de características semejantes impresas en una


hoja de papel –entre estas la del encausado Maldonado Flores– que fueron ob-
tenidas de fichas del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, inclu-
so en ambas oportunidades las fotografías que se pusieron con la del encausado
Maldonado Flores correspondían a personas diferentes (ver fojas cuarenta y dos
y cuarenta y ocho del incidente de requerimiento de detención preliminar); de-
biendo indicarse, que resulta irrelevante la fecha en que fueron impresas las fi-
chas únicas del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil que fueron ad-
juntadas en el Informe Policial, por cuanto, fue objeto de reconocimiento las ho-
jas impresas de fotografías –obrante a fojas cuarenta y dos y cuarenta y ocho del
incidente de requerimiento de detención preliminar– que fueron extraídas de las
referidas fichas del Reniec. De otro lado, el hecho de que el abogado defensor
del encausado Maldonado Flores no se haya encontrado presente en las diligen-
cias de reconocimiento fotográfico, no evidencia una vulneración al debido pro-
ceso, por cuanto, es de recalcar que dichas diligencias constituían actos de inves-
tigación a efectos de identificar al presunto autor del delito investigado en base a
un retrato hablado previamente confeccionado, esto es, que hasta antes de la rea-
lización de dichas diligencias no podía imputársele objetivamente a persona al-
guna la comisión del delito investigado”.
Y, que no se puede cuestionar la validez de las actas de reconocimiento
por no guardar similitud los sujetos a reconocer cuando no se hizo el cuestio-
namiento en el momento de la diligencia
“Sexto: Que, de otro lado, revisadas las actas de reconocimiento físico de los tes-
tigos Teresa Basy Espino Benavente y Samuel Leonidas Espino Benavente de fe-
chas trece y catorce de noviembre de dos mil ocho, respectivamente –obrantes a
fojas cuarenta y cuatro y cuarenta y cinco del incidente de requerimiento de de-
tención preventiva–, se advierte que estas fueron realizadas en presencia del re-
presentante del Ministerio Público y el abogado defensor del encausado Maldo-
nado Flores, cumpliéndose con las formalidades previstas en el inciso uno del
artículo ciento ochenta y nueve del Código Procesal Penal, debiendo indicarse
que la defensa técnica del referido encausado cuestiona la diligencia de recono-
cimiento físico realizado por el testigo Samuel Leonidas Espino Benavente, sus-
tentando que en dicha oportunidad su patrocinado fue colocado entre varios efec-
tivos policiales que no fueron elegidos por su abogado defensor y que no guarda-
ban similitud con él, así como por el hecho que este habría sido inducido a reali-
zar dicha sindicación, debido a que momentos previos la autoridad policial con-
vocó a una rueda de prensa y presentó al encausado Maldonado Flores como au-
tor del delito que se investiga; al respecto debe indicarse en primer lugar, que la
designación de las personas que colaboraron en la acotada diligencia no fue ob-
jetada en dicha oportunidad por las partes procesales, conforme se advierte de la
referida acta de reconocimiento, obrante a fojas cuarenta y cinco del incidente de
requerimiento de detención preventiva; en segundo lugar debe señalarse, que si
bien obran en autos recortes periodísticos de fecha catorce de noviembre de dos

68
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

mil ocho que dan cuenta de la captura del encausado Maldonado Flores en don-
de informan que sería uno de los autores del delito que se investiga en el presente
caso, también lo es, que resulta subjetivo afirmar que dicha circunstancia motivó
que el testigo Samuel Leonidas Espino Benavente haya sindicado al referido en-
causado como autor del disparo con arma de fuego al agraviado Willy Benavente
y de la sustracción de la cartera de la agraviada Alicia Guillén Pilco, por cuanto,
es de precisar que un día antes la testigo Teresa Basy Espino Benavente ya había
reconocido y sindicado a dicho encausado como autor de los referidos hechos de-
lictivos, sin perjuicio de indicar que ambos testigos, en los meses anteriores, ya
habían reconocido fotográficamente al encausado Maldonado Flores como autor
de los hechos ilícitos investigados; por tanto, las actas de reconocimiento foto-
gráfico y físico que cuestiona la defensa técnica no vulneran garantías constitu-
cionales de carácter procesal”.

3. Incautación
La sentencia de la Casación N° 57-2010-La Libertad (diecinueve de
abril de dos mil once) ratifica los criterios asumidos como doctrina legal en
el Acuerdo Plenario N° 5-2010-CJ-116 en relación con los regímenes de in-
cautación que prevé el CPP 2004, la necesidad de su confirmatoria judicial
cuando se ha realizado por la Policía o Fiscalía sin autorización previa del ór-
gano jurisdiccional y los efectos de no hacerlo dentro del plazo legal.
El Acuerdo Plenario N° 5–2010/CJ–116 (dieciséis de noviembre del
dos mil diez) se señala que en el CPP 2004 la incautación posee una natura-
leza dual con específicas funciones para cada una de ellas, por un lado es una
medida de búsqueda de pruebas y, por el otro, una medida de coerción.
“7º. La incautación, en cuanto medida procesal, presenta una configuración jurí-
dica dual: como medida de búsqueda de pruebas y restricción de derechos –pro-
piamente, medida instrumental restrictiva de derechos– (artículos 218 al 223 del
Nuevo Código Procesal Penal –en adelante, NCPP–), y como medida de coer-
ción –con una típica función cautelar– (artículos 316 al 320 del NCPP)–. En am-
bos casos es un acto de autoridad que limita las facultades de dominio respecto
de bienes o cosas relacionadas, de uno u otro modo, con el hecho punible.
En el primer caso, su función es primordialmente conservativa –de aseguramien-
to de fuentes de prueba material– y, luego, probatoria que ha de realizarse en el
juicio oral. En el segundo caso, su función es substancialmente de prevención del
ocultamiento de bienes sujetos a decomiso y de impedimento o la obstaculiza-
ción de la averiguación de la verdad.
Aun cuando en la identificación de los bienes sujetos a una u otra medida exis-
ten ámbitos comunes –pueden cumplir funciones similares–, lo esencial estriba
en la función principal que cumplen, básicamente de cara a la posibilidad de una

69
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

consecuencia accesoria de decomiso, con arreglo al artículo 102 del Código Pe-
nal –en adelante, CP–”.
8º. La incautación instrumental (artículo 218 del NCPP) recae contra (i) los bie-
nes que constituyen cuerpo del delito, o contra (ii) las cosas que se relacionen
con el delito o que sean necesarias para el esclarecimiento de los hechos investi-
gados. El objeto de esta medida de aseguramiento es amplio y, por su propia na-
turaleza investigativa, comprende una extensa gama de bienes u objetos relacio-
nados, de uno u otro modo, con el delito.
En estricto sentido se entiende por;
A.‘Cuerpo del delito’, además de la persona –el cadáver en el delito de homici-
dio– comprende al objeto del delito, es decir, aquel contra el que recae el hecho
punible o que ha sufrido directamente sus efectos lesivos –la droga en el delito
de tráfico ilícito de drogas–.
B. Las ‘cosas relacionadas con el delito o necesarias para su esclarecimiento’,
son tanto las ´piezas de ejecución´: medios u objetos a través de los cuales se lle-
vó a cabo la comisión del delito, como las denominadas ‘piezas de convicción’:
cosas, objetos, huellas o vestigios materiales, que pueden servir para la compro-
bación de la existencia, autoría o circunstancias del hecho punible.
9º. La incautación cautelar (artículo 316.1 del NCPP) incide en los efectos pro-
venientes de la infracción penal, en los instrumentos con los que se ejecutó y en
los objetos del delito permitidos por la ley.
A. Los efectos del delito o producto scaeleris son los objetos producidos median-
te la acción delictiva, como el documento o la moneda falsa, así como las ven-
tajas patrimoniales derivadas del hecho punible, como el precio del cohecho, el
del delincuente a sueldo, o la contraprestación recibida por el transporte de dro-
ga, etcétera.
B. Los instrumentos del delito o instrumenta scaeleris son los objetos que, pues-
tos en relación de medio a fin con la infracción, han servido para su ejecución,
tales como el vehículo utilizado para el transporte de la mercancía, los útiles para
el robo, el arma empleada, maquinarias del falsificador, etcétera.
C. Los objetos del delito son las cosas materiales sobre las que recayó la acción
típica, como por ejemplo las cosas hurtadas o robadas, armas o explosivos en el
delito de tenencia ilícita de las mismas, la droga en el delito de tráfico ilícito de
drogas, los bienes de contrabando en dicho delito, etcétera, para lo que se requie-
re una regulación específica.
En estos casos la incautación como medida procesal precede al decomiso como
consecuencia accesoria que se dictará en la sentencia (artículo 102 del CP).
10º. Como se advierte de los parágrafos precedentes, los bienes y objetos que
pueden incautarse –privación de la posesión de un bien u objeto y su consecuen-
te indisponibilidad y ocupación por la autoridad penal– cumplen en la mayoría

70
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

de los casos una doble función: garantiza su eventual decomiso como consecuen-
cia accesoria del delito conforme a las disposiciones del artículo 102 y siguientes
del CP, y permite su eficaz control para la acreditación del hecho punible –asegu-
ra su utilización por las partes y el juez como objeto de prueba–.
Como ya quedó expuesto, la función que prima en el caso concreto será la deter-
minante, aunque desde luego una distinción radical es, por lo menos, particular-
mente complicada. A estos efectos, se ha de tener en cuenta el estado de la cau-
sa –específicamente, de la investigación– al momento de su imposición, y la evi-
dencia de que se trata de un bien u objeto destinado, sin dificultad alguna, a la
consecuencia accesoria del decomiso”.
Señala las circunstancias que legitiman a la Policía, Fiscal y Juez para de-
cidir la incautación.
“11º. La incautación, instrumental o cautelar, es una medida que la realiza, en
primer término, la Policía o la Fiscalía, pero a continuación requiere de la deci-
sión confirmatoria del Juez de la Investigación Preparatoria.
A. En los casos de flagrancia delictiva –en las modalidades reconocidas por el
artículo 259 del NCPP– o de peligro inminente de su perpetración, por su propia
configuración situacional, es obvio que la Policía debe incautar los bienes o co-
sas relacionadas, de uno u otro modo, con el hecho punible. La necesidad de la
ocupación de bienes u objetos vinculados al delito, a fin de ponerle término y ga-
rantizar su probanza efectiva, a la par que consolidar la razonabilidad de la inter-
vención policial, está fuera de discusión. En estos casos la comisión del delito se
percibe con evidencia –se da una relación directa del delincuente con el bien o
cosa relacionada con el delito– y exige de manera inexcusable una inmediata in-
tervención de la autoridad.
B. Fuera de ambos supuestos, la incautación en el curso de la investigación pre-
paratoria –en especial durante las denominadas “primeras diligencias”– requie-
re de una decisión del fiscal. A su vez, la legalidad de la orden o autorización fis-
cal se centra, sin perjuicio de la presencia de indicios de criminalidad mínimos,
en lo que se denomina “peligro por la demora”, en tanto fin constitucionalmente
legítimo. El juicio de necesidad de la medida es básico. Es el riesgo fundado de
que de no incautarse o secuestrarse un bien o cosa delictiva haría ineficaz la ave-
riguación de la verdad –obstrucción de la investigación y del proceso en gene-
ral– y en su caso las medidas de ejecución penal pertinentes. La incautación, pre-
cisamente, garantiza que no se desaparezcan u oculten tales bienes o cosas, con
lo que se dificultaría su apreciación judicial como objeto de prueba o se frustra-
ría el ulterior decomiso, si correspondiera –la efectividad de la tutela que pudie-
ra otorgarse en una eventual sentencia se pondría en crisis–.
C. Se requerirá previa orden judicial cuando el peligro por la demora, no es que
sea inexistente, sino que en él no confluya la noción de urgencia y siempre que
se trate de bienes objeto de decomiso (artículo 317 del NCPP).

71
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Esta noción dice de la perentoriedad o necesidad inmediata, apremiante de la in-


cautación; cuando el riesgo de desaparición del bien o cosa delictiva es más ac-
tual o grave. Si no se presente esta situación fáctica será del caso pedir la orden
judicial”.
Señala que la necesidad de someter a confirmatoria judicial la incautación
no ordenada por dicha autoridad.
“12º. La intervención judicial es imprescindible. Salvo el supuesto c) del pará-
grafo anterior, que requiere resolución judicial previa –el juez tiene aquí la pri-
mera palabra–, la regla es que ejecutada la medida por la Policía motu proprio o
por decisión de la Fiscalía, el Juez de la Investigación Preparatoria debe dictar
una resolución, que puede ser confirmatoria de la decisión instada por el fiscal o
desaprobatoria de la incautación policial-fiscal.
La regla general en la materia es que la decisión judicial se dicta sin trámite al-
guno –el mismo día o a más tardar al día siguiente–, salvo norma específica al
respecto (artículos 203 y 254.1 del NCPP). En los dos supuestos de incautación,
instrumental y cautelar, no se exige la celebración de una audiencia; solo el pre-
vio traslado a las partes o sujetos procesales, en especial al afectado, si no exis-
tiere riesgo fundado de pérdida de finalidad de la medida –si el conocimiento de
la posible incautación podría determinar la desaparición u ocultamiento del bien
o cosa delictiva–. Pero, por otro lado, es posible que el juez, discrecionalmen-
te, decida la realización de una audiencia. Disponer el traslado o realizar la au-
diencia es una decisión previa inimpugnable, opción que, en caso de revisión de
la decisión final, no puede ser censurada por el Tribunal Superior, a menos que
ponga en serio riesgo la finalidad procesal de la incautación o no persiga utilidad
procesal alguna”.
Señalan los efectos de no contar con la resolución judicial que autorice o
confirme la incautación.
“13º. La incautación siempre requiere de una resolución judicial, sea antes de su
ejecución –excepción, parágrafo 10, literal c)– o después de ella –regla general,
parágrafo 10, literales a) y b)–. En el último caso, la ausencia de la intervención
y ulterior resolución judicial, al vulnerarse un requisito de la actividad procesal,
importa un defecto cuya subsanación, empero, es posible. Un efecto distin-
to –de nulidad absoluta e insubsanabilidad–, en cambio, tiene el primer supues-
to, atento a su especial relevancia: sin resolución judicial no puede tener lugar le-
galmente una incautación.
La confirmación judicial debe solicitarse “inmediatamente” (artículo 203.3 y
317.2 del NCPP). Esto último significa que entre el momento en que tiene lugar
la incautación y que se presenta la solicitud de confirmación judicial no debe me-
diar solución de continuidad. Debe realizarse enseguida, sin tardanza injustifica-
da, lo que será apreciable caso por caso, según las características concretas del

72
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

mismo. La justificación de la tardanza se examinará con arreglo al principio de


proporcionalidad.
La confirmación judicial constituye un requisito más de la incautación como ac-
tividad compleja que, sin embargo, solo persigue dotarla de estabilidad instru-
mental respecto de la cadena de actos que pueden sucederse en el tiempo y que
de uno u otro modo dependan o partan de él. Por tanto, la tardanza u omisión de
la solicitud de confirmación judicial –al no importar la infracción de un precep-
to que determine la procedencia legítima de la incautación– no determina irre-
mediablemente la nulidad radical de la propia medida ni su insubsanabilidad. El
plazo para requerir la respectiva resolución jurisdiccional, en este caso, no es un
requisito de validez o eficacia de la incautación –sin perjuicio de la responsabili-
dad administrativa que acarrea el fiscal omiso–. Su incumplimiento no está aso-
ciada, como consecuencia legalmente prevista, a específicas y severas sanciones
procesales: nulidad absoluta o anulabilidad –requisito indispensable para anular
los efectos jurídicos correspondientes–.
14º. Siendo indispensable la intervención judicial, que es una condición previa
para la valorabilidad de toda incautación desde la perspectiva probatoria, desde
luego, no es posible utilizar como evidencia lo obtenido a través de la incauta-
ción mientras no se ha cumplido con el correspondiente control jurisdiccional.
En estos casos, para decidir acerca de una petición concreta derivada o vinculada
a la incautación la autoridad judicial debe realizar, con carácter previo pero en
ese mismo acto, una evaluación de la legalidad de la incautación. De no ser po-
sible el aludido examen por la necesidad de un debate más amplio, será del caso
rechazar provisoriamente el requerimiento o la solicitud que, como dato esencial,
se sustentó en la incautación a fin de definirla anticipadamente y, emitida la deci-
sión respectiva, recién pronunciarse sobre su merito”.
Y, los supuestos –distinguiéndolos– en que procede el reexamen y la ape-
lación de la incautación.
“15º. El afectado por una medida de incautación, instrumental o cautelar, que en
ambos casos tiene la condición de interviniente accesorio, tiene dos opciones: in-
terponer recurso de apelación o solicitar el reexamen de la medida. La institución
del reexamen se asocia a la incorporación de actos de investigación o de algún
elemento de convicción luego de la realización del acto mismo, que modifique la
situación que inicialmente generó la incautación. Desde luego, si la incautación
carece desde un inicio de los presupuestos materiales que la determinan será del
caso interponer el respectivo recurso de apelación.
El tercero que alegue ser propietario de un bien incautado y que no ha interveni-
do en el delito, dice el artículo 319.2 del NCPP, puede solicitar el reexamen de
la medida de incautación, a fin de que se levante y se le entregue el bien de su
propiedad. Esta norma no significa que solo tiene esta opción, pues muy bien,
frente a la contundencia de la evidencia preexistente –no la que puede aportar

73
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

con posterioridad a la incautación– puede intentar derechamente la apelación. El


reexamen, por lo demás, importa un análisis de la medida a partir de nuevos in-
dicios procedimentales o elementos de convicción; no controla la incautación so-
bre la base de las evidencias existentes cuando esta se decretó o efectivizó”.

VII. Medidas de coerción procesal

1. Prisión preventiva
La sentencia de la Casación N° 01-2007-Huaura (veintiséis de julio de
dos mil siete) señala que no es requisito para la realización de la audiencia de
prisión preventiva la previa y material detención del imputado.
“No constituye presupuesto material de dicha medida personal (de la prisión pre-
ventiva), como claramente fluye del artículo doscientos sesenta y ocho del Nue-
vo Código Procesal Penal, que el imputado se encuentre sujeto a la medida pro-
visionalísima de detención, en cualquiera de sus modalidades. La Ley solo exige
implícitamente, por la propia naturaleza de una medida de coerción procesal de
intensa limitación de derechos fundamentales, de presupuestos materiales más
rigurosos, y de efectos temporales más intensos, como es la prisión preventiva,
que solo pueden tener lugar en los ámbitos de una investigación preparatoria for-
mal, vale decir, que se haya dictado la Disposición de Formalización y Continua-
ción de la Investigación Preparatoria a que hace referencia el artículo trescien-
tos treinta y seis del Nuevo Código Procesal Penal [solo por esa circunstancia es
lógico que el artículo doscientos sesenta y cuatro, apartado uno, del Nuevo Có-
digo Procesal Penal, insista que luego de la detención policial de oficio o preli-
minar judicial el pedido de prisión preventiva está condicionada a la “(...) conti-
nuación de las investigaciones (...)”, esto es, como no puede ser de otra forma, a
la mencionada Disposición Fiscal]; y, además, para que el fiscal pueda obtener
una decisión favorable del Juez de la Investigación Preparatoria, se debe probar
la concurrencia de los presupuestos establecidos en el apartado uno, y en su caso
el dos, del artículo doscientos sesenta y ocho del Nuevo Código Procesal Penal.
No existe, ni puede configurarse pretoriana o judicialmente, presupuesto adicio-
nal, al que dicha norma prevé.
Por consiguiente, el imputado contra quien se solicita mandato de prisión pre-
ventiva puede encontrarse en muy diversas situaciones procesales. Así, puede es-
tar detenido policialmente en los supuestos de flagrancia delictiva o por previo
arresto ciudadano o detenido preliminarmente por orden judicial, conforme a los
artículos doscientos cincuenta y nueve, doscientos sesenta y doscientos sesenta
y uno del Nuevo Código Procesal Penal. Asimismo, puede encontrarse, de fac-
to, en la condición de no habido –sea que se hubiera fugado antes de ser captura-
do en flagrancia por la policía o que esta, pese al mandato judicial de detención
preliminar, no haya podido capturarlo– o sin medida coercitiva personal alguna

74
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

porque el Fiscal no la solicitó ante el Juez de la Investigación Preparatoria, sea


por la razón que fuere.
QUINTO: El Tribunal de Alzada, como fluye del auto recurrido, traza una vincu-
lación estricta entre detención y prisión preventiva, y a partir de ese entendimien-
to estima que es imprescindible a la prisión preventiva –y condición para su im-
posición– la medida de detención, de suerte que si esta no tiene lugar, porque no
se efectivizó o se desestimó, no es posible solicitar aquella y menos concederla.
Ese entendimiento no es correcto”.
Señala los requisitos de la realización de la audiencia de la prisión pre-
ventiva; precisando en ello que para su realización no es imprescindible la
concurrencia del imputado.
“SÉTIMO: La audiencia de prisión preventiva, regulada por los apartados uno y
dos del artículo doscientos setenta y uno del Nuevo Código Procesal Penal, pre-
vé varias exigencias para que pueda emitirse válidamente un mandato de prisión
preventiva o, alternativamente, una medida de comparecencia restrictiva o sim-
ple –ver apartado cuatro–. Son: a) requerimiento o solicitud del Ministerio Pú-
blico; b) realización de la audiencia de prisión preventiva dentro del plazo legal
de las cuarenta y ocho horas siguientes a su requerimiento; y, c) concurrencia a
la audiencia del fiscal requirente, del imputado y de su defensor –sí no asiste el
defensor de confianza o el imputado no lo tiene se le reemplaza en el acto o in-
terviene el defensor de oficio–.
Es particularmente importante, a todos los efectos, la regla incorporada en el pe-
núltimo extremo del apartado dos del examinado artículo doscientos setenta y
uno del Nuevo Código Procesal Penal: “(...) Si; el imputado se niega por cual-
quier motivo a estar presente en la audiencia, será representado por su aboga-
do o el defensor de oficio, según sea el caso”. No es, pues, absoluta la necesidad
de presencia del imputado en la audiencia de prisión preventiva; es sí, necesa-
ria, su debida citación en su domicilio real o procesal –si lo hubiere señalado–, o
su conducción al Juzgado cuando esté efectivamente detenido [con ello se cum-
ple el principio de contradicción, se hace efectiva la garantía de tutela jurisdic-
cional –en cuanto acceso al proceso– y se afirma, a su vez, la garantía de defensa
procesal]. Si el imputado se niega a asistir, sea porque huyó, porque no es habido
–lo que denota imposibilidad material del juez para emplazarlo– o porque, senci-
llamente, no quiere hacerlo –en ejercicio de su derecho material de defensa, a su
propia estrategia procesal o por simple ánimo de sustracción o entorpecimiento
procesal–, la audiencia se lleva a cabo con la representación técnica del abogado
defensor, de confianza o de oficio.
Lo expuesto permite entender en su justo alcance (i) la situación del imputado
previa al pedido de prisión preventiva –puede estar o no detenido–, (ii) los pre-
supuestos para la expedición de la resolución de citación para la realización de la
audiencia respectiva –el juicio de admisibilidad está condicionado a la existencia

75
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de un imputado en estricto sentido, que contra él se haya dictado una Disposi-


ción de Continuación y Formalización de la Investigación Preparatoria–, y (iii)
las exigencias para la propia instalación y desarrollo de la audiencia –citación de-
bida, presencia obligatoria del fiscal y del abogado defensor, y, en caso de ausen-
cia del imputado, constatación previa de una situación de inasistencia voluntaria
por razones derivadas de su actitud anterior a la convocatoria a la audiencia (au-
sencia, contumacia, fuga o no presencia pese su emplazamiento a los actos de in-
vestigación) o como consecuencia de una decisión, intencional o negligente, de
inconcurrencia ante la citación judicial–”.
Y se distingue entre las particulares naturalezas de la detención prelimi-
nar y la prisión preventiva.
“La detención, si bien es una privación de libertad provisionalísima –caracteri-
zada por su brevedad y su limitación temporal– de naturaleza estrictamente cau-
telar –evitar la posibilidad de fuga o elusión de los efectos de la justicia– y dis-
puesta por la Policía o por el Juez de la Investigación Preparatoria, cuya fun-
ción es tanto asegurar a la persona del imputado cuanto garantizar la futura apli-
cación del ius puniendi mediante la realización inmediata de actos de investiga-
ción urgentes o inaplazables –por ejemplo, y en la perspectiva de individualizar
a los responsables del hecho delictivo e impedir además el ocultamiento y des-
trucción de huellas o pruebas del delito: interrogatorio, reconocimientos, pericias
forenses–, amén de sustentada en supuestos notorios de evidencia delictiva, ta-
les como la flagrancia, o, según el caso, razones plausibles de comisión delictiva
[sospechas o indicios concretos y determinados de que una persona ha cometido
un delito]; no es, en principio, una medida necesaria o imprescindible para que
se dicte, ulteriormente, mandato de prisión preventiva.
La prisión preventiva, como fluye de las normas antes citadas, es una medi-
da coercitiva personal, estrictamente jurisdiccional, que se adopta a instancia
del Ministerio Público y en el seno de un proceso penal debidamente incoado,
siempre que resulte absolutamente imprescindible, que persigue conjugar un pe-
ligro de fuga o un riesgo de ocultación o destrucción de las fuentes de prueba
[no se le puede atribuir el papel de instrumento de la investigación penal ni tie-
ne un fin punitivo]. Está sometida, en comparación con la detención, y previs-
ta para un periodo de tiempo más lato, a requisitos más exigentes –cuyo eje es la
probabilidad positiva de la responsabilidad del imputado, la comisión del delito
por él–, tanto desde la intensidad de la imputación necesaria para dictarla cuanto
desde la propia configuración y valoración de los peligros que la justifican –so-
metida con más rigurosidad formal y material a los principios de necesidad y de
motivación–.
Siendo así, tal y como está prevista la detención en el Título II de la Sección III
“Las medidas de coerción procesal”, responde tanto a la necesidad imperiosa de
poner fin a la ejecución de un delito o hacer cesar sus efectos lesivos inmedia-
tos, como a la urgencia de garantizar la presencia judicial del imputado –evitando

76
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

su fuga– y de realizar con el concurso de aquel actos de investigación y de ase-


guramiento inaplazables –carácter adicional de erigirse en un acto de investiga-
ción indirecto–. En consecuencia, esta medida cautelar personal y provisionalí-
sima será o no necesaria según las características y entidad del caso concreto, y
su pedido judicial –detención preliminar y, de ser el caso, ulterior convalidación
extensiva, a que hace referencia el artículo doscientos sesenta y seis del Nuevo
Código Procesal Penal– corresponderá exclusivamente a la estrategia y plantea-
miento de la investigación que autónomamente, y bajo su responsabilidad, deci-
da el Fiscal Provincial”.

2. Medidas de coerción reales


El Acuerdo Plenario N° 7-2010/CJ-116 (seis de diciembre del dos mil
once) señala que las medidas de coerción real buscan asegurar las consecuen-
cias jurídicas económicas del delito y las costas procesales; siendo sus carac-
terísticas las comunes a todas las medidas de coerción.
“16°. Las medidas de coerción reales, son actos de autoridad, plasmados a través
de una resolución jurisdiccional, y regidas por el principio dispositivo, median-
te los cuales se asegura las consecuencias jurídicas económicas del delito y las
costas procesales. Su reconocimiento legal es consecuencia de la acumulación de
acciones: penal y civil, en el proceso penal.
Las citadas medidas recaen sobre el patrimonio del imputado o sus bienes jurí-
dicos patrimoniales, limitándolos con la finalidad de impedir que durante el pro-
ceso determinadas actuaciones dañosas o perjudiciales por parte del encausado
afecten la efectividad de la sentencia o la eficacia del proceso. Están dirigidas a
la protección de las pruebas o medios de prueba [en puridad, de fuentes de in-
vestigación o de prueba], lo que en síntesis quiere decir salvaguardar o proteger
el proceso [JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES: Manual del Nuevo Proceso Pe-
nal y Litigación Oral, Editorial Idemsa, Lima, 2010. pp. 487-488 y 491]. Su fina-
lidad estriba en asegurar el futuro cumplimiento de las responsabilidades civiles
derivadas de la comisión del hecho punible, y de las penas pecuniarias y conse-
cuencias accesorias, amén de las costas; es decir, de las responsabilidades pecu-
niarias que en definitiva pueden declararse procedentes.
Las notas características o elementos de las medidas de coerción real son las co-
munes a todas las medidas de coerción. El artículo 315.1 del Código Procesal Pe-
nal de 2004 –en adelante, NCPP– insiste en el principio de variabilidad, respec-
to del que destaca que la variación, sustitución o cese está en función a “(…) las
circunstancias del caso y con arreglo al principio de proporcionalidad (…)”.
Señala la posibilidad de dictar medidas innovativas y de no innovar a pe-
sar de no hallarse previstas en el CPP de 2004.

77
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

“18°. El NCPP identifica cinco medidas de coerción real, que muy bien pueden
ser aplicadas a los procesos por delito de lavado de activos: 1) inhibición; 2) em-
bargo –el primero y el segundo, inmovilizan bienes del patrimonio del imputado
o responsable civil–; 3) incautación; 4) medidas anticipativas; 5) medidas pre-
ventivas contra las personas jurídicas, que son anticipativas en su esencia.
Si bien el NCPP solo reconoce las medidas anticipativas genéricas (artículo 312
del NCPP) e incorpora algunas medidas anticipadas específicas: desalojo pre-
ventivo y pensión anticipada de alimentos (artículos 311 y 314 del NCPP), no
existe obstáculo, a partir del poder cautelar genérico de que está investida la au-
toridad jurisdiccional y de aplicación supletoria de la Ley Procesal Común: el
Código Procesal Civil, de incorporar las denominadas medidas innovativas y de
no innovar, que apuntan a provocar un cambio de la situación existente al tiem-
po de peticionarlas. Las primeras, reponen el estado de hecho o de derecho cuya
alteración sería el sustento del delito cometido en agravio de la víctima; y, las se-
gundas conservan la situación de hecho de derecho presentada al incoarse el pro-
ceso (artículos 682 y 687 del CPC)”.
Precisa la forma en que se configuran el fumus delicti comissi y el
periculum in mora en las medidas de coerción reales para justificar su
imposición.
“19°. Como es sabido, los presupuestos de las medidas de coerción real son dos:
A. El fumus delicti comissi, consiste en la existencia de indicios racionales de cri-
minalidad –es la denominada ‘apariencia y justificación del derecho subjetivo’–
que en el proceso penal importa, como acota GIMENO SENDRA, una “(…) ra-
zonada atribución del hecho punible a una persona determinada” [Derecho Pro-
cesal Penal, 2ª edición, Editorial Colex, Madrid, 2007, p. 501]). Ha de existir una
imputación formal contra una persona determinada. El juicio de probabilidad de-
lictiva es mencionado específicamente por el artículo 303.3 del NCPP, aun cuan-
do se refiera solo al embargo y, por extensión expresa, a la orden de inhibición.
El fumus debe referirse, de un lado, a un delito que haya ocasionado un daño o
perjuicio material o moral; y, de otro, a que los referidos indicios –ciertamente,
‘procedimentales’– evidencien una relación de causalidad con el sujeto contra el
que se adoptan: imputado o tercero civil.
No es necesaria una acreditación específica cuando se dicte sentencia condenato-
ria, aun cuando fuera impugnada.
B. El segundo presupuesto, periculum in mora, es el peligro o daño jurídico deri-
vado del retardo del procedimiento. Consiste en el riesgo de daño para la efecti-
vidad de la tutela judicial pretendida en el proceso principal. Se debe acreditar la
concreta probabilidad de que se produzcan, durante la pendencia del proceso, si-
tuaciones que impidan o dificulten la efectividad del procedimiento penal y civil
de condena, que pueda incorporar la sentencia penal –peligro de infructuosidad–.

78
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

En el proceso penal, se concreta por el ‘peligro de fuga’ o de ocultación personal


o patrimonial del imputado [VICENTE GIMENO SENDRA, Ibidem, p. 592].
Lo relevante del periculum es la comprobación de la extensión del daño causa-
do por el imputado como consecuencia del delito perpetrado y, a su vez, medir
el tiempo necesario que todo proceso lleva, cuyo retraso puede hacer ineficaz la
respuesta jurisdiccional si no se adoptan medidas tendentes a mantener la situa-
ción presente, o a evitar maniobras lesivas para los derechos de la víctima –en el
caso del lavado de activos, al Estado derivadas del comportamiento del imputado
[AGUSTÍN-JESÚS PÉREZ-CRUZ MARTÍN Y OTROS: Derecho Procesal Pe-
nal, Editorial Civitas, Madrid, 2009].
Es de tener en claro, que el periculum, en lo civil, tiene una configuración obje-
tiva: no se requiere necesariamente que se haya producido cierto comportamien-
to del imputado, ni menos una intención de este de causar perjuicio al actor. El
peligro se materializa en las posibilidades del responsable civil, durante el tiem-
po del proceso, de que se dedique a distraer, dilapidar u ocultar sus bienes, real
o ficticiamente, para hacer impracticable la satisfacción de las consecuencias ju-
rídico-económicas. Si la solvencia, honestidad y arraigo del imputado –siempre
en el plano civil, que no penal– estuvieran acreditados, decae y no se justifica su
imposición. El artículo 303.3 del NCPP, en tal virtud, estipula: ‘(…) por las ca-
racterísticas del hecho o del imputado, exista riesgo fundado de insolvencia del
imputado o de ocultamiento o desaparición del bien’”.
Señalando, además, que las medidas de coerción real se pueden solici-
tar incluso durante las diligencias preliminares de investigación y que la regla
para su dictado es el previo traslado de la solicitud a la contraparte –admitién-
dose, como excepción, el no traslado–; salvo que dicho traslado genere riesgo
fundado de pérdida de finalidad de la medida.
“20°. Es de destacar, en el procedimiento de coerción real, por lo menos dos si-
tuaciones precisas:
A. La oportunidad para solicitar una medida de coerción real. La regla, por cier-
to, es que su requerimiento se realiza parcialmente en sede de diligencias preli-
minares policiales –en el caso de aseguramiento de documentos privados, y se-
cuestros e incautaciones preliminares (artículo 68, apartado 1, literales “i” y “k”,
NCPP); y, regularmente, en el curso de las primeras diligencias y durante la in-
vestigación preparatoria (entre otros, artículos 302, 310, 316 del NCPP)–. Asi-
mismo, tales medidas pueden solicitarse, siempre por la parte procesal legitima-
da, en sede intermedia (artículos 349.4 y 350.1.c, y 353.3 del NCPP –supuesto
último, que incluso autoriza al Juez de la Investigación Preparatoria a pronun-
ciarse de oficio si fuere necesario sobre las medidas de coerción–).
B. El NCPP fija un procedimiento para determinar la decisión del trámite: con
o sin traslado al afecto: imputado o responsable civil. La regla general para la
imposición de las medidas de coerción real, guiada siempre por el principio de

79
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

rogación de la parte procesal legitimada es el previo traslado a las partes, en es-


pecial a la parte afectada, por el término de tres días (artículo 315.2 del NCPP).
Empero, por razones obvias, rige la regla del artículo 203.2 del NCPP, tal exigen-
cia de contradicción previa se aplicará siempre que ‘(…) no existiere riesgo fun-
dado de pérdida de finalidad de la medida (…)’; esta imposibilidad y los dere-
chos de impugnación que ulteriormente se reconoce, evita considerar que tal pro-
cedimiento vulnera la prohibición de indefensión. No se realiza el trámite de au-
diencia, sino el de simple traslado: su lógica es la escrituralidad del procedimien-
to (artículo del 315.2 del NCPP), aunque es posible en situaciones excepcionales,
debidamente explicadas en la decisión, ir al trámite de audiencia (artículo 203.2
del NCPP)”.

VIII. Investigación preliminar

1. Finalidad
La sentencia de la Casación N° 14-2010-La Libertad (cinco de julio de
dos mil once) señala la finalidad de las diligencias preliminares de investiga-
ción y los requisitos para formalizar investigación.
“Las diligencias preliminares es una fase pre-jurisdiccional, porque se encuen-
tra en el contexto que el fiscal ya conoció la noticia criminal, pero aún no ha re-
suelto formalizar la investigación y dar inicio a la investigación preparatoria; en
ella se busca verificar si el conocimiento que se tiene de la sospecha de un deli-
to –sea de oficio o por la parte denunciante– tiene un contenido de verosimilitud
y ver si existen elementos probatorios suficientes para continuar con la persecu-
ción de delitos y sus autores, se funda en la necesidad de determinar los presu-
puestos formales para iniciar válidamente la investigación judicial y por ende el
proceso penal; que, además, la investigación preliminar que realiza el fiscal en
su despacho o la policía bajo su supervisión, la realiza con el fin de establecer:
i) si el hecho denunciado es delito, ii) si se ha individualizado a su presunto au-
tor, y iii) si la acción penal no ha prescrito. Si no existe alguno de esos requisi-
tos el fiscal debe archivar provisionalmente o definitivamente los actuados. Las
diligencias preliminares son importantes en tanto aseguran el cuerpo del delito,
esto es, los elementos de prueba que por su naturaleza y característica son consi-
derados actos urgentes e irreproducibles, de ahí que estas diligencias se constitu-
yan luego en prueba preconstituida que entrará al proceso para ser valorada por
el Tribunal”.
La sentencia de la Casación N° 318-2011-Lima (veintidós de noviembre
de dos mil doce) señala que durante las diligencias preliminares de investiga-
ción no podrán realizarse actos que puedan ser postergados o no sean urgen-
tes; precisando también los fines de dichas diligencias.

80
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

“2.7. Partiendo de la idea antes mencionada, en las diligencias preliminares no


podrán realizarse actos que, estando destinados a determinar si han tenido lu-
gar los hechos– denunciados y si estos constituyen delito, puedan ser posterga-
dos o no sean urgentes, dado que estos actos podrán llevarse a cabo dentro de la
fase de investigación preparatoria, propiamente dicha, sirviendo además en esta
etapa para fortalecer o desvirtuar la hipótesis del fiscal, con la cual formalizó la
investigación.
2.8. Dicho aquello son tres los fines de las diligencias preliminares: i) Realizar
actos urgentes solo para determinar si los hechos denunciados son reales y si ade-
más configuran uno o varios ilícitos penalmente perseguibles; ii) asegurar la es-
cena del crimen y la evidencia sensible de la presunta comisión del ilícito, y evi-
tar en lo posible mayores consecuencias derivadas de la perpetración del delito;
e, iii) Individualizar al presunto imputado fundamentalmente y al agraviado si es
posible.
2.9. En consecuencia, cualquier otro tipo de diligencias que tuvieran una finali-
dad distinta a las antes mencionadas constituirían fuera de los parámetros por los
cuales se estableció llevar a cabo las diligencias preliminares, según lo previsto
en este nuevo modelo procesal, pues de ser así, se estaría pretendiendo llevar di-
ligencias propias de una investigación preparatoria”.
La sentencia de la Casación N° 66-2010-Puno (veintiséis de abril de dos
mil once) señala la posibilidad de diligencias preliminares de investigación
unilaterales y reservadas.
“SEGUNDO: Que, las diligencias preliminares constituyen una etapa prejuris-
diccional del proceso penal, por cuanto el fiscal está autorizado para reunir los
elementos probatorios para formalizar la investigación, y por ende elabore su es-
trategia acusatoria o desestime la denuncia, cuyo plazo es de breve investigación,
realizada de forma unilateral y reservada”.

2. Plazos
La sentencia de la Casación N° 66-2010-Puno (veintiséis de abril de dos
mil once) señala, en calidad de doctrina jurisprudencial, que el plazo de las
diligencias preliminares se computa en días naturales.
“QUINTO: Que, la regla para el cómputo del plazo, se encuentra regulado en el
artículo ciento ochenta y tres del Código Civil, que establece que se computará
conforme al calendario gregoriano, estableciéndose en su inciso primero que el
plazo señalado por días se computará por días naturales, salvo que la ley o el acto
jurídico establezca que se haga por días hábiles.
SEXTO: Que, el considerando décimo primero de la resolución casatoria núme-
ro cero dos guión dos mil ocho, pronunciado el tres de junio de dos mil ocho, es-
tableció que el plazo para las diligencias preliminares es de veinte días naturales.

81
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

(…)
ESTABLECIERON de conformidad con lo previsto en el inciso cuarto del ar-
tículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal, como doctrina
jurisprudencial, que los plazos para las diligencias preliminares son de días natu-
rales y no hábiles”.
Y, que el plazo de las diligencias preliminares de investigación se inicia a
contar desde que el fiscal toma conocimiento del hecho delictivo
“SÉTIMO: Que, el cómputo de plazo de las diligencias preliminares se inicia a
partir de la fecha en que el fiscal tiene conocimiento del hecho punible, y no des-
de la comunicación al encausado de la denuncia formulada en su contra.
OCTAVO: Que, la Policía Nacional del Perú remitió el informe Policial núme-
ro cero dos guión dos mil nueve guión XII guión DTP guión DPH guión C guión
PNP guión H guión SIAT, a la Fiscalía Provincial de Huancané, con las actuacio-
nes realizadas por dicha dependencia con intervención del Fiscal Provincial ad-
junto, por el hecho ocurrido el día cuatro de octubre de dos mil nueve, relativo al
accidente de tránsito, informe que fue recepcionado el dieciocho de noviembre
de dos mil nueve, tal como se aprecia de fojas cincuenta y nueve, por lo que des-
de esa fecha debe computarse el plazo para la investigación preliminar”.
La sentencia de la Casación N° 02-2008-La Libertad (tres de junio de
dos mil ocho) señala, en calidad de doctrina jurisprudencial, que el plazo de
las diligencias preliminares de investigación es independiente del plazo de la
investigación preparatoria formalizada.
“ESTABLECIERON: de conformidad con lo previsto en el inciso cuarto del
artículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal, como doctrina
jurisprudencial, que los plazos para las diligencias preliminares, de veinte días
naturales y el que se concede al fiscal para fijar uno distinto según las caracterís-
ticas, complejidad y circunstancias de los hechos objeto de investigación son di-
ferentes y no se hallan comprendidos, en los ciento veinte días naturales más la
prórroga a la que alude la norma pertinente, que corresponden a la investigación
preparatoria propiamente dicha”.
Y, que el plazo de las diligencias preliminares no puede ser mayor al pla-
zo de la investigación preparatoria formalizada que contempla el artículo 342
del CPP 2004.
“Décimo Segundo: Que, finalmente es necesario precisar que si bien los plazos
referidos son distintos, es fundamental establecer que el plazo de las denomi-
nadas diligencias preliminares y fundamentalmente el plazo adicional al de los
veinte días que el artículo trescientos treinta y cuatro le autoriza al fiscal en casos
que por sus características revistan complejidad, no debe ser uno ilimitado y, si
bien es cierto, en este extremo de la norma no se precisa de manera cuantitativa

82
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

cual es su límite temporal, también es verdad que ello no puede afectar el dere-
cho al plazo razonable que constituye una garantía fundamental integrante del
debido proceso; que por lo demás, deben entenderse como excepcionales, ponde-
rándose el plazo máximo de duración atendiendo a criterios de orden cualitativos
conforme a los principios de razonabilidad y proporcionalidad, debiendo tener-
se siempre presente que las diligencias preliminares tienen como finalidad inme-
diata realizar los actos urgentes o inaplazables conforme dispone el artículo tres-
cientos treinta de la ley procesal penal y que por estas consideraciones, la fase de
diligencias preliminares no podría, en la hipótesis más extrema, ser mayor que el
plazo máximo de la Investigación Preparatoria regulado en el artículo trescientos
cuarenta y dos de la ley procesal penal”.
La sentencia de la Casación N° 14-2010-La Libertad (cinco de julio de
dos mil once) señala que la duración excesiva de la investigación preliminar
no acarrea la nulidad de las diligencias realizadas fuera del plazo.
“Se debe tener en cuenta que en la investigación preliminar se dieron plazos no
previstos en la norma procesal y en la jurisprudencia –en la investigación preli-
minar se estableció sesenta días [pese a que el inciso dos del artículo trescientos
treinta y cuatro del Código Procesal Penal solo fija veinte días], luego dicho pla-
zo se amplió por treinta días más–, pero dicha situación no fue cuestionada por
ninguna de las partes intervinientes en la citada investigación policial por lo que
a estas alturas del proceso no resulta operante considerar una eventual nulidad
por este motivo, más aún si a tenor del inciso dos del artículo ciento cuarenta y
cuatro del Código Procesal Penal, los plazos que solo tienen como fin regular la
actividad de jueces y fiscales serán observados rigurosamente. Su inobservancia
solo acarrea responsabilidad disciplinaria”.
La sentencia de la Casación N° 318-2011-Lima (veintidós de noviembre
de dos mil doce) señala que, en cualquier caso, el plazo máximo de las dili-
gencias preliminares es de ciento veinte días.
“2.15. Bajo dicho criterio, resulta importante señalar habiéndose establecido la
distinción entre diligencias preliminares e investigación preparatoria, las mis-
mas que guardan una finalidad distinta, queda claro entonces que si bien se es-
tableció que la investigación preparatoria en casos complejos deberá de contar
con un plazo mayor a aquellos que se denominan casos ‘ordinarios’; sin embar-
go, ello no obliga a que dicha distinción de plazos se efectúe también para las di-
ligencias preliminares, por una sencilla razón y es que la investigación prepara-
toria tiene por finalidad reunir todos los elementos probatorios suficientes, a fin
de poder sustentar su acusación; esto es, probar su teoría del caso, por ello que
en casos complejos sí resulta de suma importancia un plazo más extenso –y no
así ilimitado– para la investigación propiamente dicha; lo cual resulta innecesa-
rio y fuera de la finalidad que arriba las diligencias preliminares, pues conforme
se estableció en la Ejecutoria Suprema número dos guión dos mil ocho guión La

83
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Libertad el plazo es de veinte días, con un máximo de ciento veinte días en to-
tal, según el criterio del fiscal, sin pretender propiciar de alguna forma la impu-
nidad en los casos denominados ‘complejos’, en tanto que para estos como para
los casos ‘ordinarios’ se rige la misma finalidad descrita en el considerando 2.9.
de la presente Ejecutoria Suprema (i) Realizar actos urgentes solo (…); ii) ase-
gurar la escena del crimen y la evidencia sensible (…), iii) individualizar al pre-
sunto imputado (…) finalidad que alcanza a todas las diligencias preliminares en
general –distinto a la investigación preparatoria que lleva a cabo una investiga-
ción concreta para cada caso– razón por la cual resulta innecesario establecer un
plazo distinto en casos que evidencien ser complejos teniendo en cuenta que con
puntuales y concretas diligencias se alcanzaría la finalidad de dicha etapa proce-
sal; siendo así debe mantenerse la decisión establecida por la Sala Superior”.

3. Acusación directa
El Acuerdo Plenario N° 6–2010/CJ-116 (seis de diciembre del dos mil
once) señala que la formulación de acusación directa no requiere de la previa
formalización de investigación preparatoria.
“10º. La Disposición de formalización de la investigación preparatoria es la co-
municación formal que el fiscal dirige al imputado para efectos de hacer de su
conocimiento la imputación clara y precisa de los hechos que se le atribuyen,
la correspondiente calificación jurídica específica y, por ende, que se va a rea-
lizar una investigación formalizada en su contra, posibilitándole, a través de su
abogado defensor, aportar los medios de investigación y de prueba que estime
pertinentes.
Asimismo, este acto fiscal fija las diligencias que se actuarán en la etapa de in-
vestigación preparatoria propiamente dicha. Es decir, que si el Ministerio Públi-
co considera que las diligencias actuadas preliminarmente establecen la suficien-
cia fáctica y probatoria del hecho y la vinculación del imputado al mismo, dis-
pondrá la formalización de la Investigación Preparatoria, estableciendo las dili-
gencias que de inmediato deban actuarse.
11º. En el caso de que el fiscal ha decidido no continuar con las diligencias de in-
vestigación y acusar directamente –como una de sus facultades como director de
la investigación– el imputado solo solicitaría la realización de elementos de con-
vicción durante las diligencias preliminares porque no se produciría la etapa de
Investigación Preparatoria, por ser innecesaria, ni tampoco una formalización de
la Investigación Preparatoria en ese sentido.
Además, el artículo 336.4 del NCPP estipula que la acusación directa podrá for-
mularse por el fiscal, si concluida las diligencias preliminares o recibido el infor-
me policial considera que los elementos obtenidos en la investigación establecen
suficientemente la realidad del delito y la intervención del imputado en su comi-
sión. Acusación directa, cuyos requisitos están previstos en el artículo 349 del

84
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

NCPP, que cuenta con los mismos elementos de la formalización de la Investiga-


ción Preparatoria prevista en el artículo 336.1 del NCPP, por lo que se garantiza
el conocimiento cierto de los cargos y la probabilidad de contradicción.
12º. Conforme a lo expuesto el requerimiento acusatorio, en el procedimiento de
acusación directa, cumple las funciones de la disposición de la formalización de
la investigación preparatoria en la etapa de investigación. Es decir: (i) individua-
liza al imputado y señala los datos que sirven para identificarlo; (ii) satisface el
principio de imputación necesaria describiendo de forma clara y precisa el hecho
que se le atribuye al imputado, con sus circunstancias precedentes, concomitan-
tes y posteriores, y la correspondiente tipificación; (iii) establece la suficiencia
probatoria señalando los elementos de convicción que fundamentan el requeri-
miento acusatorio; (iv) determina la cuantía de la pena que se solicita y fija repa-
ración civil cuando no hay actor civil; y (v) ofrece los medios de prueba para su
actuación en la audiencia.
13º. El derecho de defensa de las partes procesales queda salvaguardado con la
notificación del requerimiento de acusación para que en el plazo de 10 días pue-
dan pronunciarse sobre el pedido fiscal.
Respecto al imputado, se le posibilita, en virtud del artículo 350.1 del NCPP, ob-
servar la acusación fiscal formal y sustancialmente y, de ser el caso, ofrecer las
pruebas que considere se deben producir en el juzgamiento”.
Señala que el agraviado puede constituirse en actor civil dentro del plazo
para absolver la acusación.
“En el caso de que la víctima no haya podido constituirse en actor civil podrá
solicitarla al Juez de la Investigación Preparatoria conforme al artículo 100 del
NCPP y antes de que concluya el plazo establecido en el artículo 350 del NCPP,
en virtud de lo señalado por la citada normativa en el apartado 1, literal h), con-
forme al cual los sujetos procesales podrán plantear en el plazo de 10 días cual-
quier otra cuestión que prepare mejor el juicio; asimismo, objetar la reparación
civil, o reclamar su incremento o extensión, para lo cual ha de ofrecer los medios
de prueba pertinentes para su actuación en el juicio oral”.
Y, que en el requerimiento acusatorio directo se puede solicitar el dictado
de medidas de coerción; el que salvo excepciones por razones de urgencia de-
berá debatirse en la misma audiencia de control de acusación.
“14º. El fiscal en el requerimiento de acusación, de conformidad con el artículo
349.4 del NCPP, indicará entre otros aspectos las medidas de coerción subsisten-
tes dictadas durante la Investigación Preparatoria; y, en su caso, podrá solicitar
su variación o que se dicten otras según corresponda.
En caso de que el fiscal no solicite una medida coercitiva, será de aplicación lo
dispuesto por el artículo 286 del NCPP, la medida que prevé de comparecencia
simple.

85
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Excepcionalmente, y solo por razones de urgencia y necesidad de asegurar la


presencia del imputado en el proceso, el fiscal podrá requerir medida de coerción
personal proporcional al peligro procesal en una audiencia autónoma a la de la
etapa intermedia de control de acusación directa, según las reglas correspondien-
tes a tal requerimiento”.

IX. Investigación preparatoria

1. Formalización de investigación
La sentencia de la Casación N° 14-2010-La Libertad (cinco de julio de
dos mil once) señala que la formalización de investigación no significa la de-
terminación de la comisión del delito y/o responsabilidad penal del imputado
“Cuando el imputado Sánchez Paredes realiza las observaciones al informe peri-
cial oficial –el veinticinco de noviembre de dos mil nueve– y solicita se proceda
conforme al artículo ciento ochenta del nuevo Código Procesal Penal, los plazos
procesales ya habían terminado en exceso –luego de la ampliación respectiva el
plazo se cumplió el veinticinco de octubre de dos mil nueve–, por lo que el fis-
cal –luego que reuniera los elementos indiciarios o elementos reveladores de la
comisión del delito y la participación de Sánchez Paredes– dispuso formalizar la
investigación preparatoria, que no significa la determinación de la comisión del
delito y/o la responsabilidad penal del imputado, sino solo la existencia de indi-
cios o sospecha de tales eventos, porque tal situación se determinará luego del
desarrollo de la etapa de juzgamiento”.
La sentencia de la Casación N° 01-2011-Piura (ocho de marzo de dos
mil doce) señala, como doctrina jurisprudencial, que no es posible cuestionar
judicialmente la disposición de formalización de investigación.
“ESTABLECIERON de conformidad con el inciso cuatro del artículo cuatro-
cientos veintisiete del Código Procesal Penal, como doctrina jurisprudencial, que
no es posible cuestionar la Disposición de Formulación y Continuación de la In-
vestigación Preparatoria”.
Y, que no corresponde a la tutela de derechos el control sobre la valora-
ción de los elementos de convicción que hace el fiscal –quien debe actuar con
independencia de criterio y sujetándose a la Constitución y la Ley– para deci-
dir la formalización de investigación preparatoria.
“Cuarto: Que, por tanto, si bien es cierto el inicio de la investigación preparatoria
es decisión unilateral del Ministerio Público a través de la disposición de forma-
lización y continuación de la investigación preparatoria, conforme a lo estableci-
do en el artículo trescientos treinta y seis del Código Procesal Penal, también lo

86
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

es, que para dicho efecto debe actuar con independencia de criterio y sujetándo-
se a la Constitución y la Ley (debida motivación de las resoluciones judiciales),
lo cual se cumplió en el presente caso respecto a la Disposición de Formaliza-
ción de la Investigación Preparatoria en cuestión formulada contra Elmo Alejan-
dro Carbajal Chong por el delito de lavado de activos en agravio del Estado (sus-
tentada concretamente en que el veintisiete de diciembre de dos mil ocho adqui-
rió la embarcación denominada ‘Esperanza en Cristo II’ por la cantidad de no-
venta mil dólares americanos, pese a que en un proceso penal por difamación en
donde declaró en calidad de testigo, manifestó que se dedicaba a la labor de al-
bañilería y por lo cual percibía mil nuevos soles mensuales, por tanto, sus ingre-
sos no justificarían la capacidad económica para adquirir dicho bien inmueble);
empero la Sala de Apelaciones consideró lo contrario, sustentando la revocato-
ria que se cuestiona, en que no se había merituado los documentos aportados por
el imputado mediante el derecho de defensa y principio de contradicción que le
asiste (ver considerando quinto de la resolución de vista de fecha dos de noviem-
bre de dos mil diez, obrante a fojas cuarenta y ocho), efectuando así una labor
de valoración de los elementos de convicción sobre su suficiencia y credibilidad,
que no corresponde al acto procesal de tutela de derechos, sino a la etapa inter-
media o sentencia”.

2. Actos de investigación
La sentencia de la Casación N° 80-2010-Piura (veintiocho de abril de
dos mil once) señala que no se vulnera el debido proceso cuando el fiscal
omite pronunciarse sobre una petición de acto de investigación del imputado,
pues su realización puede ser ofrecida como prueba para el juicio.
“Cuarto: Respecto al agravio a la inobservancia de las garantías constituciona-
les de carácter procesal o material –establecida en el inciso uno del artículo cua-
trocientos veintinueve del Código Procesal Penal–, promovido por el recurrente
en su recurso de casación, al sostener que la resolución de vista recurrida, vulne-
ra el principio del debido proceso (que integran el derecho de la prueba, el dere-
cho al medio de investigación y de defensa) y el derecho a la tutela jurisdiccio-
nal efectiva (que integran el derecho del plazo razonable y derecho de petición),
los cuales han sido inobservados; debemos indicar lo siguiente, que de autos se
aprecia que la defensa técnica del encausado Carlos Arturo Gonzáles Toledo, con
fecha veinte de abril de dos mil diez a fojas veintiocho (dentro del plazo de los
ciento veinte días del plazo de investigación preparatoria, la misma que dio ini-
cio el once de enero de dos mil once, conforme se aprecia de la carpeta fiscal nú-
mero mil setecientos treinta y tres - dos mil nueve a fojas dos), presentó su escri-
to al señor Fiscal de la Segunda Fiscalía Provincial –quien era el Director de la
investigación preparatoria–, ofreciendo la declaración testimonial del ciudadano
Juan Enrique Chávez Moscol, medio de prueba que no tuvo pronunciamiento al-
guno por parte del señor fiscal, al emitir su requerimiento de acusación de fecha

87
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

veintinueve de abril de dos mil diez, siendo que ante tal situación, el recurren-
te presentó ante el juez de la investigación preparatoria, su pretensión de tutela
de derecho, la misma que fue declarada infundada mediante resolución de fojas
treinta de fecha doce de mayo de dos mil diez, y confirmada por la Sala Penal de
Apelaciones a fojas cincuenta y siete, de fecha catorce de junio de dos mil diez
–en donde señala que no se vulneró derecho constitucional alguno al recurrente
al no pronunciarse el señor fiscal respecto al medio de prueba presentado, soste-
niendo además que el procesado puede presentarla en la subsiguiente etapa del
proceso–.
Quinto: Asimismo, se observa que el señor fiscal al concluir con la investigación
preparatoria conforme obra a fojas seis, señala que ha cumplido con lo estableci-
do en el artículo cuatrocientos treinta y dos del Código Procesal Penal –que esta-
blece los ciento veinte días para la investigación preparatoria–; sosteniendo ade-
más, que en el presente caso se ha cumplido con el objeto de la investigación,
habiéndose realizado dentro del plazo las diligencias necesarias para el esclare-
cimiento de los hechos, por lo que de conformidad con los artículos trescientos
cuarenta y tres inciso uno y trescientos cuarenta y cuatro del Código Procesal Pe-
nal, da por concluida la investigación preparatoria. Por ello, el presente análisis,
se enmarcará, en dilucidar si la actuación del señor fiscal al concluir con la in-
vestigación preparatoria, emitiendo la respectiva acusación, sin efectuar pronun-
ciamiento alguno sobre el medio de prueba presentado por la defensa técnica del
recurrente, vulneró los derechos aludidos, en tal sentido esta actuación debe ser
sometida a un trato de doctrina jurisprudencial, conforme lo establece el inciso
cuatro del artículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal. (…).
Octavo: Por ello, al referirnos que el señor fiscal como director de la investiga-
ción preparatoria, tiene la facultad de realizar las diligencias necesarias, las mis-
mas que dentro de su facultad establecerá indicios de responsabilidad penal, las
mismas que podrán ser admitidas en la etapa intermedia, mediante una audien-
cia preliminar, ello no quiere decir que los medios de pruebas presentados por las
partes, no serán admitidos y mucho menos tomadas en cuenta, ya que, conforme
lo establece el inciso dos artículo ciento cincuenta y cinco del Código Procesal
Penal, las pruebas se admiten a solicitud del Ministerio Público o de los demás
sujetos procesales, el juez decidirá su admisión mediante auto específicamente
motivado y solo podrá excluir las que no sean pertinentes y prohibidas por la ley.
Por ello, al señalarse que el señor fiscal, al no verificar todas las pruebas aporta-
das en la etapa de investigación preparatoria, y por ende no tenerlo presente al
momento de emitir su requerimiento fiscal, no llega esta decisión a vulnerar el
principio del debido proceso y mucho menos el derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva, ya que como se expuso párrafos arriba, el medio de prueba ofrecido por
la defensa técnica, podrá ser admitido por el Juzgado de la Investigación Prepa-
ratoria, finalmente en una audiencia preliminar, conforme lo regula el inciso cin-
co numeral a) –la petición contenga la especificación del probable aporte a obte-
ner para el mejor conocimiento del caso– y b) –el acto probatorio propuesto sea

88
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

pertinente, conducente y útil. En este caso se dispondrá todo lo necesario para


que el medio de prueba se actúe oportunamente en el juicio. El pedido de actua-
ción de una testimonial (...) el punto que será materia de interrogatorio (...), así
como el domicilio de los mismos”.
La sentencia de la Casación N° 80-2010-Piura (veintiocho de abril de
dos mil once) señala que es improcedente la tutela de derechos –por tratarse
de un mecanismo de protección subsidiario– frente a la omisión de pronuncia-
miento del fiscal sobre la petición de un acto de investigación del imputado.
“SÉTIMO: Que el VI Acuerdo Plenario Jurisprudencial Penal, número cuatro -
dos mil diez / CJ - ciento dieciséis de fecha dieciséis de noviembre de dos mil
diez, respecto a la tutela de derechos ha establecido que es residual, o sea que se
restringe a los derechos previstos en el artículo setenta y uno del Código Proce-
sal Penal –derecho del imputado–, que cualquier otra argumentación debe canali-
zarse a través de la audiencia prevista para ello, en este caso por no haberse pro-
visto un elemento de convicción; asimismo, el artículo trescientos treinta y sie-
te –diligencias de investigación preparatoria–, inciso cuatro y cinco del Código
Procesal Penal, establece el derecho que el imputado tiene y que en este caso por
omisión no se expidió la resolución respectiva, por lo que debió instar al juez de
la investigación preparatoria a fin de obtener un pronunciamiento judicial, con-
forme al último inciso indicado”.

3. Plazos
El Auto de Calificación de la Casación N° 112-2010-Huaura (veinte de
enero de dos mil once) señala que es procedente que el fiscal solicite la pró-
rroga de una investigación preparatoria compleja después que se ha vencido
el plazo inicial de ocho meses y que el plazo máximo para ello es antes que se
disponga la conclusión de la investigación preparatoria, sea que lo disponga el
propio fiscal o el juez a consecuencia de declarar fundado un control de plazo.
“Del análisis realizado se advierte que al tema propuesto (si procede o no que
el fiscal, en el caso de investigaciones complejas solicite al juez la prórroga de
la investigación preparatoria, después que se ha vencido el plazo primigenio
–el cual es de ocho meses de acuerdo al artículo trescientos cuarenta y dos, inciso
dos, del Código Procesal Penal– y en el caso que ello sea factible, hasta que tiem-
po después se puede solicitar dicha prórroga) no se presentan supuestos de con-
trariedad o vacío legal que dificulten la aplicación y determinación del momen-
to en que el fiscal debe requerir al juez la prórroga del plaza de una investigación
preparatoria declarada compleja, que amerite que este Supremo Tribunal asuma
excepcionalmente competencia funcional en el caso expuesto, y ello es así, pues
es perfectamente permisible que, en principio, el fiscal solicite la prórroga aludi-
da después del vencimiento del plazo originario de ocho meses, en efecto, el inci-
so uno del artículo ciento cuarenta y cuatro del Código Procesal Penal señala: “El

89
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

vencimiento de un plazo máximo implica la caducidad de lo que se pudo o debió


hacer, salvo que la Ley permita prorrogarlo”, en el presente caso, la Ley permi-
te la prórroga del plazo de investigación preparatoria, por tanto, el vencimiento
del plazo primigenio máximo no significa la caducidad de la facultad que tiene
el fiscal para solicitar dicha prórroga; asimismo, el inciso dos del citado disposi-
tivo legal señala “Los plazos que solo tienen como fin regular la actividad de fis-
cales y jueces, serán observados rigurosamente por ellos. Su inobservancia solo
acarrea responsabilidad disciplinaria”, en tal virtud, los plazos a que se contrae
el inciso uno y dos del artículo trescientos cuarenta y dos del mencionado Códi-
go Procesal Penal regulan la actividad fiscal, por tanto, su incumplimiento no ge-
nera la imposibilidad de ejercer la facultad de disponer –en el caso de investiga-
ciones simples– o solicitar al juez –en el caso de investigaciones complejas– la
prórroga correspondiente, sin perjuicio de la responsabilidad disciplinaria que a
cada funcionario en particular le asista; de lo que se advierte, que es totalmente
permisible y legal que el fiscal pueda solicitar la prórroga de una investigación
preparatoria - compleja después que se ha vencido el plazo inicial de ocho me-
ses, como ha sucedido en el caso materia de análisis, en que el representante del
Ministerio Público hizo tal pedido al juez después de tres días de haberse vencido
el mencionado plazo inicial. Octavo: Que, en dicho orden de ideas, debe indicar-
se que resulta obvio que el plazo máximo en que el fiscal puede hacer tal pedido
de prórroga, es antes que se disponga –ya sea de su parte o por el juez en el caso
que se haya instado por la parte interesada la audiencia de control– la conclusión
de la investigación preparatoria, en efecto, pues una vez dispuesta dicha conclu-
sión, el representante del Ministerio Público a tenor de la indicado en el artículo
trescientos cuarenta y cuatro del Código Procesal Penal, únicamente podrá for-
mular la acusación correspondiente o requerir el sobreseimiento de la causa”.
Habiéndose pronunciado en sentido similar en el Auto de Calificación de
la Casación N° 113-2010-Huaura (veinte de enero de dos mil once).
“Que de los argumentos expuestos por el casacionista Jiménez Sardón se aprecia
que este insta una interpretación distinta del apartado dos del artículo trescientos
cuarenta y tres del Código Procesal Penal. En el presente caso se tiene que me-
diante disposición fiscal de fojas dos, del veinticuatro de agosto de dos mil nue-
ve, se formalizó y se continuó con la investigación preparatoria instaurada en su
contra; que dicha investigación se declaró compleja mediante resolución de fo-
jas veintidós, del dieciocho de enero de dos mil diez, por lo que el plazo se pro-
longó hasta los ocho meses; que vencido ese plazo, el recurrente con fecha vein-
tiséis de abril de dos mil diez solicitó el control del plazo de la investigación pre-
paratoria y, por su parte, el fiscal provincial solicitó con fecha treinta de abril de
dos mil diez la prórroga del plazo.
Que, en principio, debe señalarse que no existe norma que impida al fiscal so-
licitar la prórroga del plazo una vez que este se hubiese vencido; que del ar-
tículo trescientos cuarenta y tres, apartado dos, del referido código se tiene que la

90
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

investigación preparatoria no concluye de manera automática con el vencimien-


to del plazo, sino con la decisión que sobre el efecto emita el fiscal o el juez de
la investigación preparatoria –este último solo interviene precisamente a instan-
cia de parte y cuando se hubieren vencido los plazos–, lo cual debe ser concor-
dado con el artículo ciento cuarenta y cuatro, que en su apartado dos –al regular
los plazos de las actividades de fiscales y jueces– señala que la inobservancia de
los plazos solo acarrea responsabilidad disciplinaria, pero no es sancionada con
la caducidad.
En tal contexto, se aprecia que la norma cuestionada no necesita de una inter-
pretación distinta de la realizada por la sala de apelación. La claridad de su tex-
to no ofrece dificultades interpretativas que reclamen la atención de esta sala de
casación”.

X. Etapa intermedia
El Acuerdo Plenario N° 6–2009/CJ–116 (trece de noviembre del dos
mil nueve) señala que es deber del órgano jurisdiccional controlar la validez
de la acusación fiscal.
“La acusación fiscal debe cumplir determinados requisitos que condicionan su
validez, y que corresponde controlar al órgano jurisdiccional. Con independencia
de los presupuestos procesales, cuya ausencia impide al órgano jurisdiccional en-
trar a examinar el fondo de la pretensión, la acusación fiscal debe expresar, de un
lado, la legitimación activa del fiscal como tal –cuya intervención solo es posible
en los delitos de persecución pública y la legitimación pasiva del acusado, quien
desde el Derecho Penal debe tratarse no solo de una persona física viva sino que
ha debido ser comprendido como imputado en la etapa de instrucción o investi-
gación preparatoria y, por ende, estar debidamente individualizado. De otro lado,
desde la perspectiva objetiva, la acusación fiscal ha de respetar acabadamente los
requisitos objetivos referidos a la causa de pedir: fundamentación fáctica y fun-
damentación jurídica, y al petitum o petición de una concreta sanción penal.
Por otro lado, la acusación fiscal, ante la acumulación del proceso civil al proce-
so penal (artículo 92 del Código Penal, –en adelante, CP–), también importa la
introducción de la pretensión civil, basada en los daños y perjuicios generados
por la comisión de un acto ilícito. En función a su característica singular, la acu-
sación fiscal ha de señalar tanto la cantidad en que se aprecien los daños y perjui-
cios en la esfera patrimonial del perjudicado causados por el delito o la cosa que
haya de ser restituida, como la persona o personas que aparezcan responsables
–que han debido ser identificadas en una resolución judicial dictada en la etapa
de instrucción o investigación preparatoria– y el hecho en virtud del cual hubie-
ren contraído esa responsabilidad”.

91
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Señala que la calificación jurídica fijada en la disposición de formaliza-


ción de investigación preparatoria y en la acusación es provisional.
“8°. La acusación debe incluir un título de imputación determinado, es decir, una
calificación, siempre provisional, del hecho punible objeto de investigación pre-
paratoria o instrucción. Este comprende la precisión de los elementos legales del
hecho punible, la indicación de la ley penal correspondiente con las normas que
correspondan, referidas a la tipicidad objetiva y subjetiva, al grado del delito, a
la forma de autoría o de participación.
Lo expuesto en el auto de apertura de instrucción o en la disposición de formali-
zación y continuación de la investigación preparatoria –según se trate del ACPP
o del NCPP, respectivamente–, respecto del fundamento jurídico, tiene un carác-
ter relativo: lo que interesa, sin perjuicio de la identificación del imputado, es la
definición de los hechos que han sido objeto de investigación, y que no se alte-
re la actividad: identidad, por lo menos parcial, de los actos de ejecución delic-
tiva y la homogeneidad del bien jurídico tutelado. Lo expuesto no hace sino ra-
tificar que ambas decisiones –judicial una y fiscal otra– determinan la legitima-
ción pasiva y se convierten en el requisito previo de la acusación, con lo que evi-
tan las acusaciones sorpresivas y robustecen el derecho de todo ciudadano al co-
nocimiento previo de la acusación; derecho último, que integra la garantía de de-
fensa procesal, y que no implica convertir el auto de apertura de instrucción o la
disposición de formalización y continuación de la investigación preparatoria en
un escrito de acusación.
Una regla expresa sobre esa vinculación relativa del fundamento jurídico de la
causa de pedir se encuentra en el artículo 349.2 del NCPP, que incluso autoriza
un cambio en la calificación jurídica, siempre –claro está con pleno respeto del
principio acusatorio, que exige en este nivel, de un lado, identidad esencial –es
decir, total o parcial– entre los hechos de ejecución delictiva investigados y acu-
sados, y, de otro lado, respeto de la homogeneidad del bien jurídico protegido por
el ordenamiento sustantivo. En tanto se trata de un acto de postulación, que es
objeto de conocimiento del acusado y respecto del cual se iniciará el juicio oral,
no es de recibo sostener que tal proceder del fiscal vulnera el principio de contra-
dicción o lesiona la garantía de defensa procesal”.
Señala que el control del requerimiento fiscal lo debe hacer el juez des-
pués de escuchar a las partes.
“12°. La etapa intermedia en el NCPP se afilia al sistema legal de la obligatorie-
dad del control del requerimiento fiscal. El juez de la investigación preparatoria
es el encargado de realizar el control de legalidad de la acusación fiscal, esto es,
verificar la concurrencia de los presupuestos legales que autorizan la acusación
fiscal –ese, y no otro, es su ámbito funcional–.
El procedimiento de la etapa intermedia consta de dos fases: oral y escrita. Las
distintas posibilidades que tiene el juez de la investigación preparatoria frente a

92
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

la acusación fiscal, según los artículos 350/352 del NCPP, pueden concretarse
luego del trámite de traslado a las demás partes –nunca antes– (fase escrita) y de
la realización de la audiencia preliminar (fase oral, que plasma la vigencia cali-
ficada de los principios de oralidad y concentración). El juez decide luego de es-
cuchar a las todas las partes procesales, nunca antes”.
Señala que la subsanación de los defectos de la acusación solo implica-
rá la suspensión de la audiencia cuando se requiera un nuevo análisis del Mi-
nisterio Público.
“13°. El artículo 350.1 del NCPP autoriza a las partes proponer motivadamente
ocho cuestiones o mociones específicas. Ahora bien, el control formal de la acu-
sación fiscal, que incluso puede promoverse de oficio por el juez de la investiga-
ción preparatoria –la revisión del cumplimiento de los requisitos legales de un
acto procesal trascendente y la validez de la serie procesal constituye una facul-
tad judicial inherente a la potestad jurisdiccional, enraizada en garantía misma de
tutela jurisdiccional efectiva–, está contemplado en el literal a) del citado apar-
tado 1) del artículo 350 del NCPP. Este comprende los supuestos descritos en el
párrafo 9° en relación con el artículo 349 del NCPP. Los defectos denunciados,
en caso que se acojan, requerirán, conforme al artículo 352.2 del NCPP, una de-
cisión inmediata de devolución de las actuaciones al fiscal, con la necesaria sus-
pensión de la audiencia, siempre que se requiera de “(…) un nuevo análisis del
Ministerio Público”.(…)
La decisión de formular observaciones a la acusación es una causal de suspen-
sión de la audiencia, que será del caso instar solo cuando el defecto detectado re-
quiera de un nuevo análisis del Ministerio Público. De no corresponder la sus-
pensión, siempre será del caso decidirla y proseguir con la audiencia para dar
paso a la discusión de las demás observaciones”.
Señala que el juez solo puede dictar sobreseimiento (incluso de oficio,
pero habiendo instado previamente el pronunciamiento de las partes) cuando
se presenta alguna causal legal expresa.
“14°. El control sustancial de la acusación está en función al mérito mismo del
acto postulatorio del fiscal.
Negar la validez de la acusación y la consecuente procedencia del juicio oral
–con independencia de la aplicación de un criterio de oportunidad, circunscrip-
to a los supuestos del artículo 2 del NCPP, y de la deducción de excepciones–
solo es posible si se presentan los requisitos que permiten el sobreseimiento
de la causa, los que están taxativamente contemplados en el artículo 344.2 del
NCPP.
Este control, por imperio del artículo 352.4 del NCPP, puede ser realizado de ofi-
cio. Al juez de la investigación preparatoria le corresponde decretarla, cuando la

93
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

presencia de los requisitos del sobreseimiento es patente o palmaria, no sin antes


instar el pronunciamiento de las partes sobre el particular”.
Y, que el control formal de la acusación antecede al control sustancial.
“15°. Por la propia naturaleza de ambos controles: formal y sustancial, no es po-
sible ejercerlos conjuntamente, sino sucesivamente. El control formal es previo a
toda posibilidad de análisis de mérito de la acusación. Es así que el artículo 352.2
del NCPP precisa que si se advierten defectos que importan el incumplimiento de
los requisitos establecidos en el artículo 349.1 del NCPP –en una discusión que
debe preceder al análisis de los demás aspectos que deben tratarse en la audien-
cia preliminar– lo pertinente es suspender la audiencia para su debida subsana-
ción, luego de lo cual debe reanudarse. (…)
El control sustancial tiene lugar en un momento procesal distinto, luego de la
subsanación de las observaciones de la acusación fiscal. Esta comprende el exa-
men de la concurrencia de cinco elementos necesarios para la viabilidad de la
acusación respecto de los cargos objeto de investigación: elemento fáctico, ele-
mento jurídico, elemento personal, presupuestos procesales vinculados a la vi-
gencia de la acción penal y elementos de convicción suficientes (artículo 344.1
del NCPP)”.
La sentencia de la Casación N° 54-2009-La Libertad (veinte de julio de
dos mil diez) señala que el Derecho peruano no reconoce la caducidad de la
acusación por presentación extemporánea de esta, en todo caso ello solo pue-
de acarrear responsabilidad disciplinaria.
“Que en este orden de ideas el apartado 2) del artículo 144 del NCPP cuando se
refiere a la regulación de la actividad de jueces y fiscales, debe ser entendido en
relación a aquellas actividades relacionadas al ejercicio de la acción penal –en
caso de fiscales– como sería formular acusación; y expedir resoluciones en caso
de jueces, las cuales al estar en estrecha relación con las funciones que la Cons-
titución le asigna al Ministerio Público y al Poder Judicial de manera exclusiva
y excluyente no pueden ser sancionadas con la caducidad del plazo establecido
por ley para emitir su dictamen o resolución, lo cual importaría una vulneración
de las citadas normas constitucionales. Sin embargo, su inobservancia necesaria-
mente debe estar sujeta a una sanción disciplinaria, puesto que todo justiciable
tiene derecho a ser juzgado en un plazo razonable y a no ser sometido de mane-
ra indefinida a un proceso penal sin que se resuelva su situación jurídica.
Asimismo, realizando una interpretación sistemática del propio Código, se tiene
el artículo 343 del NCPP referido al control del plazo de la investigación prepa-
ratoria –el cual está vinculado a la facultad constitucional asignada al Ministerio
Público de investigar el delito– en el que se establece que acarrea solo responsa-
bilidad disciplinaria en el fiscal en caso se exceda en el plazo otorgado.

94
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

Por otro lado, el apartado 1) del citado artículo 144 del NCPP debe ser entendi-
do como todos aquellos plazos establecidos en la ley que no se encuentran com-
prendidos en la excepción antes detallada, como son los plazos para impugnar,
para ofrecer pruebas, para interponer excepciones, entre otros, todos los cuales
se dan dentro de la propia dinámica del proceso penal.
DÉCIMO: Que es cierto que la Ley establece un plazo para la formulación de la
acusación (quince días, según lo dispuesto en el artículo 344.1 del NCPP). El re-
querimiento fiscal, acusatorio o no acusatorio, sin embargo, tiene lugar no como
el ejercicio de una facultad discrecional del Ministerio Público sino como la eje-
cución de una obligación indispensable o necesaria para la continuación del pro-
ceso, sea para definir la clausura de la causa a través del sobreseimiento o para
abrir la etapa principal de enjuiciamiento.
La caducidad es una sanción procesal. Supone, según doctrina consolidada, una
facultad procesal atribuida a un sujeto procesal, y consiste en la pérdida o pri-
vación de la misma por efecto del tiempo transcurrido sin haberla ejercitado.
Se funda en el comportamiento procesal del sujeto y su efecto es la preclusión,
en cuya virtud aquel pierde la facultad procesal de que se trate y no puede ya
ejercitarla. La caducidad consumada impide la realización del acto (EUGENIO
FLORIAN. Elementos de Derecho Procesal Penal. Bosch, Barcelona, 1934,
pp. 133-134).
El requerimiento fiscal –acusatorio o no acusatorio–, como ha quedado expues-
to, es la expresión de un deber funcional ineludible: el proceso penal no se conci-
be sin su ejercicio. Por tanto, el incumplimiento de los plazos legalmente previs-
tos para su emisión, por su carácter de acto necesario para el proceso, solo aca-
rrea responsabilidad disciplinaria como lo establece el artículo 144.2 del NCPP;
tienen que ser cumplidos aunque se hubiese producido su término final.
Por otro lado, el carácter expreso o la exigencia de una específica autorización
legal para imponer una sanción procesal, tal como ha sido establecido por el
artículo VII, apartado 3), del NCPP, a la que se une su interpretación restrictiva,
impide ‘deducir’ del ordenamiento un supuesto de caducidad y consiguiente pre-
clusión. La norma establecida en el artículo 144 del NCPP, en el caso de la acti-
vidad del fiscal, no permite que se declare la caducidad del ejercicio de la acusa-
ción por vencimiento del plazo. Tal situación, además, importaría, primero, crear
pretorianamente un supuesto adicional de sobreseimiento de la causa, al margen
de lo dispuesto en el artículo 344.2 del NCPP; y segundo, instituir una causal de
cese de la acción penal fuera de los casos establecidos por la ley, vulnerándose
los principios de oficialidad y de obligatoriedad del ejercicio de la acción penal”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 60-2009-La Libertad (cinco
de marzo de dos mil diez) señala que las defensas de la etapa intermedia con-
tra la acusación –como el pedido de sobreseimiento– deben plantearse den-
tro del plazo de ley.

95
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

“Cuarto: Que en el presente caso se tiene que el Juez de la Investigación Prepa-


ratoria mediante auto emitido en la audiencia de control de la acusación decla-
ró fundada la solicitud de sobreseimiento formulada por la defensa del encausa-
do Manuel Reyes Vásquez, no obstante que dicha petición fue realizada fuera del
plazo estatuido en el artículo trescientos cincuenta del acotado Código –fue no-
tificado con la acusación con fecha diecinueve de febrero de dos mil nueve, con-
forme se advierte del cargo de notificación de fojas ciento veinticinco, e interpu-
so su solicitud de sobreseimiento el trece de abril de dos mil nueve, tal como se
observa de su escrito de fojas ciento setenta y seis–, motivo por el cual la Sala
Superior al resolver la apelación interpuesta por el señor fiscal declaró nula la re-
solución y ordenó que se retrotraiga la causa al estadio en que se produjo el vi-
cio; que, en atención a ello, el recurrente denuncia la existencia de una incorrecta
aplicación de la norma que establece un plazo para contradecir la acusación, por
lo que se hace necesario –sostiene al invocar la causal excepcional– que este Su-
premo Tribunal emita pronunciamiento para determinar que en la realización de
una audiencia preliminar de control de la acusación no se pueda restringir o pro-
hibir la solicitud, contradicción o pronunciamiento sobre una petición de sobre-
seimiento o cualquier otra cuestión que se refiera al fondo del asunto, a pesar que
dicha petición sea realizada con posterioridad al vencimiento del plazo legal es-
tablecido. Quinto: Que, en este contexto, se tiene que el impugnante no ha jus-
tificado razonablemente, desde la defensa del ius constitutionis, el interés casa-
cional ni la necesidad de una correcta interpretación del artículo trescientos cin-
cuenta del Código Procesal Penal, pues esta norma al establecer, de manera cla-
ra e inequívoca, un plazo para realizar determinado acto –como es interponer las
defensas necesarias contra la acusación–, no requiere de mayores precisiones in-
terpretativas, por lo que su inobservancia acarrea necesariamente su nulidad, tal
como se resolvió en la resolución impugnada”.
La sentencia de la Casación N° 53-2010-Piura (siete de junio de dos mil
doce) señala también, aunque con pretensiones de aplicación general, que las
defensas de la etapa intermedia contra la acusación –como el pedido de sobre-
seimiento– deben plantearse dentro del plazo de ley.
“2. Que, en lo que concierne al procedimiento a seguir, se debe precisar que tan-
to el artículo trescientos cincuenta, como el trescientos cincuenta y uno del Códi-
go Procesal Penal fijan en forma clara y concisa, los lineamientos a seguirse por
el Juez de la Investigación Preparatoria durante la etapa intermedia, específica-
mente en la Audiencia de Control de la Acusación; así, en el caso del primer ar-
ticulado, la norma señala de manera expresa que los demás sujetos procesales –
entendiendo por ello a todos los intervinientes con excepción del fiscal quien es
el que justamente plantea la tesis acusatoria– tienen un plazo perentorio de diez
días para formular las observaciones previstas en los acápites del a) hasta el h)
del numeral uno; además, el numeral dos faculta a los demás sujetos procesales
a proponer los hechos –contenidos en la acusación escrita– que aceptan, respecto
de los cuales el juez los dará por acreditados, obviando su actuación probatoria

96
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

en el juicio; que, asimismo, el artículo trescientos cincuenta y uno regula el de-


sarrollo de la audiencia preliminar –de control de acusación–, estadio en el que
se debatirá, en virtud a los principios de oralidad y contradicción, sobre la proce-
dencia o admisibilidad de cada una de las cuestiones planteadas y la pertinencia
de la prueba ofrecida, debiéndose entender que dichas observaciones deben ser
formuladas en forma escrita dentro del plazo mencionado –diez días–, a fin que
los puntos allí consignados sean los que deban ser debidamente debatidos por
las partes y resueltos por el juez de la investigación preparatoria en la audiencia
preliminar.
3. Que, en dicho orden de ideas, no puede ser posible, de modo alguno, que ta-
les observaciones sean formuladas recién en el acto de la audiencia preliminar
pues tal comportamiento afecta el derecho a la igualdad de armas respecto de los
actos postulatorios del fiscal; en efecto, de ser así, este no podría tomar conoci-
miento previo y oportuno de los cuestionamientos efectuados por los demás su-
jetos procesales a su acusación escrita, lo que conllevaría a que el representante
del Ministerio Público –en dicha audiencia– se enfrente a observaciones y cues-
tionamientos sorpresivos que convertirían a la audiencia preliminar en un esce-
nario incierto, en el que no existiría un parámetro de discusión prefijado bajo las
garantías y supervisión del caso por el Órgano Jurisdiccional, por tanto, a fin de
que el fiscal pueda presentar en la Audiencia Preliminar, los argumentos que re-
fuercen su tesis acusatoria y, asimismo, refutar las observaciones planteadas a
ella, resulta impostergable dejar fijado que el plazo de diez días para formular
dichas observaciones a la acusación –a que se refiere el artículo trescientos cin-
cuenta del Código Procesal Penal– es un presupuesto legal de obligatorio cum-
plimiento que garantiza un trato igualitario a las partes en conflicto y, además,
le otorga un plazo razonable al fiscal para conocer los cuestionamientos plan-
teados y preparar los argumentos que considere pertinentes presentar en la Au-
diencia Preliminar.
4. Que, siendo la audiencia, en un sentido amplio, un escenario donde las partes
ejercen sus derechos mediante la discusión, donde los intervinientes presentan
oralmente sus peticiones y argumentos y, además, donde existe la posibilidad de
controvertir la opinión de su oponente, sin embargo, la articulación de dicha dili-
gencia debe efectuarse, en primer lugar, en función a la naturaleza del acto con-
creto que se realice, y en segundo lugar, en virtud a la norma jurídica específica
que se haya estipulado al respecto; así la Audiencia Preliminar –o de Control de
la Acusación– según los dispositivos legales señalados precedentemente –artícu-
los trescientos /cincuenta y trescientos cincuenta y uno del Código Procesal Pe-
nal–, tiene como presupuesto la presentación o no de los escritos o requerimien-
tos (observaciones) planteados por los sujetos procesales, siendo que al verifi-
car el juez de la investigación preparatoria la presentación de tales observacio-
nes mediante instrumento escrito –necesariamente–, debe promover la discusión
en dicha Audiencia respecto a los puntos previamente fijados, cualquier razona-
miento distinto en este extremo, en principio; desnaturalizaría el procedimiento

97
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

fijado en la norma procesal y también violentaría –como se indicó en el apunte


anterior– el derecho a la igualdad de armas, que más bien el Juzgador debe pro-
teger, en tal sentido, resulta claro que debe evitarse cualquier situación que gene-
re un desequilibrio entre la defensa del imputado y el representante del Ministe-
rio Público, pues si el primero de ellos tuvo conocimiento antes de la audiencia
preliminar de los fundamentos que sustentan la incriminación estatal, entonces,
resulta razonable y garantizador del derecho previamente indicado –igualdad de
armas– que el Ministerio Público conozca de los cuestionamientos u observacio-
nes que los otros sujetos procesales crean por conveniente efectuar respecto a su
tesis de cargo; de tal manera que, durante la audiencia de control de acusación,
no exista desconocimiento sobre alguno de los aspectos citados precedentemen-
te; que ello redundará en que se garantice a las partes en conflicto un tratamiento
igualitario y las mismas oportunidades de contradecir a su oponente, lo que ob-
viamente no sucedería si se deja al libre albedrio de las partes –con lo que se evi-
denciaría una falta de regulación legal, hecho que no existe en el supuesto ma-
teria de análisis–, la forma y oportunidad en que se planteen las observaciones a
las que se refiere el artículo trescientos cincuenta del Código Procesal Penal”.
La sentencia de la Casación N° 23-2010-La Libertad (veintiuno de oc-
tubre de dos mil diez) señala que el efecto diferido –para que sea conocida
conjuntamente con la impugnación de la sentencia– de la apelación del extre-
mo de la resolución que declara el sobreseimiento del proceso respecto de al-
gunos procesados o delitos disponiendo el juzgamiento de los otros.
“SEGUNDO: Que, el auto de vista oral, transcrito a fojas cuatrocientos doce, del
catorce de enero de dos mil diez, declaró nulo el extremo de la resolución núme-
ro veintiuno de fojas trescientos cuarenta y ocho, del dos de noviembre de dos
mil nueve, que mandó elevar a la Sala de Apelaciones los recursos de apelación
interpuestos por los recurrentes, porque entiende que la resolución que se preten-
de elevar en grado es objeto procesal del recurso de apelación sin efecto suspen-
sivo pero con calidad de diferida conforme a lo expuesto por el artículo cuatro-
cientos diez del Código Procesal Penal.
TERCERO: Que los impugnantes –encausados y el actor civil– pretenden ele-
var en grado al Superior Jerárquico un auto interlocutorio, que en un extremo de-
finió la situación jurídica de los procesados respecto de los delitos de omisión
de acto funcional y colusión, y de otro dispuso que se continúe el juzgamiento
de estos mismos encausados respecto del delito de peculado doloso. Se continuó
el juzgamiento de los citados encausados, así como de Manuel Antonio Torres
Chávez y Ramón José Pando Rodríguez por el delito de peculado doloso, y de
Eduardo Humberto Poletti Gaitán por el delito de omisión de acto funcional.
CUARTO: Que atento a que el motivo casacional es la inobservancia de una
norma procesal, específicamente el precepto que regula la “impugnación diferi-
da” (artículo cuatrocientos diez del NCPP), es de destacar que el efecto diferido

98
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

implica la postergación del momento de resolución del recurso a una fase ulte-
rior desvinculada del de la interposición.
En lo sustancial, el fundamento del recurso diferido consiste en evitar las con-
tinuas interrupciones del procedimiento principal y la elevación de la causa en
procura de la celeridad procesal, que es parte de la dinámica del nuevo mode-
lo Procesal Penal, lo que es concordante con la garantía constitucional del de-
bido proceso amparado en el inciso tres del artículo ciento treinta y nueve de la
Constitución Política. Por ello es que el trámite del recurso queda reservado por
el juez para que sea resuelto por el Superior jerárquico conjuntamente con la ape-
lación de la sentencia o el auto definitivo que ponga fin a la instancia procesal.
QUINTO: Que la resolución del Juez del Segundo Juzgado de Investigación Pre-
paratoria definió, de un lado, la situación jurídica de los procesados respecto de
los delitos de omisión de acto funcional y colusión, y, de otro lado, dispuso que
se continúe el juzgamiento de estos mismos encausados y otro respecto del deli-
to de peculado doloso así como de otro injusto penal. Esta resolución fue la so-
lución jurídica al planteamiento de los acusados recurrentes, quienes en la eta-
pa intermedia dedujeron excepciones de improcedencia de acción que tuvieron
como fin el sobreseimiento del proceso por esos delitos, por lo que su impugna-
ción debe ser objeto procesal del recurso de apelación sin efecto suspensivo y
con calidad de diferida.
Si bien posteriormente el órgano jurisdiccional superior se pronunció sobre una
situación jurídica especial y declaró respecto de lo resuelto por el a quo –con re-
lación a la calidad del concesorio de apelación– la nulidad de la remisión de au-
tos al órgano superior en grado en tanto el recurso impugnatorio debe ser resuel-
to conjuntamente con la apelación de la sentencia o el auto definitivo, a efectos
de evitar interrupciones del procedimiento principal y pronunciamientos contra-
dictorios, con ello no se afecta el derecho a la libertad personal de los imputa-
dos y menos causa grave perjuicio a alguna de las partes impugnantes no es apli-
cable el supuesto previsto en el artículo cuatrocientos dieciocho del acotado Có-
digo Procesal Penal, pues esa situación obedece a autos de sobreseimiento que
pongan fin a la instancia sin que quede pendiente la solución de la situación jurí-
dica de los otros procesados”.

XI. Juzgamiento

1. Admisión y valoración de la prueba


La sentencia de la Casación N° 10-2007-La Libertad (veintinueve de
enero de dos mil ocho) señala que en la admisión de medios probatorios debe
primar la necesidad del pleno esclarecimiento de los hechos sobre los forma-
lismos que no protegen derechos fundamentales y que el ofrecimiento –en

99
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

juzgamiento– en reiteración de la prueba que no fue inadmitida en la audien-


cia de control de acusación no requiere de identidad absoluta.
“En el escrito de acusación la señora Fiscal Provincial solo ofreció la copia de
la manifestación de Wildo Rubén Ávila Navis, prestada en sede preliminar con
presencia de la Fiscal Adjunta. El Juzgado Penal Colegiado la declaró inadmisi-
ble porque su lectura en el juicio no correspondía conforme a la permisión del ar-
tículo trescientos ochenta y tres, apartado uno, literal d), del nuevo Código Pro-
cesal Penal. Sin embargo, en la estación de ofrecimiento de nueva prueba la Fis-
calía ofreció la declaración del citado Wildo Rubén Ávila Navis, sin oposición
de la defensa del imputado, la que además tuvo la oportunidad de contrainterro-
garlo –así consta del acta de fojas cuarenta y ocho–. La sentencia condenatoria,
entre otras pruebas, se sustentó en ese testimonio de cargo.
El apartado uno del artículo trescientos setenta y tres del nuevo Código Proce-
sal Penal, en el caso de nuevos medios de prueba, establece que su ofrecimiento
y admisión está condicionada a que se ha tenido conocimiento de su existencia
con posterioridad a la audiencia de control de la acusación, que no es el caso del
ofrecimiento de la declaración de un testigo debidamente identificado que pres-
tó declaración en sede de investigación preparatoria. Ahora bien, el apartado dos
del mismo artículo estatuye que es posible ofrecer un medio de prueba inadmiti-
do en la audiencia de control; y, si bien no existe identidad absoluta entre el ofre-
cimiento de una prueba personal y el ofrecimiento de una prueba documental, es
evidente que en el caso de autos lo que el fiscal perseguía era incorporar un ele-
mento de prueba vital: la exposición de hechos por una persona determinada. La
excepcionalidad en la admisión de la lectura de una declaración sumarial de un
testigo se basa en argumentos de urgencia y excepcionalidad, por lo que en caso
de que estos presupuestos no se presenten es indispensable que el testigo concu-
rra al acto oral para que exponga lo que sabe acerca de los hechos enjuiciados. En
consecuencia, la insistencia del testimonio personal en el acto oral, en esas con-
diciones de rechazo del acta de declaración sumarial, muy bien puede ser invo-
cada en la oportunidad prevista en el artículo trescientos setenta y tres, apartado
dos, del nuevo Código Procesal Penal.
La necesidad del pleno esclarecimiento de los hechos acusados exige que se su-
peren interpretaciones formalistas de la ley procesal, sin que ello signifique, des-
de luego, una lesión a los derechos de las partes. En el presente caso el testigo ci-
tado asistió al acto oral, fue examinado por las partes y, es más, la solicitud pro-
batoria que justificó su presencia no fue objetada por el imputado. No se está,
pues, ante una prueba inconstitucional en la medida en que se cumplieron los
principios fundamentales de la actuación probatoria: contradicción, inmediación
y publicidad: la testimonial no incidió en un ámbito prohibido ni está referida a
una intervención ilegal de la autoridad, tampoco se trató de una prueba sorpresi-
va. Las garantías procesales en la actuación probatoria, que es lo esencial desde
la presunción de inocencia, no se han vulnerado”.

100
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

El Auto de Calificación de la Casación N° 01-2008-La Libertad (quince


de febrero de dos mil ocho) señala que en el proceso penal peruano rigen las
reglas de libre y conjunta valoración de la prueba.
“En nuestro sistema procesal, la prueba se rige porque el juzgador tiene la liber-
tad de evaluar los medios probatorios sin que estos tengan asignados un valor
predeterminado y que estos tienen la necesidad de ser evaluados de forma global
al momento de expedir la sentencia”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 126-2010-Cusco (diez de fe-
brero de dos mil once) señala que los criterios esbozados por el Acuerdo Ple-
nario número dos - dos mil cinco / CJ-ciento dieciséis solo resultan de aplica-
ción estricta cuando existe únicamente como prueba de cargo la imputación
de la víctima.
“Sostiene su recurso de casación mediante escrito de fojas trescientos sesenta,
alegando que en la sentencia no se aplicaron los criterios esbozados por el Acuer-
do Plenario número dos - dos mil cinco / CJ-ciento dieciséis, de fecha trein-
ta de setiembre de dos mil cinco, por lo que, se habría inobservado la doctrina
jurisprudencial establecida por la Corte Suprema de Justicia conforme lo dispone
el inciso cinco del artículo cuatrocientos veintinueve del Código Procesal Penal
(…). Aun cuando la defensa del procesado Carrasco Cajapulca agregue que la
Sala Penal de Apelaciones no ha merituado la incriminación del agraviado valo-
rando los criterios señalados por el acuerdo plenario vinculante mencionado pre-
cedentemente, también lo es que el mismo solo resulta de aplicación cuando sub-
siste únicamente como prueba de cargo la imputación de la víctima, lo que no su-
cede en el caso de autos, donde existen otros elementos indiciarios que han sido
fundamento de la acusación y de las sentencias de primera y segunda instancia,
consecuentemente lo sostenido por los recurrentes resulta inaceptable en el con-
texto del recurso impugnativo formulado”.
La sentencia de la Casación N° 14-2009-La Libertad (cinco de febrero
de dos mil diez) señala que la existencia de ciertas inconsistencias compren-
sibles en el relato de los agraviados (por su escasa edad) no enervan el mérito
probatorio de las sindicaciones uniformes y persistentes.
“SEXTO: De la atenta lectura de las sentencias de primera y segunda instancia se
advierte que la condena se sustentó en el mérito de las sindicaciones uniformes
y persistentes de los menores agraviados; que si bien las evaluaciones psiquiá-
tricas señalan cierta inconsistencia en los relatos de dichos menores, están refe-
ridas a determinadas circunstancias absolutamente comprensibles dada la escasa
edad de las víctimas; que las pericias psicológicas, debidamente explicadas por
la Perito Psicóloga Giuliana Elaine Gutiérrez Meléndez en el acto oral –que dan
cuenta de la reacción ansiosa de tipo situacional por parte de integrante de gru-
po de apoyo secundario (profesor) que presentan ambos menores– refuerzan los

101
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

cargos; que si bien la testigo de descargo Ana María Álvarez Culqui negó haber
visto a alguien subir al segundo piso del inmueble el día de los hechos, tal ase-
veración quedó desvirtuada con la visualización de los videos filmados con oca-
sión de la inspección en el lugar de los hechos y el proporcionado por la defen-
sa del acusado; que, finalmente, está descartado que el acusado padeciera de li-
mitaciones físicas que le impidieran cometer los ilícitos que se le atribuyen –no
solamente por lo explicado por el médico Díaz Calvo sino también por lo obser-
vado en los videos incorporados en la que se aprecia al acusado movilizándose
perfectamente por las escaleras del segundo piso, traspasa una tranca de madera
de setenta y ocho centímetros de alto, por lo declarado por el mismo acusado en
el sentido que subía agua en una tina azul al segundo piso y por lo observado por
los magistrados que intervinieron en la audiencia de apelación–.
Así expuestos, los medios de prueba invocados y el elemento probatorio que
aportan cumplen el requisito de suficiencia probatoria”.
La sentencia de la Casación N° 14-2009-La Libertad (cinco de febrero
de dos mil diez) señala la posibilidad de reconocerle valor probatorio a una de
las varias versiones expuestas por un testigo durante el proceso.
“Desde luego, es del caso puntualizar que el hecho de que una testigo en el cur-
so del proceso haya expuesto varias versiones en modo alguno inhabilita al órga-
no jurisdiccional a optar por una de las versiones, siempre que explicite los mo-
tivos por los que asume una de ellas”.
La sentencia de la Casación N° 62-2010-Lambayeque (diez de febrero
de dos mil once) señala que la importancia y valor de la vida humana consti-
tuyen hechos notorios que no requieren de probanza.
“SEXTO: El recurrente también indicó que no se había motivado adecuadamente
la determinación referida al monto de reparación civil fijada; no obstante, del no-
veno fundamento jurídico de la sentencia de primer grado se verifica que si bien
el actor civil no postuló ningún medio de prueba que acredite los daños patrimo-
niales o materiales que hubieran sufrido como producto de la muerte de la agra-
viada; empero, en la sentencia objeto de casación se tomó en cuenta que el deli-
to cometido afectó una vida humana, cuya importancia y valor constituyen he-
chos notorios que no requieren de probanza; además, el juzgador, tuvo en cuen-
ta que la víctima tenía ochenta y cinco años de edad circunstancia que tiene in-
cidencia en el proyecto de vida, fijando una suma que resulta razonable en fun-
ción a la naturaleza de los hechos, por lo que en relación a esta materia tampoco
se observa defectos en la motivación”.
El Acuerdo Plenario N° 1-2011/CJ-116 (seis de diciembre de dos mil
once) establece reglas para la valoración de la declaración de la víctima en los
delitos contra la libertad sexual, especialmente en cuanto a su retractación.

102
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

“22°. La Corte Suprema de Justicia ha tenido la oportunidad de pronunciarse en


relación a dos tópicos vinculados al que es materia del presente Acuerdo (su-
puestos de retractación y no persistencia): i) Respecto a la validez de la declara-
ción de los testigos hecha en la etapa de instrucción –y en la etapa policial sujeta
a las exigencias legales pertinentes– a pesar de que estos se retracten en la etapa
del juzgamiento (ver Ejecutoria Vinculante emitida en el R.N. N° 3044-2004); y
ii) Referente a los criterios de valoración que deben observarse en los supuestos
de las declaraciones de agraviados (testigos víctimas). –véase Acuerdo Plenario
N° 2-2005/CJ-116–.
23°. Se ha establecido anteriormente –con carácter de precedente vinculante–
que al interior del proceso penal frente a dos o más declaraciones carentes de
uniformidad o persistencia –en cuanto a los hechos incriminados– por parte de
un mismo sujeto procesal: co-imputado, testigo víctima, testigo, es posible ha-
cer prevalecer como confiable aquella con contenido de inculpación por sobre las
otras de carácter exculpante. Dicho criterio encuentra particular y especial racio-
nalidad precisamente en este ámbito de delitos sexuales en los que es común la
existencia de una relación parental, de subordinación o de poder entre agente y
víctima.
24°. La retracción como obstáculo al juicio de credibilidad se supera en la me-
dida en que se trate de una víctima de un delito sexual cometido en el entorno
familiar o entorno social próximo. En tanto en cuanto se verifique (i) la ausen-
cia de incredibilidad subjetiva –que no existan razones de peso para pensar que
prestó su declaración inculpatoria movidos por razones tales como la exculpa-
ción de terceros, la venganza, la obediencia, lo que obliga a atender a las carac-
terísticas propias de la personalidad del declarante, fundamentalmente a su de-
sarrollo y madurez mental–, y (ii) se presenten datos objetivos que permitan una
mínima corroboración periférica con datos de otra procedencia –la pluralidad de
datos probatorios es una exigencia de una correcta y segura valoración probato-
ria, sin perjuicio de que la versión de la víctima (iii) no sea fantasiosa o increíble
y que (iv) sea coherente– [MERCEDES FERNÁNDEZ LÓPEZ: La valoración
de pruebas personales y el estándar de la duda razonable. En: <http://www.uv.es/
CEFD/15/fernandez.pdf>. Consultado el 6 de noviembre de 2011].
A los efectos del requisito de (v)uniformidad y firmeza del testimonio inculpato-
rio, en los delios sexuales ha de flexibilizarse razonablemente. Ha de tenerse en
cuenta que la excesiva extensión temporal de las investigaciones genera espacios
evolutivos de sentimientos e ideas tras la denuncia, pues a la rabia y el desprecio
que motivó la confesión de la víctima se contraponen sentimientos de culpa por
denunciar a un familiar, o a una persona estimada. La experiencia dicta que no es
infrecuente reproches contra la víctima por no cumplir con el mandato de mante-
ner unido al grupo familiar, así como vivencias, en algunos casos, de las dificul-
tades por las que atraviesa la madre para sostener económicamente a los miem-
bros de la familia. Todo ello genera una sensación de remordimiento de la vícti-
ma por tales consecuencias, a lo que se suma, en otros casos, la presión ejercida

103
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

sobre esta por la familia y por el abusador, todo lo cual explica una retractación
y, por tanto, una ausencia de uniformidad.
25°. Por tanto, en esta línea la persecución de los delitos sexuales escapa de la
esfera privada. La voluntad familiar no puede impedir o limitar la intervención
penal, pues las consecuencias de estos delitos trascienden dicho ámbito y su tra-
tamiento es de autonomía pública. Lo propio ocurre si el agente es también cer-
cano a la víctima por motivos de confianza –vecino–, o haber tenido una rela-
ción de autoridad –padrastro, profesor, instructor, etcétera–; o también por mó-
vil de temor a represalias en caso de residencia próxima del agente respecto de la
víctima.
26º. La validez de la retractación de la víctima está en función de las resultas tan-
to de una evaluación de carácter interna como externa. En cuanto a la primera,
se trata de indagar: a) la solidez o debilidad de la declaración incriminatoria y la
corroboración coetánea –en los términos expuestos– que exista; b) la coheren-
cia interna y exhaustividad del nuevo relato y su capacidad corroborativa; y, c) la
razonabilidad de la justificación de haber brindado una versión falsa, verifican-
do la proporcionalidad entre el fin buscado –venganza u odio– y la acción de de-
nunciar falsamente. Respecto de la perspectiva externa, se ha de examinar: d) los
probados contactos que haya tenido el procesado con la víctima o de su objeti-
va posibilidad, que permitan inferir que la víctima ha sido manipulada o influen-
ciada para cambiar su verdadera versión; y, e) la intensidad de las consecuencias
negativas generadas con la denuncia en el plano económico, afectivo y familiar.
A estos efectos, el propio relato de la víctima se erige en la herramienta más só-
lida para advertir estos indicadores, al igual que la información que puedan pro-
porcionar sus familiares cercanos.
27°. Cabe puntualizar, conforme lo establecido en el literal d) de la Regla 70 de
las Reglas de Procedimiento y Prueba de la Corte Penal Internacional, la credibi-
lidad, la honorabilidad o la disponibilidad sexual de la víctima o de un testigo no
podrán inferirse de la naturaleza sexual del comportamiento anterior o posterior
de la víctima o de un testigo. El juicio de atendibilidad o credibilidad, por tanto,
no puede sustentarse únicamente en la conducta de la víctima. Con razón ha se-
ñalado la Corte Constitucional Colombiana, en su Sentencia T-453/05, del dos
de mayo de 2005: “(…) de la experiencia sexual anterior de la víctima no es po-
sible inferir el consentimiento a un acto sexual distinto y ajeno a los contextos y
a las relaciones que en ella pudiere haber consentido a tener contacto sexual con
personas diferentes al acusado”.
Por otro lado, en reglas que se explican por sí solas, cuya legitimidad fluye de lo
anteriormente expuesto, es del caso insistir en la aplicación de los literales a) al
c) de la Regla 70 de las Reglas de Procedimiento y Prueba de la Corte Penal In-
ternacional. Son las siguientes:
A. El consentimiento no podrá inferirse de ninguna palabra o conducta de la víc-
tima cuando la fuerza, la amenaza de la fuerza, la coacción o el aprovechamiento

104
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

de un entorno coercitivo hayan disminuido su capacidad para dar un consenti-


miento voluntario y libre.
B. El consentimiento no podrá inferirse de ninguna palabra o conducta de la víc-
tima cuando esta sea incapaz de dar un consentimiento libre.
C. El consentimiento no podrá inferirse del silencio o de la falta de resistencia de
la víctima a la supuesta violencia sexual”.
Establece que la prueba de los delitos contra la libertad sexual se debe
adecuar al concreto hecho materia de imputación, que la indagación de la vida
íntima de la víctima se encuentra en principio prohibida, pero puede darse de
modo excepcional cuando se identifique una vinculación lógica entre la prue-
ba indagatoria restrictiva de la vida íntima y la tesis defensiva correspondiente
y siempre y cuando se supere satisfactoriamente el test de proporcionalidad.
“28º. El juez es soberano en la apreciación de la prueba. esta, empero, no puede
llevarse a cabo sin limitación ni control alguno. Sobre la base de una actividad
probatoria concreta –nadie puede ser condenado sin pruebas y que estas sean de
cargo–, y jurídicamente correcta –las pruebas han de ser practicadas con todas y
cada una de las garantías que le son propias y legalmente exigibles–, se ha de lle-
var a cabo con arreglo a las normas de la lógica, máximas de la experiencia –de-
terminadas desde parámetros objetivos– y los conocimientos científicos; es de-
cir, a partir de la sana crítica, razonándola debidamente (principio de libre valo-
ración con pleno respeto de la garantía genérica de presunción de inocencia: ar-
tículos VIII TP, 158.1 y 393.2 del NCPP).
29º. La selección y admisión de la prueba en el proceso penal se informa del prin-
cipio de pertinencia de la prueba –de expresa relevancia convencional–, así como
los principios de necesidad –que rechaza la prueba sobreabundante o redundan-
te–, conducencia o idoneidad, y utilidad o relevancia. El primero exige la vincu-
lación lógico-jurídica entre el objeto de prueba y el medio de prueba. Tal circuns-
tancia no cambia para el caso del procesamiento de delitos sexuales, donde es en
función de las particularidades situacionales del hecho sexual que se distingue,
escoge y prefiere entre los distintos medios de prueba que se tienen al alcance
para determinar, confirmar o rechazar la tesis inculpatoria objeto de prueba.
30º. La recolección de los medios de prueba en el caso de delitos sexuales no
constituye una selección acostumbrada, uniforme y cotidiana aplicada por igual
a todos los casos de agresión sexual, menos aún su valoración. Atento al princi-
pio de pertinencia, el medio de prueba debe guardar estrecha relación con la ma-
teria que se quiere dilucidar, distinguiéndose: a) por el grado de ejecución: la de
un hecho tentado o consumado; b) por el objeto empleado para la penetración:
miembro viril o un objeto análogo; c) la zona corporal ultrajada: vaginal, anal
o bucal; d) por la intensidad de la conducta: penetración total o parcial; e) por
el medio coaccionante empleado: violencia física, violencia moral o grave ame-
naza; f) por las condiciones personales de la víctima: mayor de edad, menor de

105
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

edad, aquella que no pudo consentir jurídicamente el incapaz porque sufre ano-
malía psíquica, grave alteración de la conciencia o retardo mental.
31º. El juez atenderá, en concreto, las particularidades de cada caso para estable-
cer la relevancia de la prueba como consecuencia de la declaración de la víctima
o testigo, y la adecuará a la forma y circunstancias en que se produjo la agresión
sexual (unida a su necesidad –aptitud para configurar el resultado del proceso y
a su idoneidad –que la ley permite probar con el medio de prueba el hecho por
probar–). A manera de ejemplo, si para el acceso carnal medió únicamente gra-
ve amenaza –en cuyo caso ni siquiera requiere algún grado de resistencia– no es
exigible que el examen médico arroje lesiones paragenitales que evidencien re-
sistencia física por parte de la víctima. Se ha de acudir a otros medios de corro-
boración, tal es el caso de la pericia psicológica, u otras que se adecuen a las pe-
culiaridades del hecho objeto de imputación.
32º. Las variadas combinaciones que la multiplicidad de conductas reguladas
puede arrojar y aplicarse en la praxis a un supuesto determinado de la realidad
exige al juzgador valerse de los distintos medios de prueba actuados en la causa
que por su naturaleza puedan corroborar una incriminación. Así la problemática
que advierte respecto a la indebida valoración de la pericia médico-legal que no
consigna lesiones paragenitales y/o himeneales, se despeja sin más a través de
una atenta aplicación del principio de idoneidad de la prueba penal en relación
a las circunstancias y medios empleados por el agresor para conseguir el quie-
bre de la voluntad de la víctima. Si los medios delictivos consisten en la amena-
za, la penetración vaginal fue incompleta, o la agresión sexual radicó en la prác-
tica genitalica-bucal, resulta absurdo admitir a trámite la referida prueba técnica,
actuarla y, menos, valorarla. Será la declaración de la víctima la que, finalmen-
te oriente la dirección de la prueba corroborativa. De este modo, se desmitifica
la prueba médico-forense como una prueba de actuación obligatoria ante la sola
mención del tipo legal imputado.
33º. Lo expuesto no importa disminuir el alcance probatorio de la pericia médi-
co-legal, sino identificar el contexto en la que sus conclusiones adquieren real
vinculación y potencialidad con la acción delictiva objeto de imputación. Dicha
prueba pericial será trascendente cuando se atribuya –usualmente por parte de
la propia víctima– el empleo de agresión física, penetración violenta o sangrado
producto de los hechos, las que de no evidenciarse, pese a la inmediatez de la ac-
tuación de la pericia, será relevante para debilitar el alcance de la declaración de
la víctima o considerar la ausencia de corroboración.
34º. El principio de pertinencia y el derecho constitucional de la víctima a que
se proteja su derecho a la intimidad transforman las pruebas solicitadas para in-
dagar respecto a su comportamiento sexual o social, anterior o posterior al even-
to criminal acaecido, en pruebas constitucionalmente inadmisibles, cuando im-
pliquen una intromisión irrazonable, innecesaria y desproporcionada en su vida
íntima. Este sería el caso cuando se indaga genéricamente sobre el comporta-
miento sexual o social de la víctima, previo o posterior a los hechos objeto de

106
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

investigación o enjuiciamiento –esta es la base de la regla 71 de las Reglas de


Procedimiento y Prueba de la Corte Penal Internacional–. Por el contrario, nin-
gún reparo se advierte en los actos de demostración y de verificación de las cir-
cunstancias en que se realizó la agresión sexual imputada.
35º. La regla expuesta, en clave de ponderación, está limitada por la garantía ge-
nérica de defensa procesal y en el principio de contradicción. Frente a un conflic-
to entre ambos derechos fundamentales y garantías constitucionales, para proce-
der a la indagación íntima de la víctima, en principio prohibida (Regla 71 ya ci-
tada), deberá identificarse una vinculación lógica entre la prueba indagatoria res-
trictiva de la vida íntima y la tesis defensiva correspondiente, por lo que dicho
examen solo cabría si (i) tal indagación está dirigida a demostrar que el autor del
ilícito es otra persona y no el procesado; (ii) o si como, consecuencia de impedir
esa indagación, se vulnera gravemente la garantía de defensa del imputado. Por
ejemplo, cuando este trate de acreditar anteriores o posteriores contactos sexua-
les con la víctima que acrediten de ese modo el consentimiento del acto.
A estos efectos, deberá superarse, además, el test de proporcionalidad que final-
mente justifique la idoneidad de la prueba indagatoria al objeto de la prueba en
prevalencia del derecho de defensa del imputado. Este test exige, en primer lu-
gar, analizar el fin buscado para ver si es imperioso para la defensa; en segundo
lugar, examinar si el medio para llegar a dicho fin es legítimo; y, en tercer lugar,
estudiar la relación entre el medio y el fin aplicando un juicio de necesidad. Lue-
go, de ser razonable a la luz de estos pasos, se aplicará el juicio de proporciona-
lidad en sentido estricto para determinar si el grado de afectación del derecho a
la intimidad es desproporcionado [Sentencia de la Corte Constitucional Colom-
biana T-453/05, del dos de mayo de 2005].
36º Estas previsiones jurisprudenciales persiguen evitar innecesarios cuestiona-
mientos de la idoneidad moral de la víctima, los cuales legitimarían una gama
de prejuicios de género, orientados a rechazar la imputación penal con base a
su comportamiento sexual. Tales cuestionamientos son innecesarios y conllevan
una irrazonable intromisión en la vida íntima de la víctima sin que aporte ningún
elemento probatorio de lo sucedido en la relación entre víctima y acusado”.
Y, la necesidad de proteger a la víctima de la victimización secundaria
para lo cual se señala como criterio central su declaración única dentro del
proceso salvo que en el caso concreto el juez advierta su especial necesidad.
“37°. El Estado ha de mostrar una función tuitiva respecto a la víctima que de-
nuncia una agresión sexual, como criterio de justicia y por fines de eficacia pro-
batoria. La victimización secundaria hace referencia a la mala o inadecuada aten-
ción que recibe una víctima por parte del sistema penal, e instituciones de salud,
policía, entre otros.
La revictimización también incluye la mala intervención psicológica terapéutica
o médica que brindan profesionales mal entrenados para atender situaciones que

107
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

revisten características particulares. La víctima de una agresión sexual sufre por


el propio hecho en sí; y por la dolorosa experiencia de repetir el suceso vivido a
los profesionales de las diferentes instituciones sucesivamente: familia, pediatra,
trabajadora social, médico forense, policía, psicólogo, juez, abogado del acusa-
do. En efecto, el trauma de la víctima del abuso sexual se prolonga cuando debe
enfrentarse a los interrogatorios que contempla el sistema de justicia.
38°. A efectos de evitar la victimización secundaria, en especial de los menores
de edad, mermando las aflicciones de quien es pasible de abuso sexual, se debe
tener en cuenta las siguientes reglas: a) Reserva de las actuaciones judicia-
les; b) Preservación de la identidad de la víctima; c) Promover y fomentar la ac-
tuación de única declaración de la víctima. Esta regla es obligatoria en el caso de
menores de edad, valiéndose para ello de las directivas establecidas por el Mi-
nisterio Público en la utilización de la Cámara Gesell, especialmente respecto a
la completitud, exhaustividad y contradicción de la declaración.
En lo posible tal técnica de investigación deberá estar precedida de las condicio-
nes que regula la prueba anticipada del artículo 242.1.a) del Código Procesal Pe-
nal 2004 y siguientes. La irrepetibilidad o indisponibilidad en su actuación radi-
ca en el retraso de la misma hasta el juicio oral, dada la corta edad de los testi-
gos y las inevitables modificaciones de su estado psicológico, así como un even-
tual proceso de represión psicológica. Su registro por medio audiovisual es obli-
gatorio. De modo tal que, si a ello se agrega la nota de urgencia –que autoriza a
las autoridades penales distintas del Juez del Juicio para su actuación (artículos
171.3 y 337.3.a del NCPP)– de no existir cuestionamientos relevantes a la prác-
tica probatoria, sea posible su incorporación al juicio a través de su visualización
y debate. Excepcionalmente, el juez penal, en la medida que así lo decida podrá
disponer la realización de un examen a la víctima en juicio cuando estime que tal
declaración o exploración preprocesal de la víctima: a) no se ha llevado confor-
me a las exigencias formales mínimas que garanticen su derecho de defensa;
b) resulte incompleta o deficiente; c) lo solicite la propia víctima o cuando esta
se haya retractado por escrito; d) ante lo expuesto por el imputado y/o la declara-
ción de otros testigos sea de rigor convocar a la víctima para que incorpore nue-
va información o aclare sectores oscuros o ambiguos de su versión; e) evitarse el
contacto entre víctima y procesado, salvo que el proceso penal lo requiera”.

2. Desvinculación
El Auto de Calificación de la Casación N° 62-2009-Tacna (cinco de mar-
zo de dos mil diez) señala que el hecho histórico precisado por la acusación
fiscal enmarca las posibilidades del juez en la sentencia.
“Quinto: Que el derecho a la prueba y a ser informado con certeza de los car-
gos integran la garantía constitucional de defensa procesal, toda vez que el ob-
jeto del proceso lo fija el Ministerio Público que se concreta en el dictamen acu-
satorio que introduce la pretensión penal, que a su vez está definida en su aspecto

108
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

objetivo por la denominada “fundamentación fáctica”, esto es, el hecho punible,


el hecho histórico subsumible en un tipo penal; que en función a ese marco fác-
tico debe pronunciarse el órgano jurisdiccional, de manera que el apartamiento
de ese marco de referencia delimitado por el Ministerio en relación a la califica-
ción jurídica del hecho imputado conlleva a la vulneración del derecho de defen-
sa; que, en ese sentido, corresponde verificar si el órgano jurisdiccional respetó
en todo momento ese marco referencial bajo los precisos contornos del principio
acusatorio”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 15-2007-Huaura (dieciocho
de enero de dos mil ocho) señala los requisitos para que la desvinculación de
la acusación fiscal resulte constitucionalmente aceptable.
“El Tribunal de Apelaciones realizó un juicio de desvinculación –que es consti-
tucionalmente aceptable– siempre y cuando: a) el delito materia de condena im-
porta la vulneración de un tipo penal homogéneo o que pertenezca al mismo gru-
po delictivo, y sea menos grave que aquel, como sucede entre el delito de homi-
cidio calificado y lesiones graves seguidas de muerte; y, b) la distinta tipificación
no impida el eficaz ejercicio de la defensa del acusado; último requisito este que
vinculado principio acusatorio, exige que la defensa haya contemplado en su es-
trategia defensiva esa posibilidad”.
La sentencia de la Casación N° 215-2011-Arequipa (doce de junio de
dos mil doce) señala que la capacidad de desvinculación del órgano jurisdic-
cional requiere guardar los parámetros que marca la ley y resolución debida-
mente motivada.
“4.4. Bajo este contexto, en el caso de autos se aprecia que la Sala Superior al
sostener en la recurrida ‘(…) El Juzgado de Investigación Preparatoria, se ha
constreñido a fijar el debate de la excepción solo en el tipo penal atribuido (abu-
so de autoridad), sin verificar que los hechos imputados constituyen otro deli-
to (...)’ ‘No se ha advertido del debate, como si lo ha hecho el Tribunal, que los
hechos propuestos y debatidos pueden encontrar amparo en los tipos penales de
los artículos 370 ó 372 del Código Penal, en consecuencia, aún mantienen con-
tenido penal (...)’ ‘(...) Sin embargo, debe tenerse presente que la fundabilidad
de la excepción debe sostenerse en que los hechos NO CONSTITUYAN DELI-
TO, no solo en materia de imputación, sino, que los hechos no se subsuman en
ningún otro tipo penal (...)’ ‘(...)En lo que nos ocupa, el juzgado solo se ha limi-
tado a establecer el análisis de la excepción solo en el tipo penal atribuido (abu-
so de autoridad) sin establecer si los hechos imputados constituyen otro delito
(...)”; está excediendo sus facultades pues al alegar que los hechos propuestos y
debatidos pueden encontrar amparo en los tipos penales de los artículos 370 o
372 del Código Penal, está calificando los hechos a otros tipos penales y esa fa-
cultad acusadora es exclusiva del Ministerio Público por mandato constitucio-
nal desarrollado en su Ley Orgánica –Decreto Legislativo número cincuenta y

109
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

dos–, observándose vulneración constitucional al principio acusatorio, pues si la


Sala Superior en todo caso está facultada para desvincularse de la acusación fis-
cal, ello debe ser dentro de los parámetros que enmarca la ley y mediante reso-
lución debidamente sustentada; verificándose que efectivamente existió vulnera-
ción del principio acusatorio al haber emitido pronunciamiento la Sala Superior
sobre la calificación de los hechos investigados que no fue invocado por ningu-
no de los apelantes”.
La sentencia de la Casación N° 62-2009-Tacna (veinte de julio de dos
mil diez) señala que no se infringe el principio de congruencia cuando se con-
dena por el tipo penal alternativo –degradación del principal– consignado en
la acusación a pesar de que el representante del Ministerio Público no ha cen-
trado expresamente su participación en juicio en su acreditación.
“Quinto: Que, la garantía de defensa procesal, entre otros ámbitos de influencia,
impone la necesidad de que el imputado sea informado de la acusación para po-
der así defenderse de forma contradictoria. La pretensión punitiva debe exterio-
rizarse cumplidamente, por lo que no es posible admitir una acusación tácita o
implícita.
El conocimiento de la acusación requiere que se informe al imputado tanto el he-
cho atribuido como la calificación jurídica de tales hechos. La acusación contra
el encausado Mamani Arohuanca cumplió ambos cometidos. Desde la califica-
ción jurídica, el nuevo ordenamiento procesal penal autoriza a que, respetando
el núcleo esencial del hecho, pero degradándolo o aumentando determinadas cir-
cunstancias, puedan plantearse tipificaciones alternativas –véase artículos tres-
cientos treinta y seis, inciso dos, parágrafo “b” y trescientos cuarenta y nueve in-
ciso tres del Nuevo Código Procesal Penal–. Basta que el imputado las conoz-
ca y que estas se correspondan con los hechos investigados, que no sean sorpre-
sivas, para que este derecho instrumental de la garantía de defensa procesal esté
resguardado.
Con independencia de que el fiscal en el juicio oral se avocó esencialmente a jus-
tificar la pretensión principal: por el delito de violación sexual, el imputado y su
defensa técnica conocían, desde una línea de degradación fáctica y típica, de la
pretensión alternativa de delito contra el pudor y, por tanto, estaba a su alcance
contar con esta posibilidad.
El título condenatorio es plenamente congruente con el título acusatorio: delito
de actos contra el pudor, expresamente citado por el fiscal en su acusación escri-
ta, que es la que fija el objeto procesal y determina el rumbo del juicio oral.
Desde el principio acusatorio la sentencia respetó los hechos acusados en su nú-
cleo esencial. No está prohibido al Tribunal, desde luego, degradar la acusación
a partir de la prueba actuada: pasar de violación a actos contra el pudor. El obje-
to procesal no se alteró, pues además de la identidad entre el factum acusatorio

110
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

y los hechos declarados probados en la sentencia se acató la homogeneidad del


bien jurídico existente entre los delitos de violación y actos contra el pudor.
Desde el principio de contradicción –en su faz de conocimiento de los cargos– la
sentencia se limitó a optar, motivadamente, por uno de los tipos legales específi-
camente contemplados en la acusación fiscal escrita.
No cabía plantear la tesis –artículo trescientos setenta y cuatro inciso uno del
Nuevo Código Procesal Penal–, porque el tipo legal de actos contra el pudor ya
había sido contemplado por el fiscal e integraba el auto de enjuiciamiento. El fa-
llo no fue sorpresivo ni incluyó hechos radicalmente distintos a los acusados y
debatidos.
Las deficiencias de la defensa técnica o su línea restrictiva en modo alguno auto-
riza una nulidad de actuaciones. Si no hizo lo que debía y pudo hacer, en un mar-
co en que el objeto del juicio y del debate contemplaba dos posibilidades típicas,
no puede achacarse al órgano jurisdiccional su falta de pericia”.
La sentencia de la Casación N° 49-2011-La Libertad (diez de julio de
dos mil doce) señala, en calidad de doctrina jurisprudencial, que la reconduc-
ción de los atentados a la libertad sexual en agravio de los adolescentes de 14
años a los 18 años de edad, al tipo penal previsto en el artículo 170 del Códi-
go Penal.
“3.2.- En el auto de calificación de veinte de setiembre de dos mil once, se su-
braya como interés casacional, la necesidad de establecer si la conducta ilícita de
violación sexual de mayor de catorce y menor de dieciocho años de edad –reali-
zados mediante violencia física o amenaza–, previsto en el inciso tres del artículo
ciento setenta y tres del Código Penal, debe ser reconducida al artículo ciento se-
tenta del Código Penal (Ley Penal más favorable al reo); en atención a la doc-
trina jurisprudencial establecida, unitaria y pacíficamente acepta que a partir de
los catorce años de edad opera el consentimiento en materia sexual, jurispruden-
cia cuyo denominador común excluye de responsabilidad penal cuando mediara
consentimiento de la víctima.
3.3.- Este criterio se sustenta en la idea básica y determinante de que en los deli-
tos de agresión sexual, al hablar de indemnidad o intangibilidad sexual, nos refe-
rimos específicamente a la preservación de la sexualidad de una persona cuando
no está en condiciones de decidir sobre su libertad en tal ámbito, considerando
en tal condición nuestro ordenamiento jurídico –bajo el criterio de interpretación
sistemático– a las personas menores de catorce años. En ese caso el ejercicio de
la sexualidad con dichas personas se prohíbe en la medida en que pueda afectar
al desarrollo de su personalidad y producir alteraciones importantes que incidan
en su vida o equilibrio psíquico de cara al futuro, por lo tanto, cualquier consen-
timiento del incapaz carece de validez, configurándose una presunción iuris et de
iure de la ausencia de avenimiento válido; mientras que, cuando la edad supera
los catorce años, el asunto se concreta a la protección de la libertad sexual, esto

111
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

es, la capacidad legalmente reconocida que tiene una persona para autodetermi-
nar lo que estime en tal ámbito, toda vez que, es la expresión cardinal de la liber-
tad personal vinculada de manera directa con el principio ético y jurídico del res-
peto de la dignidad de la persona humana; todo ello conforme se explicó y desa-
rrolló en el Acuerdo Plenario número cero cuatro guión dos mil ocho oblicua CJ
guión ciento dieciséis.
3.4.- El Supremo Tribunal consideró que dicho dispositivo legal era contradicto-
rio con algunas disposiciones del Código Civil y también con otras normas que
configuran el propio Código Penal integrante del denominado Derecho Penal se-
xual. Partiendo de los fundamentos jurídicos del Acuerdo Plenario número cua-
tro - dos mil ocho / CJ – ciento dieciséis, de dieciocho de julio de dos mil ocho,
emitido por las Salas Penales Permanente, Transitoria y Especial de la Corte Su-
prema de Justicia de la República, en que se estableció que el Estado tiene el de-
ber de criminalizar conductas asociadas a la vulneración de la indemnidad se-
xual, que en el caso peruano acontece cuando el sujeto pasivo del delito cuenta
con menos de catorce años de edad, y que los mayores a dicha edad cuentan con
la capacidad jurídica para disponer del bien jurídico –libertad sexual–; estando a
lo dispuesto en el inciso once del artículo ciento treinta y nueve de la Constitu-
ción Política del Perú, resulta aplicable a la conducta imputada al encausado re-
currente, que no afectó la indemnidad sexual sino la libertad sexual de una ado-
lescente, en el primer párrafo del inciso primero del artículo ciento setenta del
Código Penal (vigente por ser el correspondiente) debiendo por tanto conside-
rarse los márgenes punitivos de este tipo penal, por tanto, resulta necesario en el
presente caso, reconducir la tipificación hecha en el tipo penal del inciso tres del
artículo ciento setenta y tres –primer párrafo– del Código Penal, al regulado en
la primera parte del primer párrafo del artículo ciento setenta del propio Código;
debiendo puntualizarse, a la luz, de la sentencia del 6 de febrero de 2009, Exp.
N° 00286-2008-PHC/TC -Ayacucho, no se afecta principios constitucionales”.
La sentencia de la Casación N° 09-2010-Tacna (trece de octubre de dos
mil diez) señala, que no existe infracción al principio acusatorio cuando se ab-
suelve por el tipo penal materia de acusación y además se absuelve por uno
que no ha sido contemplado en el requerimiento fiscal cuya necesidad de pro-
nunciamiento judicial aparece porque la exclusión de uno de los elementos
fácticos del tipo materia de acusación puso al colegiado ante la posibilidad de
la aplicación de un tipo alternativo.
“En el caso sub júdice, el señor Fiscal Provincial acusó al encausado Calmett
Velásquez por delito contra la Libertad Sexual - violación sexual de menor edad
–artículo ciento setenta y tres, inciso dos, del Código Penal–; imputación respec-
to de la que se realizó la audiencia preliminar de control de la acusación –fojas
ciento treinta y cuatro–, y el Juzgado Penal Colegiado llevó a cabo el juicio oral
correspondiente –ver acta de fojas noventa y cuatro y siguientes–.

112
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

La sentencia de primera instancia de fojas ciento treinta y nueve, del veinticinco


de setiembre de dos mil nueve, condenó al citado encausado como autor del de-
lito contra la Libertad Sexual - violación sexual de menor de edad –artículo cien-
to setenta y tres, inciso dos, del Código Penal– en agravio de la menor de inicia-
les Ll.MA.TI.MA. Sin embargo, la sentencia de vista revocó la de primera ins-
tancia y lo absolvió de la acusación fiscal formulada en su contra por delito con-
tra la Libertad Sexual - violación sexual de menor edad –artículo ciento setenta
y tres, incisos dos y tres, del Código Penal–.
La Sala Penal de Apelaciones arribó a esta decisión porque entendió que en el
caso de autos se presentaba un error de tipo acerca de la edad de la menor –véase
fundamentos jurídicos cuadragésimo segundo y cuadragésimo sexto–, de suerte
que era procedente absolverlo del delito tipificado en el inciso dos, del artículo
ciento setenta y tres del Código Penal, esto es, violación sexual de menor de ca-
torce años.
Luego, procedió a realizar el análisis del hecho imputado dentro de los alcances
previstos del inciso tres del citado dispositivo legal –si la menor tiene más de ca-
torce y menos de dieciocho años de edad– y posteriormente, al estimar que exis-
tía duda razonable acerca de si las relaciones sexuales se produjeron con pleno
consentimiento de la víctima, en aplicación del Acuerdo Plenario número siete -
dos mil siete /CJ - ciento dieciséis, e invocando el principio de presunción de ino-
cencia, absolvió al acusado Calmett Velásquez.
De lo expuesto, se advierte que en el trámite de la presente causa no se vulneró el
principio acusatorio y tampoco la garantía genérica del debido proceso, en tan-
to existió un pronunciamiento expreso por parte de la Sala Penal de Apelaciones
acerca del tipo penal invocado en la acusación fiscal –principio de congruencia–,
esto es, el artículo ciento setenta y tres del Código Penal. En consecuencia, no
se afectaron normas esenciales de un proceso justo y equitativo y, en todo caso,
tampoco se ocasionaron efectos lesivos desde los propios derechos e intereses le-
gítimos del Ministerio Público”.

3. Sentencia y motivación
La sentencia de la Casación N° 159-2011-Huaura (veintidós de mayo
de dos mil once) señala que no se debe extender el plazo de ocho días que se
prevé para la lectura de las sentencias a las demás resoluciones del proceso.
“Como regla, el momento de emisión de la fundamentación, en el modelo proce-
sal penal peruano, es el momento mismo de la emisión de la decisión, salvo en
los casos de sentencias fruto de juicio oral en una materia completa o de impe-
dimento temporal de redactarla, en que se ha previsto la lectura de la parte dis-
positiva (inciso segundo del artículo trescientos sesenta y dos del Código Pro-
cesal Penal), lo que [a] su vez conlleva el deber de convocar a las partes para
una lectura integral en el plazo máximo de ocho días; no corresponde extender

113
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

mecánicamente esta previsión legal a las resoluciones emitidas en la etapa de in-


vestigación preparatoria, que cuenta con sus propias reglas (así, el inciso cuar-
to del artículo ocho –medios de defensa–: el inciso segundo del artículo ciento
dos –constitución en actor civil–; el inciso segundo del artículo doscientos tres
–restricción de derechos–; el inciso primero del artículo doscientos sesenta y uno
–detención preliminar–; el inciso segundo del artículo doscientos setenta y uno
–prisión preventiva–), teniendo en cuenta además que la analogía como mecanis-
mo lógico-jurídico de integración, solo cabe en casos de vacío o deficiencia, es
decir, de laguna o ausencia de regulación”.
La sentencia de la Casación N° 03-2007-Huaura (siete de noviembre de
dos mil siete) señala que la motivación de la acreditación del hecho imputado
requiere de la consignación expresa del contenido de cada elemento de prue-
ba y de la forma en que se ha producido su valoración conjunta.
“Desde la perspectiva del juicio de hecho o de culpabilidad, para que la senten-
cia no vulnere el principio lógico de razón suficiente debe cumplir dos requisi-
tos: a) consignar expresamente el material probatorio en que se fundan las con-
clusiones a que se arriba, describiendo el contenido de cada elemento de prueba
que seleccione como relevante [basados en medios de prueba útiles, decisivos e
idóneos] –requisito descriptivo–; y, b) valorarlo debidamente, de suerte que evi-
dencie su ligazón racional con las afirmaciones o negaciones que se incorporen
en el fallo –requisito intelectivo–”.
Del mismo modo ocurre en la sentencia de la Casación N° 09-2010-Huau-
ra (catorce de octubre de dos mil diez).
“Desde la perspectiva del juicio de hecho o de culpabilidad, para que la senten-
cia no vulnere el principio lógico de razón suficiente debe cumplir dos requisitos:
a) consignar expresamente el material probatorio en que se fundan las conclu-
siones a las que se arriba, describiendo el contenido de cada elemento de prueba
que seleccione como relevante [basados en medios de prueba útiles, decisivos e
idóneos] –requisito descriptivo–; y, b) valorarlo debidamente, de suerte que evi-
dencie su ligazón racional con las afirmaciones o negaciones que se incorporen
en el fallo –requisito intelectivo–”.
La sentencia de la Casación N° 07-2010-Huaura (catorce de octubre de
dos mil diez) señala la necesidad de motivar el proceso de determinación ju-
dicial de la pena.
“DÉCIMO: Que para la imposición de la pena privativa de libertad es necesario
que se exprese con suficiente extensión las razones que se ha tenido en cuenta
al momento de precisar las consecuencias punitivas del delito, pues supone una
afectación a un derecho fundamental: la libertad.

114
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

Por tanto, es imprescindible señalar en la sentencia de las razones de la indivi-


dualización de la pena dentro del marco legal regulado en el tipo penal imputado.
Se ha de atender a los criterios prescritos en el artículo cuarenta y cinco y cua-
renta y seis del Código Penal, pues en el primero se prevén como circunstancias
a tomar en cuenta al determinar la pena, las carencias sociales que hubiera sufri-
do el agente, su cultura y sus costumbres, así como los intereses de la víctima, de
su familia o de las personas que de ella dependen, mientras que en el segundo de
los artículos mencionados se contemplan los factores para la medición o gradua-
ción de la pena a los que se recurre atendiendo a la responsabilidad y gravedad
del hecho punible cometido, en cuanto no sean específicamente constitutivos del
hecho punible o modificaciones de la responsabilidad. La ausencia de fundamen-
tación de la pena afecta la función que le corresponde al juez y determina la anu-
lación de la sentencia en ese extremo y su devolución al juez unipersonal o cole-
giado de instancia para que subsane el defecto”.
La sentencia de la Casación N° 63-2011-Huaura (veinticuatro de abril
de dos mil doce) señala, en calidad de doctrina jurisprudencial, que la sen-
tencia penal debe estar debidamente fundamentada (tanto fáctica como jurí-
dicamente), no solo en el extremo que acredita la responsabilidad penal o no
del agente imputado por la comisión de un determinado hecho delictivo, sino
también respecto a los extremos de la determinación e individualización de la
pena a imponer y el monto a fijar por concepto de reparación civil, conforme
a la normativa existente para tales efectos.
“DÉCIMO SEGUNDO: Que, revisados los autos en el presente caso, se advier-
te lo siguiente: i) por sentencia de primera instancia de fecha treinta de marzo de
dos mil diez, obrante a fojas ciento diez, se condenó a Jaime Cirilo Uribe Ochoa,
como autor del delito contra el Honor, en la modalidad de difamación, en agra-
vio de Ana Aurora Kobayashi Kobayashi de Muroya, a un año de pena privati-
va de libertad, suspendida por el periodo de prueba de seis meses, bajo determi-
nadas reglas de conducta, y fijó en cinco mil nuevos soles el monto que por con-
cepto de reparación civil deberá abonar a favor de la agraviada, sin embargo, se
omitió fundamentar fáctica y jurídicamente los motivos, por los cuales se impu-
so aquella sanción penal y civil; ii) mediante escrito de fecha ocho de abril de dos
mil diez, obrante en copia certificada a fojas ciento dieciséis, el condenado Jaime
Cirilo Uribe Ochoa interpuso recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia, sustentado concretamente en argumentos de falta de culpabilidad por
ausencia del elemento subjetivo del delito imputado, y cuestionando la autentici-
dad de la prueba documental presentada por la querellante (video), mas no hizo
alusión a los extremos referidos al quántum de la pena impuesta y al monto fijado
por concepto de reparación civil; iii) por sentencia de vista de fecha doce de julio
de dos mil diez, obrante a fojas ciento ochenta y siete, se resuelve confirmar por
unanimidad la sentencia de primera instancia en los extremos que condenó a Jai-
me Cirilo Uribe Ochoa, como autor del delito contra el Honor, en la modalidad

115
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de difamación, en agravio de Ana Aurora Kobayashi Kobayashi de Muroya, y


fijó en cinco mil nuevos soles el monto que por concepto de reparación civil de-
berá abonar a favor de la agraviada; y confirmar la misma sentencia por mayoría
en el extremo que se le impuso un año de pena privativa de libertad, suspendi-
da en su ejecución por el periodo de prueba de seis meses, bajo determinadas re-
glas de conducta; cumpliéndose con fundamentar el extremo de la pena impues-
ta –ver décimo tercer considerando– (pese a que conforme al artículo cincuenta
y siete del Código Penal, el plazo de suspensión de la ejecución de la pena es de
uno a tres años, lo cual en todo caso no agravia al encausado, debido a que se le
impuso un plazo menor de suspensión de ejecución de pena); asimismo, si bien
no se precisó los fundamentos por los cuales se confirmó el monto fijado por con-
cepto de reparación civil (cinco mil nuevos soles), este Supremo Tribunal consi-
dera que dicho monto resulta proporcional por concepto de indemnización de da-
ños y perjuicios, conforme a lo establecido en el inciso dos del artículo noventa
y tres del Código Penal y el Acuerdo Plenario número 6 - 2006-/CJ-116 de fecha
trece de octubre de dos mil seis, emitido por la Sala Permanente y Transitoria de
la Corte Suprema de Justicia de la República, debido a que la difamación se pro-
dujo por intermedio de un programa local de noticias televisivo y por parte de un
funcionario público (Alcalde de la Municipalidad de Huaral) en agravio de otra
funcionaria pública (Regidora de la Municipalidad de Huaral); en consecuencia
no se advierte que en la sentencia de vista materia del recurso extraordinario de
casación, se haya incurrido en la causal invocada referida a una falta o manifies-
ta ilogicidad de la motivación, cuando el vicio resulte de su propio tenor”.

4. Derecho material
La sentencia de la Casación N° 11-2007-La Libertad (catorce de febre-
ro de dos mil ocho) señala que en los delitos contra el patrimonio la grave-
dad del hecho, de cara a la determinación de la pena conforme al principio de
proporcionalidad, no está determinada solo por el contenido patrimonial de lo
sustraído.
“SÉTIMO: Que, en el caso de autos, la Sala de apelaciones sin existir ninguna
circunstancia excepcional de atenuación redujo la pena impuesta por el Juzgado
Colegiado y le impuso una por debajo del mínimo legal previsto en el segundo
párrafo del artículo ciento ochenta y nueve del Código Penal, si se tiene en cuen-
ta que en dicha hipótesis jurídica se subsumió la conducta desplegada por el en-
causado Siccha Hurtado, la que además quedó perfectamente acreditada; que, en
efecto, si bien el encausado proviene de un medio social con carencias económi-
cas y sociales, registra antecedentes judiciales y penales por similar delito –véa-
se manifestación policial– no se advierte siquiera la admisión básica de los he-
chos que se le atribuyen ni es sujeto de responsabilidad restringida; que, por con-
siguiente, al evaluar no solo dichos criterios y factores sino además la intensi-
dad de su participación en el delito –véase acta de reconocimiento personal con

116
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

presencia del Fiscal Provincial y su abogado defensor– que consistió en sustraer


con inusitada violencia en compañía de otro sujeto dinero y objetos personales
del agraviado quien al oponer resistencia fue víctima de lesiones de alta conside-
ración, pues el certificado médico legal indica que las lesiones traumáticas que
presenta son de tipo contuso que requirieron de tres días de atención facultativa
por doce de incapacidad médico-legal y que según el reconocimiento médico re-
quiere evaluación del traumatólogo, otorrinolaringólogo, neurólogo y exámenes
auxiliares determina que la conducta del encausado Siccha Hurtado fue desmedi-
da, injustificada y se ensañó con su víctima al extremo de golpearlo con una pie-
dra y darle de patadas; que todo lo expuesto no justifica de forma razonable im-
poner una pena debajo del mínimo legal establecido al no resultar adecuada a la
gravedad de los hechos; que, desde esta perspectiva, la pena impuesta por la Sala
de apelaciones no resulta correcta, por lo que debe corregirse en atención al prin-
cipio de proporcionalidad según la entidad del injusto y la culpabilidad por el he-
cho típico perpetrado”.
La sentencia de la Casación N° 37-2008-La Libertad (diez de marzo
de dos mil diez) señala que no se debe incluir en la reparación civil los daños
causados con la acción delictiva no relacionados con el bien jurídico penal-
mente protegido por el específico tipo penal.
“E. Si el bien jurídico tutelado por el delito de homicidio culposo es la vida hu-
mana, no es correcto que la Sala Superior adicionalmente ordene el pago de los
costos que importe la refacción o restitución del valor del vehículo del agraviado
–los mismos que deberán ser pagados en forma solidaria con el tercero civilmen-
te responsable–, puesto que el bien jurídico que aquí se protege y el objeto de la
reparación civil está circunscrito a la vida humana y a todo aquello directa o in-
directamente referido al resarcimiento de los daños tendientes a la satisfacción
de ese atentado al aludido bien jurídico. Por consiguiente, el pago de los costos
de restitución del vehículo no es congruente con el daño generado por el delito
de homicidio culposo a los agraviados, en tanto parientes del occiso, sin perjui-
cio que debe dejarse a salvo el derecho de aquellos para acudir en este ámbito es-
pecífico a la vía civil”.
Y, que no se puede considerar en el daño civil a ser resarcido en el delito
de homicidio, aquel que se produce a quien no tenía vínculo de familiaridad
directa ni dependencia jurídica con el occiso.
“C. El Tribunal de Apelación si bien tiene la potestad de aumentar o disminuir el
monto fijado por concepto de la reparación civil, en el presente caso se excedió
al incrementarla en la suma de cien mil nuevos soles, pues para ello se basó en
argumentos que no lo justifican: i) el dolor e impacto emocional que ocasionó la
muerte del agraviado a los nietos del occiso (…).
D. En lo que respecta al impacto emocional sufrido por los nietos del agravia-
do, es de precisar que su reconocimiento se basó en los informes psicológicos

117
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

realizados a Adriana Patricia Montenegro Torres –véase fojas cuarenta y cuatro–


y a José Miguel Pajares Torres –véase fojas cuarenta y siete–, ambos nietos del
agraviado.
Empero, no se advirtió que del examen psicológico realizado a ambos se demos-
tró que no existía una relación de dependencia ni estrecha cercanía entre abuelo
y nietos, más aún si sus padres se encuentran con vida y están a su cargo. Asimis-
mo, respecto al supuesto daño económico y moral producido a la menor de edad
Lud Sol Cárdenas –de la que se habría hecho cargo en vida el agraviado Fernan-
do Alcibíades Torres Rodríguez– se debe precisar que esta no mantiene vínculo
de familiaridad ni dependencia jurídica con el agraviado porque no es un fami-
liar directo y, por ende, no existe obligación legal alguna que lo vincule con el
agraviado, máxime si no consta prueba específica que acredite ser hija alimentis-
ta del agraviado Fernando Alcibíades Torres Rodríguez.
En tal virtud, este extremo carece de suficiente asidero para sustentar un aumen-
to en el monto de la reparación civil”.
La sentencia de la Casación N° 107-2010-La Libertad (catorce de abril
de dos mil once) señala que la posición que da particular autoridad sobre la
víctima o que impulsa a esta a depositar su confianza a que se refiere el pá-
rrafo final del artículo 173 del CP no requiere que exista alguna “interacción”
entre el sujeto activo y la víctima, sino que basta con el conocimiento de la
posición.
“Tercero: Que, al respecto es de indicarse que en el caso materia de evaluación
no se advierte la infracción de la ley penal que se reclama, en efecto, en autos ha
quedado acreditado que el encausado Méndez Cruz tenía la calidad Director del
Colegio Privado ‘Gerardo Miller’, donde la menor agraviada venía cursando sus
estudios desde cuando tenía cinco años de edad, y que si bien no se matriculó
para el curso de afianzamiento que se realizó en el verano de dos mil nueve, sin
embargo, asistió a dichas clases los días dieciséis y diecisiete de febrero de dicho
año, con la anuencia del encausado, hecho que tiene relevancia, pues ello origi-
nó que la menor acuda al citado Colegio y que tras las clases recibidas, el encau-
sado Méndez Cruz la condujera a uno de los ambientes de las aulas de clase para
efectuar los tocamientos indebidos en su contra, por tanto, resulta evidente que
Méndez Cruz sí tenía una particular autoridad sobre la víctima que le impulsó a
esta a depositar su confianza en él, resultando inatendible el agravio del encau-
sado en el sentido de que la menor no había sido matriculada a dichos cursos y,
por ende, no tenía calidad de alumna, pues la menor había venido estudiando en
el mencionado centro educativo y consideraba evidentemente al encausado como
una autoridad a quien le debía respeto, lo que utilizó este para aprovecharse de
la menor agraviada; además, resulta pertinente indicar que la agravante descrita
en el último párrafo del artículo ciento setenta y tres del Código Penal encuen-
tra sustento, pues se basa –en casos como en el que es materia de evaluación– en
deberes de responsabilidad institucional, en efecto, cualquier persona que tenga

118
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

un grado jerárquico que le permita ostentar un mejor posicionamiento o estatus


respecto a sus subordinados, no puede aprovecharse de ello para violentar ni la
libertad –en caso de mayores de catorce años de edad– ni la indemnidad sexual
–en caso de menor de catorce años de edad–, lo que evidentemente ha sucedido
en el caso materia de análisis, no siendo necesario que exista de manera objetiva
alguna ‘interacción’ entre el sujeto activo y la víctima, pues el conocimiento de
la posición o el cargo es suficiente para generar esa particular condición de su-
premacía de una persona sobre otra y la utilización indebida de ello es lo que se
sanciona con la agravante aplicada al encausado, en tal virtud, se concluye que
no es de recibo el citado motivo casacional”.
La sentencia de la Casación N° 301-2011-Lambayeque (cuatro de octu-
bre de dos mil doce) señala, en calidad de doctrina jurisprudencial, que el tipo
de apropiación indebida o ilícita, comprende como agraviado, en principio, al
dueño de la cosa apropiada, cuando este fuera quien entrega, al acreedor insa-
tisfecho, en cuyo nombre el sujeto activo recibe el bien, en los casos de reci-
bo de pago total o parcial.
“8.1 Es claro que cuando una persona entrega a otra un bien mueble con un
encargo específico, y este último queda en calidad de depositario, (en custodia
legítima del bien), lo expolia y lo agrega a su dominio patrimonial, la víctima o
sujeto pasivo resulta siendo quien entregó la cosa. 8.2 Cuando la cosa mueble
se entrega en pago al autorizado de facto o formalmente (con conocimiento del
acreedor conforme a las reglas del Código Civil), el que paga se desliga del bien
entregado y este se incorpora a la esfera del patrimonio (en propiedad) del antes
acreedor, en cuyo nombre el agente cobrador o recaudador lo recibió. 8.3 Es pre-
ciso distinguir entre el cajero que opera en la sede o domicilio del acreedor, del
recaudador que cobra en el domicilio del deudor o recibe en su propio y particu-
lar domicilio el bien en pago total o parcial del crédito. 8.4 En los dos últimos
casos, no es factible asumir que el recaudador sustrae los bienes recibidos para
apropiárselos –lo que es característico del hurto–, sino que, simplemente decide
quedárselos para sí, incumpliendo el deber de entrega al propietario, cuya con-
fianza defrauda. 8.5 A mayor abundamiento, el legislador nacional ha previsto el
delito de apropiación ilícita irregular en el artículo ciento noventa y dos del Códi-
go Penal, que sanciona a quien se apropia de un bien perdido, de un tesoro, o de
un bien ajeno en cuya tenencia entró el agente por error, caso fortuito u otra cau-
sa independiente de su voluntad. Siguiendo la línea de la regla jurídica interpre-
tativa ‘ad maioris ad minus’, si quien se apropia de un bien que carece de due-
ño, merece sanción penal por delito de apropiación indebida irregular, con ma-
yor motivo, tiene que serlo quien se apropia de bienes ajenos que pertenecen a
dueño cierto. 8.6 No hay por tanto en el asunto sub júdice, ni vacío legal ni posi-
bilidad de aplicación del tipo de hurto, en cuyo caso extraordinario, tampoco ca-
bría –como lo señala el Ministerio Público en el presente proceso penal– una ab-
solución; ocurre que el tipo de apropiación indebida o ilícita, comprende como
agraviado, en principio, al dueño de la cosa apropiada, cuando este fuera quien

119
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

entrega, al acreedor insatisfecho, en cuyo nombre el sujeto activo no (sic) reci-


be el bien, en los casos de recibo de pago total o parcial, situación que la doctri-
na jurisprudencial de la Corte Suprema de Justicia del Perú ha adoptado”.
La sentencia de la Casación N° 55-2009-La Libertad (veinte de julio de
dos mil diez) señala, que responderá por delito de robo con resultado muer-
te quien si bien no ha realizado un disparo de necesidad mortal ha actuado en
ejecución del plan común que contemplaba la muerte del agraviado, no sien-
do necesario para la coautoría que cada uno de los agentes hayan realizado to-
dos y cada uno de los elementos del tipo penal.
“No hay duda a los efectos de la subsunción típica que los cuatro individuos ac-
tuaron en coautoría, figura jurídico-penal que supone la realización conjunta de
un delito por varias personas que intervienen en él conscientemente. En el caso
concreto medió un supuesto de coautoría ejecutiva, en la que se produjo un re-
parto de las tareas ejecutivas: si bien todos atacaron y dispararon sus armas de
fuego, es obvio que no todos los disparos de necesidad mortal fueron realizados
por el imputado Guevara Abanto, quien según la sentencia recurrida los disparos
que efectuó no impactaron a la víctima. Disparar contra los agraviados fue la eje-
cución de un plan común, aceptado por todos. Así, entonces, las distintas contri-
buciones deben considerarse como un todo y el resultado total debe atribuirse a
cada coautor, independientemente de la entidad material de su intervención. La
contribución del imputado, formando parte del grupo, atacando al unísono a los
agraviados y apoderándose de las armas es, pues, un eslabón importante de todo
el acontecer delictivo. El resultado muerte permaneció en el ámbito de la deci-
sión común acordada previamente, que se expresó en la forma como atacó a los
vigilantes, no fue un exceso de uno de los asaltantes matar al agraviado.
El imputado cometió en común con otros el hecho punible. Hubo, pues, pactum
scaeleris –que, como es obvio, no necesariamente ha de ser formal e incluso pue-
de ser tácito, basta que se desprenda su existencia de la misma naturaleza y diná-
mica de los hechos que se incriminan colectivamente–, elemento subjetivo –dolo
compartido o decisión conjunta –y elemento objetivo– aportación causal decisi-
va. Dados estos elementos o presupuestos, de obsta la variedad y diversa enti-
dad de los papeles asignados a los distintos coautores en el desarrollo del pro-
yecto delictivo asumido, ya que cada uno de los coautores no tiene por qué rea-
lizar la totalidad de la conducta típica, aunque siempre es atribuible la totalidad
de la acción a cada uno, es decir, el hecho delictivo les pertenece en igual medida
–vínculo de solidaridad penal–, no son partícipes en lo hecho por otro y por ello
no juega el principio de accesoriedad propi de la participación en un hecho ajeno.
No se infringió el artículo 23 del Código Penal. Quinto.- Que, por consiguien-
te, el factum de la sentencia de primera instancia, confirmada por la de vista, no
desautoriza la subsunción realizada por el Tribunal Superior, coautoría de la co-
misión de un robo agravado consumado. Atacar a las víctimas y, una vez redu-
cidas, despojarlas de sus pertenencias –en este caso de las armas de fuego que

120
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

portaban - tipifica, sin lugar a dudas, el delito de robo agravado. Se empleó vio-
lencia contra las personas apoderándose en esa perspectiva de las armas de fue-
go que portaban la violencia, como se sabe, puede usarse por el agente hasta en
tres supuestos: para vencer la resistencia, para evitar que la víctima resista la sus-
tracción y para vencer la oposición para fugarse del lugar de la sustracción –en
todas ellas se presenta una conexión causal–; la violencia ha de ser el medio idó-
neo para perpetrar o consolidar el apoderamiento”.
La sentencia de la Casación N° 145-2011-Lambayeque (diez de no-
viembre de dos mil once) precisa las diferencias entre los delitos de robo y
extorsión; así como las características que los hacen excluyentes.
“Segundo: Que, de la evaluación de lo actuado, se advierte que las sentencias de
primera y segunda instancia han sido resueltas con arreglo a ley; pues los hechos
descritos en la acusación fiscal de fojas uno, constituyen delito de secuestro en su
modalidad agravada, conforme a lo descrito en el quinto párrafo, literal b) del ar-
tículo doscientos del Código Penal, al haberse cometido los hechos con la parti-
cipación de dos o más personas. En ese sentido, estando a la forma y circunstan-
cias de la comisión de los acontecimientos, se llega a establecer que concurren
los elementos objetivos y configurativos del delito de extorsión, habida cuenta
que los encausados Víctor Ricardo Cueva Jibaja y Eduardo Enrique Bazán Sa-
lazar, usando como modos facilitadores la vis compulsiva o intimidación obli-
garon con amenazas a la agraviada Dora Silvia Díaz Gutiérrez a hacer la entre-
ga de ventaja patrimonial económica, consistente en suma de dinero y la compra
de un celular. Que, a diferencia del delito de robo, la acción se consuma cuando
se produce el apoderamiento en forma ilegítima de un bien mueble, sustrayéndo-
lo del lugar donde se encuentra, e igualmente concurren los medios facilitadores
vis compulsiva y vis absoluta, pero en este caso, el apoderamiento es entendido
como arrebato y posterior huida del agente del delito, usando igualmente la vio-
lencia para doblegar la capacidad defensiva de la víctima, situación que no con-
curre en el delito de extorsión, puesto que en este ilícito el sujeto activo usa la
coacción como medio, por lo que el verbo rector es el ‘obligar a otro’, de donde
se colige que estos delitos son excluyentes entre sí”.
La sentencia de la Casación N° 150-2010-La Libertad (cinco de mayo
de dos mil once) señala que el delito de falsedad ideológica es un delito de pe-
ligro (no de resultado) y no posee condición objetiva de punibilidad alguna.
“Sexto: Que, debe resaltarse además que no es necesario el desarrollo de la doc-
trina jurisprudencial para establecer si en el delito de falsificación ideológica la
expresión ‘(...) si de su uso puede resultar algún perjuicio (...)’ es un elemento
objetivo o es una condición objetiva de punibilidad de este tipo penal, por las si-
guientes razones: a) Que, el delito de falsedad ideológica, tipificado en el artículo
cuatrocientos veintiocho, primer párrafo del Código Penal, sanciona al que ‘in-
serta o hace insertar, en instrumento público declaraciones falsas concernientes a

121
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

hechos que deban probarse con el documento, con el objeto de emplearlos como
si de la declaración fuera conforme a la verdad, será reprimido si de su uso puede
resultar algún perjuicio (...)’; b) Este tipo penal no es un delito de resultado sino
un delito de peligro, por lo que la técnica legislativa utilizada en este tipo penal,
responde a esta clase de delitos. En este sentido, la naturaleza jurídica referida a
la técnica ‘si de su uso puede resultar algún perjuicio’ o, también denominada,
‘la posibilidad de causar perjuicio’, pertenece a los elementos objetivos de este
delito. El fundamento radica en que dicho elemento objetivo tiene como finali-
dad configurar la idoneidad de la creación de un riesgo no permitido materiali-
zado en la falsificación, que debe reunir antes del ingreso al tráfico jurídico, esto
es, que el riesgo creado esté en condiciones y en la aptitud de producir un deter-
minado daño, de lo que se concluye que la función que cumple la posibilidad de
perjuicio, ‘se encuentra íntimamente relacionado con la acción típica de crear un
documento falso o adulterar uno verdadero’ (véase, expresamente, Castillo Alva,
José Luis. La Falsedad Documental. Editorial Jurista, Lima, dos mil uno, página
ciento noventa y cuatro y doscientos)”.

XII. Impugnación

1. Generalidades
La sentencia de la Casación N° 33-2010-Puno (once de noviembre de
dos mil diez) señala que los autos dictados en audiencia solo pueden ser ape-
lados en esta –de modo oral– reservándose en todo caso el hacer la fundamen-
tación por escrito y dentro del plazo legal, que la voluntad de impugnar debe
manifestarse de modo expreso, y que no puede condicionarse la fundamenta-
ción de la impugnación oralizada en audiencia con asistencia de la parte im-
pugnante a la previa entrega de la resolución o de su audio.
“Primero: Que es materia del recurso de casación el auto superior de fojas cua-
renta y cuatro, del dieciséis de octubre de dos mil nueve, que declaró infunda-
do el recurso de queja de derecho promovido por la señora Fiscal Provincial de
Puno contra la resolución del Juez de la Investigación Preparatoria de fojas trein-
ta y tres, del seis de octubre de dos mil nueve, que declaró improcedente el re-
curso de apelación que planteó contra la resolución oral registrada en la audien-
cia de fojas veintisiete, del uno de octubre de dos mil nueve, que declaró funda-
do el requerimiento de tutela de derechos a favor de María Cahui Coila y Merce-
des Mamani Coila.
El Juzgado de la Investigación Preparatoria rechazó el recurso de apelación de la
señora Fiscal Provincial, porque no se interpuso recurso en forma oral en el mis-
mo acto de la audiencia. Esta decisión desestimatoria fue confirmada por la Sala
Penal Superior, que estimó que contra las resoluciones dictadas en el curso de

122
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

una audiencia el recurso que se interpone debe ser oral, conforme al artículo 405,
apartado 2, del nuevo Código Procesal Penal.
Segundo: Que el artículo 405 del nuevo Código Procesal Penal, salvo los supues-
tos específicos, regula los presupuestos subjetivos y formales de los recursos im-
pugnativos en general. En cuanto a la forma del acto de interposición, el literal
b) del apartado 1 del artículo 405 del nuevo Código Procesal Penal, estipula que
este puede ser por escrito u oral. La interposición oral del recurso de la parte pro-
cesal legitimada solo cabe respecto de resoluciones expedidas en el curso de la
audiencia, supuesto en el que el recurso se interpondrá en el mismo acto en que
se lee la resolución que lo motiva. El apartado 2 del citado artículo estipula que
en estos casos, de tratarse de resoluciones finales expedidas en la audiencia, el re-
curso se formalizará por escrito en el plazo de cinco días, salvo disposición dis-
tinta de la Ley.
Tercero: Que (i) es evidente que no es viable impugnar oralmente una resolución
escrita, pues la regla es que esta modalidad de resolución solo se recurre por es-
crito y en el plazo previsto por la Ley. También (ii) es incuestionable que el nue-
vo Código Procesal Penal en el caso de decisiones expedidas oralmente o leídas
en audiencia, como consecuencia de la concordancia de dos principios que la in-
forman: oralidad y concentración, introduce dos reglas clarísimas: (a) acto de in-
terposición oral en esa misma audiencia, y (b) ulterior formalización escrita del
recurso en fecha posterior. Solo en el caso de expedición de sentencias, por im-
perio del artículo 401, apartado 1, del nuevo Código Procesal Penal, es posible la
reserva del acto de interposición.
Cuarto: Que, en el acto de la audiencia, expedida la resolución oral cuestionada,
la señora Fiscal Provincial expresó: “(...), no estando conforme, solicitamos se
nos notifique y se nos haga llegar los audios correspondientes a fin de evaluar las
medidas y acciones correspondientes que tomará el Ministerio Público, en rela-
ción a los hechos materia de audiencia’’ (fojas veinticinco).
Al respecto cabe una precisión y dos aclaraciones.
1. La señora Fiscal Provincial no impugnó expresamente el auto judicial de tutela
de derechos. No hay una voluntad impugnativa claramente consignada. No bas-
ta decir “no estando conforme”, se requiere que la parte legitimada se pronuncie
clara y contundentemente sobre la impugnación, si recurre o no recurre.
2. La decisión oral se da por notificada en el mismo momento de su expedición
en presencia de las partes que asistieron a la audiencia –las características del
principio de oralidad así lo imponen–.
3. No puede condicionarse un acto procesal de parte –ni menos la suspensión del
tiempo del proceso– a que se le haga entrega del audio de la audiencia o se noti-
fique una decisión oral –que en este último caso no es viable– (para evaluar, se-
gún anotó, las medidas y acciones correspondientes), puesto que el Ministerio

123
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Público estuvo representado en el acto de la audiencia y conocía de lo sucedido


y decidido.
Quinto: Que así las cosas la desestimación del recurso de apelación es jurídica-
mente correcto. No se tergiversó ni se dejó de observar las disposiciones citadas
del artículo 405 del nuevo Código Procesal Penal.
El recurso de casación, por consiguiente, debe desestimarse”.
La sentencia de la Casación N° 53-2010-Piura (siete de junio de dos mil
doce) señala que el artículo 416 del Código Procesal Penal debe ser interpre-
tado en sentido estricto.
“6. Que, ahora, en cuanto a la pretendida regulación del recurso de apelación
contra las resoluciones dictadas en audiencia, sobre todo cuando la decisión
cause gravamen irreparable, cabe indicar que el artículo cuatrocientos dieci-
séis del Código Procesal Penal, debe ser interpretado en todos los casos en sen-
tido estricto, en efecto, dicho dispositivo legal establece las causales de proce-
dencia y las resoluciones que son recurribles vía el recurso de apelación, por
lo que cualquier interpretación amplia y extensiva de la acotada norma, por un
lado, desnaturalizaría la incoación de dicho recurso y, por otro lado, crearía
un desorden recursal que importaría una obstrucción al desarrollo normal del
proceso penal; que, en el caso concreto, resulta adecuada la decisión de Sala de
Apelaciones de haber declarado nulo el concesorio de apelación y la apelación
propiamente dicha, interpuesta por el Fiscal Superior contra la decisión del Juez
de la Investigación Preparatoria de declarar infundado su pedido de oposición
a las observaciones efectuadas por la defensa del acusado Alex Artemio Pala-
cios Mogollón, en la audiencia de control de acusación, pues dicha resolución
no resulta recurrible a través del recurso interpuesto, más aún si existe norma
legal específica al respecto, así el artículo cuatrocientos quince del Código Pro-
cesal Penal establece lo siguiente: ‘(...) Durante las audiencias solo será admi-
sible el recurso de reposición contra todo tipo de resolución –autos–, menos las
finales (...)’. En tal sentido, no puede pretenderse –como así lo solicita el Fiscal
Superior–, que se realice una interpretación extensiva del artículo cuatrocien-
tos quince, literal e), cuando ello colindaría flagrantemente con otra norma legal
–de naturaleza imperativa– que resulta ser específica y concreta para el caso de
autos, en tal virtud, debe desestimarse también la pretensión planteada en este
extremo por el representante del Ministerio Público, toda vez que no se advier-
te razón que justifique el presupuesto excepcional de desarrollo de la doctrina
jurisprudencial”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 208-2011-La Libertad (dieci-
siete de noviembre de dos mil once) señala que las resoluciones dictadas oral-
mente en audiencia de juzgamiento se entenderán notificadas desde el mo-
mento de su pronunciamiento, empezando a correr ahí el plazo para impugnar.

124
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

“Tercero: Que conforme se verifica del acta de la sesión de fojas doscientos vein-
tiuno, la sentencia de vista que confirmó la de primera instancia, se emitió el sie-
te de junio de dos mil once, oportunidad en la que se dejó constancia que el abo-
gado defensor se retiró de la Sala de Audiencia sin motivo justificado. Pese a esta
contingencia debe señalarse que conforme al inciso cuatro del artículo trescien-
tos sesenta y uno del Código Procesal Penal se entenderán notificadas desde el
momento que se emite la sentencia, por lo que el plazo para interponer recurso de
casación se debe contabilizar desde el ocho de junio de dos mil once; sin embar-
go, el recurrente interpuso recurso de casación el veintitrés de junio de dos mil
once, esto es, en forma extemporánea, si se tiene en cuenta que solo tenía diez
días para interponer dicho medio impugnatorio”.
El auto de Calificación de la Casación N° 57-2009-Arequipa (ocho de
junio de dos mil diez) señala que el CPP de 2004 no requiere de vista fiscal
antes del pronunciamiento de la segunda instancia sobre la resolución que de-
claró el sobreseimiento de la causa.
“La agraviada sustenta el recurso de casación que interpuso a fojas doscien-
tos cuarenta y dos en el artículo cuatrocientos veintisiete apartado cuatro del
Código Procesal Penal. Solicita se forme o consolide un adecuado desarrollo
jurisprudencial respecto del procedimiento que el juez debe observar antes de
pronunciarse por el sobreseimiento de la causa. Considera, al respecto, que re-
sulta indispensable que el fiscal emita opinión antes de dictarse el auto de sobre-
seimiento, pues de lo contrario se vulneraría la pluralidad de la instancia y la au-
tonomía del Ministerio Público; que, en el presente caso, al no haberse procedi-
do de esa forma en el caso de la Fiscalía Superior en segunda instancia, se aplicó
indebidamente la garantía de la doble instancia; que el artículo trescientos cua-
renta y seis del nuevo Código Procesal Penal debe aplicarse conforme a la Cons-
titución, pues si el Fiscal no interviene el Poder Judicial será quien en definitiva
decida y controle al Ministerio Público. (…).
Quinto: Que el casacionista insta una interpretación distinta del artículo tres-
cientos cuarenta y seis del nuevo Código Procesal Penal. En verdad, en el pre-
sente caso el Fiscal Provincial solicitó el sobreseimiento de la causa y el Juez de
la Investigación Preparatoria, realizada la audiencia preliminar de control, aceptó
sobreseerla. En sede de apelación, la Sala Superior cumplió con el procedimien-
to previsto en el artículo cuatrocientos veinte del nuevo Código Procesal Penal,
es decir, previo trámite de traslados a las partes recurridas, citó para la audiencia
de apelación, que se realizó cumplidamente conforme aparece del acta de fojas
ciento noventa y cuatro, en la que intervinieron el fiscal, los abogados de la par-
te encausada y del agraviado. Como se advierte de autos, el cuestionamiento, en
todo caso, es al artículo cuatrocientos veinte del nuevo Código Procesal Penal, en
cuanto regula la intervención del Ministerio Público en el procedimiento de ape-
lación de autos. No es posible imponer, vía interpretación, un trámite no previs-
to legalmente e incompatible con su sistemática: la institución de la vista fiscal y

125
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

del dictamen fiscal previo, no es propia del modelo reconocido por el nuevo Có-
digo Procesal Penal –su imposición vulneraría el principio de legalidad procesal
penal–. El juez, en estos casos, ha de cautelar la vigencia de los principios pro-
cesales de contradicción e igualdad; esto es, de que, con plena correspondencia o
simetría, sin privilegios irrazonables para cualesquiera de las partes, se les reco-
nozca la oportunidad, en tanto pueden ver afectados sus derechos, intereses legí-
timos o expectativas procesales con una determinada resolución judicial, de po-
der intervenir en su formación, mediante la posibilidad de intervenir en las actua-
ciones, alegar y desarrollar, en su caso, actividad probatoria consistente. El prin-
cipio procedimental de oralidad del nuevo Código Procesal Penal se consagra,
en sede de apelación, mediante el sistema de audiencias –con abierta preponde-
rancia de la palabra hablada– y, entre otros aspectos, con la primacía de la inme-
diación en la valoración de las pruebas personales. La norma cuestionada por el
casacionista no necesita de una interpretación distinta de la realizada por la Sala
de Apelación. La claridad de su texto no ofrece dificultades interpretativas que
reclaman la atención de esta Sala de Casación. La institución de la vista fiscal
no es consustancial a los principios de contradicción e igualdad de armas y a la
garantía de un debido proceso, en tanto en cuanto el trámite procesal de apela-
ción afirma precisos principios procesales que evitan la indefensión material de
la fiscalía”.
La sentencia de la Casación N° 215-2011-Arequipa (doce de junio de
dos mil doce) señala, en calidad de doctrina jurisprudencial, que la autoridad
jurisdiccional que conoce un medio impugnatorio debe circunscribirse a los
agravios aducidos por las partes, en su recurso impugnatorio presentado.
“Sexto: Que, con respecto a la doctrina jurisprudencial solicitada, debe indi-
carse, que se encuentra amparada en el inciso cuatro del artículo cuatrocientos
veintisiete del Código Procesal Penal. 6.1. El principio de congruencia o conoci-
do también como de correlación, importa un deber exclusivo del juez, por el cual
debe expresar los fundamentos de una respuesta coherente en su resolución que
dicta, basado en las pretensiones y defensas traducidas en agravios formulados
por los justiciables en su recurso impugnativo, y que de esa manera no se pue-
da justificar la decisión arribada en razones diversas a las alegadas por las partes.
Este principio tiene una cierta vinculación con el derecho a la tutela jurisdiccio-
nal efectiva, al principio acusatorio y al contradictorio. 6.2. El Tribunal Consti-
tucional afirma que el principio de congruencia, forma parte del contenido cons-
titucionalmente protegido del derecho de motivaciones de las decisiones judicia-
les, y este principio garantiza que el juzgador debe resolver cada caso concreto
sin omitir, alterar o exceder las pretensiones formuladas por las partes. 6.3. Que,
el agravio o gravamen es el perjuicio real e irreparable que presenta una parte
afectada por una decisión jurisdiccional, y por lo tanto, limitan y racionalizan la
potestad represiva del Estado en el proceso. Esta viene a ser el núcleo central de
un recurso impugnativo. 6.4. Cuando se produce discordancia entre el pronun-
ciamiento judicial con el contenido de los agravios efectuados por las partes en

126
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

forma oportuna, se produce el vacío de incongruencia. Esto puede ocurrir por ex-
ceso (ultra petita), por defecto (citra o infra patita) o por exceso o defecto (ex-
tra patita). En la primera, se conceda más de lo pedido, en la segunda, omitiendo
injustificadamente pronunciarse sobre alguna de las cuestiones decisivas del de-
bido, y el tercero, cuando se sale del tema litigioso para de esa manera, otorgar o
denegar lo que nadie le ha pedido, y al propio tiempo no responder a lo que se le
ha pedido. 6.5. Que, en el caso de autos la Sala de Mérito incurrió en un pronun-
ciamiento extra patita, por cuanto fue más allá de lo deducido por la parte recu-
rrente, vulnerando de esa manera el principio de congruencia recursal a que esta-
ba obligado a cumplir. 6.6. Que, siendo así, en el caso de autos el tema planteado
por el recurrente reviste interés casacional a criterio de este Supremo Tribunal,
toda vez que al interponerse un recurso impugnatorio este debe ser atendido en
función a los agravios invocados por quien lo interponga, precisándose que en el
caso de autos la Sala Superior excedió su función revisora al entrever en los fun-
damentos de la recurrida que los hechos investigados podrían configurarse den-
tro de los alcances de lo contenido en los artículos trescientos setenta o trescien-
tos setenta y dos del Código Penal; siendo ello el fundamento principal para re-
vocar la resolución que declaró fundada la excepción de improcedencia de ac-
ción, no habiéndose enmarcado la resolución materia de casación en los hechos
que constituyen la presente investigación y la calificación jurídica invocada por
el Ministerio Público, circunstancia que afecta el debido proceso y la tutela juris-
diccional efectiva, mas si se tiene en cuenta que ninguno de los apelantes –parte
agraviada ni Ministerio Público– fundamentaron como agravio una posible nue-
va calificación del hecho denunciado los artículos trescientos setenta o trescien-
tos setenta y dos del Código Penal. 6.7. Que, a mayor abundamiento, es de preci-
sar que el numeral uno del artículo cuatrocientos nueve del Código procesal Pe-
nal señala que la impugnación confiere del Tribunal competencia solamente para
resolver la materia impugnada, así como para declarar la nulidad en caso de nu-
lidades absolutas o sustanciales no advertidas por el impugnante”.
La sentencia de la Casación N° 22-2010-Cuzco (veintitrés de setiembre
de dos mil diez) señala que el órgano jurisdiccional de segunda instancia no
puede inferir el desistimiento del Fiscal Superior, pues este debe ser expreso
y canalizarse conforme a su trámite específico.
“Tercero: Que si bien es cierto, por la especial configuración orgánica del Mi-
nisterio Público y los principios institucionales y de actuación que lo informan,
específicamente el principio de unidad en la función, el Fiscal Superior en gra-
do no está sujeto a la posición procesal asumida por el Fiscal inferior –esta no
le es vinculante– y, por tanto, puede adoptar un planteamiento jurídico distinto
–el aludido principio de unidad en la función compromete, en todo caso, a los
Fiscales del mismo oficio, mas no al Superior en grado (la Fiscalía Superior)–,
es de precisar que el desistimiento siempre es expreso y está sujeto a un trámite
específico, conforme establece el artículo 341 y siguientes del Código Procesal
Civil. En consecuencia, no es posible sostener que el Fiscal Superior se desistió

127
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

del recurso de apelación. Al no hacerlo –el desistimiento no se presume– el Tri-


bunal debía pronunciarse sobre el mérito del recurso de apelación del Fiscal Pro-
vincial, quien introdujo la pretensión impugnativa y a la cual debió responder ra-
zonada y razonablemente.
Es de precisar, según se advierte del audio que contiene la audiencia de apela-
ción del cuatro de marzo del año en curso, que el Fiscal Superior se limitó a sos-
tener que está de acuerdo con la decisión del Juez de la Investigación Preparato-
ria que desestimó el acuerdo provisional de terminación anticipada; que su actua-
ción, aunque difiere del Fiscal de Investigación que apeló el auto desestimatorio,
se ampara en los artículos cinco de la Ley Orgánica del Ministerio Público y se-
senta y uno del Código Procesal Penal; y que, en tal virtud, se aparta de la ape-
lación del fiscal de Investigación, y de hacer lo contrario –seguir sosteniendo la
apelación– no sería coherente con su postura frente a otros casos similares.
Por tanto, el indicado fiscal no se desistió expresamente del recurso de apela-
ción, ni tampoco siguió el procedimiento preestablecido del recurso de desis-
timiento. Tampoco lo hizo respecto del propio acuerdo suscrito por el Fiscal
Provincial”.
Y, que el Fiscal Superior no puede alterar la pretensión impugnativa del
Ministerio Público, salvo que se desista de la apelación.
“Cuarto: Que cabe puntualizar que la pretensión impugnativa la introduce el Fis-
cal recurrente y es esta la que delimita los principios de congruencia y de exhaus-
tividad del Tribunal de Apelación. El Fiscal Superior en grado solo puede alterar
este ámbito de la pretensión impugnativa en la medida en que se desista del re-
curso, total o parcialmente –y lo puede hacer porque institucionalmente rige en
el Ministerio Público el principio de jerarquía y desde la perspectiva de su actua-
ción impera el principio de objetividad o legalidad–. Siendo así, no es razón sufi-
ciente aludir a la posición del Fiscal Superior hecha valer en la audiencia de ape-
lación para, inmotivadamente, confirmar el auto recurrido”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 01-2007-Huaura (diecisiete
de mayo de dos mil siete) señala que se debe hacer una interpretación no for-
malista de los requisitos de todo medio impugnatorio, estándose a la “volun-
tad impugnativa”.
“Cuarto: Que, no obstante ello, en función al carácter tasado de los motivos de
casación es de precisar que el cauce procesal que corresponde al caso submate-
ria es el previsto por el artículo cuatrocientos veintinueve, inciso dos, del nuevo
Código Procesal Penal, y, en consecuencia, sobre ese motivo debe incidir el exa-
men casacional; que a estos efectos es de asumir la concepción de la denomina-
da ‘voluntad impugnativa’, atento al contenido o fundamentación y a la preten-
sión hecha valer mediante el presente recurso –que, por lo demás, ha cumplido
con las exigencias formales del apartado uno del artículo cuatrocientos treinta

128
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

del Código acotado–, que incide puntualmente en los alcances del cumplimien-
to de las normas procesales por el órgano jurisdiccional causantes de nulidad del
auto de vista, por lo que, en aras de hacer efectivo el derecho a la tutela jurisdic-
cional, que obliga a una interpretación no formalista de los requisitos de todo re-
curso impugnatorio, cabe entender que el recurso en cuestión tiene como motivo
específico el previsto en el inciso dos del citado artículo cuatrocientos veintinue-
ve del nuevo Código Procesal Penal”.
La sentencia de la Casación N° 52-2009-Arequipa (trece de julio de dos
mil diez) señala que la inasistencia del apelante de un auto a la audiencia de
segunda instancia para sustentar oralmente su pretensión no puede ocasionar
la inadmisibilidad del recurso.
“TERCERO: Que, ahora bien, el procedimiento del recurso de apelación en el
Tribunal Superior ha sido regulado separadamente según la resolución impugna-
da se trate de auto o de sentencia (así, artículos 420 y 424 del NCPP, respectiva-
mente). Tratándose de autos, como el presente que se recurre una decisión sobre
prisión preventiva, el apartado cinco del artículo 420 del NCPP es claro y defi-
nitivo, no deja lugar a dudas ni puede invocarse siquiera una laguna normativa
que requiera acudir a la integración jurídica, en concreto a la aplicación supleto-
ria de otra norma similar. Inicia el texto de la citada norma con la siguiente frase:
‘A la audiencia de apelación podrán concurrir los sujetos procesales que lo esti-
men conveniente’. A su vez, precisa que la audiencia de apelación ‘(...) no podrá
aplazarse por ninguna circunstancia (...) y (...) se oirá al abogado de la parte re-
currente y a los demás abogados de las partes asistentes’.
Ambas frases no admiten, dentro de su sentido literal posible, otra opción que en-
tender que la asistencia a la audiencia de apelación de autos de los sujetos pro-
cesales, incluyendo por cierto a sus abogados –que tienen una función específica
dentro del proceso y su actividad se integra al de la parte que defiende–, es facul-
tativa, y que los esclarecimientos y el propio debate de alegaciones, con la con-
currencia incluso del acusado, que tiene derecho a la última palabra, es potesta-
tiva o discrecional. En este supuesto se considera suficiente el mérito del acto de
interposición, respecto del cual la ley exige su debida fundamentación por escri-
to (artículo 405, apartado uno, literales b) y c), del NCPP), y se privilegia la ne-
cesaria absolución del grado bajo el entendido de que la argumentación y la pre-
tensión impugnativa constan en autos.
La asistencia a la audiencia de apelación desde la perspectiva del derecho a la re-
visión de una resolución de primera instancia de carácter interlocutoria, institui-
da legalmente, no trae consigo la inadmisibilidad de la apelación, su decadencia.
Es obvio que desde una perspectiva general la concurrencia a la audiencia es, por
cierto, un derecho constitucional de las partes –base del principio de contradic-
ción y de la garantía de defensa procesal, de hacerse oír por el órgano jurisdic-
cional antes de una decisión–. El deber u obligación procesal de asistencia, por

129
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

el contrario, lo será en la medida, según el régimen legal respectivo, en que una


norma específica así lo exija.
En tal virtud, la asistencia a la audiencia de apelación de autos es, propiamente,
una posibilidad procesal, en tanto oportunidad procesal que se brinda al apelan-
te a fin de acrecentar sus expectativas de una decisión favorable con su asistencia
a las audiencias y exponer razonada, razonable y oralmente sus puntos de vista
fácticos y jurídicos, así como sus propias pretensiones o resistencias. El NCPP,
para el caso del recurso de apelación, ha configurado la asistencia del impugnante a
la apelación como una carga procesal solo cuando se apelen sentencias, pues su
inasistencia determina la declaración de inadmisibilidad del recurso.
CUARTO: Que la declaración de inadmisibilidad de un acto procesal –en este
caso de la interposición del recurso de apelación y de la consiguiente necesidad
de la absolución del grado por el órgano jurisdiccional ad quem– constituye una
sanción procesal. Como tal, según el apartado tres del artículo VII del Título Pre-
liminar del NCPP, ha de ser interpretada restrictivamente. La declaración de in-
admisibilidad presupone, como es lógico, una norma expresa y, además, se apli-
ca solo y estrictamente a los casos en los que no exista ni la menor duda, es de-
cir, al alcance interpretativo de la ley se limita al núcleo de su significación.
Invocar el régimen de la apelación de sentencias, bajo el argumento de la supre-
macía de los principios de contradicción, oralidad y publicidad, es llanamente
una integración analógica que lesiona el alcance del artículo 420 apartado cin-
co del NCPP, visto su contenido normativo expreso y cierto, e infringe palmaria-
mente el artículo VII del Título Preliminar del NCPP ya citado”.
La Sentencia de la Casación N° 22-2010-Cuzco (veintitrés de setiembre
de dos mil diez) señala que es nula la resolución de segunda instancia que no
responde todos los motivos del recurso de apelación ni absuelve las preten-
siones impugnativas.
“SEXTO: Que, siendo así, se vulneró la garantía constitucional de tutela juris-
diccional. La resolución de vista no está fundada en derecho, no es congruente ni
cumplió con el principio de exhaustividad. No respondió todos los motivos del
recurso de apelación ni absolvió las pretensiones impugnativas hechas valer por
la Fiscalía Provincial con el imputado y su defensa. Ante una ausencia de moti-
vación y la vulneración de la garantía de tutela jurisdiccional no cabe otra opción
que anular la resolución de vista y disponer que el Tribunal Superior emita una
decisión sobre el fondo del asunto. Es de aplicación el artículo 150, literal d), del
Código Procesal Penal”.
La sentencia de la Casación N° 05-2007-Huaura (once de octubre de
dos mil siete) señala que es válida –bajo ciertas condiciones– la motivación
por remisión de las resoluciones de segunda instancia.

130
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

“Es claro, por lo demás, sostener que la sentencia de segunda instancia no vulne-
raría la garantía de motivación –en concreto, de motivación suficiente– cuando
utiliza la técnica denominada del ‘fallo por remisión’, es decir, cuando el Tribu-
nal Superior se remite a la sentencia de primera instancia, siempre y cuando esta
resuelva con rigor y motivadamente la cuestión planteada. En todo caso, los mo-
tivos del recurso deben haber sido respondidos cabalmente y de los argumentos
del fallo de vista puede inferirse válidamente que se pronunció acerca de las ale-
gaciones del recurrente”.
Pero, puntualizando la improcedencia de la motivación por remisión
cuando la causa de impugnación es un cuestionamiento de la completitud en
la exposición y valoración de la prueba en la resolución de primera instancia,
caso en que nos encontraríamos ante un supuesto de motivación insuficiente.
“OCTAVO. En el presente caso el Tribunal de Apelación ha entendido que la
apreciación del Tribunal de Primera Instancia, en orden a la valoración de la
prueba personal, no puede ser revisada, es inmodificable, tanto más si no se ac-
tuó prueba en segunda instancia. Sin embargo, no apreció, pese a que integraba el
motivo de la impugnación, el otro ámbito de fiscalización de la prueba personal:
la coherencia y persistencia de los principales testigos de cargo, en suma (desde
luego, es del caso puntualizar que el hecho de que una testigo en el curso del pro-
ceso haya expuesto varias versiones en modo alguno inhabilita al órgano juris-
diccional a optar por una de las versiones, siempre que explicite los motivos por
los que asume una de ellas); si el relato incriminador era atendible en función a
las reglas de la experiencia: si este era suficiente, a partir del conjunto de la prue-
ba apreciada por a quo; si el razonamiento del Tribunal de Primera Instancia era
en sí mismo sólido y completo.
Por otro lado, en el presente caso no es aceptable la técnica de la remisión, pues
existe un cuestionamiento a la completitud de la prueba –tanto testifical
como pericial–, y una invocación a la necesidad de apreciar el conjunto de decla-
raciones de la agraviada y a lo que del testigo de cargo anotó el recurrente, datos
o precisiones no consolidados en la sentencia de primera instancia.
En tal virtud, es de estimar que la sentencia de segunda instancia no absolvió de-
bidamente los motivos del recurso de apelación centrados en un error en la apre-
ciación de la prueba de cargo. Vulneró, en consecuencia, la garantía de motiva-
ción, en concreto el principio de razón suficiente. No justificó la razón de la pre-
tensión impugnativa del imputado”.
El Acuerdo Plenario N° 10-2009/CJ-116 (trece de noviembre de dos mil
nueve) señala que la pena de inhabilitación no se ejecuta hasta que la senten-
cia que la impone quede firme.
“Si se examina el régimen del NCPP, podrá advertirse, en el caso de la senten-
cia condenatoria, la inclinación por el primer modelo: la impugnación no tiene

131
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

efecto suspensivo –así lo dispone el artículo 402.1 del NCPP como regla espe-
cífica frente a la genérica del artículo 412.1 del NCPP–, con la excepción de la
imposición de las penas de multa o limitativas de derechos, una de las cuales es,
por cierto, conforme al artículo 31.3 del Código Penal, la pena de inhabilitación.
Ello significa, entonces, que solo las sentencias que imponen penas de privativas
de libertad y restrictivas de libertad que consignan los artículos 29 y 30 del Códi-
go Penal –en adelante, CP– se cumplen provisionalmente pese a la interposición
de un recurso impugnatorio contra ellas. Por tanto, si el condenado estuviera en
libertad y se impone pena o medida de seguridad privativa de libertad de carácter
efectivo, el Juez Penal, interpuesto el recurso, según lo autoriza el artículo 402.2
del NCPP, podrá optar por su inmediata ejecución o por imponer alguna restric-
ción de las previstas en el artículo 288 del NCPP.
A su turno, el Tribunal de Revisión, en caso se hubiera optado por la inmediata
ejecución de la pena impuesta, podrá suspenderla, atendiendo a las circunstan-
cias del caso, según el artículo 418.2 del NCPP. Tal efecto suspensivo concluirá
cuando la sentencia queda firme.
En consecuencia, la pena de inhabilitación conforme a las disposiciones perti-
nentes del NCPP no se ejecuta hasta que la sentencia condenatoria adquiera fir-
meza. Rige plenamente, en este dominio, el denominado sistema suspensivo”.

2. Apelación de sentencia
El Auto de Calificación de la Casación N° 16-2007-Huaura (dieciocho
de enero de dos mil ocho) señala que el plazo para presentar medios probato-
rios, corre no obstante que el impugnante no se haya apersonado aún ante el
órgano de segunda instancia.
“Que respecto a la trasgresión del debido proceso, denuncia que no se le notificó
con arreglo a ley con el concesorio de apelación de la sentencia a efecto de pre-
sentar nuevos medios probatorios, es del caso señalar que conforme se advier-
te de la resolución de fojas dieciséis del cuaderno de Impugnación y Debate, del
seis de agosto de dos mil siete, el impugnante no tenía señalado domicilio proce-
sal en segunda instancia, pero se indicó la posibilidad de subsanar dicha omisión;
que el Actor Civil, recién el veintinueve de agosto de dos mil siete se apersona
y señala domicilio procesal –véase fojas treinta y nueve del indicado cuaderno–,
esto es cuando el plazo de ley para presentar medios probatorios había vencido;
que, por tanto, no se advierte vulneración a su derecho de defensa (componente
de la garantía genérica del debido proceso), pues tenía perfecto conocimiento –a
partir de la impugnación que efectuó de la sentencia de primera instancia– que
los autos se encontraban en segunda instancia y que debía apersonarse señalan-
do domicilio procesal conforme a ley”.
La Sentencia de la Casación N° 56-2010-La Libertad (veintiocho de fe-
brero de dos mil once) señala que no se infringe el derecho de defensa cuando

132
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

la prueba es rechazada, porque la parte no justifica el supuesto que habilita el


ofrecimiento de prueba en segunda instancia.
“Décimo primero: La inobservancia de la garantía de la defensa procesal denun-
ciada por la defensa del encausado Ávalos Zárate están referidas a las presuntas
vulneraciones a su derecho a probar ante el Colegiado Superior. Así, el ofreci-
miento de un testigo, cumpliendo los presupuestos y formalidades, tiene el obje-
tivo de acreditar la tesis exculpatoria de la defensa, desbaratar la teoría del caso
del fiscal o acreditar o desvirtuar alguna circunstancia de la comisión del delito.
En la medida en que el rechazo del testigo ofrecido sea arbitrario o ilegal, dicha
decisión lesiona el derecho a la prueba, pues el ordenamiento procesal está con-
figurado de tal manera que la defensa tenga la oportunidad de probar su teoría del
caso o desvirtuar la tesis exculpatoria.
El ofrecimiento y admisión de los medios probatorios está relacionado con el de-
recho a la libertad probatoria, pues cualquier medio probatorio ofrecido opor-
tunamente mientras sea idóneo, pertinente y conducente para sustentar una cir-
cunstancia debe ser admitido por el juzgador; sin embargo, estas reglas generales
de admisión de los medios probatorios no rigen para la admisión de los medios
probatorios en segunda instancia, así lo señala el numeral dos del artículo cua-
trocientos veintidós del Código Procesal Penal, el cual señala que ‘solo se admi-
tirán los siguientes medios de prueba: a) Lo que no se pudo proponer en primera
instancia por desconocimiento de su existencia; b) Los propuestos que fueron in-
debidamente denegados, siempre que hubiere formulado en su momento la opor-
tuna reserva; y, c) Los admitidos que no fueron practicados por causas no impu-
tables a él’”.
Décimo segundo : Antes de la realización de la Audiencia de Apelación, el en-
causado Ávalos Zárate ofreció como medio de prueba la testimonial de Maximi-
na Lizárraga Ortiz, señalando las preguntas a las que iba a responder y que tenían
como finalidad exclusiva corroborar su tesis exculpatoria [tesis que consistía en
que los hechos son como producto de un chantaje y no una extorsión, pues ame-
nazó a la agraviada con divulgar que tenía un amante, hecho por el cual le solici-
tó una determinada cantidad de dinero, tanto más si no existe ninguna grabación
de los supuestos audios extorsivos, pese a que la imputación radica en que la po-
licía intervino al oír las llamadas que habría realizado a la agraviada]; pues la tes-
tigo es pariente de la agraviada.
El Tribunal Superior declaró inadmisible el medio probatorio ofrecido, señalan-
do que el ofrecimiento no se encontraba en ninguno de los supuestos de excep-
ción regulados en el numeral dos del artículo cuatrocientos veintidós del Código
Procesal Penal, es decir, no se acreditó el desconocimiento del medio probatorio
para ofrecerlo en primera instancia, no fueron indebidamente denegados en pri-
mera instancia o pese a ser admitidos no fueron actuados por causas no imputa-
bles al encausado.

133
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

En este contexto, corresponde decidir si lo resuelto por el Tribunal Superior re-


sulta acorde a derecho. Del escrito de fojas treinta y siete de ofrecimiento de la
testimonial de Maximina Lizárraga Ortiz presentado por el encausado Ávalos
Zárate no se advierte fundamentación alguna para encuadrar el ofrecimiento de
prueba [en segunda instancia] en ninguno de los supuestos que habilita el orde-
namiento procesal, esto es, que recién se tuvo conocimiento de su existencia, que
haya sido indebidamente denegado en primera instancia o haya sido admitido y
no actuado por causa no imputable a su persona; por lo que este extremo no vul-
nera la garantía de la defensa procesal”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 14-2007-Huaura (treinta de
enero de dos mil ocho) señala que es inadmisible el ofrecimiento de testigos
en segunda instancia cuando no se ofrecieron en primera instancia pese a es-
tar en condiciones de hacerlo.
“De la sentencia de vista no se observa que la Sala Penal efectuó una errónea in-
terpretación del citado artículo cuatrocientos veintidós, sino que –al referirse al
trámite de la apelación y al examinar el valor de la prueba personal objeto de
inmediación por el Juez de Primera Instancia, y en armonía con el auto de fo-
jas veintidós (que inadmitió los medios probatorios ofrecidos por la defensa del
imputado)– razonó adecuadamente sobre el sentido del precepto y el porqué de
la no admisión de las testificales propuestas: i) se trataba de declaraciones que
debieron ofrecerse en el juicio oral de primera instancia pues, en tanto se trataba
de cinco familiares directos y un vecino de la menor agraviada, su existencia re-
sultaba conocida por el proponente [literal a) del inciso dos]; y, ii) el recurrente
omitió indicar, en su momento, que las testificales no fueron practicados en pri-
mera instancia por causas no imputables a él [literal c) del inciso dos]”.
La Sentencia de la Casación N° 09-2007-Huaura (dieciocho de febrero
de dos mil ocho) señala que no infringe el derecho de defensa del imputado,
la actuación en segunda instancia de la testimonial que no se pudo recibir en
la primera instancia por la inconcurrencia del testigo no imputable a la parte.
“TERCERO: Que en el caso concreto, el ofrecimiento de la declaración de la me-
nor K.N.A.R. –en segunda instancia– está regulado por el artículo cuatrocientos
veintidós apartado c) del nuevo Código Procesal Penal, ofrecida en tiempo opor-
tuno, con el objeto de que bajo las exigencias de inmediación y contradicción la
agraviada K.N.A.R. sea examinada por los jueces a cargo del control y revisión
de la sentencia apelada, declaración relevante –por razón del delito– y necesaria
para los fines del esclarecimiento de la imputación formulada; situación que no
es atentatoria contra el derecho de defensa del imputado, por tener expedito el
derecho del contrainterrogatorio. Que al desestimarse la declaración de la agra-
viada K.N.A.R., no se tuvo en cuenta que la actora civil en sus alegatos prelimi-
nares, conforme al acta del juicio oral de primera instancia de fojas doscientos
ocho, informó que el motivo de la inasistencia de la víctima se produjo por su

134
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

estado de salud mental, aludiendo el informe psicológico número sesenta-DPS-


HNCH-cero siete ofrecido y admitido como prueba que señalaba que la agravia-
da presentaba ‘Depresión mayor con ideación suicida actual (...)’, y el Colegia-
do de primera instancia no adoptó ninguna medida para asegurar su concurrencia
a juicio conforme lo dispone el artículo ciento sesenta y cuatro del nuevo Códi-
go Procesal Penal, tampoco consideró su testimonio como uno especial, confor-
me al artículo ciento setenta y uno, a pesar de la justificación de inconcurrencia.
(…).
Ahora bien, el imputado no podría ser afectado en su derecho de defensa, puesto
que luego del examen de la agraviada K.N.A.R., tenía el derecho del contraexa-
men o contrainterrogatorio, incluso de un careo, asegurada de este modo la igual-
dad de actuación entre las partes”.
El Auto de la Apelación N° 02-2009-La Libertad (veintiséis de junio de
dos mil diez) señala que el oferente tiene la carga de probar que la no presen-
tación de su “nuevo medio probatorio” en el juicio de primera instancia se de-
bió a causas ajenas a su voluntad.
“Cuarto: Que el encausado recurrente afirma que la prueba que ofrece no pudo
presentarla al inicio del juicio oral porque recién la conoció en pleno desarrollo
del plenario. Sin embargo, es de tener en cuenta que en este supuesto el propo-
nente ha de demostrar que la falta de proposición oportuna se debió a circunstan-
cias ajenas a su voluntad”.
Señala la excepcionalidad de la citación al juicio de apelación de los tes-
tigos que declararon en la primera instancia.
“Esta última posibilidad solo es admisible cuando las declaraciones de los testi-
gos, incluidos los agraviados, adolezcan de sensibles defectos legales o déficits
de información que impiden el necesario esclarecimiento de los hechos objeto
del debate. Es de tener en claro que el principio rector de la apelación penal con-
tra sentencias definitivas es solo permitir la actuación de nuevas pruebas desde una
perspectiva de complementación del material probatorio en orden a la corrección
de irregularidades probatorias de la primera instancia y a superar, limitadamen-
te, las preclusiones allí producidas”.
Y, que no es obligatoria la presencia del imputado recurrente en la audien-
cia de apelación del juicio cuando ello implicaría la privación de su libertad.
“Octavo: Que en el caso concreto el imputado ha sido condenado a una pena pri-
vativa de libertad efectiva y se ha ordenado su captura, medida que rige –pese al
recurso de apelación– por mandato del apartado dos del cuatrocientos dieciocho
del nuevo Código Procesal Penal.
Ahora bien, nuestro ordenamiento jurídico garantiza plenamente el ejercicio de
la libertad personal y es comprensivo del afán natural de las personas de evitar

135
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

toda limitación o privación de la libertad, más allá de la legitimidad del mandato


de la autoridad competente. Por ende, no considera apropiado imponer sanción
alguna por su razonable ejercicio, salvo que en su comisión se vulneren otros bie-
nes jurídicos protegidos –integridad corporal, patrimonio, objetividad y correc-
ción del ejercicio de la función pública, etcétera–.
Este Supremo Tribunal entiende el motivo del imputado por no asistir a la au-
diencia de apelación: si se presenta sería detenido e ingresado a un Estable-
cimiento Penal. Así las cosas, no es proporcional exigir su presencia bajo aperci-
bimiento de desestimar liminarmente su impugnación. Si se reconoce, como se
hace, el derecho de las personas a la libertad ambulatoria, y si en el caso concreto
su presencia implicaría su detención inmediata, no es posible anudar a su incon-
currencia la desestimación del recurso, con lo que se limitaría desproporcionada-
mente –desde el subprincipio de proporcionalidad estricta– el derecho al recur-
so –se clausuraría la posibilidad de someter al conocimiento de un Tribunal Su-
perior una resolución que le causa agravio– y el derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva –no se tendría acceso a la segunda instancia, legalmente prevista, pese a
que la audiencia de apelación, en este caso, en atención a los motivos del recur-
so y al ámbito de sus objeciones, no requiere de modo necesario la presencia del
imputado–.
En consecuencia, en este caso concreto, como está en riesgo la libertad personal
del imputado –y solo porque lo está de modo irremediable– sería desproporcio-
nado atar a su inconcurrencia la inadmisibilidad del recurso que interpuso. Por
ello cabe concluir que el motivo de su probable inasistencia está justificado. La
audiencia de apelación, por tanto, puede realizarse con la sola presencia de su
abogado defensor, a quien debe reconocerse, analógicamente, la representación
del imputado y, por tanto, los derechos de intervención en todas las diligencias y
de ejercicio de todos los medios de defensa que la ley reconoce (artículo setenta
y nueve, apartado tres, del nuevo Código Procesal Penal)”.
La sentencia de la Casación N° 183-2011-Huaura (cinco de setiembre
de dos mil doce) señala, en calidad de doctrina jurisprudencial, que no es im-
prescindible la asistencia del imputado recurrido a la audiencia de segunda
instancia.
“4.1.1. Que, resulta claro de conformidad con el inciso uno del artículo cuatro-
cientos veintitrés del Código Procesal Penal que una vez que se ha decidido la
admisibilidad de la prueba ofrecida –como ha sucedido en el presente caso– se
deberá convocar a las partes, incluso a los imputados no recurrentes, a la au-
diencia de apelación, en efecto esta norma hace mención a que el Órgano Ju-
risdiccional debe poner en conocimiento de todos los sujetos procesales la rea-
lización de dicha audiencia, con el fin de dárseles la oportunidad a que puedan
asistir y hacer valer sus posiciones antes que la causa sea resuelta en segunda
instancia.

136
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

4.1.2. Que, asimismo, el inciso dos del citado dispositivo legal y que habría sido
vulnerado, según alega el recurrente, con el proceder del Colegiado Superior, es-
tipula: ‘(...) Es obligatoria la asistencia del fiscal y del imputado recurrente, así
como de todos los imputados recurridos en caso la impugnación fuere interpues-
ta por el fiscal (...)’– en efecto, dicha norma en principio establece la obligatorie-
dad de la asistencia del imputado recurrido ante la impugnación efectuada por el
fiscal, sin embargo, dicha norma debe ser comprendida y aplicada no de manera
aislada y literal, sino que debe interpretarse en forma sistemática con las demás
disposiciones que guarden relación con dicha premisa inicial dentro del marco
jurídico vigente, así se tiene que el inciso cuatro del artículo cuatrocientos vein-
titrés de la norma acotada, señala: ‘(...) Si los imputados son partes recurridas –
se entiende no recurrentes– su inasistencia no impedirá la realización de la au-
diencia (...)’, entonces, resulta razonable establecer que no obstante la obligato-
riedad anotada, el legislador ha previsto casos en los que no concurra el impu-
tado recurrido, en tales supuestos la fórmula legal a seguir por el juzgador no es
suspender el juicio, sino por el contrario en esos casos la audiencia se debe llevar
a cabo, tanto más si concurre el abogado defensor del procesado.
4.1.3. Que, al respecto el inciso uno del artículo setenta y uno del Código Proce-
sal Penal establece: ‘(…) el imputado puede hacer valer por sí mismo, o a través
de su abogado defensor los derechos que la Constitución y las Leyes le conce-
den (…)’, como vienen a ser la tutela jurisdiccional efectiva, derecho de defen-
sa, igualdad ante la Ley, a la doble instancia, entre otros; asimismo, se ha dejado
anotado en el Recurso de Apelación número cero dos - dos mil nueve de La Li-
bertad, fundamento octavo, lo siguiente: ‘(…) pese a que la audiencia de apela-
ción, en este caso, en atención a los motivos del recurso y al ámbito de sus obje-
ciones no requiere de modo necesario la presencia del imputado (...) La audien-
cia de apelación, por tanto, puede realizarse con la sola presencia de su abogado
defensor, a quien debe reconocerse, analógicamente, la representación del impu-
tado y, por tanto, los derechos de intervención en todas las diligencias y de ejer-
cicio de todos los medios de defensa que la ley reconoce (artículo setenta y nue-
ve, apartado tres del Código Procesal Penal) (…)’. Asimismo, se ha dejado esta-
blecido en la Casación número uno - dos mil siete - Huaura, de fecha veintiséis
de julio de dos mil siete, lo siguiente: ‘(…) Es particularmente importante, a to-
dos los efectos, la regla incorporada en el penúltimo extremo del apartado dos
del examinado artículo doscientos setenta y uno del nuevo Código Procesal Pe-
nal: ‘Si el imputado se niega por cualquier motivo a estar presente en la audien-
cia será representado por su abogado defensor o el defensor de oficio, según sea
el caso’. No es pues, absoluta la necesidad de presencia del imputado en la au-
diencia de prisión preventiva; es sí necesaria, su debida citación en su domici-
lio real o procesal –si lo hubiere señalado–, o su conducción al juzgado cuando
esté efectivamente detenido [con ello se cumple el principio de contradicción,
se hace efectiva la garantía de tutela jurisdiccional –en cuanto acceso al proce-
so– y se afirma, a su vez, la garantía de defensa procesal]. Si el imputado se nie-
ga a asistir, sea porque huyó, porque no es habido –lo que denota imposibilidad

137
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

material del juez para emplazado– o porque, sencillamente, no quiere hacerlo


–en ejercicio de su derecho material de defensa, a su propia estrategia procesal
o por simple ánimo de sustracción o entorpecimiento procesal–, la audiencia se
lleva a cabo con la representación técnica del abogado defensor, de confianza o
de oficio (…)’”.
4.1.4. Que, de lo expuesto, entonces, es de colegirse extensivamente que en los
casos de inasistencia del imputado recurrido a la audiencia de apelación, no exis-
te impedimento alguno para que dicha diligencia se lleve a cabo, con la presen-
cia de los otros sujetos procesales, incluso dicha ausencia puede ser convalidada
con la asistencia de su abogado defensor, lo que asegura el resguardo de todas las
garantías que nuestro ordenamiento jurídico procesal penal prevé a su favor, en
consecuencia, la obligatoriedad en la asistencia del imputado recurrido tiene una
aplicación relativa, pues existen mecanismos supletorios, como es la asistencia
de su abogado defensor, que garantizan en pleno los derechos y garantías proce-
sales, en consecuencia, no es del caso considerar dicha inasistencia como vulne-
ración de las normas legales de carácter procesal, debiendo interpretarse en for-
ma sistemática lo dispuesto por el inciso dos del artículo cuatrocientos veintitrés
del Código Procesal Penal”.
Señala, también en calidad de doctrina jurisprudencial, que en caso
de inconcurrencia del imputado recurrido la conducción compulsiva, y con-
tumacia del procesado será ordenada según las condiciones del proceso en el
caso concreto.
“4.1.5. Que, en cuanto a lo alegado por el recurrente en el sentido que ante la
inasistencia del imputado a la audiencia de apelación, los Jueces Superiores no
disponen previamente su conducción coactiva y declararlos contumaces, cabe in-
dicar que dicha disposición contenida en la parte final del inciso cuatro del ar-
tículo cuatrocientos veintitrés, debe ser aplicada, caso por caso y no en forma de-
finitiva, general e indiscriminada, ello pues en algunos casos concretos, la prue-
ba de cargo conocida por el Órgano Jurisdiccional en segunda instancia puede
ser tan débil e insuficiente para cuestionar una decisión absolutoria de primera
instancia, que sería razonablemente inadecuado disponer la conducción coacti-
va del imputado recurrido o su declaración de contumaz, cuando su presencia –
que puede ser incluso convalidada con la asistencia de su abogado defensor– no
sea determinante para definir la decisión judicial, entonces resulta adecuado pre-
cisar que en función a la naturaleza de los hechos y la prueba de cargo y de des-
cargo que exista en cada caso particular, el juzgador podrá adoptar la decisión
que considere pertinente, proporcional y razonable en cada uno de ellos, sin que
la no imposición de las medidas anotadas en la parte final del artículo cuatro-
cientos veintitrés del Código Procesal Penal signifique per se afectación al debi-
do proceso”.
E, igualmente en calidad de doctrina jurisprudencial, la necesidad de lec-
tura pública de la sentencia de segunda instancia.

138
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

“4.2.1. Que, respecto a la diligencia de lectura de sentencia, debe indicarse que


en el Código Procesal Penal existen normas genéricas que regulan su desarrollo
tras el juicio oral llevado a cabo tanto por el Juzgado Unipersonal o Colegiado,
respectivamente, como se advierte del Título VI –artículo trescientos noventa y
dos y siguientes– de la Sección III del citado Texto Legal –al respecto, el inciso
tres del artículo trescientos noventa y seis establece lo siguiente: ‘(…) La senten-
cia quedará notificada con su lectura integral en audiencia pública (…)’– como
las específicas vinculadas a la lectura de sentencia en segunda instancia, que se
encuentra regulada en el artículo cuatrocientos veinticinco del Código acotado;
que el inciso cuatro de este dispositivo legal señala: (...) La sentencia de segun-
da instancia se pronunciará siempre en audiencia pública. Para estos efectos
se notificará a las partes la fecha de la audiencia. El acto se llevará a cabo con las
partes que asistan. No será posible aplazada bajo ninguna circunstancia (...)’; que
de ello se puede precisar entonces que ya sea la sentencia de primera o de segun-
da instancia, es un supuesto normativo de ineludible cumplimiento por los Ór-
ganos Judiciales su lectura en audiencia pública –sin perjuicio de reconocerse lo
estipulado en el segundo párrafo del artículo trescientos noventa y seis del Có-
digo Procesal Penal que establece: ‘(...) Cuando por la complejidad del asunto o
lo avanzado de la hora sea necesario diferir la redacción de la sentencia, en esa
oportunidad se leerá tan solo su parte dispositiva y uno de los jueces relatará sin-
téticamente al público los fundamentos que motivaron la decisión, anunciará el
día y la hora para la lectura integral, la que se levará a cabo en el plazo máximo
de los ocho días posteriores al pronunciamiento de la parte dispositiva ante quie-
nes comparezcan (...)’”–.
4.2.2. Que, en efecto, ello garantiza el conocimiento de los argumentos y la de-
cisión judicial en forma oral a los justiciables presentes y al público concurren-
te, en consonancia con el espíritu del nuevo modelo procesal penal que busca ir
aboliendo las prácticas inquisitivas que redundan en una reserva de las actuacio-
nes judiciales, en tal sentido, el Código Procesal Penal plantea a lo largo del pro-
cedimiento un sistema de audiencias que garantiza no solo la contradicción de las
posiciones entre los sujetos procesales durante el proceso, sino que también ga-
rantiza la publicidad en las actuaciones judiciales, que permite un adecuado con-
trol de la ciudadanía sobre la actuación de los jueces, siendo la lectura de la sen-
tencia una exigencia no solo de orden formal, sino que es a su vez una exigen-
cia normativa que tiende a someter al escrutinio general la decisión adoptada, en
consecuencia, y en cumplimiento a lo dispuesto en el inciso seis del artículo cua-
trocientos veinticinco del Código Procesal Penal la sentencia de segunda instan-
cia –al igual que la derivada del acto de juzgamiento en primera instancia– debe
ser, primero, ineludiblemente leída –se entiende en audiencia pública, salvo las
excepciones de ley en que dicha diligencia se hará en forma reservada– y des-
pués de ello notificada a los sujetos procesales.
4.2.3. Que, cabe indicar que la disposición de publicar la decisión judicial en una
página web resulta lógica y abona al conocimiento y difusión de las sentencias

139
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

dictadas por este poder del Estado, en tal sentido, debería ser una premisa general
e inicial que tales publicaciones deban realizarse a través de los medios de difu-
sión idóneos y legalmente autorizados y reconocidos para dicha finalidad, como
resultan ser las páginas electrónicas de las diversas Cortes Superiores de Justicia;
sin embargo, resulta ser un hecho evidente en nuestro país que en muchos casos
no existe la logística necesaria ni la cultura de la publicidad que tienda a la difu-
sión por tales medios informáticos de las sentencias dictadas, en consecuencia, si
tomamos en cuenta que en la actualidad se está llevando a cabo en nuestro país
el proceso de reforma en materia procesal penal de manera progresiva, no resulta
equivocado ni irrazonable disponer la difusión de las decisiones judiciales, a tra-
vés de otros mecanismos –como pueden ser otras direcciones electrónicas des-
tinadas obviamente a la difusión de noticias y temas de interés de índole jurídi-
ca–, en tanto se vayan estableciendo las condiciones técnico-operativas y logís-
ticas óptimas para alcanzar los fines publicísticos que enarbola el Código Proce-
sal Penal.
Quinto: Que en dicho orden de ideas, si bien los actos realizados por el Colegia-
do Superior en cuanto no realizó la diligencia de lectura de sentencia y dispuso
únicamente la notificación de su decisión en los domicilios procesales de las par-
tes, afectan lo dispuesto en los artículos cuatrocientos veinticinco, inciso dos, del
Código Procesal Penal, sin embargo, solo por esta vez este Supremo Tribunal
considera que resultaría inapropiado y poco práctico retrotraer el procedimiento
al momento en que se cometió el vicio, tanto más si en los casos de defectos re-
lativos, el artículo ciento cincuenta y dos del Código Procesal Penal, señala que
los vicios quedarán convalidados: ‘(…) Si no obstante su irregularidad, el acto
ha conseguido su fin respecto de los interesados o si el defecto no ha afectado los
derechos y las facultades de los intervinientes (…)’”.
La sentencia de la Casación N° 153-2010-Huaura (veintidós de noviem-
bre de dos mil once) señala que el órgano jurisdiccional de grado no puede va-
riar el sentido de la valoración de los medios probatorios que hizo el órgano
jurisdiccional de primera instancia, salvo que en la audiencia de apelación se
haya actuado nueva prueba; únicamente es posible efectuar un control de la
estructura racional del contenido de la prueba.
“Tercero: Es precisamente por permitirse actuar determinados medios de prueba
en la etapa recursal del proceso penal, es que estamos frente a un modelo de ape-
lación limitado modulado, este radica en la posibilidad de introducir nuevos me-
dios probatorios.
Al respecto, el inciso 5 del artículo 422 del NCPP establece la posibilidad de citar
a aquellos testigos que han declarado en primera instancia, siempre que la Sala,
por exigencias de inmediación y contradicción, considere indispensable su con-
currencia para sustentar el juicio de hecho de la sentencia, a menos que las par-
tes no hayan insistido en su presencia. Así también, la regla general es que en la
valoración de prueba personal la Sala de revisión no le puede otorgar diferente

140
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

valor probatorio, salvo que el mismo haya sido cuestionado por un medio de
prueba actuado en segunda instancia.
Cuarto: La regla general referida en el considerando anterior se produce como
consecuencia de los principios de inmediación y oralidad, que priman en mate-
ria de actuación y ulterior valorabilidad y valoración de la prueba personal, por
lo que el Tribunal de segunda instancia no está autorizado a variar la conclusión
o valoración que de su contenido y atendibilidad [que] realice el órgano jurisdic-
cional de primera instancia, estos casos son identificados como las ‘zonas opa-
cas’. No obstante, existen ‘zonas abiertas’ que sí permiten el control de aspec-
tos relativos a la estructura racional del propio contenido de la prueba, ajenos en
sí mismos a la percepción sensorial del Juzgador de primera instancia, que pue-
den ser fiscalizados a través de las reglas de la lógica, la experiencia y los cono-
cimientos científicos.
Quinto: En el presente caso, se advierte que la Sala de Apelaciones no actuó
prueba, salvo la declaración del sentenciado, por lo que solo podía valorar las
actuaciones realizadas en primera instancia, en tanto existan ‘zonas abiertas’; es
decir, solo podía efectuar un control de la estructura racional del contenido de la
prueba; situación que no se observa en el presente caso; puesto que, se limita a
enumerar una serie de vicios de valoración; es decir, transgresión del derecho a la
prueba en cuanto no se habría admitido medios de prueba necesarios para el pro-
ceso y la falta de actuación de oficio de otros - tales como la citación de Médicos
que determinen de manera concreta el tratamiento médico y sus efectos de la en-
fermedad venérea de la cual sufría el sentenciado; siendo el caso que, dichos ar-
gumentos ameritan más que una absolución, la nulidad de la sentencia de segun-
da instancia.
Sexto: En consecuencia, la resolución cuestionada mediante el recurso de casa-
ción no está fundada en derecho, pues no existe en el presente caso las denomi-
nadas ‘zonas abiertas’ que permitan la valoración de los medios de prueba actua-
dos en la primera instancia, produciendo la obligación de anularla y ordenar al
Tribunal Superior emita una decisión conforme a lo expresado en esta Suprema
Instancia”.
La sentencia de la Casación N° 05-2007-Huaura (once de octubre de
dos mil siete) señala que, si bien el órgano jurisdiccional de segunda instan-
cia no está autorizado a modificar la valoración de la prueba personal realiza-
da por el de primera instancia, existen ‘zonas abiertas’ que son accesibles al
control de grado.
“Sétimo. Es exacto que con arreglo a los principios de inmediación y de orali-
dad, que priman en materia de la actuación y ulterior valorabilidad y valoración
de la prueba personal, el Tribunal de Alzada no está autorizado a variar la conclu-
sión o valoración que de su contenido y atendibilidad realice el órgano jurisdic-
cional de primera instancia. Ello, desde luego, reduce el criterio fiscalizador del

141
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Tribunal de Apelación, pero no lo elimina. En esos casos –las denominadas ‘zo-


nas opacas’– los datos expresados por los testigos estrechamente ligados a la in-
mediación (lenguaje, capacidad narrativa, expresividad de sus manifestaciones,
precisiones en su discurso, etcétera) no son susceptibles de supervisión y control
en apelación; no pueden ser variados.
Empero, existen ‘zonas abiertas’, accesibles al control. Se trata de los aspectos
relativos a la estructura racional del propio contenido de la prueba, ajenos en sí
mismos a la percepción sensorial del Juzgador de primera instancia, que pue-
den ser fiscalizados a través de las reglas de la lógica, la experiencia y los cono-
cimientos científicos. En consecuencia, el relato fáctico que el Tribunal de Pri-
mera instancia asume como hecho probado, no siempre es inconmovible, pues:
a) puede ser entendido o apreciado con manifiesto error o de modo radicalmen-
te inexacto –el testigo no dice lo que lo menciona el fallo–; b) puede ser oscuro,
impreciso, dubitativo, ininteligible, incompleto, incongruente o contradictorio
en sí mismo; o, c) ha podido ser desvirtuado por pruebas practicadas en segunda
instancia”.
La sentencia de la Casación N° 73-2010-Moquegua (catorce de abril
de dos mil once) señala que no existe nulidad de la sentencia que valoró una
prueba que había sido excluida cuando esta no resulta decisiva para justificar
la condena; señalando que se debe aplicar el método de la supresión hipotéti-
ca para determinar si la prueba es decisiva.
“Sexto: De la atenta lectura de las sentencias de primera y segunda instancia se
advierte que la condena se sustentó en el mérito de las declaraciones testimonia-
les de Luis Eduardo Romero Salas –persona que auxilió a la menor agraviada
instantes después de haber sido víctima de tocamientos indebidos y que en la au-
diencia de juzgamiento reconoció físicamente al encausado Mamani Gallegos–,
de los trabajadores que participaron en el techamiento de la casa en el que se pro-
dujo el hecho juzgado: Prudencio Baca Ramírez, Justo Isidoro Mamani Ayna y
Julio Agustín Mamani Cosi –padre del imputado–; así como de Luis Alber-
to Apaza Apaza y Yully Melva Velásquez Juárez, progenitores de la víctima y
de los policías intervinientes en el día de los hechos Miguel Albino Quispe Car-
pio y Wilver Rosendo Mamani Cuayla –quienes coinciden en señalar que el día
de los hechos la menor, indistintamente, les refirió que momentos previos había
sido víctima de tocamientos indebidos y que en ese mismo acto sindicó e identi-
ficó como el autor de tal hecho al imputado–, el dictamen pericial psicológico de
fecha veintiuno de febrero de dos mil nueve, realizado a la niña por la Psicóloga
Ana María Mamani Chahuayo del Instituto de Medicina Legal del Perú y la pro-
pia declaración del encausado.
Así expuestos, los medios de prueba invocados y el elemento probatorio que
aportan cumplen el requisito de suficiencia probatoria.

142
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

Que, no obstante, se aprecia que al emitirse la sentencia de apelación, el Tribunal


Superior obvió considerar que la declaración referencial de la menor agraviada
–de fojas veintiuno– había sido excluida del acervo probatorio en primera instan-
cia –por haber sido obtenida sin las garantías y formalidades establecidas por la
ley procesal–; sin embargo, dicha circunstancia no ocasiona vicio en la sentencia
de vista, pues a la luz de lo actuado, tanto en primera como en segunda instancia,
no era esencial ni decisiva para resolver el caso judicial a su favor y enervar las
demás pruebas de cargo e indicios que se verificaron en su contra.
Para apreciar si la prueba omitida es decisiva, se acude al método de la supresión
hipotética: la prueba será decisiva y su validez afectará de manera fundamental a
la motivación cuando, su supresión o reposición mental, genera conclusiones ne-
cesariamente distintas.
En el presente caso, aún suprimiendo hipotéticamente la declaración referencial
de la menor agraviada prestada ante el representante del Ministerio Público a fo-
jas veintiuno, no variaría el sentido de la decisión final adoptada en la sentencia
de condena –se mantendría incólume– pues existen otros elementos de convic-
ción e indicios que fueron utilizados, tanto por los juzgadores de primera instan-
cia como por el Tribunal de apelación, de acuerdo a la sana crítica racional –tie-
ne suficiente cimentación legal–”.
La sentencia de la Consulta N° 2491-2010-Arequipa (catorce de setiem-
bre del dos mil diez) se pronuncia por la constitucionalidad de la prescripción
legal que establece la posibilidad de que, con motivo de la apelación de la sen-
tencia, el órgano jurisdiccional de grado condene al imputado que fue absuel-
to por la primera instancia.
“Cuarto: Que en efecto, el nuevo Código Procesal Penal a través del dispositi-
vo legal cuya inconstitucionalidad es materia de consulta, establece la posibili-
dad de sancionar a aquel que fuera absuelto en primera instancia, modificando de
esta manera las facultades concedidas al juez de apelación en el Código de Pro-
cedimientos Penales, toda vez que mientras que en su artículo 425, inciso 3, lite-
ral b), señala que la sentencia de segunda instancia puede ‘dentro de los límites
del recurso, confirmar o revocar la sentencia apelada. Si la sentencia de prime-
ra instancia es absolutoria, puede dictar sentencia condenatoria imponien-
do las sanciones y reparación civil a que hubiere lugar’; el Código de Proce-
dimientos Penales señala en su artículo 301 que el órgano jurisdiccional que co-
noce un recurso de apelación en segunda instancia, en caso de sentencia absolu-
toria, ‘solo puede declarar la nulidad y ordenar nueva instrucción o nuevo juicio
oral’”.
Quinto: Que, el nuevo tratamiento de reforma de la sentencia absolutoria de pri-
mera instancia por una de carácter condenatoria, ha dado lugar a lo que se deno-
mina, el régimen jurídico de la condena del absuelto, el mismo que no afecta la
denominada garantía de la ‘doble instancia’ reconocida en el inciso 6 del artículo

143
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

139 de la Constitución Política del Estado, en la medida que, en estricto, lo que


se reconoce en dicha norma constitucional es la garantía de la instancia plural, la
misma que se satisface estableciendo, como mínimo, la posibilidad en condicio-
nes de igualdad de ‘dos sucesivos exámenes y decisiones sobre el tema de fon-
do planteado, por obra de dos órganos jurisdiccionales distintos, de modo que el
segundo debe prevalecer sobre el primero’, tanto más si como ha sucedido en el
presente caso, ante la emisión de la sentencia absolutoria de primera instancia,
el Fiscal Adjunto encargado del Tercer Despacho de Investigación de la Segunda
Fiscalía Penal Corporativa de Arequipa ha interpuesto recurso de apelación, cir-
cunstancia que al habilitar un pronunciamiento condenatorio, no permite arribar
a una conclusión que implique una reformatio in peius para el procesado Jorge
Ccanahuire Adcco.
Sexto: Que, en efecto, la prohibición de la reformatio in peius no funciona en los
supuestos en que el contrario hubiera también apelado de la sentencia; situación
jurídico-procesal que es donde se encuadra el tema en análisis, pues sobre la sen-
tencia absolutoria, el apelante es el Ministerio Público, cuya pretensión impug-
natoria faculta a un pronunciamiento de fondo, que al ejercer un juicio de funda-
bilidad puede provocar una condena al absuelto en primera instancia.
Sétimo: Que, el principio constitucional de la instancia plural trata en definiti-
va de que la organización del proceso admita la posibilidad que el objeto o pre-
tensión pueda ser discutida ampliamente en dos instancias, a instancia tanto de la
parte acusada como acusadora. Por ende, el acusado –pero también la acusación
respecto de su pretensión–  tiene la posibilidad de discutir en dos oportunidades
la pretensión punitiva, defendiéndose de la acusación durante la primera instan-
cia y luego, ante la apelación presentada por el fiscal, también podrá hacerlo en
segunda instancia, a través de sus alegatos respectivos.
Octavo: Que, la referida garantía es reconocida también en condiciones de igual-
dad tanto a la parte acusada como a la parte acusadora, no existiendo razón al-
guna para admitir que el ad quem solo pueda absolver al condenado cuando este
cuestione la condena, pero no pueda condenar al absuelto cuando la parte acusa-
dora cuestione, precisamente con su recurso, tal absolución. Así, si tenemos en
cuenta la exigencia del principio de igualdad, no existe justificación razonable
que permita, de un lado, avalar la posibilidad de una decisión del ad quem que
revoque y sustituya la condena pero, de otro lado, impedir que ejerza las mismas
facultades respecto de la absolución.
Noveno: Que, el inciso 6 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado,
así como el literal h) del inciso 2 del artículo 8 de la Convención Americana so-
bre Derecho Humanos exigen que, en la organización del proceso penal, la parte
acusada tenga la posibilidad de discutir la pretensión jurídica penal en su contra
ante un órgano jurisdiccional superior y por ende distinto. Sin duda, la institución
de la condena del absuelto prevista en la configuración jurídica del recurso de ape-
lación en el nuevo Código Procesal Penal, prevé la posibilidad de hacer uso de
este recurso por la parte acusada, consecuentemente, puede recurrir y discutir la

144
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

pretensión sancionadora de la parte acusadora ante un órgano jurisdiccional su-


perior y distinto.
Décimo: Que, en este contexto, el acusado tendrá toda la posibilidad de discu-
tir la pretensión punitiva en dos oportunidades, esto es, tanto ante el juez de pri-
mera instancia como ante el de apelación, incluso en el caso de la apelación de
una sentencia absolutoria por parte de la parte acusadora. De esta manera, podrá
ejercer su derecho de defensa frente a la acusación que se le haga durante la pri-
mera instancia y, lo que es lo más importante, podrá también hacerlo en el juicio
sobrevenido por el recurso actuado por el fiscal, en virtud del cual se realizará el
juzgamiento en segunda instancia.
Décimo primero: Que, habiéndose cumplido entonces a través del nuevo dise-
ño procesal penal adoptado, en el que a diferencia de la regulación prevista en
el Código de Procedimientos Penales, es posible condenar al absuelto en prime-
ra instancia, con el respeto irrestricto a la instancia plural, la interposición del
recurso de casación, no se ve desnaturalizada, toda vez que se respeta sus carac-
terísticas y finalidades, de ese modo se reconoce al mencionado recurso como
uno de carácter extraordinario que no implica una instancia, es decir que a través
del mismo no se pueden revisar los hechos ni muchos menos abrirse o agregar-
se prueba, se reconoce asimismo que la casación tiende a proceder en el solo in-
terés de la ley, pudiendo incluso declararse de oficio; este criterio es recogido en
la STC Exp. Nº 3261-2005-PA/TC.
Décimo segundo: Que, en consecuencia, de acuerdo a lo expuesto, no se trata
entonces de un tema de reformatio in peius ni específicamente de una afectación
a la pluralidad de instancia, habida cuenta que el doble grado de jurisdicción se
cumple cuando por intermedio de la impugnación se somete a un órgano superior
la revisión plena del juicio llevado a cabo por el a quo, entendiéndose el termino
juicio como aquel ámbito de razonamiento jurídico sobre admisibilidad, proce-
dencia, fundabilidad, subsunción y de garantías efectuadas por el juzgador en su
sentencia.
Décimo tercero: Que, por lo expuesto, al no advertirse del análisis del artículo
425.3.b del Código Procesal Penal, colisión alguna con el derecho a la instancia
plural que consagra la Constitución Política del Estado a través del artículo 139,
inciso 6, y las normas de protección internacional de los derechos humanos, re-
feridos en los artículos 10 y 11 de la Declaración Universal de los Derechos Hu-
manos, y los artículos 4, 14 y 15 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, así como el artículo 8.2 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos: DESAPROBARON la resolución consultada de fojas sesenticuatro,
su fecha veintidós de junio del año en curso, en cuanto declara inaplicable a este
caso en concreto, el artículo 425.3.b del Código Procesal Penal, únicamente en
cuanto señala que ‘si la sentencia de primera instancia es absolutoria, puede dic-
tar sentencia condenatoria imponiendo las sanciones y reparación civil a que hu-
biere lugar’, en consecuencia”.

145
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Nulidad de la sentencia impugnada


La sentencia de la Casación N° N° 16-2009-Huaura (doce de marzo de
dos mil diez) señala que la anulación de la sentencia por defecto estructural
de la misma no acarrea irremediablemente la nulidad del juicio y la necesidad
de su repetición, pues la nulidad es última ratio.
“Octavo: Es de tener presente que la anulación de la sentencia emitida tras un
juicio oral, público y contradictorio –a esto último no son ajenos los juicios ora-
les en procesos comunes y de seguridad–, si se afirma la existencia de un defecto
estructural de la sentencia [en rigor, una infracción procesal derivada de la vul-
neración de un requisito interno de la sentencia, de las normas reguladoras de la
sentencia, concretamente en su elemento de exhaustividad –que no de congruen-
cia–], no trae irremediablemente consigo la nulidad del juicio oral y la necesidad
de su repetición”.
La opción anulatoria, en estas circunstancias, necesariamente debe asumirse
como última ratio y siempre que, de un lado, se cumplan acabadamente los prin-
cipios de taxatividad y de trascendencia y se configure una efectiva indefensión
material a las partes concernidas –que menoscabe el derecho a intervenir en el
proceso, el derecho a realizar los alegatos que se estimen pertinentes, el derecho
de utilizar los medios de prueba pertinentes a los hechos alegados y, en su caso
y modo, el derecho de utilizar los recursos contra las resoluciones judiciales–,
centrada en la vulneración de sus derechos y/o garantías procesales de jerarquía
constitucional –es decir, relevantemente los principios inherentes a la estructura
del proceso: contradicción e igualdad de armas–: y, de otro lado, no sea posible
por la naturaleza del recurso, además de estimarlo, resolver el fondo de la con-
troversia penal, imposibilidad que no es de recibo en el recurso de apelación, op-
ción absolutamente preferible por razones de economía procesal”.
Pero que la nulidad de la sentencia por defectos insubsanables en actos
precedentes a ella genera irremediablemente la anulación del juicio oral.
“Es del caso puntualizar que dictada la nulidad de una sentencia –absolutamente
necesaria cuando se trata de vicios por defecto de tramitación, producidos en ac-
tos precedentes a la misma sentencia en tanto sean insubsanables– es irremedia-
ble anular las actuaciones del juicio oral, pues en ellas se sustenta toda sentencia
de mérito –artículo 393 del NCPP–”.
La sentencia de la Casación N° 106-2010-Moquegua (tres de mayo de
dos mil once) señala que es nula –por afectación al principio de imparciali-
dad– la sentencia de grado cuando el órgano jurisdiccional de segunda instan-
cia conoció el caso en la etapa intermedia revocando el sobreseimiento dicta-
do de oficio por el juez de investigación preparatoria.

146
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

“Sexto: Que, en el caso sub examine los Magistrados de la Sala Penal de Ape-
laciones (integrado por los doctores De Amat Peralta, Laura Espinoza y Carpio
Medina) en un primer momento –mediante resolución de fecha veintisiete de oc-
tubre de dos mil nueve–, declararon fundada la queja interpuesta por el repre-
sentante del Ministerio Público contra la resolución del juez de la Investigación
Preparatoria que declaró improcedente el recurso de apelación contra la resolu-
ción de sobreseimiento, y dispuso se conceda dicho recurso impugnatorio; lue-
go –mediante resolución de fecha seis de enero de dos mil diez–, declararon nula
la resolución del Juez de la Investigación Preparatoria de fecha veinticinco de
setiembre de dos mil nueve que declaró de oficio el sobreseimiento de la causa,
sustentado en que en la acusación fiscal existían proposiciones fácticas que sub-
sumían la conducta del encausado Elvis Elisban Gutiérrez Celis en el tipo penal
incriminado, como lo es, la existencia del perjuicio ocasionado, esto es, el haber
llenado la letra de cambio con una suma mayor a lo adeudado (de mil quinien-
tos a cinco mil ochocientos cincuenta dólares) que incluso ha sido puesta a co-
bro judicialmente, y el elemento subjetivo con el cual habría actuado el referido
encausado (dolo), disponiéndose que se realice la audiencia de control de acusa-
ción correspondiente; y finalmente –mediante sentencia de vista de fecha dieci-
séis de julio de dos mil diez–, revocaron la sentencia absolutoria de primera ins-
tancia, y reformándola, condenaron al encausado recurrente Elvis Elisban Gutié-
rrez Celis por el delito contra el Patrimonio - defraudación, en la modalidad de
abuso de firma en blanco, a dos años de pena privativa de libertad, suspendida
condicionalmente por el mismo término, bajo determinadas reglas de conducta,
con lo demás que contiene.
Sétimo: Que, siendo ello así, al ser los mismos Magistrados (doctores De Amat
Peralta, Laura Espinoza y Carpio Medina) los que revocaron la resolución del
Juez de la Investigación Preparatoria que declaró de oficio el sobreseimiento de
la causa, (lo que implicó la revisión del control de los elementos de la teoría del
delito en el presente caso, entre ellos la tipicidad, debido a que concluyeron que
los hechos denunciados se subsumían en el tipo penal imputado, conforme a los
artículos trescientos cuarenta y cuatro y trescientos cuarenta y cinco del Código
Procesal Penal), y los que luego en segunda instancia emitieron la decisión final
condenatoria (revocando una sentencia absolutoria, para lo cual también incidie-
ron en la tipicidad), en el presente caso no se cumplió con la imparcialidad ob-
jetiva que debe tener todo Juez o Tribunal para resolver un caso concreto, dado
que, antes de que emitieran su decisión final ya tenían una posición respecto a
los hechos investigados, lo cual resulta ser un hecho concreto que genera duda
de imparcialidad en perjuicio del encausado”.
La sentencia de la Casación N° 56-2010-La Libertad (veintiocho de fe-
brero de dos mil once) señala que no procede la nulidad de la sentencia de gra-
do que confirma la condena cuando el coacusado y la agraviada –no ofreci-
dos como testigos– no concurrieron al juicio de segunda instancia al ser inco-
rrectamente notificados.

147
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

“Décimo tercero: El Tribunal Superior señaló fecha y hora para la realización de


la audiencia de apelación, señalando que dicho acto procesal se llevará a cabo en
la Sala de Audiencia de la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Jus-
ticia de La Libertad, acto procesal al que deben concurrir obligatoriamente las
partes impugnantes: el representante del Ministerio Público y el encausado Áva-
los Zárate. Sin embargo, la Audiencia de Apelación se realizó en la Sala de Au-
diencias adjunta al Establecimiento Penitenciario El Milagro, motivo por el cual
su coencausado Hilario Loyaga y la agraviada María Lizárraga Ortiz no pudie-
ron concurrir.
Siendo así, corresponde decidir si la inconcurrencia del encausado Hilario Loya-
ga y la agraviada María Lizárraga Ortiz a la Audiencia de Apelación por indebi-
da notificación vulnera o no la garantía de la defensa procesal, pues según el en-
causado Ávalos Zárate se privó a su defensa técnica de la oportunidad de interro-
gar a la agraviada y a su coencausado.
En la medida en que las declaraciones del coencausado y agraviada no hayan
sido ofrecidos como medios probatorios a ser actuadas en la Audiencia de Ape-
lación su inconcurrencia no vulnera la garantía de la defensa procesal, pues la in-
debida notificación afecta a los destinatarios, pero no al recurrente. Además,
según la resolución de fojas cincuenta y cinco [del cuadernillo formado en esta
Suprema Instancia] que señala día y hora de la audiencia de apelación establece
la obligatoria concurrencia del representante del Ministerio Público y del encau-
sado Ávalos Zárate, pero no de las demás partes procesales; por lo que este agra-
vio tampoco es de recibo”.
La sentencia de la Casación N° 22-2009-La Libertad (veintitrés de ju-
nio de dos mil diez) señala que la ausencia del debate pericial necesario para
el esclarecimiento de los hechos genera la nulidad de la sentencia.
“El artículo trescientos setenta y ocho, apartado siete del nuevo Código Procesal
Penal establece que ‘(...) En caso sea necesario se realizará un debate pericial,
para lo cual se ordenará (...)’. Además, el apartado dos del artículo ciento ochenta
y uno del citado Código estipula que cuando existan informes periciales discre-
pantes se promoverá, de oficio inclusive, un debate pericial. Ambas normas, in-
terpretadas sistemáticamente y con arreglo a los poderes de esclarecimiento que
el Código reconoce al juez, están destinadas a que los hechos y su interpretación
pericial se debatan y diluciden con toda amplitud, a fin de que la decisión judi-
cial sea todo lo justa que merece la sociedad –por los intereses públicos que es-
tán involucrados en el conflicto penal– y las partes, en cuyo ejercicio el juez no
está limitado al pedido de estas últimas sino a las exigencias de justicia que di-
manan de la materia controvertida y cuya dilucidación le está encomendada.
Del tenor de la sentencia de vista, de su propia fundamentación, se advierte que
no es posible un fallo de mérito sin antes agotar el esclarecimiento en su ámbi-
to científico o pericial. El debate pericial, en estas condiciones, es inevitable; su

148
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

pertinencia y utilidad están plenamente justificadas. Por tanto, su ausencia vicia


la sentencia de primera instancia por sustentarse en pruebas diminutas y cuya
responsabilidad era ampliarlas con arreglo a una expresa autorización legal, lo
que evita por cierto vulnerar la garantía de imparcialidad judicial, el principio
acusatorio y el derecho de defensa.
Décimo Cuarto: Que, en tal virtud, la declaración de nulidad de la sentencia ab-
solutoria de primera instancia no inobservó los artículos ciento cuarenta y nueve
y ciento cincuenta del nuevo Código Procesal Penal. La necesidad de agotar el
esclarecimiento de los cargos objeto de acusación fiscal a través del correspon-
diente debate pericial tiene sustento constitucional y legal. No se ha vulnerado,
por tanto, la garantía genérica del debido proceso, antes bien la anulación decre-
tada afianza esa garantía y el principio de justicia material.
La doctrina jurisprudencial que dimana de esta Ejecutoria no puede ser la que
pretende el recurrente. Por el contrario, si bien se afirma la vigencia de los prin-
cipios de taxatividad y trascendencia en materia de nulidades procesales, es claro
que cuando se vulneran garantías supremas, entre ellas, la que fluye del principio
de justicia material que exige el debido esclarecimiento de los hechos acusados
–en los estrictos límites de las autorizaciones legales, como el presente caso–, es
indispensable la declaración de nulidad del fallo de primera instancia”.
La sentencia de la Casación N° 07-2010-Huaura (catorce de octubre de
dos mil diez) señala que si bien la ley ordena que las sentencias sean motiva-
das, no obstante la nulidad solo será procedente cuando la prueba omitida sea
esencial para decidir el fallo, de suerte que quede privado de motivación o jus-
tifique una decisión contraria a la adoptada.
“Tercero: Que el Tribunal de Apelación incurre en una infracción grave por falta
de motivación si omite la valoración de pruebas esenciales y decisivas introdu-
cidas correctamente en el debate, pues tiene que evaluarlas para fundamentar la
sentencia.
Sin embargo, es soberano en cuanto a la selección, en tanto no está obligado a
considerar todas las pruebas introducidas, sino solo las que sean esenciales, de-
cisivas, pertinentes, relevantes y útiles. En ese sentido carece de eficacia la omi-
sión de una prueba que no reúna estas particularidades.
Cuarto: Que el acusado Miguel Augusto Silva Urbisagástegui alegó que la vulne-
ración de la garantía constitucional de motivación se presentó porque en la sen-
tencia de vista se omitió analizar el peritaje psicológico que se le practicó y no se
fundamentó la imposición de la pena privativa de libertad.
Quinto: Que de la revisión de los fundamentos de la sentencia de vista de fo-
jas cuarenta y siete se aprecia que no se pronunció por el resultado del dicta-
men pericial psicológico que se practicó al acusado Miguel Augusto Silva Urbi-
sagástegui a fojas veintiuno –del expediente judicial– que concluyó: conciencia

149
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

conservada, no evidencia indicadores de psicopatología mental que lo incapaci-


te de percibir y valorar su realidad, no acepta la culpabilidad de los hechos, pre-
senta características de inmadurez, impulsividad, agresividad verbal, dificultad
en las relaciones interpersonales, poco control de sus impulsos, preocupación se-
xual (en esa área). Esta pericia fue ofrecida como medio de prueba por el fiscal
en el requerimiento de acusación de fojas uno y aceptado por el Juez de la Inves-
tigación Preparatoria en el auto de enjuiciamiento de fojas dos, del veintiuno de
julio de dos mil nueve –del cuaderno de debate–. La perito que realizó este exa-
men asistió a la sesión de audiencia del juicio oral del cuatro de setiembre de dos
mil nueve, de fojas once –del cuaderno de debate– y expresó que el citado encau-
sado presentaba problemas en el área sexual –según la sentencia de primera ins-
tancia de fojas veintitrés, del cuatro de setiembre de dos mil nueve–.
Sexto: Que la citada sentencia de vista de fojas cuarenta y siete, del dieciséis de
diciembre de dos mil nueve, estableció la culpabilidad del acusado por el deli-
to de actos contra el pudor con la declaración de la menor agraviada. Esta seña-
ló que el imputado le tocó sus partes íntimas, y reiteró el relato cuando fue exa-
minada por los peritos psicólogos. En la misma sentencia de apelación se indicó
que ese examen determinó que la agraviada tenía sentimientos ambiguos hacia
su tío acusado –por lo demás, en la sentencia de primera instancia de fojas vein-
titrés se sostuvo que la culpabilidad del acusado se determinó con la declaración
de la menor agraviada, de la testigo Elisa Octavia Agurto Sevino (madre de la
menor agraviada) y de los peritos–.
Sétimo: Que, en ese contexto, la omisión de valoración del dictamen pericial psi-
cológico del acusado carece de relevancia y no ocasiona vicio en la sentencia,
pues no es esencial y decisiva para resolver el caso judicial a su favor y enervar
las demás pruebas de cargo que se actuaron en su contra.
Por tanto, no existe interés jurídico para declarar la nulidad de la sentencia de
vista por dos motivos: (i) no se afectó la motivación; (ii) la ausencia de razona-
miento de la Sala de Apelaciones no es de tal entidad que prive al fallo de moti-
vo suficiente para justificar la condena del imputado Miguel Augusto Silva Urbi-
sagástegui –se trata de una falta de motivación parcial, pues solo esta circunscri-
ta a un punto particular–, en tanto se sustenta en elementos de juicio suficientes
y válidos que son bastantes para fundamentarla legítimamente e impedir su des-
calificación como acto jurisdiccional.
Si bien la ley ordena que las sentencias sean motivadas, no obstante la nulidad
solo será procedente cuando la prueba omitida sea esencial para decidir el fallo,
de suerte que quede privado de motivación o justifique una decisión contraria a
la adoptada”.
Y, que se debe recurrir al método de la reposición hipotética para deter-
minar si la prueba omitida es una decisiva que puede causar la nulidad de la
sentencia.

150
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

“Octavo: Que para apreciar si la prueba omitida es decisiva, se acude al método


de la supresión hipotética: la prueba será decisiva, y su validez afectará de mane-
ra fundamental a la motivación cuando –si mentalmente se la repusiera– las con-
clusiones hubieran sido necesariamente distintas.
Por tanto, aún admitiendo hipotéticamente la prueba omitida, el resultado de la
pericia psicológica no anularía el sentido de la decisión final adoptada en la sen-
tencia de condena –se mantendría incólume–, pues no es capaz de desvirtuar el
mérito de los otros elementos de convicción utilizados por los Jueces de Apela-
ción de acuerdo a la sana crítica racional –tiene suficiente cimentación legal–.
Admitir que toda omisión de valoración de la prueba legal introducida en el de-
bate provoca per se la invalidación de la sentencia por falta de motivación, sería
recoger un rígido y trivial formalismo para anular procesos sobre la base de prue-
bas que no son sustanciales”.
La sentencia de la Casación N° 49-2009-Tacna (veintitrés de abril de dos
mil diez) señala la nulidad de la sentencia por defecto de motivación al no ha-
berse indicado el inciso en que se encuentra contemplada la específica figura
delictiva objeto de imputación.
“La garantía procesal específica de motivación, como es doctrina jurisprudencial
de esta Suprema Sala, integra a su vez la garantía procesal genérica de tutela ju-
risdiccional. Toda decisión jurisdiccional, de primera y de segunda instancia,
debe ser fundada en derecho y congruente, es decir –en lo que interesa al presen-
te recurso–, ha de estar motivada mediante un razonamiento jurídico que expre-
se de modo claro y que permita entender el porqué de lo resuelto –basta con que
se exprese o explique las razones jurídicas en que se apoya para adoptar su de-
cisión, sin entrar a debatir cada uno de los preceptos o razones jurídicas alega-
das por la parte–. Este deber incluye la obligación de fundamentar los hechos y
la calificación jurídica, así como la pena y reparación civil finalmente impuestas.
Los órganos jurisdiccionales deben hacer explícitos los elementos de convicción
que sustentan la declaración de hechos probados, a fin de acreditar la concurren-
cia de prueba de cargo capaz de enervar la presunción constitucional de inocen-
cia, y asimismo ofrecer un razonamiento jurídico lógico y sustentado en valores
jurídicamente aceptables de la fundamentación que sostiene la subsunción en la
norma penal aplicable.
Sexto: De la lectura minuciosa de la sentencia de vista se advierte que el Tribunal
de apelación, respecto a la calificación jurídica de los hechos atribuidos al encau-
sado Rosado Chiri, se limitó a señalar que ‘a juicio del representante del Minis-
terio Público, están referidos al tipo penal de violación sexual de menor de edad,
contenido en el artículo ciento setenta y tres del Código Penal’; que, sin embar-
go, ha obviado especificar el inciso del citado artículo por el que el encausado es-
taba siendo juzgado; que dicha precisión resultaba de suma importancia a efectos
de que el enjuiciado pueda realizar un cabal ejercicio de su derecho de defensa,

151
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

más aún cuando de dicha determinación dependía la fijación de los márgenes mí-
nimo y máximo de pena entre los que el Tribunal Juzgador debía fijar judicial-
mente la pena.
En tal virtud, es de estimar que la sentencia de segunda instancia ha incurrido en
flagrante vulneración de la garantía de motivación de las resoluciones judiciales,
prevista en el inciso cinco del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución”.
Y, que es nula la sentencia de grado que no absuelve de manera precisa,
clara y coherente el motivo impugnatorio.
“El encausado Rosado Chiri en su recurso de apelación de fojas ciento sesenta y
ocho, al impugnar la sentencia de primera instancia, protestó inocencia; y, en pu-
ridad, alegó error en la apreciación de los hechos, en tanto el Juzgado Penal Co-
legiado se desvinculó totalmente de lo precisado en la audiencia preliminar de
control de la acusación en la que se indicó que la imputación estaba referida di-
rectamente, en el caso de la menor de iniciales K.L.R.A., a los hechos ocurri-
dos el veintiséis de febrero de dos mil ocho y, en el caso de la menor de iniciales
M.G.R.A., a mediados del año dos mil seis y no desde que dichas menores tenían
ocho y nueve años de edad, respectivamente; que en consecuencia fue sentencia-
do por delito de violación sexual ‘continuado’.
Noveno: El Juzgado Penal Colegiado señaló las razones por las que concluyó
que se trataba de una pluralidad de acciones que tuvieron lugar en diferentes mo-
mentos –desde que las menores tenían ocho y nueve años de edad–, los mismos
que fueron cometidos por el mismo acusado y en agravio de las mismas meno-
res, por lo que se trataba de un delito continuado y en virtud de ello le aplicó la
ley penal más severa correspondiente al último acto delictivo. Los fundamentos
ocho punto dos ‘a’, ‘b’ y ‘c’ y doce de la sentencia apelada son amplios al respec-
to –fojas ciento cuarenta y cuatro–.
La sentencia de vista, ante dicho motivo de apelación puntualizado en el funda-
mento jurídico anterior, se ha limitado a sostener de manera genérica que: ‘no
se advierte que la sentencia recurrida haya incurrido en lo señalado por el ape-
lante, por cuanto los puntos de la decisión a los que se refiere la impugnación
se trata del resumen de los hechos imputados por el representante del Ministe-
rio Público, no se trata de las consideraciones del Colegiado, en que se susten-
ta la sentencia materia de impugnación, no existiendo en consecuencia ninguna
desvinculación’.
Es evidente que dicha argumentación no cumple con la garantía de motivación
constitucionalmente exigible al Superior Tribunal, ya que ante los términos de la
impugnación, debía responder de manera precisa, clara y coherente a ese moti-
vo impugnatorio; más aún cuando según se advierte del Dictamen Acusatorio y
de la transcripción de la Audiencia de control de la acusación, la imputación es-
taba referida directamente a los hechos ocurridos el veintiséis de febrero de dos
mil ocho y a mediados del año dos mil seis –fojas cuatro y dieciocho–.

152
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

En tal virtud, es de estimar que la sentencia de segunda instancia no absolvió de-


bidamente los motivos del recurso de apelación centrados en un error en la apre-
ciación de los hechos. Vulneró, en consecuencia, la garantía de motivación de las
resoluciones judiciales, así como el principio acusatorio”.

3. Casación
El Auto de Calificación de la Casación N° 51-2009-Moquegua (cuatro
de marzo de dos mil diez) se ha referido a la naturaleza y límites funcionales
del recurso de casación.
“Tercero: Que la casación no es propiamente un medio impugnatorio sino un re-
medio excepcional de tutela, de modo que no tiene por finalidad que se continúe
revisando una sentencia judicial firme, sino evaluar si está incursa en las causa-
les previstas en el artículo cuatrocientos veintinueve del Nuevo Código Procesal
Penal, por lo que no puede ser utilizada para replantear una controversia resuel-
ta por los órganos de instancia; que, en ese sentido, de los argumentos esgrimi-
dos por el recurrente que se describen en los puntos i), ii) y iii) del segundo fun-
damento jurídico de esta resolución se infiere que la verdadera significación del
agravio se traduce en su inconformidad con la eficacia y el valor probatorio otor-
gado a los medios de prueba, lo que es ajeno al recurso de casación, que no pue-
de provocar un nuevo examen crítico de los medios probatorios que sirvieron de
base a la sentencia, quedando excluido todo lo que se refiera a la valoración de
los elementos de prueba y a la determinación de los hechos, por lo que de nin-
gún modo puede efectuarse una revaloración de la prueba, ni juzgar los motivos
que formaron la convicción del Tribunal; por tanto, resulta inadmisible la casa-
ción cuando se discute la eficiencia probatoria de los elementos de convicción o
se presenta disentimiento con la valoración de la prueba efectuada”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 10-2009-La Libertad (veinti-
dós de mayo de dos mil nueve) señala que cuando es interpuesto en audiencia
el recurso de casación se tiene cinco días de plazo para su formalización, de-
clarándose su inadmisibilidad en caso de no formalizarlo.
“Cuarto: El nuevo Código Procesal Penal, prevé en el artículo cuatrocientos cin-
co, inciso segundo, que el plazo que tienen las partes para formalizar por escri-
to su recurso de casación, cuando este ha sido interpuesto oralmente en la Au-
diencia, es de cinco días. Quinto: Que de la revisión de autos se advierte lo si-
guiente: I) Que la Audiencia de expedición y Lectura de Sentencia en el proceso
que nos ocupa se realizó el dos de febrero de dos mil nueve, fecha en la que oral-
mente el encausado Víctor Manuel Luciano Serín interpuso recurso de casación
–véase fojas ciento ochenta y cinco–; II) que el escrito de formalización del cita-
do recurso fue presentado el dieciséis de febrero de dos mil nueve, esto es, al dé-
cimo día contado a partir del siguiente a la expedición de la sentencia; por lo que

153
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

su recepción se ha realizado fuera del plazo de cinco días que prevé la Ley, devi-
niendo en extemporáneo y por lo tanto inadmisible”.
El Auto de Calificación del Recurso de Queja N° 85-2010-La Libertad
(veintiséis de noviembre de dos mil diez) señala que el análisis de admisibili-
dad de la casación por las salas superiores se halla limitado solo a realizar ve-
rificaciones formales.
“Segundo. Que el Tribunal Superior está facultado para realizar el juicio del ad-
misibilidad del recurso de casación de conformidad con el inciso dos del artículo
cuatrocientos treinta del Código Procesal Penal, y examinar, entre otros presu-
puestos, si la resolución recurrida es pasible de ser cuestionada a través de ese re-
curso, si la parte que recurre se encuentra autorizada para hacerlo, si tiene interés
jurídico en la impugnación, y si concurren los presupuestos formales de modo,
lugar, tiempo y motivación que debe cumplir el acto de interposición del recur-
so. En tal sentido, su actuación en el trámite de admisibilidad se restringe solo a
las verificaciones formales para la procedencia del recurso”.
El Auto de Calificación del Recurso de Queja N° 133-2010-La Liber-
tad (siete de febrero de dos mil once) señala que no se puede subsanar en la
queja los errores en que se ha incurrido al formular el recurso de casación.
“La recurrente debió indicar taxativamente en su recurso de casación la referen-
cia de su recurso respecto del inciso cuatro del artículo 427 del Código Procesal
Penal, pretendiendo subsanar esta omisión al señalarlo en su recurso de queja, lo
cual no es admisible”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 40-2009-La Libertad (cuatro
de setiembre de dos mi nueve) señala que el que se haya declarado fundada
una queja por denegatoria de casación no implica que necesariamente se ten-
ga que admitir el recurso.
“Cuarto: Que aunque se haya declarado fundado el recurso de queja por dene-
gatoria de casación –véase el cuaderno de queja a fojas treinta–, ello no implica
que esta Suprema Sala declare la fundabilidad del recurso de casación, pues solo
tiene como efecto procesal ordenar al juez de la causa envíe el expediente para
un pronunciamiento positivo o negativo sobre la concesión del precitado recur-
so, según lo prescribe el inciso sexto del artículo cuatrocientos treinta del Códi-
go Procesal Penal”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 41-2010-La Libertad (cator-
ce de octubre de dos mil diez) señala, como muchos otros autos, que la casa-
ción no busca una nueva valoración de los medios probatorios.
“Sexto: Que en el caso concreto, lo alegado por el recurrente constituye una so-
licitud de valoración de prueba –se discute su valor y el criterio de apreciación

154
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

sobre su eficacia. Sin embargo, a través del recurso de casación no se sirvieron


de base a la sentencia puesta que no se trata de una tercera instancia y no cons-
tituye facultad de esta Sala de Casación valorar la prueba, ni juzgar los motivos,
que formaron la convicción de la Sala Penal Superior. En este sentido queda ex-
cluido del recurso de casación todo lo que se refiera a la valoración de prueba y a
la determinación de los hechos. Lo único que se debe vislumbrar en sede de ca-
sación desde esta garantía –presunción de inocencia–, es si de lo actuado en pri-
mera y segunda instancia, en atención a lo expuesto en el fallo de vista, la exis-
tencia de un auténtico vacío probatorio”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 23-2009-Arequipa (diecisie-
te de julio de dos mil nueve) señala que el recurso de casación debe precisar
los fundamentos de hecho y de derecho que lo apoyan del mismo modo que
la pretensión concreta.
“El artículo cuatrocientos veintiocho del nuevo Código Procesal Penal estable-
ce los casos en que se desestima la casación, señalándose en el numeral uno, pa-
rágrafo a) ‘cuando no se cumplen los requisitos y causales previstos en los ar-
tículos cuatrocientos cinco y cuatrocientos veintinueve’, que siendo esto así, y
luego de una revisión del artículo cuatrocientos cinco, parágrafo uno, inciso c)
se advierte que, si bien se ha precisado las partes o puntos de la decisión a los
que se refiere la impugnación, no se ha cumplido con precisar los fundamentos
de hecho y derecho que lo apoyan, así como tampoco ha señalado su pretensión
concreta”[7].
El Auto de Calificación de la Casación N° 29-2009-La Libertad (vein-
titrés de julio de dos mil nueve) señala que el recurso de casación por errónea
interpretación, requiere fundamentar debidamente tanto el porqué se ha incu-
rrido en errores como la interpretación que se propone como correcta.
“Cuarto: Que, partiendo de esta premisa se debe mencionar que los recurren-
tes invocan la causal prevista en el numeral tres del artículo cuatrocientos vein-
tinueve, concerniente a una errónea interpretación del alcance de la función ju-
risdiccional de las Comunidades Campesinas y Nativas con el apoyo de las Ron-
das Campesinas previsto en el artículo ciento cuarenta y nueve de la Constitu-
ción Política del Estado, indicando, en rigor, que la Sala de Apelaciones indebi-
damente consideró legítima toda actuación de los miembros de las Rondas Cam-
pesinas; dieron una distinta valoración a declaraciones actuadas en primera ins-
tancia; así como cuestiona la valoración probatoria realizada por la Sala de Ape-
laciones. Sin embargo, no efectúan una fundamentación orientada a determinar
por qué se habría interpretado incorrectamente la norma constitucional a la que

[7] En el mismo sentido se ha pronunciado el Auto de Calificación de la Casación N° 34-2011-Huaura


(treinta y uno de marzo de dos mil once).

155
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

hacen referencia y cual sería el alcance interpretativo que debería otorgársele a


esa norma (aplicación que pretende) a los efectos de su control casatorio, confor-
me se exige en el extremo in fine del inciso uno del artículo cuatrocientos treinta
del nuevo Código Procesal Penal”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 08-2009-Tacna (ocho de
mayo de dos mil nueve) señala la improcedencia de casación contra la resolu-
ción que declara infundada la tutela judicial de derechos.
“Cuarto: Que, el auto de vista impugnado obrante a fojas doscientos treinta y
dos, confirmó lo resolución de fojas ciento noventa y tres, del trece de octubre de
dos mil ocho, que declara infundada la solicitud de tutela de derechos, presenta-
da por la empresa Dai Chi Motors Sociedad Comercial de Responsabilidad Li-
mitada, contra la resolución emitida por la Fiscalía Provincial Penal Corporativa
del Tercer Despacho de Investigación del Distrito Judicial de Tacna, que resol-
vió remitir los actuados a la Fiscalía Provincial Mixta de Islay del Distrito Judi-
cial de Arequipa; siendo así, no se cumple el presupuesto objetivo del recurso de
casación, en razón a que la resolución que se recurre no se encuentra comprendi-
da en el artículo cuatrocientos veintisiete del nuevo Código Procesal Penal y por
ende, no resulta impugnable mediante este recurso, por carecer ostensiblemen-
te de contenido casacional, al no verificarse la existencia de una de las causales
reconocidas en el artículo cuatrocientos veintinueve del mismo Código adjetivo
acotado”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 19-2009-Tacna (diez de julio
de dos mil nueve) señala la improcedencia de casación contra la resolución
que en segunda instancia declara inadmisible la tutela judicial de derechos.
“Quinto: Que de la revisión de autos se advierte lo siguiente: I) que, si bien se ha
cumplido con señalar la causal prevista en el inciso dos, numeral a) del artículo
cuatrocientos veintisiete del nuevo Código Procesal Penal, esta causal deviene
en incorrecta, toda vez que este supuesto es de aplicación para ‘autos que pon-
gan fin al procedimiento’, lo cual no podría invocarse en el presente caso, ya que
aquí se interpone recurso de casación contra una resolución que revocó el auto
que resuelve declarar infundada la solicitud de tutela de derechos presentada por
la Empresa DAICHI MOTORS S.C.R.L. el mismo que reformándolo declaró in-
admisible la solicitud de tutela de derechos; II) que, además, es importante pre-
cisar, que las investigaciones preliminares no están sujetas a control jurisdiccio-
nal; por lo que, siendo esto así, estamos frente a un auto que no pone fin al pro-
ceso, por tanto no es amparable dicha causal para conceder a trámite el recurso
de casación interpuesto”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 100-2010-Piura (diecisiete de
febrero de dos mil once) señala que no procede la casación contra las resolu-
ciones que resuelven las articulaciones de nulidad.

156
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

“Tercero: Que, al respecto es del caso anotar, que el artículo cuatrocientos veinti-
siete, apartado uno del nuevo Código Procesal Penal establece que procede el re-
curso de casación contra los autos que pongan fin al procedimiento, requisito que
no aparece cumplido si se tiene en cuenta que el pronunciamiento se trata sobre
una articulación de nulidad de actuados”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 72-2009-La Libertad (cinco
de febrero de dos mil diez) señala que es inadmisible el recurso de casación
contra la resolución de segunda instancia que revoca el auto de sobreseimiento y
ordena la prosecución del proceso.
“Segundo: Que la admisibilidad del recurso de casación se rige por lo normado
en el artículo cuatrocientos veintiocho y sus normas concordantes del citado Có-
digo Procesal Penal; que un presupuesto objetivo del recurso es que se refiera a
resoluciones impugnables en casación, a cuyo efecto es de precisar que es mate-
ria de recurso un auto expedido en apelación por la Sala Penal Superior que re-
voca el sobreseimiento de la causa dictado en primera instancia y ordena que el
juez competente prosiga con el trámite correspondiente [no se trata de una reso-
lución que pone fin al procedimiento penal]”.
El Auto de Calificación del Recurso de Queja N° 89-2010-La Libertad
(treinta de noviembre de dos mil diez) señala que es improcedente la casación
contra la sentencia de vista que declaró nula la de primera instancia.
“Primero: Que la defensa del encausado Gonzáles Sare O Gonzáles Rodríguez
en su recurso de queja de derecho de fojas dos alega que se vulneró la garan-
tía del debido proceso y la motivación de las resoluciones judiciales porque la
sentencia de vista se encuentra dentro de los alcances del literal b), inciso dos,
del artículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal de dos mil cua-
tro para la procedencia del recurso de casación; que el Fiscal Provincial efec-
tuó solo un relato táctico, es por ello que culminada la investigación preparato-
ria formuló un requerimiento mixto –acusó por el delito de secuestro y sobrese-
yó por el delito de violación sexual en grado de tentativa–, sustentados ambos en
el mismo hecho. Segundo: Que un presupuesto procesal de carácter objetivo de
todo recurso impugnatorio, que condiciona su admisibilidad, está referido al ob-
jeto impugnable; que, al respecto, el artículo cuatrocientos veintisiete, (aparta-
do uno, del Código Procesal Penal de dos mil cuatro, prescribe que el recurso de
casación procede contra las sentencias definitivas, los autos de sobreseimiento,
y los autos que pongan fin al procedimiento, extingan la acción penal o la pena
o denieguen la extinción, conmutación reserva o suspensión de la pena, expedi-
dos en apelación por las Salas Penales Superiores; que, en el caso sub examine,
la sentencia de vista que se impugnó en casación no está incursa –en los supues-
tos que la autorizan, corresponde a una resolución que no pone fin a la instancia
–conforme a lo normado en el artículo cuatrocientos veintisiete del nuevo Código

157
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Procesal Penal– que en su oportunidad fue objeto de apelación en reconocimien-


to al principio del doble grado de jurisdicción”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 03-2010-La Libertad (seis de
abril de dos mil diez) precisa la inadmisibilidad de la casación en el delito de
homicidio simple, porque el extremo mínimo de su marco penal es seis años
de privación de libertad.
“Tercero: Que, sin embargo, desde el presupuesto procesal objetivo del recur-
so de casación, se tiene que el apartado dos, literal b), del artículo cuatrocientos
veintisiete del nuevo Código Procesal Penal, dispone que las sentencias son recu-
rribles en casación siempre que el delito más grave, en su extremo mínimo, tenga
señalado en la Ley una pena privativa de libertad mayor de seis años; que el ar-
tículo ciento seis del Código Penal establece para el homicidio simple pena pri-
vativa de libertad no menor de seis años; que, por consiguiente, como la pena en
cuestión no supera los seis años de pena privativa de libertad, dicha sentencia no
es susceptible de recurso de casación, situación que impide apreciar los demás
presupuestos de admisibilidad”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 04-2007-Huaura (catorce de
agosto de dos mil siete) precisa la improcedencia de la casación en el delito de
hurto agravado porque el extremo mínimo de la pena no supera los seis años
de privación de libertad.
“Tercero: Que, sin embargo, el apartado dos, inciso a), del citado artículo cua-
trocientos veintisiete del nuevo Código Procesal Penal, estatuye que en las reso-
luciones como la presente se requiere para la viabilidad del recurso de casación
que el delito imputado más grave tenga señalado en la Ley, en su extremo míni-
mo, una pena privativa de libertad mayor de seis años; que el delito más grave
objeto del presente proceso penal –véase auto de apertura de instrucción de fojas
ciento setenta y uno del cuaderno de instrucción, del veintisiete de setiembre de
dos mil cuatro– es el de hurto agravado, que este conminado con pena privativa
de libertad no menor de tres ni mayor de seis años –artículo ciento ochenta y seis
del Código Penal–; que, en consecuencia, los delitos incriminados no alcanzan el
criterio de summa poena estatuido en la norma procesal, por lo que la resolución
impugnada no cumple el presupuesto procesal objetivo que habilita el recurso de
casación, siendo de aplicación el literal c) del apartado uno del artículo cuatro-
cientos veintiocho del nuevo Código Procesal Penal, situación que impide apre-
ciar los demás presupuestos de admisibilidad formales y subjetivos”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 03-2009-Huaura (diecinueve
de marzo de dos mil nueve) precisa la improcedencia del recurso de casación
en el delito de daño agravado.
“Cuarto: Que, se ha recurrido contra una resolución de vista que confirmó
el auto que declaró el sobreseimiento del proceso; por tanto, causa gravamen

158
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

irreparable al poner fin al procedimiento penal, por lo que se cumple el requisito


de admisibilidad objetiva del apartado uno del artículo cuatrocientos veintisiete
del nuevo Código Procesal Penal; sin embargo, el inciso a) del apartado dos del
citado artículo, estatuye que en las resoluciones como el caso sub júdice se re-
quiere para la viabilidad del recurso de casación que el delito imputado más gra-
ve tenga señalado en la Ley, en su extremo mínimo, una pena privativa de liber-
tad mayor de seis años; que el delito más grave objeto del presente proceso pe-
nal –ver auto de folios cuatrocientos cuarenta– es el de daño agravado, que está
conminado con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de seis años
–inciso dos del artículo doscientos seis del Código Penal–; en consecuencia, los
delitos incriminados no alcanzan el criterio de summa poena estatuido en la nor-
ma procesal, por lo que la resolución impugnada no cumple el presupuesto pro-
cesal objetivo que habilita el recurso de casación, siendo de aplicación el literal
c) del apartado uno del artículo cuatrocientos veintiocho del nuevo Código Pro-
cesal Penal, situación que impide apreciar los demás presupuestos de admisibili-
dad formales y subjetivos”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 07-2007-Huaura (catorce de
setiembre de dos mil siete) precisa la improcedencia del recurso de casación
en el delito de peculado doloso.
“Tercero: Que, sin embargo, desde el presupuesto procesal objetivo del recur-
so de casación, se tiene que el apartado dos, literal b), del artículo cuatrocientos
veintisiete del nuevo Código Procesal Penal, dispone que las sentencias son recu-
rribles en casación siempre que el delito más grave, en su extremo mínimo, tenga
señalado en la Ley una pena privativa de libertad mayor de seis años; que el ar-
tículo trescientos ochenta y siete del Código Penal, modificado por la Ley núme-
ro veintiséis mil ciento noventa y ocho, establece para el peculado doloso pena
privativa de libertad no menor de dos años ni mayor de ocho años, que, por con-
siguiente, como el extremo mínimo de dicho tipo legal no supera los seis años
de pena privativa de libertad, dicha sentencia no es susceptible de recurso de ca-
sación, situación que impide apreciar los demás presupuestos de admisibilidad
[cabe significar que si bien lo que se invoca es una presunta vulneración de pre-
ceptos constitucionales y se cita el supuesto de casación por infracción de norma
procesal, que presupone normas de rango ordinario, se trata de un error obvia-
mente superable en virtud de la doctrina, ya asumida por esta Sala de Casación,
de la voluntad impugnativa]”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 67-2009-Huaura (cuatro de
febrero de dos mil diez) señala que es inadmisible el recurso de casación con-
tra la resolución de segunda instancia, que resolvió la constitución en actor ci-
vil del agraviado.
“Que, se ha recurrido un auto de vista que resolvió una constitución en parte de
un sujeto procesal –actor civil a la agraviada: Comisión de Regantes Subsector

159
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de Riego Santa Rosa–; que, sin embargo, tal resolución de vista no cumple el pre-
supuesto objetivo del recurso en tanto no es una resolución impugnable en casa-
ción conforme a lo prevenido por el apartado uno del artículo cuatrocientos vein-
tisiete del nuevo Código Procesal Penal”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 20-2010-Huaura (quince de
junio de dos mil diez) señala que es inadmisible el recurso de casación con-
tra la resolución de segunda instancia que declara infundado el pedido de li-
beración condicional.
“Cuarto.- Que, en consecuencia, la resolución que declaró infundado el pedido
de liberación condicional es ajena a esos supuestos señalados –númerus clausus–
en la norma procesal como objeto impugnable, por no revestir el carácter de de-
cisión definitiva y tampoco comprende el otro aspecto de esta vía de impugna-
ción –el referente a los autos que ponen fin, deniegan la extinción, conmutación,
reserva o suspensión de la pena–, en cuanto se trata de un solicitud de beneficio
penitenciario. Por tanto, en principio, escapa a la competencia casacional de este
Tribunal Supremo”.
La Sentencia de la Casación N° 49-2009-Tacna (veintitrés de abril de
dos mil diez) señala la improcedencia de la casación cuando el impugnante no
ha manifestado el agravio al formular su apelación.
“En cuanto a la supuesta vulneración del principio de legitimidad de prueba
alegado por el encausado, en razón a que el disco compacto ofrecido como me-
dio probatorio de cargo habría sido obtenido en forma irregular con vulneración
de su derecho a la intimidad; se observa que el encausado al interponer su recur-
so de apelación a fojas ciento sesenta y ocho no manifestó agravio relacionado
con el valor probatoria de dicho disco compacto; que, en consecuencia, en apli-
cación del artículo cuatrocientos veintiocho del nuevo Código Procesal Penal,
dicho cuestionamiento debe rechazarse”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 68-2009-Huaura (cuatro de
febrero de dos mil diez) señala que es inadmisible la casación cuando no se ha
precisado ni fundamentado separadamente cada causal.
“Tercero: Que, por otro lado, si bien el imputado, en principio, ha citado como
motivos del recurso los incisos uno y cuatro del artículo cuatrocientos veinti-
nueve del Código Procesal Penal –esto es, por inobservancia de garantías cons-
titucionales: vulneración de los principios de presunción de inocencia e in du-
bio pro reo, y por manifiesta ilogicidad de la motivación–, se tiene que no los ha
precisado ni fundamentado separadamente como exige el apartado uno del ar-
tículo cuatrocientos treinta de la Ley Procesal Penal cuando taxativamente esti-
pula que: ‘el recurso de casación, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo cua-
trocientos cinco, debe indicar separadamente cada causal invocada. Asimismo,
citará concretamente los preceptos legales que considere erróneamente aplicados

160
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

o inobservados, precisará el fundamento o los fundamentos doctrinales y lega-


les que sustenten su pretensión y expresará específicamente cual es la aplicación
que pretende (…)’; que, en consecuencia, al no cumplir con el presupuesto for-
mal estatuido en este fundamento jurídico, no es posible entrar a analizar su co-
herencia o correspondencia interna a los efectos su admisibilidad”[8].
El Auto de Calificación de la Casación N° 73-2009-Huaura (cinco de fe-
brero de dos mil diez) señala que la casación es inadmisible cuando no se in-
dica expresamente la forma y modo en que se habría vulnerado cada una de
las garantías constitucionales mencionadas.
“Cuarto: Que, en el presente caso, el recurrente se limita a afirmar que la Sala
Penal Superior no valoró debidamente las pruebas de cargo y que se vulneraron
las garantías fundamentales del debido proceso, tutela jurisdiccional efectiva,
principio de inocencia, motivación aparente de resoluciones, no haber respeta-
do las leyes de la lógica, la ciencia y las máximas de la experiencia en la valora-
ción de las pruebas de cargo y descargo; que el actor civil no indica expresamen-
te la forma y modo en que se habrían vulneraron cada una de las garantía cons-
titucionales mencionadas, solo alega que a su juicio no existen suficientes ele-
mentos probatorios para acreditar la responsabilidad penal de los mencionados
encausados”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 05-2007-Huaura (uno de
agosto de dos mil siete) señala que la casación es inadmisible cuando se alega
infracción al debido proceso, pero no se especifica los actos que implican di-
cha infracción o los efectos lesivos producidos.
“Cuando se invoca la vulneración del debido proceso, solo se menciona –a par-
tir de una afirmación genérica contenida en el segundo fundamento jurídico de la
sentencia de vista– que la actividad probatoria realizada en el proceso no se llevó
a cabo conforme manda la ley procesal, pero no se precisa exactamente qué ac-
tos procesales se omitieron o se realizaron con violación de las normas esencia-
les de un proceso justo y equitativo y, en todo caso, qué efectos lesivos ocasiona-
ron en el desarrollo del proceso desde sus propios derechos e intereses legítimos,
todo lo cual le resta interés casacional”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 01-2009-Huaura (diecinueve
de marzo de dos mil nueve) señala que es inadmisible el recurso de casación
cuando no se indica cuál es la aplicación que se pretende de la norma que se
alega ha sido mal aplicada.

[8] En el mismo sentido se ha pronunciado el Auto de Calificación de la Casación N° 75-2009-Huaura


(diecinueve de abril de dos mil diez).

161
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

“El artículo cuatrocientos veintinueve de la Ley Procesal Penal identificó las


causales o motivos que determinan el recurso de casación –en tanto impugna-
ción extraordinaria–, y a su vez el apartado uno del artículo cuatrocientos trein-
ta del referido Código estipuló no solo que a) se precise las partes o puntos de la
decisión a los que se refiere la impugnación, b) se detallen los fundamentos –con
indicación específica de los fundamentos de hecho y derecho– que lo apo-
yen, y c) se concluya formulando una pretensión concreta sino también que: I)
se mencione separadamente cada causal casatoria invocada, II) se cite concreta-
mente los preceptos legales erróneamente aplicados o inobservados, III) se pre-
cise el fundamento o fundamentos doctrinales y legales, y IV) se exprese especí-
ficamente cuál es la aplicación que pretende; pero, en el presente caso, los recu-
rrentes se limitan a invocar el artículo X del Título Preliminar del Código Proce-
sal Penal, sin indicar la aplicación que pretende”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 26-2010-Lambayeque (vein-
ticuatro de junio de dos mil diez) señala que es improcedente el recurso de ca-
sación contra la resolución que declara infundada la queja de derecho por de-
negatoria del recurso de apelación, salvo que exista interés casacional.
“Segundo.- Que se ha recurrido un auto superior que declaró infundada la queja
de derecho deducida por el procesado ELAS BECERRA LABORIANO.
Tercero.- Que, sin embargo, el inciso uno del artículo cuatrocientos veintisiete
del Código Procesal Penal establece restricciones de carácter objetivo que solo
se circunscribe a: (i) sentencias definitivas, (ii) los autos se sobreseimiento, (iii)
los autos que ponen fin al procedimiento o extingan la acción penal o la pena –
la nota característica de estas resoluciones es el efecto de poner término al pro-
ceso–, y (iv) los autos que deniegan la extinción, conmutación, reserva o suspen-
sión de la pena.
Cuarto.- Que, en consecuencia, la resolución que declaró infundada la queja de
derecho es ajena a esos supuestos señalados –númerus clausus en la norma pro-
cesal como objeto impugnable, por no revestir el carácter de decisión definitiva
y tampoco comprende el otro aspecto de esta vía de impugnación –el referente a
los autos que ponen fin, deniegan la extinción, conmutación, reserva o suspen-
sión de la pena–. Por tanto, en principio, escapa a la competencia casacional de
este Tribunal Supremo.
Quinto.- Que a pesar de ello la norma procesal ha regulado la casación excep-
cional en el inciso cuatro del artículo cuatrocientos veintisiete del citado Código,
que permite al Supremo Tribunal, excepcionalmente, superando la barrera de las
condiciones objetivas de admisibilidad, que pueda aceptarse el recurso de casa-
ción, pero sujeto a que se estime imprescindible para el desarrollo de la doctrina
jurisprudencial, y que el recurrente consigne adicional y puntualmente las razo-
nes que justifican el desarrollo jurisprudencial que pretende, con arreglo al apar-
tado tres del artículo cuatrocientos treinta del Código Procesal Penal.

162
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

Sexto.- Que el procesado Elas Becerra Laboriano en su recurso de casación de


fojas cincuenta y nueve expresamente anota que promueve la casación excepcio-
nal y solicita que se desarrolle doctrina jurisprudencial por lo siguiente:
I. Que se determine si los días inhábiles se computan para determinar los plazos
de interposición del recurso de apelación contra una resolución que afecta la li-
bertad personal del procesado.
II. Que en el caso concreto, el juez de la investigación preparatoria y la Sala Pe-
nal de Apelaciones desestimaron su medio impugnatorio y afirmaron que para el
cómputo de los plazos de apelación contra una resolución que dicta mandato de
prisión preventiva se debe contabilizar los días inhábiles de conformidad con el
inciso tres del artículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal Penal.
III. Que, sin embargo, dicha norma procesal no debe ser interpretada contra el
procesado, pues la situación descrita en esa Ley solo se aplica cuando favorezca
al imputado o el ejercicio de sus derechos”.
La Sentencia de la Casación N° 10-2010-Huaura (veintiséis de abril de
dos mil diez) admite el recurso de casación por la causal de motivación vacía.
“Cuarto: Que, en lo referente al agravio de la falta de motivación, el recurren-
te invoca como punto de partida que la sentencia de segunda instancia no se pro-
nunció sobre el argumento expresado en su recurso de apelación, cual fue a su
vez la falta de motivación en la sentencia de primera instancia respecto al monto
fijado como reparación civil; que, el supuesto de motivación inexistente o vacía,
es uno de los ámbitos expresamente reconocidos del motivo de casación estable-
cido en el inciso cuatro del artículo cuatrocientos veintinueve del nuevo estatuto
procesal; por consiguiente, es pertinente declarar bien concedido, la causal por
vulneración del precepto constitucional referido la falta de motivación [artículo
cuatrocientos veintinueve, inciso cuatro, del nuevo Código Procesal Penal]”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 37-2010-Piura (trece de ju-
lio de dos mil diez) señala los vicios de motivación que pueden tener entidad
casacional.
“Sexto.- Que, por lo demás, el acusado para fundamentar el deber de motivación
no alegó la i) ausencia absoluta de motivación –se presenta cuando el juez omi-
te precisar los fundamentos fácticos y jurídicos que sustentan la decisión final–,
ii) motivación incompleta o deficiente de la sentencia –se manifiesta cuando el
juez omite analizar el aspecto fáctico a jurídico o lo hace de manera frágil que no
es posible determinar su fundamento–, iii) motivación equivocada o ambigua –
se exterioriza cuando los argumentos que sustentan la decisión se excluyen recí-
procamente e impiden descubrir el contenido de la motivación, o cuando las ra-
zones que se invocan discrepan con la decisión tomada en la parte resolutiva– o
iv) motivación aparente o falsa –cuando la motivación es evidentemente contra-
dictoria con los hechos probados, por errores relevantes en la apreciación de la

163
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

prueba y rebasa los límites de racionalidad–. Por tanto, el reproche que se formu-
la no tiene entidad casacional”.
Y, que no se puede controlar en casación el mayor o menor rigor o la in-
correcta valoración de las circunstancias previstas en el artículo cuarenta y
seis del Código Penal para la medición de la pena, salvo que se haya aplicado
la pena fuera de los límites establecidos por la Ley, por motivos no admitidos
por la norma sustantiva o se haya aplicado sin fundamento legal.
“Sétimo: Que en cuanto al cuestionamiento de la pena, es de enfatizar que la de-
terminación de la misma corresponde a una facultad discrecional, aunque jurídi-
camente configurada, del Tribunal de mérito, pues debe realizar una valoración
individualizada de un caso concreto probado, apreciar las circunstancias de he-
cho e imponer la sanción dentro de los márgenes señalados en la norma penal
para el caso enjuiciado. En este contexto, en principio no se puede controlar en
casación su mayor o menor rigor o la incorrecta valoración de las circunstancias
previstas en el artículo cuarenta y seis del Código Penal –individualización de
la pena– porque todo lo relativo a su medida depende exclusivamente de una se-
rie de elementos y apreciaciones de hecho, como son entre otros, la edad, educa-
ción, móviles o fines, medios empleados, confesión sincera, antecedentes, situa-
ción económica, medio social del imputado, que solo puede ser evaluado por el
Tribunal de mérito en el debate, salvo que se haya aplicado fuera de los límites
establecidos por la Ley, por motivos no admitidos por la norma sustantiva o se
haya aplicado sin fundamento legal”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 11-2007-Huaura (cinco de
noviembre de dos mil siete) señala que los errores jurídicos en la aplicación
de las reglas de medición judicial de la pena, deben denunciarse vía casación
por errónea interpretación o falta de aplicación de la ley.
“Quinto: Que, sin embargo, los errores jurídicos derivados de la aplicación
de las reglas de medición de la pena, por su propio alcance y naturaleza, en
tanto en cuanto no se cuestione la constitucionalidad de las normas en que
se sustente: las del propio tipo legal o las que establecen las circunstancias o
factores de individualización o determinación de la pena, y en la medida en
que el Código Penal disciplina razonablemente y desde el principio de pro-
porcionalidad las pautas necesarias para fijar la sanción punitiva, no pueden
denunciarse al amparo de la casación por vulneración de precepto constitu-
cional sino de la casación por errónea interpretación o falta de aplicación de
la Ley penal: apartado tres del artículo cuatrocientos veintinueve del nuevo
Código Procesal Penal”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 02-2007-Huaura (cinco de
julio del dos mil cinco) señala la inadmisibilidad de la casación cuando el

164
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

impugnante no especifica en que ha consistido la infracción de su derecho ale-


gada como motivo del recurso.
“Quinto: Que aun cuando es posible deducir que lo que invoca el imputado es
la causal de infracción de precepto constitucional de carácter procesal, reconoci-
da en el inciso uno del artículo cuatrocientos veintinueve del nuevo Código Pro-
cesal Penal, no ha expuesto el fundamento específico en función a sus alcances
normativos predeterminados; que no solo no indicó nada en particular respecto
a la infracción al derecho o garantía de defensa procesal –prevista en el numeral
catorce del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución y desarrollada le-
galmente, en cuanto a los elementos que la integran, en el artículo noveno del tí-
tulo preliminar del nuevo Código Procesal Penal, sino que, respecto a la garantía
del derecho a la presunción de inocencia –que es una garantía distinta del debi-
do proceso, cuya concreción constitucional está en el literal e) del numeral vein-
ticuatro del artículo dos Constitución y sus elementos esenciales han sido deteni-
dos en el artículo segundo del Título Preliminar del nuevo Código Procesal Pe-
nal– no ha identificado el aspecto o ámbito de ese derecho fundamental que se ha
vulnerado a los efectos de su control constitucional en vía casatoria”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 135-2010-Arequipa (veinti-
cuatro de febrero de dos mil once) señala los tipos de errores en la motivación
de la casación en que incurren los impugnantes que generan la inadmisibili-
dad del recurso.
“Tercero.- La inadmisibilidad del recurso de casación resulta de la vulneración
de los presupuestos subjetivos, objetivos y formales (tiempo, modo, lugar y mo-
tivación); en tal sentido, el inciso a) del apartado dos del artículo cuatrocientos
veintiocho del Código Procesal Penal hace referencia al último supuesto, esto es,
al incumplimiento de la formalidad de motivar el recurso interpuesto. Al respec-
to San Martín Castro identifica tres supuestos de este recurso fatuo o indig-
no: i) el que adolece de un razonamiento abstracto suficiente, se limita práctica-
mente a decir que existe violación de derecho, sin argumento serio; ii) el que es
fruto de una deficiente lectura de la sentencia o de los autos, denunciando vicios
que realmente no existen; iii) el que revela un desconocimiento por parte del re-
currente de las cuestiones jurídicas más básicas, en especial relacionado con la
casación, es decir, se pretendiera desconocer la evidencia, se supusiera una nor-
ma jurídica inexistente, se supusiera una analogía en casos que no la consienten,
o en general, se fundara el recurso en un indiscutible error de derecho. Asimis-
mo, la verificación del cumplimiento de la formalidad de la motivación no es una
mera constatación de la existencia de frases y denuncia de agravios, sino, por el
contrario, implica un análisis de la razonabilidad de los agravios, lo cual implica
verificar tanto la cantidad como la calidad de la motivación”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 01-2007-Huaura (diecisie-
te de mayo de dos mil siete) admite el recurso de casación interpuesto contra

165
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

una resolución que no pone fin al procedimiento por necesidad de desarrollo


de la doctrina jurisprudencial.
“Segundo: Que la admisibilidad del recurso de casación se rige por lo normado
en el artículo cuatrocientos veintiocho y sus normas concordantes del citado Có-
digo Procesal Penal; que un presupuesto objetivo del recurso es que se refiera a
resoluciones impugnables en casación, a cuyo efecto es de precisar que es ma-
teria de recurso un auto expedido en apelación por la Sala Penal Superior que se
pronuncia sobre una medida coercitiva personal; que, siendo así, es evidente, en
primer lugar, que no se trata de una resolución que pone fin al procedimiento pe-
nal y, por ende, tampoco causa un gravamen irreparable, en tanto que no resuel-
ve sobre el objeto procesal; y, en segundo, que no corresponde el motivo de casa-
ción sobre infracción de ley previsto en el artículo cuatrocientos veintinueve, in-
ciso tres, del citado Código porque la impugnación no está enderezada a cuestio-
nar una errónea interpretación de la ley penal material, causante de anulación de
la resolución judicial, sino más bien a denunciar la inobservancia de una norma
procesal penal, como son los preceptos sobre prisión preventiva. Tercero: Que
los fundamentos anteriores justificarían inadmitir el recurso de casación plantea-
do, sin embargo es del caso hacer uso de la facultad que autoriza el apartado cua-
tro del artículo cuatrocientos veintisiete del nuevo Código Procesal Penal, en tan-
to que se trata de fijar un criterio interpretativo de carácter general acerca de las
relaciones y posibilidades procesales resultantes entre la detención –como medi-
da provisionalísima– y la prisión preventiva –como medida provisional más es-
table–, ambas de marcada relevancia constitucional al estar coimplicado el dere-
cho a la libertad personal”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 06-2007-Huaura (veinticua-
tro de octubre de dos mil siete) señala, entre otros autos, que la admisión de
la casación para desarrollo de doctrina jurisprudencial requiere que el im-
pugnante consigne las razones que justifican el desarrollo de la doctrina que
pretende.
“Cuarto: Que si bien el apartado cuatro del artículo cuatrocientos veintisiete
del nuevo Código Procesal Penal permite que, excepcionalmente, pueda acep-
tarse el recurso de casación fuera de las resoluciones que enumeran los aparta-
dos anteriores del citado artículo, ello está sujeto a que se estime imprescindi-
ble para el desarrollo de la doctrina jurisprudencia, y que el recurrente consig-
ne adicional y puntualmente las razones que justifican el desarrollo de la doctri-
na jurisprudencial que pretende, con arreglo al apartado tres del artículo cuatro-
cientos treinta del nuevo Código Procesal Penal; que, en el presente caso, los re-
currentes no solo no han especificado por qué es del caso que esta Sala de Casa-
ción conozca del presente recurso pese a su inadmisibilidad objetiva, sino que su
propio recurso carece, en sí mismo, de interés casacional, tanto porque no ha ci-
tado concretamente los preceptos inobservados por la Sala de Apelación cuanto
porque no ha puntualizado los fundamentos específicos de cada causal invocada,

166
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

con la debida separación y relevancia propia; que, en efecto, el escrito de recurso


de casación de fojas ciento cuarenta y uno es absolutamente genérico y, en esen-
cia, ingresa a analizar la prueba actuada de suerte que, en puridad, introduce in-
directamente un motivo de error en la interpretación de la prueba, que no es acep-
table en casación”[9].
El Auto de Calificación de la Casación N° 11-2010-Huaura (veintitrés
de abril de dos mil diez) señala que la admisión de la casación para desarro-
llo de doctrina jurisprudencial es decidida discrecionalmente por el Tribunal
Supremo.
“Quinto: Que si bien el artículo cuatrocientos veintisiete inciso cuatro del nue-
vo Código Procesal Penal establece, de manera excepcional, la procedencia del
recurso de casación respecto de resoluciones distintas a las contempladas en el
inciso uno y a las limitaciones previstas en el inciso dos de dicha norma, su pro-
cedencia extraordinaria queda siempre condicionada a la discrecionalidad de la
Sala Suprema Penal, en tanto lo estime necesario para un mejor desarrollo y uni-
formidad de la doctrina jurisprudencial, esto último, si bien fue invocado y fun-
damentado por el impugnante en su escrito de fojas ochenta y cuatro, del análi-
sis realizado no se identifica que los temas propuestos –ver fundamento jurídico
cuarto– reúnan complejidad y/o duda manifiesta sobre sus alcances dogmáticos y
de aplicación, que ameriten que este Supremo Tribunal asuma excepcionalmen-
te competencia funcional en el presente caso”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 70-2009-Huaura (diecinue-
ve de marzo dos mil diez) señala los criterios para determinar la existencia de
un interés casacional que justifique la admisión excepcional del recurso de
casación.
“Tercero: Que el artículo cuatrocientos veintisiete, apartado cuatro, del nuevo
código Procesal Penal incorpora la denominada ‘casación excepcional’ cuya ad-
misión a trámite es discrecional, siempre y cuando a juicio de la Sala de Casa-
ción resulta necesario para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial; que a este
respecto, como se ha precisado en la Ejecutoria Suprema recaída en el recurso de
queja número sesenta y seis-dos mil nueve/La Libertad, del doce de febrero de
dos mil diez, el impugnante debe consignar adicional y puntualmente las razo-
nes que justifican el desarrollo de la doctrina jurisprudencial que pretende, y co-
rresponde a esta Sala de Casación determinar si existe en puridad un verdadero
interés casacional; que el interés casacional comprende, en primer lugar, la uni-
ficación de interpretaciones contradictorias –jurisprudencia contradictoria entre
diversos órganos jurisdiccionales–, la afirmación de la existencia de una línea

[9] En el mismo sentido se ha pronunciado el Auto de Calificación de la Casación N° 18-2009-La Libertad


(diez de julio de dos mil nueve).

167
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

jurisprudencial o de jurisprudencia vinculante de la máxima instancia judicial


frente a decisiones contrapuestas con ella expedidas por tribunales inferiores, o
la definición de un sentido interpretativo a una norma reciente o escasamente in-
vocada pero de especiales connotaciones jurídicas; y, en segundo lugar, la exi-
gencia ineludible, por sus características generales, más allá del interés del recu-
rrente –defensa del ius constitutionis–, de obtener una interpretación correcta de
específicas normas de Derecho Penal y Procesal Penal”[10].
El Auto de Calificación de la Casación N° 79-2009-Piura (doce de mar-
zo de dos mil diez) señala que hay interés casacional cuando existe jurispru-
dencia contradictoria en varios distritos judiciales.
“Sexto: Que, ahora bien, la aceptación del objeto impugnable en este caso, en
tanto se trata de un delito que no tiene la entidad para ser conocido por la Cor-
te Suprema, está en función a la existencia de un relevante interés casacional;
que, en el presente caso, este se presenta en atención a la relevancia jurídica de
la institución concernida –a qué órgano corresponde determinados ámbitos de la
ejecución penal– y a la realidad, como se prueba en el recurso de la fiscalía, de
una jurisprudencia contradictoria en varios Distritos Judiciales, que obliga a su
unificación”[11].
El Auto de Calificación de la Casación N° 35-2009-Piura (veintiuno de
agosto de dos mil nueve) señala que es improcedente la casación para desa-
rrollo jurisprudencial cuando la legislación procesal tiene una respuesta clara
para el problema planteado.
“Quinto: Que, sin embargo, el recurrente asimismo sustenta su casación en el
apartado cuatro del artículo cuatrocientos veintisiete del nuevo Código Proce-
sal Penal, que permite, excepcionalmente, pueda aceptarse el recurso de casa-
ción fuera de las resoluciones que enumeran los apartados anteriores del citado
artículo, ello está sujeto a que se estime imprescindible para el desarrollo de la
doctrina jurisprudencial que pretende (interés casacional), con arreglo al aparta-
do tres del artículo cuatrocientos treinta del acotado Código; en este contexto, es
menester indicar que el tema objeto de esta pretensión impugnatoria extraordina-
ria formulada por el recurrente, estima este Supremo Tribunal que carece de con-
tenido con fines de interés casacional que ameriten un desarrollo jurisprudencial,
especialmente porque la nueva legislación Procesal Penal reconoce expresamen-
te que son actos de investigación y que actos de prueba, así como en que ins-
tancia pueden ser apreciadas cada una de ellas, y además porque las respuestas

[10] En el mismo sentido se ha pronunciado el Auto de Calificación de la Casación N° 51-2010-La Liber-


tad (diecinueve de noviembre de dos mil diez).
[11] En el mismo sentido se ha pronunciado el Auto de Calificación de la Casación N° 61-2009-La Libertad
(treinta y uno de marzo dos mil diez).

168
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

otorgadas por las instancias inferiores a los argumentos de defensa del recurren-
te se encuentran arregladas a derecho”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 01-2007-Huaura (diecisiete
de mayo de dos mil siete) señala que el motivo casacional de ilogicidad de la
motivación solo procede respecto de la valoración de la prueba.
“Quinto: Que, de otro lado, se ha alegado como segundo motivo de casación la
manifiesta ilogicidad de la motivación del auto recurrido resaltando la incorrec-
ción del razonamiento del órgano jurisdiccional en orden a las exigencias jurídi-
cas para dictar el mandamiento de prisión preventiva; empero, ese motivo casa-
cional solo procede respecto de la valoración de la prueba, es un control externo
de la exigencia de motivación racional de la prueba, por lo que no cabe extenderla al
examen de las normas jurídico-procesales, a cuyo efecto el cauce idóneo, ya he-
cho valer incluso, es el de ‘indebida aplicación, errónea interpretación o una fal-
ta de aplicación’ de la norma procesal”[12].
El Auto de Calificación de la Casación N° 07-2009-Huaura (veinticua-
tro de abril de dos mil nueve) señala que los errores de ausencia y de ilogici-
dad de la motivación resultan excluyentes.
“Las causales referidas a la falta o manifiesta ilogicidad de la motivación de la
sentencia condenatoria, resultan implicantes y excluyentes entre sí, pues la pri-
mera se refiere a la negación de su motivación y la segunda hace alusión a una
incongruente fundamentación para sostener la condena cuya existencia se consi-
dera omitida”.
La Sentencia de la Casación N° 19-2010-La Libertad (tres de noviem-
bre de dos mil diez) ha precisado el contenido de la causal de casación “ilogi-
cidad de la motivación”.
“Cuarto: Que el apartado cuarto del artículo cuatrocientos veintinueve del nuevo
Código Procesal Penal precisa como motivo autónomo de casación, ‘si la senten-
cia o auto ha sido expedido con falta o manifiesta ilogicidad de la motivación’.
Este motivo puede resumirse en la ausencia notoria de motivación, en la motiva-
ción incompleta –que no responde a todos los agravios relevantes para una deci-
sión razonada del caso–, y en la motivación incongruente, oscura o que vulnera
las reglas de la lógica, la ciencia o la experiencia.
La ilogicidad de la motivación, conforme a su fuente italiana, está residenciada
en vicios ilógicos en la fundamentación del fallo, que lo hacen irrazonable”.

[12] En el mismo sentido se ha pronunciado el Auto de Calificación de la Casación N° 09-2008-Huaura


(cuatro de julio de dos mil ocho).

169
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

El Auto de Calificación de la Casación N°07-2008-La Libertad (once


de abril de dos mil ocho) se ha pronunciado sobre los requisitos para dar por
cumplida la logicidad en la motivación.
“Sexto: Que, ahora bien, la motivación de la sentencia recurrida consta en sus
fundamentos, y su contenido no es contradictorio –que es el ámbito definido por
el reproche casatorio y ante el contenido limitado del recurso en cuestión es del
caso circunscribirse–: entre lo que expone y lo que concluye, en el detalle y la
apreciación de las pruebas, no se presenta una oposición recíproca, en sí misma
insuperable, que hace perder sentido y coherencia al relato fáctico y al análisis
del caso; que, en tal virtud, el reproche que se formula no tiene entidad casacio-
nal y, por tanto, debe rechazarse liminarmente”.
El Auto de Calificación de la Casación N°05-2007-Huaura (uno de
agosto de dos mil siete) se pronuncia sobre los casos en que se infringe la ga-
rantía de motivación por insuficiencia de esta.
“En cuanto a la vulneración de la garantía de motivación, la impugnación se cen-
tra en lo que califica de ‘motivación insuficiente’ [se presentaría cuando se vul-
nera el principio lógico de razón suficiente, esto es, cuando no se cumple una de
las dos condiciones necesarias para su existencia: a) la referencia al material pro-
batorio en que se fundan las conclusiones del fallo con descripción de los ele-
mentos de prueba correspondientes –se utilizan formularios o frases rutinarias,
se hace un simple relato de los hechos imputados sin base material en la causa,
o se mencionan relatos insustanciales–, o b) no se incorpora o expresa la ligazón
racional con las afirmaciones o negaciones que se incorporan en la sentencia]”.
El Auto de Calificación de la Casación N° 10-2007-La Libertad (veinti-
cuatro de octubre de dos mil siete) señala que la infracción al in dubio pro reo
solo tiene interés casacional cuando se reconoce expresa o tácitamente que se
condena a pesar de la duda existente.
“Que, por último, denuncia la inobservancia del in dubio pro reo, que lo deriva
del artículo ciento treinta y nueve apartado once de la Constitución, sin embar-
go, dicha norma solo comprende las dudas en la interpretación de la ley no cuan-
do se trata de la valoración de la prueba, la que constituye una regla de juicio
que integra la tantas veces citada garantía de presunción de inocencia, y como tal
ha sido reconocida por el artículo dos, apartado uno in fine, del Título Prelimi-
nar del nuevo Código Procesal Penal; que, ahora bien, la vulneración de ese úl-
timo precepto de relevancia constitucional solo tiene interés casacional cuando
el juzgador expresamente lo desconoce al afirmar o reconocer, expresa o tácita-
mente, un estado de incertidumbre probatoria y, pese a ello, opta por la condena,
que no es el caso de autos; que no comprende esa garantía aquellos supuestos en
que el recurrente, desde su particular valoración probatoria estime que existe un
supuesto de duda razonable acerca de la culpabilidad que se le atribuye, en tanto

170
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

que ello importaría una invocación de un error facti o error en la apreciación de la


prueba, prohibido en sede casacional, destinada exclusivamente al error iuris”.
El Auto de la Casación N° 17-2009-La Libertad (siete de abril de dos
mil diez) señala que se produce un desistimiento tácito de la parte que inter-
puso la casación cuando su abogado no se asiste a la audiencia.
“Dentro de ese contexto, una vez abierta la instancia, el recurrente puede conser-
varla o perderla si cumple o no con las disposiciones impuestas por la Ley pro-
cesal –artículo cuatrocientos veintiocho e inciso dos del artículo cuatrocientos
treinta y uno del Código Procesal Penal–. Asimismo, tiene la facultad jurídica de
desistirse y renunciar a su derecho impugnativo para interponer recursos (en tan-
to rige el principio dispositivo, puede desistirse aunque el recurso haya sido con-
cedido y cualquiera que sea el trámite cumplido antes de la sentencia de casa-
ción, de conformidad con el artículo cuatrocientos seis del Código Procesal
Penal). Esta intención de renunciar puede ser expresa o tácita, y en este último
caso la intención se deducirá de cualquier actitud o manifestación del recurrente
en el proceso, después de presentado el recurso, que sea incompatible con la pre-
tensión jurídica –como sucede cuando el abogado defensor no concurre a la au-
diencia de casación–.
Es de puntualizar que el desistimiento es una forma de expresar la conformi-
dad con el fallo y proclamar la inexistencia de un interés capaz de sustentar la
impugnación.
Noveno. Al respecto el artículo cuatrocientos treinta y uno del Código Procesal
Penal señala lo siguiente ‘la falta de comparecencia injustificada del fiscal a la
audiencia de casación, en caso del recurso haya sido interpuesto por el Ministe-
rio Público, o del abogado de la parte recurrente, dará lugar a que se declare in-
admisible el recurso de casación’. En tal sentido si la defensa técnica del impug-
nante no comparece a la audiencia para sustentar oralmente los fundamentos del
recurso de casación, dicha circunstancia autoriza al Tribunal de Casación a de-
clarar la deserción del recurso y firme la sentencia cuestionada.
Décimo. En consecuencia, debe declararse inadmisible el recurso de casación
por desistimiento tácito del acusado Roger Alberto Salvador Rodríguez, en tanto
su abogado defensor no concurrió a la audiencia de casación”[13].
El Auto de la Casación N° 13-2009-La Libertad (veintitrés de abril de
dos mil diez) que se debe imponer el pago de costas cuando existe inconcu-
rrencia del abogado impugnante a la audiencia de casación.

[13] En el mismo sentido se ha pronunciado el Auto de la Casación N° 13-2009-La Libertad (veintitrés de


abril de dos mil diez).

171
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

“Décimo primero. Este desistimiento del recurso interpuesto por el acusado,


trae aparejada la imposición de las costas con arreglo al inciso dos del artículo
quinientos cuatro del Código Procesal Penal. Los recurrentes abandonaron la
instancia a pesar de que promovieron el recurso de casación, consiguieron que se
le conceda el recurso y se le señale fecha de audiencia para la sustentación de los
agravios ante la Sala de Casación –a la que no asistieron sus abogados defenso-
res–. Por tanto, no cabe eximirlos del pago de las costas”.

XIII. Procesos especiales

1. Proceso inmediato
El Acuerdo Plenario N° 6-2010/CJ-116 (dieciséis de noviembre de dos
mil once) define y justifica el proceso inmediato, y señala que cuando exista
vacío normativo se aplicará supletoriamente las normas del proceso común.
“7º. El proceso inmediato es un proceso penal especial y además una forma de
simplificación procesal que se fundamenta en la facultad del Estado de organi-
zar la respuesta del sistema penal con criterios de racionalidad y eficiencia, so-
bre todo en aquellos casos en los que, por sus propias características, son innece-
sarios mayores actos de investigación. Su regulación, en sus aspectos esenciales,
se encuentra desarrollada en el Libro V, Sección I, artículos 446/448 del NCPP
correspondiente a los procesos especiales.
Por tanto, siguiendo la línea fijada en el Acuerdo Plenario Nº 05-2009/CJ-116, la
regla hermenéutica que es del caso utilizar será aquella que establece la aplica-
ción supletoria del proceso común u ordinario siempre que exista un vacío nor-
mativo, en tanto en cuanto la norma objeto de integración jurídica no vulnere los
principios que sustentan el proceso inmediato o las disposiciones y su estructura
procesal [Acuerdo Plenario 05-2009/CJ-116 de la Corte Suprema de la Repúbli-
ca, del 13 de noviembre de 2009, Fundamento Jurídico 6]”.
Señala que es al juez de juzgamiento al que le corresponde realizar el con-
trol de la acusación, de la admisión de los medios probatorios y de la consti-
tución de los sujetos procesales no necesarios.
“En el caso que el juez admita el requerimiento emitirá un auto que dispone la
procedencia de este proceso especial, luego de lo cual el fiscal formulará acusa-
ción y lo remitirá al juez competente para que dicte acumulativamente el auto de
enjuiciamiento y de citación a juicio. Al ser el proceso inmediato distinto al pro-
ceso común y no haber etapa intermedia, será el Juez de Juicio Oral quien contro-
le la acusación y evaluará la admisión de los medios probatorios que podrán pre-
sentar los demás sujetos procesales, de constitución en parte procesal, así como
otros requerimientos”.

172
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

Señala que el requerimiento de proceso inmediato apenas culminadas las


diligencias preliminares debe incorporar los mismos requisitos que la forma-
lización de investigación.
“15º. Estando a lo dispuesto por el artículo 447.1 del NCPP, el fiscal tiene la po-
sibilidad de requerir la incoación del proceso inmediato en dos momentos: i) lue-
go de culminar las diligencias preliminares y ii) antes de los treinta días de for-
malizada la Investigación preparatoria. En base al primer supuesto, se estará ante
un Proceso Inmediato incoado sin formalización de la Investigación Preparato-
ria; de ahí que resulta necesario que el requerimiento de incoación de este proce-
so incorpore los mismos elementos que una disposición de formalización de In-
vestigación Preparatoria y supuestos de aplicación que se producen.
En cambio, en virtud del último supuesto, se tiene que en el Proceso Inmediato,
sí existe la obligación de formalizar la Investigación Preparatoria con las impli-
cancias que ello tiene, es decir, que se notifique de esta disposición al imputado a
fin que conozca la imputación hecha en su contra y pueda preparar su estrategia
de defensa, o de ser el caso interponer los medios de defensa técnicos que consi-
dere pertinentes”.
Señala que pese a no existir etapa intermedia el Juez de Investigación rea-
liza un control cuando se pronuncia sobre iniciar o no el proceso (el cual debe
asegurar la contradicción entre las partes y, para lo cual, es posible que se lla-
me a audiencia) y el Juez de Juzgamiento un control de validez formal de la
acusación.
“16º. Dentro de la estructura del proceso común, una de las funciones más im-
portantes que debe cumplir la etapa intermedia es controlar los resultados de la
investigación preparatoria, para lo cual se ha de examinar el mérito de la acusa-
ción fiscal y los recaudos de la causa con el fin de decidir si procede o no iniciar
el juicio oral. Es decir, el juez de la Investigación Preparatoria como director de
la etapa intermedia realiza un control formal, sustancial y sobre la suficiencia de
los elementos de convicción de la acusación.
17º. En el proceso inmediato, al ser uno especial que se particulariza en razón de
sus supuestos de aplicación: flagrancia delictiva; confesión del imputado; y que
los elementos de convicción acumulados durante las diligencias preliminares, y
previo interrogatorio del imputado, sean evidentes, no existe etapa intermedia.
18º. No obstante ello, la autoridad judicial ha de realizar en este proceso dos con-
troles. Son los siguientes:
A. De acuerdo con el artículo 448.1 del NCPP, el Juez de la Investigación Prepa-
ratoria, realiza un primer control antes de dar inicio al proceso inmediato. Es el
control al requerimiento del fiscal para la incoación del proceso inmediato.

173
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Este primer control permite al Juez de la Investigación Preparatoria determinar


si procede o no dar inicio a un proceso inmediato, para lo cual es preciso que di-
cha autoridad judicial verifique el cumplimiento de los supuestos de aplicación
de este proceso.
Asimismo, en armonía con el artículo 448.1. del NCPP, el Juez de la Investiga-
ción Preparatoria corre traslado a las partes de dicho requerimiento por un plazo
de tres días y debe decidir, en un plazo igual, si acepta o rechaza el requerimien-
to fiscal.
Sobre este punto cabe destacar que, en el marco de los principios de oralidad, in-
mediación, contradicción y publicidad, así como para evitar la indefensión, que
inspiran el nuevo Código Procesal Penal, puede ser factible, atento a las circuns-
tancia de la causa, establecer una audiencia para el Proceso Inmediato, que se
seguirá conforme a las pautas establecidas de manera genérica por el artículo 8
del NCPP. Por tanto, para que el Juez de la Investigación Preparatoria resuelva
la procedencia o no de este proceso especial, si fuera el caso –aunque no obliga-
toriamente–, podrá producirse un debate con la concurrencia del fiscal, quien ar-
gumentará oralmente por qué eligió y considera la aplicación de este proceso es-
pecial, así como con la presencia del imputado y su abogado defensor, los cuales
podrán contradecir este requerimiento fiscal y el juez hará las preguntas aclara-
torias expidiendo la resolución motivada que corresponda.
Asimismo el fiscal, de ser el caso, solicitará la aplicación de las medidas de coer-
ción que considere pertinentes, de manera simultánea y separada del requeri-
miento de incoación del proceso inmediato, requerimiento que será discutido en
audiencia, siguiendo las consideraciones del Título I, Sección Tres, del citado
Código, según corresponda.
B. El segundo control a cargo de la autoridad judicial, es el de la acusación fis-
cal, para ello es preciso referir que en virtud del artículo 349 del NCPP tal re-
querimiento debe cumplir determinados requisitos que condicionan su validez, y
que corresponde controlar al juez de juicio oral, quien dictará el auto de enjuicia-
miento en virtud del artículo 448.2 del NCPP”.
Señala que es al inicio del juicio oral que el imputado podrá ofrecer sus
medios probatorios así como quien se considere legitimado solicitar su cons-
titución en parte.
“19º. Uno de los problemas que se suscitan en torno al proceso inmediato es que
al no contar con fase intermedia, no se tiene un momento específico en el que el
imputado y las demás partes realicen la aportación de medios probatorios, por lo
que el acusado ingresaría en desventaja al juicio. Asimismo, que no hay oportu-
nidad para que las partes procesales puedan constituirse como tales.
20º. En un proceso común, en el que sí se lleva a cabo la etapa intermedia –don-
de las partes tienen la oportunidad de ofrecer cuanto medio de prueba conside-
ren– cabe la posibilidad de permitir que las partes ofrezcan medios de pruebas al

174
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

inicio del juicio oral, en virtud del artículo 373 del NCPP, lo que se condiciona única-
mente a determinados supuestos, tales como: i. Que la prueba sea nueva y que haya
sido conocida con posterioridad a la audiencia de control. ii. Que la prueba no haya
sido admitida a nivel de la audiencia de control en la etapa intermedia.
21º. De ello se tiene que en el proceso inmediato resulta válida la realiza-
ción de este acto al inicio del juicio oral bajo la conducción del mismo juez de
juzgamiento, quien ha de realizar un control de los medios de prueba ofrecidos
para el Juicio Oral como por las demás partes que debe cumplir los principios de
legalidad, pertinencia, utilidad y conducencia. Así, la actuación probatoria, eje
central del juicio oral, será desarrollada respetando los principios de igualdad, le-
galidad y contradicción, que integran las garantías del debido proceso y defensa
procesal.
22º. Estas consideraciones no afectan el principio de imparcialidad, que garan-
tiza que el juez sea un tercero entre las partes, toda vez que la regla en base a la
cual el ofrecimiento y admisión probatoria debe realizarse en la etapa interme-
dia no puede ser entendida como absoluta y menos aún en el contexto de un pro-
ceso especial que, como se tiene expuesto, se rige por pautas propias. Por lo de-
más, queda garantizado el respectivo contradictorio a que se someterán las prue-
bas ofrecidas al poder ser actuadas en el juicio oral.
23º. Función que se realiza, siguiendo la misma lógica empleada para la aporta-
ción de los medios probatorios, al no existir investigación preparatoria, ni la
etapa intermedia, los sujetos procesales tendrán, al inicio del juicio oral, opor-
tunidad para solicitar su constitución en el proceso, y tanto en el rol previsto en
el parágrafo 21 como en el presente, la mayor garantía de imparcialidad se com-
probará con la resolución debidamente motivada que expedirá el juez penal al
respecto”.

2. Proceso de seguridad
La Sentencia de la Casación N° 16-2009-Huaura (doce de marzo de dos
mil diez) señala que la nulidad del juicio no afecta la resolución –no relacio-
nada con el defecto que generó la nulidad– dictada en su ínterin que ordenó la
transformación del proceso de uno de seguridad a uno común.
“La particularidad del presente caso es que, precisamente, como lo manda el ar-
tículo 458.1 del NCPP, luego de la instalación del juicio oral de un proceso de se-
guridad se dictó un auto, ya firme, que transformó el proceso y lo derivó al pro-
ceso común, a partir del cual se reordenó la audiencia y se siguió íntegramente
bajo sus reglas. Así las cosas, ¿la anulación del juicio por defecto estructural de
la sentencia comprende esa resolución firme? La respuesta es negativa, en tanto
en cuanto lo que se cuestionó no es esa premisa sino el resultado del juicio oral
por proceso común: la sentencia. La nulidad no puede alcanzar a esa decisión
pues el vicio declarado no la afecta”.

175
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Señala que la transformación del proceso en el curso del juicio de uno de


seguridad a uno común no implica necesariamente la ineficacia de los actos
procesales realizados con anterioridad.
“Noveno: La discusión si el proceso común es diferente al proceso de seguridad
no se puede responder en abstracto. Es claro que cambia su objeto jurídico: el
proceso de seguridad discute no solo los hechos, aspecto en el que es idéntico al
proceso común, sino la presencia del binomio peligrosidad/medida de seguridad;
pero esta diferencia no lo hace necesariamente incompatible con el proceso co-
mún –comparte el cuadro matriz de las garantías de todo enjuiciamiento–, pues
en este último proceso tras el juicio oral el Tribunal puede incluso imponer una
medida de seguridad si se dan los presupuestos para ella y medió una discusión
y debate sobre el particular, es decir, si se cumplió el principio de contradicción
–artículo 393, apartado 3), literal e), del NCPP–.
La prohibición de acumulación de un proceso de seguridad con el común es ob-
via, pero solo dice de la imposibilidad de conexidad debido al diferente objeto de
ambos procesos. La acumulación por conexidad importa en este último caso, y
en sentido estricto diversidad de delitos culpándose a una sola persona o a varias,
y procede si se cumplen sus presupuestos y condiciones; tiene como fundamen-
to el tratamiento unitario de esas causas o imputaciones para garantizar la econo-
mía y la celeridad procesal, así como para evitar fallos contradictorios y posibili-
tar un conocimiento más integral de los cargos con arreglo al principio de inme-
diación y, en su caso, se pueda aplicar las reglas del concurso de delitos.
La base común del rito del juicio oral para ambos procesos, cuando es el del caso
transformarlos, solo autoriza, de modo general, a repetir aquellas actuaciones es-
peciales que en el caso del proceso de seguridad se realizaron sin el concurso del
imputado por razones de salud. No debe empezarse de cero –no puede entender-
se que las actuaciones previas son ineficaces procesalmente–, sino que debe con-
tinuar en lo que es compatible y repetir lo que se hizo al margen del principio de
bilateralidad y presencia efectiva del imputado”.
Y, que el auto de transformación del proceso en uno de seguridad no ge-
nera cosa juzgada, pudiendo regresarse al proceso común en el ínterin del
juicio.
“Primero: El encausado Pedro Pablo Nakada Ludeña fue procesado penalmente,
con arreglo al nuevo Código Procesal Penal –en adelante NCPP–. Se le inculpó
formalmente por delitos contra la vida el cuerpo y la salud - homicidio califica-
do y contra el patrimonio - robo agravado en perjuicio de Carlos Edilberto Meri-
no Aguilar y otros. En la etapa de investigación preparatoria el encausado Naka-
da Ludeña solicitó que se le siga el proceso de seguridad, petición que fue nega-
da por el Juez del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Huaral por
resolución número siete de fojas treinta, del cuatro de mayo de dos mil siete –del
cuaderno de investigación–.

176
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

Apelada dicha resolución, la Sala Superior Penal Permanente de la Corte Supe-


rior de Justicia de Huaura por auto de vista, del veintitrés de julio de dos mil sie-
te –corriente a fojas setenta y tres del cuaderno de casación y acta de audiencia
de fojas treinta y tres del cuaderno de investigación–, la revocó y en su reempla-
zo declaró fundado ese pedido, por lo que ordenó se transforme el proceso co-
mún a uno de seguridad y se desacumule el primero y se siga una causa indepen-
diente en su contra.
Segundo: La Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Huaral, estando a los tér-
minos del auto de vista antes indicado, formuló su requerimiento en ese sentido
–véase acusación de fojas cuarenta y cinco, del trece de agosto de dos mil siete,
del cuaderno de investigación–. Una vez que se llevó a cabo la audiencia preli-
minar de control de la acusación, el Juez de Investigación Preparatoria emitió el
auto de enjuiciamiento de fojas sesenta, del veintidós de noviembre de dos mil
siete –del cuaderno de investigación–. Es así que el acusado Nakada Ludeña es
sometido a juicio oral en vía de proceso de seguridad por la comisión de los de-
litos homicidio calificado y robo agravado.
Tercero: En el curso del juicio de primera instancia el Juzgado Penal Colegiado
Transitorio de la Corte Superior de Justicia de Huaura - Huacho transformó el
proceso de seguridad a uno común y en esos términos dictó la sentencia de fojas
uno, del nueve de mayo de dos mil ocho –del cuaderno de juzgamiento–, en cuya
virtud, en un extremo, condenó a Pedro Pablo Nakada Ludeña como autor de los
delitos de homicidio calificado en agravio de Agustín Andrés Maguiña Orope-
za y otros y de robo agravado en perjuicio de Carlos Edilberto Merino Aguilar y
otros a treinta y cinco años de pena privativa de libertad y fijó en siete mil nue-
vos soles el monto por concepto de reparación civil que pagará a los herederos
de los occisos; y, en otro extremo, lo absolvió de la acusación fiscal formulada en
su contra por delitos de robo agravado y homicidio calificado en agravio de Tere-
sa Cotrina Abad, Walter Sandoval Osorio, Gerardo Leonardo Cruz Libia, Carlos
Walter Tarazona Toledo, Nazario Julián Tamariz Pérez, Didier Jesús Zapata Du-
lanto y Nicolás Tolentino Purizaca Gamboa (…).
Es de recordar que el auto de transformación del proceso no causa estado, no ge-
nera cosa juzgada, por lo que a la luz del debate oral y de la discusión pericial
–recuérdese que la etapa principal es el enjuiciamiento– el Tribunal podrá muy
bien optar por la decisión que considere arreglada a derecho. Desde luego no será
pertinente una discusión incidental tendente a poner en crisis el juicio para que se
suspenda la causa y se reoriente al juicio de seguridad, porque ello vulneraría el
principio de concentración procesal, pero sí una discusión de fondo acerca de la
aplicación de normas de Derecho Penal material referentes al juicio de imputa-
bilidad y a la necesidad y proporcionalidad de una posible medida de seguridad.
Limitar esa posibilidad al imputado sería, eso sí, restringir irrazonablemente su
derecho de defensa y producirle efectiva indefensión material”.

177
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

3. Proceso por delito de ejercicio privado de la acción penal


La Sentencia de la Casación N° 63-2011-Huaura (veinticuatro de abril
de dos mil doce) señala, en calidad de doctrina jurisprudencial, que la cadena
de custodia que establece el Código Procesal Penal y el Reglamento aproba-
do por Resolución N° 729-2006-MP-FN de fecha quince de junio de dos mil
seis, no es aplicable a los procesos por delito de ejercicio privado de la acción
penal (querella).
“Cuarto: Que, el Código Procesal Penal, en su Libro Segundo (La Actividad Pro-
cesal), Sección II, Título III, Capítulo VI, Subcapítulo I (La Exhibición e Incau-
tación de Bienes), en su artículo doscientos veinte, inciso dos, establece lo si-
guiente: ‘Los bienes objeto de incautación deben ser registrados con exactitud
y debidamente individualizados, estableciéndose los mecanismos de seguridad
para evitar confusiones o alteración de su estado original, igualmente se debe
identificar al funcionario o persona que asume la responsabilidad o custodia del
material incautado. De la ejecución de la medida se debe levantar un acta, que
será firmada por los participantes en el acto. Corresponde al fiscal determinar con
precisión las condiciones y las personas que intervienen en la recolección, envío,
manejo, análisis y conservación de lo incautado, asimismo, los cambios hechos
en ellos por cada custodio’; precisándose en su inciso cinco que: ‘La Fiscalía de
la Nación, a fin de garantizar la autenticidad de lo incautado, dictará el Regla-
mento correspondiente a fin de normar el diseño y control de la cadena de custo-
dia, así como el procedimiento de seguridad y conservación de los bienes incau-
tados”, a lo cual se dio cumplimiento con la elaboración del ‘Reglamento de la
Cadena de Custodia de Elementos Materiales, Evidencias y Administración de
Bienes Incautados’, aprobado mediante Resolución N° 729-2006-MP-FN de fe-
cha quince de junio de dos mil seis, que establece lo siguiente: ‘Artículo 1.- Ob-
jeto. El presente Reglamento regula el procedimiento de la cadena de custodia de
los elementos materiales y evidencias incorporados a la investigación de un he-
cho punible. Asimismo, regula los procedimientos de seguridad y conservación
de los bienes incautados, según su naturaleza. Artículo 2.- Finalidad. Establecer
y unificar procedimientos básicos y responsabilidades de los representantes del
Ministerio Público y funcionarios, a efecto de garantizar la autenticidad y con-
servación de los elementos materiales y evidencias incorporados en toda inves-
tigación de un hecho punible, auxiliado por las ciencias forenses, la criminalísti-
ca, entre otras disciplinas y técnicas que sirvan a la investigación criminal. Ade-
más unificar los lineamientos generales de seguridad y conservación de los bie-
nes incautados. Artículo 3.- Ámbito y alcance. Las normas contenidas en el pre-
sente Reglamento son de aplicación progresiva en todo el territorio nacional y
de obligatorio cumplimiento para los señores fiscales, funcionarios y servido-
res del Ministerio Público (…) Artículo 7.- Concepto de lo Cadena de Custodia
de los Elementos Materiales y Evidencias. La Cadena de Custodia es el procedi-
miento destinado a garantizar la individualización, seguridad y preservación de
los elementos materiales y evidencias, recolectados de acuerdo a su naturaleza

178
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

o incorporados en toda investigación de un hecho punible, destinados a garanti-


zar su autenticidad, para los efectos del proceso (definiéndose en el artículo cin-
co, que los elementos materiales y evidencias, son objetos que permiten conocer
la comisión de un hecho punible y atribuirlos a un presunto responsable en una
investigación y proceso penal) (...)’. Artículo 16.- Custodia y Administración de
Bienes incautados. En caso de efectuarse una diligencia relacionada a la investi-
gación de un hecho ilícito, en la que se encuentren bienes que ameriten ser incau-
tados, se procederá o asegurarlos o inmovilizarlos, designando provisionalmente
al responsable de la custodia, dando cuenta al juez para su aprobación y conver-
sión a las medidas que fueran necesarias (definiéndose en el artículo seis, que los
bienes incautados son los efectos y ganancias provenientes del delito, así como
los instrumentos que sirvieron para perpetrarlo, objeto de una medida judicial o
excepcionalmente fiscal, durante la investigación) (...)’.
Quinto: Que, conforme a lo anotado en el considerando anterior, el procedimien-
to de Cadena de Custodia se encuentra regulado en el Código Procesal Penal
–Decreto Legislativo número novecientos cincuenta y siete– y el Reglamento
aprobado por Resolución N° 729-2006-MP-FN de fecha quince de junio de dos
mil seis, el cual está destinado a unificar procedimientos básicos y responsabi-
lidades del representante del Ministerio Público y funcionarios, a efectos de ga-
rantizar la autenticidad y conservación de los elementos materiales y evidencias
incorporados en toda investigación de un hecho punible (auxiliados por las cien-
cias forenses, la Criminalística, entre otras disciplinas y técnicas), además de la se-
guridad y conservación de los bienes incautados; lo cual es evidente que solo es
aplicable a un proceso por delito de ejercicio público de la acción penal (donde el
representante del Ministerio Público - titular de la acción penal interviene como
Director de la Investigación Preliminar, cuya finalidad inmediata es realizar los ac-
tos urgentes o inaplazables destinados a asegurar los elementos materiales de la co-
misión de un hecho delictuoso, entre otros, conforme al artículo trescientos treinta
del Código Procesal Penal; mientras que el juez en un rol diferenciado está a car-
go del Juzgamiento y el control de legalidad de los actos de investigación del Mi-
nisterio Público), mas no resulta aplicable a un proceso por delito de ejercicio pri-
vado de la acción penal (querella), que tiene su propia regulación especial en el Li-
bro Quinto, Título III, Sección IV del Código Procesal Penal - Decreto Legislati-
vo número novecientos cincuenta y siete –artículos cuatrocientos cincuenta y nue-
ve al cuatrocientos sesenta y siete–, (donde no interviene el Ministerio Público y se
acepta de manera excepcional y en casos puntuales, que el Juez Penal ordene a la
Policía Nacional la realización de una investigación preliminar, quien a su vez emi-
tirá un informe policial dando cuenta de los resultados)”.
Señala que el Código solo otorga al querellante particular las facultades y
obligaciones que tiene el Ministerio Público en el desarrollo del Juicio Oral.
“Sexto: Que, debe indicarse que el encausado recurrente alega en su recurso de
casación, que en los procesos penales por delito de ejercicio privado de la acción
penal, el querellante tiene las mismas facultades y obligaciones del Ministerio

179
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Público respecto a la cadena de custodia, conforme a lo previsto en el inciso tres


del artículo cuatrocientos sesenta y dos del Código Procesal Penal; al respecto
debe indicarse, que dicha norma procesal penal establece lo siguiente: ‘Instalada
la audiencia se instará a las partes, en sesión privada, a que concilien y logren un
acuerdo. Si no es posible la conciliación, sin perjuicio de dejar constancia en el
acta de las razones de su no aceptación, continuará la audiencia en acto público
siguiendo en lo pertinente las reglas del juicio oral. El querellante particular ten-
drá las facultades y obligaciones del Ministerio Público, sin perjuicio de poder
ser interrogado’; en consecuencia, resulta claro que dicha norma procesal solo
otorga al querellante particular las facultades y obligaciones que tiene el Ministe-
rio Público en el desarrollo del Juicio Oral; sin perjuicio de indicar que las demás
facultades de aquel se encuentran reguladas expresamente en el artículo ciento
nueve del Código Procesal Penal”.
Y, que las reglas de actuación de la prueba documental en el proceso or-
dinario son aplicables al proceso por querella al no ser incompatibles con su
naturaleza.
“Sétimo: Que, sin perjuicio de lo anotado, debe indicarse que en los delitos de
ejercicio privado de la acción penal (querella) se debe respetar las garantías cons-
titucionales de carácter procesal y material (debido proceso, derecho de defen-
sa, contradicción, entre otros) respecto a las pruebas ofrecidas tanto por parte del
querellante como del querellado; debiendo indicarse al respecto que en el Libro
Segundo, Sección II, Título II, Capítulo V del Código Procesal Penal –artículos
ciento ochenta y cuatro a ciento ochenta y ocho–, se regula lo relativo a la in-
corporación al proceso de la prueba documental, clases de documentos, recono-
cimiento de documento, traducción, transcripción y visualización de documen-
tos, entre otros, de donde se advierte que se considera como prueba documental,
entre otros, las grabaciones magnetofónicas y medios que contienen registros de
sucesos, imágenes, voces, debiéndose ordenar cuando sea necesario, el recono-
cimiento del documento, por su autor o por quien resulte identificado según su
voz, imagen, huella, señal u otro medio, así como por aquel que efectuó el regis-
tro; asimismo se establece que cuando el documento consista en una cinta de vi-
deo, se ordenará su visualización y su transcripción en un acta, con intervención
de las partes; reglas que son de aplicación a los procesos por delito de ejercicio
privado de la acción penal, por no ser incompatibles con su naturaleza”.

4. Terminación anticipada
El Acuerdo Plenario N° 5-2008/CJ-116 (trece de noviembre de dos mil
ocho) señala que es de aplicación supletoria las normas del proceso común en
caso de vacios en la regulación de la terminación anticipada.
“6°. La terminación anticipada es un proceso penal especial y, además, una for-
ma de simplificación procesal, que se sustenta en el principio del consenso. Es,

180
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

además, uno de los exponentes de la justicia penal negociada. Su regulación, en


sus aspectos esenciales, está suficientemente desarrollada en el Libro V, Sección
V, artículos 468/471, del nuevo Código Procesal Penal –en adelante, NCPP–.
Frente al proceso común del NCPP y el ordinario e incluso el sumario del anti-
guo sistema procesal penal, que sigue las pautas del antiguo Código de Procedi-
mientos Penales –en adelante, ACPP–, se erige en un proceso penal autónomo,
no es una mera incidencia o un proceso auxiliar dependiente de aquel.
Por tanto, la regla hermenéutica que es del caso utilizar será aquella que estable-
ce la aplicación supletoria del proceso común u ordinario siempre que exista un
vacío normativo, en tanto en cuanto la norma objeto de integración jurídica no
vulnere los principios que sustentan el proceso de terminación anticipada o las
disposiciones y su estructura procesal”.
Señala que la regulación de la terminación anticipada del CPP de 2004 ha
reemplazado las contenidas en las leyes especiales N°s 26320 y 28008.
“Al haberse regulado para todo tipo de delitos –ámbito de aplicación general– y
sometido sus reglas a una pauta unitaria, es obvio que, por razones de coherencia
normativa y de primacía de la ley posterior que reemplaza un instituto legal de-
terminado, las disposiciones del NCPP han venido a reemplazar a las disposicio-
nes procesales penales especiales, tales como las Leyes número 26320 y 28008.
Sin embargo, en el caso de los delitos aduaneros –Ley número 28008–, las nor-
mas de contenido relevantemente penal material y las reglas procesales especí-
ficas vinculadas a las primeras y al modo cómo se han regulado estos delitos si-
guen rigiendo, tal es el caso de los literales c), d) y e), y los cinco párrafos fina-
les del artículo 20”.
Señala que en materia de reparación civil prima por completo la disposi-
ción de las partes.
“El juicio de legalidad alcanza al respeto de los ámbitos legalmente definidos de
la reparación civil –siendo del caso resaltar que en este extremo prima por com-
pleto la disposición sobre el objeto civil–”.
Señala que las consecuencias jurídicas materia del acuerdo de termina-
ción anticipada no deben lesionar ni el fin preventivo de la pena ni el princi-
pio de proporcionalidad.
“11°. El control de la razonabilidad de la pena está centrado en el examen del
quántum de la pena y de la reparación civil objeto del acuerdo. El juez ha de rea-
lizar una valoración que evite que se vulnere, por exceso o por defecto, el prin-
cipio de proporcionalidad, se lesione la finalidad de la pena o se afecte indebi-
damente los derechos e intereses legítimos de la víctima. Por consiguiente, solo
podrá rechazar el acuerdo si de modo palmario o evidente se estipule una pena o
una reparación civil evidentemente desproporcionada o que en el caso de la pena
se lesione ostensiblemente el principio preventivo”.

181
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Señala que el control que hace el juez del acuerdo presentado por las par-
tes no puede dar lugar a la absolución imputado.
“12°. El análisis que corresponde al juez Penal para homologar el acuerdo que
le presentan las partes procesales concernidas es ciertamente distinto a la valora-
ción y examen jurídico penal que hace el juez en el proceso común luego del jui-
cio oral.
En este último el Juez aprecia y valora los actos de prueba y puede aplicar crite-
rios como el in dubio pro reo para absolver al imputado, lo que en cierta medida
no es posible en el proceso de terminación anticipada, en atención a los mecanis-
mos reconocimos para su conformación sobre la base del consenso procesal.
Es claro, atento a lo expuesto, que el juez debe desaprobar el acuerdo si advier-
te la inexistencia de los hechos, la atipicidad de la conducta atribuida u otra si-
tuación similar. Lo correcto en estos casos es que, rechazado el acuerdo, los car-
gos se diluciden en el proceso común. Es un contrasentido, en atención al ámbi-
to del control jurisdiccional del acuerdo, que se busque una absolución o una de-
cisión que resuelva un objeto distinto al juicio sobre la validez y eficacia jurídi-
ca del acuerdo objeto de control jurisdiccional”.
Señala que la confesión a que se refiere el artículo 471 del CPP de 2004
es la confesión sincera de su artículo 161.
“14°. El artículo 471 del NCPP estipula una reducción adicional acumulable de
la pena de una sexta parte. Cabe puntualizar que la última frase del citado dis-
positivo legal precisa que el beneficio en cuestión es adicional y se acumula-
rá al que reciba por confesión. esta última es una circunstancia modificativa de
la responsabilidad de carácter genérica y excepcional, en tanto permite dismi-
nuir la pena hasta en una tercera parte por debajo del mínimo legal (artículo 161
de NCPP), que lo que hace es redefinir el marco penal correspondiente, de ahí
que es lógica la disposición procesal que la diferencia del beneficio por el aco-
gimiento a la terminación anticipada y, por tanto, no encuentra obstáculo a su
acumulación”.
Señala que la reducción de un sexto de la sanción que otorga la termina-
ción anticipada se realiza partiendo de la pena final.
“La aplicación del beneficio de una reducción de una sexta parte se refiere a la
pena concreta o final. Sobre esta, una vez definida, es que ha de operar la reduc-
ción en una sexta parte –es una pauta de disminución fija y automática, es decir,
tasada–. El acuerdo podrá consignarla, pero en todo caso siempre diferenciándo-
la de la pena concreta y final, del resultado final como consecuencia del benefi-
cio aludido, a efecto de que el juez pueda definir con seguridad y acierto la reali-
dad del beneficio premial y su exacta dimensión”.

182
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

Señala que es procedente la apelación contra la resolución judicial que


desaprueba el acuerdo de terminación anticipada.
“16°. El artículo 468.7 del NCPP prescribe que la sentencia anticipada, aproba-
toria del acuerdo, puede ser apelada por los demás sujetos procesales –se entien-
de fuera de fiscal y del imputado, en tanto en cuanto, respecto de estos últimos,
la sentencia anticipada respete los límites del acuerdo–. Esta norma no se ha pro-
nunciado acerca de la posibilidad de apelación u otro recurso contra el auto que
desaprueba el acuerdo. Sin embargo, es de tener en consideración la regla gene-
ral establecida por el artículo 416.1 del NCPP, que determina como objeto im-
pugnable en apelación los autos que ponga fin al procedimiento o a la instancia –
literal b)– o, en su caso, los que causen gravamen irreparable –literal e)–.
No cabe duda de la pertinencia de la aplicación de la regla general del artículo
416.1. b) y e) del NCPP, pues la desaprobación del acuerdo tiene como efecto la
culminación del proceso de terminación anticipada y, además, causa un grava-
men irreparable porque cancela la vía consensuada y evita la aplicación del be-
neficio premial. Entender que no es así, por lo demás, vulneraría el derecho a la
tutela jurisdiccional en la medida que uno de los elementos que integra su con-
tenido constitucionalmente protegido es el acceso a los recursos legalmente pre-
vistos, así como infringiría el debido proceso en el ámbito del derecho al recurso
–pluralidad de la instancia– respecto de las decisiones que causan estado”.
Y, que es improcedente la terminación anticipada en la etapa intermedia
del proceso.
“17°. Dentro de la estructura del proceso común, la etapa intermedia es impres-
cindible. Una de las funciones más importantes que debe cumplir es el control de
los resultados de la investigación preparatoria, para lo cual ha de examinar el mé-
rito de la acusación fiscal y los recaudos de la causa con el fin de decidir si pro-
cede o no abrir el juicio oral, el procedimiento principal.
El proceso de terminación anticipada no guarda correspondencia con el proceso
común. Es un proceso especial sujeto a sus propias reglas de iniciación y con una
estructura singular –etapas propias y actuaciones singulares no equiparables con
el proceso común, basado en el principio estructural de contradicción y no en el
de consenso que informa al primero–. Además, el proceso de terminación antici-
pada se insta después de expedida la Disposición de Formalización y Continua-
ción de la Investigación Preparatoria y hasta antes de formularse la acusación fis-
cal (artículo 468.1 del NCPP) y la audiencia especial y privada está sometida a
determinadas pautas y ritos, muy distintos a los que rigen la audiencia de control
de la acusación, acto de postulación que, a mayor abundamiento, no existe en la
terminación anticipada.
18°. El artículo 350.1.e) del NCPP autoriza a las partes procesales, distintas del
fiscal, instar la aplicación, si fuere el caso, de un criterio de oportunidad, enten-
dido en sentido amplio. Se discute si esta norma permitiría que en sede de etapa

183
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

intermedia se instaure el proceso de terminación anticipada, bajo el entendido de


que este último expresa un criterio de oportunidad procesal.
Ya se ha dejado sentado las diferencias sustantivas entre el proceso especial de
terminación anticipada y la etapa intermedia del proceso común. El primero tie-
ne como eje el principio del consenso y una de sus funciones es la de servir a la
celeridad procesal, mientras que la segunda tiene como elemento nuclear el prin-
cipio de contradicción y el cuestionamiento –en la medida de lo posible y como
alternativa más fuerte de la potestad de control de la legalidad de que está inves-
tido el órgano jurisdiccional– de la pretensión punitiva del Ministerio Público. El
objeto del principio de oportunidad, entonces, es aquel que busca, en clave ma-
terial, la dispensa de pena o una respuesta distinta de la reacción punitiva propia
del sistema de sanciones del Código Penal, y, como tal, según nuestras normas
procesales, solo puede estar destinada a la aplicación de los supuestos o “crite-
rios” contemplados en el artículo 2 del NCPP. Los mecanismos alternativos que
buscan respuestas basadas en la idea del consenso (terminación anticipada, con-
formidad procesal y colaboración eficaz), por su propia especificidad y singula-
ridad, unido a los controles jurisdiccionales que corresponde realizar, están so-
metidos a un procedimiento determinado, que no tiene las características, alcan-
ces y metodología de la audiencia preliminar de control de la acusación.
Por otro lado, es de acotar que cuando el citado artículo 350.1.e) del NCPP pres-
cribe que en la etapa intermedia se puede aplicar un criterio de oportunidad, tal
referencia, sistemáticamente, solo remite al artículo 2 del NCPP. La confusión se
debe a que el antecedente directo del principio de oportunidad es el artículo 230
del Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica, que denomina a este dis-
positivo ‘criterios de oportunidad’, los cuales, como se observa de su tenor, son
los supuestos previstos en el mencionado artículo 2 del NCPP.
19°. A mayor abundamiento, la incorporación del proceso de terminación anti-
cipada en la etapa intermedia del proceso común no solo desnaturaliza su regu-
lación propia y naturaleza jurídica, sino que tergiversa otro eje de su reconoci-
miento en el proceso penal nacional: la función de acortar los tiempos procesales
y evitar las etapas procesales comunes intermedia y de enjuiciamiento, precisa-
mente uno de los fundamentos que permite el beneficio premial de reducción de
la pena de una sexta parte. Si se incoa en sede de etapa intermedia no podría apli-
carse, en sus propios términos, el artículo 471 del NCPP por no cumplir su fina-
lidad político criminal.
20°. La audiencia preliminar de control de la acusación no está diseñada para
concretar la terminación anticipada del proceso, pues en la primera solo es obli-
gatoria la asistencia del fiscal y el defensor del acusado, mientras que la audien-
cia de terminación anticipada se instalará con la asistencia obligatoria del fiscal
y del imputado y su abogado defensor. En caso de que no concurra el acusado
concernido o los otros si fueran causas complejas o seguidas contra varios en-
causados, sería imposible desarrollar la audiencia de terminación anticipada. Su

184
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

aceptación obligaría a fijar otra audiencia, con serio desmedro del principio de
aceleramiento procesal.
Desde la perspectiva de los demás sujetos procesales también se producen in-
convenientes. Al no ser obligatoria la presencia de ellos no se podrían oponer a
la realización de esta audiencia, pues como señala el artículo 468.3 del NCPP el
requerimiento fiscal o la solicitud del imputado será puesta en conocimiento de
todas las partes por el plazo de cinco días, quienes se pronunciarán acerca de la
procedencia del proceso de terminación anticipada y, en su caso, formular sus
pretensiones. Empero, al aplicar la terminación anticipada en la etapa intermedia
tal trámite, indispensable, no será posible.
21°. De lo expuesto en los párrafos anteriores se colige que la incorporación pre-
toriana de la terminación anticipada en la etapa intermedia afecta gravemente el
principio estructural de contradicción procesal, reconocido en el artículo I.1 del
Título Preliminar del NCPP, comprendido a su vez en la garantía de defensa pro-
cesal reconocida en el artículo 139.14 de la Constitución, desarrollada en el ar-
tículo IX del Título Preliminar del NCPP. El indicado principio y la garantía pro-
cesal aludida integran el Programa procesal penal de la Constitución, que po-
drían afectarse seriamente si se permite tan insólito proceder, ausente de base le-
gislativa y sustento jurídico procesal”.
La Sentencia de la Casación N° 37-2008-La Libertad (diez de marzo
de dos mil diez) señala que es legítima la incorporación del tercero civilmen-
te responsable, como obligado con la sentencia de terminación anticipada en
la sentencia de grado, cuando por error el juez de primera instancia omitió
consignarlo.
“Sexto: En lo atinente al Tercero Civilmente Responsable es correcta la actua-
ción del Superior Colegiado, pues al advertir la existencia de un tercero civil res-
ponsable, de acuerdo a la concordancia de lo dispuesto en los artículos noventa
y tres y noventa y cinco del Código Penal –norma última que señala que la repa-
ración será solidaria entre los responsables del hecho punible y los terceros ci-
vilmente responsables– incorporó a la Empresa Agregados Servicios y Proyec-
tos Sociedad de Responsabilidad Limitada - ASERPO S.R.L. para que conjunta-
mente con el procesado Tello Pretell cumpla con el pago de la pretensión econó-
mica fijada por concepto de reparación civil, no solo porque por error involunta-
rio el Juez de la Investigación Preparatoria omitió pronunciarse al respecto, sino
también porque constituyó uno de los argumentos invocados por la agraviada en
su escrito de fojas setenta y ocho: “el imputado no solo era socio y gerente de la
citada empresa, sino también poseía gran parte de dichas acciones”. No existió
indefensión material al incorporarlo como tal, y la necesidad de su concurrencia
como obligado civil surge del artículo noventa y cinco del Código Penal, por tan-
to, teniendo en cuenta los lineamientos de la norma sustantiva antes acotada –ar-
tículo noventa y tres del referido cuerpo legal– y de acuerdo a los fundamentos
jurídicos precedentes, debe disminuirse prudencialmente”.

185
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

La sentencia de la Casación N° 22-2010-Cuzco (veintitrés de setiembre


de dos mil diez) señala que el consenso expresado en el acuerdo suscrito en-
tre el Fiscal Provincial con el acusado y su defensa no se elimina por la po-
sición discrepante de la Fiscalía Superior, la cual solo puede solicitar la con-
firmatoria del auto recurrido y, en su caso, desistirse de la apelación del Fis-
cal Provincial.
“Quinto: Que, por otro lado, aun cuando la Fiscalía Superior instó la confirma-
ción del auto recurrido, subsistía el recurso defensivo y, por tanto, debió respon-
dérsele cumplidamente. El hecho de que el proceso de terminación anticipada se
sustenta en el principio del consenso procesal en modo alguno trae consigo que
si la Fiscalía Superior que conoce de la alzada expresa su disconformidad con la
posición adoptada por la Fiscalía Provincial –como sucedió en el presente caso–
automáticamente decae el acuerdo suscrito entre el Fiscal Provincial con el acu-
sado y su defensa. Es en la primera instancia donde se define el marco de actua-
ción del proceso, y además son las partes las que, con motivo del recurso de ape-
lación que interponen, delimitan la competencia funcional del iudex ad quem;
el objeto del recurso no puede ser alterado o limitado en segunda instancia, sal-
vo los casos de desistimiento legalmente previstos. El consenso expresado en el
Acuerdo suscrito entre el Fiscal Provincial con el acusado y su defensa no se eli-
mina por la posición discrepante de la Fiscalía Superior, la cual solo puede soli-
citar la confirmatoria del auto recurrido y, en su caso, desistirse de la apelación
del Fiscal Provincial.
Cabe precisar, de otro lado, que el desistimiento de un acto procesal concreto, en
todo caso, debe someterse a los requisitos, condiciones, posibilidades de ejerci-
cio y procedimiento establecido en el ordenamiento procesal”.

XIV. Ejecución de la sentencia


La sentencia de la Casación N° 79-2009-Piura (diecisiete de setiembre
de dos mil diez) señala que el control de la ejecución de las reglas de conduc-
ta –y de la propia ejecución de la pena– es de responsabilidad de los órganos
jurisdiccionales, correspondiéndole al fiscal únicamente un control externo
consistente en instar medidas de supervisión y control, así como el formular
requerimientos en orden a la correcta aplicación de la ley.
“Segundo: Que el proceso penal de ejecución, como corresponde a su naturale-
za jurisdiccional, está bajo la dirección del órgano jurisdiccional. La ejecución
de lo juzgado integra la potestad jurisdiccional, de suerte que, conforme a la ga-
rantía de ejecución, que integra el principio de legalidad penal (artículo 2 apar-
tado veinticuatro, literal d) de la Constitución), ‘(...) la ejecución de la pena será
intervenida judicialmente’ –que traduce la idea de control judicial de su cum-
plimiento– (artículo VI del Título Preliminar del Código Penal). Ello es así en

186
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

cumplimiento de la garantía judicial de tutela jurisdiccional efectiva (artículo


139 apartado tres de la Constitución), que impone la existencia de un control ju-
risdiccional sobre toda la fase de ejecución en atención a los derechos e intereses
legítimos que pueden ser afectados. El Poder Judicial no puede renunciar a este
ámbito del proceso penal, destinado precisamente a la realización judicial de las
consecuencias jurídicas, civiles y penales, establecidas en la sentencia firme que
se erige en título de ejecución –dar cumplimiento al mandato establecido en la
sentencia–, y la forma cómo interviene en este tipo de proceso es la trazada por
la Ley ordinaria.
Tercero: Que, como regla general, conforme al artículo 29, apartado cuatro, del
nuevo Código Procesal Penal, corresponde al Juez de la Investigación Prepara-
toria conducir la ejecución de la sentencia. Esta competencia funcional genéri-
ca ha sido ratificada por el artículo 489 del citado Código, que impone al citado
juez la atribución de practicar las diligencias necesarias para la ejecución de las
sanciones penales. Diferentes incidentes de ejecución, fuera de los previstos para
el Juez de la Investigación Preparatoria –cuyo trámite está expresamente regu-
lado–, están encargados a los Juzgados Penales, sean unipersonales como cole-
giados, conforme a lo dispuesto por el artículo 28, apartados cuatro y cinco, del
nuevo Código Procesal Penal, concordante con el artículo 491, apartados cuatro
y cinco, del indicado Estatuto Procesal.
Por otro lado, el artículo 488 del nuevo Código Procesal Penal reconoce los de-
rechos y facultades que tienen las partes en el proceso penal de ejecución.
Todas ellas están facultadas para plantear al juez los requerimientos y observa-
ciones que legalmente correspondan en este ámbito (comprende, como es obvio,
la sanción penal, la reparación civil y las consecuencias accesorias impuestas en
la sentencia). El apartado tres del indicado precepto impone al fiscal una atribu-
ción adicional: controlar la ejecución de las sanciones penales en general; control
que se materializa ‘(...) instando las medidas de supervisión y control que corres-
pondan, y formulando al juez de la Investigación Preparatoria los requerimientos
que fueren necesarios para la correcta aplicación de la Ley’.
El control a que se refiere el precepto analizado es de carácter externo. El Fiscal,
por su condición de ‘guardián de la legalidad’ y titular de la acción penal, tiene in-
jerencia para instar –pedir imperiosamente– medidas de supervisión y control, así
como para formular requerimientos en orden a la correcta aplicación de la ley –
facultad que a su vez debe concordarse, en lo pertinente, con la Ley Orgánica del
Ministerio Público, específicamente el artículo 95, incisos ocho y nueve–. Como
es obvio, solo insta, esto es, urge la pronta ejecución de una medida determinada,
quien es ajeno a la potestad jurisdiccional y, precisamente, la solicitud que corres-
ponda se formula ante el juez que tiene la competencia funcional que le es propia”.
La sentencia de la Casación N° 116-2010-Cuzco (cinco de mayo de dos
mil once) señala, en calidad de doctrina jurisprudencial, que el cumplimiento
de las reglas de conducta está a cargo del juez de la causa.

187
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

“Quinto: De otro lado, el artículo veintinueve del Código Procesal Penal prevé
en su inciso cuarto que es competencia de los juzgados de la investigación pre-
paratoria, conducir la etapa intermedia y la ejecución de la sentencia. Al respec-
to cabe precisar, que el artículo cuatrocientos ochenta y ocho del Código aludi-
do establece que, corresponde al Ministerio Público el control de la ejecución de
las sanciones penales en general, instando las medidas de supervisión y control
que correspondan, y formulando al juez de la Investigación Preparatoria los re-
querimientos que fueren necesarios para la correcta aplicación de la ley. Así tam-
bién, el inciso segundo del artículo cuatrocientos ochenta y nueve del Código ad-
jetivo, señala que el Juez de la Investigación Preparatoria está facultado para re-
solver todos los incidentes que se susciten durante la ejecución de las sanciones,
hará las comunicaciones dispuestas por la Ley y practicará las diligencias nece-
sarias para su debido cumplimiento.
Sexto: De lo expuesto precedentemente, tenemos que el Juez de la Investigación
Preparatoria es competente para ejecutar las sentencias; y, el Ministerio Públi-
co es competente para controlar la ejecución de las sanciones impuestas en una
sentencia; siendo así, podemos inferir que según el Diccionario de la Lengua Es-
pañola el verbo controlar significa examinar y observar con atención para hacer
una comprobación; y, ejecutar significa realizar una cosa o dar cumplimiento a
un proyecto, encargo u orden; en consecuencia ambas palabras tienen un signifi-
cado distinto.
Sétimo: Del motivo casacional: Falta de aplicación de la ley penal y procesal pe-
nal: Cabe señalar, que, el Colegiado Superior al confirmar la sentencia de fecha
veintiuno de julio de dos mil diez, argumentó que tras la vigencia del Código
Procesal Penal de dos mil cuatro, se ha derogado tácitamente el artículo cincuen-
ta y ocho del Código Penal; lo cual carece de veracidad, pues se encuentra vigen-
te; toda vez que en el se describen cada una de las reglas que puede imponer el
juez en una condena condicional; asimismo, no consideró lo establecido en el ar-
tículo veintinueve del Código Procesal Penal, que contempla al Juez de la Inves-
tigación Preparatoria como competente para ejecutar las sentencias; artículos que
son aplicables al caso, en concordancia con los artículos cuatrocientos ochenta y
ocho, y cuatrocientos ochenta y nueve del Código adjetivo; siendo así, se advier-
te que el a quem inaplicó el artículo cincuenta y ocho del Código Penal y veinti-
nueve del Código Procesal Penal; aunado a ello, realizó una errónea interpreta-
ción de lo previsto en el artículo cuatrocientos ochenta y ocho del precitado Có-
digo; al considerar como función del Ministerio Público dar cumplimiento de las
reglas de conducta impuestas al sentenciado; cuando dicha función le correspon-
de únicamente, al Juez de Investigación Preparatoria, conforme a las normas an-
tes citadas; más aún, cuando el propio artículo cincuenta y ocho del Código Pe-
nal en su numeral tercero, señala que la comparecencia del sentenciado para in-
formar y justificar sus actividades se realiza ante el juzgado –que en vigencia del
Código Procesal Penal de dos mil cuatro correspondería al Juzgado de Investiga-
ción Preparatoria–.

188
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

Octavo: Del motivo casacional: Inobservancia de garantía constitucional: Que,


la tutela jurisdiccional efectiva, es una garantía que despliega sus efectos en tres
momentos distintos; primero en el acceso a la justicia; segundo, una vez en ella,
que sea posible la defensa y poder obtener solución en un plazo razonable; y ter-
cero, una vez dictada la sentencia, la plena efectividad de sus pronunciamien-
tos. Esto es, acceso a la jurisdicción, proceso debido y eficacia de la senten-
cia (Gonzales Pérez, Jesús, El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, segunda
Edición, Editorial Civitas, Madrid, mil novecientos ochenta y cinco, página vein-
tisiete). Siendo así, el Colegiado Superior, conforme se ha establecido en el con-
siderando sétimo de la presente; al inaplicar lo previsto en el artículo cincuenta
y ocho del Código Penal; pretendió que el Ministerio Público ejecute el cumpli-
miento de las reglas de conducta impuestas al sentenciado, otorgándole una fun-
ción que no le correspondía, vulnerando el derecho a solicitar y obtener el cum-
plimiento materia de la sentencia definitiva, pues ninguna persona puede ser so-
metida a procedimiento distinto de los previamente establecidos; conforme así lo
prevé el inciso tercero del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución Polí-
tica del Estado.
Noveno: Del motivo casacional: Desarrollo de la doctrina jurisprudencial: Estan-
do a lo antes expuesto, tenemos que no es correcto determinar que el Ministerio
Público sea el encargado de dar cumplimiento a las reglas de conducta impues-
tas en una sentencia condenatoria, pues como lo dispone el artículo cuatrocientos
ochenta y ocho del Código Procesal Penal, el Ministerio Público es quien realiza
el control de la ejecución de las sanciones; siendo así, debe ejercer vigilancia so-
bre dicho cumplimiento conforme a sus atribuciones; contrario sensu, el Juez de
la Investigación Preparatoria es quien tiene competencia para ejecutar el cumpli-
miento de las reglas de conducta, establecido en el inciso cuarto del artículo vein-
tinueve del Código adjetivo; en concordancia con el artículo cincuenta y ocho del
Código Penal –principalmente en el numeral tercero de dicho artículo: ‘Compa-
recer personal y obligatoriamente al juzgado, para informar y justificar sus acti-
vidades’–, tanto más si el juez está facultado para resolver los incidentes que se
susciten durante la ejecución de las sanciones; siendo así, el sentenciado deberá
comparecer al Juzgado de Investigación Preparatoria para justificar sus activida-
des y donde deberá de firmar el libro de control respectivo”.
La Sentencia de la Casación N° 120-2010-Cuzco (cinco de mayo de dos
mil once) ha reiterado, en calidad de doctrina jurisprudencial, que el control
de la ejecución de las reglas de conducta –y de la propia ejecución de la pena–
es de responsabilidad de los órganos jurisdiccionales, correspondiéndole al
fiscal únicamente un control externo consistente en instar medidas de super-
visión y control, así como el formular requerimientos en orden a la correcta
aplicación de la ley.
“El Poder Judicial no puede renunciar a este ámbito del proceso penal, destina-
do precisamente a la realización judicial de las consecuencias jurídicas, civiles y

189
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

penales, establecidas en la sentencia firme que se erige en título de ejecución


–dar cumplimiento al mandato establecido en la sentencia–, y la forma cómo in-
terviene en este tipo de proceso es la trazada por la ley ordinaria.
Cuarto: Que, conforme se ha sostenido en la resolución que declara bien con-
cedido el recurso de casación excepcional interpuesto por el fiscal al señalar en
su considerando sétimo que sobre el particular existe una sentencia casatoria que
interpretó y esclareció esta controversia, esto es, ¿quién se encargaba del control
y quién de la ejecución de la sentencia?; en tal sentido, se citó como regla gene-
ral el artículo veintinueve numeral cuatro del nuevo Código Procesal Penal, que
dispone, ‘(…) que corresponde al Juez de la Investigación Preparatoria conducir
la ejecución de la sentencia’. Esta competencia funcional genérica ha sido ratifi-
cada por el artículo cuatrocientos ochenta y nueve del citado Código, que impo-
ne al juez la atribución de practicar las diligencias necesarias para la ejecución
de las sanciones penales’.
Quinto: Que, en el mismo sentido, el argumento sostenido por la Sala Penal de
Apelaciones del Cusco, referido a que según su criterio emerge una nueva apli-
cación con el nuevo Código Procesal Penal al surgir un cambio estructural en las
formas y prácticas del proceso penal ordinario, que tal apreciación también ha
sido dilucidada en la sentencia casatoria número setenta y nueve - dos mil nue-
ve, del diecisiete de setiembre de dos mil diez, emitida por la Sala Penal Perma-
nente, en la que se señaló ‘(...) el artículo cuatrocientos ochenta y ocho del nue-
vo Código Procesal Penal reconoce derechos y facultades que tienen las partes en
el proceso penal de ejecución. Todas ellas están facultadas para plantear al juez
los requerimientos y observaciones que legalmente correspondan a este ámbi-
to (comprende, como es obvio, la sanción penal, la reparación civil y las conse-
cuencias accesorias impuestas en la sentencia). El apartado tres del indicado pre-
cepto impone al fiscal una atribución adicional: controlar la ejecución de las san-
ciones penales en general; control que se materializa ‘(...) instando las medidas
de supervisión y control que correspondan, y formulando al Juez de la Investiga-
ción Preparatoria los requerimientos que fueren necesarios para la correcta apli-
cación de la Ley’. El control a que se refiere el precepto analizado es de carácter
externo. El fiscal por su condición de guardián de la legalidad y titular de la ac-
ción penal, tiene injerencia para instar –pedir imperiosamente– medidas de su-
pervisión y control, así como para formular requerimientos en orden a la correc-
ta aplicación de la ley (…)”.
Sexto: Que, la diferencia subsistente entre los términos de control y ejecución a
que se refiere el artículo cuatrocientos ochenta y ocho del Código Procesal Pe-
nal, debe entenderse, en el primer caso, como comprobar el cumplimiento de las
sanciones penales, fiscalizar las mismas e intervenir para exigir su cumplimiento
total; contrariamente a ello, cuando se hace referencia a la ‘ejecución’ de la san-
ción penal, significa llevar a la práctica o realizar una orden, cumplir una orden
en virtud del mandato judicial; por lo tanto, es esta y no otra la interpretación que
se debe brindar a los términos en comentario, no existiendo ninguna variación en

190
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

el órgano encargado de la ejecución de sentencia como erróneamente lo mencio-


na la Sala Penal de Apelaciones del Cusco al sostener que ahora, en el nuevo Có-
digo Procesal Penal correspondería al Ministerio Público ser el órgano donde de-
bería comparecer el sentenciado a justificar sus actividades y firmar el libro res-
pectivo de control.
Sétimo: Que, por lo antes acotado, el Tribunal de Apelación inobservó el artículo
cuatrocientos ochenta y ocho, apartado tres del nuevo Código Procesal Penal, le
dio un alcance interpretativo incorrecto, y no lo concordó debidamente desde una
interpretación sistemática con los artículos veintiocho, veintinueve y cuatrocien-
tos noventa y uno del citado Código.
Por tanto, debe rescindirse el extremo recurrido de la sentencia de vista y, des-
de el juicio rescisorio, como no se requiere de un nuevo debate (artículo cuatro-
cientos treinta apartado uno del nuevo Código Procesal Penal), debe ratificarse
la sentencia casatoria número setenta y nueve - dos mil nueve, de fecha diecisie-
te de setiembre de dos mil diez, toda vez, que las reglas de conducta correspon-
de administrarlas al Juez de Investigación Preparatoria”.
La sentencia de la Casación N° 38-2011-Huaura (diecisiete de febrero
de dos mil once) señala que por regla general la sentencia condenatoria debe
disponer la restitución de la posesión del inmueble al agraviado; sin embar-
go, de manera excepcional, bajo determinados supuestos el juez sentenciador
puede prescindir de la restitución de la posesión a favor del agraviado y fija
criterios para ello.
“Sétimo: Es ampliamente aceptado que el delito de usurpación protege el bien
jurídico posesión del agraviado, mas no el derecho de propiedad, consecuencia
de ello es que por regla general la sentencia condenatoria debe disponer la resti-
tución de la posesión del inmueble al agraviado; sin embargo, de manera excep-
cional, bajo determinados supuestos el Juez Sentenciador puede prescindir de la
restitución de la posesión a favor del agraviado, esta decisión dependerá de cada
caso en concreto y de sus propias características, para lo cual deberá atenderse:
i) al espectro de los derechos posesorios que amparan al agraviado, es decir, el
agraviado puede tener la calidad de propietario, arrendador, ocupante precario o
poseedor ilegal; ii) a la situación jurídica del usurpador con respecto al inmueble
usurpado, pues el usurpador puede no tener ninguna relación jurídica amparable
por el derecho civil antes de la comisión del delito o puede ser el propietario del
inmueble que él mismo usurpó, es decir, cedió la posesión a un tercero y la usur-
pó; iii) a que el derecho penal es un mecanismo de recomposición de las relacio-
nes jurídicas distorsionadas por el delito, en tal sentido el ordenamiento penal no
puede generar mayores conflictos para los justiciables, es así que, el Juez Senten-
ciador debe apreciar en alguna medida el supuesto fáctico de quien se encuentra
ejerciendo la posesión al momento de emitir sentencia, es decir, el usurpador, un
tercero de buena fe o el propio agraviado.

191
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Estos criterios deben apreciarse según la singularidad de cada caso al momento


de emitir sentencia condenatoria en los procesos por delito de usurpación, a efec-
tos de no disponer la restitución de la posesión a favor del agraviado, pues como
regla general está la restitución de la posesión y como excepción la no restitución
de la posesión, la que merece una motivación cualificada. Sin embargo, la intro-
ducción de esta discrecionalidad para el Juez Sentenciador no implica una activi-
dad probatoria destinada exclusivamente a determinar los derechos que emanan
del inmueble objeto de usurpación, sino que la misma debe surgir por las carac-
terísticas del caso en concreto”.
Y, la improcedencia de la restitución del bien usurpado cuando el agravia-
do lo poseía ilícitamente y el autor es el propietario.
“Octavo: En el caso concreto, se advierte que el agraviado Huapaya Sánchez era
inquilino de un local comercial perteneciente al sentenciado Tsutsumi Cueva, sin
embargo, pese a la resolución del contrato de alquiler el citado agraviado no rea-
lizó la entrega de la posesión del indicado bien inmueble y permaneció en dicha
condición sin sufragar los derechos respectivos (alquiler o merced conductiva);
que, por tal motivo, el referido sentenciado inició un proceso de desalojo y antes
que se ejecuten las sentencias en la vía civil que le favorecían consumó el delito
de usurpación agravada, es decir, usurpó el bien inmueble, procediendo en tal si-
tuación y como propietario del mismo a alquilarlo a terceras personas.
Noveno: En dicho orden de ideas, se advierte que el agraviado Huapaya Sánchez
fue declarado poseedor precario del bien inmueble submateria y por ello el pro-
pietario del mismo, que resulta ser el sentenciado Tsutsumi Cueva, en la vía civil
logró que se declare fundada su demanda; que el artículo novecientos once del
Código Civil señala que ‘la posesión precaria es la que se ejerce sin título algu-
no o cuando el que se tenía ha fenecido’. Al respecto, la posesión precaria siem-
pre es ilegítima, sin embargo, se encuentra estrechamente ligada a la posesión de
mala fe, así como a la manifiesta invalidez del título que invoca el poseedor, por
ello, nuestro Código Civil establece dos supuestos: i) cuando se ejerce sin título;
y, ii) cuando el que se tenía ha fenecido; este último apropiado para dilucidar la
presente controversia. Nos encontramos frente a quien en algún momento man-
tuvo posesión con título legítimo, pero que, por alguna razón, dicho título fene-
ció; en este caso se puede citar, por ejemplo, a aquel poseedor que accedió a la
posesión de un predio en virtud de un contrato de alquiler –como en el presen-
te caso– otorgado por su propietario, para lo cual el inquilino mantendrá la po-
sesión legítima en tanto se encuentre vigente el contrato, pero si este es resuel-
to por cualquier causa, el título que justificaba su posesión válida fenecerá, devi-
niendo, en adelante la posesión en precaria.
Décimo: En este contexto, se tiene que el sentenciado tiene la calidad de pro-
pietario del inmueble que usurpó, el agraviado fue declarado ocupante preca-
rio y, actualmente, el sentenciado arrendó el inmueble a favor de la Caja Muni-
cipal de Ica, por lo que resulta un exceso disponer la restitución de la posesión

192
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema

del inmueble usurpado a favor del agraviado. En tal sentido, el juez de ejecución
debe ejecutar la sentencia de vista sin el extremo que dispone la desocupación y
restitución del bien inmueble al agraviado, es decir, en los términos que fue con-
firmado por la sentencia de vista; por consiguiente, este mismo extremo consig-
nado en la sentencia del juez sentenciador de fojas diecisiete, del trece de no-
viembre de dos mil ocho, debe declararse nula”.

193
CAPÍTULO SEGUNDO
Selección y gestión fiscal de
casos en el CPP de 2004
Selección y gestión fiscal de
casos en el CPP de 2004

CASO N° 01
Un día de turno, se ha presentado la ciudadana Carla solicitando que se le reci-
ba verbalmente una denuncia; el fiscal encargado ha escuchado pacientemente su
narración, luego de lo cual ha puesto por escrito los hechos y la demás informa-
ción requerida por el formato correspondiente.
Los hechos denunciados consisten en: “hace dos meses le entregué en préstamo
dos mil nuevos soles a mi colega de trabajo Juan, quien se comprometió a devol-
verme la misma cantidad hace una semana, pero a pesar de mis requerimientos,
al inicio verbales y luego por medio de carta notarial, hasta la fecha no ha cum-
plido, no dándome ninguna explicación al respecto, incluso ha manifestado su
molestia frente a mi insistencia en que me entregue el dinero”.
CASO N° 02
Un día de turno, se ha presentado la ciudadana Carla solicitando que se le reci-
ba verbalmente una denuncia; el fiscal encargado ha escuchado pacientemente su
narración, luego de lo cual ha puesto por escrito los hechos y la demás informa-
ción requerida por el formato correspondiente.
Los hechos denunciados consisten en: “hace cinco meses le entregué en alquiler
tres computadoras a mi colega de trabajo Juan, firmando el contrato correspon-
diente y acordando que me las devolvería luego de tres meses y que me habría
de cancelar la suma de mil nuevos soles al finalizar cada mes; sin embargo, solo
cumplió con dicho pago los dos primeros meses, luego de lo cual no ha hecho
pago alguno y, además, pese a mi insistencia no cumple con devolver las compu-
tadoras a pesar de habérselo requerido de modo reiterado”.
CASO N° 03
La ciudadana María se ha presentado a la Fiscalía señalando haber sido víctima
de una estafa; narrando que la han llamado por teléfono, haciéndose pasar por su
hijo que se encontraba en la ciudad de Iquitos, para decirle que había atropellado
a un niño; tratándose de una voz sollozante; pidiéndole ella que se calme, que no
parecía su voz y que si no se calmaba no le iba a entender; tomó en seguida el te-
léfono una persona que se hizo pasar por un Comandante de la Policía Nacional

197
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

del Perú, quien le refirió que su hijo había atropellado a un menor que en esos
momentos se debatía entre la vida y la muerte y que se necesitaba 3,000 nuevos
soles para no poner en conocimiento de la fiscalía el hecho, para que su hijo no
sea detenido.
Desesperada María llamó insistentemente al celular de su hijo, pero solo obtuvo
por respuesta el mensaje de la contestadora.
Convencida por la llamada la denunciante depositó en el Banco que se le indi-
có la suma requerida. Pero, no quedó ahí el asunto sino que con posterioridad le
llamaron para decirle que el menor había muerto y que ahora era necesario un
pago de 6,000 nuevos soles más, porque el Fiscal de Maynas se había enterado y
era necesario darle su parte. Por fortuna, antes del segundo depósito fue contac-
tada por su hijo quien se encontraba en tránsito de Iquitos a Trujillo, que le acla-
ró que no había realizado ninguna llamada y tampoco había atropellado a perso-
na alguna.

I. Introducción
Tal vez porque la persecución penal tiene en nuestro país naturaleza pú-
blica, oficial y obligatoria –es una excepción el caso de los delitos de ejerci-
cio privado de la acción penal–, la cultura tradicional del sistema procesal in-
quisitivo –que tenía su texto normativo básico en el C de PP de 1940– gene-
ró un contexto adecuado para que se tenga como una práctica permitida el que
las notitias criminis que llegaban a conocimiento del representante del Minis-
terio Público tengan que dar lugar, por lo menos, a una investigación prelimi-
nar; sin que antes de ordenar la misma se realice un análisis riguroso respec-
to de las reales implicancias jurídico-penales y procesales de los hechos ma-
teria de denuncia.
Esta forma de hacer las cosas habría hecho que en los tres casos con que
se inicia el presente trabajo la respuesta del Ministerio Público hubiese sido
ordenar diligencias preliminares de investigación, emitiéndose la disposición
correspondiente y ordenándose, con dicha finalidad, una serie de actividades
que, por muy sencillas que pudieran resultar en los dos primeros casos –no así
en el tercero–, habrían de requerir de la atención, tiempo y trabajo de los fun-
cionarios encargados de la realización personal de las indagaciones prelimi-
nares –policías o fiscales– además de consumir los recursos necesarios para
operativizarlas –p. ej. el uso de personal para emitir y efectuar las citaciones
a declarar–.
Lo cierto es que el primer caso, analizado desde las exigencias de la tipi-
cidad penal, no resulta uno que tenga naturaleza penal.

198
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

El primer párrafo del artículo 190 del Código Penal sanciona como deli-
to el apropiarse, en provecho propio o de tercero, indebidamente de un bien
mueble, una suma de dinero o un valor que ha recibido en depósito, comi-
sión, administración u otro título semejante que produzca obligación de en-
tregar, devolver, o hacer un uso determinado; y si bien la suma de dinero está
contemplada en dicha descripción normativa entre los objetos sobre los que
puede recaer la acción típica de apropiación, cuando alguien entrega en mu-
tuo una suma de dinero no lo hace para que le sea devuelto el mismo bien
–los mismos billetes o monedas– que entregó, sino para que el beneficiario
disponga del mismo como propietario –dicho en términos sencillos, para que
el beneficiario del mutuo gaste el dinero– con la sola obligación de devolver
una suma igual, la misma cantidad de dinero[14].
De esta manera, si bien en este primer caso nos hallamos ante un hecho
claramente ilícito, dicha ilicitud es exclusivamente de naturaleza civil, mas no
penal –por falta de tipicidad–.
Las cosas así, no constituye ningún acierto ordenar diligencias prelimi-
nares para esclarecer este tipo de hechos; pues, por más que queden absoluta-
mente esclarecidos, llegándose a la certeza de que son ciertos; ello carece del
menor significado para el sistema de justicia penal, pues al ser atípicos –al no
tener relevancia penal– no pueden ser materia de persecución.
Dicho proceder ni siquiera puede calificarse de un desacierto inocuo, sino
que le produce un grave daño al sistema de justicia penal y a la capacidad ope-
rativa del Ministerio Público.
El sistema de justicia queda desacreditado ante la sociedad, pierde credi-
bilidad, cuando a consecuencia de no haberse realizado una adecuada califi-
cación jurídica de los hechos se ingresan casos en que un tiempo después son
archivados por el Fiscal –disponiendo improcedente formalizar y continuar la
investigación preparatoria– o, en su momento, por el juez –declarándose fun-
dada una excepción de improcedencia de acción, sobreseyéndose o absolvién-
dose el caso–.
Es honesto reconocer que para los ciudadanos resulta difícil entender
–generándose incluso sospechas respecto de la pulcritud del proceder de los
operadores del Derecho– cómo es que un caso que se halla suficientemente

[14] De acuerdo al artículo 1648 del Código Civil: “Por el mutuo, el mutuante se obliga a entregar al mutua-
tario una determinada cantidad de dinero o de bienes consumibles, a cambio de que se le devuelvan
otros de la misma especie, calidad o cantidad” (resaltado nuestro).

199
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

acreditado no habrá de continuar su tránsito o no habrá de producir una sen-


tencia condenatoria (o, en todo caso, no habrá de lograr una solución del con-
flicto satisfactoria para sus intereses mediante la aplicación de uno de los cri-
terios de oportunidad que consagra el artículo 2 del CPP de 2004) cuando ini-
cialmente se ordenó su investigación; dejando, con ello, sobreentendido que
constituía delito, pero que era necesario recolectar elementos de convicción
que acrediten su realización.
Pero, además, se causa perjuicio a los sujetos procesales. El agraviado, el
imputado, el propio Ministerio Público y la policía tienen que invertir tiempo,
trabajo y recursos sin la menor utilidad; generándose, además, en los dos últi-
mos casos una recarga innecesaria en sus funciones.
Estos efectos perjudiciales podían pasar desapercibidos para los fiscales
en el marco del sistema procesal anterior –del C de PP de 1940– en razón de
que los sistemas inquisitivos tradicionales hacen muy pocas exigencias insal-
vables a los representantes del Ministerio Público –de ahí que en algunos paí-
ses de nuestro continente incluso se llegó a prescindir de esta institución, por
no considerárseles necesarios–, a consecuencia de lo cual el dispendio de re-
cursos y sobrecarga inútil de trabajo no generaban consecuencias dañinas sig-
nificativas para su capacidad de respuesta; sin embargo, en el sistema procesal
del CPP de 2004 no sucede así, porque se incrementan brutalmente sus obli-
gaciones funcionales (calificar la notitia criminis, diseñar y dirigir la investi-
gación preparatoria, participar personalmente en algunos de sus actos, respon-
der fundadamente los pedidos formulados por las partes, confeccionar y con-
currir a audiencia a sustentar oralmente los diversos requerimientos que resul-
ten necesarios para el éxito de la investigación, concurrir a audiencia cada vez
que sea citado por el juez para discutir los pedidos de las partes, confeccionar
la acusación, preparar y litigar el juicio, entre otras).
Es frente a este panorama que se torna sumamente importante el uso ade-
cuado y racional de los recursos del Ministerio Público, para poder cumplir
eficientemente con sus responsabilidades; lo que no solo debe ocurrir respec-
to de los recursos económicos y bienes materiales, sino, además y con suma
trascendencia, respecto de los recursos humanos –fiscal y personal auxiliar–,
de sus esfuerzos, capacidad de trabajo y de su tiempo.
La sobrecarga de trabajo inútil que asume, cuando no hace una adecua-
da calificación jurídica de las notitias criminis que llegan a su conocimien-
to, le dificulta al fiscal contar con el tiempo, capacidad de trabajo y dedica-
ción necesarias para perseguir eficazmente los casos que, siendo penalmente

200
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

relevantes, requieren de una investigación diligente y de una eficaz litigación


-tanto en las audiencias preliminares como en las de su juzgamiento–.
Como refieren Duce y Riego:
“Un objetivo central del sistema de justicia criminal moderno debe ser la racio-
nalización de la carga de trabajo a efectos de permitir que este pueda operar den-
tro de parámetros razonables de eficiencia y calidad. Este objetivo de racionali-
zación adquiere mayor importancia en la etapa de investigación preliminar, que
es donde la mayor cantidad o flujo de casos se dan. Es así como, en el nuevo sis-
tema, los fiscales tienen como una de sus principales obligaciones la de realizar
una adecuada selección de los casos, identificando de todos aquellos que llegan
a su conocimiento cuáles son los que van a ser objeto de su trabajo”[15].
Pero no solo lo dicho, el afronte satisfactorio del gran número de respon-
sabilidades que trae para el Ministerio Público el CPP de 2004 requiere tam-
bién de un tratamiento inteligente de los casos que ingresan al sistema, no solo
diseñando y ejecutando buenas estrategias de investigación, sino dando res-
puestas de calidad de modo célere y con el menor empleo de recursos.

II. Selección de casos


El uso racional de los recursos del Ministerio Público requiere de un com-
portamiento sumamente escrupuloso de los fiscales ya desde su primera in-
tervención, al recibir la notitia criminis, para cuidar de no ingresar al sistema
aquellos casos en que desde un inicio se puede apreciar que carecen de la me-
nor posibilidad de generar una persecución exitosa.
Para este tipo de notitias criminis corresponde el rechazo liminar, sin rea-
lizar el menor acto de investigación; pues el tiempo, esfuerzos y capacidad de
trabajo del fiscal –y de quienes colaboran con él en sus funciones– son muy
valiosos y no deben desperdiciarse.
Este rechazo liminar procede cuando:

1. El hecho no es típico
La Constitución de 1993 prescribe en el literal d del numeral 24 de su ar-
tículo 2 como derecho fundamental que:

[15] DUCE, Mauricio y RIEGO, Cristian. Introducción al nuevo sistema procesal penal. Santiago, Univer-
sidad Diego Portales, 2002, pp. 125-126.

201
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

“Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de come-
terse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca,
como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”.
Por su parte, en el numeral 1 del artículo 329 del CPP de 2004 –para no
citar las normas del Código Penal que también receptan el principio de lega-
lidad– se establece que:
“El Fiscal inicia los actos de investigación cuando tenga conocimiento de la sos-
pecha de la comisión de un hecho que reviste los caracteres de delito” (resal-
tado nuestro).
Las cosas así, iniciar una investigación preliminar cuando el hecho
–como hipótesis fáctica o narración histórica de lo que supuestamente habría
ocurrido– no se adecúa a ninguna de las figuras que se hallan penalmente pro-
hibidas en una norma legal no solo resulta contraproducente para el fiscal, por
el uso inadecuado de sus –generalmente escasos– recursos, sino que inclu-
so representa una infracción de los derechos fundamentales de los ciudada-
nos –y que, en tal sentido, le puede generar responsabilidades–, además de ser
una práctica ilegal, pues, según el CPP de 2004 el Fiscal inicia los actos de in-
vestigación cuando el hecho materia de sospecha reviste caracteres de delito.
No obstante aconsejarse la utilización intensa de este filtro, debe adver-
tirse que su empleo requiere de un manejo solvente y cuidadoso de las nor-
mas jurídicas, de los criterios de su interpretación y de los instrumentos con-
ceptuales que proporcionan la teoría del Derecho Penal y la jurisprudencia, lo
que presupone una rigurosa capacitación en dichas materias por parte del re-
presentante del Ministerio Público; pues la idea no es rechazar por rechazar,
irracionalmente, los casos materia de notitia criminis.
En este sentido, por ejemplo, si bien en el primer caso de los que inician
el presente artículo no nos hallamos ante un hecho jurídico-penalmente re-
levante, debe quedar claro que cosa distinta ocurre en el segundo; la perso-
na que recibe en arrendamiento un bien, como son las tres computadoras, tie-
ne la obligación de devolverlo según lo acordado (de acuerdo al artículo 1681
del Código Civil: “El arrendatario está obligado (…) 10. A devolver el bien al
arrendador al vencerse el plazo del contrato en el estado en que lo recibió, sin
más deterioro que el de su uso ordinario”); y ello se adecúa al primer párra-
fo del artículo 190 del Código Penal que sanciona como delito el apropiarse,
en provecho propio o de tercero, indebidamente de un bien mueble (las com-
putadoras son bienes muebles), una suma de dinero o un valor que ha recibi-
do en depósito, comisión, administración u otro título semejante que produzca

202
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

obligación de entregar, devolver (como ya anotamos, el recibir en arrenda-


miento genera la obligación de devolver), o hacer un uso determinado.
A propósito de este último caso, se debe advertir de la incorrección de
una práctica apreciada en no pocas ocasiones. Existe un sector de operadores
del Derecho –no solo fiscales, sino también jueces– que partiendo de que un
caso tiene alguna connotación civil (porque, por ejemplo, en el hecho que se
denuncia como estafa ha tenido lugar la firma de un contrato que no ha sido
cumplido) o administrativa (porque, por ejemplo, la infracción materia de de-
nuncia ha importado la infracción de deberes funcionariales) sostienen en se-
guida que, como el sistema jurídico-penal de control social tiene carácter sub-
sidiario o de última ratio, es en el ámbito extrapenal que se debe plantear el
conflicto y lograr su solución sin que resulte procedente iniciar la persecución
por parte del representante del Ministerio Público.
Desconocen quienes así proceden –hará seguir el sendero de los ejemplos
planteados entre paréntesis– que, aunque no se haga constar en un documen-
to por escrito, generalmente la comisión del delito de estafa importa la reali-
zación de operaciones contractuales, en las que interviene el agraviado des-
plazando su patrimonio, con voluntad viciada a consecuencia del error en que
lo ha hecho caer el autor mediante su engaño[16], siendo, por tanto, además,
un problema de índole civil; y que los delitos contra la Administración Públi-
ca cometidos por funcionarios o servidores importan de manera general la ne-
cesaria infracción de deberes funcionariales propios de la función o servicio,
siendo, por ello, también un problema de índole administrativo; pero sin que
en ambos casos pierdan su naturaleza penal[17].
En realidad, la doctrina concibe a la subsidiariedad –o última ratio– no
como dirigida a orientar la labor del fiscal o del juez, sino la labor de incrimi-
nación que lleva a cabo el legislador penal[18], esto es, su ámbito de acción se
ubica en el momento en que el legislador habrá de decidir si le otorga o no la
protección del Derecho Penal a los bienes jurídicos frente a determinadas for-
mas de ataque, prohibiendo su realización bajo amenaza de una pena; y para
ello la subsidiariedad exige que la criminalización de conductas solo ocurra

[16] De acuerdo al artículo 1351 del Código Civil: “El contrato es el acuerdo de dos o más partes para crear,
regular, modificar o extinguir una relación jurídica patrimonial”.
[17] De acuerdo al artículo 1351 del Código Civil: “El contrato es el acuerdo de dos o más partes para crear,
regular, modificar o extinguir una relación jurídica patrimonial”.
[18] GARCÍA CAVERO, Percy. Lecciones de Derecho penal, Parte general. Grijley, Lima, 2008,
pp. 92-93.

203
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

cuando los demás medios de control social –menos lesivos– no se hallen en la


capacidad de controlar suficientemente las conductas en cuestión.
Pero, una vez que la conducta ha sido legislada como delito –salvo ca-
sos muy excepcionales de infracción al principio de proporcionalidad– lo que
rige es el principio de legalidad penal, de tal modo que si una conducta resul-
ta siendo típica su relevancia penal no se puede excluir de un modo jurídica-
mente válido con el solo argumento de la última ratio y de que la vía civil pue-
de cautelar de mejor modo los derechos del agraviado[19] o que la vía adminis-
trativa puede hacerlo también de mejor manera.
El que un hecho tenga connotación penal no hace que necesariamente se
le tenga que negar la posibilidad de tener una connotación civil o administra-
tivo[20], y viceversa; y ello ocurre no solo en las relaciones del Derecho Penal
con el Derecho Civil, sino con todos los ámbitos del Derecho.

[19] No solo ello, sino que como enseña ROXIN, Claus. Derecho penal Parte general. Madrid, Civitas,
1997, p. 67, “la idea de subsidiariedad deja abierto un amplio margen de juego al arbitrio del legislador.
Es cierto que teóricamente el principio de proporcionalidad es un principio constitucional básico, por lo
que la punición de una infracción insignificante podría ser nula por vulnerar la prohibición de exceso;
pero en la práctica hay que negar la inconstitucionalidad mientras el legislador tenga disponibles para
infracciones de escasa gravedad penas correlativamente benignas. Y si no hay certeza sobre si otros
medios más leves (como las meras sanciones civiles) prometen o no un éxito suficiente, al legislador le
está atribuida además una prerrogativa de estimación. Por ello, el principio de subsidiariedad, es más
una directriz políticocriminal que un mandato vinculante” (resaltado nuestro).
[20] Es en este sentido que, por ejemplo, en el R.N. N° 2090-2005-Lambayeque (siete de junio de dos mil
seis) se señala: “Sexto: Que el principio de ne bis in idem contempla el contenido material y procesal y
debe contener como presupuesto un mismo hecho, siempre que se trate del mismo sujeto y fundamento;
que, además, se admite la acumulación de sanciones provenientes de diferentes órdenes cuando ellas
obedecen a diferente fundamento, es decir, si son bienes jurídicos distintos, si el interés jurídicamente
protegido por la infracción administrativa sea distinto al de la infracción penal, que, en este supuesto,
la responsabilidad penal es independiente de la responsabilidad administrativa en que incurrió el fun-
cionario por haber cometido graves irregularidades en el desempeño de sus funciones, la existencia de
un proceso penal no enerva la potestad de la Administración para procesar y sancionar administrati-
vamente al servidor o funcionario que ha incurrido en falta disciplinaria porque ambos ordenamientos
jurídicos cumplen distintos fines o sirven a la satisfacción de intereses o bienes jurídicos diferentes
–posibilidad que admite el artículo doscientos cuarenta y tres de la Ley número veintisiete mil cua-
trocientos cuarenta y cuatro–; el procedimiento administrativo tiene por objeto investigar y, de ser el
caso, sancionar una conducta funcional, mientras que el proceso penal conlleva una sanción punitiva
que puede incluso derivar en la privación de la libertad, siempre que se determine la responsabilidad
penal, como así lo reconoce también el Tribunal Constitucional en sus sentencias de fechas dieciséis
de abril de dos mil tres, veinticuatro y veinticinco de noviembre y veintiocho de diciembre de dos mil
cuatro, emitidas en los expedientes números veinte cincuenta dos mil dos - AA/TC, veintiocho sesenta
y ocho - dos mil cuatro -AA/TC, veintitrés veintidós – dos mil cuatro - AA/ TC, treinta y uno noventa
y cuatro - dos mil cuatro - HC/TC, respectivamente. Sétimo: Que, en el contexto expuesto cabe indicar
que la sanción disciplinaria impuesta al encausado Víctor Miguel Carrillo Gonzáles, Administrador
de la Municipalidad Distrital de Pítipo, se debió al incumplimiento de sus funciones y a la comisión
de graves faltas administrativas que incluso no son materia de acusación fiscal –conforme se aprecia

204
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

Por ejemplo, la violación de la libertad sexual tiene una evidente connota-


ción penal, pero en tanto hecho generador de un daño físico y moral en la par-
te agraviada también funda la imposición de una consecuencia de naturaleza
civil, como lo es la reparación.
Es que:
“Como ha destacado Hirsch ‘la comprensión jurídico-penal de un caso represen-
ta únicamente un corte de su desarrollo jurídico. Para el dominio jurídico com-
pleto aún pueden jugar un papel otros varios sectores del ordenamiento jurídico:
por ejemplo, además del Derecho de daños, el Derecho de seguros y el Derecho
administrativo. Cada uno de estos sectores jurídicos’ –concluye Hirsch– ‘se ocu-
pa, con una función diferente, en la atribución de las consecuencias que surgen
de la infracción jurídica’”[21].
Es necesario sí reiterar –para que lo que acá se dice no se vaya a prestar
a malas intepretaciones– que habrán ocasiones en que los supuestos materia
de notitia criminis serán atípicos y, por tanto, tendrán exclusiva connotación
extrapenal –por ejemplo: civil, como en el caso del mutuo de dinero con que
empezamos este artículo–; siendo lo determinante para decidir si un caso tie-
ne o no connotación penal –y debe ser objeto de persecución por el fiscal– el
principio de legalidad y su exigencia de tipicidad.
Es en este contexto, y ante la excesiva y excluyente trascendencia que en
los últimos tiempos algunas personas le vienen dando a las técnicas de litiga-
ción en juicio –sin que esto quiera decir que conocerlas y manejarlas adecua-
damente no sea importante–, que se debe recordar lo crucial que resulta para
el éxito de la reforma una solvente formación en temas jurídicos –penal, pro-
cesal penal, constitucional, etc.– pues son estos conocimientos los que van a
posibilitar que el sistema brinde respuestas de calidad (en poco contribuye al
éxito del proceso saber interrogar o contrainterrogar o el logro de archivos o
sentencias condenatorias céleres si las respuestas que se brindan son equivo-
cadas o no se encuentran suficientemente fundamentadas).

de la Resolución de Alcaldía de fojas setecientos catorce–; que, en cambio, en el presente caso se juzga
hechos con contenido penal –véase acusación fiscal de fojas setecientos veinticinco–, distintos a los que
originaron la medida disciplinaria que se le impuso, razón por la cual de autos no aparece acreditada
vulneración alguna al principio de ne bis in idem”.
[21] GRACIA MARTÍN, Luis en ÉL MISMO (Dir.). Las consecuencias jurídicas del delito en el nuevo Có-
digo Penal español. Valencia, España, 1996, p. 31.

205
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Ha mostrado también su preocupación García Cavero[22], respecto de la


dogmática penal, señalando:
“La capacitación que actualmente reciben los fiscales, abogados de oficio y abo-
gados que ejercen la defensa libre no puede limitarse a desarrollar habilidades
para la litigación oral, sino que esa habilidad debe tener un marcado componen-
te de conocimiento dogmático-penal. (…).
La teoría del delito le permite al fiscal orientar en un primer momento las diligen-
cias preliminares para definir el hecho y las circunstancias que resulten relevan-
tes desde la perspectiva del tipo penal aplicable.
Tiene siempre que haber un tipo penal detrás de una indagación preliminar, pues
si no lo hay, entonces no se deben iniciar las diligencias preliminares.
El fiscal debe partir provisionalmente de una teoría del caso con base en un tipo
penal, pues no es simplemente un investigador de irregularidades como muchas
veces se piensa. El fiscal no inicia diligencias preliminares porque algo le parece
malo, sino porque puede constituir un delito.
Por lo tanto, debe saber muy bien cuando un hecho denunciado reuniría los ele-
mentos constitutivos de un delito y cuando no, de manera que en este último caso
no tendría ni siquiera que perder el tiempo en diligencias preliminares (…).
El manejo de la teoría del delito por parte del fiscal en la etapa de la investiga-
ción preparatoria es incluso útil en términos de gestión de la carga procesal, pues
muchas veces la razón de la existencia de procesos largos y complejos es la falta
de una adecuada definición de los aspectos penalmente relevantes del hecho in-
vestigado. Por ejemplo, muchas veces en delitos en los que intervienen diversas
personas en relaciones de reparto del trabajo, la investigación se formaliza res-
pecto de todos los intervinientes con la lógica de que poco a poco a lo largo del
proceso penal vayan saliendo los que no son responsables y quedándose los que
lo serían. La idea que está detrás de esta manera de actuar es primero procesar y
luego investigar.
Con un manejo adecuado de la teoría del delito, el proceder antes mencionado
podría ser revertido. Es decir, se comenzaría con las personas a las que se les pue-
de imputar objetiva y subjetivamente un delito. Si es que en el transcurso de la
investigación se conocen nuevas circunstancias que permitan ampliar la imputa-
ción penal a otras personas, entonces debería ampliarse la investigación a estas
personas.
Por poner un ejemplo: Si se investiga a varios funcionarios por un acto adminis-
trativo que puede dar lugar a un delito contra la Administración Pública, entonces

[22] Discurso por el Día del Abogado. Colegio de Abogados de Piura. Abril 2009 (texto proporcionado por
el autor).

206
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

habrá que formalizar la investigación contra aquellos funcionarios que son com-
petentes por los aspectos del acto que le dan incidencia penal. Implicar en el pro-
ceso penal a todos los que, de una u otra manera, han intervenido causalmente en
el hecho constituye un proceder que solo lleva a procesos penales innecesaria-
mente complejos y engorrosos. La utilización de la teoría del delito para identi-
ficar a los que serían competentes por un hecho delictivo concreto, es una herra-
mienta básica para el adecuado dimensionamiento del proceso penal”.
Precisamente, el manejo de la dogmática contemporánea puede permitir
un afronte adecuado del tercer caso planteado al inicio de este trabajo, en el
que un abordaje inicial y poco preocupado –influenciado, además, por el im-
pacto social que produce– puede llevar a concluir fácil e incontrovertiblemen-
te en la tipicidad del delito de estafa en el hecho materia de notitia criminis.
Si bien el artículo 196 del CP describe el delito de estafa señalado: “El
que procura para sí o para otro un provecho ilícito en perjuicio de tercero, in-
duciendo o manteniendo en error al agraviado mediante engaño, astucia, ar-
did u otra forma fraudulenta”; la ciencia jurídica contemporánea ha dejado en
claro ya hace algún tiempo que cuando se trata de atribuir responsabilidad pe-
nal a una persona por un delito de resultado –como lo es la estafa– no solo se
debe verificar la existencia de una relación naturalística de causa efecto (en el
caso materia del presente pronunciamiento, que a raíz de algún medio frau-
dulento se haya inducido a una persona a un error generador de una disposi-
ción patrimonial perjudicial a sus intereses), sino que es necesaria la verifica-
ción de una determinada relación normativa (ello en razón a que para atribuir
responsabilidad penal a una persona lo que se requiere es un juicio de imputa-
ción jurídico-normativa propio del “deber ser”, que es característica consus-
tancial del Derecho, no la mera aplicación de las leyes causales del “ser” de
la naturaleza).
Las cosas así, uno de los varios modelos teóricos de análisis de casos que
nos proporciona la dogmática jurídico-penal nos dice que para establecer la
relación normativa a la que se viene haciendo referencia es necesario que con
la conducta materia de análisis: 1) el autor haya creado o aumentado un riesgo
para el bien jurídico protegido, en el sentido de un riesgo adecuado y no per-
mitido; que 2) esa situación de peligro adecuado y no permitido se realice en
un resultado lesivo; y que 3) el resultado producido esté abarcado por el fin de
protección de la norma específica.
En el presente caso interesa detenerse en la última de las exigencias apun-
tadas, que tiene lugar cuando el resultado si bien se produce como efecto del
riesgo de la acción, en la forma o modo como se ha producido no contiene
un desvalor de resultado que la norma jurídica que fundamenta el tipo penal

207
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

respectivo abarque. Dicho de otro modo, el resultado tal como se ha produci-


do no guarda correspondencia y escapa a las funciones y fines a los que la nor-
ma penal está orientada.
En tanto se piense que el Derecho Penal tiene por función legitimadora de
su existencia la necesidad de una protección preventiva de los bienes jurídicos
más importantes para la vida en sociedad, mediante la prohibición y sanción
de conductas a las que denomina delitos; siendo justamente una de estas con-
ductas prohibidas y que quiere prevenir la entrega a funcionarios de sumas de
dinero para que actúen en contra de sus obligaciones –como creía haber he-
cho la denunciante, quien depositó dinero a quienes se hacía pasar por per-
sonal policial para que no pongan en conocimiento del fiscal un hecho al que
supuestamente se hallaban obligados por razón de sus funciones–; resultaría
contradictorio que el Derecho Penal ofrezca alguna forma de tutela a quienes
precisamente han actuado en la creencia que vulneraban sus normas de con-
ducta; se afectaría además su función preventiva pretendiendo brindar amparo
a quienes reclaman porque otros miembros de la sociedad no han cumplido su
ofrecimiento de incurrir en comportamiento criminal. Un Derecho Penal fun-
cional no puede incentivar ni amparar que los miembros de la sociedad pien-
sen que corromper funcionarios es una conducta jurídicamente respaldable.
Retornando a la selección de casos, se debe hacer la siguiente adverten-
cia: son dos supuestos totalmente distintos: 1) aquellos en que el hecho no re-
sulta en su calificación jurídica siendo típico del delito que se denuncia ni de
ningún otro de los previstos en nuestro ordenamiento penal; y 2) aquellos en
los que el hecho objeto de notitia criminis no resulta típico del delito que se
denuncia, pero ello no afecta su relevancia penal, puesto que los hechos se
adecuan a un tipo que no ha sido objeto de denuncia. En este último supues-
to el Ministerio Público tiene la obligación de efectuar una calificación jurí-
dica correcta de los hechos y ordenar la investigación y persecución de los
mismos.
Puede mencionarse en calidad de otros ejemplos de este criterio de selec-
ción los siguientes casos:
- La notitia criminis trasladada consistía en que la persona de M –ante-
rior Presidenta– había incurrido en delito de apropiación ilícita en ra-
zón a que se negaba de modo reiterado a transferir al poder de la nue-
va Junta Directiva el dinero perteneciente a la Apafa de la Institución
Educativa C que se depositó en una cuenta bancaria a su nombre y al
de Z –anterior Tesorera–.

208
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

El análisis del texto de la denuncia llevó a la conclusión de que –de-


jando a salvo la posibilidad de recurrir ante la autoridad jurisdiccio-
nal civil para que, brindando tutela judicial efectiva, resuelva el pro-
blema– no existía razones para afirmar el delito de apropiación ilíci-
ta que se imputaba a M; en razón a que dicho delito se construye so-
bre la base de la acción prohibida de apropiarse; siendo que la impu-
tada no había incurrido en dicho comportamiento –conducirse como
si fuera propietaria– ni tampoco se encontraba en la posibilidad de
hacerlo –porque así lo hubiese querido no podía disponer libremente
del dinero de la cuenta–; lo que se podía apreciar en el relato del he-
cho denunciado cuando se señala que la denunciada no podía dispo-
ner del dinero de la Apafa, pues para ello se requiere de la firma con-
junta de esta con la nueva tesorera.
- La notitia criminis trasladada consistía en que G, debido a que su
arrendatario Z debía dos meses de merced conductiva, había bajado
el interruptor general de energía eléctrica del piso que este ocupaba y
también había procedido a cerrarle la llave del agua, privando de es-
tos servicios tanto a Z como a su esposa e hijos pequeños; por lo que
se denunciaba por delito de perturbación de la posesión, previsto en
el numeral 3 del artículo 202 del Código Penal.
El fiscal a cargo del caso rechazó liminarmente la denuncia en razón a que
el delito denunciado no se perfecciona con la simple perturbación de la pose-
sión, sino que se requiere del empleo de específicos medios comisivos, como
son la violencia o amenaza, los cuales según la propia versión del denuncian-
te han estado ausentes en los hechos materia de notitia criminis.

2. El hecho no es punible
La fundamentación normativa de esta causal se encuentra también en el
literal d del numeral 24 del artículo 2 de la Constitución (que requiere una “in-
fracción punible” para que una persona pueda ser procesada); pero, ahora en
conjunción con el numeral 1 del artículo 334 del CPP de 2004, que prescribe:
“1. Si el fiscal al calificar la denuncia o después de haber realizado o dispues-
to realizar diligencias preliminares, considera que el hecho denunciado no cons-
tituye delito, no es justiciable penalmente, o se presentan causas de extinción
previstas en la Ley, declarará que no procede formalizar y continuar con la In-
vestigación Preparatoria, así como ordenará el archivo de lo actuado” (resaltado
nuestro).

209
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

El proceso busca el esclarecimiento de los hechos materia de notitia cri-


minis de cara a la final declaratoria judicial de su realización, como presu-
puesto de la imposición de una pena o medida de seguridad –que son los ins-
trumentos mediante los cuales el sistema penal procura el logro de sus fines–.
Por tanto, cuando el hecho, a pesar de reunir los caracteres necesarios para
afirmar su tipicidad, se muestra desde un inicio como uno en el que no va a ser
posible imponer una consecuencia jurídico-penal, a pesar de los esfuerzos de
acreditación que se hagan, no tiene sentido iniciar la persecución.
Debe enfatizarse eso sí que esta causal de rechazo liminar únicamente re-
sulta legítima cuando, con los datos proporcionados por quien pone la noti-
tia criminis en conocimiento del Ministerio Público, se está en condiciones de
afirmar con certeza la falta de punibilidad del hecho[23].
Por ejemplo, el artículo 208 del CP prescribe que: “no son reprimibles,
sin perjuicio de la reparación civil, los hurtos, apropiaciones, defraudaciones
o daños que se causen: 1. Los cónyuges, concubinos, ascendientes, descen-
dientes y afines en línea recta”, por lo que no resultaría procedente, ni necesa-
rio, iniciar diligencias de investigación preliminar en caso que el denunciante
de parte ponga en conocimiento un hecho que calificado jurídicamente cons-
tituya efectivamente un delito de estafa –una forma de defraudación–, pero ya
en ese momento, en razón de su simple narración, se pueda apreciar con certe-
za que ha sido cometido en su perjuicio por uno de sus hijos; para esto es muy
importante que en esta clase de delitos se inquiera desde el inicio por las rela-
ciones que pudiera tener el agraviado con el autor del hecho.
Nuestro Derecho contempla casos en que no resulta jurídicamente posi-
ble imponer una pena, a pesar de que se pueda constatar la culpabilidad del
sujeto que incurrió en un ilícito penal; nos referimos a los supuestos en que es
necesario analizar la concurrencia o no de condiciones objetivas de punibili-
dad o de excusas absolutorias previstas de modo expreso en la ley.
En estos supuestos puede existir un ilícito penal[24] cometido por un sujeto
culpable, pero se renuncia a imponer una sanción por consideraciones de po-
lítica criminal o de política jurídica.

[23] Así, NEYRA FLORES, José Antonio. Manual del nuevo proceso penal y de litigación oral. Lima,
IDEMSA, 2010, p. 296.
[24] En contra MIR PUIG, Santiago. Derecho penal, parte general. Buenos Aires - Montevideo, reim-
presión de la octava edición, B de F, 2009, p. 143 (n° marg. 32); sosteniendo que: “Las condiciones
objetivas de punibilidad afectan el carácter penal de la antijuridicidad del hecho y de ellas depende,
pues, el injusto penal. La antijuridicidad de un hecho no puede, ciertamente, condicionarse a que sea
penal, pero sin este carácter es evidente que no será penal”; adicionando que en tanto “el tipo penal es

210
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

Nos hallamos frente a una condición objetiva de punibilidad cuando la


ley hace depender la imposición de la sanción penal de que se presenten (sin
importar que sea durante el hecho o después) algunas circunstancias (no solo
resultados) objetivas externas a lo que constituye materia de prohibición pe-
nal y que no necesitan ser abarcadas por el conocimiento del sujeto, es decir,
no requieren ser abarcadas por el dolo.
Puede mencionarse en calidad de ejemplo la necesidad de que el hecho
haya causado algún perjuicio como condición para que se pueda reprimir el
delito de publicación indebida de correspondencia epistolar o telegráfica no
destinada a la publicidad previsto en el artículo 164 del CP o la necesidad de
que, del mismo modo, exista el perjuicio de un tercero en el caso del delito de
falsedad genérica contenido en el artículo 438 del CP.
Por su parte, nos hallamos ante excusas absolutorias cuando la ley prevé
ciertas circunstancias cuya concurrencia en el supuesto global materia de aná-
lisis jurídico impide la imposición de la pena, no obstante la existencia de un
ilícito penal cometido culpablemente.
Estas circunstancias pueden presentarse o encontrarse en la realidad fác-
tica en el tiempo en que tiene lugar el hecho criminal o producirse con poste-
rioridad a la consumación del delito.
En el primer caso la doctrina habla de excusas absolutorias preexisten-
tes, las que funcionan excluyendo de antemano la posibilidad de imponer una
pena; así, por ejemplo, la cláusula consagrada en el artículo 406, que estable-
ce que “están exentos de pena los que ejecuten cualquiera de los hechos pre-
vistos en los artículos 404 y 405 si sus relaciones con la persona favorecida
son tan estrechas como para excusar su conducta”; como se puede ver dichas
relaciones personales deben preexistir a la comisión del delito.
En el segundo caso se habla de excusas absolutorias posteriores o sobre-
venidas y funcionan suprimiendo la punibilidad del hecho delictivo; así, por
ejemplo, el pago por parte del agente del monto total del cheque dentro del

el concepto que sirve para seleccionar los hechos que son penalmente relevantes, lo más oportuno parece
incluir todos los elementos que condicionan la objetiva punibilidad de un hecho –tanto si afectan a la gra-
vedad del injusto, como si obedecen a otras razones políticocriminales– en el tipo penal. Este aparecerá,
entonces, no solo como ‘tipo de injusto’, sino como ‘tipo de injusto penal’” (p. 144, n° marg. 34).
No piensa lo mismo, sin embargo, respecto de las excusas absolutorias, señalando que estas “tienen el
carácter de causas personales de exclusión o levantamiento de la pena y no empecen, por ello, al signi-
ficado penal del hecho, sino solo a la posibilidad de castigar a ciertos sujetos por su realización (p. 170,
N° marg. 65).

211
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

tercer día hábil previsto para los delitos de libramiento indebido en el último
párrafo del artículo 215 del CP; que es posterior a la consumación del delito.
Mientras que las condiciones objetivas de punibilidad tienen un carácter
positivo, son requisito para la pena, las excusas absolutorias tienen un carác-
ter negativo, impiden la imposición de la pena[25].
Es de advertir que los presupuestos generales (como la no concurrencia
de las causales de extinción de la acción penal previstas en los artículos 78 y
79 del CP) o particulares de perseguibilidad conocidos comúnmente como re-
quisitos de procedibilidad (como el informe previo del Indecopi en los deli-
tos contra la propiedad industrial o el requerimiento judicial de pago de la li-
quidación de pensiones devengadas en los delitos de incumplimiento de obli-
gación alimentaria) quedan fuera de la punibilidad, puesto que, en sentido es-
tricto, no dicen de la posibilidad de imponer o no la sanción penal, sino de las
condiciones procesales para iniciar o proseguir un proceso penal[26].
Se debe advertir también que si bien ante la seguridad de la ausencia de
los presupuestos generales de perseguibilidad de un hecho –como se verá más
adelante– efectivamente cabe el rechazo liminar de la notitia criminis, no ocu-
rre lo mismo cuando se trata de sus presupuestos particulares.
En el caso de la falta de cumplimiento del requisito de procedibilidad no
cabe declarar ningún tipo de improcedencia, sino que el fiscal debe ordenar lo
que resulte necesario para su satisfacción; salvo que dependa del denunciante
(por ejemplo, la doctrina nacional ha entendido del tenor del párrafo final del
artículo 215 del CP que el legislador ha constituido un requisito de procedibi-
lidad, en el sentido de que el fiscal se encuentra impedido de proceder con la
promoción de la acción penal si es que previamente a ello no ha formulado el
ciudadano un requerimiento de su pago escrito y fehaciente, sea en forma di-
recta, notarial, judicial o por cualquier otro medio con entrega fehaciente que
se curse al girador), caso en que dispondrá la reserva provisional de la inves-
tigación y le notificará para que proceda a la subsanación correspondiente.

[25] Cfr. BUSTOS RAMÍREZ, Juan y HORMAZÁBAL MALARÉE, Hernán. Lecciones de Derecho
Penal (Volumen I). Editorial Trotta, Madrid, 1997, p. 241.
[26] No obstante aceptar que, en efecto, solo se encuentran referidas a la perseguibilidad del delito en
el proceso penal, las estudian dentro del apartado dedicado a la “penalidad”: MUÑOZ CONDE,
Francisco y GARCÍA ARÁN, Mercedes. Derecho Penal, Parte general. cuarta edición, Tirant lo
Blanch, Valencia, 2000, p. 463.

212
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

3. El hecho típico no constituye delito


El fundamento normativo de este supuesto se encuentra en la conjunción
del literal d del numeral 24 del artículo 2 de la Constitución con el numeral 1
del artículo 334 del CPP 2004 y el numeral 1 de su artículo 329 –glosados su-
pra–, en tanto se exige que el hecho revista caracteres de delito para que resul-
te procedente el inicio de la persecución, mediante las diligencias prelimina-
res de investigación; prescribiéndose la declaratoria de improcedencia de for-
malizar y continuar investigación preparatoria cuando el fiscal al “calificar la
denuncia” considere que el hecho denunciado no constituye delito.
En la práctica este supuesto es poco frecuente, pero no por ello se le pue-
de dejar de mencionar.
Procederá el rechazo liminar de la notitia criminis en los casos en que
de la simple narración de los hechos o de los elementos de convicción que la
acompañan, pueda determinarse con certeza que ha concurrido una circuns-
tancia que impide afirmar la delictuosidad del hecho típico.
Es precisamente esta exigencia la que explica su poca frecuencia, la nece-
sidad de acreditar en grado de certeza la concurrencia de la circunstancia que
justifica la exclusión de la persecución penal hace que por lo común no bas-
te que sea alegada, sino que tienen que existir elementos de convicción que le
den sustento, lo que usualmente se consigue como consecuencia de por lo me-
nos una investigación preliminar.
Con todo habrá ocasiones en que de la propia narración de la notitia cri-
minis aparecerá claro que concurre una circunstancia excluyente de respon-
sabilidad penal.
Las circunstancias que pueden ocasionar que el hecho típico no tenga na-
turaleza delictiva se hallan en su mayor parte contempladas en el artículo 20
del CP –aunque deben mencionarse también las de los artículos 14 y 15–; sin
embargo, se deben realizar algunas precisiones:
a) El Derecho Penal peruano no solo cuenta entre sus instrumentos con
las penas, sino también con las medidas de seguridad (véase artícu-
los 71 a 77 del CP), siendo que en algunos supuestos la circunstancia
de inimputabilidad por anomalía psíquica (prevista en el numeral 1
del artículo 20 del CP), si bien puede dar lugar a la no imposición de
las primeras, puede perfectamente generar la necesidad de aplicar las
segundas; y en tanto su imposición únicamente es posible a resueltas
de un proceso penal, habrá casos en los que a pesar de existir certeza

213
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

respecto de dicha clase de inimputabilidad el proceso deberá conti-


nuar en busca de acreditar los requisitos que dan lugar a su aplicación
y para determinar, además, su tiempo de duración.
b) El Derecho peruano no admite la asignación de responsabilidad pe-
nal a los menores de 18 años de edad; sin embargo, sí se establece la
asignación de consecuencias jurídicas para la infracción de normas
penales por parte de estos, por lo que –además, por razones de com-
petencia material–, la calificación de la notitia criminis cuando se tra-
te de la exclusión de responsabilidad penal por minoridad supondrá
no una declaratoria de improcedencia, sino el traslado del caso a la
Fiscalía de Familia.

4. La acción penal se ha extinguido


Este supuesto encuentra su fundamento normativo en el num. 1 del art.
334 del CPP de 2004, que contempla la declaración de improcedencia de for-
malizar y continuar investigación cuando al “calificar la denuncia” el fiscal
considere que “se presentan causas de extinción previstas en la Ley”.
El rechazo liminar de la notitia criminis es consecuencia de que no tie-
ne sentido iniciar diligencias preliminares de investigación con la finalidad de
acreditar mínimamente el hecho y determinar la pertinencia de promover la
acción penal si esta ya se ha extinguido.
Los artículos 78 y 79 del CP establecen como causales de extinción de
la acción penal: la muerte del imputado, la prescripción, la amnistía, el dere-
cho de gracia, la autoridad de cosa juzgada, así como que “se extingue la ac-
ción penal si de la sentencia ejecutoriada dictada en la jurisdicción civil, re-
sulte que el hecho imputado como delito es lícito”.
Ahora bien, para su empleo se requiere certeza respecto de la concreta
causal en que se pretenda fundamentar el rechazo; en caso que no hubiese di-
cha certeza se tendrá necesariamente que realizar diligencias preliminares de
investigación para lograrla.
En los casos en que –a pesar de hallarse identificado el fiscal con el uso
intensivo de los criterios de selección acabados de tratar– no fue posible el re-
chazo liminar de la notitia criminis, una vez finalizadas las diligencias preli-
minares de investigación corresponde hacer un trabajo de similar entidad, rea-
lizando una adecuada selección de casos, rechazando unos y emitiendo dispo-
sición de formalización y continuación de investigación preparatoria única-
mente cuando se trate de aquellos que ofrecen un pronóstico positivo de éxito.

214
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

III. GESTIÓN DE CASOS


Pero, como se advirtió supra, no solo es cosa de rechazar los casos que ca-
recen de los requisitos mínimos para ser objeto de diligencias de investigación
preliminar o de una disposición de formalización y continuación de investiga-
ción preparatoria; sino que aquellos que sí reúnen dichos requisitos deben ser
gestionados de modo inteligente, con uso racional de los recursos, pero, ade-
más, buscando dar la mejor solución posible en un periodo breve de tiempo.
Para lo dicho es necesario:

1. El rechazo de los casos que carecen de pronóstico positivo de éxito


El artículo 167 del Código Procesal Penal chileno establece que:
“En tanto no se hubiere producido la intervención del Juez de Garantía en el pro-
cedimiento, el Ministerio Público podrá archivar provisionalmente aquellas in-
vestigaciones en las que no aparecieran antecedentes que permitieren desarrollar
actividades conducentes al esclarecimiento de los hechos”.
La doctrina del país vecino ha señalado a propósito de la prescripción que
acabamos de glosar que:
“Esta institución tiene por finalidad ahorrar recursos al sistema cuando, desde un
principio, no existe expectativa razonable de éxito para la persecución penal de
un determinado hecho que reviste caracteres de delito y se han superado los con-
troles que la ley establece para evitar su utilización abusiva”[27].
Por su parte Duce y Riego explican que:
“Se trata de que los fiscales puedan seleccionar, de entre el elevado número de
denuncias que llegan al sistema, aquellas que ofrecen posibilidades para condu-
cir una investigación productiva, permitiéndoseles que, en los casos que no ofre-
cen estas perspectivas, puedan evitar desarrollar un proceso de investigación, a
lo menos, mientras no surjan nuevos antecedentes que permitan generar un pro-
ceso de indagación y acumulación de pruebas.
Esta facultad corresponde a casos en que los antecedentes y evidencias que los
apoyan no permiten proyectar una investigación exitosa, particularmente a la luz
del entorno de restricciones en que se desenvuelven fiscales y policías en la
práctica (…).

[27] HORVITZ LENNON, María Inés y LÓPEZ MASLE, Julián. Derecho procesal penal chileno. Tomo I,
Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2002, p. 486.

215
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

La facultad descrita se explica por el hecho de que, en la práctica, todos los siste-
mas de justicia criminal reciben una altísima cantidad de denuncias de parte del
público y, de ellas, un porcentaje importante está constituido por una relación de
hechos que aportan muy pocos datos. En estos casos, la experiencia muestra que
no tiene mucho sentido conducir una investigación porque la policía no cuenta
con elementos mínimos que le permitan seguir alguna pista para la obtención de
resultados. Por otra parte, tampoco se trata de hechos lo suficientemente graves
que justifiquen una investigación demasiado compleja, como la que podría mon-
tarse aún sin muchos antecedentes si se considera que el hecho lo amerita”[28].
Lo dicho puede suceder en el caso del agraviado que pone en conoci-
miento de la autoridad de un hurto, narrando que dejó estacionado su automó-
vil taxi en una calle del centro de la ciudad por un momento para ingresar a
una oficina y cuando regresó, a los pocos minutos, encontró la puerta delan-
tera correspondiente al pasajero sin el seguro y faltando el equipo de música;
siendo que al preguntar a las personas que se hallaban por el lugar ninguno se
percató de alguien que se hubiera acercado al vehículo.
Lo mismo ocurre en el caso de quien mientras camina por una calle poco
transitada es atacado por la espalda, por una persona que aprisionando su cue-
llo con su brazo –método conocido popularmente como “cogoteo”– lo deja
sin respiración hasta desmayarlo, luego de lo cual las personas que acompa-
ñaban al agresor le sustraen sus pertenencias de valor y huyen; siendo que al
reponerse el agraviado no puede dar razón de las características de las perso-
nas que le asaltaron sin que además se pueda contar con testigos.
En estos supuestos –en los que no se puede contar con ningún tipo de da-
tos que permitan orientar la investigación– no resulta racional ordenar dili-
gencias preliminares de investigación, por lo que han sido denominados por
un sector de la doctrina como ininvestigables.
Debiendo advertirse que si bien lo dicho es así como regla general, como
indican Duce y Riego:
“Por lo general esta facultad no debiera ser ejercida en casos muy graves o muy
complejos, en donde siempre debiera intentarse una investigación para tomar
una decisión respecto de su futuro. La idea es que, como se trata de una evalua-
ción de casos dentro del contexto de restricciones del sistema de justicia crimi-
nal, resulta lógico que tratándose de los delitos más graves estemos en condicio-
nes, como sociedad, de invertir más recursos y agotar todas las instancias para in-
tentar esclarecerlos, ya que ellos representan los atentados más graves en contra

[28] DUCE, M y RIEGO, C. Introducción al nuevo sistema procesal penal. pp. 201-202.

216
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

de los valores socialmente reconocidos. En consecuencia, esta es una facultad


que debiera corresponder a delitos de mediana y baja gravedad y que, además,
no sean muy complejos desde el punto de vista de su investigación”[29].
Pero, esta causal no solo debe operar en el momento de calificar la notitia
criminis, sino también cuando: a) Se han realizado algunas diligencias de in-
vestigación preliminar, luego de las cuales es necesario decidir si se continua
con las mismas, toda vez que aún no se ha agotado el plazo máximo que po-
sibilita la ley; b) Se ha vencido el plazo de la investigación preliminar, con la
recolección de mínimos elementos de convicción, correspondiendo decidir si
se formaliza o no investigación preparatoria.
En calidad de ejemplo se puede mencionar:
“Una víctima sale de una reunión social a la una de la madrugada y toma un
taxi, ubicándose en el asiento posterior. A los cinco minutos de recorrido, otro
auto cierra al taxi obligándolo a parar, y en segundos, 4 sujetos bajan con ar-
mas de fuego encañonan al taxista y al pasajero, robándoles sus objetos de valor,
para luego huir del lugar. Sin duda que este caso es un delito grave, sin embar-
go, las víctimas no han podido brindar datos conducentes a identificar a los au-
tores, pues fue tan rápido el asalto que no pudieron percatarse con detenimien-
to de las características personales, por lo que son muy vagas y generales las re-
ferencias que brindan a la Policía y al MP. Tampoco pudieron tomar la placa del
auto de donde bajaron los asaltantes. Qué se debe hacer en estos casos. Tiene fu-
turo investigar este caso. Con esa información el MP puede garantizar el éxito
de la investigación. Qué tiempo puede demorar investigar este delito. Sincera-
mente, cual será el resultado final de la investigación de este caso, la condena o
la absolución”[30].
En este ejemplo, ya las indagaciones preliminares iniciales hacen enten-
der que no resulta necesario profundizarlas, por más que todavía quede dispo-
nible plazo para ello.
Habrá otras ocasiones en que las indagaciones continuarán hasta su con-
clusión con la recolección de elementos mínimos de convicción que pue-
dan justificar materialmente la emisión de una disposición de formalización
de investigación preparatoria, pero al efectuarse el análisis correspondien-
te a la emisión de dicha disposición aparece sumamente claro que durante la

[29] DUCE, M y RIEGO, C. Introducción al nuevo sistema procesal penal. pp. 201-202.
[30] BURGOS MARIÑOS, Víctor. La implementación del nuevo Código Procesal Penal en la ciudad de
Trujillo y sus retos. p. 5, aunque tratándolo como un caso de “archivo provisional en casos sin evidencia
mínima”. cfr. <http://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/articulos/a_20080521_41.pdf> (consultado en
mayo 6 de 2011).

217
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

investigación preparatoria formalizada no se podrán recolectar elementos de


convicción adicionales que permitan superar el grado de conocimiento –pro-
babilidad inicial– que se tenía cuando concluyó la preliminar.
En estos supuestos una decisión inteligente y estratégica –de cara incluso
a resguardar la eficacia a futuro de la persecución– es decidir la improceden-
cia de formalizar y continuar investigación.
Cuando se formaliza investigación sin que haya la menor probabilidad de
conseguir en el futuro otros elementos que permitan superar los requerimien-
tos de acreditación que se necesitan para formular acusación y pasar satisfac-
toriamente el control de acreditación del caso que constituye la etapa interme-
dia, se condena el caso irreversiblemente a la impunidad toda vez que la re-
solución judicial que habrá disponer su sobreseimiento tiene calidad de cosa
juzgada, sin que se pueda reabrir el caso así con posterioridad se hallen los
elementos de acreditación que inicialmente no se preveía poder conseguirlos.
Cosa distinta ocurre si a pesar de contarse con elementos mínimos, por
existir un pronóstico negativo en la persecución, se decide disponer la impro-
cedencia de formalizar y continuar investigación, puesto que de acuerdo al
numeral 2 del artículo 355 del CPP de 2004 la investigación fiscal no formali-
zada puede ser reabierta “si se aportan nuevos elementos de convicción”. Esto
es, la persecución podrá reiniciarse cuando su pronóstico mejore.
Nuestro CPP de 2004 carece de una cláusula similar a la del artículo 167
del texto chileno, pero ello no quiere decir que obligatoriamente los fiscales ten-
ga que ingresar en una vorágine de investigaciones que no poseen ningún senti-
do ni posibilidad de arribar a resultados positivos –conforme al estado de cosas
presente en el momento en que se toma la decisión de no investigar o no conti-
nuar con las investigaciones–, la teleología de sus numerales 2 del artículo 330
y 1 del artículo 321 permiten construir el fundamento normativo para el rechazo
de los casos que carecen de un mínimo pronóstico positivo de éxito.
En tanto el numeral 2 del artículo 330 del CPP de 2004 prescribe:
“Las Diligencias Preliminares tienen por finalidad inmediata realizar los actos
urgentes o inaplazables destinados a determinar si han tenido lugar los hechos
objeto de conocimiento y su delictuosidad, así como asegurar los elementos ma-
teriales de su comisión, individualizar a las personas involucradas en su comi-
sión, incluyendo a los agraviados, y, dentro de los límites de la Ley, asegurarlas
debidamente”.
Resulta razonable sostener la falta de necesidad de ordenar diligencias
preliminares, cuando del tenor de la notitia criminis y de los recaudos que la

218
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

pudieran acompañar se pueda pronosticar con objetividad, seriedad y seguri-


dad que dichas finalidades resultan inalcanzables.
De modo similar, para la disposición de improcedente formalizar investi-
gación preparatoria, el sustento normativo de esta causal se encuentra en la te-
leología del numeral 1 del artículo 321 del CPP de 2004, que señala:
“La Investigación Preparatoria persigue reunir los elementos de convicción, de
cargo y de descargo, que permitan al fiscal decidir si formula o no acusación y,
en su caso, al imputado preparar su defensa. Tiene por finalidad determinar si la
conducta incriminada es delictuosa, las circunstancias o móviles de la perpetra-
ción, la identidad del autor o partícipe y de la víctima, así como la existencia del
daño causado”.
Llevando a sostener razonablemente la falta de necesidad de formalizar y
continuar con la investigación cuando se pueda pronosticar con objetividad,
seriedad y seguridad que en las condiciones existentes la satisfacción de la fi-
nalidad perseguida resulta inalcanzable.
Esta decisión de no investigar los delitos que carecen de un pronósti-
co positivo de éxito se funda constitucionalmente, además, en el principio de
proporcionalidad y en las posibilidades que este brinda al Estado para realizar
injerencias legítimas en el plexo de los derechos de las personas.
Si bien no existe norma constitucional que consagre de manera expresa
una exigencia de proporcionalidad en la actuación del Estado peruano y, en
ello, de sus funcionarios jurisdiccionales y fiscales especializados en lo penal,
el Tribunal Constitucional ha señalado en repetidas oportunidades la necesi-
dad y obligatoriedad de que el poder estatal –y en ello, el de naturaleza penal–
deba ser ejercido conforme a las exigencias del principio de proporcionalidad.
La susodicha exigencia de proporcionalidad ha sido desarrollada por el
máximo intérprete de nuestra Norma Fundamental, por ejemplo, en la Sen-
tencia recaída en el Exp. Nº 0012-2006-PI/TC-Lima. Colegio de Abogados
de Lima, cuando señala:
“El principio de proporcionalidad se constituye en un mecanismo jurídico de tras-
cendental importancia en el Estado Constitucional y como tal tiene por función
controlar todo acto de los poderes públicos en los que puedan verse lesionados los
derechos fundamentales, entre otros bienes constitucionales. Como tal, el princi-
pio de proporcionalidad se encuentra contenido en el último párrafo del artículo
200 de la Constitución, por lo que teniendo en cuenta los principios de unidad
de la Constitución y de concordancia práctica, según los cuales la interpretación
de la Constitución debe estar orientada a considerarla como un todo armónico y

219
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

sistemático a partir del cual se organiza el sistema jurídico, evitándose en todo


caso las contradicciones, entonces debe entenderse que cuando los poderes públi-
cos pretendan la limitación de los derechos fundamentales o la imposición de san-
ciones, entre otros aspectos, deben observar el principio de proporcionalidad. 32.
Debido a la propia naturaleza del principio de proporcionalidad (es un mecanismo
de control), su afectación siempre va a estar relacionada con la afectación de un
derecho fundamental o un bien constitucional (en tanto estos últimos son fines en
sí mismos). En otros términos, si se determina que una medida estatal es despro-
porcionada no se está afectando solamente el principio de proporcionalidad, sino
principalmente el derecho fundamental o bien constitucional comprometido en la
referida medida estatal. El principio de proporcionalidad, en tanto presupuesto de
necesaria evaluación por parte de los poderes públicos cuando pretendan limitar
un derecho fundamental, exige examinar adecuadamente los siguientes subprin-
cipios: a) si la medida estatal que limita un derecho fundamental es idónea para
conseguir el fin constitucional que se pretende con tal medida; b) si la medida es-
tatal es estrictamente necesaria; y, c) si el grado de limitación de un derecho fun-
damental por parte de la medida estatal es proporcional con el grado de realiza-
ción del fin constitucional que orienta la medida estatal”.
Habiéndose explicado en la misma sentencia respecto del requisito de
idoneidad que este:
“Exige, en primer término, la identificación de un fin de relevancia constitucio-
nal, y, una vez determinado tal fin, verificar si la medida legislativa es idónea o
adecuada para lograr tal fin. En cuanto a lo primero, se debe verificar la existen-
cia de un fin de relevancia constitucional en la medida legislativa penal que li-
mita un derecho fundamental (…). Sobre lo segundo, este Colegiado ha sosteni-
do que la idoneidad consiste en la relación de causalidad, de medio a fin, entre el
medio adoptado, a través de la intervención legislativa, y el fin propuesto por el
Legislador. Se trata del análisis de una relación medio-fin”.
En este marco que se debe señalar que investigar preliminarmente o for-
malizar investigación preparatoria a pesar de existir un pronóstico negativo
de éxito, resulta contradictorio con la exigencia de idoneidad contenida en el
principio de proporcionalidad, en tanto significa dar lugar a la serie de restric-
ciones para el imputado que implican dichas investigaciones cuando de inicio
se sabe con certeza que no se podrán conseguir los elementos de acreditación
necesarios para la prosecución de la persecución.

2. Empleo intensivo de salidas alternativas y mecanismos de


simplificación
La necesidad de hacer frente con escasos recursos a las exigencias que
el CPP de 2004 dirige a los fiscales se torna en trascendental la lógica de dar

220
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

respuestas de calidad en el menor tiempo posible; mientras más rápido se re-


suelven los casos más se contribuye a oxigenar la capacidad operativa del sis-
tema, pero no solo ello, sino que se colabora sustancialmente a la mejora de la
opinión que los usuarios y la colectividad tienen del mismo.
Para ello el CPP de 2004 ha establecido salidas alternativas y mecanis-
mos de simplificación, que permiten dar respuestas céleres a los casos y lo-
grar la descarga procesal.
Entre las primeras se deben mencionar los criterios de oportunidad con-
tenidos en el artículo 2 del CPP de 2004: a) Renuncia a la persecución penal
(numeral 1 literales. a, b y c); b) Suspensión de persecución a prueba (nume-
ral 5); y c) Acuerdos reparatorios (numeral 6); que permiten prescindir de la
persecución desde los momentos iniciales del proceso (incluso, antes de la
formalización de investigación preparatoria); ofreciendo, a cambio, la asigna-
ción de respuestas no tradicionales, no punitivas, que significan básicamente
la satisfacción pronta de las pretensiones resarcitorias de la víctima.
Entre las segundas se deben mencionar: a) La acusación directa (artículo
336 numeral 4 CPP de 2004), que permite pasar de las diligencias prelimina-
res de investigación a la presentación de la acusación escrita, obviando la in-
vestigación preparatoria formalizada; b) El proceso inmediato (artículos 446
a 448 del CPP de 2004), que permite, en su versión más amplia, obviar tan-
to la investigación preparatoria formalizada como la etapa intermedia, pasan-
do de las diligencias preliminares a la instalación del juicio; c) La termina-
ción anticipada del proceso (artículos 468 a 471 del CPP de 2004), que permi-
te la emisión de una sentencia condenatoria durante la etapa de investigación
preparatoria, terminando con ello el proceso; d) La conclusión anticipada del
juzgamiento (artículo 372 del CPP de 2004), que posibilita la emisión de la
sentencia condenatoria al iniciar el juicio sin que se haya producido la actua-
ción de los medios probatorios.
Si bien se aconseja el uso intensivo de estos salidas y mecanismos, debe
precisarse –a la vista de algunas prácticas constatadas en los distritos donde
ya rige el CPP de 2004– que la calidad de las respuestas que debe otorgar el
sistema de justicia no se puede sacrificar por razones de celeridad; la rapidez
en la respuesta es muy importante, es cierto, pero no lo es tanto como para
justificar respuestas arbitrarias o disfuncionales (que ya no puedan ser tenidas
por suficientemente serias por la colectividad o por el propio imputado de cara
a las necesidades de prevención).

221
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

IV. CONCLUSIÓN
El CPP de 2004 plantea una cambio refundacional en la justicia penal pe-
ruana. Para ello estructura un proceso en el que el fiscal es el titular y respon-
sable de la persecución eficaz del delito.
Esta decisión legislativa lleva aparejada la asignación de un número im-
portante de nuevas obligaciones al representante del Ministerio Público, las
que no se podrán cumplir con un mínimo de eficiencia si no se toma debida
conciencia –y actúa en tal virtud– de la necesidad de seleccionar y gestionar
adecuadamente –siendo la idea clave el manejo racional y eficiente de los re-
cursos– la carga que se halla bajo su responsabilidad.
Para ello es necesario una adecuada utilización por parte del fiscal de las
herramientas normativas y conceptuales pertinentes, para que no ingresen al
sistema –generando un dispendio de recursos– aquellos casos que no tienen
relevancia penal y para que aquellos que sí la tienen transiten por los caminos
más breves hacia la resolución jurídica definitiva del conflicto.

222
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

MODELOS DE DECISIONES FISCALES


DE SELECCIÓN DE CASOS

001 IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA EN EL


DELITO DE APROPIACIÓN ILÍCITA CUANDO EL BIEN SE HA PERDIDO POR
NEGLIGENCIA DEL DENUNCIADO
“La notitia criminis trasladada por la Policía Nacional del Perú, que ha recogido
la denuncia verbal formulada por el ciudadano Gerardo Alvarado Neyra se
encuentra referida a que por intermedio de la Agencia de Servicios de Carga
General ‘Servis Piura S.A.’ le han enviado desde la ciudad de Lima, de la
oficina central del Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero, tres fardos y dos
paquetes conteniendo diversos bienes muebles, siendo del caso que el 28 de
septiembre de 2009 se acercó a las oficinas de la agencia en mención para
recoger la carga, dándose con la sorpresa que uno de los paquetes se había
extraviado junto con la guía de remisión; siendo que el Administrador de la
misma, Carlos Augusto Montalván Sandoval, se ha comprometido a asumir
el costo total de los bienes extraviados, incluso suscribiendo un documento
para formalizar dicho compromiso. (…)
Es en este contexto que se debe señalar que el artículo 190 del Código Penal
describe el delito de apropiación ilícita señalado: ‘El que, en su provecho
o de un tercero, se apropia indebidamente de un bien mueble, una suma
de dinero o un valor que ha recibido en depósito, comisión, administración
u otro título semejante que produzca obligación de entregar, devolver, o
hacer un uso determinado, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de dos ni mayor de cuatro años’; sin embargo, del análisis de los
hechos materia de notitia criminis se puede apreciar que no existe razones
atendibles para pensar que la persona de Carlos Augusto Montalván Sandoval
se haya apropiado de los bienes del Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero
que formaban parte del contenido del paquete perdido, siendo que más
bien –como el propio denunciante afirma– dichos bienes se habrían perdido.
Este aserto se confirma cuando se repara en que –como también el propio
denunciante afirma y anexa– Montalván Sandoval ha suscrito un documento
por el que se compromete a la devolución de los bienes extraviados (cosa que
además eliminaría la concurrencia del elemento del tipo ‘en su provecho’,
ya que, de este modo, el extravío de los bienes más bien le ha causado un
perjuicio económico al imputado o a la empresa que representa, antes que
un provecho)”.

223
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA
Código de Carpeta Fiscal Nº 6035-2009
Fiscal responsable: Constante Carlos Avalos Rodríguez
Disposición Nº 01:
I. DEL ORIGEN DEL PRONUNCIAMIENTO:
La notitia criminis trasladada por la Policía Nacional del Perú, que ha recogido la denuncia verbal
formulada por el ciudadano Gerardo Alvarado Neyra se encuentra referida a que por intermedio de
la Agencia de Servicios de Carga General “Servis Piura S.A.” le han enviado desde la ciudad de
Lima, de la oficina central del Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero, tres fardos y dos paquetes
conteniendo diversos bienes muebles, siendo del caso que el 28 de septiembre de 2009 se acercó a
las oficinas de la agencia en mención para recoger la carga, dándose con la sorpresa que uno de los
paquetes se había extraviado junto con la guía de remisión; siendo que el Administrador de la mis-
ma, Carlos Augusto Montalván Sandoval, se ha comprometido a asumir el costo total de los bienes
extraviados, incluso suscribiendo un documento para formalizar dicho compromiso.
II. DE LA IRRELEVANCIA PENAL DE LA CONDUCTA MATERIA DE IMPUTACIÓN
Los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución
penal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación por un conjunto de principios jurídicos
que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima.
De estos principios, uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la persecución
penal solo se pueda iniciar si los comportamientos puestos en conocimiento de la Fiscalía son exac-
tamente los mismos que se encuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza de sanción
criminal en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho.
Es tal la importancia de lo señalado que la Constitución Política del Estado de 1993 ha consagrado
expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni condenado por
acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa
e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”; exigencia que
ha sido desarrollada en términos muy similares en el artículo II del Título Preliminar del Código
Penal, que prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta por la ley
vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se encuentren
establecidas en ella”; siendo, además, de reconocimiento unánime tanto en la jurisprudencia del Tri-
bunal Constitucional como de la Corte Suprema de la República; así como por parte de los órganos
jurisdiccionales que se ocupan de decidir en materia de derechos humanos.
Es en este contexto que se debe señalar que el artículo 190 del Código Penal describe el delito de
apropiación ilícita señalado: “El que, en su provecho o de un tercero, se apropia indebidamente de un
bien mueble, una suma de dinero o un valor que ha recibido en depósito, comisión, administración
u otro título semejante que produzca obligación de entregar, devolver, o hacer un uso determinado,
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años”; sin embar-
go, del análisis de los hechos materia de notitia criminis se puede apreciar que no existen razones
atendibles para pensar que la persona de Carlos Augusto Montalván Sandoval se haya apropiado de
los bienes del Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero que formaban parte del contenido del paquete
perdido, siendo que más bien –como el propio denunciante afirma– dichos bienes se habrían perdi-
do. Este aserto se confirma cuando se repara en que –como también el propio denunciante afirma y
anexa– Montalván Sandoval ha suscrito un documento por el que se compromete a la devolución
de los bienes extraviados (cosa que además eliminaría la concurrencia del elemento del tipo “en
su provecho”, ya que, de este modo, el extravío de los bienes más bien le ha causado un perjuicio

224
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

económico al imputado o a la empresa que representa, antes que un provecho).


POR LO EXPUESTO:
SE DISPONE IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
contra Carlos Augusto Montalván Sandoval por la comisión del DELITO DE APROPIACIÓN
ILÍCITA (previsto en el primer párrafo del artículo 190 del Código Penal) en agravio del Fondo
Nacional de Desarrollo Pesquero. Notifíquese a las partes, y al denunciante Gerardo Alvarado Neyra.
Archívese conforme a Ley en su debida oportunidad.
Trujillo, octubre 12 de 2009
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

002 IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA EN EL


DELITO DE ESTAFA CUANDO NO SE VERIFICA UN ENGAÑO POR PARTE
DEL AUTOR SINO SIMPLES MENTIRAS
“La notitia criminis trasladada por el ciudadano Luis Eduardo Aldana Fiestas
se encuentra referida a que el 14 de julio del 2008 la persona de Henry
Antonio Vargas Bocanegra mediante diálogo telefónico le convenció de que
se dedicaba a agilizar trámites para obtener libretas de embarque, siendo
que como él denunciante necesitaba obtener una de ellas (para acceder a un
puesto de trabajo en la ciudad de Talara), confiando en su palabra, le entregó
la suma de dos mil nuevos soles para que le agilizara sus trámites, pero hasta la
fecha el denunciado no ha realizado la entrega de la mencionada tarjeta. (…)
Es en este contexto que se debe señalar que el artículo 196 del Código Penal
describe el delito de estafa señalado: ‘El que procura para sí o para otro un
provecho ilícito en perjuicio de tercero, induciendo o manteniendo en error
al agraviado mediante engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de seis
años’.
Habiéndose encargado la doctrina de resaltar la importancia del engaño
(astucia, ardid u otra forma fraudulenta) para la perpetración de dicho delito
en el sentido que: ‘En la estafa el engaño es el elemento típico que origina
la cadena de sucesos que acaba produciendo el perjuicio patrimonial, y en
particular es el motivo de la actuación de la víctima‘.
Ahora bien, la ciencia jurídica contemporánea ha dejado en claro hace
algún tiempo ya que cuando se trata de atribuir responsabilidad penal a
una persona por un delito de resultado (como lo es el de estafa) no solo se
debe verificar la existencia de una relación naturalística de causa efecto, sino
que es necesaria la verificación de una determinada relación normativa (ello
en razón a que para atribuir responsabilidad penal a una persona lo que
se requiere es un juicio de imputación jurídico-normativa propio del ‘deber
ser’, que es característica consustancial del Derecho, no la mera aplicación
de las leyes causales del ‘ser’ de la naturaleza). Siendo que los requisitos para
afirmar esta reclamada relación normativa se han aglutinado en la categoría
de la dogmática penal que se conoce como ‘imputación objetiva’”.
Es por ello que León Alva ha señalado: ‘De la mano del desarrollo de los
criterios de imputación objetiva la doctrina trata de conceptuar al engaño
como la falta a la verdad en lo que se hace o dice de modo bastante para

225
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

producir error e inducir al acto de disposición patrimonial (Bajo fernández).


En este sentido, el tipo básico de estafa restringe el número de engaños
típicos, exclusivamente, aquellos que sean “bastantes” para producir error
de otro. Lo que permite reconducir la capacidad de idoneidad del engaño a
la exigencia de su adecuación: ‘solo al engaño que genere un riesgo jurídico-
penalmente desaprobado de lesión del bien jurídico, esto es del patrimonio
ajeno, le puede ser imputado el resultado posterior que, además, deberá ser,
precisamente, la realización concreta de ese riesgo’ (Gonzales Rus). Se niega,
por otra parte, de manera unánime, que la simple mentira llegue a configurar
el ardid o el engaño idóneo propio del delito de estafa, puesto que ella
supone una falsedad, cuya creencia queda librada a la buena fe del tercero,
en tanto que en el engaño se da algo más: (…) ‘cierta entidad objetiva que
permite reconocer la existencia del nexo causal entre el engaño y el error, de
modo que este no pueda ser atribuido a la credulidad únicamente’ (Fontán
Balestra). Bajo Fernández, a efectos de encuadrar la simple mentira como una
modalidad de engaño típico exige que esta al menos vaya acompañada de
una maquinación o maniobra fraudulenta que pueda por si misma producir
el error y la consiguiente disposición patrimonial”.
Es que como manifiesta Gonzales Rus: “siempre ha sido una constante de la
interpretación doctrinal y jurisprudencial la idea de que la ley penal no puede
ser el instrumento utilizado para reprimir todos los fraudes que abusan de
la buena fe de otros, por lo que no todo engaño puede ser constitutivo de
estafa”.
Las cosas como han quedado expuestas se debe señalar que en los hechos
que alega la persona de Luis Eduardo Aldana Fiestas no se advierte la
menor referencia a que el denunciado Henry Antonio Vargas Bocanegra
haya realizado algún tipo de maquinación o maniobra fraudulenta dirigida
a inducir a error a su persona, sino que lo único que se puede verificar es la
presencia de mentiras, que como ya se expresó, por sí mismas no están en
capacidad de satisfacer la exigencia del tipo penal de que en el origen de la
estafa haya habido un engaño; recuérdese que el propio agraviado señala
únicamente en su escrito de denuncia conversaciones como el medio por el
cual se le convenció para la entrega de los dos mil nuevos soles con que fue
perjudicado, lamentándose “haber confiado en la palabra del denunciado”.

IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA
Código de Carpeta Fiscal Nº 6002-2009
Fiscal responsable: Constante Carlos Avalos Rodríguez
Disposición Nº 01:
I. DEL ORIGEN DEL PRONUNCIAMIENTO:
La notitia criminis trasladada por el ciudadano Luis Eduardo Aldana Fiestas se encuentra referida a
que el 14 de julio del 2008 la persona de Henry Antonio Vargas Bocanegra mediante diálogo telefónico
le convenció de que se dedicaba a agilizar trámites para obtener libretas de embarque, siendo que
como él denunciante necesitaba obtener una de ellas (para acceder a un puesto de trabajo en la ciudad

226
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

de Talara), confiando en su palabra, le entregó la suma de dos mil nuevo soles para que le agilizara
sus trámites, pero hasta la fecha el denunciado no ha realizado la entrega de la mencionada tarjeta.
II. DE LA IRRELEVANCIA PENAL DE LA CONDUCTA MATERIA DE IMPUTACIÓN
Los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución
penal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación por un conjunto de principios jurídicos
que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima.
De estos principios, uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la persecución
penal solo se pueda iniciar si los comportamientos puestos en conocimiento de la Fiscalía son exac-
tamente los mismos que se encuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza de sanción
criminal en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho.
Es tal la importancia de lo señalado que la Constitución Política del Estado de 1993 ha consagrado
expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni condenado por
acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa
e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”; exigencia que
ha sido desarrollada en términos muy similares en el artículo II del Título Preliminar del Código
Penal, que prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta por la ley
vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se encuentren
establecidas en ella”; siendo, además, de reconocimiento unánime tanto en la jurisprudencia del Tri-
bunal Constitucional como de la Corte Suprema de la República; así como por parte de los órganos
jurisdiccionales que se ocupan de decidir en materia de derechos humanos.
Es en este contexto que se debe señalar que el artículo 196 del Código Penal describe el delito de estafa
señalado: “El que procura para sí o para otro un provecho ilícito en perjuicio de tercero, induciendo
o manteniendo en error al agraviado mediante engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de seis años”.
Habiéndose encargado la doctrina de resaltar la importancia del engaño (astucia, ardid u otra forma
fraudulenta) para la perpetración de dicho delito en el sentido que: “En la estafa el engaño es el
elemento típico que origina la cadena de sucesos que acaba produciendo el perjuicio patrimonial, y
en particular es el motivo de la actuación de la víctima”[1].
Ahora bien, la ciencia jurídica contemporánea ha dejado en claro hace algún tiempo ya que cuando
se trata de atribuir responsabilidad penal a una persona por un delito de resultado (como lo es el de
estafa) no solo se debe verificar la existencia de una relación naturalística de causa efecto, sino que
es necesaria la verificación de una determinada relación normativa (ello en razón a que para atribuir
responsabilidad penal a una persona lo que se requiere es un juicio de imputación jurídico-normativa
propio del “deber ser”, que es característica consustancial del Derecho, no la mera aplicación de
las leyes causales del “ser” de la naturaleza). Siendo que los requisitos para afirmar esta reclamada
relación normativa se han aglutinado en la categoría de la dogmática penal que se conoce como
“imputación objetiva”.
Es por ello que León Alva[2] ha señalado: “De la mano del desarrollo de los criterios de imputación
objetiva la doctrina trata de conceptuar al engaño como la falta a la verdad en lo que se hace o dice
de modo bastante para producir error e inducir al acto de disposición patrimonial (Bajo Fernández).
En este sentido, el tipo básico de estafa restringe el número de engaños típicos, exclusivamente,

[1] PÉREZ MANZANO, Mercedes en: BAJO FERNÁNDEZ, Miguel (Dir.). Compendio de Derecho penal, parte especial II. Ceura,
Madrid, 1998, pp. 439-440.
[2] LEÓN ALVA, Eduardo. “Los deberes de autoprotección de la víctima en la configuración del engaño en el delito de estafa”. En:
AVALOS RODRÍGUEZ, Constante / QUISPE VILLANUEVA, Alejandro (Coords.). Dogmática penal del tercer milenio. Libro
homenaje a los profesores Eugenio Raúl Zaffaroni y Klaus Tiedemann. ARA Editores, Lima, 2008, p. 1216.

227
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

aquellos que sean ‘bastantes’ para producir error de otro. Lo que permite reconducir la capacidad
de idoneidad del engaño a la exigencia de su adecuación: ‘solo al engaño que genere un riesgo
jurídico-penalmente desaprobado de lesión del bien jurídico, esto es del patrimonio ajeno, le puede
ser imputado el resultado posterior que, además, deberá ser, precisamente, la realización concreta
de ese riesgo’ (Gonzales Rus). Se niega, por otra parte, de manera unánime, que la simple mentira
llegue a configurar el ardid o el engaño idóneo propio del delito de estafa, puesto que ella supone
una falsedad, cuya creencia queda librada a la buena fe del tercero, en tanto que en el engaño se da
algo más: (…) ‘cierta entidad objetiva que permite reconocer la existencia del nexo causal entre
el engaño y el error, de modo que este no pueda ser atribuido a la credulidad únicamente’ (Fontán
Balestra). Bajo Fernández, a efectos de encuadrar la simple mentira como una modalidad de engaño
típico exige que esta al menos vaya acompañada de una maquinación o maniobra fraudulenta que
pueda por sí misma producir el error y la consiguiente disposición patrimonial”.
Es que como manifiesta Gonzáles Rus: “siempre ha sido una constante de la interpretación doctrinal
y jurisprudencial la idea de que la ley penal no puede ser el instrumento utilizado para reprimir todos
los fraudes que abusan de la buena fe de otros, por lo que no todo engaño puede ser constitutivo
de estafa”[3].
Las cosas como han quedado expuestas se debe señalar que en los hechos que alega la persona de
Luis Eduardo Aldana Fiestas no se advierte la menor referencia a que el denunciado Henry Antonio
Vargas Bocanegra haya realizado algún tipo de maquinación o maniobra fraudulenta dirigida a in-
ducir a error a su persona, sino que lo único que se puede verificar es la presencia de mentiras, que
como ya se expresó, por sí mismas no están en capacidad de satisfacer la exigencia del tipo penal
de que en el origen de la estafa haya habido un engaño; recuérdese que el propio agraviado señala
únicamente en su escrito de denuncia conversaciones como el medio por el cual se le convenció
para la entrega de los dos mil nuevos soles con que fue perjudicado, lamentándose “haber confiado
en la palabra del denunciado”.
Pero, no solo lo dicho, sino que manteniéndonos en las exigencias que formula la imputación
objetiva para la atribución de responsabilidad penal debe ponerse atención también en que el
denunciante no realizó ninguna actividad mínimamente diligente dirigida a verificar por sí mismo
la información que le fue proporcionada por la persona de Vargas Bocanegra. Esto es importante
en razón a que según señala la doctrina contemporánea en los delitos contra el patrimonio (como
la estafa) la protección penal se limita a los casos en que la acción del autor ha vencido los me-
canismos de defensa dispuestos por el agraviado. Desde este punto de vista, el tipo penal de la
estafa protege el patrimonio en la medida en que su titular haya observado el comportamiento
exigible en orden a su protección, pero no en el caso en que se haya relajado en la observancia
de los deberes de autotutela primaria. Es por eso que se ha señalado que cuando se infringen los
deberes de autotutela la lesión patrimonial no es imputable objetivamente a la acción del autor,
por mucho que el engaño pueda ser causal –en el sentido de la teoría de la equivalencia de las
condiciones– respecto al perjuicio patrimonial.
De acuerdo con el criterio de la imputación objetiva denominado fin de protección de la norma,
no constituye fin del tipo de la estafa evitar las lesiones patrimoniales fácilmente evitables por el
titular del patrimonio que con una mínima diligencia hubiera evitado el menoscabo, pues, el tipo
penal cumple solo una función subsidiaria de protección de un medio menos gravoso que el recurso
a la pena como lo es sin duda, la autotutela del titular del bien. La dogmática penal contemporánea
establece entonces restricciones teleológicas en la interpretación de los tipos penales, de modo que la
conducta del autor queda fuera del alcance del tipo cuando la víctima no se ha comportado conforme

[3] GONZALES RUS, Juan José en COBO DEL ROSAL, Manuel (Dir.). Curso de Derecho Penal Español, Parte Especia. Tomo I.
Marcial Pons, Madrid, 1996, p. 659.

228
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

al principio de autorresponsabilidad, cuando la evitación de la lesión del bien jurídico se encontraba


en su propio ámbito de competencia[4].
Las cosas como han quedado expuestas, al no haber realizado el agraviado ninguna actividad míni-
mamente diligente de verificación de la información que le fue otorgada por el denunciado Vargas
Bocanegra, ha infringido sus propios deberes de autoprotección, por lo que no se puede establecer la
relación de imputación objetiva entre engaño-error-desplazamiento patrimonial que la norma jurídica
requiere para la atribución de responsabilidad penal en el delito de estafa.
Pero hay más, no resulta razonable pensar que una persona pudiera entregar la suma de dos mil
nuevos soles como pago para que otra tan solo y legalmente se limite a agilizar la tramitación de
una libreta de embarque, siendo que las máximas de experiencia nos permiten pensar que lo que
más bien Aldana Fiestas buscaba era la obtención ilegal de la susodicha tarjeta. Lo que hace que
la relación jurídica entablada por el denunciado y el agraviado, y la propia contraprestación que
esperaba obtener este último se hayan encontrado fuera del fin de protección de la norma (ya que
no podía pensarse que la norma jurídico-penal pretenda la sanción de las personas que han omitido
incurrir en comportamientos de naturaleza criminal), por lo que también por esta razón el hecho
materia de imputación resulta siendo atípico.
POR LO EXPUESTO:
SE DISPONE IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
contra Henry Antonio Vargas Bocanegra por la comisión del DELITO DE ESTAFA (previsto
en el artículo 196 del Código Penal) en agravio de Luis Eduardo Aldana Fiestas. Notifíquese a las
partes. Archívese conforme a Ley.
Trujillo, octubre 07 de 2009
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

003 IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA EN EL


DELITO DE LESIONES POR HABERSE ACTUADO DENTRO DEL RIESGO
PERMITIDO DEL TRÁFICO RODADO
“La notitia criminis trasladada por la Comisaría PNP de Miramar se encuentra
referida a que con fecha 27 de septiembre de 2009 aproximadamente a las
19:00 p.m. a la altura de la intersección de las calles San Martín y Paradero
Cinco - Miramar la persona de Marino Bruno Vásquez Requena que conducía
la camioneta station wagon de placa de rodaje SD 8181 atropelló a la menor
Nattielly Yaquelyn Gonzales Olivares quien a consecuencia de ello ha sufrido
algunos golpes en el rostro de poca consideración. (…)
En el estado actual del conocimiento jurídico es de reconocimiento
absolutamente mayoritario que la doctrina penal cumple un importante papel
en la interpretación del sentido de las prohibiciones que tienen por finalidad,
establecen y pueden establecer las normas penales, sobre todo, de cara a
la necesidad de garantizar que la actuación persecutoria y sancionatoria del
Estado no resulte aplicándose de manera arbitraria e irracional.
En este sentido, la doctrina contemporánea se ha encargado de explicar hace
ya algún tiempo que en los delitos de resultado –y las lesiones culposas son

[4] YUBERO, Julio. El Engaño en el delito de estafa. Editorial Jurídica Cono Sur, Santiago de Chile. p. 109.

229
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de estos– no solo se debe verificar la existencia de una relación de causa–


efecto (conforme a las leyes de la naturaleza, referidas al ser de las cosas),
sino que es necesaria la verificación de una determinada relación normativa
(ello en razón a que la atribución de responsabilidad penal es un problema
que no se encuentra propiamente en el ámbito del ‘ser’ y de la aplicación
de las reglas científicas o de experiencia que lo rigen e interpretan, sino que
pertenece al ámbito del ‘deber ser’, que es la característica básica de las
reglas o normas del Derecho), pues la atribución de responsabilidad penal
encuentra su fundamento y también sus límites en la capacidad de actuación
de las normas jurídicas.
Se ha denominado imputación objetiva a la relación normativa en mención
señalándose que es necesario que con la conducta materia de análisis:
1) el autor haya creado un riesgo de resultado para el bien jurídico protegido,
en el sentido de un riesgo adecuado y no permitido; que 2) esa situación
de peligro adecuado y no permitido se realice en un resultado lesivo; y
que 3) el resultado producido esté abarcado por el fin de protección de la
norma específica.
En el presente caso interesa detenerse en el primero de los niveles de
análisis, en tanto de los hechos materia de imputación y de las diligencias de
investigación avanzadas se puede establecer que el imputado Marino Bruno
Vásquez Requena ha mantenido su actuación dentro de los márgenes del
riesgo permitido que corresponden a la conducción de vehículos automotor.
Ha explicado la doctrina que la vida en sociedad necesita de ciertas conductas
que importan un determinado nivel de riesgo, siendo por ello que social y
jurídicamente se admite la realización de las mismas en tanto se mantengan
dentro de ciertos márgenes en los que todavía resulten controlables en su
peligrosidad para los bienes jurídicos.
Una de estas actividades es el tráfico automotor, el cual de manera general
representa una actividad riesgosa para los bienes jurídicos vida (homicidios)
e integridad personal (lesiones) e incluso patrimonio (daños), pero se admite
por los beneficios (de comunicación) que representa para la sociedad
contemporánea, estableciéndose eso sí un conjunto de exigencias de deber
objetivo de cuidado para controlar que los riesgos en cuestión se concreten
en resultados.
En el caso materia del presente pronunciamiento no existen elementos de
convicción para afirmar que el investigado ha infringido algún deber objetivo
de cuidado o ha superado los márgenes del riesgo permitido propios de la
conducción de vehículos motorizados; por el contrario, venía conduciendo
en una vía destinada al tránsito de automóviles y a una velocidad que –si nos
atenemos al que solo causó lesiones de mínima intensidad a la agraviada–
puede considerarse moderada; siendo que más bien la menor Gonzales
Olivares, como ha narrado la testigo de excepción Marquita Doraliz López
Cerín, cruzó la pista –sin esperar a la menor de edad que la estaba cuidando–
por delante de la combi que se había detenido en medio de la pista para
que ambas bajen”.

230
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA
Código de Carpeta Fiscal Nº 6020-2009
Disposición Nº 01:
I. DEL ORIGEN DEL PRONUNCIAMIENTO
La notitia criminis trasladada por la Comisaría PNP de Miramar se encuentra referida a que con
fecha 27 de septiembre de 2009 aproximadamente a las 19:00 p.m. a la altura de la intersección de
las calles San Martín y Paradero Cinco - Miramar la persona de Marino Bruno Vásquez Requena
que conducía la camioneta station wagon de placa de rodaje SD 8181 atropelló a la menor Nattielly
Yaquelyn Gonzales Olivares, quien a consecuencia de ello ha sufrido algunos golpes en el rostro
de poca consideración.
II. DE LA IRRELEVANCIA PENAL DE LA CONDUCTA MATERIA DE IMPUTACIÓN
Los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución
penal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación por un conjunto de principios jurídicos
que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima.
De estos principios, uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la persecución
penal solo se pueda iniciar si los comportamientos puestos en conocimiento de la Fiscalía son exac-
tamente los mismos que se encuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza de sanción
criminal en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho.
Es tal la importancia de lo señalado que la Constitución Política del Estado de 1993 ha consagrado
expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni condenado
por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera
expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”; exi-
gencia que ha sido desarrollada en términos muy similares en el artículo II del Título Preliminar del
Código Penal, que prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta
por la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se
encuentren establecidas en ella”.
Es en este contexto que se debe señalar que el artículo 124 del Código Penal describe el delito de
lesiones culposas señalado: “El que por culpa causa a otro un daño en el cuerpo o en la salud, será
reprimido, por acción privada, con pena privativa de libertad no mayor de un año y con sesenta a
ciento veinte días-multa. La acción penal se promoverá de oficio y la pena será privativa de libertad
no menor de uno ni mayor de dos años y de sesenta a ciento veinte días-multa, si la lesión es grave. La
pena privativa de la libertad será no menor de tres años ni mayor de cinco años e inhabilitación, según
corresponda, conforme al artículo 36 incisos 4), 6) y 7), cuando el agente haya estado conduciendo
un vehículo motorizado bajo el efecto de estupefacientes o en estado de ebriedad, con presencia de
alcohol en la sangre en proporción mayor de 0.5 gramos-litro, o cuando sean varias las víctimas del
mismo hecho o el delito resulte de la inobservancia de reglas técnicas de tránsito. La pena será no
mayor de tres años si el delito resulta de la inobservancia de reglas de profesión, de ocupación o
industria y cuando sean varias las víctimas del mismo hecho, la pena será no mayor de cuatro años”.
En el estado actual del conocimiento jurídico es de reconocimiento absolutamente mayoritario que
la doctrina penal cumple un importante papel en la interpretación del sentido de las prohibiciones
que tienen por finalidad, establecen y pueden establecer las normas penales, sobre todo, de cara a la
necesidad de garantizar que la actuación persecutoria y sancionatoria del Estado no resulte aplicán-
dose de manera arbitraria e irracional.
En este sentido, la doctrina contemporánea se ha encargado de explicar hace ya algún tiempo que en
los delitos de resultado –y las lesiones culposas son de estos– no solo se debe verificar la existencia

231
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de una relación de causa-efecto (conforme a las leyes de la naturaleza, referidas al ser de las cosas),
sino que es necesaria la verificación de una determinada relación normativa (ello en razón a que la
atribución de responsabilidad penal es un problema que no se encuentra propiamente en el ámbito
del “ser” y de la aplicación de las reglas científicas o de experiencia que lo rigen e interpretan, sino
que pertenece al ámbito del “deber ser”, que es la característica básica de las reglas o normas del
Derecho), pues la atribución de responsabilidad penal encuentra su fundamento y también sus límites
en la capacidad de actuación de las normas jurídicas.
Se ha denominado imputación objetiva a la relación normativa en mención señalándose que es ne-
cesario que con la conducta materia de análisis: 1) el autor haya creado un riesgo de resultado para
el bien jurídico protegido, en el sentido de un riesgo adecuado y no permitido; que 2) esa situación
de peligro adecuado y no permitido se realice en un resultado lesivo; y que 3) el resultado producido
esté abarcado por el fin de protección de la norma específica.
En el presente caso interesa detenerse en el primero de los niveles de análisis, en tanto de los hechos
materia de imputación y de las diligencias de investigación avanzadas se puede establecer que el
imputado Marino Bruno Vásquez Requena ha mantenido su actuación dentro de los márgenes del
riesgo permitido que corresponden a la conducción de vehículos automotor.
Ha explicado la doctrina que la vida en sociedad necesita de ciertas conductas que importan un de-
terminado nivel de riesgo, siendo por ello que social y jurídicamente se admite la realización de las
mismas en tanto se mantengan dentro de ciertos márgenes en los que todavía resulten controlables
en su peligrosidad para los bienes jurídicos.
Una de estas actividades es el tráfico automotor, el cual de manera general representa una actividad
riesgosa para los bienes jurídicos vida (homicidios) e integridad personal (lesiones) e incluso patri-
monio (daños), pero se admite por los beneficios (de comunicación) que representa para la sociedad
contemporánea, estableciéndose eso sí un conjunto de exigencias de deber objetivo de cuidado para
controlar que los riesgos en cuestión se concreten en resultados.
En el caso materia del presente pronunciamiento no existen elementos de convicción para afirmar que
el investigado ha infringido algún deber objetivo de cuidado o ha superado los márgenes del riesgo
permitido propios de la conducción de vehículos motorizados; por el contrario, venía conduciendo
en una vía destinada al tránsito de automóviles y a una velocidad que –si nos atenemos al que solo
causó lesiones de mínima intensidad a la agraviada– puede considerarse moderada; siendo que más
bien la menor Gonzales Olivares, como ha narrado la testigo de excepción Marquita Doraliz López
Cerín, cruzó la pista –sin esperar a la menor de edad que la estaba cuidando– por delante de la combi
que se había detenido en medio de la pista para que ambas bajen.
POR LO EXPUESTO
SE DISPONE IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
contra Marino Bruno Vásquez Requena por la comisión del DELITO DE LESIONES CULPOSAS
(previsto en el artículo 124 del Código Penal) en agravio de Nattielly Yaquelyn Gonzales Olivares
representada por Hilda Martínez Barreto. Notifíquese a las partes.
Trujillo, octubre 26 de 2009
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

232
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

004 LA DECISIÓN DE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA NO PUE-


DE SER ARBITRARIA
“Si bien el caso ha llegado originariamente a nuestro conocimiento después
de haber sido calificado por un Fiscal de Decisión Temprana en su relevancia
jurídica y en su acreditación fáctica como uno que merece que se emita una
disposición de formalización y continuación de la investigación, el suscrito no
puede sin el menor análisis emitir una disposición en dicho sentido, cuando
existen al estudio del caso datos que dicen que hacerlo implicaría claramente
incurrir en un acto de naturaleza arbitraria”.

005 ARBITRARIEDAD DE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN CUANDO ANULADA


POR EL FISCAL SUPERIOR UNA DISPOSICIÓN DE ARCHIVO LA TOTALIDAD
DE ELEMENTOS DE CONVICCIÓN RECOLECTADOS DURANTE LA INVESTI-
GACIÓN AMPLIATORIA FAVORECEN AL INVESTIGADO
“El suscrito considera arbitrario (recordemos que el Tribunal Constitucional
en el Expediente N° Exp. 6167-2005-PHC/TC-Lima. Fernando cantuarias
salaverry señaló: ‘En un sentido moderno y concreto, la arbitrariedad
aparece como lo carente de fundamentación objetiva; como lo incongruente
y contradictorio con la realidad que ha de servir de base a toda decisión’)
que después de haberse emitido una disposición de improcedente formalizar
investigación preparatoria por falta de elementos de convicción se haya
concluido en que estos sí existen como consecuencia de la ampliación de las
diligencias de investigación preliminar que se consignan en el considerando
cuarto de la disposición de fecha 19 de noviembre de 2010 cuando la
totalidad de las que aparecen mencionadas en dicho considerando resultan
siendo favorables a la investigada. En realidad la única razón que aparece
mencionada –y ello en el considerando sexto– como sustentatoria de la
imputación de responsabilidad penal que se formula a la investigada en la
disposición de fecha 19 de noviembre de 2010 es la de que no ha ordenado
la reposición del servicio eléctrico a pesar del tiempo transcurrido, de lo
que se deduciría que ella mandó cortar la luz; pero, con esto no solo no se
supera el problema de la falta de precisión respecto a en qué ha consistido
el acto violento, sino que se infringe reglas básicas de la valoración de los
elementos de convicción propios del razonamiento indiciario, pues se llega a
una conclusión determinada cuando la inferencia lógica aplicada no permite
una sola conclusión; es que el que no se reponga el servicio eléctrico no
puede deberse tan solo a que en efecto la investigada haya sido quien
personalmente ha cortado el servicio eléctrico o lo haya ordenado, sino que
puede perfectamente deberse a que se encuentra molesta por la denuncia que
se ha formulado en su contra o, incluso, deberse a que simple y llanamente
no tiene interés alguno en reponer el servicio a pesar de no haber sido ella
la que lo ha ordenado cortar o lo ha cortado personalmente”.

233
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

006 LA IMPUTACIÓN DE RESPONSABILIDAD PENAL EN LOS DELITOS COMU-


NES NO REQUIERE DE RECURRIR A LA CLÁUSULA DEL ACTUAR EN LUGAR
DE OTRO (ART. 27 DEL CP)
“Tratándose la usurpación de un delito común –sin sujeto agente determinado
o especial– la responsabilidad penal es de naturaleza personal –le corresponde
a quien con su comportamiento ha realizado la conducta prohibida descripta
en una norma penal– y no es necesario imputarla –trasladar las condiciones
especiales de autoría bajo el amparo de la cláusula de actuación en lugar
de otro que contiene el artículo 27 del Código Penal– por haber actuado en
calidad de representante legal de una persona jurídica”.

007 EN LOS DELITOS DE USURPACIÓN (ART. 202 DEL CP), LA VIOLENCIA DEBE
RECAER SOBRE LA PERSONA
“Durante muchos años la posición mayoritaria de parte de la jurisprudencia
nacional ha sido considerar que en las usurpaciones la violencia también
puede ser penalmente relevante cuando se da sobre las cosas; sin embargo
la doctrina de vanguardia ha puesto en cuestión esta afirmación y el propio
suscrito en anteriores oportunidades se ha pronunciado ya en el sentido que
la violencia como medio típico de comisión de los delitos de usurpación solo
puede ser penalmente relevante cuando recae sobre la persona (por ejemplo,
en SALINAS SICCHA se puede encontrar: ‘La modalidad delictiva aparece
cuando el agente haciendo uso de la violencia o fuerza física sobre su víctima
le turba o altera la posesión pacífica que tiene sobre un inmueble’ en Derecho
penal, Parte especial. Lima, IDEMSA, reimpresión de la primera edición, 2005,
p. 874). En la autorizada opinión de Castillo Alva: ‘Un repaso general de la
bibliografía y jurisprudencia peruana arroja como un balance provisional a
tener en cuenta que bastaría para la consumación del delito que se utilice
la violencia o fuerza dirigida contra las cosas o el mismo bien inmueble, sin
que sea necesario que la violencia o fuerza se desarrolle contra las personas.
Empero, una lectura constitucional y atenta al sentido mismo de los verbos
típicos del delito de usurpación por despojo lleva a una conclusión
completamente opuesta a la interpretación ligera que se realiza a veces de
la letra de la ley. En tal sentido, creemos que se debe exigir que la violencia,
la amenaza, el engaño o el abuso de confianza se dirijan a doblegar la libertad
o la voluntad de disposición del sujeto pasivo o en, general, de la víctima en
base en las siguientes razones: a) Desde el punto de vista estructural y de la
lógica elemental del lenguaje la utilización de los verbos típicos como la
amenaza, engaño o abuso de confianza lleva a la conclusión que dichos
verbos solo se puede cometer y ejecutar siempre que el destinatario sea una
persona, debido a que solo estas pueden ser amenazadas, engañadas o
pueden soportar un abuso de confianza. En efecto, normativamente y desde
el punto de vista del contexto lingüístico solo se puede amenazar, engañar
y abusar de la confianza de una persona, ya que las cosas carecen de la
conciencia y libertad para ser engañadas o amenazadas. Nadie discute que
se puede amenazar a una persona con un bien o una cosa, pero esta
afirmación es distinta al hecho de que dichos comportamientos puedan
dirigirse específicamente contra los bienes. En tal sentido, la sola concurrencia

234
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

de violencia contra las cosas genera de manera automática la impunidad por


atipicidad de la conducta ya que los hechos no pueden encuadrarse en el
delito de usurpación. La usurpación no violenta o la usurpación con violencia
sobre las cosas queda excluida del ámbito penal y el afectado debe buscar
la protección en el campo del Derecho Privado. La doctrina expresamente
se pronuncia por la atipicidad en el delito de usurpación en los casos de
romper la cerca que rodea la casa, la violencia ejercida sobre la cerradura,
etc. b) Queda claro que no hay razón suficiente ni explicación normativa y
/o legal para que se entienda que la violencia o el empleo de la fuerza no se
dirige o se aplique exclusivamente contra una persona [argumento a pari],
más aún si los demás medios típicos justamente se caracterizan por actuar
contra la libertad de las personas. Sería un verdadero contrasentido y una
grave fractura en el razonamiento jurídico que se entienda que en tres de
los medios típicos de la usurpación por despojo se exija que se refieran y
apliquen contra una persona y el medio típico restante [la violencia] se dirija
solo contra las cosas [argumento ad absurdum]. c) Asimismo, resulta arbitrario
desde una perspectiva teleológica y sistemática que el resultado descrito en
el injusto penal [despojo] se produzca respecto a otra persona y los medios
típicos justamente no se encuentren dirigidos o implementados contra ella.
Un planteamiento semejante olvida que no se puede desconectar de manera
antojadiza el disvalor del resultado del disvalor de la acción, más aún cuando
se encuentran profunda y estrechamente relacionados. d) Con ello, se ignora
sin razón que dentro de la sistemática del Código Penal peruano y en
particular la regulación de los delitos contra el patrimonio en los casos en
los que la ley describe una serie de medios típicos, estos cumplen un papel
indiscutiblemente instrumental respecto al resultado o al bien jurídico.
Justamente, cuando se desvincula el despojo con los medios típicos como si
los mismos no se refirieran a él se pasa por alto la naturaleza instrumental
de dichos medios tanto respecto al resultado como frente a su concreto
empleo contra la víctima del delito. e) Una de las razones más importantes
que abonan la interpretación de que los medios típicos deben dirigirse contra
la persona y no contra las cosas lo constituye la aplicación del principio de
intervención mínima o de extrema ratio del sistema penal que conduce a
sostener que de todos los comportamientos al Derecho Penal le interesa
únicamente a los que encierran un mayor significado lesivo y que mientras
existen otros medios jurídicos y sociales menos aflictivos se debe propender
su uso antes que el recurso de la pena. Llevadas estas premisas al ámbito de
la usurpación por despojo resulta claro que el tratamiento de las conductas
que suponen el empleo de mecanismos o medios que afecten directamente
las cosas configuran ilícitos civiles o en el peor de los casos injustos penales
de menor entidad como, por ejemplo, el delito de daños, pero de ninguna
manera el delito de usurpación. En efecto, se atentaría flagrantemente contra
el principio de intervención mínima si se pretende dar cobijo dentro de un
delito grave como es la usurpación a conductas que solo implican un despojo
o turbación de la posesión que no encierran un significado lesivo directo e
inmediato contra la libertad de disposición de la persona, ya que se estaría
sobrecriminalizando y cargando de manera excesiva el contenido del delito.
f) La estimación de que el delito de usurpación por despojo implica
únicamente el empleo de la violencia o la fuerza contra las cosas –y no contra

235
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

las personas– ignora que una interpretación semejante vacía de contenido


a esta modalidad comisiva debido a que en la inmensa mayoría de casos
bastaría aplicar el complejo concursal entre el delito de violación de domicilio
y el delito de daños, siendo prescindible la existencia del delito de usurpación
por despojo. g) El criterio que apunta la posibilidad de restringir el uso de
la violencia o la fuerza a las cosas y prescinde de trasladar dicha exigencia a
las personas ignora de la manera más burda y escandalosa la sistemática
histórica y orgánica de los delitos contra el patrimonio en donde se puede
verificar que cuando la ley en las diversas figuras [robo, extorsión] alude al
empleo de la violencia o la amenaza parte y supone que dichos medios típicos
se dirijan específica y concretamente contra una persona y no contra una
cosa o bien. Existe aquí, por tanto, un completo y total abandono al método
de interpretación sistemático que obliga a reparar que cuando la ley alude
a la violencia o a la amenaza pretende denotar que dichas conductas se
ejerzan de manera efectiva y real contra las personas y no contra las cosas”
(‘Breves apuntes sobre la usurpación por despojo. La necesidad de que los
medios típicos se dirijan contra la personas y no contra las cosas’ en JUS); si
bien estas razones han sido dadas en el marco del análisis del delito de
despojo resultan muy ilustrativas y útiles en el proceso de interpretación
sistemática del término violencia en los delitos de usurpación, siendo que al
concordarse sistemáticamente el numeral 2 con el numeral 3 del artículo 202
resulta que en esta última prescripción la violencia también puede referirse
únicamente a aquella que se ejecuta sobre la persona. Ello es así en tanto el
‘injusto típico in examine (de la perturbación) importa un menor disvalor en
comparación del comportamiento anterior(…) porque no se produce la
desocupación –total o parcial– del inmueble por parte del sujeto pasivo, no
obstante advertirse también el empleo de violencia y/o amenaza‘ (PEÑA
CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Derecho Penal, Parte especial, Tomo II. Lima,
Idemsa, 2010, p. 476); puesto que no resultaría coherente que siendo el
despojo contemplado en el numeral 2 una conducta más grave que la de la
perturbación contemplada en el numeral 3, la violencia contemplada en este
último abarcara mayor cantidad de supuestos (violencia contra las cosas) que
los del primero.
Es por estas razones que el suscrito considera que el hecho objeto de
pronunciamiento resulta ser atípico, pues según se describe y se han
acreditado no ha existido violencia contra la persona, sino que incluso en
el mero nivel de hipótesis fáctica materia de denuncia en el peor de los
casos se habría producido solo sobre las cosas –sin que por esto se cambie
nuestra opinión fijada supra de que no se ha precisado un concreto hecho
social que a su calificación jurídica pudieran considerarse como violento–; lo
dicho además de las razones que se consignaron inicialmente para considerar
arbitraria la posibilidad de formalizar y continuar investigación preparatoria”.

236
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA
Código de Carpeta Fiscal Nº 226-2010
Disposición Nº 06:
Dado cuenta: Con el resultado de las investigaciones preliminares y la disposición de la Fiscalía de
Decisión Temprana de esta Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo que remite a
esta Fiscalía de Investigación Preparatoria para que se formalice y continúe con la investigación
preparatoria; y CONSIDERANDO: PRIMERO: El Tribunal Constitucional ha dejado sentado en
la sentencia recaída en el Exp. N° 6167-2005-PHC/TC-Lima. Fernando Cantuarias Salaverry
que: “desde una perspectiva constitucional, resulta insuficiente valorar la actuación fiscal en sus
propios términos legales; se requiere de su conformidad con los mandatos constitucionales de res-
peto a los derechos fundamentales y al ordenamiento jurídico constitucional”; pero no solo ello sino
que “Desde la consolidación del Estado de derecho surge el principio de interdicción de la arbitra-
riedad, el mismo que tiene un doble significado, tal como ha sido dicho en anterior sentencia: ‘a) En
un sentido clásico y genérico, la arbitrariedad aparece como el reverso de la justicia y el derecho. b)
En un sentido moderno y concreto, la arbitrariedad aparece como lo carente de fundamentación
objetiva; como lo incongruente y contradictorio con la realidad que ha de servir de base a toda de-
cisión. Es decir, como aquello desprendido o ajeno a toda razón de explicarlo. En consecuencia, lo
arbitrario será todo aquello carente de vínculo natural con la realidad’. (Exp. N° 090-2004 AA/TC).
Adecuando los fundamentos de la referida sentencia a la actividad fiscal, es posible afirmar que el
grado de discrecionalidad atribuido al fiscal para que realice la investigación sobre la base de la cual
determinará si existen elementos suficientes que justifiquen su denuncia ante el juez penal, se en-
cuentra sometida a principios constitucionales que proscriben: a) actividades caprichosas, vagas e
infundadas desde una perspectiva jurídica; b) decisiones despóticas, tiránicas y carentes de toda
fuente de legitimidad; y c) lo que es contrario a los principios de razonabilidad y proporcionalidad
jurídica”; SEGUNDO: Que los criterios establecidos en la resolución no sean de carácter aislado,
se pueden apreciar cuando se tiene en cuenta la sentencia recaída en el Exp. Nº 6204-2006-PHC/
TC-Loreto. Jorge Samuel Chávez Sibina cuando el Tribunal Constitucional señala: “La facultad
de ejercitar la acción penal ya sea de oficio o a pedido de parte, tal como dispone el artículo 159,
inciso 5, de la Constitución, si bien es una facultad discrecional reconocida por el poder constitu-
yente al Ministerio Público, es obvio que esta facultad, en tanto que el Ministerio Público es un
órgano constitucional constituido y por ende sometido a la Constitución, no puede ser ejercida,
irrazonablemente, con desconocimiento de los principios y valores constitucionales, ni tampoco al
margen del respeto de los derechos fundamentales”; TERCERO: El artículo 5 de la Ley Orgánica
del Ministerio Público establece que: “Los fiscales actúan independientemente en el ejercicio de sus
atribuciones, las que desempeñarán según su propio criterio y en la forma que estimen más arregla-
da a los fines de la institución”, habiendo explicado el Tribunal Constitucional en la citada sentencia
recaída en el Exp. Nº 6204-2006-PHC/TC.-Loreto. Jorge Samuel Chávez Sibina que: “Si bien
la Constitución, en su artículo 138, reconoce al Ministerio Público como un órgano autónomo, es
obvio que tal autonomía solo puede tener su correlato en la realidad si es que se garantiza también
su independencia. Tal independencia y autonomía, por tanto, deben ser entendidas desde dos pers-
pectivas. En primer lugar, considerando al Ministerio Público como un órgano constitucional inde-
pendiente frente a las injerencias que pudieran provenir de los demás poderes y órganos del Estado,
así como de los poderes privados. En segundo lugar, su autonomía ha de ser entendida en relación
con cada uno de los fiscales en tanto representantes de su institución, cualquiera que sea su grado
en razón de las facultades previstas y delimitadas en la Constitución y en la ley. En este supuesto,
los fiscales, individualmente considerados y cualquiera que sea su categoría dentro de la estructura
organizativa del Ministerio Público gozan de autonomía externa, es decir, en relación con los demás

237
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

poderes y órganos constitucionales del Estado. Pero también es necesario que se reconozca su au-
tonomía interna, lo cual implica que las funciones que desempeñan conforme a Derecho, han de
realizarse dentro de un marco exento de intervenciones ilegítimas de parte de otros funcionarios o
particulares, e incluso de fiscales de mayor jerarquía” y que si bien “De acuerdo con el artículo 5 de
la Ley Orgánica del Ministerio Público, se reconoce también un principio de jerarquía, según el cual
los Fiscales pertenecen a un cuerpo jerárquicamente organizado y deben sujetarse a las instrucciones
que les impartan sus superiores. Tal disposición, si se quiere que sea conforme a la Constitución,
solo se justifica si de lo que se trata es de dotar de coherencia y unidad al ejercicio de las funciones
constitucionales que establece el artículo 159 de la Constitución. De ahí la necesidad de que se es-
tablezcan también relaciones de coordinación conjunta entre los Fiscales de los distintos niveles, en
atención a que la política de persecución criminal no puede ser definida por cada fiscal o juez en
particular, pues ello corresponde al propio Estado. Pero ese principio de jerarquía no puede llevar a
anular la autonomía del Fiscal de menor jerarquía en el ejercicio de sus atribuciones. De ahí que se
debe señalar que el artículo 5 de la Ley Orgánica del Ministerio Público no puede implicar, de nin-
guna manera, que los Fiscales de menor jerarquía se conviertan en una suerte de ‘mesa de partes’ de
sus superiores”; CUARTO: Es en este contexto que es necesario dejar establecido que si bien el
caso ha llegado originariamente a nuestro conocimiento después de haber sido calificado por un
Fiscal de Decisión Temprana en su relevancia jurídica y en su acreditación fáctica como uno que
merece que se emita una disposición de formalización y continuación de la investigación, el suscri-
to no puede sin el menor análisis emitir una disposición en dicho sentido, cuando existen al estudio
del caso datos que dicen que hacerlo implicaría claramente incurrir en un acto de naturaleza arbitra-
ria. En ese sentido se debe mencionar 1) No se dice –no se describe fácticamente– en la disposición
que cita a principio de oportunidad –que es en la que el Fiscal de Decisión Temprana analiza am-
pliamente las virtudes o defectos del caso para su continuación persecutoria– cuál sería la violencia
(elemento normativo del tipo penal de turbación de la posesión) en que se ha incurrido; lo mismo
ocurre en el escrito de denuncia de parte, solo se hace referencia a que la perturbación ha ocurrido
con violencia, pero no se expresa un concreto acto de la vida social que pueda ser calificado de
violento. Puede advertirse acá una confusión en los niveles del razonamiento; una cosa es la des-
cripción del suceso real que bajo el análisis del Derecho resulta siendo penalmente relevante y otra
es la descripción normativa del suceso prohibido; la violencia es un elemento perteneciente a la
descripción normativa de lo penalmente prohibido y, por tanto, no se debe incluir en el nivel de la
descripción fáctica del suceso; a la descripción fáctica del suceso pertenecen afirmaciones como
dando de puñetes, dando patadas, tirando una piedra, golpeado con un palo; etcétera; 2) No
solo es que no se menciona en que ha consistido la violencia, sino que el análisis que el suscrito ha
hecho de los elementos de convicción le permite afirmar que la investigación no ha individualizado
cuál sería el concreto acto violento en que habría incurrido la investigada para perturbar la posesión
de la agraviada, lo que hace que no se pueda cumplir con el requisito inmanente al derecho de de-
fensa de la descripción suficiente del hecho materia de imputación. Explica Vélez Mariconde: Así
como el demandado en proceso civil no se podría defender si no existiera esa concreta y clara ma-
nifestación de voluntad que debe estar contenida en la demanda, el imputado no se podría defender
si el proceso penal no reposara en una imputación formal que describa el hecho delictuoso que se le
atribuye. Nadie puede defenderse debidamente de algo que ignora (en Derecho procesal penal II.
Córdoba, Marcos Lerner, reimpresión de la tercera edición, 1982, pp. 216-217); la investigación
tendría que haber logrado especificar un concreto acto que analizado jurídicamente pueda ser cali-
ficado como violento, pero ello no ha ocurrido; siendo las cosas así sería arbitrario formalizar y
continuar investigación preparatoria faltando la expresión fáctica de este elemento; cómo podría la
investigada ejercitar su derecho de defensa a acreditar –solicitando los actos de investigación co-
rrespondientes– que no incurrió en un determinado acto (violento) si no se le dice en qué ha consis-
tido dicho acto; del mismo modo como podría plantear su defensa técnica cuestionando el que no
se puede calificar jurídicamente al acto en que incurrió como violento si –como venimos diciendo–

238
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

no se conoce en que habría consistido dicho acto. Debe puntualizare que el qué se haya quitado el
servicio eléctrico a la agraviada no es el acto violento que venimos reclamando, sino el concreto
acto perturbatorio de la posesión, que es un elemento normativo del tipo distinto al de la violencia;
3) El suscrito considera arbitrario (recordemos que el Tribunal Constitucional en el Exp. N° 6167-
2005-PHC/TC-Lima. Fernando Cantuarias Salaverry señaló: “En un sentido moderno y concre-
to, la arbitrariedad aparece como lo carente de fundamentación objetiva; como lo incongruente y
contradictorio con la realidad que ha de servir de base a toda decisión”) que después de haberse
emitido una disposición de improcedente formalizar investigación preparatoria por falta de elemen-
tos de convicción se haya concluido en que estos sí existen como consecuencia de la ampliación de
las diligencias de investigación preliminar que se consignan en el considerando cuarto de la dispo-
sición de fecha 19 de noviembre de 2010 cuando la totalidad de las que aparecen mencionadas en
dicho considerando resultan siendo favorables a la investigada. En realidad la única razón que
aparece mencionada –y ello en el considerando sexto– como sustentatoria de la imputación de res-
ponsabilidad penal que se formula a la investigada en la disposición de fecha 19 de noviembre de
2010 es la de que no ha ordenado la reposición del servicio eléctrico a pesar del tiempo transcurrido,
de lo que se deduciría que ella mandó cortar la luz; pero, con esto no solo no se supera el problema
de la falta de precisión respecto a en qué ha consistido el acto violento, sino que se infringe reglas
básicas de la valoración de los elementos de convicción propios del razonamiento indiciario, pues
se llega a una conclusión determinada cuando la inferencia lógica aplicada no permite una sola
conclusión; es que el que no se reponga el servicio eléctrico no puede deberse tan solo a que en
efecto la investigada haya sido quien personalmente ha cortado el servicio eléctrico o lo haya orde-
nado, sino que puede perfectamente deberse a que se encuentra molesta por la denuncia que se ha
formulado en su contra o, incluso, deberse a que simple y llanamente no tiene interés alguno en
reponer el servicio a pesar de no haber sido ella la que lo ha ordenado cortar o lo ha cortado perso-
nalmente; 4) Podría ingresarse a formular otros cuestionamientos menores a la decisión tomada por
el Fiscal de Decisión Temprana; como por ejemplo, que tratándose de la usurpación de un delito
común –sin sujeto agente determinado o especial– la responsabilidad penal es de naturaleza perso-
nal –le corresponde a quien con su comportamiento ha realizado la conducta prohibida descrita en
una norma penal– y no es necesario imputarla –trasladar las condiciones especiales de autoría bajo
el amparo de la cláusula de actuación en lugar de otro que contiene el artículo 27 del Código Penal–
por haber actuado en calidad de representante legal de una persona jurídica, como se deja sentado
en el considerando sexto de la disposición que venimos analizando; pero las tres mencionadas son
las principales razones por las que el suscrito no puede hacer suyos los razonamientos realizados
por el Fiscal de Decisión Temprana que tuvo originalmente la investigación bajo su cargo; QUINTO:
Ya en el análisis propio del caso, el suscrito debe iniciar señalando que los representantes del Mi-
nisterio Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución penal, encontramos limitada
nuestra capacidad de actuación por un conjunto de principios jurídicos que hacen que el poder
sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima. De estos principios,
uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la persecución penal solo se pueda
iniciar si los comportamientos puestos en conocimiento de la Fiscalía son exactamente los mismos
que se encuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza de sanción criminal en una norma
legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho. Es tal la importancia de lo señalado
que la Constitución Política del Estado de 1993 ha consagrado expresamente en su artículo 2, inci-
so 24, parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de
cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción
punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”; exigencia que ha sido desarrollada en térmi-
nos muy similares en el artículo II del Título Preliminar del Código Penal, que prescribe: “Nadie
será sancionado por un acto no previsto como delito o falta por la ley vigente al momento de su
comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se encuentren establecidas en ella”;
siendo, además, de reconocimiento unánime tanto en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

como de la Corte Suprema de la República; así como por parte de los órganos jurisdiccionales que
se ocupan de decidir en materia de derechos humanos. Es en este contexto que se debe analizar si
el hecho materia de imputación puede adecuarse al que se encuentra descrito en la norma jurídica
como delito de turbación de la posesión en el artículo 202 del Código Penal en los términos de: “Será
reprimido con pena privativa de libertad (…) 3. El que, con violencia o amenaza, turba la posesión
de un inmueble”; SEXTO: Puestos en dicho análisis se debe puntualizar que durante muchos años
la posición mayoritaria de parte de la jurisprudencia nacional ha sido considerar que en las usurpa-
ciones la violencia también puede ser penalmente relevante cuando se da sobre las cosas; sin em-
bargo la doctrina de vanguardia ha puesto en cuestión esta afirmación y el propio suscrito en ante-
riores oportunidades se ha pronunciado ya en el sentido que la violencia como medio típico de co-
misión de los delitos de usurpación solo puede ser penalmente relevante cuando recae sobre la
persona (por ejemplo, en SALINAS SICCHA se puede encontrar: “La modalidad delictiva aparece
cuando el agente haciendo uso de la violencia o fuerza física sobre su víctima le turba o altera la
posesión pacífica que tiene sobre un inmueble” en: Derecho Penal, Parte especial. Lima, IDEMSA,
reimpresión de la primera edición, 2005, p. 874). En la autorizada opinión de Castillo Alva: “Un
repaso general de la bibliografía y jurisprudencia peruana arroja como un balance provisional a
tener en cuenta que bastaría para la consumación del delito que se utilice la violencia o fuerza diri-
gida contra las cosas o el mismo bien inmueble, sin que sea necesario que la violencia o fuerza se
desarrolle contra las personas. Empero, una lectura constitucional y atenta al sentido mismo de los
verbos típicos del delito de usurpación por despojo lleva a una conclusión completamente opuesta
a la interpretación ligera que se realiza a veces de la letra de la ley. En tal sentido, creemos que se
debe exigir que la violencia, la amenaza, el engaño o el abuso de confianza se dirijan a doblegar la
libertad o la voluntad de disposición del sujeto pasivo o en, general, de la víctima en base a las si-
guientes razones: a) Desde el punto de vista estructural y de la lógica elemental del lenguaje la
utilización de los verbos típicos como la amenaza, engaño o abuso de confianza lleva a la conclusión
que dichos verbos solo se pueden cometer y ejecutar siempre que el destinatario sea una persona,
debido a que solo estas pueden ser amenazadas, engañadas o pueden soportar un abuso de confian-
za. En efecto, normativamente y desde el punto de vista del contexto lingüístico solo se puede
amenazar, engañar y abusar de la confianza de una persona, ya que las cosas carecen de la concien-
cia y libertad para ser engañadas o amenazadas. Nadie discute que se puede amenazar a una perso-
na con un bien o una cosa, pero esta afirmación es distinta al hecho de que dichos comportamientos
puedan dirigirse específicamente contra los bienes. En tal sentido, la sola concurrencia de violencia
contra las cosas genera de manera automática la impunidad por atipicidad de la conducta ya que los
hechos no pueden encuadrarse en el delito de usurpación. La usurpación no violenta o la usurpación
con violencia sobre las cosas queda excluida del ámbito penal y el afectado debe buscar la protección
en el campo del Derecho privado. La doctrina expresamente se pronuncia por la atipicidad en el
delito de usurpación en los casos de romper la cerca que rodea la casa, la violencia ejercida sobre la
cerradura, etc. b) Queda claro que no hay razón suficiente ni explicación normativa y /o legal para
que se entienda que la violencia o el empleo de la fuerza no se dirige o se aplique exclusivamente
contra una persona [argumento a pari], más aún si los demás medios típicos justamente se caracte-
rizan por actuar contra la libertad de las personas. Sería un verdadero contrasentido y una grave
fractura en el razonamiento jurídico que se entienda que en tres de los medios típicos de la usurpa-
ción por despojo se exija que se refieran y apliquen contra una persona y el medio típico restante [la
violencia] se dirijan solo contra las cosas [argumento ad absurdum]. c) Asimismo, resulta arbitrario
desde una perspectiva teleológica y sistemática que el resultado descrito en el injusto penal [despo-
jo] se produzca respecto a otra persona y los medios típicos justamente no se encuentren dirigidos
o implementados contra ella. Un planteamiento semejante olvida que no se puede desconectar de
manera antojadiza el disvalor del resultado del disvalor de la acción, más aún cuando se encuentran
profunda y estrechamente relacionados. d) Con ello, se ignora sin razón que dentro de la sistemáti-
ca del Código Penal peruano y en particular la regulación de los delitos contra el patrimonio en los

240
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

casos en los que la ley describe una serie de medios típicos, estos cumplen un papel indiscutible-
mente instrumental respecto al resultado o al bien jurídico. Justamente, cuando se desvincula el
despojo con los medios típicos como si los mismos no se refirieran a él se pasa por alto la naturale-
za instrumental de dichos medios tanto respecto al resultado como frente a su concreto empleo
contra la víctima del delito. e) Una de las razones más importantes que abonan la interpretación de
que los medios típicos deben dirigirse contra la persona y no contra las cosas lo constituye la apli-
cación del principio de intervención mínima o de extrema ratio del sistema penal que conduce a
sostener que de todos los comportamientos al Derecho Penal le interesa únicamente a los que en-
cierran un mayor significado lesivo y que mientras existen otros medios jurídicos y sociales menos
aflictivos se debe propender su uso antes que el recurso de la pena. Llevadas estas premisas al ám-
bito de la usurpación por despojo resulta claro que el tratamiento de las conductas que suponen el
empleo de mecanismos o medios que afecten directamente las cosas configuran ilícitos civiles o en
el peor de los casos injustos penales de menor entidad como, por ejemplo, el delito de daños, pero
de ninguna manera el delito de usurpación. En efecto, se atentaría flagrantemente contra el principio
de intervención mínima si se pretende dar cobijo dentro de un delito grave como es la usurpación a
conductas que solo implican un despojo o turbación de la posesión que no encierran un significado
lesivo directo e inmediato contra la libertad de disposición de la persona, ya que se estaría sobrecri-
minalizando y cargando de manera excesiva el contenido del delito. f) La estimación de que el de-
lito de usurpación por despojo implica únicamente el empleo de la violencia o la fuerza contra las
cosas –y no contra las personas– ignora que una interpretación semejante vacía de contenido a esta
modalidad comisiva debido a que en la inmensa mayoría de casos bastaría aplicar el complejo con-
cursal entre el delito de violación de domicilio y el delito de daños, siendo prescindible la existencia
del delito de usurpación por despojo. g) El criterio que apunta la posibilidad de restringir el uso de
la violencia o la fuerza a las cosas y prescinde de trasladar dicha exigencia a las personas ignora de
la manera más burda y escandalosa la sistemática histórica y orgánica de los delitos contra el patri-
monio en donde se puede verificar que cuando la ley en las diversas figuras [robo, extorsión] alude
al empleo de la violencia o la amenaza parte y supone que dichos medios típicos se dirijan especí-
fica y concretamente contra una persona y no contra una cosa o bien. Existe aquí, por tanto, un
completo y total abandono al método de interpretación sistemático que obliga a reparar que cuando
la ley alude a la violencia o a la amenaza pretende denotar que dichas conductas se ejerzan de ma-
nera efectiva y real contra las personas y no contra las cosas” (“Breves apuntes sobre la usurpación
por despojo. La necesidad de que los medios típicos se dirijan contra la personas y no contra las
cosas” en: JUS); si bien estas razones han sido dadas en el marco del análisis del delito de despojo
resultan muy ilustrativas y útiles en el proceso de interpretación sistemática del término violencia
en los delitos de usurpación, siendo que al concordarse sistemáticamente el numeral 2 con el nume-
ral 3 del artículo 202 resulta que en esta última prescripción la violencia también puede referirse
únicamente a aquella que se ejecuta sobre la persona. Ello es así en tanto el “injusto típico in exa-
mine (de la perturbación) importa un menor disvalor en comparación del comportamiento anterior
(…) porque no se produce la desocupación –total o parcial– del inmueble por parte del sujeto pasi-
vo, no obstante advertirse también el empleo de violencia y/o amenaza” (PEÑA CABRERA FREYRE,
Alonso Raúl. Derecho Penal, Parte especial. Tomo II. Lima, Idemsa, 2010, p. 476); puesto que no
resultaría coherente que siendo el despojo contemplado en el numeral 2 una conducta más grave que
la de la perturbación contemplada en el numeral 3, la violencia contemplada en este último abarca-
ra mayor cantidad de supuestos (violencia contra las cosas) que los del primero. Es por estas razones
que el suscrito considera que el hecho objeto de pronunciamiento resulta ser atípico, pues según se
describe y se ha acreditado no ha existido violencia contra la persona, sino que incluso en el mero
nivel de hipótesis fáctica materia de denuncia en el peor de los casos se habría producido solo sobre
las cosas –sin que por esto se cambie nuestra opinión fijada supra de que no se ha precisado un
concreto hecho social que a su calificación jurídica pudieran considerarse como violento–; lo dicho
además de las razones que se consignaron inicialmente para considerar arbitraria la posibilidad de

241
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

formalizar y continuar investigación preparatoria; SÉTIMO: No escapa al suscrito que en la Dis-


posición de fecha trece de octubre de dos mil diez emitida por la Titular de la Segunda Fiscalía
Superior Penal de La Libertad se ha consignado una jurisprudencia que señala que “el corte ilegíti-
mo de los servicios de agua y desagüe al inmueble que ocupa la agraviada constituyen actos mate-
riales que, sin despojar al poseedor, suponen una limitación de la pacífica posesión del inmueble”;
sin embargo esta disposición no ingresa a analizar ni el problema aquí apuntado de la falta de pre-
cisión de en qué habría consistido fácticamente la violencia como medio típico de comisión del
delito, ni tampoco respecto de cuál es el contenido de la violencia penalmente relevante; más aún si
el razonamiento principal en que se apoya es básicamente la necesidad de ampliar las investigacio-
nes preliminares pues las mismas no habían alcanzado aún su finalidad; lo que debe contextualizar-
se en los criterios de autonomía e independencia que se reconocen al suscrito en la sentencia del
Exp. Nº 6204-2006-PHC/TC-Loreto. Jorge Samuel Chávez Sibina citada en el considerando
segundo de la presente disposición; POR LO QUE SE DISPONE: IMPROCEDENTE FORMA-
LIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Contra Flavia Montesinos
Rosasco por delito de TURBACIÓN DE POSESIÓN (previsto en el numeral 3 del artículo 202
del Código Penal) en agravio de Aracelly Perpetua Muñoz Díaz; Notifíquese conforme a Ley.
Trujillo, febrero 14 de 2011
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

008 IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN PREPARA-


TORIA CUANDO EL INJUSTO ES INSIGNIFICANTE
“Los hechos materia de denuncia se hacen consistir –dicho en resumen–
en que Heddy Salome Bartra Rodríguez servidora de la Superintendencia
Nacional de Registros Públicos ha ingresado a Consultas del Reniec
empleando para ello el acceso que le permite la institución para la que
trabaja y ha impreso la ficha que corresponde a la persona de Santos
Teresa Miñano Pérez para utilizarla como medio probatorio en un proceso
judicial; SEGUNDO: El delito de peculado de uso se encuentra previsto en
el artículo 388 del Código Penal, en lo siguientes términos: ‘El funcionario o
servidor público que, para fines ajenos al servicio usa o permite que otro use
vehículos, máquinas o cualquier otro instrumento de trabajo pertenecientes
a la administración pública o que se hallan bajo su guarda, será reprimido
con pena privativa de libertad no mayor de cuatro años’; TERCERO: Los
representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios responsables de
la persecución penal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación
por un conjunto de principios jurídicos que hacen que el poder sancionador
del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima. De estos
principios, uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que
la persecución penal solo se pueda iniciar si los comportamientos puestos en
conocimiento de la Fiscalía son exactamente los mismos que se encuentran
contemplados como prohibidos bajo amenaza de sanción criminal en una
norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho;
siendo en muestra de su importancia que la Constitución Política del Estado
de 1993 ha consagrado expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo
d, que: “Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al
tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera

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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no


prevista en la ley” y, en términos muy similares, en el artículo II del Título
Preliminar del Código Penal ha prescrito: “Nadie será sancionado por un
acto no previsto como delito o falta por la ley vigente al momento de su
comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se encuentren
establecidas en ella”; CUARTO: No obstante, la doctrina contemporánea
ha dejado claro que el mencionado no es el único criterio para establecer
la necesidad de actuación del Derecho Penal, sino que además se debe
reparar en el grado de antijuridicidad material de la conducta, conocida
también como lesividad u ofensividad; de modo tal que en ocasiones habrá
un grupo de comportamientos que si bien resultan formalmente típicos
no habrán de reunir una gravedad mínima para que el Derecho Penal se
encargue de su prevención, persecución y sanción. Esto ocurre en los casos
de que se adecuan al artículo IV del T.P. del Código Penal de 1991, donde
se ha previsto de forma expresa, como norma rectora del ordenamiento
penal peruano, que en el momento de pronunciarse por la existencia de
un delito no solo es necesario constatar la adecuación de la conducta a la
descripción legal, sino, que se debe además, verificar la lesión o al menos, la
puesta en peligro del bien jurídico [nullum crimen sine iniuria]; pero también
en los supuestos de insignificancia; QUINTO: Lo dicho en el considerando
anterior no es solo una exigencia legal, sino que incluso tiene profundas
raíces constitucionales fundadas en el principio de proporcionalidad, que
hace que se tengan que excluir del ámbito del Derecho Penal aquellos
comportamientos que por su insignificancia o escasa gravedad no pudieran
tener la relevancia suficiente para ameritar su intervención. El máximo
intérprete de nuestra Norma Fundamental ha reconocido la trascendencia
del principio de proporcionalidad en la sentencia recaída en el Exp.
Nº 0012-2006-PI/TC-Lima. Colegio de Abogados de Lima, señalando: “El
principio de proporcionalidad se constituye en un mecanismo jurídico de
trascendental importancia en el Estado Constitucional y como tal tiene por
función controlar todo acto de los poderes públicos en los que puedan verse
lesionados los derechos fundamentales, entre otros bienes constitucionales.
Como tal, el principio de proporcionalidad se encuentra contenido en el
último párrafo del artículo 200 de la Constitución, por lo que teniendo en
cuenta los principios de unidad de la Constitución y de concordancia práctica,
según los cuales la interpretación de la Constitución debe estar orientada
a considerarla como un todo armónico y sistemático a partir del cual se
organiza el sistema jurídico, evitándose en todo caso las contradicciones,
entonces debe entenderse que cuando los poderes públicos pretendan la
limitación de los derechos fundamentales o la imposición de sanciones, entre
otros aspectos, deben observar el principio de proporcionalidad. Debido a
la propia naturaleza del principio de proporcionalidad (es un mecanismo de
control), su afectación siempre va a estar relacionada con la afectación de
un derecho fundamental o un bien constitucional (en tanto estos últimos
son fines en sí mismos). En otros términos, si se determina que una medida
estatal es desproporcionada no se está afectando solamente el principio
de proporcionalidad, sino principalmente el derecho fundamental o bien
constitucional comprometido en la referida medida estatal. El principio de
proporcionalidad, en tanto presupuesto de necesaria evaluación por parte

243
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de los poderes públicos cuando pretendan limitar un derecho fundamental,


exige examinar adecuadamente los siguientes subprincipios: a) si la medida
estatal que limita un derecho fundamental es idónea para conseguir el
fin constitucional que se pretende con tal medida; b) si la medida estatal
es estrictamente necesaria; y, c) si el grado de limitación de un derecho
fundamental por parte de la medida estatal es proporcional con el grado de
realización del fin constitucional que orienta la medida estatal”. Habiéndose
explicado en la misma respecto del requisito de proporcionalidad en
sentido estricto que: “Exige que exista proporcionalidad entre dos pesos
o intensidades: 1) aquel que se encuentra en la realización del fin de la
medida estatal que limita un derecho fundamental; y, 2) aquel que radica en
la afectación del derecho fundamental de que se trate, de modo tal que el
primero de estos deba ser, por lo menos, equivalente al segundo”; SEXTO:
Es en este contexto que se debe reflexionar respecto de si el hecho materia
de imputación resulta penalmente relevante, en cuanto a su significancia,
para ameritar la respuesta proporcional del Derecho Penal; por lo que,
estando a la información puesta en conocimiento de este Ministerio se debe
señalar que el tiempo que podría haber llevado ingresar al sistema, ubicar e
imprimir la ficha Reniec de la denunciante es mínimo del mismo modo que el
perjuicio que se podría haber causado al patrimonio del Estado –consistente
en el desgaste de quipos por un aproximado de tres minutos, de energía
eléctrica, una hoja y tinta de impresión, que no debería avaluarse en más de
tres nuevos soles; si usamos por ejemplo como criterio comparativo que el
alquiler de una computadora incluido el servicio de internet cuesta de manera
común un nuevo sol la hora y la impresión de una hoja un aproximado de
un nuevo sol– se tiene que no se puede hacer intervenir el Derecho Penal
para perseguir y sancionar un comportamiento que solo ha significado un
menoscabo para el patrimonio del Estado –que es el bien jurídico protegido
por el delito de peculado de uso[5]– ascendente a algunos pocos nuevos
soles; resultando, de este modo, jurídico-penalmente insignificante el hecho
materia de investigación”.

IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA


Código de Carpeta Fiscal Nº 1664-2011
Disposición Nº 02
Dado cuenta: Con la carpeta fiscal derivada a esta Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en
Delitos de Corrupción de Funcionarios de La Libertad por la Primera Fiscalía Provincial Penal
Corporativa de Trujillo en razón a que los hechos materia de notitia criminis resultarían típicos de
delito de peculado de uso; y CONSIDERANDO: PRIMERO: Los hechos materian de denuncia
se hacen consistir –dicho en resumen– en que Heddy Salome Bartra Rodríguez servidora de la Su-
perintendencia Nacional de Registros Públicos ha ingresado a Consultas de Reniec empleando para
ello el acceso que le permite la institución para la que trabaja y ha impreso la ficha que corresponde
a la persona de Santos Teresa Miñano Pérez para utilizarla como medio probatorio en un proceso
judicial; SEGUNDO: El delito de peculado de uso se encuentra previsto en el artículo 388 del
Código Penal, en lo siguientes términos: “El funcionario o servidor público que, para fines ajenos

[5] SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos contra la Administración Pública. Editora Jurídica Grijley, 2009. pp. 353/354.

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Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

al servicio usa o permite que otro use vehículos, máquinas o cualquier otro instrumento de trabajo
pertenecientes a la Administración Pública o que se hallan bajo su guarda, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de cuatro años“; TERCERO: Los representantes del Ministerio
Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución penal, encontramos limitada nuestra
capacidad de actuación por un conjunto de principios jurídicos que hacen que el poder sancionador
del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima. De estos principios, uno de los más
importantes es el de legalidad, que garantiza que la persecución penal solo se pueda iniciar si los
comportamientos puestos en conocimiento de la Fiscalía son exactamente los mismos que se en-
cuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza de sanción criminal en una norma legal de
jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho; siendo en muestra de su importancia que la
Constitución Política del Estado de 1993 ha consagrado expresamente en su artículo 2, inciso 24,
parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de come-
terse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción
punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley” y, en términos muy similares, en el artículo
II del Título Preliminar del Código Penal ha prescrito: “Nadie será sancionado por un acto no pre-
visto como delito o falta por la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medi-
da de seguridad que no se encuentren establecidas en ella”; CUARTO: No obstante, la doctrina
contemporánea ha dejado claro que el mencionado no es el único criterio para establecer la necesi-
dad de actuación del Derecho Penal, sino que además se debe reparar en el grado de antijuridicidad
material de la conducta, conocida también como lesividad u ofensividad; de modo tal que en oca-
siones habrá un grupo de comportamientos que si bien resultan formalmente típicos no habrán de
reunir una gravedad mínima para que el Derecho Penal se encargue de su prevención, persecución
y sanción. Esto ocurre en los casos de que se adecuan al artículo IV del T.P. del Código Penal de
1991, donde se ha previsto de forma expresa, como norma rectora del ordenamiento penal peruano,
que en el momento de pronunciarse por la existencia de un delito no solo es necesario constatar la
adecuación de la conducta a la descripción legal, sino, que se debe además, verificar la lesión o al
menos, la puesta en peligro del bien jurídico [nullum crimen sine iniuria]; pero también en los su-
puestos de insignificancia; QUINTO: Lo dicho en el considerando anterior no es solo una exigencia
legal, sino que incluso tiene profundas raíces constitucionales fundadas en el principio de propor-
cionalidad, que hace que se tengan que excluir del ámbito del Derecho Penal aquellos comporta-
mientos que por su insignificancia o escasa gravedad no pudieran tener la relevancia suficiente para
ameritar su intervención. El máximo intérprete de nuestra Norma Fundamental ha reconocido la
trascendencia del principio de proporcionalidad en la sentencia recaída en el Exp. Nº 0012-2006-PI-
TC-Lima, Colegio de Abogados de Lima, señalando: “El principio de proporcionalidad se constitu-
ye en un mecanismo jurídico de trascendental importancia en el Estado Constitucional y como tal
tiene por función controlar todo acto de los poderes públicos en los que puedan verse lesionados los
derechos fundamentales, entre otros bienes constitucionales. Como tal, el principio de proporciona-
lidad se encuentra contenido en el último párrafo del artículo 200 de la Constitución, por lo que
teniendo en cuenta los principios de unidad de la Constitución y de concordancia práctica, según los
cuales la interpretación de la Constitución debe estar orientada a considerarla como un todo armó-
nico y sistemático a partir del cual se organiza el sistema jurídico, evitándose en todo caso las
contradicciones, entonces debe entenderse que cuando los poderes públicos pretendan la limitación
de los derechos fundamentales o la imposición de sanciones, entre otros aspectos, deben observar
el principio de proporcionalidad. Debido a la propia naturaleza del principio de proporcionalidad
(es un mecanismo de control), su afectación siempre va a estar relacionada con la afectación de un
derecho fundamental o un bien constitucional (en tanto estos últimos son fines en sí mismos). En
otros términos, si se determina que una medida estatal es desproporcionada no se está afectando
solamente el principio de proporcionalidad, sino principalmente el derecho fundamental o bien
constitucional comprometido en la referida medida estatal. El principio de proporcionalidad, en
tanto presupuesto de necesaria evaluación por parte de los poderes públicos cuando pretendan

245
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

limitar un derecho fundamental, exige examinar adecuadamente los siguientes subprincipios: a) si


la medida estatal que limita un derecho fundamental es idónea para conseguir el fin constitucional
que se pretende con tal medida; b) si la medida estatal es estrictamente necesaria; y, c) si el grado
de limitación de un derecho fundamental por parte de la medida estatal es proporcional con el grado
de realización del fin constitucional que orienta la medida estatal”. Habiéndose explicado en la
misma respecto del requisito de proporcionalidad en sentido estricto que: “Exige que exista propor-
cionalidad entre dos pesos o intensidades: 1) aquel que se encuentra en la realización del fin de la
medida estatal que limita un derecho fundamental; y, 2) aquel que radica en la afectación del derecho
fundamental de que se trate, de modo tal que el primero de estos deba ser, por lo menos, equivalen-
te al segundo”; SEXTO: Es en este contexto que se debe reflexionar respecto de si el hecho materia
de imputación resulta penalmente relevante, en cuanto a su significancia, para ameritar la respuesta
proporcional del Derecho Penal; por lo que, estando a la información puesta en conocimiento de
este Ministerio se debe señalar que el tiempo que podría haber llevado ingresar al sistema, ubicar e
imprimir la ficha Reniec de la denunciante es mínimo del mismo modo que el perjuicio que se podría
haber causado al patrimonio del Estado –consistente en el desgaste de quipos por un aproximado de
tres minutos, de energía eléctrica, una hoja y tinta de impresión, que no debería avaluarse en más de
tres nuevos soles; si usamos por ejemplo como criterio comparativo que el alquiler una computado-
ra incluido el servicio de internet cuesta de manera común un nuevo sol la hora y la impresión de
una hoja un aproximado de un nuevo sol– se tiene que no se puede hacer intervenir el Derecho
Penal para perseguir y sancionar un comportamiento que solo ha significado un menoscabo para el
patrimonio del Estado –que es el bien jurídico protegido por el delito de peculado de uso[6]– ascen-
dente a algunos pocos nuevos soles; resultando, de este modo, jurídico-penalmente insignificante el
hecho materia de investigación; SÉTIMO: En consonancia con lo acá defendido se debe señalar
que la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República en el Recur-
so de Nulidad Nº 566-2004 ha señalado: “el delito de peculado por el uso del camión municipal no
está configurado subjetivamente, pues fue utilizado en una momentánea y única circunstancia al
trasladar las cuatro cocinas, por lo que puede constituir una conducta típica de lesividad irrelevante
al bien jurídico tutelado”[7]3. En el Derecho comparado se puede mencionar la sentencia emitida en
la causa Nº 32.365 “Morales Sandoval, Sergio Maximiliano y otro” por la Cámara de Apelaciones
en lo Criminal y Correcional de Buenos Aires - Sala V (20 de junio 2007), cuando señala: “Según
el principio de insignificancia, principio interpretativo limitador de la tipicidad, las mínimas afecta-
ciones a bienes jurídicos deben quedar excluidas del tipo objetivo aun cuando formalmente queda-
rían encerradas por él. Ello así, en virtud de que “(…) las afectaciones insignificantes de bienes
jurídicos no constituyen lesividad relevante a los fines de la tipicidad objetiva.” (Zaffaroni-Alagia-
Slokar, op. cit., p. 471). Es que cuando la afectación a un bien jurídico es ínfima, ninguna reacción
de carácter penal puede presentarse como razonable y proporcional. Por ello, un juego armónico de
los presupuestos que se desprenden de los principios constitucionales de proporcionalidad, razona-
bilidad y lesividad, impiden que aquellas lesiones de carácter mínimo a los bienes jurídicos puedan
considerarse como lesiones jurídicamente relevantes a los fines del Derecho Penal. Finalmente,
habré de manifestar que la alegada inseguridad jurídica que acarrearía la utilización de este principio
en tanto sería el intérprete quien, sin reglas claras –y léase por ello escritas por el legislador decidi-
ría qué casos se encuentran contenidos por él y por lo tanto fuera del sistema penal, no resulta óbice
para su utilización. Ello es así dado que, a diario, el juez se encuentra utilizando categorías que han
sido creadas y desarrolladas por la doctrina penal nacional e internacional, a veces con reglas muy
claras pero otras no tanto, y no por ello se crea inseguridad jurídica si las pautas son claras y las
conclusiones son una derivación razonable de ellas. Repárese por ejemplo en el error en Derecho

[6] SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos contra la Administración Pública. Editora Jurídica Grijley, 2009. pp. 353/354.
[7] <www.pj.gob.pe>. Jurisprudencia Sistematizada. Corte Suprema de la República.

246
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

Penal, no hay hasta el momento reglas que sean indiscutibles para la determinación del carácter
evitable o inevitable del error y, sin embargo, nadie discute lo correcto de su utilización en el aná-
lisis de la teoría del delito. Porque siempre es el juez quien, con su tarea interpretativa, no solo de
las normas sino también de las pruebas, conforma y dice cuál ha de ser el hecho objeto del proceso
y cuál la norma aplicable al caso. Sin despreciar las capacidades técnicas de los juzgadores, es obvio
que cualquier conocimiento estará influido de subjetividad y, por tanto, la pretensión de seguridad
absoluta y estática, es una quimera, impropia de las ciencias sociales como del Derecho”[8]; del
mismo modo que la resolución del Tribunal de la Corte Nacional de Casación Penal, sala 3ª (8 de
junio de 2004) que señalando: “En efecto, enseña Mir Puig que ‘(...) la falta de tipicidad penal
puede desprenderse de la mera redacción literal de los tipos –cuando la conducta no encaja en la
letra de ningún tipo penal– pero también de una interpretación restrictiva que excluya la conducta
del tipo pese a caber literalmente en ella. Ello sucede, según la doctrina actual, cuando se trata de
hechos que, aun cabiendo en la literalidad típica, no implican una afectación suficiente del bien
jurídico, por no ser imputable su lesión a una conducta suficientemente peligrosa (falta de imputación
objetiva), por consistir el bien jurídico típico en la facultad de disponer de algo por parte de su titu-
lar y existir conformidad de este, o por ser los hechos adecuados socialmente (adecuación social) o
insignificantes (principio de insignificancia). Se habla en estos casos de causas de exclusión de la
tipicidad (...)’ (conf. “Derecho Penal” cit., p. 161). Esta última doctrina es aplicable al caso que nos
ocupa, ya que “(...) el valor gramatical de las palabras, los accidentes de lugar y tiempo, las circuns-
tancias personales y estado de ánimo de los sujetos y la situación ambiental son datos que sirven
para determinar la gravedad objetiva de las conductas (...)” (conf. Castiñeira Palou, María T., “Áni-
mo de injuriar, exceptio veritatis y libertad de expresión” [comentario a la sentencia del Tribunal
Supremo de 21/2/1989] ADPCP., 1989, p. 692). En este mismo sentido, se ha dicho en particular, y
en relación con el delito de injuria, que “(...) la acción consiste en una manifestación de menospre-
cio que sea idónea para afectar el honor en las circunstancias concretas en que es utilizada. En este
sentido, el significado objetivo de las expresiones no es solo un problema idiomático, sino también
un problema contextual. El contexto, el marco social y la situación no pueden quedar fuera de con-
sideración en la valoración del significado injuriante de un determinado acto verbal o comunicativo
de otra especie (...) En la jurisprudencia esta problemática –perteneciente al tipo objetivo– se ha
tratado, por lo general, bajo uno de los aspectos del animus que se considera elemento de este deli-
to. El resultado en este tratamiento del problema no es el mejor (...)” (conf. Bacigalupo, Enrique,
“Para una revisión dogmática de los delitos contra el honor”, ADPCP., 1995, pp. 53/55). La exclusión
del injusto penal no hace desaparecer el carácter antijurídico del hecho –lo que podría tener efectos
en otros sectores del derecho, como en orden a la responsabilidad civil–, pero sí su naturaleza penal.
Del mismo modo que el tipo penal no se refiere a todo el posible injusto, sino solo a los que alcanzan
la gravedad suficiente para ser contemplados por el Derecho Penal, no sería preciso tampoco una
plena justificación del hecho típico para que dejara de ser punible. No todo injusto ha de ser penal,
porque el injusto penal ha de ser un injusto cualificado. Ello puede fundarse en el principio de in-
significancia, ya ampliamente admitido como criterio interpretativo limitador de los tipos penales y
que, a su vez, se basa en principios más generales como el de proporcionalidad de la intervención
penal (conf. Mir Puig, Santiago, “Derecho Penal” cit., p. 419). En el marco de aplicación de este
principio, “(...) será necesario confrontar el peligro que ex ante se crea con la conducta y la utilidad
social de esta, sin que sea posible una respuesta generalizada sobre la eficacia del riesgo permitido
en cada una de estas actividades, ni aun en el caso de que sean de la misma clase. En el supuesto de
que de este examen se deduzca la existencia de un riesgo no permitido, cabe acudir al estudio de la
`cantidad’ de riesgo. La mayor o menor probabilidad objetiva de que el peligro se convierta en lesión

[8] <http://www.iestudiospenales.com.ar/parte-general/jurisprudencia-nac-y-prov/196-alcances-tipicos-de-la-insignificancia-.html>
(consultado: 6 de junio de 2011).

247
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

del bien jurídico permitiría, en determinadas circunstancias, negar la relevancia típica del riesgo,
pese a su ‘cualidad’ de no permitido, con base en el principio de insignificancia (...)” (conf. Corcoy
Bidasolo, Mirentxu, “La distinción entre causalidad e imputación objetiva y su repercusión en el
proceso –presunción de inocencia e in dubio pro reo–”, en “La ciencia del Derecho Penal ante el
nuevo siglo. Libro homenaje al Prof. Dr. José Cerezo Mir”, 2003, Ed. Tecnos, Madrid, p. 609). En
este sentido, el principio de insignificancia se distingue como subespecie de la adecuación social
porque no supone la total aprobación social de la conducta, sino solo una relativa tolerancia de la
misma por su escasa gravedad (conf. Mir Puig, Santiago, “Derecho Penal” cit., p. 512)[9]; OCTAVO:
Lo dicho no quiere decir que la conducta bajo análisis sea jurídicamente correcta; sino que aprecia-
da desde el Derecho penal –por la gravedad de este– no resulta significante; sin embargo resulta
claro que se trata de una práctica ilícita –a lo que se debe sumar el tiempo que le paga a la investi-
gada que no es efectivamente trabajado– que debe ser administrativamente sancionada con el rigor
correspondiente a este ámbito del Derecho; pero ello le corresponde a autoridad distinta al suscrito
del mismo modo que tampoco es competencia de la autoridad jurisdiccional penal; POR LO QUE
SE DISPONE: IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN
PREPARATORIA contra Heddy Salome Bartra Rodríguez por DELITO DE PECULADO DE
USO (previsto en el artículo 388 del Código Penal) en agravio del Estado peruano. Notifíquese a la
denunciante y a la Procuraduría Anticorrupción.-
OTROSÍ DIGO: Remítase copias a la Superintendencia Nacional de Registros Públicos para que
inicie las investigaciones administrativas dirigidas a identificar, perseguir y sancionar a quien,
infringiendo sus deberes de función, ha incurrido en los hechos objeto de pronunciamiento en la
presente disposición.-
Trujillo, junio 06 de 2011
* (Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de La
Libertad)

009 IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN PREPA-


RATORIA CUANDO NO SE PUEDEN SATISFACER LAS EXIGENCIAS DE LA
IMPUTACIÓN SUFICIENTE
“Es del caso que los denunciados Ernesto Vladimir La Torre Sánchez, Félix
Enrique Chambi Quispe, Rafael Edgardo Guerra Vargas, Ramón Muñoz
Vargas, Giuseppe Mancinelli, Javier Arteaga Alvarado, Antonio Santa Cruz
Alvarado, Julio César Ramírez Zamora no tienen la calidad ni de servidores
ni de funcionarios públicos del Estado peruano; la cual únicamente ostentan
José Murgia Zannier, Álvaro Bazán Cabellos, Susanita Tantaleán Regalado y
Nery Alberto Acuña Idrogo; sin embargo, respecto de estas personas, fuera de
una atribución general de no haber contribuido a que se le pague los adeudos
que las personas jurídicas de Derecho privado que contrataron a Transportes
y Comercializaciones Gianina le tienen por el alquiler de maquinaria pesada y
de que no habrían ejercido una labor de supervigilancia en la ejecución por
parte de los ganadores de la buena pro del Contrato N° 08-C-108218, no se ha
formulado en la denuncia ni se han llegado a establecer como consecuencia
de la investigación preliminar cargos específicos que digan que alguno o

[9] <http://www.mpf.gov.ar/biblioteca/newsletter/insignificancia/22.R_de_la_V,C.pdf> (consultado: 6 de junio de 2011).

248
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

algunos de ellos se han apropiado o utilizado, en cualquier forma, para sí o


para otro, de caudales o efectos cuya percepción, administración o custodia le
estén confiados por razón de su cargo o de que por culpa hayan dado ocasión
a que se efectúe por otra persona la sustracción de dichos caudales o efectos.
Es que del mismo modo que ocurre con el principio de legalidad, existen otros
principios dirigidos a evitar que la actuación del Estado en la persecución de
los ciudadanos sea arbitraria; en ello también resulta de suma importancia el
que dice de la necesidad de respetar el ejercicio del derecho de defensa de
los justiciables en su expresión de descripción suficiente del hecho materia
de imputación; cuya capacidad de vinculación jurídica viene impuesta ya por
el artículo 14, inciso 3, literal b, del Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos, que señala: ‘Durante el proceso, toda persona acusada de un
delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
a) A ser informada, sin demora, en un idioma que comprenda y, en forma
detallada, de la naturaleza y causas de la acusación formulada contra ella’;
del mismo modo que por el artículo 8, numeral 2, literal a, de la Convención
Americana Sobre Derechos Humanos que señala: ‘Durante el proceso, toda
persona tiene derecho, en plena igualdad, a las garantías mínimas: (...) b)
Comunicación previa y detallada de la acusación formulada’; normas ambas
que si bien se hallan redactadas empleando el término acusación, la doctrina
es concorde en que dicho término debe interpretarse en un sentido material
y no formal, entendiéndose como imputación de responsabilidad penal;
pero, por si se quisiera discutir o cuestionar esta interpretación, el Código
Procesal Penal de 2004 zanja toda disputa en nuestro sistema jurídico cuando
entre sus normas rectoras señala de modo expreso: ‘Toda persona tiene
derecho inviolable e irrestricto a que se le informe de sus derechos, a que
se le comunique de inmediato y detalladamente la imputación formulada
en su contra y a ser asistida por un Abogado Defensor de su elección o, en
su caso, por un abogado de oficio, desde que es citada o detenida por la
autoridad. También tiene derecho a que se le conceda un tiempo razonable
para que prepare su defensa; a ejercer su autodefensa material; a intervenir,
en plena igualdad, en la actividad probatoria; y, en las condiciones previstas
por la Ley, a utilizar los medios de prueba pertinentes’; siendo que amén
de la mención expresa de que al imputado ‘se le comunique de inmediato
y detalladamente la imputación formulada en su contra’ la mayoría de los
demás derechos mencionados (v. gr. a la autodefensa material o a utilizar los
medios de prueba pertinentes) requiere para su pleno y adecuado ejercicio
que necesariamente se encuentre precisado con suficiencia y detalle el
hecho materia de atribución. Para complementar lo dicho se puede citar a
Tiedemann, Klaus cuando refiere que una condición previa absolutamente
necesaria para toda defensa es la de conocer el contenido de la imputación en
el primer interrogatorio, sea policial o judicial (cosa que recoje el numeral 1 del
artículo 87 del CPP 2004 cuando señala: ‘Antes de comenzar la declaración del
imputado, se le comunicará detalladamente el hecho objeto de imputación,
los elementos de convicción y de pruebas existentes, y las disposiciones
penales que se consideren aplicables. De igual modo se procederá cuando
se trata de cargos ampliatorios o de la presencia de nuevos elementos
de convicción o de prueba’). Omitir esta información al inculpado es lo
mismo que tratarle como objeto del proceso, que se desarrolla sin su activa

249
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

participación y sin contradicción posible. Es solamente con el conocimiento


de la imputación cuando el inculpado puede decidir si se defiende de manera
activa o guarda silencio o a Vélez Mariconde, Alfredo cuando señala: Así
como el demandado en proceso civil no se podría defender sino existiera
esa concreta y clara manifestación de voluntad que debe estar contenida
en la demanda, el imputado no se podría defender si el proceso penal no
reposara en una imputación formal que describa el hecho delictuoso que se le
atribuye. Nadie puede defenderse debidamente de algo que ignora. Teniendo
implicancia incluso lo dicho con el deber de motivación de las disposiciones
fiscales, pues no puede considerarse debidamente motivada una disposición
de formalización y continuación de investigación preparatoria si no se precisa
de modo suficientemente detallado el hecho materia de imputación, siendo
que dicha falta de motivación implica una afectación al ejercicio del derecho
de defensa tal y como lo ha señalado el Tribunal Constitucional en la sentencia
recaída en el Exp. Nº 07030-2005-PHC/TC-Ucayali. Raúl Marden Contreras
Ramírez cuando afirma que la debida motivación debe estar presente en toda
resolución que se emita en un proceso. Este derecho implica que cualquier
decisión cuente con un razonamiento que no sea aparente o defectuoso, sino
que exponga de manera clara, lógica y jurídica los fundamentos de hecho
y de derecho que la justifican, de manera que los destinatarios, a partir de
conocer las razones por las cuales se decidió en un sentido o en otro, estén
en la aptitud de realizar los actos necesarios para la defensa de su derecho.
El derecho a la motivación es un presupuesto fundamental para el adecuado
y constitucional ejercicio del derecho a la tutela procesal efectiva”.

010 IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA EN EL


DELITO DE ESTAFA CUANDO EL RESULTADO SE DEBE A QUE LA VÍCTIMA
HA INFRINGIDO SUS DEBERES DE AUTOPROTECCIÓN
“Corresponde analizar si los hechos se adecuan a los tipos penales materia
de denuncia; para lo cual comenzaremos nuestro análisis por el delito de
estafa contemplado en el artículo 196 del Código Penal en los siguientes
términos: ‘El que procura para sí o para otro un provecho ilícito en perjuicio
de tercero, induciendo o manteniendo en error al agraviado mediante
engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de uno ni mayor de seis años’; y si bien se ha
encargado la doctrina de resaltar la importancia del engaño (astucia, ardid
u otra forma fraudulenta) para la perpetración de dicho delito (por ejemplo,
en el sentido que: ‘En la estafa el engaño es el elemento típico que origina
la cadena de sucesos que acaba produciendo el perjuicio patrimonial, y en
particular es el motivo de la actuación de la víctima’) se ha ocupado también
de explicar que no basta la concurrencia de este elemento, sino que es
necesario que se dé una relación concatenada de engaño-error-voluntad
viciada-disposición patrimonial. De ahí que, por ejemplo, en dicho sentido
la Corte Suprema haya señalado que el delito de estafa tiene entre sus
requisitos que: ‘El agente tiene la conciencia y la voluntad de realizar los
elementos objetivos del tipo, engañar para inducir o mantener en error a la
víctima para que esta disponga de su patrimonio’. Pero, además la ciencia
jurídica contemporánea ha dejado en claro hace algún tiempo ya que cuando

250
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

se trata de atribuir responsabilidad penal a una persona por un delito de


resultado (como lo es el de estafa) no solo se debe verificar la existencia de
una relación naturalística de causa efecto entre los componentes del tipo
penal, sino que es necesaria la verificación de una determinada relación
normativa (ello en razón a que para atribuir responsabilidad penal a una
persona lo que se requiere es un juicio de imputación jurídico-normativa
propio del ‘deber ser’, que es característica consustancial del Derecho, no la
mera aplicación de las leyes causales del ‘ser’ de la naturaleza); siendo que
los requisitos para afirmar esta reclamada relación normativa se han
aglutinado en la categoría de la dogmática penal que se conoce como
‘imputación objetiva’. Es a partir de estas exigencias que León Alva ha
señalado: ‘De la mano del desarrollo de los criterios de imputación objetiva
la doctrina trata de conceptuar al engaño como la falta a la verdad en lo que
se hace o dice de modo bastante para producir error e inducir al acto de
disposición patrimonial (Bajo Fernández). En este sentido, el tipo básico de
estafa restringe el número de engaños típicos, exclusivamente, aquellos que
sean ‘bastantes’ para producir error de otro. Lo que permite reconducir la
capacidad de idoneidad del engaño a la exigencia de su adecuación: ‘solo
al engaño que genere un riesgo jurídico-penalmente desaprobado de lesión
del bien jurídico, esto es del patrimonio ajeno, le puede ser imputado el
resultado posterior que, además, deberá ser, precisamente, la realización
concreta de ese riesgo’ (Gonzales Rus). Se niega, por otra parte, de manera
unánime, que la simple mentira llegue a configurar el ardid o el engaño
idóneo propio del delito de estafa, puesto que ella supone una falsedad,
cuya creencia queda librada a la buena fe del tercero, en tanto que en
el engaño se da algo más: (…) ‘cierta entidad objetiva que permite
reconocer la existencia del nexo causal entre el engaño y el error, de modo
que este no pueda ser atribuido a la credulidad únicamente’ (Fontán Balestra).
Bajo Fernández, a efectos de encuadrar la simple mentira como una
modalidad de engaño típico exige que esta al menos vaya acompañada
de una maquinación o maniobra fraudulenta que pueda por si misma
producir el error y la consiguiente disposición patrimonial”. Es que como
manifiesta Gonzales Rus: ‘siempre ha sido una constante de la interpretación
doctrinal y jurisprudencial la idea de que la ley penal no puede ser el
instrumento utilizado para reprimir todos los fraudes que abusan de la buena
fe de otros, por lo que no todo engaño puede ser constitutivo de estafa’.
Las cosas así, se debe señalar que ni en la denuncia ni en los actos de
investigación preliminar se puede apreciar algo más que la afirmación de
que a Transportes y Comercializaciones Gianina se le ha contratado para que
preste servicios de alquiler de maquinaria pesada en la obra ‘Rehabilitación
a nivel de asfaltado de la carretera departamental 12-102 Emp. R-IN’; servicio
que esta ha prestado sobre la base de la buena fe (la denuncia dice textual
‘he creído en la BUENA FE de los funcionarios de las diferentes empresas’,
fojas 05); razón por la que no se puede postular la relevancia típica de los
hechos materia de investigación. Es menester hacer una aclaración, si bien
se puede apreciar que, por otro lado, la denunciante alega que su
representada ha sido reiteradamente engañada cuando con posterioridad a
los servicios prestados ha requerido sin éxito la cancelación de la suma que
se le adeuda (véase a fojas 107 el Acta de Compromiso de fecha 24 de

251
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

noviembre de 2009 entre el representante de INGESUR SAC y Evelyn Gianina


Odar Egusquiza en donde se da cuenta de la entrega de letras en garantía
y ‘se acuerda pagar la deuda contraída por los trabajos realizados una vez
(…)’ y a fojas 212 el escrito presentado por la denunciante en donde se dice
¿Por qué el Gobierno Regional y la UNOPS, a través de sus funcionarios
mintieron a la empresa Comercializaciones Gianina, diciéndoles que se les
pagaría una vez que se apruebe la última valorización entregada por el
trabajo en las adicionales), como ya mencionamos supra “en la estafa el
engaño es el elemento típico que origina la cadena de sucesos que acaba
produciendo el perjuicio patrimonial, y en particular es el motivo de la
actuación de la víctima”; siendo necesario para su perpetración que se dé
una relación concatenada de engaño-error-voluntad viciada-disposición
patrimonial; no existiendo estafa cuando el engaño es posterior al
desplazamiento patrimonial (la prestación de servicios) por parte del
agraviado; OCTAVO: Pero, no solo lo dicho, sino que la doctrina
contemporánea enseña que no se puede afirmar la relevancia penal de una
conducta –también por falta de imputación objetiva– cuando el resultado
lesivo se explica principalmente en la infracción por parte del agraviado de
los elementales deberes de autoprotección de su patrimonio. En este sentido,
quien más ha trabajado en nuestro país el tema, León Alva señala: “No
merece protección alguna del Derecho Penal, la víctima que no se ha
comportado de modo responsable en el cuidado de sus bienes patrimoniales.
Así en un primer momento el Derecho Penal aparecería imponiendo a todo
ciudadano la obligación de desplegar una “mínima diligencia” a efecto de
proteger sus bienes jurídicos patrimoniales, de tal manera que cuando el
ciudadano refleja en su comportamiento un “relajamiento” de sus deberes
de autoprotección o autotutela no merecería protección penal alguna. Ya
Groizard señalaba al respecto: “(...) una absoluta falta de perspicacia, una
estúpida credulidad o una extraordinaria indolencia para enterarse de las
cosas puede llegar a ser causa de la defraudación más que producto de un
engaño debe de considerarse como efecto de censurable abandono como
falta de la debida diligencia”. En suma, cuando se infringen los deberes de
autotutela la lesión patrimonial no es imputable objetivamente a la acción
del autor, por mucho que el engaño pueda ser causal –en el sentido de la
teoría de la equivalencia de las condiciones– respecto del perjuicio patrimonial.
De acuerdo con el criterio del fin de protección de la norma, no constituye
fin del tipo de la estafa evitar las lesiones patrimoniales fácilmente evitables
por el titular del patrimonio que con una mínima diligencia hubiera evitado
el menoscabo, pues, el tipo penal cumple solo una función subsidiaria de
protección y un medio menos gravoso que el recurso a la pena es, sin duda,
la autotutela del titular del bien. Se imponen, pues, necesaria restricciones
teleológicas en la interpretación de los tipos penales, de modo que la
conducta del autor quede fuera del alcance del tipo cuando la víctima no se
ha comportado conforme al principio de autorresponsabilidad, cuando la
evitación de la lesión del bien jurídico se encontraba en su propio ámbito
de competencia”; refiriendo también León Alva que, por ejemplo, en la
jurisprudencia penal española el Tribunal Supremo ha tenido en cuenta que
la actitud de la víctima incide en el alcance del delito de estafa, entre otras
en las importantes sentencias de 21 de septiembre de 1998- Causa Número

252
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

6978/88, Ponente: Bacigalupo Zapater –en la que se declaró que “el derecho
penal, no debería de constituirse en un instrumento de protección patrimonial
de aquellos que no se protegen a sí mismos”; asimismo, en la sentencia de
fecha 18 de julio de 1991- Causa Número 4914/1989-Ponente: García Miguel
que considera inaplicable en tipo de la estafa en un supuesto de falta de
diligencia de la entidad bancaria al no comprobar la situación patrimonial
del prestatario: ”si no se comprueba la veracidad de lo que en ella se dice
respecto a la realidad o existencia de los bienes comprendidos en la
declaración , así como su titularidad, es claro, que el error motivador del acto
de disposición no se produce por la declaración mendaz sino por la confianza
que el cliente inspiraba el banco debiéndose pues el perjuicio sufrido no a
la declaración mendaz sino a una absoluta falta de diligencia para comprobar
la solvencia del prestatario”; la reciente sentencia del Tribunal Supremo
español de 24 de marzo de 1999- causa Número 523/1998. Ponente: Marañón
Chávarri- declara al respecto “que no se estimaran suficientes los artificios
engañosos, si el sujeto pasivo del mismo hubiese podido descubrir el fraude
mediante una actividad de comprobación de la realidad de las prestaciones
entregadas o prometidas fraudulentamente por el promotor del engaño, y
si tal actividad de comprobación le era exigible por su cualificación
empresarial”. Estas menciones se hacen en razón a que incluso en caso que
en el hecho materia del presente pronunciamiento hubiese tenido lugar un
engaño penalmente relevante –que ha sido descartado supra–, concurre una
segunda circunstancia que hace que tampoco se pueda afirmar la existencia
de un delito de estafa; el daño patrimonial producido a la Empresa de
Transportes y Comercializaciones Gianina es imputable a la infracción de los
elementales deberes de autoprotección de su patrimonio por parte de la
propia víctima. Ello es así en razón a que a fojas 225 se puede constatar que
el Contrato N° 08-C-108218 celebrado entre La Oficina de Servicios para
Proyectos de las Naciones Unidas (UNOPS) y la firma “La Torre Contratistas
Generales SAC” correspondiente a la Licitación Pública Internacional OSP/
PER/190/939-1 establece como cláusula Décimo Sexta que ”El CONTRATISTA
bajo ningún título podrá ceder, transferir o subrogar, total o parcialmente
el presente contrato ni los trabajos relativos a la ejecución de la OBRAS, sin
el previo consentimiento y autorización escrita de UNOPS en acuerdo con la
ENTIDAD. Durante la ejecución de la obra, no estará permitida la
subcontratación, salvo autorización escrita de UNOPS, se permitirá la
subcontratación hasta un 20% de los trabajos”; siendo que a fojas 234 se
puede constatar que en la cláusula Vigésimo Tercera se señala como causal
de resolución del contrato: ‘f) Subcontratación de una parte de la OBRA, sin
contar con la autorización escrita de UNOPS en acuerdo con EL GOBIERNO
REGIONAL DE LA LIBERTAD’. De los hechos objeto de denuncia y de los
elementos de convicción acopiados durante la investigación preliminar se
puede apreciar que ‘La Torre Contratistas Generales S.A.C.’ infringiendo las
cláusulas del Contrato N° 08-C-108218 subcontrató –sin contar con
autorización de UNOPS y por la totalidad de la obra– a la empresa ‘INGESUR
S.A.C.’ la que a su vez subcontrató a ‘Los Alpes E.I.R.L.’ siendo que a estas
dos últimas ha prestado servicios Transportes y Comercializaciones Gianina.
De este modo la representada de la denunciante –en el mejor de los casos–
ha ingresado a entablar relaciones contractuales sin previamente haber

253
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

tomado conocimiento de las condiciones de ejecución del Contrato N° 08-


C-108218 (‘Rehabilitación a nivel de asfaltado de la carretera departamental
12-102 Emp. R-IN, Chicama Sausal – Baños Chimú - Límite Departamento,
Sunchubamba Tramo Chicama Sausal’), cosa que sí lo hubiese hecho
–aplicando una mínima diligencia– se hubiese percatado perfectamente que
se encontraba prohibida la subcontratación o la cesión del contrato sin
autorización expresa y escrita de UNOPS –en el peor de los casos Transportes
y Comercializaciones Gianina contrató a pesar de saber que estaba prohibida
la subcontratación, supuesto que menos aún puede proteger el Derecho
Penal–; por lo que no puede pretender la representada de la denunciante
reclamar la protección del Derecho Penal si ingresa al tráfico jurídico-
económica asumiendo una posición que se encuentra expresamente
prohibida. La mejor muestra de que poniendo un mínimo de diligencia podía
haber conocido el contenido del Contrato Nº 08-C-108218 se tiene en el
hecho de que Evelyn Gianina Odar Egusquiza ofreció como recaudo de su
denuncia dicho documento”.

IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA Y OTROS
Código de Carpeta Fiscal Nº 682-2010
Fiscal responsable: Constante Carlos Avalos Rodríguez
Disposición:
Dado cuenta: Con el resultado de la investigación preliminar realizada por este Ministerio Público;
y CONSIDERANDO: PRIMERO: Mediante escrito presentado con fecha 26 de julio de 2010
Evelyn Gianina Odar Egúsquiza interpone denuncia penal contra Ernesto Vladimir La Torre Sánchez
en calidad de representante legal de la empresa La Torre Contratistas SAC, Félix Enrique Chambi
Quispe en calidad de representante legal de la empresa Ingesur SA, Rafael Edgardo Guerra Vargas,
Ramón Muñoz Vargas en calidad de representante legal de la empresa Los Alpes EIRL, Giuseppe
Mancinelli en calidad de representante legal de UNOPS, Javier Arteaga Alvarado en calidad de
Coordinador Nacional de la UNOPS, Antonio Santa Cruz Alvarado, Julio César Ramírez Zamora,
José Murgia Zannier en calidad de Presidente del Gobierno Regional de La Libertad, Álvaro Bazán
Cabellos, Susanita Tantaleán Regalado y Nery Alberto Acuña Idrogo por la comisión de los delitos
de peculado agravado, estafa agravada (sic), contra la fe pública (sic), falsedad ideológica y asocia-
ción ilícita para delinquir en agravio de su representada Empresa de Transportes y Comercializacio-
nes Gianina; SEGUNDO: En sus aspectos sustanciales los hechos materia de denuncia consisten
en que la Empresa de Transportes y Comercializaciones Gianina ha prestado servicios de alquiler
de maquinaria pesada en la obra “Rehabilitación a nivel de asfaltado de la carretera departamental
12-102 Emp. R-IN, Chicama Sausal – Baños Chimú - Límite Departamento, Sunchubamba Tramo
Chicama Sausal” subcontratada por “Alpes EIRL” e “INGESUR SAC”, empresas que fueron sub-
contratadas para su participación en la obra a partir de la buena pro concedida por UNOPS a “La
Torre Contratistas Generales SAC”. Debiendo indicarse que –según la denuncia– en la ejecución de
la obra han participado además en calidad de “interventores” Rafael Edgardo Guerra Vargas y Julio
Ramírez Zamora; TERCERO: Según la denuncia, por dichos servicios de alquiler de maquinaria
pesada se le adeuda a Transportes y Comercializaciones Gianina la suma de S/. 250,912.68 nuevos
soles los que hasta el momento no han sido cancelados, negándose a pagarles tanto las personas
jurídicas que contrataron sus servicios como los beneficiarios de la obra; CUARTO: En otro lugar

254
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

de su denuncia, afirma Evelyn Gianina Odar Egúsquiza que los denunciados se han apoderado del
dinero del Estado peruano y la sociedad y no han ejecutado la obra ”Rehabilitación a nivel de asfal-
tado de la carretera departamental 12-102 Emp. R-IN, Chicama Sausal – Baños Chimú - Límite
Departamento, Sunchubamba Tramo Chicama Sausal” –sin embargo, no se hacen mínimas preci-
siones de cómo es que ello se habría producido–; para posteriormente hacer referencia a que no se
ha hecho un debido control del avance de la obra por parte de personal de la UNOPS y el Gobierno
Regional de La Libertad, dándose lugar a que la misma no se haya ejecutado en su integridad ni de
forma satisfactoria; QUINTO: Los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios
responsables de la persecución penal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación por un
conjunto de principios jurídicos que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de
manera arbitraria, abusiva o ilegítima. De estos principios, uno de los más importantes es el de le-
galidad, que garantiza que la persecución penal solo se pueda iniciar si los comportamientos puestos
en conocimiento de la Fiscalía son exactamente los mismos que se encuentran contemplados como
prohibidos bajo amenaza de sanción criminal en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de
manera previa al hecho. Es tal la importancia de lo señalado que la Constitución Política del Estado
de 1993 ha consagrado expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo d, que: “Nadie será
procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente califi-
cado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena
no prevista en la ley”; exigencia que ha sido desarrollada en términos muy similares en el artículo
II del Título Preliminar del Código Penal, que prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no
previsto como delito o falta por la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o
medida de seguridad que no se encuentren establecidas en ella”; siendo, además, de reconocimien-
to unánime tanto en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional como de la Corte Suprema de la
República; así como por parte de los órganos jurisdiccionales internacionales que se ocupan de
decidir en materia de derechos humanos; SEXTO: En este contexto, y de inicio, se debe precisar
que en el escrito de denuncia, en la declaración a nivel de investigación preliminar de Evelyn Gia-
nina Odar Egúsquiza y en el escrito denominado “reiteramos denuncia por actos de corrupción,
falta de pago a empresas, deuda de salarios y beneficios sociales a trabajadores, constante nega-
tiva de entrega de información pública e irregularidades en construcción de carretera Chicama –
Sausal” se puede apreciar claramente que lo que motiva básicamente la denuncia es la falta de pago
del servicio de alquiler de maquinaria prestado por Empresa de Transportes y Comercializaciones
Gianina para la ejecución de la obra “Rehabilitación a nivel de asfaltado de la carretera departamen-
tal 12-102 Emp. R-IN” (por ejemplo, en el escrito de denuncia a fojas 06 se dice “he tratado en todo
momento que el pago se efectivice”, “se niegan a pagarme”; en la carta notarial dirigida al Presi-
dente del Gobierno Regional de La Libertad José Murgia Zanier a fojas 69 vuelta se menciona
“nuestra situación de adeudo” señalándose además que de no atenderse su carta con puntualidad se
recurriría al fuero civil; en el Acta de Compromiso de fojas 107 entre el representante de Ingesur
SAC y Evelyn Gianina Odar Egúsquiza en donde se da cuenta de la entrega de letras en garantía y
“se acuerda pagar la deuda contraída por los trabajos realizados una vez…”); sin embargo, el
Derecho Penal peruano no se ha configurado para mediante la amenaza de pena buscar el cobro de
deudas ni tampoco para sancionar la mera falta de cumplimiento de los compromisos contractuales
asumidos por las partes, se trate de contratos entre particulares o entre particulares y el Estado; ello
es consecuencia de los efectos protectores del literal c del numeral 24 del artículo 2 de la Constitu-
ción Política del Estado (“No hay prisión por deudas. Este principio no limita el mandato judicial
por incumplimiento de deberes alimentarios”). Lo dicho no quiere decir que el Derecho Penal no
pueda intervenir cuando se trata de actividades contractuales, pero para ello es necesario circuns-
tancias especiales que digan que nos hallamos ante algo más que el mero y simple incumplimiento
de un compromiso contractual, además de obviamente adecuarse el hecho a alguna de las descrip-
ciones de comportamiento delictivo que contempla nuestro Derecho Positivo; SÉTIMO: En el
marco de referencia corresponde analizar si los hechos se adecuan a los tipos penales materia de

255
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

denuncia; para lo cual comenzaremos nuestro análisis por el delito de estafa contemplado en el ar-
tículo 196 del Código Penal en los siguientes términos: “El que procura para sí o para otro un pro-
vecho ilícito en perjuicio de tercero, induciendo o manteniendo en error al agraviado mediante en-
gaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta, será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de uno ni mayor de seis años”; y si bien se ha encargado la doctrina de resaltar la importancia del
engaño (astucia, ardid u otra forma fraudulenta) para la perpetración de dicho delito (por ejemplo,
en el sentido que: “En la estafa el engaño es el elemento típico que origina la cadena de sucesos que
acaba produciendo el perjuicio patrimonial, y en particular es el motivo de la actuación de la
víctima”[10]) se ha ocupado también de explicar que no basta la concurrencia de este elemento, sino
que es necesario que se dé una relación concatenada de engaño-error-voluntad viciada-disposición
patrimonial. De ahí que, por ejemplo, en dicho sentido la Corte Suprema haya señalado que el de-
lito de estafa tiene entre sus requisitos que: “El agente tiene la conciencia y la voluntad de realizar
los elementos objetivos del tipo, engañar para inducir o mantener en error a la víctima para que esta
disponga de su patrimonio”[11]. Pero, además la ciencia jurídica contemporánea ha dejado en claro
hace algún tiempo ya que cuando se trata de atribuir responsabilidad penal a una persona por un
delito de resultado (como lo es el de estafa) no solo se debe verificar la existencia de una relación
naturalística de causa efecto entre los componentes del tipo penal, sino que es necesaria la verifica-
ción de una determinada relación normativa (ello en razón a que para atribuir responsabilidad penal
a una persona lo que se requiere es un juicio de imputación jurídico-normativa propio del “deber
ser”, que es característica consustancial del Derecho, no la mera aplicación de las leyes causales del
“ser” de la naturaleza); siendo que los requisitos para afirmar esta reclamada relación normativa se
han aglutinado en la categoría de la dogmática penal que se conoce como “imputación objetiva”. Es
a partir de estas exigencias que León Alva[12] ha señalado: “De la mano del desarrollo de los criterios
de imputación objetiva la doctrina trata de conceptuar al engaño como la falta a la verdad en lo que
se hace o dice de modo bastante para producir error e inducir al acto de disposición patrimonial
(Bajo Fernández). En este sentido, el tipo básico de estafa restringe el número de engaños típicos,
exclusivamente, aquellos que sean “bastantes” para producir error de otro. Lo que permite recondu-
cir la capacidad de idoneidad del engaño a la exigencia de su adecuación: ‘solo al engaño que ge-
nere un riesgo jurídico-penalmente desaprobado de lesión del bien jurídico, esto es del patrimonio
ajeno, le puede ser imputado el resultado posterior que, además, deberá ser, precisamente, la reali-
zación concreta de ese riesgo’ (Gonzales Rus). Se niega, por otra parte, de manera unánime, que la
simple mentira llegue a configurar el ardid o el engaño idóneo propio del delito de estafa, puesto
que ella supone una falsedad, cuya creencia queda librada a la buena fe del tercero, en tanto
que en el engaño se da algo más: (…) ‘cierta entidad objetiva que permite reconocer la existencia
del nexo causal entre el engaño y el error, de modo que este no pueda ser atribuido a la credulidad
únicamente’ (Fontán Balestra). Bajo Fernández, a efectos de encuadrar la simple mentira como una
modalidad de engaño típico exige que esta al menos vaya acompañada de una maquinación o
maniobra fraudulenta que pueda por sí misma producir el error y la consiguiente disposición
patrimonial”. Es que como manifiesta Gonzales Rus: “siempre ha sido una constante de la inter-
pretación doctrinal y jurisprudencial la idea de que la ley penal no puede ser el instrumento utiliza-
do para reprimir todos los fraudes que abusan de la buena fe de otros, por lo que no todo engaño

[10] PÉREZ MANZANO, Mercedes en: BAJO FERNÁNDEZ, Miguel (Dir.). Compendio de Derecho penal, parte especial II. CEU-
RA, Madrid, 1998, pp. 439-440.
[11] ROJAS VARGAS, Fidel. Jurisprudencia penal. Gaceta Jurídica, Lima, 1999, pp. 431-432.
[12] LEÓN ALVA, Eduardo. “Los deberes de autoprotección de la víctima en la configuración del engaño en el delito de estafa”. En:
ÁVALOS RODRÍGUEZ, Constante / QUISPE VILLANUEVA, Alejandro (Coords.). Dogmática penal del tercer milenio. Libro
homenaje a los profesores Eugenio Raúl Zaffaroni y Klaus Tiedemann. ARA Editores, Lima, 2008, p. 1216.

256
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

puede ser constitutivo de estafa”[13]. Las cosas así, se debe señalar que ni en la denuncia ni en los
actos de investigación preliminar se puede apreciar algo más que la afirmación de que a Transportes
y Comercializaciones Gianina se le ha contratado para que preste servicios de alquiler de maquina-
ria pesada en la obra “Rehabilitación a nivel de asfaltado de la carretera departamental 12-102 Emp.
R-IN”; servicio que esta ha prestado sobre la base de la buena fe (la denuncia dice textual “he
creído en la BUENA FE de los funcionarios de las diferentes empresas”, fojas 05); razón por la que
no se puede postular la relevancia típica de los hechos materia de investigación. Es menester hacer
una aclaración, si bien se puede apreciar que, por otro lado, la denunciante alega que su representa-
da ha sido reiteradamente engañada cuando con posterioridad a los servicios prestados ha requerido
sin éxito la cancelación de la suma que se le adeuda (véase a fojas 107 el Acta de Compromiso de
fecha 24 de noviembre de 2009 entre el representante de INGESUR SAC y Evelyn Gianina Odar
Egusquiza en donde se da cuenta de la entrega de letras en garantía y “se acuerda pagar la deuda
contraída por los trabajos realizados una vez (…)” y a fojas 212 el escrito presentado por la denun-
ciante en donde se dice ¿Por qué el Gobierno Regional y la UNOPS, a través de sus funcionarios
mintieron a la empresa Comercializaciones Gianina, diciéndoles que se les pagaría una vez que se
apruebe la última valorización entregada por el trabajo en las adicionales”), como ya mencionamos
supra “en la estafa el engaño es el elemento típico que origina la cadena de sucesos que acaba pro-
duciendo el perjuicio patrimonial, y en particular es el motivo de la actuación de la víctima”; siendo
necesario para su perpetración que se dé una relación concatenada de engaño-error-voluntad vicia-
da-disposición patrimonial; no existiendo estafa cuando el engaño es posterior al desplazamiento
patrimonial (la prestación de servicios) por parte del agraviado; OCTAVO: Pero, no solo lo dicho,
sino que la doctrina contemporánea enseña que no se puede afirmar la relevancia penal de una con-
ducta –también por falta de imputación objetiva– cuando el resultado lesivo se explica principal-
mente en la infracción por parte del agraviado de los elementales deberes de autoprotección de su
patrimonio. En este sentido, quien más ha trabajado en nuestro país el tema León Alva[14] señala:
“No merece protección alguna del derecho penal, la víctima que no se ha comportado de modo
responsable en el cuidado de sus bienes patrimoniales. Así en un primer momento el Derecho Penal
aparecería imponiendo a todo ciudadano la obligación de desplegar una “mínima diligencia” a
efecto de proteger sus bienes jurídicos patrimoniales, de tal manera que cuando el ciudadano refle-
ja en su comportamiento un “relajamiento” de sus deberes de autoprotección o autotutela no mere-
cería protección penal alguna. Ya Groizard señalaba al respecto: “(...) una absoluta falta de perspi-
cacia, una estúpida credulidad o una extraordinaria indolencia para enterarse de las cosas puede
llegar a ser causa de la defraudación más que producto de un engaño debe de considerarse como
efecto de censurable abandono como falta de la debida diligencia”. En suma, cuando se infringen
los deberes de autotutela la lesión patrimonial no es imputable objetivamente a la acción del autor,
por mucho que el engaño pueda ser causal –en el sentido de la teoría de la equivalencia de las con-
diciones– respecto del perjuicio patrimonial. De acuerdo con el criterio del fin de protección de la
norma, no constituye fin del tipo de la estafa evitar las lesiones patrimoniales fácilmente evitables
por el titular del patrimonio que con una mínima diligencia hubiera evitado el menoscabo, pues, el
tipo penal cumple solo una función subsidiaria de protección y un medio menos gravoso que el
recurso a la pena es, sin duda, la autotutela del titular del bien. Se imponen, pues, necesaria restric-
ciones teleológicas en la interpretación de los tipos penales, de modo que la conducta del autor
quede fuera del alcance del tipo cuando la víctima no se ha comportado conforme al principio de
autorresponsabilidad, cuando la evitación de la lesión del bien jurídico se encontraba en su propio

[13] GONZALES RUS, Juan José en COBO DEL ROSAL, Manuel (Dir.). Curso de Derecho Penal Español, Parte Especial. Tomo I.
Madrid, Marcial Pons, 1996, p. 659.
[14] LEÓN ALVA, Eduardo. “El engaño en el delito de estafa” (Portal de Alerta Informativa <http://www.lozavalos.com.pe/alertain-
formativa/index.php?mod=documento&com=documento&id=476>).

257
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

ámbito de competencia”; refiriendo también León Alva que, por ejemplo, en la jurisprudencia penal
española el Tribunal Supremo ha tenido en cuenta que la actitud de la víctima incide en el alcance
del delito de estafa, entre otras en las importantes sentencias de 21 de septiembre de 1998- Causa
Número 6978/88, Ponente: Bacigalupo Zapater –en la que se declaró que “el Derecho Penal, no
debería de constituirse en un instrumento de protección patrimonial de aquellos que no se protegen
a sí mismos”; asimismo, en la sentencia de fecha 18 de julio de 1991- Causa Número 4914/1989-Po-
nente: García Miguel que considera inaplicable en tipo de la estafa en un supuesto de falta de dili-
gencia de la entidad bancaria al no comprobar la situación patrimonial del prestatario: “si no se
comprueba la veracidad de lo que en ella se dice respecto a la realidad o existencia de los bienes
comprendidos en la declaración , así como su titularidad, es claro, que el error motivador del acto
de disposición no se produce por la declaración mendaz sino por la confianza que el cliente inspi-
raba el banco debiéndose pues el perjuicio sufrido no a la declaración mendaz sino a una absoluta
falta de diligencia para comprobar la solvencia del prestatario”; la reciente sentencia del Tribunal
Supremo español de 24 de marzo de 1999– causa Número 523/1998. Ponente: Marañon Chavarri–
declara al respecto “que no se estimaran suficientes los artificios engañosos, si el sujeto pasivo del
mismo hubiese podido descubrir el fraude mediante una actividad de comprobación de la realidad
de las prestaciones entregadas o prometidas fraudulentamente por el promotor del engaño, y si tal
actividad de comprobación le era exigible por su cualificación empresarial”. Estas menciones se
hacen en razón a que incluso en caso que en el hecho materia del presente pronunciamiento hubie-
se tenido lugar un engaño penalmente relevante –que ha sido descartado supra–, concurre una se-
gunda circunstancia que hace que tampoco se pueda afirmar la existencia de un delito de estafa; el
daño patrimonial producido a la Empresa de Transportes y Comercializaciones Gianina es imputa-
ble a la infracción de los elementales deberes de autoprotección de su patrimonio por parte de la
propia víctima. Ello es así en razón a que a fojas 225 se puede constatar que el Contrato N° 08-C-
108218 celebrado entre La Oficina de Servicios para Proyectos de las Naciones Unidas (UNOPS)
y la firma “La Torre Contratistas Generales SAC” correspondiente a la Licitación Pública Interna-
cional OSP/PER/190/939-1 establece como cláusula Décimo Sexta que “El CONTRATISTA bajo
ningún título podrá ceder, transferir o subrogar, total o parcialmente el presente contrato ni los tra-
bajos relativos a la ejecución de la OBRAS, sin el previo consentimiento y autorización escrita de
UNOPS en acuerdo con la ENTIDAD. Durante la ejecución de la obra, no estará permitida la
subcontratación, salvo autorización escrita de UNOPS, se permitirá la subcontratación hasta un
20% de los trabajos”; siendo que a fojas 234 se puede constatar que en la cláusula Vigésimo Terce-
ra se señala como causal de resolución del contrato: “f) Subcontratación de una parte de la OBRA,
sin contar con la autorización escrita de UNOPS en acuerdo con EL GOBIERNO REGIONAL DE
LA LIBERTAD”. De los hechos objeto de denuncia y de los elementos de convicción acopiados
durante la investigación preliminar se puede apreciar que “La Torre Contratistas Generales S.A.C.”
infringiendo las cláusulas del Contrato N° 08-C-108218 subcontrató -sin contar con autorización de
UNOPS y por la totalidad de la obra- a la empresa “INGESUR S.A.C.” la que a su vez subcontrató
a “Los Alpes E.I.RL.” siendo que a estas dos últimas ha prestado servicios Transportes y Comercia-
lizaciones Gianina. De este modo la representada de la denunciante –en el mejor de los casos– ha
ingresado a entablar relaciones contractuales sin previamente haber tomado conocimiento de las
condiciones de ejecución del Contrato N° 08-C-108218 (“Rehabilitación a nivel de asfaltado de la
carretera departamental 12-102 Emp. R-IN, Chicama Sausal – Baños Chimú - Límite Departamen-
to, Sunchubamba Tramo Chicama Sausal”), cosa que sí lo hubiese hecho –aplicando una mínima
diligencia– se hubiese percatado perfectamente que se encontraba prohibida la subcontratación o la
cesión del contrato sin autorización expresa y escrita de UNOPS –en el peor de los casos Transpor-
tes y Comercializaciones Gianina contrató a pesar de saber que estaba prohibida la subcontratación,
supuesto que menos aún puede proteger el Derecho penal-; por lo que no puede pretender la repre-
sentada de la denunciante reclamar la protección del Derecho penal si ingresa al tráfico jurídico-
económica asumiendo una posición que se encuentra expresamente prohibida. La mejor muestra de

258
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

que poniendo un mínimo de diligencia podía haber conocido el contenido del Contrato N° 08-C-
108218 se tiene en el hecho de que Evelyn Gianina Odar Egusquiza ofreció como recaudo de su
denuncia dicho documento; NOVENO: En lo que corresponde al delito de peculado se debe seña-
lar que se encuentra previsto en el artículo 387 del Código Penal en los siguientes términos: “El
funcionario o servidor público que se apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí o para otro,
caudales o efectos cuya percepción, administración o custodia le estén confiados por razón de su
cargo, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de ocho años. Cons-
tituye circunstancia agravante si los caudales o efectos estuvieran destinados a fines asistenciales o
a programas de apoyo social. En estos casos, la pena privativa de la libertad será no menor de cua-
tro ni mayor de diez años. Si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe por otra persona la
sustracción de caudales o efectos será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años
o con prestación de servicio comunitario de veinte a cuarenta jornadas. Constituye circunstancia
agravante si los caudales o efectos estuvieran destinados a fines asistenciales o a programas de
apoyo social. En estos casos, la pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de cinco
años” (versión vigente en el momento de los hechos); habiéndose encargado la Corte Suprema del
Perú en el Acuerdo Plenario N° 04-2005/CJ-116 de señalar –con calidad de precedente vinculante–
que para “la existencia del delito de peculado no es necesario que sobre los bienes que se le haya
confiado por razón de su cargo en cualquiera de las formas y que constituyan el objeto material del
hecho ilícito, el agente ejerza un tenencia material directa. Es suficiente que el sujeto activo tenga
la llamada disponibilidad jurídica, es decir, aquella posibilidad de libre disposición que en virtud de
la ley tiene el funcionario o servidor público; debe tener, por tanto, competencia funcional espe-
cífica. La disponibilidad a que se hace referencia se encuentra íntimamente ligada a las atri-
buciones que el agente ostenta como parte que es de la Administración Pública”; quedando
corroborado de esta manera que únicamente se puede incurrir en delito de peculado cuando quien
ha realizado la conducta penalmente prohibida ha actuado en calidad de servidor o funcionario
público; debiendo ser el autor parte de la Administración Pública peruana. Pero, es del caso que los
denunciados Ernesto Vladimir La Torre Sánchez, Félix Enrique Chambi Quispe, Rafael Edgardo
Guerra Vargas, Ramón Muñoz Vargas, Giuseppe Mancinelli, Javier Arteaga Alvarado, Antonio
Santa Cruz Alvarado, Julio César Ramírez Zamora no tienen la calidad ni de servidores ni de fun-
cionarios públicos del Estado peruano; la cual únicamente ostentan José Murgia Zannier, Alvaro
Bazán Cabellos, Susanita Tantaleán Regalado y Nery Alberto Acuña Idrogo; sin embargo, respecto
de estas personas, fuera de una atribución general de no haber contribuido a que se le pague los
adeudos que las personas jurídicas de Derecho privado que contrataron a Transportes y Comercia-
lizaciones Gianina le tienen por el alquiler de maquinaria pesada y de que no habrían ejercido una
labor de supervigilancia en la ejecución por parte de los ganadores de la buena pro del Contrato N°
08-C-108218, no se ha formulado en la denuncia ni se han llegado a establecer como consecuencia
de la investigación preliminar cargos específicos que digan que alguno o algunos de ellos se han
apropiado o utilizado, en cualquier forma, para sí o para otro, de caudales o efectos cuya percepción,
administración o custodia le estén confiados por razón de su cargo o de que por culpa hayan dado
ocasión a que se efectúe por otra persona la sustracción de dichos caudales o efectos. Es que del
mismo modo que ocurre con el principio de legalidad, existen otros principios dirigidos a evitar que
la actuación del Estado en la persecución de los ciudadanos sea arbitraria; en ello también resulta
de suma importancia el que dice de la necesidad de respetar el ejercicio del derecho de defensa de
los justiciables en su expresión de descripción suficiente del hecho materia de imputación; cuya
capacidad de vinculación jurídica viene impuesta ya por el artículo 14, inciso 3, literal b, del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que señala: “Durante el proceso, toda persona acusa-
da de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: a) A ser infor-
mada, sin demora, en un idioma que comprenda y, en forma detallada, de la naturaleza y causas
de la acusación formulada contra ella”; del mismo modo que por el artículo 8, numeral 2, literal a,
de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos que señala: “Durante el proceso, toda

259
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

persona tiene derecho, en plena igualdad, a las garantías mínimas: (...) b) Comunicación previa y
detallada de la acusación formulada”; normas ambas que si bien se hallan redactadas empleando el
término acusación, la doctrina es concorde en que dicho término debe interpretarse en un sentido
material y no formal, entendiéndose como imputación de responsabilidad penal; pero, por si se
quisiera discutir o cuestionar esta interpretación, el Código Procesal Penal de 2004 zanja toda dis-
puta en nuestro sistema jurídico cuando entre sus normas rectoras señala de modo expreso: “Toda
persona tiene derecho inviolable e irrestricto a que se le informe de sus derechos, a que se le comu-
nique de inmediato y detalladamente la imputación formulada en su contra y a ser asistida por un
Abogado Defensor de su elección o, en su caso, por un abogado de oficio, desde que es citada o
detenida por la autoridad. También tiene derecho a que se le conceda un tiempo razonable para que
prepare su defensa; a ejercer su autodefensa material; a intervenir, en plena igualdad, en la actividad
probatoria; y, en las condiciones previstas por la Ley, a utilizar los medios de prueba pertinentes”;
siendo que amén de la mención expresa de que al imputado “se le comunique de inmediato y deta-
lladamente la imputación formulada en su contra” la mayoría de los demás derechos mencionados
(v. gr. a la autodefensa material o a utilizar los medios de prueba pertinentes) requiere para su pleno
y adecuado ejercicio que necesariamente se encuentre precisado con suficiencia y detalle el hecho
materia de atribución. Para complementar lo dicho se puede citar a Tiedemann, Klaus[15] cuando
refiere que una condición previa absolutamente necesaria para toda defensa es la de conocer el
contenido de la imputación en el primer interrogatorio, sea policial o judicial (cosa que recoje el
numeral 1 del artículo 87 del CPP 2004 cuando señala: “Antes de comenzar la declaración del
imputado, se le comunicará detalladamente el hecho objeto de imputación, los elementos de con-
vicción y de pruebas existentes, y las disposiciones penales que se consideren aplicables. De igual
modo se procederá cuando se trata de cargos ampliatorios o de la presencia de nuevos elementos de
convicción o de prueba”). Omitir esta información al inculpado es lo mismo que tratarle como ob-
jeto del proceso, que se desarrolla sin su activa participación y sin contradicción posible. Es sola-
mente con el conocimiento de la imputación cuando el inculpado puede decidir si se defiende de
manera activa o guarda silencio o a Vélez Mariconde, Alfredo[16] cuando señala: Así como el deman-
dado en proceso civil no se podría defender si no existiera esa concreta y clara manifestación de
voluntad que debe estar contenida en la demanda, el imputado no se podría defender si el proceso
penal no reposara en una imputación formal que describa el hecho delictuoso que se le atribuye.
Nadie puede defenderse debidamente de algo que ignora. Teniendo implicancia incluso lo dicho con
el deber de motivación de las disposiciones fiscales, pues no puede considerarse debidamente mo-
tivada una disposición de formalización y continuación de investigación preparatoria sino se preci-
sa de modo suficientemente detallado el hecho materia de imputación, siendo que dicha falta de
motivación implica una afectación al ejercicio del derecho de defensa tal y como lo ha señalado el
Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Exp. Nº 07030-2005-PHC/TC-Ucayali. Raúl
Marden Contreras Ramírez cuando afirma que la debida motivación debe estar presente en toda
resolución que se emita en un proceso. Este derecho implica que cualquier decisión cuente con un
razonamiento que no sea aparente o defectuoso, sino que exponga de manera clara, lógica y jurídi-
ca los fundamentos de hecho y de derecho que la justifican, de manera que los destinatarios, a partir
de conocer las razones por las cuales se decidió en un sentido o en otro, estén en la aptitud de rea-
lizar los actos necesarios para la defensa de su derecho. El derecho a la motivación es un presupues-
to fundamental para el adecuado y constitucional ejercicio del derecho a la tutela procesal efectiva;
DÉCIMO: En lo que respecta a los delitos de falsificación de documentos y falsedad ideológica
que aparecen referidos en el escrito de denuncia a través de la mención de los artículos 427 y 428
del Código Penal se debe señalar que del mismo modo que en el caso anterior no se han precisado

[15] TREDEMANN, Klaus, Constitución y Derecho Penal. Palestra Editores, Lima, 2003, p. 185.
[16] VÉLEZ MARICONDE, Alfredo. Derecho Procesal Penal II. Marcos Lerner, reimpresión de la tercera edición, Córdoba, 1982, pp. 216-217.

260
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

hechos en la misma que puedan tener alguna conexión de sentido con dichas figuras delictivas, ni
tampoco se ha encontrado ello como consecuencia de las diligencias de investigación preliminar.
En este sentido, no se señala que se haya hecho en todo o en parte, un documento falso o adulterado
uno verdadero que pueda dar origen a derecho u obligación o servir para probar un hecho, con el
propósito de utilizar el documento; o que se haya insertado o hecho insertar, en instrumento público,
declaraciones falsas concernientes a hechos que deban probarse con el documento, con el objeto de
emplearlo como si la declaración fuera conforme a la verdad; DÉCIMO PRIMERO: Finalmente,
en lo que respecta al delito de asociación ilícita para delinquir previsto en el artículo 317 del Códi-
go Penal en los siguientes términos: “El que forma parte de una organización de dos o más personas
destinada a cometer delitos será reprimido por el solo hecho de ser miembro de la misma” se debe
señalar que ni la parte denunciante ha aportado ni se han recolectado elementos de convicción que
permitan acreditar aunque sea en un grado mínimo algún hecho que se relacione con este ilícito;
más aun cuando, por ejemplo, Castillo Alva ha señalado: “la idea central sobre la que reposa el
sentido jurídico de la asociación para delinquir es la de ‘organización’, concepto normativo, que
no se limita a la ordenación, distribución de funciones entre las personas que la integran, sino que
se vincula a la administración y organización adecuada de medios, estrategias y recursos. El con-
cepto de organización constituye el núcleo del injusto del delito. En efecto, la asociación ilícita está
lejos de ser un conglomerado humano o una simple forma numérica en la que solo basta un concier-
to más o menos ordenado de voluntades superpuestas entre si sin ningún criterio rector o sin un
sentido último. En realidad, ella supone en su acepción jurídica una determinación clara y definida
de los objetivos a alcanzar [económicos, sociales, políticos, religiosos, etc.] y una adecuada selección
de los medios y procedimientos; para lo cual se dispone de una elemental distribución de funciones
–ya que no todos los miembros van a realizar la misma tarea– y un necesario principio jerárquico
tanto en el mando, en la toma de decisiones y en la ejecución de las mismas. La doctrina y jurispru-
dencia comparada establecen la necesidad de distinguir entre asociación y grupo, diferencia que no
estriba en un punto de vista cuantitativo como el referido al mayor o menor número de integrantes
en uno y otro caso, sino más bien a criterios cualitativos que se relacionan con el grado de estruc-
tura y de organización de la asociación. Mientras el grupo solo exige una pluralidad de personas que
se juntan de modo temporal y ocasional, sin una estructura organizativa propia, la asociación requie-
re una estabilidad y permanencia en el tiempo, una estructura con división de funciones y la impo-
sición de un sistema de reglas de naturaleza disciplinaria que marcan las relaciones de sus integran-
tes. No hay asociación ilícita que pueda prescindir de una elemental o mínima organización, pues
solo así se logra distinguir de los simples conglomerados humanos o de las simples iniciativas para
delinquir en la que participan sin orden y control alguno un número determinado de individuos. La
organización distingue a la asociación ilícita de la autoría y participación y de la conspiración para
delinquir, ya que no basta la intervención de un número plural de personas en la fase preparatoria
del delito para que pueda hablarse de asociación. La exigencia de la organización es una caracteris-
tica distinta a la existencia del acuerdo, del vínculo y del programa criminal. Puede haber un acuer-
do criminal, puede haber un vínculo permanente, pero puede faltar la existencia de una organización.
La gravedad de los métodos, medios [delictivos] y estrategias empleadas por un grupo de personas
por más inclementes y duros que sean, no convierten a este automáticamente en una asociación
criminal. Asimismo, la peligrosidad, inteligencia y habilidad de un grupo de personas no basta para
construir el delito de asociación criminal, sino cuenta con otros requisitos v. gr. permanencia, esta-
bilidad, distribución de funciones, idoneidad, etc. para conseguir sus objetivos. La idea de organi-
zación queda satisfecha cuando la asociación criminal logra establecer una distribución material
de funciones entre sus miembros [plano horizontal], determinando los deberes y derechos de cada
uno de ellos como la actividad que han de cumplir y, además, exista –por lo menos– una elemental
estructura jerárquica entre los asociados [plano vertical], señalando un cierto mando y rango
entre los mismos, ya sea personal o colegiado, y una determinada línea de acción vertical basada en
el compromiso, elemental lealtad y obediencia respecto a los acuerdos comunes. Se alude a una

261
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

distribución jerárquica de funciones”; siendo que no existe en los hechos alegados en la denuncia
ni como consecuencia de las diligencias preliminares de investigación se ha podido determinar la
existencia de una relación de “organización” en los términos en que acabamos de referir; DÉCIMO
SEGUNDO: Las cosas como han sido expuestas, no resulta atendible continuar con las indaga-
ciones –estando además el plazo de la investigación preliminar vencido– en los términos en que
fueron iniciadas por la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Ascope; y en ello, estando orien-
tadas principalmente a acreditar los servicios prestados por Transportes y Comercializaciones
Gianina y la falta de pago de que viene siendo objeto, las declaraciones ofrecidas por la denun-
ciante mediante escrito de fecha 28 de abril de 2011 resultan impertinentes por no decir de un
hecho con relevancia jurídico-penal; por lo que deben declararse improcedentes; DÉCIMO
TERCERO: El estudio de la carpeta ha permitido que el suscrito tome conocimiento de hechos
específicos que no han sido abarcados por la denuncia ni abordados por la investigación prelimi-
nar materia del presente pronunciamiento que requieren ser materia de indagación por parte de
este Ministerio para determinar la posible existencia de hechos de relevancia penal que importen
algún delito de corrupción de funcionarios. Tratándose principalmente de: a) Las condiciones en
que el Gobierno Regional de La Libertad contrató con UNOPS para la ejecución de la obra “Re-
habilitación a nivel de asfaltado de la carretera departamental 12-102 Emp. R-IN, Chicama Sau-
sal – Baños Chimú - Límite Departamento, Sunchubamba Tramo Chicama Sausal”; b) Las cir-
cunstancias y forma en que “La Torre Contratistas Generales SAC” se hizo acreedor de la buena
pro de la Licitación Pública Internacional OSP/PER/190/939-1 y firmó el Contrato N° 08-C-108218
con la Oficina de Servicios para Proyectos de las Naciones Unidas; c) El monto total de pagos
realizados por el Gobierno Regional de La Libertad a UNOPS y de esta hacia “La Torre Contra-
tistas Generales SAC”; así como si se encuentran debidamente justificadas las entregas de dinero
realizadas; d) Acciones posteriores de supervigilancia y protección del patrimonio estatal –recu-
peración de posibles sumas indebidamente pagadas, imposición de multas y ejecución de las
garantías otorgadas por “La Torre Contratistas Generales SAC”–; DÉCIMO CUARTO: El sus-
crito considera que existen razones para afirmar que el Gobierno Regional de La Libertad ha
omitido brindar información que ha sido requerida por la denunciante; sin embargo, no tiene
competencia para iniciar persecución penal por solo dicho delito (por tratarse de un incumpli-
miento de funciones previsto en el artículo 377 del Código Penal); por lo que en este extremo se
deben remitir copias de las piezas correspondientes a la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de
Trujillo de Turno para que proceda conforme a sus atribuciones, al ser este el lugar donde se ha
hecho el pedido de información y donde tiene su sede el mencionado Gobierno Regional; POR
LO QUE: SE DISPONE: 1) IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PRE-
PARATORIA contra Ernesto Vladimir La Torre Sánchez, Félix Enrique Chambi Quispe,
Rafael Edgardo Guerra Vargas, Ramón Muñoz Vargas, Giuseppe Mancinelli, Javier Artea-
ga Alvarado, Antonio Santa Cruz Alvarado, Julio César Ramírez Zamora, José Murgia
Zannier, Alvaro Bazán Cabellos, Susanita Tantaleán Regalado Y Nery Alberto Acuña Idro-
go por la comisión de los delitos de PECULADO (artículo 387 del CP), ESTAFA (artículo 196
del CP), FALSEDAD DOCUMENTAL (artículo 427 del CP), FALSEDAD IDEOLÓGICA
(artículo 428 del CP) y ASOCIACIÓN ILÍCITA PARA DELINQUIR (artículo 317 del CP)
en agravio de Empresa de Transportes y Comercializaciones Gianina y del Estado peruano. No-
tifíquese a las partes indicándoles que cuentan con cinco días hábiles a partir de notificados para
solicitar la elevación de actuados y la revisión de lo resuelto por el superior jerárquico; 2) IM-
PROCEDENTE EL PEDIDO DE RECEPCIÓN DE DECLARACIONES TESTIMONIALES
presentado con fecha 28 de abril de 2011 por la representante de la agraviada Transportes y
Comercializaciones Gianina; 3) TÓMESE COPIAS CERTIFICADAS DE LA PRESENTE
CARPETA, INGRÉSESE POR EL SISTEMA Y ASÍGNESE para iniciar investigación preli-
minar por los hechos referidos en el considerando décimo tercero; 4) TÓMESE LAS COPIAS
PERTINENTES y REMÍTASE A LA FISCALÍA PROVINCIAL PENAL CORPORATIVA DE

262
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

TURNO DE TRUJILLO PARA QUE PROCEDA CONFORME A SUS ATRIBUCIONES,


respecto de la falta de acceso a la información pública.-
Trujillo, junio 22 de 2011.
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
de La Libertad

011 IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN PREPA-


RATORIA CUANDO EXISTE UN PRONÓSTICO NEGATIVO DE ÉXITO EN LA
PERSECUCIÓN PENAL
“En este contexto y de conformidad con la lógica del nuevo proceso penal, el
Ministerio Público solo debe emitir disposición de formalización y continuación
de investigación preparatoria cuando se encuentre convencido de que va a
poder acopiar durante la investigación preparatoria formalizada elementos
de convicción que permitan formular la acusación que, posteriormente,
posibilite el enjuiciamiento exitoso del caso. En los supuestos en que ello no
sea posible, un proceder respetuoso de los derechos fundamentales de las
personas es no formalizar investigación. Esta exigencia ha sido denominada
como “necesidad de un pronóstico positivo de éxito” o, en su formulación
negativa, que impide la continuación de la persecución, “inexistencia de un
pronóstico negativo de éxito”; siendo consecuencia de la proyección que en
la época contemporánea realiza el principio de proporcionalidad sobre las
posibilidades que tiene el Estado para concretar sus injerencias en el plexo de
los derechos de las personas; CUARTO: Si bien no existe norma constitucional
alguna que consagre de manera expresa una exigencia de proporcionalidad
en la actuación de los funcionarios jurisdiccionales penales (como parte
del Estado que son), el Tribunal Constitucional ha señalado en repetidas
oportunidades la necesidad y obligatoriedad de que el poder estatal, y en
él el de naturaleza penal, deba ser ejercido con proporcionalidad. Por solo
mencionar un ejemplo, la exigencia de proporcionalidad ha sido desarrollada
ampliamente por el máximo intérprete de nuestra Norma Fundamental
en la Sentencia recaída en el Exp. Nº 0012-2006-PI/TC-Lima. Colegio de
Abogados de Lima, en la cual señala: “El principio de proporcionalidad
se constituye en un mecanismo jurídico de trascendental importancia en
el Estado Constitucional y como tal tiene por función controlar todo acto
de los poderes públicos en los que puedan verse lesionados los derechos
fundamentales, entre otros bienes constitucionales. Como tal, el principio
de proporcionalidad se encuentra contenido en el último párrafo del artículo
200 de la Constitución, por lo que teniendo en cuenta los principios de
unidad de la Constitución y de concordancia práctica, según los cuales la
interpretación de la Constitución debe estar orientada a considerarla como un
todo armónico y sistemático a partir del cual se organiza el sistema jurídico,
evitándose en todo caso las contradicciones, entonces debe entenderse
que cuando los poderes públicos pretendan la limitación de los derechos
fundamentales o la imposición de sanciones, entre otros aspectos, deben
observar el principio de proporcionalidad. 32. Debido a la propia naturaleza
del principio de proporcionalidad (es un mecanismo de control), su afectación

263
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

siempre va a estar relacionada con la afectación de un derecho fundamental


o un bien constitucional (en tanto estos últimos son fines en sí mismos). En
otros términos, si se determina que una medida estatal es desproporcionada
no se está afectando solamente el principio de proporcionalidad, sino
principalmente el derecho fundamental o bien constitucional comprometido
en la referida medida estatal. El principio de proporcionalidad, en tanto
presupuesto de necesaria evaluación por parte de los poderes públicos cuando
pretendan limitar un derecho fundamental, exige examinar adecuadamente
los siguientes subprincipios: a) si la medida estatal que limita un derecho
fundamental es idónea para conseguir el fin constitucional que se pretende
con tal medida; b) si la medida estatal es estrictamente necesaria; y, c) si
el grado de limitación de un derecho fundamental por parte de la medida
estatal es proporcional con el grado de realización del fin constitucional que
orienta la medida estatal”. Habiéndose explicado en la misma Sentencia
respecto del requisito de idoneidad que esta: “Exige, en primer término, la
identificación de un fin de relevancia constitucional, y, una vez determinado
tal fin, verificar si la medida legislativa es idónea o adecuada para lograr
tal fin. En cuanto a lo primero, se debe verificar la existencia de un fin de
relevancia constitucional en la medida legislativa penal que limita un derecho
fundamental (…). Sobre lo segundo, este Colegiado ha sostenido que la
idoneidad consiste en la relación de causalidad, de medio a fin, entre el medio
adoptado, a través de la intervención legislativa, y el fin propuesto por el
Legislador. Se trata del análisis de una relación medio-fin“; QUINTO: Es en
este marco que se debe señalar que formalizar investigación preparatoria a
pesar de existir un pronóstico negativo de éxito en la persecución resultaría
contradictorio con la exigencia de idoneidad contenida en el principio de
proporcionalidad, en tanto significa dar lugar a la serie de restricciones para
el imputado que implica la investigación formalizada cuando de inicio se
sabe con certeza que no se habrá de conseguir los elementos de acreditación
que permitan formular una acusación exitosa. En este caso –el de falta de
pronóstico positivo de éxito–, si bien efectivamente nos encontramos ante
un fin de relevancia constitucional, la decisión fiscal no resulta idónea para
lograr el fin de una persecución penal eficaz, sino que se muestra como una
ingerencia estatal en los derechos de los imputados carente de utilidad; y
por lo tanto jurídicamente inadmisible”.

012 LAS ACTUACIONES POLICIALES POSEEN PRESUNCIÓN IURIS TANTUM DE


VERACIDAD. USO DE LAS MÁXIMAS DE EXPERIENCIA EN LA VALORACIÓN
DE LOS ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
“En el tema de los datos fácticos que en el presente caso hacen que se tenga
que concluir en la falta de pronóstico positivo de éxito en la persecución
penal se debe mencionar como de gran importancia: 1) De la revisión de las
copias xerográficas de los elementos de convicción que obran en la Carpeta
Fiscal N° 4771-2010 –incorporada a la presente carpeta por hallarse referida
a hechos conexos a los que fundan la presente denuncia– se puede concluir
que se encuentra suficientemente acreditado que en la noche del sábado
20 de noviembre de 2010 hubo una intervención policial en inmediaciones
del domicilio de la denunciante Gloria Amelia Otiniano Saavedra; pero es

264
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

falso que la persona intervenida sea un desconocido –tal y como menciona


en la página 2 de su escrito de denuncia–, sino que se trataba de su
hermano Dulanto Abad Otiniano Saavedra; debiendo puntualizarse que el
día en que Gloria Amelia Otiniano Saavedra interpone su denuncia ya había
sido ampliamente informada de que la persona intervenida por la Policía
Nacional del Perú y que fugó de la acción de la justicia era su hermano; 2) Lo
anterior debe concordarse con la versión policial de que tres personas que lo
acompañaban y se encontraban en el frontis del domicilio mencionado en el
punto anterior fueron en apoyo de Dulanto Abad Otiniano Saavedra, cuando
era intervenido por la policía y luego salieron del domicilio sus familiares
quienes trataron de ayudarle y hacerle ingresar; siendo identificadas como
quienes trabaron la intervención policial, las personas de, precisamente,
Gloria Amelia Otiniano Saavedra y otros familiares del intervenido; 3) Se ha
podido constatar por intermedio de tomas fotográficas que en el domicilio de
la denunciante se han roto puertas por parte del personal policial; pero no se
han podido constatar ni se han alegado destrozos mayores e irracionales, ni
tampoco se ha podido acreditar la existencia de lesiones corporales de alguna
consideración en los familiares de Dulanto Abad Otiniano Saavedra por parte
del personal policial interviniente; 4) De los actuados correspondientes al
mismo día de los hechos se puede apreciar una actitud beligerante para con
la autoridad policial por parte de los familiares de Dulanto Abad Otiniano
Saavedra que han llevado a que se nieguen a la firma de las actas de registro
personal, a la acta de lectura de derechos del imputado; incluso, en el caso de
Gloria Amelia Otiniano Saavedra a firmar su propia declaración indagatoria;
5) Pero, lo más importante es que corre la declaración de José Steve Carazas
Salazar quien es el dueño del arma que se le incautó a Dulanto Abad,
refiriendo efectivamente habérsela encargado; además, que este último le
informó que el 20 de noviembre fue intervenido por la policía con ella en
las afueras de su casa cuando se la enseñaba a sus amigos; lo que confirma
pues que el intervenido con el arma fue dicha persona; del mismo modo
que logró repeler –las máximas de experiencia nos dicen que con el apoyo
de terceros– su detención; Sétimo: Las cosas como han sido expuestas, nos
encontramos con dos tesis en conflicto, una la de la autoridad policial, cuyos
actos por mandato de la ley –en presunción iuris tantum– gozan de fe pública
y son expresión de la actuación de un funcionario objetivo y neutral; y la de
la denunciante, que debería indicar actos de investigación suficientes para
poder controvertir la tesis de la autoridad policial cosa que no ha ocurrido y
que al análisis en este momento de los actos de investigación que se podrían
ordenar realizar aparece como que no habrá de ocurrir”.

IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA
Código de Carpeta Fiscal Nº 4739-2010
Disposición:
Dado cuenta: Con el avance de la investigación preliminar; y CONSIDERANDO: PRIMERO:
Los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución penal,

265
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

encontramos limitada nuestra capacidad de actuación persecutoria por un conjunto de principios ju-
rídicos que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o
ilegítima. De estos principios, uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la
persecución penal solo se pueda iniciar y continuar si los comportamientos puestos en conocimiento
de la Fiscalía son exactamente los mismos que se encuentran contemplados como prohibidos bajo
amenaza de sanción criminal en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al
hecho. Es tal la importancia de lo señalado que la Constitución Política del Estado de 1993 ha con-
sagrado expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni conde-
nado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de
manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”.
Exigencia que ha sido desarrollada en términos muy similares en el artículo II del Título Preliminar
del Código Penal, que prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta
por la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se
encuentren establecidas en ella”. Siendo, incluso, de reconocimiento unánime tanto en la jurispru-
dencia del Tribunal Constitucional como de la Corte Suprema de la República; así como por parte de
los órganos jurisdiccionales que se ocupan de decidir en materia de derechos humanos; SEGUNDO:
Sin embargo, para dar inicio a dicha persecución de manera formal –con la disposición de formali-
zación y continuación de investigación preparatoria correspondiente– debe verificarse además que el
caso objeto del proceso este en condiciones de superar la valla de acreditación que impone el princi-
pio de presunción de inocencia. Es que entre los principios sobre los que se estructura el proceso
penal de los estados occidentales contemporáneos, uno de los más importantes es el de presunción
de inocencia [habiéndose llegado a decir que se trata de la “primera y fundamental garantía que el
procedimiento asegura al ciudadano”], tan es así que ha sido reconocido expresamente en la Consti-
tución de 1993 como derecho fundamental de la persona humana, entendiéndose, por tanto, su ob-
servancia como una condición indispensable para el respeto de la dignidad humana [fin supremo de
la sociedad y el Estado]. En este sentido, el artículo 2, inciso 24, apartado e), de la Constitución Po-
lítica del Estado de 1993, prescribe expresamente: “Toda persona es considerada inocente mientras
no se haya declarado judicialmente su responsabilidad”. Que se trata de una de las garantías más
importantes del proceso penal contemporáneo, queda en evidencia cuando se repara en que la pre-
sunción de inocencia es uno de los pocos derechos que se reconocen de manera uniforme en las
normas procesales penales del mundo occidental y que se encuentra reconocido en la generalidad de
Instrumentos Internacionales de Derecho Humanos. Por exigencia de esta garantía, el imputado in-
gresa al proceso penal con la condición jurídica formal de inocente, la que únicamente podrá ser
enervada o destruida, propiciándose una condena legítima, cuando se haya realizado una actividad
probatoria mínima que genere en el juzgador un estado intelectual de certeza [como consecuencia de
la valoración empleando el método de la sana crítica, criterio de conciencia o crítica racional de los
medios probatorios recogidos] respecto a que efectivamente se han producido en la realidad los hechos
que se encuentran descriptos en una norma penal como criminales por parte de los sujetos que duran-
te el proceso han tenido la calidad de imputados; TERCERO: En este contexto y de conformidad
con la lógica del nuevo proceso penal, el Ministerio Público solo debe emitir disposición de forma-
lización y continuación de investigación preparatoria cuando se encuentre convencido de que va a
poder acopiar durante la investigación preparatoria formalizada elementos de convicción que permi-
tan formular la acusación que, posteriormente, posibilite el enjuiciamiento exitoso del caso. En los
supuestos en que ello no sea posible, un proceder respetuoso de los derechos fundamentales de las
personas es no formalizar investigación. Esta exigencia ha sido denominada como “necesidad de un
pronóstico positivo de éxito” o, en su formulación negativa, que impide la continuación de la perse-
cución, “inexistencia de un pronóstico negativo de éxito”; siendo consecuencia de la proyección que
en la época contemporánea realiza el principio de proporcionalidad sobre las posibilidades que tiene
el Estado para concretar sus injerencias en el plexo de los derechos de las personas; CUARTO: Si
bien no existe norma constitucional alguna que consagre de manera expresa una exigencia de

266
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

proporcionalidad en la actuación de los funcionarios jurisdiccionales penales (como parte del Estado
que son), el Tribunal Constitucional ha señalado en repetidas oportunidades la necesidad y obligato-
riedad de que el poder estatal, y en él el de naturaleza penal, deba ser ejercido con proporcionalidad.
Por solo mencionar un ejemplo, la exigencia de proporcionalidad ha sido desarrollada ampliamente
por el máximo intérprete de nuestra Norma Fundamental en la Sentencia recaída en el Exp. Nº 0012-
2006-PI/TC-Lima. Colegio de Abogados de Lima, en la cual señala: “El principio de proporcionali-
dad se constituye en un mecanismo jurídico de trascendental importancia en el Estado Constitucional
y como tal tiene por función controlar todo acto de los poderes públicos en los que puedan verse le-
sionados los derechos fundamentales, entre otros bienes constitucionales. Como tal, el principio de
proporcionalidad se encuentra contenido en el último párrafo del artículo 200 de la Constitución, por
lo que teniendo en cuenta los principios de unidad de la Constitución y de concordancia práctica,
según los cuales la interpretación de la Constitución debe estar orientada a considerarla como un todo
armónico y sistemático a partir del cual se organiza el sistema jurídico, evitándose en todo caso las
contradicciones, entonces debe entenderse que cuando los poderes públicos pretendan la limitación
de los derechos fundamentales o la imposición de sanciones, entre otros aspectos, deben observar el
principio de proporcionalidad. 32. Debido a la propia naturaleza del principio de proporcionalidad
(es un mecanismo de control), su afectación siempre va a estar relacionada con la afectación de un
derecho fundamental o un bien constitucional (en tanto estos últimos son fines en sí mismos). En otros
términos, si se determina que una medida estatal es desproporcionada no se está afectando solamen-
te el principio de proporcionalidad, sino principalmente el derecho fundamental o bien constitucional
comprometido en la referida medida estatal. El principio de proporcionalidad, en tanto presupuesto
de necesaria evaluación por parte de los poderes públicos cuando pretendan limitar un derecho fun-
damental, exige examinar adecuadamente los siguientes subprincipios: a) si la medida estatal que
limita un derecho fundamental es idónea para conseguir el fin constitucional que se pretende con tal
medida; b) si la medida estatal es estrictamente necesaria; y, c) si el grado de limitación de un derecho
fundamental por parte de la medida estatal es proporcional con el grado de realización del fin cons-
titucional que orienta la medida estatal”. Habiéndose explicado en la misma Sentencia respecto del
requisito de idoneidad que esta: “Exige, en primer término, la identificación de un fin de relevancia
constitucional, y, una vez determinado tal fin, verificar si la medida legislativa es idónea o adecuada
para lograr tal fin. En cuanto a lo primero, se debe verificar la existencia de un fin de relevancia
constitucional en la medida legislativa penal que limita un derecho fundamental (…). Sobre lo se-
gundo, este Colegiado ha sostenido que la idoneidad consiste en la relación de causalidad, de medio
a fin, entre el medio adoptado, a través de la intervención legislativa, y el fin propuesto por el Legis-
lador. Se trata del análisis de una relación medio-fin“; QUINTO: Es en este marco que se debe se-
ñalar que formalizar investigación preparatoria a pesar de existir un pronóstico negativo de éxito en
la persecución resultaría contradictorio con la exigencia de idoneidad contenida en el principio de
proporcionalidad, en tanto significa dar lugar a la serie de restricciones para el imputado que implica
la investigación formalizada cuando de inicio se sabe con certeza que no se habrá de conseguir los
elementos de acreditación que permitan formular una acusación exitosa. En este caso –el de falta de
pronóstico positivo de éxito–, si bien efectivamente nos encontramos ante un fin de relevancia cons-
titucional, la decisión fiscal no resulta idónea para lograr el fin de una persecución penal eficaz, sino
que se muestra como una injerencia estatal en los derechos de los imputados carente de utilidad; y
por lo tanto jurídicamente inadmisible; SEXTO: En el tema de los datos fácticos que en el presente
caso hacen que se tenga que concluir en la falta de pronóstico positivo de éxito en la persecución
penal se debe mencionar como de gran importancia: 1) De la revisión de las copias xerográficas de
los elementos de convicción que obran en la Carpeta Fiscal N° 4771-2010 –incorporada a la presen-
te carpeta por hallarse referida a hechos conexos a los que fundan la presente denuncia- se puede
concluir que se encuentra suficientemente acreditado que en la noche del sábado 20 de noviembre
de 2010 hubo una intervención policial en inmediaciones del domicilio de la denunciante Gloria
Amelia Otiniano Saavedra; pero es falso que la persona intervenida sea un desconocido –tal y como

267
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

menciona en la página 2 de su escrito de denuncia–, sino que se trataba de su hermano Dulanto Abad
Otiniano Saavedra; debiendo puntualizarse que el día en que Gloria Amelia Otiniano Saavedra inter-
pone su denuncia ya había sido ampliamente informada de que la persona intervenida por la Policía
Nacional del Perú y que fugó de la acción de la justicia era su hermano; 2) Lo anterior debe concor-
darse con la versión policial de que tres personas que lo acompañaban y se encontraban en el frontis
del domicilio mencionado en el punto anterior fueron en apoyo de Dulanto Abad Otiniano Saavedra,
cuando era intervenido por la policía y luego salieron del domicilio sus familiares quienes trataron
de ayudarle y hacerle ingresar; siendo identificadas como quienes trabaron la intervención policial,
las personas de, precisamente, Gloria Amelia Otiniano Saavedra y otros familiares del intervenido;
3) Se ha podido constatar por intermedio de tomas fotográficas que en el domicilio de la denuncian-
te se han roto puertas por parte del personal policial; pero no se han podido constatar ni se han ale-
gado destrozos mayores e irracionales, ni tampoco se ha podido acreditar la existencia de lesiones
corporales de alguna consideración en los familiares de Dulanto Abad Otiniano Saavedra por parte
del personal policial interviniente; 4) De los actuados correspondientes al mismo día de los hechos
se puede apreciar una actitud beligerante para con la autoridad policial por parte de los familiares de
Dulanto Abad Otiniano Saavedra que han llevado a que se nieguen a la firma de las actas de registro
personal, a la acta de lectura de derechos del imputado; incluso, en el caso de Gloria Amelia Otinia-
no Saavedra a firmar su propia declaración indagatoria; 5) Pero, lo más importante es que corre la
declaración de José Steve Carazas Salazar quien es el dueño del arma que se le incautó a Dulanto
Abad, refiriendo efectivamente habérsela encargado; además, que este último le informó que el 20
de noviembre fue intervenido por la policía con ella en las afueras de su casa cuando se la enseñaba
a sus amigos; lo que confirma pues que el intervenido con el arma fue dicha persona; del mismo modo
que logró repeler –las máximas de experiencia nos dicen que con el apoyo de terceros– su detención;
SÉTIMO: Las cosas como han sido expuestas, nos encontramos con dos tesis en conflicto, una la de
la autoridad policial, cuyos actos por mandato de la ley –en presunción iuris tantum– gozan de fe
pública y son expresión de la actuación de un funcionario objetivo y neutral; y la de la denunciante,
que debería indicar actos de investigación suficientes para poder controvertir la tesis de la autoridad
policial cosa que no ha ocurrido y que al análisis en este momento de los actos de investigación que
se podrían ordenar realizar aparece como que no habrá de ocurrir; OCTAVO: No obstante lo dicho,
se debe advertir que el artículo 335 del CPP 2004 prescribe: “1. La Disposición de archivo prevista
en el primer y último numeral del artículo anterior, impide que otro Fiscal pueda promover u ordenar
que el inferior jerárquico promueva una Investigación Preparatoria por los mismos hechos. 2. Se
exceptúa esta regla, si se aportan nuevos elementos de convicción, en cuyo caso deberá reexaminar
los actuados el Fiscal que previno”; por lo que en el supuesto de poder brindar el agraviado con
posterioridad información para la persecución penal que permita formularse un pronóstico positivo
de éxito, el Fiscal a cargo del caso habrá de revisar la pertinencia de mantenerlo cerrado o de reabrir-
lo (disponiendo, en consecuencia, la correspondiente formalización de investigación preparatoria);
POR LO QUE SE DISPONE: IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PRE-
PARATORIA contra César Suárez Balbín, Dayan Alva Cuba, Luis Pérez Ruiz y una persona
identificada como CAPITÁN VILLACORTA por la comisión del delito de ABUSO DE AUTO-
RIDAD (artículo 376 del CP); HURTO AGRAVADO (artículo 186 del CP), VIOLACIÓN DE
DOMICILIO (artículo 159 del CP), y LESIONES LEVES (artículo 121 del CP) en agravio de
Gloria Amelia Otiniano Saavedra; NOTIFÍQUESE y ARCHÍVESE en su oportunidad.-
Trujillo, enero 10 de 2011.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

268
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

013 IMPROCEDENTE PERSEGUIR PENALMENTE POR HECHOS QUE FUERON


ARCHIVADOS CON ANTERIORIDAD POR SU FALTA DE TIPICIDAD (SIN
IMPORTAR PARA ELLO QUE EN EL INTENTO DE NUEVA PERSECUCIÓN SE
CONSIGNEN TIPOS PENALES DISTINTOS)
“Las cosas como han sido expuestas y a pesar de no haberse empleado los
nomen iuris de falsificación de documentos públicos o uso de documento
público falso y tampoco aludirse al párrafo primero y segundo del artículo
427 del Código Penal (pues para el ne bis in idem, se debe tratar de la misma
conducta material, sin que se tenga en cuenta para ello su calificación legal),
lo que se puede apreciar del estudio de la resolución de no haber mérito
para ejercitar acción penal de fecha 14 de febrero 2006 es que la Fiscal en
su condición de representante del Ministerio Público, luego de su análisis
jurídico, ha declarado la falta de ilicitud penal de los hechos materia de
denuncia –no ha dicho que los elementos de convicción sean insuficientes
para generar la formalización de denuncia; sino que no resultan penalmente
relevantes por falta de tipicidad penal–; por lo que como ha dejado sentado el
Tribunal Constitucional en la Sentencia recaída en el Exp. Nº 2725-2008-PHC/
TC-Lima. Roberto Boris Chauca Temoche y otros; por razones de seguridad
jurídica el suscrito no puede –so riesgo de proceder con arbitrariedad y
quebrantamiento del derecho fundamental a la prohibición de ne bis in
idem– variar la posición asumida en dicha oportunidad por el Ministerio
Público respecto de la irrelevancia jurídico-penal de los hechos; siendo que,
en tal sentido, ni siquiera cabe emitir pronunciamiento de fondo al respecto;
e incluso contra las nuevas personas que se engloban en la denuncia materia
del presente pronunciamiento (recordemos que según el Tribunal: “Ello hace
jurídicamente imposible el procesamiento a otras personas distintas al sujeto
pasivo del proceso originario en tanto la cosa juzgada no solo produce efecto
frente a él sino –como en el presente caso– frente a terceros”)”.

IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA
Código de Carpeta Fiscal Nº 1832-2010
Disposición:
Dado cuenta: Con el resultado de la investigación preliminar y habiendo escuchado solo los alega-
tos orales realizados por el denunciante; al no haber concurrido el representante de la parte que los
solicito, abogado Mario Deza Castañeda; y CONSIDERANDO: PRIMERO: Mediante escrito
presentado con fecha 24 de mayo de 2010 por el ciudadano Jorge Luis Bernabé Ramírez interpone
denuncia contra: 1) Presidente de Consejo Nacional para la Autorización de Funcionamiento de
Universidades por los delitos de falsificación y uso de documento público falso, previstos en el ar-
tículo 427 del Código Penal; 2) Presidente de la Asamblea Nacional de Rectores por delito de uso
de documento público falsificado previsto en el segundo párrafo del artículo 427 del Código Penal;
3) César Acuña Peralta, Segundo Héctor Acuña Peralta y Juan Hitler Alfaro Cabanillas –en calidad
de accionistas y socios de la Empresa del Conocimiento SAC– por los delitos de falsificación y uso
de documento público falso, previstos en el artículo 427 del Código Penal y de estafa, previsto en
el artículo 196 del Código Penal; 4) César Acuña Peralta por los delitos de usurpación de funciones,
ostentar título que no posee, abuso de autoridad y omisión de denuncia; previstos en los artículos

269
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

361, 362, 376 y 407 del Código Penal; 5) Los decanos de los colegios profesionales de las ciudades
de Lima y Trujillo por los delitos de falsificación y uso de documento público falso, previstos en el
artículo 427 del Código Penal; SEGUNDO: Los hechos en que se sustenta la denuncia de parte se
hacen consistir en que: Con fecha 12 de noviembre de 1991 se crea la Universidad Privada César
Vallejo por Ley N° 25350. Mediante Resolución N° 084-99-ANR de fecha 29 de marzo de 1999 se
da por concluido el proceso de evaluación y se declara que la Universidad se encuentra en condi-
ciones de constituir sus órganos de gobierno de acuerdo al estatuto y las leyes. Luego de quince
meses de haber funcionado de manera correcta la Universidad, con fecha 21 de julio de 2000, fue
irrumpida por los accionistas y socios de la Empresa de Conocimiento SAC que violando la auto-
nomía universitaria procedieron a elegir Rector. Los accionistas de la persona jurídica Empresa del
Conocimiento SAC han procedido bajo el pretexto de que la Universidad se habría adecuado al
régimen de sociedad anónima cerrada, de conformidad a lo que dispone el Decreto Legislativo
N° 882; para lo cual utilizan la Resolución N° 715-2000-CONAFU de fecha 25 de enero de 2000.
No obstante lo cierto es que la Asociación Civil Ingeniería era la verdadera promotora de la Univer-
sidad Privada César Vallejo y la que solicitó el proceso de adecuación, no así la Empresa del Cono-
cimiento SAC, muestra de lo cual es que esta última no aparece para nada en la Resolución
N° 715-2000-Conafu de fecha 25 de enero de 2000. No solo lo dicho, sino que se han revisado los
Registros de Asociaciones y Sociedades de los Registros Públicos de La Libertad y en ninguno de
ellos aparecen inscritos ni la Resolución N° 715-2000-CONAFU ni el nuevo modelo institucional
de la Universidad Privada César Vallejo ni tampoco los estatutos de la nueva forma societaria de
dicha Casa Superior de Estudios. Es por estos hechos que cuestiona el que la mencionada Univer-
sidad realice actos académicos y administrativos, pues no se contaría con la autorización de la
CONAFU. Pero no solo ello, sino que con fecha 9 de marzo de 2001, el Consejo Nacional para la
autorización de Funcionamiento de Universidades mediante Resolución N° 055-2001-CONAFU
decidió por segunda vez declarar concluido el proceso de adecuación al Decreto Legislativo N° 882,
señalando que la Empresa del Conocimiento SAC y la Universidad Privada César Vallejo de Truji-
llo han quedado integradas en la persona jurídica denominada Universidad César Vallejo SAC. La
Asamblea Nacional de Rectores en lugar de intervenir de oficio para investigar las irregularidades
señaladas a partir del año 2003 ha venido creando filiales de la universidad solicitadas por la Em-
presa del Conocimiento SAC, sino que viene registrando en su Base de Datos del Registro Nacional
de Grados y Títulos que tiene a su cargo los títulos expedidos por la Empresa del Conocimiento. Por
su parte los decanos de los colegios profesionales denunciados han procedido a inscribir los títulos
profesionales –calificados como falsos– expedidos con las irregularidades ya señaladas; TERCERO:
En razón los hechos mencionados en el considerando anterior el denunciante concluye señalando:
1) La nueva forma societaria otorgada mediante Resolución N° 715-2000-CONAFU nunca fue
inscrita en el Registro de Personas Jurídicas así como tampoco su estatuto social; 2) La Universidad
Privada César Vallejo no tiene personería jurídica; 3) Desde el 21 de julio de 2000 los accionistas y
socios de la Empresa del Conocimiento SAC vienen eligiendo autoridades, autorizando exámenes
de ingreso; otorgando grados académicos y títulos profesionales a nombre de la Nación con la de-
nominación Universidad Privada César Vallejo de Trujillo; 4) César Acuña Peralta durante los años
2007 y 2008 usurpando el cargo de Rector que no ejerce, en ceremonias de graduación, públicamen-
te procedió a entregar títulos universitarios; CUARTO: En el curso de las investigaciones realizadas
por el Ministerio Público, el abogado del imputado César Acuña Peralta informó que sobre los hechos
objeto de la presente investigación ya había existido una investigación a consecuencia de una de-
nuncia del propio Jorge Luis Bernabé Ramírez que concluyó con resolución definitiva de improce-
dente formalizar denuncia contra su patrocinado y otros; frente a lo cual, en respeto del telos del
artículo 335 (“La Disposición de archivo prevista en el primer –“Si el Fiscal al calificar la denuncia
o después de haber realizado o dispuesto realizar diligencias preliminares, considera que el hecho
denunciado no constituye delito, no es justiciable penalmente, o se presentan causas de extinción
previstas en la Ley, declarará que no procede formalizar y continuar con la Investigación

270
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

Preparatoria, así como ordenará el archivo de lo actuado– y último numeral del artículo anterior,
impide que otro Fiscal pueda promover u ordenar que el inferior jerárquico promueva una Investi-
gación Preparatoria por los mismos hechos; 2. Se exceptúa esta regla, si se aportan nuevos elemen-
tos de convicción”); el suscrito orientó la investigación también a recolectar información respecto
de dicha anterior denuncia; y si bien no ha sido posible encontrar la carpeta fiscal y sus actuados
pese a los esfuerzos desplegados sí se ha podido recabar copia de la resolución que declara impro-
cedente formalizar denuncia (de fecha 14 de febrero de 2006) la cual –como se verá infra– resulta
de mucho interés para el análisis jurídico del presente caso; QUINTO: El Tribunal Constitucional
ha señalado en la sentencia recaída en el Exp. Nº 1567-2006-PA/TC-Lima. Compañía de Explo-
raciones Algamarca S.A. que la interpretación que realiza del contenido de los derechos fundamen-
tales resulta de obligatoria observancia para los operadores de nuestro sistema de justicia; señalan-
do para ello: “Si bien es cierto que los precedentes vinculantes establecidos por este Colegiado (de
conformidad con el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional) tienen
carácter normativo y son de obligatorio cumplimiento), también lo es que de acuerdo con el artículo
VI del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, ‘los jueces interpretan y aplican las
leyes o toda norma con rango de ley y los reglamentos según los preceptos y principios constitucio-
nales, conforme a la interpretación de los mismos que resulte de las resoluciones dictadas por el
Tribunal Constitucional’. Ello quiere decir que los jueces también deben tener en consideración la
doctrina jurisprudencial establecida por este Colegiado que, en tanto órgano supremo de interpreta-
ción, integración y control de la constitucionalidad, orienta el cabal cumplimiento del principio de
supremacía jurídica de la Constitución, previsto en su artículo 51”; por lo tanto en el presente caso
ni siquiera es tan importante el artículo 335 del CPP 2004 como determinar el contenido que el
Tribunal Constitucional ha dado al derecho al ne bis in idem en sede de investigación fiscal; SEXTO:
En ello es crucial la Sentencia recaída en el Exp. Nº 2725-2008-PHC/TC-Lima. Roberto Boris
Chauca Temoche y otros; en la que ha señalado: “El accionante pretende que el Tribunal Consti-
tucional ordene la nulidad de la resolución fiscal que dispone el inicio de una investigación prelimi-
nar contra él y los beneficiarios, por la presunta comisión del delito de asociación ilícita para delin-
quir y otros, así como la nulidad de todos los actos que se deriven de esta decisión fiscal, porque la
misma se fundamenta en hechos que anteriormente fueron investigados por el Ministerio Público,
que no halló mérito para formular denuncia penal, y, consecuentemente, dispuso su archivamiento
definitivo. Tal situación configuraría un atentado al principio constitucional Ne bis in idem y una
amenaza al derecho a la libertad personal de los afectados. (…) Una cuestión que merece conside-
ración en el presente caso, es si las investigaciones preliminares fiscales que arriban a una resolución
conclusiva de archivo, puede generar la aplicación de la garantía. Al respecto, si bien el Tribunal
Constitucional ha señalado en precedente sentencia (Cf. Exp. N° 6081-2005-PHC/TC. f. j. 7. Caso:
Alonso Leonardo Esquivel Cornejo), que “una resolución emitida por el Ministerio Público en la
que se establece no hay mérito para formalizar denuncia no constituye cosa juzgada, por lo que la
presente sentencia no impide que la demandante pueda ser posteriormente investigado y, de ser el
caso, denunciado penalmente por los mismos hechos”. No obstante, dicho criterio merece una ex-
cepcional inaplicación cuando los motivos de la declaración de “no ha lugar a formular denuncia
penal” por parte del fiscal, se refieren a que el hecho no constituye delito, es decir, carecen de ili-
citud penal. Este Tribunal afirma que la decisión fiscal de “No ha lugar a formalizar denuncia penal”
en los términos precisados anteriormente, genera un estatus de inamovible. (…) Lo mencionado
anteriormente, resulta plenamente aplicable al presente caso, en que la Décimotercera Fiscalía Pro-
vincial Penal de Lima, mediante resolución de fecha 1 de octubre de 2007, archivó definitivamente
la denuncia interpuesta por la Compañía Minera Casapalca contra don Salvador Gubbins Granger,
don Daniel Carlos Villanueva Ortiz (Presidente Ejecutivo y Gerente General de la Sociedad Minera
Corona, respectivamente), Andrés Edilberto Silva Chan, y los que resulten responsables, porque los
hechos que se les imputaban no constituían delito. (…) Distinto sería el caso, si el motivo de archi-
vamiento fiscal de una denuncia, se decidiese por déficit o falta de elementos de prueba, por cuanto

271
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

la existencia de nuevos elementos probatorios, no conocidos con anterioridad por el Ministerio


Público, permitiría al titular de la acción penal reabrir la investigación preliminar, siempre que los
mismos revelen la necesidad de una investigación del hecho punible y el delito no haya prescrito
(…)”; Sétimo: Pero no solo lo dicho, sino que en esta sentencia el Tribunal Constitucional al reali-
zar el test de la triple identidad ha señalado: “a) En cuanto al primer elemento de la identidad de la
persona perseguida penalmente (identidad subjetiva) en varios procesos, si bien es una condición
esencial para el efecto negativo del principio, es decir, para evitar un persecución nueva, cuando la
anterior ya ha terminado o se inicia otra al mismo tiempo. Este Tribunal considera que la necesi-
dad de cumplimiento de este requisito resulta inexigible si se desvirtúa mediante resolución
firme (sea esta judicial o fiscal) el carácter antijurídico del hecho perseguido. Ello hace jurídi-
camente imposible el procesamiento a otras personas distintas al sujeto pasivo del proceso origina-
rio en tanto la cosa juzgada no solo produce efecto frente a él sino –como en el presente caso– fren-
te a terceros. Este Tribunal ha señalado en los Fundamentos Jurídicos 15 a 17 de la presente senten-
cia, las razones porque a la resolución fiscal de “No ha lugar a formalizar denuncia penal” no se
le puede negar el carácter de cosa decidida (cosa juzgada), sabiendo además, que es frecuente que
el fiscal penal para archivar una denuncia realiza un juicio de tipicidad del hecho denunciado, que
al resultar negativo impide que el imputado pueda ser posteriormente investigado y, de ser el caso,
denunciado penalmente por los mismos hechos –más aún, si dicha decisión es confirmada por el
órgano jerárquicamente superior–. En el presente caso, si bien los magistrados emplazados y la
Compañía Minera Casapalca, aducen que no opera la aplicación del principio ne bis in idem por ser
distintas las personas perseguidas tanto en la denuncia primigenia que fuera archivada por la Déci-
motercera Fiscalía Provincial Penal de Lima (fs. 73), como en la ulterior denuncia a cargo de la
Sexta Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios (fs. 287 ), sin embargo, cabe
precisar que existe una decisión de clausura definitiva plasmada en la resolución fiscal de fecha
1 de octubre de 2007 (13° FPPL), que estableció la no delictuosidad de unas conductas que com-
pulsadas con los actos presuntamente ilícitos que investiga la Sexta Fiscalía Penal Especializada en
Delitos de Corrupción, se puede afirmar se tratan de los mismos hechos, es decir, provienen de un
mismo acontecimiento histórico. b) Este Tribunal considera que el elemento denominado identidad
del objeto de persecución (identidad objetiva), consiste en que la segunda persecución penal debe
referirse “al mismo hecho” que el perseguido en el primer proceso (o actividad investigatoria fiscal),
es decir, se debe tratar de la misma conducta material, sin que se tenga en cuenta para ello su cali-
ficación legal. Este presupuesto de la triple identidad, también se cumple en el presente caso, pues
del cotejo de la primigenia denuncia de parte (fs. 432), interpuesta por la Compañía Minera Casapal-
ca contra Salvador Gubbins Granger y Daniel Carlos Villanueva Ortiz, y la posterior denuncia (fs.
323) interpuesta por esta misma minera contra Roberto Boris Chauca Temoche y otros, se hizo sobre
la base de los mismos hechos, cuya delictuosidad fue oportunamente desvirtuada por la Décimoter-
cera Fiscalía Penal de Lima. La identidad del factum en el presente caso, podemos resumirla de la
siguiente manera: Ambas denuncias interpuestas por la Sociedad Minera Casapalca se centran en
que la única finalidad que los denunciados persiguieron en todo momento fue lograr que Sociedad
Minera Corona se mantenga y persista en la posesión y administración ilícita de la concesión mine-
ra Yauricocha, obtenida a través de conductas del todo delictivas, desconociendo los supuestos de-
rechos que le corresponden a la Compañía Minera Casapalca (Cf. Fs. 329 y 384). En ambos casos,
entonces, existió una identidad fáctica (incluso idénticas calificaciones jurídicas: cohecho activo,
fraude procesal, lavado de activos, asociación para delinquir); Por último, la identidad de la causa
de persecución es un presupuesto que resulta también verificado en el presente caso, por cuanto el
fundamento de los ilícitos supuestamente realizados por los denunciados están referidos por igual a
bienes jurídicos de la Administración Pública, la Administración de Justicia, la Tranquilidad Públi-
ca, como así se aprecia de los delitos (cohecho activo, fraude procesal, lavado de activos, asocia-
ción para delinquir) que fueron materia de las denuncias de parte, y de las resoluciones que al
respecto se dictaron en sede fiscal (…) Por lo anteriormente expuesto, la presente demanda debe

272
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

ser estimada al haberse acreditado la vulneración del derecho constitucional de los beneficiarios de
esta demanda, referido al principio constitucional ne bis in idem, poniendo en grave peligro su de-
recho a la libertad individual, resultando de aplicación el artículo 2 del Código Procesal Constitu-
cional”; OCTAVO: En este contexto es que se debe analizar y contrastar los hechos materia de la
presente denuncia con aquellos contenidos en la resolución de no haber mérito para ejercitar acción
penal de fecha 14 de febrero 2006; para lo cual se debe empezar señalando que el pronunciamiento
anterior del Ministerio Público en su estructura básica se hallan referidos a que “el denunciante
imputa que los denunciados vienen usando la cobertura formal de la Empresa del Conocimien-
to SAC y a través de la resolución número 001-2000/EC-CAC de fecha 21 de julio del año dos mil
de encargatura del cargo de rector de la Universidad Privada César Vallejo de Trujillo (emitida por
la Junta General de Accionistas) vendría realizando actos académicos y administrativos, así como
de gestión, los cuales no serán reconocidos como válidos, así como tampoco los diplomas con
los grados académicos y títulos profesionales otorgados por el falso rector (refiriéndose al denun-
ciado Orbegoso Venegas) a nombre de la Nación, pues refiere que la referida sociedad carece de
la resolución de autorización expedida por la Conafu” y a que “los referidos denunciados en la
resolución N° 001-2000/EC-CAC de fecha 21 de julio del año 2000 emitida por la Junta General de
Accionistas de la Empresa del Conocimiento SAC se consigna la Resolución N° 715-2000-Conafu
de fecha 25 de enero de 2000 en donde se simula que es el referido órgano social el que solicita la
adecuación de la Universidad al régimen empresarial, lo cual es falso”. Como puede verse, del
mismo modo que en el caso materia del presente pronunciamiento el denunciante cuestiona el que
la Empresa del Conocimiento SAC haya asumido la dirección de la Universidad Privada César
Vallejo y ambas se hallan integrado en la persona jurídica Universidad César Vallejo SAC, el que la
referida persona jurídica no cuente con autorización del Conafu; del mismo modo que la validez de
los actos que se viene realizando bajo la denominación Universidad Privada César Vallejo; NOVE-
NO: Es del caso que en la indica resolución de no haber mérito para ejercitar acción penal de fecha
14 de febrero 2006 la fiscal a cargo del caso hace un análisis jurídico de los hechos (en el conside-
rando segundo) respecto del delito de estafa para concluir que “la Universidad Privada César Valle-
jo, como es de conocimiento de la ciudadanía en general, viene ofertando carreras profesionales a
las personas que han concluido estudios escolares, los mismos que después de efectuar los pagos
por concepto de estudios y al concluir los mismos, obtienen el grado académico de bachiller y pos-
teriormente el título profesional de la carrera que estudiaron; los cuales a la fecha mantienen plena
validez y vigencia que permite que los egresados puedan ejercer la profesión que estudiaron; por lo
que los hechos descritos no reúnen los elementos del tipo penal analizado”; analizando la rele-
vancia penal de la conducción de la Universidad Privada César Vallejo por la Empresa del Conoci-
miento SAC en el sentido que: “efectivamente la Empresa del Conocimiento SAC se formó con el
objeto de dedicarse a la promoción de actividades en el sector educación, así como para dirigir y
administrar el funcionamiento de la Universidad César Vallejo (la cual resulta ser la propietaria de
la Universidad César Vallejo de Trujillo) y que en su oportunidad solicitaron ante el Consejo Nacio-
nal para la Autorización de Funcionamiento de Universidades –Conafu– dar por concluido el pro-
ceso de adecuación de la Universidad Privada César Vallejo al Régimen de la Sociedad Anónima
Cerrada en aplicación del Decreto Legislativo N° 822 (Ley de Promoción de la Inversión en Edu-
cación); siendo que efectivamente mediante Resolución N° 715-2000-CONAFU de fecha 15 de
enero del año 2000 se declara ‘Concluido el proceso de adecuación al Decreto Legislativo N° 822
respecto de la Empresa del Conocimiento SAC y la Universidad César Vallejo, las cuáles han que-
dado integradas en la persona jurídica denominada Universidad César Vallejo SAC’, no pudiéndo-
se entonces afirmar que los fundadores y socios de la referida Universidad están proporcio-
nando datos falsos respecto a la situación jurídica de la empresa”; para luego de hacer otros
análisis de menor importancia para el presente caso finalizar declarando no haber mérito para
ejercitar acción penal y, en consecuencia, que se proceda al archivo definitivo de la investigación;
DÉCIMO: Las cosas como han sido expuestas y a pesar de no haberse empleado los nomen iuris

273
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de falsificación de documentos públicos o uso de documento público falso y tampoco aludirse al


párrafo primero y segundo del artículo 427 del Código Penal (pues para el ne bis in idem, se debe
tratar de la misma conducta material, sin que se tenga en cuenta para ello su calificación legal), lo
que se puede apreciar del estudio de la resolución de no haber mérito para ejercitar acción penal de
fecha 14 de febrero 2006 es que la Fiscal en su condición de representante del Ministerio Público,
luego de su análisis jurídico, ha declarado la falta de ilicitud penal de los hechos materia de denun-
cia –no ha dicho que los elementos de convicción sean insuficientes para generar la formalización
de denuncia; sino que no resultan penalmente relevantes por falta de tipicidad penal–; por lo que
como ha dejado sentado el Tribunal Constitucional en la Sentencia recaída en el Exp. Nº 2725-2008-
PHC/TC-Lima. Roberto Boris Chauca Temoche y otros; por razones de seguridad jurídica el
suscrito no puede –so riesgo de proceder con arbitrariedad y quebrantamiento del derecho funda-
mental a la prohibición de ne bis in idem– variar la posición asumida en dicha oportunidad por el
Ministerio Público respecto de la irrelevancia jurídico-penal de los hechos; siendo que, en tal sen-
tido, ni siquiera cabe emitir pronunciamiento de fondo al respecto; e incluso contra las nuevas
personas que se engloban en la denuncia materia del presente pronunciamiento (recordemos que
según el Tribunal: “Ello hace jurídicamente imposible el procesamiento a otras personas distintas al
sujeto pasivo del proceso originario en tanto la cosa juzgada no solo produce efecto frente a él sino
–como en el presente caso– frente a terceros”); DÉCIMO PRIMERO: En este sentido las imputa-
ciones fácticas que se sintetizan en el sentido que: 1) El Presidente de Consejo Nacional para la
Autorización de Funcionamiento de Universidades habría incurrido en delitos de falsificación y uso
de documento público falso, previstos en el artículo 427 del Código Penal; 2) El Presidente de la
Asamblea Nacional de Rectores habría incurrido en delito de uso de documento público falsificado
previsto en el segundo párrafo del artículo 427 del Código Penal; 3) César Acuña Peralta, Segundo
Héctor Acuña Peralta y Juan Hitler Alfaro Cabanillas –en calidad de accionistas y socios de la Em-
presa del Conocimiento SAC– habrían incurrido en delitos de falsificación y uso de documento
público falso, previstos en el artículo 427 del Código Penal; y de estafa, previsto en el artículo 196
del Código Penal; 4) Los decanos de los colegios profesionales de las ciudades de Lima y Trujillo
habrían incurrido en los delitos de falsificación y uso de documento público falso, previstos en el
artículo 427 del Código Penal; se encuentran coberturadas por la garantía del ne bis in idem y no
pueden ser objeto de una segunda persecución penal, pues según ha explicado el Tribunal Constitu-
cional en la tantas veces referida Sentencia recaída en el Exp. Nº 2725-2008-PHC/TC-Lima. Ro-
berto Boris Chauca Temoche y otros la resolución de no haber mérito para ejercitar acción penal
de fecha 14 de febrero 2006 al fundarse en la falta de relevancia jurídico-penal de los hechos ha
generado el estatus de inamovible; DÉCIMO SEGUNDO: Mención aparte merece la imputación
referida a que César Acuña Peralta habría incurrido en los delitos de usurpación de funciones, os-
tentar título que no posee, abuso de autoridad y omisión de denuncia; previstos en los artículos 361,
362, 376 y 407 del Código Penal, respecto de los cuales por todo supuesto fáctico el denunciante ha
señalado que dicha persona teniendo el cargo de Alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo
habría estado durante los años 2007 y 2008 usurpando el cargo de Rector que no ejerce, en ceremo-
nias de graduación, públicamente procediendo a entregar títulos universitarios. Analizado jurídica-
mente este hecho denunciado por Jorge Luis Bernabé Ramírez se debe señalar que los delitos con-
templados en los artículos 361 y 362 podrían tener alguna relación necesitada de aclarar acerca de
si respecto del mismo existe o no una relación de adecuación típica; sin embargo respecto de los
artículos 376 y 407 no existe la menor relación de sentido, pues el primero de ellos prescribe: “El
funcionario público que, abusando de sus atribuciones, comete u ordena, en perjuicio de alguien, un
acto arbitrario cualquiera, será reprimido (…)”, no refiriéndose los hechos denunciados a ningún
acto que haya ejecutado el denunciado en su función de autoridad; y el segundo prescribe: “El que
omite comunicar a la autoridad las noticias que tenga acerca de la comisión de algún delito, cuando
esté obligado a hacerlo por su profesión o empleo, será reprimido (…)”, no refiriéndose los hechos
puestos en conocimiento de este Ministerio a ninguna noticia de comisión de delito que el denun-

274
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004

ciado en razón de su profesión o empleo haya estado en obligación de comunicar a la autoridad. En


lo que corresponde al delito de usurpación de funciones contenido en el artículo 361 del CP se debe
señalar que para su comisión se requiere que se haya usurpado una función pública; sin embargo,
no obstante lo noble del servicio que cumple una Universidad y que se encuentra orientada a prestar
servicios al público; lo cierto es que el rector de una Universidad Privada no ejerce función pública
ni es funcionario público; no pudiendo por tanto cometerse el delito de usurpación de funciones por
el hecho de entregar títulos de bachiller y profesionales. Cosa similar ocurre en el delito de ostentar
títulos que no se posee previsto en el artículo 362 del Código Penal que tiene lugar cuando pública-
mente se ostenta insignias o distintivos de una función o cargo que no se ejerce o se arrogan grado
académico, título profesional u honores que no le corresponden al imputado; pues de inicio se debe
reparar que en tanto se trata de un delito contra la administración pública el ostentar insignias o
distintivos de función o cargo que no se ejerce únicamente resulta penalmente relevante cuando la
función o cargo son públicos; cosa que no es el cargo de Rector de una Universidad Privada; lo
mismo que tampoco es un grado académico, título profesional ni honor; POR LO QUE: SE DIS-
PONE IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN PREPARA-
TORIA contra: 1) El Presidente de Consejo Nacional para la Autorización de Funcionamiento de
Universidades por los delitos de FALSIFICACIÓN Y USO DE DOCUMENTO PÚBLICO
FALSO, previstos en el artículo 427 del Código Penal en agravio de Jorge Luis Bernabé Ramírez
y del Estado; 2) El Presidente de la Asamblea Nacional de Rectores por el delito de USO DE DO-
CUMENTO PÚBLICO FALSIFICADO previsto en el segundo párrafo del artículo 427 del Có-
digo Penal en agravio de Jorge Luis Bernabé Ramírez y del Estado; 3) César Acuña Peralta, Segun-
do Héctor Acuña Peralta y Juan Hitler Alfaro Cabanillas –en calidad de accionistas y socios de la
Empresa del Conocimiento SAC– por los delitos de FALSIFICACIÓN Y USO DE DOCUMEN-
TO PÚBLICO FALSO, previstos en el artículo 427 del Código Penal en agravio de Jorge Luis
Bernabé Ramírez y del Estado; y el delito de ESTAFA, previsto en el artículo 196 del Código Penal
en agravio de Jorge Luis Bernabé Ramírez; 4) César Acuña Peralta por los delitos de USURPACIÓN
DE FUNCIONES, OSTENTAR TÍTULO QUE NO POSEE, ABUSO DE AUTORIDAD Y
OMISIÓN DE DENUNCIA; previstos en los artículos 361, 362, 376 y 407 del Código Penal,
respectivamente, en agravio de Jorge Luis Bernabé Ramírez y del Estado; 5) Los decanos de los
colegios profesionales de las ciudades de Lima y Trujillo por los delitos de FALSIFICACIÓN Y
USO DE DOCUMENTO PÚBLICO FALSO, previstos en el artículo 427 del Código Penal en
agravio de Jorge Luis Bernabé Ramírez y del Estado; NOTIFÍQUESE y ARCHÍVESE en su
oportunidad.-
Trujillo, enero 3 de 2011.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

275
CAPÍTULO TERCERO
Formulación de cargos penales
e imputación necesaria
Formulación de cargos penales
e imputación necesaria

I. Introducción
En los últimos tiempos es cada vez mayor la importancia que se reconoce
al derecho a la imputación necesaria dentro del proceso penal peruano, tanto
es así que la conciencia de la máxima judicatura sobre la necesidad de su ade-
cuada protección ha llevado a que se cambie la posición tomada en el Acuer-
do Plenario N° 4-2010/CJ-116, en el que se negaba la posibilidad del empleo
de la tutela judicial de derechos para su protección en el ámbito de las dispo-
siciones fiscales de formalización y continuación de investigación preparato-
ria, para pasar a admitirlo en el Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116.
Explica el derecho a la imputación necesaria el maestro Julio B. J.
Maier[31], señalando:
“Para que alguien pueda defenderse es imprescindible que exista algo de qué de-
fenderse: esto es, algo que se le atribuya haber hecho u omitido hacer, en el mun-
do fáctico, con significado en el mundo jurídico, exigencia que en materia proce-
sal penal se conoce como imputación.
El núcleo de esa imputación es, según ya se ha observado, una hipótesis fácti-
ca –acción u omisión según se sostenga que lesiona una prohibición o un man-
dato del orden jurídico– atribuida al imputado, la cual, a juicio de quien la for-
mula, conduce a consecuencias jurídico-penales, pues contiene todos los ele-
mentos, conforme a la ley penal, de un hecho punible. La imputación correcta-
mente formulada es la llave que abre la puerta de la posibilidad de defenderse
eficientemente, pues permite negar todos o alguno de sus elementos para evitar
o aminorar la consecuencia jurídico-penal a la que, se pretende, conduce o, de

[31] MAIER, Julio. Derecho Procesal Penal, p. 553.

279
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

otra manera, agregar los elementos que, combinados con los que son afirmados,
guían también a evitar la consecuencia o a reducirla. Pero, para que la posibili-
dad de ser oído sea un medio eficiente de ejercitar la defensa, ella no puede repo-
sar en una atribución más o menos vaga o confusa de malicia o enemistad con el
orden jurídico, esto es, en un relato impreciso y desordenado de la acción u omi-
sión que se pone a cargo del imputado, y mucho menos en una abstracción (co-
metió homicidio o usurpación), acudiendo al nombre de la infracción, sino que,
por el contrario, debe tener como presupuesto la afirmación clara, precisa y cir-
cunstanciada de un hecho concreto, singular, de la vida de una persona. Ello sig-
nifica describir un acontecimiento –que se supone real– con todas las circunstan-
cias de modo, tiempo y lugar que lo ubiquen en el mundo de los hechos (tempo-
ral y espacialmente) y le proporcionen su materialidad concreta; el lenguaje se
debe utilizar como descriptivo de un acontecimiento concreto ya ocurrido, ubi-
cable en el tiempo y en el espacio, y no para mentar categorías conceptuales. De
otro modo, quien es oído no podrá ensayar una defensa eficiente, pues no podrá
negar ni afirmar elementos concretos, sino, a lo sumo, le será posible afirmar o
negar calidades o calificativos (no soy homicida, no soy malo, soy bueno, etc.)”.

II. Marco normativo

1. Internacional
El derecho a la imputación necesaria halla su principal fundamento nor-
mativo en los dos instrumentos internacionales de derechos humanos de ma-
yor importancia en nuestro contexto jurídico-cultural.
Nos referimos al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que
prescribe en el num. 3) de su art. 14: “Durante el proceso, toda persona acu-
sada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garan-
tías mínimas: a) A ser informada, sin demora, en un idioma que comprenda y,
en forma detallada, de la naturaleza y causas de la acusación formulada con-
tra ella; b) A disponer del tiempo y de los medios adecuados para la prepara-
ción de su defensa”; y a la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
que prescribe en el num. 2) de su art. 8: “Durante el proceso, toda persona
tiene derecho, en plena igualdad, a las garantías mínimas: [...] b) Comunica-
ción previa y detallada de la acusación formulada; c) concesión al inculpado
del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa”[32].

[32] Un sector de la doctrina europea –sin desconocer su sustantividad para el derecho de defensa– vincula
los lits. a y b del num. 3 del art. 6 de la Convención Europea de Derechos Humanos, de sentido idéntico
a las prescripciones que acabamos de glosar, al principio de igualdad de armas (por todos AMBOS K.
Principios del proceso penal europeo, pp. 72 a 82).

280
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

No obstante que las normas internacionales glosadas se construyen so-


bre el reconocimiento expreso de los derechos humanos a ser informado de la
acusación y a contar con los medios adecuados para la preparación de la de-
fensa, no se puede negar que reconocen también, de manera implícita, el de-
recho a la imputación necesaria; en tanto es claro que no es posible informar
de un hecho que no existe[33]; que no se trata de cualquier tipo de información
la que se habrá de dar sino de una detallada de los cargos; y que, además, co-
nocer con precisión los hechos que se atribuyen y –en esta primera aproxima-
ción– su calificación jurídica es imprescindible para la preparación eficaz de
la defensa.
En el adecuado entendimiento de los derechos convencionales en mención
y, con ello, del derecho a la imputación necesaria, son de mucha importancia
los criterios fijados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos[34] en

[33] “El derecho a ser informado de la acusación tiene como presupuesto normativo el que haya una acusa-
ción y/o imputación. Sin la existencia de una acusación y/o una imputación previa no puede cumplirse
con el mandato de notificar o poner en conocimiento”. CASTILLO ALVA, J. “El derecho a ser infor-
mado de la imputación”, p. 191.
[34] No obstante, el que exista una imputación previa no implica necesariamente que esta sea puesta en co-
nocimiento del investigado –lo que ocurriría, por ejemplo, si para garantizar el éxito de las diligencias
preliminares de investigación se ordena el secreto de estas, con la no comunicación al imputado de los
cargos fácticos ni de las diligencias a realizar–. Por lo que no coincidimos con quienes como BONI-
FACIO MERCADO, C. La necesidad de una imputación concreta, p. 183 identifican el contenido de
ambos derechos.
Nuestro Tribunal Constitucional ha reconocido sin ambages la capacidad de vinculación jurídica di-
recta y con jerarquía constitucional tanto de los Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos
como de la jurisprudencia que le es propia; por ejemplo, en la Sentencia del Exp. Nº 0005-2007-PI/
TC-Lima. Colegio de Abogados de Lambayeque, cuando señala: “Los tratados internacionales so-
bre derechos humanos de los que el Estado peruano es parte integran el ordenamiento jurídico. En
efecto, conforme al artículo 55 de la Constitución, los ‘tratados celebrados por el Estado y en vigor
forman parte del derecho nacional’. En tal sentido, el derecho internacional de los derechos huma-
nos forma parte de nuestro ordenamiento jurídico y, por tal razón, este Tribunal ha afirmado que los
tratados que lo conforman y a los que pertenece el Estado peruano, ‘son Derecho válido, eficaz y, en
consecuencia, inmediatamente aplicable al interior del Estado’ [05854-2005-PA/TC FJ 22]. Esto sig-
nifica en un plano más concreto que los derechos humanos enunciados en los tratados que conforman
nuestro ordenamiento vinculan a los poderes públicos y, dentro de ellos, ciertamente, al legislador. /
Los tratados internacionales sobre derechos humanos no solo conforman nuestro ordenamiento sino
que, además, detentan rango constitucional. El Tribunal Constitucional ya ha afirmado al respecto que
dentro de las ‘normas con rango constitucional’ se encuentran los ‘Tratados de derechos humanos’
[00047-2004-AI/TC FJ 61 y 00025-2005-AI/TC FFJJ 25 y ss.]. / Asimismo, cabe mencionar que este
Colegiado ha sostenido en anteriores oportunidades que los derechos fundamentales reconocidos por
nuestra Constitución deben ser obligatoriamente interpretados de conformidad con los tratados y los
convenios internacionales sobre derechos humanos ratificados por el Perú y en concordancia con las
decisiones adoptadas por los tribunales internacionales sobre derechos humanos constituidos según
tratados de los que el Perú es parte (Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Constitución y artículo
V del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional) [Exp. Nº 05854-2005-AA/TC FJ 23]”; en
la Sentencia del Exp. Nº 0217-2002-HC/TC-Ica. Alfredo Crespo Bragayrac, cuando sostiene: “De

281
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

las sentencias de los casos Barreto Leiva Vs. Venezuela[35] (27 de noviembre
de 2009) y Fermín Ramírez vs. Guatemala[36] (20 de junio de 2005)[37], de
cuyo contenido nos ocupamos con amplitud infra.

2. Nacional
La Constitución Política de 1993 no posee una norma que consagre de
modo expreso el derecho a la imputación necesaria, ni tampoco tiene algu-
na norma de contenido similar a los literales a) y b) del num. 3 del art. 14 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos o a los literales b) y c)
del num. 2 del art. 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
No obstante, en tanto existe pacífico consenso en la doctrina y en la ju-
risprudencia respecto a que la imputación necesaria es una exigencia sustan-
cial del derecho de defensa[38], debemos ubicar su fundamento normativo de

conformidad con la IV Disposición Final y Transitoria de la Constitución Política del Estado, los dere-
chos y libertades reconocidos en la Constitución deben interpretarse de conformidad con los tratados
internacionales en materia de derechos humanos suscritos por el Estado Peruano. Tal interpretación,
conforme con los tratados sobre derechos humanos, contiene, implícitamente, una adhesión a la inter-
pretación que, de los mismos, hayan realizado los órganos supranacionales de protección de los atri-
butos inherentes al ser humano y, en particular, el realizado por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, guardián último de los derechos en la Región” y en la Sentencia del EXP. Nº 0006-2006-PI/
TC-Lima. Colegio de Abogados de Lima, cuando establece: “El ejercicio interpretativo que realice
todo órgano jurisdiccional del Estado (o que desempeñe funciones materialmente jurisdiccionales),
para determinar el contenido constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales, debe estar
obligatoriamente informado por las disposiciones de los tratados internacionales de derechos humanos
y por la interpretación de las mismas realizada por los tribunales internacionales sobre derechos hu-
manos a través de sus decisiones”.
[35] Puede consultarse en: <http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_206_esp1.pdf>.
[36] Puede consultarse en: <http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_126_esp.pdf>.
[37] Existen otras que abordan el tema (v. gr. las de los casos López Álvarez vs. Honduras, de 1 de febrero
de 2006; Palamara Iribarne vs. Chile, de 22 de noviembre de 2005; Acosta Calderón Vs. Ecuador,
de 24 de junio de 2005; Tibi vs. Ecuador, de 7 de setiembre de 2004), pero estas las dos sentencias
referidas supra son las de mayor importancia.
[38] Por todos: ORÉ GUARDIA, A. Manual Derecho procesal penal, p. 175; CASTILLO ALVA, J. “El
derecho a ser informado de la imputación”, p. 199; MAIER, J. Derecho procesal penal, p. 553; JAU-
CHEN, E. Derechos del imputado, p. 360; CAROCCA PÉREZ, A. El nuevo sistema procesal penal,
p. 142; GUERRERO PERALTA, O. Fundamentos teórico-constitucionales del nuevo proceso penal,
p. 266; SERRANO HOYOS, G. La prohibición de indefensión, p. 131; CORDÓN MORENO, F. Las
garantías constitucionales del proceso penal, p. 145; FERNÁNDEZ LEÓN, W. Procedimiento penal
acusatorio y oral, p. 46; ASENCIO MELLADO J. Sistema acusatorio y derecho de defensa en el pro-
ceso penal, p. 139; BURGOS MARIÑOS, V. Derecho Procesal Penal, pp. 95 - 96; NEYRA FLORES,
J. Manual del nuevo proceso penal, p. 196; RAMÍREZ BASTIDAS, y Sistema acusatorio colombiano,
p. 266; CERDA SAN MARTÍN R. / FELICES MENDOZA M. El nuevo proceso penal, p. 203; REÁ-
TEGUI SÁNCHEZ J. El control constitucional en la etapa de calificación, p. 17; TABOADA PILCO,
G. Tutela de derechos para controlar la imputación en la disposición de formalización de investigación
preparatoria, p. 2.

282
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

Derecho interno en el numeral 14 del artículo 139 del texto constitucional,


que consagra “El principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún
estado del proceso”; más aún cuando su Cuarta Disposición Final y Transito-
ria señala: “Las normas relativas a los derechos y a las libertades que la Cons-
titución reconoce se interpretan de conformidad con la Declaración Universal
de Derechos Humanos y con los tratados y acuerdos internacionales sobre las
mismas materias ratificados por el Perú” y, precisamente, una instancia inter-
nacional de la trascendencia jurídica para nuestro continente de la Corte In-
teramericana de San José de Costa Rica, interpretando la Convención Ameri-
cana sobre Derechos Humanos, la ha fundamentado –por ejemplo, en la sen-
tencia de Barreto Leiva vs. Venezuela– también en el derecho de defensa[39].
Pero, la imputación necesaria también se funda en el mandato constitu-
cional de motivación – originalmente contenido y dirigido solo a las resolucio-
nes jurisdiccionales en el num. 5 del artículo 139 de la Constitución, pero am-
pliado en los últimos tiempos a cualquier tipo de decisión estatal que tenga
efectos en los derechos de las personas bajo el contenido del derecho al debi-
do proceso[40]–, en tanto este último impone entre sus exigencias la necesidad

[39] No parece correcto el planteamiento de quienes como REÁTEGUI SÁNCHEZ J. El control constitu-
cional en la etapa de calificación, p. 17 sostienen que la imputación necesaria es una manifestación del
principio de legalidad consagrado en el lit. d) del num. 24 del art. 2 de la Constitución Política de 1993
en los términos de: “Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse
no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni
sancionado con pena no prevista en la ley”.
No solo porque la imputación necesaria no forma parte de las exigencias que de modo tradicional
y absolutamente mayoritario deriva la doctrina de este principio (por todos: GARCÍA CAVERO, P.
Derecho penal, p. 142: “La doctrina penal acepta de forma prácticamente unánime que el principio
de legalidad tiene cuatro formas de manifestación: La reserva de ley, el mandato de certeza o deter-
minación, la ley previa y la prohibición de analogía”), sino porque, además, no se puede advertir de la
lectura del lit. d) del num. 24 del art. 2 de la Constitución ni de los desarrollos que a partir de él hace
la doctrina como es que dicha prescripción haría jurídicamente exigible la descripción detallada y cir-
cunstanciada de los hechos materia de persecución del mismo modo que la indicación de los elementos
de acreditación que lo sustentan –que como veremos más adelante, según ha indicado la propia Corte
Interamericana de Derechos Humanos, son exigencias de la imputación necesaria–.
[40] Ha señalado la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la Sentencia del Caso Chocrón Cho-
crón vs. Venezuela (1 de julio de 2011): “Las decisiones que adopten los órganos internos que puedan
afectar derechos humanos deben estar debidamente fundamentadas, pues de lo contrario serían de-
cisiones arbitrarias. En este sentido, la argumentación de un fallo y de ciertos actos administrativos
deben permitir conocer cuáles fueron los hechos, motivos y normas en que se basó la autoridad para
tomar su decisión, a fin de descartar cualquier indicio de arbitrariedad. Asimismo, la motivación de-
muestra a las partes que estas han sido oídas y, en aquellos casos en que las decisiones son recurribles,
les proporciona la posibilidad de criticar la resolución y lograr un nuevo examen de la cuestión ante las
instancias superiores. Por todo ello, el deber de motivación es una de las “debidas garantías” incluidas
en el artículo 8.1 para salvaguardar el derecho a un debido proceso” (puede consultarse en: <www.
corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_227_esp.pdf>). Habiendo señalado nuestro Tribunal Consti-
tucional en la Sentencia del Exp. Nº 01321-2010-PA-TC-Ancash. Florencio Jesús Navarro Sánchez:

283
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de una exposición detallada de los hechos, calificación jurídica y elementos


de acreditación que sustentan –entre otros pronunciamientos judiciales y fis-
cales– las decisiones estatales de iniciar formalmente la persecución penal y
de hacerla avanzar hacia la sentencia[41].
Es de precisar que el Tribunal Constitucional ha dedicado no pocas sen-
tencias a la imputación necesaria, pero ello ha tenido lugar no en relación con
la actuación fiscal en el CPP de 2004 sino en el marco de la vigencia del C de
PP de 1940 y refiriéndose principalmente –pero no solo– a los requisitos que
debería cumplir el auto de apertura de instrucción para su validez.
No obstante, en tanto la disposición de formalización y continuación de
investigación preparatoria cumple funciones similares a las del auto de aper-
tura de instrucción entendemos que los criterios fijados en dichas sentencias
pueden ser mutatis mutandi de utilidad para la labor fiscal.
Las principales sentencias que fijan criterios aplicables a la imputación
necesaria serán abordadas en párrafos posteriores; sin embargo, es convenien-
te glosar algunos párrafos de la que ha sido durante mucho tiempo la más em-
blemática y recurrentemente citada, la que recayera en el Exp. Nº 3390-2005-
PHC/TC-Lima. Jacinta Margarita Toledo Manrique:
“El juez penal cuando instaura instrucción por el delito por falsificación de do-
cumentos en general, omitiendo pronunciarse en cuál de las modalidades delicti-
vas presumiblemente habría incurrido la imputada, y al no precisar si la presun-
ta falsificación de documentos que se imputa a la favorecida está referida a ins-
trumentos públicos o privados, lesiona su derecho a la defensa, toda vez que, al
no estar informada con certeza de los cargos imputados, se le restringe la posi-
bilidad de declarar y defenderse sobre hechos concretos, o sobre una modalidad
delictiva determinada y, con ello, la posibilidad de aportar pruebas concretas que
acrediten la inocencia que aduce.
Esta omisión ha generado un estado de indefensión que incidirá en la pena a
imponerse y en la condición jurídica de la procesada, lo cual demuestra que
el proceso se ha tornado en irregular por haberse transgredido los derechos

“Uno de los derechos que conforman el derecho al debido proceso es el derecho a la debida motivación
de las resoluciones fiscales”.
[41] Parafraseando a CASTILLO ALVA, J. “El derecho a ser informado de la imputación”, p. 196, debemos
señalar que: La imputación necesaria permite evitar una actividad inquisitiva general e indiscriminada
sobre la vida de una persona, o destinada a investigar de manera genérica los comportamientos de
miembros de un grupo social. Asimismo, se opone a la intervención policial, fiscal o judicial como
pretexto para conocer las faceta íntimas o privadas de una persona, más allá de si se trata de alguien
que ha cometido o no un delito. Debemos advertir, sin embargo, que esta virtud es solo una de sus
consecuencias y no su fundamento básico, que es el derecho de defensa.

284
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

fundamentales que integran el debido proceso, esto es, el derecho de defensa;


ello, a su vez, ha determinado la afectación de la tutela jurisdiccional, ambos ga-
rantizados por la Norma Constitucional”.
Un breve análisis de estos párrafos permite percatarnos que, más allá de
la importancia del reconocimiento de la imputación necesaria, el Tribunal no
siempre ha tenido claras las cosas.
En este sentido, si bien la sentencia deja sentada la necesidad de permitír-
sele al imputado defenderse respecto de los hechos que se le atribuyen, con la
fijación expresa de estos en la resolución cabeza de proceso, para que a partir
de ahí pueda declarar, haciendo sus descargos, o aportar pruebas, con la mis-
ma finalidad; en realidad confunde los ámbitos de actuación del derecho a la
imputación necesaria, en razón a que si lo que se cuestionaba era el que no
se haya fijado en el auto de apertura de instrucción si los documentos que se
falsificó eran públicos o privados no nos encontrábamos, en realidad, ante un
problema de deficiente descripción de los hechos materia de persecución, sino
ante un problema de precisión de la calificación jurídica – de analizar los do-
cumentos que se falsificaron para determinar si tienen naturaleza jurídica de
públicos o privados; dejándolo así sentado en el auto correspondiente–. El que
se precise que los documentos materia de falsificación son públicos o priva-
dos no importan modificación alguna en los hechos.
En lo que respecta a la legislación ordinaria, es crucial – en el reconoci-
miento del derecho a la imputación necesaria– el art. IX del T.P. del CPP de
2004 –que por imperio del art. X, tiene carácter prevalente sobre cualquier
otra disposición del código y deberá ser utilizada como fundamento de inter-
pretación–, en cuanto prescribe: “1. Toda persona tiene derecho inviolable e
irrestricto a que se le informe de sus derechos, a que se le comunique de in-
mediato y detalladamente la imputación formulada en su contra (…). Tam-
bién tiene derecho a que se le conceda un tiempo razonable para que prepa-
re su defensa (…)”.
En coherencia con esta prescripción y con el contexto internacional y
constitucional al que hemos hecho referencia supra, el CPP de 2004 ha esta-
blecido una serie de exigencias referidas a la descripción del hecho y especi-
ficación de la calificación a lo largo de diversos momentos del proceso penal,
como ocurre con el num. 2 del artículo 71, que señala: “2. Los jueces, los fis-
cales o la Policía Nacional deben hacer saber al imputado de manera inme-
diata y comprensible, que tiene derecho a: a) Conocer los cargos formulados
en su contra (…)”.

285
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Del mismo modo que con el num. 1 del artículo 87, que prescribe: “1. An-
tes de comenzar la declaración del imputado, se le comunicará detalladamen-
te el hecho objeto de imputación, los elementos de convicción y de pruebas
existentes, y las disposiciones penales que se consideren aplicables. De igual
modo se procederá cuando se trata de cargos ampliatorios o de la presencia de
nuevos elementos de convicción o de prueba”.
No solo ello, sino que el CPP de 2004 requiere para el inicio de las inda-
gaciones de la necesaria descripción de un hecho relacionado en correspon-
dencia con una norma penal, cuando en el num. 1 de su artículo 329 establece:
“1. El fiscal inicia los actos de investigación cuando tenga conocimiento de la
sospecha de la comisión de un hecho que reviste los caracteres de delito”[42].
Relación de correspondencia que también se exige para la disposición de
formalización y continuación de investigación preparatoria (el num. 2 del art.
336 establece que esta contendrá: “b) Los hechos y la tipificación específica
correspondiente”) y para el requerimiento acusatorio (el num. 1 del art. 349
prescribe: “La acusación fiscal será debidamente motivada, y contendrá:(…)
b) La relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado, con sus
circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores. En caso de conte-
ner varios hechos independientes, la separación y el detalle de cada uno de
ellos;(…) f) El artículo de la Ley penal que tipifique el hecho”; y su num. 2:
“La acusación solo puede referirse a hechos y personas incluidos en la Dispo-
sición de formalización de la Investigación Preparatoria, aunque se efectuare
una distinta calificación jurídica”).
Por su parte, el artículo 374 del CPP de 2004, al prever la posibilidad de
la modificación de la calificación jurídica y de los hechos – como veremos más
adelante de modo no sustancial– contemplados originalmente en la acusación
fiscal escrita, ha señalado: “1. Si en el curso del juicio, antes de la culmina-
ción de la actividad probatoria, el Juez Penal observa la posibilidad de una ca-
lificación jurídica de los hechos objeto del debate que no ha sido considerada
por el Ministerio Público, deberá advertir al fiscal y al imputado sobre esa po-
sibilidad. / Las partes se pronunciarán expresamente sobre la tesis planteada
por el Juez Penal y, en su caso, propondrán la prueba necesaria que correspon-
da. (…) 2. Durante el juicio el fiscal, introduciendo un escrito de acusación
complementaria, podrá ampliar la misma, mediante la inclusión de un hecho

[42] Según el art. 64: “1. El Ministerio Público formulará sus Disposiciones, Requerimientos y Conclusio-
nes en forma motivada y específica, de manera que se basten a sí mismos, sin remitirse a las decisiones
del Juez, ni a Disposiciones o Requerimientos anteriores. / 2. Procederá oralmente en la audiencia y en
los debates, y por escrito en los demás casos”.

286
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

nuevo o una nueva circunstancia que no haya sido mencionada en su oportu-


nidad, que modifica la calificación legal o integra un delito continuado. En tal
caso, el fiscal deberá advertir la variación de la calificación jurídica. 3. En re-
lación con los hechos nuevos o circunstancias atribuidas en la acusación com-
plementaria, se recibirá nueva declaración del imputado y se informará a las
partes que tienen derecho a pedir la suspensión del juicio para ofrecer nuevas
pruebas o preparar la defensa”.
Misma necesidad de señalamiento expreso y, con ello, de información
al imputado se establece para la posibilidad de variación de sus pretensiones
–durante los alegatos finales del Ministerio Público– que contempla el artículo 387,
al prescribir: “2. Si el fiscal considera que del juicio han surgido nuevas razones
para pedir aumento o disminución de la pena o la reparación civil solicitadas en
la acusación escrita, destacará dichas razones y pedirá la adecuación de la pena o
reparación civil. De igual manera, en mérito a la prueba actuada en el juicio, puede
solicitar la imposición de una medida de seguridad, siempre que sobre ese extremo
se hubiera producido el debate contradictorio correspondiente”.
Es tal la importancia que el CPP de 2004 le da a la descripción del hecho
materia de persecución penal y a la precisión de su calificación jurídica que ha
establecido para el momento culminante del proceso, en su art. 397:
“1. La sentencia no podrá tener por acreditados hechos u otras circunstancias
que los descritos en la acusación y, en su caso, en la acusación ampliatoria,
salvo cuando favorezcan al imputado. 2. En la condena, no se podrá modificar
la calificación jurídica del hecho objeto de la acusación o su ampliatoria, sal-
vo que el juez penal haya dado cumplimiento al numeral 1) del artículo 374”.

III. Contenido formal


La jurisprudencia de la Corte Interamericana nos dice que la imputación
necesaria formula exigencias en el nivel de la descripción del hecho, en el del
señalamiento de la concreta calificación jurídica que lo hace penalmente rele-
vante; pero, también en el de los elementos de acreditación que dan sustento
a la afirmación probabilística de su realización[43].
De esta manera, se ha pronunciado en la sentencia del Caso Barreto Lei-
va vs. Venezuela:

[43] Reconociendo el poco tradicional componente de los elementos de acreditación que sustentan la impu-
tación penal: REYNA ALFARO L. “Derecho de defensa”, p. 82; VANEGAS VILLA P. “La imputa-
ción”, p. 242.

287
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

“28. Para satisfacer el artículo 8.2.b convencional el Estado debe informar al in-
teresado no solamente de la causa de la acusación, esto es, las acciones u omi-
siones que se le imputan, sino también las razones que llevan al Estado a formu-
lar la imputación, los fundamentos probatorios de esta y la caracterización legal
que se da a esos hechos. Toda esta información debe ser expresa, clara, integral y
suficientemente detallada para permitir al acusado que ejerza plenamente su de-
recho a la defensa y muestre al juez su versión de los hechos. La Corte ha consi-
derado que la puntual observancia del artículo 8.2.b es esencial para el ejercicio
efectivo del derecho a la defensa”.
Posición que ha sido acogida por nuestro Tribunal Constitucional, por
ejemplo, en la sentencia del Exp. Nº 00801-2010-PHC-TC-Arequipa. Teó-
filo Mario Ochoa Vargas:
“7. Por esta razón, se considera que el auto de apertura de instrucción es incons-
titucional cuando contiene una acusación genérica e impersonalizada, que limita
o impide al procesado un pleno y adecuado ejercicio de su derecho constitucio-
nal de defensa.
Consecuentemente, en el auto de apertura de instrucción no basta la plena indi-
vidualización de los autores o partícipes si es que no se incluye la conducta con-
creta que se imputa y el material probatorio en que se fundamenta”.
En la sentencia de Acosta Calderón vs. Ecuador[44] (24 de junio de 2005)
la Corte Interamericana había dicho ya con anterioridad respecto de la necesi-
dad de precisar la calificación jurídica:
“118. El artículo 8.2.b de la Convención Americana ordena a las autoridades ju-
diciales competentes notificar al inculpado la acusación formulada en su contra,
sus razones y los delitos o faltas por los cuales se le pretende atribuir responsa-
bilidad, en forma previa a la realización del proceso. Para que este derecho ope-
re en plenitud y satisfaga los fines que le son inherentes, es necesario que esa
notificación ocurra antes de que el inculpado rinda su primera declaración. Sin
esta garantía, se vería conculcado el derecho de aquel a preparar debidamente su
defensa.
119. En el caso sub judice quedó demostrado que la presunta víctima no tuvo co-
nocimiento oportuno de la acusación formulada en su contra, al no estar mencio-
nada en el auto cabeza del proceso la legislación que contenía el tipo penal apli-
cable en su caso (supra párr. 50.5). Por lo tanto, el Tribunal considera que el se-
ñor Acosta Calderón no fue notificado de la acusación formulada en su contra,
ya que en el auto cabeza del proceso de 15 de noviembre de 1989, dictado por el

[44] Puede consultarse en: <www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_129_esp1.pdf>.

288
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

Tribunal de Lago Agrio, no se especificó la ley supuestamente violada, sino que


solamente se limitó a señalar la base fáctica del arresto.
120. En consecuencia, este Tribunal declara que el Estado violó en perjuicio del
señor Acosta Calderón el derecho a ser comunicado previa y detalladamente de
la acusación formulada, consagrado en el artículo 8.2.b de la Convención Ame-
ricana, en conexión con el artículo 1.1. de la misma”.
Pudiéndose encontrar en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional so-
bre el mismo punto, entre otras, la sentencia del EXP. Nº 9811-2006-HC/TC-
Cusco. Zulma Virginia Horqque Ferro:
“De la lectura del mencionado auto no se desprende que la entonces juez de la
causa, al instaurar instrucción, se haya pronunciado respecto de en cuál de las
modalidades delictivas habría incurrido la procesada, pues solo se limita a seña-
lar que ordena abrir instrucción por la comisión del delito contra la voluntad po-
pular, en la modalidad de atentado contra el derecho de sufragio; y por el deli-
to contra la fe pública en la modalidad de falsificación de documentos en gene-
ral, sin hacer referencia a los artículos de la ley penal que contemplan dichos in-
justos penales, y sin indicar los incisos que contienen las modalidades en que se
encuadra la conducta de los procesados, incluyendo la favorecida, lo cual lesio-
na su derecho a la defensa”.
En lo que corresponde a los elementos de acreditación se puede men-
cionar, por ejemplo, las sentencias del Tribunal Constitucional en los EXP.
Nº 9544-2006-PHC/TC-Lima. Rómulo Jorge Peñaranda Castañeda y
Luis Fernando Carrillo Morales y EXP. Nº 1132-2007-PHC-TC-Lima.
Óscar Pedro Berckemeyer Prado:
“En efecto, el juez demandado consignó, en el auto de apertura de instrucción
cuestionado, un inexistente atestado policial, denotando así la falta de suficien-
cia probatoria de la imputación esgrimida contra los demandantes, lo que reve-
la una decisión judicial arbitraria, pues el hecho de citar un documento policial
como material justificatorio de la pretensión punitiva sin que haya existido in-
vestigación policial previa, no puede devenir sino en una denuncia manifies-
tamente orientada a que los presuntos autores del hecho sean inevitablemente
procesados”.

IV. Marco temporal


No obstante que los instrumentos internacionales se refieren de modo li-
teral a la comunicación detallada de la acusación, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos ha puntualizado en la sentencia del Caso Barreto Leiva
vs. Venezuela que el derecho a la defensa –y, por consiguiente, el que corres-
ponde al de imputación necesaria– debe:

289
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

“Poder ejercerse desde que se señala a una persona como posible autor o partíci-
pe de un hecho punible y solo culmina cuando finaliza el proceso (…). Sostener
lo opuesto implicaría supeditar las garantías convencionales que protegen el de-
recho a la defensa, entre ellas el artículo 8.2.b, a que el investigado se encuentre
en determinada fase procesal, dejando abierta la posibilidad de que con anterio-
ridad se afecte un ámbito de sus derechos a través de actos de autoridad que des-
conoce o a los que no puede controlar u oponerse con eficacia, lo cual es eviden-
temente contrario a la Convención”[45].
Criterio asumido por nuestro Tribunal Constitucional, por ejemplo, en la
sentencia del Exp. Nº 03987-2010-PHC/TC-Lima. Alfredo Alexander Sán-
chez Miranda y Otros:
“18. En cuanto a la alegada violación del derecho de defensa, consistente en no
haber explicitado los hechos imputados, cabe señalar que este Tribunal ya se ha
pronunciado en otras oportunidades sobre la relación entre derecho de defensa y
el conocimiento de los cargos imputados. Así, por ejemplo, para el caso del auto
de apertura de instrucción (Cfr. Exp. N° 8125-2005-PHC/TC). Del mismo modo,
para el caso de una sentencia, se exige una adecuada motivación de los hechos,
lo que permitirá, entre otras cosas, hacer un efectivo uso de los recursos. Sin em-
bargo, queda claro que el grado de explicitación de los hechos que se exige a una
sentencia no es el mismo que se le exige a un auto de apertura de instrucción. Lo
mismo ocurre con la apertura de investigación preliminar respecto del auto de
apertura de instrucción (acto procesal para el que la ley exige individualización
del procesado e indicios mínimos de su presunta responsabilidad). Sin embargo,
una exigencia ineludible de la apertura de investigación consistirá en un sustento
fáctico del hecho imputado, es decir, señalar el hecho que motiva la apertura de
investigación”.

[45] Buena cuenta de que se trata de la posición dominante en el ámbito internacional –perteneciente a los
países que de algún modo comparten a nuestra cultura jurídica– lo da la Directiva 2012/13/UE del
Parlamento Europeo y del Consejo de 22 de mayo de 2012 relativa al derecho a la información en los
procesos penales, que señala en su considerando (28): “Debe facilitarse con prontitud a la persona sos-
pechosa o acusada la información acerca de la infracción penal que se sospecha ha cometido o de cuya
comisión se le acusa, a más tardar antes de su primer interrogatorio oficial por parte de la policía o de
otra autoridad competente, y sin perjuicio del desarrollo de las investigaciones en curso” y en el num.
1 de su art. 2: “La presente Directiva se aplica desde el momento en que las autoridades competentes
de un Estado miembro ponen en conocimiento de una persona que es sospechosa o que se le acusa de
haber cometido una infracción penal, hasta la conclu­sión del proceso, es decir, hasta la decisión defini-
tiva que de­termina si la persona sospechosa o acusada ha cometido o no la infracción penal, incluidas,
cuando proceda, la imposición de la condena y la resolución de cualquier recurso”; estableciendo en el
num. 1 de su art. 6: “Los Estados miembros garantizarán que toda persona sos­pechosa o acusada reciba
información sobre la infracción penal que se sospecha ha cometido o está acusada de haber cometido.
Esta información se facilitará con prontitud y con el grado de detalle necesario para salvaguardar la
equidad del proceso y permitir el ejercicio efectivo de los derechos de defensa”.

290
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

Del mismo modo que ocurre con la doctrina[46]. De ahí que, por ejemplo,
el nacional Neyra Flores[47] haya señalado: “Es preciso que desde el más pre-
maturo inicio del proceso se le comunique de inmediato y detalladamente la
imputación formulada en su contra para que pueda dirigir su defensa en ese
sentido” y, por su parte, la española Armenta Deu[48] que dicho derecho al-
canza “situaciones anteriores a la propia formulación de la acusación, lo que
permite hablar con más propiedad de un (…) concepto más amplio llamado
imputación”.
Nuestro CPP de 2004 ha seguido este criterio en tanto el num. 1 de su ar-
tículo 329 obliga a la autoridad responsable de la persecución penal a contar
con un hecho que se adecua a una norma penal desde el momento en que se
decide iniciar diligencias preliminares de investigación y el art. IX de su T.P.
le impone comunicarlo apenas se establezca un imputado[49].
Está claro que no siempre que se inicien las diligencias preliminares de
investigación vamos a tener un imputado; podría suceder, por ejemplo, que el
Ministerio Público reciba la noticia de un robo en el cual todas las personas
que participaron se encontraban con pasamontañas o reciba la noticia de que
se ha encontrado a una persona tendida en la calle muerta por atropellamien-
to habiendo huido el conductor del vehículo que la impactó; pero, a partir que
se logre identificar al autor o a alguno de los intervinientes en el delito y, con-
siguientemente, atribuirle el mismo, surge la necesidad de comunicarle su ca-
lidad de imputado[50].
Eso sí, la Corte Interamericana ha establecido en el Caso Barreto Lei-
va vs. Venezuela:
“45. Es admisible que en ciertos casos exista reserva de las diligencias adelanta-
das durante la investigación preliminar en el proceso penal, para garantizar la efi-
cacia de la administración de justicia. Asiste al Estado la potestad de construir un

[46] Cfr. CASTILLO ALVA, J. “El derecho a ser informado de la imputación”, p. 205; JAUCHEN, E.
Derechos del imputado, p. 360; SERRANO HOYOS, G. La prohibición de indefensión, p. 131; COR-
DÓN MORENO, F. Las garantías constitucionales del proceso penal, p. 145; FERNÁNDEZ LEÓN,
W. Procedimiento penal acusatorio y oral, p. 46; GUERRERO PERALTA, O. Fundamentos teórico-
constitucionales del nuevo proceso penal, p. 266.
[47] NEYRA FLORES, J. Manual del nuevo proceso penal, p. 200.
[48] ARMENTA DEU, T. “¿Hacia una reforma del proceso penal?”, pp. 89-90.
[49] No es de recibo, entonces, el planteamiento de BONIFACIO MERCADO, C. “La necesidad de una
imputación concreta”, p. 182, cuando sostiene que es a partir de la disposición de formalización de
investigación que empieza a custodiarse el principio de imputación necesaria.
[50] Por eso dice CASTILLO ALVA, J. “El derecho a ser informado de la imputación”, p. 191: “La imputa-
ción se entiende en sentido material o amplio como la atribución, más o menos fundada, a una persona
de un acto presuntamente punible”.

291
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

expediente en búsqueda de la verdad de los hechos, adoptando las medidas nece-


sarias para impedir que dicha labor se vea afectada por la destrucción u oculta-
miento de pruebas. Sin embargo, esta potestad debe armonizarse con el derecho
de defensa del investigado, que supone, inter alia, la posibilidad de conocer los
hechos que se le imputan”.
Esta “reserva” implica la posibilidad de que se inicien y avancen dili-
gencias preliminares de investigación sin poner ello en conocimiento de las
personas de las que se sospecha la comisión de un delito. Entonces, se trata en
realidad, técnicamente, del secreto de las mismas.
Este secreto solo tendrá justificación jurídica válida en los supuestos en
que el conocimiento de la imputación penal pueda poner en peligro la eficacia
de las indagaciones y no se podrá prolongar durante todas las diligencias pre-
liminares, pues es necesario reconocer –una vez asegurados los elementos de
convicción cuya recolección se buscaba garantizar– un espacio para que el in-
vestigado pueda ejercer su derecho a la defensa[51].
Que quede claro que lo que se justifica es solo la falta de información al
investigado de la imputación en su contra y de que su persona está siendo ob-
jeto de las diligencias preliminares; pero de ningún modo el que se pueda ini-
ciar dichas diligencias sin tener una imputación –aunque sea genérica–.
Para finalizar es de precisar que en tanto las diligencias preliminares tie-
nen por finalidad inmediata buscar los elementos de convicción que puedan
corroborar en grado de probabilidad inicial los hechos objeto de notitia cri-
minis a efectos de determinar si corresponde o no formalizar cargos contra
las personas a las que se le atribuye su realización, no resulta exigible que
para ordenar el inicio de las mismas el fiscal tenga que analizar y sustentar
la existencia de algún específico caudal de elementos de convicción más allá
de aquel sustento fáctico que constituye una notitia criminis mínimamente
razonable[52].

[51] Es en este sentido que el num. 3 del artículo 68 del CPP 2004 ha señalado: “El fiscal decretará, de ser
el caso, el secreto de las investigaciones por un plazo prudencial que necesariamente cesará antes de
la culminación de las mismas”; para que, una vez que cese el secreto, en el periodo que queda hasta la
culminación el investigado pueda tomar conocimiento de la imputación y realizar lo que considere más
adecuado para su defensa.
[52] Esta mínima razonabilidad viene impuesta tanto por criterios de funcionalidad del sistema como de no
arbitrariedad. En el primer caso, porque el Ministerio Público no debe malgastar sus recursos investi-
gando notitias criminis carentes de sentido. En el segundo, porque no se puede someter, sin que exista
arbitrariedad, abuso o injusticia, a una persona –con las molestias que usualmente estas conllevan– a
investigaciones también sin sentido.

292
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

El razonamiento contrario implica exigir que para que fiscal pueda empe-
zar a investigar preliminarmente tenga antes que investigar preliminarmente,
con la contradicción que en ello existe.
El CPP de 2004 muestra compatibilidad con lo que acabamos de afirmar
en tanto señala en el num.1 de su artículo 329 que el fiscal inicia diligencias
preliminares de investigación “cuando tenga conocimiento de la sospecha de
la comisión de un hecho que reviste los caracteres de delito” sin establecer
ningún tipo de requisito de acreditación para proceder en ese sentido.
En coherencia, el CPP de 2004 tampoco establece ningún requerimiento
de elementos de acreditación –ni acompañándolos, ni indicando cuáles pue-
den ser o donde se pueden hallar– para la interposición válida –como genera-
dora de las diligencias preliminares de investigación– de una denuncia[53]. Del
mismo modo, que tampoco lo hace para el inicio de oficio, por el iniciativa del
propio fiscal y sin denuncia ciudadana, de las indicadas diligencias.

V. Contenido material
La idea base del derecho a la imputación necesaria es la adecuada des-
cripción de los cargos penales.
Pero, debe precisarse de inicio que si bien –como se ha señalado supra– la
imputación necesaria desempeña un importante rol ya desde que el momento
en que el representante del Ministerio Público decide el comienzo de las dili-
gencias preliminares, las exigencias que formula este derecho no son las mis-
mas a lo largo de todas las etapas del proceso.
En este sentido, por ejemplo, se ha pronunciado el Tribunal Constitucio-
nal en la sentencia recaída en el Exp. Nº 04726-2008-PHC/TC-Lima. Robert
Michael Haber, cuando señala:
“Debe tomarse en cuenta que la finalidad de dicha resolución (el auto de apertura
de instrucción) es simplemente dar inicio al proceso penal, por lo que no puede

[53] Artículo 328


“1. Toda denuncia debe contener la identidad del denunciante, una narración detallada y veraz de los
hechos, y –de ser posible– la individualización del presunto responsable.
2. La denuncia podrá formularse por cualquier medio. Si es escrita, el denunciante firmará y colocará
su impresión digital. Si es verbal se sentará el acta respectiva.
3. En ambos casos, si el denunciante no puede firmar se limitará a colocar su impresión digital, deján-
dose constancia en el acta del impedimento”.

293
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

exigirse en dicha instancia el mismo grado de exhaustividad en la descripción de


los hechos que sí es exigible en una sentencia, que es el momento en el que re-
cién se determina la responsabilidad penal del imputado, luego de haber realiza-
do una intensa investigación y de haber actuado las pruebas presentadas por las
partes”[54].
La Corte Suprema, por su parte, ha dicho en el Acuerdo Plenario
N° 2-2012/CJ-116 que:
“7°. Es evidente, por lo demás, que el nivel de precisión de los hechos –que no
de su justificación indiciaria procedimental–, atento a la propia naturaleza jurí-
dica de la DFCIP y del momento procesal de ejercicio o promoción de la acción
penal por el fiscal, debe ser compatible –cumplidos todos los presupuestos pro-
cesales– con el grado de sospecha inicial simple, propia de la necesidad de abrir
una instancia de persecución penal –es decir, que impulse el procedimiento de in-
vestigación–. (…) Tal consideración, como se sabe, ha de estar alejada de las me-
ras presunciones, y fundada en puntos de partida objetivos y asentada en la ex-
periencia criminalística de que, en pureza, existe un hecho de apariencia delicti-
va perseguible –presupuesto jurídico material– atribuible a una o varias personas
con un nivel de individualización razonable y riguroso (entonces, sí se puede).
Lo expuesto explica que una de las características del hecho investigado es su va-
riabilidad durante el curso de la etapa de investigación preparatoria –o, mejor di-
cho, ‘delimitación progresiva del posible objeto procesal’–, y que el nivel de pre-
cisión del mismo –relato del hecho histórico y del aporte presuntamente delicti-
vo de los implicados por la Fiscalía– tiene un carácter más o menos amplio o re-
lativamente difuso. No es lo mismo un delito flagrante, que uno referido a suce-
sos complejos y de determinación inicial algo incierta y, por tanto, de concreción
necesariamente tardía”.
La propia Corte Interamericana tiene clara esta idea, habiendo expresado
en Barreto Leiva vs. Venezuela:

[54] Dice además: “De la lectura del cuestionado auto de apertura de instrucción ampliatorio, obrante de
fojas 177 a 257, se desprende que se imputa al beneficiado la presunta comisión del delito de lavado
de activos provenientes del delito de tráfico ilícito de drogas (forma agravada), bajo la modalidad de
conversión y transferencia, así como ocultamiento y tenencia, delito tipificado en los artículos 1 y 2
de la Ley Nº 27765, por el hecho de ser titular, en su calidad de socio de la persona jurídica Freeman,
Butterman & Haber - Trust Account, de la cuenta bancaria Nº 0115134578 en el Espirito Santo Bank,
ubicado en la ciudad de Miami, en Estados Unidos, ya que en dicha cuenta bancaria se habrían concen-
trado los pagos a las empresas off-shore constituidas por disposición de Fernando Melcíades Zevallos
González, sentenciado como autor del delito de tráfico ilícito de drogas en virtud de la sentencia del
19 de noviembre de 2005 expedida por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la
República, con la finalidad de ocultar los recursos ilícitos provenientes de dicha actividad. Asimismo,
se le imputa al favorecido el hecho de haber participado, en su calidad de socio del estudio de abogados
Freeman, Butterman, Haber, Rojas & Stanham LLP, en la constitución de dichas empresas off-shore”.

294
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

“El contenido de la notificación (de la imputación) variará de acuerdo al avan-


ce de las investigaciones, llegando a su punto máximo, expuesto en el párrafo 28
supra, cuando se produce la presentación formal y definitiva de cargos”.
Es que, como lo señala, por ejemplo, literalmente la Convención Ameri-
cana de Derechos Humanos en el lit. b) del num. 2) de su artículo 8, la preci-
sión y detalle en la descripción de los cargos es un requisito plenamente exi-
gible recién a partir de la formulación de la acusación.

1. En la disposición de inicio de diligencias preliminares


En el momento en que se decide el inicio de las diligencias prelimina-
res basta con un hecho que analizado jurídicamente presente por lo menos los
componentes esenciales de una prohibición penal[55].
Exigir en este momento un hecho descrito con detalle en relación con to-
das y cada una de las circunstancias de su perpetración como condición para
el inicio jurídicamente válido de las diligencias preliminares de investigación
–que, precisamente, por recién estar por comenzar no pueden mostrar resulta-
do alguno– es una exigencia excesiva y claramente irracional que de ningún
modo puede pretender justificarse en la filosofía garantista[56].
La imputación inicial en el proceso que originó el Caso Mattoccia vs.
Italia (citado según sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de
25 de julio de 2000) es ejemplo de la corrección de lo dicho:
“9. En 1985, el demandante fue destinado por su empresa para trabajar como
conductor de autobús de una escuela en Roma, que contaba con niños discapaci-
tados entre sus alumnos, su trabajo consistía en recoger a los niños con discapaci-
dad desde sus casas por la mañana para llevarlos a la escuela y regresarlos a casa
por la tarde. El demandante siempre fue acompañado por un trabajador social.
10. El 22 de noviembre de 1985, la madre de R, una niña discapacitada mental
nacida en 1964, que asistía a la escuela, pidió la ayuda de un trabajador social,

[55] En sentido similar, REÁTEGUI SÁNCHEZ, J. El control constitucional en la etapa de califica-


ción, p. 17: “En las instancias iniciales del procesamiento penal todavía no hay verdaderas pruebas
incriminatorias, sino solo meros indicios de la comisión de un hecho delictivo; entonces, no puede
realizarse –o mejor dicho exigirse– una imputación concreta, sino más bien de tipo genérica”.
[56] Es por ello que la referida Directiva 2012/13/UE del Parlamento Europeo y del Consejo señala en su
considerando (28): “Debe facilitarse una descripción de los hechos constituti­vos de infracción penal
incluyendo, si se conocen, el lugar y la hora así como la posible tipificación jurídica, de forma suficien-
temente detallada, teniendo en cuenta la fase del proceso penal en la que se facilite esa descrip­ción,
a fin de salvaguardar la equidad del procedimiento y permitir el ejercicio efectivo de los derechos de la
defensa” (resaltado nuestro).

295
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

CT, ya que sospechaba que R. había sido violada o sodomizada en la escuela


por una persona llamada ‘Massimo’. Desde el 11 de noviembre 1985 R. se ha-
bía negado a volver a la escuela. El 23 de noviembre 1985 la madre, acompa-
ñada por CT, llevó a R a ver a un ginecólogo. El ginecólogo no examinó a R,
pero, al enterarse por su madre lo que había sucedido, le aconsejó que sea exa-
minada por un médico del Departamento de Medicina Forense. El 25 de no-
viembre, por lo tanto, R se sometió a un examen médico, sin embargo, el mé-
dico no le encontró huellas, recientes o antiguas, de la violación o la sodomía.
11. El 22 de noviembre 1985 la madre de R también pidió a la dirección de la es-
cuela preguntar a un empleado llamado ‘Massimo’ por una explicación, pero el
director se negó.
12. El mismo día la madre presentó una denuncia penal en contra de ‘una perso-
na de nombre Massimo’. Ella informó a la policía de Roma que unos veinte días
antes se había dado cuenta que su hija parecía estar con dolor y la siguió en su ca-
mino al baño. La explicación de R había sido: ‘Massimo lo hizo’. Unos días más
tarde, la madre había escuchado de un amigo de ella, CD, que R un día le había
dicho que un tal Massimo la había obligado a tener relaciones sexuales anales en
el baño de la escuela.
13. La Policía interrogó a R en presencia de su madre. La chica dijo que alrede-
dor de un mes antes, mientras ella estaba en el lavabo de la escuela en el segun-
do piso, ‘Massimo’, le había dicho que se acueste en una cama pequeña y había
tenido sexo anal con ella.
14. Luego, la Policía interrogó a CD, que declaró que alrededor de un mes antes
había estado en el piso de la madre y se había dado cuenta de que R estaba muy
callada. Después de algunas dudas iniciales, R había confesado a su esposa en
presencia de su hermana, A, y de otro amigo, MP, que ‘Massimo’ la había asalta-
do sexualmente, no solo causándole dolor, sino que también la había amenazado.
15. La Policía interrogó a la gerente de la empresa encargada de organizar el
servicio de autobús escolar. Él identificó al solicitante como el conductor
correspondiente”.
Las indagaciones iniciales en este caso –y en los que son similares– no se
podrían realizar en el marco del sistema procesal del CPP de 2004[57] si fuera
requisito indispensable para el inicio jurídicamente válido de las diligencias
preliminares de investigación un hecho descrito con detalle y conteniendo la
descripción de todas las circunstancias de su perpetración.

[57] En el diseño del CPP 2004, la Policía debe dar cuenta inmediata al fiscal de las noticias de comisión de
delito (art. 67); quien debe iniciar los actos de investigación –mediante una disposición de diligencias
preliminares– cuando tenga conocimiento de la sospecha de la comisión de un hecho que reviste los
caracteres de delito (art. 329); siendo que la Fiscalía debe asumir la conducción de la investigación des-
de su inicio, conduciendo y controlando jurídicamente los actos de investigación que realiza la Policía
(art. IV del T.P.).

296
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

De modo similar al aquí defendido se ha pronunciado el Tribunal Cons-


titucional en la sentencia del Exp. Nº 03987-2010-PHC/TC-Lima. Alfredo
Alexander Sánchez Miranda y Otros:
“18. En cuanto a la alegada violación del derecho de defensa, consistente en no
haber explicitado los hechos imputados, cabe señalar que este Tribunal ya se ha
pronunciado en otras oportunidades sobre la relación entre derecho de defensa y
el conocimiento de los cargos imputados. Así, por ejemplo, para el caso del auto
de apertura de instrucción (Cfr. Exp. N° 8125-2005-PHC/TC). Del mismo modo,
para el caso de una sentencia, se exige una adecuada motivación de los hechos,
lo que permitirá, entre otras cosas, hacer un efectivo uso de los recursos. Sin em-
bargo, queda claro que el grado de explicitación de los hechos que se exige a una
sentencia no es el mismo que se le exige a un auto de apertura de instrucción. Lo
mismo ocurre con la apertura de investigación preliminar respecto del auto de
apertura de instrucción (acto procesal para el que la ley exige individualización
del procesado e indicios mínimos de su presunta responsabilidad). Sin embargo,
una exigencia ineludible de la apertura de investigación consistirá en un susten-
to fáctico del hecho imputado, es decir, señalar el hecho que motiva la apertu-
ra de investigación. Al respecto, la disposición que abre investigación, a fojas 56
y siguientes, señala que: “(…) como resultado del análisis preliminar efectuado
por la unidad policial se ha logrado identificar a los integrantes de la familia Sán-
chez Paredes y su vinculación con diversas personas jurídicas a nivel nacional,
las cuales se han ido constituyendo desde la década del 80 hasta la actualidad,
habiendo financiado diversos negocios tales como minas, granjas, inversiones en
bienes raíces, empresas de transporte, negocios de reparación de vehículos, ven-
ta de maquinaria pesada, (…) para ello (…) involucraron a sus familiares y en-
torno amical más cercano en la constitución, aumento de capital, adquisición de
bienes, apertura de cuentas bancarias, transferencias de dinero y otros en el desa-
rrollo de la actividad económica de diferentes empresas a nivel nacional e inter-
nacional y logrará con ello legalizar ingentes cantidades de dinero producto del
Tráfico Ilícito de Drogas. (…) (…) siendo que en el presente caso los investiga-
dos han creado una pluralidad de personas jurídicas de las que resulta necesario
establecer la licitud de su origen así como el origen del patrimonio de los inves-
tigados, la correspondencia de los capitales involucrados con las actividades líci-
tas desarrolladas, la identificación de las empresas nacionales y off shore consti-
tuidas en Panamá (…) toda vez que resulta factible que la organización Sánchez
Paredes esté utilizando estos medios para blanquear el dinero obtenido en ilícitas
actividades”.
19. Como es de verse, el acto concreto señalado en la disposición que abre inves-
tigación preliminar es la creación de diversas personas jurídicas que habrían sido
utilizadas para dar apariencia de legalidad al dinero obtenido con el tráfico ilícito
de drogas. En este sentido, este extremo de la demanda debe ser desestimado”.

297
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

En sentido opuesto se han pronunciado en minoría en dicha sentencia los


magistrados Eto Cruz y Álvarez Miranda, sosteniendo en el acápite que dedi-
can al “derecho a ser informado de la imputación de manera detallada y espe-
cífica” en la investigación preliminar:
“El Fiscal Provincial cuando investiga y en general el Ministerio Público cuando
dirige su actividad contra una persona considerada sospechosa, tiene el deber de
relatar e informar de modo claro y expreso las circunstancias de modo, lugar y
tiempo del hecho considerado como delictivo; cumpliendo con las exigencias fi-
jadas en los Tratados Internacionales y en la propia Constitución de nuestro país,
de que la información de la imputación debe ser previa, sin demora, de forma
inmediata y de manera detallada. (…) 39. Pero el derecho a ser informado de
la imputación no constituye una novedad jurisprudencial, en la medida en que ha
sido objeto de tratamiento y desarrollo por parte de los diversos Tribunales del
Sistema Internacional de Protección de los Derechos Humanos. Así la Corte In-
teramericana de Derechos Humanos en el caso Fermín Ramírez vs Guatemala,
ha señalado que: “(…) la descripción material de la conducta imputada contiene
los datos fácticos que constituyen la referencia indispensable para el ejercicio de
la defensa del imputado (…) de allí que el imputado tenga derecho a conocer a
través de una descripción clara, detallada y precisa de los hechos que se le impu-
tan (…)”.
40. Pero los pronunciamientos de la Corte Interamericana no han quedado allí,
sino que más recientemente es posible encontrar un pronunciamiento en el que
se ha desarrollado el derecho bajo análisis. Así, en el caso Tibi vs. Ecuador ha se-
ñalado, que: “(…) el derecho a ser informado ‘sin demora’ de la acusación exige
que la información se proporcione de la manera pormenorizada (…) este derecho
debe surgir cuando, en el curso de una investigación, una autoridad del Ministe-
rio Público decida adoptar medidas procesales contra una persona sospechosa de
haber cometido un delito (…). Las exigencias concretas del apartado a) del pá-
rrafo 3 pueden satisfacerse formulando la acusación ya sea verbalmente o por es-
crito, siempre que en la información se indique tanto la ley como los supuestos
hechos en que se basa (…)”.
41. Por su parte, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha señalado, respec-
to del tema que nos ocupa, en el caso Pellisier y Sassi vs. Francia que: “(…) El
artículo 6.3.a) de la Convención [Europea] reconoce al imputado el derecho a ser
informado (…) de la causa de la acusación, es decir, de los actos que supuesta-
mente ha cometido y sobre los que se basa la acusación (…)”, continúa el Tribu-
nal Europeo afirmando que: “(…) La Corte considera que, en cuestiones penales,
el precepto concerniente a una información completa y detallada de los cargos
formulados contra el imputado y, consecuentemente, a la calificación legal que el
tribunal pueda adoptar al respecto, constituye un prerrequisito esencial para ase-
gurar que los procedimientos sean justos (…)”.

298
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

42. Con todas estas precisiones, tanto normativas como jurisprudenciales, que-
da claro que el inicio de toda investigación, sea cual fuere su carácter, ha de te-
ner como presupuesto la existencia de un suceso material verificable en el tiem-
po y en el espacio; es decir, el inicio de una investigación contra una persona ten-
drá validez constitucional únicamente si es posible individualizar su conducta y
verificar que la misma tenga contenido penalmente relevante; lo contrario sería
aceptar la preponderancia de la presunción de culpabilidad sobre el derecho fun-
damental a la presunción de inocencia.
43. Llevada dicha exigencia al caso de autos, se puede concluir que la resolución
fiscal de inicio de la investigación, en contra de los favorecidos, no precisa el car-
go concreto y específico referido al delito de lavado de activos, es decir no se les
señala de modo concreto y circunstanciado el suceso fáctico o evento material
que permita sostener la imputación; esto es, no se les ha señalado cuál es la tran-
sacción comercial y/o financiera de apariencia delictiva que se les imputa, situa-
ción que termina por contaminar el normal ejercicio del derecho de defensa y en
concreto el derecho a ser informado de la imputación. En dicha resolución solo
se alude a un evento criminal ocurrido el 11 de diciembre de 1987 (delito prece-
dente) en donde en México resultó muerto un pariente de los favorecidos, pero
no se precisa cuál o cuáles son los actos concretos y precisos que bajo la moda-
lidad de conversión, transferencia u ocultamiento habrían realizado cada uno de
los favorecidos; deslegitimando con ello, desde la perspectiva constitucional, la
investigación preliminar.
44. Es más, del estudio de las documentales incorporadas al proceso por la propia
defensa del demandado, se concluye que ni siquiera en el transcurso de la inves-
tigación preliminar, la misma que ha durado aproximadamente dos años, el re-
presentante del Ministerio Público ha cumplido con precisar el o los hechos ma-
teria de incriminación; circunstancia que ha sido corroborada por el propio Pro-
curador del Ministerio Público, el mismo que al ser requerido por los magistra-
dos de este Colegiado durante la vista de la causa, a fin de que precise si el fis-
cal demandado ha señalado y comunicado de modo expreso y taxativo el hecho
que permite incluir a los favorecidos en la investigación preliminar, este optó por
guardar silencio.
45. Evidentemente, el fiscal no debe investigar al azar, para ver que se encuentra,
sino se debe partir de una hipótesis basada en hechos específicos para determinar
su verosimilitud o no a la largo de la investigación.
46. En un Estado Constitucional no se debe tolerar pesquisas e indagaciones (fis-
cales o policiales) indeterminadas o sin hechos precisos. Como ha señalado este
Tribunal Constitucional en la STC Nº 5228-2006-PHC/TC: “(….) el contenido
principal de la presunción de inocencia comprende la interdicción constitucio-
nal de la sospecha permanente. De ahí que resulte irrazonable el hecho que una
persona esté sometida a un estado permanente de investigación fiscal o judicial.
Ello es así en la medida que si bien es cierto que toda persona es susceptible de
ser investigada, no lo es menos que para tal efecto se exija la concurrencia de dos

299
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

elementos esenciales: 1) que exista una causa probable y 2) una búsqueda razo-
nable de la comisión de un ilícito penal (cita incorrecta).
47. Todo lo expuesto en el presente acápite permite a este Colegiado concluir que
este extremo de la demanda debe ser estimado por haberse corroborado la vulne-
ración del derecho de defensa, específicamente el derecho a ser informado de la
imputación de manera detallada y precisa”.
En contra de la fundamentación que se acaba de transcribir se debe preci-
sar que, en realidad, la Corte Interamericana no dedica la sentencia del Caso
Fermín Ramírez vs. Guatemala a tomar posición respecto de la clase de
descripción de los hechos que se requiere para iniciar de modo jurídicamente
válido las diligencias preliminares de investigación ni, mucho menos, exige
en algún momento que para ello el fiscal tenga que –parafraseando a Álvarez
Miranda y Eto Cruz– relatar e informar de modo detallado, claro y expre-
so las circunstancias de modo, lugar y tiempo del hecho considerado como
delictivo.
Lo que es objeto de análisis en Fermín Ramírez vs. Guatemala[58] es la
validez convencional de una sentencia de condena que es consecuencia de la

[58] Dice la sentencia: “70. En el presente caso, la imposición de la pena de muerte(…) se basó en la aplica-
ción del artículo 132 del Código Penal de Guatemala, que tipifica y sanciona el asesinato. La sentencia
fue dictada luego de un debate oral y público, posterior a la acusación formulada contra el señor Fermín
Ramírez por el delito de violación calificada, previsto en el artículo 175 del Código Penal y sancionado
con pena privativa de libertad de hasta 50 años de prisión. Esta imputación sirvió de base para el inicio
del juicio oral y público ante el Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Am-
biente. Durante el primer día de debate, el Tribunal advirtió a las partes sobre la posibilidad de cambiar
la calificación jurídica del delito, pero no especificó a qué delito pudiera dirigirse el cambio, lo cual no
es irrelevante, en modo alguno, para el ejercicio de la defensa y la decisión judicial sobre la sanción
aplicable. En sentencia del 6 de marzo de 1998, el Tribunal de Sentencia Penal resolvió, invocando el
artículo 388 del Código Procesal Penal, que “del análisis de la prueba producida en el debate […] el
Tribunal estima que el hecho delictivo imputado al procesado encuadra en la figura contemplada en el
artículo 132 del Código Penal, [(…) ] por lo que, por imperativo legal debe cambiarse la tipificación ju-
rídica formulada en la acusación y en el auto de la apertura de juicio, de violación calificada al delito de
asesinato”. En consecuencia, condenó al señor Fermín Ramírez a la pena de muerte (supra párrs. 54.5
a 54.18). (…) 73. El Tribunal de Sentencia fundó su actuación en el artículo 374 del Código Procesal
Penal, que prevé la ‘advertencia de oficio’ sobre una ‘modificación posible de la calificación jurídica’.
Ahora bien, el presidente del Tribunal se limitó a advertir a las partes que ‘en el momento oportuno’
podía darse una calificación jurídica distinta de la contemplada en la acusación y en el auto de apertura
a juicio, pero no especificó cuál sería esa nueva calificación legal, y mucho menos se refirió a la posibi-
lidad de que el cambio de calificación proviniera, en realidad, de una modificación en la base fáctica del
proceso y, en su hora, de la sentencia. El presidente del Tribunal de Sentencia no ofreció al inculpado la
oportunidad de rendir una nueva declaración en relación con los últimos hechos que se le atribuyeron.
Estas omisiones privaron a la defensa de certeza acerca de los hechos imputados (artículo 8.2.b) de la
Convención) y, en consecuencia, representaron un obstáculo para preparar adecuadamente la defensa,
en los términos del artículo 8.2.c) de la Convención”. (…) / 75. Al respecto, la Corte observa que, en la
sentencia de 6 de marzo de 1998, el Tribunal de Sentencia no se limitó a cambiar la calificación jurídica
de los hechos imputados previamente, sino modificó la base fáctica de la imputación, inobservando el

300
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

modificación en juicio –por parte del juzgador– del hecho contemplado ori-
ginalmente en la acusación, que conllevó, además, a una modificación de la
calificación jurídica contemplada en dicho documento fiscal; respecto de los
cuáles el procesado no tuvo la posibilidad de ejercitar su derecho de defen-
sa, por no haber sido oportuna y formalmente noticiado de las variaciones
producidas.
En este contexto, sus argumentaciones se centran en la necesidad de una
adecuada descripción de la acusación fiscal y en la congruencia que debe
guardar con ella la sentencia condenatoria; abordando también la posibilidad
de modificación legítima –bajo ciertas condiciones– en el juicio de los hechos
y de la calificación jurídica originalmente contempladas en aquella[59].
En la Sentencia del Caso Tibi vs. Ecuador[60] (7 de setiembre de 2004)
tampoco se analiza la clase de descripción de los hechos que se requiere para
dar inicio a las diligencias preliminares, sino el que el ciudadano francés Da-
niel Tibi no haya tenido conocimiento oportuno y completo de los cargos
que se le imputaban en el auto jurisdiccional de procesamiento –obviamente,

principio de congruencia. / 76. Se pasó de la calificación de Violación Agravada a la calificación de


Asesinato. No coincide la dirección del dolo en ambos supuestos: en el primero, el animus es de man-
tener acceso carnal, del que resulta la muerte del sujeto pasivo; en el segundo, es de matar, en alguna
de las formas o a través de alguno de los medios que la ley prevé a título de agravantes. El Tribunal
de Sentencia dio por demostrados hechos no contenidos en la acusación: la muerte dolosa producida
por “asfixia mediante estrangulamiento” y la posibilidad del acceso carnal posterior a la muerte. No
podría entenderse que esto significa un simple cambio en la calificación jurídica del delito, sino implica
hechos diferentes de los que constituyen Violación Agravada (artículo 175 del Código Penal). Así, se
modificó la base fáctica establecida en la acusación, sin que el señor Fermín Ramírez pudiera ejercer
defensa alguna al respecto. Esta modificación sustancial trajo consigo la posibilidad de imponer, como
efectivamente se hizo, la pena capital”.
[59] Dice la Sentencia: “67. Al determinar el alcance de las garantías contenidas en el artículo 8.2 de la
Convención, la Corte debe considerar el papel de la ‘acusación’ en el debido proceso penal vis-à-vis
el derecho de defensa. La descripción material de la conducta imputada contiene los datos fácticos
recogidos en la acusación, que constituyen la referencia indispensable para el ejercicio de la defensa
del imputado y la consecuente consideración del juzgador en la sentencia. De ahí que el imputado tenga
derecho a conocer, a través de una descripción clara, detallada y precisa, los hechos que se le imputan.
La calificación jurídica de estos puede ser modificada durante el proceso por el órgano acusador o por
el juzgador, sin que ello atente contra el derecho de defensa, cuando se mantengan sin variación los
hechos mismos y se observen las garantías procesales previstas en la ley para llevar a cabo la nueva
calificación. El llamado ‘principio de coherencia o de correlación entre acusación y sentencia’ implica
que la sentencia puede versar únicamente sobre hechos o circunstancias contemplados en la acusación.
(…) / 71. Al evacuar pruebas durante el juicio oral es posible que se acredite la existencia de nuevos
hechos o circunstancias no previstos en la acusación. En tal hipótesis, el Ministerio Público puede for-
mular la ‘Acusación alternativa’ o la ‘Ampliación de la acusación’, mencionadas anteriormente (supra
párr. 54.10 y 54.11), a fin de promover la modificación del objeto del proceso”.
[60] Puede consultarse en: <www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_114_esp.pdf>.

301
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

posterior al inicio de las indagaciones preliminares–; cargos en los que se ha-


bía sustentado el mandato de detención dictado en su contra[61].
Más bien, la Corte Interamericana ha señalado en la Sentencia de Barre-
to Leiva vs. Venezuela:
“30. Por todo ello, el artículo 8.2.b convencional rige incluso antes de que se for-
mule una ‘acusación’ en sentido estricto. Para que el mencionado artículo satis-
faga los fines que le son inherentes, es necesario que la notificación ocurra pre-
viamente a que el inculpado rinda su primera declaración ante cualquier autori-
dad pública.
31. Evidentemente, el contenido de la notificación variará de acuerdo al avance
de las investigaciones, llegando a su punto máximo, expuesto en el párrafo 28
supra, cuando se produce la presentación formal y definitiva de cargos. Antes de
ello y como mínimo el investigado deberá conocer con el mayor detalle posible
los hechos que se le atribuyen”.
No solo lo dicho, en la sentencia de Pellisier y Sassi vs. Francia –tam-
bién citada por ÁLVAREZ MIRANDA y ETO CRUZ como sustento de su po-
sición– se analiza un problema muy similar al de Fermín Ramírez vs. Gua-
temala –razón por la cual dicho pronunciamiento del Tribunal Europeo de
Derechos Humanos es citado ampliamente en este último caso[62]– y no el

[61] La Sentencia señala como hecho probado: “90.18. El 4 de octubre de 1995 el Juez Primero Penal del
Guayas, señor Ángel Rubio Game, emitió orden de prisión preventiva contra el señor Daniel Tibi y
el resto de los imputados en el Operativo ‘Camarón’, e inició el proceso penal con el auto cabeza de
proceso, el cual no le fue notificado. El señor Tibi se enteró del contenido del auto cabeza del proceso
algunas semanas después, por medio del abogado de otro detenido. El señor Daniel Tibi no fue llevado
de manera inmediata ante el Juez de la causa, ni interrogado por este”.
[62] En la Sentencia de Fermín Ramírez vs Guatemala se consigna: “69. En el caso Pélissier y Sassi vs.
Francia, la Corte Europea de Derechos Humanos determinó que los peticionarios no tuvieron oportu-
nidad para preparar su defensa respecto del nuevo cargo que se les imputaba, ya que solo a través de
la sentencia del tribunal de apelaciones se enteraron de la recalificación de los hechos. En particular,
estimó que el cambio acogido en la sentencia alteraba los términos de la acusación inicial. Al respecto,
hizo las siguientes consideraciones: (…) La Corte observa que los preceptos del tercer párrafo, inciso
a), del artículo 6 [de la Convención Europea de Protección de los Derechos Humanos y de las Liber-
tades Fundamentales] apuntan a la necesidad de brindar especial atención a la debida notificación de
la acusación al imputado. Las particularidades del delito juegan un rol crucial en el proceso penal,
desde que el momento de la comunicación de aquellas es cuando el sospechoso es formalmente puesto
en conocimiento de la base fáctica y legal de los cargos formulados en su contra (ver Kamasinki vs.
Austria, sentencia de 19 de diciembre de 1989, Serie A, N° 168, pp. 36-37, párr. 79). El artículo 6.3.a)
de la Convención [Europea] reconoce al imputado el derecho a ser informado no solo de la causa de la
acusación, es decir, de los actos que supuestamente ha cometido y sobre los que se basa la acusación,
sino también de la calificación legal dada a esos actos. Dicha información debe ser detallada, tal como
correctamente sostuvo la Comisión. / (…) El alcance del precepto anterior debe ser determinado, en
particular, a la luz del derecho más general referente a un juicio justo, garantizado por el artículo 6.1
de la Convención (ver, mutatis mutandis, las siguientes sentencias: Deweer vs. Bélgica, Sentencia de

302
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

tantas veces mencionado problema de la clase de descripción del hecho impu-


tado que se requiere para dar inicio legítimo a las diligencias preliminares de
investigación.
Para finalizar, hay que advertir que el que sea suficiente para el inicio de
diligencias preliminares de investigación un hecho que analizado jurídica-
mente presente por lo menos los componentes básicos de una prohibición pe-
nal importa el límite mínimo de lo permisible para proceder a iniciar las in-
dagaciones cuando no es posible contar con mayores detalles, de modo que si
desde un principio se puede formular una descripción circunstanciada del he-
cho materia de atribución el fiscal deberá plasmarla así en la disposición ca-
beza de indagaciones.
Es que, como ha dejado sentado la Corte Interamericana en Barreto Lei-
va vs. Venezuela, de lo que se trata es que en los momentos previos a la acu-
sación propiamente dicha: “el investigado deba conocer con el mayor detalle
posible los hechos que se le atribuyen”.

27 de febrero de 1980, Serie A, Nº 35, pp. 30-31, párr. 56; Artico vs. Italia, sentencia de 13 de mayo de
1980, Serie A, Nº 37, p. 15, párr. 32; Goddi vs. Italia, Sentencia de 9 de abril de 1984, Serie A, Nº 76,
p. 11, párr. 28; y Colozza vs. Italia, Sentencia de 12 de febrero de 1985, Serie A, Nº 89, p. 14, párr. 26).
La Corte considera que, en cuestiones penales, el precepto concerniente a una información completa
y detallada de los cargos formulados contra el imputado y, consecuentemente, a la calificación legal
que el tribunal pueda adoptar al respecto, constituye un prerrequisito esencial para asegurar que los
procedimientos sean justos. / (…) Finalmente, respecto de la queja formulada bajo el artículo 6.3.b)
de la Convención, la Corte considera que los sub-párrafos a) y b) del artículo 6.3 están conectados y
que el derecho a ser informado sobre la naturaleza y la causa de la acusación debe ser considerada a
la luz del derecho del imputado de preparar su defensa. (…) 77. En el citado caso Pélissier y Sassi, la
Corte Europea de Derechos Humanos declaró que el Estado era responsable por violación del derecho
de los peticionarios a ser informados de manera detallada sobre la acusación, así como del derecho de
aquellos a disponer del tiempo y las facilidades necesarias para la preparación de su defensa (artículos
6.1 y 6.3 incisos a) y b) de la Convención Europea de Protección de los Derechos Humanos y de las
Libertades Fundamentales), considerando que: (…) al hacer uso del derecho que incuestionablemente
tenía para recalificar hechos sobre los cuales tenía jurisdicción propiamente, la Corte de Apelaciones
de Aix-en-Provence debió haber provisto a los peticionarios de la posibilidad de ejercer sus derechos de
defensa respecto de dicha cuestión de manera práctica y efectiva y, en particular, de manera oportuna.
En el presente caso, la Corte no encuentra algún elemento capaz de explicar los motivos por los cuales,
por ejemplo, la audiencia no fue aplazada para recibir ulterior argumentación o, alternativamente, los
peticionarios no fueron requeridos para presentar observaciones escritas mientras la Corte de Apela-
ciones deliberaba. Por el contrario, del expediente del caso ante la Corte surge que los peticionarios
no tuvieron oportunidad para preparar su defensa respecto de la nueva calificación, ya que fue solo
a través de la sentencia de la Corte de Apelaciones que conocieron del cambio de calificación de los
hechos. Ciertamente, para ese momento fue demasiado tarde”.

303
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

2. En la disposición de formalización y continuación de investigación


preparatoria
Las cosas cambian cuando se trata de la disposición de formalización y
continuación de investigación preparatoria –que fija formalmente el objeto
del proceso, con las implicancias que ello tiene[63]–. En este momento las exi-
gencias de la imputación necesaria son mayores.
Sin embargo, el CPP de 2004 no requiere todavía una “relación clara y pre-
cisa del hecho que se atribuye al imputado, con sus circunstancias precedentes,
concomitantes y posteriores”, como lo hace en el lit. b del num. 1 de su artículo
349 para la formulación de la acusación, sino que solo se limita a señalar en el
num. 2 de su artículo 336 que la disposición en mención debe contener: “b) Los
hechos y la tipificación específica correspondiente”.
En el Derecho comparado se puede advertir un diseño similar, con meno-
res exigencias para la fijación del hecho materia de formalización de investi-
gación que aquellas que se hacen para la formulación de la acusación[64].
La literalidad del num. 1 del artículo 336 del CPP de 2004 podría llevar
a pensar que en la disposición de formalización de investigación preparatoria
no es necesaria una exposición detallada de los hechos.

[63] Principalmente en lo que corresponde a la cláusula de congruencia de la imputación fáctica del num.
2 del artículo 349 del CPP 2004: “La acusación solo puede referirse a hechos y personas incluidos en
la Disposición de formalización de la Investigación Preparatoria, aunque se efectuare una distinta
calificación jurídica”, en tanto presupuesto de la cláusula de congruencia del art. 397: “1. La sentencia
no podrá tener por acreditados hechos u otras circunstancias que los descritos en la acusación y, en su
caso, en la acusación ampliatoria, salvo cuando favorezcan al imputado. 2. En la condena, no se podrá
modificar la calificación jurídica del hecho objeto de la acusación o su ampliatoria, salvo que el Juez
Penal haya dado cumplimiento al numeral 1) del artículo 374”.
[64] Por ejemplo, el CPP chileno requiere en el lit. b de su artículo 259 de: “La relación circunstanciada de el
o los hechos atribuidos y de su calificación jurídica” en el momento de la formulación de la acusación;
sin embargo, establece en su artículo 232 para la formalización de investigación que: “En la audiencia
(en el ordenamiento procesal penal chileno la comunicación de la decisión fiscal de formalizar inves-
tigación preparatoria se hace en una audiencia), el juez ofrecerá la palabra al fiscal para que exponga
verbalmente los cargos que presentare en contra del imputado” y –de modo complementario– en su
art. 231 que en la solicitud de realización de dicha audiencia el fiscal tiene la obligación de consignar
“la individualización del imputado, la indicación del delito que se le atribuyere, la fecha y lugar de su
comisión y el grado de participación del imputado en el mismo”. Precisando el “Instructivo General
Nº 27: sobre la audiencia de formalización de la investigación y el juicio inmediato” (1 diciembre de
2000) de la Fiscalía Nacional que en ella el fiscal procederá “describiendo sucintamente los hechos
que constituyan las infracciones penales imputadas”; siendo que de acuerdo a la REAL ACADEMIA
ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, p. 1428, “sucinto” significa “breve, compendioso”.
Cosa similar ocurre en el CPP colombiano, que el num. 2 de su art. 288 requiere para la formulación
de la imputación solo la “relación clara y sucinta de los hechos jurídicamente relevantes, en lenguaje
comprensible”.

304
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

No obstante, ello no es correcto. En tanto la posición que se debe asu-


mir como acertada es una que se fundamente necesariamente en nuestro orde-
namiento jurídico, resulta de crucial importancia una dotación de sentido del
num. 2 del artículo 336 que compatibilice –interpretación sistemática– con la
exigencia del num. 1 del artículo 87 de que: “Antes de comenzar la declara-
ción del imputado, se le comunicará detalladamente el hecho objeto de impu-
tación” y con la garantía del num. 1 del artículo IX del T.P. de que toda per-
sona tiene derecho “a que se le comunique de inmediato y detalladamente la
imputación formulada en su contra”.
No se puede pensar en cumplir de modo razonable y jurídicamente váli-
do –en tanto dicen que el procesado ha podido ejercer su derecho de defensa
respecto de los hechos materia de persecución en cada una de las etapas del
proceso– las exigencias del num. 1 del artículo 87 y del num. 1 del artículo
IX del T.P. si es que el hecho materia de imputación no se encuentra descri-
to de modo detallado desde la disposición de formalización y continuación
de investigación preparatoria. Pues es en esta disposición que se fija formal-
mente el objeto del proceso penal; quedando delimitado el hecho de que pue-
de ser objeto de acusación y el que, posteriormente, puede ser objeto de sen-
tencia condenatoria.
Es de advertir que si bien lo óptimo sería que desde los primeros momen-
tos del proceso penal exista un hecho materia de atribución descrito con abso-
lutamente todos sus detalles y circunstancias, lo incipiente de las indagacio-
nes –que recién se inician formalmente– hace que no resulte razonable esta-
blecer ello como criterio general de validez en este estadio.
Como ha señalado el Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116:
“El nivel de precisión de los hechos –que no de su justificación indiciaria proce-
dimental–, atento a la propia naturaleza jurídica de la DFCIP y del momento pro-
cesal de ejercicio o promoción de la acción penal por el fiscal, debe ser compati-
ble –cumplidos todos los presupuestos procesales– con el grado de sospecha ini-
cial simple, propia de la necesidad de abrir una instancia de persecución penal
–es decir, que impulse el procedimiento de investigación– (…) el nivel de pre-
cisión del mismo –relato del hecho histórico y del aporte presuntamente delicti-
vo de los implicados por la Fiscalía– tiene un carácter más o menos amplio o re-
lativamente difuso. No es lo mismo un delito flagrante, que uno referido a suce-
sos complejos y de determinación inicial algo incierta y, por tanto, de concreción
necesariamente tardía”.
Es que, como reconocen de modo pacífico la doctrina y la mejor jurispru-
dencia, en realidad el hecho objeto de persecución penal se delimita progresi-
vamente a lo largo de la tramitación del proceso, a consecuencia de los actos

305
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de investigación y prueba que se habrán de realizar, pudiendo sufrir modificacio-


nes durante la investigación preparatoria –incluso sustanciales, mediante la co-
rrespondiente disposición de ampliación de formalización[65]– y hasta en el cur-
so mismo del juzgamiento –aunque ya no en este momento de naturaleza sustan-
cial[66]–. De ahí que se haya dicho que “a través de la formalización el fiscal da un
primer paso en cuanto a la definición del objeto del proceso”[67] y que la delimita-
ción definitiva del hecho se produce en la acusación oral posterior a la actuación
de los medios probatorios –esto es, en sede de los alegatos finales–[68] [69].
Esta posición enlaza perfectamente con el criterio fijado por la Corte In-
teramericana en Barreto Leiva vs. Venezuela:
“(...)
31. Evidentemente, el contenido de la notificación variará de acuerdo al avan-
ce de las investigaciones, llegando a su punto máximo, expuesto en el párrafo 28
supra, cuando se produce la presentación formal y definitiva de cargos. Antes de
ello y como mínimo el investigado deberá conocer con el mayor detalle posi-
ble los hechos que se le atribuyen” (Resaltado nuestro).
Corresponde, entonces, precisar cuál es el nivel de detalle del hecho en la
disposición de formalización de investigación que resulta jurídicamente acep-
table desde las exigencias de la imputación necesaria.
En esta búsqueda le cabe un papel complementario crucial al principio de
legalidad, pues, de conformidad con su contenido, no se puede pensar en iniciar

[65] “La acción penal se ejercita con la Disposición de Formalización y Continuación de la Investigación
Preparatoria (artículos 3 y 336 del NCPP) –que puede ser ampliada cuantas veces corresponda en esta
fase procesal si los actos de averiguación revelan la comisión de otros hechos o la interven­ción de otras
personas–, pero la pretensión sigue un proceso escalonado, que empieza con la aludida Disposición
–que da inicio a la investigación prepa­ratoria formalizada–, pasa por la acusación escrita (artículo 349
inciso 1 del NCPP) y culmina con la acusación oral (artículo 387 inciso 1 del NCPP)” SAN MARTÍN
CASTRO, C. “Constitución, Código Procesal Penal y correlación”, p.12.
[66] Cfr. DEL RÍO LABARTHE, G. La etapa intermedia, p. 140; SAN MARTÍN CASTRO, C. “Consti-
tución, Código Procesal Penal y correlación”, p. 14; YAIPÉN ZAPATA, V. “El iura novit curia en el
proceso penal peruano”, p. 31.
[67] CERDA SAN MARTÍN, R. / HERMOSILLA IRIARTE, F. El Código Procesal Penal, p. 255.
[68] YAIPÉN ZAPATA, V. “El iura novit curia en el proceso penal peruano”, p. 31. En el mismo sentido:
SAN MARTÍN CASTRO, C. “Constitución, Código Procesal Penal y correlación”, p. 13; DEL RÍO
LABARTHE, G. La etapa intermedia, p. 140.
[69] En relación con estas posibilidades de variación del hecho materia de imputación, ha señalado con razón
ASENCIO MELLADO J. Sistema acusatorio y derecho de defensa en el proceso penal, p. 141: “El derecho a
la información de la acusación no se agota en el solo y único acto de la primera comunicación, sino que debido
a que el proceso es algo vivo y cambiante y que su objeto es perfectamente variable siempre dentro de sus
estrictos límites, el acusado deberá ser informado a lo largo de todo el proceso, y en cualquier fase del mismo,
de aquellas mutaciones sufridas por el objeto en tanto que estas puedan afectar a su derecho de defensa”.

306
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

una persecución penal de modo legítimo respecto de un hecho que no reúne,


por lo menos, las características elementales que exige el tipo legal de la fórmu-
la básica de un delito para encontrarnos ante un suceso penalmente relevante[70]
(claro está que si se trata de una tentativa las características en mención serán
las que conforman su descripción normativa; lo que también ocurre con las for-
mas de participación en el ilícito penal distintas a la autoría directa –autoría me-
diata, coautoría, complicidad primaria, complicidad secundaria e inducción–).
Estos elementos de la fórmula básica de la tipicidad del delito son los que
deben encontrarse expresados con detalle para satisfacer los requerimientos
mínimos que el derecho a la imputación necesaria en conjunción con el prin-
cipio de legalidad formulan en este momento del proceso.
Existen otras circunstancias que si bien resulta importante incorporarlas
–en tanto contemos con su conocimiento– de modo expreso en la descripción
del hecho materia de imputación ya desde los momentos iniciales del proceso,
para alcanzar niveles de óptimo rendimiento de la garantía de la imputación
necesaria, su no consignación en caso de desconocimiento –y solo en caso de
desconocimiento– por parte de la autoridad encargada de la persecución penal
no condiciona la validez de la disposición de formalización[71].
Ello ocurre, por ejemplo, con el lugar de comisión del delito. En tanto el
CPP de 2004 señala en su art. 21: “La competencia por razón del territorio se
establece en el siguiente orden: 1. Por el lugar donde se cometió el hecho de-
lictuoso o se realizó el último acto en caso de tentativa, o cesó la continuidad
o la permanencia del delito. 2. Por el lugar donde se produjeron los efectos del
delito. 3. Por el lugar donde se descubrieron las pruebas materiales del delito.
4. Por el lugar donde fue detenido el imputado. 5. Por el lugar donde domi-
cilia el imputado” y en su art. 22: “1. Si el delito es cometido en un medio de
transporte sin que sea posible determinar con precisión la competencia terri-
torial, corresponde conocer al juez del lugar de llegada más próximo” acepta
tácitamente la posibilidad de llevar adelante procesamientos sin conocimien-
to exacto del lugar en que fue perpetrado el delito.

[70] ¿Cómo en el ejercicio del derecho de defensa, se podrían plantear y discutir racionalmente una excep-
ción de improcedencia de acción si el fiscal no ha expresado como mínimo cuál es el hecho que a su
entender cumple con las exigencias de la tipicidad penal?
[71] En este sentido, por ejemplo, la Directiva 2012/13/UE del Parlamento Europeo y del Consejo señala
en su considerando (28): “Debe facilitarse una descripción de los hechos constituti­vos de infracción
penal incluyendo, si se conocen, el lugar y la hora así como la posible tipificación jurídica, de forma
suficientemente detallada” (resaltado nuestro).

307
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

La descripción del hecho debe ser clara y comprensible –tanto cuando se


trata de personas que usan la lengua española, como cuando se trata de na-
cionales o extranjeros que usan una lengua distinta, en cuyo caso será nece-
sario el auxilio de un intérprete[72]–, empleando para ello palabras sencillas y,

[72] Ha señalado de modo correcto el Tribunal Constitucional en la sentencia del Exp. Nº 00099-2010-
PHC/TC-Junín. Henry Villar Herrera a favor de Mehmet Yildiz: “Este Colegiado en la sentencia
recaída en el Exp. Nº 03875-2008-PHC/TC señaló que: ‘El requisito de un juicio con las debidas garan-
tías tampoco obliga a los Estados Partes a proporcionar servicios de interpretación a una persona cuya
lengua materna no sea el idioma oficial del Tribunal si esa persona puede expresarse adecuadamente
en el idioma oficial y comprender ese idioma. solo es obligatorio proporcionar servicios de interpre-
tación si al acusado o a los testigos de descargo les resulta difícil comprender el idioma del Tribunal
o expresarse en ese idioma’ (Comité de Derechos Humanos, caso Cadoret y otros c. Francia, párr. 5.6
-1991). / 5. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido: ‘(…). El derecho a conocer
los motivos del procedimiento se ha ensanchado con el derecho a disponer de traductor cuando no se
conoce el idioma en el que aquel se desarrolla’ (Opinión consultiva OC-16/99 de 1 de octubre de 1999.
El Derecho a la Información sobre la Asistencia Consular en el Marco de las Garantías del Debido
Proceso Legal). Así mismo establece: ‘c) Derecho de Defensa: incluye varios derechos; contar con el
tiempo y los medios para preparar la defensa, tener intérprete o traductor, ser oído, conocer la acu-
sación e interrogar y presentar testigos’ (Opinión Consultiva OC-17/2002, de 28 de agosto de 2002,
solicitada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos). STC Nº 4719-2007-PHC/TC. / 6. En
el presente caso, el accionante alega la vulneración de los derechos al debido proceso y de defensa por
no habérsele proporcionado un traductor oficial del idioma turco durante las etapas del proceso penal
que se siguió en su contra. Al respecto, es preciso señalar que, tal como consta en el Acta de Registro
Personal, Decomiso e Incautación de Especies y Documentos (f. 47), así como en la diligencia referida
al Acta de Registro del minidepartamento e incautación (f. 49), participó un representante del Minis-
terio Público, así como el traductor en el idioma alemán Armando Jacinto Yrala Elías; asimismo, que
en la declaración preliminar del beneficiario, participó como intérprete en el idioma alemán Guillermo
Eloy Pino Infante (f. 40-47). De la manifestación del beneficiario (f. 40), se desprende que radica en
Alemania desde hace aproximadamente 30 años, pues trabajó en la compañía Bayer Química, y en la
actualidad percibe un seguro de desempleado; de otro lado, vive en dicho país con su conviviente y sus
dos hijos; por lo que el procesado puede entender y expresar su voluntad no solo en turco sino también
en el idioma alemán. / 7. Que durante la etapa judicial en el proceso penal seguido contra el ciudadano
turco aquí favorecido, se garantizó su derecho de defensa ya que, como obra en autos, se le asignó un
intérprete, respetándose de esta manera lo estipulado por el artículo 122 del Código de Procedimientos
Penales; prueba de ello es que el 26 de mayo de 2006 se suspendió la declaración instructiva al no haber
un intérprete que lo asista: ‘En este estado se suspende la presente diligencia, en razón que la suscrita
al preguntar al procesado si entiende el idioma castellano; para no recortársele el derecho de defensa
se le nombra un perito traductor por intermedio de la Corte Superior de Justicia de Lima, motivo por
el cual se suspende la presente diligencia’ (f. 62). Por otro lado, en la continuación de la instructiva se
consignó la presencia del intérprete en idioma alemán Sandor Ternyk Ternyk, de nacionalidad húngara
y del intérprete en idioma turco Saim Ozlurger, de nacionalidad turca, quienes cumplieron con el jura-
mento y la promesa de honor dispuestos por el artículo 134 del Código de Procedimientos Penales; así
mismo, en las demás actas de continuación de la declaración instructiva del beneficiario se contó con la
presencia de un intérprete en idioma turco, elegido por voluntad propia del favorecido. / 8. Finalmente,
en las actas que dan inicio a la Audiencia Pública y a la continuación de la misma, ‘se da cuenta la con-
currencia del intérprete Saim Ozlurger’; asimismo, del estudio de autos se desprende que dicha persona
había actuado como intérprete en la instrucción que se llevó a cabo, por lo que se tiene por cumplido
lo dispuesto en el artículo 258 del Código de Procedimientos Penales (f. 190). / 9. Por consiguiente, a
lo largo de proceso penal, el favorecido tuvo derecho a denunciar la imposibilidad de comunicación
y de hacer uso de los mecanismos procesales y constitucionales previstos si consideraba que un vicio

308
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

en lo posible, unívocas[73]; de tal modo que, cuando sea notificada la disposi-


ción de formalización, permita el entendimiento de los cargos y el pleno –res-
pecto de cada uno de los componentes del hecho– y eficaz ejercicio del dere-
cho de defensa.
Esta necesidad de claridad hace cuestionable la práctica de algunos Fisca-
les –no todos desde luego– de entremezclar la descripción del hecho atribui-
do con la narración de las diligencias de investigación[74].
No es que la narración de estas diligencias no sea importante, sino que
tiene un lugar propio en la estructura de la disposición de formalización de in-
vestigación, el que corresponde a la exposición de los elementos de convic-
ción que sustentan la promoción de la acción penal.
De otro modo podría suceder que el hecho atribuido no sea plenamente
inteligible o resulte equívoco para el imputado –poco entrenado además en di-
chos quehaceres–, al aparecer formulado de manera confusa e inconexa.
Está claro que la descripción del hecho materia de persecución debe par-
tir del análisis de los elementos de convicción recolectados durante las dili-
gencias preliminares o que acompañan la denuncia –cuando se decide la for-
malización de manera directa, sin indagaciones previas–[75], pero al momento
de su plasmación debe ser presentado de manera independiente.

procesal venía transgrediendo su derecho de defensa. Por lo tanto, el procesado mantuvo una comuni-
cación efectiva con el intérprete en idioma turco designado por su propia voluntad, máxime si como se
evidencia en los actuados del expediente el procesado es capaz de entender el idioma alemán”.
[73] En palabras de FERRAJOLI, L. Derecho y razón, p. 125: “El uso de palabras equívocas y de juicios de
valor en la descripción de los hechos imputados(…) representa más bien una técnica de vaciamiento de
las garantías penales”.
[74] Del mismo modo que debe cuestionarse la práctica de limitarse a la transcripción, sin discriminación
alguna, del hecho contenido –como fuere que haya sido formulado– en la denuncia o en el informe
policial. “El fiscal debe hacer un estudio del caso que le permita detectar que la historia es penalmente
relevante y esto es lo que deberá comunicarle al imputado, precisando los actos que de esos hechos a él
se le atribuyen”, VANEGAS VILLA, P. “La imputación”, pp. 241-242.
[75] Ha señalado para el Derecho colombiano VANEGAS VILLA, P. “La imputación”, p. 242, en una cons-
trucción que resulta mutatis mutandi aplicable al nuestro: “Es preciso aclarar que también para los
primeros peldaños del proceso, como cuando se decide formular imputación, se requiere cierto sustento
probatorio. Lo mínimo para poder convocar a una persona con el propósito de comunicarle su calidad
de imputado, es que existan motivos suficientes que indiquen su posible participación en el hecho y
que tal inferencia esté originada y sustentada en elementos serios y objetivos que en realidad existen
en investigación y que ellos hayan sido incorporados en debida forma con anterioridad a la decisión de
formular un cargo. De no contarse con este fundamento, es improcedente el llamamiento a una audien-
cia de formulación de imputación”.

309
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Es necesario precisar que si bien la decisión de formalizar investigación


se halla dentro del ámbito de la discrecionalidad del representante del Minis-
terio Público y el CPP de 2004 exige solo indicios reveladores de la existen-
cia de un delito[76] –no siendo revisable por el órgano jurisdiccional el con-
vencimiento al que haya llegado el representante del Ministerio Público res-
pecto de la existencia de dichos indicios–, la misma no debe ser arbitraria[77].
Dice el Tribunal Constitucional en el Exp. Nº 6167-2005-PHC/TC-
Lima. Fernando Cantuarias Salaverry:
“30. Desde la consolidación del Estado de Derecho surge el principio de inter-
dicción de la arbitrariedad, el mismo que tiene un doble significado, tal como ha
sido dicho en anterior sentencia: “a) En un sentido clásico y genérico, la arbitra-
riedad aparece como el reverso de la justicia y el derecho. b) En un sentido mo-
derno y concreto, la arbitrariedad aparece como lo carente de fundamentación
objetiva; como lo incongruente y contradictorio con la realidad que ha de servir
de base a toda decisión. Es decir, como aquello desprendido o ajeno a toda razón
de explicarlo. En consecuencia, lo arbitrario será todo aquello carente de vínculo
natural con la realidad” (Exp. N° 090-2004 AA/TC). / Adecuando los fundamen-
tos de la referida sentencia a la actividad fiscal, es posible afirmar que el grado
de discrecionalidad atribuido al fiscal para que realice la investigación sobre la
base de la cual determinará si existen elementos suficientes que justifiquen su de-
nuncia ante el juez penal, se encuentra sometida a principios constitucionales que
proscriben: a) actividades caprichosas, vagas e infundadas desde una perspecti-
va jurídica; b) decisiones despóticas, tiránicas y carentes de toda fuente de legi-
timidad; y c) lo que es contrario a los principios de razonabilidad y proporciona-
lidad jurídica”.
De este modo, la promoción de la acción penal se encontrará afectada de
clara ilegitimidad cuando no existan elementos de convicción que le den sus-
tento; lo que puede suceder porque simplemente no hay elemento de convic-
ción alguno incorporado a la carpeta fiscal o porque los que hay son manifies-
tamente de descargo y han sido objeto de una valoración palmariamente ca-
prichosa o irrazonable para tenerlos como de cargo[78].

[76] No es cierto, entonces, que como señala BONIFACIO MERCADO, C. “La necesidad de una imputa-
ción concreta”, p. 184: “Solo es legítimo imputar, cuando se cuente con suficiente información de la que
se infiera razonablemente que aquel es el posible autor o partícipe de la conducta”.
[77] En sentido similar: VANEGAS VILLA, P. “La imputación”, p. 240: “(respecto a la inferencia razona-
ble de la imputación), esta no es arbitraria, ni discrecional del fiscal. Ella solo habrá de ser admisible
cuando exista un mínimo probatorio debidamente obtenido y allegado a la indagación. Para formular
imputación, el fiscal debe estimar cumplida la misión de la fase de indagación”.
[78] Con cargo a discriminar los casos en que, excepcionalmente, resulta utilizable la prueba ilícita, debe re-
conocérsele razón a VANEGAS VILLA, P. “La imputación”, p. 243, cuando señala que. “La inferencia

310
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

Es también exigencia de la imputación necesaria el señalamiento de la


concreta tipicidad del hecho.
Y si bien en este aspecto, del mismo modo que en el de los elementos de
convicción, se debe reconocer un importante ámbito de discrecionalidad al re-
presentante del Ministerio Público –en la interpretación de los elementos de
la específica prohibición normativa y en la adecuación del hecho al tipo pe-
nal– tampoco se pueden aceptar decisiones arbitrarias –en el sentido de jurí-
dicamente insostenibles de cara a la aplicación mínimamente razonable de
los criterios de interpretación o de adecuación típica que ofrece la ciencia
jurídico-penal–.
De esta manera, la promoción de la acción penal se encontrará afecta-
da en su validez, como se reconoce clásicamente, cuando se disponga la for-
malización y continuación de investigación preparatoria a pesar de que el he-
cho no constituye delito o no es justiciable penalmente –circunstancias que
establece expresamente el CPP de 2004 en el lit. b del num. 1 de su artículo 6
como presupuestos de la excepción de improcedencia de acción–; pero, tam-
bién lo estará cuando a pesar de ser, en efecto, el hecho uno de naturaleza pu-
nible la específica tipificación realizada aparezca claramente como arbitraria,
porque la razón nos dice que no existe ningún tipo de correspondencia jurí-
dicamente sustentable entre el hecho y el tipo penal utilizado (p. ej. para evi-
tar la prescripción se califica como colusión lo que es un peculado); o por-
que existiendo alguna correspondencia se afirma una gravedad jurídica caren-
te de sentido (p. ej. se califica como lesión grave lo que es una lesión leve)[79].
No obstante, en el caso de las calificaciones alternativas a que se refie-
re el num. 2 del artículo 336 del CPP de 2004 (“El fiscal podrá, si fuera el
caso, consignar tipificaciones alternativas al hecho objeto de investigación,
indicando los motivos de esa calificación”), no existe problema de legitimi-
dad alguno es distinto, pues funda su legitimidad en la existencia de motivos

razonable, que exige el nuevo sistema procesal penal, como grado de conocimiento para imputar, no
puede estar basada en información ilegalmente obtenida”.
En nuestro país, en sentido similar, BONIFACIO MERCADO, C. “La necesidad de una imputación
concreta”, p. 185.
[79] Podría pasar que el fiscal no se haya dado cuenta de su error o que, incluso, tenga claro el mismo, pero
esté manipulando la calificación jurídica para tener mayores posibilidades de injerencia en los derechos
de los ciudadanos en tanto en algunos casos la restricción de derechos para la búsqueda de pruebas
requiere que se trate de un delito sancionado con pena superior a los cuatro años de privación de liber-
tad –por ejemplo, para la intervención, grabación o registro de comunicaciones telefónicas o de otras
formas de comunicación–.

311
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

razonables –los que, según prescribe la norma, deben ser expresamente con-
signados en la disposición de formalización– para proceder en dicho sentido.
Esta posibilidad se explica en que en algunas ocasiones se tiene que de-
cidir la formalización cuando el estado todavía incipiente de las investigacio-
nes hace que se tengan elementos de convicción que sustenten la existencia
de un delito, pero no las totales características de su perpetración (en los ca-
sos en que existe arbitrariedad en la calificación jurídica, en cambio, el hecho
sí se encuentra precisado en sus características).
Piénsese, por ejemplo, en quien es sorprendido por el encargado y la poli-
cía en un cuarto de hotel sobre su menor hija –desnudos ambos– ante los gri-
tos desgarradores de auxilio de esta, la que al ser entrevistada depone seña-
lando que su padre puso su órgano sexual en contacto con el suyo, lo que le
causó un gran dolor; siendo que no se pudo realizar el reconocimiento médico
legal dentro de las 24 horas de plazo de detención en flagrancia por la fuerte
inflamación micótica que presentaba su vagina, la cual hacía que la explora-
ción para el reconocimiento sea muy dolorosa; quedando por determinar, en-
tonces, si nos encontramos ante actos contrarios al pudor o una tentativa de
violación sexual.

3. En el requerimiento acusatorio
En este estadio, al haber finalizado la investigación preparatoria, el fis-
cal debe estar ya en condiciones de describir de modo detallado y circunstan-
ciado el hecho materia de imputación; siendo por ello que el lit. b del num. 1
del artículo 349 del CPP de 2004 establece que la acusación deberá contener
una “relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado, con sus
circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores. En caso de contener
varios hechos independientes, la separación y el detalle de cada uno de ellos”.
Ha señalado Sancinetti[80] que se trata de:
“Cumplir con el requisito de ‘individualizar’ el hecho, es decir, darle una identi-
dad tal que se pueda decir que solo un suceso histórico, un recorte del acontecer
fáctico y no cualquier otro, va a ser juzgado como hecho imputable al acusado”.
Y, citando a Puppe[81], que:

[80] SANCINETTI, M. La nulidad de la acusación por indeterminación del hecho, p. 76.


[81] Ibídem, pp. 76-77.

312
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

“La descripción del hecho en el escrito de acusación (…) tiene que ser inequívo-
ca, en el sentido de que, según las reglas generales de la lógica, de las ciencias
naturales y de la experiencia restante, será prácticamente imposible que diver-
sos hechos cumplan con esta descripción (…). El texto de la acusación tiene que
aportar aquellas propiedades de un hecho y tantas de ellas como para que efecti-
vamente él sea cumplido por un hecho individual y solo uno, en el sentido de ese
concepto de hecho. Esta llamada descripción de especificidad es la condición ge-
neral de una correcta descripción individual”.
Debemos anotar, sin embargo, que si bien la “individualización” del he-
cho a que se refiere el maestro argentino es esencial para la validez de la acu-
sación fiscal, en nuestro derecho positivo ello no basta, sino que –como seña-
la expresamente el CPP de 2004– la descripción debe contener, además, las
circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores; no limitándose úni-
camente al supuesto fáctico que satisface las exigencias de la específica ti-
picidad penal materia de la acusación, sino también describiendo otros da-
tos o circunstancias que siendo precedentes, concomitantes o posteriores sean
relevantes.
Eso sí, el empleo de “con sus circunstancias” que hace el CPP de 2004
indica que solo resulta necesaria e importante la descripción de aquellas que
aparezcan conectadas al hecho como suyas, no de cualquier tipo de circuns-
tancia por más que haya coincidido temporalmente con aquel.
Si bien el lit. b del num. 1 del artículo 349 no lo señala expresamente,
tampoco se trata de consignar circunstancias carentes de trascendencia jurídi-
ca. De esta manera, las circunstancias precedentes, concomitantes o posterio-
res que deben expresarse en la acusación son aquellas que conforman el he-
cho penal, civil y/o administrativo que en cada caso concreto es objeto –prin-
cipal en el caso del primero y accesorio en el caso de los dos últimos– del pro-
ceso; las que dicen de su gravedad, según las reglas que le son propias a cada
una de dichas formas de responsabilidad; o que dicen de la específica medida
de la consecuencia jurídica –pena o medida de seguridad en la infracción pe-
nal; consecuencias accesorias en la infracción administrativa o reparación en
la infracción civil– que se debe aplicar.
Del mismo modo, en tanto la demostración mediante prueba indiciaria
requiere de la acreditación –como consecuencia de los actos de prueba del
juzgamiento– en grado de certeza de los hechos indicantes en los que se basa
la inferencia realizada; respecto de los cuales el imputado tiene pleno derecho
a ejercitar su derecho de defensa y, particularmente, su derecho a la prueba
(de descargo). Cuando sea necesario recurrir a dicho mecanismo de prueba los
hechos indicantes de los que parte la inferencia deberán también encontrarse

313
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

expresamente consignados en la acusación fiscal escrita –lo que constituye


una garantía para su conocimiento por las partes– como circunstancias del he-
cho; siendo en tal calidad que podrán ser materia de actividad probatoria en
sede de juicio oral.
Ha advertido Del Rio Labarthe[82] que:
“Se debe tener en cuenta que la acción en el proceso penal responde al hecho o
hechos atribuidos al imputado, por lo que existen tantas acciones, como acusados
comprendidos en el escrito de acusación. Por esta razón, el art. 349 utiliza el tér-
mino “imputado”, en carácter singular, aludiendo a la existencia de tantas acusa-
ciones como acusados. Es fundamental que el relato de hechos pueda individua-
lizar la situación procesal de cada uno de ellos, evitando así acusaciones genéri-
cas, estereotipadas o colectivas”.
En este sentido, resultan cuestionables las prácticas de algunos fisca-
les –no todos desde luego– que tratándose de coimputados omiten indagar du-
rante la investigación preparatoria e individualizar, a consecuencia de ello, en
la descripción del hecho materia de acusación cuál ha sido el aporte a la per-
petración del ilícito penal que ha tenido cada uno de los procesados; así como
precisar cuál es el específico título de imputación –inductor, cómplice prima-
rio, cómplice secundario, autor directo, coautor o autor mediato– que corres-
ponde a su aporte.
Por su parte, ha precisado CASTILLO ALVA[83]:
“El derecho a ser informado de la imputación no se cumple por el solo hecho de
permitir que la persona pueda acceder al expediente y enterarse de la imputación
que pesa en su contra. Exige una concreta actividad del Estado: la expedición sin
demora de la información de la imputación. El sentido teleológico del derecho a
ser informado de la imputación reside en que no se quiere que la persona a la que
se atribuye un delito se entere de la imputación revisando el expediente o conoz-
ca por su iniciativa, riesgo y cuenta los cargos que pesan en su contra. Se dispo-
ne, a tal efecto, que debe ser el Estado quien ha de correr por cuenta propia del
cumplimiento de dicha obligación.

[82] DEL RÍO LABARTHE, G. La etapa intermedia en el nuevo proceso penal, p. 143.
[83] CASTILLO ALVA, J. “El derecho a ser informado de la imputación”, p. 210; añadiendo luego que
más bien: “El derecho a ser informado de la imputación y el derecho de acceso al expediente son de-
rechos que se complementan y armonizan entre sí, en la medida en que su reconocimiento afianza la
preparación y organización de la defensa como mecanismo instrumental de la eficacia de la misma. Su
distinción teórica no merma el hecho de que, desde el punto de vista funcional y operativo, coincidan,
permitiendo una mejor optimización en la protección de los derechos fundamentales” (p. 211).

314
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

Afirmar que el acceso al expediente equivale al derecho a ser informado de la


imputación supone una flagrante violación del mandato constitucional. En efec-
to, constituye una interpretación y práctica constitucional arbitraria sostener que
si la persona tiene acceso a los actuados no es necesario informarle formalmen-
te de la imputación. La Constitución y los tratados internacionales no estable-
cen que la persona se informe de la imputación mediante la revisión del expe-
diente. Por el contrario, prescriben que el modo por el cual se debe llegar a cono-
cer la imputación debe ser por iniciativa y por la propia actuación de los órganos
estatales”.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos se ha pronunciado de modo
similar en Mattoccia vs. Italia:
“En opinión del Tribunal, a pesar de que el demandante podría haber solicitado
el acceso al expediente de la fiscalía a su debido tiempo, esto no la releva de su
obligación de informar al acusado con prontitud y en forma detallada de la acu-
sación completa contra él.
Esta obligación recae enteramente sobre los hombros de la fiscalía y no se pue-
dan cumplir pasivamente haciendo que la información esté disponible para el
acusado sin precisarle expresamente los cargos”.
La redacción del num. 3) del artículo 14 del Pacto Internacional de De-
rechos Civiles y Políticos (que se refiere expresamente al derecho de la per-
sona “A ser informada, sin demora, en un idioma que comprenda y, en forma
detallada, de la naturaleza y causas de la acusación formulada contra ella”)
y del num. 2) del artículo 8 (que se refiere a la garantía mínima de la “comu-
nicación previa y detallada de la acusación formulada”) deja suficientemen-
te claro el tema.
No se trata que el acusado, sobre la base de su posibilidad de acceso a la
información existente en el proceso, suponga –de modo acertado o no– cuá-
les son los cargos respecto de los que debe estructurar su defensa, sino que los
instrumentos internacionales citados le reconocen a la persona humana el de-
recho a que sean los órganos encargados de la persecución quienes le infor-
men de manera detallada y previa de la acusación, para que sobre informa-
ción cierta pueda estructurar con pretensiones de eficacia su defensa respec-
to de los hechos, calificación jurídica y elementos de acreditación que exis-
ten en su contra.
El tratamiento que le ha dado al tema el CPP de 2004 es similar, pues en
el num. 1 del artículo IX de su T.P. se refiere al derecho de la persona a que
se le “comunique de inmediato y detalladamente la imputación formulada en
su contra”; en el num. 2 de su artículo 71 a que se debe hacer saber al impu-
tado que tiene derecho a “Conocer los cargos formulados en su contra”; y en

315
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

el num. 1 de su artículo 87 a que “antes de comenzar la declaración del impu-


tado, se le comunicará detalladamente el hecho objeto de imputación, los ele-
mentos de convicción y de pruebas existentes, y las disposiciones penales que
se consideren aplicables”.
Debiendo mencionarse también la obligación que el CPP 2004 le estable-
ce al fiscal para describir el hecho y la calificación jurídica materias de forma-
lización de investigación preparatoria en el num. 2 de su art. 336 (al señalar
que contendrá “b) Los hechos y la tipificación específica correspondiente”) y
de acusación en el num. 1 de su artículo 349 (al señalar que contendrá “b) La
relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado” y “f) El ar-
tículo de la Ley penal que tipifique el hecho”); además de la obligación de in-
formar expresamente al acusado de las modificaciones que pudieran sufrir los
hechos o la calificación jurídica en el curso del juzgamiento que se contempla
en su artículo 374 CPP de 2004[84].
En la construcción de la acusación escrita se debe tener en cuenta que si
bien el num. 2 del artículo 349 CPP de 2004 establece: “La acusación solo pue-
de referirse a hechos y personas incluidos en la Disposición de formalización

[84] El artículo 374 deja en claro que no obstante la importancia de la adecuada fijación del hecho en la acu-
sación escrita de la etapa intermedia, como presupuesto para la orientación de la actividad probatoria
en el juzgamiento y para el ejercicio del derecho de defensa del procesado, no es en dicho requerimiento
–aunque generalmente así ocurra en la práctica– en el que necesariamente se fija de manera definitiva y
sin posibilidad de mutaciones el objeto de proceso, aquel sobre el que habrá de recaer la sentencia, pues
dicho objeto siempre puede ser materia de modificaciones no sustanciales durante el juzgamiento –con
la presentación de una acusación complementaria–.
“La acusación oral es la que fija definitivamente la pretensión punitiva (artículo 387 inciso 1 del NCPP)
–así lo ha establecido la Corte Suprema de Justicia en la Ejecutoria Suprema RN° 1882-2006/Lima,
del 6.8.2007, FJ 15°.11–, pues como consecuencia de la actuación probatoria, y en virtud de una previa
acusación complementaria, puede incluir un hecho nuevo o una nueva circunstancia, con entidad para
modificar la calificación legal o integrar un delito continuado (artículo 374 inciso 2 del NCPP), a la
vez que puede variar la pena solicitada e instar una medida de segundad, así como incluir alguna cir-
cunstancia que no modifique esencialmente la imputación sin la entidad necesaria para una acusación
complementaria –respeto al principio de singularidad del objeto procesal– (artículo 387 incisos 2 y 3
del NCPP)”. SAN MARTÍN CASTRO, C. “Constitución, Código Procesal Penal y correlación”, p. 13.
Incluso, el artículo 387 del CPP 2004 establece que en los alegatos finales: “2. Si el fiscal considera
que del juicio han surgido nuevas razones para pedir aumento o disminución de la pena o la reparación
civil solicitadas en la acusación escrita, destacará dichas razones y pedirá la adecuación de la pena
o reparación civil. De igual manera, en mérito a la prueba actuada en el juicio, puede solicitar la im-
posición de una medida de seguridad, siempre que sobre ese extremo se hubiera producido el debate
contradictorio correspondiente” y que “3. El fiscal, en ese acto, podrá efectuar la corrección de simples
errores materiales o incluir alguna circunstancia, siempre que no modifique esencialmente la imputa-
ción ni provoque indefensión y, sin que sea considerada una acusación complementaria”; siendo claro
que la introducción de dichas “nuevas razones” o “alguna circunstancia” importa la modificación de la
acusación –no sustancial está claro, pero modificación al fin y al cabo–.

316
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

de la investigación preparatoria”, ello no significa que no habrá de ser posi-


ble, como consecuencia de la información que se recolecte a consecuencia de
los actos de investigación preparatoria formalizada, realizar precisiones o in-
corporar circunstancias en dicho requerimiento acusatorio que importen algu-
na modificación de los hechos pergeñados en la original disposición de for-
malización de investigación.
La exigencia del num. 1 del artículo 349 de que en la acusación se con-
signe la “relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado, con
sus circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores”, que no se hace
cuando se trata de la disposición de formalización y continuación de investi-
gación preparatoria, conjuntamente con la posibilidad de que los hechos ob-
jeto de la acusación escrita sean modificados por el fiscal con posterioridad
a la etapa intermedia –en la etapa final y más importante del proceso, la del
juzgamiento– dicen que la pretensión del num. 2 del artículo 349 del CPP de
2004 no es que el hecho materia de acusación sea en todas y cada una de sus
componentes y circunstancias exactamente el mismo consignado en la dispo-
sición de formalización de investigación, sino que lo que se busca es que el
hecho no sea uno distinto en su sustancia, en su aspecto básico[85].
En lo que corresponde a la calificación jurídica, la imputación necesaria
no sufre gran variación con respecto a las exigencias que se ha hecho para la
disposición de formalización de investigación preparatoria; debiendo preci-
sarse si que –en contra de lo que ocurre con relación al hecho materia de acu-
sación– el num. 2 del artículo 349 del CPP de 2004 establece que no existe
mayor impedimento para consignar en el requerimiento acusatorio una califi-
cación jurídica distinta a la que ha sido materia de la disposición de inicio for-
mal del proceso penal.

[85] SAN MARTÍN CASTRO, César. “Constitución, Código Procesal Penal y correlación”, pp. 9-10: “Para
determinar si se está ante un elemento esencial o uno accidental, es de establecer si el elemento en cues-
tión tiene entidad para conformar un proceso independiente, es decir, si está o no dotado de autonomía
(…). El elemento accidental, que muy bien puede variar sin merma de la identidad del hecho punible
al no poder conformar el objeto de un proceso autónomo, está referido a las circunstancias eximentes
y a las modificativas de la responsabilidad penal, a la variación de las formas de intervención en el
hecho, a los grados de desarrollo del delito y a la tipicidad subjetiva (dolosa o culposa) del hecho puni-
ble (…). La Sala Nacional de Casación Penal de Argentina en la Sentencia N° 419, Asunto Funes, del
04/11/1996, incorporó un método para verificar la existencia o no de un hecho diverso, al que siempre
debe apreciarse según la regla de esencialidad o accidentalidad del elemento diferencial. Señaló que el
procedimiento consiste en suprimir mentalmente el hecho acreditado en el debate, el núcleo esencial
del contenido en la acusación. Si a pesar de ello aquel comportamiento subsiste, se estará realmente
frente a un hecho diverso. La diversidad del hecho acreditado en el debate debe necesariamente derivar
de su independencia del descrito en la acusación”.

317
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Esta posibilidad no representa problema de cara al pleno ejercicio del de-


recho de defensa, en razón a que la defensa respecto a la calificación jurídi-
ca es fundamentalmente una defensa de alegaciones jurídicas y no una defen-
sa de participación en la actividad demostrativa –como sí lo es la defensa res-
pecto de los hechos–, por lo que, cuando se modifica la tipificación de un he-
cho, queda todavía, de cara a la sentencia condenatoria, un espacio suficiente-
mente amplio para poder ejercitar plenamente el derecho a la defensa respec-
to de la calificación jurídica asignada por el fiscal.
Tan así que –como se precisó supra– la calificación jurídica incluso pue-
de ser materia de mutación en sede de juzgamiento y de oficio por el órgano
jurisdiccional competente para el conocimiento de la causa; como lo deja en
evidencia el num. 1 del artículo 374 del CPP de 2004.
Debe precisar sí que esta inocuidad de las calificaciones jurídicas erradas,
corregibles en sede de la acusación, no es tal cuando durante la investigación
preparatoria se han dictado medidas judiciales que importan injerencias en los
derechos de los justiciables que se explican principalmente en la gravedad de
la calificación jurídica asignada inicialmente por el fiscal.

VI. Casos problemáticos


No obstante existir una posición sólida en la doctrina respecto de las exi-
gencias que el derecho a la imputación necesaria dirige a la descripción de los
hechos en la formulación de la acusación escrita, la realidad ha puesto a la ju-
dicatura frente a casos en que resulta ya no muy difícil –pues la simple difi-
cultad no puede ser óbice para no cumplir con las exigencias propias de los
derechos fundamentales[86]– sino más bien imposible alcanzar precisión res-
pecto de las completas circunstancias de perpetración del delito materia de
persecución.

[86] En este sentido, nos manifestamos también en contra de las prácticas de algunos operadores del sis-
tema criticada por RUBIO AZABACHE, C. “Principio de imputación mínima y control de la forma-
lización de la investigación preparatoria”, p. 2 (nota de pie 3): “Existe la creencia que la protección
de la víctima de violencia sexual mayor de edad, exonera al fiscal de recabar mayores elementos en el
interrogatorio practicado a la víctima durante la investigación. Así llegan a juicio acusaciones tan ge-
néricas que omiten circunstancias, fechas, modo de la comisión del delito, en pro de evitar una segunda
victimización. Esta práctica conlleva un grave peligro pues termina por afectar el derecho a conocer
los cargos concretos que se imputan y en esas condiciones difícilmente el imputado podrá defenderse
eficientemente, como es lógico, cuando no sabe exactamente de qué”; siendo que para estos casos es
necesario un trabajo muy cuidadoso y detallista por parte del personal del Ministerio Público a efectos
de que las declaraciones de los agraviados no tengan que repetirse.

318
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

Uno de los ejemplos más comunes de este tipo de casos es el de agresio-


nes sexuales a menores de temprana edad o a personas sin capacidad de dis-
cernimiento que son descubiertos tiempo después de su perpetración, en los
que la víctima no sabe dar idea cierta respecto de la fecha en que se realizó el
ataque, pero sí atribuye con firmeza el hecho a una persona.
Puede mencionarse, también, los casos de delito de colusión, en tanto su
descripción normativa básica, prevista en el primer párrafo del artículo 384
del Código Penal, tiene como elemento objetivo: concertarse con los intere-
sados para defraudar al Estado; siendo que en la generalidad de casos sucede
que se pueden reunir elementos de acreditación que indiciariamente nos lle-
van a la plena certeza respecto a que entre el funcionario y el particular efec-
tivamente se ha producido una concertación, pero sin que –debido a la clan-
destinidad con que se produce– se esté en condiciones de indicar en qué lu-
gar, en qué fecha ni, mucho menos, en qué hora es que ha tenido lugar la su-
sodicha concertación.
Del mismo modo que los delitos de peculado, en los que no siempre se
tiene certeza sobre la fecha en que el funcionario o servidor público se ha
apropiado de los caudales o efectos cuya percepción, administración o custo-
dia le estaban confiados por razón de su cargo. En estas ocasiones ocurre que
solo se tiene noticia de la apropiación, sin poder precisar el momento en qué
se ha producido, cuando tiempo después –por una acción de control, por una
denuncia o simplemente porque alguien echa de menos el bien– se descubre
el faltante.
Y no solo se presentan estos problemas de imposibilidad de precisar las
horas, fechas o lugares de comisión del delito; sino que en ocasiones no se
puede contar con información respecto a la concreta forma en que sucedie-
ron los hechos, como, por ejemplo, ocurrió en el denominado caso del “Es-
cuadrón de la muerte” de la ciudad de Trujillo; del que se ha conocido por los
medios de comunicación que se trataba de un grupo de policías que había ex-
terminado delincuentes en dicha ciudad en un número de más de cuarenta; sin
embargo, sus supuestos integrantes fueron llevados ante la justicia en sede de
juzgamiento únicamente por la muerte de cuatro jóvenes ocurrida en el Dis-
trito del Porvenir en octubre de 2007.
En este caso (Exp. Nº 00295-2008) se presentó el problema de que la Fis-
calía no estaba en capacidad –por la clandestinidad en que se produjeron los
hechos– de describir con detalle los últimos e importantes momentos del he-
cho –como en qué lugar se produjo el desenlace final, quienes de los diez acu-
sados habían disparado y desde qué distancia y lugar lo habían hecho–, pues

319
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

–según la tesis acusatoria– luego de haber sido sacados de sus casas vivos tres
de los occisos e intervenido en la calle el cuarto fueron conducidos hacia un
lugar alejado de la zona poblada por el personal policial; siendo lo siguien-
te que se conocía el ingreso de las cuatro personas en un hospital heridos de
bala, llegando muertos tres de ellos y muriendo al poco tiempo el cuarto.
Esta falta de precisión llevó en algún momento a la juez de la etapa inter-
media a declarar el sobreseimiento de la causa[87], aunque luego dicha decisión
fue anulada por la Sala Superior Penal de Apelaciones y el nuevo juez a cargo
del control de la acusación concedió su pase a juzgamiento.
El que en este último caso corran entre los elementos de acreditación: el
acta de intervención policial donde firman los acusados señalando que aca-
ban de dar muerte a los agraviados en un enfrentamiento; innumerables ver-
siones de testigos que niegan la tesis del enfrentamiento, señalando que más
bien tres de los occisos fueron sacados vivos de sus casas por el personal po-
licial y el cuarto fue intervenido en la calle para luego ser llevados con rumbo

[87] Fundamentando su decisión en que: “El fiscal al no haber precisado correctamente los hechos fácticos
y al no haber señalado la participación que se le atribuye a cada uno de los acusados como lo exige el
numeral 1 acápite b) del artículo acotado, ha continuado manteniendo en error la acusación; más aún,
que en el marco de la responsabilidad penal se distingue la persona del autor de los partícipes, esto
quiere decir que el autor solo será aquel que tenía el dominio del hecho y partícipe aquel que, sin tener
dicho dominio fáctico, contribuye de manera decidida en la realización típica, para ser coautores varios
deben ostentar el dominio del hecho, haber efectuado una contribución esencial para la perpetuación
delictiva, materializada en la etapa de la ejecución, pues si fue realizada en la etapa preparatoria solo
podrá responder a título de complicidad, pero como el fiscal ha manifestado que los acusados respon-
den como coautores sin precisar en qué consiste el dominio del hecho de cada uno de los acusados y
siendo en la fase intermedia donde se determina que los juicios deben ser preparados convenientemente
y se debe llegar a ello luego de una actividad responsable, es por ello que se debe realizar un doble con-
trol, por una parte un control formal y de otra un control sustancial de los requerimientos fiscales o de
los actos judiciales conclusivos; por lo que el juez tendrá interés en que la decisión judicial no contenga
errores o en que estos no se trasladen a la etapa del juicio donde pueden generar mayores perjuicios o
invalidar la totalidad del propio juicio, es así que la fase intermedia no agota su función en el control
formal, sirve también y principalmente para realizar un control sustancial sobre esos actos conclusivos
y si no se admite la acusación se dicta el sobreseimiento porque el fiscal durante la investigación preli-
minar y preparatoria no ha podido recopilar los medios de prueba de cargo para sostener válidamente
la imputación delictiva que recae sobre cada uno de los acusados, determinando la forma de comisión
del delito, los medios utilizados para su perpetración, los móviles, el grado de perfección delictiva y
la individualización de los involucrados de conformidad con la relevancia de su participación en el
evento criminoso tal como lo señala el artículo 321 del Código Procesal Penal y al no haberse cumplido
con los fines de la investigación preparatoria se debe proceder a sobreseer; como se tiene indicado, el
fiscal hizo apreciaciones genéricas cuando, ha señalado que todos los acusados son coautores y no ha
indicado cuál ha sido el dominio del hecho de cada uno de ellos”.

320
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

desconocido; una pericia de espectrofotometría de absorción atómica que in-


dica que en algunos de los agujeros causados en la ropa de los occisos por pro-
yectiles de armas de fuego, con trayectoria de atrás hacia adelante, se encon-
tró la presencia de restos de plomo, bario y antimonio compatibles con dispa-
ros a corta distancia (menos de cincuenta centímetros); una pericia de antro-
pología forense que indica que uno de los occisos presenta un orificio de en-
trada de proyectil de arma de fuego en la base del cráneo con trayectoria de
atrás hacia adelante y de abajo hacia arriba con patrón de fractura que indi-
ca un disparo a corta distancia; una pericia de patología forense que teniendo
el mismo objeto de estudio que la pericia anterior llega a idéntica conclusión;
una pericia de balística forense que dice que la gran mayoría de disparos que
recibieron los occisos tienen una trayectoria de atrás hacia adelante (esto es,
ingresaron por la espalda); dice de la injusticia material de la pretensión de so-
breseer el proceso además de la desprotección a los derechos fundamentales e
impunidad que con ello se generaría.
En sentido similar nos tenemos que pronunciar en los casos de agresio-
nes sexuales a menores de temprana edad o a personas sin capacidad de dis-
cernimiento en que la víctima no sabe dar razón cierta respecto de la fecha
exacta en que se realizó el ataque, pero existen elementos de acreditación que
dan seguridad respecto a que el ataque se ha producido y por parte de la per-
sona a la que se le imputa; por ejemplo, cuando se cuenta con un examen de
ADN que concluye en que el acusado en efecto es el padre del menor fruto de
la concepción.
Lo mismo debe decirse en los supuestos en que es claro que ha existido
una colusión o un peculado, por más que no se pueda identificar la fecha en
que ha tenido lugar la concertación o la apropiación.
En estas ocasiones, en que se presenta un conflicto entre la necesidad de
protección a los bienes jurídicos constitucionalmente reconocidos que han
sido afectados con el delito y el derecho a la imputación necesaria, la perse-
cución penal debe continuar su camino hacia la expedición de una sentencia
condenatoria a pesar de la imposibilidad de descripción de la totalidad de las
circunstancias del hecho materia de imputación en tanto exista el pronóstico
objetivo y serio de que la actividad que se desarrolle en juicio permitirá llegar
a un estado de certeza respecto de su perpetración por la persona a la que se le

321
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

atribuye su comisión[88] y esta haya tenido la posibilidad de ejercer razonable-


mente su derecho de defensa[89].
En estos casos de conflicto no es que las exigencias de la imputación ne-
cesaria desaparezcan sino que se reducen a su mínima expresión[90] en tanto
únicamente se exige la atribución de un hecho individualizado que se adecua
a la descripción de una conducta penalmente prohibida por la norma penal
(que, por ejemplo, en un delito de homicidio importa que una persona mata a
otra); sin la consignación de sus particulares circunstancias.
Por lo demás, en tanto la imputación necesaria fundamenta su existencia
en la necesidad de garantizar el ejercicio del derecho a la defensa, el que el
acusado haya estado en la efectiva posibilidad de hacerlo[91] trunca cualquier
tipo de cuestionamiento a la validez del proceso[92].

[88] Está claro que en algunas ocasiones no se podrá llegar a certezas, precisamente porque no se podrá
establecer las concretas circunstancias de perpetración del hecho; por ejemplo, cuando en la agresión
sexual no exista fruto de la concepción y el procesado acredita que en varios de los días del mes en
que aproximativamente se ubica la comisión del delito no se encontraba en la ciudad o era imposible
que haya visto o estado a solas con la víctima; o en el caso de un delito de peculado doloso cuando no
se hizo acta de transferencia de bienes y el faltante es descubierto por una auditoria que se hace meses
después al nuevo funcionario. En estos y otros casos similares, continuar con la persecución efectiva-
mente carece del menor sentido.
[89] Ha señalado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la Sentencia de Mattoccia vs. Italia: “71.
En conclusión, la Corte es consciente del hecho de que los juicios por violación plantean cuestiones
muy sensibles, importantes y de gran preocupación para la sociedad y que los casos relativos a los muy
jóvenes o los discapacitados mentales a menudo se presentan a las autoridades y a los tribunales con
serias dificultades probatorias en el curso de las actuaciones. Se considera, sin embargo, que en el pre-
sente caso la defensa se enfrentó a dificultades excepcionales. Teniendo en cuenta que la información
contenida en la acusación se ha caracterizado por la vaguedad en cuanto a detalles esenciales sobre
el tiempo y lugar, se contradijo en varias ocasiones y modificado en el curso del juicio, y teniendo en
cuenta el largo periodo transcurrido entre el sometimiento a juicio y la del juicio en sí mismo (más de
tres años y medio) en comparación con la velocidad con que se llevó a cabo el juicio (menos de un mes),
la justicia requiere que al solicitante se le haya brindado mayores oportunidades y facilidades para
defenderse de una manera práctica y eficaz”.
[90] Recuérdese que la Directiva 2012/13/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de mayo del
2012, relativa al derecho a la información en los procesos penales, señala: “Debe facilitarse una des-
cripción de los hechos constituti­vos de infracción penal incluyendo, si se conocen, el lugar y la hora así
como la posible tipificación jurídica, de forma suficientemente detallada, teniendo en cuenta la fase del
proceso penal en la que se facilite esa descrip­ción, a fin de salvaguardar la equidad del procedimiento
y permitir el ejercicio efectivo de los derechos de la defensa”.
[91] Precisa el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la Sentencia de Mattoccia vs. Italia: “60. Si
bien el alcance de la ‘detallada’ información contemplada en esta disposición varía en función de las
circunstancias particulares de cada caso, el acusado debe en todo caso, contar con suficiente informa-
ción como sea necesaria para comprender plenamente el alcance de las acusaciones contra él con miras
a preparar una defensa adecuada”.
[92] En este sentido, por ejemplo, en la Sentencia de Casación N° 04-2009-La Libertad se ha establecido:
“El recurrente señala que se ha vulnerado el artículo trescientos noventa y siete del nuevo Código
Procesal Penal en tanto que la condena impuesta habría modificado la calificación jurídica del hecho

322
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

VII. Consecuencias de la infracción del Derecho


El artículo 150 del CPP de 2004 establece como causal de nulidad absolu-
ta –que puede ser declarada incluso de oficio– al defecto concerniente: “d) A
la inobservancia del contenido esencial de los derechos y garantías previstos
por la Constitución”; por lo que en el caso de la infracción al contenido esen-
cial del derecho a la imputación necesaria la consecuencia debería ser la nuli-
dad a partir del momento en que se incurrió en la infracción.
No obstante, con buen criterio, el Tribunal Constitucional, partiendo del
carácter instrumental de la imputación necesaria –en favor del derecho de de-
fensa–, ha precisado que la invalidez jurídica del proceso requiere que ade-
más de los defectos en la formulación de la imputación se verifique una efec-
tiva indefensión por parte del procesado.
En este sentido, ha señalado en la sentencia del Exp. Nº 02800-2009-
PHC/TC-Ayacucho. Juan Carlos Ayala Osores:
“El argumento principal de la demanda consiste en que el Primer Juzgado Penal
de Huamanga, al abrir instrucción al recurrente mediante resolución de fecha 11
de febrero de 2008, obrante a fojas 14 del cuadernillo del Tribunal Constitucio-
nal, no precisó en cuál de los tres supuestos del segundo párrafo del artículo 111
estaba enmarcada su conducta (…).
9. Si bien en la denuncia se omitió establecer qué supuesto normativo de los con-
tenidos en el artículo 111 del Código Penal (homicidio culposo) era aplicable al
procesado, este Tribunal Constitucional considera que tal omisión no generó in-
defensión, puesto que ya desde la denuncia fiscal se había establecido que la cau-
sa de la muerte que se le imputaba al actor era haber conducido el vehículo ‘(...)

objeto de la acusación, al respecto se evidencia que no existe tal vulneración de la norma antes citada,
por cuanto, si bien es cierto, existe acusación escrita y auto de enjuiciamiento por delito de actos contra
el pudor en menor de edad, tipificado en el artículo ciento setenta y seis parte in fine del Código Penal;
también es cierto que se desprende de la sentencia de vista, que en el audio de registro de juicio oral y
conforme a lo manifestado en la audiencia de apelación por la defensa del procesado el representante
del Ministerio Público, en los alegatos de apertura, solicitó se imponga una pena de cinco años para el
acusado Licerio Saldaña por el delito de actos contra el pudor en menor de edad en agravio de la menor
J.J.S.G, calificando los hechos en el artículo ciento setenta y seis - A inciso tres del Código Penal; en
ese sentido, se tiene que al inicio del juicio oral el señor fiscal fijó los hechos con su correspondiente
calificación jurídica y ofreció los medios probatorios para acreditar la imputación en contra del pro-
cesado, como es el caso del examen del perito que elaboró el examen psicológico a la menor, que fue
presentado como prueba nueva al inicio del juicio oral, lo mismo ocurrió con la defensa del procesado;
por lo tanto, en los alegatos de apertura, actuación probatoria y alegatos finales, se ha discutido, cues-
tionado y argumentado en relación al delito de actos contra el pudor en menor de edad, tipificado en el
artículo ciento setenta y seis - A inciso tres del Código Penal, en consecuencia resulta sin fundamento
lo alegado en tanto la sentencia guarda correspondencia con todo lo actuado en juicio oral”.

323
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

a excesiva velocidad (…) debido a la velocidad inapropiada a la que conducía el


vehículo no fue factible que maniobrara (…)’.
10. Ahora, si bien la parte resolutiva del citado auto apertorio no hace mención
expresa del supuesto normativo del segundo párrafo del artículo 111 del Código
Penal que le era aplicable al recurrente, esto en modo alguno afecta su derecho
de defensa, por cuanto de una lectura integral del referido auto se desprende que
dicho supuesto es por la inobservancia de la reglas de tránsito. En efecto, el con-
siderando primero de la resolución cuestionada señala lo siguiente: ‘(…) siendo
el caso que el referido inculpado DESPLAZABA SU AUTOMOTOR A EXCE-
SIVA VELOCIDAD, por lo que la pasajera y actual agraviada Erika Soto Rivera,
quien cargaba a su menor hijo de un año de edad en los brazos, le reclamó a efec-
tos que disminuya la velocidad; sin embargo este en CLARA INOBSERVANCIA
DE LAS REGLAS DE TRÁNSITO; continuó desplazándose a la misma velocidad
excesiva e inapropiada, dando lugar al despiste y volcadura en el KM. 362 de la ca-
rretera Ayacucho – Huanta en el sector Tahuaccocha – Orcasitas de esta ciudad de
Huamanga; para finalmente ser trasladado los heridos agraviados al Hospital Re-
gional de esta ciudad de Huamanga para su atención médica y tratamiento corres-
pondiente donde quedaron internados por la gravedad de las lesiones; falleciendo
el día tres de diciembre del año dos mil siete el menor (…)’.
11. Siendo así, este Tribunal aprecia entonces que desde el inicio del proceso pe-
nal el recurrente conocía plenamente de los cargos imputados –conducir un ve-
hículo motorizado inobservando la reglas técnicas de tránsito, conduciendo a ex-
cesiva velocidad produciendo el accidente, que fue materia del proceso penal Nº
186-2008 y que ocasionó la muerte del menor–, y que encausó su defensa para
demostrar lo contrario, esto es, que iba conduciendo a velocidad moderada, y que
fue la colisión con una piedra que se encontraba en la carretera la que desenca-
denó el accidente. Esto último se advierte de la declaración instructiva del de-
mandante y que fue valorada por el Primer Juzgado Penal de Huamanga al emi-
tir sentencia condenatoria, de fecha 6 de enero de 2009, obrante a fojas 13 (con-
siderando cuarto), la que inclusive fue confirmada en parte por la Sala Penal de
Vacaciones de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho mediante resolución de
fecha 26 de febrero de 2009, obrante a fojas 22, contra la cual el actor interpuso
recurso de nulidad ante la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia de
la República, el que fue declarado improcedente”.
En sentido similar, en la sentencia del Exp. Nº 2311-2007-HC/TC-Piu-
ra. Claudia Robles Kakiuchi:
“3. Si bien este Tribunal, anteriormente, en los expedientes constitucionales
N° 3390-2005-HC/TC (Caso Margarita Toledo) y 214-2007-HC/TC (Caso Gio-
vanna Huaco Velásquez) dictó sentencias estimatorias por tratarse de casos en
los que no se había determinado en el auto de apertura de instrucción si la falsifi-
cación de documentos era de documentos públicos o privados, reclamación que
en igual sentido es objeto de la presente demanda, este caso en concreto presenta

324
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

particularidades que permiten descartar la supuesta indefensión que se habría


causado al demandante, por las siguientes razones: a) No resulta acreditado en
autos que en el desarrollo del proceso penal que se le siguió a la actora, se haya
instado a los jueces penales emplazados a corregir la falta de calificación penal
que hoy es materia de su reclamación constitucional, lo que desvirtúa una actua-
ción jurisdiccional deliberadamente arbitraria por parte de estos; b) El auto de
apertura de instrucción que cuestiona la demandante contiene en su parte consi-
derativa la descripción de la conducta ilícita que se le atribuye, haciéndose men-
ción que la falsificación imputada recae en documentos que sustentan una solici-
tud de línea de crédito, que, como es de conocimiento público y notorio, son de
naturaleza privada, por lo que la alegada indefensión por desconocimiento de los
cargos concretos resulta enervada”.
Del mismo parecer ha sido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en
la sentencia de Gea Catalán contra España (su fecha 10 de febrero de 1995),
en la que precisa:
“13. El señor Gea Catalán recurrió en casación. Invocando el artículo 24.2 de la
Constitución (RCL 1978\2836 y ApNDL 2875) (apartado 16 infra), se quejaba
de que se le había aplicado la circunstancia agravante del apartado 7 del artículo
529, sin haber sido informado previamente. A este respecto, señalaba que tanto el
Ministerio Fiscal como la acusación particular se habían referido en sus conclu-
siones únicamente al apartado 1 de dicho artículo, discordancia que había con-
culcado su derecho de defensa.
14. El 7 de noviembre de 1990 (RJ 1990\8780), el Tribunal Supremo desestimó
el recurso: la discordancia denunciada por el señor Gea Catalán provenía simple-
mente de un error material, fácil de comprender y corregir empleando las reglas
de la lógica y del sentido común, ya que habría sido absurdo aplicar a los hechos
en cuestión el apartado 1 del artículo 529 (…)
27. En opinión del Gobierno, por el contrario, el demandante era plenamente
consciente de todos los elementos de la acusación formulada contra él, especial-
mente, porque los hechos expuestos por el Ministerio Fiscal y la acusación par-
ticular eran idénticos a los establecidos por el juez de instrucción. Ahora bien, a
estos hechos solo podía aplicarse lógicamente el apartado 7.
28. El Tribunal considera, al igual que el Gobierno, que la discordancia denun-
ciada era el resultado, con toda evidencia, de un simple error material, cometido
al mecanografiar las conclusiones del Ministerio Fiscal y reproducidas posterior-
mente, en diversas ocasiones, por este y por la acusación particular (apartados 10
y 11 supra).
Así lo comprendieron, además, el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional
al rechazar el recurso de casación y el recurso de amparo del demandante (apar-
tados 13-14 supra).

325
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

29. Vista la claridad de la calificación jurídica de los hechos probados expues-


tos en el Auto de remisión del juez de instrucción de 1 de julio de 1986 (aparta-
do 9 supra), el Tribunal no ve cómo el señor Gea Catalán podría invocar una fal-
ta de información sobre todos los elementos de la acusación, ya que las conclu-
siones de las partes acusadoras se basaban en los mismos datos (apartado 10 su-
pra). Además, la aplicación en el caso de autos del apartado 1 del artículo 529 del
Código Penal habría sido absurdo, como justamente lo señala el Tribunal Supre-
mo (apartado 14 supra), mientras que la del apartado 7, aunque no fuese de apli-
cación imperativa, al menos se deducía de un razonamiento deductivo mínimo.
30. En resumen, el Tribunal considera no fundada la queja del demandante y con-
cluye, por tanto, que no hubo violación del artículo 6.3, a)”.
En sentido similar se ha pronunciado en De Salvador Torres contra Es-
paña (su fecha 13 de julio de 1995):
“30. El Tribunal señala que, desde el principio, el juez de instrucción estimó que
los hechos, tal como él los había establecido, pertenecían a la categoría de deli-
to de malversación de caudales públicos (apartado 8 supra). El Ministerio Fiscal
y el Hospital, acusador particular, aceptaron ambos esta calificación jurídica y la
mantuvieron a lo largo del procedimiento (apartados 8 y 10 supra). Ahora bien,
en Derecho Español, el delito de malversación de caudales públicos exige que el
autor sea un funcionario o un administrador de fondos al cometer el delito y que
las sumas malversadas sean ‘fondos públicos’ (apartados 15 y 16 supra)
31. El Tribunal constata además que el demandante nunca ha rebatido que por su
condición de director administrativo de un hospital público de Barcelona, perte-
necía a la categoría de personas ‘encargadas’ (...) de fondos pertenecientes a pro-
vincias o municipios, a establecimientos de instrucción o de beneficencia, o a la
de administradores o depositarios de fondos colocados por una autoridad públi-
ca (artículo 399 del Código Penal –apartado 16 supra–).
El sumario muestra que las partes estaban de acuerdo en este punto (apartados 9
y 11 supra).
Dada su condición, el señor De Salvador Torres ocupaba un cargo de carácter
público.
Ahora bien, ni la Audiencia Provincial ni el Tribunal Supremo han calificado las
cantidades sustraídas de ‘fondos públicos’. Estos dos órganos han aplicado el de-
lito más general de apropiación indebida. Sin embargo, mientras que la Audien-
cia Provincial señalaba que ninguna circunstancia agravante de carácter general
era de aplicación en este caso (apartado 9 supra), el Tribunal Supremo ha consi-
derado que el hecho –establecido por la Audiencia Provincial y no rebatido por
el demandante– de que el señor De Salvador Torres se hubiera prevalido de su
condición de director administrativo de un establecimiento público, agravaba el
delito. En el ejercicio de sus facultades (apartados 22 y 23 supra), el Tribunal
Supremo ha condenado a una pena que siendo mayor que la pronunciada por la

326
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

Audiencia Provincial, era muy inferior a la requerida por la acusación al princi-


pio y a lo largo del procedimiento (apartados 8 y 10 supra).
32. El Tribunal subraya que, contrariamente a los artículos 394 y 399 del Código
Penal, el artículo 10.10 exige únicamente que el autor del delito se haya prevali-
do del “carácter público de su función”. Es evidente que al constatar la existen-
cia de una circunstancia agravante, el Tribunal Supremo falle en función de este
elemento del tipo (ver apartado 12, supra y mutatis mutandis, la Sentencia Gea
Catalán contra España de 10 febrero 1995 (TEDH 1995\1), serie A núm. 309, pg.
11, ap.29).
33. En resumen, como ha dicho el Tribunal Constitucional en su Auto de 20 ju-
lio 1992 (apartado 13 supra), el carácter público de las funciones ejercidas por el
demandante era un elemento inherente de la acusación inicial de malversación de
caudales públicos que el demandante conocía, pues, desde el comienzo del pro-
cedimiento. Por lo tanto, hay que considerar que el señor De Salvador Torres era
consciente de que, cuando se tratara de fijar la pena, el juez –es decir, la Audiencia
Provincial y el Tribunal Supremo– podrían, en el contexto de una apropiación in-
debida, ver que en este elemento factual subyace una circunstancia agravante.
El Tribunal no constata ninguna vulneración del derecho garantizado al deman-
dante por el artículo 6.3, a), de ser informado de la naturaleza y de la causa de la
acusación contra él formulada”.
No obstante la corrección general del criterio asumido en las sentencias
acabadas de glosar, debe advertirse de la necesidad de proceder con mucho
cuidado en el análisis de si ha existido una afectación o no al derecho de de-
fensa, exigiéndose que cuando se constaten falencias en el modo de la formu-
lación de la imputación haya absoluta certeza respecto a que el imputado y su
defensa en efecto conocían los aspectos de los cargos fácticos o jurídicos no
expresamente descritos o no descritos adecuadamente, actuándose en los ca-
sos en que se presenten dudas respecto de su conocimiento siempre en favor
de los derechos de la persona; declarándose la nulidad que corresponda y, de
esta manera, concediéndole la oportunidad de defenderse eficazmente.
En este sentido, deben criticarse procederes como los de la Tercera Sala
Superior Penal de Apelaciones de La Libertad en el Exp. N° 06151-2010; en
cuya sentencia de vista, frente a los cuestionamientos de la defensa del conde-
nado respecto de la infracción del derecho a la imputación necesaria por falta
de precisión del hecho materia de atribución[93], se señala:

[93] La acusación y la sentencia condenatoria de primera instancia versaban sobre dos delitos; el uno, an-
tecedente, de defraudación tributaria y, el otro, de lavado de activos de las ganancias indebidas obte-
nidas con la defraudación. La acusación escrita describía los hechos que constituiría lavado de activos
señalando: “La suma de dinero ascendente a S/. 1,668.857.00 nuevos soles y que el Estado ha dejado

327
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

“Así pues, como lo sostiene la doctrina constitucional, no se viola el derecho a


defenderse solo con que la fiscalía no haya resaltado que se trata de un acto atri-
buido de transferencia -como ahora lo hacemos visible–, tampoco lo viola si to-
mamos la acusación tal como ha quedado impregnada en la redacción de la sen-
tencia, pues escuchados los audios y revisado el requerimiento acusatorio escrito
apreciamos que la Fiscalía se ha remitido oralmente a cuadros, fechas y datos[94]
que se consignan en su acusación escrita y a su vez en los Informes Financieros
Nº 71 de fecha 22 de mayo de 2007, emitido por los analistas financieros de la
Fiscalía de la Nación CPC Carlos Quiroz Ríos y CPC Herminio Fernández Mon-
tenegro, el Informe Motivado Nº 002-2009-K-2K0200 sobre indicios de Defrau-
dación Tributaria por parte del acusado Ney Helí Gámez Espinoza emitido por la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria - Sunat que consta de
3,989 folios en 16 tomos, a partir de los cuales no solo aparece la referencia ge-
neral, única tomada en cuenta por la defensa y el a quo como si no existieran tales
actividades detalladas específicamente. (Como además lo hemos resaltado en el
fundamento sexagésimo tercero. Desde luego, que en un estado de cosas perfec-
to, la Fiscalía no hubiera actuado remitiéndose a su escrito ni a los informes fis-
cales, sino que tendría que haber sustanciado incluso con detalle lo que la defen-
sa ahora denuncia, en su alocución oral, y el a quo no debería hacer solo una cita
general sabiendo que existe un detalle escrito y expreso, sin embargo para este
Tribunal no es suficiente que no se haya expresado en la sentencia para que se
viole el principio de determinación acusatoria, sino que tales referencias a ‘(…)
dejar de pagar el tributo usando artificios (…)’ (en el caso de la defraudación tri-
butaria) o ‘(…) transferir dinero o efectos cuyo origen ilícito conoce, con la fi-
nalidad de evitar la identificación de su origen (…)’ (en el caso de lavado de ac-
tivos) no deben ser conocidas de ningún modo por el acusado o peor no existir,
para que además se configure la violación al derecho a defenderse”.
Debe recordarse que no se trata que el acusado, sobre la base de su po-
sibilidad de acceso a la información existente en el proceso, suponga cuáles
son los cargos respecto de los que debe estructurar su defensa; y que, si bien
no todas falencias en la formulación de la imputación dan lugar a la declara-
toria de nulidad, para mantener la validez de la sentencia se requiere que el

de percibir, es considerada como un ingreso ilegal, que no ha ingresado a las arcas al Estado, dinero
que ha sido insertado en el circuito económico nacional, siendo reinvertido en las diversas actividades
comerciales del acusado, compra y mejoras de propiedades, todo ello para ocultar o disfrazar su origen
ilícito confundiendo el origen de dichos recursos mezclándolo con actividades aparentemente lícitas
para evitar ser vinculados con el delito de donde se obtuvo tales ganancias ilegales”; siendo en estos
términos que se plantearon los cargos en los alegatos de apertura y en los alegatos finales del Ministerio
Público así como en la sentencia; debiéndose señalar que al momento pronunciarse oralmente el fiscal
hizo referencia a que los cargos los acreditaba con los medios probatorios ofrecidos por su parte como
los informes de los analistas financieros, la pericia contable y el informe motivado de la Sunat.
[94] Estos cuadros, fechas y datos se encuentran en la acusación escrita describiendo los cargos por el delito
de defraudación tributaria.

328
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

procesado haya estado en condiciones de ejercitar adecuadamente su derecho


de defensa.
Esto último no ocurre en el caso en glosa, el Estado no puede pretender
que el imputado se eche a buscar en una ruma de papeles –en el informe finan-
ciero y en el informe motivado de Sunat– cuáles son los cargos penales que se
le hacen –discriminando los supuestos fácticos de estos de los otros cuestiona-
mientos con distinta naturaleza jurídica que también podrían contener dichos
informes, más aún cuando están hechos por contadores y por abogados tribu-
taristas, no por penalistas–; no solo porque es lo más probable que el informe
motivado se refiera al delito tributario y no al de lavado de activos –tamaña
confusión habría causado en el procesado la lectura de los 3,989 folios, en 16
tomos, que según la propia sentencia de vista refiere integran el mencionado
informe, para hallar cargos por lavado de activos que todo hace entender no
existirían en dicho documento–; sino porque para la lectura comprensiva de
dichos informes se requiere de conocimientos especializados que en ningún
momento asevera la sentencia que habría tenido el procesado.
Se debe advertir para finalizar que –como se verá con mayor detalle in-
fra– en tanto el CPP de 2004 ha previsto para la investigación preparatoria
y la etapa intermedia mecanismos específicos dirigidos a asegurar el respe-
to del derecho a la imputación necesaria y la validez de la persecución penal
–la tutela de derechos y el control de la acusación–, la declaratoria de nuli-
dad por su falta de necesidad general y la gravedad de sus efectos– se cons-
tituye en última ratio; siendo más bien en momentos posteriores del proceso
–cuando se trata de determinar la validez de la sentencia– donde cobra par-
ticular importancia.

VIII. Imputación necesaria y Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116


El 26 de julio de 2012 fue publicado en el diario oficial El Peruano, como
parte del I Pleno Jurisdiccional Extraordinario de las Salas Penales de la Cor-
te Suprema, el Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116.
Este acuerdo señala como entendible que el parágrafo 18° del Acuerdo
Plenario N° 4-2010/CJ-116 haya fijado como criterio base la irrecurribilidad
de la disposición de formalización y continuación de investigación preparato-
ria y, con ello, la improcedencia de emplear en su contra la tutela judicial de
derechos; para establecer:

329
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

“10°. Ahora bien, la garantía de defensa procesal, desarrollada por el artículo IX


del Título Preliminar del NCPP, incluye, aparte de los llamados ‘derechos ins-
trumentales’ (derecho a la asistencia de abogado, utilización de medios de prue-
ba pertinente, a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable), los de-
nominados ‘derechos sustanciales’, que son presupuestos básicos de su debido
ejercicio, entre ellos la comunicación detallada de la imputación formulada con-
tra el imputado. Su efectividad, sin duda, como correlato del conocimiento de los
cargos (artículo 72.2, ‘a’ NCPP), requiere inexorablemente de que los hechos ob-
jeto de imputación en sede de investigación preparatoria (vide artículo 342.1 del
NCPP) tengan un mínimo nivel de detalle que permita al imputado saber el suceso
histórico que se le atribuye y la forma y circunstancias en que pudo tener lugar.
Tal dato es indispensable para que pueda ejercer una defensa efectiva, la cual no
puede quedar rezagada a la etapa intermedia o a la etapa principal de enjuicia-
miento: la defensa se ejerce desde el primer momento de la imputación (vide ar-
tículo 139.14 de la Constitución), que es un hecho procesal que debe participar-
se a quien resulte implicado desde que, de uno u otro modo, la investigación se
dirija contra él, sin que haga falta un acto procesal formal para que le reconozca
viabilidad.
Es evidente, a partir del modelo procesal asumido por el NCPP, que el imputado,
en un primer momento, deberá acudir al propio fiscal para solicitar las subsana-
ciones correspondientes en orden a la precisión de los hechos atribuidos –este de-
recho de modo amplio lo reconoce el artículo 71.1 del NCPP–.
11°. Muy excepcionalmente, ante la desestimación del fiscal o ante la reiterada
falta de respuesta por aquel –que se erige en requisito de admisibilidad–, y siem-
pre frente a una omisión fáctica patente o ante un detalle de hechos con entidad
para ser calificados, de modo palmario, de inaceptables por genéricos, vagos o
gaseosos, o porque no se precisó el aporte presuntamente delictivo del imputado,
cabría acudir a la acción jurisdiccional de tutela penal”.
De esta manera, se apertura la Corte Suprema a la posibilidad de cues-
tionar la disposición de formalización de investigación mediante la tutela ju-
dicial de derechos, pero con una postura muy restringida; pues establece tres
condiciones para su procedencia: que se haga solo para corregir deficiencias
en la adecuada descripción del hecho materia de imputación; que ello ocurra
frente a una descripción claramente inaceptable por genérica, vaga o gaseo-
sa, o porque no se precisó el aporte presuntamente delictivo del imputado; y
únicamente cuando se ha planteado previamente la necesidad de su correc-
ción ante el fiscal y esta ha sido desestimada o existe una reiterada falta de
respuesta.
En un análisis del contenido acuerdo debe decirse:

330
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

1. Aspectos positivos
A. Delimitación progresiva del objeto del proceso
No obstante ser un tema que no se encuentra estrictamente relacionado
con la tutela de derechos, en tanto existe una importante –por el número de
sus partidarios– línea de pensamiento en los operadores de justicia de los dis-
tritos judiciales de nuestro país donde ya se encuentra en vigencia el CPP de
2004 que postula lo contrario, ha hecho bien la Corte Suprema en dejar sen-
tado que el objeto del proceso no permanece exactamente inmutable durante
el curso de la investigación preparatoria, sino que es materia de una delimita-
ción progresiva.
Indica el Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116:
“Una de las características del hecho investigado es su variabilidad durante el
curso de la etapa de investigación preparatoria –o, mejor dicho, ‘delimitación
progresiva del posible objeto procesal’–, y que el nivel de precisión del mismo
–relato del hecho histórico y del aporte presuntamente delictivo de los implica-
dos por la Fiscalía– tiene (en la disposición de formalización y continuación de
investigación preparatoria) un carácter más o menos amplio o relativamente di-
fuso. No es lo mismo un delito flagrante, que uno referido a sucesos complejos y
de determinación inicial algo incierta y, por tanto, de concreción necesariamente
tardía”.
Debe añadirse eso si –conocimiento que entendemos no es ajeno a la Cor-
te Suprema sino que no se encuentra relacionada con la imputación necesaria
en la formalización de investigación preparatoria– que esta delimitación pro-
gresiva del objeto del proceso penal no solo puede ocurrir durante la investi-
gación preparatoria formalizada, sino también –de lo que hemos dado cuenta
supra– en momentos posteriores del proceso, hasta antes de los alegatos fina-
les del Ministerio Público –pero en estos casos con importantes limitaciones–.

B. Precisión de las exigencias de la imputación necesaria en la formali-


zación de investigación preparatoria
Del mismo modo, es un acierto que la Corte Suprema se haya pronuncia-
do –en contra también del pensamiento de un importante número de operado-
res de justicia de nuestros distritos judiciales– en el sentido de que en la dis-
posición de formalización de investigación preparatoria no se exige necesa-
riamente un hecho minuciosamente detallado.

331
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Indica el Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116:


“7°. Es evidente, por lo demás, que el nivel de precisión de los hechos –que no de
su justificación indiciaria procedimental–, atento a la propia naturaleza jurídica de la
DFCIP y del momento procesal de ejercicio o promoción de la acción penal por el fis-
cal, debe ser compatible –cumplidos todos los presupuestos procesales– con el grado
de sospecha inicial simple, propia de la necesidad de abrir una instancia de persecu-
ción penal –es decir, que impulse el procedimiento de investigación–. Tal considera-
ción, como se sabe, ha de estar alejada de las meras presunciones, y fundada en pun-
tos de partida objetivos y asentada en la experiencia criminalística de que, en pureza,
existe un hecho de apariencia delictiva perseguible –presupuesto jurídico material–
atribuible a una o varias personas con un nivel de individualización razonable y ri-
guroso (entonces, sí se puede plantear tutelas).
Lo expuesto explica que una de las características del hecho investigado es su va-
riabilidad durante el curso de la etapa de investigación preparatoria –o, mejor di-
cho, ‘delimitación progresiva del posible objeto procesal’–, y que el nivel de pre-
cisión del mismo –relato del hecho histórico y del aporte presuntamente delicti-
vo de los implicados por la fiscalía– tiene un carácter más o menos amplio o re-
lativamente difuso. No es lo mismo un delito flagrante, que uno referido a suce-
sos complejos y de determinación inicial algo incierta y, por tanto, de concreción
necesariamente tardía”.
De tal modo, el órgano jurisdiccional debe tener mucho cuidado al ana-
lizar y resolver las tutelas judiciales de derechos por infracción del derecho
a la imputación necesaria, a efectos de no dar paso a solicitudes que conten-
gan cuestionamientos a la descripción del hecho materia de imputación que
no corresponden al grado de descripción que resulta exigible en el dictado de
la disposición de formalización y continuación de investigación preparatoria.

C. El juez no puede controlar la fuerza de convicción de los elementos


en que el fiscal se ha basado para decidir la formalización y conti-
nuación de investigación preparatoria
En el sistema procesal anterior, regentado por el CPP de 1940[95], era el
órgano jurisdiccional a quien le correspondía decidir el inicio de la persecu-
ción penal formal, emitiendo, para ello, una resolución denominada auto de

[95] Dice su artículo 77 (modificado por la Ley N° 28117 del 10/12/2003): “Recibida la denuncia y sus
recaudos, el Juez Especializado en lo Penal solo abrirá instrucción si considera que de tales instru-
mentos aparecen indicios suficientes o elementos de juicio reveladores de la existencia de un delito,
que se ha individualizado a su presunto autor o partícipe, que la acción penal no ha prescrito o no
concurra otra causa de extinción de la acción penal. El auto será motivado y contendrá en forma pre-
cisa los hechos denunciados, los elementos de prueba en que se funda la imputación, la calificación
de modo específico del delito o los delitos que se atribuyen al denunciado (…) Si el Juez considera que

332
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

apertura de instrucción; cabiéndole al Ministerio Público únicamente una fun-


ción requirente, la de solicitar la emisión de dicha resolución, mediante, lo
que se denominaba, una formalización de denuncia.
De esta manera, si el juez consideraba que el caso concreto respecto del
cual el fiscal había presentado una formalización de denuncia no satisfacía los
requisitos necesarios para la emisión de un auto de apertura de instrucción –y,
con ello, para dar inicio a la persecución formal– habría de emitir un auto de
no ha lugar; lo que era así a pesar del absoluto convencimiento que pudiera
tener el fiscal de que sí correspondía dicha apertura; quedándole a este último
solo la posibilidad de impugnar la resolución judicial denegatoria.
El CPP de 2004 en cambio, en concordancia con sus calidades de titular
de la persecución penal y de director de la investigación, ha otorgado al Mi-
nisterio Público plena capacidad de decisión respecto del inicio de la perse-
cución formal, expresada en la emisión de la disposición de formalización y
continuación de investigación preparatoria, sin necesidad de contar con nin-
gún tipo de resolución judicial para que ello ocurra, ni una que acceda a dicho
inicio –como en el CPP de 1940– ni una que lo apruebe o confirme –como se
preveía en el CPP de 1991–.
Lo único que debe hacer el fiscal según el CPP de 2004 es comunicar al
juez su decisión de formalizar y continuar con las investigaciones preparato-
rias, adjuntando copia de la correspondiente disposición.
En este marco es perfectamente entendible que el Acuerdo Plenario
N° 2-2012/CJ-116 haya asumido que:
“No puede cuestionarse en vía de tutela jurisdiccional penal el nivel de los ele-
mentos de convicción o su fuerza indiciaria para anular la DFCIP, puesto que se
trata de un presupuesto procesal –bajo cargo exclusivo de la jurisdicción ordina-
ria (así, STC Exp. N° 4845-2009-PHC/TC, del 7 de enero de 2010)–, cuyo con-
trol está reservado al requerimiento fiscal que da por conclusa la fase de inves-
tigación preparatoria e inicia la etapa intermedia, en cuyo caso se exige, ya no
sospecha inicial simple, sino ‘sospecha suficiente’ –se ha de esperar una conde-
na con fuerte probabilidad, sospecha que a su vez alcanza a un convencimiento
por el órgano jurisdiccional de la existencia de los presupuestos procesales y de
la punibilidad de la conducta imputada–, plenamente controlable en este caso”.

no procede el inicio del proceso expedirá un auto de No Ha lugar. Asimismo, devolverá la denuncia si
estima que le falta algún elemento de procedibilidad expresamente señalado por la ley”.

333
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Debe discreparse, sin embargo, de los argumentos en que la Corte Supre-


ma basa su posición.
El análisis que hace el fiscal sobre la fuerza indiciaria de los elementos
de convicción que fundan la decisión de formalizar la persecución no pue-
de ser controlado por el órgano jurisdiccional no porque se trate de un pre-
supuesto procesal que está bajo cargo exclusivo de la jurisdicción ordinaria
–pues, la competencia que tiene el juez de Investigación Preparatoria para
pronunciarse sobre la tutela de derechos es, precisamente, una de naturaleza
ordinaria[96]–, sino simplemente porque el CPP de 2004 ha construido un pro-
ceso en el que la decisión de formalizar o no investigación preparatoria es una
decisión autónoma del Fiscal sin necesidad o posibilidad de intervención del
órgano jurisdiccional.
Como refieren Duce / Riego[97]:
“En tanto la formalización de la investigación es un acto unilateral del Ministe-
rio Público, no les cabría a los jueces ninguna facultad de calificar su convenien-
cia. Compartimos la idea de que al juez no le corresponde calificar o evaluar la
corrección de la información de la formalización entregada por el Ministerio Pú-
blico, ya que son los fiscales los encargados de la persecución penal y ellos res-
ponderán de los errores y de los aciertos que tengan la formalización de la inves-
tigación y las persecuciones criminales que lleven adelante. En este sentido, en-
tonces, el juez no podría decir algo así como ‘muy bien, me parece que usted ha
formalizado correctamente, pero yo creo que usted no tiene antecedentes en este
caso y, por tanto, no vamos a tener por formalizada la investigación’. Evidente-
mente esto es algo que escapa a las facultades que se han contemplado para los
tribunales. Sin perjuicio de lo anterior, a los jueces de garantía se les ha asignado
una función de garantía central en la formalización de la investigación”.
Debe quedar claro que el hecho de que la decisión de formalizar investi-
gación preparatoria sea un acto unilateral o autónomo del fiscal no quiere de-
cir que pueda ser una decisión arbitraria o abusiva, o que transgreda sin nin-
guna consecuencia jurídica los derechos de los justiciables.

[96] En contra de la pretensión de otorgar a la tutela un fundamento constitucional o convencional –como lo


hacen: BENAVENTE CHORRES, H. “El conocimiento de los cargos formulados en contra del impu-
tado” p. 58; SOMOCURCIO QUIÑONES, V. “Tutela de derechos en el Código Procesal Penal 2004”,
pp. 280 y 281; SÁNCHEZ CÓRDOVA, J. “La tutela de derechos en la investigación preparatoria”,
p. 73; ALVA FLORIÁN, C. “Cuestiones referidas a la tutela de derechos”, p. 15– nos hemos pronun-
ciado en: ÁVALOS RODRÍGUEZ, C. “Tutela judicial de derechos”, pp. 289 a 291.
[97] DUCE, M. / RIEGO, C. Introducción al nuevo sistema procesal penal, pp. 224-225.

334
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

Frente a esta necesidad, el CPP de 2004 ha establecido otros mecanismos


–distintos a la necesidad de confirmatoria o concesión judicial de inicio de la
persecución penal formal– para que en los casos en mención el órgano juris-
diccional tenga la posibilidad de negar efectos jurídicos a la disposición de
formalización y continuación de investigación preparatoria; por ejemplo, de
modo definitivo, cuando se declara fundada una excepción de improcedencia
de acción por la falta de relevancia penal –no delictuosidad o no punibilidad–
del hecho; o de modo provisional, cuando se declara fundada una cuestión
previa, por haberse promovido acción penal sin antes cumplir con el requisi-
to de procedibilidad que para ello ha previsto expresamente la ley; supuesto,
este último, en el que, como indica el num. 1 del artículo 4, el juez “anulará lo
actuado” –y en ello la disposición de formalización y continuación de investi-
gación preparatoria– y, como indica el num. 2, “La Investigación Preparatoria
podrá reiniciarse luego que el requisito omitido sea satisfecho”.

D. Procedencia de la tutela judicial de derechos frente a la infracción de


la imputación necesaria[98]
Remitimos al desarrollo que hemos realizado de la imputación necesaria
y sus fundamentos, contenido y función en cada uno de los estadios del pro-
ceso para tener en claro la importancia de este derecho para un debido proce-
so penal y la corrección del Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116 al aceptar
la posibilidad de la tutela judicial de derechos cuando el fiscal ha incurrido en
una inadecuada descripción de los hechos materia de imputación.
Queremos solo puntualizar que –atendiendo a que nos encontramos en
los momentos iniciales de la investigación formal– de modo correcto la Cor-
te Suprema ha señalado que para que el juez declare fundada la tutela de de-
rechos por la causal en mención se debe encontrar:
“Frente a una omisión fáctica patente o ante un detalle de hechos con entidad para
ser calificados, de modo palmario, de inaceptables por genéricos, vagos o gaseo-
sos, o porque no se precisó el aporte presuntamente delictivo del imputado”.

[98] Había señalado antes de la realización del I Pleno Jurisdiccional Extraordinario de las Salas Penales
de la Corte Suprema ESPINOZA GOYENA, J. “¿Es posible y conveniente una audiencia de tutela para
controlar la observancia del principio de imputación necesaria en la Disposición de Formalización de
la Investigación Preparatoria?”, pp. 2-3: “No puede descartarse que puedan existir casos en los que el
Ministerio Público emita una DFCIP sin cumplir con las exigencias mínimas de motivación requeridas
por el artículo 336 del CPP. Por ejemplo, cuando no describa o individualice mínimamente los hechos
imputados, sobre todo cuando hay pluralidad de investigados; en aquellos casos parece razonable que
el imputado pueda reclamar la vulneración de su derecho de defensa que, según el artículo 71.2 a) con-
lleva, entre otros aspectos, el derecho a conocer los cargos imputados en su contra”.

335
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

En su intervención en la sesión de participación ciudadana del I Pleno Ju-


risdiccional Extraordinario Penal el profesor Rodríguez Hurtado[99] se mani-
festó en contra de esta procedencia de la tutela señalando que desde el punto
de vista del modelo no se debe permitir que se bloquee el trabajo o la pesqui-
sa del fiscal; desde un punto de vista estructural se le ha otorgado al fiscal la
dirección de la investigación preparatoria y, además, porque existe la necesi-
dad de cautelar la estabilización de nuestros nuevos institutos.
En contra de estos argumentos se debe señalar que el CPP de 2004 esta-
blece expresamente la posibilidad del imputado de recurrir al órgano jurisdic-
cional (num. 4 del art. 71) en tutela de derechos para la protección del que tie-
ne a “Conocer los cargos formulados en su contra” (lit. a del num. 2 del art.
71); por lo que la estabilización –en un marco jurídico en el que las normas
legales deben aplicarse– de este nuevo instituto pasa más bien porque se re-
conozca la procedencia de la tutela por infracción de la imputación necesaria.
En lo que corresponde al argumento de que el CPP de 2004 le ha otorga-
do al Ministerio Público la dirección de la investigación se debe decir que, si
bien ello es así, dicho texto normativo no establece que dicha autoridad ten-
ga un poder omnímodo e incontrolable, sino que además de prever en distin-
tos lugares de su texto la facultad de controlar la actuación fiscal –p. ej. a tra-
vés del control de plazos o del forzamiento de actos de investigación– estable-
ce, de manera general, que es de competencia del Juez de Investigación Pre-
paratoria le compete “Ejercer los actos de control que estipula este Código”
(num. 5 del art. 29).
En relación con el argumento de que no se debe permitir que se bloquee
el trabajo o la pesquisa del fiscal hay que señalar –teniendo, además, en cuen-
ta lo laxo de las exigencias de la imputación necesaria en sede de la investiga-
ción, que nos dice de su infracción solo se produce en casos manifiestamente
arbitrarios– que la tutela de derechos no busca bloquear las indagaciones sino
solamente que estas se realicen en un marco de respeto a los derechos de la
persona, esto es, que se corrijan los vicios existentes[100].

[99] Cfr. <http://www.youtube.com/watch?v=u2EIqnOyxUM>.


[100] No resulta tampoco satisfactoria su argumentación respecto a “¿Qué tiene que hacer un defensor cuan-
do ve que el señor fiscal hace una imputación a su patrocinado de manera absurda, de manera ca-
prichosa, sin ningún fundamento, al bulto? Para eso pues tiene todos los recursos que le permite las
diligencias preliminares respecto a cuáles son los cargos y eso evitará que mañana más tarde cuando el
fiscal formalice llegue a cometer el mismo error”. No solo porque no señala cuáles son dichos recursos
de las diligencias preliminares, sino porque no da solución a los casos en que a pesar del uso de “dichos

336
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

E. La procedencia de la tutela no implica ni el sobreseimiento del caso


ni la nulidad de la disposición
Indica el Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116:
“En este caso la función del Juez de la Investigación Preparatoria –ante el incum-
plimiento notorio u ostensible por el fiscal de precisar los hechos que integran los
cargos penales sería exclusiva y limitadamente correctora –disponer la subsana-
ción de la imputación plasmada en la DFCIP, con las precisiones que luego de la
audiencia sería del caso incorporar en la decisión judicial para evitar inútiles de-
moras, pedidos de aclaración o corrección, o cuestionamientos improcedentes–.
Bajo ningún concepto el auto judicial puede ser anulatorio y, menos, de archivo
o sobreseimiento anticipado de la investigación”.
Es que el num. 4 del artículo 71 ha prescrito, para los casos de las infrac-
ciones a los derechos de los justiciables que tienen lugar durante la primera
etapa del proceso, que el investigado:
“Puede acudir en vía de tutela al Juez de la Investigación Preparatoria para
que subsane la omisión o dicte las medidas de corrección o de protección que
correspondan”.
En este sentido, la tutela judicial de derechos no busca que necesariamen-
te se declare la nulidad de los actos cuestionados, sino que se subsanen las
omisiones o se establezcan medidas de corrección o protección.
De esta manera –además, por la gravedad de su declaratoria para el pro-
ceso, que hace que se la deba tener como extrema ratio–, cuando a consecuen-
cia de una tutela judicial de derechos se constate la infracción de algún dere-
cho de los justiciables la nulidad solo se deberá dictar cuando se trate del úni-
co mecanismo de subsanación, corrección o protección ante la configuración
del derecho y la específica forma de ataque en que se ha incurrido[101].

recursos” igual el fiscal emite una disposición de formalización y continuación de investigación prepa-
ratoria con infracción de la imputación necesaria.
Del mismo modo que no resulta satisfactorio su planteamiento de que bastarían los cuestionamientos
que se pudieran hacer a la formulación de la imputación en otras audiencias como de medidas caute-
lares o de restricción de derechos para la obtención de pruebas; pues no da respuesta a los procesos en
que no se solicita ninguna de esas injerencias en los derechos de la persona; pero, sobre todo, porque
la protección de los derechos del imputado no puede depender de –o al menos esperar a– que el fiscal
solicite una medida restrictiva de derechos.
[101] Por ejemplo, en el caso del derecho a: “Ser examinado por un médico legista o en su defecto por otro
profesional de la salud, cuando su estado de salud así lo requiera” lo que, obviamente, corresponde al
amparar la tutela es ordenar la revisión médica del imputado. En cambio, cuando lo que se ha infringido
es el derecho al ne bis in idem, reabriendo un caso –disponiendo la formalización de una investigación

337
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

En el caso de las infracciones a la imputación necesaria por deficiente


precisión del hecho, calificación jurídica o elementos de convicción, lo que
corresponde al amparar una tutela de derechos es que el juez ordene al fiscal
la corrección del defecto en que ha incurrido su disposición.
El que esta sea una opción válida para nuestro CPP de 2004 lo confirma
el num. 2 del artículo 352, que señala:
“2. Si los defectos de la acusación – requieren un nuevo análisis del Ministerio
Público, el juez dispondrá la devolución de la acusación y suspenderá la audien-
cia por cinco días para que corrija el defecto, luego de lo cual se reanudará. En
los demás casos, el fiscal, en la misma audiencia, podrá hacer las modificacio-
nes, aclaraciones o subsanaciones que corresponda, con intervención de los con-
currentes. Si no hay observaciones, se tendrá por modificado, aclarado o saneado
el dictamen acusatorio en los términos precisados por el fiscal, en caso contrario
resolverá el juez mediante resolución inapelable”.
De esta manera, frente a los errores de forma en la acusación –entre ellos,
de adecuada descripción de los hechos, de precisión de la calificación jurídi-
ca o exposición de los elementos de convicción que la fundamentan–, el CPP
de 2004 establece que no cabe declarar la nulidad de la misma, sino solo ins-
tar al fiscal para que corrija el defecto advertido.
El plantear el archivo o sobreseimiento anticipado de la investigación re-
sulta francamente descabellado, pues cuando hay un problema de imputación
necesaria no nos encontramos frente a un caso en el que se esté haciendo mal
en perseguir, esto es, que no exista un hecho punible o que la acción penal se
haya extinguido, sino frente a uno en el que se está persiguiendo mal; siendo
su forma de corrección no el dejar de perseguir, sino el hacerlo bien.
No se nos escapa que un sector de la doctrina sostiene que la consecuen-
cia de la infracción a la imputación necesaria es la nulidad de todo lo actuado
desde el momento en que ello ocurre[102]; sin embargo –como hemos apunta-
do supra– tanto la tutela judicial de derechos como el control de la acusación
importan regulaciones especiales que desplazan a las normas generales regu-
latorias de la nulidad (en razón del criterio de especialidad –“lex specialis de-
rogat generalis”–); limitando estas últimas su vigencia a los casos no abarca-
dos por dichas normas especiales –como, por ejemplo, cuando la infracción es

preparatoria– que había sido archivado por la atipicidad de los hechos, no existe otra alternativa que
declarar la nulidad de la indicada disposición de formalización.
[102] Por ejemplo, VANEGAS VILLA P. “La Imputación”, p. 239, dice: “Tanta es su importancia, que la
omisión en el ordenamiento jurídico colombiano de la imputación, como acto previo a la acusación,
genera nulidad de lo actuado por violación al debido proceso”.

338
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

detectada por el órgano jurisdiccional de segunda instancia ante la apelación


de la sentencia condenatoria–.
Ha señalado Rubio Azabache[103] que el Acuerdo Plenario N° 2-2012/
CJ-116:
“Deja sin resolver el supuesto en que el fiscal no aclara o subsana la imputa-
ción a pesar de ser requerido por el órgano jurisdiccional, incluso puede suceder
que para aquel la imputación concreta satisface la garantía de conocer los cargos
imputados, aunque para el juez e imputado no sea así”.
Entendemos que frente a la renuencia del fiscal para cumplir con lo orde-
nado o, incluso, cuando exista una absoluta imposibilidad de describir míni-
mamente el hecho con los actos de investigación con que en ese momento se
cuentan y con los que se puedan realizar de modo inmediato, la única forma
de corrección y protección del derecho a la imputación necesaria es declarar
la nulidad de la disposición de formalización de investigación.

2. Aspectos negativos
A. Construcción judicial de un requisito de admisibilidad para la tra-
mitación de la tutela[104]
Precisa el Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116:
“11°. Muy excepcionalmente, ante la desestimación del Fiscal o ante la reitera-
da falta de respuesta por aquel –que se erige en requisito de admisibilidad–(…)
cabría acudir a la acción jurisdiccional de tutela penal” (el resaltado es nuestro).
De esta manera, para la Corte Suprema, el procesado que considere que
una disposición fiscal de formalización y continuación de investigación pre-
paratoria infringe su derecho a la imputación necesaria no puede recurrir di-
rectamente a la autoridad judicial en búsqueda de la tutela del mismo; y en
caso de que lo hiciera deberá declararse la inadmisibilidad de su solicitud.
Lo que debería hacer, según el Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116,
es plantear previamente ante el fiscal un pedido de corrección del vicio que

[103] RUBIO AZABACHE, C. “Principio de imputación mínima y control de la formalización de la investi-


gación preparatoria”, p. 9.
[104] Esta construcción es clara en el acuerdo plenario, no habiendo lugar para dudas como la que formula
BENAVENTE CHORRES, H. “El conocimiento de los cargos formulados en contra del imputado” p.
61, cuando dice: “Desconocemos si recurrir al fiscal es un requisito de procedencia de la acción de tu-
tela o bien es solo la mención de un hecho psicológico que no constituye condición previa para recurrir
a la acción de tutela”.

339
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

presenta la mencionada disposición y solo cuando este desestime expresa-


mente dicho pedido o de manera reiterada no le dé respuesta –no indica la
Corte Suprema a partir de cuantos pedidos sin respuesta nos encontraremos
ante dicha “manera reiterada”[105][106] ni cuantos días se puede tomar el fis-
cal para brindarla– podrá recién recurrir el imputado al Juez de Investigación
Preparatoria.
Es claro que, a pesar de las “buenas intenciones administrativas” que se
hubieran podido tener, esta construcción judicial de un requisito de admisibi-
lidad para la tramitación de la tutela de derechos resulta inaceptable[107] desde
la perspectiva del debido proceso, por ser una restricción ilegal del acceso a
los mecanismos de protección de los derechos de los justiciables[108].
Taboada Pilco[109] ha intentado justificar la construcción judicial de este
requisito, señalando:
“En observancia del principio de economía procesal, el imputado que se conside-
re afectado con la imputación defectuosa, debería dirigirse en primer lugar al Fis-
cal para que subsane el defecto advertido y solo ante la renuencia de este a sub-
sanarlo, quedaría habilitado a solicitar tutela al juez de garantías, siguiendo por
analogía la regla del control del plazo previsto en el artículo 334.2 del CPP”.
Debemos señalar en contra que el num. 3 del art. VII del T.P. del CPP de
2004 prescribe con claridad que: “La interpretación extensiva y la analogía
quedan prohibidas mientras no favorezcan la libertad del imputado o el ejerci-
cio de sus derechos” por lo que la propuesta que hace –de recurrir previamen-
te al Fiscal– en aplicación por analogía de la regla del control de plazo del ar-
tículo 334.2 –en tanto no favorece el ejercicio de los derechos del imputado–
resulta inadmisible[110].

[105] Se pronuncia también respecto de la necesidad de precisar cuando la falta de respuesta es reiterada
BENAVENTE CHORRES, H. “El conocimiento de los cargos formulados en contra del imputado”
p. 61.
[106] En tanto el significado de “reiterada” es “que se hace o sucede repetidamente” (REAL ACADEMIA
ESPAÑOLA. Diccionario de la Lengua Española, p. 1313) y el de “repetidamente” es “con repetición,
varias veces (p. 1322), la opción de menor lesividad para los derechos del investigado sería tener por
cumplida dicha reiteración a partir de dos pedidos no contestados.
[107] Llama la atención que en otros acuerdos plenarios la Corte Suprema se haya mostrado muy crítica respecto
de las prácticas carentes de sustento normativo (por ejemplo, en cuanto a la extendida práctica de incoar la
terminación anticipada en la etapa intermedia que critica el Acuerdo Plenario N° 5-2008/CJ-116).
[108] También en contra de la posición asumida por el acuerdo RUBIO AZABACHE, C. “Principio de impu-
tación mínima y control de la formalización de la investigación preparatoria”, pp. 7-8.
[109] TABOADA PILCO, G. “Tutela de derechos para controlar la imputación”, p. 3.
[110] No se debe olvidar que el art. X del T.P. del CPP de 2004 prescribe: “Las normas que integran el pre-
sente Título prevalecen sobre cualquier otra disposición de este Código. Serán utilizadas como funda-
mento de interpretación”.

340
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

No solo ello, sino que el principio de economía procesal de ningún modo


puede estar por sobre la debida tutela de los derechos. Más aún, Taboada Pil-
co y la Corte Suprema solo proponen dicho requisito de procedibilidad para
los casos de la tutela por infracción a la imputación necesaria sin embargo –
en lo que, por lo menos, habrían sido coherentes– no lo generalizan para to-
dos los derechos; sin que se brinde una sola razón que pueda justificar dicho
trato discriminatorio.
En todo caso, es más razonable –aunque sin dejar de ser cuestionable– la
explicación de Espinoza Goyena[111], quien dice:
“El riesgo que presenta abrir esta posibilidad (de la tutela de derechos por impu-
tación necesaria) es, generar una demanda constante de solicitudes de tutela para
controlar la DFCIP, de la misma manera como en el régimen antiguo e invocan-
do el comentado principio de imputación necesaria, se utilizó –no siempre con
fundamento– la vía del habeas corpus para cuestionar el auto de apertura de ins-
trucción y en muchos casos someter a la vía constitucional lo que debía discutir-
se dentro de la órbita penal. Es necesario entonces fijar algunos parámetros para
acotar esta posibilidad y evitar así desnaturalizar la vía de la tutela, que como lo
ha establecido el Fundamento 13 del A.P. N° 4–2010/CJ–116, tiene siempre un
carácter residual”.
No obstante, estas razones administrativas de manejo de la carga de soli-
citudes que se podría generar –que además parten de una idea que no es real,
porque la experiencia en la aplicación del CPP de 2004 nos dice que no han
existido cuestionamientos numerosos a la adecuada descripción de los hechos
materia de imputación[112]– no son suficientes para justificar jurídicamente el
establecimiento de requisitos ilegales para el acceso a la protección de los de-
rechos de los justificables; más aún cuando el Juez de Investigación Prepara-
toria puede rechazar sin audiencia las tutelas que carecen manifiestamente de
sustento[113] –lo que reconoce expresamente el Acuerdo Plenario N° 4-2010/
CJ-116– además de sancionar disciplinariamente a los abogados las usen en
forma abusiva y temeraria.

[111] ESPINOZA GOYENA, J. “¿Es posible y conveniente una audiencia de tutela para controlar la obser-
vancia del principio de imputación necesaria en la Disposición de Formalización de la Investigación
Preparatoria?”, p. 3.
[112] El mismo ESPINOZA GOYENA, Julio refiere en su intervención en la sesión de participación ciu-
dadana –12 de marzo de 2012– del I Pleno Jurisdiccional Extraordinario Penal que en el primer año
de aplicación del CPP 2004 de 514 casos ingresados en el sistema solo en 42 casos se han presentado
tutelas de derechos (en general), esto es, en no más del 8% (cfr. <http://www.youtube.com/watch?v=yi
lFVHjqlsA&list=UUVcy1Qngc–8cyVMW_gvQGGA&index=8>).
[113] Cfr. AVALOS RODRÍGUEZ, C. “Tutela judicial de derechos”, pp. 301 a 303.

341
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

B. No pronunciarse respecto del empleo de la tutela judicial de dere-


chos por infracción a la imputación necesaria durante las diligencias
preliminares de investigación[114]
En la redacción del Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116 se consigna
expresamente como asunto “audiencia de tutela e imputación suficiente”; sin
embargo, está claro que su finalidad fue modificar la posición que se había
tomado en el Acuerdo Plenario N° 4-2010/CJ-116 respecto de la improce-
dencia de la tutela de derechos contra la disposición de formalización de in-
vestigación preparatoria en los casos en que se ha infringido la imputación
necesaria.
En el logro de dicha finalidad, la Corte Suprema abordó también otros
tópicos relacionados con el “asunto” en referencia; sin embargo, omitió pro-
nunciarse respecto de la procedencia del empleo de la tutela de derechos por
infracción de la imputación necesaria durante las diligencias preliminares de
investigación; lo que, partiendo de las posiciones restrictivas que ha fijado
en los dos acuerdos plenarios que se han dedicado al tema, deja en claro que,
por lo menos hasta el momento, se mantiene una postura negativa a dicha
procedencia.
Por nuestra parte, debemos dejar sentado que –como hemos desarrolla-
do con más detalle supra– la imputación necesaria –con las particularida-
des que también hemos señalado para cada estadio del proceso– no solo sur-
te efectos desde la disposición de formalización de investigación, sino desde
los momentos iniciales de la persecución –como lo ha puntualizado la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en Barreto Leiva vs. Venezuela y se
entiende de que el artículo IX del T.P. y el num. 2 del artículo 71, ambos del
CPP de 2004, señalen que la comunicación de la imputación debe hacerse de
modo inmediato–.
En tal sentido, la imputación necesaria también puede ser materia de in-
fracción durante las diligencias preliminares de investigación y, de esta mane-
ra, ser merecedora de la tutela judicial de derechos.
Debe advertirse sí que, en tanto basta para decidir el inicio de las diligen-
cias preliminares de investigación un hecho que analizado jurídicamente pre-
sente por lo menos los componentes esenciales de una prohibición penal, sin

[114] También BENAVENTE CHORRES, H. “El conocimiento de los cargos formulados en contra del
imputado como materia de la acción de tutela”, p. 61 y RUBIO AZABACHE, C. “Principio de impu-
tación mínima y control de la formalización de la investigación preparatoria”, p. 8.

342
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

necesidad de precisar circunstancias o detalles –p. ej. cuando se inician in-


dagaciones contra la persona que un día antes había amenazado de muerte a
quien ha sido encontrado muerto en la calle, tendido y con un puñal en el pe-
cho, sin que tengamos otros elementos de convicción sobre quién asestó el pu-
ñal, a qué hora fue ello ni sobre las concretas circunstancias en que se produ-
jo el apuñalamiento–, en la práctica no serán muchos los casos en que se pue-
da constatar efectivamente la infracción del derecho a la imputación necesa-
ria en este estadio del proceso; pero ello no puede servir para negar esta posi-
bilidad y, peor aún, para dejar inerme al ciudadano frente a los posibles abu-
sos de las autoridades encargadas de la persecución penal.
Ha dicho Castillo Alva[115]:
“El derecho a ser informado de la imputación –y, como presupuesto de este, la
imputación necesaria– permite evitar una actividad inquisitiva general e indiscri-
minada sobre la vida de una persona, o destinada a investigar de manera genéri-
ca los comportamientos de miembros de un grupo social”.
De esta manera, nos encontraremos ante la infracción de la imputación
necesaria durante las diligencias preliminares de investigación cuando se dé
inicio a esta fase del proceso para realizar indagaciones absolutamente ge-
nerales e indiscriminadas sobre la vida de una persona o grupo generales de
comportamientos profesionales, familiares, partidarios, religiosos, etc. –por
ejemplo, sin tener un concreto cuestionamiento se inician diligencias prelimi-
nares para indagar si un funcionario es corrupto, si un padre de familia agrede
sexualmente a sus hijos, etc.– distintos a un específico hecho o grupo de he-
chos que analizados jurídicamente presenten por lo menos los componentes
esenciales de una prohibición penal.
Ha señalado Rubio Azabache[116] como ejemplo de infracción a la impu-
tación necesaria en las diligencias preliminares de investigación los casos en
que “la disposición de apertura de diligencias preliminares no especifica el
hecho investigado y solo menciona que se tuvo a la vista la denuncia de par-
te”; sin embargo, en tanto la denuncia de parte puede perfectamente contener
un hecho debidamente descrito nos podríamos en este caso en realidad encon-
trar no ante un problema de imputación necesaria, sino solo ante un problema

[115] CASTILLO ALVA, J. “El derecho a ser informado de la imputación”, p. 196. En el mismo sentido,
BONIFACIO MERCADO, C. “La necesidad de una imputación concreta en la construcción de un
proceso penal acusatorio”, p. 188.
[116] RUBIO AZABACHE, C. “Principio de imputación mínima y control de la formalización de la investi-
gación preparatoria”, p. 8.

343
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

motivación, dado que el CPP de 2004 proscribe en el num. 1 de su artículo 64


la motivación por remisión.

C. Limitar la procedencia de la tutela de derechos contra la disposición


de formalización de investigación solo a los casos de deficiente des-
cripción del hecho materia de imputación
Hemos explicado supra que el derecho a la imputación necesaria formu-
la exigencias no solo en el nivel de la descripción del hecho, sino también en
el de señalamiento de la concreta calificación jurídica que lo hace penalmen-
te relevante y la indicación de los elementos de acreditación que dan sustento
a la afirmación probabilística de su realización.
En tal sentido, su efectiva protección debe implicar la procedencia del
empleo de la tutela de derechos frente a todas las posibilidades de su infrac-
ción, no solo cuando se trata de la descripción de los hechos.
No obstante, manteniendo como criterio base la irrecurribilidad de la dis-
posición de formalización de investigación preparatoria, el Acuerdo Plena-
rio N° 2-2012/CJ-116 solo se ha pronunciado por la procedencia de la tutela
judicial de derechos por infracción a la imputación necesaria en la forma de
deficiente descripción del hecho materia de persecución.
Ha sostenido Espinoza Goyena[117] que esto es así en razón a que “la ca-
lificación jurídica puede ser modificada en la acusación –inclusive durante el
juicio oral– o cuestionada a través de un medio de defensa”.
Si bien este autor tiene plena razón respecto de la posibilidad de corregir
a lo largo del proceso los errores de calificación jurídica en que hubiera podi-
do incurrir la disposición de formalización, ello no quiere decir que no nos en-
contremos ante una infracción a la imputación necesaria en los casos en que
dicha disposición no indica cuál es el tipo legal que hace jurídico y penalmen-
te relevante un hecho atribuido al investigado o cuando, conteniendo el tipo
legal varias modalidades –como, por ejemplo, ocurre en el caso de los artícu-
los 427 o 438 del CP–, no se indica cuál es la específica modalidad de com-
portamiento delictivo en que se ha incurrido[118].

[117] ESPINOZA GOYENA, J. “¿Es posible y conveniente una audiencia de tutela para controlar la obser-
vancia del principio de imputación necesaria en la Disposición de Formalización de la Investigación
Preparatoria?”, p. 3.
[118] “El deber de información no se entiende cumplido por la inicial comunicación de los hechos, sino
que habrá de comprender todo aquello que pueda afectar al derecho de defensa. / Resulta unánime la
inclusión en la información de la calificación jurídica de los hechos imputados (…). La jurisprudencia

344
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

Más aún, en tanto los hechos también pueden ser objeto de modifica-
ción durante el curso del proceso[119] –siendo una oportunidad para corregir
los errores de adecuada descripción en que se hubiera podido incurrir–, quien
quiera utilizar el argumento de la improcedencia de la tutela por la posibilidad
de modificar la calificación jurídica, para ser coherente, tendrá que negar tam-
bién su procedencia en el caso de la deficiente descripción del aspecto fáctico.
No solo lo dicho, el cuestionamiento de la calificación jurídica a través de
la excepción de improcedencia de acción –que es el único medio técnico de
defensa que resulta pertinente para ello–, según lo señala expresamente el lit.
b del num. 1 del artículo 6 del CPP de 2004, solo procede “cuando el hecho no
constituye delito o no es justiciable penalmente”; tratándose, en tal sentido, de
un problema de falta de relevancia jurídico-penal del hecho por el cual se ha
formalizado investigación preparatoria –porque bien aplicado el Derecho po-
sitivo se debe llegar a la conclusión de que este no es delito o no es sanciona-
ble penalmente–[120]; no de un problema de no haberse especificado cuál es el
tipo penal aplicable al caso.
Más bien, el pleno ejercicio del derecho de defensa, mediante la deduc-
ción de una excepción de improcedencia de acción, requiere que se encuen-
tre expresamente consignada en la disposición de formalización de investiga-
ción la específica tipicidad que el fiscal asigna al hecho; pues la tipificación
que esta autoridad haya realizado delimita el objeto de análisis y crítica –para
demostrar la falta de correspondencia entre el hecho y el tipo penal al que su-
puestamente se adecua– de la defensa en el momento de interponer dicho me-
dio técnico de defensa; mal se haría en exigir que la defensa del investigado
tenga que argumentar su excepción respecto de todos los tipos penales posi-
blemente aplicables al hecho y no especificados por el Ministerio Público en
la disposición cabeza de la persecución penal formal.

del TEDH ha declarado con rotundidad que la calificación jurídica del hecho punible forma parte
imprescindible de la información”. PERELLÓ DOMÉNECH, I. “El derecho a ser informado (a) de la
acusación”, p. 432.
[119] El propio Acuerdo Plenario N° 2–2012/CJ–116 deja sentado expresamente que “una de las caracterís-
ticas del hecho investigado es su variabilidad durante el curso de la etapa de investigación preparatoria
–o, mejor dicho, ‘delimitación progresiva del posible objeto procesal’–, y que el nivel de precisión del
mismo –relato del hecho histórico y del aporte presuntamente delictivo de los implicados por la Fisca-
lía– tiene (en la disposición de formalización y continuación de investigación preparatoria) un carácter
más o menos amplio o relativamente difuso”.
[120] Ni siquiera se encuentra dirigida este medio técnico de defensa a solucionar los casos en que el error en
la calificación jurídica en que ha incurrido el fiscal ha llevado a que se califique un hecho como típico
de un específico delito cuando en realidad el hecho sí es penalmente relevante, pero le corresponde la
tipicidad de otro.

345
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

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350
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

MODELOS DE DECISIONES FISCALES


FORMULACIÓN DE CARGOS

014 MODELO DE DILIGENCIAS PRELIMINARES ENCAMINADAS A LA FOR-


MULACIÓN DE ACUSACIÓN DIRECTA. NECESIDAD DE PONER EN CONO-
CIMIENTO DEL INVESTIGADO LOS HECHOS OBJETO DE PERSECUCIÓN
La notitia criminis trasladada por el Sétimo Juzgado de Paz Letrado de Trujillo
consiste en que:
En el Expediente N° 1859-2008, con fecha 24 de agosto de 2009 se ha emi-
tido sentencia ordenando a Víctor Hildebrando Flores Ramos concurrir con
una pensión alimenticia adelantada y mensual de 180 nuevos soles en favor
de su menor hijo Milton Víctor Flores Campos; no habiendo cumplido con
realizar dicha persona los pagos ordenados desde agosto de 2008 hasta mayo
de 2010; lo cual ha generado que se apruebe una liquidación de pensiones
alimenticias devengadas por el importe de 4,024.74 nuevos soles.
Habiéndose emitido la resolución aprobatoria concediéndosele el plazo de
3 días para que cumpla bajo el apercibimiento de iniciar acción penal por
delito de omisión a la asistencia familiar, el imputado fue notificado en su
domicilio real sin que haya cumplido incluso hasta el momento en que se
emite la presente.
Habiéndose emitido la correspondiente resolución aprobatoria concedién-
dosele el plazo de 3 días para que cumpla bajo el apercibimiento de iniciar
acción penal por delito de omisión a la asistencia familiar, el imputado fue
notificado en su domicilio real sin que haya cumplido.

DISPONE DILIGENCIAS PRELIMINARES DE INVESTIGACIÓN


Código de Carpeta Fiscal Nº 270-2011
Fiscal responsable: Constante Carlos Avalos Rodríguez
Disposición Nº 01:
I. DEL ORIGEN DEL PRONUNCIAMIENTO
La notitia criminis trasladada por el Sétimo Juzgado de Paz Letrado de Trujillo consiste en que:
En el Expediente N° 1859-2008, con fecha 24 de agosto de 2009 se ha emitido sentencia ordenando
a Víctor Hildebrando Flores Ramos concurrir con una pensión alimenticia adelantada y mensual de
180 nuevos soles en favor de su menor hijo Milton Víctor Flores Campos; no habiendo cumplido
con realizar dicha persona los pagos ordenados desde agosto de 2008 hasta mayo de 2010; lo cual

351
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

ha generado que se apruebe una liquidación de pensiones alimenticias devengadas por el importe
de 4,024.74 nuevos soles.
Habiéndose emitido la resolución aprobatoria concediéndosele el plazo de 3 días para que cumpla
bajo el apercibimiento de iniciar acción penal por delito de omisión a la asistencia familiar, el
imputado fue notificado en su domicilio real sin que haya cumplido incluso hasta el momento en
que se emite la presente.
Habiéndose emitido la correspondiente resolución aprobatoria concediéndosele el plazo de 3 días
para que cumpla bajo el apercibimiento de iniciar acción penal por delito de omisión a la asistencia
familiar, el imputado fue notificado en su domicilio real sin que haya cumplido.
II. DE LA RELEVANCIA PENAL DE LA CONDUCTA MATERIA DE IMPUTACIÓN
Los hechos materia de notitia criminis se adecuan al tipo legal contenido en el artículo 149 del Có-
digo Penal que prescribe: “El que omite cumplir su obligación de prestar los alimentos que establece
una resolución judicial será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años, o con
prestación de servicio comunitario de veinte a cincuentidós jornadas, sin perjuicio de cumplir el
mandato judicial”.
III. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN QUE FUNDAMENTAN LA IMPUTACIÓN
Las copias certificadas del Expediente N° 1859-2008 seguido ante el Sétimo Juzgado de Paz Letrado
de Trujillo, en donde principalmente se puede apreciar, la demanda, la contestación de demanda, la
sentencia, la liquidación de pensiones, la resolución que la aprueba y ordena el pago bajo aperci-
bimiento, los cargos de notificación de esta última resolución en el domicilio real del demandado.
IV. LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR COMO POSIBILIDAD DE EJERCICIO DEL
DERECHO DE DEFENSA
El artículo 336 del CPP 2004 señala en su numeral 4: “El Fiscal, si considera que las diligencias
actuadas preliminarmente establecen suficientemente la realidad del delito y la intervención del
imputado en su comisión, podrá formular directamente acusación”; razón por la cual es de crucial
importancia el apersonamiento del imputado a la presente investigación preliminar a efectos de que
pueda ejercitar su derecho de defensa, prestando su declaración y solicitando la realización de actos
de investigación.
Debe advertirse que el hecho de que el susodicho no concurra a la investigación preliminar, a la
citación que se le realiza o no ejercite materialmente su derecho de defensa, no impide la continua-
ción de persecución penal.
IV. DE LAS DILIGENCIAS DE INVESTIGACIÓN PRELIMINAR
Declaración del investigado a horas 09:00 a.m. del 28 de febrero de 2011 quien deberá concurrir en
compañía del abogado defensor de su elección o en su defecto se le asignará un abogado de oficio.
V. DEL PLAZO DE DURACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR
De conformidad con el numeral 2 del artículo 334 del CPP 2004 el plazo de las Diligencias Preli-
minares es de veinte días, salvo que se produzca la detención de una persona.
Trujillo, febrero 8 de 2011.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

352
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

015 EN LOS DELITOS CULPOSOS SE DEBE PRECISAR EN QUÉ HA CONSISTIDO


LA INFRACCIÓN AL DEBER OBJETIVO DE CUIDADO EN QUE HA INCURRIDO
EL INVESTIGADO
“El 9 de febrero de 2009 aproximadamente a las 14:00 horas en la inter-
sección de los jirones Alfonso Ugarte e Independencia se produjo la colisión
de las unidades vehiculares camioneta Frotier Nissan de placa de rodaje PIL-
336, conducida por Edinson Juan Alva Gutiérrez, y el microbús color blanco
con rojo, servicio de transporte público urbano en la ruta Trujillo-Manuel
Arévalo, placa de rodaje UD-279, que era conducido por Everth Eduardo
Eustaquio Guevara.
La colisión en mención conllevó el atropello de Walter Manuel Tantaleán
Díaz, Crhistian Mendoza Medina, Alejandro Mendoza Medina, Flor de María
Medina Albites y Silvia Haydee Revilla Cabrera; falleciendo en el lugar de los
hechos los dos primeros nombrados, siendo que los otros tres han quedado
gravemente heridos.
El imputado Everth Eduardo Eustaquio Guevara ha infringido los deberes
de cuidado de ir a exceso de velocidad en una zona urbana-céntrica; del
mismo modo que de no reducir la velocidad al transitar por una zona en la
que se encuentran hasta dos instituciones educativas (la primera de ellas en
la cuadra de Alfonso Ugarte que acababa de superar y la segunda de ellas
en la propia intersección en donde se produjo la colisión); del mismo modo
que de no haberse cerciorado al llegar a una intersección que realmente
tenía la posibilidad de paso.
El imputado Edinson Juan Alva Gutiérrez ha infringido los deberes de cui-
dado de ir a exceso de velocidad en una zona urbana-céntrica; del mismo
modo que de no reducir la velocidad al transitar por una zona en la que se
encuentra una institución educativa (en la propia intersección en donde se
produjo la colisión); del mismo modo que de no haberse cerciorado al llegar
a una intersección que realmente tenía la posibilidad de paso.
Es de señalar también que la persona de Everth Eduardo Eustaquio Guevara
se alejó del lugar del accidente luego que el mismo se produjo a pesar de
tener plena conciencia de los resultados lesivos para los agraviados que
había producido la colisión, sin siquiera haberse preocupado de poner en
conocimiento de las autoridades ni de ningún servicio de salud o auxilio que
dicho hecho se había producido.
NORMAS PENALES MATERIA DE INFRACCIÓN
El hecho imputado a Edinson Juan Alva Gutiérrez se adecua a la norma de
prohibición contenida en el primer párrafo del artículo 111 del Código Penal
en concordancia con el segundo párrafo del mismo artículo, en tanto ha
existido pluralidad de víctimas fallecidas; adecuándose también en concurso
ideal a la norma de prohibición contenida en el primer párrafo del artículo
111 del Código Penal en concordancia con el segundo párrafo del mismo
artículo, en tanto el delito ha resultado de la inobservancia de reglas técnicas
de tránsito (concretamente infracción de las reglas contenidas en los artículos
160, 161 y 162 del Decreto Supremo N° 033-2001/MTC); del mismo modo
que se adecua en concurso ideal a la norma de prohibición contenida en
el primer párrafo del artículo 124 del Código Penal en concordancia con el
tercer párrafo del mismo artículo, en tanto ha existido pluralidad de víctimas

353
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

fallecidas; y también en concurso ideal a la norma de prohibición contenida


en el primer párrafo del artículo 124 del Código Penal en concordancia con
el tercer párrafo del mismo artículo, en tanto el delito ha resultado de la
inobservancia de reglas técnicas de tránsito (concretamente infracción de
las reglas contenidas en los artículos 160, 161 y 162 del Decreto Supremo
N° 033-2001/MTC).
El hecho imputado a Everth Eduardo Eustaquio Guevara se adecua a la norma
de prohibición contenida en el primer párrafo del artículo 111 del Código
Penal en concordancia con el segundo párrafo del mismo artículo, en tanto ha
existido pluralidad de víctimas fallecidas; adecuándose también en concurso
ideal a la norma de prohibición contenida en el primer párrafo del artículo
111 del Código Penal en concordancia con el segundo párrafo del mismo
artículo, en tanto el delito ha resultado de la inobservancia de reglas técnicas
de tránsito (concretamente infracción de las reglas contenidas en los artículos
160, 161 y 162 del Decreto Supremo N° 033-2001/MTC); del mismo modo
que se adecua en concurso ideal a la norma de prohibición contenida en
el primer párrafo del artículo 124 del Código Penal en concordancia con el
tercer párrafo del mismo artículo, en tanto ha existido pluralidad de víctimas
fallecidas; y también en concurso ideal a la norma de prohibición contenida
en el primer párrafo del artículo 124 del Código Penal en concordancia con
el tercer párrafo del mismo artículo, en tanto el delito ha resultado de la
inobservancia de reglas técnicas de tránsito (concretamente infracción de
las reglas contenidas en los artículos 160, 161 y 162 del Decreto Supremo
N° 033-2001/MTC).
Respecto de esta persona se debe señalar que su conducta de alejarse del
lugar de los hechos sin dar aviso a las autoridades, a pesar de haberse perca-
tado de la existencia de personas muertas y heridas, se adecua en concurso
real a la norma penal contenida en el artículo 408 del Código Penal; del
mismo modo que en concurso ideal a la norma contenida en el artículo 126
del Código Penal”.

DISPONE FORMALIZACIÓN Y CONTINUACIÓN DE INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA Y OTRO
Código de Carpeta Fiscal Nº 927-2009
Disposición Nº 01
HECHOS MATERIA DE IMPUTACIÓN
El 9 de febrero de 2009 aproximadamente a las 14:00 horas en la intersección de los jirones Alfonso
Ugarte e Independencia se produjo la colisión de las unidades vehiculares camioneta Frotier Nissan
de placa de rodaje PIL-336, conducida por Edinson Juan Alva Gutiérrez, y el microbús color blanco
con rojo, servicio de transporte público urbano en la ruta Trujillo-Manuel Arévalo, placa de rodaje
UD-279, que era conducido por Everth Eduardo Eustaquio Guevara.
La colisión en mención conllevó el atropello de Walter Manuel Tantaleán Díaz, Crhistian Mendoza
Medina, Alejandro Mendoza Medina, Flor de María Medina Albites y Silvia Haydee Revilla Ca-
brera; falleciendo en el lugar de los hechos los dos primeros nombrados, siendo que los otros tres
han quedado gravemente heridos.

354
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

El imputado Everth Eduardo Eustaquio Guevara ha infringido los deberes de cuidado de ir a exceso
de velocidad en una zona urbana-céntrica; del mismo modo que de no reducir la velocidad al tran-
sitar por una zona en la que se encuentran hasta dos instituciones educativas (la primera de ellas en
la cuadra de Alfonso Ugarte que acababa de superar y la segunda de ellas en la propia intersección
en donde se produjo la colisión); del mismo modo que de no haberse cerciorado al llegar a una
intersección que realmente tenía la posibilidad de paso.
El imputado Edinson Juan Alva Gutiérrez ha infringido los deberes de cuidado de ir a exceso de
velocidad en una zona urbana-céntrica; del mismo modo que de no reducir la velocidad al transitar
por una zona en la que se encuentra una institución educativa (en la propia intersección en donde se
produjo la colisión); del mismo modo que de no haberse cerciorado al llegar a una intersección que
realmente tenía la posibilidad de paso.
Es de señalar también que la persona de Everth Eduardo Eustaquio Guevara se alejó del lugar del
accidente luego que el mismo se produjo a pesar de tener plena conciencia de los resultados lesivos
para los agraviados que había producido la colisión, sin siquiera haberse preocupado de poner en
conocimiento de las autoridades ni de ningún servicio de salud o auxilio que dicho hecho se había
producido.
NORMAS PENALES MATERIA DE INFRACCIÓN
El hecho imputado a Edinson Juan Alva Gutiérrez se adecua a la norma de prohibición contenida en
el primer párrafo del artículo 111 del Código Penal en concordancia con el segundo párrafo del mismo
artículo, en tanto ha existido pluralidad de víctimas fallecidas; adecuándose también en concurso ideal a
la norma de prohibición contenida en el primer párrafo del artículo 111 del Código Penal en concordancia
con el segundo párrafo del mismo artículo, en tanto el delito ha resultado de la inobservancia de reglas
técnicas de tránsito (concretamente infracción de las reglas contenidas en los artículos 160, 161 y 162
del Decreto Supremo N° 033-2001/MTC); del mismo modo que se adecua en concurso ideal a la norma
de prohibición contenida en el primer párrafo del artículo 124 del Código Penal en concordancia con
el tercer párrafo del mismo artículo, en tanto ha existido pluralidad de víctimas fallecidas; y también
en concurso ideal a la norma de prohibición contenida en el primer párrafo del artículo 124 del Código
Penal en concordancia con el tercer párrafo del mismo artículo, en tanto el delito ha resultado de la
inobservancia de reglas técnicas de tránsito (concretamente infracción de las reglas contenidas en los
artículos 160, 161 y 162 del Decreto Supremo N° 033-2001/MTC).
El hecho imputado a Everth Eduardo Eustaquio Guevara se adecua a la norma de prohibición conte-
nida en el primer párrafo del artículo 111 del Código Penal en concordancia con el segundo párrafo
del mismo artículo, en tanto ha existido pluralidad de víctimas fallecidas; adecuándose también en
concurso ideal a la norma de prohibición contenida en el primer párrafo del artículo 111 del Código
Penal en concordancia con el segundo párrafo del mismo artículo, en tanto el delito ha resultado de la
inobservancia de reglas técnicas de tránsito (concretamente infracción de las reglas contenidas en los
artículos160, 161 y 162 del Decreto Supremo N° 033-2001/MTC); del mismo modo que se adecua en
concurso ideal a la norma de prohibición contenida en el primer párrafo del artículo 124 del Código
Penal en concordancia con el tercer párrafo del mismo artículo, en tanto ha existido pluralidad de víc-
timas fallecidas; y también en concurso ideal a la norma de prohibición contenida en el primer párrafo
del artículo 124 del Código Penal en concordancia con el tercer párrafo del mismo artículo, en tanto el
delito ha resultado de la inobservancia de reglas técnicas de tránsito (concretamente infracción de las
reglas contenidas en los artículos 160, 161 y 162 del Decreto Supremo N° 033-2001/MTC).
Respecto de esta persona se debe señalar que su conducta de alejarse del lugar de los hechos sin dar
aviso a las autoridades, a pesar de haberse percatado de la existencia de personas muertas y heridas,
se adecua en concurso real a la norma penal contenida en el artículo 408 del Código Penal; del mismo
modo que en concurso ideal a la norma contenida en el artículo 126 del Código Penal.

355
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

SUSTENTO FÁCTICO DE LA IMPUTACIÓN


Las declaraciones de los imputados, presentadas con la asesoría de su abogado defensor.
La declaración del testigo Deyvi Alejandro Grozo Ángeles.
Las actas de levantamiento de cadáver y de necropsia de los occisos.
Las hojas de emergencia que dan cuenta del ingreso de los heridos.
POR LO QUE: SE DISPONE:
1) FORMALÍCESE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA contra EDINSON JUAN ALVA
GUTIÉRREZ por la comisión en calidad de autor de los delitos de HOMICIDIO CULPOSO
AGRAVADO POR PLURALIDAD DE VÍCTIMAS E INFRACCIÓN DE REGLAS TÉCNICAS
DE TRÁNSITO (previstos en el primer párrafo del artículo 111 del Código Penal en concordancia
con el segundo párrafo del mismo artículo) en agravio de Walter Manuel Tantaleán Díaz, Crhistian
Mendoza Medina; del mismo modo en calidad de autor de los delitos de LESIONES CULPOSAS
AGRAVADAS POR PLURALIDAD DE VÍCTIMAS E INFRACCIÓN DE REGLAS TÉCNI-
CAS DE TRÁNSITO (previstos en el primer párrafo del artículo 124 del Código Penal en concor-
dancia con el tercer párrafo del mismo artículo) en agravio de Alejandro Mendoza Medina, Flor de
María Medina Albites y Silvia Haydee Revilla Cabrera; 2) FORMALICESE INVESTIGACIÓN
PREPARATORIA contra EVERTH EDUARDO EUSTAQUIO GUEVARA por la comisión en
calidad de autor de los delitos de HOMICIDIO CULPOSO AGRAVADO POR PLURALIDAD
DE VÍCTIMAS E INFRACCIÓN DE REGLAS TÉCNICAS DE TRÁNSITO (previstos en el
primer párrafo del artículo 111 del Código Penal en concordancia con el segundo párrafo del mismo
artículo) en agravio de Walter Manuel Tantaleán Díaz, Crhistian Mendoza Medina; del mismo modo
en calidad de autor de los delitos de LESIONES CULPOSAS AGRAVADAS POR PLURALIDAD
DE VÍCTIMAS E INFRACCIÓN DE REGLAS TÉCNICAS DE TRÁNSITO (previstos en el
primer párrafo del artículo 124 del Código Penal en concordancia con el tercer párrafo del mismo
artículo) en agravio de Alejandro Mendoza Medina, Flor de María Medina Albites y Silvia Haydee
Revilla Cabrera; del mismo modo que por la comisión en calidad de autor de los delitos de FUGA
EN ACCIDENTE DE TRÁNSITO (previsto en el artículo 408 del Código Penal) en agravio del
Estado peruano, del mismo modo que del delito de OMISIÓN DE SOCORRO (previsto en el
artículo 126 del Código Penal) en agravio de Alejandro Mendoza Medina, Flor de María Medina
Albites y Silvia Haydee Revilla Cabrera.
OTROSÍ DIGO: En calidad de actos de investigación preparatoria:
1) RECÁBESE las partidas de nacimiento de: Alejandro Mendoza Medina, Walter Manuel Tantaleán
Díaz, Crhistian Mendoza Medina.
2) RECÁBESE las partidas de defunción de Walter Manuel Tantaleán Díaz, Crhistian Mendoza Medina.
3) RECÁBESE los Protocolos de Necropsia de Walter Manuel Tantalean Díaz, Crhistian Mendoza Medina.
4) RECÁBESE los Reconocimientos Médicos Legales de Alejandro Mendoza Medina, Walter
Manuel Tantaleán Díaz, Crhistian Mendoza Medina.
5) RECÁBESE los antecedentes penales y judiciales de los investigados: Everth Eduardo Eustaquio
Guevara y Edinson Juan Alva Gutiérrez.
6) RECÁBESE el dopaje etílico efectuado a los investigados: Everth Eduardo Eustaquio Guevara
y Edinson Juan Alva Gutiérrez.
SEGUNDO OTROSÍ: Pongo a su disposición a los imputados en calidad de detenidos en la car-
celeta judicial.
Trujillo, febrero de 10 de 2009.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

356
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

016 LA IMPUTACIÓN DE RESPONSABILIDAD PENAL POR DELITO DE COLU-


SIÓN REQUIERE DE CONSIGNAR EN LA DESCRIPCIÓN FÁCTICA DE LA
ACUSACIÓN NO SOLO EL HECHO QUE RESULTA TÍPICO SINO TAMBIÉN
LOS HECHOS INDICANTES
“HECHOS MATERIA DE IMPUTACIÓN
Los hechos se inician cuando se recepciona en la Gerencia Regional de
Agricultura del Gobierno Regional de La Libertad el Oficio N° 9489-2010/
SBN-GG (el que es falso, pues mediante Oficio N° 16460-2010/SBN-GL la
Gerencia General de la Superintendencia de Bienes Estatales ha informado
que la firma pergeñada no corresponde a Raúl Rivera Bustamante y la nume-
ración del oficio tampoco corresponde a la existente en el sistema integrado
documentario de la mencionada Superintendencia) que aparece emitido
con fecha 15 de octubre de 2010 e ingresado en la Gerencia Regional con
fecha 22 de octubre de 2010; oficio que señala que se ha evidenciado
en La Libertad maquinaria agroindustrial y agrícola de procedencia china
(tractores Shangai e implementos) en estado de obsolescencia técnica y en
desuso, recomendando su inmediata disposición final.
Mediante Memorándum Múltiple N° 227-2010-GRLL-GGR/GRSA emitido
con fecha 26 de octubre de 2010 y en ejecución de lo aparentemente
recomendado por el Oficio N° 9489-2010/SBN-GG la Gerencia Regional de
Agricultura, solicita a los Directores y Jefes de las Agencias Agrarias de La
Libertad el inventario de la Maquinaria Agroindustrial China que tenían bajo
su responsabilidad.
Mediante Informe N° 22-2010-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP el Asesor Legal del
Programa de Maquinaria Agrícola Agroindustrial y Pesada (PMAAP), Elmer
Daniel Vásquez Nicho, pone en conocimiento de De La Cruz Villacorta
que en relación al Oficio N° 9489-2010/SBN-GG existen dos posibilidades,
siendo la primera repotenciar las maquinarias, y la segunda, en caso que
la anterior no fuera posible, era optar por la disposición final. Informe
que es comunicado con fecha 24 de noviembre de 2010 a la Gerencia
Regional de Agricultura mediante el Oficio N° 365-2010-GRLL-GGR-GRSA/
PMAAP por el Jefe del PMAAP, limitándose De La Cruz Villacorta a proveer
su pase a la Oficina de Patrimonio para ser atendido de acuerdo a las
normas legales; frase que en realidad no tenía el menor significado –más
allá de darle una aparente legalidad a su proceder– ya que la decisión
de repotenciar o no la maquinaria agrícola si bien requería un informe
técnico previo, pasaba por una decisión política-administrativa de la
Gerencia Regional.
Es en días anteriores al 24 de noviembre de 2010 que se incorporan a la rea-
lización del hecho criminal, Luis Roberto Romero Ribbeck –quien actuaba en
calidad de Gerente General de la empresa Loleksar SRL–, Juan Carlos Cabrera
Merino, Director de la Oficina de Administración de la Gerencia Regional
de Agricultura, y Luis Felipe García Alarco, responsable de las Oficinas de
Control Patrimonial y accidentalmente de Logística; siendo que quien con-
voca e introduce a la ejecución del hecho al extraneus Romero Ribbeck fue

357
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

De La Cruz Villacorta; de lo que dan buena cuenta Cabrera Merino y García


Alarco en sus declaraciones.
Para evitar aparecer documentalmente inmiscuido en el hecho criminal, De
La Cruz Villacorta convence para que con fecha 24 de noviembre de 2010,
Cabrera Merino, sin contar con alguna delegación que le permitiese hacerlo
y sin que haya existido previamente un proceso de selección ni orden de
servicio, celebre contrato privado de prestación de servicios con el Gerente
General de Loleksar SRL, Luis Roberto Romero Ribbeck, señalándose en
su contenido que la Gerencia de Agricultura requería los servicios de una
empresa especializada para que realice los servicios de tasación, lotización,
acondicionamiento y otros que se considere necesarios para sus bienes a
subastarse y dados de baja consistentes en tractores agrícolas Shangai e
implementos de procedencia China; comprometiéndose según el documento
la empresa a elaborar el Expediente Técnico de Venta, Bases Administrativas
y apoyar en la realización del proceso de venta, así como también en la en-
trega de dichos bienes a satisfacción del adjudicatario y el contratante. Es de
señalar que este contrato se encuentra visado por Luis Felipe García Alarco.
En ejecución de su aporte, con fecha 26 de noviembre de 2010 García
Alarco, emite Informe Técnico Legal de 11 tractores de procedencia china
marca Shangai modelo 504 con sus respectivos implementos, para su baja
y disposición final; concluyendo y recomendando que se tramite “la baja y
posterior disposición final de los bienes en mención”, anexando los Informes
Técnicos N°s 004-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 005-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP,
006-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 007-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 008-GRLL-GGR/
GRSA-LOG-CP, 009-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 010-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP,
011-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 012-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 013-GRLL-GGR/
GRSA-LOG-CP y 014-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP; todos los informes con la
misma fecha 26 de noviembre de 2010 y suscritos por García Alarco.
En ejecución de su aporte, mediante Memorándum Múltiple N° 264-2010-GRLL-
GGR/GRSA, de fecha 29 de noviembre de 2010, el Gerente Regional de
Agricultura De La Cruz Villacorta se dirige a los Directores de las Agencias
Agrarias de Otuzco, Julcán, Santiago de Chuco y Sánchez Carrión, haciéndoles
de conocimiento que el área de Control Patrimonial se encuentra efectuando
la disposición final de la Maquinaria Agrícola Shangai e implementos, por lo
que señala que deberán hacer entrega de dichos bienes para su traslado a
Trujillo, en la condición en que figuran en los inventarios actuales. Este me-
morándum es visado por García Alarco como titular de Control Patrimonial
y Cabrera Merino como titular de la Oficina de Administración. Ello a pesar
que la normativa que regula la venta directa establece que esta se deberá
hacer en el lugar donde se encuentren los bienes.
El 1 de diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Santiago
de Chuco García Alarco –acompañado de Jesús Gálvez Rondinel, quien se
presentó como representante del Ministerio de Agricultura de la ciudad
de Lima– para entregar el Memorándum Múltiple N° 264-2010-GRLL-GGR/
GRSA-AASCH y la Papeleta N° 00056 de Autorización para el Desplazamiento
Interno –Externo de Bienes Patrimoniales firmada por su persona en calidad
de responsable de Control Patrimonial (hallándose visada por el propio

358
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

Luis García Alarco, en calidad de responsable del área de Logística, y por


Juan Carlos Cabrera Merino, en su calidad de responsable de la Oficina de
Administración) que indicaba que quien iba a realizar el traslado iba a ser
Gálvez Rondinel, retirándose dos tractores y sus implementos de los alma-
cenes.
No solo eso, sino que García Alarco hace que se le entregue una motobomba
color rojo, naranja y ámbar, serie 2655, mod. L75AE-DP4ST manifestando
que sería utilizada para riego al interior del vivero de la Gerencia Regional
de Agricultura.
El 1 de diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Sánchez
Carrión García Alarco –acompañado de Jesús Gálvez Rondinel– para entregar
el Memorándum Múltiple N° 264-2010-GRLL-GGR/GRSA-AASCH y la Papeleta
N° 00057 de Autorización para el Desplazamiento Interno - Externo de Bienes
Patrimoniales firmada por su persona en calidad de responsable de Control
Patrimonial (hallándose visada por el propio Luis García Alarco, en calidad
de responsable del área de Logística, y por Juan Carlos Cabrera Merino, en
su calidad de responsable de la Oficina de Administración), siendo que por
ser avanzada la tarde se hizo entrega al día siguiente 2 de diciembre de
2010 de un tractor e implementos, el mismo que se encontraba en estado
de operatividad y, en tal sentido, salió rodando de su cochera, impulsado
por su propio motor.
El 2 de diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Ascope
Jesús Alexander Gálvez Rondinel para presentar la Papeleta N° 00058 de
Autorización para el Desplazamiento Interno - Externo de Bienes Patrimoniales
firmada por García Alarco en calidad de responsable de Control Patrimonial
(hallándose visada por el propio Luis García Alarco, en calidad de responsable
del área de Logística, y por Juan Carlos Cabrera Merino, en su calidad de
responsable de la Oficina de Administración) que indicaba que quien iba a
realizar el traslado iba a ser Gálvez Rondinel; retirando un tractor agrícola
y sus implementos.
El 3 de diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Otuzco
Jesús Alexander Gálvez Rondinel para entregar el Memorándum Múltiple
N° 264-2010-GRLL-GGR/GRSA-AASCH y la Papeleta N° 00059 de Autorización
para el Desplazamiento Interno - Externo de Bienes Patrimoniales firmada por
García Alarco en calidad de responsable de Control Patrimonial (hallándose
visada por el propio Luis García Alarco, en calidad de responsable del área
de Logística, y por Juan Carlos Cabrera Merino, en su calidad de responsable
de la Oficina de Administración) que indicaba que quien iba a realizar el
traslado iba a ser Gálvez Rondinel; regresando nuevamente con fecha 6 de
diciembre de 2010 para retirar tres tractores, dos rastras y un arado agrícola.
En diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Julcán
Jesús Alexander Gálvez Rondinel para presentar la Papeleta N° 00060 de
Autorización para el Desplazamiento Interno - Externo de Bienes Patrimoniales
firmada por García Alarco en calidad de responsable de Control Patrimonial
(hallándose visada por el propio Luis García Alarco, en calidad de respon-
sable del área de Logística, y por Juan Carlos Cabrera Merino, en su calidad
de responsable de la Oficina de Administración) que indicaba que quien iba

359
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

a realizar el traslado iba a ser Gálvez Rondinel; retirando dos tractores, dos
arados, dos rastras y una barreta.
Finalmente, con fecha 11 de diciembre de 2010 se retira de la sede de la
Gerencia Regional de Agricultura - Trujillo, por autorización de Luis García
Alarco el tractor shangai de serie de chasis 012506. Para ello, el día anterior
García Alarco se acerca al vigilante Carlos Antonio Urbina Farías y le pregunta
si va a trabajar el sábado, señalándole que iban a ir a sacar un tractor al día
siguiente entregándole un documento y diciéndole que lleven, además, un
arado.
Es del caso que todos los bienes así retirados de provincias por Gálvez
Rondinel nunca fueron ingresados a las instalaciones de la Gerencia Regional
Agraria de La Libertad, ni en su oportunidad se tomó ningún tipo de medida
o acción por parte de García Alarco o Cabrera Merino para requerir dicho
ingreso (siendo que hicieron un remedo de preocupación cuando su ilícito ya
se había hecho público y después que con fecha 20 de diciembre de 2010
el Gerente General de la Región Cristóbal Napoleón Vilca García les había
convocado y exigido explicaciones respecto de los tractores; ante lo cual los
tres investigados respondieron simplemente ya los vendimos. Este último
hecho va a ser de suma importancia, pues como se verá más adelante a partir
de verse descubiertos los investigados empiezan a realizar actos dirigidos a
encubrir su participación, a supuestamente contribuir con la determinación
de las responsabilidades administrativas y penales que existían y a culparse
los unos a los otros).
La participación de Luis Felipe García Alarco y Juan Carlos Cabrera Merino
en la disposición de los bienes acabados de señalar tuvo lugar a pesar que
sabían perfectamente y desde un inicio que el contrato con Loleksar SRL no
era válido porque el segundo de los nombrados no tenía facultades para
contratar por la Gerencia Regional Agraria de La Libertad; no solo ello, sino
que incluso de haber sido válido dicho contrato –cosa que se debe negar
enfáticamente– existían en su ejecución una serie de irregularidades –se omi-
tió la publicación de la venta de los bienes, no existen constancias de algún
tipo de invitación, se omitió la elaboración y aprobación de las bases admi-
nistrativas, etc.– que tendrían que haber hecho que García Alarco y Cabrera
Merino no contribuyan al perjuicio que se le causó al Gobierno Regional.
No solo lo dicho, sino que no han denunciado los hechos –más bien los
han continuado por un periodo temporal significativo– ni han pedido la
intervención de sus superiores jerárquicos para poner coto a su perpetración
–en el ejercicio de su defensa De La Cruz Villacorta admite haber tomado
conocimiento de las ventas y sostiene que lo único que hizo fue molestarse–,
los que se hubieran quedado ocultos si no fuera por las denuncias perio-
dísticas que los sacaron a la luz y los pedidos de aclaración de la venta por
parte del Gerente General.
Continuando con los hechos imputados, se debe señalar que mediante Carta
de fecha 6 de diciembre de 2010, la empresa Loleksar SRL remite al Director
de la Oficina de Administración, Juan Carlos Cabrera Merino, el Expediente
Técnico de Tasación y Lotización de Bienes en desuso –que fueron recogidos
con anterioridad de las Agencias Provinciales y que nunca fueron ingresados
en los almacenes de la Gerencia Regional en Trujillo– para su venta, señalando
que por el Estado en que se encuentran esos bienes, que es totalmente malo,

360
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

en algunos casos siniestrados y por ser una cantidad demasiado pequeña se


deberá proceder a efectuar dicha venta de manera directa. Debiendo resal-
tarse que la tasación fue realizada por Valeriano Máximo Huamán Adriano
y que en el Acta de Evaluación N° 10 esta persona dejó constancia que el
tractor agrícola de la sede de Sánchez Carrión - Huamachuco contaba con
un motor petrolero de 4 cilindros armado incompleto que no contaba con
bomba de inyección ni tampoco alternador; con sistema de refrigeración
incompleto y en mal estado, con sistema de transmisión incompleto y en mal
estado; con corona delantera y posterior armada en mal estado; con sistema
electrónico armado incompleto y en mal estado; con sistema de dirección
armado en mal estado; con llantas armadas en mal estado; teniendo por
conclusión técnica mala; sin embargo, los elementos de convicción recogi-
dos durante la investigación, contrastado además con el hecho de que el
tractor haya salido rodando por el propio impulso de su motor de la Agencia
Agraria de Huamachuco dice que el contenido de la mencionada Evaluación
resulta siendo falsa. De modo similar a como ocurre respecto de la Acta de
Evaluación N° 11, cuando se dice haber evaluado al tractor agrícola siniestrado
de la Agencia Agraria de Bolívar, en tanto dicha evaluación no podía haberse
producido al no haber tractor alguno en los almacenes de dicha Agencia.
Mediante Resolución Gerencial N° 295-2010-GRLL-GGR/GRSA, de fecha 7
de diciembre de 2010 (sin embargo, en realidad esta Resolución fue con-
feccionada con fecha posterior, con la intención de De La Cruz Villacorta de
encubrir sus responsabilidades en los hechos; habiéndolo declarado en este
sentido Cristóbal Napoleón Vilca García y Claudia Gianina Silva Bringas), se
resuelve Disponer la baja por razón de obsolescencia técnica y en desuso de
los bienes descritos en el anexo 01 de la glosada resolución; así como, dispo-
ner que la Oficina de Administración de la Gerencia Regional de Agricultura
sea la encargada de concluir el proceso de venta de los equipos declarados
de baja actuando con sujeción a la normativa vigente.
Con la misma fecha 7 de diciembre de 2010 el Administrador Juan Carlos
Cabrera Merino emite el Memorándum N° 099-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA
dirigiéndose al CPC Florencio Ramos García Responsable de la Unidad de
Tesorería para el cobro de los depósitos de venta directa de de la Maquinaria
Agrícola, tratándose de:
- Depósito por parte de Jesús Alexander Gálvez Rondinel con DNI N° 41445680
en la Cuenta Corriente de la Gerencia Regional de Agricultura, con recibo
N° 44939686 del 6 de diciembre de 2010 por la suma de 9,500 nuevos soles
por la venta del lote N° 001 de maquinaria agrícola - dos tractores chasis
más implementos.
- Depósito por parte de Raúl Patiño Gutiérrez con DNI N° 19831114 (siendo
que no existe a simple vista coincidencia entre la firma estampada en el de-
pósito de cuenta corriente y la que figura en la impresión de ficha Reniec)
en la Cuenta Corriente de la Gerencia Regional de Agricultura, con
recibo N° 44941828 del 7 de diciembre de 2010 por la suma de 9,000 nuevos

361
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

soles por la venta del lote N° 002 de maquinaria agrícola – un tractor chasis
más implementos y dos tractores sin implementos.
- Depósito por parte de Victoria Gutiérrez Acosta con DNI N° 20036674
(siendo que no existe a simple vista coincidencia entre la firma estampada
en el depósito de cuenta corriente y la que figura en la impresión de ficha
RENIEC) en la Cuenta Corriente de la Gerencia Regional de Agricultura, con
recibo N° 44941829 del 7 de diciembre de 2010 por la suma de 8,500 nue-
vos soles por la venta del lote N° 003 de maquinaria agrícola - dos tractores
chasis más implementos.
- Depósito por parte de Julio Rojas Coronel con DNI N° 09910176 (siendo
que en realidad el número de DNI corresponde, según consulta en línea a
RENIEC a Raúl Elías Vidal Valladolid, no existiendo tampoco a simple vista
coincidencia entre la firma estampada en el depósito de cuenta corriente y
la que figura en la impresión de ficha RENIEC) en la Cuenta Corriente de la
Gerencia Regional de Agricultura, con recibo N° 44941840 del 7 de diciembre
de 2010 por la suma de 9,500 nuevos soles por la venta del lote N° 004 de
maquinaria agrícola - dos tractores chasis más implementos.
- Depósito por parte de Alexander Gálvez Rondinel con DNI N° 41445680
en la Cuenta Corriente de la Gerencia Regional de Agricultura, con recibo
N° 44941830 del 7 de diciembre de 2010 por la suma de 5,000 nuevos soles
por la venta del lote N° 005 de maquinaria agrícola – dos tractores chasis
sin implementos.
Pero no solo eso, sino que en las “actas de entrega-recepción. bienes muebles
dados de baja (tractores Shangai - otros)” se puede apreciar las siguientes
irregularidades: en todas no existe firma sino únicamente del adjudicatario,
sin que firme nadie por la Gerencia Regional de Agricultura; las firmas que
figuran estampadas por los adjudicatarios difieren a simple vista de las que
aparecen consignadas en la consulta en línea de fichas RENIEC; en el caso
de Julio Rojas Coronel con DNI N° 09910176, el número de DNI corresponde,
según consulta en línea a RENIEC en realidad a Raúl Elías Vidal Valladolid.
Finalmente, de la copia xerográfica del estado de cuenta al 31 de diciembre –
CTAR La Libertad Dirección Regional Agraria Fondos Rotativos, N° de cuenta
0741-041820 hecha llegar a este Despacho por García Alarco, se tiene que
con fecha 09 se dispuso de 39,285.00 nuevos soles, siendo reintegrados con
fecha 21 de diciembre de 2010; luego que el Gerente General del Gobierno
Regional Cristóbal Napoleón Vilca García cuestionara a los investigados De
La Cruz Villacorta, García Alarco y Cabrera Merino por el hecho materia de
la presente acusación”.

Especialista: González Pajuelo


Expediente N° 5068-2011
Carpeta Fiscal Nº 32-2011
Escrito:
REQUERIMIENTO ACUSATORIO Y OTROS
SEÑORA JUEZ DEL SEGUNDO JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE
TRUJILLO

362
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

CONSTANTE CARLOS AVALOS RODRÍGUEZ, Coordinador de la Fiscalía Provincial Penal


Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de La Libertad, con domicilio
procesal en la esquina de las avenidas Nazareth con Carrión, sexto piso - oficina 602, ante usted digo:
De conformidad con el artículo 349 del CPP 2004, procedo a formular acusación; la que deberá
entenderse en los siguientes términos:
ACUSADOS
- WILFREDO ENRIQUE DE LA CRUZ VILLACORTA, con DNI N° 17997217, de 54 años de
edad, natural de Trujillo-Trujillo-La Libertad, estado civil casado, hijo de Usman y Julia, nacido el
12 de julio de 1958, de 1.65 metros de estatura (se acompaña ficha RENIEC).
- JUAN CARLOS CABRERA MERINO, con DNI N° 18898655, de 35 años de edad, natural de
Razuri-Ascope-La Libertad, estado civil casado, hijo de Walter y María, nacido el 1 de mayo de
1977, de 1.68 metros de estatura (se acompaña ficha RENIEC).
- LUIS ROBERTO ROMERO RIBBECK, con DNI N° 20009414, de 52 años de edad, natural
de Pueblo Libre-Lima-Lima, estado civil soltero, hijo de Nicanor y Luz Teresa, nacido el 9 de junio
de 1960, de 1.70 metros de estatura (se acompaña ficha RENIEC).
- LUIS FELIPE GARCÍA ALARCO, con DNI N° 17894460, de 51 años de edad, natural de
Tarapoto-San Martín-San Martín, estado civil casado, hijo de Felipe y Loisith, nacido el 10 de febrero
de 1961, de 1.74 metros de estatura (se acompaña ficha RENIEC).
- JESÚS ALEXANDER GÁLVEZ RONDINEL, con DNI N° 41445680, de 31 años de edad,
natural de Huanta-Huanta-Ayacucho, estado civil soltero, hijo de Jesús y Zenobia, nacido el 11 de
abril de 1981, de 1.60 metros de estatura (se acompaña ficha RENIEC).
- VALERIANO MÁXIMO HUAMÁN ADRIANO, con DNI N° 19926549, de 61 años de edad,
natural de La Oroya-Yauli-Junín, estado civil casado, hijo de Celestino y Baseliza, nacido el 15 de
septiembre de 1950, de 1.75 metros de estatura (se acompaña ficha RENIEC).
HECHOS MATERIA DE IMPUTACIÓN
Los hechos se inician cuando se recepciona en la Gerencia Regional de Agricultura del Gobierno
Regional de La Libertad el Oficio N° 9489-2010/SBN-GG (el que es falso, pues mediante Oficio
N° 16460-2010/SBN-GL la Gerencia General de la Superintendencia de Bienes Estatales ha in-
formado que la firma pergeñada no corresponde a Raúl Rivera Bustamante y la numeración del
oficio tampoco corresponde a la existente en el sistema integrado documentario de la mencionada
Superintendencia) que aparece emitido con fecha 15 de octubre de 2010 e ingresado en la Gerencia
Regional con fecha 22 de octubre de 2010; oficio que señala que se ha evidenciado en La Libertad
maquinaria agroindustrial y agrícola de procedencia china (tractores Shangai e implementos) en
estado de obsolescencia técnica y en desuso, recomendando su inmediata disposición final.
Mediante Memorándum Múltiple N° 227-2010-GRLL-GGR/GRSA emitido con fecha 26 de octubre
de 2010 y en ejecución de lo aparentemente recomendado por el Oficio N° 9489-2010/SBN-GG la
Gerencia Regional de Agricultura, solicita a los Directores y Jefes de las Agencias Agrarias de La
Libertad el inventario de la Maquinaria Agroindustrial China que tenían bajo su responsabilidad.
Mediante Informe N° 22-2010-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP el Asesor Legal del Programa de
Maquinaria Agrícola Agroindustrial y Pesada (PMAAP), Elmer Daniel Vásquez Nicho, pone en
conocimiento de De La Cruz Villacorta que en relación al Oficio N° 9489-2010/SBN-GG existen
dos posibilidades, siendo la primera repotenciar las maquinarias, y la segunda, en caso que la ante-
rior no fuera posible, era optar por la disposición final. Informe que es comunicado con fecha 24 de
noviembre de 2010 a la Gerencia Regional de Agricultura mediante el Oficio N° 365-2010-GRLL-
GGR-GRSA/PMAAP por el Jefe del PMAAP, limitándose De La Cruz Villacorta a proveer su pase
a la Oficina de Patrimonio para ser atendido de acuerdo a las normas legales; frase que en realidad
no tenía el menor significado –más allá de darle una aparente legalidad a su proceder– ya que la

363
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

decisión de repotenciar o no la maquinaria agrícola si bien requería un informe técnico previo, pasaba
por una decisión política-administrativa de la Gerencia Regional.
Es en días anteriores al 24 de noviembre de 2010 que se incorporan a la realización del hecho cri-
minal, Luis Roberto Romero Ribbeck –quien actuaba en calidad de Gerente General de la empresa
Loleksar SRL–, Juan Carlos Cabrera Merino, Director de la Oficina de Administración de la Ge-
rencia Regional de Agricultura, y Luis Felipe García Alarco, responsable de las Oficinas de Control
Patrimonial y accidentalmente de Logística; siendo que quien convoca e introduce a la ejecución del
hecho al extraneus Romero Ribbeck fue De La Cruz Villacorta; de lo que dan buena cuenta Cabrera
Merino y García Alarco en sus declaraciones.
Para evitar aparecer documentalmente inmiscuido en el hecho criminal, De La Cruz Villacorta
convence para que con fecha 24 de noviembre de 2010, Cabrera Merino, sin contar con alguna
delegación que le permitiese hacerlo y sin que haya existido previamente un proceso de selección
ni orden de servicio, celebre contrato privado de prestación de servicios con el Gerente General
de Loleksar SRL, Luis Roberto Romero Ribbeck, señalándose en su contenido que la Gerencia de
Agricultura requería los servicios de una empresa especializada para que realice los servicios de
tasación, lotización, acondicionamiento y otros que se considere necesarios para sus bienes a su-
bastarse y dados de baja consistentes en tractores agrícolas Shangai e implementos de procedencia
China; comprometiéndose según el documento la empresa a elaborar el Expediente Técnico de
Venta, Bases Administrativas y apoyar en la realización del proceso de venta, así como también en
la entrega de dichos bienes a satisfacción del adjudicatario y el contratante. Es de señalar que este
contrato se encuentra visado por Luis Felipe García Alarco.
En ejecución de su aporte, con fecha 26 de noviembre de 2010 García Alarco, emite Informe
Técnico Legal de 11 tractores de procedencia china marca Shangai modelo 504 con sus respec-
tivos implementos, para su baja y disposición final; concluyendo y recomendando que se tramite
“la baja y posterior disposición final de los bienes en mención”, anexando los Informes Técnicos
N°s 004-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 005-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 006-GRLL-GGR/GRSA-
LOG-CP, 007-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 008-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 009-GRLL-GGR/
GRSA-LOG-CP, 010-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 011-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP, 012-GRLL-
GGR/GRSA-LOG-CP, 013-GRLL-GGR/ GRSA-LOG-CP y 014-GRLL-GGR/GRSA-LOG-CP;
todos los informes con la misma fecha 26 de noviembre de 2010 y suscritos por García Alarco.
En ejecución de su aporte, mediante Memorándum Múltiple N° 264-2010-GRLL-GGR/GRSA, de
fecha 29 de noviembre de 2010, el Gerente Regional de Agricultura De La Cruz Villacorta se dirige
a los Directores de las Agencias Agrarias de Otuzco, Julcán, Santiago de Chuco y Sánchez Carrión,
haciéndoles de conocimiento que el área de Control Patrimonial se encuentra efectuando la dispo-
sición final de la Maquinaria Agrícola Shangai e implementos, por lo que señala que deberán hacer
entrega de dichos bienes para su traslado a Trujillo, en la condición en que figuran en los inventa-
rios actuales. Este memorándum es visado por García Alarco como titular de Control Patrimonial
y Cabrera Merino como titular de la Oficina de Administración. Ello a pesar que la normativa que
regula la venta directa establece que esta se deberá hacer en el lugar donde se encuentren los bienes.
El 1 de diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Santiago de Chuco García Alarco
–acompañado de Jesús Gálvez Rondinel, quien se presentó como representante del Ministerio de
Agricultura de la ciudad de Lima– para entregar el Memorándum Múltiple N° 264-2010-GRLL-GGR/
GRSA-AASCH y la Papeleta N° 00056 de Autorización para el Desplazamiento Interno - Externo
de Bienes Patrimoniales firmada por su persona en calidad de responsable de Control Patrimonial
(hallándose visada por el propio Luis García Alarco, en calidad de responsable del área de Logística,
y por Juan Carlos Cabrera Merino, en su calidad de responsable de la Oficina de Administración)
que indicaba que quien iba a realizar el traslado iba a ser Gálvez Rondinel, retirándose dos tractores
y sus implementos de los almacenes.

364
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

No solo eso, sino que García Alarco hace que se le entregue una motobomba color rojo, naranja y
ámbar, serie 2655, mod. L75AE-DP4ST manifestando que sería utilizada para riego al interior del
vivero de la Gerencia Regional de Agricultura.
El 1 de diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Sánchez Carrión García Alarco -acom-
pañado de Jesús Gálvez Rondinel- para entregar el Memorándum Múltiple N° 264-2010-GRLL-GGR/
GRSA-AASCH y la Papeleta N° 00057 de Autorización para el Desplazamiento Interno – Externo
de Bienes Patrimoniales firmada por su persona en calidad de responsable de Control Patrimonial
(hallándose visada por el propio Luis García Alarco, en calidad de responsable del área de Logística,
y por Juan Carlos Cabrera Merino, en su calidad de responsable de la Oficina de Administración),
siendo que por ser avanzada la tarde se hizo entrega al día siguiente 2 de diciembre de 2010 de un
tractor e implementos, el mismo que se encontraba en estado de operatividad y, en tal sentido, salió
rodando de su cochera, impulsado por su propio motor.
El 2 de diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Ascope Jesús Alexander Gálvez
Rondinel para presentar la Papeleta N° 00058 de Autorización para el Desplazamiento Interno -
Externo de Bienes Patrimoniales firmada por García Alarco en calidad de responsable de Control
Patrimonial (hallándose visada por el propio Luis García Alarco, en calidad de responsable del área
de Logística, y por Juan Carlos Cabrera Merino, en su calidad de responsable de la Oficina de Ad-
ministración) que indicaba que quien iba a realizar el traslado iba a ser Gálvez Rondinel; retirando
un tractor agrícola y sus implementos.
El 3 de diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Otuzco Jesús Alexander Gálvez
Rondinel para entregar el Memorándum Múltiple N° 264-2010-GRLL-GGR/GRSA-AASCH y la
Papeleta N° 00059 de Autorización para el Desplazamiento Interno - Externo de Bienes Patrimoniales
firmada por García Alarco en calidad de responsable de Control Patrimonial (hallándose visada por
el propio Luis García Alarco, en calidad de responsable del área de Logística, y por Juan Carlos
Cabrera Merino, en su calidad de responsable de la Oficina de Administración) que indicaba que
quien iba a realizar el traslado iba a ser Gálvez Rondinel; regresando nuevamente con fecha 6 de
diciembre de 2010 para retirar tres tractores, dos rastras y un arado agrícola.
En diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Julcán Jesús Alexander Gálvez Rondinel
para presentar la Papeleta N° 00060 de Autorización para el Desplazamiento Interno - Externo de
Bienes Patrimoniales firmada por García Alarco en calidad de responsable de Control Patrimonial
(hallándose visada por el propio Luis García Alarco, en calidad de responsable del área de Logística,
y por Juan Carlos Cabrera Merino, en su calidad de responsable de la Oficina de Administración)
que indicaba que quien iba a realizar el traslado iba a ser Gálvez Rondinel; retirando dos tractores,
dos arados, dos rastras y una barreta.
Finalmente, con fecha 11 de diciembre de 2010 se retira de la sede de la Gerencia Regional de
Agricultura - Trujillo, por autorización de Luis García Alarco el tractor shangai de serie de chasis
012506. Para ello, el día anterior García Alarco se acerca al vigilante Carlos Antonio Urbina Farías
y le pregunta si va a trabajar el sábado, señalándole que iban a ir a sacar un tractor al día siguiente
entregándole un documento y diciéndole que lleven, además, un arado.
Es del caso que todos los bienes así retirados de provincias por Gálvez Rondinel nunca fueron in-
gresados a las instalaciones de la Gerencia Regional Agraria de La Libertad, ni en su oportunidad
se tomó ningún tipo de medida o acción por parte de García Alarco o Cabrera Merino para requerir
dicho ingreso (siendo que hicieron un remedo de preocupación cuando su ilícito ya se había hecho
público y después que con fecha 20 de diciembre de 2010 el Gerente General de la Región Cristóbal
Napoleón Vilca García les había convocado y exigido explicaciones respecto de los tractores; ante
lo cual los tres investigados respondieron simplemente ya los vendimos. Este último hecho va a ser
de suma importancia, pues como se verá más adelante a partir de verse descubiertos los investiga-
dos empiezan a realizar actos dirigidos encubrir su participación, a supuestamente contribuir con

365
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

la determinación de las responsabilidades administrativas y penales que existían y a culparse los


unos a los otros).
La participación de Luis Felipe García Alarco y Juan Carlos Cabrera Merino en la disposición de
los bienes acabados de señalar tuvo lugar a pesar que sabían perfectamente y desde un inicio que el
contrato con Loleksar SRL no era válido porque el segundo de los nombrados no tenía facultades
para contratar por la Gerencia Regional Agraria de La Libertad; no solo ello, sino que incluso de
haber sido válido dicho contrato –cosa que se debe negar enfáticamente– existían en su ejecución
una serie de irregularidades –se omitió la publicación de la venta de los bienes, no existen constan-
cias de algún tipo de invitación, se omitió la elaboración y aprobación de las bases administrativas,
etc.– que tendrían que haber hecho que García Alarco y Cabrera Merino no contribuyan al perjuicio
que se le causó al Gobierno Regional.
No solo lo dicho, sino que no han denunciado los hechos –más bien los han continuado por un pe-
riodo temporal significativo– ni han pedido la intervención de sus superiores jerárquicos para poner
coto a su perpetración –en el ejercicio de su defensa De La Cruz Villacorta admite haber tomado
conocimiento de las ventas y sostiene que lo único que hizo fue molestarse–, los que se hubieran
quedado ocultos si no fuera por las denuncias periodísticas que los sacaron a la luz y los pedido de
aclaración de la venta por parte del Gerente General.
Continuando con los hechos imputados, se debe señalar que mediante Carta de fecha 6 de diciem-
bre de 2010, la empresa Loleksar SRL remite al Director de la Oficina de Administración, Juan
Carlos Cabrera Merino, el Expediente Técnico de Tasación y Lotización de Bienes en desuso –que
fueron recogidos con anterioridad de las Agencias Provinciales y que nunca fueron ingresados en
los almacenes de la Gerencia Regional en Trujillo– para su venta, señalando que por el Estado en
que se encuentran esos bienes, que es totalmente malo, en algunos casos siniestrados y por ser una
cantidad demasiado pequeña se deberá proceder a efectuar dicha venta de manera directa. Debiendo
resaltarse que la tasación fue realizada por Valeriano Máximo Huamán Adriano y que en el Acta de
Evaluación N° 10 esta persona dejó constancia que el tractor agrícola de la sede de Sánchez Carrión
- Huamachuco contaba con un motor petrolero de 4 cilindros armado incompleto que no contaba con
bomba de inyección ni tampoco alternador; con sistema de refrigeración incompleto y en mal estado,
con sistema de transmisión incompleto y en mal estado; con corona delantera y posterior armada en
mal estado; con sistema electrónico armado incompleto y en mal estado; con sistema de dirección
armado en mal estado; con llantas armadas en mal estado; teniendo por conclusión técnica mala;
sin embargo, los elementos de convicción recogidos durante la investigación, contrastado además
con el hecho de que el tractor haya salido rodando por el propio impulso de su motor de la Agencia
Agraria de Huamachuco dice que el contenido de la mencionada Evaluación resulta siendo falsa. De
modo similar a como ocurre respecto de la Acta de Evaluación N° 11, cuando se dice haber evaluado
al tractor agrícola siniestrado de la Agencia Agraria de Bolívar, en tanto dicha evaluación no podía
haberse producido al no haber tractor alguno en los almacenes de dicha Agencia.
Mediante Resolución Gerencial N° 295-2010-GRLL-GGR/GRSA, de fecha 7 de diciembre de 2010
(sin embargo, en realidad esta Resolución fue confeccionada con fecha posterior, con la intención
de De La Cruz Villacorta de encubrir sus responsabilidades en los hechos; habiéndolo declarado en
este sentido Cristóbal Napoleón Vilca García y Claudia Gianina Silva Bringas), se resuelve Disponer
la baja por razón de obsolescencia técnica y en desuso de los bienes descritos en el anexo 01 de la
glosada resolución; así como, disponer que la Oficina de Administración de la Gerencia Regional
de Agricultura sea la encargada de concluir el proceso de venta de los equipos declarados de baja
actuando con sujeción a la normativa vigente.
Con la misma fecha 7 de diciembre de 2010 el Administrador Juan Carlos Cabrera Merino emite
el Memorándum N° 099-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA dirigiéndose al CPC Florencio Ramos
García Responsable de la Unidad de Tesorería para el cobro de los depósitos de venta directa de de
la Maquinaria Agrícola, tratándose de:

366
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

- Depósito por parte de Jesús Alexander Gálvez Rondinel con DNI N° 41445680 en la Cuenta
Corriente de la Gerencia Regional de Agricultura, con recibo N° 44939686 del 6 de diciembre de
2010 por la suma de 9,500 nuevos soles por la venta del lote N° 001 de maquinaria agrícola - dos
tractores chasis más implementos.
- Depósito por parte de Raúl Patiño Gutiérrez con DNI N° 19831114 (siendo que no existe a simple
vista coincidencia entre la firma estampada en el depósito de cuenta corriente y la que figura en la
impresión de ficha Reniec) en la Cuenta Corriente de la Gerencia Regional de Agricultura, con recibo
N° 44941828 del 7 de diciembre de 2010 por la suma de 9,000 nuevos soles por la venta del lote N°
002 de maquinaria agrícola - un tractor chasis más implementos y dos tractores sin implementos.
- Depósito por parte de Victoria Gutiérrez Acosta con DNI N° 20036674 (siendo que no existe a
simple vista coincidencia entre la firma estampada en el depósito de cuenta corriente y la que figura
en la impresión de ficha RENIEC) en la Cuenta Corriente de la Gerencia Regional de Agricultura,
con recibo N° 44941829 del 7 de diciembre de 2010 por la suma de 8,500 nuevos soles por la venta
del lote N° 003 de maquinaria agrícola - dos tractores chasis más implementos.
- Depósito por parte de Julio Rojas Coronel con DNI N° 09910176 (siendo que en realidad el número
de DNI corresponde, según consulta en línea a RENIEC a Raúl Elías Vidal Valladolid, no existiendo
tampoco a simple vista coincidencia entre la firma estampada en el depósito de cuenta corriente y
la que figura en la impresión de ficha RENIEC) en la Cuenta Corriente de la Gerencia Regional
de Agricultura, con recibo N° 44941840 del 7 de diciembre de 2010 por la suma de 9,500 nuevos
soles por la venta del lote N° 004 de maquinaria agrícola – dos tractores chasis más implementos.
- Depósito por parte de Alexander Gálvez Rondinel con DNI N° 41445680 en la Cuenta Corriente
de la Gerencia Regional de Agricultura, con recibo N° 44941830 del 7 de diciembre de 2010 por
la suma de 5,000 nuevos soles por la venta del lote N° 005 de maquinaria agrícola - dos tractores
chasis sin implementos.
Pero no solo eso, sino que en las “actas de entrega-recepción. Bienes muebles dados de baja (trac-
tores Shangai - otros)” se puede apreciar las siguientes irregularidades: en todas no existe firma
sino únicamente del adjudicatario, sin que firme nadie por la Gerencia Regional de Agricultura;
las firmas que figuran estampadas por los adjudicatarios difieren a simple vista de las que aparecen
consignadas en la consulta en línea de fichas Reniec; en el caso de Julio Rojas Coronel con DNI
N° 09910176, el número de DNI corresponde, según consulta en línea a Reniec en realidad a Raúl
Elías Vidal Valladolid.
Finalmente, de la copia xerográfica del estado de cuenta al 31 de diciembre - CTAR La Libertad Di-
rección Regional Agraria Fondos Rotativos, N° de cuenta 0741-041820 hecha llegar a este Despacho
por García Alarco, se tiene que con fecha 9 se dispuso de 39,285.00 nuevos soles, siendo reintegrados
con fecha 21 de diciembre de 2010; luego que el Gerente General del Gobierno Regional Cristóbal
Napoleón Vilca García cuestionara a los investigados De La Cruz Villacorta, García Alarco y Cabrera
Merino por el hecho materia de la presente acusación.
ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
- Informe Técnico Nº 001-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA –y anexos–, fecha 11 de marzo del 2011, de
la comisión de investigación para esclarecer los hechos sobre supuesta venta irregular de maquinaria
agrícola por parte de la gerencia regional de agricultura de La Libertad, que corre de fojas 03 a 86.
- Actas de inspección ocular, a las agencias agrarias de Sánchez Carrión, Santiago de Chuco, Otuzco
y Julcán, que corre a fojas 310 a 313.
- Oficio Nº 9489-2010/SBN-GG, fecha 15 de octubre de 2010, del gerente general de la Superin-
tendencia de Bienes Estatales (SBN) Raúl Rivera Bustamante al gerente regional de agricultura,
en el que recomienda la baja y venta de bienes muebles de propiedad estatal, que corre a fojas 316.
- Memorándum Múltiple Nº 227-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 26 de octubre de 2010, del gerente

367
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

regional de agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta a los directores de las agencias agrarias y jefes
de las oficinas agrarias, requiriendo el inventario de los bienes correspondientes a la maquinaria
agrícola y agroindustrial de procedencia China que se encuentran en la Agencia a su cargo, que
corre a fojas 317.
- Oficio Nº 102-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 2 de noviembre de 2010, del director de la agencia
agraria de Bolívar Néstor Canchachi Vásquez al gerente regional de agricultura, en el que remite el
inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 318 a 319.
- Oficio Nº 234-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAO-D, fecha 4 de noviembre de 2010, del director de
la agencia agraria de Otuzco Luis Vergara al gerente regional de agricultura, en el que remite el
inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 320 a 321.
- Oficio Nº 320-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAJ, fecha 5 de noviembre de 2010, del director de la
agencia agraria de Julcán Gunther López Vela al gerente regional de agricultura, en el que remite el
inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 322 a 324.
- Oficio Nº 452-2010-GRLL-GGR-GRSA/AAA, fecha 8 de noviembre de 2010, del director de
la agencia agraria de Ascope Héctor Gonzales Puelles al gerente regional de agricultura, en el que
remite el inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 325 a 326.
- Informe Nº 022-2010-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP, fecha 22 de noviembre de 2010, del asesor
legal del PMAAP Elmer Daniel Vásquez Nicho al coordinador del PMAAP, en el que recomienda
repotenciar la maquinaria que es materia de esta decisión que corre inserta en el Oficio Nº 9489-2010/
SBN-GC y de no ser así se debe de optar por la disposición final del material materia de la presente
propuesta, que corre de fojas 999 a 1000.
- Contrato de prestación de servicio entre la gerencia regional de agricultura del gobierno regional
La Libertad y la empresa corporación de negocios Loleksar S.R.L., fecha 24 de noviembre de 2010,
entre el Director de la Oficina de Administración Juan Carlos Cabrera Merino y el señor Luis Romero
Ribbeck, siendo visado por la Oficina de Administración (Director), Logística y Control Patrimonial,
que corre de foja 1001 a 1002.
- Informe Nº 005-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA-LOG-CP, fecha 26 de noviembre de 2010, del res-
ponsable del área de control patrimonial Luis García Alarco a la oficina de administración, en el que
eleva informe técnico legal de 11 (once) tractores Shangai e implementos para baja y su disposición
final, que corre de fojas 331 a 343.
- Oficio N° 365-2010-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP, fecha 23 de noviembre de 2010, del coordinador
de la gerencia regional de agricultura Pedro Morales Salazar al gerente regional de agricultura, en
el que pone en conocimiento el Oficio N° 9489-2010/SBN-GC y el Informe N° 022-2010-GRLL-
GGR-GRSA/PMAAP, que corre a fojas 344.
- Memorándum Múltiple Nº 264-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 29 de noviembre de 2010, del ge-
rente regional de agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta a los Directores de las Agencias Agrarias,
en el que requiere la entrega de maquinaria agrícola Shanghai que se encuentren a su cargo, para su
traslado a la ciudad de Trujillo, que corre a fojas 345.
- Carta s/n –y anexos–, fecha 6 de diciembre de 2010, del gerente de la corporación LOLEKSAR
S.R.L. Luis Romero Ribbeck al director de la oficina de administración de la gerencia regional de
agricultura Juan Carlos Cabrera Merino, en el que remite el expediente técnico de tasación y loti-
zación de bienes en desuso para su venta firmado por el ing. Valeriano Máximo Huamán Adriano,
que corre de fojas 346 a 371.
- Resolución Gerencial Nº 295-2010-GRLL-GGR/GRSA –y anexo–, fecha 7 de diciembre de 2010,
firmado por el gerente regional de agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta, en el que resuelve
DISPONER LA BAJA, por razón de obsolescencia técnica y en desuso, de los bienes descritos en
el anexo 01 que forman parte de la presente Resolución, que corre de fojas 372 a 373.

368
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

- Memorándum Nº 099-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA, fecha 7 de diciembre de 2010, del director


Juan Carlos Cabrera Merino al responsable de la unidad de tesorería, en el que requiere recepcionar
por Caja, el importe correspondiente de la venta, según anexo adjunto, que corre de fojas 374 a 375.
- Comprobante de depósito N° 44939686, fecha 6 de diciembre de 2010, depositante Alexander
Gálvez Rondinel, por un monto de S/. 9 500 nuevos soles, que corre a fojas 376.
- Recibo de ingresos N° 0333, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Alexander Gálvez Ron-
dinel por la venta del Lote Nº 01-Ubicación: Agencia Agraria de Julcán, por un monto de S/. 9 500
nuevos soles, que corre a fojas 895.
- Comprobante de depósito N° 44941828, fecha 7 de diciembre de 2010, depositante Raúl Patiño
Gutiérrez, por un monto de S/. 9 000 nuevos soles, que corre a fojas 378.
- Recibo de ingresos N° 0334, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Raúl Patiño Gutiérrez por
la venta del Lote Nº 02- Ubicación: Agencia Agraria de Otuzco, por un monto de S/ 9 000 nuevos
soles, que corre a fojas 896.
- Comprobante de depósito N° 44941829, fecha 7 de diciembre de 2010, depositante Victoria Gu-
tiérrez Acosta, por un monto de S/. 8 500 nuevos soles, que corre a fojas 380.
- Recibo de ingresos N° 0335, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Victoria Gutiérrez Acosta
por la venta del Lote Nº 03- Ubicación: Agencia Agraria de Ascope-Sede, por un monto de S/. 8 500
nuevos soles, que corre a fojas 897.
- Comprobante de depósito N° 44941840, fecha 7 de diciembre de 2010, depositante Julio Rojas
Coronel, por un monto de S/. 8 500 nuevos soles, que corre a fojas 382.
- Recibo de ingresos N° 0336, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Julio Rojas Coronel por
la venta del Lote Nº04- Ubicación: Agencia Agraria de Santiago de Chuco, por un monto de S/. 8 500
nuevos soles, que corre a fojas 899.
- Comprobante de depósito N° 44941830, fecha 7 de diciembre de 2010, depositante Alexander
Gálvez Rondinel, por un monto de S/. 5 000 nuevos soles, que corre a fojas 384.
- Recibo de ingresos N° 0337, fecha 07 de diciembre de 2010, a nombre de Alexander Gálvez
Rondinel por la venta del Lote Nº 05- Ubicación: Agencia Agraria de Huamachuco-Bolívar, por un
monto de S/. 5 000 nuevos soles, que corre a fojas 898.
- Memorándum Nº 528-2010-GR-LL-PRE/GGR, fecha 20 de diciembre de 2010, del gerente general
regional Napoleón Vilca García al gerente regional de agricultura, en el que requiere, en término de
24 horas, un informe completo relacionado con la venta de chatarra efectuada por la gerencia que
dirige, que corre a fojas 620.
- Oficio Nº 030-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA, fecha 20 de diciembre de 2010, del responsable del
control patrimonial Luis García Alarco al gerente general empresa corporación de negocios y servi-
cios LOLEKSAR Luis Romero Ribbeck, en el que solicita se apersone a la gerencia regional, a fin
de que se sirva informar sobre la venta de tractores Shangai 504, que corre a fojas 387.
- Oficio Nº 2041-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 20 de diciembre de 2010, del gerente regional
de agricultura Wilfredo De La Cruz Villacorta a la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales
- SNB, en el que remite la documentación concerniente a la Baja de (11) Tractores Agrícolas de la
Gerencia Regional de Agricultura de La Libertad, que corre a fojas 388.
- Oficio 2060-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 22 de diciembre de 2010, del gerente regional de
agricultura Wilfredo De La Cruz Villacorta al gerente regional general, en el que alcanza Informe
Nº 01-2010-GRLL-GGR/GRSA respecto a la Venta de Chatarra, que corre a fojas 389.
- Informe Nº 01-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 22 de diciembre del 2010, del gerente regional de
agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta al gerente general regional, en el que informa respecto a
la baja de maquinaria agrícola de procedencia China, que corre de fojas 390 al 392.

369
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

- Oficio Nº 273-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAO-D, fecha 20 de octubre de 2010, del director de la


agencia agraria de Otuzco Ing. Luis Vergara Tuset al gerente regional de agricultura, en el que remite
informe de traslado de maquinaria, que corre a fojas 393.
- Informe técnico Nº 016-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAO-D–y anexos–, fecha 20 de diciembre de
2010, del director de la agencia agraria de Otuzco Luis Vergara Tuset al gerente regional de agri-
cultura, en el que informa que Jesús Alexander Gálvez Rondinel se apersonó para transportar tres
tractores Shangai e implementos, que corre de fojas 394 al 396.
- Oficio Nº 373-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAJ, fecha 20 de diciembre de 2010, del director de la
agencia agraria de Julcán Gunther López Vela al gerente regional de agricultura, en el que informa
que entrega de dos tractores Shanghay con sus implementos, para su traslado a la ciudad de Trujillo,
que corre a foja 397.
- Oficio Nº 0363-2010-GRLL-GGR/GRSA/AASC, fecha 20 de diciembre de 2010, del director de
la agencia agraria de Sánchez Carrión Juan Alfonso Tam Córdova al gerente regional de agricultura,
en el que remite el informe de retiro del tractor Shangai 504, que corre a fojas 398.
- Informe Nº 006-2010-GRLL-GGR-GRSA/AASC-DMR, fecha 20 de diciembre de 2010, del
responsable administrativo de la agencia agraria Sánchez Carrión Tec. Domingo Mauricio Ramos,
en el que informa que el responsable del Área de Control Patrimonial Luis García Alarco y Jesús
Gálvez Rondinel se encargaron del recojo del tractor e implementos, que corre de fojas 398 a 399.
- Oficio Nº 571-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAA, fecha 20 de diciembre de 2010, del director de la
agencia agraria de Ascope Héctor A. Gonzales Puelles, en el que remite informa sobre la entrega de
tractor agrícola Shangai e implementos, que corre a foja 400.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000058,
fecha 2 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de
control patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de un tractor
agrícola Shangai 504 y dos implementos agrícolas, que corre a fojas 401.
- Acta de entrega de tractor agrícola con sus implementos, fecha 3 de diciembre de 2010, con las
firmas de director de la agencia agraria de Ascope Héctor Gonzales Puelles y Jesús Gálvez Rondinel,
en el que da cumplimiento al memorándum múltiple N° 264-2010-GRLL-GGR/GRSA (entrega de
tractor e implementos), que corre a fojas 403.
- Oficio Nº 350-2010-GRLL-GGR/GRSA-AASCH/D, fecha 20 de diciembre de 2011, del director
de la agencia agraria de Santiago de Chuco Majer Y. Rivas Rodríguez, en el que remite el informe
sobre maquinaria agrícola Shangai, que corre a fojas 404.
- Informe Nº 006-2010-GRLL-GGR/GRSA-AASCH, fecha 20 de diciembre de 2010, remitido por el
TAP. agencia agraria Santiago de Chuco VÍCTOR RODRÍGUEZ GRADOS, en el que informa que
el responsable del Área de Control Patrimonial Luis García Alarco y el supuesto representante del
ministerio de agricultura Jesús Gálvez Rondinel se encargaron del recojo del tractor y motobomba,
que corre a fojas 405.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000056,
fecha 1 de diciembre del 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de
control patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia
agraria de Santiago de Chuco de un tractor agrícola Shangai 504, motobomba e implementos agrí-
colas, que corre a fojas 407.
- Pedido-comprobante de salida S/N , fecha 1 de diciembre de 2010, entregado al responsable del área
de control patrimonial Luis Felipe García Alarco de un motobomba serie 2655, que corre a fojas 408.
- Informe Nº 06-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA-ACP, fecha 27 de diciembre de 2010, del responsable

370
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

del área de control Patrimonial TAP. Luis Felipe García Alarco al gerente regional de agricultura
con copia al gerente general del gobierno regional, en el que rechaza contundentemente imputación
de ser responsable de desplazamiento irregular de tractores Shangay y otros, que corre a fojas 409.
- Informe Técnico Nº 001-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA, fecha 30 de diciembre de 2010, del admi-
nistrador de la GRSA Juan Carlos Cabrera Merino al gerente general regional , en el que presenta
informe sobre baja y disposición final de bienes en desuso por obsolescencia y siniestro consistente
en maquinaria agrícola (tractores Shangai e implementos), que corre de fojas 410 a 412.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000056,
fecha 1 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de
control patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia
agraria de Santiago de Chuco de dos tractores agrícola Shangai 504, motobomba e implementos
agrícolas, que corre a fojas 413.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000057,
fecha 1 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de control
patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia agraria de
Sánchez Carrión de un tractor agrícola Shangai 504 e implementos agrícolas, que corre a fojas 414.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000058,
fecha 2 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de control
patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia agraria de
Ascope un tractor agrícola Shangai 504, motobomba e implementos agrícolas, que corre a fojas 415.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000059,
fecha 3 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de
control patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia
agraria de Otuzco de tres tractores agrícola Shangai 504 e implementos agrícolas, que corre a fojas 416.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000060,
sin fecha, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de control patrimonial y
logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia agraria de Julcán de dos
tractores agrícola Shangai 504 e implementos agrícolas, que corre a fojas 417.
- Oficio N° 087-2007-MDL/B, fecha 11 de setiembre de 2007, del alcalde de la municipalidad de
Longotea Wilson Araujo Sánchez al director regional de la dirección regional agraria de La Libertad,
en el que solicita convenio de afectación en uso de tractor agrícola Shangai 504, que corre a fojas 422.
- Convenio de cesión en uso y rehabilitación de maquinaria agrícola, fecha 7 de noviembre de 2007,
entre la dirección regional agraria La Libertad y la municipalidad distrital de Longotea, en el que la
dirección regional agraria se compromete a entregar un tractor agrícola Shangai y la municipalidad
a rehabilitarla para su uso, por un periodo de 12 meses, que corre a fojas 423.
- Oficio N° 001-2009-GRLL-GGR-GRSA-OA/OCP, fecha 8 de enero de 2009, del director de
administración de la gerencia regional de agricultura Luis Capristán Justiniano al coordinador del
programa de maquinarias agrícolas, agroindustriales y pesadas, en el que pone en conocimiento el
término de convenio de afectación en uso del tractor Shangai 504, que corre a fojas 424.
- Memorándum N° 014-2009-GRLL-GGR/GRSA, fecha 9 de enero de 2009, del gerente regional
de agricultura Walter Novoa Miranda al director de agencia agraria Bolívar, en el que requiere la
recuperación del tractor Shangai 504 con código N° 092 e implementos, que corre a fojas 425.
- Informe N° 010-2009-RLL-GGR-GRSA-AA-BOL/D, fecha 20 de febrero de 2009, del director de
la agencia agraria de Bolívar Marco Antonio Guevara Gonzales al gerente regional de agricultura,
en el que informa sobre el tractor Shangai 504-C-GGR-092, que corre a fojas 426.

371
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

- Informe N° 001-2009-GRLL-GRA-GRSA-AA-BOL/D, fecha 19 de febrero de 2009, del director de


la agencia agraria de Bolívar Marco Antonio Guevara Gonzales al gerente regional de agricultura, en
que informa la recuperación de tractor Shangai 504 con código N° 092, que corre de fojas 427 al 429.
- Oficio N° 049-2009-GRLL-GGR/GRSA/AAB/D, fecha 21 de octubre de 2009, del director de la
agencia agraria de Bolívar Carlos Samuel Chilco Floríndez al gerente regional de agricultura, en el
que informa situación de la maquina agrícola y agroindustrial que hay en la actualidad en la agencia
agraria de Bolívar, que corre a fojas 430.
- Informe N° 015-2009-GRLL/GGR/GRSA-AAB/D, fecha 21 de octubre de 2009, del director de la
agencia agraria de Bolívar Carlos Samuel Chilco Floríndez al gerente regional de agricultura, en el
que informa situación de maquinaria agrícola y agroindustrial-tractores Shangai 504 e implementos,
que corre de fojas 431 a 433.
- Oficio N° 091-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAB/D, fecha 19 de octubre de 2010, del director de la
agencia agraria de Bolívar Néstor Canchachi Vásquez al alcalde distrital de Longotea, en el que
solicita la devolución de tractor agrícola con implementos, que corre a fojas 434.
- Oficio N° 74-2010-MDL/A, fecha 2 de diciembre de 2010, del alcalde distrital de Longotea Wilson
Araujo Sánchez al director de la agencia agraria de Bolívar, en el que informa que el tractor agrícola
se encuentra en el centro poblado de San Vicente de Paúl, que corre a fojas 436.
- Acta de verificación in situ de comisión de investigadora de la supuesta venta irregular de los
tractores Shanghai, del 11 de febrero de 2010, a la agencia agraria de Bolívar, que corre a fojas 437.
- Oficio N° 324-2011-GRLL-GGR/GRSA, fecha 2 de marzo de 2011, del (e) gerente regional de
agricultura José Luis Julca Hashimoto al consejero regional Mayer Haro, en el que remite informa-
ción solicitada, que corre a fojas 441.
- Informe N° 005-2011-GRLL-GGR-GRSA-OA-LOG/CP, fecha 2 de marzo de 2011, del encargado
de control patrimonial Luis Felipe García Alarco al director de la oficina administrativa, en el que
informa la inexistencia de documentos de la venta directa de los tractores, contrato de servicios con
la empresa corporación de negocios Loleksar y que emitió las papeletas de autorización para su
desplazamiento, que corre de fojas 442 a 443.
- Estado de la cta. cte. N° 0741-041820, al 31 de diciembre de 2010, correspondiente al cliente N° 024773-
004 CTAR La Libertad Dirección Regional de Agraria fondos rotatorios, que corre a fojas 894.
- Documentos presentados por el director de la agencia agraria de Julcán Gunther López Vela: Me-
morándum Múltiple Nº 227-2010-GRLL-GGR/GRSA: inventario de maquinaria de procedencia
China (recepcionada el 3 de noviembre de 2010), Memorándum Múltiple Nº 264-2010-GRLL-GGR/
GRSA: entrega de maquinaria agrícola Shangai e implementos (recepcionada el 3 de diciembre de
2010) y papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales
N° 0000060: dos tractores e implementos (sin fecha), que corre de foja 719 a 721.
- Documentos presentados por el director de la agencia agraria de Ascope Héctor Audias Gonzales
Puelles: Oficio N° 036-2011-GRLL-GRSA/AAA (recepcionada en febrero de 2011), Oficio N° 036-
2011-GRLL/OCI/EEGRA: requiere información sobre tractores Shangai e implementos(recepcionada
el 1 de febrero de 2011), Oficio Nº 571-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAA: remite informe sobre
entrega de tractores Shangai e implementos (recepcionada el 21 de diciembre de 2010) y Oficio
N° 576-2010-GRLL-GGR-GRSA/AAA: maquinaria agroindustrial y agrícola dados de baja (recep-
cionada el 23 de diciembre del 2010), que corre de fojas 727 a 731.
- Documentos presentados por el director de la agencia agraria de Otuzco Luis Alberto Vergara Tuset:
Oficio N° 016-2011-GRLL-GGR/GRSA/AAO-D en el que remite el Informe N° 01-2011-GRLL-
GG-GRSALL-AAO-D: estado de conservación de los tractores e implementos (recepcionada el 2 de
febrero de 2011) y Informe técnico Nº 016-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAO-D: informe de traslado
de maquinaria y equipos, que corre de fojas 742 a 745.

372
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

- Informe N° 006-2011-2-5342-y anexos-Gerencia regional de agricultura vendió irregularmente


once tractores Shangai e implementos de uso agrícola, incumpliendo normativa, fecha abril de 2011,
que corre de fojas 841 a 982.
- Oficio N° 342-2011-GRLL-GGR/GRSA, fecha 4 de marzo de 2011, del (e)gerente regional de
agricultura José Luis Julca Hashimoto a la procuradora pública del gobierno regional, en el que
remite informe N° 06-2011-GRLL-GGR.GRSA/PMAAP –y anexos–, que corre de fojas 983 a 992.
- Oficio N° 208-2010-GRLL-GGR-GRSA- y anexos-, fecha 10 de febrero de 2011, del (e)gerente
regional de agricultura José Luis Julca Hashimoto a la gerente regional de asesoría jurídica
regional, en el que da respuesta a la supuesta falsedad de documento remitido y remite Informe
N° 04-2011-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP-EDVN, que corre de fojas 924 a 926 (Tomo V).
- Oficio N° 102-2011-GR-LL/GGR-GRAJ, fecha 24 de enero de 2011, de la gerente regional de
asesoría Kelly Janet Vera Vásquez al gerente general de agricultura, en el que solicita información
respecto de supuesta falsedad de documentos remitidos a su despacho, que corre a fojas 927 (Tomo V).
- Oficio N° 168-2011-GR-LL/GGR-GRAJ, sin fecha, de la gerente regional de asesoría Kelly Janet
Vera Vásquez al coordinador del programa agrícola, agroindustrial y pesada (PMAAP), en el que
solicita remita información respecto de supuesta falsedad de documento remitido a la gerencia
regional de agricultura, que corra a fojas 928 (Tomo V).
- Boletas de venta del N° 001884 al 001898 (de enero a agosto de 2011), de la dirección regional agraria-agencia
agraria Julcán, por horas de arado de terreno (tractor Shangai e implementos), que corre de fojas 940 a 954 (Tomo V).
- Informe Tractores Shangai, fecha 9 de febrero de 2011, del guardia de maquinarias pesadas-turno
tarde al coordinador del programa maquinarias agrícolas, agroindustriales pesadas, en el que informa
sobre la salida del tractor Shangai, el cual corre a fojas 1000 (Tomo V).
- Oficio N° 053-2011-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP, fecha 10 de febrero de 2011, del coordinador
de PMAAP Pedro Morales Salazar al director de la oficina de administración, en el que comunica
respuesta a documento, que corre a fojas 1001.
- Resolución N° 29-2005/SBN, fecha 16 de junio de 2005, de la superintendente de Bienes Nacionales
Aída Amézaga Menéndez, en el que Aprueba la directiva N° 002-2005/SBN “Procedimiento para la venta
de los bienes muebles dados de baja por las entidades públicas”, que corre a fojas 1111 (Tomo VI).
- Directiva N° 002-2005/SBN “Procedimiento para la venta de los bienes muebles dados de baja por
las entidades públicas”, que corre de fojas 1112 a 1115 (Tomo VI).
- Oficio N° 612-2011/SBN-DGPE-SDS, fecha 18 de enero de 2011, del jefe de patrimonio mobiliario
Elard Salazar La Rosa al gerente regional de agricultura, en el que da la conformidad de baja de
bienes muebles, que corre a fojas 1142 (Tomo VI).
- Oficio N° 1497-2011-GRLL-GGR/GRSA, fecha 12 de octubre de 2011, del (e) gerente general de
agricultura Dacio Muñoz Alva al fiscal provincial titular, en el que remite comprobantes de pago
por comisión de servicios de Luis Felipe Garcia Alarco, que corre de fojas 1357 a 1392 (Tomo VI).
- Oficio N° 1492-2011-GRLL-GGR-GRSA, fecha 11 de octubre de 2011, del (e) gerente general de
agricultura Dacio Muñoz Alva al fiscal provincial titular, en el que remite contrato original con la
empresa Lokeksar del 24 de noviembre de 2010, que corre de fojas 1393 a 1395 (Tomo VI).
- Oficio N° 2695-2011-GGR/GRAJ, fecha 12 de octubre de 2011, de la gerente general de asesoría
jurídica al gerente general regional, en el que remite Oficio N° 225-2010-GR-LL/GGR-GRAJ: in-
forma sobre supuesta falsedad del documento presentado a la Superintendencia de Bienes Estatales,
que corre de fojas 1424 a 1425 (Tomo VI).
- Oficio N° 1511-2011-GRLL-GGR-GRSA, fecha 14 de octubre de 2011, del (e) gerente general de
agricultura Dacio Muñoz Alva al gerente general regional, en el que remite información solicitada,
que corre a fojas 1426 (Tomo VI).

373
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

- Oficio N° 11215-2011/SBN-DGPE –y anexos–, fecha 3 de noviembre de 2011, del director(e) de


gestión del patrimonio estatal Duilio Dante Quequezana Linares al fiscal provincial titular, en el
que manifiesta que la firma del Oficio N° 9849-2010/SBN-GG no corresponde al señor Raúl Rivera
Bustamante, que corre de fojas 1441 a 1448 (Tomo VI).
- Oficio N° 1732-2011-GRLL-GGR/GRSA, fecha 1 de diciembre de 2011, del (e) gerente general
de agricultura Dacio Muñoz Alva al fiscal provincial titular, en el que remite documentos (viáticos-
rendición de cuentas y permisos-autorizaciones de desplazamiento de Luis Felipe García Alarco),
que corre de fojas 1511 a 1602 (Tomo VI).
- Acta de recepción de grafías, firma y huellas digitales, fecha 12 de diciembre de 2011, de Clara
Victoria Gutiérrez Acosta identificada con DNI N° 20036674, que corre a fojas 1632 (Tomo VI).
- Carta EF/92.0741 N° 505-2012 –y anexo–, fecha 1 de marzo de 2012, de la apoderada general-
administrativa del Banco de la Nación-sucursal A Trujillo al fiscal provincial titular, en el que remite
adjunto el estado de cuentas del mes de diciembre 2010 correspondiente a la cuenta corriente 00-
741-041820 a nombre del CTAR La Libertad dirección regional agraria fondos rotatorios, que corre
de fojas 1870 a 1871 (Tomo VI).
PARTICIPACIÓN QUE SE ATRIBUYE A LOS IMPUTADOS
Esta ha quedado detallada de modo amplio en el acápite dedicado a los hechos materia de imputación,
siendo de precisar de modo específico para cada uno de los acusados:
Wilfredo Enrique De La Cruz Villacorta, convoca e introduce a la ejecución del hecho a Romero
Ribbeck fue De La Cruz Villacorta; sí como convence a Juan Carlos Cabrera Merino para que
celebre contrato privado de prestación de servicios con el Gerente General de Loleksar SRL, Luis
Roberto Romero Ribbeck, requiriendo sus servicios para la tasación, lotización, acondicionamiento
y otros que se considere necesarios para sus bienes a subastarse y dados de baja consistentes en
tractores agrícolas Shangai e implementos de procedencia China; contrato que visa Luis Felipe
García Alarco.
Luis Felipe García Alarco, emite Informe Técnico Legal de 11 tractores de procedencia china marca
Shangai modelo 504 con sus respectivos implementos, para su baja y disposición final.
Wilfredo Enrique De La Cruz Villacorta se dirige a los Directores de las Agencias Agrarias de
Otuzco, Julcán, Santiago de Chuco y Sánchez Carrión, haciéndoles de conocimiento que el área de
Control Patrimonial se encuentra efectuando la disposición final de la Maquinaria Agrícola Shangai e
implementos, por lo que señala que deberán hacer entrega de dichos bienes para su traslado a Trujillo,
en la condición en que figuran en los inventarios actuales. En memorándum visado por García Alarco
como titular de Control Patrimonial y Cabrera Merino como titular de la Oficina de Administración.
El 01 de diciembre de 2010 se presenta en la Agencia Agraria de Santiago de Chuco Luis Felipe
García Alarco –acompañado de Jesús Gálvez Rondinel– para entregar el Memorándum Múl-
tiple N° 264-2010-GRLL-GGR/GRSA-AASCH y la Papeleta N° 00056 de Autorización para el
Desplazamiento Interno - Externo de Bienes Patrimoniales firmada por su persona en calidad de
responsable de Control Patrimonial (hallándose visada por el propio Luis Felipe García Alarco,
en calidad de responsable del área de Logística, y por Juan Carlos Cabrera Merino, en su calidad
de responsable de la Oficina de Administración) que indicaba que quien iba a realizar el traslado
iba a ser Gálvez Rondinel, retirándose dos tractores y sus implementos de los almacenes. Lo mismo
que ocurre el 1 de diciembre de 2010 en la Agencia Agraria de Sánchez Carrión; el 2 de diciembre
de 2010 en la Agencia Agraria de Ascope, aunque solo con el apersonamiento de Jesús Alexander
Gálvez Rondinel; el 3 de diciembre de 2010 en la Agencia Agraria de Otuzco nuevamente solo
Jesús Alexander Gálvez Rondinel; en diciembre de 2010 en la Agencia Agraria de Julcán también
solo Jesús Alexander Gálvez Rondinel; y el 11 de diciembre de 2010 en la sede de la Gerencia
Regional de Agricultura - Trujillo donde por autorización de Luis Felipe García Alarco se retira el
tractor shangai de serie de chasis 012506.

374
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

Valeriano Máximo Huamán Adriano efectúa la tasación de los tractores y en el Acta de Evaluación
N° 10 y N° 11 consigna información que resulta siendo falsa.
CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD
En el análisis efectuado por este representante del Ministerio Público no se verifican en el caso
concreto.
TIPO PENAL MATERIA DE IMPUTACIÓN NORMATIVA
Wilfredo Enrique De La Cruz Villacorta, Luis Felipe García Alarco y Juan Carlos Cabrera Merino
han incurrido en delito de colusión, de conformidad con la versión vigente en el momento de los
hechos prevista en el artículo 384 del Código Penal en los siguientes términos: “El funcionario o
servidor público que, en los contratos, suministros, licitaciones, concurso de precios, subastas o
cualquier otra operación semejante en la que intervenga por razón de su cargo o comisión especial
defrauda al Estado o entidad u organismo del Estado, según ley, concertándose con los interesados en
los convenios, ajustes, liquidaciones o suministros será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de tres ni mayor de quince años”, pues se han concertado con Luis Roberto Romero Ribbeck
para dar de baja a los 11 tractores shangai y demás implementos a un precio inferior del que se habría
obtenido en el mercado, incluso pasando por malo un tractor que se encontraba en operatividad;
reconociéndose en estos hechos la participación en complicidad primaria, de acuerdo a lo que esta-
blece el párrafo primero del artículo 25 del Código Penal de Luis Roberto Romero Ribbeck, Jesús
Alexander Gálvez Rondinel y Valeriano Máximo Huamán Adriano, quienes a pesar de ser extraneus
han aportado esencialmente al hecho principal conforme a lo expuesto en la descripción de los hechos.
Debiendo plantearse como calificación jurídica alternativa, para el caso que no se acredite perjuicio
patrimonial, la de delito de negociación incompatible (previsto en el artículo 399 del Código Penal,
en los siguientes términos: “El funcionario o servidor público que indebidamente en forma directa o
indirecta o por acto simulado se interesa, en provecho propio o de tercero, por cualquier contrato u
operación en que interviene por razón de su cargo, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de seis años e inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36
del Código Penal”), con los mismos grados de participación de todas las personas hasta el momento
señaladas. Esto es Wilfredo Enrique De La Cruz Villacorta, Luis Felipe García Alarco y Juan Carlos
Cabrera Merino en calidad de coautores y Luis Roberto Romero Ribbeck, Jesús Alexander Gálvez
Rondinel y Valeriano Máximo Huamán Adriano en calidad de cómplices primarios.
En tanto Juan Carlos Cabrera Merino ha asumido la función de representación de la Gerencia Re-
gional de Agricultura de La Libertad al firmar con fecha 24 de noviembre de 2011 contrato privado
de prestación de servicios con el Gerente General de Loleksar SRL, Luis Roberto Romero Ribbeck,
ha incurrido en el tipo penal de usurpación de funciones previsto en el artículo 361 del Código Pe-
nal que prescribe: “El que, sin título o nombramiento, usurpa una función pública, o la facultad de
dar órdenes militares o policiales, o el que hallándose destituido, cesado, suspendido o subrogado
de su cargo continúa ejerciéndolo, o el que ejerce funciones correspondientes a cargo diferente del
que tiene, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de siete años,
e inhabilitación de uno a dos años conforme al artículo 36, incisos 1 y 2”. Debe postularse en estos
hechos la complicidad primaria de Luis Romero Ribbeck que ha aportado para el perfeccionamiento
de la usurpación de funciones al confeccionar el documento e intervenir para su firma, del mismo
modo que la inducción, de conformidad con el artículo 24 del Código Penal, de Wilfredo Enrique
De la Cruz Villacorta.
En tanto Luis Felipe García Alarco ha redactado el Informe Técnico Legal de 11 tractores de proce-
dencia china marca Shangai modelo 504 conteniendo información falsa, su conducta se adecua al
tipo penal de falsedad ideológica previsto en el primer párrafo del artículo 428 del Código Penal y
en tanto lo ha introducido al tráfico jurídico su conducta se adecua al tipo penal de uso de documento
con contenido falso previsto en el segundo párrafo del artículo 428 del Código Penal, en tanto se

375
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

prescribe: “El que inserta o hace insertar, en instrumento público, declaraciones falsas concernientes a
hechos que deban probarse con el documento, con el objeto de emplearlo como si la declaración fuera
conforme a la verdad, será reprimido, si de su uso puede resultar algún perjuicio, con pena privativa
de libertad no menor de tres ni mayor de seis años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco
días-multa. / El que hace uso del documento como si el contenido fuera exacto, siempre que de su
uso pueda resultar algún perjuicio, será reprimido, en su caso, con las mismas penas”.
En tanto Valeriano Máximo Huamán Adriano ha dejado constancia en la Acta de Evaluación
N° 10 que el tractor agrícola de la sede de Sánchez Carrión tenía la condición de malo y en la Acta
de Evaluación N° 11 que ha evaluado un tractor agrícola siniestrado de la Agencia Agraria de Bolívar
su conducta ha perfeccionado el tipo penal de falsedad genérica previsto en el artículo 438 del CP,
que prescribe: “El que de cualquier otro modo que no esté especificado en los Capítulos precedentes,
comete falsedad simulando, suponiendo, alterando la verdad intencionalmente y con perjuicio de
terceros, por palabras, hechos o usurpando nombre, calidad o empleo que no le corresponde, supo-
niendo viva a una persona fallecida o que no ha existido o viceversa, será reprimido”.
DETERMINACIÓN DE LA PENA QUE SE SOLICITA
Para Wilfredo Enrique De La Cruz Villacorta, Luis Felipe García Alarco y Juan Carlos Cabrera Merino
por el delito de colusión que se les tribuye, que tiene un marco penal de pena privativa de libertad
no menor de tres ni mayor de quince años se solicita en atención a la continuidad en la comisión del
hecho, a que su comisión conllevó a que se fragüe un documento público –el oficio falso–, a que se
trajeran varios tractores desde diversos sitios, estando además a la gravedad del daño al bien jurídico
penal objeto de protección se solicita una sanción de 7 años de pena privativa de libertad; a lo que
se deberá agregar por imperio del artículo 425 del Código Penal la sanción de inhabilitación en las
modalidades previstas en los incisos 1 y 2 del artículo 36 por el lapso de 3 años.
Para Luis Roberto Romero Ribbeck y Jesús Alexander Gálvez Rondinel por haber aportado al hecho
principal debe solicitarse una sanción de la misma entidad, 7 años de pena privativa de libertad;
reduciéndola en dos años para Valeriano Máximo Huamán Adriano, por haber sido de menor entidad
y muy puntual su aporte, se solicita finalmente 5 años de pena privativa de libertad.
En lo que corresponde a la calificación alternativa de delito de negociación incompatible que tiene
previsto un marco penal de pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años e
inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal; se requiere para Wilfredo
Enrique De La Cruz Villacorta, Luis Felipe García Alarco y Juan Carlos Cabrera Merino en razón a
la continuidad en la comisión del hecho, a que su comisión conllevó a que se fragüe un documento
público –el oficio falso–, a que se trajeran varios tractores desde diversos sitios, estando además a
la gravedad del daño al bien jurídico penal objeto de protección se solicita una sanción de 5 años
de pena privativa de libertad; a lo que se deberá agregar por imperio del artículo 425 del Código
Penal la sanción de inhabilitación en las modalidades previstas en los incisos 1 y 2 del artículo 36
por el lapso de 5 años.
Requiriéndose para Luis Roberto Romero Ribbeck y Jesús Alexander Gálvez Rondinel por haber
aportado al hecho principal una sanción de la misma entidad, 5 años de pena privativa de libertad;
reduciéndola en un año para Valeriano Máximo Huamán Adriano, por haber sido de menor entidad
y muy puntual su aporte, se solicita finalmente 4 años de pena privativa de libertad.
Para Juan Carlos Cabrera Merino por la comisión del delito de usurpación de funciones que tiene
prevista un marco de sanción de pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de siete años,
e inhabilitación de uno a dos años conforme al artículo 36, incisos 1 y 2, debe solicitarse, en atención a
que se trató de un hecho puntual y que su contexto es materia ya de la desvaloración correspondiente al
delito de colusión, la sanción de cuatro años de pena privativa de libertad y dos años de inhabilitación
conforme al artículo 36, incisos 1 y 2; misma sanción que debe ser impuesta por su esepcificas formas
de contribución a Luis Romero Ribbeck y Wilfredo Enrique De la Cruz Villacorta.

376
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

Para Luis Felipe García Alarco por haber redactado el Informe Técnico Legal de 11 tractores de
procedencia china marca Shangai modelo 504 y, por ende, haber incurrido en el delito de falsedad
ideológica previsto en el primer párrafo del artículo 428 del Código Penal y, en tanto lo ha introducido
al tráfico jurídico, el delito de uso de documento con contenido falso previsto en el segundo párrafo
del artículo 428 del Código Penal, que tiene un marco penal de pena privativa de libertad no menor
de tres ni mayor de seis años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa; se debe
solicitar en atención de haberse actuado con una misma voluntad criminal la sanción de cuatro años
de pena privativa de libertad y de doscientos días-multa a razón del 50% de sus ingresos diarios.
Para Valeriano Máximo Huamán Adriano por el delito de falsedad genérica previsto en el artículo
438 del CP, que tiene un marco de sanción de pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor
de cuatro años se solicita una pena que represente el grado de medio de gravedad del hecho más un
adicional por tratarse de una falsedad en que se ha incurrido en la actuación del acusado en calidad
de perito; por lo que se requiere 3 años con 6 meses de pena privativa de libertad.
DETERMINACIÓN DE REPARACIÓN CIVIL QUE SE SOLICITA
El artículo 93 del Código Penal prescribe:
“La reparación comprende:
1. La restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor; y
2. La indemnización de los daños y perjuicios”.
Es en este contexto y teniendo en cuenta que la reparación civil se rige por el daño efectivamente
producido en los bienes jurídicos de terceros con motivo de la comisión del delito se debe requerir
un monto de reparación civil que sea proporcional al daño que se ha causado al Estado con la venta
de los tractores a un precio subvaluado y a los intereses que el monto perjudicado reporta a la fecha
como al daño que se ha producido al funcionamiento de la administración pública con la defraudación
de las expectativas sociales del comportamiento adecuado de sus funcionarios y servidores; por lo
que se debe requerir una reparación que sea proporcional a la inconducta y descrédito generado por
cada uno de los funcionarios lo que asciende a la suma de setenta mil nuevos soles que debe ser
asumida de manera solidaria por los acusados y cancelada a favor del Estado.
MEDIOS DE PRUEBA PARA SER ACTUADOS EN JUICIO
Testimoniales:
- Juan Alfonso Tam Córdova, director de la agencia agraria de Sánchez Carrión, quien será notificado
en su domicilio de Pekín N° 438-Urb. San Salvador-Trujillo.
- Carlos Antonio Urbina Farías, vigilante de la agencia agraria de La Libertad sede Trujillo, quien
será notificado en su domicilio de Montevideo N° 352-Urb. Sánchez Carrión-Trujillo.
- Florencio Gílmer Ramos García, responsable de tesorería de la Gerencia Regional Agraria, quien
será notificado en su domicilio de Manzana F lote 15- Urb. Huerta Bella-Trujillo.
- Gunther López Vela, director de la agencia agraria de Julcán, quien será notificado en su domicilio
de avenida Ramón Castilla Manzana C lote 6-Huanchaco.
- Héctor Gonzales Puelles, director de la agencia agraria de Ascope, quien será notificado en su
domicilio de Manzana A-9 lote 45-III Etapa de Manuel Arévalo.
- Luis Alberto Vergara Tuset, director de la agencia agraria de Otuzco, quien será notificado en su
domicilio de Túpac Yupanqui N° 608-Urb. Santa María-Trujillo.
- Jorge Emerso León Cedrón, administrativo de la agencia agraria de Ascope, quien será notificado
en su domicilio de José Tadeo Monagas N° 1124-Esperanza.
- Majer Ysaul Rivas Rodríguez, director de la agencia agraria de Santiago de Chuco, quien será
notificado en su domicilio de Avenida Gran Chimú N° 1390-Esperanza.

377
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

- Víctor Raúl Rodríguez Grados, administrativo de la agencia agraria de Santiago de Chuco, quien
será notificado en su domicilio de Mariscal Castilla N° 641-Santiago de Chuco.
- Claudia Gianina Silva Bringas, asesora legal de la gerencia regional de agricultura, quien será
notificado en su domicilio de Avenida Ricardo Palma N° 989-Urb. El Bosque-Trujillo.
- Joselito Concepción Ortiz Mostacero, responsable de la oficina de almacén de la gerencia regional de
agricultura, quien será notificado en su domicilio de edificio N° 09 dpto. 204-Urb. Monserrate-Trujillo.
- Elmer Daniel Vásquez Nicho, asesor legal del PMAAP, quien será notificado en su domicilio de
Ortega y Gasset N° 603-II etapa de la urb. Rázuri.
- Pedro Otoniel Morales Salazar, coordinador del PMAAP de la gerencia regional de agricultura,
quien será notificado en su domicilio de Las Esmeraldas N° 350 dpto. 401-Urb. Santa Inés-Trujillo.
- José Luis Julca Hashimoto, gerente regional de recursos naturales y gestión ambiental, quien será
notificado en su domicilio de Avenida 9 de octubre N° 533-Urb. Las Quintanas.
- Róger Nicolás Muguerza Plasencia, responsable de personal quien será notificado en su domicilio
de Leandro Albiña N° 363-Urb. San Fernando-Trujillo.
- Víctor Hugo Angulo Ugarte, auditor supervisor del gobierno regional de La Libertad, quien será
notificado en su domicilio de Callao N° 301-Urb. Víctor Larco-Buenos Aires.
- Shirley Nataly Collas Sagástegui, auditor del gobierno regional de La Libertad, quien será notificado
en su domicilio de Avenida Larco N° 1633 dpto. 502-Urb. Fátima.
- Sandra Ruiz Castañeda, auditor del gobierno regional de La Libertad, quien será notificado en su
domicilio de Manzana H lote 14-Urb. Los Cedros.
- Walter Chumbe Pisco, mecánico de la gerencia regional de agricultura, quien será notificado en su
domicilio de Lucio Seneca N° 129-Urb. La Noria.
- Clara Victoria Gutiérrez Acosta, supuesta compradora de tractores, quien será notificado en su
domicilio de Avenida Taylor N° 1379-Huancayo.
- Mayer Alcides Haro Rafael, consejero del Concejo Regional de La Libertad, quien será notificado
en su domicilio legal del local del Gobierno Regional de La Libertad.
- Badwer Santa Cruz Pardo, consejero del Concejo Regional de La Libertad, quien será notificado
en su domicilio legal del local del Gobierno Regional de La Libertad.
- Carlos Eduardo Guibert Gallardo, consejero del Concejo Regional de La Libertad, quien será
notificado en su domicilio legal del local del Gobierno Regional de La Libertad.
- Domingo Confesor Mauricio Ramos, que participó en la diligencia administrativa que determinó
el faltante de los tractores, y será notificado por intermedio de este Despacho.
- Javier Vilca Valverde, que participó en la diligencia administrativa que determinó el faltante de los
tractores, y será notificado por intermedio de este Despacho.
- Eulogio Jr. Pisfil Reátegui, que participó en la diligencia administrativa que determinó el faltante de
los tractores, y será notificado en su domicilio de Jr. Da Silva Nº 625 de la urbanización Primavera.
- César Augusto Guerra Chilón, que participó en la diligencia administrativa que determinó el faltante
de los tractores, y será notificado en su domicilio de la avenida 28 de julio Nº 213 del Distrito de Julcán.
- Jesús Alfredo Tello Moncada, por haber sido quien habría firmado el oficio requiriendo la remisión
de los tractores, y será notificado en su domicilio de Pedro Murillo Nº 1591 en el Distrito de La
Esperanza.
Documentales:
- Informe Técnico Nº 001-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA –y anexos–, fecha 11 de marzo de 2011, de
la comisión de investigación para esclarecer los hechos sobre supuesta venta irregular de maquinaria

378
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

agrícola por parte de la gerencia regional de agricultura de La Libertad, que corre de fojas 03 a 86.
- Actas de inspección ocular, a las agencias agrarias de Sánchez Carrión, Santiago de Chuco, Otuzco
y Julcán, que corre a fojas 310 a 313.
- Oficio Nº 9489-2010/SBN-GG, fecha 15 de octubre de 2010, del gerente general de la Superin-
tendencia de Bienes Estatales (SBN) Raúl Rivera Bustamante al gerente regional de agricultura,
en el que recomienda la baja y venta de bienes muebles de propiedad estatal, que corre a fojas 316.
- Memorándum Múltiple Nº 227-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 26 de octubre de 2010, del gerente
regional de agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta a los directores de las agencias agrarias y jefes
de las oficinas agrarias, requiriendo el inventario de los bienes correspondientes a la maquinaria
agrícola y agroindustrial de procedencia China que se encuentran en la Agencia a su cargo, que
corre a fojas 317.
- Oficio Nº 102-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 2 de noviembre de 2010, del director de la agencia
agraria de Bolívar Néstor Canchachi Vásquez al gerente regional de agricultura, en el que remite el
inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 318 a 319.
- Oficio Nº 234-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAO-D, fecha 4 de noviembre de 2010, del director de
la agencia agraria de Otuzco Luis Vergara al gerente regional de agricultura, en el que remite el
inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 320 a 321.
- Oficio Nº 320-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAJ, fecha 5 de noviembre de 2010, del director de la
agencia agraria de Julcán Gunther López Vela al gerente regional de agricultura, en el que remite el
inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 322 a 324.
- Oficio Nº 452-2010-GRLL-GGR-GRSA/AAA, fecha 8 de noviembre de 2010, del director de
la agencia agraria de Ascope Héctor Gonzales Puelles al gerente regional de agricultura, en el que
remite el inventario de maquinaria de procedencia China, que corre de fojas 325 a 326.
- Informe Nº 022-2010-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP, fecha 22 de noviembre de 2010, del asesor
legal del PMAAP Elmer Daniel Vásquez Nicho al coordinador del PMAAP, en el que recomienda
repotenciar la maquinaria que es materia de esta decisión que corre inserta en el Oficio Nº 9489-2010/
SBN-GC y de no ser así se debe de optar por la disposición final del material materia de la presente
propuesta, que corre de fojas 999 a 1000.
- Contrato de prestación de servicio entre la gerencia regional de agricultura del gobierno regional
La Libertad y la empresa corporación de negocios Loleksar S.R.L., fecha 24 de noviembre del
2010, entre el Director de la Oficina de Administración Juan Carlos Cabrera Merino y el señor Luis
Romero Ribbeck, siendo visado por la Oficina de Administración (Director), Logística y Control
Patrimonial, que corre de fojas 1001 a 1002.
- Informe Nº 005-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA-LOG-CP, fecha 26 de noviembre de 2010, de res-
ponsable del área de control patrimonial Luis García Alarco a la oficina de administración, en el que
eleva informe técnico legal de 11(once) tractores Shangai e implementos para baja y su disposición
final, que corre de fojas 331 a 343.
- Oficio N° 365-2010-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP, fecha 23 de noviembre de 2010, del coordinador
de la gerencia regional de agricultura Pedro Morales Salazar al gerente regional de agricultura, en
el que pone en conocimiento el Oficio N° 9489-2010/SBN-GC y el Informe N° 022-2010-GRLL-
GGR-GRSA/PMAAP, que corre a fojas 344.
- Memorándum Múltiple Nº 264-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 29 de noviembre de 2010, del ge-
rente regional de agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta a los Directores de las Agencias Agrarias,
en el que requiere la entrega de maquinaria agrícola Shanghai que se encuentren a su cargo, para su
traslado a la ciudad de Trujillo, que corre a fojas 345.

379
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

- Carta s/n –y anexos–, fecha 6 de diciembre de 2010, del gerente de la corporación LOLEKSAR
S.R.L. Luis Romero Ribbeck al director de la oficina de administración de la gerencia regional de
agricultura Juan Carlos Cabrera Merino, en el que remite el expediente técnico de tasación y loti-
zación de bienes en desuso para su venta firmado por el ing. Valeriano Máximo Huamán Adriano,
que corre de fojas 346 a 371.
- Resolución Gerencial Nº 295-2010-GRLL-GGR/GRSA –y anexo–, fecha 7 de diciembre de 2010,
firmado por el gerente regional de agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta, en el que resuelve
DISPONER LA BAJA, por razón de obsolescencia técnica y en desuso, de los bienes descritos en
el anexo 1 que forman parte de la presente Resolución, que corre de fojas 372 a 373.
- Memorándum Nº 099-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA, fecha 7 de diciembre de 2010, del director
Juan Carlos Cabrera Merino al responsable de la unidad de tesorería, en el que requiere recepcionar
por Caja, el importe correspondiente de la venta, según anexo adjunto, que corre de fojas 374 a 375.
- Comprobante de depósito N° 44939686, fecha 6 de diciembre de 2010, depositante Alexander
Gálvez Rondinel, por un monto de S/. 9 500 nuevos soles, que corre a fojas 376.
- Recibo de ingresos N° 0333, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Alexander Gálvez Ron-
dinel por la venta del Lote Nº 01-Ubicación: Agencia Agraria de Julcán, por un monto de S/ 9 500
nuevos soles, que corre a fojas 895.
- Comprobante de depósito N° 44941828, fecha 7 de diciembre de 2010, depositante Raúl Patiño
Gutiérrez, por un monto de S/. 9 000 nuevos soles, que corre a fojas 378.
- Recibo de ingresos N° 0334, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Raúl Patiño Gutiérrez por
la venta del Lote Nº 02- Ubicación: Agencia Agraria de Otuzco, por un monto de S/. 9 000 nuevos
soles, que corre a fojas 896.
- Comprobante de depósito N° 44941829, fecha 7 de diciembre de 2010, depositante Victoria Gu-
tiérrez Acosta, por un monto de S/. 8 500 nuevos soles, que corre a fojas 380.
- Recibo de ingresos N° 0335, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Victoria Gutiérrez Acosta
por la venta del Lote Nº 03- Ubicación: Agencia Agraria de Ascope-Sede, por un monto de S/. 8 500
nuevos soles, que corre a fojas 897.
- Comprobante de depósito N° 44941840, fecha 7 de diciembre de 2010, depositante Julio Rojas
Coronel, por un monto de S/. 8 500 nuevos soles, que corre a fojas 382.
- Recibo de ingresos N° 0336, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Julio Rojas Coronel por
la venta del Lote Nº04- Ubicación: Agencia Agraria de Santiago de Chuco, por un monto de S/. 8
500 nuevos soles, que corre a fojas 899.
- Comprobante de depósito N° 44941830, fecha 7 de diciembre de 2010, depositante Alexander
Gálvez Rondinel, por un monto de S/. 5 000 nuevos soles, que corre a fojas 384.
- Recibo de ingresos N° 0337, fecha 7 de diciembre de 2010, a nombre de Alexander Gálvez Rondinel
por la venta del Lote Nº 05- Ubicación: Agencia Agraria de Huamachuco-Bolívar, por un monto de
S/. 5 000 nuevos soles, que corre a fojas 898.
- Memorándum Nº 528-2010-GR-LL-PRE/GGR, fecha 20 de diciembre de 2010, del gerente general
regional Napoleón Vilca García al gerente regional de agricultura, en el que requiere, en término de
24 horas, un informe completo relacionado con la venta de chatarra efectuada por la gerencia que
dirige, que corre a fojas 620.
- Oficio Nº 030-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA, fecha 20 de diciembre de 2010, del responsable del
control patrimonial Luis García Alarco al gerente general empresa corporación de negocios y servi-
cios LOLEKSAR Luis Romero Ribbeck, en el que solicita se apersone a la gerencia regional, a fin
de que se sirva informar sobre la venta de tractores Shangai 504, que corre a fojas 387.

380
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

- Oficio Nº 2041-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 20 de diciembre de 2010, del gerente regional de


agricultura Wilfredo De La Cruz Villacorta a la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales-SNB,
en el que remite la documentación concerniente a la Baja de (11) Tractores Agrícolas de la Gerencia
Regional de Agricultura de La Libertad, que corre a fojas 388.
- Oficio 2060-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 22 de diciembre de 2010, del gerente regional de
agricultura Wilfredo De La Cruz Villacorta al gerente regional general, en el que alcanza Informe
Nº 01-2010-GRLL-GGR/GRSA respecto a la Venta de Chatarra, que corre a fojas 389.
- Informe Nº 01-2010-GRLL-GGR/GRSA, fecha 22 de diciembre de 2010, del gerente regional de
agricultura Wilfredo de la Cruz Villacorta al gerente general regional, en el que informa respecto a
la baja de maquinaria agrícola de procedencia China, que corre de fojas 390 al 392.
- Oficio Nº 273-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAO-D, fecha 20 de octubre de 2010, del director de la
agencia agraria de Otuzco Ing. Luis Vergara Tuset al gerente regional de agricultura, en el que remite
informe de traslado de maquinaria, que corre a fojas 393.
- Informe técnico Nº 016-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAO-D –y anexos–, fecha 20 de diciembre de
2010, del director de la agencia agraria de Otuzco Luis Vergara Tuset al gerente regional de agri-
cultura, en el que informa que Jesús Alexander Gálvez Rondinel se apersonó para transportar tres
tractores Shangai e implementos, que corre de fojas 394 al 396.
- Oficio Nº 373-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAJ, fecha 20 de diciembre de 2010, del director de la
agencia agraria de Julcán Gunther López Vela al gerente regional de agricultura, en el que informa
que entrega de dos tractores Shanghay con sus implementos, para su traslado a la ciudad de Trujillo,
que corre a fojas 397.
- Oficio Nº 0363-2010-GRLL-GGR/GRSA/AASC, fecha 20 de diciembre de 2010, del director de
la agencia agraria de Sánchez Carrión Juan Alfonso Tam Córdova al gerente regional de agricultura,
en el que remite el informe de retiro del tractor Shangai 504, que corre a fojas 398.
- Informe Nº 006-2010-GRLL-GGR-GRSA/AASC-DMR, fecha 20 de diciembre de 2010, del
responsable administrativo de la agencia agraria Sánchez Carrión Tec. Domingo Mauricio Ramos,
en el que informa que el responsable del Área de Control Patrimonial Luis García Alarco y Jesús
Gálvez Rondinel se encargaron del recojo del tractor e implementos, que corre de fojas 398 a 399.
- Oficio Nº 571-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAA, fecha 20 de diciembre de 2010, del director de la
agencia agraria de Ascope Héctor A. Gonzáles Puelles, en el que remite informa sobre la entrega de
tractor agrícola Shangai e implementos, que corre a fojas 400.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000058,
fecha 2 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de
control patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de un tractor
agrícola Shangai 504 y dos implementos agrícolas, que corre a fojas 401.
- Acta de entrega de tractor agrícola con sus implementos, fecha 03 de diciembre de 2010, con las
firmas de director de la agencia agraria de Ascope Héctor Gonzales Puelles y Jesús Gálvez Rondinel,
en el que da cumplimiento al memorándum múltiple N° 264-2010-GRLL-GGR/GRSA (entrega de
tractor e implementos), que corre a fojas 403.
- Oficio Nº 350-2010-GRLL-GGR/GRSA-AASCH/D, fecha 20 de diciembre de 2011, del director
de la agencia agraria de Santiago de Chuco Majer Y. Rivas Rodríguez, en el que remite el informe
sobre maquinaria agrícola Shangai, que corre a fojas 404.
- Informe Nº 006-2010-GRLL-GGR/GRSA-AASCH, fecha 20 de diciembre de 2010, remitido por el
TAP. agencia agraria Santiago de Chuco VÍCTOR RODRÍGUEZ GRADOS, en el que informa que
el responsable del Área de Control Patrimonial Luis García Alarco y el supuesto representante del
Ministerio de Agricultura Jesús Gálvez Rondinel se encargaron del recojo del tractor y motobomba,
que corre a fojas 405.

381
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000056,


fecha 01 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de
control patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia
agraria de Santiago de Chuco de un tractor agrícola Shangai 504, motobomba e implementos agrí-
colas, que corre a fojas 407.
- Pedido-comprobante de salida S/N , fecha 1 de diciembre de 2010, entregado al responsable del área
de control patrimonial Luis Felipe García Alarco de un motobomba serie 2655, que corre a fojas 408.
- Informe Nº 06-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA-ACP, fecha 27 de diciembre de 2010, del responsable
del área de control Patrimonial TAP. Luis Felipe García Alarco al gerente regional de agricultura
con copia al gerente general del gobierno regional, en el que rechaza contundentemente imputación
de ser responsable de desplazamiento irregular de tractores Shangay y otros, que corre a fojas 409.
- Informe Técnico Nº 001-2010-GRLL-GGR/GRSA-OA, fecha 30 de diciembre de 2010, del admi-
nistrador de la GRSA Juan Carlos Cabrera Merino al gerente general regional , en el que presenta
informe sobre baja y disposición final de bienes en desuso por obsolescencia y siniestro consistente
en maquinaria agrícola (tractores Shangai e implementos), que corre de fojas 410 a 412.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000056,
fecha 1 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de
control patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia
agraria de Santiago de Chuco de dos tractores agrícola Shangai 504, motobomba e implementos
agrícolas, que corre a fojas 413.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000057,
fecha 1 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de control
patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia agraria de
Sánchez Carrión de un tractor agrícola Shangai 504 e implementos agrícolas, que corre a fojas 414.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000058,
fecha 2 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de control
patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia agraria de
Ascope un tractor agrícola Shangai 504, motobomba e implementos agrícolas, que corre a fojas 415.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000059,
fecha 3 de diciembre de 2010, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de
control patrimonial y logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia
agraria de Otuzco de tres tractores agrícola Shangai 504 e implementos agrícolas, que corre a fojas 416.
- Papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales N° 0000060,
sin fecha, con el visto bueno de la oficina de administración, responsable de control patrimonial y
logística, a nombre de Jesús Gálvez Rondinel para el traslado de la agencia agraria de Julcán de dos
tractores agrícola Shangai 504 e implementos agrícolas, que corre a fojas 417.
- Oficio N° 087-2007-MDL/B, fecha 11 de setiembre de 2007, del alcalde de la municipalidad de
Longotea Wilson Araujo Sánchez al director regional de la dirección regional agraria de La Libertad,
en el que solicita convenio de afectación en uso de tractor agrícola Shangai 504, que corre a fojas 422.
- Convenio de cesión en uso y rehabilitación de maquinaria agrícola, fecha 7 de noviembre de 2007,
entre la dirección regional agraria La Libertad y la municipalidad distrital de Longotea, en el que la
dirección regional agraria se compromete a entregar un tractor agrícola Shangai y la municipalidad
a rehabilitarla para su uso, por un periodo de 12 meses, que corre a fojas 423.
- Oficio N° 001-2009-GRLL-GGR-GRSA-OA/OCP, fecha 8 de enero de 2009, del director de
administración de la gerencia regional de agricultura Luis Capristán Justiniano al coordinador del
programa de maquinarias agrícolas, agroindustriales y pesadas, en el que pone en conocimiento el
término de convenio de afectación en uso del tractor Shangai 504, que corre a fojas 424.

382
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

- Memorándum N° 014-2009-GRLL-GGR/GRSA, fecha 9 de enero de 2009, del gerente regional


de agricultura Walter Novoa Miranda al director de agencia agraria Bolívar, en el que requiere la
recuperación del tractor Shangai 504 con código N° 092 e implementos, que corre a fojas 425.
- Informe N° 010-2009-RLL-GGR-GRSA-AA-BOL/D, fecha 20 de febrero de 2009, del director de
la agencia agraria de Bolívar Marco Antonio Guevara Gonzales al gerente regional de agricultura,
en el que informa sobre el tractor Shangai 504-C-GGR-092, que corre a fojas 426.
- Informe N° 001-2009-GRLL-GRA-GRSA-AA-BOL/D, fecha 19 de febrero de 2009, del director de
la agencia agraria de Bolívar Marco Antonio Guevara Gonzales al gerente regional de agricultura, en
que informa la recuperación de tractor Shangai 504 con código N° 092, que corre de fojas 427 al 429.
- Oficio N° 049-2009-GRLL-GGR/GRSA/AAB/D, fecha 21 de octubre de 2009, del director de la
agencia agraria de Bolívar Carlos Samuel Chilco Floríndez al gerente regional de agricultura, en el
que informa situación de la maquina agrícola y agroindustrial que hay en la actualidad en la agencia
agraria de Bolívar, que corre a fojas 430.
- Informe N° 015-2009-GRLL/GGR/GRSA-AAB/D, fecha 21 de octubre de 2009, del director de la
agencia agraria de Bolívar Carlos Samuel Chilco Floríndez al gerente regional de agricultura, en el
que informa situación de maquinaria agrícola y agroindustrial-tractores Shangai 504 e implementos,
que corre de fojas 431 a 433.
- Oficio N° 091-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAB/D, fecha 19 de octubre de 2010, del director de la
agencia agraria de Bolívar Néstor Canchachi Vásquez al alcalde distrital de Longotea, en el que
solicita la devolución de tractor agrícola con implementos, que corre a fojas 434.
- Oficio N° 74-2010-MDL/A, fecha 2 de diciembre del 2010, del alcalde distrital de Longotea Wilson
Araujo Sánchez al director de la agencia agraria de Bolívar, en el que informa que el tractor agrícola
se encuentra en el centro poblado de San Vicente de Paúl, que corre a fojas 436.
- Acta de verificación in situ de comisión de investigadora de la supuesta venta irregular de los
tractores Shanghai, del 11 de febrero de 2010, a la agencia agraria de Bolívar, que corre a fojas 437.
- Oficio N° 324-2011-GRLL-GGR/GRSA, fecha 2 de marzo de 2011, del (e) gerente regional de
agricultura José Luis Julca Hashimoto al consejero regional Mayer Haro, en el que remite informa-
ción solicitada, que corre a fojas 441.
- Informe N° 005-2011-GRLL-GGR-GRSA-OA-LOG/CP, fecha 2 de marzo de 2011, del encargado
de control patrimonial Luis Felipe García Alarco al director de la oficina administrativa, en el que
informa la inexistencia de documentos de la venta directa de los tractores, contrato de servicios con
la empresa corporación de negocios Loleksar y que emitió las papeletas de autorización para su
desplazamiento, que corre de fojas 442 a 443.
- Estado de la cta. cte. N° 0741-041820, al 31 de diciembre de 2010, correspondiente al cliente
N° 024773-004 CTAR La Libertad Dirección Regional de Agraria fondos rotatorios, que corre a
fojas 894.
- Documentos presentados por el director de la agencia agraria de Julcán Gunther López Vela: Me-
morándum Múltiple Nº 227-2010-GRLL-GGR/GRSA: inventario de maquinaria de procedencia
China (recepcionada el 3 de noviembre de 2010), Memorándum Múltiple Nº 264-2010-GRLL-GGR/
GRSA: entrega de maquinaria agrícola Shangai e implementos (recepcionada el 3 de diciembre de
2010) y papeleta de autorización para desplazamiento interno-externo de bienes patrimoniales
N° 0000060: dos tractores e implementos (sin fecha), que corre de fojas 719 a 721.
- Documentos presentados por el director de la agencia agraria de Ascope Héctor Audias Gonzales
Puelles: Oficio N° 036-2011-GRLL-GRSA/AAA (recepcionada en febrero de 2011), Oficio N° 036-
2011-GRLL/OCI/EEGRA: requiere información sobre tractores Shangai e implementos(recepcionada
el 1 de febrero de 2011), Oficio Nº 571-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAA: remite informe sobre
entrega de tractores Shangai e implementos (recepcionada el 21 de diciembre de 2010) y

383
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Oficio N° 576-2010-GRLL-GGR-GRSA/AAA: maquinaria agroindustrial y agrícola dados de baja


(recepcionada el 23 de diciembre de 2010), que corre de fojas 727 a 731.
- Documentos presentados por el director de la agencia agraria de Otuzco Luis Alberto Vergara Tuset:
Oficio N° 016-2011-GRLL-GGR/GRSA/AAO-D en el que remite el Informe N° 01-2011-GRLL-
GG-GRSALL-AAO-D: estado de conservación de los tractores e implementos (recepcionada el 2 de
febrero de 2011) y Informe técnico Nº 016-2010-GRLL-GGR/GRSA/AAO-D: informe de traslado
de maquinaria y equipos, que corre de fojas 742 a 745.
- Informe N° 006-2011-2-5342 –y anexos– Gerencia regional de agricultura vendió irregularmente
once tractores Shangai e implementos de uso agrícola, incumpliendo normativa, fecha abril de 2011,
que corre de fojas 841 a 982.
- Oficio N° 342-2011-GRLL-GGR/GRSA, fecha 4 de marzo de 2011, del (e) gerente regional de
agricultura José Luis Julca Hashimoto a la procuradora pública del gobierno regional, en el que
remite Informe N° 06-2011-GRLL-GGR.GRSA/PMAAP –y anexos–, que corre de fojas 983 a 992.
- Oficio N° 208-2010-GRLL-GGR-GRSA –y anexos–, fecha 10 de febrero de 2011, del (e) gerente
regional de agricultura José Luis Julca Hashimoto a la gerente regional de asesoría jurídica
regional, en el que da respuesta a la supuesta falsedad de documento remitido y remite Informe
N° 04-2011-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP-EDVN, que corre de fojas 924 a 926 (Tomo V).
- Oficio N° 102-2011-GR-LL/GGR-GRAJ, fecha 24 de enero de 2011, de la gerente regional de
asesoría Kelly Janet Vera Vásquez al gerente general de agricultura, en el que solicita información
respecto de supuesta falsedad de documentos remitidos a su despacho, que corre a fojas 927 (Tomo V).
- Oficio N° 168-2011-GR-LL/GGR-GRAJ, sin fecha, de la gerente regional de asesoría Kelly Janet
Vera Vásquez al coordinador del programa agrícola, agroindustrial y pesada (PMAAP), en el que
solicita remita información respecto de supuesta falsedad de documento remitido a la gerencia
regional de agricultura, que corra a fojas 928 (Tomo V).
- Boletas de venta del N° 001884 al 001898 (de enero a agosto de 2011), de la dirección regional
agraria-agencia agraria Julcán, por horas de arado de terreno (tractor Shangai e implementos), que
corre de fojas 940 a 954 (Tomo V).
- Informe Tractores Shangai, fecha 9 de febrero de 2011, del guardia de maquinarias pesadas-turno
tarde al coordinador del programa maquinarias agrícolas, agroindustriales pesadas, en el que informa
sobre la salida del tractor Shangai, el cual corre a fojas 1000 (Tomo V).
- Oficio N° 053-2011-GRLL-GGR-GRSA/PMAAP, fecha 10 de febrero de 2011, del coordinador
de PMAAP Pedro Morales Salazar al director de la oficina de administración, en el que comunica
respuesta a documento, que corre a fojas 1001.
- Resolución N° 29-2005/SBN, fecha 16 de junio de 2005, de la Superintendente de Bienes Nacio-
nales Aída Amézaga Menéndez, en el que Aprueba la directiva N° 002-2005/SBN “Procedimiento
para la venta de los bienes muebles dados de baja por las entidades públicas”, que corre a fojas
1111 (Tomo VI).
- Directiva N° 002-2005/SBN “Procedimiento para la venta de los bienes muebles dados de baja por
las entidades públicas”, que corre de fojas 1112 a 1115 (Tomo VI).
- Oficio N° 612-2011/SBN-DGPE-SDS, fecha 18 de enero de 2011, del jefe de patrimonio mobiliario
Elard Salazar La Rosa al gerente regional de agricultura, en el que da la conformidad de baja de
bienes muebles, que corre a fojas 1142 (Tomo VI).
- Oficio N° 1497-2011-GRLL-GGR/GRSA, fecha 12 de octubre del 2011, del (e) gerente general
de agricultura Dacio Muñoz Alva al fiscal provincial titular, en el que remite comprobantes
de pago por comisión de servicios de Luis Felipe Garcia Alarco, que corre de fojas 1357 a
1392 (Tomo VI).

384
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

- Oficio N° 1492-2011-GRLL-GGR-GRSA, fecha 11 de octubre de 2011, del (e) gerente general de


agricultura Dacio Muñoz Alva al fiscal provincial titular, en el que remite contrato original con la
empresa Lokeksar del 24 de noviembre de 2010, que corre de fojas 1393 a 1395 (Tomo VI).
- Oficio N° 2695-2011-GGR/GRAJ, fecha 12 de octubre de 2011, de la gerente general de asesoría
jurídica al gerente general regional, en el que remite Oficio N° 225-2010-GR-LL/GGR-GRAJ: in-
forma sobre supuesta falsedad del documento presentado a la Superintendencia de Bienes Estatales,
que corre de fojas 1424 a 1425 (Tomo VI).
- Oficio N° 1511-2011-GRLL-GGR-GRSA, fecha 14 de octubre de 2011, del (e) gerente general de
agricultura Dacio Muñoz Alva al gerente general regional, en el que remite información solicitada,
que corre a fojas 1426 (Tomo VI).
- Oficio N° 11215-2011/SBN-DGPE –y anexos–, fecha 3 de noviembre de 2011, del director(e) de
gestión del patrimonio estatal Duilio Dante Quequezana Linares al fiscal provincial titular, en el
que manifiesta que la firma del Oficio N° 9849-2010/SBN-GG no corresponde al señor Raúl Rivera
Bustamante, que corre de fojas 1441 a 1448 (Tomo VI).
- Oficio N° 1732-2011-GRLL-GGR/GRSA, fecha 1 de diciembre de 2011, del (e) gerente general
de agricultura Dacio Muñoz Alva al fiscal provincial titular, en el que remite documentos (viáticos-
rendición de cuentas y permisos-autorizaciones de desplazamiento de Luis Felipe García Alarco),
que corre de fojas 1511 a 1602 (Tomo VI).
- Acta de recepción de grafías, firma y huellas digitales, fecha 12 de diciembre de 2011, de Clara
Victoria Gutiérrez Acosta identificada con DNI N° 20036674, que corre a fojas 1632 (Tomo VI)
- Carta EF/92.0741 N° 505-2012 –y anexo–, fecha 1 de marzo de 2012, de la apoderada general-
administrativa del Banco de la Nación-sucursal A Trujillo al fiscal provincial titular, en el que remite
adjunto el estado de cuentas del mes de diciembre 2010 correspondiente a la cuenta corriente
00-741-041820 a nombre del CTAR La Libertad dirección regional agraria fondos rotatorios, que
corre de fojas 1870 a 1871 (Tomo VI).
tractores chasis más implementos.
- Impresión de consulta en línea de fichas RENIEC de las personas de Raúl Patiño Gutiérrez, Victoria
Gutiérrez Acosta, Julio Rojas Coronel y Raúl Elías Vidal Valladolid.
OTROSÍ DIGO: Los acusados se encuentra sometidos a comparecencia con restricciones.
SEGUNDO OTROSÍ: Por las razones expuestas en los fundamentos de la acusación respecto
de la plena acreditación de los hechos materia de imputación, de la gravedad de la pena probable
a imponer en sede de sentencia condenatoria y en razón de ello, conjuntamente con la falta de
reparación espontánea del daño causado, al haberse incrementado el peligro procesal de rehuir a la
acción de la justicia; REQUIERO LA VARIACIÓN O MODIFICATORIA DE LA MEDIDA
DE COERCIÓN ORDENADA PARA QUE SE IMPONGA UNA CAUCIÓN DINERARIA A
LOS ACUSADOS en el siguiente modo: Para Wilfredo Enrique De La Cruz Villacorta, Juan
Carlos Cabrera Merino, Luis Roberto Romero Ribbeck y Luis Felipe García Alarco la suma de
7,000 nuevos soles; Jesús Alexander Gálvez Rondinel la suma de 20,000 nuevos soles; y Valeriano
Máximo Huamán Adriano la suma de 3,500 nuevos soles.
TERCER OTROSÍ: Habiendo presentado constancias de notificación Wilfredo Enrique De La Cruz
Villacorta suscritas por Julio Vásquez Rodríguez donde se dejaría constancia de que la Resolución
Gerencial Nº 295-2010-GRLL-GGR/GRSA fue notificada con fecha 17 de diciembre de 2012;
TÓMESE COPIAS FÓRMESE EL CUADERNO CORRESPONDIENTE E INGRÉSESE AL
SISTEMA PARA SU ASIGNACIÓN.-
CUARTO OTROSÍ: Bajo el amparo del literal d. (no existe razonablemente la posibilidad de
incorporar nuevos datos a la investigación y no haya elementos de convicción suficientes para

385
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputado) del numeral 2 del artículo 344 del CPP
2004; REQUIERO EL SOBRESEIMIENTO DE LA CAUSA formalizada contra WILFREDO
ENRIQUE DE LA CRUZ VILLACORTA en calidad de AUTOR del delito de USO DE DOCU-
MENTO PÚBLICO FALSIFICADO (previsto en el segundo párrafo del artículo 427 del Código
Penal) en agravio del Estado; lo cual hago en razón de los siguientes fundamentos:
PRIMERO
HECHOS IMPUTADOS Y CALIFICACIÓN JURÍDICA
Se atribuyó a Wilfredo Enrique De La Cruz Villacorta haber utilizado el Oficio N° 9489-2010/
SBN-GG –cuyo contenido no es verdadero–, incurriendo en el delito de uso de documento público
falsificado, de acuerdo a la descripción típica prevista en el segundo párrafo del artículo 427 del
CP en concordancia con el primero, que prescribe: ”El que hace, en todo o en parte, un documento
falso o adultera uno verdadero que pueda dar origen a derecho u obligación o servir para probar un
hecho, con el propósito de utilizar el documento, será reprimido, si de su uso puede resultar algún
perjuicio, con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de diez años y con treinta a noventa
días-multa si se trata de un documento público, registro público, título auténtico o cualquier otro
trasmisible por endoso o al portador y con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de
cuatro años, y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa, si se trata de un documento
privado. El que hace uso de un documento falso o falsificado, como si fuese legítimo, siempre que
de su uso pueda resultar algún perjuicio, será reprimido, en su caso, con las mismas penas”.
SEGUNDO
PRESUNCIÓN DE INOCENCIA, PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD
Y EXIGENCIAS DE ACREDITACIÓN DEL HECHO PARA EMITIR DICTAMEN
ACUSATORIO
Entre los principios sobre los que se estructura el proceso penal de los estados occidentales contem-
poráneos, uno de los más importantes es el de presunción de inocencia [habiéndose llegado a decir
que se trata de la “primera y fundamental garantía que el procedimiento asegura al ciudadano”], tan
es así que ha sido reconocido expresamente en la Constitución de 1993 como derecho fundamental
de la persona humana, entendiéndose, por tanto, su observancia como una condición indispensable
para el respeto de la dignidad humana [fin supremo de la sociedad y el Estado].
En este sentido, el artículo 2, inciso 24, apartado e), de la Constitución Política del Estado de 1993,
prescribe expresamente: “Toda persona es considerada inocente mientras no se haya declarado
judicialmente su responsabilidad”.
Que se trata de una de las garantías más importantes del proceso penal contemporáneo, queda en
evidencia cuando se repara en que la presunción de inocencia es uno de los pocos derechos que
se reconocen de manera uniforme en las normas procesales penales del mundo occidental y que
se encuentra reconocido en la generalidad de Instrumentos Internacionales de Derecho Humanos.
Por exigencia de esta garantía, el imputado ingresa al proceso penal con la condición jurídica formal
de inocente, la que únicamente podrá ser enervada o destruida, propiciándose una condena legítima,
cuando se haya realizado una actividad probatoria mínima que genere en el juzgador un estado
intelectual de certeza [como consecuencia de la valoración empleando el método de la sana crítica,
criterio de conciencia o crítica racional de los medios probatorios recogidos] respecto a que efecti-
vamente se han producido en la realidad los hechos que se encuentran descriptos en una norma penal
como criminales por parte de los sujetos que durante el proceso han tenido la calidad de imputados[1].

[1] Por todos, ASENCIO MELLADO, José María. “La prueba. Garantías constitucionales derivadas del artículo 24.2”, en Poder Judi-
cial Nº 04. Madrid, 1986, p. 34.

386
Formulación de cargos penales e imputación necesaria

En este contexto y de conformidad con la lógica del nuevo proceso penal, la doctrina contemporánea
señala que el Ministerio Público solo debe formular acusación cuando se encuentre convencido de
que cuenta con los medios probatorios que resulten necesarios y suficientes para en su día, en
sede de acto de juzgamiento, convencer al órgano jurisdiccional que el hecho objeto del proceso
penal se ha producido; obteniendo, a consecuencia de ello, una sentencia condenatoria. En los
casos en que ello no sea posible, en un proceder respetuoso de los derechos fundamentales de
las personas es no formular acusación. Siendo así que algún autor ha señalado que el fiscal “no
puede ir a juicio de pesca”.
En este sentido, el literal d. del numeral 2 del artículo 344 del CPP 2004 prescribe como una de
las causales del requerimiento de sobreseimiento que el fiscal haya llegado a la convicción de que:
“no existe razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos datos a la investigación y no haya
elementos de convicción suficientes para solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputado”.
Esta fórmula, que consagra como causal de sobreseimiento el “pronóstico negativo de éxito” en
sede de juzgamiento es consecuencia de las exigencias que le formula a la persecución penal formal
el principio de proporcional (en su manifestación de requisito de idoneidad), de trascendental im-
portancia para nuestro ordenamiento jurídico y para los modelos de sociedad y Estado que nuestra
Constitución Política de 1993 propugna.
Es que si bien no existe norma constitucional alguna que consagre de manera expresa una exigencia de
proporcionalidad en la actuación de los funcionarios jurisdiccionales penales (como parte del Estado
que son), el Tribunal Constitucional ha señalado en repetidas oportunidades la necesidad y obligato-
riedad de que el poder estatal, y en él el de naturaleza penal, deba ser ejercido con proporcionalidad.
Por solo mencionar un ejemplo, la exigencia de proporcionalidad ha sido desarrollada ampliamente
por el máximo intérprete de nuestra Norma Fundamental en la sentencia recaída en el Exp. Nº 0012-
2006-PI/TC-LIMA. COLEGIO DE ABOGADOS DE LIMA, en la cual señala:
“El principio de proporcionalidad se constituye en un mecanismo jurídico de trascendental impor-
tancia en el Estado Constitucional y como tal tiene por función controlar todo acto de los poderes
públicos en los que puedan verse lesionados los derechos fundamentales, entre otros bienes consti-
tucionales. Como tal, el principio de proporcionalidad se encuentra contenido en el último párrafo
del artículo 200 de la Constitución, por lo que teniendo en cuenta los principios de unidad de la
Constitución y de concordancia práctica, según los cuales la interpretación de la Constitución debe
estar orientada a considerarla como un todo armónico y sistemático a partir del cual se organiza el
sistema jurídico, evitándose en todo caso las contradicciones, entonces debe entenderse que cuando
los poderes públicos pretendan la limitación de los derechos fundamentales o la imposición de
sanciones, entre otros aspectos, deben observar el principio de proporcionalidad. 32. Debido a la
propia naturaleza del principio de proporcionalidad (es un mecanismo de control), su afectación
siempre va a estar relacionada con la afectación de un derecho fundamental o un bien constitucional
(en tanto estos últimos son fines en sí mismos). En otros términos, si se determina que una medida
estatal es desproporcionada no se está afectando solamente el principio de proporcionalidad, sino
principalmente el derecho fundamental o bien constitucional comprometido en la referida medida
estatal. El principio de proporcionalidad, en tanto presupuesto de necesaria evaluación por parte
de los poderes públicos cuando pretendan limitar un derecho fundamental, exige examinar adecua-
damente los siguientes subprincipios: a) si la medida estatal que limita un derecho fundamental es
idónea para conseguir el fin constitucional que se pretende con tal medida; b) si la medida estatal
es estrictamente necesaria; y, c) si el grado de limitación de un derecho fundamental por parte de
la medida estatal es proporcional con el grado de realización del fin constitucional que orienta la
medida estatal”.
Habiéndose explicado en la misma Sentencia respecto del requisito de idoneidad que esta: “Exige, en
primer término, la identificación de un fin de relevancia constitucional, y, una vez determinado tal fin,

387
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

verificar si la medida legislativa es idónea o adecuada para lograr tal fin. En cuanto a lo primero, se
debe verificar la existencia de un fin de relevancia constitucional en la medida legislativa penal que
limita un derecho fundamental (…). Sobre lo segundo, este Colegiado ha sostenido que la idoneidad
consiste en la relación de causalidad, de medio a fin, entre el medio adoptado, a través de la interven-
ción legislativa, y el fin propuesto por el Legislador. Se trata del análisis de una relación medio-fin”.
Es en este marco que se debe señalar que ordenar peticionar la realización de un juicio oral contra
los imputados a pesar de existir un pronóstico negativo de éxito en la persecución resultaría con-
tradictorio con la exigencia de idoneidad contenida en el principio de proporcionalidad, en tanto
significa dar lugar a la serie de restricciones para el imputado que implica el juzgamiento (contando
en ello el ser sometido al escarnio público) cuando de inicio se sabe con certeza que no se habrá de
conseguir los elementos de acreditación que permitan que el juez de juzgamiento pueda emitir una
sentencia condenatoria. En este caso –el de pronóstico negativo de éxito–, si bien efectivamente
nos encontramos ante un fin de relevancia constitucional, la decisión fiscal no resulta idónea para
lograr el fin de una persecución penal exitosa, sino que se muestra como una injerencia estatal en
los derechos de los imputados carente de utilidad; y por lo tanto inadmisible.
En el tema de los datos fácticos que hacen que se tenga que concluir en la falta de pronóstico positivo
de éxito en la persecución penal se debe mencionar como de gran importancia el hecho de que no se
haya logrado recolectar medios probatorios que más allá de las sospechas existentes acrediten que
fue específicamente De La Cruz Villacorta quien hizo uso del documento.
Trujillo, junio 25 de 2011
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
Público

388
SEGUNDA PARTE
Decisiones fiscales
INADMISIBILIDAD DE DENUNCIA

017 INADMISIBILIDAD DE DENUNCIA POR AUSENCIA DE UNA NARRACIÓN


MÍNIMAMENTE DETALLADA DE LOS HECHOS
“Si se pretendiera que el Ministerio Público inicie una investigación de oficio
–de conformidad con su rol constitucional de titular de la persecución penal
pública–, ocurre que la denuncia presentada adolece de serias deficiencias que
no solo hacen que no se pueda tener por cumplido el requisito de ‘una narra-
ción detallada y veraz de los hechos’ que exige el numeral 1 del artículo 328
del CPP 2004, sino que generan que no se cuente con un supuesto de hecho
que pueda orientar el inicio de diligencias preliminares de investigación. Ello
es así en razón a que por toda información fáctica la denuncia de parte señala ‘he-
mos tomado conocimiento Sr. fiscal, que la Sra. Jakeline Morey Saldaña tie-
ne en su poder varias botellas de bebidas gaseosas de agua, que contienen
‘cuerpos extraños’ y pretende introducirlas al mercado y comoquiera que ello
puede perjudicar la salud de los consumidores que adquieran dicho produc-
to y perjudicar de esta manera el prestigio e imagen de la empresa Ajeper,
solicito prevenir la comisión de dichos delitos a fin de evitar la configuración
de los delitos contra la salud pública’; sin que se consigne información básica
para dotar de un mínimo de razonabilidad a una posible decisión de inicio de
diligencias preliminares de investigación. En este sentido, no se consigna, por
ejemplo, en qué lugar la denunciada habría incurrido en el comportamien-
to materia de notitia criminis o en qué lugar se encontrarían las botellas con
agua conteniendo ‘cuerpos extraños’. En caso de proceder de oficio ante la
denuncia presentada, el Ministerio Público tendría que iniciar una irracional
búsqueda para saber en qué lugar de la provincia y cuándo se habría incurrido
en el supuesto hecho delictivo, cosa que desde ningún punto de vista resulta
exigible, más aún cuando incluso no existe ninguna seguridad respecto de la
identidad de la persona contra la que se debería dirigir la persecución penal,
pues de la consulta en línea realizada a la base de datos del Reniec resulta
que no existe persona que responda al nombre de Jakeline Morey Saldaña”.

INADMISIBILIDAD DE DENUNCIA DE PARTE


Código de Carpeta Fiscal N° 7108-2008
Disposición N° 01:
Dado cuenta: Con la carpeta asignada al suscrito después de haber sido resuelta por la Fiscalía
Superior decana la contienda de competencia generada entre la Primera Fiscalía de Prevención del

391
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Delito y la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo; y CONSIDERANDO: PRI-


MERO: No obstante que el numeral 1 del artículo 326 del CPP 2004 prescribe: “Cualquier persona
tiene la facultad de denunciar los hechos delictuosos ante la autoridad respectiva, siempre y cuando
el ejercicio de la acción penal para perseguirlos sea público”; el numeral 1 de su artículo 328 esta-
blece: “Toda denuncia debe contener la identidad del denunciante, una narración detallada y veraz
de los hechos, y –de ser posible– la individualización del presunto responsable”; y, en seguida, el
numeral 2 del mismo artículo que: “La denuncia podrá formularse por cualquier medio. Si es escri-
ta, el denunciante firmará y colocará su impresión digital. Si es oral se sentará el acta respectiva”;
SEGUNDO: En el presente caso no obstante haber contado con la asesoría de abogado (Dr. Carlos
Uriarte Medina), el mismo que ha firmado y estampado su sello autorizando el escrito correspon-
diente, el denunciante no ha cumplido con el requisito contenido en el numeral 2 del artículo 328
del CPP 2004, glosado en el considerando anterior, no figurando consignada huella digital alguna en
la denuncia de parte. Este hecho, por sí solo, torna inadmisible la notitia criminis trasladada por el
ciudadano Gerardo Alí Irigoyen Mejía; TERCERO: Pero lo dicho en el considerando anterior no es
lo más importante, sino que, incluso si se pretendiera que el Ministerio Público inicie una investiga-
ción de oficio –de conformidad con su rol constitucional de titular de la persecución penal pública–,
ocurre que la denuncia presentada adolece de serias deficiencias que no solo hacen que no se pueda
tener por cumplido el requisito de “una narración detallada y veraz de los hechos” que exige el nu-
meral 1 del artículo 328 del CPP 2004, sino que generan que no se cuente con un supuesto de hecho
que pueda orientar el inicio de diligencias preliminares de investigación. Ello es así en razón a que
por toda información fáctica la denuncia de parte señala “hemos tomado conocimiento Sr. fiscal,
que la Sra. Jakeline Morey Saldaña tiene en su poder varias botellas de bebidas gaseosas de agua,
que contienen ‘cuerpos extraños’ y pretende introducirlas al mercado y como quiera que ello puede
perjudicar la salud de los consumidores que adquieran dicho producto y perjudicar de esta manera
el prestigio e imagen de la empresa Ajeper, solicito prevenir la comisión de dichos delitos, a fin de
evitar la configuración de los delitos contra la salud pública”; sin que se consigne información bá-
sica para dotar de un mínimo de razonabilidad a una posible decisión de inicio de diligencias preli-
minares de investigación. En este sentido, no se consigna, por ejemplo, en qué lugar la denunciada
habría incurrido en el comportamiento materia de notitia criminis o en qué lugar se encontrarían las
botellas con agua conteniendo “cuerpos extraños”. En caso de proceder de oficio ante la denuncia
presentada, el Ministerio Público tendría que iniciar una irracional búsqueda para saber en qué lugar
de la provincia y cuándo se habría incurrido en el supuesto hecho delictivo, cosa que desde ningún
punto de vista resulta exigible; más aún cuando incluso no existe ninguna seguridad respecto de la
identidad de la persona contra la que se debería dirigir la persecución penal, pues de la consulta en
línea realizada a la base de datos del Reniec resulta que no existe persona que responda al nombre
de Jakeline Morey Saldaña; POR LO QUE: SE DISPONE: DECLARAR INADMISIBLE la de-
nuncia presentada por Gerardo Alí Irigoyen Mejía en representación de Ajeper S.A. - filial Trujillo,
en contra de Jakeline Morey Saldaña; por la presunta comisión del DELITO DE ADULTERA-
CIÓN DE SUSTANCIAS DESTINADAS AL USO PÚBLICO (previsto en el artículo 287 del
Código Penal); Notificándose a las partes interesadas; Contando con un plazo de 5 días el denun-
ciante para requerir la elevación de los actuados a efectos de lograr la revisión por parte del fiscal
superior competente de la decisión de inadmisibilidad tomada por el suscrito; ARCHIVÁNDOSE
en el modo de Ley en caso que no se presente dicho pedido de elevación.-
Trujillo, enero 9 de 2009.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

392
Decisiones fiscales

DILIGENCIAS PRELIMINARES DE INVESTIGACIÓN

018 INCORPORACIÓN DE OFICIO A UN INVESTIGADO QUE NO HA SIDO DE-


NUNCIADO
“Con la denuncia presentada contra Flaviano Guillermo Sandoval Córdova
por Héctor Hildeck Maldonado Montalvo en representación de la Contraloría
General de la República indicando la presunta comisión del delito de apro-
vechamiento indebido de cargo; y CONSIDERANDO: PRIMERO: Los hechos
puestos en conocimiento de este Ministerio Público tienen una importan-
te apariencia de haber sucedido en la realidad, adecuándose, sin embargo,
al tipo penal de colusión previsto en el artículo 384 –y no al de aprovecha-
miento indebido de cargo o negociación incompatible previsto en el artículo
399 del Código Penal, que ha sido denunciado por la Contraloría General de
la República–; por lo que resulta principalmente necesario otorgar a los de-
nunciados la posibilidad de ejercitar su derecho de defensa, además de com-
plementar la información que acompaña el escrito de denuncia; SEGUNDO:
En tanto el delito de colusión es uno de encuentro (el funcionario público se
colude con un extraneus - interesado en la contratación) las investigaciones
deben incluir como imputado a la persona de Nelson Grover Angulo Vereau”.

DILIGENCIAS PRELIMINARES DE INVESTIGACIÓN


Código de Carpeta Fiscal N° 81-2011
Disposición N° 01:
Fiscal responsable: Constante Carlos Ávalos Rodríguez
Dado cuenta: Con la denuncia presentada contra Flaviano Guillermo Sandoval Córdova por Héc-
tor Hildeck Maldonado Montalvo en representación de la Contraloría General de la República indi-
cando la presunta comisión del delito de aprovechamiento indebido de cargo; y CONSIDERAN-
DO: PRIMERO: Los hechos puestos en conocimiento de este Ministerio Público tienen una im-
portante apariencia de haber sucedido en la realidad, adecuándose, sin embargo, al tipo penal de
colusión previsto en el artículo 384 –y no al de aprovechamiento indebido de cargo o negociación
incompatible previsto en el artículo 399 del Código Penal, que ha sido denunciado por la Contra-
loría General de la República–; por lo que resulta principalmente necesario otorgar a los denuncia-
dos la posibilidad de ejercitar su derecho de defensa, además de complementar la información que
acompaña el escrito de denuncia; SEGUNDO: En tanto el delito de colusión es uno de encuentro
(el funcionario público se colude con un extraneus interesado en la contratación) las investigacio-
nes debe incluir como imputado a la persona de Nelson Grover Angulo Vereau; POR LO QUE:
SE DISPONE: INICIAR DILIGENCIAS PRELIMINARES DE INVESTIGACIÓN por el
PLAZO DE 50 DÍAS HÁBILES (al tener que notificarse al investigado y testigos que domicilian
en lugares apartados); debiéndose realizar los siguientes actos: 1) Requiérase el levantamiento del
secreto bancario de los investigados, de la persona jurídica Agroinversiones Libertad S.R.L. y de
la Municipalidad Provincial de Pataz para determinar la operaciones bancarias o financieras que se
realizaron en los meses de marzo, abril y mayo de 2008, debiendo incluir en la información que se

393
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

brinde especialmente el nombre de las personas que efectuaron depósitos en las cuentas que los in-
vestigados tuviesen, del mismo modo que los lugares días y horas en que se cobraron los cheques
emitidos por dichas personas o por Agroinversiones Libertad S.R.L. y la Municipalidad Provincial
de Pataz; 2) Requerir al alcalde de la Municipalidad Provincial de Pataz para que de modo urgen-
te remita a este despacho informe documentado respecto de las actuales condiciones de operativi-
dad de los camiones volquetes adquiridos mediante la Adjudicación por Exoneración N° 001-2008
CE-MPP; 3) Requiérase los antecedentes judiciales y penales de los investigados; 4) Recíbanse las
declaraciones de los investigados Flaviano Guillermo Sandoval Córdova y Nelson Grover Angulo
Vereau en este despacho a las 07:30 y 09:30 del lunes 4 de julio de 2011 en las instalaciones de la
oficina 602 del local del Ministerio Público - Sede Trujillo, quienes deberán concurrir con el abo-
gado defensor de su selección; haciendo de su conocimiento que: a) la denuncia y sus recaudos se
encuentran a su disposición en este Despacho para la consulta de su parte o del abogado defensor
que acredite; así como para la obtención de las copias xerográficas que le permitan preparar con la
debida antelación su defensa; b) el artículo 336 del CPP 2004 señala en su numeral 4: “El Fiscal, si
considera que las diligencias actuadas preliminarmente establecen suficientemente la realidad del
delito y la intervención del imputado en su comisión, podrá formular directamente acusación”; por
lo que es de crucial importancia su apersonamiento a la presente a efectos de que pueda ejercitar
realmente su derecho de defensa, prestando su declaración y solicitando la realización de los actos
de investigación que considera favorezcan su posición; c) Que el investigado no concurra a la inves-
tigación preliminar, a la citación que se le realiza o no ejercite su derecho de defensa no impide la
continuación de persecución penal; siendo que en este estadio del proceso el Ministerio Público no
se encuentra obligado a realizar nuevas citaciones; 5) Recíbanse las declaraciones testimoniales de
Agapito Sánchez Romero, Genaro Gámez Iparraguirre y Mamerto Villanueva Infante en este des-
pacho a las 10:00, 12:30 y 14:30 p.m. del lunes 4 de julio de 2011 en las instalaciones de la oficina
602 del local del Ministerio Público - Sede Trujillo; haciendo de su conocimiento que de acuerdo al
numeral 1 del artículo 163 del CPP 2004: “Toda persona citada como testigo tiene el deber de con-
currir, salvo las excepciones legales correspondientes, y de responder a la verdad a las preguntas
que se le hagan. La comparecencia del testigo constituirá siempre suficiente justificación cuando
su presencia fuere requerida simultáneamente para dar cumplimiento a obligaciones laborales, edu-
cativas o de otra naturaleza y no le ocasionará consecuencias jurídicas adversas bajo circunstancia
alguna”; que el numeral 3 del artículo 337 del mismo cuerpo normativo prescribe que: “El fiscal
puede: a) Disponer la concurrencia del imputado, del agraviado y de las demás personas que se en-
cuentren en posibilidad de informar sobre circunstancias útiles para los fines de la investiga-
ción. Estas personas y los peritos están obligados a comparecer ante la fiscalía, y a manifestarse
sobre los hechos objeto de investigación o emitir dictamen. Su inasistencia injustificada determi-
nará su conducción compulsiva”; siendo que el numeral 1 del artículo 66 establece: “En caso
de inconcurrencia a una citación debidamente notificada bajo apercibimiento, el Ministerio
Público dispondrá la conducción compulsiva del omiso por la Policía Nacional”; no solo ello,
sino que el Código Penal considera como delito el hecho de no obedecer el mandato emitido por un
funcionario en ejercicio de sus atribuciones; POR LO QUE LA CITACIÓN A Agapito Sánchez
Romero, Genaro Gámez Iparraguirre y Mamerto Villanueva Infante SE HACE BAJO APERCIBI-
MIENTO DE SU CONDUCCIÓN COMPULSIVA Y DE INICIAR PERSECUCIÓN PENAL
EN SU CONTRA en caso de no acatar el presente mandato fiscal; 6) Requiérase por intermedio de
Secretaría de Fiscalía de la Nación reporte de los bienes, acciones y derechos que tienen inscritos
los investigados y Agroinversiones Libertad S.R.L. desde marzo de 2008 hasta la fecha en la Su-
perintendencia de Registros Públicos.-
Trujillo, junio 9 de 2011
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
de La Libertad

394
Decisiones fiscales

019 MODELO DE DILIGENCIAS PRELIMINARES ENCAMINADAS A LA FORMU-


LACIÓN DE ACUSACIÓN DIRECTA
DISPONE DILIGENCIAS PRELIMINARES DE INVESTIGACIÓN
Código de Carpeta Fiscal N° 270-2011
Fiscal responsable: Constante Carlos Ávalos Rodríguez
Disposición N° 01:
I. DEL ORIGEN DEL PRONUNCIAMIENTO:
La notitia criminis trasladada por el Séptimo Juzgado de Paz Letrado de Trujillo consiste en que:
En el Expediente N° 1859-2008, con fecha 24 de agosto de 2009, se ha emitido sentencia ordenando
a Víctor Hildebrando Flores Ramos concurrir con una pensión alimenticia adelantada y mensual de
180 nuevos soles en favor de su menor hijo Milton Víctor Flores Campos; no habiendo cumplido
con realizar dicha persona los pagos ordenados desde agosto de 2008 hasta mayo de 2010, lo cual
ha generado que se apruebe una liquidación de pensiones alimenticias devengadas por el importe
de 4,024.74 nuevos soles.
Habiéndose emitido la resolución aprobatoria concediéndosele el plazo de 03 días para que cum-
pla bajo el apercibimiento de iniciar acción penal por delito de omisión a la asistencia familiar, el
imputado fue notificado en su domicilio real sin que haya cumplido incluso hasta el momento en
que se emite la presente.
Habiéndose emitido la correspondiente resolución aprobatoria concediéndosele el plazo de 03 días
para que cumpla bajo el apercibimiento de iniciar acción penal por delito de omisión a la asistencia
familiar, el imputado fue notificado en su domicilio real sin que haya cumplido.
II. DE LA RELEVANCIA PENAL DE LA CONDUCTA MATERIA DE IMPUTACIÓN
Los hechos materia de notitia criminis se adecuan al tipo legal contenido en el artículo 149 del Có-
digo Penal que prescribe: “El que omite cumplir su obligación de prestar los alimentos que esta-
blece una resolución judicial será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años, o
con prestación de servicio comunitario de veinte a cincuentidós jornadas, sin perjuicio de cumplir
el mandato judicial”.
III. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN QUE FUNDAMENTAN LA IMPUTACIÓN
Las copias certificadas del Expediente N° 1859-2008 seguido ante el Sétimo Juzgado de Paz Letra-
do de Trujillo, en donde principalmente se puede apreciar la demanda, la contestación de demanda,
la sentencia, la liquidación de pensiones, la resolución que la aprueba y ordena el pago bajo aperci-
bimiento, los cargos de notificación de esta última resolución en el domicilio real del demandado.
IV. LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR COMO POSIBILIDAD DE EJERCICIO DEL
DERECHO DE DEFENSA
El artículo 336 del CPP 2004 señala en su numeral 4: “El fiscal, si considera que las diligencias
actuadas preliminarmente establecen suficientemente la realidad del delito y la intervención del
imputado en su comisión, podrá formular directamente acusación”; razón por la cual es de crucial
importancia el apersonamiento del imputado a la presente investigación preliminar a efectos de que
pueda ejercitar su derecho de defensa, prestando su declaración y solicitando la realización de ac-
tos de investigación.
Debe advertirse que el hecho de que el susodicho no concurra a la investigación preliminar, a la
citación que se le realiza o no ejercite materialmente su derecho de defensa no impide la continua-
ción de persecución penal.

395
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

IV. DE LAS DILIGENCIAS DE INVESTIGACIÓN PRELIMINAR


Declaración del investigado a horas 09:00 a.m. del 28 de febrero de 2011, quien deberá concurrir en
compañía del abogado defensor de su elección o en su defecto se le asignará un abogado de de oficio.
V. DEL PLAZO DE DURACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR
De conformidad con el numeral 2 del artículo 334 del CPP 2004, el plazo de las diligencias preli-
minares es de veinte días, salvo que se produzca la detención de una persona.
Trujillo, febrero 8 de 2011
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

020 CITACIÓN DE TESTIGOS CON LOS DEBIDOS APERCIBIMIENTOS EN DILI-


GENCIAS PRELIMINARES DELEGADAS A LA POLICÍA
“Recibir las declaraciones testimoniales de Víctor Cotrina Cortez, Jaime
Uema Rivas, César Enrique Durand Vallejos, Clever Alayo Flores, Rosmery
Aguilar Quispe, Ricardo Chambergo Arbulú, Cornelio Ascate Murga, Luis Jara
Quezada y otros cuya necesidad de su declaración surja de las indagaciones;
a quienes se les deberá informar que de acuerdo al numeral 1 del artículo
163 del CPP 2004: ‘Toda persona citada como testigo tiene el deber de con-
currir, salvo las excepciones legales correspondientes, y de responder a la
verdad a las preguntas que se le hagan. La comparecencia del testigo cons-
tituirá siempre suficiente justificación cuando su presencia fuere requerida
simultáneamente para dar cumplimiento a obligaciones laborales, educati-
vas o de otra naturaleza y no le ocasionará consecuencias jurídicas adver-
sas bajo circunstancia alguna’; que el numeral 3 del artículo 337 del mismo
cuerpo normativo prescribe que: ‘El Fiscal puede: a) Disponer la concurren-
cia del imputado, del agraviado y de las demás personas que se encuentren
en posibilidad de informar sobre circunstancias útiles para los fines de
la investigación. Estas personas y los peritos están obligados a compa-
recer ante la Fiscalía, y a manifestarse sobre los hechos objeto de in-
vestigación o emitir dictamen. Su inasistencia injustificada determinará su
conducción compulsiva’; siendo que el numeral 1 del artículo 66 establece:
‘En caso de inconcurrencia a una citación debidamente notificada bajo
apercibimiento, el Ministerio Público dispondrá la conducción compulsiva
del omiso por la Policía Nacional’; no solo ello, sino que el Código Penal
considera como delito el hecho de no obedecer el mandato emitido por un
funcionario en ejercicio de sus atribuciones; POR LO QUE LA CITACIÓN SE
DEBE HACER BAJO APERCIBIMIENTO DE SU CONDUCCIÓN COMPULSIVA
y de INICIAR PERSECUCIÓN PENAL EN SU CONTRA en caso de no acatar
el presente mandato fiscal; precisándose que las citaciones que haga la au-
toridad policial serán en ejecución del mandato fiscal del suscrito”.

DILIGENCIAS PRELIMINARES DE INVESTIGACIÓN


Código de Carpeta Fiscal N° 266-2011
Disposición N° 01:
Fiscal Responsable: Constante Carlos Ávalos Rodríguez

396
Decisiones fiscales

Dado cuenta: Con la denuncia por acción popular presentada por Santiago Elías Miñano Pérez en
contra Pedro Cenas Casamayor, en calidad de alcalde de la Municipalidad Distrital de Cachicadán, y
Jorge Enrique Ferro Córdova, en calidad de Gerente Municipal; y CONSIDERANDO: PRIMERO:
Del análisis de los hechos que se exponen en el escrito materia del presente pronunciamiento se pue-
den identificar diversos hechos necesitados de esclarecimiento a efectos de confirmar preliminarmen-
te o desvirtuar los cargos que se han formulado contra los denunciados, hallándose además la posible
comisión de comportamientos delictivos por personas que no han sido mencionadas expresamente
como denunciados, pero respecto a los cuales el Ministerio Público tiene facultad y obligación cons-
titucionales de inicio de oficio de la persecución penal; SEGUNDO: Los hechos que deben ser ma-
teria de investigación son: 1) Omisión de denuncia por parte de Pedro Cenas Casamayor frente a las
irregularidades en que habría incurrido Jorge Enrique Ferro Córdova en su calidad de Gerente Mu-
nicipal; 2) Usurpación de funciones en que habrían incurrido Jorge Tello Gutiérrez, Valdemar Vera
Velásquez y Omar Eusebio Gonzales Aguilar e inducción a dicho delito por parte de Pedro Cenas
Casamayor al haber, respectivamente, participado en y conformado la Comisión Especial de Proce-
dimientos Administrativos Disciplinarios que se encargó de la determinación de responsabilidades
de Jorge Enrique Ferro Córdova, cuando lo que correspondía era la conformación de una Comisión
Especial de Regidores; 3) Colusión y negociación incompatible por parte de Jorge Enrique Ferro Cór-
dova al haber fraccionado y sobrevaluado la compra de útiles de escritorio; ilícito en que habría par-
ticipado en calidad de cómplices primarios Paul Jiménez Farfán y el representante legal de Computer
Express SAC –cuyo nombre se deberá determinar en el curso de las indagaciones–; 4) Colusión en
la elaboración del perfil y expediente técnico para la “Construcción de trocha carrozable Huacaz-
Cuchuguay” por funcionarios y personas privadas –representante legal de Staff D’Consultores SRL–
a determinar en las indagaciones; 5) Colusión en la contratación del servicio de consultoría para la
evaluación del sistema de electrificación de los caseríos La Victoria, San Martín, Huacaz y Paccha
por funcionarios y personas privadas a determinar en las indagaciones; 6) Peculado de uso por fun-
cionarios o servidores a determinar en las indagaciones en tanto se permitió la sustracción de auto-
partes de la camioneta de Placa de Rodaje EGE-062; 7) Peculado doloso por Jorge Enrique Ferro
Córdova, Pedro Cenas Casamayor y otros funcionarios o servidores a determinar en las indagaciones
en tanto se han otorgado y recibido incentivos mensuales adicionales al sueldo; 8) Colusión por Jorge
Enrique Ferro Córdova y la persona que contrató con el Estado en la compra de 4 llantas de cargador
frontal para la Municipalidad Distrital de Cachicadán; 9) Usurpación de funciones del regidor distin-
to al teniente alcalde que es designado para reemplazar al alcalde cuando se ausenta de la localidad
y del propio Pedro Cenas Casamayor por inducción a dicho delito; POR LO QUE SE DISPONE:
INICIAR DILIGENCIAS PRELIMINARES DE INVESTIGACIÓN por el PLAZO DE 60 DÍAS
HÁBILES; debiéndose realizar los siguientes actos de investigación: 1) Recibir la declaración de
los investigados que figuran expresamente en el considerando segundo de la presente disposición y
de todos aquellos que resulten identificados como consecuencia de las indagaciones, con la partici-
pación necesaria de su abogado defensor, haciendo de su conocimiento que la documentación y sus
recaudos se encuentran a su disposición para la consulta de su parte o del abogado defensor que acre-
dite; así como para la obtención de las copias xerográficas que le permitan preparar con la debida
antelación el ejercicio de su derecho de defensa; 2) Recibir las declaraciones testimoniales de Víctor
Cotrina Cortez, Jaime Uema Rivas, César Enrique Durand Vallejos, Clever Alayo Flores, Rosmery
Aguilar Quispe, Ricardo Chambergo Arbulú, Cornelio Ascate Murga, Luis Jara Quezada y otros cuya
necesidad de su declaración surja de las indagaciones; a quienes se les deberá informar que de acuer-
do al numeral 1 del artículo 163 del CPP 2004: “Toda persona citada como testigo tiene el deber de
concurrir, salvo las excepciones legales correspondientes, y de responder a la verdad a las preguntas
que se le hagan. La comparecencia del testigo constituirá siempre suficiente justificación cuando su
presencia fuere requerida simultáneamente para dar cumplimiento a obligaciones laborales, educati-
vas o de otra naturaleza y no le ocasionará consecuencias jurídicas adversas bajo circunstancia algu-
na”; que el numeral 3 del artículo 337 del mismo cuerpo normativo prescribe que: “El fiscal puede:

397
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

a) Disponer la concurrencia del imputado, del agraviado y de las demás personas que se encuentren
en posibilidad de informar sobre circunstancias útiles para los fines de la investigación. Estas perso-
nas y los peritos están obligados a comparecer ante la fiscalía, y a manifestarse sobre los hechos ob-
jeto de investigación o emitir dictamen. Su inasistencia injustificada determinará su conducción com-
pulsiva”; siendo que el numeral 1 del artículo 66 establece: “En caso de inconcurrencia a una citación
debidamente notificada bajo apercibimiento, el Ministerio Público dispondrá la conducción compul-
siva del omiso por la Policía Nacional”; no solo ello, sino que el Código Penal considera como deli-
to el hecho de no obedecer el mandato emitido por un funcionario en ejercicio de sus atribuciones;
POR LO QUE LA CITACIÓN SE DEBE HACER BAJO APERCIBIMIENTO DE SU CON-
DUCCIÓN COMPULSIVA Y DE INICIAR PERSECUCIÓN PENAL EN SU CONTRA en caso
de no acatar el presente mandato fiscal; precisándose que las citaciones que haga la autoridad policial
serán en ejecución del mandato fiscal del suscrito; 3) ordénese al actual alcalde de la Municipalidad
Distrital de Cachicadán para que, en el plazo de 5 días hábiles a partir de notificado con la presente,
remita al Departamento Desconcentrado contra la Corrupción de la Policía Nacional del Perú - Tru-
jillo copia certificada de: 3.1. El informe N° 001-2011de la Comisión Especial de Procedimientos
Administrativos y Disciplinarios; 3.2. La Resolución de Alcaldía N° 197-2011-MDC; 3.3. El informe
N° 013-2011-CDC-CR; 3.4. En su totalidad –incluida la fase de ejecución y el pago– los expedientes
de compra de útiles de escritorio a los que se refieren las C/P 358, 359 y 723; 3.5. En su totalidad
–incluida la fase de ejecución y el pago, los expedientes de los procesos de contratación para la ela-
boración del perfil y expediente técnico de la “construcción de trocha carrozable Huacaz-Cuchuguay”;
3.6. En su totalidad –incluida la fase de ejecución y el pago– los expedientes de los procesos de con-
tratación de consultoría para la evaluación del sistema de electrificación de los caseríos La Victoria,
San Martín, Huacaz y Paccha; 3.7. En su totalidad, las planillas de pagos de los años 2010 y 2011 y
la documentación que sustentan los incentivos adicionales otorgados; 3.8. En su totalidad, los expe-
dientes de compra de llantas para cargador frontal en el año 2011; 3.9. Las resoluciones de delegación
de funciones políticas suscritas por su persona durante el año 2011; debiendo informársele con tal
finalidad que: El numeral 2 del artículo 322 del CPP 2004 prescribe: “Para la práctica de los actos de
investigación (el fiscal) puede requerir la colaboración de las autoridades y funcionarios públicos,
quienes lo harán en el ámbito de sus respectivas competencias y cumplirán los requerimientos o pe-
didos de informes que se realicen conforme a la Ley”. Por su parte, el numeral 3 del artículo 337 del
CPP 2004 establece: “3. El fiscal puede: (…) b) Exigir informaciones de cualquier particular o fun-
cionario público, emplazándoles conforme a las circunstancias del caso”. Lo que debe concordarse
con el artículo 368 del Código Penal, que señala: “El que desobedece o resiste la orden impartida por
un funcionario público en el ejercicio de sus atribuciones, salvo que se trate de la propia detención,
será reprimido”; y además el numeral 1 del artículo 270 del CPP 2004 establece que para determinar
el peligro de obstaculización se tendrá en cuenta el riesgo razonable de que el imputado oculte me-
dios de prueba; por lo que es necesario precisar que el presente mandato fiscal se expide BAJO
APERCIBIMIENTO DE INICIAR ACCIONES LEGALES EN SU CONTRA en caso de hacer-
se caso omiso; además de constituir un elemento de acreditación de su voluntad de ocultar medios
probatorios al acceso de la justicia; 4) Las además que aparezcan como necesarias del desarrollo de
las investigaciones, debiendo previamente para ello la autoridad policial que sea designado para la
investigación coordinar con el fiscal responsable del mismo.-
OTROSÍ DIGO: Deléguese la realización de la presente investigación en el Departamento Des-
concentrado contra la Corrupción de la Policía Nacional del Perú - Trujillo; debiéndose devolver la
carpeta con los resultados de la investigación al vencimiento del plazo.-
Trujillo, diciembre 28 de 2011
* Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de La
Libertad

398
Decisiones fiscales

021 ORDENA EXHIBICIÓN DE DOCUMENTOS PÚBLICOS NOTARIALES BAJO


APERCIBIMIENTO. SECRETO DE DILIGENCIA
“El numeral 1 del artículo 224 del Código Procesal Penal de 2004 prescri-
be: ‘También pueden ser objeto de exhibición forzosa o incautación
las actuaciones y documentos que no tienen la calidad de privados.
Cuando se trate de un secreto de Estado, el fiscal acudirá al juez de la in-
vestigación preparatoria a fin de que proceda, en lo pertinente, confor-
me a lo dispuesto en el artículo 165 numerales 2) y 3). El que tenga en
su poder los actos y documentos requeridos está obligado a exhibir-
los o entregarlos inmediatamente al fiscal, incluso su original, y todo
objeto que detenten por razones de su oficio, encargo, ministerio o
profesión, salvo que expresen que se trata de un secreto profesional
o de Estado’; SEGUNDO: En la presente investigación es de gran impor-
tancia asegurar la incorporación a la carpeta fiscal de la copia xerográfi-
ca certificada del Acta de Transferencia de vehículo usado de placa N° CD-
7433 - Acta N° 1760, de fecha miércoles 22 de octubre de 2008 (que corre
a 1140362 y 1140362v de su registro 36 del tomo N° 04 de actas del año
2008) que obra en la Notaría Anticona; ORDENANDO al Notario Manuel
Anticona Aguilar para que a la presentación del suscrito EXHIBA el libro
en que conste la referida acta de transferencia de vehículo usado de pla-
ca N° CD-7433, procediéndose a la toma de las copias xerográficas certifi-
cadas que resulten de interés; TERCERO: Debe informarse al funcionario
destinatario del presente mandato que el numeral 2 del artículo 322 del
CPP 2004 prescribe: ‘Para la práctica de los actos de investigación (el
Fiscal) puede requerir la colaboración de las autoridades y funciona-
rios públicos, quienes lo harán en el ámbito de sus respectivas com-
petencias y cumplirán los requerimientos o pedidos de informes que
se realicen conforme a la Ley’. Por su parte, el numeral 3 del artículo
337 del CPP 2004 establece: ‘3. El fiscal puede: (…) b) Exigir informa-
ciones de cualquier particular o funcionario público, emplazándoles
conforme a las circunstancias del caso’. Lo que debe concordarse con el
artículo 368 del Código Penal, que señala: ‘El que desobedece o resiste
la orden impartida por un funcionario público en el ejercicio de sus
atribuciones, salvo que se trate de la propia detención, será reprimi-
do’. Por lo que el presente mandato fiscal se debe expedir bajo apercibi-
miento expreso de iniciar acciones legales (sin que ello impida recurrir a
otros mecanismos procesales para obtener las documentales reque-
ridas) en caso de desobedecerse o entorpecer la ejecución de lo ordena-
do; CUARTO: El numeral 2 del artículo 324 del CPP 2004 establece la po-
sibilidad de ordenar el secreto de las diligencias de investigación prepara-
toria; lo que explica la doctrina tiene por finalidad impedir que con el co-
nocimiento anticipado de lo que se habrá de realizar se puedan generar
actividades que pongan en peligro el logro de las finalidades perseguidas
por la investigación; por lo que en esta necesidad se debe ordenar el se-
creto de esta diligencia”.

399
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

ORDENA EXHIBICIÓN Y ASEGURAMIENTO DE EVIDENCIAS


Código de Carpeta Fiscal N° 157-2011
Disposición N°
Fiscal Responsable: Constante Carlos Ávalos Rodríguez
DADO CUENTA: Con el estado de la investigación; siendo necesario realizar acopio de elementos
de convicción; y CONSIDERANDO: PRIMERO: El numeral 1 del artículo 224 del Código Proce-
sal Penal de 2004 prescribe: “También pueden ser objeto de exhibición forzosa o incautación las
actuaciones y documentos que no tienen la calidad de privados. Cuando se trate de un secreto de
Estado, el fiscal acudirá al juez de la investigación preparatoria a fin de que proceda, en lo pertinente,
conforme a lo dispuesto en el artículo 165 numerales 2) y 3). El que tenga en su poder los actos y
documentos requeridos está obligado a exhibirlos o entregarlos inmediatamente al fiscal, inclu-
so su original, y todo objeto que detenten por razones de su oficio, encargo, ministerio o profe-
sión, salvo que expresen que se trata de un secreto profesional o de Estado”; SEGUNDO: En la
presente investigación es de gran importancia asegurar la incorporación a la carpeta fiscal de la copia
xerográfica certificada del Acta de Transferencia de vehículo usado de placa N° CD-7433 - Acta N°
1760, de fecha miércoles 22 de octubre de 2008 (que corre a 1140362 y 1140362v de su registro 36
del tomo N° 04 de actas del año 2008) que obra en la Notaría Anticona; ORDENANDO al notario
Manuel Anticona Aguilar para que a la presentación del suscrito EXHIBA el libro en que conste la
referida acta de transferencia de vehículo usado de placa N° CD-7433, procediéndose a la toma de las
copias xerográficas certificadas que resulten de interés; TERCERO: Debe informarse al funcionario
destinatario del presente mandato que el numeral 2 del artículo 322 del CPP 2004 prescribe: “Para
la práctica de los actos de investigación (el fiscal) puede requerir la colaboración de las autori-
dades y funcionarios públicos, quienes lo harán en el ámbito de sus respectivas competencias y
cumplirán los requerimientos o pedidos de informes que se realicen conforme a la Ley”. Por su
parte, el numeral 3 del artículo 337 del CPP 2004 establece: “3. El fiscal puede: (…) b) Exigir infor-
maciones de cualquier particular o funcionario público, emplazándoles conforme a las circuns-
tancias del caso”. Lo que debe concordarse con el artículo 368 del Código Penal, que señala: “El que
desobedece o resiste la orden impartida por un funcionario público en el ejercicio de sus atribu-
ciones, salvo que se trate de la propia detención, será reprimido”. Por lo que el presente mandato
fiscal se debe expedir bajo apercibimiento expreso de iniciar acciones legales (sin que ello impida
recurrir a otros mecanismos procesales para obtener las documentales requeridas) en caso de
desobedecerse o entorpecer la ejecución de lo ordenado; CUARTO: El numeral 2 del artículo 324 del
CPP 2004 establece la posibilidad de ordenar el secreto de las diligencias de investigación preparatoria; lo
que explica la doctrina tiene por finalidad impedir que con el conocimiento anticipado de lo que se habrá
de realizar se puedan generar actividades que pongan en peligro el logro de las finalidades perseguidas
por la investigación; por lo que en esta necesidad se debe ordenar el secreto de esta diligencia; POR LO
EXPUESTO: SE DISPONE: 1) ORDENAR al notario Manuel Anticona Aguilar para que en el acto
de presentación del suscrito EXHIBA el Libro en que corra el Acta de Transferencia de vehículo usado
de placa N° CD-7433 - Acta N° 1760, de fecha miércoles 22 de octubre de 2008 (que corre a 1140362 y
1140362v de su registro 36 del tomo N° 04 de actas del año 2008), procediéndose a la TOMA DE LAS
COPIAS XEROGRÁFICAS CERTIFICADAS CORRESPONDIENTES. Ello BAJO APERCIBI-
MIENTO DE INICIAR LAS ACCIONES LEGALES A QUE HUBIERE LUGAR EN CASO DE
DESOBEDECER O ENTORPECER LA EJECUCIÓN DEL PRESENTE MANDATO FISCAL;
2) ORDÉNESE EL SECRETO DE LA DILIGENCIA; DEBIENDO NOTIFICARSE la presente
disposición al momento de ejecutarse la misma; 3) PROGRÁMESE la realización de la diligencia para
las 10:00 a.m. del jueves 07 de junio de 2012; 4) ORDÉNESE EL REGISTRO FÍLMICO DE LAS
DILIGENCIAS a efectos de tener mayor verosimilitud de la forma de su realización.-
Trujillo, junio 04 de 2012.

400
Decisiones fiscales

022 ORDENA REMISIÓN DE INFORMACIÓN DOCUMENTAL EN POSESIÓN DE


FUNCIONARIO PÚBLICO
“2) REQUERIR al alcalde de la Municipalidad Distrital de Pacasmayo o a quien
ejerza sus funciones al momento de la recepción de la presente para que en
el plazo de 7 días a partir de notificado con la presente remita a este despa-
cho copia certificada de 2.1. La totalidad de la documentación que dio lu-
gar al Acuerdo de Consejo N° 045-2011-MDP y la documentación posterior
que esté relacionada con el mismo; 2.2. La totalidad de la documentación
relacionada con la obra ‘Mejoramiento y Ampliación de los Subsistemas de
Almacenamiento y Distribución de Agua Potable y Alcantarillado de la ciu-
dad de Pacasmayo’, incluyéndose especialmente aquella que corresponda a
la pretensión de exonerar los procesos de selección para la ejecución y su-
pervisión de la obra; debiendo informársele con tal finalidad que el nume-
ral 2 del artículo 322 del CPP 2004 prescribe: ‘Para la práctica de los actos
de investigación (el fiscal) puede requerir la colaboración de las auto-
ridades y funcionarios públicos, quienes lo harán en el ámbito de sus
respectivas competencias y cumplirán los requerimientos o pedidos de
informes que se realicen conforme a la Ley’; por su parte, el numeral 3
del artículo 337 del CPP 2004 establece: ‘3. El fiscal puede: (…) b) Exigir
informaciones de cualquier particular o funcionario público, emplazán-
doles conforme a las circunstancias del caso’; lo que debe concordarse
con el artículo 368 del Código Penal, que señala: ‘El que desobedece o re-
siste la orden impartida por un funcionario público en el ejercicio de
sus atribuciones, salvo que se trate de la propia detención, será reprimi-
do’; por lo que el presente mandato fiscal se expide BAJO APERCIBIMIENTO
DE INICIAR ACCIONES LEGALES EN SU CONTRA (iniciarse investigación
por delito de desobediencia a la autoridad sin que ello impida recurrir
a otros mecanismos procesales para obtener las documentales reque-
ridas) en caso de no remitir los informes documentados requeridos en el
plazo otorgado”.

DILIGENCIAS PRELIMINARES DE INVESTIGACIÓN


Código de Carpeta Fiscal N° 232-2011
Disposición N° 01
Fiscal Responsable: Constante Carlos Ávalos Rodríguez
Dado cuenta: Con la denuncia presentada por Alejandro Merino Huamán contra Franco Ricardo
Abanto Rodríguez por la presunta comisión de los delitos de negociación incompatible, concusión y
fraude procesal en agravio de la Municipalidad Distrital de Pacasmayo; mencionando el denuncian-
te además varias personas naturales vinculadas a esta última municipalidad que serían los concre-
tos agraviados; Y CONSIDERANDO: PRIMERO: No obstante que el numeral 1 del artículo 326
del CPP 2004 prescribe: “Cualquier persona tiene la facultad de denunciar los hechos delictuosos
ante la autoridad respectiva, siempre y cuando el ejercicio de la acción penal para perseguirlos sea

401
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

público”; el numeral 2 de su artículo 328 establece: “La denuncia podrá formularse por cualquier
medio. Si es escrita, el denunciante firmará y colocará su impresión digital. Si es oral, se sentará el
acta respectiva”; SEGUNDO: En el caso materia del presente pronunciamiento, no obstante tener
la condición de abogado, habiendo firmado y estampado su sello en el escrito por el que se traslada
la notitia criminis, no se ha cumplido con el requisito contenido en el numeral 2 del artículo 328 del
CPP 2004; estos es la impresión de la huella digital del recurrente; lo que ocasiona la inadmisibili-
dad de la denuncia y el que no se pueda tener a la persona de Alejandro Merino Huamán en la con-
dición jurídica formal de denunciante con los derechos que dicha condición le permitirían dentro
de las investigaciones; TERCERO: A pesar de lo dicho, debe señalarse que el Ministerio Público
tiene un deber constitucional y legal de investigar y perseguir los comportamientos criminales que
lleguen a su conocimiento independientemente de la forma en que ello se produzca y de que la per-
sona que traslade las notitias criminales tenga algún interés jurídicamente amparable o la posibili-
dad de incorporarse como sujeto procesal en alguna de las etapas del proceso; habiéndose señalado
por ello que la responsabilidad penal es pública y debe efectuarse de oficio; CUARTO: En aten-
ción a lo dicho se debe expresar que en el presente caso, independientemente de las incorrecciones
técnicas en que podría haber incurrido el denunciante, debe reconocerse que los hechos materia de
noticiamiento sí resultan penalmente relevantes –sin que se deba discutir a este nivel su califica-
ción jurídica definitiva hay que indicar que conforme han sido planteados y en cuanto a hipótesis
de trabajo, de hechos que deben ser investigados para determinar si se han verificado en la realidad
o no, se puede apreciar su adecuación al tipo penal del delito de negociación incompatible–; siendo
necesario, eso sí, investigar no solo la posible comisión de infracción penal por parte de la persona
de Franco Ricardo Abanto Rodríguez, sino también de las personas de Segundo Celis Mostacero,
Oscar Lorenzo Delgado Olano, Jaime Tomás Quiroz Núñez, Chris Noelia Felipe Llorca y Miguel
Enrique Sandoval Ruiz, al haber aprobado estas personas la declaratoria de emergencia del servi-
cio de saneamiento y la autorización de exoneración del proceso de selección para la ejecución y
supervisión de la obra “Mejoramiento y Ampliación de los Subsistemas de Almacenamiento y Dis-
tribución de Agua Potable y Alcantarillado de la ciudad de Pacasmayo”; POR LO QUE SE DIS-
PONE: Iniciar DILIGENCIAS PRELIMINARES DE INVESTIGACIÓN por el plazo máximo
de 40 días hábiles; señalándose: 1) RECÍBASE la declaración de los investigados: Franco Ricardo
Abanto Rodríguez, Segundo Celis Mostacero, Oscar Lorenzo Delgado Olano, Jaime Tomás Quiroz
Núñez, Chris Noelia Felipe Llorca y Miguel Enrique Sandoval Ruiz; quienes deberán concurrir a
esta Fiscalía Provincial Especializada (oficina 602 del edificio del Ministerio Público - sede Tru-
jillo) en compañía del abogado defensor de su elección a las 07:15, 08:45, 10:00, 11:00, 12:00 y
13:00 horas, respectivamente, del martes 13 de diciembre de 2011; haciéndose de su conocimiento
que: a) La carpeta fiscal se encuentra a su disposición en este despacho para la consulta de su parte
o del abogado defensor que acredite; así como para la obtención de las copias xerográficas que le
permitan preparar con la debida antelación su defensa; b) El artículo 336 del CPP 2004 señala en su
numeral 4: “El fiscal, si considera que las diligencias actuadas preliminarmente establecen suficien-
temente la realidad del delito y la intervención del imputado en su comisión, podrá formular direc-
tamente acusación”; por lo que es de crucial importancia su apersonamiento a la presente a efectos
de que pueda ejercitar realmente su derecho de defensa, prestando su declaración y solicitando la
realización de los actos de investigación que considera favorezcan su posición; c) Que el investiga-
do no concurra a la investigación preliminar, a la citación que se le realiza o no ejercite su derecho
de defensa, no impide la continuación de persecución penal; siendo que en este estadio del proceso
el Ministerio Público no se encuentra obligado a realizar nuevas citaciones; 2) REQUERIR al al-
calde de la Municipalidad Distrital de Pacasmayo o a quien ejerza sus funciones al momento de la
recepción de la presente para que en el plazo de 7 días a partir de notificado con la presente remita
a este despacho copia certificada de 2.1. La totalidad de la documentación que dio lugar al Acuer-
do de Consejo N° 045-2011-MDP y la documentación posterior que esté relacionada con el mismo;
2.2. La totalidad de la documentación relacionada con la obra “Mejoramiento y Ampliación de los

402
Decisiones fiscales

Subsistemas de Almacenamiento y Distribución de Agua Potable y Alcantarillado de la ciudad de


Pacasmayo”, incluyéndose especialmente aquella que corresponda a la pretensión de exonerar los
procesos de selección para la ejecución y supervisión de la obra; debiendo informársele con tal fi-
nalidad que el numeral 2 del artículo 322 del CPP 2004 prescribe: “Para la práctica de los actos
de investigación (el fiscal) puede requerir la colaboración de las autoridades y funcionarios
públicos, quienes lo harán en el ámbito de sus respectivas competencias y cumplirán los re-
querimientos o pedidos de informes que se realicen conforme a la Ley”; por su parte, el numeral
3 del artículo 337 del CPP 2004 establece: “3. El fiscal puede: (…) b) Exigir informaciones de
cualquier particular o funcionario público, emplazándoles conforme a las circunstancias del
caso”; lo que debe concordarse con el artículo 368 del Código Penal, que señala: “El que desobe-
dece o resiste la orden impartida por un funcionario público en el ejercicio de sus atribuciones,
salvo que se trate de la propia detención, será reprimido”; por lo que el presente mandato fiscal
se expide BAJO APERCIBIMIENTO DE INICIAR ACCIONES LEGALES EN SU CONTRA
(iniciarse investigación por delito de desobediencia a la autoridad sin que ello impida recurrir
a otros mecanismos procesales para obtener las documentales requeridas) en caso de no remitir
los informes documentados requeridos en el plazo otorgado; 3) Recíbase la declaración testimonial
de Alejandro Merino Huamán a las 13:00 horas del lunes 12 de diciembre de 2011
Trujillo, noviembre 18 de 2011

403
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA

023 IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN PREPA-


RATORIA EN EL DELITO DE ESTAFA CUANDO EL RESULTADO SE DEBE A
QUE LA VÍCTIMA HA INFRINGIDO SUS DEBERES DE AUTOPROTECCIÓN
“Primero: De la denuncia de parte interpuesta por Jemiry Javier Narro Soria
se tiene que con fecha 3 de diciembre del año 2010, se encontró con el
Sr. Luis Enrique Castillo Nureña, el acusado, por inmediaciones de la ciudad
de Magdalena, por lo que luego de entablar una conversación con él por tra-
tarse de una persona conocida, el acusado le informa que estaba constitu-
yendo una empresa que iba a prestar servicios con la Minera Yanacocha por
lo que necesitaba dinero para los gastos en la constitución de dicha empre-
sa, pero que si el agraviado lo apoyaba con dinero le aseguraba un puesto
de trabajo con un sueldo de S/. 3,000.00 nuevos soles mensuales, ante lo
cual el agraviado realizó un depósito en la cuenta del Sr. Luis Enrique Castillo
Nureña con fecha 4 de diciembre de 2010 por la suma de S/. 100.00 nuevos
soles, y el día 6 de diciembre de 2011 realizó un nuevo depósito por la suma
de S/. 400.00 nuevos soles. Posteriormente, luego de que había pasado más
de un mes de los depósitos antes mencionados, el agraviado llamó al Sr. Luis
Enrique Castillo Nureña para preguntarle cuándo iba a empezar a trabajar,
respondiéndole el acusado que ya estaba por concluir el trámite y que ne-
cesitaba más dinero equivalente a S/. 200.00 nuevos soles, por lo que acor-
daron que dicho depósito se haría el 7 de enero del 2011. Sin embargo,
luego de haberse realizado todos los depósitos ya mencionados, el
Sr. Luis Enrique Castillo Nureña no a cumplido con su promesa a pesar de los
múltiples requerimientos que el agraviado Jemiry Javier Narro Soria le hizo.
2.- Fundamentos:
Segundo: Que, tomado conocimiento de los hechos denunciados, se dispu-
so el inicio de la investigación preliminar en sede fiscal, a fin de lograr la ple-
na identificación de los autores, el esclarecimiento de los hechos y, de ser el
caso, reunir mayores elementos de convicción que vinculen a los presuntos
implicados en la comisión del delito in examine. En tal sentido, se han rea-
lizado los siguientes actos de investigación: 1) Se ha recibido la declaración
del agraviado Jemiry Javier Narro Soria (págs. 14-15), quien ha manifes-
tado que el denunciado no le mostró la documentación correspondiente a
los trámites de constitución de la presunta empresa que iba a trabajar para
Minera Yanacocha, no realizando el denunciante antes de realizar los depó-
sitos ninguna averiguación sobre lo que se le había manifestado. Asimismo,
el denunciante indica que no tiene ningún tipo de confianza con el investi-
gado puesto que solo era un conocido al momento en que le ofreció el pre-
sunto puesto de trabajo.
Tercero.- Que, nuestro Código Penal ha previsto en el artículo 196 la descrip-
ción del tipo penal del delito de estafa: ‘El que procura para sí o para otro
un provecho ilícito en perjuicio de tercero, induciendo o manteniendo

404
Decisiones fiscales

en error al agraviado mediante engaño, astucia, ardid u otra forma frau-


dulenta, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno
ni mayor de seis años’. De acuerdo con la configuración típica que recibe
el delito de estafa, puede decirse que el engaño es el medio típico para la
inducción a la disposición patrimonial. Tal es, en la definición ya clásica de
Antón Oneca, la simulación o disimulación capaz de inducir a error a una o
varias personas. Conectado al mismo, pero conceptualmente separable, se
encuentra el error que el engaño provoca en el sujeto pasivo y que en esen-
cia no es otra cosa que una representación mental que no corresponde a la
realidad. El engaño va referido a la conducta del sujeto activo y es, por con-
siguiente, de naturaleza objetiva, mientras que el error hace referencia al
sujeto pasivo y es de naturaleza subjetiva. El error ha de ser provocado por
el engaño. En suma, la acción engañosa consiste en crear la apariencia de
que lo que sucede objetivamente es coincidente con las representaciones
del disponente, aunque, en realidad, se oculta que esa concordancia no se
da. Por tanto, existe un diferente conocimiento de la situación por parte del
sujeto activo y el sujeto pasivo: mientras el autor aprehende la situación de
acuerdo con un conocimiento preciso de la realidad, en cuanto él se encar-
ga de desfigurarla en su comunicación con el disponente, este se presen-
ta equivocadamente la situación, ignorando el riesgo de lesión patrimonial
que conlleva a la disposición en la situación correcta. Sin embargo, se po-
drá generar la posibilidad de negar la imputación objetiva del resultado di-
rectamente provocado por la disposición patrimonial si es que el error, lejos
de ser causa del comportamiento engañoso, aparece como consecuencia de
la propia negligencia o falta de cuidado del sujeto. Dicho engaño debe ser
suficiente y debe revestir características serias para hacer o inducir a error y
consecuentemente al acto de disposición; en suma, se debe determinar si
el error ha sido consecuencia del engaño o, por el contrario, consecuencia
de alguna actitud negligente reprochable a la víctima, vale decir, si en-
tre el engaño y el error ha existido la relación de causalidad necesaria para
el delito de estafa, de modo que el engaño haya sido una condición cuanti-
tativamente dominante, y si el error procede de una actitud negligente
o de censurable abandono o por motivos distintos al engaño, este no
será relevante, negándose la relación de causalidad y, por tanto, el carác-
ter idóneo y eficaz del engaño. No se requiere, pues, cualquier tipo de en-
gaño, artificio, ardid o argucia para estar ante el elemento que exige el de-
lito de estafa. Se requiere lo que la doctrina española denomina como en-
gaño bastante. Es decir, suficiente para producir el error e inducir al suje-
to pasivo a desprenderse de parte o del total de su patrimonio. El operador
jurídico al momento de calificar la conducta deberá verificar si el mecanis-
mo fraudulento utilizado por el estafador fue idóneo, relevante y suficiente
para propiciar que su víctima caiga o se mantenga en error. El acto fraudu-
lento deberá ser lo suficientemente idóneo y capaz de vencer las normales
previsiones de la víctima. Debe verificarse una relación de causalidad entre
el mecanismo fraudulento y el error. En esa línea, si el error no es genera-
do por algún fraude sino por ignorancia o negligencia de las personas,
no es posible la estafa.
Cuarto: En ese orden de ideas, se debe tener presente que de los hechos
que alega el denunciante Jemiry Javier Narro Soria no se advierte la menor

405
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

referencia a que se haya realizado algún tipo de maquinación o maniobras


fraudulentas por parte del denunciado Luis Enrique Castillo Nureña dirigi-
das a inducir a error a su persona, sino que lo único que se puede compro-
bar es la presencia de mentiras, que por sí mismas no están en capacidad
de satisfacer la exigencia del tipo penal de que en el origen de la estafa haya
habido un engaño. Pero, no solo lo dicho, sino que manteniéndonos en las
exigencias que formula la imputación objetiva para la atribución de respon-
sabilidad penal, debe ponerse atención también en que el denunciante no
realizó en ningún momento ninguna actividad mínimamente diligente diri-
gida a verificar por sí mismo la información que le fue proporcionada por
el denunciado. Recuérdese que este manifiesta que luego de que el denun-
ciado le requiriera la suma de S/. 500.00 nuevos soles para proceder con los
trámites para la constitución de la presunta empresa en la que le iba a con-
seguir un trabajo, el denunciante al siguiente día procedió a realizar, prime-
ro, un depósito de S/. 100.00 nuevos soles y, posteriormente los S/. 400.00
nuevos soles restantes, lo cual denota una evidente actitud negligente y fal-
ta de cuidado de este, pues lejos de tomar la diligencia ordinaria de compro-
bar la veracidad de la información que el denunciado Luis Enrique Castillo
Nureña le brindó en cuanto a la supuesta constitución de una empresa que
iba a trabajar para Minera Yanacocha, directamente depositó el dinero so-
licitado, por lo que su actuación se debió más que nada a una situación de
impresión e impulso emotivo por la inmejorable propuesta laboral que pre-
suntamente se le presentaba y no por la suficiente eficacia de la mentira es-
cuchada; más aún si tomamos en cuenta que el propio denunciante ha ma-
nifestado en su declaración que no tenía confianza con el denunciado en ese
momento, evidenciándose así su actitud negligente en brindar veracidad de
primera mano a las afirmaciones de una persona a la que apenas conocía de
vista, como el mismo denunciante ha manifestado. Esto resulta de impor-
tante precisión en razón a que según señala la doctrina contemporánea, en
los delitos contra el patrimonio (como la estafa) la protección penal se limi-
ta a los casos en que la acción del autor ha vencido los mecanismos de de-
fensa dispuestos por el agraviado. Desde este punto de vista, el tipo penal
de la estafa protege el patrimonio en la medida en que su titular haya ob-
servado el comportamiento exigible en orden a su protección, pero no en
el caso en que se haya relajado en la observancia de los deberes de auto-
tutela primaria. Es por eso que se ha señalado que cuando se infringen los
deberes de autotutela la lesión patrimonial no es imputable objetivamente
a la acción del autor, por mucho que el engaño pueda ser causal –en el sen-
tido de la teoría de la equivalencia de las condiciones– respecto al perjuicio
patrimonial. En el caso particular, pues, no se ha llegado a configurar ni el
elemento objetivo ni el subjetivo del tipo penal del delito de estafa, ya que
entre el supuesto engaño y el error no ha existido la relación de causalidad
necesaria para que se presente este ilícito penal”.

Fiscal responsable : Lisdey Magaly Bueno Flores


Carpeta Fiscal N° : 15-2012
Denunciado : Luis Enrique Castillo Nureña

406
Decisiones fiscales

Agraviado : Jemiry Javier Narro Soria


Delito : Estafa
DISPOSICIÓN N° 02 DE NO A LUGAR A FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARA-
TORIA.
Cajamarca, dieciocho de enero del dos mil doce.-
Dado cuenta: Con la investigación seguida contra Luis Enrique Castillo Nureña por la presunta
comisión del delito contra el Patrimonio en su modalidad de Estafa en agravio de Jemiry Javier Na-
rro Soria; y,
Atendiendo:
1.- Hechos objeto de imputación
Primero: De la denuncia de parte interpuesta por Jemiry Javier Narro Soria se tiene que con fecha
3 de diciembre del año 2010, se encontró con el Sr. Luis Enrique Castillo Nureña, el acusado, por
inmediaciones de la ciudad de Magdalena, por lo que luego de entablar una conversación con él
por tratarse de una persona conocida, el acusado le informa que estaba constituyendo una empresa
que iba a prestar servicios con la Minera Yanacocha por lo que necesitaba dinero para los gastos en
la constitución de dicha empresa, pero que si el agraviado lo apoyaba con dinero le aseguraba un
puesto de trabajo con un sueldo de S/. 3,000.00 nuevos soles mensuales, ante lo cual el agraviado
realizó un depósito en la cuenta del Sr. Luis Enrique Castillo Nureña con fecha 4 de diciembre del
2010 por la suma de S/. 100.00 nuevos soles, y el día 6 de diciembre de 2011 realizó un nuevo de-
pósito por la suma de S/. 400.00 nuevos soles. Posteriormente, y luego de que había pasado más de
un mes de los depósitos antes mencionados, el agraviado llamó al Sr. Luis Enrique Castillo Nure-
ña para preguntarle cuándo iba a empezar a trabajar, respondiéndole el acusado que ya estaba por
concluir el trámite y que necesitaba más dinero equivalente a S/. 200.00 nuevos soles, por lo que
acordaron que dicho depósito se haría el 7 de enero de 2011. Sin embargo, luego de haberse realiza-
do todos los depósitos ya mencionados, el Sr. Luis Enrique Castillo Nureña no ha cumplido con su
promesa a pesar de los múltiples requerimientos que el agraviado Jemiry Javier Narro Soria le hizo.
2.- Fundamentos
Segundo: Que, tomado conocimiento de los hechos denunciados, se dispuso el inicio de la investi-
gación preliminar en sede fiscal, a fin de lograr la plena identificación de los autores, el esclarecimiento
de los hechos y, de ser el caso, reunir mayores elementos de convicción que vinculen a los presuntos im-
plicados en la comisión del delito in examine. En tal sentido se han realizado los siguientes actos de in-
vestigación: 1) Se ha recibido la declaración del agraviado Jemiry Javier Narro Soria (pp. 14-15), quien
ha manifestado que el denunciado no le mostró la documentación correspondiente a los trámites de
constitución de la presunta empresa que iba a trabajar para Minera Yanacocha, no realizando el de-
nunciante antes de realizar los depósitos ninguna averiguación sobre lo que se le había manifestado.
Asimismo, el denunciante indica que no tiene ningún tipo de confianza con el investigado puesto
que solo era un conocido al momento en que le ofreció el presunto puesto de trabajo.
Tercero.- Que, nuestro Código Penal, ha previsto en el artículo 196, la descripción del tipo penal
del delito de Estafa: “El que procura para sí o para otro un provecho ilícito en perjuicio de tercero,
induciendo o manteniendo en error al agraviado mediante engaño, astucia, ardid u otra forma frau-
dulenta, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de seis años”. De
acuerdo con la configuración típica que recibe el delito de estafa, puede decirse que el engaño es
el medio típico para la inducción a la disposición patrimonial. Tal es, en la definición ya clásica de
Antón Oneca, la simulación o disimulación capaz de inducir a error a una o varias personas. Conec-
tado al mismo, pero conceptualmente separable, se encuentra el error que el engaño provoca en el
sujeto pasivo y que en esencia no es otra cosa que una representación mental que no corresponde a
la realidad. El engaño va referido a la conducta del sujeto activo y es, por consiguiente, de naturaleza

407
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

objetiva, mientras que el error hace referencia al sujeto pasivo y es de naturaleza subjetiva. El error
ha de ser provocado por el engaño[1]. En suma, la acción engañosa consiste en crear la apariencia de
que lo que sucede objetivamente es coincidente con las representaciones del disponente, aunque, en
realidad, se oculta que esa concordancia no se da. Por tanto, existe un diferente conocimiento de la
situación por parte del sujeto activo y el sujeto pasivo: mientras el autor aprehende la situación de
acuerdo con un conocimiento preciso de la realidad, en cuanto él se encarga de desfigurarla en su
comunicación con el disponente, este se presenta equivocadamente la situación, ignorando el riesgo
de lesión patrimonial que conlleva a la disposición en la situación correcta[2]. Sin embargo, se podrá
generar la posibilidad de negar la imputación objetiva del resultado directamente provocado por la
disposición patrimonial, si es que el error, lejos de ser causa del comportamiento engañoso, aparece
como consecuencia de la propia negligencia o falta de cuidado del sujeto[3]. Dicho engaño debe ser
suficiente y debe revestir características serias para hacer o inducir a error y, consecuentemente, al
acto de disposición; en suma, se debe determinar si el error ha sido consecuencia del engaño o, por el
contrario, consecuencia de alguna actitud negligente reprochable a la víctima, vale decir, si entre
el engaño y el error ha existido la relación de causalidad necesaria para el delito de estafa, de modo
que el engaño haya sido una condición cuantitativamente dominante, y si el error procede de una
actitud negligente o de censurable abandono o por motivos distintos al engaño, este no será
relevante, negándose la relación de causalidad y, por tanto, el carácter idóneo y eficaz del engaño[4].
No se requiere, pues, cualquier tipo de engaño, artificio, ardid o argucia para estar ante el elemento
que exige el delito de estafa. Se requiere lo que la doctrina española denomina como engaño bas-
tante. Es decir, suficiente para producir el error e inducir al sujeto pasivo a desprenderse de parte o
del total de su patrimonio. El operador jurídico al momento de calificar la conducta deberá verificar
si el mecanismo fraudulento utilizado por el estafador fue idóneo, relevante y suficiente para pro-
piciar que su víctima caiga o se mantenga en error. El acto fraudulento deberá ser lo suficientemen-
te idóneo y capaz de vencer las normales previsiones de la víctima. Debe verificarse una relación
de causalidad entre el mecanismo fraudulento y el error. En esa línea, si el error no es generado
por algún fraude sino por ignorancia o negligencia de las personas, no es posible la estafa[5].
Cuarto: En ese orden de ideas, se debe tener presente que de los hechos que alega el denunciante
Jemiry Javier Narro Soria no se advierte la menor referencia a que se haya realizado algún tipo de
maquinación o maniobras fraudulentas por parte del denunciado Luis Enrique Castillo Nureña di-
rigidas a inducir a error a su persona, sino que lo único que se puede comprobar es la presencia de
mentiras, que por sí mismas no están en capacidad de satisfacer la exigencia del tipo penal de que
en el origen de la estafa haya habido un engaño. Pero, no solo lo dicho, sino que manteniéndonos en
las exigencias que formula la imputación objetiva para la atribución de responsabilidad penal, debe
ponerse atención también en que el denunciante no realizó en ningún momento ninguna actividad
mínimamente diligente dirigida a verificar por sí mismo la información que le fue proporcionada
por el denunciado. Recuérdese que este manifiesta que luego de que el denunciado le requiriera la
suma de S/. 500.00 nuevos soles para proceder con los trámites para la constitución de la presunta
empresa en la que le iba a conseguir un trabajo, el denunciante al siguiente día procedió a realizar,
primero, un depósito de S/, 100.00 nuevos soles y, posteriormente los S/. 400.00 nuevos soles res-
tantes, lo cual denota una evidente actitud negligente y falta de cuidado de este, pues lejos de tomar

[1] GONZALES RUS, J.J. “Delitos contra el patrimonio y contra el orden socioeconómico (V) Las defraudaciones. La estafa”.
En: COBO DEL ROSAL, M. Compendio de Derecho Penal/Parte Especial. Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales S.A.,
Madrid, 2000, p. 432.
[2] CHOCLÁN MONTALVO, J. El delito de estafa. Bosch, Barcelona, 2000, p. 87.
[3] Ejecutoria Superior del 14/09/98, Exp. N° 2618-98-Lima.
[4] Ejecutoria Suprema del 19/07/01, R.N. 773-2001-Lima. En: PÉREZ ARROYO, M. La evolución de la jurisprudencia en el Perú
(2001-2005). Tomo II, Iuris Consulti, Editorial San Marcos, Lima, 2006, p. 1125.
[5] SALINAS SICCHA, Ramiro. Derecho Penal. Parte Especial. Vol. II, Editorial Iustitia, Lima, 2010, pp. 1081-1083.

408
Decisiones fiscales

la diligencia ordinaria de comprobar la veracidad de la información que el denunciado Luis Enrique


Castillo Nureña le brindó en cuanto a la supuesta constitución de una empresa que iba a trabajar para
Minera Yanacocha, directamente depositó el dinero solicitado, por lo que su actuación se debió más
que nada a una situación de impresión e impulso emotivo por la inmejorable propuesta laboral que
presuntamente se le presentaba y no por la suficiente eficacia de la mentira escuchada; más aún si
tomamos en cuenta que el propio denunciante ha manifestado en su declaración que no tenía con-
fianza con el denunciado en ese momento, evidenciándose así su actitud negligente en brindar ve-
racidad de primera mano a las afirmaciones de una persona a la que apenas conocía de vista como
el mismo denunciante ha manifestado. Esto resulta de importante precisión, en razón a que, según
señala la doctrina contemporánea, en los delitos contra el patrimonio (como la estafa) la protección
penal se limita a los casos en que la acción del autor ha vencido los mecanismos de defensa dispues-
tos por el agraviado. Desde este punto de vista, el tipo penal de la estafa protege el patrimonio en la
medida en que su titular haya observado el comportamiento exigible en orden a su protección, pero
no en el caso en que se haya relajado en la observancia de los deberes de autotutela primaria. Es
por eso que se ha señalado que cuando se infringen los deberes de autotutela la lesión patrimonial
no es imputable objetivamente a la acción del autor, por mucho que el engaño pueda ser causal –en
el sentido de la teoría de la equivalencia de las condiciones– respecto al perjuicio patrimonial. En
el caso particular, pues, no se ha llegado a configurar ni el elemento objetivo ni el subjetivo del tipo
penal del delito de estafa, ya que entre el supuesto engaño y el error no ha existido la relación de
causalidad necesaria para que se presente este ilícito penal.
Quinto: En tal sentido, el fiscal como defensor y garante de la legalidad, habida cuenta que las nor-
mas en sí mismas contienen garantías para los justiciables para evitar conflictos o para cortar los que
ya existen solo dispondrá la formalización y continuación de la investigación preparatoria cuando
de las diligencias preliminares que se realicen aparecieren indicios reveladores de la existencia
de un delito, que la acción penal no haya prescrito, que se ha individualizado debidamente a los
autores, partícipes y/o cómplices y que si fuera el caso se han satisfecho los requisitos de procedibi-
lidad, facultad que le está acordada por el inciso 1 del artículo 336 del Código Procesal Penal y por
su Ley Orgánica del Ministerio Público en sus artículos 1, 5, 9, 11 y 12.
3.- Parte dispositiva
En consecuencia y de conformidad con los incisos 1 y 3 del artículo 334 del Código Procesal Penal
vigente, en concordancia con los artículos 12 y 94 del Decreto Legislativo N° 052, Ley Orgánica
del Ministerio de Público, este Despacho Fiscal. DISPONE:
1. NO A LUGAR A FORMALIZAR NI CONTINUAR LA INVESTIGACIÓN PREPARATO-
RIA contra Luis Enrique Castillo Nureña por la presunta comisión del delito contra el Patrimo-
nio en su modalidad de Estafa en agravio de Jemiry Javier Narro Soria; y consentida que sea la
presente. ARCHÍVESE los actuados, debiéndose notificar a la parte interesada conforme a Ley.
2. Notifíquese a la parte interesada conforme a Ley. Haciéndole de conocimiento que la presente
Disposición es recurrible al fiscal superior en el plazo de CINCO DÍAS conforme a la prescrito en
el artículo 334, inciso 5 del Código Procesal Penal vigente.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Cajamarca

409
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

024 IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PORQUE NO SE INCU-


RRE EN PECULADO CUANDO, A PESAR DE LO CUANTIOSO DEL GASTO
EN SUBVENCIONES SOCIALES, EL DINERO NO HA SIDO APARTADO DE
FINES ESTATALES
“En este marco se debe señalar que es claro que el investigado César Acuña
Peralta en su condición de alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo
ha dispuesto de caudales cuya percepción le estaban confiados por razón
de su cargo; sin embargo, para afirmar la existencia de un delito de pecula-
do es necesario analizar si dicha disposición ha implicado haberse apropia-
do para sí o para otro del dinero de las subvenciones, esto es, haber hecho
suyos los caudales que pertenecen al Estado, apartándolos de la esfera de
la función de la Administración Pública (cuestionamiento que hace expresa-
mente el informe periodístico que origina el presente caso cuando dice que
dispuso y dispone de una partida especial proveniente de las cuentas del
Municipio, de la que, a sola firma, destina recursos públicos a fines ajenos
a la misión municipal). En este análisis de si los fines para los que se han au-
torizado las subvenciones son compatibles o no con las funciones que le
pueden corresponder a un gobierno municipal debemos partir analizando
el cuestionamiento que se hace de que la partida de subvenciones se en-
cuentra destinada a instituciones benéficas, sociales o culturales, tratándo-
se de recursos que –por la naturaleza de sus funciones– estas instituciones
no logran captar del Sector Privado; que ‘mediante las subvenciones una
municipalidad hace que otros provean los servicios que ella no brinda’; dán-
dose ejemplos de cómo ha sido utilizada la mencionada partida en otras mu-
nicipalidades; que el artículo 60 de la Ley General del Sistema Nacional de
Presupuesto regula la planificación y administración de las subvenciones en
los presupuestos anuales de los gobiernos regionales, municipalidades e in-
cluso en el Consejo de Ministros, siendo requisitos que los fondos proven-
gan de recursos directamente recaudados por la institución pública y que
las subvenciones sean aprobadas por ‘acuerdo respectivo’, en este caso por
Acuerdo del Concejo Municipal, integrado por regidores oficialistas y de la
oposición; siendo que desde el 2008 hasta el 2012 –por unanimidad en los
años 2008, 2009 y 2012– el Concejo ha resuelto ‘otorgar al señor alcalde la
facultad de disponer de los fondos presupuestados para otorgar subvencio-
nes de apoyo social’. En la necesidad de pronunciarse al respecto, el suscri-
to ha indagado sobre el dato indiciario de la infracción al artículo 60 de la
Ley N° 28411 - Ley General del Sistema Nacional de Presupuesto, que para
mayor evidencia se transcribe a continuación: ‘Artículo 60.- De las
Subvenciones a Personas Jurídicas. 60.1 Las subvenciones que se otorguen
a personas jurídicas, no pertenecientes al Sector Público en los años fiscales
correspondientes, deben estar consideradas en anexo de la Ley de Presupuesto
del Sector Público, debiendo contar con el financiamiento respectivo y el in-
forme técnico sustentatorio de la Oficina de Presupuesto o la que haga sus
veces en la entidad correspondiente, bajo responsabilidad. / 60.2 solo por
decreto supremo y con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros se po-
drán otorgar subvenciones adicionales, exclusivamente para fines sociales,
a las contenidas en el citado anexo, debiendo para tal efecto contar con el
informe técnico de la Oficina de Presupuesto o la que haga sus veces y el

410
Decisiones fiscales

financiamiento correspondiente en el Presupuesto Institucional respectivo.


En el caso de los gobiernos regionales y gobiernos locales las subvenciones
se sujetan, estrictamente, a sus recursos directamente recaudados, debien-
do ser aprobadas mediante el acuerdo respectivo, previo informe favorable
de la Oficina de Presupuesto o la que haga sus veces de la entidad. / 60.3
Los documentos sustentatorios de las subvenciones con cargo a cualquier
fuente de financiamiento, a favor de personas jurídicas nacionales del Sector
Privado, deben ser presentados anualmente, dentro de los primeros treinta
(30) días de entrada en vigencia de la Ley de Presupuesto del Sector Público.
Los documentos son los siguientes: a) Declaración jurada de las subvencio-
nes que recibe del Sector Público; b) Rendición de cuenta correspondiente
a la asignación percibida en el año fiscal anterior, cuando corresponda;
c) Metas y presupuestos de gastos debidamente fundamentados; d)
Cronograma mensual de ejecución física y financiera; y, e) Evaluación y aná-
lisis costo beneficio de la subvención. / 60.4 La Oficina de Presupuesto o la
que haga sus veces de la entidad debe informar dentro de los cuarenta y
cinco (45) días de finalizado el año fiscal, a la Comisión de Presupuesto y
Cuenta General de la República del Congreso de la República, a la Contraloría
General de la República y a la Dirección Nacional del Presupuesto Público,
los resultados alcanzados y el costo beneficio de las subvenciones otorga-
das’, no encontrando que la norma en trascripción tenga por finalidad ex-
cluir la posibilidad del otorgamiento de subvenciones a personas jurídicas
del Sector Público o a personas naturales, sino solo regular el otorgamiento
de las mismas a las personas jurídicas no pertenecientes al Sector Público –
siendo la mejor muestra de lo dicho el propio título que el legislador le ha
dado al artículo y el inicio de su primer párrafo que dice: ‘Las subvenciones
que se otorguen a personas jurídicas, no pertenecientes al Sector Público
(…)’–. Este entendimiento se encuentra reforzado por el hecho de que la
Sétima Disposición Transitoria de la referida Ley N° 28411 prescriba: ‘1.
Déjese sin efecto toda disposición legal que establezca la distribución por-
centual con cargo a fondos públicos para el otorgamiento de subvenciones
a personas naturales, incentivos y estímulos económicos, bajo cualquier de-
nominación, al personal del sector público, manteniéndose los montos que
sirvieron de base para efectuar el último pago por subvenciones, incentivos
o estímulos económicos, en el marco del Decreto Legislativo N° 847’, de lo
que se puede sostener que si esta disposición transitoria establece que se
mantienen los montos que sirvieron de base para efectuar el último pago
por subvenciones, incentivos o estímulos económicos, en el marco del Decreto
Legislativo N° 847 es porque es perfectamente posible asignar subvenciones
por fuera del supuesto de personas jurídicas no pertenecientes al Sector
Público. Pero no se trata solo de lo prescribe esta norma, si no que supra
hemos señalado que corren en la carpeta fiscal en calidad de elementos de
convicción: A. El acta de Sesión Ordinaria del Concejo N° 04-2012-MPT bajo
la presidencia de la teniente alcaldesa Gloria Edelmira Montenegro Figueroa
donde el regidor Pablo Penagos Ruzo solicita ‘aprobar la autorización al se-
ñor alcalde para que este, mediante resolución de alcaldía disponga de los
fondos presupuestados para otorgar estas subvenciones a personas na-
turales y personas jurídicas sin fines de lucro para cubrir gastos de índole
asistencial, social, cultural, deportivo y otros de la misma naturaleza’ la cual

411
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

es aprobada por unanimidad incluyéndose entre los regidores que vo-


tan a favor a los señores del Partido Aprista Peruano –el que es recono-
cido públicamente como oposición y contrario a los intereses políticos de
Alianza para el Progreso– Edward Patricio Berrocal Gamarra, Luis Carlos Santa
María Mecq y Róger Augusto Obeso Acevedo; misma expresión de subven-
ciones para personas naturales que se puede encontrar en las actas de Sesión
Ordinaria del Concejo N° 04-2011-MPT y de Sesión Ordinaria del Concejo
N° 07-2010-MPT que contienen las aprobaciones de los requerimientos para
que se autorice al investigado Acuña Peralta a que disponga administrativa-
mente de los fondos presupuestados para otorgar subvenciones; B. La hoja
de ‘Precisiones a las recomendaciones formuladas’, firmada por los que fue-
ron regidores de la Municipalidad Provincial de Trujillo durante la gestión
del Exalcalde José Murgia Zannier, señores Napoleón Vilca García, José
Miranda Prado y Tula Benitez Vásquez, con fecha 24 de marzo de 2004, don-
de se da como recomendación 10 ‘con el rubro de subvenciones diversas no
se podrá otorgar nuevos aportes económicos a la misma institución o per-
sona natural que ya ha sido considerada como beneficiaria en el subgrupo
de instituciones benéficas o culturales’; C. Los reglamentos de subvenciones
de las municipalidades Distrital de Ventanilla, Provincial de Piura, Distrital de
Castilla y Provincial de Hualgayoc-Bambamarca en las que se puede apreciar
que establecen la posibilidad de otorgar subvenciones a personas na-
turales. Hecha esta precisión –que importa negar el indicio consistente en
la existencia de una infracción administrativa– corresponde continuar dilu-
cidando lo que es verdaderamente importante en materia penal a efectos
de afirmar o negar la comisión de un delito de peculado, esto es, si el dine-
ro de las subvenciones se ha gastado en temas relacionadas con los fines de
la Administración Pública o no. Para ello se debe tener como principal refe-
rente la Ley N° 27972 –Ley Orgánica de Municipalidades– en tanto obvia-
mente es la norma que se encarga de regular la estructura y funcionamien-
to de los gobiernos municipales. De las normas de esta que resultan relevan-
tes para el presente caso debemos comenzar apuntando que su Título
Preliminar señala en su artículo I ‘los gobiernos locales son entidades, bási-
cas de la organización territorial del Estado y canales inmediatos de partici-
pación vecinal en los asuntos públicos, que institucionalizan y gestionan con
autonomía los intereses propios de las correspondientes colectivida-
des; siendo elementos esenciales del gobierno local, el territorio, la pobla-
ción y la organización. / Las municipalidades provinciales y distritales son los
órganos de gobierno promotores del desarrollo local, con personería ju-
rídica de derecho público y plena capacidad para el cumplimiento de
sus fines’; en su artículo II: ‘Los gobiernos locales gozan de autonomía
política, económica y administrativa en los asuntos de su competencia.
/ La autonomía que la Constitución Política del Perú establece para las
municipalidades radica en la facultad de ejercer actos de gobierno, ad-
ministrativos y de administración, con sujeción al ordenamiento jurídi-
co’; y en su artículo VIII: ‘Los gobiernos locales están sujetos a las leyes y
disposiciones que, de manera general y de conformidad con la Constitución
Política del Perú, regulan las actividades y funcionamiento del Sector Público;
así como a las normas técnicas referidas a los servicios y bienes públicos, y
a los sistemas administrativos del Estado que por su naturaleza son de

412
Decisiones fiscales

observancia y cumplimiento obligatorio’, de las cuales se debe concluir que


se le reconoce a las municipalidades una amplia autonomía para establecer
los servicios y objetivos que pretendan brindar y obtener a favor de su po-
blación siempre y cuando ellas no impliquen una infracción clara del orde-
namiento jurídico y no carezcan de utilidad social evidente –como ocurriría,
por ejemplo, cuando se pretenda favorecer indebidamente a las empresas
que contratan con el Estado pagándoles precios mayores a los que corres-
ponden–. Para en seguida reparar en que dicha Ley prescribe en su artículo
VI: ‘Los gobiernos locales promueven el desarrollo económico local, con in-
cidencia en la micro y pequeña empresa, a través de planes de desarrollo
económico local aprobados en armonía con las políticas y planes nacionales
y regionales de desarrollo; así como el desarrollo social, el desarrollo de ca-
pacidades y la equidad en sus respectivas circunscripciones’; en su artículo
X: ‘Los gobiernos locales promueven el desarrollo integral, para viabilizar el
crecimiento económico, la justicia social y la sostenibilidad ambiental. / La
promoción del desarrollo local es permanente e integral. Las municipalida-
des provinciales y distritales promueven el desarrollo local, en coordinación
y asociación con los niveles de gobierno regional y nacional, con el objeto
de facilitar la competitividad local y propiciar las mejores condiciones de vida
de su población’; siendo que de modo específico el artículo 73 establece:
‘Las municipalidades, tomando en cuenta su condición de municipalidad
provincial o distrital, asumen las competencias y ejercen las funciones espe-
cíficas señaladas en el capítulo II del presente Título, con carácter exclusivo
o compartido, en las materias siguientes: (…) 1.4. Saneamiento físico-legal
de asentamientos humanos. (…) 1.9. Patrimonio histórico, cultural y paisajís-
tico (…) 2.1. Saneamiento ambiental, salubridad y salud (…) 2.3. Educación,
cultura, deporte y recreación. 2.4. Programas sociales, defensa y promoción
de derechos ciudadanos (…) 2.8. Promoción del desarrollo económico local
para la generación de empleo (…) 5.1. Promover, apoyar y reglamentar la
participación vecinal en el desarrollo local (…) Administrar, organizar y eje-
cutar los programas locales de lucha contra la pobreza y desarrollo social.
6.2. Administrar, organizar y ejecutar los programas locales de asistencia,
protección y apoyo a la población en riesgo, y otros que coadyuven al desa-
rrollo y bienestar de la población’. En este marco corresponde reparar en
que, como hemos señalado supra, corren en la carpeta fiscal como elemen-
tos de convicción: A. La relación de subvenciones económicas otorgadas por
la Municipalidad Provincial de Trujillo entre los años 2011 a 2007, en la que
se puede apreciar que entre las subvenciones que se podrían calificar como
importantes (fijando como criterio de distinción el suscrito aquellas que su-
peran los diez mil nuevo soles) en realidad se puede contar un aproximado
de 163 subvenciones otorgadas a distintas personas, no solo a las personas
que se dice son miembros del partido de Acuña Peralta y, además, y con mu-
cha importancia, que las subvenciones cuestionadas no se han brindado para
fines personales de los solicitantes –como, por ejemplo, consta a fojas 05 y
06 respecto del dinero entregado a Perpetua Elena Jaico Paredes, Jeannette
Flores Gutiérrez, Mayer Ademir Cabrera Guevara y María Isabel Soberón
Tocas para compra de aulas prefabricadas para jardines municipales de ni-
ños; lo que también se indica en el informe periodístico, cuando se cuestio-
na la entrega de subvenciones a militantes de Alianza para el Progreso para

413
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

cubrir déficit alimentario de enfermos, arco de ingreso a una urbanización,


culminación de local institucional, adquisición de buzos para niños, agua y
alcantarillado para un AA.HH. y apoyo a Jardín Municipal–. No solo ello, sino
que también figuran subvenciones merced a solicitudes realizadas por pro-
minentes líderes de otras tiendas políticas rivales a la del investigado Acuña
Peralta, como en el caso de los señores Miriam Alicia Pilco Deza, Elías
Rodríguez Zavaleta y Roberto Angulo Álvarez; B. La Resolución de Alcaldía
N° 651-2010-MPT, de fecha 25 de junio de 2010, por la que se otorga sub-
venciones a instituciones educativas de la Provincia de Trujillo por el monto
de un millón trescientos diez mil nuevos soles, la Resolución de Alcaldía
N° 1197-2010-MPT de fecha 29 de octubre de 2010 por la que se otorga
subvenciones a organizaciones sociales de base para el mejoramiento de la
infraestructura e implementación de sus organizaciones, la Resolución de
Alcaldía N° 371-2008-MPT de fecha 7 de mayo de 2008 por la que se otor-
ga una subvención a Nidia Elena Carranza de Cavero por el monto de trein-
ta y siete mil nuevos soles para la celebración del Día de la Madre por las or-
ganizaciones sociales de base, la Resolución de Alcaldía N° 857-2008-MPT
de fecha 27 de agosto de 2008 por la que se otorga una subvención al Comité
de Desarrollo y Progreso del Parque Vicente Cerro Cabrián de la urbaniza-
ción San Fernando debidamente representado por su presidente el señor
Rómulo Torres Bautista por el monto de veinte y dos mil ochocientos cua-
renta y nueve nuevos soles con veinte y cuatro céntimos para la cons-
trucción de un arco de ingreso a la urbanización, la Resolución de Alcaldía
N° 296-2009-MPT de fecha 5 de marzo de 2009 por la que se otorga una
subvención a Flor Maritza Tacanga Ponce, Elsa Dorolisa Alcántara Castillo y
Perpetua Elena Jaico Paredes en calidad de representantes de las organiza-
ciones sociales de base por el monto de treinta y dos mil nuevos soles para
la celebración del Día Internacional de la Mujer, la Resolución de Alcaldía
N° 467-2009-MPT de fecha 21 de abril de 2009 por la que se otorga una
subvención a la Asociación Civil Pro salud y Vida TBC-M.D.R. y SIDA-TBC re-
presentada por su presidente el señor Segundo Juan Chamorro Valderrama
por el monto de veinte y cuatro mil nuevos soles para solventar gastos de
alimentación para afectados de TBC y TBC-MDR, la Resolución de Alcaldía
N° 597-2009-MPT de fecha 3 de mayo de 2009 por la que se otorga una sub-
vención al Comité de Gestión de Obras y Desarrollo del Sector Apóstol
Santiago del Barrio 09 del Distrito de Florencia de Mora representado por el
Presidente de su Junta Directiva señor Walter Javier Vásquez Carranza por
el monto de doce mil ochocientos noventa y un nuevos soles para la culmi-
nación del local comunal, la Resolución de Alcaldía N° 596-2010-MPT de fe-
cha 15 de junio de 2010 por la que se otorga una subvención al Comité Pro-
Construcción Capilla San José de la Campiña de Moche representado por el
Presidente señor Salomón Zarate Caballero por el monto de diez mil nuevos
soles para la construcción del techo de la capilla, la Resolución de Alcaldía
N° 829-2009-MPT de fecha 1 de julio de 2009 por la que se otorga una sub-
vención a la Junta Directiva del Comité de Apoyo a los Jardines Municipales
representada por su Presidenta Jeannette Aurora Flores Gutiérrez por el mon-
to de cincuenta y ocho mil cuatrocientos cincuenta nuevos soles para la ad-
quisición de buzos de los niños de los jardines municipales, la Resolución de
Alcaldía N° 992-2010-MPT de fecha 10 de setiembre de 2010 por la que se

414
Decisiones fiscales

otorga subvenciones a instituciones educativas de la Provincia de Trujillo por


el monto de ciento sesenta y cinco mil nuevos soles, la Resolución de Alcaldía
N° 995-2010-MPT de fecha 13 de septiembre de 2010 por la que se otorga
subvenciones a organizaciones sociales de base –mayoritariamente clubes
de madres, pero también vaso de leche y otros similares– de la Provincia de
Trujillo, con un total de 251 expedientes, por el monto de cuatrocientos
treinta y un mil nuevos soles para el mejoramiento de la infraestructura e
implementación de sus organizaciones; C. El Acta de sesión ordinaria del
Concejo N° 04-2012-MPT donde se acuerda por unanimidad, con el voto a
favor de los señores del Partido Aprista Peruano Edward Patricio Berrocal
Gamarra, Luis Carlos Santa María Mecq y Róger Augusto Obeso Acevedo,
‘Aprobar la autorización al señor Alcalde para que este, mediante resolución
de alcaldía disponga de los fondos presupuestados para otorgar estas sub-
venciones a personas naturales y personas jurídicas sin fines de lucro para
cubrir gastos de índole asistencial, social, cultural, deportivo y otros de
la misma naturaleza’, las actas de sesión ordinaria del Concejo N° 04-2011-
MPT y N° 07-2010-MPT donde en términos muy similares se autoriza al al-
calde para que disponga de los fondos presupuestados para otorgar sub-
venciones y principalmente el acta de sesión ordinaria del Concejo N° 02-
2009-MPT donde la regidora Gloria Montenegreo Figueroa solicita la dispo-
sición discrecional administrativa de las subvenciones del año 2009 justifi-
cando en que se está apoyando a centros de promoción de salud e institu-
ciones educativas entre otras y al hacer uso de la palabra el regidor del Partido
Aprista Peruano Róger Augusto Obeso Acevedo señala estar de acuerdo con
la intención de la regidora y del alcalde, en el propósito de ayudar a secto-
res sociales menos favorecidos y solicita que se contemple también el ru-
bro de apoyo comunal, votando a favor incluso los señores regidores del
Partido Aprista Peruano Edward Patricio Berrocal Gamarra, Luis Carlos Santa
María Mecq, Róger Augusto Obeso Acevedo y Luis Fernando Calderón
Carvajal; D. Las documentales presentadas por Walter Javier Vásquez
Carranza, habiendo señalado al rendir su declaración que para la construc-
ción de su local comunal ha recibido apoyo también del señor Murgia Zannier
cuando este era alcalde de la Municipalidad de Trujillo y de la Municipalidad
Distrital de Florencia de Mora pone a disposición de este despacho resolu-
ciones de alcaldía de las municipalidades de Florencia de Mora y de Trujillo
anteriores a la gestión del investigado Acuña Peralta donde se le reconoce
su calidad de integrante de la Junta Directiva del Comité de Gestión de Obras,
Desarrollo y Progreso del Sector Apóstol Santiago - Barrio 09 del Distrito de
Florencia de Mora y resoluciones de alcaldía de los años 2003, 2004, 2005
y 2006 de la Municipalidad de Florencia de Mora haciendo donaciones para
la construcción de su local comunal y del año 2004 de la Municipalidad
Provincial de Trujillo firmada por José Murgia Zannier por la que la mencio-
nada exautoridad edil autoriza la adquisición de materiales de construcción
para ser entregados al Presidente del Comité de Gestión de Obras, Desarrollo
y Progreso del Sector Apóstol Santiago - Barrio 09 del Distrito de Florencia
de Mora, habiendo referencia en sus considerandos que mediante Decreto
de Alcaldía N° 10-2004-MPT del 27 de mayo de 2004 se aprobó la Directiva:
Apoyo a las Juntas Vecinales Municipales, Distritos y Centros Poblados para
la ejecución de obras comunales que norma el procedimiento para el apoyo

415
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

a la comunidad organizada en la ejecución de obras comunales. Las cosas


así, en este nivel de tipificación de los hechos, no se puede sostener válida-
mente que César Acuña Peralta con la participación de los demás investiga-
dos hayan hecho suyos caudales que pertenecen al Estado apartándolos de
la esfera de la función de la Administración Pública –o, como señala el infor-
me periodístico, haya destinado recursos públicos a fines ajenos a la misión
municipal–, pues para ello es necesario que las materias para las que se han
concedido las subvenciones se hayan encontrado nítidamente alejadas de
las misiones municipales a las que se ha hecho referencia en las citas de la
Ley Orgánica de Municipalidades; sin embargo, como se ha podido apreciar
de los elementos de convicción que se acaba de citar respecto de las sub-
venciones cuestionadas en el informe periodístico –que constituyen la de-
nuncia del presente caso y respecto de las cuales está obligado el suscrito a
un pronunciamiento expreso– e incluso de la revisión aleatoria y general
–por su alto número– de las subvenciones que no han sido materia de cues-
tionamiento específico –que no han sido objeto de denuncia y, por tanto,
no existe obligación de pronunciamiento expreso por parte del suscrito–, las
subvenciones otorgadas están efectivamente relacionadas con los fines del
gobierno municipal. Debiendo adicionarse que no ha encontrado el suscri-
to –más allá de lo cuestionable o no que podría resultar políticamente y so-
bre lo cual no le corresponde pronunciarse– ningún impedimento normati-
vo de relevancia jurídico-penal para que dentro de las subvenciones que se
puedan otorgar a los ciudadanos u organizaciones de nuestra provincia re-
sulten beneficiadas, entre otras, personas vinculadas u organizaciones que
tengan como representantes a personas pertenecientes al partido político
de Gobierno (cosa distinta ocurriría si estas personas fueran las únicas o ma-
yoritaria y exprofesamente beneficiadas); pues lo verdaderamente impor-
tante son las justificaciones o fines con que se autorizan las subvenciones y
si estas están conectadas con aquellas que han sido referidas supra como
integrantes de la misión municipal. No alcanza a entender el suscrito cómo
podrían hallarse desvinculadas de los fines municipales las subvenciones re-
lacionadas con Segundo Chamorro Valderrama, Nidia Elena Carrasco de
Cavero, Rómulo Torres Bautista, Perpetua Elena Jaico Paredes, Walter Javier
Vásquez Carranza, Jeannette Flores Gutiérrez, Mayer Ademir Cabrera Guevara
juntamente con Wilmer Minchola Escobar y María Isabel Sobero Tocas si,
como ya dijimos, fueron entregas de dinero para compra de aulas prefabri-
cadas para jardines municipales de niños, para cubrir déficit alimentario de
enfermos, arco de ingreso a una urbanización, culminación de local institu-
cional, adquisición de buzos para niños, agua y alcantarillado para un AA.
HH. y apoyo a Jardín Municipal; lo mismo se debe decir cuando se trata de
la entrega de dinero a organizaciones sociales de base para mejora de sus
comedores o de los servicios que prestan –respecto de si en ello se ha co-
metido un delito electoral nos pronunciaremos infra y respecto de si resulta
políticamente correcto o reprobable hacerlo estando cerca un proceso elec-
cionario, como hemos dejando ya sentando, no nos corresponde pronun-
ciarnos–; igual con el hecho de que se haya beneficiado a casi 300 colegios
de Trujillo, quienes recibieron cheques de cinco mil nuevos soles cada uno
para la compra de computadoras –respecto de si ello era políticamente co-
rrecto o reprobable en un año electoral no corresponde pronunciamiento

416
Decisiones fiscales

por parte del suscrito–. Merecen fundamentación distinta las subvenciones


entregadas a los trabajadores de la Municipalidad Provincial de Trujillo que,
como refiere la propia denuncia, fueron consecuencia de los pactos colecti-
vos a los que el alcalde llegó con los representantes de las organizaciones
sindicales –que se tuvieron que hacer para lograr una paz laboral que des-
de el inicio de su gestión le fue esquiva–; pues, a criterio del suscrito, estas
no encuentran mayor conexión con los fines que deben cumplir las subven-
ciones sociales; sin embargo, en el delito de peculado ello no es relevante,
lo relevante –como ya se expresó supra– es que se haya hecho uso de cau-
dales que pertenecen al Estado apartándolos de la esfera de la función de
la Administración Pública; cosa que, a pesar de lo cuestionable de la entre-
ga del dinero al que nos venimos refiriendo bajo el rubro de subvenciones,
no ha ocurrido, pues como la propia denuncia señala dichas entregas han
sido consecuencia de pactos colectivos a los que el alcalde llegó con los re-
presentantes de las organizaciones sindicales para lograr una paz laboral
que desde el inicio fue esquiva, pudiendo inferirse de ello que se trató de
entregas de dinero necesarias para el funcionamiento del aparato munici-
pal. Debe recordarse en este sentido que la Constitución Política de 1993
señala en su artículo 28 que: ‘El Estado reconoce los derechos de sindica-
ción, negociación colectiva y huelga. Cautela su ejercicio democrático:
1. Garantiza la libertad sindical. 2. Fomenta la negociación colectiva y pro-
mueve formas de solución pacífica de los conflictos laborales. La con-
vención colectiva tiene fuerza vinculante en el ámbito de lo concerta-
do’ y el Texto Único Ordenado de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo
- Decreto Supremo N° 010-2003-TR señala en su artículo 41 que la ‘Convención
colectiva de trabajo es el acuerdo destinado a regular las remuneraciones,
las condiciones de trabajo y productividad y demás, concernientes a las re-
laciones entre trabajadores y empleadores, celebrado, de una parte, por una
o varias organizaciones sindicales de trabajadores o, en ausencia de estas,
por representantes de los trabajadores interesados, expresamente elegidos
y autorizados y, de la otra, por un empleador, un grupo de empleadores, o
varias organizaciones de empleadores’ y el artículo 42 que: ‘La convención
colectiva de trabajo tiene fuerza vinculante para las partes que la adopta-
ron. Obliga a estas, a las personas en cuyo nombre se celebró y a quienes
les sea aplicable, así como a los trabajadores que se incorporen con poste-
rioridad a las empresas comprendidas en la misma, con excepción de quie-
nes ocupan puestos de dirección o desempeñan cargos de confianza’”.

IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA Y OTROS
Código de Carpeta Fiscal N° 087-2012
Disposición:
Fiscal Responsable: Constante Carlos Ávalos Rodríguez
Dado cuenta: Con el escrito del abogado defensor del investigado César Acuña Peralta solicitando
el cierre de las diligencias preliminares de investigación por vencimiento del plazo; siendo que el
artículo 334 del CPP 2004 prescribe: “2. El plazo de las Diligencias Preliminares, conforme al

417
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

artículo 3, es de veinte días, salvo que se produzca la detención de una persona. No obstante ello, el
fiscal podrá fijar un plazo distinto según las características, complejidad y circunstancias de los he-
chos objeto de investigación. Quien se considere afectado por una excesiva duración de las diligen-
cias preliminares, solicitará al fiscal le dé término y dicte la disposición que corresponda. Si el fiscal
no acepta la solicitud del afectado o fija un plazo irrazonable, este último podrá acudir al juez de la
investigación preparatoria en el plazo de cinco días instando su pronunciamiento. El juez resolverá
previa audiencia, con la participación del fiscal y del solicitante” y que, en efecto, a la fecha se en-
cuentra vencido el plazo distinto que este despacho especializado fijó para las indagaciones preli-
minares corresponde pronunciarse respecto del fondo del asunto; por lo que CONSIDERANDO:
PRIMERO: La presente investigación se inicia por la derivación que hace a esta Fiscalía Provincial
Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios Públicos de La Libertad
- sede Trujillo la Presidencia (e) de la Junta de Fiscales Superiores de La Libertad de la comunica-
ción cursada por el director editorial de la revista Poder David Rivera del Águila solicitando inves-
tigar los supuestos hechos delictivos mencionados en un informe especial publicado en la edición
de abril de la revista Poder, para lo cual se adjuntaba un ejemplar de la revista y también copias xe-
rográficas de la documentación utilizada para realizar el susodicho informe; SEGUNDO: El infor-
me en mención se encuentra contenido en las páginas 30 a 39 de la edición 38 de la revista Poder,
correspondiente al mes de abril de 2012, el cual se titula “Acuña mete la uña. El alcalde de Trujillo
consolida un modelo de corrupción municipal” y en su contenido se pueden advertir las siguientes
imputaciones generales referidas a la existencia de “un sistema de desvío de fondos establecidos por
el alcalde de Trujillo, César Acuña Peralta, para financiar su base de apoyo político, mediante sub-
sidios que autoriza para militantes de su partido y la celebración de múltiples fiestas para los sindi-
catos de la comuna, entre otras modalidades. Aunque el burgomaestre no se benefició personalmen-
te con las operaciones, estas lo habrían hecho incurrir en los delitos de peculado y malversación de
fondos, de acuerdo con opiniones jurídica recogidas para esta investigación. Durante más de un año,
INFOS revisó un millar de documentos y entrevistó a más de treinta personas, comprobando cómo
el burgomaestre e incipiente candidato presidencial, dispuso y dispone de una partida especial pro-
veniente de las cuentas del municipio, de la que, a sola firma, destina recursos públicos a fines aje-
nos a la misión municipal. El desvío de fondos benefició la campaña reeleccionista de Acuña a la
alcaldía en el 2010. Decenas de militantes de Alianza para el Progreso (APP), su partido, recibieron
cientos de miles de soles que solicitaron a una partida de ‘subvenciones sociales’ del gobierno local.
También con dinero público, el municipio financió irregularmente hasta treinta fiestas de los traba-
jadores ediles. Tres millones de soles, un poco más de la tercera parte de los fondos entregados de
esta partida durante la primera gestión de Acuña, no fueron justificados por los beneficiarios”; TER-
CERO: En el desarrollo más pormenorizado del informe periodístico, se encuentra cinco cuestio-
namientos específicos: 1° La partida de subvenciones se encuentra destinada a instituciones benéfi-
cas, sociales o culturales, tratándose de recursos que –por la naturaleza de sus funciones– estas ins-
tituciones no logran captar del Sector Privado; que “mediante las subvenciones una municipalidad
hace que otros provean los servicios que ella no brinda”; dándose ejemplos de cómo ha sido utili-
zada la mencionada partida en otras municipalidades; que el artículo 60 de la Ley General del Sis-
tema Nacional de Presupuesto regula la planificación y administración de las subvenciones en los
presupuestos anuales de los gobiernos regionales, municipalidades e incluso en el Consejo de Mi-
nistros, siendo requisitos que los fondos provengan de recursos directamente recaudados por la ins-
titución pública y que las subvenciones sean aprobadas por “acuerdo respectivo”, en este caso, por
acuerdo del concejo municipal, integrado por regidores oficialistas y de la oposición; siendo que
desde el 2008 hasta el 2012 –por unanimidad en los años 2008, 2009 y 2012– el Concejo ha resuel-
to “otorgar al señor alcalde la facultad de disponer de los fondos presupuestados para otorgar sub-
venciones de apoyo social”; 2° La emisión del Decreto de Alcaldía N° 031-08 por el que se aprobó
la directiva “Procedimientos para la emisión y control de las subvenciones sociales en la Municipa-
lidad Provincial de Trujillo”, la cual establece que además de las instituciones o entidades

418
Decisiones fiscales

no públicas, como potenciales beneficiarias, podrían también recibir dinero personas naturales, con
necesidades disímiles; cuestionando el informe que este Decreto contraviene abiertamente las di-
rectivas del MEF, el cual solo menciona a “personas jurídicas no públicas” como beneficiarias de
una subvención; se señala que a partir de lo dicho se ha producido la entrega de las subvenciones a
particulares y sobre todo algunas de las más altas sumas de dinero entregadas por la municipalidad
fueron a parar a manos de afiliados al partido del alcalde; siendo que incluso sus afiliados recibieron
dinero más de una vez y por diferentes motivos, como en los casos de Perpetua Elena Jaico Paredes,
Mayer Adamir Cabrera Guevara y Jeannette Flores Gutiérrez; se acompaña además al informe un
cuadro con los nombres de las personas afiliadas al partido político Alianza para el Progreso que han
sido beneficiados con las subvenciones sociales, pudiéndose apreciar que se trata de Segundo Cha-
morro Valderrama, Nidia Elena Carrasco de Cavero, Rómulo Torres Bautista, Perpetua Elena Jaico
Paredes, Walter Javier Vásquez Carranza, Jeannette Flores Gutiérrez, Mayer Ademir Cabrera Gue-
vara juntamente con Wilmer Minchola Escobar y María Isabel Soberon Tocas; cuestionándose el
que se haya fortalecido la Gerencia de Desarrollo Social, a cargo de Tania Baca Romero, que se ha-
bría convertido en principal maquinaria política de César Acuña Peralta; 3° El 30 de julio de 2010,
sobre un tabladillo instalado en la Plaza de Armas de Trujillo, César Acuña Peralta rodeado de de-
cenas de madres de familia representantes de comedores populares de once distritos de la ciudad
anunció que cada una de ellas recibirían cheques de entre mil a tres mil nuevos soles para mejorar
las instalaciones de las organizaciones que lideraban, cuestionándose en el informe que la reunión
haya tenido vigencia apenas tres días antes que entrara en vigencia el plazo de tres meses previos al
día de la elección, en el que las autoridades postulantes a la reelección no pueden encabezar activi-
dades que pudieran influir en el voto; sin embargo, la autorización para la distribución del dinero
ahí prometido llegó en plena campaña electoral, mediante la Resolución de Alcaldía N° 995-10, fir-
mada por Acuña Peralta, por la que se distribuyó cheques por casi medio millón de soles entre 251
organizaciones sociales de base el 13 de septiembre de 2010, apenas tres semanas antes del 3 de
octubre, día de las elecciones municipales que ganó; cuestionado el informe que –de la revisión de
las letras usadas– se aprecia que las solicitudes no han sido llenadas por las representantes de las
organizaciones sociales de base sino por solo tres personas y que hayan sido ingresadas todas un
domingo 27 de junio de 2010 y en un solo bloque, como si 251 mujeres provenientes de 11 distritos
llegaran un domingo no laborable a las oficinas municipales a ingresar solicitudes por subvenciones;
siendo peor que en el archivo digital de la mesa de partes aparezca como que las solicitudes fueron
ingresadas en realidad el 26 de junio; adiciona a los cuestionamientos efectuados el informe el que
se haya beneficiado en el año 2010, especialmente sensible por la contienda electoral, a casi 300
colegios de Trujillo, quienes recibieron cheques de cinco mil nuevos soles cada uno para la compra
de computadoras (el cuadro que se acompaña da cuenta de 292 colegios beneficiados con un impor-
te total de millón cuatrocientos setenta y cinco mil nuevos soles); 4° El empleo de casi medio millón
de soles destinado a pagos de fiestas para los trabajadores de la municipalidad como consecuencia
de los pactos colectivos a los que el alcalde llegó con los representantes de las organizaciones sin-
dicales, lo que se tuvo que hacer para lograr una paz laboral que desde el inicio de su gestión le fue
esquiva; 5° Del total de dinero entregado por concepto de subvenciones, existen tres millones de
soles respecto de los cuales no se ha rendido cuenta y, además, Acuña Peralta ha firmado la Reso-
lución de Alcaldía N° 946-10 dando por liquidadas las subvenciones menores de mil nuevos soles
emitidas en el 2008 y 2009 que no hayan sido rendidas; siendo que pese a los saldos a los que se
acaba de hacer referencia ascendió al que fue su asesor jurídico, Luis Valdez Farías, al cargo de ge-
rente municipal y a la subgerente de Programas Alimentarios y una de sus principales operadoras
políticas; CUARTO: Planteados así los cargos, corresponde analizar la información acopiada por
esta fiscalía especializada durante las diligencias preliminares de investigación –que de conformi-
dad con el numeral 2 del artículo 330 del CPP 2004, “tienen por finalidad inmediata realizar los ac-
tos urgentes o inaplazables destinados a determinar si han tenido lugar los hechos objeto de cono-
cimiento y su delictuosidad, así como asegurar los elementos materiales de su comisión,

419
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

individualizar a las personas involucradas en su comisión, incluyendo a los agraviados, y, dentro de


los límites de la Ley, asegurarlas debidamente”– con la finalidad de determinar si la misma corro-
bora en el grado de conocimiento requerido para decidir la formalización y continuación de la in-
vestigación preparatoria, de probabilidad inicial, o desacredita totalmente las afirmaciones realizadas
en el informe periodístico denominado “Acuña mete la uña” al que nos hemos referido supra o, en
todo caso, permite sin desacreditar totalmente los hechos en mención –a la luz también de los actos
de defensa de los investigados– tener una perspectiva distinta de los mismos. En este sentido, se
debe mencionar entre los elementos de convicción acopiados que resultan pertinentes y relevantes
para la solución del caso que: 1° En los impresos anexados al oficio del director editorial de la re-
vista Poder figuran unos que serían la relación de subvenciones económicas otorgadas por la Mu-
nicipalidad Provincial de Trujillo entre los años 2011 a 2007 (corren de fojas 02 a fojas 71 de la
carpeta fiscal); en estos se puede apreciar como información complementaria la afirmación de las
subvenciones otorgadas a quienes serían militantes del partido político Alianza para el Progreso (Se-
gundo Chamorro Valderrama, Nidia Elena Carrasco de Cavero, Rómulo Torres Bautista, Perpetua
Elena Jaico Paredes, Walter Javier Vásquez Carranza, Jeannette Flores Gutiérrez, Mayer Ademir
Cabrera Guevara juntamente con Wilmer Minchola Escobar y María Isabel Soberón Tocas) que en-
tre las subvenciones que se podrían calificar como importantes (fijando como criterio de distinción
el suscrito aquellas que superan los diez mil nuevo soles) que en realidad se puede contar un aproxi-
mado de 163 subvenciones otorgadas a distintas personas; se puede apreciar que las subvenciones
cuestionadas no se han brindado para fines personales del solicitante, como por ejemplo consta a
fojas 05 y 06 respecto del dinero entregado a Perpetua Elena Jaico Paredes, Jeannette Flores Gutié-
rrez, Mayer Ademir Cabrera Guevara y María Isabel Soberón Tocas para compra de aulas prefabri-
cadas para jardines de niños –los mismos fines no personales del solicitante que también se indican
en el informe periodístico cuando se cuestiona la entrega de subvenciones a militantes de Alianza
para el Progreso para cubrir déficit alimentario de enfermos, arco de ingreso a una urbanización,
culminación de local institucional, adquisición de buzos para niños, agua y alcantarillado para un
AA. HH. y apoyo a Jardín Municipal–. Del mismo modo, se puede apreciar que también se ha he-
cho entrega de subvenciones merced a solicitudes realizadas por personas vinculadas a otras tiendas
políticas, como ocurre en los casos de Miriam Alicia Pilco Deza, que gestionó una subvención en
el año 2010 para implementación de redes de informática de la Sociedad de Beneficencia Pública
(fojas 25), de Elías Rodríguez Zavaleta que gestionó una subvención en el año 2008 (fojas 58) y de
Roberto Angulo Álvarez que gestionó una subvención para una Feria Internacional de Turismo en
el año 2007 (fojas 61); 2° En los impresos anexados al oficio del director editorial de la revista Po-
der figuran también los Acuerdo de Concejo de los años 2008 a 2012 (corren de fojas 72 a fojas 76
de la carpeta fiscal) que otorgan al alcalde César Acuña Peralta la facultad de disponer de los fondos
presupuestados para otorgar subvenciones de apoyo social; 3° En los impresos anexados al oficio
del director editorial de la Revista Poder figuran 3.1. La Resolución de Alcaldía N° 651-2010-MPT
de fecha 25 de junio de 2010 y anexos (corren de fojas 77 a fojas 96 de la carpeta fiscal) por la que
se otorga subvenciones a instituciones educativas de la Provincia de Trujillo por el monto de un mi-
llón trescientos diez mil nuevos soles, estableciéndose la obligación de rendición de cuentas para
las instituciones beneficiarias y la obligación de devolución en caso de no emplear el dinero para el
acto para el que fue solicitado y encargándose a la Subgerencia de Educación la supervisión de la
ejecución del acto; 3.2. La Resolución de Alcaldía N° 1197-2010-MPT, de fecha 29 de octubre de
2010, y anexos (corren de fojas 97 a fojas 113 de la carpeta fiscal) por la que se otorga subvencio-
nes a organizaciones sociales de base –abrumadoramente clubes de madres– de la Provincia de Tru-
jillo, con un total de 95 expedientes, por el monto de ciento cuarenta y nueve mil nuevos soles para
el mejoramiento de la infraestructura e implementación de sus organizaciones estableciéndose la
obligación de rendición de cuentas para las instituciones beneficiarias y la obligación de devolución
en caso de no emplear el dinero para el acto para el que fue solicitado y encargándose a la Gerencia
de Desarrollo Social la supervisión de la ejecución del acto; 3.3. La Resolución de Alcaldía

420
Decisiones fiscales

N° 371-2008-MPT de fecha 7 de mayo de 2008 (corre a fojas 114 de la carpeta fiscal) por la que se
otorga una subvención a Nidia Elena Carranza de Cavero por el monto de treinta y siete mil nuevos
soles para la celebración del Día de la Madre por las organizaciones sociales de base, establecién-
dose la obligación de rendición de cuentas para la responsable de la administración del dinero; 3.4.
La Resolución de Alcaldía N° 857-2008-MPT de fecha 27 de agosto de 2008 (corre a fojas 115 y
116 de la carpeta fiscal) por la que se otorga una subvención al Comité de Desarrollo y Progreso del
Parque Vicente Cerro Cabrián de la urbanización San Fernando debidamente representado por su
presidente el señor Rómulo Torres Bautista por el monto de veinte y dos mil ochocientos cuarenta
y nueve nuevos soles con veinte y cuatro céntimos para la construcción de un arco de ingreso a la
urbanización estableciéndose la obligación de rendición de cuentas a la institución beneficiaria y la
obligación de devolución en caso de no emplear el dinero para el acto para el que fue solicitado y
encargándose a la Gerencia de Obras Públicas la supervisión de la ejecución del acto; 3.5. La Reso-
lución de Alcaldía N° 296-2009-MPT de fecha 5 de marzo de 2009 (corre a fojas 117 y 117v de la
carpeta fiscal) por la que se otorga una subvención a Flor Maritza Tacanga Ponce, Elsa Dorolisa Al-
cantara Castillo y Perpetua Elena Jaico Paredes en calidad de representantes de las organizaciones
sociales de base por el monto de treinta y dos mil nuevos soles para la celebración del Día Interna-
cional de la Mujer estableciéndose la obligación de rendición de cuentas para la institución benefi-
ciaria y la obligación de devolución en caso de no emplear el dinero para el acto para el que fue so-
licitado y encargándose a la Gerencia de Desarrollo Social la supervisión de la ejecución del acto;
3.6. La Resolución de Alcaldía N° 467-2009-MPT de fecha 21 de abril de 2009 (corre a fojas 118 y
118v de la carpeta fiscal) por la que se otorga una subvención a la Asociación Civil Pro Salud y Vida
TBC-M.D.R. y SIDA-TBC representada por su presidente el señor Segundo Juan Chamorro Valde-
rrama por el monto de veinte y cuatro mil nuevos soles para solventar gastos de alimentación para
afectados de TBC y TBC-MDR estableciéndose la obligación de rendición de cuentas para la insti-
tución beneficiaria y encargándose a la Subgerencia de Programas Alimentarios la supervisión de la
ejecución del acto; 3.7. La Resolución de Alcaldía N° 597-2009-MPT de fecha 03 de mayo de 2009
(corre a fojas 119 y 119v de la carpeta fiscal) por la que se otorga una subvención al Comité de Ges-
tión de Obras y Desarrollo del Sector Apóstol Santiago del Barrio 09 del Distrito de Florencia de
Mora representado por el Presidente de su Junta Directiva señor Walter Javier Vásquez Carranza
por el monto de doce mil ochocientos noventa y un nuevos soles para la culminación del local co-
munal del sector estableciéndose la obligación de rendición de cuentas para la institución beneficia-
ria y la obligación de devolución en caso de no emplear el dinero para el acto para el que fue soli-
citado y encargándose a la Sub Gerencia de Participación Vecinal la supervisión de la ejecución del
acto; 3.8. La Resolución de Alcaldía N° 596-2010-MPT de fecha 15 de junio de 2010 (corre a fojas
120 y 120v de la carpeta fiscal) por la que se otorga una subvención al Comité Pro-Construcción
Capilla San José de la Campiña de Moche representado por el Presidente señor Salomón Zarate Ca-
ballero por el monto de diez mil nuevos soles para la construcción del techo de la capilla en men-
ción estableciéndose la obligación de rendición de cuentas para la institución beneficiaria y la obli-
gación de devolución en caso de no emplear el dinero para el acto para el que fue solicitado y en-
cargándose a la Gerencia de Obras Públicas la supervisión de la ejecución del acto; 3.9. La Resolu-
ción de Alcaldía N° 829-2009-MPT de fecha 1 de julio de 2009 (corre a fojas 121 y 121v de la car-
peta fiscal) por la que se otorga una subvención a la Junta Directiva del Comité de Apoyo a los Jar-
dines Municipales representada por su Presidenta Jeannette Aurora Flores Gutiérrez por el monto
de cincuenta y ocho mil cuatrocientos cincuenta nuevos soles para la adquisición de buzos de los
niños de los jardines municipales estableciéndose la obligación de rendición de cuentas para la ins-
titución beneficiaria y la obligación de devolución en caso de no emplear el dinero para el acto para
el que fue solicitado y encargándose a la Sub Gerencia de Educación la supervisión de la ejecución
del acto; 3.10. La Resolución de Alcaldía N° 992-2010-MPT de fecha 10 de septiembre de 2010 y
anexos (corren de fojas 122 a fojas 132 de la carpeta fiscal) por la que se otorga subvenciones a ins-
tituciones educativas de la Provincia de Trujillo por el monto de ciento sesenta y cinco mil nuevos

421
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

soles, estableciéndose la obligación de rendición de cuentas para las instituciones beneficiarias y la


obligación de devolución en caso de no emplear el dinero para el acto para el que fue solicitado y
encargándose a la Sub Gerencia de Educación la supervisión de la ejecución del acto; 3.11. La Re-
solución de Alcaldía N° 995-2010-MPT de fecha 13 de septiembre de 2010 y anexos (corren de fo-
jas 133 a fojas 156 de la carpeta fiscal) por la que se otorga subvenciones a organizaciones sociales
de base –mayoritariamente clubes de madres, pero también vaso de leche y otros similares– de la
Provincia de Trujillo, con un total de 251 expedientes, por el monto de cuatrocientos treinta y un
mil nuevos soles para el mejoramiento de la infraestructura e implementación de sus organizaciones
estableciéndose la obligación de rendición de cuentas para las instituciones beneficiarias y la obli-
gación de devolución en caso de no emplear el dinero para el acto para el que fue solicitado y en-
cargándose a la Gerencia de Desarrollo Social la supervisión de la ejecución del acto; 4° En los im-
presos anexados al oficio del director editorial de la revista Poder figuran dos copias xerográficas
de una publicación periodística denominada “Acuña habla de su reelección en pleno acto municipal”
(corre a fojas 157 y 158 de la carpeta fiscal) donde se hace referencia a la entrega de cheques a or-
ganizaciones de base por parte del alcalde Acuña Peralta –que según la propia publicación es legal–
en un acto oficial en la Plaza de Armas de Trujillo en un estrado con colores del partido político
Alianza para el Progreso –como dice la propia publicación periodística, un día antes de su inscrip-
ción como candidato a la reelección para el sillón municipal–; 5° En los impresos anexados al oficio
del director editorial de la revista Poder figuran once resoluciones de alcaldía (corren de fojas 159
y 175 de la carpeta fiscal) referidas a entregas de subvenciones a organizaciones de empleados y
obreros municipales de Trujillo para –en la mayoría de ellas– sufragar gastos de celebración de ac-
tividades; 6° El mismo día en que se le deriva el oficio de la revista Poder esta Fiscalía Provincial
Corporativa Especializada califica provisionalmente los hechos y ordena la realización de actos in-
mediatos dirigidos al aseguramiento de los expedientes de las subvenciones materia de cuestiona-
miento en el informe periodístico (las otorgadas a Segundo Chamorro Valderrama - Resolución de
Alcaldía N° 1687-07, Nidia Elena Carrasco de Cavero - Resolución de Alcaldía N° 371-08, Rómu-
lo Torres Bautista - Resolución de Alcaldía N° 857-08, Perpetua Elena Jaico Paredes - Resolución
de Alcaldía N° 296-09, Walter Javier Vásquez Carranza - Resolución de Alcaldía N° 597-09, Jan-
nette Flores Gutiérrez - Resolución de Alcaldía N° 829-09, Mayer Adamir Cabrera Guevara y Wil-
mer Minchola Escobar - Acuerdo de Concejo N° 309-10 y María Isabel Soberón Tocas - Resolución
de Alcaldía N° 482-11; del mismo modo que las subvenciones relacionadas con la Resolución de
Alcaldía N° 995-2010); siendo así se emiten disposiciones que ordenan la exhibición e incautación
de los documentos correspondientes, las que se ejecutan también en el día, entendiéndose la dili-
gencia con el gerente de Administración Carlos Enrique Díaz Collantes. De estas incautaciones se
deja constancia en las actas que corren a fojas 189 y 190 de la carpeta fiscal y han sido registradas
además en soporte electrónico; debiéndose mencionar como información relevante que la Oficina
de Contabilidad informó que no existían subvenciones otorgadas para Rómulo Torres Bautista, Ni-
dia Elena Carrasco de Cavero y Wilmer Minchola Escobar y que en relación con la Resolución de
Alcaldía N° 995-2010 fueron entregados un total de 231 expedientes. No solo ello, sino que se ha
recepcionado de la Municipalidad Provincial de Trujillo en abundante número copias xerográficas
de los expedientes de las subvenciones otorgadas durante los años materia de investigación; 7° En
el curso de las diligencias preliminares de investigación se han recibido las declaraciones testimo-
niales de: 7.1. Gloria María Vargas Calmet (que corre a fojas 233 y 234 de la carpeta fiscal) cuya
solicitud de subvención también aparece publicada en el informe periodístico como una de las que
han sido presentadas el 27 de junio de 2010 junto con otras 251 un día domingo y llenadas por las
letras de tan solo tres personas; declarando esta persona que presentó su solicitud mediante un es-
crito que dejó en mesa de partes de la municipalidad, que era presidenta del Club de Manuel Seoa-
ne Corrales, que presentó su solicitud por el mes de mayo y que le dieron la misma por octubre, la
que era para la construcción del techo del local de su organización, que no tuvo contacto con ningún
funcionario de la Municipalidad de Trujillo para que le den la subvención, que no tiene ningún

422
Decisiones fiscales

vínculo con el partido político Alianza para el Progreso y que no le pidieron nada a cambio de la
subvención; 7.2. Manuela Calderón Campos (que corre a fojas 235 y 236 de la carpeta fiscal) cuya
solicitud de subvención aparece igualmente publicada en el informe periodístico como una de las
que han sido presentadas el 27 de junio de 2010 junto con otras 251 un día domingo y llenadas por
las letras de tan solo tres personas; declarando esta persona que presentó su solicitud ante la mesa
de partes de la municipalidad y hace más o menos un año, que era Presidenta del Club Santa Rosa
de Lima, que pidieron ayuda para implementar comprando mesas, bancos, pintura; que fueron las
mismas integrantes de su organización quienes hicieron la solicitud, que siempre la municipalidad
y el gobierno regional les han apoyado, que desde la gestión del alcalde Santa María Calderón ha
pedido, que no le condicionaron el apoyo, que le dieron la subvención por el mes de octubre, que
no tiene ningún vinculo con el partido político Alianza para el Progreso y que no le pidieron nada a
cambio de la subvención; 7.3. Segundo Juan Chamorro Valderrama (que corre de fojas 237 a 239
de la carpeta fiscal) quien depone declarando que era presidente de la Asociación Nacional por Sa-
lud y Vida que agrupa a afectados por la tuberculosis, que la subvención que se le otorgó fue para
alimentos de dichos afectados, que no fue en época de elecciones, que el condicionamiento que le
hicieron fue que remita los documentos sustentatorios de los gastos, siendo por ello que hizo llegar
a la municipalidad las actas de entrega a cada centro de salud firmadas por los jefes de cada centro,
que el pedido de subvención fue iniciativa de la Junta Directiva de la Asociación; 7.4. Nidia Elena
Carranza Cavero (que corre de fojas 243 y 244 de la carpeta fiscal) quien depone señalando que la
subvención que se le otorgó fue para la celebración del Día de la Madre como representante de los
clubes de madres, siendo que ella era Presidenta del Club San Pedro Nolasco, que elaboró la solici-
tud conjuntamente con la Presidenta del Vaso de Leche de Razuri y otras presidentas de clubes de
madres, que su solicitud fue presentada en mesa de partes de la municipalidad siguiendo un curso
regular, que la solicitud fue presentada el 6 de mayo de 2008, que es miembro del partido político
Alianza para el Progreso desde hace tres años, pero que no se encuentra inscrita; 7.5. Rómulo Torres
Bautista (que corre de fojas 245 y 246 de la carpeta fiscal) quien depone señalando que la subven-
ción se le otorgó en calidad de representante de un Comité de Desarrollo y Progreso de San Fernan-
do, donde es presidente mencionando a varias personas como miembros de la junta, que la solicitud
la presentaron al alcalde por mesa de partes, sin recordar la fecha, que fue a iniciativa propia, que
la condición fue que rinda cuentas, que no es de ningún partido político que el dinero fue destinado
a la construcción del arco de ingreso a la urbanización; 7.6. Walter Javier Vásquez Carranza (que
corre de fojas 247 a 249 de la carpeta fiscal) quien depone señalando que la subvención fue para
culminar la construcción de su local comunal en el sector Apóstol Santiago donde se desempeñaba
como presidente del Comité de Gestión de Obras y Desarrollo, que su solicitud la presentó en mesa
de partes a fines de 2008, que no le condicionaron el apoyo económico, que es miembro del partido
político Alianza para el Progreso a partir del 23 de octubre de 2009, que para la construcción de su
local comunal ha recibido apoyo también del señor Murgia Zannier cuando este era alcalde de la
Municipalidad de Trujillo y de la Municipalidad Distrital de Florencia de Mora; hay que precisar
que esta persona presenta numerosa documentación (que corre de fojas 250 a 279 de la carpeta fis-
cal) entre la que llama especialmente la atención del suscrito resoluciones de alcaldía de las muni-
cipalidades de Florencia de Mora y de Trujillo anteriores a la gestión del investigado Acuña Peralta
donde se le reconoce su calidad de integrante de la Junta Directiva del Comité de Gestión de Obras,
Desarrollo y Progreso del Sector Apóstol Santiago - Barrio 09 del Distrito de Florencia de Mora y
resoluciones de alcaldía de los años 2003, 2004, 2005 y 2006 de la Municipalidad de Florencia de
Mora haciendo donaciones para la construcción de su local comunal y del año 2004 de la Munici-
palidad Provincial de Trujillo (que corre a fojas 267 y 267v) firmada por José Murgia Zannier por
la que la autoridad edil de reconocida filiación aprista autoriza la adquisición de materiales de cons-
trucción para ser entregadas al presidente del Comité de Gestión de Obras, Desarrollo y Progreso
del Sector Apóstol Santiago - Barrio 09 del Distrito de Florencia de Mora; habiendo referencia en
sus considerandos a que mediante Decreto de Alcaldía N° 10-2004-MPT del 27 de mayo de 2004

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

se aprobó la Directiva: Apoyo a las Juntas Vecinales Municipales, Distritos y Centros Poblados para
la ejecución de obras comunales que norma el procedimiento para el apoyo a la comunidad organi-
zada en la ejecución de obras comunales; 7.7. Jeannette Aurora Flores Gutiérrez (que corre de fojas
529 a 530 de la carpeta fiscal) quien depone señalando que ha recibido subvenciones de la Munici-
palidad Provincial de Trujillo en 2009 en calidad de miembro de la Junta Directiva de los Jardines
Municipales, para la compra de buzos para niños de escasos recursos de la provincia, en 2011 para
la compra de dos aulas prefabricadas para un Jardín Municipal, y en 2011 como presidenta del Vaso
de Leche de un Club de Madres para la compra de bienes para dicho club; que sus solicitudes han
sido presentadas a la mesa de partes de la municipalidad como cualquier trámite a la misma que ha
rendido oportunamente cuenta y que no tiene nada que ver con el Partido Político Alianza para el
Progreso; 7.8. Wilmer Minchola Escobar (que corre de fojas 536 a 537 de la carpeta fiscal) quien
depone señalando que ha recibido subvenciones de la Municipalidad Provincial de Trujillo en 2010
en calidad de miembro del Núcleo Ejecutor de Agua y Alcantarillado del Asentamiento Humano
Alan García de El Porvenir para la ejecución de un proyecto de agua y alcantarillado y que no tiene
ninguna relación con el Partido Político Alianza para el Progreso; 8° En el curso de las diligencias
preliminares de investigación se han recibido las declaraciones de los investigados: 8.1. César Acuña
Peralta quien –al ser preguntado sobre si solicitó que se le autorice la disposición de modo discre-
cional de las subvenciones– señaló que no, que fue el Pleno, que fueron los regidores, que, además,
si es que el hubiera pedido en último caso dicha autorización quien define es el Pleno del Concejo;
que en diciembre de 2011 solicitó a Contraloría General de la República para que haga el seguimien-
to o el control en lo que se refiere a la asignación de las subvenciones y Contraloría de la República
a propósito de ese pedido implementa la verificación; –al ser preguntado sobre si le da cuenta a al-
guna persona o al Pleno del Concejo del uso que ha hecho de las subvenciones– señaló que cuando
se hace de modo anual el cierre de pliego ahí se indica en qué se ha gastado el presupuesto; infor-
mación que se remite anualmente a la Contraloría y al Ministerio de Economía y Finanzas; que ha
revisado la Ley General de Presupuesto en la parte del uso que se le puede dar a las subvenciones y
que además hay un Reglamento del Ministerio de Economía que se refiere al tema de las subven-
ciones y en ese Reglamento se establece que hay la posibilidad de otorgar subvenciones a personas
naturales; existiendo también un reglamento que han dado en la municipalidad respecto del uso de
las subvenciones, indicando que todas las subvenciones han sido otorgadas de acuerdo a la norma-
tiva que rige la materia; que para obtener una subvención se presenta una solicitud que entra a la
mesa de partes, luego ingresa a la Secretaría General de la Municipalidad donde el Dr. Falcón Gó-
mez-Sánchez es quien deriva a las áreas comprometidas con el pedido; esto es a las gerencias com-
prometidas con el pedido; las que hacen los informes de si se recomienda o no atender la subven-
ción; con ese informe luego hay un informe de presupuesto sobre si hay o no dinero para atender
esa subvención, luego hay un informe legal; del informe legal va de nuevo a Secretaría General
donde se proyecta la resolución; con ese proyecto recién firma la resolución; que no interviene en
ninguna de las áreas; al final de todos estos controles solo interviene para firmar la resolución que
aprueba la subvención; que una vez que sale la resolución se va a la parte de contabilidad para el
firmado del cheque correspondiente; de ahí el beneficiario llega a la Oficina de Contabilidad y re-
coge el cheque; que cuando se le da el cheque se le informa que tiene la obligación de rendir cuen-
tas; luego de ello las áreas correspondientes son las que hacen el seguimiento de las personas bene-
ficiarias para que rindan cuentas; que no conoce a las personas de Segundo Chamorro Valderrama,
Nidia Elena Carrasco de Cavero, Rómulo Torres Baustista, Perpetua Elena Jaico Paredes, Walter
Javier Vásquez Carranza, Jeannette Flores Gutiérrez, Mayer Adamir Cabrera Guevara y Wilmer Mi-
chola Escobar ni tampoco sabe si son miembros del partido que preside; –al ser preguntado para que
explique en qué se fundamenta la entrega de dinero del fondo de subvenciones para la celebración
de fiestas de los sindicatos de trabajadores de la municipalidad– señaló que ello se ha acordado por
pacto colectivo anterior al inicio de mi gestión y se ha otorgado de acuerdo a la existencia de pre-
supuesto y de acuerdo a la disponibilidad económica de la municipalidad; señalando que la gestión

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Decisiones fiscales

municipal anterior también ha otorgado este tipo de subvenciones a los trabajadores; –al ser pregun-
tado respecto a que la denuncia señala que el 30 de junio de 2010 realizó un mitin en la plaza de ar-
mas en que anunció que entregaría a cada una de las madres mil o tres mil nuevos soles para mejo-
rar las instalaciones de las organizaciones que lideraban– señaló que fue una actividad organizada
por la municipalidad donde se reunieron las señoras miembros de las organizaciones de base y ahí
fue cuando manifestó que como política de gobierno municipal va a existir un plan de mejoramien-
to de la infraestructura de los locales de la organizaciones de base, a todas sin excepción a las aproxi-
madamente 260 organizaciones de base que existen en la provincia se les iba a asignar de dos a tres
mil nuevos soles a cada organización y que en esa época todavía no había decidido postular a la
reelección; de tal modo que el anuncio que hizo no tenía fines políticos, que sus decisiones como
alcalde no las toma pensando en obtener beneficios políticos; señalando que se trataba de las orga-
nizaciones que estaban legalmente constituidas; que no dirigió personalmente la entrega del dinero
para mejoramiento de infraestructura, que como alcalde fija la política y quien implementa es el
aparato administrativo; que quien fue la persona encargada de operativizar la entrega del dinero en
mención fue Tania Baca Romero en su calidad de gerente de Desarrollo Social, quien es la que emi-
te el informe y verifica que se cumplan los requisitos necesarios para la asignación de las subven-
ciones; que no tiene ningún conocimiento respecto de la forma en que fueron presentadas las soli-
citudes para la entrega de dichas subvenciones; que no conoce quién o quienes tienen capacidad de
acceso a la administración del sistema de la mesa de partes de la municipalidad, pero que existe ahí
un responsable, que tiene que ser la persona encargada de mesa de partes; que no ha existido ningún
condicionamiento de su parte o de sus funcionarios de confianza a la entrega de subvenciones; –al
ser preguntado respecto de si dentro de este proceso de entrega y control de subvenciones, recibía
alguna información respecto del uso por parte de los clubes de madres– señaló que no, porque todo
estaba normado y cada funcionario tenía sus propias competencias y responsabilidades; que no re-
cibía información sobre los casos concretos y los estados de necesidad que las personas beneficia-
rias con las subvenciones afrontaban, siendo que de las evaluaciones y corroboraciones se encarga-
ba el área pertinente y que él recibía ya el expediente completo; –al ser preguntado sobre el presun-
to sobredimensionamiento en la contratación de trabajadores para su gestión– señaló que no, lo hay
que el personal contratado de la municipalidad es de acuerdo a sus necesidades de funcionamiento;
que en la gestión anterior los servicios de limpieza pública parques y jardines y policía municipal
eran vía services donde a la municipalidad se le cobraba mil doscientos nuevos soles en promedio
y al trabajador se le daba aproximadamente quinientos nuevos soles, siendo que en su gestión se ha
contratado cerca de mil trabajadores para el Segat y se ha creado la policía de seguridad ciudadana,
todos con todos sus beneficios, que en la gerencia de educación se tiene ochenta jardines municipa-
les; en la subgerencia de salud se tiene cerca de cuarenta trabajadores de salud y aparte de eso se
tiene cerca de quinientos trabajadores CAS que colaboran en las distintas áreas y que en la medida
en que hay más necesidades se ha contratado más recursos humanos; 8.2. Tania Soledad Baca Ro-
mero quien –al ser preguntada sobre cuál ha sido su participación en la aprobación de las subven-
ciones sociales entregadas por el ingeniero César Acuña en los años 2008 a 2012– señaló que ha
participado solo en los temas que son competencia de su Gerencia, que cada vez les trasladan dentro
del procedimiento establecido un pedido de subvención el expediente pasa a la subgerencia que re-
sulta competente, la que cuenta con los profesionales que le dan trámite y verifican que reúnan las
condiciones necesarias y suficientes para opinar favorablemente por la asignación de la subvención;
ello, por ejemplo, informe de asistenta social, verificación de la real situación de necesidad de la
entrega; luego de ello el subgerente hace un informe y queda listo para que ella después de revisar
el cumplimiento de los requisitos formales –que es lo que le compete y puede revisar, porque los
materiales corresponden a cada uno de los trabajadores que se hace responsable de lo que ha hecho
o verificado– da el visto bueno y el pedido con ello sigue su trámite; que no ha participado en la en-
trega del dinero, siendo el área competente tesorería, pero en el control del uso de las subvenciones
sí, pues en el año 2008 salió una directiva que señalaba que era obligación del área a la que

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

correspondía el tipo de subvención controlar el cumplimiento de la finalidad que había justificado


la entrega, siendo que de dicha supervisión tienen toda la documentación pertinente, que todo está
debidamente supervisado y justificado; incluso había casos en que a las personas ya no se les en-
contraba a pesar de visitarles para que regularicen, todo eso está documentado; que conoce a Segun-
do Chamorro Valderrama, él integra el Comité Alto TBC Municipal que ejecuta la Sugerencia de
Salud, él fue y es el presidente y además es el presidente de una asociación de pacientes afectados
con tuberculosis, y siempre se está coordinando con él las acciones que se realizan a través de la
subgerencia de salud y de programas alimentarios; porque entregan a los pacientes afectados con
tuberculosis canastas de víveres; en el caso de Nidia Elena Carrasco de Cavero, ella en el año 2007
y 2008 era y sigue siendo presidenta de un Club de Madres y además integraba el Comité de Admi-
nistración del Vaso de Leche de Trujillo elegida por todos los Clubes de madres de Trujillo; en el
caso de Perpetua Elena Jaico Paredes, la señora es presidenta de un comedor popular del Distrito de
La Esperanza y en ese entonces pertenecía al Comité de Gestión de los Comedores Populares; en el
caso de Walter Javier Vásquez Carranza, en esa época era presidente del Comité de Desarrollo de
un sector de Florencia de Mora y por ello iba siempre a la Subgerencia de Participación Vecinal a
coordinar sus proyectos; en el caso de Jeannette Flores Gutiérrez cree que en esa época era presi-
denta de un club de madres; que no tiene conocimiento que dichas personas tengan alguna relación
de amistad o familiaridad con Acuña Peralta o Valdez Farías alguna relación de amistad o familia-
ridad, que no conoce que Segundo Chamorro Valderrama, Nidia Elena Carrasco de Cavero, Rómu-
lo Torres Baustista, Perpetua Elena Jaico Paredes, Walter Javier Vásquez Carranza, Jeannette Flores
Gutiérrez, Mayer Adamir Cabrera Guevara y Wilmer Michola Escobar sean miembros del Partido
Alianza para el Progreso, que no maneja esa información; pero, pensándolo bien, Walter Vásquez
Carranza ha participado por las filas de Alianza para el Progreso como candidato en 2010 para la
alcaldía de Florencia de Mora; pero cuando solicitó la subvención que ella sepa no era miembro de
su partido; –al ser preguntada sobre si participó en el mitin o reunión del señor Acuña Peralta del 30
de junio de 2010 en que anunció que entregaría a cada una de las madres mil o tres mil nuevos soles
para mejorar las instalaciones de las organizaciones que lideraban– señaló que no fue un mitin, fue
un evento que se hizo para las organizaciones sociales de base y en el cual estuvo el señor alcalde
y funcionarios de las áreas de la Gerencia de Desarrollo Social; que habían hecho un estudio pidién-
dole al alcalde que se mejoren a las instituciones sociales de base, pero durante tiempo se prioriza-
ban otras necesidades, siendo que frente a las innumerables peticiones de apoyo que se le hacía al
alcalde, por ejemplo, para que se les mejore su puertas, techos, etcétera, y ante la necesidad real de
dichas organizaciones de base es que el alcalde accede y les hace el anuncio a los clubes de madres;
siendo que para viabilizar las subvenciones los clubes de madres eligieron una representante por
distrito para que coordine la ejecución de la atención a sus peticiones; que las señoras venían traba-
jando sus solicitudes no el día que las presentaron sino, tiene entendido, con anticipación, pues te-
nían que regularizar todos sus requisitos para una subvención; tenían que tener varios requisitos para
acceder a una subvención y enviaron de Secretaría General los documentos donde se señalaba que
tenía que tener el DNI de la presidente de la junta, la resolución vigente de la Junta Directiva, el
certificado de posesión, si el terreno le correspondía a la organización de base entre otros; siendo
que por esa época había un decreto que establecía la posibilidad de atención por parte de las insti-
tuciones los días sábados y domingos y siendo que las señoras trabajaban o tenían ocupaciones ma-
yores de lunes a viernes es que, según tiene entendido, requieren si se les podía atender algún sába-
do o domingo, cosa que se le contestó positivamente; por lo que fueron a dejar en bloque sus soli-
citudes de acuerdo a como se habían previamente organizado; que ni su persona ni personal de su
Gerencia han tenido alguna participación en el llenado de las solicitudes o en la presentación de las
mismas ante la mesa de partes; que no conoce que haya existido algún condicionamiento de parte
de personas vinculadas a la municipalidad o al Partido Alianza para el Progreso para la entrega de
subvenciones; –al ser preguntada sobre si conoce porque la aprobación de las subvenciones se hizo
casi tres meses después de solicitadas por los clubes de madres– señaló que fue por el gran número

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Decisiones fiscales

de ellas y porque se tenía que hacer un control minucioso de las solicitudes y de los requisitos que
tenían que cumplirse para la aprobación final por parte del alcalde y, en ocasiones, las solicitudes
no cumplían con los requisitos y se les hacía observaciones por Secretaría General a cargo del doc-
tor Falcón, quien es una persona muy detallista y cuidadosa en que todo tenga su debido recaudo;
requiriéndose de tiempo para que las solicitantes puedan subsanar los requisitos y en todo ello se
demoró; de ahí se tenía que pasar al control no solo documental sino también respecto de la realidad
de las necesidades de apoyo que se requería, las que fueron verificadas por la asistenta social y por
la Subgerencia; 9° Mediante escrito que corre a fojas 298 a 300 el abogado defensor de César Acuña
Peralta presenta a este despacho documentales (que corren de fojas 301 a 522 de la carpeta fiscal)
relacionados con la investigación siendo de poner especial atención en: 9.1. El Acta de sesión ordi-
naria del Concejo N° 04-2012-MPT (corre a fojas 303 de la carpeta fiscal) bajo la presidencia de la
teniente alcaldesa Gloria Edelmira Montenegro Figueroa donde el regidor Pablo Penagos Ruzo so-
licita “Aprobar la autorización al señor Alcalde para que este, mediante Resolución de Alcaldía dis-
ponga de los fondos presupuestados para otorgar estas subvenciones a personas naturales y personas
jurídicas sin fines de lucro para cubrir gastos de índole asistencial, social, cultural, deportivo y otros
de la misma naturaleza”, la cual es aprobada por unanimidad incluyéndose entre los regidores que
votan a favor a los señores del Partido Aprista Peruano –el que es reconocido públicamente como
oposición y contrario a los intereses políticos de Alianza para el Progreso– Edward Patricio Berro-
cal Gamarra, Luis Carlos Santa María Mecq y Róger Augusto Obeso Acevedo; 9.2. El Acta de se-
sión ordinaria del Concejo N° 04-2011-MPT (corre a fojas 305 de la carpeta fiscal) bajo la presiden-
cia de la teniente alcaldesa Gloria Edelmira Montenegro Figueroa, donde el regidor Pablo Penagos
Ruzo solicita también aprobar la autorización al alcalde para que este, mediante resolución de al-
caldía, disponga de los fondos presupuestados para otorgar subvenciones a personas naturales y
personas jurídicas sin fines de lucro para cubrir gastos de índole asistencial, social, cultural, depor-
tivo y otros de la misma naturaleza la cual es aprobada por mayoría; 9.3. El Acta de sesión ordinaria
del Concejo N° 07-2010-MPT (corre a fojas 307 de la carpeta fiscal) bajo la presidencia del alcalde
César Acuña Peralta donde el regidor Pablo Penagos Ruzo solicita aprobar la autorización al alcal-
de para que disponga de los fondos presupuestados para otorgar subvenciones a personas naturales
y personas jurídicas sin fines de lucro para cubrir gastos de índole asistencial, social, cultural, de-
portivo y otros de la misma naturaleza la cual es aprobada por mayoría; 9.4. El Acta de sesión ordi-
naria del Concejo N° 02-2009-MPT (corre a fojas 308 y 309 de la carpeta fiscal) bajo la presidencia
del alcalde César Acuña Peralta donde la regidora Gloria Montenegreo Figueroa solicita la disposi-
ción discrecional administrativa de las subvenciones del año 2009 justificando en que se está apo-
yando a centro de promoción de salud e instituciones educativas entre otras; siendo de mencionar
que al hacer uso de la palabra el regidor del Partido Aprista Peruano Róger Augusto Obeso Aceve-
do señala estar de acuerdo con la intención de la regidora y del alcalde, en el propósito de ayudar a
sectores sociales menos favorecidos, que hace objeciones no de fondo sino solo procedimentales
respecto a la necesidad de informes o propuesta técnica de la oficina de presupuesto, pero reitera su
acuerdo con que se incremente y que se contemple también el rubro de apoyo comunal; pudiéndose
apreciar que realizada la votación se aprobó por unanimidad lo solicitado, votando a favor incluso
los señores regidores del Partido Aprista Peruano Edward Patricio Berrocal Gamarra, Luis Carlos
Santa María Mecq, Róger Augusto Obeso Acevedo y Luis Fernando Calderón Carvajal; 10° El In-
forme Pericial de Análisis Digital N° 031-2012 (corre de fojas 679 a 698 de la carpeta fiscal) que se
dispuso realizar a la base de datos del sistema de trámite documentario de la Municipalidad Provin-
cial de Trujillo - Unidad de Trámite Documentario y Gerencia de Sistemas a fin de determinar las
circunstancias de ingreso de las solicitudes que se generaron entre el 26 y 27 de junio de 2010 de
los expedientes a que se refiere la Resolución de Alcaldía N° 995-2010-MPT señalándose en el cuer-
po de este informe pericial que en el rango de fecha del 26 al 27 de junio de 2010 se encontraron
404 expedientes, siendo que de ellos en 343 solicitudes que figura como fecha de ingreso el 26 de
junio de 2010 pero señala como hora de inicio de ingreso de la solicitud las 00:00:00 lo que puede

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

ser atribuido al “truncamiento del almacenamiento del registro de sucesos, operaciones (log)” que
en la fecha de realizarse la diligencia no estaban habilitadas en la base de datos –siendo que según
refiere el administrador de la base de datos dicho registro ocupaba grandes cantidades de espacio,
razón por la que fue “inhabilitada” por sentencia SQL; señalando también “se ha comprobado que
el tiempo destinado para ‘recibir y registrar’ una solicitud le demandó a los ‘usuarios’ u tiempo pro-
medio de 2 minutos; lo que permite inferir que las 343 solicitudes que aparecen con hora de registro
‘oo:oo:oo’ se ingresaron el mismo día 26 de junio de 2010, por el tiempo restante y disponible exis-
tente entre las ‘14:05:41’ y las ‘24:00:00’ horas”; indicando este informe pericial en sus conclusio-
nes que “los sistemas informáticos pueden ser violados, para el caso de estudio no se encontraron
evidencias de que esto haya sucedido; y tampoco se detectaron accesos no permitidos”; 11° En aten-
ción del requerimiento formulado al director editorial de la revista Poder para que remita a este des-
pacho las documentales que sirvieron como fuente para la publicación del reportaje que constituye
la denuncia presentada por su persona con fecha 19 de abril de 2012, del mismo modo que para que
proporcione copias de los registros fílmicos de las entrevistas que –según se hace referencia en di-
cho reportaje– fueron realizadas a las personas beneficiarias de las subvenciones materia de inves-
tigación se ha recibido en este despacho las documentales que corren de fojas 1055 a 1231, mas no
las copias de los registros fílmicos solicitados; respecto de esta documentales se debe mencionar
especialmente –pues la gran mayoría de ellas ha sido ya incorporada a carpeta fiscal– las listas de
personas que laboran en la Municipalidad de Trujillo, relacionadas muchas de ellas con la Univer-
sidad Privada César Vallejo de propiedad del investigado César Acuña Peralta –interpretando la hoja
que corre a fojas 1099: 145 en total contra 103 de la Universidad Nacional de Trujillo y 92 de la
Universidad Privada Antenor Orrego–; las subvenciones correspondientes a las Resoluciones de Al-
caldía N° 932-2009-MPT y 872-2010-MPT y otras siete más –que corren de fojas 1157 a 1166– que
corresponden a subvenciones por montos importantes (por ejemplo, 28,348.16, 142,915.00, 58,574.23
nuevos soles) que no han sido rendidas en su oportunidad; finalmente, la hoja que corre a fojas 1145
de la carpeta fiscal donde se puede apreciar “precisiones a las recomendaciones formuladas”, firma-
da por los que fueron regidores de la Municipalidad Provincial de Trujillo durante la gestión del
exalcalde José Murgia Zannier, señores Napoleón Vilca García, José Miranda Prado y Tula Benitez
Vásquez con fecha 24 de marzo de 2004 donde se da como recomendación 10 “con el rubro de sub-
venciones diversas no se podrá otorgar nuevos aportes económicos a la misma institución o persona
natural que ya ha sido considerada como beneficiaria en el subgrupo de instituciones benéficas o
culturales”; 12° En la intención de un adecuado esclarecimiento del hecho materia de investigación
el suscrito ha investigado en Internet sobre la pertenencia o no de las personas de Segundo Chamo-
rro Valderrama, Nidia Elena Carrasco de Cavero, Rómulo Torres Bautista, Perpetua Elena Jaico Pa-
redes, Walter Javier Vásquez Carranza, Jeannette Flores Gutiérrez, Mayer Ademir Cabrera Guevara
y María Isabel Sobero Tocas, corriendo los resultados de esta indagaciones en la página web del
Jurado Nacional de Elecciones impresas como consulta detallada de afiliación de fojas 1232 a 1241
de la carpeta fiscal, siendo el resultado que todas las personas que se ha señalado en efecto aparecen
como inscritos al partido político Alianza para el Progreso; del mismo modo que ha indagado en la
Internet sobre posibles regulaciones de la entrega de subvenciones por otras municipalidades de
nuestro país pudiendo encontrar las que corresponde a las de Distrital de Ventanilla, Provincial de
Piura, Distrital de Castilla y Provincial de Hualgayoc-Bambamarca –las que corren impresas de fo-
jas 1243 a 1263 de la carpeta fiscal– siendo que en estas se puede apreciar que establecen la posibi-
lidad de otorgar subvenciones a personas naturales además de a personas jurídicas, existiendo solo
la diferencia de que en los casos de Hualgayoc y Piura se establece que una organización social debe
avalar a la persona natural; QUINTO: Las cosas así planteadas corresponde analizar ahora los
hechos materia de notitia criminis en contrastación con los elementos de convicción que se han
recogido a efectos de determinar la existencia o no de hechos que resulten jurídico-penalmente
relevantes y necesitados de persecución; para lo cual se debe partir explicando y dejando debida-
mente sentado que en calidad de representante del Ministerio Público –institución que tiene

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Decisiones fiscales

constitucionalmente asignada la responsabilidad de persecución penal de los delitos– el análisis que


se habrá de realizar y el pronunciamiento que se habrá de emitir tiene como fundamento y límite el
análisis de los hechos y elementos de convicción a la luz de las normas legales, principios y valores
de nuestro ordenamiento jurídico de naturaleza exclusivamente penal; no siendo de competencia del
suscrito pronunciarse respecto de la corrección, conveniencia o moralidad política o no de los he-
chos materia de investigación, del mismo modo que tampoco respecto de su mera adecuación o no
a las reglamentaciones administrativas –salvo que se tratara de indicios de concretos hechos delic-
tivos–, ni tampoco respecto de la posibilidad de que existan infracciones o responsabilidades de or-
den civil en la actuación de los investigados. Explicando con mayor detalle lo dicho, los represen-
tantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución penal, encontra-
mos limitada nuestra capacidad de actuación por un conjunto de principios jurídicos que hacen que
el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima. De estos
principios, uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la persecución penal
solo se pueda iniciar si los comportamientos puestos en conocimiento de la fiscalía son exactamen-
te los mismos que se encuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza de sanción criminal
en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho. Es tal la importancia
de lo señalado que la Constitución Política del Estado de 1993 ha consagrado expresamente en su
artículo 2, inciso 24, parágrafo d) que: “Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que
al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca,
como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”; exigencia que ha sido de-
sarrollada en términos muy similares en el artículo II del Título Preliminar del Código Penal, que
prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta por la ley vigente al
momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se encuentren estable-
cidas en ella”; siendo, además, de reconocimiento unánime tanto en la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional como de la Corte Suprema de la República; así como por parte de los órganos juris-
diccionales que se ocupan de decidir en materia de derechos humanos. Del principio de legalidad
deriva la exigencia de que no obstante la aparente dañosidad social que pueda presentar un compor-
tamiento, el grado de antijuridicidad que pueda ostentar, su posible inmoralidad, su nocividad, et-
cétera, el mismo no podrá ser catalogado como delictivo y, por lo tanto, exponer al responsable de
su realización a la aplicación de una consecuencia jurídico-criminal (pena o medida de seguridad)
si es que no se adecua, con exactitud, a alguna de las descripciones hechas en la norma legal con
anterioridad a su perpetración, de los comportamientos que son merecedores de una sanción penal.
En el ámbito de los niveles de análisis que formula la teoría de la imputación de responsabilidad
penal para que –mediante la utilización de los instrumentos conceptuales que ofrece– se pueda con-
cluir en que un comportamiento resulta delictivo o no el principio de legalidad se concreta median-
te la exigencia de afirmación positiva de la tipicidad de la conducta materia de análisis; debiendo
explicarse al respecto que un comportamiento únicamente puede tenerse como típico (y, por tanto,
como penalmente relevante) cuando se adecua (de manera exacta) a la descripción que del supues-
to delictivo se hace en la ley penal; habiendo reconocimiento unánime en la doctrina y jurispruden-
cia internacional y nacional que para que un supuesto de hecho pueda considerarse típico de un de-
lito determinado tiene que existir una adecuación total entre ambos, es decir, en el supuesto de hecho
deben presentarse cada uno y todos los elementos (objetivos y subjetivos) del tipo penal sobre el
que versa el análisis de tipicidad –salvo, claro está, en los supuestos de tentativa, en los que falta el
resultado típico que el agente intencionalmente buscaba pero se presentan los demás elementos del
tipo penal–; en caso que faltara en el supuesto de hecho materia de análisis uno solo de los elemen-
tos que integran el tipo (con mayor razón cuando faltan más) el juicio de tipicidad tendrá que con-
cluir en la atipicidad de los hechos, en la falta de relevancia penal del supuesto fáctico materia de
denuncia. Debe reiterarse por su importancia que la tipicidad penal exige adecuación total, no bas-
ta que se trate de un supuesto de hecho similar al que se encuentra descrito como prohibido en la
norma penal, debe existir exactitud, siendo por ello que la Constitución Política del Perú consagra

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

en su artículo 139, inciso 9 el principio de: “Inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las
normas que restringen derechos”; y, por su parte, el artículo III del Título Preliminar del Código Pe-
nal prescribe que: “No es permitida la analogía para calificar el hecho como delito o falta, definir un
estado de peligrosidad, o determinar la pena o medida de seguridad que corresponde”. Explicando
el profesor KLUG que: “Tradicionalmente se habla de aplicación analógica de enunciados jurídicos
cuando uno de estos, que se ha formulado para un supuesto determinado, se aplica a un supuesto
distinto, que coincide con el primero en los aspectos esenciales”( KLUG, Ulrich. Lógica jurídica.
Bogotá, Temis, traducción de la cuarta edición alemana, 1998, p. 139); el profesor MAGGIORE que
en la aplicación de las normas por analogía se trata de: “La aplicación de un principio jurídico que
establece la ley para un hecho determinado, a otro hecho no regulado, pero jurídicamente semejan-
te al primero” (MAGGIORE, Giuseppe. Derecho Penal. Tomo I, Bogotá, Temis, traducción de la
edición italiana, 1985, p. 176) y los profesores MAURACH / ZIPF que: “La aplicación por analogía
abandona el ámbito demarcado por el precepto jurídico, al someter a la regla jurídica también cier-
tos hechos de la vida ubicados fuera de dicho ámbito, por ser similares en sentido [paralelos] con el
hecho tenido en vista por el precepto jurídico” (MAURACH, Reinhart / ZIPF, Heinz. Derecho Pe-
nal, Parte general 1. Astrea, traducción de la sétima edición alemana, Buenos Aires, 1994, p. 160,
n° marg. 15). En caso de que se pretenda sustentar la afirmación de la tipicidad del supuesto de he-
cho que conforma el objeto de investigación no en la exactitud que exige el principio de legalidad,
por intermedio del requisito de la tipicidad, sino en “su parecido” con la descripción del hecho pro-
hibido que realiza la norma jurídica se estará incurriendo en una aplicación por analogía del Dere-
cho Penal material, la que, como ya referimos, se encuentra proscrita tanto por el Código Penal como
por la Constitución Política del Estado. Fijado este marco de legalidad corresponde el análisis de
los hechos denunciados –contrastados y precisados en su configuración como consecuencia de las
diligencias preliminares de investigación– y los cuestionamientos jurídicos que se les ha formulado
para determinar: 1° ¿Es posible tipificar los hechos materia de denuncia como delito de malver-
sación de fondos? Para ello debemos expresar de inicio que el delito de malversación se encuentra
contemplado en su fórmula básica en el primer párrafo del artículo 389 del Código Penal, siendo
que ahora y en el momento de los hechos se encontraba vigente la versión introducida por la Ley
N° 27151, del siete de julio de 1999 según la cual: “El funcionario o servidor público que da al di-
nero o bienes que administra una aplicación definitiva diferente de aquella a los que están destina-
dos, afectando el servicio o la función encomendada, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de uno ni mayor de cuatro años” (la versión original prescribía: “El funcionario o servidor
público que da al dinero o bienes que administra, una aplicación diferente de aquella a la que están
destinados, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años”). La Corte Supre-
ma se ha ocupado de la interpretación de los elementos típicos del delito en mención señalando –en
resoluciones que se puede consultar en la página web del Poder Judicial– en la Sentencia recaída en
el EXP. N° 21-2003-A.V. - SALA PENAL ESPECIAL (fecha veintiséis de octubre de dos mil sie-
te) “Bien jurídico. El delito de malversación, estima el Tribunal, tiene como bien jurídico protegi-
do –u objeto jurídico de tutela–, uno de carácter supraindividual y de tipo funcional, concretado en
el eficaz desarrollo de la Administración Pública, referida específicamente a la integridad del fun-
cionamiento de la actividad patrimonial del Estado –con un claro sentido instrumental– para que
esta pueda cumplir los fines que le son propios –correcta gestión del patrimonio público–. Se tutela,
en suma, que el dinero o los bienes públicos que se pone a disposición del funcionario público sean
administrados conforme a las finalidades previstas en la ley y a sus deberes de objetividad e im-
parcialidad, de acuerdo a los principios del Estado de Derecho. B. Objeto material del delito.
Aún cuando el tipo legal no lo menciona expresamente; solo hace referencia a que el dinero o los
bienes deben ser aquellos que administre el funcionario o servidor público, es de entender que
estos –dinero o bienes– deben ser públicos, tanto por la colocación del tipo entre los delitos con-
tra la Administración Pública cuanto por el carácter de la función del agente sobre ellos [CREUS,
Carlos. Derecho Penal. Parte Especial. Tomo II, Editorial Astrea, Buenos Aires, mil novecientos

430
Decisiones fiscales

noventidós, página doscientos ochenticuatro] (…) C. Sujeto activo. El delito de malversación exi-
ge que el sujeto activo reúna dos cualidades concretas. En primer lugar, ha de ser un funcionario
o servidor público, a cuyo efecto debe estarse a las definiciones legales del artículo 425 del Código
Penal, modificado por la Ley número 26713, del veintisiete de diciembre de mil novecientos noven-
tiseis. En segundo lugar, ha de tener a su cargo, por razón de sus funciones, la administración del
dinero o bienes que se malversan; esto es, el manejo y disposiciones del dinero y bienes para apli-
carlos a los fines que están determinados legalmente, aunque no tenga la posesión material de ellos
[así, DONNA, Edgardo Alberto. Delitos contra la Administración Pública, Rubinzal - Culzoni Edi-
tores, Buenos Aires, dos mil dos, página doscientos sesentisiete] (…)El comportamiento típico del
delito de malversación consiste en dar una aplicación pública diferente y definitiva al dinero o bie-
nes públicos. El resultado típico que debe ocasionar es la afectación del servicio o función enco-
mendada (…) “B. Resultado típico. La conducta típica ha de afectar el servicio o la función enco-
mendada. No hace falta, por cierto, una lesión patrimonial, solo se requiere la generación de un in-
conveniente en la prestación del servicio o función encomendada, cuyo origen es precisamente la
indebida aplicación del dinero o bienes”; la Sentencia de la Sala Penal Permanente en el R. N.
N° 817-2009-San Martín (fecha cuatro de junio de dos mil diez) en la que se ha indicado “El delito
de malversación de fondos en nuestro ordenamiento penal requiere que el funcionario o servidor
público le dé al dinero o bienes que administra un aplicación definitiva diferente de aquella o de las
que están destinadas, afectando el servicio o la función encomendada; que, en tal sentido, este in-
justo penal exige, en primer lugar, un cambio de destino del patrimonio –siempre dentro del ámbito
público–; en segundo lugar, que el cambio sea definitivo; y, en tercer lugar, como resultado típico,
que esta conducta dañe el servicio o la función encomendada. Cuarto: Que se debe precisar que en
el presente caso no se discute si con el dinero de doscientos mil nuevos soles obtenido vía préstamo
del Banco de la Nación, que fue cancelado con capital del Fondo de Compensación Municipal, se
ejecutó íntegramente la obra denominada “Pavimentación de la calles aledañas de la Plaza de Armas
del Distrito de Soritor”, como equivocadamente lo pretende orientar la defensa de los encausados
al presentar medios de prueba a efectos de informar que en el proceso constructivo de la indicada
obra civil se realizó una mayor construcción de la inicialmente proyectada, así como indican que no
existió perjuicio alguno, pues lo que es materia de análisis jurídico penal es si el capital del Fondo
de Compensación Municipal fue utilizado debidamente en los gastos de inversión. Quinto: Que, en
tal sentido, los encausados Dositeo Montenegro Guevara –alcalde de la Municipalidad de Soritor–,
Eloy Santillán Bocanegra, Juan Fernando Pérez Quispe y Elizabeth Sánchez Vallejo –regidores– en
su condición de funcionarios públicos al haber empleado solo la cantidad de ciento trece mil cua-
trocientos noventa y siete nuevos soles con sesenta céntimos no debieron destinar el saldo de dine-
ro restante a otros fines de los propios del Fondo de Compensación Municipal, pues al disponer de
la cantidad de cuarenta y cuatro mil diecinueve nuevos soles con treinta y siete céntimos para que
sean transferidos a la cuenta corriente de ingresos propios para ser utilizados en gastos corrientes se
perjudicó el destino de ese fondo especial, debido a que solo estaban presupuestadas para gastos de
inversión; que, de igual manera, al haber dispuesto mediante Acuerdo de Consejo número ciento
diecinueve, del diecisiete de octubre de dos mil uno, transferir cincuenta y seis mil ochocientos se-
senta y cuatro nuevos soles con veintiséis céntimos de la cuenta del Fondo de Compensación Mu-
nicipal - Foncomún hacia la cuenta corriente de Ingresos Propios para efectuar pagos por la utiliza-
ción de maquinaria de la propia municipalidad, préstamos internos, pagos de servicios y adquisición
de bienes, se perjudicó el correcto empleo de ese fondo que tenía la calidad de intangible pues ya se
había dispuesto del treinta por ciento del monto del que si tenían liberalidad para utilizar”; la Sen-
tencia de la Sala Penal Permanente recaída en el R. N. N° 91-2009-APURÍMAC (fecha cuatro de
marzo de dos mil diez) en la que se señala que “Para su configuración no solo basta que el dinero
sea destinado a fines distintos a los programados, sino que ese desvío debe ser definitivo y que afec-
te el servicio o función encomendada; que, en el presente caso, si bien los acusados usaron el dine-
ro de la construcción de la carretera Hatumpata-Rontoccocha para el pago de las planillas de los

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

trabajadores; empero, después la municipalidad alquiló maquinarias para trabajos en dicha obra por
el monto de más de treinta y cuatro mil nuevos soles, cantidad de la que se dedujo dinero que fue
objeto de transferencia; que aunado a ello, la construcción de la indicada carretera se realizó con-
forme al proyecto inicial, es decir, se llegó a terminar y entregar sin inconvenientes, y fue recepcio-
nada por la autoridades competentes sin ninguna observación; que en tal sentido el servicio enco-
mendado –que fue la culminación de la carretera en mención– no llegó a alterarse, razón por la cual
no se puede sostener que se haya configurado el delito de malversación de fondos. Sexto: Que, en
tal sentido, el solo desvío de los fondos no puede ser calificado de delito” y la Sentencia de la Sala
Penal Transitoria en el R. N. N° 105-2010-APURÍMAC (fecha cinco de abril de dos mil once) en
la que se señala “para la materialización del delito de malversación de fondos –figura delictiva es-
tipulada en el artículo trescientos ochenta y nueve del Código Penal–, se exige un cambio del des-
tino público de un bien, esto es, que el agente le otorgue un fin distinto al cual estaba dirigido, afec-
tando con ello el servicio o la función encomendada; y, con relación al delito de peculado –tipifica-
do en el artículo trescientos ochenta y siete del citado cuerpo legal– se requiere que el funcionario
público se apropie o utilice, para sí o para un tercero, caudales o efectos cuya administración le es-
tén confiados por razón de su cargo. Sexto: Que de la pericia contable de fojas setecientos cuatro,
se evidencia un análisis del cúmulo de obras materia de acusación, y con relación a la obra “La Casa
del Maestro” se determinó que: “de acuerdo al expediente técnico la obra se presupuestó en cuaren-
ta y nueve mil seiscientos treinta nuevos soles con setenta y nueve céntimos y se gastó dos mil cua-
trocientos setenta y uno nuevos soles con cuarenta y dos céntimos demás de lo presupuestado (...)”;
que, asimismo, se precisó que las copias que aparejan el sustento se encuentran incompletas, sin
embargo, en la ampliación de la citada pericia se argumentó que: “se justificó la observación que se
efectuó” –véase fojas novecientos diecinueve–; que, es más, en la ratificación que se realizó en el
plenario por parte de los peritos suscriptores se aseveró que: “no se debe nada porque se ha gastado
todo el presupuesto en las obras materia de proceso” –véase fojas novecientos veintinueve–. Sépti-
mo: Que, asimismo, del informe pericial que efectuaron los ingenieros civiles a fojas setecientos
sesenta y uno se advierte que igualmente se pronunciaron sobre la totalidad de las obras materia de
acusación y para ello concluyeron que: “las obras materia del presente peritaje valorativo se encuen-
tran ejecutadas en buen estado de conservación y en actual uso excepto el proyecto rehabilitación
de agua potable Checcasa –que requiere su rehabilitación por obstrucción del sistema– y la carrete-
ra Pisquicocha/Ccasahuasi –que requiere mantenimiento para garantizar una adecuada transitabili-
dad–; la ejecución de los trabajos se realizaron con la asistencia y/o dirección técnica conforme se
evidencia de los expedientes técnicos de cada una de las obras inspeccionadas, acuerdos de sesión
de concejo, convenios según corresponde, informes de valorización final de obra (...); los costos de
cada una de las obras valorizadas a la fecha de su ejecución son los mostrados en cada una de las
obras en cuadros valorativos, observándose que son razonables y se encuentran dentro de los már-
genes de ejecución de los tipos, calidad y demás características físicas verificadas (...)”; pericia que
fue ratificada en el plenario por sus suscriptores ocasión en la que indicaron que no existió ninguna
sobrevaloración –véase fojas novecientos cuatro–; que es más, con relación a la obra La Casa del
Maestro precisaron que: “la decisión de asignar recursos presupuestales se dio por acuerdo en una-
nimidad de sesión extraordinaria de concejo de regidores de la gestión dos mil tres a dos mil seis”.
Octavo: Que, siendo así, no se acreditó que el encausado Mallma Cahuana en su calidad de alcalde
de la Municipalidad Provincial de Aymaraes se haya apropiado o utilizado bienes de la Comuna que
representa en beneficio propio o de un tercero para que se configure así el delito de peculado; que,
por otro lado, si bien con recursos de Foncomun se continuó con la ejecución de la obra que se cues-
tiona, debe valorarse que para que se materialice el delito de malversación de fondos se requiere que
se afecte el servicio o la función para la cual estaba encomendada, lo que tampoco se acreditó en
autos, por lo que válidamente se logra colegir que no se dan los presupuestos que exigen los referi-
dos tipos penales, en consecuencia, lo resuelto por el Colegiado se encuentra arreglado a ley”. En
este marco es de señalar que si bien se puede afirmar que César Acuña Peralta, en su calidad de

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Decisiones fiscales

alcalde de la municipalidad Provincial de Trujillo, ha dado una aplicación definitiva a dinero que
administraba, como es el de las subvenciones, no es necesario aquí ingresar siquiera a discutir si la
aplicación que se le ha dado resulta ajena al que debía corresponder al de la partida de subvenciones
o a una finalidad pública –a lo que nos referiremos ampliamente al analizar la posibilidad de comi-
sión del delito de peculado– cuando ni en la denuncia se afirma ni en las diligencias de investigación
preliminar se ha podido constatar que haya existido algún cuestionamiento referido a la afectación
de servicios o funciones relacionadas con las subvenciones sociales, esto es, requerimientos socia-
les que no se hayan podido atender por falta de presupuesto; por lo que debe negarse la posibilidad
de imputar la comisión del delito de malversación de fondos. 2° ¿Es posible tipificar los hechos
materia de denuncia como delito de peculado doloso? Para lo cual debemos empezar expresando
que durante el tiempo en que han ocurrido los hechos materia de denuncia han estado vigentes las
siguientes versiones del párrafo primero del artículo 387 del Código Penal: a consecuencia de la
modificatoria de la Ley N° 26198 (publicada el 13/06/93): “El funcionario o servidor público que
se apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí o para otro, caudales o efectos cuya percepción, ad-
ministración o custodia le estén confiados por razón de su cargo, será reprimido con pena privativa
de la libertad no menor de dos ni mayor de ocho años”; a consecuencia de la modificatoria de la Ley
N° 29703 (publicada el 10 junio de 2011): “El funcionario o servidor público que se apropia o uti-
liza en cualquier forma, o consiente que un tercero se apropie o utilice caudales o efectos públicos,
cuya percepción, administración o custodia le estén confiados por razón de su cargo, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años”; a consecuencia de la Ley
N° 29758 (publicada el 21 julio de 2011): “El funcionario o servidor público que se apropia o utili-
za, en cualquier forma, para sí o para otro, caudales o efectos cuya percepción, administración o
custodia le estén confiados por razón de su cargo, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de ocho años”. En tanto las formulaciones típicas no han sufrido mayor
variación como consecuencia de las modificaciones de las que se acaba de dar cuenta y siendo que
las redacciones primera y tercera en realidad coinciden –debiendo postularse en todo caso la apli-
cabilidad general de la tercera versión al tener una materia de prohibición más estrecha que la se-
gunda, salvo para los casos producidos durante la vigencia de la primera por tener esta un marco
penal más favorable– el suscrito considera ilustrativo para la resolución del caso el Acuerdo Plena-
rio N° 4-2005/CJ-116 que establece doctrina jurisprudencial respecto de la definición y estructura
típica del delito de peculado en los siguientes términos: “Para la existencia del delito de peculado
no es necesario que sobre los bienes que se le haya confiado por razón de su cargo en cualquiera de
las formas y que constituyan el objeto material del hecho ilícito, el agente ejerza una tenencia ma-
terial directa. Es suficiente que el sujeto activo tenga la llamada disponibilidad jurídica, es decir,
aquella posibilidad de libre disposición que en virtud de la ley tiene el funcionario o servidor públi-
co; debe tener, por tanto, competencia funcional específica. La disponibilidad a que se hace referen-
cia se encuentra íntimamente ligada a las atribuciones que el agente ostenta como parte que es de la
Administración Pública. Todo ello nos lleva a sostener que tratándose el peculado de un delito plu-
riofensivo, el bien jurídico se desdobla en dos objetos específicos merecedores de protección jurí-
dico-penal: a) garantizar el principio de la no lesividad de los intereses patrimoniales de la Admi-
nistración Pública; y b) evitar el abuso del poder del que se halla facultado el funcionario o servidor
público que quebranta los deberes funcionales de lealtad y probidad. 7. Es necesario tener en cuen-
ta los comportamientos típicos que la norma en análisis nos señala a efectos de limitar o restringir
la relevancia penal de los actos del delito de peculado. La norma, por consiguiente, al describir la
acción dolosa utiliza dos supuestos para definir los comportamientos típicos del sujeto activo: apro-
piar o utilizar, los mismos que deben contener ciertos elementos para su configuración; estos son,
en tal virtud, los elementos materiales del tipo penal: a) Existencia de una relación funcional entre
el sujeto activo y los caudales y efectos. Se entiende por relación funcional el poder de vigilancia y
control sobre la cosa como mero componente típico, esto es, competencia del cargo, con-
fianza en el funcionario en virtud del cargo, el poder de vigilar y cuidar los caudales

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

o efectos. b) La percepción no es más que la acción de captar o recepcionar caudales o efectos de


procedencia diversa pero siempre lícita. La administración, que implica las funciones activas de ma-
nejo y conducción. La custodia, que importa la típica posesión que implica la protección, conserva-
ción y vigilancia debida por el funcionario o servidor de los caudales y efectos públicos. c) Apro-
piación o utilización. En el primer caso estriba en hacer suyo caudales o efectos que pertenecen al
Estado, apartándolo de la esfera de la función de la Administración Pública y colocándose en situa-
ción de disponer de los mismos. En el segundo caso: utilizar, se refiere al aprovecharse de las bon-
dades que permite el bien (caudal o efecto), sin tener el propósito final de apoderarse para sí o para
un tercero. d) El destinatario: para sí. El sujeto activo puede actuar por cuenta propia, apropiándose
él mismo de los caudales o efectos, pero también puede cometer el delito para favorecer a terceros.
Para otro, se refiere al acto de traslado del bien, de un dominio parcial y de tránsito al dominio final
del tercero. e) Caudales y efectos. Los primeros, son bienes en general de contenido económico, in-
cluido el dinero. Los efectos, son todos aquellos objetos, cosas o bienes que representan un valor
patrimonial público, incluyendo los títulos valores negociables”. En este marco se debe señalar que
es claro que el investigado César Acuña Peralta, en su condición de alcalde de la Municipalidad
Provincial de Trujillo, ha dispuesto de caudales cuya percepción le estaban confiados por razón
de su cargo; sin embargo, para afirmar la existencia de un delito de peculado es necesario analizar
si dicha disposición ha implicado haberse apropiado para sí o para otro del dinero de las subvencio-
nes esto es, haber hecho suyos los caudales que pertenecen al Estado, apartándolos de la esfera de
la función de la Administración Pública (cuestionamiento que hace expresamente el informe perio-
dístico que origina el presente caso cuando dice que dispuso y dispone de una partida especial pro-
veniente de las cuentas del municipio, de la que, a sola firma, destina recursos públicos a fines aje-
nos a la misión municipal). En este análisis de si los fines para los que se han autorizado las subven-
ciones son compatibles o no con las funciones que le pueden corresponder a un gobierno municipal
debemos partir analizando el cuestionamiento que se hace de que la partida de subvenciones se en-
cuentra destinada a instituciones benéficas, sociales o culturales, tratándose de recursos que –por la
naturaleza de sus funciones– estas instituciones no logran captar del Sector Privado; que ‘mediante
las subvenciones una municipalidad hace que otros provean los servicios que ella no brinda; dán-
dose ejemplos de cómo ha sido utilizada la mencionada partida en otras municipalidades; que el ar-
tículo 60 de la Ley General del Sistema Nacional de Presupuesto regula la planificación y adminis-
tración de las subvenciones en los presupuestos anuales de los gobiernos regionales, municipalida-
des e incluso en el Consejo de Ministros siendo requisitos que los fondos provengan de recursos
directamente recaudados por la institución pública y que las subvenciones sean aprobadas por “acuer-
do respectivo”, en este caso por Acuerdo del Concejo Municipal, integrado por regidores oficialistas
y de la oposición; siendo que desde el 2008 hasta el 2012 –por unanimidad en los años 2008, 2009
y 2012– el Concejo ha resuelto “otorgar al señor alcalde la facultad de disponer de los fondos pre-
supuestados para otorgar subvenciones de apoyo social”. En la necesidad de pronunciarse al respec-
to el suscrito ha indagado sobre el dato indiciario de la infracción al artículo 60 de la Ley N° 28411
- Ley General del Sistema Nacional de Presupuesto, que para mayor evidencia se transcribe a con-
tinuación: “Artículo 60.- De las Subvenciones a Personas Jurídicas. 60.1 Las subvenciones que se
otorguen a personas jurídicas, no pertenecientes al Sector Público en los años fiscales correspon-
dientes, deben estar consideradas en anexo de la Ley de Presupuesto del Sector Público, debiendo
contar con el financiamiento respectivo y el informe técnico sustentatorio de la Oficina de Presu-
puesto o la que haga sus veces en la entidad correspondiente, bajo responsabilidad. 60.2 solo por
decreto supremo y con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros se podrán otorgar subvenciones
adicionales, exclusivamente para fines sociales, a las contenidas en el citado anexo, debiendo para
tal efecto contar con el informe técnico de la Oficina de Presupuesto o la que haga sus veces y el fi-
nanciamiento correspondiente en el presupuesto institucional respectivo. En el caso de los gobiernos
regionales y gobiernos locales las subvenciones se sujetan, estrictamente, a sus recursos directamen-
te recaudados, debiendo ser aprobadas mediante el acuerdo respectivo, previo informe favorable de

434
Decisiones fiscales

la Oficina de Presupuesto o la que haga sus veces de la entidad. 60.3 Los documentos sustentatorios
de las subvenciones con cargo a cualquier fuente de financiamiento, a favor de personas jurídicas
nacionales del Sector Privado, deben ser presentados anualmente, dentro de los primeros treinta (30)
días de entrada en vigencia de la Ley de Presupuesto del Sector Público. Los documentos son los
siguientes: a) declaración jurada de las subvenciones que recibe del Sector Público; b) rendición de
Cuenta correspondiente a la asignación percibida en el año fiscal anterior, cuando corresponda; c)
metas y presupuestos de gastos debidamente fundamentados; d) cronograma mensual de ejecución
física y financiera; y, e) evaluación y análisis costo beneficio de la subvención. 60.4 La Oficina de
Presupuesto o la que haga sus veces de la entidad debe informar dentro de los cuarenta y cinco (45)
días de finalizado el año fiscal, a la Comisión de Presupuesto y Cuenta General de la República del
Congreso de la República, a la Contraloría General de la República y a la Dirección Nacional del
Presupuesto Público, los resultados alcanzados y el costo beneficio de las subvenciones otorgadas”,
no encontrando que la norma en trascripción tenga por finalidad excluir la posibilidad del otorga-
miento de subvenciones a personas jurídicas del Sector Público o a personas naturales sino solo re-
gular el otorgamiento de las mismas a las personas jurídicas no pertenecientes al Sector Público –
siendo la mejor muestra de lo dicho el propio título que el legislador le ha dado al artículo y el inicio
de su primer párrafo que dice: “Las subvenciones que se otorguen a personas jurídicas, no pertene-
cientes al Sector Público (…)”. Este entendimiento se encuentra reforzado por el hecho de que la
Séptima Disposición Transitoria de la referida Ley N° 28411 prescriba: “1. Déjese sin efecto toda
disposición legal que establezca la distribución porcentual con cargo a fondos públicos, para el otor-
gamiento de subvenciones a personas naturales, incentivos y estímulos económicos, bajo cualquier
denominación, al personal del Sector Público, manteniéndose los montos que sirvieron de base para
efectuar el último pago por subvenciones, incentivos o estímulos económicos, en el marco del De-
creto Legislativo N° 847”, de lo que se puede sostener que si esta disposición transitoria establece
que se mantienen los montos que sirvieron de base para efectuar el último pago por subvenciones,
incentivos o estímulos económicos, en el marco del Decreto Legislativo N° 847 es porque es per-
fectamente posible asignar subvenciones por fuera del supuesto de personas jurídicas no pertene-
cientes al Sector Público. Pero no se trata solo de lo prescribe esta norma, si no que supra hemos
señalado que corren en la carpeta fiscal en calidad de elementos de convicción: A. El Acta de sesión
ordinaria del Concejo N° 04-2012-MPT, bajo la presidencia de la teniente alcaldesa Gloria Edelmi-
ra Montenegro Figueroa donde el regidor Pablo Penagos Ruzo solicita “Aprobar la autorización al
señor alcalde para que este, mediante resolución de alcaldía disponga de los fondos presupuestados
para otorgar estas subvenciones a personas naturales y personas jurídicas sin fines de lucro para
cubrir gastos de índole asistencial, social, cultural, deportivo y otros de la misma naturaleza” la cual
es aprobada por unanimidad incluyéndose entre los regidores que votan a favor a los señores
del Partido Aprista Peruano –el que es reconocido públicamente como oposición y contrario a los
intereses políticos de Alianza para el Progreso– Edward Patricio Berrocal Gamarra, Luis Carlos
Santa María Mecq y Róger Augusto Obeso Acevedo; misma expresión de subvenciones para perso-
nas naturales que se puede encontrar en las actas de sesión ordinaria del Concejo N° 04-2011-MPT
y de sesión ordinaria del Concejo N° 07-2010-MPT que contienen las aprobaciones de los requeri-
mientos para que se autorice al investigado Acuña Peralta a que disponga administrativamente de
los fondos presupuestados para otorgar subvenciones; B. La hoja de “Precisiones a las recomenda-
ciones formuladas”, firmada por los que fueron regidores de la Municipalidad Provincial de Trujillo
durante la gestión del Exalcalde José Murgia Zannier, señores Napoleón Vilca García, José Miranda
Prado y Tula Benitez Vásquez con fecha 24 de marzo de 2004 donde se da como recomendación 10
“Con el rubro de subvenciones diversas no se podrá otorgar nuevos aportes económicos a la misma
institución o persona natural que ya ha sido considerada como beneficiaria en el subgrupo de ins-
tituciones benéficas o culturales”; C. Los reglamentos de subvenciones de las municipalidades Dis-
trital de Ventanilla, Provincial de Piura, Distrital de Castilla y Provincial de Hualgayoc-Bambamar-
ca en las que se puede apreciar que establecen la posibilidad de otorgar subvenciones a personas

435
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

naturales. Hecha esta precisión –que importa negar el indicio consistente en la existencia de una
infracción administrativa– corresponde continuar dilucidando lo que es verdaderamente importante
en materia penal a efectos de afirmar o negar la comisión de un delito de peculado, esto es, si el di-
nero de las subvenciones se ha gastado en temas relacionados con los fines de la Administración
Pública o no. Para ello se debe tener como principal referente la Ley N° 27972 –Ley Orgánica de
Municipalidades– en tanto obviamente es la norma que se encarga de regular la estructura y funcio-
namiento de los gobiernos municipales. De las normas de esta que resultan relevantes para el pre-
sente caso debemos comenzar apuntando que su Título Preliminar señala en su artículo I “los go-
biernos locales son entidades básicas de la organización territorial del Estado y canales inmediatos
de participación vecinal en los asuntos públicos, que institucionalizan y gestionan con autonomía
los intereses propios de las correspondientes colectividades; siendo elementos esenciales del go-
bierno local, el territorio, la población y la organización. Las municipalidades provinciales y distri-
tales son los órganos de gobierno promotores del desarrollo local, con personería jurídica de
derecho público y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines”; en su artículo II: “Los
gobiernos locales gozan de autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de
su competencia. La autonomía que la Constitución Política del Perú establece para las muni-
cipalidades radica en la facultad de ejercer actos de gobierno, administrativos y de adminis-
tración, con sujeción al ordenamiento jurídico”; y en su artículo VIII: “Los gobiernos locales
están sujetos a las leyes y disposiciones que, de manera general y de conformidad con la Constitu-
ción Política del Perú, regulan las actividades y funcionamiento del Sector Público; así como a las
normas técnicas referidas a los servicios y bienes públicos, y a los sistemas administrativos del Es-
tado que por su naturaleza son de observancia y cumplimiento obligatorio”, de las cuales se debe
concluir que se le reconoce a las municipalidades una amplia autonomía para establecer los servicios
y objetivos que pretendan brindar y obtener a favor de su población, siempre y cuando ellas no im-
pliquen una infracción clara del ordenamiento jurídico y no carezcan de utilidad social eviden-
te –como ocurriría, por ejemplo, cuando se pretenda favorecer indebidamente a las empresas que
contratan con el Estado pagándoles precios mayores a los que corresponden–. Para en seguida re-
parar en que dicha Ley prescribe en su artículo VI: “Los gobiernos locales promueven el desarrollo
económico local, con incidencia en la micro y pequeñaempresa, a través de planes de desarrollo
económico local aprobados en armonía con las políticas y planes nacionales y regionales de desa-
rrollo; así como el desarrollo social, el desarrollo de capacidades y la equidad en sus respectivas
circunscripciones”; en su artículo X: “Los gobiernos locales promueven el desarrollo integral, para
viabilizar el crecimiento económico, la justicia social y la sostenibilidad ambiental. La promoción
del desarrollo local es permanente e integral. Las municipalidades provinciales y distritales promue-
ven el desarrollo local, en coordinación y asociación con los niveles de gobierno regional y nacio-
nal, con el objeto de facilitar la competitividad local y propiciar las mejores condiciones de vida de
su población”; siendo que de modo específico el artículo 73 establece: “Las municipalidades, to-
mando en cuenta su condición de municipalidad provincial o distrital, asumen las competencias y
ejercen las funciones específicas señaladas en el Capítulo II del presente Título, con carácter exclu-
sivo o compartido, en las materias siguientes: (…) 1.4. Saneamiento físico legal de asentamientos
humanos. (…) 1.9. Patrimonio histórico, cultural y paisajístico (…) 2.1. Saneamiento ambiental,
salubridad y salud (…) 2.3. Educación, cultura, deporte y recreación. 2.4. Programas sociales, de-
fensa y promoción de derechos ciudadanos (…) 2.8. Promoción del desarrollo económico local para
la generación de empleo (…) 5.1. Promover, apoyar y reglamentar la participación vecinal en el de-
sarrollo local (…) Administrar, organizar y ejecutar los programas locales de lucha contra la pobre-
za y desarrollo social. 6.2. Administrar, organizar y ejecutar los programas locales de asistencia,
protección y apoyo a la población en riesgo, y otros que coadyuven al desarrollo y bienestar de la
población”. En este marco, corresponde reparar en que, como hemos señalado supra, corren en la
carpeta fiscal como elementos de convicción: A. La relación de subvenciones económicas otorgadas
por la Municipalidad Provincial de Trujillo entre los años 2011 a 2007, en la que se puede apreciar

436
Decisiones fiscales

que entre las subvenciones que se podrían calificar como importantes (fijando como criterio de dis-
tinción el suscrito aquellas que superan los diez mil nuevo soles) en realidad se puede contar un
aproximado de 163 subvenciones otorgadas a distintas personas, no solo a las personas que se dice
son miembros del partido de Acuña Peralta y, además, y con mucha importancia, que las subvencio-
nes cuestionadas no se han brindado para fines personales de los solicitantes –como, por ejemplo,
consta a fojas 05 y 06 respecto del dinero entregado a Perpetua Elena Jaico Paredes, Jeannette Flo-
res Gutiérrez, Mayer Ademir Cabrera Guevara y María Isabel Soberón Tocas para compra de aulas
prefabricadas para jardines municipales de niños; lo que también se indica en el informe periodís-
tico, cuando se cuestiona la entrega de subvenciones a militantes de Alianza para el Progreso para
cubrir déficit alimentario de enfermos, arco de ingreso a una urbanización, culminación de local
institucional, adquisición de buzos para niños, agua y alcantarillado para un AA. HH. y apoyo a Jar-
dín Municipal–. No solo ello, sino que también figuran subvenciones merced a solicitudes realiza-
das por prominentes líderes de otras tiendas políticas rivales a la del investigado Acuña Peralta, como
en el caso de los señores Miriam Alicia Pilco Deza, Elías Rodríguez Zavaleta y Roberto Angulo Al-
varez; B. La Resolución de Alcaldía N° 651-2010-MPT de fecha 25 de junio de 2010 por la que se
otorga subvenciones a instituciones educativas de la Provincia de Trujillo por el monto de un millón
trescientos diez mil nuevos soles, la Resolución de Alcaldía N° 1197-2010-MPT de fecha 29 de oc-
tubre de 2010 por la que se otorga subvenciones a organizaciones sociales de base para el mejora-
miento de la infraestructura e implementación de sus organizaciones, la Resolución de Alcaldía
N° 371-2008-MPT de fecha 7 de mayo de 2008 por la que se otorga una subvención a Nidia Elena
Carranza de Cavero por el monto de treinta y siete mil nuevos soles para la celebración del Día de
la Madre por las organizaciones sociales de base, la Resolución de Alcaldía N° 857-2008-MPT de
fecha 27 de agosto de 2008 por la que se otorga una subvención al Comité de Desarrollo y Progreso
del Parque Vicente Cerro Cabrián de la urbanización San Fernando debidamente representado por
su presidente el señor Rómulo Torres Bautista por el monto de veinte y dos mil ochocientos cuaren-
ta y nueve nuevos soles con veinte y cuatro céntimos para la construcción de un arco de ingreso a
la urbanización, la Resolución de Alcaldía N° 296-2009-MPT de fecha 5 de marzo de 2009 por la
que se otorga una subvención a Flor Maritza Tacanga Ponce, Elsa Dorolisa Alcántara Castillo y Per-
petua Elena Jaico Paredes en calidad de representantes de las organizaciones sociales de base por el
monto de treinta y dos mil nuevos soles para la celebración del Día Internacional de la Mujer, la
Resolución de Alcaldía N° 467-2009-MPT de fecha 21 de abril de 2009 por la que se otorga una
subvención a la Asociación Civil pro salud y Vida TBC-M.D.R. y SIDA-TBC representada por su
presidente el señor Segundo Juan Chamorro Valderrama por el monto de veinte y cuatro mil nuevos
soles para solventar gastos de alimentación para afectados de TBC y TBC-MDR, la Resolución de
Alcaldía N° 597-2009-MPT de fecha 3 de mayo de 2009 por la que se otorga una subvención al Co-
mité de Gestión de Obras y Desarrollo del Sector Apóstol Santiago del Barrio 09 del Distrito de
Florencia de Mora representado por el presidente de su Junta Directiva, señor Walter Javier Vásquez
Carranza por el monto de doce mil ochocientos noventa y un nuevos soles para la culminación del
local comunal, la Resolución de Alcaldía N° 596-2010-MPT de fecha 15 de junio de 2010 por la
que se otorga una subvención al Comité Pro Construcción Capilla San José de la Campiña de Mo-
che representado por el presidente señor Salomón Zarate Caballero por el monto de diez mil nuevos
soles para la construcción del techo de la capilla, la Resolución de Alcaldía N° 829-2009-MPT de
fecha 1 de julio de 2009 por la que se otorga una subvención a la Junta Directiva del Comité de Apo-
yo a los Jardines Municipales representada por su presidenta Jeannette Aurora Flores Gutiérrez por
el monto de cincuenta y ocho mil cuatrocientos cincuenta nuevos soles para la adquisición de buzos
de los niños de los jardines municipales, la Resolución de Alcaldía N° 992-2010-MPT de fecha 10
de setiembre de 2010 por la que se otorga subvenciones a instituciones educativas de la Provincia
de Trujillo por el monto de ciento sesenta y cinco mil nuevos soles, la Resolución de Alcaldía
N° 995-2010-MPT de fecha 13 de setiembre de 2010 por la que se otorga subvenciones a organiza-
ciones sociales de base –mayoritariamente clubes de madres, pero también vaso de leche y otros

437
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

similares– de la Provincia de Trujillo, con un total de 251 expedientes, por el monto de cuatrocien-
tos treinta y un mil nuevos soles para el mejoramiento de la infraestructura e implementación de sus
organizaciones; C. El Acta de sesión ordinaria del Concejo N° 04-2012-MPT donde se acuerda por
unanimidad, con el voto a favor de los señores del Partido Aprista Peruano Edward Patricio Berro-
cal Gamarra, Luis Carlos Santa María Mecq y Róger Augusto Obeso Acevedo, “Aprobar la autori-
zación al señor Alcalde para que este, mediante Resolución de Alcaldía disponga de los fondos pre-
supuestados para otorgar estas subvenciones a personas naturales y personas jurídicas sin fines de
lucro para cubrir gastos de índole asistencial, social, cultural, deportivo y otros de la misma
naturaleza”, las actas de sesión ordinaria del Concejo N° 04-2011-MPT y N° 07-2010-MPT donde
en términos muy similares se autoriza al alcalde para que disponga de los fondos presupuestados
para otorgar subvenciones y principalmente el Acta de sesión ordinaria del Concejo N° 02-2009-
MPT donde la regidora Gloria Montenegreo Figueroa solicita la disposición discrecional adminis-
trativa de las subvenciones del año 2009 justificando en que se está apoyando a centros de promo-
ción de salud e instituciones educativas entre otras y al hacer uso de la palabra el regidor del Parti-
do Aprista Peruano Róger Augusto Obeso Acevedo señala estar de acuerdo con la intención de la
regidora y del Alcalde, en el propósito de ayudar a sectores sociales menos favorecidos y solicita
que se contemple también el rubro de apoyo comunal, votando a favor incluso los señores regi-
dores del Partido Aprista Peruano Edward Patricio Berrocal Gamarra, Luis Carlos Santa María Mecq,
Róger Augusto Obeso Acevedo y Luis Fernando Calderón Carvajal; D. Las documentales presen-
tadas por Walter Javier Vásquez Carranza, habiendo señalado al rendir su declaración que para la
construcción de su local comunal ha recibido apoyo también del señor Murgia Zannier cuando este
era alcalde de la Municipalidad de Trujillo y de la Municipalidad Distrital de Florencia de Mora
pone a disposición de este despacho resoluciones de alcaldía de las municipalidades de Florencia
de Mora y de Trujillo anteriores a la gestión del investigado Acuña Peralta donde se le reconoce su
calidad de integrante de la Junta Directiva del Comité de Gestión de Obras, Desarrollo y Progreso
del Sector Apóstol Santiago - Barrio 09 del Distrito de Florencia de Mora y resoluciones de alcaldía
de los años 2003, 2004, 2005 y 2006 de la Municipalidad de Florencia de Mora haciendo donacio-
nes para la construcción de su local comunal y del año 2004 de la Municipalidad Provincial de Tru-
jillo firmada por José Murgia Zannier por la que mencionada exautoridad edil autoriza la adquisición
de materiales de construcción para ser entregadas al Presidente del Comité de Gestión de Obras,
Desarrollo y Progreso del Sector Apóstol Santiago - Barrio 09 del Distrito de Florencia de Mora,
habiendo referencia en sus considerandos que mediante Decreto de Alcaldía N° 10-2004-MPT del
27 de mayo de 2004 se aprobó la Directiva: Apoyo a las Juntas Vecinales Municipales, Distritos y
Centros Poblados para la ejecución de obras comunales que norma el procedimiento para el apoyo
a la comunidad organizada en la ejecución de obras comunales. Las cosas así, en este nivel de tipi-
ficación de los hechos, no se puede sostener válidamente que César Acuña Peralta con la participa-
ción de los demás investigados hayan hecho suyos caudales que pertenecen al Estado apartándolos
de la esfera de la función de la Administración Pública –o como señala el informe periodístico: haya
destinado recursos públicos a fines ajenos a la misión municipal–, pues para ello es necesario que
las materias para las que se han concedido las subvenciones se hayan encontrado nítidamente ale-
jadas de las misiones municipales a las que se ha hecho referencia en las citas de la Ley Orgánica
de Municipalidades; sin embargo, como se ha podido apreciar de los elementos de convicción que
se acaba de citar respecto de las subvenciones cuestionadas en el informe periodístico –que consti-
tuyen la denuncia del presente caso y respecto de las cuáles está obligado el suscrito a un pronun-
ciamiento expreso– e incluso de la revisión aleatoria y general –por su alto número– de las subven-
ciones que no han sido materia de cuestionamiento específico –que no han sido objeto de denuncia
y, por tanto, no existe obligación de pronunciamiento expreso por parte del suscrito–, las subven-
ciones otorgadas están efectivamente relacionadas con los fines del gobierno municipal. Debiendo
adicionarse que no ha encontrado el suscrito –más allá de lo cuestionable o no que podría resultar
políticamente y sobre lo cual no le corresponde pronunciarse– ningún impedimento normativo de

438
Decisiones fiscales

relevancia jurídico-penal para que dentro de las subvenciones que se puedan otorgar a los ciudada-
nos u organizaciones de nuestra provincia resulten beneficiadas, entre otras, personas vinculadas u
organizaciones que tengan como representantes a personas pertenecientes al partido político de go-
bierno (cosa distinta ocurriría si estas personas fueran las únicas o mayoritaria y exprofesamente
beneficiadas); pues lo verdaderamente importante son las justificaciones o fines con que se autorizan
las subvenciones y si estas están conectadas con aquellas que han sido referidas supra como inte-
grantes de la misión municipal. No alcanza a entender el suscrito cómo podrían hallarse desvincu-
ladas de los fines municipales las subvenciones relacionadas con Segundo Chamorro Valderrama,
Nidia Elena Carrasco de Cavero, Rómulo Torres Bautista, Perpetua Elena Jaico Paredes, Walter Ja-
vier Vásquez Carranza, Jeannette Flores Gutiérrez, Mayer Ademir Cabrera Guevara juntamente con
Wilmer Minchola Escobar y María Isabel Sobero Tocas si, como ya dijimos, fueron entregas de di-
nero para compra de aulas prefabricadas para jardines municipales de niños, para cubrir déficit ali-
mentario de enfermos, arco de ingreso a una urbanización, culminación de local institucional, ad-
quisición de buzos para niños, agua y alcantarillado para un AA. HH. y apoyo a Jardín Municipal;
lo mismo se debe decir cuando se trata de la entrega de dinero a organizaciones sociales de base para
mejora de sus comedores o de los servicios que prestan –respecto de si en ello se ha cometido un
delito electoral nos pronunciaremos infra y respecto de si resulta políticamente correcto o reproba-
ble hacerlo estando cerca un proceso eleccionario, como hemos dejando ya sentando, no nos corres-
ponde pronunciarnos–; igual con el hecho de que se haya beneficiado a casi 300 colegios de Trujillo,
quienes recibieron cheques de cinco mil nuevos soles cada uno para la compra de computadoras
–respecto de si ello era políticamente correcto o reprobable en un año electoral no corresponde pro-
nunciamiento por parte del suscrito–. Merecen fundamentación distinta las subvenciones entregadas
a los trabajadores de la Municipalidad Provincial de Trujillo que, como refiere la propia denuncia,
fueron consecuencia de los pactos colectivos a los que el alcalde llegó con los representantes de las
organizaciones sindicales –que se tuvieron que hacer para lograr una paz laboral que desde el inicio
de su gestión le fue esquiva–; pues, a criterio del suscrito, estas no encuentran mayor conexión con
los fines que deben cumplir las subvenciones sociales; sin embargo, en el delito de peculado ello no
es relevante, lo relevante –como ya se expresó supra– es que se haya hecho uso de caudales que
pertenecen al Estado apartándolos de la esfera de la función de la Administración Pública; cosa que
a pesar de lo cuestionable de la entrega del dinero al que nos venimos refiriendo bajo el rubro de
subvenciones no ha ocurrido, pues como la propia denuncia señala, dichas entregas han sido conse-
cuencia de pactos colectivos a los que el alcalde llegó con los representantes de las organizaciones
sindicales para lograr una paz laboral que desde el inicio fue esquiva, pudiendo inferirse de ello que
se trató de entregas de dinero necesarias para el funcionamiento del aparato municipal. Debe recor-
darse en este sentido que la Constitución Política de 1993 señala en su artículo 28 que: “El Estado
reconoce los derechos de sindicación, negociación colectiva y huelga. Cautela su ejercicio demo-
crático: 1. Garantiza la libertad sindical. 2. Fomenta la negociación colectiva y promueve formas
de solución pacífica de los conflictos laborales. La convención colectiva tiene fuerza vinculante
en el ámbito de lo concertado” y el Texto Único Ordenado de la Ley de Relaciones Colectivas de
Trabajo - Decreto Supremo N° 010-2003-TR señala en su artículo 41 que la “convención colectiva
de trabajo es el acuerdo destinado a regular las remuneraciones, las condiciones de trabajo y pro-
ductividad y demás, concernientes a las relaciones entre trabajadores y empleadores, celebrado, de
una parte, por una o varias organizaciones sindicales de trabajadores o, en ausencia de estas, por re-
presentantes de los trabajadores interesados, expresamente elegidos y autorizados y, de la otra, por
un empleador, un grupo de empleadores, o varias organizaciones de empleadores” y el artículo 42
que: “La convención colectiva de trabajo tiene fuerza vinculante para las partes que la adoptaron.
Obliga a estas, a las personas en cuyo nombre se celebró y a quienes les sea aplicable, así como a
los trabajadores que se incorporen con posterioridad a las empresas comprendidas en la misma, con
excepción de quienes ocupan puestos de dirección o desempeñan cargos de confianza”. Podría que-
dar la duda que siendo las cosas así como se acaban de exponer si bien los hechos no se adecuan al

439
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

delito de peculado más bien podrían adecuarse al tipo penal de malversación de fondos por haberse
dado un uso distinto a dinero presupuestado para subvenciones, pero debemos recordar que la ver-
sión actualmente vigente de dicho tipo penal establece que: “El funcionario o servidor público que
da al dinero o bienes que administra una aplicación definitiva diferente de aquella a los que están
destinados, afectando el servicio o la función encomendada, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años” siendo que, como ya expresamos, ni en la de-
nuncia se ha expresado ni en las diligencias de investigación preliminar se ha podido observar que
se hayan afectado las finalidades perseguidas bajo el rubro subvenciones sociales; por lo que tam-
bién debe negarse la adecuación de los hechos al tipo penal vigente de malversación de fondos. 3°
¿Es posible tipificar los hechos materia de denuncia como delito de inducción al voto? Recor-
demos que la denuncia refiere que el 30 de julio de 2010 sobre un tabladillo instalado en la Plaza de
Armas de Trujillo César Acuña Peralta rodeado de decenas de madres de familia representantes de
comedores populares de once distritos de la ciudad anunció que cada una de ellas recibirían cheques
de entre mil a tres mil nuevos soles para mejorar las instalaciones de las organizaciones que lidera-
ban, cuestionándose que la reunión haya tenido vigencia apenas tres días antes que entrará en vi-
gencia el plazo de tres meses previos al día de la elección, en el que las autoridades postulantes a la
reelección no pueden encabezar actividades que pudieran influir en el voto; sin embargo, la autori-
zación para la distribución del dinero ahí prometido llegó en plena campaña electoral, mediante la
Resolución de Alcaldía N° 995-10, firmada por Acuña Peralta, por la que se distribuyó cheques por
casi medio millón de soles entre 251 organizaciones sociales de base el 13 de septiembre de 2010,
apenas tres semanas antes del 03 de octubre, día de las elecciones municipales que ganó; cuestiona-
do también el informe que la solicitudes no hayan sido llenadas por las representantes de las orga-
nizaciones sociales de base sino por solo tres personas y hayan, además, sido ingresadas todas un
domingo 27 de junio de 2010 y en un solo bloque, como si 251 mueres provenientes de 11 distritos
llegaran un domingo no laborable a las oficinas municipales a ingresar solicitudes por subvenciones;
siendo peor que en el archivo digital de la mesa de partes aparezca como que las solicitudes fueron
ingresadas en realidad el 26 de junio. Incluso debe agregarse aquí que el informe afirma haber re-
cogido declaraciones de las madres beneficiadas y cita textualmente una de ellas, en el sentido de
“Yo no pedí la plata. Me la ofrecieron. Me hicieron firmar y luego me afiliaron al partido del alcal-
de - dice a INFOS Juana López Mallqui, del sector Buenos Aires, narrando como recibió un subsi-
dio de S/. 1,000 autorizado a dos semanas de las elecciones municipales del 3 de octubre de 2010”.
El análisis de si esta conducta imputada a Acuña Peralta se adecua o no al delito de inducción al
voto pasa por fijar previamente la construcción típica que de dicho delito hace el artículo 356 del
Código Penal, que prescribe: “El que, mediante dádivas, ventajas o promesas trata de inducir a un
elector a no votar o a votar en un sentido determinado, será reprimido”. Las cosas así, se debe poner
atención en primer lugar en que las testigos que han concurrido a declarar han negado cualquier tipo
de condicionamiento para la entrega de las subvenciones, pero no solo ello sino que en la cita que
se ha hecho de la declaración de Juana López Mallqui en el informe periodístico no se afirma nin-
gún condicionamiento para que se vote a favor del candidato Acuña Peralta en las elecciones muni-
cipales. Debe considerarse, además, el hecho de que si bien se podría tratar de un hecho política-
mente cuestionable –cosa sobre la cual hemos señalado reiteradamente no estamos habilitados para
emitir pronunciamiento– la entrega de subvenciones en un tiempo tan próximo a las elecciones en
tanto se ha producido en marcos temporales para los que la ley no ha establecido restricciones por
sí solas no pueden ser consideradas una inducción al voto; más aún cuando la doctrina penal al ex-
plicar la categoría de la inducción –en la parte general del Derecho Penal, es cierto, pero nada obs-
ta para que se aplique mutatis mutandi al tipo penal en referencia– ha señalado: “La instigación (o
inducción) tiene que estar constituída por actos dirigidos específica y claramente a lograr, influen-
ciando su psiquis, que el instigado cometa el delito por cualquier medio (puede ser verbal o escrito,
aun simbólico o gráfico); por ello, no basta la mera insinuación, o las sugerencias ambiguas (Zaffa-
roni), ni siquiera la creación de una situación de hecho que favorezca la opción del sujeto por el

440
Decisiones fiscales

delito (Bacigalupo)” (CREUS, Carlos. Derecho Penal, Parte general. Buenos Aires, Astrea, tercera
edición, 1992, p. 423); por lo tanto, para que haya una inducción al voto, también tiene que tratarse
de actos dirigidos específica y claramente a lograr, influenciando su psiquis, que el instigado vote o
no vote en un sentido determinado; no bastando la mera insinuación, o las sugerencias ambiguas, ni
siquiera la creación de una situación de hecho que favorezca la opción del sujeto por un candidato
determinado; razones estas que ya en el nivel de la tipicidad llevan a negar la adecuación típica de
los hechos con el delito de inducción al voto. 4° ¿Es posible tipificar los hechos materia de de-
nuncia como delito de peculado culposo? Recordemos también que la denuncia refiere que en el
que del total de dinero entregado por concepto de subvenciones existen tres millones de soles res-
pecto de los cuales no se ha rendido cuenta y que además Acuña Peralta ha firmado la Resolución
de Alcaldía N° 946-10 dando por liquidadas las subvenciones menores de mil nuevos soles emitidas
en el 2008 y 2009 que no hayan sido rendidas. Esta imputación abre la necesidad de pronunciarse
respecto a –dado que ya quedó esclarecido que las entregas de dinero por parte de la Municipalidad
Provincial de Trujillo sí tenían fines compatibles con la Administración Pública– si la conducta de
los investigados se adecua o no al tipo penal de peculado culposo contemplado en el artículo 387
del Código Penal en su versión original como: “Si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe
por otra persona la sustracción de caudales o efectos será reprimido con pena privativa de libertad
no mayor de dos años o con prestación de servicio comunitario de veinte a cuarenta jornadas”, mo-
dificada por la Ley N° 26198 (publicada el 13/06/93) para configurarse como “Si el agente, por cul-
pa, da ocasión a que se efectúe por otra persona la sustracción de caudales o efectos será reprimido
con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación de servicios comunitarios de
veinte a cuarenta jornadas. Constituye circunstancia agravante si los caudales o efectos estuvieran
destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo social. En estos casos, la pena privativa de
libertad será no menor de tres ni mayor de cinco años”; modificada por Ley N° 29703 (publicada el
10 junio de 2011) para configurarse como “si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe por
otra persona la sustracción de caudales o efectos, será reprimido con pena privativa de libertad no
mayor de dos años o con prestación de servicios comunitarios de veinte a cuarenta jornadas. Si los
caudales o efectos, independientemente de su valor, estuvieran destinados a fines asistenciales o a
programas de desarrollo o apoyo social, la pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor
de cinco años”; para prescribir en su versión actual, fruto de la modificatoria de la Ley N° 29758
(publicada el 21 julio 2011) que: “Si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe por otra per-
sona la sustracción de caudales o efectos, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de
dos años o con prestación de servicios comunitarios de veinte a cuarenta jornadas. Constituye cir-
cunstancia agravante si los caudales o efectos estuvieran destinados a fines asistenciales o a progra-
mas de apoyo social. En estos casos, la pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de
cinco años”. Ello en razón a que, en todo caso, se les podría atribuir el haber permitido –con su fal-
ta de cuidado al exigir las rendiciones o al darlas por liquidadas– que los beneficiarios de las sub-
venciones se apropien de las mismas dándole un destino distinto a aquel que justificó su otorgamien-
to; sin embargo, si se repara en la redacción actual del tipo penal del peculado culposo –que por
imperio de la garantía constitucional de retroactividad benigna es suficiente para realizar el análisis,
pues de ser atípico el hecho según este de nada serviría que sí lo sea respecto de redacciones ante-
riores– se debe señalar que la conducta penalmente prohibida no se construye sobre la base del apo-
deramiento, sino sobre la base de la sustracción, cosa que en el presente caso no se puede afirmar
porque está sumamente claro que el dinero no fue sustraído por los beneficiarios de las subvencio-
nes, sino entregado por la municipalidad. De este modo tampoco se puede afirmar en este caso la
existencia de un comportamiento típico por parte de los investigados; POR LO QUE SE DISPO-
NE: IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN PREPARATO-
RIA CONTRA CÉSAR ACUÑA PERALTA, TANIA SOLEDAD BACA ROMERO, LUIS
VALDEZ FARÍAS, MARIELENA NEYRA FLORES y FRANCISCO FALCÓN GÓMEZ-
SÁNCHEZ por la comisión de los delitos de MALVERSACIÓN DE FONDOS (primer párrafo

441
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

del artículo 389 del Código Penal), PECULADO DOLOSO (primer párrafo del artículo 387 del
Código Penal), INDUCCIÓN AL VOTO (artículo 356 del Código Penal) y PECULADO CUL-
POSO (cuarto párrafo del artículo 389 del Código Penal) todos en agravios del Estado peruano re-
presentado por el Procurador Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios; debiendo
archivarse la presente investigación en su oportunidad y conforme a Ley.
OTROSÍ DIGO: En tanto el artículo 392 del Código Penal establece que: “están sujetos a lo pres-
crito en los artículos 387 a 389, los que administran o custodian dinero perteneciente a las entida-
des de beneficencia o similares, los ejecutores coactivos, administradores o depositarios de dinero
o bienes embargados o depositados por orden de autoridad competente, aunque pertenezcan a par-
ticulares, así como todas las personas o representantes legales de personas jurídicas que ad-
ministren o custodien dinero o bienes destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo
social”; requiérase a la Gerencia de Administración de la Municipalidad Provincial de Trujillo para
que remita a este despacho informe documentado respecto de las subvenciones otorgadas a favor
de organizaciones sociales –de madres, vaso de leche, comunales, etc.– que hasta la fecha de noti-
ficación con la presente no hayan sido rendidas a efectos de determinar la posible comisión de de-
litos de peculado por extensión.
SEGUNDO OTROSÍ: No puede dejar de apuntar el suscrito la existencia de contradicción entre
los resultados del Informe Pericial de Análisis Digital N° 031-2012 y las fechas que figuran estam-
padas por el personal de mesa de partes de la Municipalidad Provincial de Trujillo en los sellos de
recepción de las solicitudes de subvenciones –de los expedientes incautados por este despacho por
estar referidos a la Resolución de Alcaldía N° 995-10– que no tienen una sola fecha, sino varias,
entre ellas 26, 27 y 28 de junio y 02, 07, 08, 09, 12 de julio, ambos del año 2010, cuando no de me-
ses diferentes a estos; por lo que es necesario remitir copias de los actuados relacionados y los ori-
ginales de las solicitudes incautadas a la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Turno para que
se inicie las indagaciones destinadas a determinar la comisión de posibles delitos contra la fe pú-
blica o alguno similar.
TERCER OTROSÍ: En las diligencias preliminares de investigación se ha obtenido de la consulta
a la página web del Jurado Nacional de Elecciones que las personas de Segundo Chamorro Valde-
rrama, Nidia Elena Carrasco de Cavero, Rómulo Torres Bautista, Perpetua Elena Jaico Paredes, Wal-
ter Javier Vásquez Carranza, Jeannette Flores Gutiérrez, Mayer Ademir Cabrera Guevara y María
Isabel Sobero Tocas se encuentran inscritas en el partido político Alianza para el Progreso; habien-
do negado ello estas personas al rendir sus declaraciones; por lo que es necesario remitir copias de
los actuados relacionados y los originales de las solicitudes incautadas a la fiscalía provincial penal
corporativa de turno para que se inicie las indagaciones destinadas a determinar la comisión de po-
sibles delitos contra la fe pública o alguno similar.
CUARTO OTROSÍ: En el curso de las diligencias preliminares han surgido denuncias sobre un
incremento indebido y direccionamiento de las plazas laborales de la Municipalidad Provincial de
Trujillo hacia personas relacionadas con la Universidad Privada César Vallejo; por lo que, no habien-
do sido materia de la preste investigación y en la necesidad de esclarecer dichos cuestionamientos,
tómese copias de las piezas relacionadas que corran en la presente, fórmese la carpeta correspon-
diente y asígnese para su investigación.
Trujillo, 6 de agosto de 2012
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
de La Libertad

442
Decisiones fiscales

025 IMPROCEDENCIA DE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA POR


DELITO DE ESTELIONATO CUANDO EL INVESTIGADO DESCONOCÍA EL
CARÁCTER LITIGIOSO DEL BIEN VENDIDO
“CUARTO: De los nuevos elementos de convicción acopiados a la investiga-
ción (copias certificadas del Expediente N° 9933-2006) se puede apreciar que
la demanda de ineficacia de acto jurídico interpuesta por Rodolfo Cabada
Paz, en su calidad de Gerente General de la Empresa Roaya S.A. Contratistas
Generales, se encuentra fechada 13 de noviembre (cfr. fojas 48 del expe-
diente original); el auto número uno (admisorio de la demanda), por el cual
se corre traslado de la misma a los investigados Angela Erinia Chávez Alva
y Gilmer Joel Julián Chávez se encuentra fechado 28 de diciembre de 2006
(cfr. fojas 49 del expediente original); el contrato de compraventa del bien
materia de litis se encuentra suscrito con firmas legalizadas ante el notario
Manuel Anticona Aguilar, con fecha 27 de diciembre de 2006 (cfr. fojas 70
del expediente original); la contestación de la demanda por parte de los in-
vestigados esta fechada 24 de enero de 2007 y según la resolución número
dos expedida con fecha 26 de enero, dicha contestación se presentó dentro
del plazo de 05 días que señala la ley para realizar la absolución del trasla-
do (cfr. fojas 79 y 80 del expediente original), apreciación esta última que
resulta necesaria por no hallarse entre las copias remitidas a este despacho
la que se refiere a la fecha en que se notificó con la demanda a los inves-
tigados; QUINTO: Siendo que la realización del tipo previsto en el inciso 4
del artículo 197 del CP necesita, además, de la presencia de elementos ob-
jetivos la presencia de elementos subjetivos, siendo el principal de ellos el
dolo; debe señalarse que el hecho de que el bien materia de venta haya te-
nido objetivamente y de alguna manera la calidad de litigioso cuando se tras-
ladó a las personas de Pedro Alejandro Solar Nacarino e Ivonne Columbia
Gaudeamus de Solar no puede bastar para afirmar la presencia de un deli-
to de estelionato (inciso 4 del artículo 197 del CP), pues para que se perfec-
cione dicho tipo penal se requiriere, además, la presencia del conocimiento
de la calidad de ‘litigioso’ que poseía dicho bien inmueble, lo que no pue-
de haber ocurrido en tanto los investigados dispusieron del inmueble antes
de haber sido notificados con el auto admisorio de la demanda incoada por
Rodolfo Cabada Paz, en su calidad de Gerente General de la Empresa Roaya
S.A. Contratistas Generales. Esto es así pues, como se refiere en el conside-
rando anterior, de las copias certificadas del Expediente N° 9933-2006 se tie-
ne que el auto número uno (admisorio de la demanda) se encuentra fecha-
do 28 de diciembre de 2006 y el contrato de compraventa del bien materia
de litis se encuentra suscrito con firmas legalizadas ante el notario Manuel
Anticona Aguilar, con fecha 27 de diciembre de 2006, esto es, antes de ex-
pedirse el auto admisorio de la demanda. Por lo dicho, se debe reiterar que
en la fecha en que se realizó la venta a los señores Pedro Alejandro Solar
Nacarino e Ivonne Columbia Gaudeamus de Solar los investigados descono-
cían el carácter litigioso del bien cuyo dominio trasladaban, careciendo, por
tanto, del dolo que exige el tipo penal para su perfeccionamiento”.

443
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

026 EL DELITO DE ESTELIONATO ES UNA FORMA CIRCUNSTANCIADA DE DE-


FRAUDACIÓN Y, EN TAL SENTIDO, PARA SU CONFIGURACIÓN ES NECESA-
RIO QUE SE PRESENTEN LOS ELEMENTOS TÍPICOS DEL DELITO DE ESTAFA
“SEXTO: Podría pensarse en la comisión del delito de estelionato no en re-
lación a que el bien inmueble haya tenido la condición de litigioso, sino en
razón a que en el momento de su venta se habría encontrado gravado (a
través de una garantía hipotecaria); pero en este caso, tampoco nos encon-
tramos ante un comportamiento que se adecue al tipo penal consagrado en
el inciso 4 del artículo 197 del CP, pues el estelionato es una modalidad de
defraudación y en tal calidad requiere que el vendedor se aproveche de los
compradores (quienes hubiesen sido los directamente agraviados) para que
con voluntad viciada realicen un desplazamiento patrimonial en su favor,
cosa que no ha ocurrido, pues como los mismos señores Pedro Alejandro
Solar Nacarino e Ivonne Columbia Gaudeamus de Solar refieren en su escri-
to presentado (con sus firmas y huellas digitales) con fecha 22 de junio ante
esta fiscalía, dichas personas verificaron la situación del inmueble en Registros
Públicos antes de decidir y ejecutar su compra y conocían que el bien se en-
contraba gravado; SÉPTIMO: Para desentrañar el pleno sentido de la mo-
dalidad de defraudación conocida como estelionato se debe tener en cuen-
ta que el artículo 197 junto con el artículo 196 forman parte del Capítulo V
(Estafa y otras defraudaciones) del Título V (Delitos contra el patrimonio) del
Libro Segundo (Parte especial, Delitos) del Código Penal. Hecho ello, se debe
reparar que los incisos del artículo 197 no contienen por sí mismos la des-
cripción de lo que es materia de prohibición. Por ejemplo, el inciso 1 de di-
cho artículo solo hace referencia a ‘se realiza con simulación de juicio o em-
pleo de otro fraude procesal’, pero no indica cuál es la acción penalmente
prohibida (lo que en la doctrina clásica se denominaba ‘verbo rector’), esto
es, no dice ‘cuál es el comportamiento que se realiza con simulación de jui-
cio’ o ‘cuál es el comportamiento que se realiza con empleo de otro fraude
procesal’. El sentido de los incisos del artículo 197 recién se complementa
cuando se repara en que en el primer párrafo de dicho precepto se señala
‘la defraudación será reprimida con pena (…) CUANDO:’ Esto quiere decir
que la conducta penalmente prohibida es una defraudación, la cual ten-
drá como marco penal el conminado en el primer párrafo del artículo 197
cuando dicha defraudación tenga lugar en alguna de las circunstancias con-
templadas en los incisos 1, 2, 3 o 4 de dicho artículo. Pero, hacer referencia
a que la conducta penalmente prohibida es una ‘defraudación’ así, tal cual,
quebrantaría lo que se conoce como mandato de determinación o de certe-
za que es parte ineludible del principio de legalidad (cfr. CUELLO CONTRERAS,
Joaquín. El Derecho Penal español, parte general. Madrid, Dykinson, terce-
ra edición, 2002, p. 212), puesto que tampoco así se conocería cuál es la
materia de prohibición. Por fortuna, esa no ha sido la intención de nuestro
legislador de 1991, sino que cuando titula el Capítulo V de los Delitos con-
tra el Patrimonio ESTAFA Y OTRAS DEFRAUDACIONES ‘está dejando en cla-
ro que tanto el artículo 196 como el artículo 197 tipifican defraudaciones’,
explicándose la referencia expresa que se hace a la estafa en dicha titula-
ción en que en nuestro Código Penal el artículo 196 contiene la fórmula bá-
sica de las defraudaciones. Lo que se confirma cuando se repara en que –de

444
Decisiones fiscales

los dos artículos que conforman el Capítulo V– es el precepto legal conteni-


do en el artículo 196 del CP el único que posee un sentido entendible por sí
mismo, siendo también el único que describe de manera completa lo que es
materia de prohibición penal. Es por lo dicho que al referirse a las defrauda-
ciones, maestros de la talla de Juan BUSTOS RAMÍREZ señalan: ‘La doctrina
y la jurisprudencia tienden a señalar que han de darse los requisito de la
estafa’ (BUSTOS RAMÍREZ, Juan. Manual de Derecho Penal, parte especial.
Barcelona, Ariel, segunda edición, 1991, p. 201). Por su parte, Carlos FONTÁN
BALESTRA manifiesta: al lado de la figura genérica de la estafa se des-
cribe conductas que reúnen los elementos característicos de ese delito,
es decir, el fraude y el perjuicio, a las que se tipifica independientemente, ya
en virtud de la modalidad fraudulenta empleada, ya en razón a la naturale-
za del objeto. Es necesario destacar, sin embargo, que estas figuras espe-
ciales están subordinadas a la figura básica o genérica de la estafa.
Olvidándolo, se corre el riesgo de configurar el delito con las circunstancias
específicas, sin requerir los elementos genéricos (FONTÁN BALESTRA, Carlos.
Tratado de Derecho Penal, parte especial VI. Buenos Aires, Abeledo-Perrot,
reimpresión, 1990, p. 69); GONZÁLEZ RUS señala: No se hace ‘sino recoger
supuestos específicos de engaño, sin añadir ni quitar nada a la estruc-
tura general del delito, cuyos elementos deben concurrir en todo caso
para considerar el hecho delictivo’ (GONZÁLEZ RUS, Juan José en: COBO
DEL ROSAL, Manuel (Dir.). Curso de Derecho Penal español, parte especial I.
Madrid, Marcial Pons, 1996, p. 688); SALINAS SICCHA manifiesta: ‘El artículo
197 del Código Penal regula conductas especiales de estafa que merecen
sanción menor a la prevista para aquellos que realizan alguna conducta del
tipo básico, por lo que no pueden considerarse circunstancias agravantes de
la estafa sino minorantes’ (SALINAS SICCHA, Ramiro. Derecho Penal, parte
especial I. Lima, Idemsa, 2004, p. 811). Por lo dicho, la defraudación del in-
ciso 4 del artículo 197 constituye una fórmula circunstanciada de la materia
de prohibición contenida en el artículo 196, la cual describe la fórmula bá-
sica de la defraudación penalmente prohibida (a la que se ha denominado
‘estafa’) señalando: ‘El que procura para sí o para otro un provecho ilícito
en perjuicio de tercero, induciendo o manteniendo en error al agraviado me-
diante engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta, será reprimido’. De
esta manera, nos encontraremos ante un comportamiento típico del inciso
4 del artículo 197 cuando alguien: se procure para sí o para otro un prove-
cho ilícito en perjuicio de tercero, induciendo o manteniendo en error al
agraviado mediante engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta, en los
casos en que el acto consista en vender o gravar, como bienes libres, los que
son litigiosos o están embargados o gravados, así como cuando se veda, gra-
ve o arriende como propios los bienes ajenos. Que lo dicho sea así no solo
es fruto del respeto al principio de legalidad penal (en cuanto necesidad de
precisar cuál es la materia de prohibición) y una hermenéutica basada en
consideraciones teleológicas conjuntamente con las sistémicas que resultan
pertinentes para el caso, sino que incluso tiene profundar raíces históricas,
habida cuenta que fue precisamente en la intención legislativa de hacer fren-
te a los casos previstos en el inciso 4 del artículo 197 de nuestro Código
Penal que se origina en el Derecho Romano la consideración como hechos
criminales de lo que ahora conocemos como estafas, lo que confirma una

445
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

vez más que el estelionato es una modalidad de defraudación, que, por lo


cual, debe cumplimentar los elementos típicos previstos en el artículo 196.
En este sentido, se puede encontrar en SALINAS SICCHA: ‘Es lugar común
sostener en la doctrina que el origen de la tipificación de la estafa se en-
cuentra en el Derecho Romano. En aquel sistema se habría previsto el cri-
men stellionatus como el hecho punible en que se obtenía provecho inde-
bido a causa del engaño. El italiano Carrara enseñó que el estelión o sala-
mandra, animal de colores indefinibles que varían ante los rayos del sol, ha-
bría sugerido a los romanos el nombre de stellionatus como título del delito
aplicable a todos los hechos cometidos en perjuicio de la propiedad ajena,
hechos que no constituyen ni verdaderos hurtos, ni verdaderos abusos de
confianza, ni verdadera falsedad pero que tiene elementos del hurto pues
atacan injustamente la propiedad ajena, del abuso de confianza debido a
que se abusa de la buena fe de otros y de la falsedad porque a ella se llega
mediante engaños y mentiras’ (SALINAS SICCHA, R. Derecho Penal, p. 798).
En el marco fijado se debe señalar que si bien el delito de estelionato es un
delito en el que se tutela el patrimonio, dicha protección no tiene lugar de
cualquier manera, sino que únicamente puede darse en el marco de la ma-
teria de prohibición fijada por el legislador; por lo que al analizar el hecho
materia de investigación se debe señalar que no ha existido disposición pa-
trimonial por parte de Roaya y la disposición patrimonial por parte de los
esposos Pedro Alejandro Solar Nacarino e Ivonne Columbia Gaudeamus de
Solar no ha tenido como origen el engaño, astucia, ardid u otra forma frau-
dulenta en tanto medio para inducir o mantener en error al agraviado, pues,
como ha referido, dicho matrimonio en su escrito presentado con fecha 22
de junio de 2007, ellos hicieron verificación de la situación del inmueble y
conocían de la existencia de la hipoteca. Es que, como explica PÉREZ
MANZANO: ‘En la estafa el engaño es el elemento típico que origina la ca-
dena de sucesos que acaba produciendo el perjuicio patrimonial, y en par-
ticular es el motivo de la actuación de la víctima’ (PÉREZ MANZANO,
Mercedes en: BAJO FERNÁNDEZ, Miguel (Dir.). Compendio de Derecho Penal,
parte especial II. Madrid. CEURA, 1998, pp. 439-440); señalando SALINAS
SICCHA: ‘Una vez verificado el error provocado por el engaño utilizado
por el agente, se verificará si tal error originó que la víctima se desprenda
en su perjuicio de parte o el total de su patrimonio. Por disposición patrimo-
nial debe entenderse el acto por el cual el agraviado se desprende o saca
de la esfera de su dominio parte o el total de su patrimonio y lo des-
plaza o entrega voluntariamente al agente. En doctrina se grafica este
aspecto afirmando que el estafador alarga la mano, no para coger las
cosas como ocurre con el ladrón, sino para que la víctima se las ponga
a su alcance. La víctima a consecuencia del error provocado por el acto frau-
dulento, en su directo perjuicio, hace entrega o pone a disposición del
agente su patrimonio’ (SALINAS SICCHA, R. Derecho Penal, p. 806).
Regresando a PÉREZ MANZANO: ‘El error ha de analizarse como motor del
acto de disposición de la víctima, de manera que delimita la clase de ac-
tos de disposición que tienen relevancia típica’ (PÉREZ MANZANO, M.
Compendio de Derecho Penal, p. 448). Por lo dicho es que la Corte Suprema
señala que el delito de estafa (como forma básica de las defraudaciones) tie-
ne entre sus requisitos que: ‘El agente tiene la conciencia y la voluntad de

446
Decisiones fiscales

realizar los elementos objetivos del tipo, engañar para inducir o mantener
en error a la víctima para que esta disponga de su patrimonio’ (ROJAS
VARGAS, Fidel. Jurisprudencia penal. Lima, Gaceta Jurídica, 1999, pp. 431 -
432). Manifestando CALDERÓN-CHOCLÁN: ‘El desplazamiento patrimonial
debe producirse como consecuencia del error o vicio de la voluntad experi-
mentada por el sujeto pasivo’ (CALDERÓN CEREZO, Ángel y CHOCLÁN
MONTALVO, José. Derecho Penal, parte especial II. Barcelona, Bosch, segun-
da edición, 2001, p. 251). Todo lo dicho hasta acá hace que el hecho mate-
ria de notitia criminis resulte atípico del delito de defraudación previsto en
el inciso 4 del artículo 197 del CP”.

DISPONE NO HA LUGAR A FORMALIZAR INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA
Código de Carpeta Fiscal N° 1208-2007
Fiscal encargado del caso: Constante Carlos Ávalos Rodríguez
Disposición N° 03
DADO CUENTA: Con el contenido de la carpeta fiscal, a la que se han agregado las copias certi-
ficadas del Expediente N° 9933-2006 recepcionadas en esta fiscalía con fecha 3 de julio de 2007,
remitidas por el Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo (que no se tuvieron a la vista
al emitir la Resolución N° 02 de la presente investigación –por la que se convoca a audiencia de
acuerdo reparatorio– al haberse emitido con fecha 27 de junio de 2007), habiéndose agregado tam-
bién el escrito de los investigados por el que solicitan se archive la persecución; y CONSIDERAN-
DO: PRIMERO: La Constitución Política del Estado, prescribe en su artículo 2, inciso 24, pará-
grafo d: “Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté
previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni san-
cionado con pena no prevista en la ley”. Por su parte, el Título Preliminar del Código Penal en su
artículo II prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta por la ley
vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se encuentren
establecidas en ella”; SEGUNDO: De las normas glosadas deriva la exigencia de que no obstante
la dañosidad social que aparentemente pueda presentar un comportamiento, el grado de ilicitud que
pueda ostentar, su nocividad, etcétera; el mismo no podrá ser catalogado como delictivo y, por tan-
to, exponer al responsable de su realización a la aplicación de una consecuencia jurídico-criminal
(pena o medida de seguridad) si es que no se adecua, con exactitud, a alguna de las descripciones
hechas en la norma legal con anterioridad a su perpetración, de los comportamientos que son mere-
cedores de una sanción penal; TERCERO: El artículo 197 del Código Penal prescribe: “La defrau-
dación será reprimida con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años y con
sesenta a ciento veinte días-multa cuando: (…) 4. Se vende o grava, como bienes libres, los que son
litigiosos o están embargados o gravados y cuando se vende, grava o arrienda como propios los aje-
nos”; CUARTO: De los nuevos elementos de convicción acopiados a la investigación (copias cer-
tificadas del Expediente N° 9933-2006) se puede apreciar que la demanda de ineficacia de acto ju-
rídico interpuesta por Rodolfo Cabada Paz, en su calidad de Gerente General de la Empresa Roaya
S.A. Contratistas Generales, se encuentra fechada 13 de noviembre (cfr. fojas 48 del expediente ori-
ginal); el auto número uno (admisorio de la demanda), por el cual se corre traslado de la misma a
los investigados Angela Erinia Chávez Alva y Gilmer Joel Julián Chávez se encuentra fechado 28
de diciembre de 2006 (cfr. fojas 49 del expediente original); el contrato de compraventa del bien
materia de litis se encuentra suscrito con firmas legalizadas ante el notario Manuel Anticona Aguilar,

447
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

con fecha 27 de diciembre de 2006 (cfr. fojas 70 del expediente original); la contestación de la de-
manda por parte de los investigados esta fechada 24 de enero de 2007 y según la resolución núme-
ro dos expedida con fecha 26 de enero, dicha contestación se presentó dentro del plazo de 05 días
que señala la ley para realizar la absolución del traslado (cfr. fojas 79 y 80 del expediente original),
apreciación esta última que resulta necesaria por no hallarse entre las copias remitidas a este despa-
cho la que se refiere a la fecha en que se notificó con la demanda a los investigados; QUINTO:
Siendo que la realización del tipo previsto en el inciso 4 del artículo 197 del CP necesita además de
la presencia de elementos objetivos la presencia de elementos subjetivos, siendo el principal de ellos
el dolo; debe señalarse que el hecho que el bien materia de venta haya tenido objetivamente y de
alguna manera la calidad de litigioso cuando se trasladó a las personas de Pedro Alejandro Solar
Nacarino e Ivonne Columbia Gaudeamus de Solar no puede bastar para afirmar la presencia de un
delito de estelionato (inciso 4 del artículo 197 del CP), pues para que se perfeccione dicho tipo pe-
nal se requiriere, además, la presencia del conocimiento de la calidad de “litigioso” que poseía dicho
bien inmueble, lo que no puede haber ocurrido en tanto los investigados dispusieron del inmueble
antes de haber sido notificados con el auto admisorio de la demanda incoada por Rodolfo Cabada
Paz, en su calidad de Gerente General de la Empresa Roaya S.A. Contratistas Generales. Esto es así
pues, como se refiere en el considerando anterior, de las copias certificadas del Expediente N° 9933-
2006 se tiene que el auto número uno (admisorio de la demanda) se encuentra fechado 28 de diciem-
bre de 2006 y el contrato de compraventa del bien materia de litis se encuentra suscrito con firmas
legalizadas ante el notario Manuel Anticona Aguilar, con fecha 27 de diciembre de 2006, esto es,
antes de expedirse el auto admisorio de la demanda. Por lo dicho, se debe reiterar que en la fecha
en que se realizó la venta a los señores Pedro Alejandro Solar Nacarino e Ivonne Columbia Gaudea-
mus de Solar los investigados desconocían el carácter litigioso del bien cuyo dominio trasladaban,
careciendo, por tanto, del dolo que exige el tipo penal para su perfeccionamiento; SEXTO: Podría
pensarse en la comisión del delito de estelionato no en relación a que el bien inmueble haya tenido
la condición de litigioso, sino en razón a que en el momento de su venta se habría encontrado gra-
vado (a través de una garantía hipotecaria); pero en este caso tampoco nos encontramos ante un
comportamiento que se adecue al tipo penal consagrado en el inciso 4 del artículo 197 del CP, pues
el estelionato es una modalidad de defraudación y en tal calidad requiere que el vendedor se apro-
veche de los compradores (quienes hubiesen sido los directamente agraviados) para que con volun-
tad viciada realicen un desplazamiento patrimonial en su favor, cosa que no ha ocurrido, pues como
los mismos señores Pedro Alejandro Solar Nacarino e Ivonne Columbia Gaudeamus de Solar refie-
ren en su escrito presentado (con sus firmas y huellas digitales) con fecha 22 de junio ante esta fis-
calía, dichas personas verificaron la situación del inmueble en Registros Públicos antes de decidir y
ejecutar su compra y conocían que el bien se encontraba gravado; SÉTIMO: Para desentrañar el
pleno sentido de la modalidad de defraudación conocida como estelionato se debe tener en cuenta
que el artículo 197 junto con el artículo 196 forman parte del Capítulo V (estafa y otras defrauda-
ciones) del Título V (Delitos contra el Patrimonio) del Libro Segundo (Parte especial, Delitos) del
Código Penal. Hecho ello, se debe reparar que los incisos del artículo 197 no contienen por sí mis-
mos la descripción de lo que es materia de prohibición. Por ejemplo, el inciso 1 de dicho artículo
solo hace referencia a “se realiza con simulación de juicio o empleo de otro fraude procesal”, pero
no indica cuál es la acción penalmente prohibida (lo que en la doctrina clásica se denominaba “ver-
bo rector”), esto es, no dice “cuál es el comportamiento que se realiza con simulación de juicio” o
“cuál es el comportamiento que se realiza con empleo de otro fraude procesal”. El sentido de los
incisos del artículo 197 recién se complementa cuando se repara en que en el primer párrafo de di-
cho precepto se señala “la defraudación será reprimida con pena (…) CUANDO:”. Esto quiere de-
cir que la conducta penalmente prohibida es una defraudación, la cual tendrá como marco penal
el conminado en el primer párrafo del artículo 197 cuando dicha defraudación tenga lugar en algu-
na de las circunstancias contempladas en los incisos 1, 2, 3 o 4 de dicho artículo. Pero, hacer refe-
rencia a que la conducta penalmente prohibida es una “defraudación” así, tal cual, quebrantaría lo

448
Decisiones fiscales

que se conoce como mandato de determinación o de certeza que es parte ineludible del principio de
legalidad (cfr. CUELLO CONTRERAS, Joaquín. El Derecho Penal español, parte general. Madrid,
Dykinson, tercera edición, 2002, p. 212), puesto que tampoco así se conocería cuál es la materia de
prohibición. Por fortuna, esa no ha sido la intención de nuestro legislador de 1991 sino que cuando
titula el Capítulo V de los Delitos contra el patrimonio “estafa y otras defraudaciones” está dejan-
do en claro que tanto el artículo 196 como el artículo 197 tipifican defraudaciones, explicándose la
referencia expresa que se hace a la ESTAFA en dicha titulación en que en nuestro Código Penal el
artículo 196 contiene la fórmula básica de las defraudaciones. Lo que se confirma cuando se repara
en que –de los dos artículos que conforman el Capítulo V– es el precepto legal contenido en el ar-
tículo 196 del CP el único que posee un sentido entendible por sí mismo, siendo también el único
que describe de manera completa lo que es materia de prohibición penal. Es por lo dicho que al re-
ferirse a las defraudaciones, maestros de la talla de Juan BUSTOS RAMÍREZ señalan: “La doctri-
na y la jurisprudencia tienden a señalar que han de darse los requisito de la estafa” (BUSTOS
RAMÍREZ, Juan. Manual de Derecho Penal, parte especial. Barcelona, Ariel, segunda edición,
1991, p. 201). Por su parte, Carlos FONTÁN BALESTRA manifiesta: al lado de la figura genéri-
ca de la estafa se describe conductas que reúnen los elementos característicos de ese delito, es
decir, el fraude y el perjuicio, a las que se tipifica independientemente, ya en virtud de la modalidad
fraudulenta empleada, ya en razón a la naturaleza del objeto. Es necesario destacar, sin embargo,
que estas figuras especiales están subordinadas a la figura básica o genérica de la estafa. Olvi-
dándolo, se corre el riesgo de configurar el delito con las circunstancias específicas, sin requerir los
elementos genéricos (FONTÁN BALESTRA, Carlos. Tratado de Derecho Penal, parte especial VI.
Buenos Aires, Abeledo-Perrot, reimpresión, 1990, p. 69); GONZÁLEZ RUS señala: No se hace
“sino recoger supuestos específicos de engaño, sin añadir ni quitar nada a la estructura gene-
ral del delito, cuyos elementos deben concurrir en todo caso para considerar el hecho delicti-
vo” (GONZÁLEZ RUS, Juan José en: COBO DEL ROSAL, Manuel (Dir.). Curso de Derecho Pe-
nal español, parte especial I. Madrid, Marcial Pons, 1996, p. 688); SALINAS SICCHA manifiesta:
“El artículo 197 del Código Penal regula conductas especiales de estafa que merecen sanción me-
nor a la prevista para aquellos que realizan alguna conducta del tipo básico, por lo que no pueden
considerarse circunstancias agravantes de la estafa sino minorantes” (SALINAS SICCHA, Ramiro.
Derecho Penal, parte especial I. Lima, Idemsa, 2004, p. 811). Por lo dicho, la defraudación del in-
ciso 4 del artículo 197 constituye una fórmula circunstanciada de la materia de prohibición conte-
nida en el artículo 196, la cual describe la fórmula básica de la defraudación penalmente prohibida
(a la que se ha denominado “estafa”) señalando: “El que procura para sí o para otro un provecho
ilícito en perjuicio de tercero, induciendo o manteniendo en error al agraviado mediante engaño,
astucia, ardid u otra forma fraudulenta, será reprimido”. De esta manera, nos encontraremos ante un
comportamiento típico del inciso 4 del artículo 197 cuando alguien: se procure para sí o para otro
un provecho ilícito en perjuicio de tercero, induciendo o manteniendo en error al agraviado median-
te engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta, en los casos en que el acto consista en vender o
gravar, como bienes libres, los que son litigiosos o están embargados o gravados, así como cuando
se veda, grave o arriende como propios los bienes ajenos. Que lo dicho sea así no solo es fruto del
respeto al principio de legalidad penal (en cuanto necesidad de precisar cuál es la materia de prohi-
bición) y una hermenéutica basada en consideraciones teleológicas conjuntamente con las sistémi-
cas que resultan pertinentes para el caso, sino que incluso tiene profundar raíces históricas, habida
cuenta que fue precisamente en la intención legislativa de hacer frente a los casos previstos en el
inciso 4 del artículo 197 de nuestro Código Penal que se origina en el Derecho Romano la conside-
ración como hechos criminales de lo que ahora conocemos como estafas, lo que confirma una vez
más que el estelionato es una modalidad de defraudación, que, por lo cual, debe cumplimentar los
elementos típicos previstos en el artículo 196. En este sentido, se puede encontrar en SALINAS
SICCHA: “Es lugar común sostener en la doctrina que el origen de la tipificación de la estafa se en-
cuentra en el Derecho Romano. En aquel sistema se habría previsto el crimen stellionatus como el

449
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

hecho punible en que se obtenía provecho indebido a causa del engaño. El italiano Carrara enseñó
que el estelión o salamandra, animal de colores indefinibles que varían ante los rayos del sol, habría
sugerido a los romanos el nombre de stellionatus como título del delito aplicable a todos los hechos
cometidos en perjuicio de la propiedad ajena, hechos que no constituyen ni verdaderos hurtos, ni
verdaderos abusos de confianza, ni verdadera falsedad pero que tiene elementos del hurto pues ata-
can injustamente la propiedad ajena, del abuso de confianza debido a que se abusa de la buena fe de
otros y de la falsedad porque a ella se llega mediante engaños y mentiras” (SALINAS SICCHA, R.
Derecho Penal, p. 798). En el marco fijado se debe señalar que si bien el delito de estelionato es un
delito en el que se tutela el patrimonio, dicha protección no tiene lugar de cualquier manera, sino
que únicamente puede darse en el marco de la materia de prohibición fijada por el legislador; por lo
que al analizar el hecho materia de investigación se debe señalar que no ha existido disposición pa-
trimonial por parte de Roaya y la disposición patrimonial por parte de los esposos Pedro Alejandro
Solar Nacarino e Ivonne Columbia Gaudeamus de Solar no ha tenido como origen el engaño, astu-
cia, ardid u otra forma fraudulenta en tanto medio para inducir o mantener en error al agraviado,
pues, como ha referido dicho matrimonio en su escrito presentado con fecha 22 de junio de 2007,
ellos hicieron verificación de la situación del inmueble y conocían de la existencia de la hipoteca.
Es que, como explica PÉREZ MANZANO: “En la estafa el engaño es el elemento típico que origi-
na la cadena de sucesos que acaba produciendo el perjuicio patrimonial, y en particular es el motivo
de la actuación de la víctima” (PÉREZ MANZANO, Mercedes en: BAJO FERNÁNDEZ, Miguel
(Dir.). Compendio de Derecho Penal, parte especial II. Madrid. CEURA, 1998, pp. 439-440); se-
ñalando SALINAS SICCHA: “Una vez verificado el error provocado por el engaño utilizado por
el agente, se verificará si tal error originó que la víctima se desprenda en su perjuicio de parte o el
total de su patrimonio. Por disposición patrimonial debe entenderse el acto por el cual el agravia-
do se desprende o saca de la esfera de su dominio parte o el total de su patrimonio y lo despla-
za o entrega voluntariamente al agente. En doctrina se grafica este aspecto afirmando que el es-
tafador alarga la mano, no para coger las cosas como ocurre con el ladrón, sino para que la
víctima se las ponga a su alcance. La víctima a consecuencia del error provocado por el acto frau-
dulento, en su directo perjuicio, hace entrega o pone a disposición del agente su patrimonio”
(SALINAS SICCHA, R. Derecho Penal, p. 806). Regresando a PÉREZ MANZANO: “El error ha
de analizarse como motor del acto de disposición de la víctima, de manera que delimita la clase
de actos de disposición que tienen relevancia típica” (PÉREZ MANZANO, M. Compendio de De-
recho Penal, p. 448). Por lo dicho es que la Corte Suprema señala que el delito de estafa (como for-
ma básica de las defraudaciones) tiene entre sus requisitos que: “El agente tiene la conciencia y la
voluntad de realizar los elementos objetivos del tipo, engañar para inducir o mantener en error a la
víctima para que esta disponga de su patrimonio” (ROJAS VARGAS, Fidel. Jurisprudencia pe-
nal. Lima, Gaceta Jurídica, 1999, pp. 431-432). Manifestando CALDERÓN-CHOCLÁN: “El des-
plazamiento patrimonial debe producirse como consecuencia del error o vicio de la voluntad expe-
rimentada por el sujeto pasivo” (CALDERÓN CEREZO, Ángel y CHOCLÁN MONTALVO, José.
Derecho Penal, parte especial II. Barcelona, Bosch, segunda edición, 2001, p. 251). Todo lo dicho
hasta acá hace que el hecho materia de notitia criminis resulte atípico del delito de defraudación
previsto en el inciso 4 del artículo 197 del CP; OCTAVO: No solo lo dicho, sino que de conformi-
dad con el artículo 1097 del Código Civil la garantía hipotecaria otorga al acreedor los derechos de
persecución, preferencia y venta judicial del bien hipotecado; por lo que la Empresa Roaya S.A.
Contratistas Generales deberá ejercitar sus pretensiones ante el órgano jurisdiccional civil compe-
tente, mas no ante la vía penal que solo se ocupa de hechos que se adecuen exactamente a los com-
portamientos descritos expresamente como delitos en la ley penal; NOVENO: Si bien el fiscal a
cargo del caso había citado a audiencia de acuerdo reparatorio por considerar la probable existencia
de un delito de estelionato (por venta de bien litigioso), ello fue porque en la fecha de confección
de la resolución de su propósito no se habían recepcionado todavía las copias de certificadas
del expediente N° 9933-2006 (recibidas en esta fiscalía con fecha 3 de julio de 2007); por lo que a

450
Decisiones fiscales

su recepción y estudio es necesario emitir la presente resolución de no ha lugar a formalizar inves-


tigación preparatoria en atención al respeto que el Ministerio Público le debe al principio de legali-
dad penal (del cual es garante) y a lo perjudicial para el sistema de justicia de iniciar una persecu-
ción penal condenada desde un inicio al fracaso; POR LO QUE: SE DISPONE NO HA LUGAR
A FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA contra las personas de ÁNGELA ERI-
NIA CHÁVEZ ALVA y GILMER JOEL JULIÁN CHÁVEZ por la presunta comisión del delito de
STELLIONATUS (modalidad de DEFRAUDACIÓN) previsto en el inciso 4 del artículo 197 del
Código Penal, en agravio de PEDRO ALEJANDRO SOLAR NACARINO e IVONNE COLUM-
BIA GAUDEAMUS DE SOLAR y de la EMPRESA ROAYA S.A. CONTRATISTAS GENERA-
LES; Notifíquese conforme a ley.
Trujillo, julio 20 de 2007.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

027 IMPROCEDENCIA LIMINAR DE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN CUANDO


EL DENUNCIANTE NO SEÑALA HECHOS IMPUTADOS Y DEL ANÁLISIS DE
LOS ELEMENTOS DE CONVICCIÓN QUE ACOMPAÑA EL FISCAL TAMPOCO
PUEDE IDENTIFICAR DE OFICIO ALGUNO
“2.3. Cuando menos lo expuesto en el considerando precedente, es lo que
humanamente ha sido posible establecer –o desentrañar– del escrito de de-
nuncia presentado, el cual es confuso, ambiguo, además de poseer una pé-
sima composición (ilogicidad en la exposición de hechos) y una redacción ca-
rente de coherencia y cohesión textual, lo cual ciertamente complica poder
delimitar el centro de imputación y la participación criminal de cada uno de
los denunciados, máxime si se tiene en cuenta que en ningún extremo de la
denuncia se precisa el nexo causal que permita engarzar las imputaciones
formuladas, con los delitos de conocimiento exclusivo de este despacho es-
pecializado. Hechos todos estos que este despacho no puede dejar de re-
saltar –en forma negativa, claro está–, en tanto el documento por el cual se
incoa la denuncia se encuentra autorizado por letrado colegiado.
2.4. En efecto, el denunciante no circunscribe su ámbito de imputación (ex-
posición fáctica), esto es: no aporta o precisa el sustento medular que vin-
cule con los delitos de omisión, rehusamiento o demora de actos funciona-
les, corrupción pasiva, corrupción de auxiliares jurisdiccionales y aprovecha-
miento indebido de cargo. En buena cuenta, a partir de los fundamentos
fácticos que sustentan una imputación, debe plasmarse un razonamiento
jurídico a la que esta le ha llevado, para concluir en forma expresa con la ley
aplicable –respetando los principios de jerarquía de normas y de congruen-
cia–, esto en consonancia con lo preceptuado en el artículo 328.1 del CPP
(2004). Entiéndase que así toda denuncia de parte que se promueve, se es-
pera contenga una exposición de hechos (imputación) de acuerdo a criterios
de racionalidad y razonabilidad, es decir, respetando las reglas de la lógica
formal y ajustándose a lo previsto por el Derecho y las conductas sociales
aceptadas. Lo contrario –como ocurre en el presente caso–, no solo reba-
sa y vulnera el principio lógico de congruencia, sino que además conlleva a
enarbolar una imputación difusa y poco correcta, dejando la sensación
que la denuncia promovida obedece a fines protervos.
2.5. En tal sentido, en materia jurídico penal, lo que determina el conte-
nido de una imputación no es la sola invocación de uno o varios delitos,

451
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

sino por el contrario, la descripción detallada y veraz de la conducta


delictiva incurrida, hecho que por lo demás –en el presente caso– no
se presenta. Sin embargo, lo más saltante son los medios probatorios que
se anexan en la denuncia, los cuales a partir del análisis efectuado, es posi-
ble concluir que la conductas denunciadas (en forma nebulosa) revistan si-
quiera ribetes delictivos y que, por tanto amerite continuar con la investiga-
ción preparatoria ejerciéndose la respectiva acción penal. Así, por ejemplo,
a partir del acervo documentario incorporado, este despacho Fiscal ha ac-
cedido a verificar a través del portal web del Jurado Nacional de Elecciones
<www.jne.gob.pe>, la información relacionada al Exp. N° 1483-2012, pu-
diéndose establecer lo siguiente:
a) Se trata de un expediente por apelación de vacancia del alcalde del Consejo
Distrital de Morales, Sr. Edilberto Pezo Carmelo, siendo la causal: restriccio-
nes de contratación;
b) El portal web ofrece una búsqueda detallada e información actualizada
(consulta de expedientes jurisdiccionales) a la cual cualquier ciudadano pue-
de acceder sin costo alguno;
c) El Exp. N° 1483-2012 a la fecha se encuentra en trámite;
d) Tiene como antecedente el Exp. N° 1154-2012 promovido contra el an-
tes citado burgomaestre por el mismo solicitante, peticionando su vacancia
por Sobrevenir los impedimentos de la LEM (causal).
e) El 13/11/12 el JNE emitió el Oficio N° 4623-2012-SG/JNE donde se le hace
de conocimiento al actor que se está dando curso a su solicitud de trasla-
do de vacancia (Exp. N° 1154-2012) y se le requiere fijar domicilio procesal.
Dicha comunicación epistolar fue recepcionada por Norith Dávila Meléndez
(prima del solicitante) en fecha 15/11/12.
f) El 19/11/12 el alcalde de la Municipalidad Distrital de Morales suscribe el
Oficio N° 515-MDM-2102 mediante el comunica al JNE que el Expediente
N° 1154-2012 de 560 folios acompañando el recurso de apelación presenta-
do por el actor Flores López contra el acuerdo de consejo Distrital de Morales
que rechazó el pedido de vacancia formulado, fue elevado mediante Oficio
N° 277-2012-GM/MDM;
g) El 05/12/12 –notificado al actor el 12/12/12–, el pleno del Jurado Nacional
de Elecciones emite el Auto N° 02 mediante el cual da por archivado (con-
cluido) el Expediente N° 1154-2012, ordenándose que el mismo sea agrega-
do como acompañado al Exp. N° 1483-2012;
h) De la notificación N° 11045-2012-SG/JNE se observa que el solicitante
Flores López no cumplió con señalar domicilio procesal en Lima, siendo no-
tificado con el Auto N° 02 el 12/12/12 (Exp. N° 1154-2012);
i) El Secretario General del Jurado Nacional de Elecciones es el Dr. Roque
Augusto Bravo Basaldúa.
2.6. Así las cosas, queda claro que los hechos que se denuncian guardan es-
trecha relación con un procedimiento administrativo promovido por el actor
y que se viene tramitando ante el intérprete supremo en materia electo-
ral –JNE–, cuya pretensión es lograr a vacancia del burgomaestre de su dis-
trito. Ergo, y a tenor de las propias documentales anexadas en calidad de
acervo probatorio, es evidente la existencia de un conflicto de índole per-
sonal y es ello lo que motiva al denunciante contra la autoridad edil, que
involucra también a toda persona o institución que –a criterio de aquel–,

452
Decisiones fiscales

favorezca al denunciado Pezo Carmelo. Solo de esa forma puede entender-


se que se formule imputación penal contra el secretario general del Jurado
Nacional de Elecciones y el gerente municipal de Morales, aduciendo que se
le ha otorgado al procedimiento instaurado un trámite indebido e ilícito, lo
cual, sin duda, es una falsa aseveración. A mayor abundamiento: la consul-
ta efectuada vía web del Exp. N° 1483-2012 además de precisar que el mis-
mo se encuentra en trámite, indica que se ha programado audiencia pública
para el 29/01/2013 a horas 9:00 a.m., a efecto que el actor (o su abogado,
si lo considera pertinente), pueda sustentar ante el pleno del JNE su preten-
sión por el termino de cinco minutos, comunicación que fuera notificada al
denunciante en fecha 22/01/2013, situación que de ser desconocida por el
actor Flores López, es por cuanto no señaló domicilio procesal conforme el
máximo ente electoral le solicitara.
2.7. Dicho esto último, y estando a que la pretensión del actor en instancia
electoral (Exp. N° 1483-2012 - Apelación de Vacancia del alcalde del Consejo
Distrital de Morales, Sr. Edilberto Pezo Carmelo) viene experimentando un
trámite regular y acorde al procedimiento establecido por ley, estamos frente
comportamientos y actuaciones funcionales que de modo alguno permiten
ser encapsuladas por el Derecho Penal dado su carácter fragmentario y de
última ratio. De otra parte el análisis efectuado, genera la certeza de la no
omisión de funciones o actos de corrupción y, por ende, la no responsabi-
lidad de los funcionarios denunciados e intervinientes. Consecuentemente,
mal haría la fiscalía en avocarse a investigar y eventualmente perseguir com-
portamientos que no revisten connotación penal alguna, donde más bien
deja la sensación que la razón que motiva la presente denuncia es aplacar
un ánimo vindicativo, pretensión a la cual el Derecho Penal de ningún modo
puede prestarse, mucho menos este despacho fiscal”.

NO PROCEDE FORMALIZACIÓN NI CONTINUACIÓN DE INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA
DISPOSICIÓN N° 01 (Caso 32-13)
Lima, 4 de febrero del dos mil trece.-
VISTO: El Oficio N° 16-2013-19°FPPL-MP-FN, de fecha 14 de enero de 2013, emitido por el Dr.
Héctor Figari Vizcarra, Fiscal Provincial de la 19° Fiscalía Provincial Penal de Lima, mediante el
cual remite la denuncia interpuesta por Carlos Flores López contra Roger Augusto Bravo Basaldua
y otros, por la presunta comisión de los delitos de corrupción pasiva, corrupción de auxiliares juris-
diccionales, aprovechamiento indebido de cargo y otros, a efecto que esta Fiscalía Especializada en
delitos de Corrupción de Funcionarios proceda de acuerdo a sus facultades y atribuciones respecto
al estudio y conocimiento de ilícitos exclusivos al subsistema legal anticorrupción.
I. HECHOS MATERIA DE IMPUTACIÓN
1.1. Conforme fluye de la denuncia parte, el accionante Carlos Flores López la dirige contra Roger
Augusto Bravo Basualdua, contra el Órgano Administrativo Jurisdiccional del Órgano de la Función
Jurisdiccional Electoral, así como también la dirige contra Edilberto Pezo Carmelo y Jorge Saavedra

453
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Ramírez, por los presuntos delitos de omisión, rehusamiento o demora de actos funcionales, co-
rrupción pasiva, corrupción de auxiliares jurisdiccionales y aprovechamiento indebido de cargo.
1.2. Ahora bien, por otro lado, el denunciante hace alusión también, a la comisión de comporta-
mientos delictivos que se enmarcarían en diversas hipótesis normativas ubicadas dentro de la sec-
ción IV “Corrupción de funcionarios” del citado cuerpo legal y cuyo conocimiento por razón de
la especialidad es exclusividad de este subsistema legal anticorrupción, siendo los hechos materia
de la imputación, que en fecha 07/09/12 presentó la declaración de vacancia del cargo de alcalde
de la Municipalidad del Distrito de Morales de la Región de San Martín, ante el Jurado Nacional
de Elecciones[6], cuyo procedimiento administrativo –a criterio del denunciante– ha venido siendo
maliciosamente dilatado o aplazado, con la clara intención de favorecer al titular –cuestionado por
él– de la comuna distrital. Así, por ejemplo, no se le proporcionó el nombre del abogado a cargo
del expediente N° 1483-2012.
1.3. Los actos de dilación que se habrían materializado con ocasión al procedimiento de vacancia
postulado, involucrarían a la persona de Roger Augusto Bravo Basaldua, quien aparentemente sería
funcionario del JNE; Edilberto Pezo Carmelo: titular de la comuna de Morales (San Martín); Jorge
Saavedra Ramírez: Gerente de la citada entidad edil. Asimismo, incoa su denuncia contra “el Órga-
no Administrativo Jurisdiccional, del Órgano de la Función Jurisdiccional Electoral, en la calidad
del abogado a cargo del Expediente N° 1483-2012”, hechos todos estos, que a decir del denuncian-
te involucran actos de corrupción, motivo por el cual hace necesaria la intervención de esta fiscalía
especializada, en tanto y en cuanto –a tenor de la denuncia de parte– se entendería que se trataría de
la presunta comisión de algún delito de nuestra competencia especializada.
II. CONSIDERANDO
2.1. Resulta propicio enfatizar, conforme hemos reiterado en precursoras disposiciones, que forma
parte del debido proceso –con especial énfasis en un proceso penal–, el pronunciamiento sobre to-
dos los ilícitos penales que en un hecho denunciado se pueda observar, ya sea en una denuncia ver-
bal o escrita, a fin de garantizar la tutela judicial efectiva de los denunciantes, en tanto emerge como
obligación del Ministerio Público[7], cual ente persecutor e investigador de un ilícito penal, luego
de analizar los hechos denunciados, otorgarle una debida calificación jurídica, pues solo así será
posible proyectar diligencias idóneas con miras a obtener un caso que pueda resultar victorioso en
juzgamiento, reflejado esto último en la correspondiente sanción a los responsables del hecho punible.
2.2. En ese sentido, en primer lugar corresponde analizar si el relato fáctico expuesto es posible de
ser ubicado en las figuras del catálogo de ilícitos que el Código Penal contempla en la sección IV
“Corrupción de funcionarios”. En efecto, la conducta atribuida a los denunciados –a la sazón, to-
dos ellos funcionarios y/o servidores públicos– estriba en haber contribuido con su inactividad (no

[6] Cuyo fundamento –en resumen– eran diversas dádivas de nivel administrativo que el titular de la comuna venía otorgando para
dilatar (aun cuando el término exacto utilizado por el actor es “demorar”, Véase así, la misiva remitida a la congresista Luisa María
Cuculiza Torre con similar sustento fáctico que corre de folios 37 a 38) el procedimiento de vacancia promovido por el actor, como
vendrían a ser no remitir el recurso de apelación, la copia certificada de la Constancia de Convocatoria de Sesión Extraordinaria
en la alcaldía del Distrito de Morales (San Martín).
[7] Tal como señala Pablo Sánchez Velarde, en su obra “El control constitucional de la investigación preliminar y del auto de apertura
de instrucción”; publicado en Gaceta del Tribunal Constitucional N° 2, abril-junio 2006: “¿Qué interesa en una investigación preli-
minar?, ¿Cuál es el aspecto central de la investigación? En una investigación dirigida por el fiscal o dirigida por la policía pero con
intervención del fiscal, que se reúnan los elementos básicos, idóneos para que luego se pueda calificar esta investigación y luego
sustentar el ejercicio de la acción ante el Poder Judicial. Lo más importante en una investigación preliminar es actuar con objeti-
vidad, buscar elementos objetivos, elementos de prueba, que esto le sea útil al fiscal para que pueda hacer una debida calificación,
el fiscal puede encontrar en una investigación preliminar los elementos suficientes para hacer su denuncia, quizás los elementos
contundentes del hecho delictuoso y la responsabilidad y con eso puede promover la acción penal ante el juez conforme al sistema
vigente”.

454
Decisiones fiscales

hacer), esto es retardo, dilación y retraso[8] –del trámite administrativo del Expediente N° 1483-12
cuya materia es apelación de vacancia (del alcalde) la cual se postula ante el JNE; cuya inactividad
y mora en el procedimiento –a criterio del actor–, obedecería a motivos subalternos y espurios con
el único fin de beneficiar al titular de la comuna distrital.
2.3. Cuando menos, lo expuesto en el considerando precedente es lo que humanamente ha sido po-
sible establecer –o desentrañar– del escrito de denuncia presentado, el cual es confuso, ambiguo,
además de poseer una pésima composición (ilogicidad en la exposición de hechos) y una redacción
carente de coherencia y cohesión textual, lo cual ciertamente complica poder delimitar el centro de
imputación y la participación criminal de cada uno de los denunciados, máxime si se tiene en cuen-
ta que en ningún extremo de la denuncia se precisa el nexo causal que permita engarzar las impu-
taciones formuladas con los delitos de conocimiento exclusivo de este despacho especializado. He-
chos todos estos que este despacho no puede dejar de resaltar –en forma negativa, claro está–, en
tanto el documento por el cual se incoa la denuncia, se encuentra autorizado por letrado colegiado.
2.4. En efecto, el denunciante no circunscribe su ámbito de imputación (exposición fáctica), esto
es: no aporta o precisa el sustento medular que vincule con los delitos de omisión, rehusamiento o
demora de actos funcionales, corrupción pasiva, corrupción de auxiliares jurisdiccionales y aprove-
chamiento indebido de cargo. En buena cuenta, a partir de los fundamentos fácticos que sustentan
una imputación, debe plasmarse un razonamiento jurídico a la que esta le ha llevado, para concluir
en forma expresa con la ley aplicable –respetando los principios de jerarquía de normas y de con-
gruencia–, esto en consonancia con lo preceptuado en el artículo 328.1 del CPP (2004). Entiéndase
que así toda denuncia de parte que se promueve se espera que contenga una exposición de hechos
(imputación) de acuerdo a criterios de racionalidad y razonabilidad, es decir, respetando las reglas
de la lógica formal y ajustándose a lo previsto por el Derecho y las conductas sociales aceptadas.
Lo contrario –como ocurre en el presente caso–, no solo rebasa y vulnera el principio lógico de con-
gruencia[9], sino que además conlleva a enarbolar una imputación difusa y poco correcta, dejando
la sensación que la denuncia promovida obedece a fines protervos.
2.5. En tal sentido, en materia jurídico penal, lo que determina el contenido de una imputación
no es la sola invocación de uno o varios delitos, sino por el contrario, la descripción detallada
y veraz de la conducta delictiva incurrida, hecho que por lo demás –en el presente caso– no se
presenta. Sin embargo, lo más saltante son los medios probatorios que se anexan en la denuncia,
los cuales a partir del análisis efectuado, es posible concluir que la conductas denunciadas (en for-
ma nebulosa) revistan siquiera ribetes delictivos y que, por tanto, amerite continuar con la inves-
tigación preparatoria ejerciéndose la respectiva acción penal. Así, por ejemplo, a partir del acervo
documentario incorporado, este despacho fiscal ha accedido a verificar a través del portal web del
Jurado Nacional de Elecciones <www.jne.gob.pe>, la información relacionada al Exp. N° 1483-
2012, pudiéndose establecer lo siguiente:
a) Se trata de un expediente por apelación de vacancia del alcalde del Consejo Distrital de Morales,
Sr. Edilberto Pezo Carmelo, siendo la causal: restricciones de contratación;
b) El portal web ofrece una búsqueda detallada e información actualizada (consulta de expedientes
jurisdiccionales) a la cual cualquier ciudadano puede acceder sin costo alguno;
c) El Exp. N° 1483-2012 a la fecha se encuentra en trámite;

[8] Fundamentación fáctica de la denuncia de parte, obrante a folios 03 de la carpeta fiscal.


[9] VILLAVICENCIO RÍOS, Alfredo. “(In)Validez y Alcances de la Resolución de la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema
de Justicia, en el caso de la Falsificación del Millón De Firmas”. En: [<www.justiciaviva.org.pe/informes/2.pdf>] del Consorcio
Justicia Viva.

455
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

d) Tiene como antecedente el Exp. N° 1154-2012 promovido contra el antes citado burgomaestre por
el mismo solicitante, peticionando su vacancia por sobrevenir los impedimentos de la LEM (causal).
e) El 13/11/12 el JNE emitió el Oficio N° 4623-2012-SG/JNE donde se le hace de conocimiento al
actor que se está dando curso a su solicitud de traslado de vacancia (Exp. N° 1154-2012) y se le re-
quiere fijar domicilio procesal. Dicha comunicación epistolar fue recepcionada por Norith Dávila
Meléndez (prima del solicitante) en fecha 15/11/12.
f) El 19/11/12 el alcalde de la Municipalidad Distrital de Morales suscribe el Oficio N° 515-MDM-
2102 mediante el comunica al JNE que el Expediente N° 1154-2012 de 560 folios acompañando
el recurso de apelación presentado por el actor Flores López contra el Acuerdo de Consejo Distri-
tal de Morales que rechazó el pedido de vacancia formulado, fue elevado mediante Oficio N° 277-
2012-GM/MDM[10];
g) El 05/12/12 –notificado al actor el 12/12/12–, el pleno del Jurado Nacional de Elecciones emite
el Auto N° 02 mediante el cual da por archivado (concluido) el Expediente N° 1154-2012, ordenán-
dose que el mismo sea agregado como acompañado al Exp. N° 1483-2012;
h) De la notificación N° 11045-2012-SG/JNE se observa que el solicitante Flores López no cum-
plió con señalar domicilio procesal en Lima, siendo notificado con el Auto N° 02 el 12/12/12 (Exp.
N° 1154-2012);
i) El Secretario General del Jurado Nacional de Elecciones es el Dr. Roque Augusto Bravo Basaldúa.
2.6. Así las cosas, queda claro que los hechos que se denuncian guardan estrecha relación con un
procedimiento administrativo promovido por el actor y que se viene tramitando ante el intérprete
supremo en materia electoral –JNE–, cuya pretensión es lograr a vacancia del burgomaestre de su
distrito. Ergo, y a tenor de las propias documentales anexadas en calidad de acervo probatorio[11], es
evidente la existencia de un conflicto de índole personal y es ello lo que motiva al denunciante contra
la autoridad edil, que involucra también a toda persona o institución que –a criterio de aquel–, favo-
rezca al denunciado Pezo Carmelo. Solo de esa forma puede entenderse que se formule imputación
penal contra el Secretario General del Jurado Nacional de Elecciones y el Gerente Municipal de
Morales, aduciendo que se le ha otorgado al procedimiento instaurado un trámite indebido e ilícito,
lo cual sin duda, es una falsa aseveración. A mayor abundamiento: la consulta efectuada vía web[12]
del Exp. N° 1483-2012 además de precisar que el mismo se encuentra en trámite, indica que se ha
programado Audiencia Pública para el 29/01/2013 a horas 9:00 a.m.[13], a efectos de que el actor (o
su abogado, si lo considera pertinente), pueda sustentar ante el pleno del JNE su pretensión por el
término de cinco minutos, comunicación que fuera notificada al denunciante en fecha 22/01/2013,
situación que de ser desconocida por el actor Flores López, es por cuanto no señaló domicilio pro-
cesal conforme el máximo ente electoral le solicitara.
2.7. Dicho esto último, y estando a que la pretensión del actor en instancia electoral (Exp. N° 1483-
2012 - Apelación de Vacancia del Alcalde del Consejo Distrital de Morales, Sr. Edilberto Pezo Car-
melo) viene experimentando un trámite regular y acorde al procedimiento establecido por ley, esta-
mos frente comportamientos y actuaciones funcionales que de modo alguno permiten ser encapsu-
ladas por el Derecho Penal dado su carácter fragmentario y de última ratio. De otra parte el análisis
efectuado, genera la certeza de la no omisión de funciones o actos de corrupción, y por ende, la no
responsabilidad de los funcionarios denunciados e intervinientes. Consecuentemente, mal haría la

[10] El Oficio N° 277-2012-GM/MDM fue suscrito por el Gerente Municipal Ing. Mg. Sc. Jorge Saavedra Ramírez, en fecha 30/10/2012,
siendo la fecha de recepción el 05/11/2012 según consta del sello de la Oficina de Servicios al Ciudadano del JNE.
[11] Véase así, por ejemplo, las misivas cursadas a las legisladoras Anicama Ñañez y Cuculiza Torre, insertas de folios 35 a 38 de la
carpeta fiscal.
[12] Y cuyos actuados se anexan a la carpeta fiscal por considerarlos necesarios.
[13] Notificación N° 0783-2013-SG/JNE.

456
Decisiones fiscales

fiscalía en avocarse a investigar y eventualmente perseguir comportamientos que no revisten conno-


tación penal alguna, donde más bien deja la sensación que la razón que motiva la presente denuncia
es aplacar un ánimo vindicativo, pretensión a la cual el Derecho Penal de ningún modo puede pres-
tarse, mucho menos este despacho fiscal.
2.8. Por cierto, tampoco somos ajenos a que el denunciante no se encontrará conforme con la pre-
sente disposición y dado el proceder demostrado: promover denuncia contra toda institución o per-
sona que no ampare o comparta su postura, es altamente probable que en un futuro accione contra
el suscrito –por este criterio asumido–, ante el órgano de control interno, lo cual no puede, ni debe
ser óbice para expresarlo en los términos expuestos, máxime teniendo en cuenta el principio de in-
dependencia y la garantía de autonomía del Ministerio Público, lo cual importa una estricta y exclu-
siva sujeción al Derecho y la Constitución en sus actuaciones, repeliendo toda posible injerencia de
extraños por cualquier medio intimidatorio, coercitivo o coacción fáctica alguna.
III. DECISIÓN FISCAL
Por estas consideraciones, el Tercer Despacho de Investigación de la Segunda Fiscalía Provincial
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima, DISPONE:
3.1. No procede formalizar y continuar con la investigación preparatoria, contra Roque Augus-
to Bravo Basaldúa, Edilberto Pezo Carmelo y Jorge Saavedra Ramírez, por la comisión de los
delitos de omisión, rehusamiento o demora de actos funcionales, corrupción pasiva, corrup-
ción de auxiliares jurisdiccionales y aprovechamiento indebido de cargo, en agravio del Estado.
3.2. ARCHÍVESE los actuados en el modo y forma de ley, haciéndole saber a la denunciante, que
en caso no estuviese conforme con la presente disposición, puede solicitar dentro del plazo conferido
por ley (artículo 334.5 del CPP); asimismo, se le hace saber que en caso aporte nuevos elementos de
convicción, puede solicitar se reexamine los actuados conforme lo dispone el artículo 335.2 del CPP.
3.3. NOTIFICAR la presente disposición a las partes procesales, así como al denunciante, con
arreglo a ley.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Fun-
cionarios de Lima

028 IMPROCEDENCIA DE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA POR


DELITO DE PECULADO POR LA SUSTRACCIÓN DE DOCUMENTOS AL CA-
RECER ESTOS DE CONTENIDO PATRIMONIAL RELEVANTE
“Efectivamente, cuestión relevante en el peculado, y que conforma la tipici-
dad objetiva de este ilícito es el patrimonio público, el cual está representa-
do por los caudales o efectos –referidos precisamente en el artículo 387 del
Código Penal–. En ese sentido, se entiende por caudales a toda clase de bie-
nes, en general con la única exigencia que estén dotados de valor económi-
co; vale decir, todos los bienes muebles o inmuebles que sean susceptibles
de valoración económica, lo que significa que necesariamente el bien deba
poseer una magnitud que posibilite medir y comparar su utilidad, expresado
este en instrumentos monetarios. Íntimamente ligado –en el presente caso–
a la cuantía o valor económico, está la certeza de los bienes y/u objetos que
supuestamente fueron ilegal e irregularmente retirados del Archivo Central
de Provías, lo cual fuera ordenado como parte de la investigación promovida
y plasmada también en la acción de control recomendada en el Informe de
Actividad N° 029-2011-5403. En tal sentido, nos remontamos precisamente
a la información obrante a folios 1749, de fecha 10/07/12, brindada por la
propia dependencia administrativa de la institución, esto es, el Órgano de

457
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Control Institucional de Provias Descentralizado, donde informan que recién


para inicios del año 2013 se tiene programada la ejecución de un ‘Examen
Especial al Archivo Central de Provias Descentralizado’, programa de audito-
ría que incluirá el caso del ‘Retiro de Documentos de los Archivos del Provias
Descentralizado denunciado por el Diario Peru21’, vale decir, que no se tiene
certeza de la clase o tipo de documentación que fue retirada, que a la pos-
tre significa que a certidumbre no se sabe si el contenido de aquellos sacos
retirados y posteriormente vendidos ‘al peso’, fueron expedientes técnicos
o ‘papel en desuso’.
Quinto: Por otro lado, en lo referido al concepto de efectos, debe consi-
derarse que ello se refiere a todo tipo de documentos de crédito negocia-
bles, susceptibles de ser introducidos en el tráfico comercial y emitidos por
la Administración Pública: valores en papel, títulos, sellos, estampillas, bo-
nos, etc. Consecuentemente, entiéndase por ello que no todo tipo de do-
cumento que se encuentre incorporado al inventario estatal puede y debe
ser considerado y/o asimilado dentro del concepto de efecto, sino tan solo
aquellos que puedan ser factibles de ser introducidos en el tráfico comer-
cial, precisamente así quedo establecido mediante criterio jurisprudencial,
cuando la Corte Suprema se pronunciara en el sentido de que los libros o
documentos contables de las empresas estatales no son caudales ni efec-
tos, debido a que no son factibles de ser introducidos al tráfico comercial,
situación esta última que constituye un referente cardinal para el presente
caso. En esta línea interpretativa –aun cuando fuese cierto que los expedien-
tes técnicos sustraídos del Archivo Central de Provías y vendidos como ‘pa-
pel en desuso’ contenían documentación de las obras que la institución eje-
cuta en el interior del país, incluyendo los contratos, las adquisiciones y los
pagos a proveedores–, este despacho fiscal no concibe cómo toda esta
documentación podría haber sido introducida en el tráfico comercial o
tener el carácter de negociable, en la medida que solo son de utilidad
para las propias empresas contratistas y/o para Provías.
Sexto: Lo expuesto en el considerando precedente, afecta directamente
al objeto material del delito, el cual se erige como requisito sine qua non
del mismo y que conforma la tipicidad objetiva, lo cual imposibilita forma-
lizar investigación preparatoria contra los denunciados por el delito impu-
tado (peculado); en mérito a la inconcurrencia de los elementos objetivos
del tipo penal, en concreto el objeto de la acción; asimismo, no se eviden-
cia conducta dolosa alguna, agregando a lo expuesto que, si bien se apre-
cian irregularidades en el procedimiento a seguir (establecido en la Directiva
N° 003-2011-MTC/21), estos devienen en irregularidades de carácter admi-
nistrativo, sin ningún contenido penal, basamento por el cual es que es meri-
torio disponer la improcedencia de formalizar investigación preparatoria por
el delito de exclusiva competencia del subsistema legal de anticorrupción.
Sétimo: Sin embargo de ser el caso que efectivamente la documentación
retirada de la institución se tratara de los expedientes técnicos de las obras
que la institución ejecuta en el interior del país, ello tampoco implicaría un
tipo penal que lesione la Administración Pública, pues el cuerpo punitivo
contempla dentro de los delitos contra la fe pública, la hipótesis normati-
va del artículo 430, que prevé el ilícito de supresión, destrucción u oculta-
miento de documentos y, por lo tanto, el delito de Peculado –denunciado e

458
Decisiones fiscales

investigado preliminarmente– no se configuraría, habida cuenta que los su-


puestos que este último ilícito penal establece, más bien podrían ser facti-
bles de subsumirse en aquel”.

NO PROCEDE FORMALIZACIÓN NI CONTINUACIÓN DE INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA
DISPOSICIÓN N° 10-2012
Lima, 26 de noviembre del dos mil doce.-
VISTO: el Oficio N° 74-2011-2FPCEDCF-MP-FN-D°4, su fecha 18 de noviembre de 2011, eva-
cuado por la Segunda Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de
Funcionarios, mediante el cual remite –a la Fiscalía Coordinadora Segunda Fiscalía Provincial Cor-
porativa[14], y ella por asignación a este despacho– la investigación seguida contra Álvaro Jesús Ca-
lle Vidal y otros, por la presunta comisión de los delitos de peculado, omisión de funciones, encu-
brimiento real y otros, en supuesto agravio del Estado.
I. ANTECEDENTES
1.1. Por denuncia de parte promovida por la Procuraduría Pública del Ministerio de Transportes y
Comunicaciones, se tiene que los hechos denunciados fueron difundidos por el diario Perú 21 –en
fecha 01/09/2011–, los mismos que se remontan al día que tuvo ocasión la ceremonia de cambio de
mando presidencial (28/07/2011), cuando de la sede institucional de Provias Descentralizado, si-
tio en Jr. Camaná N° 678 (piso 7 al 12), se retiraron 198 paquetes conteniendo documentación que
supuestamente eran considerados innecesarios, los cuales luego fueron vendidos “al peso”, con un
total de 680 kg, con la finalidad de obtener fondos para el Cafae institucional.
1.2. Hace énfasis la denuncia promovida que la venta generada, no se habría ajustado al procedimien-
to establecido en la Directiva N° 003-2011-MTC/21, presumiéndose que la desaparición de dichos
documentos pertenecían al archivo del Provias Descentralizado, donde se guardan –entre otros–,
expedientes técnicos concluidos y no concluidos, de las obras que Provias Descentralizado ejecuta a
nivel nacional, accionar ilícito en el que habrían participado funcionarios vinculados con la gestión
del exgobierno, constituyendo noticia criminal pasible de ser investigado por el Ministerio Público.
1.3. Así, entonces, tenemos que la imputación se dirige contra la persona de Álvaro Jesús Calle Vi-
dal, quien en su condición de servidor (técnico archivero) de Provias Descentralizado, se encon-
traba en posición de haber dispuesto los efectos (acervo documentario) pertenecientes al Estado
peruano, sustrayendo dicha documentación y disponiéndola para provecho de terceros, dándosele
a todo este accionar ilícito, la apariencia de una operación comercial para la obtención de fondos
para el Cafae institucional, con total desconocimiento de los parámetros administrativos estableci-
dos. Por otro lado, también se hace referencia a los denunciados Héctor Rudy Sánchez Huete y el
conocido como Pool Bustamente Rivero, quienes habrían presuntamente participado como cómpli-
ces, al haber transportado los documentos extraídos, con lo que estaría incurriendo el primero de
los denunciados en la presunta comisión del tipo penal de peculado, en tanto que Sánchez Huete y
Bustamante Rivero, habrían incurrido presuntamente en la comisión del delito de encubrimiento
(artículo 405 del Código Penal).

[14] Convertida por Resolución de Fiscalía de la Nación N° 1833-2012-MP-FN de fecha 19/07/2012 en Primera Fiscalía Provincial
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima.

459
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

1.4. En adición a la imputación generada contra el denunciado Calle Vidal, se le atribuye también
la comisión del delito de omisión de funciones (artículo 377 del Código Penal) en tanto no aplicó la
citada Directiva N° 003-2011-MTC/21 que establece los parámetros: forma y modalidad para dis-
poner del acervo documentario de Provias Descentralizado.
1.5. Fluye también la denuncia ampliatoria presentada por Miguel Ysaac Céspedes Bravo quien la
formula en su condición de auditor técnico III del Órgano de Control de Provias[15], generada contra
las personas de Ana Alinda Rojas Fuentes (Gerente de la Unidad Gerencial de Administración de
Provías); Baldomero Moyano Piscoya (Jefe de Personal, Abastecimiento y Servicios de Provias); y
Wilfredo Alberto Bazalar Romero (reemplazante del Jefe de Personal, Abastecimiento y Servicios
de Provias), a quienes se les incrimina la comisión de los delitos de abuso de autoridad, peculado y
falsedad ideológica. De la misma forma se comprende en la ampliación de denuncia a los señores
Mario Manuel Fernández Villalobos y Jorge Armando Gonzales Santillán (agentes de seguridad de
Provías) a quienes se les imputa la comisión del delito de falsedad material; igualmente se com-
prende a Claudia Ulloa Oliva (secretaria de la gerente de la Unidad Gerencial de Administración
de Provias y miembro titular de Cafae) atribuyéndosele la comisión del delito de peculado y false-
dad ideológica; denuncia contra Miguel Ernesto Palacios Chávez y Katty del Carmen Freire Pinedo
(presidente y miembro de la Comisión Permanente de Procesos Investigatorios, respectivamente)
por la presunta comisión del delito de abuso de autoridad.
II. CONSIDERANDO
Primero: Resulta propicio enfatizar, conforme hemos reiterado en precursoras disposiciones, que
forma parte del debido Proceso –con especial énfasis en un proceso penal–, el pronunciamiento sobre
todos los ilícitos penales que en un hecho denunciado se pueda observar, ya sea en una denuncia ver-
bal o escrita, a fin de garantizar la tutela judicial efectiva de los denunciantes, en tanto emerge como
obligación del Ministerio Público[16], cual ente persecutor e investigador de un ilícito penal, luego
de analizar los hechos denunciados, otorgarle una debida calificación jurídica, pues solo así será
posible proyectar diligencias idóneas con miras a obtener un caso que pueda resultar victorioso en
juzgamiento, reflejado esto último en la correspondiente sanción a los responsables del hecho punible.
Segundo: En ese sentido, en primer lugar, corresponde analizar si la conducta atribuida a los impu-
tados se encuentra inmersa dentro del catálogo de ilícitos que el Código Penal contempla en la sec-
ción IV “Corrupción de funcionarios”. En efecto, la conducta atribuida a los denunciados –a la sa-
zón, todos ellos funcionarios y/o servidores públicos–, tiene como sustento medular haber partici-
pado en el irregular e ilegal retiro de documentación considerada como innecesaria (papel en des-
uso), la cual posteriormente fue vendida con el fin de obtener fondos destinados al Cafae, siendo
que el accionar cometido en realidad pretendía desaparecer documentos provenientes del Archivo
Central de Provias, que entre otros documentos –contenidos en diversas cajas de cartón– obraban
“(…) los expedientes técnicos –concluidos y no concluidos– de las obras que la institución ejecuta
en el interior del Perú (…) asimismo, los contratos, las adquisiciones y los pagos a proveedores”[17],
desaparición acaecida el 28/07/2011 fecha en la cual tuvo lugar la “ceremonia de cambio de man-

[15] También ostenta el cargo de Secretario de Organización y Bienestar Social del Sindicato de Provías.
[16] Tal como señala Pablo Sánchez Velarde, en su obra “El control constitucional de la investigación preliminar y del auto de apertura
de instrucción”; publicado en Gaceta del Tribunal Constitucional N° 2, abril-junio 2006: “¿Qué interesa en una investigación preli-
minar? ¿Cuál es el aspecto central de la investigación? En una investigación dirigida por el fiscal o dirigida por la policía pero con
intervención del Fiscal, que se reúnan los elementos básicos, idóneos para que luego se pueda calificar esta investigación y luego
sustentar el ejercicio de la acción ante el Poder Judicial. Lo más importante en una investigación preliminar es actuar con objeti-
vidad, buscar elementos objetivos, elementos de prueba, que esto le sea útil al fiscal para que pueda hacer una debida calificación,
el fiscal puede encontrar en una investigación preliminar los elementos suficientes para hacer su denuncia, quizás los elementos
contundentes del hecho delictuoso y la responsabilidad y con eso puede promover la acción penal ante el juez conforme al sistema
vigente”.
[17] Extracto de la nota periodística publicada por el diario Peru21 en fecha 01/09/11, que da cuenta de la supuesta sustracción acaecida.

460
Decisiones fiscales

do presidencial”, situándonos dentro de un contexto en el cual de una parte había escaso control
policial por encontrarse abocados a cubrir las actividades oficiales programadas, y en el caso de las
instituciones públicas y privadas, una marcada ausencia de personal, escenario que facilitó la desa-
parición denunciada periodísticamente.
Tercero: Pues bien, teniendo en cuenta los aspectos señalados en el considerando precedente, se hace
necesario dejar sentado que el enfoque de este despacho fiscal, hará énfasis en los aspectos medula-
res de la proposición fáctica y su encuadramiento –o no– en el tipo penal de exclusiva competencia
funcional del subsistema legal y por el cual esta fiscalía asume el conocimiento de los hechos de-
nunciados, esto es el delito de peculado. Así, es oportuno establecer que este delito constituye uno
de carácter especial y cuenta con los siguientes elementos materiales: a) existencia de una relación
funcional entre el sujeto activo, los caudales y los efectos; b) la percepción, administración o custo-
dia; c) las modalidades de comisión: apropiación o utilización en cualquier forma; d) el destinatario:
para sí o para otro; y e) el objeto de la acción: los caudales o efectos; de lo que se colige que este
tipo penal, supone un desplazamiento patrimonial de los caudales o efectos de la esfera de dominio
del Estado a la esfera de dominio personal del funcionario público o de tercero. Por lo tanto, salta a
la vista que el principal análisis a efectuar se centrará en determinar si los expedientes administra-
tivos presuntamente desaparecidos, pueden calzar como objeto de la acción del delito denunciado.
Cuarto: Efectivamente, cuestión relevante en el peculado y que conforma la tipicidad objetiva de
este ilícito es el patrimonio público, el cual está representado por los caudales o efectos –referidos
precisamente en el artículo 387 del Código Penal–. En ese sentido, se entiende por caudales a toda
clase de bienes, en general con la única exigencia que estén dotados de valor económico; vale de-
cir, todos los bienes muebles o inmuebles que sean susceptibles de valoración económica[18], lo que
significa que necesariamente el bien deba poseer una magnitud que posibilite medir y comparar su
utilidad, expresado este en instrumentos monetarios. Íntimamente ligado –en el presente caso– a la
cuantía o valor económico, está la certeza de los bienes y/u objetos que supuestamente fueron ile-
gal e irregularmente retirados del Archivo Central de Provias, lo cual fuera ordenado como parte de
la investigación promovida y plasmado también en la acción de control recomendada en el Infor-
me de Actividad N° 029-2011-5403. En tal sentido, nos remontamos precisamente a la información
obrante a folios 1749, de fecha 10/07/12[19], brindada por la propia dependencia administrativa de la
institución, esto es el Órgano de Control Institucional de Provias Descentralizado, donde informan
que recién para inicios del año 2013 se tiene programada la ejecución de un “Examen Especial al
Archivo Central de Provias Descentralizado”, programa de auditoría que incluirá el caso del “Retiro
de Documentos de los Archivos del Provias Descentralizado denunciado por el Diario Peru21”, vale
decir que no se tiene certeza de la clase o tipo de documentación que fue retirada, que a la postre
significa que a certidumbre no se sabe si el contenido de aquellos sacos retirados y posteriormente
vendidos “al peso”, fueron expedientes técnicos o “papel en desuso”.
Quinto: Por otro lado, en lo referido al concepto de efectos, debe considerarse que ello se refiere
a todo tipo de documentos de crédito negociables, susceptibles de ser introducidos en el tráfico co-
mercial y emitidos por la administración pública: valores en papel, títulos, sellos, estampillas, bo-
nos, etc. Consecuentemente, entiéndase por ello que no todo tipo de documento que se encuentre
incorporado al inventario estatal puede y deba ser considerado y/o asimilado dentro del concepto
de efecto, sino tan solo aquellos que puedan ser factibles de ser introducidos en el tráfico comer-
cial, precisamente así quedo establecido mediante criterio jurisprudencial, cuando la Corte Suprema
se pronunciara en sentido que los libros o documentos contables de las empresas estatales no son

[18] SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos contra la Administración Pública. Segunda edición, Grijley, 2011, p. 315 y ss.
[19] Requerida por este despacho fiscal como parte de los actos de investigación desplegados y canalizada por el Ministerio de Trans-
portes y Comunicación a través de su Secretario General.

461
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

caudales ni efectos[20], debido a que no son factibles de ser introducidos al tráfico comercial, situa-
ción esta última que constituye un referente cardinal para el presente caso. En esta línea interpreta-
tiva –aun cuando fuese cierto que los expedientes técnicos sustraídos del Archivo Central de Provias
y vendidos como “papel en desuso” contenían documentación de las obras que la institución ejecuta
en el interior del país, incluyendo los contratos, las adquisiciones y los pagos a proveedores–, este
despacho fiscal no concibe cómo toda esta documentación podría haber sido introducida en el
tráfico comercial o tener el carácter de negociable, en la medida que solo son de utilidad para
las propias empresas contratistas y/o para Provias.
Sexto: Lo expuesto en el considerando precedente, afecta directamente al objeto material del delito,
el cual se erige como requisito sine qua non del mismo y que conforma la tipicidad objetiva, lo cual
imposibilita formalizar investigación preparatoria contra los denunciados por el delito imputado
(peculado); en mérito a la inconcurrencia de los elementos objetivos del tipo penal, en concreto
el objeto de la acción; asimismo, no se evidencia conducta dolosa alguna, agregando a lo ex-
puesto que, si bien se aprecian irregularidades en el procedimiento a seguir (establecido en la Di-
rectiva N° 003-2011-MTC/21), estos devienen en irregularidades de carácter administrativo, sin
ningún contenido penal, basamento por el cual es que es meritorio disponer la improcedencia de
formalizar investigación preparatoria por el delito de exclusiva competencia del subsistema le-
gal de anticorrupción.
Sétimo: Sin embargo, de ser el caso que efectivamente la documentación retirada de la institución
se tratara de los expedientes técnicos de las obras que la institución ejecuta en el interior del país,
ello tampoco implicaría un tipo penal que lesione la Administración Pública, pues el cuerpo pu-
nitivo contempla dentro de los delitos contra la fe pública, la hipótesis normativa del artículo
430, que prevé el ilícito de supresión, destrucción u ocultamiento de documentos y, por lo tan-
to, el delito de peculado –denunciado e investigado preliminarmente– no se configuraría, habida
cuenta que los supuestos que este último ilícito penal establece, más bien podrían ser factibles de
subsumirse en aquel.
Octavo: Dicho esto último, y estando a que no se vislumbran actos de corrupción de funcionarios,
cuyo conocimiento e investigación son de exclusiva competencia funcional especializada, empero
quedando pendiente pronunciamiento –y eventualmente investigación– sobre los demás ilícitos de-
nunciados, es que deviene en necesario derivar los actuados a la Mesa Única de Partes de las fisca-
lías provinciales penales de Lima, para su distribución y su pronunciamiento de acuerdo a sus atri-
buciones legales, por parte del despacho competente.
Noveno: Finalmente, previo al presente pronunciamiento, el suscrito quiere dejar sentado que tuvo
presente tanto la Disposición N° 02 de fecha 20/02/12 como la Disposición REA N° 025-2012-5°FS-
PDCF-MP-FN de fecha 28/03/12, dejando en claro que esta última se generó debido a una elevación
de actuados por la no formalización de investigación preliminar que estableciera aquella, debien-
do dejar sentado también que el pronunciamiento evacuado por la fiscalía provincial –de aquel en-
tonces– estribaba y hacia especial énfasis en la no concurrencia de causa probable y elementos de
convicción (Vide folios 296 y 299) susceptibles de enarbolar una investigación preliminar; en tanto
que la disposición expedida por el superior jerárquico y que declarara Nula la Disposición N° 02,
hacía mención a una “defectuosa motivación” de la recurrida, motivo por el cual ordenó la emisión
de un nuevo dictamen fiscal; situaciones estas diametralmente ajenas y distintas al actual pronun-
ciamiento que este despacho fiscal tiene y que determina la no promoción de la acción penal sobre
el delito denunciado: peculado.

[20] Exp. N° 4174-96-Junín (ROJAS VARGAS. Jurisprudencia penal comentada. Ob. cit., p. 668).

462
Decisiones fiscales

III. DECISIÓN FISCAL


Por lo que este Ministerio Público, Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en
Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima, con la autoridad que le confiere el Decreto Legis-
lativo N° 052, Ley Orgánica del Ministerio Público; DISPONE:
1. NO PROCEDE FORMALIZAR Y CONTINUAR con la investigación preparatoria, con-
tra Álvaro Jesús Calle Vidal y otros, por la comisión del delito de peculado, en supuesto agravio
del Estado.
2. ARCHÍVESE los actuados en el modo y forma de ley, haciéndole saber a la parte denuncian-
te, que en caso no estuviese conforme con la presente disposición, puede solicitar dentro del plazo
conferido por ley (artículo 334.5 del CPP); asimismo, se le hace saber que en caso aporte nuevos
elementos de convicción, puede solicitar se reexamine los actuados conforme lo dispone el ar-
tículo 335.2 del CPP.
3. ESTÉSE a lo resuelto en la presente disposición, ello con referencia al escrito presentado por
Miguel Isaac Céspedes Bravo, sumillado “Exhibición Forzosa e Incautación de Documentos Públi-
cos”, de fecha 14/11/12.
4. DERIVAR la presente carpeta fiscal, a la Mesa Única de Partes de las fiscalías provinciales pe-
nales de Lima; de conformidad a lo expuesto en el sétimo y octavo considerando de la presente dis-
posición; Oficiándose a la Oficina de Coordinación de este Despacho Corporativo.
5. NOTIFICAR la presente disposición a las partes procesales, así como al denunciante, con arre-
glo a ley.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Fun-
cionarios de Lima

029 IMPROCEDENCIA DE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN CONTRA EL ALCALDE


QUE NO HA PARTICIPADO DEL PROCESO DE CONTRATACIÓN
“5.23. Asimismo, conforme ya se viera en el punto 5.2. en cada delito incri-
minado debe delimitarse la imputación a quien únicamente sea fáctica y ju-
rídicamente sindicar como autor del delito de colusión. Estando a lo antes
expuesto, el juicio de tipicidad en el delito materia de análisis, recaería úni-
camente en el exalcalde, los miembros del comité especial a cargo la ela-
boración, organización, conducción y ejecución del Proceso de Selección
de Adjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA, la Gerencia
de Obras Públicas dependencia encargada de la celebración del Contrato
N° 355-2010-O/MDA y la Oficina de Contabilidad que es el área que devuel-
ve el 10% de la retención por concepto de garantía de fiel cumplimiento.
5.24. Pues bien, las funciones del alcalde se encuentran delimitadas en
el artículo 20 de la Ley orgánica de Municipalidades y en el Manual de
Organización y Funciones, donde en ninguno de ambos cuerpos normativos
se precisa o se otorga facultades para participar en alguna etapa de los pro-
cesos de contratación, suministros, licitaciones, etc., a favor del Estado; por
ello, no es posible imputarle participación alguna en la adjudicación materia
de cuestionamiento. Más aún, se ha determinado, que el comité especial en-
cargado del Proceso de Adjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/
MDA, fueron quienes procedieron a revisar el expediente de contratacio-
nes de la obra Contrataciones de la Ejecución de la Obra ‘Mejoramiento

463
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de pistas y veredas en el Jr. Basilio Rocabado y Pasaje José Ugarteche de la


Urbanización Grumete Medina, distrito de Ate - Lima.
5.25. Es más, el mencionado comité luego de realizar todo el procedimiento
de contrataciones teniendo en cuenta las bases integradas y luego de eva-
luar las propuestas técnicas y financieras, otorga la buena pro a la Empresa
RMC Constructora SAC, estando meridianamente acreditado, que el impu-
tado Dupuy García no participó en el proceso de contrataciones, ni en la res-
pectiva suscripción del Contrato (folios 14 al 20), documento que fuera fir-
mado por Eduardo Martín Lecaros Chávez en representación de la comuna
distrital, y de otra parte Renzo Rafael Cabrera Matos, en representación de
la antes aludida empresa. Por ende, el referido extitular de la comuna que-
daría fuera del espectro de imputación formulada”.

NO PROCEDE FORMALIZACIÓN NI CONTINUACIÓN DE INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA
DISPOSICIÓN N° 02-2012
Lima, 28 de enero del dos mil trece.-
VISTA: la presente carpeta fiscal seguida contra Juan Enrique Dupuy García, Luís Umezawa Yoko-
yama, Ruth Acosta Zevallos, Mario Ticona Huacán, Mario Osores Suito, Angélica Juárez Mera,
Eduardo Martín Lecaros Chávez, Julio César Olazabal Padilla y Moisés Molina Gavilano por la co-
misión de los delitos de Malversación de fondos, Colusión ilegal y Peculado, asimismo contra el
Gerente General de la Empresa RMC CONSTRUCTORA SAC Renzo Rafael Cabrera Matos como
cómplice primario de los delitos antes citados.
I. ANTECEDENTES
La presente investigación preliminar se inicia en merito a la denuncia interpuesta por quien, en su
oportunidad ostentara el cargo de procurador público de la Municipalidad de Ate, Abog. Julio Martín
Magino Suyón, escrito de fecha 2 de julio de 2012, obrante de folios 04 a 54, dirigida contra exfun-
cionarios de La Municipalidad de Ate: Juan Enrique Dupuy García - exalcalde de la Municipalidad
Distrital de Ate; Luis Umezawa Yokoyama - Gerente Municipal; Ruth Acosta Zevallos - Jefe de
la Oficina General de Administración; Mario Ticona Huacán - Jefe de la Oficina de Contabilidad;
Mario Osores Suito - Jefe de la oficina de Tesorería; Angélica Juárez Mera - Jefe de la Oficina de
Logística; Eduardo Martín Lecaros Chávez - Sub Gerente de Ejecuciones de Obras Públicas; Julio
Cesar Olazabal Padilla - Inspector de Obra y Moisés Molina Gavilano - Jefe de la Oficina de Presu-
puestos, a quienes se les imputa que en forma concertada habrían incurrido en los presuntos delitos
contra la Administración Pública en su modalidad de malversación de fondos, colusión, peculado,
abuso de autoridad y omisión por comisión; tipos penales previstos en los artículos 317, 376, 384,
387, 389 y 407 del Código Penal en agravio del Estado peruano y contra Renzo Rafael Castañeda
Matos - Gerente General de la Empresa RMC CONSTRUCTORA SAC en su calidad de cómplice
primario de los presuntos delitos denunciados (artículos 317, 376, 384, 387, 389 y 407 del Código
Penal) en agravio del Estado peruano.
II. HECHOS OBJETO DE IMPUTACIÓN
Mediante Disposición 01, su fecha 12 de julio de 2012, procedimos a abrir investigación preliminar,
respecto de los hechos denunciados, siendo los siguientes:

464
Decisiones fiscales

2.1. Las empresas constructoras para ser beneficiadas de la ley - Pymemicro y pequeña em-
presarios, tiene que estar registrada e inscrita en el Registro Nacional de Micro y Pequeña
Empresa (Remype) del Ministerio de Trabajo
2.1.1. La denuncia de parte hace énfasis que la entidad edil y la Empresa RMC Constructora SAC
suscriben en fecha 17 de mayo de 2010 el Contrato N° 355-2010-O/MDA, de adjudicación directa
selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA, respecto de la obra “Mejoramiento de pistas y veredas
en el Jr. Basilio Rocabado y Pasaje José Ugarteche de la Urbanización Grumete Medina, distrito de
Ate - Lima”. Indican que la empresa contratista al momento de suscribir el contrato, en la cláusula
octava presenta una declaración jurada del 14 de mayo de 2010, solicitando se le retenga el 10 % del
costo total de la obra por concepto de garantía de fiel cumplimiento, ello en atención a que la empre-
sa se encontraría dentro de los alcances de la Ley N° 28015 Ley de Promoción y Formalización de
la Micro y Pequeña Empresa, sin embargo, la empresa aludida al momento de la firma del contrato
no se encontraba registrada en el Registro Nacional de la Micro y Pequeña empresa del Ministerio
de Trabajo, y no se encontraría comprendida dentro de los alcances de la Ley N° 28015, por ello
no sería beneficiaria de la retención del 10 % del monto total de la obra, por ello estaría obligada a
presentar la carta fianza de fiel cumplimiento, equivalente al 10 % del monto total de la obra, ello
de conformidad al artículo 155 del D.S. N° 184-2008-EF Reglamento de la Ley de Contrataciones.
2.1.2. Siendo así, a criterio de la dependencia denunciante, existiría una confabulación entre los
exfuncionarios y/o servidores y la empresa señalada, y habrían hecho participar como postor a
la citada y favoreciéndola presuntamente con la adjudicación directa selectiva antes mencionada.
2.2. Los contratistas solo son beneficiarios de la pyme cuando el plazo de ejecución de la obra
sea igual o mayor a 60 días
2.2.1. Precisan que según el artículo 1 de la Ley N° 29034, establece que en los contratos de obra que
celebran las Mypes pequeñas y Micro empresas con el Estado, para que puedan otorgar la retención
del 10 % del monto total del contrato, en sustitución de presentar la garantía de fiel cumplimiento
mediante carta fianza, solo sería procedente cuando el plazo de ejecución de la obra sea igual o ma-
yor a sesenta días calendarios. La empresa mencionada y la entidad edil pactan que el plazo de la
ejecución de la obra es de 45 días calendarios.
2.2.2. Según la incriminación efectuada, se tendría que la Empresa RMC Constructora SAC que
cuando celebró el contrato N° 355-2010-O/MDA, por el plazo de ejecución de 45 días calendarios,
no se encontraría presuntamente con el beneficio de la retención del 10 % porque la obra no era
igual o mayor a 60 días calendarios.
2.2.3. Por ello los funcionarios denunciados y el contratista al haber firmado el contrato habrían in-
fringido presuntamente la Ley Nº 28015 y contra el texto expreso de la Ley N° 29034, habrían ac-
tuado todos presuntamente en contubernio para que la empresa mencionada sea presumiblemente
favorecida con la adjudicación directa selectiva antes indicada.
2.2.4. Igualmente se hace mención a un accionar doloso en modalidad agravada, en la medida que
el exalcalde denunciado no ha comunicado a la Contraloría General de la República, respecto del
contrato de ejecución de la obra donde se ha optado por la retención del 10% en sustitución de la
obligación de presentar la carta fianza de fiel cumplimiento, con su actuar el exburgomaestre habría
infringido lo dispuesto por la disposición complementaria de la Ley Nº 29034.
2.3. Los metrados de obra ejecutados serán formulados y valorizados para los pagos corres-
pondientes conjuntamente por el contratista y el inspector o supervisión
2.3.1. Se hace mención que al revisar los metrados y las valorizaciones de la obra para los pagos co-
rrespondientes, solo estaría firmado por el contratista gerente general de la empresa señalada Alex
Armando Lora La Rosa y no se encontrarían firmadas las valorizaciones por el inspector o super-
visor de la obra, como lo exigiría el artículo 197 del D.S. N° 184-2009-EF Reglamento de la Ley

465
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de Contrataciones del Estado. Agregando en el escrito de denuncia que las valorizaciones efectua-
das no estarían refrendadas con firma y posfirma por el ingeniero residente y el ingeniero inspector.
2.3.2. Indican que todos los denunciados incumplieron presuntamente con las formalidades prescri-
tas por la ley y habrían actuado concertadamente para favorecer a la empresa contratista y obtener
presuntamente beneficios a su favor y con perjuicio de la entidad.
2.4. Liquidación de conformidad de la obra y devolución del fondo de garantía
2.4.1. El inspector de obra, Ing. Julio César Olazabal Padilla, mediante Informe Nº 0108-2010/JOP-
SGEOP-GOP/MDA del 15 de octubre de 2010, informa que la empresa señalada ha presentado la
liquidación final de la obra materia de contrato, informando que estaría conforme, por lo que le co-
rrespondería la devolución de S/. 23,694.14 producto de la retención del 10 % del monto contrata-
do, en atención a la Ley N° 28015.
2.4.2. Asimismo, señalan en la denuncia que con el Comprobante de Pago N° 6929 del 18 de octubre
2010, se habría realizado un libramiento indebido e ilegal de la devolución del fondo de garantía a
favor de la empresa contratista indicada. Adicionando que no existiría la solicitud de la empresa ad-
juntando copia de la resolución de alcaldía que apruebe la liquidación técnica financiera, requisito
para la liberación del fondo de garantía.
2.4.3. Señalan que al haberse devuelto el fondo de garantía con una carta simple del inspector, con-
cluyen presuntamente que la administración municipal habría estado coludido y concertado para
librar el fondo de garantía mencionado, por lo que existiría un agravio económico en contra de la
comuna por el monto de S/. 23,694.14. Los denunciados no habrían cumplido con lo dispuesto en
los artículos 211 y 212 del D.S. N° 184-2008-EF reglamento de la Ley de Contrataciones.
2.4.4. Agregan a su escrito de denuncia que vía web del Sistema Integrado de Administración Fi-
nanciera (SIAF) - MEF, habrían obtenido datos de los años 2007, 2008, 2009 y 2010 relacionado a
la obra materia de contrato y habrían encontrado que las valorizaciones presuntamente se hicieran
fuera de los plazos técnicos y habrían encontrado comprobantes de pago indebido.
2.4.5. También, señalan que para retirar el fondo de garantía, la empresa en mención, debería requerir
el desembolso adjuntando copia simple de la resolución de alcaldía consentida, siendo el último acto
administrativo de la ejecución de la obra, hecho que no se habría presentado. Asimismo, imputan al
Jefe de la Oficina de Tesorería - Mario Osores Suito presuntamente responsabilidad administrativa
y penal, quien no habría solicitado la resolución de alcaldía debidamente consentida para proceder
a la devolución del fondo de garantía. Del mismo modo, imputan al denunciado Mario Ticona Hua-
can - jefe de la Oficina de Contabilidad, presuntamente no haber verificado la existencia de la do-
cumentación adecuada y, sin embargo, habría dispuesto mediante memorando la devolución de la
retención del fondo de garantía del 10 % indicado, con lo que habría incurrido en responsabilidad
administrativa y penal. Por otro lado, también se incoa denuncia contra el extitular de la comuna,
siendo parte de la concertación ilegal, haber designado personal de confianza a todos los denunciados
III. DILIGENCIAS ACTUADAS A NIVEL PRELIMINAR
Realizadas las diligencias preliminares para determinar si han tenido lugar los hechos materia de
incriminación e individualizar a las personas involucradas en su comisión –conforme ya se precisó
en el punto precedente– mediante Disposición N° 01-2012, del 12 de julio del 2012[21], se dispone
abrir investigación preliminar en sede fiscal[22], contra Juan Enrique Dupuy García, Luís Umezawa
Yokoyama, Ruth Acosta Zevallos, Mario Ticona Huacán, Mario Osores Suito, Angélica Juárez
Mera, Eduardo Martín Lecaros Chávez, Julio César Olazabal Padilla y Moisés Molina Gavilano por
la comisión de los delitos de malversación de fondos, colusión ilegal y peculado. Asimismo, con-

[21] Ver de folios 55 a 68.


[22] Según lo prescrito por los artículos 329, 330 y 334 del Código Procesal Penal.

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Decisiones fiscales

tra Renzo Rafael Cabrera Matos (gerente general de la Empresa RMC CONSTRUCTORA SAC)
como cómplice primario.
Mediante declaración testimonial de fecha 03 de agosto del 2012[23], el denunciante Julio Martín
Magino Suyón, se ratificó en todos los extremos de su denuncia interpuesta. Con fecha 27 de agosto
del 2012 obra el Oficio N° 01141-2012-CG/SGE[24] de la Contraloría General de la República me-
diante el cual informa que el Órgano Superior de Control y el Órgano de Control Institucional de la
Municipalidad de Ate durante el periodo 2010-2012 no han realizado labores de control en el que se
comprenda el proceso de selección. Adjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA,
de fecha 17 de mayo de 2010, respecto a la obra de “Mejoramiento de pistas y veredas en el Jr. Basi-
lio Rocabado y Pasaje José Ugarteche de la Urbanización Grumete Medina, distrito de Ate - Lima”.
Mediante Oficio N° 1346-2012/SG[25] el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado emi-
te informe en el que detalla los procesos de selección en los que la empresa RMC Constructora SAC
haya ejecutado (adjudicado y/o contratado), que según relación adjunta, son un total de 36 procesos.
Con fecha 27 de septiembre del 2012 el ente edil en la persona de su procurador Público Municipal,
Dr. Julio Martín Magino Suyón presenta documental –considerada a su criterio como “prueba privi-
legiada”– el Informe Técnico N° 035-MDA/2012[26] emitido por el Ing. civil Rolando Andrés Luque
Contreras, mediante el cual haciendo un recuento de los hechos materia de imputación, procede a
efectuar una calificación jurídica (tipificación), ratificando los ilícitos incriminados y denunciados,
adicionando el de usurpación de funciones y asociación ilícita para delinquir.
Con fecha 9 de octubre de 2012 se recibe la declaración indagatoria de la investigada Ruth Mery
Acosta Zevallos[27] quien niega los cargos imputados, aduciendo no haber participado en el proceso
de selección (Adjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA) y que si se procedió
con la liberación de la retención del fondo de garantía fue por cuanto la Subgerencia de Obras Pú-
blicas mediante Informe N° 645-2010-MDM-GOB-SGEOP, precisó que la obra se encontraba con-
forme y consentida, ello en merito al Memorando N° 620-2010-MDA/OGA-OC.
Con fecha 10 de septiembre del 2012 obra la declaración indagatoria del investigado Luis Heichi
Umezawa Yokoyama[28], en la cual niega enfáticamente la imputación efectuada, señalando además
que el área encargada de la liquidación de las obras, entre las que destaca el proceso de selección
(Adjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA) fue la Subgerencia de Obras Pú-
blicas, al igual que la liberación de la retención del fondo de garantía depende de la autorización de
dicha misma dependencia.
IV. CONDUCTA ATRIBUIDA Y TIPIFICACIÓN
Conforme ya se expuso en su oportunidad, mediante Disposición N° 01 este despacho fiscal, proce-
dió a abrir investigación preliminar contra Juan Enrique Dupuy García, Luís Umezawa Yokoyama,
Ruth Acosta Zevallos, Mario Ticona Huacán, Mario Osores Suito, Angélica Juárez Mera, Eduardo
Martín Lecaros Chávez, Julio César Olazabal Padilla y Moisés Molina Gavilán; asimismo, contra
el gerente general de la empresa RMC Constructora SAC Renzo Rafael Cabrera Matos como cóm-
plice primario. Que previa calificación y juicio de tipicidad, se descartaron algunos ilícitos de la
amalgama de delitos incoados por el denunciante, atribución de la cual está facultado este Minis-
terio Público cual titular de la acción penal y garante de la legalidad que constitucionalmente se le

[23] Ver de folios 162 a 165.


[24] Ver de folios 128.
[25] Ver de folios 131 a 136.
[26] Ver de folios 193 a 212.
[27] Ver de folios 209 a 213.
[28] Ver de folios 221 a 224.

467
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

ha conferido. Ergo, los delitos materia de investigación únicamente son: malversación de fondos,
peculado y colusión ilegal.
Delimitado el espectro analítico que se hará de los comportamientos denunciados con los delitos
materia de investigación, toca hacer un recuento sucinto de los elementos constitutivos del delito
de malversación de fondos, el cual a la sazón de los alcances del artículo 389 del cuerpo punitivo
vigente al momento que se suscitaron los hechos (modificado por Ley N° 27151 del 07 de julio de
1999), sanciona que:
“El funcionario o servidor público que da al dinero o bienes que administra una aplicación defi-
nitiva diferente de aquella a los que están destinados, afectando el servicio o la función encomen-
dada, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años.
Si el dinero o bienes que administra corresponden a programas de apoyo social, de desarrollo o
asistenciales y son destinados a una aplicación definitiva diferente, afectando el servicio o la fun-
ción encomendada, la pena privativa de libertad será no menor de tres años ni mayor de ocho años”.
Queda claro que el objeto específico de tutela penal, es “(...) preservar la correcta y funcional apli-
cación de los fondos públicos; es decir, la racional organización en la ejecución del gasto y en la
utilización y/o empleo del dinero y bienes públicos. En suma, se trata de afirmar el principio de le-
galidad presupuestal, esto es, la disciplina y racionalidad funcional en el servicio”. Consecuente-
mente, el sujeto agente en este tipo penal puede ser tan solo el funcionario o servidor público que
administra el dinero o bienes que le han sido confiados en razón del cargo que desempeña al inte-
rior de la Administración Pública (relación funcional), dándole a estos, “sin sacarlos de la Adminis-
tración”, “(...) un destino diferente al previamente establecido; lesionando o poniendo en peligro el
servicio o la función pública encomendada (...)”; cabe destacar que dicha afectación constituye una
condición objetiva de punibilidad, siendo que para que esta sea merecedora de sanción penal, es ne-
cesario advertir una lesividad real que comprometa seriamente la funcionalidad de los servicios y la
función pública encomendada; ya que si esta afectación o lesión no ocurre, el delito no se configura.
El delito submateria es de carácter eminentemente doloso, vale decir, que el sujeto infringiendo sus
deberes, actúa con conocimiento del fin o destino indebido y definitivo que está dando a los bienes
y dinero; la ley penal nacional no castiga las formas culposas de malversación; y “se consuma ins-
tantáneamente al producirse o verificarse la aplicación o empleo definitivo de los bienes en destinos
distintos a los previstos...Naturalmente, que es presupuesto del delito que los bienes o dinero hayan
tenido un destino establecido previamente, pues de no ser así el acto de disposición oficial distinto
que realiza el sujeto público será atípico de malversación de fondos”.
El ilícito en mención se configura “cuando el agente, siempre funcionario o servidor público, de
modo definitivo, otorga o da al dinero o bienes del Estado que funcionalmente administra un desti-
no diferente al previamente establecido, lesionando o poniendo en peligro el servicio o la función
pública encomendada”. De la estructura de este delito aparecen diversos elementos objetivos, por lo
que, el supuesto fáctico a que se refiere la denuncia debe contener tales elementos a efecto de ade-
cuarse en el tipo penal, caso contrario no se configurará.
Uno de los elementos objetivos del tipo está referido al dinero o bienes del Estado. En cuanto a los
bienes, estos están referidos a aquellos que tienen valor económico, aun cuando sea ínfimo. Este
dinero o bien del Estado debe estar confiado al agente, o tenerlo este bajo su posesión mediata o
inmediata, en razón del cargo que desempeña al interior de la Administración Pública, a lo que se
denomina la relación funcional.
Por otro lado, el artículo 387 del Código Penal, en sus cuatros párrafos, comprende el tipo penal de
peculado en sus distintas modalidades (doloso simple, culposo, agravado), el cual fue modificado
por el artículo único de la Ley N° 26198, publicada el 13 de junio de 1993, cuyo texto es el siguiente:

468
Decisiones fiscales

“El funcionario o servidor público que se apropia o utiliza, en cualquier forma, para sí o para otro,
caudales o efectos cuya percepción, administración o custodia le estén confiados por razón de su
cargo, será reprimido con pena privativa de la libertad no menor de dos ni mayor de ocho años.
Constituye circunstancia agravante si los caudales o efectos estuvieran destinados a fines asisten-
ciales o a programas de apoyo social. En estos casos, la pena privativa de la libertad será no me-
nor de cuatro ni mayor de diez años.
Si el agente, por culpa, da ocasión a que se efectúe por otra persona la sustracción de caudales o
efectos será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación de
servicios comunitarios de veinte a cuarenta jornadas. Constituye circunstancia agravante si los
caudales o efectos estuvieran destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo social. En
estos casos, la pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de cinco años”.
Así, pues, a la luz del plano doctrinario, Luís Miguel Reyna Alfaro, considera que en su forma básica
el delito de peculado doloso simple, se puede expresar a través de dos diversas acciones: Apropia-
ción y utilización (de cualquier forma); configurándose el mismo cuando el funcionario o servidor
público se apropia o utiliza en su beneficio personal o de terceros, de caudales o efectos públicos
que le hayan sido confiados, en razón del cargo que desempeña dentro de la Administración. Aho-
ra bien, no basta con verificar los comportamientos típicos apropiar o utilizar, sino que, los mismos
que deben contener ciertos elementos para su configuración; estos son, en tal virtud, los elementos
materiales del tipo penal:
a) Existencia de una relación funcional entre el sujeto activo y los caudales y efectos. Se entiende
por relación funcional el poder de vigilancia y control sobre la cosa como mero componente típico,
esto es, competencia del cargo, confianza en el funcionario en virtud del cargo, el poder de vigilar
y cuidar los caudales o efectos.
b) La percepción, no es más que la acción de captar o recepcionar caudales o efectos de proceden-
cia diversa pero siempre lícita. La administración, que implica las funciones activas de manejo y
conducción. La custodia, que importa la típica posesión que implica la protección, conservación y
vigilancia debida por el funcionario o servidor de los caudales y efectos públicos.
c) Apropiación o utilización. En el primer caso estriba en hacer suyos caudales o efectos que perte-
necen al Estado, apartándolo de la esfera de la función de la Administración Pública y colocándose
en situación de disponer de los mismos. En el segundo caso: utilizar, se refiere al aprovecharse de
las bondades que permite el bien (caudal o efecto), sin tener el propósito final de apoderarse para
sí o para un tercero.
d) El destinatario: para sí. El sujeto activo puede actuar por cuenta propia, apropiándose él mismo
de los caudales o efectos, pero también puede cometer el delito para favorecer a terceros. Para otro,
se refiere al acto de traslado del bien, de un dominio parcial y de tránsito al dominio final del tercero.
e) Caudales y efectos. Los primeros, son bienes en general de contenido económico, incluido el di-
nero. Los efectos, son todos aquellos objetos, cosas o bienes que representan un valor patrimonial
público, incluyendo los títulos valores negociables.
El primer párrafo describe dos conductas típicas, por tanto, habrá peculado por apropiación, cuan-
do el agente se apodera o apropia de caudales o efectos que le fueron confiados para su percepción,
administración o custodia; en ese caso el sujeto activo no aplica los bienes a la función para la que
han sido destinados, sino que dispone de ellos como si formaran parte de su propio y exclusivo pa-
trimonio. Habrá peculado por utilización cuando el agente usa, emplea, aprovecha, disfruta o se be-
neficia de los caudales o efectos públicos, sin el propósito de apoderarse de ellos. En el agente no
hay ánimo de o propósito de quedarse o adueñarse, sino simplemente de servirse del bien público
en su propio beneficio o de terceros. Esta es la diferencia entre el peculado por apropiación y por

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

utilización, pues mientras en el primero, el agente obra con animus rem sibi habendi, es decir, con
la intención de incorporarlos a su patrimonio; mientras, que en el segundo, el agente tan solo obra
con el ánimo de aprovechar o disfrutar del bien. La jurisprudencia nacional clarifica lo antes seña-
lado “la modalidad de peculado por distracción o utilización implica una separación del bien de la
esfera pública y una aplicación privada temporal del mismo sin consumirlo para regresarlo luego a
la esfera pública, lo que no es posible tratándose de dinero”.
Respecto al bien jurídico que se protege en este tipo penal, conforme señala el mismo autor, existen
cuatro diversas posiciones en torno al mismo: el patrimonio público (a), la lealtad en el ejercicio de
la función pública y en la gestión de los recursos públicos (b), el patrimonio público en concurrencia
con el ejercicio regular de la función pública (c) y el correcto funcionamiento de la Administración
Pública y el principio de imparcialidad.
A las cuatro posturas anteriormente expuestas, habría que incorporar una quinta posición de orden
jurisprudencial: aquella adoptada por la Corte Suprema de Justicia de la República mediante Acuer-
do Plenario N° 4-2005/CJ-116 (e) la cual observa que la protección penal que se proporciona a tra-
vés del artículo 387 del Código Penal se encuentra dirigida a dos objetos específicos: a) garantizar
la no festinidad de los intereses patrimoniales de la Administración Pública; y b) evitar el abuso de
poder del que se halla facultado el funcionario o servidor público que quebranta los deberes funcio-
nales de lealtad y probidad.
Por su parte, Fidel Rojas Vargas, señala que el objeto genérico de la tutela penal es proteger el nor-
mal desarrollo de las actividades de la Administración Pública, agregando también que por tratarse
el peculado, de un delito pluriofensivo, el bien jurídico se desdobla en dos objetos específicos me-
recedores de protección jurídico-penal: a) Garantizar el principio de no festividad de los intereses
patrimoniales de la Administración Pública, y b) Evitar el abuso del poder del funcionario o servidor
público, que quebranta los deberes funcionales de lealtad y probidad, asegurando el principio cons-
titucional de fidelidad a los intereses públicos al que están obligados los funcionarios y servidores,
coincidiendo en este sentido con la jurisprudencia señalada previamente.
Manuel A. Abanto Vásquez, precisa que en este tipo penal, adicional al ya conocido bien jurídico
“correcto funcionamiento de la Administración Pública en un Estado social y democrático de de-
recho, también se encuentra el patrimonio”: el patrimonio de la Administración Pública, la fe y la
confianza pública depositada en el funcionario encargado de percibir, administrar o custodiar bienes
de la Administración Pública, la seguridad con que la Administración Pública, la seguridad con la
Administración Pública quiere preservar los bienes públicos, lo cual es equivalente al cumplimien-
to de deberes del funcionario para con el Estado.
Finalmente, Ramiro Salinas Siccha, señala que respecto al bien jurídico en este tipo penal, se identi-
fica tres posiciones bien definidas: la primera que considera que se protege el patrimonio del Estado,
la segunda sostiene que se protege el regular ejercicio de las funciones del funcionario o servidor
público y la última, que sostiene que el delito de peculado es pluriofensivo, citando la ejecutoria
suprema del 23 de enero de 2003, en el que se afirma que “en el delito de peculado el bien jurídico
es el normal desarrollo de las actividades de la Administración Pública, garantizando el principio
de no lesividad de los intereses patrimoniales de dicha administración y evitando el abuso de poder
de poder del que se halla facultado el funcionario o servidor público que quebranta los deberes de
lealtad y probidad. (Exp. N° 3630-2001-Ucayali).
Ahora bien, ya llegado a este punto, corresponde presentar un desarrollo a la luz de la doctrina y la
jurisprudencia de otro delito perteneciente a la misma familia delictiva: Colusión, preceptuado en
el artículo 384 del Código Penal, el mismo que sanciona:
“El funcionario o servidor público que, en los contratos, suministros, licitaciones, concurso de pre-
cios, subastas o cualquier otra operación semejante en la que intervenga por razón de su cargo o
comisión especial defrauda al Estado o entidad u organismo del Estado, según ley, concertándose

470
Decisiones fiscales

con los interesados en los convenios, ajustes, liquidaciones o suministros será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de quince años”.
Así entonces, la acción típica se delimita por el verbo “defraudar” al Estado, a través de una acti-
vidad colusoria con los interesados, donde deviene indispensable la concurrencia de las dos partes
intervinientes. Es un delito de resultado, condicionado a la concertación. La intervención penal es
subsidiaria y complementaria a los procesos administrativos de control. Por lo que, también se afir-
ma: “Los principios de legalidad, eficiencia y economía tienen un plausible contenido constitucional-
administrativo, pero no pueden ser promovidos por el Derecho Penal, sin que ello deje de importar
la violación al principio de intervención mínima”.
El bien jurídico protegido, es múltiple: “a) Preservar el patrimonio público”; “b) Garantizar la in-
tangibilidad de los roles especiales”, y “c) Asegurar los deberes de lealtad institucional y probidad
funcional”. En resumen, el bien jurídico genérico “es el normal y recto funcionamiento de la Ad-
ministración Pública que resulta manifestación material del Estado”, el bien jurídico protegido es-
pecífico “es la regularidad, el prestigio y los intereses patrimoniales de la Administración Pública”.
El término “interesados” es “una locución que engloba a todos quienes contratan (…) con el Esta-
do, sean estos contratistas extraneus absolutos (extraños a la administración pública) o relativos”.
Aquellos pueden adquirir la calidad de cómplices primarios, con mayor razón si el tipo penal está
redactado de modo que requiere de estos concurrentes necesarios para perfeccionar la conducta tí-
pica. En el caso que el particular que contrata con el Estado, se admite “la teoría de la unidad del
título de imputación, castigándolo como partícipe extraneus”.
V. FUNDAMENTOS DE HECHO Y DE DERECHO QUE SUSTENTAN EL ARCHIVO
Sobre el delito de malversación de fondos
5.1. Es conveniente recalcar que la atribución fundamental del Ministerio Público en el presente
caso consiste en analizar, ante una imputación como la propuesta por el procurador municipal de-
nunciante, si esta satisface las exigencias mínimas de orden fáctico, jurídico y probatorio que el ar-
tículo 336.1 del vigente Código Procesal Penal, consagra como presupuestos del ejercicio público
de la acción penal vía formalización de investigación preparatoria.
5.2. Deviene en pertinente también, puntualizar ciertos criterios en relación al ámbito de interven-
ción delictiva en el ilícito denunciado. A saber, criterio uniforme resulta ser la categorización del
delito de malversación de fondos como un delito especial propio –o conocido también como delito
de infracción de deber–, por lo que, es importante asumir como un parámetro rector la cualidad par-
ticular del sujeto activo, es decir que, este debe ser un funcionario o servidor público. Sin embargo,
no basta con que el sujeto tenga la cualidad de funcionario, sino que aquel además debe mantener
una relación funcionarial con el dinero o bienes, en calidad de Administración[29] (así lo exige el tipo
penal analizado). En consecuencia, solo se puede imputar como autor (a) del delito de malversación
de fondos a la persona que tenga el deber de administrarlos. Así, en el presente caso, este deber co-
rrespondía al gerente municipal de la Municipalidad de Ate[30], Luis Umezawa Yokoyama, quien, al
final de cuentas, es el único que podrá responder (de ser el caso) como autor del delito denunciado.

[29] En palabras de ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A. “Se trata de un funcionario público con la función de administrar bienes y de
darles una aplicación pública determinada”. Ver en: Los delitos contra la Administración Pública en el Código Penal peruano.
Palestra Editores, Lima, 2003, p. 381.
[30] De conformidad al Manual de Organización y Funciones - MOF, así como del Reglamento de Organización y Funciones - ROF,
de la Municipalidad Distrital de Ate, aprobados mediante Ordenanza N° 178-MDA (ROF) y Ordenanza N° 198-MDA (CAP)
insertos en copias de folios 230 a 302; en cuya virtud, se atribuye como función específica, al gerente municipal (cargo ostentado
en su momento por el denunciado Umezawa Yokoyama), entre otras: d) Planificar, organizar, dirigir y controlar las funciones de la
administración y los servicios municipales, siendo responsable del cumplimiento de sus objetivos y metas.

471
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

5.3. Siendo ello así, la imputación contra Juan Enrique Dupuy García, Ruth Acosta Zevallos, Mario
Ticona Huacán, Mario Osores Suito, Angélica Juárez Mera, Eduardo Martín Lecaros Chávez, Julio
Cesar Olazabal Padilla y Moisés Molina Gavilano, así como a Renzo Rafael Castañeda Matos[31], en
condición de exalcalde de la Municipalidad Distrital de Ate, jefe de la Oficina General de Adminis-
tración, jefe de la Oficina de Contabilidad, jefe de la oficina de Tesorería, jefe de la Oficina de Lo-
gística, subgerente de Ejecuciones de Obras Públicas, Inspector de Obra, jefe de la Oficina de Presu-
puestos y gerente general de la Empresa RMC Constructora SAC, respectivamente –limitadamente–,
deberá efectuarse a título de participación, cuya naturaleza accesoria comunica la dependencia que
su conducta tiene respecto de la conducta del presunto autor. En este sentido, de corroborar –luego
del análisis a efectuar– que la conducta desplegada por el denunciado Umezawa Yokoyama es típi-
ca, recién se procederá a analizar la conducta del o los partícipes, ello, en aplicación del principio
de accesoriedad. Caso contrario, de verificar la atipicidad de la conducta de la primera, carecerá de
relevancia emitir pronunciamiento por los segundos[32].
5.4. Y bien, teniendo en cuenta los aspectos señalados en los considerandos precedentes, queda claro
que el enfoque de este despacho fiscal se materializará en los aspectos medulares de la proposición
fáctica y su encuadramiento o no en el tipo penal denunciado. De esta forma, como punto de partida,
es oportuno establecer que este delito, según señala la doctrina[33], se sintetiza en cuatro conductas
específicas: a) dar aplicación oficial diferente a aquella destinada; b) comprometer sumas superio-
res a las fijadas; c) invertir en forma no prevista; y d) utilizar los fondos en forma no prevista. Sin
embargo, la conducta para que sea categorizada como delito, no se agota en el cumplimiento taxa-
tivo de las modalidades descritas, sino que, además, implica la existencia de elementos que doten
de sustantividad a dicho injusto, como la afectación al servicio público, la misma que debe im-
portar una significativa afectación a la actuación ordinaria de la administración. Así también, debe
existir una relación normativa entre la conducta constitutiva de tipicidad penal con la perturbación
del servicio público, en el entendido de que dicho estado de afectación no sea consecuencia de otro
factor causal o concomitante, lo que implicaría la falta de necesidad y merecimiento de pena de la
conducta típica en cuestión[34].
5.5. Dicho lo anterior, es de ver que, el delito de malversación de fondos constituye un abuso de la
función pública, con el cual además de lesionar los intereses del fisco (ataque directo al patrimo-
nio del Estado), se lesiona también los de la administración en sentido amplio (atentado contra la
regularidad con que los caudales públicos deben administrarse)[35], aun cuando en el presente caso,
en el escrito de denuncia se exponen diversas actuaciones y omisiones en torno al Proceso de Ad-
judicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA (Contrato N° 355-2010-O/MDA so-
bre la obra Mejoramiento de pistas y veredas en el Jr. Basilio Rocabado y Pasaje José Ugarteche de
la Urbanización Grumete Medina, distrito de Ate - Lima), sin embargo, en ningún extremo se pre-
cisa el nexo causal que permita engarzar las imputaciones formuladas con el delito (malversación

[31] En su calidad de cómplice primario.


[32] Abanto Vásquez –apoyado en la posición de Fidel Rojas Vargas– hace una distinción relevante al respecto cuando afirma: “Algu-
nos distinguen entre funcionarios que pueden imputar y los que pueden disponer de los bienes y señalan que solamente los funcio-
narios que pueden ‘disponer’ serían sujetos activos del delito. Esta distinción parece ser relevante para el caso peruano, con más
razón ahora que se exige una ‘aplicación definitiva’. Es decir, no comete aún malversación el funcionario que solamente ‘imputa’
los bienes públicos para una finalidad pública distinta [el caso del subgerente de Tesorería], sino solamente cuando, además, ‘dis-
pone’ de ellos en ese sentido [el caso del Gerente de Finanzas]. El que solamente ‘imputa’ podría cometer otro delito o incluso ser
partícipe del funcionario que ‘dispone’ dolosamente de los bienes malversándolos” (el agregado en corchetes es nuestro). Ver en
Ob. cit., p. 382.
[33] ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública. Segunda edición, Grijley, Lima, 2001, p. 321.
[34] Así por ejemplo en PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Derecho Penal, Parte Especial, Tomo V, Idemsa, Lima, 2010,
p. 389.
[35] Ibídem, p. 380.

472
Decisiones fiscales

de fondos); sin embargo, ello no es óbice para que este despacho fiscal no efectúe un análisis de la
incriminación efectuada.
5.6. En efecto, en tanto la presente investigación tiene como núcleo central de imputación, el Pro-
ceso de Adjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA, se ha procedido a cotejar,
compulsar y analizar la documentación referida al mismo, de lo cual se concluye en forma feha-
ciente –en primer lugar–, que la obra se encontró presupuestada y aprobada. Así, por ejemplo: el
expediente de contratación estuvo debidamente aprobado por el jefe de la Oficina de Contabilidad
según Memorando N° 219-2010-MDA/OGA-OC de fecha 14 de abril de 2010, el mismo que inclu-
ye el expediente técnico[36] debidamente aprobado por Resolución de Gerencia de Obras Públicas
N° 0022 de fecha 12 de abril de 2010, la declaración de viabilidad de proyecto de inversión pública
Mejoramiento de pistas y veredas en el Jr. Basilio Rocabado y Pasaje José Ugarteche de la Urba-
nización Grumete Medina, distrito de Ate - Lima, debidamente declarado viable mediante Código
SNIP 148742 y el Formato SNIP 15 expedido por la Unidad Formuladora de fecha 12 de abril del
2010; asimismo, en mérito al documento de bases integradas de la ejecución de la obra (obrante a
folios 401 a 498) establece en forma meridiana la disponibilidad presupuestal para dar inicio a la
ejecución de la obra, esto es revela un valor referencial de S/. 236,941.38 y cuya fuente de finan-
ciamiento es: Fuente 5, Recursos Determinados, Rubro 07, Fondo de Compensación Municipal, se
rigió por el sistema a Precios Unitarios.
5.7. En adición a lo antes expuesto, una vez ejecutada la obra y al verificarse que la misma estuvo
conforme y consentida, se procede a emitir el Informe N° 645-2010-MDA/GOP-SGEOP (obrante a
folios 39)[37], lo cual en concordancia con el Memorando N° 620-2010-MDA/OGA-OC fue la razón
por la cual la Oficina de Contabilidad procede a aprobar la devolución del importe correspondiente
depositado como garantía de fiel cumplimiento.
5.8. Siendo así, queda claro que no existen los presupuestos objetivos para considerar que se dio
una aplicación definitiva diferente a los recursos públicos de la Municipalidad Distrital de Ate por
parte del exgerente de dicha comuna: Luis Umezawa Yokoyama –y que por ende– vincule a alguno
de los exfuncionarios públicos también denunciados. Consecuencia necesaria, sería también que la
misma situación sería aplicable al investigado en grado de complicidad primaria Renzo Rafael Ca-
brera Matos en su calidad de Gerente General de la Empresa RMC Constructora SAC.
Sobre el delito de peculado
5.9. Conforme ya se expuso (Vide. 5.5.) el denunciante al momento de circunscribir su ámbito de
imputación (exposición fáctica) no aporta o precisa el sustento medular que vincule con el delito de
peculado. En buena cuenta, escrito de denuncia no señala en forma expresa la ley que aplican con el
razonamiento jurídico a la que esta les ha llevado, así como los fundamentos fácticos que sustentan
su imputación, respetando los principios de jerarquía de normas y de congruencia.
5.10. Así, por ejemplo, es de verse que el procurador recurrente interpuso la presente denuncia,
realizando una incriminación contra los denunciados (funcionarios o servidores públicos), empero
los hechos que imputados resultan genéricos y vagos respecto a la circunstancias cómo se habrían
suscitado los mismos. Lo propio se repite en su declaración testimonial (folios 118 a 121) pese a
habérsele requerido –conforme fluye del punto 1.1. de la parte dispositiva de la apertura de inves-
tigación preliminar– que comparezca ante este despacho a efecto de aclarar y/o precisar los hechos
denunciados, con lo cual queda claro la abierta oposición a lo preceptuado en el artículo 328.1 del
CPP (2004). Entiéndase que así toda denuncia de parte que se promueve, se espera contenga una
exposición de hechos (imputación) de acuerdo a criterios de racionalidad y razonabilidad, es decir,

[36] Que obra a folios 513 de la carpeta fiscal y que fuera presentado por la Municipalidad Distrital de Ate a requerimiento de este
despacho fiscal en el marco de la investigación desplegada.
[37] Documento que precisamente la procuraduría municipal anexa en calidad de medio probatorio que acompaña la denuncia incoada.

473
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

respetando las reglas de la lógica formal y ajustándose a lo previsto por el Derecho y las conduc-
tas sociales aceptadas. Lo contrario –como ocurre en el presente caso–, no solo rebasa y vulnera el
principio lógico de congruencia[38], sino que además conlleva a una imputación difusa y poco co-
rrecta, dejando la sensación que la denuncia promovida obedece a fines protervos y vindicativos.
5.11. En tal sentido, en materia jurídico penal, lo que determina el contenido de una imputación
no es la sola invocación de uno o varios delitos, sino por el contrario, la descripción detallada
y veraz de la conducta delictiva incurrida, hecho que por lo demás –en el presente caso– no
se presenta. Sin embargo, lo más saltante son los elementos de convicción, por lo menos a nivel
indiciario, que sugieran que efectivamente la conducta denunciada es de carácter delictivo y, por lo
tanto, ameritaría continuar con la investigación preparatoria ejerciéndose la respectiva acción pe-
nal, situación una vez más ausente.
5.12. Por el contrario, de los actos de investigación realizados en la investigación preliminar, queda
sí acreditada la inexistencia de apropiación de alguna forma para sí o para un tercero de los cauda-
les o efectos cuya percepción, administración o custodia le hayan sido confiados a los imputados
en mención por razón de su cargo. A mayor abundamiento, fluye del expediente técnico Mejora-
miento de pistas y veredas en el Jr. Basilio Rocabado y Pasaje José Ugarteche de la Urbanización
Grumete Medina, distrito de Ate - Lima obrante de folios 513 a 626, que la obra fue declara viable
mediante Código SNIP del PIP: 148742 y el Formato SNIP 15 expedido por la Unidad Formuladora
de fecha 12 de abril de 2010; asimismo en mérito al documento de bases integradas de la ejecución
de la obra (inserto a folios 401 a 498) establece en forma meridiana la disponibilidad presupuestal
para dar inicio a la ejecución de la obra, por un valor referencial de S/. 236,941.38 y cuya fuente de
financiamiento es: fuente 5, recursos determinados, rubro 07, fondo de compensación municipal y
sistema a precios unitarios.
5.13. Conforme se corrobora, el expediente técnico de la tantas veces referida obra fue aprobado
mediante Resolución de Gerencia N° 00022 su fecha 12 de abril de 2010 –que fluye en copia cer-
tificada a folios 511–, cuya buena pro fuera otorgada a la Empresa RMC Constructora SAC, cele-
brándose con fecha 17 de mayo del 2010 el Contrato N° 355-2010-O/MDA, documento en el cual
se detallan las precisiones y especificaciones contractuales, quedando claro también que la obra fue
concluida satisfactoriamente, ello en mérito al Acta de Recepción de Obra, obrante a folios 24 y 25
de la propia carpeta fiscal e incorporado por el actor como acervo probatorio de su escrito de de-
nuncia, y es precisamente en mérito a determinar que la obra estuvo conforme y consentida, es que
el área de la entidad edil (Oficina de Contabilidad) procede a aprobar la liberación de la retención
depositada como garantía de fiel cumplimiento.
5.14. Anotada así la inferencia a la que este Despacho ha llegado, implica también asegurar que la
imputación no genera vulnerabilidad capaz de demoler el principio de presunción constitucional de
inocencia. Ya la jurisprudencia anota que “para enervar la inicial presunción constitucional de ino-
cencia que ampara a todo procesado debe constatarse la objetividad de la prueba y que esta haya
sido válidamente adquirida y practicada; además, ella debe ser suficiente, ya que no basta que se
hayan utilizado medios de prueba sino que es preciso que del empleo de tales medios se llegue a un
resultado probatorio que permita sustentar racionalmente la culpabilidad y a su vez fundar razona-
blemente la acusación”[39].

[38] VILLAVICENCIO RÍOS, Alfredo. “(In)Validez y Alcances de la Resolución de la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema
de Justicia, en el caso de la Falsificación del Millón De Firmas”. En: [<www.justiciaviva.org.pe/informes/2.pdf>] del Consorcio
Justicia Viva.
[39] Sala Penal Consulta N° 217-99-Callao. Tomado de ROJAS VARGAS, Fidel. Jurisprudencia Penal Patrimonial. Biblioteca de
Jurisprudencia, Grijley, 1998-2000, p. 55.

474
Decisiones fiscales

5.15. Estando a lo antes expuesto, resulta evidente que la mera sindicación no es suficiente para sos-
tener la acusación. Así lo estatuyo la Corte Superior de Justicia del Callao, siguiendo el criterio de la
máxima instancia judicial: “Al existir contra el acusado la sola sindicación del agraviado responsa-
bilizándolo del arrebato del bien mueble, no existiendo otra prueba que corrobore tal afirmación ni
siquiera acta de incautación de lo presuntamente robado, por lo que siguiendo el criterio de la Corte
Suprema de Justicia de la República materializado en numerosas ejecutorias, no puede condenarse
con la sola sindicación de la parte agraviada”[40].
5.16. Incluso el propio Tribunal Constitucional ha convenido en el fundamento jurídico N° 22 de la
sentencia recaída en el Exp. N° 0618-2005-HC/TC: “La doctrina establece que la garantía se asienta
en ideas fundamentales, cuales son: el principio de libre valoración de la prueba en el proceso penal
que corresponde actuar a los jueces y tribunales; que la sentencia condenatoria se fundamente en
auténticos hechos de prueba, y que la actividad probatoria sea suficiente para generar en el tribunal
la evidencia de la existencia no solo del hecho punible, sino también la responsabilidad penal que
en él tuvo el acusado y así desvirtuar la presunción”[41].
5.17. Así las cosas, del examen de la documentación recopilada en la presente investigación y de
las declaraciones recepcionadas, podemos arribar a la conclusión de que no concurren los elemen-
tos objetivos y menos subjetivos exigidos por el tipo penal de peculado, subsistiendo únicamente
la sola sindicación del denunciante (procurador público municipal de la Municipalidad Distrital de
Ate), que no ha sido escoltada con elemento objetivo alguno que permita siquiera asumir que, a par-
tir de la incriminación es posible verificar presunciones fundadas, indicios razonables o elementos
suficientes –referentes y exigencias necesarias– que hagan viable la formalización de investigación
preparatoria por parte de ente persecutor del delito: el Ministerio Público.
Sobre el delito de colusión
5.18. Ahora bien, no obstante lo anteriormente precisado, cabe anotar que en el escrito de denun-
cia el actor hace alusión a diversos actos que denotarían una concertación ilegal entre los exfuncio-
narios denunciados y Renzo Rafael Cabrera Matos en su calidad de gerente general de la Empresa
RMC Constructora SAC:
“Este actuar del contratista de presentar de declaración jurada solicitando retención del 10 % del
monto de la obra, sin estar registrado en el Registro Nacional de la Micro y Pequeña Empresa
del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, hace concluir que tanto los funcionarios de-
nunciados y el gerente general de la empresa también denunciada, actuaron en contubernio para
favorecer a la empresa contratista (…) En consecuencia, se tiene que concluir que todos los fun-
cionarios denunciados de la Municipalidad de Ate y el contratista, actuaron en contubernio y con-
certaron dolosamente para beneficiar con el contrato al contratista (sic), y beneficiarse así con la
utilidad generado (sic) por la obra (…) Una simple carta del inspector de obra no es suficiente
para liberar el fondo de garantía, por el contrario la actuación dolosa de la administración muni-
cipal y de todos los funcionarios denunciados hace concluir que los denunciados han actuado en
contubernio para favorecer al contratista y favorecerse de la misma, porque de otro modo no se
explica la razón del porqué actuaron contra el texto expreso y claro de la ley, infringiendo el
artículo 211 del D.S. Nº 184-2008-EF - Reglamento de la ley de Contrataciones del Estado (…)”.
5.19. Queda claro que la figura penal bajo análisis en su estructura típica, requiere que el funcio-
nario público que interviene por razón de su cargo o comisión especial, concierte con los particu-
lares en la adquisición o contratación pública de bienes, obras o servicios, concesiones o cualquier
operación similar, con la finalidad de defraudar los intereses del Estado, o que ese acuerdo, resulte

[40] Sentencia de la Corte Superior de Justicia del Callao (Primera Sala Penal) del 22/11/99, Exp. N° S/N. Tomado de ROJAS VARGAS,
Fidel. Jurisprudencia Penal Patrimonial. Grijley, Lima, 2000, p. 269.
[41] Exp. N° 0618-2005-HC/TC, Fundamento Jurídico N° 22.

475
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

defraudatorio para los intereses del mismo. En consecuencia, en la comisión del delito de colusión,
estamos ante un comportamiento engañoso al interés público, por parte del funcionario público, que-
brantando su rol asumido y violando el principio de confianza depositado en él.
5.20. Estando al tipo penal denunciado, el mismo que exige como requisito típico para ser autor del
mismo tener la calidad de funcionario o servidor público y también como participe al extraneus. Con-
secuentemente, queda claro que todos los denunciados, al momento de la comisión de los supuestos
hechos delictivos, se encontraban integrados dentro de la función pública, en tanto que la persona de
Renzo Rafael Cabrera Matos, en tanto Gerente General de la Empresa RMC Constructora SAC cuyo
grado de participación ha sido comprendido a nivel de cómplice primario, será el sujeto extraneus.
5.21. Estando que todos los denunciados calzan perfectamente dentro de los presupuestos que exi-
ge el tipo objetivo (sujeto activo) del delito de colusión, queda claro también como consecuencia
de la exigencia típica antes precisada, que aquellos deben haber intervenido en la operación defrau-
datoria, lo que significa que a partir de sus atribuciones funcionales o competencia funcional, ha-
yan accedido a participar en los contratos, suministros, licitaciones, concurso de precios, subastas o
cualquier otra operación semejante, cuyo corolario –dentro de un comportamiento criminal–, haya
sido la concertación con los interesados en los convenios, ajustes, liquidaciones o suministros con
el consecuente latrocinio al erario estatal.
5.22. Estando a la delimitación típica ya señalada, y según los hechos materia de investigación,
advirtiéndose que las imputaciones por este delito se circunscriben en la celebración del Contrato
N° 355-2010-O/MDA de fecha 17 de mayo de 2010, se concluye que los actos colusorios se resu-
mirían en: a) Que se le ha permitido al contratista acogerse al beneficio de la retención del 10 % del
monto total de la obra como garantía, pese a no estar, según refiere el denunciante, inscrita en el Re-
gistro Nacional de la Micro y Pequeña Empresa del Ministerio de Trabajo y Promoción de Empleo,
habiendo estado obligada en consecuencia, a presentar la carta fianza de fiel cumplimiento equi-
valente al 10 % de la obra; y b) Que se le haya otorgado dicho beneficio, pese a que ello solo sería
posible cuando el plazo de ejecución de la obra sea igual o mayor a 60 días calendarios, cuando el
presente proceso Adjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA, tuvo como plazo
de ejecución 45 días calendario.
5.23. Asimismo, conforme ya se viera en el punto 5.2. en cada delito incriminado debe delimitarse
la imputación a quien únicamente sea fáctica y jurídicamente sindicar como autor del delito de Co-
lusión. Estando a lo antes expuesto, el juicio de tipicidad en el delito materia de análisis, recaería
únicamente en el exalcalde[42], los miembros del Comité Especial[43] a cargo la elaboración, organi-
zación, conducción y ejecución del Proceso de Selección de Adjudicación Directa Selectiva
N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA, la Gerencia de Obras Públicas[44] dependencia encargada de la ce-
lebración del Contrato N° 355-2010-O/MDA y la Oficina de Contabilidad[45] que es el área que de-
vuelve el 10 % de la retención por concepto de garantía de fiel cumplimiento.
5.24. Pues bien, las funciones del alcalde se encuentran delimitadas en el artículo 20 de la Ley or-
gánica de municipalidades y en el manual de organización y funciones, donde en ninguno de ambos
cuerpos normativos se precisa o se otorga facultades para participar en alguna etapa de los procesos
de contratación, suministros, licitaciones, etc., a favor del Estado; por ello, no es posible imputarle
participación alguna en la adjudicación materia de cuestionamiento. Más aun, se ha determinado,
que el comité especial encargado del Proceso deAdjudicación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA,
fueron quienes procedieron a revisar el Expediente de contrataciones de la obra Contrataciones de

[42] Juan Enrique Dupuy García.


[43] Integrado por el Ing. Eduardo Lecaros Chávez (Presidente), Abog. Edgar Rubén Churampi Rojas y la CPC Angélica Juárez Mera.
[44] A cargo del Ing. Eduardo Lecaros Chávez.
[45] Jefaturada por el CPC Mario Ticona Huacán.

476
Decisiones fiscales

la Ejecución de la Obra “Mejoramiento de pistas y veredas en el Jr. Basilio Rocabado y Pasaje José
Ugarteche de la Urbanización Grumete Medina, distrito de Ate - Lima”.
5.25. Es más, el mencionado Comité luego de realizar todo el procedimiento de contrataciones te-
niendo en cuenta las bases integradas y luego de evaluar las propuestas técnicas y financieras, otor-
ga la buena pro a la empresa RMC Constructora SAC, estando meridianamente acreditado, que el
imputado Dupuy García no participó en el proceso de contrataciones, ni en la respectiva suscripción
del contrato (folios 14 al 20), documento que fuera firmado por Eduardo Martín Lecaros Chávez
en representación de la comuna distrital, y de otra parte Renzo Rafael Cabrera Matos, en represen-
tación de la antes aludida empresa. Por ende, el referido extitular de la comuna quedaría fuera del
espectro de imputación formulada.
5.26. Por otro lado, los miembros del comité especial a cargo del Proceso de Selección de Adjudi-
cación Directa Selectiva N° 0037-2010-CEPOP-O/MDA tenían asignadas funciones y competen-
cias determinadas por el artículo 31 el Reglamento de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del
Estado, es decir, conducir el proceso encargándose de su la elaboración, organización, conducción
y ejecución, desde la preparación de las bases, integración de las bases, registro de postores, aper-
tura de propuestas técnicas y económicas, hasta el consentimiento de la buena pro, conforme a las
copias del proceso de selección y adjudicación que obran de folios 228 a 704.
5.27. Queda claro, entonces, que según lo prescrito por la Ley de Contrataciones y Adquisiciones
del Estado y su Reglamento, las funciones de dicho comité especial culminarían luego de otorgada
la Buena pro, no siendo requisito para el otorgamiento de la misma, o siquiera para participar en el
citado proceso de selección, estar inscrito en el Registro Nacional de la Micro y Pequeña Empresa
del Ministerio de Trabajo y Promoción de Empleo, conforme consta en las bases integradas, con
lo que se tiene que el referido proceso de contrataciones fue llevado con normalidad y regularidad.
Consecuentemente, los integrantes del comité especial, habiéndose sujetado al rol asignado dentro
de la Administración Pública hacen imposible poderles reprochar la infracción de la especial posi-
ción de garante que es el delito de colusión (delito de dominio), en tanto y en cuanto no se denota
acto de concertación alguno con el extraneus, máxime si se tiene en cuenta la atipicidad absoluta de
sus conductas en tanto y en cuanto no intervinieron en la suscripción del contrato.
5.28. En lo que respecta a la Gerencia de Obras Públicas encargada de la suscripción del Contrato
N° 355-2010-O/MDA, tenemos que es parte de la imputación formulada, que la empresa ejecutora
de la obra presentó una declaración jurada autorizando se le retenga el 10 % del monto total de la
obra como garantía de fiel cumplimiento, cuando no se encontraba registrada como Remype, de-
biendo este despacho precisar al respecto debemos indicar que de acuerdo al documento obrante
a folios 334 se tiene la acreditación Remype de la citada contratista empresa RMC Constructora
SAC, certificado expedido el 1 de abril de 2010 figurando también que dicha empresa postulo su
inscripción en el Registro Nacional de la Micro y Pequeña Empresa el 23 de abril del 2009. Ergo,
es claro que para la fecha de postulación a la obra Mejoramiento de pistas y veredas en el Jr. Basi-
lio Rocabado y Pasaje José Ugarteche de la Urbanización Grumete Medina, distrito de Ate - Lima
la referida persona jurídica si se encontraba facultada para solicitar los beneficios de micro y pe-
queña empresa ante cualquier entidad pública. Este punto llama la atención, en tanto el documento
de acreditación ha sido proporcionado por la propia entidad edil, es decir, queda claro que la impu-
tación formulada por el despacho del procurador público municipal de Ate falta a la verdad o lo que
es peor, deviene en maliciosa.
5.29. De otro lado, con respecto a la devolución del 10 % monto total del contrato, se reitera lo ya
expuesto en el punto 5.13, esto es que la obra fue concluida satisfactoriamente, ello en mérito al
Acta de Recepción de Obra (folios 24 y 25), y es precisamente por cuanto la obra estuvo conforme
y consentida, es que el área de la entidad edil (Oficina de Contabilidad) procede a aprobar la libe-
ración de la retención depositada como garantía de fiel cumplimiento.

477
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

5.30. En cuanto al extremo referente a no haber sido tomado en cuenta que para que la empresa
contratista ganadora de la buena pro, se acoja a la retención del 10 % del monto total, el plazo de
ejecución de la obra debe ser igual o mayor a 60 días, es necesario invocar el principio de subsidia-
riedad del Derecho Penal, toda vez que este despacho no encuentra o verifica lesión alguna –cuando
menos alguna que pueda ser medida cuantitativamente– que afecte al bien jurídico protegido en el
presente delito, al haber otorgado dicho beneficio y no haber tomado en cuenta lo establecido en el
artículo 1 de la Ley N° 29034 (Ley que establece la homologación de los contratos de obra con los
contratos de bienes y servicios que celebren las Mype con el Estado para poder otorgar la retención
del 10 % del monto total del contrato como garantía de fiel cumplimiento), máxime, si dicha norma
también señala en su artículo 2: “(...) Prompyme facilita el acceso de las Mype a las contrataciones
del Estado. En las contrataciones y adquisiciones de bienes y servicios, así como en la ejecución y
consultoría de obras, las entidades del Estado prefieren a los ofertados por las Mype, siempre que
cumplan con las especificaciones técnicas requeridas”, situación que enfrentaríamos a lo sumo, como
una infracción de índole administrativo, para lo cual existen otras instancias de control distintas al
Derecho Penal que puedan confluir.
5.31. Un punto adicional y que es tenido en cuenta por este despacho fiscal, y es precisamente por
ello que empezamos analizando los delitos de peculado y malversación de fondos, los cuales una
vez descartados, tienen directa incidencia en el de colusión y es que, debido a la inexistencia de ele-
mentos de convicción que den sustento a una posible defraudación patrimonial al Estado, elemen-
to objetivo necesario para su configuración, abonan también para determinar que no se configura
el delito de colusión.
5.32. Con respecto a la participación (complicidad primaria) de la persona de Renzo Rafael Cabrera
Matos en su calidad de gerente general de la empresa RMC Constructora SAC, deviene en inexora-
ble evocar lo expuesto por el insigne Percy García Cavero: cuando varios sujetos toman parte de un
delito, no es correcto diferenciar, como hace la teoría de la participación como ataque accesorio al
bien jurídico, entre un injusto del autor y un injusto del partícipe, sino que se trata de un solo injusto
penal. En este sentido, lo primero que debe determinarse es si el injusto común ha entrado en un es-
tadio punible para poder hacer responsable a los distintos intervinientes. No obstante, no basta una
simple intervención en la etapa previa o en la ejecución del delito para responder penalmente, sino
que es necesario que normativamente se considere a los intervinientes componentes para la realiza-
ción del injusto común. Sin embargo, al no existir un hecho típico atribuible a un autor o autores,
resulta en consecuencia también atípica cualquier conducta referida a título de cómplice como se da
en el presente caso, debiéndose tener en cuenta los considerandos precedentes.
5.33. Del mismo modo, respecto al delito de asociación ilícita para delinquir, el hecho que se haya
descartado un acuerdo ilícito para favorecer a la empresa contratista, y de otro lado la inexistencia
de fundadas presunciones que permitan avizorar conductas delictivas de peculado y malversación
de fondos, tenemos que también refleja la carencia de una estructura compleja, con un proyecto que
va más allá del hecho denunciado; así también, al no haberse acreditado un perjuicio al ente edil, no
se afirma la tipicidad de los hechos denunciados como abuso de autoridad; y, finalmente, la inexis-
tencia de un dato fáctico que revele la omisión de denuncia, permite desvirtuar su configuración.
5.34. Finalmente, conforme ya se expuso en los numerales precedentes, los hechos expuestos en
el escrito de denuncian instauran imputaciones difusas (Vide. 5.5., 5.10. y 5.11.) y por otro lado se
ha comprobado a tenor de los propios medios probatorios aportados (Vide. 5.6., 5.7. y 5.28) por la
dependencia denunciante[46], que el actor conocía la falacia de sus argumentos –y en algunos casos
tergiversó los hechos–, situación que este despacho no puede pasar por alto, tanto más si queda claro

[46] Procuraduría Pública Municipal de la Municipalidad Distrital de Ate, Jefaturada en aquel entonces por el Abog. Julio Martín
Magino Suyón.

478
Decisiones fiscales

que el propio espíritu del ordenamiento procesal asumido por el subsistema anticorrupción (CPP
2004) es que no en cualquier caso el Ministerio Público debe promover la acción penal –vía forma-
lización de investigación preparatoria–, debiendo descartar aquellos que obedecen fines protervos,
como ocurre en el presente caso, donde es evidente el perjuicio causado para el propio sistema de
justicia penal; ello por cuanto, innecesariamente se destinaron esfuerzos, recursos, personal y tiem-
po –dicho en otras palabras: a partir de la denuncia incoada se echó a andar todo el engranaje esta-
tal–, para una investigación, en la cual la imputación primigenia conforme ya se precisó es difusa,
falaz y maliciosa; en desmedro de otros casos más importantes y que requieren especial atención.
Colateralmente con tal proceder se promueve la lenidad y la sobrecarga procesal, lastres que más
agobian al sistema de justicia. A mayor abundamiento, en este mismo Despacho se desarrollaron
02 (dos) investigaciones preliminares Caso N° 79 y 95-2012, ambas con similar relato fáctico y ju-
rídico a la materia de análisis, lo que importa un indicio adicional que se ha pretendido incoar una
denuncia penal motivada por un ánimo vindicativo o un afán de perjudicar políticamente a los de-
nunciados, circunstancias todas estas que no pueden ser asumidas a nivel de peccata minuta, sino
que por el contrario ameritan que el despacho fiscal correspondiente y llamado por ley se avoque a
investigar estos hechos que presumiblemente configurarían el delito de denuncia calumniosa,
ilícito previsto y penado en el artículo 402 del cuerpo sustantivo vigente.
VI. DECISIÓN FISCAL
Por estas consideraciones, el Tercer Despacho de Investigación de la Segunda Fiscalía Provincial
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima DISPONE:
1. No procede formalizar y continuar con la investigación preparatoria, contra JUAN ENRIQUE
DUPUY GARCÍA; LUIS UMEZAWA YOKOYAMA; RUTH ACOSTA ZEVALLOS; MARIO
TICONA HUACAN; MARIO OSORES SUITO; ANGÉLICA JUAREZ MERA; EDUARDO
MARTÍN LECAROS CHÁVEZ; JULIO CÉSAR OLAZABAL PADILLA y MOISÉS MOLI-
NA GAVILANO, quienes presuntamente habrían en forma concertada incurrido en los delitos de
Asociación ilícita para delinquir y contra la Administración Pública en su modalidad de malversa-
ción de fondos, colusión, peculado, abuso de autoridad y omisión de denuncia; y contra RENZO
RAFAEL CASTAÑEDA MATOS - gerente general de la empresa RMC Constructora SAC en su
calidad de cómplice primario de los antes citados ilícitos, en agravio del Estado.
2. REMÍTASE copias certificadas de los principales actuados de la presente carpeta fiscal y DE-
RÍVENSE a la Mesa Única de Partes de las Fiscalías Provinciales Penales de Lima Este; a efecto
que el despacho fiscal correspondiente actúe de acuerdo a sus prerrogativas y atribuciones, de con-
formidad a lo expuesto en la parte considerativa (5.34.) de la presente disposición; Oficiándose a la
Oficina de Coordinación de este Despacho Corporativo.
3. ARCHÍVESE los actuados en el modo y forma de ley, haciéndole saber a la denunciante, que en
caso no estuviese conforme con la presente disposición, puede solicitar dentro del plazo conferido
por ley (artículo 334.5 del CPP); asimismo se le hace saber que en caso aporte nuevos elementos de
convicción, puede solicitar se reexamine los actuados conforme lo dispone el artículo 335.2 del CPP.
4. NOTIFICAR la presente disposición a las partes procesales, así como al denunciante, con arre-
glo a ley.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Fun-
cionarios de Lima

479
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

CRITERIOS DE OPORTUNIDAD

030 LA SUSPENSIÓN DE LA PERSECUCIÓN A PRUEBA DEBE IMPONERSE


CUANDO EL SIMPLE PAGO DE LA REPARACIÓN CIVIL RESULTA CONTRA-
PRODUCENTE PARA LOS FINES PREVENTIVO GENERALES Y ESPECIALES
DEL DERECHO PENAL
“El inciso 5 del artículo 2 del CPP 2004 prescribe: ‘Si el fiscal considera im-
prescindible, para suprimir el interés público en la persecución, sin oponerse
a la gravedad de la responsabilidad, imponer adicionalmente el pago de un
importe a favor de una institución de interés social o del Estado y la aplica-
ción de las reglas de conducta previstas en el artículo 64 del Código Penal,
solicitará la aprobación de la abstención al juez de la investigación prepara-
toria, el que la resolverá previa audiencia de los interesados. Son aplicables
las disposiciones del numeral 4) del presente artículo’; consagrándose de esta
manera una institución novedosa, pero de gran capacidad de rendimiento
para los fines del Derecho Penal en tanto se condiciona la renuncia a la per-
secución penal no solo a la reparación del daño, sino a que el imputado de
muestras concretas y objetivas de su sometimiento al Derecho, cumpliendo
ciertos compromisos o reglas de conducta durante un periodo de tiempo,
durante el cual se paraliza la persecución penal; y si luego de superado di-
cho periodo el imputado ha cumplido satisfactoriamente los compromisos
asumidos recién se habrá de producir la renuncia; CUARTO: El ámbito de
acción de esta institución se halla en los casos en que el representante del
Ministerio Público considera que el hecho materia de imputación tiene una
relevancia media o que teniendo una relevancia mínima hay un significati-
vo –aunque no grave– interés público en su persecución. Es que en estos
casos la renuncia simple a la persecución penal, sin más condicionamien-
tos que el pago de la reparación civil, crea un fuerte peligro para las finali-
dades –preventivas general y especial– del Derecho Penal. Ello hace pensar
a la colectividad y al propio imputado que si se comete un delito es tan fá-
cil como reparar el daño causado para eludir la persecución, sin que exista
una mínima consecuencia aleccionadora sobre su persona; el pensamien-
to del imputado podría ser: si cometo este delito hay dos opciones básicas:
que me denuncien o que no me denuncien. Si no me denuncian, perfecto,
logré mi objetivo, me salí con la mía; pero, si me denuncian pago la repa-
ración civil y es como si nada hubiera pasado. Para evitar estos efectos per-
judiciales para la misión preventiva del Derecho Penal es que en los casos
ya referidos no basta con la simple reparación del daño, sino que es nece-
sario que el Estado haga de cargo del imputado el cumplimiento de obliga-
ciones adicionales que pongan en la conciencia de los ciudadanos un men-
saje de seriedad de la intervención penal. Esto es, informando tanto a la co-
lectividad como al imputado, que si bien es posible bajo ciertas condiciones
dejar de lado la persecución penal en supuestos de mediana o menor gra-
vedad, eso no significa una carta blanca para que quienes delinquen lo ha-
gan con el único riesgo de tener que reparar el daño causado en caso sean

480
Decisiones fiscales

descubiertos y denunciados; QUINTO: En el presente caso el suscrito consi-


dera que no obstante la naturaleza de los ilícitos objeto de investigación la
renuncia a la persecución penal con la mera cancelación de una cifra dine-
raria por concepto de reparación civil no es suficiente, pues significaría emi-
tir un mensaje negativo a los imputados y a la sociedad desde la perspecti-
va de las funciones que le corresponden al Derecho Penal”.

CONVOCA A AUDIENCIA DE RENUNCIA A LA PERSECUCIÓN POR


RAZONES DE OPORTUNIDAD
(SUSPENSIÓN A PRUEBA)
Código de Carpeta Fiscal N° 3058-2010
Disposición:
Dado cuenta: Con el estado de la investigación y luego del tiempo necesario para el estudio co-
rrespondiente por parte del suscrito, al no ser el fiscal responsable del caso desde su inicio; y CON-
SIDERANDO: PRIMERO: Uno de los más importantes problemas del sistema de justicia penal
se encuentra representado por la sobrecarga procesal, hecho que produce grandes perjuicios para
el adecuado cumplimiento del rol social que le corresponde a los órganos de la administración de
justicia en razón de que los esfuerzos de los funcionarios encargados de la persecución se distraen
en asuntos que analizados como caso concreto carecen de la relevancia necesaria para merecer un
tratamiento necesariamente punitivo por parte del Derecho Penal –que según informa la política
criminal y dogmática penal contemporáneas debe ser la última o extrema ratio dentro de los meca-
nismos de control social– generando dicha sobrecarga, como efecto reflejo, que no se cuente con el
tiempo y recursos adecuados para atender y perseguir con la seriedad y eficacia debida los hechos
antijurídicos de mayor trascendencia social; SEGUNDO: Es en la búsqueda de una salida a este
problema que el legislador nacional ha dado ingreso en nuestro país a instituciones que posibili-
tan la renuncia a la persecución penal cuando los hechos no tengan una gravedad significativa y no
exista merecimiento o necesidad de pena; pero condicionándola a la reparación temprana del daño
causado; lo que ha quedado expresado en el numeral 1 del artículo 2 del CPP 2004 en los siguientes
términos: “El Ministerio Público, de oficio o a pedido del imputado y con su consentimiento, podrá
abstenerse de ejercitar la acción penal en cualquiera de los siguientes casos: a) Cuando el agente
haya sido afectado gravemente por las consecuencias de su delito, culposo o doloso, siempre que
este último sea reprimido con pena privativa de libertad no mayor de cuatro años, y la pena resulte
innecesaria. b) Cuando se trate de delitos que no afecten gravemente el interés público, salvo cuan-
do el extremo mínimo de la pena sea superior a los dos años de pena privativa de la libertad, o hu-
bieren sido cometidos por un funcionario público en ejercicio de su cargo. c) Cuando conforme a
las circunstancias del hecho y a las condiciones personales del denunciado, el fiscal puede apreciar
que concurren los supuestos atenuantes de los artículos 14, 15, 16, 21, 22 y 25 del Código Penal, y
se advierta que no existe ningún interés público gravemente comprometido en su persecución. No
será posible cuando se trate de un delito conminado con una sanción superior a cuatro años de pena
privativa de libertad o cometido por un funcionario público en el ejercicio de su cargo”; siendo pre-
cisamente los delitos de falsificación de documento privado y uso de documento privado falsifica-
do de aquellos que se adecuan a la prescripción del literal b), más aún cuando se trata de delitos de
mero peligro; TERCERO: El inciso 5 del artículo 2 del CPP 2004 prescribe: “Si el fiscal consi-
dera imprescindible, para suprimir el interés público en la persecución, sin oponerse a la gravedad
de la responsabilidad, imponer adicionalmente el pago de un importe a favor de una institución de
interés social o del Estado y la aplicación de las reglas de conducta previstas en el artículo 64 del

481
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Código Penal, solicitará la aprobación de la abstención al juez de la investigación preparatoria, el


que la resolverá previa audiencia de los interesados. Son aplicables las disposiciones del nume-
ral 4) del presente artículo”; consagrándose de esta manera una institución novedosa, pero de gran
capacidad de rendimiento para los fines del Derecho Penal en tanto se condiciona la renuncia a la
persecución penal no solo a la reparación del daño, sino a que el imputado dé muestras concretas
y objetivas de su sometimiento al Derecho, cumpliendo ciertos compromisos o reglas de conducta
durante un periodo de tiempo durante el cual se paraliza la persecución penal; y si luego de supe-
rado dicho periodo el imputado ha cumplido satisfactoriamente los compromisos asumidos recién
se habrá de producir la renuncia; CUARTO: El ámbito de acción de esta institución se halla en los
casos en que el representante del Ministerio Público considera que el hecho materia de imputación
tiene una relevancia media o que teniendo una relevancia mínima hay un significativo –aunque no
grave– interés público en su persecución. Es que en estos casos la renuncia simple a la persecución
penal, sin más condicionamientos que el pago de la reparación civil, crea un fuerte peligro para las
finalidades –preventivas general y especial– del Derecho Penal. Ello hace pensar a la colectividad y
al propio imputado que si se comete un delito es tan fácil como reparar el daño causado para eludir
la persecución, sin que exista una mínima consecuencia aleccionadora sobre su persona; el pensa-
miento del imputado podría ser: si cometo este delito hay dos opciones básicas: que me denuncien
o que no me denuncien. Si no me denuncian, perfecto, logré mi objetivo, me salí con la mía; pero,
si me denuncian pago la reparación civil y es como si nada hubiera pasado. Para evitar estos efectos
perjudiciales para la misión preventiva del Derecho Penal es que en los casos ya referidos no bas-
ta con la simple reparación del daño, sino que es necesario que el Estado haga de cargo del impu-
tado el cumplimiento de obligaciones adicionales que pongan en la conciencia de los ciudadanos
un mensaje de seriedad de la intervención penal. Esto es, informando tanto a la colectividad como
al imputado, que si bien es posible bajo ciertas condiciones dejar de lado la persecución penal en
supuestos de mediana o menor gravedad, eso no significa una carta blanca para que quienes delin-
quen lo hagan con el único riesgo de tener que reparar el daño causado en caso sean descubiertos y
denunciados; QUINTO: En el presente caso, el suscrito considera que no obstante la naturaleza de
los ilícitos objeto de investigación, la renuncia a la persecución penal con la mera cancelación de una
cifra dineraria por concepto de reparación civil no es suficiente, pues significaría emitir un mensaje
negativo a los imputados y a la sociedad desde la perspectiva de las funciones que le corresponden
al Derecho Penal; POR LO QUE SE DISPONE: CITAR A LAS PARTES (relacionadas con la
imputación del delito de falsificación de documento privado y uso de documento privado falsi-
ficado) A LA AUDIENCIA DE RENUNCIA Y SUSPENSIÓN DE LA PERSECUCIÓN PENAL
A PRUEBA a realizarse en este despacho a las 10:00 a.m. del 21 de febrero de 2011. Notifíquese.-
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

031 PROCEDENCIA DEL ACUERDO REPARATORIO EN EL DELITO DE PECULADO


CULPOSO
“Es en la búsqueda de una salida a este problema que el legislador nacional
ha dado ingreso en nuestro país a instituciones que posibilitan la renuncia
a la persecución penal cuando los hechos no tengan una gravedad signifi-
cativa y no exista merecimiento o necesidad de pena; pero condicionándo-
la a la reparación temprana del daño causado; lo que ha quedado expresa-
do en el numeral 6 del artículo 2 del CPP 2004 en los siguientes términos:
‘Independientemente de los casos establecidos en el numeral 1) procede-
rá un acuerdo reparatorio en los delitos previstos y sancionados en los ar-
tículos 122, 185, 187, 189-A Primer Párrafo, 190, 191, 192, 193, 196, 197,
198, 205, 215 del Código Penal, y en los delitos culposos. No rige esta regla

482
Decisiones fiscales

cuando haya pluralidad importante de víctimas o concurso con otro delito;


salvo que, en este último caso, sea de menor gravedad o que afecte bienes
jurídicos disponibles’; siendo el caso de Johnny Alexander García Villacorta
precisamente uno en el que se puede advertir la comisión de un delito de
peculado culposo al no haber tomado todas las providencias de seguridad
respecto de la lap top que estaba materialmente bajo su cargo y dar la po-
sibilidad que la misma sea sustraída; por lo que resulta necesario llamarle a
audiencia de acuerdo reparatorio”.

CONVOCA A AUDIENCIA DE RENUNCIA A LA PERSECUCIÓN POR


ACUERDO REPARATORIO
Código de Carpeta Fiscal N° 1089-2011
Disposición:
Dado cuenta: Con el resultado de las diligencias preliminares de investigación; y CONSIDERAN-
DO: PRIMERO: Uno de los más importantes problemas del sistema de justicia penal se encuen-
tra representado por la sobrecarga procesal, hecho que produce grandes perjuicios para el adecua-
do cumplimiento del rol social que le corresponde a los órganos de la administración de justicia en
razón de que los esfuerzos de los funcionarios encargados de la persecución se distraen en asuntos
que analizados como caso concreto carecen de la relevancia necesaria para merecer un tratamien-
to necesariamente punitivo por parte del Derecho Penal –que según informa la política criminal y
dogmática penal contemporáneas debe ser la última o extrema ratio dentro de los mecanismos de
control social– generando dicha sobrecarga, como efecto reflejo, que no se cuente con el tiempo y
recursos adecuados para atender y perseguir con la seriedad y eficacia debida los hechos antijurídi-
cos de mayor trascendencia social; SEGUNDO: Es en la búsqueda de una salida a este problema
que el legislador nacional ha dado ingreso en nuestro país a instituciones que posibilitan la renuncia
a la persecución penal cuando los hechos no tengan una gravedad significativa y no exista mereci-
miento o necesidad de pena; pero condicionándola a la reparación temprana del daño causado; lo
que ha quedado expresado en el numeral 6 del artículo 2 del CPP 2004 en los siguientes términos:
“Independientemente de los casos establecidos en el numeral 1) procederá un acuerdo reparatorio en
los delitos previstos y sancionados en los artículos 122, 185, 187, 189-A primer párrafo, 190, 191,
192, 193, 196, 197, 198, 205, 215 del Código Penal, y en los delitos culposos. No rige esta regla
cuando haya pluralidad importante de víctimas o concurso con otro delito; salvo que, en este último
caso, sea de menor gravedad o que afecte bienes jurídicos disponibles”; siendo el caso de Johnny
Alexander García Villacorta precisamente uno en el que se puede advertir la comisión de un delito
de peculado culposo al no haber tomado todas las providencias de seguridad respecto de la lap top
que estaba materialmente bajo su cargo y dar la posibilidad que la misma sea sustraída; por lo que
resulta necesario llamarle a audiencia de acuerdo reparatorio; más aún cuando a continuación el nu-
meral en mención señala expresamente: “El fiscal de oficio o a pedido del imputado o de la víctima
propondrá un acuerdo reparatorio. Si ambos convienen el mismo, el fiscal se abstendrá de ejercitar
la acción penal. Si el imputado no concurre a la segunda citación o se ignora su domicilio o para-
dero, el fiscal promoverá la acción penal. Rige en lo pertinente el numeral 3)”; POR LO QUE SE
DISPONE: CITAR A JOHNNY ALEXANDER GARCÍA VILLACORTA A LA AUDIENCIA
DE ACUERDO REPARATORIO a realizarse en este despacho a las 12:00 a.m. del viernes 6 de
enero de 2012; con citación del procurador anticorrupción en representación del Estado peruano.-
Trujillo, diciembre 26 de 2011
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Delitos de Corrupción de Funcionarios de La Libertad

483
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

DETERMINACIÓN DE LA COMPETENCIA FISCAL

032 EL ARTÍCULO 21 DEL CPP 2004 ESTABLECE CRITERIOS SUBSIDIARIOS DE


DETERMINACIÓN DE LA COMPETENCIA TERRITORIAL
“El artículo 21 del CPP 2004 prescribe: ‘La competencia por razón del terri-
torio se establece en el siguiente orden: 1. Por el lugar donde se cometió el
hecho delictuoso o se realizó el último acto en caso de tentativa, o cesó la
continuidad o permanencia del delito; 2. Por el lugar donde se produjeron
los efectos del delito; 3. Por el lugar donde se descubrieron las pruebas ma-
teriales del delito; 4. Por el lugar donde fue detenido el imputado; 5. Por
el lugar donde domicilia el imputado’; siendo que de la simple lectura de la
norma materia de glosa se puede advertir con facilidad que los criterios que
otorga para determinar la competencia por razón del territorio han sido es-
tablecidos guardando una relación de prelación; por lo que el criterio plas-
mado en el numeral 1 del artículo en mención ha sido fijado por el legislador
del 2004 como regla y primera opción de determinación de competencia”.

DERÍVESE INVESTIGACIÓN
FALTA DE COMPETENCIA POR RAZÓN DE LA MATERIA
Código de Carpeta Fiscal N° 30-2011
Fiscal responsable: Constante Carlos Avalos Rodríguez
Disposición:
Dado cuenta: Con la Disposición N° 01-2011-MP-2FPPC-2DI/SR-J y las copia certificadas que se
anexan; Y CONSIDERANDO: PRIMERO: El Segundo Despacho de Investigación de la Segun-
da Fiscalía Provincial Penal Corporativa de San Román - Juliaca ha ordenado mediante Disposición
N° 01-2011-MP-2FPPC-2DI/SR-J remitir copias certificadas de los actuados a las fiscalía provin-
ciales penales corporativas de Chiclayo y Trujillo a efectos de que se investigue una serie de delitos
atribuidos a funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario que se habrían cometido en las sedes
de Chiclayo y Trujillo; SEGUNDO: Es del caso que por haber la referencia en la mencionada dis-
posición de que se tiene que investigar un delito de cohecho pasivo propio se han remitido los ac-
tuados a esta Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funciona-
rios; sin embargo, de la revisión y análisis de las fojas que conforman la carpeta fiscal se tiene que
la única referencia fáctica que se hace a una posible comisión del delito en mención se halla en fojas
17, donde afirmando su realización se cuestiona el no traslado del interno José Eusebio Santamaría
Damián hacia el establecimiento penitenciario de Juliaca de la Oficina Regional Altiplano - Puno;
siendo que las conductas que habrían tenido lugar en la Provincia de Trujillo no se adecuan a dicho
tipo legal sino más bien –de haberse efectivamente perpetrado, tal y como lo refiere la denuncia de
parte– se adecuarían a los ilícitos penales de abuso de autoridad y de falsedad genérica; TERCE-
RO: El artículo 21 del CPP 2004 prescribe: “La competencia por razón del territorio se establece
en el siguiente orden: 1. Por el lugar donde se cometió el hecho delictuoso o se realizó el último
acto en caso de tentativa, o ceso la continuidad o permanencia del delito; 2. Por el lugar donde se
produjeron los efectos del delito; 3. Por el lugar donde se descubrieron las pruebas materiales del

484
Decisiones fiscales

delito; 4. Por el lugar donde fue detenido el imputado; 5. Por el lugar donde domicilia el imputado”;
siendo que de la simple lectura de la norma materia de glosa se puede advertir con facilidad que los
criterios que otorga para determinar la competencia por razón del territorio han sido establecidos
guardando una relación de prelación; por lo que el criterio plasmado en el numeral 1 del artículo en
mención ha sido fijado por el legislador de 2004 como regla y primera opción de determinación de
competencia; razón por la cual la investigación del delito de cohecho pasivo propio compete por
razón del territorio a la Fiscalía Provincial Penal de Chiclayo; habiendo indicado incluso la
Disposición N° 01-2011-MP-2FPPC-2DI/SR-J emitida por el Segundo Despacho de Investigación
de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de San Román - Juliaca la remisión de copias
certificadas de los actuados para tal finalidad, por lo que no resulta necesario que el suscrito ordene
remisión alguna; CUARTO: Las cosas como han quedado expuestas en la parte final del conside-
rando segundo de la presente disposición, no hay razones para que esta Fiscalía Provincial Penal
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios conozca de la presente carpeta
pues la investigación se habrá de referir a delitos que se hallan fuera de su ámbito de competencia
por razón de la especialidad; POR LO QUE SE DISPONE: REMITIR la presente carpeta fiscal
a la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de la Provincia de Trujillo de Turno.-
Trujillo, marzo 25 de 2011.
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
de La Libertad

033 LAS NORMAS DE DETERMINACIÓN DE LA COMPETENCIA JUDICIAL


RESULTAN APLICABLES A LA DETERMINACIÓN DE COMPETENCIA FISCAL
“El artículo 21 del CPP prescribe: ‘La competencia por razón del territorio se
establece en el siguiente orden: 1. Por el lugar donde se cometió el hecho
delictuoso o se realizó el último acto en caso de tentativa, o ceso la conti-
nuidad o permanencia del delito; 2. Por el lugar donde se produjeron los
efectos del delito; 3. Por el lugar donde se descubrieron las pruebas mate-
riales del delito; 4. Por el lugar donde fue detenido el imputado; 5. Por el
lugar donde domicilia el imputado’.
De la simple lectura de la norma materia de glosa se puede advertir con fa-
cilidad que los criterios que otorga para determinar la competencia por ra-
zón del territorio han sido establecidos guardando una relación de prelación.
En este sentido, el criterio plasmado en el numeral 1 del artículo en men-
ción ha sido fijado por el legislador del 2004 como regla y primera opción,
pudiendo recurrirse al criterio contenido en el numeral 2 únicamente en los
casos en que no sea posible determinar con certeza ‘el lugar donde se co-
metió el hecho delictuoso o se realizó el último acto en caso de tentativa, o
cesó la continuidad o permanencia del delito’, siendo que si ello sí es posi-
ble no resulta necesario recurrir al criterio de ‘el lugar donde se produjeron
los efectos del delito’.
Lo mismo habrá de ocurrir cuando se trate de la aplicación de los numerales
3 y 4, esto es, solo se podrá emplear el criterio fijado en el numeral 3 cuan-
do no sea posible determinar con certeza los lugares a que hacen referencia
los numerales 1 y 2; y, por su parte, solo se podrá emplear el criterio fijado
en el numeral 4 cuando no sea posible determinar con certeza los lugares a
que hacen referencia los numerales 1, 2 y 3.
En el contexto normativo fijado, en el caso materia del presente pronun-
ciamiento se debe indicar que –del análisis de los hechos materia de notitia

485
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

criminis– existen tres fiscalías que poseen vocación de competencia por razón
del territorio, las de Santiago de Chuco, La Esperanza y Trujillo, pues en estos
tres lugares se estarían perpetrando los hechos materia de la denuncia de
parte; resultando necesario, por tanto, determinar cuál de estas tres fiscalías
finalmente tiene que, por mandato legal, asumir la investigación del delito.
Para ello debe repararse en que el CPP 2004 establece en su artículo 31:
‘Existe conexión de procesos en los siguientes casos: 1. Cuando se imputa
a una persona la comisión de varios delitos; 2. Cuando varias personas apa-
rezcan como autores o partícipes del mismo hecho punible; 3. Cuando va-
rias personas vinculadas por una misma voluntad criminal hayan cometido
diversos hechos punibles en tiempo y lugar diferentes; 4. Cuando el hecho
delictuoso ha sido cometido para facilitar otro delito o para asegurar la im-
punidad; 5. Cuando se trate de imputaciones recíprocas’.
La glosa realizada permite percatarnos que en el presente caso nos halla-
mos ante un supuesto de conexión procesal y que se trata del previsto en el
numeral 1 del artículo 31 del Código. Para esta afirmación debe partirse se-
ñalando que si bien la denuncia de parte hace referencia a diversos delitos
que vendrían cometiendo un total de catorce ciudadanos, en ningún mo-
mento se hace mención a que todos estos hayan venido actuando en deci-
sión conjunta, debiéndose entender entonces, a contrario sensu, que cada
una de dichas personas han actuado de manera individual (idea que se for-
talece cuando se repara en que pese a haber contado con asesoría de abo-
gado defensor en la referida denuncia, no se menciona que la misma se in-
terponga por el delito de asociación ilícita, lo que en atención a los hechos
sí expresamente precisados resultaría ineludible en caso de que se tratase
de una actuación en decisión conjunta de los denunciados).
Lo dicho hace que no resulten aplicables las causales de conexión consisten-
tes en ‘2. Cuando varias personas aparezcan como autores o partícipes del
mismo hecho punible’ o en ‘3. Cuando varias personas vinculadas por una
misma voluntad criminal hayan cometido diversos hechos punibles en tiem-
po y lugar diferentes’. Resultando, como señalamos supra, de aplicación la
causal de ‘1. Cuando se imputa a una persona la comisión de varios delitos’,
en razón a que lo que la denuncia de parte hace en sus fundamentos de he-
cho es imputar varios delitos a cada uno de los denunciados.
Establecidas así las cosas queda por señalar que el artículo 32 del CPP 2004
prescribe que: ‘En los supuestos de conexión previstos en el artículo 31,
la competencia se determinará: 1. En el numeral 1), le corresponde al juez
que conoce del delito con pena más grave. A igual gravedad, corresponde
al juez que primero recibió la comunicación prevista en el artículo 3’; por
lo que se debe concluir que, por razón del territorio, la llamada a conocer y
perseguir es la Fiscalía Provincial de Santiago de Chuco. El fundamento de
lo dicho se halla en que los hechos más graves materia de denuncia son los
referidos a la presunta comisión de delitos de hurto y de tenencia y uso ilí-
cito de explosivos que se habrían producido en la Provincia de Santiago de
Chuco, siendo de mucho menor gravedad el de receptación (recuérdese que
en la fundamentación fáctica de la denuncia se dice que los bienes extraí-
dos son transportados hacia la ciudad de Trujillo para ser almacenados en

486
Decisiones fiscales

los grandes depósitos que existen en el Parque Industrial, La Esperanza, El


Porvenir, Alto Moche, la avenida Federico Villarreal).
Finalmente, se debe señalar que si bien las normas citadas en la argumenta-
ción efectuada por el suscrito han sido construidas para determinar la com-
petencia judicial, resultan aplicables analógicamente en el presente caso
para resolver el problema de competencia fiscal planteado por la denuncia
de parte, al tratarse esta última de una situación que no ha sido expresa-
mente regulada en nuestro nuevo ordenamiento procesal penal”.

INCOMPETENCIA POR CONEXIÓN PROCESAL


Código de Carpeta Fiscal N° 4731-2009
Fiscal responsable: Constante Carlos Avalos Rodríguez
Disposición N° 01
I. ORIGEN DEL PRONUNCIAMIENTO
Denuncia de parte presentada por el ciudadano Juvenel Arístides Castro Gálvez en calidad de ge-
rente de operaciones y representante legal de Carbonífera San Benito SRL por la cual requiere inter-
vención de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo con la finalidad de investi-
gar diversos hechos de presunta índole criminal que se estarían produciendo, principalmente, en las
minas cuyas concesiones pertenecen a la mencionada persona jurídica, que se encuentran ubicadas
en el paraje de La Victoria, en el Distrito de Quiruvilca de la Provincia de Santiago de Chuco y, de
manera secundaria, en diversos distritos de la Provincia de Trujillo.
II. FUNDAMENTACIÓN FÁCTICA DEL PRONUNCIAMIENTO (LUGARES DE COMI-
SIÓN DE LOS HECHOS MATERIA DE IMPUTACIÓN)
El objeto de investigación preliminar se encuentra constituido por presuntos hechos que tendrían su
lugar de comisión tanto en la Provincia de Santiago de Chuco como en la de Trujillo.
Del tenor de la denuncia de parte se puede apreciar que la notitia criminis se hace consistir en que
diversas personas (Norberto Crispín Lázaro y otros) se estarían dedicando a la extracción ilegal de
carbón de piedra antracita de las concesiones mineras que Carbonífera San Benito SRL posee en el
paraje La Victoria, Distrito de Quiruvilca en la Provincia de Santiago de Chuco, para lo cual estarían
recurriendo al uso ilícito (por no poseer la autorizaciones a que obliga la ley) de explosivos. Pero,
también se puede apreciar que se afirma que los bienes extraídos de dicho modo son transportados
hacia la ciudad de Trujillo para ser almacenados en los grandes depósitos que existen en el Parque
Industrial, La Esperanza, El Porvenir, Alto Moche, la avenida Federico Villarreal.
III. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA DEL PRONUNCIAMIENTO (DETERMINACIÓN
DE LA COMPETENCIA PARA EL CASO MATERIA DE DENUNCIA)
El artículo 21 del CPP prescribe: “La competencia por razón del territorio se establece en el siguien-
te orden: 1. Por el lugar donde se cometió el hecho delictuoso o se realizó el último acto en caso de
tentativa, o ceso la continuidad o permanencia del delito; 2. Por el lugar donde se produjeron los
efectos del delito; 3. Por el lugar donde se descubrieron las pruebas materiales del delito; 4. Por el
lugar donde fue detenido el imputado; 5. Por el lugar donde domicilia el imputado”.
De la simple lectura de la norma materia de glosa se puede advertir con facilidad que los criterios
que otorga para determinar la competencia por razón del territorio han sido establecidos guardando
una relación de prelación.

487
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

En este sentido, el criterio plasmado en el numeral 1 del artículo en mención ha sido fijado por el
legislador del 2004 como regla y primera opción, pudiendo recurrirse al criterio contenido en el nu-
meral 2 únicamente en los casos en que no sea posible determinar con certeza “el lugar donde se
cometió el hecho delictuoso o se realizó el último acto en caso de tentativa, o ceso la continuidad o
permanencia del delito”, siendo que si ello sí es posible no resulta necesario recurrir al criterio de
“el lugar donde se produjeron los efectos del delito”.
Lo mismo habrá de ocurrir cuando se trate de la aplicación de los numerales 3 y 4, esto es, solo se
podrá emplear el criterio fijado en el numeral 3 cuando no sea posible determinar con certeza los
lugares a que hacen referencia los numerales 1 y 2; y, por su parte, solo se podrá emplear el criterio
fijado en el numeral 4 cuando no sea posible determinar con certeza los lugares a que hacen refe-
rencia los numerales 1, 2 y 3.
En el contexto normativo fijado, en el caso materia del presente pronunciamiento se debe indicar
que –del análisis de los hechos materia de notitia criminis– existen tres fiscalías que poseen voca-
ción de competencia por razón del territorio, las de Santiago de Chuco, La Esperanza y Trujillo[47],
pues en estos tres lugares se estarían perpetrando los hechos materia de la denuncia de parte; resul-
tando necesario, por tanto, determinar cuál de estas tres fiscalías finalmente tiene que, por mandato
legal, asumir la investigación del delito.
Para ello debe repararse en que el CPP 2004 establece en su artículo 31: “Existe conexión de pro-
cesos en los siguientes casos: 1. Cuando se imputa a una persona la comisión de varios delitos; 2.
Cuando varias personas aparezcan como autores o partícipes del mismo hecho punible; 3. Cuando
varias personas vinculadas por una misma voluntad criminal hayan cometido diversos hechos puni-
bles en tiempo y lugar diferentes; 4. Cuando el hecho delictuoso ha sido cometido para facilitar otro
delito o para asegurar la impunidad; 5. Cuando se trate de imputaciones recíprocas”.
La glosa realizada permite percatarnos que en el presente caso nos hallamos ante un supuesto de
conexión procesal y que se trata del previsto en el numeral 1 del artículo 31 del Código. Para esta
afirmación debe partirse señalando que si bien la denuncia de parte hace referencia a diversos deli-
tos que vendrían cometiendo un total de catorce ciudadanos, en ningún momento se hace mención a
que todos estos hayan venido actuando en decisión conjunta, debiéndose entender entonces, a con-
trario sensu, que cada una de dichas personas han actuado de manera individual (idea que se forta-
lece cuando se repara en que pese a haber contado con asesoría de abogado defensor en la referida
denuncia no se menciona que la misma se interponga por el delito de asociación ilícita, lo que en
atención a los hechos sí expresamente precisados resultaría ineludible en caso de que se tratase de
una actuación en decisión conjunta de los denunciados).
Lo dicho hace que no resulten aplicables las causales de conexión consistentes en “2. Cuando va-
rias personas aparezcan como autores o partícipes del mismo hecho punible” o en “3. Cuando va-
rias personas vinculadas por una misma voluntad criminal hayan cometido diversos hechos punibles
en tiempo y lugar diferentes”. Resultando, como señalamos supra, de aplicación la causal de “1.
Cuando se imputa a una persona la comisión de varios delitos”, en razón a que lo que la denuncia
de parte hace en sus fundamentos de hecho es imputar varios delitos a cada uno de los denunciados.
Establecidas así las cosas, queda por señalar que el artículo 32 del CPP 2004 prescribe que: “En los
supuestos de conexión previstos en el artículo 31, la competencia se determinará: 1. En el numeral
1), le corresponde al juez que conoce del delito con pena más grave. A igual gravedad, corresponde
al juez que primero recibió la comunicación prevista en el artículo 3”; por lo que se debe concluir
que, por razón del territorio, la llamada a conocer y perseguir es la Fiscalía Provincial de Santiago

[47] Es de puntualizar que la fiscalía de esta última provincia resulta territorialmente competente para los delitos de receptación, pero
no para los delitos de hurto y de tenencia y uso ilícito de explosivos que fueron denunciados como que se habrían producido en la
Provincia de Santiago de Chuco.

488
Decisiones fiscales

de Chuco. El fundamento de lo dicho se halla en que los hechos más graves materia de denuncia
son los referidos a la presunta comisión de delitos de hurto y de tenencia y uso ilícito de explosi-
vos que se habrían producido en la Provincia de Santiago de Chuco, siendo de mucho menor grave-
dad el de receptación (recuérdese que en la fundamentación fáctica de la denuncia se dice que los
bienes extraídos son transportados hacia la ciudad de Trujillo para ser almacenados en los grandes
depósitos que existen en el Parque Industrial, La Esperanza, El Porvenir, Alto Moche, la avenida
Federico Villarreal).
Finalmente, se debe señalar que si bien las normas citadas en la argumentación efectuada por el sus-
crito han sido construidas para determinar la competencia judicial, resultan aplicables analógica-
mente en el presente caso para resolver el problema de competencia fiscal planteado por la denuncia
de parte, al tratarse esta última de una situación que no ha sido expresamente regulada en nuestro
nuevo ordenamiento procesal penal.
POR LO EXPUESTO:
ESTA FISCALÍA PROVINCIAL PENAL CORPORATIVA RESULTA INCOMPETENTE PO
RAZÓN DEL TERRITORIO PARA CONOCER DE LA DENUNCIA presentada por el ciuda-
dano Juvenel Arístides Castro Gálvez por los delitos de HURTO AGRAVADO y de TENENCIA
ILÍCITA DE EXPLOSIVOS (previstos en los artículos 186 y 279 del Código Penal); del mis-
mo modo que resulta INCOMPETENTE POR RAZÓN DE CONEXIÓN respecto del delito de
RECEPTACIÓN (previsto en el artículo 194 del Código Penal); debiendo derivarse a la Fiscalía
Provincial Mixta de Santiago de Chuco.-
Trujillo, agosto 14 de 2009.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo.

489
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

REAPERTURA DE CASOS ARCHIVADOS

034 LA COMPETENCIA PARA PRONUNCIARSE SOBRE LA POSIBILIDAD DE


REABRIR UN CASO QUE FUE ANTERIORMENTE ARCHIVADO LE CORRES-
PONDE AL FISCAL ORIGINARIO
“La notitia criminis se encuentra referida también a hechos que según indi-
ca expresamente el denunciante son materia de la Carpeta Fiscal N° 4393-
09, reclamando que en la misma no se le ha formalizado investigación pre-
paratoria a Víctor Manuel Pereda Manay, solicitando que se incluya a esta
persona en el proceso que por intermedio de dicha carpeta se sigue contra
los demás denunciados.
Sobre esta pretensión se debe señalar que el artículo 335 del CPP 2004 pres-
cribe: ‘1. La Disposición de archivo prevista en el primer y último numeral
del artículo anterior, impide que otro fiscal pueda promover u ordenar que el
inferior jerárquico promueva una Investigación Preparatoria por los mismos
hechos. 2. Se exceptúa esta regla, si se aportan nuevos elementos de convic-
ción, en cuyo caso deberá reexaminar los actuados el Fiscal que previno. En
el supuesto que se demuestre que la denuncia anterior no fue debidamente
investigada, el fiscal superior que previno designará a otro fiscal provincial’.
Por tanto, el suscrito se encuentra impedido de pronunciarse al respecto, sien-
do a quien en todo caso –de existir nuevos elementos de convicción– le corres-
ponde decidir a la Fiscal Provincial Penal Adjunta Ana Cristina Guerrero Gil”.

IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA
Código de Carpeta Fiscal N° 5999-2009
Fiscal responsable: Constante Carlos Ávalos Rodríguez
Disposición N° 01
I. DEL ORIGEN DEL PRONUNCIAMIENTO
La notitia criminis trasladada por el ciudadano Ever Narvaez García se encuentra referida a que las
personas de Rosa Manay de Pereda, Javier Pereda Pérez, Víctor Manuel Pereda Manay y Carlos
Pereda Manay con fecha 23 de setiembre de 2009 a horas 12 p.m. aproximadamente con osadía y
amenazas de muerte a su hijo y a su pareja, intimidándolos, armados de hierros y alicates, han vio-
lentado, roto y destrozando el candado de la puerta de pasadizo de ingreso a su domicilio; siendo
que en horas de la tarde cuando fue a constatar los hechos con la compañía de un efectivo policial
con palabras soeces y amenazas de muerte no le dejaron ingresar a su domicilio.
Menciona además el denunciante otros hechos que según indica son materia de la carpeta fiscal
N° 4393-09 y que según se puede verificar de los recaudos que acompaña son de conocimiento de
la Fiscal Provincial Adjunta Ana Cristina Guerrero Gil, manifestando que en la misma no se le ha
formalizado investigación preparatoria (“y la fiscalía erróneamente lo ha absuelto”) a Víctor Ma-
nuel Pereda Manay; solicitando que se le incluya en el proceso que por intermedio de dicha carpeta
se sigue contra los demás denunciados.

490
Decisiones fiscales

Expresando, finalmente, que la persona de Víctor Manuel Pereda Manay ha amenazado con matar-
le y desalojarle de la propiedad donde vive y que con gente desconocida ronda la propiedad donde
vive para intimidarle y no dejarle desenvolverse libremente.
II. DE LA FALTA DE UN PRONÓSTICO POSITIVO DE ÉXITO RESPECTO DE UN SEC-
TOR DE LAS CONDUCTAS MATERIA DE IMPUTACIÓN
Los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución pe-
nal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación por un conjunto de principios jurídicos
que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima.
Es en este contexto que se debe señalar que si bien los hechos consistentes en que los denunciados,
con fecha 23 de setiembre de 2009 a horas 12 p.m. aproximadamente, con osadía y amenazas de
muerte al hijo y pareja del agraviado, intimidándolos, armados de hierros y alicates, han violenta-
do, roto y destrozando el candado de la puerta de pasadizo de ingreso a su domicilio; siendo que
en horas de la tarde cuando fue a constatar los hechos con la compañía de un efectivo policial con
palabras soeces y amenazas de muerte no le dejaron ingresar a su domicilio, en tanto hipótesis de
trabajo (esto es, sin ingresar al tema de los elementos de convicción que podrían sustentarlos) pue-
den resultar siendo jurídico-penalmente relevantes; sin embargo, de los elementos de convicción
acompañados por el propio denunciante para su acreditación se puede apreciar uno (la copia cer-
tificada de la Denuncia Policial N° 2366) que hace que necesariamente se tenga que formular un
pronóstico negativo de éxito para la persecución penal que podría iniciarse como consecuencia de
la emisión de la disposición fiscal que ordene la realización de diligencias preliminares de investi-
gación respecto de los mismos.
No obstante que la fórmula del pronóstico negativo de éxito de la persecución, como causal de im-
procedencia de la formalización y continuación de investigación preparatoria (en esta ocasión, ya
desde el mismo momento en que recién se recibe la notitia criminis por parte del denunciante), no
es tradicional en nuestro ordenamiento procesal penal resulta una consecuencia ineludible de las
exigencias que le formula a la persecución penal formal –en tanto esta implica siempre la restric-
ción de derechos fundamentales, incluso ya desde las diligencias preliminares de investigación– el
principio de proporcional en su manifestación de requisito de idoneidad.
Es que si bien no existe norma constitucional alguna que consagre de manera expresa una exigencia de
proporcionalidad en la actuación de los funcionarios jurisdiccionales penales (como parte del Estado
que son), el Tribunal Constitucional ha señalado en repetidas oportunidades la necesidad y obligato-
riedad de que el poder estatal, y en él el de naturaleza penal, deba ser ejercido con proporcionalidad.
Por solo mencionar un ejemplo, la exigencia de proporcionalidad ha sido desarrollada ampliamen-
te por el máximo intérprete de nuestra Norma Fundamental en la Sentencia recaída en el
Exp. Nº 0012-2006-PI/TC-Lima. Colegio de Abogados de Lima, en la cual señala: “El principio de
proporcionalidad se constituye en un mecanismo jurídico de trascendental importancia en el Estado
Constitucional y como tal tiene por función controlar todo acto de los poderes públicos en los que
puedan verse lesionados los derechos fundamentales, entre otros bienes constitucionales. Como tal,
el principio de proporcionalidad se encuentra contenido en el último párrafo del artículo 200 de la
Constitución, por lo que teniendo en cuenta los principios de unidad de la Constitución y de concor-
dancia práctica, según los cuales la interpretación de la Constitución debe estar orientada a conside-
rarla como un todo armónico y sistemático a partir del cual se organiza el sistema jurídico, evitándose
en todo caso las contradicciones, entonces debe entenderse que cuando los poderes públicos preten-
dan la limitación de los derechos fundamentales o la imposición de sanciones, entre otros aspectos,
deben observar el principio de proporcionalidad. 32. Debido a la propia naturaleza del principio de
proporcionalidad (es un mecanismo de control), su afectación siempre va a estar relacionada con la
afectación de un derecho fundamental o un bien constitucional (en tanto estos últimos son fines en sí
mismos). En otros términos, si se determina que una medida estatal es desproporcionada no se está

491
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

afectando solamente el principio de proporcionalidad, sino principalmente el derecho fundamental


o bien constitucional comprometido en la referida medida estatal. El principio de proporcionalidad,
en tanto presupuesto de necesaria evaluación por parte de los poderes públicos cuando pretendan
limitar un derecho fundamental, exige examinar adecuadamente los siguientes subprincipios: a) si
la medida estatal que limita un derecho fundamental es idónea para conseguir el fin constitucional
que se pretende con tal medida; b) si la medida estatal es estrictamente necesaria; y, c) si el grado
de limitación de un derecho fundamental por parte de la medida estatal es proporcional con el gra-
do de realización del fin constitucional que orienta la medida estatal”.
Habiéndose explicado en la misma sentencia respecto del requisito de idoneidad que esta: “Exige,
en primer término, la identificación de un fin de relevancia constitucional, y, una vez determinado
tal fin, verificar si la medida legislativa es idónea o adecuada para lograr tal fin. En cuanto a lo pri-
mero, se debe verificar la existencia de un fin de relevancia constitucional en la medida legislativa
penal que limita un derecho fundamental (…). Sobre lo segundo, este Colegiado ha sostenido que
la idoneidad consiste en la relación de causalidad, de medio a fin, entre el medio adoptado, a través
de la intervención legislativa, y el fin propuesto por el legislador. Se trata del análisis de una rela-
ción medio-fin”.
Es en este marco que se debe señalar que ordenar diligencias preliminares de investigación de cara
a la posterior decisión fiscal de formalizar y continuar investigación preparatoria contra los denun-
ciados a pesar de existir un pronóstico negativo de éxito en la persecución resultaría contradictorio
con la exigencia de idoneidad contenida en el principio de proporcionalidad, en tanto significa dar
lugar a la serie de restricciones para el imputado que implica el proceso penal cuando de inicio se
sabe con certeza que no se habrá de conseguir los elementos de acreditación que en su día permitan
que el juez de juzgamiento pueda emitir una sentencia condenatoria. Si bien en este caso –el de pro-
nóstico negativo de éxito– efectivamente nos encontramos ante un fin de relevancia constitucional,
la decisión fiscal no resulta idónea para lograr el fin de una persecución penal exitosa, sino que se
muestra como una ingerencia estatal en los derechos de los imputados carente de cualquier utilidad.
Lo que ocurre es que en la copia certificada de la Denuncia Policial N° 2366, que da cuenta de la
constatación efectuada con fecha 26 de setiembre de 2009 por el efectivo policial SOT2 Rolando
Zavaleta Gastañudi a solicitud del hoy denunciante Ever Narváez García, y presentada ante esta
fiscalía por esta misma persona, como recaudo de su denuncia, se puede apreciar que se consigna
“que siendo la hora y fecha anotada al margen se presentó la persona de Ever Narváez García (38)
(…) en cuyo inmueble se constató que existe un área de 1mt. X 13 metros de fondo que sirve como
pasadizo de acceso tanto al inmueble del denunciante como de la Sra. Rosa Manay de Pereda, para
lo cual en el frontis del mismo existe una puerta con rejas de fierro, que se encuentra cerrada, para
lo cual refiere el recurrente que era quien tenía el acceso a su domicilio por dicha puerta, pero es el
caso que desde el día 23SET09 a eso de las 12:00 del mismo día los hijos de la Sra. antes indicada
Víctor y Carlos Pereda Manay habían roto el candado de seguridad y cambiado por otro candado,
toda vez que cuando se trató de abrir la puerta con sus llaves, dicha puerta no se abría, impidiendo
de esa forma el libre acceso a su domicilio, es más cuando se le ha reclamado a los antes menciona-
dos han indicado ser los propietarios de dicho pasadizo y es por eso que lo han cerrado”.
Las cosas así expuestas, la documental que se acaba de transcribir –y, como ya mencionamos, ha
sido presentada como recaudo de la denuncia por el propio Ever Narváez García– desacredita irre-
mediablemente las imputaciones dirigidas contra Rosa Manay de Pereda, Javier Pereda Pérez, Víc-
tor Manuel Pereda Manay y Carlos Pereda Manay en el escrito de denuncia de parte, introduciendo
elementos de duda cuyos efectos según el juicio objetivo que en este momento se puede realizar se
mantendrán insuperablemente a lo largo del proceso. Es que si, como afirma en su escrito de denun-
cia el agraviado, ha existido empleo de violencia contra las personas y amenazas por parte de los
denunciados al momento de romper el candado de seguridad que existía y cambiarlo por otro, no se
puede explicar por qué no se consignó dicha información al momento de realizarse la verificación

492
Decisiones fiscales

por parte de la autoridad policial y más bien se dejó tan solo sentado “es el caso que desde el día
23SET09 a eso de las 12:00 del mismo día los hijos de la Sra. antes indicada Víctor y Carlos Pere-
da Manay habían roto el candado de seguridad y cambiado por otro candado, toda vez que cuando
se trató de abrir la puerta con sus llaves, dicha puerta no se abría, impidiendo de esa forma el libre
acceso a su domicilio; es más, cuando se le ha reclamado a los antes mencionados han indicado ser
los propietarios de dicho pasadizo y es por eso que lo han cerrado”, esto es solo la existencia de re-
clamos o, en todo caso, conatos posteriores.
Debiendo también mencionarse como fundamento del pronóstico negativo de éxito al que veni-
mos haciendo referencia el hecho de que la Corte Suprema de la República en su Acuerdo Plenario
N° 2-2005/CJ-116 haya dejado sentado de manera ilustrativa para determinar la fuerza de convic-
ción de las testimoniales que las malas relaciones que pudieran tener los agraviados o testigos con
las partes afectan la credibilidad subjetiva de sus declaraciones (de manera expresa se ha consigna-
do como garantías de certeza en la declaración del agraviado: “a) Ausencia de incredibilidad sub-
jetiva. Es decir, que no existan relaciones entre agraviado e imputado basadas en el odio, resenti-
mientos, enemistad u otras que puedan incidir en la parcialidad de la deposición, que por ende le
nieguen aptitud para generar certeza”); siendo que precisamente el denunciante afirma tácitamente
dichas malas relaciones en su escrito materia del presente pronunciamiento y referencia como su
origen los hechos que son objeto de la Carpeta Fiscal N° 4393-09, los mismos que incluso mencio-
na en buena parte de la fundamentación fáctica de su escrito de denuncia (manifestando, además,
que en la misma no se le ha formalizado investigación preparatoria –“y la fiscalía erróneamente lo
ha absuelto”– a Víctor Manuel Pereda Manay y solicitando que se le incluya en el proceso que se
sigue contra sus demás denunciados); ofreciendo también como la mayor parte de los recaudos de
su denuncia documentales de la carpeta referida supra.
Finalmente, también en esta línea del pronóstico negativo de éxito, se debe mencionar el hecho de
que según consta de la copia certificada de la Denuncia Policial N° 2366, que da cuenta de la cons-
tatación efectuada por el efectivo policial SOT2 Rolando Zavaleta Gastañudi a solicitud del denun-
ciante Ever Narváez García, la misma se habría realizado recién el 26 de septiembre de 2009 y no
el mismo 23, conforme se indica en el escrito de denuncia. Del mismo modo que se debe mencionar
que la denuncia ante el Ministerio Público fue presentada recién con fecha 01 de octubre de 2009.
III. DE LA FALTA DE RELEVANCIA PENAL DE LOS HECHOS QUE PUEDEN SER
MATERIA DE ACREDITACIÓN
Habíamos dicho supra que los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios respon-
sables de la persecución penal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación por un con-
junto de principios jurídicos que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera
arbitraria, abusiva o ilegítima.
Pues bien, de estos principios, otro –además del de proporcionalidad, cuyos efectos para el presente
caso ya fueron desarrollados– y uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la
persecución penal solo se pueda iniciar si los comportamientos puestos en conocimiento de la Fis-
calía son exactamente los mismos que se encuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza
de sanción criminal en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho.
Es tal la importancia de lo señalado que la Constitución Política del Estado de 1993 ha consagra-
do expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni condenado
por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera
expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”; exi-
gencia que ha sido desarrollada en términos muy similares en el artículo II del Título Preliminar del
Código Penal, que prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta por
la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se en-
cuentren establecidas en ella”; siendo, además, de reconocimiento unánime tanto en la jurisprudencia

493
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

del Tribunal Constitucional como de la Corte Suprema de la República; así como por parte de los
órganos jurisdiccionales que se ocupan de decidir en materia de derechos humanos.
Es en este marco que se tiene que señalar que lo más que se podría llegar a acreditar en grado de
certeza en la presente causa es que los denunciados han roto el candado de seguridad de la puerta
del pasadizo del inmueble del agraviado y lo han cambiado por otro candado, impidiendo de esa
forma el libre acceso a su domicilio por dicha puerta; sin embargo, así precisados los hechos estos
resultan siendo penalmente irrelevantes, por atípicos.
Lo que sucede es que las figuras penales que más podrían aproximarse a dichos hechos son las pre-
vistas en los numerales 2 y 3 del artículo 202 del Código Penal, las que describen los delitos de des-
pojo y perturbación de la posesión señalado: “Será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de uno ni mayor de tres años: (…) 2. El que, por violencia, amenaza, engaño o abuso de confianza,
despoja a otro, total o parcialmente, de la posesión o tenencia de un inmueble o del ejercicio de un
derecho real. 3. El que, con violencia o amenaza, turba la posesión de un inmueble”; sin embargo,
en los casos previstos en los numerales en mención la doctrina contemporánea más desarrollada ha
señalado que la infracción de la norma penal requiere de la existencia de violencia sobre las perso-
nas, no bastando con la simple violencia sobre las cosas para su configuración. Es en este sentido
que cuando se trata de describir la violencia en la usurpación se señala, por ejemplo, que “La vio-
lencia, conocida también como vis absoluta, vis corporalis o vis phisica, está representada por la
fuerza material que actúa sobre el cuerpo de la víctima para arrebatarle o despojarle de su inmue-
ble. Consiste en una energía física ejercida por al autor sobre la víctima. El autor o agente recurre
al despliegue de una energía física para vencer con ella, por su poder material, la voluntad opuesta
de la víctima”, SALINA SICCHA, Ramiro. Derecho Penal, Parte General. Reimpresión de la Pri-
mera edición, Idemsa, Lima, 2005, p. 871).
En lo que respecta a la imputación de que la persona de Víctor Manuel Pereda Manay ha amenazado
al denunciante con matarle y desalojarle de la propiedad donde vive y que con gente desconocida
ronda la propiedad donde vive para intimidarle y no dejarle desenvolverse libremente, se debe decir
que no existe la menor conexión de sentido entre dicho hecho con ninguno de los dos tipos penales
aludidos por la persona de Ever Narváez García en su escrito de denuncia (lesiones y violación de
domicilio); pero, además, el suscrito tampoco encuentra conexión de sentido entre estos hechos y
algún otro tipo penal, pues incluso en el delito de coacción, previsto en el artículo 151 del CP 1991
se establece “El que, mediante amenaza o violencia, obliga a otro a hacer lo que la ley no manda
o le impide hacer lo que ella no prohíbe será reprimido con pena privativa de libertad no mayor
de dos años”. Esto es, no basta con simples amenazas para su perpetración sino que se requiere que
las mismas se encuentre dirigidas a obtener o evitar un comportamiento determinado de parte del
agraviado (no exigido o permitido por el ordenamiento jurídico), cosa que no ha sido en ningún mo-
mento alegada por el denunciante en el escrito materia de la presente disposición.
IV. DE UN SECTOR DE LOS HECHOS SOBRE LOS CUALES EL SUSCRITO CARECE
DE COMPETENCIA PARA EMITIR PRONUNCIAMIENTO
La notitia criminis se encuentra referida también a hechos que según indica expresamente el denun-
ciante son materia de la Carpeta Fiscal N° 4393-09, reclamando que en la misma no se le ha forma-
lizado investigación preparatoria a Víctor Manuel Pereda Manay; solicitando que se incluya a esta
persona en el proceso que por intermedio de dicha carpeta se sigue contra los demás denunciados.
Sobre esta pretensión se debe señalar que el artículo 335 del CPP 2004 prescribe: “1. La disposición
de archivo prevista en el primer y último numeral del artículo anterior, impide que otro fiscal pue-
da promover u ordenar que el inferior jerárquico promueva una investigación preparatoria por los
mismos hechos. 2. Se exceptúa esta regla, si se aportan nuevos elementos de convicción, en cuyo
caso deberá reexaminar los actuados el fiscal que previno. En el supuesto que se demuestre que la

494
Decisiones fiscales

denuncia anterior no fue debidamente investigada, el fiscal superior que previno designará a otro
Fiscal Provincial”.
Por tanto, el suscrito se encuentra impedido de pronunciarse al respecto, siendo a quien en todo
caso –de existir nuevos elementos de convicción– le corresponde decidir a la fiscal provincial penal
adjunta Ana Cristina Guerrero Gil.
POR LO EXPUESTO:
SE DISPONE IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA contra
ROSA MANAY DE PEREDA, JAVIER PEREDA PÉREZ, VÍCTOR MANUEL PEREDA MA-
NAY y CARLOS PEREDA MANAY por la comisión de los DELITOS DE LESIONES (previsto
en el artículo 122 del Código Penal), VIOLACIÓN DE DOMICILIO (previsto en el artículo 159
del Código Penal), DESPOJO (previsto en el numeral 2 del artículo 202 del Código Penal), PER-
TURBACIÓN DE LA POSESIÓN (previsto en el numeral 3 del artículo 202 del Código Penal)
y COACCIÓN (previsto en el artículo 151 del Código Penal) en agravio de Ever Narvaez García.
Notifíquese a las partes. Archivándose conforme a Ley en su oportunidad.
Trujillo, octubre 7 de 2009.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

035 PUEDE PRONUNCIARSE SOBRE LA POSIBILIDAD DE REABRIR UN CASO


ARCHIVADO POR FALTA DE ELEMENTOS DE CONVICCIÓN UN FISCAL
DISTINTO CUANDO EL FISCAL ORIGINARIO HA CESADO EN EL CARGO
“En su escrito de denuncia, la ciudadana Elena Mejía Cabrejos viuda de Núñez
hace referencia que los hechos objeto del presente pronunciamiento ya han
sido de conocimiento del Ministerio Público, siendo que en dicha oportuni-
dad la fiscal que se ocupó del caso fue la Dra. Dora Alza Rodríguez, quien
dispuso no ha lugar a formalizar denuncia penal (en razón de que la agra-
viada varió su versión inicial para durante la investigación preliminar excul-
par a los denunciados; incluso, la señora Mejía Cabrejos ha recaudado su
denuncia con un escrito de desistimiento fechado 3 de setiembre de 2004
en el que su firma se encuentra certificada por un notario público y señala
que no ha sido estafada, defraudada ni se han falsificado documentos en
su contra, y que los actos jurídicos materia de denuncia han sido celebrados
con todas las formalidades establecidas por la ley y que se rectifica de ma-
nera voluntaria y espontánea).
El artículo 335 del CPP 2004 prescribe: ‘1. La disposición de archivo previs-
ta en el primer y último numeral del artículo anterior, impide que otro fiscal
pueda promover u ordenar que el inferior jerárquico promueva una inves-
tigación preparatoria por los mismos hechos. 2. Se exceptúa esta regla, si
se aportan nuevos elementos de convicción, en cuyo caso deberá reexami-
nar los actuados el fiscal que previno. En el supuesto que se demuestre que
la denuncia anterior no fue debidamente investigada, el fiscal superior que
previno designará a otro fiscal provincial’.
En este contexto, pareciera que el suscrito se encuentra impedido de pronun-
ciarse respecto de los hechos objeto de la presente denuncia, pues sobre los
mismos ya se ha pronunciado la Dra. Alza Rodríguez, siendo esta la que, por
imperio de la norma glosada, tendría vocación legal para determinar si exis-
ten nuevos elementos de convicción que pudieran permitir que se reabra el
caso; sin embargo, como es de pleno conocimiento en el Ministerio Público

495
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

del Distrito Judicial de La Libertad, resulta que dicha profesional hace algu-
nos meses dejó de pertenecer al sistema fiscal, por haber superado el lími-
te de edad permitido para ello; por lo que ya no existiendo fiscal cuya vo-
cación se encuentre legalmente reservada, el suscrito va a pasar en seguida
a pronunciarse respecto de los hechos que constituyen la notitia criminis”.

IMPROCEDENTE FORMALIZAR Y CONTINUAR INVESTIGACIÓN


PREPARATORIA
Código de Carpeta Fiscal N° 6108-2009
Disposición N° 01
I. DEL ORIGEN DEL PRONUNCIAMIENTO
La notitia criminis trasladada por la ciudadana Elena Mejía Cabrejos viuda de Nuñez se encuentra
referida a que las personas de Olga Amelia Rimarachín Sánchez, Napoleón Rimarachín Torres y
Olga Perpetua Sánchez Avendaño de Rimarachín, valiéndose del hecho de ser familiares de la de-
nunciante y con el pretexto de otorgarle poder para un juicio de desalojo a la primera de las nom-
bradas, en calidad de su abogada defensora que fue en dicho proceso, le hacen firmar con fecha 11
de octubre de 1999 la transferencia en venta de dos de sus inmuebles en favor de la indicada letrada.
II. DE LA LEGITIMIDAD DEL SUSCRITO PARA EMITIR PRONUNCIAMIENTO EN
EL CASO
En su escrito de denuncia, la ciudadana Elena Mejía Cabrejos viuda de Nuñez hace referencia que
los hechos objeto del presente pronunciamiento ya han sido de conocimiento del Ministerio Público,
siendo que en dicha oportunidad la fiscal que se ocupó del caso fue la Dra. Dora Alza Rodríguez,
quien dispuso no ha lugar a formalizar denuncia penal (en razón de que la agraviada varió su ver-
sión inicial para durante la investigación preliminar exculpar a los denunciados; incluso, la señora
Mejía Cabrejos ha recaudado su denuncia con un escrito de desistimiento fechado 03 de septiembre
de 2004 en el que su firma se encuentra certificada por un notario público y señala que no ha sido
estafada, defraudada ni se han falsificado documentos en su contra, y que los actos jurídicos materia
de denuncia han sido celebrados con todas las formalidades establecidas por la ley y que se rectifica
de manera voluntaria y espontánea).
El artículo 335 del CPP 2004 prescribe: “1. La Disposición de archivo prevista en el primer y últi-
mo numeral del artículo anterior, impide que otro fiscal pueda promover u ordenar que el inferior
jerárquico promueva una investigación preparatoria por los mismos hechos. 2. Se exceptúa esta re-
gla, si se aportan nuevos elementos de convicción, en cuyo caso deberá reexaminar los actuados el
fiscal que previno. En el supuesto que se demuestre que la denuncia anterior no fue debidamente
investigada, el fiscal superior que previno designará a otro fiscal provincial”.
En este contexto, pareciera que el suscrito se encuentra impedido de pronunciarse respecto de los
hechos objeto de la presente denuncia, pues sobre los mismos ya se ha pronunciado la Dra. Alza
Rodríguez, siendo esta la que, por imperio de la norma glosada, tendría vocación legal para deter-
minar si existen nuevos elementos de convicción que pudieran permitir que se reabra el caso; sin
embargo, como es de pleno conocimiento en el Ministerio Público del Distrito Judicial de La Liber-
tad, resulta que dicha profesional hace algunos meses dejó de pertenecer al sistema fiscal, por haber
superado el límite de edad permitido para ello; por lo que ya no existiendo fiscal cuya vocación se
encuentre legalmente reservada, el suscrito va a pasar en seguida a pronunciarse respecto de los he-
chos que constituyen la notitia criminis.

496
Decisiones fiscales

III. DE LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL POR PRESCRIPCIÓN


Los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución
penal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación por un conjunto de normas legales y
principios jurídicos que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitra-
ria, abusiva o ilegítima.
De estos principios, uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la persecución
penal solo se pueda iniciar si los comportamientos puestos en conocimiento de la fiscalía son exac-
tamente los mismos que se encuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza de sanción cri-
minal en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho.
Es tal la importancia de lo señalado que la Constitución Política del Estado de 1993 ha consagra-
do expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni condenado
por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera
expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”; exi-
gencia que ha sido desarrollada en términos muy similares en el artículo II del Título Preliminar del
Código Penal, que prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta
por la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se
encuentren establecidas en ella”; siendo, además, de reconocimiento unánime tanto en la jurispru-
dencia del Tribunal Constitucional como de la Corte Suprema de la República, así como por parte
de los órganos jurisdiccionales que se ocupan de decidir en materia de derechos humanos.
En el ámbito de los niveles de análisis que formula la teoría jurídica del delito para que –mediante
la utilización de los instrumentos conceptuales que ofrece– se pueda concluir en que un comporta-
miento resulta delictivo o no, el principio de legalidad penal se manifiesta vía la exigencia de tipi-
cidad de la conducta materia de imputación.
En este sentido, un comportamiento únicamente puede tenerse como típico [y, por tanto, como pe-
nalmente relevante] cuando se adecua [de manera exacta] a la descripción que del supuesto delic-
tivo se hace en la ley penal.
Esta exigencia de adecuación exacta no solo surte efectos en el momento de la discriminación de
las conductas penalmente relevantes de aquellas que no lo son, sino también en el momento de de-
terminar cuál es la específica relevancia penal que le corresponde al comportamiento materia de
análisis, dado que nuestro ordenamiento jurídico no otorga el mismo tratamiento a todas las figu-
ras penales (por ejemplo, existe una gran diferencia si nos encontramos ante un homicidio culpo-
so, que si se trata de un parricidio, tanto en los elementos de sus descripciones típicas como en sus
consecuencias jurídicas).
En este contexto, la notitia criminis trasladada por la ciudadana Elena Mejía Cabrejos viuda de Núñez
y consistente en sus aspectos básicos en que las personas de Olga Amelia Rimarachín Sánchez, Na-
poleón Rimarachín Torres y Olga Perpetua Sánchez Avendaño de Rimarachín, valiéndose del hecho
de ser familiares de la denunciante y con el pretexto de otorgarle poder para un juicio de desalojo a
la primera de las nombradas, en calidad de su abogada defensora que fue en dicho proceso, le hacen
firmar con fecha 11 de octubre de 1999 la transferencia en venta de dos de sus inmuebles en favor de
la indicada letrada, resulta en cuanto hipótesis materia de subsunción –esto es, en cuanto narración,
en la que no se analizan los elementos de convicción que pudieran corroborarla– no adecuándose a
alguna de las figuras previstas en artículo 427 del CP, como sin realizar el menor análisis o insertar
alguna argumentación al respecto señala la denuncia de parte, sino al artículo 428 de dicho cuerpo
normativo, que prescribe: “El que inserta o hace insertar, en instrumento público, declaraciones fal-
sas concernientes a hechos que deban probarse con el documento, con el objeto de emplearlo como
si la declaración fuera conforme a la verdad, será reprimido, si de su uso puede resultar algún per-
juicio, con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años y con ciento ochenta a

497
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

trescientos sesenticinco días-multa”, pues en el caso materia de denuncia lo que ocurrió es que los
denunciados han hecho insertar un información falsa (la referida a la traslación de dominio de los
bienes inmuebles a favor de Olga Amelia Rimarachín Sánchez) en un documento público (la escri-
tura). No se trata de las figuras contenidas en el artículo 427 en razón a que este prescribe: “El que
hace, en todo o en parte, un documento falso o adultera uno verdadero que pueda dar origen a dere-
cho u obligación o servir para probar un hecho, con el propósito de utilizar el documento, será repri-
mido, si de su uso puede resultar algún perjuicio, con pena privativa de libertad no menor de dos ni
mayor de diez años y con treinta a noventa días-multa si se trata de un documento público, registro
público, título auténtico o cualquier otro trasmisible por endoso o al portador y con pena privativa
de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años, y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco
días-multa, si se trata de un documento privado”; y del caso planteado no parece que se haya hecho
un documento falso ni se haya adulterado uno verdadero, sino que, como la propia agraviada refiere
en los fundamentos de hecho de su escrito de denuncia, efectivamente esta concurrió ante la oficina
del notario público y suscribió los documentos materia de cuestionamiento, lo que habría ocurrido,
sin embargo, es que la información que se consignó en los mismos no se adecuaba a la realidad ni
a la información que se le dio para que ella los suscriba.
El que no se trate de haber hecho un documento falso o adulterado uno verdadero se corrobora si se
repara en el elemento de convicción ofrecido por la propia denunciante como recaudo de su escrito
materia del presente pronunciamiento denominado declaración jurada notarial, en el que la hoy de-
nunciante afirma: “con la persona de Olga Amelia Rimarachín Sánchez celebré acto jurídico simu-
lado de compra venta de dos bienes inmuebles por insinuación de su hermano, mi abogado Napo-
león Rimarachín Sánchez quien utilizaría estas escrituras en proceso judiciales de desalojo y otros
contra mis inquilinos (…)”, lo cual hace con certificación notarial de su firma.
Realizado el análisis de los hechos sobre la base de este elemento de convicción –que resulta de
trascendental importancia– resultaría incluso que la propia denunciante habría incurrido en respon-
sabilidad por haber conjuntamente con las personas a las que ahora denuncia brindado información
falsa a un notario para que este la inserte en una escritura pública. Y en ello, el que la denunciante
haya intervenido a indicación de una tercera persona no la libraría de responsabilidad penal.
No obstante lo dicho se debe reparar en que desde la fecha en que sucedieron los hechos objeto de
notitia criminis –que la denunciante los ubica en el 11 de octubre de 1999– hasta la fecha en que se
ha presentado ante el Ministerio Público –6 de octubre de 2009– la denuncia materia del presente
pronunciamiento han transcurrido casi 10 años (faltando solo 05 días para ello), lo que hace que la
acción penal se haya encontrado extinguida al momento en que se produjo la intervención del Mi-
nisterio Público.
Ello es así en razón que el numeral 1 del artículo 78 del Código Penal establece que la prescripción
es una causal de extinción de la acción. Precisando el artículo 80 que: “La acción penal prescribe
en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito, si es privativa de libertad”.
Prescribiendo el artículo 82: “La prescripción de la acción se interrumpe por las actuaciones del
Ministerio Público o de las autoridades judiciales, quedando sin efecto el tiempo transcurrido. Des-
pués de la interrupción comienza a correr un nuevo plazo de prescripción, a partir del día siguiente
de la última diligencia. Se interrumpe igualmente la prescripción de la acción por la comisión
de un nuevo delito doloso. Sin embargo, la acción penal prescribe, en todo caso, cuando el
tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción”. Por lo
que siendo la pena máxima del delito de estafa, según el artículo 196, de 6 años de privación
de libertad, y la misma más su mitad la cantidad de 9 años de privación de libertad; y siendo
la pena máxima del delito de falsedad ideológica, contenido en el artículo 428, también de
seis años de privación de libertad; en la fecha de presentación de la denuncia ante el Ministe-
rio Público habían transcurrido más de los 9 años en que ha fijado el Código Penal la prescripción
extraordinaria (“en todo caso”) de la acción penal.

498
Decisiones fiscales

IV. DE LA EXISTENCIA DE UN PRONÓSTICO NEGATIVO DE ÉXITO DE LA PERSE-


CUCIÓN PENAL
No solo lo dicho, sino que incluso en el caso que la acción penal no hubiese prescrito, los elemen-
tos de convicción adjuntados a la denuncia de parte hacen que se tenga que formular un pronóstico
negativo de éxito de la persecución penal.
Ello es así en razón a que –como ya señalamos– corre en la carpeta un documento presentado por la
propia denunciante denominado “declaración jurada notarial”, en el que la persona de Elena Mejía
Cabrejos viuda de Nuñez con firma certificada afirma: “con la persona de Olga Amelia Rimarachín
Sánchez celebré acto jurídico simulado de compraventa de dos bienes inmuebles por insinua-
ción de su hermano, mi abogado Napoleón Rimarachín Sánchez quien utilizaría estas escrituras en
proceso judiciales de desalojo y otros contra mis inquilinos (…)”, con lo cual queda meridianamen-
te acreditado que a la denunciante no se la habría sorprendido para que firme la transferencia de
propiedades materia de cuestionamiento haciéndole creer que lo que estaba firmando eran poderes
para un juicio de desalojo –como afirma en su escrito de denuncia–, sino que firmó con plena cons-
ciencia y conocimiento de que se había confeccionado y de que estaba suscribiendo un documento
para trasladar los dos inmuebles.
Es tanta la trascendencia de esta “declaración jurada notarial” que partiendo de ella incluso resulta-
ría que la propia denunciante habría incurrido en responsabilidad por haber conjuntamente con las
personas a las que ahora denuncia brindado información falsa a un notario para que este la inserte
en una escritura pública. Y en ello, el que la denunciante haya intervenido a indicación de una ter-
cera persona no la libraría de responsabilidad penal.
Regresando al pronóstico negativo de éxito de la persecución, se debe decir que si bien su concep-
ción como causal de improcedencia de la formalización y continuación de investigación prepara-
toria (en esta ocasión, ya desde el mismo momento en que recién se recibe la notitia criminis por
parte del denunciante) no es tradicional en nuestro ordenamiento procesal penal, resulta una con-
secuencia ineludible de las exigencias que le formula a la persecución penal formal –en tanto esta
implica siempre la restricción de derechos fundamentales, incluso ya desde las diligencias prelimi-
nares de investigación– el principio de proporcional en su manifestación de requisito de idoneidad.
Es que si bien no existe norma constitucional alguna que consagre de manera expresa una exigen-
cia de proporcionalidad en la actuación de los funcionarios jurisdiccionales penales (como parte del
Estado que son), el Tribunal Constitucional ha señalado en repetidas oportunidades la necesidad y
obligatoriedad constitucional de que el poder estatal, y en él el de naturaleza penal, deba ser ejer-
cido con proporcionalidad.
Por solo mencionar un ejemplo, la exigencia de proporcionalidad ha sido desarrollada amplia-
mente por el máximo intérprete de nuestra Norma Fundamental en la Sentencia recaída en el
Exp. Nº 0012-2006-PI/TC-Lima. Colegio de Abogados de Lima, en la cual señala: “El principio de
proporcionalidad se constituye en un mecanismo jurídico de trascendental importancia en el Estado
Constitucional y como tal tiene por función controlar todo acto de los poderes públicos en los que
puedan verse lesionados los derechos fundamentales, entre otros bienes constitucionales. Como tal,
el principio de proporcionalidad se encuentra contenido en el último párrafo del artículo 200 de la
Constitución, por lo que teniendo en cuenta los principios de unidad de la Constitución y de concor-
dancia práctica, según los cuales la interpretación de la Constitución debe estar orientada a conside-
rarla como un todo armónico y sistemático a partir del cual se organiza el sistema jurídico, evitándose
en todo caso las contradicciones, entonces debe entenderse que cuando los poderes públicos preten-
dan la limitación de los derechos fundamentales o la imposición de sanciones, entre otros aspectos,
deben observar el principio de proporcionalidad. 32. Debido a la propia naturaleza del principio de
proporcionalidad (es un mecanismo de control), su afectación siempre va a estar relacionada con la
afectación de un derecho fundamental o un bien constitucional (en tanto estos últimos son fines en sí
mismos). En otros términos, si se determina que una medida estatal es desproporcionada no se está

499
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

afectando solamente el principio de proporcionalidad, sino principalmente el derecho fundamental


o bien constitucional comprometido en la referida medida estatal. El principio de proporcionalidad,
en tanto presupuesto de necesaria evaluación por parte de los poderes públicos cuando pretendan
limitar un derecho fundamental, exige examinar adecuadamente los siguientes subprincipios: a) si
la medida estatal que limita un derecho fundamental es idónea para conseguir el fin constitucional
que se pretende con tal medida; b) si la medida estatal es estrictamente necesaria; y, c) si el grado
de limitación de un derecho fundamental por parte de la medida estatal es proporcional con el gra-
do de realización del fin constitucional que orienta la medida estatal”.
Habiéndose explicado en la misma sentencia respecto del requisito de idoneidad que esta: “Exige,
en primer término, la identificación de un fin de relevancia constitucional, y, una vez determinado
tal fin, verificar si la medida legislativa es idónea o adecuada para lograr tal fin. En cuanto a lo pri-
mero, se debe verificar la existencia de un fin de relevancia constitucional en la medida legislativa
penal que limita un derecho fundamental (…). Sobre lo segundo, este Colegiado ha sostenido que
la idoneidad consiste en la relación de causalidad, de medio a fin, entre el medio adoptado, a través
de la intervención legislativa, y el fin propuesto por el legislador. Se trata del análisis de una rela-
ción medio-fin”.
Es en este marco que se debe señalar que ordenar diligencias preliminares de investigación de cara
a la posterior decisión fiscal de formalizar y continuar investigación preparatoria contra los denun-
ciados a pesar de existir un pronóstico negativo de éxito en la persecución resultaría contradictorio
con la exigencia de idoneidad contenida en el principio de proporcionalidad, en tanto significa dar
lugar a la serie de restricciones para el imputado que implica el proceso penal cuando de inicio se
sabe con certeza que no se habrá de conseguir los elementos de acreditación que en su día permitan
que el juez de juzgamiento pueda emitir una sentencia condenatoria. Si bien en este caso –el de pro-
nóstico negativo de éxito– efectivamente nos encontramos ante un fin de relevancia constitucional,
la decisión fiscal no resulta idónea para lograr el fin de una persecución penal exitosa, sino que se
muestra como una ingerencia estatal en los derechos de los imputados carente de cualquier utilidad.
Lo que ocurre es que el fiscal analizando objetivamente los hechos y conduciéndose conforme a las
normas de la lealtad procesal, no cree que se pueda excluir de la investigación los efectos de duda
que genera la tantas veces referida “declaración jurada notarial” que socaba gravemente la fuerza
de convicción que podrían generar los demás elementos de investigación que se han ofrecido por
parte de la denunciante y los que se pronostica razonablemente se podrían conseguir en caso se or-
denaran actos de investigación preparatoria.
Debiendo también mencionarse como fundamento del pronóstico negativo de éxito al que veni-
mos haciendo referencia el hecho de que la Corte Suprema de la República en su Acuerdo Plenario
N° 2-2005/CJ-116 haya dejado sentado de manera ilustrativa para determinar la fuerza de convicción
de las testimoniales que debe tenerse en cuenta la persistencia en la incriminación, cosa en contra
de la cual juega la tan aludida “declaración jurada notarial”.
POR LO EXPUESTO:
SE DISPONE IMPROCEDENTE FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
CONTRA OLGA AMELIA RIMARACHÍN SÁNCHEZ, NAPOLEÓN RIMARACHÍN TO-
RRES Y OLGA PERPETUA SÁNCHEZ AVENDAÑO DE RIMARACHÍN por la comisión de
los DELITOS DE ESTAFA (previsto en el artículo 196 del Código Penal), DEFRAUDACIÓN
(previsto en el numeral 1 del artículo 197 del Código Penal), FALSIFICACIÓN DE DOCUMEN-
TOS (previsto en el artículo 427 del Código Penal) y FALSEDAD IDEOLÓGICA (previsto en
el primer párrafo del artículo 428 del Código Penal) en agravio de Elena Mejía Cabrejos viuda de
Nuñez. Notifíquese a las partes. Archívese conforme a Ley en su oportunidad.
Trujillo, octubre 19 de 2009
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

500
Decisiones fiscales

FORMALIZACIÓN DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

036 DATOS PARA LA DEBIDA INDIVIDUALIZACIÓN DEL INVESTIGADO


NOMBRES Y APELLIDOS JAN YILMAR IMÁN ZEÑAS
LUGAR DE NACIMIENTO CASTILLA- PIURA-PIURA
FECHA DE NACIMIENTO 04-11-1983
GRADO DE INSTRUCCIÓN Secundaria incompleta (tercer año)
NACIONALIDAD PERUANA
EDAD 28
PASAPORTE/DNI 48027416
PROFESIÓN/OFICIO OBRERO CONSTRUCCIÓN CIVIL
CALLE LOS PINOS N° 403 AH CHICLAYITO
DOMICILIO REAL
- CASTILLA
TELÉFONO DE CONTACTO NO TIENE
NELSON MARCOS IMÁN COVEÑAS
NOMBRE DE LOS PADRES
ROSA EMILIA ZEÑAS PRECIADO
ESTADO CIVIL SOLTERO –CONVIVIENTE
PERSONA DE SEXO MASCULINO, RAZA
MESTIZA, PIEL TRIGUEÑA OSCURA,
1.57 MTS DE ALTURA, PESO 76 KG,
CONTEXTURA GRUESA, CARA OVALADA,
CABELLOS ONDEADOS NEGROS Y CORTOS,
FRENTE AMPLIA , CEJAS POBLADAS
MEDIANAS, OJO DERECHO MEDIANO
COLOR MARRÓN, SE DEJA CONSTANCIA
QUE EL OJO IZQUIERDO ES UNA PRÓTESIS,
NARIZ ROMA, FOSAS NASALES GRANDES
Y ANCHAS, OREJAS MEDIANAS, BOCA
MEDIANA LABIOS GRUESOS, MENTÓN
MEDIANO, CICATRIZ ANTIGUA EN EL
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS TÓRAX SUPERIOR IZQUIERDO, ALTURA
DE LA TETILLA LARGO DE APROX 6X1CMS
DE DIÁMETRO, PRESENTA MÚLTIPLES
CICATRICES ALARGADAS ANTIGUAS DE
CORTES EN LA CARA INTERNA INFERIOR
DE BRAZO DERECHO DE ENTRE 3 Y 1.5
CMTS DE LARGO; ASIMISMO, TATUAJES
EN HOMBRO SUPERIOR IZQUIERDO DEL
NOMBRE JHAN, OTRO TATUAJE EN BÍCEPS
CARA EXTERNA DEL LADO IZQUIERDO CON
IMAGEN DE UN CAUTIVO DE AYABACA,
ADEMÁS TIENE UN TATUAJE EN CARA
EXTERNA DE PIERNA DERECHA CON
IMAGEN DE UN CONEJO.
Dr. Carlos Rojas Pérez, Registro CAP 2391,
ABOGADO DEFENSOR domicilio procesal Calle Tacna N° 345- se-
gundo piso.

501
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Carpeta Fiscal N° 2011-


Disposición N° 001
FORMALIZACIÓN Y CONTINUACIÓN DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
ARCHIVO
Castilla, veintiuno de octubre del dos mil once.-
VISTOS:
Los actuados relacionados con la investigación seguida contra Jan Yilmar Imán Zeñas, por la pre-
sunta comisión del delito Contra el patrimonio en la modalidad de ROBO AGRAVADO en agravio
de María Amelia Sosa López.
CONSIDERANDO
PRIMERO: Hechos
Que con fecha 14 de noviembre del año 2011, la persona de María del Carmen Candela Villar en
su calidad de jefa del Centro de Salud del AA. HH. Chiclayito el asalto por parte de tres personas
en dicho lugar y ante esta situación personal policial de la Delegación Policial del Indio monta un
operativo policial con apoyo del Escuadro Verde y es el caso que al estar por inmediaciones de la
calle nueve de Octubre del AA. HH. Chiclayito, se logró ubicar que iban caminando un grupo de
cinco personas entre los que se encontraba el conocido como “El tuerto” y otras personas que se
encontraban con signos de ebriedad, siendo intervenido otras personas que no contaban con docu-
mentos personales a la vista.
De las investigaciones preliminares se puede establecer que el conocido como “Tuerto” responde al
nombre de Jan Yilmar Imán Zeñas, el mismo que fue identificado plenamente por la técnica de en-
fermería María Amelia Sosa López como uno de los sujetos que la tomo del cuello con un cuchillo
con la finalidad de que otros delincuentes se apoderen de la suma de mil quinientos nuevos soles
productos de las consultas médicas y medicamentos de dicho centro de salud, y es más se verificó
que fue lesionada a la altura de la oreja con una arma blanca conforme se acredita del Certificado
Médico Legal Nº 012520.
SEGUNDO: Tipos penales investigados:
Que, de las diligencias de preliminares se han recogido elementos de convicción suficientes que
acreditan la comisión de los siguientes ilícitos penales:
El delito investigado es contra el patrimonio - robo agravado, el mismo que se encuentra des-
crito en el artículo 188 del Código Penal “robo el que se apodera ilegítimamente de un bien
mueble total o parcialmente ajeno, para aprovecharse de él, sustrayéndolo del lugar en que se
encuentra, empleando violencia contra la persona o amenazándola con un peligro inminen-
te para su vida o integridad física será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
tres ni mayor de ocho años”. Siendo que las agravantes de este delito se encuentran tipifica-
das en el artículo 189 del mismo código sustantivo: “Robo agravado la pena será no menor de
doce ni mayor de veinte años si el robo es cometido: 3. A mano armada. 4. Con el concurso de
dos o mas personas. (…)”.
TERCERO: Imputación penal
Que, en la presente carpeta fiscal se le imputan los siguientes hechos a los investigados:
• Se le imputa al investigado Jan Yilmar Imán Zeñas, ser el AUTOR del delito contra el patrimonio
en la modalidad de ROBO AGRAVADO en agravio de la persona de MARÍA AMELIA SOSA
LÓPEZ

502
Decisiones fiscales

CUARTO: Diligencias Realizadas


1. Acta de intervención policial de fecha 14/11/2011, la misma que describe los hechos realizados
por personal de la Comisaria del Indio, con apoyo del Escuadrón Verde de Castilla. De las diligen-
cias realizadas se logró la captura de la persona de Jan Yilmar Iman Zeñas ( “Tuerto”).
2. Declaración de la agraviada María Amelia Sosa López, la misma que da cuenta de que tres su-
jetos habrían ingresado al interior de la farmacia de la Posta Médica del AH Chiclayito, logrando
reconocer a uno de ellos, el sujeto conocido como el “Tuerto”. Indica como seña particular del in-
vestigado que presenta un problema en el ojo izquierdo.
3. Declaración voluntaria del testigo Mayor PNP Felipe Chirre del Pino, quien narra las circunstan-
cias de la intervención del investigado y otros sujetos más.
4. El Certificado Médico Legal N° 012520-OL, practicado a la persona de María Amelia Sosa Ló-
pez, el mismo que concluye que la agraviada presentaría lesión escoriativa reciente producida por
objeto con punta o filo.
5. Declaración del testigo Renán Ruesta Ramírez, quien se encontraría presente en el momento del
hecho ilícito cometido por el investigado. Identificando plenamente al investigado cuando este es
detenido en la Comisaria del Indio. Quien indica como característica física particular del autor del
delito que presenta un defecto físico en el ojo izquierdo.
6. Declaración del imputado, quien señala que tiene conocimiento de que son otros sujetos quienes
participaron en el hecho delictivo. Que dentro de ellos estaría su hermano Edwin David Imán Ze-
ñas, y su primo Deybi Junior Preciado Espinoza.
Quinto.- Subsunción del actuar del investigado dentro del tipo penal de robo agravado
Que, conforme a la jurisprudencia vinculante establecida por la Corte Suprema, el delito de robo,
desde la perspectiva objetiva, exige que el agente se apodere ilegítimamente de un bien mueble, to-
tal o parcialmente ajeno, sustrayéndolo del lugar donde se encuentra (confrontar: artículos 188 del
Código Penal). El acto de apoderamiento es, pues, el elemento central de identificación para deter-
minar, en el iter criminis, la consumación y la tentativa. Desde esta perspectiva, el apoderamiento
importa: (a) el desplazamiento físico de la cosa del ámbito del poder patrimonial del tenedor –de
su esfera de posesión– a la del sujeto activo, y (b) la realización material de actos posesorios, de
disposición sobre la misma. A estos efectos, según los artículos 188 y 189 del Código Penal se re-
quiere de la sustracción de la cosa, esto es, la separación de la custodia de la cosa de su titular y la
incorporación a la del agente.
En el caso materia de autos se tiene que de la declaración de los dos testigos presenciales del hecho
materia de investigación, es decir la agraviada María Amelia Sosa López y el testigo Renán Rues-
ta Ramírez, quienes de forma concreta sindican al investigado como el autor del delito materia de
análisis. Asimismo, es meritorio señalar que por las características físicas del agraviado y lesión
que este presenta en su ojo, la sindicación por parte de los testigos resulta en un alto grado, gene-
rando suficientes elementos de convicción. En lo que se refiere al apoderamiento del bien, se tiene
que tanto en la declaración de la agraviada como del testigo, indican que el objetivo del asalto era
el de sustraer el dinero de la caja de la Posta Médica del AH. de Chiclayito, en la cantidad de un mil
quinientos nuevos soles, los mismos que fueron extraídos de la esfera patrimonial de la parte agra-
viada e ingresado en la del autor del ilícito, siendo que este logro inclusive disponer de la misma al
haber utilizado la misma para libar licor, siendo capturado en los precisos momentos en que se en-
contraba en una cantina de la zona.
Que, señora jueza, el actuar del investigado encuadra dentro del tipo penal materia de análisis, por
lo que existen suficientes elementos de convicción que permiten a este despacho fiscal formalizar
investigación preparatoria contra la persona de Jan Yilmar Imán Zeñas.

503
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Que, respecto de las otras personas detenidas, Carlos Antonio Sánchez Girón, José Leoncio Apa-
ta Ruiz, y José Natividad Machado Ipanaque, no han sido reconocidos ni por la agraviada ni por el
testigo del hecho. Asimismo, respecto de ellos no existen elementos de convicción suficientes que
permitan a este Ministerio Público concluir que tuvieron participación en el robo realizado a la Pos-
ta del AH Chiclayito, por lo que en lo que respecta a ellos, serán llamados a fin de que rindan su
declaración en calidad de testigos.
Con respecto a los sujetos sindicados por el investigado, su hermano Edwin David Imán Zeñas, y
su primo Deybi Junior Preciado Espinoza, este despacho fiscal considera pertinente aperturar in-
vestigación preliminar en su contra con el fin de establecer la autoría respecto de los hechos mate-
ria de investigación.
SÉPTIMO: Presupuestos procesales
Que, en el presente caso se verifica que existen indicios reveladores de la existencia del delito, ade-
más que la acción penal no ha prescrito y que se ha individualizado al imputado, además que se han
satisfecho los requisitos de procedibilidad de la acción penal, por lo que corresponde la aplicación
de lo prescrito por el artículo 336 del Código Procesal Penal, esto es, formalizar la investigación
preparatoria.
POR ESTAS CONSIDERACIONES
El Despacho de Investigación de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa del Distrito de
Castilla, con las atribuciones conferidas por el artículo 159 incisos 1, 4 y 5 de la Constitución Polí-
tica del Estado, concordante con el artículo 94, incisos 1 y 2 de la Ley Orgánica del Ministerio Pú-
blico - Decreto Legislativo N° 052, concordante con lo establecido en el artículo 336 y siguientes
del Código Procesal Penal DISPONE: -------------------
PRIMERO: DECLARAR QUE NO PROCEDE FORMALIZAR Y CONTINUAR, la presente
investigación contra: CARLOS ANTONIO SÁNCHEZ GIRÓN, JOSÉ LEONCIO ZAPATA
RUIZ Y JOSÉ NATIVIDAD MACHADO IPANAQUÉ, como presuntos autores de los delitos
contra el Patrimonio en la modalidad de ROBO AGRAVADO, en agravio de MARÍA AMELIA
SOSA LÓPEZ; y,
SEGUNDO: FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA contra:

NOMBRES Y APELLIDOS JAN YILMAR IMÁN ZEÑAS


LUGAR DE NACIMIENTO CASTILLA- PIURA-PIURA
FECHA DE NACIMIENTO 04-11-1983
GRADO DE INSTRUCCIÓN Secundaria Incompleta (3er año)
NACIONALIDAD PERUANA
EDAD 28
PASAPORTE/DNI 48027416
PROFESIÓN/OFICIO OBRERO CONSTRUCCIÓN CIVIL
CALLE LOS PINOS N° 403 AH
DOMICILIO REAL
CHICLAYITO - CASTILLA
TELÉFONO DE CONTACTO NO TIENE
NELSON MARCOS IMÁN COVEÑAS
NOMBRE DE LOS PADRES
ROSA EMILIA ZEÑAS PRECIADO
ESTADO CIVIL SOLTERO - CONVIVIENTE

504
Decisiones fiscales

PERSONA DE SEXO MASCULINO, RAZA


MESTIZA, PIEL TRIGUEÑA OSCURA,
1.57 MTS DE ALTURA, PESO 76 KG,
CONTEXTURA GRUESA, CARA OVALADA,
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS CABELLOS ONDEADOS NEGROS Y
CORTOS, FRENTE AMPLIA, CEJAS
POBLADAS MEDIANAS, OJO DERECHO
MEDIANO COLOR MARRÓN, SE DEJA
CONSTANCIA DE QUE EL OJO IZQUIERDO
ES UNA PRÓTESIS, NARIZ ROMA,
FOSAS NASALES GRANDES Y ANCHAS,
OREJAS MEDIANAS, BOCA MEDIANA
LABIOS GRUESOS, MENTÓN MEDIANO,
CICATRIZ ANTIGUA EN EL TÓRAX
SUPERIOR IZQUIERDO, ALTURA DE LA
TETILLA LARGO DE APROX 6X1CMS
DE DIÁMETRO, PRESENTA MÚLTIPLES
CICATRÍCES ALARGADAS ANTIGUAS DE
CORTES EN LA CARA INTERNA INFERIOR
DE BRAZO DERECHO DE ENTRE 3 Y 1.5
CMTS DE LARGO; ASIMISMO, TATUAJES
EN HOMBRO SUPERIOR IZQUIERDO
DEL NOMBRE JHAN, OTRO TATUAJE
EN BÍCEPS CARA EXTERNA DEL LADO
IZQUIERDO CON IMAGEN DE UN
CAUTIVO DE AYABACA, ADEMÁS TIENE
UN TATUAJE EN CARA EXTERNA DE
PIERNA DERECHA CON IMAGEN DE UN
CONEJO.
Dr. Carlos Rojas Pérez, Registro CAP 2391,
ABOGADO DEFENSOR domicilio procesal Calle Tacna N° 345- segundo
piso.

Como AUTOR del delito Contra el Patrimonio en la modalidad de AGRAVADO en agravio de MA-
RÍA AMELIA SOSA LÓPEZ, identificado con documento nacional de identidad DNI N° 02777327,
domiciliado en Av. Ignacio N° 206 Ah Chiclayito - Castilla. Domicilio Laboral en Posta Médica
del AH Chiclayito.
En consecuencia realícense los siguientes actos de investigación:
1. Recábese los antecedentes penales del imputado, debiendo oficiarse al Registro Nacional de Con-
denas de la Corte Superior de Justicia de Piura.
2. Recíbase la declaración de CARLOS ANTONIO SÁNCHEZ GIRÓN, JOSÉ LEONCIO
ZAPATA RUIZ, JOSÉ NATIVIDAD MACHADO IPANAQUÉ, para el día 28/11/2011 a horas
08:00, 09:00, y 10:00.
3. Las demás diligencias que sean necesarias para el esclarecimiento de los hechos.
TERCERO: PÓNGASE la presente en conocimiento del juez de Investigación Preparatoria de
Catilla, conforme a lo previsto en el artículo 3 concordante con el artículo 336, inciso 3) del Códi-
go Procesal Penal; NOTIFÍQUESE la presente a las partes procesales conforme a ley, haciendo
de conocimiento del Despacho Judicial que la persona que encuentra Detenida en la Carceleta de
la Comisaría de Castilla.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Castilla

505
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

037 DETERMINACIÓN DEL OBJETO DE INVESTIGACIÓN PARA ORIENTAR LA


INVESTIGACIÓN
“Sexto: Determinación del objeto de prueba
Sobre este punto cabe señalar que el Ministerio Público, por prescripción de
lo establecido por el artículo 159 de la Constitución Política del Estado, con-
cordante con el artículo 60 del Código Procesal Penal, es el titular de la ac-
ción penal, correspondiéndole, por ende, la dirección de la investigación de
un evento delictivo, disponiendo para ello la realización de diferentes actos
de investigación a fin de reunir los diferentes medios de prueba, regidos, en
todas las etapas procesales, por los principios de legalidad, utilidad, perti-
nencia y conducencia, rechazando aquellos que no se adecuen a dichas exi-
gencias. En tal sentido, corresponde señalar que serán objeto de prueba en
el presente caso los siguientes:
- Determinar si el imputado JOSÉ LUIS ALFREDO CHIRINOS CHIRINOS en ca-
lidad de jefe de la ONP, es autor del delito de desobediencia a la autoridad.
- Establecer si el investigado ha tenido pleno conocimiento de la orden im-
partida por el juez del Tercer Juzgado en lo Civil de Cajamarca, así como la
posibilidad de cumplimiento de dicha orden.
- Determinar la existencia o no de causas agravantes, eximentes o atenuan-
tes de responsabilidad penal del investigado”.

Carpeta Fiscal : 1374-2011


Denunciado : José Luis Alfredo Chirinos Chirinos
Agraviado : El Estado - Poder Judicial
Delito : Desobediencia y Resistencia a la Autoridad
DISPOSICIÓN N° 02 DE FORMALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
Cajamarca, veintinueve de noviembre del dos mil once.-
Dado cuenta: En el presente caso, se emite disposición de Formalización de investigación prepa-
ratoria, en cumplimiento a lo ordenado por el superior jerárquico Dra. Deissy Lorena Villanueva
Velezmoro, fiscal superior de la Tercera Fiscalía Superior Penal de Cajamarca; en la investigación
que se sigue contra José Luis Alfredo Chirinos Chirinos en calidad de Jefe de la Oficina de Norma-
lización Provisional - ONP, por la presunta comisión del delito contra la administración Pública en
su modalidad de desobediencia y resistencia a la autoridad, en agravio del Estado peruano repre-
sentado por el procurador público del Poder Judicial.
Atendiendo:
Primero.- Imputación
Los hechos objeto de imputación consisten en que el investigado José Luis Alfredo Chirinos Chirinos
en calidad de Jefe de la Oficina de Normalización Previsional, ha incumplido un mandato emitido
por el órgano jurisdiccional en ejercicio de sus atribuciones, esto es, se ha negado a cumplir la orden
emitida por el juez ejecutor del Tercer Juzgado Civil de Cajamarca, en el sentido que en su calidad
de representante legal de ONP, expida a favor de don Roberto Quiroz Cruzado, la Resolución que
reconozca el pago de la pensión mínima y abone las pensiones devengadas e intereses correspon-
dientes, conforme a lo ordenado por la Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria Corte
Suprema de Justicia de la República por resolución de fecha 26 de octubre del año 2010, y pese a
tener conocimiento de la orden impartida, dolosamente ha incumplido con ello.

506
Decisiones fiscales

Segundo.- Antecedentes
a. De las copias certificadas derivadas del Expediente N° 2006-0438-87-0601-JR-CI-03 remitidas
por el juez del Tercer Juzgado Civil de Cajamarca, sobre acción contencioso-administrativa seguida
por Roberto Quiroz Cruzado contra la Oficina de Normalización Previsional, se tiene que mediante
Resolución número treinta de fecha diecinueve de julio del año dos mil once, dicho juzgado impuso
a la demandada en la persona de su representante legal una multa equivalente a diez unidades de re-
ferencia procesal y ordenó “cumpla con expedir a favor del demandante la resolución que reconozca
el pago de la pensión mínima y abone las pensiones devengadas a intereses; bajo apercibimiento de
duplicarse la multa impuesta en caso de incumplimiento, sin perjuicio de remitirse copias del pre-
sente proceso a la fiscalía penal de turno de esta ciudad para la formalización de la denuncia penal
correspondiente”. Es así que mediante Resolución número treinta y uno de fecha once de agosto del
presente año, se resuelve “formar el cuaderno de multas y remitir a la Secretaría de Cobranzas de
Multas de la Corte Superior de Justicia, asimismo se impone a la demandada Oficina de Normali-
zación Previsional, en la persona de su representante legal, una multa equivalente a veinte unidades
de referencia procesal”, y finalmente se dispone “remitir copias del proceso a la fiscalía de turno
para la formalización de la denuncia penal”.
b. Sin embargo, la fiscalía a cargo de la investigación, al advertir que la orden contenida en el reque-
rimiento emitida por el órgano jurisdiccional no era expresa y clara, sino genérica (sin precisar el
tipo penal por el cual iba ser denunciado en caso de incumplimiento), así como bajo los principios
de fragmentariedad y subsidiariedad, existe una vía menos gravosa para la solución de los hechos,
en el sentido de que los mismos aún vienen siendo materia de conocimiento en el Tercer Juzgado
Civil donde se han aplicado multas reiterativas, se dispuso el archivo; pronunciamiento que fue re-
vocado por el Superior Jerárquico por considerar que existe un mandato cierto y expreso emitido por
una autoridad en ejercicio de sus funciones y además existe evidencia manifiesta de que el mismo
no ha sido cumplido por el emplazado, no obstante haber sido requerido judicialmente bajo aper-
cibimiento de que el incumplimiento acarrearía la remisión de copias al Ministerio Público para la
formalización de la denuncia penal y que el fundamento que subyace a los procesos contencioso
administrativo y penal son distintos como distinta es la pretensión que se persigue en ambos, ya que
no es posible que en el proceso contencioso-administrativo se dilucide si los hechos configuran o
no el delito de desobediencia y resistencia a la autoridad.
Tercero: Elementos de convicción
Como elementos de convicción que sustentan la imputación y, por ende, la presente disposición,
lo constituye las copias certificadas el Expediente N° 2006-0438-87-0601-JR-CI-03 sobre acción
contencioso-administrativa seguida por Roberto Quiroz Cruzado contra la Oficina de Normalización
Previsional, en el cual obra la Resolución N° 30 por la cual se requiere al investigado cumpla con
expedir a favor del demandante la resolución que reconozca el pago de la pensión mínima y abone
las pensiones devengadas a intereses, que según el superior jerárquico acreditaría el conocimiento
por parte del investigado de la orden impartida.
Cuarto: Calificación Jurídica
Los hechos cuya comisión se le atribuye al imputado José Luis Alfredo Chirinos Chirinos en calidad
de Jefe de la ONP, se adecuan al delito contra la Administración Pública - violencia o resistencia a
la autoridad en su modalidad de DESOBEDIENCIA A LA AUTORIDAD previsto por el artículo
368 del Código Penal, que textualmente señala “El que desobedece o resiste a al orden legalmente
impartida por un funcionario público en ejercicio de sus atribuciones, salvo que se trate de su pro-
pia detención, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis meses ni mayor de dos
años (…)”. En este sentido, el tipo penal exige el agente desobedezca o resista una orden imparti-
da por un funcionario público en ejercicio de sus atribuciones, por lo que al tratarse de un delito de
acción negativa tiene que quedar claramente expresada; esto es debe acreditarse la existencia de

507
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

una orden concreta y directa y expedida por un funcionario público en cumplimiento de sus
atribuciones, la misma que para que tenga efectividad debe haber sido debidamente notifica-
da a su destinatario no solo en su domicilio procesal, sino especialmente en su domicilio real o
legal a efectos de establecer la existencia del elemento subjetivo - DOLO; asimismo la orden
debe llevar consigo una conminación previa expresada en una resolución judicial, en el caso
concreto, el apercibimiento de ser denunciado por el delito de resistencia y desobediencia a la
autoridad en caso de incumplimiento, solo así dicha orden podrá tener efectos penales exigidos
por el tipo penal.
Quinto: Valoración
A criterio del superior jerárquico, con las copias certificadas del Expediente N° 2006-0438-87-0601-JR-
CI-03 remitidas por el juez del Tercer Juzgado Civil de Cajamarca, existen suficientes elementos
de convicción que acreditarían la existencia del delito objeto de imputación y vincularían al inves-
tigado como presunto autor, sobre todo con la resolución N° 30 de fecha 19 de julio de 2011, me-
diante la cual se le impuso a la ONP una multa de diez(10) unidades de referencia procesal por no
haber cumplido con el requerimiento, asimismo se le apercibe nuevamente con duplicarle la multa
impuesta, así como con remitir copias certificadas al Ministerio Público en caso de incumplimien-
to; cumpliéndose de esta manera con los elementos objetivos y subjetivos del tipo penal atribuido.
Sexto: Determinación del objeto de prueba
Sobre este punto cabe señalar que el Ministerio Público, por prescripción de lo establecido por el
artículo 159 de la Constitución Política del Estado, concordante con el artículo 60 del Código Pro-
cesal Penal, es el titular de la acción penal, correspondiéndole, por ende, la dirección de la inves-
tigación de un evento delictivo, disponiendo para ello la realización de diferentes actos de investi-
gación a fin de reunir los diferentes medios de prueba, regidos, en todas las etapas procesales, por
los principios de legalidad, utilidad, pertinencia y conducencia[48], rechazando aquellos que no
se adecuen a dichas exigencias. En tal sentido, corresponde señalar que serán objeto de prueba en
el presente caso los siguientes:
- Determinar si el imputado José Luis Alfredo Chirinos Chirinos en calidad de jefe de la ONP, es
autor del delito de desobediencia a la autoridad.
- Establecer si el investigado ha tenido pleno conocimiento de la orden impartida por el juez del
Tercer Juzgado en lo Civil de Cajamarca, así como la posibilidad de cumplimiento de dicha orden.
- Determinar la existencia o no de causas agravantes, eximentes o atenuantes de responsabilidad
penal del investigado.
Séptimo: Presupuestos de ejercicio de la acción penal
Conforme a lo prescrito por el artículo 336, inciso 1 del Código Procesal Penal, para el ejercicio
válido de la acción penal, a través de la formalización de la investigación preparatoria, el fiscal de-
berá verificar: a) Que aparezcan indicios reveladores de la existencia del delito: Que en el caso
son los expuestos en el considerando “tercero” de la presente; b) Que la acción penal no haya pres-
crito: Que en el caso de autos no ha sucedido, por cuanto desde la fecha de ocurrencia del hecho de-
lictivo hasta la actualidad no ha operado aún la prescripción ordinaria ni extraordinaria de la acción
penal, conforme a lo previsto por el artículo 80 cuarto párrafo del Código Penal concordado con
el artículo 83 último párrafo del mismo texto legal; c) Que se haya individualizado al imputado:
en este caso es José Luis Alfredo Chirinos Chirinos en calidad de jefe de la ONP; d) Requisitos de
procedibilidad: Que en el presente se han cumplido todos.

[48] Cabe señalar, que estos principios se concretan finalmente en lo prescrito por los artículos 155 y 352, inciso 5, literal b. del Código
Procesal Penal.

508
Decisiones fiscales

POR ESTAS CONSIDERACIONES:


El Cuarto Despacho de Investigación de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Ca-
jamarca, a cargo de la presente investigación, con las atribuciones conferidas por los artículos 159
incisos 1, 4 y 5 de la Constitución Política del Estado, concordante con el artículo 94, incisos 1 y 2
de la Ley Orgánica del Ministerio Público - Decreto Legislativo N° 052; concordante con lo esta-
blecido en el artículo 336 y siguientes del Código Procesal Penal; DISPONE:
A.- FORMALIZAR INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Y CONTINUAR contra JOSÉ LUIS
ALFREDO CHIRINOS CHIRINOS en calidad de Jefe de la Oficina de Normalización Previsio-
nal, identificado con DNI N° 30849822, de 64 años de edad, nacido el 19 de marzo de 1947, casa-
do, natural de Arequipa, con estudios superiores, sus padres Constantino y Antonieta, con domici-
lio legal en Av. Bolivia N° 144 piso 17 - Centro Cívico de Lima - Cercado de Lima; como presunto
AUTOR del delito Contra la Administración Pública en la modalidad de desobediencia a la auto-
ridad, previsto por el artículo 368 del Código Penal, en agravio del Estado, presentado por el Pro-
curador Público del Poder Judicial.
B.- REALÍCESE los siguientes actos de investigación:
- OFÍCIESE al Tercer Juzgado Especializado en lo Civil, para que remita copias certificadas de
los cargos y/o constancias de notificación de la resolución N° 30 y 31 dirigidos tanto al domici-
lio procesal como al domicilio legal del investigado, en su calidad de Jefe de la ONP.
- RECIBIR la declaración testimonial de Roberto Quiroz Cruzado el día 14 diciembre del 2011 a
las 09:00 horas.
- RECIBIR la declaración del investigado JOSÉ LUIS ALFREDO CHIRINOS CHIRINOS en
calidad de Jefe de la ONP, el día 16 de diciembre del 2011 a las 10:00 horas.
- Se recabe los antecedentes penales y judiciales que pudiera registrar el imputado.
- Demás diligencias necesarias y pertinentes con relación a la presente investigación.
C.- PÓNGASE en conocimiento del juez de investigación preparatoria la formalización y conti-
nuación de la presente investigación conforme a lo previsto en el artículo 3 del Código Procesal
Penal en vigor, concordante con el inciso tercero del artículo trescientos treinta y seis del acotado.
D.- NOTIFÍQUESE la presente a las partes procesales, al imputado JOSÉ LUIS ALFREDO CHI-
RINOS CHIRINOS en calidad de Jefe de la ONP, tiene domicilio legal en Av. Bolivia N° 144 piso
17 –Centro Cívico de Lima– Cercado de Lima, asimismo ha señalado domicilio procesal en Casi-
lla Judicial N° 135 de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, abogado defensor Dr. RICARDI
MARTÍN LUPERDI GAMBOA; y, al agraviado Estado, representado por el Procurador Público a
cargo de los Asuntos Judiciales del Poder Judicial, en su domicilio real sito en la Av. Petit Thouars
N° 3943 - San Isidro, Lima y con correo electrónico procuradoriapj@pj.gob.pe y a la casilla elec-
trónica Institucional svitery@pj.gob.pe N° de casilla 640 o fax 2210020 y 2211059.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Cajamarca

509
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

038 FORMALIZACIÓN DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA POR TRANSGREDIR


EL PLAZO RAZONABLE CUANDO EL FISCAL SUPERIOR, SUSTENTANDO
QUE EXISTEN ELEMENTOS DE CONVICCIÓN DEL DELITO, ORDENÓ REA-
LIZAR DILIGENCIAS PRELIMINARES
“Quinto: No obstante ello, este despacho fiscal deberá tener en cuenta, an-
tes de cumplir con la disposición superior, cuestiones básicas en torno a los
requerimientos necesarios dentro de la etapa de investigación preliminar,
la cual se ha exigido aperturar por la instancia superior. Los plazos de du-
ración de la investigación del delito tienen relación directa con el concepto
que debemos asimilar en torno al cómputo del plazo razonable en el que se
debe llevar a cabo el proceso penal. La norma procesal ha determinado de
manera indubitable que el plazo de las diligencias preliminares es de veinte
días. Por otra parte, el legislador permite que el fiscal pueda fijar un plazo
distinto según las características, complejidad y circunstancias de los hechos
objeto de la investigación. En otras palabras, autoriza al fiscal a manejar en
forma prudente en cada caso concreto los criterios de elasticidad y discrecio-
nalidad, los que deben estar concatenados necesariamente con los criterios
de razonabilidad para que el fiscal no incurra en decisiones arbitrarias que
puedan perjudicar al imputado, al agraviado y a la propia finalidad de la in-
vestigación. La Sala Penal Permanente de la Corte Superior de justicia ha es-
tablecido que ‘(...) los plazos para las diligencias preliminares, de veinte días
naturales y el que se concede al fiscal para fijar uno distinto según las carac-
terísticas, complejidades y circunstancias de los hechos objeto de investiga-
ción, son diferentes y no se hallan comprendidos en los ciento veinte días
naturales más la prórroga a la que alude la norma pertinente, que corres-
ponde a la investigación propiamente dicha (...)’. Asimismo, ha expresa-
do con meridiana claridad que ‘(...) el plazo de las denominadas diligencias
preliminares y fundamentalmente el plazo adicional al de los veinte días que
el artículo trescientos treinta y cuatro le autoriza al fiscal en casos que por
sus características, revistan complejidad, no debe ser uno ilimitado y, si bien
es cierto en este extremo de la norma no se precisa de manera cuantitativa
cuál es su límite temporal, también es verdad que ello no puede afectar el
derecho al plazo razonable que constituye una garantía fundamental inte-
grante del debido proceso (…) la fase de diligencias preliminares no po-
dría, en la hipótesis más extrema, ser mayor que el plazo máximo de la
investigación preparatoria regulado en el artículo trescientos cuarenta
y dos de la ley procesal penal’. Ante todo lo dicho, se tiene que la Tercera
Fiscalía Superior Penal ha ordenado se disponga el inicio de diligencias pre-
liminares por el plazo de veinte días, circunstancia que por demás vendría a
contravenir el mencionado principio del plazo razonable que reviste el de-
recho al debido proceso, puesto que, y tomando en cuenta que la denun-
cia materia de cuestionamiento ha sido asignada a este despacho fiscal con
fecha dieciocho de marzo del año dos mil once, si es que se dispusiera dar
inicio a tales diligencias obtendríamos un plazo totalmente irrazonable que
se invertiría en tal etapa, pues se estaría inobservando el plazo máximo de
los 120 días naturales que nos otorga el Código adjetivo para desarrollar
este tipo de diligencias a nivel preliminar desde el momento en que el fiscal

510
Decisiones fiscales

de turno llega a tomar conocimiento del caso, lo cual, como es lógico, sería
de imposible realización dado todo el tiempo transcurrido hasta la fecha.
Sexto: Sin embargo, a fin de no ver incumplido el mandato de la Tercera
Fiscalía Superior Penal en cuanto al continuar con el desarrollo de la presente
investigación, que constituye el espíritu de la resolución que emitiese, lo que
resultaría pertinente, teniendo en cuenta además que según la Disposición
superior existen indicios de la comisión del delito, sería el disponer la for-
malización de la investigación preparatoria dadas las fechas transcurridas a
las que ya se ha aludido en el considerando anterior, toda vez que la inves-
tigación preparatoria persigue reunir los elementos de convicción, de car-
go y de descargo, que permitan al fiscal decidir si formula o no acusación y,
en su caso, al imputado preparar su defensa. Tiene por finalidad determi-
nar si la conducta incriminada es delictuosa, las circunstancias o móviles de
la perpetración, la identidad del autor o partícipe y de la víctima, así como
la existencia del daño causado (artículo 321. 1), por lo que su propia natu-
raleza nos permitirá seguir dentro de la etapa de investigación propiamen-
te dicha. Por lo que, habiéndose verificado los presupuestos para la investi-
gación preparatoria, esto es, la existencia de indicios reveladores de la exis-
tencia del delito, que la acción penal continúa vigente y se ha individualiza-
do e identificado al imputado con su Ficha de Reniec, conforme lo prevé el
artículo trescientos treinta y seis y siguientes del Código Procesal Penal. EN
CUMPLIMIENTO A LO DISPUESTO POR LA TERCERA FISCALÍA SUPERIOR
PENAL DEL DISTRITO JUDICIAL DE CAJAMARCA: SE DISPONE: PRIMERO:,
FORMALIZAR LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA”.

Carpeta Fiscal : 386-2011


Denunciado : Temístocles Noriega Díaz
Agraviado : El Estado - Poder Judicial
Delito : Desobediencia y Resistencia a la Autoridad
DISPOSICIÓN N° 02 DE FORMALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
Cajamarca, diecinueve de agosto del año dos mil once.-
Dado cuenta: Con la Disposición de la Fiscalía Superior N° 416-2011-MP-TFSP-C., mediante la
cual dispone declarar fundado el recurso de queja formulado por la Procuradora Pública de los Asun-
tos Judiciales del Poder Judicial, contra la Disposición Fiscal de fecha 21 de marzo de año dos mil
once, que se declara no ha lugar a formalizar investigación preparatoria contra Temístocles Alfonso
Noriega Díaz, como Gerente Departamental de EsSalud - Cajamarca, como presunto autor del de-
lito contra la Administración Pública en la modalidad de desobediencia y resistencia a la autoridad
en agravio del Estado - Poder Judicial, representado por el procurador público a cargo de los asun-
tos judiciales del Poder Judicial; y
Atendiendo:
Primero: Resulta de autos que mediante Resolución N° 31, de fecha cuatro de octubre del año dos
mil diez, el juez del Segundo Juzgado Especializado Civil de Cajamarca, declaró improcedente la
solicitud de concesión de un plazo de gracia solicitada por EsSalud-Cajamarca a efectos de cumplir
con la sentencia del Tribunal Constitucional que ordena reponer al agraviado Gilberto Elvis Gua-
diamos Mendoza en el puesto de jefe de Unidad de Crédito y Cobranzas que venía desempeñando

511
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

en la denunciada EsSalud-Cajamarca, dentro del proceso de amparo signado con el Expediente


N° 541-2001 que el denunciante promovió contra dicha institución; duplicó la multa a la entidad
denunciada Red Asistencial Cajamarca-EsSalud y se requirió nuevamente a la denunciada para que
cumpla en el plazo de cinco días con el mandato de reposición ya indicado “bajo apercibimiento de
remitirse copias al Ministerio Público para la denuncia correspondiente, en caso de incumplimien-
to”; sin embargo, es el caso que ante el incumplimiento de lo ordenado por la parte investigada, se
resolvió hacer efectivo el apercibimiento impuesto en la resolución número treinta y uno, proce-
diéndose así a remitir copias del presente proceso al representante del Ministerio Público, conforme
se aprecia de la resolución N° 32, de fecha veintiuno de octubre del año dos mil diez, “a fin de que
proceda conforme a sus atribuciones”.
Segundo: Hechos que se encuadran dentro de la conducta típica del delito de desobediencia y re-
sistencia a la autoridad que se encuentra tipificado en el artículo 368, del Código Penal, el mismo
que prescribe: “El que desobedece o resiste la orden impartida por un funcionario público en
el ejercicio de sus atribuciones, salvo que se trate de la propia detención, será reprimido con
pena privativa de libertad (…)”.
Segundo: Que ante el análisis de los hechos denunciados y descritos en el primer considerando,
mediante Disposición N° 01 de fecha veintiuno de marzo del año 2011, se dispuso no ha lugar a
formalizar investigación preparatoria, ordenándose el archivo de los actuados. Ante ello, la procu-
radora pública adjunta encargada de los asuntos judiciales del Poder Judicial, requiere la elevación
al superior de todo lo actuado a fin de que se continúe con la investigación preparatoria; recurso
que fue admitido por este despacho fiscal y elevados los actuados a la Tercera Fiscalía Superior Pe-
nal, la misma que ha declarado fundado el recurso de queja formulado por la representante de la
agraviada, ordenando que este despacho fiscal disponga el inicio de diligencias preliminares por el
plazo de veinte días.
Tercero: Que, a pesar de las consideraciones que este despacho fiscal ha expresado oportunamente
en la Disposición N° 01-2011, la Tercera Fiscalía Superior Penal considera que, en el presente caso,
existen indicios que revelan el presunto acto de desobediencia a un mandato judicial expre-
so y claro, emitido por una autoridad en el ejercicio de sus funciones, por la instancia máxima de
la jurisdicción constitucional que ha declarado fundada una demanda de amparo por violación de
un derecho constitucional; el mismo que es atribuido al imputado. Que además puede evidenciarse
que el cumplimiento de la citada orden judicial ha sido requerido por el órgano jurisdiccional de-
cretándose incluso como apercibimiento que el incumplimiento acarrearía la remisión de copias al
Ministerio Público a fin de que proceda conforme a sus atribuciones. Asimismo, señala que no re-
sulta una condición de procedibilidad la exigencia de que “se haya decretado el apercibimiento de
ser denunciado por el delito de desobediencia a la autoridad”, ya que ello no se encuentra expresa-
mente previsto por ley, bastando únicamente que se configuren los supuestos típicos del artículo 368
del Código Sustantivo, lo cual ha tenido lugar en su cumplimiento.
Quinto: No obstante ello, este despacho fiscal deberá tener en cuenta, antes de cumplir con la dis-
posición superior, cuestiones básicas en torno a los requerimientos necesarios dentro de la etapa de
investigación preliminar, la cual se ha exigido aperturar por la instancia superior. Los plazos de du-
ración de la investigación del delito tienen relación directa con el concepto que debemos asimilar
en torno al cómputo del plazo razonable en el que se debe llevar a cabo el proceso penal. La norma
procesal ha determinado de manera indubitable que el plazo de las diligencias preliminares es de
veinte días. Por otra parte, el legislador permite que el fiscal pueda fijar un plazo distinto según las
características, complejidad y circunstancias de los hechos objeto de la investigación. En otras pa-
labras, autoriza al fiscal a manejar en forma prudente en cada caso concreto los criterios de elastici-
dad y discrecionalidad, los que deben estar concatenados necesariamente con los criterios de razo-
nabilidad para que el fiscal no incurra en decisiones arbitrarias que puedan perjudicar al imputado,

512
Decisiones fiscales

al agraviado y a la propia finalidad de la investigación[49]. La Sala Penal Permanente de la Corte


Superior de Justicia ha establecido que “(...) los plazos para las diligencias preliminares, de veinte
días naturales y el que se concede al fiscal para fijar uno distinto según las características, compleji-
dades y circunstancias de los hechos objeto de investigación, son diferentes y no se hallan compren-
didos en los ciento veinte días naturales más la prórroga a la que alude la norma pertinente, que
corresponde a la investigación propiamente dicha (...)”. Asimismo, ha expresado con meridiana
claridad que “(...) el plazo de las denominadas diligencias preliminares y fundamentalmente el pla-
zo adicional al de los veinte días que el artículo trescientos treinta y cuatro le autoriza al fiscal en
casos que por sus características revistan complejidad, no debe ser uno ilimitado y, si bien es cierto
en este extremo de la norma no se precisa de manera cuantitativa cuál es su límite temporal, tam-
bién es verdad que ello no puede afectar el derecho al plazo razonable que constituye una garantía
fundamental integrante del debido proceso (…) la fase de diligencias preliminares no podría, en
la hipótesis más extrema, ser mayor que el plazo máximo de la investigación preparatoria re-
gulado en el artículo trescientos cuarenta y dos de la ley procesal penal”[50]. Ante todo lo dicho,
se tiene que la Tercera Fiscalía Superior Penal ha ordenado se disponga el inicio de diligencias pre-
liminares por el plazo de veinte días, circunstancia que por demás vendría a contravenir el mencio-
nado principio del plazo razonable que reviste el derecho al debido proceso, puesto que y tomando
en cuenta que la denuncia materia de cuestionamiento ha sido asignada a este despacho fiscal con
fecha dieciocho de marzo del año dos mil once, si es que se dispusiera dar inicio a tales diligencias
obtendríamos un plazo totalmente irrazonable que se invertiría en tal etapa, pues se estaría inobser-
vando el plazo máximo de los 120 días naturales que nos otorga el Código adjetivo para desarrollar
este tipo de diligencias a nivel preliminar desde el momento en que el fiscal de turno llega a tomar
conocimiento del caso, lo cual, como es lógico, sería de imposible realización dado todo el tiempo
transcurrido hasta la fecha.
Sexto: Sin embargo, a fin de no ver incumplido el mandato de la Tercera Fiscalía Superior Penal en
cuanto al continuar con el desarrollo de la presente investigación, que constituye el espíritu de la
resolución que emitiese, lo que resultaría pertinente, teniendo en cuenta además que según la dis-
posición superior existen indicios de la comisión del delito, sería el disponer la formalización de
la investigación preparatoria dadas las fechas transcurridas a las que ya se ha aludido en el consi-
derando anterior, toda vez que la investigación preparatoria persigue reunir los elementos de con-
vicción, de cargo y de descargo, que permitan al fiscal decidir si formula o no acusación y, en su
caso, al imputado preparar su defensa. Tiene por finalidad determinar si la conducta incriminada es
delictuosa, las circunstancias o móviles de la perpetración, la identidad del autor o partícipe y de la
víctima, así como la existencia del daño causado (artículo 321. 1), por lo que su propia naturaleza
nos permitirá seguir dentro de la etapa de investigación propiamente dicha[51]. Por lo que habiéndo-
se verificado los presupuestos para la investigación preparatoria, esto es, la existencia de indicios
reveladores de la existencia del delito, que la acción penal continúa vigente y se ha individualizado
e identificado al imputado con su ficha de Reniec, conforme lo prevé el artículo trescientos treinta
y seis y siguientes del Código Procesal Penal. EN CUMPLIMIENTO A LO DISPUESTO POR
LA TERCERA FISCALÍA SUPERIOR PENAL DEL DISTRITO JUDICIAL DE CAJAMAR-
CA: SE DISPONE: PRIMERO: FORMALIZAR LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
contra Temístocles Alfonso Noriega Díaz, Gerente Departamental de EsSalud - Cajamarca como
presunto autor del delito contra la Administración Pública en la modalidad de desobediencia y re-

[49] MORY PRÍNCIPE, Fredy. La investigación del delito. El Policía, el fiscal y el juez. Derechos fundamentales del imputado.
Editorial Rodhas, Lima, 2011, pp. 67-70.
[50] Casación N° 02-2008-La Libertad.
[51] MORY PRÍNCIPE, Fredy. La investigación del delito. El Policía, el fiscal y el juez. Derechos fundamentales del imputado.
Editorial Rodhas, Lima, 2011, pp. 78-79, 84.

513
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

sistencia a la autoridad, en agravio de El Estado - Poder Judicial, representado por el procurador


público a cargo de los asuntos judiciales del Poder Judicial; en consecuencia, realícese dentro del
plazo de ley, los siguientes actos de investigación:
1. Se reciba la declaración testimonial de Gilberto Elvis Guadiamos Mendoza, quién deberá com-
parecer el día 2 de septiembre del año 2011 a las 10.00 horas, quien deberá proporcionar mayores
datos sobre el conocimiento que pudiera tener acerca de los hechos denunciados.
2. Se reciba la declaración indagatoria de Temístocles Alfonso Noriega Díaz, el día 02 de septiem-
bre del año 2011 a las 11.30 horas, quien debe concurrir acompañado de manera obligatoria de un
abogado defensor de su libre elección, de lo contrario se realizarán las coordinaciones correspon-
dientes a fin de que sea asesorado por un defensor público, conforme lo prescrito en el artículo 71
del Código Procesal Penal.
3. Se curse oficio al juez del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Cajamarca, a fin que in-
forme cual es el estado del Expediente N° 0541-2001, seguido por Gilbert Elvis Guadiamos Mendo-
za contra Gerencia de EsSalud - Cajamarca, sobre acción de amparo, así como también se remitan
copias certificadas de las actuaciones realizadas después del 3 de marzo del año 2011.
4. Se recabe los antecedentes penales y judiciales que pudiera registrar el imputado.
5. Todas las demás diligencias necesarias para el esclarecimiento de los hechos.
SEGUNDO: NOTIFICAR la presente disposición a las partes procesales, con arreglo a ley al
imputado, Temistocles Alfonso Noriega Díaz, en su domicilio real ubicado en el Jr. Leoncio Prado
N° 220, Cajamarca y en su domicilio laboral sito en el Jr. Tarapacá N° 565, Cajamarca y al agravia-
do, Estado - Poder Judicial, representado por el procurador público a cargo de los asuntos judicia-
les del Poder Judicial, en su domicilio real sito en la Av. Petit Thouars N° 3943 - San Isidro, Lima
y con correo electrónico procuradoriapj@pj.gob.pe y a la casilla electrónica institucional svitery@
pj.gob.pe N° de casilla 640 o fax 2210020 y 2211059.
TERCERO: Poner en conocimiento de la presente disposición a la Tercera Fiscalía Superior en lo
Penal de esta ciudad.
CUARTO: PONER EN CONOCIMIENTO DEL SEÑOR JUEZ DE LA INVESTIGACIÓN
PREPARATORIA DE CAJAMARCA la formalización de la investigación preparatoria del pre-
sente caso, conforme a lo previsto en el artículo tres del Código Procesal Penal en vigor, concor-
dante con el inciso tercero del artículo trescientos treinta y seis del acotado.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Cajamarca

514
Decisiones fiscales

DISPOSICIONES DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA

039 IMPROCEDENCIA DE LA DECLARACIÓN DEL DENUNCIANTE QUE PRETENDE


ILUSTRAR AL FISCAL SOBRE LA DELICTUOSIDAD DE LAS CONDUCTAS
OBJETO DE INVESTIGACIÓN
“SEGUNDO: El recurrente ha solicitado que se fije hora y fecha para que se
reciba la ampliación de declaración del agraviado ‘con el propósito de ilus-
trar al nuevo fiscal con medios probatorios recientes que las conductas de
los denunciados se subsumen dentro de los delitos que se les vienen atribu-
yendo y, consecuentemente con ello, demostrar que la denuncia anterior no
fue debidamente investigada por los representantes del Ministerio Público’;
pero, sin embargo, no indica cuáles son los nuevos hechos sobre los que ha-
bría de declarar y que justificarían una ampliación de su declaración, por lo
que su pedido resulta improcedente; y, en todo caso, de tener elementos
de convicción –no medios probatorios, como incorrectamente los denomi-
na en su escrito– que aportar los debe presentar mediante el escrito corres-
pondiente; TERCERO: Entiende el suscrito que en realidad el recurrente no
pretende aportar nuevos elementos de convicción –aunque si quisiera hacer-
lo, tiene expedito su derecho– sino –como su mismo escrito dice– ilustrar al
fiscal sobre las razones que hay para formalizar investigación preparatoria,
lo cual técnicamente no debe hacerse vía ampliación de declaración sino en
alegatos orales o escritos –según lo considere pertinente la parte– para lo
cual se habrá de señalar fecha y hora en su oportunidad”.

IMPROCEDENCIA DE ACTOS DE INVESTIGACIÓN Y OTROS


Código de Carpeta Fiscal N° 1832-2010
Disposición:
Dado cuenta: Con el escrito presentado por Jorge Luis Bernabé Ramírez; y CONSIDERANDO:
PRIMERO: El numeral 2 del artículo 330 del CPP 2004 prescribe: “Las diligencias preliminares
tienen por finalidad inmediata realizar los actos urgentes o inaplazables destinados a determinar si
han tenido lugar los hechos objeto de conocimiento y su delictuosidad, así como asegurar los ele-
mentos materiales de su comisión, individualizar a las personas involucradas en su comisión, in-
cluyendo a los agraviados, y, dentro de los límites de la ley, asegurarlas debidamente”; lo que deja
claro que esta fase del proceso no busca agotar la investigación del hecho materia de imputación,
sino únicamente la realización de aquellos que permitan determinar si resulta necesario formalizar o
no investigación preparatoria; SEGUNDO: El recurrente ha solicitado que se fije hora y fecha para
que se reciba la ampliación de declaración del agraviado “con el propósito de ilustrar al nuevo fis-
cal con medios probatorios recientes que las conductas de los denunciados se subsumen dentro de
los delitos que se les vienen atribuyendo y consecuentemente con ello, demostrar que la denuncia
anterior no fue debidamente investigada por los representantes del Ministerio Público”; pero, sin
embargo, no indica cuáles son los nuevos hechos sobre los que habría de declarar y que justificarían
una ampliación de su declaración; por lo que su pedido resulta improcedente; y, en todo caso, de

515
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

tener elementos de convicción –no medios probatorios, como incorrectamente los denomina en su
escrito– que aportar los debe presentar mediante el escrito correspondiente; TERCERO: Entiende
el suscrito que en realidad el recurrente no pretende aportar nuevos elementos de convicción –aun-
que si quisiera hacerlo, tiene expedito su derecho– sino –como su mismo escrito dice– ilustrar al
fiscal sobre las razones que hay para formalizar investigación preparatoria; lo cual técnicamente no
debe hacerse vía ampliación de declaración sino en alegatos orales o escritos –según lo considere
pertinente la parte– para lo cual se habrá de señalar fecha y hora en su oportunidad; CUARTO: El
artículo 95 del CPP 2004 prescribe: “1. El agraviado tendrá los siguientes derechos: a) A ser infor-
mado de los resultados de la actuación en que haya intervenido, así como del resultado del procedi-
miento, aun cuando no haya intervenido en él, siempre que lo solicite; b) A ser escuchado antes de
cada decisión que implique la extinción o suspensión de la acción penal, siempre que lo solicite; c)
A recibir un trato digno y respetuoso por parte de las autoridades competentes, y a la protección de
su integridad, incluyendo la de su familia. En los procesos por delitos contra la libertad sexual se
preservará su identidad, bajo responsabilidad de quien conduzca la investigación o el proceso. d) A
impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria. 2. El agraviado será informado sobre sus de-
rechos cuando interponga la denuncia, al declarar preventivamente o en su primera intervención en
la causa. 3. Si el agraviado fuera menor o incapaz tendrá derecho a que durante las actuaciones en
las que intervenga, sea acompañado por persona de su confianza”. Bajo el presunto amparo de este
artículo el recurrente solicita que se le informe cuáles han sido las razones para designar un nuevo
fiscal y el por qué se ha paralizado la investigación preliminar por un mes; QUINTO: De la simple
lectura del artículo 95 del CPP 2004 –es por eso que ha sido glosado en su integridad por el suscri-
to en el considerando anterior– resulta claro que el recurrente no tiene los derechos que alega; sin
embargo, a efectos de mantener la transparencia con que debe proceder este Ministerio Público y
por única vez –en razón a que, por ejemplo, la decisión de asignar el caso a un fiscal distinto corres-
ponde estrictamente a la forma en que el Ministerio Público del Distrito de La Libertad ha decidido
organizarse, dividiéndose entre fiscalías de decisión temprana y de investigación preparatoria; orga-
nización que es incluso de conocimiento público, y que, por tanto, no tiene que ir explicándose en
cada caso para satisfacer el desconocimiento que pudieran tener los litigantes– se debe señalar que
las razones por las que dejó el caso el Dr. Carlos Trelles Romero aparecen suficientemente expresa-
das en su disposición de fecha doce de julio; siendo que desde la fecha en que ello ocurrió hasta la
fecha en que incluso se emite la presente todavía no ha transcurrido un mes; SEXTO: En cuanto a
los pedidos de solicitar copias certificadas al Conafu de los expedientes que dieron lugar a las Re-
soluciones N°s 715-200-Conafu (fecha 25 de enero de 200) y 055-2001-Conafu (fecha 9 de marzo
de 2001); del mismo modo que de las dos esquelas de observación a la inscripción del nuevo mode-
lo institucional de la Universidad Privada César Vallejo, cuyos títulos archivados son los números
098382 de fecha 26 de septiembre y 113279 de fecha 6 de septiembre, ambos del año 2000; POR
LO QUE SE DISPONE: 1) IMPROCEDENTE la solicitud de ampliación de declaración del
denunciante; 2) IMPROCEDENTE su solicitud de que se le informe las razones para desig-
nar un nuevo fiscal y paralizar la investigación por un mes; 3) SOLICÍTENSE LAS COPIAS
a que se refiere el considerando sexto de la presente disposición. Notifíquese conforme a Ley.-
Trujillo, agosto 6 de 2010
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

516
Decisiones fiscales

040 IMPROCEDENCIA DE AMPLIACIÓN DE DECLARACIÓN TESTIMONIAL POR


FALTA DE UTILIDAD Y DE PERTINENCIA
“El abogado del imputado Juan Elías Frittizz Calderón ha solicitado se reali-
ce una ampliación de las declaraciones de Dina Sadit Morales Quiñones, Luis
Alberto Vidal Heras y Ángel Ponce Simón para que declaren sobre el pro-
cedimiento establecido en la Ley Orgánica de Municipalidades para realizar
transferencias de dinero así como para que se esclarezca la fiscalización de
la cuenta N° 0807-000144; y CONSIDERANDO: PRIMERO: De modo simi-
lar a como ocurre con las pruebas, los actos de investigación deben reunir
ciertos requisitos para su admisión, los que han sido refreídos por el Tribunal
Constitucional, por ejemplo, en la Sentencia del Exp. N° 6712-2005-HC/TC.
Lima. Magaly Jesús Medina Vela y Ney Guerrero Orellana (de 17 días del
mes de octubre de 2005) como 1) Pertinencia: Exige que el medio proba-
torio tenga una relación directa o indirecta con el hecho que es objeto de
proceso. Los medios probatorios pertinentes sustentan hechos relacionados
directamente con el objeto del proceso. 2) Conducencia o idoneidad: El
legislador puede establecer la necesidad de que determinados hechos de-
ban ser probados a través de determinados medios probatorios. Será incon-
ducente o no idóneo aquel medio probatorio que se encuentre prohibido
en determinada vía procedimental o prohibido para verificar un determina-
do hecho; 3) Utilidad: Se presenta cuando contribuya a conocer lo que es
objeto de prueba, a descubrir la verdad, a alcanzar probabilidad o certeza.
solo pueden ser admitidos aquellos medios probatorios que presten algún
servicio en el proceso de convicción del juzgador, mas ello no podrá hacerse
cuando se ofrecen medios probatorios destinados a acreditar hechos con-
trarios a una presunción de derecho absoluta; cuando se ofrecen medios
probatorios para acreditar hechos no controvertidos, imposibles, notorios,
o de pública evidencia; cuando se trata de desvirtuar lo que ha sido objeto
de juzgamiento y ha hecho tránsito a cosa juzgada; cuando el medio pro-
batorio ofrecido no es el adecuado para verificar con él los hechos que pre-
tenden ser probados por la parte; y, cuando se ofrecen medios probatorios
superfluos, bien porque se han propuesto dos medios probatorios iguales
con el mismo fin (dos pericias con la finalidad de acreditar un mismo hecho)
o bien porque el medio de prueba ya se había actuado antes; 4) Licitud:
No pueden admitirse medios probatorios obtenidos en contravención del
ordenamiento jurídico, lo que permite excluir supuestos de prueba prohibi-
da; y 5) Preclusión o eventualidad: En todo proceso existe una oportuni-
dad para solicitar la admisión de medios probatorios, pasado dicho plazo,
no tendrá lugar la solicitud probatoria; SEGUNDO: En el caso de las testi-
moniales objeto de pronunciamiento, se debe formular dos reparos; en pri-
mer lugar, que no se cumple con el requisito de utilidad, pues las declara-
ciones sobre el contenido de una Ley no son necesarias en razón a que lo
dicho se puede lograr incluso en mejor medida con el acceso y lectura de
la Ley; y, en segundo lugar, que no se cumple con el requisito de pertinen-
cia, pues no está siendo objeto de investigación la fiscalización de la cuen-
ta N° 0807-000144, sino la sustracción del dinero obrante en ella por parte
de los investigados”.

517
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

AMPLÍA PLAZO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA Y OTROS


Código de Carpeta Fiscal N° 216-2012
Disposición N°
Dado cuenta: Con el estado de la investigación preparatoria y estando a que del análisis de la car-
peta fiscal se aprecia que todavía resultan necesarios actos dirigidos al pleno esclarecimiento de los
hechos; SE DISPONE: AMPLIAR EL PLAZO DE LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
POR SESENTA DÍAS ADICIONALES; ORDENÁNDOSE: 1) Recibir las declaraciones testi-
moniales de Marcial Valencia Valdiviezo, Silvestre Yupanqui Chacón, Leslie Carol Leal Rodríguez,
Ángel Ponce Simón, quienes deberán concurrir a este despacho a las 08:00, 10:00, 12:00 y 14:00
horas del lunes 13 de mayo de 2013; a quienes se les informa que de acuerdo al numeral 1 del ar-
tículo 163 del CPP 2004: “Toda persona citada como testigo tiene el deber de concurrir, salvo las
excepciones legales correspondientes, y de responder a la verdad a las preguntas que se le hagan.
La comparecencia del testigo constituirá siempre suficiente justificación cuando su presencia fue-
re requerida simultáneamente para dar cumplimiento a obligaciones laborales, educativas o de otra
naturaleza y no le ocasionará consecuencias jurídicas adversas bajo circunstancia alguna”; que el
numeral 3 del artículo 337 del mismo cuerpo normativo prescribe que: “El fiscal puede: a) Disponer
la concurrencia del imputado, del agraviado y de las demás personas que se encuentren en posibi-
lidad de informar sobre circunstancias útiles para los fines de la investigación. Estas personas
y los peritos están obligados a comparecer ante la Fiscalía, y a manifestarse sobre los hechos
objeto de investigación o emitir dictamen. Su inasistencia injustificada determinará su conducción
compulsiva”; siendo que el numeral 1 del artículo 66 establece: “En caso de inconcurrencia a una
citación debidamente notificada bajo apercibimiento, el Ministerio Público dispondrá la con-
ducción compulsiva del omiso por la Policía Nacional”; no solo ello, sino que el Código Penal
prescribe en su artículo 371 que: “El testigo, perito, traductor o intérprete que, siendo legalmente
requerido, se abstiene de comparecer o prestar la declaración, informe o servicio respectivo, será
reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación de servicio comu-
nitario de veinte a treinta jornadas” además de considerar como delito en su artículo 368 el hecho
de no obedecer el mandato emitido por un funcionario en ejercicio de sus atribuciones; POR LO
QUE LA CITACIÓN SE DEBE HACER BAJO APERCIBIMIENTO DE SU CONDUCCIÓN
COMPULSIVA y de INICIAR PERSECUCIÓN PENAL EN SU CONTRA en caso de no acatar
el presente mandato fiscal; 2) Requerir al alcalde de la Municipalidad Distrital de Parcoy o a quien
ejerza sus funciones al momento de la notificación con la presente para que, en el plazo de 03 días
hábiles, haga llegar a esta fiscalía especializada y por vía segura 2.1. Los originales de la documen-
tación relacionada con la presente investigación –obtenciones de los talonarios, sustracción de dinero
y vacaciones de los investigados Juan Elías Calderón Frittizz, Jeremíaz Almazán Henríquez y Dina
Morales Quiñones e indagaciones administrativas que se hubieren realizado al respecto– que aún
estuvieran en poder de la municipalidad que representa; 2.2. Autorización para que este Despacho
solicite al Banco de la Nación remita a este despacho copias certificadas o fedateadas de las cartas
de conformidad correspondientes a los Cheques N°s 47065336, 47065337, 47065338, 47065339,
47065340, 47065341, 47065343, 47065344, 47065345, 47065346, 47065347, 47065348, 47065349
y 47065350 de la cuenta N° 0807 000144, de sus correspondientes registros de transacciones y de
las declaraciones juradas de actividad económica del cliente presentadas para el depósito de los co-
bros a favor de otras personas; así como del registro de firmas autorizadas de la mencionada cuenta;
3) Requerir al gerente, administrador o representante del Banco de la Nación - Sede Parcoy, o a
quien ejerza sus funciones al momento de la notificación con la presente para que, en el plazo de
03 días hábiles, remita a esta fiscalía especializada el nombre y dirección de las personas que aten-
dieron en la oficina del Banco de la Nación - Sede Parcoy los días 24 y 29 de febrero de 2012; 12
de marzo de 2012; 14, 16, 27 y 28 de abril de 2012; 2 y 7 de mayo de 2012 y que realizaron el pago
de los Cheques N°s 47065336, 47065337, 47065338, 47065339, 47065340, 47065341, 47065343,

518
Decisiones fiscales

47065344, 47065345, 47065346, 47065347, 47065348, 47065349 y 47065350 de la cuenta N° 0807


000144; 4) Requerir al Director del Hospital Regional de La Libertad o a quien ejerza sus funcio-
nes al momento de la notificación con la presente para que, en el plazo de 03 días hábiles, remita
a este despacho el informe del ecocardiograma y otras pruebas practicadas al paciente Juan Elías
Calderón Frittizz (informándosele a los destinatarios de estos requerimientos –que han sido
identificados con los numerales 2, 3 y 4– con tal finalidad que: El numeral 2 del artículo 322
del CPP 2004 prescribe: “Para la práctica de los actos de investigación (el Fiscal) puede reque-
rir la colaboración de las autoridades y funcionarios públicos, quienes lo harán en el ámbito
de sus respectivas competencias y cumplirán los requerimientos o pedidos de informes que
se realicen conforme a la Ley”. Por su parte, el numeral 3 del artículo 337 del CPP 2004 esta-
blece: “3. El fiscal puede: (…) b) Exigir informaciones de cualquier particular o funcionario
público, emplazándoles conforme a las circunstancias del caso”. Lo que debe concordarse con
el artículo 368 del Código Penal, que señala: “El que desobedece o resiste la orden impartida
por un funcionario público en el ejercicio de sus atribuciones, salvo que se trate de la propia
detención, será reprimido”; con el artículo 405 del Código Penal que estable como delito de
encubrimiento real el ocultar pruebas de los delitos; por lo que el presente mandato fiscal se
expide BAJO APERCIBIMIENTO DE INICIAR ACCIONES LEGALES EN SU CONTRA
en caso de hacerse caso omiso).-
OTROSÍ DIGO: El abogado del imputado Juan Elías Frittizz Calderón ha solicitado se realice una
ampliación de las declaraciones de Dina Sadit Morales Quiñones, Luis Alberto Vidal Heras y Ángel
Ponce Simón para que declaren sobre el procedimiento establecido en la Ley Orgánica de Munici-
palidades para realizar transferencias de dinero así como para que se esclarezca la fiscalización de la
Cuenta N° 0807-000144; y CONSIDERANDO: PRIMERO: De modo similar a como ocurre con
las pruebas, los actos de investigación deben reunir ciertos requisitos para su admisión los que han
sido refreídos por el Tribunal Constitucional, por ejemplo en la Sentencia del Exp. N° 6712-2005-
HC/TC-Lima. Magaly Jesús Medina Vela y Ney Guerrero Orellana (de 17 días del mes de octubre
de 2005) como 1) Pertinencia: Exige que el medio probatorio tenga una relación directa o indirec-
ta con el hecho que es objeto de proceso. Los medios probatorios pertinentes sustentan hechos rela-
cionados directamente con el objeto del proceso. 2) Conducencia o idoneidad: El legislador puede
establecer la necesidad de que determinados hechos deban ser probados a través de determinados
medios probatorios. Será inconducente o no idóneo aquel medio probatorio que se encuentre prohi-
bido en determinada vía procedimental o prohibido para verificar un determinado hecho;
3) Utilidad: Se presenta cuando contribuya a conocer lo que es objeto de prueba, a descubrir la ver-
dad, a alcanzar probabilidad o certeza. solo pueden ser admitidos aquellos medios probatorios que
presten algún servicio en el proceso de convicción del juzgador, mas ello no podrá hacerse cuando
se ofrecen medios probatorios destinados a acreditar hechos contrarios a una presunción de derecho
absoluta; cuando se ofrecen medios probatorios para acreditar hechos no controvertidos, imposibles,
notorios, o de pública evidencia; cuando se trata de desvirtuar lo que ha sido objeto de juzgamiento
y ha hecho tránsito a cosa juzgada; cuando el medio probatorio ofrecido no es el adecuado para ve-
rificar con él los hechos que pretenden ser probados por la parte; y, cuando se ofrecen medios pro-
batorios superfluos, bien porque se han propuesto dos medios probatorios iguales con el mismo fin
(dos pericias con la finalidad de acreditar un mismo hecho) o bien porque el medio de prueba ya se
había actuado antes; 4) Licitud: No pueden admitirse medios probatorios obtenidos en contraven-
ción del ordenamiento jurídico, lo que permite excluir supuestos de prueba prohibida; y 5) Preclu-
sión o eventualidad: En todo proceso existe una oportunidad para solicitar la admisión de medios
probatorios, pasado dicho plazo, no tendrá lugar la solicitud probatoria; SEGUNDO: En el caso de
las testimoniales objeto de pronunciamiento se debe formular dos reparos; en primer lugar, que no
se cumple con el requisito de utilidad, pues las declaraciones sobre el contenido de una Ley no son
necesarias en razón a que lo dicho se puede lograr incluso en mejor medida con el acceso y lectura
de la Ley; y, en segundo lugar, que no se cumple con el requisito de pertinencia, pues no está siendo

519
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

objeto de investigación la fiscalización de la Cuenta N° 0807-000144, sino la sustracción del dinero


obrante en ella por parte de los investigados; POR LO QUE SE DECLARA: IMPROCEDENTE
LA SOLICITUD DE AMPLIACIÓN DE LAS DECLARACIONES DE DINA SADIT MORA-
LES QUIÑONES, LUIS ALBERTO VIDAL HERAS Y ÁNGEL PONCE SIMÓN.-
Trujillo, abril 19 de 2013
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
de La Libertad

041 IMPROCEDENCIA DEL CAREO DURANTE LA INVESTIGACIÓN PREPARA-


TORIA, SALVO QUE SE TRATE DE UNA PRUEBA ANTICIPADA
“1.- Con relación a la diligencia de careo, solicitada por el abogado defensor
de la imputada Norma Pinedo Vargas, al respecto debe indicarse que según
lo prescrito en el artículo 183, inciso 1 y 2 del CPP, es el juez el que conduce
la diligencia de careo, lo que nos hace concluir que esta diligencia debe ac-
tuarse en juicio oral, o en todo caso durante la investigación preparatoria,
pero únicamente como una prueba anticipada, debiendo por ende, reunir
los requisitos que la ley establece para su actuación, esto es, de conformidad
con lo prescrito en el artículo 243 del CPP que su solicitud sea presentada
ante el juez de investigación preparatoria y sobre todo que obedezca a mo-
tivos de urgencia o de presencia de algún motivo fundado a considerar que
pudiera impedir que dicho medio de prueba no podría hacerse en la etapa
del juicio oral (artículo 242 primer párrafo, literal b). Siendo esto así, la so-
licitud peticionada en este extremo debe declararse IMPROCEDENTE”.
CASO: 69-2011
Fiscal a cargo: Dr. Luis A. Tisnado Solís
PROVIDENCIA N° 03-2011-FPEDTID-ST-MP-FN
Tarapoto, nueve de septiembre de dos mil once.-
DADO CUENTA, con la presente investigación, y con el escrito que antecede presentado por la
abogada AURISTELA GONZÁLEZ ILLATOPA, AGRÉGUESE A LA PRESENTE CARPETA
FISCAL:
1.- Con relación a la diligencia de de careo, solicitada por el abogado defensor de la imputada NOR-
MA PINEDO VARGAS, al respecto debe indicarse que según lo prescrito en el artículo 183, inciso
1 y 2 del CPP, es el juez el que conduce la diligencia de careo, lo que nos hace concluir que esta di-
ligencia debe actuarse en juicio oral, o en todo caso durante la investigación preparatoria, pero úni-
camente como una prueba anticipada, debiendo por ende, reunir los requisitos que la ley establece
para su actuación, esto es, de conformidad con lo prescrito en el artículo 243 del CPP que su solici-
tud sea presentada ante el Juez de Investigación Preparatoria y sobre todo que obedezca a motivos
de urgencia o de presencia de algún motivo fundado a considerar que pudiera impedir que dicho
medio de prueba no podría hacerse en la etapa del juicio oral (artículo 242 Primer Párrafo, literal b).
Siendo esto así, la solicitud peticionada en este extremo debe declararse IMPROCEDENTE.
2.-Asimismo, de acuerdo a lo que fluye de la carpeta fiscal, y teniendo en consideración el derecho
irrestricto del derecho a la defensa que tiene toda persona, la misma que se encuentra consagrado en
el artículo IX del Título Preliminar del NCPP, recepcionese la declaración del imputado RONALD
RUIZ PINEDO, la misma que se llevará a cabo en el Establecimiento Penal de Moyobamba el día
doce de octubre del presente año, a horas 11 a.m., con presencia obligatoria de su abogado de-
fensor, bajo apercibimiento de ser excluido de la defensa y nombrársele abogado de la Defensoría

520
Decisiones fiscales

Pública, y al escrito de la abogada de fecha 7 de septiembre de 2011, solicitando ampliación de de-


claración testimonial, estese a lo resuelto en la presente providencia.
3.- Respecto al pedido de ampliación de la declaración testimonial del efectivo Policial SO3 Ángel
Gabriel Narváez León, esta fiscalía considera que no ha existido grave defecto en su actuación ni mu-
cho menos se ha incorporado nuevos elementos de convicción en la presente investigación preparato-
ria, siendo esto así, la solicitud peticionada en este extremo debe declararse IMPROCEDENTE.
Primer Otrosí Digo: Notifiquese vía electrónica a la abogada Auristela Gonzalez Yllatopa, abogada
defensora de la coimputada Norma Pinedo Vargas la presente disposición.
Segundo Otrosí Digo:
Teniendo el imputado RONALD RUIZ PINEDO la condición de interno, reo en cárcel, se deberá
notificar en el establecimiento penitenciario de Moyobamba, asimismo al no contar con abogado
particular, solicito se oficie a la defensoría de oficio.
NOTIFÍQUESE.-
Tarapoto, 9 de septiembre de 2011
* Fiscalía Provincial Penal Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios - Sede Tarapoto

042 IMPROCEDENCIA DE LA APELACIÓN CONTRA LAS DISPOSICIONES FIS-


CALES
“El numeral 1 del artículo 416 del CPP 2004 prescribe: ‘El recurso de apela-
ción procederá contra: a) Las sentencias; b) Los autos de sobreseimiento y
los que resuelvan cuestiones previas, cuestiones prejudiciales y excepciones,
o que declaren extinguida la acción penal o pongan fin al procedimiento o
la instancia; c) Los autos que revoquen la condena condicional, la reserva
del fallo condenatorio o la conversión de la pena; d) Los autos que se pro-
nuncien sobre la constitución de las partes y sobre aplicación de medidas
coercitivas o de cesación de la prisión preventiva; e) Los autos expresamen-
te declarados apelables o que causen gravamen irreparable’; de lo que se
puede apreciar que no se ha previsto su procedencia contra las disposiciones
fiscales, sino solo contra las resoluciones judiciales; SEGUNDO: El numeral
4 del artículo I del Título Preliminar del CPP 2004 prescribe: ‘Las resolucio-
nes son recurribles, en los casos y en el modo previsto por la Ley. Las sen-
tencias o autos que ponen fin a la instancia son susceptibles de recurso de
apelación’; lo que dice que incluso en las propias líneas rectoras del nuevo
modelo procesal penal solo se ha previsto la posibilidad de impugnar recur-
salmente las resoluciones judiciales, mas no así las disposiciones fiscales”.

IMPROCEDENTE APELACIÓN DE DISPOSICIÓN


Código de carpeta fiscal N° 4923-2009
Disposición N°
DADO CUENTA: Con el escrito mediante el cual el abogado defensor de Ciro Marreros Paredes y
Edgar Pepe Calvo Fernández interpone recurso de apelación contra la disposición fiscal por la cual
este despacho declara improcedente la declinatoria de competencia por el territorio que en su opor-
tunidad dedujera el impugnante; Y CONSIDERANDO: SEGUNDO: El numeral 1 del artículo 416
del CPP 2004 prescribe: “El recurso de apelación procederá contra: a) Las sentencias; b) Los autos

521
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

de sobreseimiento y los que resuelvan cuestiones previas, cuestiones prejudiciales y excepciones, o


que declaren extinguida la acción penal o pongan fin al procedimiento o la instancia; c) Los autos
que revoquen la condena condicional, la reserva del fallo condenatorio o la conversión de la pena;
d) Los autos que se pronuncien sobre la constitución de las partes y sobre aplicación de medidas
coercitivas o de cesación de la prisión preventiva; e) Los autos expresamente declarados apelables o
que causen gravamen irreparable”; de lo que se puede apreciar que no se ha previsto su procedencia
contra las disposiciones fiscales, sino solo contra las resoluciones judiciales; SEGUNDO: el nume-
ral 4 del artículo I del Título Preliminar del CPP 2004 prescribe: “Las resoluciones son recurribles,
en los casos y en el modo previsto por la Ley. Las sentencias o autos que ponen fin a la instancia
son susceptibles de recurso de apelación”; lo que dice que incluso en las propias líneas rectores del
nuevo modelo procesal penal solo se ha previsto la posibilidad de impugnar recursalmente las re-
soluciones judiciales, más no así las disposiciones fiscales; POR LO QUE SE DISPONE: LIMI-
NARMENTE IMPROCEDENTE LA APELACIÓN CONTRA LA DISPOSICIÓN FISCAL
POR LA CUAL ESTE DESPACHO DECLARA IMPROCEDENTE LA DECLINATORIA
DE COMPETENCIA POR EL TERRITORIO QUE EN SU OPORTUNIDAD DEDUJERA
EL ABOGADO DEFENSOR DE CIRO MARREROS PAREDES Y EDGAR PEPE CALVO
FERNÁNDEZ; Notifíquese conforme a Ley.-
Trujillo, enero 7 de 2010
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

522
Decisiones fiscales

REQUERIMIENTOS ACUSATORIOS

043 FORMULACIÓN DEL HECHO PRECISANDO LA PARTICIPACIÓN DE CADA


UNO DE LOS ACUSADOS
“II. HECHOS MATERIA DE INCRIMINACIÓN
2.1. Conforme fluye de la carpeta fiscal, en fecha 11 de octubre de 2012,
Maribel Roxana Quezada Salinas y Alberto Bradi Ruiz Espinoza, presentaron
una denuncia verbal ante este despacho fiscal (especializado en delitos de
corrupción de funcionarios de Lima), formulada contra Luis Alejandro Cornejo
Urbano y David Antonio Vizcarra Domínguez –quienes a partir del presente
requerimiento fiscal ostentarán la condición jurídica de acusados–, los cua-
les en su condición de funcionarios del Ministerio Público - Medicina Legal/
Psicología Forense con sede dentro del Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables, le solicitaron la suma de S/. 200.00 a efectos de favorecer al
denunciante en un examen psicológico requerido por la Comisaría PNP del
Rímac, en mérito a una investigación por violencia familiar.
2.2. Ante la situación antes descrita, el denunciante Ruiz Espinoza comu-
nicó a su conviviente –la también denunciante– Roxana Maribel Quezada
Salinas, quien labora como agente de seguridad en el Ministerio de la Mujer
y Poblaciones Vulnerables, sobre el examen ordenado, la misma que con-
sultó con el psicólogo David Antonio Vizcarra Domínguez y el asistente ad-
ministrativo Luis Alejandro Cornejo Urbano, la posibilidad de practicarse el
examen de evaluación psicológica en dicha entidad gubernativa (Mimp), mas
no el Instituto de medicina Legal, debido a que podía ser observado, toda
vez que le correspondía pasar dicho examen en el local de Medicina Legal
ubicado cerca del C.C. Polvos Azules, habiéndose obtenido receptividad por
parte del primero de los citados, quien además agregara que el resultado
le podría ser favorable, a condición que se efectúe un pago de la suma de
S/. 200.00, lo que implica un acto de corrupción.
2.3. Así las cosas, resulta evidente que en el presente caso ambos investi-
gados valiéndose de las facultades conferidas en razón de sus cargos, pre-
tendían influir en el resultado de la evaluación psicológica que se le debía
practicar al denunciante –pese a que este debió de realizarse en el Instituto
de Medicina Legal–, por lo cual el psicólogo forense David Antonio Vizcarra
Domínguez, condicionó su desempeño funcional a la entrega de un acto de
corrupción (cohecho), ascendente a la suma de S/. 200.00 el cual fuera for-
mulado por el propio encartado y comunicado por vez primera al denuncia-
do Ruiz Espinoza vía telefónica a través del celular móvil de aquel, lo que se
demuestra de manera indubitable con el flujo o tráfico de llamadas entre-
lazado entre los denunciantes y el acusado Vizcarra Domínguez. Siendo así,
queda evidenciada la génesis del espurio requerimiento efectuado.
2.4. Evacuada conforme corresponden tanto la disposición de investigación
preliminar, como la de formalización y continuación preparatoria, este des-
pacho fiscal anticorrupción ordenó la organización y preparación de deter-
minados actos de investigación, de lo cual ha llegado a establecerse con

523
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

meridiana claridad el entroncamiento con la función pública, conforme así lo


han reconocido en sus respectivas declaraciones y de acuerdo a los Contratos
Sujeto a la Modalidad por Servicio Especifico de fecha 27/09/06 y 04/01/10,
los mismos que a la fecha de ocurridos los hechos se encontraban vigentes,
toda vez que habían sido renovados mediante Addendas.
2.5. Habiendo asumido el conocimiento este despacho Fiscal de los hechos
denunciados, de manera coordinada y conjunta con efectivos policiales de
la DIRCOCOR - PNP, se llevó a cabo el operativo de revelación del delito el
12/10/2012. En dicho operativo, se procedió a fotocopiar y certificar la can-
tidad de S/. 200.00 (doscientos nuevos soles), en billetes de denominacio-
nes y series siguientes: Un (01) billete de denominación de cien nuevos soles
(S/. 100.00) con número de serie A5343019G; Un (01) billete de denomina-
ción de cien nuevos soles (S/. 100.00) con número de serie A5343020G, los
cuales fueron impregnados el reactivo compatible con luz alógena, dejando
constancia de ese acto en el acta fiscal correspondiente. Posteriormente, el
día del operativo los acusados fueron encontrados en flagrancia delictiva,
levantándose el acta de intervención policial y el acta de ejecución de dili-
gencia corporal - prueba de Contraste de Reactivo UV-203 en polvo amari-
llo fluorescente invisible; siendo que los billetes marcados fueron encontra-
dos en una mesa metálica ubicada en la parte posterior del escritorio de Luis
Alejandro Cornejo Urbano, el cual formaba parte del mobiliario asignado al
intervenido; asimismo, sometido este a la prueba de reactivo UV, se obtu-
vo como resultado positivo para reacción fluorescente en la cara interna de
los dedos de la mano derecha e izquierda, así como en la zona dorsal de las
mismas manos. Hechos que demuestran que el acusado Cornejo Urbano re-
cibió los dos billetes de cien nuevos soles.
2.6. En el caso del acusado Vizcarra Domínguez el resultado obtenido fue
‘(…) escasa fluorescencia en las palmas de las manos; la fluorescencia es muy
tenue, color anaranjado. Luego se procedió a pasar la luz ultravioleta UVE a
las prendas de vestir del intervenido en mención y no se halló fluorescencia
alguna - negativo en prendas de vestir para fluorescencia color anaranjado’.
En cuanto a la nimiedad de la sustancia aplicada, esta debe entenderse que
ella es así, por cuanto el citado tuvo por breve tiempo –en su poder– los bi-
lletes cuerpo del delito, además conforme se visualiza en el archivo de video
M2U10335 (12/10/12), dicho encartado ya durante la intervención suscita-
da, en forma subrepticia y disimulada (bajo la mesa) limpiaba con papel hi-
giénico ambas manos, ello por cuanto procuraba quitar los rastros del reac-
tivo UV impregnado en sus manos, los cuales solo pudieron ser atenuados.
2.7. Es evidente entonces que en el presente caso ambos acusados, valién-
dose de las facultades conferidas en razón de sus cargos, pretendían influir
en el resultado de la evaluación psicológica que se le debía practicar al de-
nunciante Alberto Bradi Ruiz Espinoza, por lo cual el psicólogo forense David
Antonio Vizcarra Domínguez condicionó el resultado a emitir, a la entrega
de un requerimiento espurio, ascendente a la suma de S/. 200.00; confor-
me así lo ha reconocido en su declaración. Consecuentemente, tal como es
de apreciarse que el hecho delictivo atribuido al acusado, consiste en haber
solicitado a la denunciante Quezada Salinas la suma de S/. 200.00, condicio-
nando sus funciones –entre las que destacan las evaluaciones y expedicio-
nes de informes y protocolos psicológicos– al pago de un acto de corrupción

524
Decisiones fiscales

(cohecho), a efectos de favorecer en un examen psicológico al conviviente


de esta, lo que implica una lesión al aparato estatal (deber de lealtad) y un
incumplimiento de sus funciones como funcionario público. Es de entender,
y queda meridianamente establecido, que dicho profesional se valió de la
complicidad y cooperación del asistente administrativo, quien se encargaría
de recibir el dinero por parte de la denunciante.
2.8. En cuanto a la persona del asistente administrativo Luis Alejandro
Cornejo Urbano, era el encargado de recepcionar la documentación y pro-
gramar las fechas de evaluación de los requirentes, aceptando este último
su plena colaboración en los hechos denunciados, esto es: el haber solici-
tado al denunciante inicialmente la suma de S/. 500.00 para la realización
de dicho examen”.

Expediente N° : 229-2012
Especialista : Dr. Miranda.
Escrito N° : 06
REQUERIMIENTO ACUSATORIO
SEÑOR JUEZ DEL SEGUNDO JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA ESPE-
CIALIZADO EN DELITOS COMETIDOS POR FUNCIONARIOS PÚBLICOS DE LIMA
DANIEL ERNESTO CERNA SALAZAR, fiscal de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corpo-
rativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima, con domicilio procesal en
Jr. Lampa N° 597 (esquina de Jr. Lampa con Miroquesada) - Cercado de Lima, ante usted con res-
peto me presento y digo:
I. REQUERIMIENTO
De conformidad con lo preceptuado en el artículo 349 del Código Procesal Penal, procedo a formu-
lar acusación fiscal; la que deberá entenderse en los siguientes términos:
ACUSADO: David Antonio Vizcarra Domínguez, identificado con DNI N° 08618675, de 52 años
de edad, natural de Lima (Lima), estado civil casado, hijo de Luis y Greta, con domicilio real
en Jr. Juan Luis Hague N° 3146 - Condevilla, distrito de San Martín de Porres, provincia y depar-
tamento de Lima; y domicilio procesal en Jr. Miroquesada N° 376, oficina 206, Cercado de Lima.
ACUSADO: Luis Alejandro Cornejo Urbano, identificado con DNI N° 06064762, de 54 años
de edad, natural de Lima (Lima), estado civil casado, hijo de Alejandro y Rubelinda, con domici-
lio real en Av. 13 de Enero 1859 - Urb. Flores 78, distrito de San Juan de Lurigancho, provincia y
departamento de Lima y domicilio procesal en Casilla 11366 de la Central de Notificaciones de la
Corte Superior de Justicia de Lima.
II. HECHOS MATERIA DE INCRIMINACIÓN
2.1. Conforme fluye de la carpeta fiscal, en fecha 11 de octubre de 2012, Maribel Roxana Quezada
Salinas y Alberto Bradi Ruiz Espinoza, presentaron una denuncia verbal ante este despacho fiscal
(Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima), formulada contra Luis Alejan-
dro Cornejo Urbano y David Antonio Vizcarra Domínguez –quienes a partir del presente requeri-
miento fiscal ostentarán la condición jurídica de acusados–, los cuales en su condición de funciona-
rios del Ministerio Público - Medicina Legal/Psicología Forense con sede dentro del Ministerio de
la Mujer y Poblaciones Vulnerables, le solicitaron la suma de S/. 200.00 a efectos de favorecer al
denunciante en un examen psicológico requerido por la Comisaría PNP del Rímac, en mérito a una
investigación por violencia familiar.

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

2.2. Ante la situación antes descrita, el denunciante Ruiz Espinoza, comunicó a su conviviente –la
también denunciante– Roxana Maribel Quezada Salinas, quien labora como agente de seguridad en
el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables sobre el examen ordenado, la misma que con-
sultó con el psicólogo David Antonio Vizcarra Domínguez y el asistente administrativo Luis Ale-
jandro Cornejo Urbano, la posibilidad de practicarse el examen de evaluación psicológica en dicha
entidad gubernativa (Mimp), mas no el Instituto de Medicina Legal, debido a que podía ser obser-
vado, toda vez que le correspondía pasar dicho examen en el local de Medicina Legal ubicado cer-
ca del C.C. Polvos Azules, habiéndose obtenido receptividad por parte del primero de los citados,
quien además agregara que el resultado le podría ser favorable, a condición que se efectúe un pago
de la suma de S/. 200.00[52], lo que implica un acto de corrupción.
2.3. Así las cosas, resulta evidente que en el presente caso ambos investigados, valiéndose de las fa-
cultades conferidas en razón de sus cargos, pretendían influir en el resultado de la evaluación psico-
lógica que se le debía practicar al denunciante –pese a que este debió de realizarse en el Instituto de
Medicina Legal–, por lo cual el psicólogo Forense David Antonio Vizcarra Domínguez, condicionó
su desempeño funcional a la entrega de un acto de corrupción (cohecho), ascendente a la suma de
S/. 200.00 el cual fuera formulado por el propio encartado y comunicado por vez primera al denun-
ciado Ruiz Espinoza vía telefónica, a través del celular móvil de aquel, lo que se demuestra de ma-
nera indubitable con el flujo o tráfico de llamadas entrelazado entre los denunciantes y el acusado
Vizcarra Domínguez. Siendo así, queda evidenciada la génesis del espurio requerimiento efectuado.
2.4. Evacuada conforme corresponden tanto la disposición de investigación preliminar, como la de
formalización y continuación preparatoria, este despacho fiscal anticorrupción ordenó la organiza-
ción y preparación de determinados actos de investigación, de lo cual ha llegado a establecerse con
meridiana claridad el entroncamiento con la función pública, conforme así lo han reconocido en sus
respectivas declaraciones y de acuerdo a los contratos sujeto a la modalidad por servicio específico
de fecha 27/09/06 y 04/01/10, los mismos que a la fecha de ocurridos los hechos se encontraban vi-
gentes, toda vez que habían sido renovados mediante Addendas.
2.5. Habiendo asumido el conocimiento este despacho fiscal de los hechos denunciados, de mane-
ra coordinada y conjunta con efectivos policiales de la Dircocor - PNP, se llevó a cabo el operativo
de revelación del delito el 12/10/2012. En dicho operativo, se procedió a fotocopiar y certificar la
cantidad de S/. 200.00 (doscientos nuevos soles), en billetes de denominaciones y series siguien-
tes: Un (01) billete de denominación de cien nuevos soles (S/. 100.00) con número de serie
A5343019G; Un (01) billete de denominación de cien nuevos soles (S/. 100.00) con número de
serie A5343020G, los cuales fueron impregnados el reactivo compatible con luz alógena, dejando
constancia de ese acto en el acta fiscal correspondiente. Posteriormente, el día del operativo los acu-
sados fueron encontrados en flagrancia delictiva, levantándose el acta de intervención policial y el
acta de ejecución de diligencia corporal - Prueba de Contraste de Reactivo UV-203 en polvo amari-
llo fluorescente invisible; siendo que los billetes marcados fueron encontrados en una mesa metálica
ubicada en la parte posterior del escritorio de Luis Alejandro Cornejo Urbano, el cual formaba parte
del mobiliario asignado al intervenido; asimismo, sometido este a la prueba de reactivo UV, se ob-
tuvo como resultado positivo para reacción fluorescente en la cara interna de los dedos de la mano
derecha e izquierda, así como en la zona dorsal de las mismas manos. Hechos que demuestran que
el acusado Cornejo Urbano recibió los dos billetes de cien nuevos soles.
2.6. En el caso del acusado Vizcarra Domínguez el resultado obtenido fue “(…) escasa fluorescen-
cia en las palmas de las manos; la fluorescencia es muy tenue, color anaranjado. Luego se proce-
dió a pasar la luz ultravioleta UVE a las prendas de vestir del intervenido en mención y no se halló

[52] Inicialmente, el acto corruptor que se le formulara a los denunciantes, ascendía a la suma de S/. 500.00 (quinientos y 00/100 nuevos
soles).

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Decisiones fiscales

fluorescencia alguna - negativo en prendas de vestir para fluorescencia color anaranjado”. En cuan-
to a la nimiedad de la sustancia aplicada, esta debe entenderse que ella es así, por cuanto el citado
tuvo por breve tiempo –en su poder– los billetes cuerpo del delito, además conforme se visualiza
en el Archivo de video M2U10335 (12/10/12)[53] dicho encartado ya durante la intervención susci-
tada, en forma subrepticia y disimulada (bajo la mesa) limpiaba con papel higiénico ambas manos,
ello por cuanto procuraba quitar los rastros del reactivo UV impregnado en sus manos, los cuales
solo pudieron ser atenuados.
2.7. Es evidente entonces que en el presente caso ambos acusados, valiéndose de las facultades con-
feridas en razón de sus cargos, pretendían influir en el resultado de la evaluación psicológica que se
le debía practicar al denunciante Alberto Bradi Ruiz Espinoza, por lo cual el Psicólogo Forense Da-
vid Antonio Vizcarra Domínguez, condicionó el resultado a emitir, a la entrega de un requerimiento
espurio, ascendente a la suma de S/. 200.00; conforme así lo ha reconocido en su declaración. Con-
secuentemente, tal como es de apreciarse que el hecho delictivo atribuido al acusado, consiste en ha-
ber solicitado a la denunciante Quezada Salinas la suma de S/. 200.00, condicionando sus funciones
–entre las que destacan las evaluaciones y expediciones de informes y protocolos psicológicos– al
pago de un acto de corrupción (cohecho), a efectos de favorecer en un examen psicológico al con-
viviente de esta, lo que implica una lesión al aparato estatal (deber de lealtad) y un incumplimiento
de sus funciones como funcionario público. Es de entender, y queda meridianamente establecido,
que dicho profesional se valió de la complicidad y cooperación del asistente administrativo, quien
se encargaría de recibir el dinero por parte de la denunciante.
2.8. En cuanto a la persona del asistente administrativo Luis Alejandro Cornejo Urbano, era el en-
cargado de recepcionar la documentación y programar las fechas de evaluación de los requirentes,
aceptando este último su plena colaboración en los hechos denunciados, esto es: el haber solicitado
al denunciante inicialmente la suma de S/. 500.00 para la realización de dicho examen[54].
2.9. Por las consideraciones antes expuestas, este despacho fiscal, cumpliendo su función de titular
de la acción penal y ente persecutor del delito[55], procede a enarbolar el correspondiente requeri-
miento acusatorio –solicitando la aplicación del ius puniendi estatal–, en tanto no solamente esta-
mos convencidos de la responsabilidad de ambos encartados, sino que a la luz de los actos sustan-
ciados durante la investigación preparatoria, la presunción de inocencia que le asistieran a ambos
ha devenido en anulada, a la par de emerger suficientes elementos de convicción que vislumbran
la responsabilidad penal de los hoy acusados David Antonio Vizcarra Domínguez y Luis Alejan-
dro Cornejo Urbano como autores de delitos contra la Administración Pública en la modalidad de
cohecho pasivo específico y cohecho pasivo propio respectivamente, ambos en agravio del Estado.
III. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
Los elementos de convicción que sustentan el presente requerimiento obran en la carpeta fiscal, pro-
cediendo a detallarlos a continuación:
a) Acta de denuncia verbal y declaración de Maribel Roxana Quezada Salinas, del 11 de octubre de
2012, donde narra con detalles la forma y modo con la cual se le formulara el requerimiento ilícito

[53] Indicios/Evidencias de elementos recogidos (en cadena de custodia). DVD marca KCK - MT (4.6 bg/120 min 18x numero de serie
MAHNO70K17150733 donde obra la carpeta de nombre “Intervención_ 12OCT12”. Acta de deslacrado, escucha y reconocimento
de voz obra a folios 462 a 465 de la carpeta fiscal.
[54] Conforme así lo reconoce en su declaración, que obra de folios 37 a 42 de la carpeta fiscal.
[55] Así por ejemplo, el maestro Roxin, para quien el Ministerio Público es “una autoridad de la justicia jerárquicamente estructurada,
un actor encargado de exigir al juez la aplicación de la ley y que participa en el proceso de aplicación de normas jurídicas y en la
función política del Estado, que es la pretensión de ejercer sobre un determinado territorio el monopolio de la violencia legítima”.
ROXIN, Claus. “Posición jurídica, tareas futuras del Ministerio Público” glosado en El Ministerio Público en el Proceso Penal.
Editorial Ad-Hoc, 1993, p. 48.

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

a efecto de examinar a su conviviente, precisándosele que el resultado le sería favorable, condicio-


nando ello al pago de un acto corruptor. (Vide. folios 01 a 03 - Tomo I de la carpeta fiscal).
b) Acta de denuncia verbal y declaración de Alberto Bradi Ruiz Espinoza, del 11 de octubre de 2012,
donde narra con detalles la forma y modo con la cual se le efectuó el acto de cohecho, punto a des-
tacar de dicha declaración es que el requerimiento ilícito y propuesta corruptora la generó el encar-
tado Vizcarra Domínguez, para lo cual procedió a comunicarse con el denunciado, desde su propio
teléfono celular. (Vide. folios 04 a 06 - Tomo I de la carpeta fiscal).
c) Copia fotostática de dos billetes cada uno del valor de S/. 100.00 (cien nuevos soles), con las se-
ries A5343019G y A5343020G. (Vide. folios 21 a 22 - Tomo I de la carpeta fiscal).
d) Acta fiscal de verificación de reactivo, impregnación y reactivo de billetes de fecha 12 de octubre
del 2012, donde comprueba la vigencia y eficacia del reactivo UV-203 reactivo en polvo fluorescente
invisible “pale yelow”, el cual fue impregnado en dos billetes de S/. 100.00 (cien nuevos soles), con
las series A5343019G y A5343020G (Vide. folios 24 - Tomo I de la carpeta fiscal).
e) Informe N° 1985-2012-DIRCOCOR-PNP/DIVIDCAP-D1 emitido por la Dirección contra la
Corrupción de la PNP - DIRCOCOR PNP en el cual se precisa las circunstancias que acompañaron
la intervención policial realizada en flagrancia a las personas de Luis Alejandro Cornejo Urbano y
David Antonio Vizcarra Domínguez (Vide. folios 26 a 36 - Tomo I de la carpeta fiscal).
f) Declaración de Luis Alejandro Cornejo Urbano, quien reconoce los hechos denunciados por doña
Maribel Roxana Quezada Salinas (Vide. folios 37 a 42 - Tomo I de la carpeta fiscal)
g) Declaración de David Antonio Vizcarra Domínguez, quien reconoce haber solicitado conjuntamen-
te con el imputado Cornejo Urbano la suma de S/. 200.00 para favorecer en la evaluación psicológi-
ca a la pareja de la denunciante Quezada Salinas (Vide. folios 46 a 48 - Tomo I de la carpeta fiscal).
h) Constancia de buen trato en la persona del intervenido David Antonio Vizcarra Domínguez, docu-
mento en el cual el ahora acusado deja constancia de haber recibido buen trato físico y psicológico
por parte del personal (policial y fiscal) que realizó la diligencia de toma de declaración. Obra en el
mismo su firma y huella digital (Vide. folios 49 - Tomo I de la carpeta fiscal).
i) Declaración de Alberto Bradi Ruiz Espinoza, del 12/10/2012, donde se ratifica en su denuncia de
parte incoada, punto a destacar de dicha declaración –pregunta N° 09– es que el requerimiento ilí-
cito y propuesta corruptora la generó el psicólogo forense Vizcarra Domínguez, para lo cual proce-
dió a comunicarse con el denunciado, desde su propio teléfono celular. (Vide. folios 52 a 55 - Tomo
I de la carpeta fiscal).
j) Declaración testimonial de Maribel Roxana Quezada Salinas, del 12/10/2012, en la cual narra la
forma, detalles y modo con la cual se le formulara el requerimiento ilícito a efecto de examinar a
su conviviente, precisándosele que el resultado le sería favorable, condicionando ello al pago de un
acto corruptor (Vide. folios 56 a 60 - Tomo I de la carpeta fiscal).
k) Acta de Registro Personal de fecha 12/10/2012 en la cual obran las pertenencias del encartado
Vizcarra Domínguez, donde entre los objetos personales que le fueron encontrados destaca el ce-
lular modelo Motorola de numero 948 114 229 (Vide. folios 65 a 66 - Tomo I de la carpeta fiscal).
l) Acta de Registro Personal e Incautación del imputado Luis Alejandro Cornejo Urbano, de fecha
12/10/12, quien acepta haber recibido por parte de la denunciante Quezada Salinas la cantidad de
S/. 200.00 en dos billetes cada uno de S/. 100.00 de Series A5343019G y A5343020G. (Vide. folios
68 a 69 - Tomo I de la carpeta fiscal).
m) Acta Fiscal de Contrastación de Billetes, de fecha 12/10/12, mediante la cual se ha llegado a
cotejar que los billetes incautados al imputado Luis Alejandro Cornejo Urbano. (Vide. folios 73 -
Tomo I de la carpeta fiscal).

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Decisiones fiscales

n) Acta de Ejecución de Diligencia de Examen Corporal - Prueba de Contraste de Reactivo UV-203


en polvo amarillo fluorescente invisible, cuyo resultado para el imputado Cornejo Urbano es “(…)
positivo para reacción fluorescencia en la cara interna de los dedos de las manos derecha e izquier-
da, observándose reacción fluorescencia color anaranjado. Asimismo (…) en la zona dorsal de las
mismas manos en la cual tiene fluorescencia en las zonas distales de los dedos”. En tanto que para
la persona de Vizcarra Domínguez, el resultado es “(…) escasa fluorescencia en las palmas de las
manos, fluorescencia tenue en el color anaranjado, y negativo en prendas de vestir” del intervenido.
Cabe resaltar que la conclusión de dicho examen fue emitida por el Perito de la DIRCRI-PNP-SO
Superior PNP Palomino Castro Odilón Ciro CIP N° 30178813 (Perito de Inspección Criminalística)
(Vide. folios 74 y vuelta - Tomo I de la carpeta fiscal).
o) Formato A-6 Rotulo de Indicios/evidencias elementos recogidos (en cadena de custodia) de-
bidamente llenados. En su interior se encuentra DVD marca KCK - MT (4.6 bg/120min 18x
numero de serie MAHNO70K17150733, de cuyo soporte se encuentra la carpeta de nombre
“Intervención_12OCT12” (Vide. folios 76 y sobre engrapado - Tomo I de la carpeta fiscal).
p) Fotocopia de contrato de trabajo sujeto a modalidad por servicio específico de David Antonio
Vizcarra Domínguez, con el cual se demuestra su condición de funcionario público (Vide. folios 78
a 79 - Tomo I de la carpeta fiscal).
q) Fotocopia de Contrato de Trabajo Sujeto a modalidad por Servicio Específico de Luis Alejan-
dro Cornejo Urbano, con el cual se prueba su condición de servidor público (Vide. folios 80 a 81 -
Tomo I de la carpeta fiscal).
r) Acta de Entrega de Especies en la persona de David Antonio Vizcarra Domínguez de fecha
12/10/12 donde se hace precisión del celular Motorola de número telefónico 948114229 (Vide. fo-
lios 93 - Tomo I de la carpeta fiscal).
s) Acta de Deslacrado, Escucha y Reconocimiento de Voz, copia de audio para su transcripción y
lacrado, de fecha 27/02/2013, mediante el cual se procede al deslacrado del sobre de manila con el
formato A-6 Rotulo de Indicios/evidencias elementos recogidos (en cadena de custodia) debidamen-
te llenados. En su interior se encuentra DVD marca KCK - MT (4.6 bg/120min 18x numero de serie
MAHNO70K17150733, de cuyo soporte se encuentra la carpeta de nombre “Intervención_12OCT12”
en cuyo interior se encontró 02 archivos de audio formato mp3 y 11 archivos de video en formato
mpg y un archivo de video en formato AVI. Del resumen de todos los archivos visualizados queda
evidenciada de forma indubitable la intervención y aprehensión en flagrancia delictiva de los acusa-
dos, modo y forma del operativo desplegado (Vide. folios 462 a 465 - Tomo III de la carpeta fiscal).
t) Carta TSP-83030000-FLY-287-2013 de la Gerencia de Seguridad Corporativa de Telefónica, reci-
bida en fecha 08/04/2013 mediante la cual se informa que los titulares de las líneas de telefonía ce-
lular 948 114 229 y 999 894 908 son David Antonio Vizcarra Domínguez y Luis Alejandro Cornejo
Urbano, respectivamente. Asimismo, se remite un cuadro conteniendo información sobre el reporte
de llamadas entrantes y salientes (trafico de llamadas) acaecido el día 11/10/2012 referente al nú-
mero telefónico 948 114 229 (Vide. folios 602 a 604 - Tomo III de la carpeta fiscal).
u) DVD sobre el reportaje referente a la “Intervención a psicólogo forense y su asistente cuando pre-
tendían cobrar una coima en el Ministerio de la Mujer” transmitido en el programa América Noticias
- Edición Sabatina del día 13/10/2012, mediante el cual se demuestra –además de la cobertura que
los medios de comunicación le otorgaron a los hechos ocurridos–, la intervención y aprehensión en
flagrancia de los acusados (Vide. folios 612 - Tomo III de la carpeta fiscal).
IV. PARTICIPACIÓN QUE SE ATRIBUYE AL IMPUTADO
David Antonio Vizcarra Domínguez, funcionario público, quien en su condición de psicólo-
go forense del Ministerio Público - Fiscalía de la Nación, destacado a la división médico-legal I
Mimdes - Lima, estaba encargado de realizar evaluaciones y expediciones de informes y protocolos

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

psicológicos a los beneficiarios. A partir del cargo desempeñado, formuló el ofrecimiento de favo-
recer en el examen psicológico a practicar al denunciante Alberto Bradi Ruiz Espinoza, condicio-
nando su función y el propio resultado del mismo a un acto de corrupción, esto es una retribución
indebida de su actuación, materializado en el pago de S/. 200.00. Siendo así, en el presente acusado,
resulta evidente la comisión a título de autor del ilícito contemplado en el artículo 395 del Código
Penal vigente: cohecho pasivo específico.
Luis Alejandro Cornejo Urbano, servidor público, quien en su condición de asistente adminis-
trativo (notificador) del Ministerio Público - Fiscalía de la Nación, destacado a la División Médico
Legal I Mimdes - Lima, coadyuvó al ilícito proceder del psicólogo forense y coacusado Vizcarra
Domínguez en la solicitud formulada a los denunciantes Alberto Bradi Ruiz Espinoza y Maribel
Roxana Quezada Salinas, esto es una retribución indebida (S/. 200.00) y a partir de ello favorecerle
en el resultado del examen a practicársele al primero de los citados. El acusado Cornejo Urbano era
el encargo de captar a las víctimas (beneficiarios) y de recepcionar el dinero. Siendo así, en el pre-
sente acusado, resulta evidente la comisión a título de autor del ilícito contemplado en el segundo
párrafo del artículo 393 del Código Penal vigente: cohecho pasivo propio.
V. CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD
No se verifican.
VI. TIPO PENAL MATERIA DE IMPUTACIÓN NORMATIVA
Los hechos imputados a David Antonio Vizcarra Domínguez se adecuan a la descripción típica del
delito contra la Administración Pública en modalidad de cohecho pasivo específico, previsto en el
párrafo segundo del artículo 395, cuyo texto es el siguiente:
Artículo 395.- Cohecho pasivo específico
(…)
“El Magistrado, Árbitro, Fiscal, Perito, Miembro del Tribunal Administrativo, o cualquier otro aná-
logo a los anteriores que bajo cualquier modalidad solicite, directa o indirectamente, donativo, pro-
mesa o cualquier otra ventaja o beneficio, con el fin de influir en la decisión de un asunto que esté
sometido a su conocimiento, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho ni ma-
yor de quince años e inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal y
con trescientos sesenta y cinco a setecientos días-multa”.
De tratarse de la figura delictiva reservada para el acusado Luis Alejandro Cornejo Urbano, la des-
cripción típica se encuentra contenida en el segundo párrafo del artículo 393 del cuerpo punitivo,
que contempla el siguiente texto:
Artículo 393.- Cohecho pasivo propio
(…)
“El funcionario o servidor público que solicita, directa o indirectamente, donativo, promesa o cual-
quier otra ventaja o beneficio, para realizar u omitir un acto en violación de sus obligaciones o a
consecuencia de haber faltado a ellas, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
6 (seis) ni mayor de 8 (ocho) años e inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del
Código Penal”.
VII. DETERMINACIÓN DE LA PENA QUE SE SOLICITA
Para la graduación de la pena debe tenerse en cuenta los principios de lesividad y proporcionalidad,
previstos en los artículos cuarto y octavo del Título Preliminar del Código Penal, de manera que la
sanción penal esté acorde no solo con la culpabilidad por el hecho, sino también con la trascenden-
cia social que ocasionó el delito, contribuyendo para esta determinación, además, otros factores de
punibilidad como la forma y circunstancias del delito, así como las condiciones personales confor-
me a los artículos 45 y 46 del Código Penal.

530
Decisiones fiscales

En el presente caso, considerando la infracción del deber que tiene que todo funcionario y servidor
público de garantizar el adecuado desenvolvimiento de la Administración Pública; la lesión y des-
merecimiento a la función publica a través de espurios y subalternos actos, que además trascienden
al ámbito delictivo, genera sin duda una situación que merece ser sancionada. Teniéndose en cuenta
también la repercusión negativa de la conducta de los acusados en el ámbito social, que incremen-
ta la falta de confianza en los funcionarios y servidores públicos, este despacho fiscal requiere para
el ciudadano David Antonio Vizcarra Domínguez OCHO AÑOS DE PENA PRIVATIVA DE
LIBERTAD y OCHO AÑOS DE INHABILITACIÓN conforme al artículo 395 del Código Pe-
nal, numerales 1 y 2 del artículo 36 del mismo cuerpo punitivo.
En tanto para Luis Alejandro Cornejo Urbano se le debe imponer la sanción de SEIS AÑOS DE
PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD por la comisión del delito de cohecho pasivo propio (artículo
393, segundo párrafo del Código Penal), al haber facilitado la captación de víctimas, ensayando la
propuesta ilícita en forma ambigua en los beneficiarios y servir como canal a quien se le entregaba
el acto de cohecho; y como consecuencia accesoria SEIS AÑOS DE INHABILITACIÓN en con-
cordancia con el artículo 36.1 y 2 del texto sustantivo.
VIII. DETERMINACIÓN DE REPARACIÓN CIVIL QUE SE SOLICITA
En tanto es el Estado peruano el agraviado en los delitos materia de acusación –cohecho pasivo es-
pecífico y cohecho pasivo propio–, vendría a ser la Procuraduría Pública Especializada en Delitos
de Corrupción de Funcionarios la llamada a plantear el monto estimado por concepto de reparación
civil del daño ocasionado. En efecto, es de verse que en debida oportunidad el procurador público
especializado en delitos de corrupción se constituyó como actor civil en el Expediente Judicial
N° 229-2012, señalando domicilio procesal en avenida 28 de julio N° 215 distrito de Miraflores
(Lima) por lo que se considera que, de conformidad con los artículos 11.1 y 98 del Código Procesal
Penal, en concordancia con lo puntualmente establecido por el Acuerdo Plenario N° 5-2011/CJ-116,
le corresponde al actor civil debidamente constituido ejercitar como corresponde la pretensión civil
dentro del proceso penal y, como consecuencia de ello, proponer el monto de la reparación y, en su
caso, los daños producidos por el delito, así como el modo y forma de cumplimiento de la obligación
reparatoria. Consecuentemente, al haberse constituido en actor civil la procuraduría pública especia-
lizada ha cesado la legitimación del Ministerio Público para intervenir en el objeto civil del proceso.
III. IX. MEDIOS DE PRUEBA PARA SER ACTUADOS EN JUICIO
A) Declaraciones testimoniales de:
10.1. Maribel Roxana Quezada Salinas, quien domicilia en Av. Las Mercedes N° 218, Pueblo
Joven Los Ángeles, distrito de Rímac (Lima), quien en su condición de denunciante, depondrá so-
bre los detalles la forma y modo con la cual se le formulara el requerimiento ilícito a efecto de exa-
minar a su conviviente, precisándosele que el resultado le sería favorable, condicionando ello al
pago de un acto corruptor.
10.2. Alberto Bradi Ruiz Espinoza, quien domicilia en Av. Las Mercedes N° 218, Pueblo Joven Los
Ángeles, distrito de Rímac (Lima), quien en su condición de denunciante, depondrá sobre la forma
y modo con la cual se le efectuó el acto de cohecho, punto a destacar de dicha declaración es que
el requerimiento ilícito y propuesta corruptora la generó el encartado Vizcarra Domínguez, para lo
cual procedió a comunicarse con el denunciado, desde su propio teléfono celular.
10.3. Comandante PNP Arturo Valverde Inga, quien domicilia en la Dircocor (Dirección Contra la
Corrupción de la PNP), sitio en Jr. Los Mogaburos N° 216, distrito de Jesús María, dicho oficial es-
tuvo a cargo del Operativo de revelación del delito y depondrá el modo y forma como fueron in-
tervenidos los acusados, así como el procedimiento a seguir en sede policial.

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La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

10.4. Comandante PNP Luis Alberto Sánchez Laos[56], quien domicilia en la Dircocor (Dirección
Contra la Corrupción de la PNP - DIVIDCAP), sitio en Jr. Los Mogaburos N° 216, distrito de Jesús
María, dicho oficial fue el instructor durante la toma de declaración del acusado Vizcarra Domín-
guez con motivo de su intervención con motivo del operativo de revelación del delito y depondrá
el modo y forma como fueron intervenidos los acusados, el procedimiento seguido en sede policial,
con especial énfasis en la declaración y el trato que se le brindó al referido encartado.
B) Examen de acusados de:
10.5. David Antonio Vizcarra Domínguez, quien se encuentra bajo los alcances limitativos de la me-
dida coercitiva de prisión preventiva, habiendo sido internado por mandato judicial en el Estable-
cimiento Penitenciario de Lurigancho, sitio en Av. El Sol s/n, debiendo ser considerado este como
su domicilio real. Como ultimo domicilio procesal señalado está el ubicado en Jr. Miroquesada
N° 376, oficina 206, Cercado de Lima.
10.6. Luis Alejandro Cornejo Urbano, quien se encuentra bajo los alcances limitativos de la medida
coercitiva de prisión preventiva, habiendo sido internado por mandato judicial en el Establecimiento
Penitenciario de Lurigancho, sitio en Av. El Sol s/n, debiendo ser considerado este como su domi-
cilio real. Como domicilio procesal ha señalado el ubicado en Casilla 11366 de la Central de Noti-
ficaciones de la Corte Superior de Justicia de Lima.
C) Pericia de:
10.7. SO Superior PNP Palomino Castro Odilón Ciro CIP N° 30178813 (Perito de Inspección Cri-
minalística) Perito de la DIRCRI - PNP quien domicilia en la Dircocor (Dirección Contra la Corrup-
ción de la PNP), sitio en Jr. Los Mogaburos N° 216, distrito de Jesús María. Dicho oficial intervino
en la Diligencia de Examen Corporal - Prueba de Contraste de Reactivo UV-203 en polvo amarillo
fluorescente invisible, debiendo deponer sobre la vigencia del reactivo; la forma y procedimiento
del examen aplicado; el resultado de la prueba de la sustancia encontrada en los acusados Cornejo
Urbano y Vizcarra Domínguez.
D) Documentales de:
10.8. Acta de denuncia verbal y Declaración de Maribel Roxana Quezada Salinas, del 11 de octu-
bre de 2012.
10.9. Acta de denuncia verbal y Declaración de Alberto Bradi Ruiz Espinoza, del 11 de octubre de
2012.
10.10. Copia fotostática de dos billetes cada uno del valor de S/. 100.00 (cien nuevos soles), con las
series A5343019G y A5343020G.
10.11. Acta fiscal de Verificación de reactivo, impregnación y reactivo de billetes de fecha 12 de
octubre de 2012.
10.12. Informe N° 1985-2012-DIRCOCOR-PNP/DIVIDCAP-D1 emitido por la Dirección contra
la Corrupción de la PNP - DIRCOCOR PNP.
10.13. Declaración de Luis Alejandro Cornejo Urbano acaecida en fecha 12/10/2012.
10.14. Declaración de David Antonio Vizcarra Domínguez acaecida en fecha 12/10/2012.
10.15. Constancia de Buen trato en la persona del intervenido David Antonio Vizcarra Domínguez.
10.16. Declaración de Alberto Bradi Ruiz Espinoza, del 12/10/2012.
10.17. Declaración testimonial de Maribel Roxana Quezada Salinas, del 12/10/2012.

[56] A la fecha de la realización del citado operativo, dicho oficial ostentaba el grado de Mayor PNP.

532
Decisiones fiscales

10.18. Acta de Registro Personal de fecha 12/10/2012 en la cual obran las pertenencias del encar-
tado Vizcarra Domínguez.
10.19. Acta de Registro Personal e Incautación del imputado Luis Alejandro Cornejo Urbano, de
fecha 12/10/12.
10.20. Acta Fiscal de Contrastación de Billetes, de fecha 12/10/12.
10.21. Acta de Ejecución de Diligencia de Examen Corporal - Prueba de Contraste de Reactivo
UV-203 en polvo amarillo fluorescente invisible.
10.22. Formato A-6 Rótulo de Indicios/evidencias elementos recogidos (en cadena de custo-
dia) debidamente llenados. En su interior se encuentra DVD marca KCK - MT (4.6 bg/120min
18x número de serie MAHNO70K17150733, de cuyo soporte se encuentra la carpeta de nombre
“Intervención_12OCT12”.
10.23. Fotocopia de Contrato de Trabajo Sujeto a modalidad por Servicio Específico de David An-
tonio Vizcarra Domínguez.
10.24. Fotocopia de Contrato de Trabajo Sujeto a modalidad por Servicio Específico de Luis Ale-
jandro Cornejo Urbano.
10.25. Acta de Entrega de Especies en la persona de David Antonio Vizcarra Domínguez de fecha
12/10/12.
10.26. Acta de Deslacrado, Escucha y Reconocimiento de Voz, copia de audio para su transcripción
y lacrado, de fecha 27/02/2013, mediante el cual se procede al deslacrado del sobre de manila con
el formato A-6 Rótulo de Indicios/evidencias elementos recogidos (en cadena de custodia) debida-
mente llenados.
10.27. Carta TSP-83030000-FLY-287-2013 de la Gerencia de Seguridad Corporativa de Telefónica,
recibida en fecha 08/04/2013.
10.28. DVD sobre el reportaje referente a la “Intervención a psicólogo forense y su asistente cuan-
do pretendían cobrar una coima en el Ministerio de la Mujer” transmitido en el programa América
Noticias - Edición Sabatina del día 13/10/2012.
OTROSÍ DIGO: Cumplo con precisar a vuestro despacho que ambos acusados se encuentran re-
cluidos, bajo el régimen y los alcances de la medida coercitiva de Prisión Preventiva.
POR LO EXPUESTO:
Solicito a usted señor juez, en los términos expuestos procedemos a dar cumplimiento a lo estipu-
lado por el artículo 349 del Código Procesal Penal, solicitando a vuestra judicatura dar el trámite
correspondiente al presente requerimiento acusatorio.
Lima, 3 de mayo de 2013
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Fun-
cionarios de Lima

044 FORMULACIÓN DEL HECHO MATERIA DE ACUSACIÓN DISTINGUIENDO


CIRCUNSTANCIAS PRECEDENTES, CONCOMITANTES Y POSTERIORES
“CIRCUNSTANCIAS PRECEDENTES
El día 3 de septiembre del año 2010 a las 14:45 horas aproximadamente,
el vehículo menor (mototaxi) de placa NG-83097 conducido por la perso-
na de Fidel Pilco Pilco se desplazaba por la Av. Simón Bolívar, a la altura del
cruce formado con la calle Encinas ocupando el carril derecho de la calzada,
en sentido de Sur Oeste a Nor Este cruzando la Av. Simón Bolívar, llevando
como pasajera a la agraviada Vicentina Anastacia Blancos de Chambi. Por

533
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

su parte, el vehículo de placa SK-6223, que era conducido por el imputado


Adolfo Cornelio Calderón Núñez se desplazaba por la calle Encinas, en sen-
tido de Sur Oeste a Nor Este para cruzar la Av. Simón Bolívar ubicada en el
Distrito de Gregorio Albarracín.
CIRCUNSTANCIAS CONCOMITANTES:
El día de los hechos el vehículo menor (mototaxi) de placa NG-83097 con-
ducido por la persona de Fidel Pilco Pilco en circunstancias que se desplaza-
ba por el carril derecho de la Av. Simón Bolívar (vía principal), a la altura del
cruce formado con la calle Encinas; el vehículo Station Wagon de placa SK-
6223, que era conducido por el imputado Adolfo Cornelio Calderón Núñez,
quien al momento de ingresar a dicha intersección, en vez de detenerse, por
precaución, antes de ingresar a la Av. Principal, sin tener en cuenta lo esta-
blecido en el Reglamento Nacional de Tránsito; que establece: Artículo
176 ‘El conductor de un vehículo que llega a una intersección no regulada,
debe ceder el paso a los vehículos que la estén cruzando’ y el artículo 177.-
El conductor de un vehículo que llega a una vía preferencial, debe ceder el
paso a los vehículos que circulen por dicha vía. Solo puede ocupar la calza-
da de la vía preferencial cuando este despejada y pueda realizar el cruce.
En el caso de autos, el imputado, y conductor del vehiculo Station Wagon
al llegar a la Av. Principal, pudo observar utilizando la vista panorámica que
tenia en ese momento al llegar a la Av. Principal, que es amplia; y pudo cer-
ciorarse si circulaban unidades vehiculares, en su dos carriles, tanto de subi-
da como de bajada, y después de percatarse que se encontraban libres los
dos carriles; recién ingresar a la misma, lo cual no hizo; por el contrario in-
gresó y aceleró a una velocidad, que no le permitió frenar a tiempo, sin te-
ner en cuenta el deber objetivo de cuidado y las reglas generales de tránsi-
to, pese a que tuvo la vista panorámica adecuada para observar que el ve-
hiculo menor (mototaxi) de placa NG-83097, se encontraba transitando por
dicha Av. principal preferente, y cruzó dicha intersección; lo que originó el
impacto con el mototaxi en el lado delantero izquierdo, produciendo
que este se volteara quedándose atrapados su conductor y su pasaje-
ra, y producto del accidente de tránsito, sufrió lesiones culposas gra-
ves la agraviada Vicentina Anastacia Blancos de Chambi.
CIRCUNSTANCIAS POSTERIORES
Que producto del accidente de tránsito suscitado entre las dos unidades ve-
hiculares, sufrió el delito de Lesiones Culposas Graves la pasajera agravia-
da Vicentina Anastacia Blancos de Chambi, quien se encontraba a bordo
de la mototaxi de placa NG-83097, lo que se corrobora con el Certificado
Médico Legal N° 007603-LT, y el Certificado Médico Legal Ampliatorio
N° 009418-PF-AR (fractura transversa completa a nivel del tercio distal
del cubito derecho con perdida de su alineamiento longitudinal, cierto
grado de osteopenea por inmovilización); otorgándole en TOTAL 100
DÍAS DE INCAPACIDAD MÉDICO-LEGAL”.

EXP. N° : 01133-2011-0-2301-JR-PE-02
CASO N° : 2906010612-2010-1406-0
FISCAL : EDUARDO ELÍAS REJAS CLAROS

534
Decisiones fiscales

REQUERIMIENTO DE ACUSACIÓN FISCAL


SEÑOR DOCTOR:
RAÚL CABALLERO LAURA
JUEZ DEL JUZGADO PENAL DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DEL DISTRITO
DE GREGORIO ALBARRACÍN LANCHIPA.
EDUARDO REJAS CLAROS, fiscal provincial de la Fiscalía Provincial Corporativa Mixta de
Gregorio Albarracín, identificado con DNI N° 00413542, con domicilio procesal en el Conjunto
Habitacional Alfonso Ugarte Tercera Etapa Mz. H-2 Lote 23-B del Distrito Coronel Gregorio Al-
barracín Lanchipa; a Ud. digo:
De conformidad con lo establecido en el artículo 349 del Código Procesal Penal vigente en este
Distrito Judicial, recurro a su Despacho formulando ACUSACIÓN FISCAL contra ADOLFO
CORNELIO CALDERÓN NÚÑEZ, como AUTOR del delito contra la vida el cuerpo y la salud,
en la modalidad de LESIONES CULPOSAS GRAVES, tipo base previsto en el primer párrafo
del artículo 124 del Código Penal, con la concurrencia de la circunstancia agravante prevista en el
segundo párrafo del acotado artículo; en agravio de VICENTINA ANASTACIA BLANCOS DE
CHAMBI; en base a los siguientes fundamentos:
I. DATOS GENERALES DEL ACUSADO
ADOLFO CORNELIO CALDERÓN NÚÑEZ, peruano, de 62 años de edad, con DNI N° 30829651,
nacido en el Distrito de Tacna, Provincia de Tacna, Departamento de Tacna, el 09.FEB.1948, sexo
masculino, con grado de instrucción 5to. de secundaria, con domicilio real en la Urb. Espíritu
Santo Calle Italia N° 32-Cercado de Tacna; nombre de su progenitor Diego; nombre de su pro-
genitora, Zunilda.
II. RELACIÓN CLARA Y PRECISA DEL HECHO QUE SE ATRIBUYE AL IMPUTADO,
CON SUS CIRCUNSTANCIAS PRECEDENTES, CONCOMITANTES Y POSTERIORES
CIRCUNSTANCIAS PRECEDENTES
El día 3 de septiembre del año 2010 a las 14:45 horas aproximadamente, el vehículo menor (mo-
totaxi) de placa NG-83097 conducido por la persona de Fidel Pilco Pilco se desplazaba por
la Av. Simón Bolívar, a la altura del cruce formado con la calle Encinas ocupando el carril derecho
de la calzada, en sentido de Sur Oeste a Nor Este cruzando la Av. Simón Bolívar, llevando como
pasajera a la agraviada Vicentina Anastacia Blancos de Chambi. Por su parte, el vehículo de placa
SK-6223, que era conducido por el imputado Adolfo Cornelio Calderón Núñez se desplazaba por
la calle Encinas, en sentido de Sur Oeste a Nor Este para cruzar la Av. Simón Bolívar ubicada en el
Distrito de Gregorio Albarracín.
CIRCUNSTANCIAS CONCOMITANTES
El día de los hechos el vehículo menor (mototaxi) de placa NG-83097, conducido por la persona
de Fidel Pilco Pilco, en circunstancias que se desplazaba por el carril derecho de la Av. Simón Bo-
lívar (Vía Principal), a la altura del cruce formado con la calle Encinas; el vehículo Station Wagon
de placa SK-6223, que era conducido por el imputado Adolfo Cornelio Calderón Núñez, quien al
momento de ingresar a dicha intersección, en vez de detenerse, por precaución, antes de ingresar
a la Av. Principal, sin tener en cuenta lo establecido en el Reglamento Nacional de Tránsito; que
establece: Artículo 176, “el conductor de un vehículo que llega a una intersección no regula-
da, debe ceder el paso a los vehículos que la estén cruzando” y el artículo 177.- El conductor
de un vehículo que llega a una vía preferencial, debe ceder el paso a los vehículos que circu-
len por dicha vía, solo puede ocupar la calzada de la vía preferencial cuando este despejada y
pueda realizar él cruce. En el caso de autos, el imputado, y conductor del vehículo Station Wagon
al llegar a la Av. Principal, pudo observar utilizando la vista panorámica que tenía en ese momento
al llegar a la Av. Principal, que es amplia; y pudo cerciorarse si circulaban unidades vehiculares, en

535
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

su dos carriles, tanto de subida como de bajada, y después de percatarse que se encontraban libres
los dos carriles; recién ingresar a la misma, lo cual no hizo; por el contrario, ingreso y aceleró a
una velocidad, que no le permitió frenar a tiempo, sin tener en cuenta el deber objetivo de cuidado
y las reglas generales de tránsito, pese a que tuvo la vista panorámica adecuada para observar que
el vehículo menor (mototaxi) de placa NG-83097, se encontraba transitando por dicha Av. Princi-
pal preferente, y cruzó dicha intersección; lo que originó el impacto con el mototaxi en el lado
delantero izquierdo, produciendo que este se volteara quedándose atrapados su conductor y
su pasajera, y producto del accidente de transito, sufrió lesiones culposas graves la agraviada
Vicentina Anastacia Blancos de Chambi.
CIRCUNSTANCIAS POSTERIORES:
Que producto del accidente de tránsito suscitado entre las dos unidades vehiculares, sufrió el delito
de lesiones culposas graves la pasajera agraviada Vicentina Anastacia Blancos de Chambi, quien se
encontraba a bordo de la mototaxi de placa NG-83097, lo que se corrobora con el Certificado Mé-
dico Legal N° 007603-LT, y el Certificado Médico Legal Ampliatorio N° 009418-PF-AR, (Frac-
tura transversa completa a nivel del tercio distal del cúbito derecho con pérdida de su alinea-
miento longitudinal, cierto grado de osteopenea por inmovilización); otorgándole en TOTAL
100 DÍAS DE INCAPACIDAD Médico LEGAL.
III. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN QUE FUNDAMENTEN EL REQUERIMIENTO:
Estando a lo expuesto, EXISTEN los siguientes elementos de convicción:
1. El Acta de Inspección Técnico Policial por Accidente de Tránsito (véase fs. 08); realizada en
el lugar de los hechos, ubicada en la Intersección formada por la Avenida Simón Bolívar y el Pasaje
Encinas; vías en buen estado de asfalto, configuración recta ambas vías.
2. El Dosaje Etílico N° 002397 (véase fs. 17); realizado a Fidel Pilco Pilco, cuyo resultado es
NORMAL
3. El Dosaje Etílico N° 002397 (véase fs. 18); realizado a Adolfo Cornelio Calderón Núñez, cuyo
resultado es NORMAL.
4. El Certificado Médico Legal N° 007603-LT de fecha 04/09/2010 (véase fs. 16); practicado a la
agraviada Vicentina Blancos de Chambi, donde se Concluye que la agraviada presenta “signos de
lesiones traumáticas recientes” y según informes médicos requiere 5 días de atención facultativa y
50 DÍAS DE INCAPACIDAD MÉDICO LEGAL.
5. El Certificado Médico Legal Ampliatorio N° 009418-PF-AR de fecha 03/11/2010 (véase fs.
60); practicado a la agraviada Vicentina Blancos de Chambi, donde se le amplia a la agraviada en
5 días más de atención facultativa y 50 DÍAS MÁS DE INCAPACIDAD MÉDICO LEGAL.
6. El Oficio N° 730-2011-XXI-DIRTEPOL-TM/OFICIR-Ant. (véase fs. 154 a 155); que contiene
la CONSULTA N° 730 DE ANTECEDENTES POLICIALES A NIVEL NACIONAL Y LOCAL
EFCTUADA A LA RED CORPORATIVA DE DATOS DE LA PNP (DATAPOL) POSITIVO para
Adolfo Cornelio Calderón (contrabando).
7. El Oficio N° 078-2011-SGFT-GGT-MPT (véase fs. 194 a 195); que contiene el récord del con-
ductor Adolfo Cornelio Calderón Núñez; quien conforme al Sistema Informático registra 03
infracciones de tránsito, las cuales han sido canceladas.
8. El Oficio N° 079-2011-SGFT-GGT-MPT (véase fs. 197); que contiene el récord del conduc-
tor Fidel Pilco Pilco, quien conforme al Sistema Informático; NO registra infracciones de tránsito.
9. El Certificado Médico Legal N° 005431-L de fecha 09/06/2011 (véase fs. 246); practicado al
imputado Fidel Pilco Pilco, donde se concluye que: (…) 3. Reflejos neurológicos evaluados pre-
sentes y conservados.

536
Decisiones fiscales

10. El Certificado Médico Legal N° 005387-L de fecha 08/06/2011 (véase fs. 249); practicado al
imputado Adolfo Cornelio Calderón Núñez, donde se concluye que: (…) 3. Reflejos neurológicos
evaluados presentes y conservados.
11. Copia Fedateada del Parte de Ocurrencias de fecha 03/07/2010 (véase fs. 265); realizada en
la avenida Simón Bolívar y el pasaje Encinas lugar donde se suscitaron los hechos; y se detalla a
las personas intervinientes en el accidente de tránsito, que guarda relación con lo declarado con el
testigo presencial de los hechos de nombre Rodolfo Lora Murga.
12. La declaración de la agraviada Vicentina Blancos de Chambi (fs. 14 a 15); la cual señala
que el accidente de tránsito se produjo en circunstancias que se encontraba al interior de la mototaxi
de placa NG-83097 y fue en ese entonces que apareció un vehículo color blanco el cual impactó la
mototaxi y consecuentemente sufrió diversas lesiones, siendo auxiliada por el conductor de la uni-
dad vehicular de placa SK-6223.
13. La declaración del imputado Adolfo Cornelio Calderón Núñez (véase fs. 10 a 11); quien re-
fiere que el día en que se suscitaron los hechos se encontraba circulando del pasaje Encinas y que al
ingresar a la avenida Simón Bolívar fue impactado por la mototaxi en la parte del parachoque ante-
rior y direccional del lado delantero. Es así que al sentir el impacto detuvo su unidad y se aproximó
a la mototaxi en donde pudo advertir la presencia de una persona a quien socorrió llevándola a la
Posta San Francisco y posteriormente al Hospital Hipólito Unanue.
14. La declaración de la persona de Fidel Pilco Pilco (véase fs. 12 a 13); quien refiere que los he-
chos se suscitaron en circunstancias que manejaba su mototaxi de placa NG-83097 en cuyo interior
se encontraba la pasajera Vicentina Blancos Amachi. Es así que al circular por la avenida Simón
Bolívar, fue impactado por el vehículo de placa SK-6223, el cual ingresaba del Pasaje Encinas, y
como consecuencia la agraviada sufrió diversas lesiones.
15. La declaración ampliatoria de la persona de Fidel Pilco Pilco (véase fs. 211 a 212); quien
refiere que el día de los hechos se encontraba circulando a una velocidad normal por la Av. Simón
Bolívar y cerca del pasaje Encinas observó que el taxi del otro imputado Adolfo Cornelio Calderón
Núñez estaba parado y al momento de cruzar el Pasaje Encinas sintió el impacto en el lado izquier-
do de su mototaxi, volteándose la mototaxi para el lado derecho, entonces le reclamó al imputado
Adolfo Cornelio Calderón Núñez, quien le ofreció la cantidad S/. 200.00 nuevos soles para arreglar
el problema, es decir, los daños materiales que sufrió su mototaxi, lo cual no acepto, y el imputado
Fidel Pilco Pilco procedió a socorrer a la agraviada al Puesto de Salud San Francisco. Asimismo,
agrega que ha venido ayudando a la agraviada agilizando los trámites del SOAT de su mototaxi.
16. La declaración del testigo presencial Rodolfo Lora Murga (véase fs. 241 a 242); quien re-
fiere que conoció a los imputados y a la agraviada el día en que se suscitaron los hechos en la
Av. Simón Bolívar con la calle Encinas, en donde se encontraba caminando por el lado derecho de la
mencionada avenida con dirección al establecimiento de uno de sus clientes, ya que en ese entonces
trabajaba como preventista de la empresa Direcsur, en esas circunstancias presenció el accidente de
tránsito suscitado entre el vehículo del señor Adolfo Cornelio Calderón Núñez y el vehículo moto-
taxi del señor Fidel Pilco Pilco, observando que el primero venía a velocidad y antes de ingresar a
la intersección desaceleró un poco pero no frenó, y por el contrario aceleró, por lo que el vehículo
(Station Wagon) logró impactar al mototaxi ocasionando que este se volteara quedándose atrapados
su conductor y su pasajera, por lo que las personas que se encontraban en el lugar los ayudaron; sin
embargo, sostiene que presenció que el imputado Adolfo Cornelio Calderón Núñez no ayudó a so-
correrlos, solo le ofreció S/. 200.00 nuevos soles al mototaxista, pero que este no acepto, entonces
se presentó un efectivo de seguridad ciudadana motorizado de la Municipalidad Distrital de Grego-
rio Albarracín para ayudar a trasladar a la agraviada al Puesto de Salud San Francisco.
17. La declaración del testigo José Eduardo Linares Alayza (véase fs. 267 a 268); quien refiere
que conoció a los imputados y a la agraviada el día en que se suscitaron los hechos en la Av. Simón

537
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Bolívar con la calle Encinas donde participó como efectivo de Seguridad ciudadana de la Munici-
palidad Distrital de Gregorio Albarracín, en circunstancias que se encontraba patrullando por el re-
ferido lugar percatándose de un accidente de tránsito, encontrando un vehículo Station Wagon de
propiedad de Adolfo Cornelio Calderón Núñez y una mototaxi de propiedad de Fidel Pilco Pilco,
quien llevaba como pasajera a la señora Vicentina Blancos de Chambi quien resultó con golpes en
el brazo izquierdo y en el antebrazo derecho; además, agrega que en el lugar se encontraba la per-
sona de Rodolfo Lora a quien conoce anteriormente por tener una amistad y quien le dijo que había
presenciado el accidente de tránsito, pero él respondió que la Policía se iba a encargar.
IV. LA PARTICIPACIÓN QUE SE LE ATRIBUYE AL IMPUTADO
El acusado Adolfo Cornelio Calderón Núñez, tiene calidad de autor, pues este ha realizado; la
conducta típica que se subsume en el delito de lesiones culposas graves, tipo base previsto en el
primer párrafo del artículo 124 del Código Penal con la circunstancia agravante prevista en el se-
gundo párrafo del acotado artículo que establece: “(…) La pena será privativa de libertad no menor
de uno ni mayor de dos años y de sesenta a ciento veinte días-multa, si la lesión es grave, de con-
formidad a los presupuestos establecidos en el artículo 121. (…)”. Habiendo causado lesiones cul-
posas graves, por su actuar imprudente a la agraviada en su integridad física, bien jurídico tutelado
por el ordenamiento jurídico. Por lo que debe ser juzgado en calidad de autor; autoría que se deter-
mina de conformidad con lo establecido en el artículo 23 del Código Penal acotado, que prescribe
que: “El que realiza por sí o por medio de otro el hecho punible y los que lo cometan conjuntamente
serán reprimidos con la pena establecida para esta infracción” en cuyo caso, el imputado debe ser
juzgado en calidad de autor.
V. CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL
IMPUTADO
Al momento de la comisión de los hechos, el imputado Adolfo Cornelio Calderón Núñez; tenía
más de 21 años y menos de 65 años por lo que NO ES SUJETO de responsabilidad restringida.
Asimismo, no concurre causa de exclusión de responsabilidad u otras circunstancias atenuantes.
VI. EL ARTÍCULO DE LA LEY PENAL QUE TIPIFIQUE QUE EL HECHO ASÍ COMO
LA CUANTÍA DE LA PENA QUE SE SOLICITE
La conducta incriminada al acusado Adolfo Cornelio Calderón Núñez, se encuentra prevista en
el segundo párrafo del artículo 124 del Código Penal lesiones culposas graves: que precisa “La
pena será privativa de libertad no menor de uno ni mayor de dos años y de sesenta a ciento veinte
días-multa, si la lesión es grave, de conformidad a los presupuestos establecidos en el artículo 121
(…) inciso 3. Las que infieren cualquier otro daño a la integridad corporal, o a la salud física
o mental de una persona que requiera treinta o más días de asistencia o descanso, según pres-
cripción facultativa. Lesiones que se encuentran debidamente acreditadas, conforme al Certifi-
cado Médico Legal N° 007603-LT de fecha 04/09/2010 (véase fs. 16); practicado a la agraviada
Vicentina Blancos de Chambi, donde se concluye que la agraviada presenta: “Signos de lesiones
traumáticas recientes, fractura distal del cubito derecho” y según informes médicos requiere in-
capacidad medico legal de 05 días de atención facultativa y 50 días de incapacidad médico-legal; y
el Certificado Médico Legal Ampliatorio N° 009418-PF-AR de fecha 03/11/2010 (véase fs. 60); prac-
ticado a la agraviada Vicentina Blancos de Chambi, donde se señala: “Fractura transversa completa
a nivel del tercio distal del cubito derecho con perdida de su alineamiento longitudinal, cierto grado
de osteopenea por inmovilización”; por lo que se le amplia a la agraviada en 05 días más de aten-
ción facultativa y 50 días más de incapacidad médico-legal. Haciendo un TOTAL DE 100 DÍAS
DE INCAPACIDAD MÉDICO-LEGAL.
VII. LA CUANTÍA DE LA PENA
Este despacho fiscal solicita para el acusado ADOLFO CORNELIO CALDERÓN NÚÑEZ;
02 AÑOS DE PENA PRIVATIVA DE LA LIBERTAD SUSPENDIDA en su ejecución, por el

538
Decisiones fiscales

mismo periodo de tiempo, conforme a lo previsto en el Segundo Párrafo del artículo 124 del Có-
digo Penal; y sujeta a reglas de conducta que la judicatura estime por conveniente. Y sesenta (60)
días multa, que asciende a la suma de S/. 250.00 (doscientos cincuenta nuevos soles), conforme
a lo previsto en el Segundo Párrafo del artículo 124 del Código Penal, que deberá abonar al Estado
peruano, importe que se deduce, con arreglo al porcentaje del ingreso mensual que percibe el acu-
sado (véase pregunta N° 01 de su declaración de fs. 10 a 11).
VIII.- EL MONTO DE LA REPARACIÓN CIVIL
De conformidad con los artículos 92 y 93 del Código Penal la reparación civil se rige por el princi-
pio del daño causado, cuya unidad procesal civil y penal protege el bien jurídico en su totalidad, así
como a la víctima; y estando a la gravedad de los hechos, y al amparo de la normativa acotada so-
licitó que el acusado ADOLFO CORNELIO CALDERÓN NÚÑEZ; abone por REPARACIÓN
CIVIL, la suma de S/. 4.000.00 (CUATRO MIL NUEVOS SOLES); a favor de la agraviada
VICENTINA ANASTACIA BLANCOS DE CHAMBI. Al haberse causado lesiones culposas gra-
ves de envergadura “Fractura transversa completa a nivel del tercio distal del cubito derecho con
pérdida de su alineamiento longitudinal, cierto grado de osteopenea por inmovilización” en su inte-
gridad física, bien jurídico protegido por el ordenamiento penal.
IX.- LOS MEDIOS DE PRUEBA QUE OFREZCA PARA SU ACTUACIÓN EN LA
AUDIENCIA
Ofrezco como medios de prueba las siguientes:
TESTIMONIALES
01. DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE LA AGRAVIADA VICENTINA ANASTACIA
BLANCOS DE CHAMBI; con domicilio real en la Asoc. De Viv. Los Próceres Mz. 67 Lote 14
del distrito de Gregorio Albarracín; quien declarará sobre el modo y forma como fue víctima de
lesiones culposas graves, por parte del acusado.
02. DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE FIDEL PILCO PILCO; con domicilio real en la
Asoc. de Viv. 22 de Julio Mz. 310 Lote 06 VIÑANI del Distrito de Gregorio Albarracín; quien
declarará sobre el modo, forma, y circunstancias de cómo presenció que la agraviada fue víctima de
lesiones culposas graves, por parte del acusado.
03. DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE RODOLFO LORA MURGA; con domicilio real
en la Asoc. AAPITAC Mz. H Lote 08 del Distrito de Pocollay; quien declarará sobre el modo,
forma, y circunstancias, de cómo presencio que la agraviada fue víctima de lesiones culposas gra-
ves, por parte del acusado.
04. DECLARACIÓN TESTIMONIAL DE JOSÉ EDUARDO LINERES ALAYZA; con do-
micilio real en el Conj. Hab. Alfonso Ugarte I Etapa Mz. L-4 Lote 07 del Distrito de Gregorio
Albarracín; quien declarará sobre el modo, forma, y circunstancias, en que tomo conocimiento de
como la agraviada fue víctima de lesiones culposas graves, por parte del acusado.
PERITOS
01. PAMELA DE LOS MILAGROS CÁCERES CÁCERES, MÉDICO LEGISTA, CMP
N° 37972; con domicilio laboral en la División Médico Legal de Tacna; a fin que sea examina-
da, sobre el Certificado Médico Legal N° 007603-LT y el Certificado Médico Legal Ampliatorio
N° 009418-PF-AR, pertenecientes a la agraviada Vicentina Anastacia Blancos de Chambi, respecto
al objeto de la pericias, fundamentos, y las conclusiones que sostiene.
DOCUMENTALES
01. El Acta de Inspección Técnico Policial por Accidente de Tránsito (véase fs. 08); realizada en
el lugar de los hechos, ubicada en la intersección formada por la Avenida Simón Bolívar y el Pasaje
Encinas; vías en buen estado de asfalto, configuración recta ambas vías.

539
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

02. El Dosaje Etílico N° 002397 (véase fs. 17); realizado a Fidel Pilco Pilco, cuyo resultado es
NORMAL.
03. El Dosaje Etílico N° 002397 (véase fs. 18); realizado a Adolfo Cornelio Calderón Núñez, cuyo
resultado es NORMAL.
04. El Certificado Médico Legal N° 007603-LT de fecha 04/09/2010 (véase fs. 16); practicado a
la agraviada Vicentina Blancos de Chambi, donde se CONCLUYE que la agraviada presenta “sig-
nos de lesiones traumáticas recientes” y según informes médicos requiere 05 días de atención fa-
cultativa y 50 DÍAS DE INCAPACIDAD MÉDICO LEGAL.
05. El Certificado Médico Legal Ampliatorio N° 009418-PF-AR de fecha 03/11/2010 (véase fs.
60); practicado a la agraviada Vicentina Blancos de Chambi, donde se le amplía a la agraviada en
05 días más de atención facultativa y 50 DÍAS MÁS DE INCAPACIDAD MÉDICO LEGAL.
06. El Oficio N° 730-2011-XXI-DIRTEPOL-TM/OFICIR-Ant. (véase fs. 154 a 155); que contie-
ne la CONSULTA N° 730 DE ANTECEDENTES POLICIALES A NIVEL NACIONAL Y LO-
CAL EFCTUADA A LA RED CORPORATIVA DE DATOS DE LA PNP (DATAPOL) POSITIVO
para Adolfo Cornelio Calderón (contrabando).
07. El Oficio N° 078-2011-SGFT-GGT-MPT (véase fs. 194 a 195); que contiene el récord del con-
ductor Adolfo Cornelio Calderón Núñez, quien conforme al Sistema Informático registra 03 infrac-
ciones de tránsito, las cuales han sido canceladas.
08. El Oficio N° 079-2011-SGFT-GGT-MPT (véase fs. 197); que contiene el récord del conduc-
tor Fidel Pilco Pilco, quien conforme al Sistema Informático; NO registra infracciones de tránsito.
09. El Certificado Médico Legal N° 005431-L de fecha 09/06/2011 (véase fs. 246); practicado al
imputado Fidel Pilco Pilco, donde se concluye que: (…) 3. Reflejos neurológicos evaluados pre-
sentes y conservados.
10. El Certificado Médico Legal N° 005387-L de fecha 08/06/2011 (véase fs. 249); practicado al
imputado Adolfo Cornelio Calderón Núñez, donde se concluye que: (…) 3. Reflejos neurológicos
evaluados presentes y conservados.
11. Copia Fedateada del Parte de Ocurrencias de fecha 03/07/2010 (véase fs. 265); realizada en
la avenida Simón Bolívar y el pasaje Encinas lugar donde se suscitaron los hechos; y se detalla a
las personas intervinientes en el accidente de tránsito, que guarda relación con lo declarado con el
testigo presencial de los hechos de nombre Rodolfo Lora Murga.
12. La declaración de la agraviada Vicentina Blancos de Chambi (fs. 14 a 15); donde declaró
sobre el modo, forma, y circunstancias de como fue víctima de lesiones culposas graves, por par-
te del acusado.
13. La declaración de la persona de Fidel Pilco Pilco (véase fs. 12 a 13); donde declaró sobre el
modo, forma, y circunstancias de cómo presenció que la agraviada fue víctima de lesiones culposas
graves, por parte del acusado.
14. La declaración ampliatoria de la persona de Fidel Pilco Pilco (véase fs. 211 a 212); donde
declaró ampliatoriamente sobre el modo, forma, y circunstancias de cómo presenció que la agravia-
da, fue víctima de lesiones culposas graves, por parte del acusado.
15. La declaración del testigo presencial Rodolfo Lora Murga (véase fs. 241 a 242); donde de-
claró sobre el modo, forma, y circunstancias de cómo presenció que la agraviada, fue víctima de
lesiones culposas graves, por parte del acusado.
16. La declaración del testigo José Eduardo Linares Alayza (véase fs. 267 a 268); donde declaró
sobre el modo, forma, y circunstancias de cómo tomó conocimiento que la agraviada, fue víctima
de lesiones culposas graves, por parte del acusado.

540
Decisiones fiscales

X.- MEDIDAS DE COERCIÓN SUBSISTENTES DICTADAS DURANTE LA INVESTIGA-


CIÓN PREPARATORIA
Se hace conocer que el acusado ADOLFO CORNELIO CALDERÓN NÚÑEZ se encuentra con
comparecencia simple.
POR LO EXPUESTO:
Solicito a usted señor juez que de conformidad con el artículo 350 y ss. del CPP proceda a notificar
la acusación adjunta y señale día y hora para la audiencia preliminar a fin de que posteriormente se remita
la presente acusación al juzgado penal competente, para los fines consiguientes de ley.
PRIMER OTROSÍ.- Se acompaña al presente requerimiento, la CARPETA FISCAL
N° 2906010612-2010-1406-0, en (II TOMOS a fojas 341), conforme a lo dispuesto el artículo 8
del Reglamento de la Carpeta Fiscal, aprobado por Resolución Nº 748-2006-MP-FN del 21 de ju-
nio de 2006.
Gregorio Albarracín, 27 de marzo del año 2012

045 LA IMPUTACIÓN DE RESPONSABILIDAD PENAL POR DELITO DE COLU-


SIÓN REQUIERE DE CONSIGNAR EN LA DESCRIPCIÓN FÁCTICA DE LA
ACUSACIÓN NO SOLO EL HECHO QUE RESULTA TÍPICO, SINO TAMBIÉN
LOS HECHOS INDICANTES
“HECHOS MATERIA DE IMPUTACIÓN
Mediante carta de fecha 14 de enero de 2008, la persona de Juan Juvencio
Vallejos Goicochea en representación de Empresa Vallejos Service Ingeniería
Digital E.I.RL. da a conocer al Alcalde de la Municipalidad Distrital de Moche
–Róger Emilio Quispe Rosales– que se dedica a la formalización de predios
tanto rústicos como urbanos y que conocedores de que existía un litigio de
límites entre los distritos de Moche y Trujillo ofrecía su trabajo a realizar, con-
sistente en que si alguna persona cuya propiedad haya evadido o pretenda
realizar dichos pagos en una jurisdicción distinta a la que Quispe Rosales re-
presentaba, era posible que a través de su empresa dichos impuestos fue-
ran cancelados en la Municipalidad de Moche, los que habrían de ser calcu-
lados y notificados para los cobros respectivos incluyendo las moras e inte-
reses conforme a ley.
En sesión extraordinaria de fecha 23 de enero de 2008, el Consejo de la
Municipalidad Distrital de Moche, conformado por sus regidores María Elena
Sánchez De La Cruz, Valentín Fernández Neyra, Hernán Cruz Pachamango,
Edwin Ulises Gutiérrez Castillo y Aníbal Rojas Armas, sin contar con informe
legal previo, sin que se verifique una particular experiencia y especiali-
dad –cosa que no podía ocurrir porque se trataba de una EIRL conformada
únicamente como personal permanente por un ingeniero, no de un profe-
sional en Derecho– en la materia por parte de la empresa contratada y sin
que la misma se haya encontrado inscrita en el Registro de Proveedores del
Estado, acordó la contratación directa –sin que se haya tratado en ningún
momento exoneración alguna– de la Empresa Vallejos Service Ingeniería
Digital EIRL consignándose como objeto de dicha aprobación en el acta de
su propósito que las personas cuya propiedad hayan evadido o pretendan
realizar pagos en una jurisdicción distinta de la que representa la municipa-
lidad, realicen el pago de sus impuestos en la Municipalidad de Moche; los

541
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

cuales serán calculados y notificados para los cobros respectivos incluyendo


las moras e intereses conforme a ley.
En consecuencia, con fecha 24 de enero de 2008 se redacta el Acta de
Acuerdo de Concejo N° 007-2008-MDM –firmada por Quispe Rosales– en el
que en el Artículo Único se señala: ‘Aprobar la propuesta presentada por el
señor Gerente Juan Vallejos Goicochea representante de la Empresa Vallejos
Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL mediante el cual la empresa en refe-
rencia se compromete a formalizar los predios tanto rústicos como urbanos
–cosa que no figura en el acta de sesión del concejo, como materia de apro-
bación–, así como también se compromete a que las personas cuyas propie-
dades hayan evadido o pretendan realizar pagos en una jurisdicción distinta
de la que representa la municipalidad, realicen el pago de sus impuestos en
la Municipalidad Distrital de Moche, los cuales serán cancelados y notifica-
dos por los cobros respectivos incluyendo las moras e intereses conforme a
Ley; por lo que la Empresa Vallejos Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL
tendrá el beneficio del 30 % de lo recaudado, por única vez’.
En supuesta ejecución de dicho acuerdo es que –con el visado del Gerente
municipal José Wilfredo Rodríguez Azabache y el jefe de Asesoría Jurídica
Johnny Mallap Rivera, quien además redactó el contrato– al alcalde de la
Municipalidad Distrital de Moche Róger Emilio Quispe Rosales, suscribe
con fecha 05 de marzo de 2008 el ‘Contrato de Servicios de Consultoría en
Fiscalización y Recaudación Tributaria’ - contrato por servicios personalísi-
mos con Juan Juvencio Vallejos Goicochea en calidad de titular gerente de
Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL señalándose en el mismo que
la empresa era una persona jurídica cuyo objeto social era, entre otros, de-
dicarse a la prestación de servicios de consultoría en fiscalización tributaria
y cobranzas de dudas tributarias y no tributarias a diversas entidades públi-
cas y privadas; cosa que es falso porque revisada la partida registral de di-
cha persona jurídica no figura como su objeto social la prestación de servi-
cios de consultoría en fiscalización tributaria y cobranzas de dudas tributa-
rias y no tributarias a diversas entidades públicas y privadas; se señala que
con fecha 24 de enero de 2008 mediante Acuerdo de Consejo N° 07-2008-
MDM se había tomado la decisión de contratar los servicios de la empre-
sa para que ‘preste el servicio de consultoría en fiscalización y recaudación
tributaria de los principales contribuyentes de la Municipalidad distrital de
Moche, el cual incluirá recuperación de tributos atrasados o dejados de pa-
gar, de todos los tributos de competencia de esta municipalidad’ y –en su
cláusula cuarta– que el servicio comprendía: ‘a) La recaudación tributaria del
impuesto predial, alcabala y otros tributos a cargo de la municipalidad, b)
La fiscalización de licencias de construcción y licencias funcionamiento co-
mercial; c) Control y ejecución de pagos de indemnizaciones y multas sobre
contaminación ambiental, conforme a la Ley de Municipalidades y el Código
del Medio Ambiente’, todo lo cual no se ajusta a lo que fue materia de apro-
bación por parte del Concejo Municipal, es decir, es falso que la autorización
del Concejo haya sido dada para dicho tipo de servicios.
El contrato señala en su cláusula quinta que, por su parte, ‘La municipali-
dad se compromete a entregar a la empresa la información y/o documenta-
ción para iniciar los servicios descritos en la cláusula anterior, en un plazo de
cinco días naturales posteriores a la firma del contrato y son: a) Aranceles,

542
Decisiones fiscales

planos del distrito, padrones de contribuyentes, credenciales para el perso-


nal de campo, base de datos en tape backup, incluyendo el control de pa-
gos, elementos indispensables para que la empresa cumpla con el servicio’;
señalándose en la cláusula sexta que ‘La empresa se compromete a iniciar
el servicio de consultoría de conformidad con la cláusula cuarta, responsa-
bilizándose de cumplir sus funciones con responsabilidad, eficiencia y pro-
fesionalismo, siendo de su cuenta la contratación de servicios profesionales
especializados que se requiera’ –cuando se trataba de un contrato que su-
puestamente se justificaba por tratarse de servicios personalísimos–.
Mediante Resolución de Alcaldía N° 249-2008-MDM Roger Emilio Quispe
Rosales, con fecha 5 de marzo, señalando haber visto el contrato y que sien-
do conforme con la Ley de Contrataciones del Estado y su Reglamento, re-
suelve aprobarlo.
Es del caso que pese a no haberse prestado el servicio que tenía por objeto
el contrato referido supra con fecha 7 de abril de 2008, Róger Emilio Quispe
Rosales emite la Resolución de Alcaldía N° 470-2008-MDM mediante la cual
resuelve aprobar el pago a la Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL
de 98,693.00 (noventiocho mil seiscientos noventitrés) nuevos soles.
Para concretar dicho pago, mediante Informe N° 021-2008-GM-MDM, con
fecha 10 de abril de 2008, José Wilfredo Rodríguez Azabache, en su calidad
de gerente municipal le requiere a Roberto Javier Martínez Soles, en su cali-
dad de jefe de Logística, para que dé cumplimiento a lo ordenado por el al-
calde en su Resolución de Alcaldía N° 470-2008-MDM; quien a su vez remite
a Lorgio García Vergara –por ser Jefe del área usuaria– el ‘Informe N° 150-
2008-LOG-MDM’ de trabajo y/o conformidad realizado por la Empresa Vallejos
Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL de fecha 10 de abril de 2008; sien-
do que finalmente se produce con aprobación de estas personas el pago a
pesar que García Vegara nunca dio la conformidad a dicho pago, pues no
le constaban los servicios.
No solo eso, sino que en su oportunidad, mediante Informe N° 060-2008-UAT-
MDM de fecha 9 de abril de 2008 García Vergara –en un párrafo final– puso
formalmente de conocimiento del gerente municipal Rodríguez Azabache
que a la fecha no se había acercado ningún representante de la Empresa
Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL a solicitar documentación alguna para
que realicen los trabajos definidos en la Resolución de Alcaldía N° 249-2008;
frente a lo cual la persona de Rodríguez Azabache le pidió que cambiará el
contenido de dicho informe, eliminando su párrafo final, por lo que García
Vergara tuvo que ingresar un nuevo informe, con la misma numeración, pero
ya sin dicha advertencia (...).
TIPO PENAL MATERIA DE IMPUTACIÓN NORMATIVA
La intervención de Roger Emilio Quispe Rosales se adecua al tipo penal de
colusión previsto en el artículo 384 del Código Penal: ‘El funcionario o ser-
vidor público que, en los contratos, suministros, licitaciones, concurso de
precios, subastas o cualquier otra operación semejante en la que intervenga
por razón de su cargo o comisión especial defrauda al Estado o entidad u
organismo del Estado, según ley, concertándose con los interesados en los
convenios, ajustes, liquidaciones o suministros será reprimido con pena pri-
vativa de libertad no menor de tres ni mayor de quince años’ (versión vigen-
te en el momento de los hechos) en razón a que sin que la Empresa Vallejos

543
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL cumpla con los requisitos necesa-
rios ha firmado contrato con ella y sin que haya prestado servicio alguno
al que se refieren las cláusulas del ‘Contrato de Servicios de Consultoría en
Fiscalización y Recaudación Tributaria’ de fecha 5 de marzo de 2008 ha emi-
tido la Resolución de Alcaldía N° 470-2008-MDM mediante la cual ha resuel-
to aprobar el pago a la Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL de
98,693.00 (noventiocho mil seiscientos noventitrés) nuevos soles.
La intervención de Juan Juvencio Vallejos Goicochea en calidad de titular ge-
rente de Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL se adecua al tipo
penal ampliado de complicidad primaria (artículo 25 del CP) en delito de co-
lusión (artículo 384 del CP), pues es está persona quien careciendo de los
requisitos necesarios, concertándose con Roger Emilio Quispe Rosales, ha
firmado contrato con la Municipalidad Distrital de Moche y sin haber pres-
tado el servicio objeto del contrato se ha visto beneficiada con el pago de
98,693.00 nuevos soles.
La intervención de José Wilfredo Rodríguez Azabache y de Roberto Javier
Martínez Soles se adecua al tipo penal ampliado de complicidad primaria
(artículo 25 del CP) en delito de colusión (artículo 384 del CP) al haber dado
su conformidad para la ejecución del pago a pesar que el jefe de la Unidad
de Administración Tributaria de Moche nunca dio conformidad al supues-
to servicio prestado por la Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL.
La intervención de Johnny Mallap Rivera se adecua al tipo penal amplia-
do de complicidad primaria (artículo 25 del CP) en delito de colusión (ar-
tículo 384 del CP) al haber confeccionado el ‘Contrato de Servicios de
Consultoría en Fiscalización y Recaudación Tributaria’ de fecha 5 de mar-
zo de 2008 conteniendo información falsa, principalmente, que la presta-
ción se encontraba dentro del objeto social de la Empresa Vallejos Service
Ingeniería Digital EIRL”.

Especialista: López Sipirán


Expediente N° 529-2012
Carpeta Fiscal N° 420-2011
Escrito:
REQUERIMIENTO ACUSATORIO
SEÑORA JUEZ DEL SEXTO JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE
TRUJILLO
CONSTANTE CARLOS ÁVALOS RODRÍGUEZ, coordinador de la Fiscalía Provincial Penal
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de La Libertad, con domicilio
procesal en la esquina de las avenidas Nazareth con Carrión, sexto piso - oficina 602, ante usted digo:
De conformidad con el artículo 349 del CPP 2004, procedo a formular acusación; la que deberá en-
tenderse en los siguientes términos:
ACUSADOS
ROGER EMILIO QUISPE ROSALES, con DNI N° 18186954, de 43 años de edad, natural de
Nepeña-Santa-Áncash, estado civil soltero, hijo Pedro y Claudia, nacido el 28 de octubre de 1968,
de 1.76 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).

544
Decisiones fiscales

JUAN JUVENCIO VALLEJOS GOICOCHEA, con DNI N° 26675667, de 52 años de edad, na-
tural de Pacasmayo-Pacasmayo-La Libertad, estado civil soltero, hijo de Octavio y Margarita, naci-
do el 8 de febrero de 1960, de 1.62 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
JOSÉ WILFREDO RODRÍGUEZ AZABACHE, con DNI N° 18012612, de 47 años de edad,
natural de Moche-Trujillo-La Libertad, estado civil casado, hijo de José y Yolanda, nacido el 02 de
mayo de 1965, de 1.68 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
ROBERTO JAVIER MARTÍNEZ SOLES, con DNI N° 41057026, de 31 años de edad, natural
de Trujillo-Trujillo-La Libertad, estado civil soltero, hijo de Víctor y Claudina, nacido el 07 de ju-
nio de 1981, de 1.70 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
JOHNNY MALLAP RIVERA, con DNI N° 33670402, de 44 años de edad, natural de Bagua Gran-
de-Utcubamba-Amazonas, estado civil soltero, hijo de Deciderio y María, nacido el 18 de febrero
de 1968, de 1.65 metros de estaturas (se acompaña ficha Reniec).
HECHOS MATERIA DE IMPUTACIÓN
Mediante carta de fecha 14 de enero de 2008, la persona de Juan Juvencio Vallejos Goicochea en
representación de Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL da a conocer al Alcalde de la
Municipalidad Distrital de Moche –Róger Emilio Quispe Rosales– que se dedica a la formalización
de predios tanto rústicos como urbanos y que conocedores que existía un litigio de límites entre los
distritos de Moche y Trujillo ofrecía su trabajo a realizar, consistente en que si alguna persona cuya
propiedad haya evadida o pretenda realizar dichos pagos en una jurisdicción distinta a la que Quis-
pe Rosales representaba, era posible que a través de su empresa dichos impuestos fueran cancela-
dos en la Municipalidad de Moche, los que habrían de ser calculados y notificados para los cobros
respectivos incluyendo las moras e intereses conforme a ley.
En sesión extraordinaria de fecha 23 de enero de 2008 el Consejo de la Municipalidad Distrital de
Moche, conformado por sus regidores María Elena Sánchez De la Cruz, Valentín Fernández Neyra,
Hernán Cruz Pachamango, Edwin Ulises Gutiérrez Castillo y Aníbal Rojas Armas[57]; sin contar
con informe legal previo; sin que se verifique una particular experiencia y especialidad –cosa que
no podía ocurrir porque se trataba de una EIRL conformada únicamente como personal permanente
por un ingeniero no de un profesional en Derecho– en la materia por parte de la empresa contratada
y sin que la misma se haya encontrado inscrita en el Registro de Proveedores del Estado; acordó la
contratación directa –sin que se haya tratado en ningún momento exoneración alguna– de la Em-
presa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL consignándose como objeto de dicha aprobación en
el acta de su propósito que las personas cuya propiedad hayan evadido o pretendan realizar pagos
en una jurisdicción distinta de la que representa la Municipalidad, realicen el pago de sus impuestos
en la Municipalidad de Moche; los cuales seran calculados y notificados para los cobros respectivos
incluyendo las moras e intereses conforme a Ley.
En consecuencia, con fecha 24 de enero de 2008 se redacta el Acta de Acuerdo de Concejo N° 007-
2008-MDM –firmada por Quispe Rosales– en el que en el artículo único se señala: “Aprobar la
propuesta presentada por el señor Gerente Juan Vallejos Goicochea representante de la Empresa
Vallejos Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL mediante el cual la empresa en referencia se
compromete a formalizar los predios tanto rústicos como urbanos –cosa que no figura en el acta de
sesión del Concejo, como materia de aprobación–, así como también se compromete a que las perso-
nas cuyas propiedades hayan evadido o pretendan realizar pagos en una jurisdicción distinta de la
que representa la municipalidad, realicen el pago de sus impuestos en la Municipalidad Distrital de
Moche, los cuales serán cancelados y notificados por los cobros respectivos incluyendo las moras e

[57] Con el voto en contra del regidor José Bruno Cépeda Ruiz.

545
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

intereses conforme a ley; por lo que la Empresa Vallejos Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL
tendrá el beneficio del 30% de lo recaudado, por única vez”.
En supuesta ejecución de dicho acuerdo es que –con el visado del gerente municipal José Wilfredo
Rodríguez Azabache y el jefe de Asesoría Jurídica Johnny Mallap Rivera, quien además redactó el
contrato– al alcalde de la Municipalidad Distrital de Moche Róger Emilio Quispe Rosales suscribe
con fecha 5 de marzo de 2008 el “Contrato de Servicios de Consultoría en Fiscalización y Recau-
dación Tributaria” - contrato por servicios personalísimos con Juan Juvencio Vallejos Goicochea
en calidad de Titular Gerente de Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL señalándose en
el mismo que la empresa era una persona jurídica cuyo objeto social era entre otros, dedicarse a la
prestación de servicios de consultoría en fiscalización tributaria y cobranzas de dudas tributarias y
no tributarias a diversas entidades públicas y privadas; cosa que es falso porque revisada la parti-
da registral de dicha persona jurídica no figura como su objeto social la prestación de servicios de
consultoría en fiscalización tributaria y cobranzas de dudas tributarias y no tributarias a diversas
entidades públicas y privadas; se señala que con fecha 24 de enero del 2008 mediante Acuerdo de
Consejo N° 07-2008-MDM se había tomado la decisión de contratar los servicios de la empresa
para que “preste el servicio de consultoría en fiscalización y recaudación tributaria de los principa-
les contribuyentes de la Municipalidad Distrital de Moche, el cual incluirá recuperación de tributos
atrasados o dejados de pagar, de todos los tributos de competencia de esta municipalidad” y –en su
cláusula cuarta– que el servicio comprendía: “a) La recaudación tributaria del impuesto predial, al-
cabala y otros tributos a cargo de la municipalidad, b) La fiscalización de licencias de construcción
y licencias funcionamiento comercial; c) Control y ejecución de pagos de indemnizaciones y mul-
tas sobre contaminación ambiental, conforme a la Ley de Municipalidades y el Código del Medio
Ambiente”, todo lo cual no se ajusta a lo que fue materia de aprobación por parte del Consejo Muni-
cipal, es decir, es falso que la autorización del Consejo haya sido dada para dicho tipo de servicios.
El contrato señala en su cláusula quinta que, por su parte, “La municipalidad se compromete a entre-
gar a la empresa la información y/o documentación para iniciar los servicios descritos en la cláusula
anterior, en un plazo de de cinco días naturales posteriores a la firma del contrato y son: a) Arance-
les, planos del distrito, padrones de contribuyentes, credenciales para el personal de campo, base de
datos en tape backup, incluyendo el control de pagos, elementos indispensables para que la Empresa
cumpla con el servicio”; señalándose en la cláusula sexta que “la empresa se compromete a iniciar
el servicio de consultoría de conformidad con la cláusula cuarta, responsabilizándose de cumplir sus
funciones con responsabilidad, eficiencia y profesionalismo, siendo de su cuenta la contratación de
servicios profesionales especializados que se requiera” –cuando se trataba de un contrato que su-
puestamente se justificaba por tratarse de servicios personalísimos–.
Mediante Resolución de Alcaldía N° 249-2008-MDM, Roger Emilio Quispe Rosales con fecha 5 de
marzo, señalando haber visto el contrato y que siendo conforme con la Ley de Contrataciones del
Estado y su Reglamento, resuelve aprobarlo.
Es del caso que pese a no haberse prestado el servicio que tenía por objeto el contrato referido
supra con fecha 7 de abril de 2008 Róger Emilio Quispe Rosales emite la Resolución de Alcaldía N°
470-2008-MDM mediante la cual resuelve aprobar el pago a la Empresa Vallejos Service Ingeniería
Digital EIRL de 98,693.00 (noventiocho mil seiscientos noventitrés) nuevos soles.
Para concretar dicho pago, mediante Informe N° 021-2008-GM-MDM con fecha 10 de abril de 2008
José Wilfredo Rodríguez Azabache en su calidad de gerente municipal le requiere a Roberto Javier
Martínez Soles, en su calidad de jefe de Logística, para que dé cumplimiento a lo ordenado por el
alcalde en su Resolución de Alcaldía N° 470-2008-MDM; quien a su vez remite a Lorgio García
Vergara –por ser jefe del área usuaria– el “Informe N° 150-2008-LOG-MDM” de trabajo y/o con-
formidad realizado por la Empresa Vallejos Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL de fecha 10
de abril de 2008; siendo que finalmente se produce con aprobación de estas personas el pago a pe-
sar que García Vegara nunca dio la conformidad a dicho pago, pues no le constaban los servicios.

546
Decisiones fiscales

No solo eso, sino que en su oportunidad, mediante Informe N° 060-2008-UAT-MDM de fecha 09


de abril de 2008 García Vergara –en un párrafo final– puso formalmente de conocimiento del ge-
rente Municipal Rodríguez Azabache que a la fecha no se había acercado ningún representante de
la Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL a solicitar documentación alguna para que rea-
licen los trabajos definidos en la Resolución de Alcaldía N° 249-2008; frente a lo cual la persona
de Rodríguez Azabache le pidió que cambiará el contenido de dicho informe, eliminando su párra-
fo final, por lo que García Vergara tuvo que ingresar un nuevo informe, con la misma numeración,
pero ya sin dicha advertencia.
ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
- Informe Especial N° 470-2010-CG/ORTR-EE –y anexos– “Contratación irregular y pago indebido
de S/. 98 693,35 en el año 2008 por servicios de fiscalización y recaudación tributaria no realizado,
han generado un perjuicio económico a la Municipalidad Distrital de Moche por el mismo importe”,
fecha 2 de noviembre de 2002, de la Oficina Regional de Control Trujillo de la Contraloría General
de la República, que corre de fojas 15 a 188.
- Certificado de la Municipalidad Distrital de Moche, fecha 25 de agosto de 2005, del jefe de Desa-
rrollo Urbano de la Municipalidad Ricardo Rodríguez Asmat, en el que, a solicitud de Leonel Sán-
chez Aliaga –Gerente Administrativo Planta Trujillo–, certifica que el área ubicada en el sector El
Palmo con U.C. 10896 y 10896-A no cuenta con habilitación urbana y puede ser usado como zona
industrial, que corre a fojas 415.
- Solicitud del 20 de agosto del 2009, del representante de corporación José R. Lindley Leonel Sán-
chez Aliaga –Gerente Administrativo de Planta Trujillo–, en el que solicita certificación que el pre-
dio El Palmo, con un área de 10,540.00 m2, no cuenta con habilitación urbana y además puede ser
usada como zona industrial, que corre a fojas 417.
- Resolución de Jefatura N° 407-2009-DUO-MDM, fecha 21 de agosto de 2009, del subgerente de
Desarrollo Urbano Raúl Rodríguez Asmat, en el que resuelve aprobar la subdivisión del lote de te-
rreno rústico, ubicado en la U.C. 15643, predio Santa Rosa –sector Santa Rosa– Distrito de Moche,
Provincia de Trujillo, departamento La Libertad, con un área total de 138.4129 Ha, debidamente
inscrito en la Zona Registral N° V Sede Trujillo, Oficina Registral Trujillo N° Partida: 04004288,
como titular: Cooperativa Agraria Mochica Ltda., que corre de fojas 430 a 432.
- Recibo de ingresos N° 8433, fecha 18 de agosto de 2009, de la Municipalidad Distrital de Moche,
en el que la Cooperativa Agraria Mochica Ltda. cancela la suma de S/. 1 155.91 nuevos soles por
concepto de sub div de lotes y dema SUBDIVISIÓN, que corre a fojas 433.
- Informe N° 165-2009-UAT-MDM, fecha 18 de agosto de 2009, de la jefa de la Unidad de Admi-
nistración Tributaria-MDM Diana Saldaña Pereyra, en el que remite el Expediente N° 5554-2009
presentado por el presidente de la Cooperativa Agraria Mochica Ltda solicitando la subdivisión del
inmueble ubicado en el sector Santa Rosa, que corre de fojas 434 a 435.
- Informe Técnico N° 348-2009-EAP-DU-MDM, fecha 18 de agosto de 2009, del TAP Elizabeth
Azabache Pacheco, en el que informa la verificación técnica de inspección ocular, en el inmueble
ubicado en la U.C. 15643, predio Santa Rosa, de propiedad del Cooperativa Agraria Mochica Ltda.,
que corre de fojas 436 a 437.
- Solicitud del 17 de agosto de 2009, del Presidente del Consejo Administrativo de la Cooperativa
Agraria Mochica Ltda. Jesús Confesor Vásquez Iraita, en el que solicita la subdivisión en tres áreas
del predio rústico con U. C. N° 15643 y con un área de 138.4129 ha, inscrito en registros de predios
de los Registros Públicos-Zona Registral N° V, que corre a fojas 438.
- Memoria Descriptiva, fecha agosto de 2009, con las firma y sellos del subgerente de Desarrollo
Urbano Raúl Rodríguez Asmat y ingeniero con CIV N° 1341-VC-ZR N° V Juan Juvencio Vallejos

547
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Goicochea, del predio matriz de Unidad Catastral N° 15643 –predio Santa Rosa– de propiedad de
la Cooperativa Agraria Mochica Ltda. y con área de 138.4129 ha, que corre de fojas 440 a 448.
- Contrato de servicios de consultoría en fiscalización y recaudación tributaria, fecha 5 de marzo del
2008, entre la Municipalidad Distrital de Moche –representado por el Alcalde Roger Emilio Quispe
Rosales– y la empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL –representada por el gerente ing.
Juan Juvencio Vallejos Goicochea, por la prestación de servicios de consultoría en fiscalización tri-
butaria y cobranza de deudas tributarias y no tributarias a diversas entidades públicas y privadas por
un plazo de duración de un año, que corre a fojas 455.
- Disposición de formalización y continuación de investigación preparatoria y otros N° 03-2011,
fecha 19 de diciembre de 2011, que corre de fojas 475 a 488.
- Acto de investigación preparatoria, Disposición N° 04, fecha 12 de enero del 2012, que corre de
fojas 524 a 527.
- Carta del 11 de enero de 2012 –y anexos–, del subg. asesoría legal de la Municipalidad Distrital de
Moche Johnny Mallap Rivera, en el que remite informe, que corre de fojas 544 a 570.
- Carta del 10 de diciembre de 2009, del jefe de Asesoría Legal Lucio Collazos Olazo de Corpo-
ración José R. Lindley S.A., en el que informa que su representada efectuó coordinaciones con la
empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL antes de la suscripción de la minuta de compra
venta; pero, que no efectuó pago alguno derivado de dichas coordinaciones, que corre a fojas 588.
- Carta del 12 de noviembre de 2009, del jefe de asesoría legal Lucio Collazos Olazo, en el que in-
forma que su representada no ha efectuado coordinación alguna con la empresa Vallejos Service
Ingeniería Digital EIRL respecto a si el pago del impuesto de alcabala debía realizarse ante la Mu-
nicipalidad Distrital de Moche o ante la Municipalidad Provincial de Trujillo y que la razón por la
cual optó por cancelar el citado impuesto en la Municipalidad de Moche se sustentó en lo señalado
por el artículo 29 del decreto supremo N° 156-2004-EF (Texto Único Ordenado de la Ley de Tribu-
tación Municipal), que corre de fojas 589 a 590.
- Oficio N° 100-2012-MP-FPCEDCF-LL-CF.420-11-CCAR, fecha 13 de enero de 2012, del fiscal
provincial titular Constante Carlos Ávalos Rodríguez, en el que reitera el oficio N° 2023-2011-MP-
FPCDCF-LL-CF.420-11-CCAR de 20 de diciembre de 2011, al alcalde la Municipalidad Distrital
de Moche para que se sirva remitir en el plazo de 05 días hábiles de notificado los documentos re-
queridos, que corre de fojas 649 a 650.
- Oficio N° 16-2012-SG-MDM –y anexos–, fecha 3 de febrero de 2012, de la Secretaria General
Kelly Marino Aguilar de la Municipalidad de Moche, en el que remite información solicitada por
oficio N° 100, que corre de fojas 653 a 686.
- Escrito del 14 de febrero de 2012 –y anexos–, de Luis Noriega Montenegro abogado defensor de
Jonny Robinson Lindley Suárez, en el que adjunta una declaración jurada, en la cual el Sr.
Lindley declara respecto a la no vinculación comercial o contractual de su corporación con la em-
presa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL o con su representante Vallejos Goicochea, que co-
rre de fojas 687 a 689.
- Escrito del 16 de enero de 2012 –y anexos–, de Héctor Chávez Vallejos abogado defensor de Juan
Juvencio Vallejos Goicochea, en el que remite la Partida Registral N° 11055867 conteniendo la es-
critura pública de la empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL, que corre de fojas 818 a 824.
PARTICIPACIÓN QUE SE ATRIBUYE A LOS IMPUTADOS
Del modo descrito ampliamente en los “hecho materia de imputación”, Juan Juvencio Vallejos
Goicochea se ha coludido con Róger Emilio Quispe Rosales para defraudar patrimonialmente al
Estado logrando que se le haga pago de un importe económico por un trabajo que no ha realizado
y que tampoco no era necesario.

548
Decisiones fiscales

Para lograr sus propósitos han hecho que se apruebe la contratación por exoneración de la empre-
sa de Vallejos Goicochea sin contar con informe legal previo; sin que se verifique una particular
experiencia y especialidad –cosa que no podía ocurrir porque se trataba de una EIRL conformada
únicamente como personal permanente por un ingeniero no de un profesional en Derecho– en la
materia por parte de la empresa contratada y sin que la misma se haya encontrado inscrita en el Re-
gistro de Proveedores del Estado.
El gerente municipal José Wilfredo Rodríguez Azabache y el jefe de asesoría jurídica Johnny
Mallap Rivera –quien además redactó el contrato– aportan al “Contrato de Servicios de Consul-
toría en Fiscalización y Recaudación Tributaria” con su visación; señalándose en dicho documento
que la empresa era una persona jurídica cuyo objeto social era entre otros, dedicarse a la prestación
de servicios de consultoría en fiscalización tributaria y cobranzas de dudas tributarias y no tributa-
rias a diversas entidades públicas y privadas; cosa que es falso porque revisada la partida registral
de dicha persona jurídica no figura como su objeto social la prestación de servicios de consultoría
en fiscalización tributaria y cobranzas de dudas tributarias y no tributarias a diversas entidades pú-
blicas y privadas.
Pese a no haberse prestado el servicio que tenía por objeto el contrato referido supra con fecha 7 de
abril de 2008 Róger Emilio Quispe Rosales emite la Resolución de Alcaldía N° 470-2008-MDM
mediante la cual resuelve aprobar el pago a la Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL de
98,693.00 (noventiocho mil seiscientos noventitrés) nuevos soles; siendo que para concretar dicho
pago, mediante Informe N° 021-2008-GM-MDM con fecha 10 de abril de 2008 José Wilfredo Ro-
dríguez Azabache en su calidad de gerente municipal le requiere a Roberto Javier Martínez So-
les, en su calidad de Jefe de Logística, para que dé cumplimiento a lo ordenado por el alcalde en su
Resolución de Alcaldía N° 470-2008-MDM; quien a su vez remite a Lorgio García Vergara –por ser
Jefe del área usuaria– el “Informe N° 150-2008-LOG-MDM” de trabajo y/o conformidad realizado
por la Empresa Vallejos Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL de fecha 10 de abril de 2008;
siendo que finalmente se produce con aprobación de estas personas el pago a pesar que García Ve-
gara nunca dio la conformidad a dicho pago, pues no le constaban los servicios.
No solo eso, sino que en su oportunidad, mediante Informe N° 060-2008-UAT-MDM de fecha 09 de
abril de 2008 García Vergara –en un párrafo final– puso formalmente de conocimiento del Gerente
Municipal José Wilfredo Rodríguez Azabache que a la fecha no se había acercado ningún repre-
sentante de la Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL a solicitar documentación alguna
para que realicen los trabajos definidos en la Resolución de Alcaldía N° 249-2008; frente a lo cual
la persona de José Wilfredo Rodríguez Azabache le pidió que cambiará el contenido de dicho in-
forme, eliminando su párrafo final, por lo que García Vergara tuvo que ingresar un nuevo informe,
con la misma numeración, pero ya sin dicha advertencia.
CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD
En el análisis efectuado por este representante del Ministerio Público no se verifican en el caso
concreto.
TIPO PENAL MATERIA DE IMPUTACIÓN NORMATIVA
La intervención de Roger Emilio Quispe Rosales se adecua al tipo penal de colusión previsto en
el artículo 384 del Código Penal: “El funcionario o servidor público que, en los contratos, sumi-
nistros, licitaciones, concurso de precios, subastas o cualquier otra operación semejante en la que
intervenga por razón de su cargo o comisión especial defrauda al Estado o entidad u organismo
del Estado, según ley, concertándose con los interesados en los convenios, ajustes, liquidaciones
o suministros será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de quince
años” (versión vigente en el momento de los hechos) en razón a que sin que la Empresa Vallejos
Goicochea Service Ingeniería Digital EIRL cumpla con los requisitos necesarios ha firmado contra-
to con ella y sin que haya prestado servicio alguno al que se refieren las cláusulas del “Contrato de

549
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Servicios de Consultoría en Fiscalización y Recaudación Tributaria” de fecha 5 de marzo de 2008


ha emitido la Resolución de Alcaldía N° 470-2008-MDM mediante la cual ha resuelto aprobar el
pago a la Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL de 98,693.00 (noventiocho mil seis-
cientos noventitrés) nuevos soles.
La intervención de Juan Juvencio Vallejos Goicochea en calidad de Titular Gerente de Empresa Va-
llejos Service Ingeniería Digital EIRL se adecua al tipo penal ampliado de complicidad primaria (ar-
tículo 25 del CP) en delito de colusión (artículo 384 del CP), pues es está persona quien careciendo
de los requisitos necesarios, concertándose con Roger Emilio Quispe Rosales, ha firmado contrato
con la Municipalidad Distrital de Moche y sin haber prestado el servicio objeto del contrato se ha
visto beneficiada con el pago de 98,693.00 nuevos soles.
La intervención de José Wilfredo Rodríguez Azabache y de Roberto Javier Martínez Soles se adecua
al tipo penal ampliado de complicidad primaria (artículo 25 del CP) en delito de colusión (artículo
384 del CP) al haber dado su conformidad para la ejecución del pago a pesar que el jefe de la Uni-
dad de Administración Tributaria de Moche nunca dio conformidad al supuesto servicio prestado
por la Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL.
La intervención de Johnny Mallap Rivera se adecua al tipo penal ampliado de complicidad prima-
ria (artículo 25 del CP) en delito de colusión (artículo 384 del CP) al haber confeccionado el “Con-
trato de Servicios de Consultoría en Fiscalización y Recaudación Tributaria” de fecha 05 de marzo
de 2008 conteniendo información falsa, principalmente, que la prestación se encontraba dentro del
objeto social de la Empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL.
DETERMINACIÓN DE LA PENA QUE SE SOLICITA
En lo que corresponde a Roger Emilio Quispe Rosales el marco penal concreto es una pena pri-
vativa de libertad no menor de tres ni mayor de quince años de pena privativa de libertad. Si como
indica la doctrina el extremo mínimo del marco penal se ha previsto para los casos de absoluta mí-
nima gravedad y el extremo máximo se ha previsto para los casos de absoluta máxima gravedad,
encontrándose en el punto medio aquel caso –normativamente construido– carente de agravantes o
atenuantes significativas para el que se debería imponer una pena media; lo razonable es entender
que siendo el presente un caso en el que no se presentan ni relevantes circunstancias de agravación
ni de atenuación lo indicado es la imposición de la pena de 09 años de pena privativa de libertad; a
lo que debe añadirse por imperio del artículo 426 del Código Penal la pena de 03 años de inhabilita-
ción de conformidad con los numerales 1 y 2 del artículo 36.
En el caso de los acusados Roberto Javier Martínez Soles, José Wilfredo Rodríguez Azabache y
Johnny Mallap Rivera dado a que si bien no tienen la calidad de autores los deberes infringidos son
de la misma naturaleza funcionarial que Quispe Rosales se requiere la imposición de la sanción de
09 años de pena privativa de libertad; a lo que debe añadirse por imperio del artículo 426 del Código
Penal la pena de 03 años de inhabilitación de conformidad con los numerales 1 y 2 del artículo 36.
En el caso de Juan Juvencio Vallejos Goicochea, si bien los deberes infringidos son de menor gra-
vedad que los que corresponde a los funcionarios públicos debe tenerse en cuenta que ha sido la
persona que se ha beneficiado ilícitamente con el delito.
DETERMINACIÓN DE REPARACIÓN CIVIL QUE SE SOLICITA
El artículo 93 del Código Penal prescribe:
“La reparación comprende:
1. La restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor; y
2. La indemnización de los daños y perjuicios”.
Es en este contexto que se debe requerir un monto de reparación civil que sea proporcional al daño
que se ha causado al patrimonio de la Municipalidad Distrital de Moche; tanto a nivel de restitución

550
Decisiones fiscales

del dinero indebidamente perjudicado de las arcas municipales (S/. 98,693.00), como que importe la
indemnización del daño causado, que se calcula a razón del 2 % mensual y que a la fecha de formu-
lación de la presente acusación –habiendo transcurrido 50 meses– hace 98,693 mil nuevos soles; lo
que hace un MONTO TOTAL de 197,386.00 NUEVOS SOLES a pagar por concepto de reparación
civil a favor del Estado peruano representado por la procuraduría especializada Anticorrupción.-
MEDIOS DE PRUEBA PARA SER ACTUADOS EN JUICIO
Testimoniales:
- Juan Miguel de Zela Pereyra, integrante de la Contraloría General de la República, quien será
notificado en Colibríes P lote 15-Urb. Los Pinos y depondrá sobre su participación en la elaboración
del Informe Especial N° 470-2010-CG/ORTR-EE.
- Silvia Roxana Pajares Sáenz, integrante de la Contraloría General de la República, quien será
notificado en Colibríes P lote 15-Urb. Los Pinos y depondrá sobre su participación en la elaboración
del Informe Especial N° 470-2010-CG/ORTR-EE.
- Aníbal Alfonso Rojas Armas, regidor de la Municipalidad de Moche, quien serán notificado en
avenida La Marina L-13-Curva Sun-Moche y depondrá sobre las reales condiciones de aprobación
de la contratación de Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL.
- Hernán Cruz Pachamango, regidor de la Municipalidad de Moche, quien serán notificado en
Federico Geldres Mz. G lote 5-Urb. Mochica-Trujillo y depondrá sobre las reales condiciones de
aprobación de la contratación de Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL.
- Leonel Sánchez Aliaga, Gerente de Planta en la Región Norte de Corporación Lindley, quien se-
rán notificado en Tulipanes N° 625-Urb. San José de California-Víctor Larco y depondrá respecto
de que Corporación Lindley en ningún momento autorizó al acusado Vallejos Goicochea para de-
terminar en dónde iban a inscribir el bien a adquirir.
- María Elena Sánchez de la Cruz, regidora de la Municipalidad de Moche, quien serán notificada
en Inclán N° 202-Moche y depondrá sobre las reales condiciones de aprobación de la contratación
de Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL.
- Johnny Robinson Lindley Suárez, representante de Corporación Lindley, quien serán notificado
en avenida Angamos N° 1358 - urbanización Miraflores y depondrá respecto de que Corporación
Lindley en ningún momento autorizó al acusado Vallejos Goicochea para determinar en dó
nde iban a inscribir el bien a adquirir.
Documentales:
- Informe Especial N° 470-2010-CG/ORTR-EE –y anexos– “Contratación irregular y pago indebido
de S/. 98 693,35 en el año 2008 por servicios de fiscalización y recaudación tributaria no realizado,
han generado un perjuicio económico a la Municipalidad Distrital de Moche por el mismo importe”,
fecha 2 de noviembre de 2002, de la Oficina Regional de Control Trujillo de la Contraloría General
de la República, que corre de fojas 15 a 188.
- Certificado de la Municipalidad Distrital de Moche, fecha 25 de agosto de 2005, del Jefe de Desa-
rrollo Urbano de la Municipalidad Ricardo Rodríguez Asmat, en el que, a solicitud de Leonel Sán-
chez Aliaga –Gerente Administrativo Planta Trujillo–, certifica que el área ubicado en el sector El
Palmo con U.C. 10896 y 10896-A no cuenta con habilitación urbana y puede ser usado como zona
industrial, que corre a fojas 415.
- Solicitud del 20 de agosto de 2009, del representante de corporación José R. Lindley Leonel Sán-
chez Aliaga –Gerente Administrativo de Planta Trujillo, en el que solicita certificación que el pre-
dio El Palmo, con un área de 10,540.00 m2, no cuenta con habilitación urbana y además puede ser
usada como zona industrial, que corre a fojas 417.

551
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

- Resolución de Jefatura N° 407-2009-DUO-MDM, fecha 21 de agosto de 2009, del subgerente de


Desarrollo Urbano Raúl Rodríguez Asmat, en el que resuelve aprobar la subdivisión del lote de te-
rreno rústico, ubicado en la U.C. 15643, predio Santa Rosa –sector Santa Rosa– Distrito de Moche,
Provincia de Trujillo, departamento La Libertad, con un área total de 138.4129 Ha, debidamente
inscrito en la Zona Registral N° V Sede Trujillo, Oficina Registral Trujillo N° Partida 04004288,
como titular: Cooperativa Agraria Mochica Ltda., que corre de fojas 430 a 432.
- Recibo de ingresos N° 8433, fecha 18 de agosto del 2009, de la Municipalidad Distrital de Moche,
en el que la Cooperativa Agraria Mochica Ltda. cancela la suma de S/. 1 155.91 nuevos soles por
concepto de sub div de lotes y dema SUBDIVISIÓN, que corre a fojas 433.
- Informe N° 165-2009-UAT-MDM, fecha 18 de agosto de 2009, de la Jefa de la Unidad de Admi-
nistración Tributaria - MDM Diana Saldaña Pereyra, en el que remite el expediente N° 5554-2009
presentado por el presidente de la Cooperativa Agraria Mochica Ltda solicitando la subdivisión del
inmueble ubicado en el sector Santa Rosa, que corre de fojas 434 a 435.
- Informe Técnico N° 348-2009-EAP-DU-MDM, fecha 18 de agosto de 2009, del TAP. Elizabeth
Azabache Pacheco, en el que informa la verificación técnica de inspección ocular, en el inmueble
ubicado en la U.C. 15643, predio Santa Rosa, de propiedad del Cooperativa Agraria Mochica Ltda.,
que corre de fojas 436 a 437.
- Solicitud del 17 de agosto de 2009, del presidente del Consejo Administrativo de la Cooperativa
Agraria Mochica Ltda. Jesús Confesor Vásquez Iraita, en el que solicita la subdivisión en tres áreas
del predio rústico con U. C. N° 15643 y con un área de 138.4129 ha, inscrito en registros de predios
de los Registros Públicos - Zona Registral N° V, que corre a fojas 438.
- Memoria Descriptiva, fecha agosto de 2009, con las firma y sellos del subgerente de Desarrollo
Urbano Raúl Rodríguez Asmat y ingeniero con CIV N° 1341-VC-ZR N° V Juan Juvencio Valle-
jos Goicochea, del predio matriz de Unidad Catastral N° 15643 –predio Santa Rosa– de propiedad
de la Cooperativa Agraria Mochica Ltda. y con área de 138.4129 ha, que corre de fojas 440 a 448.
- Contrato de servicios de consultoría en fiscalización y recaudación tributaria, fecha 05 de marzo de
2008, entre la Municipalidad Distrital de Moche –representado por el Alcalde Roger Emilio Quispe
Rosales– y la empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL - representada por el gerente ing.
Juan Juvencio Vallejos Goicochea, por la prestación de servicios de consultoría en fiscalización tri-
butaria y cobranza de deudas tributarias y no tributarias a diversas entidades públicas y privadas por
un plazo de duración de un año, que corre a fojas 455.
- Disposición de formalización y continuación de investigación preparatoria y otros N° 03-2011,
fecha 19 de diciembre de 2011, que corre de fojas 475 a 488.
- Acto de investigación preparatoria, Disposición N° 04, fecha 12 de enero de 2012, que corre de
fojas 524 a 527.
- Carta del 11 de enero de 2012 –y anexos–, del subg. asesoría legal de la Municipalidad Distrital de
Moche Johnny Mallap Rivera, en el que remite informe, que corre de fojas 544 a 570.
- Carta del 10 de diciembre de 2009, del jefe de Asesoría Legal Lucio Collazos Olazo de Corpo-
ración José R. Lindley S.A., en el que informa que su representada efectuó coordinaciones con la
empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL antes de la suscripción de la minuta de compra
venta; pero, que no efectuó pago alguno derivado de dichas coordinaciones, que corre a fojas 588.
- Carta del 12 de noviembre de 2009, del jefe de asesoría legal Lucio Collazos Olazo, en el que in-
forma que su representada no ha efectuado coordinación alguna con la empresa Vallejos Service
Ingeniería Digital EIRL respecto a si el pago del impuesto de alcabala debía realizarse ante la Mu-
nicipalidad Distrital de Moche o ante la Municipalidad Provincial de Trujillo y que la razón por la
cual optó por cancelar el citado impuesto en la Municipalidad de Moche se sustentó en lo señalado

552
Decisiones fiscales

por el artículo 29 del Decreto Supremo N° 156-2004-EF (Texto Único Ordenado de la Ley de Tri-
butación Municipal), que corre de fojas 589 a 590.
- Oficio N° 100-2012-MP-FPCEDCF-LL-CF.420-11-CCAR, fecha 13 de enero de 2012, del fiscal
provincial titular Constante Carlos Avalos Rodríguez, en el que reitera el oficio N° 2023-2011-MP-
FPCDCF-LL-CF.420-11-CCAR del 20 de diciembre de 2011, al alcalde la Municipalidad Distrital
de Moche para que se sirva remitir en el plazo de 05 días hábiles de notificado los documentos re-
queridos, que corre de fojas 649 a 650.
- Oficio N° 16-2012-SG-MDM –y anexos–, fecha 3 de febrero de 2012, de la Secretaría General
Kelly Marino Aguilar de la Municipalidad de Moche, en el que remite información solicitada por
Oficio N° 100, que corre de fojas 653 a 686.
- Escrito del 14 de febrero de 2012 –y anexos–, de Luis Noriega Montenegro abogado defensor de
Jonny Robinson Lindley Suárez, en el que adjunta una declaración jurada, en la cual el Sr. Lind-
ley declara respecto a la no vinculación comercial o contractual de su corporación con la empresa
Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL o con su representante Vallejos Goicochea, que corre de
fojas 687 a 689.
- Escrito del 16 de enero de 2012 –y anexos–, de Héctor Chávez Vallejos abogado defensor de Juan
Juvencio Vallejos Goicochea, en el que remite la Partida Registral N° 11055867 conteniendo la es-
critura pública de la empresa Vallejos Service Ingeniería Digital EIRL, que corre de fojas 818 a 824.
OTROSÍ DIGO: Los acusados se encuentra sometidos a comparecencia simple.
SEGUNDO OTROSÍ: Por las razones expuestas en los fundamentos de la acusación respecto de la
plena acreditación de los hechos materia de imputación, de la gravedad de la pena probable a impo-
ner en sede de sentencia condenatoria y en razón de ello, conjuntamente con la falta de reparación
espontánea del daño causado, al haberse incrementado el peligro procesal de rehuir a la acción de
la justicia; REQUIERO LA VARIACIÓN O MODIFICATORIA DE LA MEDIDA DE COER-
CIÓN ORDENADA INICIALMENTE PARA QUE SE IMPONGA A LOS ACUSADOS EL
DEBER DE CONCURRIR CADA QUINCE DÍAS A CONTROLAR SUS ACTIVIDADES ME-
DIANTE LA FIRMA DEL CUADERNO RESPECTIVO y UNA CAUCIÓN ASCENDENTE
AL 15 % DEL DAÑO PRODUCIDO AL PATRIMONIO DEL ESTADO.
Trujillo, julio 9 de 2012

046 DETERMINACIÓN DE LA PENA CUANDO NO SE PRESENTAN CIRCUNSTAN-


CIAS DE ATENUACIÓN NI DE AGRAVACIÓN
“En lo que corresponde a Flaviano Guillermo Sandoval Córdova el marco
penal concreto es una pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor
de quince años de pena privativa de libertad. Si, como indica la doctrina, el
extremo mínimo del marco penal se ha previsto para los casos de absoluta
mínima gravedad y el extremo máximo se ha previsto para los casos de ab-
soluta máxima gravedad, encontrándose en el punto medio aquel caso –nor-
mativamente construido– carente de agravantes o atenuantes significativas
para el que se debería imponer una pena media; lo razonable es entender
que siendo el presente un caso en el que no se presentan ni relevantes cir-
cunstancias de agravación ni de atenuación lo indicado es la imposición de
la pena de 09 años de pena privativa de libertad; a lo que debe añadirse por
imperio del artículo 426 del Código Penal la pena de 03 años de inhabilita-
ción de conformidad con los numerales 1 y 2 del artículo 36”.

553
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Especialista: María Loredo Gariza


Expediente N° 044-2011
Carpeta Fiscal N° 81-2011
Escrito:
REQUERIMIENTO ACUSATORIO Y OTROS
SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE PATAZ -
TAYABAMBA
CONSTANTE CARLOS ÁVALOS RODRÍGUEZ, coordinador de la Fiscalía Provincial Penal
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de La Libertad, con domicilio
procesal en la esquina de las avenidas Nazareth con Carrión, sexto piso - oficina 602, ante usted digo:
De conformidad con el artículos 349 del CPP 2004, procedo a formular acusación; la que deberá
entenderse en los siguientes términos:
ACUSADOS
- FLAVIANO GUILLERMO SANDOVAL CÓRDOVA, con DNI N° 43409574, de 58 años de
edad, natural de Tinyauarco-Pasco-Pasco, estado civil soltero, hijo de Flaviano y Paulina, nacido el
19 de abril de 1954, de 1.57 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
- NELSON GROVER ANGULO VEREAU, con DNI N° 16407110, de 54 años de edad, natural
de Otuzco-Otuzco-La Libertad, estado civil soltero, hijo de Manuel y María, nacido el 09 de abril
de 1958, de 1.62 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
HECHOS MATERIA DE IMPUTACIÓN
Resumen
La Municipalidad Provincial de Pataz, mediante Proceso de Adjudicación por Exoneración
N° 001-2008-MPP-CE contrata la adquisición de dos camiones volquetes de 15 m3 de capacidad a
la empresa Agroinversiones Libertad SRL valorizado en 1’000,000.00 nuevos soles; sin embargo,
infringiendo los términos pactados en el contrato, cancela la totalidad del monto contractual antes
de la entrega de estos bienes e inclusive antes que la empresa proveedora los adquiera, del mismo
modo que no solicita la garantía de fiel cumplimiento que manda la ley y se encuentra contemplada
en las bases y en el proyecto de contrato.
No solo ello, sino que, habiéndose recibido los bienes con fecha posterior a la entrega de los bienes,
no aplicó la penalidad ascendiente al 10 % del monto contratado por dicho retraso.
Caso
El contrato para los dos camiones fue suscrito el 11 de abril de 2008 entre Flaviano Guillermo San-
doval Córdova (en calidad de Gerente Municipal de la Municipalidad Provincial de Pataz - Taya-
bamba) y Nelson Grover Angulo Vereau (en calidad de representante legal de Agroinversiones Li-
bertad S.R.L.); siendo que con Memorandum N° 1242-2008-MPP-T/GM. De fecha 17 de abril de
2008 el mencionado Gerente Municipal Sandoval Córdova ordena al tesorero de la Municipalidad
Provincial de Pataz girar un cheque a nombre de Agroinversiones Libertad SRL por el importe total
de la adquisición de los dos volquetes (1’000,000.00 nuevos soles), el mismo que fue cancelado en
su totalidad con Cheque N° 38514264 el 30 de abril de 2008 a través de la Cuenta N° 0807-002082,
para lo cual se cursó el Comprobante de Pago de fecha 17 de abril de 2008 acompañándose la Fac-
tura N° 0001-000010 de fecha 2 de mayo de 2008.
Es del caso que el que fuera por esas fechas tesorero de la municipalidad, Agapito Sánchez Ro-
mero, ha informado que no se solicitó a la empresa Agroinversiones Libertad SRL la garantía de
fiel cumplimiento porque el gerente municipal Flaviano Guillermo Sandoval Córdova encabezó la
compra directamente; y que, además, le ordenó cancelar el total del pago sin que los bienes fueran

554
Decisiones fiscales

entregados; siendo el mismo gerente el que llevó el cheque girado, comprometido y devengado por
la Oficina de Presupuesto y Planificación. Indicando también que no se aplicó la penalidad corres-
pondiente porque no había de donde retener el monto que manda la ley.
De acuerdo al contrato –y la carta de compromiso de plazo de entrega– los dos camiones serían
entregados a los diez días calendarios de la firma del contrato –que ocurrió en fecha 11 de abril de
2008– en la Municipalidad Provincial de Pataz (cláusula quinta), el pago se habría de realizar luego
de la recepción de los bienes y su conformidad a la satisfacción de la municipalidad (cláusula cuar-
ta), y en caso de retraso injustificado se aplicaría una penalidad por cada día hasta el monto equi-
valente al 10 % del monto contractual (cláusula novena); habiendo sido pagados a pesar de ello los
vehículos no solo de manera antelada, poniendo en riesgo el patrimonio estatal, sino que fueron en-
tregados con retraso y en la ciudad de Trujillo el 17 de mayo de 2008, siendo ingresados en la Mu-
nicipalidad Provincial de Tayabamba recién el 20 de mayo de dicho año. Por lo que a la fecha de la
entrega real se había producido ya un retraso que equivalía al 10 % del precio pactado; siendo que
al omitir su cobro se ha causado un perjuicio en el patrimonio de la municipalidad ascendente a la
suma de 100,000.00 nuevos soles.
De todos estos datos se puede inferir claramente que las personas de Flaviano Guillermo Sandoval
Córdova y Nelson Grover Angulo Vereau se han puesto de acuerdo para defraudar el patrimonio es-
tatal; asumiendo riesgos innecesarios el funcionario público para el patrimonio del Estado e incluso
renunciando al cobro de la penalidad para favorecer los intereses del particular.
ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
Informe Especial N° 094-2011-CG/ORTR-EE. Examen Especial a la Municipalidad Provincial de
Pataz, Región la Libertad y sus correspondientes anexos que son principalmente las copias del Pro-
ceso de Adjudicación por Exoneración N° 001-2008-MPP-CE (que corren a fojas 11 a 156 de car-
peta fiscal).
Declaración de Agapito Sánchez Romero, quien fuera tesorero de la Municipalidad Provincial de
Pataz y ha declarado señalando las irregularidades en que se incurrió por mandato y parte del acu-
sado Flaviano Guillermo Sandoval Córdova.
El informe sobre levantamiento de secreto bancario –y sus anexos– remitido por la Agencia de Ta-
yabamba del Banco de la Nación, donde se puede apreciar el estado de cuenta de ahorros de Fla-
viano Guillermo Sandoval Córdova y Nelson Grover Angulo Vereau del mes de marzo a mayo de
2008 (que corren a fojas 261 a 269 de la carpeta fiscal)
PARTICIPACIÓN QUE SE ATRIBUYE A LOS IMPUTADOS
Las personas de Flaviano Guillermo Sandoval Córdova y Nelson Grover Angulo Vereau se han
puesto de acuerdo para defraudar el patrimonio estatal; asumiendo riesgos innecesarios el funcio-
nario público para el patrimonio del Estado y renunciando al cobro de la penalidad para favorecer
los intereses del particular.
Flaviano Guillermo Sandoval Córdova ha ordenado al tesorero de la Municipalidad Provincial
de Pataz girar un cheque a nombre de Agroinversiones Libertad SRL por el importe total de la ad-
quisición de los dos volquetes (1’000,000.00 nuevos soles) pagando por adelantado los mismos en
contra de las cláusulas del contrato –sin que los bienes fueran efectivamente entregados– no exi-
giendo garantía alguna al vendedor e impidiendo con el pago adelantado que la municipalidad se
haga cobró de la penalidad de 100,000.00 nuevos soles por el retraso en la entrega de los bienes.
Nelson Grover Angulo Vereau ha recibido el pago por adelantado infringiendo las cláusulas del
contrato, no pagando la penalidad que manda la ley, beneficiándose económicamente y perjudican-
do el patrimonio del Estado.

555
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD


En el análisis efectuado por este representante del Ministerio Público no se verifican en el caso
concreto.
TIPO PENAL MATERIA DE IMPUTACIÓN NORMATIVA
La conducta imputada a Flaviano Guillermo Sandoval Córdova en su calidad de gerente munici-
pal de la Municipalidad Provincial de Pataz se adecua al tipo penal del delito de colusión contem-
plado en el artículo 384 del Código Penal: “El funcionario o servidor público que, en los contratos,
suministros, licitaciones, concurso de precios, subastas o cualquier otra operación semejante en la
que intervenga por razón de su cargo o comisión especial defrauda al Estado o entidad u organismo
del Estado, según ley, concertándose con los interesados en los convenios, ajustes, liquidaciones o
suministros será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de quince años”
en cuanto, defraudando la confianza que el Estado ha puesto en él al hacerle actuar como su repre-
sentante, ha intervenido en la ejecución del Contrato de Exoneración N° 001-2008 no solo pagando
–en contra del contrato– de manera antelada el precio del bien y poniendo en riesgo de pérdida el
dinero –en caso que la empresa no hubiese hecho entrega del bien–, sino que ha generado el no co-
bro de la penalidad que se había generado por la demora de Agroinversiones Libertad SRL en la en-
trega del bien, causando un perjuicio a la Municipalidad por la suma de S/. 100,000.00 nuevos soles.
La conducta imputada a Nelson Grover Angulo Vereau se adecua al tipo penal ampliado de cóm-
plice primario del delito de colusión (resultado de la conjunción del primer párrafo del artículo 25
y 384 del Código Penal) en tanto ha sido la persona que se ha concertado con Flaviano Guillermo
Sandoval Córdova para defraudar al Estado causándole un perjuicio de S/. 100,000.00 nuevos soles.
DETERMINACIÓN DE LA PENA QUE SE SOLICITA
En lo que corresponde a Flaviano Guillermo Sandoval Córdova el marco penal concreto es una
pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de quince años de pena privativa de libertad. Si
como indica la doctrina el extremo mínimo del marco penal se ha previsto para los casos de absoluta
mínima gravedad y el extremo máximo se ha previsto para los casos de absoluta máxima gravedad,
encontrándose en el punto medio aquel caso –normativamente construido– carente de agravantes o
atenuantes significativas para el que se debería imponer una pena media; lo razonable es entender
que siendo el presente un caso en el que no se presentan ni relevantes circunstancias de agravación
ni de atenuación lo indicado es la imposición de la pena de 09 años de pena privativa de libertad; a
lo que debe añadirse por imperio del artículo 426 del Código Penal la pena de 03 años de inhabilita-
ción de conformidad con los numerales 1 y 2 del artículo 36.
En el caso de Nelson Grover Angulo Vereau dado que los deberes infringidos son de menor grave-
dad que los que corresponde al gerente municipal debe aplicarse una pena de 06 años de privación
de la libertad, que representa un tercio de la división del recorrido del marco penal en tres partes.
DETERMINACIÓN DE REPARACIÓN CIVIL QUE SE SOLICITA
El artículo 93 del Código Penal prescribe:
“La reparación comprende:
1. La restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor; y
2. La indemnización de los daños y perjuicios”.
Es en este contexto que se debe requerir un monto de reparación civil que sea proporcional al daño
que se ha causado al patrimonio de la Municipalidad Provincial de Pataz; tanto a nivel de restitución
del dinero indebidamente perjudicado de las arcas municipales (S/. 100,000.00 nuevos soles) al no
cobrarse la penalidad, como que importe la indemnización del daño causado, que se calcula a razón
del 2 % mensual y que a la fecha de formulación de la presente acusación hace 98 mil nuevos soles;

556
Decisiones fiscales

lo que hace un monto total de 198,000 nuevos soles a pagar por concepto de reparación civil a favor
del Estado peruano representado por la Procuraduría Especializada Anticorrupción.-
MEDIOS DE PRUEBA PARA SER ACTUADOS EN JUICIO
Testimoniales:
- Gerald Luis Flores Morán, auditor encargado del Informe Especial N° 094-2011-CG/ORTR-EE.
Examen Especial a la Municipalidad Provincial de Pataz, Región la Libertad sobre el cual depondrá
y que será notificado por intermedio de esta fiscalía especializada y/o sede de la Contraloría Gene-
ral de la República - Trujillo.
- Silvia Roxana Pajares Sáenz, supervisora del Informe Especial N° 094-2011-CG/ORTR-EE. Exa-
men Especial a la Municipalidad Provincial de Pataz, Región la Libertad sobre el cual depondrá y
que será notificado por intermedio de esta Fiscalía Especializada y/o sede de la Contraloría General
de la República - Trujillo.
- Agapito Sánchez Romero, quien depondrá sobre las irregularidades en que se incurrió por mandato
y parte del acusado Flaviano Guillermo Sandoval Córdova y deberá ser notificado en su domicilio
de Jirón César Vallejo s/n en Tayabamba.
Documentales:
Informe Especial N° 094-2011-CG/ORTR-EE. Examen Especial a la Municipalidad Provincial de
Pataz, Región la Libertad y sus correspondientes anexos que son principalmente las copias del Pro-
ceso de Adjudicación por Exoneración N° 001-2008-MPP-CE (que corren a fojas 11 a 156 de car-
peta fiscal).
El informe sobre levantamiento de secreto bancario –y sus anexos– remitido por la Agencia de Ta-
yabamba del Banco de la Nación, donde se puede apreciar el estado de cuenta de ahorros de Fla-
viano Guillermo Sandoval Córdova y Nelson Grover Angulo Vereau del mes de marzo a mayo de
2008 (que corren a fojas 261 a 269 de la carpeta fiscal)
OTROSÍ DIGO: Los acusados se encuentra en libertad, sin que se haya realizado hasta la fecha la
audiencia de su propósito a pesar que esta fiscalía ha solicitado en escrito ingresado en su despacho
con fecha 23 de noviembre de 2011 (MÁS DE SIETE MESES) las medias de restricción corres-
pondientes. Por lo que, para no perjudicar el logro de los fines del proceso, solicito se proceda a la
programación de la audiencia de modo inmediato.
SEGUNDO OTROSÍ: Mediante escrito de fecha 23 de noviembre de 2011 (también hace MÁS DE
SIETE MESES) se ha presentado ante su despacho escrito solicitando integración-ampliación de
requerimiento de levantamiento de secreto bancario, sin que hasta la fecha se haya tenido respuesta
sobre el mismo. Por lo que, para no perjudicar el logro de los fines del proceso, solicito resuelva el
mismo y remita los oficios correspondientes de modo inmediato.
Trujillo, julio 3 de 2012

047 CRITERIOS PARA LA DETERMINACIÓN JUDICIAL DE LA PENA EN EL DELITO


DE VIOLACIÓN SEXUAL
“En este sentido, las circunstancias que se han tenido en cuenta para solici-
tar el quántum de la pena son: a) Naturaleza de la acción: En el presente
caso, el comportamiento del acusado ha sido eminentemente doloso, sien-
do que este ha actuado con animus vulnerandi y/o laendendi al momento
de vulnerar la indemnidad sexual de su víctima, esto es, ha evidenciado un
dolo de lesionar, de menoscabar tal bien jurídico protegido, tomando cono-
cimiento del peligro concreto de la lesión que su accionar podría generar;
b) Medios empleados: el acusado, para la comisión del evento delictivo, ha

557
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

empleado únicamente medios violentos, como es el uso de la fuerza para te-


ner acceso carnal sexual con el agraviado, así como el aprovechamiento de
su retardo mental; c) Importancia de los deberes infringidos: la infrac-
ción del bien jurídico protegido consiste en la vulneración abierta a la in-
demnidad o intangibilidad sexual, entendida como protección del desarro-
llo normal en el ámbito sexual de quienes aún no han alcanzado el grado
de madurez suficiente, como sucede con los menores de edad, así como la
protección de quienes debido a anomalías psíquicas, grave alteración de la
conciencia o retardo mental carecen de capacidad para llegar a tomar con-
ciencia del alcance y significado de una relación sexual. Este delito protege
la indemnidad sexual de las personas que, por su incapacidad mental para
comprender el sentido y consecuencia de una práctica sexual, no pueden
disponer jurídicamente su realización, concibiéndose la tutela en términos
de intangibilidad. d) Extensión del daño causado: un daño cierto, real y
efectivo para el agraviado Isau Cueva Pompa, el mismo que tras la violación
sexual de la que fue víctima por parte del acusado, presentó un profundo
cuadro de transtorno de estrés postraumático, además de la existencia de
síntomas de ansiedad y depresión, ello según el informe psicológico que se
le practicara al agraviado (págs. 16-19). e) Circunstancias de tiempo, lu-
gar, modo y ocasión: los hechos se produjeron hasta en tres oportunida-
des, siendo que el acusado se aprovechó del estado mental del agraviado
y la soledad del lugar para vulnerar su indemnidad sexual, siendo la última
vez el día 03 de febrero del presente año, en el que el agraviado se encon-
traba solo en el taller de sus padres; f) Los móviles y fines: conforme ocu-
rrieron los hechos, tenemos que existió un móvil absolutamente egoísta en
el acusado, teniendo como única finalidad satisfacer sus apetitos sexuales
en contra del agraviado, a sabiendas de su incapacidad mental; g) Edad,
educación, situación económica y medio social: el acusado cuenta con
primaria completa y cuenta con 27 años de edad, lo cual le posibilitó poder
internalizar el mandato normativo, así como para motivarse con él y sus exi-
gencias sociales; h) Reparación espontánea que hubiera hecho del daño:
No ha existido una reparación espontánea del daño; i) Confesión sincera
antes de haber sido descubierto: no ha existido confesión sincera antes
de haber sido descubierto, por el contrario cuando tomó conocimiento que
había sido denunciado, se ha dado a la fuga, desconociendo hasta la fecha
cual es su paradero”.

Expediente N° : 358-2011
Especialista :
Miguel Ángel Guevara
Fiscal Responsable : Lisdey Magaly Bueno Flores
Carpeta Fiscal N° 206-2011
FORMULA ACUSACIÓN
SEÑOR:
ORLANDO TAPIA BURGA
JUEZ DEL PRIMER JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE CAJAMARCA.

558
Decisiones fiscales

EBELIT MARALYN VÁSQUEZ SÁNCHEZ, Fiscal Provincial Penal de la Segunda Fiscalía Pro-
vincial Penal Corporativa de Cajamarca - Cuarto Despacho de Investigación, con domicilio proce-
sal en Jr. Sor Manuela Gil S/N - Urb. La Alameda, Cajamarca; a usted con el debido respeto digo:
Con la autoridad conferida por el artículo 159 numerales 1 y 5 de la Constitución Política del Perú,
concordante con los artículos 11 y 94 numeral 2 de la Ley Orgánica del Ministerio Público; y con-
forme a lo establecido en los artículos 343 y 349 del Código Procesal Penal, procedo a formular la
siguiente ACUSACIÓN contra SEGUNDO MANUEL RAMOS ACUÑA como presunto autor del
delito contra la libertad sexual, en la modalidad de VIOLACIÓN SEXUAL DE PERSONA EN
INCAPACIDAD DE RESISTIR en agravio de ISAU CUEVA POMPA, en los siguientes términos.
I. IDENTIFICACIÓN DEL ACUSADO
SEGUNDO MANUEL RAMOS ACUÑA, 27 años de edad, identificado con DNI N° 43070749,
natural del Distrito de Hualgayoc, Provincia de Hualgayoc y Departamento de Cajamarca, soltero,
nacido el 2 de diciembre de 1983, un metro cuarenta y cinco de estatura, hijo de don Manuel y de
doña María, con grado de instrucción primaria, con domicilio real según ficha del Reniec en la Av.
13 de Julio 1000 - AA. VV. El Molino, Distrito, Provincia y Departamento de Cajamarca, y con do-
micilio procesal en el Jr. Los Sauces N° 508 - Urb. El Ingenio (Abog. Gino Paúl Álvarez Cabrera),
de esta ciudad.
Asimismo, el imputado durante la investigación preparatoria ha sido notificado mediante edictos,
toda vez que se desconoce de su paradero y al haberse notificado en la dirección que se señala en su
Ficha Reniec, las cédulas han sido devueltas, indicando la propietaria, que no conoce al imputado
y que nunca ha vivido en dicho domicilio.
II. IDENTIFICACIÓN DEL AGRAVIADO
ISAU CUEVA POMPA, con domicilio real en el Pasaje Santa Anita N° 169, distrito, provincia y
departamento de Cajamarca.
III. DESCRIPCIÓN DEL HECHO MATERIA DE ACUSACIÓN, CIRCUNSTANCIAS PRE-
CEDENTES, CONCOMITANTES Y POSTERIORES
Del acta de denuncia verbal, se tiene que don Exaltación Félix Cueva Alegría denunció que su hijo
Isau Cueva Pompa hace un mes ha tenido un cambio notorio en su comportamiento, es decir, esta-
ba triste y deprimido, siendo que el día trece de febrero del año en curso, le confesó que Segundo
Manuel Ramos Acuña lo había tocado y violado, aprovechándose que tenía confianza con su hijo y
que era cliente de su taller. Igualmente, el agraviado Isau Cueva Pompa indica que hace dos meses
el denunciado ha empezado a tocarle partes de su cuerpo, abusando sexualmente de él, hecho que
se ha repetido en cuatro oportunidades, y que la última vez ha sido hace una semana en el cuarto
del denunciado, donde incluso trató de defenderse diciéndole que lo dejara, pero le tapó la boca y le
dijo “cállate no le cuentes a tu papá”. Agrega el padre del agraviado que este sufre de retardo men-
tal. Asimismo, se desprende del Certificado Médico Legal N° 000589-H que el agraviado presenta
signos de acto contranatura antiguos. Posteriormente, y durante la investigación, al recibirse la de-
claración del agraviado Isau Cueva Pompa, este ha precisado, que los hechos cometidos en su agra-
vio se han suscitado en tres oportunidades, siendo la primera vez en la casa del hermano, Gilberto
Javier Quispe Julca, en una habitación ubicada en el segundo piso, donde había un colchón y dos
frazadas, la segunda vez fue un día sábado, cuando había asistido a la iglesia con motivo de los Jue-
gos Sociales, luego que se dirigía a su domicilio el acusado lo llamó, para invitarle comer un pollo,
donde le dijo que lo acompañará a su cuarto, en el tercer piso, que estaba ubicado por el mercado
por Chanchamayo, la última vez fue cuando sus padres y sus hermanos salieron a cancelar la luz y
se quedó solo en el taller de su padre, llegó el acusado, cerró la puerta y como había un colchón en
el suelo se echó, empezó a tocarlo, le bajo su pantalón, le dijo que mirara hacia la pared, se bajó su
pantalón y abuso sexualmente, luego como ya venía su madre, le dijo que se vistiera, esto fue el día
del cumpleaños de su hermana Maria Kelita Cueva Pompa, es decir el 3 de febrero del año 2011.

559
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

IV. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN DEL DELITO


1. Certificado Médico Legal N° 000589-H (pág. 06), de fecha 14 de febrero del año 2011, en el que
se concluye que el agraviado tiene signos de acto contranatura antiguos.
2. Protocolo de pericia psicológica N° 000707-2011-PSC (págs. 16-19), en el que se concluye que el
agraviado, Isau Cueva Pompa, es una persona que puede desenvolverse en ciertas situaciones bajo
supervisión, logra integrarse a algunos grupos sociales, asimismo se encuentra pasando por un estrés
postraumático motivo de la violación, por lo cual presenta síntomas de ansiedad y depresión y que
a pesar que sufre retardo mental no lo imposibilita para indicar a su agresor, es decir, lo reconoce y
explica claramente los sucesos ocurridos.
3. Acta de declaración del agraviado Isau Cueva Pompa (págs. 25-28), en la que narra la forma y
circunstancias en que sucedieron los hechos, sindicando al acusado Segundo Manuel Ramos Acuña como
la persona que abuso sexualmente de él, aprovechándose que era su amigo, describiendo además las
características de los lugares en los cuales el referido acusado habría abusado de él.
4. Acta de declaración testimonial de Exaltación Félix Cueva (págs. 29-31), quien narra la forma
cómo su hijo, el agraviado, le contó que había sido víctima de abuso sexual por parte del acusado, a
quien consideraban en su casa como un amigo y hermano de la iglesia a la cual asistían.
5. Acta de declaración testimonial de Bremilda Miranda Escobar (págs. 32-33), quien refiere que el
acusado, así como el agraviado, llegaban juntos a su bodega, tomaban gaseosa y se retiraban y que
un día llegó el agraviado a su casa, después que el imputado, quien le invitó una gaseosa, estuvieron
un rato y se fueron (versión que coincide con la manifestado por el agraviado).
6. Acta de declaración testimonial de Gilberto Javier Quispe Julca (págs. 52-53), quien ha referido
que el día 08 de enero del año 2011, viajó con su familia a la ciudad de Chiclayo, dejando al cui-
dado de su domicilio al acusado hasta su retornó que ocurrió el día 14 de enero del año en curso,
siendo la única vez que le había encargado por motivo que en esas fechas se encontraba realizando
trabajos, colocando cerámicos entre otros.
7. Acta de verificación fiscal en el inmueble ubicado en el Jr. Huancavelica N° 217-219 - Barrio San
José - Cajamarca (págs. 54-55), con lo que se corrobora los datos proporcionados por el agraviado,
con relación a que ahí habría sido el lugar donde el acusado abuso sexualmente de su persona, asi-
mismo la habitación que indicó el agraviado donde habrían sucedido los hechos, es el mismo que
refiere el propietario Gilberto Javier Quispe Julca, le dio al imputado para que ahí descansara, ha-
biéndole prestado para ello un colchón y frazadas.
8. Acta de verificación fiscal en el inmueble ubicado en el Jr. Los Cedros N° 382 - Urb. Santa Rosa -
Cajamarca (págs. 57-58), en donde el agraviado señaló el cuarto (ubicado en el tercer piso) donde
habrían sucedido los hechos, el mismo que refirió el propietario, Isidoro Herrera Flores, le fue al-
quilado al acusado, quien ya no vive ahí, pero que ha dejado sus pertenencias y que actualmente
está siendo habitado por el hermano del acusado.
9. Partida de nacimiento de la menor María Kelita Cueva Pompa (pág. 60), de la cual se advierte que
la fecha de su nacimiento es el 3 de febrero de 2009, fecha que indicó el agraviado, que el imputado,
había ido a su taller, y en circunstancias que no había nadie, abusó sexualmente de él.
10. Acta de declaración testimonial de Juan Miguel Aponte Sáenz (págs. 118-120), quien ha referido
que es pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, denominada “Maranatha”, desde el 15 de mayo
del año 2008, ubicada en el Jr. Las Petuñas N° 382- Urb. Los Jardines, y que el acusado concurrió a di-
cha Iglesia hasta la primera semana de febrero del presente año, asimismo los juegos sociales los reali-
zan una o dos veces al mes, el día sábado (versión que coincide con lo manifestado por el agraviado).
11. Un CD, conteniendo fotografías del domicilio ubicado en el Jr. Los Cedros N° 382 - Urb. San-
ta Rosa. Pág. 59.

560
Decisiones fiscales

12. Un CD, conteniendo fotografía del domicilio ubicado en el Jr. Huancavelica N° 217-219 - Ba-
rrio San José - Cajamarca. Pág. 56.
V. PARTICIPACIÓN QUE SE LE ATRIBUYE AL ACUSADO Y CIRCUNSTANCIAS
QUE MODIFICAN LA RESPONSABILIDAD PENAL
El acusado SEGUNDO MANUEL RAMOS ACUÑA, a través de su conducta, ha cometido el de-
lito contra la libertad sexual, en la modalidad de VIOLACIÓN SEXUAL DE PERSONA EN
INCAPACIDAD DE RESISTIR en agravio de Isau Cueva Pompa; y, en consecuencia, tiene la ca-
lidad de AUTOR DIRECTO, de conformidad con lo prescrito por el artículo 23 del Código Penal.
VI. TIPO PENAL MATERIA DE ACUSACIÓN Y PENA SOLICITADA
Los hechos que son objeto de acusación se subsumen en el supuesto típico del delito de VIOLA-
CIÓN SEXUAL DE PERSONA EN INCAPACIDAD DE RESISTIR, prescrito en el artículo
172, el cual precisa: “El que tiene acceso carnal con una persona por vía vaginal, anal o bucal o rea-
liza otros actos análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo por alguna de las dos primeras
vías, conociendo que sufre anomalía psíquica, grave alteración de la conciencia, retardo mental o
que se encuentra en incapacidad de resistir, será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de veinte ni mayor de veinticinco años”.
Este delito se configura objetivamente cuando el agente, teniendo pleno conocimiento del estado
psicológico o físico disminuido o anulado del sujeto pasivo, le practica algunas modalidades del
acceso sexual. En otros términos, este ilícito penal se perfecciona cuando el sujeto activo con pleno
conocimiento que su víctima sufre de un estado permanente o parcial de anomalía psíquica, grave
alteración de la conciencia, retardo mental o se encuentra en incapacidad de resistir, se aprovecha
de tal situación y le practica el acceso carnal sexual vía vaginal, anal o bucal o le introduce vagi-
nal o analmente objetos o partes del cuerpo, todo ello con la finalidad concreta de satisfacer alguna
apetencia de carácter sexual.
En este sentido, las circunstancias que se han tenido en cuenta para solicitar el quántum de la pena
son: a) Naturaleza de la acción: en el presente caso, el comportamiento del acusado ha sido emi-
nentemente doloso, siendo que este ha actuado con animus vulnerandi y/o laendendi al momento
de vulnerar la indemnidad sexual de su víctima, esto es, ha evidenciado un dolo de lesionar, de me-
noscabar tal bien jurídico protegido, tomando conocimiento del peligro concreto de la lesión que su
accionar podría generar; b) Medios empleados: el acusado, para la comisión del evento delictivo,
ha empleado únicamente medios violentos, como es el uso de la fuerza para tener acceso car-
nal sexual con el agraviado, así como el aprovechamiento de su retardo mental, c) Importancia de
los deberes infringidos: la infracción del bien jurídico protegido consiste en la vulneración abier-
ta a la indemnidad o intangibilidad sexual, entendida como protección del desarrollo normal en el
ámbito sexual de quienes aún no han alcanzado el grado de madurez suficiente, como sucede con
los menores de edad, así como la protección de quienes debido a anomalías psíquicas, grave altera-
ción de la conciencia o retardo mental carecen de capacidad para llegar a tomar conciencia del al-
cance y significado de una relación sexual. Este delito protege la indemnidad sexual de las personas
que, por su incapacidad mental para comprender el sentido y consecuencia de una práctica sexual,
no pueden disponer jurídicamente su realización, concibiéndose la tutela en términos de intangi-
bilidad[58]. d) Extensión del daño causado: un daño cierto, real y efectivo para el agraviado Isau
Cueva Pompa, el mismo que tras la violación sexual de la que fue víctima por parte del acusado,
presentó un profundo cuadro de transtorno de estrés postraumático, además de la existencia de sín-
tomas de ansiedad y depresión, ello según el informe psicológico que se le practicara al agraviado (págs.
16-19). e) Circunstancias de tiempo, lugar, modo y ocasión: los hechos se produjeron hasta en

[58] SALINAS SICCHA, R. Derecho Penal. Parte especial. Vol. I, Editorial Iustitia, Lima, 2010, p. 728.

561
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

tres oportunidades, siendo que el acusado se aprovechó del estado mental del agraviado y la soledad
del lugar para vulnerar su indemnidad sexual, siendo la última vez el día 03 de febrero del presen-
te año, en el que el agraviado se encontraba solo en el taller de sus padres; f) Los móviles y fines:
conforme ocurrieron los hechos, tenemos que existió un móvil absolutamente egoísta en el acusado,
teniendo como única finalidad satisfacer sus apetitos sexuales en contra del agraviado, a sabiendas
de su incapacidad mental; g) Edad, educación, situación económica y medio social: el acusado
cuenta con primaria completa y cuenta con 27 años de edad, lo cual le posibilitó poder internalizar
el mandato normativo, así como para motivarse con él y sus exigencias sociales; h) Reparación
espontánea que hubiera hecho del daño: no ha existido una reparación espontánea del daño;
i) Confesión sincera antes de haber sido descubierto: no ha existido confesión sincera antes de
haber sido descubierto, por el contrario cuando tomó conocimiento que había sido denunciado, se
ha dado a la fuga, desconociendo hasta la fecha cual es su paradero.
En tal sentido, y entendida la individualización de la pena como el establecimiento de la pena con-
creta, acomodándola en lo posible a las condiciones individuales de la personalidad del acusado y su
conducta delictiva en función a la forma de aparición del delito y las circunstancias en él concurren-
tes, atendiendo, además, a que no existen circunstancias atenuantes que justifiquen una disminución
de la pena y de conformidad con el artículo 45 inciso 3 del Código Penal, referido a los intereses de
la víctima, y en el artículo 46, incisos 1 y 3, del Código Penal, referidos a la naturaleza de la acción
y a la importancia de los deberes infringidos, así como la reparación espontánea que hubieren he-
cho del daño, respectivamente; este despacho solicita para el acusado: SEGUNDO MANUEL RA-
MOS ACUÑA, VEINTICINCO AÑOS DE PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD EFECTIVA.
VII. MONTO DE LA REPARACIÓN CIVIL
Todo delito acarrea como consecuencia no solo la imposición de una pena, sino que también da lu-
gar al surgimiento de la responsabilidad civil por parte del autor; es así, que en aquellos casos en que
la conducta del agente produce un daño reparable corresponde fijar junto a la pena, el monto de la
reparación civil, de acuerdo a lo previsto en los artículos 92 y 93 del Código Penal, monto que será
fijado en atención a la magnitud del daño irrogado, así como al perjuicio producido, lo que implica
la valoración del daño económico y moral –daño emergente y lucro cesante– causado al agraviado.
La reparación civil, tal como se encuentra regulada den nuestro Código Penal, presenta dos moda-
lidades: la restitución de la cosa y la respectiva indemnización de daños y perjuicios. En cuanto a la
indemnización de daños y perjuicios, si bien, desde el punto de vista teórico la restitución constituye
la forma más genuina de reparación, en la práctica la indemnización de daños y perjuicios constitu-
ye la forma más frecuente y tradicional de reparación civil del delito. Se coloca incluso por encima
de la restitución, dado que el daño no siempre recae sobre bienes materiales u objetos, como suce-
de con el daño moral, o recayendo sobre cosas[59]. Los daños morales son aquellos que afectan la
esfera psíquica de la víctima, es decir, afectan los bienes inmateriales del ofendido, se trata de una
lesión a los sentimientos y que tienen eminentemente carácter reparatorio o de satisfacción. El he-
cho de ser objeto de una agresión criminal, no solo significa una afectación material al bien jurídico
objeto de tutela, al trascender un plano de materialidad, penetrando en un plano de plena espiritua-
lidad, tanto del sujeto ofendido como de sus familiares más cercanos. En la esfera del daño moral,
se comprende una distinción, entre aquellos que afectan directamente el patrimonio, susceptibles de
valuación económica; y, aquellos que no tienen incidencia alguna sobre el patrimonio, pues, tienen
una incidencia espiritual. El daño psíquico, es aquel que se imbrica, en la esfera anímica de la per-
sona humana, que se adscribe a un examen de plano psicológico y a su vez psiquiátrico; este daño
presupone una perturbación y alteración de la personalidad, mareos, desvanecimientos, pérdida de la
memoria, ausencia de aprehensión de datos, bloqueos, etc. Para determinar el grado de afectación al

[59] Ibídem, pp. 126 y 127.

562
Decisiones fiscales

plano subjetivo de la víctima, se necesitará la realización de una pericia psicológica y de una pericia
psiquiátrica, amén de establecer un cuadro clínico (patológico) que defina la magnitud del daño[60].
En ese sentido, ha quedado plenamente establecida la gravedad de la afectación psicológica oca-
sionada al agraviado por la violación sexual de la que fuera víctima por parte del acusado, lo cual
le ha ocasionado, según se puede concluir del informe psicológico que se le practicara al agraviado
(págs. 16-19) y que a la letra señala que padece “(...) un trastorno de estrés postraumático, presencia
de embotamiento emocional, falta de capacidad de respuesta al medio, evitación de estímulos que
le puedan hacer revivir el trauma, como estar en el lugar de los hechos acontecidos, presencia de
síntomas vegetativos como cefáleas, reacciones de sobresalto e insomnio. Además de la presencia
de síntomas de ansiedad y depresión. Todos estos síntomas están relacionados con el abuso sexual
experimentado”. Siendo así y tomando atención a todo el padecimiento psicológico que ha experi-
mentado el agraviado desde el momento de la comisión del delito, se hace necesario resarcir toda
la aflicción experimentada por el agraviado así como por parte de sus familiares más cercanos que
tuvieron que soportar ver al agraviado en ese estado, por lo que corresponde fijar como monto de
reparación civil a favor del agraviado Isau Cueva Pompa, la suma de S/. 3000.00 (tres mil nuevos
soles), POR CONCEPTO DE REPARACIÓN CIVIL.
VIII. MEDIOS DE PRUEBA QUE SE OFRECEN PARA SU ACTUACIÓN EN JUICIO
TESTIGOS:
1. Isau Cueva Pompa, con DNI N° 46334465 y domicilio real en el Pasaje Santa Anita N° 169,
distrito, provincia y departamento de Cajamarca, quien narrará la forma y circunstancias en que su-
cedieron los hechos, describiendo además las características de los lugares en los cuales el impu-
tado habría abusado de él.
2. Exaltación Félix Cueva Alegría, con DNI N° 26689787, padre del agraviado, con domicilio real
en el Pasaje Santa Anita N° 169, distrito, provincia y departamento de Cajamarca, quien narrará
cómo su hijo le contó que había sido víctima de abuso sexual por parte del acusado y el comporta-
miento que este evidenciaba después de ocurrido los hechos.
3. Bremilda Miranda Escobar, con DNI N° 42662152 y domicilio real en Jr. Miguel Iglesias
N° 744 - Barrio San José, distrito, provincia y departamento de Cajamarca, quien declarará si el acu-
sado llegó a su bodega cuando el agraviado se encontraba ahí presente, así como si es que le invitó
una gaseosa y si en alguna oportunidad se retiraron juntos.
4. Gilberto Javier Quispe Julca, con DNI N° 26733608 y domicilio real en Jr. Huancavelica
N° 217-219-Barrio San José-Cajamarca, quien declarará si ha dejado al cuidado de su domicilio al
acusado, hasta qué fecha lo hizo y cuáles fueron los motivos para hacerlo.
5. Isidoro Herrera Flores, con DNI N° 26697683 y domicilio en el Jr. Los Cedros N° 382 - Urb.
Santa Rosa, quien declarará si es que el acusado tenía un cuarto alquilado en su domicilio.
6. Juan Miguel Aponte Sáenz, con DNI N° 40338449 y domicilio real en el Jr. Los Sauces N° 203-
Cajamarca, quien declarará, si el acusado y el agraviado asistían a la Iglesia de la cual es pastor y si
en alguna oportunidad los ha visto juntos.
EXAMEN PERICIAL:
Peritos:
- Examen pericial en conjunto de los médicos legistas Alindor Torres Moreno y Carlos Enrique
Horna Chafo, ambos con domicilio laboral en el Jr. Los Dogos N° 270- Urb. El Ingenio - Cajamarca,
quienes depondrán sobre el Certificado Médico Legal N° 000589-L, sobre sus fundamentos y con-
clusión emitido en dicho certificado.

[60] PEÑA CABRERA FREYRE, A. R. Derecho Penal. Parte General. Tomo II, Idemsa, Lima, 2011, pp. 654-656.

563
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

- Examen pericial del psiquiatra, Gustavo Caipo Aguero, con domicilio laboral en el Hospital
Regional de Cajamarca, quien depondrá sobre el Informe Médico N° 024-PSIQUIATRIA-HRC-2011,
sobre sus fundamentos y diagnóstico emitidos en dicho protocolo.
DOCUMENTALES:
1. Certificado Médico Legal N° 000589-H (pág. 06), de fecha 14 de febrero del año 2011, en el que
se concluye que el agraviado tiene signos de acto contranatura antiguos.
2. Protocolo de Pericia Psicológica N° 000707-2011-PSC. (págs. 16-19), con el que se acreditará que
el agraviado se encuentra pasando un estrés post traumático motivo de la violación y que, además,
es una persona que puede desenvolverse en ciertas situaciones bajo supervisión, logra integrarse a
algunos grupos sociales y que a pesar que sufre retardo mental no lo imposibilita para indicar a su
agresor, es decir, lo reconoce y explica claramente los sucesos ocurridos.
3. Acta de declaración del agraviado Isau Cueva Pompa (págs. 25-28), en la que narra la forma y cir-
cunstancias en que sucedieron los hechos, sindicando al acusado Segundo Manuel Ramos Acuña como
la persona que abuso sexualmente de él, aprovechándose que era su amigo, describiendo además las
características de los lugares en los cuales el referido acusado habría abusado de él.
4. Acta de declaración testimonial de Exaltación Félix Cueva (págs. 29-31), quien narra la forma
cómo su hijo, el agraviado, le contó que había sido víctima de abuso sexual por parte del acusado, a
quien consideraban en su casa como un amigo y hermano de la iglesia a la cual asistían.
5. Acta de declaración testimonial de Bremilda Miranda Escobar (págs. 32-33), quien refiere que el
acusado, así como el agraviado, llegaban juntos a su bodega, tomaban gaseosa y se retiraban y que
un día llegó el agraviado a su casa, después que el imputado, quien le invitó una gaseosa, estuvieron
un rato y se fueron (versión que coincide con la manifestado por el agraviado).
6. Acta de declaración testimonial de Gilberto Javier Quispe Julca (págs. 52-53), quien ha referido
que el día 08 de enero del año 2011, viajó con su familia a la ciudad de Chiclayo, dejando al cui-
dado de su domicilio al acusado hasta su retornó que ocurrió el día 14 de enero del año en curso,
siendo la única vez que le había encargado por motivo que en esas fechas se encontraba realizando
trabajos, colocando cerámicos entre otros.
7. Acta de verificación fiscal en el inmueble ubicado en el Jr. Huancavelica N° 217-219 - Barrio San
José - Cajamarca (págs. 54-55), con lo que se corrobora los datos proporcionados por el agraviado,
con relación a que ahí habría sido el lugar donde el acusado abuso sexualmente de su persona; asi-
mismo, la habitación que indicó el agraviado donde habrían sucedido los hechos, es el mismo que
refiere el propietario Gilberto Javier Quispe Julca, le dio al imputado para que ahí descansara, ha-
biéndole prestado para ello un colchón y frazadas.
8. Un CD, conteniendo 07 fotografías del domicilio ubicado en el Jr. Huancavelica N° 217-219 -
Barrio San José - Cajamarca. Pág. 56.
9. Acta de verificación fiscal en el inmueble ubicado en el Jr. Los Cedros N° 382 - Urb. Santa Rosa -
Cajamarca (págs. 57-58), en donde el agraviado señaló el cuarto(ubicado en el tercer piso) donde
habrían sucedido los hechos, el mismo que refirió el propietario, Isidoro Herrera Flores, le fue al-
quilado al acusado, quien ya no vive ahí, pero que ha dejado sus pertenencias y que actualmente
esta siendo habitado por el hermano del acusado.
10. Un CD, conteniendo fotografías del domicilio ubicado en el Jr. Los Cedros N° 382 - Urb. San-
ta Rosa. Pág. 59.
11. Partida de nacimiento de la menor María Kelita Cueva Pompa (pág. 60), de la cual se advier-
te que la fecha de su nacimiento es el 3 de febrero de 2009, fecha que indicó el agraviado, que el
imputado, había ido a su taller y en circunstancias que no había nadie, abuso sexualmente de él.
12. Acta de declaración testimonial de Juan Miguel Aponte Sáenz (págs. 118-120), quien ha refe-
rido que es pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, denominada “Maranatha”, desde el 15

564
Decisiones fiscales

de mayo del año 2008, ubicada en el Jr. Las Petuñas N° 382- Urb. Los Jardines, y que el acusado
concurrió a dicha Iglesia hasta la primera semana de febrero del presente año, asimismo, los juegos
sociales los realizan una o dos veces al mes, el día sábado (versión que coincide con lo manifesta-
do por el agraviado).
13. Acta de constatación domiciliaria (pág. 124), en el inmueble ubicado en el Pasaje Santa Anita
cuadra uno, en el cual funciona el taller de servicios de llanta, de don Exaltación Félix Cueva Ale-
gría, siendo que en el interior se aprecia equipos de llante y desenllante, un petate, colchón y fraza-
das, así como varias mantas.
14. Informe Médico N° 024-PSIQUIATRA-HRC-2011, en el cual se concluye el siguiente Diagnós-
tico. “Transtorno de estrés postraumático F 43.1, retraso mental leve F10 y Transtorno dependiente
de la personalidad. F 60.7”, emitido por el médico psiquiatra Edwin Santos Huaccha.
IX. MEDIDAS DE COERCIÓN
Se hace conocer que existe MANDATO DE PRISIÓN PREVENTIVA en contra del acusado
SEGUNDO MANUEL RAMOS ACUÑA, desde el 3 de mayo del año 2011. Se ha girado las res-
pectivas ordenes para su ubicación y captura a nivel nacional, no habiendo sido posible hasta la fecha.
POR LO EXPUESTO:
Solicito a usted señor juez, tramitar la presente conforme a ley, y en su momento se emita auto de
enjuiciamiento, admitiendo las pruebas ofrecidas por este despacho fiscal para su actuación en juicio.
Cajamarca, 15 de setiembre de 2011

048 PROCESO DE DETERMINACIÓN JUDICIAL DE LA PENA EN DELITO CON-


TINUADO
“El marco penal que el artículo 189 prevé para cada uno de los delitos de
robo agravado materia de perpetración es de una pena privativa de libertad
no menor de diez ni mayor de veinte años.
Precisado el marco penal abstracto, se debe explicitar el proceso de determi-
nación de la pena a imponer de conformidad con las reglas que el Derecho
Penal peruano contempla. En tal sentido:
- En primer lugar es necesario establecer si concurre alguna causal o circuns-
tancia que pueda ocasionar la modificación del marco de sanción penal inicial-
mente previsto, para convertirlo en el marco penal concreto aplicable al caso.
En este contexto debemos señalar que en el caso materia de acusación si
bien pareciera concurrir de inicio un concurso real homogéneo, las reglas
del concurso aparente de normas (a consecuencia de la aplicación del prin-
cipio de especialidad) llevan a postular –por la forma en que se han perpe-
trado los dos hechos– la existencia de un solo delito continuado de robo
agravado (por el concurso de personas y cometerse durante la noche). (…)
Debemos concluir, entonces, que en el caso materia de la presente acusa-
ción nos encontramos ante un delito continuado.
Nos queda únicamente determinar si nos encontramos ante un delito con-
tinuado simple o un delito continuado masa o colectivo.
En este sentido, si como refiere la doctrina penal de manera absolutamen-
te mayoritaria ‘la creación del delito masa responde a la necesidad de im-
poner una pena de cierta gravedad a los denominados fraudes colectivos’.

565
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Por eso es que Peña-Cabrera Freyre refiere: ‘Las acciones, como tal, que
dan lugar a una pluralidad de infracción normativa, deben dirigirse a la ob-
tención del resultado lesivo esperado, de perjudicar a un gran número de
personas”.
No habiendo existido en los hechos materia de acusación una pluralidad
significativa de agraviados es que no resulta procedente aplicar los efectos
del delito masa, debiendo darse el tratamiento que corresponde al delito
continuado simple; quedando, por lo tanto, el marco penal concretado en
una pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor de veinte años.
- Determinado el marco penal concreto es necesario, dentro de sus límites,
cuantificar la pena que los hechos delictivos materia de comisión merecen
imponer.
En el presente caso, si bien los acusados se han apoderado de dos vehícu-
los taxis, habiendo perpetrado su ilícito en grupo y con la ventaja que da la
oscuridad, dado que no concurren circunstancias que hagan especialmente
grave el hecho (dentro de la escala de gravedad que fija el legislador para
los delitos de robo agravado), pues para realizar la amenaza se utilizó un
arma de juguete y en ningún momento se ha ejercido violencia física rele-
vante contra los agraviados, sino que los acusados se limitaban a reducirlos
y pasarlos al asiento trasero, para luego abandonarlos en lugares desiertos;
la pena que responde a la exigencia de proporcionalidad con la culpabilidad
del sujeto en el hecho resulta siendo la de 15 años de pena privativa de li-
bertad, que es la media que ha previsto el legislador para los casos en que
no concurren circunstancias significativas de agravación o atenuación del
delito, dado que la concurrencia de dos agravantes (realización en grupo y
durante la noche) y dos hechos criminales (robo de dos taxis) se encuentra
compensada por la aceptación que desde un primer momento han hecho
los acusados de su hecho criminal, habiendo incluso el acusado Víctor Nino
Urquiza Cotrina proporcionado información valiosa para la intervención de
sus otros dos coacusados”.

Expediente N° 1187-2007
Especialista Carlos R. Macchiavello Barriga
FORMULA ACUSACIÓN
SEÑOR JUEZ DEL TERCER JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE
TRUJILLO
CONSTANTE CARLOS ÁVALOS RODRÍGUEZ, fiscal provincial del Quinto Despacho de Inves-
tigación preparatoria de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo, con domicilio
procesal en la esquina de las avenidas Nazareth con Carrión, oficina 503; ante usted digo:
De conformidad con el artículo 349 del CPP 2004 procedo a emitir la presente acusación; la que de-
berá entenderse en los siguientes términos:
ACUSADOS
- VÍCTOR NINO URQUIZA COTRINA: individualizado mediante su DNI N° 80240023 (adjun-
tándose ficha Reniec).
- DANTE RAMOS CHACÓN: individualizado mediante su DNI N° 43117775 (adjuntándose fi-
cha Reniec)

566
Decisiones fiscales

- CARLOS ALBERTO ALVARADO HUAMÁN: individualizado mediante su DNI N° 44673187


(adjuntándose ficha Reniec).
HECHO MATERIA DE IMPUTACIÓN FÁCTICA
El 13 de abril de 2007 aproximadamente a las 21:30 p.m. el agraviado Lindon Leynton Flores Pa-
lacios se encontraba trabajando como taxista en el automóvil Tico de placa de rodaje CD 6915 a la
altura de la cuadra 01 de la avenida Mansiche, circunstancias en que una persona de sexo femenino
le solicitó un servicio de taxi con destino a la tercera etapa de la Urbanización San Isidro, cance-
lándole con un billete de 20 nuevo soles al momento de llegar; como el taxista no tenía dinero para
brindar el vuelto la pasajera llama a quien decía ser su esposo, acercándose este al vehículo, apa-
reciendo al instante también otras dos personas por la parte posterior, uno de los cuales le puso un
arma en la cabeza y le obligo a pasar al asiento posterior, subiendo todas esas personas al vehículo
para dirigirse al distrito de La Esperanza, donde dejan abandonado al agraviado en el sector Jerusa-
lem dentro de un corralón, llevándose el vehículo, los documentos del mismo, la licencia de condu-
cir y 10 nuevo soles producto de su trabajo.
Horas más tarde, el 14 de abril de 2007 aproximadamente a las 02:45 a.m. el agraviado José Luis
Rafael Reyes se encontraba trabajando como taxista en el automóvil Station Wagon de placa de ro-
daje SD 4526 a la altura de la avenida América Sur a una cuadra del Óvalo Grau, circunstancias
en que una persona de sexo femenino le solicitó un servicio de taxi con destino Covicorti, cerca al
Colegio Fe y Alegría, siendo que al momento de cancelar el servicio se acercaron tres sujetos, uno
de los cuales, después de recibir el arma de la mujer, le apuntó en la cabeza, obligándole a pasar al
asiento posterior, donde le quitaron 90 nuevos soles y los documentos del vehículo; subiendo al vo-
lante uno de los investigados, quedándose los otros dos en la parte posterior con el agraviado para
luego dejarle abandonado en una plantaciones de cañas en el distrito de Buenos Aires.
La forma de perpetración de los hechos que ha sido materia de investigación dice que se han come-
tido como PARTE DE UN MISMO PLAN CRIMINAL, el cual consistía en que la noche del 13 y
madrugada del 14 de abril de 2007 los acusados iban a robar vehículos que se dedicaban al trans-
porte público de pasajeros, conocidos como taxis.
ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
- El acta de recepción de la denuncia verbal interpuesta por Lindon Flores Palacios, en la que na-
rra cómo los acusados mediante amenaza se apropiaron del vehículo de placa de rodaje CD-6915
(fojas 22)
- El acta de recepción de la denuncia verbal interpuesta por José Luis Rafael Reyes, en la que narra
cómo los acusados mediante amenaza se apropiaron del vehículo de placa de rodaje SD-4526 (fojas 24)
- El acta policial de registro personal y comiso de droga e incautación de vehículos robados, de fe-
cha 14 de abril de 2007, que narra la forma en que es intervenido el acusado Víctor Nino Urquiza
Cotrina en circunstancias en que guardaba el vehículo de placa de rodaje SD-4526 en la cochera
ubicada en la avenida Honorio Delgado Manzana Q Lote 4, encontrándose además en dicha coche-
ra el vehículo de placa de rodaje CD-6915 (fojas 34 - 35).
- El acta policial de registro personal, comiso de droga e incautación de arma de fuego in situ rea-
lizada a Carlos Alberto Alvarado Huamán, de fecha 14 de abril de 2007, levantada en la intersec-
ción de las avenidas América y Vallejo; encontrándose en el lado derecho de su cintura un revolver
plateado color blanco sin cacha, forrado en la parte posterior con cinta color blanco, marca Agente
007. Debiendo precisarse que se llegó hasta dicho lugar por la información que proporcionó el acu-
sado Víctor Nino Urquiza Cotrina de que ahí le estaban esperando los coautores de los robos de los
vehículos de placa de rodaje SD-4526 y CD-6915 (fojas 36 - 37).
- El acta policial de registro personal, comiso de droga e incautación de documentos realizada a
Dante Ramos Chacón, de fecha 14 de abril de 2007, levantada en la intersección de las avenidas

567
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

América y Vallejo; encontrándose en su poder la tarjeta de propiedad del vehículo de placa de ro-
daje SD-4526 (fojas 38 - 39).
- El acta policial de verificación en la cochera ubicada en la avenida Honorio Delgado Manzana Q
Lote 4 (su fecha 14 de abril de 2007) de la presencia de los vehículos de placa de rodaje SD-4526 y
CD-6915, que según versión del guardián Wilson Rubén Ávila Navis fueron ingresados por el acu-
sado Victor Nino Urquiza Cotrina (fojas 40).
- El acta de intervención policial, en la que se da cuenta de la forma en que se intervinieron a los
acusados y se recuperaron los vehículos de placa de rodaje SD-4526 y CD-6915 (fojas 41 a 43).
- El acta de reconocimiento de persona, de fecha 14 de abril de 2007, que da cuenta de la diligencia
en que el agraviado José Luis Rafael Reyes reconoce a Víctor Nino Urquiza Cotrina como quien
condujo el vehículo después que le redujeron; a Carlos Alberto Alvarado Huamán como quien le
apuntó con un arma de fuego a la altura de la sien y le dijo ya perdiste, pasándolo al asiento poste-
rior y diciéndole que no se levante si no quería morir; y a Dante Ramos Chacón como quien le sacó
sus documentos personales y conjuntamente con los otros le llevaron para abandonarle por unos ca-
ñaverales de Buenos Aires (fojas 44 - 45).
- El acta policial de recepción de documentos, de fecha 14 de octubre de 2007, mediante la cual la
conviviente (el acusado la reconoce como tal al dar su declaración) de Víctor Nino Urquiza Cotri-
na, la señora María Elena Ulloa Zavaleta entrega a la Policía la tarjeta de propiedad del vehículo de
placa de rodaje CD 6915, así como el SOAT y la tarjeta de circulación, conjuntamente con la licen-
cia de conducir de Lyndon Leyton Flores Palacios (fojas 48).
- La declaración del agraviado Lindon Leyton Flores Palacios en la que narra la forma en que se
produjo el robo de su vehículo de placa de rodaje CD 6915 (fojas 54 - 55).
- La declaración del testigo Wildo Rubén Avila Navis guardián de la cochera, quien depone indican-
do que la persona de Víctor Nino Urquiza Cotrina fue quien llevó a la cochera ubicada en la avenida
Honorio Delgado Manzana Q Lote 4 los vehículos de placa de rodaje SD-4526 y CD-6915, indican-
do también las circunstancias de la intervención policial (fojas 56 - 58).
- La declaración del agraviado José Luis Rafael Reyes en la que narra la forma en que se produjo el
robo de su vehículo de placa de rodaje SD 4526 (fojas 59 - 60).
- Las declaraciones de los acusados Víctor Nino Urquiza Cotrina (fojas 67 - 71), Carlos Alberto Al-
varado Huamán (fojas 72 - 76) y Dante Ramos Chacón (fojas 78 - 82) que aceptan los hechos ma-
teria de imputación.
- El Dictamen Pericial de Balística Forense N° 205-2007 que en sus conclusiones especifica que la
arma incautada era una arma de juguete en mal estado de conservación e inoperativa en su funcio-
namiento (fojas 122).
- Las declaraciones de los policías que intervinieron en la ubicación de los vehículos robados y la
captura de los acusados: SOS Martín Luis Vega Ruiz (fojas 138 - 141); SOB Brigadier Edwin Ma-
nuel Delgado García (fojas 161 - 162); Capitán José Orlando Vilela Ávalos (fojas 163 - 164).
PARTICIPACIÓN QUE SE ATRIBUYE A LOS IMPUTADOS
En cada uno de los robos perpetrados, la persona de Carlos Alberto Alvarado Huamán ha sido el
que apuntó con un revólver de juguete a los agraviados, logrando reducirles; Dante Ramós Chacón
ha contribuido para reducir a los agraviados, rebuscarles los bolsillos (sustrayéndoles los bienes de
valor que portaban) y pasarles al asiento trasero. Por su parte, Víctor Nino Urquiza, si bien no apun-
taba ni tenía un contacto directo significativo con los agraviados se ocupaba, conforme al plan pre-
viamente diseñado, de conducir los vehículos materia de apoderamiento a la cochera donde fueron
encontrados por personal policial.

568
Decisiones fiscales

Encontrándonos, por tanto, ante una participación a título de coautoría; pues los acusados han coeje-
cutado el hecho, con codominio funcional del mismo, procediendo de acuerdo al plan criminal pre-
viamente diseñado. Siendo el artículo 23 del Código Penal el que fundamenta jurídicamente dicha
forma de participación criminal.
CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD
No existen.
TIPO PENAL MATERIA DE IMPUTACIÓN NORMATIVA
Cada uno de los dos hechos materia de imputación se adecua, de manera plena, a la hipótesis nor-
mativa del delito de robo agravado por haberse perpetrado durante la noche y con el concurso
de personas; previstos como agravantes en los incisos 2 y 4 en la primera parte del artículo 189
del Código Penal (fórmula agravada del delito de robo descrito en el artículo 188).
El artículo 188 prescribe: “El que se apodera ilegítimamente de un bien mueble total o parcialmen-
te ajeno, para aprovecharse de él, sustrayéndolo del lugar en que se encuentra, empleando violencia
contra la persona o amenazándola con un peligro inminente para su vida o integridad física será re-
primido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de ocho años”.
El tipo penal ha sido realizado en codominio funcional del hecho por los acusados Víctor Nino Ur-
quiza Cotrina, Carlos Alberto Alvarado Huamán y Dante Ramos Chacón, quienes se han apodera-
do de los vehículos de placa de rodaje SD-4526 y CD-6915 sustrayéndolos del lugar hasta donde
habían sido conducidos por sus legítimos poseedores, utilizando para ello un medio (una arma) que
si bien era de juguete, analizado ex ante constituía una amenaza de peligro inminente para la vida e
integridad física de los sujetos pasivos del delito.
El delito se ha consumado, pues según indican la jurisprudencia y la doctrina contemporáneas para
la consumación del robo no es necesario que se materialice el aprovechamiento patrimonial que
gobernaba la acción, ni tan siquiera que se haya dispuesto del bien; sino que es necesaria la mera
“intencionalidad” (el tipo penal dice “para aprovecharse de él”) y la mera posibilidad de disponer.
La primera parte del artículo 189 del CP prescribe: “La pena será no menor de diez ni mayor de
veinte años, si el robo es cometido: (…) 2. Durante la noche o en lugar desolado. (…) 4. Con el
concurso de dos o más personas”.
Habiéndose realizado los dos hechos materia de proceso aprovechándose de la noche y con la eje-
cución de cuatro personas.
Es de precisar que no concurre la agravante de mano armada en razón a que, como ha quedado en
evidencia durante la investigación preparatoria, la arma incautada es de fogueo.
DETERMINACIÓN DE LA PENA QUE SE SOLICITA
El marco penal que el artículo 189 prevé para cada uno de los delitos de robo agravado materia de
perpetración es de una pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor de veinte años.
Precisado el marco penal abstracto, se debe explicitar el proceso de determinación de la pena a
imponer de conformidad con las reglas que el Derecho Penal peruano contempla. En tal sentido:
- En primer lugar es necesario establecer si concurre alguna causal o circunstancia que pueda oca-
sionar la modificación del marco de sanción penal inicialmente previsto, para convertirlo en el mar-
co penal concreto aplicable al caso[61].

[61] El Código Penal peruano ha establecido como causas de modificación del marco penal: la tentativa (art. 16 del CP), la concurrencia
de eximentes imperfectas (art. 21 del CP en concordancia con el art. 20 del CP), la imputabilidad relativa (art. 22 del CP), el error de
prohibición vencible (art. 14 del CP), especiales condiciones del sujeto activo (art. 46-A del CP), la reincidencia (art. 46-B del CP),
la habitualidad (art. 46-C del CP), el concurso ideal (art. 48 del CP), el delito continuado y delito masa (art. 49 del CP), el concurso
real (art. 50 del CP), el concurso real retrospectivo (art. 51 del CP). Existiendo también en el CPP 2004 una importante causa de

569
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

En este contexto, debemos señalar que en el caso materia de acusación si bien pareciera concurrir de
inicio un concurso real homogéneo, las reglas del concurso aparente de normas (a consecuencia de
la aplicación del principio de especialidad) llevan a postular –por la forma en que se han perpetrado
los dos hechos– la existencia de un solo delito continuado[62] de robo agravado (por el concurso de
personas y cometerse durante la noche).
Debido a que su judicatura desaprobó el acuerdo de terminación anticipada celebrado entre el Mi-
nisterio Público y los investigados sustentándose para ello en que no podía afirmarse la existencia
de un delito continuado porque en el presente caso existía pluralidad de agraviados; dedicaremos
algunos párrafos para explicar por qué la unidad de sujeto pasivo no constituye un requisito para la
existencia de un delito continuado. En este sentido:
El artículo 49 del Código Penal prescribe:
“Cuando varias violaciones de la misma ley penal o una de igual o semejante naturaleza hubieran
sido cometidas en el momento de la acción o en momentos diversos, con actos ejecutivos de la misma
resolución criminal, serán considerados como un solo delito continuado y se sancionarán con la pena
correspondiente al más grave. Si con dichas violaciones, el agente hubiera perjudicado a una plurali-
dad de personas, la pena será aumentada en un tercio de la máxima prevista para el delito más grave.
La aplicación de las anteriores disposiciones quedará excluida cuando resulten afectados bienes ju-
rídicos de naturaleza eminentemente personal pertenecientes a sujetos distintos”.
La doctrina entiende que la institución del delito continuado se encuentra consagrada en el primer pá-
rrafo del artículo 49 glosado. Delito continuado que puede adoptar dos configuraciones; 1) Un delito
continuado simple; o 2) un delito continuado “masa”, denominado también “colectivo”, (que tiene
lugar cuando –prescribe el código– “el agente hubiera perjudicado a una pluralidad de personas”).
Es por ello que el penalista más renombrado de la actualidad en nuestro país señala:
“El delito colectivo, regulado por el artículo 49 del Código Penal en su primer párrafo in fine, se pre-
senta como una derivación del delito continuado, lo cual debe llevar a la conclusión de que también
en el delito colectivo deben estar presentes los elementos del delito continuado. La particularidad
se encuentra en la pluralidad de personas perjudicadas”[63].
Del mismo modo, Villavicencio Terreros señala:
“La base de esta figura son los requisitos del delito continuado con la particularidad que se presente
una pluralidad de sujetos pasivos (sujeto pasivo-masa). Ejemplo: diversas estafas cometidas contra
un grupo de personas a quienes se les ofrece viviendas en urbanizaciones inexistentes”[64].
Queda claro, entonces, que sí se puede configurar un delito continuado cuando existen varios suje-
tos pasivos del delito.
Lo dicho queda en mayor evidencia cuando el párrafo final del artículo 49 señala que no se aplican
las disposiciones del delito continuado “cuando resulten afectados bienes jurídicos de naturaleza
eminentemente personal pertenecientes a sujetos distintos”.
Esto es, para que no proceda calificar los hechos como delito continuado no solo se requiere que
se trate de sujetos distintos, sino que además es imprescindible que se trate de bienes jurídicos

modificación del marco penal, prevista en el artículo 161, cuando se le concede a la confesión sincera y espontánea la posibilidad
de ampliar el marco penal hacia abajo.
[62] El delito continuado “permite una ficción para rehuir de las reglas del concurso de delitos” (GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho
Penal económico. Parte general. Segunda edición, Grijley, Lima, 2007, p. 864). En el mismo sentido VILLAVICENCIO TERRE-
ROS, Felipe. Derecho Penal. Parte general. Grijley, Lima, 2005, p. 688 (“El delito continuado supone una pluralidad de realiza-
ciones típicas y, por ende, de concurso de delitos”).
[63] GARCÍA CAVERO, P. Derecho Penal económico. p. 872.
[64] VILLAVICENCIO TERREROS, F. Derecho Penal. p. 695.

570
Decisiones fiscales

de naturaleza eminentemente personal. Es esta conjunción lo que hace que no se pueda aplicar
las reglas del delito continuado.
Como refiere García Cavero[65]:
“En caso de bienes jurídicos altamente personales (vida, integridad corporal y libertad), se requiere
además la identidad del sujeto”.
En el mismo sentido, refiere Peña Cabrera:
“Del último párrafo del artículo en mención se desprende que no se aplicará el delito continuado
cuando resulten afectados bienes jurídicos de naturaleza eminentemente personal, pertene-
cientes a sujetos distintos”[66].
En el caso materia de la presente acusación, los bienes jurídicos afectados no tienen naturaleza emi-
nentemente personal, consecuentemente, a pesar de existir pluralidad de agraviados, no existe nin-
gún impedimento para recurrir a las reglas del delito continuado.
Es de resaltar que cuando el juzgador desaprobó el acuerdo a que habían arribado el fiscal y los in-
vestigados en el procedimiento especial de terminación anticipada, refirió que lo hacía basándose
en lo que ilustran los profesores Hurtado Pozo, Peña Cabrera y Villavicencio Terreros, quienes con-
siderarían –a decir del juzgador– que no procede hablar de delito continuado cuando existe plura-
lidad de agraviados.
Pero es del caso que Hurtado Pozo no hace en ningún momento la afirmación por la cual el juz-
gador le cita al fundamentar su resolución desaprobatoria. Este autor señala como requisitos para
afirmar la existencia de un delito continuado, la necesidad de verificar factores objetivos y subjeti-
vos; expresando:
“Los factores objetivos son la pluralidad de acciones, la pluralidad de violaciones de la misma ley
o de igual o semejante naturaleza y el contexto temporal de realización de las acciones. De carácter
subjetivo es la unidad de resolución criminal”[67].
En el mismo sentido, Villavicencio Terreros ha señalado:
“En nuestra legislación penal el artículo 49 acepta como elementos del delito continuado: circuns-
tancias de naturaleza subjetiva y objetiva: son de naturaleza objetiva: la pluralidad de acciones la
pluralidad de violaciones de la mismas ley, el contexto temporal de la realización de las acciones.
Son de carácter subjetivo: la unidad de la resolución criminal”[68].
Puede haber sido quizás malentendido Villavicencio Terreros, cuando señala:
“a.4. Unidad o pluralidad del sujeto pasivo
Se admitirá la continuación cuando se lesione al mismo titular o sujeto pasivo en el caso de los de-
litos que afectan bienes jurídicos altamente personales (v. gr. violación, lesiones, secuestro).
Por el contrario, no se admite delito continuado cuando los actos parciales inciden sobre diferentes
sujetos pasivos. Ejemplo: homicidio de distintas personas, violación de distintas mujeres. También
es diferente el caso de una generalidad de sujetos pasivos que caracteriza el delito masa”[69].
Pero de una lectura cuidadosa del párrafo glosado se puede inferir fácilmente que Villavicencio Terreros
se refiere a los supuestos en que se lesionen bienes jurídicos altamente personales (de ahí que
utilice en sus ejemplos la violación, las lesiones y el secuestro), en cuyos casos, tal como dispone

[65] GARCÍA CAVERO, P. Derecho Penal económico. p. 866.


[66] PEÑA CABRERA, Raúl. Tratado de Derecho Penal, Estudio Programático de la Parte General. Tercera edición, Grijley, Lima,
1997, p. 546.
[67] HURTADO POZO, José. Manual de Derecho Penal, Parte general I. Tercera edición, Grijley, Lima, 2005, p. 946.
[68] VILLAVICENCIO TERREROS, F. Derecho Penal. p. 689.
[69] VILLAVICENCIO TERREROS, F. Derecho Penal. p. 692.

571
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

el párrafo final del artículo 49, efectivamente no cabe aplicar las reglas del delito continuado
cuando existe pluralidad de agraviados.
Por su parte, si recordamos que Peña Cabrera sostiene en el desarrollo de su libro (página 546):
“Del último párrafo del artículo en mención se desprende que no se aplicará el delito continuado
cuando resulten afectados bienes jurídicos de naturaleza eminentemente personal, pertene-
cientes a sujetos distintos”.
Se debe tener por un error (no hay otra explicación para una contradicción tan grosera) lo que des-
pués sostiene (pág. 548), de que:
“Las diversas acciones con la misma resolución criminal deben lesionar el mismo bien jurídico.
No hay delito continuado cuando se lesiona bienes jurídicos de distintos titulares”.
Debemos concluir, entonces, que en el caso materia de la presente acusación nos encontramos ante
un delito continuado.
Nos queda únicamente determinar si nos encontramos ante un delito continuado simple o un delito
continuado masa o colectivo.
En este sentido, si como refiere la doctrina penal de manera absolutamente mayoritaria “la creación
del delito masa responde a la necesidad de imponer una pena de cierta gravedad a los denominados
fraudes colectivos”[70].
Por eso es que Peña-Cabrera Freyre refiere:
“Las acciones como tal, que dan lugar a una pluralidad de infracción normativa, deben dirigirse
a la obtención del resultado lesivo esperado, de perjudicar a un gran número de personas”[71].
No habiendo existido en los hechos materia de acusación una pluralidad significativa de agraviados
es que no resulta procedente aplicar los efectos del delito masa, debiendo darse el tratamiento que
corresponde al delito continuado simple; quedando, por tanto, el marco penal concretado en una
pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor de veinte años.
- Determinado el marco penal concreto es necesario, dentro de sus limites cuantificar la pena que
los hechos delictivos materia de comisión merecen imponer.
En el presente caso, si bien los acusados se han apoderado de dos vehículos taxis, habiendo perpe-
trado su ilícito en grupo y con la ventaja que da la oscuridad, dado que no concurren circunstancias
que hagan especialmente grave el hecho (dentro de la escala de gravedad que fija el legislador para
los delitos de robo agravado), pues para realizar la amenaza se utilizó una arma de juguete y en nin-
gún momento se ha ejercido violencia física relevante contra los agraviados, sino que los acusados
se limitaban a reducirlos y pasarlos al asiento trasero, para luego abandonarlos en lugares desiertos;
la pena que responde a la exigencia de proporcionalidad con la culpabilidad del sujeto en el hecho
resulta siendo la de 15 años de pena privativa de libertad, que es la media que ha previsto el legisla-
dor para los casos en que no concurren circunstancias significativas de agravación o atenuación del
delito, dado que la concurrencia de dos agravantes (realización en grupo y durante la noche) y dos
hechos criminales (robo de dos taxis) se encuentra compensada por la aceptación que desde un pri-
mer momento han hecho los acusados de su hecho criminal, habiendo incluso el acusado Víctor Nino
Urquiza Cotrina proporcionado información valiosa para la intervención de sus otros dos coacusados.
DETERMINACIÓN DE REPARACIÓN CIVIL QUE SE SOLICITA
El artículo 93 del Código Penal prescribe:
“La reparación comprende:

[70] Por todos: VILLAVICENCIO TERREROS, F. Derecho Penal, p. 695.


[71] PEÑA-CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Derecho Penal. Parte general. Segunda edición, Rodhas, Lima, 2007, p. 652.

572
Decisiones fiscales

1. La restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor; y


2. La indemnización de los daños y perjuicios”.
En el caso materia de acusación, los vehículos fueron recuperados –sin que se hayan evidenciado
daños en los mismos– a las pocas horas de haber sido robados por los encartados; debiendo, por
tanto, referirse la reparación solo a la indemnización de daños y perjuicios a consecuencia del robo
de que fueron objeto las personas de Lindon Leynton Flores Palacios y José Luis Rafael Reyes, in-
demnización que se encuentra integrada por los gastos y tiempo que se tuvo que realizar y emplear
para encontrar a los vehículos de placa de rodaje CD 6915 y SD 4526; así como por el daño moral
que sufrieron los conductores al ser objeto de amenazas.
Considerando el representante del Ministerio Público que resulta proporcionado al daño producido
la suma de mil nuevos soles para cada uno de los propietarios de los vehículos de placa de rodaje
CD 6915 y SD 4526; señores Lindon Flores Palacios y Carlile Valmes Cruz Salinas, cifra que deberá
ser cancelada por los acusados de manera solidaria; del mismo modo que se deberá fijar la suma de
quinientos nuevos soles a favor del conductor del vehículo de placa de rodaje SD 4526, señor José
Luis Rafael Reyes, cifra que también deberá ser cancelada por los acusados de manera solidaria.
MEDIOS DE PRUEBA PARA SER ACTUADOS EN JUICIO
Las declaraciones testimoniales de:
- Lindon Leyton Flores Palacios; identificado con DNI 18066677; con dirección domiciliaria en la ca-
lle Avelino Cáceres N° 121, Vista Alegre - Distrito de Víctor Larco Herrera; quien depondrá sobre la
forma en que los acusados se apoderaron del vehículo que conducía la noche del 13 de abril de 2007.
- Wildo Rubén Ávila Navis; identificado con DNI N° 43614221; con dirección domiciliaria en la
avenida Honorio Delgado manzana Q lote 04, urbanización El Bosque; quien depondrá acerca de
que fue el acusado Víctor Nino Urquiza Cotrina quien fue a dejar en la cochera que el cuidada los
vehículos de placa de rodaje CD 6915 y SD 4526.
- José Luis Rafael Reyes; identificado con DNI N° 41133269; con dirección domiciliaria en la calle
Progreso manzana 3 lote 4 Distrito de Florencia de Mora; quien depondrá sobre la forma en que los
acusados se apoderaron del vehículo que conducía la madrugada del 14 de abril de 2007.
- SOS PNP Martín Luis Vega Ruiz; identificado con CIP N° 30138156; con dirección domiciliaria
en jirón Tumbes N° 37 Distrito de Buenos Aires; quien depondrá sobre la forma en que intervinieron
al investigado Víctor Nino Urquiza a bordo del vehículo de placa de rodaje SD 4526, ingresando a
guardarlo en el mismo lugar en que previamente había guardado el vehículo de placa de rodaje CD
6915; del mismo modo que respecto de la forma en que –por indicación de dicho acusado– intervi-
nieron a las personas de sus coacusados.
- SOB PNP Brigadier Edwin Manuel Delgado García; identificado con CIP N° 30497038; con direc-
ción domiciliaria en la avenida Buenos Aires cuadra 03 de la urbanización Sánchez Carrión; quien
depondrá sobre la forma en que intervinieron al investigado Víctor Nino Urquiza a bordo del ve-
hículo de placa de rodaje SD 4526, ingresando a guardarlo en el mismo lugar en que previamente
había guardado el vehículo de placa de rodaje CD 6915; del mismo modo que respecto de la forma
en que –por indicación de dicho acusado– intervinieron a las personas de sus coacusados.
- Capitán PNP José Orlando Vilela Ávalos; identificado con CIP N° 225060; con dirección domi-
ciliaria en Canadá N° 125, block A, departamento 201; quien depondrá sobre la forma en que in-
tervinieron al investigado Víctor Nino Urquiza a bordo del vehículo de placa de rodaje SD 4526,
ingresando a guardarlo en el mismo lugar en que previamente había guardado el vehículo de placa
de rodaje CD 6915; del mismo modo que respecto de la forma en que –por indicación de dicho acu-
sado– intervinieron a las personas de sus coacusados.

573
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Las siguientes documentales:


- El acta de recepción de la denuncia verbal interpuesta por Lindon Flores Palacios, en la que
narra como los acusados mediante amenaza se apropiaron del vehículo de placa de rodaje CD-6915
(corriente a fojas 22).
- El acta de recepción de la denuncia verbal interpuesta por José Luis Rafael Reyes, en la que
narra como los acusados mediante amenaza se apropiaron del vehículo de placa de rodaje SD-4526
(corriente a fojas 24).
- El acta policial de registro personal y comiso de droga e incautación de vehículos robados,
de fecha 14 de abril de 2007, que narra la forma en que es intervenido el acusado Víctor Nino
Urquiza Cotrina en circunstancias en que guardaba el vehículo de placa de rodaje SD-4526 en la
cochera ubicada en la avenida Honorio Delgado Manzana Q Lote 4, encontrándose además en dicha
cochera el vehículo de placa de rodaje CD-6915 (corriente a fojas 34-35).
- El acta policial de registro personal, comiso de droga e incautación de arma de fuego in situ
realizada a Carlos Alberto Alvarado Huamán, de fecha 14 de abril de 2007, levantada en la in-
tersección de las avenidas América y Vallejo; encontrándose en el lado derecho de su cintura un re-
volver plateado color blanco sin cacha, forrado en la parte posterior con cinta color blanco, marca
agente 007. Debiendo precisarse que se llegó hasta dicho lugar por la información que proporcionó
el acusado Víctor Nino Urquiza Cotrina de que ahí le estaban esperando los coautores de los robos
de los vehículos de placa de rodaje SD-4526 y CD-6915 (corriente a fojas 36-37).
- El acta policial de registro personal, comiso de droga e incautación de documentos realizada
a Dante Ramos Chacón, de fecha 14 de abril de 2007, levantada en la intersección de las aveni-
das América y Vallejo; encontrándose en su poder la tarjeta de propiedad del vehículo de placa de
rodaje SD-4526 (corriente a fojas 38-39).
- El acta policial de verificación en la cochera ubicada en la avenida Honorio Delgado Man-
zana Q Lote 4 (su fecha 14 de abril de 2007) de la presencia de los vehículos de placa de rodaje
SD-4526 y CD-6915, que según versión del guardián Wilson Rubén Ávila Navis fueron ingresados
por el acusado Victor Nino Urquiza Cotrina (corriente a fojas 40).
- El acta de reconocimiento de persona, de fecha 14 de abril de 2007, que da cuenta de la dili-
gencia en que el agraviado José Luis Rafael Reyes reconoce a Víctor Nino Urquiza Cotrina como
quien condujo el vehículo después que le redujeron; a Carlos Alberto Alvarado Huamán como quien
le apuntó con un arma de fuego a la altura de la sien y le dijo ya perdiste, pasándolo al asiento poste-
rior y diciéndole que no se levante si no quería morir; y a Dante Ramos Chacón como quien le sacó
sus documentos personales y conjuntamente con los otros le llevaron para abandonarle por unos ca-
ñaverales de Buenos Aires (corriente a fojas 44-45).
- El acta policial de recepción de documentos, de fecha 14 de octubre de 2007, mediante la cual
la conviviente (el acusado la reconoce como tal al dar su declaración) de Víctor Nino Urquiza Co-
trina, la señora María Elena Ulloa Zavaleta entrega a la policía la tarjeta de propiedad del vehículo
de placa de rodaje CD 6915, así como el SOAT y la tarjeta de circulación, conjuntamente con la li-
cencia de conducir de Lyndon Leyton Flores Palacios (corriente a fojas 48).
POR LO EXPUESTO:
FORMULO ACUSACIÓN contra las personas de VÍCTOR NINO URQUIZA COTRINA;
DANTE RAMOS CHACÓN Y CARLOS ALBERTO ALVARADO HUAMÁN por la comisión
en calidad de COAUTORES DEL DELITO CONTINUADO DE ROBO AGRAVADO (POR
EL CONCURSO DE PERSONAS Y HABERSE PERPRETADO DURANTE LA NOCHE)
PREVISTO EN LOS INCISOS 2 Y 4 DEL ARTÍCULO 189 DEL CÓDIGO PENAL; solici-
tando que se les imponga una PENA DE QUINCE AÑOS DE PRIVACIÓN DE LIBERTAD y
se les obligue al pago de una reparación civil de MIL NUEVOS SOLES A FAVOR DE LINDON

574
Decisiones fiscales

LEYNTON FLORES PALACIOS; DE MIL NUEVOS SOLES A FAVOR DE CARLILE VAL-


MES CRUZ SALINAS y DE QUINIENTOS NUEVOS SOLES A FAVOR DE JOSÉ LUIS RA-
FAEL REYES, CIFRAS QUE DEBERÁN SER CANCELADA POR LOS ACUSADOS DE
MANERA SOLIDARIA.
OTROSÍ DIGO: Los acusados se encuentra sometidos a la medida de coerción de prisión preventiva.
ANEXO: Fichas Reniec de los acusados
Trujillo, noviembre de 2007
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Trujillo

049 DETERMINACIÓN DE LA REPARACIÓN CIVIL EN FUNCIÓN DE CRITERIOS


OBJETIVOS
“DETERMINACIÓN DE REPARACIÓN CIVIL QUE SE SOLICITA
El artículo 93 del Código Penal prescribe:
‘La reparación comprende:
1. La restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor; y
2. La indemnización de los daños y perjuicios’.
Es en este contexto que se debe requerir un monto de reparación civil que
sea proporcional al daño que se ha causado al patrimonio de la Municipalidad
Distrital de Guadalupe. De esta manera:
Respecto del primer hecho referido a que se otorgó de forma indebida la bue-
na pro del Concurso Público N° 001-2008-MDG ascendiendo a 656,200.00
(seiscientos cincuenta y seis mil doscientos) nuevos soles el monto de lo con-
tratado; debe fijarse una reparación civil ascendente al 10 % de dicho mon-
to que es la ganancia indebidamente obtenida por los contratistas, esto es
65,620.00 nuevos soles; a lo que debe sumarse el 100 % a razón de 2 %
mensual de cada mes de los por lo menos cincuenta meses –hasta el mo-
mento de la sentencia– que los contratistas tuvieron en su poder la referida
ganancia indebida lo que hace una reparación civil total de 131,240.00 nue-
vos soles que deberán pagar solidariamente las personas de Juan Segundo
Ramos Castañeda, Franco Ricardo Abanto Rodríguez, Julio Carlo Omar
Ahumada Fernández, Manuel Luciano Carranza Ibáñez, César Alberto Vera
Alvarado a favor del Estado representado por la Procuraduría Especializada
Anticorrupción.
Respecto del segundo hecho referido a la ilegal ampliación del plazo que
generó que la Municipalidad Distrital de Guadalupe omita aplicar al contra-
tista la penalidad ascendente a la suma de 65 620.00 nuevos soles a lo que
debe adicionarse el 100 % a razón de 2 % mensual de cada mes de los por
lo menos cincuenta meses –hasta el momento de la sentencia– que se ha
producido el mencionado daño al patrimonio del Estado lo que hace una
reparación civil total de 131,240.00 nuevos soles que deberán pagar solida-
riamente las personas de Edwin Eric Mora Castillo, Manuel Luciano Carranza
Ibáñez, César Alberto Vera Alvarado, Carlos Alberto Chuquilín Cabanillas,
Juan Ramos Castañeda y Franco Ricardo Abanto Rodríguez a favor del Estado
representado por la Procuraduría Especializada Anticorrupción”.

575
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Especialista: Laurent Amaya Mego


Expediente N° 09-2012
Carpeta Fiscal N° 148-2011
Escrito:
REQUERIMIENTO ACUSATORIO
SEÑORA JUEZ DEL JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE LA PRO-
VINCIA DE PACASMAYO
CONSTANTE CARLOS ÁVALOS RODRÍGUEZ, coordinador de la Fiscalía Provincial Penal
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de La Libertad, con domicilio
procesal en la esquina de las avenidas Nazareth con Carrión, sexto piso - oficina 602, ante usted digo:
De conformidad con el artículos 349 del CPP 2004, procedo a formular acusación; la que deberá
entenderse en los siguientes términos:
ACUSADOS
JUAN SEGUNDO RAMOS CASTAÑEDA, con DNI N° 19242088, de 52 años de edad, natural
de Pueblo Nuevo-Chepén, estado civil soltero, hijo Juan José y María Etelvina, nacido el 19 de ju-
lio de 1960, de 1.64 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
FRANCO RICARDO ABANTO RODRÍGUEZ, con DNI N° 19261418, de 34 años de edad, na-
tural de Pacasmayo, estado civil soltero, hijo José y Renelda, nacido el 12 de marzo de 1978, de
1.72 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
JULIO CARLO OMAR AHUMADA FERNÁNDEZ, con DNI N° 19261248, de 34 años de edad,
natural de Guadalupe-Pacasmayo, estado civil soltero, hijo Julio y María, nacido el 17 de abril de
1978, de 1.72 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
MANUEL LUCIANO CARRANZA IBÁÑEZ, con DNI N° 17831882, de 52 años de edad, natural
de Trujillo, estado civil soltero, hijo Andrés y Rosa, nacido el 5 de agosto de 1959, de 1.73 metros
de estatura (se acompaña ficha Reniec).
CÉSAR ALBERTO VERA ALVARADO, con DNI N° 18022232, de 40 años de edad, natural de
Paiján- Ascope, estado civil soltero, hijo Carlos y Olga, nacido el 28 de abril de 1972, de 1.72 me-
tros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
EDWIN ERIC MORA CASTILLO, con DNI N° 09875721, de 62 años de edad, natural de Gua-
dalupe-Pacasmayo, estado civil casado, hijo Dolinbran y Marina, nacido el 24 de julio de 1950, de
1.75 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
CARLOS ALBERTO CHUQUILÍN CABANILLAS, con DNI N° 18179142, de 46 años de edad,
natural de San Luis-San Pablo-Cajamarca, estado civil soltero, hijo Aurelio y Bremilda, nacido el
22 de enero de 1966, de 1.68 metros de estatura (se acompaña ficha Reniec).
HECHOS MATERIA DE IMPUTACIÓN
Primer hecho
El ingeniero Manuel Luciano Carranza Ibáñez elaboró y suscribió como persona natural el perfil del
Proyecto de Agua Potable y Alcantarillado de la localidad de Guadalupe - Pacasmayo - La Libertad
otorgado por Adjudicación Directa Selectiva N° 002-2007-MDG y, posteriormente, pese a que la
Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado se lo impedía, a través del Consorcio Guadalupe,
participó como único postor del Concurso Público N° 001-2008-MDG, convocado por la Munici-
palidad Distrital de Guadalupe para elaborar el Expediente Técnico del mismo Proyecto, siendo de-
clarado ganador de la buena pro y suscribiendo con el Gerente Municipal Manuel Gaspar Gamarra
Álvarez el contrato de servicios de fecha 14 de marzo de 2008 por la suma de S/. 656,200.00 (seis-
cientos cincuenta y seis mil doscientos) nuevos soles.

576
Decisiones fiscales

El proceso de selección del Concurso Público N° 001-2008-MDG fue realizado por el Comité Espe-
cial Permanente conformado por Juan Segundo Ramos Castañeda, Franco Ricardo Abanto Rodríguez
y Julio Carlo Omar Ahumada Fernández, quienes pese a tener conocimiento que Manuel Luciano
Carranza Ibáñez había elaborado el perfil del proyecto, indebidamente, con fecha 21 de febrero de
2008 otorgaron la buena pro –comunicada mediante Oficio N° 01-2008-MDG/CEP– a Consorcio
Guadalupe que era conformado y, además, expresamente representado por Carranza Ibáñez; cuando
lo que se debió hacer era declarar desierto el proceso al tener por no presentada la propuesta técni-
ca y económica al hallarse impedido dicho ingeniero de participar en el proceso, de conformidad al
literal h) del artículo 9 de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, que señala expre-
samente que está impedido de ser postor y/o contratista la persona natural o jurídica que ha parti-
cipado en la elaboración de los estudios o información técnica previa que da origen al proceso de
selección y sirve de base para el objeto del contrato.
Esto ha ocurrido no obstante que las personas de Juan Segundo Ramos Castañeda y Franco Ricardo
Abanto Rodríguez han participado como miembros del Comité Especial en la Adjudicación Directa
Selectiva N° 002-2007-MDG y que, además, Consorcio Guadalupe adjuntara a su Propuesta Téc-
nica presentada en el Concurso Público N° 001-2008-MDG, para sustentar la experiencia de sus
servicios de consultoría, el contrato para la elaboración del estudio de preinversión a nivel de perfil
con contenido mínimo según R.M. N° 559-2006-EF/15 del Proyecto Mejoramiento del Servicio de
Agua Potable y Alcantarillado de la Localidad de Guadalupe - Pacasmayo - La Libertad de fecha 5
de septiembre de 2007 por S/. 98,820.00 nuevos soles que fue suscrito entre el alcalde de la Muni-
cipalidad Distrital de Guadalupe, Edwin Eric Mora Castillo, y el ingeniero Manuel Luciano Carran-
za Ibáñez para la elaboración del Perfil del mismo proyecto; contrato que aparece visado por Juan
Segundo Ramos Castañeda y Franco Ricardo Abanto Rodríguez; habiéndose adjuntado además a
dicha propuesta el certificado de conformidad del servicio emitido.
No solo lo dicho, sino que el Comité Especial Permanente conformado por Juan Segundo Ramos
Castañeda, Franco Ricardo Abanto Rodríguez y Julio Carlo Omar Ahumada Fernández aceptó como
válida la propuesta técnica y otorgó la buena pro a Consorcio Guadalupe en el referido Concurso
Público N° 001-2008-MDG a pesar que el otro de los consorciados César Alberto Vera Alvarado se
encontraba inscrito en el Registro Nacional de Proveedores - Capítulo de Consultores de Obras en
la especialidad de “consultoría en obras menores”; por lo que solo podía participar en adjudicacio-
nes directas selectivas y de menor cuantía, más no en concursos públicos; con lo que sea infringido
el artículo 37 de la Ley de Contrataciones.
Esto ha ocurrido no obstante que el certificado de inscripción en el Registro Nacional de Proveedo-
res de fecha 11 de abril de 2007 emitido nombre de César Alberto Vera Alvarado adjunto a la Pro-
puesta Técnica presentada al Concurso por Consorcio Guadalupe se aprecia claramente que el ci-
tado profesional se encuentra inscrito en el capítulo de Consultores de Obras en la especialidad de
“Consultoría en Obras Menores”.
Debe señalarse que el numeral 6.12 de la Directiva N° 003-2003/CONSUCODE/PRE - “Disposi-
ciones Complementarias para la participación de postores en Consorcio en las contrataciones y ad-
quisiciones del Estado” aprobada por Resolución N° 063-2003-CONSUCODE/PRE establece: “Si
uno de los integrantes del Consorcio se encontrase impedido de ser postor o contratista de acuerdo
a lo dispuesto por el artículo 9 de la Ley, la propuesta se tendrá por no presentada, bajo responsa-
bilidad del comité especial. El incumplimiento de lo señalado conlleva la nulidad del proceso y la
responsabilidad de los funcionarios y autoridades intervinientes. Los contratos celebrados en contra-
vención de lo dispuesto en la citada disposición son nulos sin perjuicio de las acciones a que habría
lugar”; siendo que dicha directiva se consigna en el literal e) del acápite Documentos Obligatorios
del numeral 2.8.2.1. Sobre N° 1 - Propuesta Técnica de las Bases Administrativas del Concurso Pú-
blico N° 001-2008-MDG, lo que denota su conocimiento.

577
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Segundo hecho
De conformidad con lo dispuesto en el acápite VII Metodología de Trabajo, del capítulo IV Términos
de Referencia de las Bases del Concurso Público N° 001-2008-MDG, le correspondía al Consultor
elaborar el Expediente Técnico del Proyecto Desarrollar el P.E.A. (Proyecto de Evaluación Arqueo-
lógica) para obtener el C.I.R.A. (Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos), entre otros.
Asimismo, de acuerdo con lo dispuesto en el acápite XI Plazo de Ejecución, del capítulo IV Térmi-
nos de Referencia, de las citadas bases –que forman parte del contrato suscrito el 14 de marzo de
2008– el plazo total para la presentación del informe final del servicio era de cuarenta y cinco días
calendarios; por lo que la presentación del citado expediente debió efectuarse el 28 de abril de 2008.
No obstante, Consorcio Guadalupe solicitó al ingeniero Carlos Alberto Chuquilín Cabanillas, Super-
visor del Expediente Técnico, una ampliación del plazo argumentando demora en la aprobación de
los informes por parte del Instituto Nacional de Cultura; lo que originó la Carta N° 019-2008-CHC/C
remitida por dicho ingeniero al alcalde de la Municipalidad Distrital de Guadalupe señalando que
el Consorcio ha adjuntado a su carta N° 204-2008-CG/MCI de solicitud de ampliación la documen-
tación sustentatoria requerida.
El pedido en mención fue evaluado por el jefe de la División de Desarrollo Territorial y Medio Am-
biente, Juan Ramos Castañeda, el que por Informe N° 323-2008-D.D.T.M.A./MDG de fecha 28 de
abril de 2008 comunica al alcalde Edwin Eric Mora Castillo sobre la ampliación del plazo que esta-
ba pidiendo Consorcio Guadalupe, derivándose a la Gerencia de Asesoría Jurídica a cargo de Fran-
co Ricardo Abanto Rodríguez, quien viso –además que la visó Ramos Castañeda– la Resolución de
Alcaldía N° 526-2008-MDG/A de 29 de abril de 2008 otorgando indebidamente Mora Castillo la
ampliación del plazo del servicio de consultoría al consorcio por treinta días calendario adicionales.
Es de señalar que el indicado Mora Castillo conocía perfectamente las bases, pues fueron aprobadas
por su persona en su condición de alcalde de la Municipalidad Distrital de Guadalupe.
Pero, ocurre que la ampliación del plazo carece de sustento legal –contraviniendo el artículo 42 de
la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado– puesto que no se sustentó en atrasos y/o pa-
ralizaciones ajenos a la voluntad del contratista, atrasos en el cumplimiento de sus prestaciones por
causas atribuibles a la entidad contratante, o a un caso fortuito o fuerza mayor, mucho menos cum-
plió con documentar su pedido de ampliación de plazo.
Las indagaciones realizadas por Contraloría han permitido determinar que los supuestos trámites en
el Instituto Nacional de Cultura que fueron el sustento del pedido de ampliación, en la fecha en que
fue solicitada esta ni siquiera se habían iniciado, conforme se aprecia del Oficio N° 961-2009-DR-
CLL/INC del 17 de agosto de 2009 de la Dirección Regional de Cultura de La Libertad, del Oficio
N° 2879-2009-DA/DREPH/INC de 28 de agosto de 2009 y de la Resolución Directoral Nacional
N° 1594 del 04 de noviembre de 2008 de las cuales se advierte que el trámite para la aprobación del
INC del Proyecto de Evaluación Arqueológica se presentó recién el 12 de mayo de 2008 por el Con-
sorcio Guadalupe; lo que deja claro que no encuentra sustento el argumento señalado en la solicitud
de ampliación y por el supervisor de la elaboración del expediente técnico, pues dicha ampliación
se solicitaba por la demora en la aprobación de los informes ante el Instituto Nacional de Cultura.
Esta ampliación fraudulenta generó que la Municipalidad Distrital de Guadalupe omita aplicar al
contratista las penalidades correspondientes a la entrega fuera de plazo del servicio contratado as-
cendente a la suma de 65 620.00 nuevo soles de conformidad con la cláusula décimo segunda del
contrato de servicios del 14 de marzo de 2008.
No solo lo dicho, sino que al expediente técnico se le hicieron observaciones que fueron comuni-
cadas al alcalde de la Municipalidad de Guadalupe mediante Carta N° 031-2008-CHC/C de fecha
17 de junio de 2008 y recibida el 19 de junio de 2008; y comunicadas al Consorcio Guadalupe con
fecha 26 de junio de 2009; las que fueron subsanadas y el expediente fue entregado finalmente en

578
Decisiones fiscales

conformidad a la Municipalidad Distrital de Guadalupe mediante Carta N° 215-2008-CG/MCI recién


el 04 de septiembre de 2008, cuando el artículo 233 del Reglamento de la Ley de Contrataciones y
Adquisiciones señala que el plazo pertinente no podrá ser menor de 02 días ni exceder de 10 días y
que si “pese al plazo otorgado, el contratista no cumpliese a cabalidad con la subsanación, la entidad
podrá resolver el contrato, sin perjuicio de aplicar las penalidades que correspondan”; incluso en las
bases se puede apreciar que si existiera observaciones por parte de la municipalidad al informe final,
el consultor tiene quince días calendario para subsanar dichas observaciones.
Todo lo dicho, generó que no se hiciera cobro de la penalidad del 10 % retenido al Consorcio Gua-
dalupe en calidad de garantía y se procediera a la devolución del dinero.
ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
· El Informe Especial N° 213-2011-CG/ORTR-EE - Examen Especial a la Municipalidad Distri-
tal de Guadalupe, Provincia de Pacasmayo, La Libertad - “Irregularidades en el Proceso de Se-
lección para Proyecto de Agua Potable” Periodo 01 de enero de 2008 a 31 de diciembre de
2008 (y sus anexos).
· Copia de la Carta N° 032-MCI-CONSUL del 04 de septiembre del 2007 del Ing. civil Manuel
Carranza Ibáñez, en el cual hace llegar el certificado original de habilitación del colegio de inge-
nieros del personal asignado al servicio de la ADS N° 002-2007-MDG-CEP Mejoramiento del
servicio de agua potable y alcantarillado de la localidad de Guadalupe, provincia de Pacasmayo-
La Libertad, que corre a fojas 4857.
· Copia de la Carta N° 001-2008-CG del 04 de marzo de 2008 del representante legal del consor-
cio Guadalupe Ing. Manuel Luciano Carranza Ibáñez, en la cual hace alcanzar el certificado de
habilidad de los profesionales asignados a desarrollar el servicio de consultoría: proyecto de agua
potable y alcantarillado de la localidad de Guadalupe-Pacasmayo-La Libertad, que corre a fojas
4864.
· Memorando N° 066-2012/SIR/FPP del 20 de enero de 2012 de la Subdirección de Información
Registral del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado en la cual informa que
Víctor Hermes Ibáñez Olivares, Caduce Consultores S.A., Aquatem Ingenieros S.A., Serconsult
S.A., Paradizo Contratistas y servicios generales no se encuentran inscritos en el RNP, que corre
de fojas 5135 a 5136.
· Carta N° 007-2012-GAJ/MDG –y anexos–, del 9 de febrero de 2012, en el cual la Municipali-
dad Distrital de Guadalupe remite el Expediente del proceso de selección del Concurso Público
N° 001-2008-MDG en sus diversas etapas de fojas 5261 a 5865.
· Las bases del Concurso Público N° 001-2008-MDG y propuesta de Consorcio Guadalupe.
· El contrato del Concurso Público N° 001-2008-MDG.
· Copias Certificadas del Informe N° 005-2012-ST/MDG –y anexos–, del 8 de febrero de 2012,
en el cual hace llegar copias de los comprobantes de pago.
· Copia del Memorando N° 094-2012/DTN-AEO del 31 de enero de 2012 de la dirección técnico
normativo del organismo superior de las contrataciones del Estado, en el que se informa que las
consultas telefónicas hechas sobre normativa de adquisiciones y contrataciones del Estado en el
periodo de los hechos materia de acusación eran absueltas en términos genéricos y sin hacer alu-
sión a asuntos concretos o específicos, que corre a foja 6056.
· Copia de Memorando N° 488-2012/DTN del 20 de junio de 2012 de la dirección técnico norma-
tiva del organismo supervisor de las contrataciones del Estado, en el cual absuelve nuestra con-
sulta sobre la contratación consecutiva materia de la presente acusación, señalando que ello es
ilegal, que corre a fojas 6216.

579
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

· Copia de la Opinión N° 114-2005/GTN del 21 de octubre de 2005 del organismo de supervisor


de las contrataciones del Estado, en la cual concluye también en contra de la legalidad de la con-
tratación consecutiva materia de la presente acusación, que corre de fojas 6217 a 6221.
· Copia de la Opinión N° 056-2006/GTN del 4 de julio de 2006 del organismo de supervisor de
las contrataciones del Estado, en la cual concluye también en contra de la legalidad de la contra-
tación consecutiva materia de la presente acusación, que corre de fojas 6222 a 6226.
· El Perfil del Proyecto de Agua Potable y Alcantarillado de la localidad de Guadalupe - Pacasma-
yo - La Libertad.
· El contrato de la Adjudicación Directa Selectiva N° 002-2007-MDG.
· La Carta N° 019-2008-CHC/C remitida al alcalde de la Municipalidad Distrital de Guadalupe
señalando que el Consorcio ha adjuntado a su carta N° 204-2008-CG/MCI de solicitud de am-
pliación la documentación sustentatoria requerida.
· Informe N° 323-2008-D.D.T.M.A./MDG de fecha 28 de abril de 2008 que comunica al alcalde
Edwin Eric Mora Castillo sobre la ampliación del plazo que estaba pidiendo Consorcio Guadalupe.
· La Resolución de Alcaldía N° 526-2008-MDG/A de 29 de abril de 2008 otorgando indebidamen-
te la ampliación del plazo del servicio de consultoría al Consorcio.
· El Oficio N° 961-2009-DRCLL/INC del 17 de agosto de 2009 de la Dirección Regional de Cul-
tura de La Libertad, el Oficio N° 2879-2009-DA/DREPH/INC de 28 de agosto de 2009 y la Re-
solución Directoral Nacional N° 1594 del 4 de noviembre de 2008 de las cuales se advierte que
el trámite para la aprobación del INC del Proyecto de Evaluación Arqueológica se presentó re-
cién el 12 de mayo de 2008 por el Consorcio Guadalupe.
PARTICIPACIÓN QUE SE ATRIBUYE A LOS IMPUTADOS
Del modo descrito ampliamente en el “primer hecho materia de imputación”, Juan Segundo Ra-
mos Castañeda, Franco Ricardo Abanto Rodríguez y Julio Carlo Omar Ahumada Fernández,
miembros del Comité Especial Permanente, se han interesado directamente en el otorgamiento de
la buena pro del Concurso Público N° 001-2008-MDG al Consorcio Guadalupe, conformado por
Manuel Luciano Carranza Ibáñez y César Alberto Vera Alvarado, a pesar que el mencionado
Consorcio no cumplía con los requisitos legales para el otorgamiento de la buena pro con que fue
indebidamente beneficiado.
Del modo descrito ampliamente en el “segundo hecho materia de imputación”, Edwin Eric Mora
Castillo ha concertado Manuel Luciano Carranza Ibáñez y César Alberto Vera Alvarado para
que de modo ilegal, carente de fundamento y sin la menor acreditación documentaria o probatoria,
conceda una ampliación, de plazo a Consorcio Guadalupe, con perjuicio para el patrimonio del Es-
tado, al no haber cobrado la penalidad que correspondía por ley.
Para lograr tal propósito, el ingeniero Carlos Alberto Chuquilín Cabanillas, supervisor del expe-
diente Técnico, remitió la Carta N° 019-2008-CHC/C al Alcalde de la Municipalidad Distrital de
Guadalupe señalando que el Consorcio ha adjuntado a su Carta N° 204-2008-CG/MCI documenta-
ción sustentatoria requerida; al ser evaluado al Juan Ramos Castañeda, jefe de la División de De-
sarrollo Territorial y Medio Ambiente, remitió el Informe N° 323-2008-D.D.T.M.A./MDG en la que
comunica al Alcalde Edwin Eric Mora Castillo sobre la ampliación del plazo que estaba pidiendo
Consorcio Guadalupe; al derivarse a Franco Ricardo Abanto Rodríguez, gerente de Asesoría Jurí-
dica, VISÓ –al igual que Juan Ramos Castañeda– la Resolución de Alcaldía N° 526-2008-MDG/A
emitida por Edwin Eric Mora Castillo en su calidad de Alcalde.
CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD
En el análisis efectuado por este representante del Ministerio Público no se verifican en el caso
concreto.

580
Decisiones fiscales

TIPO PENAL MATERIA DE IMPUTACIÓN NORMATIVA


La intervención de Juan Segundo Ramos Castañeda, Franco Ricardo Abanto Rodríguez y
Julio Carlo Omar Ahumada Fernández debe calificarse como autoría del delito de negociación
incompatible previsto en el artículo 399 del Código Penal, que prescribe: “El funcionario o servi-
dor público que indebidamente en forma directa o indirecta o por acto simulado se interesa, en
provecho propio o de tercero, por cualquier contrato u operación en que interviene por razón de
su cargo, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años e
inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 de Código Penal” en tanto en su calidad
de funcionarios públicos miembros del Comité Especial Permanente se han interesado directamente
en el otorgamiento de la buena pro del Concurso Público N° 001-2008-MDG al Consorcio Guada-
lupe, conformado por Manuel Luciano Carranza Ibáñez y César Alberto Vera Alvarado, a pesar que
el mencionado consorcio no cumplía con los requisitos legales para el otorgamiento de la buena pro
con que fue indebidamente beneficiado.
La intervención de Manuel Luciano Carranza Ibáñez y César Alberto Vera Alvarado debe cali-
ficarse como complicidad primaria (de conformidad con lo que establece el artículo 25 del Código
Penal) en el delito de negociación incompatible, en tanto han concurrido como postores sabiendo
que no cumplían con los requisitos legales y, por ende, conociendo que iban a resultar beneficiados
por los miembros del Comité Especial Permanente –en su acto interesado en beneficiarlos– con el
indebido otorgamiento de la buena pro.
La intervención de Edwin Eric Mora Castillo debe calificarse como autoría del delito de colusión
previsto en el artículo 384 del Código Penal: “El funcionario o servidor público que, en los con-
tratos, suministros, licitaciones, concurso de precios, subastas o cualquier otra operación semejan-
te en la que intervenga por razón de su cargo o comisión especial defrauda al Estado o entidad
u organismo del Estado, según ley, concertándose con los interesados en los convenios, ajustes,
liquidaciones o suministros será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni ma-
yor de quince años” (versión vigente en el momento de los hechos) en tanto de modo ilegal, como
respuesta a una solicitud carente de fundamento y sin la menor acreditación documentaria o proba-
toria, ha concedido una ampliación de plazo a Consorcio Guadalupe, con perjuicio para el patrimo-
nio del Estado, al haberse propiciado de dicho modo el no cobro de la penalidad que correspondía.
La intervención de Carlos Alberto Chuquilín Cabanillas, Juan Ramos Castañeda y Franco
Ricardo Abanto Rodríguez debe calificarse como complicidad primaria (de conformidad con lo
que establece el artículo 25 del Código Penal) en el delito de colusión en tanto han aportado con sus
pronunciamientos favorables para la ampliación del plazo para el cumplimiento del servicio; los dos
últimos incluso visando la Resolución de Alcaldía N° 526-2008-MDG/A.
La intervención de Manuel Luciano Carranza Ibáñez y César Alberto Vera Alvarado debe ca-
lificarse como complicidad primaria (de conformidad con lo que establece el artículo 25 del Códi-
go Penal) en el delito de colusión, en tanto han sido quienes se han concertado con Mora Castillo
para obtener la ilegal ampliación del plazo y de ese modo impedir el cobro de la penalidad que co-
rrespondía por ley.
DETERMINACIÓN DE LA PENA QUE SE SOLICITA
En lo que corresponde a Juan Segundo Ramos Castañeda, Franco Ricardo Abanto Rodríguez y
Julio Carlo Omar Ahumada Fernández el marco penal concreto es una pena privativa de libertad
no menor de cuatro ni mayor de seis años de pena privativa de libertad. Si como indica la doctrina
el extremo mínimo del marco penal se ha previsto para los casos de absoluta mínima gravedad y el
extremo máximo se ha previsto para los casos de absoluta máxima gravedad, encontrándose en el
punto medio aquel caso –normativamente construido– carente de agravantes o atenuantes signifi-
cativas para el que se debería imponer una pena media; lo razonable es entender que siendo el pre-
sente un caso en el que no se presentan ni relevantes circunstancias de agravación ni de atenuación

581
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

lo indicado es la imposición de la pena de 05 años de pena privativa de libertad; a lo que debe aña-
dirse la pena de 03 años de inhabilitación de conformidad con los numerales 1 y 2 del artículo 36.
En el caso de los acusados Manuel Luciano Carranza Ibáñez y César Alberto Vera Alvarado al
haber contribuido a la infracción de los deberes funcionariales de Juan Segundo Ramos Castañeda,
Franco Ricardo Abanto Rodríguez y Julio Carlo Omar Ahumada Fernández se requiere la imposición
de la sanción de 05 años de pena privativa de libertad; a lo que debe añadirse la pena de 03 años de
inhabilitación de conformidad con los numerales 1 y 2 del artículo 36.
En lo que corresponde a Edwin Eric Mora Castillo el marco penal concreto es una pena privativa
de libertad no menor de tres ni mayor de quince años de pena privativa de libertad. Si como indi-
ca la doctrina el extremo mínimo del marco penal se ha previsto para los casos de absoluta mínima
gravedad y el extremo máximo se ha previsto para los casos de absoluta máxima gravedad, encon-
trándose en el punto medio aquel caso –normativamente construido– carente de agravantes o ate-
nuantes significativas para el que se debería imponer una pena media; lo razonable es entender que
siendo el presente un caso en el que no se presentan ni relevantes circunstancias de agravación ni
de atenuación lo indicado es la imposición de la pena de 09 años de pena privativa de libertad; a lo
que debe añadirse por imperio del artículo 426 del Código Penal la pena de 03 años de inhabilita-
ción de conformidad con los numerales 1 y 2 del artículo 36.
En el caso de los acusados Carlos Alberto Chuquilín Cabanillas, Juan Ramos Castañeda y
Franco Ricardo Abanto Rodríguez dado a que si bien no tienen la calidad de autores los deberes
infringidos son de la misma naturaleza funcionarial que Edwin Eric Mora Castillo se requiere la
imposición de la sanción de 09 años de pena privativa de libertad; a lo que debe añadirse por impe-
rio del artículo 426 del Código Penal la pena de 03 años de inhabilitación de conformidad con los
numerales 1 y 2 del artículo 36.
En el caso de Manuel Luciano Carranza Ibáñez y César Alberto Vera Alvarado han contribui-
do a la infracción de los deberes funcionariales del autor y además han sido las personas que se ha
beneficiado ilícitamente con el delito, por lo que se requiere la imposición de la sanción de 09 años
de pena privativa de libertad; a lo que debe añadirse por imperio del artículo 426 del Código Penal
la pena de 03 años de inhabilitación de conformidad con los numerales 1 y 2 del artículo 36.
DETERMINACIÓN DE REPARACIÓN CIVIL QUE SE SOLICITA
El artículo 93 del Código Penal prescribe:
“La reparación comprende:
1. La restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor; y
2. La indemnización de los daños y perjuicios”.
Es en este contexto que se debe requerir un monto de reparación civil que sea proporcional al daño
que se ha causado al patrimonio de la Municipalidad Distrital de Guadalupe. De esta manera:
Respecto del primer hecho referido a que se otorgó de forma indebida la buena pro del Concurso
Público N° 001-2008-MDG ascendiendo a 656,200.00 (seiscientos cincuenta y seis mil doscientos)
nuevos soles el monto de lo contratado; debe fijarse una reparación civil ascendente al 10 % de di-
cho monto que es la ganancia indebidamente obtenida por los contratistas, esto es 65,620.00 nuevos
soles; a lo que debe sumarse el 100 % a razón de 2 % mensual de cada mes de los por lo menos cin-
cuenta meses –hasta el momento de la sentencia– que los contratistas tuvieron en su poder la referi-
da ganancia indebida lo que hace una reparación civil total de 131,240.00 nuevos soles que deberán
pagar solidariamente las personas de Juan Segundo Ramos Castañeda, Franco Ricardo Abanto Ro-
dríguez, Julio Carlo Omar Ahumada Fernández, Manuel Luciano Carranza Ibáñez, César Alberto
Vera Alvarado a favor del Estado representado por la Procuraduría Especializada Anticorrupción.
Respecto del segundo hecho referido a la ilegal ampliación del plazo que generó que la Municipa-
lidad Distrital de Guadalupe omita aplicar al contratista la penalidad ascendente a la suma de 65

582
Decisiones fiscales

620.00 nuevo soles a lo que debe adicionarse el 100 % a razón de 2 % mensual de cada mes de los
por lo menos cincuenta meses –hasta el momento de la sentencia– que se ha producido el mencio-
nado daño al patrimonio del Estado lo que hace una reparación civil total de 131,240.00 nuevos so-
les que deberán pagar solidariamente las personas de Edwin Eric Mora Castillo, Manuel Luciano
Carranza Ibáñez, César Alberto Vera Alvarado, Carlos Alberto Chuquilín Cabanillas, Juan Ramos
Castañeda y Franco Ricardo Abanto Rodríguez a favor del Estado representado por la Procuraduría
Especializada Anticorrupción.
MEDIOS DE PRUEBA PARA SER ACTUADOS EN JUICIO
Testimonial
· Gerald Luis Flores Morán auditor de la Contraloría General de la República, que será notificado
en su domicilio laboral y depondrá sobre el Informe Especial N° 213-2011-CG/ORTR-EE - Exa-
men Especial a la Municipalidad Distrital de Guadalupe, Provincia de Pacasmayo, La Libertad -
“Irregularidades en el Proceso de Selección para Proyecto de Agua Potable” Periodo 01 de enero
de 2008 a 31 de diciembre de 2008 (y sus anexos) y las irregularidades que fueron detectadas en
los hechos materia de acusación.
· Alfredo Martín Valle-Riestra Laos Especialista abogado de la Contraloría General de la Repú-
blica, que será notificado en su domicilio laboral y depondrá sobre el Informe Especial N° 213-
2011-CG/ORTR-EE - Examen Especial a la Municipalidad Distrital de Guadalupe, Provincia de
Pacasmayo, La Libertad - Irregularidades en el Proceso de Selección para Proyecto de Agua Po-
table Periodo 1 de enero de 2008 a 31 de diciembre de 2008 (y sus anexos) y las irregularidades
que fueron detectadas en los hechos materia de acusación.
Documentales
· El Informe Especial N° 213-2011-CG/ORTR-EE - examen Especial a la Municipalidad Distrital
de Guadalupe, Provincia de Pacasmayo, La Libertad - Irregularidades en el Proceso de Selec-
ción para Proyecto de Agua Potable Periodo 1 de enero de 2008 a 31 de diciembre de 2008 (y
sus anexos)
· Copia de la Carta N° 032-MCI-CONSUL del 04 de septiembre de 2007 del Ing. civil Manuel
Carranza Ibáñez, en el cual hace llegar el certificado original de habilitación del colegio de inge-
nieros del personal asignado al servicio de la ADS N° 002-2007-MDG-CEP “Mejoramiento del
servicio de agua potable y alcantarillado de la localidad de Guadalupe, provincia de Pacasmayo-
La Libertad, que corre a fojas 4857.
· Copia de la Carta N° 001-2008-CG del 4 de marzo de 2008 del representante legal del consorcio
Guadalupe Ing. Manuel Luciano Carranza Ibáñez, en la cual hace alcanzar el certificado de ha-
bilidad de los profesionales asignados a desarrollar el servicio de consultoría: proyecto de agua
potable y alcantarillado de la localidad de Guadalupe-Pacasmayo-La Libertad, que corre a fojas
4864.
· Memorando N° 066-2012/SIR/FPP del 20 de enero de 2012 de la Subdirección de Información
Registral del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado en la cual informa que
Víctor Hermes Ibáñez Olivares, Caduce Consultores S.A., Aquatem Ingenieros S.A., Serconsult
S.A., Paradizo Contratistas y servicios generales no se encuentran inscritos en el RNP, que corre
de fojas 5135 a 5136.
· Carta N° 007-2012-GAJ/MDG –y anexos–, del 9 de febrero de 2012, en el cual la Municipali-
dad Distrital de Guadalupe remite el Expediente del proceso de selección del Concurso Público
N° 001-2008-MDG en sus diversas etapas de fojas 5261 a 5865
· Las bases del Concurso Público N° 001-2008-MDG y propuesta de Consorcio Guadalupe.
· El contrato del Concurso Público N° 001-2008-MDG.

583
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

· Copias Certificadas del Informe N° 005-2012-ST/MDG –y anexos–, del 08 de febrero de 2012,


en el cual hace llegar copias de los comprobantes de pago.
· Copia del Memorando N° 094-2012/DTN-AEO del 31 de enero de 2012 de la dirección técnico
normativo del organismo superior de las contrataciones del Estado, en el que se informa que las
consultas telefónicas hechas sobre normativa de adquisiciones y contrataciones del Estado en el
periodo de los hechos materia de acusación eran absueltas en términos genéricos y sin hacer alu-
sión a asuntos concretos o específicos, que corre a foja 6056.
· Copia de Memorando N° 488-2012/DTN del 20 de junio de 2012 de la dirección técnico norma-
tiva del organismo supervisor de las contrataciones del Estado, en el cual absuelve nuestra con-
sulta sobre la contratación consecutiva materia de la presente acusación, señalando que ello es
ilegal, que corre a fojas 6216.
· Copia de la Opinión N° 114-2005/GTN del 21 de octubre de 2005 del organismo de supervisor
de las contrataciones del Estado, en la cual concluye también en contra de la legalidad de la con-
tratación consecutiva materia de la presente acusación, que corre de fojas 6217 a 6221.
· Copia de la Opinión N° 056-2006/GTN del 4 de julio de 2006 del organismo de supervisor de
las contrataciones del Estado, en la cual concluye también en contra de la legalidad de la contra-
tación consecutiva materia de la presente acusación, que corre de fojas 6222 a 6226.
· El perfil del Proyecto de Agua Potable y Alcantarillado de la localidad de Guadalupe - Pacasma-
yo - La Libertad.
· El contrato de la Adjudicación Directa Selectiva N° 002-2007-MDG.
· La Carta N° 019-2008-CHC/C remitida al alcalde de la Municipalidad Distrital de Guadalupe
señalando que el consorcio ha adjuntado a su carta N° 204-2008-CG/MCI de solicitud de am-
pliación la documentación sustentatoria requerida.
· Informe N° 323-2008-D.D.T.M.A./MDG de fecha 28 de abril de 2008 que comunica al alcalde
Edwin Eric Mora Castillo sobre la ampliación del plazo que estaba pidiendo Consorcio Guadalupe.
· La Resolución de Alcaldía N° 526-2008-MDG/A de 29 de abril de 2008 otorgando indebidamen-
te la ampliación del plazo del servicio de consultoría al Consorcio.
· El Oficio N° 961-2009-DRCLL/INC del 17 de agosto de 2009 de la Dirección Regional de Cul-
tura de La Libertad, el Oficio N° 2879-2009-DA/DREPH/INC de 28 de agosto de 2009 y la Re-
solución Directoral Nacional N° 1594 del 04 de noviembre de 2008 de las cuales se advierte que
el trámite para la aprobación del INC del Proyecto de Evaluación Arqueológica se presentó re-
cién el 12 de mayo de 2008 por el Consorcio Guadalupe.
OTROSÍ DIGO: Reitérese el requerimiento de comparecencia con restricciones en contra de los
acusados; señalando que por las razones expuestas en los fundamentos de la acusación respecto de
la plena acreditación de los hechos materia de imputación, de la gravedad de la pena probable a im-
poner en sede de sentencia condenatoria y en razón de ello, conjuntamente con la falta de reparación
espontánea del daño causado, al haberse incrementado el peligro procesal de rehuir a la acción de la
justicia; SE SOLICITA SE IMPONGA A CADA UNO DE LOS ACUSADOS LAS RESTRIC-
CIONES DEL DEBER DE CONCURRIR CADA QUINCE DÍAS A CONTROLAR SUS
ACTIVIDADES MEDIANTE LA FIRMA DEL CUADERNO RESPECTIVO Y UNA CAU-
CIÓN ASCENDENTE DE VEINTE MIL NUEVOS SOLES.
Trujillo, julio 30 de 2012
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
de La Libertad

584
Decisiones fiscales

REQUERIMIENTOS DE SOBRESEIMIENTO

050 SOBRESEIMIENTO PORQUE LA VERSIÓN INCRIMINATORIA DE LA AGRA-


VIADA NO CORROBORADA POR OTRO ELEMENTO DE CONVICCIÓN ADO-
LECE DE INCONGRUENCIA
“De los actuados en la presente investigación, conforme al Certificado Médico
N° 002236-L, se observa que efectivamente existieron signos de actos con-
tranatura antiguo y recientes en la agraviada Leonarda Navarro Yarlequé,
asimismo, presenta lesiones traumáticas como equimosis de color oscura
en cara anterior de antebrazo izquierdo y otra de color verdosa en el mus-
lo derecho; sin embargo, también es de observarse la incongruencia en las
declaraciones realizadas a nivel de Fiscalía Civil y Familia, en relación al rela-
to de los hechos, no siendo posible corroborar dicha versión de los hechos
ante la ausencia de testigos; del mismo modo, en la declaración realizada
por la agraviada en este despacho fiscal, manifiesta que lo anteriormente
declarado es falso y que si bien es cierto mantuvieron relaciones sexuales
con el imputado Jesús Cardoza Juárez el día de los hechos, no fue contra
su voluntad y mediando amenaza o violencia, por el contrario fue volunta-
rio, y que inicialmente denuncio el hecho por presión de sus hijos quienes
se oponen a su relación sentimental con el imputado. En conclusión, con
los medios probatorios recabados en la presente investigación, se observa
la sindicación de la propia agraviada contra el imputado que no ha sido co-
rroborada o sustentada con otro medio probatorio, adoleciendo de insub-
sistencia, máxime si las declaraciones realizadas por la propia agraviada, las
versiones de los hechos no resultan coherentes”.

Expediente N° : 04836-2011-0-2001-JR-PE-01
Especialista :
Caso N° : 244-2011
Fiscal a cargo : Ricardo Huancas Ronceros
REQUERIMIENTO DE SOBRESEIMIENTO
SEÑOR JUEZ DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE CATACAOS:
RICARDO HUANCAS RONCEROS, fiscal provincial de la Primera Fiscalía Provincial Penal
Corporativa de Catacaos, con domicilio procesal en el Jr. Ica N° 699, de esta ciudad; a usted con el
debido respeto digo:
I. REQUERIMIENTO FISCAL
La Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Catacaos, a tenor de lo establecido en el Ar-
tículo 344, inciso 2, literal d) del Código Procesal Penal, requiere el SOBRESEIMIENTO DE LA
CAUSA, respecto al imputado JESÚS CARDOZA JUÁREZ, por la presunta comisión del delito
de VIOLACIÓN SEXUAL, tipificado en el artículo 170 (primer párrafo) del Código Penal, en
agravio de LEONARDA NAVARRO YARLEQUÉ.

585
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

II. ANTECEDENTES
Fluye de los actuados remitidos por la Fiscalía Civil y Familia de Catacaos, que con fecha 06 de di-
ciembre de 2010, se presentó ante la Comisaría de La Arena, la señora Leonarda Navarro Yarlequé,
con la finalidad de denunciar que ha sido víctima de Violencia Familiar, por parte de su pareja Jesús
Cardoza Juárez, haciendo referencia la denunciante en su declaración que el día 28 de noviembre de
2010 el imputado Jesús Cardoza Juárez la obligo a mantener relaciones sexuales contra su voluntad.
III. FUNDAMENTOS DE HECHO
PRIMERO: Conforme a las diligencias preliminares en la presente investigación, se recabaron los
siguientes elementos indiciarios demostrativos de delito como:
1. Certificado Médico Legal N° 002236-L, practicado a la persona de Leonarda Navarro Yarle-
qué, sobre las lesiones sufridas, diagnosticando un día de atención médica y seis días de descanso
Médico, señalando en sus conclusiones “lesiones traumáticas de origen contusas” y “signos de acto
contranatura antiguo y reciente”.
2. Declaración de la agraviada Leonarda Navarro Yarlequé, realizada ante la Fiscalía Civil y
Familia de Catacaos el día 6 de diciembre de 2010, quien señala que el día 28 de noviembre de
2010, al promediar las 18:00 horas, el imputado Jesús Cardoza Juárez, quiso llevarla a su casa pero
como ella no quiso ir la llevo a la chacra del prima de ella, donde comenzó a exigirle que tuvieran
relaciones sexuales, y como se opuso, el imputado la mordió en el brazo izquierdo, con insultos;
asimismo, señala que ha mantenido una relación sentimental con el imputado hasta el día 02 de di-
ciembre, por lo que la había maltratado.
3. Declaración de la agraviada Leonarda Navarro Yarlequé, realizada ante la Fiscalía Civil y
Familia de Catacaos el día 4 de marzo de 2011, quien señala que el día 28 de noviembre de 2010,
al promediar las 18:00 horas, en circunstancias que la agraviada venía de la casa de su hermana,
de pronto salió de un maizal completamente borracho el imputado Jesús Cardoza Juárez, la tumbó
y con insultos la hizo tener relaciones por adelante y luego por atrás, y sangró, pasados tres días le
comento lo sucedido a sus hermanos, quienes le dijeron que ponga la denuncia; asimismo, señala
que han sido enamorados con el imputado.
4. Resolución N° 20-2011-MP-FPCyF-CATACAOS, emitido por la Fiscalía Civil y Familia de
Catacaos, resolviendo no ha lugar interponer demanda sobre violencia familiar, por cuanto las par-
tes involucradas serian “enamorados”, sin mediar vínculo de familiaridad, ni convivencia alguna.
5. Declaración de la agraviada Leonarda Navarro Yarlequé, realizada ante este despacho fiscal
el día 17 de abril de 2012, quien señala que aun mantiene una relación sentimental con el imputado
Jesús Cardoza Juárez, pero a escondidas ya que los hijos de la agraviada no aprueban esto, además
indica que el día 28 de noviembre de 2010 acordaron con el imputado encontrarse en una chacra en
Alto de La Cruz - La Arena, donde tuvieron relaciones sexuales de manera voluntaria por delante y
por detrás, y en pleno acto sexual el imputado lo piñizcaba y mordía, pero se asustaron cuando em-
pezó a sangrar por lo cual el imputado la limpiaba con un trapo, luego la acompañó y la dejó por un
comedor, por temor a que los hijos de la agraviada le hagan algo; asimismo, indica que interpuso
la denuncia el día 6 de diciembre de 2010 porque estuvo presionada por sus hijos y como se habían
dado cuenta que había tenido relaciones sexuales con el imputado, se molestaron; precisando que
no existió violación ya que las relaciones sexuales fueron voluntarias.
SEGUNDO: Sobre el delito de violación sexual, tipificado en el artículo 170 del Código Penal, en
cuanto al bien jurídico protegido, la doctrina señala que “el bien jurídico es la libertad sexual, en
su doble vertiente positivo-dinámica, esto es, la capacidad de la persona de libre disposición de su
cuerpo a efectos sexuales, o la facultad de comportarse en el plano sexual según sus propios deseos;
desde un aspecto negativo, el derecho de impedir intromisiones a dicha esfera, cuando no media
su consentimiento. Ahora bien, la modificación efectuada a esta capitulación por la Ley N° 28261,

586
Decisiones fiscales

importa también la realización de actos sexuales activos hacia la esfera sexual del sujeto activo, en
cuanto el ejercicio de una violencia física o psicológica para que ingrese el miembro viril, en las
cavidades vaginal, anal o bucal; o, ingrese partes del cuerpo y/o objetos únicamente a las dos pri-
meras vías antes anotadas; inclusive para que las realice sobre tercera persona”[72]. Asimismo, de
los actuados en la presente investigación, conforme al Certificado Médico N° 002236-L, se observa
que efectivamente existieron signos de actos contranatura antiguo y recientes en la agraviada Leo-
narda Navarro Yarlequé, asimismo, presenta lesiones traumáticas como equimosis de color oscura
en cara anterior de antebrazo izquierdo y otra de color verdosa en el muslo derecho; sin embargo,
también es de observarse la incongruencia en las declaraciones realizadas a nivel de Fiscalía Civil
y Familia, en relación al relato de los hechos, no siendo posible corroborar dicha versión de los he-
chos ante la ausencia de testigos; del mismo modo, en la declaración realizada por la agraviada en
este despacho fiscal, manifiesta que lo anteriormente declarado es falso y que si bien es cierto man-
tuvieron relaciones sexuales con el imputado Jesús Cardoza Juárez el día de los hechos, no fue con-
tra su voluntad y mediando amenaza o violencia, por el contrario fue voluntario, y que inicialmente
denuncio el hecho por presión de sus hijos quienes se oponen a su relación sentimental con el impu-
tado. En conclusión, con los medios probatorios recabados en la presente investigación, se observa
la sindicación de la propia agraviada contra el imputado que no ha sido corroborada o sustentada
con otro medio probatorio, adoleciendo de insubsistencia, máxime si las declaraciones realizadas
por la propia agraviada, las versiones de los hechos no resultan coherentes; en este sentido, no se ha
llegado a quebrantar el principio de presunción de inocencia que reviste a toda persona investigada,
y tampoco a determinar su responsabilidad en la presente investigación, por lo cual se deberá pro-
ceder sustentar el requerimiento de sobreseimiento al no existir razonablemente la posibilidad de
incorporar nuevos datos a la investigación y no haya elementos de convicción suficientes para
solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputado.
IV. FUNDAMENTOS JURÍDICOS
Señor juez, amparo el presente requerimiento en lo establecido en el artículo 344, inciso 2, literal
d) del Código Procesal Penal, ya que, conforme a lo precedentemente expuesto, y a los actuados
mencionados, con relación a la conducta delictiva por la presunta comisión del delito de violación
sexual contra Jesús Cardoza Juárez, no existe razonablemente la posibilidad de incorporar nue-
vos datos a la investigación y no hay elementos de convicción suficientes para solicitar funda-
damente el enjuiciamiento del imputado.
EN CONSECUENCIA, este Ministerio Público, en su calidad de titular de la acción penal,
REQUIERE: EL SOBRESEIMIENTO de la causa seguida contra JESÚS CARDOZA JUÁREZ,
por la presunta comisión del delito contra la libertad sexual - VIOLACIÓN SEXUAL, tipificado
en el artículo 170 (primer párrafo) del Código Penal, en agravio de LEONARDA NAVARRO
YARLEQUÉ; y solicita a vuestra judicatura se sirva dictar el auto de sobreseimiento de la causa en
su oportunidad, ordenándose el ARCHIVO DEFINITIVO del proceso.
OTROSÍ DIGO: Este despacho fiscal remite a su Judicatura los actuados originales en la presente
investigación a folios (...)
Catacaos, 25 de mayo de 2012

[72] PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Delitos contra la libertad e intangibilidad sexual. Idemsa, Lima, 2007, pp. 116-117.

587
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

051 NO SE CONFIGURA EL DELITO DE COHECHO PASIVO PROPIO CUANDO


EL FUNCIONARIO SOLICITA DINERO PARA REALIZAR U OMITIR UN ACTO
QUE NO ESTÁ DENTRO DE LOS DE SU COMPETENCIA
“A Wilder Benicio Iparraguirre López se le formalizó investigación preparatoria
imputándosele fácticamente que en su condición de director de la Institución
Educativa Jesús Nazareno de la Provincia Ascope, aprovechando su cargo y
el hecho de que conoce a la señora Carmen Rosa Díaz León por motivo que
sus hijos han estudiado en la Institución educativa antes indicada le ha soli-
citado la suma de diez nuevos soles con el fin de conseguir plaza laboral en
la UGEL de Ascope para sus familiares (hijos y sobrinos); siendo que el 14
de mayo de 2009, en circunstancias que la señora Carmen Rosa Díaz León se
constituyó a la Institución Educativa Jesús Nazareno con el fin de justificar la
inasistencia de su menor hijo se encontró con el director de la institución de
nombre Wilder Iparraguirre López, a quien le contó el motivo de su presen-
cia así como también el hecho de que hijo César Augusto Montoya Díaz no
tenía trabajo, y ante la pregunta del director de ‘¿qué había estudiado?’ le
dijo que profesor de primaria en el Pedagógico de Chepén pero que aún no
tenía el título, para luego retirarse de la institución; sucediendo que al día
siguiente, 15 de mayo de 2009, la señora Carmen Rosa Díaz León acudió a
la Institución Educativa Jesús Nazareno por motivo que su menor hijo Walter
Jhamir Montoya Díaz le dijo que el director Wilder Iparraguirre López que-
ría hablar con ella; que al entrevistarse con el director, este le propuso una
plaza laboral de auxiliar de educación para su hijo Augusto Montoya en el
Colegio Jesús Nazareno pero que debería pagar la suma de S/.2,000.00 nue-
vos soles; y, al día siguiente le entregó dicha suma. Sin embargo, al día si-
guiente el director Wilder Iparraguirre la vuelve a llamar para ofrecerle otra
plaza de auxiliar de educación en la misma Institución en mención para su
sobrino Fredy Alberto Alva Díaz para lo cual también debería pagar la suma
de S/. 2,000.00 nuevos soles, dinero que la señora Carmen Díaz entregó el
mismo día. Al día siguiente, la llamó telefónicamente para ofrecerle plazas
para su sobrina Heydi Araceli Sipirán Díaz, su hijo Jonatan Montoya Díaz y
su nuera July Ponce Medina, todas por la suma de S/. 2,000.00 nuevos so-
les cada una, por lo que Carmen Díaz quedó en consultar con los presuntos
beneficiarios; empero, a la semana aproximadamente nuevamente recibe la
llamada telefónica del director acordando reunirse en la Plaza de Armas de
Trujillo, donde le entrega la suma de S/. 5,000.00 nuevos soles; luego le ha
entregado en la institución educativa la suma de S/. 1,000.00 nuevos soles;
quedando el director en llamarla para decirse cuando trabajarían sus hijos y
sobrinos. Frente al transcurso de un año, es que la denunciante Carmen Díaz
decidió grabar las conversaciones telefónicas sostenidas con el imputado en
las cuales le solicitaba el cumplimiento de las plazas ofrecidas; puesto que el
director les hizo aperturar cuentas y tarjetas de Multirred diciéndoles que les
abonarían sueldos sin haber trabajado, hecho que tampoco se ha cumplido.
Sin embargo, al hacerse la comparación de estos hechos con la descripción
del delito de cohecho pasivo propio que hace el artículo 393 en su segun-
do párrafo, que señala: ‘El funcionario o servidor público que solicita, di-
recta o indirectamente, donativo, promesa o cualquier otra ventaja o be-
neficio, para realizar u omitir un acto en violación de sus obligaciones o a

588
Decisiones fiscales

consecuencia de haber faltado a ellas, será reprimido con pena privativa de


libertad no menor de seis ni mayor de ocho años e inhabilitación conforme
a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal’ (subrayado nuestro) a la
luz del esclarecimiento de los hechos a consecuencia de los actos de inves-
tigación preparatoria formalizada se debe señala que –sin dejar de ser un
acto moral y administrativamente reprobables; y, en el segundo caso, ilíci-
to– no se encontraba dentro de las atribuciones del investigado la contrata-
ción del personal para que labore como auxiliar en la Institución Educativa
Jesús Nazareno, sino más bien de otros estamentos de la UGEL-Ascope por
lo que no puede asumirse que el dinero que se solicitó lo haya sido ‘para
realizar u omitir un acto en violación de sus obligaciones o a consecuencia
de haber faltado a ellas’”.

Especialista: Rusel Carbajal Sangama


Expediente N° 361-2011
Carpeta Fiscal N° 39-2011
Escrito:
REQUIERE SOBRESEIMIENTO
SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE ASCOPE
CONSTANTE CARLOS ÁVALOS RODRÍGUEZ, coordinador de la Fiscalía Provincial Penal
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de La Libertad, ante usted digo:
Bajo el amparo del literal b del numeral 2 del artículo 344 del Código Procesal Penal (el hecho
imputado no es típico); recurro a solicitar el sobreseimiento de la causa iniciada contra Wilder Be-
nicio Iparraguirre López por delito de cohecho pasivo propio (previsto en el artículo 393 - segundo
párrafo del Código Penal); lo cual hago en razón de las siguientes consideraciones:
1. Los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución
penal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación por un conjunto de principios jurídicos
que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima.
De estos principios, uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la persecución
penal solo se pueda iniciar si los comportamientos puestos en conocimiento de la fiscalía son exac-
tamente los mismos que se encuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza de sanción cri-
minal en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho.
Es tal la importancia de lo señalado que la Constitución Política del Estado de 1993 ha consagra-
do expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo d, que: “Nadie será procesado ni condenado
por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera
expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”; exi-
gencia que ha sido desarrollada en términos muy similares en el artículo II del Título Preliminar del
Código Penal, que prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta por
la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad que no se en-
cuentren establecidas en ella”; siendo, además, de reconocimiento unánime tanto en la jurispruden-
cia del Tribunal Constitucional como de la Corte Suprema de la República; así como por parte de los
órganos jurisdiccionales internacionales que se ocupan de decidir en materia de derechos humanos.
En este contexto, se debe señalar que a Wilder Benicio Iparraguirre López se le formalizó investi-
gación preparatoria imputándosele fácticamente que en su condición de director de la Institución
Educativa Jesús Nazareno de la Provincia Ascope, aprovechando su cargo y al hecho que conoce a
la señora Carmen Rosa Díaz León por motivo que sus hijos han estudiado en la institución educativa

589
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

antes indicada le ha solicitado la suma de diez nuevos soles con el fin de conseguir plaza laboral en
la UGEL de Ascope para sus familiares (hijos y sobrinos); siendo que el 14 de mayo de 2009, en
circunstancias que la señora Carmen Rosa Díaz León se constituyó a la Institución Educativa Jesús
Nazareno con el fin de justificar la inasistencia de su menor hijo se encontró con el director de la ins-
titución, de nombre Wilder Iparraguirre López a quien le contó el motivo de su presencia así como
también el hecho que hijo César Augusto Montoya Díaz no tenía trabajo, y ante la pregunta del di-
rector de “¿que había estudiado?” Le dijo que profesor de primaria en el Pedagógico de Chepén pero
que aún no tenía el título, para luego retirarse de la institución; sucediendo que al día siguiente, 15
de mayo de 2009 la señora Carmen Rosa Díaz León acudió a la Institución Educativa Jesús Nazare-
no por motivo que su menor hijo Walter Jhamir Montoya Díaz le dijo que el director Wilder Iparra-
guirre López, quería hablar con ella; que al entrevistarse con el director, este le propuso una plaza
laboral de auxiliar de educación para su hijo Augusto Montoya en el Colegio Jesús Nazareno pero
que debería pagar la suma de S/. 2,000.00 nuevos soles; y, al día siguiente le entregó dicha suma. Sin
embargo, al día siguiente el director Wilder Iparraguirre la vuelve a llamar para ofrecerle otra pla-
za de auxiliar de educación en la misma institución en mención para su sobrino Fredy Alberto Alva
Díaz para lo cual también debería pagar la suma de S/. 2,000.00 nuevos soles, dinero que la señora
Carmen Díaz entregó el mismo día. Al día siguiente, la llamó telefónicamente para ofrecerle plazas
para su sobrina Heydi Araceli Sipirán Díaz, su hijo Jonatan Montoya Díaz y su nuera July Ponce
Medina, todas por la suma de S/. 2,000.00 nuevos soles cada una, por lo que Carmen Díaz quedó
en consultar con los presuntos beneficiarios; empero, a la semana aproximadamente nuevamente
recibe la llamada telefónica del director acordando reunirse en la Plaza de Armas de Trujillo, donde
le entrega la suma de S/. 5,000.00 nuevos soles; luego le ha entregado en la institución educativa la
suma de S/.1,000.00 nuevos soles; quedando el director en llamarla para decirse cuando trabajarían
sus hijos y sobrinos. Frente al transcurso de un año es que la denunciante Carmen Díaz decidió gra-
bar las conversaciones telefónicas sostenidas con el imputado en las cuales le solicitaba el cumpli-
miento de las plazas ofrecidas; puesto que el director les hizo aperturar cuentas y tarjetas de Multi-
rred diciéndoles que les abonarían sueldos sin haber trabajado, hecho que tampoco se ha cumplido.
Si embargo, al hacerse la comparación de estos hechos con la descripción del delito de cohecho pa-
sivo propio que hace el artículo 393 en su segundo párrafo, que señala: “El funcionario o servidor
público que solicita, directa o indirectamente, donativo, promesa o cualquier otra ventaja o
beneficio, para realizar u omitir un acto en violación de sus obligaciones o a consecuencia de
haber faltado a ellas, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor
de ocho años e inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal”
(resaltado nuestro) a la luz del esclarecimiento de los hechos a consecuencia de los actos de inves-
tigación preparatoria formalizada se debe señala que –sin dejar de ser un acto moral y administrati-
vamente reprobables; y, en el segundo caso, ilícito– no se encontraba dentro de las atribuciones del
investigado la contratación del personal para que labore como auxiliar en la Institución Educativa
Jesús Nazareno, sino más bien de otros estamentos de la UGEL-Ascope por lo que no puede asu-
mirse que el dinero que se solicitó lo haya sido “para realizar u omitir un acto en violación de sus
obligaciones o a consecuencia de haber faltado a ellas”.
Provéase conforme a Derecho.
Trujillo, mayo 10 de 2012

590
Decisiones fiscales

052 SOBRESEIMIENTO PORQUE EL HECHO IMPUTADO NO ES TÍPICO: NO


INCURRE EN DELITO DE PATROCINIO ILEGAL EL FUNCIONARIO O SER-
VIDOR PÚBLICO QUE EN EJERCICIO DE SU PROFESIÓN DE ABOGADO
LITIGA CONTRA EL ESTADO
“Se debe señalar –en modo de resumen– que a Segundo Aniceto Quesquén
Tirado se le formalizó investigación preparatoria imputándosele fácticamente
que pese a ostentar la calidad de Abogado I en la Red de Salud de Chepén
ha presentado demandas y escritos en calidad de abogado patrocinando in-
tereses no solo ajenos a la Administración Pública, sino que van en su contra.
Para en seguida determinar si los hechos expuestos en la disposición de for-
malización y continuación de investigación preparatoria resultan adecuán-
dose o no a los que describe como delito de patrocinio ilegal (o infiel) la nor-
ma contenida en el artículo 385 del CP en los siguientes términos: ‘El que,
valiéndose de su calidad de funcionario o servidor público, patrocina intere-
ses de particulares ante la Administración Pública, será reprimido’. Cosa que
debe responderse en sentido completamente negativo. Ello ocurre en razón
a que el tipo penal exige para su perfeccionamiento no solo se que se haya
patrocinado intereses particulares ante la Administración Pública (que ni si-
quiera se necesita que sea en su contra, sino basta el patrocinio ante la ad-
ministración), sino que es necesario (imprescindible para que podamos ha-
llarnos ante un delito) que el autor se haya valido de su calidad de fun-
cionario o servidor público; lo que no se verifica en el caso materia del
presente pronunciamiento.
Resulta sumamente claro que cuando Quesquén Tirado patrocina, firman-
do demandas y escritos de particulares, contra la Administración Pública ac-
túa en calidad de abogado y no valiéndose de alguna calidad de funciona-
rio o servidor público.
Lo que debe entenderse es que para incurrir en el delito de patrocinio ilegal
no basta tener la calidad de funcionario o servidor al momento de actuar
sino que se tiene que hacer uso de dicha calidad para patrocinar intere-
ses de particulares ante la Administración Pública; cosa que no ha ocurrido
en el supuesto materia del presente pronunciamiento, en donde Quesquén
Tirado se ha conducido como cualquier abogado.
De conformidad a lo acá expuesto, ha señalado Salinas Siccha, Ramiro (Delitos
contra la Administración Pública. Grijley, Lima, 2009, p. 276) que ‘Resulta
claro que el agente actúa abusando del cargo público que ostenta. El agen-
te conociendo de su condición especial, utiliza tendenciosamente o abusiva
sus cualidades en el orden social para privilegiar a particulares’”.

Especialista:
Expediente N° 116-2010
Escrito:
REQUIERE SOBRESEIMIENTO
SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO MIXTO DE CHEPÉN

591
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

CONSTANTE CARLOS ÁVALOS RODRÍGUEZ, coordinador de la Fiscalía Provincial Penal


Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de La Libertad, ante usted digo:
Bajo el amparo del literal b del numeral 2 del artículo 344 del Código Penal (el hecho imputado no
es típico); recurro a solicitar el sobreseimiento de la causa iniciada contra Segundo Aniceto Ques-
quén Tirado por delito de patrocinio ilegal (previsto en el artículo 385 de Código Penal); lo cual
hago en razón de las siguientes consideraciones:
1. Los representantes del Ministerio Público, en tanto funcionarios responsables de la persecución
penal, encontramos limitada nuestra capacidad de actuación por un conjunto de principios jurídicos
que hacen que el poder sancionador del Estado no se ejerza de manera arbitraria, abusiva o ilegítima.
De estos principios, uno de los más importantes es el de legalidad, que garantiza que la persecución
penal solo se pueda iniciar si los comportamientos puestos en conocimiento de la fiscalía son exac-
tamente los mismos que se encuentran contemplados como prohibidos bajo amenaza de sanción
criminal en una norma legal de jerarquía ordinaria, dictada de manera previa al hecho.
Es tal la importancia de lo señalado que la Constitución Política del Estado de 1993 ha consagra-
do expresamente en su artículo 2, inciso 24, parágrafo d, que: “nadie será procesado ni condenado
por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de mane-
ra expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley”;
exigencia que ha sido desarrollada en términos muy similares en el artículo II del Título Prelimi-
nar del Código Penal, que prescribe: “Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito
o falta por la ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de seguridad
que no se encuentren establecidas en ella”; siendo, además, de reconocimiento unánime tanto en
la jurisprudencia del Tribunal Constitucional como de la Corte Suprema de la República; así como
por parte de los órganos jurisdiccionales internacionales que se ocupan de decidir en materia de
derechos humanos.
En este contexto, se debe señalar –en modo de resumen– que a Segundo Aniceto Quesquén Tirado
se le formalizó investigación preparatoria imputándosele fácticamente que pese a ostentar la calidad
de Abogado I en la Red de Salud de Chepén ha presentado demandas y escritos en calidad de abo-
gado patrocinando intereses no solo ajenos a la Administración Pública, sino que van en su contra.
Para en seguida determinar si los hechos expuestos en la disposición de formalización y continua-
ción de investigación preparatoria resultan adecuándose o no a los que describe como delito de
patrocinio ilegal (o infiel) la norma contenida en el artículo 385 del CP en los siguientes términos:
“El que, valiéndose de su calidad de funcionario o servidor público, patrocina intereses de par-
ticulares ante la Administración Pública, será reprimido”. Cosa que debe responderse en sentido
completamente negativo. Ello ocurre en razón a que el tipo penal exige para su perfeccionamien-
to no solo se que se haya patrocinado intereses particulares ante la Administración Pública (que
ni siquiera se necesita que sea en su contra, sino basta el patrocinio ante la administración), sino
que es necesario (imprescindible para que podamos hallarnos ante un delito) que el autor se haya
valido de su calidad de funcionario o servidor público; lo que no se verifica en el caso materia
del presente pronunciamiento.
Resulta sumamente claro que cuando Quesquén Tirado patrocina, firmando demandas y escritos de
particulares, contra la Administración Pública actúa en calidad de abogado y no valiéndose de algu-
na calidad de funcionario o servidor público.
Lo que debe entenderse es que para incurrir en el delito de patrocinio ilegal no basta tener la calidad
de funcionario o servidor al momento de actuar sino que se tiene que hacer uso de dicha calidad
para patrocinar intereses de particulares ante la Administración Pública; cosa que no ha ocurrido
en el supuesto materia del presente pronunciamiento, en donde Quesquén Tirado se ha conducido
como cualquier abogado.

592
Decisiones fiscales

De conformidad a lo acá expuesto, ha señalado Salinas Siccha, Ramiro (Delitos contra la Adminis-
tración Pública. Lima, Grijley, 2009, p. 276) que “resulta claro que el agente actúa abusando del
cargo público que ostenta. El agente conociendo de su condición especial, utiliza tendenciosamente
o abusivamente sus cualidades en el orden social para privilegiar a particulares”.
Las cosas así los hechos materia de pronunciamiento resulta siendo atípicos.
Provéase conforme a Derecho.
Trujillo, julio 4 de 2011

593
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

REQUERIMIENTOS VARIOS

053 RAZONAMIENTO DE LOS ELEMENTOS DE CONVICCIÓN PARA FUNDA-


MENTAR LAS RAZONES PLAUSIBLES PARA IMPUTAR A UNA PERSONA EL
HECHO DELICTIVO COMO PRESUPUESTO DE LA DETENCIÓN PRELIMINAR
“2.1. La investigación se inicia el día 25 de abril de 2011, cuando en horas
de la mañana personal policial de Cajamarca ubicó el cuerpo de la persona
que en vida fue David Saldaña Rodríguez, en posición decúbito dorsal en
medio de la corriente de agua del río Mashcon del CP Santa Bárbara a una
distancia aproximada de 200 metros del Puente Venecia, realizándose la di-
ligencia de levantamiento de cadáver y traslado del cuerpo a la morgue de
la División de Medicina Legal de esta ciudad para la autopsia de ley a efec-
tos de poder establecer la causa de la muerte. Al realizarse el examen ectó-
pico del cadáver, se evidenció que presentaba lesiones múltiples en diversas
partes del cuerpo, como golpes y cortes en la cabeza, diversos golpes en la
espalda y rodillas y rotura de hueso a nivel del brazo derecho.
2.2. Durante los iniciales actos de investigación se ha recibido la declaración
de Juan Carlos Saldaña Rodríguez, hermano del occiso, quien refiere que a su
hermano antes de victimarlo le han sustraído su billetera conteniendo DNI y
tarjetas de crédito, un reloj de agujas sin número correa azul, un par de za-
patillas y un teléfono celular marca Black Berry N° 976362801, precisando
que el equipo celular le fue enviado de España pero el CHIP esta a su nom-
bre y corresponde al N° 976362801 de la línea Claro y cuenta con el siste-
ma de GPS, celular que ha venido siendo utilizado por su hermano - occiso.
2.3. Asimismo se ha recibido la declaración testimonial de Jacinto Arturo
Revilla Moncada, amigo del occiso, quien refiere que el día domingo 24
de abril de 2011, se reunió a medio día con el David Saldaña Rodríguez, la
enamorada de este (Fátima María Magdalena Teatino Briones) y otro amigo
Juan Carlos Vásquez Reyes y se fueron a comer un ceviche y tomar cerveza
en el local conocido como ‘La Palabritas’, luego se dirigieron al bar conocido
como 3 x 10, donde continuaron tomando cerveza, posteriormente se fue-
ron a comer a una pollería y seguidamente ingresaron al bar conocido como
‘Cowboy’ para continuar libando cerveza, luego se trasladaron al Grifo ‘El
Amigo’ donde han continuado tomando cerveza, lugar de donde se retiró su
amigo Juan Carlos Vásquez Reyes, continuando con David libando cerveza
en el Nigth Club ‘El Faraón’, luego, y como ya era de madrugada, han abor-
dado un taxi con destino a su casa, sin embargo, faltando tres cuadras para
llegar se bajaron del taxi debido a la negativa de David Saldaña Rodríguez
para ingresar y descansar en la casa del declarante, optando por tomar un
taxi para dirigirse a su casa, anotando con un lapicero en su brazo la placa
de rodaje del taxi, la misma que corresponde al N° BQH-162, luego de ello
se fue a su domicilio hasta las 07:00 horas del día 25 de abril en que se di-
rigió a su trabajo ubicado en la provincia de San Pablo.
2.4. Se ha recibido también la declaración del testigo Juan Carlos Vásquez
Reyes, amigo del occiso, quien además de relatar las actividades y recorrido

594
Decisiones fiscales

que realizó el día 24 de abril con el agraviado y su amigo Jacinto Arturo, se-
ñala que al enterarse el día 25 de abril a las 19:00 horas que su amigo David
Saldaña Rodríguez había desparecido y luego de conversar con sus familiares,
a empezado a buscarle y a llamar reiteradamente a su celular N° 976362801,
siendo que a las 20:00 horas aproximadamente contestaron el teléfono del
occiso, contestó la voz de una persona de sexo masculino quien al parecer
se encontraba tomando, diciendo “NO JODAS” y luego cortó la comunica-
ción y apagó el celular; a partir de ese momento hasta la actualidad ya no
contestan el celular y suena como apagado.
2.5. Asimismo se ha recibido la declaración de Fátima María Magdalena
Teatino Briones (enamorada del agraviado), quien señala que conoció recién
a las personas de Juan Carlos Vásquez Reyes y Jacinto Arturo Revilla Moncada
el día domingo 24 de abril del 2010 cuando les presentó su enamorado (oc-
ciso), además de relatar las actividades y recorrido que realizaron el 24 de
abril con el agraviado y sus dos amigos antes señalados, refiere que estan-
do en el bar conocido como 3 x 10, se retiraron del mismo a las 18:00 ho-
ras y se dirigieron en un taxi hasta el Jr. Del Comercio a un cajero del Banco
de Crédito donde el agraviado pretendió retirar dinero del cajero pero no lo
hizo, en esos momentos le hizo de conocimiento que tenía que asistir a una
misa a las 19:00 horas en la iglesia San Francisco, pero le respondió que no
podía acompañarlo porque se iba con sus amigos al local Full Skey en el Jr.
Amazonas, por lo que se despidió de ellos, luego de la misa que terminó
a las 20:30 horas, trató de comunicarse con el agraviado pero no contesta-
ba, por lo que se dirigió al local Full Skey pero estaba cerrado, procediendo
a retirarse a su cuarto de donde insistió en varias oportunidades en comu-
nicarse con David realizando la última llamada a las 23:00 horas sin haberle
contestado. Al día siguientes (lunes 25 de abril), y como no pudo comunicar-
se con el agraviado procedió a ubicar a la enamorada de Juan Carlos cono-
cida como Crosty para que le proporcione el número de Juan Carlos, luego
preguntó a este por David contestando que lo había dejado con Arturo, por
lo que solicitó que le diera el número de Arturo, con quien al comunicarse le
contestó que luego de despedirse lo había enviado en un taxi a su casa, pos-
teriormente a las 23:00 horas toma conocimiento que su cadáver se encon-
traba en la Morgue; agrega que cuando estaba con el agraviado, este tenía
en su poder un celular color negro, táctil marca BlackBerry N° 976352801.
2.6. Asimismo, el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, ha orde-
nado el levantamiento del secreto de comunicaciones del teléfono celular
Black Berry N° 976362801 de la empresa Claro que cuenta con GPS, ha-
biendo informado al empresa Claro, que la última llamada telefónica reali-
zada del equipo celular BlackBerry con su número de Chip 976362801 fue
el día 24 de abril de 2011 a las 18:26:16 horas, llamada que realizó al nú-
mero 978522813 y que duró 2.12 minutos; luego al equipo celular del agra-
viado a las 20.34.32 horas ingresa el Chip N° 976394231 que pertenece a
Fátima María Magdalena Teatino Briones quien se comunica al N° 976394230
que también se encuentra registrada a nombre de Fátima María Magdalena
Teatino Briones, durando la llamada 9.92 minutos, a partir de ese momento
dicho equipo no registra llamadas entrantes ni salientes.
2.7. Posteriormente, el día 25 de abril de 2011 a las 06:29:55 horas ingresa
al equipo celular del agraviado el chip N° 976399300 que pertenece a Beder

595
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Izquierdo Alvarado, quien realiza una llamada al N° 987400655 que perte-


nece a Cristian Eduardo Rojas Castañeda con una duración de 0.30 segun-
dos, luego esta persona a las 06:30:49 horas le devuelve la llamada duran-
do la misma 1.90 minutos.
2.8. A las 07:19:55 horas del 25 de abril ingresa al equipo celular del agra-
viado el Chip de Fátima María Magdalena Teatino Briones (N° 976394231)
quien se comunica con el N° 976226091 que pertenece a la Unidad de
Medio Ambiente de Minera Yanacocha y luego a las 08:26:17 lo hace al
N° 976221893 que pertenece a Roberto Pérez Sánchez, precisando que am-
bas llamadas se realizaron del sector Carretera a Yanacocha Km. 24, lugar
donde trabaja Fátima María Magdalena Teatino Briones. A partir de esa fe-
cha, del equipo celular del agraviado y con el chip de Fátima se han realiza-
do gran cantidad de llamadas a diferentes números entre ellos a Juan Carlos
Vásquez Reyes (19 llamadas), hasta el día 27 de abril de 2011 a las 17:48.24
horas cuando el chip se Fátima es cambiado a otro equipo celular con códi-
go EMAIL N° 35605803891000.
2.9. De esta manera se establece que luego del fallecimiento del agravia-
do David Saldaña Rodríguez, su equipo celular BlackBerry ha sido uti-
lizado con los chips N° 976394231 y N° 976399300 cuyos titulares se-
gún el levantamiento de secreto de comunicaciones son Fátima María
Magdalena Teatino Briones y Beder Izquierdo Alvarado, lo cual nos per-
mite concluir que dicho equipo celular se encuentra en su poder.
2.10. Se concluye que el equipo celular del agraviado se encuentra en poder
de Fátima María Magdalena Teatino Briones, por lo siguiente:
a) Porque de su declaración se advierte que la última vez que estuvo con
el agraviado y sus amigos fue el 24 de abril hasta antes de las 19:00 ho-
ras, refiere que se había retirado porque a esa hora tenía que asistir a una
misa en la iglesia San Franciso, sin embargo, según el informe remitido por
le empresa Claro a las 20.34.32 horas al equipo celular del agraviado ingre-
sa el chip N° 976394231 que pertenece a Fátima María Magdalena Teatino
Briones y que se comunica con el N° 976394230 que también se encuentra
registrada a su nombre por un espacio de 9.92 minutos; en este sentido, se
advierte que Fátima esta faltando a la verdad en el sentido que a las 19:00
horas ya no se encontraba con el agraviado, máxime si el testigo Jacinto
Arturo Revilla Moncada ha referido que cuando se encontraba con el agra-
viado (entre las 22:00 y 23:00 horas) tomando cerveza en el Grifo El Amigo,
el agraviado se ha encontrado con su equipo celular ya que intentó llamar
a Fátima, pero ya no tenía batería.
b) Porque Fátima María Magdalena Teatino Briones está faltando a la verdad,
ya que afirma en su declaración que luego de salir de misa ha realizado una
serie de llamadas al celular del agraviado hasta las 23.30 horas (24 de abril),
sin embargo, del reporte de llamadas se evidencia que no realizó llamada al-
guna; asimismo afirma que el día 25 de abril se comunicó con Jacinto Arturo
Revilla Moncada, sin embargo, del reporte de llamadas no se advierte nin-
guna llamada que haya realizado al teléfono de Jacinto Revilla (970009665).
c) Porque Fátima María Magdalena Teatino Briones ha ocultado totalmente
haber tenido en su poder el equipo celular del agraviado luego que fue ob-
jeto de robo y asesinato, lo que hace evidente que tenga participación en los
hechos que se investiga, incluso según es de verse del reporte del reporte de

596
Decisiones fiscales

levantamiento de secreto de comunicaciones, ha realizado llamadas desde


el lugar de su centro laboral (Carretera a Yanacocha Km. 24).
d) Porque Fátima María Magdalena Teatino Briones ha mantenido perma-
nente comunicación telefónica con su número de chip y desde el equipo
de celular del agraviado con la persona de Juan Carlos Vásquez Reyes, han
sido en total 19 llamadas telefónicas que realizó, pese haber señalado en su
declaración que recién lo había conocido el 24 de abril a medio día cuan-
do se reunieron en la cevichería ‘La Palabritas’ y los presentó el agraviado,
de lo que se advierte que esta negando haberlo conocido con anterioridad.
2.11. Por los fundamentos expuestos, se establece que las únicas personas
que han utilizado el equipo celular del agraviado luego de su fallecimiento,
han sido Fátima María Magdalena Teatino Briones y Beder Izquierdo Alvarado,
de quienes se presume han tenido participación en los hechos que se inves-
tiga y tienen en su poder dicho equipo celular, por lo que deberá declarar-
se fundado el requerimiento”.

CASO N° 691-2011
FISCAL RESPONSABLE: Dr. JUAN MANUEL ROMERO ROBLES
REQUERIMIENTO DE DETENCIÓN PRELIMINAR
SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE CAJAMARCA:
LISSETE MABEL VELÁSQUEZ DÁVILA, Fiscal Provincial del Segundo Despacho de Inves-
tigación de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Cajamarca, con domicilio procesal
en Jr. Sor Manuela Gil S/N Urb. La Alameda de esta ciudad; a usted digo:
1. PETITORIO
De conformidad con lo previsto por el artículo 261, inciso 1 del Código Procesal Penal, formulo
ante su Despacho REQUERIMIENTO DE DETENCIÓN PRELIMINAR JUDICIAL contra
las personas identificadas como:
A) FÁTIMA MARÍA MAGDALENA TEATINO BRIONES, identificada con DNI N° 44384147,
de 23 años de edad, nacido el 24 de junio de 1987, soltera, natural de Cajamarca, grado de instruc-
ción superior, sus padres Cesar Serapio Teatino Salazar y Hermila Brisaid Briones Gallardo, domi-
ciliada en Jr. Magdalena N° 369 y Jr. Junín N° 826 Barrio San Pedro - Cajamarca. Características
físicas: Piel trigueña, cabello negro lacio, cara poco ovalada, nariz poco ancha, ojos regulares, cejas
semi pobladas, labios medianos y de 1.60 aproximadamente de estatuta.
B) BEDER IZQUIERDO ALVARADO, identificado con DNI N° 46463510, de 20 años de edad,
nacido el 5 de agosto de 1990, soltero, natural del Distrito de Sorochuco, Provincia de Celendín - Ca-
jamarca, grado de instrucción secundaria completa, sus padres Emiterio y Teodocia, domiciliado en
Caserío El Tingo, Distrito de Sorochuco, Provincia de Celendín - Cajamarca. Características físicas:
Su piel entre trigueña y morena, pelo corto lacio color negro, cara delgada, nariz ancha, ojos medio
achinados, cejas semi pobladas largas, labios medianos, de 1.55 mts de estatuta aproximadamente.
En consecuencia, se GIRE LA ORDEN DE CAPTURA CORRESPONDIENTE, ordenándose a
la Policía Nacional la ubicación y captura de las personas antes referidas.
2. HECHOS QUE FUNDAMENTAN EL REQUERIMIENTO
2.1. La investigación se inicia el día 25 de abril de 2011, cuando en horas de la mañana personal
policial de Cajamarca ubicó el cuerpo de la persona que en vida fue David Saldaña Rodríguez, en
posición decúbito dorsal en medio de la corriente de agua del río Mashcon del CP Santa Bárbara a

597
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

una distancia aproximada de 200 metros del Puente Venecia, realizándose la diligencia de levan-
tamiento de cadáver y traslado del cuerpo a la morgue de la División de Medicina Legal de esta
ciudad para la Autopsia de ley a efectos de poder establecer la causa de la muerte. Al realizarse el
examen ectópico del cadáver, se evidenció que presentaba lesiones múltiples en diversas partes del
cuerpo, como golpes y cortes en la cabeza, diversos golpes en la espalda y rodillas y rotura de hue-
so a nivel del brazo derecho.
2.2. Durante los iniciales actos de investigación se ha recibido la declaración de Juan Carlos Saldaña
Rodríguez, hermano del occiso, quien refiere que a su hermano antes de victimarlo le han sustraído su
billetera conteniendo DNI y tarjetas de crédito, un reloj de agujas sin número correa azul, un par de
zapatillas y un teléfono celular marca Blackberry N° 976362801, precisando que el equipo celular
le fue enviado de España pero el CHIP está a su nombre y corresponde al N° 976362801 de la línea
Claro y cuenta con el sistema de GPS, celular que ha venido siendo utilizado por su hermano - occiso.
2.3. Asimismo se ha recibido la declaración testimonial de Jacinto Arturo Revilla Moncada, amigo
del occiso, quien refiere que el día domingo 24 de abril de 2011, se reunió a medio día con el David
Saldaña Rodríguez, la enamorada de este (Fátima María Magdalena Teatino Briones) y otro amigo
Juan Carlos Vásquez Reyes y se fueron a comer un ceviche y tomar cerveza en el local conocido
como La Palabritas, luego se dirigieron al bar conocido como 3 x10 donde continuaron tomando
cerveza, posteriormente se fueron a comer a una pollería y seguidamente ingresaron al bar conoci-
do como “Cowboy” para continuar libando cerveza, luego se trasladaron al grifo El Amigo donde
han continuado tomando cerveza, lugar de donde se retiró su amigo Juan Carlos Vásquez Reyes,
continuando con David libando cerveza en el Nigth Club El Faraón, luego, y como ya era de ma-
drugada, han abordado un taxi con destino a su casa, sin embargo, faltando tres cuadras para llegar
se bajaron del taxi debido a la negativa de David Saldaña Rodríguez para ingresar y descansar en
la casa del declarante, optando por tomar un taxi para dirigirse a su casa, anotando con un lapicero
en su brazo la placa de rodaje del taxi, la misma que corresponde al N° BQH-162, luego de ello se
fue a su domicilio hasta las 07:00 horas del día 25 de abril en que se dirigió a su trabajo ubicado en
la provincia de San Pablo.
2.4. Se ha recibido también la declaración del testigo Juan Carlos Vásquez Reyes, amigo del occiso,
quien además de relatar las actividades y recorrido que realizó el día 24 de abril con el agraviado
y su amigo Jacinto Arturo, señala que al enterarse el día 25 de abril a las 19:00 horas que su amigo
David Saldaña Rodríguez había desparecido y luego de conversar con sus familiares, a empeza-
do a buscarle y a llamar reiteradamente a su celular N° 976362801, siendo que a las 20:00 horas
aproximadamente contestaron el teléfono del occiso, contestó la voz de una persona de sexo
masculino quien al parecer se encontraba tomando, diciendo “NO JODAS” y luego cortó la
comunicación y apagó el celular; a partir de ese momento hasta la actualidad ya no contestan el
celular y suena como apagado.
2.5. Asimismo, se ha recibido la declaración de Fátima María Magdalena Teatino Briones (enamora-
da del agraviado), quien señala que conoció recién a las personas de Juan Carlos Vásquez Reyes
y Jacinto Arturo Revilla Moncada el día domingo 24 de abril de 2010 cuando les presentó su
enamorado (occiso), además de relatar las actividades y recorrido que realizaron el 24 de abril con el
agraviado y sus dos amigos antes señalados, refiere que estando en el bar conocido como 3 x 10, se
retiraron del mismo a las 18:00 horas y se dirigieron en un taxi hasta el Jr. Del Comercio a un cajero
del Banco de Crédito donde el agraviado pretendió retirar dinero del cajero pero no lo hizo, en esos
momentos le hizo de conocimiento que tenía que asistir a una misa a las 19:00 horas en la iglesia
San Francisco, pero le respondió que no podía acompañarlo porque se iba con sus amigos al
local Full Skey en el Jr. Amazonas, por lo que se despidió de ellos, luego de la misa que terminó
a las 20:30 horas, trató de comunicarse con el agraviado pero no contestaba, por lo que se dirigió al
local Full Skey pero estaba cerrado, procediendo a retirarse a su cuarto de donde insistió en varias
oportunidades en comunicarse con David realizando la última llamada a las 23:00 horas sin haberle

598
Decisiones fiscales

contestado. Al día siguientes (lunes 25 de abril), y como no pudo comunicarse con el agraviado,
procedió a ubicar a la enamorada de Juan Carlos conocida como Crosty para que le proporcione el
número de Juan Carlos, luego preguntó a este por David contestando que lo había dejado con Ar-
turo, por lo que solicitó que le diera el número de Arturo, con quien al comunicarse le contestó que
luego de despedirse lo había enviado en un taxi a su casa, posteriormente a las 23:00 horas toma
conocimiento que su cadáver se encontraba en la Morgue; agrega que cuando estaba con el agra-
viado, este tenía en su poder un celular color negro, táctil marca BlackBerry N° 976352801.
2.6. Asimismo, el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, ha ordenado el levantamiento del secreto
de comunicaciones del teléfono celular BlackBerry N° 976362801 de la empresa CLARO que cuen-
ta con GPS, habiendo informado al empresa Claro, que la última llamada telefónica realizada del
equipo celular BlackBerry con su número de Chip 976362801 fue el día 24 de abril del 2011 a
las 18:26:16 horas, llamada que realizó al número 978522813 y que duró 2.12 minutos; luego al
equipo celular del agraviado a las 20.34.32 horas ingresa el chip N° 976394231 que pertenece
a Fátima María Magdalena Teatino Briones quien se comunica al N° 976394230 que también
se encuentra registrada a nombre de Fátima María Magdalena Teatino Briones, durando la llama-
da 9.92 minutos, a partir de ese momento dicho equipo no registra llamadas entrantes ni salientes.
2.7. Posteriormente, el día 25 de abril del 2011 a las 06:29:55 horas ingresa al equipo celular
del agraviado el chip N° 976399300 que pertenece a Beder Izquierdo Alvarado, quien realiza
una llamada al N° 987400655 que pertenece a Cristian Eduardo Rojas Castañeda con una duración
de 0.30 segundos, luego esta persona a las 06:30:49 horas le devuelve la llamada durando la mis-
ma 1.90 minutos.
2.8. A las 07:19:55 horas del 25 de abril ingresa al equipo celular del agraviado el Chip de Fátima
María Magdalena Teatino Briones (N° 976394231) quien se comunica con el N° 976226091
que pertenece a la Unidad de Medio Ambiente de Minera Yanacocha y luego a las 08:26:17 lo
hace al N° 976221893 que pertenece a Roberto Pérez Sánchez, precisando que ambas llamadas
se realizaron del sector Carretera a Yanacocha Km. 24, lugar donde trabaja Fátima María Magdalena
Teatino Briones. A partir de esa fecha, del equipo celular del agraviado y con el chip de Fátima se
han realizado gran cantidad de llamadas a diferentes números entre ellos a Juan Carlos Vás-
quez Reyes (19 llamadas), hasta el día 27 de abril del 2011 a las 17:48.24 horas cuando el chip se
Fátima es cambiado a otro equipo celular con código EMAIL N° 35605803891000.
2.9. De esta manera, se establece que luego del fallecimiento del agraviado David Saldaña Rodrí-
guez, su equipo celular BlackBerry ha sido utilizado con los chips N° 976394231 y N° 976399300
cuyos titulares según el levantamiento de secreto de comunicaciones son Fátima María Magda-
lena Teatino Briones y Beder Izquierdo Alvarado, lo cual nos permite concluir que dicho equipo
celular se encuentra en su poder.
2.10. Se concluye que el equipo celular del agraviado se encuentra en poder de Fátima María
Magdalena Teatino Briones, por lo siguiente:
a) Porque de su declaración se advierte que la última vez que estuvo con el agraviado y sus amigos
fue el 24 de abril hasta antes de las 19:00 horas, refiere que se había retirado porque a esa hora te-
nía que asistir a una misa en la iglesia San Franciso, sin embargo según el informe remitido por le
empresa Claro a las 20.34.32 horas al equipo celular del agraviado ingresa el chip N° 976394231
que pertenece a Fátima María Magdalena Teatino Briones y que se comunica con el N° 976394230
que también se encuentra registrada a su nombre por un espacio de 9.92 minutos, en este sentido
se advierte que Fátima esta faltando a la verdad en el sentido que a las 19:00 horas ya no se encon-
traba con el agraviado, máxime si el testigo Jacinto Arturo Revilla Moncada ha referido que cuan-
do se encontraba con el agraviado (entre las 22:00 y 23:00 horas) tomando cerveza en el grifo El
Amigo, el agraviado se ha encontrado con su equipo celular ya que intentó llamar a Fátima, pero
ya no tenía batería.

599
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

b) Porque Fátima María Magdalena Teatino Briones, está faltando a la verdad, ya que afirma en su
declaración que luego de salir de misa ha realizado una serie de llamadas al celular del agraviado
hasta las 23.30 horas (24 de abril), sin embargo, del reporte de llamadas se evidencia que no
realizó llamada alguna, asimismo afirma que el día 25 de abril se comunicó con Jacinto Arturo Re-
villa Moncada, sin embargo del reporte de llamadas no se advierte ninguna llamada que haya reali-
zado al teléfono de Jacinto Revilla (970009665).
c) Porque Fátima María Magdalena Teatino Briones ha ocultado totalmente haber tenido en su po-
der el equipo celular del agraviado luego que fue objeto de robo y asesinato, lo que hace evidente
que tenga participación en los hechos que se investiga, incluso, según es de verse del reporte de le-
vantamiento de secreto de comunicaciones, ha realizado llamadas desde el lugar de su centro labo-
ral (Carretera a Yanacocha Km. 24).
d) Porque Fátima María Magdalena Teatino Briones ha mantenido permanente comunicación te-
lefónica con su número de chip y desde el equipo de celular del agraviado con la persona de Juan
Carlos Vasquez Reyes, han sido en total 19 llamadas telefónicas que realizó, pese haber señalado
en su declaración que recién lo había conocido el 24 de abril a medio día cuando se reunieron en la
cevichería La Palabritas y los presentó el agraviado, de lo que se advierte que esta negando haberlo
conocido con anterioridad.
2.11. Por los fundamentos expuestos, se establece que las únicas personas que han utilizado el equipo
celular del agraviado luego de su fallecimiento, han sido Fátima María Magdalena Teatino Briones y
Beder Izquierdo Alvarado, de quienes se presume han tenido participación en los hechos que se inves-
tiga y tienen en su poder dicho equipo celular, por lo que deberá declararse fundado el requerimiento.
3. DELITO ATRIBUIDO
ROBO AGRAVADO con subsecuente causación de lesiones graves y muerte, previsto por el ar-
tículo 189 último párrafo del Código Penal señala que “La pena será no menor de doce ni mayor
de veinte años, si el robo es cometido cuando (…). La pena será de cadena perpetua cuando (…)
como consecuencia del hecho, se produce la muerte a la víctima o se le causa lesiones graves a su
integridad física o mental”.
4. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
4.1. Acta del estudio de la escena y levantamiento del cadáver, realizado al occiso David Saldaña
Rodríguez.
4.2. Protocolo de Autopsia N° 802-2011.
4.3. Acta de identificación del cadáver NN.
4.4. Acta de Intervención Policial N° 944
4.5. Declaración testimonial de Jacinto Arturo Revilla Moncada.
4.6. Declaración testimonial de Juan Carlos Vásquez Reyes.
4.7. Declaración de Juan Carlos Saldaña Rodríguez, hermano de occiso.
4.8. Declaración testimonial de Fátima María Magdalena Teatino Briones.
4.9. Levantamiento de secreto de comunicaciones del teléfono celular BlackBerry N° 976362801
de la empresa Claro que cuenta con GPS, celular que tenía en su poder el agraviado y fue robado
antes de ser asesinado.
4.10. Informe preliminar emitido por la divincri Cajamarca.

600
Decisiones fiscales

5. CUMPLIMIENTO DE REQUISITOS PARA LA DETENCIÓN PRELIMINAR


En el presente caso, concurren todos los requisitos previstos por el artículo 261, inciso 1 parágrafo
a) del Código Procesal Penal[73] para la procedencia de la detención preliminar. Así tenemos:
a) En primer lugar, nos encontramos frente a un caso en el cual no se presenta el supuesto de flagran-
cia, debido a que los hechos han ocurrido el 25 de abril del 2011 y los presuntos autores del mismo
no han sido intervenidos y/o capturados.
b) Existen razones suficientes –elementos de convicción– para considerar que las personas de Fáti-
ma María Magdalena Teatino Briones y Eder Izquierdo Alvarado, tengan participación el robo con
subsecuente lesiones graves y muerte en agravio de David Saldaña Rodríguez ocurrido el día 25 de
abril del 2011, por cuanto se ha determinado que a partir de las 06:29:55 horas día 25 de abril
del 2011, han utilizado el celular del agraviado insertando los CHIPS de su propiedad de ma-
nera alternada, según se advierte del reporte de llamadas entrantes y salientes y titulares de línea
emitido por la empresa de telefonía Claro, por tanto, es evidente que estas personas tengan en su
poder el equipo celular del agraviado. Además, el delito objeto de imputación tiene como pena ca-
dena perpetua.
c) Existe probabilidad de fuga por parte de los investigados, teniendo en cuenta que por la natura-
leza del delito investigado y el estado de las actuaciones preliminares, es inminente que al tomar
conocimiento los imputados de la existencia de un levantamiento del secreto de comunicaciones
del teléfono celular del agraviado, del cual se evidencia que la fiscalía y divincri encargados de la
investigación, han determinado que el celular del agraviado se encuentra en su poder desde el 25
de abril de 2011 (fecha en la cual fue encontrado muerto en el río Mashcon) y que se encuentran
involucrados en los hechos que se investiga, inmediatamente van a darse a la fuga, ocultando y/o
destruyendo el equipo celular del agraviado y demás evidencias necesarias para el esclarecimiento
de los hechos, aunado a ello que la pena a imponer es sumamente grave.
6. FUNDAMENTOS JURÍDICOS
6.1. Constitución Política del Estado
- Artículo 2, inciso 24 parágrafo f) que precisa: “(...) Toda persona tiene derecho: a la libertad y
seguridad personales; en consecuencia, nadie puede ser detenido sino por mandato escrito y
motivado del juez o por las autoridades policiales en caso de flagrancia. El detenido debe ser
puesto a disposición del juzgado dentro de las veinticuatro horas o en el término de la distancia”.
6.2. Código Procesal Penal
- Artículo 253, que señala la restricción de derechos fundamentales requiere expresa autorización
legal y se imponen con respeto al principio de proporcionalidad y cuando existan suficientes ele-
mentos de convicción. Además, solo tendrá lugar cuando fuere indispensable y por el tiempo ne-
cesario para prevenir riesgos de fuga, impedir la obstaculización de la averiguación de la verdad
y evitar el peligro de reiteración delictiva.
- Artículo 255, que señala las medidas de restricción solo se impondrán por el juez y a solicitud
del fiscal.
- Artículo 262, que establece la motivación del auto de detención preliminar.
- Artículo 164, que señala que la detención preliminar solo durará 24 horas.

[73] Señala el artículo 261, inciso 1 del Código Procesal Penal: El juez de la investigación preparatoria a solicitud del fiscal, sin trámite
alguno y teniendo a la vista las actuaciones remitidas por aquel, dictará mandato de detención preliminar cuando: a) No se presente
un supuesto de flagrancia delictiva, pero existan razones plausibles para considerar que una persona ha cometido un delito sancio-
nado con pena privativa de libertad superior a cuatro años y, por las circunstancias del caso puede desprenderse cierta posibilidad
de fuga.

601
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

7. JUSTIFICACIÓN DEL REQUERIMIENTO


Señor juez, resulta necesario y urgente para cautelar los fines de la investigación contar con la pre-
sencia de los investigados, para lo siguiente:
- Para evitar que Fátima María Magdalena Teatino Briones o Eder Izquierdo Alvarado, al tener
conocimiento de la existencia del levantamiento del secreto de comunicaciones con el cual se le
vincula con los hechos investigados, puedan desaparecer y/o destruir el equipo celular del agra-
viado, y de esa manera perjudicar a la investigación.
- Para que se realice el registro personal y poder ubicar en su poder el equipo celular del agravia-
do, o en todo caso se realice un registro domiciliario para ubicar además del celular los demás
bienes que fueron objeto de sustracción al agraviado.
- Para que respondan sobre los motivos y razones por los cuales utilizaron el equipo celular del
agraviado luego de su fallecimiento, así como para identificar a los autores materiales del hecho
investigado y garantizarse derecho de defensa frente a la imputación efectuada.
- Demás diligencias urgentes y relevantes a determinar una vez que se logre la detención de las
referidas personas.
8. ANEXOS
Se acompaña 53 copias fedateadas de los actuados a fin de mejor sustentar el requerimiento.
POR TANTO
Resuelva lo que corresponda.
Cajamarca, 23 de mayo de 2011.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Cajamarca

054 JUSTIFICACIÓN DEL PELIGRO PROCESAL EN EL REQUERIMIENTO DE


PRISIÓN PREVENTIVA
“Debe precisarse en cuanto a este presupuesto que la gravedad del daño
ocasionado al Estado peruano como Administración Pública, debido a la le-
sividad de los deberes jurídicos infringidos por los imputados en desmedro
de la función pública, así como el grado de instrucción superior que osten-
taban les posibilitaron interiorizar plenamente la naturaleza delictiva de su
accionar, lesionando el correcto desempeño de la función pública que au-
menta la reprochabilidad de sus conductas, debiendo precisarse de igual
modo el móvil puramente lucrativo que impulsaron sus accionar delictivos
toda vez que los imputados no padecen carencias económicas, de igual for-
ma, lo que posibilita establecer una conducta delictiva reiterante de par-
te de los imputados.
Es de resaltar, en igual sentido, las conductas asumidas por los imputados
luego de la comisión del hecho delictivo, no aceptando toda responsabili-
dad en el mismo, pese a la evidencia y flagrancia delictiva en que fue en-
contrado por personal policial y de esta Fiscalía Especializada en Delitos de
Corrupción. Las circunstancias antes precisadas, posibilitan establecer que
la pena a imponer a los imputados serían la máxima prevista en nuestro
Código Penal, esto es, quince años de pena privativa de libertad, al no
concurrir ninguna circunstancia atenuante que posibilite ponderar la impo-
sición de una pena inferior.

602
Decisiones fiscales

La gravedad de la pena a imponer al imputado, y por ello la efectividad


de la misma, posibilita establecer un concreto peligro de fuga, esto es,
que el imputado se sustraiga a la acción de la justicia y con ello la ineficacia
del proceso penal, de igual manera, mal podría establecerse que los impu-
tados tendrían un eventual arraigo, si se tiene en cuenta que precisamente
con motivo de la función pública que desarrollaba cometió el hecho delicti-
vo que se les imputa y es de prever que a consecuencia de ello ya no segui-
rán laborando en dicha entidad pública por el presente hecho delictivo que
se les imputa, todo lo cual conlleva a establecer la falta de arraigo laboral
en esta ciudad y ante la gravedad de la pena a imponérsele el peligro de
fuga se objetiviza de manera más que razonables.
Debe señalarse, además, que estando los imputados en libertad entorpece-
rán la actividad investigatoria.
1. INDICADOR: PELIGRO DE FUGA
1.1. SUBINDICADOR: ARRAIGO
§ Domicilio: no
§ Residencia habitual: no
§ Asiento de la familia: no
§ Negocios: no
§ Trabajo: no
§ Facilidades para abandonar el país: sí
§ Facilidades para permanecer oculto: sí
1.2. SUBINDICADOR: GRAVEDAD DE LA PENA: segundo párrafo del ar-
tículo 395 CP
1.3. SUBINDICADOR: EL DAÑO
§ Importancia del daño resarcible: Administración Pública
§ Actitud del imputado: no
§ Actitud voluntaria del imputado: no.
1.4. SUBINDICADOR: COMPORTAMIENTO
§ Durante el procedimiento: no
§ Otro procedimiento anterior: no
§ Sometimiento a la persecución penal: no
2. INDICADOR: PELIGRO DE OBSTACULIZACIÓN
2.1. SUBINDICADORES:
§ El imputado destruirá elementos de prueba: sí
§ El imputado modificará elementos de prueba: sí
§ El imputado ocultará elementos de prueba: sí
§ El imputado suprimirá elementos de prueba: sí
§ El imputado falsificará elementos de prueba: sí
§ El imputado influirá para que sus coimputado informe falsamente: sí
§ El imputado influirá para que testigos informen falsamente: sí
§ El imputado influirá para que peritos informen falsamente: sí
§ El imputado influirá para que su coimputados se comporten de ma-
nera desleal: sí
§ El imputado influirá para que testigos se comporten de manera
desleal: sí
§ El imputado influirá para que peritos se comporten de manera des-
leal: sí

603
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

§ El imputado influirá para que su coimputados se comporten de ma-


nera reticente: sí
§ El imputado influirá para que testigos se comporten de manera reti-
cente: sí
§ El imputado influirá para que peritos se comporten de manera reti-
cente: sí
§ Inducirá a otros a para que informen falsamente: sí
§ Inducirá a otros a para que se comporten de manera desleal: sí
§ Inducirá a otros a para que se comporten de manera reticente: sí”.

Expediente :
Caso N° : 46-2012
Especialista : Dr.
Escrito N° : 01
REQUERIMIENTO DE PRISIÓN PREVENTIVA
SEÑOR JUEZ DE TURNO DEL JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA ES-
PECIALIZADO EN DELITOS DE CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS DE LIMA
DANIEL ERNESTO CERNA SALAZAR, fiscal provincial de la Segunda Fiscalía Provincial
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima, a usted con respeto
me presento y digo:
I. REQUERIMIENTO
De conformidad con lo establecido en el artículo 268 del Código Procesal Penal, solicito SE
DICTE MANDATO DE PRISIÓN PREVENTIVA, contra los imputados DAVID ANTONIO
VIZCARRA DOMÍNGUEZ y LUIS ALEJANDRO CORNEJO URBANO como presuntos au-
tores del delito Contra la administración pública - Corrupción de funcionarios en la modalidad de
cohecho pasivo específico, en agravio del Estado peruano; delito previsto y sancionado en el se-
gundo párrafo del artículo 395 del Código Penal.
II. DE LA IDENTIFICACIÓN DE LOS IMPUTADOS
Nombres y apellidos : DAVID ANTONIO VIZCARRA DOMÍNGUEZ
Documento de identidad : 08618675
Nombres y apellidos : LUIS ALEJANDRO CORNEJO URBANO
Documento de identidad : 06064762
III. FUNDADOS Y GRAVES ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
Primero: En fecha 11 de octubre de 2012, las personas de Maribel Roxana Quezada Salinas y
Alberto Bradi Ruiz Espinoza, presentaron una Denuncia Verbal ante el Tercer Despacho de la Se-
gunda Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de
Lima, contra Luis Alejandro Cornejo Urbano y David Antonio Vizcarra Domínguez, quienes en su
condición de funcionarios del Ministerio Público - Medicina Legal/Psicología Forense con sede
dentro del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, le solicitaron la suma de S/. 200.00 a
efecto de favorecerle al denunciante en un examen psicológico requerido por la Comisaría PNP del
Rímac, en mérito a una investigación por Violencia Familiar.
Segundo: Ante la situación descrita en el considerando precedente, el denunciante Ruiz Espinoza, co-
municó a su conviviente –la también denunciante– Roxana Maribel Quezada Salinas, quien labora

604
Decisiones fiscales

como agente de seguridad en el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables sobre el examen


ordenado, la misma que consultó con el psicólogo David Antonio Vizcarra Domínguez y el Asisten-
te Administrativo Luis Alejandro Cornejo Urbano, la posibilidad de practicarse el examen de eva-
luación psicológica en dicha entidad gubernativa (Mimp), mas no el Instituto de Medicina Legal,
debido a que podía ser observado, toda vez que le correspondía pasar dicho examen en el local de
Medicina Legal ubicado cerca del C.C. Polvos Azules.
Tercero: Evacuada conforme corresponden tanto la disposición de investigación preliminar, como
la de Formalización y Continuación Preparatoria, este Despacho Fiscal Anticorrupción ordenó la
organización y preparación de determinados actos de investigación, de lo cual ha llegado a estable-
cerse con meridiana claridad que a ambos imputados, les asiste la condición de funcionario y/o ser-
vidor público conforme así lo han reconocido en sus respectivas declaraciones y de acuerdo a los
Contratos Sujeto a la Modalidad por Servicio Especifico de fecha 27/09/06 y 04/01/10, los mismos
que han sido renovados hasta la actualidad mediante addendas. En cuanto al investigado David An-
tonio Vizcarra Domínguez, tiene como función la elaboración de evaluaciones psicológicas de la
División Medicina Legal del Ministerio Público (con sede en el Ministerio de la Mujer y Poblacio-
nes Vulnerables), mientras que en cuanto a la persona de Luis Alejandro Cornejo Urbano tenía por
función recepcionar toda la documentación concerniente a este tipo de evaluaciones en su calidad
de asistente administrativo. Por lo tanto, estaban facultados para realizar el trámite y la posterior
evaluación psicológica requerida por la denunciante.
Cuarto: Así las cosas, queda evidente que en el presente caso denunciado, queda evidenciado que los
investigados requeridos, valiéndose de las facultades conferidas en razón de sus cargos, pretendían
influir en el resultado de la evaluación psicológica que se le debía practicar al denunciante Alber-
to Bradi Ruiz Espinoza –pese a que este debió de realizarse en el Instituto de Medicina Legal–, por
lo cual el psicólogo Forense David Antonio Vizcarra Domínguez efectuó para ello y condicionando
todo, a la entrega de un requerimiento espurio, ascendente a la suma de S/. 200.00; conforme así lo
ha reconocido en su declaración. En cuanto a la persona del también requerido, asistente adminis-
trativo Luis Alejandro Cornejo Urbano, era el encargado de recepcionar la documentación y pro-
gramar las fechas de evaluación de los requirentes, aceptando este último su plena colaboración en
los hechos denunciados, al haber solicitado al denunciante inicialmente la suma de S/. 500.00 para
la realización de dicho examen, conforme así lo reconocido en su declaración.
Quinto: Asumido conocimiento este despacho fiscal, de manera coordinada y conjunta con efectivos
policiales de la DIRCOCOR - PNP, llevó a cabo el operativo de revelación del delito el 12/10/2012.
En dicho operativo, se procedió a fotocopiar y certificar la cantidad de S/. 200.00 (doscientos nuevos
soles), en billetes de denominaciones y series siguientes: Un (01) billete de denominación de cien
nuevos soles (S/. 100.00) con número de Serie A5343019G; Un (01) billete de denominación de
cien nuevos soles (S/. 100.00) con número de Serie A5343020G, los cuales fueron impregnados
el reactivo compatible con luz alógena, dejando constancia de ese acto en el acta fiscal correspon-
diente. Posteriormente el día del Operativo donde los investigados fueron encontrados en flagrancia
delictiva, levantándose el acta de intervención policial y el acta de ejecución de diligencia corporal-
prueba de Contraste de Reactivo UV-203 en polvo amarillo fluorescente invisible de la fecha; sien-
do que, los billetes marcados fueron encontrados en una mesa metálica ubicada en la parte posterior
del escritorio de Luis Alejandro Cornejo Urbano, mueble que estaban dentro del dominio del in-
tervenido; asimismo, sometido este a la prueba de reactivo UV, se obtuvo como resultado positivo
para reacción fluorescente en la cara interna de los dedos de la mano derecha e izquierda, así como
en la zona dorsal de las mismas manos. Hechos que demuestran que el investigado Cornejo Urbano
recibió los dos billetes de cien nuevos soles. Seguidamente se formuló la respectiva acta de incau-
tación de los billetes previamente fotocopiados e impregnados con reactivo UV, los cuales luego de
la intervención fueron debidamente homologados con la participación de este despacho fiscal an-
ticorrupción. Mención aparte merece citar que la intervención antes descrita ha sido filmada desde

605
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

los actos iniciales (como el fotocopiado, prueba de reactivo e intervención policial), por personal de
Ministerio Público y personal de la Oficina de Inteligencia de la Dircocor-PNP.
IV. LA SANCIÓN A IMPONERSE SUPERA CUATRO AÑOS DE PENA PRIVATIVA DE
LIBERTAD
En este punto, es necesario precisar que, de acuerdo al hecho narrado y la tipificación penal des-
crita, se imputa:

“Artículo 395.- Cohecho pasivo específico

(…)

El magistrado, arbitro, fiscal, perito, miembro del Tribunal Administrativo, o cualquier otro
análogo a los anteriores que bajo cualquier modalidad solicite, directa o indirectamente,
donativo, promesa o cualquier otra ventaja o beneficio, con el fin de influir en la decisión de
un asunto que esté sometido a su conocimiento, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de ocho ni mayor de quince años e inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del
artículo 36 del Código Penal y con trescientos sesenta y cinco a setecientos días-multa”.

V. QUE EL IMPUTADO, EN RAZÓN A SUS ANTECEDENTES Y OTRAS CIRCUNSTAN-


CIAS DEL CASO PARTICULAR, PERMITA COLEGIR RAZONABLEMENTE QUE TRA-
TARÁ DE ELUDIR LA ACCIÓN DE LA JUSTICIA (PELIGRO DE FUGA) U OBSTACULI-
ZAR LA AVERIGUACIÓN DE LA VERDAD (PELIGRO DE OBSTACULIZACIÓN)
Estando la Administración Pública al servicio de los ciudadanos fundamentándose en los principios
de honestidad, participación, celeridad y eficiencia en el ejercicio de la función pública, con some-
timiento pleno a la ley y al derecho, debe entenderse que la actividad de la Administración Pública
está referida a las actividades de gestión, satisfacción de las necesidades públicas y lograr el bien
general, dicha atribución tiende a la realización de un servicio público y se somete al marco jurídi-
co especializado que norma su ejercicio.
Debe precisarse en cuanto a este presupuesto que la gravedad del daño ocasionado al Estado pe-
ruano como Administración Pública, debido a la lesividad de los deberes jurídicos infringidos por
los imputados en desmedro de la función pública, así como el grado de instrucción superior que os-
tentaban les posibilitaron interiorizar plenamente la naturaleza delictiva de su accionar, lesionando
el correcto desempeño de la función pública que aumenta la reprochabilidad de sus conductas, de-
biendo precisarse de igual modo el móvil puramente lucrativo que impulsaron sus accionar delicti-
vos toda vez que los imputados no padecen carencias económicas, de igual forma, lo que posibilita
establecer una conducta delictiva reiterante de parte de los imputados.
Es de resaltar, en igual sentido, las conductas asumidas por los imputados luego de la comisión del
hecho delictivo, no aceptando toda responsabilidad en el mismo, pese a la evidencia y flagrancia
delictiva en que fue encontrado por personal policial y de esta Fiscalía especializada en delitos de
corrupción. Las circunstancias antes precisadas, posibilitan establecer que la pena a imponer a los
imputados serían la máxima prevista en nuestro Código Penal, esto es, quince años de pena pri-
vativa de libertad, al no concurrir ninguna circunstancia atenuante que posibilite ponderar la im-
posición de una pena inferior.
La gravedad de la pena a imponer al imputado y por ello la efectividad de la misma posibilita esta-
blecer un concreto peligro de fuga, esto es, que el imputado se sustraiga a la acción de la justicia y
con ello la ineficacia del proceso penal, de igual manera, mal podría establecerse que los imputados
tendrían un eventual arraigo, si se tiene en cuenta que precisamente con motivo de la función pú-
blica que desarrollaba cometió el hecho delictivo que se les imputa y es de prever que a consecuen-
cia de ello ya no seguirán laborando en dicha entidad pública por el presente hecho delictivo que

606
Decisiones fiscales

se les imputa, todo lo cual conlleva a establecer la falta de arraigo laboral en esta ciudad y ante la
gravedad de la pena a imponérsele el peligro de fuga se objetiviza de manera más que razonables.
Debe señalarse además que estando los imputados en libertad entorpecerán la actividad investigatoria.
1. INDICADOR: PELIGRO DE FUGA
1.1. SUBINDICADOR: ARRAIGO
§ Domicilio: no
§ Residencia habitual: no
§ Asiento de la familia: no
§ Negocios: no
§ Trabajo: no
§ Facilidades para abandonar el país: sí
§ Facilidades para permanecer oculto: sí
1.2. SUBINDICADOR: GRAVEDAD DE LA PENA: segundo párrafo del artículo 395 del CP
1.3. SUBINDICADOR: EL DAÑO
§ Importancia del daño resarcible: Administración Pública
§ Actitud del imputado: no
§ Actitud voluntaria del imputado: no.
1.4. SUBINDICADOR: COMPORTAMIENTO
§ Durante el procedimiento: no
§ Otro procedimiento anterior: no
§ Sometimiento a la persecución penal: no
2. INDICADOR: PELIGRO DE OBSTACULIZACIÓN
2.1. SUBINDICADORES:
§ El imputado destruirá elementos de prueba: sí
§ El imputado modificará elementos de prueba: sí
§ El imputado ocultará elementos de prueba: sí
§ El imputado suprimirá elementos de prueba: sí
§ El imputado falsificará elementos de prueba: sí
§ El imputado influirá para que su coimputado informe falsamente: sí
§ El imputado influirá para que testigos informen falsamente: sí
§ El imputado influirá para que peritos informen falsamente: sí
§ El imputado influirá para que sus coimputados se comporten de manera desleal: sí
§ El imputado influirá para que testigos se comporten de manera desleal: sí
§ El imputado influirá para que peritos se comporten de manera desleal: sí
§ El imputado influirá para que sus coimputados se comporten de manera reticente: sí
§ El imputado influirá para que testigos se comporten de manera reticente: sí
§ El imputado influirá para que peritos se comporten de manera reticente: sí
§ Inducirá a otros a para que informen falsamente: sí
§ Inducirá a otros a para que se comporten de manera desleal: sí
§ Inducirá a otros a para que se comporten de manera reticente: sí

607
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

OTROSÍ DIGO: Se pone a su competencia a los imputados David Antonio Vizcarra Domínguez y
Luis Alejandro Cornejo Urbano quienes se encuentra en la calidad de detenidos. TÉNGASE PRE-
SENTE.
SEGUNDO OTROSÍ: Se pone en conocimiento que el domicilio procesal señalado de los imputa-
dos ha señalado los siguientes domicilios procesales, así como abogados defensores:
· David Antonio Vizcarra Domínguez, con domicilio procesal en Av. Paseo de la Republica
N° 291, Oficina 602 - Cercado de Lima, abogado defensor Dr. Tiberio César Martínez Rivera.
· Luis Alejandro Cornejo Urbano, con domicilio procesal en Casilla N° 11366 de la Central de No-
tificaciones de la Corte Superior de Justicia de Lima, abogado defensor Dr. Edgard Roger Aré-
valo Astudillo.
Se hace de conocimiento que los citados abogados defensores al amparo de los artículos 84.7 y 138
del Código Procesal Penal han tenido acceso a la carpeta fiscal y todos los actuados que ella contienen.
TERCER OTROSÍ: Se pone en conocimiento que el domicilio procesal señalado del agraviado Es-
tado peruano representado por el Procurador Público Anticorrupción Dr. Julio César Roca Fernández
es: Avenida 28 de Julio 215 Miraflores, Lima.
CUARTO OTROSÍ: Se requiere que la notificación a efectuar de la resolución judicial que provea
el presente requerimiento se realice en el domicilio procesal de en Jirón Lampa 597, con esquina de
Jirón Miró Quesada 309 Cercado Lima.
POR LO EXPUESTO:
Solicito a usted, señor juez, señalar fecha para la oralización de los argumentos del requerimiento.
Lima, 13 de octubre de 2012
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Fun-
cionarios de Lima

055 LA PRISIÓN PREVENTIVA SE EXPLICA POR LA NECESIDAD DE ASEGURAR


LA PRESENCIA DEL PROCESADO PARA EL JUZGAMIENTO (NO PARA ASE-
GURAR SU PRESENCIA DURANTE LA INVESTIGACIÓN PREPARATORIA)
“6.- Siendo así, lo expuesto por el artículo 274 del Código Procesal Penal
debe interpretarse y/o aplicarse concordadamente con el fin que persigue
la prisión preventiva según lo dispuesto por el artículo 253 del mismo texto
legal. En este sentido, si tenemos en cuenta que la finalidad de la prisión
preventiva es asegurar la presencia (sujeción) del imputado en el pro-
ceso penal, a efectos de garantizar una debida investigación de los he-
chos, hacer posible el juzgamiento y asegurar la ejecución de la pena
(cumplimiento de la sanción estatal); de ninguna manera debe entenderse
que la prolongación de la prisión preventiva procedería únicamente cuan-
do la causa penal se encuentre en etapa de investigación preparatoria, sino
su procedencia se refiere a cualquier etapa del proceso, pero, sobre todo,
en la etapa del juicio oral, que constituye la etapa más importante del pro-
ceso penal, por cuanto es donde se ha de actuar los diferentes medios de
prueba ofrecidos por el Ministerio Público con el objeto de lograr la impo-
sición de una pena”.

608
Decisiones fiscales

Exp. Judicial N° 13-2011


Especialista: Miguel Guevara Salazar
Carpeta Fiscal N° 01-2011
Fiscal responsable: Dr. JUAN MANUEL ROMERO ROBLES
REQUIERE PROLONGACIÓN DE PRISIÓN PREVENTIVA
SEÑOR JUEZ DEL PRIMER JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
RAMIRO SALVADOR DÍAZ DEL CASTILLO, fiscal provincial de la Segunda Fiscalía Provin-
cial Penal Corporativa de Cajamarca, con domicilio procesal en Jr. Sor Manuela Gil S/N Urb. La
Alameda de esta ciudad, a usted digo:
I. PETITORIO
De conformidad con lo establecido por el artículo 274 concordado con el artículo 253 del Código
Procesal Penal, solicito a su despacho la PROLONGACIÓN por CUATRO (04) MESES de la
prisión preventiva dictada contra el acusado ELMER AMÉRICO ARRIBASPLATA VARGAS,
contra quien pesa mandato de prisión preventiva, solicitud que se realiza conforme a los fundamen-
tos que se exponen a continuación:
II. FUNDAMENTOS DEL REQUERIMIENTO
1. Sucede que el acusado Elmer Américo Arribasplata Vargas fue intervenido el flagrancia de de-
lito por Tráfico Ilícito de Drogas el 24 de diciembre del año 2010, habiendo dictado su Despacho
mandato de prisión preventiva el 7 de enero de 2011 mediante resolución N° tres, disponiendo su
internamiento en el Establecimiento Penal de Cajamarca (Ex Huacaríz). El plazo de dicha medida
de coerción procesal fue dispuesto por 09 meses, por lo que contados desde el 24 de diciembre del
2010, fecha en que fue capturado, dicho plazo vencería el 23 de setiembre de 2011.
2. Comoquiera que el plazo de la prisión preventiva está por vencer sin que se haya programado au-
diencia de juicio oral donde se resolverá de modo definitivo el presente proceso penal, nuestro des-
pacho solicita que se prorrogue el plazo de la prisión preventiva hasta por el plazo de 04 meses, al
amparo de lo establecido por el artículo 274 inciso 01 del Código Procesal Penal.
3. Debemos precisar que el artículo 274, inciso 01 del Código Procesal Penal establece como pre-
supuestos para la procedencia de la prolongación de prisión preventiva dos supuestos: a) la exis-
tencia de circunstancias que importen una especial dificultad o prolongación de la investigación y;
b) La posibilidad de que el imputado pueda sustraerse a la acción de la justicia de encontrarse en
libertad; PRESUPUESTOS QUE NO DEBEN INTERPRETARSE DE MANERA AISLADA,
SINO DE MANERA CONCORDADA Y SISTEMÁTICA CON EL FIN O FINALIDADES
QUE PERSIGUE LA PRISIÓN PREVENTIVA SEGÚN EL NUEVO ORDENAMIENTO
PROCESAL PENAL.
4. Respecto al primer presupuesto –existencia de circunstancias que importen una especial di-
ficultad o prolongación de la investigación– tenemos que si bien el presente proceso no ha sido
declarado complejo, sin embargo, por la naturaleza de los actos de investigación realizados (testi-
moniales, pericias, etc.), ha requerido una prolongación de la investigación, la misma que se realizó
mediante Disposición N° 05-2011 de fecha 5 de mayo de 2011, debido a que aún faltaba una canti-
dad significativa de actos de investigación, encontrándose justificado el haberse prolongado la inves-
tigación por 45 días, situación que también justifica se prolongue la prisión preventiva, conforme a
lo señalado por Neyra Flores[74]1 en el sentido de que “cuando el fiscal prorrogue el plazo ordinario
de la investigación, debe también solicitar la prolongación de la prisión preventiva”.

[74] NEYRA FLORES, José. Manual del Nuevo Proceso Penal y de Litigación Oral. Idemsa, Lima, 2010, p. 526.

609
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

5. Por otro lado, debemos considera lo establecido por el Acuerdo Plenario N° 02-2008 de la Cor-
te Superior de Justicia de la Libertad, sobre prisión preventiva, plazo de investigación, repa-
ración civil y reglas de conducta, que señala “la prisión preventiva puede prolongarse de nueve a
dieciocho meses –sin la previa declaración del proceso como complejo–, cuando concurran circuns-
tancias que importen una especial dificultad o prolongación de la investigación y que el imputado
pueda sustraerse a la acción de la justicia (Art. 274.1 del CPP). Esta segunda forma de extensión
de la prisión preventiva, contiene una fórmula abierta “especial dificultad” que puede estar
referida a cualquiera de los supuestos taxativos del artículo 342.3 del CPP o cualquier otra si-
tuación que en forma excepcional justifique la continuación de la privación cautelar de la li-
bertad ambulatoria del imputado, a efectos de asegurar la sujeción para todo el proceso, enten-
dido desde la investigación preparatoria hasta el mismo juzgamiento” (el resaltado es nuestro).
6. Siendo así, lo expuesto por el artículo 274 del Código Procesal Penal debe interpretarse y/o apli-
carse concordadamente con el fin que persigue la prisión preventiva según lo dispuesto por el ar-
tículo 253 del mismo texto legal. En este sentido, si tenemos en cuenta que la finalidad de la pri-
sión preventiva es asegurar la presencia (sujeción) del imputado en el proceso penal, a efectos
de garantizar una debida investigación de los hechos, hacer posible el juzgamiento y asegu-
rar la ejecución de la pena (cumplimiento de la sanción estatal); de ninguna manera debe en-
tenderse que la prolongación de la prisión preventiva procedería únicamente cuando la causa penal
se encuentre en etapa de investigación preparatoria, sino su procedencia se refiere a cualquier etapa
del proceso, pero sobre todo en la etapa del juicio oral, que constituye la etapa más importante del
proceso penal, por cuanto es donde se ha de actuar los diferentes medios de prueba ofrecidos por el
Ministerio Público con el objeto de lograr la imposición de una pena.
7.- En el caso concreto, tenemos que se han admitido para su actuación en juicio oral abundantes
medios de prueba, entre ellos testimoniales, documentales y principalmente el examen de peritos
del Departamento de Química y Toxicología Forense de la Dirección de Criminalística de Lima,
quienes tienen que trasladarse desde la ciudad de Lima; por ello es razonable que el juicio oral ne-
cesariamente tiene que realizarse en varias cesiones, siendo para ello imprescindible se garantice la
presencia física del acusado Elmer Américo Arribasplata Vargas.
8.- Es evidente, señor juez, que con el inminente vencimiento del plazo de la prisión preventiva sin
que se haya llevado a cabo la audiencia de juicio oral se corre el riesgo de que el acusado se vea fa-
vorecido con la libertad procesal, situación que debe evitarse, tanto más si la acusación se encuen-
tra sustentada en graves y fundados medios de prueba que evidencian en grado de alta probabilidad
la existencia del grave hecho delictuoso y la responsabilidad penal del acusado, lo cual traerá como
consecuencia la imposición de una pena privativa de libertad.
9.- Respecto al segundo presupuesto –la posibilidad de que el imputado pueda sustraerse a la ac-
ción de la justicia de encontrarse en libertad– es evidente en el presente caso, debido a que sub-
siste el supuesto de gravedad de la pena ya que el delito por el cual se ha formulado acusación tie-
nen como pena privativa de libertad entre 15 y 25 años, situación que hace muy evidente la evasión
de la acción de la justicia por parte del acusado en caso de verse favorecido con la libertad procesal.
10. Por lo demás, debemos considerar que el presente requerimiento (prolongación de prisión pre-
ventiva) tiene como fundamento los principios de proporcionalidad y necesariedad que rigen las
medidas de coerción procesal, pues hay que merituar el grave hecho por el cual se ha formulado
acusación, que hace que la prisión preventiva sea proporcional a dicho hecho, aunado a que, como
ya se ha anotado, existen graves y fundados elementos de convicción que pesan contra el acusado
en calidad de autor del evento criminal, siendo inminente que sean condenados a pena privativa de
la libertad efectiva. De modo que, la prórroga del plazo de la prisión preventiva tiene como finalidad
hacer efectivo el ius puniendi estatal, es decir, persigue hacer efectiva una de las finalidades del pro-
ceso penal: imponer condena a quien se le ha demostrado su responsabilidad penal. Aunado a ello,
se debe precisar que pese a la complejidad en los actos de investigación realizados, el Ministerio

610
Decisiones fiscales

Público ha sido respetuoso de los plazos procesales (incluyendo la prórroga de la investigación),


habiendo emitido oportunamente la acusación.
Por los fundamentos antes expuestos debe declararse fundado el requerimiento, y de este modo
evitar situaciones de impunidad, contrarias a nuestra función encomendada.
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS
CÓDIGO PROCESAL PENAL
1.- Artículo 274 inciso 01, que establece como presupuestos para la procedencia de la prolongación
de prisión preventiva, la existencia de circunstancias que importen una especial dificultad o prolon-
gación de la investigación, así como la posibilidad de que el imputado pueda sustraerse a la acción
de la justicia de encontrarse en libertad.
2.- Artículo 253, que establece los principios y fines de la prisión preventiva.
3.- Acuerdo Plenario N° 02-2008 de la Corte Superior de Justicia de la Libertad, sobre prisión pre-
ventiva, plazo de investigación, reparación civil y reglas de conducta, que establece la procedencia
de la prolongación de la prisión preventiva.
IV. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
Teniendo en cuenta que el presente requerimiento es uno de puro derecho, los elementos de convic-
ción adjuntados están orientados a acreditar la complejidad de los actos de investigación que jus-
tificó una prolongación de la investigación preparatoria y, por ende, justifica la prolongación de la
prisión preventiva de la acusada. En ese sentido se ofrece:
1.- Disposición de formalización de investigación preparatoria.
2.- Disposición de prórroga del plazo de investigación preparatoria.
3.- Disposición de conclusión de investigación preparatoria.
4.- Requerimiento de acusación.
5.- Acta de intervención policial.
6.- Acta de registro domiciliario, constatación de equipaje, apertura de equipaje, prueba de campo
y comiso de droga, pesaje y lacrado de droga.
7.- Quince (15) tomas fotográficas.
8.- Dictamen Pericial de Química de Droga N° 11419/10.
9.- Dictamen Pericial Toxicológico N° 008/11.
10.- Hoja Bond A4 con inscripción a computador y dirigido al acusado.
11.- Declaraciones testimoniales de los efectivos policiales Guzmán Vergara Peralta y César Alberto Her-
nández Cisneros.
12.- Declaraciones del acusado.
PRIMER OTROSÍ: Pongo en conocimiento, que se adjunta copias simples de los elementos de
convicción teniendo en cuenta que la carpeta original se encuentra en el juzgado por haberse emi-
tido acusación.
SEGUNDO OTROSÍ: Se hace conocer que el acusado Elmer Américo Arribasplata Vargas se
encuentra interno en el Centro Penitenciario de Cajamarca - Ex Huacariz, tiene domicilio procesal
ubicado en Jr. Huánuco N° 704, abogado defensor Dr. Alejandro Lujan García.
POR LO EXPUESTO:
Solicito a usted señor juez, se sirva declarar fundado el presente requerimiento.
Cajamarca, 1 de septiembre de 2011.
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Cajamarca.

611
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

056 NECESIDAD DE ESTABLECER VÍNCULOS PREVIOS ENTRE CONTRATISTA


Y FUNCIONARIO COMO JUSTIFICACIÓN DE LA NECESIDAD DE LEVANTA-
MIENTO DE SECRETO DE COMUNICACIONES EN DELITO DE NEGOCIACIÓN
INCOMPATIBLE
“De acuerdo a los hechos materia de imputación, los funcionarios investi-
gados de la Municipalidad de Jequetepeque se han interesado en benefi-
ciar con las contrataciones –direccionándolas– al consorcio conformado por
Víctor Augusto Fernández Carranza y Marco Antonio Aldea Jaime por lo que
el levantamiento del secreto de comunicaciones se encuentra dirigido a es-
tablecer las relaciones previas –conocimiento o frecuencia de llamadas– en-
tre los funcionarios y los representantes de la contratista; en las que se ha
incluido a las personas jurídicas Construcciones y Servicios Generales Cixs
Eirl e Inco Contratistas Generales SAC en razón a que Aldea Jaime ha se-
ñalado al rendir su declaración que son de su propiedad”.

Expediente N° 540-2012
Especialista:
Escrito:
REQUIERE LEVANTAMIENTO DE SECRETO DE COMUNICACIONES
SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE PACASMAYO
CONSTANTE CARLOS ÁVALOS RODRÍGUEZ, coordinador de la Fiscalía Provincial Penal
Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de la Libertad - Sede Truji-
llo, ante usted digo:
Bajo el amparo del num. 10 del artículo 2 de la Constitución y el artículo 230 del CPP 2004 recurro
solicitando el levantamiento de secreto de comunicaciones de los teléfonos domiciliarios y móviles
correspondientes a la MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE JEQUETEPEQUE, PABLO MAR-
TÍN ÁLVAREZ CASTAÑEDA, RICHARD DANY MONTEZA SÁNCHEZ, AUGUSTO JOSÉ
PÉREZ RAMÍREZ, EDGAR JAVIER QUISPE CRUZ, CONSTRUCCIONES Y SERVICIOS
GENERALES CIXS EIRL E INCO CONTRATISTAS GENERALES SAC; para que se informe
a este despacho respecto del lapso que va desde enero de 2010 hasta la fecha sobre: 1. Los números
correspondientes a cada uno de los teléfonos; 2. Las comunicaciones que hubieran manteni-
do entre ellos, su fecha y duración, precisando en el caso de los teléfonos móviles los lugares
en que se encontraba cada uno de los interlocutores; 3. El nombre de los titulares de las lí-
neas con los que los teléfonos de la Municipalidad Distrital de jequetepeque, Pablo Martín
Álvarez Castañeda, Richard Dany Monteza Sánchez, Augusto José Pérez Ramírez, Edgar Ja-
vier Quispe Cruz, Construcciones y Servicios Generales Cixs Eirl e Inco Contratistas Gene-
rales SAC Han establecido comunicación; lo cual hago en razón de los siguientes fundamentos:
1
ELEMENTOS DE CONVICCIÓN QUE SUSTENTAN LA IMPUTACIÓN
Hecho imputado
Mediante Informe N° 077-2011/MDJ/JDU de fecha 16 de junio de 2011, la Jefatura de Desarrollo
Urbano solicita la ejecución del servicio “elaboración de perfiles de proyectos de inversión pública”
para 6 obras a ejecutarse en ese mismo año 2011.

612
Decisiones fiscales

En consecuencia, mediante Resolución de Alcaldía N° 063-2011-MDJ/A de fecha 21 de junio de


2011 emitida por el investigado Pablo Martín Álvarez Castañeda –Alcalde de la Municipalidad Dis-
trital de Jequetepeque– se aprueba el expediente de contratación.
Ese mismo 21 de junio, con Resolución de Alcaldía N° 064-2011-MDJ/A, Álvarez Castañeda aprue-
ba las bases administrativas a solicitud del comité de selección (Informe N° 008-2011/MDJ/JDU).
De esta manera, la Municipalidad Distrital de Jequetepeque convoca al Proceso de Selección de
Menor Cuantía N° 006-2011-MDJ/CEP - primera convocatoria para la ejecución del servicio de
elaboración de perfiles de inversión pública con fecha 22 de junio de 2011; sin embargo, a dicho
proceso de selección no se presenta ningún postor, por lo que se declara desierto el proceso y se
procede a convocar por segunda vez. Sin embargo, no se publicó la declaratoria de desierto de este
proceso en el Seace dentro del día siguiente –como prescribe el artículo 78 del Reglamento de la
Ley de Contrataciones del Estado– sino que se registro en el Seace recién el 2 de julio de 2011, es
decir después de 08 días. Asimismo, no se requirió el informe que analice las causas del desierto
como lo exige el mismo reglamento.
Es así que se procede a convocar el proceso de selección de Menor Cuantía N° 006-2011-MDJ/CEP
- segunda convocatoria con un valor referencial de S/. 25,000.00 nuevos soles, subiéndose al Seace
la convocatoria el día 4 de julio de 20011 a las 23:46 horas, es decir, fuera del horario de atención
de la entidad edil.
En esta convocatoria se aprecia que el registro de participantes se realizará únicamente el día si-
guiente 05 de julio desde las 07:30 a 15:30 horas, sin embargo el Comunicado N° 001-2009-OSCE/PRE
de fecha marzo de 2009, de manera taxativa establece que el plazo para el registro de participantes
en estos tipos de procesos de selección es desde el día siguiente de la convocatoria incluso hasta
antes de la hora de presentación de propuestas. De esta manera se buscaba restringir indebidamente
la posibilidad de ser postor, porque según la normativa vigente solo puede postor quien se encuen-
tra previamente registrado.
Más aún, la presentación de propuestas es el 06 de julio de 2011 de 8:00 a las 12:00 horas, por lo
que no se cumplió con los establecido en el artículo 24 del Reglamento de la Ley de Contrataciones
del Estado que prescribe que entre la convocatoria y la presentación de propuestas en estos tipos de
procesos debe mediar no menos de 2 días hábiles, es decir, 48 horas de publicitación.
Es de señalar que en las bases administrativas elaboradas por el comité especial permanente confor-
mado por los investigados Richard Dany Monteza Sánchez, Augusto José Pérez Ramírez y Edgar
Javier Quispe Cruz, se observa en el capítulo III –referente a los requerimientos técnicos mínimos–
que en el acápite de términos de referencia se detalla que el servicio consistirá en la reformulación
de estudios definitivos a nivel de expediente técnico, y no simples estudios de perfil, como lo deta-
lla la resolución que aprueba el expediente de contratación y las bases, por lo que no se trata de un
servicio sino de una consultoría de obras que exige mayores plazos y requisitos para su realización.
No solo eso, sino que dentro de la documentación de presentación obligatoria para admitir la pro-
puesta técnica se exige acreditar experiencia del postor tanto en la actividad como en la especia-
lidad, sin embargo, ni la Ley de Contrataciones del Estado ni su Reglamento exigen acreditar la
experiencia del postor como documentación obligatoria ni como requisito técnico mínimo para su
admisión, sino como factores de evaluación de una propuesta técnica ya admitida (artículo 46 del
Reglamento); más aún, las bases establecen que si no se cumple con estas exigencias se descalifi-
carán las propuestas que hayan sido presentadas.
Tenemos que se exige acreditar:
Experiencia en la actividad: durante los últimos 05 años en elaboración de estudios de preinversión
y consultorías en general por un monto total de 5 veces el valor referencial (25,000 mil soles) = 125

613
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

mil soles. La experiencia se probará con comprobantes de contratación, con la debida conformidad
y cancelación, con un máximo de 10 servicios prestados a uno o más clientes.
Experiencia en la especialidad: durante los último 05 años en elaboración de estudios de pre inver-
sión o consultorías similares por un monto total de 2 veces el valor referencial (25,000 mil soles) =
50 mil soles. La experiencia se probará con comprobantes de contratación, con la debida conformi-
dad y cancelación, con un máximo de 10 servicios prestados a un solo cliente.
Sin embargo, se observa que la experiencia a acreditar es demasiado exigente para el proceso de se-
lección más simple de todos; se exige demostrar experiencia con contratos dentro de los últimos 5
años anteriores cuando no había ningún problema en que hayan sido hasta 15 años; se exige en total
acreditar un monto total de 7 veces el valor referencial (S/. 175,000.00 nuevos soles), siendo estos
montos los máximos posibles. Más aún, si se tiene en cuenta que estas exigencia son para las con-
sultoría de obras y no para simples servicios como es el presente caso (art. 45 y 46 del Reglamento).
Por otro lado, dentro del capítulo III referente a los Requerimientos Técnicos Mínimos se exige la
siguiente relación de profesionales:
Un jefe del proyecto (8 años de experiencia - Ing. civil).
Un especialista en estudios en general (8 años de experiencia - Ing. civil).
Un especialista en medio ambiente (3 años de experiencia - Ing. civil o ambiental).
Un especialista en mecánica de suelos o geotecnia (8 años de experiencia - Ing. civil o afín a suelos).
y un especialista en SNIP (8 años de experiencia - Ing. civil/ arquitecto - economista).
Sin embargo, estas exigencias no son consideradas como requisitos técnicos mínimos ni por la ley de
contrataciones ni por su reglamento como exigencias para la admisión de una propuesta, sino como
factores de evaluación de una propuesta técnica ya admitida (art. 46 del Reglamento).
Aunado a ello está el hecho de que se incluye como factores de evaluación: la propuesta técnica e
innovación tecnológica y el plazo de servicio, sin embargo, ni la ley ni su reglamento establecen
como estos como factores de evaluación.
Es en estas condiciones, que únicamente se registra como participante el investigado Víctor Augus-
to Fernández Carranza en representación del “Consorcio Moche” conformado también por Marco
Antonio Aldea Jaime; consorcio al que al final el comité especial permanente le otorga la buena pro
el 06 de julio de 2011 a pesar de que tampoco cumplía con las exigencias necesarias para ello; ha-
biendo más bien irregularidades.
En este sentido:
- Fernández Carranza Víctor Augusto está registrado en el RNP como proveedor de servicios (2 de
julio de 2011 al 2 de julio de 2012) donde se constata que no tiene profesión u ocupación específica,
en cambio, el otro consorciado Marco Antonio Aldea Jaime esta registrado en el RNP como consul-
tor de obras (19 de junio de 2011 al 10 de junio de 2012), cuya profesión es ingeniero y se dedica
a la actividad en ingeniería y arquitectura; por ello, no se cumple con lo exigido en el Reglamento
de Contrataciones del Estado; teniendo en cuenta que en realidad este proceso no tiene por objeto
la prestación de servicios sino más bien la consultoría de obra, por lo que ambos consorciados de-
bieron estar inscritos en el RNP como consultores de obras.
- El investigado Víctor Fernández que no tiene profesión tiene el 99 % de participación en un proceso
netamente técnico, y por el contrario Marco Antonio Aldea Jaime que es ingeniero y quien presenta
todos los contratos para acreditar la experiencia, solo tiene el 1 % de participación.
- Para acreditar la experiencia en la actividad se presenta 5 contratos de consultoría de obra, sin em-
bargo, según las bases, el objeto de esta convocatoria no es de consultoría de obras sino de servicios.
Además de los 5 contratos dos de ellos: N° 3 y 4 de fecha 2007 (marzo - mayo) y años 2005-2006
respectivamente, son de una antigüedad mayor a los últimos 5 años a la fecha de postulación, de tal

614
Decisiones fiscales

forma que no cumplía con lo exigido en las bases, y no debió otorgarse la buena pro. No solo eso,
sino que en el caso del contrato N° 2 solo se presenta el contrato y no el acta de conformidad, sino
solo unos recibos por honorarios donde se verifica que no está fehacientemente comprobado la can-
celación por parte de la municipalidad contratante, como lo exige las bases.
De esta manera, los dos contratos restantes no suman el monto exigido por las bases, esto es, de
5 veces el valor referencial (S/. 125,000.00 soles) sino solo S/. 52,000.00 soles.
- Respecto de la acreditación en la experiencia en la especialidad, se observa que se presenta 3 con-
tratos referente también a consultorías de obras y no a servicios como exige las bases; además los
contratos N° 2 y 3 de fecha diciembre 2004 - febrero de 2005 y años 2005-2006, respectivamente
tiene una antigüedad mayor de los últimos 5 años a la fecha de postulación; y respecto del contra-
to que resta no cumple con lo exigido en las bases, en el sentido de que debe sumar un monto de 2
veces el valor referencial.
- Incluso respecto del personal propuesto se observa que no se cumplió con lo exigido en las bases,
así tenemos que:
El jefe del proyecto (Marco Antonio Aldea Jaime), no acredita su experiencia de 8 años que exige
las bases con constancias ni certificados de trabajo, sino solo con ficha de buena pro.
El especialista en estudios en general (José Sebastián Huertas Polo) tampoco acredita 8 años de ex-
periencia, y los certificados presentados están a nombre de Ingeotec EIRL pero no hay documento
que acredita que el es gerente general de esta empresa, solo en CV lo menciona.
El especialista en mecánica de suelos o geotecnia (Roberto Carlos Castillo Velarde) no acredita 8
años de experiencia sino solo 5 años.
No se propone a ningún especialista en medio ambiente como exige las bases.
Elementos de convicción
- Resolución de Alcaldía N° 063-2011-MDJ/A de fecha 21 de junio de 2011 que aprueba expedien-
te de contratación.
- Resolución de Alcaldía N° 064-2011-MDJ/A de fecha 21 de junio de 2011 aprueba las bases a so-
licitud del comité de selección.
- Convocatoria de fecha 04 de julio subido al Seace para el proceso de selección de Menor Cuan-
tía N° 006-2011-MDJ/CEP - segunda convocatoria para la ejecución del servicio de elaboración de
perfiles de inversión pública.
- Bases administrativas del proceso de selección de Menor Cuantía N° 006-2011-MDJ/CEP - se-
gunda convocatoria.
- Registro de participantes de fecha 5 de julio de 2011
- Acta de otorgamiento de la buena pro de fecha 6 de julio de 2011.
- Expediente de propuesta técnica y económica del consorcio Moche.
2
CALIFICACIÓN JURÍDICA
La intervención de Pablo Martín Álvarez Castañeda, Richard Dany Monteza Sánchez, Augusto José
Pérez Ramírez y Edgar Javier Quispe Cruz se adecua al tipo penal de negociación incompatible ti-
pificado en el artículo 399 del Código Penal en los siguientes términos: “El funcionario o servidor
público que indebidamente en forma directa o indirecta o por acto simulado se interesa, en provecho
propio o de tercero, por cualquier contrato u operación en que interviene por razón de su cargo, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años e inhabilitación
conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal”, en razón a que han direccionado el
otorgamiento de la buena pro para la contratación del Consorcio Moche.

615
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

La intervención de Víctor Augusto Fernández Carranza y Marco Antonio Aldea Jaime debe ser ca-
lificada como complicidad primaria (primer párrafo del artículo 25 del CP) en el delito de negocia-
ción incompatible, pues de no haber presentado su propuesta en las condiciones en las que lo hizo,
sin cumplir con los requisitos, no se le hubiera otorgado la buena pro de la manera claramente di-
reccionada como se ha expuesto en los hechos materia de imputación.
3
PENA PROBABLE A IMPONER
En tanto los hechos se adecuan al tipo penal del delito de negociación incompatible que se encuen-
tra sancionado con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años e inhabilita-
ción conforme a los incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal; la pena media que se debería
imponer para todos los procesados es una de cinco años de pena privativa de libertad e inhabilita-
ción de dos años.
4
JUSTIFICACIÓN DE LA MEDIDA
De acuerdo a los hechos materia de imputación los funcionarios investigados de la Municipalidad
de Jequetepeque se han interesado en beneficiar con las contrataciones –direccionándolas– al con-
sorcio conformado por Víctor Augusto Fernández Carranza y Marco Antonio Aldea Jaime por lo
que el levantamiento del secreto de comunicaciones se encuentra dirigido a establecer las relacio-
nes previas –conocimiento o frecuencia de llamadas– entre los funcionarios y los representantes de
la contratista; en las que se ha incluido a las personas jurídicas Construcciones y Servicios Gene-
rales Cixs EIRL e Inco Contratistas Generales SAC en razón a que Aldea Jaime ha señalado al
rendir su declaración que son de su propiedad.
Anexo:
Copia de elementos de convicción hasta el momento recabados.
Provéase conforme a Derecho.
Trujillo, enero 15 de 2013
* Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios
de La Libertad

057 NECESIDAD DE PROPORCIONALIDAD EN EL REQUERIMIENTO DE CON-


TROL DE COMUNICACIONES
“3.1. Razonabilidad de la medida
Se entiende por principio de razonabilidad que la medida restrictiva que se
requiera se justifique en la necesidad de preservar, proteger o promo-
ver un fin constitucionalmente valioso. Es la protección de fines constitu-
cionalmente relevantes la que, en efecto, justifica una intervención estatal
en el seno de los derechos fundamentales. Desde esta perspectiva, la res-
tricción de ese derecho satisface el principio de razonabilidad cada vez que
esta persiga garantizar un fin legítimo y, además, de rango constitucional.
Exp. N° 2235-2004-AA/TC.
En este punto, se precisa, que tal como es de apreciarse que el hecho delicti-
vo atribuido consiste en que el imputado David Antonio Vizcarra Domínguez,
solicitó a la denunciante Quezada Salinas S/. 200.00, condicionando sus
funciones –entre las que destacan las evaluaciones y expediciones de infor-
mes y protocolos psicológicos– al pago de un acto de corrupción (cohecho),
a efecto de favorecer en un examen psicológico al conviviente de esta, lo

616
Decisiones fiscales

que implica una lesión al aparato estatal (deber de lealtad) y un incumpli-


miento de sus funciones como funcionario público. Es de entender y que-
da meridianamente establecido, que dicho profesional se valió de la com-
plicidad y cooperación del asistente administrativo Luis Alejandro Cornejo
Urbano, quien se encargaría de recibir el dinero por parte de la denunciante.
3.2. Proporcionalidad de la medida
En la medida que las decisiones judiciales tienen una permanente incidencia
sobre los derechos fundamentales, la invocación del principio de proporcio-
nalidad resulta plenamente válida también tratándose del control de este
tipo de decisiones. El presupuesto para su aplicación es siempre la presencia
de dos principios constitucionales en conflicto y una decisión que afecta al-
guno de estos principios o bienes constitucionales. De este modo, la aplica-
ción del principio de proporcionalidad debe suministrar elementos para de-
terminar si la intervención en uno de los principios o derechos en cuestión
es proporcional al grado de satisfacción que se obtiene a favor del principio
o valor favorecido con la intervención o restricción. El test está compuesto
por tres subprincipios: idoneidad, necesidad y ponderación o proporciona-
lidad en sentido estricto.
En cuanto al procedimiento que debe seguirse en la aplicación del test de
proporcionalidad, hemos sugerido que la decisión que afecta un derecho
fundamental debe ser sometida, en primer término, a un juicio de idonei-
dad o adecuación, esto es, si la restricción en el derecho resulta pertinen-
te o adecuada al fin propuesto; en segundo lugar, superado este primer
análisis, el siguiente paso consiste en analizar la medida restrictiva desde la
perspectiva de la necesidad; esto supone como hemos señalado, verificar
‘si existen medios alternativos al optado’, en este caso por el juez, que es
quien ha tomado la medida. Se trata del análisis de relación medio-medio,
esto es, de una comparación entre medios; el medio elegido por quien está
interviniendo en la esfera de un derecho fundamental y el o los hipotéticos
medios que hubiera podido adoptar para alcanzar el mismo fin. Finalmente,
en un tercer momento, y siempre que la medida haya superado con éxito
los test o pasos previos, debe proseguirse con el análisis de la ponderación
entre principios constitucionales en conflicto. Aquí rige la ley de la ponde-
ración, según la cual ‘cuanto mayor es el grado de la no satisfacción o de la
afectación de un principio, tanto mayor tiene que ser la importancia de la
satisfacción del otro’.
Juicio de idoneidad o adecuación: La decisión de limitar el derecho de las
comunicaciones en el delito de corrupción de funcionarios en las modali-
dades de cohecho pasivo específico y cohecho pasivo propio corresponde
al juicio de legitimidad que el juez debe hacer de la modalidad empleada,
esto es, a que los agentes del delito habrían empleado las comunicaciones
telefónicas para solicitar y/o ofrecer beneficios económicos recíprocamente,
a sabiendas que es realizado con el objeto de influir en un resultado favo-
rable en el examen psicológico a practicársele al denunciante Alberto Bradi
Ruiz Espinoza, a cambio de un beneficio económico para ambos encartados.
La necesidad: En este acápite traeremos a colación la jurisprudencia nacio-
nal que nos dice que ‘el Derecho Penal es objetivo, real, cierto concreto y su
aplicación está en función de realidades materiales, no de ficciones forma-
les o subjetivas apreciaciones que puedan resultar como consecuencia de la

617
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

interpretación de las normas en un plano meramente abstracto o teórico, en


esas condiciones, el Derecho Penal no es útil y ningún derecho es útil, sino en
la medida que se adecua y se basa en una realidad material real’ [Expediente
N° 45-2001, Segunda Sala Penal Especial Anticorrupción de la Corte Superior
de Justicia de Lima]; para ello debe armonizarse el Derecho Procesal Penal
con el cumplimiento de los fines de la política criminal del Estado para evi-
tar la impunidad [R.N. N° 3651-2006-Lima, Primera Sala Penal Transitoria de
la Corte Suprema]. Es por eso que no existe entonces otra necesidad que
el logro de los fines de la investigación y del proceso penal mismo, es de-
cir, recabar los elementos de convicción necesarios para determinar la cul-
pabilidad o inocencia de los imputados. No existiendo otra medida alterna-
tiva que la solicitada, porque no puede pedirse a alguien que entregue las
pruebas del delito que comete cuando este lo hizo en la clandestinidad más
absoluta, con la intención y el cuidado de no dejar pruebas de ninguna cla-
se [Exp. N° 10-2001 /Acumulado N° 45-2003-A.V., Sala Penal Especial de la
Corte Suprema de Justicia de la República].
La ponderación: diversos pronunciamientos judiciales han tenido en cuen-
ta el juicio ponderación que debe hacerse entre derechos fundamentales y
medidas procesales tendientes a recabar la prueba del delito. En ese orden
de ideas, es imperativo para la investigación: a) identificar a los titulares de
las series de celulares; b) determinar el tráfico o flujo de llamadas de los ce-
lulares precisados.
Finalmente, en cuanto a la proporcionalidad (análisis del equilibrio entre las
ventajas de la acción y las desventajas), se debe señalar que el artículo 230
del CPP señala que la medida limitativa de comunicaciones procede cuando
existen graves elementos de convicción que prevén la comisión de un delito
sancionado con una pena superior a cuatro años; en el caso en examen el
delito de Corrupción de Funcionarios - cohecho pasivo específico y cohecho
pasivo propio previstos en los artículos 395 y 393, tipos penales que sancio-
nan al agente con penas, no menor de 8 ni mayor de 15 años, y no menor
de 6 ni mayor de 8 años, respectivamente”.

Expediente N° : 229-2012
Caso N° : 46-2012
Especialista : Dr. Miranda
Escrito N° : 01
REQUERIMIENTO DE MEDIDA LIMITATIVA DE DERECHOS
SEÑOR JUEZ DEL SEGUNDO JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA ESPE-
CIALIZADO EN DELITOS DE CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS DE LIMA
DANIEL ERNESTO CERNA SALAZAR, fiscal provincial del Tercer Despacho de la Segunda
Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima,
a usted con respeto digo:
I. REQUERIMIENTO
En mérito a la autoridad conferida por los artículos 159.1 y 159.5 de la Constitución Política del
Perú, concordante con los artículos 11 y 94.2 de la LOMP, y en virtud a lo estatuido en los artículos

618
Decisiones fiscales

218, 226, 230 y 233 del Código Procesal Penal, procedemos a requerir que vuestro Despacho dicte
la MEDIDA LIMITATIVA DE DERECHOS - CONTROL DE COMUNICACIONES con el
objeto que las empresas operadoras del servicio de telecomunicaciones América Móviles - Claro y
Movistar - Telefónica del Perú S.A.A. informen a este Ministerio Público lo siguiente:
a) Informar los titulares de las líneas de telefonía celular; así como nos remitan un cuadro con-
teniendo información acerca de los usuarios y/o abonados y/o clientes de los siguientes números
telefónicos:
§ 948 114 229 : presuntamente de David Antonio Vizcarra Domínguez.
§ 999 894 908 : presuntamente de Luis Alejandro Cornejo Urbano.
§ 997 323 242 : presuntamente de Maribel Roxana Quezada Salinas.
§ 991 949 075 : presuntamente de Alberto Bradi Ruiz Espinoza.
b) Detallar el tráfico de llamadas que hayan acaecido el día 11 de octubre de 2012 entre los 04
teléfonos celulares indicados en el literal a). Esto es: informar el detalle de llamadas entrantes y
salientes, con indicación de duración e imei, con indicación de fecha, hora y tiempo de duración de
las llamadas, así también dirección donde se encontraban físicamente los celulares al momento de
producirse las citadas llamadas, con ubicación de celdas activas, sms e imei, los chips que fueron
insertados en dichos aparatos telefónicos, la localización al tiempo real de las líneas telefónicas e
imei, los mensajes de texto y e-mail entrantes y salientes y la ubicación de IP de dichos celulares.
II. FUNDAMENTOS QUE SUSTENTAN EL REQUERIMIENTO
1. Hechos materia de imputación
1.1. Conforme fluye de la denuncia verbal que contiene la notitia criminis los denunciantes Maribe
Roxana Quezada Salinas y Alberto Bradi Ruiz Espinoza precisan que con fecha 11 de octubre del
2012 acudieron a la sección de Medicina Legal ubicado en las instalaciones del Ministerio de la Mu-
jer y Poblaciones Vulnerables, a efectos de que se le practique la evaluación psicológica al segundo
de los citados –ello por cuanto refiere haber sido víctima de violencia familiar–, siendo atendidos
por el asistente administrativo –el hoy encartado– Luis Alejandro Cornejo Urbano, quien mostra-
ra su aquiescencia para el examen requerido, sin embargo, también le refirió que ello estaría supe-
ditado a un ilegal requerimiento: acto de corrupción ascendiente a S/. 500.00 (quinientos y 00/100
nuevos soles), lo que incluía además el ingreso de dicho informe, a la comisaría correspondiente.
1.2. El espurio requerimiento fue ratificado por el psicólogo del Instituto de Medicina Legal del Mi-
nisterio Público y coinvestigado David Vizcarra Domínguez al momento en que este conferenciara
con la denunciante. Es así que el propio encartado profesional de la salud le confirma el cohecho
formulado, aduciendo que cobraban más, sin embargo, harían una excepción por tratarse de ella –
conocida por ser trabajadora del Mimp–, habida cuenta que, cuando un abogado pretende un simple
trámite el costo ascendente oscila entre los S/. 300.00 a S/. 350.00, con lo cual “quinientos soles no
era nada por el trámite que le iba a hacer”. La denunciante en contraparte, precisó no contar con la
suma requerida, aun así hizo la salvedad que consultaría con su pareja, ante lo cual el psicólogo fo-
rense solicitó le facilite el numero del móvil de su pareja (991949075), efectuando el funcionario
denunciado, la llamada de su propio celular (948114229), indicándole al denunciante Ruiz Espinoza
que ante el Oficio N° 873-12-Region-Policial-Divter-Norte-3-CR-VF, debía presentarse a las instala-
ciones de Medicina Legal del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, “porque ahí lo estaba
esperando”; siendo presenciado todo ello por la propia denunciante, quien luego procedió a retirarse.
1.3. Minutos más tarde, y ya habiéndose retirado del consultorio psicológico, la denunciante pro-
cedió a comunicarse con su pareja, viéndose sorprendida cuando del lado receptor le contestara el
propio denunciado Vizcarra Domínguez, quien le refirió que “baje porque la estaban esperando”.
Una vez retornara a la citada oficina, efectivamente encontró tanto al psicólogo forense como a su
pareja, indicando el primero que “le cobrarían doscientos soles porque eran de condición económica

619
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

baja y que no se trataba de un cobro sino de un reconocimiento”, asimismo, refirió que en un futu-
ro, le prestaría ayuda en caso tengan problemas, conviniendo la denunciante que previo a dar una
respuesta (positiva o negativa) consultaría con su pareja, ante lo cual el denunciado Vizcarra Do-
mínguez le preciso que “toda coordinación la haga con el señor Alejandro”. Posteriormente, ambos
denunciantes se acercaron al asistente administrativo –Cornejo Urbano–, quien adujo que el dine-
ro solicitado debía ser entregado el mismo día y que además “le estaban cobrando bien cómodo”.
Asimismo, precisó la denunciante que el investigado le mencionó que “si se iba directo a Medicina
Legal, no regrese”, ello por cuanto le estaban cobrando cómodo por tratarse de ella.
1.4. En misma fecha –y asumiendo la competencia por el turno–, este despacho fiscal toma cono-
cimiento de los hechos plasmados en la denuncia verbal efectuada, por lo que procedió a emitir las
correspondientes disposiciones de investigación preliminar y de formalización y continuación pre-
paratoria, respectivamente. Asimismo, se ordenó la organización y preparación de determinados ac-
tos de investigación, entre los que destaca el operativo de revelación del delito el cual fuera progra-
mado para el 12/10/2012 el cual fuera desplegado de manera coordinada y conjunta con efectivos
policiales de la Dircocor - PNP. Fotocopiados y certificados la cantidad de S/. 200.00 en 02 billetes
de cien nuevos soles, con números de series A5343019G y A5343020G, siendo impregnados con
reactivo compatible con luz alógena, siendo los investigados encontrados en flagrancia delictiva,
obteniéndose como resultado positivo para reacción fluorescente en la cara interna de los dedos de
la mano derecha e izquierda, así como en la zona dorsal de las mismas manos, hechos que demos-
trarían que el investigado Cornejo Urbano recibió los dos billetes de cien nuevos soles, y en el caso
del imputado Vizcarra Domínguez el resultado obtenido fue “escasa fluorescencia en las palmas de
las manos; la fluorescencia es muy tenue, color anaranjado”.
1.5. Así las cosas, queda evidente que en el presente caso denunciado, queda evidenciado que los
investigados requeridos, valiéndose de las facultades conferidas en razón de sus cargos, pretendían
influir en el resultado de la evaluación psicológica que se le debía practicar al denunciante –pese
a que este debió de realizarse en el Instituto de Medicina Legal–, por lo cual el psicólogo foren-
se David Antonio Vizcarra Domínguez condicionó su desempeño funcional a la entrega de un acto
de corrupción (cohecho), ascendente a la suma de S/. 200.00 el cual fuera formulado por el propio
encartado y comunicado por vez primera al denunciado Ruiz Espinoza vía telefónica, a través del
celular móvil de aquel, por lo cual este despacho fiscal considera pertinente establecer el flujo de
llamadas entre denunciantes e investigados, con lo que quedaría evidenciado la génesis del espurio
requerimiento efectuado.
2. Imputación penal efectuada
En este punto, es necesario precisar, que de acuerdo al hecho narrado y la tipificación penal des-
crita, queda claro que, de acuerdo a los hechos materia de la imputación, que en el comportamien-
to desplegado por ambos investigados se daría por configurado el germen de la ilicitud, encajando
la hipótesis normativa ubicada en el segundo párrafo del artículo 395 del Código Penal - Cohecho
pasivo específico, para la persona de DAVID ANTONIO VIZCARRA DOMÍNGUEZ; en tanto
que al encartado LUIS ALEJANDRO CORNEJO URBANO le seria atribuible el tipo penal resi-
dente en el segundo párrafo del artículo 393 del cuerpo punitivo - Cohecho pasivo propio, ambas
conductas en agravio del Estado.
3. PRESUPUESTOS PROCESALES PARA ATENDER LA MEDIDA SOLICITADA
3.1. Razonabilidad de la medida
Se entiende por principio de razonabilidad que la medida restrictiva que se requiera se justifique en
la necesidad de preservar, proteger o promover un fin constitucionalmente valioso. Es la protec-
ción de fines constitucionalmente relevantes la que, en efecto, justifica una intervención estatal en el
seno de los derechos fundamentales. Desde esta perspectiva, la restricción de ese derecho satisface

620
Decisiones fiscales

el principio de razonabilidad cada vez que esta persiga garantizar un fin legítimo y, además, de ran-
go constitucional. Exp. N° 2235-2004-AA/TC.
En este punto, se precisa, que tal como es de apreciarse que el hecho delictivo atribuido consiste
en que el imputado David Antonio Vizcarra Domínguez solicitó a la denunciante Quezada Salinas
S/. 200.00, condicionando sus funciones –entre las que destacan las evaluaciones y expediciones de
informes y protocolos psicológicos– al pago de un acto de corrupción (cohecho), a efecto de favo-
recer en un examen psicológico al conviviente de esta, lo que implica una lesión al aparato estatal
(deber de lealtad) y un incumplimiento de sus funciones como funcionario público. Es de entender,
y queda meridianamente establecido, que dicho profesional se valió de la complicidad y coopera-
ción del asistente administrativo Luis Alejandro Cornejo Urbano quien se encargaría de recibir el
dinero por parte de la denunciante.
3.2. Proporcionalidad de la medida
En la medida que las decisiones judiciales tienen una permanente incidencia sobre los derechos
fundamentales, la invocación del principio de proporcionalidad resulta plenamente válida también
tratándose del control de este tipo de decisiones. El presupuesto para su aplicación es siempre la
presencia de dos principios constitucionales en conflicto y una decisión que afecta alguno de estos
principios o bienes constitucionales. De este modo, la aplicación del principio de proporcionalidad
debe suministrar elementos para determinar si la intervención en uno de los principios o derechos
en cuestión es proporcional al grado de satisfacción que se obtiene a favor del principio o valor fa-
vorecido con la intervención o restricción. El test está compuesto por tres subprincipios: idoneidad,
necesidad y ponderación o proporcionalidad en sentido estricto.
En cuanto al procedimiento que debe seguirse en la aplicación del test de proporcionalidad, hemos
sugerido que la decisión que afecta un derecho fundamental debe ser sometida, en primer término,
a un juicio de idoneidad o adecuación, esto es, si la restricción en el derecho resulta pertinente o
adecuada al fin propuesto; en segundo lugar, superado este primer análisis, el siguiente paso consis-
te en analizar la medida restrictiva desde la perspectiva de la necesidad; esto supone como hemos
señalado, verificar “si existen medios alternativos al optado”, en este caso por el Juez, que es quien
ha tomado la medida. Se trata del análisis de relación medio-medio, esto es, de una comparación
entre medios; el medio elegido por quien está interviniendo en la esfera de un derecho fundamental
y el o los hipotéticos medios que hubiera podido adoptar para alcanzar el mismo fin. Finalmente, en
un tercer momento y siempre que la medida haya superado con éxito los test o pasos previos, debe
proseguirse con el análisis de la ponderación entre principios constitucionales en conflicto. Aquí
rige la ley de la ponderación, según la cual “cuanto mayor es el grado de la no satisfacción o de la
afectación de un principio, tanto mayor tiene que ser la importancia de la satisfacción del otro”.
Juicio de idoneidad o adecuación: La decisión de limitar el derecho de las comunicaciones en el
delito de corrupción de funcionarios en las modalidades de cohecho pasivo específico y cohecho pa-
sivo propio, corresponde al juicio de legitimidad que el juez debe hacer de la modalidad empleada,
esto es, a que los agentes del delito habrían empleado las comunicaciones telefónicas para solicitar
y/o ofrecer beneficios económicos recíprocamente, a sabiendas que es realizado con el objeto
de influir en un resultado favorable en el examen psicológico a practicársele al denunciante
Alberto Bradi Ruiz Espinoza, a cambio de un beneficio económico para ambos encartados.
La necesidad: En este acápite traeremos a colación la jurisprudencia nacional que nos dice que “el
Derecho Penal es objetivo, real, cierto concreto y su aplicación está en función de realidades mate-
riales, no de ficciones formales o subjetivas apreciaciones que puedan resultar como consecuencia
de la interpretación de las normas en un plano meramente abstracto o teórico, en esas condiciones,
el Derecho Penal no es útil y ningún derecho es útil, sino en la medida que se adecua y se basa en
una realidad material real” [Expediente N° 45-2001, Segunda Sala Penal Especial Anticorrupción
de la Corte Superior de Justicia de Lima]; para ello debe armonizarse el Derecho Procesal Penal

621
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

con el cumplimiento de los fines de la Política Criminal del Estado para evitar la impunidad [R.N.
N° 3651-2006-Lima, Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema]. Es por eso que, no existe
entonces otra necesidad que el logro de los fines de la investigación y del proceso penal mismo, es
decir, recabar los elementos de convicción necesarios para determinar la culpabilidad o inocencia
de los imputados. No existiendo otra medida alternativa que la solicitada, porque no puede pedirse
a alguien que entregue las pruebas del delito que comete cuando este lo hizo en la clandestinidad
más absoluta, con la intención y el cuidado de no dejar pruebas de ninguna clase [Exp. N° 10-2001
/Acumulado N° 45-2003-A.V., Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia de la República].
La ponderación: diversos pronunciamientos judiciales han tenido en cuenta el juicio ponderación
que debe hacerse entre derechos fundamentales y medidas procesales tendientes a recabar la prue-
ba del delito. En ese orden de ideas, es imperativo para la investigación: a) Identificar a los titulares
de las series de celulares; b) Determinar el tráfico o flujo de llamadas de los celulares precisados.
Finalmente, en cuanto a la proporcionalidad (análisis del equilibrio entre las ventajas de la acción y
las desventajas), se debe señalar que el artículo 230 del CPP señala que la medida limitativa de co-
municaciones procede cuando existen graves elementos de convicción que prevén la comisión de
un delito sancionado con una pena superior a cuatro años; en el caso en examen el delito de corrup-
ción de funcionarios - cohecho pasivo específico y cohecho pasivo propio previstos en los artículos
395 y 393, tipos penales que sancionan al agente con penas, no menor de 8 ni mayor de 15 años, y
no menor de 6 ni mayor de 8 años, respectivamente.
IV. AMPARO LEGAL DE LA MEDIDA
El artículo 2.10 de la Constitución Política del Estado, establece que toda persona tiene el derecho
al secreto de la inviolabilidad de sus comunicaciones. A su vez, el artículo VI del Título Preliminar
del CPP prescribe que las medidas que limitan derechos fundamentales, salvo las excepciones pre-
vistas en la Constitución, solo podrán dictarse por la autoridad judicial, en el modo, forma y con las
garantías previstas por la ley. Se impondrán mediante resolución motivada, a instancia de la parte
procesal legitimada. La orden judicial debe sustentarse en suficientes elementos de convicción, en
atención a la naturaleza y finalidad de la medida y al derecho fundamental objeto de limitación, así
como respetar el principio de proporcionalidad.
El artículo 230 del CPP Penal vigente en este Distrito Judicial, tiene como presupuesto para soli-
citar la intervención o grabación o registro de comunicaciones telefónicas o de otras formas de co-
municación, que el delito investigado sea sancionado con pena superior a los cuatro años de pena
privativa de libertad, así como también que la intervención con fines de reporte sea absolutamen-
te necesaria para proseguir las investigaciones; presupuestos que en el presente requerimiento se
cumplen, por cuanto el delito materia de investigación es sancionado con pena privativa de libertad
superior a los cuatro años.
V. NOMBRE Y DIRECCIÓN DE LOS AFECTADOS POR LA MEDIDA
5.1. El imputado DAVID ANTONIO VIZCARRA DOMÍNGUEZ, con domicilio procesal en Ca-
silla N° 4568 del Colegio de Abogados de Lima, Sede Palacio de Justicia (Lima), siendo que en el
Acta de Registro Personal y en el Acta de Entrega de Especies, ambas de fecha 12 de octubre del
2012, levantadas al momento de su intervención durante el operativo desplegado con participación
de agentes policiales y durante las diligencias llevadas a cabo en las instalaciones de a Dircocor
–obrantes a folios 65 y 93, respectivamente de la carpeta fiscal– precisa que entre otras especies en
posesión del intervenido se le encontró: un celular marca motorola, cuyo número telefónico pro-
porcionado fue: 948 114 229.
5.2. El imputado LUIS ALEJANDRO CORNEJO URBANO, con domicilio procesal en Casilla
N° 11366 de la Central de Notificaciones de la Cortes Superior de Lima (Lima), siendo que en el
Acta de Registro Personal e Incautación del 12 de octubre de 2012, levantada al momento de su in-
tervención durante el operativo desplegado con participación de agentes policiales –obrante a folios

622
Decisiones fiscales

67 a 69 de la carpeta fiscal– precisa que entre otras especies en posesión del intervenido se le en-
contró: un equipo telefónico celular color plateado y blanco marca Blackberry, cuyo número
telefónico proporcionado fue: 999 894 908.
5.3. La denunciante MARIBEL ROXANA QUEZADA SALINAS, con domicilio real en Av. Las
Mercedes N° 218, Pueblo Joven Los Ángeles, distrito de El Rímac, siendo que en el Acta de De-
nuncia Verbal y Declaración, recibida en este Despacho de investigación –obrante a folios 01 a 03
de la carpeta fiscal–, proporciona como teléfono celular de contacto: 997 323 242.
5.4. El denunciante ALBERTO BRADI RUIZ ESPINOZA, con domicilio real en Av. Las Mer-
cedes N° 218, Pueblo Joven Los Ángeles, distrito de El Rímac, siendo que en el Acta de Denuncia
Verbal y Declaración, recibida en este Despacho de investigación –obrante a folios 04 a 06 de la
carpeta fiscal–, proporciona como teléfono celular de contacto: 991 949 075.
VI. DE LA FORMA DE LA MEDIDA LIMITATIVA DE DERECHOS - CONTROL DE CO-
MUNICACIONES
a) Informar los titulares de las líneas de telefonía celular; así como nos remitan un cuadro con-
teniendo información acerca de los usuarios y/o abonados y/o clientes de los siguientes números
telefónicos:
§ 948 114 229 : presuntamente de David Antonio Vizcarra Domínguez.
§ 999 894 908 : presuntamente de Luis Alejandro Cornejo Urbano.
§ 997 323 242 : presuntamente de Maribel Roxana Quezada Salinas.
§ 991 949 075 : presuntamente de Alberto Bradi Ruiz Espinoza.
b) Detallar el tráfico de llamadas que hayan acaecido el día 11 de octubre de 2012 entre los 04
teléfonos celulares indicados en el literal a). Esto es: informar el detalle de llamadas entrantes y
salientes, con indicación de duración e imei, con indicación de fecha, hora y tiempo de duración de
las llamadas, así también dirección donde se encontraban físicamente los celulares al momento de
producirse las citadas llamadas, con ubicación de celdas activas, sms e imei, los chips que fueron
insertados en dichos aparatos telefónicos, la localización al tiempo real de las líneas telefónicas e
imei, los mensajes de texto y e-mail entrantes y salientes y la ubicación de IP de dichos celulares.
c) Debiendo disponer que la información se remita al Tercer Despacho de la Segunda Fiscalía
Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima, con
domicilio procesal en jirón Lampa 597, con esquina de jirón Miró Quesada 309 Cercado de Lima,
a fin de viabilizar la respuesta de las entidades telefónicas, disponiendo que la diligencia sea ejecu-
tada por las mencionadas instituciones en el término de SETENTA Y DOS HORAS con el aperci-
bimiento indicado del artículo 230.4 del CPP.
VII. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
Los elementos de convicción que sustentan el presente requerimiento obran en la carpeta fiscal, pro-
cediendo a detallarlos a continuación:
a) Acta de denuncia verbal y Declaración de Maribel Roxana Quezada Salinas, del 11 de octubre
de 2012.
b) Acta de denuncia verbal y Declaración de Alberto Bradi Ruiz Espinoza, del 11 de octubre de 2012.
c) Dos billetes cada uno del valor de S/. 100.00 (cien nuevos soles), con las Series A5343019G y
A5343020G.
d) Declaración del imputado Luis Alejandro Cornejo Urbano, quien reconoce los hechos denuncia-
dos por Doña Maribel Roxana Quezada Salinas.

623
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

e) Declaración del imputado David Antonio Vizcarra Domínguez, quien reconoce haber solicitado
conjuntamente con el imputado Cornejo Urbano la suma de S/. 200.00 para favorecer en la evalua-
ción psicológica a la pareja de la denunciante Quezada Salinas.
f) Declaración del denunciante Alberto Bradi Ruiz Espinoza.
g) Declaración de la denunciante Maribel Roxana Quezada Salinas.
h) Acta de Intervención Policial N° 01-2012-DIRCOCOR PNP, de fecha 12/10/12, practicada al
imputado Luis Alejandro Cornejo Urbano.
i) Acta de Registro Personal de David Antonio Vizcarra Domínguez, de fecha 12/10/12 en la cual
señala como numero de celular 948114229.
j) Acta de Registro Personal e Incautación del imputado Luis Alejandro Cornejo Urbano, de fecha
12/10/12, quien acepta haber recibido por parte de la denunciante Quezada Salinas la cantidad de
S/. 200.00 en dos billetes cada uno de S/. 100.00 de series A5343019G y A5343020G.
k) Dos billetes cada uno del valor de S/. 100.00 de series A5343019G y A5343020G, debidamente
lacrado en un sobre manila y en cadena de custodia.
l) Acta Fiscal de Contrastación de Billetes, de fecha 12/10/12, mediante la cual se ha llegado a co-
tejar que los billetes incautados al imputado Luis Alejandro Cornejo Urbano.
m) Acta de Ejecución de Diligencia de Examen Corporal - Prueba de Contraste de Reactivo UV-203
en polvo amarillo fluorescente invisible, cuyo resultado para el imputado Cornejo Urbano es posi-
tivo para reacción fluorescencia en la cara interna de los dedos de las manos derecha e izquierda,
observándose reacción fluorescencia color anaranjado; asimismo; en la zona dorsal de las mismas
manos en la cual tiene fluorescencia en las zonas distales de los dedos; en tanto que para la persona
de Vizcarra Domínguez, el resultado es escasa fluorescencia en las palmas de las manos, fluorescen-
cia tenue en el color anaranjado, y negativo en prendas de vestir del intervenido.
n) Acta Fiscal, de fecha 12/10/12, sobre los contratos de trabajo de los imputados Luis Alejandro
Cornejo Urbano y David Antonio Vizcarra Domínguez, con la cual se logra demostrar que los impu-
tados tienen la calidad de funcionario y servidor público respectivamente.
o) Acta de Entrega de Especies en la persona de David Antonio Vizcarra Domínguez de fecha 12/10/12
donde se hace precisión del celular Motorola de número telefónico 948114229.
POR LO EXPUESTO:
Solicito a usted, señor Juez de Investigación Preparatoria, acceder al presente requerimiento.
Lima, 26 de febrero de 2013
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Fun-
cionarios de Lima

058 JUSTIFICACIÓN DE REQUERIMIENTO DE PRUEBA ANTICIPADA EN DELITO


DE AGRESIÓN SEXUAL A MENOR
“2.2. DE LAS RAZONES DE SU IMPORTANCIA Y URGENCIA DE REALIZACIÓN:
• Si bien tanto la menor agraviada como su madre Yolanda Raico Aguilar,
han rendido sus declaraciones durante la etapa de investigación preliminar
(entrevista única en Cámara Gessel en caso de la menor), sin embargo, en
la presente investigación, el imputado Víctor Chilón Durand es padre bioló-
gico de la menor de iniciales E.E.CH.R. y exconviviente de la madre de esta,
Yolanda Raico Aguilar.
• Que, existiendo vínculo de consanguinidad entre la menor agraviada y
el investigado, existe un riesgo latente que el investigado a través de otros

624
Decisiones fiscales

familiares o terceros, influyan sobre su hija (agraviada) y exconviviente u


ofrezca dádivas (dinero), con el fin de que estas se retracten, no declaren o
declaren falsamente en el juicio oral y, de esta manera, verse favorecido ilí-
citamente en el proceso. Como es bien sabido, es evidente que en este tipo
de casos, las víctimas o testigos por la relación de parentesco que existe con
el imputado, estén expuestas a ofrecimientos de dinero u otros beneficios
para que cambiar de versión.
• Por ello, señor juez, a efectos de evitar que en un hecho tan grave, como
es la violación sexual de una menor de 08 años de edad cometido por su pa-
dre, tanto la agraviada como su madre se vean influenciadas por promesas,
dádivas o manipulaciones, para perjudicar el proceso penal, resulta proce-
dente que se reciba sus declaraciones vía prueba anticipada y, de esa mane-
ra, evitar que en juicio oral declaren situaciones distintas a las declaradas ini-
cialmente o no asistan a dicha diligencia, máxime si debemos tener en cuen-
ta que el imputado es una persona económicamente solvente, situación que
facilita el ofrecimiento de dádivas a la agraviada y su madre.
• La declaración de la menor agraviada tiene vital importancia en el juicio
oral y va ser decisiva para que el juez de juzgamiento emita la decisión final
(sentencia), debido a que es la persona que ha sido objeto de agresión
sexual por parte de su padre, y quien va relatar la forma, modo y circunstan-
cias de cómo ocurrieron los hechos; igual importancia para el juicio, tiene
la declaración de Yolanda Raico Aguilar, madre de la menor agraviada, por
cuanto conoce las circunstancias en que el imputado sacó de su domicilio a
la menor, así como el estado en que regresó y cómo y por qué su hija le co-
mentó que fue objeto de violación sexual por su padre, asimismo porque el
imputado ha sido el único sustento económico para ella y la menor agravia-
da. Por ello, es necesario cautelar sus declaraciones vía actuación de prueba
anticipada, caso contrario existe un peligro latente que no concurran a decla-
rar a juicio oral por ofrecimiento de promesas, dádivas o manipulación (…).
4. CIRCUNSTANCIAS DE SU PROCEDENCIA QUE NO PERMITAN SU
ACTUACIÓN EN EL JUICIO
Como se reitera, existe el riesgo fundado que tanto la menor agraviada como
su madre Yolanda Raico Aguilar, no concurran al juicio oral a rendir sus de-
claraciones, debido a que están expuestas a ofrecimientos de promesas, dá-
divas o manipulaciones por parte del imputado, sus familiares u otros; ello
debido a la relación de familiaridad que existe entre estas con el imputado
y la solvencia económica que posee el imputado, lo cual posibilita el ofreci-
miento de una serie de promesas y/o entrega de dinero y bienes a la agra-
viada y su madre teniendo en cuenta que el imputado ha sido el único sus-
tento económico de estas, además durante la investigación preliminar se ha
puesto en manifiesto los actos de manipulación por parte del imputado, así,
por ejemplo, como lo ha referido la propia agraviada en la entrevista fiscal,
luego de que el investigado abusó sexualmente le pidió que no cuente a su
madre ya que si lo hacía tenía que irse a la ciudad de Lima para que no le
metan a la cárcel y no les iba dar nada, situación que generó que la menor
no comente inicialmente lo sucedido a su madre y que se resista a contar-
le cuando esta le insistía que le diga lo que le pasaba por advertir un com-
portamiento distinto, hecho que se corrobora con la propia declaración de
Yolanda Raico Aguilar (pregunta N° 03)”.

625
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

EXPEDIENTE JUDICIAL N° : 00099 - 2012


ESPECIALISTA : Miguel Guevara
CARPETA FISCAL : 102 - 2011
FISCAL RESPONSABLE : DR. JUAN MANUEL ROMERO ROBLES
REQUIERE PRUEBA ANTICIPADA
SEÑOR JUEZ DEL TERCER JUZGADO DE INVESTIGACIÓN PREPARATORIA:
RAMIRO SALVADOR DÍAZ DEL CASTILLO, Fiscal Provincial de la Segunda Fiscalía Pro-
vincial Penal Corporativa de Cajamarca, con domicilio procesal en Jr. Sor Manuela Gil S/N Urb.
La Alameda de esta ciudad; a usted digo:
1. PETITORIO Y PRUEBA ACTUAR
En la investigación que se sigue contra VÍCTOR CHILÓN DURAND, por la presunta comisión del
delito contra la libertad sexual en su modalidad de violación sexual de menor de edad en agravio
de la menor de iniciales E.E.CH.R.; de conformidad con lo establecido por el artículo 242, inciso 1
literal c) del Código Procesal Penal, REQUIERO la actuación de PRUEBA ANTICIPADA de la
declaración de la menor agraviada de iniciales E.E.CH.R., así como la declaración testimonial
de Yolanda Raico Aguilar, madre de la referida menor, en virtud de los siguientes fundamentos:
2. HECHOS QUE FUNDAMENTAN EL REQUERIMIENTO Y RAZONES DE SU IMPOR-
TANCIA PARA LA DECISIÓN EN EL JUICIO
2.1. DE LOS HECHOS OBJETO DE IMPUTACIÓN
• En el presente caso, se ha formalizado investigación preparatoria contra VÍCTOR CHILÓN DU-
RAND, atribuyéndole la autoría del delito contra la libertad sexual en su modalidad de violación
sexual de menor de edad, en agravio de la menor de iniciales E.E.CH.R.; hecho ocurrido el día 20
de enero de 2012, cuando el investigado en calidad de padre de la menor, llegó al domicilio de la
madre de la menor ubicado en el Pasaje San Juan N° 138 del Barrio Pueblo Libre - Cajamarca a las
15:00 horas aproximadamente, procediendo a sacar a dicha menor, con la finalidad de comprarle una
bicicleta, trasladándose en su vehículo-automóvil color plomo oscuro.
• Sucede que, luego que el investigado compró la bicicleta a la menor, la llevó a una cochera ubi-
cada en Jr. Miguel Carducci N° 783, donde el investigado procedió a bajar la bicicleta del vehículo
(asientos posteriores), y luego indicó a la menor se vaya al asiento posterior de dicho vehículo, don-
de procedió a bajarle su pantalón y su trusa (calzoncito), seguidamente el imputado también se bajó
su pantalón y luego introdujo su pene en la vagina de la menor, causándole dolor por lo que la me-
nor empieza a gritar y llorar, luego empieza a salir sangre de su vagina, indicándole el investigado
que la sangre le estaba saliendo de él, pero al percatarse que la sangre salía de la vagina de la me-
nor, le proporcionó papel higiénico para que se limpie. Luego de ello la menor agraviada se vistió
y el imputado la regresó a la casa de su mamá a 17:30 horas aproximadamente, donde entregó a su
mamá 03 pantalones para que los arregle, indicando que regresaría más tarde a recogerlo.
• La menor agraviada, inicialmente no contó a su madre los hechos de violación que fue objeto, de-
bido a que el investigado le dijo que si contaba a su madre le iban a mandar preso, además porque
le ofreció comprar todo lo que quería. Sin embargo, en horas de la noche y cuando empezaron a
cenar la menor no quería comer, por lo que su madre empezó a preguntarle que le pasaba y ante la
insistencia le dijo que se había caído de la bicicleta, por lo que su mamá le dijo que le enseñe don-
de se había golpeado para curarla, cuando la menor se bajó el pantalón su madre vio que le estaba
sangrando por sus genitales, momentos en que recién le contó lo sucedido.
2.2. DE LAS RAZONES DE SU IMPORTANCIA Y URGENCIA DE REALIZACIÓN:
• Si bien tanto la menor agraviada como su madre Yolanda Raico Aguilar, han rendido sus decla-
raciones durante la etapa de investigación preliminar (Entrevista Única en Cámara Gessel en caso

626
Decisiones fiscales

de la menor), sin embargo en la presente investigación, el imputado VÍCTOR CHILON DURAND


es padre biológico de la menor de iniciales E.E.CH.R. y exconviviente de la madre de esta, Yolan-
da Raico Aguilar.
• Que, existiendo vínculo de consanguinidad entre la menor agraviada y el investigado, existe un
riesgo latente que el investigado a través de otros familiares o terceros, influyan sobre su hija (agra-
viada) y exconviviente u ofrezca dádivas (dinero), con el fin de que estas se retracten, no declaren o
declaren falsamente en el juicio oral y, de esta manera, verse favorecido ilícitamente en el proceso.
Como es bien sabido, es evidente que en este tipo de casos, las víctimas o testigos por la relación
de parentesco que existe con el imputado estén expuestas a ofrecimientos de dinero u otros benefi-
cios para que cambiar de versión.
• Por ello, señor juez, a efectos de evitar que en un hecho tan grave como es la violación sexual de
una menor de 08 años de edad cometido por su padre, tanto la agraviada como su madre se vean in-
fluenciadas por promesas, dádivas o manipulaciones, para perjudicar el proceso penal, resulta pro-
cedente que se reciba sus declaraciones vía prueba anticipada y, de esa manera, evitar que en juicio
oral declaren situaciones distintas a las declaradas inicialmente o no asistan a dicha diligencia, máxi-
me si debemos tener en cuenta que el imputado es una persona económicamente solvente, situación
que facilita el ofrecimiento de dádivas a la agraviada y su madre.
• La declaración de la menor agraviada, tiene vital importancia en el juicio oral y va ser decisiva
para que el juez de juzgamiento emita la decisión final (sentencia), debido a que es la persona que
ha sido objeto de agresión sexual por parte de su padre, y quien va relatar la forma, modo y circuns-
tancias de cómo ocurrieron los hechos; igual importancia para el juicio, tiene la declaración de Yo-
landa Raico Aguilar, madre de la menor agraviada, por cuanto conoce las circunstancias en que el
imputado saco de su domicilio a la menor, así como el estado en que regresó y cómo y porque su
hija le comentó que fue objeto de violación sexual por su padre, asimismo porque el imputado ha
sido el único sustento económico para ella y la menor agraviada. Por ello, es necesario cautelar sus
declaraciones vía actuación de prueba anticipada, caso contrario existe un peligro latente que no
concurran a declarar a juicio oral por ofrecimiento de promesas, dádivas o manipulación.
3. NOMBRE DE LAS PERSONAS QUE DEBEN INTERVENIR
En ambas diligencias deberán participar:
• La menor agraviada de iniciales E.E.CH.R.
• La madre de la menor, señora YOLANDA RAICO AGUILAR.
• La abogada defensor de la agraviada, Dra. CARMEN ESTHER OWEN LOZANO, con Reg. ICAC
N° 1410 y con domicilio procesal en Jr. Apurímac N° 694 Segundo Piso, Oficina 138 - Barrio Pue-
blo Libre - Cajamarca.
• El abogado defensor del investigado, Dr. JUAN MIGUEL TAPIA SILVA con Reg. ICAC N° 100,
con domicilio procesal en Jr. Amazonas N° 679 Tercer Piso.
• Un perito psicólogo que designe la División de Medicina Legal de Cajamarca, a fin de que asista
a la menor en su declaración, conforme lo prevé el artículo 378, inciso 3 del Código Procesal Penal.
• Fiscal responsable del caso.
4. CIRCUNSTANCIAS DE SU PROCEDENCIA QUE NO PERMITAN SU ACTUACIÓN
EN EL JUICIO
Como se reitera, existe el riesgo fundado que tanto la menor agraviada como su madre Yolanda Raico
Aguilar, no concurran al juicio oral a rendir sus declaraciones, debido a que están expuestas a ofreci-
mientos de promesas, dádivas o manipulaciones por parte del imputado, sus familiares u otros; ello
debido a la relación de familiaridad que existe entre estas con el imputado y la solvencia económi-
ca que posee el imputado, lo cual posibilita el ofrecimiento de una serie de promesas y/o entrega de

627
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

dinero y bienes a la agraviada y su madre teniendo en cuenta que el imputado ha sido el único sus-
tento económico de estas, además durante la investigación preliminar se ha puesto en manifiesto los
actos de manipulación por parte del imputado, así por ejemplo como lo ha referido la propia agraviada
en la entrevista fiscal, luego que el investigado abuso sexualmente le pidió que no cuenta a su madre
ya que si lo hacía tenía que irse a la ciudad de Lima para que no le metan a la cárcel y no les iba dar
nada, situación que generó que la menor no comente inicialmente lo sucedido a su madre y que se
resista a contarle cuando esta le insistía que le diga lo que le pasaba por advertir un comportamiento
distinto, hecho que se corrobora con la propia declaración de Yolanda Raico Aguilar (pregunta N° 03).
5. FUNDAMENTOS JURÍDICOS
• Artículo 242 inciso 1 parágrafo a) del CPP, que señala que durante la investigación preparatoria,
el fiscal puede instar al juez de investigación preparatoria la actuación de una prueba anticipada, en
los siguientes casos: testimonial, cuando requiera ser actuado con urgencia ante la presencia de un
motivo fundado para considerar que no podrá hacerse en juicio oral por ofertas o promesas de dine-
ro u otra utilidad para que no declaren o lo hagan con falsamente.
• Artículo 243 del CPP, que establece los requisitos que debe cumplirse para requerir prueba anticipada.
• Artículo 244 del CPP, que señala el trámite que debe seguir el Juez en los requerimientos de prue-
ba anticipada.
6. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN
• Acta de entrevista.
• Acta de declaración de Yolanda Raico Aguilar.
• Acta de declaración de Víctor Chilón Durand.
• Acta de inspección técnico-policial
• Acta de entrevista única a la menor agraviada.
• Certificados Médicos Legales N°s 000407 y 000408 practicados a la menor agraviada.
• Acta de nacimiento de la menor agraviada.
POR LO EXPUESTO:
Solicito a Ud. señor juez, acceda al presente requerimiento y proceda a darle el trámite correspon-
diente.
Cajamarca, 1 de febrero de 2012
* Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Cajamarca.

628
ÍNDICE GENERAL
Presentación............................................................................................. 5

PRIMERA PARTE
CAPÍTULO PRIMERO
El proceso del CPP de 2004 según la jurisprudencia de la Corte Suprema
(Sentencias de casación, autos de calificación y acuerdos plenarios)
I. Introducción........................................................................................ 11
II. Título Preliminar................................................................................. 13
1. Oralidad vs. escrituralidad............................................................. 13
2. Legalidad vs. oralidad.................................................................... 21
3. Debido proceso y garantía de averiguación lícita de la verdad..... 22
4. Motivación..................................................................................... 23
5. Inmediación................................................................................... 26
6. Impugnación.................................................................................. 27
7. Imparcialidad................................................................................. 27
8. Igualdad procesal........................................................................... 28
9. Ne bis in idem................................................................................ 28
10. Prueba............................................................................................ 28
III. Medios técnicos de defensa............................................................... 29
1. Cuestión previa.............................................................................. 29
2. Cuestión prejudicial....................................................................... 29
3. Excepción de improcedencia de acción......................................... 30
4. Excepción de prescripción............................................................. 36
IV. Sujetos procesales.............................................................................. 49
1. Imputado y tutela judicial de derechos.......................................... 49
2. Persona jurídica.............................................................................. 54

631
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

3. Agraviado y actor civil.................................................................. 56


4. Tercero civil.................................................................................... 60
V. Nulidad................................................................................................ 61
VI.Prueba................................................................................................. 65
1. Pericia............................................................................................ 65
2. Reconocimiento............................................................................. 65
3. Incautación..................................................................................... 69
VII.Medidas de coerción procesal........................................................... 74
1. Prisión preventiva.......................................................................... 74
2. Medidas de coerción reales............................................................ 77
VIII. Investigación preliminar................................................................. 80
1. Finalidad........................................................................................ 80
2. Plazos............................................................................................. 81
3. Acusación directa........................................................................... 84
IX. Investigación preparatoria................................................................. 86
1. Formalización de investigación..................................................... 86
2. Actos de investigación................................................................... 87
3. Plazos............................................................................................. 89
X. Etapa intermedia................................................................................. 91
XI. Juzgamiento....................................................................................... 99
1. Admisión y valoración de la prueba.............................................. 99
2. Desvinculación............................................................................... 108
3. Sentencia y motivación.................................................................. 113
4. Derecho material............................................................................ 116
XII. Impugnación..................................................................................... 122
1. Generalidades................................................................................. 122
2. Apelación de sentencia.................................................................. 132
Nulidad de la sentencia impugnada............................................... 146
3. Casación......................................................................................... 153
XIII. Procesos especiales......................................................................... 172
1. Proceso inmediato.......................................................................... 172
2. Proceso de seguridad..................................................................... 175
3. Proceso por delito de ejercicio privado de la acción penal............ 178
4. Terminación anticipada.................................................................. 180
XIV. Ejecución de la sentencia................................................................ 186

632
Índice general

CAPÍTULO SEGUNDO
Selección y gestión fiscal de casos en el CPP de 2004
I. Introducción........................................................................................ 198
II. Selección de casos............................................................................... 201
1. El hecho no es típico...................................................................... 201
2. El hecho no es punible................................................................... 209
3. El hecho típico no constituye delito............................................... 213
4. La acción penal se ha extinguido................................................... 214
III. Gestión de casos................................................................................. 215
1. El rechazo de los casos que carecen de pronóstico positivo de
éxito............................................................................................... 215
2. Empleo intensivo de salidas alternativas y mecanismos de sim-
plificación....................................................................................... 220
IV. Conclusión......................................................................................... 222
Modelos de decisiones fiscales de selección de casos........................ 123
001 Improcedente formalizar investigación preparatoria en el de-
lito de apropiación ilícita cuando el bien se ha perdido por ne-
gligencia del denunciado........................................................... 223
002 Improcedente formalizar investigación preparatoria en el deli-
to de estafa cuando no se verifica un engaño por parte del au-
tor sino simples mentiras.......................................................... 225
003 Improcedente formalizar investigación preparatoria en el deli-
to de lesiones por haberse actuado dentro del riesgo permitido
del tráfico rodado...................................................................... 229
004 La decisión de formalizar investigación preparatoria no puede
ser arbitraria.............................................................................. 233
005 Arbitrariedad de formalizar investigación cuando anulada por
el fiscal superior una disposición de archivo la totalidad de
elementos de convicción recolectados durante la investiga-
ción ampliatoria favorecen al investigado................................ 233
006 La imputación de responsabilidad penal en los delitos comu-
nes no requiere de recurrir a la cláusula del actuar en lugar de
otro (art. 27 de CP).................................................................... 234
007 En los delitos de usurpación (art. 202 de CP), la violencia
debe recaer sobre la persona..................................................... 234
008 Improcedente formalizar y continuar investigación preparato-
ria cuando el injusto es insignificante....................................... 242

633
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

009 Improcedente formalizar y continuar investigación preparato-


ria cuando no se pueden satisfacer las exigencias de la impu-
tación suficiente........................................................................ 248
010 Improcedente formalizar investigación preparatoria en el deli-
to de estafa cuando el resultado se debe a que la víctima ha in-
fringido sus deberes de autoprotección..................................... 250
011 Improcedente formalizar y continuar investigación preparato-
ria cuando existe un pronóstico negativo de éxito en la perse-
cución penal.............................................................................. 263
012 Las actuaciones policiales poseen presunción iuris tantum de
veracidad. Uso de las máximas de experiencia en la valora-
ción de los elementos de convicción......................................... 264
013 Improcedente perseguir penalmente por hechos que fueron ar-
chivados con anterioridad por su falta de tipicidad (sin impor-
tar para ello que en el intento de nueva persecución se consig-
nen tipos penales distintos)....................................................... 269

CAPÍTULO TERCERO
Formulación de cargos penales e imputación necesaria
I. Introducción........................................................................................ 279
II. Marco normativo................................................................................. 280
1. Internacional.................................................................................. 280
2. Nacional......................................................................................... 282
III. Contenido formal............................................................................... 287
IV. Marco temporal................................................................................... 289
V. Contenido material.............................................................................. 293
1. En la disposición de inicio de diligencias preliminares................. 295
2. En la disposición de formalización y continuación de investiga-
ción preparatoria............................................................................ 304
3. En el requerimiento acusatorio...................................................... 312
VI. Casos problemáticos.......................................................................... 318
VII. Consecuencias de la infracción del Derecho.................................... 323
VIII.Imputación necesaria y Acuerdo Plenario N° 2-2012/CJ-116......... 329
1. Aspectos positivos......................................................................... 331
A. Delimitación progresiva del objeto del proceso..................... 331

634
Índice general

B. Precisión de las exigencias de la imputación necesaria en la


formalización de investigación preparatoria........................... 331
C. El juez no puede controlar la fuerza de convicción de los ele-
mentos en que el fiscal se ha basado para decidir la formali-
zación y continuación de investigación preparatoria.............. 332
D. Procedencia de la tutela judicial de derechos frente a la in-
fracción de la imputación necesaria........................................ 335
E. La procedencia de la tutela no implica ni el sobreseimiento
del caso ni la nulidad de la disposición................................... 337
2. Aspectos negativos........................................................................ 339
A. Construcción judicial de un requisito de admisibilidad para
la tramitación de la tutela........................................................ 339
B. No pronunciarse respecto del empleo de la tutela judicial de
derechos por infracción a la imputación necesaria durante las
diligencias preliminares de investigación............................... 342
C. Limitar la procedencia de la tutela de derechos contra la dis-
posición de formalización de investigación solo a los casos
de deficiente descripción del hecho materia de imputación... 344
Bibliografía básica.............................................................................. 346
Modelos de decisiones fiscales formulación de cargos....................... 351
014 Modelo de diligencias preliminares encaminadas a la formu-
lación de acusación directa. Necesidad de poner en conoci-
miento del investigado los hechos objeto de persecución........ 351
015 En los delitos culposos se debe precisar en qué ha consistido
la infracción al deber objetivo de cuidado en que ha incurrido
el investigado............................................................................ 353
016 La imputación de responsabilidad penal por delito de colusión
requiere de consignar en la descripción fáctica de la acusación
no solo el hecho que resulta típico sino también los hechos in-
dicantes..................................................................................... 357

SEGUNDA PARTE
DECISIONES FISCALES
Inadmisibilidad de denuncia............................................................... 391
017 Inadmisibilidad de denuncia por ausencia de una narración
mínimamente detallada de los hechos....................................... 391

635
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

Diligencias preliminares de investigación.......................................... 393


018 Incorporación de oficio a un investigado que no ha sido de-
nunciado.................................................................................... 393
019 Modelo de diligencias preliminares encaminadas a la formu-
lación de acusación directa....................................................... 395
020 Citación de testigos con los debidos apercibimientos en dili-
gencias preliminares delegadas a la policía.............................. 396
021 Ordena exhibición de documentos públicos notariales bajo
apercibimiento. Secreto de diligencia....................................... 399
022 Ordena remisión de información documental en posesión de
funcionario público................................................................... 401
Improcedente formalizar investigación preparatoria.......................... 404
023 Improcedente formalizar y continuar investigación preparato-
ria en el delito de estafa cuando el resultado se debe a que la
víctima ha infringido sus deberes de autoprotección................ 404
024 Improcedente formalizar investigación porque no se incurre
en peculado cuando, a pesar de lo cuantioso del gasto en sub-
venciones sociales, el dinero no ha sido apartado de fines esta-
tales........................................................................................... 410
025 Improcedencia de formalizar investigación preparatoria por
delito de estelionato cuando el investigado desconocía el ca-
rácter litigioso del bien vendido................................................ 443
026 El delito de estelionato es una forma circunstanciada de de-
fraudación y, en tal sentido, para su configuración es necesa-
rio que se presenten los elementos típicos del delito de estafa. 444
027 Improcedencia liminar de formalizar investigación cuando el
denunciante no señala hechos imputados y del análisis de los
elementos de convicción que acompaña el fiscal tampoco pue-
de identificar de oficio alguno................................................... 451
028 Improcedencia de formalizar investigación preparatoria por
delito de peculado por la sustracción de documentos al care-
cer estos de contenido patrimonial relevante............................ 457
029 Improcedencia de formalizar investigación contra el alcalde
que no ha participado del proceso de contratación................... 463
Criterios de oportunidad...................................................................... 480
030 La suspensión de la persecución a prueba debe imponerse
cuando el simple pago de la reparación civil resulta contra-
producente para los fines preventivo generales y especiales
del Derecho Penal..................................................................... 480

636
Índice general

031 Procedencia del acuerdo reparatorio en el delito de peculado


culposo...................................................................................... 482
Determinación de la competencia fiscal.............................................. 484
032 El artículo 21 del CPP de 2004 establece criterios subsidiarios
de determinación de la competencia territorial......................... 484
033 Las normas de determinación de la competencia judicial re-
sultan aplicables a la determinación de competencia fiscal...... 485
Reapertura de casos archivados.......................................................... 490
034 La competencia para pronunciarse sobre la posibilidad de rea-
brir un caso que fue anteriormente archivado le corresponde al
fiscal originario......................................................................... 490
035 Puede pronunciarse sobre la posibilidad de reabrir un caso ar-
chivado por falta de elementos de convicción un fiscal distin-
to cuando el fiscal originario ha cesado en el cargo.................. 495
Formalización de investigación preparatoria...................................... 501
036 Datos para la debida individualización del investigado............ 501
037 Determinación del objeto de investigación para orientar la in-
vestigación................................................................................ 506
038 Formalización de investigación preparatoria por transgredir
el plazo razonable cuando el fiscal superior, sustentando que
existen elementos de convicción del delito, ordenó realizar di-
ligencias preliminares............................................................... 510
Disposiciones de investigación preparatoria....................................... 515
039 Improcedencia de la declaración del denunciante que preten-
de ilustrar al fiscal sobre la delictuosidad de las conductas ob-
jeto de investigación................................................................. 515
040 Improcedencia de ampliación de declaración testimonial por
falta de utilidad y de pertinencia............................................... 517
041 Improcedencia del careo durante la investigación preparato-
ria, salvo que se trate de una prueba anticipada........................ 520
042 Improcedencia de la apelación contra las disposiciones fiscales.... 521
Requerimientos acusatorios................................................................ 523
043 Formulación del hecho precisando la participación de cada
uno de los acusados................................................................... 523
044 Formulación del hecho materia de acusación distinguiendo
circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores......... 533
045 La imputación de responsabilidad penal por delito de colusión re-
quiere de consignar en la descripción fáctica de la acusación no solo
el hecho que resulta típico, sino también los hechos indicantes........ 541

637
La decisión fiscal en el nuevo Código Procesal Penal

046 Determinación de la pena cuando no se presentan circunstan-


cias de atenuación ni de agravación.......................................... 553
047 Criterios para la determinación judicial de la pena en el delito
de violación sexual.................................................................... 557
048 Proceso de determinación judicial de la pena en delito continuado..... 565
049 Determinación de la reparación civil en función de criterios
objetivos.................................................................................... 575
Requerimientos de sobreseimiento..................................................... 585
050 Sobreseimiento porque la versión incriminatoria de la agra-
viada no corroborada por otro elemento de convicción adole-
ce de incongruencia................................................................... 585
051 No se configura el delito de cohecho pasivo propio cuando el
funcionario solicita dinero para realizar u omitir un acto que
no está dentro de los de su competencia................................... 588
052 Sobreseimiento porque el hecho imputado no es típico: no incurre
en delito de patrocinio ilegal el funcionario o servidor público que
en ejercicio de su profesión de abogado litiga contra el Estado...... 591
Requerimientos varios......................................................................... 594
053 Razonamiento de los elementos de convicción para funda-
mentar las razones plausibles para imputar a una persona el
hecho delictivo como presupuesto de la detención preliminar. 594
054 Justificación del peligro procesal en el requerimiento de pri-
sión preventiva.......................................................................... 602
055 La prisión preventiva se explica por la necesidad de asegurar
la presencia del procesado para el juzgamiento (no para ase-
gurar su presencia durante la investigación preparatoria)......... 608
056 Necesidad de establecer vínculos previos entre contratista y
funcionario como justificación de la necesidad de levanta-
miento de secreto de comunicaciones en delito de negocia-
ción incompatible...................................................................... 612
057 Necesidad de proporcionalidad en el requerimiento de control
de comunicaciones.................................................................... 616
058 Justificación de requerimiento de prueba anticipada en delito
de agresión sexual a menor....................................................... 624

638

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