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¿Qué son los transgénicos?

Organismos a los que se les inserta material genético de especies distintas a la que pertenece mediante
técnicas de ingeniería genética. Con estas técnicas, se trascienden las barreras reproductivas que existen entre
las diferentes especies, haciendo posible que, por ejemplo, se le inserte un gen de bacteria a una planta.

¿Qué es el maíz transgénico?

Maíz modificado genéticamente mediante técnicas de ingeniería genética, con las que le han agregado genes
de organismos lejanos a él. Las dos características más comunes en los maíces transgénicos actuales son: la
tolerancia a herbicidas y la resistencia a insectos.

¿Cuáles son sus ventajas?

En primer lugar, el beneficio más notable es para el bolsillo de un agricultor. Aunque una semilla
genéticamente modificada sea más costosa (como las semillas Monsanto que pueden costar diez veces más
que una normal), su uso promete semillas más fértiles que las convencionales.

Otro motivo beneficioso para las empresas que hacen uso de estas transformaciones es la resistencia a
herbicidas, ya que su uso deja inmune al cultivo, atacando sólo a la flora ajena.

Muchas de estas plantas también están desarrolladas para sobrevivir a las plagas de insectos (uno de los
elementos más destructivos en agricultura). El beneficio aquí reside en hacer uso de un menor uso de
insecticidas en las plantaciones con estas variedades que se puede traducir a la vez en un menor impacto
ocasionado al ecosistema y para la salud del agricultor que trata con ellos. El hecho de lograr cultivos
resistentes, afecta de forma positiva a la tierra en cuanto a la reducción de su uso evitando su desgaste.

Según Sergi Viñals, técnico de consumo de la Organización de Consumidores y Usuarios de Cataluña, en el


programa de RTVE, “Para todos la 2”, quiere dejar claro que para hablar de ventajas y desventajas de los
alimentos transgénicos en la sociedad, y por ende, en la salud del consumidor, debemos tener clara la
existencia de dos tipos de alimentos transgénicos: por una parte, aquellos que son modificados “para mejorar
sus cualidades organolépticas y propiedades nutricionales como es el maíz transgénico vitamínico
desarrollado por la Universidad de Lleida” y, por otra, aquellos alimentos que se modifican sólo con el fin que
las plantaciones sean más resistentes. En el primer caso, sí que podría hablar de una ventaja de cara a la salud
del consumidor, pero en el segundo no hay ventaja. Sin embargo, este tipo de alimentos con propiedades
beneficiosas aún no han conseguido llegar al consumidor final, según explica Sergi Viñals.

¿Qué daño le hace al campo?

Los posibles daños al campo, que han sido comprobados, es que al introducirse transgenes a variedades
nativas de maíz, éstas sufran una descompensación genética y fisiológica. Estas secuencias pueden llegar
fácilmente al campo ya que el maíz es una planta que se poliniza fácilmente y por ello los maíces nativos o
criollos pueden contaminarse con polen de maíz transgénico.

Por si fuera poco, las secuencias transgénicas están patentadas, por lo que si un agricultor presenta estas
secuencias en su maíz, las que pueden llegar por polinización (cruza entre un maíz transgénico con uno no
transgénico), las compañías que ostentan la patente pueden demandarlo. De hecho, hay ya varias demandas de
compañías como Monsanto contra agricultores locales, que pasan de víctimas de la contaminación, a acusados
de plagio. Los juicios son costosos y muy lejanos a la lógica y los recursos de los campesinos. Nuestra cultura
tradicional es comunitaria; la otra es mercantil e individualista.

En el caso de contaminaciónpor transgénicos las consecuencias serían:


1. Pérdida de los maíces nativos que por milenios han sido adaptados a diversos suelos, climas y
humedades. Recordemos que tanto las variedades híbridas como las transgénicas dependen del
material genético nativo para ser posibles. Un maíz híbrido pierde sus características de una cosecha
a otra, se debilita y necesita de nuevo material que proviene de los maíces nativos.
2. Imprecisión tecnológica: la imprecisión de la tecnología transgénica es tal, que pueden producirse
daños genéticos que deriven en plantas y mazorcas deformes. Hay evidencia de que el polen de
plantas transgénicas produce alergias o ciertos daños fisiológicos. La acumulación en el cuerpo
humano podría provocar este tipo de efectos.
3. El problema de la alimentación es particularmente grave, pues si los productores se inclinan por
sembrar maíz para su venta y conversión a agrocombustible continuará la escasez de maíz blanco y
se repetirán crisis como la de la tortilla de 2007, en México. Esto sin considerar los daños a la salud
humana.

Por último, uno de los mayores riesgos actuales para el mundo, es que se contaminen los maíces nativos y la
cadena productiva del maíz con transgénicos que producen sustancias no alimenticias y/o tóxicas como
plásticos biodegradables, solventes, proteínas de uso terapéutico, antidepresivos, etc. A estos transgénicos se
les conoce como biorreactores y ya existen en Estados Unidos y otros países, donde se está utilizando mucho
al maíz para generar estas sustancias.

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