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El Círculo de la Vida

The Circle of Life

El eneagrama comprende tres partes: círculo, triángulo y seis puntos en red, que en conjunto representan
un cosmos, o una totalidad de auto perfección. El círculo representa el tiempo de crecimiento del cosmos,
la red representa la circulación dentro del cosmos, y los puntos del triángulo representan dónde el cosmos
se conecta con el mundo exterior a él. De otro modo representan respectivamente cuerpo, alma y espíritu
de un cosmos. Un verdadero cosmos consiste de estas tres partes trabajando en armonía formando una
totalidad viva.
Este ensayo trata de un cosmos - el ser humano - y principalmente sólo una parte de ese cosmos,
representado por el círculo del eneagrama (aunque el triángulo también se usará). En otras palabras,
hablaremos sobre el desarrollo a lo largo del círculo en lo que se refiere a los años de una vida humana,
relacionando las fases de desarrollo natural al conocimiento del Cuarto Camino.

El Círculo
El círculo representa el tiempo de una vida, el natural despliegue del desarrollo predeterminado de un
cosmos; en este caso el cosmos bajo estudio es el ser humano, así este despliegue es la vida del ser
humano. Trataremos el comienzo, el desarrollo, el logro y la muerte que son nuestra vida. Esto debe ser
análogo a las mismas fases del círculo en la vida de cualquier otro cosmos, o estaremos en error.
Aquí está el circulo:
Los nueve puntos son los nueve puntos conocidos y la
enumeración usada al exponer el eneagrama. Los puntos 1, 2, 4,
5, 7, y 8, están asociados con las glándulas endocrinas
particulares y sus funciones correspondientes, y se verá que la
función de la glándula deviene aproximadamente predominante a
la edad asignada a cada uno de esos puntos, aunque continúe
funcionando a lo largo de nuestra vida. Los puntos 0, 3, y 6,
corresponden a las influencias externas que son alimento,
respiración, y luz de un cosmos, y aquí se verá que corresponden
al nacimiento, lenguaje y sexo, respectivamente.

Leonardo de Pisa
Una fuente adicional de estructura que emplearemos es
proporcionada por la llamada “Serie Fibonacci”. Fibonacci es el sobrenombre del gran matemático
italiano del siglo 13 Leonardo de Pisa. Aunque él es responsable de introducir nada menos que el sistema
decimal desde la zona Indo-arábiga, así como el uso de números árabes en Europa, él es mejor recordado
por una curiosa serie matemática que introdujo en un aparentemente simple problema en uno de sus
libros:
¿Cuántas parejas de conejos se producirán en un año, empezando con una sola pareja, si cada mes cada
pareja pare una nueva pareja que se vuelve productiva desde el segundo mes?
La respuesta es una serie numérica que se despliega así: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55 ..., donde cada
nuevo número es la suma de los dos anteriores. Entre otros rasgos de esta secuencia es que el cociente de
cualquier par de números adyacentes se aproxima a la media dorada con creciente exactitud a medida que
los números son mayores. Por ejemplo, 13/8 = 1.625, 21/13 = 1.615, donde el resultado se acerca a la
media dorada cada vez más. Esto ocurre en cualquier serie numérica en que el próximo número se crea
agregando los dos números anteriores. Las cantidades de la serie Fibonacci, aparecen en el crecimiento de
varios organismos naturales, por ejemplo, un girasol puede tener 21 espiras a la izquierda y 34 a la
derecha.
Está más allá de mi intento en este ensayo entrar en cualquier detalle respecto a la media dorada y la serie
Fibonacci. El uso que quiero hacer aquí de esta secuencia está en los primeros 10 números. Como una
secuencia del crecimiento natural, debe, por supuesto, referirse también al crecimiento humano.

El Círculo y la Serie Fibonacci


Combinaré el eneagrama y la secuencia Fibonacci para describir las fases del desarrollo humano. En
particular, aplico los números Fibonacci de 1 a 55 a los nueve puntos del eneagrama. Lo que es notable, y
ciertamente no coincidente, es cómo las fases del crecimiento humano pueden ser mejor estructuradas
dividiéndolas exactamente en los intervalos descritos por los números de Fibonacci. Y las fases que
resultan de aplicar la serie Fibonacci en el eneagrama aparecen exactamente donde la función humana
correspondiente a los mismos puntos debe entrar en juego.
Porqué esto debe ser así, es difícil decir. Aparte que el eneagrama y la sucesión de Fibonacci son
significativos, me parece resaltar que el desarrollo humano se mide por años. Es decir, la órbita de la
Tierra alrededor del Sol, que corresponde a nuestro año solar, debe sincronizar la base biológica para
determinar cuándo debe surgir una nueva capacidad humana. Esto no es decir que no hay algún grado de
variación individual, un individuo alcanza una fase antes o después que otro. Pero, en general y en un
grado notable, los números de Fibonacci corresponden al desarrollo de fases esperadas por el
conocimiento del eneagrama.
La ciencia moderna ha determinado recientemente que las células individuales y las estructuras más
complejas de la vida tienen “relojes biológicos”. Los relojes bajo estudio - que conozco - son diurnos, es
decir que miden la longitud del día. En general, si se ponen las células en estudio en ciertas circunstancias
artificiales como luz u oscuridad continua, los relojes no se restablecen con precisión y pueden producir,
por ejemplo, una oscilación de 25 horas. Pero bajo condiciones normales, los relojes compensan
correctamente las desviaciones y continúan cronometrando nuestros días con precisión.
Esto tiene un rango de usos prácticos que sólo estamos empezando a suponer. Ciertamente varias
secreciones endocrinas en nuestra sangre varían durante el día. Lo que propongo es que también tenemos
alguna clase de reloj que está cronometrando el año - del año -, el mes y el día de todos los ritmos
naturales a los que el cuerpo está sujeto.
Sabemos poco sobre el ritmo mensual, por ejemplo el ciclo menstrual de una mujer corresponde a esta
duración, pero en general los ritmos mensuales permanecen sin investigar y cualquier mención al respecto
se desecha como “superstición”. Pero nos volvemos menos intolerantes al exponer, digo, pescar, y nadie
parece molestarse que el pez sincronice sus ciclos de apareamiento con los períodos correspondientes de
luna nueva y luna llena. Con respecto a la luna llena hay muchos ejemplos similares. La luna nueva, sin
embargo, es mucho menos investigada, principalmente porque es invisible (sospecho que la luna nueva es
el “Anulios” de Gurdjieff). Ningún “sicólogo” le dirá que la luna afecta la conducta humana, pero
cualquier policía lo sabe.
Los ritmos anuales tienen una naturaleza externa obvia similar y una inexaminada naturaleza interior.
Sabemos bien del cambio de estaciones, pero sólo muy recientemente la ciencia moderna los ha
relacionado a la psicología humana, por ejemplo en relación al humor o la emoción con la duración de
exposición a la luz del sol. Ésta es esencialmente una nueva área entera de investigación, y promete ser
interesante.
En los párrafos siguientes, daré una apreciación global completa de esta teoría que relaciona el eneagrama
y la secuencia Fibonacci con nuestra vida. Aquí está la figura que expondré:
Las Fases de la Vida
La figura está dividida por el triángulo en tres
partes, y éstas corresponden a definidas fases en
nuestra vida. El primer tercio del círculo (desde la
cima en el sentido de las agujas del reloj),
comprende desde el nacimiento hasta la edad de
tres años. El énfasis aquí está en el desarrollo y
uso básico de nuestras capacidades físicas, desde
controlar el movimiento para comer, caminar y
finalmente hablar. El desarrollo del habla se
vuelve el medio de entrar en el segundo tercio de
nuestra vida, entre los 3 a 13 años. Éste es un
tiempo del desarrollo de nuestro juego básico de
habilidades sociales, nuestra personalidad. Provee
el fundamento necesario para la tercera fase de
nuestra vida, aquí mostrada como el último tercio
del círculo, comienza a la edad de 13 años. He
llamado a este último tercio la edad de auto
desarrollo. Empieza con la emergencia de la
sexualidad adulta. Hablaremos más de todo esto en las nueve etapas de los próximos años.

El Desarrollo del Cuerpo

El páncreas y la tiroides son las dos glándulas


particularmente asociadas con esta fase de nuestra vida,
ambas “se derivan de células que emergen en el sistema
digestivo embrionario” (Enciclopedia Británica).

Uno a uno

La serie Fibonacci empieza con dos “1”s, el primer punto en


la cima del círculo puede tomarse como concepción y
nacimiento. Es interesante notar (como este es el punto que
corresponde astronómicamente a la luna y al tipo lunar en los
humanos) que en este punto - y sólo en este - el tiempo es
medido en lunaciones: el nacimiento ocurre 10 lunas después de la concepción. Después de esto, todas
nuestras medidas estarán en años. He llamado esta primera etapa manifestación porque evoca de todo
desde pañales mojados y llanto hasta la primera exhibición de características - un “bebé tranquilo”, o un
“bebé llorón”, un” bebé huesudo”, ojos castaños, la nariz de su Madre, y así (“Come, duerme y se
despierta a media noche” podría ser otra manera de etiquetar esta etapa pero es un poco pesado).
“Comida” o “Digestión” no podrían ser nombres malos para esta etapa. En general, es el proceso de
crecimiento.
La glándula endocrina asociada con 1 año es el páncreas, responsable de producir la mayoría de nuestras
enzimas digestivas así como un bicarbonato natural para neutralizar cualquier indigestión debida a la
acidez. Es responsable de regular el uso de glucosa, un componente importante de la leche materna.
Básicamente, el trabajo del bebé es comer. Siguiendo la sucesión de Fibonacci, esta etapa acabaría a la
edad de un año.
Uno a dos
La segunda etapa es la edad de la independencia, en la que el niño puede comer alimentos diferentes a la
leche materna, capaz de jugar solo, afirmar su voluntad, etc. Esta independencia, o premeditación, se
combina con movimientos más sofisticados, inevitablemente lleva a la próxima fase de la vida.
El punto designado a la edad de dos años corresponde a la glándula tiroides, glándula endocrina
principalmente involucrada con el metabolismo y consumo de oxígeno. En otras palabras, la tiroides es
responsable de la apropiada combustión de nuestro alimento digerido, calor y otras energías generadas
para nuestro uso. La superproducción de su secreción principal, la tiroxina, produce movimiento
excesivo.

Dos a tres
La próxima etapa, el movimiento, se caracteriza porque el niño “entra a todo”. Esto trasciende al infante
que ha aprendido caminar, al niño que exhibe un dominio relativo del movimiento externo para explorar
el mundo. También se manifiesta en una exploración, o prueba, de límites de “hacer” y “no hacer”. Los
niños aprenden rápidamente cuan lejos pueden entrar en algún área nueva, y este límite es empujado,
jugando. Así un nuevo y creativo mundo de relaciones empieza a desarrollarse, un mundo que entrará de
lleno en el ser con el uso funcional del idioma en la próxima fase.
Y así el primer “tercio” de la vida, la infancia, es completado. Puede parecer extraño aquí y a lo largo de
este ensayo ver éstas aparentemente desiguales divisiones llamarse fases equivalentes, pero tomo mi clave
de Rodney Collin quien señaló la inmensa diferencia que ocurre en la percepción del tiempo cuando más
envejecemos (Collin usó una escala diferente, una escala logarítmica basada en 10 lunaciones, para trazar
el desarrollo humano alrededor del círculo del eneagrama). Todos sabemos que la expresión adulta común
“el tiempo vuela”, no vale para el niño. Cuando seguimos el círculo, las fases involucran progresivamente
más años todavía, contenidos en una equivalencia de experiencia y cambio.

El Desarrollo de la Personalidad

La idea básica a ser expuesta en este “tercio” de nuestra vida es el desarrollo de la personalidad,
estrictamente hablando falsa personalidad, que es la socialización del individuo en nuestra sociedad. Es
un requisito necesario pero no muy agradable. Normalmente es la edad del desarrollo más rápido de
nuestras habilidades emocionales. La falsa personalidad se desarrolla como resultado de nuestra
sensibilidad emocional - podemos ser capaces de comunicar nuestras emociones y percibir las emociones
de otros que inevitablemente herimos, e inconscientemente hallamos las maneras de protegernos.

Tres a Cinco
El desarrollo de la personalidad empieza con lo que he llamado el habla pero más generalmente es
comunicación, e incluye la interacción directamente o indirectamente con otros (esto claro no excluye el
idioma de señas usado por sordos, por ejemplo). La influencia de los medios masivos de comunicación y
cultura tienen en general una influencia enorme. Uno debe entender el idioma y debe poder usarlo.
Aprendemos qué decir y qué no decir, y a quién decirlo.
Esta etapa es la edad de cinco años y de la glándula endocrina denominada paratiroides (realmente son
cuatro glándulas juntas). La hormona paratiroides acelera el uso de calcio y fósforo para el crecimiento
del hueso en combinación con la tiroides. El crecimiento del hueso es una necesidad obvia durante estos
años de crecimiento relativamente rápido del cuerpo.
Tanto las glándulas tiroides como paratiroides desarrollan las bolsas bronquiales (asociadas al desarrollo
pulmonar - este punto está asociado con la respiración en el diagrama del alimento 1). Dos de la las cuatro
glándulas paratiroides y otra glándula, el timo, vienen de la llamada tercera bolsa bronquial.

Un aparte: Hay alguna asociación de la paratiroides con el habla, en que la interacción tiroides/
paratiroides regula la rapidez del habla. Mi personal sospecha es que el timo, la glándula de la pre
sexualidad en general, está conectada con la asombrosa habilidad de los niños para aprender
idiomas, pero no encuentro sustento de esto en la literatura. Pero el timo está claramente
implicado en otro tipo de aprendizaje: la habilidad de nuestro sistema inmunológico de reconocer
los virus, una vez que han sido vistos, y esta habilidad está “posiblemente relacionada a otros
procesos por los cuales las células adquieren nuevo fenotipos en base a la entrada de energía
externa”; esta habilidad puede ser la fundamental vía celular por la que aprendemos. Creo que el
timo está implicado en el aprendizaje en general. Curiosamente, o quizás apropiadamente, en los
humanos el tipo tímico (solar), ligado a todos los otros tipos, es ingenuo. Esto parece
contradictorio, y puede serlo, pero para mí es interesante que el aprendizaje es la característica o
variable central. Pensamientos adicionales me llevan a creer que una cierta inocencia está
implicada en el aprendizaje, ya que una cansada clase de actitud de “ya ha sido hecho” se cierra
más a nuevas posibilidades que una ingenua franqueza y buena gana para probar algo nuevo (Ver
también Nota 1 más sobre el timo y el aprendizaje del sistema inmunológico). Menciono el timo,
- aunque no aparezca como un punto en el círculo del eneagrama, así como el tipo solar tampoco
aparece en el círculo - porque es “la glándula del la de la niñez”, disminuyendo su influencia e
incluso su masa física a medida que envejecemos.

Cinco a Ocho
La niñez, abarca aproximadamente las edades de cinco a ocho años, es un tiempo mágico, o debe serlo.
Un tiempo en el que todavía estamos influenciados fuertemente por nuestra esencia, nuestro reales gustos
y antipatías, y hasta donde sea posible proseguimos con estas actividades y relaciones que preferimos.
Este es el tiempo que el niño juega más independiente. Sólo que demasiado pronto es apremiado y re
dirigido por nuestra instrucción, sea religiosa o secular, hacia el juego en grupo.
La siguiente fase dos rodea el punto del triángulo que lo he asociado con el sexo, la edad de 13. Los dos
puntos adyacentes al punto de sexo, las edades de 8 y 21, están asociados con las glándulas suprarrenales
y la glándula pituitaria posterior, respectivamente. La glándula suprarrenal (realmente dos glándulas) está
particularmente asociada con la actividad sexual masculina a través de los andrógenos, cuya
superproducción causa la condición conocida como virilismo. La pituitaria posterior produce la oxitocina,
una hormona responsable de las contracciones uterinas del parto y la eyección de leche durante la
lactación.

Ocho a Trece
La etapa de educación la he puesto entre los años 8 a 13, un período de preparación para mejor o peor
para los tiempos tumultuosos por venir. La educación formal es sólo una parte de lo que quiero decir aquí,
de mayor importancia son las habilidades generales de socialización adquiridas en situaciones de grupo.
Éste es realmente un tipo especial de educación, porque la fuerza de las circunstancias exige a los grupos
contener una mezcla completa de niños con diferentes tipos y centros de gravedad. Después en la vida, se

1
Ver diagram de la comida
incrementa (inconscientemente) la restricción individual de estas interacciones de gran amplitud a los
tipos y centros de gravedad que uno prefiere mecánicamente. De hecho, la próxima fase se caracteriza por
tales exclusiones.
El fin del segundo tercio de vida es notable por la disminución del tamaño de la glándula de la niñez, el
timo, y la emergencia poderosa del sexo. Las glándulas particulares asociadas con el punto aquí asignado
“8” años, son las glándulas suprarrenales. Estas glándulas tienen múltiples funciones, incluso la secreción
de hormonas ayudan a tratar el estrés, y otras relacionadas con la sexualidad, están involucradas con el
desarrollo del pelo púbico y otras características sexuales tempranas en varones y hembras durante el
período anterior a la pubertad.
Además, la corteza suprarrenal puede sintetizar las hormonas esteroides, incluso los progestógenos y
estrógenos asociados con la sexualidad femenina y los andrógenos asociados con la sexualidad masculina.
En general, los cuerpos de las muchachas empiezan a cambiar a la edad de ocho y después los cuerpos de
los muchachos a la edad de once y después. Éste es el comienzo de pubertad, llevándonos al último tercio
del círculo.

Autodesarrollo
Este tercio de nuestra vida, que he llamado autodesarrollo, se
caracteriza por nuestra elección con los variables niveles de éxito
con lo que somos y lo que queremos ser. El trabajo de
crecimiento, para el cual las glándulas pituitarias son las
principales responsables, retardan la culminación de este período.

Trece a Veintiuno
La primera etapa de este período de auto - maestría, representa la
emergencia de las poderosas secreciones endocrinas de las
glándulas suprarrenales y sexuales. Ambas glándulas tienden a
producir una cierta división: en el caso de las suprarrenales,
tendemos a adquirir un tipo de perspectiva de “nosotros y ellos”,
afectando nuestro círculo social, e incluso aislándonos de todos
los demás. Esta tendencia se vuelve más pronunciada después de
la pubertad hasta la edad de 21. En el caso de las glándulas
sexuales, la división de varón y hembra, cada uno de nosotros adquiere alguna combinación de los dos y
nos damos profunda cuenta de nuestros complementos.
Esta fase se corresponde bastante con el desarrollo psicológico. Para la fase de la “Adolescencia”, Erik
Erikson expone ideas tales como “confusión de rol” y “crisis de identidad”. La tarea básica aquí es
determinar quiénes somos y qué queremos. En parte hacemos esto al esforzarnos por apartarnos del molde
de “pequeño niño de mamá” y encuadrarnos con los intereses y con otros por quienes sentimos alguna
afinidad.
Erikson considera que el resultado ideal de esta fase es llegar a una fuerte identidad personal, término que
uso para denominar la próxima etapa.
Las próximas dos etapas podrían resumirse como “paternal/maternal”. Los dos glándulas involucradas - la
pituitaria posterior y pituitaria anterior – llamadas “la pituitaria” en la literatura, tienen funciones muy
diferentes.
Veintiuno a Treinticuatro
La próxima etapa, la identidad, tiene que ver con volverse un adulto completo en una sociedad
complicada. En Occidente, no es raro que la edad de 21 determina la asunción plena de derechos. Este
también es el tiempo, que algunas de las tumultuosas divisiones del período anterior puedan reconciliarse
y armonizarse en un vínculo de pareja más permanente, a menudo en matrimonio y la creación de una
familia.
La glándula asociada con la edad de 21 es la parte posterior de la pituitaria. Las personas en quienes esta
glándula es la glándula predominante (ej., las personas de este “tipo”) tienden a exhibir un sentido fuerte
de identidad personal, y se ofenden fácilmente, por ejemplo, si usted se olvida su nombre.
En general, el tipo y su glándula asociada promueven la armonía entre los contrarios.

Treinticuatro a Cincuenticinco
La etapa final de este círculo la he llamado maestría, y quiere indicar una cierta destreza con los
problemas de la vida de uno, y un cierto grado de logro o contribución en la relación a la sociedad. Lo que
es un logro o contribución a los ojos de un individuo contra otro individuo puede, por supuesto, variar
tremendamente.
Físicamente, no vamos a conseguir nada mejor que esto. La glándula endocrina asociada con el punto
asignado a la edad de treinticuatro es la pituitaria anterior. A veces llamada “glándula maestra” porque la
mayoría de sus secreciones endocrinas influyen en otras glándulas endocrinas, en lugar de actuar
directamente en las células. A nuestra llegada a esta fase, la glándula maestra ha tenido éxito logrando
nuestro apropiado desarrollo a través del sistema endocrino.
La pituitaria anterior es, en líneas generales, un contraparte masculino a las funciones más femeninas de
su compañera, la pituitaria posterior. Un bajo nivel de hormonas pituitarias anteriores puede causar
enanismo, y hasta envejecimiento prematuro. La sobresecreción produce acromegalia, una condición en la
que ciertas partes del cuerpo se agigantan.
Este período de nuestra vida, treinticuatro a cincuenticinco años de edad, es la primera vez que
experimentamos la pérdida gradual de facultades involucradas con el envejecimiento. Como padres,
cambia la actitud de los cuidados maternales y paternales de la fase anterior al modelo paternal/maternal
más apartado, los niños se han vuelto más independientes y han entrando en los años asociados con
glándulas suprarrenales y sexuales. El deseo sexual normal disminuye gradualmente como una de las
hormonas pituitarias anteriores (la prolactina, la hormona de “los padres”) reduce la producción de la
testosterona en los hombres y se ha implicado en la pérdida de deseo sexual y habilidad de concebir en las
mujeres. Para las personas que se han identificado con su sexualidad, éste es un agitado desarrollo.

Cincuenticinco a Ochentinueve
Y luego viene algo nuevo. En ciertas enseñanzas tradicionales de la India, este es un tiempo que,
habiendo cumplido con las obligaciones de la vida, uno se retira a contemplar lo eterno. En nuestros
tiempos modernos, menos profundos, es el tiempo de yacer en la cama o en alguna búsqueda vacía,
referida irónicamente como “recreación”. Del mismo modo que el desarrollo del habla está relacionado
con dos puntos adyacentes al punto del habla, y el desarrollo del sexo está relacionado a los dos puntos
adyacentes al punto del sexo, la llegada a la plenitud y realización de nuestra vida alrededor del punto del
nacimiento puede bien indicar la posibilidad de un nuevo nacimiento, como una octava completa tocando
la misma nota, pero a un nivel superior.
Físicamente, nuestros cuerpos
declinan. Hay pérdidas de
audición y visión, y de fortaleza
ósea. Si bien los estudios indican
que nuestras glándulas endocrinas
permanecen capaces de plena
producción de sus hormonas
asociadas, el hecho es que su
secreción disminuye. Actualmente
no se entiende la causa o causas
de esto. Una teoría para
responderla es que una
disminución en las secreciones de
la pituitaria anterior, la glándula
principal, necesariamente
reduciría las secreciones de las
glándulas que influencia, pero la
minúscula cantidad de secreciones
de la pituitaria anterior hace esto
difícil de determinar, y en
cualquier caso no explicaría por
qué la propia pituitaria anterior
tiene una función disminuida.
Psicológicamente, podríamos continuar ganando sabiduría, que debería distinguirse de ganar
conocimiento. Por ejemplo, deberíamos estar cada vez menos interesados en el conocimiento científico o
enfoque cultural que continúa cambiando. Lo que resulta más importante ahora es la calidad de lo que
hemos aprendido y su relación con los principios eternos, si bien mucha información que hayamos
acumulado tenga alguna fascinación temporal. Más que conocimiento, lo que necesitamos ahora es ser, y
su profunda integración que es comprensión.
“Deja que los estudios mueran con el estudiante” - Leonardo da Vinci, Notebooks
En el círculo de la vida, hemos completado el círculo, retornando al punto llamado nacimiento. Tiempo
para nacer nuevamente, tiempo para el renacimiento.

Nota 1 - Aprendizaje e Inocencia

El incomprensible vínculo entre aprendizaje e inocencia se ilustra bien por la función de la glándula timo,
e incluso por la terminología científica que la describe. El timo produce una hormona llamada timosina
que causa el thymocytes, “inmadurez” del timo (células inmunes) para “madurar”. Estas células (llamadas
células T) luego pasan por “un proceso de maduración notable llamado educación tímica”, en que son
seleccionadas para conductas deseables. Ellas son entonces liberadas en el torrente sanguíneo dónde se
denominan “células T inocentes” hasta que hayan encontrado el blanco específico para que sean
“educadas”. Las células T que encuentran sus blancos y sobreviven son llamadas células “memoria”,
capaces de responder más rápidamente a las amenazas inmunes como resultado de su experiencia.
La Tecnología de la Conciencia
The Technology of Consciousness
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Nuestra mente/corazón/cuerpo es una máquina compleja, o combinación interactiva de máquinas,


diseñada para trabajar con y producir ciertas materias (energías). Ordinariamente no conocemos las
posibilidades de este inmenso mecanismo, hay una teoría que, dado el conocimiento adecuado, podemos
aprender y adquirir prácticas que logran estas posibilidades, prácticas que mejoran y finalmente
perfeccionan el funcionamiento de la maquinaria. El resultado de esta perfección es un funcionamiento
constante de superiores y más finas energías, habilitando nuestra conexión con la divinidad.
¿Pero qué tiene que hacer lo divino con la tecnología? Ciertamente lo divino, si es deseado, podría
hacernos más creativos, o transformarnos a energías superiores y a un funcionamiento más fino ...
La teoría es que el propósito de nuestra existencia es exigirnos cómo hacer esta transformación, no solos
sino con ayuda, pero debemos hacer el esfuerzo, y debemos aprender cómo. La ayuda se da como
dirección, indicaciones, una mezcla de sugerencias (unas buenas, otras malas, pero más una mezcla de
ambas), y el desyerbar eliminando lo malo y cultivando lo bueno es una parte de nuestro aprendizaje,
parte de nuestro esfuerzo.
Somos, entonces, diseños imperfectos pero capaces de perfeccionarnos, para ganar algo que buscamos
muy profundamente. Y, quizás, al hacerlo, contribuimos a algo mucho más grande que nosotros. Por el
diseño.
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La tecnología básica tiene tres etapas:


destrucción, refinamiento y regeneración. En
lo que se refiere al diagrama del alimento, la
destrucción es la ruptura del material entrante
(alimento, aire e impresiones). El refinamiento
es la continua separación de materias más
finas de las más toscas. La regeneración es el
uso de ciertas de estas materias más finas por
la conciencia superior.
El diagrama fundamental del cuarto camino, el
eneagrama, ha sido antropomórficamente
representado como el “diagrama del
alimento”:
Este diagrama muestra cómo transformamos
las materias más toscas, más pesadas a
materias más finas, a energías superiores. Por
ejemplo, el alimento que ingerimos finalmente
se vuelve la energía sumamente fina, poderosa
del sexo. En la terminología técnica del
diagrama, la materia o “hidrógeno” 768, “do”
768, se transforma en hidrógeno 12, “si” 12.
Hasta cierto punto, la transformación de nuestras energías ocurre mecánicamente, es decir, no
participamos conscientemente en el proceso. La energía del sexo se produce sin nuestro control. Pero hay
otras partes de este diagrama, otros procesos en nosotros, qué podemos controlar conscientemente. De
hecho, si no los asistimos, no ocurrirán.
Los puntos que podemos controlar son los procesos conocidos como “intervalos”. En los términos
musicales que se usan en el diagrama de alimento, hay un intervalo (un semitono perdido) entre mi y fa, y
entre si y do. Algunos intervalos están mecánicamente conectados, y algunos pueden ser facilitados
grandemente por acción consciente.
Por ejemplo, si seguimos la línea del alimento que ingerimos, vemos a la altura de la boca donde se llama
do 768, desciende al estómago donde el material masticado y más refinado se llama re 384, y vía el
torrente sanguíneo venoso entra a los pulmones donde el material se llama mi 192. Aquí ocurre un
intervalo, el intervalo mi-fa. La naturaleza ingeniosamente proporciona el “choque” necesario para cruzar
el intervalo introduciendo una nueva octava en este punto, la respiración. La energía do192, la entrada del
aire que respiramos, se combina con el producto de la digestión mi 192, en los pulmones, facultando al
proceso de la digestión proseguir a fa 96 y así sucesivamente. El intervalo ha sido mecánicamente
conectado, automáticamente, por nuestra respiración.
Si, en lugar de la digestión del alimento, seguimos la octava que empieza con nuestra respiración
(inhalación), llegamos de nuevo a un intervalo, al mi, en este caso mi 48. Aquí, llegamos a un problema.
Si la naturaleza pensó cruzar o no este intervalo es un punto muy discutible, los choques necesarios para
cruzar este vacío nos están faltando. Están faltando porque no percibimos con la intensidad suficiente el
mundo en que vivimos. Pero en cambio, en una especie de camino silencioso, podemos, sin embargo,
aumentar conscientemente la intensidad de nuestras percepciones y así cruzar este intervalo, permitiendo
refinar más allá mi 48, incluso a energías extremadamente finas.
La técnica que usamos para intensificar nuestras percepciones es el auto recuerdo. El auto recuerdo,
propiamente hecho, vivifica nuestras impresiones entrantes (representadas en el diagrama por la línea que
entra a la altura del ojo como do 48) dividiéndolas, y de hecho, duplicándolas. En este punto, dejamos la
fisiología y empezamos a hablar de psicología. Las materias de hidrógenos 48, 12, y 6, son energías
síquicas, y es esto lo que cultivamos. Aplicando el “choque” necesario para cruzar el intervalo,
permitimos que no sólo la octava de la respiración continúe más allá de lo usual, sino que creamos la
fuerza suficiente para que la octava de impresiones prosiga a su próximo intervalo, mi 12. El solo
esfuerzo de auto recordar causa el refinamiento de las energías para proseguir en dos octavas que están
por otra parte abandonadas.

El trabajo de los ojos es hecho,


ahora para algún trabajo con corazón

Work of the eyes is done,


now for some heart-work
Rainer Maria Rilke

Además de lo que hemos hablado, y además del diagrama arriba mostrado, está la posibilidad de todavía
otro “choque consciente”. Este esfuerzo está involucrado con el intervalo mi 12, qué está en la octava de
impresiones, mostrada en el diagrama en la línea que empieza en el ojo. El esfuerzo requerido para
habilitar mi 12 para continuar a fa 6 requiere una cierta facilidad con las emociones, y el resultado asegura
las energías suficientes para habilitar nuestro superior funcionamiento posible.
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La energía es el lado mecánico de conciencia.


P. D. Ouspensky

Todo los hidrógenos 12 y 6 del mundo no nos ayudarán si somos incapaces de usarlos inteligentemente.
De hecho, estas energías pueden ser peligrosas. Estas materias son muy volátiles y explosivas, formando
sus propios cauces de descarga si no se usan, o ahondando los cauces existentes si se usan mal. Otras
disciplinas, aunque inconscientemente, pueden generar y acumular algunos de estos hidrógenos
superiores, sin embargo en la práctica los resultados tienden a ser puramente accidentales o, en todo caso,
aplicarse sin entendimiento. Hay “caminos”, por ejemplo, en los cuales uno desarrolla materias más finas
y luego las usa para visualizar imágenes extremadamente refinadas, imágenes que, debido al uso de
materias más finas, parecen mucho más reales que nuestra vida ordinaria. De esta manera la gente se
enamora de la ilusión, y se encuentra en un callejón sin salida sin saberlo.
O, como otro ejemplo, las personas pueden trabajar con el hidrógeno “equivocado”, por ejemplo si 12 en
lugar de mi 12. Vemos esto en diversos intentos para controlar y “sublimar” la energía del sexo por medio
de energías menos eficaces: el ejemplo clásico del monje que golpea su cabeza contra la pared de su celda
en un esfuerzo desesperado por superar el poder de sexo que viene a su mente.
El trabajo en el cuarto camino debe, sobre todo, ser consciente. Debemos saber lo que estamos haciendo y
por qué. No hay autoridad para mandarnos – un millar de pistas pero ninguna autoridad – así que
debemos verificar cada paso del camino, aprender cada técnica pequeña o herramienta que encontremos,
y así construir una práctica caja de herramientas y un mapa personal, probado y verdadero y de nuestro
propio diseño. Pero necesitamos ayuda.
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Hay otra manera de ver la tecnología de la conciencia que también puede parecer al principio teórica, pero
es por lo menos igualmente valiosa. Está basada en un mapa algo diferente a la máquina humana. En este
caso, hablamos de tres partes (vistas anteriormente en el diagrama del alimento), divididas a su vez en tres
partes (y esas tres partes se dividen a su vez también en tres partes pero no lo trataremos aquí). Sino que
ahora hablaremos de estas partes sólo en términos de las funciones psicológicas Al hablar de esta manera,
la parte superior que llamamos el centro intelectual, es lo que se conoce comúnmente como la mente o el
pensamiento. La parte central es el centro emocional de nuestros “sentimientos”, una palabra pobre para
describir algo que es diferente a la sensación. El tercio inferior es el centro de nuestro funcionar físico,
incluyendo la sensación, el movimiento y el sexo. El trabajo del cuarto camino es armonizar estas
diferentes partes.
“Hay, como lo hemos dicho muchas veces, tres tipos distintos de alma que residen dentro de
nosotros, cada una con sus propios movimientos. Así ahora también, debemos decir en la misma
vena, tan brevemente como podamos, que cualquier tipo que está ocioso y mantiene sus
movimientos inactivos se pone muy débil, mientras que uno que sigue ejerciendo se pone muy
fuerte. Así debemos mantenernos alertas para asegurar que sus movimientos permanezcan
proporcionados uno al otro”.
Platón, Timaeus

La idea fundamental que quiero exponer aquí es el profundo conocimiento que la observación de nuestra
atención – lo que requiere un conocimiento exacto y actual de la verdadera psicología que puede
adquirirse después de años de estudio en el cuarto camino - determina sin duda qué parte de los tres
centros está activa en cualquier momento dado.
La importancia de esto yace en la comprensión que cuando nuestra atención viene de ciertas partes,
opuestas a otras, nuestras posibilidades de ejercitar la conciencia, y armonizar el trabajo de los centros, se
vuelven mucho mayores.
Hoy, como siempre, hay varios movimientos “espirituales”, que varían mucho en intención y eficacia.
Muchas de esas enseñanzas se concentran en las funciones físicas, principalmente del centro de
movimiento, centrando la atención en los movimientos controlados durante largos períodos de tiempo
resultando en un aumento de los hidrógenos finos, permitiendo percepciones más refinadas y más
potentes experiencias.
De algún modo se adivina que los movimientos en sí mismos son sagrados, pero el conocimiento de los
centros y el funcionamiento de la atención que hacen posible estos resultados son completamente
desconocidos. Casi cualquier prolongado control de la atención produce resultados, en parte por el hecho
que restringe el habitual mal trabajo. Si, además, la actividad que requiere atención sirve en cierta medida
de puente a un intervalo de una octava interna, los resultados serán más impresionantes, aunque una vez
más, se conoce que el puente de un intervalo interno está faltando.
Pero las técnicas que se centran en el centro emocional también son relativamente comunes. Asistir a los
servicios religiosos, por ejemplo, puede requerir que una persona se enfoque más en la conducta
emocional y restrinja la expresión de emociones negativas durante una hora o más, no produce ningún
resultado desagradable. O practicar una meditación oriental centrando la atención en la función
intelectual, evitando derrochar energía en el sueño, en desviaciones inútiles y así sucesivamente, una vez
más limita la pérdida de energía fina. Pero en general se supone que el objeto de la atención, un mantra
por ejemplo, está produciendo resultado. Todo esto carece de conocimiento.
Para decirlo sencillamente, tenemos componentes intelectual, emocional y físico. Para empezar a
beneficiarnos de esto, debemos entender que cada uno de estos componentes tiene a su vez un
componente intelectual, emocional y físico. Y es en este nivel, este nivel secundario por decirlo así, que la
naturaleza de la atención difiere, lo que nos permite determinar cuál es la parte que estamos usando, en
qué parte estamos, basados en la naturaleza de nuestra atención.
Por ejemplo, podemos atender a nuestros pensamientos, podemos atender a nuestros sentimientos,
podemos atender a nuestros movimientos, pero es con la parte intelectual de estas funciones que
atendemos 2. La importancia de esto es que las partes intelectuales de los diferentes componentes trabajan
bien juntas, mientras que las partes emocional y física, trabajan aparte o, cuando se trata de trabajar
juntas, hacen un lío de las cosas. Nuestro camino hacia la unidad se encuentra en la armonía de nuestras
funciones de las partes, y esta armonía requiere nuestra atención.

2
Puede ser útil pensar en las partes intelectuales de los centros como la parte “atenta”, porque intelectual
aquí significa algo muy distinto de lo que solemos pensar que es el intelecto. Por ejemplo, la parte intelectual del
centro del movimiento puede verse en un ejercicio de Tai Chi, la parte intelectual del centro emocional en una
apreciación de la belleza.
Ahora, la forma en que esto se relaciona con el diagrama del alimento antes expuesto es que con el uso de
estas partes intelectuales podemos “cruzar intervalos”, que podemos facilitar los “choques” necesarios
para la producción de energía en aquellos puntos donde el choque no es proporcionado automáticamente
por la naturaleza. El auto recuerdo es atención controlada, y atención controlada de un tipo muy especial.
Nuestra atención se divide, y así se duplica, y no necesitamos detenernos en esto. Y, curiosamente, es con
la atención a esta atención que podemos aprender el adecuado uso de estas finas energías. No podríamos
haber inventado esta sofisticada, inteligente máquina. Ni siquiera haberla imaginado.

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