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Obra de teatro sobre las drogas y

adicciones (8 personajes)
Esta obra de teatro corta destinada al público joven habla de las drogas y las
adicciones, de los peligros y de cómo se puede resistir a estas tentaciones. Es una
obra en 2 actos para 8 personajes.

Título de la obra: “Pedro Desorientado”


Autora: Nathalie Marin

8 Personajes:

1. Narrador (Voz en off)


2. Pedro (Niño inocente y desorientado)
3. Raúl (Joven adicto)
4. José (Amigo de Raúl)
5. Anthony (Amigo de Raúl)
6. Esteban (Niño astuto)
7. Karen (Madre de Pedro-voz en off)
8. Isaías (Hombre sabio y consejero)
Acto I

Narrador: Pedro, un niño de tan solo 10 años de edad, se encontraba un día


andando por las calles de su barrio, desorientado en el mundo, sin nada que comer,
sin amigos, sin nadie que entendiera la situación por la que estaba pasando. Pues,
recientemente acaba de perder a su madre, su gran tesoro irreemplazable, debido a
una grave enfermedad que la había acogido durante más de siete años.

(Pedro caminando por la calle, con las manos en el bolsillo mirando en todas las
direcciones)

Pedro: ¡Madre!, cómo no he de extrañarte, si fuiste quien me dio la vida. ¡Mi única
familia!.

Narrador: Con una gran tristeza en su rostro, y muy pensativo, Pedro observó con
detenimiento a tres jóvenes sentados en una de las aceras de la calle, quienes no
paraban de fumar exageradamente.

Raúl: ¡Oye tú!

Pedro: ¿Quién, yo?

Raúl: Sí, tu. ¿No quieres un poco?, mira que te quitará ese pesar que tienes en tus
ojos.

Narrador: Pedro muy inocente ante las realidades existentes en la vida, se acercó
a ellos, sin saber lo que le habría de acontecer.

(Pedro camina hacia Raúl y sus dos amigos)

Pedro: Dime, ¿tienes algo de comer?, tengo mucha hambre no he comido nada en
todo el día.

Raúl: Tranquilo, en un rato conseguimos algo por ahí, pero…¡ven! siéntate con
nosotros.

(Pedro se sienta al lado de Raúl)

Raúl: Cuéntanos que te paso.


(Pedro mira al suelo con una gran tristeza en su rostro)

Pedro: ¡Estoy muy triste!, porque el día de ayer falleció mi madre, y era la única
persona que tenía en el mundo.

Raúl: ¡Que mal amigo!, pero ven fuma un poco nada te pasará, al contrario te
aliviará la pena.

(Los amigos de Raúl hacen señas a Pedro a modo de invitación)

José y Anthony: ¡Ven niño!, no te pasará nada.

Narrador: Pedro, ante la insistencia de Raúl y la vociferación de sus amigos,


decide aceptar la propuesta.

(Pedro comienza a reírse sin medida)

Raúl: ¿Cómo te sientes ahora?

Pedro: Siento como si me hicieran mil cosquillas en la pansa (Risas)

Raúl: ¡Ja ja ja!, bien amigo, bien.

(Raúl y su grupo de amigos comienzan a reír al unísono)

Narrador: Al pasar los días, meses y años, Pedro todo un joven ya quinceañero, se
situaba sumergido en una adicción que a lo lejos parecía irreversible.

Acto II

(Pedro sentado con dos amigos en la acera, mientras por la calle pasaba un niño
desorientado como él hace unos años)

Pedro: ¡Hey amigo!, ven y comparte con nosotros, para que te relajes un poco.

Esteban: No amigo, pero gracias.


Pedro: ¿Qué, me vas a decir que no quieres reírte un poco?, se nota a leguas que
has pasado una pena.

Esteban: Sí amigo, mi madre acaba de fallecer

Pedro: Con mayor razón, ven aquí muchacho, siéntate un rato.

Esteban: Gracias amigo, es muy tentativa tu oferta, pero sé que a mi madre le


hubiese gustado que luchase por mis sueños, y así lo haré; aunque tenga que
esforzarme y trabajar, pero no me rendiré.

(Esteban sigue caminando sin mirar atrás, mientras Pedro se queda pensativo)

Narrador: Ante las profundas palabras de aquel muchacho, inmediatamente


Pedro recordó la imagen de su bella madre, quien le dijo estas palabras minutos
antes de su muerte.

Karen: Hijo mío, prométeme que nunca dejarás de luchar por tus sueños.
Recuerda que aunque yo no este físicamente en este mundo ¡jamás te abandonaré!,
siempre morare allí en tu hermoso corazón. No mires atrás, más si adelante,
recorriendo cada día el camino correcto hacia la meta.

(Pedro cae en un profundo llanto)

Pedro: ¡Madre!, como fue que olvidé tus últimas palabras y tu mayor deseo.
¡Perdóname!

Narrador: Aquel llanto de Pedro fue tan sincero, que al pasar por ahí un hombre
sabio de edad ya avanzada, se detuvo a reconfortarlo.

Isaías: Joven, no sé lo que te ha pasado, pero lo que hoy mi corazón te dice: es que
nunca es tarde para volver a empezar.

Narrador: Al oír esas palabras, un gran gozo recorrió el cuerpo de aquel joven,
que un día siendo niño, tomo la decisión equivocada.

(Pedro se levanta y abraza al caballero en agradecimiento)


Pedro: En mi inocencia, hace años caí en un gran vicio, pero hoy decido
levantarme con mucho fervor, y animar aquellos niños como yo o como Raúl, para
que nunca permitan que la situación los lleve a caer en una irreparable adicción.

FIN.

Obra sobre la estigmatización de los chicos


con problemas (8 personajes)
Esta es una obra de teatro para 8 personajes. La misma nos muestra que es
equivocado rotular de ¨chicos malos¨ a los chicos con problemas; suele ser
conveniente darles otra oportunidad.

Título: “El chico malo”


Autora: Silvina Carrasco

8 Personajes:

1. Juance: Adolescente de unos 16 años. En el pasado ha tenido actitudes que lo han


sentenciado a ser ¨el chico malo¨ del barrio.
2. Martín: Niño de unos 5 años que es rescatado por Juance.
3. Mamá de Martín: Pide ayuda desesperada sin que nadie atine a hacer nada.
4. Vecina 1: Desconfía de Juance y prefiere mantenerlo al margen.
5. Vecina 2: Desconfía de Juance y prefiere mantenerlo al margen.
6. Vecina 3: Mira impotente a Martín en la jaula sin atreverse a hacer nada.
7. Vecino 1: Mira impotente a Martín en la jaula sin atreverse a hacer nada.
8. Vecino 2: Mira impotente a Martín en la jaula sin atreverse a hacer nada.

ACTO I

Personajes que intervienen en este acto: Vecina 1 y Vecina 2.

Escenario: En una calle típica de barrio; lo que parece ser el exterior de una
verdulería: cajones apilados con frutas y verduras.

Vecina 1 y Vecina 2 conversan con bolsas de compras en sus brazos.

–Vecina 1: ¿Supiste qué pasó con los cachorritos recién nacidos que abandonaron
en la calle de arriba?

–Vecina 2: ¿Los que dejaron cerca de la peluquería?

–Vecina 1: Esos… ¡Eran tan adorables! Es una lástima que nadie pudiera
cuidarlos, tendría que haber alguien que se ocupe de esas cosas.

–Vecina 2: Mira, no sé qué decirte; según me dijo Don Cosme, el de la panadería,


a él le contaron que se los llevó ese chico Juance y los está cuidando.

–Vecina 1: ¡No, no me lo imagino! ¿Ese chico haciendo una obra de bien?, si lo


único que sabe es meterse en problemas. No, le deben haber contado mal.

–Vecina 2: Bueno, es un rumor; Don Cosme tampoco se lo creía, ni yo tampoco,


ni nadie en el barrio. Todos sabemos la clase de problemático que es ese chico.

–Vecina 1: Si, todos lo hemos visto robar y buscar pleitos en la calle.

–Vecina 2: También con la familia de la que viene no se puede esperar más: su


padre era peor que él y su madre casi no le presta atención.
–Vecina 1: Afortunadamente ya casi no viene por aquí. Excepto por algunas veces
que viene al zoológico, ya casi no se ha sabido de él.

–Vecina 2: Mejor así, mejor no tener noticias suyas.

ACTO II

Personajes que intervienen en este acto: Juance, Martín, Mamá de Martín,


Vecina 1, Vecina 2, Vecina 3, Vecino 1 y Vecino 2.

Escenario: Un sector de un zoológico o reserva natural: un espacio abierto


rodeado de altas paredes o rejas donde vive el tigre. Dentro, hay una especie de
casita en la que el tigre descansa.

(El tigre nunca se ve directamente. Asoma a la puerta de la casita lo que parece


ser su parte trasera y ocasionalmente se escuchan sus rugidos.)

(Martín, Mamá de Martín, Vecina 1, Vecina 2, Vecina 3, Vecino 1 y Vecino 2 están


fuera del sector/jaula esperando que aparezca el tigre.)

–Martín: (Impaciente) ¡Mamá, ¿cuándo va a venir el tigre?! ¡Quiero verlo!

–Mamá de Martín: Está en la casita (señalando a la casita) ¿Lo ves allí?

–Vecino 1: Es verdad, allí asoma. Ha de estar durmiendo.

(Martín se aleja de su mamá sin que ésta se dé cuenta y logra escabullirse dentro
de la jaula por una reja un poco abierta. Juance se acerca al grupo.)

–Vecina 3: Ahí viene ese chico.

–Mamá de Martín: Tengan cuidado con sus pertenencias.

–Vecino 2: Si, cuidado con sus bolsos señoras.

–Mamá de Martín: (Mirando para todas partes) ¿Martín?… ¡¿Martín?!

(Martín se acerca al grupo desde dentro de la jaula)


–Martín: Mamá, ¡mira dónde estoy!

–Mamá de Martín: (Desesperada) ¡Martín ¿qué haces ahí?! (Sin saber para
dónde dirigirse) ¡Ayuda! ¡Necesito ayuda! ¡Alguien que me ayude!

(Se escucha un rugido del tigre. Los vecinos se miran espantados sin atinar a
hacer nada.)

–Mamá de Martín: ¡Alguien que me ayude, por favor!

(Sin pensarlo más, Juance trepa la reja como puede, cae al otro lado, eleva al
niño que es sacado por Vecino 1 y Vecino 2 del otro lado. Se escucha otro rugido.
Juance logra trepar y saltar afuera de la jaula.)

(Los vecinos siguen en shock. Mamá de Martín, abraza conmocionada a su hijo.)

ACTO III

Personajes que intervienen en este acto: Mamá de Martín, Vecina 1, Vecina


2, Vecina 3, Vecino 1 y Vecino 2.

Escenario: La misma calle del acto 1.

(Los vecinos están reunidos hablando, se acerca la Mamá de Martín)

– Vecina 1: Querida, ¿cómo está Martincito? Estamos hablando de lo que pasó.

–Mamá de Martín: Martín está bien, no se enteró del peligro, para él todo fue
como una aventura. El que no sé cómo está es ese chico que lo salvó, Juance. Ese
día, con la conmoción, se fue y no pudimos hablar con él.

–Vecino 2: Si, nos equivocamos con ese chico; lo juzgamos mal.

–Vecina 3: Después de todo no era tan malo, lo marginamos por actitudes que
tuvo en el pasado.

–Vecino 2: Nos resultó más cómodo dejarlo en el lugar de chico problemático en


vez de ver si necesitaba ayuda.
–Vecina 2: De no haber sido por él, quién sabe qué hubiera ocurrido.

–Vecino 1: Le debemos una disculpa.

–Mamá de Martín: Yo estoy yendo a su casa a llevarle un dibujo que le hizo


Martín y a ver como está.

–Vecina 1: Podríamos ir todos y hablamos con él.

–Vecino 1: Y le preguntamos si necesita algo.

–Vecina 2: Si, vamos.

–Vecina 3: Vamos.

–Vecina 1: Vamos.

(Todo el grupo se retira en la misma dirección)

FIN

Obra de teatro “Fuenteovejuna” de Lope


de Vega (8 personajes)
Esta es una adaptación de la obra de teatro “Fuenteovejuna” de Lope de Vega para
8 personajes. La misma nos deja la enseñanza de que no siempre la maldad y la
mentira triunfa, pues siempre hay alguien que con una buena acción logra que la
verdad salga a la luz.
Título de la obra: “Fuenteovejuna” de Lope de
Vega (Adaptación)
Autor: Manuel Martínez

8 personajes:

1. PROFESOR RUIZ.-Hombre de 55 años, un profesor tirano y déspota con sus


alumnos.
2. RAÚL.- Chico de 15 años, alumno del último curso del instituto.
3. LUISA- Chica de 15 años, estudiante del último curso del instituto. Víctima de la
tiranía del Profesor Ruiz.
4. AMANDA- Chica de 15 años, estudiante del último curso del instituto.
5. CANDIDA- Chica de 15 años, estudiante del último curso del instituto.
6. MANOLO- Chico de 15 años, alumno del último curso del instituto.
7. CESAR- Chico de 15 años, alumno del último curso del instituto.
8. DIRECTOR- Hombre de 50 años, director del instituto, permanece ignorante de
los abusos del Profesor Ruiz.

ACTO I
La sala de profesores del Instituto Velázquez está vacía. Raúl un chico de 15 años
del último curso se ha colado en la sala para robar un examen de Matemáticas.

(Personajes que intervienen en este acto Raúl, Profesor Ruiz y Luisa)

Raúl entra de forma sigilosa en la sala, se pone a rebuscar en los archivadores.

RAÚL: Tiene que estar por aquí, lo sé. Ramírez, Renato, ¡Ruiz! Aquí está el
archivador. A ver donde tiene el examen. Aquí está.

Raúl saca del archivador unas hojas grapadas. Se pone a revisarlo.

RAÚL

Que tío, ha incluido toda la materia del semestre que viene, pero si no lo hemos
visto todavía. Desde luego cuando dice que quiere suspendernos a todos no le falta
razón.

Raúl se apoya en una mesa, saca su móvil y se dispone a fotografiar las páginas,
cuando un ruido fuera de la habitación lo interrumpe. Raúl se esconde en un
armario.

Entra en la sala El profesor Ruiz y Luisa.

PROFESOR RUIZ: Adelante Alumna. Y dígame que es eso tan importante que
tiene que decirme.

LUISA: Pues mire Profesor…

PROFESOR RUIZ: Profesor Ruiz, no se olvide.

LUISA: Disculpe Profesor Ruiz. Como le iba diciendo, en el último examen, pensé
que obtendría más nota, porque he estado estudiando muchísimo y creo que
contesté bastante bien a sus preguntas.

PROFESOR RUIZ: Ah, así que cree que respondió bastante bien a mis preguntas.
Entonces, usted me está diciendo que me he equivocado corrigiendo su examen,
¿no?
LUISA: No pretendía, señor.

PROFESOR RUIZ: ¿No?, entonces si no me he equivocado quiere usted que le dé


más nota por su cara bonita, por lo que veo.

LUISA: No señor, sólo quería saber en qué había fallado, para poder estar más
atenta en el próximo examen y hacerlo mejor. Así que si pudiera enseñarme el
examen…

PROFESOR RUIZ: (El Profesor Ruiz da un golpe sonoro en la mesa) Que le


enseñe mi examen, pero cómo se le ocurre. Está usted poniendo en duda mi trabajo
como profesor. Jamás me habían insultado tanto. Sepa usted que está expulsada
dos días del instituto.

LUISA: Pero señor, déjeme que le explique.

PROFESOR RUIZ: ¡Fuera!

LUISA: Déjeme por lo menos que hable con el director.

PROFESOR RUIZ: No me obligue a llamar a sus padres, váyase y piense en su


insolencia.

Luisa sale llorando de la sala.

ACTO II

(Personajes que intervienen en este acto Manolo, Cándida, Cesar y Amanda)

Reunidos de pie alrededor de unos pupitres, en una clase sin profesor charlan
cuatro compañeros del último curso.

CANDIDA: Es muy injusto.

CESAR: Y que lo digas.

CANDIDA: La pobre, con lo estudiosa que es.

MANOLO: Desde luego, ese hombre no tiene corazón, es un tirano.


AMANDA: Si la hubierais visto, se fue llorando amargamente todo el camino.

CANDIDA: No es para menos. Pero sigo sin entender, ¿Por qué a ella?

CESAR: Pues porque era la que fue al despacho. Si llegas a ir tu Cándida o tú


Cesar os toca a vosotros. Es un hombre que odia la enseñanza.

MANOLO: Es cierto, no hay más que ver con que desgana llega a clase todos los
días. Si ya ni se molesta en dar las clases, al más mínimo ruido corta todo y a
castigar.

CANDIDA: Pues no es justo, porque hoy es Luisa, pero mañana podemos ser
cualquiera.

CESAR: Tenemos que hacer algo.

AMANDA: Sí, pero ¿qué podemos hacer? Porque hablando con él no vamos a
conseguir nada de nada.

MANOLO: Tenemos que enseñarle al director, cómo es en realidad. Sólo así


podríamos librarnos de él.

CANDIDA: Y eso, ¿cómo lo vamos a hacer?

CESAR: En la próxima clase, alguno tiene que salir del aula y llamar al director y
traerlo con una excusa. Mientras nosotros sacaremos lo peor de él.

ACTO III

(Personajes que intervienen en este acto Manolo, Cesar, Amanda, Cándida, El


Profesor Ruiz, Raúl y el Director.)

En el aula el Profesor Ruiz, imparte su clase de matemáticas.

CESAR: Amanda, tienes que hacerlo ya. A ti no te dirá nada por ir al baño.

PROFESOR RUIZ: Por Dios, porque no os calláis, tan difícil es dar una clase
entera en silencio. Cómo vuelva a oír una voz, daré la clase por finalizada y todo
esto irá para examen.
Amanda temerosa, alza su mano.

PROFESOR RUIZ: ¿Qué pasa ahora señorita Amanda?, ¿qué tripa se le ha roto?

AMANDA: Perdona profesor Ruiz, tengo que ir al baño.

PROFESOR RUIZ: Bromea usted, ¿no?

AMANDA: Señor no se lo pediría sino fuera necesario, pero tengo que ir.

PROFESOR RUIZ: Mujeres, siempre débiles y con problemas. Adelante vaya al


baño y otórguenos el regalo de su ausencia.

Amanda sale de la clase. El profesor continúa impartiendo la clase.

MANOLO: Profesor, tengo una duda.

PROFESOR RUIZ: ¿Una?, visto su último examen tiene que tener usted más de
una.

MANOLO: ¿Por qué mandó expulsar a Luisa?

PROFESOR RUIZ: ¿Para esas tonterías me molesta? La expulsé por insolencia,


insolencia que veo que comparten más de uno con ella.

CESAR: Pero no le ha contestado al compañero. ¿Cuál fue el motivo exacto?

PROFESOR RUIZ: Un motín, un motín en mi propia clase. Que insolencia,


todos sois unos maleducados. ¡Todos seréis castigados por vuestra insolencia, esto
no va quedar así!

El director junto con Amanda entra en clase alarmado.

DIRECTOR: ¿Qué sucede señor Ruiz?, ¿a qué vienen esos gritos?

PROFESOR RUIZ: Menos mal que está aquí, señor director. Todos estos jóvenes
son unos insolentes. Todos merecen un castigo.
DIRECTOR: Señorita Amanda, me ha mentido. Me dijo que había un joven en
mal estado que requería mi ayuda.

AMANDA: Pero señor…

DIRECTOR: Nada, empiezo a creer que el Profesor Ruiz, lleva razón.

Raúl se levanta desde el fondo de la clase con el móvil en la mano y se acerca al


director.

PROFESOR RUIZ: Raúl, ¿a dónde se cree que va? Que insolencia, que
barbaridad.

Raúl se acerca al director y le da el móvil para enseñarle un video. Los gritos del
Profesor Ruiz a Luisa se oyen desde el móvil.

PROFESOR RUIZ: No haga caso señor Director. Está claro, que tienen algo en
mi contra…

DIRECTOR: No se moleste Profesor, venga conmigo. Y despídase de la clase. Y en


cuanto a usted, Raúl ya hablaremos de cómo grabó ese video, pero bueno por ahora
puede estar tranquilo.

El Profesor Ruiz sale de la clase con el Director detrás, los alumnos aplauden.

FIN

Obra corta sobre los jovenes y la política


(8 personajes)
Esta es una obra para 8 personajes. La misma nos muestra la importancia de la
participación de los jóvenes en política y el concepto de esta como una actividad
que suma y no tanto que divide.
Título: “Jóvenes y política”
Autora: Silvina Carrasco

8 Personajes:

1. Profe Mario: Profesor de Ciencias Sociales. Cree fuertemente en los jóvenes y en


su poder para cambiar la realidad.
2. Leo: Es el que trata de conciliar cuando el resto no se puede poner de acuerdo
3. Lara: Es la intelectual del grupo. Es seria y puede parecer un poco arrogante.
4. Santi: Un poco más tímido que el resto pero también participa
5. Lola (Dolores): Su interés principal es la moda y el aspecto. Siempre habla y se
comporta con un entusiasmo ingenuo.
6. Matías: Forma parte de grupos de militancia social y ecologistas..
7. Ramiro: El pesimista del grupo.
8. Juaco: Estudiante promedio.

Adultos y niños: Extras. Van a la feria.

ACTO I

Escenario: El aula de una escuela con sus bancos, sillas, armarios, pizarrón y
escritorio del profesor.

Personajes que intervienen en este acto: Profe Mario, Leo, Lara, Santi, Lola,
Ramiro, Matías y Juaco.
Están los chicos en el aula conversando, algunos sentados en sus sillas, otros en
los bancos, otros parados. Entra el Profe Mario, todos se empiezan a sentar

Profe Mario: (apoyándose en su escritorio, se cruza de brazos) ¡Silencio por


favor! ¡A sentarse!. Los invito cordialmente a abrir sus carpetas para iniciar esta
fascinante clase de Política y Sociedad.

(Quejas generales)

–Juaco: ¡Huy profe, que aburrido!

–Lola: ¡¿Vieron la transparencia del vestido de la primera dama?! ¡¿No hay reglas
para vestirte cuando sos primera dama?!.

–Lara: ¡Ay Dolores, eso no es Política, es vanidad!

–Lola: ¡Huy bueno! ¿Nos podés decir vos qué es la Política? (a su compañera de
banco) Sabrá mucho de Política pero de combinaciones de ropa…¡ Mirá que
ponerse ese amarillo flúor con marrón!

(Risas y gritos arengando a que siga la discusión)

–Profe Mario: Bueno, bueno, chicos, basta.

– Ya que tienen tantas ganas de debatir y opinar, ¡queda formalmente inaugurada


la primera sesión de la asamblea de cuarto año!

–Ramiro: ¿Y qué se supone que tenemos que debatir?

–Profe Mario: ¿No se quejaban del frío que hace en algunas aulas en invierno por
los calefactores rotos? Bueno, ¡resuelvanlo!.

–Leo: ¡Sí! Es buenísima la idea.

–Santi: Podemos plantear soluciones…

–Leo: Si, y después elegimos una.


-Lara: Es que lo único que podemos hacer nosotros es redactar una nota dirigida a
la dirección de la escuela y que ellos la eleven a quién le corresponda solucionar el
problema.

–Matías: ¡Qué notita ni que notita!. Los problemas de la escuela o la comunidad


no se resuelven con notitas. ¡Tenemos que embarrarnos, activar, ponernos a
trabajar!.

–Ramiro: ¿Y qué sugerís Artesano del Barro?

–Matías: No sé, pidamos colaboraciones en las radios y los comercios, hagamos


rifas, una feria y solucionemos nosotros el tema de la calefacción.

–Lara: Es que no nos corresponde a nosotros.

(Todos hablan al mismo tiempo, queriendo dar su opinión)

–Santi: Votemos

–Lola: (levanta la mano) Yo voto por la idea de Mati. ¿Quién más?

(Levantan la mano más de la mitad)

–Leo: Bueno, somos mayoría. ¡A trabajar entonces!

ACTO II

Escenario: El patio de una escuela durante una feria: stans, guirnaldas,


banderines, juegos.

Personajes que intervienen en este acto: Profe Mario, Leo, Lara, Lola, Santi,
Matías, Juaco, Ramiro, los demás compañeros, niños y adultos que fueron a la
feria.

Se desarrolla la feria.

Lola vende ropa usada en un stan. Lara vende libros donados en otro. Matías
simula explicarles el proceso de reciclaje de botellas a unos niños en su stan. Leo,
Ramiro y Juaco están encargados de los juegos. Los demás compañeros llevan
cajas de un lado a otro. El Profe Mario camina y observa. Los niños corren y
participan de los juegos. Los adultos compran y conversan entre sí.

(Todos interactúan. Se escuchan conversaciones mezcladas, risas y gritos.)

ACTO III

Escenario: El aula de clases, ambientada de igual forma que en el ACTO I.

Personajes que intervienen en este acto: Profe Mario, Leo, Lara, Lola, Santi,
Matías, Juaco y Ramiro.

–Profesor Mario: Bueno, cuentenme. Que tienen para decirme de la feria

–Leo: Cada uno aportó cosas y trabajo y pudimos juntar más plata de la que
habíamos planeado.

–Profe Leo: Una de las cosas que me interesaba, era que pudieran ver que más
allá de partidos y banderas, la política, en su forma más esencial, se trata de buscar
acuerdos en pos de un bien común, ¡y ustedes lo hicieron!.

–Lara: No siempre nos pudimos poner fácilmente de acuerdo. Pero nos dimos
cuenta de que el mejor sistema es exponer cada uno sus ideas y después hacer lo
que vote la mayoría.

–Matías: Sí, aunque no garantice la mejor elección, no se puede discutir que ese
sistema es el mejor.

–Santi: Y lo mejor es que resolvimos varios problemas de la escuela.

–Profesor Mario: Lo importante es que entendieron que las diferencias muchas


veces suman.

-Ustedes, tan distintos entre sí, pudieron usar sus diferencias para complementarse
y crear el mejor grupo de trabajo para resolver problemas.(despeina a Santi como
muestra de cariño). (Bromeando) ¡Pueden crear una lista y postularse para algo!

-Ramiro: Nos llevamos bien porque todavía no hay plata grande de por medio.
Todos al unísono: ¡Ramiro!

(Risas)

FIN

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