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ORIENTADOR DE LA CONDUCTA

La Orientación de la Conducta constituye una parte fundamental en el proceso educativo del


individuo, brindándole formación e información lo cual le va a permitir evaluar su
comportamiento, ajustarlo, asumir sus responsabilidades y tomar sus propias decisiones.

PERFIL DEL ORIENTADOR

El profesional que concluya su formación estará en capacidad de cumplir funciones en las


siguientes áreas:

1. Creación y transmisión del conocimiento.

2. Planificación e implementación de proyectos de Investigación en el área de adquisición,


mantenimiento, modificación y extinción del comportamiento.

3. Manejo asistencial a los consultantes que supuestamente presenten una problemática


conductual y en donde los errores de concepto jueguen un papel relevante. De igual manera el
orientador de la conducta está en capacidad de identificar patologías que alteren el repertorio
comportamental del sujeto a objeto de hacer la referencia al especialista que competa.

EL ORIENTADOR DENTRO DEL EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO, INTERDISCIPLINARIO Y


TRANSDISCIPLINARIO

El orientador es un profesional que brinda asistencia, información y formación con el fin


de lograr el desarrollo positivo del individuo, familia y grupos. Debe ser creativo, activo,
abierto, receptivo e innovador.

Está capacitado para asesorar y facilitar el aprendizaje, informar y formar, promover la


prevención, planificar y poner en práctica investigaciones, ofrecer asistencia, diagnosticar,
aclarar concepciones y creencias y referir cuando la situación requiere otra intervención
profesional.

Es un profesional capacitado para el trabajo en equipo. Entendiendo que el trabajo en


equipo está determinado por el abordaje de un problema o situación a través de la acción
conjunta de varias personas que poseen conocimientos específicos y que se reúnen para
aportar en el logro de un objetivo.

Dentro de los diferentes equipos de trabajo se encuentra el multidisciplinario que reúne


a representantes de diferentes disciplinas y donde cada uno aborda la situación desde el área
que domina, sin que exista una retroalimentación para los otros profesionales, sin embargo,
siempre apuntando a lograr un objetivo común.

El orientador dentro del equipo multidisciplinario aborda la problemática desde el punto


de vista social, recopilando información del entorno en el que se desenvuelve el individuo,
relacionando diferentes situaciones que podrían estar sosteniendo las conductas no
operativas, para finalmente abordar a través de un plan que redirija la conducta y
concepciones del sujeto y de su entorno cercano (familia), con el fin de lograr un cambio
cognitivo y conductual en beneficio del individuo de forma tal que lo ayude a entenderse a si
mismo y a su contexto.

Otro equipo de trabajo efectivo dentro de su dinámica es el equipo interdisciplinario, el


cual reúne como en el equipo multidisciplinario a profesionales de diferentes disciplinas, pero
con la diferencia de que todos aportan a la solución sin que se parcele la misma, de manera
tal, que se unen los criterios en función de lograr un plan de trabajo integral. En este equipo el
orientador recolecta información del problema y elabora planes preventivos o de intervención
grupal que ofrezcan una visión colectiva del problema. Ayuda en el equipo a que se logre una
visión del sujeto desde el punto de vista ambiental, considerando las implicaciones que la
dinámica familiar, las creencias y en general el entorno tiene sobre el problema estudiado.

El equipo transdisciplinario ofrece la oportunidad a los profesionales que lo conforman


de aprender de otras disciplinas y de esta forma trascender a sus propios conocimientos, en
virtud de lograr la integralidad del abordaje. Dentro de este equipo el orientador asume un rol
colectivo aportando y recopilando información clave para considerar de forma holística al
individuo.

El orientador de la conducta siendo un profesional capacitado para abordar situaciones


desde la integralidad, considerando todos los aspectos que rodean al individuo, de manera que
pueda determinar la incidencia de cada aspecto en el problema, participa y se articula de
forma óptima dentro de cada uno de los equipos, ya que está formado para dirigir grupos,
planear en función de un colectivo, investigar, promover cambios de concepciones y conocer
sus alcances en relación a la situación, derivando cuando determina que es necesario el apoyo
de otro especialista. Teniendo esta visión colectiva es un profesional formado para compartir
conocimientos, abordar desde diversos enfoques y considerando diferentes variables.
Finalmente el orientador conoce sus limitaciones en cuanto a alcances en el abordaje, lo que lo
hace un profesional capacitado para el trabajo en equipo, dispuesto a compartir y a recibir
información de otras disciplinas, todo en pro de lograr el objetivo de orientar al individuo hacia
un cambio positivo en su vida.

ROL DEL ORIENTADOR

La Orientación forma parte del quehacer profesional en Venezuela desde la década de los años
cuarenta. Pero a pesar de su larga trayectoria, la acción de la Orientación tiende a ser
desconocida y en ocasiones hasta descalificada como profesión única (Casado, Eleazar, 1987) y
diferenciada de otras profesiones afines que comparte un mismo campo profesional: La
asistencia al desarrollo de la persona, atendiendo su proceso de crecimiento y el
fortalecimiento de sus opciones para el logro de una vida más plena y satisfactoria.
Según lo planteado por C.I.P.P.S.V (1989), El orientador profesional operativo es aquel que:
“maneje tendencias propias, emita criterios de manera fisiológica para que afronte la situación
del sujeto que consulta objetivamente, con amplitud y respeto, tomando en consideración las
diferencias individuales, sin caer en estereotipos y generalizaciones esquematizadas, y que
finalmente, conozca sus limitaciones personales y profesionales de manera asertiva”.

CARACTERÍSTICAS DEL ORIENTADOR:

· Debe ser equilibrado y con madurez psíquica.

· Flexibilidad mental y emocional.

· Ser tolerante y voluntarioso.

· Demostrar competencia interpersonal.

· Investigador.

· Planificador y multiplicador de información.

· Respetar los derechos humanos básicos de los consultantes.

· Cumplidor con la ética profesional de su carrera.

· Tener capacidad de liderazgo

PROPÓSITOS BÁSICOS SEGÚN GEORGE & THERESE (1995):

1. Facilitación del cambio intencional del cliente: con la finalidad de que el cliente alcance
una calidad de vida más satisfactoria y productiva de acuerdo a sus expectativas y necesidades.
El cambio específico de la conducta se entiende como el producto del proceso de Orientación
con el cliente. En este contexto el término conducta incluye los procesos emocionales,
cognitivos y actuación del individuo (observable o no observable).

2. Fortalecer la habilidad del cliente para crecer satisfactoriamente: el orientador fortalecerá


el proceso de aprendizaje del individuo, de manera que desarrolle nuevas formas de enfrentar
las limitaciones a la vez que adquiere aquellas habilidades que le permitan desenvolverse para
crecer saludablemente en cualquier escenario donde les toque interactuar.

3. Promover el proceso de toma de decisiones autónomas e individuales: El orientador


ayuda, entre otros aspectos, en la compresión del proceso de toma de decisiones en asuntos
críticos que solo al cliente concierne, de la relación existente entre causas, impacto y
consecuencias, a la exploración de recursos, fuentes de información y alternativas, así como en
la confrontación de posibles cursos de acción con la satisfacción de las necesidades
involucradas.

4. Mejoramiento de la calidad de las relaciones interpersonales: Por cuanto el individuo es


un ser social y gran parte de su vida transcurre en constante interacción con otros individuos,
la Orientación trabaja con la persona en el cultivo de condiciones personales que le permitan
adquirir y establecer relaciones satisfactorias y productivas. El orientador trabaja con el
proceso de la persona para entender, decidir y superar tales situaciones como autoestima
inadecuada, limitaciones en habilidades para la interacción social y rigidez en valores
personales y opiniones.

5. Estimular el desarrollo del potencial personal del cliente: Este propósito persigue que el
individuo aprenda nuevas formas de entenderse así mismo y su contexto de manera que
alcance mayor y mejor refinamiento de sus talentos personales y las posibilidades de ser más
efectivos en la conducción de sus asuntos personales.

Líneas de acción del Terapeuta de la Conducta:

- Considerar que las conductas no operativas son generalmente adquiridas mediante el

aprendizaje, pero, en ciertos casos, un desorden en el funcionamiento biológico puede

influir en el comportamiento.

- Los principios del aprendizaje son fundamentales en el tratamiento de las conductas no

operativas.

- Los procedimientos de trabajo se adaptan al problema del consultante haciendo activa la

terapia.

- El tratamiento requiere de una planificación objetiva.

- Debe determinarse claramente ante que Situación/Estímulo ocurre la conducta no

operativa para desarrollar una metodología realmente objetiva y sistemática.

- La Terapia de la Conducta trabaja básicamente sobre el presente del sujeto.

MOLES, 1991.

http://www.cippsv.com/libros/FAO_I.pdf

LINEAMIENTOS ETICOS QUE DEBE SEGUIR EL ORIENTADOR EN SU PRÁCTICA PROFESIONAL


“La dignidad de una profesión se mide por su contribución al bienestar del hombre”
(10,pag.1 Summary of Ethical Principles de la APA, cada profesión debe reconocer sus
limitaciones y el papel de los otros grupos profesionales en el perfeccionamiento de sus
conocimientos y habilidades.

El Orientador de la Conducta como profesional competente debe cuidar la comunicación


escrita que dirige a otros profesionales, reconocer sus limitaciones ante ciertos casos y
acudir a fuentes autorizadas, no emitir diagnósticos de forma apresurada, mantener una
constante actualización de conocimientos acordes a su perfil ocupacional en el que
desenvuelve

El orientador debe ser un investigador que cuide la absoluta privacidad en las


intervenciones, utilizar los resultados únicamente con fines investigativos, no apropiarse
de los resultados de otros investigadores.

El Orientador de la Conducta como figura pública debe mantener una conducta moral y social
ajustada, actuar en consecuencia con el modelo de conducta que representa, mostrar
habilidades comunicativas, mantener buenas relaciones interpersonales, vestir acorde a la
situación manteniendo una presencia física agradable.

El Orientador de la Conducta debe solicitar autorización del orientado para divulgar sus
datos a otros profesionales con fines justificados desde el punto de vista científico, limitar el
acceso a la expediente y otros documentos legales del paciente, no comentar las confidencias
del orientado con la pareja, con familiares o amigos, ganarse la confianza del cliente
dándole seguridad en su discreción.

El Orientador de la Conducta debe acatar las decisiones del consultante con el


conocimiento de las causas y consecuencias de su conducta, respetar su derecho de recibir
explicación sobre procederes diagnósticos y técnicas terapéuticas a emplear, solicitar su
aprobación para introducir en la consulta a otros profesionales o estudiantes.

El orientador frente a dilemas éticos en situaciones límites debe prepararse para aconsejar
la mejor solución y con el lenguaje más discreto y preciso, analizar con cuidado las figuras
implicadas, adecuando según el rol que asumirá cada una, la información que necesita,
respetar el derecho al conocimiento de la verdad pero ajustándolo a la edad,
personalidad y estado emocional del orientado o familiar.

BIBLIOGRAFÍA

1. Normas para la atención de la Salud Mental. Diez principios básicos-1996. En: Médicos,
Pacientes, Sociedad. Derechos Humanos y responsabilidad profesional de los médicos en

documentos de las organizaciones internacionales. Buenos Aires, Asociación Psiquiátrica de


América Latina. 1998. p.105-118.

2. Roca Perera M A. Ética y práctica profesional de los psicólogos clínicos. Boletín de


Psicología 1995. 18 (2):111-120.
3. Smith Smith V V. La Ética Clínica. En: Acosta Sariego J.R. Bioética desde una perspectiva
cubana. Habana. 1997.p. 124-127.

EL ORIENTADOR COMO INTEGRANTE DEL EQUIPO MULTIDISCIPLPINARIO,


INTERDISCIPLINARIO, TRANSDISCIPLINARIO

Un Equipo Multidisciplinario combina diferentes disciplinas o áreas científicas, que


permiten estudiar los problemas presentados, desde el ángulo particular de estas disciplinas.
Es así que el orientador como profesional abarca tres áreas específicas: la intervención, la
consultoría y la investigación en los procesos humanos y sus circunstancias en un contexto
espacio-temporal e histórico determinado (Vera, 1999; CACREP, 1996; Engels & Dameron
1990). Sin embargo, el individuo en su proceso de crecimiento y maduración personal,
experimenta dificultades que pudieran limitar su desempeño en los diferentes aspectos de su
vida. Por lo que una adicción, trastornos severos, falta de habilidades para la interacción
social, stress, trastornos alimenticios, de personalidad, problemas familiares, laborales, entre
otros; por lo que es indispensable la conformación de un equipo multidisciplinario e
interdisciplinario, a fin de abarcar las diferentes áreas afectadas del orientado, las cuales no
pueden ser abordadas sólo por el orientador, porque (dependiendo del caso en estudio), no
está autorizado para medicar ; así como no está facultado para intervenir en problemáticas
que no le competen, pero debe investigar el entorno, impacto y comportamientos del cliente
en los diferentes contextos.

El equipo interdisciplinario, es la fusión de distintas disciplinas, que como todo grupo,


se instaura desde la propuesta de una tarea común, su importancia radica en que permite ver
las cosas con atención a los detalles considerando distintas opiniones; sus efectos y sus
significados. La presencia del Orientador en un equipo multidisciplinario e interdisciplinario, es
de vital importancia ya que permitirá definir metas y tomar decisiones pertinentes; planear
cursos de acción reflejando necesidades, intereses, competencias y habilidades de los
individuos, familia o el grupo; liderizar el proceso de orientación desarrollando un alto nivel de
operatividad ante los otros especialistas integrantes del equipo.

Un Equipo Transdisciplinario es aquel, donde la combinación de diferentes disciplinas,


produce un complejo proceso de integración difusa, a partir de una fusión de más de dos
disciplinas, cuya resultante final responde generalmente más a la solución de un problema de
investigación, que a la de una disciplina determinada, es así que el orientador juega un papel
importante ya que permitirá que el estudio del caso se desarrolle de manera operativa
realizando su aportes y considerando los de los otros profesionales o disciplinas.

Es importante que el orientador tenga una sólida formación que le permita, no sólo
interactuar con los profesionales de las diferentes disciplinas, sino comprender los
diagnósticos que le presentan y tomar de ellos lo que le permita una mejor intervención de las
conductas problemas o conflictos del cliente.

BIBLIOGRAFÍA

http://seminarioinvestigacionciad.blogspot.com/2011/09/multidisciplinario-
interdisciplinariom.html

http://www.unrc.edu.ar/publicar/21/cinco.html

"APLICACIÓN DE LOS ENFOQUES DOCTRINARIOS DEL CIPPSV EN LOS PROCESOS DE


ORIENTACIÓN"

ENFOQUE A

MODELO FISIOLÓGICO Vs MODELO SOCIO-CULTURAL

El Modelo Fisiológico es utilizado para determinar si en una conducta específica el


funcionamiento está preservado o no, mediante la observación o estudio del Rango de
Variabilidad Fisiológica, el cual posee como parámetros observables y cuantificables la
intensidad, la latencia, la magnitud y la contiguidad, ellas pueden darnos indicaciones sobre lo
fisiológico o lo patológico de una conducta

MODELO SOCIOCULTURAL se entiende como “conjunto de creencias, tradiciones, reglas, leyes


y señalamientos que han sido elaborados por el sujeto social, las cuales tiene por finalidad
preservar la identidad de una sociedad determinada y regir las relaciones Interpersonales”
(BIANCO, 1992). Por tanto su objetivo es NORMAR la conducta, o sea, establece “Cómo debo”
funcionar, el “deber ser”.

El rango que establece la Norma Sociocultural posee parámetros bastante precisos que
permiten determinar si una conducta es socialmente aceptada o socialmente rechazada.
La operatividad del enfoque propuesto estará en la consecución de la habilidad para manejar
las diferentes contingencias que se pueden presentar ante cada conducta a ejecutar

Ejemplos

· Conductas fisiológicas: el acto de defecar, el acto sexual.

· Conductas socialmente aceptadas: tener relaciones sexuales con personas del sexo
opuesto.

· Conductas socialmente rechazadas: tener relaciones sexuales con personas del mismo
sexo.

Enfoque B CRITERIO DE NORMALIDAD

Es importante destacar que permite al individuo conocer las normas pautadas dentro de una
sociedad para poder desenvolverse de un modo adecuado, es decir según la normativa
establecida en la cual el actuará dentro de lo normal, tratando de no realizar conductas que
generen rechazo o excedan de lo normal.

Permite definir dependiendo de la variable que se utilice (estadística, tradicional, filosófica,


legal, ética, religiosa, moral) lo que es permitido y lo que es prohibido, tomando en cuenta el
entorno local, el tiempo, y la posición ideológica del entorno social y del individuo.

Ejemplos del enfoque B

· Ser buen hijo(a), estar pendiente de los padres

· Tratar de ser agradable con mis familiares, compañeros y amigos

· Estudiar y lograr ser profesional

· Casarse y tener hijos

· Trabajar y cubrir las necesidades del hogar

Se puede decir que son situaciones que en nuestra sociedad están permitidas y se consideran
apropiadas y aceptadas, por lo que el Enfoque B permite evaluar según las normas que rigen a
la sociedad dentro de un rango lo que se considera adecuado y lo que no.
El enfoque C

FUNCIÓN DEL AFECTO/AMOR-FUNCIÓN SEXUAL-FUNCION DE REPRODUCCIÓN

Tiene por objetivo aclarar a la persona que existen tres parámetros independientes: el
AFECTO/AMOR, la FUNCION SEXUAL Y la REPRODUCCION, junto a las posibles resultantes de la
conjugación entre ellos. El Enfoque C ofrece al orientador, al educador o al terapeuta una
visión inequívoca, pues en sí mismo es una tabla tautologica, lo cual le permite aclarar posibles
errores de concepto, para a su vez ayudar más objetivamente a quien le consulte.

Ejemplos según la conjugación de los parámetros:

· Pueden haber relación sexual sin que haya amor.

· Puede haber afecto entre las personas sin que tengan relación sexual.

El enfoque D

TIPOS DE PAREJA EN FUNCION DE LA CONJUGACION DE LO

AFECTO/AMOR Y EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN SEXUAL.

De acuerdo a la realidad actual de la pareja en cuanto a la relación Afecto/Amor y el Ejercicio


de la Función Sexual, permite llevar la evolución histórica de la conjugación de parámetros a lo
largo de la vida en pareja, evaluando, emitiendo un diagnostico y prediciendo hechos a tratar.

Para ejemplificar este enfoque se deben estudiar las respuestas de las parejas y evaluar la
relación (determinando si las variables están preservadas) permitiendo conocer el estado
actual de la pareja:

“Tú no me amas”

“Tu no lo haces bien”

Enfoque E ROLES
Tiene como objetivo ofrecer al individuo un sistema de auto-evaluación, tomando en
consideración el número de conductas que realiza dentro de cada grupo de conductas que
caracterizan a un determinado rol.

Roles:

Hijo/a, Padre/Madre, Esposo/a o pareja

Ejemplo: se puede ser padre, hijo y esposo.

ENFOQUE F: OBJETIVOS Y METAS

Permite definir el ¿para qué? en contraposición del ¿por qué?, define la responsabilidad que el
individuo asume ante un acto de manera clara, a fin de que no queden dudas en el momento
de correr con las consecuencias.

Es importante que cada persona esté capacitada para dar respuesta a las siguientes
interrogantes:

¿ Cuál es mi objetivo en esta vida?

¿ Cuál es mi papel?

¿ Qué busco para mi beneficio?

¿ Cómo debo dirigir mis pasos, hacia dónde y hasta dónde?

¿ Cuál es mi función ante la sociedad?

¿ Cuál es el objetivo al realizar determinadas conductas?

Ejemplo: si se tiene como objetivo a largo plazo graduarse como ingeniero, a corto plazo se
debe trabajar en aprobar las materias de cada semestre hasta lograr conseguir el título.

ENFOQUE G: TOMA DE DECISIONES

Es la selección de un curso de acción entre varias alternativas, es el núcleo de la planeación.


Koontz y Donnell, 1976.
Es la posibilidad de elegir la opción que el individuo considere más adecuada en un momento
dado, luego de evaluar la situación que se presenta.

Para la Escuela Bianco la Toma de Decisiones exige tres aspectos fundamentales:

1.-Lo importante es tomar decisiones.

2.-Conocer que la decisión tomada no es la definitiva

3.-Debe ser una conducta habitual.

Rol del Orientador


El orientador mejora la calidad de vida del consultante apoyándose en el equipo de
especialistas entre ellos Psicólogos, Psicopedagogos, Médicos, paramédico, psiquiatras,
enfermeras, Abogados, trabajadores sociales entre otros.
Los mismos trabajan juntos para suministrar diagnósticos, valoraciones y
tratamientos pero de un modo colaborativo desde su competencia sin
involucrarse.

El Equipo Multidisciplinario:
En los equipos multidisciplinario cada especialista aborda al
individuo aplicando su área profesional y manteniendo el mismo objetivo en
común con los demás profesionales. El orientador en este caso afronta la
problemática desde el punto de vista social, recopilando información del
entorno en el que se desenvuelve el individuo, diagnosticando y aplicando un
plan de acción a ejecutar.

El Equipo Interdisciplinario
En el equipo interdisciplinario se encuentra conformado por los diferentes
especialistas que a partir de una problemática se establecen el plan de
intervención integral con el aporte de cada uno. El orientador aporta el plan de
intervención integrando todos los enfoques que engloban todo el entorno que
se desenvuelve el individuo, desde la dinámica familiar hasta las relaciones
interpersonales.

El Equipo Transdisciplinario.
En el equipo transdisciplinario los especialistas ejecutan una
retroalimentación respetando cada punto de vista y nutriendo el conocimiento
de cada profesional. Dentro de este equipo el orientador asume un rol
colectivo aportando información para lograr un análisis integral del individuo y
lograr obtener un plan de intervención que abarque todos los aspectos del
individuo.
ENFOQUES DOCTRINARIOS DEL CIPPSV EN LOS PROCESOS DE
ORIENTACIÓN

Enfoque A: modelo fisiológico vs. Modelo Sociocultural


El modelo fisiológico permite al orientador analizar las repuestas de la
persona ante los estímulos y poder determinar cuando son conductas
fisiológicas, si forman parte de una variante fisiológica o en su defecto si
traspasan el límite hacia lo patológico.

Modelo sociocultural; se entiende como “conjunto de creencias,


tradiciones, reglas, leyes y señalamientos que han sido elaborados por el
sujeto social, las cuales tiene por finalidad preservar la identidad de una
sociedad determinada y regir las relaciones Interpersonales” (BIANCO, 1992).
El orientador tiene la tarea de ayudar al consultante a delimitar las conductas
como socialmente aceptada y socialmente rechazada de forma que pueda
asumir responsabilidad.

Ejemplo:
Las conductas fisiológicas:
 Saciar el hambre
 Acto de micción y defecación
 El sexo

Conductas socialmente aceptadas;


 Mantener relaciones sexuales con individuos del sexo opuesto
(heterosexualidad).
 Relaciones sexuales dentro del matrimonio.

Conductas Socialmente Rechazadas:


 Mantener relaciones sexuales con individuos del mismo sexo
(homosexualidad).
 La reproducción fuera del matrimonio.

Enfoque B: Criterio de Normalidad.

Tiene por objetivo permitir al individuo conocer las normas con las
cuales se rige su entorno social, y a su vez escoger el criterio base de su
desempeño ante un actor determinado, Es importante destacar que permite al
individuo conocer las normas pautadas dentro de una sociedad para poder
desenvolverse de un modo adecuado, es decir según la normativa establecida
en la cual el actuará dentro de lo normal, tratando de no realizar conductas que
generen rechazo o excedan de lo normal.

Ejemplos;
 Ser buen hijo(a), estar pendiente de los padres
 Estudiar y lograr ser profesional
 Trabajar y cubrir las necesidades del hogar
Enfoque C: FUNCIÓN DEL AFECTO/AMOR-FUNCIÓN SEXUAL-
FUNCIÓN DE REPRODUCCIÓN

Tiene por objetivo aclarar a la persona que existen tres parámetros


independientes: el afecto/amor, la función sexual y la reproducción, junto a las
posibles resultantes de la conjugación entre ellos pueden conjugarse
originando binomios o trinomios los cuales influyen en la formación de
conceptos en el individuo, y repercute en el desarrollo de sus actitudes y, por
ende, en las conductas que posteriormente emitirá. El Enfoque C ofrece al
orientador, al educador o al terapeuta una visión inequívoca, pues en sí mismo
es una tabla tautológica, lo cual le permite aclarar posibles errores de concepto,
para a su vez ayudar más objetivamente a quien le consulte.

Ejemplos según la conjugación de los parámetros:


 Puede haber relación sexual sin que haya amor.
 Puede haber afecto entre las personas sin que tengan relación sexual.

Enfoque D; TIPOS DE PAREJA EN FUNCION DE LA CONJUGACION DE


LO AFECTO/AMOR Y EL EJERCICIO DE LA FUNCIÓN SEXUAL.

Es el estudio de la Pareja sobre la base de la conjugación de los


parámetros: Amor/Afecto y Ejercicio de la Función Sexual y sirve de referencia
al profesional para conocer la situación individual de cada miembro de la
pareja. Al emplear este Enfoque se posibilita la planificación de los objetivos y
de las conductas con el propósito de lograr una conjugación operativa de los
parámetros. El mismo ofrece la posibilidad de diagnosticar la realidad actual en
la que se encuentra una pareja en relación al Afecto/Amor y el Ejercicio de la
Función Sexual.
Ejemplo: Una pareja de jóvenes entre 20 a 22 años ambos disfrutan del ejercicio
de la función sexual pero ella consulta al orientador que le cuesta la erección
que viene a causa del estrés de la pareja ya que estudia y trabaja todos los
días de la semana.

Enfoque E: ROLES
Tiene como objetivo ofrecer al individuo un sistema de auto-evaluación,
tomando en consideración el número de conductas que realiza dentro de cada
grupo de conductas que caracterizan a un determinado rol.
Roles:
Hijo/a, Padre/Madre, Esposo/a o pareja
Ejemplo: se puede ser padre, hijo y esposo.

Ejemplo: Carlos es muy buen padre pero no le habla a sus padres ni se preocupa
por ellos
ENFOQUE F: OBJETIVOS Y METAS

Permite definir el ¿para qué? en contraposición del ¿por qué?, define la


responsabilidad que el individuo asume ante un acto de manera clara, a fin de
que no queden dudas en el momento de correr con las consecuencias.
Es importante que cada persona esté capacitada para realizar su proyecto de
vida según sus circunstancias

Ejemplo: si se tiene como objetivo a largo plazo comprarse un carro, a


corto plazo debería empezar a trabajar y ahorrar para lograr su objetivo que es
comprar el carro

ENFOQUE G: TOMA DE DECISIONES


1.- Lo importante es tomar decisiones.
2.- Conocer que la decisión tomada no es la definitiva
3.- El derecho de responsabilizarse por la decisión tomada.
4.- La toma de decisiones no debe alterar la fisiología.
5.- Debe ser una conducta habitual

Es la posibilidad de elegir la opción que el individuo considere más


adecuada en un momento dado, luego de evaluar la situación que se presenta.

Rol
https://www.youtube.com/watch?v=Y0OQ8RVew5Y&feature=youtu.be

PROCESOS DE ORIENTACIÓN CONDUCTUAL

La orientación conductual está concebida como un proceso sistemático,


continuo e integral cuyo propósito fundamental es brindar atención preventiva y
asistencial a los consultantes para que puedan adaptarse al ambiente que le
rodea y resolver satisfactoriamente los diversos problemas que debe afrontar.
Pretende ayudar al individuo a conocerse a sí mismo e integrarse como
miembro aceptado de una determinada sociedad, a fin que adquiera conciencia
de sus responsabilidades y sea capaz de tomar decisiones adecuadas de esta
manera pueda lograr así un mejor ajuste personal, familiar y social es decir en
un enfoque Biopsicosocial.

Al respecto Walsh (1985) indica que la orientación conductista puede


considerarse como un proceso que enfatiza básicamente en la identificación de
las conductas, en establecimiento de metas y los cambios específicos en la
conducta del orientado. (p.45)

Por lo expuesto por Walsh se puede mencionar que el Orientador de


Conductual, en lugar de investigar sobre posibles conflictos subyacentes,
centra el tratamiento en el cambio de la conducta que es observable.
METAS DEL PROCESO DE ORIENTACIÓN DE CONDUCTA
Se establecen tres categorías de metas de la Orientación Conductual:
CATEGORÍA CATEGORÍA OBJETIVO

1ra Modificación de la conducta inadaptada Aumento de respuestas socialmente
positivas y el aprendizaje para
responder con tranquilidad a
observaciones negativas.
2da Aprendizaje de procesos en toma de Elaborar una lista con los posibles
decisiones cursos de acción y generalizar el
proceso en la toma de decisiones
para aplicarlo en problemas futuros.
3ra Prevención de problemas Desarrollo de un programa
educativo, para enseñar a los padres
de familia técnicas para la crianza de
los hijos y evaluar la eficiencia de
programas preventivos o de
atención.

Proceso de Orientación Conductual, se basa en la asistencia individual


para adaptarlo al ambiente con una conducta socialmente aceptada.

La asistencia individual se lleva acabo de la siguiente manera:


1.-Evaluación del orientador, que le permite al consultante la autoevaluación.
2.-Ajustar comportamiento
3.- Asumir Responsabilidades
4.- Tomar sus decisiones propias.

Fexias y Miró (1993) mencionan que para esto emplean una metodología de
diagnostico y evaluación conductual que permita identificar e intervenir en las
contingencias que mantienen la conducta inadaptada (p.26)

Además consideran que en la intervención se debe aplicar el rigor y los


procedimientos experimentales de la investigación científica, son estos
principios los que han convertido a ese enfoque en una orientación novedosa a
la conceptualización de los problemas y su tratamiento.

El objetivo de los tratamientos conductuales es la modificación de la conducta


inadaptada, por lo que antes de iniciar la ejecución del plan Cognitivo
conductual, debe realizarse una evaluación de las contingencias que controlan
la conducta, en términos observables y se establecen sistemas de registro, a
fin de valorar la eficiencia del tratamiento, este por lo general es breve y tiene
un número limitado de sesiones.

PASOS PARA LA VALORACIÓN CONDUCTUAL


Corey, Kuehnel y Liberman (1989), señalan que el proceso de aclarar y
especificar los problemas conductuales del orientado es el centro de la terapia
conductual e identificar seis pasos para conducir a la valoración conductual:

1.- consiste en identificar las conductas que se consideran inadecuadas.


2.- Determinar las cualidades y fortalezas del consultante.
3.- Presentar información reunida en el contexto de la situación en la que
ocurre el problema.
4.- establecer estrategias para medir cada uno de los problemas de conductas.
La medición de la frecuencia de las conductas meta seleccionadas, produce
una línea base de evaluación, lo que puede ser empleada como punto de
referencia para determinar la efectividad del tratamiento.
5.- Se analizan los reforzadores potenciales del consultante, para identificar
aquellas personas, actividades y otros aspectos que pueden proveer
motivaciones para el tratamiento y mantener los cambios una vez que la terapia
finalice.
6.- El último paso, en conjunto Orientador – Consultante exploran conductas
alternativas que puedan ayudar a lidiar efectivamente con la situación
problema.

LINEAMIENTOS ÉTICOS DEL ORIENTADOR EN SU PRÁCTICA


PROFESIONAL

Los Orientadores Conductuales no solo debe ser competente y tener una sólida
formación ética y humanística, sino además adquirir plena conciencia de su rol profesional, que
le permita evaluar en cada momento la actuación justa y correcta frente al que solicita ayuda y
a la vez convertirse en paradigma de conductas ajustadas para la sociedad.

Aunque no se pretende establecer un código ni la implantación de procederes, si considerar


importante hacer referencia a algunos aspectos que son esenciales definir los comportamientos
que debe asumir el Orientador Conductual en su quehacer y que parten de profundas
reflexiones que hemos realizado al respecto. Por tanto pretendemos con este trabajo precisar
los aspectos éticos que debe incorporar el Orientador a su conducta personal y a su práctica
profesional.

EL ORIENTADOR CONDUCTUAL COMO PROFESIONAL COMPETENTE:


- Cuidar la comunicación escrita que se emite a otros profesionales.
- Abstenerse de cometer intrusismo profesional.
- Reconocer la incompetencia ante ciertos casos y acudir a fuentes autorizadas.
- No emitir diagnósticos de forma apresurada.
- Perfeccionar sus conocimientos en el perfil ocupacional en que se desarrolle.
- Actualizarse constantemente en teorías y técnicas psicológicas.

EL ORIENTADOR CONDUCTUAL COMO INVESTIGADOR:


- Cuidar la absoluta privacidad en las intervenciones.
- Utilizar los resultados únicamente con fines investigativos.
- Ceñirse a los resultados obtenidos y no falsearlos.
- No apropiarse de los resultados de otros investigadores.
- Aplicar siempre el consentimiento informado.

EL ORIENTADOR CONDUCTUAL COMO FIGURA PÚBLICA:


- Mantener una conducta moral y social ajustada.
- Actuar en consecuencia con el modelo de conducta que representa.
- Mostrar carácter afable y habilidades comunicativas.
- No criticar a los colegas en público.
- Mantener buenas relaciones interpersonales.
- Tener presencia física agradable.

EL ORIENTADOR CONDUCTUAL COMO GUARDIÁN DEL SECRETO PROFESIONAL:


- Violar el secreto solo ante inminentes daños para el consultante u otras personas.
- Solicitar autorización del consultante para divulgar sus datos a otros profesionales con fines
justificados desde el punto de vista científico.
- Limitar el acceso a la historia del consultante.
- Utilizar los resultados de la evaluación conductual solamente con el consultante.
- No comentar las confidencias del consultante con la pareja, con familiares o amigos.
- Ganarse la confianza del consultante dándole seguridad en su discreción.

EL ORIENTADOR CONDUCTUAL FRENTE AL PACIENTE COMO SER AUTÓNOMO:


- Acatar las decisiones del consultante con el conocimiento de las causas y consecuencias de
su conducta.
- Tener en cuenta la edad y la integridad física del consultante para solicitar su consentimiento
informado.
- Respetar el derecho del consultante a recibir explicación sobre procederes diagnósticos o
terapéuticos a emplear.
- Permitir que el consultante este de acuerdo al desarrollo y ejecución del plan Cognitivo
Conductual.
- Solicitar la aprobación del consultante para introducir en la consulta a otros profesionales o
estudiantes con la intención de conformar equipos, multidiciplinatrios.

EL ORIENTADOR CONDUCTUAL FRENTE A DILEMAS ÉTICOS EN SITUACIONES


LÍMITES:
- Pensar siempre en hacer el bien al consultante y a su familia.
- Servir de apoyo moral consultante y su familia.
- Prepararse para aconsejar la mejor solución y con el lenguaje más discreto y preciso.
- Precisar el momento justo y la persona indicada para ofrecer una información difícil de
aceptar.
- Analizar con cuidado las figuras implicadas, adecuando según el rol que asumirá cada una, la
información que necesita.
- Respetar el derecho al conocimiento de la verdad pero ajustándolo a la edad, personalidad y
estado emocional del paciente o familiar.

BOLSITA DE PRIMEROS AUXILIOS

ESTA ES UNA FORMA DE ABRIR O CERRAR UN TALLER DE ESCUELA PARA PADRES

Lo que es necesario tener:

Palillo, liga, curita, lápiz, borrador, chicle, un caramelo, una bolsa de té instantáneo.

Liga para acordarte de ser flexible, ya que las cosas y las personas no siempre son de la manera
como tu quieres que sean.

Palito para recordarte de “excavar” en los demás las cualidades que tienen.
Borrador para acordarte que todos cometen errores y no pasa nada.

Caramelo para que te acuerdes que todo el mundo necesita un beso o un abrazo diariamente.

Bolsita de té para tomarte un tiempo, relajarte y hacer una lista de todas las cualidades que
tienes.

Lápiz para que anotes diariamente todas tu bendiciones. Que son muchas.

Tal vez para el mundo sólo seas alguien, pero para alguien tal vez seas todo su mundo...

Modificación de conducta

1. MODIFICACIÓN Y TERAPIA DE CONDUCTA

1.1. Introducción

La modificación de conducta tiene como objetivo promover el cambio a través de técnicas de


intervención psicológicas para mejorar el comportamiento de las personas, de forma que
desarrollen sus potencialidades y las oportunidades disponibles en su medio, optimicen su
ambiente, y adopten actitudes valoraciones y conductas útiles para adaptarse a lo que no
puede cambiarse. El área de la modificación de conducta es el diseño y aplicación de métodos
de intervención psicológicas que permitan el control de la conducta para producir el bienestar,
la satisfacción y la competencia personal.

1.2. Desarrollo histórico de la modificación de conducta


La exposición de este desarrollo histórico se dividirá, de forma un tanto arbitraria, en tres
periodos:

1. Antecedentes (1896-1938). Este periodo se caracteriza a nivel teórico por el desarrollo de las
leyes del condicionamiento clásico, por Pavlov, y la formulación de la ley del efecto de
Thorndike, lo que constituirá el marco de referencia teórico sobre el que posteriormente se
desarrollará la modificación de conducta. El objeto de la psicología es la conducta y la forma de
estudiarla sigue los pasos desarrollados por Pavlov y Thorndike.

2. Surgimiento (1938-1958). En este periodo tiene lugar en el contexto teórico el desarrollo de


las grandes teorías neoconductistas del aprendizaje: Hull, Mowrer y Tolman. De todas ellas
sobresale el modelo de trabajo de Skinner, que supone el desarrollo de leyes específicas del
comportamiento sobre las cuales asentar las directrices de la intervención. De acuerdo con
Skinner, la conducta debe ser explicable, predecible y modificable atendiendo a las relaciones
funcionales con sus antecedentes y consecuentes ambientales. La modificación de conducta
surge como una alternativa innovadora, válida y eficaz, fundamentada en un cuerpo teórico
sólido, capaz no sólo de explicar los trastornos del comportamiento sino de presentar
soluciones eficaces para ellos.

3. Consolidación (1958-1970). En los años 70 la modificación de conducta se aplica con gran


éxito a problemas que hasta ese momento eran refractarias al tratamiento Las técnicas
operantes se aplican con éxito a la implantación del lenguaje, retraso mental, autismo, y
delincuencia, al igual que se aplica a problemas en el aula y trastornos de la conducta en niños
normales; se desarrollan nuevas técnicas como la economía de fichas y se mejoran los
procedimientos existentes. Además en este periodo se desarrollan técnicas de entrenamiento
en aserción y habilidades sociales, inundación y prevención de respuestas y se mejoran las
técnicas de alivio de aversión y técnicas aversivas. El énfasis en esta fase se centra en el campo
de la aplicación, no en el teórico. En estos momentos hay una disociación entre la
investigación básica en psicología y la aplicación de la modificación de conducta. La psicología
experimental pasa de centrarse en el aprendizaje y en los modelos de condicionamiento a
dirigirse a procesos cognitivos ( memoria, percepción, atención). Los modificadores de
conducta están centrados en las demandas del trabajo aplicado sin prestar mucha atención a
la investigación básica.

1.3. Caracterización de la modificación de conducta

Según Labrador, cabe definir la modificación de conducta como aquella orientación teórica y
metodológica, dirigida a la intervención que, basándose en los conocimientos de la psicología
experimental, considera que las conductas normales y anormales están regidas por los mismos
principios, que trata de desarrollar estos principios y aplicarlos a explicar conductas
específicas, y que utiliza procedimientos y técnicas que somete a evaluación objetiva y
verificación empírica, para disminuir o eliminar conductas desadaptadas e instaurar o
incrementar conductas adaptadas. Esta definición pone de relieve las características más
fundamentales del enfoque:

a) La fundamentación en la psicología experimental

b) La aplicación tanto al campo clínico como no clínico (por la similitud de principios que
gobiernan la conducta normal y anormal)

c) La insistencia en la evaluación objetiva

d) El énfasis en la instauración de repertorios conductuales.

De todas estas características cabria destacar como definitorias la fundamentación de los


métodos empleados en la investigación psicológica controlada, así como en énfasis en la
evaluación objetiva de las intervenciones.

En el presente y en el desarrollo histórico de la modificación de conducta podemos distinguir


cuatro principales orientaciones:

a) El análisis conductual aplicado.

b) La conductista mediacional.

c) El aprendizaje social.

d) El cognitivo-conductual.
1.4. Orientaciones actuales en modificación de conducta

1) Análisis conductual aplicado: se basa en la aplicación del análisis experimental de la


conducta a los problemas de importancia social, aparece también bajo la denominación de
análisis funcional de la conducta o enfoque operante.

Las principales características de este enfoque son:

1. Se centra en las conductas observables directamente.

2. La conducta está controlada por el ambiente.

3. El objetivo de estudio es la conducta de organismo individual y el enfoque metodológico es


el análisis experimental de la conducta.

4. Las técnicas basadas en este enfoque son las de condicionamiento operante.

5. El campo de aplicación de este enfoque es muy amplio pero se pueden destacar dos áreas
preferentes: a) el tratamiento de personas con capacidades cognitivas limitadas y b) la
modificación de ambientes sociales o institucionales.

6. El tratamiento debe evaluarse tanto a nivel experimental como clínico y social.

2) Orientación conductual mediacional: también se le denomina enfoque E-R neoconductista o


mediacional, por el énfasis que pone en las variables intermedias o constructos hipotéticos en
la explicación de la conducta.

Los rasgos principales de esta orientación son los siguientes:

1. Se da una especial importancia a los constructos hipotéticos.


2. Los procesos cognitivos tales como imágenes, la mediación verbal u otros semejantes se
tienen en cuenta en la teoría y en la terapia.

3. El campo de aplicación de este enfoque se centra especialmente en trastornos relacionados


con la ansiedad, obsesiones, agorafobias, trastornos sexuales y otros trastornos.

4. Las técnicas de tratamiento que se utilizan se basan en el condicionamiento clásico.

3) Orientaciones basadas en el aprendizaje social: esta orientación considera que la


determinación del comportamiento depende de los estímulos ambientales, físicos y sociales,
de procesos cognitivos y patrones de conducta del sujeto, que a su vez modifica su propio
medio.

Las características fundamentales de esta orientación son los siguientes:

1. La regulación de la conducta depende de tres sistemas: a) los estímulos externos que


afectan a la conducta., b) las consecuencias de la conducta y c) los procesos cognitivos
mediacionales.

2. La influencia del medio sobre el sujeto está afectada por los procesos cognitivos que
determinan la percepción o interpretación de aquél y/o variables del sujeto.

3. El énfasis en el constructo de autoeficacia, que se refiere a los juicios personales acerca de la


propia capacidad para realizar la conducta necesaria para obtener un resultado deseado.

4. El énfasis en la autoregulación y autocontrol.

5. En relación a las técnicas empleadas integra los métodos basados en el condicionamiento


clásico y operante con el aprendizaje vicario y los métodos de autorregulación.
4) Orientación cognitivo-conductual: esta orientación parte del supuesto de que la actividad
cognitiva determina el comportamiento.

Las principales características de esta orientación son las siguientes:

1. El cambio conductual se halla mediado por las actividades cognitivas.

2. La aceptación del determinismo recíproco entre el pensamiento, el ambiente y la conducta.

3. La terapia está diseñada para ayudar al paciente a identificar, probar la realidad y corregir
creencias disfuncionales.

4. Las técnicas aplicadas en este enfoque son la reestructuración cognitiva, solución de


problemas, entrenamiento autoinstruccional.

5. La relación terapéutica es colaborativa y se enfatiza el papel activo del cliente.

1.5. Problemas actuales en modificación de conducta

La modificación de conducta en el presente ha de resolver algunas cuestiones que son


importantes para su desarrollo futuro. A continuación se tratan algunas de las que se
consideran más relevantes.

A) Técnicas cognitivas versus técnicas conductuales

El desarrollo de métodos de intervención que incidan en aspectos cognitivos que sirvan para
potenciar el cambio conductual, el mantenimiento y las transferencias de las ganancias
terapéuticas tuvo lugar en los años setenta y continúa en la actualidad. La mejora de los
procedimientos de tratamiento conductuales precisa abordar vías a través de las cuales se
pueda incidir sobre la actividad cognitiva.
La introducción de métodos que incidan sobre verbalizaciones internas o actividades cognitivas
no ha de ser incompatible o contradictoria con la base de técnicas de tratamiento conductual
más tradicionales, de hecho en el enfoque operante se ha llevado a cabo un análisis del control
de la conducta por medio de reglas verbales o conducta gobernada por reglas, que son útiles
para mejorar estas técnicas. Un aspecto problemático existente es la escasa investigación
básica en torno a estas técnicas.

B) Análisis funcional versus sistemas de clasificación psicopatológica

Las intervenciones conductuales se fundamentan en el análisis funcional de las conductas


problema. A través del análisis funcional se han de determinar las variables causales que de
forma relevante determinan la conducta problema y que se pueden controlar para producir el
cambio. Las clasificaciones psicopatológicas como la DSM-III, DSM-III-R, DSM IV o CIE-10 son
clasificaciones sindrómicas, basadas en la topografía, no en el análisis de relaciones causales,
con un carácter meramente descriptivo.

Consideraciones a tener en cuenta: 1) existe el riesgo de que el buscar una etiqueta en la que
encaje el trastorno actual del paciente sesgue el análisis conductual dirigiéndole a la
confirmación de determinados datos y a la ignorancia de otros, así muchos clínicos noveles
están más pendientes de etiquetar el problema del cliente que en conocer en qué consiste y
cuáles son sus causas, y 2) no todas las categorías que se utilizan en esas clasificaciones tienen
igual validez; algunas clasificaciones como las de los trastornos del sueño o los trastornos de
personalidad en la DSM-III-R han sido muy criticadas y no pueden servir de orientación al
análisis funcional.

C) Tratamiento individualizado versus estandarizado

Cualquier tratamiento conductual ha de estar justificado y apoyado en un análisis funcional,


como tal el tratamiento es individualizado y se ajusta a las necesidades del caso concreto; un
tratamiento estandarizado aplicado meramente por el ajuste a una categoría diagnóstica no
puede tener ninguna garantía de éxito.

D) Investigación básica

La aplicación de las intervenciones conductuales ha de estar fundamentada en modelos


explicativos de la etiología y mantenimiento de los problemas abordados. En la actualidad, se
hace énfasis en explicar los trastornos de forma multicausal, se incide en todos los factores
que contribuyen a su génesis y mantenimiento, y son multidimensionales, es decir, integran
aspectos cognitivos, conductuales, fisiológicos y ambientales. Por ello, se requiere trabajos de
investigación básica específicos de los problemas concretos encaminados a descubrir las
variables controlables.

Por otro lado, igualmente se precisa investigación en relación a las habilidades del terapeuta y
la relación terapeuta-cliente.

2. TÉCNICAS OPERANTES PARA EL DESARROLLO DE CONDUCTAS

Una de las tareas más usuales en las ayudas psicológicas a la gente probablemente tenga que
ver con la promoción de nuevas formas de comportamiento. En particular, la modificación de
conducta dispone de técnicas especializadas en tal sentido. De lo que se trataría pues es
“simplemente” crear conductas, y en consecuencia no será difícil hacerse cargo de la dificultad
que ello suponga. A menudo, las nuevas conductas quizá tengan que sobreponerse a otras ya
existentes, y no siempre contarán con condiciones ambientales que las faciliten a pesar de lo
convenientes que resultarían (si ya estuvieran establecidas).

En términos formales habría que diferenciar dos tipos de procederes básicos para el desarrollo
de nuevas conductas (de acuerdo con la lógica operante), a saber: uno consiste en el
desarrollo gradual, que se llamará moldeamiento, y el otro en la combinación de conductas ya
tenidas, cuya denominación será encadenamiento.

2.1. MOLDEAMIENTO

2.1.1. En qué consiste

Técnicamente definido, el moldeamiento es un procedimiento en el que se refuerzan las


aproximaciones sucesivas a una conducta meta. Para que el reforzamiento tenga lugar es
necesaria la ocurrencia de alguna conducta previa. Cierta conducta traerá determinado
refuerzo, que a su vez se dispensará sólo ante tal conducta. El refuerzo, es cualquier objeto o
evento que incremente la probabilidad de la conducta que lo precede. Siendo así, lo que hará
el reforzamiento es fortalecer la probabilidad de la conducta respecto de la cual es
contingente. El reforzamiento es el acto de administrar el reforzador siguiendo algún criterio
de frecuencia relativa a la conducta en cuestión. La conducta, tratándose del moldeamiento,
es cualquier actuación ostensible ante la cual el ambiente “responde” fiablemente. Algo que
hace el sujeto viene a ser una operación con ciertos efectos. Así pues, la conducta es una
operante cuyas consecuencias es el refuerzo.

Puesto que se trata de formar determinada conducta que ahora no puede darse, el
reforzamiento es selectivo respecto del repertorio disponible. En particular, se empezarán a
fortalecer aquellas conductas que más se asemejen topográfica y funcionalmente a la que se
pretende conseguir. Sucesivamente, el reforzamiento se hará más exigente en función de
ciertos aspectos de dicha conducta y de acuerdo por lo demás con su variabilidad. De esta
manera, el moldeamiento resulta un proceso dinámico en el que se van transformando
conjugadamente la conducta y sus consecuencias. En rigor hay que decir que la acción
selectiva de las consecuencias transforma la conducta, esto es, la moldea.

2.1.2. Aplicación

Aunque, en alguna medida, el moldeamiento es una técnica ubicua en terapia de conducta, se


va a hacer un reparto en unos cuantos ámbitos preferentes, mostrando en todo caso su
diversidad. Se proponen cinco, siendo el último uno sin perfil (a fin de acoger supuestos
dispares), a saber: la educación especial, la rehabilitación de funciones motoras, la instrucción
académica, la disfunción sexual, y otros. Naturalmente, este reparto no tiene otro compromiso
que el de hacer una propuesta variada y diversa. Sin embargo, no se dejaría de reconocer, al
hacerlo así, un cierto argumento, relativo a presentar el moldeamiento “más allá” de
aplicaciones únicamente interesadas en el desarrollo de conductas elementales, a las que
suele quedar relegada esta técnica.

La palabra introductoria otros da paso a una miscelánea de supuestos, algunos incluso sin
interés clínico. Entre éstos se citarían el desarrollo de discriminaciones perceptivas (como
aquéllas relativas al «oído musical», a la detección de señales visuales o a la captación
gustativa de sabores), y de habilidades motoras (como en el entrenamiento deportivo o en el
baile). Con interés clínico, cabría recordar la superación del miedo por medio de ciertas
aplicaciones de la desensibilización sistemática y del modelado participativo con reproducción
forzada, como se ha apuntado antes. Otro supuesto puede venir dado en la restauración del
habla en el mutismo selectivo.

2.2. ENCADENAMIENTO

2.2.1. En qué consiste


El encadenamiento es la formación de una conducta compuesta a partir de otras más sencillas
que ya figuran en el repertorio del individuo, mediante el reforzamiento de sus combinaciones.
De lo que se trata pues es de conseguir una unidad funcional que resulta compuesta sin
embargo de subunidades conductuales preexistentes, de manera que éstas se subsumen en
una nueva conducta. En realidad, lo que se construye es una ceremonia, que si bien se
compone de diversas operaciones, lo que importa es su conjunto en orden a un fin
determinado.

Consiguientemente, hay que contar de entrada con conductas que vienen a ser «fragmentos»
de la que vaya a resultar. En términos técnicos, se diría que cada conducta del complejo
resultante tienen una doble función como estímulo. Esto es, funcionaría, por un lado, en
calidad de estímulo discriminativo para la siguiente y, por otro, como estímulo reforzante de la
anterior. Finalmente adquiriría la unidad funcional a que se ha aludido. Este encadenamiento
entre estímulos discriminativos (ed), que en realidad son respuestas ya dadas, y respuestas (r),
que, además de ser estímulos reforzantes para las anteriores son también ed para la siguiente,
se suele esquematizar así:

{ed1?r1} ? {ed2?r2} ? {ed3?r3} ... {edn?rn}

Se ha de decir que el primer componente de la cadena puede ser una instrucción o una regla
que diga cómo se empieza.

2.2.2. Aplicación

La aplicación del encadenamiento tiene interés en el supuesto de que se disponga de los


fragmentos para la nueva unidad conductual deseada. Es por ello que no se puede decir que
haya un ámbito aplicado para el que fuera la técnica de elección. Sin embargo, se van a
apuntar ciertas áreas en las que con más frecuencia se da la situación para el encadenado, a
saber, se refieren a la autonomía doméstica, al desarrollo de la fluidez verbal, a ciertos
aspectos de la instrucción académica, y a «otros», para acoger una miscelánea de supuestos.

El desarrollo de habilidades de autonomía doméstica, tales como vestirse, comer y la limpieza


personal, presenta en educación especial situaciones propicias para el encadenado. El
individuo quizá puede realizar muchas «subunidades» de esas prácticas, pero no coordinadas
como requiere la tarea efectiva. Lo que falta probablemente sea en buena medida su
conjuntación. Póngase por caso el enseñar a comer con cuchara.
Respecto al desarrollo de la fluidez verbal, una situación se da en la educación especial del
lenguaje, cuando se trata de conseguir una dicción integrada de sonidos, sea para constituir
palabras o flujos verbales más amplios. El ritmo y la entonación formarían parte de esta
aplicación.

La instrucción académica también cuenta con situaciones a las que les conviene este
procedimiento. Por ejemplo en la organización del discurso (escrito o hablado) en función de
los efectos que se pretendan. La cuestión es que los argumentos pueden exponerse de una u
otra manera, cuyo encadenamiento es importante cara a alguna función pretendida. Se tiene
un contenido temático, dado quizá en varias «unidades», desde proposiciones o frases, hasta
párrafos o capítulos, y se trata de darle forma. Una vez que se sabe lo que se va a decir, se
ordenarán las ideas con gran diligencia. El asunto de interés aquí es que las estrategias de
composición de textos, y la oratoria, se pueden enseñar, y ello supone, además de la habilidad
expositiva, un adiestramiento en la forma de aprender. Hacerse cargo de la lógica expositiva
de un texto, si es que no reorganizar su contenido, es una destreza del oficio de estudiante.
Por supuesto, también se puede aplicar a la enseñanza de la aritmética.

Hay otros supuestos que por su heterogeneidad se ofrecen como miscelánea. Uno puede verse
en la estrategia seguida a veces en el mutismo selectivo y otro supuesto (bien distinto) tiene
que ver con la rehabilitación de la memoria para la vida cotidiana en pacientes que han sufrido
daños neurológicos. De lo que se trata es de aliviar los problemas debidos al deterioro de la
memoria, más que de su restauración propiamente.

2.3. EVALUACIÓN DE ESTAS TÉCNICAS

Podemos hacer algunas apreciaciones sobre tres aspectos críticos relativos a su aplicación
profesional:

1. A pesar de que estas técnicas tienen filiación con las prácticas sociales convencionales su
aplicación quizá resulta no obstante demasiado formalizada, debido probablemente a que su
uso profesional se ha tomado como una extensión del laboratorio. De modo entonces que el
análisis aplicado ha heredado los rigores del análisis experimental; pero en las situaciones
aplicadas no se cuenta con las mismas facilidades que en el laboratorio.

2. Un empeño en la práctica de la modificación de conducta es la definición operativa de sus


términos, de lo que son buen ejemplo las técnicas descritas aquí. Ha de repararse que lo
decisivo es la función más que propiamente la forma de la conducta. Lo que puede ocurrir sin
embargo es que la definición operativa recaiga sobre la forma, esto es, que resulte en exceso
formalista en detrimento de la función. La cuestión es que los objetivos sean profesionalmente
fiables y socialmente relevantes.

3. Otro aspecto crítico que se citará se refiere al reforzamiento en la vida cotidiana. La cuestión
sería diseñar un programa de reforzamiento que fuera más compatible con los usos cotidianos,
que sin duda no son tan sistemáticos como aquellos que deriven del laboratorio.

Aunque el moldeamiento y el encadenamiento sean técnicas sólidas, de todos modos su


investigación sigue abierta, al menos en el interés de especificar las condiciones de su
optimización en los contextos sociales y, por ende, educativos.

3. TÉCNICAS PARA LA REDUCCIÓN DE CONDUCTAS OPERANTES

El orden en que debe elegirse estas técnicas de reducción de conductas es el siguiente:


extinción, enfoques positivos de reforzamiento diferencial, costo de respuesta, tiempo fuera,
saciación y sobrecorrección. Es importante señalar que no es adecuado desarrollar una
intervención dirigida exclusivamente a reducir o eliminar una conducta, siempre será necesaria
una parte complementaria que se dirija a desarrollar la o las conductas alternativas que se
desean en lugar de la conducta a reducir. No basta con que la persona deje de emitir una
conducta, es determinante qué hace en lugar de esa conducta.

3.1. EXTINCIÓN

3.1.1. En qué consiste

El procedimiento de extinción consiste en suprimir el reforzador de una conducta previamente


reforzada. Es decir, establecer las condiciones para que la persona no reciba reforzamiento
tras la emisión de las conductas desadaptadas. Atención, aprobación, reforzadores materiales
dejan de seguir contingentemente a la conducta que se desea reducir.

3.1.2. Aplicación
El procedimiento de la extinción conlleva una serie de propiedades fundamentales para su
aplicación:

a) Es un procedimiento de reducción gradual que depende de la historia y el programa de


reforzamiento de la conducta desadaptada, el nivel de privación del individuo de los refuerzos
que eran contingentes a la conducta indeseable y la intensidad de éstos, el esfuerzo necesario
para emitir la respuesta (cuanto más esfuerzo requiera, más fácil será de extinguir), y el uso
combinado de procedimientos de refuerzo de conductas alternativas (que harán que la
reducción sea mucho más rápida).

b) La aplicación de la extinción produce usualmente un incremento en la frecuencia e


intensidad de la respuesta en los primeros momentos de aplicación («explosión de
respuestas»), así como variaciones importantes en su topografía. Produce un posible aumento
de comportamientos agresivos o emocionales inherentes al procedimiento y la llamada
recuperación espontánea, en donde la respuesta puede reaparecer tras un lapso de tiempo en
que la conducta bajo extinción había desaparecido.

3.1.3. Evaluación

Es necesario utilizar junto a la extinción de la conducta inadecuada el reforzamiento de alguna


conducta o conductas alternativas, si es posible incompatibles con la que se pretende eliminar.
La extinción debe ser constante, pues si se usa de forma intermitente se pueden producir los
efectos contrarios, establecer de forma más firme la respuesta, pues equivale a reforzarla de
forma intermitente. Además, no es aconsejable utilizar la extinción como única técnica si se
desea un cese inmediato de la emisión de la conducta, o si la conducta es peligrosa para el
sujeto o personas del medio, como es el caso de algunas conductas agresivas o autolesivas; así
como tampoco en aquellos casos en los que no puede tolerarse un aumento temporal en la
conducta.

3.2. PROCEDIMIENTOS DE REFORZAMIENTO DIFERENCIAL

Estos procedimientos utilizan el reforzamiento positivo bien para mantener la conducta a


niveles moderados, bien para la emisión de otras conductas diferentes o incompatibles con la
que se desea eliminar.

3.2.1 Reforzamiento diferencial de tasas bajas (RDTB)


3.2.1.1. En qué consiste

En este procedimiento se refuerza al sujeto por mantener una tasa de conducta más baja de la
observada en línea base. Es decir, se refuerza por la emisión de la conducta pero sólo si ésta se
emite a tasas bajas.

3.2.1.2 Aplicación

Esta técnica es aplicable cuando lo que se desea es reducir ciertos comportamientos, pero no
eliminarlos del todo. Dado que su objetivo es moderar, no eliminar conductas, puede ser útil
para el desarrollo del autocontrol en conductas como fumar, consumo de alcohol, comer en
exceso, etc.

3.2.1.3. Evaluación

Se habrán de seleccionar reforzadores apropiados y efectivos para el sujeto o grupo tratado,


los reforzadores habrán de aplicarse de forma inmediata tan pronto como sea posible al
cumplirse los intervalos prefijados y sólo cuando la conducta se haya mantenido en la tasa
adecuada. A medida que comienza a consolidarse la emisión de la conducta a una tasa más
baja, el reforzamiento debe suministrarse con menos frecuencia. Obviamente, el
reforzamiento se omite si la emisión de la conducta supera el criterio establecido.

3.2.2. Reforzamiento diferencial de otras conductas (RDO)

3.2.2.1 En qué consiste

Es un procedimiento en el que el reforzador sigue a cualquier conducta que emite el individuo


con la excepción de la conducta inapropiada que queremos eliminar. En este caso se refuerza
la ausencia de la conducta inapropiada durante un período determinado de tiempo. Por tanto,
la conducta que se trata de eliminar se pone bajo extinción, mientras se refuerza cualquier
otra conducta alternativa. Esta técnica también aparece con la denominación de
entrenamiento de omisión.
3.2.2.2. Aplicación

No se debe aplicar como procedimiento único si la respuesta es peligrosa o ha de suprimirse


rápidamente. Debe aplicarse la técnica en tantos contextos como se produzca la conducta y no
reforzar otras conductas que sean desadaptativas.

3.2.2.3. Evaluación

El RDO presenta como principales ventajas el que es un enfoque positivo, que no utiliza
estímulos aversivos. Hace posible el reforzamiento de la persona tratada por emitir una infinita
variedad de conductas salvo la especificada. Por lo común es un procedimiento muy eficaz.
Aunque es posible encontrar personas que se entreguen a una conducta problemática a una
tasa tan alta que no sea probable que ocurran otras conductas (por ejemplo, el hábito de
balancearse de un niño autista), la mayoría de las personas disponen de todo tipo de opciones
asequibles, y por lo general emiten alguna de ellas. En consecuencia, las conductas reforzadas
se incrementan, reduciéndose en consecuencia la conducta no reforzada.

3.2.3. Reforzamiento diferencial de conductas incompatibles o alternativas (RDI)

3.2.3.1. En qué consiste

Consiste en reforzar una conducta que es incompatible o no puede hacerse al mismo tiempo
que la conducta que se desea eliminar. Para llevar a cabo este procedimiento primero hay que
identificar y operacionalizar la conducta indeseable. A continuación se consideran posibles
respuestas incompatibles que disminuirán la probabilidad de emisión de la conducta
indeseable. Después se seleccionan una o varias de esas conductas alternativas una vez
operacionalizadas.

3.2.3.2. Aplicación

- Es necesario identificar y seleccionar una o varias conductas incompatibles con la conducta


que se trata de eliminar. Es preferible elegir una conducta que ya esté en el repertorio del
sujeto.
- Seleccionar reforzadores adecuados para su aplicación contingente a la emisión de la
conducta incompatible.

- Eliminar el reforzamiento de la conducta indeseable, dejándola bajo extinción.

- Si las conductas alternativas no están en el repertorio del cliente, se hará uso del
moldeamiento o encadenamiento para implantar dichas conductas.

- Hacer que el sujeto ejecute la conducta alternativa en todos los contextos habituales.

3.2.3.3. Evaluación

Entre las principales ventajas de este procedimiento se encuentra el que si la conducta


incompatible queda bien establecida, es decir, se da a una alta tasa y es lo suficientemente
estable, la conducta desadaptativa será eliminada. Como principales desventajas del RDI se
encuentra que lleva un cierto tiempo conseguir los resultados y, por otro lado, a menudo hay
dificultades para la definición y selección de la conducta incompatible.

(FALTAN: COSTO DE RESPUESTA O CASTIGO NEGATIVO, TIEMPO FUERA DE REFORZAMIENTO O


TIME OUT, SACIACIÓN Y SOBRECORRECCIÓN)

4. SISTEMAS DE ORGANIZACIÓN DE CONTINGENCIAS: ECONOMÍA DE FICHAS Y CONTRATOS


CONDUCTUALES

4.1. ECONOMÍA DE FICHAS

4.1.1. En qué consiste


Los programas de economía de fichas son procedimientos dirigidos a establecer un control
estricto sobre un determinado ambiente, para de esa forma controlar las conductas de una
persona o de un grupo de personas.

La utilización de un sistema de economía de fichas permite introducir una o varias conductas,


alterar las frecuencias con que las conductas objetos de intervención se emiten o eliminar las
conductas desadaptativas.

Los programas de economía de fichas aparecen con frecuencia en la vida cotidiana, aunque no
estén explicitados como tal, por ejemplo, la maestra que da puntos a los alumnos que rinden
bien para que los canjeen por un rato de recreo adicional, o los proveedores que dan puntos a
sus cliente habituales para que puedan cambiarlos por una cafetera o un pañuelo de seda.

4.1.2. Aplicación

La implantación de un programa de economía de fichas implica tres fases:

a) Fase de muestreo o establecimiento de la ficha como reforzador generalizado. En esta fase


ha de establecerse la ficha como refuerzo generalizado y remarcarse el valor que tiene como
objeto de intercambio. Es preciso enseñara a las personas incluidas en el programa a dar valor
a las fichas. Las explicaciones verbales pueden ser suficientes en algunos caso, pero cuando se
trabaja con personas con déficit o limitaciones intelectuales se hace necesario proceder al
“muestreo” de las fichas. Para ello pueden entregarse en diversas ocasiones fichas a los
sujetos de forma gratuita, con independencia de sus conducta, y cambiárselas inmediatamente
por algunos de los reforzadores que han demostrado ser eficaces con algunos sujetos.

En los primeros momentos es necesario llevar a cabo estas entregas de fichas gratuitas varias
veces a fin de que se establezca el valor de la ficha como objeto de intercambio. Hay que
recordar lo importante que es el que se cambien las fichas por distintos reforzadores eficaces
con el sujeto y no sólo por uno. A la hora de cambiar las fichas por los refuerzos es interesante
remarcar explícitamente el valor de intercambio de las fichas. En estos primeros momentos el
cambio de las fichas por los refuerzos ha de ser poco menos que inmediato. Estos periodos de
muestreo de las fichas pueden hacerse constantes en el tiempo o bien desarrollarse sólo en
determinados intervalos temporales.
b) Fase de aplicación contingente de las fichas por las conductas deseadas. Se entregan las
fichas de manera contingentes a las conductas que se desee establecer o incrementar. Aunque
no es necesario aclarar al sujeto el porqué se le entrega la ficha, obviamente el especificarlo de
antemano en la mayoría de los casos facilita su efecto, así como el aclarar el valor de las fichas
y el tipo de reforzadores que se pueden adquirir con ellas. Conviene que los pacientes tengan
una copia de la lista de los reforzadores, con su valor en fichas, o puedan acceder a ellas
fácilmente.

Las conductas particulares objetivo de intervención han de especificarse de manera precisa y


concreta, de forma que requieran el mínimo de interpretación tanto de la persona encargada
de entregar la ficha como del que va a recibirla.

c) Fase de desvanecimiento o finalización del control de las conductas por fichas. Dado que el
objetivo de un programa de economía de fichas es facilitar la aparición y consolidación de
determinadas conductas, una vez que éstas se han dado y están consolidadas el paso siguiente
debe consistir en poner esas conductas bajo el control de las condiciones habituales
“normales” en que actúa el sujeto.

Las razones por las que debe retirarse el programa son: la economía de fichas es un sistema
artificial, que supone un coste de tiempo, de recursos, etc, que no se asemeja a la vida
cotidiana en la que hay pocos reforzadores no naturales y no directos. Además implica un
control artificial de las conductas y puede interferir con la adquisición de la motivación
intrínseca.

Todas las economías de fichas incluyen un programa de desvanecimiento del sistema a medida
que se van produciendo mejorías en la conducta. Esto puede llevarse a cabo aumentando el
tiempo entre las entregas de fichas, incrementando el criterio para la obtención de fichas,
reduciendo del número de fichas ganadas por medio de las conductas objetivos, aumentando
el número de fichas necesario para ganar los reforzadores de apoyo, o por alguna combinación
de estos procedimientos

4.1.3. Evaluación

La economía de fichas se ha mostrado como una técnica eficaz y aplicable a gran número de
problemas y poblaciones. Su aplicación no está exenta de dificultades. En primer lugar, para
que la economía de fichas funcione, es necesarios que exista un estricto control sobre las
conductas emitidas por los pacientes, las fichas entregadas etc...Este control tan estricto
supone el entrenamiento y la capacitación del personal a cargo del programa. La instrucción
por sí sola no es, muchas veces, suficiente. Hay que reforzar de alguna manera el desempeño
adecuado de este personal, pues la implantación del programa supone para ellos un esfuerzo
extra que no todos están dispuesto a desempeñar. En segundo lugar, la economía de fichas
puede resultar un programa caro.

Otra dificultad son las restricciones legales y éticas con las que tropieza a veces el programa.
Un problema muy obvio para aquellos que siguen un sistema de fichas fuera de una institución
es la posibilidad de obtener los refuerzos de forma no contingente, a parte del programa.

Por último, es conveniente obtener la aprobación de pacientes, padres o tutores, personal y


dirección de los centros en los que se realice el programa y su colaboración activa.

4.2. CONTRATOS CONDUCTUALES

4.2.1. En qué consiste

Un contrato conductual o contrato de contingencias es un documento escrito que explícita las


acciones que el cliente esta de acuerdo en realizar y establece las consecuencias del
cumplimiento y del no cumplimiento de tal acuerdo. Tal procedimiento implica el intercambio
recíproco de recompensas contingente en relación a conducta específica de los firmantes del
contrato. Los contratos son especialmente útiles para personas con escasa capacidad de
autorreforzamiento.

En este sentido, en un contrato conductual debe especificarse:

a) La conducta o conductas que se espera que emita cada una de las personas implicadas.

b) Las consecuencias que obtendrán casos de realizar esas conductas.

c) Las consecuencias que obtendrán casos de no realizar esas conductas.


De esta forma, los contratos conductuales sirven para ayudar a la persona o personas
implicadas a iniciar determinadas conductas específicas, señalando cuáles deben llevar a cabo
y cuáles no. Por último permite aclarar las consecuencias derivadas de llevar a cabo o no una
determinada conducta. Con esta información explícita a la persona le será mucho más fácil
controlar sus conductas de acuerdo con sus propios intereses.

4.2.2. Aplicación

Los programas de aplicación de contrato son aplicables a todo programa de modificación de


conducta. En primer lugar, es frecuente utilizarlo ya en la fase de recogida de información para
favorecer el que se lleven a cabo las tareas encomendadas, por ejemplo, autorregistro,
realización de cuestionarios, etc... Posteriormente, en la fase de intervención pueden utilizarse
para controlar la realización de cualquier tipo de conducta operante; por ejemplo, para reducir
la conducta de acudir a determinado lugar en un drogadicto, para establecer hábitos de
estudio más adecuado, etc... No obstante, es especialmente interesante su uso en problemas
interpersonales, y sobre todo, en problemas de pareja. Por sus propias características es
evidente que los contratos son una alternativa más útil, rápida y económica que los programas
de economía de ficha en muchos casos, en especial si a las personas a las que han de aplicarse
no presentan limitaciones intelectuales y no se precisa una reestructuración completa de las
contingencias del medio.

(FALTA LA EVALUACIÓN)

5. TÉCNICAS AVERSIVAS

5.1. En qué consiste

Las terapias aversivas intentan asociar un patrón de reacción comportamental no deseado y


socialmente sancionado, con una estimulación desagradable, interna o externa, o reorganizar
la situación de tal manera que las consecuencias de este comportamiento no deseado sean lo
suficientemente desagradables para el emisor de tal comportamiento, que deje de ejecutarlo.
En ambos casos se espera que se establezca una conexión entre el comportamiento a eliminar
y la reacción aversiva. Se espera que el desarrollo de tal conexión y el progreso de la misma
genere una situación tal en el individuo, fisiológica o cognitiva, que provoque un cese total en
la emisión del comportamiento a eliminar.
Los modelos propuestos para explicar el desarrollo de las reacciones aversivas podrían
resumirse en:

- Condicionamiento clásico: Esta teoría asume que la asociación de algunos elementos


constitutivo de la constelación estimular componente del comportamiento a eliminar con el
estímulo nocivo preseleccionado hará que el EC provoque una respuesta condicionada de
aversión.

Los proponentes de este modelo insisten en que en el procedimiento terapéutico se satisfagan


requerimientos derivados de nuestro estudio de este tipo de fenómenos en el laboratorio.

- Condicionamiento operante: Se presenta el estímulo aversivo ante respuestas emitidas por el


sujeto hacia dicha constelación. Algunos autores han tenido especial cuidado en diseñar sus
procedimientos terapéuticos adoptando paradigmas de aprendizaje de evitación o castigo.

- Teorías centrales: La aseveración de Rachman y Teasdale, en el sentido de que una


explicación puramente cognitiva de las terapias aversivas es tan insatisfactoria como una
explicación basada exclusivamente en las teorías básicas de aprendizaje, sigue siendo válida.

- Teoría del estado: Hallam y Rachman proponen su “Teoría del Estado” como base del
funcionamiento de las terapias aversivas. Ésta se basa, en el cambio producido en el grado
general de responsividad de un individuo y no tanto en los cambios en cuanto a las conexiones
específicas entre estímulos y respuestas.

5.2. Aplicación

Pocos han sido los comportamientos problema, por exceso, que no hayan sido sometidos en
alguna ocasión a procedimientos aversivos. Mucho más delicado nos parece la utilización de
tales estrategias con individuos motivados a solucionar algunos problemas cuya
conceptualización como tales esté determinada por influencias sociales, por ejemplo el caso
del homosexual que acude a nuestra consulta “voluntariamente” deseando una reorientación
de su impulso sexual, reorientación forzada, en parte, por los valores generales adoptados por
la sociedad y por las actitudes de quienes le rodean. En tales casos, pensamos que nuestra
intervención ha de orientarse prioritariamente a ayudar al individuo a autoafirmarse frente a
tales presiones... el que apliquemos el término “tratamiento”, especialmente en el caso de la
homosexualidad, no implica que consideremos a tales situaciones como enfermedad, ni
siquiera como un comportamiento sexual desviado. En éstos casos, la verdadera libertad
implica ofrecerle al individuo cualquier recurso que esté en nuestra mano, y que sea eficaz.

5.3. Evaluación

Existen pruebas de que el mecanismo aversivo se produce en situaciones naturales y de que tal
mecanismo puede ser eficaz en el tratamiento de casos problemas concretos, pero siguen
pendientes muchas preguntas, tanto a nivel clínico como de experimentación básica.

Consideramos que este tipo de técnica pueden ser eficaces en aquellos casos en los que el
comportamiento problema es elicitado por el grado de apetitividad que el estímulo
desencadenante tiene para el paciente( por ejemplo, parafilias, obesos en los que las
características externas de los alimentos juegan un papel especial, etc...), y mucho menos
efectivos en los que el comportamiento problema se ve mantenido por otro tipo de procesos
(por ejemplo, el bebedor excesivo que utiliza el alcohol como ansiolítico, donde lo que importa
son las reacciones internas subsiguientes).

6. TÉCNICAS DE AUTOCONTROL

6.1. En qué consiste

Los programas de autocontrol van a desarrollarse, teniendo como objetivo final que el
individuo aprenda a ser su propio terapeuta. Se trata de hacer que el sujeto asuma progresiva
y gradualmente su responsabilidad en el proceso de cambio, incorporando a su repertorio
conductual todo lo aprendido, de tal manera que sea capaz ce ponerlo en marcha de manera
casi automática ante las situaciones que sea necesario, o de generalizar el uso de las técnicas
en el afrontamiento de problemas distintos de los que le hicieron comenzar con un programa
de autocontrol.

Para Kanfer la importancia de los programas de autocontrol viene fundamentada por las
siguientes razones:

- Existencia de muchas conductas que sólo resultan accesibles al propio sujeto.


- Las conductas problemas suelen estar relacionados con autorreacciones y actividad cognitiva
no susceptibles de observación directa.

- Puesto que los sujetos, aún buscando ayuda, resulta difícil que alteren sus estilos de vida, es
necesario plantear una intervención que presente el cambio como positivo y factible para el
sujeto, de tal manera que se maximice su motivación para el cambio.

- Por último, la intervención no debe tan sólo acabar con los conflictos presentes, sin enseñar
al sujeto cómo manejar posibles recaídas o nuevos problemas..

6.2. Aplicación

El programa de entrenamiento de autocontrol se lleva a cabo en las siguientes fases:

1. Autoobservación: en un primer momento habrá que enseñar al paciente o operativizar sus


problemas, para posteriormente obtener datos acerca de las características topográficas y las
relaciones funcionales de los mismos.

2. Establecimiento de objetivos: el paciente habrá de decidir que nivel de control quiere


alcanzar sobre la respuesta conflictiva.

3. Entrenamiento en técnicas concretas y establecmiento de criterios de ejecución: en esta


fase se deciden las técnicas concretas de autocontrol en las que se entrenará al cliente. A su
vez se establecen las reglas de conducta que guiarán todo el entrenamiento, es decir, qué se
compromete a hacer el cliente y en qué momentos concretos.

4. Aplicación de las técnicas en contexto real: una vez que el entrenamiento se ha llevado a
cabo en la consulta, el siguiente paso es la puesta en práctica de lo aprendido en su vida diaria.

5. Revisión de las aplicaciones con el terapeuta: una vez que el sujeto empieza a afrontar
situaciones reales, la tarea en las sesiones con el terapeuta consistirá en revisar las
aplicaciones concretas realizadas, analizando las dificultades y problemas surgidos para su
solución.
6.3. Evaluación

Llegar a obtener un nivel adecuado de autocontrol permite al sujeto una mejor adaptación al
medio y una mayor autoestima. El individuo se percibe como una persona más libre que posee
un amplio repertorio de estrategias de afrontamiento, así como una metodología de usos que
le permiten decidir qué actuación es la más adecuada a la situación que se le presenta. El
terapeuta en este proceso tiene un papel temporal, de apoyo y guía del cambio conductual del
cliente, debiendo ser muy cuidadoso para no detentar ciertas responsabilidades del proceso
terapéutico que el cliente ya esté en condiciones de asumir.

Estos programas ofrecen, por una parte, la posibilidad de que el individuo aprenda a cambiar
su comportamiento sin necesidad de la ayuda de un terapeuta, motivándole mediante la
presentación de casos similares que consiguieron resolver el problema; por otra parte, aportan
al sujeto ideas que le pueden permitir el aplicar y ajustar las técnicas a sus propios problemas
aun cuando no sena los que específicamente se abordan.

Los beneficios, tanto individuales como sociales, derivados de la puesta en práctica de


estrategias de autocontrol se harán más fácilmente accesibles y de una manera menos
costosa, que en el caso de una intervención individualizada al evitar en parte el coste
emocional y de riesgo físico que determinadas conductas conllevan, así como el gasto
económico que requiere su solución.

7. TÉCNICAS DE MODELADO

7.1. En qué consiste

Es un proceso de aprendizaje observacional en el que la conducta de un individuo o grupo


actúa como un estímulo para generar conducta, pensamiento o actitudes semejantes en otras
personas que observan la actuación del modelo. El procedimiento básico del modelamiento es
muy simple, consiste en exponer al cliente ante uno o más individuos presentes o filmados que
exhiben los comportamiento adecuados que el debería adoptar. Las técnicas de modelado
intentan enseñar los principios o reglas que deben guiar la conducta en contexto determinado
más que respuestas imitativas simples.
El modelado puede utilizarse para aprenden nuevas conductas, inhibir o desinhibir patrones
comportamentales, facilitar respuestas, aumentar los efectos de los estímulos o incrementar la
activación emocional o afectiva. Las distintas técnicas de moderado difieren en su utilización
según se use con un objetivo u otro.

7.2. Aplicación

Las principales áreas de aplicación de las técnicas de modelado podemos dividirlas en tres:

a) Preventiva: es decir, promoción de prácticas de mantenimiento de la salud, mejora del


cuidado personal y de las personas allegadas.

b) Tratamiento de problemas ya desarrollados: fobias y ansiedad, déficit en habilidades


sociales y aserción.

c) Educación: entrenamiento de los agentes terapéuticos, cónyuges, padres, directivos o el


propio cliente.

7.3. Evaluación

Las técnicas de modelados son útiles y eficaces en áreas educativas, clínicas y preventivas, sus
posibilidades de aplicación en niveles grupales y comunitarios las hacen ventajosas en
términos coste/beneficio. Las técnicas de modelado cada vez se utilizan de forma más eficaz
para el aprendizaje de comportamientos adecuados. No obstante, también facilita el
aprendizaje de conductas desadaptativas, y deberían ser utilizados como razones para reducir
la exposición sistemática en televisión y medios de comunicación de modelos de violencia que
han de tener efectos negativos en el comportamiento social.

8. TÉCNICA DEL CONTROL DEL DIÁLOGO INTERNO Y AUTOINSTRUCCIONES

8.1. En qué consiste


El entrenamiento en autoinstrucciones supone instaurar verbalizaciones internas adecuadas
que permitan la realización o el afrontamiento de una determinada tarea, situación o
acontecimiento.

La modificación del diálogo interno, objetivo básico del entrenamiento autoinstruccional,


requiere del uso combinado de diversas técnicas conductuales. Las autoverbalizaciones que el
niño debe aprender e interiorizar están relacionadas con el tipo de tarea y con las secuencias
de respuestas encadenadas que ésta requiera.

El entrenamiento autoinstruccional se utiliza con mucha frecuencia para modificar o


constrarrestar los efectos de “pensamientos automáticos” que interfieren con la ejecución
correcta de una tarea o el afrontamiento de una situación.

8.2. Aplicación

Puesto que el objetivo fundamental es enseñar a la persona a utilizar “autoinstrucciones” que


le permitan guiar con éxito su propia conducta, es importante que sea el mismo sujeto, no el
terapeuta, el que genere el mayor número posible de autoverbalizaciones, según su tipo de
vocabulario o su forma más habitual de expresión, (por ejemplo: ¡qué guay!, ¡qué estupendo!).

El entrenamiento autoinstruccional se ha aplicado fundamentalmente a problemas infantiles y


en personas con problemas de deficiencia mental o esquizofrenia. La aplicación de esta técnica
en adultos con problemas de ansiedad, estrés, dolor o autocontrol, llevó a la inclusión de
nuevos elementos terapéuticos y fases durante el entrenamiento.

(FALTA LA EVALUACIÓN)

9. TÉCNICAS DE SOLUCIÓN DE PROBLEMAS

9.1. En qué consiste

Actualmente podemos afirmar que la terapia de solución de problemas que más atención ha
recibido, en cuanto a mayor aceptación y utilizaciones la terapia de solución de problemas de
D´Zurilla, que en los últimos años ha sido redenominada como terapia de solución de
problemas sociales, dado que los problemas con los que se enfrenta una persona pueden ser
tanto personales como interpersonales.

9.2. Aplicación

Para D`Zurilla y Goldfried (1971), la meta de la SP y de la modificación de conducta es la


misma, es decir, producir consecuencias positivas, refuerzo positivo y evitar las consecuencias
negativas. Para ellos, la SP es una técnica de modificación de conducta que facilita una
conducta eficaz. La asunción fundamental de la que parte la terapia de SP es que los seres
humanos se caracterizan por ser solucionadores de problemas, y de que de unas a otras
personas existen diferencias en esta habilidad. Ello implica que aquellas personas que
resuelven sus problemas adecuadamente suelen tener una adecuada competencia social.
Aquellos que carecen de dicha competencia para solucionar problemas pueden también ser
entrenados para solucionar tanto problemas cotidianos como ,más importante, problemas
clínicos o comportamentales.

9.3. Evaluación

Las etapas para la aplicación de la terapia de SP son tres: evaluación, intervención,


mantenimiento y generalización. Junto o dentro del proceso de evaluación conductual del
problema o problemas por el que la persona acude a consulta es de gran importancia en esta
terapia evaluar tanto las habilidades de SP que tiene el cliente como si tiene habilidades de
ejecución efectivas para sus problemas. Para ambos casos se ha utilizado evaluaciones de
autoinforme o verbales, junto con la observación. Entre los cuestionarios e inventarios más
importantes para evaluar estos aspectos están el Means-Ends Problem-Solving (MEPS) de Platt
y Spivack (1975), el Problem-Solving Inventory (PSI) de Heppner y Peterson (1982), el Problem-
Solving Self-Monitoring (PSSM) de D’Zurilla (1986) y el Social Problem Solving Inventory (SPSY)
de D’Zurilla y Nezu (1990). Los mismos permiten conocer déficits en los sujetos en una o varias
de las fases del proceso de SP, o bien permiten descubrir la inexistencia de habilidades que son
importantes para solucionar efectivamente los problemas.

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