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Traducelón de

ESTANISLAO J. ZEMBRZUSKI Teoría económica


R¡¡visión técnica de
REYNA PASTOR DE TOGNERI
del sistema feudal
por
Witold Kula
HC337
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H~lORICAS

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PROLOGO !X

TEORIA ECONOMICA DEL SISTEMA FEUDAL


!. ¿A QUE PREGUNTAS DEBE RESPONDER UNA TEORIA

··------- Il.
!ll.
ECONOMICA DEL FEUDALISMO?
LA CONSTRUCCION DEL MODELO
DINAMICA A CORTO PLAZO
3
13
25
El cálculo económico de la empresa feudal 25
Economía del dominio feudal 46
_<; .. /l'/ La explotación campesina en el régimen de pres-
taciones personales .• : .¡ •• :70 ·:: .
La economía de la corporación artesanal 89
Confrontaciones empíricas 98
Tapa: Isabel Carballo Tentativa de interpretación 128
IV. DlNAMlCA A LARGO PLAZO 137
Primera edición en polaco, 1962 V. POSIBILIDADES DE VERIFICACION 201
~ Pánstwowe Wydawníctwo Naukowe, Varsovia
Título originaJ polaco: Teoria ekonomiczna ustroju VI. LA RACIONALIDAD DE LA ACTIVIDAD ECONOMICA
feudaliU!go. Pr6ba modelu EN EL SISTEMA FEUDAL 209
Primera edici6n en eapall.ol, marzo 1974 VII. "SISTEMA ECONOMICO" Y "TEORIA DE UN SISTEMA
<6l Siglo XXI Editoreo S. A. ECONOMICO" 225
Gebriel Msncera 66
Mbico 12, D.F.
Siglo XXI de España Editoreo S.A.
Emilio Rubin 7
Modrld 33
Siglo XXI Argentina Editores S.A.
C6rdoba 2064
Buenos Aires
Fh- 9655
Hecho el dep6sito que marca la ley 11723
Printed in Argentina
Impreso en Argentina
X XI

Suele tomarse como racionalidad preponderante la que con· opuesto a los que las motivan en el sistema capitalista. Allí se
fronta las inversiones con la renta. Pero en el sistema lo que se invierte si las 'condiciones del mercado empeoran.
entiende habitualmente por inversiones, la tierra, la mano de C) En el sistema feudal las oscilaciones de los precios son
obra, los edificios, aun teniendo valor no tiene mercado, no encausadas por el aumento o disminución de la renta social, en
tienen en realidad precio; por ello es imposible considerarlas primer término por las oscilaciones de las cosechas, y no por la
como inversiones en el sentido capitalista de la palabra. coyuntura económica como en el capitalismo.
Tampoco puede plantearse, por ejemplo, el problema propio D) En el sistéma capitalista, el aumento de los precios es un
de las economías capitalistas del poder adquisitivo del dinero. estímulo lo que pone en movimiento las reservas. El aumento
Para el noble, el campesino o el artesano polaco, lo importante de precios provoca la utilización de factores productivos antes
era el poder adquisitivo de los productos que vendían en rela· inútiles, e induce a efectuar una corriente de trasvasamiento de
ción a los que compraban. La disminución del poder adquisi· los empleos de ocupaciones menos productivas a otras más pro·
tivo del dinero podía compelll!arse con el aumento de los pre- ductivas.
cios de los productos de venta y viceversa. Las razones del En el sistema feudal en los tiempos normales llega a utilizar·
intercambio podían por lo tanto oscilar de manera diversa, y se la máxima reserva, quedan campos inctdtos, bosques no ex·
aun en sentido contrario, con respecto al poder adquisitivo del plotados, etc. El límite no está dado por las reserva.• naturales
dinero. sino por la capacidad productiva de la mano de obra; falta aquí
Por ello, el cálculo económico de la renta del dominio seño- la mano de obra "latente" o "excedente".
rial realizado a partir del cálculo capitalista resulta antihistó· E) El proceso feudal de acumulación de tierras en manos de
rico, ya que la aplicación por ejemplo de los precios formados una clase de grandes poseedores, no COillltituye en modo alguno
sobre los de mercado, por el cual pasa sólo una mfuima parte un proceso de lo que conocemos como "acumulación capita·
de los bienes producidos, lleva necesariamente al absurdo. Lo üsta". Este fenómeno de concentración da Jugar muchas veces
mismo ocurre si se quiere calcular el valor de la mano de obra al fenómeno contrario al capitalista. Como la concentración se
a partir de los pocos salarios realmente existentes que, por ser produce generalmente por el endeudamiento de muchos deudo-
pocos, no sirven de índice. Apoyándose en el concepto de for· res, no eran éstos los que finalmente quebraban sino el mismo
mación histórico-económica de Maix, Witold Kula va encon- magnate acreedor.
trando las especificaciones del sistema feudal y sus diferencias e Muchas características más estudia Witold Kula en su libro,
incompatibilidades con el capitalista. ellas delinean el sistema feudal a partir de sus propias leyes.
Esa especificidad del sistema feudal y esa incompatibilidad Muestra plenamente, a través de una riguroso análisis macro·
con el capitalista se demuestra a través de varios índices, entre económico y microeconómico, cómo el sistema económico feu.
ellos: da! es un complejo de relaciones económicas de dependencia
A) En el sistema feudal la reacción del campesino ante los interconexas, y cómo por ser interconexas aparecen poco a
incentivos del mercado es completamente diferente a la del poco contemporáneamente, y poco a poco y contemporánea-
campesino capitalista; vende más cuando los precios son bajos, mente desaparecen cediendo el paso a otras. Individualiza su
y viceversa. aparición, fija sus límites cronológicos, y con ellos la opera·
B) Las inversiones que se pueden encontrar en el sistema tividad del sistema. Así resulta que las regularidades específicas
feudal son provocadas por incentivos del mercado, en el sentido del sistema feudal polaco dejan de funcionar entre 1780 y
XIII
XII

1850, época en la que tiene lugar el cambio, la censura. decir: 1) las leyes que regulan el surplus econmmco y su
W. Kula muestra las causas internas que van provocando las apropiación. . . 2) las leyes que regulan la atribución de las
contradicciones del sistema, y encuentra que la contradicción fuerzas productivas y los medios de producción, y sobre todo
más importante del modelo es la de las clases. El sistema al las del surplus.
dominar sobre los hombres; suscitaba en contra de sí la rebe· Es decir que, para el autor, la apropiación y utilización del
lión. Pero no hay parámetros para medir "el coeficiente de la surplus constituye el contenido común . y gene rol de la acti·
paciencia humana" y el coeficiente de la "inclinación a la re· vidad económica humana en todas las situaciones sociales, del
vuelta". Ante. esta valla se pregunta Ruggiero Romano al co· que sólo la forma puede variar de acuerdo con las diversas
mentar el libro, si en verdad no es posible introducir en un organizaciones económicas, dentro de las cuales la apropiación
modelo las variables de tipo social. "¿Es que debe renunciarse y el uso del surplus viene a situarse y a configurarse concre·
para siempre a incluir en el examen ,los factores puramente tamente.
F.o! en esta obra que se aplica por primera vez y de manera
cualitativos? "'
El modelo construido por W. Kula es aplicable a Polonia de original el instrumento teórico de la investigación económica,
los siglos XV · XVIII, y muestra en la larga duración la cohe- el surplus, a la dinámica de un sistema precapitalista de pro·
rencia de la formación socio-económica feudal en su fase seño· ducción.
rial típica. No es, por supuesto, aplicable a otras situaciones del Es decir que su objeto de análisis es el modo de distribu·
Occidente de esos siglos en donde el grado de superación de los ción de la riqueza, y su interés principal son las relaciones de
vínculos feudales, de la barrera del autoconsumo, de la mercan· distribución existentes en esa organización económica.
tilización, etc., es avanzado. · · W. Kula sigue en estos aspectos teóricos, y así lo señala la
El modelo muestra además el funcionamiento de esta econo· tesis de Paul Baran desarrollada en el libro "El surplus eco'nó·
mía en la corta, mediana y larga duración tanto en su articu- mico y la teoría marxista del desarrollo".
)ación interna básica, (la explotación de la reserva destinada al &ta apoyatura teórica ha sido criticada basándose en que
consumo del señor y a la explotación, y la explotación de los "la aplicación de la teoría del surplus a la dinámica histórica
predios campesinos destinadOs · al autoconsumo ), como en su de un sistema precapitalista de producción, lleva a prescindir
articulación (como país exportador de cereales y comprador de de la crítica de las relaciones de producción, sustituyéndola
artículos de lujo) con un mercado exterior protocapitalista. por el análisis de las formas de distribución del producto que,
Para W. Kula la tarea de la historia económica consiste "en como es sabido desde hace tiempo, muestra la superficie y no
comprender cómo los hombres han desarrollado su actividad el fondo del problemas" 1 •
económica en las diversas situaciones sociales". En cuanto a El libro de W. Ku la demuestra cuán importante y fecundo
la teoría económica, sostiene que "la tarea de la teoría ecl'>· resulta el empleo en la investigación histórica de una teoría
nómica de cada sistema consiste en formular las leyes que económica, no aplicada mecánicamente a partir de esquemas
regulan el volumen del surplus económico y su utilización, es doctrinarios preconstituidos sino construidos a partir de una

. Me r~fiero e:s,pecialrnente a la crítica que le hace Giorgio Gatttfi en


1
1 Ruggiero Romano. Recemdón a propósito de la edición italiana del •
libro de W. Kula en Rivista Storica JtaiW.no, Anno LXXXII 1 Fase IV, pp. Studt Stoncl, ~II, 1, 1972 1 pp, 153~164, Opiniones y debates sobre "ll
962·970. surplu.s econorruco e la teoría del sistema f-éodale". ·
. -

XIU TEORIA ECONOMICA DEL SISTEMA FEUDAL
determinada realidad económico-social, valiéndose de todos los
instrumentos utilizables que proporciona la economía mo-
derna marxista.

REYNA PASTOR DE TOGNERI

Oi

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E
4 CAPITULO f'RI!I-1ERO
¿A QUE PREGUNTAS DEBE RESPONDER NUESTRO MODELO? 5 :p
materialismo histórico). En tal caso, la economía política pro-
piamente dicha abarcaría únicamente tesis válidas a lo mucho' yendo las marxistas) para el anatisis de la soci~dad. so~i~tica. .d
en el terreno de una sola formación socio-económica. Pero 11sto Por eso a nuestro juicio, tiene gran trascendencia Clent1f1ca Y S
requeriría una concepción particular de los límites de la filoso- social afirmar que hay en el marxismo ( co~trariame~te a. la !IJ
fía y una concepción particular de las dependencias y las rela· frase citada de Engels) toda una serie de tesiS de cardmal 1m· li~
clones entre las diferentes disciplinas especializadas (en este portancia, y nada triviales, que son de aplicación. ~niversal a 1~ l:
caso, la economía política) y la filosofía. actividad económica humana, aunque por convenc10n la:' adsc;1· ir
Sin embargo, como quiera que resolvamos esta dificultad, e-s bamos al campo de la economía política o a_l de}a f1.I~of~,~·
un hecho evidente -y hasta una perogrullada- que entre las Sería sumamente útil para la ciencia si se pud1ese cod¡f¡car ~~

tesis que se pueden formular sobre el obrar económico humano, en cierto modo el alcance de estas tesis, seleccionando aquellas tt
no pocas tienen diferentes grados de aplicación cronológica y que han resistido la prueba de las invest~gac~one~ ~i~ntíficas
geográfica, teniendo en cuenta que cuanto mayor sea el campo pos-marxianas, Y. especialmente de la exper1enc1a h1stonc~ .POS· 10
de aplicación, tanto más estrecho será el contenido. Y aunque. marxiana; dándoles también, para evitar escollos dogmatlcos,
según parece, los creadores de la economía clásica hayan pa- forma de indicaciones metodológicas más que de leyes. !

sado por alto esta verdad, los economistas occidentales de nues- Teniendo todo esto en cuenta, parer,e sin embargo cierta la . ti
tros días llegaron a comprenderla a través de sus investigaciones tesis marxista de que la mayor parte de las leyes económicas, Y S

sobre la economía de los países socialistas, como también sobre justamente las inás ricas en contenido, tienen un alcance espa· al
la economía contemporánea de los países subdesarrollados, cial y temporal limitado, circunscrito por lo g~neral a un d~ter· ttl

semifeudales, o de los pueblos primitivos. El rasgo específico minado sistema socio-económico. En este sentido Marx creo s~ e1
teoría del sistema capitalista, mientras que Engels. procur_o
del marxismo en esta materia podría resumirse en dos enuncia·
clones: 1) que existen relativamente pocas tesis generales de crear a la altura de la ciencia de su época, una teona econo- .,
aplicación universal, mientras que son incomparablemente más mica' del sistema de la comunidad primitiva. En cuanto a la te
numerosas las tesis de aplicación limitada en el tiempo y el formación de una teoría económica del sistema socialista, ésta
espacio (principio que se desprende de la convicción sobre la se vio impedida por fenómenos harto notor~os que fre~aron
mutabilidad absoluta de los fenómenos sociales en todas sus el desarrollo del pensamiento científico '?arxJS~a, en~uzando­
¡0 más bien por la vía empírica y pragmátiCa .e ~mpomendole el
formas, inclusive fenómenos de la vida económica), y 2) que
aquella limitación en el espacio y el tiempo de la mayor parte método de aproximaciones sucesivas. Est.as ult1mas, a s~ vez, ,,
esperaban en vano una síntesis teórica y solo hoy puede vislum-
de las tesis económicas está definida por los límites de los
brarse un viraje en este campo. .
,.
Ol

propios sistemas socio-económicos (dado el carácter integrante ro


de estos últimos en la vida social). Por otra parte, la teoría del sistema feudal ha s¡do hasta .ri
En su forma extrema, la tesis de que las leyes económicas ahora la que menos ha atraído la atención de los investigadores d•
gc
marxistas2. Sin embargo, el problema es importante desde el
cambian simultáneamente con el cambio de las estructuras so-
cio-económicas desempeñó, como es notorio, determinada e
importante función ideológica en el período staliniano. Esta 1 En este sentido se orientan los trabai>s de A. Malew!$~1. ~rticu~ar·
mente "Empiryczny sens teorii n;.ateriaiizn;.u .. h~storyc"tne~o·' !El se.nttdo
..
ia
u~

>d
·te
concepción iba a impedir cabalmente el uso de las leyes econó- empírico ¿ 0 la teoría del matertalismo hu;tonool. Studra Frlozo(rcznc, 4.
micas universales (aun aquellas de más amplia aplicación, inclu- 1957. NO 2, pp. 58·81. . :Jf
2 Esto se debe a que Marx sólo estudió aquellos elementos del sistema 1
8 CAPITULO PRIMERO
¿A QUE PREGUNTAS DEBE RESPONDER NUESTRO MODE-LO"! 9 &1

"carácter fundamental". ¿Se trataría de un elemento de definí· efectivo, a qué preguntas debe responder cualquier teoría eco·
ción del sistema ("llamamos capitalismo o bien socialismo a un
nómica de cualquier sistema; finalmente, hay que ver si el ca· o
sistema donde rige tal o cual ley")? ¿O tal vez ese "carácter
rácter específico de cada sistema implica que su teoría debe 1
fundamental" establecía la superioridad de tal o cual ley con
responder a ciertas preguntas también específicas, inaplicables •l
respecto a otras leyes "no fundamentales", las cuales en cierto
modo se desprenderían de aquella ley "fundamental" 1? Sea en el análisis de otros sistemas. e
De todo lo que se ha dicho anteriormente se desprende que p
como fuere, los historiadores soviéticos (y también de algunos
no es menester incorporar a la teoría económica de un sistema ic
otros países socialistas) reaccionaron emprendiendo la búsqueda
dado tesis concernientes a la teoría general de la economía (o ¡
de una "ley fundamental del feudalismo". Una prolija discusión
bien tesis del materialismo histórico sobre el obrar económico
sobre este tema transitó por las columnas de la revista "Voprosí
humano). En esta categoría incluimos también la propia defi·
Istorii" y, como suele a menudo suceder en la ciencia, no obs·
tante el falso punto de partida y el falso objetivo, desembocó nición del sistema (en este caso, el feudalismo}. Decir, por
ejemplo, que el feudalismo es un sistema fundado en la gran
en la formulación de no pocas observaciones y generalizaciones
propiedad rural y en relaciones de dependencia personal entre
interesantes y acertadas2 . Falso era el presupuesto en que se
el productor directo y el propietario latifundista, significa dar
basaba el viaje de Colón, pero verdadera la América que descu-
una definición del feudalismo, m¡¡¡¡ esta definición pertenece a
brió3. r
la teoría de las formaciones socio-económicas, es decir, a un
Si ahora queremos reflexionar sobre la teoría económica del .SI
aspecto de la ciencia general sobre la actividad humana. Ade·
sistema feudal, debemos poner en claro a qué preguntas debe
más, la formulación de semejantes proposiciones en forma de
responder una teoría de esta índole, cuál debe ser su dominio
leyes científicas ("cuantas veces tropezamos con el feudalismo
1 Omito aquí, por ser ajeno al tema, el análisis de estas "leyes .. que de tantas veces comprobamos la existencia de la gran propiedad
mo?o eylde:nte no pueden sostenerse ni desde el punto de vista de la rural ... etc.") nos conducida a evidentes tautologías. ¡
l~giCa m por r31zones de fondo. La "ley fundamental del socialismo'\ por
eJemplo, no d1ce nada de lo que necesariamente debe aparecer en cada Dejando, pues, a un lado las afinnaciones relativas a toda
sistema socialista. sino que está formulada a modo de postulado. actividad económica o bien a las formaciones antagónicas, en
2 independientemente de esta discusión. los problemas de la economía
feu~J fueron encarados en casi todos los manuales eeonómicos soviéticos
una palabra, todas aquellas tesis cuya aplicación excedería los !S.

(p. eJ.: K. V. Ostrovitianov, Introducción a la economía de lfflJ sistemas límites de la época feudal; procuraremos a continuación formu- Cl
precapitalistas, o Econom{a Polltica, Manual). Mas lo que allí eneontra~ lar los problemas esenciales que debería abordar, a nuestro jui- ~
~s no es,.. en realidad, una teoría econ.ómica del sistema feudal sino más
hum una smtesis superficial de Ja historia económica del feuda1ÍSmo. Esta cio, la teoría económica de cualquier sistema y, por lo tanto,· m
forma de evitar generalizaciones teóricas y de reemplazarlas con historia del feuda(l . (
( c-;mcepción deformada del historieismo del método marxista) fue algo tan
evidente (y esto no sólo en conexión con los problemas del féudalismo} A nuestro parecer, toda teoría económica de un sistema gi
que, e~ mismo Stalin censuró este fenómeno en Problemas económicos dei dado debería explicar: 1ll
soc~all8mo en la URSS.
3 La cuestión de "ley fundamental" es hoy motivo de amplia discusión 1) las leyes que regulan el volumen del excedente econó-
en los círculos d~ntífícos sovié~ticos. L. Leontév (''Reminiscencias del pa· IC
sado Y elocuencia de J;t reahdad," Ekonomicheskoia Gazeta, no 16. tá
20.IX.1961) se. pronuncu.t categóricamente contra dicho concepto. Pero
é~~ halla tam~t~n de~;n~~res (p. ej. I Jermakov~ "Sobre las leyes econó~ . l Un problema específico en esta materia son las afirmaciones concer-
mtcas del socuthsmo, Jbld., 19.II.1962). En Polonia ~a concepción· de mentes a toda economía comercializada, e.r; decir también a los sistemas p
"leyes económicas fundamentales" fur defendida por Üskar Lant(e. pr~capitalistas en la medida en que ttt comercializaclón interviene en ellos.
Mas adelante volveremos a esta cuestión. Ói
12 CAPITULO PRIMERO

esfuerzos por acrecentar la renta· social, la lucha por su distribu- Capftulo n


ción, los procesos de adaptación a largo y corto plazo, abren
campo al análisis teórico. Y todos ellos se producen no sin La construcción del modelo
relación con los fenómenos del mercado.
Los fines que acabamos de enumerar, y que a nuestro juicio
son los que debería proponerse la teoría de cualquier sistema
social, indican claramente que en primer lugar nos interesan
problemas de la producción, su volumen y su utilización, la
producción para el consumo inmediato y para el consumo fu.
turo (las inversiones) y sus cambios a corto y a largo plazo. El La elaboración de una teoría requiere la construcción pr~ia
quid del problema reside en que la producción que se efectúa de un modelol. Esta cuestión provoca muchos malenten.di~os
en una explotación cerrada y aislada del mundo, difícilmente se en las ciencias humanas en general, y en la historia.econom!Ca
presta a la investigación. Por lo general, sólo el contacto entre. en particular. . ·d d
los sujetos económicos, las relaciones interhumanas que son La gran mayoría de los historiadores no s¡ente neces1 a
esencialmente relaciones de trueque, abren posibilidades de aná- alguna de construir un modelo, y cuar;do uno de ~llos _lo cons-
lisis científico, porque sólo ellas originan fuentes históricas y, truye, sus colegas se indignan. El m1to de la ~U:tor1a co~o
lo que es más importante, porque sólo ellas permiten comparar ciencia de lo concreto, como ciencia del hecho ~me~, el m1to
los efectos de la actividad y la conducta económica de los de la historia descriptiva y narrativa a la qu~ solo J~teresa lo
diferentes grupos sociales. Por ende, un importante papel de- individual, ha sido no sólo ajeno, sino tamb1~n ho~t!l, a tod~
sempeñará en nuestro ensayo el análisis de los fenómenos del construcción de modelos. No vale la pena c1tar e¡e~plos. 81
mercado, pero su propósito será casi siempre penetrar en aque- hasta en las investigaciones sobre la historia de los pre:JOs hubo
lla zona oculta de la vida económica de la que menos hablan autores pera los cuales la noticia de que tal o cual d1a Fulano
las fuentes, pero que es la más importante y decisiva: la pro- había comprado una cantidad X de arrobas de centeno a tal o
ducción. cual precio, era fuente histórica utilizable, mientr~ que n? .lo
era, 0 al menos no interesaba al historiador, el regu;tro ofJcJal

1 La elaboración del presente ensayo habría sido ímposible sin la .a~da


1 • de numerosos colegas. El autor desea agradecer parttcu ar-
y e oo~set; f Stanialaw Hoszowski por haberle facilitado los resultados
dens~ aestu~i~ sobre ¡08 precios de los cereales en P9znan; al JZ'bf.
H~nr k Greniewaki y Lic. Brunon Górecki, por sus c.onse)os Y por ~r
efeet~ado numerosos cálculos; a ;~s pdrof~eszt~n~:r 1:n~ :· J~~:
Bogu,cka Bronistaw Geremek 1 Ale~an er teys ' S
1
' .
ki ." z Marlan Matowi.st Antoni ~zak, Henryk amsonowtcz,
~dr:.,j\v~':,;',;n.ki
y Benedykt 2aentar.a, por haber lerdo la
sión de este trabajo y por las observaciones que me .han hec ·
&c;im;~:n:~.i
Braudel Camill~Ernest Labrouue, Jean. Meuvret y Mtchel PolstE, fn Prll.S_
ol::wervaclones críticas durante las reun1ones de tubajo en a e~ e e~
~e ddesu~~:ct!t~~e!~¡fi~~a!~:í ~'!::rat:o~ ~~~h~ an:o~~n~~~cÍado
tambi~~ en el Dr. Jerz:y Jedlicki.
14 CAPITULO SEGUNDO LA CONSTRUCCION D€1.. MODELO 15
de precios de los cereales (H. Hauser). La concepción idiogr~­ podrá ser la teoría construida, pero . simultáneamente, tanto
fica de la historia implica no sólo un método de interpretación menor el número de sociedades abarcadas por ella.
de los datos; es una actitud que determina todos los elementos Para los fines que perseguimos, debemos considerar aquí las
y etapas del trabajo del historiador, empezando por la crítica posibilidades de construcción de modelos de este tipo sobre la
de las fuentes y la selección de los hechos. La ciencia marxista, base de la observación de sociedades precapitalistas en el pa-
contraria por principio a la historia idiogrMica, desgraciada-
mente coincidió más de una vez con esta actitud en la práctica
sado como también sobre la base de la investigación de las
'
atrasadas sociedades preindustriales de hoy, cuya econom ta pre-
.
de la investigación en la época pasada. Concebida dogmática- senta un bajo grado de comercialización.
mente, la justa tesis de que la "verdad debe ser concreta", En las investigaciones sobre los países atrasados de hoy, el
imposibilitó de hecho la búsqueda de nuevas leyes. modelo más generalizado y el de mayor utilidad (aunque no
Por otra parte, en la historia de la ciencia encontramos tam- esté formalizado) es el modelo de Lewis 1 • Este modelo se basa
bién una actitud que peca por extremismo en el sentido contra- en la delimitación de dos sectores: capitalist y subsistance se-
rio. En el Congreso de Heidelberg en 1903, Sombart, irritado gún la terminología del autor, los que corresponden a los con·
por las mezquinas críticas a la primera parte (que trataba de la ceptos corrientes de "sector comercializado" y "sector natu-
Edad Media) de su "Der moderna Kapitalismus", exclamó: , ral" 2. En el modelo de Lewis; todos los factores del sector
"Para hacer comprensible la vida económica contemporá:Ílea he comercializado son más elevados:. el capital, el ingreso per cá-
creado una construcción que se llama "Medioevo". Me es abso- pita la tasa de ahorros y la tasa de crecimiento. El sector
lutamente indiferente cómo se presentaban en realidad las cosas "natural" es totalmente estático. Hay una serie de instituciones
en aquella época. Querer invalidar mis teorías con objeciones llamadas a mantener este estado de desequilibrio económico
sacadas de trabajos hi<tóricos es absurdo" 1 • No tomemos es- entre los dos sectores. En el sector comercializado, por ejem-
tas palabras al pie de la letra, como manifestación de la acti- plo, hay instrumentos institucionalizados que mantienen los
tud metodológica de Sombart, sino más bien como exclama- salarios a un nivel superior del resultante de la oferta de ia
ción lanzada en el fervor de la discusión; con todo, ella pa- mano de obra. Prácticamente, el único contado entre ambos
tentiza la actitud que hemos señalado. sectores es la oferta de trabajo del sector "natural" al capita-
Si la teoría a construir ha de ser algo más que juego intelec- lista, oferta excepcionalmente elástica: en cualquier momento
tual, el sistema de premisas debe responder a las relaciones es posible recurrir a masas suplementarias .de obreros, a los
realmente existentes en las sociedades que sean objeto de nues- cuales, en caso necesario, es posible despedir con la misma
tro interés. La teoría construida tendrá validez sólo con refe- facilidad, mandándolos de vuelta al sector "natural". Todo el
rencia a sociedades (conocidas hoy o a descubrirse en el futuro) proceso de crecimiento de este modelo se realiza en el sector
en las cuales aparezcan efectivamente los elementos que haya-
mos introducido en nuestro modelo. Cuanto mayor sea la canti-
dad de elementos que incorporemos al modelo, tanto más rica 1 W. A. Lewis, Economic Development with UnlimUed ~u.pplies of
Labou.r, Manehester School~ May 1954, pp, 139~191 y, del m1smo autor,
Theory of Economic Growth, London, 1955. .
1 Cito según A. Sapori .. &ame di cosclenzia di uno storico," Universi- '2 Empleamos aquí el término "natu·ral" a falta de <?tr? .meJOr. Muy
t~ degli Studi di Napolí. Instituto di Storia Economica. e Sociale. Annali, interesantes son las asociaciones mentales de orden soctolog¡:co que han
1. Napoli 1960, p. 6. dado iu¡lar a este término para desiRn.ar a la economía no comercializada.
16 CAPITULO !)}.<;(;l.JNOO LA CONS'l'RUCCION DEL MODf<:LO 17
comercializado, reduciéndose simultáneamente el sector "natu. ricamente ilimitada va acompañado generalmente de manifesta·
ral" que tiende a ser absorbido por aquél. ciones de extrema inmovilidad de dicha oferta. Para que esta
~a utilidad del modelo de Lewis para la investigación de los oferta de trabajo teódcamente ilimitada se vuelva efectiva, es
paises atr~a.dos de nuestros días es notable, pero en ciertos preciso un estado relativamente avanzado de desintegración de
aspectos lnnitada. Lo que despierta mayores objeciones es la la tradicional sociedad campesina. Posibilidades efectivamente
tajante disyunción de los dos sectores y su extrema contrapo- ilimitadas de oferta de trabajo existían, por ejemplo, en Polonia
sición 1. antes de la última guerra, no existen todavía en cambio en el
En primer lugar, la división en sectores en el modelo de Lewis México de hoy 1. Además, no siempre es cierto que tal oferta
concuerda con la división según el tipo de empresa inclu· de trabajo coexista con factores institucionales que mantengan
yéndose por lo tanto en el sector comercializado tod~ la in· los salarios en el sector comercializado por encima del nivel
dustria Y la gran propiedad rural. Si como criterio de clasifi. determinado por esa oferta. Al contrario, allí donde aquella ¡¡¡.
cación adoptáramos la importancia que tienen para la gestión mitada oferta existe efectiva y no teóricamente, como por ej.
de la empresa sus vínculos con el mercado, la clasificación de en la Polonia de preguerra, los salarios tienden a bajar, si bien
~wis '!"ría justa. Sin embargo, es evidente que una empresa es cierto que siempre se mantienen por encima del ingreso me-
md;mtrial, Y con tanto. mayor razón una gran propiedad rural, dio de la pequf,lña explotación agrícola. En cambio, los salarios
act_uan Y calculan de diferente modo en el medio típico de un conservan su alto nivel en aquellos países donde precisamente
pais atrasado. La división en dos sectores, con justa razón !le· factores institucionales y económicos obstruyen la conversión
vada al primer plano por Lewis, no corresponde a división al· de la oferta potencial en efectiva. Además, al construir un mo-
guna de las empresas, ya que en la mayoría de los casos la ¡¡. delo es difícil hacer abstracción de un fenómeno tan signifi-
nea divisoria pasa a través de cada una de ellas. Tanto es así cante y difundido en la economía de los países subdesarrolla·
que a menudo podemos abrigar razonables dudas sobre si una dos ·como es la enorme amplitud del espectro salarial que llega
gran propiedad rural pertenece al sector capitalista o no. Justa- hasta el punto donde sería posible hablar de dos mercados de
mente el carácter peculiar del cálculo económico de la empresa trabajo. Esto se refiere especialmente al trabajo calificado (por
en una r~alidad "bisectorial" es aquí el problema más impor· lo general extraordinariamente caro en tales países) y al no cali·
tante Y sm comprenderlo a fondo es imposible aventurar una ficado (por lo general muy barato). En muchos países esta di vi·
explicación de los frenos fundamentales del crecimiento e~onó· sión es ahondada por diferencias étnicas y privilegios institucio·
mico autónomo en la mayoría de los países subdesarrollados nales concedidos a obreros inmigrantes, "blancos", respecto de
(especialmente aquellos que incluimos en el grupo de países los "indígenas". Ciertos aspectos de este fenómeno se dejan
postfeudales).
Lewis tiene asimismo razón en recalcar las ilimitadas posibili· 1 W, Moore. lndustrializaUon and Labour lthaca, 1951. Cf. t"am·
dad es de oferta de trabajo. Pero también este postulado lo blén M. Meier y R. E. Baldwin, Economic Development Theory,
History, Policy, New York, 1957. p. 295 y ss., W, Kula "Recherches
plantea de un modo demasiado abstracto. El notorio exceso de comparatives sur la forrnation de la classe ouvriére", en Premi~re
población en el agro que produce aquella oferta de trabajo teó· Conférence Jnternationale d'Histoire Bconomique, Estocolmo, 1960, pp.
511~523. El fenómeno de la coexistencia de una numerosa población libre
1 Y de la falta de mano de obra en Ja industria, es el tema principal de ta
P. T. Bauer, .. I...ewis Theory 'oí EconotniC Growth A Review Arti- obra de N. A.ssorodobraj, Poczciki kla$y robotniczej [Los comienzos de la
de''. American Economic Review. XLVI 1956, 4, PP~ 632-641. clase obrera!, Varsovia, 1946.
18
1
CAPTTULO SEGUNDO
LA CONSTRUCCION DEL MODELO 19
~·'::~ar en Polo~!a en el siglo XIX Y comienzos del XX r
! Po en la reg¡on de Lodz o en la Alta S'l . , fK! causa del exceso de población- es igual a cero. Dado que esta
Clones respectivas del obre al . 1es1a, en las cond1- premisa es impugnable con relación a algunos países subdesarro-
países subdesarrollad~· d ro eman Y el polaco. En algunos llados, también la conclusión no siempre será válida.
. ~ e nuestros tiempo · t
manifestaciones de "economía dual' t , 1 s es a es una de las No se puede descartar "a Jimine" la existencia de factores de
F I"nal mente, también d · IS a .
. . crecimiento en el sector minifundista de un país subdesa·
que el sector "natural" S:~le~a ob¡eciOnes el postulado de rrollado. A menudo estos factores son insignificantes y operan
la perspectiva del desarrollo oecomn ~mt.e esdtable 2. Si así fuera, lentamente, por lo general es muy difícil registrarlos estadística-
mas· tmte. de Jo que es en real. d d omiCo .e estos pa1ses • sena · mente, pero al producirse a escala masiva desempeñan con fre-
explotación agrícola ja.más te~g: · N·~;'d c~erto que la pequeña ¡:uencia un importante papel en la vida económica del país.
alargada, de inversión pos¡ 1 a es de reproducción La historia económica, y especialmente la historia económica
jo. En Birmania el s:at
au~~to1de la productividad del traba- marxista, hace mucho que comprendió el papel de la capitali-
rantizar a los a~icultor:s 1gricu tural Marketing Board, al ga- zación, la comercialización y la intensificación de la agricultura
arroz a precio fijo (aunque a~g:~:a .de ~ualqu.ier cantidad de en el período de surgimiento de la sociedad industrial. Sabemos
origen a un aumento de la producc7~~o~~ predclodmundial), dio algo de esto tanto con respecto a Inglaterra, como con respecto
el curso de 4 años-' Es t . • or en e un 10% en a Europa central o Rusia. El historiador de la economía se da
crecimiento libera t~da re;;,~;:rlo cua~ grandes posibilidades de perfectamente cuenta de las ingentes dificultades que entraña el
traducir en el modelo el flujo ~ aram. Tampoco se puede in- estudio de esta problemática. Por eso la colaboración entre el
tor "natural" al comerciali2: d eal a ~ano de obra desde el sec- investigador de la economía de los países subdesarrollados con el
bilidad de desarrollo de 1 a o, _tiempo que ~ niega la posi· historiador de la economía puede ser mutuamente provechosa.
justamente cuando • tas as pequ~nas explotaciones agrícolas: Retengamos entonces del modelo de Lewís sobre todo la
superfluos", elevan e'f gradS: d:e~o~~a~as. de~ _lastre de "brazos división en dos sectores, concibiéndola de manera un tanto
empiezan a tener posib¡'ll"d d d . rcial~ac1on Y acumulación, diferente. A nuestro juicio, esta división es punto de partida
d e aumentar la productividad a es e uivertir y po . .
del tr b . ' r :onsigulente, para el análisis económico de toda sociedad preindustrial. De la
zan a representar un mercado de v a t a¡o Y de !a tierra; empie- crítica que le hemos hecho a Lewis, guardemos en la memoria
para el sector comercializado t en a para la Industria, o sea, también la distinción entre los países de avanzada desintegra-
p • . , e c.
or ultimo, Lewis considera como fenó .. ción de la sociedad campesina tradicional, donde la oferta efec-
transferencia del sector "n t , h . meno postttvo toda tiva de mano de obra es prácticamente ilimitada y el precio de
1
to que la productividad m~~:al d a~l: ebl ~omerciali2:~do, pues- ésta es bajo, y los países donde, no obstante el exceso de po·
e ra a¡o en el prtmero -a blación en la agricultura, se observa una movilidad muy débil de la
mano de obra y donde los salarios son más bien elevados.
1 J. H. Boeke, Economics a d E ,
Haar1em. 1953. Muchas Y valios:S cono~IC Policy ot Dual Societies Como ejemplo de construcción de otro modelo de este tipo,
teor .í~ de la ec:onom fa dualista conc~~~~rvdctones críticas en contra de l~ emprendido en este caso por un historiador y con fines de
tra~Q:JO$ de D. Thorner, a e esta manera, hallamos en los
P. T. Bauer, loe. cit. investigación histórica, podría servir el intento de F. Mauro 1
J C. Wolf J "l t' ·
Econ.omic .Revie~, xLvlt~~~n5s and Econornic Development'\ American
',5,p.877. 1 F. Mauro, HPour une théorie du capit.aJisme commercíal", Viertel-
iahrschrift (Ür Sozial-und Wirischa(ts{!tY;chichte, XLII, 1955, pp. 117·121
20
CAPITULO SEGUNDO r L A CONSTRUCCJON DEL MODELO 21
El autor aborda la construcción del modelo para elaborar una . 3) mecamsmos . propios. .de 10 " que . llamamos
1' mercantil" en el
una estructura
teoría de funcionamiento de la economía de Europa occidental, 1 definida, c?mo P·. e¡. el capita ~~ 15 de relaciones
particularmente la de Francia, en los siglos XVI-XVUI, que t sentido arriba mdicado,_ o sea un ~ ema n un marco
15
según él constituyen el período del capitalismo mercantil, es ' que se manifiesta. en mas de ~n pals;;ero e los grandes
decir, período en el cual la dirección y los beneficios de la pro- ¡¡ temporal y espacial mucho mas estre 0 que
ducción se encuentran en manos de los comerciantes y en el ' sistemas socío-económicosl
cual -aunque, naturalmenté, no toda la vida económica se S •n Mauro el método conveniente de análisi~.
c_omprende
reduzca a esto- el capital mercantil es el "sector motriz" que tr ee:a s· 'macroanálisis estático; 2) microanáiiSIS; 3) roa-
gravita
L tr sobre la totalidad de la vida económica del país. ~
es eál. d. inámico 11
2
De esto podría deducirse que el elemen-
"'·' de Labrousse y sus sucesores, son para Mauro el
os a""'os croan. u1 JSJs .
de la economía social reside, . • e'1 , en la activi-
segun
fundanJento sobre el que· se construye una teoría de la diná- ~o ;~p S:~dades económicamente oparantes ("empresas"). No
mica económica del capitalismo mercantil a escala macroeconó- a •e e en su esquema el microanálisis sigue al macro·
mica, a su parecer les deben suceder, como etapa siguiente, la port~ut.eco
es .111}1. de manera que es este último el que deb~
pro-
. . .. nucroeonom1ca:
mvest•gaCJon . . . estu di os sobre la contab'1lidad de anáiiSJS
. es el a 1"sistema
, social de referencia " apto para expiJCar la
las empresas, 1a re 1ac1on .. preclos·costos,
• e1 eál cu1o de las m
. ver- porcJOnar
f .d d de las empresas.
siones, la distribución de los ingresos, etc. ac ~~~ a d , propiamente dicho Mauro lo constru-!'e: al par~-
D!!da la aversión hacia las generalizaciones teóricBB, tan di- rt~~ode
mo los siguientes elementos: 1) predomm10 cu~ntl·
fundida entre los historiadores, Mauro Juzga necesario demos· ce~ a :la agricultura en la economía del país; 2) tendencJ~ ~
trar la razón de sus postulados, afirmando que el establecer ta tavo . nto de esta agricultura; 3) alto grado de comercJal!-
correlaciones constantes permitirá al historiador comprender los es .~camle bre enormes posibilidades de actividad a los. comer-
z~clon -q~; ~nfluencia
cJante~,
casos en que se carece de documentación histórica, ligar los de la actividad comercial sobre la mcesan-
telementos conocidos en un todo coherente, y sobre todo efec- . . 1 d los factores del eálculo económico de las empre-
uar comparaciOnes . con las 1eyes que actuan• •
en el per1odo si- te VarlaCion• e industriales las cuales depen den gran dem ente de
guiente (denominado por él período del capitalismo industrial) ~ agrJco·~-: 1 ción debid¿ a la significación de ésta; 5) pene-
Y por d lol tanto comprenderlas
1
mejor, puesto que "para com- a c.~mercJ d1 ala del capital mercantil en la producción. Para
• d
prend er a econom1a e presente es preciso . comprender la del trac10nt gra f' u este modelo puede serv1r . umcamen
• . t e como "mo·
pasao. , nues ros mes t"
M d
auro 1v1. 'de 1as 1eyes econom1cas
• . en: deloA de t contras
la falta ede. pautas y ensayos en este sen fd 1 o en e a
cer·
1) universalmente válidas, que se aproximan mucho a las le- a~t:al de la ciencia, hemos resuelto abordar nuestra tarea
1
de
:n modo relativamente estrecho, construyendo un ~squema de
0

funcionamiento de la economía sobre la base del e¡em.plo c~n-


yes de la lógica;
2) las que se manifiestan universalmente en un sistema so-
creto de las relaciones económicas imperantes en P~loma e~ ~
- cio-económlco dado, v. gr. el mecanismo de la ganancia
como elemento Inherente al sistema capitalista;
Y del mhuno autor u~éol'ie 4conom!que et histoí~ce économique, Recher-
.chetJ et Dialogues PhdosophiqueB et Economiques". IV (Cahiers de llnsti~
· siglos XVI-XVDI, 0 sea, en la época en que dommaba e SIS-

tut de Science E.:onomique Appliqu<ie, no 79), Paris, 1959, pp. 45-75. 1 F. Mauro, "Théorie économique ... "p. 47 •
2 !bid., p. 59.
22 CAPITULO SEGU?<D<; ~--
i LA CONSTRUCCION DEL MODELO 23
l'
te~a de hacienda señorial fundada en la servidumbre. ·¿Será
aplicable este esquema, siquiera parcialmente al análisis de ción de los precios, costos de tranporte, etc). Es cierto que
otros _entes h~tóricos? ~o está descartado ~ue sí (por ej. hubo en Polonia una clase denominada la pequeña nobleza, que
Hun'!na o Rusta), pero de¡emos esta cuestión a la investigación no poseía siervos, pero este fenómeno, si bien numéricamente
u! tenor. significante, existía sólo en regiones estrictamente determinadas
• Del ~niunto de las relaciones imperantes en Polonia en esa y dudo que su introducción en el modelo pueda cambiar algo
':Jlo?a, Incorporaremos al modelo, en forma simplificada, los en él. Es cierto que hubo en Polonia campesinos exentos de
Siguientes element~: 1) el predominio abrumador de la agricu). prestaciones, pero nadie osará calificar de típico este fenómeno.
tura _en la economta; 2) el hecho de que la tierra no sea mer- Es también cierto que existía en las ciudades una artesanía
canc:a, ~nte todo a causa del monopolio de la propiedad rústi· fuera de los gremios, pero es de suponer (aunque la investiga-
e~ e¡erctdo P?r la nobleza, pero también porque la tasa de inte· ción de la historia de la artesanía en Polonia esté poco desarro-
res de ~~~ prestamos en numerario supera la rentabilidad de )a llada) que, por una parte, a menudo estaba sujeta a la depen·
explotac10n agrícola; 3) distribución de la totalidad de las fuer- dencia personal, y por otra, que en atención a sus propios· in te·
:as. producti~a~ en la agricultura entre la aldea y la reserva se- reses, tal como el outsider frente al trust, no atentaba contra el
nort~l; 4) ef~etel_lt;<> barreras institucionales contra la movilidad monopolio de los gremios, sino que lo aprovechaba vendiendo
soctal Y geograftca, especialmente de los campesinos (serví· sus productos a menor precio --pero no mucho- que el estable·
dum br~ de la gleba); 5) la mayor parte de las prestaciones del cido por el gremio. Las objeciones podrían multiplicarse, pero
cam~mado ~ dan en forma de trabajo; 6) producción artesa- dejemos a los objetadores el onus probandi.
nal ~ mdustnal enc~adr~da o bien en la gran propiedad rural, Estos postulados podrían discutirse también desde el punto
o bt~n. e~ las orgamzac1ones gremiales; 7) falta de restriccio- · de vista de su limitación geográfica y cronológica. Con seguri-
nes Jurtdtcas que limiten la libertad de opción económica de dad ellos no se aplican a ·territorios excéntricamente situados
la. nobleza; 8) fuerte propensión de la nobleza al consumo de (Pomerania, Ucrania) ni a períodos extremos (primera mitad
lu¡o ?eter~nada p~r factores inherentes al régimen social; del siglo XVI y posiblemente, segunda mitad del XVlll). El
9) exts~encta d~ patses económicamente más desarrollados en temor a la crítica debería inducirnos a estrechar lo& límites en
u.~ radto accestble a la comunicación; 10) falta de interven- el tiempo y el espacio. ¿Pero dónde entonces trazar estos lími-
cwn del Estado en la vida económica (ni siquiera mediante tes? Quizá sea mejor no reducirlos, sino simplemente declarar
aranceles proteccionistas o medidas similares). que nos ocupamos de los aspectos dominantes en la historia
económica de Polonia en la Edad Moderna.
La selecci~n. Y convenie.~cia de ~tos postulados, y sobre La lista de elementos de nuestro modelo podría también
todo su cate.gortca formulacwn, podnan discutirse interminable· extenderse sin dificultad. Pero entonces cabría preguntar si la
mente. ~s cterto que _hubo en Polonia aldeas pertenecientes a la incorporación de los elementos omitidos cambiaría los resulta··
bu_rguesta, pero n? solo que eran muy contadas, sino que acle- dos de nuestro análisis, indicando un funcionamiento distinto
mas. n? hay segundad alguna de que el propietario burgués las del modelo. Y de plantearse así la cuestión, estoy seguro que
admtn!Strase de modo diferente que el noble, en cambio sí es los elementos enumerados resultarían suficientes.
~guro que se encontraba frente a los mismos elementos de ¿Cómo transcurre en esta configuración la vida económica y
calculo que el noble (fluctuación de las cosechas, nivel y fluctua- qué regularidades presenta? Esto es lo que trataremos de mos·
trar en el presente trabajo. Y si nuestro razonamiento; en más
24
CAPITULO SEGUNDO
'' Capítulo m
de un caso, habrá de llpoyarse en fundamentos empíricos relati·
vamente débiles, esto se debe a qu~ el enorme m¡¡terial cientí· Dinámica a corto plazo
fico relativo a la historia económica de Polonia en los siglos
XVI-XVID no fue acopiado desde el punto de vista de nume-
r?sas cuesti~nes q_ue n~s ocupan. En caso de que las investiga·
Clones ultenores mval1daran tal o cual hipótesis nuestra, será
para nosotros motivo de satisfacción el haber contribuido a El cálculo económico de la empresa feudal
ese1arecer " como
- era aquello en realidad".
"El gusto del manjar se conoce al comer". Lo mismo ocu- Afirmaciones tales como: "Cada época tiene sus propias leyes
rr: .con la. construcción de un modelo. Séame entonces per-
mitido cocmar el manjar. . . y su sabor que lo juzgue el lec-
económicas" o "Para investigar una realidad diferente hacen
falta instrumentos de investigación también diferentes" se repi-
tor. El lector dirá si el intento ha sido fecundo. · ten con frecuencia, pero generalmente sin refiexionar mucho
sobre su contenido exacto. No obstante, estos enunciados son
realmente justos y el haberlos subestimado ha dado origen a
muchos errores de la ciencia.
Enormes dificultades, si bien a menudo uno no se percata de
ellas, surgen ante todo en el análisis del funcionamiento econó-
mico. de la empresa feudall. El análisis de la empresa debería,
en principio, proporcionarnos respuestas a dos preguntas:
1) ¿cuáles son los resultados objetivos de la actividad de la
e m presa, o sea si los productos elaborados por ella repre-
sentan mayor valor que la suma de los bienes empleados
en su producción?
2) ¿cuáles son los motivos y la orientación de la actividad
del sujeto económico observado (y por lo tanto, proba-
blemente, de sujetos análogos)? En este sentido, el análi·
sis de la empresa es un método que puede y debe aplicar·
se a cualquier sistema económico investigado. En cambio
no se puede -según veremos a continuación- aplicar al
análisis de la empresa feudal métodos elaborados para el
análisis de la empresa capitalista.
Los métodos de análisis de la empresa capitalista fueron utili·
1 Acerca de la aplieabilidad del concepto de ;•empresa .. a la época
precapítalista cf. W. Kula, Problemy i metOdy historii gospodarczej [Pro-
blemas y méiodos de la historia económica). cap, "MikroanaHza I".

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